La historia podría resumirse en el tópico chico conoce chica, chica conoce chico y se enamoran. "En realidad, solo éramos eso", recuerda el chico de la pareja, despojando a aquella relación de todo lo que le rodeó, lo que hizo que aquel amor tan fascinante inspirara una película, Las estrellas de cine no mueren en Liverpool, que se estrena en España el 18 de mayo.
En 1978, Peter Turner, el chico, era un actor de Liverpool de 26 años que intentaba ganarse la vida en Londres con muy poco éxito. En la pensión en la que vivía llegó un día una actriz veterana estadounidense de 54 años, que había sido repudiada de Hollywood, y se había pasado al teatro. "Recuerdo la primera que la vi. Yo ocupaba una de las habitaciones superiores y ella el apartamento principal de abajo", rememora Turner en Madrid. "Un segundo que lo visualizo". Para un momento. "No era como yo me la esperaba. Me habían hablado de una estrella de Hollywood, y recuerdo que abrió la puerta como escondiéndose, con pinta de haber llegado cinco minutos antes". Ella necesitaba 4 libras y 75 peniques; él se los prestó. "Nunca supe para qué, pero me lo devolvió en un cheque que aún conservo". Un par de días después se pusieron a bailar juntos en la casa Saturday Night Fever, y semanas más tarde se hicieron amantes.
Aquella rubia era Gloria Grahame, la actriz de ¡Qué bello es vivir!, Oklahoma, Encrucijada de odios, En un lugar solitario -en la que se hizo amiga de Bogart-, y ganadora del Oscar por Cautivos del mal. "Era espontánea y muy directa, hasta parecer a veces maleducada. Irradiaba encanto. Tenía una cosa maravillosa y era que preguntaba mucho, haciéndote dejar claro que le importabas". Y recuerda algo especial: "Su cara reflejaba al instante lo que pensaba o sentía. Sus movimientos eran rítmicos, resbaladizos".
A Grahame el nuevo Hollywood y el triunfo del color en el cine la habían abandonado en un pie de página de la Historia. Además, corrían muchos rumores sobre ella. Se había casado cuatro veces -y tenido cuatro hijos-, el segundo matrimonio, con el director Nicholas Ray, se rompió cuando el cineasta aseguró habérsela encontrado con su hijastro Tony en la cama. "Algo completamente falso"; cuenta Turner. Pero sí es cierto que su cuarto esposo fue Tony, con el que llevaba cuatro años divorciada cuando conoció a Turner. "Otro detalle fascinante es que conocía a un montón de gente. Recuerdo que hablaba del presidente Nixon, decía de él que era un grano en el culo. ¡Y era cierto!".
Turner cayó enamorado. "Lo bonito es que era una relación de iguales, jamás de una estrella con un aspirante joven. Disfrutamos 18 meses de amor entre Reino Unido, California y Nueva York, donde poseía un apartamento en el Manhattan Plaza". Allí, en un altillo, guardaba el Oscar. "Se vino hasta de vacaciones a Gales con mi hermano, mi cuñada y mis sobrinas; te lo cuento para que te hagas una idea de cómo se acoplaba a lo que había". Un día se volvió huraña. Turner no sabía el porqué. Rompieron y él se volvió a Liverpool.
Pasó un año. Hasta que Grahame se desmayó en un hotel en Lancaster, y Turner la recogió y la llevó a su casa en Liverpool, con sus padres. Entonces comprendió qué había pasado: un cáncer devoraba el cuerpo de la actriz, que por ello se había alejado de él. Durante tres semanas estuvo bajo sus cuidados, hasta que uno de sus hijos se la llevó a Nueva York. A las tres horas de aterrizar en EE UU, el 5 de octubre de 1981, Gloria Grahame falleció.
Ahora empieza la segunda parte de la historia. En 1986 Turner escribió Las estrellas de cine no mueren en Hollywood, un libro a corazón abierto. "No fue fácil, desde luego, sino catártico y recordar algún momento me dolió". En 1990 Annette Bening actuó en Los timadores, de Stephen Frears, y el director le dijo: "Fíjate en Grahame en Los sobornados". Así es como Bening leyó el libro, copió en pantalla a Grahame, conoció a Turner y pensó en llevar aquel amor al cine. "Pero Annette era muy joven". Pasaron los años, y finalmente el proyecto cuajó. "Yo dejé aquello de lado, no podía obsesionarme con si me iba a encarnar Daniel Craig o Ewan McGregor, nombres que se barajaron. Cuando me dijeron Jamie Bell, me chocó, solo me acordaba de Billy Elliot". Hasta que se conocieron y descubrieron muchas cosas en común. "Estoy feliz con la película, no se ha eliminado ningún buen o mal momento, obviamente resume mucho el libro, pero no cae ni en el ternurismo ni en la mentira". ¿Se arrepiente de algo de aquella relación? "No haber viajado con ella en aquel avión. No esperábamos que muriera tan rápido. El resto lo recuerdo como un privilegio que me dio la vida".
DOCUMENTANDO EL VIEJO HOLLYWOOD
En el año 2000, producido por Barbara Brocoli, Peter Turner entrevistó a una treintena de actores y actrices de la época del cine mudo, I Used to Be in Pictures. "Fue un encargo entre amigos, nada que ver con mi anterior relación con Gloria Grahame". Turner recuerda con cariño lo que aquellos intérpretes -"que vivían casi todos en un asilo de la Academia de Hollywood"- le contaron. Pero guarda un lugar especial para Anita Page. "Casi todos superaban los 90 años y habían sido estrellas del cine mudo. Sin embargo, Page las superaba. Fue más que una estrella en su momento, y a su lado me sentí como si charlara con el personaje de El crepúsculo de los dioses. Apareció en una limusina blanca y hablaba con los aspavientos que te puedes imaginar. Me lo pasé muy bien dirigiendo aquellas entrevistas".
https://elpais.com/cultura/2018/04/26/actualidad/1524744847_367894.html
miércoles, 6 de junio de 2018
martes, 5 de junio de 2018
CUANDO SE ACOGE BIEN, PERO SE INTEGRA MAL. Maisoun y Osama, refugiados sirios y padres de dos hijos, reflejan las graves dificultades de integrarse en España al concluir los 18-24 meses de respaldo estatal-
Maisoun y Osama, refugiados sirios y padres de dos hijos, reflejan las graves dificultades de integrarse en España al concluir los 18-24 meses de respaldo estatal
Pensé que estaba sola en este mundo, como si me hubiesen soltado en un agujero”. Maisoun Shukair recuerda con angustia su salida del Centro de Acogida de Refugiados. Siria, de 49 años, de ojos vivos y pelo negro cortado en media melena, está sentada a la mesa del piso que alquila en Alcobendas (Madrid). Agarra el tenedor para acabar el kebab que ha preparado para el almuerzo y esboza una sonrisa como para alejar los malos pensamientos. Huyó de Damasco en 2014 con su hijo mayor. Un año después llegaron a España su hijo menor, entonces de 15 años, y su marido, Osama Andiwi. La pesadilla de las bombas había terminado finalmente, pero comenzaba otra batalla: volver a empezar en un país desconocido. “Cuando terminaron las ayudas públicas estuvimos dos días sin comer. Ni en la guerra sufrimos esto”.
Como muchos otros refugiados, la familia Andiwi acabó engullida en un sistema que no acaba de conseguir su objetivo último: la integración. En España, los refugiados reciben ayuda del Estado durante un periodo que va de 18 a 24 meses —siempre y cuando no consigan un trabajo, aunque sea inestable—. Luego caen en “la precariedad laboral, la inseguridad económica y la inestabilidad residencial”, concluye la investigación ¿Acoger sin integrar?, elaborada por la Universidad Pontificia Comillas, el Servicio Jesuita a Migrantes y la Universidad de Deusto. Este es el resultado de un cóctel tóxico que mezcla un mercado laboral rígido con políticas sociales insuficientes tanto para españoles como para extranjeros, con la doble desventaja de que estos últimos tienen barreras añadidas como el idioma, los prejuicios, la falta de vínculos familiares o la dificultad para convalidar sus títulos de estudio.
“El problema es que el sistema de acogida está pensado de manera mecánica”, puntualiza Juan Iglesias, director de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Pontificia Comillas y coautor del informe. Las tres fases de entre seis y nueve meses —acogida, autonomía e integración— diseñadas para facilitar de manera gradual autonomía a los refugiados “deberían ser más flexibles porque no somos todos iguales”, insiste. “Igual la acogida la hacemos bien, pero la integración es diferente, y cuando se acaban las ayudas la caída es fortísima; la mayoría se integra de manera precaria e inestable, otros caen en situación de exclusión social”.
La lucha de los invisibles
De las imágenes de la llamada crisis migratoria que se transmitían en bucle allá por 2015 ya no hay rastro. Pero los refugiados siguen aquí, a veces más parecidos a un facsímil borroso de lo que fueron que a ellos mismos. En Damasco, Maisoun y Osama ejercían como farmacéutica e ingeniero, respectivamente. En Madrid, ella es desempleada y él trabaja en un servicio de atención al cliente con un sueldo casi equivalente a la ayuda para personas en riesgo de exclusión social que recibieron durante unos meses para sobrevivir. Aunque Maisoun logró homologar su licenciatura y hacer un curso seguido por unas prácticas como auxiliar de farmacia, no consigue encontrar empleo.
Según un estudio realizado por la ONG Reach, los sirios refugiados en España se sienten seguros, pero la dificultad para aprender el idioma y encontrar trabajo frena su integración. Mónica López, directora de Programas en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), admite que la situación no es fácil. “Ni el acceso a la vivienda ni al empleo”, remacha. “El sistema no es muy garantista ni para los españoles ni para los extranjeros; los servicios sociales no llegan a todos y ni siquiera tenemos indicadores para medir la integración”.
Mientras, los solicitantes de asilo siguen llegando. Aunque las peticiones en Europa se hayan reducido a casi la mitad en 2017, en España han marcado otro récord histórico, con más de 31.000 solicitudes, según la Agencia de la ONU para los Refugiados. Lo que cambia es que disminuyen las de los sirios y aumentan las de venezolanos, y que se concede protección a menos personas que el año anterior: solo un tercio de las solicitudes se resolvieron de manera positiva en 2017, frente al 67% de 2016, y el Estado ya acumula 40.000 expedientes atascados.
El mismo Defensor del Pueblo tachó de “insostenible” el sistema español de acogida por su lentitud, falta de planificación y coordinación entre organismos y llamó a una “revisión orgánica y funcional profunda para dotar de mayor eficacia a la gestión del servicio público”.
Maisoun viene de una familia crítica con el Gobierno y perdió a un hermano en el conflicto. Acabó en la lista negra del régimen tras ayudar a los heridos que se refugiaban en su farmacia durante los combates. “Escapé con el mayor de mis hijos para salvarle de la guerra”, cuenta. Temía que lo reclutaran. Osama lo intentó un año después, pero fue detenido en la frontera con Líbano. “En la cárcel estábamos aplastados como gusanos… a veces no podíamos dormir por los gritos, eso no era humano”, relata con voz suave y un cigarrillo en la mano.
Él también fue torturado. Bajito, con pelo canoso, lleva una camisa clara y conversa en inglés. Entiende español, pero solo maneja precariamente unas pocas palabras. A diferencia de su esposa, que recibió una hora de clase de español al día en el centro de acogida, él no hizo ningún curso. Aterrizó en el piso de Alcobendas donde Maisoun ya estaba viviendo y en seguida se fue a Alemania junto a su hijo menor. “Ahí te dan más dinero y seguimiento si eres refugiado; lo de aquí es una locura”, comenta.
La aventura duró muy poco: la nostalgia y el sentido de culpa le trajeron de vuelta. “Muchas personas nos ayudan y nos han dado lo más importante, la seguridad, pero creo que este país tiene que pensar de otra manera en los refugiados”, reflexiona Maisoun, quien ganó en Siria un premio de poesía y acaba de publicar su segunda obra en España. Gracias a la fundación Pueblos Unidos, está estudiando español para ser profesora de árabe. Osama es optimista. Sabe que no volverá a Siria en mucho tiempo y que su vida ahora está aquí. Y concluye: “Solo queremos demostrar que merecemos la pena”.
El proyecto The New Arrivals está financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates.
https://elpais.com/internacional/2018/04/06/actualidad/1523030620_438323.html
Pensé que estaba sola en este mundo, como si me hubiesen soltado en un agujero”. Maisoun Shukair recuerda con angustia su salida del Centro de Acogida de Refugiados. Siria, de 49 años, de ojos vivos y pelo negro cortado en media melena, está sentada a la mesa del piso que alquila en Alcobendas (Madrid). Agarra el tenedor para acabar el kebab que ha preparado para el almuerzo y esboza una sonrisa como para alejar los malos pensamientos. Huyó de Damasco en 2014 con su hijo mayor. Un año después llegaron a España su hijo menor, entonces de 15 años, y su marido, Osama Andiwi. La pesadilla de las bombas había terminado finalmente, pero comenzaba otra batalla: volver a empezar en un país desconocido. “Cuando terminaron las ayudas públicas estuvimos dos días sin comer. Ni en la guerra sufrimos esto”.
Como muchos otros refugiados, la familia Andiwi acabó engullida en un sistema que no acaba de conseguir su objetivo último: la integración. En España, los refugiados reciben ayuda del Estado durante un periodo que va de 18 a 24 meses —siempre y cuando no consigan un trabajo, aunque sea inestable—. Luego caen en “la precariedad laboral, la inseguridad económica y la inestabilidad residencial”, concluye la investigación ¿Acoger sin integrar?, elaborada por la Universidad Pontificia Comillas, el Servicio Jesuita a Migrantes y la Universidad de Deusto. Este es el resultado de un cóctel tóxico que mezcla un mercado laboral rígido con políticas sociales insuficientes tanto para españoles como para extranjeros, con la doble desventaja de que estos últimos tienen barreras añadidas como el idioma, los prejuicios, la falta de vínculos familiares o la dificultad para convalidar sus títulos de estudio.
“El problema es que el sistema de acogida está pensado de manera mecánica”, puntualiza Juan Iglesias, director de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Pontificia Comillas y coautor del informe. Las tres fases de entre seis y nueve meses —acogida, autonomía e integración— diseñadas para facilitar de manera gradual autonomía a los refugiados “deberían ser más flexibles porque no somos todos iguales”, insiste. “Igual la acogida la hacemos bien, pero la integración es diferente, y cuando se acaban las ayudas la caída es fortísima; la mayoría se integra de manera precaria e inestable, otros caen en situación de exclusión social”.
La lucha de los invisibles
De las imágenes de la llamada crisis migratoria que se transmitían en bucle allá por 2015 ya no hay rastro. Pero los refugiados siguen aquí, a veces más parecidos a un facsímil borroso de lo que fueron que a ellos mismos. En Damasco, Maisoun y Osama ejercían como farmacéutica e ingeniero, respectivamente. En Madrid, ella es desempleada y él trabaja en un servicio de atención al cliente con un sueldo casi equivalente a la ayuda para personas en riesgo de exclusión social que recibieron durante unos meses para sobrevivir. Aunque Maisoun logró homologar su licenciatura y hacer un curso seguido por unas prácticas como auxiliar de farmacia, no consigue encontrar empleo.
Según un estudio realizado por la ONG Reach, los sirios refugiados en España se sienten seguros, pero la dificultad para aprender el idioma y encontrar trabajo frena su integración. Mónica López, directora de Programas en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), admite que la situación no es fácil. “Ni el acceso a la vivienda ni al empleo”, remacha. “El sistema no es muy garantista ni para los españoles ni para los extranjeros; los servicios sociales no llegan a todos y ni siquiera tenemos indicadores para medir la integración”.
Mientras, los solicitantes de asilo siguen llegando. Aunque las peticiones en Europa se hayan reducido a casi la mitad en 2017, en España han marcado otro récord histórico, con más de 31.000 solicitudes, según la Agencia de la ONU para los Refugiados. Lo que cambia es que disminuyen las de los sirios y aumentan las de venezolanos, y que se concede protección a menos personas que el año anterior: solo un tercio de las solicitudes se resolvieron de manera positiva en 2017, frente al 67% de 2016, y el Estado ya acumula 40.000 expedientes atascados.
El mismo Defensor del Pueblo tachó de “insostenible” el sistema español de acogida por su lentitud, falta de planificación y coordinación entre organismos y llamó a una “revisión orgánica y funcional profunda para dotar de mayor eficacia a la gestión del servicio público”.
Maisoun viene de una familia crítica con el Gobierno y perdió a un hermano en el conflicto. Acabó en la lista negra del régimen tras ayudar a los heridos que se refugiaban en su farmacia durante los combates. “Escapé con el mayor de mis hijos para salvarle de la guerra”, cuenta. Temía que lo reclutaran. Osama lo intentó un año después, pero fue detenido en la frontera con Líbano. “En la cárcel estábamos aplastados como gusanos… a veces no podíamos dormir por los gritos, eso no era humano”, relata con voz suave y un cigarrillo en la mano.
Él también fue torturado. Bajito, con pelo canoso, lleva una camisa clara y conversa en inglés. Entiende español, pero solo maneja precariamente unas pocas palabras. A diferencia de su esposa, que recibió una hora de clase de español al día en el centro de acogida, él no hizo ningún curso. Aterrizó en el piso de Alcobendas donde Maisoun ya estaba viviendo y en seguida se fue a Alemania junto a su hijo menor. “Ahí te dan más dinero y seguimiento si eres refugiado; lo de aquí es una locura”, comenta.
La aventura duró muy poco: la nostalgia y el sentido de culpa le trajeron de vuelta. “Muchas personas nos ayudan y nos han dado lo más importante, la seguridad, pero creo que este país tiene que pensar de otra manera en los refugiados”, reflexiona Maisoun, quien ganó en Siria un premio de poesía y acaba de publicar su segunda obra en España. Gracias a la fundación Pueblos Unidos, está estudiando español para ser profesora de árabe. Osama es optimista. Sabe que no volverá a Siria en mucho tiempo y que su vida ahora está aquí. Y concluye: “Solo queremos demostrar que merecemos la pena”.
El proyecto The New Arrivals está financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates.
https://elpais.com/internacional/2018/04/06/actualidad/1523030620_438323.html
La “regeneración” que apoya Ciudadanos: Ángel Garrido
Cuarto Poder
En política, es un clásico prometer una cosa y hacer otra distinta con todo descaro. Veamos un ejemplo, Felipe González dijo estas palabras en julio de 1982: “A cualquier ministro se le puede seguir la pista para comprobar que del Consejo de Ministro se va al Consejo de Administración de una gran empresa; es decir, que no sale de ese triángulo del poder (…) Tenemos que producir el espectáculo nuevo, público, de un ministro que sea capaz de salir del Consejo de Ministros e irse a su casa, o a su trabajo concreto, olvidándose de cualquier otra prebenda. Si logramos cambiar este esquema, habremos superado uno de los mayores problemas de la Historia de España: el control oligárquico del poder político y del aparato del Estado”. Luego él mismo se iría de la Presidencia del Gobierno al Consejo de Administración de Gas Natural, compañía a la que había regalado la empresa pública Enagás privatizada a precio de ganga.
Creo que Ciudadanos va a batir todos los récords en lo que se refiere a la contradicción entre el programa electoral y el discurso con la práctica política. Ya lleva unas cuantas incoherencias, especialmente entre su teórico alegato regenerador y su práctica de sostener a un partido trufado de corrupción. La próxima es el 17 y 18 de mayo al apoyar la investidura de Ángel Garrido como presidente de la Comunidad de Madrid, designado por Rajoy como sustituto de Cristina Cifuentes. Veamos quién es Ángel Garrido, para ver qué es lo que apoyará el partido de Albert Rivera.
Su historial en el PP es muy largo, y meteórico con Cristina Cifuentes. Estudió en el colegio Tajamar del Opus de Dei; se tituló como ingeniero de minas pero, como él mismo dice, es “político por vocación”: lleva 23 años como cargo público del PP. Fue concejal de Parla y de Madrid desde 1999, se encuadró en el grupo de Esperanza Aguirre en los enfrentamientos con Gallardón. Llega en 2015 a diputado autonómico en la Asamblea de Madrid y será consejero de Presidencia y Justicia en el gobierno de Cifuentes.
Ha estado con Aguirre contra Gallardón, con Cifuentes contra Aguirre… su volatilidad política se refleja en los cambios de bando o banda, en las intrigas internas para ver cómo se colocaba mejor dentro del partido. Ángel Garrido ha sido acusado de machista por la oposición por sus palabras y actitud cuando hacía de escudero de la expresidenta en la moción de censura que presentó Podemos contra ella.
Su actividad en las redes sociales retrata perfectamente a Garrido. Una exhaustiva recopilación de sus tuits demuestra que se ha movido entre hacer la pelota a sus jefes y la agresividad hacia el resto de fuerzas políticas. Destacan, singularmente, sus ataques a la educación pública. Veamos algunos ejemplos de las lindezas que decía.
Ensalzó los recortes de 2011 en educación y calificaba las movilizaciones de la Marea Verde de “jornada de fiesta y verbena para la izquierda que quiere destruir la educación pública”; hace críticas continuas a la enseñanza pública y loas a la privada sostenida con fondos públicos; insultaba a todo el mundo: a la Marea Verde la llama “marea roja”, se mete con los sindicatos continuamente, con los “vendedores de camisetas”… También se hace el graciosillo y dice cosas como esta: es una “marea roja por una enseñanza cejil”; “A las mú güenas tardes a tós! (es para que os hagáis idea de un modelo de enseñanza sindical)”. También defiende cosas tan impresentables como la supresión de 3.300 empleos públicos por Gallardón (26-6-2011).
Se repiten los tuit haciendo la pelota a Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Lucía Figar… Y para hacer méritos, están los ataques sectarios a otros políticos (Rubalcaba, Rosa Díez, Guerra…) y a artistas como los Bardem, etc. Solo una persona mediocre necesita recurrir a estos métodos para conseguir lo que no puede por su propia valía para ascender en una empresa o en la política. En fin, da mucha vergüenza ajena.
Hay otro tuit que es, cuando menos, inquietante después de lo de Cifuentes: “¿Llevarse el albornoz de los hoteles es robar?”. Y no cito barbaridades y el uso de palabras gruesas que se pueden encontrar en los tuit recogidos por los medios de comunicación.
Por último, Ángel Garrido era consejero general de Caja Madrid, en representación del Ayuntamiento de Madrid, cuando le concedieron un préstamo de 310.000 euros del que ocultó información en su declaración de bienes y rentas, y por el que parece que recibió las privilegiadas bonificaciones establecidas en la entidad para sus consejeros.
El Partido Popular es un partido liquidado como indican las encuestas: pierde un tercio de los votos. Pero ahora el peligro para la mayoría social está más en lo que pudiera venir, que en lo que se va por el sumidero de la historia. Ciudadanos llegó como una operación de la oligarquía española para que se produjera un vaso comunicante de los votos perdidos por el PP hacia un receptáculo que los reutilizara al servicio del poder económico. Ciudadanos se ha creado para impedir cualquier cambio político y regeneración verdadera, para ser el recambio neoliberal de la derecha conservadora quemada por la corrupción y los recortes.
Ciudadanos, en bastantes cuestiones, representa posiciones de extrema derecha camufladas bajo una falsa apariencia de modernidad. Hay quien dice que deberían gobernar doce años para que se supiera lo que son capaces de hacer, pero sería un coste muy alto para este país. Estemos atentos a sus actuaciones: Ciudadanos será responsable de que Ángel Garrido sea presidente de la Comunidad de Madrid, un mediocre delfín de Cifuentes, de fidelidad perruna, que significa más de lo mismo. Por tanto, que Ciudadanos no nos cuente lo de la regeneración y la limpieza democrática, porque si hay algo que hable más alto que las palabras son los hechos.
Fuente:
http://www.cuartopoder.es/ideas/opinion/2018/05/17/para-el-17-la-regeneracion-que-apoya-ciudadanos-angel-garrido/
La carrera reservada para los alumnos más brillantes. Las notas de corte más altas de 2018 vuelven a ser para el doble grado de Matemáticas y Física.
Para estudiar el doble grado de Matemáticas y Física en la Universidad Complutense de Madrid hay que bordar el Bachillerato y la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU o EBAU, según la comunidad autónoma) hasta la perfección. La nota de corte es la más alta del sistema universitario español: un 13,667, a menos de medio punto de distancia del 14, la puntuación máxima posible. La titulación se puede cursar en otras ocho universidades pero en ninguna es sencillo entrar. La Universidad de Oviedo, la que menos nota pide, exige al menos un 12,25. [Todas las notas de corte de 2018 están disponibles aquí.]
Entre las 10 notas de corte más altas del país está esta carrera en varias universidades, pero no solo. En el ranking aparecen también, en el cuarto puesto, el doble grado en Ingeniería Informática y Matemáticas de la Complutense, y dos titulaciones de la Carlos III, también de Madrid, en el sexto y séptimo lugar, respectivamente: Estudios Internacionales y Derecho y Dirección de Empresas.
Las notas de corte de Selectividad sirven para regular la oferta y la demanda universitaria: a menos plazas, más dificultad para acceder a ellas. Es el sexto año consecutivo que los estudios de Matemáticas y Física de la Complutense, al que acceden 25 alumnos al año, encabezan la clasificación de las notas de corte españolas. La doble titulación arrancó en 2011 en esta universidad y la primera promoción se graduó en 2016. Terminados sus estudios, los graduados pueden encontrar un futuro brillante en la investigación científica, pero también serán codiciados en sectores como la inteligencia artificial, robótica, transporte inteligente, navegación por satélite, análisis de riesgos y seguridad informática, etc. como explicó a este diario Victoria Otero, decana de Matemáticas en la Universidad de Santiago de Compostela.
Una misma carrera, según el número de plazas con las que cuente cada universidad y el número de alumnos interesados, puede requerir notas muy dispares. Para estudiar el grado de Administración y Dirección de Empresas en la Complutense basta con aprobar con un 5. La misma titulación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona requiere un 10,9.
https://politica.elpais.com/politica/2018/06/03/actualidad/1528016074_589689.html
Entre las 10 notas de corte más altas del país está esta carrera en varias universidades, pero no solo. En el ranking aparecen también, en el cuarto puesto, el doble grado en Ingeniería Informática y Matemáticas de la Complutense, y dos titulaciones de la Carlos III, también de Madrid, en el sexto y séptimo lugar, respectivamente: Estudios Internacionales y Derecho y Dirección de Empresas.
LAS 10 NOTAS DE CORTE MÁS ALTAS DE 2018 | ||
TITULACIÓN | NOTA | UNIVERSIDAD |
Matemáticas y Física | 13,667 | Universidad Complutense de Madrid |
Física y Matemáticas | 13,356 | Universidad de Santiago de Compostela |
Física y Matemáticas | 13,352 | Universidad Autónoma de Barcelona |
Ingeniería Informática y Matemáticas | 13,264 | Universidad Complutense de Madrid |
Física y Matemáticas | 13,254 | Universidad de Zaragoza |
Estudios Internacionales y Derecho | 13,25 | Universidad Carlos III |
Estudios Internacionales y Administración y Dirección de Empresas | 13,186 | Universidad Carlos III |
Física y Matemáticas | 13,171 | Universidad de Valladolid |
Matemáticas y Física | 13,164 | Universidad de Granada |
Física y Matemáticas | 13,115 | Universidad de Barcelona |
Las notas de corte de Selectividad sirven para regular la oferta y la demanda universitaria: a menos plazas, más dificultad para acceder a ellas. Es el sexto año consecutivo que los estudios de Matemáticas y Física de la Complutense, al que acceden 25 alumnos al año, encabezan la clasificación de las notas de corte españolas. La doble titulación arrancó en 2011 en esta universidad y la primera promoción se graduó en 2016. Terminados sus estudios, los graduados pueden encontrar un futuro brillante en la investigación científica, pero también serán codiciados en sectores como la inteligencia artificial, robótica, transporte inteligente, navegación por satélite, análisis de riesgos y seguridad informática, etc. como explicó a este diario Victoria Otero, decana de Matemáticas en la Universidad de Santiago de Compostela.
Una misma carrera, según el número de plazas con las que cuente cada universidad y el número de alumnos interesados, puede requerir notas muy dispares. Para estudiar el grado de Administración y Dirección de Empresas en la Complutense basta con aprobar con un 5. La misma titulación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona requiere un 10,9.
https://politica.elpais.com/politica/2018/06/03/actualidad/1528016074_589689.html
lunes, 4 de junio de 2018
Nietzsche, las tres caras de Clío
Arjuna
Si todos los archivos contaban la misma mentira, la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad.
(George Orwell 1984)
En su ensayo Las tres caras de Clío [1] , Nietzsche, el asesino más célebre de Dios, nos habla de La historia monumental, La historia anticuaria y La historia crítica. Sus tres enfoques rompen los rígidos moldes que nos enseñaron en las escuelas y suponen un buen punto de partida para reconstruir el pasado con rigor y espíritu crítico. Para el filósofo alemán:
La historia monumental es aquella que el poder utiliza para ensalzar y magnificar las gestas de nuestros de nuestros antepasados. Con esas hazañas (que nos recuerdan los libros de texto, el cine, los discursos políticos, etc.) se pretende elevar la autoestima del pueblo, (sobre todo en épocas de crisis y vacío ideológico) para que no piense en las miserias y malas políticas del presente.
Esta historia dirige la mirada hacia todo que se considera glorioso (La Batalla de Lepanto), las gestas de los héroes (La Conquista de América) o de los reyes: la expulsión de moros y judíos para finiquitar la reconquista o la fundación de un Imperio donde nunca se pone el Sol.
Esta es la historia que retrata “la memoria oficial y desde arriba”. El pueblo aquí carece de valor. Sólo es útil como carne de cañón, pagador de impuestos, como donante de sus hijas para que el señor ejerza el derecho de pernada, para suministrar soldados para hacer la guerra, para poner piedras “en las pirámides”, para sacar metal de las minas, etc.
La historia anticuaria es la que invita a escapar del presente (al igual que la anterior) y dirigir nuestra mirada al patrimonio que nos dejaron nuestros abuelos históricos. Gusta de hipnotizar a la gente para que venere todo lo antiguo y de educar “para que veamos con desconfianza todo lo nuevo, los cambios”. Las ideas nuevas (antisistema) constituyen una grave amenaza para conservar los valores impolutos de nuestra civilización superior. Los innovadores, sobre todo en política, se proponen, según esta corriente, “matar el alma y el legado del pasado”.
La historia anticuaria es la gran aliada del turismo de masas y del consumismo compulsivo. No es de extrañar que los privilegiados -que tienen pánico a los retos del presente y a las “demandas revolucionarias” - no dejen de recordarnos que somos la segunda mayor potencia turística del mundo y que nuestro bienestar depende de la pasta que gasten aquí los visitantes foráneos. Eso convierte una parte importante de nuestro país en un gigantesco Parque de Atracciones. Para esta historia el pueblo también carece de valor como protagonista, en cambio es considerado valiosísimo como consumidor, -ya que el consumismo es la religión de la Postverdad- y, como pagador de impuestos. Los dos tipos de historia mencionadas coinciden en un mismo ideal: perpetuar el adagio del palo y la zanahoria.
La historia crítica. Ésta es la más necesaria y la que aborrecen los gobernantes del establishment. Ésta es la que no se enseña ni en las escuelas ni en las universidades, pues encierra el peligro de que “el pueblo despierte y tome conciencia de las mentiras que se ha tragado durante siglos y milenios”.
La historia crítica es aquella que se adentra en el pasado con la mente abierta y que da valor “a cosas que normalmente desprecian los gobernantes. Esta cara de Clío rescata al pueblo como protagonista de la historia (aquí nos viene al pelo una pregunta que hacía Eduardo Galeano ¿Quién ha construido el mundo? Ante el silencio del interpelado respondía: Los obreros ¡hombre! Los obreros).
La historia crítica es aquella que trata de ajustar cuentas con el pasado y poner cada cosa en su lugar desde una perspectiva que aborrece el relativismo. Es la Historia que nos permite imaginar una nueva enseñanza del pasado y nos anima a combatir la propaganda de la Historia Monumental y la Historia Anticuaria, cuya misión es, entre otras cosas, que vivamos con los ojos vendados. La historia crítica trata de librar al presente de las cadenas del pasado.
Para el profesor de Basilea, “el estudio histórico saca a la luz tanta mentira y hechos absurdos y molestos que la idea de piedad (heredada de la religión) se desmorona completamente”.
Nota:
[1] Consideraciones Intempestiva (1873-1875). Segundo fragmento “De la utilidad y los inconvenientes de los estudios históricos para la vida”.
Blog del autor: http://www.nilo-homerico.es/
Si todos los archivos contaban la misma mentira, la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad.
(George Orwell 1984)
En su ensayo Las tres caras de Clío [1] , Nietzsche, el asesino más célebre de Dios, nos habla de La historia monumental, La historia anticuaria y La historia crítica. Sus tres enfoques rompen los rígidos moldes que nos enseñaron en las escuelas y suponen un buen punto de partida para reconstruir el pasado con rigor y espíritu crítico. Para el filósofo alemán:
La historia monumental es aquella que el poder utiliza para ensalzar y magnificar las gestas de nuestros de nuestros antepasados. Con esas hazañas (que nos recuerdan los libros de texto, el cine, los discursos políticos, etc.) se pretende elevar la autoestima del pueblo, (sobre todo en épocas de crisis y vacío ideológico) para que no piense en las miserias y malas políticas del presente.
Esta historia dirige la mirada hacia todo que se considera glorioso (La Batalla de Lepanto), las gestas de los héroes (La Conquista de América) o de los reyes: la expulsión de moros y judíos para finiquitar la reconquista o la fundación de un Imperio donde nunca se pone el Sol.
Esta es la historia que retrata “la memoria oficial y desde arriba”. El pueblo aquí carece de valor. Sólo es útil como carne de cañón, pagador de impuestos, como donante de sus hijas para que el señor ejerza el derecho de pernada, para suministrar soldados para hacer la guerra, para poner piedras “en las pirámides”, para sacar metal de las minas, etc.
La historia anticuaria es la que invita a escapar del presente (al igual que la anterior) y dirigir nuestra mirada al patrimonio que nos dejaron nuestros abuelos históricos. Gusta de hipnotizar a la gente para que venere todo lo antiguo y de educar “para que veamos con desconfianza todo lo nuevo, los cambios”. Las ideas nuevas (antisistema) constituyen una grave amenaza para conservar los valores impolutos de nuestra civilización superior. Los innovadores, sobre todo en política, se proponen, según esta corriente, “matar el alma y el legado del pasado”.
La historia anticuaria es la gran aliada del turismo de masas y del consumismo compulsivo. No es de extrañar que los privilegiados -que tienen pánico a los retos del presente y a las “demandas revolucionarias” - no dejen de recordarnos que somos la segunda mayor potencia turística del mundo y que nuestro bienestar depende de la pasta que gasten aquí los visitantes foráneos. Eso convierte una parte importante de nuestro país en un gigantesco Parque de Atracciones. Para esta historia el pueblo también carece de valor como protagonista, en cambio es considerado valiosísimo como consumidor, -ya que el consumismo es la religión de la Postverdad- y, como pagador de impuestos. Los dos tipos de historia mencionadas coinciden en un mismo ideal: perpetuar el adagio del palo y la zanahoria.
La historia crítica. Ésta es la más necesaria y la que aborrecen los gobernantes del establishment. Ésta es la que no se enseña ni en las escuelas ni en las universidades, pues encierra el peligro de que “el pueblo despierte y tome conciencia de las mentiras que se ha tragado durante siglos y milenios”.
La historia crítica es aquella que se adentra en el pasado con la mente abierta y que da valor “a cosas que normalmente desprecian los gobernantes. Esta cara de Clío rescata al pueblo como protagonista de la historia (aquí nos viene al pelo una pregunta que hacía Eduardo Galeano ¿Quién ha construido el mundo? Ante el silencio del interpelado respondía: Los obreros ¡hombre! Los obreros).
La historia crítica es aquella que trata de ajustar cuentas con el pasado y poner cada cosa en su lugar desde una perspectiva que aborrece el relativismo. Es la Historia que nos permite imaginar una nueva enseñanza del pasado y nos anima a combatir la propaganda de la Historia Monumental y la Historia Anticuaria, cuya misión es, entre otras cosas, que vivamos con los ojos vendados. La historia crítica trata de librar al presente de las cadenas del pasado.
Para el profesor de Basilea, “el estudio histórico saca a la luz tanta mentira y hechos absurdos y molestos que la idea de piedad (heredada de la religión) se desmorona completamente”.
Nota:
[1] Consideraciones Intempestiva (1873-1875). Segundo fragmento “De la utilidad y los inconvenientes de los estudios históricos para la vida”.
Blog del autor: http://www.nilo-homerico.es/
Las inesperadas lecciones económicas que nos pueden enseñar los monos
En una isla frente a la costa de Puerto Rico, tuvo lugar un fascinante experimento con simios.
Los resultados podrían darnos una comprensión más profunda de la economía del comportamiento, la psicología del riesgo y podría explicar por qué nuestras economías sufren crisis financieras periódicas.
El experimento involucró seis monos capuchinos que llevaban el nombre de personajes de películas de James Bond.
Los investigadores los entrenaron para que intercambiaran pequeñas fichas de metal por comida. Los pusieron en un pequeño mercado donde les ofrecerían diferentes alimentos a diferentes precios.
Una de las que "comerciaba" con los monos fue Laurie Santos, profesora de ciencia cognitiva y psicología en la Universidad de Yale.
"Podríamos usar ese escenario para preguntarnos ¿los monos le prestan atención a cosas como el precio? ¿Están tratando de maximizar sus simiomonedas?", explica.
"Lo que nos sorprendió fue que, con muy poco entrenamiento, los monos compraban a los vendedores que les daban comida a menor precio", dice Santos. "Entonces, si obtenían el doble de comida por una ficha, compraban allí más a menudo".
Los monos también mostraron otros rasgos similares a los humanos, como el oportunismo. Intentaban agarrar cualquier ficha que quedara tirada mientras los científicos no prestaban atención. Ese comportamiento también mostró que los monos consideraban las fichas como objetos valiosos.
Sin embargo, es la actitud hacia el riesgo que mostraron los monos la que podría contener las lecciones más intrigantes para nosotros los humanos.
Los investigadores introdujeron un elemento de elección en su experimento. Los monos podrían comerciar con una de dos personas. Una de ellas les daba dos piezas de comida, uvas en este caso, a cambio de una ficha. Era una opción segura y sin pérdidas.
Pero la otra persona les daba una uva o tres uvas, a cambio de su ficha. Esta opción implicaba más riesgo, ya que la mitad de las veces recibían una uva y la otra mitad tres.
Traducido a términos humanos: tienes una opción, puedes obtener US$$2.000 garantizados o tienes un 50% de posibilidades de obtener US$1.000 y una probabilidad del 50% de obtener US$3.000.
Las decisiones financieras no siempre son fáciles. ¿Qué opción elegirías?
La mayoría de las personas optan por la opción segura: toman los US$2.000. Eso es también lo que hacen los monos.
Hasta aquí todo bien. Los simios son, después de todo, nuestros parientes animales más cercanos. Compartimos una historia evolutiva. Sin embargo, una vez que el experimento se ajustó para que los monos tuvieran las mismas opciones, pero desde un punto de partida diferente, sucedió algo fascinante.
En esta modalidad, el mono entra y ve que ambos vendedores tienen tres uvas cada uno, por lo que el mono probablemente piensa "ah, hay oportunidad de obtener tres uvas".
¿Apuestas fuerte o prefieres ir por lo seguro? Uno de los vendedores es seguro, siempre hace lo mismo...cuando el mono le entrega la ficha, aunque tiene tres uvas, solo le entrega dos y se queda con una. Para el mono "es es una pérdida fija, pequeña pero fija", explica Santos.
El segundo vendedor implica un riesgo: a veces le da al mono las tres uvas, pero a veces se lleva dos y solo le da una uva al mono.
De nuevo, veamos eso de otra manera: comienzas con US$3.000, ahora tienes una opción. O tomas una pérdida garantizada de US$$1.000 que te deja con solo US$2.000 o apuestas. Si apuestas la mitad del tiempo, perderás US$2.000, lo que te deja solo US$1.000, pero la otra mitad del tiempo no perderás nada. ¿Qué harías?
La mayoría de la gente apostará e irá por la opción más arriesgada. Sorprendentemente, también lo hacen los monos. La idea de perder es tan dolorosa que se arriesgarán a una pérdida mayor solo por la posibilidad de no perder nada.
http://www.bbc.com/mundo/vert-cap-43875959
Los resultados podrían darnos una comprensión más profunda de la economía del comportamiento, la psicología del riesgo y podría explicar por qué nuestras economías sufren crisis financieras periódicas.
El experimento involucró seis monos capuchinos que llevaban el nombre de personajes de películas de James Bond.
Los investigadores los entrenaron para que intercambiaran pequeñas fichas de metal por comida. Los pusieron en un pequeño mercado donde les ofrecerían diferentes alimentos a diferentes precios.
Una de las que "comerciaba" con los monos fue Laurie Santos, profesora de ciencia cognitiva y psicología en la Universidad de Yale.
"Podríamos usar ese escenario para preguntarnos ¿los monos le prestan atención a cosas como el precio? ¿Están tratando de maximizar sus simiomonedas?", explica.
"Lo que nos sorprendió fue que, con muy poco entrenamiento, los monos compraban a los vendedores que les daban comida a menor precio", dice Santos. "Entonces, si obtenían el doble de comida por una ficha, compraban allí más a menudo".
Los monos también mostraron otros rasgos similares a los humanos, como el oportunismo. Intentaban agarrar cualquier ficha que quedara tirada mientras los científicos no prestaban atención. Ese comportamiento también mostró que los monos consideraban las fichas como objetos valiosos.
Sin embargo, es la actitud hacia el riesgo que mostraron los monos la que podría contener las lecciones más intrigantes para nosotros los humanos.
Los investigadores introdujeron un elemento de elección en su experimento. Los monos podrían comerciar con una de dos personas. Una de ellas les daba dos piezas de comida, uvas en este caso, a cambio de una ficha. Era una opción segura y sin pérdidas.
Pero la otra persona les daba una uva o tres uvas, a cambio de su ficha. Esta opción implicaba más riesgo, ya que la mitad de las veces recibían una uva y la otra mitad tres.
Traducido a términos humanos: tienes una opción, puedes obtener US$$2.000 garantizados o tienes un 50% de posibilidades de obtener US$1.000 y una probabilidad del 50% de obtener US$3.000.
Las decisiones financieras no siempre son fáciles. ¿Qué opción elegirías?
La mayoría de las personas optan por la opción segura: toman los US$2.000. Eso es también lo que hacen los monos.
Hasta aquí todo bien. Los simios son, después de todo, nuestros parientes animales más cercanos. Compartimos una historia evolutiva. Sin embargo, una vez que el experimento se ajustó para que los monos tuvieran las mismas opciones, pero desde un punto de partida diferente, sucedió algo fascinante.
En esta modalidad, el mono entra y ve que ambos vendedores tienen tres uvas cada uno, por lo que el mono probablemente piensa "ah, hay oportunidad de obtener tres uvas".
¿Apuestas fuerte o prefieres ir por lo seguro? Uno de los vendedores es seguro, siempre hace lo mismo...cuando el mono le entrega la ficha, aunque tiene tres uvas, solo le entrega dos y se queda con una. Para el mono "es es una pérdida fija, pequeña pero fija", explica Santos.
El segundo vendedor implica un riesgo: a veces le da al mono las tres uvas, pero a veces se lleva dos y solo le da una uva al mono.
De nuevo, veamos eso de otra manera: comienzas con US$3.000, ahora tienes una opción. O tomas una pérdida garantizada de US$$1.000 que te deja con solo US$2.000 o apuestas. Si apuestas la mitad del tiempo, perderás US$2.000, lo que te deja solo US$1.000, pero la otra mitad del tiempo no perderás nada. ¿Qué harías?
La mayoría de la gente apostará e irá por la opción más arriesgada. Sorprendentemente, también lo hacen los monos. La idea de perder es tan dolorosa que se arriesgarán a una pérdida mayor solo por la posibilidad de no perder nada.
http://www.bbc.com/mundo/vert-cap-43875959
domingo, 3 de junio de 2018
Entrevista a John Bellamy Foster. El fantasma del marxismo
Gordan Stošević e Ivan Popović
Il grido del popolo
Traducido por Héctor R. López
John Bellamy Foster es profesor de sociología en la Universidad de Oregón y editor de Monthly Review, su trabajo aborda temas de economía política del capitalismo, crisis económica, crisis ecológica y teoría marxista.
¿La ideología marxista es relevante hoy? ¿O es que solo tenemos "restos" de ella aplicada en los grupos parlamentarios quienes se apegan a la casa socialdemócrata dominante y básicamente tienen los mismos programas que los partidos de derecha?
No hay duda de que la crítica teórica marxista del capitalismo es más relevante hoy más que nunca y ejerce una influencia enorme y creciente en muchas partes del mundo, una señal de la profunda crisis del sistema, y del aumento de la disidencia. Sin embargo, cómo transformar esto a la práctica es inevitablemente más difícil y varia de un lugar a otro. La política electoral en Norte América y Europa en el presente es principalmente el domino de los partidos capitalistas. Los socialdemócratas se han convertido en liberales sociales con solo una distinción entre ellos y el centro derecha. Esto no es un reflejo de las fuerzas sociales en el terreno, tanto como las restricciones impuestas por el capital a toda la sociedad en la era neoliberal en un contexto de crisis económica, y debido a la reivindicación thatcherista de que ya no había un alternativa al sistema actual. Todo esto formaba parte de la narrativa del "fin de la historia": la noción de que el liberalismo/capitalismo era el único camino que le quedaba al futuro tras la desaparición de sociedades de tipo soviéticas. En esta atmosfera, el capital, que estaba enfrentado su propia crisis de acumulación, ha intentado llevar a cado lo que Gramsci llamó una "revolución pasiva" utilizando su posición hegemónica para cambiar las reglas permanentemente a su favor.
Esto solo condujo, sin embargo, al deterioro de las condiciones generales, reflejadas en estancamiento económico y la financiarización, el incremento de la desigualdad, la crisis ecológica planetaria, la propagación de la guerra, y los peligros generales para la humanidad, todo esto combinado para hacer una farsa de la noción del progreso capitalista. En todas partes, las personas están luchando con estrategias de salida diseñadas para hacer frente a un conjunto cada vez mayor de crisis sociales y ecológicas, y cada vez se considera que estos problemas requieren de una salida del actual sistema de acumulación. El Estado neoliberal está ahora en crisis, requiriendo que los bloques de poder dominante en casi todos los países recurran a los bloques de poder neofascistas como una vía para asegurar el control de la sociedad, es decir, el uso de poder crudo, y las alianzas entre los ricos y una nueva clase media reaccionaria o la pequeña burguesía.
En estas circunstancias los movimientos y las estrategias pueden diferir ampliamente entre países. En Europa Occidental, los Estados Unidos y Japón, es decir, la triada, las luchas radicales más importantes son generalmente extraparlamentarias en la actualidad, aunque el Partido Laborista bajo Corbyn en el Reino Unido representa una lucha parlamentaria crucial, ya que por primera vez la dirección del Partido Laborista está tomando una postura decididamente antiimperialista. En los movimientos del Sur Global que pueden ser vistos como revolucionarios y como auténticos movimientos por el socialismo, se encuentran operando en una gran variedad de esferas. Como ha sido cierto durante más de un siglo, las principales revoluciones han sido encontrada en la periferia y la semi periferia del sistema capitalista. La velocidad con que las crisis económicas y ecológicas de capitalismo se están desarrollando, el debilitamiento del Estado democrático liberal en casi todas partes, y la propagación de la guerra y reacción, hacen que el futuro de la humanidad dependa más que nunca del renacimiento del movimiento por el socialismo y de la creación de una Nueva Internacional, a diferencia de las Internacionales de antaño (aunque cercanamente parecida a la Primera Internacional).
Uno de tus libros se titula La teoría del capitalismo monopolista. ¿Puede darnos una idea del argumento principal? ¿De qué se trata?
La teoría del capitalismo monopolista se enfoca en el análisis de Paul A. Baran y Paul M. Sweezy "El capital monopolista" que fue el desarrollo más influyente de la crítica político-económica marxista y de la teoría de la crisis que surgió en los Estados Unidos. Baran nació en la Ucrania en la Rusia zarista y estudió en la Unión Soviética y Alemania, donde estaba afiliado al Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt, mientras escribía para el Die Gesellschaft de Hilferding y recibió su doctorado en economía. Después de que Hitler llegó al poder huyó a Polonia donde trabajó para el negocio de la madera de su familia. Pronto se convirtió en el representante de la industria maderera polaca en Londres, y después se fue a Estados Unidos a estudiar economía en Harvard. En la guerra trabajó para la Strategic Bombing Survey a cargo del economista John Kenneth Galbraith. Después de la guerra, tomó un cargo en la Federal Reserve Board y luego fue contratado como profesor de economía en Stanford. Su libro más famoso antes del "Capital Monopolista", fue The Political Economy of Growth (1957), que fue una obra fundamental en la teoría marxista de la dependencia.
Sweezy era hijo del vicepresidente de uno de los bancos de J. P. Morgan, y fue producto de una educación de elite en Exeter y en Harvard. Se sintió atraído por el marxismo durante un año en la London School of Economics y regresó a Harvard donde era un colega más joven del economista conservador Joseph Schumpeter, con quien desarrolló un amista cercana a pesar de sus puntos de vista políticamente opuestos. Sweezy escribió The Theory of Capitalist Development: Principles of Political Economy (1942), que a menudo todavía se considera el trabajo más importante sobre los principios económicos marxistas. Durante la guerra trabajó para la Office of Strategic Services. Después de la guerra renunció a su puesto en Harvard y se convirtió en el editor fundador junto con el periodista e historiador laboral marxista Leo Huberman de Monthly Review, subtitulado An Independent Socialist Magazine, para el cual Albert Einstein escribió su Why Socialism? en el primer número. Sweezy fue blanco de la cacería de brujas anticomunista de McCarthy y se negó a mencionar nombres ni a entregar notas de una conferencia dictada en la Universidad de New Hampshire. Fue acusado de desacato al tribunal y su caso fue a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que decidió a su favor, en uno de los casos que llevaron al macarthismo a su fin. La revolución cubana fue fundamental para Baran y Sweezy, y Monthly Review adquirió una identidad primaria como defensor de las revoluciones en lo que entonces se llamaba el Tercer Mundo.
El Capital Monopolista fue un esfuerzo por actualizar la economía política marxista mediante el desarrollo de una teoría de la acumulación en la fase monopolista del capitalismo, dominado por grandes empresas. El análisis se basó en el Capital de Marx, pero se enfocó en las modificaciones en la naturaleza del sistema asociado con la fase monopolista. Económicamente, el análisis estaba extensivamente arraigado en el trabajo del economista polaco Michat Kalecki en sus trabajos como Theory of Economic Dynamics (1962) y en el marxista austriaco Josef Steindl, Maturity and Stagnation in American Capitalism (1952). Pero Baran y Sweezy extrajeron muchas más amplias conclusiones, extendiendo su análisis al Estado y a la sociedad como un todo, enfocándose en el problema de la absorción del excedente económico, lo que les permitió criticar fenómenos como la creciente labor de ventas, la automovilización, el militarismo, el imperialismo y el aumento irracionalidad de un sistema que depende cada vez más de desperdicio económico. El Capital Monopolista argumentó directamente que el estado normal del capital monopolista era el estancamiento secular. Su análisis fue la crítica radical más influyente al capitalismo emergente en 1960 y fue la base principal para el desarrollo de la economía política radical en los Estados Unidos hasta mediados de la década de 1970.
A finales de 1970, sin embargo, hubo un retorno general al movimiento de Marx en el marxismo occidental, que fue enormemente creativo en muchos aspectos, pero que condujo a un rechazo por parte de la izquierda de la idea del Estado monopolista y al retorno a más interpretaciones fundamentalistas de Marx y el marxismo. En el punto de vista fundamentalista, la crítica de Marx al capitalismo era vista como suficiente para el análisis del presente, es decir, tales nociones, como la prevalencia del capitalismo libremente competitivo (incluso respecto a la competencia de precios) y de la importancia inmediata y directa de la tendencia decreciente de Marx de la tasa de ganancia, resucitaron. Incluso, la concentración y centralización del capitalismo, el crecimiento oligopólico, y el incremento de las corporaciones multinacionales fueron minimizados. La economía política marxista de este modo retrocedió en muchos aspectos y se dirigieron una serie de críticas al análisis de Baran y Sweezy, como la afirmación de que habían negado la teoría marxista del valor, y la acusación aún más irracional de que su análisis era de carácter reformista. Mi libro The Theory of Monopoly Capitalism, que apareció en el vigésimo aniversario del Capital Monopolista fue diseñado para responder a estas críticas, mostrar como la teoría se había desarrollado fuera de la propia crítica de Marx, y explorar las contradicciones de la acumulación bajo el capitalismo monopolista. Una reciente edición de mi libro fue publicada en 2014 dando cuenta del debate que surgió en los años intermedios.
Aunque la mayoría de la economía política marxista se refugió de finales de los años setenta hasta la década inicial de este siglo en una escolástica vacía, Sweezy, trabajando con su coeditor posterior, el economista Harry Magdoff, seguido de otros asociados con Monthly Review, desarrolló un poderoso análisis en este período de la relación del estancamiento con la explosión financiera, viendo la financiarización como la principal respuesta al estancamiento económico. También continuaron examinando el crecimiento del capital monopolista en el escenario mundial en forma de corporaciones multinacionales. Este análisis de la monopolización, el estancamiento y la financiarización resultó ser el conjunto más poderoso de ideas sobre el desarrollo contemporáneo de la acumulación y la crisis. El representante más importante de esta línea de pensamiento hoy, que reúne todos sus aspectos, incluida la lucha contra el imperialismo, es Samir Amin, quien recientemente publicó Modern Imperialism, Monopoly Finance Capital y Marx's Law of Value. La teoría del capital monopólico (ahora actualizada como el análisis del capital de monopolio financiero) también ha cobrado un ímpetu adicional en los últimos años mediante el lanzamiento de algunos manuscritos inéditos de Baran y Sweezy asociados al Capital Monopolista (estos desarrollos se discuten en la nueva edición de libro). La importancia perdurable de toda esta tradición radica en lo que Sweezy llamó (en el título de uno de sus libros) "el presente como historia", es decir, la teoría marxista debe extenderse para abordar los cambios dentro del capitalismo mismo.
¿El marxismo tiene un futuro en la política real?
Sí, si realmente estamos hablando de política real, y no del tipo de política organizada -un mero cambio de sillas entre la elite del poder- que sustituye a la política actual. El materialismo histórico sigue siendo la base real de todas las políticas críticas y revolucionarias que desafían al capitalismo en todos los sectores del globo. En este sentido, el fantasma del marxismo aún persigue al capitalismo, un hecho claramente evidente en los incesantes ataques a la izquierda que emanan de la ideología recibida, que hoy tiene poco más que una ideología de miedo para ofrecer en respuesta. El impacto actual de la filosofía de la praxis es obviamente bastante diferente en diferentes partes del mundo. Sin embargo, la crisis global del dominio capitalista es tal que disuelve muchas de estas diferencias. El ritmo del cambio histórico está aumentando hoy como en cada época de transición. El movimiento de hoy hacia el socialismo muestra señales tanto de la fragmentación de la clase trabajadora como de las mayores fortalezas que hoy se logran mediante la lucha co-revolucionaria que apunta a reunir esos diversos intereses. Lo que estamos viendo de muchas maneras es un movimiento más crítico, más revolucionario en su alcance e inclusión de sus objetivos, dirigido a la creación de la igualdad sustantiva. Lo que es más extraordinario en los movimientos marxistas hoy en día, particularmente en América Latina, es su amplitud y creatividad, la incorporación de nuevas lenguas vernáculas y luchas más amplias. Un aspecto crucial de esto es un proceso de autocrítica, aprender del pasado. La verdadera política de hoy es la política revolucionaria; como dice Samir Amin, es "audaz" en sus objetivos.
¿Cuál es el futuro del capitalismo?
El capitalismo, como argumentó el difunto István Mészáros, hace mucho tiempo que pasó su fase ascendente y ahora está en su fase descendente. Al mismo tiempo, su poder de destrucción es incomparable. Hace poco estuve mirando un libro, titulado The Future of Capitalism, escrito hace unas décadas por Lester Thurow, un famoso economista liberal de izquierda progresista en los Estados Unidos. Thurow no era radical, pero era lo suficientemente crítico como para sacar a relucir algunas de las contradicciones del capitalismo, y para una figura del establishment, a veces podía ser absolutamente devastador. En su penúltimo capítulo, escribió con respecto a la relación estructural del capitalismo con el medio ambiente que socava sistemáticamente el futuro. "Cada generación toma buenas decisiones capitalistas, pero el efecto neto es el suicidio social colectivo". En el capitalismo, sugirió, prevalece la anarquía: "¿Quién está al mando del sistema social? Dado que el capitalismo cree que no hay un sistema social, su respuesta es nadie. "La único área donde el capitalismo estaba en mejores condiciones para planificar, argumentó Thurow, estaba en relación con los militares y las formas de represión. Concluyó el libro diciendo que bajo el capitalismo, el peligro era el "estancamiento", incluido el estancamiento de la inversión. "Los problemas intrínsecos del capitalismo visible en su nacimiento (inestabilidad, creciente desigualdad, un proletariado lumpen) todavía están allí esperando ser resueltos".
Por supuesto, Thurow, que fue un gran impulsor de la tecnología, vio la organización de la tecnología como la respuesta a los problemas sociales, en lugar de hacer cambios fundamentales en las relaciones sociales. Estaba lejos de ser un pensador o actor revolucionario. Pero es notable cuán consciente han sido sus principales contradicciones de los impulsores levemente críticos del sistema. Esto fue en la gran era del triunfalismo capitalista que siguió a la disolución de arriba hacia abajo del sistema soviético. Hoy todos conocen las crisis cada vez más profundas de la economía, el crecimiento de la desigualdad en todos los niveles del sistema, el impulso renovado hacia el imperialismo y la guerra, y las amenazas de exterminio de las armas nucleares y un tren desbocado acelerando hacia el fin del medio ambiente. La estructura urbana global se ha convertido en lo que Mike Davis llamó "un planeta de barrios marginales". Las perspectivas futuras para las nuevas generaciones bajo el capitalismo, teniendo en cuenta todo lo anterior, nunca han sido peores. La pregunta es: ¿puede la humanidad trascender este sistema para crear un mundo colectivo y sostenible? No es una cuestión académica, sino de supervivencia.
¿Cuánto más las personas pueden aceptar la brecha entre las clases pobres y las ricas, qué necesita suceder para que podamos ver un cambio?
Lo que las personas pueden aceptar "es siempre una pregunta". Tiene que ver con una gran cantidad de cuestiones más allá de las condiciones materiales tales como, lo relacionado con las formas de control social y hegemonía, la organización en la base, la fusión de fuerzas, la fragmentación o la unidad en los movimientos, la audacia de la respuesta, las fuerzas globales así como nacionales y locales, el espíritu de los tiempos, las revoluciones culturales. No hay una respuesta general. Como Marx dijo "la tradiciones de todas las generaciones muertas pesa como un pesadilla en los cerebros de los vivos". Para la burguesía la pesadilla es la esperanza revolucionaria, las tradiciones, y la creatividad encarnada sobre todo en el marxismo y el socialismo en general. Para los oprimidos la pesadilla consiste en las grandes derrotas que siguen a las victorias del pasado. El cambio revolucionario ocurre cuando la pesadilla de la actual represión excede a la pesadilla revolucionaria del pasado y se vuelve insoportable, y en efecto, cuando el pasado revolucionario se convierte en una fuente de esperanza renovada en la era de la lucha renaciente.
"Las revoluciones proletarias, como aquellas del siglo XIX -escribió Marx en un periodo de derrota- se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan: Hic Rhodus, hic salta! / ¡Aquí está la rosa, baila aquí!" Pienso que esta misma lógica está desarrollando hoy, pero en un lapso de tiempo más largo y en una escala global infinitamente mayor.
¿Se "estudia" más el marxismo en Wall Street que en la centro-izquierda? Por favor explique
Es una pregunta divertida. Sí, pienso que Marx se estudia mucho hoy en todo Wall Street, al menos entre los intelectos de gran alcance. Hay un molde pragmático en la mayoría de los negocios, donde es entendido que una visión realista y crítica de la economía capitalista como la ofreció Marx, es bastante útil, mientras que la economía neoclásica es principalmente ideológica. Escribí un artículo recientemente para Jacobin sobre Marx como el economista del siglo XXI. Volví a un famoso artículo de James Cassidy escrito para el New Yorker en 1997. Cassidy estaba hablando con un amigo suyo, un economista educado en Oxford y un importante banquero de inversiones, quien dijo que Marx fue el economista más importante para comprender las tendencias contemporáneas. Cassidy hizo un programa intensivo en el estudiar a Marx y declaró que Marx era el "próximo economista" para el siglo XXI. Ahora, después de la Gran Crisis Financiara de 2007-09 y el posterior estancamiento económico, junto a los mayores incrementos de la desigualdad en la historia mundial, muchos estarían de acuerdo, incluso Wall Street. Hoy existen sitios webs como Naked Capitalism que a menudo tratan a Marx con seriedad.
Mientras esto ha estado ocurriendo, ha habido una contradicción en los estudios de Marx y el marxismo en las universidades, principalmente porque las universidades son bastante aburridas, estructuras del establishment, y usualmente una década o más atrás de las principales tendencias en las sociedades; hoy la academia esta todavía atrapada en la era neoliberal de Thatcher y Regan. Además, la izquierda académica dio un desvío por el posmodernismo, que lo retiró un tiempo de las principales luchas del día, una filosofía del pesimismo y la derrota, aunque no sin algunos avances críticos. En la actualidad, sin embargo, los jóvenes izquierdistas son más críticos e inquietos, y más materialistas y realistas en su opinión. En muchos de los países capitalistas ricos, hay un creciente interés en el socialismo y en Marx. La izquierda que se desarmó intelectualmente durante el periodo posmodernista parecer estar lista para armarse intelectualmente nuevamente, y esto significa volver a la tradición crítica más profunda, que ofrece análisis y herramientas para el cambio, es decir, la filosofía de la praxis. Esto no es todavía un movimiento revolucionario, pero representa una creciente crítica al capitalismo, y el intento de un número creciente de personas de construir un movimiento hacia el socialismo.
Por lo tanto, uno ve no solo a Wall Street que a menudo toma a Marx mucho más en serio, pero también un tipo de pánico ideológico en la cima en cuanto a cómo combatir a una juventud cada vez más rebelde, atraída no simplemente por un tipo de populismo radical amorfo, sino a algo mucho más peligroso para los poderes fáticos: el marxismo, que regresa de nuevas formas pero reconocible a la creación del Viejo Topo del siglo XIX. El marxismo está siendo estudiado hoy en muchos lugares con una intensidad no vista desde 1970 y con una mayor sofisticación y perspicacia crítica.
¿Deberíamos observar el "capital" hoy a través del marco de Thomas Piketty o deberíamos apegarnos a puntos de vista de la izquierda más tradicionales?
Escribí un artículo en Monthly Review con Michael D. Yates en noviembre de 2014 titulado Thomas Piketty and the Crisis of Neoclassical Economics (Tomas Piketty y la crisis de la economía neoclásica). Nuestro argumento fue que Piketty, rompió parcialmente con la economía neoclásica en respuesta a la crisis de nuestro tiempo, como Keynes hizo en 1930, y como Keynes (como sabemos) Piketty tomó prestado conceptos críticos de Marx en el proceso. El análisis de Piketty gira en torno a su famosa fórmula r>g, donde r representa la tasa anual de retorno a la riqueza -llamada por Piketty como capital- y g la tasa de crecimiento de la economía (la tasa de aumento del ingreso nacional). Así, Piketty replicó las suposiciones de la larga data de la teoría del capital monopolista, y gran parte de la economía marxista/kaleckiana y poskeynesiana, relacionadas con el crecimiento de la riqueza en lugar de los ingresos en la era de la financiarización. Pero Piketty avanzó estos postulados en una manera muy elegante y no fue fácilmente ignorado por los guardianes hegemónicos de la ideología económica ya que estaba en el pico del establishment de la economía neoclásica. Además, fue capaz de respaldar esto con una base de datos global más completa sobre los ingresos (The World Top Income Database) el cual había jugado un papel clave en el desarrollo. Su análisis en el Capital del Siglo XXI hizo un agujero, tanto teórica como empíricamente, en la noción neoclásica de que el capitalismo desarrollado condice e una disminución de la desigualdad. En cambio, señaló la riqueza desigual enraizada en la riqueza dinástica. Hay muchas cosas que decir de este análisis. Todavía, Piketty evitó preguntas cruciales de clase, monopolio y estancamiento económico. Se las arregló para mantenerse en gran medida dentro del ámbito de la economía neoclásica, mientras que aporta un grado de realismo crítico a su análisis. Su solución definitiva fue simplemente un impuesto a la riqueza.
Lo que hizo Piketty, entonces, es proporcionar cierta credibilidad a la crítica marxista más desarrollada, como en Kalecki y la tradición del capital monopolista, así como a todo el marco de Marx. Pero una vez que se entiende la crítica parcial de Piketty de la economía neoclásica dominante, es necesario regresar a la teoría marxista para la crítica más completa, de la que su análisis toma prestado, pero de una manera superficial y contradictoria. Es importante subrayar que Piketty, con toda su discusión de la creciente desigualdad asociada con la lógica de la concentración de la riqueza bajo el capitalismo, evita, sin embargo, abordar la cuestión general del poder de clase (sin mencionar el poder del monopolio).
En su opinión, ¿por qué la izquierda moderna de hoy no puede responder a los desafíos de la sociedad?
Lo que a veces se llama la izquierda hoy en día es en gran medida reformista, incluso una agrupación política reaccionaria que busca hacer que el capitalismo funcione mejor, o en cierto modo una forma más benigna de neoliberalismo. Incluso los partidos socialdemócratas neoliberales son hoy en el mejor de los casos partidos social-liberales. Lo que a menudo se caracterizó como partidos de izquierda son actualmente partidos capitalistas. Los partidos socialdemócratas a menudo se presentan como capaces de promover los intereses del capitalismo, mientras aseguran la cooperación del trabajo. Cuando están en el poder, son los intereses del capital los que tienen prioridad. Hay razones complejas para esto, incluyendo las formaciones de clase, la hegemonía ideológica, las estructuras de poder económico y político. También está el rechazo de cualquier intento de contra-hegemonía y estrategias revolucionarias o radicales en la izquierda, lo que en gran medida cayó para el liberalismo es la ideología del "fin de la historia", colocándose así en defensiva permanente, incluso socavando su propia razón de ser.
Una estrategia efectiva de izquierda, en contraste, debe tener su base en la construcción del poder de clase y en forjar un modelo orgánico socialista de reproducción del metabolismo social (para emplear la terminología de Mészáros), en oposición a la enajenada reproducción metabólica desarrollada por el capitalismo. Debe ir contra las reglas del poder y desafiar toda estructura y lógica de estado y la economía, creando un poder basado en las estructuras colectivas de la clase trabajadora en toda su diversidad. El ejemplo más claro de la implementación de esa estrategia, contemplada como protagonismo, es Venezuela, por lo que el imperio estadounidense está haciendo todo lo posible para erradicarlo, no simplemente en el sentido de derrocar la Revolución Bolivariana, sino para destruirla en la mente de las personas como un modelo viable de cambio revolucionario. Lo que está claro es que en los llamados partidos de "izquierda" establecidos en los principales Estados capitalistas no tienen estrategias de organización de base, ni alternativas ideológicas, ni estrategia contra-hegemónica. Son parte del sistema de poder y no de fuerzas de oposición. Hoy en día se mantienen quietos mientras el neoliberalismo se metamorfosea en neofascismo (o en una organización neoliberal-neofascista). La única manera de contrarrestar esto es a través de un movimiento organizado hacia el socialismo que emana desde abajo.
Esto no quiere decir que solo debemos buscar inspiración en América Latina o en el Sur Global. Hay señales de vida en la izquierda -lo que podríamos llamar un movimiento real hacia el socialismo- en el Partido Laborista de Corbyn en el Reino Unido, y el Partido de los Trabajadores en Bélgica. Estos son desarrollos estratégicos brillantes de los partidos basados en el movimiento cuyo desafío al establishment actual es serio. También existe un crecimiento masivo del ecosocialismo casi en todas partes del mundo, aunque sobre todo como una forma de lucha extraparlamentaria. Pienso que veremos el crecimiento mundial de lo que podríamos llamar un proletariado ambiental, ya que las luchas materiales en relación con la economía y el medioambiente ubicadas en comunidades, hogares, y lugares de trabajo se vuelven cada vez más inseparables para la mayoría de las personas: una realidad material.
¿Por qué la izquierda de hoy permite el derecho de aprovechar todos sus temas y vocabulario?
Esto no es una cosa nueva. Los movimientos en el amplio género fascista (de cual podemos incluir el fascismo clásico así como el neofascismo actual o el populismo nacionalista) siempre han explotado superficialmente la terminología socialista y las formas de crítica en un intento de organizar su clase media baja, y circunscripciones de la clase trabajadora relativamente privilegiada. Es en este sentido que uno puede hablar ideológicamente de "derecha radical". Por lo tanto, es desde este sector, que C. Wright Mills llamó la "retaguardia del capitalismo", aquella que se ataca a los capitalistas compinches (pero no a la clase capitalista), así como a los financieros, los burócratas estatales y a la clase media alta. Todos ellos generalmente están por encima de la clase media baja. Esto ocurre simultáneamente con ataques contra aquellos que están por debajo de la clase media baja (y la clase trabajadora privilegiada), es decir, la mayor parte de la clase trabajadora, y los grandes "sucios", que siempre tienden a ser los inmigrantes racialmente desfavorecidos desde que vivieron de las naciones colonizadas/neocolonizadas del Sur Global.
La construcción de un movimiento de masa en estos términos neofascistas, engañosamente llamada "populista", es crucial para desplazar todo el cuerpo político a la derecha. El elemento dominante en el movimiento neofascista, a medida que madura, es la cúspide misma de la clase capitalista (los multimillonarios y millonarios y sus séquitos) que encuentran útil en periodos de crisis enlistar a los sectores más reaccionarios de la sociedad como una forma de reforzar su poder político. Discuto todo esto extensamente en mi libro Trump in the White House. Lo que es importante entender es que la apropiación de las ideas de la izquierda por tales formaciones y movimientos políticos es solo superficial y usada de manera contradictoria. Una vez que tales formaciones políticas están en el poder, los elementos genuinamente radicales del programa neofascista (como el apoyo a los trabajadores) se descartan a favor de una estratega que mejore directamente el poder político y económico de los sectores centrales de la clase capitalista (hoy los niveles superiores del capital monopólico-financiero). Lo que es atacado en esta etapa es cada vez más un conjunto de chivos expiatorios. Por lo tanto, uno puede mirar el programa nazi original, que explícitamente tomó prestado el lenguaje de los trabajadores en algunos lugares, para después dejar todo eso de lado en su camino al poder. Tales movimientos representan el extremo en revanchismo oportunista.
¿Cómo ves los intentos de gente como Sanders y Corbyn que intentaron cambiar la imagen política en el mundo ultracapitalista donde el capital impone todo?
Los fenómenos de Sanders y Corbyn son a menudo comparados, pero son realmente bastante diferentes, ocurriendo en circunstancias muy diferentes. La campaña de Sanders fue en muchos sentidos maravillosa de admirar, apelando directamente a los votantes de la clase trabajadora, algo que no se ha visto durante mucho tiempo en los Estados Unidos. Se nombró a sí mismo abiertamente un socialista y es una de las razones por las que una pluralidad de aquellos menores de treinta años en los Estados Unidos han indicado su preferencia en las encuestas por un tipo de socialismo en lugar de capitalismo. Pero el fenómeno de Sanders estuvo bastante limitado por la estructura de la plutocracia de los Estados Unidos. Corrió en el boleto del Partido Democrático pero con prácticamente cero apoyo por parte de los políticos profesionales en el partido. Aquí es importante entender que el Partido Demócrata no es un partido de membrecía o un partido de movimiento de ninguna manera. Es lo que Max Weber llamo Honoratorenpartei, un partido controlado por élites o dignatarios y que carece de un programa claramente definido o una base de participación masiva fuera del voto. Está formado por varios bloques regionales y se sitúa lo más cerca posible de la izquierda del Partido Republicano ultraconservador. Si Sanders hubiera sido electo no habría tenido ninguna relación real con los demócratas y habría estado mucho más alejado de su partido y del establishment en general que en el caso de Trump con los republicanos, sin una base política organizada. El Partido Demócrata sigue siendo una estructura política fuertemente capitalista. Al final resultó que la dirección demócrata hizo todo lo posible para detener a Sanders y, al final, rompió o manipuló las reglas de varias maneras corruptas, para negarle la nominación, incluso a costa de perder las elecciones. Y sin embargo, Sanders no es un absoluto radical fuera del contexto extremadamente conservador de la América imperial. En términos de posiciones políticas, avanzó un programa moderadamente socialdemócrata, en muchos sentidos menos radical que el New Deal de la década de 1930. En cuestiones de guerra e imperialismo, generalmente se puso de lado de la maquinaria militar de Washington, aunque fue un crítico moderado en esa área.
Corbyn representa un fenómeno diferente en circunstancias bastante diferentes. El Partido Laborista en Gran Bretaña es un partido de membrecía y su gran ventaja fue atraer a un gran número de nuevos miembros debido a un programa socialista crítico. Su popularidad radica en el hecho de que ha roto con la tradición socialdemócrata británica y puede verse como una figura genuinamente comprometida en esta etapa del movimiento hacia el socialismo. Lo que hace Corbyn realmente distinto es su absoluta oposición al imperialismo, algo que lo distingue de todos los líderes anteriores del Partido Laborista.
¿Puede darnos su opinión sobre Syriza y Podemos?
Syriza y Podemos reflejan las fortalezas y las debilidades de la izquierda, el verdadero potencial de rebelión y las contradicciones inherentes de los movimientos puramente populistas. Estos movimientos demuestran el potencial de la insurgencia desde abajo, pero en su rechazo a un perspectiva de lucha de clases; la enorme brecha entre los líderes, que son gran medida inexplicables, y su base; su insistencia en operar enteramente dentro del sistema; su perspectiva reformista, todos finalmente terminan traicionando las esperanzas que platean. Esto es más obvio en el caso de Syriza en el poder, pero también con respecto a Podemos, ambos se han convertido en proyectos socialdemócratas moderados, en el mejor de los casos. La pobreza estratégica de tales movimientos es evidente particularmente en su rechazo al socialismo como una teoría, una práctica y un objetivo. La traición de la base una vez que tales movimientos llegan al poder es parte de su ADN. Sin embargo, las fuerzas de base de izquierda que constituyen la base de estos partidos constituyen una fuerza material real y activa. Debemos recordar el mandato de Marx y Engels de que "en el movimiento del presente, ellos [los comunistas] también se ocupan del futuro del movimiento". La construcción del movimiento radical no puede reducirse simplemente a forjar una coalición de votación popular, sin traicionar, el futuro del movimiento, es decir, el movimiento de la gente misma. Debe estar dirigido a la expropiación de los expropiadores.
Como dijo el gran Epicuro, "el futuro no es totalmente nuestro ni totalmente no nuestro". Es un producto de nuestras luchas materiales y de nuestra relación con el mundo. Es una época donde el capitalismo significa exterminismo, necesariamente debemos sacar nuestra esperanza de la lucha histórica misma, y el reconocimiento de que podemos, al oponernos a la lógica del sistema, detener la precipitada carrera hacia el desastre y crear un mundo de igualdad sustantiva y sostenibilidad ecológica. Este es en efecto el mayor miedo del capitalismo: el fantasma del marxismo actual.
Fuente: https://ilgridodelpopolo52509543
Il grido del popolo
Traducido por Héctor R. López
John Bellamy Foster es profesor de sociología en la Universidad de Oregón y editor de Monthly Review, su trabajo aborda temas de economía política del capitalismo, crisis económica, crisis ecológica y teoría marxista.
¿La ideología marxista es relevante hoy? ¿O es que solo tenemos "restos" de ella aplicada en los grupos parlamentarios quienes se apegan a la casa socialdemócrata dominante y básicamente tienen los mismos programas que los partidos de derecha?
No hay duda de que la crítica teórica marxista del capitalismo es más relevante hoy más que nunca y ejerce una influencia enorme y creciente en muchas partes del mundo, una señal de la profunda crisis del sistema, y del aumento de la disidencia. Sin embargo, cómo transformar esto a la práctica es inevitablemente más difícil y varia de un lugar a otro. La política electoral en Norte América y Europa en el presente es principalmente el domino de los partidos capitalistas. Los socialdemócratas se han convertido en liberales sociales con solo una distinción entre ellos y el centro derecha. Esto no es un reflejo de las fuerzas sociales en el terreno, tanto como las restricciones impuestas por el capital a toda la sociedad en la era neoliberal en un contexto de crisis económica, y debido a la reivindicación thatcherista de que ya no había un alternativa al sistema actual. Todo esto formaba parte de la narrativa del "fin de la historia": la noción de que el liberalismo/capitalismo era el único camino que le quedaba al futuro tras la desaparición de sociedades de tipo soviéticas. En esta atmosfera, el capital, que estaba enfrentado su propia crisis de acumulación, ha intentado llevar a cado lo que Gramsci llamó una "revolución pasiva" utilizando su posición hegemónica para cambiar las reglas permanentemente a su favor.
Esto solo condujo, sin embargo, al deterioro de las condiciones generales, reflejadas en estancamiento económico y la financiarización, el incremento de la desigualdad, la crisis ecológica planetaria, la propagación de la guerra, y los peligros generales para la humanidad, todo esto combinado para hacer una farsa de la noción del progreso capitalista. En todas partes, las personas están luchando con estrategias de salida diseñadas para hacer frente a un conjunto cada vez mayor de crisis sociales y ecológicas, y cada vez se considera que estos problemas requieren de una salida del actual sistema de acumulación. El Estado neoliberal está ahora en crisis, requiriendo que los bloques de poder dominante en casi todos los países recurran a los bloques de poder neofascistas como una vía para asegurar el control de la sociedad, es decir, el uso de poder crudo, y las alianzas entre los ricos y una nueva clase media reaccionaria o la pequeña burguesía.
En estas circunstancias los movimientos y las estrategias pueden diferir ampliamente entre países. En Europa Occidental, los Estados Unidos y Japón, es decir, la triada, las luchas radicales más importantes son generalmente extraparlamentarias en la actualidad, aunque el Partido Laborista bajo Corbyn en el Reino Unido representa una lucha parlamentaria crucial, ya que por primera vez la dirección del Partido Laborista está tomando una postura decididamente antiimperialista. En los movimientos del Sur Global que pueden ser vistos como revolucionarios y como auténticos movimientos por el socialismo, se encuentran operando en una gran variedad de esferas. Como ha sido cierto durante más de un siglo, las principales revoluciones han sido encontrada en la periferia y la semi periferia del sistema capitalista. La velocidad con que las crisis económicas y ecológicas de capitalismo se están desarrollando, el debilitamiento del Estado democrático liberal en casi todas partes, y la propagación de la guerra y reacción, hacen que el futuro de la humanidad dependa más que nunca del renacimiento del movimiento por el socialismo y de la creación de una Nueva Internacional, a diferencia de las Internacionales de antaño (aunque cercanamente parecida a la Primera Internacional).
Uno de tus libros se titula La teoría del capitalismo monopolista. ¿Puede darnos una idea del argumento principal? ¿De qué se trata?
La teoría del capitalismo monopolista se enfoca en el análisis de Paul A. Baran y Paul M. Sweezy "El capital monopolista" que fue el desarrollo más influyente de la crítica político-económica marxista y de la teoría de la crisis que surgió en los Estados Unidos. Baran nació en la Ucrania en la Rusia zarista y estudió en la Unión Soviética y Alemania, donde estaba afiliado al Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt, mientras escribía para el Die Gesellschaft de Hilferding y recibió su doctorado en economía. Después de que Hitler llegó al poder huyó a Polonia donde trabajó para el negocio de la madera de su familia. Pronto se convirtió en el representante de la industria maderera polaca en Londres, y después se fue a Estados Unidos a estudiar economía en Harvard. En la guerra trabajó para la Strategic Bombing Survey a cargo del economista John Kenneth Galbraith. Después de la guerra, tomó un cargo en la Federal Reserve Board y luego fue contratado como profesor de economía en Stanford. Su libro más famoso antes del "Capital Monopolista", fue The Political Economy of Growth (1957), que fue una obra fundamental en la teoría marxista de la dependencia.
Sweezy era hijo del vicepresidente de uno de los bancos de J. P. Morgan, y fue producto de una educación de elite en Exeter y en Harvard. Se sintió atraído por el marxismo durante un año en la London School of Economics y regresó a Harvard donde era un colega más joven del economista conservador Joseph Schumpeter, con quien desarrolló un amista cercana a pesar de sus puntos de vista políticamente opuestos. Sweezy escribió The Theory of Capitalist Development: Principles of Political Economy (1942), que a menudo todavía se considera el trabajo más importante sobre los principios económicos marxistas. Durante la guerra trabajó para la Office of Strategic Services. Después de la guerra renunció a su puesto en Harvard y se convirtió en el editor fundador junto con el periodista e historiador laboral marxista Leo Huberman de Monthly Review, subtitulado An Independent Socialist Magazine, para el cual Albert Einstein escribió su Why Socialism? en el primer número. Sweezy fue blanco de la cacería de brujas anticomunista de McCarthy y se negó a mencionar nombres ni a entregar notas de una conferencia dictada en la Universidad de New Hampshire. Fue acusado de desacato al tribunal y su caso fue a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que decidió a su favor, en uno de los casos que llevaron al macarthismo a su fin. La revolución cubana fue fundamental para Baran y Sweezy, y Monthly Review adquirió una identidad primaria como defensor de las revoluciones en lo que entonces se llamaba el Tercer Mundo.
El Capital Monopolista fue un esfuerzo por actualizar la economía política marxista mediante el desarrollo de una teoría de la acumulación en la fase monopolista del capitalismo, dominado por grandes empresas. El análisis se basó en el Capital de Marx, pero se enfocó en las modificaciones en la naturaleza del sistema asociado con la fase monopolista. Económicamente, el análisis estaba extensivamente arraigado en el trabajo del economista polaco Michat Kalecki en sus trabajos como Theory of Economic Dynamics (1962) y en el marxista austriaco Josef Steindl, Maturity and Stagnation in American Capitalism (1952). Pero Baran y Sweezy extrajeron muchas más amplias conclusiones, extendiendo su análisis al Estado y a la sociedad como un todo, enfocándose en el problema de la absorción del excedente económico, lo que les permitió criticar fenómenos como la creciente labor de ventas, la automovilización, el militarismo, el imperialismo y el aumento irracionalidad de un sistema que depende cada vez más de desperdicio económico. El Capital Monopolista argumentó directamente que el estado normal del capital monopolista era el estancamiento secular. Su análisis fue la crítica radical más influyente al capitalismo emergente en 1960 y fue la base principal para el desarrollo de la economía política radical en los Estados Unidos hasta mediados de la década de 1970.
A finales de 1970, sin embargo, hubo un retorno general al movimiento de Marx en el marxismo occidental, que fue enormemente creativo en muchos aspectos, pero que condujo a un rechazo por parte de la izquierda de la idea del Estado monopolista y al retorno a más interpretaciones fundamentalistas de Marx y el marxismo. En el punto de vista fundamentalista, la crítica de Marx al capitalismo era vista como suficiente para el análisis del presente, es decir, tales nociones, como la prevalencia del capitalismo libremente competitivo (incluso respecto a la competencia de precios) y de la importancia inmediata y directa de la tendencia decreciente de Marx de la tasa de ganancia, resucitaron. Incluso, la concentración y centralización del capitalismo, el crecimiento oligopólico, y el incremento de las corporaciones multinacionales fueron minimizados. La economía política marxista de este modo retrocedió en muchos aspectos y se dirigieron una serie de críticas al análisis de Baran y Sweezy, como la afirmación de que habían negado la teoría marxista del valor, y la acusación aún más irracional de que su análisis era de carácter reformista. Mi libro The Theory of Monopoly Capitalism, que apareció en el vigésimo aniversario del Capital Monopolista fue diseñado para responder a estas críticas, mostrar como la teoría se había desarrollado fuera de la propia crítica de Marx, y explorar las contradicciones de la acumulación bajo el capitalismo monopolista. Una reciente edición de mi libro fue publicada en 2014 dando cuenta del debate que surgió en los años intermedios.
Aunque la mayoría de la economía política marxista se refugió de finales de los años setenta hasta la década inicial de este siglo en una escolástica vacía, Sweezy, trabajando con su coeditor posterior, el economista Harry Magdoff, seguido de otros asociados con Monthly Review, desarrolló un poderoso análisis en este período de la relación del estancamiento con la explosión financiera, viendo la financiarización como la principal respuesta al estancamiento económico. También continuaron examinando el crecimiento del capital monopolista en el escenario mundial en forma de corporaciones multinacionales. Este análisis de la monopolización, el estancamiento y la financiarización resultó ser el conjunto más poderoso de ideas sobre el desarrollo contemporáneo de la acumulación y la crisis. El representante más importante de esta línea de pensamiento hoy, que reúne todos sus aspectos, incluida la lucha contra el imperialismo, es Samir Amin, quien recientemente publicó Modern Imperialism, Monopoly Finance Capital y Marx's Law of Value. La teoría del capital monopólico (ahora actualizada como el análisis del capital de monopolio financiero) también ha cobrado un ímpetu adicional en los últimos años mediante el lanzamiento de algunos manuscritos inéditos de Baran y Sweezy asociados al Capital Monopolista (estos desarrollos se discuten en la nueva edición de libro). La importancia perdurable de toda esta tradición radica en lo que Sweezy llamó (en el título de uno de sus libros) "el presente como historia", es decir, la teoría marxista debe extenderse para abordar los cambios dentro del capitalismo mismo.
¿El marxismo tiene un futuro en la política real?
Sí, si realmente estamos hablando de política real, y no del tipo de política organizada -un mero cambio de sillas entre la elite del poder- que sustituye a la política actual. El materialismo histórico sigue siendo la base real de todas las políticas críticas y revolucionarias que desafían al capitalismo en todos los sectores del globo. En este sentido, el fantasma del marxismo aún persigue al capitalismo, un hecho claramente evidente en los incesantes ataques a la izquierda que emanan de la ideología recibida, que hoy tiene poco más que una ideología de miedo para ofrecer en respuesta. El impacto actual de la filosofía de la praxis es obviamente bastante diferente en diferentes partes del mundo. Sin embargo, la crisis global del dominio capitalista es tal que disuelve muchas de estas diferencias. El ritmo del cambio histórico está aumentando hoy como en cada época de transición. El movimiento de hoy hacia el socialismo muestra señales tanto de la fragmentación de la clase trabajadora como de las mayores fortalezas que hoy se logran mediante la lucha co-revolucionaria que apunta a reunir esos diversos intereses. Lo que estamos viendo de muchas maneras es un movimiento más crítico, más revolucionario en su alcance e inclusión de sus objetivos, dirigido a la creación de la igualdad sustantiva. Lo que es más extraordinario en los movimientos marxistas hoy en día, particularmente en América Latina, es su amplitud y creatividad, la incorporación de nuevas lenguas vernáculas y luchas más amplias. Un aspecto crucial de esto es un proceso de autocrítica, aprender del pasado. La verdadera política de hoy es la política revolucionaria; como dice Samir Amin, es "audaz" en sus objetivos.
¿Cuál es el futuro del capitalismo?
El capitalismo, como argumentó el difunto István Mészáros, hace mucho tiempo que pasó su fase ascendente y ahora está en su fase descendente. Al mismo tiempo, su poder de destrucción es incomparable. Hace poco estuve mirando un libro, titulado The Future of Capitalism, escrito hace unas décadas por Lester Thurow, un famoso economista liberal de izquierda progresista en los Estados Unidos. Thurow no era radical, pero era lo suficientemente crítico como para sacar a relucir algunas de las contradicciones del capitalismo, y para una figura del establishment, a veces podía ser absolutamente devastador. En su penúltimo capítulo, escribió con respecto a la relación estructural del capitalismo con el medio ambiente que socava sistemáticamente el futuro. "Cada generación toma buenas decisiones capitalistas, pero el efecto neto es el suicidio social colectivo". En el capitalismo, sugirió, prevalece la anarquía: "¿Quién está al mando del sistema social? Dado que el capitalismo cree que no hay un sistema social, su respuesta es nadie. "La único área donde el capitalismo estaba en mejores condiciones para planificar, argumentó Thurow, estaba en relación con los militares y las formas de represión. Concluyó el libro diciendo que bajo el capitalismo, el peligro era el "estancamiento", incluido el estancamiento de la inversión. "Los problemas intrínsecos del capitalismo visible en su nacimiento (inestabilidad, creciente desigualdad, un proletariado lumpen) todavía están allí esperando ser resueltos".
Por supuesto, Thurow, que fue un gran impulsor de la tecnología, vio la organización de la tecnología como la respuesta a los problemas sociales, en lugar de hacer cambios fundamentales en las relaciones sociales. Estaba lejos de ser un pensador o actor revolucionario. Pero es notable cuán consciente han sido sus principales contradicciones de los impulsores levemente críticos del sistema. Esto fue en la gran era del triunfalismo capitalista que siguió a la disolución de arriba hacia abajo del sistema soviético. Hoy todos conocen las crisis cada vez más profundas de la economía, el crecimiento de la desigualdad en todos los niveles del sistema, el impulso renovado hacia el imperialismo y la guerra, y las amenazas de exterminio de las armas nucleares y un tren desbocado acelerando hacia el fin del medio ambiente. La estructura urbana global se ha convertido en lo que Mike Davis llamó "un planeta de barrios marginales". Las perspectivas futuras para las nuevas generaciones bajo el capitalismo, teniendo en cuenta todo lo anterior, nunca han sido peores. La pregunta es: ¿puede la humanidad trascender este sistema para crear un mundo colectivo y sostenible? No es una cuestión académica, sino de supervivencia.
¿Cuánto más las personas pueden aceptar la brecha entre las clases pobres y las ricas, qué necesita suceder para que podamos ver un cambio?
Lo que las personas pueden aceptar "es siempre una pregunta". Tiene que ver con una gran cantidad de cuestiones más allá de las condiciones materiales tales como, lo relacionado con las formas de control social y hegemonía, la organización en la base, la fusión de fuerzas, la fragmentación o la unidad en los movimientos, la audacia de la respuesta, las fuerzas globales así como nacionales y locales, el espíritu de los tiempos, las revoluciones culturales. No hay una respuesta general. Como Marx dijo "la tradiciones de todas las generaciones muertas pesa como un pesadilla en los cerebros de los vivos". Para la burguesía la pesadilla es la esperanza revolucionaria, las tradiciones, y la creatividad encarnada sobre todo en el marxismo y el socialismo en general. Para los oprimidos la pesadilla consiste en las grandes derrotas que siguen a las victorias del pasado. El cambio revolucionario ocurre cuando la pesadilla de la actual represión excede a la pesadilla revolucionaria del pasado y se vuelve insoportable, y en efecto, cuando el pasado revolucionario se convierte en una fuente de esperanza renovada en la era de la lucha renaciente.
"Las revoluciones proletarias, como aquellas del siglo XIX -escribió Marx en un periodo de derrota- se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan: Hic Rhodus, hic salta! / ¡Aquí está la rosa, baila aquí!" Pienso que esta misma lógica está desarrollando hoy, pero en un lapso de tiempo más largo y en una escala global infinitamente mayor.
¿Se "estudia" más el marxismo en Wall Street que en la centro-izquierda? Por favor explique
Es una pregunta divertida. Sí, pienso que Marx se estudia mucho hoy en todo Wall Street, al menos entre los intelectos de gran alcance. Hay un molde pragmático en la mayoría de los negocios, donde es entendido que una visión realista y crítica de la economía capitalista como la ofreció Marx, es bastante útil, mientras que la economía neoclásica es principalmente ideológica. Escribí un artículo recientemente para Jacobin sobre Marx como el economista del siglo XXI. Volví a un famoso artículo de James Cassidy escrito para el New Yorker en 1997. Cassidy estaba hablando con un amigo suyo, un economista educado en Oxford y un importante banquero de inversiones, quien dijo que Marx fue el economista más importante para comprender las tendencias contemporáneas. Cassidy hizo un programa intensivo en el estudiar a Marx y declaró que Marx era el "próximo economista" para el siglo XXI. Ahora, después de la Gran Crisis Financiara de 2007-09 y el posterior estancamiento económico, junto a los mayores incrementos de la desigualdad en la historia mundial, muchos estarían de acuerdo, incluso Wall Street. Hoy existen sitios webs como Naked Capitalism que a menudo tratan a Marx con seriedad.
Mientras esto ha estado ocurriendo, ha habido una contradicción en los estudios de Marx y el marxismo en las universidades, principalmente porque las universidades son bastante aburridas, estructuras del establishment, y usualmente una década o más atrás de las principales tendencias en las sociedades; hoy la academia esta todavía atrapada en la era neoliberal de Thatcher y Regan. Además, la izquierda académica dio un desvío por el posmodernismo, que lo retiró un tiempo de las principales luchas del día, una filosofía del pesimismo y la derrota, aunque no sin algunos avances críticos. En la actualidad, sin embargo, los jóvenes izquierdistas son más críticos e inquietos, y más materialistas y realistas en su opinión. En muchos de los países capitalistas ricos, hay un creciente interés en el socialismo y en Marx. La izquierda que se desarmó intelectualmente durante el periodo posmodernista parecer estar lista para armarse intelectualmente nuevamente, y esto significa volver a la tradición crítica más profunda, que ofrece análisis y herramientas para el cambio, es decir, la filosofía de la praxis. Esto no es todavía un movimiento revolucionario, pero representa una creciente crítica al capitalismo, y el intento de un número creciente de personas de construir un movimiento hacia el socialismo.
Por lo tanto, uno ve no solo a Wall Street que a menudo toma a Marx mucho más en serio, pero también un tipo de pánico ideológico en la cima en cuanto a cómo combatir a una juventud cada vez más rebelde, atraída no simplemente por un tipo de populismo radical amorfo, sino a algo mucho más peligroso para los poderes fáticos: el marxismo, que regresa de nuevas formas pero reconocible a la creación del Viejo Topo del siglo XIX. El marxismo está siendo estudiado hoy en muchos lugares con una intensidad no vista desde 1970 y con una mayor sofisticación y perspicacia crítica.
¿Deberíamos observar el "capital" hoy a través del marco de Thomas Piketty o deberíamos apegarnos a puntos de vista de la izquierda más tradicionales?
Escribí un artículo en Monthly Review con Michael D. Yates en noviembre de 2014 titulado Thomas Piketty and the Crisis of Neoclassical Economics (Tomas Piketty y la crisis de la economía neoclásica). Nuestro argumento fue que Piketty, rompió parcialmente con la economía neoclásica en respuesta a la crisis de nuestro tiempo, como Keynes hizo en 1930, y como Keynes (como sabemos) Piketty tomó prestado conceptos críticos de Marx en el proceso. El análisis de Piketty gira en torno a su famosa fórmula r>g, donde r representa la tasa anual de retorno a la riqueza -llamada por Piketty como capital- y g la tasa de crecimiento de la economía (la tasa de aumento del ingreso nacional). Así, Piketty replicó las suposiciones de la larga data de la teoría del capital monopolista, y gran parte de la economía marxista/kaleckiana y poskeynesiana, relacionadas con el crecimiento de la riqueza en lugar de los ingresos en la era de la financiarización. Pero Piketty avanzó estos postulados en una manera muy elegante y no fue fácilmente ignorado por los guardianes hegemónicos de la ideología económica ya que estaba en el pico del establishment de la economía neoclásica. Además, fue capaz de respaldar esto con una base de datos global más completa sobre los ingresos (The World Top Income Database) el cual había jugado un papel clave en el desarrollo. Su análisis en el Capital del Siglo XXI hizo un agujero, tanto teórica como empíricamente, en la noción neoclásica de que el capitalismo desarrollado condice e una disminución de la desigualdad. En cambio, señaló la riqueza desigual enraizada en la riqueza dinástica. Hay muchas cosas que decir de este análisis. Todavía, Piketty evitó preguntas cruciales de clase, monopolio y estancamiento económico. Se las arregló para mantenerse en gran medida dentro del ámbito de la economía neoclásica, mientras que aporta un grado de realismo crítico a su análisis. Su solución definitiva fue simplemente un impuesto a la riqueza.
Lo que hizo Piketty, entonces, es proporcionar cierta credibilidad a la crítica marxista más desarrollada, como en Kalecki y la tradición del capital monopolista, así como a todo el marco de Marx. Pero una vez que se entiende la crítica parcial de Piketty de la economía neoclásica dominante, es necesario regresar a la teoría marxista para la crítica más completa, de la que su análisis toma prestado, pero de una manera superficial y contradictoria. Es importante subrayar que Piketty, con toda su discusión de la creciente desigualdad asociada con la lógica de la concentración de la riqueza bajo el capitalismo, evita, sin embargo, abordar la cuestión general del poder de clase (sin mencionar el poder del monopolio).
En su opinión, ¿por qué la izquierda moderna de hoy no puede responder a los desafíos de la sociedad?
Lo que a veces se llama la izquierda hoy en día es en gran medida reformista, incluso una agrupación política reaccionaria que busca hacer que el capitalismo funcione mejor, o en cierto modo una forma más benigna de neoliberalismo. Incluso los partidos socialdemócratas neoliberales son hoy en el mejor de los casos partidos social-liberales. Lo que a menudo se caracterizó como partidos de izquierda son actualmente partidos capitalistas. Los partidos socialdemócratas a menudo se presentan como capaces de promover los intereses del capitalismo, mientras aseguran la cooperación del trabajo. Cuando están en el poder, son los intereses del capital los que tienen prioridad. Hay razones complejas para esto, incluyendo las formaciones de clase, la hegemonía ideológica, las estructuras de poder económico y político. También está el rechazo de cualquier intento de contra-hegemonía y estrategias revolucionarias o radicales en la izquierda, lo que en gran medida cayó para el liberalismo es la ideología del "fin de la historia", colocándose así en defensiva permanente, incluso socavando su propia razón de ser.
Una estrategia efectiva de izquierda, en contraste, debe tener su base en la construcción del poder de clase y en forjar un modelo orgánico socialista de reproducción del metabolismo social (para emplear la terminología de Mészáros), en oposición a la enajenada reproducción metabólica desarrollada por el capitalismo. Debe ir contra las reglas del poder y desafiar toda estructura y lógica de estado y la economía, creando un poder basado en las estructuras colectivas de la clase trabajadora en toda su diversidad. El ejemplo más claro de la implementación de esa estrategia, contemplada como protagonismo, es Venezuela, por lo que el imperio estadounidense está haciendo todo lo posible para erradicarlo, no simplemente en el sentido de derrocar la Revolución Bolivariana, sino para destruirla en la mente de las personas como un modelo viable de cambio revolucionario. Lo que está claro es que en los llamados partidos de "izquierda" establecidos en los principales Estados capitalistas no tienen estrategias de organización de base, ni alternativas ideológicas, ni estrategia contra-hegemónica. Son parte del sistema de poder y no de fuerzas de oposición. Hoy en día se mantienen quietos mientras el neoliberalismo se metamorfosea en neofascismo (o en una organización neoliberal-neofascista). La única manera de contrarrestar esto es a través de un movimiento organizado hacia el socialismo que emana desde abajo.
Esto no quiere decir que solo debemos buscar inspiración en América Latina o en el Sur Global. Hay señales de vida en la izquierda -lo que podríamos llamar un movimiento real hacia el socialismo- en el Partido Laborista de Corbyn en el Reino Unido, y el Partido de los Trabajadores en Bélgica. Estos son desarrollos estratégicos brillantes de los partidos basados en el movimiento cuyo desafío al establishment actual es serio. También existe un crecimiento masivo del ecosocialismo casi en todas partes del mundo, aunque sobre todo como una forma de lucha extraparlamentaria. Pienso que veremos el crecimiento mundial de lo que podríamos llamar un proletariado ambiental, ya que las luchas materiales en relación con la economía y el medioambiente ubicadas en comunidades, hogares, y lugares de trabajo se vuelven cada vez más inseparables para la mayoría de las personas: una realidad material.
¿Por qué la izquierda de hoy permite el derecho de aprovechar todos sus temas y vocabulario?
Esto no es una cosa nueva. Los movimientos en el amplio género fascista (de cual podemos incluir el fascismo clásico así como el neofascismo actual o el populismo nacionalista) siempre han explotado superficialmente la terminología socialista y las formas de crítica en un intento de organizar su clase media baja, y circunscripciones de la clase trabajadora relativamente privilegiada. Es en este sentido que uno puede hablar ideológicamente de "derecha radical". Por lo tanto, es desde este sector, que C. Wright Mills llamó la "retaguardia del capitalismo", aquella que se ataca a los capitalistas compinches (pero no a la clase capitalista), así como a los financieros, los burócratas estatales y a la clase media alta. Todos ellos generalmente están por encima de la clase media baja. Esto ocurre simultáneamente con ataques contra aquellos que están por debajo de la clase media baja (y la clase trabajadora privilegiada), es decir, la mayor parte de la clase trabajadora, y los grandes "sucios", que siempre tienden a ser los inmigrantes racialmente desfavorecidos desde que vivieron de las naciones colonizadas/neocolonizadas del Sur Global.
La construcción de un movimiento de masa en estos términos neofascistas, engañosamente llamada "populista", es crucial para desplazar todo el cuerpo político a la derecha. El elemento dominante en el movimiento neofascista, a medida que madura, es la cúspide misma de la clase capitalista (los multimillonarios y millonarios y sus séquitos) que encuentran útil en periodos de crisis enlistar a los sectores más reaccionarios de la sociedad como una forma de reforzar su poder político. Discuto todo esto extensamente en mi libro Trump in the White House. Lo que es importante entender es que la apropiación de las ideas de la izquierda por tales formaciones y movimientos políticos es solo superficial y usada de manera contradictoria. Una vez que tales formaciones políticas están en el poder, los elementos genuinamente radicales del programa neofascista (como el apoyo a los trabajadores) se descartan a favor de una estratega que mejore directamente el poder político y económico de los sectores centrales de la clase capitalista (hoy los niveles superiores del capital monopólico-financiero). Lo que es atacado en esta etapa es cada vez más un conjunto de chivos expiatorios. Por lo tanto, uno puede mirar el programa nazi original, que explícitamente tomó prestado el lenguaje de los trabajadores en algunos lugares, para después dejar todo eso de lado en su camino al poder. Tales movimientos representan el extremo en revanchismo oportunista.
¿Cómo ves los intentos de gente como Sanders y Corbyn que intentaron cambiar la imagen política en el mundo ultracapitalista donde el capital impone todo?
Los fenómenos de Sanders y Corbyn son a menudo comparados, pero son realmente bastante diferentes, ocurriendo en circunstancias muy diferentes. La campaña de Sanders fue en muchos sentidos maravillosa de admirar, apelando directamente a los votantes de la clase trabajadora, algo que no se ha visto durante mucho tiempo en los Estados Unidos. Se nombró a sí mismo abiertamente un socialista y es una de las razones por las que una pluralidad de aquellos menores de treinta años en los Estados Unidos han indicado su preferencia en las encuestas por un tipo de socialismo en lugar de capitalismo. Pero el fenómeno de Sanders estuvo bastante limitado por la estructura de la plutocracia de los Estados Unidos. Corrió en el boleto del Partido Democrático pero con prácticamente cero apoyo por parte de los políticos profesionales en el partido. Aquí es importante entender que el Partido Demócrata no es un partido de membrecía o un partido de movimiento de ninguna manera. Es lo que Max Weber llamo Honoratorenpartei, un partido controlado por élites o dignatarios y que carece de un programa claramente definido o una base de participación masiva fuera del voto. Está formado por varios bloques regionales y se sitúa lo más cerca posible de la izquierda del Partido Republicano ultraconservador. Si Sanders hubiera sido electo no habría tenido ninguna relación real con los demócratas y habría estado mucho más alejado de su partido y del establishment en general que en el caso de Trump con los republicanos, sin una base política organizada. El Partido Demócrata sigue siendo una estructura política fuertemente capitalista. Al final resultó que la dirección demócrata hizo todo lo posible para detener a Sanders y, al final, rompió o manipuló las reglas de varias maneras corruptas, para negarle la nominación, incluso a costa de perder las elecciones. Y sin embargo, Sanders no es un absoluto radical fuera del contexto extremadamente conservador de la América imperial. En términos de posiciones políticas, avanzó un programa moderadamente socialdemócrata, en muchos sentidos menos radical que el New Deal de la década de 1930. En cuestiones de guerra e imperialismo, generalmente se puso de lado de la maquinaria militar de Washington, aunque fue un crítico moderado en esa área.
Corbyn representa un fenómeno diferente en circunstancias bastante diferentes. El Partido Laborista en Gran Bretaña es un partido de membrecía y su gran ventaja fue atraer a un gran número de nuevos miembros debido a un programa socialista crítico. Su popularidad radica en el hecho de que ha roto con la tradición socialdemócrata británica y puede verse como una figura genuinamente comprometida en esta etapa del movimiento hacia el socialismo. Lo que hace Corbyn realmente distinto es su absoluta oposición al imperialismo, algo que lo distingue de todos los líderes anteriores del Partido Laborista.
¿Puede darnos su opinión sobre Syriza y Podemos?
Syriza y Podemos reflejan las fortalezas y las debilidades de la izquierda, el verdadero potencial de rebelión y las contradicciones inherentes de los movimientos puramente populistas. Estos movimientos demuestran el potencial de la insurgencia desde abajo, pero en su rechazo a un perspectiva de lucha de clases; la enorme brecha entre los líderes, que son gran medida inexplicables, y su base; su insistencia en operar enteramente dentro del sistema; su perspectiva reformista, todos finalmente terminan traicionando las esperanzas que platean. Esto es más obvio en el caso de Syriza en el poder, pero también con respecto a Podemos, ambos se han convertido en proyectos socialdemócratas moderados, en el mejor de los casos. La pobreza estratégica de tales movimientos es evidente particularmente en su rechazo al socialismo como una teoría, una práctica y un objetivo. La traición de la base una vez que tales movimientos llegan al poder es parte de su ADN. Sin embargo, las fuerzas de base de izquierda que constituyen la base de estos partidos constituyen una fuerza material real y activa. Debemos recordar el mandato de Marx y Engels de que "en el movimiento del presente, ellos [los comunistas] también se ocupan del futuro del movimiento". La construcción del movimiento radical no puede reducirse simplemente a forjar una coalición de votación popular, sin traicionar, el futuro del movimiento, es decir, el movimiento de la gente misma. Debe estar dirigido a la expropiación de los expropiadores.
Como dijo el gran Epicuro, "el futuro no es totalmente nuestro ni totalmente no nuestro". Es un producto de nuestras luchas materiales y de nuestra relación con el mundo. Es una época donde el capitalismo significa exterminismo, necesariamente debemos sacar nuestra esperanza de la lucha histórica misma, y el reconocimiento de que podemos, al oponernos a la lógica del sistema, detener la precipitada carrera hacia el desastre y crear un mundo de igualdad sustantiva y sostenibilidad ecológica. Este es en efecto el mayor miedo del capitalismo: el fantasma del marxismo actual.
Fuente: https://ilgridodelpopolo52509543
Cuáles son las 5 fases del duelo y por qué no es algo que necesariamente tienes que dejar atrás.
Aunque hay algunas fases del duelo reconocibles e identificadas por la psicología, el luto es distinto para cada persona y, según los expertos, no es algo que necesariamente debamos o logremos "superar".
Cate Masheder es psicoterapeuta y trabaja con personas que pasaron por un duelo. El punto de partida para entender y aceptar esa pérdida es, según ella, aceptar la muerte y el consecuente dolor como algo natural.
"La muerte es parte de la vida. Va a pasar. Todos vamos a sentir tristeza, todos vamos a echar de menos a alguien, todos vamos a morir, es así", le dijo la especialista a India Rakusen, de la serie de la BBC sobre salud mental Like Minds.
Para explicarlo visualmente Cate dibujó en un papel un círculo, que representa a la persona. "Imagínate que este eres tú y todo lo que tiene que ver con tu vida está dentro de este círculo".
Después empezó a colorearlo explicando que "cuando llega el duelo no hay ni una sola área de tu vida que no se vea afectada por ese dolor. Llega hasta cada parte de ti".
"En el pasado pensábamos que con el tiempo ese dolor se hacía más pequeño y desaparecía. Pero el enfoque ahora es que ese dolor se mantiene tal y como está, pero nuestra vida crece alrededor de él".
Siguiendo con la analogía del círculo, es como si nuestra vida se empezara a desarrollar en otro círculo concéntrico más grande, pero siempre alrededor del dolor en el centro.
"Así, aunque experimentamos muchas otras cosas nuevas en nuestras vidas, el duelo se queda dentro. Y en ciertos momentos, como en los cumpleaños, los aniversarios, en Navidad, y en otras ocasiones volvemos a sumergimos directamente en ese dolor", explica la especialista.
"Después, cuando esa fecha pasa, vuelves a recordar la otra parte de tu vida", ese círculo concéntrico más amplio.
"Lo que yo creo ahora es que ese círculo de dolor no se queda para siempre igual de oscuro, de alguna manera cambia de forma y se vuelve menos rígido, pero se queda ahí".
Así que, según Cate, no superas el duelo ni lo dejas atrás realmente, sino que "aprendes a que forme parte de tu vida".
Las 5 etapas del duelo
Desde 1969 en este campo de la psicología domina la teoría de las 5 fases del duelo, desarrollada por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross.
En su libro "Sobre la muerte y el morir" presentó este modelo general de cinco etapas de duelo que explican cómo se sienten las personas en fase de duelo y cómo tienden a actuar.
1. Etapa de la negación
Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque en algún momento chocará con la realidad.
2. Etapa de la ira
En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede proyectar esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.
3. Etapa de la negociación
En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?
4. Etapa de la depresión
La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno.
5. Etapa de la aceptación
Con la aceptación de la pérdida las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.
Según los expertos estas fases dominadas por distintos sentimientos son comunes durante el luto, pero las personas no pasan necesariamente por todas esas etapas ni en ese orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona.
Ryan, por ejemplo, perdió a su madre y a su padre cuando era un adolescente.
"Muchas veces te preguntan: '¿todavía no lo superaste?', '¿cuándo lo vas a superar?'. Pero no es así, no es algo que tengas que dejar atrás", dice ahora de adulto.
"La mitad del duelo no es por lo que pasó, sino por las cosas que van a pasar en la vida de las que esa persona no va a formar parte", dice este británico.
Para él, las teorías sobre las fases del luto son útiles porque reflejan los sentimientos por los que en algún momento las personas en duelo irán pasando, "pero no es que te pases dos semanas en una fase y cinco meses en otra... no hay un guión", le dijo a la BBC.
Ryan sintió que no tuvo a quién acudir para lidiar con su pérdida, así que ahora trata de ayudar a otras personas que están en duelo.
¿Cuando el duelo se vuelve un problema? Un duelo complicado, según Cate, sucede cuando la persona se queda totalmente paralizada.
"Puede ser que su red social haya colapsado con la persona que murió, puede ser que dependiera de su pareja para todo y con su muerte sientan que no les quede nada, o puede ser porque ya tenían una depresión o una ansiedad y la muerte del ser querido las empeora...".
Este tipo de situaciones, según la psicóloga, resulta en situaciones más complejas.
¿Cómo ayudarte a ti mismo o a alguien en duelo? El duelo es inevitable pero tremendamente individual, así que ¿cuáles son las mejores estrategias para sobrellevarlo?, recomienda.
Pero ¿y si ni siquiera eres capaz de hablar del tema?
La psicóloga recomienda entonces usar un sistema parecido al que ella usa con los niños más pequeños, que no saben expresar sus sentimientos en palabras.
"Con ellos utilizo un sistema de semáforo, con piedras pintadas de colores, verde, ámbar y rojo. Les digo "si te sientes bien pon la piedra verde al lado de la cocina, para que mamá o papá la vean. Si no te sientes bien pon la roja, así alguien te puede decir, ¿estás bien?, ¿qué pasa?, ¿cómo te sientes?".
Según Cate también hay muchas cosas que la gente hace para sobrellevar el duelo que son muy comunes, aunque la gente no hable de eso. Son una manera normal de lidiar con el dolor.
"Hablar con la persona que se murió es una importante", dice Cate.
"Ponerse alguna de sus prendas, usar su perfume, tocar una fotografía, besarla... ", todo eso es normal, según la especialista.
Ryan, por experiencia, sabe que hay luz al final del túnel: "llega un momento en que el dolor se vuelve manejable, puedes vivir con él y deja de ser lo primero en lo que piensas cuando te levantas por las mañanas".
http://www.bbc.com/mundo/noticias-43893550
Cate Masheder es psicoterapeuta y trabaja con personas que pasaron por un duelo. El punto de partida para entender y aceptar esa pérdida es, según ella, aceptar la muerte y el consecuente dolor como algo natural.
"La muerte es parte de la vida. Va a pasar. Todos vamos a sentir tristeza, todos vamos a echar de menos a alguien, todos vamos a morir, es así", le dijo la especialista a India Rakusen, de la serie de la BBC sobre salud mental Like Minds.
Para explicarlo visualmente Cate dibujó en un papel un círculo, que representa a la persona. "Imagínate que este eres tú y todo lo que tiene que ver con tu vida está dentro de este círculo".
Después empezó a colorearlo explicando que "cuando llega el duelo no hay ni una sola área de tu vida que no se vea afectada por ese dolor. Llega hasta cada parte de ti".
"En el pasado pensábamos que con el tiempo ese dolor se hacía más pequeño y desaparecía. Pero el enfoque ahora es que ese dolor se mantiene tal y como está, pero nuestra vida crece alrededor de él".
Siguiendo con la analogía del círculo, es como si nuestra vida se empezara a desarrollar en otro círculo concéntrico más grande, pero siempre alrededor del dolor en el centro.
"Así, aunque experimentamos muchas otras cosas nuevas en nuestras vidas, el duelo se queda dentro. Y en ciertos momentos, como en los cumpleaños, los aniversarios, en Navidad, y en otras ocasiones volvemos a sumergimos directamente en ese dolor", explica la especialista.
"Después, cuando esa fecha pasa, vuelves a recordar la otra parte de tu vida", ese círculo concéntrico más amplio.
"Lo que yo creo ahora es que ese círculo de dolor no se queda para siempre igual de oscuro, de alguna manera cambia de forma y se vuelve menos rígido, pero se queda ahí".
Así que, según Cate, no superas el duelo ni lo dejas atrás realmente, sino que "aprendes a que forme parte de tu vida".
Las 5 etapas del duelo
Desde 1969 en este campo de la psicología domina la teoría de las 5 fases del duelo, desarrollada por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross.
En su libro "Sobre la muerte y el morir" presentó este modelo general de cinco etapas de duelo que explican cómo se sienten las personas en fase de duelo y cómo tienden a actuar.
1. Etapa de la negación
Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque en algún momento chocará con la realidad.
2. Etapa de la ira
En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede proyectar esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.
3. Etapa de la negociación
En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?
4. Etapa de la depresión
La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno.
5. Etapa de la aceptación
Con la aceptación de la pérdida las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.
Según los expertos estas fases dominadas por distintos sentimientos son comunes durante el luto, pero las personas no pasan necesariamente por todas esas etapas ni en ese orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona.
Ryan, por ejemplo, perdió a su madre y a su padre cuando era un adolescente.
"Muchas veces te preguntan: '¿todavía no lo superaste?', '¿cuándo lo vas a superar?'. Pero no es así, no es algo que tengas que dejar atrás", dice ahora de adulto.
"La mitad del duelo no es por lo que pasó, sino por las cosas que van a pasar en la vida de las que esa persona no va a formar parte", dice este británico.
Para él, las teorías sobre las fases del luto son útiles porque reflejan los sentimientos por los que en algún momento las personas en duelo irán pasando, "pero no es que te pases dos semanas en una fase y cinco meses en otra... no hay un guión", le dijo a la BBC.
Ryan sintió que no tuvo a quién acudir para lidiar con su pérdida, así que ahora trata de ayudar a otras personas que están en duelo.
¿Cuando el duelo se vuelve un problema? Un duelo complicado, según Cate, sucede cuando la persona se queda totalmente paralizada.
"Puede ser que su red social haya colapsado con la persona que murió, puede ser que dependiera de su pareja para todo y con su muerte sientan que no les quede nada, o puede ser porque ya tenían una depresión o una ansiedad y la muerte del ser querido las empeora...".
Este tipo de situaciones, según la psicóloga, resulta en situaciones más complejas.
¿Cómo ayudarte a ti mismo o a alguien en duelo? El duelo es inevitable pero tremendamente individual, así que ¿cuáles son las mejores estrategias para sobrellevarlo?, recomienda.
Pero ¿y si ni siquiera eres capaz de hablar del tema?
La psicóloga recomienda entonces usar un sistema parecido al que ella usa con los niños más pequeños, que no saben expresar sus sentimientos en palabras.
"Con ellos utilizo un sistema de semáforo, con piedras pintadas de colores, verde, ámbar y rojo. Les digo "si te sientes bien pon la piedra verde al lado de la cocina, para que mamá o papá la vean. Si no te sientes bien pon la roja, así alguien te puede decir, ¿estás bien?, ¿qué pasa?, ¿cómo te sientes?".
Según Cate también hay muchas cosas que la gente hace para sobrellevar el duelo que son muy comunes, aunque la gente no hable de eso. Son una manera normal de lidiar con el dolor.
"Hablar con la persona que se murió es una importante", dice Cate.
"Ponerse alguna de sus prendas, usar su perfume, tocar una fotografía, besarla... ", todo eso es normal, según la especialista.
Ryan, por experiencia, sabe que hay luz al final del túnel: "llega un momento en que el dolor se vuelve manejable, puedes vivir con él y deja de ser lo primero en lo que piensas cuando te levantas por las mañanas".
http://www.bbc.com/mundo/noticias-43893550
Los alumnos ya no se sienten chivatos ante el acoso escolar. Nueve de cada 10 profesores creen que la visión “normalizada” de la violencia de los acosadores es determinante para explicar el bullying.
Nueve de cada 10 profesores creen que la visión “normalizada” de la violencia que tienen los alumnos acosadores es determinante para explicar las agresiones en las aulas. Esta trivialización de la violencia y la presión del grupo son las dos cuestiones que más fomentan el acoso escolar, según una encuesta reciente a docentes y estudiantes. Los chicos ven cada vez más claro que la unión entre compañeros para pedir al acosador que pare es la herramienta más eficaz para frenar a los acosadores, por encima de pedir ayuda al profesor. Ya no se sienten chivatos.
Uno de cada tres alumnos afirma que en su clase se sufren situaciones de acoso escolar. Y que en el aula en la que aprenden hay al menos dos compañeros acosados. Víctimas a las que sobre todo insultan y en la mayoría de los casos reciben empujones, collejas, golpes o patadas de sus acosadores. Así lo recoge la última encuesta sobre acoso elaborada por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y la Fundación Mutua Madrileña, que incluye por primera vez la visión de los docentes.
El número de chavales que perciben esta violencia en las aulas ha descendido en un año. Si en 2016 el 50% creía que había víctimas de acoso en su clase, este último informe, correspondiente a 2017, rebaja esa percepción a un tercio. Benjamín Ballesteros, director de programas de ANAR, es un descenso del que aún no conocen las causas: “Habrá que vigilar encuestas posteriores. Vigilaremos si la tendencia continúa a la baja".
La gran mayoría de los niños y adolescentes encuestados, eso sí, consideran que el acoso es maltrato (97,7%) y son poquísimos los que piensan que se trata de una broma, el 0,3%. Entre los datos positivos, Ballesteros destaca también que cada vez más alumnos —del 65,7 al 80,3% en un curso— creen que unirse entre ellos y decirle al agresor que pare es la medida más eficaz para frenar el acoso, por delante de ir a contarlo al profesor o un alumno y aún más de contarlo a los padres, lo que solo ven como solución apenas uno de cada tres alumnos (35,4%). “Es un éxito y una de las claves de los programas de prevención: que los espectadores ya no se queden mirando, que no se sientan chivatos”, añade el responsable de ANAR.
Padres autoritarios o muy permisivos
Las encuestas, realizadas en los 150 centros a los que acuden a hacer talleres, incluyen por primera vez la visión de los profesores. Los docentes alertan de que la presión del grupo y la “normalización de la violencia” entre los acosadores son la clave del acoso escolar. “A los agresores muchas veces se les demoniza, pero no estamos hablando de adultos sino de niños y adolescentes. Y hay que preguntarse qué les ocurre a ellos para poder combatirlo”, dice Ballesteros. Tras esa “normalización”, este psicólogo ve la violencia que pueden estar sufriendo esos alumnos en su propia familia o una personalidad violenta que pueden marcar dos tipos de padres muy diferentes: los muy autoritarios o los demasiados permisivos.
Cuando se pregunta a los docentes las características del acosador, en la mayoría de los casos creen que son alumnos con complejos, autoestima baja o miedo al rechazo (40,8%), con problemas familiares o personales (22,5%) o chicos agresivos (21,1%). Solo en último lugar señalan que les gusta destacar, llamar la atención o son chulos. Los alumnos creen, por su parte, que los acosadores actúan por creerse mejores, para divertirse y, en menor medida, por venganza.
Los profesores responden, además, sobre qué pueden hacer los padres. En primer lugar, les piden escuchar, dialogar y conocer a sus hijos, seguido de inculcar valores. La tercera opción es colaborar con los profesores y en cuarto lugar, no sobreprotegerlos y enseñarles a resolver problemas.
La Fundación ANAR dispone de un teléfono de ayuda: 900 20 20 10. En su web han habilitado un chat para los menores.
https://politica.elpais.com/politica/2018/05/01/actualidad/1525194466_444479.html
SIN LOS DATOS PROMETIDOS DEL GOBIERNO
Existen pocos datos oficiales para conocer la profundidad del acoso en las aulas españolas, más allá del trabajo de fundaciones o de ONG, como las que elaboran este informe. Save The Children publicó una encuesta en 2016 que señalaba que uno de cada 10 alumnos aseguraba haber sufrido acoso escolar. El Gobierno carece de cifras actualizadas. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció a principios de 2016, tras el suicidio de un alumno que sufría bullying, ,que se crearía un registro estatal con “todos los datos estadísticos de convivencia escolar”, como piden las asociaciones para dimensionar el problema. Aún no está disponible. El único dato oficial, de 2010, señala que el acoso afecta a un 4% de alumnos.
Uno de cada tres alumnos afirma que en su clase se sufren situaciones de acoso escolar. Y que en el aula en la que aprenden hay al menos dos compañeros acosados. Víctimas a las que sobre todo insultan y en la mayoría de los casos reciben empujones, collejas, golpes o patadas de sus acosadores. Así lo recoge la última encuesta sobre acoso elaborada por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y la Fundación Mutua Madrileña, que incluye por primera vez la visión de los docentes.
El número de chavales que perciben esta violencia en las aulas ha descendido en un año. Si en 2016 el 50% creía que había víctimas de acoso en su clase, este último informe, correspondiente a 2017, rebaja esa percepción a un tercio. Benjamín Ballesteros, director de programas de ANAR, es un descenso del que aún no conocen las causas: “Habrá que vigilar encuestas posteriores. Vigilaremos si la tendencia continúa a la baja".
La gran mayoría de los niños y adolescentes encuestados, eso sí, consideran que el acoso es maltrato (97,7%) y son poquísimos los que piensan que se trata de una broma, el 0,3%. Entre los datos positivos, Ballesteros destaca también que cada vez más alumnos —del 65,7 al 80,3% en un curso— creen que unirse entre ellos y decirle al agresor que pare es la medida más eficaz para frenar el acoso, por delante de ir a contarlo al profesor o un alumno y aún más de contarlo a los padres, lo que solo ven como solución apenas uno de cada tres alumnos (35,4%). “Es un éxito y una de las claves de los programas de prevención: que los espectadores ya no se queden mirando, que no se sientan chivatos”, añade el responsable de ANAR.
Padres autoritarios o muy permisivos
Las encuestas, realizadas en los 150 centros a los que acuden a hacer talleres, incluyen por primera vez la visión de los profesores. Los docentes alertan de que la presión del grupo y la “normalización de la violencia” entre los acosadores son la clave del acoso escolar. “A los agresores muchas veces se les demoniza, pero no estamos hablando de adultos sino de niños y adolescentes. Y hay que preguntarse qué les ocurre a ellos para poder combatirlo”, dice Ballesteros. Tras esa “normalización”, este psicólogo ve la violencia que pueden estar sufriendo esos alumnos en su propia familia o una personalidad violenta que pueden marcar dos tipos de padres muy diferentes: los muy autoritarios o los demasiados permisivos.
Cuando se pregunta a los docentes las características del acosador, en la mayoría de los casos creen que son alumnos con complejos, autoestima baja o miedo al rechazo (40,8%), con problemas familiares o personales (22,5%) o chicos agresivos (21,1%). Solo en último lugar señalan que les gusta destacar, llamar la atención o son chulos. Los alumnos creen, por su parte, que los acosadores actúan por creerse mejores, para divertirse y, en menor medida, por venganza.
Los profesores responden, además, sobre qué pueden hacer los padres. En primer lugar, les piden escuchar, dialogar y conocer a sus hijos, seguido de inculcar valores. La tercera opción es colaborar con los profesores y en cuarto lugar, no sobreprotegerlos y enseñarles a resolver problemas.
La Fundación ANAR dispone de un teléfono de ayuda: 900 20 20 10. En su web han habilitado un chat para los menores.
https://politica.elpais.com/politica/2018/05/01/actualidad/1525194466_444479.html
SIN LOS DATOS PROMETIDOS DEL GOBIERNO
Existen pocos datos oficiales para conocer la profundidad del acoso en las aulas españolas, más allá del trabajo de fundaciones o de ONG, como las que elaboran este informe. Save The Children publicó una encuesta en 2016 que señalaba que uno de cada 10 alumnos aseguraba haber sufrido acoso escolar. El Gobierno carece de cifras actualizadas. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció a principios de 2016, tras el suicidio de un alumno que sufría bullying, ,que se crearía un registro estatal con “todos los datos estadísticos de convivencia escolar”, como piden las asociaciones para dimensionar el problema. Aún no está disponible. El único dato oficial, de 2010, señala que el acoso afecta a un 4% de alumnos.
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