_- La generosidad a la hora de evaluar durante la pandemia acelera un proceso de mejora que comenzó hace más de un lustro y deja un 4,2% en la ESO y un 3,4% en Bachillerato
La tasa de alumnos repetidores se redujo el curso pasado casi a la mitad en primaria (del 2,3% al 1,2%), algo más de la mitad en la ESO (del 8,5% al 4,2%) y mucho más en bachillerato (del 8% al 3,4%), según los datos del Ministerio de Educación. Después de años de mejoras graduales (investigadores y organismos internacionales han advertido una y otra vez contra las altas cifras de repetidores y abandonos...
https://elpais.com/educacion/2022-04-15/la-tasa-de-alumnos-repetidores-se-redujo-a-la-mitad-en-un-solo-curso.html
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domingo, 17 de abril de 2022
miércoles, 13 de abril de 2022
_- “Con el Bachillerato de tres años no tenemos ni absentismo ni abandono”
_- Cataluña prueba desde hace tres cursos la flexibilización esta etapa, combinándola con un ciclo formativo que permite a los alumnos obtener una doble titulación
Aone Landa empezó a nadar a los dos años y a los siete ya participaba en competiciones, pero tiene claro que no quiere convertirse en profesional. “Soy muy exigente y hace un tiempo vi que no conseguía los resultados que yo quería, pese al esfuerzo y haberme perdido muchas cosas durante este tiempo”, explica la joven, que estudia en el Instituto Ferra Tallada de Barcelona el primer curso de Bachillerato, pero no de cualquier Bachillerato. Landa tenía claro que quería cursar el Bachillerato científico y estudiar, posteriormente, Medicina y Psiquiatría. Pero unos de sus deseos también es ir a Australia y hacer de socorrista un tiempo. Y encontró la forma ideal de combinar ambos intereses: un Bachillerato de tres años que compagina estos estudios convencionales con un ciclo formativo de grado medio que le permite, al final de la etapa, obtener la doble titulación de ambos estudios.
En 2019 Cataluña puso en marcha una prueba piloto en siete centros para flexibilizar el Bachillerato, alargándolo un año e incorporando materias de un ciclo formativo de grado medio, ya sea del ámbito deportivo, como el de artes plásticas y diseño. Con esta prueba se buscaba un doble objetivo: reducir el abandono escolar y replantear la oferta formativa. “¿El Bachillerato es exclusivamente el camino para ir a la universidad? ¿La FP es la que necesitamos actualmente?”, se planteaba entonces el consejero catalán de Educación en aquel momento, Josep Bargalló. Haciendo más atractivos los estudios, añadiéndoles una vertiente más práctica, se vio como una forma de retener a los alumnos. Otra vía es quitar la presión de acabar el Bachillerato en dos años y permitiendo que aquellos alumnos con más dificultades puedan cursarlo en tres años.
Esta última fórmula está recogida en la nueva ley estatal de Educación, la Lomloe, y en el decreto de Bachillerato aprobado el pasado martes 5 de abril. Concretamente, la nueva normativa contempla una serie de casos en que estos estudios pueden cursarse en tres años: cuando el estudiante esté realizando simultáneamente enseñanzas profesionales de música o danza, sean deportistas de alto nivel o presenten una “necesidad específica de apoyo educativo” (lo que suele ser sinónimo de presentar algún tipo de discapacidad o de dificultad de aprendizaje). El objetivo es frenar el abandono prematuro de los estudios que, según las últimas estadísticas, está en claro retroceso y cayó al 13,3% en España en 2021, la cifra más baja nunca registrada.
El Instituto Ferran Tallada de Barcelona es uno de los centros participantes en la prueba piloto y ofrece la combinación de Bachillerato y FP media en la modalidad deportiva con dos especialidades: el fútbol y el socorrismo. El centro ha dado un vuelco a su plan de estudios para, durante los dos primeros años, combinar las materias del primero de Bachillerato y del ciclo formativo. El tercer año corresponde al 2º de Bachillerato convencional, enfocado en la selectividad. Se mantienen tanto el número de materias como las horas lectivas, pero el gran elemento diferenciador lo aportan las prácticas del ciclo formativo, que se realizan fuera del centro; en el caso de este centro barcelonés, en campos de fútbol, en piscinas o en la playa, dependiendo de la especialidad.
Este modelo más flexible ofrece varias ventajas, según abundan desde el instituto. La primera, quita a los alumnos, con 16 años, la presión de tener que elegir. “A estas edades no saben hacia dónde tirar y con esta opción lo tienen todo: la FP les facilita el acceso a un trabajo, pero el Bachillerato les allana el camino a la universidad. Aquí lo que hacemos es abrir puertas”, resume Manel Tenes, director del centro. “También ven la importancia del estudio, que el deporte necesita un contenido teórico, y esto hace que valoren más el Bachillerato”, añade Laura Flaqué, jefa de estudios de enseñanzas deportivas del instituto.
Para los alumnos también supone un atractivo el hecho de lograr un título, aunque básico, ya al final del primer curso, que les permite trabajar. Por ejemplo, como socorristas de piscina y parque acuáticos o como ayudantes de entrenador de fútbol base. Otra ventaja es que, en caso de que no tengan éxito con el Bachillerato, siempre pueden contar con el título del ciclo formativo y continuar su formación en la FP superior.
Ian Casternado y Pol Jiménez, ambos estudiantes de 1º de Bachillerato en la especialidad de fútbol, coinciden en que todavía no tienen nada claro su futuro y optaron por este modelo “porque ofrece más salidas”. Y ponen en valor esta vertiente más práctica. “No se hace tan pesado, porque siempre estar las mismas horas en el mismo sitio, cansa, y así rompes la monotonía”, tercia Ian.
Pol García, en 1º de la rama de socorrismo, tiene como meta estudiar el grado de INEF y convertirse en bombero. “El Bachillerato de tres años te da más tiempo para decidirte qué quieres hacer y además aprendes cosas prácticas; en mi caso, salvamento y primeros auxilios, algo que puedes aplicar cada día y que es un conocimiento básico que todo el mundo debería tener”, lanza el joven.
En junio finaliza la primera promoción de esta modalidad experimental de Bachillerato, que progresivamente ha ido atrayendo a más alumnos: los 15 alumnos del primer año se han doblado en el actual, pero “para el próximo año se han interesado casi 60 familias, queremos pedir una segunda línea”, explica el director, quien también destaca la incorporación de más chicas.
No obstante, desde el instituto también lamentan un gran hándicap: el precio de la matrícula. La de la especialidad de fútbol se eleva a 1.400 euros y la de socorrismo, a 2.000. “Es muy caro, a pesar de que son precios públicos, pero hay que pagar los formadores y las instalaciones, que son públicas, pero las gestionan entidades privadas. No tiene sentido. Esto también hace que pocos institutos se animen a ofertar este tipo de estudios”, lamenta Tenes.
De momento, el modelo se amplía con cuentagotas y actualmente ya son una veintena de centros los que ofrecen la doble titulación en Bachillerato y ciclo formativo, sea del ámbito deportivo o el artístico, según la web de la Generalitat. Con todo, el Departamento catalán de Educación valora positivamente la experiencia del primero “porque a nivel organizativo es muy fácil la combinación y complementa bien la oferta formativa”. En cuanto al de artes plásticas, el Departamento admite por escrito “que no hay tanta demanda”.
Desde el instituto Ferran Tallada tienen claro que este nuevo modelo es un éxito. “En este Bachillerato no hay ni absentismo ni abandono escolar”, resume tajante Tenes, quien abunda que en el convencional tienen actualmente un 10% de absentismo, que luego se traduce en abandono. Unas cifras, incide el docente, marcadas al alza por la pandemia, ya que antes rondaban el 2%. “Los adolescentes lo están pasando muy mal con la pandemia, la parte emocional es muy importante a estas edades. Y con esta fórmula recuperan la ilusión, los alumnos vienen contentos, y esto es clave. El Bachillerato de tres años actúa de tapón, retiene a los alumnos y además logra que estudien un año más”, zanja el director.
https://elpais.com/educacion/2022-04-11/con-el-bachillerato-de-tres-anos-no-tenemos-ni-absentismo-ni-abandono.html
Aone Landa empezó a nadar a los dos años y a los siete ya participaba en competiciones, pero tiene claro que no quiere convertirse en profesional. “Soy muy exigente y hace un tiempo vi que no conseguía los resultados que yo quería, pese al esfuerzo y haberme perdido muchas cosas durante este tiempo”, explica la joven, que estudia en el Instituto Ferra Tallada de Barcelona el primer curso de Bachillerato, pero no de cualquier Bachillerato. Landa tenía claro que quería cursar el Bachillerato científico y estudiar, posteriormente, Medicina y Psiquiatría. Pero unos de sus deseos también es ir a Australia y hacer de socorrista un tiempo. Y encontró la forma ideal de combinar ambos intereses: un Bachillerato de tres años que compagina estos estudios convencionales con un ciclo formativo de grado medio que le permite, al final de la etapa, obtener la doble titulación de ambos estudios.
En 2019 Cataluña puso en marcha una prueba piloto en siete centros para flexibilizar el Bachillerato, alargándolo un año e incorporando materias de un ciclo formativo de grado medio, ya sea del ámbito deportivo, como el de artes plásticas y diseño. Con esta prueba se buscaba un doble objetivo: reducir el abandono escolar y replantear la oferta formativa. “¿El Bachillerato es exclusivamente el camino para ir a la universidad? ¿La FP es la que necesitamos actualmente?”, se planteaba entonces el consejero catalán de Educación en aquel momento, Josep Bargalló. Haciendo más atractivos los estudios, añadiéndoles una vertiente más práctica, se vio como una forma de retener a los alumnos. Otra vía es quitar la presión de acabar el Bachillerato en dos años y permitiendo que aquellos alumnos con más dificultades puedan cursarlo en tres años.
Esta última fórmula está recogida en la nueva ley estatal de Educación, la Lomloe, y en el decreto de Bachillerato aprobado el pasado martes 5 de abril. Concretamente, la nueva normativa contempla una serie de casos en que estos estudios pueden cursarse en tres años: cuando el estudiante esté realizando simultáneamente enseñanzas profesionales de música o danza, sean deportistas de alto nivel o presenten una “necesidad específica de apoyo educativo” (lo que suele ser sinónimo de presentar algún tipo de discapacidad o de dificultad de aprendizaje). El objetivo es frenar el abandono prematuro de los estudios que, según las últimas estadísticas, está en claro retroceso y cayó al 13,3% en España en 2021, la cifra más baja nunca registrada.
El Instituto Ferran Tallada de Barcelona es uno de los centros participantes en la prueba piloto y ofrece la combinación de Bachillerato y FP media en la modalidad deportiva con dos especialidades: el fútbol y el socorrismo. El centro ha dado un vuelco a su plan de estudios para, durante los dos primeros años, combinar las materias del primero de Bachillerato y del ciclo formativo. El tercer año corresponde al 2º de Bachillerato convencional, enfocado en la selectividad. Se mantienen tanto el número de materias como las horas lectivas, pero el gran elemento diferenciador lo aportan las prácticas del ciclo formativo, que se realizan fuera del centro; en el caso de este centro barcelonés, en campos de fútbol, en piscinas o en la playa, dependiendo de la especialidad.
Este modelo más flexible ofrece varias ventajas, según abundan desde el instituto. La primera, quita a los alumnos, con 16 años, la presión de tener que elegir. “A estas edades no saben hacia dónde tirar y con esta opción lo tienen todo: la FP les facilita el acceso a un trabajo, pero el Bachillerato les allana el camino a la universidad. Aquí lo que hacemos es abrir puertas”, resume Manel Tenes, director del centro. “También ven la importancia del estudio, que el deporte necesita un contenido teórico, y esto hace que valoren más el Bachillerato”, añade Laura Flaqué, jefa de estudios de enseñanzas deportivas del instituto.
Para los alumnos también supone un atractivo el hecho de lograr un título, aunque básico, ya al final del primer curso, que les permite trabajar. Por ejemplo, como socorristas de piscina y parque acuáticos o como ayudantes de entrenador de fútbol base. Otra ventaja es que, en caso de que no tengan éxito con el Bachillerato, siempre pueden contar con el título del ciclo formativo y continuar su formación en la FP superior.
Ian Casternado y Pol Jiménez, ambos estudiantes de 1º de Bachillerato en la especialidad de fútbol, coinciden en que todavía no tienen nada claro su futuro y optaron por este modelo “porque ofrece más salidas”. Y ponen en valor esta vertiente más práctica. “No se hace tan pesado, porque siempre estar las mismas horas en el mismo sitio, cansa, y así rompes la monotonía”, tercia Ian.
Pol García, en 1º de la rama de socorrismo, tiene como meta estudiar el grado de INEF y convertirse en bombero. “El Bachillerato de tres años te da más tiempo para decidirte qué quieres hacer y además aprendes cosas prácticas; en mi caso, salvamento y primeros auxilios, algo que puedes aplicar cada día y que es un conocimiento básico que todo el mundo debería tener”, lanza el joven.
En junio finaliza la primera promoción de esta modalidad experimental de Bachillerato, que progresivamente ha ido atrayendo a más alumnos: los 15 alumnos del primer año se han doblado en el actual, pero “para el próximo año se han interesado casi 60 familias, queremos pedir una segunda línea”, explica el director, quien también destaca la incorporación de más chicas.
No obstante, desde el instituto también lamentan un gran hándicap: el precio de la matrícula. La de la especialidad de fútbol se eleva a 1.400 euros y la de socorrismo, a 2.000. “Es muy caro, a pesar de que son precios públicos, pero hay que pagar los formadores y las instalaciones, que son públicas, pero las gestionan entidades privadas. No tiene sentido. Esto también hace que pocos institutos se animen a ofertar este tipo de estudios”, lamenta Tenes.
De momento, el modelo se amplía con cuentagotas y actualmente ya son una veintena de centros los que ofrecen la doble titulación en Bachillerato y ciclo formativo, sea del ámbito deportivo o el artístico, según la web de la Generalitat. Con todo, el Departamento catalán de Educación valora positivamente la experiencia del primero “porque a nivel organizativo es muy fácil la combinación y complementa bien la oferta formativa”. En cuanto al de artes plásticas, el Departamento admite por escrito “que no hay tanta demanda”.
Desde el instituto Ferran Tallada tienen claro que este nuevo modelo es un éxito. “En este Bachillerato no hay ni absentismo ni abandono escolar”, resume tajante Tenes, quien abunda que en el convencional tienen actualmente un 10% de absentismo, que luego se traduce en abandono. Unas cifras, incide el docente, marcadas al alza por la pandemia, ya que antes rondaban el 2%. “Los adolescentes lo están pasando muy mal con la pandemia, la parte emocional es muy importante a estas edades. Y con esta fórmula recuperan la ilusión, los alumnos vienen contentos, y esto es clave. El Bachillerato de tres años actúa de tapón, retiene a los alumnos y además logra que estudien un año más”, zanja el director.
https://elpais.com/educacion/2022-04-11/con-el-bachillerato-de-tres-anos-no-tenemos-ni-absentismo-ni-abandono.html
sábado, 22 de febrero de 2020
El relator de la ONU pide acción política urgente tras su visita a la España que hiela el corazón. Philip Alston confía en que el nuevo Gobierno tome medidas urgentes para paliar las desigualdades que ha observado en una de las dos Españas, la de la población “que lucha por sobrevivir”. Dice que el adjetivo que más ha escuchado durante su estancia ha sido “abandonados”.
PABLO ELORDUY
@PELORDUY
2020-02-08 06:00
En una descripción poética que se acopla a la realidad que ha visto durante sus casi dos semanas de visitas a España, Philip Alston, relator Especial de la ONU sobre extrema pobreza y los derechos humanos, explicó que ha visto “dos Españas”, una próspera que ya conocía de sus visitas turísticas y la otra poblada por “gente en el límite, luchando para sobrevivir”. El principal problema, según indicó ayer 7 de febrero en la rueda de prensa donde presentó sus conclusiones preliminares, es que “muchos españoles no reconocerían como parte de su país” algunos de los lugares a los que ha dirigido su atención: la Cañada Real en Madrid, Los Pajaritos —a las afueras de Sevilla— o los pobladores de recolectores migrantes de la fresa en Huelva son algunos de esos puntos “con peores condiciones que un campamento de refugiados”, señaló Alston.
La visita del relator de la ONU ha coincidido en el tiempo con los primeros pasos del Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos, lo que Alston no ha pasado por alto. Es positivo que el Gobierno esté comprometido por la justicia social, explicó, pero los desafíos son especialmente acuciantes, especialmente en materia de vivienda. Un derecho que, como señala, está reconocido por la Constitución pero que se tiene “que empezar a tomar en serio”, ante una situación de emergencia habitacional que calificó como patética
LA SITUACIÓN DE LA VIVIENDA
En ese sentido, Alston recalcó que las políticas de construcción de vivienda social y los planes de promoción público-privados no son suficientes como para encarnar una solución por sí misma y, además, están pensadas a medio y largo plazo, lo que no resuelve el problema, que ha sido una “constante” en sus múltiples reuniones durante estos diez días.
Este experto en extrema pobreza y derechos humanos no dudó durante la rueda de prensa de ayer en aconsejar que el Gobierno de España tome en serio medidas para la limitación de alquileres, al menos en zonas sensibles, como las que han implementado ciudades como Berlín o París. “La discusión sobre el control de los alquileres es controvertida pero es una clave, hay que ir más allá de ese debate”, recalcó Alston, para quien la estabilización de precios, que tiene que ser “adaptativa y flexible” puede ayudar para “sanar esta situación”.
Philip Alston, Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, durante la rueda de prensa de conclusiones de su visita.
El informe preliminar presentado por Alston —el definitivo será presentado a Naciones Unidas el próximo mes de junio— incide en los datos aportados por la fundación Foessa. Casi una de cuatro personas se encuentran en una situación de “exclusión de la vivienda”, según datos de 2018. Los precios del alquiler han subido un 50% en el periodo de 2013 a 2019, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo del 7,8% en la última década. Tampoco se le ha escapado al relator de la ONU el ritmo de desahucios a raíz de la crisis ha producido 712.723 desahucios en los últimos trece años.
Más de 2,5 millones de personas han sido desahuciadas en España desde 2008
MIRARSE AL ESPEJO
“España tiene que mirarse al espejo, lo que va a ver no es lo que espera”, señaló Alston durante su alocución. “La imagen de España es la de un sistema basado en la familia, en la comunidad, en el que la gente que está en problemas será ayudada… Pero la economía ha cambiado, las condiciones sociales han cambiado, y ese sistema no ha cambiado, hay mucha gente a la intemperie”, recalcó el relator de la ONU. Pobreza generalizada, un sistema de protección social inadecuado “que arrastra deliberadamente a un gran número de personas a la pobreza”, un sistema educativo segregado y anquilosado en el tiempo, un sistema fiscal que no ejerce como motor para la redistribución sino que ha beneficiado a las empresas, y una mentalidad burocrática “fuertemente arraigada”, dibujan un panorama sombrío, del que Alston solo quiso rescatar dos sectores: la sanidad pública, que calificó como una “joya” pese a las diferencias entre Comunidades Autónomas y el sistema público de pensiones.
Las “altas tasas de pobreza son una opción política”, ha resuelto Alston, quien cree que es necesaria una intervención decidida en política fiscal. “Es difícil de comprender pero, en primer lugar, se está recaudando menos que en Europa y las clases medias se están beneficiando más del sistema fiscal que los pobres”, apuntó, antes de apostillar que los impuestos sobre empresas han sido recortados un 10% durante los años de crisis. Por último, Alston pidió transparencia al Gobierno para saber cuáles son realmente los impuestos que pagan las empresas.
Segregación educativa y pobreza infantil van de la mano en otro de los capítulos que ha reseñado el relator en su visita. El abandono escolar temprano se da en una situación en la que los adolescentes y jóvenes son perjudicados por la quiebra del ascensor social que debería ser la educación que, “en principio es buena, gratis, universal, pero en la práctica mucha gente no tiene con qué pagar los gastos asociados”, resalta Philip Alston. En su visita ha constatado que hay “diferencias enormes en educación entre las comunidades. Es inevitable pensar que hay que tener una coordinación seria y el gobierno nacional es el único que puede marcar la diferencia”.
La exclusión del pueblo gitano, las condiciones de trabajadores migrantes con o sin papeles —algunos de los cuales viven “en las peores condiciones que he visto”, dijo Alston— de las mujeres víctimas de violencia de género o los menores extranjeros no acompañados son otros de los puntos que la visita del relator de la ONU ha puesto de relieve. “La palabra que he escuchado con mayor frecuencia es abandonados”, resume en su evaluación preliminar. Muchas familias, destaca, se encuentran en la disyuntiva entre comer y calentarse, como consecuencia de los altos precios de la energía.
Alston ha sido generoso con el nuevo Gobierno en su informe, ya que cree que la retórica de derechos sociales y justicia social que ha acompañado la formación de la coalición es positiva. También indicó su convicción de que las Comunidades Autónomas no se resistirán “si el gobierno implementa mecanismos de financiación para transferir fondos”. No obstante, España tiene poco tiempo para mejorar sus cifras, salir de la crisis con un incremento de la desigualdad fue una opción política y combatir esa decisión llevará años y, quizá, enfrentará a España con imágenes que no ha querido ver hasta ahora.
https://www.elsaltodiario.com/desigualdad/relator-onu-pide-accion-politica-urgente-tras-visita-espana-hiela-corazon
@PELORDUY
2020-02-08 06:00
En una descripción poética que se acopla a la realidad que ha visto durante sus casi dos semanas de visitas a España, Philip Alston, relator Especial de la ONU sobre extrema pobreza y los derechos humanos, explicó que ha visto “dos Españas”, una próspera que ya conocía de sus visitas turísticas y la otra poblada por “gente en el límite, luchando para sobrevivir”. El principal problema, según indicó ayer 7 de febrero en la rueda de prensa donde presentó sus conclusiones preliminares, es que “muchos españoles no reconocerían como parte de su país” algunos de los lugares a los que ha dirigido su atención: la Cañada Real en Madrid, Los Pajaritos —a las afueras de Sevilla— o los pobladores de recolectores migrantes de la fresa en Huelva son algunos de esos puntos “con peores condiciones que un campamento de refugiados”, señaló Alston.
La visita del relator de la ONU ha coincidido en el tiempo con los primeros pasos del Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos, lo que Alston no ha pasado por alto. Es positivo que el Gobierno esté comprometido por la justicia social, explicó, pero los desafíos son especialmente acuciantes, especialmente en materia de vivienda. Un derecho que, como señala, está reconocido por la Constitución pero que se tiene “que empezar a tomar en serio”, ante una situación de emergencia habitacional que calificó como patética
LA SITUACIÓN DE LA VIVIENDA
En ese sentido, Alston recalcó que las políticas de construcción de vivienda social y los planes de promoción público-privados no son suficientes como para encarnar una solución por sí misma y, además, están pensadas a medio y largo plazo, lo que no resuelve el problema, que ha sido una “constante” en sus múltiples reuniones durante estos diez días.
Este experto en extrema pobreza y derechos humanos no dudó durante la rueda de prensa de ayer en aconsejar que el Gobierno de España tome en serio medidas para la limitación de alquileres, al menos en zonas sensibles, como las que han implementado ciudades como Berlín o París. “La discusión sobre el control de los alquileres es controvertida pero es una clave, hay que ir más allá de ese debate”, recalcó Alston, para quien la estabilización de precios, que tiene que ser “adaptativa y flexible” puede ayudar para “sanar esta situación”.
Philip Alston, Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, durante la rueda de prensa de conclusiones de su visita.
El informe preliminar presentado por Alston —el definitivo será presentado a Naciones Unidas el próximo mes de junio— incide en los datos aportados por la fundación Foessa. Casi una de cuatro personas se encuentran en una situación de “exclusión de la vivienda”, según datos de 2018. Los precios del alquiler han subido un 50% en el periodo de 2013 a 2019, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo del 7,8% en la última década. Tampoco se le ha escapado al relator de la ONU el ritmo de desahucios a raíz de la crisis ha producido 712.723 desahucios en los últimos trece años.
Más de 2,5 millones de personas han sido desahuciadas en España desde 2008
MIRARSE AL ESPEJO
“España tiene que mirarse al espejo, lo que va a ver no es lo que espera”, señaló Alston durante su alocución. “La imagen de España es la de un sistema basado en la familia, en la comunidad, en el que la gente que está en problemas será ayudada… Pero la economía ha cambiado, las condiciones sociales han cambiado, y ese sistema no ha cambiado, hay mucha gente a la intemperie”, recalcó el relator de la ONU. Pobreza generalizada, un sistema de protección social inadecuado “que arrastra deliberadamente a un gran número de personas a la pobreza”, un sistema educativo segregado y anquilosado en el tiempo, un sistema fiscal que no ejerce como motor para la redistribución sino que ha beneficiado a las empresas, y una mentalidad burocrática “fuertemente arraigada”, dibujan un panorama sombrío, del que Alston solo quiso rescatar dos sectores: la sanidad pública, que calificó como una “joya” pese a las diferencias entre Comunidades Autónomas y el sistema público de pensiones.
Las “altas tasas de pobreza son una opción política”, ha resuelto Alston, quien cree que es necesaria una intervención decidida en política fiscal. “Es difícil de comprender pero, en primer lugar, se está recaudando menos que en Europa y las clases medias se están beneficiando más del sistema fiscal que los pobres”, apuntó, antes de apostillar que los impuestos sobre empresas han sido recortados un 10% durante los años de crisis. Por último, Alston pidió transparencia al Gobierno para saber cuáles son realmente los impuestos que pagan las empresas.
Segregación educativa y pobreza infantil van de la mano en otro de los capítulos que ha reseñado el relator en su visita. El abandono escolar temprano se da en una situación en la que los adolescentes y jóvenes son perjudicados por la quiebra del ascensor social que debería ser la educación que, “en principio es buena, gratis, universal, pero en la práctica mucha gente no tiene con qué pagar los gastos asociados”, resalta Philip Alston. En su visita ha constatado que hay “diferencias enormes en educación entre las comunidades. Es inevitable pensar que hay que tener una coordinación seria y el gobierno nacional es el único que puede marcar la diferencia”.
La exclusión del pueblo gitano, las condiciones de trabajadores migrantes con o sin papeles —algunos de los cuales viven “en las peores condiciones que he visto”, dijo Alston— de las mujeres víctimas de violencia de género o los menores extranjeros no acompañados son otros de los puntos que la visita del relator de la ONU ha puesto de relieve. “La palabra que he escuchado con mayor frecuencia es abandonados”, resume en su evaluación preliminar. Muchas familias, destaca, se encuentran en la disyuntiva entre comer y calentarse, como consecuencia de los altos precios de la energía.
Alston ha sido generoso con el nuevo Gobierno en su informe, ya que cree que la retórica de derechos sociales y justicia social que ha acompañado la formación de la coalición es positiva. También indicó su convicción de que las Comunidades Autónomas no se resistirán “si el gobierno implementa mecanismos de financiación para transferir fondos”. No obstante, España tiene poco tiempo para mejorar sus cifras, salir de la crisis con un incremento de la desigualdad fue una opción política y combatir esa decisión llevará años y, quizá, enfrentará a España con imágenes que no ha querido ver hasta ahora.
https://www.elsaltodiario.com/desigualdad/relator-onu-pide-accion-politica-urgente-tras-visita-espana-hiela-corazon
jueves, 7 de septiembre de 2017
Ruinas. Cuando una aldea desaparece, desaparece parte de nuestro país; cuando una lengua o tribu desaparecen desaparece parte de la humanidad entera.
A partir de los años cincuenta, cuando comenzó en España el éxodo del campo a la ciudad, cientos de pueblos han desaparecido o se han convertido en fantasmas al modo de la Comala de la novela Pedro Páramo, del mexicano Juan Rulfo. Se calcula que en nuestro país son ya más de 3.000 los núcleos deshabitados del todo y que en los próximos años otros tantos lo serán también.
Nuestro particular modelo de desarrollo, aquel llamado desarrollismo que en el franquismo favoreció la industrialización de cuatro o cinco regiones olvidando al resto, condenó a varias de ellas, sobre todo a las de la meseta, a la despoblación. La gente huía hacia las ciudades, en especial hacia las más favorecidas por el régimen, curiosamente entre ellas algunas de las que más se quejan de él, que era donde había trabajo, y así miles de aldeas de Aragón, de las dos Castillas, de Extremadura, de León, del interior de Galicia y de Andalucía fueron quedando deshabitadas, desapareciendo incluso muchas de ellas. El espectáculo de sus ruinas tomadas por la maleza está al alcance de todos.
Durante mucho tiempo, no obstante, el fenómeno solo le interesó a los originarios de esos lugares y a cuatro o cinco románticos para los que las aldeas abandonadas constituían toda una metáfora de la vida. Han tenido que pasar bastantes años para que una serie de libros junto con la agudización del proceso de despoblación de la España interior hayan logrado que los periódicos españoles le presten cierta atención, no mucha. EL PAÍS, por ejemplo, le ha encargado a Sergio del Molino, autor, aparte de un libro de referencia sobre el fenómeno, de un término, la España vacía, que ha hecho fortuna mediática, la redacción de una serie de reportajes que está publicando este mes de agosto que ponen el foco sobre esa tragedia después de décadas ignorándola por completo. Bien está que se haga si no es una moda más y, sobre todo, si sirve para ayudar a hacer visible un problema que afecta a todos los españoles, no solo a quienes lo sufren directamente. Porque cuando una aldea desaparece, desaparece parte de nuestro país como cuando una lengua o tribu desaparecen, desaparece parte de la humanidad entera. Lo dijo Rulfo por boca de su protagonista: “Hay un camino que va para Contla y otro que viene de allá”.
Que, como con la memoria histórica, se haya llegado tarde a interesar a los españoles por el problema de la despoblación no debe impedirnos alegrarnos de que por fin se esté consiguiendo, siquiera sea por desagravio a los perjudicados por ella, puesto que para remediarlo harían falta mucho más que reportajes y artículos como este.
https://elpais.com/elpais/2017/08/23/opinion/1503510751_496531.html
Nuestro particular modelo de desarrollo, aquel llamado desarrollismo que en el franquismo favoreció la industrialización de cuatro o cinco regiones olvidando al resto, condenó a varias de ellas, sobre todo a las de la meseta, a la despoblación. La gente huía hacia las ciudades, en especial hacia las más favorecidas por el régimen, curiosamente entre ellas algunas de las que más se quejan de él, que era donde había trabajo, y así miles de aldeas de Aragón, de las dos Castillas, de Extremadura, de León, del interior de Galicia y de Andalucía fueron quedando deshabitadas, desapareciendo incluso muchas de ellas. El espectáculo de sus ruinas tomadas por la maleza está al alcance de todos.
Durante mucho tiempo, no obstante, el fenómeno solo le interesó a los originarios de esos lugares y a cuatro o cinco románticos para los que las aldeas abandonadas constituían toda una metáfora de la vida. Han tenido que pasar bastantes años para que una serie de libros junto con la agudización del proceso de despoblación de la España interior hayan logrado que los periódicos españoles le presten cierta atención, no mucha. EL PAÍS, por ejemplo, le ha encargado a Sergio del Molino, autor, aparte de un libro de referencia sobre el fenómeno, de un término, la España vacía, que ha hecho fortuna mediática, la redacción de una serie de reportajes que está publicando este mes de agosto que ponen el foco sobre esa tragedia después de décadas ignorándola por completo. Bien está que se haga si no es una moda más y, sobre todo, si sirve para ayudar a hacer visible un problema que afecta a todos los españoles, no solo a quienes lo sufren directamente. Porque cuando una aldea desaparece, desaparece parte de nuestro país como cuando una lengua o tribu desaparecen, desaparece parte de la humanidad entera. Lo dijo Rulfo por boca de su protagonista: “Hay un camino que va para Contla y otro que viene de allá”.
Que, como con la memoria histórica, se haya llegado tarde a interesar a los españoles por el problema de la despoblación no debe impedirnos alegrarnos de que por fin se esté consiguiendo, siquiera sea por desagravio a los perjudicados por ella, puesto que para remediarlo harían falta mucho más que reportajes y artículos como este.
https://elpais.com/elpais/2017/08/23/opinion/1503510751_496531.html
jueves, 31 de marzo de 2016
Gilbert Grellet: “No ayudar a la República en 1936 fue un error”. El periodista y escritor francés sostiene que París y Londres podrían haber cambiado el curso de la historia de haber actuado contra la sublevación militar en España
París y Londres podrían haber cambiado el curso de la historia de haber apoyado en el verano de 1936 a la República Española contra la sublevación militar. ¿Por qué no lo hicieron? Es la cuestión que el periodista y escritor francés Gilbert Grellet plantea en su libro, de reciente aparición, Un été impardonnable (un verano imperdonable; editorial Albin Michel). “Fue una enorme injusticia”, dice Grellet en un café de París. “El Gobierno español democrático tenía todo el derecho a comprar armas para defenderse”. Mientras los golpistas contaron de manera inmediata con la ayuda de Adolf Hitler y Benito Mussolini, los Gobiernos de Francia y Reino Unido se entregaban a una política de no intervención para evitar la guerra en Europa y el avance de Moscú. Es la razón por la cual Grellet considera no solo que París y Londres (además, de Washington) obraron injustamente, sino que se equivocaron de estrategia.
“Algunos dirán: ‘imperdonable’ es una palabra fuerte”, ha escrito el primer ministro francés Manuel Valls prologando este libro. “Sí. Es fuerte. Pero justa”. Valls ocupa hoy el palacio de Matignon y utiliza la misma mesa de Léon Blum, un hombre clave de esta historia, que abandonó a su suerte al Gobierno español a pesar de sus firmes convicciones socialistas y democráticas. “Blum perdió parte de su alma”, dice Grellet sobre su posición acerca de la guerra civil española.
PREGUNTA. Dice usted que Lise London es la persona que le animó a escribir este libro.
RESPUESTA. Sí. Lise London es una francesa de origen español (su apellido era Ricol) a la que conocí hace 10 años, cuando asistía a una reunión de las Brigadas Internacionales en Madrid con motivo del 70º aniversario del inicio de la Guerra Civil. Hablamos de su historia [luchó en la Resistencia y fue capturada por los nazis] y de las Brigadas Internacionales, pero me dijo que a ella lo que le interesaba era el asunto “imperdonable” de la no intervención de las democracias occidentales. Como ve, ella misma me dio el título. Es un asunto que retomé ya de vuelta en París, en 2012, cuando Lise London murió.
P. Usted destaca en su libro la brutalidad de los primeros meses de la guerra.
R. En su momento me interesó especialmente el libro del historiador Francisco Espinosa sobre la columna de la muerte, la de los legionarios y moros que salieron de Sevilla en los primeros días de agosto para subir a Madrid pasando por Extremadura y Toledo. Fue terrible.
P. Hace usted un muy duro retrato de Léon Blum, un político tan apreciado en Francia.
R. Es verdad. Blum es un hombre interesante que ocupa un importante lugar en la historia de Francia. Fue el presidente del Consejo del Gobierno del Frente Popular e hizo muchas cosas desde el punto de vista social, como la limitación de la jornada laboral a 40 horas semanales o el derecho a las vacaciones pagadas. Con respecto a España, sin embargo, fue un desastre. Estaba muy influido por el Quai d’Orsay [el Ministerio de Exteriores] y ahí estaba Alexis Leger, secretario general del Ministerio, que consideraba que no se podía hacer nada sin el acuerdo de los ingleses, que defendían la política de distensión. En Londres influyeron mucho Stanley Baldwin [primer ministro], Anthony Eden [secretario de Estado de Asuntos Extranjeros] y también Winston Churchill, que no estaba entonces en el Gobierno, pero ejercía una gran influencia en los círculos conservadores. Publicaba un artículo semanal en el Evening Standard en el que criticaba de una manera sistemática al Gobierno republicano español, al que tachaba de comunista y bolchevique, lo que no era cierto. Churchill creía al principio que era más fácil entenderse con Hitler que con Stalin y era muy amigo de Blum. Le visitaba siempre que venía a Francia. Fue en una de esas reuniones cuando le aconsejó: “Keep out of Spain”.
P. Llega usted a decir que Blum perdió su alma por no ayudar a la República Española.
R. Sí, porque finalmente fue una enorme injusticia no ayudar a un Gobierno amigo, socialista, que tenía todo el derecho a comprar armas para defenderse de los militares. Perdió su alma y al mismo tiempo se equivocó, porque, si se hubiera aliado con los ingleses para oponerse a Hitler, quizá habría evitado la Segunda Guerra Mundial. Fue el mismo error que se cometió con la ocupación de Renania en marzo de 1936.
P. En descargo de Blum cuenta usted que era judío y que la presión de la prensa de la derecha era enorme. Dice incluso que ningún político del siglo XX ha sido tan calumniado como él.
R. No creo que ser judío fuera un factor importante en este caso. Fue más bien la presión de la prensa de la derecha, como Acción Francesa, un periódico que fue muy agresivo contra él. Hay que tener en cuenta que la derecha y la extrema derecha francesas flirteaban con Hitler y Mussolini y preferían que Franco ganara la guerra.
P. A finales de la Guerra Civil, tanto Churchill como el presidente americano Roosevelt reconocieron haberse equivocado. ¿Nunca hizo Blum lo mismo?
R. Nunca admitió su error. Siempre dijo que gracias a la no intervención se había evitado la guerra, lo que no fue cierto.
P. Usted fue el jefe de France Presse en España durante cinco años, de 2005 a 2010. Supongo que durante ese tiempo también comprendió que la Guerra Civil y la división social seguían muy presentes en la sociedad española.
R. Exacto. En aquellos años se debatía la Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero, que quedó descafeinada, y se produjo la caída de Garzón, que a mí me pareció un disparate. Un juez que había sido tan importante en la persecución de Pinochet, expulsado de la magistratura por querer investigar los crímenes del franquismo. ¿Cómo era posible?
P. ¿Cree que España sigue sin tener superada esa etapa de su historia?
R. Adoro España y no quiero criticar a ese país, pero tuve esa impresión hace 10 años y ahora recuerdo aquello cuando veo que la alcaldesa de Madrid quiere aplicar la Ley de Memoria Histórica y, por tanto, desechar los símbolos franquistas. La pregunta es por qué los anteriores alcaldes, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella, no hicieron nada entre 2007 y 2015.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/11/babelia/1457720199_544614.html?rel=lom
“Algunos dirán: ‘imperdonable’ es una palabra fuerte”, ha escrito el primer ministro francés Manuel Valls prologando este libro. “Sí. Es fuerte. Pero justa”. Valls ocupa hoy el palacio de Matignon y utiliza la misma mesa de Léon Blum, un hombre clave de esta historia, que abandonó a su suerte al Gobierno español a pesar de sus firmes convicciones socialistas y democráticas. “Blum perdió parte de su alma”, dice Grellet sobre su posición acerca de la guerra civil española.
PREGUNTA. Dice usted que Lise London es la persona que le animó a escribir este libro.
RESPUESTA. Sí. Lise London es una francesa de origen español (su apellido era Ricol) a la que conocí hace 10 años, cuando asistía a una reunión de las Brigadas Internacionales en Madrid con motivo del 70º aniversario del inicio de la Guerra Civil. Hablamos de su historia [luchó en la Resistencia y fue capturada por los nazis] y de las Brigadas Internacionales, pero me dijo que a ella lo que le interesaba era el asunto “imperdonable” de la no intervención de las democracias occidentales. Como ve, ella misma me dio el título. Es un asunto que retomé ya de vuelta en París, en 2012, cuando Lise London murió.
P. Usted destaca en su libro la brutalidad de los primeros meses de la guerra.
R. En su momento me interesó especialmente el libro del historiador Francisco Espinosa sobre la columna de la muerte, la de los legionarios y moros que salieron de Sevilla en los primeros días de agosto para subir a Madrid pasando por Extremadura y Toledo. Fue terrible.
P. Hace usted un muy duro retrato de Léon Blum, un político tan apreciado en Francia.
R. Es verdad. Blum es un hombre interesante que ocupa un importante lugar en la historia de Francia. Fue el presidente del Consejo del Gobierno del Frente Popular e hizo muchas cosas desde el punto de vista social, como la limitación de la jornada laboral a 40 horas semanales o el derecho a las vacaciones pagadas. Con respecto a España, sin embargo, fue un desastre. Estaba muy influido por el Quai d’Orsay [el Ministerio de Exteriores] y ahí estaba Alexis Leger, secretario general del Ministerio, que consideraba que no se podía hacer nada sin el acuerdo de los ingleses, que defendían la política de distensión. En Londres influyeron mucho Stanley Baldwin [primer ministro], Anthony Eden [secretario de Estado de Asuntos Extranjeros] y también Winston Churchill, que no estaba entonces en el Gobierno, pero ejercía una gran influencia en los círculos conservadores. Publicaba un artículo semanal en el Evening Standard en el que criticaba de una manera sistemática al Gobierno republicano español, al que tachaba de comunista y bolchevique, lo que no era cierto. Churchill creía al principio que era más fácil entenderse con Hitler que con Stalin y era muy amigo de Blum. Le visitaba siempre que venía a Francia. Fue en una de esas reuniones cuando le aconsejó: “Keep out of Spain”.
P. Llega usted a decir que Blum perdió su alma por no ayudar a la República Española.
R. Sí, porque finalmente fue una enorme injusticia no ayudar a un Gobierno amigo, socialista, que tenía todo el derecho a comprar armas para defenderse de los militares. Perdió su alma y al mismo tiempo se equivocó, porque, si se hubiera aliado con los ingleses para oponerse a Hitler, quizá habría evitado la Segunda Guerra Mundial. Fue el mismo error que se cometió con la ocupación de Renania en marzo de 1936.
P. En descargo de Blum cuenta usted que era judío y que la presión de la prensa de la derecha era enorme. Dice incluso que ningún político del siglo XX ha sido tan calumniado como él.
R. No creo que ser judío fuera un factor importante en este caso. Fue más bien la presión de la prensa de la derecha, como Acción Francesa, un periódico que fue muy agresivo contra él. Hay que tener en cuenta que la derecha y la extrema derecha francesas flirteaban con Hitler y Mussolini y preferían que Franco ganara la guerra.
P. A finales de la Guerra Civil, tanto Churchill como el presidente americano Roosevelt reconocieron haberse equivocado. ¿Nunca hizo Blum lo mismo?
R. Nunca admitió su error. Siempre dijo que gracias a la no intervención se había evitado la guerra, lo que no fue cierto.
P. Usted fue el jefe de France Presse en España durante cinco años, de 2005 a 2010. Supongo que durante ese tiempo también comprendió que la Guerra Civil y la división social seguían muy presentes en la sociedad española.
R. Exacto. En aquellos años se debatía la Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero, que quedó descafeinada, y se produjo la caída de Garzón, que a mí me pareció un disparate. Un juez que había sido tan importante en la persecución de Pinochet, expulsado de la magistratura por querer investigar los crímenes del franquismo. ¿Cómo era posible?
P. ¿Cree que España sigue sin tener superada esa etapa de su historia?
R. Adoro España y no quiero criticar a ese país, pero tuve esa impresión hace 10 años y ahora recuerdo aquello cuando veo que la alcaldesa de Madrid quiere aplicar la Ley de Memoria Histórica y, por tanto, desechar los símbolos franquistas. La pregunta es por qué los anteriores alcaldes, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella, no hicieron nada entre 2007 y 2015.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/11/babelia/1457720199_544614.html?rel=lom
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sábado, 12 de abril de 2014
España lidera el abandono escolar temprano en Europa con su mejor dato
El 23,5% deja los estudios tras la ESO o sin graduarse
Se ha mejorado en ocho puntos en una década pero otros países han progresado más
España se ha vuelto a situar en 2013 a la cabeza de Europa en abandono escolar temprano, el que hace referencia a los jóvenes de 18 a 24 años que dejaron sus estudios tras completar la educación obligatoria o antes de graduarse. Un 23,5% de los jóvenes españoles había abandonado la enseñanza prematuramente el año pasado, el doble de la media comunitaria, situada en el 11,9%, según los datos publicados este viernes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat. La paradoja es que el de 2013 es nuestro mejor dato histórico: España mejora en un punto y medio respecto al año anterior, y en ocho puntos si se compara con los datos de la última década. Lo que ocurre es que, en el mismo tiempo, otros han hecho mejor los deberes...
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/04/11/actualidad/1397211917_985641.html
Otra noticia de educación pero en este caso más positiva.
Se ha mejorado en ocho puntos en una década pero otros países han progresado más
España se ha vuelto a situar en 2013 a la cabeza de Europa en abandono escolar temprano, el que hace referencia a los jóvenes de 18 a 24 años que dejaron sus estudios tras completar la educación obligatoria o antes de graduarse. Un 23,5% de los jóvenes españoles había abandonado la enseñanza prematuramente el año pasado, el doble de la media comunitaria, situada en el 11,9%, según los datos publicados este viernes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat. La paradoja es que el de 2013 es nuestro mejor dato histórico: España mejora en un punto y medio respecto al año anterior, y en ocho puntos si se compara con los datos de la última década. Lo que ocurre es que, en el mismo tiempo, otros han hecho mejor los deberes...
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/04/11/actualidad/1397211917_985641.html
Otra noticia de educación pero en este caso más positiva.
martes, 10 de septiembre de 2013
Una joven de Murcia entrega su bebé a la asistencia social. Volveremos a los tornos?
Una joven, en Murcia, entra a la consulta de atención directa de los servicios sociales locales, deja a su bebé en su canastilla y con varias mudas de repuesto sobre la mesa y dice, con cara avergonzada, que no tiene recursos para mantenerlo. “Cuídenlo bien”. Y se va. La escena se produjo hace pocos meses. La relata José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. “En 30 años de carrera nunca había conocido esto”, asegura.
Los profesionales empiezan a alertar de que situaciones como esta son cada vez más comunes. El caso de unos padres que el pasado junio dejaron a sus hijos en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo), aduciendo carencias económicas, abrió un escenario repleto de interrogantes. Cuando unos padres no pueden mantener a sus hijos, ¿qué deben hacer? ¿Están los servicios sociales y los poderes públicos preparados para actuar cuando la pobreza aprieta hasta este límite? ¿Es lo mismo dejar a unos niños abandonados en la calle que entregarlos a una institución pública?
Consuelo Madrigal, fiscal coordinadora de menores, responde con rotundidad: “No es lo mismo ni mucho menos”. Independientemente del motivo. Lo primero, explica, es un delito, “porque pone en peligro al menor, incluso su vida”. Eduardo Esteban, ex fiscal provincial de Madrid, tampoco duda: “Es distinto dejar a unos niños en una institución pública o incluso en una iglesia, donde sabes que van a estar atendidos, que dejarlos en un parque”, dice. “Puede haber un incumplimiento de las obligaciones. Pero para que haya delito tienen que dejarlos solos, en una situación de riesgo. Ese es el matiz”, apunta. “No se culpa a los padres porque no hay dolo, no hay mala intención, sino una situación de pobreza”, explica Madrigal. “Pero cuando la situación pasa de riesgo a desamparo, porque al niño le falta sustento material o moral, la Administración asume la tutela”, detalla la fiscal. A partir de ahí, “se investiga y se intenta apoyar a la familia para evitar la separación”.
Sanidad redujo un 65% el plan que incluye la atención de emergencia
Ramírez añade que la Administración “debe tener en cuenta la actitud de los padres, si han pedido ayuda y no han dejado de atender a los niños pese a la miseria” antes de asumir su tutela y separar al menor de su familia. Almudena Escorial, portavoz de Save the Children, cree que “no se debería llegar a esa situación”. Pero la realidad es compleja.
Todos los agentes implicados en este tipo de procesos sostienen que la pobreza nunca puede ser el único motivo para que unos padres pierdan la tutela de sus hijos, ni tampoco para impedir que puedan recuperarla. Así lo aseguran el Ministerio de Sanidad, los servicios sociales, la Fiscalía de Menores, las ONG y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Este último, con una sentencia reciente en la que condenaba a España a indemnizar a una madre por separarla de su hija solo por su precaria situación económica. Tras presentarse con la niña en los servicios sociales de Motril (Granada) para pedir “trabajo, comida y alojamiento”, la pequeña fue trasladada a un centro de menores, la declararon en desamparo e impulsaron su acogimiento preadoptivo en una familia.
Lo prioritario, dicen los expertos, es sacar a las familias de la miseria. “La ley prioriza la protección del menor, pero apoyando a los hogares para que no se produzca el desamparo. La retirada tiene que ser solo porque haya un riesgo muy elevado”, detalla Idelfonso Sánchez, técnico de protección de menores en Almería. Marta Arias, responsable de políticas de infancia de Unicef, añade: “Unos padres sin recursos no son malos padres. Hay que ayudar a las familias porque es donde mejor están los pequeños, salvo que haya malos tratos”.
Pero la crisis no perdona y 2,2 millones de niños viven, según un informe de Unicef de 2012, en hogares por debajo del umbral de la pobreza en España (con menos de 16.400 euros anuales para dos adultos y dos menores). La Guía para las Ayudas Sociales para la Familia 2013, publicada por el Ministerio de Sanidad, prevé distintas prestaciones para colectivos en riesgo, como las rentas mínimas de inserción, los centros de acogida para “personas, familias o grupos carentes de un medio adecuado”, y recursos para personas sin hogar de “alojamiento, alimentación, vestido e higiene”.
Socorrer a las familias sería más barato que retirar al menor de su casa
Esta es la teoría. Pero en la práctica, los recursos para reflotar a las familias han pasado por la tijera, desde las becas de comedor en colegios hasta las ayudas de emergencia. Esta última, además, llega con un retraso de hasta ocho meses en algunas autonomías. En este sentido, la asociación que preside Ramírez denuncia la situación de “desamparo de las familias”. Lo que, según esta organización, supone una vuelta al modelo de la beneficencia. “En vez de recibir una ayuda de la Administración, la gente se ve abocada a salir en la televisión, dar lástima y que un alma caritativa les asista”, se queja Ramírez. “Conocí a dos inmigrantes con tres hijos. Él trabajaba en la construcción y se quedó en paro. A la madre le diagnosticaron esquizofrenia. Cuando fueron a pedir ayuda a ella le dio un brote psicótico y él, abrumado, huyó. Los pequeños pasaron a protección de menores. Pero esto no hubiera pasado si hubieran tenido un salario social y ayuda psicológica. El padre hubiera tenido un colchón para mantener a la familia y no sentirse desbordado”, relata.
Santiago Agustín, psicólogo con experiencia en centros de menores de Madrid, asegura que el trabajo con las familias “es muy pobre”. “La inversión en centros de protección es desmesurada (la estancia de cada menor puede costar hasta 4.000 euros al mes), y en los barrios no se percibe el trabajo con las familias”, afirma.
“La Administración se tiene que adaptar”, reconoce la fiscal coordinadora de menores. “Con la crisis se ha elevado el nivel de marginación y se ha incrementado la demanda de protección. Los servicios sociales y las entidades de protección a la infancia están desbordados, tanto en recursos materiales como profesionales”, afirma. “Las intenciones de la Administración son buenas sobre el papel, pero tienen que estar dotadas económicamente, con profesionales e infraestructuras”, reclama Ramírez. Denuncia que el plan concertado de servicios sociales de Sanidad, en el que se incluyen las ayudas de emergencia, se ha reducido un 65% en los dos últimos años. Las autonomías también han metido la tijera, algunas más que otras. En el País Vasco una de cada 13,5 personas recibe una renta mínima de inserción (cuando se agotan el paro y los subsidios); en Murcia lo hacen una de cada 316 y perciben, además, una cuantía mucho menor.
La miseria suele traer otros problemas, que son los que se aducen para retirar la tutela Cuando la ayuda no llega, ¿qué deben hacer los padres sin recursos? Gustavo García, director del albergue social de Zaragoza, el primero que habilitó módulos para familias en España, subraya: “Lo correcto es solicitar la guarda voluntaria de los niños. Los padres tienen que pedir la guarda a los servicios sociales cuando no pueden hacerse cargo de sus hijos, por motivos económicos u otro tipo de circunstancias. La Administración se hace cargo temporalmente de ellos, y los padres no pierden la patria potestad”.
Esta modalidad de ayuda con los hijos ha descendido desde 2006. Ese año había 9.598 menores en guarda, frente a 4.537 en 2011. La bajada tiene una doble explicación, según García: la salida de inmigrantes del país y el temor de algunos padres a acudir a los servicios sociales a solicitar auxilio porque creen que les van a arrebatar a sus niños. “Algunos pasan hambre por temor a pedir ayuda”, dice. Recuerda que una paciente de un hospital en Zaragoza fue pillada echando la comida al bolso. Cuando los profesionales le preguntaron por qué, ella respondió: “Mi hijo pasa hambre en casa”. García quiere desmontar el mito: “Esa imagen de que vamos retirando niños es falsa”.
José Luis Calvo, vicepresidente de Prodeni, entidad defensora de los derechos de los niños, discrepa. Afirma que en ocasiones sí se producen retiradas de niños por situación de pobreza. “Es evidente que este factor no aparece como único fundamento de ninguna retirada de niños. Tampoco como motivo para que los padres no los puedan recuperar. Pero subyace más o menos explícito en no pocos informes”, afirma. La miseria suele estar acompañada de otros problemas de salud, emocionales o inestabilidad en la vivienda, según Calvo. “Estas circunstancias son las que se alegan como agravantes para quitarles la tutela”, asevera. Y una vez retirada, en su opinión, “no se promueve la reagrupación”. “Para recuperar a los hijos casi hay que pasar una oposición”, ejemplifica.
2,2 millones de niños viven en hogares bajo el umbral de la pobreza en España
En la memoria de Calvo hay muchos ejemplos. Su organización defendió recientemente a una madre que pasó siete años visitando a sus hijos, bajo la tutela de la Junta de Andalucía, una hora al mes. “En ese tiempo su situación económica y personal cambió. Pero tenía la etiqueta de que ‘no era colaboradora’ y no se los devolvían”, relata. Al final, con intermediación de Prodeni, recuperó a los pequeños.
Santiago Agustín opina que “los niños acogidos deberían relacionarse con sus familiares de origen diariamente”. En la mayoría de las regiones, las visitas son, por defecto, de una hora al mes. “Esto solo puede calificarse como maltrato institucional”, asevera. El psicólogo no ve lógico que, salvo que existan malos tratos o riesgo grave, se restrinjan los encuentros y el sistema sea tan rígido para la recuperación.
Con todo, la actuación de la Administración tendrá que adaptarse a una casuística que aumenta con la crisis: padres que no tienen qué llevar a la boca de sus hijos. “Y entender que las situaciones, con el tiempo, cambian”, zanja Calvo.
Los profesionales empiezan a alertar de que situaciones como esta son cada vez más comunes. El caso de unos padres que el pasado junio dejaron a sus hijos en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo), aduciendo carencias económicas, abrió un escenario repleto de interrogantes. Cuando unos padres no pueden mantener a sus hijos, ¿qué deben hacer? ¿Están los servicios sociales y los poderes públicos preparados para actuar cuando la pobreza aprieta hasta este límite? ¿Es lo mismo dejar a unos niños abandonados en la calle que entregarlos a una institución pública?
Consuelo Madrigal, fiscal coordinadora de menores, responde con rotundidad: “No es lo mismo ni mucho menos”. Independientemente del motivo. Lo primero, explica, es un delito, “porque pone en peligro al menor, incluso su vida”. Eduardo Esteban, ex fiscal provincial de Madrid, tampoco duda: “Es distinto dejar a unos niños en una institución pública o incluso en una iglesia, donde sabes que van a estar atendidos, que dejarlos en un parque”, dice. “Puede haber un incumplimiento de las obligaciones. Pero para que haya delito tienen que dejarlos solos, en una situación de riesgo. Ese es el matiz”, apunta. “No se culpa a los padres porque no hay dolo, no hay mala intención, sino una situación de pobreza”, explica Madrigal. “Pero cuando la situación pasa de riesgo a desamparo, porque al niño le falta sustento material o moral, la Administración asume la tutela”, detalla la fiscal. A partir de ahí, “se investiga y se intenta apoyar a la familia para evitar la separación”.
Sanidad redujo un 65% el plan que incluye la atención de emergencia
Ramírez añade que la Administración “debe tener en cuenta la actitud de los padres, si han pedido ayuda y no han dejado de atender a los niños pese a la miseria” antes de asumir su tutela y separar al menor de su familia. Almudena Escorial, portavoz de Save the Children, cree que “no se debería llegar a esa situación”. Pero la realidad es compleja.
Todos los agentes implicados en este tipo de procesos sostienen que la pobreza nunca puede ser el único motivo para que unos padres pierdan la tutela de sus hijos, ni tampoco para impedir que puedan recuperarla. Así lo aseguran el Ministerio de Sanidad, los servicios sociales, la Fiscalía de Menores, las ONG y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Este último, con una sentencia reciente en la que condenaba a España a indemnizar a una madre por separarla de su hija solo por su precaria situación económica. Tras presentarse con la niña en los servicios sociales de Motril (Granada) para pedir “trabajo, comida y alojamiento”, la pequeña fue trasladada a un centro de menores, la declararon en desamparo e impulsaron su acogimiento preadoptivo en una familia.
Lo prioritario, dicen los expertos, es sacar a las familias de la miseria. “La ley prioriza la protección del menor, pero apoyando a los hogares para que no se produzca el desamparo. La retirada tiene que ser solo porque haya un riesgo muy elevado”, detalla Idelfonso Sánchez, técnico de protección de menores en Almería. Marta Arias, responsable de políticas de infancia de Unicef, añade: “Unos padres sin recursos no son malos padres. Hay que ayudar a las familias porque es donde mejor están los pequeños, salvo que haya malos tratos”.
Pero la crisis no perdona y 2,2 millones de niños viven, según un informe de Unicef de 2012, en hogares por debajo del umbral de la pobreza en España (con menos de 16.400 euros anuales para dos adultos y dos menores). La Guía para las Ayudas Sociales para la Familia 2013, publicada por el Ministerio de Sanidad, prevé distintas prestaciones para colectivos en riesgo, como las rentas mínimas de inserción, los centros de acogida para “personas, familias o grupos carentes de un medio adecuado”, y recursos para personas sin hogar de “alojamiento, alimentación, vestido e higiene”.
Socorrer a las familias sería más barato que retirar al menor de su casa
Esta es la teoría. Pero en la práctica, los recursos para reflotar a las familias han pasado por la tijera, desde las becas de comedor en colegios hasta las ayudas de emergencia. Esta última, además, llega con un retraso de hasta ocho meses en algunas autonomías. En este sentido, la asociación que preside Ramírez denuncia la situación de “desamparo de las familias”. Lo que, según esta organización, supone una vuelta al modelo de la beneficencia. “En vez de recibir una ayuda de la Administración, la gente se ve abocada a salir en la televisión, dar lástima y que un alma caritativa les asista”, se queja Ramírez. “Conocí a dos inmigrantes con tres hijos. Él trabajaba en la construcción y se quedó en paro. A la madre le diagnosticaron esquizofrenia. Cuando fueron a pedir ayuda a ella le dio un brote psicótico y él, abrumado, huyó. Los pequeños pasaron a protección de menores. Pero esto no hubiera pasado si hubieran tenido un salario social y ayuda psicológica. El padre hubiera tenido un colchón para mantener a la familia y no sentirse desbordado”, relata.
Santiago Agustín, psicólogo con experiencia en centros de menores de Madrid, asegura que el trabajo con las familias “es muy pobre”. “La inversión en centros de protección es desmesurada (la estancia de cada menor puede costar hasta 4.000 euros al mes), y en los barrios no se percibe el trabajo con las familias”, afirma.
“La Administración se tiene que adaptar”, reconoce la fiscal coordinadora de menores. “Con la crisis se ha elevado el nivel de marginación y se ha incrementado la demanda de protección. Los servicios sociales y las entidades de protección a la infancia están desbordados, tanto en recursos materiales como profesionales”, afirma. “Las intenciones de la Administración son buenas sobre el papel, pero tienen que estar dotadas económicamente, con profesionales e infraestructuras”, reclama Ramírez. Denuncia que el plan concertado de servicios sociales de Sanidad, en el que se incluyen las ayudas de emergencia, se ha reducido un 65% en los dos últimos años. Las autonomías también han metido la tijera, algunas más que otras. En el País Vasco una de cada 13,5 personas recibe una renta mínima de inserción (cuando se agotan el paro y los subsidios); en Murcia lo hacen una de cada 316 y perciben, además, una cuantía mucho menor.
La miseria suele traer otros problemas, que son los que se aducen para retirar la tutela Cuando la ayuda no llega, ¿qué deben hacer los padres sin recursos? Gustavo García, director del albergue social de Zaragoza, el primero que habilitó módulos para familias en España, subraya: “Lo correcto es solicitar la guarda voluntaria de los niños. Los padres tienen que pedir la guarda a los servicios sociales cuando no pueden hacerse cargo de sus hijos, por motivos económicos u otro tipo de circunstancias. La Administración se hace cargo temporalmente de ellos, y los padres no pierden la patria potestad”.
Esta modalidad de ayuda con los hijos ha descendido desde 2006. Ese año había 9.598 menores en guarda, frente a 4.537 en 2011. La bajada tiene una doble explicación, según García: la salida de inmigrantes del país y el temor de algunos padres a acudir a los servicios sociales a solicitar auxilio porque creen que les van a arrebatar a sus niños. “Algunos pasan hambre por temor a pedir ayuda”, dice. Recuerda que una paciente de un hospital en Zaragoza fue pillada echando la comida al bolso. Cuando los profesionales le preguntaron por qué, ella respondió: “Mi hijo pasa hambre en casa”. García quiere desmontar el mito: “Esa imagen de que vamos retirando niños es falsa”.
José Luis Calvo, vicepresidente de Prodeni, entidad defensora de los derechos de los niños, discrepa. Afirma que en ocasiones sí se producen retiradas de niños por situación de pobreza. “Es evidente que este factor no aparece como único fundamento de ninguna retirada de niños. Tampoco como motivo para que los padres no los puedan recuperar. Pero subyace más o menos explícito en no pocos informes”, afirma. La miseria suele estar acompañada de otros problemas de salud, emocionales o inestabilidad en la vivienda, según Calvo. “Estas circunstancias son las que se alegan como agravantes para quitarles la tutela”, asevera. Y una vez retirada, en su opinión, “no se promueve la reagrupación”. “Para recuperar a los hijos casi hay que pasar una oposición”, ejemplifica.
2,2 millones de niños viven en hogares bajo el umbral de la pobreza en España
En la memoria de Calvo hay muchos ejemplos. Su organización defendió recientemente a una madre que pasó siete años visitando a sus hijos, bajo la tutela de la Junta de Andalucía, una hora al mes. “En ese tiempo su situación económica y personal cambió. Pero tenía la etiqueta de que ‘no era colaboradora’ y no se los devolvían”, relata. Al final, con intermediación de Prodeni, recuperó a los pequeños.
Santiago Agustín opina que “los niños acogidos deberían relacionarse con sus familiares de origen diariamente”. En la mayoría de las regiones, las visitas son, por defecto, de una hora al mes. “Esto solo puede calificarse como maltrato institucional”, asevera. El psicólogo no ve lógico que, salvo que existan malos tratos o riesgo grave, se restrinjan los encuentros y el sistema sea tan rígido para la recuperación.
Con todo, la actuación de la Administración tendrá que adaptarse a una casuística que aumenta con la crisis: padres que no tienen qué llevar a la boca de sus hijos. “Y entender que las situaciones, con el tiempo, cambian”, zanja Calvo.
Fuente: El País.
domingo, 5 de mayo de 2013
Cuando ya no nos quieren
En casos de abandono, la tristeza es inevitable
Instalarse en ella o vivirla hasta adaptarse a la nueva situación depende de nosotros y de afrontar la separación de forma racional
Ante un desengaño, ruptura o abandono amoroso, es inevitable pasar por fases de tristeza, desesperación, impotencia… Los sueños, las ilusiones, se rompen para una parte u otra de la pareja y suele empezar un calvario, cuya duración depende de cada afectado, que pasa por varias fases:
Fase de súplica. La primera reacción puede ser llorar e implorar su amor. No se pierde la dignidad por decirle a alguien que le ama, pero sí se hace cuando le están diciendo que no le quieren a usted y sigue insistiendo como si no tuviera valor, como si en su vida no fuera a tener otra oportunidad de encontrar a alguien que le merezca.
Fase de razonamiento. En ella, la persona despechada, que no entiende cómo todo funcionaba bien y de repente todo se desmigaja, intenta a través de razonamientos hacer ver a la otra parte que se ha equivocado, que no va a encontrar a nadie igual, que todo vale la pena por el tiempo invertido y que hay posibilidad de corregir lo que no funcionó.
Fase de locura. En la que se pasa del amor al odio. Se verbaliza que no se quiere saber nada del otro, pero contradictoriamente se buscan mensajes, llamadas o algún indicio de que su ex puede haber recapacitado y volver.
Fase de adaptación. Poco a poco, la vida se va ordenando. Como todo proceso de pérdida, uno empieza a encajar en esta nueva etapa de su vida. Empieza a normalizar su rutina, duerme mejor, trabaja como siempre, se relaciona con sus amigos, su ex deja de ser el protagonista de todas las conversaciones y comienza a tener ilusión.
Fase de indiferencia. Ya se está preparado para vivir sin la presencia del ex, no lo recuerda, y por fin ha pasado a un segundo plano. Esto no significa que si se lo encuentra por la calle no le dé un vuelco el corazón o vuelva a despertar los buenos y malos recuerdos, pero por la general vive ajeno a su ruptura. Ya no hay desamor, sino un periodo en el que usted se abre y se siente seguro.
Fase transversal. Se vive a lo largo de todo el proceso de pérdida y desamor. Y los protagonistas de ella son su apoyo social, aquellos que no le dejan ni a sol ni a sombra para animarle. Son los buenos amigos, esa parte de la familia que siempre está para todo, aquellos que desean siempre su felicidad. Escúchelos, tienen una visión distinta de lo que ha ocurrido y ahora le dirán todo lo que pensaban de forma sincera, opiniones que igual llevaban tiempo callando por respeto a su relación y sus decisiones. Déjese arrastrar por ellos.
Normalmente vivimos instalados en la velocidad, pero cuando uno se ve inmerso en una ruptura amorosa, parece que todo se ralentiza, que no pasan las horas. Se deja de vivir el presente porque es donde se convive con la tristeza y nos dedicamos a contemplar el pasado como si se pudiera alterar. Existen personas que le dan vueltas y vueltas, fantasean con la posibilidad de regresar en el tiempo y lo verbalizan.
Pero no es posible volver y se puede asegurar que tras unos meses, superado el infierno, a lo mejor la pérdida se ve con otros ojos, incluso se llega a atisbar su parte positiva.
No viva la separación de forma irracional, como si el mundo se acabase después de esa persona amada. La emoción dominante en estos momentos es tan intensa que se piensa que es la única verdad que existe. La forma de evaluar, de interpretar y de plantear la ruptura va a ser la clave para luchar y seguir adelante dignamente. Acepte la pérdida, deje de hacer reproches, de buscar culpables, de sentirse un miserable…la vida sigue.
Salvo que se sea feliz en la relación de pareja, nadie tiene la obligación de permanecer al lado de alguien a quien no valora ni ama. Usted es libre de estar solo o buscar con quién sentirse vivo. Su pareja también. Raras veces se rompe el amor de mutuo acuerdo.
Si se encuentra en esta situación o conoce a alguien que lo esté, aquí tiene unos consejos que le ayudarán a tener más autonomía y a contemplar el mundo desde otro punto de vista.
Reinterprete. Realmente no es la ruptura lo que no le deja vivir, sino el resultado de la evaluación que hace de ella. Creer que la situación es catastrófica e insalvable es solo un estilo negativo de afrontar las cosas. Pero si cree que realmente la situación es así, seguramente ocurrirá así. Empiece a focalizar la atención en lo que todavía le hace sentir bien. Salir adelante o no, depende de usted; si usted no se salva, nadie lo hará. Lo que piense, lo que haga y lo que siente se influyen mutuamente. Hay que aceptar que se va a pasar una mala racha y que todo volverá a su sitio.
Aproveche las emociones. Es necesario aprender a tolerar la frustración y las otras emociones negativas, porque con ellas se madura. Durante días cambiará su intensidad y variedad porque se trata de un proceso de duelo por la persona perdida. No tienen más protagonismo del que se les quiera dar. Es bueno aliviar esos sentimientos a través del ejercicio físico, expresándolos por escrito o a través de la pintura, la música…
Hable y escuche. Hablar con sus amigos de lo que le ocurre es importante, pero hágalo si puede con varios, siempre de confianza, para no torpedear siempre al mismo, también cuénteles otras cosas de su vida, pregúnteles por ellos y no convierta las conversaciones y los ratos con amigos y familiares en un monotema: “su ex”. No es la única persona con problemas, ni su problema es el más grave, solo se dará cuenta si escucha a los demás. Es el momento de implicarse en causas y proyectos solidarios. Su dolor pierde valor cuando convive y es empático con el de otros.
Actúe sobre su comportamiento. Atrévase a conocer a gente nueva, visite ambientes que siempre le hubiese gustado frecuentar. No espere a estar bien para hacer cosas. Esta regla funciona al revés: tiene que hacer cosas para poder llegar a estar bien.
Cuídese y mímese. Vigile su aspecto, practique una buena y sana alimentación, higiene y salud. Hágase un chequeo médico. Dedique más tiempo a esto y menos a pensar. Sobre todo al principio, dese caprichos que le hagan sentir mejor y que habitualmente no se concede.
Rodéese de gente que le quiere. El apoyo social es importantísimo en estas circunstancias. No caiga en la trampa de buscar la soledad constantemente, no le ayudará a distanciarse del pasado.
El pasado sirve para aprender. Si está arrepentido de algo, es mejor buscar su propio perdón que seguir intentando que le perdone el otro, porque si ya no le ama, da igual que haga muchos méritos por demostrar lo que vale: sencillamente no le atraen porque ya no le quiere. Guarde esos valores para personas que puedan apreciarlos y derroche su energía en otras actividades. Tampoco parece buena idea de cara a superar una ruptura pensar que “podemos ser amigos”. Si eso es posible, ya llegará solo; por el momento, la distancia es lo más sano en la mayoría de los casos.
Después de todo: “Es tan corto el amor y tan largo el olvido…” Pablo Neruda
UNA PELÍCULA
- La guerra de los Rose, de Danny DeVito, con Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito.
UNA FRASE
- "Lo bueno de los años es que curan las heridas; lo malo de los besos es que crean adicción", de Joaquín Sabina.
UNA CANCIÓN
- De alguna manera tendré que olvidarte. Luis Eduardo Aute.
Ángel para un final, de Silvio.
Fuente: El País. http://elpais.com/elpais/2013/05/03/eps/1367574676_397716.html
Instalarse en ella o vivirla hasta adaptarse a la nueva situación depende de nosotros y de afrontar la separación de forma racional
Ante un desengaño, ruptura o abandono amoroso, es inevitable pasar por fases de tristeza, desesperación, impotencia… Los sueños, las ilusiones, se rompen para una parte u otra de la pareja y suele empezar un calvario, cuya duración depende de cada afectado, que pasa por varias fases:
Fase de súplica. La primera reacción puede ser llorar e implorar su amor. No se pierde la dignidad por decirle a alguien que le ama, pero sí se hace cuando le están diciendo que no le quieren a usted y sigue insistiendo como si no tuviera valor, como si en su vida no fuera a tener otra oportunidad de encontrar a alguien que le merezca.
Fase de razonamiento. En ella, la persona despechada, que no entiende cómo todo funcionaba bien y de repente todo se desmigaja, intenta a través de razonamientos hacer ver a la otra parte que se ha equivocado, que no va a encontrar a nadie igual, que todo vale la pena por el tiempo invertido y que hay posibilidad de corregir lo que no funcionó.
Fase de locura. En la que se pasa del amor al odio. Se verbaliza que no se quiere saber nada del otro, pero contradictoriamente se buscan mensajes, llamadas o algún indicio de que su ex puede haber recapacitado y volver.
Fase de adaptación. Poco a poco, la vida se va ordenando. Como todo proceso de pérdida, uno empieza a encajar en esta nueva etapa de su vida. Empieza a normalizar su rutina, duerme mejor, trabaja como siempre, se relaciona con sus amigos, su ex deja de ser el protagonista de todas las conversaciones y comienza a tener ilusión.
Fase de indiferencia. Ya se está preparado para vivir sin la presencia del ex, no lo recuerda, y por fin ha pasado a un segundo plano. Esto no significa que si se lo encuentra por la calle no le dé un vuelco el corazón o vuelva a despertar los buenos y malos recuerdos, pero por la general vive ajeno a su ruptura. Ya no hay desamor, sino un periodo en el que usted se abre y se siente seguro.
Fase transversal. Se vive a lo largo de todo el proceso de pérdida y desamor. Y los protagonistas de ella son su apoyo social, aquellos que no le dejan ni a sol ni a sombra para animarle. Son los buenos amigos, esa parte de la familia que siempre está para todo, aquellos que desean siempre su felicidad. Escúchelos, tienen una visión distinta de lo que ha ocurrido y ahora le dirán todo lo que pensaban de forma sincera, opiniones que igual llevaban tiempo callando por respeto a su relación y sus decisiones. Déjese arrastrar por ellos.
Normalmente vivimos instalados en la velocidad, pero cuando uno se ve inmerso en una ruptura amorosa, parece que todo se ralentiza, que no pasan las horas. Se deja de vivir el presente porque es donde se convive con la tristeza y nos dedicamos a contemplar el pasado como si se pudiera alterar. Existen personas que le dan vueltas y vueltas, fantasean con la posibilidad de regresar en el tiempo y lo verbalizan.
Pero no es posible volver y se puede asegurar que tras unos meses, superado el infierno, a lo mejor la pérdida se ve con otros ojos, incluso se llega a atisbar su parte positiva.
No viva la separación de forma irracional, como si el mundo se acabase después de esa persona amada. La emoción dominante en estos momentos es tan intensa que se piensa que es la única verdad que existe. La forma de evaluar, de interpretar y de plantear la ruptura va a ser la clave para luchar y seguir adelante dignamente. Acepte la pérdida, deje de hacer reproches, de buscar culpables, de sentirse un miserable…la vida sigue.
Salvo que se sea feliz en la relación de pareja, nadie tiene la obligación de permanecer al lado de alguien a quien no valora ni ama. Usted es libre de estar solo o buscar con quién sentirse vivo. Su pareja también. Raras veces se rompe el amor de mutuo acuerdo.
Si se encuentra en esta situación o conoce a alguien que lo esté, aquí tiene unos consejos que le ayudarán a tener más autonomía y a contemplar el mundo desde otro punto de vista.
Reinterprete. Realmente no es la ruptura lo que no le deja vivir, sino el resultado de la evaluación que hace de ella. Creer que la situación es catastrófica e insalvable es solo un estilo negativo de afrontar las cosas. Pero si cree que realmente la situación es así, seguramente ocurrirá así. Empiece a focalizar la atención en lo que todavía le hace sentir bien. Salir adelante o no, depende de usted; si usted no se salva, nadie lo hará. Lo que piense, lo que haga y lo que siente se influyen mutuamente. Hay que aceptar que se va a pasar una mala racha y que todo volverá a su sitio.
Aproveche las emociones. Es necesario aprender a tolerar la frustración y las otras emociones negativas, porque con ellas se madura. Durante días cambiará su intensidad y variedad porque se trata de un proceso de duelo por la persona perdida. No tienen más protagonismo del que se les quiera dar. Es bueno aliviar esos sentimientos a través del ejercicio físico, expresándolos por escrito o a través de la pintura, la música…
Hable y escuche. Hablar con sus amigos de lo que le ocurre es importante, pero hágalo si puede con varios, siempre de confianza, para no torpedear siempre al mismo, también cuénteles otras cosas de su vida, pregúnteles por ellos y no convierta las conversaciones y los ratos con amigos y familiares en un monotema: “su ex”. No es la única persona con problemas, ni su problema es el más grave, solo se dará cuenta si escucha a los demás. Es el momento de implicarse en causas y proyectos solidarios. Su dolor pierde valor cuando convive y es empático con el de otros.
Actúe sobre su comportamiento. Atrévase a conocer a gente nueva, visite ambientes que siempre le hubiese gustado frecuentar. No espere a estar bien para hacer cosas. Esta regla funciona al revés: tiene que hacer cosas para poder llegar a estar bien.
Cuídese y mímese. Vigile su aspecto, practique una buena y sana alimentación, higiene y salud. Hágase un chequeo médico. Dedique más tiempo a esto y menos a pensar. Sobre todo al principio, dese caprichos que le hagan sentir mejor y que habitualmente no se concede.
Rodéese de gente que le quiere. El apoyo social es importantísimo en estas circunstancias. No caiga en la trampa de buscar la soledad constantemente, no le ayudará a distanciarse del pasado.
El pasado sirve para aprender. Si está arrepentido de algo, es mejor buscar su propio perdón que seguir intentando que le perdone el otro, porque si ya no le ama, da igual que haga muchos méritos por demostrar lo que vale: sencillamente no le atraen porque ya no le quiere. Guarde esos valores para personas que puedan apreciarlos y derroche su energía en otras actividades. Tampoco parece buena idea de cara a superar una ruptura pensar que “podemos ser amigos”. Si eso es posible, ya llegará solo; por el momento, la distancia es lo más sano en la mayoría de los casos.
Después de todo: “Es tan corto el amor y tan largo el olvido…” Pablo Neruda
UNA PELÍCULA
- La guerra de los Rose, de Danny DeVito, con Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito.
UNA FRASE
- "Lo bueno de los años es que curan las heridas; lo malo de los besos es que crean adicción", de Joaquín Sabina.
UNA CANCIÓN
- De alguna manera tendré que olvidarte. Luis Eduardo Aute.
Ángel para un final, de Silvio.
Fuente: El País. http://elpais.com/elpais/2013/05/03/eps/1367574676_397716.html
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martes, 14 de agosto de 2012
Las políticas capitalistas disparan el abandono de niños en Europa
Las medidas neoliberales impuestas por los gobiernos europeos no sólo han incrementado el número de suicidios derivados de problemas económicos, sino que también se han traducido en un aumento de abandonos de bebés y niños.
La organización SOS Aldeas Infantiles, que asiste a niños huérfanos, abandonados o cuyas familias no pueden ocuparse de ellos advirtió, que en el último año unos 1.200 niños fueron abandonados en Grecia y otros 750 en Italia. Unas cifras alarmantes comparadas con los 400 niños abandonados que se registraron en Italia hace un año y los 114 que hubo en Grecia en 2003.
Además, ha aumentado en toda Europa el número de los ‘buzones bebé’: unos contenedores creados con la finalidad de evitar casos de abandonos incontrolados y abortos, donde los recién nacidos no deseados son entregados de forma anónima. Esta práctica está cada vez más generalizada entre quienes atraviesan dificultades económicas debido a los drásticos recortes sociales aplicados por los gobiernos capitalistas.
Esta situación viola la Convención Europea de Derechos Humanos de 1953.
Se estima que el gasto total por criar a un hijo en Europa supone entre un 20% y un 30% del presupuesto medio familiar y dada la actual coyuntura económica de la región, para muchos hacer frente a esos costos resulta cada vez más difícil.
El director general de SOS Aldeas Infantiles en Grecia, George Protopapas, señaló que “por el momento la mayoría de los casos provienen de familias de clase trabajadora y no descartó que este fenómeno vaya en aumento. Más en este blog.
Fuente: http://www.librered.net/?p=20215
La organización SOS Aldeas Infantiles, que asiste a niños huérfanos, abandonados o cuyas familias no pueden ocuparse de ellos advirtió, que en el último año unos 1.200 niños fueron abandonados en Grecia y otros 750 en Italia. Unas cifras alarmantes comparadas con los 400 niños abandonados que se registraron en Italia hace un año y los 114 que hubo en Grecia en 2003.
Además, ha aumentado en toda Europa el número de los ‘buzones bebé’: unos contenedores creados con la finalidad de evitar casos de abandonos incontrolados y abortos, donde los recién nacidos no deseados son entregados de forma anónima. Esta práctica está cada vez más generalizada entre quienes atraviesan dificultades económicas debido a los drásticos recortes sociales aplicados por los gobiernos capitalistas.
Esta situación viola la Convención Europea de Derechos Humanos de 1953.
Se estima que el gasto total por criar a un hijo en Europa supone entre un 20% y un 30% del presupuesto medio familiar y dada la actual coyuntura económica de la región, para muchos hacer frente a esos costos resulta cada vez más difícil.
El director general de SOS Aldeas Infantiles en Grecia, George Protopapas, señaló que “por el momento la mayoría de los casos provienen de familias de clase trabajadora y no descartó que este fenómeno vaya en aumento. Más en este blog.
Fuente: http://www.librered.net/?p=20215
martes, 10 de julio de 2012
Polémica en Europa por cunas para abandonar bebés
En una tranquila calle de un suburbio de Berlín, un cartel con una flecha apunta hacia un sendero que se abre paso entre los árboles. El cartel dice "Babywiege", en español: cuna.
Al final del camino hay una caja de acero inoxidable con una manija. Dentro de la caja hay un par de pequeñas mantas prolijamente dobladas para abrigar al recién nacido. La cálida temperatura del contenedor es tranquilizadora.
En su interior también hay una carta con indicaciones de qué hacer si uno cambia de opinión.
Cuna por países
Alemania: 99
Polonia: 45
República Checa: 44
Hungría: 26
Eslovaquia: 18
Lituania: 8
Italia: aprox. 8
Bélgica: 1
Países bajos: 1 planificada
Suiza: 1
Vaticano: 1
Canadá: 1
Malasia: 1
También hay en Japón y EE.UU
Alrededor de dos veces al año, alguien -posiblemente una mujer- camina por esta recluida senda que conduce a la parte trasera del Hospital Waldfriede para dejar allí a un bebé nacido tal vez en secreto y pocas horas antes.
Esta persona -posiblemente su madre- se marcha luego de allí. Ya no volverá a ver al recién nacido. Cuando éste crezca, no sabrá quién fue su madre.
Uso la palabra "posiblemente" porque el proceso es secreto y anónimo. Nadie sabe quién dejó allí al bebé. Polémica
El anonimato es precisamente el punto que critican aquellos que están en contra de este sistema que data del medioevo y que volvió a implementarse en los últimos 10 años. Podrían ser padres inescrupulosos o incluso proxenetas que presionan a las madres para deshacerse del niño, dicen los críticos.
Según le dijo a la BBC Kevin Browne, psicólogo de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, "una serie de estudios en Hungría muestra que no son necesariamente las madres las que abandonan a sus hijos en estas cajas, pueden ser parientes, proxenetas, padrastros o los padres". "Por eso, la gran pregunta es si estas cunas están protegiendo los derechos de la mujer y si la madre del bebé está de acuerdo en que se lo dejé allí", dice Browne. "Este sistema es tan anónimo, tan alejado de la posibilidad de dar ayuda psicológica, que genera una situación dañina para la madre y para el hijo", añade...
En algunos países la ley favorece este sistema. En Hungría, por ejemplo, la ley fue modificada como para que dejar el niño en una de estas cajas equivalga a entregarlo legalmente en adopción, mientras que abandonar al niño en cualquier otra parte continúa siendo un delito.
El psicólogo estuvo a cargo de gran parte de la investigación que el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños consultó para evaluar el sistema. Este comité considera que el niño tiene el derecho a saber quienes son sus padres, y este proyecto, dicen, les quita este derecho.
Sin embargo, estos argumentos no convencen al comité de la ONU ni a los críticos que siguen pensando que las cajas para recién nacidos son un regreso al pasado, cuando la iglesia contaba con un mecanismo similar para que las madres entreguen a sus hijos no deseados.
Maria Herczong, psicóloga del comité de la ONU, le aseguró a la BBC que tanto antes como ahora siempre hubo una alternativa mejor: ofrecer más comprensión y ayuda a las madres que atraviesan circunstancias difíciles. "
(Este sistema) envía a las mujeres embarazadas un mensaje equivocado: que está bien esconder su embarazo y dar a luz en circunstancias no controladas y más tarde abandonar a sus hijos"... BBC, Berlín
Cuna por países
Alemania: 99
Polonia: 45
República Checa: 44
Hungría: 26
Eslovaquia: 18
Lituania: 8
Italia: aprox. 8
Bélgica: 1
Países bajos: 1 planificada
Suiza: 1
Vaticano: 1
Canadá: 1
Malasia: 1
También hay en Japón y EE.UU
Alrededor de dos veces al año, alguien -posiblemente una mujer- camina por esta recluida senda que conduce a la parte trasera del Hospital Waldfriede para dejar allí a un bebé nacido tal vez en secreto y pocas horas antes.
Esta persona -posiblemente su madre- se marcha luego de allí. Ya no volverá a ver al recién nacido. Cuando éste crezca, no sabrá quién fue su madre.
Uso la palabra "posiblemente" porque el proceso es secreto y anónimo. Nadie sabe quién dejó allí al bebé. Polémica
El anonimato es precisamente el punto que critican aquellos que están en contra de este sistema que data del medioevo y que volvió a implementarse en los últimos 10 años. Podrían ser padres inescrupulosos o incluso proxenetas que presionan a las madres para deshacerse del niño, dicen los críticos.
Según le dijo a la BBC Kevin Browne, psicólogo de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, "una serie de estudios en Hungría muestra que no son necesariamente las madres las que abandonan a sus hijos en estas cajas, pueden ser parientes, proxenetas, padrastros o los padres". "Por eso, la gran pregunta es si estas cunas están protegiendo los derechos de la mujer y si la madre del bebé está de acuerdo en que se lo dejé allí", dice Browne. "Este sistema es tan anónimo, tan alejado de la posibilidad de dar ayuda psicológica, que genera una situación dañina para la madre y para el hijo", añade...
En algunos países la ley favorece este sistema. En Hungría, por ejemplo, la ley fue modificada como para que dejar el niño en una de estas cajas equivalga a entregarlo legalmente en adopción, mientras que abandonar al niño en cualquier otra parte continúa siendo un delito.
El psicólogo estuvo a cargo de gran parte de la investigación que el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños consultó para evaluar el sistema. Este comité considera que el niño tiene el derecho a saber quienes son sus padres, y este proyecto, dicen, les quita este derecho.
Sin embargo, estos argumentos no convencen al comité de la ONU ni a los críticos que siguen pensando que las cajas para recién nacidos son un regreso al pasado, cuando la iglesia contaba con un mecanismo similar para que las madres entreguen a sus hijos no deseados.
Maria Herczong, psicóloga del comité de la ONU, le aseguró a la BBC que tanto antes como ahora siempre hubo una alternativa mejor: ofrecer más comprensión y ayuda a las madres que atraviesan circunstancias difíciles. "
(Este sistema) envía a las mujeres embarazadas un mensaje equivocado: que está bien esconder su embarazo y dar a luz en circunstancias no controladas y más tarde abandonar a sus hijos"... BBC, Berlín
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