domingo, 27 de abril de 2025

¿Por qué los niños pequeños dicen mentiras (incluso muy obvias)?

Una niña frente a un Pinocho de madera con la nariz larga.

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Pie de foto,Los niños aprenden a mentir para evitar enfrentar las consecuencias de sus acciones, según los científicos
Pablo recibió como regalo de cumpleaños la camiseta y pantalón de su equipo favorito de fútbol. Al día siguiente, entusiasmado, estrenó su atuendo. Cuando sus padres lo vieron vestido de pies a cabeza, notaron algo extraño en sus medias.

Al acercarse, descubrieron que había escrito con rotulador las iniciales de su equipo en sus calzas para personalizarlas. Con una expresión de evidente disgusto, le preguntaron por qué lo había hecho. Sin dudarlo, Pablo respondió con naturalidad: "¡Yo no he sido! Ya venían así".

A menudo, los niños pequeños dicen mentiras que para los adultos resultan fáciles de detectar.

Un niño de tres o cuatro años puede negar ser el autor de un dibujo en la pared, aunque sea el único presente en la habitación; o es capaz de insistir en que no ha comido chocolate cuando su boca está llena de cacao.

Estas situaciones desconciertan a los adultos, pero tienen una explicación basada en el desarrollo cognitivo y socioemocional infantil.

¿Por qué mienten los niños?

Se ve a un niño de espaldas con los dedos cruzados, mientras su padre le habla.

Se ve a un niño de espaldas con los dedos cruzados, mientras su padre le habla.

Fuente de la imagen,Getty Images


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Mentir forma parte del aprendizaje social de los seres humanos. Mentir es una estrategia que los niños utilizan para afrontar situaciones que les disgustan. Una de las razones más comunes es evitar las consecuencias negativas de sus acciones.

Cuando notan una expresión de enfado en sus padres o han aprendido que una acción parecida ha terminado en reprimenda, tratan de evitar esas consecuencias negando lo ocurrido.

No decir la verdad les ayuda también a mantener una imagen positiva ante los demás, evitando así decepcionar a los adultos.

Mentir les ayuda a evitar problemas. Pero ¿acaso no se dan cuenta de que es evidente que no dicen la verdad?

A edades tempranas, aún no han desarrollado ciertas habilidades cognitivas propias de etapas evolutivas posteriores. Por ejemplo, no pueden anticipar las consecuencias de sus acciones y por tanto no son capaces de prever que una mentira puede ser descubierta.

Tampoco han adquirido la capacidad de entender que los pensamientos y emociones de los demás pueden ser diferentes a los suyos propios. Creen que los otros van a pensar como ellos y que, por tanto, creerán su versión de la historia.

¿Cómo aprenden a mentir?


Una niña se tapa la boca con un gesto de sorpresa

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 La observación juega un papel clave en el aprendizaje de la conducta de mentir. Los niños con frecuencia observan a los adultos decir pequeñas mentiras en el día a día.

Frases como "no le digas a papá que has comido galletas" o "estaremos de viaje" para no asistir a una cena, transmiten la idea de que las pequeñas mentiras son aceptables.

En sus primeras experiencias con este tipo de situaciones, reaccionan a menudo con ingenuidad. No es extraño que contradigan sorprendidos a los adultos, revelando al padre lo ricas que estaban las galletas o informando a la vecina de que el supuesto viaje nunca existió.

Con el tiempo, y tras varias situaciones similares, el niño interioriza que en ciertos casos mentir es admisible. Esto ocurre a menudo cuando los padres minimizan la importancia de esas pequeñas mentiras, a las que ellos mismos también recurren en ocasiones.

Conforme van creciendo, los niños aprenden que las mentiras pueden ser descubiertas y van modificando su forma de mentir. Si sus mentiras se detectan con facilidad, aprenden que mentir es una estrategia que no funciona y que genera desconfianza por parte de los demás. Si logran engañar, perfeccionan su técnica y sus mentiras se vuelven más elaboradas y son más difíciles de detectar.

Qué hacer ante una mentira infantil

Un niño vestido de empresario acaba de decir una mentira y el detector de mentiras al que lo tienen conectado lo acaba de descubrir.

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Los expertos recomiendan que la mejor manera de evitar las mentiras en los niños es mostrando las ventajas de decir la verdad. 

Las mentiras forman parte del desarrollo infantil, pero deben manejarse de forma adecuada para fomentar la honestidad y evitar que se utilicen con la intención de manipular a los demás.

Por ello, es importante ser un modelo de sinceridad, evitando mentir delante de los niños, aunque se trate de pequeñas mentiras cotidianas.

De esa forma el niño entenderá que decir la verdad es un valor importante y no podrá justificar sus propias mentiras diciendo "tú también mientes". Es preferible reforzar la importancia de decir la verdad y destacar los beneficios de ser sincero con los demás.

Otra sugerencia es evitar las consecuencias desproporcionadas ante una conducta inadecuada.

Si el niño recibe un castigo excesivo por decir la verdad, aprenderá que mintiendo evita reprimendas. En su lugar, es mejor interpretar una conducta inadecuada como una oportunidad para el aprendizaje.

No debemos asumir de inmediato que el niño ha hecho algo malo, sino darle la oportunidad de explicarse, sin juzgarle previamente. Dejar que se exprese libremente reduce la necesidad de defenderse con mentiras y fomenta un ambiente de confianza.

Una parte normal del desarrollo

Una niña está jugando con un niño, que está de espaldas, mientras ella se tapa la boca

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Las mentiras en la infancia son parte del desarrollo cognitivo, emocional y social. 

A edades tempranas no deben percibirse como señales de malicia o deshonestidad.

A través de sus primeras experiencias con la mentira, los niños aprenden sobre las consecuencias de sus acciones.

Si los adultos comprenden por qué los niños mienten y abordan las mentiras de manera adecuada, podrán guiarles hacia una comunicación honesta basada en la sinceridad.

Con paciencia, buena comunicación y con ejemplos positivos, los niños aprenderán que la verdad es siempre la mejor opción. No tendrán miedo por cometer errores y fortalecerán así su confianza en los adultos.

*Mireia Orgilés es catedrática, experta en tratamiento psicológico Infantil, Universidad Miguel Hernández, y José Pedro Espada es catedrático de Psicología. Director del centro de investigación de la infancia, Universidad Miguel Hernández

**Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original.

sábado, 26 de abril de 2025

_- Vargas Llosa y García Márquez, la brutal amistad de dos colosos de las letras latinoamericanas que terminó con un puñetazo.

Ilustración de Daniel Arce

_- La amistad que marcaría la literatura latinoamericana del siglo XX empezó a la manera del siglo XIX: por carta.

Fue en enero de 1966. Gabriel García Márquez (quien aún trabajaba en "Cien años de soledad") le escribió desde México una primera misiva a Mario Vargas Llosa, que estaba en París.

La dirección se la había dado Luis Harss, el periodista chileno-estadounidense que, sin saberlo, estaba escribiendo el primer libro indispensable sobre el Boom de la literatura latinoamericana ("Los nuestros", 1966, publicado primero en inglés como "Into the mainstream").

"Estimado Mario Vargas Llosa:

A través de Luis Harss conseguí por fin tu dirección, que resultaba inencontrable en México, sobre todo ahora que Carlos Fuentes anda perdido quién sabe en qué manglares de la selva europea.

El productor de cine Antonio Matouk está entusiasmado con la idea de hacer en Perú "La ciudad y los perros", dirigida por Luis Alcoriza (...).

Por acá estamos impacientes por conocer "La Casa Verde". ¿Cuándo se publica? Carmen Balcells, a su paso por México, estaba muy entusiasmada con los originales.

Me alegro, de todos modos, y aunque no cuaje el proyecto cinematográfico, de la oportunidad que me ofrece esta carta para establecer contacto.

Cordialmente, Gabriel García Márquez". (1)

Después de un intercambio epistolar de año y medio, en el que incluso discutieron la posibilidad de escribir una novela juntos, García Márquez y Vargas Llosa se vieron por primera vez el 9 agosto de 1967, en el aeropuerto Maiquetía de Caracas, Venezuela.

Gabo -ya el flamante autor de "Cien años de soledad"- llegaba como invitado de honor a la entrega del Premio Rómulo Gallegos que Vargas Llosa había ganado precisamente por "La casa verde", y a participar en un congreso de literatura.

LibrosFuente de la imagen,BBC Mundo
Así describe el momento Vargas Llosa en su monumental "García Márquez, historia de un deicidio" (sobre la cual abundaremos más adelante):

"Nos conocimos la noche de su llegada al aeropuerto de Caracas; yo venía de Londres y él de México y nuestros aviones aterrizaron casi al mismo tiempo. Antes habíamos cambiado algunas cartas y hasta habíamos planeado escribir, alguna vez, una novela a cuatro manos -sobre la guerra tragicómica entre Colombia y Perú en 1931-, pero esa fue la primera vez que nos vimos las caras.

"Recuerdo la suya muy bien, esa noche: desencajada por el espanto reciente del avión -al que tiene un miedo cerval-, incómoda entre los fotógrafos y periodistas que lo acosaban. Nos hicimos amigos y estuvimos juntos las dos semanas del congreso".

Empezaba una gran amistad... que duraría menos de diez años.

Conversación en Lima
Antes del encuentro en Caracas, Vargas Llosa había escrito un elogioso comentario a la recién publicada novela de García Márquez, titulado "Cien años de soledad: el Amadís en América" (fechado en la "primavera de 1967"), con el que empezaba un deslumbramiento con la novela y la obra del colombiano que culminaría cuatro años más tarde con la publicación de "Historia de un deicidio".

Ese deslumbramiento se haría evidente en las siguientes semanas, cuando ambos escritores visitaron Bogotá y Lima.

En esta última ciudad, el 5 y 7 de septiembre, realizaron un "Diálogo sobre la novela en América Latina" que se volvería legendario y que durante décadas circularía en fotocopias o ediciones piratas, hasta que finalmente fue publicado por Alfaguara en abril de 2021.

Gabriel García Márquez Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Gabriel García Márquez (1927-2014). Premio Nobel de Literatura en 1982.

Lo que llamó la atención tanto a los presentes en ese diálogo (como a los posteriores lectores) es que, pese a que en esos momentos era el novelista más conocido y con más trayectoria de los dos, Vargas Llosa fungió como una especie de entrevistador de García Márquez, que durante la conversación soltaría algunas de sus boutades, los dichos ingeniosos que lo caracterizarían en adelante (como que había intentado escribir la novela a los 17 años de edad o que se iba a vivir a Europa porque era más barato).

Por casualidad, en esa visita a Lima nacería el segundo hijo de Vargas Llosa, a quien bautizaría Gabriel Rodrigo Gonzalo en honor a García Márquez y a sus dos hijos. Los padrinos fueron, como no, Gabo y su mujer, Mercedes Barcha.

Luego cada uno regresaría a su hogar. Pero no mucho después estarían viviendo con sus familias en Barcelona, literalmente pared contra pared.

Barcelona, capital del mundo
Aún en Londres, Vargas Llosa seguiría escribiendo su siguiente novela total "Conversación en la catedral", mientras preparaba en paralelo un curso sobre García Márquez, que dictaría en Puerto Rico en 1968, y sería el embrión de su largo ensayo sobre el autor colombiano.

Gabo ya se había trasladado a Barcelona junto a Mercedes y sus dos hijos (en noviembre de 1967), aupados por Carmen Balcells, la superagente literaria que siempre buscó que sus autores pudieran vivir de lo que escribían, sin distracciones adicionales, algo nunca visto en América Latina.

Balcells le hizo la misma oferta a Vargas Llosa, quien en 1970 se mudó con su prima y esposa, Patricia Llosa, y sus dos hijos a la capital catalana. Allí, en 1974, nacería su hija Morgana.

En 1970, después de dos años trabajo, terminó su libro "García Márquez, historia de un deicidio", el primer gran texto (y quizás el mejor) escrito sobre la obra del colombiano, (que al tiempo le sirvió como tesis de un doctorado que no había terminado en España).

Mario Vargas Llosa 

Mario Vargas Llosa recibió el Premio Nobel de Literatura en 2010. Muchos se sorprendieron de la generosidad entre dos colegas que eran, a la vez, competidores.

En su libro "Historia personal del Boom", el escritor chileno José Donoso, recuerda lo que le dijo un crítico italiano al respecto:

"En Italia, que un escritor como Vargas Llosa escriba un libro sobre la obra de otro escritor como García Márquez sería imposible. Y que ambos estén en la misma reunión sin que uno eche veneno en el café del otro, bueno, eso ya parecería ciencia ficción".

Carmen Balcells los definió de manera inmejorable: "Vargas Llosa es el primero de la clase, y García Márquez es un genio".

"No hay más que verlos. Cualquiera que los conozca sabe a lo que me refiero. Mario es un intelectual, alguien con la cabeza muy bien amueblada, que atesora conocimientos eruditos sobre múltiples materias y, a la vez, es capaz de crear grandes obras. Su discurso intelectual es de gran altura, es el primero de la case, un cum laude.

"Al contrario, Gabo es un genio en el sentido de que es un monstruo creador, una fuerza de la naturaleza, alguien tocado por la mano de Dios, que tiene un don, y no se dedica a elaborar teorías o análisis sobre la cultura. Me parece algo que los describe sin valorar a uno por encima del otro. Yo estoy enamorada de los dos".

Libro Fuente de la imagen,BBC Mundo

En la misma "Historia personal del Boom", Donoso fecha el fin de ese fenómeno literario como proyecto común en la Nochevieja de 1970, "en una fiesta en la casa de Luis Goytisolo en Barcelona", donde estuvieron Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez, Carmen Balcells y Sergio Pitol.

"Esa noche se habló sobre todo de la fundación de la revista Libre (...) de cómo quedaría constituida, ampliando la restringida nómina de los directores con que empezó hasta decidirse por directores rotativos y una larga lista de socios contribuyentes".

Caída Libre
Y fue precisamente con el primer número de la revista Libre que empezó una profunda división entre algunos intelectuales occidentales y Cuba.

Empujados por el español Juan Goytisolo y apoyados financieramente por una rica heredera boliviano-francesa, algunos de los escritores latinoamericanos de más renombre se juntaron para editar desde la capital francesa la flamante revista de izquierda.

Allí estarían los cuatro principales del Boom (Vargas Llosa, García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes), pero también Octavio Paz, José Donoso, Severo Sarduy, Claribel Alegría, Plinio Apuleyo Mendoza y Jorge Edwards.

La historia completa está narrada en el capítulo cuarto del libro "En los reinos de Taifa", de Juan Goytisolo: el primer número de Libre ya estaba listo para la imprenta cuando se presentó en Cuba el llamado "Caso Padilla".

Heberto Padilla era un poeta cubano que había participado de la revolución y ocupado el cargo representante del ministerio Comercio Exterior en Praga. Sin embargo, hacia finales de los 60 empezó a criticar de manera abierta y a burlarse de la política cultural del gobierno castrista.

En marzo de 1971 fue detenido y poco después se divulgó una caricaturesca "confesión" que recordaba los juicios estalinistas e hizo montar en cólera a muchos escritores extranjeros amigos de la isla caribeña.

Encabezados por Vargas Llosa y Goytsolo, varios intelectuales y escritores (que incluían a Sartre, Cortázar, Susan Sontag, Italo Calvino, Simone de Beauvoir, Octavio Paz, Alberto Moravia y Margarite Duras) enviaron una moderada carta a Fidel Castro respaldando a Padilla antes de que se divulgara su confesión.

No fue posible ubicar a García Márquez, quien en esos momentos se encontraba en Colombia, en uno de los frecuentes viajes que realizó a la región cuando escribía "El otoño del patriarca" para reencontrarse con el ámbito del Caribe, recapturarlo y ser capaz de reflejarlo en el libro.

Por eso, después de buscarlo en vano, Plinio Apuleyo Mendoza, jefe de redacción de la revista, autorizó a poner el nombre de su amigo sin consultarlo, seguro de que estaría de acuerdo.

Pero no era así: extraviada en el correo quedó una carta desde Barranquilla en la que Gabo le explicaba que no quería firmar nada "mientras no tuviera una información muy completa sobre el asunto". (2)

Fidel Castro montó en cólera por esa primera misiva y pronunció un fuerte discurso contra los firmantes, "señores intelectuales burgueses y libelistas y agentes de la CIA (...) los seudo izquierdistas descarados que quieren ganar laureles viviendo en París, Londres, Roma". Además, prohibía a todos los firmantes la entrada a Cuba "por un tiempo indefinido e infinito".

Casi de manera simultánea se divulgó la "confesión" de Padilla.

Entonces Mario Vargas Llosa convocó a una reunión de emergencia en su casa de Barcelona, donde se redactó y una segunda carta, mucho más afilada y contundente.

Gabriel García Márquez y Julio Cortázar se negaron a firmarla.

Revista Libre Fuente de la imagen,BBC Mundo

El primer número de Libre fue aplazado hasta el otoño para que llevara un completo dossier sobre el caso Padilla con todos los puntos de vista, incluido el discurso de Castro, las dos cartas de los intelectuales, la "confesión" del poeta, así como mensajes a favor y en contra de escritores y artistas latinoamericanos.

Llevaba también un poema de Cortázar en el que se desmarcaba por completo de las críticas al gobierno cubano (antes lo adulaba) y una entrevista de García Márquez que, según Juan Goytisolo, era "un prodigioso ejercicio de saltimbanqui cuyo virtuosismo impone la admiración ya que no el respeto", donde se las arreglaba para no criticar a los intelectuales firmantes y tampoco romper con el régimen cubano.

Agotada por la falta de dinero y escisiones internas, la revista sólo alcanzaría a publicar cuatro números.

La imagen de García Márquez con el ojo morado publicada en un diario mexicano.Fuente de la imagen,EPA-EFE Pie de foto,

La imagen de García Márquez con el ojo morado publicada en un diario mexicano. Un puñetazo en Bellas Artes

Quien mejor ha contado la historia del episodio final de la amistad entre Vargas Llosa y García Márquez es Xavi Ayén en su libro "Aquellos años del Boom".

En él deja claro que la amistad no se rompió a raíz del "caso Padilla", pues ambos escritores continuaron viviendo y viéndose en Barcelona. Sin embargo, era evidente que algo se había roto.

En su libro "Vargas Llosa, el vicio de escribir" (1991), JJ Armas Marcelo recuerda la tarde barcelonesa de 1973 en que el peruano le presentó al colombiano, quien llegó a la cita vestido con el mono azul de obrero con el que trabajaba en la que sería "El otoño del patriarca":

"En esa misma reunión noté que MVLL hablaba poco. Miraba con cierta distancia a García Márquez y llegué a una conclusión quizás prejuiciosa para entonces: al novelista peruano no le gustaban muchas de las "salidas", más o menos fáciles, que el colombiano demostraba en público. "Ahora me voy al cine", dijo García Márquez al despedirse. "¿Vestido así", le pregunté un poco provocativamente. "Claro", me dijo, "es para asustar a los burgueses". Y MVLL volvió a mirarlo con desdén".

Mario Vargas Llosa

 En su libro, Ayén deja claro que el motivo del rompimiento definitivo no fue político, sino que se produjo por algo mucho más banal y humano.

Para resumirlo: a mediados de 1974, cuando regresaban a vivir en Perú, Vargas Llosa se enamoró de otra mujer y dejó a Patricia y a sus hijos.

En mayo de 1975, Patricia Llosa viajó a Barcelona donde fue bien recibida por los García Márquez. De allí surgió la versión de que (quizás en broma) Gabo se le había insinuado.

No mucho después, los Llosa volvieron a vivir juntos.

Eso está explicado con más detalle en el libro de Ayén, quien me dijo que, antes de su publicación, había enviado el texto tanto a García Márquez como a Vargas Llosa y a sus familias para que le dijeran si algo de lo que allí escribía no era verdad.

El 12 de febrero de 1976, en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, era el pre-estreno de documental "La odisea de los Andes", con guión de Vargas Llosa, sobre el equipo de rugby uruguayo que sobrevivió 72 días a un accidente de avión en la cadena montañosa, en algunos casos recurriendo a la antropofagia.

Según relata Xavi Ayén, en el vestíbulo del hermoso edificio se encontraban "la flor y la nata de la intelectualidad mexicana", entre ellos los García Márquez con algunos amigos.

"'Me disculpan, voy a saludar a Mario', les dijo antes de ir a la sala de proyección. Allí se dirigió al peruano y recibió un fortísimo puñetazo: 'Esto es por lo que le hiciste a Patricia en Barcelona', dejó claro el agresor".

En su biografía "Gabriel García Márquez, una vida" Gerald Martin escribe "es evidente que Mario llegó a la conclusión que García Márquez había antepuesto su preocupación por Patricia a la amistad que los unía a ambos. Nada más que García Márquez y Patricia Llosa saben lo que ocurrió".

Los años postreros
En los años posteriores ambos se negaron a hablar sobre lo sucedido y Vargas Llosa dijo que se lo dejaba a "los historiadores".

Hasta donde se sabe tampoco volvieron a cruzar palabra en privado, y en público hubo algunos -pocos- comentarios e improperios, sobre todo de Vargas Llosa, por la postura política de García Márquez frente a Cuba y su amistad con Fidel Castro.

Gabriel García Márquez

 El escritor peruano prohibió que se volviera a reeditar su estudio "Historia de un deicidio" (que tuvo dos ediciones en 1971), el cual se volvió un objeto de culto entre los amantes de la literatura latinoamericana.

Solo volvería a aparecer impreso en 2006, con motivo de la edición de las obras completas del peruano y como parte de sus volúmenes de ensayos. Como obra individual solo se reeditó en 2021, cincuenta años después de haber sido publicada.

En una de las últimas ocasiones que habló en público sobre García Márquez, en el verano de 2017, durante un curso de la Universidad Complutense sobre la obra del colombiano, ante la pregunta de si después del distanciamiento se habían vuelto a ver, Vargas Llosa respondió entre risas:

"No... Estamos entrando en terrenos peligrosos, creo que llegó el momento de poner fin a esta conversación". (3)

Sin embargo, al parecer hubo un intento de reconciliación apoyado por amigos de ambos en una ocasión en la que los dos escritores se encontraban en Cartagena con motivo de un Hay Festival, pero, para entonces, ya Gabo se encontraba demasiado perdido en las brumas de las desmemoria.

En ellas continuó hasta el Jueves Santo de 2014, cuando murió en Ciudad de México.

Ahora, su odiado amigo, Vargas Llosa, también está muerto.

La historia, quizás, se encargará de reconciliarlos.

https://www.bbc.com/mundo/articles/cv224337p50o

viernes, 25 de abril de 2025

Gitanos: el pueblo perseguido

Gitanos: el pueblo perseguido

El día 8 de abril se conmemora el Día Internacional del Pueblo Gitano. Por qué se instituyó esa fecha y de qué modo los gitanos son segregados desde la Edad Media hasta nuestros días.

El día 8 de abril se conmemora el día Internacional del Pueblo Gitano. “La fecha no es arbitraria –dice el escritor argentino de origen gitano Jorge Nedich– sino que conmemora el Primer Congreso Gitano que se realizó el 8 de abril de 1971 en Londres y en el que se instituyeron tanto la bandera como el himno gitanos”.

Y agrega: “La bandera es verde y azul y tiene una rueda roja que simboliza el carácter itinerante de los gitanos que no es una característica inherente al pueblo gitano en sí, sino la respuesta a siglos de expulsiones de distintos países. El himno gitano, Gelem, gelem, que significa anduve, anduve, fue compuesto por Jarko Jovanovic y recuerda a los gitanos y gitanas víctimas del Holocausto”.

La propia historia de Nedich es en sí misma la historia de la marginación de los gitanos que, según el escritor, aún no son sujetos de derecho. Fue a la escuela primaria algunos días salteados en que pudo hacerlo porque el nomadismo no le permitió la escolarización.

“De chico –cuenta en una nota aparecida en este mismo diario- vendía en la calle naftalina, agujas, hilos. Lustré zapatos, vendí helados, estampitas, tiré la manga. Hice todo lo que hace una familia gitana que está en una situación de marginalidad. Éramos tremendamente pobres, por lo que comencé a vender desde el vientre de mi madre que se dedicaba e eso cuando estaba embarazada de mí”.

Aprendió a leer leyendo las revistas que él mismo vendía en los trenes, «números viejos o fallados de Afanancio, El Tony, Killing”, Cuando tenía dudas les preguntaba a los chicos de la villa que también se dedicaban a vender en los trenes. Con esa precaria instrucción y mucho esfuerzo personal, se convirtió en escritor.

Ya tenía libros publicados cuando en el momento en que se sancionó una ley que permitía a los mayores de 25 años que acreditaran de alguna forma un saber que les permitiera ingresar a estudios terciarios o universitarios aunque no hubieran terminado el colegio primario. Dio el el examen de ingreso y ahí saltó el dato de que no había terminado ni la primera ni la secundaria. En contraposición ya había publicado Gitanos para su bien o su mal y Ursari. Fue así que accedió a la carrera de Letras en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, se recibió y desde entonces se dedica a la docencia y a la escritura.

Hoy hace más de 30 años que lucha por la causa gitana, por la integración de su pueblo, por la inclusión en los manuales escolares de la historia de los gitanos. Hasta el momento, los gobiernos han mostrado mayor o menor empatía hacia su propuesta, pero ninguno la ha aplicado.

Gitanos: el pueblo perseguido Foto: Eduardo Sarapura
Gitanos: el pueblo perseguido
 Gitanos, un pueblo segregado
La segregación del pueblo gitano comienza ya en Edad Media, cerca del año 1300 y a lo largo de la historia se lo ha discriminados de distintos modos.

“En 1930 –le cuenta Nedich a Tiempo Argentino– comienza el asociacionismo gitano. Antes de la Segunda Guerra Mundial, en los lugares en que los gitanos pudieron asentarse desarrollaron una economía y accedieron como el resto de la población a la educación. De hecho, hay un Premio Nobel en ciencia de origen gitano, Schack August Steenberg Krogh”.

“Ese asociacionismo se vio truncado en 1936/1937 con el auge del racismo. Es el momento en que Hitler toma una cervecería en Berlín en la que da un discurso por el que luego es encarcelado y, una vez liberado, comienza su ascenso”.

Y agrega: “Hay algo que me gustaría aclarar y es que, contrariamente a lo que se dice, Hitler no ganó las elecciones. Salió segundo con el 33 por ciento de los votos. Quien gana es Paul von Hindenburg quien enferma y nombra canciller a Hitler y así comenzó su actividad política y llegó a lo que llegó”.

“Luego del genocidio –continúa-, los gitanos quedaron muy diezmados, con muchas pérdidas. En un principio se reconocieron 200.000 fallecidos pero en realidad fueron más de 1.500.000 los que murieron dentro de los campos de concentración y fuera porque a muchos de ellos los mataban donde los encontraban. Como estaban indocumentados, era difícil establecer una cifra.”

Gitanos: el pueblo perseguido
Recién en 1960 comienza a retomarse el asociacionismo. “En 1971 –dice Nedich- un gitano inglés que trabajaba de cocinero en una escuela, pide permiso a las autoridades para hacer un congreso. En ese congreso se establecieron la bandera y el himno gitanos. En este punto hay que destacar tres nombres: Juan de Dios Ramírez Heredia, diputado gitano; Yul Brynner, actor gitano y el autor del himno gitano, Jarko Jovanovic.”

“En realidad, el himno era una vieja canción del 45 o 46. En verdad es un contra himno porque pone en valor la pérdida, la familia, el desastre que hace la guerra, no es una canción de heroísmo. Es el único himno en el mundo con esa característica”.

En 1980 comienza el primer reconocimiento de las pérdidas gitanas ya que, durante el Juicio de Nuremberg, Alemania argumentó y presentó documentación al fiscal Robert J. Jackson que sostenía que los gitanos no habían muerto por cuestiones raciales, sino porque eran delincuentes comunes.

“En ese momento –acota Nedich- se reconocieron 200.000, de modo que la cantidad de delincuentes comunes del pueblo gitano era inmensa, absurda. En realidad, los gitanos cultivaban la vid, el olivo, eran actores, empresarios. Muchos de ellos, cuando percibieron lo que se venía, viajaron a los Estados Unidos. Entre ellos estaba la familia de quien sería Elvis Presley, que cambió su apellido porque sonaba demasiado alemán. Quien ya era Chaplin, de origen gitano, se va de Irlanda a los Estados Unidos”.

Gitanos: el pueblo perseguido
Gitanos: el pueblo perseguido
Grupo de gitanos en una carreta alemana en 1908

En lo que hace a la inclusión de los gitanos, Argentina ha firmado muchos tratados y acota Nedich, “no ha cumplido con ninguno. El más rimbombante es la resolución 169 que se firma en la OIT en 1985 por el que Argentina se compromete a integrar por medio de la escolarización y el trabajo a la población gitana. Nunca lo hizo, de hecho, ni siquiera nos han censado”.

“Yo hace 32 años que recorro los ministerios de Educación y nunca cortaron el diálogo. El único gobierno que no nos atiende es el actual. Este gobierno habla de hacer de Argentina una potencia, pero para eso necesitaría llenar miles y miles de cabezas de contenidos de excelencia y ha rebajado el Ministerio de Cultura a Secretaría. No habla de educación, sino de mercado”.

Y continúa: “Yo fui líder dos años en Naciones Unidas e hice un curso sobre Derechos Humanos en Costa Rica. Allí vi que hemos avanzado mucho en muchos países, por ejemplo en España, en Serbia, inclusive en Rumania. Hay gitanos que estudiaron, se formaron y trabajan en la universidad, en centros de estudios, son obreros, periodistas, locutores, actores…En Argentina eso no sucede a pesar de que promover la cultura gitana sería útil para que no haya un choque de culturas”.

Y concluye: “A veces nos dicen que los gitanos no nos integramos. Es un error pensar así, porque el que tiene el monopolio de la integración es el Estado”.

Fuente: 

jueves, 24 de abril de 2025

5 novelas fundamentales de la obra de Mario Vargas Llosa

Varios libros de Mario Vargas Llosa traducidos a portugués.

Fuente de la imagen,Getty Images

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Novelas, cuentos, ensayos, piezas de teatro e infinidad de artículos periodísticos. La carrera prolífica del escritor Mario Vargas Llosa, fallecido a los 89 años en Lima, duró casi 7 décadas y le valió, entre otros, el Premio Nobel de Literatura en 2010 y el premio Príncipe de Asturias.

Vargas Llosa era además integrante de la Academia Francesa, uno de los mayores honores culturales e intelectuales en Francia. Sus miembros son conocidos como les immortels (los inmortales), y solo hay 40 asientos, numerados y vitalicios.

Entre sus miembros destacados han estado Voltaire, Montesquieu, Victor Hugo y Alejandro Dumas.

El gobierno peruano decretó "Duelo Nacional el día 14 de abril" y anunció banderas a media asta en locales estatales con motivo del deceso, indicó un Decreto Supremo divulgado a medianoche.

Su disciplina y compromiso lo llevaron a producir una obra de asombrosa abundancia: 20 novelas, un libro de cuentos, 10 obras de teatro, 14 libros de ensayo, dos de crónicas y uno de memorias.

1. La ciudad y los perros (1963)
Con su primera novela, el autor peruano irrumpió en el panorama literario internacional de manera impactante, marcando también el inicio del llamado "Boom Latinoamericano", un movimiento literario que revolucionó la narrativa del siglo XX en lengua española.

A este grupo pertenecen también los mexicanos Carlos Fuentes, Juan Rulfo y Vicente Leñero, el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar y el uruguayo Juan Carlos Onetti, entre otros.

Vargas Llosa firmando un ejemplar de su libro a una seguidora.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Vargas Llosa tuvo claro desde muy joven que quería ser escritor. La historia, inspirada en sus vivencias personales, transcurre en el Colegio Militar Leoncio Prado, ubicado en Lima. Un internado de formación castrense donde jóvenes adolescentes se preparan para una posible carrera militar.

El colegio, sin embargo, representa cómo era a ojos de Vargas Llosa la sociedad peruana de la época: autoritaria, violenta, machista y profundamente desigual.

Al momento de su publicación, Perú atravesaba un periodo de fuertes tensiones políticas y sociales tras la dictadura del general Manuel A. Odría (1948–1956), por lo que la publicación de la novela fue polémica hasta el punto de que el ejército peruano quiso censurarla.

A Vargas Llosa le traería fama internacional y repudio local.

2. Conversación en La Catedral (1969)
Como figura clave de la literatura latinoamericana, su segunda novela de ficción tampoco defraudaría. Ambiciosa y compleja, "Conversación en La Catedral" fue considerada por muchos críticos como una de sus obras maestras.

El libro se caracteriza por los cambios constantes de narrador, de tiempos verbales y de escenas, lo que obliga al lector a reconstruir por si mismo los hechos.

El 3 de octubre de 1968, el general Juan Velasco Alvarado lideró un golpe militar que derrocó a Fernando Belaúnde Terry, elegido en las urnas en 1963. En ese contexto y solo un año después se publicaría este libro.

El escritor peruano en la presentación de uno de sus libros. Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

El filósofo Jean Paul Sartre fue uno de sus primeros modelos. La historia gira en torno a Santiago Zavala, conocido como "Zavalita", un joven periodista que acaba desilusionado, trabajando como redactor en un periódico sensacionalista y viviendo una vida gris.

Un día, se encuentra casualmente con un antiguo chofer de su padre, y juntos se sientan a conversar en un bar llamado precisamente "La Catedral". La conversación y los recuerdos de ambos sirven como eje central de la novela.

3. La tía Julia y el escribidor (1977)
En un caso de rebeldía tribal, Vargas Llosa contrajo matrimonio en 1955, cuando aún contaba con 19 años, con su tía materna, la boliviana Julia Urquidi, 11 años mayor que él y divorciada. El escándalo en la familia fue enorme, no solo por la edad, sino por el parentesco.

De su relación con ella y su trabajo en Radio Panamericana saldría una de sus novelas más exitosas y graciosas: "La tía Julia y el escribidor".

Un simpatizante deja un mensaje en una nota frente a la casa del escritor peruano-español ganador del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en Lima, Perú, el 13 de abril de 2025Fuente de la imagen,John Reyes Mejia/EPA-EFE/REX/Shutterstock Pie de foto,

Vargas Llosa murió en su residencia en Lima, donde muchos seguidores dejaron notas. De nuevo, era una novela que contaba sus experiencias vitales, pero a diferencia de las anteriores obras, más densas y centradas en temas políticos, esta tiene un tono más ligero, casi humorístico y autobiográfico. Sí se mantiene la crítica al conservadurismo y clasismo de la sociedad peruana.

Cuando Vargas Llosa publicó "La tía Julia y el escribidor", ya era un autor consagrado en América Latina y Europa.

Julia Urquidi publicaría luego una suerte de respuesta en su libro de memorias "Lo que Varguitas no dijo".

4. La guerra del fin del mundo (1981)
Los críticos dicen que con este libro Vargas Llosa alcanzó la madurez literaria. Se nota, añade la crítica literaria, en la épica y las disertaciones filosóficas latentes en toda la narración.

Con "La guerra del fin del mundo" el escritor vira hacia la novela histórica de ficción.

Los acontecimientos que inspiran la historia son reales y ocurrieron en Brasil a fines del siglo XIX: la llamada Guerra de Canudos (1896–1897) fue una sangrienta rebelión religiosa que tuvo lugar en 1897 en Canudos, Brasil, y encabezada por el mesiánico Antonio Conselheiro.

Mario Vargas Llosa en la presentación de la obra "Cervantes".Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, la ciudad blanca en el sur de Perú. Vargas Llosa toma este hecho real como base para una novela en la que múltiples personajes cruzan sus caminos: periodistas, soldados, bandidos, intelectuales, prostitutas, campesinos y políticos. El lector asiste no solo a una guerra física, sino también a una colisión ideológica entre modernidad y tradición, razón y fe.

Lo que empezó como un guión para una película que nunca se filmó terminaría convirtiéndose en una de sus obras más ambiciosas.

Más adelante regresaría a la novela histórica con "El paraíso en la otra esquina" (2003) y "El sueño del celta" (2010).

5. La fiesta del chivo (2000)
En 2000, cuando nadie lo esperaba, volvió a publicar una novela total con "La fiesta del chivo", que rivalizaría con sus grandes logros en la escritura, como "Conversación en la catedral" o "La guerra del fin del mundo".

Era el regreso del Vargas Llosa que se metía en el fragor de los grandes acontecimientos políticos y de la violencia. Y también el regreso a un tema muy atractivo para los escritores latinoamericanos: el caudillo devenido en dictador.

En esta ocasión, el foco se sitúa en la República Dominicana y la figura del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernó con mano de hierro entre 1930 y 1961. Cómo haría antes, Vargas Llosa escribió esta novela tras una profunda investigación documental y entrevistas.

La trama gira en torno a Urania Cabral, hija de un antiguo funcionario trujillista, que regresa a Santo Domingo después de décadas en el exilio. Su viaje es el hilo conductor emocional y sirve para explorar el trauma personal y colectivo de una sociedad marcada por el silencio y la complicidad.

La novela denuncia cómo muchos sectores sociales –élite, iglesia, militares, empresarios– fueron cómplices del régimen, y cómo el miedo disolvió la responsabilidad individual.

Su literatura "estuvo marcada por la pasión por la literatura y el compromiso con la exploración de la condición humana a través de sus historias", dijo La Casa de las Américas en su nota de despedida al genial escritor.

*Con información de Juan Carlos Pérez Salazar.


miércoles, 23 de abril de 2025

Mario Vargas Llosa y los otros 5 Nobel de Literatura de América Latina

6 latinoamericanos ganadores del Nobel: Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias.

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La literatura es el área en la que más latinoamericanos han sido distinguidos con premios Nobel, con un total de seis galardones.

Mario Vargas Llosa fue parte del selecto grupo de seis plumas cuyo trabajo fue reconocido por la Academia Sueca.

Junto a ellos, cuatro españoles completan un cuadro de 10 escritores cuyos trabajos en castellano han merecido el reconocimiento, desde que se otorgó por primera vez en 1901.

BBC Mundo recuerda a los otros cinco grandes escritores latinoamericanos que compartieron el honor del Nobel con el escritor peruano.

Gabriela Mistral (Chile, 1889-1957)

La poeta chilena Gabriela Mistral fue la primera figura latinoamericana -y hasta el momento, la única mujer de la región- en recibir el premio Nobel de Literatura (1945).

Hija de una familia humilde, empezó a trabajar como maestra de provincia. A pesar de no haber tenido hijos, uno de sus mayores intereses fue la niñez y la educación.

Gabriela Mistral

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Por su incansable trabajo en este campo llegó a ser conocida como "la maestra de América".

En su poesía abundan los elementos del mundo rural en una época en que otros escritores se dedicaban a escribir sobre las grandes ciudades.

"Represento la reacción contra la forma purista del idioma metropolitano", dijo en una ocasión.

También promovió la unión cultural de América Latina.

Entre sus principales obras están "Los sonetos de la muerte" (1914), "Desolación" (1922), "Ternura" (1924) y "Tala" (1938).

Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974)

Miguel Ángel Asturias ganó el premio Nobel de Literatura en 1967, el mismo año en que García Márquez publicó "Cien años de soledad".

En su juventud, viajó a París para estudiar antropología y allí se dedicó a profundizar sus conocimientos sobre la cultura maya.

Miguel Ángel Asturias

Miguel Ángel Asturias

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Asturias ganó el premio el año en que García Márquez publicó "Cien años de soledad". 

En Francia, entró en contacto con la vanguardia y los surrealistas. Además, allí trabajó en una traducción al español del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas.

Junto con escritores Arturo Uslar Pietri y Alejo Carpentier, Asturias se apropió del término "realismo mágico", originalmente usado por un crítico de pintura alemán, y lo reinterpretó para comenzar a denominar un tipo de literatura latinoamericana.

Una de sus obras más estudiadas es su novela "Hombres de maíz". En ella narra la tensión entre los mundos indígenas y ladino.

En el centro de este conflicto está el que posiblemente sea su personaje literario más célebre, Gaspar Illóm.

Otra de sus obras más aclamadas es "El señor presidente", que cuenta los abusos del poder en una dictadura latinoamericana.

Asturias llegó a tener una controversia con García Márquez acerca de la originalidad o plagio en "Cien años de soledad" que lo desprestigió ante los ojos de narradores del llamado boom latinoamericano.

Pablo Neruda (Chile, 1904-1973)

Pablo Neruda es el segundo escritor chileno en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1971.

Pablo Neruda

Pablo Neruda

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Neruda fue una figura paradigmática de las letras y la izquierda latinoamericanas. 

Es uno de los poetas latinoamericanos más influyentes del siglo XX, no sólo en América Latina, sino también en el ámbito global.

Poeta, diplomático y activista político, Neruda fue una figura paradigmática de las letras y la izquierda latinoamericanas.

Su poesía, enraizada en su Chile natal, toca poderosas temáticas universales.

Su nombre de pila era Ricardo Neftalí Reyes Basoalto pero tomó su pseudónimo en honor al poeta checo Jan Neruda.

En 1923, publicó su primer libro de poemas, "Crepusculario". Un año más tarde lanzó una colección de poemas marcada por el erotismo y la melancolía que logra enorme popularidad entre un gran público, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada".

Entre sus obras más estudiadas por la crítica están "Residencia en la tierra" y "Canto General".

Gabriel García Márquez (1927 - 2014)

El laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez está considerado como uno de los autores en español más importantes de todos los tiempos.

Su obra "Cien años de soledad" -su creación más célebre- fue traducida en más de 40 idiomas y su publicación fue un hito que marcó el llamado boom de la literatura latinoamericana.

Gabriel García Márquez 

Gabriel García Márquez

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Gabriel García Márquez fue galardonado con el Nobel de Literatura en 1982. 

Nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, un pueblo de la región Caribe colombiana, era hijo de un telegrafista y vivió sus primeros años con sus abuelos.

Estudió en una universidad jesuita, donde cursó la carrera de Derecho, pero pronto dejó sus estudios para trabajar de periodista.

En 1965 concibió la idea de escribir "Cien años de soledad". Dedicó al libro un total de ocho horas diarias durante 18 meses. La primera edición de la novela en español, se publicó en 1967.

García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982.

El reconocimiento fue una decisión unánime de los 18 jueces de la Academia de Letras de Suecia, "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente".

Otras de sus obras importantes incluyen "El general en su laberinto", "El amor en los tiempos del cólera", "El coronel no tiene quien le escriba" y "Crónica de una muerte anunciada".

Octavio Paz (México, 1914-1998)

Octavio Paz

Octavio Paz

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Pie de foto,La Academia le concedió el premio Nobel de Literatura en 1990.

Octavio Paz es uno de los poetas y ensayistas mexicanos más reconocidos y controvertidos de América Latina.

Nació en un suburbio de la capital de México en 1914, en momentos en que se luchaba la Revolución Mexicana.

Aunque asistió a la universidad nunca obtuvo ningún título. Sin embargo, llegó a ser todo un erudito autodidacta.

En sus comienzos, la poesía de Octavio Paz se orientó hacia la justicia social y el sentimiento de antifascista.

En esa poesía que escribió en su juventud se observa cierta influencia de Rubén Darío, Xavier Villaurrutia y el llamado grupo de los Contemporáneos.

Después de una prolongada estadía en París, en la que entró en contacto con los surrealistas, se alejó de la temática social y se enfocó más en aspectos metafísicos.

Sus ensayos abordan temas muy diversos, entre ellos Claude Lévi-Strauss, el erotismo, la mitología, la Malinche, la figura del Pachuco y Sor Juana Inés de la Cruz.

La Academia le concedió el premio Nobel de Literatura en 1990.


martes, 22 de abril de 2025

5 ‘trucos’ con evidencia para vivir más y sin gastar una fortuna.

Ilustración de un gimnasio en el garaje de casa con un paisaje imaginado enmarcado por aparatos de ejercicio.
Credit...Kate Dehler
Los investigadores advierten que no necesitas una suscripción al gimnasio de 40.000 dólares ni un escáner de cuerpo completo para vivir una vida más larga y saludable.  Clínicas privadas de 20.000 dólares que ofrecen secuenciación del genoma y escáneres de cuerpo completo. Gimnasios con cuotas anuales de 40.000 dólares. Intercambios de plasma sanguíneo por 10.000 dólares o más cada uno. Entrenamiento individual del sueño y dispositivos de 300 dólares. 

Buscar la “longevidad” se ha convertido en un pasatiempo caro, por no hablar de que consume mucho tiempo. Pero no tiene por qué serlo: los expertos dicen que muchas de las prácticas con más probabilidades de alargar tu vida son también las más baratas.

Las opciones sencillas de estilo de vida, como comer bien y hacer ejercicio con regularidad, son con mucho “las tácticas de longevidad más eficaces y bien respaldadas”, y “nada se les acerca”, dijo John Tower, profesor de Ciencias Biológicas de la Facultad de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California.

Los montones de suplementos que recomiendan influentes, los tratamientos con oxígeno y las terapias con células madre para la longevidad son “experimentales en el mejor de los casos”, añadió Joseph Coughlin, director del AgeLab del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Si quieres vivir más y más sano, es mejor que hagas “lo que la ciencia y la historia han confirmado”.

He aquí algunas de las sugerencias de los expertos.

Haz ejercicio. No importa dónde
Los gimnasios de alta gama pueden tener entrenadores personales y sofisticadas mediciones biométricas para controlar tu frecuencia cardiaca y tus niveles de oxígeno en sangre. Pero es el ejercicio en sí mismo el que ha demostrado prolongar tu salud y tu esperanza de vida, y puedes obtener los mismos beneficios físicos haciendo ejercicio por tu cuenta, dijo Roger Fielding, científico jefe del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana y Envejecimiento del USDA en la Universidad de Tufts. Tanto el ejercicio cardiovascular como el entrenamiento de fuerza están relacionados con una menor mortalidad porque reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El simple hecho de caminar 30 minutos al día por tu barrio puede reducir significativamente el riesgo; también hacer ejercicios de mayor intensidad o entrenamiento de resistencia con mancuernas en casa, dijo.

La Asociación Americana del Corazón recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada (como caminar) o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso (como correr o nadar) para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Pero “cualquier nivel de actividad física” es mejor que ninguno, dijo Fielding.

Una dieta sana supera a los suplementos
La gente prueba todo tipo de estrategias alimentarias para alargar su vida: restricción calórica, ayuno, dietas cetogénicas y suplementos de vitaminas o con “paquetes” de proteínas, por nombrar algunas. Se ha demostrado que algunas de esas prácticas —como la restricción calórica y el ayuno intermitente— ayudan a los ratones a vivir más tiempo, pero los investigadores aún no saben si tienen el mismo efecto en los humanos. Y la mayoría de los suplementos que venden o promocionan los influentes de la lucha contra el envejecimiento no han sido suficientemente estudiados en cuanto a su seguridad o longevidad, ni están estrechamente regulados.

Es mejor que comas alimentos integrales no procesados, dijo Anne-Julie Tessier, dietista y profesora adjunta de nutrición de la Universidad de Montreal. Los estudios demuestran que las dietas basadas en cereales integrales, frutas y verduras, proteínas magras y otros alimentos no procesados —como la dieta mediterránea o DASH— pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y, por tanto, prolongar la esperanza de vida.

Comer sano puede ser caro, reconoció Tessier. Para reducir costos, recomendó cambiar las frutas y verduras frescas y las proteínas magras por otras congeladas, que pueden ser “igual de nutritivas”.

Intenta dormir siete horas seguidas
La investigación ha demostrado que un sueño constante y de calidad se asocia a una vida más larga. Y aunque abordar los problemas del sueño deficiente puede ser frustrante, “no hay pruebas sólidas” de que los rastreadores del sueño o las costosas clínicas privadas del sueño, que a veces incluyen pruebas genómicas y escáneres del sueño, puedan ayudarte a conseguirlo sin ningún otro cambio importante en tu estilo de vida, dijo Brienne Miner, profesora adjunta de la Facultad de Medicina de Yale, especializada en envejecimiento y sueño. Los rastreadores del sueño pueden incluso inducir ansiedad por dormir, una obsesión inútil por mejorar el sueño que, paradójicamente, puede empeorarlo.

Los estudios sugieren que alrededor de siete horas de sueño ininterrumpido cada noche parece ser el punto óptimo para evitar riesgos para la salud, porque esa cantidad da a tu cuerpo el tiempo adecuado para regular las hormonas y los niveles de azúcar en sangre y para permitir que tu cerebro elimine toxinas. Dormir mucho más o mucho menos que eso es un factor de riesgo de mortalidad prematura, dijo Miner.

Para conseguir unas buenas siete horas de sueño, la clave está en mantener un horario constante de sueño y vigilia, hacer ejercicio y socializar con regularidad, y evitar el alcohol, dijo.

Si necesitas ayuda para dormir mejor, algunos productos y servicios menos caros pueden beneficiarte más que los laboratorios privados del sueño, dijo Girardin Jean-Louis, director del Centro de Ciencias Traslacionales del Sueño y Circadianas de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. Sugirió cosas como antifaces para dormir, máquinas de ruido blanco o terapia cognitivo-conductual, específica para el insomnio.

Entrena tu cerebro para que sea más optimista
Tu mentalidad y tus sentimientos contribuyen en gran medida a vivir más: los científicos saben que la depresión y la soledad aumentan el riesgo de mortalidad. Para mejorar la salud mental, algunos entusiastas del antienvejecimiento consideran cosas como la terapia con ketamina o los retiros psicodélicos.

Entrenar tu cerebro para que sea más positivo es una opción eficaz y más fácil. Las nuevas investigaciones proponen que el optimismo puede alargar tu esperanza de vida, y tú mismo puedes cultivarlo con ejercicios diarios de escritura o terapia conversacional, dijo Laura Kubzansky, profesora de ciencias sociales y del comportamiento en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, quien es coautora de la investigación.

Si llevar un diario o hacer terapia no es lo tuyo, rodearte de amigos y familiares también puede favorecer la longevidad al mejorar tu estado de ánimo y disminuir el estrés, lo que a su vez puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, dijo Judith Carroll, profesora asociada de psiquiatría y ciencias bioconductuales de la Universidad de California en Los Ángeles. Pero no toda socialización es beneficiosa, sobre todo si es con quien te hace sentir juzgado o ansioso. La conexión social “tiene que ser nutritiva y de apoyo”, dijo.

Para comprobar si funciona, observa cómo te sientes
Algunos influentes de la longevidad pregonan las pruebas de “edad biológica”, que, por unos cien dólares o más, pueden estimar la salud de tus células y cómo envejecen con el tiempo a partir de una muestra de sangre o saliva. Actualmente, existen numerosas pruebas en el mercado, pero los expertos dicen que son medidas imprecisas que normalmente solo reflejan las modificaciones químicas de tu ADN, y que cada prueba calcula la edad biológica de forma ligeramente distinta.

De momento, estas pruebas no son lo bastante sofisticadas como para decirte de forma concluyente tu edad biológica, dijo William Mair, profesor de metabolismo molecular de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard. Es igualmente útil que te preguntes si los cambios de estilo de vida que estás haciendo te hacen sentir más joven, más sano y más atento, sobre todo porque tu objetivo debe ser vivir mejor, no simplemente más tiempo, dijo.

Al igual que los demás expertos, Mair instó a la paciencia y la prudencia en la búsqueda de una vida más larga. “Si está disponible en línea ahora mismo, la gente no espera. Pero mi argumento sería que deberían hacerlo”, dijo, y añadió: “¿Gastaría yo mucho dinero” en productos no probados y poco investigados para retrasar el envejecimiento, en lugar de adoptar hábitos más saludables? “Probablemente no”.


lunes, 21 de abril de 2025

_- Memento mori

_- He pronunciado la conferencia de clausura del Primer Congreso Internacional sobre Pedagogía de la muerte que se ha celebrado en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid los días 2, 3 y 4 de este mes de abril. Organizaban el Congreso los profesores Agustín de la Herrán y Pablo Rodríguez que llevan muchos años investigando sobre esta importante cuestión. Fruto de esas investigaciones es el libro, entre otros, “La muerte y su didáctica. Manual para la Educación Infantil, Primaria y Secundaria”, de Agustín de la Herrán Gascón y Mar Cortina Selva. Se trata de una propuesta laica, compleja e innovadora plasmada en múltiples recursos metodológicos. Con las ponencias del Congreso la editorial inglesa Routledge editará un libro que he tenido el honor de prologar.

Como es habitual en este tipo de eventos, el Congreso acogió conferencias plenarias, mesas redondas y numerosas comunicaciones simultáneas, en inglés y castellano, con la correspondiente traducción simultánea al inglés o al español a texto y proyectada en la pantalla (programa IA Akkadu.ai).

. Es una locura estar obsesionados y angustiados por la muerte, pero realizar una negación de ella y vivir como si no existiera es una locura mayor, dice Carlos Cobos en su interesante libro “Los tópicos de la muerte”.

Comencé mi conferencia plateando los problemas que genera el lenguaje en cualquier discurso pedagógico. Porque el lenguaje es como una escalera por la que subimos a la comunicación y a la liberación pero por la que también bajamos a la comprensión y a la liberación. El problema no es que no nos entendamos sino creer que nos entendemos cuando decimos con las mismas palabras cosas muy diferentes e incluso contrarias. El hijo de unos amigos (diez añitos de edad), en una comida familiar en la que hablaban de la muerte del abuelo de uno de sus amigos, dijo muy serio:

Desde luego, si me muero, yo no aguanto.

¿Qué idea tiene este niño sobre la muerte? Piensa que morirse es meterse en un ataúd, quedarse inmóvil y, pasado un rato, volver a jugar al fútbol. No piensa que la muerte es un fenómeno ineluctable, definitivo, individual, impredecible, único, universal y gratuito (la muerte es gratis, aunque la paguemos con la propia vida, dice Elfriede Jelinek, premio Nobel de literatura austríaca). La muerte es un proceso natural y universal que ocurre en todos los seres vivos. Basta haber nacido para tener que morir.

Hablé también de la importancia del contexto. No es igual la vivencia de la muerte en México, que en nuestro país. No es igual en tiempos normales que en tiempos de pandemia. No es igual en un pueblo que en una ciudad. Nací en un pueblecito leonés llamado Grajal de Campos. Oía tocar las campanas “a muerto”. Y en su lenguaje decían si el fallecido era un niño, una mujer, o un varón. Al día siguiente todo el pueblo acudía al funeral y acompañaba al cadáver hasta el cementerio para dar el pésame a la familia del fallecido. Yo, que era monaguillo, vi muchos cadáveres en mi infancia. Hay personas en la ciudad que no tienen presencia de la muerte en muchos años. Alguna vez, quizás, ven pasar un coche fúnebre en la caravana de vehículos que atraviesa una calle.

El progreso de la medicina y el cuidado de la salud han hecho que se retrase en años la esperanza de vida. Además, la muerte se produce hoy con más frecuencia en el Hospital que en la casa. Todo ello hace que la muerte se haya convertido en un tabú. No se habla, no se piensa, no se tiene en cuenta que somos seres mortales. La muerte está fuera de las conversaciones, de las preocupaciones. Vivimos como si fuéramos inmortales. Y también está fuera de la escuela. Nada hay que decir sobre la muerte, nada hay que reflexionar sobre ella ni sobre el luto que debemos pasar cuando muere un familiar o una mascota especialmente querida. Como si la preparación y la superación de ese fenómeno se pudiese realizar de forma automática.

Propuse algunas estrategias para afrontar con naturalidad y sin dramatismo la muerte propia y la de aquellas personas que nos importan. Entre otras:

Es preciso vencer el miedo a la muerte. Del aforismo timor mortis conturbat me (el temor a la muerte me turba) hay que pasar al que dice timor mortis, morte pejor (el temor a la muerte es peor que la muerte misma). Decía Machado: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, las muerte no es y cuando la muerte es, ya no somos”.

Conviene vivir teniendo en cuenta que somos seres mortales. Es un error vivir cono si nunca fuéramos a morir. No tiene mucho sentido ser la persona más rica del cementerio. Alguien ha dicho que si al morir dejamos una gran herencia es que no hemos hecho bien la cuentas. Es aconsejable vivir con la filosofía del carpe diem. Esta filosofía encaja perfectamente con la condición de nuestra finitud. Puesto que no somos eternos aprovechemos el tiempo de forma inteligente, es decir seamos felices y buenas personas.

Es importante hacer un proyecto de vida con sentido. Y en él tenemos que incorporar a los otros. Un lema que encarna lo que estoy diciendo sería: ”El mundo es mejor ahora porque yo he estado en él”.

Creo que es muy saludable vivir el fenómeno de la muerte con humor. Todo el mundo conoce historias que desdramatizan la presencia de la muerte. Unas anteriores a la muerte, otras relacionadas con el momento del desenlace y algunas con lo que suponemos que vendrá después. Pondré un ejemplo de cada una de estas tres fases. He tomado la `primera del libro “Heidegger y un hipopótamo van al cielo. La vida, la muerte y el más allá estudiados con filosofía y mucho humor” (Octaedro), de los filósofos estadounidenses Thomas Mc Cachcart y Daniel Klein.

Antes de la muerte: un grupo de excombatientes se encuentran en un cementerio para rendir homenaje a sus compañeros fallecidos. Uno le dice a orto que tiene una edad muy elevada: ¿Crees, que dada la edad que tienes y las condiciones en que te encuentras, merece la pena que vayas a casa?

Durante el desenlace: se cuenta que un bético de toda la vida en el trance supremo de la muerte confiesa a sus hijos que quiere hacerse sevillista. La sorpresa y la conmoción de la familia no puede ser mayor, Cuando le piden explicaciones, dice: es que me alegra saber que muera un sevillista.

Después de la muerte: un viudo acude al periódico local para publicar una esquela sobre la muerte de su esposa; le pregunta el director qué texto quiere publicar. Él dice que el más breve posible: Marta muerta. El director le explica que, si lo hace por ahorrar, dos palabras valen igual que cinco. Eso le permite añadir algo más sobre su esposa. Después de unos segundos le dice al director cuáles son esos esas cinco palabras: Marta muerta. Vendo Seat Panda.

Es una buena práctica visitar algún cementerio. Ver las lápidas, pasear entre las tumbas, leer los epitafios. Conozco un profesor de filosofía que lleva a sus alumnos todos los años a un cementerio para realizar posteriormente una reflexión sobre la experiencia. Pienso que es interesante escribir sobre las experiencias relacionadas con la muerte. Dedico el capítulo 7 de mi libro “Las emociones de la profesión docente” a reflexionar sobre las emociones que me han brindado quienes se fueron mientras recorríamos juntos el camino de la enseñanza.

Hay que ayudar a superar el duelo que nuestros alumnos y alumnas viven cuando muere un familiar, un amigo o una mascota. Las tradicionales fases del duelo (negación-rabia-negociación-depresión-aceptación) no siempre se atraviesan de la misma manera, en la misma secuencia o con la misma intensidad. Hay formas patológicas de vivir el duelo.

Tenemos que conocer el contenido de la ley de eutanasia. La vida está en nuestras manos. No pertenece a la Iglesia ni al Estado ni a la familia. Corresponde a cada ser humano decidir qué hacer con ella.

Entre las recomendaciones bibliográficas que hice al terminar la conferencia mencioné el libro del médico peruano Elder Huerta titulado “El buen morir. Breve guía para entender y afrontar la muerte”, escrito en 2024 y editado por Planeta. Dice el autor que aprender a morir es una parte de la sabiduría de la vida.


P.D.: En la película Forrest Gump el actor le pregunta a su madre, ¿mamá qué es la muerte? Y la madre le contesta. La vida es un viaje que comienza cuando se nace y termina cuando se muere. La muerte es el final del viaje de la vida.