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domingo, 5 de enero de 2020

ACUERDO PARA LA CREACIÓN DE UNA MESA ENTRE EL GOBIERNO DE ESPAÑA Y EL GOVERN DE LA GENERALITAT DE CATALUNYA PARA LA RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO POLÍTICO

"Las partes firmantes constatan que se encuentran ante la oportunidad de desbloquear y encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña y establecer las bases para su resolución, pues hay voluntad de diálogo para alcanzar un acuerdo que permita superar la situación actual. El reconocimiento de esta oportunidad, y la voluntad y firmeza política expresada por ambas partes, permiten explorar y abordar la apertura de una nueva etapa basada en el diálogo efectivo, abierto y sincero y apostar por el reconocimiento y entendimiento institucional. Por todo ello, conforme a los principios de lealtad institucional y bilateralidad que rigen el marco político de relación entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Cataluña, acordamos lo siguiente:

1. El reconocimiento del conflicto político y la activación de la vía política para resolverlo.

Partimos del reconocimiento de que existe un conflicto de naturaleza política en relación al futuro político de Cataluña. Como cualquier conflicto de esta naturaleza, solo puede resolverse a través de cauces democráticos, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, superando la judicialización del mismo.

2. Creación de una mesa bilateral de diálogo, negociación y acuerdo para la resolución del conflicto político.

Por ello, adoptamos el compromiso de crear una mesa de diálogo, negociación y acuerdo entre Gobiernos, que partirá del reconocimiento y legitimidad de todas las partes y propuestas y que actuará sin más límites que el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático.

Esta mesa como instrumento político se sustenta en los siguientes principios:

1) Composición: el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Cataluña. Se establecerán las delegaciones de forma paritaria y con los miembros que ambas partes decidan.

2) Contenido: diálogo abierto sobre todas las propuestas presentadas. Todas las partes aportarán con libertad de contenidos sus propuestas detalladas sobre el futuro de Cataluña. Y se valorarán, debatirán y argumentarán las posiciones al respecto de cada propuesta.

3) Calendario transparente: la mesa iniciará sus trabajos en el plazo de quince días desde la formación del Gobierno de España y establecerá plazos concretos para sus reuniones y para presentar sus conclusiones.

4) Seguimiento y garantías de cumplimiento: la mesa establecerá mecanismos para garantizar el inicio y mantenimiento de su actividad y el cumplimiento de los acuerdos.

En este espacio deberán buscarse acuerdos que cuenten con un apoyo amplio de la sociedad catalana. En este sentido, ambas partes se comprometen a impulsar la efectividad de los acuerdos que se adopten a través de los procedimientos oportunos. Las medidas en que se materialicen los acuerdos serán sometidas en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Cataluña de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político.

Esta mesa se coordinará con otros espacios de diálogo institucionales y parlamentarios ya existentes, que deberán potenciarse. Entre otros, la Comisión Bilateral Generalitat-Estado recogida en el Estatuto de Autonomía de Cataluña y la Taula de Partits existente en el Parlamento de Catalunya".

PSOE - PSC Esquerra Republicana

CAMINO ALLANADO HACIA LA COALICIÓN
EL PAÍS

Con la firma del acuerdo, la abstención de ERC permitirá la formación del primer Gobierno de coalición desde la restauración de la democracia. PSOE y Podemos han pactado la derogación parcial de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, una reforma fiscal ambiciosa con subidas de impuestos a los ricos y a las grandes empresas, punto final a la llamada ley de seguridad ciudadana (la denominada ley mordaza) y fuerte subida del salario mínimo. La sesión de investidura comenzará el sábado día 4 y continuará el domingo 5, se interrumpirá el 6 y se reanudará el 7. Desde la primera votación de investidura del domingo, que previsiblemente será fallida al no obtener el candidato la mayoría absoluta, deben transcurrir 48 horas para la siguiente, en la que ya solo se requieren más votos a favor que en contra. Ese será el momento en el que nazca el Gobierno de Sánchez, que de inmediato prometerá ante el Rey cumplir y hacer cumplir la Constitución.

lunes, 8 de octubre de 2018

Imperios combatientes. La insólita coalición


CTXT


Cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se alían para torear a Trump

El lunes 24 de septiembre pasó algo curioso en Nueva York: cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron con la comisaria europea de Exteriores, Federica Mogherini, y el ministro de Exteriores de Irán, Javad Zarif, para torear a Donald Trump. El asunto era el acuerdo con Irán.

El gobierno iraní está cumpliendo ese acuerdo firmado por todos ellos en 2015. Eso lo reconoce hasta Theresa May. Sin embargo, Estados Unidos, animado por Israel y los miembros más demenciales de su belicista administración, se ha retirado para regresar a la que ha sido su política desde que la revolución iraní derrocara al sha: el cambio de régimen. A quienes pretendan respetar lo firmado y hacer tratos con Teherán, Trump les promete sanciones a través de su control de los canales bancarios y comerciales del que su país es dueño. Los ministros de Exteriores de Francia, Reino Unido, Rusia y China, más la comisaria europea y el ministro iraní, se han rebelado contra Trump, declarando la vigencia del acuerdo: los más viejos del lugar no recuerdan nada semejante.

“Los participantes subrayan su determinación de proteger la libertad de sus operadores económicos para realizar legítimos negocios con Irán”, señala la declaración. Y su punto octavo abre a Irán el Banco Europeo de Inversiones como canal para sus negocios comerciales con el mundo. Se pondrá en marcha “un mecanismo especial para facilitar los pagos relacionados con las exportaciones de Irán, incluido el petróleo, y las importaciones, lo que ayudará y tranquilizará a los operadores económicos que realicen negocios legítimos con Irán”. Mogherini aclaró que este sistema podría abrirse a otros países fuera de la UE, y ha subrayado que todos los firmantes actuales del pacto atómico lo apoyan.

Después de que Trump manifestara ante la Asamblea General de la ONU que “los dirigentes iraníes siembran el caos, la muerte y la destrucción” en el mundo, y glosara sus sanciones (que desde abril han hecho perder más de dos tercios de su valor a la moneda local y que el 5 de noviembre aún se reforzarán más) como medio para defenderse de las “sangrientas intenciones de Teherán”, la declaración de los cuatro + dos sonó potente. En el caso de la Unión Europa casi como una verdadera declaración de independencia. ¿Verdaderamente?

Desde que Trump se fue del acuerdo y anunció sanciones para las empresas que negocien con Irán, las mayores empresas europeas con expectativas allá se han ido en estampida; PSA, Total, Renault, VW, Daimler, y diversos bancos europeos. No parece que el anuncio del lunes vaya a cambiar eso, porque los negocios de esas empresas con Estados Unidos pesan mucho más que lo que puedan ganar en Irán. Solo las pequeñas empresas sin negocios con Estados Unidos podrán correr el riesgo. Aún así, mientras los europeos no dispongan de su propio Swift, es decir de un sistema independiente de transacciones financieras fuera del alcance del dólar y de los bancos americanos, como ha mencionado el ministro alemán de exteriores, Heiko Maas, el desafío será pólvora mojada. Otra cosa sería si los gobiernos europeos de la UE fueran capaces de proteger de forma efectiva a sus empresas del abuso que representa la extraterritorialidad de las leyes de Estados Unidos.

Pero incluso sin eso, la insólita coalición del lunes sienta un pequeño precedente. Lo que hoy no existe y convierte a esas declaraciones en algo parecido a papel mojado, puede existir mañana. Ninguna moneda ha dominado la economía mundial eternamente y el dólar no será excepción. Es más, el intento de Trump de chantajear a los demás con su moneda y su control de las redes comerciales internacionales puede volverse contra él. Y en eso estamos.

P.S. El 22 de septiembre Irán sufrió el más mortífero atentado de su última década: 25 muertos, la mitad de ellos civiles incluido un niño de cuatro años, en un ataque a un desfile militar en la ciudad de Ahvaz. Se conmemoraba el inicio de la guerra con Irak, una guerra de ocho años (1980-1988) propiciada por occidente en respuesta a la revolución de 1979 y que dejó la factura de un millón de muertos en Irán. La magnitud del atentado equivale a los vistos en París, Londres o Barcelona. El Estado islámico lo reivindicó. Pero, en vísperas de la llegada del Presidente iraní, Hasán Rohaní, a las Naciones Unidas (donde pronunció un discurso lleno de buen sentido), no se podía permitir que un atentado presentara como víctima al Irán al que se hace pasar como principal factor de terrorismo en el mundo. Así que se optó por titulares que difuminaran lo sucedido: “Los guardias revolucionarios, objetivo en un desfile militar en Ahvaz”, y similares. La compasión es selectiva.

Fuente:
https://ctxt.es/es/20180926/Politica/21926/Rafael-Poch-ONU-Consejo-de-seguridad-Trump-Iran-Hasan-Rohani.htm

domingo, 21 de febrero de 2016

El referéndum es una excusa del PSOE y de las derechas para que no se establezca un gobierno de izquierdas

Vicenç Navarro
Autor de Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante (Anagrama, 2015)

El punto clave que los principales medios de información del país enfatizan como el mayor obstáculo para conseguir el gobierno de coalición de izquierdas es el tema del referéndum en Catalunya. Se dice que tanto para el PSOE como para el PP y Ciudadanos, el referéndum es la línea roja que jamás cruzarán. Para poder justificar esta postura, tales partidos presentan, deliberada y maliciosamente, el referéndum en Catalunya como una llamada a la independencia, asumiendo erróneamente que la aprobación del referéndum daría pie inmediatamente a la independencia.

Los dirigentes pasados y presentes del PSOE, así como del PP y de Ciudadanos confunden (fruto más de una malicia que de una ignorancia) lo uno con lo otro, y crean un problema donde no debiera haberlo, pues permitir que se haga el referéndum no quiere decir que se desee la independencia de Catalunya. El derecho a decidir es el mero derecho democrático que un pueblo y nación debería tener dentro de un Estado plurinacional, derecho que, en contra de lo que tales partidos políticos están diciendo, existe en muchos países. El tema a debatir no es, pues, sobre unidad de España o su desunión, sino sobré qué tipo de Estado se desea. Este es un punto clave que los dirigentes de aquellos partidos (PP, Ciudadanos y PSOE) no desean tocar, pues quieren mantener por todos los medios posibles (incluidos los aparatos de represión del Estado que controlan) su visión del Estado, un Estado heredado de la dictadura que le antecedió y que se caracteriza por su visión uninacional, radial y escasamente democrática, en lugar de ser un Estado plurinacional, poliédrico y mucho más democrático de lo existente hoy en día en este país, y que las izquierdas democráticas (como Podemos, En Comú Podem, En Marea y Compromís) están pidiendo. La lucha por la democratización del país pasa por el reconocimiento de la plurinacionalidad de España.

El derecho a decidir es el derecho a elegir
Naturalmente que el derecho a decidir, por definición, incluye el derecho a elegir, incluyendo el derecho a decidir sobre el tipo de articulación, en este caso de Catalunya con el resto de España, la cual tiene que tener a su vez el mismo derecho a decidir, respetando la diversidad de España, de manera que la unidad de esta esté basada en el consenso democrático y no en la fuerza militar o policial. El mal llamado “tema difícil del referéndum” no es, pues, lo que dicen o presentan aquellas fuerzas políticas que han intentado presentar tal demanda como una demanda de ruptura de España. En realidad, no hay razón para que no se pudiera resolver tal llamado problema si los partidos que están explorando la coalición fueran partidos de izquierda con vocación democrática. Soy consciente de que ni el PP ni Ciudadanos desean otro tipo de Estado que el actual. Y de ahí que se inventen todo tipo de falsedades para defender su visión del Estado, radial y uninacional. Pero los partidos de izquierda no deberían compartir esta visión de la España uninacional, pues esta visión es excluyente y oprimente con aquellos pueblos y naciones que no la comparten. Como he escrito en muchísimas ocasiones, el PSOE tendría que recuperar la visión plurinacional y poliédrica que tuvo en su pasado heroico, cuando luchaba para establecer la democracia en España y apoyaba el derecho a decidir de las distintas naciones de España y, con ello, su plurinacionalidad. Por desgracia, abandonaron aquella visión, adaptándose (como se adaptaron en otras áreas de igual importancia) haciendo suya su visión radial y uninacional hasta tal punto que llegaron a considerar como nacionalistas y/o secesionistas a aquellos que no compartían su visión de España.

Un ejemplo de ello es Alfonso Guerra, el autor del “cepillaje del Estatuto de Catalunya” en las Cortes Españolas, y hoy, uno de los máximos exponente dentro del PSOE de la oposición al referéndum en Catalunya, que en su día llegó a acusar nada menos que al Presidente de la Generalitat de Catalunya, el socialista José Montilla, y a la muy popular Presidenta del PSC, Manuela de Madre, de estar “contaminados con el nacionalismo catalán”. Es esta visión excluyente, que domina el establishment político mediático basado en la Capital del Reino (que tiene poco que ver con el Madrid popular) la que está hoy utilizando el referéndum (recurriendo a la sacrosanta Constitución) para evitar el establecimiento de una coalición de partidos de izquierdas, prefiriendo en su lugar que se establezca una coalición PSOE-Ciudadanos-PP. Su mal llamada defensa de la “unidad de España” rememora la llamada de los golpistas del 1936, que también utilizaron tal eslogan para imponer por la fuerza una dictadura de clase frente a la mayoría de la población.

¿Cuál es, pues, el mayor obstáculo para establecer el gobierno de izquierdas?
La mayor dificultad para poder establecer una coalición de izquierdas –que el debate sobre el referéndum está ocultando- es la política económica del PSOE, que es más cercana a la de Ciudadanos y a la del PP que a la de Podemos. Ahí está el problema mayor del que no se está hablando. Ni que decir tiene que el programa económico del PSOE no es el mismo que el de las fuerzas conservadoras y neoliberales que en España representan el PP y Ciudadanos. Sin ninguna duda, el programa del PSOE tiene notables diferencias con los programas de estos dos últimos partidos. Pero, sin embargo, el PSOE coincide con el PP y con Ciudadanos (y con Convergència en Catalunya) en un tema central que influencia todo lo demás. El PSOE comparte la misma visión estratégica y económica, queriendo salir de la enorme crisis en la que todavía estamos sumergidos continuando las políticas neoliberales que nos llevaron precisamente a esta crisis y que han sido la mayor causa de que todavía estemos estancados en ella.

El desempleo en España es enorme, y la calidad de empleo (tanto en intensidad como en cantidad) continúa en unos niveles de deterioro nunca vistos antes. El PSOE, sin embargo, no ha roto con el socioliberalismo, y continúa creyendo en la bondad de las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la Comisión Europea, por el Eurogrupo y por el Banco Central Europeo (BCE), que son las mismas políticas que nos han llevado al desastre. La evidencia de que tales políticas han causado la gran crisis, retrasando además la recuperación, es robusta y abrumadora (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015).

Elementos importantes del neoliberalismo en el programa del PSOE
Y este socioliberalismo aparece tanto en su programa (en la timidez de sus propuestas) como en las declaraciones de sus principales asesores y/o economistas de referencia. El coordinador del plan económico del PSOE y miembro clave del equipo negociador del Sr. Sánchez, es el economista Sr. Jordi Sevilla, uno de los mayores defensores del socioliberalismo. Si no se lo creen, lean por favor sus declaraciones y su libro, De nuevo socialismo, donde se pueden ver expresiones tales como “¿quién a estas alturas pide que se aumente el gasto público en España?”, pregunta que él mismo se contestó, señalando que “solo los socialdemócratas tradicionales (la manera amable de decir anticuados) como Vicenç Navarro”. Hay que conocer que tal propuesta de no aumentar el gasto público se hacía y se continúa haciendo en uno de los países con menos gasto público por habitante en la Unión Europea de los Quince (UE-15), el grupo de países más semejantes a España en la UE por su nivel económico (ver mi artículo “El continuismo neoliberal en el PSOE”, Público, 02.07.15). Tal economista ha dicho en muchas ocasiones que las instrucciones de la Troika sobre el déficit deben obedecerse.

Una postura casi idéntica a la del Sr. Sevilla es la que sostiene el Sr. José Carlos Díez, uno de los economistas de referencia del PSOE, que goza de una gran proyección mediática en España, siendo asesor del canal televisivo que se considera más progresista de España, La Sexta. Aparece constantemente en el programa Al Rojo Vivo como el economista de la casa, y un tanto parecido en el programa de La Sexta Noche. Pero lo que prueba más claramente la orientación neoliberal del equipo económico del PSOE es el contraste, no solo entre los asesores económicos nacionales, sino también entre los internacionales, del grupo de trabajo que elaboró el programa económico de Podemos, que incluyó, entre otros, al Premio Nobel Joseph Stiglitz y a Thomas Picketty. Para contrarrestar tal lista, el PSOE mostró como su gran fichaje al Sr. Larry Summers, que fue uno de los economistas más responsables de la enorme crisis de la banca en EEUU como consecuencia de la desregulación bancaria que él (junto con Robert Rubin, codirector del Goldman Sachs) realizó cuando fue Ministro de Finanzas del Presidente Clinton (les aconsejo que vean el documental Inside Job).

¿Será posible la coalición de izquierdas?
La enorme hostilidad que tales personajes, así como el aparato del PSOE y su vieja guardia, han mostrado hacia las mayores propuestas económicas de Podemos se debe precisamente a que su visión de cuál ha sido la causa de la crisis actual y la manera de resolverla es mucho más cercana a la de Ciudadanos (cuyo economista de referencia, el Sr. Garicano, es muy próximo al IBEX-35 y apoyó tanto las reformas laborales del PSOE como las del PP, así como las medidas de austeridad del PP) y a la del propio PP. Veo, por lo tanto, difícil que pueda llegarse a un acuerdo, pues nos estamos jugando no ya la unidad de España (que ni Podemos, ni En Comú Podem, ni En Marea, ni Compromís están cuestionando, como maliciosamente lo están presentando las voces del bunker dentro del PSOE), sino su propia viabilidad y el bienestar de las clases populares. Hoy el equipo económico del PSOE es un equipo todavía comprometido con el liberalismo, mientras que Podemos e IU están comprometidos –como la socialdemocracia siempre estuvo comprometida (antes de que se convirtiera al neoliberalismo)- en revertir las políticas de austeridad, enfatizando la necesidad de ampliar la intervención del Estado para crear buen empleo y estimular la economía, pagando tales inversiones con políticas redistributivas que signifiquen un amplio aumento de los ingresos al Estado (en España el enorme retraso social de su Estado del Bienestar se debe precisamente al bajo gasto público social).

El Sr. Díez, con la frivolidad e ignorancia que lo caracterizan, anunciaba recientemente en el programa Al Rojo Vivo que las políticas propuestas por Podemos llevarían automáticamente al corralito que ocurrió en Grecia, expresión que quedó sin corregir (como siempre ocurre en La Sexta y otros canales), pues no se invitó a ningún economista con una visión contraria para que la cuestionase. Estos personajes son meros sirvientes del establishment político-mediático europeo cuyas políticas que promueven están causando un enorme dolor a las clases populares de este país. He escrito en otra parte que Syriza podría haber respondido de otra manera a la que había propuesto el gobierno griego y había presentado Varoufakis en sus negociaciones (ver mi artículo “Crítica amistosa a Varoufakis y a sectores de las izquierdas sobre lo ocurrido en Grecia”, Público, 19.10.15) con la Troika. Pero lo que es incluso más importante es que España no es Grecia. España es una de las potencias económicas de la UE, que si se aliara con Italia, Francia y Portugal podría cambiar las políticas impuestas por la coalición conservadora-socialista alemana revirtiendo las políticas de austeridad. En contra de lo que asumen Jordi Sevilla, José Carlos Díez, Luis Garicano y el blog Nada es Gratis del IBEX-35, así como los dirigentes del PSOE, la Troika no es omnipotente, y sí que hay alternativas que raramente aparecen en los mayores medios de información y persuasión (que nunca presentan voces críticas con tales instituciones, dando en cambio grandes cajas de resonancia a personajes que reproducen la sabiduría convencional que tanto dolor está causando), que deberían aplicarse (ver Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón) y que son factibles y realizables.

El Sr. Díez, en su intento por desacreditar la coalición de partidos de izquierda, señaló que la resistencia ofrecida por el gobierno portugués a las políticas de austeridad le llevaría a un desastre, pues la Troika no lo aceptaría. Tres días más tarde, la Comisión Europea, parte de la Troika, aceptó el presupuesto presentado por el gobierno portugués, y fue la Comisión Europea la que tuvo que aceptarlo, pues hoy el establishment europeo está más que preocupado por la posibilidad de que se abra otro flanco en el sur de Europa. Lo que ocurrió en Grecia les supuso un coste político elevado. Si Italia, Francia y Portugal se resistieran, junto con España, a estas políticas, la polarización que existe en Europa –entre este establishment europeo, hegemonizado por los partidos conservadores y liberales (con la ayuda de los partidos socioliberales) y los demás, alcanzaría niveles difícilmente absorbibles por tal establishment. Los gobiernos pueden oponerse y resistir, y lo ocurrido hace unos días en Portugal es una señal de ello.

La otra observación es que en las políticas de pactos entre los distintos partidos no es coherente aceptar propuestas que entran en conflicto entre sí. Por ejemplo, es más que probable que el PSOE (e incluso Ciudadanos) aceptara la necesidad de hacer un rescate rápido a la población dañada por la crisis que está en una situación insostenible. En realidad, el impacto de la crisis y de la mal llamada recuperación en el nivel de pobreza ha sido tan acentuado que los partidos conservadores y neoliberales han aceptado la necesidad de hacer algo para ayudar a los pobres. Y de ahí aparecen los programas antipobreza. Pero el problema de la pobreza es mucho más amplio que el problema de los pobres, pues el crecimiento de la pobreza es un síntoma de las políticas públicas neoliberales que se extienden desde las dos reformas laborales (la del gobierno Zapatero y la del gobierno Rajoy) hasta los recortes (realizados por el gobierno PSOE y por el gobierno PP). Intentar cuidar a los pobres sin revertir aquellas políticas es dar agua al sediento en un vaso con un agujero. El poco éxito de los programas antipobreza se debe a este hecho. Aumentar los salarios, dar más poder a los sindicatos, expandir la protección social y el gasto público y crear empleo, es mucho más eficaz que transferir fondos públicos a los pobres, lo cual siendo importante, es dramáticamente insuficiente. No es muy coherente pactar con Ciudadanos el rescate a los pobres, y a la vez no hacer nada o hacer lo que pide Ciudadanos, que aumentará todavía más la pobreza, no solo de los pobres, sino también de todos los demás.

Una nota como conclusión
Lo que estamos viendo hoy en España es que el establishment financiero y económico español, que tiene una influencia excesiva sobre los establishments político-mediáticos, quiere destruir a Podemos, y si no puede, al menos ningunearlo. Utilizan todo tipo de argumentos y falsedades, llamándolos bolivarianos, yihadistas, iraníes, independentistas, utópicos, pronazis, progolpistas, y una predecible larga lista de insultos. Y cuando, por primera vez, llegan a las Cortes Españolas, como la tercera fuerza política parlamentaria (que, de alargarse la campaña tres semanas más, podrían haber alcanzado la segunda posición), se los pone en el “gallinero”. Y ahora estamos viendo que además se les está responsabilizando -con la ayuda de los grandes medios de información y persuasión- de ser ellos los que están dificultando la coalición de las izquierdas, cuando, en realidad, la dirección del PSOE y la vieja guardia de tal partido nunca han intentado hacer tal coalición. Desde el principio vieron que sus máximos aliados eran y son Ciudadanos, pues son los que ideológicamente son más cercanos a ellos. Y ahora tienen la desfachatez de acusar a Podemos de que este partido sea el responsable de que no se haga la coalición. Y con la ayuda de los medios, y con el soporte del establishment financiero y económico de siempre, parece que lo están consiguiendo. Así es esta España que ellos quieren mantener. Quieren evitar el cambio profundo que el país necesita. Así de claro.
http://blogs.publico.es/dominiopublico/15911/el-referendum-es-una-excusa-del-psoe-y-de-las-derechas-para-que-no-se-establezca-un-gobierno-de-izquierdas/

lunes, 4 de enero de 2016

Los conservadores salvan al Gobierno socialista portugués. Comunistas y bloquistas votan contra el rescate previo (3.000 millones) y la posterior venta-regalo (150 millones) de Banif al Santander. ¿Y quien paga la diferencia? El sufrido pueblo portugués y sin investigar responsables de la estafa.

El Gobierno socialista portugués ha salvado la cara gracias a la abstención del partido conservador PSD. La mayoría parlamentaria de izquierdas se rompió en la primera votación seria: 3.000 millones para salvar el banco Banif antes de vendérselo por 150 millones al Banco Santander. Los diputados comunistas, los bloquistas, los verdes y los ecologistas votaron contra la solución dada por el Gobierno socialista a la penúltima crisis bancaria del país.

"A la primera oportunidad, cada aliado del gobierno ha huido por un lado", escenificó la portavoz del partido derechista CDS, Cecilia Meireles. Efectivamente, así fue. La izquierda dejó solo en minoría los socialistas, pero lo mismo se podía decir de la coalición conservadora PSD-CDS, que dirigió el país durante cuatro años y hasta hace un mes. La coalición PSD-CDS también escenificó su ruptura en la sesión parlamentaria extraordinaria para debatir la crisis del Banif. El CDS del ex vice primer ministro Paulo Portas votó en contra y el socialdemócrata PSD, del ex primer ministro Passos Coelho, se abstuvo, lo que salvó la votación para los socialistas

El ministro de Finanzas, Mario Centeno, defendió el presupuesto rectificativo del Estado, por el cual se inyectan 3.000 millones de euros en el Banif antes de su venta. "Lo que se quería evitar era la liquidación del banco", dijo Centeno en la Asamblea de la República, que pasó la responsabilidad al anterior Ejecutivo. "Hemos tenido que hacer en tres semanas lo que el Gobierno de Passos Coelho no hizo en tres años".

Si el proyecto rectificativo no hubiera sido aprobado, habría quedado anulada la operación de venta de Banif y, con ello, el cierre del banco -que ya no tenía licencia ni financiación del Banco Central Europeo- y el despido de sus 1.600 empleados.

Ni por esas se ablandó el corazón de la bancada de la izquierda. El PC, con sus 17 diputados, votó en contra por considerar que es un sinsentido que el Estado se quede sin un banco y además ponga 3.000 millones de euros para facilitar la operación. Los 19 diputados del Bloco también votaron en contra porque el Gobierno socialista no admitió sus condiciones para la abstención, entre ellas la promulgación de una ley para reducir los poderes del Banco de Portugal y la fusión de Banif con Caixa Geral, también semipública.

"Este Gobierno, que llegó anunciando que iba a dar una patada en la espinilla a la Comisión Europea, se transformó en un Gobierno dócil y disciplinado en la primera decisión seria que había que tomar", criticó Meireles, la diputada del CDS. El voto contrario del CDS tuvo, sin embargo, sus excepciones con las abstenciones de los que pertenecen a la circunscripción de Madeira, sede del banco.

Pese a votar en contra, PC y Bloco se unieron al PS en sus críticas al anterior Ejecutivo por haber iniciado ocho procedimientos de venta del Banif y no haber concluido ninguno. Para todos ellos la solución correcta hubiera sido la fusión en 2012 entre Banif y la Caixa; ahora ya es tarde. El intento del actual Gobierno de impulsar esta solución fue abortado por la Comisión Europea, ya que una entidad financiera con ayudas públicas (caso de Caixa Geral) no puede comprar otra.

En total, el Estado portugués ha gastado en rescates bancarios más de 17.000 millones de euros desde 2008, entre BES (Novo Banco), Caixa, BP, Banif, BPP, BCP y BPI, siendo este el único que ha devuelto todo. Porcentualmente esa cantidad supone el 6,8% del PIB portugués, cuando el esfuerzo de la zona euro ha sido del 4,7%.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/12/23/actualidad/1450883467_335853.html

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sábado, 28 de septiembre de 2013

Los alemanes quieren una gran coalición. Los más proclives a una nueva gran coalición son los votantes democristianos

La mitad de los alemanes quiere una nueva gran coalición como la que dio a Angela Merkel su primer mandato en 2005. Según una encuesta publicada el viernes en la cadena de televisión pública ARD, el 48% de los ciudadanos quiere que los democristianos (CDU / CSU) de Merkel vuelvan a pactar con los socialdemócratas del SPD. El 18% favorece un acuerdo entre democristianos y Los Verdes. El 16% preferiría un tripartito entre SPD, Los Verdes y el partido La Izquierda (Die Linke). Esta combinación tendría mayoría absoluta en la Cámara baja (Bundestag), pero quedó descartada por los líderes del SPD y de Los Verdes durante la campaña. La secretaria general del SPD, Andrea Nahles, aclaró estos días que esta renuncia "vale para los cuatro años" que dure la legislatura.

Los más proclives a una nueva gran coalición son los votantes democristianos. Nada menos que el 62% de ellos quiere, como el líder de la CSU y primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, que Merkel se asocie con el SPD. Entre los que votaron socialdemócrata, el 56% es favorable a un pacto con Merkel. En cuanto a los problemas que afrontará el nuevo Gobierno, los alemanes están de acuerdo con la doctrina de austeridad que predican Merkel y su ministro de Hacienda, el también democristiano Wolfgang Schäuble: el 92% de los encuestados cree que la reducción de la deuda es una de las tareas pendientes más importantes.

El 91% reconoce otro problema en las dificultades para armonizar la vida laboral con la vida familiar. El 88% y el 85% piden, respectivamente, que el nuevo Gobierno reduzca los precios de la energía y que introduzca un salario mínimo interprofesional. En 58% está de acuerdo con los socialdemócratas en subir al 49% el IRPF que pagan las personas con mayores ingresos.

Durante la semana pasada se ha hablado en Alemania sobre la posibilidad de reducir el umbral del 5% de los votos que se exige para tener escaños. Siete millones de votos fueron el domingo a partidos que no lograron representación, como el liberal FDP, socio Merkel en la legislatura pasada, o el euroescéptico AFD. Ambos se quedaron a pocas décimas de lograrlo. Pero según la encuesta de ARD, el 83% de los alemanes quiere que la norma siga como está. La cláusula del 5% se introdujo tras la II Guerra Mundial, para impedir que la fragmentación del Parlamento entorpezca su funcionamiento.
Fuente: El País.

Nota:
Este artículo lo traigo aquí como ejemplo de lo que no debería ser pero es. Proponer como única salida la que interesa a la clase dominante; un gobierno que siga haciendo la política que interesa al capital financiero y "por 4 años". Y no se pueda ni plantear la posibilidad de una coalición progresista entre SPD, Los Verdes y La Izquierda, que si plantearían políticas a favor de la mayoría, del 99% y no del 1% más rico, como ahora ocurre. Y, sobre todo, que suman mayoría de votos a la izquierda.

Merkel, no tiene la mayoría absoluta, hay que recordarlo, pues se da por indiscutible que ha conseguido "ganar".

Ver en este blog, la entrada anterior; http://verdecoloresperanza.blogspot.com.es/2013/09/elecciones-en-alemania-resultados_26.html#links