En el debate actual sobre la reforma constitucional y la ley orgánica complementaria se están haciendo afirmaciones que no son sostenibles. A continuación detallo las más representativas:
“El mayor problema que tiene España es el tamaño del déficit y de la deuda pública”.
No es cierto. En 2007, el Estado tenía superávit y la deuda era de las más bajas de la Eurozona y ello no protegió a España de tener una Gran Recesión. Incluso hoy, la deuda pública es menor que el promedio de la Eurozona y el déficit ha descendido, lo cual no ha evitado que los intereses que el Estado español ha tenido que pagar para vender su deuda pública hayan sido los mayores en su historia.
“La ley aprobada por el pacto PSOE-PP no es un ataque al Estado del bienestar”.
Sí que lo es. Si se le exige al sector público que reduzca el déficit público, hay varias maneras de hacerlo. Bajando el gasto público, aumentando los impuestos o incrementando el crecimiento económico para ingresar más fondos al Estado. En España, la mayor reducción del déficit público siempre se ha conseguido con recortes de gasto público, incluyendo el gasto público social. Pasó cuando el Estado español tuvo que reducir el déficit para acomodarnos al criterio de Maastricht, y bajar el déficit al 3% del PIB. Y pasa ahora, cuando quieren reducirlo al 0,4% del PIB. Es más, la fiscalidad del Estado español (tanto central como autonómico) es profundamente regresiva. Si miramos los niveles efectivos (reales) de tributación y no sólo nominales, las grandes familias, las grandes empresas y la banca, pagan niveles muy inferiores (restando al Estado 44.000 millones de euros al año) a lo que paga un trabajador en nómina. El Estado ya ha demostrado todos estos años su incapacidad o falta de valentía política de corregir esta situación. Le es más fácil recortar los servicios domiciliarios a las personas con dependencia (600 millones de euros) o congelar las pensiones (1.200 millones) que revertir la bajada de impuestos (37%), que afectaron a los súper ricos (300.000 euros o más al año) en los últimos quince años (2.500 millones de euros). Las clases populares tienen menos poder sobre el Estado español que las clases dominantes.
“Si no se toman estas medidas, los mercados no se calmarán y terminaremos peor”.
Los mercados no son calmables. El problema no es la especulación de los mercados, sino la falta de protección de los estados frente a los mercados. Lo que un Estado hace frente a las maniobras especulativas es imprimir dinero y comprar su propia deuda pública, forzando la bajada de los intereses de tal deuda. Pero, con la creación del euro, los países del euro no pueden hacer esto. Sólo el Banco Central Europeo puede imprimir dinero. Pero en lugar de hacer lo que los bancos centrales hacen, es decir, comprar deuda pública de los estados de la Eurozona, lo que hace es proveer liquidez a los bancos privados, pero no a los estados. Sólo, recientemente y con grandes reticencias, se ha estado haciendo, pero tarde e insuficientemente. Cuando compró deuda pública de España e Italia, los intereses bajaron. Esto debiera hacerlo pero no excepcionalmente, sino como parte de su función. Es más, los estados de la Eurozona debieran tener bancos públicos para garantizar el crédito. En España se está yendo en sentido contrario. La privatización de las cajas dificultará todavía más la garantía del crédito.
“Todos los estados de la Eurozona debieran tener una legislación igual, prohibiendo que tengan déficits públicos”.
Como ha indicado el Center for Economic and Policy Research, uno de los centros de investigación más prestigiosos de EEUU, tal política “sería un desastre”. Sería equivalente a que Estados Unidos, cuyos estados tienen que tener un déficit cero para los gastos ordinarios (pero no en inversiones), no tuvieran un Estado Federal con un Gobierno que tiene déficits del 8,2% del PIB (y una deuda del 160% del PIB) y con un Banco Central (The Federal Reserve Board) que ayuda a los estados (California tiene unas cuentas públicas en tan mala forma como Grecia) y compra deuda pública (algo que no está permitido al Banco Central Europeo).
“Estas políticas de austeridad nos evitarán llegar a la situación griega”.
Todo lo contrario, están acelerando a alcanzar la situación griega. Tales medidas, congelación de pensiones y recortes sociales, que están empobreciendo todavía más el subfinanciado Estado del bienestar español (el gasto público social por habitante es el más bajo de la Eurozona) está dificultando enormemente la recuperación económica al reducir la demanda de bienes y servicios, que es el mayor problema de la economía española. Estas políticas de austeridad están empobreciendo tal demanda. Hoy está creciendo la percepción, incluso en centros financieros, de que el mayor problema de España es el escaso crecimiento económico. La explosión de la burbuja inmobiliaria creó un agujero equivalente a un 7% del PIB que tendría que rellenarse con gasto público para permitir una estimulación de la economía. Tras cuatro años de austeridad, la economía española continúa estancada.
“El estímulo económico se aplicó en España y no ayudó mucho”.
No es cierto. Ayudó poco porque consistió sobre todo en recortes fiscales que beneficiaron sobre todo a las rentas superiores que son las que proporcionalmente consumen menos y tienen, por lo tanto, escaso impacto estimulante de la demanda. Muy pocos de los estímulos fueron encaminados explícitamente a crear empleo. De la misma manera que las derechas están utilizando la crisis para obtener lo que siempre han querido, es decir, disminuir los salarios, la protección social y privatizar el Estado del bienestar, las izquierdas debieran utilizar la crisis para conseguir sus objetivos, es decir, hacer un reforma fiscal profunda que, a base de corregir el enorme déficit fiscal de las clases pudientes –grandes familias, grandes empresas y banca– se resolviera el déficit social, creando empleo, y a la vez se estimulara la economía. Así se salió de la Gran Depresión y así se debería salir ahora. Vicenç Navarro. Público
viernes, 9 de septiembre de 2011
jueves, 8 de septiembre de 2011
Entevista a Joseph Stiglitz en la conferencia de Lindau
“El ajuste lleva al estancamiento”
Enemigo de la ortodoxia, presentó sus ideas en un encuentro mundial de galardonados en Alemania.
Defendió las políticas de estímulo fiscal, dijo que el desempleo es el principal problema y elogió lo que hizo Argentina después del default.
El economista Joseph Stiglitz fue la estrella y la oveja negra de la Conferencia de premios Nobel en la isla de Lindau, al sur de Alemania, que terminó ayer. El profesor de la Universidad de Columbia forma parte de un reducido grupo entre los 17 galardonados que participaron del encuentro, los que no reclaman públicamente medidas de austeridad sino mayores estímulos fiscales para enfrentar la crisis y reducir el desempleo.
Mientras que los jóvenes economistas y periodistas lo rodean en cada oportunidad, sus pares lo miran con recelo. Las declaraciones que hace sobre el fracaso y la incapacidad de las ideas económicas dominantes para comprender y ofrecer una respuesta a la crisis chocan con la visión que poseen otros Nobel. Estos especialistas consideran que el marco teórico no tuvo ninguna responsabilidad, posición que comparten muchos de los 373 economistas de todo el mundo que forman parte del evento y desestiman las críticas de Stiglitz.
Luego de varios intentos interrumpidos a pocos instantes de comenzar, el ganador del premio en 2001 concedió una entrevista a Página/12 durante una caminata desde el centro de conferencias hasta la ópera de la isla, donde debía participar de una reunión a puertas cerradas. A lo largo del recorrido, el economista destacó el desempeño de los “países emergentes” y señaló que Argentina debe profundizar la industrialización, ya que “los commodities no alcanzan para el desarrollo”, así como fortalecer el mercado interno. Antes de terminar el reportaje preguntó: “Parece que va a ser elegida de nuevo, ¿no?”, en referencia a Cristina Fernández de Kirchner. Y luego adelantó que “todavía no está confirmado, pero me parece que voy a volver a la Argentina en diciembre”.
–¿Por qué considera errados los planes de ajuste fiscal?
–Esas políticas llevan al estancamiento, se necesitan más planes de estímulo fiscal para recuperar el crecimiento y alcanzar menores niveles de desempleo en Estados Unidos y Europa. La política monetaria hoy no es efectiva. Los primeros paquetes de estímulo fiscal en 2008 funcionaron bien, si no la desocupación hubiera sido mucho mayor. Al mismo tiempo, esa expansión generó importantes déficit presupuestarios. La mejor forma para enfrentar esos déficit es con mayor gasto, la austeridad va en la dirección contraria. Es una visión equivocada, es la misma receta que aplicó el FMI en la Argentina. Sabemos lo que pasa: la economía se desacelera, luego entra en recesión y finalmente termina con una depresión. Sin crecimiento no es posible salir de la crisis. Cuanto más se demore el resultado político mayores serán la inestabilidad y los costos.
–Los argumentos contra los estímulos fiscales sostienen que esas medidas profundizarán todavía más los déficit.
–El problema no son los déficit presupuestarios, ni siquiera la recesión, el problema es el déficit de empleo que hay. Hoy en Estados Unidos tenemos 14 millones de desocupados, pero en realidad son 25 millones las personas que no pueden conseguir un empleo de tiempo completo. Esta situación sólo va a empeorar con los planes de austeridad. La mejor forma para enfrentar la crisis es crear puestos de trabajo. La teoría económica tradicional fracasó. Hay un principio muy simple llamado “multiplicador presupuestario”: si uno recauda impuestos y gasta dinero en forma balanceada de forma tal que no crezca el déficit, la economía crecerá. En el mediano plazo, esa política tiende a reducir el déficit y asegura la sustentabilidad de la economía porque el PIB crecerá y la deuda y el déficit serán más pequeños en términos relativos. Si uno diseña bien el multiplicador, el estímulo fiscal puede ser muy grande. En ese sentido, en Estados Unidos se pueden cobrar impuestos al uno por ciento más rico que concentra el 25 por ciento del ingreso, y gastar el dinero en inversiones que aseguren mayor crecimiento. Esa dinámica es un forma de resolver este dilema.
–¿La crisis estructural en Europa desencadenará la desintegración de la unión monetaria?
–Va a ser necesario más dinero para que funcione el euro, así como también va a ser necesario más dinero para que deje de hacerlo. De una forma u otra, Alemania va a perder mucho dinero. Hay vida después del default y de abandonar un sistema de tipo de cambio fijo. En la Argentina, el fin de la paridad cambiaria y el default tuvieron un alto costo. Luego de un período de caída, Argentina comenzó a crecer muy rápido, incluso en ausencia de lo que mucha gente considera las “mejores” prácticas económicas, con buenas políticas pero no perfectas. Yo creo que es muy difícil volver a unir un huevo revuelto, me parece que el euro es una muy buena iniciativa. Por eso, no creo que sea necesario que ningún país abandone el euro. Como le dije antes, es necesario impulsar planes de estímulo. Para eso se puede inyectar más recursos al Fondo de Estabilidad Financiera Europeo para hacer frente a los problemas de la región. También, es posible emitir eurobonos.
–¿La profundización de la crisis en Estados Unidos y Europa golpeará sobre los países en desarrollo?
–En 2010, el crecimiento global fue bueno. Hasta ahora, a los países emergentes les ha ido muy bien, ésa es una gran noticia. Muchos se recuperaron con fuerza, como China y Brasil. Pero si se profundiza la recesión en Estados Unidos y Europa, las economías emergentes van a tener dificultades. Creo que van a poder enfrentar una caída en las exportaciones, pero es necesario que fortalezcan la demanda interna. Si bien una disminución del crecimiento chino presionaría a la baja los precios de las commodities y eso golpearía a la Argentina, considero que China va a poder sortear la crisis y mantener así los niveles de demanda de esos productos.
–¿El buen desempeño de las economías como Argentina responde solamente a las exportaciones de bienes primarios y los elevados precios internacionales?
–No, esa situación va a beneficiar a América latina y otros países dependientes de las exportaciones de commodities. Pero esas exportaciones no son suficientes para garantizar el crecimiento sostenido y la reducción del desempleo, los países de la región como Argentina tienen que diversificar sus estructuras productivas, invertir en sectores de alta tecnología. Es un proceso que demora tiempo. Los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas políticas macroeconómicas. Comprendieron la importancia de un estímulo keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el desempleo no se dispare. Hay un conjunto de aspectos que permiten que los países emergentes no se vean directamente afectados por la crisis. Por ejemplo, las regulaciones bancarias en muchos países son mucho mejores, de mejor calidad, que las de Estados Unidos y Europa. En algunos casos eso se debió a que los países ya habían atravesado grandes crisis. Argentina hizo muy bien las cosas en los últimos años para garantizar un fuerte crecimiento a tasas muy altas y controlar la inflación.
–¿La inflación es un problema para las economías emergentes?
–Argentina enfrenta, como muchos países emergentes, el desafío de controlar la inflación en un mundo en recesión. Es un tiempo muy difícil para llevar adelante esa tarea porque se experimentan shocks negativos de demanda y shocks inflacionarios externos. No hay una forma sencilla para atravesar ambos desafíos. El foco excesivo de los bancos centrales en controlar la inflación es un error, pero también es un error ignorar el fenómeno. La estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de sus objetivos. La baja inflación no asegura el crecimiento sostenido. En Europa, la preocupación del Banco Central por los aumentos de precios es uno de los factores que debilita la economía. Por su parte Brasil logró crecer, pero su enfoque excesivo en la inflación ha dado como resultado tasas de interés muy elevadas, entre las más altas del mundo.
–¿Qué quiere decir cuando afirma que la teoría económica tradicional fracasó?
–Los modelos utilizados por los bancos centrales, economistas, los banqueros, crearon un marco de política que estuvo en el epicentro de la crisis. Decían que no era necesaria la regulación, que los mercados eran eficientes por su cuenta o que la baja inflación era suficiente para garantizar un sendero de crecimiento. La macroeconomía no se autorregula y no conduce al pleno empleo. El problema no es la simplificación a la que recurren los modelos, el asunto es que estos modelos dicen que la crisis no podía suceder. Si los modelos no contemplan a los bancos entonces no existe el crédito. ¿Cómo es posible pensar en estrategias para impulsarlo? En materia laboral, la teoría señalaba que uno de los problemas eran las rigideces en el mercado de trabajo. Pero los países donde hoy se profundiza el problema del desempleo son aquellos que más desregularon ese mercado. En cambio, donde no se aplicaron esas políticas el desempleo es menor. Uno de los principales problemas en nuestra sociedad es la creciente desigualdad, esa situación disminuye la demanda agregada y la brecha que se generó fue cubierta por una burbuja bancaria de consumo artificial que impulsó la inestabilidad. La agenda de la economía ignoró esto y pensaba que alcanzaba con aumentos de productividad. Los modelos dominantes tradicionales no se hacían las preguntas adecuadas. Tomás Lukin. Página 12
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-175542-2011-08-28.html
(Fotos del autor, Mogrovejo, pueblo en los alrededores de Potes, Picos de Europa, Cantabria)
Enemigo de la ortodoxia, presentó sus ideas en un encuentro mundial de galardonados en Alemania.
Defendió las políticas de estímulo fiscal, dijo que el desempleo es el principal problema y elogió lo que hizo Argentina después del default.
El economista Joseph Stiglitz fue la estrella y la oveja negra de la Conferencia de premios Nobel en la isla de Lindau, al sur de Alemania, que terminó ayer. El profesor de la Universidad de Columbia forma parte de un reducido grupo entre los 17 galardonados que participaron del encuentro, los que no reclaman públicamente medidas de austeridad sino mayores estímulos fiscales para enfrentar la crisis y reducir el desempleo.
Mientras que los jóvenes economistas y periodistas lo rodean en cada oportunidad, sus pares lo miran con recelo. Las declaraciones que hace sobre el fracaso y la incapacidad de las ideas económicas dominantes para comprender y ofrecer una respuesta a la crisis chocan con la visión que poseen otros Nobel. Estos especialistas consideran que el marco teórico no tuvo ninguna responsabilidad, posición que comparten muchos de los 373 economistas de todo el mundo que forman parte del evento y desestiman las críticas de Stiglitz.
Luego de varios intentos interrumpidos a pocos instantes de comenzar, el ganador del premio en 2001 concedió una entrevista a Página/12 durante una caminata desde el centro de conferencias hasta la ópera de la isla, donde debía participar de una reunión a puertas cerradas. A lo largo del recorrido, el economista destacó el desempeño de los “países emergentes” y señaló que Argentina debe profundizar la industrialización, ya que “los commodities no alcanzan para el desarrollo”, así como fortalecer el mercado interno. Antes de terminar el reportaje preguntó: “Parece que va a ser elegida de nuevo, ¿no?”, en referencia a Cristina Fernández de Kirchner. Y luego adelantó que “todavía no está confirmado, pero me parece que voy a volver a la Argentina en diciembre”.
–¿Por qué considera errados los planes de ajuste fiscal?
–Esas políticas llevan al estancamiento, se necesitan más planes de estímulo fiscal para recuperar el crecimiento y alcanzar menores niveles de desempleo en Estados Unidos y Europa. La política monetaria hoy no es efectiva. Los primeros paquetes de estímulo fiscal en 2008 funcionaron bien, si no la desocupación hubiera sido mucho mayor. Al mismo tiempo, esa expansión generó importantes déficit presupuestarios. La mejor forma para enfrentar esos déficit es con mayor gasto, la austeridad va en la dirección contraria. Es una visión equivocada, es la misma receta que aplicó el FMI en la Argentina. Sabemos lo que pasa: la economía se desacelera, luego entra en recesión y finalmente termina con una depresión. Sin crecimiento no es posible salir de la crisis. Cuanto más se demore el resultado político mayores serán la inestabilidad y los costos.
–Los argumentos contra los estímulos fiscales sostienen que esas medidas profundizarán todavía más los déficit.
–El problema no son los déficit presupuestarios, ni siquiera la recesión, el problema es el déficit de empleo que hay. Hoy en Estados Unidos tenemos 14 millones de desocupados, pero en realidad son 25 millones las personas que no pueden conseguir un empleo de tiempo completo. Esta situación sólo va a empeorar con los planes de austeridad. La mejor forma para enfrentar la crisis es crear puestos de trabajo. La teoría económica tradicional fracasó. Hay un principio muy simple llamado “multiplicador presupuestario”: si uno recauda impuestos y gasta dinero en forma balanceada de forma tal que no crezca el déficit, la economía crecerá. En el mediano plazo, esa política tiende a reducir el déficit y asegura la sustentabilidad de la economía porque el PIB crecerá y la deuda y el déficit serán más pequeños en términos relativos. Si uno diseña bien el multiplicador, el estímulo fiscal puede ser muy grande. En ese sentido, en Estados Unidos se pueden cobrar impuestos al uno por ciento más rico que concentra el 25 por ciento del ingreso, y gastar el dinero en inversiones que aseguren mayor crecimiento. Esa dinámica es un forma de resolver este dilema.
–¿La crisis estructural en Europa desencadenará la desintegración de la unión monetaria?
–Va a ser necesario más dinero para que funcione el euro, así como también va a ser necesario más dinero para que deje de hacerlo. De una forma u otra, Alemania va a perder mucho dinero. Hay vida después del default y de abandonar un sistema de tipo de cambio fijo. En la Argentina, el fin de la paridad cambiaria y el default tuvieron un alto costo. Luego de un período de caída, Argentina comenzó a crecer muy rápido, incluso en ausencia de lo que mucha gente considera las “mejores” prácticas económicas, con buenas políticas pero no perfectas. Yo creo que es muy difícil volver a unir un huevo revuelto, me parece que el euro es una muy buena iniciativa. Por eso, no creo que sea necesario que ningún país abandone el euro. Como le dije antes, es necesario impulsar planes de estímulo. Para eso se puede inyectar más recursos al Fondo de Estabilidad Financiera Europeo para hacer frente a los problemas de la región. También, es posible emitir eurobonos.
–¿La profundización de la crisis en Estados Unidos y Europa golpeará sobre los países en desarrollo?
–En 2010, el crecimiento global fue bueno. Hasta ahora, a los países emergentes les ha ido muy bien, ésa es una gran noticia. Muchos se recuperaron con fuerza, como China y Brasil. Pero si se profundiza la recesión en Estados Unidos y Europa, las economías emergentes van a tener dificultades. Creo que van a poder enfrentar una caída en las exportaciones, pero es necesario que fortalezcan la demanda interna. Si bien una disminución del crecimiento chino presionaría a la baja los precios de las commodities y eso golpearía a la Argentina, considero que China va a poder sortear la crisis y mantener así los niveles de demanda de esos productos.
–¿El buen desempeño de las economías como Argentina responde solamente a las exportaciones de bienes primarios y los elevados precios internacionales?
–No, esa situación va a beneficiar a América latina y otros países dependientes de las exportaciones de commodities. Pero esas exportaciones no son suficientes para garantizar el crecimiento sostenido y la reducción del desempleo, los países de la región como Argentina tienen que diversificar sus estructuras productivas, invertir en sectores de alta tecnología. Es un proceso que demora tiempo. Los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas políticas macroeconómicas. Comprendieron la importancia de un estímulo keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el desempleo no se dispare. Hay un conjunto de aspectos que permiten que los países emergentes no se vean directamente afectados por la crisis. Por ejemplo, las regulaciones bancarias en muchos países son mucho mejores, de mejor calidad, que las de Estados Unidos y Europa. En algunos casos eso se debió a que los países ya habían atravesado grandes crisis. Argentina hizo muy bien las cosas en los últimos años para garantizar un fuerte crecimiento a tasas muy altas y controlar la inflación.
–¿La inflación es un problema para las economías emergentes?
–Argentina enfrenta, como muchos países emergentes, el desafío de controlar la inflación en un mundo en recesión. Es un tiempo muy difícil para llevar adelante esa tarea porque se experimentan shocks negativos de demanda y shocks inflacionarios externos. No hay una forma sencilla para atravesar ambos desafíos. El foco excesivo de los bancos centrales en controlar la inflación es un error, pero también es un error ignorar el fenómeno. La estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de sus objetivos. La baja inflación no asegura el crecimiento sostenido. En Europa, la preocupación del Banco Central por los aumentos de precios es uno de los factores que debilita la economía. Por su parte Brasil logró crecer, pero su enfoque excesivo en la inflación ha dado como resultado tasas de interés muy elevadas, entre las más altas del mundo.
–¿Qué quiere decir cuando afirma que la teoría económica tradicional fracasó?
–Los modelos utilizados por los bancos centrales, economistas, los banqueros, crearon un marco de política que estuvo en el epicentro de la crisis. Decían que no era necesaria la regulación, que los mercados eran eficientes por su cuenta o que la baja inflación era suficiente para garantizar un sendero de crecimiento. La macroeconomía no se autorregula y no conduce al pleno empleo. El problema no es la simplificación a la que recurren los modelos, el asunto es que estos modelos dicen que la crisis no podía suceder. Si los modelos no contemplan a los bancos entonces no existe el crédito. ¿Cómo es posible pensar en estrategias para impulsarlo? En materia laboral, la teoría señalaba que uno de los problemas eran las rigideces en el mercado de trabajo. Pero los países donde hoy se profundiza el problema del desempleo son aquellos que más desregularon ese mercado. En cambio, donde no se aplicaron esas políticas el desempleo es menor. Uno de los principales problemas en nuestra sociedad es la creciente desigualdad, esa situación disminuye la demanda agregada y la brecha que se generó fue cubierta por una burbuja bancaria de consumo artificial que impulsó la inestabilidad. La agenda de la economía ignoró esto y pensaba que alcanzaba con aumentos de productividad. Los modelos dominantes tradicionales no se hacían las preguntas adecuadas. Tomás Lukin. Página 12
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-175542-2011-08-28.html
(Fotos del autor, Mogrovejo, pueblo en los alrededores de Potes, Picos de Europa, Cantabria)
miércoles, 7 de septiembre de 2011
El líder de Stone Temple Pilots, Scott Weiland versiona Let Down de Radiohead.
En este caso la canción está incluida dentro de un LP de versiones que sólo puede descargarse en la página web del músico.
El déficit público no es el verdadero problema
Se reforma la Constitución para establecer un límite del déficit público, cercano al cero, con el objetivo de tranquilizar a los mercados. Sin embargo, la prima de riesgo se ha vuelto a disparar y el FMI avisa de la posibilidad de una nueva recesión debido al estancamiento del crecimiento económico.
Resulta preocupante que el pensamiento dominante ponga énfasis en el déficit público español, mientras que pasa de puntillas por la tremenda tasa de desempleo que más que duplica el de la UE. Nos encontramos con el consumo estancado, con la inversión empresarial en retroceso y unas exportaciones en desaceleración.
Nos queda el gasto público como variable para generar crecimiento económico, fundamentalmente a través de las inversiones públicas que, en otras crisis, sirvieron de motor de la economía. Apreciamos que el dominio del pensamiento neoliberal está ninguneando este hecho, a pesar de que algunos premios Nobel nos indican que aplicar medidas de eliminación indiscriminada del gasto público provocará una mayor paralización de la actividad económica. El Gobierno se afana en imponer tremendos recortes del gasto público que provocan más paro, sin haber realizado una verdadera reforma fiscal que reconduzca la disminución de la presión fiscal que ha beneficiado a las rentas más altas y grandes sociedades.
Ahora nos han negado el debate y el voto, pero dentro de poco lo pedirán, con promesas que antes incumplieron. ¿Volveremos a votar a los grupos políticos que nos dicen que hay que calmar a los mercados y se olvidan de los parados? LUIS MANUEL GOÑI STROETGEN - Málaga- El País 07/09/2011
Resulta preocupante que el pensamiento dominante ponga énfasis en el déficit público español, mientras que pasa de puntillas por la tremenda tasa de desempleo que más que duplica el de la UE. Nos encontramos con el consumo estancado, con la inversión empresarial en retroceso y unas exportaciones en desaceleración.
Nos queda el gasto público como variable para generar crecimiento económico, fundamentalmente a través de las inversiones públicas que, en otras crisis, sirvieron de motor de la economía. Apreciamos que el dominio del pensamiento neoliberal está ninguneando este hecho, a pesar de que algunos premios Nobel nos indican que aplicar medidas de eliminación indiscriminada del gasto público provocará una mayor paralización de la actividad económica. El Gobierno se afana en imponer tremendos recortes del gasto público que provocan más paro, sin haber realizado una verdadera reforma fiscal que reconduzca la disminución de la presión fiscal que ha beneficiado a las rentas más altas y grandes sociedades.
Ahora nos han negado el debate y el voto, pero dentro de poco lo pedirán, con promesas que antes incumplieron. ¿Volveremos a votar a los grupos políticos que nos dicen que hay que calmar a los mercados y se olvidan de los parados? LUIS MANUEL GOÑI STROETGEN - Málaga- El País 07/09/2011
martes, 6 de septiembre de 2011
Hambre y récord mundial de arroz
Mientras que no cesan de llegar noticias sobre la nueva hambruna que afecta a millones de personas y la grave desnutrición infantil en el Cuerno de África, sobre todo en Sudán y Somalia, el Consejo Internacional de Cereales (IGC) anuncia que la producción mundial de arroz llegará a un nivel récord de 448 Mt en 2010/11, y 8 millones más que un año antes por las mejores cosechas en Asia, especialmente en India. Además, puesto que la producción superará al consumo por sexto año consecutivo, se prevé que los stocks remanentes de arroz a nivel mundial alcancen la cota más elevada en ocho años, hasta 95,9 Mt. Y uno se pregunta, ¿por qué y para qué todo este arroz, si el mundo no es capaz de evitar situaciones como las de arriba? JAUME CATALáN DíAZ El País
lunes, 5 de septiembre de 2011
La reforma constitucional
Asistimos a los primeros pasos de una innovación en el Derecho Constitucional europeo. Es una exigencia para la supervivencia de la Unión Europea, pero que nos sitúa ante una limitación de soberanía
Sin Dinero no hay Estado.
Esto ya nos lo enseñó Hamilton en El Federalista (Capítulo XXX): "El dinero ha sido considerado, con razón, como el principio vital del cuerpo político, como aquello que sostiene su vida y movimiento y le permite ejecutar sus funciones más vitales". Esta es una regla que, en términos absolutos, no admite excepción. De ahí que las relaciones entre el Estado y su moneda y su deuda sean un indicador de primera importancia para conocer el estado de salud tanto del primero como de las segundas. Y de ahí también que no haya tarea en la que el Estado ponga más empeño que en dar garantías respecto del valor de su moneda y del pago de su deuda.
Hasta la fecha ha sido muy infrecuente que el Estado haya recurrido a la Constitución en esta tarea. Pero en algunos casos sí ha ocurrido. En Estados Unidos, tras la guerra civil, se incluyó en la XIV Enmienda una garantía del pago de la deuda. A dicha garantía se ha hecho referencia en el reciente debate sobre la elevación del techo de la deuda, llegándose a sostener que el presidente podía no necesitar el concurso del Congreso para seguir haciendo frente al pago de la misma. Pero la opinión dominante en el país considera que la garantía de la XIV Enmienda está muy vinculada a la deuda contraída durante la guerra civil y no tiene alcance general. En consecuencia, se ha considerado que la decisión del Congreso era insoslayable.
El precedente más expresivo es, sin duda, el de la reforma constitucional de 1926 en la Francia de la Tercera República. Vale la pena recordarlo. "En 1926, en un momento en que la moneda francesa estaba próxima al hundimiento, especialmente porque la deuda pública era enorme y porque los ahorradores no tenían confianza en el Estado, en particular en su capacidad de pagarla en su integridad, el antiguo presidente de la República, Raymond Poincaré, volvió a formar un Gobierno que tenía ante todo como objetivo dar seguridad a los prestamistas del Estado, con la finalidad de salvar la moneda. Decidió, en consecuencia, proceder a una revisión constitucional instituyendo una Caja pública, la Caja Autónoma de Amortización, que estaría gestionada independientemente del Estado y que se alimentaría de recursos propios constitucionalmente garantizados: los derechos de sucesión, la tasa de la primera transmisión de inmuebles posterior a la entrada en vigor de la reforma y las rentas del monopolio del tabaco y de las cerillas. Esta Caja tenía como única tarea la de amortizar la deuda del Estado reembolsándola gracias a los recursos que le estaban afectados. Para hacer comprender a los ciudadanos que se trataba de un compromiso solemne del Estado y que los Gobiernos ulteriores no podrían modificar estas reglas sin encontrar obstáculos difícilmente superables, el Gobierno Poincaré solicitó y obtuvo del Parlamento una revisión constitucional inscribiendo estas reglas en la Constitución. Estas reglas, sin embargo, no conciernen a los órganos superiores del Estado: se trata, al contrario, de crear una institución secundaria, pero autónoma, cuyas funciones están excluidas de las competencias de los órganos superiores del Estado".
En estos términos comentaba 33 años más tarde el profesor Jacques Cadart (Institutions Politiques et Droit Constitutionnel, 2ª ed. LGDJ París 1979, T. I, p. 121) la reforma constitucional aprobada mediante la Ley Constitucional de 10 de agosto de 1926. Una norma que no es materialmente constitucional se había convertido en formalmente constitucional, con la finalidad de salvar la moneda y garantizar el pago de la deuda. En realidad, la reforma iba más lejos de lo que el propio profesor Cadart dice, ya que contenía una cláusula suplementaria para el caso de que no fueran suficientes los recursos expresamente mencionados, que consistía en la inclusión anualmente en los Presupuestos Generales del Estado de una cantidad adicional igual al montante de tales recursos. En ningún caso se admitiría el impago de la deuda. Este era el mensaje. La Constitución se incorporaba de manera inequívoca a una operación de salvamento de la moneda y de garantía de la deuda. El parecido entre la reforma francesa de 1926 y la que está en debate en España en este 2011 salta a la vista, aunque también lo hacen las diferencias entre una y otra.
En ambos casos hay una respuesta a una situación de emergencia. Pero en 1926 había solamente eso, mientras que en 2011 en España la respuesta va a ir mucho más allá de la emergencia, para incorporarse establemente a la Constitución.
La reforma constitucional que se está tramitando en España tiene su origen en la necesidad de dar respuesta a una emergencia, pero es en el fondo un episodio en el proceso de constitucionalización de la Unión Europea, que tiene un precedente en la reforma constitucional alemana de 2009 y que va a ser seguida por reformas constitucionales en, por lo menos, los países que comparten el euro como moneda, aunque previsiblemente se extenderá a los demás.
Estamos asistiendo a los primeros pasos de una innovación en el Derecho Constitucional Europeo de importancia extraordinaria, aunque dicha innovación no vaya a ser el resultado de una decisión constituyente europea, sino de la suma de decisiones constituyentes de los distintos países que integran la Unión. Alemania, como viene ocurriendo por lo demás en el Derecho Constitucional Europeo posterior a la II Guerra Mundial, ha empezado marcando el camino, pero después lo vamos a acabar recorriendo todos los demás. España es la que lo está haciendo en primer lugar, pero no va a ser la última en hacerlo.
Hacer de la necesidad virtud. De eso es de lo que se trata. Tenemos una moneda única y una política monetaria única, pero ni tenemos ni podemos tener en las circunstancias actuales y en el tiempo en que es posible hacer predicciones una política económica y una política fiscal única. Las tensiones entre esta unidad, por un lado, y ausencia de unidad, por otro, han sido manejables hasta que la crisis económica ha hecho acto de presencia con la intensidad con que lo ha hecho. Han dejado de serlo. Y si no se encuentra una fórmula, no para manejar las tensiones, sino para evitar que vuelvan a producirse, continuar avanzando en el proceso de construcción de la Unión Europea será sencillamente imposible.
La reforma de la Constitución para incluir el principio de estabilidad presupuestaria y fijar el límite del déficit de todas las administraciones públicas es la expresión de la voluntad del Estado de seguir avanzando en el proceso de construcción de la Unión Europea. Puesto que no es posible todavía una Constitución Europea, hay que homogeneizar al menos las Constituciones de los distintos países en un tema tan decisivo como este.
Lo que no ha formado parte del Derecho Constitucional de cada uno de los países que han constituido la Unión Europea, tiene que pasar a formar parte del mismo, al menos para aquellos que comparten el euro como moneda. Formalmente va a ocurrir como consecuencia de una decisión constituyente soberana de cada uno de los países a través de sus órganos constitucionales competentes para ello. Pero materialmente es una exigencia de la supervivencia de la Unión Europea...
JAVIER PÉREZ ROYO, El País, 05/09/2011
Sin Dinero no hay Estado.
Esto ya nos lo enseñó Hamilton en El Federalista (Capítulo XXX): "El dinero ha sido considerado, con razón, como el principio vital del cuerpo político, como aquello que sostiene su vida y movimiento y le permite ejecutar sus funciones más vitales". Esta es una regla que, en términos absolutos, no admite excepción. De ahí que las relaciones entre el Estado y su moneda y su deuda sean un indicador de primera importancia para conocer el estado de salud tanto del primero como de las segundas. Y de ahí también que no haya tarea en la que el Estado ponga más empeño que en dar garantías respecto del valor de su moneda y del pago de su deuda.
Hasta la fecha ha sido muy infrecuente que el Estado haya recurrido a la Constitución en esta tarea. Pero en algunos casos sí ha ocurrido. En Estados Unidos, tras la guerra civil, se incluyó en la XIV Enmienda una garantía del pago de la deuda. A dicha garantía se ha hecho referencia en el reciente debate sobre la elevación del techo de la deuda, llegándose a sostener que el presidente podía no necesitar el concurso del Congreso para seguir haciendo frente al pago de la misma. Pero la opinión dominante en el país considera que la garantía de la XIV Enmienda está muy vinculada a la deuda contraída durante la guerra civil y no tiene alcance general. En consecuencia, se ha considerado que la decisión del Congreso era insoslayable.
El precedente más expresivo es, sin duda, el de la reforma constitucional de 1926 en la Francia de la Tercera República. Vale la pena recordarlo. "En 1926, en un momento en que la moneda francesa estaba próxima al hundimiento, especialmente porque la deuda pública era enorme y porque los ahorradores no tenían confianza en el Estado, en particular en su capacidad de pagarla en su integridad, el antiguo presidente de la República, Raymond Poincaré, volvió a formar un Gobierno que tenía ante todo como objetivo dar seguridad a los prestamistas del Estado, con la finalidad de salvar la moneda. Decidió, en consecuencia, proceder a una revisión constitucional instituyendo una Caja pública, la Caja Autónoma de Amortización, que estaría gestionada independientemente del Estado y que se alimentaría de recursos propios constitucionalmente garantizados: los derechos de sucesión, la tasa de la primera transmisión de inmuebles posterior a la entrada en vigor de la reforma y las rentas del monopolio del tabaco y de las cerillas. Esta Caja tenía como única tarea la de amortizar la deuda del Estado reembolsándola gracias a los recursos que le estaban afectados. Para hacer comprender a los ciudadanos que se trataba de un compromiso solemne del Estado y que los Gobiernos ulteriores no podrían modificar estas reglas sin encontrar obstáculos difícilmente superables, el Gobierno Poincaré solicitó y obtuvo del Parlamento una revisión constitucional inscribiendo estas reglas en la Constitución. Estas reglas, sin embargo, no conciernen a los órganos superiores del Estado: se trata, al contrario, de crear una institución secundaria, pero autónoma, cuyas funciones están excluidas de las competencias de los órganos superiores del Estado".
En estos términos comentaba 33 años más tarde el profesor Jacques Cadart (Institutions Politiques et Droit Constitutionnel, 2ª ed. LGDJ París 1979, T. I, p. 121) la reforma constitucional aprobada mediante la Ley Constitucional de 10 de agosto de 1926. Una norma que no es materialmente constitucional se había convertido en formalmente constitucional, con la finalidad de salvar la moneda y garantizar el pago de la deuda. En realidad, la reforma iba más lejos de lo que el propio profesor Cadart dice, ya que contenía una cláusula suplementaria para el caso de que no fueran suficientes los recursos expresamente mencionados, que consistía en la inclusión anualmente en los Presupuestos Generales del Estado de una cantidad adicional igual al montante de tales recursos. En ningún caso se admitiría el impago de la deuda. Este era el mensaje. La Constitución se incorporaba de manera inequívoca a una operación de salvamento de la moneda y de garantía de la deuda. El parecido entre la reforma francesa de 1926 y la que está en debate en España en este 2011 salta a la vista, aunque también lo hacen las diferencias entre una y otra.
En ambos casos hay una respuesta a una situación de emergencia. Pero en 1926 había solamente eso, mientras que en 2011 en España la respuesta va a ir mucho más allá de la emergencia, para incorporarse establemente a la Constitución.
La reforma constitucional que se está tramitando en España tiene su origen en la necesidad de dar respuesta a una emergencia, pero es en el fondo un episodio en el proceso de constitucionalización de la Unión Europea, que tiene un precedente en la reforma constitucional alemana de 2009 y que va a ser seguida por reformas constitucionales en, por lo menos, los países que comparten el euro como moneda, aunque previsiblemente se extenderá a los demás.
Estamos asistiendo a los primeros pasos de una innovación en el Derecho Constitucional Europeo de importancia extraordinaria, aunque dicha innovación no vaya a ser el resultado de una decisión constituyente europea, sino de la suma de decisiones constituyentes de los distintos países que integran la Unión. Alemania, como viene ocurriendo por lo demás en el Derecho Constitucional Europeo posterior a la II Guerra Mundial, ha empezado marcando el camino, pero después lo vamos a acabar recorriendo todos los demás. España es la que lo está haciendo en primer lugar, pero no va a ser la última en hacerlo.
Hacer de la necesidad virtud. De eso es de lo que se trata. Tenemos una moneda única y una política monetaria única, pero ni tenemos ni podemos tener en las circunstancias actuales y en el tiempo en que es posible hacer predicciones una política económica y una política fiscal única. Las tensiones entre esta unidad, por un lado, y ausencia de unidad, por otro, han sido manejables hasta que la crisis económica ha hecho acto de presencia con la intensidad con que lo ha hecho. Han dejado de serlo. Y si no se encuentra una fórmula, no para manejar las tensiones, sino para evitar que vuelvan a producirse, continuar avanzando en el proceso de construcción de la Unión Europea será sencillamente imposible.
La reforma de la Constitución para incluir el principio de estabilidad presupuestaria y fijar el límite del déficit de todas las administraciones públicas es la expresión de la voluntad del Estado de seguir avanzando en el proceso de construcción de la Unión Europea. Puesto que no es posible todavía una Constitución Europea, hay que homogeneizar al menos las Constituciones de los distintos países en un tema tan decisivo como este.
Lo que no ha formado parte del Derecho Constitucional de cada uno de los países que han constituido la Unión Europea, tiene que pasar a formar parte del mismo, al menos para aquellos que comparten el euro como moneda. Formalmente va a ocurrir como consecuencia de una decisión constituyente soberana de cada uno de los países a través de sus órganos constitucionales competentes para ello. Pero materialmente es una exigencia de la supervivencia de la Unión Europea...
JAVIER PÉREZ ROYO, El País, 05/09/2011
sábado, 3 de septiembre de 2011
Una comparación entre dos depresiones
Después de la bancarrota de varios gigantes financieros, tanto Bush como Obama rescataron a los grandes bancos. Roosevelt, en cambio, decidió que el desempleo masivo era el problema más importante a resolver
A lo largo de mi vida ha habido dos ocasiones (1929-1938 y 2007-?) en las que el mundo capitalista democrático ha sufrido una crisis económica catastrófica, acompañada de mucho sufrimiento y una inmensa incertidumbre sobre el futuro de las sociedades que disfrutaban de una democracia política (aunque no social). Durante la primera de esas dos depresiones, yo era adolescente, y recuerdo oír en la mesa las discusiones entre mi padre, socialista, y mi hermano mayor, comunista, en una época en la que yo empezaba a leer los periódicos. La depresión actual, de momento, ha ido de mis 86 a mis 90 años. En estos cuatro años, he leído mucha más literatura económica y me he sentido mucho más deprimido que nunca por la constante autodestrucción del mundo capitalista democrático que floreció en la segunda mitad del siglo XX.
En sus cuatro años de presidencia (1929-1933), el republicano moderado Herbert Hoover y su esposa orquestaron y dieron a conocer numerosos esfuerzos privados de ayuda. Creó la Corporación Financiera para la Reconstrucción con el fin de poner dinero a disposición de los bancos para que ellos, a su vez, pudieran hacer préstamos sustanciales a las empresas privadas y, de esa forma, ayudarles a superar la depresión.
Cuando la empresa privada no bastó para resolver la crisis de empleo, puso en marcha varios proyectos importantes de obras públicas como el puente del Golden Gate en San Francisco y la presa Hoover en Colorado. Pero tenía una forma de ser que le impidió conectar bien con la población. Hablaba de la importancia de la "confianza", prometía a las familias golpeadas por la pobreza "un pollo en cada cazuela" y, de vez en cuando, decía que la prosperidad estaba "a la vuelta de la esquina". Sin embargo, tres años después del derrumbe de la Bolsa en octubre de 1929, el paro era más alto que nunca, y, en las elecciones de noviembre de 1932, Franklin Roosevelt le derrotó por una mayoría abrumadora.
La diferencia inmediata y decisiva entre Hoover y Roosevelt no era ideológica, sino de personalidad. Roosevelt aunaba un carácter simpático y expresivo con el serio empeño de resolver los problemas concretos de la depresión y, además, mejorar las oportunidades económicas y el posible nivel de vida de las clases medias y trabajadoras. No pretendía ser experto en nada; empezó por decir que iba a probar distintos métodos y utilizar los que dieran resultados. Tenía una sonrisa de estrella de Hollywood y un gran sentido del humor que animaba sus explicaciones radiofónicas e impedía que pareciera condescendiente. Por ejemplo, hacía referencias ocasionales a los "consejos" que recibía de su fox terrier, Fala.
Comenzó su mandato proclamando una semana seguida de días no laborables. En realidad, el pánico financiero de las últimas semanas de la presidencia de Hoover ya había hecho que la mayoría de los bancos cerraran sus puertas. Pero esos cierres constituían la imagen de los fracasos de la Administración saliente; Roosevelt, por el contrario, aprovechó la oportunidad para transformar el pánico descontrolado en una iniciativa presidencial. En su discurso de toma de posesión, afirmó que "lo único a lo que debemos tener miedo es al propio miedo". Después de proclamar los días festivos, se reunió con docenas de responsables bancarios y asesores políticos y les pidió que dedicaran su atención a crear las condiciones necesarias para engendrar una auténtica recuperación económica. La primera ley nueva, elaborada durante esos días, fue la Ley de Ajuste Agrario, que mejoró el acceso al crédito y rebajó los intereses hipotecarios para millones de pequeños agricultores.
Una mención de algunas de las principales leyes que constituyeron el llamado New Deal dará al lector cierta idea de la inmensa variedad de aspectos que preocupaban a Roosevelt. El Cuerpo Civil de Conservación pagó la manutención de miles de jóvenes sin empleo que se dedicaron a reforestar bosques que las compañías madereras habían despojado, y luego abandonado, más de un siglo antes de la Gran Depresión. Una nueva Comisión del Mercado de Valores introdujo algo de transparencia en las operaciones de Bolsa. La Corporación Federal de Seguros de Depósitos garantizó, por primera vez, los ahorros de todos los clientes de los bancos en caso de olas de pánico como las que se habían producido entre 1929 y 1933. La Autoridad del Valle del Tennessee llevó electricidad, maquinaria agrícola, servicios educativos y líneas de teléfono a grandes zonas rurales semidesarrolladas en el sur del país. El Organismo de Desarrollo de Obras Públicas dio trabajo a millones de hombres en la construcción de carreteras, escuelas, oficinas de correos y otros edificios oficiales. La Ley de Recuperación Nacional y la Junta Nacional de Relaciones Laborales garantizaron el salario mínimo y protegieron los derechos de negociación de muchos tipos diferentes de trabajadores industriales. La Ley de Normas Justas de Trabajo de 1938 abolió el trabajo infantil en los sectores en los que aún existía... Leer el artículo aquí. GABRIEL JACKSON. El País, 02/09/2011
A lo largo de mi vida ha habido dos ocasiones (1929-1938 y 2007-?) en las que el mundo capitalista democrático ha sufrido una crisis económica catastrófica, acompañada de mucho sufrimiento y una inmensa incertidumbre sobre el futuro de las sociedades que disfrutaban de una democracia política (aunque no social). Durante la primera de esas dos depresiones, yo era adolescente, y recuerdo oír en la mesa las discusiones entre mi padre, socialista, y mi hermano mayor, comunista, en una época en la que yo empezaba a leer los periódicos. La depresión actual, de momento, ha ido de mis 86 a mis 90 años. En estos cuatro años, he leído mucha más literatura económica y me he sentido mucho más deprimido que nunca por la constante autodestrucción del mundo capitalista democrático que floreció en la segunda mitad del siglo XX.
En sus cuatro años de presidencia (1929-1933), el republicano moderado Herbert Hoover y su esposa orquestaron y dieron a conocer numerosos esfuerzos privados de ayuda. Creó la Corporación Financiera para la Reconstrucción con el fin de poner dinero a disposición de los bancos para que ellos, a su vez, pudieran hacer préstamos sustanciales a las empresas privadas y, de esa forma, ayudarles a superar la depresión.
Cuando la empresa privada no bastó para resolver la crisis de empleo, puso en marcha varios proyectos importantes de obras públicas como el puente del Golden Gate en San Francisco y la presa Hoover en Colorado. Pero tenía una forma de ser que le impidió conectar bien con la población. Hablaba de la importancia de la "confianza", prometía a las familias golpeadas por la pobreza "un pollo en cada cazuela" y, de vez en cuando, decía que la prosperidad estaba "a la vuelta de la esquina". Sin embargo, tres años después del derrumbe de la Bolsa en octubre de 1929, el paro era más alto que nunca, y, en las elecciones de noviembre de 1932, Franklin Roosevelt le derrotó por una mayoría abrumadora.
La diferencia inmediata y decisiva entre Hoover y Roosevelt no era ideológica, sino de personalidad. Roosevelt aunaba un carácter simpático y expresivo con el serio empeño de resolver los problemas concretos de la depresión y, además, mejorar las oportunidades económicas y el posible nivel de vida de las clases medias y trabajadoras. No pretendía ser experto en nada; empezó por decir que iba a probar distintos métodos y utilizar los que dieran resultados. Tenía una sonrisa de estrella de Hollywood y un gran sentido del humor que animaba sus explicaciones radiofónicas e impedía que pareciera condescendiente. Por ejemplo, hacía referencias ocasionales a los "consejos" que recibía de su fox terrier, Fala.
Comenzó su mandato proclamando una semana seguida de días no laborables. En realidad, el pánico financiero de las últimas semanas de la presidencia de Hoover ya había hecho que la mayoría de los bancos cerraran sus puertas. Pero esos cierres constituían la imagen de los fracasos de la Administración saliente; Roosevelt, por el contrario, aprovechó la oportunidad para transformar el pánico descontrolado en una iniciativa presidencial. En su discurso de toma de posesión, afirmó que "lo único a lo que debemos tener miedo es al propio miedo". Después de proclamar los días festivos, se reunió con docenas de responsables bancarios y asesores políticos y les pidió que dedicaran su atención a crear las condiciones necesarias para engendrar una auténtica recuperación económica. La primera ley nueva, elaborada durante esos días, fue la Ley de Ajuste Agrario, que mejoró el acceso al crédito y rebajó los intereses hipotecarios para millones de pequeños agricultores.
Una mención de algunas de las principales leyes que constituyeron el llamado New Deal dará al lector cierta idea de la inmensa variedad de aspectos que preocupaban a Roosevelt. El Cuerpo Civil de Conservación pagó la manutención de miles de jóvenes sin empleo que se dedicaron a reforestar bosques que las compañías madereras habían despojado, y luego abandonado, más de un siglo antes de la Gran Depresión. Una nueva Comisión del Mercado de Valores introdujo algo de transparencia en las operaciones de Bolsa. La Corporación Federal de Seguros de Depósitos garantizó, por primera vez, los ahorros de todos los clientes de los bancos en caso de olas de pánico como las que se habían producido entre 1929 y 1933. La Autoridad del Valle del Tennessee llevó electricidad, maquinaria agrícola, servicios educativos y líneas de teléfono a grandes zonas rurales semidesarrolladas en el sur del país. El Organismo de Desarrollo de Obras Públicas dio trabajo a millones de hombres en la construcción de carreteras, escuelas, oficinas de correos y otros edificios oficiales. La Ley de Recuperación Nacional y la Junta Nacional de Relaciones Laborales garantizaron el salario mínimo y protegieron los derechos de negociación de muchos tipos diferentes de trabajadores industriales. La Ley de Normas Justas de Trabajo de 1938 abolió el trabajo infantil en los sectores en los que aún existía... Leer el artículo aquí. GABRIEL JACKSON. El País, 02/09/2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
Por una reforma fiscal
Los millonarios franceses lo pidieron a mediados de la semana pasada; los ricos de Estados Unidos lo solicitaron en el Senado; el Gobierno de Italia, aunque ahora Berlusconi se haya retractado, también lo ha llegado a contemplar ante la situación de crisis.
Pero en nuestro país, nuestra clase política, igual que nuestros ricos oficiales, guardan silencio. Es más, el PP ya ha anunciado que no lo va a incluir en su programa electoral con vistas a las próximas elecciones (y por supuesto para no perder sus votos) y el PSOE dice, susurra, comenta que igual sí, pero a la hora de la verdad, se convierte en un igual no; ante la mirada atónita de la mayor parte de los españoles. Esos a los que les ahoga la crisis, esos que no tienen trabajo.
Cierto es que la solución de todos los males no es subir los impuestos a las clases más altas, pero sí es una ayuda. De la misma manera que la reforma de la Constitución, la eliminación de la obligatoriedad de hacer fijo a un trabajador que encadene contratos temporales en dos años o los 400 euros.
Son ayudas que debe regular un Gobierno, que si tiene capacidad para acometer la segunda reforma de la Constitución en toda su historia a solo unos meses de agotar la legislatura, seguro que también tiene capacidad para introducir un impuesto de manera especial y temporal a los que más ganan. Y no sé si lo oyen, pero la sociedad lo está pidiendo a gritos. VERÓNICA PALOMARES - Parla, Madrid - El País, 02/09/2011
Pero en nuestro país, nuestra clase política, igual que nuestros ricos oficiales, guardan silencio. Es más, el PP ya ha anunciado que no lo va a incluir en su programa electoral con vistas a las próximas elecciones (y por supuesto para no perder sus votos) y el PSOE dice, susurra, comenta que igual sí, pero a la hora de la verdad, se convierte en un igual no; ante la mirada atónita de la mayor parte de los españoles. Esos a los que les ahoga la crisis, esos que no tienen trabajo.
Cierto es que la solución de todos los males no es subir los impuestos a las clases más altas, pero sí es una ayuda. De la misma manera que la reforma de la Constitución, la eliminación de la obligatoriedad de hacer fijo a un trabajador que encadene contratos temporales en dos años o los 400 euros.
Son ayudas que debe regular un Gobierno, que si tiene capacidad para acometer la segunda reforma de la Constitución en toda su historia a solo unos meses de agotar la legislatura, seguro que también tiene capacidad para introducir un impuesto de manera especial y temporal a los que más ganan. Y no sé si lo oyen, pero la sociedad lo está pidiendo a gritos. VERÓNICA PALOMARES - Parla, Madrid - El País, 02/09/2011
Un vino de mesa corriente gallego se beneficia de la puntuación de R. Parker
Como en la maravillosa película de Berlanga, Bienvenido, Mr. Marshall, hay algo de agridulce en la actitud de Robert Parker hacia los vinos españoles. Es cierto que en el último gran repaso realizado por Jay Miller su catador especializado en nuestro país- se han chequeado casi todas las zonas vitivinícolas españolas, con bastantes vinos por encima de los 90 puntos, que es la barrera de la máxima calidad, aunque ninguno con 100. Lo sorprendente es que entre esos ¡pocos! vinos de máxima calidad se encuentra un blanco modesto, de los utilizados para cocinar por su bajo precio en los supermercados españoles (1,49 euros), aunque sensiblemente superior en los Estados Unidos (unos 12 dólares). Se trata de Rúa 2010, elaborado por la Cooperativa Virgen de las Viñas, de Valdeorras (Ourense). El efecto Parker no se ha hecho esperar. Han surgido pedidos de Rúa de todo el mundo, agotando en poco tiempo las existencias. Las expectativas de venta para los siguientes años se han disparado. No se trata del único éxito de esta bodega. Su Tempestad, un monovarietal de Godello (3,5 euros), ha conseguido nada menos que 92 puntos...
...Tan alta puntuación, bien recibida en el sector por lo que tiene de promoción de la DO. Valdeorras, ha provocado extrañeza y sería críticas entre los profesionales. Para Mercedes Rodríguez, presidenta de la Asociación de Sumilleres Gallaecia, "el señor Parker perdió el rumbo..."
...Luís Padín, Presidente de la Asociación Galega de Catadores, le "cuesta creer que Parker puntuara así un blanco con defectos". La polémica está servida... Lo cierto es que si Rúa 2010 merece 90 puntos, superaría 200 vinos como As Sortes, Viña Somoza Godello Selección, Gaba do Xil, Godeval Cepas Vellas, A Coroa 'Lías', o el pionero y magistral Guitián. El problema es que Parker cata, principalmente, vinos que se comercializan en EE UU, donde reside la principal clientela de su guía Wine Advocate, aunque su influencia sea mundial. Y valora mucho la relación calidad-precio, sobre todo en estos tiempos de crisis. Leer mas en El País.
...Tan alta puntuación, bien recibida en el sector por lo que tiene de promoción de la DO. Valdeorras, ha provocado extrañeza y sería críticas entre los profesionales. Para Mercedes Rodríguez, presidenta de la Asociación de Sumilleres Gallaecia, "el señor Parker perdió el rumbo..."
...Luís Padín, Presidente de la Asociación Galega de Catadores, le "cuesta creer que Parker puntuara así un blanco con defectos". La polémica está servida... Lo cierto es que si Rúa 2010 merece 90 puntos, superaría 200 vinos como As Sortes, Viña Somoza Godello Selección, Gaba do Xil, Godeval Cepas Vellas, A Coroa 'Lías', o el pionero y magistral Guitián. El problema es que Parker cata, principalmente, vinos que se comercializan en EE UU, donde reside la principal clientela de su guía Wine Advocate, aunque su influencia sea mundial. Y valora mucho la relación calidad-precio, sobre todo en estos tiempos de crisis. Leer mas en El País.
El ataque al estado del bienestar
La aprobación del pacto PSOE-PP, que intenta establecer un límite al gasto público a fin de equilibrar el presupuesto del Estado, representa una medida que continuará con los enormes recortes de derechos sociales -como es la congelación de las pensiones- que están ya ocurriendo en España. Su inclusión en la Constitución proveerá una herramienta poderosísima para debilitar e incluso desmantelar al ya insuficientemente financiado Estado del Bienestar español.
Aquellos quienes proponen tal medida la presentan como eminentemente razonable, argumentando que, en la misma manera que las familias no pueden gastar más de lo que ingresan, al Estado (que en España incluye el estado central, autonómico y municipal) tampoco debiera permitírsele que gastara más de lo que ingresa. Y para expresar la necesidad y contundencia de tal medida, se proponen incluirla en la Constitución. Tal argumentación ignora u oculta, sin embargo, que la gran mayoría de las familias gastan anualmente más de lo que ingresan, debido a la existencia del crédito. Cuando una familia se compra una casa, o un coche, o educa a sus hijos invirtiendo en su formación, pide prestado dinero y lo paga en varios años. Y lo mismo ocurre con el Estado, el cual constantemente invierte en infraestructuras físicas (como en carreteras) o sociales (como centros de salud y escuelas públicas) que mejorarán el presente y el futuro de la ciudadanía, no sólo de hoy, sino de las generaciones que nos sigan, necesitando endeudarse para financiarlo. El argumento que repiten machaconamente las derechas de que “es injusto dejarles una deuda pública a nuestros hijos”, oculta que nuestros hijos requieren estas inversiones para que les dejemos un mundo mejor. Negarle al estado la capacidad de endeudarse es semejante a que se les dijera a las familias que no pueden endeudarse. Hoy, por cierto, la deuda pública es mucho menor -60% del PIB- que la deuda privada de las familias (y de las empresas) -189%-.
Naturalmente que la prudencia en pedir préstamos es aconsejable, pero el Estado español (a todos los niveles) dista mucho de haberse extralimitado. La deuda pública es menor que el promedio de la UE-15 (el grupo de países más ricos de la UE). Es más, España tiene el gasto público social (que constituye una gran parte del gasto público por habitante) más bajo de la UE-15. Es sólo el 74% del promedio de la UE-15, mucho más bajo de lo que nos correspondería por el nivel de desarrollo económico que España tiene, que es ya el 94% del PIB per cápita de la UE-15.
La frase que el Sr. Rajoy y Co. utilizan con frecuencia de que “hay que recortar el gasto público social para salvar el futuro estado del bienestar” asume errónea y falsamente que éste está hipertrofiado, postura insostenible a la luz de los datos. Lo que en realidad esconde este argumento es el deseo de mantener, o incluso reducir el sector público, disminuyendo todavía más los escasos recursos que recoge el Estado a fin de privatizar los servicios públicos del Estado del Bienestar, tales como las pensiones, la sanidad, la educación, los servicios domiciliarios a las personas con dependencia, las escuelas de infancia y los servicios sociales, entre otros.
Una consecuencia de tal medida es incrementar todavía más la regresividad del sistema fiscal español, uno de los más regresivos existentes hoy en la Unión Europea. Los niveles nominales de gravación aparentan progresividad. Pero, en la práctica (consecuencia de deducciones, ventajas fiscales y fraude fiscal) los niveles reales son enormemente regresivos. Mientras que la mayoría de la población trabajadora (a la cual se le paga en nómina) paga impuestos en porcentajes similares a sus homólogos en la UE-15 (el trabajador de la manufactura paga el mismo porcentaje en impuestos que el promedio de la UE-15), la gran empresa (que paga mucho menos –en términos proporcionales- que la mediana y pequeña empresa), la banca y las rentas superiores pagan impuestos en porcentajes (que derivan de sus rentas del capital) que son mucho menores (sus niveles de gravación reales son del 10% al 17%) que los de sus homólogos en el promedio de la UE-15. Y ello es consecuencia de su enorme y excesiva influencia sobre el Estado, y de la tolerancia y/o complicidad de este último hacia esta regresividad. Según el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, el 80% del fraude fiscal (88.000 millones de euros) lo realizan estos sectores.
Pero además de esta situación de regresividad que caracteriza la situación española, hay otra estructural que ocurre también en la mayoría de países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo). En ellos, las rentas derivadas del capital se gravan mucho menos que las rentas del trabajo. Como bien decía paradójicamente Warren Buffet, uno de los hombres más ricos de EEUU, en un artículo del New York Times titulado significativamente “Basta de mimar a los súper ricos” (14.08.11), es profundamente injusto que si una persona recibe 80.000 dólares por tener acciones en la banca pague muchos menos impuestos que otra persona que obtiene tal dinero trabajando. Esta política se justifica con el argumento de que hay que mimar al capital para favorecer la inversión y crear empleo. Pero como bien dice el propio Sr. Buffet, se creó en EEUU mucho más empleo durante el periodo 1950-1980 -que tenía una carga fiscal más elevada- que durante el periodo 1980-2010 (en que hubo un bajón de impuestos al capital y en general). El Partido Republicano, controlado por el Tea Party, que es la ultraderecha estadounidense, está hoy proponiendo incluir en la Constitución Estadounidense una medida de limitación de gasto público casi idéntica a la que propone el pacto PSOE-PP, habiendo sido también responsable -como lo han sido los gobiernos del PSOE y del PP- de bajar impuestos de las rentas del capital. En realidad, esta disminución de impuestos contribuyó en gran manera a crear el déficit del estado que ahora se intenta resolver recortando el gasto público social. Y todo ello mandado por la Constitución. Vicenç Navarro.
Aquellos quienes proponen tal medida la presentan como eminentemente razonable, argumentando que, en la misma manera que las familias no pueden gastar más de lo que ingresan, al Estado (que en España incluye el estado central, autonómico y municipal) tampoco debiera permitírsele que gastara más de lo que ingresa. Y para expresar la necesidad y contundencia de tal medida, se proponen incluirla en la Constitución. Tal argumentación ignora u oculta, sin embargo, que la gran mayoría de las familias gastan anualmente más de lo que ingresan, debido a la existencia del crédito. Cuando una familia se compra una casa, o un coche, o educa a sus hijos invirtiendo en su formación, pide prestado dinero y lo paga en varios años. Y lo mismo ocurre con el Estado, el cual constantemente invierte en infraestructuras físicas (como en carreteras) o sociales (como centros de salud y escuelas públicas) que mejorarán el presente y el futuro de la ciudadanía, no sólo de hoy, sino de las generaciones que nos sigan, necesitando endeudarse para financiarlo. El argumento que repiten machaconamente las derechas de que “es injusto dejarles una deuda pública a nuestros hijos”, oculta que nuestros hijos requieren estas inversiones para que les dejemos un mundo mejor. Negarle al estado la capacidad de endeudarse es semejante a que se les dijera a las familias que no pueden endeudarse. Hoy, por cierto, la deuda pública es mucho menor -60% del PIB- que la deuda privada de las familias (y de las empresas) -189%-.
Naturalmente que la prudencia en pedir préstamos es aconsejable, pero el Estado español (a todos los niveles) dista mucho de haberse extralimitado. La deuda pública es menor que el promedio de la UE-15 (el grupo de países más ricos de la UE). Es más, España tiene el gasto público social (que constituye una gran parte del gasto público por habitante) más bajo de la UE-15. Es sólo el 74% del promedio de la UE-15, mucho más bajo de lo que nos correspondería por el nivel de desarrollo económico que España tiene, que es ya el 94% del PIB per cápita de la UE-15.
La frase que el Sr. Rajoy y Co. utilizan con frecuencia de que “hay que recortar el gasto público social para salvar el futuro estado del bienestar” asume errónea y falsamente que éste está hipertrofiado, postura insostenible a la luz de los datos. Lo que en realidad esconde este argumento es el deseo de mantener, o incluso reducir el sector público, disminuyendo todavía más los escasos recursos que recoge el Estado a fin de privatizar los servicios públicos del Estado del Bienestar, tales como las pensiones, la sanidad, la educación, los servicios domiciliarios a las personas con dependencia, las escuelas de infancia y los servicios sociales, entre otros.
Una consecuencia de tal medida es incrementar todavía más la regresividad del sistema fiscal español, uno de los más regresivos existentes hoy en la Unión Europea. Los niveles nominales de gravación aparentan progresividad. Pero, en la práctica (consecuencia de deducciones, ventajas fiscales y fraude fiscal) los niveles reales son enormemente regresivos. Mientras que la mayoría de la población trabajadora (a la cual se le paga en nómina) paga impuestos en porcentajes similares a sus homólogos en la UE-15 (el trabajador de la manufactura paga el mismo porcentaje en impuestos que el promedio de la UE-15), la gran empresa (que paga mucho menos –en términos proporcionales- que la mediana y pequeña empresa), la banca y las rentas superiores pagan impuestos en porcentajes (que derivan de sus rentas del capital) que son mucho menores (sus niveles de gravación reales son del 10% al 17%) que los de sus homólogos en el promedio de la UE-15. Y ello es consecuencia de su enorme y excesiva influencia sobre el Estado, y de la tolerancia y/o complicidad de este último hacia esta regresividad. Según el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, el 80% del fraude fiscal (88.000 millones de euros) lo realizan estos sectores.
Pero además de esta situación de regresividad que caracteriza la situación española, hay otra estructural que ocurre también en la mayoría de países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo). En ellos, las rentas derivadas del capital se gravan mucho menos que las rentas del trabajo. Como bien decía paradójicamente Warren Buffet, uno de los hombres más ricos de EEUU, en un artículo del New York Times titulado significativamente “Basta de mimar a los súper ricos” (14.08.11), es profundamente injusto que si una persona recibe 80.000 dólares por tener acciones en la banca pague muchos menos impuestos que otra persona que obtiene tal dinero trabajando. Esta política se justifica con el argumento de que hay que mimar al capital para favorecer la inversión y crear empleo. Pero como bien dice el propio Sr. Buffet, se creó en EEUU mucho más empleo durante el periodo 1950-1980 -que tenía una carga fiscal más elevada- que durante el periodo 1980-2010 (en que hubo un bajón de impuestos al capital y en general). El Partido Republicano, controlado por el Tea Party, que es la ultraderecha estadounidense, está hoy proponiendo incluir en la Constitución Estadounidense una medida de limitación de gasto público casi idéntica a la que propone el pacto PSOE-PP, habiendo sido también responsable -como lo han sido los gobiernos del PSOE y del PP- de bajar impuestos de las rentas del capital. En realidad, esta disminución de impuestos contribuyó en gran manera a crear el déficit del estado que ahora se intenta resolver recortando el gasto público social. Y todo ello mandado por la Constitución. Vicenç Navarro.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Los recortes presupuestarios provocan movilizaciones en la enseñanza
La educación que políticos de todo signo enarbolan como salvavidas de la crisis no se libra de recortes. El curso pasado fueron los sueldos, las becas, la formación del profesorado o las actividades extraescolares las que sufrieron un tijeretazo de más de 2.000 millones de euros en toda España. El que comienza dentro de una decena de días —la fecha varía en función de la comunidad— llegará con tajos en los presupuestos de casi todas las consejerías de educación. El profesorado de cuatro autonomías —Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha y Navarra— está en pie de guerra por el recorte de las plantillas y el aumento de horas lectivas. Y también padres y directores, que creen que se resentirá la calidad de una enseñanza, que ya soporta una tasa de fracaso escolar que supera el 30% y queda siempre por detrás del puesto 30 en todos los Informe Pisa, a la altura de Turquía.
o ha comenzado el curso y ya hay convocadas huelgas y días de brazos cruzados, los sindicatos planean manifestaciones de ámbito nacional y existen amenazas de dimisión de directores de institutos. El profesorado, más allá de una queja laboral, argumenta que esta forma de recorte, la que les hace dar más clase por el mismo sueldo o por un pequeño plus, merma la calidad de la enseñanza y no les permite dedicar tiempo suficiente a labores organizativas, a preparación de clases y a atención a los alumnos.
La Xunta de Galicia inició esta senda cuando en junio pasado anunció que los maestros pasarían de tener 21 a 25 horas lectivas —que no laborales, estas ascienden a 37,5, aproximadamente igual que en toda España— por semana. Iniciativas similares han prendido en otras comunidades con gobierno conservador. En julio se sumaron Madrid y Navarra y ayer Castilla-La Mancha con un anuncio de su presidenta, María Dolores de Cospedal, que va a aumentar dos horas semanales. Pretende ahorrar 28 millones suprimiendo centros de formación de profesores y otros 111 millones en personal.
La medida tiene un efecto sobre el empleo, que es precisamente de donde viene el ahorro. Las horas extra que dan los funcionarios no las tienen que impartir los interinos. La Consejería de Educación madrileña calcula un gasto de 80 millones de euros menos gracias al recorte de dos horas lectivas y la supresión de una hora semanal de tutoría con los alumnos y otra en la que los docentes responsables de cada clase se reunían para poner en común la evolución educativa y a planificar.
Los docentes aseguran que la calidad educativa se verá mermada Leer más aquí en El País.
o ha comenzado el curso y ya hay convocadas huelgas y días de brazos cruzados, los sindicatos planean manifestaciones de ámbito nacional y existen amenazas de dimisión de directores de institutos. El profesorado, más allá de una queja laboral, argumenta que esta forma de recorte, la que les hace dar más clase por el mismo sueldo o por un pequeño plus, merma la calidad de la enseñanza y no les permite dedicar tiempo suficiente a labores organizativas, a preparación de clases y a atención a los alumnos.
La Xunta de Galicia inició esta senda cuando en junio pasado anunció que los maestros pasarían de tener 21 a 25 horas lectivas —que no laborales, estas ascienden a 37,5, aproximadamente igual que en toda España— por semana. Iniciativas similares han prendido en otras comunidades con gobierno conservador. En julio se sumaron Madrid y Navarra y ayer Castilla-La Mancha con un anuncio de su presidenta, María Dolores de Cospedal, que va a aumentar dos horas semanales. Pretende ahorrar 28 millones suprimiendo centros de formación de profesores y otros 111 millones en personal.
La medida tiene un efecto sobre el empleo, que es precisamente de donde viene el ahorro. Las horas extra que dan los funcionarios no las tienen que impartir los interinos. La Consejería de Educación madrileña calcula un gasto de 80 millones de euros menos gracias al recorte de dos horas lectivas y la supresión de una hora semanal de tutoría con los alumnos y otra en la que los docentes responsables de cada clase se reunían para poner en común la evolución educativa y a planificar.
Los docentes aseguran que la calidad educativa se verá mermada Leer más aquí en El País.
El recorte de Cospedal destruirá 15.000 empleos. La paralización de la obra pública acabará con 10.000 puestos de trabajo,
Cospedal presenta su duro recorte como "un ejemplo para España"
La presidenta regional asegura que su plan de austeridad será “un ejemplo para España”
La número dos del PP promete no subir impuestos
El presupuesto pasaría de los 8.616 millones fijados para 2011 a unos 6.800 millones de euros
ANDRÉS R. GAVINO Toledo El País, 31 AGO 2011
La presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores De Cospedal, ha anunciado un recorte de cerca del 20% de los Presupuestos Generales de la región para 2012. Cospedal ha prometido que no subirá los impuestos, por lo que el coste será "cero" para los ciudadanos. El plan que ha presentado la presidenta regional y que ya adelantó Leandro Esteban, el portavoz y consejero, es "equilibrado, justo y equitativo", según ha asegurado la presidenta regional. La mayor partida de recortes, de 400 millones, se ejecutará en las infraestructuras e instalaciones sanitarias, aunque no se detalla cómo.
Cospedal ha presentado esta mañana su Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos de la comunidad, lo que supone una reducción del presupuesto. El Ejecutivo manchego pretende ahorrar 1.815 milllones de euros entre 2011 y 2012. El plan es drástico y Cospedal ha indicado que se ha visto obligada a redactarlo debido a la herencia dejada por el PSOE. “Vamos a ser criticados por los que nos han obligado a realizar este plan al dejarnos en una situación ruinosa, aunque creo que deben de estar de acuerdo con nosotros en los planteamientos generales”, ha asegurado. Además, ha recordado que habían sido los socialistas los que habían impuesto un límite máximo de déficit del 1,3% a finales de año, por lo que pretende ser “un ejemplo para España” y lograr el objetivo...
La presidenta regional asegura que su plan de austeridad será “un ejemplo para España”
La número dos del PP promete no subir impuestos
El presupuesto pasaría de los 8.616 millones fijados para 2011 a unos 6.800 millones de euros
ANDRÉS R. GAVINO Toledo El País, 31 AGO 2011
La presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores De Cospedal, ha anunciado un recorte de cerca del 20% de los Presupuestos Generales de la región para 2012. Cospedal ha prometido que no subirá los impuestos, por lo que el coste será "cero" para los ciudadanos. El plan que ha presentado la presidenta regional y que ya adelantó Leandro Esteban, el portavoz y consejero, es "equilibrado, justo y equitativo", según ha asegurado la presidenta regional. La mayor partida de recortes, de 400 millones, se ejecutará en las infraestructuras e instalaciones sanitarias, aunque no se detalla cómo.
Cospedal ha presentado esta mañana su Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos de la comunidad, lo que supone una reducción del presupuesto. El Ejecutivo manchego pretende ahorrar 1.815 milllones de euros entre 2011 y 2012. El plan es drástico y Cospedal ha indicado que se ha visto obligada a redactarlo debido a la herencia dejada por el PSOE. “Vamos a ser criticados por los que nos han obligado a realizar este plan al dejarnos en una situación ruinosa, aunque creo que deben de estar de acuerdo con nosotros en los planteamientos generales”, ha asegurado. Además, ha recordado que habían sido los socialistas los que habían impuesto un límite máximo de déficit del 1,3% a finales de año, por lo que pretende ser “un ejemplo para España” y lograr el objetivo...
miércoles, 31 de agosto de 2011
¿Qué música escuchan los músicos?
Delorean
El cuarteto de Zarautz (Gipuzkoa) ha pasado en diez años de grupo de 'hardcore' a estrellas internacionales del pop electrónico internacional. Con su último disco, 'Subiza' (2010), han realizado varias giras por Estados Unidos.
"Nos gusta La mañana, de Dotore. Su disco Los veranos y los días nos suena muy a nuestra tierra. El verano es la mejor época en Donosti, con grandes planes de playa y pinchos. Además de haber crecido en el mismo lugar y ser nuestro amigo, creemos que Dotore ha hecho un gran disco. La mañana es uno de los hits".
Tote King
Manuel González Rodríguez (Sevilla, 1978) es un rapero andaluz aficionado a Hendrix y al baloncesto. Este año ha publicado 'El lado oscuro de Gandhi' (2011).
"Voy a escuchar a Drake. No deja de sorprenderme y viene de lujo para el veranito: tiene temas duros y temas cantados tranquilos. Es perfecto con un cubata en Triana".
David Otero, 'El Pescao'
El exguitarrista de El Canto del Loco David 'El Pescao' Otero es un músico pop que nació en Madrid en 1980. El año pasado publicó 'Nada-lógico', su primer disco en solitario.
"Escucharé a Hola A Todo El Mundo. Desde que entraron en mi coche son imposibles de sacar: ¡A mi hija de cuatro años le encantan! Y antes de surfear... The Whitest Boy Alive".
Jesús Antúnez (Dover)
Dover comenzó como grupo 'grunge' en Madrid en 1992. Su segundo disco, 'Devil came to me' (1997), vendió más de 500.000 copias. En los últimos discos han virado hacia el pop bailable. Su nuevo trabajo se titula 'I ka kené' (2010).
"En verano me gusta escuchar música clásica, para relajarme y para aprender. También electrónica, sobre todo Swedish House Mafia y Deadmau5".
Marc Ros (Sidonie)
Sidonie es un grupo pop que nació en Barcelona en 1997. Empezaron tocando música psicodélica en inglés, aunque ahora cantan en castellano. En su web cuelga el cartel de "grabando nuevo disco".
"Hemos estado ocupados grabando nuestro último disco. No me ha dado tiempo a escuchar el último de Fleet Foxes, Helplessness blues, así que voy a aprovechar en verano. Es una temporada también para easy listening y me gusta poner música como la de José Feliciano y Bert Kaempfert. Soy de la Costa Brava y para mí lo ideal es una melodía tranquila, a media tarde, en un chiringuito y con una copa de vino".
Nach
Ignacio Fornés Olmo (Albacete, 1974), 'Nach', es un rapero alicantino. Su último disco, producido este año, se titula 'Mejor que el silencio'.
"Desde que tengo iPhone me instalé Spotify y accedo a más música de forma más inmediata. Así me encuentro con canciones que desconocía. Estoy con tres discos de rap: Arts & entertainments, de Masta Ace y Ed OG; 1982, el álbum del dúo formado por Termanology y Statik Selektah, y Gutter rainbows, que acaba de sacar Talib Kweli.
También estoy escuchando clásicos de rap de los noventa. Cuando me voy a la playa suelo poner música relajada, como la del nipón Yoshio Kurahashi [uno de los flautistas más conocidos de Japón]. Y en casa escucho soul moderno. Me pongo a menudo Beautiful imperfection, de Asa, y la canto debajo de la ducha. Entre lo que más estoy escuchando está también un artista de soul francés, Ben L'Oncle Soul".
Macaco
Daniel Carbonell fundó en Barcelona en 1997 la banda Macaco. Su música se caracteriza por el mestizaje. Su último álbum es 'Puerto presente' (2009), aunque ya está inmerso en un nuevo proyecto.
"Estoy escuchando el disco de Cary Ann Hearst Lions and lambs. Lo oí por primera vez en un capítulo de la serie de True blood [sale la canción Hell's bells]. Me sorprendió su voz rota y abluesada. Cogí Shazam [una aplicación para móviles que permite identificar una canción que esté sonando] para averiguar qué era. Me llamaron la atención sus letras oscuras y dylanianas. También me sorprendió la producción, con un trabajo muy crudo en las bases rítmicas. Para algo más animado en una noche de verano recomiendo As we enter, de Damian Marley & Nas. Ah, y el tema The sound of sunshine, de mi amigo Michael Franti".
Javiera Mena
Desconocida hasta hace poco, Javiera Mena (Santiago de Chile, 1983) ha conquistado público y crítica con su pop electrónico heredero de los Mecano más naif. Lleva dos meses presentando por España su última creación, 'Mena' (2010).
"He estado escuchando la canción de CSS con Bobby Gillespie, Hits me like a rock. Es ultraplayera. Estando en España también he redescubierto a El Guincho. Había escuchado Pop negro, pero estando aquí le di la atención que merece. Me parece una obra de las que mueven el mundo. La otra canción que me pegó muchísimo es The truest faith, de Korallreven. Es la banda paralela de Johan Duncanson, de Radio Dept, y es la combinación perfecta de elementos para un atardecer de verano: tiene un toque español, pero visto por un guiri, con castañuelas y ritmo latino".
Jorge Ruiz (Maldita Nerea)
Grupo de pop fundado en 2003 en Murcia y liderado por Jorge Ruiz. 'Fácil' (2011) es su último disco.
"Mi canción del verano es Price tag, de Jessie James. Me parece una de las mejores canciones de pop producidas en los últimos años. Me hace sonreír y olvidarme de todo en cuanto la escucho. Altamente recomendable".
Toni Zenet
Antes actor, Toni Zenet hizo su debut musical en 2008 con 'Los mares de China'. Su música mezcla jazz y flamenco. Su último álbum es 'Todas las calles' (2011).
"En mi iPod llevo de todo, aunque últimamente estoy volviendo a los clásicos. Estoy recuperando las viejas voces de Latinoamérica, como La Lupe o Toña la Negra. Me gusta compartirlas, escucharlas de fondo cuando estás de charleta con una buena cena al aire libre o una barbacoíta.
He retomado también la canción francesa, y en particular Zaz, que el año pasado sacó disco. Cuando la oyes cantar te parece de los años cuarenta, pero luego descubres que tiene 20. De cierta forma puede recordar a Vaya Con Dios por los arreglos de contrabajos, aunque su estilo es más puro. También llevo siempre a Chet Baker: me relaja muchísimo su álbum Love songs. Es la típica música para escuchar en la furgoneta con los ojos cerrados".
Diego 'El Cigala'
El madrileño Diego Ramón Jiménez Salazar, o simplemente Diego 'El Cigala', es toda una institución del flamenco. Su último disco es 'Cigala & Tango'.
"Este verano voy a escuchar mucho a Diego El Cigala, porque en septiembre me voy dos meses de gira por Latinoamérica y EE UU. Aparte me encantan Diego el Morao, Ray Charles y Stevie Wonder. Me gusta mucho el rumberío de Rubén Blades, con el que estuve el 12 de julio, cuando dio un concierto en Madrid, y el cantante de los cantantes, Héctor Lavoe. Para la mañanita, algo alegre, como Pedro Navaja, y música clásica para por la noche. Me encantan Maria Callas y Mozart. Suelo poner el iPod en modo aleatorio, salvo excepciones como Camarón, que se tiene que escuchar de seguido".
Ángel Molina
Pionero del 'techno' en España, dotado de una técnica casi perfecta y capaz de hacer bailar a las masas, el 'dj' y productor de Badalona lleva desde 1991 reinando en las cabinas. Prepara un nuevo 'mix' para después del verano.
No hago nunca distinción entre lo que escucho en verano o el resto del año, no me afecta la estación en la que me encuentro. En todo caso escucho discos en función de mi estado de ánimo, de las horas libres de las que disponga o de las últimas novedades que he conocido.
Últimamente escucho mucho material de tinte oscuro. Creo que es el momento tanto en la electrónica como en el pop-rock. Ejemplos de ello podrían ser Light Asylum (fantástico su In tension ep), Maria & The Mirrors, Roll The Dice, Hype Williams (Kelly Price W8 Gain Vol II eleva a otro nivel el concepto lo-fi) o Blanck Mass. No tengo demasiadas restricciones estilísticas: cualquier cosa que me ayude a desconectar del habitual 4×4 que, como dj, manejo a diario".
Jota (Los Planetas)
Un clásico del rock alternativo. La banda fue fundada a principios de los noventa en Granada. 'Una ópera egipcia' (2010) es su último disco.
"Me guío bastante por las recomendaciones de mis amigos. Los del grupo compartimos gustos en la mayoría de las cosas, pero cada uno también escucha por su cuenta. Este verano me pondré discos con los que ya llevo un tiempo: Maracaibo, de La Estrella de David, o Fiesta, de La Bien Querida. Me gusta mucho el grupo inglés Weekend y su canción Coma summer, muy apropiada para el verano. Es una suerte de noise rock que te pone las pilas. Tampoco descarto discos más clásicos, como Pet sounds, de los Beach Boys.
He descubierto el modo aleatorio del iPod recientemente y lo uso para descubrir nuevas cosas, como Togheter forever, el disco de debut de The Peelies".
Alaska
Olvido Gara Jova, 'Alaska', nació en México en 1963. Se hizo famosa por su pop electrónico y como icono de la movida madrileña. El año pasado editó como Fangoria (el dúo que compone con Nacho Canut) 'El paso fundamental del vodevil a la astracanada'.
"Con la música, como con la ropa, no creo que haya una para el invierno y otra para el verano, a excepción de los abrigos. Los dos discos que estoy escuchando son el último de The Horrors, 'Skying', y lo nuevo de Cat's Eyes, la banda que el cantante de The Horrors ha formado con su profesora de música. Tienen un sonido muy oscuro y ambiental que me ayuda a olvidar que fuera hace sol y que la gente se está poniendo morena como una lagartija. Al contrario de lo que le pasa a muchos, mi vida en verano no cambia: sigo trabajando. No hago un parón y disfruto de esas vacaciones soñadas. Por eso sigo poniendo música en mi casa, donde lo hago siempre. Nunca me ha gustado escucharla con cascos. Y no tengo un iPod, como en su momento no tuve un 'walkman' o un 'minidisc".
Julieta Venegas
La mexicana (Tijuana, 1970) se ha convertido con seis álbumes (el último fue 'Otra cosa', de 2010) en una estrella mundial con un pie en el 'indie', como demuestra su paso por el último Festival de Benicàssim.
"Últimamente me gusta la música brasileña. Este verano voy a escuchar algún disco de Vanessa da Mata. Tiene una voz bonita y algo de la música de Os Mutantes. En el DF es una temporada de lluvias tremendas, así que estoy en casa y escucho música todo el rato. ¿Un álbum? 'Pop negro', de El Guincho".
Antonio Carmona
Exmiembro de Ketama, Carmona (Granada, 1965) es un representante del llamado flamenquito español, aquel movimiento musical que empezó a mezclar flamenco y pop. Este año ha publicado su segundo disco en solitario, 'De noche'.
"Admiro muchísimo a Juan Luis Guerra. Tengo todos sus discos y me los sé de pe a pa. He recuperado 'El amor después del amor', de Fito Páez. Hay un tema con Mercedes Sosa que se llama 'El muro de los lamentos' y que es medio flamenquito y medio rockero. Llamé a un colega de Warner y le pregunté si podía recuperarme ese disquito. Escucho mucha música en el coche, sobre todo en los atascos. Y en Madrid hay bastantes... ¿Una canción para el verano? ¡'La barbacoa'! [la canta y ríe]. No, bueno, hay un tema que hace diez años que no lo escuchaba: 'Killer Joe', de Benny Golson".
Amaral
El grupo que toda la industria española quisiera fichar, fundado por Eva Amaral y Juan Aguirre en Zaragoza en 1993, ha autoeditado su próximo disco, que saldrá a la venta en septiembre.
Eva: "Estoy escuchando discos antiguos de 'soul'. Me he enganchado a Ann Peebles y me he comprado sus grandes éxitos. Me sorprenden el sonido de la batería y la base rítmica. Es muy 'groovie', con mucho sentimiento. Me gusta escuchar música mientras hago deporte, y cuando voy subiendo una cuesta en bicicleta me pongo el disco de Peebles para animarme. Cuando voy en plano a toda leche, en cambio, pongo 'High voltage', de AC/DC. Me suele gustar mucho también despertarme y poner un disco mientras desayuno y miro los correos electrónicos".
Juan: "Estoy escuchando el nuevo disco de Bon Iver. Me lo he comprado en vinilo y venía un código para descargárselo 'online' y ponerlo en el iPod. El vinilo no lo he abierto aún, ya que estábamos ocupados mezclando el último disco y allí no tenía un tocadiscos. Ahora que estamos de viaje estoy escuchando también 'A love supreme', de John Coltrane, y mucho a BB King. Ya le vi tocar, pero es ahora cuando me estoy enganchando a sus canciones".
Ricardo Ruipérez (M-Clan)
Grupo murciano de rock fundado en 1993. 'Para no ver el final' (2010), más tipo 'soul', es su último álbum.
"Me levanto con 'Omega', de Enrique Morente y Lagartija Nick. Y a todas horas escucho el disco del regreso de Elvis que se editó a finales de los sesenta. También me gusta mucho Joss Stone, sobre todo para la siesta, y Marvin Gaye tras los conciertos. Escucho mucho a José Ignacio Lapido, mi gran fuente de inspiración y uno de los mejores escritores de canciones en España. Está muy bien para planchar, y él lo sabe: le gustan los rockeros que saben planchar".
Noni (Lori Meyers)
Moviéndose entre el 'indie' y el pop comercial, el sexteto de Loja (Granada) ha triunfado con su álbum 'Cuando el destino nos alcance' (2010).
"Es una época en la que estamos mucho de viaje con la furgoneta y escuchamos el último de Metronomy, 'The english riviera'. Es una especie de 'indie pop' electrónico. El viaje es el mejor contexto para ponerlo, porque es cuando te escuchas los discos enteros. El verano es una buena temporada para recuperar los álbumes que te has ido comprando a lo largo del año y no has podido escuchar. Como no estoy mucho en casa y viajo bastante, acabo llevándome lo necesario: listas recopilatorias que me hago y también nuestras maquetas. Cuando estoy en casa soy de vinilos. Los dos últimos que he comprado son 'Codes and keys', de Death Cab For Cutie, y 'Paraphernalia', de Maritime".
Russian Red
Lourdes Fernández (Madrid, 1985) vendió 40.000 copias de su primer disco, 'I love your glasses'. Sus canciones pop en inglés le han convertido en un auténtico fenómeno de la música española. Su segundo álbum, 'Fuerteventura', salió en mayo.
"Estaré escuchando mucho 'italodisco'. 'Sarà perche ti amo', de Ricchi e Poveri, es un poco el himno que suena cada mañana de verano en mi casa. También Franco Batiatto y cosas más elegantes tipo 'Sapore di sale', de Gino Paoli. Son canciones de estas que huelen a sal y te regalan muchas ganas de largarte a Roma o a Palermo en el siguiente vuelo. En esos días entre un viaje y otro en los que me quedo en Madrid suelo escuchar más música al levantarme. Si estoy de viaje, escucho música mirando por la ventanilla, repasando lo que, todavía en formato fantasía, me espera en mi lugar de destino".
Pucho (Vetusta Morla)
Pucho es el líder de Vetusta Morla, el grupo más grande del rock alternativo español. Fundado en Tres Cantos (Madrid) en 1998, decidieron autoeditarse su primer disco, el ahora celebérrimo 'Un lugar en el mundo' (2008). La gira de su continuación, el también autoeditado 'Mapas' (2011), les tiene actuando por festivales de toda España.
"Me compré las Navidades pasadas un cofre de 18 discos de música africana que sacaron por el 40º aniversario de la independencia de muchos Estados del continente. Lo he escuchado mientras me recorría la cornisa cantábrica. Está lleno de nuevas rítmicas, es una pasada. Y hay muchos artistas interesantes, como Alpha Blondy. Y el 17 de julio fui a ver Portishead al FIB de Benicàssim. Me pillé la entrada de un día y vi también a Arcade Fire. Pero si tuviera que escoger una canción del verano sería 'Icecream', de Battles. Es una colaboración con el chileno Matías Aguayo y habla de un helado derritiéndose".
El cuarteto de Zarautz (Gipuzkoa) ha pasado en diez años de grupo de 'hardcore' a estrellas internacionales del pop electrónico internacional. Con su último disco, 'Subiza' (2010), han realizado varias giras por Estados Unidos.
"Nos gusta La mañana, de Dotore. Su disco Los veranos y los días nos suena muy a nuestra tierra. El verano es la mejor época en Donosti, con grandes planes de playa y pinchos. Además de haber crecido en el mismo lugar y ser nuestro amigo, creemos que Dotore ha hecho un gran disco. La mañana es uno de los hits".
Tote King
Manuel González Rodríguez (Sevilla, 1978) es un rapero andaluz aficionado a Hendrix y al baloncesto. Este año ha publicado 'El lado oscuro de Gandhi' (2011).
"Voy a escuchar a Drake. No deja de sorprenderme y viene de lujo para el veranito: tiene temas duros y temas cantados tranquilos. Es perfecto con un cubata en Triana".
David Otero, 'El Pescao'
El exguitarrista de El Canto del Loco David 'El Pescao' Otero es un músico pop que nació en Madrid en 1980. El año pasado publicó 'Nada-lógico', su primer disco en solitario.
"Escucharé a Hola A Todo El Mundo. Desde que entraron en mi coche son imposibles de sacar: ¡A mi hija de cuatro años le encantan! Y antes de surfear... The Whitest Boy Alive".
Jesús Antúnez (Dover)
Dover comenzó como grupo 'grunge' en Madrid en 1992. Su segundo disco, 'Devil came to me' (1997), vendió más de 500.000 copias. En los últimos discos han virado hacia el pop bailable. Su nuevo trabajo se titula 'I ka kené' (2010).
"En verano me gusta escuchar música clásica, para relajarme y para aprender. También electrónica, sobre todo Swedish House Mafia y Deadmau5".
Marc Ros (Sidonie)
Sidonie es un grupo pop que nació en Barcelona en 1997. Empezaron tocando música psicodélica en inglés, aunque ahora cantan en castellano. En su web cuelga el cartel de "grabando nuevo disco".
"Hemos estado ocupados grabando nuestro último disco. No me ha dado tiempo a escuchar el último de Fleet Foxes, Helplessness blues, así que voy a aprovechar en verano. Es una temporada también para easy listening y me gusta poner música como la de José Feliciano y Bert Kaempfert. Soy de la Costa Brava y para mí lo ideal es una melodía tranquila, a media tarde, en un chiringuito y con una copa de vino".
Nach
Ignacio Fornés Olmo (Albacete, 1974), 'Nach', es un rapero alicantino. Su último disco, producido este año, se titula 'Mejor que el silencio'.
"Desde que tengo iPhone me instalé Spotify y accedo a más música de forma más inmediata. Así me encuentro con canciones que desconocía. Estoy con tres discos de rap: Arts & entertainments, de Masta Ace y Ed OG; 1982, el álbum del dúo formado por Termanology y Statik Selektah, y Gutter rainbows, que acaba de sacar Talib Kweli.
También estoy escuchando clásicos de rap de los noventa. Cuando me voy a la playa suelo poner música relajada, como la del nipón Yoshio Kurahashi [uno de los flautistas más conocidos de Japón]. Y en casa escucho soul moderno. Me pongo a menudo Beautiful imperfection, de Asa, y la canto debajo de la ducha. Entre lo que más estoy escuchando está también un artista de soul francés, Ben L'Oncle Soul".
Macaco
Daniel Carbonell fundó en Barcelona en 1997 la banda Macaco. Su música se caracteriza por el mestizaje. Su último álbum es 'Puerto presente' (2009), aunque ya está inmerso en un nuevo proyecto.
"Estoy escuchando el disco de Cary Ann Hearst Lions and lambs. Lo oí por primera vez en un capítulo de la serie de True blood [sale la canción Hell's bells]. Me sorprendió su voz rota y abluesada. Cogí Shazam [una aplicación para móviles que permite identificar una canción que esté sonando] para averiguar qué era. Me llamaron la atención sus letras oscuras y dylanianas. También me sorprendió la producción, con un trabajo muy crudo en las bases rítmicas. Para algo más animado en una noche de verano recomiendo As we enter, de Damian Marley & Nas. Ah, y el tema The sound of sunshine, de mi amigo Michael Franti".
Javiera Mena
Desconocida hasta hace poco, Javiera Mena (Santiago de Chile, 1983) ha conquistado público y crítica con su pop electrónico heredero de los Mecano más naif. Lleva dos meses presentando por España su última creación, 'Mena' (2010).
"He estado escuchando la canción de CSS con Bobby Gillespie, Hits me like a rock. Es ultraplayera. Estando en España también he redescubierto a El Guincho. Había escuchado Pop negro, pero estando aquí le di la atención que merece. Me parece una obra de las que mueven el mundo. La otra canción que me pegó muchísimo es The truest faith, de Korallreven. Es la banda paralela de Johan Duncanson, de Radio Dept, y es la combinación perfecta de elementos para un atardecer de verano: tiene un toque español, pero visto por un guiri, con castañuelas y ritmo latino".
Jorge Ruiz (Maldita Nerea)
Grupo de pop fundado en 2003 en Murcia y liderado por Jorge Ruiz. 'Fácil' (2011) es su último disco.
"Mi canción del verano es Price tag, de Jessie James. Me parece una de las mejores canciones de pop producidas en los últimos años. Me hace sonreír y olvidarme de todo en cuanto la escucho. Altamente recomendable".
Toni Zenet
Antes actor, Toni Zenet hizo su debut musical en 2008 con 'Los mares de China'. Su música mezcla jazz y flamenco. Su último álbum es 'Todas las calles' (2011).
"En mi iPod llevo de todo, aunque últimamente estoy volviendo a los clásicos. Estoy recuperando las viejas voces de Latinoamérica, como La Lupe o Toña la Negra. Me gusta compartirlas, escucharlas de fondo cuando estás de charleta con una buena cena al aire libre o una barbacoíta.
He retomado también la canción francesa, y en particular Zaz, que el año pasado sacó disco. Cuando la oyes cantar te parece de los años cuarenta, pero luego descubres que tiene 20. De cierta forma puede recordar a Vaya Con Dios por los arreglos de contrabajos, aunque su estilo es más puro. También llevo siempre a Chet Baker: me relaja muchísimo su álbum Love songs. Es la típica música para escuchar en la furgoneta con los ojos cerrados".
Diego 'El Cigala'
El madrileño Diego Ramón Jiménez Salazar, o simplemente Diego 'El Cigala', es toda una institución del flamenco. Su último disco es 'Cigala & Tango'.
"Este verano voy a escuchar mucho a Diego El Cigala, porque en septiembre me voy dos meses de gira por Latinoamérica y EE UU. Aparte me encantan Diego el Morao, Ray Charles y Stevie Wonder. Me gusta mucho el rumberío de Rubén Blades, con el que estuve el 12 de julio, cuando dio un concierto en Madrid, y el cantante de los cantantes, Héctor Lavoe. Para la mañanita, algo alegre, como Pedro Navaja, y música clásica para por la noche. Me encantan Maria Callas y Mozart. Suelo poner el iPod en modo aleatorio, salvo excepciones como Camarón, que se tiene que escuchar de seguido".
Ángel Molina
Pionero del 'techno' en España, dotado de una técnica casi perfecta y capaz de hacer bailar a las masas, el 'dj' y productor de Badalona lleva desde 1991 reinando en las cabinas. Prepara un nuevo 'mix' para después del verano.
No hago nunca distinción entre lo que escucho en verano o el resto del año, no me afecta la estación en la que me encuentro. En todo caso escucho discos en función de mi estado de ánimo, de las horas libres de las que disponga o de las últimas novedades que he conocido.
Últimamente escucho mucho material de tinte oscuro. Creo que es el momento tanto en la electrónica como en el pop-rock. Ejemplos de ello podrían ser Light Asylum (fantástico su In tension ep), Maria & The Mirrors, Roll The Dice, Hype Williams (Kelly Price W8 Gain Vol II eleva a otro nivel el concepto lo-fi) o Blanck Mass. No tengo demasiadas restricciones estilísticas: cualquier cosa que me ayude a desconectar del habitual 4×4 que, como dj, manejo a diario".
Jota (Los Planetas)
Un clásico del rock alternativo. La banda fue fundada a principios de los noventa en Granada. 'Una ópera egipcia' (2010) es su último disco.
"Me guío bastante por las recomendaciones de mis amigos. Los del grupo compartimos gustos en la mayoría de las cosas, pero cada uno también escucha por su cuenta. Este verano me pondré discos con los que ya llevo un tiempo: Maracaibo, de La Estrella de David, o Fiesta, de La Bien Querida. Me gusta mucho el grupo inglés Weekend y su canción Coma summer, muy apropiada para el verano. Es una suerte de noise rock que te pone las pilas. Tampoco descarto discos más clásicos, como Pet sounds, de los Beach Boys.
He descubierto el modo aleatorio del iPod recientemente y lo uso para descubrir nuevas cosas, como Togheter forever, el disco de debut de The Peelies".
Alaska
Olvido Gara Jova, 'Alaska', nació en México en 1963. Se hizo famosa por su pop electrónico y como icono de la movida madrileña. El año pasado editó como Fangoria (el dúo que compone con Nacho Canut) 'El paso fundamental del vodevil a la astracanada'.
"Con la música, como con la ropa, no creo que haya una para el invierno y otra para el verano, a excepción de los abrigos. Los dos discos que estoy escuchando son el último de The Horrors, 'Skying', y lo nuevo de Cat's Eyes, la banda que el cantante de The Horrors ha formado con su profesora de música. Tienen un sonido muy oscuro y ambiental que me ayuda a olvidar que fuera hace sol y que la gente se está poniendo morena como una lagartija. Al contrario de lo que le pasa a muchos, mi vida en verano no cambia: sigo trabajando. No hago un parón y disfruto de esas vacaciones soñadas. Por eso sigo poniendo música en mi casa, donde lo hago siempre. Nunca me ha gustado escucharla con cascos. Y no tengo un iPod, como en su momento no tuve un 'walkman' o un 'minidisc".
Julieta Venegas
La mexicana (Tijuana, 1970) se ha convertido con seis álbumes (el último fue 'Otra cosa', de 2010) en una estrella mundial con un pie en el 'indie', como demuestra su paso por el último Festival de Benicàssim.
"Últimamente me gusta la música brasileña. Este verano voy a escuchar algún disco de Vanessa da Mata. Tiene una voz bonita y algo de la música de Os Mutantes. En el DF es una temporada de lluvias tremendas, así que estoy en casa y escucho música todo el rato. ¿Un álbum? 'Pop negro', de El Guincho".
Antonio Carmona
Exmiembro de Ketama, Carmona (Granada, 1965) es un representante del llamado flamenquito español, aquel movimiento musical que empezó a mezclar flamenco y pop. Este año ha publicado su segundo disco en solitario, 'De noche'.
"Admiro muchísimo a Juan Luis Guerra. Tengo todos sus discos y me los sé de pe a pa. He recuperado 'El amor después del amor', de Fito Páez. Hay un tema con Mercedes Sosa que se llama 'El muro de los lamentos' y que es medio flamenquito y medio rockero. Llamé a un colega de Warner y le pregunté si podía recuperarme ese disquito. Escucho mucha música en el coche, sobre todo en los atascos. Y en Madrid hay bastantes... ¿Una canción para el verano? ¡'La barbacoa'! [la canta y ríe]. No, bueno, hay un tema que hace diez años que no lo escuchaba: 'Killer Joe', de Benny Golson".
Amaral
El grupo que toda la industria española quisiera fichar, fundado por Eva Amaral y Juan Aguirre en Zaragoza en 1993, ha autoeditado su próximo disco, que saldrá a la venta en septiembre.
Eva: "Estoy escuchando discos antiguos de 'soul'. Me he enganchado a Ann Peebles y me he comprado sus grandes éxitos. Me sorprenden el sonido de la batería y la base rítmica. Es muy 'groovie', con mucho sentimiento. Me gusta escuchar música mientras hago deporte, y cuando voy subiendo una cuesta en bicicleta me pongo el disco de Peebles para animarme. Cuando voy en plano a toda leche, en cambio, pongo 'High voltage', de AC/DC. Me suele gustar mucho también despertarme y poner un disco mientras desayuno y miro los correos electrónicos".
Juan: "Estoy escuchando el nuevo disco de Bon Iver. Me lo he comprado en vinilo y venía un código para descargárselo 'online' y ponerlo en el iPod. El vinilo no lo he abierto aún, ya que estábamos ocupados mezclando el último disco y allí no tenía un tocadiscos. Ahora que estamos de viaje estoy escuchando también 'A love supreme', de John Coltrane, y mucho a BB King. Ya le vi tocar, pero es ahora cuando me estoy enganchando a sus canciones".
Ricardo Ruipérez (M-Clan)
Grupo murciano de rock fundado en 1993. 'Para no ver el final' (2010), más tipo 'soul', es su último álbum.
"Me levanto con 'Omega', de Enrique Morente y Lagartija Nick. Y a todas horas escucho el disco del regreso de Elvis que se editó a finales de los sesenta. También me gusta mucho Joss Stone, sobre todo para la siesta, y Marvin Gaye tras los conciertos. Escucho mucho a José Ignacio Lapido, mi gran fuente de inspiración y uno de los mejores escritores de canciones en España. Está muy bien para planchar, y él lo sabe: le gustan los rockeros que saben planchar".
Noni (Lori Meyers)
Moviéndose entre el 'indie' y el pop comercial, el sexteto de Loja (Granada) ha triunfado con su álbum 'Cuando el destino nos alcance' (2010).
"Es una época en la que estamos mucho de viaje con la furgoneta y escuchamos el último de Metronomy, 'The english riviera'. Es una especie de 'indie pop' electrónico. El viaje es el mejor contexto para ponerlo, porque es cuando te escuchas los discos enteros. El verano es una buena temporada para recuperar los álbumes que te has ido comprando a lo largo del año y no has podido escuchar. Como no estoy mucho en casa y viajo bastante, acabo llevándome lo necesario: listas recopilatorias que me hago y también nuestras maquetas. Cuando estoy en casa soy de vinilos. Los dos últimos que he comprado son 'Codes and keys', de Death Cab For Cutie, y 'Paraphernalia', de Maritime".
Russian Red
Lourdes Fernández (Madrid, 1985) vendió 40.000 copias de su primer disco, 'I love your glasses'. Sus canciones pop en inglés le han convertido en un auténtico fenómeno de la música española. Su segundo álbum, 'Fuerteventura', salió en mayo.
"Estaré escuchando mucho 'italodisco'. 'Sarà perche ti amo', de Ricchi e Poveri, es un poco el himno que suena cada mañana de verano en mi casa. También Franco Batiatto y cosas más elegantes tipo 'Sapore di sale', de Gino Paoli. Son canciones de estas que huelen a sal y te regalan muchas ganas de largarte a Roma o a Palermo en el siguiente vuelo. En esos días entre un viaje y otro en los que me quedo en Madrid suelo escuchar más música al levantarme. Si estoy de viaje, escucho música mirando por la ventanilla, repasando lo que, todavía en formato fantasía, me espera en mi lugar de destino".
Pucho (Vetusta Morla)
Pucho es el líder de Vetusta Morla, el grupo más grande del rock alternativo español. Fundado en Tres Cantos (Madrid) en 1998, decidieron autoeditarse su primer disco, el ahora celebérrimo 'Un lugar en el mundo' (2008). La gira de su continuación, el también autoeditado 'Mapas' (2011), les tiene actuando por festivales de toda España.
"Me compré las Navidades pasadas un cofre de 18 discos de música africana que sacaron por el 40º aniversario de la independencia de muchos Estados del continente. Lo he escuchado mientras me recorría la cornisa cantábrica. Está lleno de nuevas rítmicas, es una pasada. Y hay muchos artistas interesantes, como Alpha Blondy. Y el 17 de julio fui a ver Portishead al FIB de Benicàssim. Me pillé la entrada de un día y vi también a Arcade Fire. Pero si tuviera que escoger una canción del verano sería 'Icecream', de Battles. Es una colaboración con el chileno Matías Aguayo y habla de un helado derritiéndose".
"Los directivos no saben conciliar familia y trabajo" EMILIO DURÓ Socio de ITER Consultores
Emilio Duró (Lleida, 1960) es consultor de empresas, entre ellas PRISA. Asegura que un día grabaron sin su permiso una conferencia para directivos y, a partir de ahí, se ha convertido, sin querer, en un gurú de la ilusión y el optimismo. Acude a Valencia a dictar una conferencia a la consultora Everis. Antes de la charla resume sus puntos de vista. Habla a borbotones. Alerta sobre los problemas que genera la longevidad y sugiere que debemos aprender a mantenernos sanos, capaces e ilusionados para seguir resultando atractivos a nuestras parejas hasta los 92 años. Algo que todavía tenemos que aprender. Sustenta su aserto sobre un dato demoledor: "Un alto porcentaje de los altísimos directivos de todo el mundo se han divorciado y viven solos. No han sabido conciliar familia y trabajo".
Pregunta. ¿Es un momento difícil para vender optimismo?
Respuesta. Estamos en el mejor de los mundos. Vivimos mejor y tenemos más riquezas que nunca. Es un buen momento para vender optimismo. Somos del 3% de la gente rica que habita el planeta y somos los que más nos quejamos. El 97% de la gente que vive en África se queja menos. Viven el presente.
P. La gente tiene miedo de perder su empleo, el empresario no consigue el aval, la familia no puede pagar la hipoteca... ¿Vivimos un pesimismo generalizado?
R. Hablar de optimismo y pesimismo es una equivocación. Hay dos tipos de personas. Unas que viven más el pasado y otras que viven más el presente. Cuando te planteas el pasado, que no se puede cambiar, genera ansiedad, estrés, frustración. Si enfocas el futuro, si te planteas la vida por lo que vas a hacer, es muy difícil ser pesimista. Estás ocupado y no preocupado.
P. ¿Qué es lo que nos ocupa?
R. Las dos palabras más buscadas en el mundo son amor y felicidad. El tema central del último congreso de recursos humanos fue el optimismo en el trabajo. Porque la gente feliz tiene mejores rendimientos. Al profundizar un poco nos hemos dado cuenta de que el entusiasmo, la alegría, la felicidad, tienen poco que ver con los resultados académicos. Hay gente con bajo coeficiente intelectual que es maravillosa y hay gente muy formada que es insoportable. En la vida se fracasa más por golpes emocionales que por los racionales. Si pierdes el trabajo pero tienes una pareja que te quiere y te has cuidado físicamente, sacas fuerzas de flaqueza. Si se te junta una separación o un divorcio con un problema de salud y que te echan de la empresa, entonces es más difícil salir.
P. Muy difícil.
R. Creo que un inconveniente que tenemos es que estamos diseñados para vivir en la jungla. Nuestros abuelos no tenían preocupaciones porque no tenían futuro. Eran felices con comer y sobrevivir. Ni leían ni escribían. Hace 200 años difícilmente llegabas a los 35 o 40 años de vida. Alargar la vida a 92 años es algo para lo que no estamos preparados. Un niño es feliz porque no tiene experiencias y si le invitas a ir a la playa todo es ilusión. Si invitas a tu pareja te puede decir, "verás como llueve, como el apartamento está sucio, etcétera, etcétera".
P. ¿Vamos a peor?
R. No estamos preparados para el deterioro físico ni psiquico. La gente quiere tener un empleo fijo porque está asustada. ¿Pero cómo queremos que se nos garantice un empleo fijo si llevamos 35 años sin reciclarnos?
P. La educación es clave...
R. Desde luego. Pero no vale el falso cariño. La pena no educa. Cuando tienes lástima de un empleado te equivocas y no le ayudas. Lo peor que puede hacer una persona es no exigirte. No hay nada mejor que, siempre para ayudarte, te exijan y te hagan crecer.
P. ¿Qué hacer con los parados?
R. En primer lugar, deporte para subir la autoestima. El cuerpo es el templo del alma. Al cuidarnos físicamente conseguimos más oxígeno, nos sentimos mejor, creemos más en nosotros, tenemos más ilusión... Es increíble, vivimos en un cuerpo que no cuidamos. El deporte es la gran asignatura del futuro. Pero estamos rendidos al placer y hemos puesto de moda al tonto con iniciativa, al que no tiene ni idea de nada y encima da consejos. Probablemente yo sea uno de ellos.
Pregunta. ¿Es un momento difícil para vender optimismo?
Respuesta. Estamos en el mejor de los mundos. Vivimos mejor y tenemos más riquezas que nunca. Es un buen momento para vender optimismo. Somos del 3% de la gente rica que habita el planeta y somos los que más nos quejamos. El 97% de la gente que vive en África se queja menos. Viven el presente.
P. La gente tiene miedo de perder su empleo, el empresario no consigue el aval, la familia no puede pagar la hipoteca... ¿Vivimos un pesimismo generalizado?
R. Hablar de optimismo y pesimismo es una equivocación. Hay dos tipos de personas. Unas que viven más el pasado y otras que viven más el presente. Cuando te planteas el pasado, que no se puede cambiar, genera ansiedad, estrés, frustración. Si enfocas el futuro, si te planteas la vida por lo que vas a hacer, es muy difícil ser pesimista. Estás ocupado y no preocupado.
P. ¿Qué es lo que nos ocupa?
R. Las dos palabras más buscadas en el mundo son amor y felicidad. El tema central del último congreso de recursos humanos fue el optimismo en el trabajo. Porque la gente feliz tiene mejores rendimientos. Al profundizar un poco nos hemos dado cuenta de que el entusiasmo, la alegría, la felicidad, tienen poco que ver con los resultados académicos. Hay gente con bajo coeficiente intelectual que es maravillosa y hay gente muy formada que es insoportable. En la vida se fracasa más por golpes emocionales que por los racionales. Si pierdes el trabajo pero tienes una pareja que te quiere y te has cuidado físicamente, sacas fuerzas de flaqueza. Si se te junta una separación o un divorcio con un problema de salud y que te echan de la empresa, entonces es más difícil salir.
P. Muy difícil.
R. Creo que un inconveniente que tenemos es que estamos diseñados para vivir en la jungla. Nuestros abuelos no tenían preocupaciones porque no tenían futuro. Eran felices con comer y sobrevivir. Ni leían ni escribían. Hace 200 años difícilmente llegabas a los 35 o 40 años de vida. Alargar la vida a 92 años es algo para lo que no estamos preparados. Un niño es feliz porque no tiene experiencias y si le invitas a ir a la playa todo es ilusión. Si invitas a tu pareja te puede decir, "verás como llueve, como el apartamento está sucio, etcétera, etcétera".
P. ¿Vamos a peor?
R. No estamos preparados para el deterioro físico ni psiquico. La gente quiere tener un empleo fijo porque está asustada. ¿Pero cómo queremos que se nos garantice un empleo fijo si llevamos 35 años sin reciclarnos?
P. La educación es clave...
R. Desde luego. Pero no vale el falso cariño. La pena no educa. Cuando tienes lástima de un empleado te equivocas y no le ayudas. Lo peor que puede hacer una persona es no exigirte. No hay nada mejor que, siempre para ayudarte, te exijan y te hagan crecer.
P. ¿Qué hacer con los parados?
R. En primer lugar, deporte para subir la autoestima. El cuerpo es el templo del alma. Al cuidarnos físicamente conseguimos más oxígeno, nos sentimos mejor, creemos más en nosotros, tenemos más ilusión... Es increíble, vivimos en un cuerpo que no cuidamos. El deporte es la gran asignatura del futuro. Pero estamos rendidos al placer y hemos puesto de moda al tonto con iniciativa, al que no tiene ni idea de nada y encima da consejos. Probablemente yo sea uno de ellos.
martes, 30 de agosto de 2011
Acuerdo PSOE-PP sobre la deuda: un pacto que perjudica a España
Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa
La reforma que proponen los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, consistente en limitar desde la constitución el déficit y la deuda pública, es una medida que impedirá salir de la crisis y que España elimine el déficit social que tiene respecto a los países de su entorno y, además, constituye un ataque frontal a los principios más elementales de la democracia que demuestra que el capitalismo neoliberal es cada vez más incompatible con esta última. No sólo por la forma sugerida para aprobar la reforma de la Constitución, sin que medie referéndum y pronunciamiento directo del pueblo, sino también porque su contenido mismo restringe el margen de maniobra que tienen los Estados para gestionar su economía. Por esa razón hemos decidido escribir este artículo, de ánimo divulgativo, en el que revelamos los enormes problemas económicos de una medida profundamente antidemocrática.
Los ingresos y gastos de un Estado
Un Estado, como cualquier otro agente económico, tiene una partida de ingresos y una partida de gastos.
Los ingresos pueden provenir de muchas fuentes, pero en la actualidad y como consecuencia de decisiones erróneas de política económica la gran mayoría se obtienen únicamente de los impuestos. En otro tiempo el Estado también obtenía cuantiosos ingresos de los beneficios de las empresas públicas, pero en las últimas décadas y debido a la avalancha de privatizaciones (más de 110 empresas en España) esta fuente de ingresos se ha agotado. Por otra parte, actualmente de todos los impuestos los más importantes son el de la renta (IRPF), el de sociedades (IS) y el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Hasta 2007 también existía el impuesto del patrimonio (IP), que afectaba únicamente a las personas con más riqueza, pero fue eliminado por el gobierno actual.
Los gastos también pueden ser de diferente naturaleza. Desde el mantenimiento de los servicios públicos del Estado del Bienestar (como la sanidad pública, la educación pública o el transporte) y el pago de todo el personal asociado (médicos, profesores, bomberos…), hasta el simple despilfarro y la corrupción política.
Por lo tanto tenemos que los ingresos de un Estado dependen fundamentalmente de los impuestos, pero éstos a su vez dependen de la actividad económica. El Estado recaudará más cuantos mayores salarios tengan los trabajadores (impuesto sobre renta), cuanto mayor sea el nivel de beneficios empresarial (impuesto sobre sociedades) y cuanto más consumo haya en la economía (impuesto sobre el valor añadido). Así que en momentos de bonanza económica los ingresos del Estado serán elevados. Y con ingresos elevados se permitirá gastar más, o incluso ahorrar.
Lo que ha ocurrido en España en los últimos años es que la economía ha estado creciendo a ritmos muy altos debido a una burbuja inmobiliaria, que tarde o temprano tenía que estallar. Pero mientras la burbuja duraba los ingresos del Estado han sido cuantiosos porque había muchos trabajadores cobrando sueldos, las empresas ganaban mucho dinero y el consumo era muy importante (ayudado por el crédito bancario, eso sí). Sin embargo, en lugar de modificar el patrón de crecimiento y promover un modelo productivo distinto que permitiera que el país no dependiera de la existencia de una burbuja, los partidos políticos en el gobierno prefirieron (PP y PSOE) dejar pasar el tiempo y aprovechar las ventajas de un ciclo económico positivo pero ilusorio.
Además, estos gobiernos aprovecharon las circunstancias de bonanza para beneficiar principalmente a los propietarios de capital y sobre todo a los del inmobiliario rebajándoles los impuestos. Redujeron los tramos del impuesto sobre la renta y rebajaron los tipos impositivos (el porcentaje de impuestos) tanto del impuesto sobre la renta como de el de sociedades. Y al mismo tiempo iniciaron un proceso de desgravaciones fiscales (también principalmente beneficiosas para los más ricos) que suponían que el Estado ingresara menos. Aún así, y debido a que el gasto público no crecía suficiente para acercarse a los estándares del resto de los países europeos, existía capacidad para ahorrar. Por eso la economía española ha tenido superávit en las cuentas públicas, es decir, ha gastado menos de lo que ingresaba. A pesar, como hemos dicho, de que la capacidad recaudatoria había disminuido.
Pero cuando llegó la crisis, primero por la vía del contagio financiero internacional y luego como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria, las cosas se pusieron feas. Los bancos dejaron de prestar dinero a empresas y hogares y se dejó de invertir y de consumir. Cayeron entonces los beneficios y el consumo, lo que llevó a la baja la recaudación por impuestos y, por lo tanto, los ingresos públicos. Pero por el contrario los gastos se incrementaron. Y se incrementaron porque el Estado tuvo que salir a ayudar a la banca, pero sobre todo porque para intentar frenar la crisis tuvo que comenzar proyectos de estímulo económico que suponían un importante gasto. Además, el Estado tiene medidas llamadas anticíclicas, como las prestaciones por desempleo, que hicieron aumentar el gasto. En definitiva, como consecuencia de la crisis el Estado vio cómo sus gastos se disparaban y sus ingresos se reducían. El Estado entraba, por lo tanto, en déficit.
Cómo pagar el déficit
Cuando el Estado tiene que gastar más de lo que ingresa necesita obtener el dinero de algún lado. Existen diferentes herramientas económicas para conseguir ese dinero, pero algunas se han delegado en instituciones independientes y de la Unión Europea (como la potestad de imprimir dinero, ahora dominio del Banco Central Europeo). Por lo tanto lo común es que el Estado se endeude en el mercado de deuda pública, donde pide prestado a los inversores financieros. Y estos inversores financieros son aquellos que tienen dinero de “sobra”, como los bancos y las grandes fortunas que hacen anualmente millones de beneficios y que cada vez pagan menos impuestos. Así, al final la paradoja emergió cuando los propios bancos culpables de la crisis y las grandes fortunas beneficiadas de las rebajas de impuestos en todo el mundo eran las que finalmente prestaban dinero al Estado para que éste enjugara los déficits que habían surgido por su culpa.
En cualquier caso, es obvio que la deuda contraída deberá pagarse de alguna forma, y en una situación en la que los gastos superan a los ingresos eso parece difícil. Por esa razón los economistas neoliberales –que son los que dominan las instituciones europeas y los que han asesorado a los distintos gobiernos españoles- proponen lo que se llaman “planes de ajuste”. Estos planes tienen como objetivo prioritario reducir el gasto público hasta el punto en el que se equilibran de nuevo los ingresos y gastos o incluso, si es posible, hasta que los ingresos vuelven a ser superiores a los gastos. Por eso se llaman “políticas de austeridad”.
Las políticas de austeridad no funcionan
El problema es que lo que parece muy intuitivo a nivel doméstico (por ejemplo de una familia) no lo es tanto para la economía en su conjunto. Es lo que en economía se llama “falacia de la composición” y que significa que aunque haya medidas que individualmente sean buenas, en realidad si se aplican colectivamente pueden ser catastróficas. Por eso rebajar los gastos en un momento en el que los gastos superan a los ingresos puede ser fatal para la economía.
La razón es que el gasto público es un estimulante del crecimiento económico, como a continuación explicaremos. Eso significa que si se rebaja el gasto público se reduce la capacidad de crecimiento económico de una economía, y eso conlleva que habrá menos beneficios empresariales y menos consumo. Dado que como hemos visto antes los ingresos dependen de esas variables (beneficios y consumo) al final tenemos que los ingresos también caen. Así, aunque bajemos el gasto público lo que conseguiremos será deprimir la economía (que entrará en recesión) y por lo tanto también los ingresos públicos, lo que significa que la relación ingresos-gastos se mantendrá igual. O, lo que es lo mismo, tendremos los mismos problemas de deuda que antes de comenzar a rebajar el gasto pero, además de ello, a una población que en conjunto será más pobre (porque verá que los servicios públicos se deterioran, se pierden puestos de trabajo y caen los salarios).
Se necesita más gasto público, y más eficiente
En realidad, y aunque sea "contraintuitivo", lo que se requiere es precisamente más gasto público. Porque lo que se necesita es recuperar los ingresos, no rebajar los gastos, y eso puede hacerse bien subiendo los impuestos (medida recomendable y necesaria, como recordaremos) bien incrementando la recaudación vía beneficios y consumo. O, dicho de otra forma, lo que necesitamos es crecimiento económico. Aunque no de cualquier tipo.
Durante la crisis los economistas neoliberales proponen medidas aparentemente orientadas a facilitar que las empresas creen empleo. Para eso reducen los tipos de interés y facilitan préstamos baratos a los bancos, siempre con el objetivo de promover que las empresas se endeuden para que inviertan (contratando trabajadores y mejorando la capacidad productiva). Pero sucede que en un contexto de crisis todas esas medidas no funcionan debido a lo que se llama “trampa de liquidez”, y que se explica porque las empresas no quieren invertir porque saben que nadie va a comprar sus productos. Y como no pueden vender, lo que hacen es despedir trabajadores, y dado que esos trabajadores son también los consumidores de los productos de otras empresas, al final la economía profundiza su crisis. Es decir, por más facilidades monetarias que se den a bancos y empresas no se saldrá de la crisis en ningún momento.
Lo que se requiere, entonces, es que el Estado empuje la economía a través del gasto público y de lo que se llama el “multiplicador keynesiano”. Cuando el Estado gasta dinero, por ejemplo, en construir una carretera, lo que está haciendo es pagar sueldos a trabajadores que antes estaban en paro y pagar a empresas del sector que antes estaban desocupadas. Eso pondrá dinero en la economía, ya que esos trabajadores gastarán ese dinero en otras empresas, y esas otras empresas contrataran más trabajadores que a su vez gastarán también el dinero en más consumo, y así sucesivamente. Si el impulso inicial del gasto público está bien planificado y es suficientemente poderoso, se puede salir de la crisis. Y además eso permitirá que el Estado recaude mucho más y por lo tanto que sus ingresos crezcan. Ese crecimiento de los ingresos reducirá la brecha con los gastos e incluso podrá conseguir que sean superiores.
Lo que importa es, por supuesto, que el gasto público tenga sentido y esté programado. El llamado “Plan E” tuvo un efecto muy temporal porque la economía estaba atrapada en los restos de la burbuja inmobiliaria y el plan lo único que hizo fue intentar resucitar esos restos. Lo que se requiere, por el contrario, es planificar un programa de gasto público potente encaminado a cambiar el modelo productivo y promover sectores como las energías renovables y las nuevas tecnologías, teniendo presente también el reciclaje del sector de la construcción.
Es importante remarcar que no cualquier gasto público es bueno, y por eso es necesario incrementar la eficiencia de dicho gasto. Eso quiere decir que hay que iniciar programas destinados a mejorar la eficiencia en la administración pública, a racionalizar mejor el dinero público y también a perseguir todos los casos de corrupción y de privilegios desorbitados de la clase política (amén del gasto militar).
La recaudación de los ingresos
Si bien los gastos, como hemos dicho ya, deben ser eficientes y bien planificados (y no basados en el derroche), a su vez los ingresos deben ser suficientes y estar igualmente bien planificados.
Los impuestos no son todos iguales ni afectan a todos los sectores y personas por igual, de modo que cualquier modificación impositiva tendrá consecuencias variadas. Por eso conviene planificar un sistema de incentivos adecuado que organice qué tipo de impuestos y qué nivel de los mismos tienen que existir.
En unos momentos como los actuales, en los que la desigualdad se ha incrementado extraordinariamente y la financiación del Estado del Bienestar depende de facto de los ingresos de las clases medias (porque las grandes fortunas evaden impuestos en paraísos fiscales) se requieren medidas de choque.
Hay que incrementar los impuestos a las rentas altas, lo que significa incrementar los tipos impositivos y también crear nuevos tramos. Simultáneamente hay que incrementar los impuestos a las rentas del capital y a las empresas, amén de recuperar el impuesto de patrimonio. Pero todo eso será insuficiente si no se combate con firmeza el sistema financiero especulativo que permite la existencia de paraísos fiscales. En definitiva y sin ánimo de profundizar en un programa detallado, hay que incrementar los impuestos a las rentas altas (que consumen menos pero especulan más) sin modificar mucho la presión fiscal de las rentas populares. Eso permitirá incrementar los ingresos del Estado sin que el consumo privado se vea mermado.
Limitar por ley el gasto y la deuda es una aberración económica
Por todo lo expuesto debe quedar claro que limitar por ley el gasto es una verdadera barbaridad, que no sólo afecta al carácter democrático del sistema político (al restringir el margen de maniobra) sino también al propio funcionamiento del sistema económico.
Los déficit son necesarios y una herramienta “extra” en el ámbito económico. Es cierto que no pueden sostenerse indefinidamente, pero precisamente para combatir la crisis y los déficit crónicos es necesario que en determinadas fases del ciclo económico se incurra en déficit importantes. Y sin esa herramienta es más que evidente que no se podrá salir de la crisis.
Y en economías como la española, que tiene un gran déficit social respecto a los países de nuestro entorno, los déficit presupuestarios serán imprescindibles incluso en etapas de bonanza. Las infraestructuras públicas, los servicios educativos y sanitarios (hospitales, colegios, universidades, centros de investigación…) y en general la inversión a largo plazo necesaria no solo para el bienestar de los grupos de población de menos renta que no se podrían pagar los proporcionados por el mercado, sino también para que las empresas obtengan beneficios no se pueden pagar al contado. Sin endeudamiento es muy probable que no se puedan crear y al no crearse se perderán empleo y riqueza en el futuro.
¿Por qué se proponen entonces este tipo de medidas que van a ser tan negativas para el conjunto de la población?
Sencillamente porque favorecen al capital privado. Por un lado, menos posibilidades de financiar servicios públicos abrirá la puerta al negocio privado en salud, educación, servicios de dependencia… Y, por otro lado, todos ellos, serán financiados por los bancos privados.
Porque lo que pone de relieve el cinismo de la propuesta que hacen PP y PSOE es que limitar el endeudamiento del Estado para financiar la provisión de los bienes y servicios púbicos que se requieren para que haya suficiente y buena actividad económica y empleo, no va a evitar que haya más deuda. No la habrá pública pero sí privada como consecuencia de la financiación de los mercados, mucho menos eficiente además, y del mayor endeudamiento familiar como consecuencia de la pérdida de nivel de vida.
Obstáculos importantes
Para terminar debemos reconocer que España tiene dificultades añadidas porque está especialmente endeudada a nivel privado y porque tiene una camisa de fuerza muy incómoda en la Unión Europea. Para superar estas dificultades España necesita que la Unión Europea cambie su política de actuación y comience a desarrollar un programa similar al aquí apuntado pero en el marco de la Unión Europea. Además, ninguna de estas medidas será efectiva si no se regula masiva y estrictamente el sistema financiero internacional que sirve para que las grandes fortunas y las grandes empresas especulen sin fin a costa de las arcas públicas de todos los Estados y, por lo tanto, del bienestar de todos los ciudadanos. Eso supone establecer prohibiciones de prácticas como las operaciones a corto, operaciones al descubierto, el uso de instrumentos financieros altamente especulativos (como los hedge funds y los Credit Default Swap) y el establecimiento de controles de capitales en toda la Unión Europea.
En lo que a nivel privado se refiere, el endeudamiento privado puede resolverse promoviendo mayores ingresos (en este caso salarios). Por eso es necesario promover un pacto capital-trabajo basado en la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, en el "refortalecimiento" del poder de negociación de los trabajadores y en la regulación de los beneficios empresariales (para que se destinen a la creación de empleo). Entramos así de lleno en el mundo de la política y las relaciones de fuerza, lo que requerirá el uso de herramientas económicas como las nacionalizaciones para imponer las condiciones a los empresarios reticentes. Con un pacto capital-trabajo y con una estrategia de coordinación salarial a nivel europeo España puede superar su alto nivel de endeudamiento privado y acabar con los desequilibrios comerciales que arrastra desde hace tanto tiempo, y sin salir del euro.
Por el contrario, aplicando el recetario neoliberal del Partido Popular y del gobierno de Rodríguez Zapatero es completamente seguro de que nuestra economía se resentirá. Se crearán más oportunidades de beneficio para el capital privado y las clases más ricas pagarán menos impuestos aún, pudiendo adquirir sus servicios de bienestar en el mercado, pero las clases populares perderán cada vez más calidad de vida.
Bibliografía complementaria:
En Octubre la editorial Aguilar publicará un libro titulado “¡Hay Alternativas!” en el que Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón explican de forma pedagógica las causas últimas de la crisis y las medidas necesarias para salir de una forma justa y social.
Debe tenerse en cuenta que la medida en este artículo analizada fue una recomendación incluida en el llamado Pacto por el Euro, que dio lugar a las movilizaciones del 19 de junio promovidas por la plataforma Democracia Real Ya y los sindicatos. Por eso es recomendable leer el artículo de Juan Torres y Alberto Garzón (19-J. Contra el Pacto del Euro. ¡Democracia real en Europa ya!) en el que criticaban con detalle los argumentos esgrimidos por los economistas neoliberales. De una forma más genérica merece la pena leer los artículos de Juan Torres titulados ¿Por qué el 3% de déficit público y no el 2 o el 7? Mentiras y verdades sobre el déficit y la deuda, de 2010, y Pacto de Estabilidad y Estado del Bienestar: una nota sobre su dudosa credibilidad, de 2005.
En lo que se refiere al comportamiento de los mercados financieros es interesante leer la descripción que hace Alberto Garzón en ¿Qué son los mercados financieros y la especulación financiera? y las propuestas que existen para solucionar el problema de deuda pública y desactivar el chantaje de los mercados financieros en ¿Por qué debemos reestructurar la deuda pública y cómo hacerlo?. De forma paralela el papel de la desigualdad en el crecimiento económico queda explicado en “La importancia económica de la desigualdad” que se suma al estudio de la “Evolución de los Salarios en España (1978-2011)“, donde se puede comprobar que la desigualdad es la causa principal de la crisis que padecemos. De forma más general la página personal del profesor Vicenç Navarro
http://www.vnavarro.org Contiene gran cantidad de artículos que analizan la situación actual y en particular la importancia clave de la desigualdad.
Dado que este debate no está limitado solo a España, y ni siquiera a Europa, conviene leer también los documentos académicos escritos sobre la situación de Estados Unidos. Por eso recomendamos leer el artículo de Robert Pollin "U.S. Government Deficits and Debt Amid the Great Recession: What the Evidence Shows", el de James Crotty “The Great Austerity War: What Caused the Deficit Crisis and Who Should Pay to Fix It?“ y otro de Robert Pollin “Fighting Austerity and Reclaiming a Future for State and Local Governments“.
http://juantorreslopez.com/impertinencias/137-articulos-de-opinion-y-divulgacion-2011/2466-crisis-economicas-acuerdo-psoe-pp-sobre-la-deuda-un-pacto-que-perjudica-a-espana
La reforma que proponen los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, consistente en limitar desde la constitución el déficit y la deuda pública, es una medida que impedirá salir de la crisis y que España elimine el déficit social que tiene respecto a los países de su entorno y, además, constituye un ataque frontal a los principios más elementales de la democracia que demuestra que el capitalismo neoliberal es cada vez más incompatible con esta última. No sólo por la forma sugerida para aprobar la reforma de la Constitución, sin que medie referéndum y pronunciamiento directo del pueblo, sino también porque su contenido mismo restringe el margen de maniobra que tienen los Estados para gestionar su economía. Por esa razón hemos decidido escribir este artículo, de ánimo divulgativo, en el que revelamos los enormes problemas económicos de una medida profundamente antidemocrática.
Los ingresos y gastos de un Estado
Un Estado, como cualquier otro agente económico, tiene una partida de ingresos y una partida de gastos.
Los ingresos pueden provenir de muchas fuentes, pero en la actualidad y como consecuencia de decisiones erróneas de política económica la gran mayoría se obtienen únicamente de los impuestos. En otro tiempo el Estado también obtenía cuantiosos ingresos de los beneficios de las empresas públicas, pero en las últimas décadas y debido a la avalancha de privatizaciones (más de 110 empresas en España) esta fuente de ingresos se ha agotado. Por otra parte, actualmente de todos los impuestos los más importantes son el de la renta (IRPF), el de sociedades (IS) y el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Hasta 2007 también existía el impuesto del patrimonio (IP), que afectaba únicamente a las personas con más riqueza, pero fue eliminado por el gobierno actual.
Los gastos también pueden ser de diferente naturaleza. Desde el mantenimiento de los servicios públicos del Estado del Bienestar (como la sanidad pública, la educación pública o el transporte) y el pago de todo el personal asociado (médicos, profesores, bomberos…), hasta el simple despilfarro y la corrupción política.
Por lo tanto tenemos que los ingresos de un Estado dependen fundamentalmente de los impuestos, pero éstos a su vez dependen de la actividad económica. El Estado recaudará más cuantos mayores salarios tengan los trabajadores (impuesto sobre renta), cuanto mayor sea el nivel de beneficios empresarial (impuesto sobre sociedades) y cuanto más consumo haya en la economía (impuesto sobre el valor añadido). Así que en momentos de bonanza económica los ingresos del Estado serán elevados. Y con ingresos elevados se permitirá gastar más, o incluso ahorrar.
Lo que ha ocurrido en España en los últimos años es que la economía ha estado creciendo a ritmos muy altos debido a una burbuja inmobiliaria, que tarde o temprano tenía que estallar. Pero mientras la burbuja duraba los ingresos del Estado han sido cuantiosos porque había muchos trabajadores cobrando sueldos, las empresas ganaban mucho dinero y el consumo era muy importante (ayudado por el crédito bancario, eso sí). Sin embargo, en lugar de modificar el patrón de crecimiento y promover un modelo productivo distinto que permitiera que el país no dependiera de la existencia de una burbuja, los partidos políticos en el gobierno prefirieron (PP y PSOE) dejar pasar el tiempo y aprovechar las ventajas de un ciclo económico positivo pero ilusorio.
Además, estos gobiernos aprovecharon las circunstancias de bonanza para beneficiar principalmente a los propietarios de capital y sobre todo a los del inmobiliario rebajándoles los impuestos. Redujeron los tramos del impuesto sobre la renta y rebajaron los tipos impositivos (el porcentaje de impuestos) tanto del impuesto sobre la renta como de el de sociedades. Y al mismo tiempo iniciaron un proceso de desgravaciones fiscales (también principalmente beneficiosas para los más ricos) que suponían que el Estado ingresara menos. Aún así, y debido a que el gasto público no crecía suficiente para acercarse a los estándares del resto de los países europeos, existía capacidad para ahorrar. Por eso la economía española ha tenido superávit en las cuentas públicas, es decir, ha gastado menos de lo que ingresaba. A pesar, como hemos dicho, de que la capacidad recaudatoria había disminuido.
Pero cuando llegó la crisis, primero por la vía del contagio financiero internacional y luego como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria, las cosas se pusieron feas. Los bancos dejaron de prestar dinero a empresas y hogares y se dejó de invertir y de consumir. Cayeron entonces los beneficios y el consumo, lo que llevó a la baja la recaudación por impuestos y, por lo tanto, los ingresos públicos. Pero por el contrario los gastos se incrementaron. Y se incrementaron porque el Estado tuvo que salir a ayudar a la banca, pero sobre todo porque para intentar frenar la crisis tuvo que comenzar proyectos de estímulo económico que suponían un importante gasto. Además, el Estado tiene medidas llamadas anticíclicas, como las prestaciones por desempleo, que hicieron aumentar el gasto. En definitiva, como consecuencia de la crisis el Estado vio cómo sus gastos se disparaban y sus ingresos se reducían. El Estado entraba, por lo tanto, en déficit.
Cómo pagar el déficit
Cuando el Estado tiene que gastar más de lo que ingresa necesita obtener el dinero de algún lado. Existen diferentes herramientas económicas para conseguir ese dinero, pero algunas se han delegado en instituciones independientes y de la Unión Europea (como la potestad de imprimir dinero, ahora dominio del Banco Central Europeo). Por lo tanto lo común es que el Estado se endeude en el mercado de deuda pública, donde pide prestado a los inversores financieros. Y estos inversores financieros son aquellos que tienen dinero de “sobra”, como los bancos y las grandes fortunas que hacen anualmente millones de beneficios y que cada vez pagan menos impuestos. Así, al final la paradoja emergió cuando los propios bancos culpables de la crisis y las grandes fortunas beneficiadas de las rebajas de impuestos en todo el mundo eran las que finalmente prestaban dinero al Estado para que éste enjugara los déficits que habían surgido por su culpa.
En cualquier caso, es obvio que la deuda contraída deberá pagarse de alguna forma, y en una situación en la que los gastos superan a los ingresos eso parece difícil. Por esa razón los economistas neoliberales –que son los que dominan las instituciones europeas y los que han asesorado a los distintos gobiernos españoles- proponen lo que se llaman “planes de ajuste”. Estos planes tienen como objetivo prioritario reducir el gasto público hasta el punto en el que se equilibran de nuevo los ingresos y gastos o incluso, si es posible, hasta que los ingresos vuelven a ser superiores a los gastos. Por eso se llaman “políticas de austeridad”.
Las políticas de austeridad no funcionan
El problema es que lo que parece muy intuitivo a nivel doméstico (por ejemplo de una familia) no lo es tanto para la economía en su conjunto. Es lo que en economía se llama “falacia de la composición” y que significa que aunque haya medidas que individualmente sean buenas, en realidad si se aplican colectivamente pueden ser catastróficas. Por eso rebajar los gastos en un momento en el que los gastos superan a los ingresos puede ser fatal para la economía.
La razón es que el gasto público es un estimulante del crecimiento económico, como a continuación explicaremos. Eso significa que si se rebaja el gasto público se reduce la capacidad de crecimiento económico de una economía, y eso conlleva que habrá menos beneficios empresariales y menos consumo. Dado que como hemos visto antes los ingresos dependen de esas variables (beneficios y consumo) al final tenemos que los ingresos también caen. Así, aunque bajemos el gasto público lo que conseguiremos será deprimir la economía (que entrará en recesión) y por lo tanto también los ingresos públicos, lo que significa que la relación ingresos-gastos se mantendrá igual. O, lo que es lo mismo, tendremos los mismos problemas de deuda que antes de comenzar a rebajar el gasto pero, además de ello, a una población que en conjunto será más pobre (porque verá que los servicios públicos se deterioran, se pierden puestos de trabajo y caen los salarios).
Se necesita más gasto público, y más eficiente
En realidad, y aunque sea "contraintuitivo", lo que se requiere es precisamente más gasto público. Porque lo que se necesita es recuperar los ingresos, no rebajar los gastos, y eso puede hacerse bien subiendo los impuestos (medida recomendable y necesaria, como recordaremos) bien incrementando la recaudación vía beneficios y consumo. O, dicho de otra forma, lo que necesitamos es crecimiento económico. Aunque no de cualquier tipo.
Durante la crisis los economistas neoliberales proponen medidas aparentemente orientadas a facilitar que las empresas creen empleo. Para eso reducen los tipos de interés y facilitan préstamos baratos a los bancos, siempre con el objetivo de promover que las empresas se endeuden para que inviertan (contratando trabajadores y mejorando la capacidad productiva). Pero sucede que en un contexto de crisis todas esas medidas no funcionan debido a lo que se llama “trampa de liquidez”, y que se explica porque las empresas no quieren invertir porque saben que nadie va a comprar sus productos. Y como no pueden vender, lo que hacen es despedir trabajadores, y dado que esos trabajadores son también los consumidores de los productos de otras empresas, al final la economía profundiza su crisis. Es decir, por más facilidades monetarias que se den a bancos y empresas no se saldrá de la crisis en ningún momento.
Lo que se requiere, entonces, es que el Estado empuje la economía a través del gasto público y de lo que se llama el “multiplicador keynesiano”. Cuando el Estado gasta dinero, por ejemplo, en construir una carretera, lo que está haciendo es pagar sueldos a trabajadores que antes estaban en paro y pagar a empresas del sector que antes estaban desocupadas. Eso pondrá dinero en la economía, ya que esos trabajadores gastarán ese dinero en otras empresas, y esas otras empresas contrataran más trabajadores que a su vez gastarán también el dinero en más consumo, y así sucesivamente. Si el impulso inicial del gasto público está bien planificado y es suficientemente poderoso, se puede salir de la crisis. Y además eso permitirá que el Estado recaude mucho más y por lo tanto que sus ingresos crezcan. Ese crecimiento de los ingresos reducirá la brecha con los gastos e incluso podrá conseguir que sean superiores.
Lo que importa es, por supuesto, que el gasto público tenga sentido y esté programado. El llamado “Plan E” tuvo un efecto muy temporal porque la economía estaba atrapada en los restos de la burbuja inmobiliaria y el plan lo único que hizo fue intentar resucitar esos restos. Lo que se requiere, por el contrario, es planificar un programa de gasto público potente encaminado a cambiar el modelo productivo y promover sectores como las energías renovables y las nuevas tecnologías, teniendo presente también el reciclaje del sector de la construcción.
Es importante remarcar que no cualquier gasto público es bueno, y por eso es necesario incrementar la eficiencia de dicho gasto. Eso quiere decir que hay que iniciar programas destinados a mejorar la eficiencia en la administración pública, a racionalizar mejor el dinero público y también a perseguir todos los casos de corrupción y de privilegios desorbitados de la clase política (amén del gasto militar).
La recaudación de los ingresos
Si bien los gastos, como hemos dicho ya, deben ser eficientes y bien planificados (y no basados en el derroche), a su vez los ingresos deben ser suficientes y estar igualmente bien planificados.
Los impuestos no son todos iguales ni afectan a todos los sectores y personas por igual, de modo que cualquier modificación impositiva tendrá consecuencias variadas. Por eso conviene planificar un sistema de incentivos adecuado que organice qué tipo de impuestos y qué nivel de los mismos tienen que existir.
En unos momentos como los actuales, en los que la desigualdad se ha incrementado extraordinariamente y la financiación del Estado del Bienestar depende de facto de los ingresos de las clases medias (porque las grandes fortunas evaden impuestos en paraísos fiscales) se requieren medidas de choque.
Hay que incrementar los impuestos a las rentas altas, lo que significa incrementar los tipos impositivos y también crear nuevos tramos. Simultáneamente hay que incrementar los impuestos a las rentas del capital y a las empresas, amén de recuperar el impuesto de patrimonio. Pero todo eso será insuficiente si no se combate con firmeza el sistema financiero especulativo que permite la existencia de paraísos fiscales. En definitiva y sin ánimo de profundizar en un programa detallado, hay que incrementar los impuestos a las rentas altas (que consumen menos pero especulan más) sin modificar mucho la presión fiscal de las rentas populares. Eso permitirá incrementar los ingresos del Estado sin que el consumo privado se vea mermado.
Limitar por ley el gasto y la deuda es una aberración económica
Por todo lo expuesto debe quedar claro que limitar por ley el gasto es una verdadera barbaridad, que no sólo afecta al carácter democrático del sistema político (al restringir el margen de maniobra) sino también al propio funcionamiento del sistema económico.
Los déficit son necesarios y una herramienta “extra” en el ámbito económico. Es cierto que no pueden sostenerse indefinidamente, pero precisamente para combatir la crisis y los déficit crónicos es necesario que en determinadas fases del ciclo económico se incurra en déficit importantes. Y sin esa herramienta es más que evidente que no se podrá salir de la crisis.
Y en economías como la española, que tiene un gran déficit social respecto a los países de nuestro entorno, los déficit presupuestarios serán imprescindibles incluso en etapas de bonanza. Las infraestructuras públicas, los servicios educativos y sanitarios (hospitales, colegios, universidades, centros de investigación…) y en general la inversión a largo plazo necesaria no solo para el bienestar de los grupos de población de menos renta que no se podrían pagar los proporcionados por el mercado, sino también para que las empresas obtengan beneficios no se pueden pagar al contado. Sin endeudamiento es muy probable que no se puedan crear y al no crearse se perderán empleo y riqueza en el futuro.
¿Por qué se proponen entonces este tipo de medidas que van a ser tan negativas para el conjunto de la población?
Sencillamente porque favorecen al capital privado. Por un lado, menos posibilidades de financiar servicios públicos abrirá la puerta al negocio privado en salud, educación, servicios de dependencia… Y, por otro lado, todos ellos, serán financiados por los bancos privados.
Porque lo que pone de relieve el cinismo de la propuesta que hacen PP y PSOE es que limitar el endeudamiento del Estado para financiar la provisión de los bienes y servicios púbicos que se requieren para que haya suficiente y buena actividad económica y empleo, no va a evitar que haya más deuda. No la habrá pública pero sí privada como consecuencia de la financiación de los mercados, mucho menos eficiente además, y del mayor endeudamiento familiar como consecuencia de la pérdida de nivel de vida.
Obstáculos importantes
Para terminar debemos reconocer que España tiene dificultades añadidas porque está especialmente endeudada a nivel privado y porque tiene una camisa de fuerza muy incómoda en la Unión Europea. Para superar estas dificultades España necesita que la Unión Europea cambie su política de actuación y comience a desarrollar un programa similar al aquí apuntado pero en el marco de la Unión Europea. Además, ninguna de estas medidas será efectiva si no se regula masiva y estrictamente el sistema financiero internacional que sirve para que las grandes fortunas y las grandes empresas especulen sin fin a costa de las arcas públicas de todos los Estados y, por lo tanto, del bienestar de todos los ciudadanos. Eso supone establecer prohibiciones de prácticas como las operaciones a corto, operaciones al descubierto, el uso de instrumentos financieros altamente especulativos (como los hedge funds y los Credit Default Swap) y el establecimiento de controles de capitales en toda la Unión Europea.
En lo que a nivel privado se refiere, el endeudamiento privado puede resolverse promoviendo mayores ingresos (en este caso salarios). Por eso es necesario promover un pacto capital-trabajo basado en la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, en el "refortalecimiento" del poder de negociación de los trabajadores y en la regulación de los beneficios empresariales (para que se destinen a la creación de empleo). Entramos así de lleno en el mundo de la política y las relaciones de fuerza, lo que requerirá el uso de herramientas económicas como las nacionalizaciones para imponer las condiciones a los empresarios reticentes. Con un pacto capital-trabajo y con una estrategia de coordinación salarial a nivel europeo España puede superar su alto nivel de endeudamiento privado y acabar con los desequilibrios comerciales que arrastra desde hace tanto tiempo, y sin salir del euro.
Por el contrario, aplicando el recetario neoliberal del Partido Popular y del gobierno de Rodríguez Zapatero es completamente seguro de que nuestra economía se resentirá. Se crearán más oportunidades de beneficio para el capital privado y las clases más ricas pagarán menos impuestos aún, pudiendo adquirir sus servicios de bienestar en el mercado, pero las clases populares perderán cada vez más calidad de vida.
Bibliografía complementaria:
En Octubre la editorial Aguilar publicará un libro titulado “¡Hay Alternativas!” en el que Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón explican de forma pedagógica las causas últimas de la crisis y las medidas necesarias para salir de una forma justa y social.
Debe tenerse en cuenta que la medida en este artículo analizada fue una recomendación incluida en el llamado Pacto por el Euro, que dio lugar a las movilizaciones del 19 de junio promovidas por la plataforma Democracia Real Ya y los sindicatos. Por eso es recomendable leer el artículo de Juan Torres y Alberto Garzón (19-J. Contra el Pacto del Euro. ¡Democracia real en Europa ya!) en el que criticaban con detalle los argumentos esgrimidos por los economistas neoliberales. De una forma más genérica merece la pena leer los artículos de Juan Torres titulados ¿Por qué el 3% de déficit público y no el 2 o el 7? Mentiras y verdades sobre el déficit y la deuda, de 2010, y Pacto de Estabilidad y Estado del Bienestar: una nota sobre su dudosa credibilidad, de 2005.
En lo que se refiere al comportamiento de los mercados financieros es interesante leer la descripción que hace Alberto Garzón en ¿Qué son los mercados financieros y la especulación financiera? y las propuestas que existen para solucionar el problema de deuda pública y desactivar el chantaje de los mercados financieros en ¿Por qué debemos reestructurar la deuda pública y cómo hacerlo?. De forma paralela el papel de la desigualdad en el crecimiento económico queda explicado en “La importancia económica de la desigualdad” que se suma al estudio de la “Evolución de los Salarios en España (1978-2011)“, donde se puede comprobar que la desigualdad es la causa principal de la crisis que padecemos. De forma más general la página personal del profesor Vicenç Navarro
http://www.vnavarro.org Contiene gran cantidad de artículos que analizan la situación actual y en particular la importancia clave de la desigualdad.
Dado que este debate no está limitado solo a España, y ni siquiera a Europa, conviene leer también los documentos académicos escritos sobre la situación de Estados Unidos. Por eso recomendamos leer el artículo de Robert Pollin "U.S. Government Deficits and Debt Amid the Great Recession: What the Evidence Shows", el de James Crotty “The Great Austerity War: What Caused the Deficit Crisis and Who Should Pay to Fix It?“ y otro de Robert Pollin “Fighting Austerity and Reclaiming a Future for State and Local Governments“.
http://juantorreslopez.com/impertinencias/137-articulos-de-opinion-y-divulgacion-2011/2466-crisis-economicas-acuerdo-psoe-pp-sobre-la-deuda-un-pacto-que-perjudica-a-espana
Alemanes "acomodados" piden también un impuesto especial para los más ricos
Mientras, en España, Cospedal descarta más impuestos para ricos: “No es momento de demagogias” ha declarado.
Los 16 millonarios franceses que pidieron un "impuesto a los ricos" a mediados de la semana pasada tienen un correlato en Alemania, donde ya hace dos años que un grupo de personas "acomodadas" pidió un impuesto del 5% para los patrimonios que superen el medio millón de euros.
Lo pidieron 23 personas en 2009 en un manifiesto que puede firmar cualquiera que tenga más de esos 500.000 euros. Este impuesto especial a los mayores patrimonios sería limitado, hasta que se restablezca el equilibrio presupuestario en las finanzas públicas. Después de un par de años, el impuesto especial de patrimonio que piden estos ciudadanos se limitaría al 1% anual.
Tras el llamamiento francés, los medios han vuelto a fijarse en este manifiesto, que cuenta ahora mismo con unos 50 firmantes. Si se tiene en cuenta que en Alemania hay más de dos millones de hogares con un patrimonio superior a los 500.000 euros, la cifra no impresiona demasiado, pero impulsa un debate sobre la necesidad de gravar más a los ricos.
A diferencia del llamamiento francés o de la reciente petición en el mismo sentido del estadounidense Warren Buffett, los firmantes del manifiesto alemán son en su mayoría ciudadanos de clase media acomodada. Uno de sus portavoces es el psiquiatra berlinés Dieter Lehmkuhl, al que recientemente se ha sumado la Iglesia evangélica alemana. El Instituto Alemán de Investigación Económica DIW también propuso el pasado diciembre que se aplicaran medidas similares o que se recuperara temporalmente el impuesto de patrimonios, derogado en 1997 a instancias del Tribunal Constitucional.
El canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD) bajó durante su mandato el tipo máximo del IRPF del 53% al 42%. Su sucesora, Angela Merkel, subió el IVA al 19% para todos, pero unificó la tasa a los beneficios bursátiles en el 25%, independientemente de los ingresos totales del beneficiario. Son reformas fiscales que han redundado en beneficios para los mayores ingresos.
Desde que se suprimió el de patrimonio, la suma de todos los impuestos patrimoniales en Alemania únicamente reporta a las arcas públicas el 0,9% del PIB. Solo el 2,3% de los ingresos fiscales proviene de impuestos a los patrimonios -sucesiones, donaciones o propiedades-, según la OCDE. En EE UU este impuesto supone en cambio el 12,1% del total.
Los 16 millonarios franceses que pidieron un "impuesto a los ricos" a mediados de la semana pasada tienen un correlato en Alemania, donde ya hace dos años que un grupo de personas "acomodadas" pidió un impuesto del 5% para los patrimonios que superen el medio millón de euros.
Lo pidieron 23 personas en 2009 en un manifiesto que puede firmar cualquiera que tenga más de esos 500.000 euros. Este impuesto especial a los mayores patrimonios sería limitado, hasta que se restablezca el equilibrio presupuestario en las finanzas públicas. Después de un par de años, el impuesto especial de patrimonio que piden estos ciudadanos se limitaría al 1% anual.
Tras el llamamiento francés, los medios han vuelto a fijarse en este manifiesto, que cuenta ahora mismo con unos 50 firmantes. Si se tiene en cuenta que en Alemania hay más de dos millones de hogares con un patrimonio superior a los 500.000 euros, la cifra no impresiona demasiado, pero impulsa un debate sobre la necesidad de gravar más a los ricos.
A diferencia del llamamiento francés o de la reciente petición en el mismo sentido del estadounidense Warren Buffett, los firmantes del manifiesto alemán son en su mayoría ciudadanos de clase media acomodada. Uno de sus portavoces es el psiquiatra berlinés Dieter Lehmkuhl, al que recientemente se ha sumado la Iglesia evangélica alemana. El Instituto Alemán de Investigación Económica DIW también propuso el pasado diciembre que se aplicaran medidas similares o que se recuperara temporalmente el impuesto de patrimonios, derogado en 1997 a instancias del Tribunal Constitucional.
El canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD) bajó durante su mandato el tipo máximo del IRPF del 53% al 42%. Su sucesora, Angela Merkel, subió el IVA al 19% para todos, pero unificó la tasa a los beneficios bursátiles en el 25%, independientemente de los ingresos totales del beneficiario. Son reformas fiscales que han redundado en beneficios para los mayores ingresos.
Desde que se suprimió el de patrimonio, la suma de todos los impuestos patrimoniales en Alemania únicamente reporta a las arcas públicas el 0,9% del PIB. Solo el 2,3% de los ingresos fiscales proviene de impuestos a los patrimonios -sucesiones, donaciones o propiedades-, según la OCDE. En EE UU este impuesto supone en cambio el 12,1% del total.
J. GÓMEZ - Berlín - El País, 30/08/2011
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