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sábado, 18 de junio de 2022

_- La mejor manera de explicar la Guerra Fría es hablando de ajedrez. Entrevista a Leontxo García


_- Ajedrez y ciencia. Ajedrez y pedagogía. Ajedrez y geopolítica. ¿Sabías que el juego de peones, inventado hace siglos, es hoy el mejor campo de experimentación de la inteligencia artificial? ¿Sabías que en España estamos a la vanguardia del uso pedagógico del ajedrez en la escuela? De todo esto y más, hablamos con Leontxo García (Irún, 1956), periodista especializado de ajedrez del diario El País, un mito de la comunicación de este deporte. Viajero incansable, recorre el mundo formando maestros en ajedrez educativo (más de 30.000, lleva) y divulgando los beneficios pedagógicos del juego que muchos consideran un arte. Autor del libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas (Crítica), Leontxo García me confiesa cuál es la pieza del tablero que más le gusta: “El peón, porque sólo puede ir hacia delante. Y, si llega a su fin, puede convertirse en reina. Premio a su tenacidad”. La entrevista la realizó Txema Seglers. 

Hondarribia, una tarde de verano de 1976. Tienes 16 años. Llueve y un amigo te propone ir a un club de ajedrez que han abierto en Irún. Movido por la curiosidad, te asomas por el club y, de repente, quedas maravillado. ¿Qué hechizo se produjo allí dentro?

Definir la magia es muy difícil y, de hecho, me he preguntado muchas veces por qué el ajedrez me atrajo tanto. Aquella tarde se produjo el hechizo: quizás por el hecho de ver a las personas de aquel club cómo disfrutaban pensando o quizás porque el ajedrez me mostró a la perfección la cita “Sólo sé que no sé nada”, de Sócrates. Allí dentro, todos los días, yo aprendía cosas nuevas y todo se convirtió en un nuevo reto, cada vez más fascinante. Por eso, imagino, tres años después, fui campeón absoluto de Guipúzcoa.

¿No había nadie de tu familia que jugara al ajedrez? ¿El padre? ¿La madre? ¿Un tío?

No, en casa no había ningún jugador más.

¿Y cómo pasas de ser campeón absoluto de Guipúzcoa a ser el periodista con más prestigio en el mundo del ajedrez detentor de un estilo muy personal? ¿Cómo fueron tus inicios periodísticos?

En San Sebastián se editaba la revista Jaque, y el director me pedía crónicas de los torneos en los que yo jugaba. Y en el año 83 pasa una de esas oportunidades que sólo aparecen una vez en la vida: la semifinal en Londres del torneo de candidatos con los duelos Kasparov-Korchnoi y Smislov-Ribli. Como en Londres yo tenía amigos y, por tanto, cama donde dormir, llamé al diario Deia de Bilbao para ofrecerme como enviado especial. Como les salgo baratísimo, me dicen que sí. Y entonces, cuando estoy en el avión en dirección a Londres, surge el momento clave.

¿Cuál?

Me entra el pánico, me asusto. Me pregunto: Leontxo, pero ¿Dónde te has metido, si tú hasta ahora sólo has escrito para aficionados de ajedrez? ¿Qué vas a hacer ahora? Yo me imaginaba un hipotético lector sentado en la cafetería del pueblo, hojeando el diario mientras desayuna, y que, cuando llegara a la sección de deportes y leyera fútbol, pelota vasca o tenis, no pasara de largo el artículo de ajedrez. ¿Cómo podía hacer que el lector se detuviera en mi crónica? Si me ponía a hablar de la defensa siciliana, mal rayo. Mientras pensaba todo esto con angustia, llego a Londres y me voy directo al hotel donde se alojan los jugadores. Y mientras curioseo por los pasillos, de repente, contemplo la escena que me enciende la bombilla para el resto de mi carrera profesional: en un rincón veo a los miembros del equipo de Kasparov hablando amistosamente con los otros miembros del equipo de Korchnoi, que era el traidor a la patria soviética, el disidente huido de la URSS. Lo que yo estaba viendo estaba prohibido por la ley soviética. Escribí la crónica con el título: “En el ajedrez sí que hay distensión este-oeste”. Y yo me dije: "Leontxo, ese es el camino". Y así en los 39 años posteriores.

¿Por qué el ajedrez tiene tanta carga simbólica y es una metáfora del poder? Por ejemplo, hablemos de la geopolítica como un tablero de ajedrez y tú mismo, cuando explicas los grandes duelos de la historia, explicas el trasfondo político de las partidas.

El ajedrez es boxeo mental, es la lucha encarnizada entre dos mentes, donde la suerte apenas existe. Por ejemplo, para un profesor de historia no existe una manera más eficaz de explicar la Guerra Fría que explicando el combate Spasski-Fischer, justo cuando el botón rojo de la guerra nuclear estaba a punto de ser pulsado. ¿Qué había de más simbólico que el ajedrez para describir la tensión entre Spasski, el héroe soviético de un país donde el ajedrez es mucho más que un deporte, y Fischer, el joven rebelde excéntrico y autodidacta de Estados Unidos? Por eso, el duelo fue primera página en todos los periódicos del mundo.

¿Qué alegoría podemos hacer hoy sobre Putin y el ajedrez?
Con la agresión de Ucrania, Putin viola un principio muy importante del ajedrez establecido hace cien años por Aron Nimzowitsch: “La amenaza vale más que su ejecución”. Si Putin se hubiera quedado en el terreno de la amenaza y de la negociación, en realidad habría tenido razón; porque, incluso si Putin fuera el presidente más demócrata del mundo, nunca podría aceptar que Ucrania fuera miembro de la OTAN y cortar el paso de Rusia hacia el mar Negro y, por tanto, hacia el Mediterráneo. Los otros puertos de Rusia están en el Ártico, casi impracticables por el hielo, o Vladivostok, más arriba de Japón. Moralmente, la agresión de Putin es imperdonable, y desde la lógica racional, inexplicable, porque, como te decía, podría tener razón en el terreno de la amenaza y, sin embargo, ahora se ha convertido en un criminal de guerra.

Putin tenía y tiene tres grandes opositores: Boris Nemtsov, Aleksei Navalni y el legendario jugador de ajedrez Gari Kaspárov. El primero murió. El segundo, encarcelado. ¿Y Kaspárov?

En 2013, Kaspárov recibe una información confidencial: quieren asesinar a uno de los tres. Él decide irse de Moscú hacia Nueva York con su esposa y sus hijos; y toma una decisión muy difícil: irse sin su madre, con la que tenía una relación fuerte, vital, por la niñez huérfana del jugador. Kaspárov lo calcula bien, porque en el 2015 asesinan a Nemtsov y luego envenenan a Navalni.

El propio Kasparov protagoniza el duelo más épico jamás visto cuando se enfrenta contra la computadora Deep Blue: la creatividad del cerebro humano contra la fuerza bruta de la máquina. Tú estabas allí.

En los años noventa a todos nos gustaba que una máquina nos hiciera la declaración de la renta; pero nos estremecía que un ordenador ganara el campeón del mundo de ajedrez. No hablo de miedo, sino de terror, de auténtico pánico. Y Kaspárov se convirtió en el estandarte del género humano contra las máquinas. No exagero. Sólo hay que recordar a los titulares de prensa de los periódicos de Estados Unidos, o los anuncios de la calle en Nueva York que decían: “¿Será capaz este hombre de salvar el género humano?”. Incluso un hecho inédito describe la épica del duelo: Kaspárov, que jugaba bajo la bandera rusa contra el operador de IBM que traducía las jugadas de la computadora Deep Blue con bandera estadounidense, recibía el apoyo incondicional del público estadounidense. Nunca visto: ¡los americanos querían que ganara un ruso!

Ésta es buena. Más allá del juego, este duelo sirvió para investigar sobre la inteligencia artificial (IA).

Sí. Los padres de la informática, Claude Shannon y Alan Turing, a finales de los años cuarenta, llegan separadamente a la misma conclusión: que el ajedrez es el mejor campo de experimentación para la IA. El número de partidas diferentes en un tablero de ajedrez es mayor que el número de átomos que hay en el universo entero conocido. Hablamos de un 1 seguido con 123 ceros. Para la mente humana, esa cifra se aproxima al concepto de infinito; pero, por una máquina, se convierte en finita y, por tanto, manejable. Shannon y Turing concluyeron que, si lograban que una máquina ganase un campeón de ajedrez, el proceso científico sería tan complejo y rico que podrían aplicar todo el aprendizaje en otros campos. Y tenían razón, aunque tardaron más de lo que suponían: unos 50 años.

¿En qué campos se aplicó todo lo aprendido?
Ámbitos como el de la ciencia molecular, la fabricación de medicamentos complejos, la previsión meteorológica, las finanzas, la planificación de la agricultura, cuestiones medioambientales, etc. Pero todavía queda lo más impactante: gracias a lo aprendido en el ajedrez, se ha logrado el mayor avance en la historia de la biología: descifrar el comportamiento de las proteínas, esenciales para la vida. Los mayores expertos aseguraban que tardaríamos siglos, pero sólo hemos tardado 25 años.

Si una máquina calcula millones de jugadas en un segundo, ¿por qué fue tan difícil que los ordenadores ganaran los grandes campeones de ajedrez que carecen de la fuerza bruta de la máquina?

Una computadora, en una fracción de segundo, comprende que una dama vale 10 y un peón 1. Pero, en ajedrez, aparecen muchas excepciones y, en una gran cantidad de posiciones, la dama no vale 10 y, en cambio, un peón puede ser muy importante si, por ejemplo, domina casillas vitales. Un niño de seis años esto lo entiende en un minuto por puro sentido común. Pero, ¿Cómo programas el sentido común en una máquina? La computadora sólo entiende un lenguaje de ceros y unos; por eso, posee una fuerza sucia descomunal. El mayor éxito fue cuando los informáticos consiguieron programar en una máquina algo parecido a la intuición humana; es decir, que la computadora comprendiese el valor relativo de las piezas y fuese capaz de sacrificarlas para conseguir al final de la partida un ataque ganador. Esto fue un prodigio.

¿Quieres decir que no sacrificaba una pieza mediante un cálculo preciso y perfecto?
Exacto, lo hacía por vía intuitiva, porque eso le daba un ataque fuerte. Pero el concepto de ataque fuerte es etéreo para una máquina, no para una persona. Cuando programaron esta intuición, los ordenadores ya empezaron a jugar mejor que el campeón del mundo de ajedrez.

Tiene ironía: la computadora gana si se asemeja a nosotros. Y entonces, ¿Qué nos queda a los humanos?
La belleza del juego, que en ajedrez es hija del error. Tú y yo hacemos una partida, yo me equivoco y tú encuentras una combinación brillante que te da la victoria. Los ordenadores procesan jugadas interesantes desde una perspectiva técnica. A nosotros nos queda la belleza.

¿En qué pueden ayudar el ajedrez en la vida cotidiana?
En muchas cosas. Primero, en pensar con coherencia. Hoy, en los países más avanzados entre comillas, de vida rápida y estresante, la gente piensa cada vez menos. Suma el mal uso de las redes, la basura producida por los canales de televisión (mucha en horario infantil) y la desigualdad creciente en muchos países. Entonces, ¿Qué es mejor que un juego que instala en tu mente el hábito de pensar? Ante una situación, un proyecto o un problema, lo primero que debes hacer es pensar. Además, el ajedrez también desarrolla mucho la calidad de la autocrítica. El ajedrez es un juego sin árbitros y, si pierdes, no puedes culpar a nadie de tu derrota.

Importante, sí.

Te digo otra: el pensamiento flexible, vital hoy en día en el siglo XXI. En los últimos 25 años, el mundo ha cambiado más que en ningún otro período de la historia de la humanidad. Y cambiará más. La mitad de nuestros niños de los países avanzados ejercerán profesiones que todavía no existen, que requerirán tecnología todavía no inventada. El ajedrez desarrolla mucho la capacidad de adaptarte rápidamente a una realidad cambiante, porque, durante una partida, el reloj pierde segundos y un movimiento plantea una nueva relación entre las piezas. Son procesos cerebrales que automatizas y trasladadas a tu vida.

Las matemáticas, la música y el ajedrez son los tres ámbitos que más niños prodigio han dado. Tú en tu libro señalas también el valor de la inteligencia emocional en el ajedrez educativo.

Sí, es un tipo de inteligencia importantísima en la pedagogía del siglo XXI. He dicho antes que el ajedrez es boxeo mental, pero también es una lucha de emociones. Tienes que controlarlas durante la partida e intentar conocer las de tu contrincante para saber cómo jugar.

De hecho, hablas del ajedrez como el deporte más violento de todos y que por eso hay que dominar las emociones aún más.

Sí, porque un jugador de fútbol u otro deportista puede desahogar la tensión gritando, corriendo o saltando; pero, en el ajedrez, como mucho, puedes pasear por el escenario y poco más. Toda la tensión se acumula durante cuatro o cinco horas sobre el tablero y es necesario saber gestionarla. Primero, identificar las emociones y, después, comprender cuándo sientes angustia; o si estás demasiado confiado; o si tienes miedo al rival, si eres muy o poco prudente, etc. Todo el universo de las emociones está en juego durante una partida.

¿Y qué es lo que mejor funciona en materia educativa?
El uso interdisciplinario y transversal del ajedrez. Por ejemplo, la geometría, las matemáticas o el álgebra se explican de una manera eficaz y divertida con el ajedrez, y sin que el profesor tenga que saber jugar. La inteligencia emocional es transversal en todo el plano educativo y así los niños aprenden jugando con ellos.

¿Y cómo estamos en materia educativa?
España está a la vanguardia mundial de ajedrez educativo, a partir de lo que yo llamo el “milagro del 11 de febrero de 2015”, cuando todo el Congreso de los Diputados por unanimidad apoyó al ajedrez como herramienta educativa. En 2018, 10 de las 17 comunidades autónomas ya habían introducido el ajedrez en los horarios lectivos, de las cuales cinco lo están haciendo muy bien. Cataluña es una. De hecho, ha recibido la etiqueta de modelo de buenas prácticas para el resto del mundo.

¿Y cómo valoran los propios maestros y educadores el ajedrez educativo?
Cuando se dan cuenta de que el ajedrez funciona tan bien de forma transversal e interdisciplinaria, llegan a la conclusión de que el juego debe tener su propia hora lectiva, con objetivos pedagógicos apropiados a cada etapa, sea infantil, primaria o secundaria. Y es muy importante hacerlo así.

En comparación con los hombres, ¿por qué hay tan pocas mujeres jugadoras de ajedrez? Es un misterio analizado a lo largo de la historia del ajedrez. Señalas que existen dos grandes teorías avaladas por estudios científicos sobre esta cuestión: la primera afirma que las mujeres están menos dotadas para ámbitos cuantitativos (matemáticas, física, ingeniería…). La segunda, que ambos sexos nacen con el mismo potencial intelectual, pero que, por circunstancias socioculturales (discriminación social), muchas mujeres no se dedican a dichos ámbitos.

Es una pregunta importante, sí. ¿Por qué por cada mujer que juega al ajedrez, hay entre 7 y 14 hombres? ¿Y por qué ocurre esto en un deporte donde la fuerza bruta no sirve para nada? El ajedrez, en la inmensa mayoría de los países, tiene un sello de masculinidad. Según algunos estudios científicos, hay diferencias entre un cerebro masculino y uno femenino: existen porque las hormonas son diferentes. Lo que no se sabe es hasta qué punto son distintas. Sin embargo, hay que investigar más y, desde una perspectiva rigurosamente científica, dejar abierta la posibilidad de que un sexo esté más capacitado que otro para determinadas actividades, y al revés. Ahora bien, ante tu pregunta, yo diría que es más por una razón educativa que genética.

Tú lo expresas con una frase: las mujeres, si quieren, pueden jugar tan bien como los hombres; pero, normalmente, no quieren.

Es un hecho (otra cosa es explicarlo) que, cuando se llega a la pubertad, el número de niñas que abandonan el ajedrez es muy grande, más que el de niños. Y ocurre justo cuando existe la explosión hormonal propia de la edad. Para la mayoría de niños de esta edad, convertirse en lo mejor en alguna actividad suele ser una prioridad. En cambio, para la mayoría de niñas de esa edad, no lo es. Suelen tener otras prioridades como, por ejemplo, ampliar su círculo social.

Tú haces una lista de las grandes jugadoras de la historia del ajedrez y entre ellas destacas Judit Polgar, la más importante, considerada la mejor jugadora de ajedrez de la historia, la única mujer que ha conseguido estar entre los 10 primeros jugadores de la clasificación mundial.
Exacto. Judit Polgar y sus hermanas, también grandes jugadoras de ajedrez, tuvieron pubertad, una enorme inundación de progesterona en los cerebros y, en cambio, no dejaron de jugar al ajedrez. Y, además, lograron resultados impresionantes.

Cuentas una escena de cómo Judit Polgar sembraba el pánico entre los grandes jugadores de ajedrez. Y cómo éstos se extrañaban de ver a una mujer compitiendo por el campeonato mundial.

Yo fui educado en la España franquista, y, cuando jugaba torneos internacionales y me enfrentaba a una mujer, yo sentía una presión enorme que yo mismo me infundía, como si por la educación que yo había recibido fuera inconcebible perder con una mujer. Me duró poco, porque, al igual que el nacionalismo se cura viajando, el machismo, también. En una dosis mayor o menor, el machismo es universal. Y, en ajedrez, más aún, porque siempre ha sido un mundo muy masculino, con pocas mujeres. La irrupción de Judit Polgar fue una revolución total en los torneos de élite. Ella era capaz de ganar incluso al campeón del mundo. Por último, cuando los grandes jugadores se acostumbraron, la aceptaron como uno más del grupo, pero duró algunos años.

Hablemos de la famosa serie Gambito de dama. Una jugadora de ajedrez como protagonista. Ha generado mucho interés por el ajedrez.
En Gambito de dama hay aspectos positivos, pero hay algo que no me gusta: la protagonista no pierde ni una sola partida hasta que la gana el campeón estadounidense. Esto es absolutamente imposible por muy grande que sea tu talento, incluso si eres el mejor jugador de la historia. Es imposible que nadie gane hasta que pierdes con el campeón. Ofrece un mensaje muy negativo, especialmente para niños.

¿Cuál?
Vivimos en una sociedad en la que parece que si pulsas un botón consigues lo que quieres. Es muy importante enseñar a los niños que cuantas más veces caigan, más veces se levantarán y más habrán aprendido de estas caídas. Si no subrayamos este mensaje, crearemos una sociedad de personas muy blandas. A veces me invitan a torneos de niños y cuando quieren que hable, antes de jugar, les digo que algunos de ellos estarán muy contentos cuando ganen, y otros, muy tristes cuando pierdan. Pero, en ajedrez, contrariamente a otros deportes, la suerte no influye, y que si pierden se pregunten por qué han perdido. Así, habrán aprendido algo útil para la próxima partida y, sobre todo, para la vida, fuera del ajedrez.

Hablemos de ajedrez y salud. Para disfrutar de los beneficios del ajedrez, ¿no es necesario ser un profesional, ¿verdad?
Hay dos planos distintos que se confunden. Muchas personas piensan que el ajedrez es para gente muy inteligente. Es un pensamiento erróneo, ya que equipara a un profesional del maratón con una persona a la que le gusta correr a veces. Lo mismo ocurre con el ajedrez. Hay un proverbio hindú que dice que el ajedrez es un mar inmenso, donde un mosquito bebe y un elefante se baña. Para disfrutar del ajedrez, basta con ser un mosquito; no es necesario ser un elefante.

¿Qué beneficios tiene la práctica del ajedrez en materia de salud?
Hay suficientes evidencias científicas que permiten afirmar que la práctica frecuente de ajedrez a lo largo de la vida ralentiza el envejecimiento cerebral y, por tanto, el alzhéimer o la demencia senil. España tiene la segunda esperanza de vida más alta después de Japón y quizás hacia el año 2040 será aún más alta. Nuestros abuelos ya habían asumido que era necesario realizar ejercicio físico. Pero, ahora, comprendemos que también debemos practicar alguna gimnasia mental, y el ajedrez, no es la única, pero sí la mejor según la ciencia.

¿Por qué al ajedrez, metáfora de la inteligencia, considerado por muchos un juego, un deporte e incluso un arte, le ha faltado visibilidad?
Al ajedrez les ha pasado igual que al balonmano. El balonmano tenía raíces escandinavas y eslavas, y no se cuidó su marketing. El ajedrez era una pasión popular en la URSS, pero sin ningún interés por la imagen y la comunicación. Ahora, esto ha cambiado. Cuando el joven Magnus Carlsen, actual campeón del mundo, firmó un contrato con la marca de ropa juvenil G-Star, tuvo que realizar sesiones fotográficas, entrevistas, fiestas, etc. Y esto ha llevado al ajedrez a ámbitos donde antes no habían llegado.

Por cierto, una curiosidad para acabar: las aperturas en el ajedrez son los primeros movimientos de una partida. Hay un montón, algunas muy famosas como la apertura italiana, la española, la escocesa, etc. Pero existe también la apertura catalana. ¿Es buena para jugar?
Sí. La apertura española y la catalana están entre las más antiguas y todavía están vigentes, de las más utilizadas hoy en día. De la española, hace cuatro siglos, y de la catalana, más de cien años. Son dos concepciones diferentes del ajedrez que muestran su época. La defensa española tiene que ver con la época romántica y lo más importante es hacer jaque mate al rey, lo más rápido posible. En cambio, la apertura catalana es un bombardeo: en lugar de ocupar el centro con los peones desde el minuto uno, presionas el centro del tablero de lejos e invitas a tu rival a tomar el centro para atacarle después.

Leontxo García Periodista y divulgador del ajedrez 

Traducción: Josep M. Gil

lunes, 10 de agosto de 2015

Decenas de medallistas olímpicos, bajo sospecha de dopaje. Un informe de la Federación de Atletismo filtrado a la prensa cuestiona a más de 800 atletas, 55 de ellos ganadores de títulos en los Juegos

12.000 análisis de sangre de 5.000 atletas. Es la base de datos de la IAAF (Federación Internacional de Atletismo, en sus siglas inglés) a la que ha tenido acceso la cadena de televisión alemana ADR y el periódico británico The Sunday Times. Una bomba que puede estallar hasta convertirse en el mayor escándalo de dopaje, a dos semanas del comienzo de los Mundiales de Atletismo de Pekín. Los datos a los que han tenido acceso los dos medios de comunicación han sido analizados, previo consejo de las mismas personas que se los filtraron, por dos de los mejores expertos en temas antidopaje, los científicos Robin Parisotto y Michael Ashenden. Este último asegura que muestran que el atletismo está en la misma “posición diabólica” que el ciclismo durante la época de Lance Armstrong, cuando, según las autoridades estadounidenses, el equipo de este “puso en marcha el programa de dopaje más sofisticado, profesionalizado y exitoso que el deporte haya conocido en su historia”.

La base de datos revela que un tercio de las medallas de los Juegos y Mundiales disputados entre 2001 y 2012 fueron conseguidas por atletas cuyos análisis hemáticos muestran valores sospechosos. Es decir, apuntan al posible consumo de sustancias ilegales para mejorar su rendimiento. Las medallas que están bajo sospecha son 146, 55 de ellas de oro. Los datos también revelan que más de 800 atletas tienen valores “altamente sospechosos de dopaje o cuanto menos anormales”. Entre ellos no figuran Usain Bolt y Mo Farah, este último recientemente ha sido sometido a un interrogatorio por miembros de la agencia antidopaje de EE UU debido a su relación con el entrenador Alberto Salazar, en la diana de diversas investigaciones por suministrar presuntamente sustancias prohibidas.

Los datos divulgados apuntan a que 10 de las medallas de los Juegos de Londres fueron logradas por atletas con valores hemáticos dudosos. Rusia, según las informaciones periodísticas, se convierte en el epicentro mundial de las sospechas ya que más del 80% de sus atletas habrían ganado medallas de forma dudosa. El diario británico señala que 415 de los sospechosos son atletas rusos y 77 kenianos. Las federaciones de ambos países han negado las acusaciones, que atribuyen a una “campaña de difamación”. Hay un incremento, siempre según el informe, de las transfusiones de sangre y de la utilización de mini-dosis EPO para aumentar la cantidad de los glóbulos rojos, los que transportan el oxigeno y permiten así aumentar la resistencia.

Una fuente de la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) ha confirmado a este periódico que la IAAF tenía conocimiento desde hace años que en la base de datos había valores hemáticos anormales pero que no actuó. Y que ahora, siempre según la misma fuente, se escuda en que la mayoría de esos datos son anteriores al pasaporte biológico. Este es obligatorio desde el 1 de diciembre de 2009; mientras que los datos hacen referencia a un periodo de tiempo más amplio (2001-2012).

Pasaporte biológico
Fuentes próximas a la IAAF explicaron que la base de datos fue utilizada para las investigaciones que permitieron poner en marcha el pasaporte biológico. Y que una vez que este entró en vigor, los análisis facilitaron destapar algunos casos de dopaje. El pasaporte biológico, que recoge y almacena todos los datos sobre las propiedades y las variables en la sangre de los atletas, fue introducido, precisamente, para determinar los valores hemáticos naturales y no tener que esperar que apareciera una anomalía para sospechar de la conducta de los atletas.

La IAAF admite la veracidad de los informes difundidos, pero señala que se trata de “datos médicos confidenciales y privados que han sido obtenidos sin consentimiento”, por lo que amenaza con acciones legales. La federación, con todo, se declara “consciente de que se han formulado graves acusaciones sobre la integridad y competencia de su programa antidopaje”. El presidente de la AMA, Craig Reedie, mostró su alarma ante el escándalo. "Estas acusaciones requieren un análisis exhaustivo para determinar si ha habido incumplimientos en virtud del Código Mundial Antidopaje y, si es así, qué acciones tomar por la AMA o por otros organismos", aseguró Reedie. Sebastian Coe, presidente del comité organizador de los Juegos de Londres y candidato a presidir la IAAF, dijo: "Sé que la IAAF se toma muy en serio este tipo de acusaciones y habrá una respuesta detallada sobre este asunto".
http://deportes.elpais.com/deportes/2015/08/02/actualidad/1438514432_064182.html?rel=lom

Un documental alemán ya apuntó en esa dirección

La cadena de televisión alemana ADR emitió el pasado mes de diciembre un documental sobre métodos de dopaje y prácticas corruptas alrededor de la recogida de muestras y la gestión de los resultados. Se apuntaba a la ineficaz tramitación de procesos antidopaje que implicaban a Rusia, la IAAF, atletas, entrenadores, médicos, así como al laboratorio acreditado con sede en Moscú y a la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada). Eso condujo a la formación de una Comisión Independiente, presidida por el presidente de fundación de la AMA, Dick Pound, para investigar la veracidad de las revelaciones.
“Dada la naturaleza de las acusaciones, que son una continuación de otras realizadas en diciembre de 2014 por la misma cadena televisiva, vamos a enviar el documental a una Comisión Independiente de la AMA para una investigación en profundidad”, afirmó ayer Reedie, presidente de la AMA, a través de un comunicado. De la anterior investigación independiente para investigar las acusaciones no se ha sabido nada.

domingo, 9 de agosto de 2015

Adelgazar caminando: ¿a partir de cuántos pasos se pierden kilos? Según los expertos, el número de zancadas, los kilómetros recorridos y la velocidad son factores clave del 'power walking'. También en la playa

Parece que se nos está bajando la fiebre del running. No es que estemos viviendo el declive de una moda pasajera, ni mucho menos, pero sí es cierto que está perdiendo fuelle en favor del power walking. Y es que, aunque correr es una de las actividades físicas más completas, "su práctica tiene un inconveniente con un claro poder disuasorio: el impacto reiterado que sufre el cuerpo", explica Helena Olsson, entrenadora personal de Prorunners. Este obstáculo es una de las principales razones por las que poco a poco caminar le está restando adeptos al running. Ya que, "el impacto es mucho menor, debido a que el centro de masas no asciende tanto como al correr y a que la velocidad es inferior", apunta Olsson.

Así que, si a esta ventaja le sumamos la posibilidad de adelgazar sin el esfuerzo que supone correr, muchos habrán encontrado, por fin, el ejercicio que buscaban para estar en forma y, al mismo tiempo, perder esos dos kilos de los que querían deshacerse desde hace tiempo.

 Camine como si tuviera prisa
 Aunque caminar pueda ser la respuesta a las plegarias de muchos, es una respuesta con matices. Y en este caso, dos de ellos son fundamentales: el número de pasos y la cadencia con que se dan. Así, el National Center for Biotechnology Information fija en 10.000 pasos el mínimo exigible para que esta actividad física se traduzca en beneficios significativos para la salud. Lo que se traduce, dependiendo de la zancada de cada uno (la media está en 75 cm), en aproximadamente 8 Km. Pero, además de recorrer esa distancia o caminar 10.000 pasos, si queremos adelgazar, deberíamos hacerlo a un ritmo moderado, que según el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM), para un adulto sería entre los 4,8 Km/h y los 6,4 Km/h.

De este modo, ya se puede empezar a hablar de estar quemando calorías. Pero, ¿cuántas? Según Olsson, la respuesta no es sencilla, ya que "cualquier actividad física tiene un gasto calórico que varía en función de varios factores: la intensidad, el sexo y la condición física del que la practica, el peso o la masa magra, entre otros". Sin embargo, a modo orientativo podemos tener en cuenta los datos que revela un estudio elaborado por el ACSM, en el que se dice que un hombre que recorre 1.600 metros quema entre 124 y 88 calorías, mientras que una mujer, entre 105 y 74.

¿Bajar peso o eliminar masa grasa?
Aunque lo parezca, no es lo mismo. La entrenadora nos recuerda que "es posible perder dos kilos en una misma sesión de entrenamiento. Sin embargo, serán en su mayor parte líquido, el cual repondremos rápidamente con una correcta hidratación. Por eso, lo mejor sería hablar de pérdida de un porcentaje de masa grasa corporal y no de peso".

Puestos los puntos sobre las íes, para perder esos kilos, Olsson aconseja hacerlo "de forma progresiva y controlada, sin olvidar una dieta equilibrada y una buena hidratación". Para ello, es imprescindible caminar con regularidad (tres o cuatro veces por semana) y combinar esta actividad con ejercicios de fuerza general donde los gestos sean amplios y controlados. Y es que, "si queremos consumir más calorías en un mismo margen de tiempo, tendremos que realizar cambios de ritmo en nuestra marcha o incorporar algunos ejercicios donde se implique la mayor musculatura posible", apunta.

Por la arena, máximo 10 minutos
Una buena forma de hacer que intervengan más músculos es caminando sobre la arena de la playa, lo cual "es una actividad que tonifica mucho más que andar sobre el asfalto o la tierra, ya que es más exigente a nivel muscular", asegura Soraya Casla, doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Sin embargo, si ha pensado en aprovechar estos días de vacaciones en la costa para "dar el primer paso" en esto del power walking, tenga en cuenta que "si no está acostumbrado, es mejor comenzar con 5 o 10 minutos y combinar la arena con el asfalto para que los músculos no se sobrecarguen y evitar lesiones", advierte la experta.

En cuanto a si es mejor caminar descalzo o con zapatillas, Casla asegura que "hacerlo descalzo es muy bueno para fortalecer la planta del pie. Sin embargo, al estar acostumbrados a llevar el pie completamente protegido, puede resultar muy agresivo para la musculatura". Razón por la cual, "lo ideal es no caminar más de 10 minutos sobre la arena seca, 20 minutos en el caso de la arena mojada y no más de 30 sobre el césped", concluye.

Sume pasos mientras hace la compra
Según la American Heart Association caminar al menos 10.000 pasos diarios comporta numerosos beneficios para nuestra salud cardiovascular. Motivo suficiente para empezar a contar. Pero, ¿cómo llevar la cuenta? Si pudiera contabilizar sus pasos desde que pone un pie en el suelo, se dirige a la oficina, camina por el supermercado, callejea y vuelve a casa, se percataría de cómo hay multitud de desplazamientos con los que uno no cuenta y que pasan a engrosar nuestro cómputo particular de pasos diarios. Una tediosa tarea que millones de personas han delegado en los podómetros: artilugios electrónicos o aplicaciones para móviles que ofrecen mucho más que datos, ya que la mayoría de ellos son capaces de monitorizar totalmente nuestra actividad física, recopilando información, pero también analizándola y proponiendo objetivos y planes de acción. Actualmente podemos encontrar en el mercado muchos en forma de pulsera, como la popular Jawbone que permite monitorizar el ejercicio físico que se realiza, fijar metas o registrar lo que se come o las horas que se duerme. Por su parte, Fitbit informa durante el día sobre la distancia recorrida, los pasos dados y las calorías quemadas y, por la noche, controla la calidad del sueño.

Si prefiere que sea su teléfono móvil el que lleve la cuenta, una de las aplicaciones más descargadas es Endomondo, utilizada por más de 25 millones de personas en todo el mundo. Y es que esta app no solo recopila y almacena información sobre su actividad, también analiza su rendimiento, propone desafíos y publica los progresos en las redes sociales. Por su parte, Runtastic Pedometer es otra de las app mejor valoradas. Ambas están disponibles para Android y iPhone.
http://elpais.com/elpais/2015/07/30/buenavida/1438263043_959659.html

jueves, 25 de junio de 2015

Seis claves para ser feliz, según la Universidad de Harvard. Existe una asignatura sobre la dicha en el prestigioso centro educativo. "La alegría también se aprende, como el golf o el esquí"

Cada vez parece más claro que la nueva fiebre del oro no tiene que ver con hacerse millonario ni con encontrar la fuente de la eterna juventud. El tesoro más codiciado de nuestros tiempos es  atesorar felicidad,  un concepto abstracto, subjetivo y difícil de definir, pero que está en boca de todos. Incluso es materia de estudio en la prestigiosa Universidad de Harvard.

Durante varios años, algunos de los estudiantes de Psicología de esta universidad americana han sido un poco más felices, no solo por estudiar en una de las mejores facultades del mundo, sino porque, de hecho, han aprendido a través de una asignatura. Su profesor, el doctor israelí  Tal Ben-Shahar, es experto en Psicología Positiva, una de las corrientes más extendidas y aceptadas en todo el mundo y que él mismo define como “la ciencia de la felicidad”. De hecho, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al golf: con técnica y práctica.

Con su superventas  Being Happy y sus clases magistrales, los principios extraídos de los estudios de Tal Ben Shahar han dado la vuelta al mundo bajo el lema de “no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz”. El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, “te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas”.

Aunque por su clase de Psicología del Liderazgo (Psychology on Leadership) han pasado más de 1.400 alumnos, aún así cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Alguna vez se tiene suficiente felicidad? "Es precisamente la expectativa de ser perfectamente felices lo que nos hace serlo menos”, explica.

Estos son sus seis consejos principales para sentirse afortunado y contento:

1. Perdone sus fracasos.
Es más: ¡celébrelos! “Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el experto. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Ya en el año 1992, Mauger y sus colaboradores estudiaron los efectos del perdón, encontrando que los bajos niveles de este hacia uno mismo se relacionaban con la presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.

2. No dé lo bueno por hecho: agradézcalo.
Cosas grandes y pequeñas. "Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista".

3. Haga deporte.
Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad, porque en realidad son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer, según detalla el entrenador de easyrunning y experto corredor Luis Javier González.

4. Simplifique, en el ocio y el trabajo.
“Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, propone Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Y no se refiere solo al trabajo, sino también al área personal y al tiempo de ocio: “Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”.

5. Aprenda a meditar.
Este sencillo hábito combate el estrés. Miriam Subirana, doctora por la Universidad de Barcelona, escritora y profesora de meditación y mindfulness, asegura que “a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”. El profesor de Harvard añade que es también un momento idóneo para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo, aunque  no hay consenso en que el optimismo llegue a garantizar el éxitosí le aportará un grato momento de paz.

6. Practique una nueva habilidad: la resiliencia.
La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Esto se conoce como locus de control o "lugar en el que situamos la responsabilidad de los hechos", un término descubierto y definido por el psicólogo Julian Rotter a mediados del siglo XX y muy investigado en torno al carácter de las personas: los pacientes depresivos atribuyen los fracasos a sí mismos, y el éxito, a situaciones externas a su persona; mientras que la gente positiva tiende a colgarse las medallas, y los problemas, “casi mejor que se los quede otro”. Sin embargo, así perdemos la percepción del fracaso como "oportunidad", que tiene mucho que ver con la resiliencia, un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que viene prestado originariamente de la Física y de la Ingeniería, con el que se describe la capacidad de un material para recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. "En las personas, la resiliencia trata de expresar la capacidad de un individuo para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, o situaciones potencialmente traumáticas, y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos” ("No tira la toalla" "Conmigo no han podido"), afirma el médico psiquiatra Roberto Pereira, director de la Escuela Vasco-Navarra de Terapia Familiar.



Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/06/16/buenavida/1434480172_001091.html