jueves, 28 de septiembre de 2023

Psicoanálisis, ¿ciencia o pseudociencia?: la polémica que divide las opiniones desde hace más de un siglo

La microbióloga y comunicadora científica Natalia Pasternak generó una polémica con su nuevo libro, en el que describe al psicoanálisis como una “pseudociencia”.

Esta descripción provocó acaloradas reacciones en las redes sociales, tanto en contra como a favor de la especialista, que se hizo conocida a nivel popular por sus comentarios durante la pandemia de covid-19.

En su libro “Que Bobagem! Pseudociências e Outros Absurdos que Não Merecem Ser Levados a Sério” (¡Qué absurdo! Pseudociencias y otras tonterías que no merecen ser tomadas en serio) Pasternak y el periodista Carlos Orsi critican también la homeopatía, la astrología y la acupuntura, a las que llaman “falsificaciones de la ciencia”.

Sin embargo, la controversia provocada por Pasternak sobre el psicoanálisis no es nueva: tiene más de un siglo.

Algunos expertos afirman que el trabajo de Freud era completamente pseudocientífico por naturaleza y que los defensores de su teoría hicieron poco por revisarla.

Otros defienden que la eficacia del psicoanálisis puede ser comprobada científicamente.

También destacan que tiene una influencia enorme en la cultura occidental, a pesar de todas las críticas, y que cuenta con muchos adeptos en todo el mundo.

Sigmund Freud en su despacho

Sigmund Freud en su despacho

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Sigmund Freud, el neurólogo austríaco que fue el fundador del psicoanálisis.


Desde sus inicios, a comienzos del siglo XX, ha habido encarnizadas discusiones sobre si el psicoanálisis es o no una ciencia.

Pero, antes de entrar en esa polémica, es preciso entender qué es el psicoanálisis, un método para tratar trastornos mentales y una teoría para explicar el comportamiento humano.

El austríaco Sigmund Freud (1856-1939) es considerado su padre fundador.

Freud creía que los acontecimientos de nuestra infancia tienen una gran influencia en nuestra vida adulta, moldeando nuestra personalidad.

Freud, padre del psicoanálisis

Por ejemplo, en términos simples, la ansiedad originada por las experiencias traumáticas en el pasado de una persona se oculta de la conciencia y puede causar problemas en la edad adulta (neurosis).

Así, cuando nos explicamos nuestro comportamiento a nosotros mismos o a los demás, raramente damos cuenta de nuestra motivación.

Por ello, Freud se abocó a tratar de penetrar ese “camuflaje”, muchas veces sutil y elaborado, que oscurece la estructura de los procesos ocultos de nuestra personalidad.

Freud aseguraba que sus postulados formaban la base de la ciencia de la psicología, que, para él, era una “ciencia natural”.

Karl Popper

Karl Popper

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El filósofo Karl Popper consideraba al psicoanálisis una pseudociencia. 

Uno de los principales críticos de las teorías de Freud fue el austrobritánico Karl Popper (1902-1994).

Considerado uno de los más influyentes filósofos del siglo XX, Popper consideraba al psicoanálisis una pseudociencia por proponer hipótesis que no podían ser refutadas empíricamente, llegando a compararlo con la astrología.

Argumentaba que la ciencia se diferencia de la pseudociencia o la superstición porque se puede demostrar que las hipótesis científicas son falsas por medio de la observación de experimentos.

Popper y el “falsacionismo”

Según el falsacionismo de Popper, cualquier afirmación científica basada en la observación jamás puede ser considerada una verdad absoluta o definitiva.

Popper sostenía que las teorías científicas se caracterizan por implicar predicciones que las observaciones futuras pueden revelar como falsas.

Por ejemplo: en el pasado, como se desconocía la existencia de cisnes negros, se creía que todo cisne era blanco.

Pero, para Popper, no importa si todos los cisnes observados eran blancos, basta con que aparezca uno solo negro para desmontar esa teoría.

Como consecuencia, no podemos afirmar científicamente que “todos los cisnes son blancos”.

Pequeños botes con pastillas homeopáticas

Pequeños botes con pastillas homeopáticas

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La homeopatía no sale bien parada en el nuevo libro de Pasternak y Orsi. 

Cuando se demuestra que las teorías son falsas en vista de tales observaciones, los científicos pueden responder revisando la teoría o rechazándola en favor de una rival, o dejando la teoría tal y como está y cambiando a una hipótesis auxiliar.

En el caso del psicoanálisis freudiano, Popper argumentaba que este, así como otras teorías que describe como no científicas, no hacen ninguna predicción que sea refutable.

En este sentido, por no haber predicciones precisas, estas teorías terminan siendo creadas a medida y proporcionan una supuesta explicación para cualquier comportamiento observado.

Niño en el agua

Para ilustrar su punto, Popper da como ejemplo una situación con dos hombres.

Uno empuja a un niño al agua con la intención de ahogarlo y el otro se lanza al agua para salvarlo.

Según él, el psicoanálisis puede explicar las dos acciones aparentemente contradictorias.

En el primer caso, el psicoanalista puede decir que la acción fue impulsada por un componente reprimido del "ello" (inconsciente) y, en el segundo caso, que la acción resultó de una sublimación exitosa de ese mismo tipo de deseo del "yo" y el "superyo".

En otras palabras: para Popper, independientemente de cómo se comporta realmente una persona, el psicoanálisis puede usarse para explicar ambos comportamientos.

Eso, a su vez, nos impide formular cualquier experimento crucial que pueda servir para refutar el psicoanálisis.

Para Popper, el psicoanálisis era “simplemente inverificable, irrefutable. No había comportamiento humano concebible que lo contradijese”.

Un niño nada en una piscina

Un niño nada en una piscina

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¿Se puede refutar el psicoanálisis?

“Es muy claro. Ni Freud ni Adler (Alfred Adler, psicólogo austriaco fundador de la psicología del desarrollo individual) excluyen la acción de cualquier persona en particular, de cualquier manera particular, sean las que sean las condiciones externas. Si un hombre sacrifica su vida para rescatar a un niño que se ahoga (un caso de sublimación) o si asesina al niño ahogándolo (un caso de represión), no podría ser previsto ni excluido por la teoría de Freud”, escribió en 1974.

“Yo personalmente no dudo de que mucho de lo que ellos (Freud y Adler) dicen es de una importancia considerable y puede desempeñar un día un muy buen papel en una ciencia psicológica que pueda ser puesta a prueba”.

Natalia Pasternak

Natalia Pasternak

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La microbióloga y comunicadora científica Natalia Pasternak desató la polémica.

“Pero eso significa que las ‘observaciones clínicas’ que los analistas creen que confirman su teoría no seandiferentes de las confirmaciones diarias que encuentran los astrólogos”, añade.

Popper, por otro lado, señaló que muchas veces hay propósitos legítimos para postular teorías no científicas.

Él decía que las teorías que comienzan como no científicas pueden luego volverse científicas a medida que encontramos métodos para generar y comprobar predicciones específicas basadas en esas esas teorías.

Criticando al crítico

A lo largo de los años, la validez científica del psicoanálisis fue cuestionada por otras figuras prominentes como el psicólogo Steven Pinker, el lingüista Noam Chomsky, el biólogo evolutivo Stephen Jay Gould o el físico Richard Feynman.

Algunos profundizaron en la obra de Freud, diseccionando lo que consideraban sus deficiencias, como 
el filósofo germano-estadounidense Adolf Grünbaum (1923-2018).

Su libro “Los fundamentos del psicoanálisis: una crítica filosófica” (1984) lo volvió mundialmente famoso.

En ese momento, su trabajo fue visto como un punto de inflexión en el debate sobre el psicoanálisis y considerado por algunos críticos de Freud como una “obra maestra”.

Freud creía que solo el psicoanálisis podía producir efectos terapéuticos.
 
Un hombre en un diván.

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Curiosamente, Grünbaum era un crítico de Popper antes de volverse crítico de Freud.

La verdad es que gracias a Popper, Grünbaum se empezó a interesar por Freud.

Esto se debe a que tanto en la teoría como en la práctica, dice Grünbaum, Freud entendía y aceptaba la falsabilidad de Popper.

“El primer ímpetu para mi investigación sobre los méritos intelectuales de la empresa psicoanalítica”, escribió, “provino de mis dudas sobre la filosofía de la ciencia de Karl Popper”, en alusión a la falsabilidad.

Grünbaum también sostuvo que el padre del psicoanálisis practicaba lo que predicaba: en varias ocasiones, Freud abandonó sus ideas porque eran empíricamente insostenibles.

Portada del libro La interpretación de los sueños de Freud

Portada del libro La interpretación de los sueños de Freud

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"La interpretación de los sueños" es uno de los libros más conocidos de Freud.


En otras palabras, en opinión de Grünbaum, Freud actuó exactamente como dice la teoría de Popper, abandonando las posturas teóricas cuando los hechos las contradecían.

Pero, en su opinión, el problema del psicoanálisis estaba en lo que llamó el “argumento de la adecuación”.

En síntesis, Grünbaum criticaba a Freud por creer que solo el psicoanálisis podía producir efectos terapéuticos.

Según él, los pacientes no son fuentes confiables para descubrir qué “funciona” realmente para curar sus trastornos.

Otro lado

Muchos expertos sostienen que algo merece ser considerado una ciencia cuando predomina la consideración de los datos, que están disponibles para todas las partes interesadas, y cuando la teoría está basada en datos y cambia en respuesta de nuevas observaciones.

Esa es una visión más tradicional.

De acuerdo a este punto de vista, el progreso de la teoría es acumulativo, y el modelo original puede servir de base para modelos más nuevos.

Las afirmaciones deben también basarse en evidencias y no en la autoridad.

“El psicoanálisis, por otro lado, está basado principalmente en postulados pseudocientíficos que son inherentemente no refutables”, explica Anna Järvinen, psicóloga clínica, neuropsicóloga y terapeuta de tradición no psicoanalítica/psicodinámica en un artículo publicado en la la revista británica The Skeptic.

Cartel de la película "Spellbound"
Cartel de la película "Spellbound"

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La película de 1945 de Alfred Hitchcock "Spellbound" ("Cuéntame tu vida" en América Latina o "Recuerda" en España) se centra en el psicoanálisis.


En entrevista con la BBC, dice que las reacciones acaloradas sobre si el psicoanálisis es o no una ciencia “se deben, por lo menos en parte, al hecho de que, a pesar de sus deficiencias bastante debatidas y delineadas, en la psicología continúa teniendo una presencia bastante prominente, al menos en el ámbito clínico.

“Muchos encuentran esto incómodo y francamente amenazante, debido a que, posiblemente, la teoría de Freud no es fácil de entender en un sentido intelectual (y muy pocos han leído sus textos de primera mano), y toca áreas muy sensibles”, añade Järvinen, quien cuenta con un doctorado en Psicología del Goldsmith College de la Universidad de Londres.

Según Järvinen, “el psicoanálisis es extremadamente poderoso. El paciente suele ser colocado en la posición de objeto, y los tratamientos suelen ser vistos como misteriosos y hasta oscuros”.

“Dado que es algo de difícil comprensión, los psicoanalistas son vistos a veces como ‘elitistas’ por diferentes profesionales de la salud mental. Tampoco ayuda que existan algunos grupos o cultos de practicantes que asumen una actitud muy poco crítica en relación a la obra de Freud”, añade.

Provocador

“Los factores mencionados hacen que la teoría de Freud sea altamente provocadora/evocadora emocionalmente, y las personas reaccionan naturalmente con una actitud defensiva”.

“Además, en esta era de modelo médico y tratamientos basados en evidencia, muchos encuentran probablemente incompresible el que se le preste tanta atención al psicoanálisis. Sin embargo, el tratamiento continúa beneficiando a muchos”, concluye.

Aunque, como muchos otros psicólogos, Järvinen no considera al psicoanálisis una ciencia, advierte que los tratamientos médicos comprobados científicamente “no siempre llegan a los niveles más profundos de la psique y carecen de la flexibilidad necesaria”.

Freud leyendo el periódico

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La obra de Freud "hoy en día es leída mayormente en los departamentos de humanidades", según Stefan Marianski, de la Casa Museo Freud en Londres.

“Necesitamos una amplia variedad de opciones de tratamiento para abordar la enorme heterogeneidad de la población humana y sus diversos síntomas, e indiscutiblemente, el psicoanálisis es una opción útil”, destaca.

Järvinen también apunta a que es “extremadamente importante” ubicar a la teoría de Freud en su contexto cultural -él vivió y creció en el mundo sexista, racista e imperialista del siglo XIX, en una privilegiada Viena, y eso con certeza se refleja en su teoría. Sin embargo, él estaría actualizando su teoría si pudiese ver la evolución de la psicología”.

“Sin embargo, en mi opinión, la contribución de Freud al campo de la psicología es irrefutable”, concluye.

Concepto “no uniforme”

Para Érico Andrade, psicoanalista, filósofo y profesor de la Universidad Federal de Pernambuco, en Brasil, el concepto de ciencia “no es uniforme”.

“La misma concepción de la ciencia va a variar a lo largo de la historia. El ataque al psicoanálisis se basa en un modelo estrictamente empírico de evidencia científica, demostrable en términos de observación en el laboratorio”, dice.

“La idea de empirismo también esta asociada en este contexto a algo que podemos mostrar en términos físicos, es decir, la evidencia es de orden material”, añade.

“Con el advenimiento de las Ciencias Humanas, hay una reelaboración de la concepción misma de la evidencia. La evidencia empírica ya no está más en el plano material, sino en la observación del comportamiento humano a partir de análisis sociológicos, antropológicos, etc. El psicoanálisis deja de girar en torno a la conexión con la psiquiatría y la neurociencia y pasa a dialogar más con las Ciencias Humanas”, dice.

“Cuando se dice que el psicoanálisis no es una ciencia, hay una mala interpretación de la producción de las Ciencias Humanas. Y, peor, cuando se dice que el psicoanálisis es una pseudociencia, se plantea la idea de que sus efectos se basan en cosas mágicas y misteriosas, que no tiene nada que ver con la reflexión que el propio psicoanálisis propone”.

En opinión de Andrade, el psicoanálisis no se postula como “la única verdad, una solución trascendental, ni como mecanismos inmateriales. Tampoco como una sustancia física que puede cambiar al ser humano”.

Una mujer sostiene la representacion en plástico de un cerebro

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El cerebro sigue escondiendo muchos misterios.

La base del psicoanálisis es la idea de que, por un proceso de análisis personal, llegar a comprender mejor nuestro deseo tiene implicaciones en nuestra vida, porque parte de nuestro sufrimiento está vinculado a cuestiones psíquicas y no de orden material”.

En una entrevista con el periódico Folha de S.Paulo, Ana Cláudia Zuanella, directora de Febrapsi, (Federación Brasileña de Psicoanálisis), defendió esta disciplina como una ciencia.

“No es una ciencia dura, que implica refutaciones por medio de la replicabilidad, sino que es una ciencia que engloba un conjunto de conocimientos sólidamente establecidos a través de investigaciones clínicas y una infinidad de debates teóricos”, señaló Zuanella.

A juicio de la experta, el psicoanálisis “ha demostrado incesantemente su eficacia no en el interior de los laboratorios, sino dentro del sujeto”.

Problemas de metodología

Para Martin Hoffmann, investigador del Departamento de Filosofía de la Universidad de Hamburgo, en Alemania, “incluso si el propio Freud consideraba al psicoanálisis como una teoría científica válida, su propia metodología de investigación enfrenta serios problemas”.

“Pero, contrariamente a la crítica de Popper, no se puede negar que muchas de las afirmaciones de la teoría psicoanalítica son empíricamente comprobables y que, desde la década de 1950, existe un notable cuerpo de evidencia que cumple con los estándares de investigación científica con el objetivo de confirmar las afirmaciones teóricas centrales del psicoanálisis y la eficacia de la terapia psicoanalítica”, escribió en un artículo publicado en 2017.

Por lo tanto, desde el punto de vista metodológico, “el psicoanálisis actual es sin duda una ciencia”.

“Pero, al mismo tiempo, es una pregunta abierta si el esfuerzo científico para confirmar los postulados centrales del psicoanálisis tendrá éxito”.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

Las frases de Óscar Puente a Feijóo: “Quiere crear un delito de deslealtad institucional.

 

 El diputado socialista centra su discurso en atacar al candidato a la investidura por sus incoherencias. “Pierdan toda esperanza de quebrar a este PSOE”, le ha dicho en su réplica.

Pedro Sánchez ha dejado en manos de su compañero de partido Óscar Puente la réplica del PSOE a la intervención de Alberto Núñez Feijóo en el debate de investidura. Y el exalcalde de Valladolid ha aprovechado la oportunidad para atizar al líder del PP, al que ha calificado de “candidato a jefe de la oposición”. Un discurso en el que ha recuperado las incoherencias en sus discursos desde que encabeza el partido y le ha reprochado sus apelaciones al cumplimiento de la Constitución mientras mantiene el Consejo General del Poder Judicial bloqueado desde hace más de cinco años. “Vino usted a derogar el sanchismo y acabará siendo el derogador derogado”, ha vaticinado.

Sánchez encarga a Puente “retratar” a Feijóo: “¿Por qué tiene usted más derecho a ser presidente que yo alcalde?”

MÁS
“De ganador a ganador”
Puente ha subido a la tribuna por sorpresa en una intervención de la que habitualmente hacen uso los principales líderes de los partidos. Y una de las primeras cosas que le ha reprochado a Feijóo ha sido su insistencia a la hora de defender que gobierne la lista más votada. Puente le ha recordado que él también ganó las elecciones hace poco, en las autonómicas y municipales, pero no pudo gobernar por un pacto entre PP y Vox.

“¿Cómo es eso de ganador de las elecciones? Lo de la lista más votada. No acabamos de cogerlo. Lleva más de dos meses apelando a la lista más votada como argumento único para exigir la presidencia. Me ha sucedido igual que a usted. Fui el más votado en las elecciones de Valladolid y una coalición de su partido y Vox me relegó a la oposición”, le ha dicho.

Y a continuación, ha repasado todas las veces que el PP pactó con otros partidos para gobernar a pesar de haber perdido las elecciones. “Eso que ustedes han venido a llamar una coalición de perdedores, una expresión que acuñaron en 2015 y en 2019 empezaron a abandonar, cuando esas coaliciones las empezaron a protagonizar ustedes. Juanma Moreno, Ayuso, Almeida o Mañueco, que llegó en 2019 a lomos de una coalición de perdedores y fue precursor de los pactos con la ultraderecha”, ha dicho.

“Si hay una cosa por la que pasará usted a la historia es por haber resuelto el dilema que le dejó pendiente el señor [expresidente del PP Pablo] Casado. Asociarse con la extrema derecha o aislarla. (…)”, ha recordado Puente, quien ha acusado a Feijóo de decidirse sin “ningún esfuerzo” a favor de pactar con Vox. “Se estrenó como presidente del PP aprobando por primera vez en la historia de la democracia la entrada de la ultraderecha en un Gobierno autonómico, el de Castilla y León”.

“Llevan cinco años fuera de la democracia”
El diputado socialista ha recordado después los llamamientos de Feijóo al cumplimiento de la Constitución. “Señor candidato a jefe de la oposición. Ha trufado su discurso de frases solemnes. Fuera de la Constitución no hay democracia. Llevan cinco años ustedes fuera de la democracia. Tantos años como llevan negándose a renovar el Consejo General del Poder Judicial”, ha dicho. Cuando llegó Feijóo a la sede de Génova estuvo a punto de firmar un pacto con el PSOE para la renovación de ese órgano, pero cambió de opinión tras una serie de editoriales en la prensa conservadora y las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso contra un pacto como ese.

Puente también se ha referido a una de las novedades que ha incorporado Feijóo en su discurso de investidura, la creación de un nuevo delito de “deslealtad institucional”. “Entre frase y frase solemne ha anunciado que va a crear un nuevo delito de deslealtad institucional. Tenga cuidado, igual el primer imputado sería usted”, le ha dicho.

“El PP de Galicia, retratado en Fariña”
El parlamentario socialista también ha recuperado una de las principales sombras de la trayectoria de Feijóo: su relación con el narcotraficante Marcial Dorado, después de la publicación de unas fotos en las que se los ve veraneando juntos. “Es usted del PP 'pata negra'. Del PP más rancio. Forma parte usted del PP de Galicia, esa gran familia retratada en Fariña. Intentó esconder su relación con un narco cultivada durante ocho años, cuanto tenía responsabilidades políticas”, le ha espetado.

“Trató de hacer creer a toda España que en 1995 no se sabía lo que se sabía en toda Galicia y buena parte de España desde 1990. Sorprende pensar que a alguien se le ocurrió pensar que era buena idea promoverle a candidato a presidente del Gobierno con semejante baldón”, ha insistido Puente.

“Pierdan toda esperanza de quebrar a este PSOE”
Otro de los ejes del discurso de Puente contra Feijóo ha sido el de las llamadas del PP a una rebelión en el PSOE contra la investidura de Pedro Sánchez. “La mayor parte de su actividad ha consistido en alentar una rebelión en el PSOE y un nuevo Tamayazo, esta vez en esta cámara”, ha argumentado Puente. “Pierdan toda esperanza de quebrar a este PSOE. A este PSOE que tanto les molesta”, les ha advertido.

También ha abordado las críticas de algunos socialistas contra la actual dirección del partido, como Felipe González o Alfonso Guerra. “Puede que este partido no sea el mismo que el de hace 30 años. Si hace 30 años le decían y le hacían exactamente lo mismo, aunque a algunos de los que lo dirigían entonces parece que se les ha olvidado”, ha dicho. “Puede que tampoco este PSOE sea el mismo de hace 30 años porque para vivir 150 hay que evolucionar. No pierdan el tiempo buscando traidores para pasearles por tertulias. Ninguno es ya representativo de este PSOE porque este PSOE ya se blindó hace años contra cualquier injerencia externa de su proceso de toma de decisiones”, les ha reclamado.

“Este PSOE no es de sus dirigentes antiguos o actuales, es de sus militantes”, ha cerrado.

Puente también ha preguntado a Feijóo por qué cuestiona la posible negociación de una amnistía con los partidos independentistas catalanes, cuando ejecutivos del PP han mantenido negociaciones similares en el pasado. “Ustedes fueron capaces de hablar catalán, aunque fuese en la intimidad”, ha afirmado en referencia a las conversaciones entre José María Aznar y Jordi Pujol, “y de cerrar pactos con los nacionalistas incluso cuando no necesitaban los votos”.

El diputado socialista también ha recordado las negociaciones con la banda ETA: “¿Estaba eso en el programa con el que concurrió el señor Aznar a las elecciones del 96?” y ha argumentado que los políticos del PP “lo hicieron por la paz; había que intentarlo y lo intentaron”, ha afirmado Puente.

Transcripción íntegra de la intervención de Óscar Puente durante la sesión de investidura de Feijóo


El responsable de economía del PP no tiene idea de economía

El vicesecretario y responsable de economía del Partido Popular, Juan Bravo Laguna, acaba de publicar un video (aquí) en el que demuestra que no tiene ni idea de economía. No se pueden decir más barbaridades en menos tiempo.

Dice Juan Bravo: «Debemos aplicar esa sabiduría popular, eso que todos hacemos en nuestras casas, a las cuentas públicas… no gastar lo que no se tiene».

Es una barbaridad porque la naturaleza y la función económica de los hogares y las del Estado de ninguna manera se pueden comparar. Las diferencias principales son muy fáciles de entender y las sabe cualquiera que haya estudiado primero de economía: el Estado se puede endeudar a eternidad, algo que nunca podrá hacer una familia; un Estado puede disponer de su propia moneda, de modo que se podría endeudar consigo mismo, lo cual no supone el mismo problema que hacerlo con un tercero; cuando el Estado gasta, crea sus propios ingresos; el gasto que realiza el Estado se convierte automáticamente en una cantidad mayor de renta para el resto de la economía… En contra de lo que dice Juan Bravo, aplicar el criterio del gasto familiar al Estado llevaría a la ruina de cualquier economía.

Es también una barbaridad promover la reducción de todo tipo de gasto del Estado. El que realiza en inversión es imprescindible, literalmente imprescindible, para que haya inversión y beneficio privados. Prácticamente ni una sola empresa privada obtendría ganancias sin inversión pública y sin el gasto del Estado en bienes y servicios públicos. La barbaridad no es que el Estado se endeude, como dice Bravo, sino que deje de hacerlo y que, por esa causa, no se cree el capital necesario para que la economía funcione. La barbaridad sería no endeudarse y financiar gastos o inversiones que van a crear riqueza durante un largo plazo con dinero actual.

Por todo ello, son las políticas de recortes que el PP defiende las que más deuda han generado siempre y siguen generando.

Por otro lado, el responsable de economía del PP demuestra ser muy ignorante o muy cínico cuando achaca la deuda pública española a la izquierda. Su peso en el PIB aumentó una media anual de 2,4 puntos porcentuales con los gobiernos de Felipe González, 3 con Zapatero y 4,4 con los de Rajoy. Es verdad que bajó casi 14 puntos con Aznar, pero no por gastar menos, sino por computar en esos años los ingresos por la venta de las grandes empresas públicas españolas. ¿Y acaso le parece mal que el de Pedro Sánchez se endeudara en mayor medida para hacer frente a la pandemia, como hicieron todos los gobiernos del planeta? ¿Qué hubiera hecho el PP, dejar que se hundieran miles de empresas españolas?

Olvida Bravo otra realidad: han sido municipios de derechas los que más han aumentado la deuda en España, mientras que los de izquierdas han tenido que reducirla. Deja también a un lado algo fundamental: la deuda no es un gusto de quien pide prestado, sino un negocio de la banca que aumenta por la influencia que esta última tiene y que se convierte en una esclavitud para los endeudados.

También se equivoca o miente Bravo con otra cuestión: achaca a Pedro Sánchez el mayor crecimiento de la deuda de la Seguridad Social cuando lo cierto es que en los dos últimos años de Rajoy se multiplicó por 2 y por 1,4 en los dos primeros del socialista, hasta que la pandemia provocó la crisis. Y engaña Bravo de una manera vergonzosa cuando, hablando de esto último, dice «no nos han dado nada. Todo está en deuda». ¿Las pensiones y las demás prestaciones que proporciona la Seguridad Social a los españoles son «nada»? Es cierto que el conjunto de los españoles se ha endeudado para financiar todo ello, pero eso no es despilfarro, se llama solidaridad. Lo que hay que hacer es encontrar más ingresos, no acabar con las pensiones o la sanidad pública y las prestaciones sociales, como hace el Partido Popular, por cierto, sin decírselo claramente a la gente.

A la ignorancia de Bravo se une la demagogia y critica que Pedro Sánchez viaje acompañado de asesores a las cumbres internacionales. ¿Dejaría el PP que Feijóo, que ni siquiera sabe expresarse en inglés, fuese solo a esas reuniones? ¿Viajan solos otros líderes internacionales, o van acompañados de más gente cuanto más poderosos o influyentes son?


Ignorancia, demagogia y engaño a los españoles. El cóctel explosivo de quienes alardean de honestos y patriotas.

martes, 26 de septiembre de 2023

_- Huevos al plato: cinco maneras de preparar una solución fácil para cenas

_- Verdes, estilo tex-mex, con pisto, con longaniza y setas... Todos estos huevos se preparan diferente, pero te solucionan igual cualquier comida sin matarte en la cocina. Requisito imprescindible: un buen pan para mojar.

Huevos al plato
El pan es innegociable

Huevos al plato verdes 
Tiempo: 12 minutos 
Dificultad: Facilísima 
Ingredientes 
Para 2 personas 
½ cebolla 
2 puñados de espinacas 
3 hojas de acelga 
3 cucharadas de pesto 
2 dientes de ajo 
Aceite de oliva virgen extra 
Sal 
Pimienta 
1 cucharada de piñones 
4 huevos 

Instrucciones 
1. En una sartén calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Picar la cebolla en dados pequeños y cocinar hasta que coja color. Añadir un poco de sal, el ajo picado y cocinar dos minutos más. 2. Añadir las espinacas, las hojas de acelga picadas y cocinar con la tapa durante tres minutos más. 
3. Añadir el pesto, dos cucharadas de agua y pimienta. Cocinar un minuto más. 
4. Cascar los huevos uno por uno en un bol pequeño y añadirlos a la sartén. Poner la tapa y cocinar a fuego medio durante cuatro minutos. 
Servir. 

Huevos al plato con chili con carne 
Tiempo: 50 minutos 
Dificultad: La de esperar a que se cocine el chile con carne 

Ingredientes 
2 personas 
150 g de carne picada 
100 g de tomate triturado 
½ cebolla 
1 zanahoria 
100 g de alubias negras 
2 cayenas secas (o al gusto) 
Aceite de oliva virgen extra 
Sal 
2 cucharadas de cilantro fresco 
2 cucharadas de maíz cocido 
4 huevos 

Instrucciones 
1. En una sartén amplia sofreír la carne picada con un poco de aceite y sal hasta que coja color. Consejo Prepara más chili con carne y úsalo en otros platos o congélalo 
2. Retirar y en la misma sartén añadir las cayenas, la cebolla y la zanahoria picadas en trozos pequeños. 
3. Cuando la cebolla coja color añadir el tomate triturado y la carne, dejar cocinar durante 30 minutos. 
4. Añadir las alubias negras, remover bien, corregir de sal y hacer cuatro huecos para colocar los huevos. 5. Cascar los huevos y añadirlos a la sartén. Tapar y cocinar cuatro minutos a fuego medio. 

Servir con el cilantro picado y el maíz cocido por encima. 

Huevos al plato con pisto clásico de verduras 
Tiempo: 50 minutos 
Dificultad: La de cocinar el pisto (pero vale la pena) 

Ingredientes 
2 personas 
½ cebolla 
½ pimiento rojo 
2 tomates 
½ pimiento verde 
⅓ berenjena 
⅓ calabacín 
Aceite de oliva virgen extra 
½ cucharada de azúcar 
2 dientes de ajo 
Sal 
½ cucharadita de pimentón 
½ cucharadita de comino 
4 huevos 

Instrucciones 
1. Picar todas las verduras en trozos de un centímetro aproximadamente. En una sartén sofreír la cebolla y los pimientos con un poco de sal. Consejo Para optimizar el tiempo y la energía empleados, recomendamos hacer cuatro u ocho veces más pisto, que tiene aplicaciones culinarias casi infinitas 
2. Cuando la cebolla esté translúcida añadir la berenjena. Cocinar unos siete minutos, añadir el calabacín y un poco más de sal. Cocinar tres minutos más y añadir los tomates pelados y picados. 
3. Añadir el azúcar y dejar cocinar durante 20 minutos removiendo de vez en cuando. Cascar los huevos y añadirlos al sofrito, haciendo cuatro huecos en este. Tapar y cocinar durante cuatro minutos. 
4. En una sartén aparte calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra junto con los dos dientes de ajo cortados en láminas. Cuando empiecen a tostarse retirar la sartén del fuego y añadir el comino, el pimentón y un poco de sal. 
Verter el sofrito sobre los huevos recién hechos con una cuchara. 


Huevos al plato con nata, gorgonzola y bacon 
Tiempo: 20 minutos 
Dificultad: La de no comerse el bacon solo mientras esperas 

Ingredientes 
2 personas 
50 ml de nata para montar 
½ cebolla 
⅓ de puerro 
50 g de gorgonzola 
30 g de bacon 
Pimienta negra 
Sal 
1 cucharada de mantequilla 
4 huevos 

Instrucciones 
1. Picar el bacon en trozos pequeños, colocarlos en una sartén fría y ponerla a fuego medio, para que se vaya haciendo poco a poco y sacando la grasa. 
2. Cuando el bacon esté bien tostadito, retirar y añadir a la sartén la mantequilla. Picar la cebolla y el puerro en trozos pequeños y añadir a la sartén. Cocinar con la tapa durante siete minutos. 
3. Añadir la nata, el gorgonzola en trozos y una cantidad generosa de pimienta negra. Cocinar durante otros cinco minutos, añadir los huevos cascados, tapar y cocinar durante cuatro minutos. 

Servir con el bacon crujiente por encima. 

Huevos al plato con longaniza y setas 
Tiempo: 20 minutos 
Dificultad: Hay que abrir una longaniza 

Ingredientes 
2 personas 
200 g de longaniza 
250 g de setas variadas (champiñones, rebozuelos, boletus…) 
½ cebolla 
50 g de nata para cocinar 
Sal 
Pimienta negra 
4 huevos 

Instrucciones 
1. Abrir la longaniza y retirar la tripa. En una sartén freír en un poco de aceite la carne hasta que quede muy tostada. 
2. Retirar la longaniza y en la misma sartén sofreír la cebolla cortada en trozos muy pequeños. Cuando esté bien dorada, retirarla de la sartén. 
3. Añadir las setas cortadas en trozos medianos a fuego alegre. Cocinar durante dos minutos, añadir una cucharada de aceite y cocinar dos minutos más, hasta que cojan un poco de color. 
4. Incorporar la longaniza y la cebolla, añadir la nata, un poco de sal y pimienta negra. Dejar cocinar durante tres o cuatro minutos. 
Añadir los huevos cascados, tapar y cocinar cuatro minutos. 

El huevo, cuestión de técnica 
Un merengue se elabora con apenas dos ingredientes –claras de huevo y azúcar–, pero requiere de un juego de temperatura muy exacto para que esa textura aireada se mantenga compacta y uniforme. 
Unas natillas, pese a ser el postre más elaborado por las abuelas de este país, puede acabar fácilmente en una tortilla deconstruida con sabor a vainilla si no se remueve con saña y se controla que la mezcla no supere los 65ºC. Pero no hace falta irse tan lejos, sus formatos más básicos también exigen precisión. Unos huevos revueltos son el mejor ejemplo: es el desayuno más simple que puede haber, pero para conseguirlos realmente cremosos se necesita una paciencia inquebrantable, ya que hay que cocinarlos a fuego muy bajo sin parar de remover, tarea que puede alcanzar los quince minutos. 
Los clásicos Benedict tienen su dificultad, y es que para hacer un huevo escalfado, se han estrellado antes muchos huevos (y todos ellos sin patatas). 
Hasta un huevo frito tiene su misterio, porque no hay cosa peor que un huevo frito al que vas a hincarle el pan y, en vez de chorrear la yema obscenamente por el plato, aparece cuajada. Es cierto que, una vez los preparas bien y entiendes cuál es el método para obtener una clara cocida y una yema cruda, la clave para obtener la puntillita del huevo frito o la potencia del fuego para que no se cuajen los revueltos, siempre quedan perfectos.

lunes, 25 de septiembre de 2023

Una conversación con el escritor Alejo Brignole. De la Bomba Nuclear sobre Nagasaki a «Oppenheimer»

Fuentes: Correo del Alba



Bastaron unos pocos días para que la película “Oppenheimer” desbordara las taquillas de los cines en todo el mundo, llegando, al momento de realizar esta entrevista, a 400 millones de espectadores.

Con esa excusa entrevistamos al escritor argentino Alejo Brignole, quien año a año promueve el 9 de agosto como el Día Internacional de los Crímenes Estadounidense contra la Humanidad.

Brignole es miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH) y entre sus obras destacan de crítica social como La merienda del Diablo, Ensayos como el Manual de guerra del buen latinoamericano y la novela histórica La Logia del tonel de brandy, entre otras.

Cada 9 de agosto, tú, Atilio Boron, Stella Calloni, Telma Luzzani y otros, junto a la REDH nos invitan a conmemorar el Día Internacional de los Crímenes Estadounidense contra la Humanidad. ¿Cuál es la importancia de esta jornada?

Es importante porque el modelo de mundo actual es, como decía el psicoanalista Erich Fromm –muerto en 1980–, un modelo necrófilo, autodestructivo y peligroso para la continuidad humana. A lo largo de los años, y sobre todo en las últimas tres décadas, los Estados Unidos han promovido un retroceso inadmisible en los códigos de la convivencia internacional, desconociendo e ignorando cientos de resoluciones de las Naciones Unidas (que es, por otra parte, un organismo colonizado y controlado por Washington). Sus acciones y premisas buscaron, entre otras cosas, degradar el principio de garantía jurídica como un derecho humano básico inalienable y universal. Por esto es importante que todas las personas apoyen, promuevan y difundan este día con las herramientas comunicacionales que tengan a su alcance y colaborar en la toma de conciencia mundial del peligro que significan los Estados Unidos para la continuidad de una civilización más justa, con respeto a la vida humana y la fraternidad entre los pueblos.

En los últimos días la cartelera de cine se ha removido con «Oppenheimer» y el famoso Proyecto Manhattan que dio inicio a la Era Nuclear, ¿qué opinión te merece el que temas como estos lleguen a la pantalla grande?

No he visto aún el filme (lo tengo en agenda) y no puedo todavía opinar sobre el enfoque sutil de la película. En general celebro que estas grandes reflexiones tomen formas de divulgación masiva, incluso en el área del entretenimiento, pero también es verdad que tengo una natural desconfianza cuando los productos vienen de la propia matriz cultural hegemónica. Que la película “Oppenheimer” esté en todos los cines de América Latina tiene, por principio, toda mi duda. El sistema es funcional a sí mismo y sabe filtrar lo incómodo, o bien permite pequeñas incomodidades que tiene un efecto placebo y narcotizante sobre las masas, que creen ver un testimonio humanista cuando en realidad son consumidores de verdades a medias dosificadas muy estratégicamente. Pero reitero: no he visto la película y quizás no sea el caso que describo.

Una de las escenas más crudas del filme es cuando las autoridades de los Estados Unidos escogen «al azar» y hasta bromeando la ciudad que sería blanco de la bomba atómica, ¿por qué Washington decidió lanzar dos bombas sobre civiles de un país aparentemente ya rendido? ¿Cuánto de eso refleja una sicología «criminal» del imperialismo yanqui?

Estas preguntas son en extremo interesantes por varias razones. La primera, porque, tal como conceptualizó Hannah Arendt en la década de 1960, el mal es siempre banal. Es decir, despreocupado y lábil, por tanto superficial. Y cuando el mal es expresado en poderes impregnados de fatuidad, el daño puede ser absoluto y además ejercido con total banalidad, que es la premisa de la filósofa alemana.

Sobre las razones de Washington para bombardear nuclearmente en dos ocasiones a un país virtualmente vencido, hay muchas explicaciones y lecturas posibles ya muy debatidas por la historiografía y todas válidas. En primer lugar, Japón era una nación profundamente arraigada en creencias místicas e históricas más bien irreductibles, lo cual la convertía en una nación poco dada a relacionar causas y efectos en un contexto de guerra total. Creían que su emperador, Hirohito, su Teno, era un ser divino y por tanto intocable y al cual había que defender hasta las últimas consecuencias. Esta perspectiva que los norteamericanos conocían, reforzaba la idea de que Japón debía ser traumatizado de manera contundente y llevado a un shock colectivo pleno. Aunque esta no fue la principal motivación para Washington. También había una necesidad de experimentación científica y militar del aparato industrial estadounidense y la oportunidad de poder ver los efectos reales sobre poblaciones humanas de una bomba atómica. Para los científicos y altos mandos estadounidense era una ocasión imperdible y, como era de esperar, no la desperdiciaron. Y aquí regresamos a la premisa de Hannah Arendt: el mal como una fuerza banal e irresponsable, dispuesta a todo.

“Harry Truman, el presidente que autorizó el uso nuclear sobre Japón, era un genocida doctrinal, una psicópata funcional que no tuvo reparos en hacer esa demostración de fuerza brutal sobre todo un pueblo, y además repetir el experimento tres días más tarde sobre Nagasaki”

Por último, estaba la cuestión soviética, la carrera armamentista y la creciente disuasión mutua como una jugada de ajedrez. Estados Unidos necesitaba demostrar a la Rusia comunista su gran poder destructivo y capacidad de devastación. Recordemos que la URSS detonó su primera bomba nuclear en 1949, cuatro años después que Hiroshima. Y aunque era 20 veces más potente que la primera bomba estadounidense, esa tecnología llegaba tarde. Harry Truman, el presidente que autorizó el uso nuclear sobre Japón, era un genocida doctrinal, una psicópata funcional que no tuvo reparos en hacer esa demostración de fuerza brutal sobre todo un pueblo, y además repetir el experimento tres días más tarde sobre Nagasaki. Las propias cartas de Harry Truman a su novia cuando este servía en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, hablan de la naturaleza psicopática del individuo. En esa carta habla de matar a niños alemanes y de arrancar cabelleras germanas para llevárselas como trofeo. Presidentes como Taft, Teddy Roosevelt, Truman, Nixon, Reagan o Trump (solo por citar algunos) resultan claros ejemplos sobre cómo la “psicopatía del conjunto” toma formas personales.

En la cinta “Oppenheimer” se aprecia el estrecho vínculo entre ciencia-política, la subordinación de aquella a la seguridad nacional. ¿Cómo funciona el imperialismo en ese sentido?

Claramente no podría entenderse una continuidad imperialista, una hegemonía exitosa, sin los aspectos técnico-científicos que permitan esa continuidad. Esto es así desde la antigüedad. El predominio romano estaba sustentando, en buena medida, en la eficacia de sus armas, de sus tácticas y logísticas. La ciencia naval desarrollada por Gran Bretaña en el siglo XVIII le permitió su predominio en los mares, mientras que los conocimientos de artillería y tácticas militares en tierra le permitieron a Napoleón dominar toda Europa. Los estrechos vínculos entre tecnología y dominación son indiscutibles. Algo que, por otra parte, ya analizó muy extensamente el filósofo alemán Herbert Marcuse en la década de 1960. Cuando Marcuse señala en su libro El Hombre Unidimensional, publicado en 1964 (que fue calificado como el libro más subversivo del siglo XX): “la dominación tiene su propia estética, y la dominación democrática tiene una estética democrática”, lo que estaba marcando era el carácter oculto de la alienación capitalista que se sirve de la tecnología como vía de sometimiento, mutilando al hombre en una sola dimensión regida por el consumo y la producción, junto a las necesidades ficticias que esta crea. Pero yendo más específicamente a su pregunta entre las relaciones Estado, desarrollo tecnológico y hegemonía, lo que está claro es que ningún avance científico radical puede quedar a la deriva o en manos privadas. Ningún Estado hegemónico lo permitió ni lo permitirá nunca.

Asimismo, hay un viejo debate de cómo los adelantos científicos en las superpotencias capitalistas pasan a la defensa para pronto aplicarse en la esfera de la producción o servicios. Algo que confirmaría el estrecho vínculo entre grandes capitalistas y poder político. ¿Cuán desventajosamente nos encontramos en ese campo y en esa dinámica?

Podría dar múltiples ejemplos sobre estas relaciones de lo político y las corporaciones capitalistas. La propia Conferencia de Berlín de 1885, en donde las potencias europeas se repartieron África como si fuera un queso, fue muy elocuente sobre estas relaciones. El poder económico famélico de las riquezas africanas, de sus recursos, operaba a través de las monarquías y los Estados para la obtención de lucro y la expansión económica privada. Por supuesto, eso nunca resulta inocuo. Las tensiones generadas en África colonial fueron las que desembocaron en la Gran Guerra de 1914.

También lo vemos en el desarrollo de algunos acontecimientos inaugurales de este siglo XXI: la guerra de Irak, que no solo produjo un genocidio entre el pueblo iraquí, sino que barrió con los derechos de millones de estadounidenses y ciudadanos de todo el mundo, solo para satisfacer a las élites petroleras y al complejo militar-industrial norteamericano, que hacia el final de la guerra tenía más soldados privados que regulares en el campo de batalla. La privatización de la guerra, en definitiva. Y si hablamos de la sinergia entre militarismo y corporaciones económicas, creo que hay un testimonio histórico que es elocuentes por sí mismo. Y es el discurso de despedida del presidente Dwight Eisenhower, el 17 de enero de 1961. En él se refirió a los peligros inherentes de doblegarse a la pulsión armamentista inducida por el propio complejo industrial ligado al Pentágono y su influencia sobre generales y altos mandos militares, conformando ambos (empresas y Ejército) un verdadero centro de poder tras las instituciones democráticas. En aquella oportunidad, Eisenhower dijo (y permítame leer la cita): “en los consejos de gobierno debemos evitar la compra de influencias injustificadas, ya sean buscadas o no, por el complejo industrial-militar. Existe el riesgo de un desastroso desarrollo de un poder usurpado y [ese riesgo] se mantendrá. No debemos permitir nunca que el peso de esta conjunción [industrial y militar] ponga en peligro nuestras libertades o los procesos democráticos”.

“La Guerra de Cuarta Generación ya está aquí, y eso incluye medios de prensa, ataques cibernéticos, guerra cultural y manufactura de consensos, guerra bacteriológica (pandemias), financiación de opositores y desestabilización económica”

Hay también un pequeño texto muy famoso del general estadounidense Smedley Butler, escrito en 1935, donde confiesa: “he servido durante 30 años y cuatro meses en las unidades más combativas de las Fuerzas Armadas estadounidenses: en la Infantería de Marina. Tengo la sensación de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente calificado al servicio de las grandes empresas de Wall Street y sus banqueros. En otras palabras, he sido un pandillero al servicio del capitalismo. (…) Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás considero que pude haber dado a Al Capone algunas sugerencias. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como marine, operé en tres continentes”.

Si consideramos que ese texto que Butler tituló La guerra es una latrocinio, tiene casi 90 años de antigüedad, podemos concluir fácilmente que las turbias relaciones entre guerra y empresas en los Estados Unidos son estructurales. Es decir, inherentes a su funcionamiento como Estado y potencia internacional, y por tanto inseparables y profundamente antidemocráticas, alejadas de todo humanismo.

Sobre su pregunta en cuanto a la desventaja de nuestras naciones periféricas en estas relaciones entre poder político y económico, son inconmensurables, porque si en el Norte Global estas relaciones son para beneficio de una geopolítica supremacista, y para la expansión de las corporaciones del Norte Global. Nuestra relación Estado-poder corporativo funciona a la inversa porque es neocolonial y trabaja para nuestra destrucción como Estados, como sociedad y atenta contra nuestro avance tecnológico y un desarrollo humana genuino y autónomo.

Finalmente, ¿cómo evalúas la coyuntura global actual? ¿Avizoras, como lo hacen algunos, que estemos viviendo la antesala de una eventual Tercera Guerra Mundial?

Podría ser algo extenso de responder, porque la coyuntura global es hoy compleja, multidimensional y hasta impredecible debido a factores como el cambio climático, combinado con una transición hegemónica hacia Oriente. Lo que está claro es que el capitalismo está en una fase de implosión interna y que la exclusión social global es tan grande que las tensiones latentes están encontrando un punto de coagulación, es decir, de no retorno. Según muchos analistas, la Tercera Guerra Mundial ya está planteada de manera silenciosa y de momento indirecta en el campo militar.

Para decirlo fácilmente, aún no hay intercambio de misiles, artillería o bombardeos directos entre China y los Estados Unidos, o en entre Rusia y la Europa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) (Ucrania es el preámbulo de ese conflicto). Sin embargo, en el ámbito cibernético y digital, la guerra mundial directa ya está planteada intensamente desde hace casi dos décadas. Rusia recibe una media de dos mil ataques informáticos diarios y hackeos a sus sistemas de defensa o gubernamentales. Lo mismo le sucede a los Estados Unidos, Rusia o a las potencias de la Unión Europea (UE). Entre los bloques Occidental y Oriental ya hay intercambios y agresiones directas. No olvidemos que el concepto de guerra ha cambiado, ha evolucionado hacia nuevos paradigmas que hasta pueden excluir la confrontación armada. La Guerra de Cuarta Generación ya está aquí, y eso incluye medios de prensa, ataques cibernéticos, guerra cultural y manufactura de consensos, guerra bacteriológica (pandemias), financiación de opositores y desestabilización económica. Incluso creación de fanatismos religiosos. El golpe a Evo Morales en Bolivia tuvo mucho de estos componentes. El menú es amplio y trasciende el campo de batalla tradicional en donde son las armas de fuego las protagonistas. Si lo consideramos desde esta perspectiva amplia, la Tercera Guerra Mundial ya está en pleno desarrollo. No olvidemos la premisas del general prusiano Carl von Clausewitz, que en su célebre obra De la Guerra señala que “[la guerra] constituye un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al adversario a acatar nuestra voluntad”.

Von Clausewitz fue también el que afirmó eso “de que toda guerra es la continuación de la política por otros medios”.

Es correcto… Y en eso anda el mundo.

Javier Larraín. Correo del Alba

*DESCARGAR LIBRO │ Estados Unidos contra la humanidad

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.