Da pena ver a los incipientes historiadores (y filólogos) ir a protestar, contra las políticas neoliberales, cuando en las aulas universitarias, algunos con disfraz de científicos, les inoculan el pensamiento neoliberal, a través de las metodologías posmodernas, que les presentan a sus estudiantes como la última novedad. El profesor traiciona así al alumno, al presentar tales metodologías como desligadas de la política, cuando en realidad no es así.
Después del “boom” neoliberal en los 80 y 90, y dentro de una necesidad sistémico-capitalista por elevar la tasa global de ganancia, el capitalismo financiero tomó una fuerza sorprendente como la solución propuesta por los neoliberales ante tal problemática, bajo la falaz idea de que el capital crea, por sí solo, riqueza.
"Tal ideología, que ha alcanzado la categoría de dogma, ha dominado la sabiduría convencional de los establishments financieros (es decir, la banca, las compañías de seguros, los fondos de inversión de alto riesgo y otros instrumentos) que han influenciado en gran manera a las instituciones mediáticas y políticas del país. Tal influencia se ha realizado a través de fundaciones, instituciones, grupos académicos financiados por tales establishments, y economistas (con chaquetas llamativas o normales) promocionados en los mayores medios de mayor difusión del país. En realidad, la banca tiene una enorme influencia en la cultura académica económica (financiando congresos, trabajos de investigación económica -con claro contenido ideológico-, revistas económicas y un largo etcétera, siendo su influencia sobre el conocimiento económico semejante al que tiene la industria farmacéutica en el conocimiento médico). Y se encuentra por todas partes. Desde FEDEA a muchos departamentos de Economía Universitarios y Colegios de Economistas en este país. Todos ellos han estado reproduciendo el dogma neoliberal que ha causado y continúa causando tanto daño.
Y es muy fácil ver por qué han hecho tanto daño. Estas políticas neoliberales causaron las crisis y ahora dificultan la salida de ella. La desregulación financiera (característica del dogma neoliberal) fue la causa de la crisis bancaria causada por las actividades especulativas de la banca. Y las políticas fiscales regresivas aumentaron enormemente las desigualdades de renta y propiedad (con disminución de las rentas del trabajo), que facilitaron una pérdida de la capacidad adquisitiva de la población, causa de su enorme endeudamiento. Cuando este endeudamiento no pudo continuarse debido al estallido de la burbuja inmobiliaria, se creó un enorme problema de demanda, paralizando la economía y disminuyendo con ello los ingresos al Estado (ya insuficientes por la regresividad de la política fiscal), disparándose el déficit.
La política de reducir el déficit a base de recortes de gasto público empeoró y continúa empeorando la situación, pues en un momento de parálisis de la demanda doméstica en el sector privado, lo que se requiere es un estímulo económico a base de aumentar el gasto público, invirtiendo en áreas de creación de empleo. Si en lugar de hacer esto se recorta tal gasto, se está empeorando todavía más la situación. Esto lo saben los estudiantes de primer año de Políticas Económicas y Políticas Públicas que no hayan recibido ya un lavado de cerebro por los economistas neoliberales."
(Vincenç Navarro) — con Juán Mármol.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario