miércoles, 11 de julio de 2012

Se ríen de España y de los españoles

Leer las páginas económicas o incluso solo las portadas de los medios se está convirtiendo en un ejercicio de puro masoquismo: no hay manera de disimular el ridículo que está haciendo España.
Hace un mes que se aprobó el rescate de la banca española que según Rajoy resolvía el problema de nuestra economía y que mereció una surrealista felicitación del Rey Juan Carlos. En este tiempo ha habido cumbres y varias reuniones de los ministros de Economía pero hasta el momento no se han fijado ni las condiciones concretas, ni qué cantidad exacta se precisa, ni cuándo comenzará a ser efectivo. Se hacen declaraciones contradictorias diciendo un día blanco y otro negro pero siempre se insiste en lo mismo: hay que seguir rebajando gastos y derechos y reduciendo los ingresos de los trabajadores. Lo que era la solución resulta que lo ha empeorado todo y nadie, sin embargo, da cuenta de ello.
Se han reído de nosotros. El objetivo es salvar a la banca alemana, que es lo que de verdad les interesa, pero quieren hacerlo con las máximas garantías y eso obliga a que el rescate sea uno definitivo, directamente sobre la economía española y con la garantía directa del Estado. El de los 100.000 millones para los bancos no era sino una salva porque resulta infumable: nadie puede entender que si es a los bancos a quien hay que rescatar se haga responsable de ello a los ciudadanos en su conjunto. Por eso, para provocar el grande, están dejando que nos precipitemos al abismo, no porque la cuantía de nuestra deuda pública sea excesiva, como dicen, sino porque nos atan de pies y manos y nos empujan ante los inversores. Simplemente haciendo lo que está haciendo el Banco Central Europeo, nada de lo que haría un banco central auténtico, bastará para que seamos intervenidos en poco tiempo y para que nuestra economía sea puesta bajo control directo y permanente de los acreedores alemanes. Queda muy poco tiempo para que las comunidades autónomas se declaren sin liquidez y para que el propio Estado, con tipos en los mercados superiores al 7% u 8%, se reconozca incapaz de hacer frente a sus compromisos de pago. Esa es la secuencia inevitable que producen las medidas que se están tomando.
Si lo que quisieran de verdad fuese salvar a nuestra economía y al euro no harían lo que están haciendo ni nos seguirían obligando a tomar medidas que van a hundir más la demanda, la generación de ingresos, o incluso la posibilidad de que paguemos la deuda que dicen querer que paguemos. Si desearan realmente frenar la presión de los mercados bastaría que el Banco Central Europeo fuese lo que no es, y que se adoptara una estrategia de creación de actividad y empleo para toda Europa en el marco de un pacto global de rentas, pero es que no buscan eso. Quieren que la prima de riesgo siga subiendo para extorsionar más fácilmente y acelerar lo que revestirán como una situación de emergencia que no admita retóricas. Se ríen de nosotros porque lo que van buscando es someter a nuestra economía y no salvarla en un marco de cooperación y unión europeas. 
La última tomadura de pelo de quienes se pasan todo el día diciendo que hay que respetar a los mercados y dejarlos que actúen con plena libertad ha sido salvar una vez más la cara de los bancos permitiendo valorar sus activos a precios “razonables” en el marco de una agencia inmobiliaria sui generis, como ya adelantamos que harían en nuestro libro Lo que España necesita. Es decir, que una vez más se pasan por el forro lo que establecen libremente los mercados que tanto dicen respetar: si el precio razonable no es el que fijan los mercados ¿para qué puñetas sirven? Se ríen de nosotros porque una vez más nos están robando delante de nuestra mismos ojos. 
En España es nuestro propio gobierno quien se ríe de nosotros engañándonos sin piedad.
El Ministro de Economía alaba sin descanso a las autoridades europeas, agradece sus propuestas razonables y jura y perjura que haremos todo lo que sea necesario para contentar a los mercados, porque es lo que más nos conviene. Pero, justo al mismo tiempo, el de Asuntos Exteriores suplica al Banco Central Europeo (donde hemos perdido la influencia que teníamos, aunque tampoco podamos decir que la hayamos utilizado precisamente a nuestro favor) para que intervenga contra los mercados y ponga formes a los especuladores. Un alarde de discurso coherente y de sincera estrategia compartida. El Ministro de Hacienda, que ya ocupa la cartera por segunda vez, reconoce que ha de subir el IVA porque es un incompetente que no sabe hacer que todos paguen lo que tiene que pagar y Cospedal se consolida como la mayor y más desvergonzada demagoga del reino. Ahora carga contra la función pública sin caer en lo que ella tendría que ser la primera en recordar: que en España hay menos trabajadores públicos en relación con la población activa total que en la media de los Quince, que se gasta menos en retribuirlos, que nuestro sector público es bastante más reducido que el de los países más avanzados y competitivos de nuestro entorno, y que esos seres despreciables a los que se refiere y a los que ya está poniendo en la calle son los maestros o los médicos de los hijos de familias que no pueden pagarse servicios privados, por cierto, casi siempre de peor calidad que los públicos a pesar de que disponen de más recursos y de que no asumen todas sus cargas. Y olvidando, sobre todo, que la función pública con la que quieren acabar fue la mejor e imprescindible solución para evitar que las oligarquías de los partidos (de las que ella forma parte) se hicieran dueñas del Estado en perjuicio de la mayoría de la población. 
Pobre España y pobre pueblo español, tan silencioso y obediente. Vibra de patriotismo cuando gana La Roja pero enmudece cuando le roba una potencia extranjera o cuando su gobierno le miente y le traiciona. Juan Torres López. Público.es (Foto; puente Vasco de Gama. Lisboa. Portugal)

martes, 10 de julio de 2012

Polémica en Europa por cunas para abandonar bebés

En una tranquila calle de un suburbio de Berlín, un cartel con una flecha apunta hacia un sendero que se abre paso entre los árboles. El cartel dice "Babywiege", en español: cuna. Al final del camino hay una caja de acero inoxidable con una manija. Dentro de la caja hay un par de pequeñas mantas prolijamente dobladas para abrigar al recién nacido. La cálida temperatura del contenedor es tranquilizadora. En su interior también hay una carta con indicaciones de qué hacer si uno cambia de opinión.
Cuna por países
Alemania: 99
Polonia: 45
República Checa: 44
Hungría: 26
Eslovaquia: 18
Lituania: 8
Italia: aprox. 8
Bélgica: 1
Países bajos: 1 planificada
Suiza: 1
Vaticano: 1
Canadá: 1
Malasia: 1
También hay en Japón y EE.UU
 Alrededor de dos veces al año, alguien -posiblemente una mujer- camina por esta recluida senda que conduce a la parte trasera del Hospital Waldfriede para dejar allí a un bebé nacido tal vez en secreto y pocas horas antes.
 Esta persona -posiblemente su madre- se marcha luego de allí. Ya no volverá a ver al recién nacido. Cuando éste crezca, no sabrá quién fue su madre.
 Uso la palabra "posiblemente" porque el proceso es secreto y anónimo. Nadie sabe quién dejó allí al bebé. Polémica
El anonimato es precisamente el punto que critican aquellos que están en contra de este sistema que data del medioevo y que volvió a implementarse en los últimos 10 años. Podrían ser padres inescrupulosos o incluso proxenetas que presionan a las madres para deshacerse del niño, dicen los críticos.
 Según le dijo a la BBC Kevin Browne, psicólogo de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, "una serie de estudios en Hungría muestra que no son necesariamente las madres las que abandonan a sus hijos en estas cajas, pueden ser parientes, proxenetas, padrastros o los padres". "Por eso, la gran pregunta es si estas cunas están protegiendo los derechos de la mujer y si la madre del bebé está de acuerdo en que se lo dejé allí", dice Browne. "Este sistema es tan anónimo, tan alejado de la posibilidad de dar ayuda psicológica, que genera una situación dañina para la madre y para el hijo", añade...
 En algunos países la ley favorece este sistema. En Hungría, por ejemplo, la ley fue modificada como para que dejar el niño en una de estas cajas equivalga a entregarlo legalmente en adopción, mientras que abandonar al niño en cualquier otra parte continúa siendo un delito.
El psicólogo estuvo a cargo de gran parte de la investigación que el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños consultó para evaluar el sistema. Este comité considera que el niño tiene el derecho a saber quienes son sus padres, y este proyecto, dicen, les quita este derecho.
Sin embargo, estos argumentos no convencen al comité de la ONU ni a los críticos que siguen pensando que las cajas para recién nacidos son un regreso al pasado, cuando la iglesia contaba con un mecanismo similar para que las madres entreguen a sus hijos no deseados.
 Maria Herczong, psicóloga del comité de la ONU, le aseguró a la BBC que tanto antes como ahora siempre hubo una alternativa mejor: ofrecer más comprensión y ayuda a las madres que atraviesan circunstancias difíciles. "
(Este sistema) envía a las mujeres embarazadas un mensaje equivocado: que está bien esconder su embarazo y dar a luz en circunstancias no controladas y más tarde abandonar a sus hijos"... BBC, Berlín

El estado de bienestar occidental y su perdida progresiva desde los 80


Introducción
Uno de los rasgos socioeconómicos más asombrosos de las dos últimas décadas es la inversión del signo de la legislación sobre bienestar de la segunda mitad del siglo pasado en Europa y Norteamérica. Los recortes sin precedentes en servicios sociales, indemnizaciones por despido, empleo público, pensiones, programas sanitarios, estipendios formativos, periodos vacacionales y seguridad laboral vienen acompañados por el incremento de los gastos de la educación, la fiscalidad regresiva y la edad de jubilación, así como por el aumento de las desigualdades, la inseguridad laboral y la aceleración del ritmo en los centros de trabajo.
La desaparición del «Estado de bienestar» echa por tierra la idea expuesta por los economistas ortodoxos, que sostenían que la «maduración» del capitalismo, su «estado de desarrollo avanzado», su alta tecnología y la sofisticación de sus servicios vendrían acompañadas de mayor bienestar y niveles de vida más altos. Aunque es cierto que «servicios y tecnología» se han multiplicado, el sector económico se ha polarizado aún más entre los empleados minoristas mal remunerados y los agentes de bolsa y financieros muy ricos. La informatización de la economía ha desembocado en la contabilidad electrónica, los controles de costes y los movimientos acelerados de fondos especulativos en busca del máximo beneficio, mientras que, al mismo tiempo, han sido preludio de reducciones presupuestarias brutales en los gastos sociales.
Esa «Gran Inversión» del curso de los hechos parece un proceso a gran escala y largo plazo centrado en los países capitalistas dominantes de Europa Occidental y Norteamérica y en los antiguos Estados comunistas de Europa del Este. Nos incumbe a todos examinar las causas sistémicas que trascienden las idiosincrasias particulares de cada país... Seguir aquí. (artículo de Petras)

lunes, 9 de julio de 2012

Obama propone bajar los impuestos a la clase media y subirlos a los ricos

La oposición defiende que los recortes solo reducirán la inversión y agudizarán los problemas económicos

Barack Obama ha llevado el debate electoral al sensible terreno de los impuestos al proponer este lunes una reducción de las cargas fiscales para la clase media y un incremento para la minoría que cuenta con más recursos. El presidente asegura que este es el mejor modo de crear puestos de trabajo y de devolver la prosperidad a la mayoría de la población.
 “No estoy proponiendo nada radical”, ha asegurado Obama en una comparecencia en la Casa Blanca, “sólo quiero que el 98% de la población que gana menos de 250.000 dólares al año conserve sus ventajas fiscales y eliminarlas para el 2% que supera esa cifra”. “Ya es hora de acabar con los beneficios fiscales de quienes, como yo, pueden permitirse pagar más”.
 El presidente explicó que, de esta manera, se permitirá que la clase media pueda mirar al futuro con más optimismo, que aumente el consumo y, como consecuencia, se incremente también la capacidad de las empresas de ofrecer empleo.
 Los republicanos no comparten esa visión y defienden ventajas fiscales para todos, tanto para los que tienen menos como para los que tienen más ingresos. La oposición entiende que una subida ahora de los impuestos a los ricos va a hacer que éstos inviertan menos y se agudicen los actuales problemas económicos... leer más en El País.

¿Qué hacemos en el euro?

El PP y el PSOE han instaurado en España desde hace años la política de los actos de fe. Consiste en aceptar cuestiones muy importante para la vida económica y social porque sí, sin abrir ningún tipo de debate social y sin presentar a la ciudadanía el balance de sus ventajas e inconvenientes para que pueda decidir libremente en función de sus preferencias.

Uno de esos temas es la entrada y, sobre todo, la permanencia en el euro cuando nos está produciendo un daño tan inmenso.

Las ventajas de formar parte de una unión monetaria son indudables y máxime cuando está unida a un proyecto en principio tan atractivo y deseado como el de la unión de las naciones europeas. Pero es evidente que dejan de existir, o de dar un balance claramente positivo, si resulta que el marco institucional y normativo que regula el funcionamiento de la moneda única está mal definido, si sus objetivos no se fijan en beneficio del conjunto sino de una gran potencia que la domina o si sus efectos comienzan a producir un deterioro continuado del nivel de vida de la población.

A mi juicio eso es lo que ha venido ocurriendo pero sin que se haya debatido abiertamente y, por tanto, sin que haya visos de que se le vaya a poner remedio.

Técnicamente, el euro es un proyecto inmaduro y bastante imperfecto por lo que está condenado a producir grandes perturbaciones y quebrantos a la mayor parte de los países que lo conforman, o para ser más exactos, a los grupos más desprotegidos de la población de todos sus países.

Es inmaduro porque no garantiza que las economías que entraron en el merco de la moneda única con mayor retraso puedan ir poniéndose al nivel de las más avanzadas, como prueba el continuo incremento de las desigualdades que han acompañado su trayectoria desde que se creó.

De esa manera, las economías que lo conforman están condenadas a circular a velocidades diferentes y con resultados muy distintos, insertas en una especialización y división del trabajo muy desiguales que dan lugar a un aprovechamiento muy asimétrico de sus beneficios y a una distribución también muy desproporcionada de las cargas que conlleva. Basta ver, por ejemplo, que el déficit exterior de la economía española ha crecido desde que se integró en el euro prácticamente como una imagen refleja del aumento que registraba el superávit alemán. O cómo nuestro endeudamiento se ha convertido en una fuente de rentas multimillonaria para la banca alemana.

El euro responde también a un diseño técnicamente muy imperfecto porque no se quiso dotar de las instituciones y de los mecanismos que son imprescindibles para que pueda funcionar sin problemas una unión monetaria: los que aseguran la coordinación y la plena movilidad de los factores, la disposición de recursos presupuestarios para hacer frente a impactos asimétricos y, sobre todo, un auténtico banco central.

Todas esas carencias son fatales, como estamos comprobando cuando la economía pasa por dificultades. Pero no disponer de un banco central que financie a los gobiernos e impida que los intereses lleguen a ser una carga inasumible para los estados (solo a costa de convertir la financiación en un suculento negocio para la banca privada) es suicida, como desgraciadamente estamos comprobando en estos meses.

Así concebido, el euro está inevitablemente condenado a transmitir perturbaciones constantes a los eslabones más débiles de la cadena que conforman los diferentes países que lo utilizan. Puede llegar a ser cada día más fuerte en relación con otras monedas, pero solo a base de descomponer la cohesión entre sus partes y de fortalecer sus centros de gravedad a base de absorber permanentemente los recursos de las periferias.

Y me parece igualmente evidente que ninguna de esas carencias ha sido accidental sino la consecuencia de haber diseñado el euro con una finalidad política que nadie osó poner en cuestión: limitarse a sustituir al marco alemán, convirtiendo a la nueva moneda única en un remedo con mayor radio de acción.

Las consecuencias han sido muy negativas y en estos momentos, por qué no decirlo claramente, sencillamente catastróficas...

Seguir aquí. Juan Torres, en Sistema Digital.

Hacienda da nuevas facilidades para la regularización después de que los asesores de los defraudadores criticasen que no lograban suficientes ventajas

Hacienda está dispuesta a dar todas las facilidades a los defraudadores para que se acojan a la amnistía fiscal.
Tras abrir el proceso al blanqueo del dinero en efectivo, ahora el ministerio de Cristóbal Montoro ha abandonado la idea de gravar con un 10% todos los activos ocultos aflorados tras las críticas de los asesores de los defraudadores, que consideraban que eso no era suficientemente ventajoso para ellos. Ahora, según la nueva interpretación de la Dirección General de Tributos, en lugar de gravar todos los capitales aflorados, se conformará con que tribute al 10% la parte generada en los ejercicios no prescritos (solo tres, en el caso de la amnistía fiscal), manteniendo la exención de intereses y recargos. Con ello, habrá casos en que a los evasores les baste pagar menos del 1% de todo lo defraudado. Además, Hacienda les garantiza que hará la vista gorda con esas declaraciones, pues señala que “no resulta procedente” su comprobación.
El Gobierno ha flexibilizado la amnistía fiscal, el procedimiento con el que pretende recaudar 2.500 millones y aflorar un capital escondido en paraísos fiscales de al menos 25.000 millones. Algunos despachos de abogados y asesores fiscales habían manifestado dudas sobre la oportunidad de acogerse al proceso de regularización fiscal. Consideraban que no existían suficientes garantías jurídicas para los que decidan aflorar su patrimonio oculto —tienen que pagar un gravamen del 10% sobre los bienes ocultos, muy inferior a los impuestos que han dejado de abonar— y sostienen que había otras vías para legalizar el dinero opaco de forma más barata.
De hecho, ninguna gran fortuna se ha acogido aún a este proceso desde su entrada en vigor a principios de junio.
Ahora el Ministerio de Hacienda permitirá que los defraudadores regularicen su situación pagando menos del 10% previsto y aclara que no comprobará las declaraciones de los que se acojan al proceso. La Dirección General de Tributos divulgó el pasado lunes un “informe sobre el procedimiento de regularización derivado de la presentación de la declaración tributaria especial”. El documento, que contiene 17 cuestiones, revela que Hacienda no vigilará a los defraudadores que se acojan a la amnistía. “No resulta procedente una comprobación aislada de la declaración tributaria especial”, señala el último punto del informe, fechado el pasado 27 de junio. Además, Hacienda permite, “en el caso de que el contribuyente pueda acreditar la titularidad de los bienes correspondientes a ejercicios prescritos —anteriores a los últimos cuatro años—, declarar los bienes correspondientes a ejercicios no prescritos”.
De esta forma, los evasores podrán legalizar el dinero oculto obtenido después de 2007 solo con pagar un 10% pero si pueden acreditar que este dinero ya era suyo antes de 2008 pagarán solo el 10% de los intereses y podrá regularizar todo el capital... leer más aquí.
El Tesoro sugiere a los bancos que hagan la vista gorda con la amnistía fiscal

domingo, 8 de julio de 2012

Zygmunt Bauman, “los poderes que deciden sobre nuestras vidas y sobre las perspectivas de nuestros hijos están fuera del alcance de las instituciones políticas”.

La tercera jornada del encuentro Buscando ideas para cambiar el mundo organizado por el Gobierno cerró ayer este ciclo con las reflexiones del pensador Zygmunt Bauman, el investigador Ignacio Cirac, el coproductor ejecutivo de Gangs of New York, Colin Vaines, y la periodista Amy Goodman. Bauman puso el acento en que “los poderes que deciden sobre nuestras vidas y sobre las perspectivas de nuestros hijos están fuera del alcance de las instituciones políticas”. Ver El País.

Educar para pensar. José Luis Sampedro

Sampedro: "La vida no hay quien la pare" Entrevista hoy en la cadena SER. Se define a sí mismo como un inmigrante que no puede volver al país del que procede, un país que es más que un lugar, es también un tiempo, lugar que fue arrastrado y se hundió. Quiso ser jesuita antes que anarquista y luchó en los dos bandos de la Guerra Civil. Se hizo aduanero y terminó dando clases de Economía. Ha escrito, mucho y bien, y a sus 95 años, lo sigue haciendo.

sábado, 7 de julio de 2012

El capitalismo se ha puesto de nuevo en marcha y se ha lanzado a la ofensiva con un objetivo claro: acabar con los programas sociales del Estado de bienestar implantados después del final de la Segunda Guerra Mundial y de los que Europa es el último santuario.

¿Sadismo? Sí, sadismo. ¿Cómo llamar de otro modo esa complacencia en causar dolor y humillación a personas? En estos años de crisis, hemos visto cómo –en Grecia, en Irlanda, en Portugal, en España y en otros países de la Unión Europea (UE)– la inclemente aplicación del ceremonial de castigo exigido por Alemania (congelación de las pensiones; retraso de la edad de jubilación; reducción del gasto público; recortes en los servicios del Estado de bienestar; merma de los fondos para la prevención de la pobreza y de la exclusión social; reforma laboral, etc.) ha provocado un vertiginoso aumento del desempleo y de los desahucios. La mendicidad se ha disparado. Así como el número de suicidios.
 A pesar de que el sufrimiento social alcanza niveles insoportables, Angela Merkel y sus seguidores (entre ellos Mariano Rajoy) continúan afirmando que sufrir es bueno y que ello no debe verse como un momento de suplicio sino de auténtico júbilo. Según ellos, cada nuevo día de castigo nos purifica y regenera y nos va acercando a la hora final del tormento. Semejante filosofía del dolor no se inspira en el Marqués de Sade sino en las teorías de Joseph Schumpeter, uno de los padres del neoliberalismo, quien pensaba que todo sufrimiento social cumple de algún modo un objetivo económico necesario y que sería una equivocación mitigar ese sufrimiento aunque sólo fuese ligeramente.
En eso estamos. Con una Angela Merkel en el rol de “Wanda, la dominadora”, alentada por un coro de ­fanáticas instituciones financieras (Bundesbank, Banco Central Europeo, ­Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio,etc.) y por los eurócratas adictos de siempre (Durao Barroso, Van Rompuy, Ollie Rehn, Joaquín Almunia, etc.). Todos apuestan por un masoquismo popular que llevaría a los ciudadanos no sólo a la pasividad sino a reclamar más expiación y mayor martirio “ad maiorem gloria Europa”. Hasta sueñan con eso que los medios policiales denominan “sumisión química”, unos fármacos capaces de eliminar total o parcialmente la conciencia de las víctimas, convertidas sin quererlo en juguetes del agresor. Pero deberían ir con cuidado, porque la “masa” ruge.
En España, donde el Gobierno de Mariano Rajoy está aplicando políticas salvajes de austeridad al límite precisamente del “sadismo” (1), las expresiones de descontento social se multiplican. Y eso en un contexto de enorme desconcierto, en el que, de repente, los ciudadanos constatan que a las crisis económica y financiera se suma una grave crisis de gobernación. Simultáneamente, varios pilares fundamentales del edificio del Estado se resquebrajan: la Corona (con el tétrico asunto de la caza del elefante en Bostwana), el Poder judicial (con el cochambroso caso Dívar), la Iglesia (que no paga el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, IBI), el sistema bancario (del que nos afirmaban que era el “más sólido” de Europa y constatamos que se desmorona), el Banco de España (incapaz de alertar sobre Bankia y otras quiebras espectaculares), las Comunidades Autónomas (sumidas algunas de ellas en abismales escándalos de corrupción), los grandes medios de comunicación (excesivamente dependientes de la publicidad y que ocultaron las calamidades por venir)...
Sin hablar del propio Gobierno cuyo Presidente, en un momento en el que España (con Grecia) se ha convertido en el eje de los problemas del mundo, parece avanzar sin brújula. Y quien, frente a preguntas fundamentales, o da la callada por respuesta o contesta con expresiones surrealistas (“Vamos a hacer las cosas como Dios manda”), o sencillamente sostiene contraverdades (2). Mariano Rajoy y su equipo económico tienen una gran responsabilidad en el desastre actual. Han dirigido la crisis bancaria con evidente torpeza; han dejado descomponerse el caso de Bankia; han transformado una clara situación de quiebra en un pulso con Bruselas, el Banco Central Europeo y el FMI; han practicado el negacionismo más necio, pretendiendo hacer pasar un rescate de consecuencias gravísimas para la economía española como un crédito barato y sin condiciones (“Es un apoyo financiero que no tiene nada que ver con un rescate”, declaró Luis de Guindos; “Lo que hay es una línea de crédito que no afecta al déficit público”, afirmó Rajoy).
 Todo esto da la penosa impresión de un país que naufraga. Y cuyos ciudadanos descubren de pronto que tras as apariencias del “éxito económico español”, pregonado durante lustros por los gobernantes del PSOE y del PP, se escondía un modelo (el de la “burbuja inmobiliaria”) carcomido por la incompetencia y la codicia.
 En cierta medida, comprendemos ahora –muy a expensas nuestras– uno de los grandes enigmas de la historia de España: ¿cómo fue posible que, a pesar de las montañas de oro y plata traídas de América por el Imperio colonizador y explotador, el país se viese convertido, a partir del siglo XVII, en una suerte de “corte de los milagros “llena de mendigos, desamparados y pordioseros? ¿Qué se hizo de tamaña riqueza? La respuesta a estas preguntas la tenemos hoy ante los ojos: incompetencia y miopía de los gobernantes, codicia infinita de los banqueros.
...Todo ello sin ninguna garantía de salir de la crisis. Al contrario. Como lo recuerdan los economistas Niall Ferguson y Nouriel Rubini: “La estrategia actual de recapitalizar los bancos a base de que los Estados pidan prestado a los mercados nacionales de bonos –o al Instrumento Europeo de Estabilidad Financiera (IEEF) o a su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)– ha resultado desastrosa en Irlanda y Grecia: ha provocado una explosión de deuda pública y ha hecho que el Estado sea todavía más insolvente, al tiempo que los bancos se convierten en un riesgo mayor en la medida en que más parte de la deuda pública está en sus manos” (8). Pero entonces, si no funcionan ¿por qué se mantienen esas sádicas políticas de “austeridad hasta la muerte”? ... Leer más en el artículo de Ignacio Ramonet Le Monde Diplomatique

viernes, 6 de julio de 2012

España sí puede. La selección española, ejemplo ante la crisis: sacrificio, disciplina e inteligencia. El país tiene más empuje de lo que se cree en el exterior

La alegría y el orgullo que sienten los españoles ante el triunfo de la selección de fútbol, y la cascada de halagos con la que el mundo entero ha respondido al equipazo que aplastó a Italia para coronarse campeón de Europa, tendrán su sobria respuesta en los próximos días. España goza de buen circo, nos recordarán los realistas, los cabezas duras. ¿Pero dónde está el pan?
 La pregunta no es injusta. España también es campeona de Europa del desempleo, con la cuarta parte de la población sin trabajo, y a los bancos les ahogan las deudas tras inflar el globo hipotecario alegremente durante una década hasta que un día reventó. La austera medicina que exige Alemania a cambio de acudir en nuestro rescate ha dado como resultado duros recortes de los servicios públicos —sin excluir la salud y la educación— y la reducción de los sueldos de aquellos afortunados que aún mantienen sus trabajos. Mucha euforia. Mucho “¡campeones!, ¡campeones!”. Sin embargo, los jarros de agua fría no escasean.
 No se ven más mendigos que en Londres y las calles son seguras Pero hoy, mientras el fútbol español se da un baño de admiración global, ¿por qué no hacer un esfuerzo por buscar otras razones para contemplar la vida con un cierto buen humor, incluso optimismo? Dentro y fuera de España hay muchos que parecen deleitarse ante la aparente constatación de que, dejando a un lado el fútbol, este país es un desastre. Pues que se sigan deleitando, ya que motivos les sobran.
 Pero, ¿por qué no proponer argumentos que contradigan, o al menos diluyan un poco, los previsibles y cansinos pronósticos catastrofistas? Empezando por el hecho de que mientras un creciente porcentaje de alemanes, británicos y holandeses aparentemente claman por librarse de las cadenas de la Eurozona, hoy son más que hace un año los que se toman vacaciones en España. El ‘Financial Times’ ponía en cuestión el abismo en que se encuadra a España La industria de la construcción padece rigor mortis —aunque no sería un mal momento para que un alemán con ahorros y necesidad de sol invirtiera en un chollo en la costa mediterránea—, pero el otro pilar de la economía española, el turismo, sigue en plan boom. Gracias a los amigos —más amigos, quizá, de lo que parecen— del norte, los turistas han gastado un 4,6% más en España en los primeros cinco meses del año que en el mismo periodo de 2011. En mayo, la cifra llegó a un 7,5% más que el mismo mes del año pasado. Lo cual ayuda a explicar la feliz noticia de este martes de que el paro bajó en 98.853 personas en junio... Ver más en El País

miércoles, 4 de julio de 2012

Un empresario americano, Nick Hanauer, denuncia en TED, la falacia de que los ricos, los ahora llamados emprendedores en vez de lo que son realmente, capitalistas, son los que crean empleos.



Enlace alternativo al vídeo censurado https://www.youtube.com/watch?v=cLm4QF3IPdU
Es evidente que si no hay demanda, ni actividad económica, el paro seguirá aumentando, en un circulo vicioso; más paro trae menos demanda, menos demanda trae más paro. El empobrecimiento de la mayoría de la población y su influencia negativa en la economía no es compensado por el enriquecimiento cada vez mayor de los más ricos. La parte de los salarios dedicada a impuestos entre IRPF, impuestos municipales sobre basuras, agua, alcantarillado, vehículos, viviendas, ... han crecido de media más que los salarios desde los 70.

 Los impuestos sobre energía (combustibles, gas, electricidad), el IVA sobre el consumo, sobre los medicamentos, la falta de becas el pago de transporte para los estudiantes, amas de casa y trabajadores,... hacen que suponga una perdida de más del 35% de sus ingresos. Mientras los grandes Banco y Fortunas cotizan un 1%, cuando no evaden todo mediante los paraísos fiscales. Es evidente, y así lo defienden prestigiosos economistas como Paul Krugman o Joseph Stiglitz, que es necesario un cambio.

martes, 3 de julio de 2012

Alan Turing: 100 años

"There isn't a discipline in science that Turing has not had an impact upon." Andrew Miller.

No hay ninguna disciplina científica en la que Alan Turing no haya tenido impacto.

Aunque los precursores de los actuales ordenadores ya se habían construido, que hoy podamos escuchar la radio a través de internet o que podamos leer este blog, se debe en una gran parte a Alan Turing.
Él se dio cuenta de que las computadoras (ojo, fijaos en el nombre) podían hacer algo más que calcular. Estaba convencido de que utilizar estas máquinas solo para calcular era desperdiciarlas y en un artículo publicado en 1936 probó que, desde un punto de vista teórico, las máquinas podrían hacer cualquier tarea lógica de la que el cerebro humano fuera capaz.
Consecuencia de su idea es que hoy se puedan hacer operaciones médicas con gran precisión, lanzar naves al espacio, jugar a videoconsolas o hablar por teléfonos móviles. Incluso los captcha que nos encontramos en algunas páginas web, se basan en el Test de Turing.

Gran Bretaña, cuna del científico, impulsó la celebración de 2012 Turing Year. En España también se ha considerado a 2012 como Año de la Informática y se están realizando numerosas actividades en torno a Turing y su legado.
Alan Turing solo vivió 42 años: en 1954 murió envenenado por cianuro, tras comerse una manzana. Parece ser que de forma intencionada, puesto que dos años antes había sido acusado de “indecencia grave y perversión sexual”: su homosexualidad fue considerada como un delito penal. La ciudad de Manchester acaba de establecer un premio a héroes homosexuales en su memoria. Fue una víctima de la homofobia y, con él, todos nosotros, que nos hemos visto privados de ideas científicas y tecnológicas que podrían haberse sumado al Test de Turing o al análisis criptográfico.
A los lectores que hayan encontrado a Turing por primera vez en este post, les recomiendo ir a las fuentes: en mi caso fue a través de Martin Gardner y su columna sobre la máquina de Turing. Para los lectores avanzados, la recomendación es el monográfico publicado en Nature.
La historia de Turing y la manzana nos recuerda, por una parte, al logo de la empresa del fallecido Steve Jobs.
Y por otra, a las múltiples películas sobre Blancanieves que se han hecho este año. Probablemente sea casual, pero bien podemos tomarlas como homenaje a este científico.
La relación arte-ciencia en la figura de Turing se ha plasmado, sin especulaciones, en obras de teatro como Breaking the Code, operas como The Turing Test o discos completos, como el compuesto por Hidrogenesse. (de Grado 361)

lunes, 2 de julio de 2012

Qué funciona para el español. Aumenta la proporción de ciudadanos que expresan su desconfianza respecto de las instituciones sociales

Desde hace ya al menos tres decenios se viene detectando, en todos los países democráticos, una tendencia de ambigua evaluación: aumenta la proporción de ciudadanos que expresan su desconfianza respecto de las instituciones sociales, y muy especialmente respecto de las más directamente relacionadas con la gestión de los asuntos colectivos. En la medida en que las instituciones representan los pilares básicos que articulan la vida social, esta pauta (con el correlativo ensalzamiento de lo no institucional o antiinstitucional) puede resultar inquietante. Pero si se tiene en cuenta que el fenómeno se registra fundamentalmente en democracias maduras y muy consolidadas, con ciudadanos cada vez más informados, críticos y exigentes, esta pauta no solo parece esperable, sino incluso positiva.
 Pese a la actual crisis, ya en su quinto año triunfal, nuestro estado de ánimo colectivo dista mucho de parecer tocado por el “efecto cambalache”: que al igual que en las vitrinas —siempre irrespetuosas— de ese tipo de tienda, la vida se aparezca mezclada sin rango ni jerarquía alguno, propiciando la sensación de que ya todo es igual y nada es mejor. La realidad es muy otra: nuestra ciudadanía sigue mostrándose capaz de discernir con claridad y sereno juicio qué es lo que en nuestra sociedad funciona bien y qué es lo que funciona mal. Ni todo le parece lo mismo, ni todo le merece el mismo juicio.
 El cuadro que acompaña a estas líneas recoge los resultados de la tercera oleada del Barómetro de Confianza Institucional que periódicamente, y desde hace ahora un año, lleva a cabo Metroscopia. Se trata de un intento de captar de forma recurrente el juicio que al español medio merece una selección de grupos sociales, figuras públicas e instituciones de todo tipo. Lo primero que llama la atención es que los ámbitos institucionales que, por su desempeño profesional, obtienen los mayores niveles de aprobación resultan ser precisamente los que se están viendo más castigados por los recortes en el dinero público: es el caso de los científicos, de la enseñanza pública, de la Universidad o de la sanidad pública. En cambio, las instituciones financieras en general, que aparecen en el penúltimo lugar de la tabla, con un espectacular saldo de -78 puntos, son las que —siempre en bloque— han recibido mayores aportaciones públicas. Por comprensible que pueda ser esto desde un punto de vista general, no por ello escuece menos a la ciudadanía, lo que explica que un 64% esté a favor de dejar quebrar a aquellos bancos que por su mala gestión se encuentren en graves dificultades para sobrevivir.
Merece en esta ocasión destacarse la presencia de las pymes en este máximo nivel del aprecio ciudadano. En oleadas anteriores aparecían ya bien evaluadas en lugares intermedios de la tabla: la profundización de la crisis y su especial impacto en este concreto sector empresarial (el que más empleo da) explica sin duda su creciente —y ahora ya máxima— buena imagen.
 La Corona (personificada por el Rey y por el Príncipe de Asturias) registra, por primera vez, una inversión en la evaluación ciudadana: el príncipe Felipe (con un saldo de +29) queda por encima del actual jefe de Estado (+15). La amplia aprobación ciudadana a la forma en que desarrolla sus funciones el llamado a ser su sucesor, que no solo se consolida sino que incluso, lentamente, se amplía, es una buena noticia sin duda para todos cuantos pudieran sentir inquietud por el grado de apoyo popular a nuestra actual forma de Estado.

domingo, 1 de julio de 2012

Recetas para la parrilla de este verano en el NYT

Ver aquí. Foto del The NoMad de New York.

 Recetas para parrilla (grill) de verano aquí.

 Recetas para frutas de verano, aquí. Todos del NYT.

sábado, 30 de junio de 2012

Lo que no se dijo en España sobre Bruce Springsteen

No me tendría que haber sorprendido, pero me sorprendió ver la manera como la mayoría de los medios de información de mayor difusión españoles cubrieron la visita de Bruce Springsteen (BS a partir de ahora) a España en su ciclo de conciertos. Salvo contadísimas excepciones, la figura y la música de tal cantautor se presentó analizando su calidad musical sin referirse al significado de su música y de su narrativa, imposible de entender sin referirse al contexto político que lo configura. Esta manera de cubrir la música es semejante, en la esfera pictórica, a analizar el Guernica de Picasso sin hacer referencia al bombardeo nazi de la ciudad vasca Guernica. Es imposible entender la música de BS (o de cualquier otro cantante) sin conocer el contexto que la ha ido configurando durante su vida artística. Veamos.

 Bruce Springsteen nació en uno de los Estados más industriales de EEUU, Nueva Jersey, en un pueblo llamado Long Branch, de un padre de clase trabajadora que hizo muchos tipos de trabajo durante su vida (desde trabajador textil a conductor de camiones) y de una madre, secretaria, que le influenció enormemente. En su pueblo había una estratificación clara del territorio según clase social y raza. Esta estratificación territorial jugaba un papel clave en dividir a la clase trabajadora según su raza. En su juventud y adolescencia BS fue un rebelde sin conocer, sin embargo, de dónde venía ni a dónde quería ir. Le gustaba la música rock y sus primeros pasos eran de crítica a la música del movimiento estudiantil (de procedencia burguesa, pequeño burguesa y clase media profesional de renta alta) que había hecho de los conciertos y música de Woodstock un símbolo. Su rechazo a la cultura de la droga y del hedonismo que representaba aquella cultura, así como el concepto de libertad que tenía, interpretándola como la satisfacción del individuo (“hacer lo que te dé la gana”) sin frenos y responsabilidades colectivas, marcó sus canciones iniciales como Take LSD and Off the Pigs, que eran una protesta frente a los flower children (los niños flores) de Berkeley y de toda California. Era, sin definirlo así, una lucha de clases dentro del movimiento de protesta. Aunque Bruce Springsteen no había desarrollado todavía su conciencia de clase, su discurso, lírica y narrativa eran de protesta de clase frente a una cultura también anti establishment, pero marcada por el privilegio de clase. Su lírica y narrativa se separaba de la de Joan Baez o Bob Dylan, que representaban el movimiento pacifista, basado en un mundo estudiantil de base universitaria. En Born to Run era una voz alternativa que hablaba directamente a y desde la clase trabajadora, olvidada en las canciones del movimiento pacifista.

Su voz de protesta fue recuperando la tradición fundada por el gran punto de referencia en la música popular de EEUU, Woody Guthrie, y más tarde Pete Seeger, ambos marginados durante muchos años por su pertenencia al Partido Comunista de EEUU. Esta evolución le llevó a escribir Born in the US, inspirado en el libro de Ron Kovic, Born in the Fourth of July, que analiza críticamente la experiencia de un trabajador durante la Guerra del Vietnam. Como civil y como soldado (se olvida en Europa que los que luchan en las guerras del Imperio son hijos de la clase trabajadora estadounidense). Esta voz de protesta intenta denunciar el falso patriotismo del establishment americano, pero lo hizo con cierta ambigüedad que explica que incluso el presidente Reagan, que es el prototipo de este falso patriotismo, intentara utilizar tal canción en su campaña, creando una protesta por parte de él frente a la manipulación política por parte del Partido Republicano. El intento de identificar el país, EEUU, con la clase trabajadora, auténtica constructora del país, con su diversidad étnica y de razas, aparece más claramente en sus discos posteriores. Su Ghost of Tom Joad es, como han documentado Eric Alterman y otros analistas de la poesía y música de BS, el equivalente de The Grapes of Wrath de John Steinbeck. En este disco ya desaparecen todas las ambigüedades y llama a las cosas por su nombre, enriqueciendo una larga lista de aportaciones a la lírica y a la música estadounidense, de clara tradición popular, cuyo mayor componente es la clase trabajadora (por cierto, es importante clarificar que cuando en EEUU se le pregunta a la ciudadanía “usted, ¿qué es? ¿clase alta? ¿clase media? ¿clase baja?”, la mayoría se autodefine de clase media. Cuando se le pregunta, sin embargo, “usted es ¿clase corporativa (Corporate Class, equivalente a la burguesía)? ¿clase media?, o ¿clase trabajadora?” la mayoría contesta clase trabajadora. Un tanto parecido ocurre en España).

En 2008 apoyó al candidato Obama, siendo el momento álgido de la campaña presidencial el festival frente al monumento a Lincoln el día antes de su nombramiento como presidente de EEUU, en que frente a Obama había una multitud de casi medio millón de personas. Springsteen terminó su concierto cantando con Peter Seeger el himno de la izquierda estadounidense This Land is your Land, cantándolo por primera vez en EEUU con los versos completos de la canción (escrita por Woody Guthrie) que habían sido vetados durante todos los años de la Guerra Fría que todavía no habían terminado. Los que estábamos allí nunca lo olvidaremos.
Vincenç Navarro. Público.
Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/5410/lo-que-no-se-dijo-en-espana-sobre-springsteen/

viernes, 29 de junio de 2012

Garzón crea una fundación internacional para promocionar los derechos humanos

La iniciativa se propone también impulsar la justicia universal. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica hoy la inscripción de la Fundación Internacional Baltasar Garzón promovida por el exjuez de la Audiencia Nacional y que presidirá él mismo. Entre sus fines figura la defensa de los derechos humanos en España y en el mundo, así como el impulso de los principios de la jurisdicción universal y justicia internacional "con el fin de desarrollar los mecanismos necesarios para combatir la impunidad".

 La fundación nace con una dotación inicial de 30.000 euros que aporta el propio Garzón. Entre los miembros de su patronato figura como vicepresidente primero Shlomo Ben Ami, ex ministro israelí de Seguridad Pública y de Asuntos Exteriores, y como vicepresidente segunda, Maria Carmen Durán Martínez, profesora y fundadora de la asociación Despera Cambados de la lucha contra la droga en Galicia.

 Entre los vocales de la fundación figuran José Antonio Martín Pallín, juez jubilado del Tribunal Supremo; el escritor Manuel Rivas y el periodista radiofónico Luis del Olmo, además, de Maria Garzón, hija del juez, expulsado de la carrera judicial tras la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo. Garzón está ahora pendiente de una petición de indulto presentada ante el ministerio de Justicia por un grupo de juristas. PERE RÍOS El País, Barcelona 27 JUN 2012.

miércoles, 27 de junio de 2012

El profesor estadounidense John Thompson, de la Universidad de Montana, censa los monumentos gallegos a las víctimas del franquismo para reivindicar su utilidad pedagógica..

Cartografía de la memoria

Del busto del galleguista Alexandre Bóveda en Pontevedra, erigido en 1986 al cumplirse medio siglo de su fusilamiento, al memorial en Aranga, inaugurado hace un año, a desaparecidos enterrados sin nombre en una fosa del cementerio de esta pequeña localidad. Entre ambos, 25 años y otros tantos los monumentos en reconocimiento a víctimas del franquismo en plazas y calles de toda Galicia. Ahí están, de forma silenciosa —la mayoría carecen de placa o explicación de lo que representa—, casi tan invisibles como las vidas truncadas a los que rinden homenaje.
 Y sin embargo, esos monumentos narran, de forma mucho más efectiva que cualquier otra, “la historia del fascismo en Galicia”, afirma el profesor estadounidense John Thompson, de la Universidad de Montana. Por eso se lanzó a hacer la primera “cartografía de la memoria en Galicia”. Su departamento de Estudios Hispánicos aprobó y financia un proyecto que tardará dos años en publicar. Y con el libro, el autor pretende explicar el valor pedagógico de estos homenajes a víctimas de la brutal represión franquista. “Tienen una influencia directa, favorecen el aprendizaje del pasado en un presente que muchos consideran injusto”. Sobre todo, subraya este profesor, en un momento como el actual en que hay un notable deterioro de lo que supone la democracia. “Los jóvenes no la aprecian porque padecen un sistema que los excluye de la toma de decisiones importantes”.
 Thompson regresó el lunes a Montana con una nueva tanda de largas conversaciones grabadas en vídeo con los autores de esos monumentos de la memoria, además de con testigos directos —o con sus descendientes— de los hechos y con personas que conmemoran. Al margen de este trabajo quedan placas y monolitos. Sólo se ciñe a obras artísticas. “Ofrecen otra forma de contextualizar hechos traumáticos, es una nueva forma de expresar públicamente el duelo y también el rechazo a las políticas del silencio de la derecha”, razona Thompson en un perfecto gallego con marcado acento yanqui. No es materia desconocida para este estadounidense que descubrió Galicia cuando su abuelo se casó en segundas nupcias con una natural de Bandeira (A Estrada). Tras estudiar Filoloxía en Santiago, se doctoró en 2000 en Montana con una tesis sobre la transmisión de la historia de la represión franquista a través de cuatro novelas de escritores gallegos (Anxo Angueira, Carvalho Calero, María Xosé Queizán y Manuel Rivas). Un trabajo que culminó en 2009 con un libro, As novelas da memoria (Galaxia), que analiza cómo más de 40 obras gallegas abordan, entre 1956 y 2008, la dictadura y sus consecuencias...

A John Thompson le preocupa que “el conocimiento de la historia se está perdiendo con las últimas generaciones”. Hizo mella, lamenta, “el pacto de olvido de la Transición que justificó el fascismo en España y lo dejó sin condenar, al contrario de en el resto de Europa”. De ahí el interés de sacarle partido pedagógico a los monumentos a las víctimas de la dictadura. Muchos pasan desapercibidos, “son invisibles para la gente” porque carecen de una placa que explique los hechos a los que rinde homenaje. Ocurre con la mayoría de los 25 con los que cuenta Galicia, entre los que abundan creaciones abstractas. Demasiado, quizás. Muchos ignoran el significado de la obra de Acisclo Manzano dedicada en el campus de Santiago a los profesores expulsados. Lleva por única inscripción Vae victis 1936 [¡Ay, de los vencidos!]. Otro ejemplo es el conjunto de acero Xosé Loureiro en el puerto de San Valentín de Fene. Es una conmemoración al año de la memoria, 2006. A Thompson, tras oír la interpretación del autor, le gusta mucho. Pero critica que nada explique lo que representa. Una asignatura pendiente para dotar de utilidad a ese patrimonio. PAOLA OBELLEIRO, El País, A Coruña 25 JUN 2012. (Foto, Monumento en homenaje a los fusilados en la Guerra Civil en el Campo da Rata de A Coruña, ideado por Isaac Díaz Pardo)

martes, 26 de junio de 2012

Lo que se juega en los próximos 8 días. La eurozona, camino de un infierno dantesco.

¿Qué deberíamos preferir en la crisis del euro? ¿Acaso un final espantoso, antes que un espanto sin final? ¡De ningún modo! Sería la ruina, incluso para Alemania. Y sin embargo, la política de la Canciller Angela Merkel nos lleva directamente a un infierno dantesco.

 Hace muchos años, saqué de quicio a una maestra en una redacción escolar que criticaba a la SPD por haber tolerado la política económica deflacionista de [el socialcristiano conservador] Heinrich Brüning durante la República de Weimar. Hacer tamaña observación en una ciudad regida por la SPD, en un Land federado regido por la SPD y en un Estado federal gobernado entonces por la SPD resultaba políticamente incorrecto.

A resultas de ese episodio –y de la mala calificación obtenida—, siempre me he mantenido resueltamente crítico con el consenso. También hoy le resulta difícil a la izquierda enfrentarse a la conservadora narrativa dominante de la eurocrisis. Una narrativa, según la cual la crisis fue causada por falta de disciplina presupuestaria; según la cual, en una crisis, lo que hay que hacer es ahorrar; según la cual, el mal de base en la Europa meridional es la falta de reformas; según la cual, no se precisa unión fiscal o unión bancaria. Y según la cual, toda va bien, mientras nos atengamos a las reglas. La tesis es obvia, plausible y falsa. Exactamente igual que la tesis favorita de los años 30: la de la contracción económica saludable.
Igualmente plausibles y falsas son las soluciones de Thilo Sarrazin: “Dejad que Grecia salga del euro, y todo irá de perillas”. Esas narrativas dominantes son desgraciadamente compartidas por muchos de mis lectores [alemanes]. Demasiado a menudo se deja oír la sabiduría de los necios: “Mejor un final espantoso que un espanto sin final”.
Me opongo enérgicamente a ese apotegma. El contenido de verdad de lo enunciado depende lógicamente de la naturaleza del espanto al que, en uno u otro caso, uno se ve expuesto.
En la Alemania de los años treinta, la depresión finalizó con un espanto. Quien ahora exige el final del espanto, subestima, como sus hermanos ideológicos de sangre en los años 30, los costes económicos, sociales y políticos de tan desapoderado acto de violencia. Mientras, en cambio, cuenta hasta el último guisante –y muchas veces, por partida doble o triple— de los supuestos costes de los programas de rescate o de una unión fiscal.

Tenemos todavía 8 días por delante
Un final con espanto sería ruinoso, precisamente para Alemania. Por lo pronto, el mercado interior europeo no sobreviviría a un regreso a los tipos de cambio flexibles. La industria exportadora alemana no se recuperaría del golpe. También amenaza un colapso financiero. La Bundesbank tiene, frente al BCE, deuda activa por un monto rayano en los 700.000 millones de euros, que resultan del sistema de pagos Target 2 [el sistema automatizado transeuropeo para la transferencia urgente con liquidación bruta en tiempo real, N.T.]. Esa deuda activa sube mes tras mes. Si el desplome llegara a fin de año, amenazan unas pérdida totales de una magnitud situada entre 1 y 2 billones de euros, incluida la cobertura del riesgo de los paraguas protectores y del rescate de los bancos alemanes que quebrarían. Eso significa entre el 40% y el 80% de nuestro PIB.
La política de ganar tiempo practicada por Angela Merkel es todavía más ruinosa. A cada mes que pasa, las cargas soportadas por Alemania en el sistema son más pesadas. Un ejemplo de esa locura lo da la explosión de la deuda griega. Cuando comenzó la crisis, el peso de la deuda de Grecia era sólo del 100%. Tras varios años de ahorro y austeridad, y a pesar de la quita de deuda, su coeficiente deudor es ahora más elevado.
Si ahora España e Italia tienen que entrar a cobijarse igualmente bajo el paraguas, eso significa que Alemania y Francia, de consuno, tendrán que garantizar más de 4 billones de euros de deudas. Eso es más que el ingreso anual de los dos países juntos.
Estamos, así pues, en un rumbo derechamente aproado a la mayor bancarrota estatal de la historia universal. Sólo conozco dos soluciones capaces de evitar eso:
- una adopción de la deuda por parte del BCE; o:
- una mutualización parcial de las deudas a través de eurobonos y una unión bancaria.
La política de Merkel nos lleva al Infierno de Dante: “Quien aquí entre, abandone toda esperanza”.
Para empezar a poner por obra una reforma tenemos 8 días: hasta la próxima cumbre de la UE [el 28 de este mes de junio]. Si la Canciller no se allana a lo que significaría el mayor giro político hasta la fecha, entonces mis críticos tendrán el placer de comprobar experimentalmente sus tesis del final del espanto. Me acuerdo ahora del malvadamente mordaz comentario del gran economista keynesiano John Kenneth Galbraith a propósito del monetarista Milton Friedman: "La desgracia de Milton es que puso a prueba sus propias teorías”.
Wolfgang Münchau. Der Spiegel, Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5096
Wolfgang Münchau es coeditor del Financial Times en Londres y columnista estrella del más importante semanario alemán, el Spiegel de Hamburgo.

lunes, 25 de junio de 2012

Una libra de carne fresca

Una libra de carne fresca de un hombre no es tan valiosa ni rentable como la carne de cordero o la de buey (Shylock en El mercader de Venecia, de Shakespeare, Acto I, 3)

Han pasado cinco siglos desde que Shylock exigiera como garantía de su préstamo al joven Bassanio una libra de carne fresca de su amigo Antonio, el Mercader de Venecia. Este aceptó el reto confiado en que sus barcos, repletos de mercancías, llegarían a puerto un mes antes de la fecha señalada para el vencimiento del bono, con lo que obtendría más de tres veces el valor del mismo. Por lo mismo, no fue capaz de calcular que estaba pagando una prima de riesgo excesivamente elevada. Más o menos hacia las mismas fechas en las que Shakespeare escribía su comedia, España había ya suspendido pagos por dos veces y entre 1557 y 1696 dejó de honrar parte o la totalidad de su deuda hasta en 14 ocasiones. Los ahora llamados hombres de negro comenzaron a visitarnos: eran banqueros alemanes y genoveses que controlaban desde las minas de mercurio a la fabricación de naipes, pasando por la producción de grandes extensiones de cereal pertenecientes a las órdenes militares. Y lo mismo sucedió otras 13 veces más a partir del desastre de finales del XIX. De modo que nuestra especial relación con la deuda soberana no es nada que deba sorprendernos, habituados como estamos desde hace 500 años a ver subir los impuestos, reducirse el consumo, descapitalizarse las empresas y aumentar el paro a consecuencia de las diversas burbujas financieras fabricadas por nuestra voluntad de imperio.

Estas desgracias se vieron compensadas, o al menos disfrazadas en parte a lo largo de la historia, por políticas inflacionistas y devaluaciones que desde 1999 no podemos acometer en solitario, dada nuestra integración en la moneda única. Nos encontramos ante una crisis financiera global, desatada en primer lugar por las hipotecas subprime de la banca americana, y concentrada ahora en Europa, donde los desequilibrios entre las diversas economías que sustentan el euro amenazan su propia existencia. Eso no significa que dicha crisis sea algo simplemente importado, también nosotros contribuimos a crearla, pero es imposible que la solucionemos por nuestra cuenta y riesgo. Necesitamos la ayuda de Europa tanto como Europa necesita la nuestra, porque el proyecto de la Unión supone trabajar por y para la soberanía compartida. A problemas globales hay que responder con soluciones globales, y quienes se lamentan, en el poder o la oposición, de que las políticas de austeridad nos vengan impuestas desde fuera desconocen por un lado la naturaleza de la propia crisis y, por el otro, las exigencias objetivas de un proyecto tan ambicioso como la construcción de la Europa unida. O sea que el Gobierno debería explicar, ya que el anterior no lo hizo, que la austeridad no es consecuencia de un mandato foráneo, sino respuesta obligada a un déficit fiscal originado por nuestros propios errores y por no pocos abusos.

De cualquier modo, se ha repetido hasta la saciedad que solo con austeridad no saldremos de esta. Son precisas políticas monetarias que no está a nuestro alcance decidir y que es responsabilidad del Banco Central Europeo implementar cuanto antes si no queremos que el incendio declarado en las economías del sur de Europa se extienda como un reguero a toda la Unión. Antes de resolver las cosas importantes es preciso atajar las más urgentes. En esa categoría entra el evitar un pánico bancario que puede desatarse como corolario de las elecciones en Grecia y de la quiebra de Bankia. La puesta a disposición de los bancos españoles de una línea de crédito de 100.000 millones de euros no ha bastado para disipar las dudas, entre otras cosas porque se ha hecho de manera confusa, sin aclarar ni las condiciones del préstamo ni la cuantía final que alcanzará. También, por las disputas generadas en torno a su impacto en el déficit, la deuda pública y la política económica del Gobierno. La calamitosa forma de comunicar el tema no ha hecho sino aumentar el nerviosismo de los mercados, que apuestan desde hace meses, con más pasión que lógica, por una ruptura de la moneda única...

leer más en El País.

viernes, 22 de junio de 2012

Guerras, soldados de reemplazo y soldados profesionales.

Según el libro de Christian Appy, publicado en 2003. "Patriotas: La guerra de Vietnam recordada por todos los lados", el general Creighton Abrams hizo este comentario en 1971 después de una investigación como comandante militar de EEUU en Vietnam: “¿Es esto un ejército? Los oficiales tienen miedo de dirigir a sus hombres a la batalla, y los hombres no les van a seguir. ¡Jesucristo! ¿Qué pasó? ".

Otro ex coronel del Ejército en Vietnam, Andrew J. Bacevich Sr. (ahora profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Boston y un fuerte opositor de la política militar de los EEUU en el exterior) escribió un libro acerca de cómo los militares de EE.UU. trabajaron durante una docena de años después de la derrota para renovar su estrategia de guerra y táctica. ("El nuevo militarismo estadounidense: Cómo los americanos se dejan seducir por la guerra", Oxford University Press, 2005)

Una conclusión importante es que un ejército de reclutas puede resultar inestable si la guerra se considera de naturaleza injusta y es impopular en el país. Esta es la razón por la que la conscripción (el servicio militar obligatorio) se terminó para siempre y el Pentágono se apoya en la fuerza militar mejor pagada, con más prestigio profesional, complementado por un gran número de contratistas y mercenarios que realizan muchas tareas que anteriormente se realizaban por soldados regulares. Fuente aquí.