martes, 2 de abril de 2024

6 cosas que puedes hacer para mejorar tu estado de ánimo y que no involucran ni comer saludable ni hacer ejercicio

Si bien hacer ejercicio y mantener una dieta saludable son estrategias reconocidas que ayudan a mejorar el estado de ánimo, no son las únicas herramientas que nos permiten alcanzar este resultado.

El periodista de la BBC –y médico - Michael Mosley comparte en su programa de BBC Radio 4 Just One Thing muchas otras cosas que podemos hacer para aprender a vivir más contentos.

Estas son algunas de sus recomendaciones para mejorar el ánimo.

1. Escribe
 
Mujer a punto de escribir

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Poner tus pensamientos en papel es una buena práctica.

Si tienes muchas cosas en la cabeza, te sorprenderá saber que escribirlas podría ayudarte a superarlas.

Con sólo reservar 15 minutos para lo que se conoce como "escritura expresiva", puedes reducir los pensamientos negativos y el estrés, mejorar tu estado de ánimo, tu sueño, tu sistema inmunológico e incluso tu memoria, y podrías comenzar a sentir los beneficios en tan solo una semana.

El profesor James Pennebaker, un psicólogo social que ha llevado a cabo varios estudios sobre este tema, dice: "Una de las razones por las que esto puede ser tan poderoso es que cuando escribes, sacas de tu mente estas experiencias perturbadoras y eres capaz de conectarte mejor con otras personas".

2. Aléjate de tu teléfono

Joven con un celular en la cama

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En vez de llevarte el teléfono contigo a la cama, prueba a dejarlo en otra habitación.

Probablemente sepas que el uso excesivo del teléfono móvil puede ser perjudicial para tu salud mental, tu sueño y tu productividad.

Por supuesto que es difícil dejar de depender de este dispositivo, porque a menudo necesitamos muchas de las funciones que ofrece.

La buena noticia es que no es necesario dejar de usarlo de golpe para cambiar las cosas.

Un estudio realizado en Alemania demostró que las personas que redujeron el uso del teléfono en tan solo una hora al día se sintieron menos ansiosas y más satisfechas con la vida.

Si vas a intentar limitar la dependencia de tu teléfono, las investigaciones sugieren que mantenerlo en una habitación separada por un tiempo es lo que te dará mejores resultados.

3. Compra unas plantas para tu casa
 
Joven con plantas

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Las plantas nos dan una sensación de bienestar.

Las plantas de interior no sólo ayudan a que una habitación se vea bonita, especialmente una sin vistas, sino que también mejoran la calidad del aire y pueden mejorar el bienestar, la memoria y la productividad.

La evidencia anecdótica sugiere que las plantas pueden ayudar a las personas a respirar más profundamente y, por lo tanto, a sentirse más cómodas y tranquilas.

En un estudio en el que se quitaron las plantas de una oficina, los empleados informaron sufrir más estrés, ser menos eficientes y prestar menos atención.

Mientras tanto, otro estudio encontró que cuando los empleados podían ver las plantas desde su escritorio, obtenían mejores resultados (en un 19%) en una prueba específica de concentración.

4 . Canta

Pareja en la cocina

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En la cocina, en el auto, en la ducha, ¡canta!

Puede que disfrutes cantando en la ducha o tal vez con la radio en el auto, pero ¿sabías que al hacerlo también estás liberando una amplia gama de sustancias químicas que contribuyen a los sentimientos de felicidad?

Los ejemplos incluyen β-endorfina, dopamina, serotonina y oxitocina; y también endocannabinoides, unos compuestos químicos que tienen acciones similares a las del componente activo de la planta de cannabis.

En consecuencia, cantar puede tener una amplia gama de efectos psicológicos importantes, que ayudan a desarrollar la confianza en uno mismo, reducir la soledad e impactan positivamente en los niveles de ansiedad.

5. Aprende una nueva habilidad

Padre e hijo tejiendo, con un perrito en el regazo

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Aprender algo nuevo nos distrae de nuestras preocupaciones.

Puede parecer contrario a la intuición agregar más cosas a tu lista de tareas pendientes cuando estás estresado.

Sin embargo, hay evidencia de que aprender algo nuevo puede ser una de las formas más efectivas de reducir el estrés y calmar tu cuerpo.

Cuando te concentras en la tarea que tienes entre manos, puedes entrar en lo que se conoce como estado de flow o estado de flujo, o la zona, en el que estás completamente inmerso en el momento.

Esto calma la parte frontal de tu cerebro, lo que generalmente te ayuda a analizar y cuestionar tu propio comportamiento para que juzgues menos tus acciones.

6. Cuenta tus bendiciones

Mujer agradecida

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Elige tres cosas en el día por las que estés agradecido.

Esto puede parecer anticuado, pero hay una ciencia sólida detrás de la afirmación de que adquirir el hábito de expresar gratitud no sólo te hará sentir mejor, sino que también puede reconfigurar tu cerebro.

En un estudio en el que se pidió a las personas que cultivaran sentimientos de agradecimiento, los investigadores observaron una mayor activación en la corteza prefrontal, el área del cerebro asociada con la toma de decisiones y la recompensa social.

Para experimentar el beneficio y comenzar a cambiar tu proceso de pensamiento de negativo a positivo, intenta simplemente pensar en tres cosas por las que estés agradecido en un día, ya sea una gratitud en general o interacciones positivas con los demás.

lunes, 1 de abril de 2024

Hay que subir los impuestos a los más ricos.Joseph El Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz defiende en su nuevo libro, 'Capitalismo progresista', que las injusticias que no se corrigen se heredan

JOSEPH E. STIGLITZ
12 ENE 2020 -

Hay una dimensión de la justicia a la que los políticos dedican a menudo cuatro palabras, pero poco más que eso: el bienestar de las generaciones futuras. La reforma tributaria de 2017 [en EE UU] generará enormes déficits fiscales y aumentará la deuda del Gobierno. Irónicamente, los republicanos en el Congreso argumentaban contra una deuda excesiva —que sería una carga para las futuras generaciones, decían— hasta que tuvieron la oportunidad de enriquecer a las corporaciones y los multimillonarios. Hay tres aspectos de la justicia intergeneracional a los que se ha conferido escasa relevancia y que una agenda progresista debe corregir.

Primero, lo que verdaderamente supone una carga para las generaciones futuras es la falta de inversión, tanto pública como privada (...). Si no brindamos a nuestros jóvenes la educación adecuada, a la larga serán incapaces de alcanzar todo su potencial. Y si no invertimos en infraestructura y tecnología, el mundo que heredarán no será capaz de sostener los niveles de vida que nosotros hemos disfrutado.

Segundo, nuestro planeta es insustituible. Si las cosas no funcionan bien aquí, no hay ningún otro sitio al que podamos ir. Aun así, estamos expoliando nuestro mundo, y aún más peligrosamente con el cambio climático en ciernes. El daño aumenta cada año, de un modo que ahora resulta predecible. Incluso la forma en que el Gobierno reflexiona acerca del medio ambiente y toma decisiones al respecto resulta injusta para nuestros niños. Recordemos lo dicho (...): siempre que el Gobierno considera una regulación, debe hacer un análisis de los costes y los beneficios. Parte de este análisis implica comparar, digamos, el coste de una regulación medioambiental hoy con los beneficios que tendrá hoy y en un futuro. Si restringimos, por ejemplo, las contaminantes centrales eléctricas a base de carbón, los costes pueden aumentar hoy, pero los beneficios de una mejor salud y de reducir el cambio climático se extenderán a lo largo de los años. El factor clave para realizar estos análisis de los costes y los beneficios es: ¿cómo comparamos un dólar de beneficios futuros con un dólar de costes actuales? Con los procedimientos de la Administración de Trump, un dólar (“real”) equivaldrá en cincuenta años, cuando nuestros hijos estén en la flor de la vida, a solo tres centavos. En esencia, la Administración se limita a estafar al futuro. A menos que el beneficio de una regulación ambiental sea para nuestros hijos más de treinta veces mayor que el coste hoy, la Administración cree que no debería adoptarse. Con este cálculo, que apenas tiene en cuenta a nuestros hijos, no debe sorprendernos que no haya interés alguno en hacer algo respecto al cambio climático.

Tercero, por varias razones, grandes proporciones de gente joven no cuentan con las oportunidades que, digamos, tuve yo mismo cuando empecé. Millones de ellos cargan ya con la pesada deuda estudiantil, que obstaculiza su habilidad de elegir con libertad —están constantemente pensando en los pagos que deben— o hasta de crear una familia o comprar una casa. Entretanto, los precios de la vivienda, relativos a los ingresos, han subido por los efectos del dinero fácil, una normativa tributaria pobremente diseñada y la desregulación financiera. Nuestra generación disfrutó de las ganancias del capital. La siguiente tiene que idear la forma de conseguir una vivienda asequible. Esta brecha en el bienestar intergeneracional es de las cuestiones más problemáticas a las que nos enfrentamos. Los padres que hicieron fortuna en el sector de los bienes inmobiliarios pueden compartir esa riqueza con sus hijos, quienes pueden a su vez traspasarla a los suyos. Pero los que no poseen ningún bien inmobiliario tienen poco o nada que legar a sus hijos y nietos, y eso deja a sus herederos expuestos. Así, las desigualdades en esta generación pueden verse amplificadas en la siguiente. Los cambios en la política tributaria (…) y los programas de crédito hipotecario y estudiantil (…) brindan una salida.

Tributación
Un sistema tributario progresivo, justo y eficaz debería ser parte importante de una sociedad dinámica y justa. Hemos descrito las actividades relevantes que el Gobierno tiene que asumir, como la enseñanza pública, la salud, la investigación y el desarrollo de infraestructuras; la gestión de un buen sistema judicial y la garantía de una mínima Seguridad Social.

Para todo esto se necesitan recursos, es decir, impuestos. Lo justo es que sean quienes tienen mayor capacidad de pago—y que suelen obtener más de nuestra economía— quienes tributen más. Pero (…) quienes se sitúan en la cima de la pirámide pagan una tasa impositiva menor que aquellos con ingresos más bajos. De esta y otras formas, las cosas solo han empeorado en las últimas tres décadas: la reforma tributaria de 2017, y su aumento de los impuestos a una mayoría de las capas medias para financiar los recortes impositivos a las corporaciones y los multimillonarios, se ha convertido quizá en la peor legislación tributaria aplicada hasta ahora.

Simplemente exigir a las corporaciones e individuos acaudalados que paguen los impuestos que deben —un cambio modesto en nuestro actual sistema de carácter regresivo— podría por sí solo generar un par de trillones de dólares en un lapso de diez años. Esto implica no solo subir los impuestos, sino eliminar la panoplia de vacíos legales que los grupos de presión a favor de intereses específicos han ayudado a incorporar a nuestro código tributario. En vez de fijar impuestos a los bienes inmuebles con tasas preferenciales (como hizo la ley de 2017), las rentas del suelo deberían tributar a una tipo más alto. Cuando se cobra impuestos a los trabajadores puede ocurrir que no se esfuercen igual en su labor; cuando se cobra impuestos al capital puede ocurrir que vaya a parar a otro lugar o que la gente no ahorre tanto. No es así en el caso de la tierra, que está ahí, se le cobren impuestos o no. De hecho, el gran economista del siglo xix, Henry George, aseguraba que las rentas del suelo deberían tributar un ciento por ciento. Los impuestos sobre las rentas pueden generar una economía más productiva. Ahora bien, una vasta porción de los ahorros va a la tierra en lugar de a activos productivos (inversiones en investigación, fábricas y equipamiento). Fijar impuestos a las ganancias de capital por la tierra y las rentas incentivaría un mayor ahorro, que podría destinarse a capital productivo.

Hay otros impuestos que pueden potenciar de manera simultánea el rendimiento económico y aumentar las rentas. Por ejemplo, uno sobre las emisiones de carbono les recordaría a los hogares y las empresas que debemos reducir nuestras propias emisiones. En ausencia de tales impuestos, los individuos no tienen en cuenta el coste social de sus actividades emisoras de carbono. Incentivarían a la vez las inversiones y la innovación para reducir tales emisiones y podrían desempeñar un papel fundamental en alcanzar las metas tan importantes fijadas en las cumbres internacionales de París (2015) y Copenhague (2009) para limitar el calentamiento global. Sin un impuesto de esa índole, será difícil que se consigan esos objetivos, lo cual tiene un coste enorme: ya en 2017, el mundo experimentó una cifra récord de pérdidas por desastres naturales relacionados con el clima, tales como los 245.000 millones de dólares en pérdidas a causa de los huracanes Harvey, Irma y María, una expresión clara de la creciente variabilidad climática asociada al calentamiento global.

Este extracto es un adelanto editorial de ‘Capitalismo progresista: la respuesta a la era del malestar’, que la editorial Taurus publica el próximo 16 de enero. Joseph E. Stiglitz (Indiana, 1943) es catedrático de la Universidad de Columbia (EE UU), fue asesor del Gobierno de Bill Clinton y obtuvo en 2001 el Premio Nobel de Economía.

https://elpais.com/elpais/2020/01/10/ideas/1578646387_428635.html

_- MEMORIA DEMOCRÁTICA. La cruzada del PP y Vox contra la Memoria Democrática está basada en premisas falsas, mentiras e imprecisiones.

_- La palabra “concordia”, con la que titulan sus normas sustitutorias, figura en todos los textos que pretenden derogar

El PP y Vox continúan su particular cruzada contra la legislación en materia de memoria para sustituirla por llamadas “leyes de concordia” allá donde gobiernan juntos. Ambos grupos han registrado en Castilla y León y la Comunidad Valenciana textos muy similares basados en premisas falsas y reincidiendo en los mismos errores. La ofensiva de la alianza de la derecha y la extrema derecha, que se comprometió en sus pactos de coalición autonómicos a derribar el aparato legislativo regional de apoyo a los represaliados, no afecta a la vigencia y aplicación de la ley estatal, pero supone un retroceso en la aplicación de los principios de derecho internacional de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición para las víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos. Mientras el Gobierno central desarrolla, con retraso, la Ley de Memoria Democrática (2022), que prevé, entre otras medidas, la retirada de vestigios franquistas, Vox retira placas de homenaje a represaliados del franquismo, como ha ocurrido en Burriana (Castellón).

Estas son las falsas premisas de las llamadas leyes de concordia de PP y Vox:

1. “División partidista”. 
Tanto el PP como Vox sostienen, como principal argumento contra las leyes de memoria, que solo atienden a las víctimas de un bando, el republicano. “Las nuevas generaciones”, afirma un párrafo calcado en el texto de Castilla y León y el de la Comunidad Valenciana, “han recibido en muchas ocasiones una visión sesgada” de la Guerra Civil para “alimentar una división partidista en la sociedad”. La nueva norma castellana y leonesa establece en su artículo 11 que adoptarán “las medidas necesarias” para localizar, exhumar e identificar los restos de víctimas “con independencia de la ideología, creencia, afiliación o preferencia política”. Vox celebró este martes en X que había logrado “acabar con el sectarismo de la izquierda en Castilla y León aprobando una ley de concordia que reconoce la persecución religiosa antes y durante la Guerra Civil”. Pero, la normativa anterior, de 2018, ya establecía el compromiso de atender a “todos los que, de una u otra forma, padecieron las consecuencias de la Guerra Civil y la dictadura franquista y sufrieron violencia por su ideología, sexo, orientación sexual, o religión, así como a sus familias, con el fin de crecer en el pluralismo, afianzar la reconciliación, y promover la concordia, la justicia, y la defensa pacífica de las ideas”.

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Del mismo modo, la ley valenciana que PP y Vox quieren derogar, aprobada en noviembre de 2017, ampara, “de conformidad con la Resolución 60/147 aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas” en 2005, a “todas las personas que hayan sufrido daños (...) como consecuencia de acciones u omisiones que violen las normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos”. No especifica bandos, ni ideología. Tampoco lo hace la ley estatal. Es decir, si represaliados a manos del bando republicano hubiesen pedido amparo a estas administraciones, la normativa vigente ya las amparaba. Pero esas víctimas ya fueron reparadas durante la dictadura porque Franco encargó, entre otras medidas, un protocolo de exhumaciones para darles entierro digno. La palabra “concordia”, con la que PP y Vox titulan sus proposiciones de ley, está presente en todos los textos legislativos de memoria que pretenden derogar.

2. La alusión a ETA. 
La proposición de ley de concordia del PP y Vox para la Comunidad Valenciana afirma en su exposición de motivos: “Vamos a aprovechar para reconocer a todas las víctimas de la violencia política y social que ha vivido nuestro país, también las del terrorismo”. Los representantes del grupo parlamentario popular y de la extrema derecha que firman la proposición son conscientes de que ya existe una ley que ampara a este colectivo, por lo que el texto, de siete páginas, aclara que la nueva normativa “no elimina ni uno solo de los derechos que ya están reconocidos por la ley 1/2004 de 24 de mayo de ayuda a las víctimas del terrorismo, que sigue vigente”.

3. Maniobras para evitar la expresión “golpe de Estado”. 
“La Guerra Civil llevó hasta el paroxismo las dinámicas de enfrentamiento de años anteriores. Por toda España se extendieron los asesinatos masivos, las represalias socioeconómicas, los atropellos de derechos fundamentales y los desplazamientos forzosos de población”. Este párrafo, que figura idéntico en la proposición de ley para Castilla y León y en la valenciana, muestra los esfuerzos semánticos de PP y Vox para evitar referirse como tal al golpe de Estado del 18 de julio de 1936 contra el Gobierno legítimo republicano. La propuesta de ley castellana y leonesa evita la palabra “dictadura” y la valenciana la cita en su exposición de motivos de esta forma: “España ha vivido profundas crisis, pero sobre todo, una convulsa Segunda República, una Guerra Civil, una dictadura y el azote del terrorismo etarra e islámico”.

4. La legitimidad de “todos los regímenes”. 
Los pactos de gobierno entre la derecha y la extrema derecha incluían una cláusula para favorecer lo que llamaban “la libertad de memoria”. Las proposiciones de ley ya presentadas inciden en esa idea. El texto que firman populares y Vox en la Comunidad Valenciana establece que “una dirección eminentemente técnica” garantizará la autonomía de la voluntad de las familias “sin reabrir las cuestiones de la legitimidad de los regímenes, que forman todos, sin excepción, parte de nuestra historia patria”, al tiempo que asegura que la legislación de memoria aprobada por gobiernos de izquierdas decretaba “la intromisión del Estado en la esfera de la conciencia de los españoles” para “moldear su memoria individual, impedir la libertad de opinión, limitar la libertad de cátedra y penalizar el trabajo de los historiadores si este no se ajusta a la interpretación sectaria e interesada de los acontecimientos históricos”.

En la tribuna del Congreso, el líder de Vox ha llegado a decir que el de Pedro Sánchez es “el peor Gobierno en 80 años”: literalmente, con Franco se vivía mejor. La proposición de ley de Concordia valenciana defiende ese tipo de afirmaciones, al tiempo que establece la necesidad de defender los valores constitucionales, al igual que hace el texto de Castilla y León: “La Administración educativa de la Junta incluirá en el currículum educativo la formación en la defensa de los derechos humanos, los derechos y obligaciones contenidos en la Constitución y el Estatuto de Autonomía y los valores superiores del ordenamiento jurídico”.<

La legislación a la que PP y Vox se oponen tampoco persigue, como sostienen ambos partidos, a los historiadores con otra visión de los acontecimientos históricos. Ni siquiera a los que no son historiadores y han publicado numerosos libros manipulando los hechos ya acreditados por los que sí son profesionales de la historiografía. Esa normativa sí recoge la necesidad de que la represión franquista se estudie en la escuela, algo que para la derecha y la extrema derecha es “adoctrinamiento”, y sanciones para quienes hagan apología de la Guerra Civil y la dictadura causando humillación o daño a las víctimas, de un modo similar a lo estipulado en la apología del terrorismo. 

Sobre la cuestionada formación del personal docente.

La mayoría de los indicadores nos sitúan en el mejor momento de la historia en términos de preparación del colectivo docente.

Entendemos que las listas de espera en sanidad no obedecen a la mejor o peor formación del personal sanitario como el fraude fiscal no es atribuible a la formación de los inspectores e inspectoras de hacienda. En ambos casos, se asume que existen causas estructurales que superan a los propios funcionarios, su voluntad de servicio público y su dedicación. Sin embargo, cuando se trata de educación este paralelismo no resulta tan obvio para muchos, seguramente porque se depositan en la escuela las esperanzas de superación de todos los grandes males de la sociedad.

Analizar la evolución de la formación del profesorado en las últimas décadas permite conocer hasta qué punto están justificadas las críticas al magisterio español. La mayoría de los indicadores (nota de acceso a los estudios universitarios en educación, nivel académico máximo alcanzado por el colectivo docente, años durante los que se han formado…) nos sitúan en el mejor momento de la historia en términos de formación del colectivo docente. En términos de demanda, las notas de acceso al grado de magisterio, especialmente como doble grado, han aumentado por encima de otras carreras consideradas tradicionalmente más prestigiosas como Arquitectura o Derecho. En el caso de maestros y maestras, no solo se ha equiparado la duración a los demás grados, sino que en la última década y debido a la restricción de plazas de reposición de funcionarios, raro es el caso de nuevos aspirantes en el sector público que no cuenten con una segunda carrera y/o máster. Respecto a los docentes de enseñanza secundaria son de los pocos cuerpos que requieren del grado máster para acceder al mismo. En lo relativo a la formación continua, los profesionales de la educación son los que más formación continua realizan de acuerdo con el INE, duplicando la media del conjunto de la población activa.

Entonces, cabe preguntarnos por qué si los indicadores parecen revelar mejoras significativas, existe un cuestionamiento tan fuerte de la formación y por ende de la profesión docente. Uno de los motivos se relaciona con la retórica más o menos explícita de algunas noticias y titulares sensacionalistas. Un determinado estilo periodístico que permite canalizar la frustración y encontrar un chivo expiatorio para los grandes retos que enfrentamos como sociedad. La estrategia suele ser recurrente. Existe un problema para el que no tenemos respuesta, no sabemos cómo afrontarlo o no queremos como sociedad asumir los costes de una política estructural. Después se le atribuye toda la responsabilidad a la educación, como vía para resolverlo. Como lógicamente esta no llega por sí misma, se concluye que los docentes no están suficientemente formados para hacer frente a ese problema. El ciberacoso, la prevención de adicciones, la inteligencia artificial, la relación de los jóvenes con la tecnología o las desigualdades sociales son solo algunos ejemplos de una lista que no para de crecer. Desde esta perspectiva es fácil trazar una línea invisible entre el problema y la falta de formación, compromiso o motivación de los docentes por resolverlo. Este planteamiento encaja muy bien en el imaginario colectivo, pero supone una concatenación de reduccionismos.

En primer lugar, cuando se asume que la solución a una problemática debe ser educativa se obvia que la educación es una de las estrategias, pero no puede ser la única. El considerar que la educación es la única vía y que todo puede resolverse sólo desde la educación, lleva a que se generen expectativas crecientes y exponenciales sobre la escuela. Posteriormente no se ven cumplidas, con la consecuente pérdida de reconocimiento de la institución al creerla insuficiente para resolver aquello que la propia sociedad, con todas sus herramientas, no ha podido enfrentar. En segundo término, el planteamiento supone asumir que la educación es solo escolar. Es decir, que los responsables de la educación son únicamente los docentes. En este sentido, la educación apela no solo a las familias e instituciones educativas, sino a toda la sociedad en su conjunto incluida la industria, las administraciones de todos los niveles, etc. Por último, centrándonos en la parte escolar, poner el foco en la formación docente supone, en cierta medida, obviar los factores contextuales y materiales en los que se produce el hecho educativo. Es decir, los medios.

La formación continua en un mundo cambiante es imprescindible, de igual modo que la formación inicial es mejorable. Es evidente que a medida que cambian la sociedad y sus demandas, tendremos que hacerlo los profesionales. Esta afirmación no es de aplicación exclusiva a los docentes sino a cualquier profesión y en especial a los funcionarios públicos por la responsabilidad que en ellos se deposita.

Sin embargo, el señalamiento a los docentes en este sentido se ha vuelto un lugar común. Convertir la formación del profesorado en una solución repetida sin concreción y sin comprender sus limitaciones entraña grandes riesgos. En primer lugar, contribuye a la pérdida de prestigio y confianza en la escuela como institución en un contexto de gran cuestionamiento. En segundo término, asumir que los docentes se tienen que formar en todo, continuamente, y que aun así siempre será insuficiente, equivale a decir que no se tienen que formar en nada. Es decir, genera una sensación de hastío y de insuficiencia, pues contribuye a que la formación sea solo un fin y deje de ser un medio, lo que genera sentimiento de no llegar nunca a hacer nada útil (“sé mucho pero no sé qué hacer con ello”). Relacionado con lo anterior, el enfoque y tratamiento que se da a estas noticias genera lógicamente un fuerte sentimiento de rechazo y corporativismo. Convertir la formación docente en un tópico recurrente, puede llevar a que se vuelva irrelevante y que no podamos hablar de las necesidades formativas reales. Finalmente, la reiteración en este mensaje genera una suerte ansiedad en las administraciones educativas, que se ven abocadas a promover una formación continua, intensiva y sin diagnósticos, perdiendo el foco de lo realmente importante, pues los medios (la formación docente) se convierten en un fin en sí mismo.

Existe margen de mejora y somos firmes defensores de la formación y actualización continua, para lo que se requiere estrategia, recursos y reconocimiento. En todo este proceso se omite con frecuencia el papel que juegan en la formación las administraciones educativas. Más allá de la formación continua que desarrollan los docentes para su crecimiento profesional y personal, existen acciones vinculadas a la acreditación de sexenios. Esta está diseñada y/o autorizada por las comunidades autónomas lo que les concede un gran poder estratégico que no siempre se explota por la dispersión en la oferta. Existe un gran potencial vinculado a la articulación de la formación en relación con los objetivos del sistema y la realidad educativa.

Por otra parte, cabe preguntarse por las condiciones materiales en que se realiza la formación. Un ejemplo claro son las competencias lingüísticas y digitales. Los avances que se han producido en el conocimiento y acreditación de las lenguas extranjeras y el uso de herramientas digitales por parte de los docentes han sido enormes en las últimas décadas. Sin embargo, las administraciones han apoyado esta transformación de manera tímida, siendo mayoritariamente los propios trabajadores quienes han pagado y ocupado horas fuera del horario laboral en lograr y acreditar esta formación. En este sentido, el aumento de exigencias formativas ha ido acompañado de una devaluación de las condiciones materiales en que tiene lugar la formación. Los recursos deben enfocarse en facilitar la formación dentro del horario laboral y sufragada por la administración, permisos retribuidos para desarrollar acciones puntuales, participación en congresos, licencias por estudios, etc. Como parte de esta apuesta se debe fomentar también la investigación a tiempo parcial, facilitar la docencia universitaria como profesorado asociado (real) y la transferencia valorando por ejemplo la participación en proyectos de investigación.

Hoy en día buena parte del profesorado realiza estudios de máster, segundas carreras o doctorados movidos por su desarrollo personal a pesar de que no exista prácticamente ningún estímulo para ello. El reconocimiento de estas acciones no solo las promovería, sino que además permitiría dirigir y concentrar los esfuerzos colectivos de manera estratégica. En un momento en el que el profesorado no se siente valorado, la crítica poco argumentada entraña grandes riesgos. Por ello, es fundamental huir de la desconfianza y valorar los enormes progresos realizados, sabiendo que la mejora de las competencias profesionales vendrá de la mano de la estimulación, incentivos y apoyo.

Daniel Turienzo es maestro de Educación Infantil en la red educativa en el exterior, y Paula Sánchez es maestra de Educación Primaria en escuela pública de Madrid 

domingo, 31 de marzo de 2024

Hace ahora 4 años...

Hace ahora cuatro años se declaraba en España, como en casi todo el mundo, el estado de alerta y se cerraba una gran parte de la actividad económica por la expansión de un coronavirus que comenzaba a provocar docenas de miles de muertos.

Hace ahora cuatro años, la oposición de derechas decía que en España gobernaba “el peor gobierno de la historia democrática”.

Hace ahora cuatro años, desde el primer momento de la pandemia, el Partido Popular calificó al gobierno progresista de “negligente”, lo acusó de “hundir a España” por su gestión y aventuró que Pedro Sánchez dejaría a España en la ruina cuando abandonara el gobierno.

Hace ahora cuatro años, el entonces secretario general del PP, Pablo Casado, acusaba al Gobierno de improvisar e ir detrás de los acontecimientos y, al final de 2020, de provocar una crisis económica marcada por sietes letras D: “depresión, déficit, deuda, desempleo, despilfarro, desigualdad, y disparando los impuestos a todos los españoles”.

Hace ahora cuatro años, los ideólogos al servicio de la derecha azuzaban esa ofensiva y el economista Daniel Lacalle decía:

– “Va a ser muy difícil que se recupere al menos un 40% del Producto Interior Bruto de España a los niveles previos de la crisis.”

– “El crecimiento será cero o de hasta el 2% en 2021”.

– “El déficit público puede alcanzar el 20%”

– “España va a aumentar el desempleo mucho más que en otros países”.

– “A este paso, el paro llegará al 35% y 900.000 empresas no llegarán a 2021″.

Ahora, cuatro años después de todo eso, sabemos lo que de verdad ocurrió y que esos augurios no tenían otro fundamento que el de tratar de acabar con el gobierno legítimo de España destruyendo de cualquier modo al adversario político:

– El PIB previo a la pandemia se recuperó en 2022.

– En 2021, el PIB español ya creció el 6,4%. Ahora, nuestra economía es la que más crece de la Unión Europea.

– Nuestro déficit público fue del 10,12% en 2021 y, cuando se publiquen los datos oficiales, sabremos que el de 2023 habrá sido de alrededor del 4%. La deuda pública que subió al 120% en 2020 para salvar la economía ya ha bajado casi 13 puntos desde entonces.

– En 2020 no se perdieron 900.000 empresas en España, sino unas 200.000 y la actividad de 323.000 autónomos, aunque sólo en la primera mitad de 2021 ya había aumentado un 51% la creación de otras nuevas. En junio de 2023 ya se había recuperado el número que había antes de la pandemia.

– La tasa de paro más alta por la pandemia fue del 16,2 y no ha dejado de bajar hasta el 11,7 de final del año pasado, 3,6 puntos más baja que la de Rajoy cuando dejó el gobierno o la de hace cuatro años.

– España crea más empleo que Alemania, Francia e Italia juntas. Ahora hay 1,6 millones más de empleos que hace cuatro años y 2,4 millones más que cuando Rajoy dejó de gobernar

– El Comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, declaraba ayer mismo que «España está en mejor forma que el resto de la UE».

¿Todo lo que ha hecho el gobierno de Pedro Sánchez en materia económica en estos cuatro años tan difíciles está bien? ¿Todas las medidas que ha adoptado han mejorado la vida de las empresas y el bienestar de todas las personas? Por supuesto que no, y yo mismo he criticado muchas de ellas. Pero hay algo que es obvio e indiscutible: la derecha se ha equivocado en todas y cada una de las predicciones catastróficas que ha hecho sobre la evolución de la economía dirigida por el gobierno de Pedro Sánchez. En todas.

Es más, lo que habría que preguntarse es si los resultados económicos que hemos obtenido, mucho mejores que los que hasta la persona más optimista podía esperar hace ahora cuatro años, no habrían sido incluso mucho más favorables para todos los españoles si el Partido Popular y Vox hubieran actuado de otra forma. Si no hubieran generado tanta desconfianza y hubieran aceptado con lealtad y patriotismo los resultados electorales, entendiendo que los españoles nos necesitamos todos unos a otros para salir adelante y, sobre todo, que no es sólo la derecha quien tiene derecho a gobernar en nuestro país y a imponer sus preferencias o los intereses que defiende al resto de los españoles. Aunque, por lo que se puede ver día a día, eso es como pedir peras al olmo.



Juan Torres López 20 de marzo de 2024,

_- Cuáles son los beneficios de renunciar a ser excepcional y aceptar ser común y corriente

_- Cuando Andrew Greene llegó a la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, una de las 8 más prestigiosas de Estados Unidos, sintió una profunda expectativa de sobresalir.

Conocida por su excelencia, sus ex alumnos abultan las listas de los grandes triunfadores en todos los campos.

“La ambición es algo que normalmente está arraigado en muchas personas en esas universidades de nivel superior”, dice Andrew.

"Cornell es un lugar que amo absolutamente, pero decir que no es competitivo también sería una verdad a medias".

Y esta expectativa de excelencia no se limitaba a lo académico.

Andrew sintió que la presión por ser perfecto también impregnaba a muchos de los clubes y sociedades de Cornell.

Anhelaba unirse a una de las grandes tradiciones musicales de las universidades estadounidenses: la música a capella, aquella que se hace sin instrumentos, utilizando solamente la voz humana.

En ese aspecto, como en muchos otros, Cornell es tan excepcional que inspiró en parte la exitosa película "Pitch Perfect" ("Notas perfectas" en México, "Ritmo perfecto" y "Tono Perfecto" en el resto de Hispanoamérica y "Dando La Nota" en España).

Pero aunque le entusiasmaba la música, eso no se traducía en talento.

“La escena a capella en Cornell es competitiva”, afirma.

“Sabía que nunca iba a formar parte de ninguno de estos grupos a capella, así que comencé a jugar con la idea de crear uno distinto”.

Andrew Greene

Andrew Greene
Pie de foto,
Andrew Greene era de los que cantaba bien pero se le oía un poco mal.

Y se le ocurrió el nombre perfecto: Mediocre Melodies o Melodías Mediocres, en español.

Cuando se lo mencionó a sus amigos, hubo un gran interés.

Fundó el club y se presentaron 30 personas.

Decidieron que convencerían a la gente de que apoyaran a su mediocre grupo contándole que donarían todas sus ganancias a organizaciones benéficas locales, y adoptaron el lema “malos cantantes por una buena causa”.

Pero el proyecto encontró resistencia.

Cuando se reunió con alguien influyente en el mundo a capella, ella se burló de la idea, y le dijo que no ganarían suficiente dinero ni para cubrir gastos, mucho menos para hacer donaciones.

“Regresé y le dije al grupo: 'Estamos jodidos'”, recuerda Andrew.

No obstante, esos cantantes no tan buenos llegaría a tener un gran impacto, no por esforzarse por alcanzar la perfección, sino por aceptar ser del promedio.

Su ejemplo recordó que el perfeccionismo tiene sus riesgos, que hay beneficios potenciales en no sobresalir y que sentirse cómodo siendo común y corriente puede ser una fuente de felicidad.

Qué tiene de malo no ser tan bueno

Anna Kendrick 

Anna Kendrick en la premiere de Pitch Perfect

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Anna Kendrick, una de las protagonistas de "Pitch Perfect" (2012), una adaptación libre del libro homónimo de Mickey Rapkin, exalumno de la Universidad de Cornell,

“¿Por qué tenemos que ser excepcionales para salir adelante?”, pregunta el doctor Thomas Curran, autor de "La trampa de perfección: abrazando el poder de lo suficientemente bueno" y profesor del London School of Economics (LSE).

"¿Por qué ser alguien 'promedio', se ha convertido en una mala palabra?", insiste.

Curran ha estudiado una gran cantidad de datos sobre estudiantes universitarios y el perfeccionismo desde 1989 y ha encontrado un aumento del 40% en lo que se llama perfeccionismo prescrito socialmente.

"El perfeccionismo prescrito socialmente nos hace estar muy atentos a cómo nos desempeñamos en relación con otras personas", explica.

Generalmente no vemos el perfeccionismo como un defecto, más bien creemos que lo necesitamos para tener éxito.

"En realidad, cuando miras los datos" -afirma- "descubres que el perfeccionismo no tiene absolutamente ninguna correlación con el éxito".

De hecho, puede tener varias desventajas: “evitar, reprimir, procrastinar”.

Podemos tener tanto miedo de parecer menos que perfectos que no lo intentamos.

El perfeccionismo no es "el secreto del éxito con el que a menudo lo confundimos", declara Curran.

Y no sólo nos hace ineficientes.

“El perfeccionismo prescrito socialmente puede tener impactos profundos en nuestra salud mental”, afirma el experto.

Las investigaciones han demostrado que el perfeccionismo está relacionado con mayores niveles de depresión, ansiedad y agotamiento.

Esfuerzo constante

Hay que aventurarse a hacer muchas cosas, así no queden tan bien.

Esa resistencia a ser promedio, que Andrew enfrentó cuando creó su grupo a capella, también se ve en todo el mundo empresarial.

Los empleadores suelen afirmar que no aceptarán “nada menos que la perfección” de su equipo, o que “sólo los mejores servirán”.

Suena bien en el papel, pero ignora el hecho de que mejorar en algunas cosas implica cometer errores, y si estamos tan concentrados en la perfección nuestra mente se arriesga a perder la capacidad de diversión y creatividad.

"Si estás obsesionado con la búsqueda de lo que percibes como la perfección, eso tiene un gran inconveniente", dice la doctora Leonaura Rhodes, una mentora personal que originalmente se formó en neurociencia.

Los perfeccionistas obtienen una gran cantidad de dopamina cuando se desempeñan bien, pero obtener esos picos de dopamina de una fuente hace que sea muy difícil obtenerla de otras, explica.

Tu cerebro solo liberará dopamina cuando alcances un nivel excepcional, por lo que si quieres esa sustancia química que te hace sentir bien, debes seguir mejorando ese nivel.

"Le roba a la gente la capacidad de estar presente, ser feliz y sentirse en paz", asegura. "Se vuelve simplemente un esfuerzo constante".

Andrew Greene cantando con Mediocre Melodies

Andrew Greene cantando con Mediocre Melodies
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Andrew Greene no se dio por vencido... cantó con Mediocre Melodies y triunfó.

En contraste, cuando intentas cosas nuevas y no esperas ser bueno en ellas, la novedad puede tener una influencia positiva en la salud del cerebro.

"Cuando aprendemos algo nuevo, nuestro cerebro tiene esta increíble capacidad de formar conexiones neuronales y esto se llama neuroplasticidad", explica Rhodes.

Si sólo hacemos las mismas cosas todos los días, tendremos muy poca neuroplasticidad, y eso no es bueno para nosotros, especialmente a medida que envejecemos.

Dedicar tiempo a aprender cosas nuevas y hacer cosas en las que no serás el mejor es una gran inversión en la salud de tu cerebro en el futuro.

Alegría

Curran propone como estrategia para abordar el perfeccionismo la "aceptación radical".

"La aceptación radical es realmente aceptar que existen límites a las cosas que podemos controlar", explica.

Utiliza la analogía de un velero. En los días que hace viento, puedes viajar durante horas. En otros, simplemente te quedas ahí flotando. Y en algunos, zarpas en una dirección pero te desvías del rumbo.

Como dice el viejo refrán, lo que importa no es el destino, sino el viaje.

“El viaje significa esforzarnos; el viaje significa ser valiente, ser vulnerable, y eso está bien”, afirma.

Andrew Greene fue valiente. No desistió en su intento de montar un grupo a capella mediocre cuando encontró oposición.

Motivado, organizó un primer concierto para demostrarle a los escépticos que estaban equivocados.

Más de 300 personas acudieron a escucharlo, y cuando el grupo cantó su primera canción, “Fat Bottom Girls” de Queen, fue recibido con un entusiasta aplauso.

Mediocre Melodies se convirtió rápidamente en una institución en Cornell.

Maggie Meister es la primera mujer presidenta del grupo.

Para ella, aceptar ser mediocre en su canto ha sido transformador: “Nadie trata de esforzarse por alcanzar esa perfección y es un ambiente muy edificante en el que siento que puedo ser mi verdadero yo”.

Centrarse no en la perfección sino en la camaradería y la diversión le ha permitido a los miembros del grupo expresarse libremente.

No están limitados por el perfeccionismo prescrito socialmente: simplemente quienen alegría.

Al fin y al cabo, la tragedia en la vida no es fracasar, la tragedia es no vivir.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c982vdqxq2qo

sábado, 30 de marzo de 2024

Londres se rinde al reino de Ife

Un centenar de esculturas nigerianas deslumbran en el British Museum
La crítica británica ha saludado con entusiasmo la llegada al Museo Británico de la exposición El reino de Ife, una muestra de más de 100 piezas, principalmente esculturas de terracota y, sobre todo, de bronce y otros metales, realizadas entre los siglos XII y XV en ese antiguo reino yoruba situado en lo que hoy es territorio de Nigeria. Expuesta de la mano de la Fundación Marcelino Botín, primero en Santander y luego en Madrid, la muestra, que se podrá ver en Londres desde hoy hasta el 6 de junio, viajará a Nueva York, Virginia e Indianápolis en colaboración con el Museo de Arte Africano de Nueva York.

"Es una exhibición excepcional incluso para los altos estándares establecidos en los últimos años por el Museo Británico", escribe en The Guardian el crítico de arte Jonathan Jones. Richard Dorment, del Daily Telegraph, muestra un entusiasmo comparable: "La calidad de las estatuas de cuerpo entero, cabezas, objetos rituales y vasijas prestados por la Comisión Nacional para los Museos y Monumentos de Nigeria es asombrosa. ¿Qué puedo decir? Exposiciones como ésta sólo llegan una vez en la vida".

Seguir en El País (WALTER OPPENHEIMER - Londres, 04/03/2010)

El efecto Compton: el fascinante hallazgo que cambió nuestra comprensión de la luz y ayudó a sentar las bases de la mecánica cuántica

Un muelle

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23 marzo 2024 A comienzos del siglo XX, la física había logrado explicar muchos aspectos de la naturaleza, pero había algo que no cerraba: algunos fenómenos que se observaban no se comportaban siguiendo las reglas de esta disciplina científica.

Esto ocurría, en particular, cuando se quería estudiar la naturaleza a escala pequeña.

Y es que, como empezaron a darse cuenta los expertos, el mundo a nivel atómico y subatómico funciona con reglas distintas a las que gobiernan al mundo visible.

Fue así como empezó a surgir un nuevo campo de la física: la mecánica cuántica, que explica cómo funcionan e interactúan los objetos extremadamente pequeños.

Arthur Compton en su laboratorio en 1932

Arthur Compton en su laboratorio en 1932F
Pie de foEl físico estadounidense Arthur Compton logró comprobar una teoría de Einstein, que fue clave para el nacimiento de la física cuán
La mecánica cuántica, que dio pie a la física moderna, se desarrolló a partir de un hallazgo -muy controvertido en la época- que terminaría revolucionando la ciencia.

Y es que algunos objetos o fenómenos tienen simultáneamente las características de partículas (es decir, de pequeños trozos de materia) y de ondas (una perturbación o variación que transfiere energía).

Los físicos lo llaman la “dualidad onda-partícula”.

Si bien fueron varios los científicos que propusieron esta teoría, fue Arthur Compton, un físico estadounidense, el primero que logró demostrarlo, en un famoso experimento que realizó en 1923.

 Tras los pasos de Einstein y Planck

En el año 1900 existía un consenso absoluto de que la luz tenía naturaleza ondulatoria, algo que se había logrado demostrar con certeza.

Pero algunos empezaron a cuestionar esa verdad establecida.

Imagen de la conferencia de Solvay de 1927. Compton aparece detrás de Albert Einstein, y a su derecha está Louis de Broglie. 
 
Imagen de la conferencia de Solvay de 1927. Compton aparece detrás de Albert Einstein, y a su derecha está Louis de Broglie.

Pie de foto,Comtpon participó de la famosa 5ta Conferencia de Solvay, en 1927, un encuentro de físicos y químicos, donde se reunió con Albert Einstein (debajo de Compton) y Max Planck, a la izquierda de Marie Curie (la única mujer).

El primero en hacerlo fue el físico alemán Max Planck, quien planteó que -lejos de ser un flujo constante- la luz viajaba en "paquetes" de una gran "cuantía" de energía.

Llamó a esos pequeños paquetes discontinuos de energía “cuantos energéticos", concepto de donde luego derivaría el nombre de la física cuántica.

Planck eventualmente ganaría un Nobel, en 1918, por el papel que jugó “en el avance de la física con el descubrimiento de la teoría cuántica”.

Sin embargo, el científico alemán no llegó a darse cuenta -o no se atrevió a proponer- que la luz se comportaba como una partícula.

El que propuso es osada teoría fue un físico alemán aún más famoso que Planck: Albert Einstein.

En 1905, Einstein aplicó la idea de Planck al efecto fotoeléctrico, al proponer que la luz podía comportarse como un conjunto de partículas.

Einstein llamó "cuantos de luz" a estas partículas, que posteriormente pasaron a conocerse como "fotones".

Fue por esta investigación -y no por la teoría de la relatividad, como muchos creen- que Einstein ganó el premio Nobel de Física en 1921.

Pero incluso Einstein no logró comprobar que la luz está formada tanto por partículas como por ondas.

Fue Arthur Compton el primero en lograr ese hito, en 1923, revelando la naturaleza partícula de la radiación electromagnética.

Compton en la tapa de la reviste Time en 1936, sosteniendo un detector de rayos cósmicos

Compton en la tapa de la reviste Time en 1936, sosteniendo un detector de rayos cósmicos
Pie de foto, Compton se convirtió en una celebridad en EE.UU., no solo por este experimento sino también por crear un detector de rayos cósmicos y por formar parte del Proyecto Manhattan, que creó la bomba atómica. 

El efecto Compton

Inspirado por las teorías de Planck y Einstein, Compton se propuso realizar un experimento que cambiaría completamente lo que sabemos sobre la naturaleza de la luz.

Decidió investigar la dispersión de los rayos X al interactuar con electrones, un fenómeno que implica el cambio en la dirección de propagación de una onda electromagnética al interactuar con un medio, algo que revela información valiosa sobre las propiedades del material.

“Compton llevó a cabo un ingenioso experimento en el que bombardeó cristales con rayos X y analizó los cambios en la longitud de onda de la radiación dispersada”, explica en un reciente artículo en la revista Muy Interesante el físico, escritor y divulgador científico Eugenio M. Fernández Aguilar.

El efecto Compton “se refiere al cambio en la dirección de los fotones después de interactuar con electrones”, señala.

“Cuando los rayos X inciden sobre un material, algunos fotones dispersados presentan longitudes de onda mayores que las esperadas según las leyes clásicas.

"Arthur Compton explicó este fenómeno al proponer que los fotones, actuando como partículas, chocan con electrones libres del material, proceso en el cual transfirien parte de su energía a la par que cambian de dirección. La pérdida de energía se traduce en un aumento de la longitud de onda de los fotones”.

Un médico observa imagenes de una tomografía computada 

El efecto Compton es lo que permite conocer información detallada sobre la composición y densidad de los tejidos, creando imágenes tridimensionales de alta resolución que son claves para la medicina.

El descubrimiento del efecto Compton “contribuyó significativamente a la consolidación de la teoría cuántica”, afirma Fernández Aguilar.

Apenas un año después, en 1924, el físico francés Louis de Broglie terminó de darle forma a la teoría planteando que si la luz, que era una onda, tenía comportamiento de partícula bajo ciertas condiciones, entonces partículas como el electrón también cumplían con esa dualidad.

Así se terminó de formular la dualidad onda-partícula, que provocaría una revolución en el conocimiento.

El hallazgo del físico estadounidense -bautizado el "efecto Compton"- le hizo ganar el Premio Nobel de Física en 1927. 

viernes, 29 de marzo de 2024

Cuáles son las teorías sobre los fenómenos aleatorios por las que Michel Talagrand ganó el “Nobel” de Matemáticas

-Nobel de las Matemáticas.


Michel Talagrand

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Pie de foto,

Nuestras vidas están llenas de fenómenos aleatorios. Mucho de lo que nos sucede parece obra del azar, desde quiénes nos tocan como padres hasta cuándo y cómo morimos.

Michel Talagrand lo llama "la mano dorada del destino", y ha dedicado su vida a tratar de entender aquello que parece impredecible.

Por su trabajo, que revolucionó el campo de la probabilidad y la estadística, el matemático francés de 72 años ha sido galardonado con el Premio Abel 2023, otorgado por la Academia noruega de Ciencias y Letras, considerado por muchos el "Nobel" de las matemáticas.

"Talagrand es un matemático excepcionalmente prolífico cuyo trabajo ha transformado la teoría de la probabilidad, el análisis funcional y la estadística", dijo la Academia al anunciar al ganador.

"Su investigación se caracteriza por el deseo de comprender problemas interesantes en su nivel más fundamental, construyendo nuevas teorías matemáticas a lo largo del camino".

El francés, quien en 2019 ya había ganado el Premio Shaw -considerado el Nobel oriental- trabajó toda su vida como investigador del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (estuvo ahí desde 1974 hasta su retiro en 2017).

Talagrand es el quinto francés que gana el premio desde su fundación en 2003.

Se sumergió en sus estudios después de que una enfermedad genética amenazara su vista cuando era niño y posteriormente descubrió su talento para las matemáticas y la física.

Tras agradecer el premio, el matemático anunció que dedicará los cerca de US$700.000
 con el que está dotado, más el dinero que recibió por el Premio Shaw, a crear un nuevo galardón en sus "áreas favoritas de las matemáticas".

Seguramente, entre estas estén las tres áreas de trabajo en las que más destacó Talagrand, según la Academia noruega: la concentración de la medida, el vidrio de espín y el supremo de los procesos estocásticos.

Aquí te explicamos en qué consisten estas teorías.

Moneda 

Moneda

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Si la lanzas solo una vez, tienes un 50% de posibilidades de que caiga de cara y otro 50% de que caiga de cruz.

La concentración de la medida
"Cuando un proceso depende de una variedad de diferentes fuentes de aleatoriedad, en lugar de volverse más complicado, es posible que los diferentes factores aleatorios se compensen entre sí y produzcan resultados más predecibles".

Así explica la Academia noruega el "contraintuitivo" fenómeno de la concentración de la medida.

"Talagrand ha dado estimaciones cuantitativas precisas al respecto", agrega. En otras palabras: logró la manera de dar algo de previsibilidad a procesos aleatorios.

El ejemplo que más se suele citar es el de la moneda lanzada al aire.

Si la lanzas solo una vez, tienes un 50% de posibilidades de que caiga de cara y otro 50% de que caiga de cruz. Pero si la sigues lanzando las probabilidades se hacen más complejas.

La mitad de las veces caerá según el valor esperado (50%-50%), y la otra mitad según el valor menos esperado (otra vez cara u otra vez cruz).

Gracias a la concentración de la medida se puede estimar que si lanzas la moneda 1.000 veces, hay una probabilidad del 99,7% de que caiga de cara entre 450 y 550 veces, mientras que solo hay dos millonésimas de un 1% de posibilidades de que caiga de cara 600 veces.

"Uno de los grandes logros de Talagrand ha sido examinar este fenómeno en detalle y mejorar enormemente nuestra comprensión del mismo", señaló la Fundación Shaw Prize, al distinguirlo en 2019.

"En particular, demostró desigualdades famosas, utilizando técnicas completamente nuevas, que dan nuevos resultados de concentración que se utilizan ampliamente en muchos entornos importantes diferentes".

Michel Talagrand tras recibir el Premio Shaw en Hong Kong 

Michel Talagrand tras recibir el Premio Shaw en Hong Kong

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En 2019 Talagrand recibió el Premio Shaw en Hong Kong.

El vidrio de espín

El vidrio de espín es un sistema magnético en el que los átomos se organizan de forma completamente aleatoria y desordenada.

Estos fenómenos son notoriamente difíciles de analizar ya que consisten de variables aleatorias que, a su vez, interactúan aleatoriamente.

Si bien el físico italiano Giorgio Parisi -ganador del Nobel de Física en 2021- logró desarrollar una fórmula para predecirlos, fue Talagrand quien pudo comprobar esta importante teoría física, proporcionándole una base matemática completa.

"Talagrand utilizó sus conocimientos de estadística y probabilidad para demostrar los límites de cómo se puede comportar la materia del vidrio de espín", explicó la Academia noruega.

De esta forma "completó" el trabajo del premio Nobel, señaló.

El supremo de los procesos estocásticos
Un proceso estocástico es una colección de variables aleatorias que interactúan.

El "supremo" es el valor más grande que se puede esperar de una colección de esos valores.

Poder calcular este supremo es de utilidad para el campo de la estadística.

La Academia noruega da el siguiente ejemplo: "Si la altura de las olas que rompen en una playa es un proceso estocástico, es útil saber cuál será probablemente la ola más grande que golpeará la playa el próximo año".

"Talagrand ha desarrollado innovadoras herramientas matemáticas para analizar estos máximos", señala.

El Premio Abel, que lleva el nombre del matemático noruego Niels Henrik Abel, fue creado por el gobierno de Noruega, en parte para compensar la falta de un Premio Nobel de Matemáticas.

El ganador es elegido por un comité de cinco matemáticos reconocidos internacionalmente.