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domingo, 16 de septiembre de 2012

Cómo han sido los procesos constituyentes en España

De la Revolución Gloriosa al pacto de la Transición
Una Constitución sin un proceso de toma de palabra popular no es nada.
Esa es la conclusión del autor después de repasar las diferencias entre los procesos de 1869, 1931 y 1978.
Pasos hacia un proceso constituyente 
 Es hora de inventar una salida política

Desde la promulgación del Estatuto de Bayona de 1809 y la Constitución de Cádiz de 1812 son varias las cartas magnas que se han promulgado en el Estado español. Algunas no llegaban ni a constitución, como el Estatuto Real de 1834 que era una Carta Otorgada. Otras no llegaron ni a nacer, caso de la conocida como Constitución Non Nata de 1856.

 Pero de todas las constituciones, las que más nos interesa para un análisis pormenorizado de su proceso, por su carácter revolucionario o con características peculiares, destacaríamos la de 1869, producto de la Revolución Gloriosa que dio paso al Sexenio Revolucionario; la de 1931, producto de la Segunda República española, y la de 1978, que es la vigente. Vamos a poder comprobar cómo los procesos que generan la de 1869 y la de 1931 son muy distintos a la que genera la de 1978. Esto sirve para dar una lectura a lo que en la actualidad está sucediendo. En 1868 la situación del país había llegado a un punto insostenible. La inestabilidad de los distintos gobiernos del reinado de Isabel II y las aventuras coloniales convertidas en estruendosos fracasos (como la Guerra de África y la paz de Wad Ras) pasan factura a la monarquía. Las fuerzas de la oposición al régimen isabelino (liberales, demócratas y republicanos) se unen en el Pacto Ostende, que logra en septiembre de 1868 expulsar del país a Isabel II. Tras la búsqueda rápida de un nuevo rey, que recae en la figura de Amadeo de Saboya, se promueve la elaboración de una nueva constitución que supera a la de 1845.

 La Constitución de 1869 era la más avanzada a su época. Se establecía el sufragio universal masculino. Se aprobaban leyes de asociación de carácter democrático que llegaban a España muchos años después de las mismas conquistas en Europa tras la Primavera de los pueblos de 1848. La Revolución de 1868 trae consigo un fuerte sentimiento de debate y de organización. Las fuerzas republicanas, divididas en diversas facciones, van creciendo en influencia. Se produce también la fundación del movimiento obrero organizado en la Federación Regional Española.

 No estamos solo ante una constitución, sino un cambio de tendencia en la política española. A la abdicación de Amadeo I como rey de España, le sucede la proclamación de la República en febrero de 1873. La nueva forma de régimen, que parte en una posición de debilidad, intenta promulgar una nueva constitución de carácter federal que es frenada por los sectores más reaccionarios de la sociedad española. Las guerras carlistas y la represión contra el movimiento cantonal sirven como excusa para el golpe de Estado de Pavía en enero de 1874 y el pronunciamiento en Sagunto por Arsenio Martínez Campos, que devuelve el poder a la Casa Borbón en la persona de Alfonso XII. Si el movimiento revolucionario había venido con motivo de un diverso movimiento popular, el retorno de la monarquía se produce a través de un golpe de Estado y de la fuerza de la armas. Se ponía así fin a la primera experiencia democrática española. En parte un proceso semirupturista, pues la simbología no llegó a cambiar (no dio tiempo a ello) y determinados sectores reaccionarios siguieron manteniendo influencia en la órbita de poder.

 Habría que esperar muchos años para ver un proceso similar. La Constitución que se promulga en 1876, y que da paso al régimen de la Restauración, da su carpetazo final con la proclamación de la Segunda República en 1931. El advenimiento republicano viene precedido por un movimiento popular alrededor del mismo. Durante toda la dictadura de Primo de Rivera (último intento de la dinastía borbónica de salvaguardar los muebles ), republicanos y anarquistas, de forma mayoritaria, se lanzan a una oposición frontal contra la dictadura y la monarquía. El proceso que se inicia en enero de 1930 con la dimisión de Miguel Primo de Rivera es mucho más profundo que una mera unión de republicanos, como siempre se ha querido presentar. El movimiento obrero libertario participa de lleno en un proceso destituyente de la monarquía. La unificación de fuerzas populares a través de huelgas, de movilización social, de contacto con los sectores más progresistas del Ejército, etc., posibilitan que las elecciones municipales de abril de 1931 se conviertan en plebiscitarias. La victoria en las principales capitales de provincia de los republicanos, como reflejo de esa oposición a la monarquía, viene motivada por todo lo anterior y no por el Pacto de San Sebastián solamente.

De hecho, las fuerzas firmantes del Pacto de San Sebastián no se planteaban la proclamación de la República una vez conseguido el éxito electoral. Es el pueblo, la voluntad popular, la que proclama la República aquel 14 de abril de 1931 y hace que el gobierno provisional de ese Pacto de San Sebastián tome el poder.

 A partir de entonces ese gobierno se ve obligado a legislar a favor de ese pueblo que le ha aupado al poder. Unas veces acertó (como en los avances educativos) y otras fracasó estrepitosamente (como en la reforma agraria). Aquí está la raíz de la oposición anarquista a las medidas republicanas. Las elecciones posteriores a la proclamación de la República son constituyentes y esa Constitución de 1931 es producto de todo el movimiento revolucionario generado. La ruptura con el pasado es total. Se cambia los símbolos, las estructuras políticas, los modos de funcionamiento, etc. Dejando a un lado los problemas estructurales de la República, las fuerzas reaccionarias vuelven a poner fin a la experiencia con un golpe de Estado y una cruenta guerra de exterminio contra sus enemigos. Una Guerra mantenida por una parte del Ejército, la derecha política, el clero y los sectores conservadores y pudientes de la sociedad.

 Viendo estos dos antecedentes, tanto el de 1868 como el de 1931, cabe preguntarse si tiene semejanza con el proceso que se inicia en España tras la muerte del Franco y desemboca en la Constitución de 1978. La respuesta es no. Mientras las dos anteriores constituciones proceden de momentos de ruptura revolucionaria, donde las fuerzas emergentes y alternativas son las que llevan la iniciativa, en 1978 en España se produce un pacto tácito entre las fuerzas franquistas y un sector de las fuerzas oposición al franquismo. El pacto significó el continuismo del régimen franquista.

 La ilegitimidad del régimen franquista, impuesto tras un golpe de Estado y una guerra, adoptaba una posición de “legitimidad” con la Constitución de 1978. No se produce ninguna ruptura con el pasado. La Carta Magna ratifica como Jefe de Estado a aquel que había designado Franco para sucederle. La ruptura con el franquismo queda frenada por la Ley de Amnistía, que dejaba en el olvido los crímenes de la dictadura. Las estructuras políticas fueron transformadas. Unos se adaptaron a las nuevas circunstancias (socialistas y comunistas) mientras otros fueron reprimidos por no adaptarse (anarquistas, extrema izquierda, etc.) Se anulaba cualquier posibilidad de oposición real. Se establecía un sistema electoral que favorecía a las castas políticas de los partidos mayoritarios. Se amparó el régimen capitalista emergente.

 El ejemplo lo tenemos en el propio PSOE. Al ganar las elecciones de 1982 promueve la creación de un “Estado del bienestar” con el único objetivo de destruirlo como parte del plan neoliberal que hoy está brotando con fuerza. No fue una constitución del consenso como se quiere presentar. Se hizo bajo una campaña de miedo y engaño provocando para que la gente la aceptara como “mal menor”. Por mucho que intenten maquillarlo, esa Constitución nada tiene que ver con la de 1869 o la 1931. La que más se le asemeja es la de 1876. Aunque mantiene el sufragio universal, legitima un poder del Estado surgido de la fuerza de las armas, ilegal y fomenta el bipartidismo (ayer conservadores-liberales, hoy PP-PSOE). Su promulgación no vino precedida de ningún movimiento revolucionario. Muy por el contrario, para llegar a promulgarla, tuvieron que eliminar a la oposición revolucionaria a la misma. Las cortes surgidas tras las primeras elecciones en 1977 no solo vetaron a las candidaturas republicanas sino que ni siquiera se presentaron como constituyentes. El modelo de representación sindical era el franquista (modelo vertical) pero aplicado a un número mayor de sindicatos que aceptase las reglas del juego surgidos tras los Pactos de la Moncloa. Aquellos que se negaron (como la CNT) no solo quedaron fuera de juego sino que sus propias actividades no tendrían ningún reflejo en la prensa y medios de información. Y, como broche entre otras cosas, la bandera y el himno siguieron siendo los mismos que en el franquismo. Todos esos pactos que se firmaron entre 1975 (o incluso antes) y 1978 hoy han caducado. La cuestión es si el cambio sistémico que se prepara o se intuye tendrá componentes revolucionarios y transformadores como los de 1868 o 1931 (no como paradigma pero si como ejemplo popular) o volverán a redundar en lo cosechado en 1978 caminando hacía la “legalización” del capitalismo más salvaje.

 Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Como-han-sido-los-procesos.html

domingo, 2 de septiembre de 2012

La ocupación del lenguaje


La derecha no solo disfruta de un poder político y económico indiscutible sino que también busca la hegemonía cultural. Para hacerlo, procura desacreditar el progresismo valiéndose muchas veces de su discurso


 Actualmente la derecha acapara un inmenso poder político y económico. Pero además de imponer en toda su radicalidad el modelo neoliberal, trata de operar un cambio de mentalidades que lo normalice y con ello ejercer la hegemonía cultural mediante el control de las representaciones colectivas. Este proyecto se sustenta en una campaña sistemática de autolegitimación y descrédito de los argumentos progresistas, en coordinación con la derecha mediática mayoritaria, cuyas estrategias discursivas fundamentales son:

 La creación y propagación de conceptos.
Propias o prestadas, las nuevas nociones trazan un mapa de la vida pública, sus actores y sus conflictos: competitividad, moderación salarial, dar confianza a los mercados, privilegios (para denominar derechos), copago. Se exponen como verdades incuestionables pero su sentido y alcance nunca se explicitan, pues parecen lograr mayor eficacia práctico-política cuanto menor es su precisión semántica. Por ejemplo, “libertad” asume un significado muy cercano a “seguridad”. El eslogan de la BESCAM en Madrid lo ejemplifica: “Invertir en seguridad garantiza tu libertad”. Como en la “neolengua” de Orwell, las nuevas nociones son a menudo “negroblancos”, inversiones del significado común de los vocablos. El “Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos” es el programa de recortes del gobierno de Castilla-La Mancha. El “proceso de regularización de activos ocultos” de Montoro es una amnistía fiscal.

 Klemperer narra que la población alemana no hizo suyo el lenguaje de los nazis a través de sus tediosas peroratas, sino por medio de expresiones repetidas de modo acrítico en los contextos de la vida cotidiana. Las palabras de los actuales líderes de la derecha no son menos letárgicas. Sus muletillas (“no se puede gastar lo que no se tiene”; la sanidad “gratuita” es insostenible; solo nosotros tenemos “sentido común”) contrarían cualquier prueba de verdad o validez normativa: el capitalismo financiero se basa en el crédito, o sea, en “gastar más de lo que se tiene”; la sanidad pública no es gratuita, sino financiada colectivamente; y es una inversión ideológica y un dislate suponer que cabe sentido común en el hecho de reclamarlo como propio y exclusivo, es decir, como no común. Pero por su simpleza, su fuerte arraigo en la doxa y su apariencia no ideológica, tales expresiones consiguen adhesión.

 La usurpación de la terminología del oponente.
Nadie es dueño del lenguaje, pero las expresiones se adscriben legítimamente a tradiciones, relatos e identidades políticas determinadas. Al usurpar los términos de la izquierda, la derecha neutraliza y a la vez rentabiliza su sentido contestatario. Esperanza Aguirre afirma que las políticas de los sindicatos “son anticuadas, reaccionarias y antisociales”. Palabras como “cambio” o “reformas”, antes vinculadas a proyectos progresistas, disfrazan ahora contrarreformas. Rajoy dijo en la conmemoración oficial de la Constitución de 1812: “Los gaditanos nos enseñaron que en tiempo de crisis no solo hay que hacer reformas, sino que también hay que tener valentía para hacerlas”. Sustentándose en la reputación de espacios y tiempos institucionales, los actuales recortes se invisten del valor simbólico de reformas históricas... Seguir leyendo aquí.
(GONZALO ABRIL / MARÍA JOSÉ SÁNCHEZ LEYVA / RAFAEL R. TRANCHE, en El País, 1 SEP 2012.) (The Family, verano en Galicia)

lunes, 20 de agosto de 2012

Heladerías de la Península Ibérica


Islandia (Gijón)
Famosa por vender helados autóctonos de fabada, cabrales o sidra, junto a un repertorio más o menos clásico: chocolate, yogurt con frutas o ron con pasas. El colmo son los de kalimoxo y el de palomitas... Si no quieres sorpresas, los sabores de siempre, todos están buenos.
Calle San Antonio, 4. Gijón. 985 35 07 47  .www.heladeriaislandia.com

Kiosko Peret (Alicante)
En el paseo de las palmeras, junto al puerto deportivo. Es una institución en la ciudad por los helados, los granizados, la leche merengada y la horchata. Nuestros favoritos son los de mantecado y crema catalana.
Esplanada de España, s/n. Alicante. 965 96 06 06

Can Miquel (Palma de Mallorca) Es la heladería ideal para los chocolateadictos. Disponen de 24 variedades de helados de chocolate, desde el puro de Jamaica hasta uno mezclado con siete pimientas. Si se prefieren otros sabores, disponen de un amplísimo muestrario.
Calle Moncada, 9. Palma de Mallorca. 971 72 49 09

Sa Gelateria (Menorca)
Sus helados son particularmente finos. Entre sus especialidades más destacables figuran los de pistacho, el de yogurt con cerezas y el de chocolate guanaja con naranja. Más de 50 variedades entre las que no faltan el helado de higos de Menorca, así como el de canela.
Pl. Catedral, 3. Ciutadella. Menorca. 971 38 18 92
Costa de Sa Plaça, 2. Mahón. 971 36 56 15

DelaCrem (Barcelona)
Helados artesanales firmados por Massimo Pignata, que los elabora con productos artesanales. Irresistibles el de pistacho y el de cerezas. Variedades de temporada que van rotando en cada estación. Se pueden elegir entre unos 15 diarios. 
Enrique Granados 15-17. 931 24 66 51 www.delacrem.cat

Rocambolesc (Girona)
Es la heladería de Jordi Roca, el genial pastelero del restaurante El Celler de Can Roca. Ofrece cinco variedades de “smoothies” (helados soft, tipo americano) que una máquina especial monta al momento y se pueden acompañar con más de 15 toppings diferentes. Ni colorantes ni conservantes, solo productos naturales.
Santa Clara, 50. 972 41 66 67 www.rocambolesc.com

Y Fueron Felices (Madrid)
Presumen que sus helados están elaborados con leche ecológica y frutas de temporada. Los resultados convencen, de textura muy cremosa y con sabores naturales. Entre los mejores los de pistacho, el de melón, el de fresas de Huelva, el de yogur con fresa, avellana, leche merengada, dulce de leche y café.
Mercado Isabela. Pº de la Habana, 3. Planta 1ª – stand 10

Ö! My Good (Madrid)
La base de su helado es un único sabor, yogurt helado probiótico, que acompañan con 15 ingredientes distintos y coronan con más de 25 toppings. Son bajos en azúcar y presumen de que ayudan a cuidar la línea. En la elaboración de los frozen yogur intervienen frutas naturales: sandía, frutos rojos, mango, maracuyá y naranja. Se multiplican en franquicias.
Calle Sagasta, 32 . www.omygood.es

DellaSera (Logroño) Después de trabajar con Angelo Corvito, Fernando Sáez montó un obrador para abastecer a restaurantes y ahora una heladería abierta al público. Entre sus especialidades figuran el helado de mazapán riojanito, el de zurracapote, el sorbete de melón, el de queso con arándanos o el de mojito.
Calle de los Portales, 28. Logroño

Sirvent (Calahorra) Las verduras son una fuente inagotable de inspiración con las que preparan helados vegetales. Lo suyo son cucuruchos de apio, de pimientos del piquillo, de espárragos, de alcachofas, remolacha, zanahoria, perejil y cualquier verdura que esté en temporada. Dirección para iniciados.
Avda. de Valvanera, 47. Calahorra. 941 13 55 69

La Fiorentina (Sevilla)
Halados artesanos preparados por un auténtico forofo que dejo su profesión para montar el quiosco. Son muy interesantes los de sabores andaluces como azahar, aceite de oliva, polvorón o matalauva. Además sabores clásicos: chocolate, fresa y vainilla.
Calle Zaragoza, 16. 954 22 15 50

Helados Toni
Helados artesanos, encontrarás el antiguo napolitano (¡¡¡Al rico napolitano!!! ¡¡¡oiga!!! que pregonaban por los años 50 en Sevilla. Recomiendo la tarta de la casa y todos en general y el Marrons Glacé en particular, una delicia. Tienen unas 45 variedades.
Plaza del Cabildo 2. tlf 956 36 22 13 en Sanlúcar de Barrameda. Cádiz.


Santini, Lisboa y Cascais. Portugal.
Sin dudarlo una de las mejores heladerías que he conocido. Helados a base de buenos productos naturales, con abundancia de frutas de temporada, recomiendo cualquiera de fruta de temporada y los de fresa y chocolate o vainilla. Santini, italiano que estuvo trabajando en España (Barcelona, 1940) y en los años posteriores a la II GM, acabó estableciéndose en Lisboa (1947) y Cascais (heladería en la playa de Tamariz, 1949).
Lisboa, rua do Carmo, 9- en el Chiado
Cascais, cerca de la estación de trenes.
(de El País y elaboración propia)
https://youtu.be/9ZftzbpWI3s

Las heladerías más originales de Madrid Limón con romero, galleta, mascarpone y otros sabores tentadores. Con texturas cremosas o sorbetes. Una ruta madrileña muy refrescante

https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/06/28/actualidad/1530186390_281336.html

lunes, 16 de julio de 2012

Gracias Funcionarios

Ante el ataque a los funcionarios, me pregunto qué pasaría si los titulares de prensa tuvieran un tenor parecido a éste:
 Un funcionario descubre el bosón de Higgs (Peter Ware Higgs es profesor de física con tenure, equivalente a funcionario)
 Un funcionario consigue incrementar la donación de órganos en España con cifras sin precedentes (Rafael Matesanz es funcionario)
 Un funcionario consigue que se detenga a Pinochet (Baltasar Garzón era funcionario)
 Un funcionario consigue reducir las muertes en carretera en más de un 50% (Pere Navarro es funcionario, y era además alto cargo como Director General de Tráfico)
 Un funcionario salva a una mujer de ser asesinada por su marido (pensad en guardias civiles, policías...)
 Un funcionario detiene a un peligroso terrorista.
 Y yo quizá diría: un funcionario ayuda a nacer a mi hijo. Una funcionaria me enseña a darle el pecho. Otra funcionaria me atiende los días posteriores y se asegura de que todo está bien.
Gracias funcionarios. El País, 15 de julio. Violeta Ruíz.

El por qué de los recortes

Una de las tesis que se promueven con mayor ahínco en los círculos neoliberales del país es que España entró y permanece en crisis por su excesivo gasto público y falta de disciplina fiscal. De esta tesis se concluye que hay que reducir el gasto público y recuperar la famosa disciplina fiscal, reduciendo el déficit público para alcanzar el nivel exigido por el Pacto de Estabilidad (el 3% del PIB).

Esta tesis es fácilmente demostrable que carece de credibilidad. El Estado español era, en realidad, el modelo de rectitud ortodoxa neoliberal. Tenía un superávit en las cuentas del Estado en los años 2005, 2006 y 2007, y su deuda pública era de las más bajas de la Eurozona. Durante el periodo 2004-2007, tal deuda pública bajó del 46% al 36%. España no podía ser más modélica desde el punto de vista neoliberal. Los responsables de la política económica y fiscal del Gobierno español recibieron el aplauso de las autoridades europeas que gestionan y dirigen la Eurozona (desde el Consejo Europeo y la Comisión Europea al Banco Central Europeo) y como no, del Fondo Monetario Internacional.
En realidad, la sensación de euforia era tal que el Gobierno socialista español, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, decidió bajar los impuestos, identificando tal medida con ser de izquierdas. Su slogan más conocido en aquellos años fue que “bajar los impuestos es de izquierdas”. Esta bajada de impuestos aumentó el déficit estructural del Estado, es decir, el déficit público, que determinan los ingresos y gastos estructurales y no coyunturales. Este aumento del déficit estructural permaneció ocultado o ignorado por el aumento de los ingresos al Estado, resultado de la situación coyuntural provocada por la burbuja inmobiliaria. Ahora bien, cuando esta burbuja explotó, el déficit estructural apareció con toda claridad y contundencia. Los ingresos al Estado bajaron en picado, resultado, en gran parte, de que la estructura fiscal del Estado español depende excesivamente de las rentas del trabajo y muy poco de las rentas del capital. Cuando la actividad económica se colapsó y el desempleo se disparó, los ingresos al Estado bajaron y mucho. De ahí el déficit público del Estado. No tiene nada, nada que ver con el aumento del gasto público, el cual, medido en gasto público por habitante, ha ido bajando, no subiendo. Y los datos así lo muestran. Se están recortando y recortando, y en cambio el déficit público apenas baja y el crecimiento económico está decreciendo. ¿Qué evidencia esperan los círculos neoliberales para poder ver que están profundamente equivocados?
 Por otro lado, un punto clave poco estudiado y con escasa visibilidad mediática es ¿por qué la burbuja inmobiliaria explotó? La causa primordial es que la mayoría del dinero que estaba detrás de la burbuja inmobiliaria procedía de bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas, entre otros. En realidad el enorme flujo de dinero (lo que se llama inversión financiera) a España explica que la balanza de pagos (la diferencia entre el capital que entra y el que sale del país) se disparara en aquellos años de burbuja inmobiliaria. El hecho de que la banca europea alimentara a la banca española se debía, como no podría ser de otro modo, a que eran inversiones financieras extraordinariamente beneficiosas. Su rentabilidad era enorme. Pero cuando esta banca europea contaminada por los productos tóxicos procedentes de la banca estadounidense se paralizó, el dinero dejó de venir a España y la burbuja inmobiliaria explotó, creando un agujero en el PIB español equivalente a un 10% de su tamaño. Y todo ello en cuestión de meses.

Ahora España tiene un problema enorme porque debe mucho dinero a los bancos europeos, que no puede pagar. Y los bancos europeos tienen un problema incluso mayor, porque han prestado tanto dinero a España y a los otros países intervenidos (Grecia, Portugal e Irlanda) que si éstos no lo pagan, tienen un problema gravísimo. En realidad, muchos de ellos se colapsarían. Los bancos alemanes habían prestado en 2009 la enorme cantidad de 704.000 millones de euros a los países PIGS (España, Grecia, Irlanda y Portugal), convertidos en GIPSI con la inclusión de Italia. Esta cantidad es muchas veces superior al capital en reserva de la banca alemana. Si estos países no pudieran pagar su deuda, la banca alemana colapsaría. El establishment financiero alemán y su Gobierno, presidido por la Sra. Merkel, es plenamente consciente de este hecho. Y de ahí su énfasis en que el objetivo prioritario de las políticas de austeridad que está imponiendo a aquellos países y de la supuesta “ayuda financiera” a sus bancos, sea el de que la banca alemana recupere el dinero prestado.

El objetivo de los recortes es salvar la banca alemana
Y así nacieron las políticas de recortes. Como bien escribía recientemente nada menos que el editor senior del Financial Times, el Sr. Martin Wolf (25.06.12) el objetivo de estos recortes en España tiene poco que ver con recuperar la economía española y sí con que se pague a los bancos europeos, incluyendo los alemanes, lo que se les debe. Así de claro.

Ahora bien, como las cosas no se pueden decir tan claro, el argumento que se utiliza por los economistas y políticos neoliberales, es que hay que reducir el déficit público para “inspirar confianza a los mercados financieros” de manera tal que éstos vuelvan a prestar dinero a España. Según tal argumento, la desconfianza de los mercados hacia España determina que la prima de riesgo española haya subido tanto, ignorando que el que marca los intereses de la deuda pública no son los mercados, sino el BCE, que es el lobby de la banca, y muy en especial de la banca alemana. El hecho de que el BCE no haya comprado deuda pública española durante más de tres meses es la mayor causa de que la prima de riesgo se haya disparado. Lo que le importa más a la banca alemana (y a su instrumento, el BCE) es que continúe la austeridad, que sigan y se profundicen los recortes por parte del Estado español a fin de que éste y la banca privada a la que el Estado español ha estado subvencionando y ayudando en cantidades exuberantes (más de un 10% del PIB) paguen ahora lo que deben a aquellos bancos europeos, incluyendo los bancos alemanes. Y los famosos 100.000 millones de euros que el Gobierno Rajoy ha solicitado de las autoridades que gobiernan la Eurozona irán destinados a continuar ayudando (todavía más) a los bancos, y todo ello financiado por el ciudadano normal y corriente que paga al Estado y sostiene la deuda pública. En realidad, incluso dirigentes del Gobierno alemán así lo han reconocido. Uno de los consejeros económicos del Gobierno alemán, Peter Böfinger, así lo ha dicho. “Las ayudas a la banca (de los países en dificultades) no tienen que ver con el intento de ayudar a tales países en sus problemas, sino ayudar a nuestros bancos que tienen gran cantidad de deuda de aquellos países” (Chatterjee, Pratap, Bailing Out Germany: The Story Behind The European Financial Crisis).
En realidad, si de verdad tanto el Gobierno Rajoy o el Consejo Europeo desearan ayudar a la economía española, no transferirían estos 100.000 millones a la banca (que no ha estado ofreciendo crédito ni a las familias ni a las medianas y pequeñas empresas), sino a organismos estatales como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con el mandato de ofrecer crédito accesible y razonable (no el que provee la banca hoy) a la ciudadanía y a medianas y pequeñas empresas españolas. Tales transferencias públicas podrían también estimular el establecimiento de bancas públicas (tanto centrales como autonómicas) o cooperativas de crédito que garantizaran la existencia de crédito, uno de los mayores problemas que existe hoy en la España endeudada.

Pero lo que las autoridades europeas desean más que nada es que la banca española y el Estado español paguen a los bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas y otros lo que les deben, a fin de -según dicen ellos- recuperar la confianza de los mercados. Pero este argumento asume que existen mercados, lo cual es fácil de demostrar que no ocurre. En un mercado, la responsabilidad de un préstamo fallido es compartida. Es un fallo de la persona o institución que pidió el préstamo, pero lo es también de la persona o institución que ofreció el préstamo. Y esto no está ocurriendo. En esta situación se está penalizando al primero a fin de salvar los intereses del segundo. Esto es lo que está haciendo, entre otros, el Gobierno alemán, que acusa y critica al Estado español por haber permitido la formación de la burbuja inmobiliaria sin citar el papel clave que el Estado alemán y la banca alemana jugaron en el establecimiento y explosión de tal burbuja. No se puede hablar de prestatarios irresponsables sin hablar también de los prestamistas irresponsables. Y el Gobierno alemán está imponiendo las políticas de austeridad para asegurarse de que a la banca alemana irresponsable se le pague la deuda con intereses (que, por cierto, alcanzan niveles estos últimos que cubren varias veces el coste de la deuda en sí). Y así estamos. Vicenç Navarro.

Público.es Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/5499/el-por-que-de-los-recortes/

domingo, 15 de julio de 2012

El programa electoral de Hollande. ¿Son iguales todos los políticos?

El programa que ganó en Francia.
1. Subida de impuestos para los millonarios: el tipo máximo del IRPF será del 75% para las rentas por encima del millón de euros al año.
2. Rebajar la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años (para los trabajadores con 41,5 años cotizados).
3. Subir el salario mínimo por encima de la inflación. Ahora es de 1.200 euros al mes.
4. Derogar la subida del IVA que preparaba Sarkozy.
5. Que las rentas del capital paguen lo mismo que las rentas del trabajo.
6. Legalizar el derecho al matrimonio y la adopción de los homosexuales.
7. Que las empresas que se lleven sus fábricas fuera de Francia tengan que devolver las ayudas públicas recibidas.
8. Pedir a la UE una reforma de los estatutos del BCE para que el crecimiento y el empleo sean también un mandato prioritario en la política monetaria y que el banco central pueda prestar directamente a los estados. Poner en marcha los eurobonos. Apoyar la creación de una tasa a las transacciones financieras.
9. Crear un banco público de inversión para el desarrollo de las pequeñas empresas.
10. Reducir la producción de electricidad a través de energía nuclear del 75% al 50% para el año 2025, cerrando las centrales más anticuadas, y potenciar las energías renovables.
11. Cambiar la ley Hadopi contra las descargas en Internet. Buscar un modelo que concilie los derechos de los creadores y el acceso a Internet fácil y seguro.
12. Reformar la Constitución para incluir en ella los principios de laicidad y la separación entre Iglesia y Estado.
13. Rebajar un 30% el sueldo al presidente de la República y a sus ministros.
14. Que los responsables de la televisión y la radio públicas dependan de una autoridad independiente del Gobierno.
15. Subir el sueldo a los médicos de la sanidad pública.
16. Construir 2,5 millones de viviendas de protección oficial para estudiantes y rentas bajas durante los próximos cinco años.
17. Rebajar los sueldos de los directivos de las empresas públicas.
18. Limitar la acumulación de cargos públicos.
19. Derecho a voto en las municipales para los extranjeros que vivan en Francia desde hace más de cinco años.
20. Contratar a 60.000 nuevos profesores.
21. Regular la eutanasia.
22. Subida del 15% en el impuesto a la banca.
23. Prohibir las stock-options, excepto para empresas recién nacidas.
24 Prohibir a los bancos tener sucursales en paraísos fiscales.
25. Obligar a que la banca de inversión (la especulativa) y la de ahorro (la de las libretas y créditos) estén separadas.
26. Multas para los partidos políticos que no respeten la paridad entre mujeres y hombres.
27. Los políticos condenados por corrupción quedarán inhabilitados por diez años.
28. Aumentar las ayudas para las familias con hijos en edad escolar.
29. Subir el impuesto de sucesión y el de patrimonio.
30. Retirada de las tropas en Afganistán.

Ahora faltan dos cosas importantes; en primer lugar, la firme voluntad de querer cumplir el programa y, en segundo lugar, que los los llamados poderes fácticos lo dejen llevar a cabo. Lo cual no es poco, pero la ilusión y la esperanza están plantadas. Ver más en  el programa electoral completo del nuevo presidente de la República Francesa.

miércoles, 13 de junio de 2012

Hasta ahora, nada es normal

La primera consecuencia política del rescate debería ser la creación de una comisión parlamentaria encargada de seguir las vicisitudes del crédito.
El anuncio de la solicitud de un rescate bancario en España con fondos de la Unión Europea ha puesto de manifiesto una alarmante falta de pulso político. La increíble manera en la que ha actuado el presidente del Gobierno, la atonía de su propio partido, que debería estar sobresaltado por la pésima gestión de la crisis, y la incierta actitud del principal partido de la oposición, el PSOE, atrapado por su inmediato pasado, han desvelado una falta de latido democrático que resulta inquietante.
 La primera consecuencia política de la puesta en marcha del rescate y de la entrada en vigor de la línea de crédito para los bancos debería haber sido la creación inmediata de una comisión parlamentaria encargada de seguir, con todo rigor, las vicisitudes de esos créditos y de recibir con puntualidad toda la información que se vaya produciendo sobre las operaciones en marcha. No basta con la subcomisión encargada de seguir el funcionamiento del FROB, que ya existe y que lleva una vida más bien mortecina, porque el tema desborda claramente ese pequeño escenario... más en EL País, Soledad Gallego. Las frases de Rajoy. La crisis del euro, más información en El País.

domingo, 10 de junio de 2012

Islandia. Un ejemplo de que no es verdad lo que nos cuentan. Las cosas se pueden hacer de otra manera.

La secuencia de esta crisis comenzó en septiembre de 2008, cuando se nacionalizaron los principales bancos del país; y como consecuencia de ello comenzó el hostigamiento de algunos países, su moneda (la corona islandesa) se desplomó, la Bolsa suspendió toda actividad y el país cayó en bancarrota. En 2009, las protestas sociales lograron la convocatoria a elecciones anticipadas, provocando además la dimisión del primer ministro y de todo su gobierno en bloque. Aunque continuaba la pésima situación económica, mediante una ley se propuso la devolución de la deuda a Gran Bretaña y Holanda mediante el pago de 3500 millones de euros (un tercio del PBI), monto que sería abonado por las familias islandesas durante 15 años con una tasa de interés del 5,5 por ciento anual. En 2010, el pueblo islandés salió a la calle para pedir un plebiscito por esa ley, y el resultado fue un arrasador 93 por ciento de los votos para la opción del no pago de la deuda. Mientras, el gobierno nombró una comisión de investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades políticas de la crisis. Comenzaron las detenciones de decenas de banqueros y altos ejecutivos y consejeros de las entidades financieras. Interpol dictó una orden de detención, y algunos banqueros implicados abandonaron el país. En ese contexto de crisis se eligió una Asamblea para redactar una nueva Constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis.
Islandia ha atravesado una situación difícil y aún no se ha recuperado totalmente, pero ya no padece ataques a su deuda pública, ni a su moneda, ni a su sector público. Hoy, su economía se va recomponiendo lentamente al crecer un 3 por ciento en 2011 con un desempleo del 7 por ciento, y la perspectiva de aumento del Producto para 2012 es del 2,7 por ciento en una zona económica dominada por la recesión. Pese a esa gestión de la crisis, la mayoría de los islandeses todavía padece los costos de esa debacle, porque se han recortado derechos de su Estado del Bienestar, que era uno de los más avanzados del mundo. Islandia ha conseguido recortar su déficit público (del 13 por ciento en 2008 al 8 por ciento en 2010) y todo ello a costa de medidas nada gratas para la población: han subido considerablemente los impuestos a las personas físicas, los salarios han disminuido un promedio del 12 por ciento y han bajado los gastos sociales.
Más allá de las medidas económicas concretas, Islandia es un caso que demuestra que las cosas se pueden hacer de otra manera que no sea la socialización de los quebrantos de los bancos o la implementación de la receta ortodoxa que proponen los economistas del establishment. Por esos motivos no se habla de Islandia... Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-195992-2012-06-09.html (foto de una plaza de Lisboa)

domingo, 3 de junio de 2012

¿Por qué no amaina la crisis? La crisis sigue porque en Europa no hay quien tenga el poder para contenerla

¿Por qué sigue agudizándose y extendiéndose la crisis económica europea? ¿Ignorancia? ¿Demasiado poder concentrado en pocas manos? ¿O será, quizás, todo lo contrario: que los que deben tomar las decisiones necesarias no tienen el poder para hacerlo?
Creo que es una diabólica combinación de estos tres factores. Ignorancia. Está claro que ni entre los Gobiernos ni entre los expertos hay acuerdo acerca de qué hacer. El debate entre los defensores de la austeridad y quienes proponen gastar más para estimular el crecimiento de la economía domina los titulares. A medida que la crisis arrecia, este debate se transforma en un torneo de frases hechas y afirmaciones superficiales. Después de todo, la austeridad no suele ser una opción entre varias. Los pobres no viven austeramente porque, después de pensárselo bien, decidieran que prefieren ser frugales y no manirrotos. Así, para muchos países —y familias— la austeridad es una feroz e ineludible realidad. Por otro lado, imponerle más austeridad a quienes ya no pueden vivir con lo poco que tienen tampoco es una opción válida. En todo caso, el debate sigue y la seguridad con la cual los más renombrados economistas ofrecen sus recomendaciones contrasta con la validez de sus pronósticos e interpretaciones antes y durante la crisis. Andrew Lo, un economista del MIT, acaba de publicar en el prestigioso Journal of Economic Literature una reseña de los 21 libros que más resonancia han tenido en los debates sobre la crisis. Su conclusión: “De este amplio y contradictorio conjunto de interpretaciones no emerge una narrativa única; la gran variedad de conclusiones… enfatiza la desesperada necesidad que tienen los economistas profesionales de ponerse de acuerdo sobre una base de datos común de la cual puedan construir inferencias y narrativas más precisas”.

En otras palabras, si los mejores economistas ni siquiera se pueden poner de acuerdo sobre cuáles son los hechos y datos relevantes para explicar la crisis, no debe sorprendernos que tampoco estén de acuerdo acerca de qué hacer para salir de ella. Pero no se dan por aludidos. Esta crisis ha revelado que la arrogancia intelectual es uno de los riesgos ocupacionales de practicar la economía como profesión.

Mucho poder en pocas manos. Por otro lado, también es obvio que la crisis no es solo económica y que las contradicciones y desacuerdos entre los expertos no bastan para explicar lo que está sucediendo. La política tiene mucho que ver con lo que está pasando, y hablar de política es hablar de poder. Hay protagonistas de este drama que, aunque no tienen el poder para solucionar la crisis, tienen el poder de vetar las iniciativas ajenas que no les convienen y así truncar el juego. La canciller alemana, Angela Merkel, por ejemplo, es uno de estos protagonistas con enorme poder de veto. Alemania podría estimular más su economía y apoyar otras medidas que ayuden al resto de Europa a salir de la crisis. La venta en los mercados mundiales de un bono único emitido por Europa es un buen ejemplo de iniciativas válidas que hasta ahora han sido frenadas por Alemania. Estos eurobonos tendrían la garantía colectiva de todo el continente, lo que disminuiría su prima de riesgo y los pagos que deben hacer los países más atribulados por la crisis —y que más dependen del crédito del extranjero—. Pero en estos tiempos el poder no solo se concentra en algunos países y líderes. Los financieros que tienen la capacidad de mover grandes volúmenes de capital de un país a otro también son protagonistas importantes del drama europeo. Si bien no pueden imponer políticas, sí pueden vetar decisiones o limitar las opciones de los Gobiernos.

Poco poder en muchas manos. Por otro lado, un paradójico y contradictorio aspecto del poder en estos tiempos es su escasez, precariedad y transitoriedad. Aún los más poderosos se encuentran con inmensas limitaciones para ejercer el poder. Y además lo pierden con inusitada frecuencia, siendo reemplazados por rivales, colegas o sorprendentes contendientes que aparecen súbitamente. Angela Merkel no puede hacer todo lo que le gustaría y sus opciones son restringidas por una miríada de micropoderes que, si bien no tienen la fuerza de imponer sus deseos, sí tienen cómo limitar a los más poderosos. Ni siquiera los líderes de las finanzas pueden hoy dormir tranquilos suponiendo que sus cargos e instituciones están a salvo de la turbulencia en la que vivimos. En el mundo de hoy, el poder está muy fragmentado y la crisis europea es la evidencia más clara de esta tendencia. Incluso quienes más poder tienen solo pueden influir sobre su evolución de manera tenue e indirecta. La crisis sigue porque en Europa no hay quien tenga el poder para contenerla. Por ahora. MOISÉS NAÍM en El País, 2 JUN 2012

lunes, 28 de mayo de 2012

El sentido cotidiano de la Historia

If you don't have that sense of how things have changed in the past, it would be very easy to despair about the present," says Anthony Arnove, co-editor, along with Howard Zinn, of Voices of a People's History of the United States. in that book, Arnove helped organize the words of historical figures, rebels and visionaries—readings that keenly showed how voices from the past can and do speak directly to the present.

"Si usted no tiene una idea de cómo las cosas han cambiado en el pasado, sería muy fácil sentir desesperación ante el presente", dice Anthony Arnove, co-editor, junto con Howard Zinn, de Voces de la Historia del Pueblo de los Estados Unidos. en ese libro, Arnove ayudó a organizar las palabras de personajes históricos, los rebeldes y visionarios en lecturas que mostraban cuan profundamente las voces del pasado pueden hablarnos directamente en el presente.
Más sobre la esperanza en este blog.

sábado, 28 de abril de 2012

Creadores de escasez. Dos años después del inicio de las políticas de austeridad extrema el panorama es desolador

Se multiplica el paro, la exclusión, las clases medias se empobrecen y mueren empresas.

Durante la década de los años treinta, cuando los rostros de muchos hombres se tornaron duros y fríos como si miraran hacia un abismo, nuestro hombre advirtió los signos de la desesperanza generalizada que conocía desde niño. Vio hombres buenos destruidos al ver roto su concepto de una vida decente, les veía caminar desanimados por las calles y los parques, con la mirada vacía como añicos de cristal roto; les veía entrar por las puertas de atrás, con el amargo orgullo de los hombres que avanzan hacia su propia ejecución, a mendigar el pan que les permitiera volver a mendigar, y también vio personas que una vez caminaron erguidos mirarle con envidia y odio por la débil seguridad que él disfrutaba.

Más o menos así describe el novelista John Williams el espíritu de los años de la Gran Depresión en su maravillosa novela Stoner. No es difícil establecer una analogía con lo que se observa ahora, en las capitales y en los pueblos de algunos países intervenidos o con posibilidades de serlo, del sur de Europa. Con todas las diferencias que se le quiera poner. La Gran Recesión que comenzó en el verano del año 2007 ha dejado de ser planetaria, pero ha adquirido otras características: de EE UU ha pasado al Viejo Continente; de crisis financiera privada ha devenido en una crisis de la deuda pública; su origen estuvo en los abusos y las estafas del sistema financiero en la sombra, y las ayudas estatales al mismo (cuando algunos se atrevían a defender que salvar a la banca era salvar a la calle, que proteger a Wall Street era proteger a Main Street) están en el epicentro de buena parte de los problemas de déficit y de endeudamiento de muchos países. A este fenómeno se le ha denominado “neoliberalismo de Estado”, una paradoja por la cual mientras los beneficios (de unos pocos) continúan siendo individuales, los riesgos (de la mayoría) se socializan. En ella, el papel del Estado ya no consiste en limitar el poder económico sino en facilitar su predominancia; el Estado solo debe actuar para favorecer el libre funcionamiento de la competencia (excepto la citada socialización de pérdidas), allanar los conflictos sociales y mantener el orden público.

Muchos de los problemas económicos que trajeron la recesión no han cedido. Hay posibilidades de marcha atrás en los sitios que han abandonado el fondo del abismo y a que en una nueva fase se multiplique el contagio en sentido inverso. No en vano algunos medios de comunicación norteamericanos han llegado a publicar algo que en otra coyuntura podría resultar muy exagerado: que la reelección del presidente Barak Obama estaría condicionada en parte por la solución de los problemas económicos y financieros de países tan distantes de EE UU como España o Italia. Eso es la globalización.

Se acaban de cumplir dos años de la primera intervención de un país europeo, Grecia, por la troika de poderes fácticos contemporáneos y externos a la soberanía de los países de la zona: la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Luego controlaron a otros dos países, Irlanda y Portugal, y la próxima semana coincide con el segundo aniversario de la noche en la que los ministros de Economía de la eurozona hicieron morder el polvo a la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero y la cambiaron de sentido en un santiamén, causando la ruina electoral de los socialistas españoles y esbozando la estructura de un fondo de rescate para países en problemas que todavía —más de setecientos días después— anda ajustando su fórmula y su monto definitivo.

Desde entonces, la Unión Europea ha abandonado la política económica común de estímulos que se había aprobado en las reuniones del G-20 en Washington, Londres y Pittsburgh, y ha desarrollado una senda de consolidación fiscal y de austeridad a ultranza. Mientras prácticamente el resto de las zonas del mundo consideran que el problema principal de la economía es su falta de crecimiento (EE UU, China, América Latina…), Europa asume que lo prioritario es volver a los equilibrios macroeconómicos para, más adelante, comenzar a crecer. La desavenencia se manifiesta en el dilema de ajustar para crecer o crecer para ajustar. Hasta ahora la razón empírica parece manifestarse a favor de los partidarios del crecimiento como prioridad para solucionar los problemas más urgentes. Crecimiento o barbarie...

Las ayudas estatales al sistema financiero están en el epicentro de buena parte de los problemas de déficit y endeudamiento

Mientras los beneficios (de unos pocos) siguen siendo individuales, los riesgos ( de la mayoría) se socializan
En resumen, el paisaje después de una batalla que ya ha durado dos años no puede ser más estremecedor. Las políticas de austeridad extrema y de rigor mortis pueden ser calificadas como “creadoras de escasez”, siguiendo las hipótesis de Daniel Anisi, un economista prematuramente desaparecido. La oposición a tales políticas —que ahora empiezan a hacerse más presentes en instancias oficiales de algunos países afectados y diversas instituciones, como el propio FMI, la Comisión y tal vez en el BCE— era de grado y de dosis: nadie ha sugerido incrementos desorbitados del déficit y de la deuda sino una combinación más flexible de los criterios de crecimiento y de estabilidad. Los economistas poskeynesianos, encabezados entre otros por los premios Nobel Krugman y Stiglitz, se quejan de la manipulación del lenguaje que se ha hecho por parte de los partidarios del ajuste duro. La aparición en España del movimiento Economistas frente a la Crisis, se ha sustentado hasta el momento en el principio de “que no nos roben las palabras”. Se trata de impedir que el lenguaje sea tergiversado con conceptos que manipulan el pensamiento que los maestros de la economía han transmitido y que la experiencia que como profesionales de la economía.ha enseñado. Reestructurar no es desregular, reforma estructural no es sinónimo de recortes ni de la dilución de los derechos de la gente, liberalización y regulación son conceptos complementarios e inseparables, los críticos de la austeridad injusta no son partidarios del despilfarro del mismo modo que la estabilidad presupuestaria no es equivalente a déficit cero (un fundamentalismo más) y que quienes critican el Pacto de Estabilidad y las reformas forzadas de las Constituciones nacionales no defienden la inestabilidad... Seguir aquí, Joaquín Estefanía, en El País
Ya en el 2000, se publicaba lo siguiente: El número de pobres se ha multiplicado por 20 en la Europa del Este y la antigua URSS.

lunes, 12 de marzo de 2012

Son padres, no los dueños de sus hijos

El derecho a corregir a los menores tiene que ejecutarse sin maltrato físico ni psicológico.

Los límites no siempre están claros. El castigo en muchas ocasiones llega tarde y mal.

El castigo es necesario cuando la situación lo requiere. Su función más importante debe ser la educativa, explica María José Díaz-Aguado, catedrática de Psicología de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid. “Hay que aplicarlo para ayudar al hijo a cambiar una conducta inadecuada”, añade. Sin embargo, también advierte de que implica ciertos riesgos: “Supone aplicar una medida que genera rechazo, y este puede quedar asociado a la persona que lo aplica. Si es muy intenso puede originarlo hacia el adulto”. Además, en algunos castigos, los menores son obligados a cambiar de conducta sin entender qué han hecho mal. Esto es contraproducente. Pone un ejemplo: “Si lo encierras en la habitación porque saca malas notas, la indignación producida por el castigo puede impedir la concentración necesaria para estudiar. Es mejor sentarte a analizar con tu hijo por qué ha suspendido, cómo se ha organizado y tomar una medida correctora consensuada. Esto es más eficaz para que los adolescentes aprendan a tomar las riendas de su vida y entiendan que su conducta tiene consecuencias. También suele serlo premiar conductas positivas alternativas a la que deben evitar”.

En 2010, Díaz-Aguado encabezó el estudio del Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar. Se les preguntó a 11.000 padres de estudiantes de la ESO sobre múltiples factores alrededor de la educación de sus hijos. Muestra que las familias son partidarias de salidas dialogadas a los conflictos. La primera solución que proponen (el 71,9%) es “analizar en cada caso por qué se ha producido y ayudar al estudiante a resolverlo de otra forma”. Le sigue “ayudar al menor castigado a anticipar las consecuencias de su conducta inadecuada y el daño que produce” (40,2%). Solo un 6,6% escogió “aplicar el castigo lo más próximo posible a la conducta castigada” y un 10,4% “aplicar las normas con más rigor y dureza”. La catedrática subraya que ha habido un gran cambio en sociedad: “Ha avanzado el rechazo al autoritarismo. Las medidas consideradas mejores por los padres son las más coherentes con los valores de la democracia: comunicación, racionalidad, respeto a dignidad de la persona, tratar de convencer, respeto a los límites. Pero, en la práctica, hay contradicciones. La mayoría de las familias sigue justificando pegar al menor como una medida educativa. Nadie puede enseñar a no pegar pegando”...

Disciplina educativa eficaz antes que comportamientos punitivos.

La catedrática de Piscología Educativa María José Díaz-Aguado analizó en un artículo el castigo y sus alternativas. Considera que supone muchos riesgos para la educación del menor y para la relación con sus padres según cómo se aplique y propone unas premisas para ejecutar una disciplina educativa y eficaz. Lo que sigue es un resumen de los consejos.

“Las normas deben estar claramente definidas y los adultos se deben comportar coherentemente con ellas”. Así se consigue que los niños participen “activamente en su definición y en el establecimiento de lo que deberán hacer si no las respetan”.
Hay que evitar la permisividad con comportamientos extremos para que el menor no interprete que hay un “apoyo implícito” a estos. “La eficacia de las normas se reduce cuando las transgresiones graves quedan impunes”.

La disciplina debe promover cambios de comportamiento y ayudar a que los niños “entiendan por qué es inadecuada la conducta que deben cambiar”. Hay que intentar que no solo haya una enmienda, sino que el menor se arrepienta del mal que ha hecho e intente “reparar el daño originado”.

“Para prevenir que las conductas inadecuadas vuelvan a repetirse es necesario favorecer alternativas”.

“La disciplina debe ayudar a ponerse en el lugar de aquellos a los que se ha hecho daño, estimulando esta importante capacidad, la de ponerse en el lugar de los demás, la empatía”.

“Hay que evitar reñir continuamente a los hijos por conductas de escasa relevancia”.
La corrección de una conducta negativa no debe plantearse en cualquier momento, conviene tener en cuenta varias premisas: se debe evitar las situaciones de tensión; hay que analizar “conductas específicas, sin caer en las descalificaciones globales, ni en las expresiones que puedan ser interpretadas como cuestionamiento del afecto incondicional” al hijo; conviene “evitar monólogos para estimular la participación del niño”; es positivo favorecer que el hijo se explique y reflexione sobre lo que ha hecho para que se enmiende.

“La eficacia de los adultos para enseñar a respetar límites aumenta cuando tienen una relación de calidad con los hijos”.

Leer aquí todo el artículo en El País.

jueves, 5 de enero de 2012

La austeridad reina sobre europa y la crisis se profundiza

CITA DEL DIA -
"Todos los gobiernos de Europa, con la excepción de Alemania están haciendo lo imposible para demostrar al mercado que no dudarán en hacer lo que sea. Nos llevan directamente contra un muro con este tipo de política. Es una locura."
Charles Wyplosz, profesor de Economía en el Instituto Universitario de Ginebra, sobre las medidas de austeridad que ahora se impone en varios endeudados países europeos.

Los líderes europeos preparaban sus naciones para un año turbulento, con sus economías asediadas frente a amenazas en dos frentes: el aumento del déficit que les fuerza a pedir más préstamos, pero a su vez las medidas de austeridad que sitúan la posibilidad de mayor crecimiento fuera de su alcance.
Decir que Europa se enfrenta a su "más duras pruebas en las últimas décadas", advirtió la canciller Angela Merkel de Alemania en la víspera de Año Nuevo que "el próximo año será sin duda más difícil que 2011" - un marcado cambio en el tono de hace un año, cuando elogió a los alemanes por "dominar la crisis como ninguna otra nación".
Su mensaje directo tuvo eco en Italia, Francia y Grecia, el epicentro de la crisis de la deuda, donde el primer ministro Lucas Papademos pidió resolverlo a través de reformas ", por lo que los sacrificios que hemos hecho hasta ahora, no serán en vano."
Si bien el panorama económico en Estados Unidos ha aumentado su brillo recientemente con las cifras de empleo más optimistas, Europa sigue atascado en un bache. La mayoría de los economistas están pronosticando una recesión para 2012, lo que aumentará la presión sobre los gobiernos y las instituciones financieras en todo el continente lo están viendo.
Agregando a la sombría perspectiva está la perspectiva de una rebaja en la calificación de crédito de Francia, la libra esterlina, un movimiento que los analistas dicen que podría ocurrir a principios de año nuevo y tener consecuencias de amplio alcance en los esfuerzos para estabilizar las finanzas de Europa.
A pesar de las críticas de muchos economistas, sin embargo, la mayoría de los gobiernos europeos se están plegando a los planes de austeridad, rechazando el enfoque keynesiano de estímulo económico favorecido por Washington después de la crisis financiera de 2008, en un intento por mostrar a los inversores que son serios acerca de la disciplina fiscal.
Este ciclo fue evidente el viernes, cuando España sorprendió a los observadores con el anuncio de un déficit presupuestario más grande de lo esperado para el año 2011, incluso cuando el nuevo gobierno conservador no presentó planes para aumentar el impuesto sobre la propiedad y la renta en 2012.
De hecho, incluso en el país donde comenzó la crisis, Grecia, el ciclo de recortes de gastos, aumentos de impuestos y la contracción no se ha traducido en un cambio de rumbo, y el mismo camino ahora se encuentra en el almacén aguardando para las economías más grandes como los de Italia y España.
"Todos los gobiernos de Europa, con la excepción de Alemania está haciendo lo imposible para demostrar al mercado que no dudará en hacer lo que se necesite", dijo Charles Wyplosz, profesor de Economía en el Instituto Universitario de Ginebra. "Vamos directamente contra un muro con este tipo de política. Es una locura."
En lugar de las medidas de austeridad que ahora se impone, el señor Wyplosz dijo que le gustaría ver a los gobiernos poner fin a la reciente subida de impuestos y reducciones de gastos, y en lugar de recortar los impuestos al consumo en un intento por alentar el gasto del consumidor. Apretarse más el cinturón, dijo, aumenta la probabilidad de que Europa se vea una "década perdida" de apatía económica como al que Japón se enfrentó en la década de 1990.
De hecho, los economistas y estrategas de ambos lados del Atlántico han visto bajar sus expectativas de crecimiento para el año 2012.
"En Europa es probable que haya una recesión significativa en el 2012", dijo Tobias Levkovich, estratega jefe de acciones de Citigroup. Mientras que el Sr. Levkovich no ve esto como una amenaza significativa para la línea inferior de la mayoría de las empresas estadounidenses - se estima que Europa representa alrededor del 8,5 por ciento de las ventas de la empresa típica en el Standard & Poor de 500 acciones del índice - los efectos psicológicos en los mercados globales se ampliará si la oposición política a los aumentos de austeridad aumentan.
"Potente protestas callejeras podrían volver a las primeras planas", dijo. "Hemos visto crisis episódica en Europa durante los últimos dos años. Se trata de un evento recurrente. "Él espera que Europa siga siendo una preocupación clave para los inversores en todo el mundo en 2012.
Neville Hill, jefe de economía europea de Credit Suisse, espera que el producto interno bruto de la zona euro se contraiga un 0,5 por ciento en 2012, con el peor de los dolores que sentía en el primer trimestre. Al mismo tiempo, las necesidades de endeudamiento se mantendrá elevada, con Italia y España planea recaudar más de 100 millones de euros en el primer trimestre.
"No debemos subestimar la magnitud del desafío que enfrenta la zona euro a principios de 2012", dijo Hill. "Prestatarios soberanos italianos y españoles están a los pies de la montaña, en lugar de la parte superior. El primer trimestre es un punto de crisis ".
Perspectivas económicas del continente será el escenario donde el 9 de enero, cuando la señora Merkel y el presidente Nicolas Sarkozy de Francia empiecen a discutir un nuevo tratado fiscal la intención de imponer estrictos requisitos de presupuesto en las naciones de la Unión. A continuación, el 30 de enero, líderes de la UE se reunirán en Bruselas para discutir maneras de estimular el crecimiento.
Hay algunos puntos de luz en Europa en 2012. La reciente caída del euro frente a sus rivales extranjeros, como el yen y el dólar hace que las exportaciones europeas sean más competitivas - una ventaja crucial para Alemania, el mayor exportador de Europa y su economía más grande. El desempleo en Alemania se ubica actualmente en 5,5 por ciento, el más bajo desde la reunificación alemana.
Alrededor del 15 por ciento del producto interno bruto de la zona euro proviene de gasto de los consumidores alemanes, más de la contribución de Grecia, España, Portugal y el combinado de Irlanda, de acuerdo con el Sr. Hill.
La primera prueba para el continente llegará este jueves, cuando Francia se espera que suba hasta 8 millones de euros. El 12 de enero, España tiene intención de subasta de 3 mil millones de euros de deuda en euros, seguido de Italia al día siguiente, con 9 millones de euros. Junto con los gobiernos aprovechan el mercado, los bancos europeos también se espera que mantengan los préstamos en gran medida porque los préstamos vencen.
En el primer trimestre de 2012, alrededor de 215 mil millones de euros de deuda bancaria de la zona euro deben refinanciar, según Julian Callow economista, jefe para Europa de Barclays.
En general, el Sr. Callow, dijo, "el panorama es uno de visibilidad muy restringida. La elección es si usted consigue una recesión leve o más grave. "
A pesar de un movimiento para el Banco Central Europeo el 21 de diciembre para ofrecer € 489 mil millones en el precio, crédito a largo plazo a los bancos europeos, el banco central sigue siendo reacio a tomar medidas más drásticas para convertirse en el prestamista de última instancia, como la Reserva Federal hizo a raíz de la crisis financiera en los Estados Unidos en 2008.
En particular, el banco europeo se ha mantenido firme en su oposición a la compra de la deuda soberana absoluta, por miedo a alentar el retorno al tipo de gasto deficitario que tiene países como Grecia - que sigue confiando en el dinero del rescate - problemas en primer lugar. Sin embargo, mover el banco para inyectar liquidez el 21 de diciembre fue visto como una especie de puerta trasera la manera de apoyar a los bonos del gobierno, ya que es probable que una parte sustancial del dinero prestado de los bancos estaba estacionado con rapidez en los bonos soberanos.
Las tasas han caído desde entonces, sobre todo en pagarés a corto plazo. En una subasta del miércoles de la deuda italiana a seis meses, el rendimiento cayó a 3,25 por ciento desde un récord de 6,5 por ciento el rendimiento de un mes antes. Pero un montón de precaución sigue siendo - una venta por Italia el jueves de deuda a largo plazo, incluyendo bonos a 10 años, logró reunir sólo € 7000 millones en vez de los 8,5 millones de euros que se había pronosticado.
"Europa va sobre la manera difícil", añadió el Sr. Callow. "En realidad no es con el banco central para aliviar las presiones de una manera dominante."
Además, con los gobiernos de España, Portugal, Italia e Irlanda, la planificación de más medidas de austeridad, dijo el Sr. Callow, "es probable que el combustible creciente de la tensión política y social. Los mercados se observan de cerca el nivel de ayuda interna ".Por Nelson D. Schwartz. NYT.
Melissa Eddy contribuyó la presentación de informes. Austerity Reigns Over Euro Zone as Crisis Deepens. By NELSON D. SCHWARTZ

sábado, 31 de diciembre de 2011

Los comedores escolares como barómetro de la crisis económica en USA...

La crisis económica está llevando a más y más familias a las filas de los pobres y los "casi pobres" como poco a poco ocurre recibiendo cheque tras cheque de beneficencia. Este patrón de progreso está escalofriántemente claro desde que el aumento del número de niños que antes estaban clasificados de clase media, ahora se sitúan a un nivel que lo clasifican para recibír comidas gratis o a precio reducido, bajo el Programa Federal de Financiación de almuerzos escolares.
Un análisis reciente de los datos federales realizado por "The Times", mostró que el número de niños que reciben almuerzos subvencionados aumentó a 21 millones de dólares en el último año escolar desde los 18 millones en el curso 2006-7, un aumento del 17 por ciento. Durante ese período, cerca de una docena de estados - incluyendo Nevada, Florida, Tennessee y Nueva Jersey - experimentaron aumentos del 25 por ciento o más. En Nueva York, el mes pasado, un poco más de un 62 por ciento de los niños de la ciudad fueron propuestos para almuerzo gratis - desde un 57 por ciento en 2007.
Bajo las normas federales, los niños de familias con ingresos de hasta un 130 por ciento del nivel de pobreza - 29.055 dólares para una familia de cuatro - son elegibles para recibir comidas gratis, las familias de cuatro miembros que ganan hasta 41.348 dólares se sitúan en un nivel de ingresos dentro de los baremos para recibir un almuerzo a un costo reducido.
Los sistemas escolares de todo el país están mejorando su trabajo mediante el registro de familias necesitadas para el programa de almuerzo, gracias a una ley de 2004 que les obliga a registrar en las listas de inscripción otra lista de asistencia social y de los que son beneficiarios de cupones de alimentos. Mientras que los datos muestran que ha aumentado a más estudiantes, los expertos dicen que la mala situación económica es el principal factor causante de ese aumento.

El gobierno federal gastó casi 11 millones de dólares en este programa en el año fiscal 2010 y es probable que gaste más en 2011. Mientras que los críticos de los programas de protección, inevitablemente, se quejan de los costos, el verdadero problema es por qué tantos millones de niños estadounidenses necesitan esta ayuda. ver la noticia en el NYT, 30-12-2011.Naturalmente, eso mismo está ocurriendo, además de en USA, en nuestro país. ¿Con qué extensión e intensidad? No se sabe, porque como en tantas cosas, no se disponen de datos públicos al respecto.

Keynes tenía razón

"El boom, no la depresión, es el momento adecuado para la austeridad en el Tesoro." Entonces, en 1937 cuando lo declaró John Maynard Keynes, era así como Franklin Delano Roosevelt estaba a punto de darle la razón al tratar de equilibrar el presupuesto demasiado pronto, él llevaba a la economía de Estados Unidos - que se había ido recuperando hasta ese momento - a una grave recesión. Recortar el gasto del gobierno en una economía deprimida deprime aún más la economía, la austeridad debe esperar hasta que una fuerte recuperación esté en marcha.
Por desgracia, a finales de 2010 y principios de 2011, los políticos y los encargados de formular políticas en gran parte del mundo occidental creían que ellos sabían más, que hay que centrarse en el déficit, no en los empleos, a pesar de que nuestras economías apenas había empezado a recuperarse de la crisis que siguió a la crisis financiera. Y al actuar con esa creencia anti-keynesiana, se terminó demostrando que Keynes tenía de nuevo razón.
Al proclamar la economía keynesiana reivindico que estoy, por supuesto, en desacuerdo con el conocimiento y "sabiduría" convencional. En Washington, en particular, el fracaso del paquete de estímulo de Obama para producir un auge del empleo es generalmente visto como si hubiese demostrado que el gasto público no puede crear puestos de trabajo. Pero aquellos de nosotros que hicimos los cálculos, desde el principio, sobre que la Ley de Recuperación y Reinversión de 2009 (más de un tercio de los cuales, por cierto, tomó la forma relativamente ineficaz de los recortes de impuestos) era demasiado pequeña, dada la profundidad de la crisis. Y también se predijo la reacción política resultante.
Así que la prueba real sobre la veracidad de la economía keynesiana no ha venido de los esfuerzos a medias del gobierno federal de los EE.UU. para impulsar la economía, que se anularon, en gran parte, por los recortes en los niveles estatal y local. Estas, en cambio, provienen de países europeos como Grecia e Irlanda, que tuvieron que imponer austeridad fiscal salvaje como condición para recibir préstamos de emergencia - y que han sufrido a nivel de la Gran Depresión, depresiones económicas, con una caída del PIB real en ambos países por los dos dígitos.
Esto no tenía que suceder, de acuerdo con la ideología que domina gran parte de nuestro discurso político. En marzo de 2011, el personal republicano de la Comisión Económica Conjunta del Congreso publicó un informe titulado "gastar menos, pagar menos, hacer crecer la economía." Es ridícula la proposición de que la reducción del gasto en una depresión no podría empeorarla, argumentando que los recortes de gastos mejorarían el consumo y la confianza de las empresas, y que esto podría conducir a un más rápido, no lento como ocurre, crecimiento.
Que se debería haber conocido mejor, incluso en el momento: los ejemplos históricos de supuesta "austeridad expansionista" que se utiliza para fundamentar su caso ya habían sido completamente desacreditados. Y también estaba el hecho vergonzoso de que muchos, en la derecha, había declarado antes de tiempo a Irlanda un historico ejemplo de éxito, pretendiendo demostrar con ello, las virtudes de los recortes de gastos, a mediados de 2010, sólo para ver la caída profunda de Irlanda y contemplar como la confianza que los inversores podía haber sentido se evaporaba.
Sorprendentemente, por cierto, sucedió de nuevo este año. No hubo proclamas generalizada de que Irlanda había doblado la esquina, lo que demuestra que las obras de austeridad - y luego los datos numéricos que vinieron,-  eran tan depresivos como antes.
Sin embargo, la insistencia en la reducción del gasto inmediato siguió dominando el panorama político, con efectos malignos sobre la economía de los EE.UU. Es cierto que no hubo grandes medidas nuevas de austeridad a nivel federal, pero había un montón de "pasiva" austeridad, como el estímulo de Obama se desvaneció y con problemas de liquidez en el estado y los gobiernos locales continuaron cortando gastos.
Ahora, se podría argumentar que Grecia e Irlanda no tuvieron otra opción que la de imponer la austeridad, o, en todo caso, no hay otras opciones que el impago de sus deudas y salir del euro. Pero otra lección de 2011 fue que Estados Unidos tenía y tiene otra opción, Washington puede estar obsesionado con el déficit, pero los mercados financieros son, en todo caso, lo que indican que debemos pedir más dinero prestado.
Una vez más, esto no debería ocurrir. Entramos en 2011 en medio de advertencias sobre una crisis de deuda al estilo griego que iba a suceder tan pronto como la Reserva Federal dejasen de comprar bonos, o las agencias de calificación terminasen con nuestra triple A como estado, o el super commité no logrrase llegar a un acuerdo, o algo así. Sin embargo, la Fed puso fin a su programa de compra de bonos en junio, a los Estados Unidos Standard & Poor le rebajó en agosto la calificación, el super commité estaba estancados en noviembre, y los costos de los préstamos EE.UU. seguía cayendo. De hecho, en este punto, protegidos contra la inflación, los bonos de EE.UU. pagan interés negativo: y los inversores están dispuestos a pagar a los Estados Unidos para mantener su dinero.
La conclusión es que 2011 fue un año en el que nuestra clase política sigue obsesionada con el déficit a corto plazo, que no es realmente un problema y, ese proceso, ha hecho que el problema real sea en aún peor- una economía deprimida y  desempleo masivo -.
La buena noticia, ante tal situación, es que el presidente Obama, finalmente ha vuelto a la lucha contra la opinión que llama a la austeridad - y parece estar ganando la batalla política. Y uno de estos años, en realidad podría terminar tomando el consejo de Keynes, que es tan válido hoy como lo fue hace 75 años. Por PAUL KRUGMAN. NYT, 30-12-2011. (Fotos del autor, patinando en Central Square, SFCO. Navidad. Cohetes y fuegos de fin de año en la Bahía de SFCO.)

domingo, 23 de octubre de 2011

El porqué del subdesarrollo social

El Estado del bienestar español, que incluye las transferencias públicas (como las pensiones y ayudas a las familias) y los servicios públicos de carácter social (tales como sanidad, educación, servicios sociales, servicios de ayuda a las personas con dependencia, escuelas de infancia, vivienda social y prevención de la exclusión social, entre otros), es el menos financiado de la Europa de los 15 (UE-15), el grupo de países de semejante nivel de desarrollo económico al nuestro. El gasto público social (que financia tales transferencias y servicios públicos) por habitante, así como el gasto público social como porcentaje del PIB, son los más bajos de la UE-15.
Esta subfinanciación explica que España sea también el país que tiene un porcentaje menor de la población adulta trabajando en los servicios públicos del Estado del bienestar. Sólo una persona adulta de cada diez trabaja en tales servicios públicos, en comparación con uno de cada cuatro que lo hace en Suecia. No es cierto, por lo tanto, lo que constantemente se reproduce en los medios de información próximos a la banca y a la gran patronal de que el sector público, incluyendo el ámbito social, esté hipertrofiado en España. Los datos muestran precisamente lo contrario. España está a la cola de la Europa social, y los recortes sustanciales que se están llevando a cabo empeorarán todavía más esta situación.
Las causas de este subdesarrollo social no son, como frecuentemente aducen economistas y políticos neoliberales, la menor riqueza de España frente al promedio de la UE-15. En realidad, el nivel de riqueza de España, medido por el PIB per cápita, es ya el 94% del promedio de la UE-15. En cambio, el gasto público social es sólo un 74% del promedio de la UE-15. Si fuera el 94%, España se gastaría en su Estado del bienestar 66.000 millones de euros más.
¿Por qué este bajo gasto público social? La respuesta depende de la sensibilidad política de quien responda. Así, los nacionalistas conservadores-liberales que gobiernan la Generalitat de Catalunya atribuyen la subfinanciación del Estado del bienestar en Catalunya a lo que llaman “el expolio de Catalunya por parte de España”, argumento que utilizan frecuentemente durante el periodo electoral, como hemos visto recientemente en las declaraciones de Duran i Lleida. Este es, por cierto, un argumento generalizado en los medios de información en Catalunya, incluyendo los de propiedad pública de la Generalitat.
Los datos (incluso los proveídos por el propio partido gobernante de la Generalitat) no apoyan, sin embargo, tales tesis. Según los portavoces del partido nacionalista conservador-liberal, el supuesto “expolio” representa el 9% del PIB catalán. Puesto que tal partido político acepta que para pagar al Estado central (para cubrir los servicios comunes provistos por el Estado y los gastos de solidaridad con otras partes de España) el Gobierno de la Generalitat está dispuesto a aportar un 4% del PIB, esto implica que el “expolio” neto sería un 5% del PIB (nueve menos cuatro). Ahora bien, Catalunya, por el nivel de riqueza que tiene (su PIB per cápita es el 110% del promedio de la UE-15), debiera gastarse en su Estado del bienestar un 29,8% del PIB, es decir, 12 puntos más de los que se gasta ahora (17,8%). La eliminación del supuesto “expolio” eliminaría menos de la mitad (5 puntos) de tal déficit de gasto público social. Catalunya continuaría en la cola de la Europa social aunque se eliminara el supuesto “expolio” nacional.
El subdesarrollo social de Catalunya y de España no se debe primordialmente a los temas nacionales que acaparan la atención política y mediática del país y que siempre se movilizan en tiempos electorales. En tales tiempos, los nacionalismos periféricos se oponen al nacionalismo español, que no se define así mismo como tal, pero que es el más poderoso y excluyente. La falta de sensibilidad que caracteriza al nacionalismo español que niega la plurinacionalidad de España es el mejor aliado de los secesionismos periféricos. La no aprobación de la totalidad del Estatut refrendado por el pueblo catalán por parte del Tribunal Constitucional ha sido una causa clave del crecimiento del secesionismo. No hay nada más próximo a este que el jacobismo imperante en sectores del Estado español. De ahí que el nacionalismo catalán encuentre un campo fértil para movilizar a la población en Catalunya.
A pesar de este aparente antagonismo, estos nacionalismos –central y periférico– se alimentan y se necesitan el uno al otro. Tales nacionalismos se centran en el tema nacional para ocultar la causa real del subdesarrollo social de Catalunya y de España y que no es el “expolio nacional”, sino el “expolio de clase”. El primero se utiliza deliberadamente para ocultar el segundo, lo cual explica las alianzas constantes entre los nacionalismos centrales y periféricos al día siguiente de las elecciones. El PP, que explota el anticatalanismo en el resto de España, es el mejor aliado de CiU en Catalunya y, en caso de ganar el PP en España, CiU apoyará, como ya lo hizo antes, los políticas de clase responsables del subdesarrollo del Estado del bienestar, que se basa en los escasos ingresos al Estado (sólo un 34% del PIB, frente al 44% en la UE-15 y un 54% en Suecia), y que es consecuencia de que las rentas superiores y del capital tributan mucho menos de lo que lo hacen sus homólogos en la UE-15. El trabajador de la manufactura paga un 74% de lo que paga su homólogo en Suecia. El 1% de renta superior paga sólo el 20%. Y es más que probable que el porcentaje real sea incluso mucho menor. Tanto el Estado español como la Generalitat de Catalunya podrían resolver esta situación. Ambos tienen capacidad fiscal y las herramientas para hacerlo, pero no lo hacen y, mientras, utilizan las banderas en tiempo electoral para ocultar esta realidad. Vicenç Navarro. Público.
En la foto, Antonio al timón del barco neozelandés, 20 de julio de 2011, campeón de la Copa América, navegando por las aguas del puerto de Auckland.