Mostrando entradas con la etiqueta TED. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TED. Mostrar todas las entradas

sábado, 15 de octubre de 2016

El fundador del movimiento Maker explica el éxito del ‘hazlo tú mismo’

Dale Dougherty

Fundador y CEO de Maker Media
No hay nada mejor que meter las manos en el barro. Amasarlo. Hacer una bola para después arrancar un pedazo y aplastarlo hasta convertirlo en una lámina fina. Volver a juntarlo todo. Y amasar de nuevo. Imaginar, al fin, una figura. Y hacerla. Plasmar esa imagen en el mundo. El resultado puede ser una pieza digna de convertirse en porcelana o un amorfo puñado de arcilla. Poco importa, porque lo esencial está en el hacer. Hay algo atávico en transformar la materia con nuestras manos, en construir cosas. Los niños -con esa intuición que parece un recuerdo- lo saben y lo disfrutan. Dale Dogherty, creador e impulsor del movimiento Maker, lo explicaba en una conferencia TED: “Todos somos hacedores. Nacimos hacedores. Tenemos esta habilidad de hacer cosas, de agarrar las cosas con nuestras manos. No sólo vivimos, sino que hacemos; creamos cosas”.

El movimiento Maker, nacido en la costa Oeste de los Estados Unidos hace poco más de una década, se ha expandido a una velocidad asombrosa y hoy cuenta con cientos de ferias en todo el mundo, organizadas por fervientes seguidores de esta cultura heredera del “hágalo usted mismo”. Maker es, utilizando una definición montaraz, el bricolaje del siglo XXI. Es también la respuesta al pret-a-porter, al producto envasado listo para el consumo, a la negación de nuestra inherente capacidad para transformar lo que nos rodea. El MIT Media Lab trató de explicar lo que hacían los makers, asegurando que para ellos los átomos son como los bits. En este batiburrillo de hacedores cabe casi de todo: microprocesadores, drones, impresión en 3D, hardware libre; pero también taladros, cables, madera y metal. Frente a la fascinación digital y la frialdad de las pantallas, el movimiento Maker hackea la vida buscando nuevas capacidades en la tecnología.

Para Dale Dougherty, el crecimiento de esta cultura se producirá en la medida en que la tecnología sea más barata (para que todos puedan tener acceso a la misma), más abierta (para que pueda modificarse) y más estandarizada (al utilizar dispositivos que funcionan igual es más sencillo compartir los avances). Las grandes empresas, asegura Dougherty -que edita la revista Make, principal referencia del movimiento- observan lo que están haciendo. Sus ideas e investigaciones, guiadas por la pasión, pueden eludir la búsqueda de un rédito económico inmediato. Y, por eso, son más interesantes: los conocimientos se enseñan, se comparten y crecen con los aportes de la comunidad, en lugar de enredarse en competencias. Puede que suene extraño afirmar que de este creciente grupo de locos por la tecnología van a salir proyectos que modificarán nuestra forma de vida. Sin embargo, The Economist advierte sobre la tentación de no tomarles en serio: “Es fácil reírse de la idea de que unos aficionados con impresoras 3D van a cambiar el mundo. Pero la primera revolución industrial surgió del trabajo a destajo hecho en las casas (…) Vale la pena seguir la pista del movimiento Maker”.

Entrevista: Zuberoa Marcos Edición: Malu Barnuevo / David Castañón Texto: José L. Álvarez Cedena
http://one.elpais.com/fundador-del-movimiento-maker-explica-exito-del-hazlo/

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Sugata Mitra: “Los exámenes ya no sirven, son una amenaza”. Este profesor de la Universidad de Newcastle ganó el TED Prize en 2013 y su método educativo se sigue en 50 países.

Con una idea tan simple como poner a un grupo de estudiantes a trabajar con un solo ordenador y sin un profesor como supervisor, Sugata Mitra (1952, Calcuta) ganó en 2013 el TED Prize. Consiguió así la atención mediática de todo el mundo y un millón de dólares para poner en marcha su proyecto SOLE (siglas en inglés de Self Organised Learning Environments), en español, entornos de aprendizaje auto organizados, que hoy emplean colegios de 50 países. La charla Construyendo una escuela en la nube, que suma más de 2,6 millones de visitas, fue considerada por TED -organización nacida en 1984 en Estados Unidos para promover la tecnología, educación y diseño- como la más inspiradora del año y con mayor potencial de cambio.

En su conferencia de 20 minutos, este ingeniero, que trabaja como profesor en la Universidad de Newcastle, critica el actual sistema educativo. Cree que se basa en un modelo que se diseñó hace 300 años, en la era de los imperios, cuando los gobiernos formaban ciudadanos idénticos para que funcionasen en cualquier punta del planeta.

Para él, la revolución educativa pasa por acabar con los programas académicos para situar Internet en el centro del aprendizaje. También aboga por el fin de los exámenes como instrumento de evaluación. Simplemente porque “la época de las trincheras ha terminado y los estudiantes ya no necesitan aprender con la amenaza y el miedo como una constante”.

Pregunta. Usted afirma que los exámenes ya no son útiles porque no permiten a los estudiantes pensar con claridad. ¿Ha realizado alguna investigación al respecto?

Respuesta. Tengo la evidencia científica que ha aportado la neurociencia. En el centro de nuestro cerebro se encuentra lo que llamamos el cerebro reptiliano y su función es decidir en cada momento si luchar o volar -escapar ante una situación-. Aunque no somos conscientes, está continuamente evaluando y cuando siente una amenaza apaga otras partes del cerebro como la corteza prefrontal, que juega un papel primordial en la coordinación de pensamientos. Los exámenes son percibidos como una amenaza y, por tanto, la creatividad se bloquea. Si le preguntas a un estudiante qué le pide el cuerpo durante un examen, su respuesta será salir corriendo. El estrés le lleva a pensar que no es el momento para las grandes ideas.

En la era de los imperios se necesitaban personas entrenadas en sobrevivir bajo amenaza, principalmente por las guerras, argumenta Mitra en una entrevista concedida a EL PAÍS con motivo de su visita a España por la puesta en marcha de su método SOLE en tres colegios madrileños, uno público y dos concertados. “Hoy el mundo funciona de otra manera y tenemos que sustituir el miedo por el placer de aprender”, continúa el ideador de un modelo educativo que cuenta con el respaldo económico de gigantes como Microsoft.

P- En la década de los 90, trabajaba para una empresa india de informática. ¿Cuándo comenzó a interesarle la educación?
R- No fue algo premeditado. Me encargaba de diseñar programas formativos, pero al final acabé haciendo lo contrario: demostrar que la tecnología se puede aprender de forma autodidacta. En los noventa éramos pocos los que teníamos ordenador en casa y un día comenté con un grupo de amigos la facilidad con la que nuestros hijos los manejaban sin apenas directrices. A modo de experimento, se me ocurrió incrustar un ordenador en un muro de un barrio pobre de Nueva Delhi para analizar la reacción de los niños. Ocho horas más tarde, estaban navegando por la Red y enseñando a otros a hacerlo. Esos niños nunca habían ido a la escuela y no sabían inglés. Repliqué la misma prueba en zonas remotas de la India y gracias al apoyo económico del Banco Mundial llevé a cabo la primera ivestigación en 2002. El gran descubrimiento: un grupo de niños sin ningún supervisor y con acceso a Internet pueden aprender en nueve meses a manejar un ordenador como cualquier secretario de occidente.

P- ¿Cómo aplicó ese descubrimiento a las aulas?
R- Años más tarde, la Universidad de Newcastle me llamó para llevar el experimento a los colegios de la India. Ahí descubrimos que sucedía lo mismo con las matemáticas, la física o el arte; los niños aprendían sin las lecciones del profesor, solo trabajando en grupos con un ordenador conectado a Internet. La única guía que recibían era una gran pregunta que debían contestar. ¿Por qué llueve? Una profesora de un colegio británico contactó conmigo para llevar el sistema en su centro. Cuando lo probaron, los docentes decían que lo imposible estaba pasando; los chicos aprendían sin una enseñanza dirigida. No hablaban de ventajas o desventajas, solo de que se podía hacer. En los países desarrollados, SOLE acaba con la rigidez del sistema, ayuda a abrir la mente.

P- ¿Qué novedad representa su metodología con respecto a otros modelos de aprendizaje colaborativo, como, por ejemplo, el planteado por los hermanos estadounidense Roger y David Johnson en los sesenta? 
R- Ya se hablaba de aprendizaje autodirigido en los años 20. Un caso conocido es el del cura jesuita que puso en marcha un sistema en la India en el que estudiantes de cursos superiores enseñaban a los más pequeños. ¿Cuál es la diferencia? Internet. Mi investigación habla de otra forma en la que los niños pueden aprender, un método más rápido e igual de eficiente.

P- Han surgido muchas voces críticas con su proyecto SOLE. Le han acusado de falta de evidencias científicas que prueben que realmente funciona.
R- Es muy difícil definir qué es funcionar bien cuando ya se está planteando cambiar el modo en que evaluamos. La realidad es que hay más de 1.000 SOLE por el mundo, grupos de niños conectados a Internet y aprendiendo en grupos. La mejor evidencia del éxito del modelo son los datos que hemos recopilado de Twitter: más de 10.000 profesores están hablando de SOLE. Cuando les pregunto a los críticos si han leído mis investigaciones, la respuesta suele ser negativa. Son 15 publicaciones en los últimos 17 años en revistas científicas como British Journal of Educational Technology o American Educational Research Association. Los papers muestran que el aprendizaje de los niños es exponencial, siempre suben de nivel, o que mejora su nivel de inglés, entre otros muchos aspectos. Este año quiero poner en marcha un equipo de investigación en la Universidad de Newcastle para medir el impacto de este aprendizaje.

P- ¿Qué rol juegan los profesores en SOLE?
R- Su trabajo no tiene que ser enseñar, sino dejar que los niños aprendan. Tienen que quitar el foco de ellos mismos, perder el protagonismo. Su función es plantear las preguntas adecuadas, incluso si no conocen la respuesta. Ahí es donde se produce el aprendizaje. No tienen que decir a sus alumnos “yo tengo la respuesta”, sino “esto es lo que habéis encontrado”.

P- ¿Cómo están reaccionando los gobiernos de los diferentes continentes ante su modelo de aprendizaje?
R- Con la excepción de los países escandinavos, que tienen la habilidad de cambiar, la mayoría de gobiernos, especialmente aquellos que tuvieron grandes imperios como Reino Unido o India, no saben cómo avanzar y son incapaces de cambiar. Los burócratas entienden lo que propongo, pero me han llegado a decir que mientras ellos vivan, el cambio de paradigma no se producirá. Los libros de texto son una industria que mueve trillones de dólares, es imposible retirarlos. Su máxima es mantener las cosas como están para conservar su trabajo.

P- ¿Cómo cree que se debe medir el conocimiento?
R- Hay que cambiar la norma de lo que hay que evaluar. Creo que la clave está en analizar la creatividad de cada uno, y con las herramientas que tenemos ahora no se puede. No estoy seguro de si necesitamos la evaluación individual o basta con la del grupo. Ahora el mundo funciona con sinergias. La virtud que se valorará en pocos años será la de ser capaz de hacerse preguntas continuamente y tener la habilidad de contestarlas.

P- ¿Cómo lleva lo de ser un gurú mundial de la educación?
R- Si lo soy, es por accidente. No tengo ninguna habilidad especial para conseguir cambios sociales, y tampoco es mi objetivo. Solo quiero ayudar a los niños a encajar en un escenario en el que todas las reglas serán distintas a las de ahora. En 20 o 30 años, los robots controlarán el mercado laboral y solo sobrevivirán los que sepan construir o inventar. Los llamados makers.

http://economia.elpais.com/economia/2016/09/18/actualidad/1474226496_636542.html

domingo, 7 de febrero de 2016

Siete de cada diez desempleados no percibe ninguna prestación

Apenas 1,3 millones de los casi 4,8 millones de parados con que acabó el año perciben algún tipo de ayuda del Ministerio de Empleo. Es decir, todavía hay casi 3,5 millones de desempleados sin prestaciones o subsidios, el 72% del total, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2015. Hay que tener presente que casi medio millón de quienes carecen de ayuda no han trabajado nunca y no han generado el derecho de percibirla.

La cifra se ha reducido desde que a finales de 2013 y comienzos de 2014 tocara techo. Entonces quienes no percibían subsidios o prestaciones sumaban 3,9 millones, según los datos que cada trimestre extrae de la EPA el investigador Enrique Negueruela. Ahora, con la reducción del paro,la creación de empleo y la bajada de la población activa (quien no forma parte de este colectivo tampoco es considerado un parado) el colectivo ha menguado.

El porcentaje de protección frente al paro que se extrae de la EPA, el 27,8%, difiere mucho del que elabora el Ministerio de Empleo sobre la base de los datos de las oficinas públicas de empleo paro registrado: un 55,4% en noviembre. La causa de esta diferencia hay que buscarla en que utilizan metodologías y colectivos muy diferentes. Así, la cifra de parados que contempla la EPA es bastante mayor que la del paro registrado, casi 4,8 millones frente a 4,15 millones, respectivamente.

En cuanto a la metodología: el Instituto Nacional de Estadística (INE) al elaborar la EPA pregunta directamente a los desempleados (aquellos que no han trabajado ni una hora en la semana en que son encuestados) si perciben algún tipo de ayuda. El Ministerio, por su parte, incluye desde que creó su índice de cobertura con Celestino Corbacho al frente, a beneficiarios de prestaciones que en la EPA no se consideran parados (trabajadores a tiempo parcial que completan su sueldo con el seguro de desempleo, prejubilados que también cobran prestación y ocupados suspendidos de empleo temporalmente).

La existencia de un colectivo tan amplio sin prestaciones ni ayudas se explica, principalmente, por la duración de la crisis, durante la que el mercado laboral se hundió siete años, y en la persistencia del paro de larga duración (el cobro seguro de desempleo es temporal en casi todos los casos). También en los recortes de 2012, que endurecieron el derecho a percibir los subsidios y las ayudas del plan Prepara (de 400 a 450 euros). Además, la última paga puesta en marcha a comienzos de 2015 para quienes no hayan trabajado durante un año o más y no cobraran nada se ha quedado por debajo de su objetivo.

http://economia.elpais.com/economia/2016/01/30/actualidad/1454176057_155146.html

jueves, 1 de octubre de 2015

Julian Treasure: Cómo hablar de forma que la gente te quiera oír


El magisterio, el profesorado, la orientación y en general las relaciones humanas se ejercen, en su mayor parte mediante la palabra, mediante el habla. Por ello es importante que cuidemos nuestra expresión y perfeccionemos constantemente nuestra forma de hablar, nuestro diálogo, nuestro discurso. Si esta charla os sirve de algo en vuestra profesión o vida cotidiana, me alegraría mucho. Gracias por vuestra atención.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Seis charlas geniales para escuchar en bucle. Tener a un gurú en el salón de casa es posible gracias a TED, un fenómeno de masas por donde han pasado Bill Gates, Edward Snowden o Stephen Hawking.

Cuenta el periodista Carmine Gallo, comunicador y columnista en Forbes.com, que durante una reunión en París con un grupo de jóvenes empresarios, estos le comentaron que estaban realmente cansados de asistir a conferencias impartidas por oradores de la vieja escuela.

–¿De la vieja escuela? –les preguntó Gallo– ¿Y cuál es exactamente la nueva escuela?

– Ya sabes, la de TED–respondieron.

Poco después, en Japón, donde el estadounidense impartía una charla, varias personas se le acercaron para decirle lo mucho que les gustaba el estilo norteamericano de comunicar.

–¿El estilo norteamericano? –repitió Gallo, levantando las cejas.

–Sí, ya sabe, como el de TED –sonrieron los nipones.

Carmine Gallo se percató de que, fuera donde fuera, todo el mundo hablaba de TED, una organización sin ánimo de lucro cuyas siglas significan Tecnología, Entretenimiento y Diseño, y que se dedica, tal y como dice su eslogan, a comunicar “ideas dignas de ser difundidas” (ideas worth spreading).

–Mmmm–, se dijo. Puede que TED sea una idea digna de ser explicada…

Así que Gallo se puso manos a la obra y el año pasado publicó Talk like TED: The 9 public-speaking secrets of the world’s top minds (Habla como TED: Los nueve secretos para hablar en público de las mentes más brillantes del mundo), considerado en EE UU uno de los mejores libros de 2014. El autor estudia la pericia de una serie de oradores que ha conseguido que los ciclos de conferencias iniciados en 1984 se hayan convertido en un referente internacional. Científicos, emprendedores, filósofos, músicos, líderes religiosos, filántropos, médicos, ingenieros, arquitectos, políticos, actores, escritores, fotógrafos, cocineros, economistas, activistas o periodistas. Los perfiles en TED son infinitos y en esa heterogeneidad reside su gran atractivo: todo está interconectado y el mundo está lleno de personas con ideas valiosas que aportar…, aunque no todos sepan comunicarlas.

El poder de la vulnerabilidad, de Brené Brown. Aquí.

¿Sabían que las charlas que se imparten en sus eventos anuales han sido traducidas a 90 idiomas y que algunas han sido visionadas on line hasta 20 y 30 millones de veces? En EE UU es muy común que los profesores utilicen las charlas TED como instrumentos educativos en clase. Lo que empezó como una tendencia de culto, hoy es un auténtico fenómeno de masas. Sin duda es un buen producto. Las conferencias son accesibles a todo el mundo y están impartidas de forma clara, concisa y amena. Pueden verse en cualquier momento y en casi cualquier idioma mediante subtítulos.

Esto ha sido posible gracias a otro gran acierto de su director, Chris Anderson, quien lanzó en 2009 el proyecto Abierto de Traducción para “llegar a esos 4.500 millones de personas en el planeta que no hablan inglés”. De momento, 15.000 voluntarios han realizado 50.000 traducciones en 104 idiomas. Toda una serie de atractivos que hacen que, según Carmine Gallo –que se dedicó a analizar 500 de las mejores charlas de TED, a entrevistar a los conferenciantes y asesorarse por conocidos neurocientíficos– la fórmula TED sea perfecta para nuestro cerebro humano. Sus charlas resultan tremendamente adictivas sin que representen –increíble, pero cierto– ningún peligro para la salud. Todo lo contrario.

¿Matan las escuelas la creatividad?, una charla del experto en

educación Ken Robinson. Aquí.

Estarán de acuerdo en que con más de 1.600 charlas colgadas en la Red es muy difícil decidir cuáles han sido las mejores, pero la audiencia marca su propio ranking. En el indiscutible número uno está la presentación que impartió el experto en educación Ken Robinson, en 2006: Cómo la escuela mata la creatividad, la cual ha tenido 31 millones de visionados. Le sigue la psicóloga social Amy Cuddy con Tu lenguaje corporal modela como eres, impartida en 2012, que ha alcanzado 23 millones de visitas. Otros 20 millones de visionados tiene, por ahora, la conferencia que Simon Sinek, experto en liderazgo, dio en 2010. Y 18 millones la de Brené Brown, El poder de la vulnerabilidad, gracias a la cual, por cierto, Brown fue fichada por la mismísima Oprah Winter, la muy poderosa presentadora de televisión.

 El exempleado de la CIA y la NSA ofrece una charla llamada Así es como recuperamos Internet Aquí.

Puede que estos nombres tan made in the USA no les digan demasiado, pero también hay muchas celebridades que han participado en este exitoso evento. Seguro que conoce a la mayoría: Steve Jobs, Bill Gates, Stephen Hawking o Edward Snowden (intervino mediante telepresencia, claro, ya que tras desvelar los secretos de espionaje de EE UU continúa fugitivo en Rusia desde 2013); Larry Page (cofundador de Google); los expresidentes estadounidenses Al Gore o Bill Clinton; los músicos Bono (U2) o Paul Simon (Simon & Garfunkel); la primatóloga Jane Goodall…

Réplicas locales

Pero lo que les estamos contando es solo la primera y fecunda parte de una historia que promete ser muy larga. Las charlas se propagan a gran velocidad en todo el continente americano, Europa e incluso en Asia, África y Oceanía. Y no solo a través de los visionados. También porque se están multiplicando a gran velocidad los denominados eventos TEDx, iniciativas desarrolladas bajo su licencia para ayudar a las comunidades, organizaciones e individuos a conversar y ser partícipes del espíritu TED a nivel local. Una licencia totalmente gratuita que se otorga a cambio de cumplir una serie de requisitos con el fin de preservar la idea original. Ya se han celebrado en lugares tan dispares como La Habana, Ámsterdam, Río de la Plata, Hong Kong, Johanesburgo, Sidney, Saigón, Tesalónica, Casablanca, Papeete, islas Galápagos..., incluso en la prisión neoyorquina de Sing Sing.

Bill Gates y su charla Cómo los presupuestos del estado 

están rompiendo las escuelas estadounidenses. Aquí. 

Por supuesto, también en España proliferan las TEDx (programas de conferencias locales), tanto en grandes ciudades –el pasado 27 de febrero tuvo lugar un ciclo de siete conferencias en el TEDx del barrio madrileño de Mirasierra bajo el título El cambio eres tú – como en otras poblaciones más pequeñas.

¿Se imaginan cuántas ideas para compartir, cuánto conocimiento expresado a través de un sistema completamente abierto? Esa debe ser quizá la mayor gloria de TED, hacer que las grandes ideas, las iniciativas más innovadoras y los sueños más esperanzadores puedan llegar, literalmente, a todo aquel que tenga acceso a Internet. Es, sin duda, la democratización total del conocimiento y la celebración de la creatividad y de la excelencia.

La iniciativa que TED está llevando a cabo, y muchas otras que están surgiendo en numerosos lugares de nuestro planeta, deberían recordarnos, una vez más, que el mundo, aunque algunos se empeñen en vendernos lo contrario, está lleno de gente admirable, útil e inmensamente sabia. Tenerlo claro nos permite vislumbrar un futuro más ilusionante porque, como reza un dicho hindú “la llama de la sabiduría quema por completo la escoria”. Encima, es divertido y no cuesta dinero. Desde 2005 la organización otorga cada año un premio de un millón de dólares a la persona que haya tenido una gran idea dirigida a cambiar el mundo. En 2014, lo ganó Charmian Gooch con un deseo muy contemporáneo: acabar con la corrupción. Gooch, al mando de Global Witness desde 1993, trabaja para revelar quien está detrás de las sociedades anónimas de todo el planeta y desenmascarar a los personajes que mueven los hilos de estas corporaciones que, amparándose en su invisibilidad, financian guerras y cárteles de droga, saquean Estados o destruyen el medioambiente.

Tu lenguaje corporal modela quién eres, de Amy Cuddy. Aquí.

Un millón para el mejor
En la edición de 2013, el premiado fue alguien con un perfil muy diferente: el educador hindú Sugata Mitra, cuyo sueño es construir una escuela en la nube –escuela virtual– en la que los niños se enseñen unos a otros. Mitra comprobó tras interesantes experimentos (colocó un ordenador en una pared de un barrio muy pobre de Nueva Delhi y vio con cámara oculta cómo los niños aprenden por sí mismos, si están motivados por la curiosidad y el interés de los compañeros), que niños oriundos de aldeas remotas que jamás habían tocado un ordenador, no solo son capaces de apañárselas para manejarlo, sino que se esfuerzan en aprender inglés para entender cómo funcionan los videojuegos.

Cómo los grandes líderes inspiran a la acción, de Simon 

Sinek. Aquí.

En 2010, por poner un tercer ejemplo muy distinto, el galardonado fue el mediático cocinero Jamie Oliver. ¿Su sueño? Revolucionar el mundo de la comida con el fin de animar a los niños y a las familias a alimentarse de forma saludable y a luchar contra la obesidad, una de las lacras del siglo XXI. Un montón de premiados y un montón de buenísimas ideas que pueden conocer al detalle en la web de TED.

Las importancia de las actitudes. Aquí.

 Cómo ser un conferenciante al estilo TED

CARMINE GALLO

1. Libere al experto apasionado que hay en su interior: la pasión y el dominio del tema son las bases para una presentación extraordinaria.

2. Cuente tres historias personales y conecte con el cerebro y el corazón del público. Haga que sus oyentes empaticen.

3. Practique, interiorice su discurso y conviértalo en una charla con amigos.

4. Ofrezca a su público algún dato nuevo e inesperado que sacuda sus ideas y ayude a que vean el mundo con ojos nuevos.

5. Brinde a los espectadores un momento asombroso que provoque una respuesta emocional intensa, de alegría, miedo o sorpresa.

6. Utilice el sentido del humor para que el público baje la guardia. Ojo: sea divertido, pero no se haga el gracioso.

7. No se extienda: 18 minutos es un lapso lo bastante largo para contar algo importante, pero no tanto como para aburrir.

8. Otorgue protagonismo a la imagen: una idea se capta mejor añadiendo algún impacto visual. Y olvide las listas…

9. Muéstrese tal y como es. Sea auténtico, abierto o vulnerable si se tercia. Debe resultar cercano.

Algo de historia

La iniciativa surgió hace 31 años, cuando el arquitecto y diseñador gráfico Richard Saul Wurman organizó, en 1984, el primer evento TED en Monterey, California. Descubrió al mundo los CDs, el ‘e-book’ y los gráficos en 3D. Pero, a pesar del interés que suscitó, a Wurman los números no le cuadraron. Seis años más tarde, y acompañado de Harry Marks, salió bien. Desde entonces, TED organiza tres eventos anuales fijos –TEDConferenceTEDActive yTEDGlobal– y otros ocasionales. Sus cuarteles están en Nueva York y Vancouver, desde donde se selecciona gente con buenas ideas capaz de comunicarlas en 18 minutos para brindar al público “un viaje intelectual y emocional”, según Chris Anderson, al mando de TED desde 2000.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/24/buenavida/1443090443_828182.html

Nota para ver los subtítulos en español, si aparecen en inglés:
En la barra inferior del vídeo aparece un recuadro con puntos suspensivos, ... señala con el ratón y aparecerá un listado de idiomas, selecciona el español. También se puede hacer cambiando el enlace. Donde pone, al final del mismo, el signo igual y "en" se sustituye por "es" y se vuelve a actualizar la navegación.   

jueves, 7 de agosto de 2014

Steinbeck te enseña a ser jefe. Las escuelas de negocios utilizan obras clásicas y películas para formar directivos.

Las uvas de la ira, de John Steinbeck, relato de la crisis del 29.
La caverna de José Saramago, cuenta como se introduce un monopolio en un mercado pequeño.
El mundo de ayer: memorias de un europeo, autobiografía de Stefan Zweig.
Breve historia de la euforia financiera, de John Kenneth Galbraith, un repaso a las crisis más relevantes de la historia.
El príncipe de Maquiavelo, sobre la importancia de los aliados y gobierno.
El arte de la guerra de Sun Tzu, enseña que la mejor batalla es la que no has tenido que librar y habla del posicionamiento del manejo de la información y de los espías.
El álgebra de la justicia infinita, de Arundhati Roy, un ensayo político sobre el mundo actual.
El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl, la historia de un campo de concentración vivida desde dentro.
Inside Job, Oscar al mejor documental de 2011, trata la crisis financiera de 2008, basado en entrevista en la que los personajes explican por qué tomaron las decisiones. Dirigida por Charles Ferguson.
Margin Call, la historia de ocho trabajadores de un banco de inversión en las horas previas a la crisis. Diyuntiva entre decir la verdad y mentir.
El arte de la prudencia de Baltasar Gracián.
Manual de vida de Epicteto.
Vídeos de Youtube donde se exponen ideas como las de Jack Welch director general de General Electric explica las claves del liderazgo en su opinión.
Y TED con ideas innovadoras como las de Ken Robinson o de Nick Hanauer.
Fuente; El País de la economía, 3-8-14.