martes, 14 de mayo de 2013

¿Montoro es tonto?

“Solo sé que no sé nada”  es una famosa máxima de Socrates que Cristobal Montoro ha decidido hacer suya.

A este señor le debemos reconocer un mérito importante en la breve historia de nuestra joven democracia: Montoro ha puesto, por una vez, a todos los ciudadanos de nuestro país de acuerdo. Porque casi todos los ciudadanos  reconocemos su ineptitud, incluso muchos de los que fueron sus votantes. Claro que hay algunos que no la reconocen: esos espectadores de Gandía Shore que no saben ni cómo se llama el ministro de Hacienda.

Pero el primero que reconoce su ineptitud, en público, es el mismo Montoro, como demostraré en este artículo.

Le debemos también a Montoro estas bonitas perlas dialécticas que sin duda pasarán a los anales de las Grandes Frases Políticas de este país.

Ahí van:
“Que caiga España que ya la levantaremos nosotros”. Cuando alguna periodista estupefacta le preguntó si de verdad había dicho semejante salvajada no sólo negó las palabras, sino que explicó que en ese momento “trabajaba en una alternativa”.

“Si no sube la recaudación estamos en riesgo de no pagar las nóminas y“No hay dinero en las arcas públicas para pagar servicios”. Sí señor, no hay estrategia mejor para generar confianza en los mercados que anunciar a bombo y platillo que somos más pobres que un ratón de iglesia.

“No sé a lo que llaman grandes fortunas”. Se lo explico yo mismo, señor Montoro: Para mí, por ejemplo, 22 millones de euros ya es un fortunón.

“Si el IVA se pagara más, no habría que subirlo tanto”. Viniendo de un Ministro de Hacienda, la frase es como para enmarcarla. Si su Ministerio  hubiera hecho bien su trabajo y hubiera perseguido a los defraudadores (y de paso, no los hubiera amnistiado) no haría falta castigar a los que SI cumplen religiosamente con sus impuestos. Es decir, nuestro Ministro de Hacienda reconoce públicamente su incompetencia. Ergo: Es tonto.

¿Se puede ser más injusto?
Señor Montoro: Si usted se reconoce incapaz de cumplir con su obligación de eliminar la evasión del impuestos por parte de los ciudadanos deshonestos que NO cumplen con su obligación de pagar impuestos , no les cargue los costes de su ineptitud a los ciudadanos honestos que SI cumplen con su obligación de pagar impuestos. Porque no es justo hacerles pagar a los honestos más ya que los deshonestos no pagan. Esto es, por lógica, premiar a los deshonestos.

Recordamos a nuestra selecta concurrencia que Cristóbal Montoro era el ideólogo económico del ala liberal del PP. Como tal, fue el encargado de diseñar y escribir la parte económica y fiscal del programa electoral del Partido Popular.

En sus discursos, se atacaba duramente la subida del IVA. Porque el IVA, según propias palabras de Montoro, era ” el más injusto de los impuestos” y que ” la subida del IVA solo traerá más paro y una situación más compleja y más difícil”

Véase aquí:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gxfzrtvagqc
Montoro, cabeza pensante del PP, predicaba que si subían los tipos impositivos (o sea, si subía el IVA, por ejemplo) se dañaba tanto la actividad económica que la recaudación final de los impuestos acababa bajando.

Por eso el PP repitió hasta la saciedad durante la campaña electoral que para reducir el déficit lo que había que hacer era no subir, no, sino bajar los impuestos. Luego el PP ganó las elecciones y… ¡tachán!
¡subió inmediatamente el IRPF y el IVA!

¿Donde estaba don Cristóbal Montoro?
Pues escudándose detrás de otra perla dialéctica:
“El déficit era mucho mayor de lo que esperábamos!”
¡Señor ministro!, ¿es usted tonto?
Si para aumentar la recaudación lo que se necesita es bajar el IRPF, la lógica indica que cuando usted descubre un déficit “mucho más grande de lo esperado” lo que tiene que hacer es “bajar los impuestos mucho más de lo esperado”

Sigamos con otras tontunas:
No es que les haya quitado a los funcionarios la paga de diciembre, no...
Es que el “retraimiento de la paga de diciembre que queda postergada a su inclusión en el fondo de pensiones”.

Sí señor, Montoro. Sólido argumento. “No, señor juez, yo no robé el banco, sólo provoqué un retraimiento de su dinero”. Pero es que además el susodicho fondo de pensiones, que sepamos, no existe.

¿Y saben aquel que diú “no ha habido subida de IVA en material escolar porque que los libros escolares no suben, y lo que subirá será otro tipo de material difícilmente clasificable como escolar, como un cuaderno para escribir”? ¿Un cuaderno de escribir no es material escolar? Entonces ¿qué es? ¿maquillaje? ¿Y dónde quiere usted que haga sus deberes mi hija? ¿En una tablilla de cera? ¿Un pergamino?
Pero, por si dudábamos que el señor Montoro era un incompetente, tenemos el tema de la evasión fiscal para confirmarlo.
Porque para lo que contó en su comparecencia y nada, lo mismo podíamos haber traído a Tip y Coll y nos reíamos un rato.
A ver, señor Montoro, si no existe conexión alguna entre las cuentas del PP y la cuenta de los 22 millones de Bárcenas…
¿me explica por qué durante la campaña electoral de 2008, cuando Bárcenas era aún tesorero y manejaba los fondos de campaña, Bárcenas ingresaba en las cuentas suizas 9 millones de euros?
Si usted considera “ruin” y ”muy impertinente” que se le pregunte por las informaciones publicadas sobre el pago sistemático en negro de sueldos y comisiones…
¿Por qué el PP NO ha iniciado  acciones legales  contras quienes  han publicado la noticia? Si usted “desconoce” si Luis Bárcenas se ha podido acoger a la amnistía fiscal a través de alguna sociedad de su propiedad, tal y como aseguran sus abogados…
¿Usted es ministro de Hacienda o se pasa las tardes jugando al dominó?
Pero el gran momento llega cuando el ministro remarca en su comparecencia que la "amnistía fiscal" que llevó a cabo el Gobierno el año pasado “no encubre el delito cometido”.

Por lo menos ahora el señor Montoro reconoce que en España hay amnistía fiscal, porque parece que no se había enterado.
Estimado señor ministro: bajo el rococó e historiado eufemismo de “medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas” se encubría el perdón a los defraudadores, que sólo con pagar el 10% al fisco podían hacer aflorar su dinero negro. Menos de dos semanas después, y en la primera sesión de control al Gobierno tras la aprobación de los Presupuestos en Consejo de Ministros, Montoro demostró seguir aferrado al eufemismo:
“No hay ninguna amnistía fiscal. En el proyecto de ley del Gobierno lo que hay es una regularización de rentas y de activos, que es una figura bien distinta, y, además, es una medida excepcional para un tiempo excepcional”.
Pero esa misma mañana otro compañero de Gabinete, Luis de Guindos, no había tenido problema en reconocerlo:
”Sí que hay amnistía fiscal aunque no sea plato de gusto para ningún gobierno”

Lo dicho: Alguien por aquí no rige.
Ya, cuando escucho que la amnistía fiscal no encubre ningún delito, me quedo de piedra. ¿Quéeeeeeeeeeeeeeee?
Los graves casos de corrupción conocidos esta semana demuestran que la amnistía fiscal se puede estar utilizando para blanquear dinero obtenido de forma presuntamente ilícita. Y no es que lo diga yo,  que lo dice la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE).

Señor Montoro: Si usted NO garantiza el acceso a la información de la Amnistía Fiscal a los órganos encargados de combatir el fraude fiscal, la corrupción y el blanqueo de capitales (como son la Inspección de Hacienda, el Ministerio Fiscal, los Jueces y Tribunales y el SEPBLAC)…
…¿tiene usted la cara dura de decirme que no están encubriendo delitos?
La amnistía fiscal aprobada por el Gobierno en marzo pasado no sólo ha permitido que muchos defraudadores fiscales vean perdonadas sus culpas pagando una cuantía simbólica de impuestos. De paso está sirviendo, presuntamente, para blanquear capitales obtenidos ilícitamente.
Ya había advertido reiteradamente la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), que para acogerse a la amnistía fiscal no había que demostrar, ni siquiera manifestar, cuál era el origen del dinero que se pretendía amnistiar.
Por otra parte, tampoco se establecieron mecanismos para controlar el origen de la pasta. Si esto no es encubrir delitos, que venga Dios y lo vea.

Dada la oscuridad de la declaración, ya ha habido varios casos de personas que estaban siendo objeto de investigación penal, que se han acogido a la amnistía fiscal.
La intención de estas personas era reintroducir en el circuito legal fondos obtenidos de forma presuntamente ilegal… En cristiano: blanquear dinero.
Repito, y van dos: Si esto no es encubrir delitos, que venga Dios y lo vea.
Si la amnistía fiscal favorece el blanqueo de capitales, favorece, en consecuencia, la corrupción, Porque permite que los presuntos corruptos puedan disfrutar del dinero obtenido ilícitamente.
Para minimizar en lo posible el daño causado, deberían investigarse sistemáticamente el origen de los fondos acogidos a la Amnistía Fiscal.
Pero no se puede porque… Porque los Inspectores de Hacienda no pueden acceder a estos datos.

Repito, y van tres: Si esto no es encubrir delitos, que venga Dios y lo vea.
Además, sería necesario que la Fiscalía, los Jueces y Tribunales tuviesen acceso a esta información, como dispone el artículo 95 de la Ley General Tributaria.
Y ya de paso, debería tener acceso también el Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales, dependiente del Banco de España.
Pero como ni inspectores, ni Fiscalía, ni Jueces ni Tribunales ni el Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales tienen acceso a esta información, pues lo lógico es pensar que la amnistía fiscal sirve para encubrir delitos.
Y solo un tonto pensaría lo contrario.

Seguimos:
El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas daba publicidad a la situación fiscal de un contribuyente, Luis Bárcenas, manifestando que no se había acogido a la Amnistía Fiscal.
Pero luego más tarde Montoro dice que “desconoce” si se ha acogido o no. ¿En qué quedamos?

En cualquier caso, si se supone que la información de la amnistía fiscal no se debe hacer pública ¿por qué la hacen pública en este caso?
La información de la Amnistía Fiscal deba ser utilizada en la lucha contra la corrupción, no significa que deba ser pública. En la actualidad, toda la información facilitada a la Agencia Tributaria es confidencial y no se puede hacer pública. Si el Gobierno quiere que parte de ella sea pública debe cambiar las leyes, empezando por el artículo 95 de la Ley General Tributaria.
O sea el Ministro de Hacienda, contraviniendo lo que explícitamente establecen las leyes, ha hecho pública la falta de presentación de una declaración.
Pues ya que el el Ministro de Hacienda considera que algunos datos de los defraudadores acogidos a la Amnistía Fiscal deben ser públicos… ¡que todos lo sean! ¡Denos los datos de los defraudadores!
Lo que es absolutamente inadmisible es que solo se hagan públicos los que convengan a los intereses de su partido.
Porque la Agencia Tributaria debería configurarse como un ente independiente del poder político. Y el Ministerio de hacienda jamás debería servir a intereses partidistas. Por último, la obsesión de Cristobal Montoro de echar mano a los recursos de los ciudadanos más vulnerables mientras sigue cubriendo las espaldas a las corporaciones y grandes fortunas que, paradójicamente, son los principales defraudadores fiscales, no es muy comprensible.

Desde luego, no es muy ética.
Según los informes del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda “el 72% del fraude fiscal lo hacen grandes empresas, un asunto que hace que el Estado pierda 90.000 millones de euros al año”.

En el 2103, uno de cuatro españoles estará en paro.
En este contexto ¿Montoro es tonto o irresponsable?
Fuente: http://allegramag.es/wp/montoro-es-tonto/

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