viernes, 24 de mayo de 2013

Fallece el cantautor francés Georges Moustaki a los 79 años. La canción censurada durante el franquismo, Le métèque - Georges Moustaki

El cantante había dejado los escenarios con un último concierto en Barcelona en enero de 2009, aquejado de una enfermedad pulmonar.

El cantautor francés de origen griego Georges Moustaki falleció ayer en Niza, en la costa mediterránea de Francia, a los 79 años de edad, según ha informado su familia.

El cantante, nacido en Alejandría, había dejado los escenarios con un último concierto en Barcelona en enero de 2009. El cantautor no pudo finalizar el espectáculo, lo que puso de manifiesto su frágil estado de salud debido a enfermedad pulmonar crónica.

Su nombre de pila era Youssef Mustacchi, pero lo cambió por el de Georges en honor a su maestro, Georges Brassens. Muchos recuerdan que alcanzó popularidad gracias a Edith Piaf, de la que fue amante.

"He tenido una vida apasionante. Espero que lo sea hasta el final", declaró en 2011 el cantante, cuando explicó a la prensa que tenía una enfermedad pulmonar incurable que le hacía "definitivamente incapaz de cantar". Contemporáneo de una generación de artistas que dieron a conocer la chanson française, como su maestro Georges Brassens, Jacques Brel o Serges Gainsbourg, Moustaki compuso letras de canciones para melodías que interpretaron Edith Piaf, Yves Montand, Barbara o Serge Reggiani.

El seductor y revolucionario poeta y músico se hizo mundialmente conocido a finales de los años sesenta y principios de los setenta con temas como Milord, que hizo célebre la garganta de Edith Piaf, Le facteur, La mer m'a donné, Ma solitude o Le temps de vivre.

Moustaki nació el 3 de mayo de 1934. Su padre, el librero Nassim, hablaba cinco idiomas. Su madre, Sarah, seis. A orillas del Mediterráneo, Moustaki se educó en la escuela francesa, en cuyos pasillos escuchaba el árabe, el griego, el italiano, el turco, el armenio, el maltés, el francés y el inglés, lengua oficial de Egipto bajo mandato británico.

A pesar de su vida errante, con una referencia fija en la Île Saint-Louis, en París, pero salpicada de latitudes y países, Moustaki nunca se despegó de aquella ciudad en la que nació y en la que descubrió la pasión por los libros que atiborraban las estanterías de su padre, por el teatro, el cine o la música. "La Alejandría de mi infancia era el mundo en pequeño, con todas las razas y todas las religiones. Soy raramente extranjero en alguna parte porque siempre encuentro una referencia a Alejandría en los idiomas que escuché allí, los olores o los colores", decía.

Tras pasar un verano en París, sus padres le dejaron mudarse a la capital francesa en 1951, cuando tenía 17 años. Su madre le envió una guitarra, pero el futuro músico aún se ganaba la vida con pequeños trabajos, como el de vendedor de libros de poesía de puerta en puerta o periodista ocasional. En París conoció a Georges Brassens, que después se convertiría en su maestro, y le animó a seguir escribiendo versos y a lanzarse a cantar. En sus inicios musicales, Moustaki cantaba entre las mesas de los restaurantes en busca de una propina o incluso como pianista de ambiente del cabaré Rose Noire de Bruselas.

De regreso a París, en 1958, conoció a Edith Piaf, para quien escribió Eden blues, Les orgues de barbarie o Le gitan et la fille. Pero la canción que se recordará de aquella relación musical y sentimental será Milord, texto que Moustaki creó a los 25 años.

Dos años más tarde emprendió su carrera discográfica, mientras seguía escribiendo para otros artistas y viviendo, esencialmente, de los derechos de autor. Barbara -que le llamaba su "ternura eterna"- le presentó a Serge Reggiani, para quien compuso temas como Sarah, Ma solitude, Votre fille a vingt ans, Ma liberté. "Con mi cara de meteco, de judío errante, de pastor griego y mis cabellos a los cuatro vientos...", así comienza Le Métèque (El extranjero), que se convirtió en el emblema musical que escribió después del Mayo del 68 y que publicó en 1969, un alma errante que creía tener piernas en lugar de raíces y que simpatizaba con movimientos troskistas.

Aquel autorretrato musical cambió su vida y le abrió las puertas del mundo, para nunca cerrarlas. Japón, Estados Unidos, México, Canadá... Uno de los grandes amores que conoció al otro lado del Atlántico fue Brasil, donde trabó amistad con el escritor Jorge Amado y con músicos y cantantes como Elis Regina, Chico Buarque, Gilberto Gil y, a su regreso a París, con Vinicius de Moraes.

Su último concierto lo ofreció en el Palacio de la Música de Barcelona en enero de 2009, aquejado ya de una enfermedad incurable en los bronquios. El pasado febrero, asistido con respiración artificial, concedió su última entrevista al diario "Nice Matin". "He dado la vuelta al mundo y a los escenarios, grandes y pequeños. He vivido cosas magníficas. He aprendido que lo que creemos adquirir es solo una pequeña e ínfima parte de lo que nos queda por descubrir (...). Ahora quiero escribir, pintar. Consagrar mi tiempo a lo que me da placer, como siempre he hecho", decía entonces Moustaki, que deja un repertorio de 300 canciones.

Georges Moustaki
Le métèque

Avec ma gueule de métèque
De Juif errant, de pâtre grec
Et mes cheveux aux quatre vents
Avec mes yeux tout délavés
Qui me donnent l'air de rêver
Moi qui ne rêve plus souvent
Avec mes mains de maraudeur
De musicien et de rôdeur
Qui ont pillé tant de jardins
Avec ma bouche qui a bu
Qui a embrassé et mordu
Sans jamais assouvir sa faim


Avec ma gueule de métèque
De Juif errant, de pâtre grec
De voleur et de vagabond
Avec ma peau qui s'est frottée
Au soleil de tous les étés
Et tout ce qui portait jupon
Avec mon coeur qui a su faire
Souffrir autant qu'il a souffert
Sans pour cela faire d'histoires
Avec mon âme qui n'a plus
La moindre chance de salut
Pour éviter le purgatoire


Avec ma gueule de métèque
De Juif errant, de pâtre grec
Et mes cheveux aux quatre vents
Je viendrai, ma douce captive
Mon âme soeur, ma source vive
Je viendrai boire tes vingt ans
Et je serai prince de sang
Rêveur ou bien adolescent
Comme il te plaira de choisir
Et nous ferons de chaque jour
Toute une éternité d'amour
Que nous vivrons à en mourir


Et nous ferons de chaque jour
Toute une éternité d'amour
Que nous vivrons à en mourir


También hay quien le dice, Lárgate Moustaki.
Para escuchar y ver más canciones de Moustaki. Aquí.

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