"El Che no consideraría verdaderas revoluciones las revueltas árabes"
Jon Lee Anderson, biógrafo del guerrillero, celebra la desclasificación íntegra de sus diarios de campaña en Sierra Maestra.
Es un día de combate en Sierra Maestra. Ernesto Guevara está solo y huye al ser descubierto por guardias del dictador Batista. Esa misma noche, el guerrillero relata lo ocurrido en su cuaderno de campaña y concluye: "Sentí algo que nunca sentí: la necesidad de sobrevivir. Tendré que corregir eso la próxima vez". El episodio aparece en las pequeñas libretas de notas que el Che escribió durante su estancia en Sierra Maestra, a las que hasta ahora solo había tenido acceso completo el reportero Jon Lee Anderson para escribir Che Guevara. Una vida revolucionaria, considerada la mejor biografía sobre el mítico líder revolucionario. Hoy, coincidiendo con la celebración oficial del 83 aniversario de su nacimiento -en realidad nació un mes antes, pero su familia falseó la fecha porque fue concebido antes de que sus padres contrajeran matrimonio-, se publican por primera vez de forma íntegra con el título de Diario de un combatiente."Son reveladoras, a pesar de que buena parte ya se conocía a través de otros textos. En ellas se puede ver cómo Ernesto Guevara se convirtió en el Che", explica Anderson por teléfono, celebrando la desclasificación de los apuntes...
Los diarios son una muestra sin precedentes de cómo se forja el guerrillero. Su obsesión por ser alguien que no teme a la muerte, de superar su naturaleza humana. "Un relato esclarecedor es el que cuenta cómo ejecuta personalmente al primer traidor, en el segundo mes de revolución, algo que no se supo hasta que se conocieron estas notas. Explica secamente cómo lo hizo, las últimas palabras del muerto y una única observación: esa noche no sintió asma", dice Anderson. La escritura es áspera, no hay intención literaria y algunos pasajes no tienen jugo histórico, pero su lectura resulta fascinante, asegura el biógrafo. "Los cuadernos son la materia prima que el Che utilizó para publicar años más tarde su famoso Pasajes de la guerra revolucionaria, un libro que elaboró de forma muy consciente, a modo de parábolas de la revolución, para fijar la crónica de los sucesos. Y es muy interesante ir de las notas al libro para ver cómo va extrayendo y limando esa materia prima"...
"Pero el mundo no es tan blanco ni tan negro como lo era en tiempos del Che y su postura sería muy compleja. Por ejemplo, no consideraría verdaderas revoluciones las revueltas en el mundo árabe porque las vería carentes de ideología...
Centro de Estudios Che Guevara en La Habana... Leer más. en El País. Más sobre la mujer y los movimientos pro democracia árabes aquí.(en la foto, una mujer yemení porta el retrato-icono del Che en una manifestación, tomada de El País)
miércoles, 15 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
Rosalía Mera afirma que su apoyo a los indignados está "pensado y meditado"
"Me sorprende enormemente. Han tenido una transcendencia inmerecida". A Rosalía Mera, la mujer más rica de España, le ha sorprendido la repercusión de sus recientes declaraciones en apoyo del movimiento de los indignados, en las que se mostró dispuesta a sumarse a las acampadas, y deploró "los niveles de corrupción tan extendidos, de muchas maneras, y de muchos colores". "Tenemos que plantarnos y decir: así, no", dijo la pasada semana. "Me ratifico en lo dicho, estaba pensado y meditado, y no hay más que añadir", señaló ayer, después de matizar que eran una opinión personal, no de la Fundación Paideia Galiza que preside. "No merecían tanta escritura y tanto comentario, ni mucho menos. Parece que no se pueden dar respuestas a ciertos temas, pero bueno, los medios son los medios", añadió... Leer más. En El País. Más Rosalía Mera muestra su apoyo a los indignados. Aquí en El País.
lunes, 13 de junio de 2011
"Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe"
Animó a los jóvenes a indignarse y reaccionar. Ahora les pasa el relevo. El economista, literato y pensador, de 94 años, cree que el capitalismo se acaba y la actual "barbarie" del mundo dará paso a un nuevo sistema.
No nos oye llegar. Está de espaldas frente al ventanal. Es mediodía, la luz entra a chorro y su figura se recorta contra el azul intenso del mar al otro lado del cristal. Un claroscuro perfecto: los pelos de punta, las orejas despegadas, la espalda recta, la diestra arañando un folio con un bolígrafo. La viva imagen de la introspección. José Luis Sampedro no es un hombre de acción. Al menos en sentido estricto. El pensamiento, la reflexión y la contemplación han sido a la vez su alimento y su legado. A sus 94 años, sordo y aquejado, que no quejoso, de diversos males de su edad, escribe todos los días. Así, a mano, con el papel apoyado sobre una tabla, compuso el prólogo del célebre Indignaos -de Stéphane Hessel y un capítulo de Reacciona, los ensayos que han espoleado el Movimiento 15-M.
Nos encontramos en su apartamento alquilado en la misma arena de la playa de Mijas (Málaga) días antes de que los indignados tomaran la Puerta del Sol. Se le veía frágil. Un gigante de metro noventa todo piel y huesos y ojos transparentes clavándose en los del prójimo. Un místico. Pero un místico lúcido. Y enamorado. Su esposa, la escritora Olga Lucas, 30 años menor, le sostiene en todos los sentidos. Ella es sus oídos, sus ojos y sus antenas. Pero el que piensa -y el que actúa pensando- es él. Juntos firman Cuarteto para un solista (Plaza y Janés), la "novela de ideas o ensayo novelado" que publica ahora y que constituye su testamento intelectual. Quisimos verle de nuevo para saber cómo saludaba, por fin, la reacción de los jóvenes. No fue posible. El celo de Olga le protege del mundo. Quizá de más. Pero gracias a ella está vivo, o eso dice él.
¿Cómo ve el mundo desde aquí? Nuestro tiempo es para mí, esencialmente, un tiempo de barbarie. Y no me refiero solo a violencia, sino a una civilización que ha degradado los valores que integraban su naturaleza. Un valor era la justicia. Dígame si Guantánamo o lo que pasa en China es justicia. Se juzga a la gente en virtud de la presunción de culpabilidad. Todo eso del ataque preventivo, un nombre eufónico para hablar de la ley de la selva. En 2000 años, la humanidad ha progresado técnicamente de forma fabulosa, pero nos seguimos matando con una codicia y una falta de solidaridad escandalosas. No hemos aprendido a vivir juntos y en paz.
En su libro, los cuatro elementos: tierra, fuego, agua y aire, se reúnen para lograr la supervivencia de los humanos. Sí, porque el hombre los está olvidando. Los cuatro se preocupan porque, al alejarse de ellos, se aleja de su naturaleza. Se ha creído más de lo que es, se piensa por encima del cosmos. Los cuatro dicen: mientras crean en nosotros, serán humanos. Si no, peligran.
Dice que el hombre es al universo lo que la neurona al hombre: una célula pensante, pero una más. Dentro de mí hay millones de células como dentro del cosmos hay millones de seres. El hombre tiene dos peculiaridades: la palabra, y con ella el pensamiento, las ideologías y las creencias. Y la sensación de superioridad, pensar que es inmortal. Eso es lo que los cuatro no reconocen. Una cosa es la vida espiritual, incluso el sentimiento de que hay más allá, y otra las religiones con funcionarios que las explotan. Cuando el hombre se cree por encima de la naturaleza, piensa que puede transformarla, iluso... leer más aquí en El País Semanal.
No nos oye llegar. Está de espaldas frente al ventanal. Es mediodía, la luz entra a chorro y su figura se recorta contra el azul intenso del mar al otro lado del cristal. Un claroscuro perfecto: los pelos de punta, las orejas despegadas, la espalda recta, la diestra arañando un folio con un bolígrafo. La viva imagen de la introspección. José Luis Sampedro no es un hombre de acción. Al menos en sentido estricto. El pensamiento, la reflexión y la contemplación han sido a la vez su alimento y su legado. A sus 94 años, sordo y aquejado, que no quejoso, de diversos males de su edad, escribe todos los días. Así, a mano, con el papel apoyado sobre una tabla, compuso el prólogo del célebre Indignaos -de Stéphane Hessel y un capítulo de Reacciona, los ensayos que han espoleado el Movimiento 15-M.
Nos encontramos en su apartamento alquilado en la misma arena de la playa de Mijas (Málaga) días antes de que los indignados tomaran la Puerta del Sol. Se le veía frágil. Un gigante de metro noventa todo piel y huesos y ojos transparentes clavándose en los del prójimo. Un místico. Pero un místico lúcido. Y enamorado. Su esposa, la escritora Olga Lucas, 30 años menor, le sostiene en todos los sentidos. Ella es sus oídos, sus ojos y sus antenas. Pero el que piensa -y el que actúa pensando- es él. Juntos firman Cuarteto para un solista (Plaza y Janés), la "novela de ideas o ensayo novelado" que publica ahora y que constituye su testamento intelectual. Quisimos verle de nuevo para saber cómo saludaba, por fin, la reacción de los jóvenes. No fue posible. El celo de Olga le protege del mundo. Quizá de más. Pero gracias a ella está vivo, o eso dice él.
¿Cómo ve el mundo desde aquí? Nuestro tiempo es para mí, esencialmente, un tiempo de barbarie. Y no me refiero solo a violencia, sino a una civilización que ha degradado los valores que integraban su naturaleza. Un valor era la justicia. Dígame si Guantánamo o lo que pasa en China es justicia. Se juzga a la gente en virtud de la presunción de culpabilidad. Todo eso del ataque preventivo, un nombre eufónico para hablar de la ley de la selva. En 2000 años, la humanidad ha progresado técnicamente de forma fabulosa, pero nos seguimos matando con una codicia y una falta de solidaridad escandalosas. No hemos aprendido a vivir juntos y en paz.
En su libro, los cuatro elementos: tierra, fuego, agua y aire, se reúnen para lograr la supervivencia de los humanos. Sí, porque el hombre los está olvidando. Los cuatro se preocupan porque, al alejarse de ellos, se aleja de su naturaleza. Se ha creído más de lo que es, se piensa por encima del cosmos. Los cuatro dicen: mientras crean en nosotros, serán humanos. Si no, peligran.
Dice que el hombre es al universo lo que la neurona al hombre: una célula pensante, pero una más. Dentro de mí hay millones de células como dentro del cosmos hay millones de seres. El hombre tiene dos peculiaridades: la palabra, y con ella el pensamiento, las ideologías y las creencias. Y la sensación de superioridad, pensar que es inmortal. Eso es lo que los cuatro no reconocen. Una cosa es la vida espiritual, incluso el sentimiento de que hay más allá, y otra las religiones con funcionarios que las explotan. Cuando el hombre se cree por encima de la naturaleza, piensa que puede transformarla, iluso... leer más aquí en El País Semanal.
domingo, 12 de junio de 2011
Imaginemos una máquina que es capaz de fabricar 10 euros al día y que tiene una vida útil de 100 días. Lógicamente, si alguien pagara 1.001 euros por ella estaría perdiendo un euro. Y si alguien la comprara por 999 euros, estaría ganando un euro con la operación.
Bien, pues cualquier empresa es una máquina de fabricar euros. Los euros que fabrica son la pasta que deja dicha empresa en el cajón de sus dueños después de hacer frente a todos los pagos e inversiones necesarias (FCF, free cash flow, lo llaman los economistas). Y quien quiera saber cuánto vale esa empresa (los analistas financieros de los bancos de inversión) calcula cuáles van a ser esos FCF a lo largo de los años de vida útil de esa empresa y los suman descontados a una tasa de coste de capital hasta encontrar una cifra que pomposamente llaman NPV (Net Present Value). Lógicamente, los compradores sólo comprarán esa empresa si el precio es inferior a ese NPV. Es decir, si el vendedor es tonto.
Pasado el tiempo de la demagogia y la ocultación de proyectos típica de las campañas electorales, La Comunidad de Madrid retoma la idea de vender, en principio, el 49% de la empresa que gestiona el agua en la Comunidad: Canal de Isabel II.
Canal de Isabel II pertenece a los madrileños (repito la obviedad: pertenece a los madrileños) y ha obtenido unos beneficios después de impuestos de unos 80 millones de euros para los madrileños, lo que implicaría una valoración NPV de unos 1.600 millones de euros (me ahorro los detalles técnicos de cómo se halla que no quiero aburrir a nadie)
Si alguna multinacional o algún fondo de capital riesgo quiere comprar Canal de Isabel II, siempre intentaría pagar menos de 1.600 millones de euros, o conseguir generar con su gestión un NPV mayor de 1.600 millones de euros, ya que es el lucro lo que buscan las empresas privadas (repito la obviedad: ya que es el lucro lo que buscan las empresas privadas). Esto es, o nos roba a los madrileños (dueños actuales de la empresa), o nos ofrece un peor producto, o nos sube los precios del agua.
Una de las falacias neoliberales más asumidas es que la gestión privada lo hace mejor que la gestión pública porque el Estado es tonto. Y, claro, cuando los neoliberales llegan al poder, no tienen mucho problema en poner en práctica sus propias teorías: hagamos un Estado tonto, ahora que somos nosotros quienes tomamos las decisiones. Si yo quisiera demostrar que la enseñanza pública es peor que la enseñanza privada y fuera yo mismo quien tuviera el poder de decidir las inversiones en la enseñanza pública y la calidad de la misma, ¿no me resultaría muy fácil conseguirlo, simplemente dejando de invertir, dejando que se deteriore, y ahorrando así mucho dinero del contribuyente?
Pero, por definición, lo único que diferencia la cosa pública de la privada es la propiedad, y no la gestión. Quiero decir, cualquier modelo de gestión en una empresa de propiedad privada puede ser asumido por una empresa de propiedad pública. La única diferencia real entre una y otra, por definición, es si el beneficio final será para la comunidad o será para alguien privado.
Éste es el secreto de las privatizaciones. No hay más.
Quizás no hemos avanzado tanto desde aquellos días en que los conquistadores explotaban los recursos de los indios en nombre de Isabel. Desprecio vuestro dios y desprecio vuestra codicia.
Bien, pues cualquier empresa es una máquina de fabricar euros. Los euros que fabrica son la pasta que deja dicha empresa en el cajón de sus dueños después de hacer frente a todos los pagos e inversiones necesarias (FCF, free cash flow, lo llaman los economistas). Y quien quiera saber cuánto vale esa empresa (los analistas financieros de los bancos de inversión) calcula cuáles van a ser esos FCF a lo largo de los años de vida útil de esa empresa y los suman descontados a una tasa de coste de capital hasta encontrar una cifra que pomposamente llaman NPV (Net Present Value). Lógicamente, los compradores sólo comprarán esa empresa si el precio es inferior a ese NPV. Es decir, si el vendedor es tonto.
Pasado el tiempo de la demagogia y la ocultación de proyectos típica de las campañas electorales, La Comunidad de Madrid retoma la idea de vender, en principio, el 49% de la empresa que gestiona el agua en la Comunidad: Canal de Isabel II.
Canal de Isabel II pertenece a los madrileños (repito la obviedad: pertenece a los madrileños) y ha obtenido unos beneficios después de impuestos de unos 80 millones de euros para los madrileños, lo que implicaría una valoración NPV de unos 1.600 millones de euros (me ahorro los detalles técnicos de cómo se halla que no quiero aburrir a nadie)
Si alguna multinacional o algún fondo de capital riesgo quiere comprar Canal de Isabel II, siempre intentaría pagar menos de 1.600 millones de euros, o conseguir generar con su gestión un NPV mayor de 1.600 millones de euros, ya que es el lucro lo que buscan las empresas privadas (repito la obviedad: ya que es el lucro lo que buscan las empresas privadas). Esto es, o nos roba a los madrileños (dueños actuales de la empresa), o nos ofrece un peor producto, o nos sube los precios del agua.
Una de las falacias neoliberales más asumidas es que la gestión privada lo hace mejor que la gestión pública porque el Estado es tonto. Y, claro, cuando los neoliberales llegan al poder, no tienen mucho problema en poner en práctica sus propias teorías: hagamos un Estado tonto, ahora que somos nosotros quienes tomamos las decisiones. Si yo quisiera demostrar que la enseñanza pública es peor que la enseñanza privada y fuera yo mismo quien tuviera el poder de decidir las inversiones en la enseñanza pública y la calidad de la misma, ¿no me resultaría muy fácil conseguirlo, simplemente dejando de invertir, dejando que se deteriore, y ahorrando así mucho dinero del contribuyente?
Pero, por definición, lo único que diferencia la cosa pública de la privada es la propiedad, y no la gestión. Quiero decir, cualquier modelo de gestión en una empresa de propiedad privada puede ser asumido por una empresa de propiedad pública. La única diferencia real entre una y otra, por definición, es si el beneficio final será para la comunidad o será para alguien privado.
Éste es el secreto de las privatizaciones. No hay más.
Quizás no hemos avanzado tanto desde aquellos días en que los conquistadores explotaban los recursos de los indios en nombre de Isabel. Desprecio vuestro dios y desprecio vuestra codicia.
sábado, 11 de junio de 2011
El misterio de Bilderberg: ¿por qué creemos en conspiraciones o cábalas?
Está reunido en Suiza el grupo Bilderberg, una de las congregaciones que más atraen a los teóricos conspirativos. No se sabe quién asiste ni de qué hablan, pero sí que son poderosos... ¿Será que planean algo vil?
La gente normal y corriente no puede hacer más que especular respecto a lo que ocurre en las conferencias secretas del grupo Bilderberg, que esta semana reúne a la élite del mundo de la política y las finanzas. En ese terreno fértil, abundan las teorías conspirativas sobre qué se discute y quién asiste.
La creencia de que conciliábulos secretos rigen el mundo es una constante que ha resistido el paso de los siglos.
Y el jueves pasado, la que ha sido quizás la organización clandestina más controvertida de nuestros tiempos, el grupo Bilderberg, empezó su reunión a puertas cerradas.
Al estilo de una trama de James Bond, unos 150 líderes en el mundo de la política y los negocios llegaron a un centro de esquí en Suiza para discutir, durante cuatro días, el futuro del mundo.
En la lista de asistentes a encuentros previos de ese foro, que se celebra una vez al año en hoteles de cinco estrellas, figuran desde el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton o Carlos, el príncipe de Gales, hasta gerentes de decenas de empresas.Intercambio de ideas
La primera reunión se celebró en 1954 y su objetivo fue reforzar las relaciones entre Estados Unidos y Europa y prevenir otra guerra mundial.
Ahora, bajo el liderazgo del ex secretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger y de quien fuera vicepresidente de la Comisión Europea, el vizconde de Davignon, el objetivo es supuestamente servir de espacio para que las élites occidentales intercambien ideas.
Sin embargo, los teóricos conspirativos han acusado al grupo de todo: desde de haber orquestado intencionalmente la actual crisis financiera hasta de planear la muerte de un 80% de la población mundial.
Un opositor de larga data de la organización, el presentador de radio estadounidense Alex Jones, interrumpió una reunión con un megáfono.
"Sabemos que son despiadados. Sabemos que son malvados. Respetamos su poder oscuro".
Gran parte de la alarma que este grupo secreto despierta se debe a los métodos que utilizan: los nombres de los asistentes a sus encuentros no son dados a conocer antes de la conferencia, las reuniones permanecen cerradas al público y a los medios de comunicación y no se difunden comunicados de prensa.
Un club social
El vizconde de Davignon lidera el Club Bilderberg junto con Henry Kissinger.
El crujir de los dientes que provoca Bilderberg es... Leer más aquí. de la BBC.
La gente normal y corriente no puede hacer más que especular respecto a lo que ocurre en las conferencias secretas del grupo Bilderberg, que esta semana reúne a la élite del mundo de la política y las finanzas. En ese terreno fértil, abundan las teorías conspirativas sobre qué se discute y quién asiste.
La creencia de que conciliábulos secretos rigen el mundo es una constante que ha resistido el paso de los siglos.
Y el jueves pasado, la que ha sido quizás la organización clandestina más controvertida de nuestros tiempos, el grupo Bilderberg, empezó su reunión a puertas cerradas.
Al estilo de una trama de James Bond, unos 150 líderes en el mundo de la política y los negocios llegaron a un centro de esquí en Suiza para discutir, durante cuatro días, el futuro del mundo.
En la lista de asistentes a encuentros previos de ese foro, que se celebra una vez al año en hoteles de cinco estrellas, figuran desde el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton o Carlos, el príncipe de Gales, hasta gerentes de decenas de empresas.Intercambio de ideas
La primera reunión se celebró en 1954 y su objetivo fue reforzar las relaciones entre Estados Unidos y Europa y prevenir otra guerra mundial.
Ahora, bajo el liderazgo del ex secretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger y de quien fuera vicepresidente de la Comisión Europea, el vizconde de Davignon, el objetivo es supuestamente servir de espacio para que las élites occidentales intercambien ideas.
Sin embargo, los teóricos conspirativos han acusado al grupo de todo: desde de haber orquestado intencionalmente la actual crisis financiera hasta de planear la muerte de un 80% de la población mundial.
Un opositor de larga data de la organización, el presentador de radio estadounidense Alex Jones, interrumpió una reunión con un megáfono.
"Sabemos que son despiadados. Sabemos que son malvados. Respetamos su poder oscuro".
Gran parte de la alarma que este grupo secreto despierta se debe a los métodos que utilizan: los nombres de los asistentes a sus encuentros no son dados a conocer antes de la conferencia, las reuniones permanecen cerradas al público y a los medios de comunicación y no se difunden comunicados de prensa.
Un club social
El vizconde de Davignon lidera el Club Bilderberg junto con Henry Kissinger.
El crujir de los dientes que provoca Bilderberg es... Leer más aquí. de la BBC.
viernes, 10 de junio de 2011
miércoles, 8 de junio de 2011
Francia premia a Valentín Fuster
El cardiólogo catalán ha recibido el Gran Premio Científico por su investigación de la enfermedad aterotrombótica.
En una muy solemne ceremonia, bajo la impresionante cúpula del Instituto de Francia de París, el cardiólogo catalán Valentín Fuster ha recibido el prestigio Gran Premio Científico, entregado a través de la Fundación Lefoulon-Delalande, por su investigación de la enfermedad aterotrombótica. El presidente de la Academia de las Ciencias, Alain Carpentier, vestido con el tradicional traje de gala de los académicos, ha entregado al homenajeado una medalla y el galardón, dotado de 500.000 euros. "Siempre es un honor recibir un premio al que no te esperas", comentó Fuster tras el acto.
"Uno piensa enseguida en los colaboradores que uno ha tenido", explicaba el premiado mientras se dirigía hacia el cóctel que siguió la ceremonia. "Esto no es un trabajo de una persona sino de varios investigadores, de equipos, algunos de ellos están en España y otros están en Estados Unidos", detalló Fuster, quien dirige el Instituto cardiovascular del hospital Mont Sinai de Nueva York y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid.
El jurado del premio destacó en particular siete investigaciones de Fuster consideradas como determinantes para la cardiología. "Es uno de los grandes científicos de nuestros tiempos y además en un área que es especialmente de actualidad, dado que se trata de la enfermedad de las arterias coronarias", detalló Carpentier. "Ha dedicado décadas a investigar los mecanismos que producen esta enfermedad junto con su equipo, y sus contribuciones han sido determinantes para la comprensión de la enfermedad, para su tratamiento y para la prevención". Leer todo en El País.
En una muy solemne ceremonia, bajo la impresionante cúpula del Instituto de Francia de París, el cardiólogo catalán Valentín Fuster ha recibido el prestigio Gran Premio Científico, entregado a través de la Fundación Lefoulon-Delalande, por su investigación de la enfermedad aterotrombótica. El presidente de la Academia de las Ciencias, Alain Carpentier, vestido con el tradicional traje de gala de los académicos, ha entregado al homenajeado una medalla y el galardón, dotado de 500.000 euros. "Siempre es un honor recibir un premio al que no te esperas", comentó Fuster tras el acto.
"Uno piensa enseguida en los colaboradores que uno ha tenido", explicaba el premiado mientras se dirigía hacia el cóctel que siguió la ceremonia. "Esto no es un trabajo de una persona sino de varios investigadores, de equipos, algunos de ellos están en España y otros están en Estados Unidos", detalló Fuster, quien dirige el Instituto cardiovascular del hospital Mont Sinai de Nueva York y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid.
El jurado del premio destacó en particular siete investigaciones de Fuster consideradas como determinantes para la cardiología. "Es uno de los grandes científicos de nuestros tiempos y además en un área que es especialmente de actualidad, dado que se trata de la enfermedad de las arterias coronarias", detalló Carpentier. "Ha dedicado décadas a investigar los mecanismos que producen esta enfermedad junto con su equipo, y sus contribuciones han sido determinantes para la comprensión de la enfermedad, para su tratamiento y para la prevención". Leer todo en El País.
El último encuentro
Durante semanas he llevado conmigo una libretita en la que apunté todas las preguntas que debía hacerle a Jorge Semprún en la última entrevista que tuvimos, el 16 de noviembre de 2010 en su casa de París. Un objeto que llevaba como un conjuro, su vida contada por él y contada por otros, todo en la cuadrícula de un cuaderno para detener el tiempo ahí, para tener siempre esa mirada de Semprún descrita en el bloc. Un ejercicio imprescindible para enfrentarse a un entrevistado de esa altura. Con él no valían las conversaciones banales, Semprún siempre extraía de la vida hasta el último detalle, y ese detalle se quedaba en su mirada como una piedra.
Ahí estaba, mirando, mirando siempre, escrutando él mismo este cuadernito que ahora relata aquel encuentro en pretérito perfecto. En aquel encuentro, Jorge de vez en cuando lanzaba una carcajada. Era otro Semprún, pero el del dolor hasta en los sueños era ese día el Semprún que tenía delante. Estaba a punto de ser operado, o eso creía él, y se preparaba para su cumpleaños con una profunda melancolía. El dolor no le dejaba festejar nada. Y ya lo tenía en los ojos, acaso como el miedo a la tortura en la bañera de Buchenwald.
Semprún era siempre una mirada exigente, sobre el amigo y sobre el periodista; cuando reía... Leer todo aquí. Articulo de JUAN CRUZ 07/06/2011 en El País. En Le Monde. L'écrivain espagnol Jorge Semprun est mort.
Homenaje en el Liceo Francés de Madrid. El teatro del Instituto Francés de Madrid se abarrotó ayer a última hora de la tarde. Hubo gente que se quedó en la puerta sin poder entrar. Dentro, un acto sencillo para recordar a un "gran señor", como lo denominó el embajador de Francia en España, Bruno Delaye. Un discreto homenaje a Jorge Semprún (Madrid, 1923-París, 7 de junio de 2011). En el escenario, su fotografía, con sonrisa cómplice y ese pelo blanco desenfadado que perfilaba su reconocida personalidad. Pero, sobre todo, su mirada. La mirada de la memoria.
Se sucedieron los recuerdos. Los de Juan Miguel Hernández León, actual presidente del Círculo de Bellas Artes pero antes miembro del equipo del Ministerio de Cultura que dirigió Semprún con el Gobierno de Felipe González (1988-1991). "Recuerdo aquella noche en la ópera", arrancó. "Probablemente fui yo una de las primeras personas que supo que Semprún sería ministro de Cultura", añadió. Y contó que en el entreacto observó a Javier Solana, entonces ya portavoz del Gobierno, hablando por teléfono y anotando algo en un papel que perdió y que su "curiosidad" recuperó: solo un nombre, Jorge Semprún. Trabajó con él un año en el ministerio. "Una de las primeras cosas que me pidió fue si le podía conseguir las obras completas de Azaña", dijo. "Las conseguí como conseguíamos tantos libros en nuestra época de clandestinidad universitaria -donde también coincidió fugazmente con Semprún, una referencia en la resistencia política para muchos estudiantes de entonces-, a través de Jesús Ayuso, propietario de la librería Fuentetaja". Luego leyó un fragmento de una de las grandes novelas autobiográficas del escritor, Le grand voyage (El largo viaje), donde narra el viaje de cinco días en tren con cientos de detenidos camino del campo de concentración de Buchenwald.
Unos párrafos que arrancaban con una pregunta: "¿Qué clase de vida se puede hacer en un campo de concentración?", y terminaban con un recuerdo nítido: "Ese fue el día que vi morir a los niños judíos". Y, de un plumazo, dejó allí uno de los retazos de la intensa vida del intelectual español. Casualmente, Rosa Re-gàs, que prosiguió con sus recuerdos, eligió la misma obra, aunque otras páginas. La escritora catalana ensalzó "dos grandes cualidades" de Semprún, a quien definió como "una persona completa" y con quien compartió amistad. "Compromiso y un inmenso sentido del humor", dijo.
Y recordó algunas de sus grandes frases, como aquella que le susurró al oído durante la entrega de un importante premio literario del que eran jurado. El galardonado se presentó vestido con unos guantes de Hilda ante la burguesía barcelonesa y comenzó a hablar de sí mismo. Entonces Semprún se acercó al oído de Regàs y le dijo: "Rosa, Rosa, este país no tiene solución". Luego proyectaron uno de los filmes que guionizó: Stavisky. Y la mirada de Semprún volvió a ser la mirada de la memoria.
Ahí estaba, mirando, mirando siempre, escrutando él mismo este cuadernito que ahora relata aquel encuentro en pretérito perfecto. En aquel encuentro, Jorge de vez en cuando lanzaba una carcajada. Era otro Semprún, pero el del dolor hasta en los sueños era ese día el Semprún que tenía delante. Estaba a punto de ser operado, o eso creía él, y se preparaba para su cumpleaños con una profunda melancolía. El dolor no le dejaba festejar nada. Y ya lo tenía en los ojos, acaso como el miedo a la tortura en la bañera de Buchenwald.
Semprún era siempre una mirada exigente, sobre el amigo y sobre el periodista; cuando reía... Leer todo aquí. Articulo de JUAN CRUZ 07/06/2011 en El País. En Le Monde. L'écrivain espagnol Jorge Semprun est mort.
Homenaje en el Liceo Francés de Madrid. El teatro del Instituto Francés de Madrid se abarrotó ayer a última hora de la tarde. Hubo gente que se quedó en la puerta sin poder entrar. Dentro, un acto sencillo para recordar a un "gran señor", como lo denominó el embajador de Francia en España, Bruno Delaye. Un discreto homenaje a Jorge Semprún (Madrid, 1923-París, 7 de junio de 2011). En el escenario, su fotografía, con sonrisa cómplice y ese pelo blanco desenfadado que perfilaba su reconocida personalidad. Pero, sobre todo, su mirada. La mirada de la memoria.
Se sucedieron los recuerdos. Los de Juan Miguel Hernández León, actual presidente del Círculo de Bellas Artes pero antes miembro del equipo del Ministerio de Cultura que dirigió Semprún con el Gobierno de Felipe González (1988-1991). "Recuerdo aquella noche en la ópera", arrancó. "Probablemente fui yo una de las primeras personas que supo que Semprún sería ministro de Cultura", añadió. Y contó que en el entreacto observó a Javier Solana, entonces ya portavoz del Gobierno, hablando por teléfono y anotando algo en un papel que perdió y que su "curiosidad" recuperó: solo un nombre, Jorge Semprún. Trabajó con él un año en el ministerio. "Una de las primeras cosas que me pidió fue si le podía conseguir las obras completas de Azaña", dijo. "Las conseguí como conseguíamos tantos libros en nuestra época de clandestinidad universitaria -donde también coincidió fugazmente con Semprún, una referencia en la resistencia política para muchos estudiantes de entonces-, a través de Jesús Ayuso, propietario de la librería Fuentetaja". Luego leyó un fragmento de una de las grandes novelas autobiográficas del escritor, Le grand voyage (El largo viaje), donde narra el viaje de cinco días en tren con cientos de detenidos camino del campo de concentración de Buchenwald.
Unos párrafos que arrancaban con una pregunta: "¿Qué clase de vida se puede hacer en un campo de concentración?", y terminaban con un recuerdo nítido: "Ese fue el día que vi morir a los niños judíos". Y, de un plumazo, dejó allí uno de los retazos de la intensa vida del intelectual español. Casualmente, Rosa Re-gàs, que prosiguió con sus recuerdos, eligió la misma obra, aunque otras páginas. La escritora catalana ensalzó "dos grandes cualidades" de Semprún, a quien definió como "una persona completa" y con quien compartió amistad. "Compromiso y un inmenso sentido del humor", dijo.
Y recordó algunas de sus grandes frases, como aquella que le susurró al oído durante la entrega de un importante premio literario del que eran jurado. El galardonado se presentó vestido con unos guantes de Hilda ante la burguesía barcelonesa y comenzó a hablar de sí mismo. Entonces Semprún se acercó al oído de Regàs y le dijo: "Rosa, Rosa, este país no tiene solución". Luego proyectaron uno de los filmes que guionizó: Stavisky. Y la mirada de Semprún volvió a ser la mirada de la memoria.
El ex primer ministro islandés, a juicio por su gestión de la crisis
La mala gestión de la crisis que colocó a Islandia al borde de la ruina como consecuencia del colapso financiero sufrido en 2008 sienta en el banquillo de los acusados al ex primer ministro conservador Geeir H. Haarde, quien ayer recibió la confirmación de la acusación de negligencia grave. Medios islandeses creen que el juicio comenzará tras el verano.
El ex primer ministro conservador islandés Geeir Haarde afrontó ayer la primera sesión preliminar de un juicio al que será sometido por negligencia grave durante su mandato, en el que se produjo el colapso bancario.
El encargado de estudiar el caso es el Landsdómur, un tribunal especial creado en 1905 para juzgar a miembros del Gobierno y que nunca había actuado en los casi 67 años de independencia de la isla. El Landsdómur está formado por cinco jueces del Tribunal Supremo, un presidente de un tribunal de primera instancia, un catedrático de derecho constitucional y ocho ciudadanos designados cada seis años por el Parlamento.
La imputación de Haarde, de 60 años, fue posible porque el Althingi (Parlamento islandés) así lo decidió en setiembre por 33 votos frente a 30, siguiendo el consejo del informe previo de la comisión investigadora sobre las responsabilidades en la crisis.
Ayer el tribunal debía confirmar la acusación, pero medios locales consideran probable que el juicio no comience hasta después del verano... Leer más.
El ex primer ministro conservador islandés Geeir Haarde afrontó ayer la primera sesión preliminar de un juicio al que será sometido por negligencia grave durante su mandato, en el que se produjo el colapso bancario.
El encargado de estudiar el caso es el Landsdómur, un tribunal especial creado en 1905 para juzgar a miembros del Gobierno y que nunca había actuado en los casi 67 años de independencia de la isla. El Landsdómur está formado por cinco jueces del Tribunal Supremo, un presidente de un tribunal de primera instancia, un catedrático de derecho constitucional y ocho ciudadanos designados cada seis años por el Parlamento.
La imputación de Haarde, de 60 años, fue posible porque el Althingi (Parlamento islandés) así lo decidió en setiembre por 33 votos frente a 30, siguiendo el consejo del informe previo de la comisión investigadora sobre las responsabilidades en la crisis.
Ayer el tribunal debía confirmar la acusación, pero medios locales consideran probable que el juicio no comience hasta después del verano... Leer más.
lunes, 6 de junio de 2011
Sobre el programa del movimiento 15-M
Aunque pensé que con el paso de los días las aguas iban a bajar más calmadas, lo cierto es que no ha remitido la discusión relativa a un supuesto programa del movimiento 15-M que se concretaría en cuatro puntos: reforma del sistema electoral, lucha contra la corrupción, mejoras en materia de división de poderes y control sobre los responsables políticos.
Conviene dejar sentado desde ahora que el alcance de ese programa es limitado. Nació de una de las muchas comisiones que operan en la Puerta del Sol madrileña -la de política a corto plazo-, cabe suponer que debe mezclarse con las propuestas que surjan de otras comisiones, en modo alguno toma en consideración lo que hayan podido decidir l@s participantes en acampadas y asambleas en otros lugares y, en suma, no ha sido refrendado como la propuesta del movimiento. Su eco mediático ha resultado, sin embargo, muy notable -aún ayer, sábado 4 de junio, Informe Semanal se refería a esos puntos como si fueran el programa de todo un movimiento-, algo detrás de lo cual hay quien ha apreciado la influencia de alguna mano negra que apostaría, con malas artes, por una rápida y contundente anulación de cualquier horizonte de contestación abierta, desde el movimiento, del sistema que padecemos.
Aunque el alcance de la propuesta mencionada es -parece- escaso, creo que haremos bien en apreciar en ella un síntoma de algo que está ocurriendo y que puede reaparecer con fuerza aún mayor. Pienso, en primer lugar, en algunas de las consecuencias imprevistas, no precisamente saludables, del procedimiento de decisión que se está aplicando en tantos lugares: un método que, al desterrar el voto en provecho del consenso, permite prescindir, sin más, de un sinfín de propuestas que gozan de un amplísimo respaldo entre quienes las debaten. Al final, y de resultas, sólo salen adelante aquellas iniciativas que, por lógica, no suscitan controversia alguna. Nadie dirá, claro, que se opone a la instauración de medidas que castiguen la corrupción. No es difícil iluminar la consecuencia mayor del despliegue de ese procedimiento: el movimiento pasa a vincularse con un consenso de mínimos que se reduce a acuerdos en materias muy generales, que no parece llamado a tener ninguna consecuencia práctica -es curioso que los defensores de la fórmula que nos ocupa sostengan lo contrario- y que deja manifiestamente descontent@s a much@s de l@s implicad@s.
Y es que, y por acudir directamente al ejemplo de las discusiones que con certeza se hicieron valer en la comisión madrileña de corto plazo, a buen seguro que en ellas se escucharon voces que, tras enunciar distancias con respecto a la democracia representativa y delegativa, defendieron orgullosamente el despliegue de fórmulas de democracia directa. El ascendiente de esas voces es nulo, sin embargo, en términos de una propuesta final que a la postre corre el riesgo de recoger un puñado de ideas que, bien que compartidas por tod@s, no prestan atención a percepciones muy extendidas entre acampad@s y asambleístas. En ese sentido, a la hora de analizar esa propuesta final tanto relieve tiene lo que dice como aquello que no dice. La ausencia, en paralelo, de unos principios programáticos que, mucho más amplios, recojan sensibilidades diversas se hace mucho más llamativa en un escenario en el que el consenso se traduce inequívocamente en una exquisita moderación que, ajena a cualquier suerte de pluralismo, deja inequívocamente descontent@s a much@s.
De discusiones como la invocada depende, ni más ni menos, la imagen del movimiento como un todo. He sostenido en las últimas semanas que en el seno de ese movimiento hay como poco dos almas (bien es cierto que al calor de las recién creadas asambleas de barrio está asomando alguna más). Si la primera la aportan los movimientos sociales críticos -el caudal de activistas y de propuestas que nacen de los centros autogestionados y okupados, del ecologismo, el feminismo y las redes de solidaridad que mantienen encendida la llama de la contestación, y del sindicalismo alternativo-, la segunda nace de l@s jóvenes indignad@s con la ignominia del sistema político y económico que se nos ofrece, comúnmente en activo proceso de concienciación. Me limitaré a enunciar una obviedad: como quiera que no nos podemos permitir el lujo de divisiones en un momento como el presente, es muy importante que las declaraciones programáticas del movimiento, y con ellas sus concreciones en forma de propuestas precisas, dejen espacio suficiente para que nadie se sienta excluid@ y para que tod@s nos encontremos razonablemente representad@s. Creo firmemente que el programa que los medios de incomunicación han aireado los últimos días, interesadamente, como el propio del movimiento 15-M no satisface, siquiera mínimamente, esa premisa.
Fuente: Carlos Taibo http://globalizate.org/taibo050611.html
Conviene dejar sentado desde ahora que el alcance de ese programa es limitado. Nació de una de las muchas comisiones que operan en la Puerta del Sol madrileña -la de política a corto plazo-, cabe suponer que debe mezclarse con las propuestas que surjan de otras comisiones, en modo alguno toma en consideración lo que hayan podido decidir l@s participantes en acampadas y asambleas en otros lugares y, en suma, no ha sido refrendado como la propuesta del movimiento. Su eco mediático ha resultado, sin embargo, muy notable -aún ayer, sábado 4 de junio, Informe Semanal se refería a esos puntos como si fueran el programa de todo un movimiento-, algo detrás de lo cual hay quien ha apreciado la influencia de alguna mano negra que apostaría, con malas artes, por una rápida y contundente anulación de cualquier horizonte de contestación abierta, desde el movimiento, del sistema que padecemos.
Aunque el alcance de la propuesta mencionada es -parece- escaso, creo que haremos bien en apreciar en ella un síntoma de algo que está ocurriendo y que puede reaparecer con fuerza aún mayor. Pienso, en primer lugar, en algunas de las consecuencias imprevistas, no precisamente saludables, del procedimiento de decisión que se está aplicando en tantos lugares: un método que, al desterrar el voto en provecho del consenso, permite prescindir, sin más, de un sinfín de propuestas que gozan de un amplísimo respaldo entre quienes las debaten. Al final, y de resultas, sólo salen adelante aquellas iniciativas que, por lógica, no suscitan controversia alguna. Nadie dirá, claro, que se opone a la instauración de medidas que castiguen la corrupción. No es difícil iluminar la consecuencia mayor del despliegue de ese procedimiento: el movimiento pasa a vincularse con un consenso de mínimos que se reduce a acuerdos en materias muy generales, que no parece llamado a tener ninguna consecuencia práctica -es curioso que los defensores de la fórmula que nos ocupa sostengan lo contrario- y que deja manifiestamente descontent@s a much@s de l@s implicad@s.
Y es que, y por acudir directamente al ejemplo de las discusiones que con certeza se hicieron valer en la comisión madrileña de corto plazo, a buen seguro que en ellas se escucharon voces que, tras enunciar distancias con respecto a la democracia representativa y delegativa, defendieron orgullosamente el despliegue de fórmulas de democracia directa. El ascendiente de esas voces es nulo, sin embargo, en términos de una propuesta final que a la postre corre el riesgo de recoger un puñado de ideas que, bien que compartidas por tod@s, no prestan atención a percepciones muy extendidas entre acampad@s y asambleístas. En ese sentido, a la hora de analizar esa propuesta final tanto relieve tiene lo que dice como aquello que no dice. La ausencia, en paralelo, de unos principios programáticos que, mucho más amplios, recojan sensibilidades diversas se hace mucho más llamativa en un escenario en el que el consenso se traduce inequívocamente en una exquisita moderación que, ajena a cualquier suerte de pluralismo, deja inequívocamente descontent@s a much@s.
De discusiones como la invocada depende, ni más ni menos, la imagen del movimiento como un todo. He sostenido en las últimas semanas que en el seno de ese movimiento hay como poco dos almas (bien es cierto que al calor de las recién creadas asambleas de barrio está asomando alguna más). Si la primera la aportan los movimientos sociales críticos -el caudal de activistas y de propuestas que nacen de los centros autogestionados y okupados, del ecologismo, el feminismo y las redes de solidaridad que mantienen encendida la llama de la contestación, y del sindicalismo alternativo-, la segunda nace de l@s jóvenes indignad@s con la ignominia del sistema político y económico que se nos ofrece, comúnmente en activo proceso de concienciación. Me limitaré a enunciar una obviedad: como quiera que no nos podemos permitir el lujo de divisiones en un momento como el presente, es muy importante que las declaraciones programáticas del movimiento, y con ellas sus concreciones en forma de propuestas precisas, dejen espacio suficiente para que nadie se sienta excluid@ y para que tod@s nos encontremos razonablemente representad@s. Creo firmemente que el programa que los medios de incomunicación han aireado los últimos días, interesadamente, como el propio del movimiento 15-M no satisface, siquiera mínimamente, esa premisa.
Fuente: Carlos Taibo http://globalizate.org/taibo050611.html
domingo, 5 de junio de 2011
La Brigada Lincoln: los héroes ocultos de América
Decenas de historias personales duermen en los archivos de la Brigada Lincoln que se guardan en la Biblioteca Tamiment de la Universidad de Nueva York. Pero es un triángulo de las Bermudas de la desmemoria. Para muchos estadounidenses de la calle los “lincolns” no existen. O solo existen como súcubos de un inframundo comunista irreal, contra los que quizás se cometió algún atropello histórico, pero a saber qué habrían hecho si les hubieran dejado. En su día el FBI les etiquetó de “antifascistas prematuros”, chocante baldón que con muy contadas excepciones inhabilitaba para obtener ningún puesto militar de rango en la Segunda Guerra Mundial, o ni siquiera para servir en ella. No se entiende la tenaz resistencia que, vistos desde fuera y sin prejuicios, encarnan la quintaesencia más mítica de lo americano. La vocación de salvar el mundo
Bill Bailey tenía 24 años el día del verano de 1935 en que subió a bordo del Bremen, un barco alemán anclado en el puerto de Nueva York. Con su larga y apuesta humanidad disfrazada de esmoquin parecía de buena familia de Manhattan o por lo menos el rey del mundo, en lugar del hijo de sufridísimos inmigrantes irlandeses, marino mercante y comunista heterodoxo que era. Había estado a punto de darse de baja del partido porque él nunca aguantó el ordeno y mando de nadie, pero un viaje como marino a la Italia de Mussolini le hizo desistir en el último minuto de romper el carnet. Entre una cosa y otra Bill Bailey estaba absolutamente decidido a cumplir una misión, y esta misión era arrancar la bandera con la esvástica que ondeaba en lo alto del mástil del Bremen. Así lo hizo. La insignia nazi se fue gloriosamente de cabeza al río Hudson. Aunque luego, volver a bajar del mástil, no fuera lo que se dice un camino de rosas. Hubo que pelear primero con la tripulación alemana y luego con la policía americana y pasar cierto tiempo en el calabozo.
Dos años después Bill Bailey se encontraba en España. Se había alistado en las Brigadas Internacionales junto con otros 2.799 voluntarios norteamericanos que combatieron contra Franco y en defensa de la República. Él luchó durante dieciocho meses en el cada vez más diezmado batallón que por una lógica más propagandística que militar acabaría llamándose la Brigada Abraham Lincoln. En Belchite, Bailey logró arrebatar una bandera franquista al enemigo. Orgulloso la firmó y la mandó de recuerdo al sindicato de los marinos en San Francisco.
Al volver de España, Bill Bailey retomó sus actividades sindicales. Llegó a ser una leyenda viva para la marinería norteamericana por acciones tales como enfrentarse a las autoridades que, en plena Segunda Guerra Mundial, querían denegarle el permiso para volver a embarcar —es decir, que condenaban a morirse de hambre— a un marino japonés-americano, nacido en Hawaii (como Obama), porque tenía “antecedentes criminales”. Tales antecedentes consistían en haber robado de niño la bicicleta de un vecino (sus padres eran demasiado pobres para comprarle una), bicicleta que devolvió tras darse una ansiada vuelta en ella.
Bailey embistió como un toro al tribunal: les desafió a fusilar sin más dilación al marino hawaiano-nipón si de verdad tenían pruebas de que era un agente antiamericano al servicio de Tokio. Pero, de no tener esas pruebas, les conminó ferozmente a restituirle intactos todos sus derechos. Él, Bailey, se hacía personalmente responsable de sus acciones. En esta ocasión los inquisidores se amedrentaron y retrocedieron.
En 1988, Bill Bailey regresó a España a cumplir un encargo delicado: llevar a Belchite las cenizas de otro Lincoln, su gran amigo y compañero de trinchera Bill McCarthy. Curioso apellido, es cierto, para alguien que en el fondo de su corazón nunca tuvo muy claro si quería ser comunista o cura. Mientras se lo pensaba, McCarthy se encontró haciendo la guerra y comprobando hasta qué punto la realidad desafía al idealismo: “Llegué a España lleno de verdadero fervor revolucionario. Iba a parar el fascismo. Pero en nada estaba agarrando a mi mejor amigo, quien tenía una bala en el estómago. Traté de rezar un avemaría pero no logré acordarme. Simplemente estaba allí, tratando de mantener las tripas de mi amigo dentro de su cuerpo”... Leer más.
Anna Grau, Fronterad.
Bill Bailey tenía 24 años el día del verano de 1935 en que subió a bordo del Bremen, un barco alemán anclado en el puerto de Nueva York. Con su larga y apuesta humanidad disfrazada de esmoquin parecía de buena familia de Manhattan o por lo menos el rey del mundo, en lugar del hijo de sufridísimos inmigrantes irlandeses, marino mercante y comunista heterodoxo que era. Había estado a punto de darse de baja del partido porque él nunca aguantó el ordeno y mando de nadie, pero un viaje como marino a la Italia de Mussolini le hizo desistir en el último minuto de romper el carnet. Entre una cosa y otra Bill Bailey estaba absolutamente decidido a cumplir una misión, y esta misión era arrancar la bandera con la esvástica que ondeaba en lo alto del mástil del Bremen. Así lo hizo. La insignia nazi se fue gloriosamente de cabeza al río Hudson. Aunque luego, volver a bajar del mástil, no fuera lo que se dice un camino de rosas. Hubo que pelear primero con la tripulación alemana y luego con la policía americana y pasar cierto tiempo en el calabozo.
Dos años después Bill Bailey se encontraba en España. Se había alistado en las Brigadas Internacionales junto con otros 2.799 voluntarios norteamericanos que combatieron contra Franco y en defensa de la República. Él luchó durante dieciocho meses en el cada vez más diezmado batallón que por una lógica más propagandística que militar acabaría llamándose la Brigada Abraham Lincoln. En Belchite, Bailey logró arrebatar una bandera franquista al enemigo. Orgulloso la firmó y la mandó de recuerdo al sindicato de los marinos en San Francisco.
Al volver de España, Bill Bailey retomó sus actividades sindicales. Llegó a ser una leyenda viva para la marinería norteamericana por acciones tales como enfrentarse a las autoridades que, en plena Segunda Guerra Mundial, querían denegarle el permiso para volver a embarcar —es decir, que condenaban a morirse de hambre— a un marino japonés-americano, nacido en Hawaii (como Obama), porque tenía “antecedentes criminales”. Tales antecedentes consistían en haber robado de niño la bicicleta de un vecino (sus padres eran demasiado pobres para comprarle una), bicicleta que devolvió tras darse una ansiada vuelta en ella.
Bailey embistió como un toro al tribunal: les desafió a fusilar sin más dilación al marino hawaiano-nipón si de verdad tenían pruebas de que era un agente antiamericano al servicio de Tokio. Pero, de no tener esas pruebas, les conminó ferozmente a restituirle intactos todos sus derechos. Él, Bailey, se hacía personalmente responsable de sus acciones. En esta ocasión los inquisidores se amedrentaron y retrocedieron.
En 1988, Bill Bailey regresó a España a cumplir un encargo delicado: llevar a Belchite las cenizas de otro Lincoln, su gran amigo y compañero de trinchera Bill McCarthy. Curioso apellido, es cierto, para alguien que en el fondo de su corazón nunca tuvo muy claro si quería ser comunista o cura. Mientras se lo pensaba, McCarthy se encontró haciendo la guerra y comprobando hasta qué punto la realidad desafía al idealismo: “Llegué a España lleno de verdadero fervor revolucionario. Iba a parar el fascismo. Pero en nada estaba agarrando a mi mejor amigo, quien tenía una bala en el estómago. Traté de rezar un avemaría pero no logré acordarme. Simplemente estaba allí, tratando de mantener las tripas de mi amigo dentro de su cuerpo”... Leer más.
Anna Grau, Fronterad.
sábado, 4 de junio de 2011
Manifiesto por una política de izquierdas para Extremadura
El panorama político de Extremadura se encuentra ante una incertidumbre que no se había visto en las casi tres décadas de vida democrática, ni siquiera comparable con la pérdida de la mayoría absoluta del PSOE en la legislatura de 1995 a 1999. Las urnas han confeccionado una Asamblea de Extremadura en la que nadie tiene a priori la mayoría suficiente para gobernar si no se producen acuerdos de alguna naturaleza.
Extremadura no es un territorio aislado ni de España ni del resto del mundo. Los resultados electorales apuntan a un giro conservador y la aritmética ha permitido escasas excepciones para albergar gobiernos diferentes de los del PP. Extremadura es uno de esos escasos lugares en los que el espectro político y social que se encuentra a la izquierda del PP tiene posibilidades de articular una manera diferente de gobernar de la que ya conocen, desde hace muchos años, la ciudadanía de la Comunidad de Madrid o de Castilla y León.
Extremadura tiene sus particularidades y la situación no es absolutamente idéntica a la de otras regiones: ha tenido a lo largo de 28 años un gobierno monocolor del PSOE, con sus virtudes y sus defectos, con sus éxitos y sus fracasos. Durante todo este tiempo las relaciones entre el PSOE e IU no han sido buenas y en el recuerdo han quedado agravios que reavivan desencuentros. Ahora ambas fuerzas se encuentran ante la tesitura histórica de ponerse de acuerdo de alguna manera o de dejar el gobierno extremeño, por primera vez, en manos del Partido Popular.
Es por este motivo que diferentes personas de la región, de todos los ámbitos profesionales y sin adscripción directa a ninguno de los dos partidos, hacemos un llamamiento para que tanto PSOE como IU hagan los mayores esfuerzos posibles para llevar a cabo una política de izquierdas para Extremadura, en la que haya un compromiso inquebrantable de la defensa de la educación y la sanidad pública, del empleo, de la progresividad fiscal, del respeto escrupuloso al medio ambiente y de la regeneración y profundización democrática.Entendemos que propiciar un gobierno del PP mediante la abstención de representantes de la mayoría social de izquierdas sólo respondería a ajustes de cuentas del pasado entre organizaciones políticas, que estarían anteponiendo sus intereses estratégicos sin reparar en las consecuencias que dichas posiciones pueden tener para las clases trabajadoras, para los pequeños empresarios, agricultores y trabajadores autónomos y, en definitiva, para toda la base social que ha apoyado a ambas formaciones.
Lejos de dar indicaciones a cada fuerza política sobre lo que debe o no debe hacer, quienes suscriben este documento reclaman tanto al PSOE como a IU una profunda reflexión sobre lo que desean para el futuro de Extremadura, y un llamamiento para que hagan cuanto esté en sus manos para que en Extremadura podamos tener políticas de izquierdas que mejoren la vida de la mayoría de la población y en especial de las personas más necesitadas.
Ver el blog aquí
Extremadura no es un territorio aislado ni de España ni del resto del mundo. Los resultados electorales apuntan a un giro conservador y la aritmética ha permitido escasas excepciones para albergar gobiernos diferentes de los del PP. Extremadura es uno de esos escasos lugares en los que el espectro político y social que se encuentra a la izquierda del PP tiene posibilidades de articular una manera diferente de gobernar de la que ya conocen, desde hace muchos años, la ciudadanía de la Comunidad de Madrid o de Castilla y León.
Extremadura tiene sus particularidades y la situación no es absolutamente idéntica a la de otras regiones: ha tenido a lo largo de 28 años un gobierno monocolor del PSOE, con sus virtudes y sus defectos, con sus éxitos y sus fracasos. Durante todo este tiempo las relaciones entre el PSOE e IU no han sido buenas y en el recuerdo han quedado agravios que reavivan desencuentros. Ahora ambas fuerzas se encuentran ante la tesitura histórica de ponerse de acuerdo de alguna manera o de dejar el gobierno extremeño, por primera vez, en manos del Partido Popular.
Es por este motivo que diferentes personas de la región, de todos los ámbitos profesionales y sin adscripción directa a ninguno de los dos partidos, hacemos un llamamiento para que tanto PSOE como IU hagan los mayores esfuerzos posibles para llevar a cabo una política de izquierdas para Extremadura, en la que haya un compromiso inquebrantable de la defensa de la educación y la sanidad pública, del empleo, de la progresividad fiscal, del respeto escrupuloso al medio ambiente y de la regeneración y profundización democrática.Entendemos que propiciar un gobierno del PP mediante la abstención de representantes de la mayoría social de izquierdas sólo respondería a ajustes de cuentas del pasado entre organizaciones políticas, que estarían anteponiendo sus intereses estratégicos sin reparar en las consecuencias que dichas posiciones pueden tener para las clases trabajadoras, para los pequeños empresarios, agricultores y trabajadores autónomos y, en definitiva, para toda la base social que ha apoyado a ambas formaciones.
Lejos de dar indicaciones a cada fuerza política sobre lo que debe o no debe hacer, quienes suscriben este documento reclaman tanto al PSOE como a IU una profunda reflexión sobre lo que desean para el futuro de Extremadura, y un llamamiento para que hagan cuanto esté en sus manos para que en Extremadura podamos tener políticas de izquierdas que mejoren la vida de la mayoría de la población y en especial de las personas más necesitadas.
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viernes, 3 de junio de 2011
Acampada Badajoz
Aquí en Acampada Badajoz. El blog que informa de la acampada en la Avda. de Huelva.
Y la canción de Silvio Rodríguez adoptada por los indignados. "La era está pariendo un corazón."
Y la canción de Silvio Rodríguez adoptada por los indignados. "La era está pariendo un corazón."
jueves, 2 de junio de 2011
Rosa Montero y la Lectura
Rosa Montero recuerda a su libro iniciático en la lectura, "El gigante egoísta", de Oscar Wilde.
Más artículos de Rosa: http://elpais.com/autor/rosa_montero/a/
Más artículos de Rosa: http://elpais.com/autor/rosa_montero/a/
miércoles, 1 de junio de 2011
La OMS reclasifica la emisión de los móviles como "posible carcinogénico"
La organización no establece límites peligrosos o seguros para el uso de los aparatos.
Es la peor situación posible: clasificar el uso de los móviles como "posible carcinogénico". Esa es la conclusión a la que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha llegado tras una semana en París. Lo complicado es la incertidumbre que genera: ni lo afirma tajantemente ni lo descarta, y los expertos no fijan un tiempo máximo de uso, ni mínimo, para que sea peligroso, ni hacen recomendaciones específicas sobre ello. De hecho, a la vez que defienden el cambio de la clasificación (una escala de cinco niveles, en la que la nueva es un nivel 2b, justo el intermedio) afirman que "no está claramente establecido que de hecho aumente el cáncer". O, como también lo definen, "que hay reducida evidencia de carcinogenicidad en humanos, pero suficente en animales de experimentación".
Por eso, ellos se limitan a constatar que en algunos ensayos, en particular el Interphone, que se ha llevado a cabo en Centroeuropa, hay un aumento de gliomas (un tipo de tumor cerebral muy poco frecuente) que se "puede atribuir" al uso de estos aparatos, y que "hay que seguir investigando".
Es la primera vez que un grupo de expertos de la OMS toma una decisión sobre estas emisiones. Hasta ahora, lo más que se les había podido arrancar era que no había estudios concluyentes. Y, a raíz de las declaraciones que hicieron los representantes del organismo después, la situación no ha variado mucho. "Es posible que variemos la clasificación en cuanto haya nuevas evidencias", dijo uno de los expertos.
Tan confusa es la situación que los expertos, con el director del IARC, Christopher Wild, en cabeza, en la teleconferencia posterior al anuncio se limitaron a decir que "debe ser el consumidor el que decida" qué uso hace del móvil a partir de ahora.
"Nosotros no hacemos recomendaciones; solo revisamos informes científicos", afirmaron. De hecho, a pesar de su vinculación con la OMS, dejaron en manos de esta organización que haga recomendaciones al respecto.
Es la peor situación posible: clasificar el uso de los móviles como "posible carcinogénico". Esa es la conclusión a la que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha llegado tras una semana en París. Lo complicado es la incertidumbre que genera: ni lo afirma tajantemente ni lo descarta, y los expertos no fijan un tiempo máximo de uso, ni mínimo, para que sea peligroso, ni hacen recomendaciones específicas sobre ello. De hecho, a la vez que defienden el cambio de la clasificación (una escala de cinco niveles, en la que la nueva es un nivel 2b, justo el intermedio) afirman que "no está claramente establecido que de hecho aumente el cáncer". O, como también lo definen, "que hay reducida evidencia de carcinogenicidad en humanos, pero suficente en animales de experimentación".
Por eso, ellos se limitan a constatar que en algunos ensayos, en particular el Interphone, que se ha llevado a cabo en Centroeuropa, hay un aumento de gliomas (un tipo de tumor cerebral muy poco frecuente) que se "puede atribuir" al uso de estos aparatos, y que "hay que seguir investigando".
Es la primera vez que un grupo de expertos de la OMS toma una decisión sobre estas emisiones. Hasta ahora, lo más que se les había podido arrancar era que no había estudios concluyentes. Y, a raíz de las declaraciones que hicieron los representantes del organismo después, la situación no ha variado mucho. "Es posible que variemos la clasificación en cuanto haya nuevas evidencias", dijo uno de los expertos.
Tan confusa es la situación que los expertos, con el director del IARC, Christopher Wild, en cabeza, en la teleconferencia posterior al anuncio se limitaron a decir que "debe ser el consumidor el que decida" qué uso hace del móvil a partir de ahora.
"Nosotros no hacemos recomendaciones; solo revisamos informes científicos", afirmaron. De hecho, a pesar de su vinculación con la OMS, dejaron en manos de esta organización que haga recomendaciones al respecto.
martes, 31 de mayo de 2011
“El postmodernismo, ¡vaya timo!”
Imaginemos a un joven filósofo sudamericano que viaja a París. Va creyendo que ésta sigue siendo la Ciudad Luz que fuera desde el Siglo de las Luces hasta la Segunda Guerra Mundial.
El joven se aloja en una modesta pensión en la Rive Gauche (5º piso sin ascensor). Visita la Sorbonne, las grandes librerías y los cafés famosos, esperando toparse con los dignos descendientes de Descartes y Pascal, Voltaire y Diderot, Holbach y Condorcet, Lavoisier y Buffon, Laplace y Lagrange, Bernard y Pasteur, Poincaré y Hadamard, Perrin y los Curie, o por lo menos los filósofos Bergson, Meyerson y Lalande, que escribían bien porque pensaban honesta y claramente.
Le extraña a nuestro joven los títulos de los cursos arancelados que se anuncian en las calles: Astrología psicoanalítica, Psicoanálisis astrológico, Símbolo y destino, Eidética y dietética, Homeopatía existencial, Existencialismo comunitario. Le disgusta recorrer esas calles que evocan tantos disparates.
Siente nostalgia de su ciudad natal, que no tiene el Louvre ni la torre Eiffel, pero donde no se huele la podredumbre intelectual. También le asombran al joven latinoamericano los títulos de los libros que mejor se venden: La nada de todo, Teoría egológica de la comunicación, Dialéctica de la ebriedad, Marx precursor de Heidegger, Ciencia femenina, Sintaxis del ser, Estructura estructurante, Falocracia matemática, El placer del suicidio, Semiótica del orgasmo, Orgasmo del signo.
El joven filósofo está aturdido. ¿Para esto vino de tan lejos y después de sufrir tantas privaciones para juntar el dinero necesario? No sabe si reír o llorar. Se pregunta qué pasó con Francia en los últimos decenios. ¿Cómo fue posible que la ocupación alemana atiborrase con irracionalismo alemán a tantos cerebros que se habían preciado de deslumbrar con luz cartesiana? ¿Qué se había hecho de la honestidad intelectual? ¿Por qué los parisinos se dejaron encandilar por las locuras y sinsentidos de Husserl, el abuelo del posmodernismo, y sus discípulos?
No sé si Gabriel Andrade, el autor de esta obra, tuvo esa experiencia desalentadora. Pero la tuvimos muchos que habíamos admirado y amado a la Ciudad Luz, donde ahora prosperan los falsificadores de moneda cultural. Lo peor es que esta moneda falsa circula ahora por todo el mundo. Estudiantes chinos, canadienses o argentinos que nunca oyeron hablar de Voltaire ni de Diderot ni de Holbach, ahora leen con unción de novicios los disparates de Foucault, Derrida, Deleuze y otros macaneadores orgullosos de haberse librado de “la tiranía de la coherencia y la verdad”.
Gabriel Andrade se ha propuesto la ingrata tarea de advertir a los incautos: “No os juntéis con los clochards disfrazados de intelectuales, esos alquimistas que transmutan mierda en palabra. Continuad disfrutando de la luz e intentando hacer algo honesto en lugar de embaucar a jóvenes que no han tenido la fortuna de recibir una formación rigurosa”.
He admirado la capacidad de Andrade para examinar con su lupa una montaña de basura. En particular, me ha alegrado que haya sabido distinguir el feminismo político, noble lucha contra la discriminación sexual, del feminismo académico, que no es sino fraude escandaloso y que, lejos de enriquecer el estudio de la condición de la mujer, ha desacreditado al movimiento feminista.
También he admirado el coraje de Andrade al admitir que no basta ser políticamente zurdo para estar al abrigo del vendaval posmoderno. Al contrario, la izquierda tiene su parte de responsabilidad en ese retroceso. En particular, quien (como yo en mis años mozos) haya admirado a Hegel sin advertir que inventó el truco de hacer pasar lo oscuro por profundo, ha sido sin quererlo un idiota útil a la idiotez posmoderna. ¿Por qué no bajó decenios antes el Arcángel Gabriel Andrade para anunciarnos la mala nueva, que el niño nació muerto?
En resumen, esta es una excelente exposición crítica de uno de los peores fraudes intelectuales de todos los siglos. Su autor expone con admirable claridad las oscuridades de escritores que no han descubierto sino esto: que cuando no se tiene nada nuevo ni interesante que decir, basta decirlo en forma enrevesada para ser tomado por genio por gente ingenua y de buena fe.
Sólo me queda una duda: de tanto leer tanta sandez y tanta simulación ¿no se le habrá aflojado algún tornillo a nuestro autor? Los lectores atentos dirán.
* Prólogo de Mario Bunge a la obra El postmodernismo ¡vaya timo!, de Gabriel Andrade, profesor en la Universidad del Zulia (Venezuela), que será publicada próximamente por la Editorial Laetoli en la colección "¡Vaya timo! aetoli.es . El último título publicado en esa colección es precisamente Las pseudociencias ¡vaya timo!, del propio Mario Bunge.
Presentación del ensayista venezolano Gabriel Andrade, Mario Bunge. www.elarcadigital.com.ar
Fuente: http://www.elarcadigital.com.ar/modules/revistadigital/articulo.php?id=1966
El joven se aloja en una modesta pensión en la Rive Gauche (5º piso sin ascensor). Visita la Sorbonne, las grandes librerías y los cafés famosos, esperando toparse con los dignos descendientes de Descartes y Pascal, Voltaire y Diderot, Holbach y Condorcet, Lavoisier y Buffon, Laplace y Lagrange, Bernard y Pasteur, Poincaré y Hadamard, Perrin y los Curie, o por lo menos los filósofos Bergson, Meyerson y Lalande, que escribían bien porque pensaban honesta y claramente.
Le extraña a nuestro joven los títulos de los cursos arancelados que se anuncian en las calles: Astrología psicoanalítica, Psicoanálisis astrológico, Símbolo y destino, Eidética y dietética, Homeopatía existencial, Existencialismo comunitario. Le disgusta recorrer esas calles que evocan tantos disparates.
Siente nostalgia de su ciudad natal, que no tiene el Louvre ni la torre Eiffel, pero donde no se huele la podredumbre intelectual. También le asombran al joven latinoamericano los títulos de los libros que mejor se venden: La nada de todo, Teoría egológica de la comunicación, Dialéctica de la ebriedad, Marx precursor de Heidegger, Ciencia femenina, Sintaxis del ser, Estructura estructurante, Falocracia matemática, El placer del suicidio, Semiótica del orgasmo, Orgasmo del signo.
El joven filósofo está aturdido. ¿Para esto vino de tan lejos y después de sufrir tantas privaciones para juntar el dinero necesario? No sabe si reír o llorar. Se pregunta qué pasó con Francia en los últimos decenios. ¿Cómo fue posible que la ocupación alemana atiborrase con irracionalismo alemán a tantos cerebros que se habían preciado de deslumbrar con luz cartesiana? ¿Qué se había hecho de la honestidad intelectual? ¿Por qué los parisinos se dejaron encandilar por las locuras y sinsentidos de Husserl, el abuelo del posmodernismo, y sus discípulos?
No sé si Gabriel Andrade, el autor de esta obra, tuvo esa experiencia desalentadora. Pero la tuvimos muchos que habíamos admirado y amado a la Ciudad Luz, donde ahora prosperan los falsificadores de moneda cultural. Lo peor es que esta moneda falsa circula ahora por todo el mundo. Estudiantes chinos, canadienses o argentinos que nunca oyeron hablar de Voltaire ni de Diderot ni de Holbach, ahora leen con unción de novicios los disparates de Foucault, Derrida, Deleuze y otros macaneadores orgullosos de haberse librado de “la tiranía de la coherencia y la verdad”.
Gabriel Andrade se ha propuesto la ingrata tarea de advertir a los incautos: “No os juntéis con los clochards disfrazados de intelectuales, esos alquimistas que transmutan mierda en palabra. Continuad disfrutando de la luz e intentando hacer algo honesto en lugar de embaucar a jóvenes que no han tenido la fortuna de recibir una formación rigurosa”.
He admirado la capacidad de Andrade para examinar con su lupa una montaña de basura. En particular, me ha alegrado que haya sabido distinguir el feminismo político, noble lucha contra la discriminación sexual, del feminismo académico, que no es sino fraude escandaloso y que, lejos de enriquecer el estudio de la condición de la mujer, ha desacreditado al movimiento feminista.
También he admirado el coraje de Andrade al admitir que no basta ser políticamente zurdo para estar al abrigo del vendaval posmoderno. Al contrario, la izquierda tiene su parte de responsabilidad en ese retroceso. En particular, quien (como yo en mis años mozos) haya admirado a Hegel sin advertir que inventó el truco de hacer pasar lo oscuro por profundo, ha sido sin quererlo un idiota útil a la idiotez posmoderna. ¿Por qué no bajó decenios antes el Arcángel Gabriel Andrade para anunciarnos la mala nueva, que el niño nació muerto?
En resumen, esta es una excelente exposición crítica de uno de los peores fraudes intelectuales de todos los siglos. Su autor expone con admirable claridad las oscuridades de escritores que no han descubierto sino esto: que cuando no se tiene nada nuevo ni interesante que decir, basta decirlo en forma enrevesada para ser tomado por genio por gente ingenua y de buena fe.
Sólo me queda una duda: de tanto leer tanta sandez y tanta simulación ¿no se le habrá aflojado algún tornillo a nuestro autor? Los lectores atentos dirán.
* Prólogo de Mario Bunge a la obra El postmodernismo ¡vaya timo!, de Gabriel Andrade, profesor en la Universidad del Zulia (Venezuela), que será publicada próximamente por la Editorial Laetoli en la colección "¡Vaya timo! aetoli.es . El último título publicado en esa colección es precisamente Las pseudociencias ¡vaya timo!, del propio Mario Bunge.
Presentación del ensayista venezolano Gabriel Andrade, Mario Bunge. www.elarcadigital.com.ar
Fuente: http://www.elarcadigital.com.ar/modules/revistadigital/articulo.php?id=1966
lunes, 30 de mayo de 2011
sábado, 28 de mayo de 2011
No son los mercados
Hay una lucha de clases en España en la que la burguesía –la clase dominante en España– gana en bases diarias. Decía el financiero estadounidense Warren Buffett: “Esto es la lucha de clases, y la mía, la de los ricos, la está ganando”. El señor Botín (burguesía financiera) y el señor Martín Villa y el señor Amancio Ortega (burguesía industrial y servicios) podrían decir lo mismo en España. Todas las empresas del Ibex (excepto tres) han continuado teniendo beneficios, de los cuales los más importantes, pero no los únicos, han sido los de los bancos. Mientras, la clase trabajadora está pagando la crisis que los primeros crearon. Un síntoma del poder de la clase dominante es que nadie habla ni de clases, ni de lucha de clases, considerando tales categorías como anticuadas, en las que incluso se llega a la conclusión de que la burguesía ha desaparecido......Los agentes externos no son los que determinan lo que ocurre en España. Condicionan y facilitan, pero no determinan. La atención a lo externo diluye la importancia de lo interno, que es lo determinante. La clase dominante española (término ausente en la narrativa hegemónica) es la que influencia al Estado español. Y parte de su poder ha sido transmitir el mensaje de que no hay alternativa a las políticas que se están siguiendo en respuesta a los agentes externos, los mercados financieros. Y predeciblemente, los medios de mayor difusión juegan un papel clave en la promoción de este mensaje.
Pero no es cierto que no haya alternativas. Sólo un ejemplo. El déficit del Estado podría reducirse, en lugar de recortar el gasto y empleo público, mediante el aumento de los impuestos, alternativa que ni siquiera es considerada por los dos partidos mayoritarios o debatida en los mayores medios. Los partidos a su izquierda han propuesto alternativas creíbles y factibles basadas en los cálculos de los propios inspectores de Hacienda del Ministerio de Hacienda que han indicado que, revirtiendo las ventajas fiscales que se han hecho en los últimos quince años (y que han favorecido a los grupos más pudientes de la población) podrían haberse obtenido 35.000 millones de euros, sin afectar a la carga impositiva de la mayoría de la población, consiguiendo más dinero que el que se ahorra mediante recortes sociales, tales como la congelación de las pensiones y/o el recorte del empleo público. Es más, si España tuviera la misma política fiscal progresiva que Suecia, el Estado (tanto central, autonómico, como municipal) conseguiría 200.000 millones de euros más de los que obtiene. El hecho de que estas alternativas no entren en el debate político responde a la marginación y discriminación sistemática que los medios de mayor difusión ejercen hacia tales fuerzas políticas. En realidad, la escasa diversidad ideológica de los medios en España es uno de los problemas mayores que tiene la democracia española. Otra es la Ley Electoral que margina al segundo partido de la izquierda (IU), debilitando con ello a toda la izquierda... Leer todo el artículo de Vicenc Navarro aquí.
Y aquí.
Pero no es cierto que no haya alternativas. Sólo un ejemplo. El déficit del Estado podría reducirse, en lugar de recortar el gasto y empleo público, mediante el aumento de los impuestos, alternativa que ni siquiera es considerada por los dos partidos mayoritarios o debatida en los mayores medios. Los partidos a su izquierda han propuesto alternativas creíbles y factibles basadas en los cálculos de los propios inspectores de Hacienda del Ministerio de Hacienda que han indicado que, revirtiendo las ventajas fiscales que se han hecho en los últimos quince años (y que han favorecido a los grupos más pudientes de la población) podrían haberse obtenido 35.000 millones de euros, sin afectar a la carga impositiva de la mayoría de la población, consiguiendo más dinero que el que se ahorra mediante recortes sociales, tales como la congelación de las pensiones y/o el recorte del empleo público. Es más, si España tuviera la misma política fiscal progresiva que Suecia, el Estado (tanto central, autonómico, como municipal) conseguiría 200.000 millones de euros más de los que obtiene. El hecho de que estas alternativas no entren en el debate político responde a la marginación y discriminación sistemática que los medios de mayor difusión ejercen hacia tales fuerzas políticas. En realidad, la escasa diversidad ideológica de los medios en España es uno de los problemas mayores que tiene la democracia española. Otra es la Ley Electoral que margina al segundo partido de la izquierda (IU), debilitando con ello a toda la izquierda... Leer todo el artículo de Vicenc Navarro aquí.
Y aquí.
viernes, 27 de mayo de 2011
Carta a Pedro Escobar
(Me refiero a la entrevista publicada por el HOY a Monago ayer 27 de mayo, "Monago se siente presidente", mi opinión la he intentado publicar en los comentarios del Hoy digital y salió durante algunos segundos, después desapareció, han dejado una parte sin importancia y queda sin sentido)
Pedro:
Esto me suena ya muy viejo. ¿Os acordáis de aquella fábula de la zorra y el cuervo?. El cuervo tenía en el pico un trozo de carne y la zorra se lo quería comer, después de alabarle mucho (todo eso de la amistad y cariño hacia Pedro, por parte de Monago) cuando el cuervo va a mostrar sus habilidades cantoras, se le cae la carne y la zorra consigue su objetivo, según cuenta Esopo (600 a. C.); comérselo. Y si te ví no me acuerdo.
En Madrid todos sabemos como subió el PP al poder, compraron a dos diputados del PSOE (de los que nada más se supo) consiguió por los pelos la Comunidad una señora llamada Esperanza,... y ya se perdió toda esperanza de volver a ganar. Usaron lo que a nuestro ínclito Alcalde ha soltado ahora, eso de los maletines, (con ese estilo tan impresentable y que pone en evidencia sus valores reales y lo que hacen y piensan de la POLITICA) que tan buen resultado les dió en aquella ocasión (me pregunto ¿sólo ahí? ¿sólo esa vez?) El pueblo, sintiéndose burlado castiga a los que consideran bobos y/o traidores.
Así que la "bisagra" se puede usar para cualquier puerta, pero como abra la que no debe, detrás nos espera un futuro muy negro. Hay que tener memoria para lo bueno y para lo malo.
1º Las leyes progresista que ha implantado el PSOE se cambiarán (algunas ya las tienen recurridas ante el TC).
2º. No entrar en guerras imperialistas que no estén respaldadas por la ONU. Ni en aventuras militares como la invasión de Peregil, lo cual en el mundo actual ya es mucho.
3º Las ayudas recibidas para tanta carretera, autovías sin peaje, centros educativos y de salud, dinero para el paro, etc. etc. Despediros de todo eso. Y mientras, Monago con dos sueldazos, senador y ¿presidente? y sin decir todavía (ni parece que lo dirá nunca) cuánto gana, de forma pública. Y, se permite opinar (en el HOY, días pasados) que no quiere, ni le gusta, que el Estado sea el que dé trabajo, pero mientras, él sí vive del Estado.
El Estado, para el PP, puede y debe ayudar a los banqueros, no a los hipotecados o parados,… esa es su política, el Estado ayuda a los poderosos y encima reduce sus impuestos, y sube el IVA, que pagamos la mayoría,… (aquí el AYTO, ha subido los impuestos) está claro, mucho más de lo mismo. Y “lo mismo”, bajar sueldos de funcionarios (pero no de ellos) congelar las pensiones, dejar el paro campar a sus anchas, … es lo que el pueblo no ha querido del PSOE. Bien haría Monago si quiere tener credibilidad y no simplemente ser un charlatán dar ejemplo renunciando a algún sueldo, ahora que estamos en crisis, igual que nuestro alcalde que también es senador. Pero eso es otro cantar,... lo de predicar con el ejemplo no se lleva.
Pedro, no hagas más el bobo, (Ya sabemos que el PSOE también tiene mucho que cambiar o corregir, de ahí los resultados),... eres bisagra. Cambia del PSOE lo que puedas hacia la izquierda, no hay más. Y los “odios, rencillas y pequeñas venganzas de familia” que existen y son humanas, en tantos pueblos donde a los de IU se les ha negado el pan y la sal durante tanto tiempo, a superarlos, es hora de la POLÍTICA con mayúsculas. Se puede ayudar y criticar y denunciar. No tendrás por qué decir sí a todo. No es lo mejor. Es lo menos malo. Es hacer Política, en ello estás.
Pedro:
Esto me suena ya muy viejo. ¿Os acordáis de aquella fábula de la zorra y el cuervo?. El cuervo tenía en el pico un trozo de carne y la zorra se lo quería comer, después de alabarle mucho (todo eso de la amistad y cariño hacia Pedro, por parte de Monago) cuando el cuervo va a mostrar sus habilidades cantoras, se le cae la carne y la zorra consigue su objetivo, según cuenta Esopo (600 a. C.); comérselo. Y si te ví no me acuerdo.
En Madrid todos sabemos como subió el PP al poder, compraron a dos diputados del PSOE (de los que nada más se supo) consiguió por los pelos la Comunidad una señora llamada Esperanza,... y ya se perdió toda esperanza de volver a ganar. Usaron lo que a nuestro ínclito Alcalde ha soltado ahora, eso de los maletines, (con ese estilo tan impresentable y que pone en evidencia sus valores reales y lo que hacen y piensan de la POLITICA) que tan buen resultado les dió en aquella ocasión (me pregunto ¿sólo ahí? ¿sólo esa vez?) El pueblo, sintiéndose burlado castiga a los que consideran bobos y/o traidores.
Así que la "bisagra" se puede usar para cualquier puerta, pero como abra la que no debe, detrás nos espera un futuro muy negro. Hay que tener memoria para lo bueno y para lo malo.
1º Las leyes progresista que ha implantado el PSOE se cambiarán (algunas ya las tienen recurridas ante el TC).
2º. No entrar en guerras imperialistas que no estén respaldadas por la ONU. Ni en aventuras militares como la invasión de Peregil, lo cual en el mundo actual ya es mucho.
3º Las ayudas recibidas para tanta carretera, autovías sin peaje, centros educativos y de salud, dinero para el paro, etc. etc. Despediros de todo eso. Y mientras, Monago con dos sueldazos, senador y ¿presidente? y sin decir todavía (ni parece que lo dirá nunca) cuánto gana, de forma pública. Y, se permite opinar (en el HOY, días pasados) que no quiere, ni le gusta, que el Estado sea el que dé trabajo, pero mientras, él sí vive del Estado.
El Estado, para el PP, puede y debe ayudar a los banqueros, no a los hipotecados o parados,… esa es su política, el Estado ayuda a los poderosos y encima reduce sus impuestos, y sube el IVA, que pagamos la mayoría,… (aquí el AYTO, ha subido los impuestos) está claro, mucho más de lo mismo. Y “lo mismo”, bajar sueldos de funcionarios (pero no de ellos) congelar las pensiones, dejar el paro campar a sus anchas, … es lo que el pueblo no ha querido del PSOE. Bien haría Monago si quiere tener credibilidad y no simplemente ser un charlatán dar ejemplo renunciando a algún sueldo, ahora que estamos en crisis, igual que nuestro alcalde que también es senador. Pero eso es otro cantar,... lo de predicar con el ejemplo no se lleva.
Pedro, no hagas más el bobo, (Ya sabemos que el PSOE también tiene mucho que cambiar o corregir, de ahí los resultados),... eres bisagra. Cambia del PSOE lo que puedas hacia la izquierda, no hay más. Y los “odios, rencillas y pequeñas venganzas de familia” que existen y son humanas, en tantos pueblos donde a los de IU se les ha negado el pan y la sal durante tanto tiempo, a superarlos, es hora de la POLÍTICA con mayúsculas. Se puede ayudar y criticar y denunciar. No tendrás por qué decir sí a todo. No es lo mejor. Es lo menos malo. Es hacer Política, en ello estás.
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