Queridas compañeras,
En plena escalada de la Intifada [que en castellano significa revuelta] estudiantil en diferentes lugares del mundo, hay algunos datos que os puede interesar conocer sobre las estudiantes palestinas:El movimiento estudiantil palestino siempre ha estado implicado en la resistencia, a veces incluso dirigiéndola. Hablamos de la resistencia en todas sus formas, no sólo contra la hegemonía y la opresión sionistas, sino también contra todo tipo de opresión y supremacía en el mundo.
Israel lleva atacando a los estudiantes palestinos desde su creación hasta hoy. (ESTO NO COMENZÓ EL 7 DE OCTUBRE). Miles de estudiantes palestinos han sido asesinados y decenas de miles han sido detenidos desde 1967. Solo de la Universidad de Birzeit, desde donde os hablamos, hay ahora mismo más de 200 estudiantes encarcelados en prisiones sionistas.
En Gaza, 90.000 estudiantes se ven privadas del derecho a la educación porque Israel ha destruido deliberadamente todas las universidades de la Franja. Además, la mayoría de las escuelas de Gaza también han sido destruidas y más de 6.000 estudiantes han sido asesinadas.
En Cisjordania, además del asesinato y arresto de los estudiantes, Israel está haciendo imposible que puedan llegar a sus universidades, ya que el ejército de ocupación ha desplegado más de 800 checkpoints que segregan ciudades y pueblos.
En la Universidad de Birzeit, como en tantas otras del mundo (quizá como vayáis a hacer vosotras), las estudiantes también han plantado sus tiendas de campaña, pero nadie se queda en estas tiendas por la noche. La razón es muy simple: porque saben que los soldados israelíes invadirán la universidad en cualquier momento.
Los estudiantes de Cisjordania que organizan manifestaciones o participan en cualquier tipo de organización social o política son ahora perseguidos, tanto por Israel como por la Autoridad Palestina.
Veros luchando junto a nosotras contra la opresión y por la justicia nos da esperanza, no sólo para las estudiantes palestinas presas en las cárceles de Cisjordania y bajo los escombros de Gaza, sino también para un futuro mejor en un mundo con justicia y dignidad para todas.
Debéis saber que vuestra lucha por Palestina es crucial para nosotras, pero es aún más crucial para ustedes mismas
Cómo Israel aniquila las universidades palestinas
En la tarde gris del 10 de enero de 2022, una furgoneta blanca sin ventanas y con matrícula palestina entró en el campus de la Universidad de Birzeit, al norte de Ramallah, en la Cisjordania ocupada. Después de cruzar la puerta este del campus, dos hombres con jeans y sudaderas con capucha salieron de la camioneta y caminaron hacia la reunión del consejo estudiantil a la que asistían las representantes elegidas por los distintos bloques estudiantiles. Entonces, de repente, las puertas traseras de la camioneta se abrieron y saltaron más soldados israelíes, éstos de las fuerzas especiales, con sus uniformes y pasamontañas. Armados con armas semiautomáticas, siguieron los pasos de los dos soldados encubiertos y comenzaron a disparar.
Las estudiantes corrieron e intentaron dispersarse, pero los soldados sabían exactamente a quién perseguían. Tiraron al suelo a cuatro líderes del movimiento estudiantil. Allí los sujetaron boca abajo para esposarles, les vendarles los ojos y golpearles. Otros soldados apuntaban con sus rifles al perímetro de la zona, mientras las estudiantes trataban de documentar lo que estaba ocurriendo en su campus a plena luz del día.
Uno de los principales líderes estudiantiles, Ismail Barghouthi, trepó la puerta para escapar. Los soldados lo atacaron y le dispararon en el muslo. Lo detuvieron, junto a otros cuatro estudiantes, y se lo llevaron en la camioneta blanca, dejando un charco de sangre en el asfalto debajo de la puerta este del campus.
Los cinco estudiantes fueron llevados al centro de detención militar de Ofer, en la Cisjordania ocupada, donde fueron interrogados durante horas por agentes israelíes. Tres estudiantes fueron liberados, pero Barghouthi y su compañero Mohammed Khatib fueron acusados por la justicia militar israelí porque Israel califica sus grupos estudiantiles como “asociaciones no autorizadas”. Durante su proceso, Barghouthi pasó semanas detenido y Khatib pasó cuatro meses, hasta mayo de 2022, en “detención administrativa” —que significa “encarcelado indefinidamente en una prisiones militar sin cargos ni juicio”—.
Barghouthi y Khatib se encuentran entre las decenas de estudiantes universitarios palestinos secuestrados y detenidos por Israel cada año en el Territorio Palestino Ocupado (TPO), por pertenecer a una de las 411 asociaciones estudiantiles que Israel ha considerado «ilegales». 5 Estaban entre los cincuenta y cuatro estudiantes palestinos encarcelados solo en 2022.
[Así comienza el libro de la antropóloga Maya Wind, Towers of Ivory and Steel: How Israeli Universities Deny Palestinian Freedom, en cuyo prólogo (de la también antropóloga Nadia Abu El-Haj) podemos leer lo siguiente]:
Durante décadas, las universidades israelíes han sido generosamente alabadas en Occidente como ejemplo de libertad. Las instituciones académicas europeas y norteamericanas mantienen colaboraciones de investigación y programas de grado conjuntos con universidades israelíes, que a menudo son nuestras únicas contrapartes académicas de este tipo en Oriente Medio. Pero, ¿y si las universidades israelíes no fuesen tan, tan libres? ¿y si, lejos de ser bastiones del pluralismo, la libertad académica y los espacios para la disidencia política abierta, lo que fuesen realmente es “cómplices de la violación de los derechos palestinos”? Pues eso es lo que ocurre. Aquí no hay “inocencia institucional” que valga.
Al trabajar dentro de un régimen de apartheid, los vínculos entre las universidades israelíes y el Estado tienen efectos directos sobre la segregación y el sometimiento infligidos a la población palestina. Desde 1918, estas universidades han sido una parte integral del proyecto, la construcción y el mantenimiento del estado como “hogar nacional judío”, incluido el desarrollo de tecnologías y estrategias de guerra, limpieza étnica, ocupación y asedio. No sólo se margina y discrimina a los estudiantes palestinos con ciudadanía israelí, sino que las universidades a menudo hacen el trabajo del propio Estado reprimiendo a las organizaciones estudiantiles palestinas en nombre de la “seguridad”. También financian programas académicos diseñados para capacitar a soldados y fuerzas de seguridad, no como el personal militar que se matricula para sacarse un título en un campus universitario, sino más bien como si ejército se incrusta dentro de la universidad. Esto exige que la universidad, entre otras cosas, establezca zonas de seguridad en los alojamientos del personal militar.
Las universidades palestinas están sometidas a un control burocrático militar: el Estado israelí determina el número de profesores y estudiantes extranjeros a los que se permite enseñar y estudiar en universidades palestinas, y los examina (por motivos políticos) antes de conceder visados. Las universidades de Gaza, la propia franja bajo asedio continuo, estaban aisladas del mundo exterior y expuestas a los bombardeos aéreos.
AHORA YA NO QUEDA NI UN LADRILLO DE NINGUNA DE ELLAS.
En toda Cisjordania, incluida Jerusalén Este, las universidades son sometidas repetidamente a cierres y redadas, sus estudiantes y profesores son detenidos y, a menudo, torturados durante su detención. Mientras tanto, la gran mayoría de los académicos israelíes y las direcciones de sus universidades guardan silencio. Para las universidades palestinas no hay defensa institucional de la libertad académica. Y en tantas décadas de ocupación, ni una sola universidad ha cortado lazos con las fuerzas militares o de seguridad israelíes, mucho menos con la industria armamentística de Israel.
¿VERDAD QUE LAS UNIVERSIDADES SON TEMPLOS DEL CONOCIMIENTO, LA CRÍTICA Y LA LIBERTAD, PUENTES TENDIDOS A LA COMPRENSIÓN DEL OTRO QUE NUNCA DEBEN ROMPERSE, REFUGIOS DE PAZ FELICES DONDE COMEMOS PERDICES Y ESTUDIAMOS COSAS QUE NO MATAN?
¿VERDAD QUE NUESTRAS INSTITUCIONES SON TAN BONDADOSAS E INOCENTES QUE CUALQUIER MEDIDA DE BOICOT DEBERÍA EXCLUIRLAS?
PUES NO. NI EL DERECHO INTERNACIONAL HABLA DE NADA DE ESO NI ES ESA LA CUESTIÓN, NI EN ESTE GENOCIDIO NI EN LAS DÉCADAS PREVIAS DE OCUPACIÓN Y LIMPIEZA ÉTNICA.
La verdadera pregunta es: “¿Son las universidades israelíes cómplices de la violación de los derechos palestinos?”. Y la respuesta es SÍ, pero la comunidad académica internacional está reconociendo cada vez más el profundo arraigo y complicidad de las universidades israelíes con el proyecto de asentamiento y apartheid de Israel. Y está llegando a la conclusión de que seguir haciendo negocios con las universidades israelíes es intolerable.
A quienes se oponen a nuestro llamamiento a un boicot académico, les preguntamos:
¿HAY ALGÚN MOVIMIENTO DE RESISTENCIA PALESTINO QUE USTEDES RECONOZCAN O HAYAN RECONOCIDO ALGUNA VEZ COMO LEGÍTIMO?
Si para ustedes todo es terrorismo y el boicot es improcedente,
¿QUÉ DIABLOS HAY QUE HACER ENTONCES?
¿SEGUIR CONTANDO TROCITOS DE NIÑOS MUERTOS Y MOSTRANDO MUCHA PENITA PARA NO PERDER VOTOS?
MOSTRAR SOLIDARIDAD CON MILES DE SERES HUMANOS HUMILLADOS, ASESINADOS, ENCARCELADOS, TORTURADOS Y EXPULSADOS, PERO NO HACERLO CON LOS VIVOS QUE SIGUEN RESISTIENDO ES COMPORTARSE-COMO-SÓLO-EL-MISERABLE-HOMBRE-BLANCO-SUPREMACISTA-SABE-HACER-Y-LLEVA-HACIENDO-DURANTE-CINCO-SIGLOS.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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