https://www.eldiario.es/blog/mano-a-mano/cerco-judicial-pedro-sanchez_132_12634754.html?dmplayersource=share-send
lunes, 3 de noviembre de 2025
El cerco judicial a Sanchez
Tras la imposibilidad de encontrar argumentos que sustenten la investigación principal a Begoña Gómez, el juez Peinado ha incluido el delito de malversación de caudales públicos en una pieza separada
https://www.eldiario.es/blog/mano-a-mano/cerco-judicial-pedro-sanchez_132_12634754.html?dmplayersource=share-send
https://www.eldiario.es/blog/mano-a-mano/cerco-judicial-pedro-sanchez_132_12634754.html?dmplayersource=share-send
Cómo fortalecer tus rodillas para no sufrir en el futuro

Fuente de la imagen,Getty Images
- Autor,David Cox
- Título del autor,BBC News
Y la ciencia nos dice que, si las trabajamos un poco, tendremos recompensas después.
Es probable que comiences a sentir dolor pasados los 30: esa molestia en las rodillas cuando cambia el clima, la rigidez en las mañanas al salir de la cama... todas esas señales, poco bienvenidas, de que tus rodillas no están tan bien aceitadas como antes.
Esto es especialmente cierto cuando tienes un trabajo que requiere esfuerzo físico o haces mucho deporte.
Pero hay otras razones que lo pueden exacerbar, como por ejemplo subir de peso, las afecciones autoinmunes o algunos temas genéticos que pueden acelerar los problemas de rodilla.
Tampoco sorprende, porque nuestras rodillas soportan mucho. Investigaciones recientes indican que, solo al caminar, la fuerza que soportan las rodillas es el equivalente a una vez y media tu peso corporal.
Después del dolor de espalda, las molestias en las rodillas son la dolencia musculoesquelética por la que los adultos mayores van más frecuentemente al médico, debido a su impacto en la movilidad y la calidad de vida.
"La rodilla es una de las articulaciones más complejas de todo el cuerpo", le dice a la BBC Anikar Chhabra, un cirujano ortopédico especializado en medicina deportiva de la Clínica Mayo en Phoenix, EE.UU.
Rodillas, una de ella iluminada en rojo como señal de inflamación o dolor

Fuente de la imagen,Getty Images
Las rodillas juegan un papel fundamental en la estabilidad y movilidad del cuerpo.
Hay muchas razones por las que es conveniente enfocarse en la salud de tus rodillas, lo que puede traerte beneficios no solo ahora sino en el futuro. Y hay una serie de pasos que todos podemos tomar para mantener una mejor movilidad conforme avanzan los años.
Nuestras rodillas dependen especialmente de cuatro grupos de músculos que las rodean: los isquiotibiales, los de los glúteos, los cuádriceps y los músculos de la pantorrilla.
Esos grupos de músculos aportan estabilidad y les dan a las rodillas la capacidad de absorción para poder funcionar.
"Cuando esos músculos no están interactuando y trabajando juntos, la articulación recibe más presión. Ahí es cuando comenzamos a sentir el dolor", señala Chhabra.
Las investigaciones muestran que el estiramiento de ese grupo de músculos a través del ejercicio puede evitar la degeneración del cartílago en la rodilla, que es lo que luego puede conducir a una osteoartritis.
Esto también puede servir para retrasar o incluso prevenir una cirugía de reemplazo en la rodilla.
Otros estudios señalan que mantener estos músculos fuertes puede reducir la carga de la rodilla y el dolor en pacientes que están en las primeras etapas de la osteoartritis.
Alexis Colvin, profesora de cirugía ortopédica en la Escuela de Medicina Icahn del centro Monte Sinaí en Nueva York, EE.UU., explica que el ejercicio también puede mejorar la salud de las propias células del cartílago.
"Hay algo que podemos llamar el 'aceite del motor' para nuestras rodillas, que es el fluido sinovial. Y el ejercicio estimula su producción, lo que ayuda a reducir la rigidez y la inflamación. También ayuda a lubricar la superficie del cartílago", anota Colvin.
Algunos ejercicios incluso pueden ayudar a fortalecer los huesos de la rodilla, reduciendo así el riesgo de osteoporosis o el adelgazamiento del hueso alrededor de la articulación de la rodilla que se produce con la edad.
Para Chhabra, el fortalecimiento de la rodilla es particularmente importante para los adultos mayores, porque al mejorar la estabilidad de los músculos que la rodean se logra reducir el riesgo de caídas.
mujer hace ejercicios de rodillas en una playa.

Fuente de la imagen,Getty Images
Otros beneficios
Pero los ejercicios con las rodillas pueden tener otros beneficios sorprendentes y poco considerados, como mejorar la propiocepción, esa idea subconsciente del espacio que ocupan nuestras articulaciones.
Es una especie de "sexto sentido" que nos ayuda a mejorar nuestra movilidad y equilibrio.
"Los ejercicios con las rodillas nos ayudan con esta conciencia. Es una forma efectiva de conectar tu cabeza con tus rodillas, lo que te puede ayudar a reducir una caída", dice Chhabra.
Por su parte, Colvin señala que nunca es tarde para comenzar a trabajar en el fortalecimiento de tus rodillas.

Fuente de la imagen,Getty Images
Se sugiere buscar a un fisioterapeuta si es la primera vez que se van a realizar estos ejercicios.
Mientras la mayoría de las investigaciones sobre los beneficios que esto trae se hacen con adultos mayores con osteoartritis, los estudios llevados a cabo con estudiantes que hacen deporte indican que el fortalecimiento de las rodillas, incluso a una edad temprana, puede jugar un rol importante en reducir los riesgos de las lesiones.
Para el resto de nosotros, señala la experta, lo mejor es comenzar a los 30.
"Ese es el momento en que comienzas, lentamente, a perder masa muscular y densidad ósea, por lo que es un buen punto de partida para enfocarte, si no tienes ya el fortalecimiento de rodilla como parte de tu rutina de ejercicio", indica.
Entonces, la pregunta que surge es qué tipos de ejercicios debemos hacer.
Para mantener fuerte este grupo de músculos, Chhabra sugiere pasar 15 minutos al día, unas tres o cuatro veces por semana, enfocándose en varios de los ejercicios que recomienda a continuación.
Todos se pueden hacer en casa sin necesidad de un equipo especial. Chhabra también recomienda hablar con un fisioterapeuta para confirmar si se están haciendo adecuadamente.
Colvin sugiere ejercicios similares y agrega que se deben hacer dos sets de 10 repeticiones cada una: es decir, realizar un ejercicio 10 veces, descansar y repetirlo otras 10 veces.
Rodilla rodeada de músculos.

Fuente de la imagen,Getty Images
Sentadillas
Chhabra recomienda a sus pacientes que hagan sentadillas todas las mañanas y todas las noches antes de acostarse.
"Este ejercicio fortalece tanto los cuádriceps como los glúteos, que son fundamentales para liberar la tensión de la articulación de la rodilla", anota.
También ayuda con la propiocepción.
Para las personas que pasan mucho tiempo sentadas, se ha demostrado que realizar ráfagas cortas de 15 sentadillas cada 30 minutos estimula al cuerpo a producir las proteínas necesarias para desarrollar más músculo y fuerza.
Estas investigaciones muestran que hacer sentadillas puede mejorar la densidad ósea y reducir el riesgo de caídas en la edad adulta.
Si bien se desconoce si previenen activamente la aparición de artritis, se ha demostrado que ayudan a estabilizar la rodilla, reducen el dolor y mejoran la calidad de vida de los pacientes con artritis.
Para Chhabra, existen dudas sobre las sentadillas profundas, en las que las rodillas van más allá de un ángulo de 90 grados, y la comunidad investigadora está dividida respecto a su eficacia.
Algunos estudios demuestran que, si se utiliza la técnica correcta, no aumenta el riesgo de lesiones.
Sin embargo, para otros expertos, si se realizan incorrectamente podrían agravar los problemas de rodilla.
"Esto puede ejercer mucha presión sobre la articulación patelofemoral [entre la rótula y el fémur], lo que causa más dolor", explica Chhabra.
Mujer haciendo sentadillas.

Fuente de la imagen,Getty Images
Elevaciones de pierna estirada
Este es otro ejercicio sencillo para fortalecer cuádriceps.
Acostado boca arriba, flexiona la rodilla de una pierna con el pie plano, mientras mantienes la otra pierna estirada y la levantas unos centímetros del suelo, manteniendo la posición durante unos segundos antes de bajarla lentamente.
Las investigaciones han demostrado que las elevaciones de piernas estiradas pueden mejorar la fuerza de los músculos de la rodilla y proteger la articulación, además de reducir el riesgo de lesiones relacionadas con el ejercicio cuando se realizan como parte del calentamiento.
"La clave de este ejercicio es contraer primero el cuádriceps", anota Colvin.
"Así, mientras estiras y levantas la pierna, activas los músculos que deseas trabajar".
Persona sube un escalón.

Fuente de la imagen,Getty Images
Elevaciones de pantorrilla
La pantorrilla está compuesta por dos músculos diferentes: el gastrocnemio y el sóleo.
La ciencia sugiere que fortalecer estos músculos ayuda a aliviar la tensión en la parte de la articulación de la rodilla que se encuentra debajo de la rótula.
Según Chhabra, las elevaciones de pantorrillas son una de las maneras más eficaces de fortalecerlos.
Se recomienda ponerse de pie, con los pies separados en línea con los hombros y los dedos de los pies apuntando hacia adelante.
Después los talones se levantan lentamente manteniendo las rodillas extendidas, para permanecer en la posición durante un segundo sobre las puntas de los pies y luego volver a bajar.
Para Chhabra, las elevaciones de pantorrillas ayudan a mejorar el equilibrio muscular alrededor de la rodilla para que todos los músculos trabajen bien en conjunto.
"Si un músculo está débil, se producirá un desequilibrio que ejercerá más presión sobre la rodilla", dice.
Articulación.

Fuente de la imagen,Getty Images
La flexión de la rodilla también es un ejercicio necesario para fortalecer el funcionamiento de esta artículación.
Sentarse y pararse rápido
Este ejercicio trabaja los músculos en la profundidad del abdomen, la espalda y la pelvis.
Aunque parezca que no están directamente relacionados, para Colvin este gran grupo muscular desempeña un papel poco valorado en el mantenimiento de la salud de las rodillas.
"Los músculos del core van desde la mitad del pecho hasta la rodilla", explica.
Entonces se recomienda sentarse en una silla, levantarse y volver a sentarse rápidamente sin apoyarse en nada.
"Es definitivamente más difícil de lo que crees. Y también puedes hacerlo más difícil, ya sea consiguiendo una silla más baja o haciéndolo con una sola pierna".
Hombre sentado en un gimnasio
Este ejercicio trabaja los músculos en la profundidad del abdomen, la espalda y la pelvis.
Aunque parezca que no están directamente relacionados, para Colvin este gran grupo muscular desempeña un papel poco valorado en el mantenimiento de la salud de las rodillas.
"Los músculos del core van desde la mitad del pecho hasta la rodilla", explica.
Entonces se recomienda sentarse en una silla, levantarse y volver a sentarse rápidamente sin apoyarse en nada.
"Es definitivamente más difícil de lo que crees. Y también puedes hacerlo más difícil, ya sea consiguiendo una silla más baja o haciéndolo con una sola pierna".
Hombre sentado en un gimnasio

Fuente de la imagen,Getty Images
Tanto para Colvin como para Chhabra, si es la primera vez que se hacen estos ejercicios se recomienda buscar un fisio que enseñe la manera adecuada de practicarlos y cuántas veces habría que repetirlos.
"A medida que te fortaleces, puedes aumentar el peso, haciendo algunos de estos ejercicios sosteniendo pesas si tienes acceso a ellas, pero eso también depende de tu edad y tu nivel de fuerza", anota Chhabra.
"A medida que envejecemos, el peso corporal -solo- suele ser lo mejor. También les recomiendo a los pacientes que vigilen el empeoramiento del dolor. El malestar muscular es normal, pero el empeoramiento del dolor en las articulaciones no es bueno, ya que indica que algo está sucediendo dentro de la rodilla y que debe ser revisado por un médico".
En general, dedicar tiempo a hacer ejercicios de fortalecimiento de rodillas es una valiosa inversión en la salud a largo plazo.
Quizás demos por sentado que nuestras rodillas están ahí, pero no olvidemos que nos permiten caminar, saltar y correr hasta que un día fallan.
Como sabiamente aconsejó Baz Luhrmann en la canción Everybody's Free (To Wear Sunscreen): "Cuida tus rodillas. Las extrañarás cuando se vayan".
"A medida que te fortaleces, puedes aumentar el peso, haciendo algunos de estos ejercicios sosteniendo pesas si tienes acceso a ellas, pero eso también depende de tu edad y tu nivel de fuerza", anota Chhabra.
"A medida que envejecemos, el peso corporal -solo- suele ser lo mejor. También les recomiendo a los pacientes que vigilen el empeoramiento del dolor. El malestar muscular es normal, pero el empeoramiento del dolor en las articulaciones no es bueno, ya que indica que algo está sucediendo dentro de la rodilla y que debe ser revisado por un médico".
En general, dedicar tiempo a hacer ejercicios de fortalecimiento de rodillas es una valiosa inversión en la salud a largo plazo.
Quizás demos por sentado que nuestras rodillas están ahí, pero no olvidemos que nos permiten caminar, saltar y correr hasta que un día fallan.
Como sabiamente aconsejó Baz Luhrmann en la canción Everybody's Free (To Wear Sunscreen): "Cuida tus rodillas. Las extrañarás cuando se vayan".
Cómo fortalecer los músculos de tus pies puede mejorar cómo mueves todo tu cuerpo (y ejercicios fáciles para lograrlo)
¿Cuánto puedes aguantar sobre una pierna? El sencillo test que evalúa nuestro envejecimiento neuromuscular
domingo, 2 de noviembre de 2025
Hambre: más de 20.000 muertes diarias
Más de 9 millones de personas mueren por hambre cuando hay recursos sobrantes para alimentarlas
Cada día mueren más de 20.000 personas por hambre en el mundo. Una noticia que no abre nunca los telediarios, ni se ve en las portadas de los periódicos.
Hace unas semanas se publicó el último informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo que publica anualmente la FAO, la organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación.
Su principal conclusión es que hay indicios de mejora, aunque el hambre y la inseguridad alimentaria mundiales no desaparecen.
Efectivamente, el año pasado se registró una pequeña disminución en el número de personas desnutridas: 15 millones menos que en 2023.
Pero unos 700 millones de personas padecieron hambre en 2024, lo que equivale a más de 8 de cada cien seres humanos de los que vivimos en el planeta. Muchísimos.
La situación mejora en algunas zonas de Asia y América del Sur, pero la alimentación insuficiente aumenta en África y Asia Occidental, y el hambre es mucho más aguda en las zonas rurales del planeta, donde la padeció casi una de cada tres personas en 2024.
Como en tantos otros aspectos, las mujeres y niñas salen especialmente malparadas y su situación fue a peor en 2023 y 2024. El año pasado, tres de cada diez mujeres de entre 15 y 49 años tenía anemia por falta de alimento o de dieta diversa. Y en esa situación se encontraban 64 de cada 100 niños de entre 6 y 23 meses.
Los datos son terribles, pero lo peor es que sabemos qué hay que hacer para evitarlo.
La FAO ha hecho un análisis exhaustivo de más de 10.000 registros de políticas y de 35 instrumentos de política distintos y sabe cuáles de ellos funcionan para evitar que mueran más de 9 millones de seres humanos por falta de alimentos. Como también se ha demostrado que hoy día se pueden producir en nuestro planeta alimentos suficientes para dar de comer holgadamente a 11.000 millones de personas.
Los estudios de Naciones Unidas estiman que se necesitarían menos de 300.000 millones de dólares al año hasta 2030 para acabar con la pobreza y el hambre en ese año.
El año pasado se gastaron 5,1 millones de dólares por minuto en armamento. Eso significa que, con sólo 5 semanas de ese gasto, sería suficiente para evitar más de nueve millones de muertes. Mejor dicho, nueve millones de asesinatos. Porque el hambre en un planeta tan rico es un crimen.
Un crimen perpetrado por las guerras insensatas, el despilfarro, la avaricia de unos pocos que impide que haya voluntad política para acabar con el hambre, y también, aunque te cueste oírlo, por nuestro silencio.
Al menos no te calles, difunde estos datos y procura que la gente se entere de lo que está pasando.
Cada día mueren más de 20.000 personas por hambre en el mundo. Una noticia que no abre nunca los telediarios, ni se ve en las portadas de los periódicos.
Hace unas semanas se publicó el último informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo que publica anualmente la FAO, la organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación.
Su principal conclusión es que hay indicios de mejora, aunque el hambre y la inseguridad alimentaria mundiales no desaparecen.
Efectivamente, el año pasado se registró una pequeña disminución en el número de personas desnutridas: 15 millones menos que en 2023.
Pero unos 700 millones de personas padecieron hambre en 2024, lo que equivale a más de 8 de cada cien seres humanos de los que vivimos en el planeta. Muchísimos.
La situación mejora en algunas zonas de Asia y América del Sur, pero la alimentación insuficiente aumenta en África y Asia Occidental, y el hambre es mucho más aguda en las zonas rurales del planeta, donde la padeció casi una de cada tres personas en 2024.
Como en tantos otros aspectos, las mujeres y niñas salen especialmente malparadas y su situación fue a peor en 2023 y 2024. El año pasado, tres de cada diez mujeres de entre 15 y 49 años tenía anemia por falta de alimento o de dieta diversa. Y en esa situación se encontraban 64 de cada 100 niños de entre 6 y 23 meses.
Los datos son terribles, pero lo peor es que sabemos qué hay que hacer para evitarlo.
La FAO ha hecho un análisis exhaustivo de más de 10.000 registros de políticas y de 35 instrumentos de política distintos y sabe cuáles de ellos funcionan para evitar que mueran más de 9 millones de seres humanos por falta de alimentos. Como también se ha demostrado que hoy día se pueden producir en nuestro planeta alimentos suficientes para dar de comer holgadamente a 11.000 millones de personas.
Los estudios de Naciones Unidas estiman que se necesitarían menos de 300.000 millones de dólares al año hasta 2030 para acabar con la pobreza y el hambre en ese año.
El año pasado se gastaron 5,1 millones de dólares por minuto en armamento. Eso significa que, con sólo 5 semanas de ese gasto, sería suficiente para evitar más de nueve millones de muertes. Mejor dicho, nueve millones de asesinatos. Porque el hambre en un planeta tan rico es un crimen.
Un crimen perpetrado por las guerras insensatas, el despilfarro, la avaricia de unos pocos que impide que haya voluntad política para acabar con el hambre, y también, aunque te cueste oírlo, por nuestro silencio.
Al menos no te calles, difunde estos datos y procura que la gente se entere de lo que está pasando.
Fuente:
sábado, 1 de noviembre de 2025
PAELLA. Vicente Rioja, ‘el Paco de Lucía de la paella’, comparte los secretos de su receta
El cocinero de la población valenciana de Benissanó recoge años de experiencia e investigación en un completo libro sobre su sabiduría de este plato universal
PAELLA
Paella de Vicente Rioja, en una imagen de 'El gran libro (secreto) de la paella', de Alba Editorial.
Vicente Rioja, ‘el Paco de Lucía de la paella’, comparte los secretos de su receta
El cocinero de la población valenciana de Benissanó recoge años de experiencia e investigación en un completo libro sobre su sabiduría de este plato universal
La paella se suele adjetivar como sabrosa. No solo por ser un plato “sazonado, grato al sentido del gusto”, como apunta el diccionario de la RAE, sino también porque, a menudo, es “ligeramente salado”, según recoge también la definición del adjetivo en su acepción más coloquial. La paella de Vicente Rioja, no. Su paella es más elegante que potente, más fina que suculenta, más evolutiva que impactante al primer bocado. Lo dicen aficionados, gastrónomos, críticos, el propio cocinero y hasta su padre, Nadal. De él aprendió el oficio en el restaurante familiar Rioja, que ha cumplido 101 años en la población de Benissanó, a 25 kilómetros de Valencia.
“¿Que qué paella me gusta más, si la mía o la de mi hijo? La suya es más fina, más elegante. Está muy buena. Por cada kilo de arroz que él hace, yo hacía un saco, de 40 o 50 kilos. Yo la hacía para ganar dinero, él más para el disfrute“, responde sonriendo el padre, ya jubilado, encantado de la atención que recibe su hijo con motivo de la presentación la pasada semana de El gran libro (secreto) de la paella (editado por Alba y Elca).
Vicente Rioja, preparando una paella en una imagen de 'El gran libro (secreto) de la paella'.
En este cuidado y completo tratado sobre la paella valenciana tradicional a leña, de pollo y conejo, judías con y sin vaina (bajoqueta y garrofó) con la posibilidad de alcachofa en invierno y caracoles serranos (vaquetes), Vicente Rioja, de 52 años, vierte todo su conocimiento sobre el plato autóctono devenido en universal. Además, incorpora la voz de científicos como Lola Raigón, catedrática experta en química agraria, con el propósito de ir más allá y dar cuenta de todos los procesos que tienen lugar dentro del caldero, llamado paella, cuando se calienta y hierve el caldo con los alimentos en su interior.
También echa mano de un bombero para aprender más sobre la combustión de la leña de naranjo, que él deja secar durante dos años antes de emplearla, y que no debe nunca imponer su aroma. “El humo tiene que ser suave, no hay que ahumar una paella, sino perfumarla”, explica el cocinero, antes de pasar al restaurante Vicente Rioja para comprobar si la prédica casa con el ejemplo de la que algunos consideran la mejor paella del mundo.
Esto de “la millor paella del món” es un reclamo hiperbólico manido y un título oficioso que se comparte con incontables cocineros más domésticos (la paella de la abuela o del abuelo forma parte de la memoria colectiva) que profesionales, pero que apunta la excelencia del plato principal de un restaurante que ha pasado de 400 a 60 comensales, del éxito popular y comarcal, al reconocimiento entre los gastrónomos nacionales e internacionales.
Imágenes del libro 'El gran libro (secreto) de la paella' de Alba Editorial. Francesc Guillamet Ferran
Imágenes del libro 'El gran libro (secreto) de la paella' de Alba Editorial.
Vicente explica que busca una paella “elegante, fina, equilibrada, en la que unos sabores no estén por encima de otros, en la que el ensamblaje de los ingredientes permita los sabores limpios y en la que vas comiendo y vas pidiendo más y no dices ‘¡Guau, qué paella!’ con la primera cucharada”.
Ciertamente, no es una paella contundente, con un sabor fuerte, sino refinada. El arroz está suelto, no hay rastro de aceite ni apenas de socarrat (al menos en la que probó este redactor) y destacan las verduras frescas y las carnes. Rioja ha recuperado razas antiguas. Los conejos son alimentados con hierba y los pollos viven al aire libre, señala el cocinero. Todos los ingredientes son diseccionados uno por uno en el libro, si bien el arroz merece un capítulo aparte.
El utiliza arroz de la Denominación de Origen del Parque Natural de l’Albufera, de la variedad sequial, “por su alto contenido en amilopectina, que absorbe el sabor mejor que ninguno y ofrece una textura cremosa”. El principal inconveniente es que tiene menor resistencia a la cocción que otras variedades y se abre por los extremos cuando se excede un poco el tiempo.
Ingredientes de la paella en 'El gran libro (secreto) de la paella'. Francesc Guillamet Ferran

La paella valenciana en su restaurante tiene un coste de 28 euros por persona. Es un precio elevado en comparación con otros restaurantes paelleros. El que se ha de pagar por elevar la popular comida a la alta cocina, sugiere el crítico y experto arrocero Santos Ruiz. “Llevar la paella a la alta cocina es un ejercicio muy recomendable y estaría muy bien extender esta opción a otros platos de la cocina tradicional española. De alguna manera, cambiar esa idea de que la alta cocina solo se puede expresar en la cocina creativa, en los restaurantes de grandes chefs. No debería ser así; también se puede expresar a través de la gastronomía tradicional”, sostiene el también ingeniero agrónomo.
Vicente se llama a sí mismo “paellero”. El chef Quique Dacosta (que ostenta tres estrellas Michelin en su restaurante de Dénia) lo define como “el Paco de Lucía de la paella”. El cocinero valenciano asegura que su pretensión no era formar parte del selecto club de la alta cocina, si bien reconoce su interés especial por la selección de los productos y el conocimiento de todo el proceso. En cualquier caso, “¿por qué no hacer que la paella sea considerada también alta cocina?”, se pregunta a modo de conclusión.
Sobre la firma
PAELLA

La paella se suele adjetivar como sabrosa. No solo por ser un plato “sazonado, grato al sentido del gusto”, como apunta el diccionario de la RAE, sino también porque, a menudo, es “ligeramente salado”, según recoge también la definición del adjetivo en su acepción más coloquial. La paella de Vicente Rioja, no. Su paella es más elegante que potente, más fina que suculenta, más evolutiva que impactante al primer bocado. Lo dicen aficionados, gastrónomos, críticos, el propio cocinero y hasta su padre, Nadal. De él aprendió el oficio en el restaurante familiar Rioja, que ha cumplido 101 años en la población de Benissanó, a 25 kilómetros de Valencia.
“¿Que qué paella me gusta más, si la mía o la de mi hijo? La suya es más fina, más elegante. Está muy buena. Por cada kilo de arroz que él hace, yo hacía un saco, de 40 o 50 kilos. Yo la hacía para ganar dinero, él más para el disfrute“, responde sonriendo el padre, ya jubilado, encantado de la atención que recibe su hijo con motivo de la presentación la pasada semana de El gran libro (secreto) de la paella (editado por Alba y Elca).
Vicente Rioja, preparando una paella en una imagen de 'El gran libro (secreto) de la paella'.También echa mano de un bombero para aprender más sobre la combustión de la leña de naranjo, que él deja secar durante dos años antes de emplearla, y que no debe nunca imponer su aroma. “El humo tiene que ser suave, no hay que ahumar una paella, sino perfumarla”, explica el cocinero, antes de pasar al restaurante Vicente Rioja para comprobar si la prédica casa con el ejemplo de la que algunos consideran la mejor paella del mundo.
Esto de “la millor paella del món” es un reclamo hiperbólico manido y un título oficioso que se comparte con incontables cocineros más domésticos (la paella de la abuela o del abuelo forma parte de la memoria colectiva) que profesionales, pero que apunta la excelencia del plato principal de un restaurante que ha pasado de 400 a 60 comensales, del éxito popular y comarcal, al reconocimiento entre los gastrónomos nacionales e internacionales.
Imágenes del libro 'El gran libro (secreto) de la paella' de Alba Editorial. Francesc Guillamet Ferran
Imágenes del libro 'El gran libro (secreto) de la paella' de Alba Editorial.Ciertamente, no es una paella contundente, con un sabor fuerte, sino refinada. El arroz está suelto, no hay rastro de aceite ni apenas de socarrat (al menos en la que probó este redactor) y destacan las verduras frescas y las carnes. Rioja ha recuperado razas antiguas. Los conejos son alimentados con hierba y los pollos viven al aire libre, señala el cocinero. Todos los ingredientes son diseccionados uno por uno en el libro, si bien el arroz merece un capítulo aparte.
El utiliza arroz de la Denominación de Origen del Parque Natural de l’Albufera, de la variedad sequial, “por su alto contenido en amilopectina, que absorbe el sabor mejor que ninguno y ofrece una textura cremosa”. El principal inconveniente es que tiene menor resistencia a la cocción que otras variedades y se abre por los extremos cuando se excede un poco el tiempo.
Ingredientes de la paella en 'El gran libro (secreto) de la paella'. Francesc Guillamet Ferran

Vicente se llama a sí mismo “paellero”. El chef Quique Dacosta (que ostenta tres estrellas Michelin en su restaurante de Dénia) lo define como “el Paco de Lucía de la paella”. El cocinero valenciano asegura que su pretensión no era formar parte del selecto club de la alta cocina, si bien reconoce su interés especial por la selección de los productos y el conocimiento de todo el proceso. En cualquier caso, “¿por qué no hacer que la paella sea considerada también alta cocina?”, se pregunta a modo de conclusión.
Sobre la firma
Etiquetas:
aceite,
agua,
alcachofas,
arroz,
azafràn,
caldo,
caracoles,
conejo,
garrafón,
judias verdes,
paella,
pimiento seco,
pollo,
romero,
sal,
tomate seco
viernes, 31 de octubre de 2025
¿Existe un orden correcto para comer los alimentos?

P: He oído que lo mejor para la salud es comer una ensalada antes de cenar. Pero si voy a comer verduras de todas formas, ¿realmente importa el orden?
Es un consejo de salud muy popular en internet: come tus alimentos en el orden “correcto” —primero las verduras, después las proteínas y las grasas, y por último los carbohidratos— y reducirás significativamente el pico de azúcar en sangre, lo que puede disminuir los antojos, la fatiga y los riesgos para la salud como la diabetes tipo 2, dicen sus defensores.
Investigaciones anteriores sobre este tema, a veces conocido como secuenciación de nutrientes o comidas, han llegado a la conclusión de que puede ser beneficioso para el nivel de azúcar en sangre, sobre todo para las personas con diabetes tipo 2 o prediabetes.
Para todos los demás, no es tan sencillo, dijo Alpana Shukla, médico e investigadora de Weill Cornell Medicine, en Nueva York, que ha estudiado el orden de las comidas. Aunque hay algunas razones para considerar la posibilidad de intentarlo, dijo.
¿Qué indica la investigación?
Los estudios existentes sobre los beneficios de la secuenciación de comidas son pequeños, pero los resultados son consistentes, dicen los expertos.
En una revisión de 2023 de 11 estudios, por ejemplo, los investigadores concluyeron que las personas que guardaban los alimentos ricos en carbohidratos para el final de una comida, después de las verduras y las proteínas, tenían niveles de azúcar en la sangre significativamente más bajos que cuando los consumían primero.
En un estudio realizado en 2019 con 15 personas con prediabetes, Shukla y sus colegas pidieron a los participantes que consumieran una comida de pollo sin piel a la parrilla, ensalada y pan ciabatta en tres órdenes diferentes en tres días distintos: primero el pan, seguido 10 minutos después por el pollo y la ensalada; primero el pollo y la ensalada, seguidos del pan; y primero la ensalada, seguida del pollo y el pan.
Los investigadores midieron los niveles de azúcar en sangre de los participantes justo antes de comer y cada 30 minutos durante tres horas después de cada comida. Descubrieron que cuando los participantes comían el pollo y la ensalada antes que el pan, los picos de azúcar en sangre eran un 46 por ciento más bajos que cuando comían primero el pan.
Los investigadores no están del todo seguros de a qué se debe esto. Una teoría es que comer primero las grasas, fibra y proteínas retrasa el vaciado del estómago, lo que podría ralentizar la absorción de los azúcares de los carbohidratos en el torrente sanguíneo, dijo Shukla.
Barbara Eichorst, vicepresidenta de programas de atención a la salud de la Asociación Estadounidense de Diabetes, dijo que tiene sentido que las personas con diabetes tipo 2 o prediabetes consuman primero las verduras y proteínas durante las comidas, ya que, a diferencia de los carbohidratos, las verduras y las proteínas no se convierten rápidamente en azúcar y provocan picos elevados de glucosa en sangre.
En el caso quienes tienen diabetes tipo 2, algunas investigaciones limitadas incluso dan a entender que este efecto reductor de la glucemia podría ser comparable al de ciertos medicamentos para la diabetes, según Nicola Guess, dietista clínica e investigadora de la Universidad de Oxford. Aunque es necesario seguir investigando sobre el tema.
¿Debería comer así todo el mundo?
Las investigaciones también han demostrado que ingerir carbohidratos al final de la comida puede reducir los picos de azúcar en sangre en personas que no padecen diabetes. Pero los expertos dijeron que las personas sanas no suelen necesitar controlar su glucemia de este modo.
Según Vijaya Surampudi, endocrinóloga de UCLA Health, un organismo que funcione correctamente normalizará los niveles de azúcar en sangre horas después de comer.
No obstante, dado que las proteínas, las grasas y las verduras ricas en fibra tardan más en digerirse que los carbohidratos simples, dejar los carbohidratos para el final puede ayudar a sentirse saciado durante más tiempo, dijo Domenico Tricò, profesor adjunto de medicina interna de la Universidad de Pisa, Italia, que estudia el orden de los alimentos.
Las investigaciones también sugieren que comer así puede estimular al intestino a producir más cantidad de una hormona de la saciedad llamada péptido 1 similar al glucagón, o GLP-1. (El medicamento para la diabetes Ozempic está diseñado para imitar esta hormona).
“El GLP-1 ralentiza la digestión e indica al cerebro que no se tiene hambre”, explicó Surampudi. Sin embargo, algunos expertos afirman que no está claro si los pequeños aumentos de esta hormona debidos únicamente a la secuenciación de las comidas (en comparación con el gran aumento que se obtendría con un fármaco como Ozempic) representarían una gran diferencia en el grado de saciedad.
Si tiendes a sentirte perezoso después de las comidas, Shukla y Surampudi dijeron que podría ser útil comer primero las verduras o las proteínas.
Algunas investigaciones también sugieren que reservar los carbohidratos para el final de la comida puede hacer que sea más probable que te llenes de verduras y proteínas y comas menos carbohidratos simples, que suelen tener menos nutrientes y más calorías, dijo Shukla.
La conclusión, según los expertos, es que aunque la secuenciación de las comidas es una de las muchas estrategias de alimentación saludable, no es algo que deba preocuparnos. Las tendencias dietéticas de este tipo a veces provocan ansiedad, lo que puede conducir a una alimentación desordenada.
“Si te resulta fácil, hazlo”, dijo Tricò. Pero si no, opta por alimentos de alta calidad que te gusten. Comer verduras en cada comida es más importante que fijarse demasiado en el orden de los alimentos, dijo Guess.
Nikki Campo es escritora independiente en Carolina del Norte.
jueves, 30 de octubre de 2025
La economía del comodín del tanto por ciento

Fuentes:Ganas de escribir
Numerosos estudios han demostrado que los argumentos o proposiciones que se basan en números, cantidades o porcentajes, se aceptan mucho más fácil y disciplinadamente por los seres humanos, con independencia de que sean más o menos ciertos.
Formuladas con cifras, las órdenes o sugerencias adquieren una apariencia de neutralidad, rigor y verdad que hacen que nuestro cerebro las perciba como más racionales y menos arbitrarias y, por tanto, como más aceptables.
La psicóloga y experta en ciencias de la decisión Ellen Peters ha demostrado con numerosos experimentos que la presentación cuantitativa de la información cambia la manera en que la gente la interpreta y actúa, incluso cuando el contenido verbal es idéntico. Un argumento expuesto con números resulta más creíble que otro equivalente presentado sólo verbalmente, aunque las cifras sean inventadas. Su expresión numérica hace creer que es de naturaleza técnica y objetiva.
La simple presencia de los números hace que el argumento nos parezca más fiable y asumible, pues desde muy pequeños socializamos asumiendo que tras ellos hay siempre ciencia y autoridad.
Los empresarios saben de esta capacidad de los números desde hace mucho. A ninguno se le ocurriría establecer incentivos de productividad a sus empleados o comerciales diciéndoles, por ejemplo, «haga más esfuerzo» o «aumente las ventas todo lo que pueda». Por el contrario, establecerá los objetivos numéricamente: «producir 50 piezas más al día» o «vender un 10% más todos los meses».
Y, naturalmente, también se enteraron de todo esto los economistas convencionales que viene proponiendo y justificando desde hace más de un siglo las políticas económicas dominantes.
Cuando lo que se pretende es aplicar las que claramente perjudican a la mayoría de la sociedad sin que se puedan proporcionar evidencias que las justifiquen, no hay más remedio que hacer trampa, sacándose algún comodín de la manga para ganar la partida que se tendría perdida si todas las cartas se pusieran boca arriba.
El comodín de la economía liberal convencional consiste en presentar sus teorías con grandilocuencia matemática y en revestir sus propuestas políticas con expresiones numéricas y porcentajes que les den la autoridad y legitimidad que, como acabo de decir, proporcionan siempre las cifras.
Como prueba de ello voy a mostrar a continuación cinco comodines falsos que la economía convencional se ha sacado y se saca de la manga para poder dar gato por liebre, engañando a la gente al hacerle creer de ese modo que se trata de propuestas técnicas y objetivas, cuando en realidad sólo responden a estrategias de los de arriba para desposeer sin cesar a los de abajo.
1. El primer comodín es la llamada tasa natural de paro, un porcentaje de desempleo por debajo del cual se dice que no conviene estar porque en ese caso se produciría inflación.
La idea la formuló inicialmente el economista liberal Milton Friedman y se hizo popular en los años ochenta del siglo pasado, cuando lo que se deseaba era provocar desempleo deliberadamente para desarmar a las clases trabajadoras y así favorecer la recuperación del beneficio privado.
La consecuencia de asumir como cierto ese concepto es evidente: la lucha por combatir el desempleo tenía un límite, el que marcaba el porcentaje correspondiente a la tasa natural de paro.
Sin embargo, tal como sus propios defensores reconocieron, la tasa natural de paro no es una variable observable, sólo se puede deducir a posteriori, cuando se sabe el comportamiento de los precios y del empleo. Se deduce, por tanto, de los propios datos que pretende explicar, lo que significa que es una tautología. Además, tampoco es «natural» sino que cambia según las circunstancias, lo que indica que empleo y precios no dependen uno del otro, sino de las circunstancias estructurales que los rodean. Y para poder estimarla (puesto que no se puede observar, como he dicho) hay que establecer como hipótesis completamente irrealista que los mercados tienden siempre al equilibrio. Prueba de ello es que la experiencia empírica contradice su existencia cuando muestra que, en la realidad, no hay correlación estable entre empleo e inflación.
A pesar de ello, como he dicho, presentar un determinado porcentaje como la supuesta tasa natural de paro de la economía tiene una clara utilidad: permite desentenderse de la lucha contra el paro, una lacra para la gente que lo sufre pero algo muy útil para mantener los salarios bajos y condiciones de trabajo leoninas.
2. El segundo comodín que traigo como ejemplo es el que se sacó de la chistera el presidente Mitterrand. Poco después de llegar a la presidencia de la República Francesa en 1981 propuso que todos los gobiernos europeos establecieran como límite del déficit presupuestario un 3% del PIB. En mi libro Economía para no dejarse engañar por los economistas cuento la historia de cómo se estableció ese criterio y no la voy a repetir aquí. Me limitaré a decir que tampoco hay ningún tipo de fundamento científico ni evidencia empírica que lo justifique. Podría haberse establecido el 2%, o el 4% o el 7% con el mismo fundamento, es decir, con ninguno. Fue otra patraña en forma de porcentaje que los gobiernos neoliberales europeos se sacaron de la manga para que la gente aceptara las políticas de desmantelamiento del Estado de Bienestar que se proponían llevar a cabo.
3. El tercer comodín se utilizó durante la crisis de 2007, cuando se quería convencer a la población de que había que hacer grandes recortes de gasto social con la excusa de reducir la deuda.
En un libro y diversos artículos, los economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff aseguraron que el crecimiento económico se frena si la deuda supera el 60 % del PIB en los países emergentes y el 90 % en los desarrollados.
La tesis fue difundida amplísimamente gracias a un gran apoyo mediático (The Wall Street Journal calificó al libro como el más importante de los de economía publicados en 2009) pues permitía legitimar las políticas de austeridad que interesaban para rescatar a los grandes bancos que habían provocado la crisis.
Sin embargo, poco después los investigadores Thomas Herndon, Michael Ash y Robert Pollin comprobaron que los datos de Reinhart y Rogoff estaban mal utilizados y que sus conclusiones eran infundadas. Omitieron algunos que no se ajustaban a su tesis preconcebida, e incluso habían cometido sospechosos errores de cálculo que casualmente servían para reforzar lo que se quería demostrar.
El daño, sin embargo, estaba hecho. Sacar como comodín otro porcentaje de deuda que no se debía superar, de nuevo con falsedad y engaño, permitió legitimar y llevar a cabo políticas que produjeron un grave daño al conjunto de la economía y la sociedad.
4. El cuarto comodín también es muy relevante. Se basa en asegurar que los bancos centrales deben hacer lo que haga falta para que la inflación no supere el 2 %. De nuevo se trata de una fabulación que se presenta con la autoridad que dan las cifras para que así se pueda creer lo que carece de cualquier fundamento real o científico. No hay razón alguna para que el porcentaje de inflación tomado como tope sea el 2 %, y no el 1,5 % el 2,2 % o el 3 %. Se establece para hacer creer que las decisiones de los bancos centrales no son políticas, como son en realidad, sino exclusivamente técnicas, objetivas y, por tanto, no sujetas a deliberación.
5. Y ya para terminar, mencionemos un último comodín, aunque en este caso es mucho más evidente que responde a una decisión caprichosa e incluso irracional: la obligación de que todos los países de la OTAN dediquen el 5 % de su PIB a gasto militar. Un porcentaje igualmente caprichoso, al que ninguno llega, materialmente imposible de alcanzar por muchos de ellos, dado el nivel de deuda que ya tienen, y que además es completamente irracional y no tiene justificación económica alguna, como acaba de señalar José Borrell: «Exigir a todos los países un 5% del PIB de gasto militar no tiene sentido (…) Hungría es un país sin mar y no necesita armada. En cambio, España tiene muchos kilómetros de costa que proteger. ¿Los dos tienen que gastar el 5%? Parece que no”.
Como demuestro en el libro que estará en librerías a partir del próximo 12 de noviembre, la economía dominante es el fraude intelectual más grande de todos los tiempos y por eso necesita recurrir constantemente a tretas como esta que llamo del comodín del tanto por cierto. Desvelarlas, poner en entredicho a quienes, inocente o deliberadamente, cometen el fraude y combatirlas debería considerarse un imperativo ético fundamental y el primer deber cívico de nuestro tiempo, un servicio público de interés general, porque las mentiras y trampas con las que se están justificando las políticas económicas no son banales, sino que provocan el sufrimiento y la muerte de millones de personas. En nuestro caso más reciente, ayudando a que la gente entienda la barbaridad injustificada que supone comprometerse a dedicar el 5 % del PIB a gastos de guerra y, en particular, apoyando a Pedro Sánchez, el único dirigente de la OTAN que en este asunto ha tenido dignidad y coherencia y la valentía de oponerse al capricho de los autócratas.
La psicóloga y experta en ciencias de la decisión Ellen Peters ha demostrado con numerosos experimentos que la presentación cuantitativa de la información cambia la manera en que la gente la interpreta y actúa, incluso cuando el contenido verbal es idéntico. Un argumento expuesto con números resulta más creíble que otro equivalente presentado sólo verbalmente, aunque las cifras sean inventadas. Su expresión numérica hace creer que es de naturaleza técnica y objetiva.
La simple presencia de los números hace que el argumento nos parezca más fiable y asumible, pues desde muy pequeños socializamos asumiendo que tras ellos hay siempre ciencia y autoridad.
Los empresarios saben de esta capacidad de los números desde hace mucho. A ninguno se le ocurriría establecer incentivos de productividad a sus empleados o comerciales diciéndoles, por ejemplo, «haga más esfuerzo» o «aumente las ventas todo lo que pueda». Por el contrario, establecerá los objetivos numéricamente: «producir 50 piezas más al día» o «vender un 10% más todos los meses».
Y, naturalmente, también se enteraron de todo esto los economistas convencionales que viene proponiendo y justificando desde hace más de un siglo las políticas económicas dominantes.
Cuando lo que se pretende es aplicar las que claramente perjudican a la mayoría de la sociedad sin que se puedan proporcionar evidencias que las justifiquen, no hay más remedio que hacer trampa, sacándose algún comodín de la manga para ganar la partida que se tendría perdida si todas las cartas se pusieran boca arriba.
El comodín de la economía liberal convencional consiste en presentar sus teorías con grandilocuencia matemática y en revestir sus propuestas políticas con expresiones numéricas y porcentajes que les den la autoridad y legitimidad que, como acabo de decir, proporcionan siempre las cifras.
Como prueba de ello voy a mostrar a continuación cinco comodines falsos que la economía convencional se ha sacado y se saca de la manga para poder dar gato por liebre, engañando a la gente al hacerle creer de ese modo que se trata de propuestas técnicas y objetivas, cuando en realidad sólo responden a estrategias de los de arriba para desposeer sin cesar a los de abajo.
1. El primer comodín es la llamada tasa natural de paro, un porcentaje de desempleo por debajo del cual se dice que no conviene estar porque en ese caso se produciría inflación.
La idea la formuló inicialmente el economista liberal Milton Friedman y se hizo popular en los años ochenta del siglo pasado, cuando lo que se deseaba era provocar desempleo deliberadamente para desarmar a las clases trabajadoras y así favorecer la recuperación del beneficio privado.
La consecuencia de asumir como cierto ese concepto es evidente: la lucha por combatir el desempleo tenía un límite, el que marcaba el porcentaje correspondiente a la tasa natural de paro.
Sin embargo, tal como sus propios defensores reconocieron, la tasa natural de paro no es una variable observable, sólo se puede deducir a posteriori, cuando se sabe el comportamiento de los precios y del empleo. Se deduce, por tanto, de los propios datos que pretende explicar, lo que significa que es una tautología. Además, tampoco es «natural» sino que cambia según las circunstancias, lo que indica que empleo y precios no dependen uno del otro, sino de las circunstancias estructurales que los rodean. Y para poder estimarla (puesto que no se puede observar, como he dicho) hay que establecer como hipótesis completamente irrealista que los mercados tienden siempre al equilibrio. Prueba de ello es que la experiencia empírica contradice su existencia cuando muestra que, en la realidad, no hay correlación estable entre empleo e inflación.
A pesar de ello, como he dicho, presentar un determinado porcentaje como la supuesta tasa natural de paro de la economía tiene una clara utilidad: permite desentenderse de la lucha contra el paro, una lacra para la gente que lo sufre pero algo muy útil para mantener los salarios bajos y condiciones de trabajo leoninas.
2. El segundo comodín que traigo como ejemplo es el que se sacó de la chistera el presidente Mitterrand. Poco después de llegar a la presidencia de la República Francesa en 1981 propuso que todos los gobiernos europeos establecieran como límite del déficit presupuestario un 3% del PIB. En mi libro Economía para no dejarse engañar por los economistas cuento la historia de cómo se estableció ese criterio y no la voy a repetir aquí. Me limitaré a decir que tampoco hay ningún tipo de fundamento científico ni evidencia empírica que lo justifique. Podría haberse establecido el 2%, o el 4% o el 7% con el mismo fundamento, es decir, con ninguno. Fue otra patraña en forma de porcentaje que los gobiernos neoliberales europeos se sacaron de la manga para que la gente aceptara las políticas de desmantelamiento del Estado de Bienestar que se proponían llevar a cabo.
3. El tercer comodín se utilizó durante la crisis de 2007, cuando se quería convencer a la población de que había que hacer grandes recortes de gasto social con la excusa de reducir la deuda.
En un libro y diversos artículos, los economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff aseguraron que el crecimiento económico se frena si la deuda supera el 60 % del PIB en los países emergentes y el 90 % en los desarrollados.
La tesis fue difundida amplísimamente gracias a un gran apoyo mediático (The Wall Street Journal calificó al libro como el más importante de los de economía publicados en 2009) pues permitía legitimar las políticas de austeridad que interesaban para rescatar a los grandes bancos que habían provocado la crisis.
Sin embargo, poco después los investigadores Thomas Herndon, Michael Ash y Robert Pollin comprobaron que los datos de Reinhart y Rogoff estaban mal utilizados y que sus conclusiones eran infundadas. Omitieron algunos que no se ajustaban a su tesis preconcebida, e incluso habían cometido sospechosos errores de cálculo que casualmente servían para reforzar lo que se quería demostrar.
El daño, sin embargo, estaba hecho. Sacar como comodín otro porcentaje de deuda que no se debía superar, de nuevo con falsedad y engaño, permitió legitimar y llevar a cabo políticas que produjeron un grave daño al conjunto de la economía y la sociedad.
4. El cuarto comodín también es muy relevante. Se basa en asegurar que los bancos centrales deben hacer lo que haga falta para que la inflación no supere el 2 %. De nuevo se trata de una fabulación que se presenta con la autoridad que dan las cifras para que así se pueda creer lo que carece de cualquier fundamento real o científico. No hay razón alguna para que el porcentaje de inflación tomado como tope sea el 2 %, y no el 1,5 % el 2,2 % o el 3 %. Se establece para hacer creer que las decisiones de los bancos centrales no son políticas, como son en realidad, sino exclusivamente técnicas, objetivas y, por tanto, no sujetas a deliberación.
5. Y ya para terminar, mencionemos un último comodín, aunque en este caso es mucho más evidente que responde a una decisión caprichosa e incluso irracional: la obligación de que todos los países de la OTAN dediquen el 5 % de su PIB a gasto militar. Un porcentaje igualmente caprichoso, al que ninguno llega, materialmente imposible de alcanzar por muchos de ellos, dado el nivel de deuda que ya tienen, y que además es completamente irracional y no tiene justificación económica alguna, como acaba de señalar José Borrell: «Exigir a todos los países un 5% del PIB de gasto militar no tiene sentido (…) Hungría es un país sin mar y no necesita armada. En cambio, España tiene muchos kilómetros de costa que proteger. ¿Los dos tienen que gastar el 5%? Parece que no”.
Como demuestro en el libro que estará en librerías a partir del próximo 12 de noviembre, la economía dominante es el fraude intelectual más grande de todos los tiempos y por eso necesita recurrir constantemente a tretas como esta que llamo del comodín del tanto por cierto. Desvelarlas, poner en entredicho a quienes, inocente o deliberadamente, cometen el fraude y combatirlas debería considerarse un imperativo ético fundamental y el primer deber cívico de nuestro tiempo, un servicio público de interés general, porque las mentiras y trampas con las que se están justificando las políticas económicas no son banales, sino que provocan el sufrimiento y la muerte de millones de personas. En nuestro caso más reciente, ayudando a que la gente entienda la barbaridad injustificada que supone comprometerse a dedicar el 5 % del PIB a gastos de guerra y, en particular, apoyando a Pedro Sánchez, el único dirigente de la OTAN que en este asunto ha tenido dignidad y coherencia y la valentía de oponerse al capricho de los autócratas.
Publicado en lavozdelsur.es el 24 de octubre de 2025
Fuente:
miércoles, 29 de octubre de 2025
Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía: «Una persona que está muriéndose de hambre no tiene libertad»

Fuentes: El diario [Imagen: Joseph E. Stiglitz y el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en la ceremonia del Doctor Honoris Causa. JUANMA SERRANO]
“Los aranceles son un desastre, pero lo más decepcionante es la capitulación de Europa”, denuncia el economista estadounidense en el discurso de investidura como Doctor Honoris Causa de la UIMP
Joseph E. Stiglitz (1943, Indiana, Estados Unidos) llegó a Santander con ganas de hablar de libertad: del sentido de un término que trata de capitalizar la derecha y de la importancia de la libertad académica “que está siendo cuestionada en los Estados Unidos y en mi universidad, la de Columbia”. A su juicio, no es solo un privilegio de unos pocos, sino que es una parte esencial para los mecanismos de control de la sociedad. “Nos enfrentamos a una ardua batalla, probablemente la ganaremos”, proclamó optimista a pesar de todo.
El Premio Nobel de Economía es un personaje menudo, que muestra cierta agilidad a pesar de apoyarse en un bastón, de rostro simpático. Habla de manera tranquila, no necesita elevar el tono ni hacer inflexiones teatrales para expresarse con contundencia sobre asuntos actuales y polémicos. En Santander no rehuyó ninguna cuestión: afirmó con rotundidad que en Gaza se está produciendo un genocidio “tanto humano como académico”, alabó el “liderazgo increíble” del presidente español, Pedro Sánchez, tras su reciente intervención en la Universidad de Columbia, criticó que Donald Trump está convirtiendo el mercado “en un bazar donde todo vale” y denunció el miedo que hay en las universidades estadounidenses, sobre todo entre alumnos extranjeros que temen ser deportados.
Sin embargo, a pesar de lo atractivo de la cita, cualquier romería de verano en Cantabria reúne a más autoridades y políticos que la presencia en la capital del todo un Premio Nobel de Economía. La ceremonia de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con la presencia del ministro Carlos Cuerpo, tuvo sonoras ausencias. Entre ellas, la de la propia presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que delegó la representación de su Ejecutivo en el consejero de Educación, Sergio Silva. Tampoco el responsable de Economía consideró pertinente escuchar en persona las lecciones del profesor de Columbia. Sí hubo, en cambio, representación de las universidades cántabras.
En la segunda fila le escuchaban algunas caras conocidas, como el empresario Sebastián Ceria, el matemático argentino que vendió su empresa dedicada al control de riesgos financieros por 850 millones de dólares y compró el Real Racing Club de Santander. Después de la ceremonia compartieron mesa y conversación antes del retorno del profesor a Bilbao, donde este lunes tiene agenda.
Cuando Stiglitz, un pensador comprometido con la justicia social, apareció en el salón, ya había protagonizado un encuentro previo con la prensa durante aproximadamente una hora. Estuvo amable y hablador. Destilando vitalidad. “No me habéis preguntado por los aranceles”, reprochó con cierta picardía a los periodistas, antes de lanzar su diagnóstico: “Son un auténtico desastre, pero lo que más me decepciona es la capitulación de Europa, que se hayan rendido a negociar con Trump”. “Si cede, eso supondría dejar de lado la soberanía de Europa”, vaticinó con contundencia.
En el discurso que pronunció en la ceremonia académica defendió “la misión esencial de la academia” y confesó que le emocionaba estar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo después de los últimos sucesos en Estados Unidos: “Me reconforta muchísimo porque creo que el soft power de nuestras universidades es mucho más importante que el poder militar americano”. Según recordó, la universidad se dedica a defender el conocimiento “asegurándonos de que nuestra sociedad trabaja en beneficio de toda la humanidad y es fundamental mantener una red de conocimiento. Por eso los regímenes autoritarios siempre han atacado estas universidades”, apostilló.
El autor del libro ‘Camino de libertad: la economía y la buena sociedad’ opinó que “los que están en la derecha han hablado siempre de la libertad como si fuese suya, pero creo que no han entendido bien lo que significa esa libertad y al no hacerlo la han socavado”. Stiglitz explicó que no vemos autoritarismo en los países que han trabajado mucho por el bienestar. No se ve en los países más desarrollados de Europa, pero sí en los que ha habido muy poca intervención del Gobierno cuando no se ha ocupado de los que se quedan atrás, “de los que no tienen ni la salud ni la educación que merecen”.
La derecha ataca a las universidades porque no quieren oír hablar del pensamiento crítico
“Una persona que está muriéndose de hambre no tiene libertad, lo único que puede hacer es sobrevivir”, denunció el economista estadounidense. “Las universidades estamos aquí para reforzar esa libertad y dejar que los jóvenes la utilicen para ampliar sus potenciales, debemos liberarlos de las ideas que los limitan y que puedan pensar por sí mismos”, subrayó en su visita a la UIMP. En su opinión, esa es una de las razones por las que derecha ataca las universidades: no quieren que los jóvenes piensen por sí mismos, “no quieren oír hablar del pensamiento crítico”.
Stiglitz alertó también de que la libertad a veces se adquiere a expensas de la falta de libertad de otra persona. La libertad para cuidar el medio ambiente es que nosotros debemos de perder parte de nuestras libertades porque el planeta debe quedarse libre de contaminación. El Nobel ha enlazado esta cuestión con la pandemia, cuando algunas personas se resistían a llevar mascarilla o vacunarse porque restaba parte de su presunta libertad. “Pero eso ponía en riesgo la libertad de sus semejantes”.
Añadió otro ejemplo, el de quienes apelan a la libertad de llevar un arma frente a quienes no se sienten libres del miedo, por temor a que una persona armada irrumpa a tiros en su colegio. “La libertad de vivir es más importante que la libertad de llevar un arma”, afirmó. Por tanto, defendió la necesidad de hacer concesiones para llegar a acuerdos.
La segunda idea de potente de su discurso en Santander sirvió para destacar que a través de una acción colectiva se puede reformar la libertad de todos. Como sucedió durante la COVID: pagar impuestos ha permitido desarrollar vacunas. “Un ejemplo sencillo: un semáforo nos resta cierta libertad, ¿verdad? Nos hace parar cuando está en rojo, pero sin ellos nadie podría circular”, argumentó.
Joseph E. Stiglitz recibió el premio Nobel de Economía en 2001 por sus análisis de los mercados con información asimétrica, una contribución fundamental para comprender las fallas del mercado y sus implicaciones sociales. Desde ese año imparte clase en la Universidad de Columbia, donde fundó la ‘Initiative for Policy Dialogue’, un centro de pensamiento centrado en el desarrollo internacional.
En 2003 recibió el máximo honor académico de esa prestigiosa institución académica al ser nombrado ‘University Professor’, y, además, es conocido por su trabajo sobre economía de la información, desarrollo global y desigualdad, así como por su papel en instituciones académicas y multilaterales de alto nivel.
A lo largo de su carrera ha desempeñado puestos como economista jefe del Banco Mundial, asesor de gobiernos como el del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, activista en el debate sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o miembro de la comisión que redefinió la medición del progreso social, entre otras plataformas destacadas.
El Premio Nobel de Economía es un personaje menudo, que muestra cierta agilidad a pesar de apoyarse en un bastón, de rostro simpático. Habla de manera tranquila, no necesita elevar el tono ni hacer inflexiones teatrales para expresarse con contundencia sobre asuntos actuales y polémicos. En Santander no rehuyó ninguna cuestión: afirmó con rotundidad que en Gaza se está produciendo un genocidio “tanto humano como académico”, alabó el “liderazgo increíble” del presidente español, Pedro Sánchez, tras su reciente intervención en la Universidad de Columbia, criticó que Donald Trump está convirtiendo el mercado “en un bazar donde todo vale” y denunció el miedo que hay en las universidades estadounidenses, sobre todo entre alumnos extranjeros que temen ser deportados.
Sin embargo, a pesar de lo atractivo de la cita, cualquier romería de verano en Cantabria reúne a más autoridades y políticos que la presencia en la capital del todo un Premio Nobel de Economía. La ceremonia de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con la presencia del ministro Carlos Cuerpo, tuvo sonoras ausencias. Entre ellas, la de la propia presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que delegó la representación de su Ejecutivo en el consejero de Educación, Sergio Silva. Tampoco el responsable de Economía consideró pertinente escuchar en persona las lecciones del profesor de Columbia. Sí hubo, en cambio, representación de las universidades cántabras.
En la segunda fila le escuchaban algunas caras conocidas, como el empresario Sebastián Ceria, el matemático argentino que vendió su empresa dedicada al control de riesgos financieros por 850 millones de dólares y compró el Real Racing Club de Santander. Después de la ceremonia compartieron mesa y conversación antes del retorno del profesor a Bilbao, donde este lunes tiene agenda.
Cuando Stiglitz, un pensador comprometido con la justicia social, apareció en el salón, ya había protagonizado un encuentro previo con la prensa durante aproximadamente una hora. Estuvo amable y hablador. Destilando vitalidad. “No me habéis preguntado por los aranceles”, reprochó con cierta picardía a los periodistas, antes de lanzar su diagnóstico: “Son un auténtico desastre, pero lo que más me decepciona es la capitulación de Europa, que se hayan rendido a negociar con Trump”. “Si cede, eso supondría dejar de lado la soberanía de Europa”, vaticinó con contundencia.
En el discurso que pronunció en la ceremonia académica defendió “la misión esencial de la academia” y confesó que le emocionaba estar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo después de los últimos sucesos en Estados Unidos: “Me reconforta muchísimo porque creo que el soft power de nuestras universidades es mucho más importante que el poder militar americano”. Según recordó, la universidad se dedica a defender el conocimiento “asegurándonos de que nuestra sociedad trabaja en beneficio de toda la humanidad y es fundamental mantener una red de conocimiento. Por eso los regímenes autoritarios siempre han atacado estas universidades”, apostilló.
El autor del libro ‘Camino de libertad: la economía y la buena sociedad’ opinó que “los que están en la derecha han hablado siempre de la libertad como si fuese suya, pero creo que no han entendido bien lo que significa esa libertad y al no hacerlo la han socavado”. Stiglitz explicó que no vemos autoritarismo en los países que han trabajado mucho por el bienestar. No se ve en los países más desarrollados de Europa, pero sí en los que ha habido muy poca intervención del Gobierno cuando no se ha ocupado de los que se quedan atrás, “de los que no tienen ni la salud ni la educación que merecen”.
La derecha ataca a las universidades porque no quieren oír hablar del pensamiento crítico
“Una persona que está muriéndose de hambre no tiene libertad, lo único que puede hacer es sobrevivir”, denunció el economista estadounidense. “Las universidades estamos aquí para reforzar esa libertad y dejar que los jóvenes la utilicen para ampliar sus potenciales, debemos liberarlos de las ideas que los limitan y que puedan pensar por sí mismos”, subrayó en su visita a la UIMP. En su opinión, esa es una de las razones por las que derecha ataca las universidades: no quieren que los jóvenes piensen por sí mismos, “no quieren oír hablar del pensamiento crítico”.
Stiglitz alertó también de que la libertad a veces se adquiere a expensas de la falta de libertad de otra persona. La libertad para cuidar el medio ambiente es que nosotros debemos de perder parte de nuestras libertades porque el planeta debe quedarse libre de contaminación. El Nobel ha enlazado esta cuestión con la pandemia, cuando algunas personas se resistían a llevar mascarilla o vacunarse porque restaba parte de su presunta libertad. “Pero eso ponía en riesgo la libertad de sus semejantes”.
Añadió otro ejemplo, el de quienes apelan a la libertad de llevar un arma frente a quienes no se sienten libres del miedo, por temor a que una persona armada irrumpa a tiros en su colegio. “La libertad de vivir es más importante que la libertad de llevar un arma”, afirmó. Por tanto, defendió la necesidad de hacer concesiones para llegar a acuerdos.
La segunda idea de potente de su discurso en Santander sirvió para destacar que a través de una acción colectiva se puede reformar la libertad de todos. Como sucedió durante la COVID: pagar impuestos ha permitido desarrollar vacunas. “Un ejemplo sencillo: un semáforo nos resta cierta libertad, ¿verdad? Nos hace parar cuando está en rojo, pero sin ellos nadie podría circular”, argumentó.
Joseph E. Stiglitz recibió el premio Nobel de Economía en 2001 por sus análisis de los mercados con información asimétrica, una contribución fundamental para comprender las fallas del mercado y sus implicaciones sociales. Desde ese año imparte clase en la Universidad de Columbia, donde fundó la ‘Initiative for Policy Dialogue’, un centro de pensamiento centrado en el desarrollo internacional.
En 2003 recibió el máximo honor académico de esa prestigiosa institución académica al ser nombrado ‘University Professor’, y, además, es conocido por su trabajo sobre economía de la información, desarrollo global y desigualdad, así como por su papel en instituciones académicas y multilaterales de alto nivel.
A lo largo de su carrera ha desempeñado puestos como economista jefe del Banco Mundial, asesor de gobiernos como el del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, activista en el debate sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o miembro de la comisión que redefinió la medición del progreso social, entre otras plataformas destacadas.
Fuente:
lunes, 27 de octubre de 2025
Acaba de aterrizar una nueva teoría sobre las turbulencias en los aviones

Richard P. Feynman, físico galardonado con el Premio Nobel, llamó en una ocasión a las turbulencias “el problema sin resolver más importante de la física clásica”.
Credit...Kirill Kudryavtsev/Agence France-Presse — Getty Images
Por Alexander Nazaryan
Un par de científicos desarrollaron un modelo avanzado que puede contribuir al estudio de las turbulencias en los aviones y ayudar a los ingenieros que buscan hacer el vuelo más seguro.
Bjorn Birnir teme que un vecino de asiento en el avión le pregunte a qué se dedica. Eso es porque Birnir es uno de los principales estudiosos mundiales de la turbulencia, el movimiento caótico de los fluidos, como el agua o el aire, en medio de una perturbación. Inevitablemente, el compañero de asiento le hará a Birnir la única pregunta que sabe que le espera y se resiste a responder: ¿Qué tan peligrosas son las turbulencias?
Hoy en día, esa pregunta se la plantean cada vez con más frecuencia los tres millones de personas que vuelan a diario tan solo en aeropuertos estadounidenses. Aunque antes parecían relegadas a una simple molestia de la aviación comercial, como la mala comida y el insuficiente espacio para las piernas, las turbulencias severas están empeorando. En 2023, investigadores británicos utilizaron datos meteorológicos recogidos a lo largo de varias décadas para llegar a la conclusión de que las turbulencias graves sobre el Atlántico Norte habían aumentado un 55 por ciento entre 1979 y 2020. (El estudio solo tuvo en cuenta las turbulencias de aire despejado, que se producen cuando un avión no vuela a través de una tormenta o por encima de una cordillera; ese tipo de turbulencia es especialmente difícil de predecir).
“He pensado muchas veces que sería maravilloso si pudiéramos hacer que los viajes en avión fueran un poco más agradables”, dijo Birnir, quien dirige el Centro de Ciencias Complejas y No Lineales de la Universidad de California en Santa Bárbara, y también preside el departamento de matemáticas de dicha universidad. Su última contribución a este esfuerzo es un artículo publicado recientemente en la revista científica Physical Review Research, en el que, según dijo, se presenta posiblemente el modelo más avanzado de movimiento turbulento. Este modelo podría, a su vez, ayudar a los ingenieros que buscan hacer los vuelos más seguros y menos estresantes.
“El diseño de aviones se va a beneficiar”, dijo Birnir. “Sin duda veremos mejores modelos meteorológicos”.
Un par de científicos desarrollaron un modelo avanzado que puede contribuir al estudio de las turbulencias en los aviones y ayudar a los ingenieros que buscan hacer el vuelo más seguro.
Bjorn Birnir teme que un vecino de asiento en el avión le pregunte a qué se dedica. Eso es porque Birnir es uno de los principales estudiosos mundiales de la turbulencia, el movimiento caótico de los fluidos, como el agua o el aire, en medio de una perturbación. Inevitablemente, el compañero de asiento le hará a Birnir la única pregunta que sabe que le espera y se resiste a responder: ¿Qué tan peligrosas son las turbulencias?
Hoy en día, esa pregunta se la plantean cada vez con más frecuencia los tres millones de personas que vuelan a diario tan solo en aeropuertos estadounidenses. Aunque antes parecían relegadas a una simple molestia de la aviación comercial, como la mala comida y el insuficiente espacio para las piernas, las turbulencias severas están empeorando. En 2023, investigadores británicos utilizaron datos meteorológicos recogidos a lo largo de varias décadas para llegar a la conclusión de que las turbulencias graves sobre el Atlántico Norte habían aumentado un 55 por ciento entre 1979 y 2020. (El estudio solo tuvo en cuenta las turbulencias de aire despejado, que se producen cuando un avión no vuela a través de una tormenta o por encima de una cordillera; ese tipo de turbulencia es especialmente difícil de predecir).
“He pensado muchas veces que sería maravilloso si pudiéramos hacer que los viajes en avión fueran un poco más agradables”, dijo Birnir, quien dirige el Centro de Ciencias Complejas y No Lineales de la Universidad de California en Santa Bárbara, y también preside el departamento de matemáticas de dicha universidad. Su última contribución a este esfuerzo es un artículo publicado recientemente en la revista científica Physical Review Research, en el que, según dijo, se presenta posiblemente el modelo más avanzado de movimiento turbulento. Este modelo podría, a su vez, ayudar a los ingenieros que buscan hacer los vuelos más seguros y menos estresantes.
“El diseño de aviones se va a beneficiar”, dijo Birnir. “Sin duda veremos mejores modelos meteorológicos”.
Thomas Q. Carney, profesor jubilado de tecnología de la aviación en la Universidad de Purdue, quien ha realizado más de 11.000 horas de vuelo como piloto, dijo: “Cuanto mejor sea el modelo, cuanto más capte del campo turbulento concreto, mejor será la previsión, que es lo que va a utilizar el piloto”.
Volar en compañías estadounidenses aún es excepcionalmente seguro, pero los accidentes recientes han empezado a erosionar la confianza en la aviación comercial. Este mes, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte publicó un informe provisional sobre un vuelo de Delta Air Lines en el que, a finales de julio, resultaron heridas varias personas durante un encuentro con un aire inesperadamente agitado sobre Wyoming. Los pilotos habían intentado evitar el mal tiempo, solo para verse zarandeados inesperadamente por corrientes turbulentas. (El cambio climático también puede estar influyendo, ya que el calentamiento de la atmósfera afecta a la presión atmosférica y a la velocidad del viento).
La turbulencia ha planteado durante mucho tiempo un reto a los científicos, aunque en los últimos años los investigadores han introducido cambios significativos en la comprensión de su funcionamiento. Richard P. Feynman, físico galardonado con el Premio Nobel, la llamó en una ocasión “el problema sin resolver más importante de la física clásica”. Una de las razones es que la turbulencia “se basa en muchos factores en movimiento, por así decirlo: temperatura, presión, viento, etc.”, dijo Patrick Smith, quien escribe sobre aviación en su sitio web, Ask the Pilot. “Los factores y condiciones que provocan el aire agitado pueden cambiar muy rápidamente”.
El sistema es intrínsecamente caótico y se niega a evolucionar por un camino predecible. Las partículas que experimentan un movimiento turbulento “empiezan a divergir en distintas direcciones”, dijo Tanner D. Harms, quien estudió la turbulencia como estudiante de doctorado en el Instituto de Tecnología de California. Esas direcciones son excepcionalmente difíciles de modelar con precisión. “La definición de caos está casi entretejida en la propia turbulencia”.
Olas azules rompiendo bajo la superficie del mar. Vista submarina de olas rompiendo sobre un arrecife en la Polinesia Francesa.Credit...Sean M. Haffey/Getty Images
Para intentar dar sentido al caos, Birnir trabajó con Luiza Angheluta-Bauer, física teórica de la Universidad de Oslo, para idear un modelo que combina dos métodos distintos de observación de la turbulencia: lo que se conoce como mecánicas lagrangiana y euleriana. Los expertos afirman que ninguno de los dos marcos puede explicar plenamente por sí mismo cómo funciona la turbulencia.
Ello se debe a que estos dos marcos observan aspectos fundamentalmente distintos de un sistema turbulento.
En la mecánica lagrangiana, los investigadores observan una simple partícula, mientras que en el marco euleriano observan un único punto en el espacio. En pocas palabras, la mecánica lagrangiana es como observar una hoja que fluye río abajo, sujeta a los caprichos de los remolinos del agua.
En cambio, la mecánica euleriana es como observar una roca que sobresale de la superficie del río y estudiar cómo la turbulencia del agua se mueve alrededor de ese punto fijo.
La turbulencia lagrangiana es más difícil de modelizar porque requiere comprender cómo se comportará una partícula solitaria. Esa partícula solitaria “ejecutará el movimiento más complicado que puedas imaginar”, dijo Birnir.
Saber cómo encaja cada tipo de turbulencia en el panorama general es similar a seleccionar la lente adecuada para un microscopio, ya que ambas dependen en gran medida de la perspectiva. “La misma turbulencia, historias diferentes”, dijo Tomek Jaroslawski, investigador postdoctoral del Centro de Investigación de la Turbulencia de Stanford. “Ninguno de los dos puntos de vista es erróneo, solo son formas distintas de plantear una pregunta a la naturaleza”.
Él y Angheluta-Bauer utilizaron enfoques tanto teóricos como estadísticos. Anteriormente, los físicos no habían conseguido llegar a un modelo tan completo del movimiento turbulento. “El resultado es novedoso, de eso no hay duda”, dijo Katepalli Sreenivasan, exdecano de la Escuela Tandon de Ingeniería de la Universidad de Nueva York, y reconoció que algunos expertos no estaban de acuerdo con su valoración.
“La turbulencia plenamente desarrollada es donde las cosas son una locura”, dijo J. Doyne Farmer, catedrático de sistemas complejos y caóticos de la Universidad de Oxford. “Esos remolinos se comportan de forma muy caótica, y hay muchos grados de libertad”.
Birnir dijo que creía que el vuelo de Delta sobre Wyoming “parece ser un ejemplo típico de intermitencia grave en la turbulencia euleriana”, aunque afirmó que no podía hacer un análisis definitivo sin tener acceso a los datos brutos. Dijo que un modelo más matizado del modelo de turbulencia podría haber permitido a los pilotos tomar medidas preventivas, como reducir la potencia del motor, para contrarrestar la irregularidad euleriana por la que estaban volando.
Carney, de la Universidad de Purdue, confesó que parte del trabajo que habían realizado Birnir y Angheluta-Bauer estaba más allá de su entendimiento y que probablemente estaría fuera del alcance de cualquier piloto sin experiencia en dinámica de fluidos computacional. Pero eso no disminuía su utilidad potencial. “Confío en que contribuyan al estado de los conocimientos”, dijo.
https://www.nytimes.com/es/2025/09/26/espanol/turbulencia-aviones-fisica.html
domingo, 26 de octubre de 2025
‘Carottes râpées’, la fresca ensalada de zanahoria de los bistrós franceses. La hortaliza rallada y aliñada con limón, aceite de oliva, hierbas y algunos extras es la muestra de que lo simple y bien hecho triunfa

La ensalada de carottes râpées, de zanahoria cruda rallada, es un imprescindible de los cafés y bistrós franceses, tan clásico que incluso se vende como plato preparado en charcuterías y hasta supermercados.
Se trata de una ensalada minimalista de zanahoria cruda rallada con un aliño muy ligero de limón y aceite de oliva, con hierbitas, y amenizada, de forma optativa, con un toque crujiente de frutos secos y algo de mostaza. Esto último va a gustos, pero si las zanahorias están dulces y ricas, el resultado es estupendo.
Los nativos dicen que el tamaño en el que se sirve la zanahoria es importante… que no lo digo yo, lo afirman ellos. Debe rallarse bastante fina, en un rallador de agujeros pequeños o con uno de esos ralladores circulares típicos franceses, los mouli julienne a manivela. No hace falta tener un robot rallador ni nada de eso. Aunque si lo tienes, pues lo usas.
Dificultad:
Los nativos dicen que el tamaño en el que se sirve la zanahoria es importante… que no lo digo yo, lo afirman ellos. Debe rallarse bastante fina, en un rallador de agujeros pequeños o con uno de esos ralladores circulares típicos franceses, los mouli julienne a manivela. No hace falta tener un robot rallador ni nada de eso. Aunque si lo tienes, pues lo usas.
Dificultad:
Rallar bien la zanahoria y tener la paciencia de dejar reposar la ensalada un rato
Ingredientes
400 g de zanahorias
Un puñado de hojas de perejil
2 cucharadas de pasas (opcional)
2 cucharadas de piñones (opcional)
45 ml de aceite de oliva virgen
30 ml de zumo de limón (o al gusto)
De 1 cucharada a 1 cucharadita de mostaza de Dijon, al gusto
Sal y pimienta recién molida
Instrucciones
1. Pelar las zanahorias con un pelaverduras. Rallarlas por tu método favorito.
2. Ponerlas en una ensaladera y agregar el perejil, las pasas y los piñones, si se ponen.
3. Mezclar en un bol el aceite de oliva con el zumo de limón, la mostaza, la sal y la pimienta (se pueden mezclar en un tarro con tapa y mezclar agitando vigorosamente para que emulsione).
4. Verter este aliño sobre las zanahorias y remover bien para que se impregnen.
5. Tapar y reposar en la nevera 30 minutos para que las zanahorias se ablanden ligeramente, los sabores se asienten bien y el conjunto se refrigere. Remover de nuevo antes de servirla bien fresquita.
Ingredientes
400 g de zanahorias
Un puñado de hojas de perejil
2 cucharadas de pasas (opcional)
2 cucharadas de piñones (opcional)
45 ml de aceite de oliva virgen
30 ml de zumo de limón (o al gusto)
De 1 cucharada a 1 cucharadita de mostaza de Dijon, al gusto
Sal y pimienta recién molida
Instrucciones
1. Pelar las zanahorias con un pelaverduras. Rallarlas por tu método favorito.
2. Ponerlas en una ensaladera y agregar el perejil, las pasas y los piñones, si se ponen.
3. Mezclar en un bol el aceite de oliva con el zumo de limón, la mostaza, la sal y la pimienta (se pueden mezclar en un tarro con tapa y mezclar agitando vigorosamente para que emulsione).
4. Verter este aliño sobre las zanahorias y remover bien para que se impregnen.
5. Tapar y reposar en la nevera 30 minutos para que las zanahorias se ablanden ligeramente, los sabores se asienten bien y el conjunto se refrigere. Remover de nuevo antes de servirla bien fresquita.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)

