“En la zona euro aún se piensa en términos nacionales, y los peores en eso son los alemanes”
Rafael Poch
La Vanguardia
Hace años que el periodista alemán Harald Schumann se ocupa de la crisis financiera. A él se deben algunas de las revelaciones más interesantes e incisivas sobre los secretos de la banca alemana. Schumann se pasa semanas sin escribir una línea, investigando y leyendo, un privilegio, dice, pero cuando escribe uno se entera de cosas interesantes. Aunque ni siquiera estudió economía, la crisis le ha convertido en un experto en finanzas nacional, explica en su pequeño despacho de la redacción del berlinés Der Tagesspiegel.
P-Una de las cosas más interesantes de la crisis inmobiliaria española ha sido la revelación de que algunos ministros españoles conocían la bomba de relojería sobre la que reposaba el “España va bien” de Aznar. ¿Qué nivel de conciencia existía en el sector financiero y en el gobierno alemán sobre los riesgos bancarios antes de la crisis?
R- No había ninguna conciencia. Si la hubiera habido no se habría enviado dinero a manos llenas a España….
P- …Pero un informe del Handelsblatt dio cuenta en 2003 de una reunión de los directivos de la banca alemana con el canciller Schröder y su ministro de finanzas en el año 2000 para, textualmente, “estudiar la creación de un banco malo que sirviera para empaquetar los malos créditos y volverlos a vender”.
R- Aquella reunión no hizo referencia especial a los países europeos. Ni siquiera se habló de ellos. Se trataba de los malos activos que la banca alemana tenía en Europa del Este y en Estados Unidos…
P- …pero lo de Estados Unidos también era inmobiliario, como en España.
R- Desde 2005 había informes en la prensa económica sobre los riesgos del mercado inmobiliario en Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y España, pero no se tomaba muy en serio. Antes del 2008 no había una conciencia sobre el tema. Mire (muestra un gráfico rampante hasta 2008 de inversiones alemanas en España), esto se refiere solo a bancos, sin contar las empresas de gestión de patrimonios etc.: hasta 2008 el flujo de capital sube sin cesar. Si hubiera habido alguna conciencia del riesgo no habría ocurrido…
P- En España algunos ministros y altos funcionarios confesaban la inviabilidad del asunto, pero no informaban, o si lo hacían el pastel era demasiado gordo como para que los políticos se atrevieran a hacer algo…
R- Es como un conjuro: si no hablamos de ello, no ocurrirá. Demasiado dinero atonta. Había una euforia colectiva, todos pensaban que iba a continuar para siempre. Si uno ha ganado muchísimo dinero durante unos años, ¿por qué parar?, ¿solo porque algunos economistas críticos dicen que no es sostenible? Así no funciona la naturaleza humana.
P-Entre 2008 y 2009 el gobierno alemán rescató a sus bancos con casi medio billón de euros, ¿qué papel jugó el Bundestag en el proceso?
R- Cuando estalló la crisis todos estaban abrumados. El ministro de finanzas Peer Steinbrück no tenía ni idea de lo que ocurría. Estaba allí personalmente y lo recuerdo: el jueves dijo ante el Bundestag, “no hará falta salvar a la banca como en Estados Unidos porque el sistema alemán es robusto”, y al día siguiente comenzaban las negociaciones para salvar al Hypo Real Estate (HRE) con 100.000 millones. Si el ministro no entendía nada, los diputados aún menos. Se dijo que si se dejaba quebrar al HRE caería todo el sistema financiero alemán y la economía nacional se pararía, así que había que hacerlo. El Bundestag no solo fue arrollado, también fue desposeído de todo poder, pero como formalmente se exigía un control parlamentario, se formó una comisión secreta de nueve diputados de todas las fuerzas políticas. La comisión no tenía ningún poder, no podía exigir declaración ni documentos, solo podía invitar a miembros del gobierno o del fondo de rescate y entrevistarlos. Si algo no les gustaba no podían hacerlo público, ni siquiera informar a sus colegas de grupo parlamentario….Fue tan democrático como el papel de La Asamblea Nacional del Pueblo de Corea del Norte.
P- ¿Cómo pudieron aceptar los diputados y los medios de comunicación una situación tan kafkiana: dar cantidades de dinero del contribuyente con los ojos cerrados…?
R- Por el miedo, se decía que la alternativa era un hundimiento. Por ignorancia. Y también por lo que se había visto en Estados Unidos, donde el gobierno ya había puesto 750.000 millones por lo de Lehman, que al final fue mucho más. Pensaron, “si se asustan los americanos….” Pero para mí lo más extraordinario no fue la frenética reacción del gobierno o que el Bundestag se dejara pisotear: lo que más me estremeció fue la pasividad de la población ante, por ejemplo, el caso del Commerzbank: pusimos 18.000 millones de dinero público en un banco que en la bolsa no valía más de 3000 millones y ni siquiera el Estado se quedó con todo el banco, solo con el 25%. Ocurrió con nocturnidad, entre Navidad y Año nuevo, sin ningún control parlamentario. Se hizo para proteger de las pérdidas a Allianz, el verdadero poder financiero de Alemania, ríase usted del Deutsche Bank, quien cuenta es Allianz. El jefe de Commerzbank, Blessing podía haber dicho en octubre que no compraba el Dresdner Bank, porque estaba lleno de valores americanos y era un pozo sin fondo, pero lo hizo. Steinbrück, y esto lo sé de buena fuente, le dijo a Blessing que si salía mal el contribuyente apoyaría… Fue un proceso demente y opaco. Imagínese, con los intereses eran 20.000 millones.
P- ¿Cómo consiguió la lista de los bancos salvados en el rescate al Hypo Real State que costó 100.000 millones al contribuyente?
R- Había una comisión de investigación en el Bundestag. Esas omisiones no tienen muchos derechos, pero pueden ver todos los documentos. Los grupos parlamentarios que consiguieron que la comisión se formara fueron los Verdes la Izquierda y los Liberales. Hablé con los tres y puede confeccionar mi lista.
P- Pero no es una lista pública.
R- No, está hecha sobre documentos que el Bundesbank da al gobierno gracias a que alguien dijo, “ya que damos tanto dinero, queremos saber quienes son los beneficiarios”, pero todo era secreto. Cada documento que se entregaba a un diputado llevaba un sello distinto de “Secreto” para identificar la filtración en cualquier fotocopia.
P- ¿Qué sentido tiene mantener esa información en secreto?
R- Evitar el debate sobre quienes son los beneficiarios, a quien se protege de pérdidas. Es lo que pasa ahora en Irlanda y en España.
P- O sea, tiene sentido para las instituciones implicadas…
R- …y también para el gobierno. Se quiere evitar ese debate. Si en el momento de tomar la decisión se conociera la lista de a quiénes se salva con ella, no habría habido mayoría en el parlamento. Estoy seguro de que el parlamento español no habría votado a favor si hubiera sabido quien tenía cuentas que cobrar en Bankia…
P- Permítame dudarlo…
R- …o habrían dicho, “vale, lo hacemos pero luego nos cobramos el dinero de los beneficiarios de una u otra forma”. Hasta el día de hoy desconocemos quiénes son los acreedores no garantizados de Bankia.
P- ¿Cómo se supo que el Deutsche Bank tenía 12600 millones atrapados en la quiebra de la aseguradora americana AIG?
R- Porque el Senado de Estados Unidos le exigió a la Reserva Federal la publicación de los datos de las transferencias. Cuando consiguen liberarse de los intereses creados que financian sus campañas, los diputados americanos son increíblemente fuertes. ¿Ha leído los informes del Senado sobre la crisis financiera? Son una fuente increíble. El papel del Deutsche Bank en Estados Unidos nunca se hubiera descubierto sin el Senado de EE.UU!.
P- ¿Y qué le habría pasado al Deutsche Bank si AIG no hubiera sido rescatada por el gobierno de Estados Unidos?
R- Se habría hundido: 12.000 millones era casi la mitad del capital propio del banco. El año se habría cerrado con pérdidas y eso habría costado tanto dinero que el Deutsche Bank no habría podido cumplir las reglas de la supervisión bancaria.
P- …lo que no impidió al jefe del Deutsche Bank, Josef Ackermann, alardear de que su banco no había necesitado dinero público...
R- Una mentira, y no solo por la AIG. El Deutsche Bank se benefició de todas las demás operaciones de rescate, por ejemplo recibió más de 2000 millones en la salvación del Hypo Real Estate.
P- Todos esos rescates y los rescates de países son, en realidad rescates de bancos interrelacionados por el casino internacional, ¿cómo se ha conseguido mantener a la opinión pública al margen de esta obviedad?
R- ¡Vaya pregunta!. La mayoría de los periodistas no se ven como ilustradores del público, sino como meros transmisores de informaciones que dan otros. El problema aparece cuando la mayoría de las instituciones implicadas están de acuerdo en no explicar lo que está pasando.
P- ¿Cómo consiguió la lista de los beneficiarios de la salvación bancaria de Irlanda?
R- En Irlanda se debatía la cuestión de la identidad de los que estaban endeudados con la banca irlandesa. El ministro de finanzas dijo que no lo sabía porque los bonos se negociaban en mercados anónimos. Era una mentira flagrante. Un insider le dio a un blogger irlandés en Londres – no se fiaba de la prensa irlandesa- la lista de los propietarios de bonos del Anglo Irish Bank, uno de los bancos en quiebra con una deuda de 30.000 millones. La lista solo contaba a partir de grandes acreedores, pero ahí ya se podía ver que la mayoría de los acreedores eran de Alemania, Francia e Inglaterra. En la lista de 80 direcciones de acreedores de la deuda de Irlanda, 50 eran alemanas o francesas.
P- ¿Y en España, qué bancos alemanes están más expuestos?
R- Sabemos que entre 2005 y 2008 bancos alemanes y franceses colocaron 320.000 millones en España, gran parte en inmobiliaria. Juan Rodríguez, ex jefe de Caja Granada me explicó lo fácil que era recibir dinero en Alemania, donde viajó varias veces. “Prestaban dinero sin preguntar a donde iba”, me dijo. Lo mismo me dijo el directivo de Caja Madrid, Tierno Galván: “las ofertas llovían por todas partes”. La gente ni preguntaba lo que se iba a hacer con el dinero, solo les interesaba si podría cobrar un 1,5% de interés más que en casa. Es obvio que en un negocio loco la responsabilidad es tanto de quien pide dinero como de quien lo da sin mirar. Los nombres de los acreedores alemanes no se publican, son secreto.
P- Usted sondeó al ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, sobre la cuestión de la responsabilidad en España, ¿qué respondió?
R- No entendió la pregunta. Nunca había oído que en la contratación de un crédito la responsabilidad está en los dos lados, el que lo recibe y el que lo da. Me dijo, “no obligamos a los españoles a aceptar nuestro dinero por la fuerza de las armas”. Schäuble es abogado, pero para un banquero la pregunta es obvia. A de Guindos, como banquero, esa misma pregunta no le pareció tan rara, pero le incomodó más. Dijo que la lista de los tenedores de la deuda de Bankia, “no es una información esencial, aunque sabemos que la mayoría son inversores extranjeros”. De Guindos reconoció que los inversores tienen responsabilidad, pero dijo, “no nos podemos permitir exigirles que la asuman porque se perdería la confianza en España”. Jörg Asmussen, directivo del BCE, fue el único que admitió que aunque esas listas son secreto empresarial, en el momento en que entra en escena dinero público para rescatar la gente tiene derecho a conocer los datos. De todos los entrevistados fue el más constructivo, quizá porque ya no es político.
COMUNIZAR (SOCIALIZAR) DEUDAS
P – ¿Qué se debería hacer en Europa para remediar el desbarajuste bancario de una manera decente?
R- Habría que hacer una unión bancaria europea, pero solo podría funcionar si también se creara una garantía de depósitos europea en la que los países se responsabilizaran conjuntamente de que el cliente de un banco no tenga perjuicio si el banco quiebra. Debería haber un sistema europeo para lidiar con los bancos en quiebra financiado por el propio sector financiero. Por un lado el impuesto sobre transacciones financieras y por otro un impuesto adicional sobre bancos. Si se realizara de manera consecuente sería un programa racional.
P ¿Y el problema de los desequilibrios entre países?
R- Lo primero sería que las empresas italianas o españolas no tuvieran que pagar un 3% o un 4% más de interés por el mismo crédito que una empresa alemana, como ocurre pese al mercado único, la moneda común y la ausencia de fronteras. El problema es que en la zona euro se sigue pensando en términos nacionales y los peores en esto, hay que decirlo honestamente, están siendo los alemanes. La vía correcta sería comunizar las deudas de Estado que sobrepasen el 60% del PIB para acabar con las diferencias de tasas de interés. Ahí vienen los alemanes y dicen, “pero entonces nosotros tendríamos que pagar más interés”. Pues claro que sí, lo contrario es perverso y absurdo. Según el cálculo del Instituto de Economía Mundial de Kiel, si Alemania hubiera tenido los mismos intereses promedio que tuvo hasta 2007, entre 2008 y 2012 habría pagado 80.000 millones más. Es decir con la crisis Alemania ya se ha ahorrado 80.000 millones. Lo mínimo sería devolver ese dinero a los estados en crisis, no de golpe, pero sí paulatinamente. Es injusto aprovecharse de los beneficios sin hablar de ellos y decir a los otros que tienen que mejorar. Que Alemania tenga éxito porque los demás se endeudaron, es algo que no puede funcionar. Tiene que haber un equilibrio, sino la eurozona se romperá.
P- ¿Puede cambiar Merkel?
R- Lo trágico es que su popularidad se debe a una política equivocada. Cuando empezó lo de Grecia no lo entendió y metió al gobierno y al electorado en una vía equivocada de la cual no sabe salir. Si cambia el rumbo ahora perdería las elecciones, así que tiene que aguantar por lo menos hasta otoño.
P – ¿Y después de las elecciones?
R- La única esperanza es que dé un giro de 180 grados, como hizo con la energía nuclear.
P- Pero para eso tuvo que ocurrir Fukushima…
R- La situación europea no es menos crítica que aquello. Estoy seguro de que habrá nuevas elecciones en Italia y acabará habiendo un plante ante Alemania. Merkel es tan popular que tiene fuerza para realizar un giro, de lo contrario es el fin de la eurozona. No veo otra salida.
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/berlin/en-la-zona-euro-aun-se-piensa-en-terminos-nacionales-y-los-peores-en-eso-son-los-alemanes-97472
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