jueves, 19 de abril de 2012

Por qué dicen eficiencia cuando son recortes

Educación defiende que el impacto de sus medidas de ahorro en la calidad será “escaso o nulo”
Los expertos replican que eso es imposible y que los peores efectos se verán a largo plazo.
En el instituto público Pla Marcell de Cardedeu, Barcelona, decidieron, a pesar de los recortes, hacer tres grupos de 1º de ESO de 20 alumnos, en lugar de dos de 30; 1º es un curso complicado y prefirieron eliminar algunas optativas para tener clases con menos estudiantes. Pero el año que viene, con el aumento de horario previsto para los profesores, ya no lo podrán mantener, dice el director, Antonio Gener. En el instituto Cardenal Herrera Oria de Madrid, con siete docentes menos, los alumnos han perdido este curso los desdobles en Lengua y Matemáticas (clases reducidas algún día a la semana para poder explicar mejor a menos estudiantes).

Desde detalles llamativos como las restricciones en el uso de papel higiénico decretadas por el Gobierno catalán, hasta la pérdida de medidas de atención a alumnos complicados y a las familias, los recortes educativos de los dos últimos años ya se dejan sentir en las aulas. Y estos van a ser mayores a partir del próximo curso con las medidas aprobadas por el Gobierno para ahorrar 3.000 millones de euros más. En la educación universitaria, los detalles del recorte se conocerán mañana.

Pero en la parte no universitaria, el grueso se hará a base de reducir las plantillas. Lo harán llenando más cada aula (se aumenta el límite de alumnos de 27 a 30 en primaria, de 33 a 36 en secundaria, y hasta 43 en bachillerato) y elevando las horas de semanales de clase que imparten los profesores: sin máximos establecidos, tendrán un mínimo de 25 horas en primaria y de 20 en secundaria (en este último, son dos más de las que tienen ahora en la mayoría de comunidades). El resultado será la extensión a todas las autonomías y la profundización de esas situaciones que ya han ocurrido en muchos puntos de España. Aunque unas más que otras, todas las autonomías han recortado ya el dinero destinado a enseñanza desde 2010. En total, más de 3.400 millones de rebaja a los que a partir del año que viene se sumarían esos otros 3.000.
El debate sobre si no queda más remedio que hacer estos recortes, por dolorosos que sean, dada la situación económica de España y la presión de los mercados, tiene muchas aristas y es muy complicado zanjarlo con un simple sí o no. Para lo que resulta muy difícil encontrar argumentos es para defender la afirmación del ministro de Educación José Ignacio Wert de que los recortes apenas van a tener un “escaso o casi nulo impacto en la calidad”... Leer todo en El País.

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