Un programa radial italiano hablando sobre la revolución en curso de Islandia es un ejemplo impresionante de lo poco que nuestros medios de comunicación nos dice sobre el resto del mundo. Los estadounidenses pueden recordar que al inicio de la crisis financiera de 2008, Islandia, literalmente, se declaró en quiebra. Las razones se mencionan sólo de pasada, y desde entonces este miembro poco conocido de la Unión Europea volvió a caer en el olvido. Como los países europeos caen uno tras otro, poniendo en peligro el euro, con repercusiones para todo el mundo, la última cosa que los poderes desean es que el caso de Islandia se convierta en un ejemplo. He aquí por qué:
Cinco años de un régimen puramente neoliberal había hecho de Islandia, (población de 320.000 personas, sin ejército), uno de los países más ricos del mundo. En el año 2003 todos los bancos del país se privatizaron y en un esfuerzo por atraer inversionistas extranjeros ofrecieron préstamos en línea, cuyos costos mínimos les permitió ofrecer tasas relativamente altas de rendimiento. Las cuentas, llamadas “Icesave”, atrajeron a muchos pequeños inversores ingleses y holandeses. Pero a medida que las inversiones crecieron también lo hizo la deuda de los bancos extranjeros. En 2003 la deuda de Islandia era igual a 200 veces su PIB, pero en 2007 fue del 900 por ciento. La crisis mundial financiera de 2008 fue el golpe de gracia. Los tres principales bancos islandeses, Landbanki, Kapthing y Glitnir, quebraron y fueron nacionalizados, mientras que la corona perdió el 85% de su valor con respecto al Euro. Al final del año Islandia se declaró en bancarrota.
Contrariamente a lo que se podría esperar, la crisis dió lugar a la recuperación de los derechos soberanos de los islandeses, a través de un proceso de democracia directa participativa que finalmente condujo a una nueva Constitución. Pero sólo después de mucho dolor.
Geir Haarde, el Primer Ministro de un gobierno de coalición socialdemócrata, negoció 2.100.000 dólares de préstamo, a lo que los países nórdicos agregaron otros 2.500.000. Sin embargo, la comunidad financiera extranjera presionaba a Islandia para imponer medidas drásticas. El FMI y la Unión Europea querían hacerse cargo de su deuda, alegando que era el único camino para que el país pague la deuda a Holanda y Gran Bretaña, que habían prometido reembolsarla a sus ciudadanos.
Las protestas y los disturbios continuaron y, finalmente, obligaron al gobierno a renunciar. Las elecciones se adelantaron a abril de 2009, resultando una coalición de izquierda que condenaba el sistema económico neoliberal, pero de inmediato cedió a sus demandas de que Islandia debía pagar un total de 3.500.000 euros. Esto requiere que cada ciudadano islandés abone 100 euros al mes (o alrededor de 130 dólares) durante 15 años, el 5,5% de interés, para pagar una deuda contraída por el sector privado vis a vis. Fue la gota que colmó el vaso.
Lo que sucedió después fue extraordinario. La creencia de que los ciudadanos tenían que pagar por los errores de un monopolio financiero, que a toda una nación se le debe imponer el pagar las deudas privadas se hizo añicos, se transformó la relación entre los ciudadanos y sus instituciones políticas y, finalmente, condujo a los líderes de Islandia al lado de sus electores . El Jefe del Estado, Olafur Ragnar Grimsson, se negó a ratificar la ley que hace a los ciudadanos de Islandia responsables de sus deudas bancarias y aceptó las llamadas a un referéndum.
Por supuesto la comunidad internacional sólo aumentó la presión sobre Islandia. Gran Bretaña y Holanda, amenazaron con represalias terribles de aislar al país. Como los islandeses fueron a votar, los banqueros extranjeros amenazaron con bloquear cualquier ayuda del FMI. El gobierno británico amenazó con congelar los ahorros islandeses y cuentas corrientes. Como dijo Grimsson: “Nos dijeron que si nos negábamos a las condiciones de la comunidad internacional, nos convertirían en la Cuba del Norte. Pero si hubiéramos aceptado, nos habrían convertido en el Haití del Norte. “(¿Cuántas veces he escrito que cuando los cubanos ven el estado lamentable de su vecino, Haití, pueden considerarse afortunados?)
En el referéndum de marzo 2010, el 93% votó en contra de la devolución de la deuda. El FMI inmediatamente congeló sus préstamos. Pero la revolución (aunque no se televisó en los Estados Unidos), no se dejará intimidar. Con el apoyo de una ciudadanía furiosa, el gobierno inició investigaciones civiles y penales de los responsables de la crisis financiera. Interpol emitió una orden de detención internacional del ex presidente de Kaupthing, Sigurdur Einarsson, así como de otros banqueros implicados que huyeron del país.
Pero los islandeses no se detuverin allí: se decidió redactar una nueva constitución que libera al país del poder exagerado de las finanzas internacionales y el dinero virtual. (La que estaba en vigor se había escrito en en momento en que Islandia se independizó de Dinamarca, en 1918, la única diferencia con la Constitución danesa es que la palabra “presidente” fue sustituida por la de “rey”.)
Para escribir la nueva constitución, el pueblo de Islandia eligió a veinticinco ciudadanos de entre 522 adultos que no pertenecen a ningún partido político, pero recomendados por lo menos por treinta ciudadanos. Este documento no fue obra de un puñado de políticos, pero fue escrito en Internet. Las reuniones de los Constituyente se transmitieron on-line, y los ciudadanos podían enviar sus comentarios y sugerencias, asistiendo al documento, que tomaba forma. La Constitución, que eventualmente surje de este proceso democrático participativo, sería presentada al Parlamento para su aprobación después de las próximas elecciones.
Algunos lectores recordarán el colapso agrario de Islandia del siglo IX que apareció en el libro de Jared Diamond, con el mismo nombre. Hoy en día, este país se está recuperando de su colapso financiero en formas que son del todo contrarias de las que generalmente se consideraban insolayables, como confirmó ayer la nueva jefe del FMI, Christine Lagarde, a Fareed Zakaria. Al pueblo de Grecia le han dicho que la privatización de su sector público es la única solución. Y los de Italia, España y Portugal se enfrentan la misma amenaza.
Se debe mirar a Islandia. Negarse a someterse a los intereses extranjeros, ese pequeño país indicó claramente que el pueblo es soberano. Es por eso que no está en la noticias.
Fuente:http://www.dailykos.com/story/2011/08/01/1001662/-Icelands-On-going-Revolution Traducido por Arielev Tomado de: http://sleepwalkings.wordpress.com/2011/08/24/la-revulucion-en-curso-de-islandia/
Deena Stryker, Daily Kos
(Foto del autor de la ría de Baiona, en marea baja, desde el paseo)
domingo, 28 de agosto de 2011
Más sobre impuestos e injusticia recaudadora, ¿por qué pagan más los más débiles?: Las pruebas del delito
Warren E. Buffet, el tercer hombre más rico del mundo, ha declarado y denunciado públicamente la injusticia fiscal que cometen los Gobiernos en favor de las personas y empresas más poderosas y ricas. En un gesto de dignidad que le honra (no me importan sus motivos), pide que se deje de "mimar" a los millonarios, incluso plantea que algunos de esos multimillonarios aceptarían gustosos contribuir mucho más en su país. También destaca que el 80% de los ingresos fiscales en Estados Unidos provienen de tasas sobre las nóminas de los trabajadores. Junto a Buffet, se han posicionado empresarios y grandes fortunas francesas.
La otra noticia que está en la misma línea, la protagonizan y firman los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que no solo nos dicen a nosotros, sino también al Gobierno español que las grandes fortunas y empresas españolas evadieron al fisco 42.711 millones de euros en el 2010, representando el 71,8% del total del fraude en este país.
Después de leer estas informaciones, yo creo que habría que plantear varias preguntas: ¿A ningún dirigente ni Gobierno se le cae la cara de vergüenza? ¿Nadie tiene nada que decir? ¿Nadie tiene nada que preguntar? ¿Cómo es posible que los Gobiernos para combatir la crisis lleven tres años haciendo continuos recortes sociales o creando tasas e impuestos a los sectores más desfavorecidos, sin pedir un esfuerzo contributivo proporcional a las grandes fortunas y las grandes empresas? ¿Cómo es posible que la lucha contra el fraude no esté priorizada en combatir el fraude fiscal o las evasiones de capital en las altas esferas, siendo que representan el 72% del total?
Solo me quedaría plantear una última pregunta, ¿alguien necesita más pruebas del delito que han cometido nuestros dirigentes y Gobiernos, al generar una tremenda injusticia social, favoreciendo a los poderosos y a ellos mismos, a costa de exprimir y sacrificar a los más débiles? JOSÉ LUIS REQUELME ARNEDO - Zaragoza - El País, 28/08/2011 (Foto desde el Museo en las ruinas de Bolonia, se ve la playa, el mar azul, el paso del estrecho por un carguero y al fondo África con la cordillera del Atlas.)
La otra noticia que está en la misma línea, la protagonizan y firman los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que no solo nos dicen a nosotros, sino también al Gobierno español que las grandes fortunas y empresas españolas evadieron al fisco 42.711 millones de euros en el 2010, representando el 71,8% del total del fraude en este país.
Después de leer estas informaciones, yo creo que habría que plantear varias preguntas: ¿A ningún dirigente ni Gobierno se le cae la cara de vergüenza? ¿Nadie tiene nada que decir? ¿Nadie tiene nada que preguntar? ¿Cómo es posible que los Gobiernos para combatir la crisis lleven tres años haciendo continuos recortes sociales o creando tasas e impuestos a los sectores más desfavorecidos, sin pedir un esfuerzo contributivo proporcional a las grandes fortunas y las grandes empresas? ¿Cómo es posible que la lucha contra el fraude no esté priorizada en combatir el fraude fiscal o las evasiones de capital en las altas esferas, siendo que representan el 72% del total?
Solo me quedaría plantear una última pregunta, ¿alguien necesita más pruebas del delito que han cometido nuestros dirigentes y Gobiernos, al generar una tremenda injusticia social, favoreciendo a los poderosos y a ellos mismos, a costa de exprimir y sacrificar a los más débiles? JOSÉ LUIS REQUELME ARNEDO - Zaragoza - El País, 28/08/2011 (Foto desde el Museo en las ruinas de Bolonia, se ve la playa, el mar azul, el paso del estrecho por un carguero y al fondo África con la cordillera del Atlas.)
Cambios en la Constitución
¿Por qué se han dado tanta prisa el Gobierno y el Partido Popular en realizar un cambio en la Constitución? El Parlamento prácticamente está disuelto, ya que se han convocado elecciones para dentro de tres meses. Qué raro que PP y PSOE, que casi nunca se ponen de acuerdo en nada, tengan tanta prisa.
¿Por qué se escandalizan tanto cuando en la Constitución española el artículo 92 dice textualmente: "Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos"? ¿A qué viene ese miedo a los ciudadanos, si solo reclamamos que se cumpla la Constitución, aunque también estamos acostumbrados a que no se cumplan los artículos 35, el deber y el derecho a un trabajo, o el 47, sobre el derecho a una vivienda? Si creen que es tan buena idea queremos un referéndum, pero también queremos que en este se pueda opinar sobre monarquía o república, la desaparición de las diputaciones o el copago sanitario.
Tenemos derecho, aunque los dos partidos mayoritarios se escandalicen de ello. Cuando un Gobierno tiene miedo a lo que el pueblo, con todo su derecho, pueda opinar, es que hay gato encerrado. MANUEL ARRIAZA ADAME - Barcelona - El País, 28/08/2011 (Foto, playa de la barrosa, Chiclana, agosto 2011)
¿Por qué se escandalizan tanto cuando en la Constitución española el artículo 92 dice textualmente: "Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos"? ¿A qué viene ese miedo a los ciudadanos, si solo reclamamos que se cumpla la Constitución, aunque también estamos acostumbrados a que no se cumplan los artículos 35, el deber y el derecho a un trabajo, o el 47, sobre el derecho a una vivienda? Si creen que es tan buena idea queremos un referéndum, pero también queremos que en este se pueda opinar sobre monarquía o república, la desaparición de las diputaciones o el copago sanitario.
Tenemos derecho, aunque los dos partidos mayoritarios se escandalicen de ello. Cuando un Gobierno tiene miedo a lo que el pueblo, con todo su derecho, pueda opinar, es que hay gato encerrado. MANUEL ARRIAZA ADAME - Barcelona - El País, 28/08/2011 (Foto, playa de la barrosa, Chiclana, agosto 2011)
sábado, 27 de agosto de 2011
Los ricos, algunos, quieren pagar más impuestos
¿Hasta qué punto se habrán hecho mal las cosas, para que hayan tenido que ser los ricos los que pidan públicamente que les suban los impuestos? ¿Hasta qué punto los Gobiernos han hecho políticas nefastas, favoreciendo a las grandes fortunas y asfixiando a las clases bajas y medias?
Estos días es noticia que 16 directivos de grandes empresas francesas y el adinerado filántropo estadounidense, Warren Buffet, están sugiriendo a sus Gobiernos que les suban los impuestos para superar esta difícil coyuntura económica.
Los ricos, que no son tontos, se han dado cuenta de que la locomotora económica está a punto de pararse, y, por ello, están dispuestos a poner combustible por su cuenta para que la máquina de ganar dinero no se pare. Así es de simple. Lo lamentable es que la iniciativa haya tenido que partir de los grandes capitales y no de los ineptos políticos que tenemos en Occidente, que cada vez representan peor a la ciudadanía.
Estos días es noticia que 16 directivos de grandes empresas francesas y el adinerado filántropo estadounidense, Warren Buffet, están sugiriendo a sus Gobiernos que les suban los impuestos para superar esta difícil coyuntura económica.
Y es que es de cajón. Si un obrero pierde el empleo, o pierde paulatinamente poder adquisitivo y le fríen a impuestos, ¿Cómo va consumir para que los poderes económicos puedan seguir obteniendo beneficios? Si alguien tiene un burro de carga, y cada día le va recortando un poco el pienso, a la vez que le va aumentando la carga, ¿Cómo sobrevivirá el burro? ¿Adónde irán las ganancias del amo si el burro muere por inanición o revienta? Mal negocio para los dos, ¿verdad? Pues eso. O buscamos la equidad o esto se va al carajo.
Los ricos, que no son tontos, se han dado cuenta de que la locomotora económica está a punto de pararse, y, por ello, están dispuestos a poner combustible por su cuenta para que la máquina de ganar dinero no se pare. Así es de simple. Lo lamentable es que la iniciativa haya tenido que partir de los grandes capitales y no de los ineptos políticos que tenemos en Occidente, que cada vez representan peor a la ciudadanía.
PEDRO SERRANO - Valladolid - El País, 26/08/2011
La investigación, subordinada al mercado
La ciencia no tiene por qué ser inmediatamente útil; a lo que sí está obligada es a ensanchar el campo del conocimiento humano. Lo curioso es que se acepta ahora como 'única' política pública un modelo conservador.
Durante los primeros siglos de la ciencia moderna, su cultivo solía corresponder a caballeros de posibles, bien por su patrimonio familiar o por algún generoso mecenazgo. Ocurría también que el sabio podía obtener alguna sinecura regia, que le permitía dedicarse a su pasión secreta de escudriñar lo desconocido e inexplicado.
A medida que la ciencia se fue desarrollando y empezó a descubrir fenómenos y objetos que podían reportar alguna utilidad e incluso algún beneficio económico, la actividad de los sabios dejó de ser una ocupación de excéntricos visionarios para convertirse en una posible fuente de soluciones a problemas reales y en una herramienta útil a la sociedad y al poder.
Cuando Galileo presentó su recién construido telescopio al senado de la república de Venecia, en 1609, a los senadores les impresionó tanto que desde el campanile de San Marcos se pudiera ver Murano como si estuviese al lado, que lo hicieron fijo en su cátedra de Padua y le doblaron el sueldo. No es que a las autoridades venecianas les interesase mucho el estudio de los planetas del sistema solar, pero aquel artilugio tenía un evidente interés militar para la defensa de la República Serenísima.
Obviamente, el interés de las autoridades fue a más durante aquel siglo, que vio nacer las primeras academias y sociedades científicas, y se fue incrementando a lo largo del siglo XVIII, cuando prácticamente todos los monarcas ilustrados crearon reales gabinetes, jardines botánicos y museos, financiaron expediciones científicas, fundaron academias, observatorios astronómicos y centros de estudios superiores especializados.
Así, cuando Wilhelm von Humboldt creó la Universidad de Berlín en 1810, en un palacio donado por el rey Federico Guillermo III de Prusia, le propuso ya la doble misión de la enseñanza superior y la investigación, e introdujo en el currículo académico materias como la química, la física, las matemáticas o la medicina, además de las materias clásicas, habituales en todas las universidades. Esta universidad habría de servir de modelo a todas las que se irían creando en Europa y en América durante el siglo XIX, y de su eficacia como institución de enseñanza superior e investigación puede dar cuenta el hecho de que entre sus alumnos se encuentran 29 premios Nobel, entre ellos Albert Einstein o Max Planck. El siglo XIX, así pues, vio cómo la actividad de los científicos se convirtió en un asunto de interés general, para los gobernantes y los empresarios, que constataban que de su cultivo se podían obtener ventajas competitivas y negocios saneados.
En ese siglo, la ciencia empezó a llegar incluso al gran público y a los escritores, que crearon un género nuevo, la ciencia ficción. Cuando Mary Shelley publicó en 1818 su Frankenstein o el moderno Prometeo, no solo estaba inaugurando un género literario, sino también sentando las bases para la concepción popular, todavía ampliamente extendida, del científico como persona desequilibrada y potencialmente peligrosa para la sociedad.
El siglo XIX fue testigo de cómo la investigación científica se convertía en una actividad de interés público y, por lo tanto, en una cuestión política. En 1899 escribía Cajal, aludiendo a la derrota española en la guerra de Cuba frente a EE UU: "Bien ajenos estábamos al publicar las páginas precedentes [el opúsculo Reglas y consejos sobre investigación científica], donde nos lamentábamos de nuestro desdén por la ciencia, que habíamos de recoger muy pronto el fruto de nuestra incultura. Una nación rica y poderosa, gracias a su ciencia y laboriosidad, nos ha rendido casi sin combatir... Por ignorar, ignorábamos hasta la fuerza incontrastable del adversario: la ciencia de sus ingenieros y de sus químicos (inventores de bombas incendiarias que barrían la cubierta de nuestros buques e imposibilitaban toda defensa), la superioridad de sus barcos y corazas...".
Estaba, pues, naciendo la política científica que unos años después, ya iniciado el siglo XX, el mismo Cajal formula por primera vez en español: "La posteridad duradera de las naciones es obra de la ciencia y de sus múltiples aplicaciones al fomento de la vida y de los intereses materiales. De esta indiscutible verdad síguese la obligación inexcusable del Estado de estimular y promover la cultura, desarrollando una política científica, encaminada a generalizar la instrucción y a beneficiar en provecho común todos los talentos útiles y fecundos brotados en el seno de la raza".
En tres siglos, la ciencia había pasado de ser una ocupación de caballeros curiosos a un deber inexcusable de los Estados;de afición privada se había convertido en política pública.
En el curso del turbulento siglo XX el cultivo de la ciencia se fue institucionalizando mediante la creación de organismos públicos de investigación. Además, las sucesivas y urgentes demandas de la industria de la guerra conducirían a la puesta en marcha de ambiciosos programas, a los que serían incorporados científicos e ingenieros que trabajaban en la consecución de unos objetivos prefijados. El proyecto Manhattan para producir la bomba atómica que desarrollaron EE UU, Canadá y Reino Unido es el ejemplo arquetípico, pero ni mucho menos el único. Terminada la guerra, se decidió no perder aquella experiencia de trabajo y se empezaron a crear fundaciones nacionales de la ciencia, consejos de investigación y organismos similares, encargados de fomentar y financiar actividades recién definidas como I+D, es decir, investigación más desarrollo, binomio recién inventado, en un principio con modestos fines estadísticos.
El éxito de aquel binomio en las políticas de los países de la OCDE hizo que quienes no habían desarrollado todavía una nueva vía de utilización de los fondos públicos de I+D la incorporaran, con lo que el binomio fue creciendo de varias maneras, siendo la de I+D+i, con la i de innovación, la que acabaría llevándose el gato al agua.
En los años ochenta del siglo la confluencia, esa sí planetaria, del presidente Reagan y la primera ministra Thatcher acabaron imponiendo unos modelos ideológicos y económicos (reaganomics, thatcherismo) que tendrían consecuencias duraderas en las políticas públicas y, por lo tanto, también en las políticas dedicadas a la ciencia: las bajadas de impuestos, los recortes en el gasto público y las desregulaciones - aderezados con dosis de un populismo antiintelectual de los que hace gala, por ejemplo, su digna heredera Sarah Palin- llevaron a cuestionarse la legitimidad de apoyar la investigación científica de carácter básico o fundamental y a considerar aceptable solo la investigación aplicada a las necesidades nacionales, es decir, la investigación considerada inmediatamente útil por los políticos profesionales.
La UE adoptó también este paradigma conservador con la fe del converso. La verdad revelada por la que se rigen los políticos europeos, y fuera de la cual no existiría salvación, se puede formular así: hagamos todos los sacrificios necesarios para aplacar a los mercados, porque ello nos dispensará como recompensa un mayor crecimiento económico que, a su vez, permitirá una mayor riqueza, de la que se deducirá un mayor bienestar. Pues bien, de la misma forma que no le faltaba razón a Borges cuando decía aquello de que "la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante", la ciencia tampoco tiene por qué ser inmediatamente útil; a lo que está obligada es a ensanchar de manera honesta e inteligente el campo del conocimiento humano con lo que, además y en no pocas ocasiones, da pie a que se produzcan notables artilugios y admirables innovaciones, como las vacunas, los antibióticos, el láser, el desarrollo de las comunicaciones o Internet. Lo curioso es que se acepta como única política pública un modelo conservador, de entre los varios modelos posibles que nos ofrece el mercado de las ideologías: la formación, el aprendizaje, la equidad, la transparencia, la capacidad crítica o la mejor distribución de los beneficios de la generación del conocimiento se han perdido por el camino, porque los Gobiernos han abrazado acríticamente el credo conservador.
La ciencia, que desencadenó el proceso de la Modernidad y la Ilustración, ha sido utilizada como coartada y ha acabado siendo instrumentalizada, hasta el punto de que el telescopio de Galileo ya se justifica solo porque sirve para vigilar el movimiento de los barcos en el puerto de Murano.
Durante los primeros siglos de la ciencia moderna, su cultivo solía corresponder a caballeros de posibles, bien por su patrimonio familiar o por algún generoso mecenazgo. Ocurría también que el sabio podía obtener alguna sinecura regia, que le permitía dedicarse a su pasión secreta de escudriñar lo desconocido e inexplicado.
A medida que la ciencia se fue desarrollando y empezó a descubrir fenómenos y objetos que podían reportar alguna utilidad e incluso algún beneficio económico, la actividad de los sabios dejó de ser una ocupación de excéntricos visionarios para convertirse en una posible fuente de soluciones a problemas reales y en una herramienta útil a la sociedad y al poder.
Cuando Galileo presentó su recién construido telescopio al senado de la república de Venecia, en 1609, a los senadores les impresionó tanto que desde el campanile de San Marcos se pudiera ver Murano como si estuviese al lado, que lo hicieron fijo en su cátedra de Padua y le doblaron el sueldo. No es que a las autoridades venecianas les interesase mucho el estudio de los planetas del sistema solar, pero aquel artilugio tenía un evidente interés militar para la defensa de la República Serenísima.
Obviamente, el interés de las autoridades fue a más durante aquel siglo, que vio nacer las primeras academias y sociedades científicas, y se fue incrementando a lo largo del siglo XVIII, cuando prácticamente todos los monarcas ilustrados crearon reales gabinetes, jardines botánicos y museos, financiaron expediciones científicas, fundaron academias, observatorios astronómicos y centros de estudios superiores especializados.
Así, cuando Wilhelm von Humboldt creó la Universidad de Berlín en 1810, en un palacio donado por el rey Federico Guillermo III de Prusia, le propuso ya la doble misión de la enseñanza superior y la investigación, e introdujo en el currículo académico materias como la química, la física, las matemáticas o la medicina, además de las materias clásicas, habituales en todas las universidades. Esta universidad habría de servir de modelo a todas las que se irían creando en Europa y en América durante el siglo XIX, y de su eficacia como institución de enseñanza superior e investigación puede dar cuenta el hecho de que entre sus alumnos se encuentran 29 premios Nobel, entre ellos Albert Einstein o Max Planck. El siglo XIX, así pues, vio cómo la actividad de los científicos se convirtió en un asunto de interés general, para los gobernantes y los empresarios, que constataban que de su cultivo se podían obtener ventajas competitivas y negocios saneados.
En ese siglo, la ciencia empezó a llegar incluso al gran público y a los escritores, que crearon un género nuevo, la ciencia ficción. Cuando Mary Shelley publicó en 1818 su Frankenstein o el moderno Prometeo, no solo estaba inaugurando un género literario, sino también sentando las bases para la concepción popular, todavía ampliamente extendida, del científico como persona desequilibrada y potencialmente peligrosa para la sociedad.
El siglo XIX fue testigo de cómo la investigación científica se convertía en una actividad de interés público y, por lo tanto, en una cuestión política. En 1899 escribía Cajal, aludiendo a la derrota española en la guerra de Cuba frente a EE UU: "Bien ajenos estábamos al publicar las páginas precedentes [el opúsculo Reglas y consejos sobre investigación científica], donde nos lamentábamos de nuestro desdén por la ciencia, que habíamos de recoger muy pronto el fruto de nuestra incultura. Una nación rica y poderosa, gracias a su ciencia y laboriosidad, nos ha rendido casi sin combatir... Por ignorar, ignorábamos hasta la fuerza incontrastable del adversario: la ciencia de sus ingenieros y de sus químicos (inventores de bombas incendiarias que barrían la cubierta de nuestros buques e imposibilitaban toda defensa), la superioridad de sus barcos y corazas...".
Estaba, pues, naciendo la política científica que unos años después, ya iniciado el siglo XX, el mismo Cajal formula por primera vez en español: "La posteridad duradera de las naciones es obra de la ciencia y de sus múltiples aplicaciones al fomento de la vida y de los intereses materiales. De esta indiscutible verdad síguese la obligación inexcusable del Estado de estimular y promover la cultura, desarrollando una política científica, encaminada a generalizar la instrucción y a beneficiar en provecho común todos los talentos útiles y fecundos brotados en el seno de la raza".
En tres siglos, la ciencia había pasado de ser una ocupación de caballeros curiosos a un deber inexcusable de los Estados;de afición privada se había convertido en política pública.
En el curso del turbulento siglo XX el cultivo de la ciencia se fue institucionalizando mediante la creación de organismos públicos de investigación. Además, las sucesivas y urgentes demandas de la industria de la guerra conducirían a la puesta en marcha de ambiciosos programas, a los que serían incorporados científicos e ingenieros que trabajaban en la consecución de unos objetivos prefijados. El proyecto Manhattan para producir la bomba atómica que desarrollaron EE UU, Canadá y Reino Unido es el ejemplo arquetípico, pero ni mucho menos el único. Terminada la guerra, se decidió no perder aquella experiencia de trabajo y se empezaron a crear fundaciones nacionales de la ciencia, consejos de investigación y organismos similares, encargados de fomentar y financiar actividades recién definidas como I+D, es decir, investigación más desarrollo, binomio recién inventado, en un principio con modestos fines estadísticos.
El éxito de aquel binomio en las políticas de los países de la OCDE hizo que quienes no habían desarrollado todavía una nueva vía de utilización de los fondos públicos de I+D la incorporaran, con lo que el binomio fue creciendo de varias maneras, siendo la de I+D+i, con la i de innovación, la que acabaría llevándose el gato al agua.
En los años ochenta del siglo la confluencia, esa sí planetaria, del presidente Reagan y la primera ministra Thatcher acabaron imponiendo unos modelos ideológicos y económicos (reaganomics, thatcherismo) que tendrían consecuencias duraderas en las políticas públicas y, por lo tanto, también en las políticas dedicadas a la ciencia: las bajadas de impuestos, los recortes en el gasto público y las desregulaciones - aderezados con dosis de un populismo antiintelectual de los que hace gala, por ejemplo, su digna heredera Sarah Palin- llevaron a cuestionarse la legitimidad de apoyar la investigación científica de carácter básico o fundamental y a considerar aceptable solo la investigación aplicada a las necesidades nacionales, es decir, la investigación considerada inmediatamente útil por los políticos profesionales.
La UE adoptó también este paradigma conservador con la fe del converso. La verdad revelada por la que se rigen los políticos europeos, y fuera de la cual no existiría salvación, se puede formular así: hagamos todos los sacrificios necesarios para aplacar a los mercados, porque ello nos dispensará como recompensa un mayor crecimiento económico que, a su vez, permitirá una mayor riqueza, de la que se deducirá un mayor bienestar. Pues bien, de la misma forma que no le faltaba razón a Borges cuando decía aquello de que "la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante", la ciencia tampoco tiene por qué ser inmediatamente útil; a lo que está obligada es a ensanchar de manera honesta e inteligente el campo del conocimiento humano con lo que, además y en no pocas ocasiones, da pie a que se produzcan notables artilugios y admirables innovaciones, como las vacunas, los antibióticos, el láser, el desarrollo de las comunicaciones o Internet. Lo curioso es que se acepta como única política pública un modelo conservador, de entre los varios modelos posibles que nos ofrece el mercado de las ideologías: la formación, el aprendizaje, la equidad, la transparencia, la capacidad crítica o la mejor distribución de los beneficios de la generación del conocimiento se han perdido por el camino, porque los Gobiernos han abrazado acríticamente el credo conservador.
La ciencia, que desencadenó el proceso de la Modernidad y la Ilustración, ha sido utilizada como coartada y ha acabado siendo instrumentalizada, hasta el punto de que el telescopio de Galileo ya se justifica solo porque sirve para vigilar el movimiento de los barcos en el puerto de Murano.
CARLOS MARTÍNEZ ALONSO Y JAVIER LÓPEZ FACAL El País, Andalucía, 24/08/2011
(Foto del autor, atardecer en la Playa de la Barrosa. Chiclana.)
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viernes, 26 de agosto de 2011
Para converger realmente con Europa… que los ricos españoles aporten como los ricos europeos
Dada Cotilla
(Des)haciendo
Se nos suele contar Caperucita al revés, presentando al lobo del que depende la tensión del cuento como el crecimiento del país (focalizado exclusivamente en el crecimiento de las grandes empresas, por lo que el IBEX lo tenemos hasta en la sopa), y a Caperucita como la creación de empleo, la víctima de este cuento. Así se nos habla de que en este país es necesario llegar a un crecimiento superior al 2% para poder crear empleo estable y nos intentan convencer de que dicho crecimiento depende del crecimiento del IBEX. Por lo que se supeditan todos los esfuerzos a aumentar los beneficios de las grandes empresas a costa de despidos (en torno a 20.000 millones de euros para sanear las cajas de ahorro y dárselas a precio de ganga al mercado privado para que aumente así beneficios a costa del despido de miles de trabajadores de las propias cajas de ahorros y de las empresas que las comprarán, justo después de las elecciones, ya gobierne Guatemala o Guatepeor).
Sin embargo resulta que es todo lo contrario: precisamente porque el empleo nunca ha sido estable en este país, sino condicionado excesivamente por los vaivenes de una economía virtual, es por lo que estamos donde estamos, con pan en abundancia para ayer y hambre para hoy. Precisamente porque las grandes empresas quieren no solo mantener sus beneficios sino aumentarlos, lo que se traduce en reducción del gasto a través del despido en masa, como hemos observado hace no mucho con el caso de Telefónica, donde el despido de miles de personas se ha traducido en un aumento histórico de beneficios, fundamentalmente para los directivos.
Por ello, es justamente el estado el único que puede generar empleo de calidad estable con sus empresas estatales, ya sean rentables o deficitarias, pues aún siendo deficitarias le serán reembolsados al estado los ingresos aportados en forma de impuestos vía IVA, carburantes… y muchos otros. Fundamentalmente a través de la generación del consumo generalizado, que garantiza siempre la circulación y por lo tanto evita un estancamiento o retroceso de la economía, favoreciendo la contratación en la empresa privada para cubrir la nueva demanda de trabajadores públicos con poder adquisitivo para consumir y, por lo tanto, generando así mayor cotización a la seguridad social (tanto de empresarios como de trabajadores nuevos en la empresa privada).
Así vemos que precisamente los países desarrollados que menos están sufriendo la crisis son aquellos donde el estado es la mayor empresa creadora de empleo estable del país. En Suecia o Dinamarca, el número de funcionarios públicos alcanza el 21,1 y 25,7% respectivamente de la población activa. Es decir, uno de cada cuatro o cinco personas en edad de trabajar es funcionario público (mientras que en España lo es solamente el 9,5% de la población activa, uno de cada 10). Esto pueden mantenerlo los países nórdicos porque son aquellos donde más ricos declaran al estado y donde más aportan (entre un 50 y un 55% de los ingresos según el país).
Asegurar un cuarto de la población activa como funcionario conlleva asegurar el consumo y por lo tanto un crecimiento continuado, dado que al haber un cuarto de la población con un consumo continuo asegura el empleo al resto de la población que debe satisfacer la inmensa demanda de ese sector social.
En este caso, la piedra de roseta en esta situación es muy simple: la mayor aportación de las grandes fortunas, más acorde a la relación con el sacrificio aportado por el resto de la sociedad. En resumen, las medidas lógicas aplicables a las grandes fortunas son las siguientes:
- Investigación a las grandes fortunas por parte de la Hacienda pública para que declaren, pues solo declara en España en torno al 20% con la connivencia de los gobiernos de turno. (Emilio Botín no ha presentado declaración entre 2005 y 2009, y cuando un chivatazo de un empleado del HSBC saca a la luz las cuentas que la familia Botín tenía en Suiza, libres de impuestos, el Ministerio de Hacienda, dirigido por el gobierno de Zapatero, no le multa sino que le avisa para que haga una declaración voluntaria con la que ha pagado menos de la mitad de lo que debía, “cancelando” así su deuda con el estado).
- Aumento del IRPF a las grandes fortunas, el actual en España es del 43% frente a los países nórdicos donde los grandes ricos aportan en torno a un 50-59%.
- Impuesto de Patrimonio: su eliminación, siguiendo el ejemplo de Berlusconi en Italia, beneficia a los grandes ricos dado que al tener patrimonios elevados el impuesto es elevado. Para las clases bajas y medias es una carga insignificante dado los pequeños patrimonios que poseen.
- Tributación por parte de la Casa Real española a la Hacienda Pública, al igual que el resto de ciudadanos españoles y al igual que otras Casas Reales europeas, dado que recibe en torno a 8 millones de euros anuales del presupuesto del país y están libres de impuestos (a lo que hay que sumar el patrimonio cedido por el estado así como la seguridad y otros muchos aspectos pagados a través de los diferentes ministerios).
- Elevación de la tributación de las grandes empresas SICAV. Las empresas-SICAV (Inditex y compañía) tributan al 1% cuando el impuesto de sociedades para pequeñas y medianas empresas es del 25%. Por ello, debería elevarse del 1 al 3% para las SICAV y bajada del 25 al 20% para las PYMES, que son las que mayor empleo crean en este país. Además, al potenciar la investigación y reducir el impuesto, se contribuye a disuadir la evasión fiscal –no merecerá la pena correr el riesgo por el fraude-.
La disminución de impuestos a las PYMES se verá compensada con el aumento a las SICAV. Servirá para que sea más sencillo crear empresa y consolidar beneficios y que haya así menos temor a la hora de contratar. Las PYMES soportan 2/3 de los trabajadores españoles, por lo que hay que potenciar su crecimiento.
El aumento de impuestos vía Impuesto de patrimonio y de IRPF (mayor número de declarantes ricos y mayor IRPF para ellos) así como tributación de la Casa Real puede traducirse en creación de empleos directos aumentando el número de funcionarios por encima del número que existía antes de la crisis. Eso asegurará un consumo continuado, bajada de impago y por tanto de deuda privada, crecimiento de la confianza de los consumidores y por tanto de los empresarios privados a la hora de realizar nuevas contrataciones.
Así podremos darle la vuelta al cuento y entender que era justo al revés: no es el crecimiento el que condiciona el número de parados, sino al contrario; es la creación de empleo estable y de calidad el que directamente repercute en un crecimiento estable y consolidado. Además, la creación de empleo público por parte del estado no solo asegura estas cuestiones económicas, sino la vuelta al estado de bienestar donde los servicios básicos estén asegurados y mejorados por el estado, sin depender de la empresa privada, sujeta exclusivamente a sus beneficios y no al bien social. Si bien es cierto que la empresa pública debería estar más controlada y supervisada para asegurar su buen funcionamiento, pero no debemos dejarnos engañar, pues este es otro tema con el que se nos suele querer desviar la atención. Pues suele usarse ese número ínfimo de funcionarios puestos a dedo(amiguetes, primos y vecinos) para empañar el altísimo número de funcionarios de Sanidad, Educación, Cuerpos de Vigilancia, Justicia… que han pagado un alto precio (varios años de sacrificio) para llegar a dónde están sin la ayuda de nadie.
Con todo ello y en resumen, la mayor recaudación del estado debe ir directamente a crear trabajos públicos (no a reducir la deuda del estado). Estos trabajadores comenzarán a consumir generando que se creen PYMES para abastecer de productos al amplio sector consumista generado por el estado y que las PYMES existentes contraten a más trabajadores para abastecer dicha demanda. Será la creación de puestos públicos la que repercutirá en la creación de puestos de trabajo en la empresa privada, elevando así las cotizaciones a la seguridad social y recuperando, con ello y con la mayor recaudación de impuestos por el aumento del consumo, el dinero invertido en la creación de empleo público (cuyo gasto ya estaba cubierto con las medidas a las grandes fortunas). Esto redundará en un consumo estable y repercutirá en un crecimiento estable, que además será propicio para combatir, ahora sí, la deuda del estado.
Es la creación de empleo estable la que asegura crecimiento del país y disminución de la deuda, y no al revés como pretenden hacernos creer mientras siguen beneficiándose los mismos. El lobo es el propio mercado especulativo que genera paro y es el que hay que atajar, y Caperucita, es el propio empleo estable y, con ello, el bienestar social. Todo lo demás es secundario y depende de estos dos. Si en Alemania, Dinamarca o Suecia solo hablan de crecimiento es porque el trabajo está asegurado desde hace varias décadas, cuestión aún pendiente en esta democracia imperfecta española en que los mercados están mermando cada día más la capacidad del estado para influir en la sociedad. Pues a mayores privatizaciones, menor empresa pública y por tanto menor capacidad de intervenir en la creación de empleo y la elevación del consumo, mermado además por la elevación de impuestos para el otro cuento de atajar la deuda, cuando la verdadera deuda del estado no es la pública, sino la privada, la de los consumidores y las empresas.
Un último apunte, acerca de cuentos y privatizaciones. Si verdaderamente las privatizaciones estatales fueran consecuencia del déficit del estado, nunca debería permitirse la privatización de una de las empresas españolas más rentables como es Loterías y Apuestas del Estado y que el gobierno de Zapatero, con la ayuda del PP, ultiman entre bambalinas justo antes de las elecciones. Grandes enemigos ante las cámaras, grandes aliados en la destrucción del estado en beneficio propio. Si fuera por endeudamiento, nunca se privatizaría Loterías, ni se hubiera privatizado Telefónica ni Repsol. Se habrían buscado los mecanismos para hacerlas más competentes desde lo público. Y no solo se hablaría del déficit de la Sanidad, la Educación y la Administración pública. Esto quedaría muy en segundo plano si habláramos del déficit militar (y no me refiero al de ayuda humanitaria, sino al bélico: más de 60 millones de euros es la factura española en solo unos meses en la guerra de Libia. Habría que ver quienes poseen las empresas armamentísticas beneficiadas, casualmente las mismas que también le vendieron armamento al otro bando –léase acuerdos entre Aznar y Gadafi en 2003 basados en armas a cambio de petróleo-).
Y es que, ciertamente, lo que está sucediendo es que es el propio lobo el que está contando su versión y nos la estamos creyendo. No hay más que ver que quienes controlan hoy las empresas privadas son los mismos que lo hicieron cuando eran empresas públicas. Antes, como ministros, diputados, senadores o incluso presidentes, usaron las leyes para, mediante las privatizaciones, seguir dirigiendo unas empresas sin necesidad de ser votados por el pueblo y, mejor aún, garantizando que los desorbitados beneficios llegaran directamente a sus bolsillos (Rato-Bankia, Endesa-Aznar, Gómez Navarro-Iberia, exministro de Felipe González que estuvo a punto de presidir Caja Madrid en lugar de Rato). Los propios mercados usan sus grupos de comunicación para manipular el argumento. Y es que los mercados, aunque se esconden en el anonimato de ese sintagma, tienen nombres y apellidos muy propios que a más de uno le sorprendería si continuáramos por esta senda. Pero esa es la historia de otro cuento, un cuento que alguien tendrá que narrar un día de estos.
http://www.expansion.com/2011/07/31/empresas/1312147910.html
http://es.toluna.com/opinions/750304/Aznar-consejero-Endesa-Felipe-Gonzalez-Fenosa.htm
http://www.publico.es/dinero/379129/barclays-ficha-a-solbes-como-consejero
http://www.publico.es/dinero/313069/pocos-empleados-publicos-para-un-estado-del-bienestar
http://www.fundacioninverco.es/documentos/publicaciones/9998_LA%20FISCALIDAD%20DEL%20AHORRO%20EN%20EUROPA/C0_RESUMEN.pdf
http://rosamariaartal.com/2011/02/22/gadafi-sangre-petroleo-armas-e-hipocresia-internacional/
Fuente: http://dadacotilla.wordpress.com/2011/08/24/para-converger-realmente-con-europa%E2%80%A6-que-los-ricos-espanoles-aporten-como-los-ricos-europeos/
Dada Cotilla
(Des)haciendo
Se nos suele contar Caperucita al revés, presentando al lobo del que depende la tensión del cuento como el crecimiento del país (focalizado exclusivamente en el crecimiento de las grandes empresas, por lo que el IBEX lo tenemos hasta en la sopa), y a Caperucita como la creación de empleo, la víctima de este cuento. Así se nos habla de que en este país es necesario llegar a un crecimiento superior al 2% para poder crear empleo estable y nos intentan convencer de que dicho crecimiento depende del crecimiento del IBEX. Por lo que se supeditan todos los esfuerzos a aumentar los beneficios de las grandes empresas a costa de despidos (en torno a 20.000 millones de euros para sanear las cajas de ahorro y dárselas a precio de ganga al mercado privado para que aumente así beneficios a costa del despido de miles de trabajadores de las propias cajas de ahorros y de las empresas que las comprarán, justo después de las elecciones, ya gobierne Guatemala o Guatepeor).
Sin embargo resulta que es todo lo contrario: precisamente porque el empleo nunca ha sido estable en este país, sino condicionado excesivamente por los vaivenes de una economía virtual, es por lo que estamos donde estamos, con pan en abundancia para ayer y hambre para hoy. Precisamente porque las grandes empresas quieren no solo mantener sus beneficios sino aumentarlos, lo que se traduce en reducción del gasto a través del despido en masa, como hemos observado hace no mucho con el caso de Telefónica, donde el despido de miles de personas se ha traducido en un aumento histórico de beneficios, fundamentalmente para los directivos.
Por ello, es justamente el estado el único que puede generar empleo de calidad estable con sus empresas estatales, ya sean rentables o deficitarias, pues aún siendo deficitarias le serán reembolsados al estado los ingresos aportados en forma de impuestos vía IVA, carburantes… y muchos otros. Fundamentalmente a través de la generación del consumo generalizado, que garantiza siempre la circulación y por lo tanto evita un estancamiento o retroceso de la economía, favoreciendo la contratación en la empresa privada para cubrir la nueva demanda de trabajadores públicos con poder adquisitivo para consumir y, por lo tanto, generando así mayor cotización a la seguridad social (tanto de empresarios como de trabajadores nuevos en la empresa privada).
Así vemos que precisamente los países desarrollados que menos están sufriendo la crisis son aquellos donde el estado es la mayor empresa creadora de empleo estable del país. En Suecia o Dinamarca, el número de funcionarios públicos alcanza el 21,1 y 25,7% respectivamente de la población activa. Es decir, uno de cada cuatro o cinco personas en edad de trabajar es funcionario público (mientras que en España lo es solamente el 9,5% de la población activa, uno de cada 10). Esto pueden mantenerlo los países nórdicos porque son aquellos donde más ricos declaran al estado y donde más aportan (entre un 50 y un 55% de los ingresos según el país).
Asegurar un cuarto de la población activa como funcionario conlleva asegurar el consumo y por lo tanto un crecimiento continuado, dado que al haber un cuarto de la población con un consumo continuo asegura el empleo al resto de la población que debe satisfacer la inmensa demanda de ese sector social.
En este caso, la piedra de roseta en esta situación es muy simple: la mayor aportación de las grandes fortunas, más acorde a la relación con el sacrificio aportado por el resto de la sociedad. En resumen, las medidas lógicas aplicables a las grandes fortunas son las siguientes:
- Investigación a las grandes fortunas por parte de la Hacienda pública para que declaren, pues solo declara en España en torno al 20% con la connivencia de los gobiernos de turno. (Emilio Botín no ha presentado declaración entre 2005 y 2009, y cuando un chivatazo de un empleado del HSBC saca a la luz las cuentas que la familia Botín tenía en Suiza, libres de impuestos, el Ministerio de Hacienda, dirigido por el gobierno de Zapatero, no le multa sino que le avisa para que haga una declaración voluntaria con la que ha pagado menos de la mitad de lo que debía, “cancelando” así su deuda con el estado).
- Aumento del IRPF a las grandes fortunas, el actual en España es del 43% frente a los países nórdicos donde los grandes ricos aportan en torno a un 50-59%.
- Impuesto de Patrimonio: su eliminación, siguiendo el ejemplo de Berlusconi en Italia, beneficia a los grandes ricos dado que al tener patrimonios elevados el impuesto es elevado. Para las clases bajas y medias es una carga insignificante dado los pequeños patrimonios que poseen.
- Tributación por parte de la Casa Real española a la Hacienda Pública, al igual que el resto de ciudadanos españoles y al igual que otras Casas Reales europeas, dado que recibe en torno a 8 millones de euros anuales del presupuesto del país y están libres de impuestos (a lo que hay que sumar el patrimonio cedido por el estado así como la seguridad y otros muchos aspectos pagados a través de los diferentes ministerios).
- Elevación de la tributación de las grandes empresas SICAV. Las empresas-SICAV (Inditex y compañía) tributan al 1% cuando el impuesto de sociedades para pequeñas y medianas empresas es del 25%. Por ello, debería elevarse del 1 al 3% para las SICAV y bajada del 25 al 20% para las PYMES, que son las que mayor empleo crean en este país. Además, al potenciar la investigación y reducir el impuesto, se contribuye a disuadir la evasión fiscal –no merecerá la pena correr el riesgo por el fraude-.
La disminución de impuestos a las PYMES se verá compensada con el aumento a las SICAV. Servirá para que sea más sencillo crear empresa y consolidar beneficios y que haya así menos temor a la hora de contratar. Las PYMES soportan 2/3 de los trabajadores españoles, por lo que hay que potenciar su crecimiento.
El aumento de impuestos vía Impuesto de patrimonio y de IRPF (mayor número de declarantes ricos y mayor IRPF para ellos) así como tributación de la Casa Real puede traducirse en creación de empleos directos aumentando el número de funcionarios por encima del número que existía antes de la crisis. Eso asegurará un consumo continuado, bajada de impago y por tanto de deuda privada, crecimiento de la confianza de los consumidores y por tanto de los empresarios privados a la hora de realizar nuevas contrataciones.
Así podremos darle la vuelta al cuento y entender que era justo al revés: no es el crecimiento el que condiciona el número de parados, sino al contrario; es la creación de empleo estable y de calidad el que directamente repercute en un crecimiento estable y consolidado. Además, la creación de empleo público por parte del estado no solo asegura estas cuestiones económicas, sino la vuelta al estado de bienestar donde los servicios básicos estén asegurados y mejorados por el estado, sin depender de la empresa privada, sujeta exclusivamente a sus beneficios y no al bien social. Si bien es cierto que la empresa pública debería estar más controlada y supervisada para asegurar su buen funcionamiento, pero no debemos dejarnos engañar, pues este es otro tema con el que se nos suele querer desviar la atención. Pues suele usarse ese número ínfimo de funcionarios puestos a dedo(amiguetes, primos y vecinos) para empañar el altísimo número de funcionarios de Sanidad, Educación, Cuerpos de Vigilancia, Justicia… que han pagado un alto precio (varios años de sacrificio) para llegar a dónde están sin la ayuda de nadie.
Con todo ello y en resumen, la mayor recaudación del estado debe ir directamente a crear trabajos públicos (no a reducir la deuda del estado). Estos trabajadores comenzarán a consumir generando que se creen PYMES para abastecer de productos al amplio sector consumista generado por el estado y que las PYMES existentes contraten a más trabajadores para abastecer dicha demanda. Será la creación de puestos públicos la que repercutirá en la creación de puestos de trabajo en la empresa privada, elevando así las cotizaciones a la seguridad social y recuperando, con ello y con la mayor recaudación de impuestos por el aumento del consumo, el dinero invertido en la creación de empleo público (cuyo gasto ya estaba cubierto con las medidas a las grandes fortunas). Esto redundará en un consumo estable y repercutirá en un crecimiento estable, que además será propicio para combatir, ahora sí, la deuda del estado.
Es la creación de empleo estable la que asegura crecimiento del país y disminución de la deuda, y no al revés como pretenden hacernos creer mientras siguen beneficiándose los mismos. El lobo es el propio mercado especulativo que genera paro y es el que hay que atajar, y Caperucita, es el propio empleo estable y, con ello, el bienestar social. Todo lo demás es secundario y depende de estos dos. Si en Alemania, Dinamarca o Suecia solo hablan de crecimiento es porque el trabajo está asegurado desde hace varias décadas, cuestión aún pendiente en esta democracia imperfecta española en que los mercados están mermando cada día más la capacidad del estado para influir en la sociedad. Pues a mayores privatizaciones, menor empresa pública y por tanto menor capacidad de intervenir en la creación de empleo y la elevación del consumo, mermado además por la elevación de impuestos para el otro cuento de atajar la deuda, cuando la verdadera deuda del estado no es la pública, sino la privada, la de los consumidores y las empresas.
Un último apunte, acerca de cuentos y privatizaciones. Si verdaderamente las privatizaciones estatales fueran consecuencia del déficit del estado, nunca debería permitirse la privatización de una de las empresas españolas más rentables como es Loterías y Apuestas del Estado y que el gobierno de Zapatero, con la ayuda del PP, ultiman entre bambalinas justo antes de las elecciones. Grandes enemigos ante las cámaras, grandes aliados en la destrucción del estado en beneficio propio. Si fuera por endeudamiento, nunca se privatizaría Loterías, ni se hubiera privatizado Telefónica ni Repsol. Se habrían buscado los mecanismos para hacerlas más competentes desde lo público. Y no solo se hablaría del déficit de la Sanidad, la Educación y la Administración pública. Esto quedaría muy en segundo plano si habláramos del déficit militar (y no me refiero al de ayuda humanitaria, sino al bélico: más de 60 millones de euros es la factura española en solo unos meses en la guerra de Libia. Habría que ver quienes poseen las empresas armamentísticas beneficiadas, casualmente las mismas que también le vendieron armamento al otro bando –léase acuerdos entre Aznar y Gadafi en 2003 basados en armas a cambio de petróleo-).
Y es que, ciertamente, lo que está sucediendo es que es el propio lobo el que está contando su versión y nos la estamos creyendo. No hay más que ver que quienes controlan hoy las empresas privadas son los mismos que lo hicieron cuando eran empresas públicas. Antes, como ministros, diputados, senadores o incluso presidentes, usaron las leyes para, mediante las privatizaciones, seguir dirigiendo unas empresas sin necesidad de ser votados por el pueblo y, mejor aún, garantizando que los desorbitados beneficios llegaran directamente a sus bolsillos (Rato-Bankia, Endesa-Aznar, Gómez Navarro-Iberia, exministro de Felipe González que estuvo a punto de presidir Caja Madrid en lugar de Rato). Los propios mercados usan sus grupos de comunicación para manipular el argumento. Y es que los mercados, aunque se esconden en el anonimato de ese sintagma, tienen nombres y apellidos muy propios que a más de uno le sorprendería si continuáramos por esta senda. Pero esa es la historia de otro cuento, un cuento que alguien tendrá que narrar un día de estos.
http://www.expansion.com/2011/07/31/empresas/1312147910.html
http://es.toluna.com/opinions/750304/Aznar-consejero-Endesa-Felipe-Gonzalez-Fenosa.htm
http://www.publico.es/dinero/379129/barclays-ficha-a-solbes-como-consejero
http://www.publico.es/dinero/313069/pocos-empleados-publicos-para-un-estado-del-bienestar
http://www.fundacioninverco.es/documentos/publicaciones/9998_LA%20FISCALIDAD%20DEL%20AHORRO%20EN%20EUROPA/C0_RESUMEN.pdf
http://rosamariaartal.com/2011/02/22/gadafi-sangre-petroleo-armas-e-hipocresia-internacional/
Fuente: http://dadacotilla.wordpress.com/2011/08/24/para-converger-realmente-con-europa%E2%80%A6-que-los-ricos-espanoles-aporten-como-los-ricos-europeos/
El "enfado" de Sean Penn con Terrence Malick
...al parecer lo que rodó, Penn, para la última película de Malick, la extraordinaria El árbol de la vida, no es lo mismo que aparece en pantalla: si el actor dedicó semanas a su trabajo con el director, en pantalla no luce más de cinco minutos en los que además no abre la boca (solo podemos oír su voz en off). El intérprete, famoso por sus ataques de ira y su animadversión por la prensa ha utilizado sin embargo a esta para poner los puntos sobre los íes: "No encontré en la pantalla la misma emoción que tenía el guión, que es el mejor y más magnífico que jamás he leído. Una narrativa convencional y más clara hubiera ayudado al filme sin, en mi opinión, afectar a la belleza de la película o a su impacto. Francamente, aún estoy tratando de averiguar qué hago allí y qué se supone que añadía mi personaje en ese contexto. Es más, el mismo Terry [Malick] nunca pudo explicármelo claramente" comentaba este domingo al rotativo francés Le Figaro el díscolo ex novio de Scarlett Johansson.
Para algunos, como Richard Brody, el escritor y crítico cinematográfico de la revista New Yorker, Penn no ha sabido aceptar que su rol, aunque menor, es clave para entender la película y que su presencia aporta el plus narrativo y visual que el film necesitaba. "Penn no ha entendido que, muchas veces, menos es más" remata Brody.
(Foto del autor, garzas cruzando el estrecho al atardecer del 26 de agosto, emigrando a África. Tomada desde la playa de la Barrosa. Chiclana.)jueves, 25 de agosto de 2011
Apple y el diseño de una carrera de éxitos
Una historia de éxitos: Apple.
Apple, Steve Jobs
El cofundador de la empresa dimite, estaba de baja desde enero.- Lo sustituirá Tim Cook, hasta ahora director de operaciones
miércoles, 24 de agosto de 2011
Las grandes fortunas de Francia piden pagar más impuestos ante la crisis. Y, en España, ¿para cuando?
En una carta abierta, 16 líderes empresariales proponen una contribución especial, porque el déficit y la deuda "amenazan" al país y a Europa.
El llamamiento del multimillonario Warren Buffet a aumentar los impuestos para los más ricos ha calado en Francia, donde un grupo de 16 grandes fortunas emula el ejemplo estadounidense. En una tribuna publicada ayer en la web del semanal Nouvel Observateur, algunas de las mayores fortunas de Francia, entre ellos la mujer más rica del país y propietaria de L'Oréal, Liliane Bettencourt, piden la creación de una "contribución excepcional" para los más adinerados, como ayuda para enfrentar la tremenda crisis que afecta tanto a Francia como a Europa. El Gobierno, que prepara nuevas medidas de austeridad que anunciará hoy, está de hecho analizando la creación de una imposición extraordinaria para el 1% de personas más ricas del país.
"Deseamos que se instaure una contribución excepcional que afectaría a los contribuyentes franceses más favorecidos", empiezan el llamamiento, redactado por el semanal y aprobado por los firmantes, la gran mayoría presidentes de grandes empresas. Entre ellos se encuentran los de L'Oréal, Jean-Paul Agon; de Total, Christophe de Margerie; de Société Générale, Frédéric Oudéa, y de PSA Peugeot Citroën, Philippe Varin. "Somos conscientes de habernos beneficiado plenamente de un modelo francés y de un entorno europeo a los que estamos vinculados y que deseamos seguir preservando", añaden.El grupo justifica la creación de esta medida excepcional por el contexto actual, "en el que el déficit de las finanzas públicas y las perspectivas de empeoramientode la deuda del Estado amenazan el futuro de Francia y de Europa". Dado que "el Gobierno pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir", explica la nota, de apenas un par de párrafos.
La crisis de la deuda ha golpeado de pleno a la segunda economía de la zona euro, que se ha convertido en el centro de todas las especulaciones en las últimas semanas. El Gobierno prepara de hecho nuevas medidas de ahorro para cumplir con sus compromisos de reducción del déficit, que debería anunciar hoy. Una de ellas podría ser precisamente la instauración de un impuesto para las grandes fortunas.
Millonarios franceses a favor de la subida de impuestos a las rentas más altas
- Liliane Bettencourt, (88 años) accionista mayoritaria del grupo de cosmética L'Oreal. Capitalización bursátil: 47.822 millones de euros. Fortuna personal: 16 millones.
- Frédéric Oudéa, (48 años) director general del banco Société Générale. Capitalización bursatil: 16.220 millones de euros. Fortuna personal: 2,9 millones de euros.
- Stéphane Richard, (50 años) director general de France Telecom. Capitalización bursatil: 34.117 millones de euros. Fortuna personal: 1,7 millones.
- Philippe Varin, (59 años) presidente de PSA Peugeot-Citroën. Capitalización bursátil: 4.372 millones de euros. Fortuna personal: 3,3 millones.
El texto del Nouvel Observateur no da ninguna cifra de imposición concreta, y se limita a indicar que el impuesto sería calculado en "proporciones razonables" para evitar la huida de capital y la evasión fiscal. Sin embargo, Gilles Carrez, el encargado del presupuesto ante la Asamblea Nacional del partido presidencial, la conservadora Unión por un Movimiento Popular, ya ha propuesto la creación de una tasa excepcional de entre el 1% y el 2% sobre los ingresos de los contribuyentes que declaran más de un millón de euros por año, lo cual apenas supone el 0,01% de la población.
Según los estudios de los economistas Thomas Piketry, Camille Landais y Emmanuel Saez, el sistema fiscal actual, debido a la gran cantidad de desgravaciones, es tal que el 50% de la población más modesta paga en torno a un 45% de impuestos en Francia, cuando los 500.000 más adinerados apenas contribuyen con un 35%.
Con este llamamiento, el grupo sigue el ejemplo marcado por el inversor y filántropo estadounidense Warren Buffet en su tribuna publicada la semana pasada en The New York Times, en la que pedía un cambio del sistema de imposición demasiado generoso con los más ricos. En Francia, Michel Lévy, dirigente de Publicis, fue el primero en secundar la iniciativa con un artículo de opinión publicado por el diario Le Monde, en la que se expresaba en su calidad de presidente de la Asociación Francesa de Empresas Privadas, un club muy exclusivo de las grandes sociedades del país.
Otras personalidades, como el empresario y compañero sentimental del fallecido Yves Saint-Laurent, Pierre Bergé; el presidente de BNP Paribas, Michel Pébereau, y el de Virgin Mobile, Geoffroy Roux de Bézieux, también han manifestado su disposición a aceptar este tributo. Además del llamamiento, el semanal publica la opinión de otros empresarios que, sin llegar a firmar el texto, ven la iniciativa con buenos ojos, como Henri de Castries, presidente de AXA, el propio Pébereau o Bertrand Puech y Patrich Thomas, gerentes de Hermès. El País, 24 de agosto de 2011.
Insuficiente? otras opiniones.
El llamamiento del multimillonario Warren Buffet a aumentar los impuestos para los más ricos ha calado en Francia, donde un grupo de 16 grandes fortunas emula el ejemplo estadounidense. En una tribuna publicada ayer en la web del semanal Nouvel Observateur, algunas de las mayores fortunas de Francia, entre ellos la mujer más rica del país y propietaria de L'Oréal, Liliane Bettencourt, piden la creación de una "contribución excepcional" para los más adinerados, como ayuda para enfrentar la tremenda crisis que afecta tanto a Francia como a Europa. El Gobierno, que prepara nuevas medidas de austeridad que anunciará hoy, está de hecho analizando la creación de una imposición extraordinaria para el 1% de personas más ricas del país.
"Deseamos que se instaure una contribución excepcional que afectaría a los contribuyentes franceses más favorecidos", empiezan el llamamiento, redactado por el semanal y aprobado por los firmantes, la gran mayoría presidentes de grandes empresas. Entre ellos se encuentran los de L'Oréal, Jean-Paul Agon; de Total, Christophe de Margerie; de Société Générale, Frédéric Oudéa, y de PSA Peugeot Citroën, Philippe Varin. "Somos conscientes de habernos beneficiado plenamente de un modelo francés y de un entorno europeo a los que estamos vinculados y que deseamos seguir preservando", añaden.El grupo justifica la creación de esta medida excepcional por el contexto actual, "en el que el déficit de las finanzas públicas y las perspectivas de empeoramientode la deuda del Estado amenazan el futuro de Francia y de Europa". Dado que "el Gobierno pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir", explica la nota, de apenas un par de párrafos.
La crisis de la deuda ha golpeado de pleno a la segunda economía de la zona euro, que se ha convertido en el centro de todas las especulaciones en las últimas semanas. El Gobierno prepara de hecho nuevas medidas de ahorro para cumplir con sus compromisos de reducción del déficit, que debería anunciar hoy. Una de ellas podría ser precisamente la instauración de un impuesto para las grandes fortunas.
Millonarios franceses a favor de la subida de impuestos a las rentas más altas
- Liliane Bettencourt, (88 años) accionista mayoritaria del grupo de cosmética L'Oreal. Capitalización bursátil: 47.822 millones de euros. Fortuna personal: 16 millones.
- Frédéric Oudéa, (48 años) director general del banco Société Générale. Capitalización bursatil: 16.220 millones de euros. Fortuna personal: 2,9 millones de euros.
- Stéphane Richard, (50 años) director general de France Telecom. Capitalización bursatil: 34.117 millones de euros. Fortuna personal: 1,7 millones.
- Philippe Varin, (59 años) presidente de PSA Peugeot-Citroën. Capitalización bursátil: 4.372 millones de euros. Fortuna personal: 3,3 millones.
El texto del Nouvel Observateur no da ninguna cifra de imposición concreta, y se limita a indicar que el impuesto sería calculado en "proporciones razonables" para evitar la huida de capital y la evasión fiscal. Sin embargo, Gilles Carrez, el encargado del presupuesto ante la Asamblea Nacional del partido presidencial, la conservadora Unión por un Movimiento Popular, ya ha propuesto la creación de una tasa excepcional de entre el 1% y el 2% sobre los ingresos de los contribuyentes que declaran más de un millón de euros por año, lo cual apenas supone el 0,01% de la población.
Según los estudios de los economistas Thomas Piketry, Camille Landais y Emmanuel Saez, el sistema fiscal actual, debido a la gran cantidad de desgravaciones, es tal que el 50% de la población más modesta paga en torno a un 45% de impuestos en Francia, cuando los 500.000 más adinerados apenas contribuyen con un 35%.
Con este llamamiento, el grupo sigue el ejemplo marcado por el inversor y filántropo estadounidense Warren Buffet en su tribuna publicada la semana pasada en The New York Times, en la que pedía un cambio del sistema de imposición demasiado generoso con los más ricos. En Francia, Michel Lévy, dirigente de Publicis, fue el primero en secundar la iniciativa con un artículo de opinión publicado por el diario Le Monde, en la que se expresaba en su calidad de presidente de la Asociación Francesa de Empresas Privadas, un club muy exclusivo de las grandes sociedades del país.
Otras personalidades, como el empresario y compañero sentimental del fallecido Yves Saint-Laurent, Pierre Bergé; el presidente de BNP Paribas, Michel Pébereau, y el de Virgin Mobile, Geoffroy Roux de Bézieux, también han manifestado su disposición a aceptar este tributo. Además del llamamiento, el semanal publica la opinión de otros empresarios que, sin llegar a firmar el texto, ven la iniciativa con buenos ojos, como Henri de Castries, presidente de AXA, el propio Pébereau o Bertrand Puech y Patrich Thomas, gerentes de Hermès. El País, 24 de agosto de 2011.
Insuficiente? otras opiniones.
martes, 23 de agosto de 2011
¡Qué envidia de Chile!
En EL PAÍS del sábado 20 viene un artículo de Manuel Délano titulado "Chile reconoce a más de 40.000 víctimas de la dictadura de Pinochet". Acompaña el artículo una fotografía de María Luisa Sepúlveda entregando al presidente chileno la segunda versión de un informe sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura; la comisión ha seguido investigando incluso con la Administración de derechas de Piñera. ¡Qué envidia poder seguir investigando los crímenes de la dictadura sin que te lleven a los tribunales por ello!
Sí, he sentido envidia del pueblo chileno, quizás la misma que nos tenían ellos con nuestra Transición tras la muerte de Franco. Envidia porque la democracia chilena ha seguido investigando a pesar de todas las leyes urdidas para evitarlo, hasta la de punto final. Y vergüenza por nuestros jueces y políticos que no han tenido la decencia de destapar la verdad de la dictadura, permitir que la Academia de Historia casi la elogie, e incluso no reconocer los crímenes de Franco y secuaces como el Partido Popular ni tan siquiera los de la posguerra.
Y esto con un Gobierno socialista. Cuando gobierne la derecha nos harán creer en las bondades del régimen franquista no dictadura. ¡Qué envidia de Chile!
RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - Alicante -El País, 23/08/2011 (Foto del autor, puesta de sol en Chiclana, playa de la Barrosa, Fuerte de Sancti Petri. Verano de 2011)
Sí, he sentido envidia del pueblo chileno, quizás la misma que nos tenían ellos con nuestra Transición tras la muerte de Franco. Envidia porque la democracia chilena ha seguido investigando a pesar de todas las leyes urdidas para evitarlo, hasta la de punto final. Y vergüenza por nuestros jueces y políticos que no han tenido la decencia de destapar la verdad de la dictadura, permitir que la Academia de Historia casi la elogie, e incluso no reconocer los crímenes de Franco y secuaces como el Partido Popular ni tan siquiera los de la posguerra.
Y esto con un Gobierno socialista. Cuando gobierne la derecha nos harán creer en las bondades del régimen franquista no dictadura. ¡Qué envidia de Chile!
RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - Alicante -El País, 23/08/2011 (Foto del autor, puesta de sol en Chiclana, playa de la Barrosa, Fuerte de Sancti Petri. Verano de 2011)
El sangriento y patriótico verano verbenero
Siempre he mantenido que la manera en que una sociedad trata a los animales es uno de los indicadores más fiables del nivel de desarrollo de ese país. Ahora acabo de descubrir que Gandhi ya dijo lo mismo hace muchos años: "La grandeza de una nación y su progreso pueden medirse en cómo trata ésta a sus animales". La cultura es así, un palimsesto, una larga trenza de pensamientos compartidos: todos vamos reescribiendo sobre las palabras de nuestros padres y nuestras madres. En fin, me encanta disponer de la frase exacta de alguien tan admirable como Gandhi y saber que ya luchó por los derechos de quienes no tienen ni siquiera voz para expresarse.
Y si la grandeza se puede medir así, no cabe duda de que en España somos especialmente miserables y pequeños durante el verano. Es decir, durante la orgía de sangre y de dolor a la que nos entregamos en las llamadas fiestas populares. Según datos recogidos por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), en estos meses son maltratados (y después, casi siempre, sacrificados) 60.000 animales, la mayoría toros, pero también gallos, patos, carneros o caballos. La temporada de los verdugos se abre y se cierra, muy apropiada y simbólicamente, con dos "fiestas" repugnantes, tal vez las más bárbaras de todas: para comenzar, en junio, el toro de Coria (Cáceres), que consiste en soplar dardos sobre el animal hasta convertirlo en un acerico (al parecer, dicen que acertar en los ojos o en los genitales trae suerte), y después, cuando la pobre bestia "ya no da más", liquidarlo de un tiro; y, para finalizar, el segundo martes de septiembre se perpetra en Tordesillas (Valladolid) el infame Toro de la Vega, con una manada de carniceros persiguiendo y acuchillando lentamente al astado hasta matarlo. Entre estas dos apoteosis de sadismo discurre nuestro largo, febril, patriótico verano verbenero.
Que gente en apariencia normal, mínimamente educada, integrada en la sociedad, conciudadanos míos; gente que tal vez sea muy tiquismiquis respecto a cierta violencia y que incluso haya puesto el grito en el cielo acusando a los del 15-M de agresivos; que esta gente, en fin, luego se vaya al pueblo de vacaciones y, para divertirse, tenga que torturar a un animal y se lo pase genial tomándose un cubata mientras disfruta de un horrible espectáculo de sufrimiento y sangre, es algo que me sume en el desconsuelo. Es la banalidad del mal, como decía la maravillosa Hannah Arendt: la torpe, necia, inmoral ligereza con que los individuos participan en atrocidades colectivas sin pararse a reflexionar sobre sus actos. Nunca me siento menos española que en estos largos meses estivales. En verano aborrezco mi país.
Pero no quiero rendirme al pesimismo. Incluso en esta sociedad tan feroz empieza a desarrollarse cierta conciencia animalista. Estas "fiestas" crueles están siendo cada vez más combatidas y criticadas, y hay muchas mujeres y hombres españoles que se están dejando la piel para ayudar a las llamadas criaturas irracionales (aunque, para mí, la criatura más irracional sea el ser humano). Muchos de esos paladines del bienestar animal me escriben contándome sus cuitas.
Como María de Gracia, de la protectora Huellas, de Puertollano (http://huellaspuertollano.es/index.html): supuestamente, el Ayuntamiento les da 3.000 euros al mes, pero los pagos se atrasan, "con el cambio de concejales aún no hemos visto nada, la burocracia nos devora, tenemos más de 180 perros y gatos que comen cada día, pero que están en unas instalaciones penosas, ahora se achicharran y en invierno se hielan (...) funcionamos a base de voluntarios (...) un panorama dantesco". Sí, son muchos los que están en la misma situación, personas que abren refugios, que se hacen cargo de protectoras municipales para evitar que sigan sacrificando animales, que se encuentran desbordados, arruinados, asfixiados. Gente maravillosa como la de la protectora Arcoairis de Cuenca (http://protectoraarcoairis.blogspot.com), o Cuencanimal (http://www.cuencanimal.com), otra asociación que también se quiebra el espinazo todos los días intentando ofrecer un mínimo cobijo a todos esos seres indefensos y maltratados que son nuestros compañeros de vida y de planeta. Ayúdales, o busca otra asociación cerca de ti. Hay cientos, quizá miles, de organizaciones parecidas en nuestro país. Es otra manera de ser español.
(Rosa Montero en El País Semanal)
Toros torturados
Después de leer el artículo de Rosa M. El sangriento y patriotico verano verbenero del 7 de agosto, es imposible no estremecerse de espanto con el toro de Coria y el toro de la Vega. ¿Todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay gente tan primitiva y cruel? ¿tan cobardes y primitivos como para ejercer tanta crueldad? Esto parece el Medievo, cuando el ser humano era cruel, miedoso y gregario. Da mucha pena y mucha vergüenza. Berta Miravete. Valencia.
(Fotos del autor, puesta de sol en la playa de la Barrosa, Chiclana de la Frontera, Cadiz, verano de 2011 y Yago y Hannah con la preciosa y buena gata "Chispa")
Y si la grandeza se puede medir así, no cabe duda de que en España somos especialmente miserables y pequeños durante el verano. Es decir, durante la orgía de sangre y de dolor a la que nos entregamos en las llamadas fiestas populares. Según datos recogidos por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), en estos meses son maltratados (y después, casi siempre, sacrificados) 60.000 animales, la mayoría toros, pero también gallos, patos, carneros o caballos. La temporada de los verdugos se abre y se cierra, muy apropiada y simbólicamente, con dos "fiestas" repugnantes, tal vez las más bárbaras de todas: para comenzar, en junio, el toro de Coria (Cáceres), que consiste en soplar dardos sobre el animal hasta convertirlo en un acerico (al parecer, dicen que acertar en los ojos o en los genitales trae suerte), y después, cuando la pobre bestia "ya no da más", liquidarlo de un tiro; y, para finalizar, el segundo martes de septiembre se perpetra en Tordesillas (Valladolid) el infame Toro de la Vega, con una manada de carniceros persiguiendo y acuchillando lentamente al astado hasta matarlo. Entre estas dos apoteosis de sadismo discurre nuestro largo, febril, patriótico verano verbenero.
Que gente en apariencia normal, mínimamente educada, integrada en la sociedad, conciudadanos míos; gente que tal vez sea muy tiquismiquis respecto a cierta violencia y que incluso haya puesto el grito en el cielo acusando a los del 15-M de agresivos; que esta gente, en fin, luego se vaya al pueblo de vacaciones y, para divertirse, tenga que torturar a un animal y se lo pase genial tomándose un cubata mientras disfruta de un horrible espectáculo de sufrimiento y sangre, es algo que me sume en el desconsuelo. Es la banalidad del mal, como decía la maravillosa Hannah Arendt: la torpe, necia, inmoral ligereza con que los individuos participan en atrocidades colectivas sin pararse a reflexionar sobre sus actos. Nunca me siento menos española que en estos largos meses estivales. En verano aborrezco mi país.
Pero no quiero rendirme al pesimismo. Incluso en esta sociedad tan feroz empieza a desarrollarse cierta conciencia animalista. Estas "fiestas" crueles están siendo cada vez más combatidas y criticadas, y hay muchas mujeres y hombres españoles que se están dejando la piel para ayudar a las llamadas criaturas irracionales (aunque, para mí, la criatura más irracional sea el ser humano). Muchos de esos paladines del bienestar animal me escriben contándome sus cuitas.
Como María de Gracia, de la protectora Huellas, de Puertollano (http://huellaspuertollano.es/index.html): supuestamente, el Ayuntamiento les da 3.000 euros al mes, pero los pagos se atrasan, "con el cambio de concejales aún no hemos visto nada, la burocracia nos devora, tenemos más de 180 perros y gatos que comen cada día, pero que están en unas instalaciones penosas, ahora se achicharran y en invierno se hielan (...) funcionamos a base de voluntarios (...) un panorama dantesco". Sí, son muchos los que están en la misma situación, personas que abren refugios, que se hacen cargo de protectoras municipales para evitar que sigan sacrificando animales, que se encuentran desbordados, arruinados, asfixiados. Gente maravillosa como la de la protectora Arcoairis de Cuenca (http://protectoraarcoairis.blogspot.com), o Cuencanimal (http://www.cuencanimal.com), otra asociación que también se quiebra el espinazo todos los días intentando ofrecer un mínimo cobijo a todos esos seres indefensos y maltratados que son nuestros compañeros de vida y de planeta. Ayúdales, o busca otra asociación cerca de ti. Hay cientos, quizá miles, de organizaciones parecidas en nuestro país. Es otra manera de ser español.
(Rosa Montero en El País Semanal)
Toros torturados
Después de leer el artículo de Rosa M. El sangriento y patriotico verano verbenero del 7 de agosto, es imposible no estremecerse de espanto con el toro de Coria y el toro de la Vega. ¿Todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay gente tan primitiva y cruel? ¿tan cobardes y primitivos como para ejercer tanta crueldad? Esto parece el Medievo, cuando el ser humano era cruel, miedoso y gregario. Da mucha pena y mucha vergüenza. Berta Miravete. Valencia.
(Fotos del autor, puesta de sol en la playa de la Barrosa, Chiclana de la Frontera, Cadiz, verano de 2011 y Yago y Hannah con la preciosa y buena gata "Chispa")
lunes, 22 de agosto de 2011
Islandia: "Políticos y banqueros, a la cárcel"
Hördur Torfason sonríe cuando le hablan de la admiración que despierta su país, el único que ha decidido que los responsables de esta larguísima crisis purguen sus pecados. Y que lo hagan en la cárcel. A principios de junio, Islandia inició un juicio contra el ex primer ministro conservador Geeir H. Haarde por su decidida contribución a la tarea de transformar una isla envidiada por el resto del mundo en un país en el que el Gobierno pretendía que cada familia pagara 50.000 euros para saldar la deuda de sus bancos quebrados. "Todo esto no ha pasado solo en Islandia. En EE UU y en Europa también ha habido ladrones que nos han estafado", dice este activista de 65 años, impulsor de las protestas que acabaron con la élite que había mandado en Islandia durante años.
"Cada sábado, varios miles de personas nos manifestábamos frente al Parlamento. Antes de irnos a casa, preguntaba a la gente si quería volver la semana siguiente. Siempre respondían que sí. Así lo hicimos", recuerda Torfason en Madrid. Ha viajado aquí invitado por los jóvenes indignados del 15-M, que escuchan boquiabiertos su relato. Las protestas pedían algo muy ambicioso: que se fueran todos los que mandaban. Gobierno, responsables del banco central y del supervisor financiero... Sorprendentemente, lo consiguieron. El actor reconvertido en líder social cuenta que su biografía tiene mucho que ver con lo que hizo durante esos meses tumultuosos en Reikiavik. "Cuando tenía 20 años me ofrecieron un buen puesto en una empresa. Lo pensé una semana y llegué a la conclusión de que un trabajo así me obligaría a hacer muchas cosas que no quería. Eran los años sesenta, y probablemente habría tenido que casarme con una mujer que hiciera de coartada en la oficina", recuerda Torfason, que más tarde se involucró en el movimiento de liberación gay.
La locura colectiva se apoderó de los islandeses durante los años de bonanza. Un país con 310.000 personas se convirtió en el segundo comprador mundial de la marca de lujo Bang & Olufsen, tan solo por detrás de Rusia, con casi 140 millones de habitantes. "Mi marido y yo queríamos cambiarnos de casa y entonces fui a pedir información al banco. Antes de abrir la boca, el empleado me dijo que podía irme de la oficina con una cantidad indecente de dinero en mi bolsillo. Los bancos hicieron todo lo posible para que la gente se endeudara por la mayor cantidad posible. Te ofrecían una soga para ponértela alrededor del cuello", asegura. Tras el sueño de la abundancia, el país se dio de bruces con la dura realidad: la inflación y el paro se desbocaron; al contrario que la corona y el PIB, que se desplomaron. Una inmensa oleada de furia y frustración inundó la isla de orgullosos vikingos.
Pero, ¿no cree que también tienen su parte de responsabilidad los ciudadanos que veían como héroes nacionales a los tiburones de las finanzas y querían cada vez más casas, más iPhones y más de todo? "No me gusta verlo de esa forma. Nos convencieron de que vivíamos en el país más feliz del mundo. Parecía que nada malo nos podía ocurrir. Nos engañaron de forma sistemática", responde. Leer todo el artículo de El País.
"Cada sábado, varios miles de personas nos manifestábamos frente al Parlamento. Antes de irnos a casa, preguntaba a la gente si quería volver la semana siguiente. Siempre respondían que sí. Así lo hicimos", recuerda Torfason en Madrid. Ha viajado aquí invitado por los jóvenes indignados del 15-M, que escuchan boquiabiertos su relato. Las protestas pedían algo muy ambicioso: que se fueran todos los que mandaban. Gobierno, responsables del banco central y del supervisor financiero... Sorprendentemente, lo consiguieron. El actor reconvertido en líder social cuenta que su biografía tiene mucho que ver con lo que hizo durante esos meses tumultuosos en Reikiavik. "Cuando tenía 20 años me ofrecieron un buen puesto en una empresa. Lo pensé una semana y llegué a la conclusión de que un trabajo así me obligaría a hacer muchas cosas que no quería. Eran los años sesenta, y probablemente habría tenido que casarme con una mujer que hiciera de coartada en la oficina", recuerda Torfason, que más tarde se involucró en el movimiento de liberación gay.
La locura colectiva se apoderó de los islandeses durante los años de bonanza. Un país con 310.000 personas se convirtió en el segundo comprador mundial de la marca de lujo Bang & Olufsen, tan solo por detrás de Rusia, con casi 140 millones de habitantes. "Mi marido y yo queríamos cambiarnos de casa y entonces fui a pedir información al banco. Antes de abrir la boca, el empleado me dijo que podía irme de la oficina con una cantidad indecente de dinero en mi bolsillo. Los bancos hicieron todo lo posible para que la gente se endeudara por la mayor cantidad posible. Te ofrecían una soga para ponértela alrededor del cuello", asegura. Tras el sueño de la abundancia, el país se dio de bruces con la dura realidad: la inflación y el paro se desbocaron; al contrario que la corona y el PIB, que se desplomaron. Una inmensa oleada de furia y frustración inundó la isla de orgullosos vikingos.
Pero, ¿no cree que también tienen su parte de responsabilidad los ciudadanos que veían como héroes nacionales a los tiburones de las finanzas y querían cada vez más casas, más iPhones y más de todo? "No me gusta verlo de esa forma. Nos convencieron de que vivíamos en el país más feliz del mundo. Parecía que nada malo nos podía ocurrir. Nos engañaron de forma sistemática", responde. Leer todo el artículo de El País.
domingo, 21 de agosto de 2011
Más de 1200 personas reunidas en Friburgo para proponer salidas al caos financiero
Comunicado de la Red Europea de ATTAC.
Más de 1200 activistas de todas las partes del mundo se han unido a la Academia de la Red Europea de ATTAC en Friburgo, Alemania, entre el 8 y el 14 de Agosto para mostrar alternativas al caótico sistema económico mundial. La acuciante situación de los mercados financieros mundiales es objeto de una fuerte crítica por parte de los asistentes.
“ATTAC no esta aquí para decir “ya os lo dijimos” (aunque lo hicimos, y durante años). Tenemos propuestas concretas sobre como poner a las personas y al planeta por delante de los escandalosos beneficios de unos pocos. Estas propuestas funcionarían, si se les diese una oportunidad”, ha declarado Susan George, Presidenta de Honor de ATTAC Francia.
“Durante mas de 10 años los políticos han ignorado nuestras reclamaciones de un control democrático sobre los mercados financieros: incluso cuando los debates sobre la necesidad de una mayor regulación ya se están dando, la implementación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y otras herramientas reguladoras esta todavía lejos de aplicarse. A pesar de los bonitos discursos y las declaraciones de solidaridad con el mundo en el G20 y en otros influyentes foros internacionales, la regulación no se ha llevado a cabo, e incluso cuando se ha hecho tímidamente, esta ha llegado demasiado tarde”, declaró Hugo Braun, uno de los organizadores alemanes del evento.
“Los llamados mercados, que no son otra cosa que los grandes poderes financieros, las empresas multinacionales como Telefónica, que despiden a miles de trabajadores cuando ganan miles de millones de euros, o los bancos, que están en las esquinas de nuestras calles y juegan al casino con nuestro dinero, no dejan de atacar a los estados europeos y están a punto de hundir a nuevos países como Italia o España, después de haberlo hecho con Grecia, Irlanda o Portugal. Ellos crearon la crisis, por culpa de ellos se endeudaron los estados y ahora aprovechan la coyuntura para imponer a los pueblos su propio rescate como si fuera el de las naciones a las que están a punto de arruinar”, ha dicho Juan Torres, del Consejo Científico de ATTAC España.
El pánico ha regresado a los mercados financieros. A pesar de que los niveles de deuda de EE.UU. y los países de la Unión Europea eran bien conocidos hace tiempo, la gran crack bursátil esta aumentando incluso mas la irracionalidad de los mercados financieros con la degradación de la deuda de los EE.UU. Los rumores de la posible degradación de los bonos del estado francés han empeorado aun más el mercadeo especulativo.
“Hacemos una llamada a todo el mundo. ¡Levantaos de la televisión y los ordenadores y uníos a los movimientos que están construyendo alternativas a la crisis y trabajando por un mundo mejor!, este es el mejor camino para asegurar a todo el mundo que pueda tener una buena vida sobre unas bases ecológica y socialmente sostenibles”, concluye Benedikte Hansen, líder de ATTAC Noruega.
La Red Europea de ATTAC exige:
* La inmediata introducción de un impuesto a las transacciones financieras para frenar la especulación.
* La inmediata expulsión de los especuladores y los instrumentos financieros de especulación de la economía y las sociedades, incluyendo la modalidad de compra/venta a corto y los CDS.
* No a los rescates bancarios sin condiciones. Los bancos que no puedan sobrevivir deberán ser puestos bajo el control democrático de los poderes públicos con el objetivo de servir a las necesidades de la población y no de los beneficios de los accionistas privados.
* Todas las instituciones financieras que son consideradas “demasiado grandes para caer” se dividirán en otras mas pequeñas.
* Toda la deuda pública deberá ser auditada por una institución ciudadana imparcial. Toda deuda ilegitima será cancelada.
* El Banco Central Europeo debe estar bajo el control democrático, y su mandato revisado de tal manera que permita la financiación de los estados miembros de la Eurozona.
Friburgo, Alemania, 12 de Agosto de 2011
(Foto del autor, Plaza del Comercio de Lisboa al atardecer del 20 del 8 del 2011)
Más de 1200 activistas de todas las partes del mundo se han unido a la Academia de la Red Europea de ATTAC en Friburgo, Alemania, entre el 8 y el 14 de Agosto para mostrar alternativas al caótico sistema económico mundial. La acuciante situación de los mercados financieros mundiales es objeto de una fuerte crítica por parte de los asistentes.
“ATTAC no esta aquí para decir “ya os lo dijimos” (aunque lo hicimos, y durante años). Tenemos propuestas concretas sobre como poner a las personas y al planeta por delante de los escandalosos beneficios de unos pocos. Estas propuestas funcionarían, si se les diese una oportunidad”, ha declarado Susan George, Presidenta de Honor de ATTAC Francia.
“Durante mas de 10 años los políticos han ignorado nuestras reclamaciones de un control democrático sobre los mercados financieros: incluso cuando los debates sobre la necesidad de una mayor regulación ya se están dando, la implementación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y otras herramientas reguladoras esta todavía lejos de aplicarse. A pesar de los bonitos discursos y las declaraciones de solidaridad con el mundo en el G20 y en otros influyentes foros internacionales, la regulación no se ha llevado a cabo, e incluso cuando se ha hecho tímidamente, esta ha llegado demasiado tarde”, declaró Hugo Braun, uno de los organizadores alemanes del evento.
“Los llamados mercados, que no son otra cosa que los grandes poderes financieros, las empresas multinacionales como Telefónica, que despiden a miles de trabajadores cuando ganan miles de millones de euros, o los bancos, que están en las esquinas de nuestras calles y juegan al casino con nuestro dinero, no dejan de atacar a los estados europeos y están a punto de hundir a nuevos países como Italia o España, después de haberlo hecho con Grecia, Irlanda o Portugal. Ellos crearon la crisis, por culpa de ellos se endeudaron los estados y ahora aprovechan la coyuntura para imponer a los pueblos su propio rescate como si fuera el de las naciones a las que están a punto de arruinar”, ha dicho Juan Torres, del Consejo Científico de ATTAC España.
El pánico ha regresado a los mercados financieros. A pesar de que los niveles de deuda de EE.UU. y los países de la Unión Europea eran bien conocidos hace tiempo, la gran crack bursátil esta aumentando incluso mas la irracionalidad de los mercados financieros con la degradación de la deuda de los EE.UU. Los rumores de la posible degradación de los bonos del estado francés han empeorado aun más el mercadeo especulativo.
“Hacemos una llamada a todo el mundo. ¡Levantaos de la televisión y los ordenadores y uníos a los movimientos que están construyendo alternativas a la crisis y trabajando por un mundo mejor!, este es el mejor camino para asegurar a todo el mundo que pueda tener una buena vida sobre unas bases ecológica y socialmente sostenibles”, concluye Benedikte Hansen, líder de ATTAC Noruega.
La Red Europea de ATTAC exige:
* La inmediata introducción de un impuesto a las transacciones financieras para frenar la especulación.
* La inmediata expulsión de los especuladores y los instrumentos financieros de especulación de la economía y las sociedades, incluyendo la modalidad de compra/venta a corto y los CDS.
* No a los rescates bancarios sin condiciones. Los bancos que no puedan sobrevivir deberán ser puestos bajo el control democrático de los poderes públicos con el objetivo de servir a las necesidades de la población y no de los beneficios de los accionistas privados.
* Todas las instituciones financieras que son consideradas “demasiado grandes para caer” se dividirán en otras mas pequeñas.
* Toda la deuda pública deberá ser auditada por una institución ciudadana imparcial. Toda deuda ilegitima será cancelada.
* El Banco Central Europeo debe estar bajo el control democrático, y su mandato revisado de tal manera que permita la financiación de los estados miembros de la Eurozona.
Friburgo, Alemania, 12 de Agosto de 2011
(Foto del autor, Plaza del Comercio de Lisboa al atardecer del 20 del 8 del 2011)
sábado, 20 de agosto de 2011
20 años de la caída de la URSS. Desilusión y frustración dos décadas después
En un ambiente mitad de cumpleaños, mitad de velorio, los diputados y defensores de la Casa Blanca rusa -el entonces Parlamento y sede del recién elegido presidente ruso Borís Yeltsin, que plantó cara a los golpistas- festejaron hoy el Día de la Bandera, esa bandera tricolor que alzaron en aquellos ya lejanos días de agosto de 1991 los opositores al retorno del comunismo y que hicieron fracasar a la junta que había derrocado a Mijaíl Gorbachov, confinándolo en su dacha de Forós. Los festejos han estado marcados por la desilusión y frustración que sienten los diputados y defensores de la Casa Blanca al ver el régimen en que desembocó finalmente su lucha por la libertad y la democracia.
Serguéi Filátov, que en su tiempo ocupó el poderosísimo cargo de jefe de la administración de Yeltsin, constató con tristeza «los intentos que hace el poder», es decir, los actuales dueños del Kremlin, para no solo minimizar los acontecimientos de agosto de 1991, sino para «reevaluarlos», es decir, para revisarlos negativamente.
Serguéi Filátov, que en su tiempo ocupó el poderosísimo cargo de jefe de la administración de Yeltsin, constató con tristeza «los intentos que hace el poder», es decir, los actuales dueños del Kremlin, para no solo minimizar los acontecimientos de agosto de 1991, sino para «reevaluarlos», es decir, para revisarlos negativamente.
«Con ayuda del poder, paulatinamente los años noventa -los de la revolución pacífica que acabó con el comunismo y que comenzó las reformas económicas y democráticas- se convierten en años de tragedia», señaló el que otrora fuera unos de los hombres más poderosos del país. Es decir, que en lugar de años de alegría, de liberación, de progreso, son vistos ya oficialmente como un periodo negro de la historia rusa.
Esto no es casual; refleja el sentir de la burocracia soviética, que no ha muerto, que sigue en el poder sin ser comunista. Lo muestra muy bien una anécdota contada por Filátov. Cuando el exjefe de Gobierno Yevgueni Primakov -que también encabezó el Servicio de Espionaje- fue delegado para entrevistarse con el primer ministro y expresidente Vladímir Putin para pedirle una condecoración para Alexandr Yákovlev -el gran reformista de la perestroika-, este le dijo: "No lo condecoraré, él piensa mal de nuestro pasado, mientras que yo pienso bien".
Sin renegar del pasado Leer más aquí en El País.
Leer la noticia. El 80% de los rusos rechaza el capitalismo.
(Foto del autor; terraza del cafe-restaurate del museo Calouste Gubelkian en Lisboa)
jueves, 18 de agosto de 2011
Ya son 85 los ambulatorios que cerrarán en Catalunya
El alcance de los recortes del Govern de la Generalitat es cada vez mayor. El número de ambulatorios y centros de atención primaria (CAP) que este verano se verán afectados por el cierre o la reducción horaria va en aumento y finalmente serán 165. Aunque el Govern ofrece información con cuentagotas y aún no ha facilitado el listado definitivo, fuentes del Departamento de Salut confirmaron ayer a Público que un total de 85 puntos de atención primaria de Catalunya cerrarán durante el mes de agosto. Y muchos de ellos no volverán a abrir a partir de septiembre.
Al cierre de estos centros se suma la reducción horaria en otros 80, lo que significa que el 15% de la atención primaria sufre algún tipo de alteración este verano. Así, de los 1.215 puntos de atención que hay en Catalunya 375 CAP y 840 ambulatorios un total de 165 sufrirán algún tipo de alteración. Ya sea por cierre total o bien por la disminución del tiempo de consulta, muchos vecinos deberán desplazarse hasta 30 kilómetros para ser atendidos en el centro más cercano. Agosto será mal mes para ponerse enfermo...
Leer más en Público.
(Foto del autor, entrada de metro en Baixa-Chiado, Lisboa, noche del 20-8-2011)
Al cierre de estos centros se suma la reducción horaria en otros 80, lo que significa que el 15% de la atención primaria sufre algún tipo de alteración este verano. Así, de los 1.215 puntos de atención que hay en Catalunya 375 CAP y 840 ambulatorios un total de 165 sufrirán algún tipo de alteración. Ya sea por cierre total o bien por la disminución del tiempo de consulta, muchos vecinos deberán desplazarse hasta 30 kilómetros para ser atendidos en el centro más cercano. Agosto será mal mes para ponerse enfermo...
Leer más en Público.
(Foto del autor, entrada de metro en Baixa-Chiado, Lisboa, noche del 20-8-2011)
miércoles, 17 de agosto de 2011
Privatizaciones. ¿La panacea?
Por favor, que alguien me diga uno solo de los beneficios obtenidos para el pueblo con las privatizaciones que se han realizado en este país. Ahora Repsol o Telefónica funcionan bien, ganan mucho dinero y están en muchos países. Pero ¿en qué nos beneficia?
La gasolina o el teléfono son más caros, el servicio es peor, seguimos pagando regulaciones de empleo millonarias y el paro se ha incrementado, dan empleo fuera del país por resultarles más barato, hemos dejado de recibir los beneficios para el fisco que no se compensan con sus impuestos y el Estado es mucho más pobre e insolvente. ¿Dónde está la ventaja?
El lógico fin de la empresa privada es ganar dinero, pero los productos estratégicos son necesidades sociales.
Los "mercados" exigen, aparte de suprimir derechos, más privatizaciones y Rajoy anuncia la de los ferrocarriles. ¿Es que nos va a salir más barato o tendremos mejor servicio? La clara respuesta es: no, como ya se ha demostrado en Estados Unidos y Reino Unido. Pero sí es posible que los compradores ganen mucho dinero, que las acciones de Renfe se coticen en Bolsa y, como es habitual, bajen un día y al siguiente suban, según interese. ¿Es eso lo que queremos? (RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - El Pais 16/08/2011)
La gasolina o el teléfono son más caros, el servicio es peor, seguimos pagando regulaciones de empleo millonarias y el paro se ha incrementado, dan empleo fuera del país por resultarles más barato, hemos dejado de recibir los beneficios para el fisco que no se compensan con sus impuestos y el Estado es mucho más pobre e insolvente. ¿Dónde está la ventaja?
El lógico fin de la empresa privada es ganar dinero, pero los productos estratégicos son necesidades sociales.
Los "mercados" exigen, aparte de suprimir derechos, más privatizaciones y Rajoy anuncia la de los ferrocarriles. ¿Es que nos va a salir más barato o tendremos mejor servicio? La clara respuesta es: no, como ya se ha demostrado en Estados Unidos y Reino Unido. Pero sí es posible que los compradores ganen mucho dinero, que las acciones de Renfe se coticen en Bolsa y, como es habitual, bajen un día y al siguiente suban, según interese. ¿Es eso lo que queremos? (RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - El Pais 16/08/2011)
Thomas Jefferson
Thomas Jefferson (13 de abril de 1743 — 4 de julio de 1826) fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, ocupando el cargo entre 1801 y 1809. Se le considera uno de los Padres Fundadores de la Nación. (Para ampliar su foto y palabras sobre los Bancos, hacer doble clik sobre ellas)
martes, 16 de agosto de 2011
Un modelo de millonario. Buffett aboga por subir los impuestos a las grandes fortunas. ¿Habrá alguno así en España?
La credibilidad de EE UU a la hora de poner en orden sus cuentas públicas está en juego. Con este argumento Warren Buffett saltó ayer a escena para pedir a los legisladores en Washington que suban los impuestos a las mayores fortunas del país. El oráculo de Omaha, una de las mayores fortunas del mundo y uno de los grandes filántropos, cree que el modelo de imposición actual es "injusto" para la clase media y cuestionó el argumento de que vaya a dañar la inversión.
En un artículo publicado en The New York Times bajo el título Dejen de mimar a los superricos, Buffett vuelve a posicionarse con la política defendida por el presidente Barack Obama. El demócrata se vio forzado en diciembre a prorrogar dos años los incentivos fiscales de los que se benefician los contribuyentes con unos ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales (173.000 euros).
Buffett precisa que la imposición que se le aplicó a su fortuna fue del 17,4%, cuando a un empleado medio se le grava con el 36%. Explica que consiguió pagar la mitad de impuestos gracias a una serie de agujeros en la estructura fiscal. En concreto, el presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway pagó 6,9 millones en impuestos. "Puede parecer mucho dinero, pero porcentualmente es menos de lo que pagó el resto de empleados en nuestras oficinas", remachó el inversor, en plena batalla ideológica sobre cómo Estados Unidos debe recortar el gasto e incrementar los ingresos para contener la escalada de la deuda... Leer toda la reseña en El País. El articulo original del propio Buffett aquí en el NYT. La verdad sobre los impuestos (foto de Yago en su primer día de escuela con Hannah)
En un artículo publicado en The New York Times bajo el título Dejen de mimar a los superricos, Buffett vuelve a posicionarse con la política defendida por el presidente Barack Obama. El demócrata se vio forzado en diciembre a prorrogar dos años los incentivos fiscales de los que se benefician los contribuyentes con unos ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales (173.000 euros).
Buffett precisa que la imposición que se le aplicó a su fortuna fue del 17,4%, cuando a un empleado medio se le grava con el 36%. Explica que consiguió pagar la mitad de impuestos gracias a una serie de agujeros en la estructura fiscal. En concreto, el presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway pagó 6,9 millones en impuestos. "Puede parecer mucho dinero, pero porcentualmente es menos de lo que pagó el resto de empleados en nuestras oficinas", remachó el inversor, en plena batalla ideológica sobre cómo Estados Unidos debe recortar el gasto e incrementar los ingresos para contener la escalada de la deuda... Leer toda la reseña en El País. El articulo original del propio Buffett aquí en el NYT. La verdad sobre los impuestos (foto de Yago en su primer día de escuela con Hannah)
Ante la crisis la caridad no debe sustituir a los derechos asistenciales
Los servicios sociales están disminuyendo cuando más ciudadanos los necesitan - Cientos de casos se derivan hacia organizaciones benéficas - Los expertos alertan de que así se rompe el pacto social
Los profesionales de los servicios sociales públicos se lamentan con frecuencia de que este pilar del Estado de bienestar es la cenicienta entre los cuatro existentes -con las pensiones, la educación y la sanidad-. La crisis les está dando la razón con abundancia, porque justo en estos años en que se redoblan las carencias, los que temían pasan a ser pobres y los que ya lo eran cruzan la raya de la exclusión; en momentos en que el desempleo vacía la nevera y muestra su cara más amarga a los jóvenes que no completaron estudios; cuando las aguas se vuelven turbulentas en aquellos hogares reunidos de nuevo por el impago de hipotecas... Justo ahora, los servicios sociales están pasando más hambre que nadie.
"Se puede decir que los están dejando en los huesos, en su estructura más básica, y encima hay una tendencia a devolverlos al asistencialismo, más propio de la antigua beneficencia que de un derecho público consagrado", critica Ana Lima, presidenta del Consejo de Trabajadores Sociales.
Se refiere, por un lado a la escasez de presupuestos, los que destina el Gobierno han disminuido en nueve millones y los convenios que mantenían las comunidades y los Ayuntamientos con empresas para la atención de las muchas necesidades sociales "están reduciéndose o, directamente, no se renuevan", afirma Lima. "Es fácil que todo eso ocurra porque no hay una ley estatal, ni comunitarias, que los garantice: son solo convenios que se firman en épocas de vacas gordas, pero que se echan abajo en situación deficitaria", dice. En paralelo, asistimos a "una visión asistencialista, paliativa, un parcheo aquí y allá, donde surge la necesidad. Eso es más propio de la labor, encomiable, que desarrollan las organizaciones benéficas privadas, pero los servicios sociales son mucho más que eso", afirma Lima.
Para empezar, son un derecho, no una simple ayuda caritativa, por tanto, tratan de alejar el estigma de aquellos que solicitan este apoyo en momentos de carencias. Cuando Nuria (no quiere apellidos) decidió que la familia no debía seguir sosteniendo su precaria situación económica acudió a la asistente social en busca de una renta básica de inserción. "Al principio no me hacía mucha gracia, la verdad, me daba la impresión de que estaba pidiendo limosna, mendigando, pero pensé, -y mis hermanos me convencieron-, que si existían estos organismos, y si estaban para eso... Aunque bueno, sigue sin hacerme gracia, yo lo que quiero es trabajar y decir, 'esto me lo he ganado'. Lo otro, quieras que no, me lo dan. Ya sé que también es con mis impuestos, pero...".
Los servicios sociales, además, abordan cada caso de una manera integral, o tratan de hacerlo. Conseguir una renta de inserción, que ronda entre 400 o 500 euros, según los casos y las comunidades autónomas, requiere algo más que pasar por una débil situación económica. "Mi hija y yo nos hemos comprometido a acudir a las oficinas de empleo siempre que nos llamen. Aunque ella está en la universidad, gracias a las becas, siempre puede trabajar en fines de semana o en vacaciones, algo que sea compatible con los estudios", dice esta zaragozana. Los servicios sociales le ayudan también a redactar currículos, preparar entrevistas de trabajo... "Y ahora, en septiembre, empezarán los cursillos formativos: puedo elegir, pero tengo que hacer alguno de ellos", señala.
"La reducción del gasto público social está afectando negativamente al bienestar y la calidad de vida de grandes sectores de la ciudadanía. Estos recortes no pueden ser sustituidos por acciones benéficas de carácter caritativo. Estas organizaciones no tienen ni los recursos ni las infraestructuras para suplir los servicios públicos que están siendo eliminados. Es volver al siglo XIX, cuando ya estamos en el siglo XXI", critica Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra.
"Lo que es indignante es que se diga que España no tiene los fondos para mantener o incluso expandir el gasto público social cuando los datos muestran que el gasto público social es mucho más bajo que el que le corresponde por su nivel de riqueza económica. El PIB per cápita de España es el 94% del promedio de la UE de los 15. Y en cambio, el gasto público social por habitante es solo el 74% del promedio de esos países. Si fuera el 94% nos gastaríamos 66.000 millones de euros más de lo que nos gastamos en nuestro Estado de bienestar", explica Navarro. Cree que los recursos existen "pero el Estado no los recoge porque teme enfrentarse con los grupos financieros, económicos y clases sociales adineradas que no contribuyen a las arcas del Estado como lo hacen sus homólogos en la UE de los 15", critica...
¿Justifica una situación de crisis, por más feroz que esta sea, el adelgazamiento de los servicios sociales o más bien debería ser al contrario?
"Para volver a la beneficencia, por más que alguien lo pretendiera, se necesitaría cambiar la Constitución. El artículo 1, el 10 y el 41 consagran la dignidad personal y la protección social de la ciudadanía como derecho fundamental. La beneficencia pública entra en contradicción con un Estado social de Derecho", dice Patrocinio de las Heras, que fue en los ochenta responsable de Acción Social, del Instituto Nacional de Acción Social y del Inserso." ,,, Leer todo en El País. Más aquí.
Los profesionales de los servicios sociales públicos se lamentan con frecuencia de que este pilar del Estado de bienestar es la cenicienta entre los cuatro existentes -con las pensiones, la educación y la sanidad-. La crisis les está dando la razón con abundancia, porque justo en estos años en que se redoblan las carencias, los que temían pasan a ser pobres y los que ya lo eran cruzan la raya de la exclusión; en momentos en que el desempleo vacía la nevera y muestra su cara más amarga a los jóvenes que no completaron estudios; cuando las aguas se vuelven turbulentas en aquellos hogares reunidos de nuevo por el impago de hipotecas... Justo ahora, los servicios sociales están pasando más hambre que nadie.
"Se puede decir que los están dejando en los huesos, en su estructura más básica, y encima hay una tendencia a devolverlos al asistencialismo, más propio de la antigua beneficencia que de un derecho público consagrado", critica Ana Lima, presidenta del Consejo de Trabajadores Sociales.
Se refiere, por un lado a la escasez de presupuestos, los que destina el Gobierno han disminuido en nueve millones y los convenios que mantenían las comunidades y los Ayuntamientos con empresas para la atención de las muchas necesidades sociales "están reduciéndose o, directamente, no se renuevan", afirma Lima. "Es fácil que todo eso ocurra porque no hay una ley estatal, ni comunitarias, que los garantice: son solo convenios que se firman en épocas de vacas gordas, pero que se echan abajo en situación deficitaria", dice. En paralelo, asistimos a "una visión asistencialista, paliativa, un parcheo aquí y allá, donde surge la necesidad. Eso es más propio de la labor, encomiable, que desarrollan las organizaciones benéficas privadas, pero los servicios sociales son mucho más que eso", afirma Lima.
Para empezar, son un derecho, no una simple ayuda caritativa, por tanto, tratan de alejar el estigma de aquellos que solicitan este apoyo en momentos de carencias. Cuando Nuria (no quiere apellidos) decidió que la familia no debía seguir sosteniendo su precaria situación económica acudió a la asistente social en busca de una renta básica de inserción. "Al principio no me hacía mucha gracia, la verdad, me daba la impresión de que estaba pidiendo limosna, mendigando, pero pensé, -y mis hermanos me convencieron-, que si existían estos organismos, y si estaban para eso... Aunque bueno, sigue sin hacerme gracia, yo lo que quiero es trabajar y decir, 'esto me lo he ganado'. Lo otro, quieras que no, me lo dan. Ya sé que también es con mis impuestos, pero...".
Los servicios sociales, además, abordan cada caso de una manera integral, o tratan de hacerlo. Conseguir una renta de inserción, que ronda entre 400 o 500 euros, según los casos y las comunidades autónomas, requiere algo más que pasar por una débil situación económica. "Mi hija y yo nos hemos comprometido a acudir a las oficinas de empleo siempre que nos llamen. Aunque ella está en la universidad, gracias a las becas, siempre puede trabajar en fines de semana o en vacaciones, algo que sea compatible con los estudios", dice esta zaragozana. Los servicios sociales le ayudan también a redactar currículos, preparar entrevistas de trabajo... "Y ahora, en septiembre, empezarán los cursillos formativos: puedo elegir, pero tengo que hacer alguno de ellos", señala.
"La reducción del gasto público social está afectando negativamente al bienestar y la calidad de vida de grandes sectores de la ciudadanía. Estos recortes no pueden ser sustituidos por acciones benéficas de carácter caritativo. Estas organizaciones no tienen ni los recursos ni las infraestructuras para suplir los servicios públicos que están siendo eliminados. Es volver al siglo XIX, cuando ya estamos en el siglo XXI", critica Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra.
"Lo que es indignante es que se diga que España no tiene los fondos para mantener o incluso expandir el gasto público social cuando los datos muestran que el gasto público social es mucho más bajo que el que le corresponde por su nivel de riqueza económica. El PIB per cápita de España es el 94% del promedio de la UE de los 15. Y en cambio, el gasto público social por habitante es solo el 74% del promedio de esos países. Si fuera el 94% nos gastaríamos 66.000 millones de euros más de lo que nos gastamos en nuestro Estado de bienestar", explica Navarro. Cree que los recursos existen "pero el Estado no los recoge porque teme enfrentarse con los grupos financieros, económicos y clases sociales adineradas que no contribuyen a las arcas del Estado como lo hacen sus homólogos en la UE de los 15", critica...
¿Justifica una situación de crisis, por más feroz que esta sea, el adelgazamiento de los servicios sociales o más bien debería ser al contrario?
"Para volver a la beneficencia, por más que alguien lo pretendiera, se necesitaría cambiar la Constitución. El artículo 1, el 10 y el 41 consagran la dignidad personal y la protección social de la ciudadanía como derecho fundamental. La beneficencia pública entra en contradicción con un Estado social de Derecho", dice Patrocinio de las Heras, que fue en los ochenta responsable de Acción Social, del Instituto Nacional de Acción Social y del Inserso." ,,, Leer todo en El País. Más aquí.
lunes, 15 de agosto de 2011
¿Déficits a largo plazo? No hay tal problema.
Standard & Poor’s no degradó la calificación del sistema político de estadounidense. No degradó la calificación del mercado de valores. Degradó la calificación de los bonos y de las letras del Tesoro de los EEUU, y lo hizo después de que el Congreso hubiera descartado cualquier posibilidad, por pequeña que fuera, del menor aplazamiento en los pagos. Así pues, resulta instructivo que, en la apertura de mercados del día siguiente, los inversores salieran masivamente de los valores en bolsa para recalar en el puerto seguro de los bonos y las letras del Tesoro estadounidense. Rara vez ha sido tan presta y apabullantemente en evidencia la estupidez...
De un lado, están quienes profesan el aborrecimiento de todo déficit con el argumento de que el sector productivo privado crecerá, lo que absorberá con creces todos los efectos de los recortes públicos. Este es un atractivo punto de vista dieciochesco que puede encontrarse en Adam Smith y refleja la época en que los campesinos y los pequeños artesanos eran objeto de predación por parte de señores, reyes y recaudadores de impuestos. El único problema es que las cosas han cambiado mucho desde que Adam Smith publicó en 1776 su Riqueza de las naciones.
La otra fuerza ne presencia son los liberales de izquierda que andaban deseperados hace dos años para que el Congreso aprobara un paquete de estímulos a corto plazo y que, a trueque de eso, se mostraban dispuestos a admitir que había un “problema a largo plazo de reducción del déficit”. En qué exactamente consista ese problema –¿suplantación pública de la actividad económica privada? ¿Inflación? ¿Altos tipos de interés a largo plazo?—, es cosa que raramente se especifica, si es que alguna vez se hace, porque nada de eso resulta ni remotamente plausible con una tasa de desempleo superior al 9% y con deflación por sobreendeudamiento y los tipos de interés por los suelos que vemos ahora. Hecha, empero, la concesión por motivos de retórica y equilibrio políticos, quedan atrapados en ella. Paul Krugman es un ejemplo señero: tan recientemente como el pasado 6 de agosto, escribía en su blog:
“América tiene un problema fiscal a largo plazo generado por la combinación de los costes crecientes de la sanidad que van con una población envejecida y la falta de voluntad política para aumentar los impuestos con que pagar los programas sociales de que disponemos. No encaramos este problema, y pasarán cosas graves.”
Dos cosas hay que observar aquí. Primera: Krugman no dice en qué consisten las “cosas graves”. Segundo: no menciona los tipos de interés ni menciona en ningún caso lo que pasa con la ratio deuda/PIB si los tipos se mantienen. (Respuesta: la proporción deuda/PIB tiende a estabilizarse, y no pasa nada más, como he mostrado en un trabajo que puede verse pulsando este enlace.) Y entonces da todo su peso a la presión que, a fines del presente año, se ejercerá a favor de los recortes en la Seguridad Social, Medicare y Mediaid que se aplazado este agosto. Unos recortes a los que, sin duda, Krugman se opone.
La perversa naturaleza del acuerdo sobre el techo de deuda obligará al Pentágono a entrar en liza a favor de recortes en la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. Y eso será así, aun cuando los recortes que afectarán al Pentágono si el Congreso no aprueba las recomendaciones del nuevo “supercomité” sean más bien engañosos. Parece obvio que los Republicanos, lo mismo que la Casa Blanca, entienden esa dinámica perfectamente, razón por la cual el conejo de los recortes en el gasto de defensa salió de la chistera del acuerdo del techo de deuda en el último minuto. Como de costumbre, los progresistas que por unos momentos creyeron en una victoria aquí de los Demócratas fueron timados.
¿Qué hay, pues, que hacer? No es este momento para formular políticas capaces, por ejemplo, de crear empleo, construir infraestructuras públicas o lidiar con el cambio climático. Nada de eso puede hacerse, hasta que cambien las ideas. Y el primer cambio debe venir del cuestionamiento y el rechazo de todo este sinsentido que viene oyéndose sobre los déficits presupuestarios a largo plazo, la bancarrota o la insolvencia nacional y la “responsabilidad fiscal”. El único propósito de toda esta campaña propagandística es la paralización del Estado –incluida la actividad regulatoria y la de los tribunales de justicia— y deshacer las conquistas históricas de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La defensa de esos programas exitosos, eficaces –y sí, sostenibles— se ha vuelto harto más difícil, acaso imposible. Pero es necesario hacerla, y hasta el final.
James K. Galbraith es profesor de economía en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs, de la University of Texas-Austin. Hijo del llorado economista canadiense John K. Galbraith, ocupó anteriormente varios puestos en el Congreso de los Estados Unidos, incluida la dirección ejecutiva del Joint Economic Committee.
Leer todo el artículo en Sin Permiso
De un lado, están quienes profesan el aborrecimiento de todo déficit con el argumento de que el sector productivo privado crecerá, lo que absorberá con creces todos los efectos de los recortes públicos. Este es un atractivo punto de vista dieciochesco que puede encontrarse en Adam Smith y refleja la época en que los campesinos y los pequeños artesanos eran objeto de predación por parte de señores, reyes y recaudadores de impuestos. El único problema es que las cosas han cambiado mucho desde que Adam Smith publicó en 1776 su Riqueza de las naciones.
La otra fuerza ne presencia son los liberales de izquierda que andaban deseperados hace dos años para que el Congreso aprobara un paquete de estímulos a corto plazo y que, a trueque de eso, se mostraban dispuestos a admitir que había un “problema a largo plazo de reducción del déficit”. En qué exactamente consista ese problema –¿suplantación pública de la actividad económica privada? ¿Inflación? ¿Altos tipos de interés a largo plazo?—, es cosa que raramente se especifica, si es que alguna vez se hace, porque nada de eso resulta ni remotamente plausible con una tasa de desempleo superior al 9% y con deflación por sobreendeudamiento y los tipos de interés por los suelos que vemos ahora. Hecha, empero, la concesión por motivos de retórica y equilibrio políticos, quedan atrapados en ella. Paul Krugman es un ejemplo señero: tan recientemente como el pasado 6 de agosto, escribía en su blog:
“América tiene un problema fiscal a largo plazo generado por la combinación de los costes crecientes de la sanidad que van con una población envejecida y la falta de voluntad política para aumentar los impuestos con que pagar los programas sociales de que disponemos. No encaramos este problema, y pasarán cosas graves.”
Dos cosas hay que observar aquí. Primera: Krugman no dice en qué consisten las “cosas graves”. Segundo: no menciona los tipos de interés ni menciona en ningún caso lo que pasa con la ratio deuda/PIB si los tipos se mantienen. (Respuesta: la proporción deuda/PIB tiende a estabilizarse, y no pasa nada más, como he mostrado en un trabajo que puede verse pulsando este enlace.) Y entonces da todo su peso a la presión que, a fines del presente año, se ejercerá a favor de los recortes en la Seguridad Social, Medicare y Mediaid que se aplazado este agosto. Unos recortes a los que, sin duda, Krugman se opone.
La perversa naturaleza del acuerdo sobre el techo de deuda obligará al Pentágono a entrar en liza a favor de recortes en la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. Y eso será así, aun cuando los recortes que afectarán al Pentágono si el Congreso no aprueba las recomendaciones del nuevo “supercomité” sean más bien engañosos. Parece obvio que los Republicanos, lo mismo que la Casa Blanca, entienden esa dinámica perfectamente, razón por la cual el conejo de los recortes en el gasto de defensa salió de la chistera del acuerdo del techo de deuda en el último minuto. Como de costumbre, los progresistas que por unos momentos creyeron en una victoria aquí de los Demócratas fueron timados.
¿Qué hay, pues, que hacer? No es este momento para formular políticas capaces, por ejemplo, de crear empleo, construir infraestructuras públicas o lidiar con el cambio climático. Nada de eso puede hacerse, hasta que cambien las ideas. Y el primer cambio debe venir del cuestionamiento y el rechazo de todo este sinsentido que viene oyéndose sobre los déficits presupuestarios a largo plazo, la bancarrota o la insolvencia nacional y la “responsabilidad fiscal”. El único propósito de toda esta campaña propagandística es la paralización del Estado –incluida la actividad regulatoria y la de los tribunales de justicia— y deshacer las conquistas históricas de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La defensa de esos programas exitosos, eficaces –y sí, sostenibles— se ha vuelto harto más difícil, acaso imposible. Pero es necesario hacerla, y hasta el final.
James K. Galbraith es profesor de economía en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs, de la University of Texas-Austin. Hijo del llorado economista canadiense John K. Galbraith, ocupó anteriormente varios puestos en el Congreso de los Estados Unidos, incluida la dirección ejecutiva del Joint Economic Committee.
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sábado, 13 de agosto de 2011
Portugal. Cuando las barbas de tu vecino... ¿el espejo de lo que hará el PP?
Los portugueses se desayunaron ayer con un inesperado y amargo aperitivo: una brutal subida del IVA en productos esenciales para las familias y las pequeñas y medianas empresas. El gas y la electricidad pasarán de tener un IVA del 6% al 23%, casi cuatro veces más (un aumento del 283%), a partir de octubre, pese a que el compromiso asumido en mayo con la troika formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) para la concesión de un rescate de 78.000 millones de euros contemplaba una subida menos onerosa, y para en enero de 2012.
La medida, que llega apenas diez semanas después de las elecciones generales que desalojaron del poder al socialista José Sócrates, no figuraba en el programa electoral del conservador Pedro Passos Coelho.
El encargado de anunciarla fue el ministro de Finanzas, Vítor Louçã Rabaça Gaspar, defensor del neoliberalismo a ultranza y en la barricada opuesta a la de su pariente y también profesor de economía, Francisco Louçã, líder del Bloco de Esquerda (BE), uno de los primeros dirigentes en condenar la gestión de su primo-hermano.
En Portugal, un 18% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, según el estándar de la UE, con un salario mínimo de 450 euros o inferior, en el caso de las jubilaciones o subsidios de desempleo. El aumento elevará el gasto promedio en electricidad y gas un 16%, según cálculos del diario económico lisboeta Jornal de Negócios.
Es la tercera vez, desde que asumió el cargo el pasado 23 de junio, que el primer ministro anuncia medidas que contradicen su campaña electoral. Passos Coelho cortó a la mitad el tradicional aguinaldo navideño o trigésimo sueldo y encareció los transportes entre un 15% y un 23%, escudándose en que se detectó un déficit del 6,3% del PIB, en lugar del 5,9% calculado inicialmente.
Otro aspecto que marcó la campaña de Passos Coelho fue su crítica a Sócrates por no recortar el gasto público. Prometió reducirlo sustancialmente en lugar de subir impuestos. Oposición, sindicatos y patronales coinciden en que los sucesivos anuncios de Gaspar no recortan el aparato del Estado y se limitan a bajar salarios y elevar tasas...
El diputado socialista João Galamba calificó la medida de “extremadamente injusta”, dijo que “no era exigida” por la troika y aseguró que provocará menos consumo y más recesión. “Es algo muy significativo para el presupuesto de las familias y para la actividad económica”, precisó.
Albano Nunes, del comunista PCP, sostuvo que las medidas anunciadas “se dirigen a los mismos de siempre. El aumento del IVA para la electricidad y el gas significará que cerca de 400 millones de euros al año serán robados de los bolsillos de los portugueses”...
La Central General de Trabajadores de Portugal (CGTP) advirtió en un comunicado de que las subidas de impuestos “tendrán efectos recesivos en un contexto internacional en el que las exportaciones dependen de la demanda externa”...
La propia patronal, la Confederación de la Industria Portuguesa (CIP), deploró las medidas...
Para el profesor de economía Mario Gomes Olivares, cercano a la línea de Passos Coelho, la derecha ahora en el poder “comenzó en un breve espacio de tiempo a mostrar sus intenciones profundas: eliminar radicalmente parte del Estado Social, bajar los salarios y desarmar las empresas estatales vitales que dan estabilidad a la economía”, indicó a Público.
Se trata, en su opinión, de “un proyecto ultra liberal, equivalente al conjunto de reformas que algunas dictaduras sudamericanas llevaron a cabo en las décadas de los setenta y ochenta, sólo que aquí se hace de forma gradual”.
http://www.publico.es/internacional/391224/portugal-cuadruplica-los-impuestos-del-gas-y-la-luz (Foto del pueblo de pescadores de Ericeira)
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