viernes, 12 de agosto de 2022

_- Entrevista a George Mavrikos, exsecretario general de la Federación Sindical Mundial (y III) «El ‘fantasma’ de la clase obrera vuelve a recorrer el mundo entero y hace que la burguesía vea aún hoy, en sus pesadillas, las luchas obreras»

_- Traducción del griego realizada por Christoforos Giakoumelos.

La tercera (y última) parte de la entrevista aborda los pilares ideológocos básicos de la FSM así como la retirada de Mavrikos a posiciones de retaguardia en el movimiento obrero.

IV. Roma, punto final

12- -Ha terminado el 18º Congreso de la FSM y dejas la responsabilidad de la Secretaría General. Los problemas de las trabajadoras y trabajadores, ¿siguen siendo los mismos o han cambiado?

Las mismas causas que han dictado las posiciones de la FSM a lo largo de estos años para elevar el nivel de vida de la clase obrera siguen aquí presentes. La explotación del hombre por el hombre está aquí; el núcleo de la explotación capitalista, es decir, la extracción de plusvalía de la clase obrera está aquí; el sudor robado de nuestros hermanos de clase sigue terminando en los bolsillos de la burguesía; las guerras e intervenciones imperialistas siguen aquí. En resumen, las raíces de todos los problemas básicos para los trabajadores/as del orbe siguen intactas.

Incluso podría decir que en gran medida los términos en que la clase obrera mundial vende su fuerza de trabajo han empeorado no solo en los llamados países «en desarrollo» sino también en los grandes centros capitalistas donde la clase obrera tradicionalmente ha disfrutado de un estándar de vida relativamente mejor. Esto sucedía ya sea como resultado de luchas de clase serias y masivas, de una reivindicación continua, o como resultado de «concesiones» de la burguesía de estos países a sus trabajadores/as frente al sistema socialista para blindar su propio poder. A partir de 1991 se observa un «deshilamiento» sistemático -como les dije antes- de grandes logros de la clase obrera, que se produjo por el declive de la corriente clasista del movimiento sindical, el retroceso de las luchas, el dominio del reformismo y las ilusiones en gran parte de la clase obrera.

Con Evo Morales Ayma en Cochabamba, Bolivia, 2014
Por lo tanto, los problemas a los que se enfrenta la clase obrera en esta fase de decadencia final del sistema capitalista son aún más complejos, y aunque el núcleo de dichos problemas permanece invariable, su forma puede cambiar. Creo que un ejemplo típico de esto es la discusión sobre la llamada cuarta revolución industrial, que de hecho es un punto central de análisis en muchas discusiones sobre el futuro del trabajo y más allá. Se habla de automatización, desuso de fuerzas productivas, sustitución total del factor humano por las máquinas, etc.

Es sabido que las fuerzas productivas y el potencial productivo que de ellas se deriva son el resultado de un proceso interminable en el que tanto los medios de producción como el trabajo humano evolucionan progresivamente, en función de la explotación y perfeccionamiento de los conocimientos existentes de la humanidad, el saber hacer, la ciencia y la tecnología. Incluso bajo el capitalismo las fuerzas productivas no dejan de evolucionar. Y el conocimiento y el saber hacer humanos, así como los medios de producción más avanzados e innovadores (por ejemplo, la inteligencia artificial, de la que tanto se habla) son todos un proceso social en constante evolución. Las «nuevas» reflexiones sobre la relación de la clase obrera y la tecnología deberían iluminar la esencia del problema que es la contradicción entre el carácter social del conocimiento, los medios y técnicas de producción por un lado, y la propiedad individual de los medios de producción por el otro.

En otras palabras, el tema era y sigue siendo que los productos resultantes de este proceso que mencionamos están en manos de una pequeña minoría de la sociedad. Y al mismo tiempo que hay posibilidades para que la clase obrera trabaje menos, se informe y participe más en la vida política y social –para vivir mejor, para decirlo simplemente– ve que sus condiciones de vida se deterioran. Por lo tanto, cuando se habla de «nuevos problemas» de la clase obrera, quizás se olvida que problemas similares preocuparon al movimiento obrero también en otros períodos históricos. Seguro que recuerda a los luditas, ese movimiento en Inglaterra durante la revolución industrial en 1810-1812, que rompían máquinas y las tiraban a la calle porque creían que los culpables de su pobreza eran ellas y no sus patronos. Entonces, es una gran apuesta para la clase obrera moderna no caer en los errores del pasado, no sucumbir a un neo-ludismo.

El mismo análisis puede arrojar luz sobre otros nuevos fenómenos que agravan la difícil situación de la clase obrera en la actualidad, como el teletrabajo que se ha generalizado en el período de la pandemia. Y aquí queda claro que las nuevas tecnologías fueron nuevamente explotadas para exprimir todavía más a la clase obrera, para una mayor extracción de plusvalía. Por otro lado, no hay que subestimar los hechos; los sindicatos clasistas tenemos el deber de analizar la realidad con nuestras herramientas revolucionarias, para responder científicamente con base en los principios de nuestra cosmovisión a los nuevos fenómenos que la vida nunca dejará de dar a luz; siempre teniendo claro que sólo la abolición de la propiedad capitalista, la «expropiación de los expropiadores» acabará de una vez por todas con la barbarie capitalista que es la causa fundamental de estos problemas.

13– La FSM se autodenomina antiimperialista. ¿Cómo influye el imperialismo en el mundo laboral?

El antiimperialismo, la postura antiimperialista del movimiento clasista es parte de su ADN. No es solo una suposición teórica, no se trata de “una buena voluntad evangélica”. Se deriva de una visión y un análisis particulares del mundo y, al mismo tiempo, compromete a las fuerzas de clase con una actitud y acción particulares sobre una serie de cuestiones. Se puede decir que la lucha antiimperialista es un criterio para separar las fuerzas clasistas consecuentes de las reformistas. La posición de clase consecuente reconoce que la guerra imperialista es la continuación de la política imperialista por la vía militar, es decir, es la otra cara de la política del capital que golpea los logros de los trabajadores/as. De hecho, creo que la experiencia de la Primera y la Segunda Guerra Mundial es rica y útil. La propia FSM, como dijimos antes, nació como fruto de la acción antiimperialista de los trabajadores/as luego de la Gran Victoria Antifascista de los Pueblos en 1945.

En efecto, hoy, cuando la agresión imperialista y las rivalidades entre poderosos bloques imperialistas por el control y explotación de mercados, recursos naturales y rutas energéticas son aún mayores, la brutalidad imperialista genera más efectos negativos para los trabajadores/as: más políticas antiobreras y antipopulares, hambre, crisis alimentaria, pobreza, moderno tráfico de esclavos. ¿No obligan todos estos factores a al menos 71 millones de personas en todo el mundo -según los datos de la ONU- a abandonar sus hogares? Entre ellos hay unos 26 millones de refugiados y cada minuto se estima que 20 personas dejan todo atrás para escapar de la guerra, la persecución, el terror.

Consideremos específicamente qué sufrimientos han causado las rivalidades imperialistas a los pueblos de varios países: las sanciones impuestas por un campo imperialista contra el otro, ¿Qué consecuencias han tenido para los pueblos de Rusia, Venezuela, Irán, Bielorrusia, la República Popular Democrática de Corea, etc.? Especialmente cada guerra abierta, cada intervención abierta provocada por los intereses imperialistas, ¿Qué situaciones generó para los pueblos y trabajadores/as de estos países? En Libia, que quedó arrasada tras la intervención de la OTAN de 2011, en Yemen con la guerra sucia que se prolonga desde hace más de 7 años, en Afganistán, Irak, Siria, Yugoslavia… Gran parte de su población, civiles, perecieron en el conflicto mientras que millones se vieron obligados a abandonar su tierra natal.

En Madrid, en el Monumento de las Brigadas Internacionales, 2018
Los imperialistas redibujan las fronteras con la sangre de los pueblos para sus propios intereses geopolíticos; aplastan países en los que encontrarán un lucrativo terreno de explotación para sus monopolios cuando llegue la hora de la “reconstrucción”; al mismo tiempo generan a enteros “ejércitos de desesperados” que se crean a partir de refugiados e inmigrantes que servirán de reservas baratas para la producción capitalista. ¿Cuántas veces no hemos visto al capitalismo desde sus primeros pasos, cuando quiere aumentar la producción, explotar a los desarraigados como mano de obra barata en condiciones miserables y peligrosas de trabajo con salarios de hambre?

Pero el futuro que los imperialistas preparan para los pueblos parece todo menos halagüeño: La “Estrategia OTAN 2030”, la “Política Exterior y de Seguridad Común de la UE”, la “Brújula Estratégica para la Seguridad y la Defensa” y la “Global Gateway de la UE”, los planes de guerra y el enfoque del interés imperialista hacia la vasta región del Indo-Pacífico, el papel de QUAD (EE.UU.-Japón-Australia-India) y AUKUS (Australia, Reino Unido, EE.UU.), son planes que deberían preocupar a los trabajadores/as de todo el mundo. Al mismo tiempo, los «puntos calientes» se están multiplicando en una serie de países, mientras que la carrera armamentista ha batido todos los récords, ¡con 2,1 billones de dólares gastados para 2021!

Precisamente por eso, ante una realidad tan compleja, la lectura correcta del imperialismo es de enorme importancia para el quehacer y el accionar del propio movimiento sindical de clase. Porque realmente, si no se entienden las raíces económicas de este fenómeno, si no se tiene en cuenta su importancia política y social, no se puede dar un solo paso en el campo de la definición de las tareas prácticas del movimiento sindical. El análisis que limita el imperialismo, por ejemplo, a la política exterior agresiva de EE.UU. o de los poderosos estados de la UE y excluye a otros estados capitalistas, elimina el criterio básico, es decir, el dominio de los monopolios, la base económica del imperialismo. Este análisis se aferra a las relaciones desiguales formadas por el desarrollo desigual del sistema, justifica no solo a la burguesía de los estados que no están en la cúspide de la pirámide imperialista, sino también el papel de los estados burgueses que expresan sus intereses, convirtiendo así al movimiento obrero en una cola de la burguesía de cada país y conduciéndolo por caminos muy peligrosos. Estas posiciones forman la base del llamado «mundo multipolar», que se basa en la lógica de los monopolios y estados capitalistas «malos» y «buenos»; su criterio es la actitud de estos hacia los EE.UU. De este modo, dichas posiciones dejan de lado la esencia de los antagonismos imperialistas y llevan a movimientos obreros enteros a ponerse del lado de uno u otro centro imperialista. En definitiva, creo que esta línea es un callejón sin salida, causa un gran daño al movimiento obrero y es necesario intensificar aún más la lucha contra estas posiciones, combatir las ilusiones que ellas generan y darse cuenta de la importancia decisiva de los monopolios que constituyen la célula de la base económica del imperialismo, de la relación economía-política.

14– También es anticapitalista. En tu opinión, ¿el capitalismo está en decadencia o vive sus mejores momentos?

Tanto a nivel teórico como práctico, esta pregunta está indisolublemente ligada a la anterior. Es la propia teoría leninista del imperialismo la que prueba científicamente que el imperialismo, como fase superior del capitalismo, es la era de la decadencia final de un sistema que ya no tiene nada que ofrecer a la humanidad. En el capitalismo monopolista se agudizan todas las contradicciones que han caracterizado a la sociedad capitalista desde su nacimiento. El monopolio capitalista, aunque engendra «inevitablemente una tendencia al estancamiento y la decadencia», conduce al mismo tiempo a la más amplia socialización de la producción y es la mejor «preparación material», el último paso antes del derrocamiento revolucionario del capitalismo. En otras palabras, el dominio de las grandes empresas por acciones en la economía capitalista funciona como precursor de la nueva sociedad, como evidencia de la maduración de las condiciones materiales para la superación del capitalismo.

Todo lo que nos rodea atestigua que el capitalismo es incapaz de superar sus contradicciones. Todavía podemos decir que aún no ha superado las consecuencias de su crisis de los años 70 y aunque se encuentra en una prolongada decadencia, se niega a morir. Ciertamente los derrocamientos contrarrevolucionarios de los años 90 le dieron una extensión, un aliento de vida, con nuevos campos de ganancias, nuevos mercados «vírgenes» que habían permanecido fuera de la esfera económica capitalista durante más de medio siglo. La crisis global y sincronizada de 2008 sacudió al capitalismo y, con ocasión de la pandemia, la economía capitalista mundial ya está entrando en un nuevo ciclo de crisis, más profundo y más agudo, como lo admiten los propios análisis burgueses.

Por eso el capitalismo muestra cada día más su rostro reaccionario y envejecido así como su incapacidad para resolver cuestiones básicas de la supervivencia del pueblo. Mire el período de la pandemia, cuando cayó la «hoja de parra» de los poderosos estados capitalistas y se demostró que el rey está desnudo; cuando vimos colapsar los sistemas de salud de EE. UU., Italia, etc., pacientes muriendo en los pasillos de los hospitales, estados «aliados» robándose ventiladores y equipos médicos entre sí… Pero también por otro lado, ¿Qué mostró a continuación el curso de las vacunaciones? Cuando por ejemplo los estados africanos no tenían vacunas y sufrían una tasa de cobertura vacunal casi nula, ¿no se habla otra vez del fracaso del capitalismo? Sabe, esto me recuerda la gran frase de Fidel Castro: «Hablan del fracaso del socialismo, pero ¿Dónde está el éxito del capitalismo en África, Asia, América Latina?»

Véase incluso el ejemplo más reciente con la preocupación hipócrita de los burgueses sobre la crisis alimentaria mundial que «descubrieron» después de la guerra OTAN-Rusia en el territorio de Ucrania. Es un hecho que Ucrania y Rusia son grandes exportadores de cereales y fertilizantes (juntos representan alrededor del 30 % de las exportaciones mundiales de trigo y el 20 % de las exportaciones de maíz, mientras que Rusia representa el 14 % de las exportaciones mundiales de fertilizantes) y, por supuesto, las operaciones de guerra en suelo ucraniano, el bloqueo de los puertos ucranianos del Mar Negro, las sanciones euroatlánticas coordinadas contra Rusia y las contramedidas rusas tienen múltiples consecuencias en el crítico sector alimentario. Pero, paralelamente, se registra un aumento continuo en el número de personas hambrientas en todos los informes internacionales. En concreto, se afirma que «el número (de personas hambrientas) ha aumentado un 80 % desde 2016, cuando alrededor de 108 millones de personas en 48 países padecían inseguridad alimentaria aguda y necesitaban ayuda urgente», mientras que «el número (de hambrientos) casi se duplicó entre 2016 y 2021 tras pasar de 94 millones a 180 millones». Así que imaginen lo absurdo de un sistema que margina tan descaradamente las necesidades de las personas: al mismo tiempo que los magnates adinerados van al espacio en sus naves espaciales privadas, al mismo tiempo que las capacidades productivas han alcanzado niveles sin precedentes, la humanidad todavía está discutiendo si hay gente que tiene hambre. El capitalismo está respirando sus últimos alientos y esto me recuerda mucho a una frase del filósofo romano Cicerón cuando decía que “cuanto más cerca está la caída de un imperio, más absurdas son sus leyes”. En nuestro caso, cuanto mayor es el absurdo del sistema…

15– ¿Cómo se lucha desde el movimiento obrero de clase frente al fascismo?

Es un hecho que en las últimas décadas volvió a surgir la necesidad de una lucha antifascista de los sindicatos. El auge de la xenofobia, el racismo, el neonazismo, nutridos y crecidos por el dinero de la UE y los EE. UU. en el terreno fértil de la crisis, la indigencia, el empobrecimiento masivo y la desmasificación de los sindicatos, volvieron a poner en agenda el tema de la lucha antifascista a través de las filas sindicales.

La historia del movimiento de la clase obrera muestra que en períodos históricos en los que el capitalismo se siente amenazado, la burguesía tiene la capacidad de ser flexible en sus tácticas, de hacer aparecer a nuevos representantes políticos que los vende como algo “fresco”; asimismo, empuja al escenario político burgués fuerzas políticas que antes vegetaban en las tinieblas. El carácter del fascismo como fuerza política burguesa está claramente demostrado por la propia experiencia histórica, que no debe olvidarse. Después de asumir el poder gubernamental en Italia y Alemania, con el generoso apoyo del capital monopolista, el fascismo procedió a un apoyo multifacético de los intereses de los capitalistas, aplastando al movimiento obrero e intentando un derrocamiento armado contrarrevolucionario de la vanguardia del movimiento obrero mundial, del poder soviético.

Por otra parte, el movimiento, tanto en mi país como en el suyo, sabe muy bien por su experiencia histórica que la existencia del fascismo cumple otra función, menos evidente pero muy importante para el sistema: los partidos socialdemócratas se aprovechan del miedo a «ultraderechistas» para asegurar el apoyo a su propia política de gestión del sistema, presentándose así como el llamado «mal menor» para las capas populares. Después de todo, hemos visto este escenario decenas de veces en muchos países.

En el tercer Congreso de PAME, 2007
No obstante, en cuanto al fondo del asunto, todas las fuerzas fascistas son parte del sistema y en todas partes promueven activa y decisivamente los ejes principales de la estrategia burguesa para el desarrollo capitalista. Más generalmente, apoyan la dictadura del capital. Promueven la cooperación de clases en nombre del interés nacional único, oscurecen la contradicción capital-trabajo y pretenden aplastar el movimiento obrero al presentar las luchas y reivindicaciones laborales como responsables del alto desempleo. A lo largo de los años de la crisis, la fraudulenta retórica «anti-plutocrática» y «patriótica» de estas organizaciones pretende desorientar y atrapar el descontento popular, dejando en paz al verdadero enemigo, la burguesía, y proyectando como culpables a los inmigrantes, a ciertos especuladores y banqueros, etc.

Por eso la lucha del movimiento obrero contra las formaciones fascistas es una condición imprescindible para el contraataque obrero del que hablamos. Con esta perspectiva, el movimiento sindical de clase debe darse cuenta de que el fascismo es sinónimo de capitalismo, «carne de su carne» y su reserva de oro. Entonces, la auténtica lucha antifascista es también una lucha anticapitalista. Brecht lo había dicho característicamente en su texto: “Las cinco dificultades para decir la verdad”:

“Por lo tanto, ¿Cómo puede un opositor al fascismo decir la verdad sobre el fascismo cuando no quiere decir nada en contra del capitalismo que lo engendra? ¿Cómo puede esta verdad ser de importancia práctica?

Aquellos que están en contra del fascismo, sin estar en contra del capitalismo, que se lamentan de la barbarie originada por la barbarie, se parecen a aquellas personas, que quieren comer su ración de ternera, pero sin que haya que degollar la ternera. Quieren comer la ternera pero no ver la sangre. Se contentarán con que el carnicero se lave las manos antes de servirles la carne. No están en contra de las relaciones de propiedad que producen la barbarie, sólo en contra de la barbarie. Levantan su voz contra la barbarie, y lo hacen en países donde la propiedad es la misma, pero donde los carniceros todavía se lavan las manos antes de servirle la carne.”

Por lo tanto, cualquier enfoque que separe al fascismo del sistema que lo engendra está condenado al fracaso y a la bancarrota. Así, la lucha sindical que pone en su punto de mira el fascismo como teoría y como práctica al servicio del capital puede salir victoriosa.

Al mismo tiempo, pido disculpas por el largo paréntesis que voy a hacer, pero quiero resaltar un punto útil sobre algo que le quita impulso a la lucha sindical antifascista: la tolerancia hacia la socialdemocracia que históricamente ha alimentado o colaboró con el fascismo en muchas ocasiones. El fascismo no sólo comparte orígenes históricos, en gran medida, con la socialdemocracia, en el sentido de que muchos de sus principales líderes en el período de entreguerras procedían de la socialdemocracia (Mussolini – ex editor del periódico «Avanti», órgano central de los socialistas italianos, Piłsudski – ex líder del Partido Socialista Polaco, Mosley – ex ministro del segundo gobierno laborista de MacDonald); además, la ideología del fascismo deriva principalmente de la línea elaborada por la socialdemocracia. La ideología de la socialdemocracia fue realmente el caldo de cultivo del fascismo en el período de entreguerras. La socialdemocracia salió de la guerra con dos características claras: Primero, el alineamiento de cada partido con su propio Estado «nacional» -es decir, imperialista- y el rechazo a todo internacionalismo, excepto al más formal. En segundo lugar, la colaboración de clases en forma de alianza con el gobierno y de consenso sindical para ayudar a construir la prosperidad capitalista como condición necesaria para la prosperidad de la clase obrera. Se verá que estos principios básicos ya se aproximan a los principios básicos del «Nacionalsocialismo».

Después de la Primera Guerra Mundial, la socialdemocracia asumió dos tareas: Primero, derrotar la revolución de la clase obrera; segundo, ayudar a reconstruir la estructura dañada del capitalismo. La primera tarea llevó a la dirección socialdemócrata a una estrecha alianza con los círculos reaccionarios, militaristas y de la Guardia Blanca y la “entrenó” para asumir la responsabilidad gubernamental de exterminar a los trabajadores militantes. La segunda tarea de la reconstrucción capitalista, una vez cerrado el período de guerra civil directa, requería una colaboración cada vez más estrecha de la socialdemocracia y los sindicatos con el capitalismo monopolista.

Al mismo tiempo, la socialdemocracia históricamente ayudó tanto al fascismo en muchos casos a subir al poder, como a los elementos reaccionarios a aplastar la acción del movimiento obrero clasista. Consideremos el papel traidor de los líderes socialdemócratas alemanes en la revolución alemana de noviembre de 1918, cuando en connivencia con los grupos armados reaccionarios masacraron a los líderes del proletariado alemán Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo y aplastaron la revolución. Por tanto, el frente contra la socialdemocracia debe ocupar un papel preponderante en nuestra acción antifascista. La conclusión de Stalin de que “no se puede acabar con el capitalismo sin acabar con la ideología socialdemócrata en el movimiento obrero” no es una casualidad.

16– En los últimos años también ha renacido la lucha de la mujer por la igualdad de género y contra el sistema patriarcal. ¿La FSM ha estado a la altura de las circunstancias?

En los últimos años, y con motivo de la campaña de la OIT por la ratificación del Convenio 190 sobre la violencia y el acoso en el trabajo, se ha encendido una intensa conversación en torno a la “igualdad de género” y “el sistema patriarcal”. Entonces, algunas personas automáticamente se preguntaron ¿Qué papel tienen que jugar los sindicatos en esto? ¿Cuál podría ser su contribución a tal lucha?

Antes que nada, déjeme decirle que para la FSM no se abrió ningún nuevo debate; la lucha de la mujer trabajadora no “renació”, simplemente porque para nosotros la lucha por la igualdad de las mujeres, por la igualdad real entre los dos sexos, nunca murió. Para nosotros en la FSM, en el movimiento sindical de clase, el papel de la mujer trabajadora es fundamental. El papel de la mujer obrera en el proceso de trabajo, en los sindicatos, en la lucha política, puede dar fuerza adicional a las luchas populares del presente y el futuro. El movimiento sindical de clase siempre ha sostenido una posición firme y ha luchado constantemente por la igualdad de derechos de las trabajadoras, por la igualdad en el trabajo y todos los aspectos de la vida; luchó para acabar con la esclavitud y el tráfico de mujeres, por el derecho de las mujeres a votar, por su derecho a participar en los sindicatos, en los partidos políticos, por su presencia en cargos de gobiernos y estados así como por la participación de la mujer en las actividades sociales y culturales. Muchos de estos derechos se han hecho realidad en los países socialistas donde la mujer trabajadora tenía el estatus que le corresponde. Estos logros de las mujeres en la entonces Unión Soviética y el resto de los estados socialistas generaron la fuerza social y la presión para avanzar en ciertas conquistas también en los estados capitalistas. En estos últimos, por ejemplo, se retrasó significativamente la concesión del sufragio universal a las mujeres adultas, no porque fuera un elemento incompatible con el funcionamiento capitalista, sino porque la supervivencia del capitalismo se basa también en la movilización-integración de fuerzas reaccionarias precapitalistas, por ejemplo de los mecanismos de manipulación de las fuerzas populares que poseen las confesiones religiosas y sus estructuras eclesiásticas.

Desafortunadamente, después de los derrocamientos contrarrevolucionarios en el período 1989-1991 y el cambio de la correlación internacional de fuerzas, muchos de los derechos y logros de mujeres y hombres les fueron arrebatados. Hoy en todos los países capitalistas, la mujer trabajadora es objeto de implacable explotación. Ella trabaja mayormente a tiempo parcial, en trabajos temporales y desprotegidos. Está siendo remunerada menos que los hombres y accede a pensiones menores. La mujer trabajadora es la primera en convertirse en desempleada. En muchos países, la violencia contra la mujer está en aumento, la prostitución y las redes de tráfico se están extendiendo, la migración económica está separando a muchas madres de sus hijos y esposos. Las mujeres trabajadoras tienen hoy un derecho cada vez más limitado de acceso a la educación, la actividad cultural y el tiempo libre.

Así que hoy, atravesando la tercera década del siglo XXI, en muchos países estamos llegando al punto de ver una degradación social increíble de las mujeres, su dependencia de los hombres, percepciones y prácticas oscurantistas, violencia multifacética contra las mujeres proveniente de miembros masculinos de la familia, etc. La reacción al fenómeno anterior por parte de corrientes y movimientos feministas teóricos, principalmente desde países europeos y de EE. UU., a menudo se acompaña de una explicación equivocada del fenómeno: se interpreta como resultado de la globalización, es decir, la importación del capital y -por tanto- la expansión de las relaciones capitalistas que tienen un efecto de disolución sobre la comunidad agrícola (como principal unidad productiva del trabajo femenino); además, según estos planteamientos, dicho efecto se acompaña de la expansión de la violencia contra la mujer y el fortalecimiento del poder masculino; un régimen que caracterizan como “patriarcado”. Esta visión idealiza la situación anterior, aunque destaca correctamente la violencia capitalista, que por supuesto no solo se practica sobre las mujeres, sino también sobre los hombres. Y así, sobre esta base, exagera el papel del movimiento feminista e incluso lo desvincula del enfoque de clase, del movimiento obrero como portador de la lucha contra el capitalismo.

Al mismo tiempo, esta visión tiene como objetivo desorientar a la clase obrera, dividirla, incitar a las trabajadoras a luchar contra los trabajadores y viceversa. Además, oscurece el hecho de que no todas las mujeres tienen los mismos problemas, ocultando a menudo la raíz de clase del problema. Cuando hablamos de la «cuestión de género» nos referimos a la explotación adicional que las mujeres sufren en la sociedad como consecuencia de su género (es decir, estamos hablando de una combinación de discriminación social y de género). Estas discriminaciones tienen repercusiones mentales, culturales y morales, dado que las mujeres están impedidas de desarrollar sus habilidades plenamente y en total igualdad. Sin embargo, el núcleo del problema es que estos efectos negativos conciernen ante todo a las mujeres de la clase obrera, del campesinado pobre, de los estratos de cuentapropistas pobres. Por otro lado, las mujeres de la burguesía encuentran los medios y las posibilidades para resolver sus problemas.

Entonces la solución y la salida está en las luchas comunes de mujeres y hombres contra el sistema social que engendra la explotación del hombre por el hombre. Después de todo, el movimiento sindical clasista tiene la tarea de luchar por los pequeños y grandes problemas hasta la liberación final de nuestra clase. Esta fue también la brújula que siguió la FSM, con especial consideración y atención por la inclusión orgánica de la mujer en las luchas del movimiento sindical de clase, no como elemento decorativo, sino como parte integrante y condición del triunfo final del clase obrera.

Como FSM luchamos contra percepciones anacrónicas, peleamos por la creación de comités de mujeres en los sindicatos de base, organizamos congresos mundiales de mujeres trabajadoras, luchamos por la representación de nuestras hermanas de clase en los órganos directivos de los sindicatos, abrimos un frente contra los conceptos burgueses y reformistas sobre el papel del movimiento de mujeres, establecimos un Comité Mundial de mujeres trabajadoras. Siempre teniendo en cuenta que en las pancartas y las banderas de la FSM estaban escritas las reivindicaciones más progresistas, las posiciones más avanzadas para la emancipación sustancial de la mujer; en las «Cartas de Derechos Sindicales» de la FSM se han plasmado los anhelos, esperanzas y reivindicaciones de las mujeres de nuestra clase.

17– Patronal nacional e internacional, gobiernos burgueses, sindicatos amarillos y colaboracionistas… ¿no son muchos enemigos a los que enfrentar?

Le daré la vuelta a la pregunta y me preguntaré: ¿No hay demasiados enemigos que tienen que enfrentar la burguesía y sus mecanismos imperialistas? Considere los 250 millones de trabajadores que salieron en huelga a las calles de India en 2020 y paralizaron a ese enorme país, con los sindicatos, miembros y cuadros de la FSM en la primera línea de sus organizadores. Piense nuevamente en los 110 millones de miembros de la FSM en todo el mundo que viven, trabajan y luchan por el futuro de nuestra clase. Piense en las grandes luchas huelguísticas en Francia, Grecia, España, Turquía y tantos otros países. Si usted estuviera en la posición de los burgueses, ¿no tendría miedo de que su reino esté amenazado por la clase que ya abolió la explotación una vez históricamente?

En Ciudad de México, México, marcha del Frente Auténtico del Campo (FAC), 2017
Entonces la verdad es que los burgueses tienen miedo y por eso están tomando sus medidas. Por eso gastan millones en mecanismos represivos, en nuevas tecnologías de represión, en ONGs que corrompen conciencias. Por eso están promoviendo todo tipo de «Fundaciones Friedrich Ebert» que actuarán como “bomberos” para la “extinción” de las luchas clasistas. Por eso reescriben y falsifican la historia, por eso dividen a la clase obrera en las formas que hemos comentado, por eso apoyan a los sindicatos amarillos, por eso invierten en la propaganda de «nueva generación» con las redes sociales y “fake news”, es decir, la intervención híbrida de los nuevos mecanismos de represión ideológica. En otras palabras, el “fantasma” de la clase obrera vuelve a recorrer el mundo entero y hace que los burgueses pierdan el sueño y vean aún hoy en sus pesadillas las luchas obreras. La esperanza para la clase obrera mundial radica en las luchas que se dan y se desarrollan en todos los rincones del planeta sin cesar.

Por eso, como movimiento sindical de clase, somos optimistas sobre el futuro. Efectivamente, los enemigos que nos combaten son muchos y aparentemente son poderosos, armados hasta los dientes, con innumerables medios y mecanismos. Pero el futuro nos pertenece, el futuro pertenece a la clase que viene a abolir de una vez por todas la explotación. Y en esto nos ayuda nuestra brújula estable, sabiendo a dónde queremos ir. Porque queremos llevar lo verdaderamente nuevo que está naciendo hoy a cada huelga pequeña o grande, a cada manifestación pequeña o grande. Queremos una sociedad donde la prosperidad, la creatividad, la productividad y la solidaridad tomen el lugar de la podredumbre de las ganancias, las guerras imperialistas y la explotación del hombre por el hombre. Queremos la sociedad donde el pueblo trabajador tenga el poder, una sociedad donde la palabra «explotación» desaparezca de los diccionarios. Y sabemos que saldremos victoriosos.

V. La FSM del siglo XXI

18– -¿Cuál es tu valoración del 18º Congreso de Roma?

La FSM ha celebrado a lo largo de su historia los Congresos Sindicales Mundiales más grandiosos.

He participado en los Congresos 13, 14, 15, 16, 17 y 18. Todos los congresos han sido congresos de posiciones de búsqueda ideológica y social. A diferencia de los congresos de la CIOSL-CSI que son congresos de pelea por las poltronas, regateo, expectativas financieras, cúpulas y reparto de poder, en nuestros congresos las confrontaciones fueron y serán siempre sobre las cuestiones teóricas de cada época y cómo nuestras opciones teóricas e ideológicas serán aplicadas a nivel práctico.

Así que el 18o Congreso estuvo dominado, con base en la teoría marxista, por el análisis del mundo contemporáneo y las tareas prácticas que de él se derivan, con el objetivo de defender a los trabajadores y fortalecer la percepción de clase en las bases sindicales.

18º Congreso de la FSM en Roma, mayo de 2022
Entonces, el principal logro del 18º Congreso es que discutimos, decidimos y votamos el importante texto “Prioridades 2022-2027”, bajo el título «Declaración de Roma». Este documento es un logro.

El otro aspecto importante de este Congreso es que, si bien fue un congreso ordinario, en realidad tuvo las características de un congreso extraordinario. Las restricciones a los vuelos internacionales, los estrictos protocolos sanitarios de todos los países y los millones de la gente sencilla que perdieron la vida en la pandemia del coronavirus, nos obligaron a limitar los delegados a 450; algunos de ellos hablaron virtualmente y muchos participaron en las votaciones por internet.

Así que entre tales y tantas limitaciones logramos celebrar un congreso militante, democrático y unitario.

El tercer elemento del 18º Congreso es que, por primera vez en muchas décadas, hemos tenido un cambio suave de liderazgo. La elección del nuevo Secretario General se llevó a cabo por votación secreta reuniendo al 92% de los votantes. Es deber de todos nosotros apoyar la línea militante y al nuevo liderazgo.

Personalmente, siento la necesidad de hacer un llamado a todos los cuadros de la FSM en todos los niveles para que apoyen los principios de la línea clasista y ayuden al nuevo Secretario General. Y en esta ocasión quiero explicar que por supuesto asumo la responsabilidad, ya que fue mi idea y decisión proponer al camarada Pambis Kyritsis como candidato a este cargo en particular. Algunos de mis queridos camaradas han formulado críticas y han dicho que el nuevo Secretario General es de un país pequeño y de un sindicato pequeño. Les he explicado y testifico ahora y públicamente que durante los últimos siete años he discutido y propuesto a personas específicamente de grandes sindicatos en Asia, África y Europa. Por sus propias razones, estos sindicatos respondieron negativamente.

Sin embargo, además de la elección de un nuevo secretario general, también tuvimos la elección de muchos nuevos cuadros, la mayoría de los cuales también son jóvenes en edad. Y además contamos nuevamente con la presencia de una mujer en el Secretariado.

Todo lo mencionado anteriormente, todo junto de forma acumulativa, demuestra que en circunstancias extraordinarias, con trabajo colectivo, laboriosidad y perseverancia, logramos las metas del 18o Congreso. El mérito de este éxito es también para los miembros, amigos y líderes de la USB Italia, quienes fueron excelentes anfitriones.

19– -¿Cuáles son los mayores retos para la nueva dirección de la FSM?

Los retos y las nuevas necesidades nunca se detienen. La guía son los documentos votados en Roma y al mismo tiempo todo lo nuevo que traen los acontecimientos y la vida.

Una constante para los sindicatos militantes son siempre las reivindicaciones y los derechos salariales, de seguridad social, pensión y trabajo de los empleados. Las guerras imperialistas y las rivalidades intra-imperialistas también son cuestiones clave; ciertamente, también lo son los problemas de la vida, el medio ambiente, la civilización y la cultura. Personalmente creo que el problema que se agravará para las próximas generaciones de trabajadores es la restricción drástica de las libertades democráticas y sindicales. Que suene fuerte la campana de alerta, que se lance una convocatoria de reagrupamiento, una invitación general a luchar por la defensa y ampliación de las libertades democráticas, el respeto a la vida privada, la personalidad y las características específicas de cada uno.

Confío en los afiliados/as y amigos/as de la FSM que pueden estar a la altura de estos retos porque hay una sensibilidad desarrollada y un interés genuino por todos los problemas contemporáneos; al mismo tiempo tenemos muy buenas elaboraciones, por ejemplo sobre el agua y los mantos acuíferos, sobre el entorno de trabajo y las necesidades modernas, en la cuestión alimentaria, las cuestiones culturales como la necesidad de devolver los bienes culturales robados a sus países de origen, como también la cuestión cultural de proteger las lenguas originarias y los dialectos particulares. Para cualquier nuevo liderazgo al hacerse cargo de una organización sindical de masas tan grande, hay tres posibilidades principales:

Primero, desarrollar y fortalecer aún más las características cualitativas y cuantitativas de la organización. Segundo, entrar en un período de estancamiento y tercero, retroceder y recular.

La FSM cuenta con militantes dignos en todos los niveles y todos trabajaremos juntos para fortalecer la FSM; por un refuerzo y fortalecimiento numérico y cuantitativo, pero a la vez cualitativo. En los últimos 20 años, además de la mejora cuantitativa, que también es necesaria, se ganaron batallas cualitativas esenciales, como este gran reagrupamiento basado en los principios de la lucha de clases, el rechazo a las teorías de la colaboración de clases, como la postura audaz y valiente dentro de las organizaciones internacionales, como la conquista de un mejor nivel de funcionamiento democrático, como el desenmascaramiento ideológico abierto del papel de la CIOSL-CSI, la CES y sus grupos burocráticos directivos, como nuestros análisis y posiciones sobre las llamadas ONG, la aristocracia obrera, los problemas sociales de corrupción dentro de los sindicatos y mucho más.

En mi opinión esta cualidad trajo masificación, orgullo y satisfacción a nuestros afiliados y cuadros. Por último, permítanme señalar un riesgo existente. Debido a que la pobreza, el desempleo, el trabajo no declarado, etc. están creciendo y entrando -con razón- en el frente de la acción diaria, se necesita vigilancia para que los sindicatos no se queden atrapados simplemente en lo cotidiano. Nuestra pelea y la lucha de clases deben tener siempre en primer plano la lucha por la emancipación de los trabajadores/as, por su liberación de la esclavitud capitalista. Muchas veces el estrés diario magnifica y absolutiza el presente y oculta por completo de los ojos de los trabajadores/as el necesario futuro. En este caso los sindicatos se convierten en cogestores del sistema y entonces los riesgos para los intereses de los trabajadores/as y para la misión de los sindicatos crecen, se engrosan.

20– -¿Cuál será el papel de Mavrikos de ahora en adelante?

Había anunciado públicamente que no volvería a ser candidato a secretario general. Expliqué esto desde el podio del 17o Congreso en Durban, Sudáfrica, frente a todos los delegados/as del Congreso. Pido la comprensión de todos aquellos compañeros/as y camaradas que recogieron firmas y lanzaron campañas para que me quede. Quienes me conocen personalmente sabían que el anuncio que había hecho en Durban era producto de realismo, reflexión y conciencia.

En mis más de 50 años de participación en las luchas sociales, he argumentado que los líderes deben irse a tiempo, destacar a nuevos líderes y no dejar que el tiempo y la edad los derroten. Siempre he apoyado esto con palabras y ahora es el momento de apoyarlo con el ejemplo personal. En mi discurso final en el 18º Congreso, expliqué este tema con más detalle.

Me había preparado psicológica, emocional y políticamente para este cambio en mi vida. Estaba listo. No me sorprendió, aunque el cambio en la forma de “operación” diaria es grande. Los hábitos de medio siglo no se revierten fácilmente.

Por supuesto, no “me iré a casa”, no voy a “irme de juerga”. Conscientemente tomo mi lugar en la “retaguardia” como un simple soldado, pero teniendo el arma al alcance de la mano. Ya he estado en conversaciones con militantes de la FSM de todos los continentes durante los últimos años y nos gustaría ayudar a los militantes más jóvenes con seminarios teóricos, ideológicos, sindicales y de formación sindical; no hacernos los profesores sino ayudar auxiliarmente como lo hace la “logística” en el ejército.

21– ¿De Roma a Esciros?

Esciros es el lugar donde nací. Donde se formó mi carácter. Allí están mis recuerdos de infancia y juventud. Allí está la tumba de todos mis antepasados, mis padres y mi esposa. Nunca olvidé a Esciros y mis raíces. Estoy apegado a su gente, a sus vidas y luchas, a sus tradiciones culturales, usos y costumbres. Traté de nunca estar ausente de los eventos y necesidades de la isla y siempre estaba en Esciros en la primera oportunidad. Sucedió que estaba viajando desde Nueva Delhi, India a Atenas y al aterrizar el avión en Atenas directamente desde el aeropuerto partí hacia la isla. E incluso hablé, di un discurso a una reunión de isleños por teléfono, mientras estaba en Sudáfrica.

Esciros, 2017
Esciros me ha devuelto mil veces el amor que tengo por ella y su gente. Me conmovió mucho cuando en uno de mis discursos como diputado del parlamento griego hablé sobre las reivindicaciones de los criadores de Esciros y los cientos de residentes que se habían reunido para ver mi discurso por televisión levantaron a mi madre en sus brazos, la abrazaban y la besaban. Tales expresiones de agradecimiento no fueron pocas.

Una de las razones por las que pronuncié mis dos últimos discursos en el Congreso de Roma en griego, fue también porque mis compatriotas de la isla me lo habían pedido y algunos amigos allí vieron virtualmente mi último discurso de despedida. De vuelta de Roma pasé dos días en la isla y en una semana me iré a quedar dos meses. Me siento extraño por quedarme allí durante 60 días. Mis visitas eran siempre de 5, 10 o 20 días como máximo. La última vez que pasé dos meses en la isla fue en 1971, ¡es decir, hace 50 años!

Mis amigos, familiares y antiguos compañeros de escuela se están preparando para organizar lo que dicen que es el balance final; me dicen que tengo que dar un informe ante ellos de lo que he hecho todos estos años. Y sé que todos son amables conmigo pero estrictos. Todos nos conocimos “en las buenas y en las malas”, como solemos decir en Grecia. Nadie puede engañar a nadie.

Mi juez más estricto en los 8 años que fui diputado fue mi madre. Dos o tres veces por semana me llamaba para quejarse de las pensiones agrícolas, de los aumentos de precios, del costo de los insumos agrícolas, de la necesidad de que el Ministerio de Salud enviara un segundo médico rural a la isla, etc. Lamentablemente, ahora que mi hijo está en Esciros como médico rural, ella ha fallecido.

El 1 de mayo de 1999 murió mi padre a la edad de 88 años. Antes de morir me pidió que no vendiera las 30 cabras que tenía. Mis hermanos y yo hemos respetado su deseo. Así que ahora tengo que cuidar también de las cabras de alguna manera. Mis familiares tienen razón en quejarse. Llevan tantos años cuidándolas, ¡ahora me tocará a mí! Incluso como ayudante…

Así que hasta el 4 de septiembre estaré en Esciros; estaré en contacto con otros compañeros para preparar algunos seminarios sindicales internacionales para la formación sindical de forma gratuita; seguiré practicando el tiro deportivo en las montañas de Esciros y en otoño quizás vuelva a solicitar una visa a los Estados Unidos. Tengo un hermano inmigrante en EEUU, no lo he visto desde hace muchos años y como nos vamos haciendo mayores me gustaría verlo.

En conclusión, estoy feliz y soy afortunado de tener la oportunidad de estar en mi tierra más a menudo. Me siento afortunado de estar vivo aunque sea por casualidad, ya que nunca podría haber regresado a mi tierra si, por ejemplo, en 2012, los pasajeros del avión que, tras una explosión, tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Teherán no hubiéramos tenido tanta suerte; o en 2003, cuando el ejército israelí me arrestó junto con otros 8 queridos camaradas y nos mantuvo parados en un arroyo con las manos en alto toda la noche, apuntándonos con láseres a la cabeza; o incluso en 2007, si no hubiéramos evitado por casualidad la explosión de una bomba paramilitar en Bogotá, Colombia, porque llegamos unos minutos tarde a un lugar de reunión con líderes del movimiento clasista colombiano, las cosas hubieran sido diferentes. Entonces por todas estas razones me siento afortunado, sobre todo porque de nuestro lado, en las luchas, algunos dieron hasta la vida; de su muerte aprendimos que el revolucionario debe estar dispuesto a sacrificar su vida en el próximo minuto por la lucha y al mismo tiempo planificar y planear las luchas del futuro como si aún le quedaran dos vidas más por vivir. 

Leer la primera parte de la entrevista a George Mavrikos: 

Leer la segunda parte de la entrevista a George Mavrikos: 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 11 de agosto de 2022

_- Entrevista a Rafael Poch de Feliu

_- ¿Quién tiene la culpa de la guerra en Ucrania?
Rusia se lleva la máxima condena por haber desencadenado la invasión en febrero, violando la integridad territorial de Ucrania con un discurso de su presidente que de hecho niega la soberanía de ese país considerado “artificial”. La oposición liberal rusa y el establishment occidental afirman que el motivo es que el régimen ruso busca consolidarse en el orden interno con lo que creía iba a ser una “corta guerra victoriosa”. Tiene sentido, pero esta versión silencia por completo los antecedentes de la invasión: más de veinticinco años ignorando los intereses de seguridad de Rusia y construyendo un esquema de seguridad europeo sin Rusia y contra Rusia. En diciembre Moscú presentó una lista de puntos para corregir eso advirtiendo de que si no se le hacía caso se tomarían “medidas militares”. Estados Unidos y la OTAN no hicieron caso y aceptaron el escenario bélico.

La responsabilidad del gobierno de Ucrania tiene que ver con su llegada al poder en 2014. Aquella mezcla de revuelta popular de un sector de la sociedad y de operación de cambio de régimen auspiciada por Estados Unidos y la Unión Europea, rompió el equilibrio entre las dos identidades nacionales que hasta entonces convivían democráticamente en el país, alternándose en su gobierno. Tomó el poder el nacionalismo ucraniano dominante en Ucrania occidental, furibundamente anti-ruso y decidido a imponer una identidad nacional contra Rusia y pro OTAN. Eso tenía consecuencias en el uso de la lengua rusa, que era la predominante en el país, y en la versión del pasado como una sucesión de desastres responsabilidad de los rusos. Ni la gran minoría rusa del país, ni otras minorías nacionales, ni la mayoría ruso-parlante del Este del país, aceptaron esa imposición, lo que dio lugar a diversos niveles de protestas contra el nuevo orden. En algunos lugares, como Járkov, se reprimieron con poca violencia, en otros con mucha violencia, por ejemplo en Odesa y Mariúpol, con grandes manifestaciones y muertos, y en otros se produjo un levantamiento armado, el caso del Donbás, al que el gobierno de Kíev respondió lanzando una “operación antiterrorista” que ha durado ocho años y ocasionado 14.000 muertos en los dos bandos, con la mayoría de las víctimas civiles en poblaciones contrarias al gobierno de Kiev. En ese clima de guerra civil, Rusia se anexionó Crimea, el territorio más disconforme y rusófilo de Ucrania. Fue la maniobra de consolación de Moscú ante el serio revés de la pérdida de Ucrania. Desde entonces la OTAN ha estado armando a Ucrania para una revancha militar contra Rusia. Sin estar Ucrania en la OTAN, la OTAN si estaba en Ucrania y entre otras cosas formó a 80.000 soldados ucranianos entre 2015 y 2020. Kíev aprobó también una nueva doctrina militar que preveía la reconquista de Crimea y en septiembre de 2021 se firmó una alianza con Estados Unidos sobre ese guion. Así que cuando Putin dice que “el ataque contra Crimea y el Donbás era solo una cuestión de tiempo”, el asunto parece tener fundamento. Son, podríamos decir, las circunstancias del crimen de Rusia en Ucrania.

La Unión Europea es responsable por haberse negado a incluir a Rusia en el acuerdo económico que propuso a Ucrania en 2013 de forma excluyente, pese a que el 40% del comercio ucraniano era con Rusia. El rechazo de aquel acuerdo desencadenó la revuelta contra el gobierno ucraniano, tan corrupto y oligárquico como el que le sucedió (por eso digo que lo de 2014 fue una “revolución fallida”), pero que solo se diferenciaba en la disciplina exterior. Azuzada por los bálticos y los polacos, estrictamente alineados con Estados Unidos, la Unión Europea ha sido incapaz de formular una política autónoma. En 2008 se invitó formalmente a Ucrania a adherirse a la OTAN cuando solo el 20% de los ucranianos deseaban tal adhesión, frente a un 35% que prefería una alianza militar con Rusia y otro 30% la neutralidad. Después de 2014 Francia y Alemania dejaron languidecer los acuerdos de Minsk para una solución pacifica de la guerra civil en el Donbás, acuerdos que Estados Unidos rechazaba, y, como consecuencia, también Kíev, que los había suscrito... Así que aunque los niveles de responsabilidad de cada uno de los participantes sean diferentes y puedan ser objeto de discusión, no veo parte inocente en este conflicto más allá de la sufrida población civil.

¿Qué consecuencias puede tener esta guerra para Rusia?
No veo desenlace positivo alguno para Rusia. Las cosas pueden ir mal o muy mal para Moscú. En la mejor de las suposiciones, si Rusia consigue imponerse militarmente en todo el sureste de Ucrania, llegando hasta Odesa y dejando a Ucrania sin acceso al mar Negro, lo que es mucho suponer, el resultado no será estable. La incorporación de más territorios a Rusia —estoy pensando en la región de Jersón— o la organización de administraciones rusófilas será contestada. Por pequeña que sea, cualquier resistencia armada obligará a esas administraciones a ejercer la represión.

Por otro lado, todo lo que Rusia buscaba; alejar las infraestructuras y fronteras de la OTAN de su territorio, desmilitarización de Ucrania, rebajar la hostilidad hacia Rusia del gobierno ucraniano y mermar la influencia de la extrema derecha en él (lo que llaman “desnazificación”), todo eso ha empeorado. Está claro que lo que quede de Ucrania será aún más hostil a Rusia que lo que había. Finlandia aporta 1.300 kilómetros más de frontera directa con la OTAN. Si todo eso es un desastre, el desprestigio sin precedentes de Rusia en Occidente y la revigorización de aquella OTAN en “muerte cerebral” (Macron dixit), aún lo es más.

Las sanciones contra Rusia no tienen precedentes para un país tan grande e importante y le harán mucho daño, pero no creo que la dobleguen. Los casos de Cuba, Corea del Norte e Irán, sugieren que las sanciones hacen daño pero no doblegan. Y lo peor es que no están enfocadas a una negociación, sino que son incondicionales. La presidenta de la Comisión Europea, la incompetente y acérrima atlantista Ursula von der Leyen, ha dicho que el objetivo de las sanciones es, “desmantelar, paso a paso, la potencia industrial de Rusia”. Occidente quiere un cambio de régimen en Rusia y lo va a obtener. No porque vaya a saltar Putin, su apoyo popular es del 70% aunque puede ser efímero, sino porque el régimen ruso se va a endurecer, reformulando definitivamente sus alianzas internacionales. Las sanciones van a cambiar la vida de la clase media rusa, cierto consenso de la juventud con el Kremlin hacia la tesis de que esta guerra es una respuesta del país a una “amenaza existencial”, la reacción a la inusitada rusofobia imperante en Europa, todo eso, transformará la vida y la mentalidad de muchos rusos en una dirección muy negativa. Ese va a ser el verdadero cambio de régimen a medio plazo. Resumiendo, Rusia ha perdido Ucrania definitivamente y, seguramente, a más largo plazo, estamos asistiendo al principio del fin de Putin.

¿Cómo puede quedar la Unión Europea después de todo esto?
Mucho más sometida a Estados Unidos en política exterior y de defensa. La UE mantenía un fluido comercio energético con Rusia, era el principal socio comercial de China y la OTAN se encontraba en “muerte cerebral”. Ahora todo eso se ha revertido gracias a la guerra. Asistimos al fin de los propósitos integradores de Rusia en Alemania, así como a lo que quedaba de la voluntad francesa de una mayor autonomía exterior y militar europea. Se consolida un eje de los vasallos de Estados Unidos en Europa, con Inglaterra, los bálticos, Polonia, etc., alternativo a los tímidos impulsos autonomistas franco-alemanes. Como resultado, una Unión Europea subalterna de la OTAN, perjudicada por sus propias sanciones contra Rusia y mucho más implicada en la presión geopolítica de Washington contra China. Por primera vez, la primera visita asiática del canciller alemán no ha sido a China, principal socio comercial de la UE, sino a Japón. Ahora, en junio, la OTAN va a incorporar definitivamente preparativos militares de guerra contra China en su “nuevo concepto estratégico” que se aprobará en la cumbre de Madrid.

¿Qué puede decir de la actitud de China?
Cuando firmaron en febrero su gran acuerdo “sin límites” con Rusia, encaminado a contener la influencia de EE. UU., los chinos no sabían que Putin preparaba una invasión de Ucrania. Ante la situación creada, Pekín ha subrayado el respeto a la soberanía e integridad de Ucrania y al mismo tiempo se opone a la “seguridad contra Rusia y a expensas de Rusia” que se ha instalado en Europa. Su viceministro de exteriores, Le Yucheng ha dicho que “la OTAN debería haber respetado su promesa de no expandirse al Este” y que “los países pequeños no deben ser usados como peones por los grandes”. En la ONU se ha abstenido y no apoya los vetos a Rusia, sin reconocer por ello los referéndums de Crimea y Donbás, por miedo a que algún día haya un referéndum parecido en Taiwán que se vuelva contra ella.

China no ha cedido a las presiones europeas de sumarse a las sanciones contra Rusia que la UE le exigió en la tensa cumbre del pasado 1 de abril. La presentadora de televisión china Liu Xin resumió así la petición de Estados Unidos y la Unión Europea: “ayúdame a luchar contra tu socio ruso para que luego pueda concentrarme mejor contra ti”. Un mes después de aquella cumbre, el presidente Xi Jinping le dijo al canciller Olaf Scholz que “la seguridad europea debe estar en manos de los europeos”, un apremio a que se emancipe de una vez.

El castigo occidental a Rusia es un espejo para China, pero China es otra cosa. Tiene una economía diez veces mayor que la rusa, pero menos autosuficiente y fuertemente integrada con el resto del mundo. Las sanciones pueden hacerle mucho más daño, pero también dañarían a quienes las impongan y a los 120 países que mantienen intensas relaciones comerciales con ella. Sería una conmoción mundial. China dispone de las mayores reservas en divisas del mundo: 3,25 billones de dólares, gran parte de ellas almacenadas en Estados Unidos y la UE. Se las pueden confiscar, como han hecho con los 300.000 millones de los rusos, pero ¿con qué consecuencias? En veinte años las reservas chinas en dólares se han reducido preventivamente del 79% al 60% del total, pero no es fácil reducir rápidamente el monto de las reservas en dólares ni construir sistemas de pagos alternativos fuera del alcance de las sanciones occidentales. Con todas estas incógnitas sin despejar, se constata la escalada militar occidental alrededor de Taiwán. Todo muy preocupante.

¿Hay posibilidades de negociación de paz a un plazo razonable en Ucrania, o la guerra va para largo?
Para ello debería haber interés y claridad militar. Rusia solo negociará cuando alcance un mínimo de objetivos en el campo de batalla, por ejemplo el control total del Donbás, del que ya no está tan lejos. Estados Unidos y la Unión Europea de momento prefieren poner los esfuerzos en sangrar a Rusia en una larga guerra de desgaste. La ayuda estadounidense de 53.000 millones a Ucrania, equivalente casi al presupuesto militar ruso, lanza una señal inequívoca al respecto. El gobierno ucraniano, que ahora mismo está siendo derrotado en toda regla en Ucrania oriental, no puede negociar sin ser acusado de traición por la ultraderecha nacionalista. O sea, de momento tenemos varios meses de guerra garantizados por delante.

Se está responsabilizando a Rusia de agravar la frágil situación alimentaria de muchos países del sur al impedir la exportación de grano ucraniano por el bloqueo militar de los puertos del mar Negro.

Rusia y Ucrania suministran el 30% de la exportación global de trigo. Ambas son también grandes exportadoras de cebada, maíz, semillas de girasol y aceite de girasol. Gran parte de esa exportación va al sur, en Asia, Oriente Medio, África del Norte y subsahariana, donde se localizan algunos de los países más pobres del mundo, que ya estaban al límite por los efectos de las subidas de precios, los estreses producidos por la pandemia y las habituales lacras; guerra, corrupción, desigualdad, mala administración… Desde la OTAN se dice que el bloqueo ruso de los puertos ucranianos es el motivo del aumento cuantitativo del hambre que pronostica el Programa Alimentario de la ONU: 47 millones más de hambrientos, pasando su número total de los 276 millones de este año a 323 millones. Pero Rusia exporta mucho más que Ucrania: el 20% del trigo, harinas y derivados, frente al 8,5% de Ucrania. Por eso, lo que no dice la OTAN, la UE y EE. UU. —y con ellos el grueso de nuestros medios de comunicación— es que en la génesis de ese peligro las sanciones occidentales contra Rusia son mucho más significativas que el bloqueo ruso de puertos ucranianos.

Las sanciones impiden la exportación del grano ruso. Los barcos no pueden acceder al puerto ruso de Novorosiisk, en la costa oriental del mar Negro, desde el que se exporta el 50% del grano ruso, porque las compañías de seguros no cubren el tráfico de esos barcos y los que llevan bandera rusa no pueden usar las infraestructuras portuarias en Occidente. Además, Rusia no puede cobrar ese comercio de grano, porque los sistemas de pago están bloqueados y los bancos internacionales cerrados para su actividad. Un segundo aspecto por el que las sanciones agravan la situación tiene que ver con los fertilizantes. Su precio se ha incrementado a causa del aumento del precio del gas con el que se producen. Rusia y Bielorrusia son el primer y el sexto productor mundial de ellos, respectivamente. Juntas representan el 20% de la producción global. Y ambas están sometidas a sanciones.

Así que no puede decirse, como afirman la UE/OTAN y EE. UU., que el responsable sea Rusia, o solo Rusia.

Es más exacto decir que las sanciones occidentales contra su adversario geopolítico en este conflicto son un factor de incremento del hambre más importante que el bloqueo de los puertos ucranianos. Pese a eso, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen —de nuevo este funesto personaje—, dijo el 24 de mayo en Davos que “Rusia está bombardeando silos en Ucrania, bloqueando barcos cargueros ucranianos llenos de trigo y girasol y acaparando su propia exportación de alimentos como una forma de chantaje. Eso es usar el hambre y el grano como recurso de poder”. La ministra de exteriores canadiense, Mélanie Joly, ha dicho que “debemos garantizar que esos cereales se envían al mundo, de lo contrario millones de personas pasarán hambre”. Si tanto les preocupa el hambre, deberían empezar por replantearse sus sanciones…

Lo que en realidad se abre paso con estas declaraciones es una campaña para romper militarmente con barcos de guerra el bloqueo ruso de la costa ucraniana, alegando “catástrofe humanitaria”. Es decir, de nuevo el conocido recurso de la “catástrofe humanitaria” para promocionar una escalada militar.

¿Cómo ve esta guerra en el marco del mundo actual?
Siempre digo que es una dramática pérdida de tiempo. Los problemas del siglo, en primer lugar el calentamiento global, no son estáticos, sino que se incrementan con el tiempo si no se afrontan. En lugar de movilizar a sus sociedades para afrontar los retos del siglo y la preservación del planeta, las elites las están movilizando para la lucha contra sus rivales geopolíticos. La consecuencia será que el incremento de la temperatura supere los dos grados este siglo, lo que anuncia grandes catástrofes Todo eso se está gestando ahora con las actuales guerras, por lo que es una dramática pérdida de tiempo.

[Fuente: Pasos a la Izquierda]

miércoles, 10 de agosto de 2022

Qué va, si es mi amigo

El día 20 de julio se celebra en algunos países el Día del Amigo. Recibo en esa fecha felicitaciones, desde Argentina especialmente, y desde otros países de América Latina. Me parece una hermosa iniciativa celebrar la amistad. Porque la amistad es, a mi juicio, una de las columnas que sostienen este mundo nuestro.

Lo cuenta Eduardo Galeano en su hermosa obra “El libro de los abrazos”. Dice que en los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana por panadería, la fábrica del buen pan para las hambres del alma y llave…

– Llave, por llave, dice Mario Benedetti.

Y cuenta que cuando vivía en Buenos Aires en tiempo del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero; cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos, las llaves que lo salvaron de la muerte.

Elmer Hubber dice que un amigo es el que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te sigue queriendo. No hay que hacer méritos para conseguir una amistad verdadera. Porque las personas desean que se las quiera en bruto, no en neto. Es decir, como son, con sus cualidades y defectos.

A un amigo se le perdona todo: que te llame a las cinco de la mañana par contarte una tontería, que no te devuelva un libro prestado hace más de cinco años, que te comprometa a hacer algo que no querías, que te pida a las doce de la noche que le ayudes a resolver una avería del coche… Quevedo dijo que valía más un buen amigo que cien parientes. Un amigo es un hermano que se elige. Por eso es tan importante tener buenos amigos (expresión que encierra una clara redundancia: decir buen amigo es como decir fuego ardiendo o hemorragia de sangre). Un mal amigo, no es un amigo.

La amistad exige lealtad. La lealtad no es servilismo. Por eso el amigo es capaz de decirte que te has equivocado. No es amigo quien oculta la verdad, quien halaga sin límite ni motivo, quien dora la píldora. El amigo no te dice lo que tienes que hacer pero te da fuerza para que puedas y quieras hacerlo. El amigo no es capaz de cometer una traición. Puedes dar la espalda y tenerla siempre cubierta cuando él se queda. El amigo es la persona que no es capaz de asestar una puñalada trapera.

La amistad supone generosidad. Surge esta de forma espontánea, sin falsas promesas, sin grandes alardes., sin búsqueda de contrapartidas. El amigo es como la sangre, que acude a la herida sin necesidad de llamarla.

La amistad se mantiene a través del tiempo.. Sin necesidad de pagar el tributo del protocolo ni de los rituales ni de lo regalos obligados. No existen las amistades de una semana.

La amistad está llena de comprensión, escribe las faltas de los amigos sobre la arena y los agradecimientos en el mármol que resiste el paso del tiempo. La amistad potencia las cualidades y aminora los defectos Como decía Jubet: Cuando mi amigo es tuerto, lo miro de perfil.

Es necesario hacer un elogio de la amistad en tiempos en que está de moda la deslealtad y la traición. (Leí hace tiempo un libro de Denis Jeambar e Yves Roucaure titulado “Elogio de la traición”, en el que defiende la tesis de que no traicionar es perecer, de que es necesaria la negación para gobernar). Para algunas personas es más importante defender los propios intereses que mantener lealmente la amistad. El pragmatismo de nuestro tiempo, el eficiencia extremada, la competitividad a cualquier precio, hace que los individuos se pregunten sobre todo si salen ganando o perdiendo con una relación de amistad. En ese mecanismo se sitúan los que desean trepar a cualquier costa, caiga quien caiga. Para este tipo de personas, los amigos sirven en la medida que pueden ser utilizados como escalones para ascender. Cuando ya no sirven, se prescinde de ellos. Si alguien les ofrece más o puede ser más rentable en las transacciones, se convierte en el nuevo destinatario de las adulaciones.

Hace unos meses se produjo en el Partido Popular un cambio de líder por motivos que ahora no voy a comentar. De un día para otro se produjo la desbandada de quienes se decían amigos del líder defenestrado hacia el que se convirtió en el nuevo jefe. Fue una gigantesca y milagrosa conversión. El silencio cubrió con un manto al que se iba y se llenó de adulaciones al que llegaba como líder indiscutible. Resultaba bochornosa la lisonja y lamentable el abandono del amigo. Como si hubiera muerto. Como si ya no existiera. Solo tres personas permanecieron fieles. Admiré y aplaudí su lealtad.

Emerson dijo: La mejor manera de tener un amigo es siéndolo. Quien no es capaz de dar amistad es difícil que la reciba. La relación es un relación de carácter simétrico.

La amistad hace llevadero el sacrificio. Un niño lleva a otro mayor que él a las espaldas, Alguien que ve la escena, le dice al pequeño:

Pesa, ¿eh?
A lo que el niño responde

¡Qué va, si es mi amigo!

Hay que cultivar la amistad: tomar un café sosegadamente, dar un largo paseo mientras se repasan los recuerdos o se formulan proyectos, compartir una larga sobremesa con esa persona que te comprende y te aprecia, a quien comprendes y aprecias, una llamada telefónica para compartir un éxito o un fracaso, un mensaje largo y sincero, un regalo inesperado, He aquí uno de los placeres más grandes de la vida. Una de esas obligaciones que se imponen a la prisa y el ajetreo.

La vida se teje con pequeñas historias de amistad: el asado en la casa de mi editor argentino, los desayunos terapéuticos en Málaga, las angustiosas horas del postoperatorio, la tarde nublada de llanto silencioso, el nombramiento de Padrino Pedagógico en la escuela del Sosneado, el comentario sábado tras sábado durante años en mi blog, la llamada de alegría angustiosa porque el niño había nacido… sin una mano, la visita a la escuela rural de San Luis con el ministro de Educación, el viaje al Valle del Jerte, el detalle de hacerte protagonista de una de sus novelas, la cena que acabó de madrugada para preparar un proyecto, la llamada de cumpleaños durante medio siglo, el justo enfado por no habernos avisado para la mudanza, la noticia terrible de un fallecimiento… La vida. La amistad.

Decía Epicuro: Cada mañana, la amistad recorre la tierra para despertar a las personas, de modo que puedan hacerse felices. Es una hermosa visión de la historia de la humanidad. La vida se teje de pequeñas anécdotas que se van trenzando con los amigos en la cotidianidad y en la emergencia. Los recuerdos se van sucediendo y nos van marcando.

Recuerdo haber leído (no sé si oído a mi admirado y querido Manuel Alcántara, experto en amistades, una historia ejemplar. Un hijo pregunta a su padre:
¿Cuántos amigos tienes?
Uno solo, hijo.
¿Uno solo? Tú has perdido la vida, yo tengo más de mil, le dice, orgulloso, enseñándole a sus seguidores en el móvil.
¿ Estás seguro de que son amigos de verdad?
Claro que sí, me lo han dicho muchas veces.
Mira, hijo, vas a realizar una prueba. Vas a matar una oveja y la metes en un saco, de modo que se vea la sangre. Vas a casa de esos amigos y les dices que has tenido una horrible debilidad y que has matado a un niño. Y les pides que te ayuden a esconder el cadáver que llevas en el saco.

Así lo hace. Va a la casa del primer y mejor amigo y le cuenta lo acordado. El amigo responde:

¡Tú eres un asesino! ¿Cómo he podido pensar que eras mi amigo? Lárgate de aquí cuanto antes. No quiero que me vean contigo. No quiero que me impliquen a mí en el asesinato. Que no te vuelva a ve por aquí. Estoy avergonzado de ti. Uno tras otro le rechazan con diferentes argumentos. Ni uno solo le ayuda. Se acuerda entonces del amigo de su padre. Va con el saco a su casa. Le dice que es hijo de su amigo. Y le explica lo mismo que ha venido diciendo en las casa de sus amigos. Y el amigo de su padre le dice:

Anda, entra rápidamente, vamos a enterrar ahora mismo el cadáver en el jardín. ¡Ah, y de esto no le digas ni media palabra a tu padre! Los amigos están ahí. De forma incondicional. Los amigos y las amigas, lo digo ahora y debería haberlo dicho desde el comienzo. Muchas veces de forma silenciosa, siempre de forma eficaz. Porque están en el silencio, en la distancia. Por eso hay que practicar la amistad. Es hermoso aquel proverbio chino: recorre frecuentemente, el camino que lleva al huerto del amigo, de los contrario crecerá la hierba y no podrás encontrarlo fácilmente.

https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2022/07/30/que-va-si-es-mi-amigo-2/

martes, 9 de agosto de 2022

_- Las puertas giratorias de la Sareb y las cajas quebradas


_- Decenas de políticos y empresarios pasaron de decidir el destino de cientos de miles de viviendas e hipotecas “tóxicas” de las cajas quebradas a ocupar altos cargos de los principales beneficiarios de aquellas medidas. Aquí una pequeña muestra.

Toda la historia de las cajas quebradas por la crisis de 2008 y de la Sareb —el banco malo creado para comprar ese patrimonio inmobiliario entonces considerado “tóxico”— es la historia de una gran puerta giratoria, un puerta por la que pasaron decenas de miles de millones de euros de dinero público que terminaron en manos privadas, de un rescate encubierto de la banca que terminó favoreciendo a los grandes fondos de inversión y promocionando a una generación de políticos y empresarios que vieron en la tormenta inmobiliaria de principios de la década de los 10 oportunidades de negocio, ascenso y promoción.

Por esa puerta giratoria pasaron 35.000 millones de euros, los que el Estado pidió prestado a la Unión Europea para comprar más de 200.000 viviendas e hipotecas consideradas “tóxicas” de las bancas quebradas. Unos 35.000 millones que fueron avalados por el propio Estado y no por los principales bancos españoles, que fueron quienes se quedaron con el visto bueno del Gobierno del PP con la mayoría accionarial del banco malo. Cuando era imposible disimular la quiebra técnica de la Sareb, la agencia de estadística de la Comisión Europea le recordó a España de quién era el aval y que esos 35.000 millones eran deuda pública.

Los dos presidentes que tuvo hasta ahora el banco malo abandonaron su puesto para pasar a trabajar en entidades que se beneficiaron directamente de su gestión en la Sareb: Jaime Echegoyen, en Haya Real Estate; y Belén Romana, en el Banco Santander

La gestión de los dos presidentes de la Sareb, Belén Romana (2012-2014) y Jaime Echegoyen (2015-2021), dejaron miles de millones de euros de pérdidas y una empresa quebrada que tuvo que ser rescatada y nacionalizada en enero de este año. A pesar de los malos resultados, Romana fue contratada por el Banco Santander y Echegoyen por Cerberus-Haya Real Estate, ambas entidades favorecidas por la gestión de estos dos altos ejecutivos.

El reciente fichaje de Echegoyen muestra cómo el fenómeno de las puertas giratorias ha nutrido de beneficios a las inmobiliarias, a los grandes bancos y especialmente a los grandes fondos de inversión, que consiguieron gracias a sus contactos con la alta política convertirse en los principales actores del mercado inmobiliario español.

El fenómeno de las puertas giratorias no se limita a la Sareb, sino también al patrimonio inmobiliario de otras cajas quebradas o en problemas que fueron entregadas antes de la creación de la Sareb a bancos y fondos de inversión. La historia de la Sareb y la banca quebrada es la historia de una gran estafa. Recorrer la trayectoria profesional de algunas de las personas que tomaban entonces las decisiones ayuda a entender cómo la gran idea de la Sareb se convirtió en un desfalco para la administración pública y una fuente de negocios inagotable para el gran capital inmobiliario.

Puertas giratorias en la Sareb y las cajas quebradas 
Una pequeña muestra de una generación de empresarios y políticos que pasó de decidir qué hacer con cientos de miles de viviendas a ocupar altos cargos de empresas beneficiadas de esas políticas (véase aquí).

Jaime Echegoyen
Es el caso más reciente y uno de los más claros de puertas giratorias que afectan a la Sareb. Echegoyen llegó de Barclays y Bankinter a la Sareb a principios de 2014, donde fue nombrado consejero delegado. Un año después, el 26 de enero de 2015, fue elegido presidente de la entidad, cargo que ocupó hasta el 7 de mayo de 2021, cuando presentó su dimisión. A pesar de que alegó “cuestiones personales”, la fecha de su alejamiento coincide con el anuncio del Gobierno de que tomaría el control de la entidad, hasta entonces con mayoría privada.

Un año después, el 16 de julio de 2022, se daba a conocer que fichaba por Haya Real Estate, la filial española de Cerberus que elevó a arte la práctica de la puerta giratoria y la influencia política para conseguir negocios en la pasada década.

De la mano de José María Aznar Botella o Juan Hoyos Martínez de Irujo —hijo y amigo íntimo del ex presidente respectivamente— el gigante fondo de inversión estadounidense se hizo con contratos millonarios: en 2013 comenzó a gestionar toda la cartera inmobiliaria de Bankia y un año después se quedó con la gestión del 40% de todo el patrimonio inmobiliario de la Sareb. En el momento en que el banco malo entregaba la gestión de 52.000 hipotecas por valor de 18.000 millones a Cerberus, Echegoyen ya era consejero delegado de la Sareb y un mes después se convertía en su presidente.

Durante la presidencia de Echegoyen, Haya Real Estate se benefició además de varios contratos vinculados con el banco malo. En octubre de 2019, Sareb eligió a Cerberus para gestionar una cartera de unos 8.400 millones de euros durante 30 meses, hasta mediados de 2022. “El nuevo modelo de gestión pactado con Haya Real Estate va a ser más flexible, más eficiente, más alineado con nuestro plan de negocio y con la estrategia de transformación de nuestra cartera, y nos prepara mejor para los retos que tengamos que abordar en el futuro”, explicó entonces Echegoyen.

Y en enero de 2020, la Sareb otorgó un contrato a Haya para la gestión de parte de su cartera de activos en alquiler en un contrato de dos años para la comercialización de 3.300 inmuebles, de los que 1.800 eran viviendas.

Belén Romana
Si se habla de puertas giratorias en las salidas y las entradas de la Sareb, toca hablar también de Belén Romana. Fue la primera presidenta de la Sareb, un puesto que dejó en enero de 2015 para ser reemplazada por Echegoyen. Los dos presidentes que tuvo hasta ahora el banco malo abandonaron su puesto para pasar a trabajar en entidades que se beneficiaron directamente de su gestión en la Sareb: Echegoyen, en Haya Real Estate; y Romana, en el Banco Santander, once meses después de dejar su puesto en la entidad semipública. En esos momentos, Santander era el primer accionista privado de la entidad semipública, con un 22,2%, una posición que mantiene en la actualidad pese a la nacionalización.

Belén Romana fue designada presidenta de la Sareb en 2012, año en el que nació la entidad. Romana era un cargo cercano a Luis de Guindos, padre del banco malo y entonces ministro de Economía. Había sido también secretaria de Estado con Rodrigo Rato. Su nombramiento como presidenta de la Sareb fue criticado por carecer de experiencia en el mercado inmobiliario.

En 2014 adjudicó la gestión de todo el patrimonio de la Sareb a Haya Real Estate —fondo que contaba con numerosas conexiones con el PP—, Servihabitat y Altamira Asset Management, la inmobiliaria tradicional del Banco Santander. Según un comunicado del banco malo, la cartera adjudicada a Altamira consistió en 44.000 inmuebles y préstamos al promotor originados por Catalunya Caixa, BMN y Caja3 que costaron a la Sareb 14.000 millones de euros. Un año antes, en 2013, el banco de Ana Botín había vendido el 85% de Altamira, unas acciones que terminaron en manos del fondo doValue, dependiente en última instancia del fondo de inversión Fortress. El Santander mantuvo en su poder el 15% de las acciones restantes de la inmobiliaria.

El conflicto de intereses entre Romana y el Banco Santander también viene por los activos tóxicos del Banco Popular, una entidad que pactó con las autoridades un plan que eludía la intervención gubernamental gracias al compromiso de ampliar capital y la creación de su propio banco malo. Este proyecto se concretó en la venta del 51% de su inmobiliaria, que tras un juego de trilería financiera terminó en 2017 en manos de Aliseda-Blackstone. Tras la compra del Banco Popular por parte del Santander, el banco de Ana Botín y Belén Romana posee el 49% de esta inmobiliaria cuyo patrimonio no pasó a formar parte de la Sareb por una decisión política.

Eduard Mendiluce
Es el hombre de Blackstone en España como consejero delegado de Anticipa y Aliseda, dos de sus filiales. La primera de ellas, junto con el fondo de inversión KKR-Hipoges, se ha quedado con la gestión de la cartera inmobiliaria de la Sareb a partir de este 1 de julio.

Aunque Mendiluce no es técnicamente un político ni ha ocupado puestos en la administración, ha sabido navegar y caer siempre de pie. Entre sus milagros destaca el haber sobrevivido —y salir reforzado— al naufragio de Caixa Catalunya, la que llegó a ser la quinta caja más grande de España y la segunda de Catalunya.

En julio de 2008, este empresario fue fichado por Caixa Catalunya, como responsable de su gigantesca pata inmobiliaria. Eran tiempos del socialista José Montilla en el Gobierno de la Generalitat y de Narcís Serra, vicepresidente con Felipe González, en la dirección de esta caja semipública.

Mendiluce fue el encargado de reordenar el patrimonio inmobiliario de Caixa Catalunya después del estallido de la burbuja inmobiliaria y organizar su privatización —en ese momentos la caja ya estaba intervenida y nacionalizada a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la responsable de la Sareb—.

En 2014 Mendiluce culminó el traspaso de 41.000 hipotecas consideradas “tóxicas” —activos valorados en 9.000 millones de euros— a Anticipa-Blackstone por solo 40 millones de euros. Con el lema “CX Inmobiliaria ahora es Anticipa”, la gestión de todos los inmuebles de la inmobiliaria de Caixa Catalunya pasaron a Blackstone. Y Mendiluce pasó a ser el consejero delegado de Anticipa.

Tanto Serra como el que fuera director general de la caja en esos años, Adolf Todó, fueron imputados en varios juicios por administración desleal, enriquecimiento injustificado y subidas de sueldo escandalosas para medio centenar de altos directivos en medio de la crisis de la caja. En 2017, la Audiencia Nacional imputó a Serra y a Todó por provocar un agujero de más de 720 millones de euros en el balance de la entidad por operaciones inmobiliarias realizadas entre 2000 y 2013. Y en 2019, la Fiscalía pidió para los dos directivos cuatro años de cárcel por el caso de los sueldos desorbitados, aunque luego fueron absueltos. A pesar de que Mendiluce era el responsable de todo el negocio inmobiliario de la caja en los peores años de la crisis y fue uno de los que se benefició de esas altas retribuciones —273.000 euros anuales en su caso—, consiguió salir indemne y fortalecido de la ruina de una de las cajas más grandes del Estado español.

En julio de 2022, como consejero delegado de Anticipa y Aliseda, Mendiluce se hizo con la gestión de la cartera de la Sareb, negocio que compartirá con el fondo de inversión KKR-Hipoges.

Soraya Sáenz de Santamaría
primarias PP
Foto: La exvicepresidenta con Rajoy dejó la político y pasó a trabajar para el bufete de abogados Cuatrecasas, que recibió millonarios contratos durante la creación de la Sareb.

Soraya Sáenz de Santamaría
La línea que une a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con el banco malo es el bufete de abogados Cuatrecasas, el segundo más grande de España. Meses después de dejar el Gobierno y la política, en marzo de 2019 fue contratada por este famoso despacho como socia en el área mercantil.

¿Y qué tiene que ver Cuatrecasas con la Sareb? En 2012, este despacho consiguió un gran contrato para asesorar al FROB en el nacimiento de la Sareb. No hay datos sobre cuánto dinero supuso este primer contrato de 2012 para Cuatrocasas, pero la prensa económica daba por hecho que le había permitido “salvar el año” con una facturación de 1,2% mayor que la de 2011 gracias a su área mercantil y concretamente a su asesoría para crear el banco malo.

En años posteriores, el bufete asesoró a la Sareb en una ampliación de capital y emisiones de bonos por valor de 28.000 millones de euros y en la valoración, junto con otras seis firmas, de 200.000 activos inmobiliarios que fueron transferidos desde las cajas nacionalizadas. El mismo bufete que ayudó a marcar los precios y asesoró a la Sareb, poco después pasó a trabajar con fondos y bancos que compraron activos de la Sareb, como Cerberus, Merrill Lynch o Canyon Capital Finance. El 4 de agosto de 2021, Servihabitat ganaba un contrato del suelo de Sareb para el desarrollo de solares para 60.000 pisos. Según se puede leer en su propia web, Cuatrecasas asesoró a este servicer inmobiliario en todo el proceso de licitación, negociación y adjudicación del contrato.

La prensa de la época achacó el primer gran contrato con la Sareb a un trabajo previo que el despacho había realizado para el Gobierno de Rajoy por el valor de 1 euro: nada menos que el desarrollo de un Fondo de Pago a Proveedores, con un fondo de 35.000 millones, pensado para pagar deudas de ayuntamientos y comunidades autónomas.

No fue este el único favor del PP a Cuatrecasas. Si los contratos de este bufete catalán vinculados con la Sareb no son achacables directamente a Sáenz de Santamaría más allá de que era la número dos de Rajoy, sí lo es lo que ocurrió en 2015, cuando Emilio Cuatrecasas, actual jefe de la exvicepresidenta, fue condenado por defraudar a Hacienda más de tres millones de euros. Un pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado —ambas dependientes de Sáenz de Santamaría entonces— dejó una petición de 20 años de cárcel en una condena de dos años, el límite para no entrar en la cárcel, y una multa de 1,5 millones añadida a la devolución del monto defraudado.

Walter de Luna
En septiembre de 2014, el ex director general de la Sareb Walter Luna se convertía en el fichaje estrella de la división inmobiliaria de Acciona, el grupo controlado por la familia Entrecanales. Junto con Luis Moreno, ex director de activos financieros de la Sareb y compañero de Luna en Acciona, puso en funcionamiento en 2018 Ibero Capital Managment, una plataforma inmobiliaria con 400 millones de euros aportados por uno de los mayores fondos de inversión del mundo, Oak Hill Advisors. En Ibero Capital también participó hasta este año Arturo de Fernando, ex director de Acciona Inmobiliaria y ex director financiero de Sareb.

En 2016, una investigación periodística internacional situó el nombre del ex número dos de Belén Romana en la Sareb entre los Papeles de Panamá. Según el trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, Walter de Luna había sido intermediario de una empresa offshore en las Islas Vírgenes británicas creada por el despacho Mossak Fonseca durante cuatro años, entre 1994 y 1998.

Alicia Hinojosa
Esta arquitecta de profesión fue la gerente adjunta del Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade) y responsable entre 2007 y 2010 del desarrollo urbano de esta entidad. Según el auto de la Trama Púnica, esta institución fue utilizada para desviar fondos hacia las cuentas del Partido Popular “aprovechando el abultado presupuesto que contó entre los años 2006 y siguientes, hasta su liquidación en el año 2010”. El antiguo alcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, condenado por la Gürtel, confirmó que Alicia Hinojosa era uno de los dos ejecutores de esta vía de financiación ilegal del partido, aunque las órdenes “venían de arriba”. Tras el cierre del Imade, Hinojosa pasó a formar parte de la sociedad sin fines de lucro Madrid Network, según el trabajo del investigador Manuel Gabarre, autor del libro Tocar Fondo (Traficantes de Sueños, 2019). Según Gabarre en un artículo publicado en El Salto, Madrid Network se convirtió en una pantalla para todo tipo de transacciones y desvío de fondos a empresas vinculadas con Manuel Lamela, Ildefonso de Miguel y Javier López Madrid entre otras figuras del PP.

En 2014, cuenta Gabarre, la filial de Cerberus Haya Real Estate contrató a Alicia Hinojosa y “le concedió el poder suficiente para actuar en su nombre”. Poder para actuar sobre todos los inmuebles nacionalizados de Bankia, cuya gestión había entregado el Gobierno a Cerberus en septiembre de 2013. Y a partir de diciembre de 2014 también sobre buena parte del patrimonio inmobiliario de la Sareb, ya que este fondo de inversión fue uno de los tres elegidos por el banco malo para gestionar su cartera, junto con Servihabitat y Altamira. Según este investigador del Observatorio CODE de delitos económicos, Alicia Hinojosa fue la directora de la gestión y de la venta de los “activos singulares” de Sareb, de Cajamar y de Bankia durante cinco años. Según cuenta Gabarre, Hinojosa era la directora de un equipo compuesto por 20 vendedores “que tuvo a su recaudo más de 15.000 bienes inmobiliarios provenientes de los rescates públicos”.

José María Aznar Botella
En septiembre de 2013, la nacionalizada Bankia anunció el traspaso de la gestión de su negocio inmobiliario Bankia Hábitat a Haya Real Estate, una filial de Cerberus, por un máximo de 90 millones de euros. La estrategia de este fondo de inversión estadounidense —situar en sus direcciones a altos cargos republicanos para aceitar las relaciones con la administración— fue calcada al milímetro en España. Además de Alicia Hinojosa, Cerberus fichó a Juan Hoyos Martínez de Irujo, íntimo amigo del expresidente José María Aznar, y a José María Aznar Botella, hijo del expresidente y de la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

La estrategia debió funcionar porque en esos años no le faltaron contratos a Cerberus en España. En 2013, se quedó con la gestión en exclusiva de decenas de miles de pisos y préstamos de Bankia para los próximos diez años. Y en 2014, el fondo se hizo con la gestión del 40% de los pisos y las hipotecas de la Sareb, en total 52.000 préstamos vinculados al sector inmobiliario originado por Bankia y adquiridos luego por la Sareb por 18.000 millones de euros, según se lee en la propia página del banco malo. Esta concesión duró hasta 2022, cuando Blackstone y KKR tomaron el relevo en la gestión de la cartera de la Sareb.

Gloria Calvo
Abogada del Estado jefe del Ministerio de Economía en tiempos de Luis de Guindos, en 2015 Gloria Calvo fue fichada como directiva de Bankinter. Como no tenía estatus de alto cargo, ni siquiera tuvo que esperar dos años para pasar de decidir las políticas económicas a beneficiarse de ellas. Calvo era también miembro de la comisión rectora del FROB, el fondo del Estado para rescatar a la banca arruinada y propietaria hasta hace unos meses del 45% de la Sareb. En Bankinter, Calvo ocupa la Secretaría General y del Consejo de Administración del Banco.

Bankinter tenía hasta hace poco un cantidad relativamente pequeña de las acciones de la Sareb, apenas un 1,37%. Sin embargo, esta participación resultó clave en la negociación del Gobierno con el resto de accionistas cuando este quiso tomar el control del banco malo. Gracias a la venta de estas acciones, el FROB ha conseguido el 50,15% del capital de la Sareb ante la negativa de los otros bancos presentes en su accionariado, sobre todo Santander, CaixaBank y Sabadell de vender su participación.

Luis de Guindos
Sí hay un maestro de las puertas giratorias y en ascender aunque todo salga mal y todos caigan a su alrededor es Luis de Guindos. Comenzó en la política con José María Aznar y llegó a ser secretario de Estado de Economía en su último Gobierno, de 2002 a 2004. Ese mismo año dio el salto a la gran empresa privada, nada menos que a Lehman Brothers como jefe de su división en España y Portugal. Después de que la ruina de esta empresa en 2007 provocara un efecto en cadena que generó la mayor crisis mundial desde el crack de 1929, pasó a ser responsable de la división financiera de PricewaterhouseCoopers (PwC) entre 2008 y 2010. Esta auditora internacional ha sido denunciada por decenas de casos de conflictos de intereses, entre ellas su trabajo para favorecer la evasión fiscal de grandes multinacionales gracias a información confidencial o su papel en los peores momentos de Bankia.

Para la fusión de Bankia y otras cajas en ruina, fue PWC la encargada de auditar las cuentas. Según reconoció el propio Rodrigo Rato en el Congreso, “se contrató a PwC para que hiciera un cálculo más estresado y riguroso de las posibles pérdidas esperadas y no cubiertas hasta el momento”. El resultado, como se supo después, fue un agujero de 30.000 millones de pérdidas y una situación que el propio Guindos tendría que intentar dar solución, esta vez como ministro de Economía del Gobierno de Rajoy, a partir de diciembre de 2011.

La solución a los problemas de Bankia y otras cajas arruinadas por sus negocios especulativos con la vivienda fue la creación de la Sareb, una operación que no “costaría ni un euro” a los españoles. El resto de la historia es conocida. La Sareb compró caro, vendió barato, el dinero desapareció, el banco malo se fue a pique y el Estado se quedó con 35.000 euros de deuda.

En mayo de este año, ya como vicepresidente del Banco Central Europeo, Guindos advertía al Gobierno español sobre los altos niveles de deuda y de déficit del Estado español, y que ante la crisis que se viene debería moderar el aumento de las pensiones e ir pensando en volver a los ajustes que marcaron su década como ministro de Economía. 

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domingo, 7 de agosto de 2022

La revolución en tiempos de desesperanza

Dice Enzo Traverso en su libro, “Melancolía de izquierda”, que tras el giro histórico que dio la humanidad con la caída del Muro de Berlin, el descubrimiento que tras él no había socialismo y la restauración del capitalismo, lo que queda del siglo XX, “de cielos tomados por asalto”, “es una montaña de ruinas y no sabemos cómo comenzar la reconstrucción o si vale siquiera la pena hacerlo”.

Y sí, merece la pena, porque a pesar de lo que digan los apologistas del sistema, los conscientes y los inconscientes en forma de pos modernos, la historia no se ha acabado; solo ha dado un giro trágico que hay que comprender en toda su profundidad. La reconstrucción tiene que partir de reconocer expresamente que los años 90 significaron una derrota en toda regla y a todos los niveles de la lucha por el socialismo; que solo dejó “ruinas” y “melancolía” por lo que pudo haber sido y no fue.

El dramático resultado de la lucha de clases actuó como cuando Pandora cerró la caja, quedando dentro el único bien que los dioses habían dejado, la esperanza. La falta de esperanza de los seres humanos es uno de los principales motivos para que se hundan en la depresión que en una sociedad se manifiesta en la impotencia para cambiarla. Se convierten todas sus acciones en lo que Walter Benjamin dijera, “medios sin fin”. Así, y alimentando esta desesperanza, hoy es más fácil imaginar futuros apocalípticos parecidos a los Juegos del Hambre, Divergente o las Tribus de Europa, que la caída del capitalismo y la construcción del socialismo.

El camino de salida de esta espiral inversa no está solo en diagnosticar la crisis social, a día de hoy es fácil ser “anticapitalista”; hasta ellos mismos, cuando estalló la crisis en el 2007 hablaron de “refundar el capitalismo”, como dijera el expresidente francés, Nicolás Sarkozy. El quid de la cuestión estriba en definir qué alternativa social, y por ende, que sujeto social puede catalizar, y darle un sentido a la respuesta social, a los medios de lucha que los pueblos y la clase trabajadora siguen desarrollando día a día con ejemplos innumerables.

Desde que los años 90 vieran la caída del Muro de Berlín y la restauración del capitalismo en los llamados “estados del socialismo realmente existente”, un velo cubrió los ojos de la inmensa mayoría de la población mundial que los asociaban a que era posible una sociedad no regida por las leyes del capitalismo.

En un mundo en crisis, la desesperanza y la falta de alternativas se convierten no solo en un lastre de mucho calado, sino que aporta “base social a los pijos ricos”, como dice uno de los personajes más estúpidos de “No mires arriba”, en sus maniobras políticas y geoestrategicas; los limites en la subjetividad, en la conciencia de que es posible una cambio social, se convierten en un problema objetivo para que las luchas en curso apunten a la transformación de la sociedad y no al fortalecimiento de las distintas fracciones del capital.

La superación de esta situación provocada por la falta de alternativas a la gran crisis social del capitalismo, es decir, la recuperación de la esperanza, no es un acto de fe, ni llega con reabrir la caja de Pandora; solo comprendiendo las nuevas condiciones en las que las luchas sociales se dan, se podrán sentar las bases para reconstruir el proyecto de la transformación socialista de la sociedad que rompa el círculo vicioso de los “medios sin fin”.

Porque, ¿a qué viene tanta desesperanza en el futuro?, reducido a una confianza ciega en el desarrollo tecnológico y seudo científico (la estadística convertida en la prueba del algodón del pensamiento científico). La burguesía en su camino hacia la hegemonía absoluta del mundo atravesó derrotas y retrocesos, no fue un camino lineal desde las repúblicas italianas, de mercaderes y banqueros; sino todo lo contrario. El régimen feudal, bajo su forma absolutista, se mantuvo más de 500 años, hasta el siglo XX: la I guerra mundial fue el punto y final de dos de los imperios en los que se mantenía, el zarismo ruso y el austrohúngaro.

En este camino histórico hacia el dominio del mundo, la burguesía contó con el creciente poder económico de las ciudades (los burgos), con las universidades y tras la Reforma protestante, con la religión, es decir, al revés de la clase obrera, la burguesía cuando encara el tramo final de su desarrollo, ya es la clase dominante de facto que solo precisaba deshacerse del cascarón vacío que era el estado feudal/absolutista y la propiedad de la tierra, y subrogarse como clase dominante.

Por contra, la clase obrera solo tiene sus “cadenas”; de otra manera, solo tiene su fuerza de trabajo y su papel en la producción y distribución de bienes y servicios. ¡No le exijamos a esta clase, lo que a la burguesía le costó siglos hacer!

La desesperanza creada por la falta de futuro y alternativa al capitalismo viene dada, primero, por un motivo objetivo que después se analizará, el “descubrimiento” de que tras el Muro de Berlín no existía socialismo y, segundo, que apoyándose en esta evidencia la burguesía mundial lleva lanzando la campaña del “socialismo ha muerto”, “no hay alternativa al capitalismo”.

Como en estos más de 30 años desde la caída del Muro, ya muchos de los “comunistas” que defendían la URSS (o China, o Cuba) como “faros de la revolución” se han pasado al bando de la ideología burguesa, y desesperanzados se convirtieron en los adalides de las nuevas “alternativas” pos modernas, que en ningún momento cuestionan la esencia del sistema capitalista.

La “nueva política”, que no es otra cosa que la versión progresista del individualismo y el negacionismo de la verdad objetiva sobre la base de las críticas a “los grandes relatos” herederos de la Ilustración, alimentaron esa desesperanza.

El crecimiento exponencial de las políticas identitarias, instaladas en la visión fragmentaria e individualista de la sociedad, se convierten en un verdadero freno objetivo para reconstruir un proyecto social alternativo de manera global al capitalismo. Así, mientras este si aparece como un todo coherente, dentro de sus crisis, ante la sociedad, esta no tiene frente a sí una fuerza igual y opuesta que pueda cuestionarlo.

La desesperanza introducida por el descubrimiento de que tras el Muro de Berlín no existía socialismo, sino sociedades no capitalistas, encuentra en todo esto un efecto multiplicador que solo se puede combatir desde el “análisis concreto de la realidad concreta” de los comunistas revolucionarios. Como decía Marx, “la burguesía tiene economistas, la clase obrera comunistas”.

La lucha por la transformación socialista de la sociedad resurgirá como el anhelo por volar del sastre de Ulm del poema de Bertold Brecht, que se empeñó en construir un aparato que le permitiese hacerlo; queriendo demostrar que podía conseguirlo, mas cuando lo intentó terminó en el suelo. Aunque el obispo sentenció que nunca ocurriría, ese “nunca” resultó miope y cortoplacista; resulta que años más tarde los seres humanos sí pueden surcar los cielos.

Los ideólogos del sistema, como el obispo de Brecht, podrán decir que el socialismo, tras las primeras experiencias de estados obreros, ha quedado por los suelos como el sastre; pero lo cierto es que no está escrito en ningún lugar que no exista otro futuro que el negro que nos ofrece el capitalismo, cargado de desigualdades, guerras y opresiones.

De la misma forma que la burguesía, a caballo del desarrollo histórico, se hizo con la hegemonía absoluta de las relaciones sociales, la clase obrera puede llegar a hacerlo. Para ello es preciso extraer todas las consecuencias de lo que pudo haber sido y no fue, que es fuente de una gran desesperanza e impotencia en la sociedad, superándolas con las actualizaciones que sean precisas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, 6 de agosto de 2022

_- Enemigos secretos: 3 hábitos cotidianos que te agotan sin que te des cuenta (y cómo combatirlos)

_- ¿Te la pasas tan exhausto que te queda difícil hasta hilar las ideas para describirlo, a pesar de que ya te aseguraste de que no tienes ningún problema médico?

Quizás incluso ya has seguido los consejos usuales de los expertos: comes una dieta balanceada, haces ejercicio y te aseguras de dormir lo suficiente.

Y sin embargo...

Pues resulta que hay ciertos hábitos cotidianos que pueden estar drenando tu vigor sin que siquiera lo sospeches.

Entre esos saboteadores furtivos de energía hay viejos conocidos, como sentarse en mala posición o aplazar comidas.

También cosas que hacemos sin notarlo, como respirar incorrectamente cuando tenemos demasiadas cosas en la cabeza, según le dijo la psicóloga Uma Naidoo al Huffington Post, o tener demasiadas pestañas abiertas en el computador, como le señaló la neuróloga Rana Mafee a la misma publicación.

Pero hay algunos inesperados, y para explorarlos hablamos con Leela R. Magavi, psiquiatra y directora médica regional de Community Psychiatry y MindPath Care Centers en California.

U1. Las series de TV, películas y noticias
Ver series o películas es algo que hacemos para relajarnos, entonces, por qué -le preguntamos a la doctora Magavi- los expertos como ella lo incluyen en la lista de posibles factores que provocan cansancio mental.

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas.

"Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, que incluso si están en nuestro subconsciente, nos pueden afectar.

"Entonces, cuando miras muchos de estos programas de televisión, incluso si no sientes que estás pensando abiertamente en ello, esos sentimientos estarán bajo la superficie.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta".

Magavi agregó que algo similar puede ocurrir tras ver o leer las noticias, "pues te llevan a pensar en lo que está sucediendo en el mundo".

Y aclaró que no estaba diciendo que era malo ver televisión o leer periódicos.

El Antidoto
"Lo que recomiendo para combatir ese cansancio es, después de leer o ver algo, procesarlo, ya sea a través del journaling o escritura expresiva (escribir tus pensamientos y sentimientos para entenderlos más claramente), o hablando con un amigo o familiar.

"Eso permite que salgan las emociones, para no interiorizarlas y para que no consuman tu energía".

Pero no siempre se tiene el tiempo para cuidarse tanto... ¿hay algún método más expedito?

"Es bueno simplemente hacer un chequeo mental contigo mismo: qué emoción me evocó este artículo o este programa de televisión.

"Eso puede ser muy rápido y fácil de hacer.

"Por ejemplo, si acabas de ver 'El rey león' y te sientes triste porque el padre muere, eso puede hacer que te preocupes por la muerte de las personas que amas. Pero al hacer tu chequeo mental recordarás que todos están haciendo todo lo posible para mantenerse saludables.

"Algo tan corto como eso puede ayudarte a no internalizar esas emociones y dejarte bombardear por ellas".

La excepción
Leer historias en libros, sin embargo, puede tener el efecto contrario.

"No sólo no tienes la luz azul de la pantalla, que causa fatiga ocular y dolores de cabeza, sino que al leer usas tu propia imaginación, así que muchas personas encuentran que la lectura, incluso si es muy emocional, es muy terapéutica y los tranquiliza".

2. Los deportes
Efectivamente, otra de esas cosas que entretienen, que nos sacan del día a día, puede ser otro desagüe de energía.

"Los fanáticos ávidos pueden estar muy absortos en el deporte, y sentir las derrotas y victorias como propias, sintiéndose o demasiado tristes y desmoralizados o eufóricos.

1. Las series de TV, películas y noticias
Ver series o películas es algo que hacemos para relajarnos, entonces, por qué -le preguntamos a la doctora Magavi- los expertos como ella lo incluyen en la lista de posibles factores que provocan cansancio mental.

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas.

"Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, que incluso si están en nuestro subconsciente, nos pueden afectar.

"Entonces, cuando miras muchos de estos programas de televisión, incluso si no sientes que estás pensando abiertamente en ello, esos sentimientos estarán bajo la superficie.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta".

Magavi agregó que algo similar puede ocurrir tras ver o leer las noticias, "pues te llevan a pensar en lo que está sucediendo en el mundo".

Y aclaró que no estaba diciendo que era malo ver televisión o leer periódicos.

El antídoto
"Lo que recomiendo para combatir ese cansancio es, después de leer o ver algo, procesarlo, ya sea a través del journaling o escritura expresiva (escribir tus pensamientos y sentimientos para entenderlos más claramente), o hablando con un amigo o familiar.

"Eso permite que salgan las emociones, para no interiorizarlas y para que no consuman tu energía".

Pero no siempre se tiene el tiempo para cuidarse tanto... ¿hay algún método más expedito?

"Es bueno simplemente hacer un chequeo mental contigo mismo: qué emoción me evocó este artículo o este programa de televisión.

"Eso puede ser muy rápido y fácil de hacer.

"Por ejemplo, si acabas de ver 'El rey león' y te sientes triste porque el padre muere, eso puede hacer que te preocupes por la muerte de las personas que amas. Pero al hacer tu chequeo mental recordarás que todos están haciendo todo lo posible para mantenerse saludables.

"Algo tan corto como eso puede ayudarte a no internalizar esas emociones y dejarte bombardear por ellas".

La excepción
Leer historias en libros, sin embargo, puede tener el efecto contrario.

"No sólo no tienes la luz azul de la pantalla, que causa fatiga ocular y dolores de cabeza, sino que al leer usas tu propia imaginación, así que muchas personas encuentran que la lectura, incluso si es muy emocional, es muy terapéutica y los tranquiliza".


2. Los deportes
Efectivamente, otra de esas cosas que entretienen, que nos sacan del día a día, puede ser otro desagüe de energía.

"Los fanáticos ávidos pueden estar muy absortos en el deporte, y sentir las derrotas y victorias como propias, sintiéndose o demasiado tristes y desmoralizados o eufóricos.

"Cualquier extremo, cualquier emoción fuerte suele ser extenuante: en la felicidad intensa se pueden agotar muchos de los circuitos en el cerebro; la tristeza profunda, puede estar relacionada con la ansiedad, que sobrecarga la amígdala en el cerebro y te hace sentir muy cansado".

El antídoto
"Lo importante es estar consciente de lo que estás sintiendo.

"Si estás muy emocionado, pregúntate: ¿necesito tomar un descanso, un refrigerio, una ducha rápida... qué debo hacer para calmarme en el momento?

"Respira profundo, haz estiramientos y camina un poco".

3. Los planes
Planear es una manera de controlar la realidad, de organizar la vida, de derrotar el caos, de tomar el timón.

Pero, nuevamente, algo que instintivamente meteríamos en el paquete de cosas que alivian el estrés, en realidad puede provocarlo.

En este caso, se vuelve a aplicar aquello de que (casi) todo en exceso es malo.

La planificación es muy útil... hasta cierto punto

Estar constantemente expuesto a un calendario lleno de obligaciones puede causar un aumento en la ansiedad y afectar negativamente la memoria y la velocidad de procesamiento.

lista larga
"Algunas personas pasan tantas horas haciendo horarios y listas que no son capaces de vivir conscientemente y disfrutar de su vida. Siempre están preocupados porque se atrasaron en esto, no pudieron ponerse al día con lo otro, y realmente no sienten autocompasión y gratitud hacia ellos mismos por lo que lograron ese día.

"Eso puede causar muchos sentimientos de tristeza, desmoralización o fatiga. "En algunas personas eso termina en los sueños.

"Tengo pacientes adultos que sueñan que van a llegar tarde a la escuela, que no terminaron la tarea... tienen muchos sueños que los llevan de regreso a la niñez, donde sienten que están constantemente atrasados, y eso hace que no se sientan bien en la mañana".

Antídoto
"Siempre recomiendo dedicar de 5 a 10 minutos solo a pensar cuáles son los objetivos principales para el día y luego, al final del día, incluso si no se alcanzaron, no dedicar demasiado tiempo a pensar en esos sino en los que sí se cumplieron, en por qué son importantes".

La psiquiatra también recomienda no hacer planes con mucha antelación, "porque la vida siempre está evolucionando y es importante ser flexible".

"Cuando las personas planifican a largo plazo, simplemente anticipan que todo en su mundo extraño funcionará como un reloj para alcanzar esa meta a tiempo.

"Pero si algo cambia en su familia, en sus amigos, en su trabajo y no pueden alcanzar esa meta, se sienten completamente abrumados".

Un truco es planificar lo obligatorio -reuniones, citas, celebraciones familiares-, y dejar el resto del tiempo tan libre como sea posible.1. Las series de TV, películas y noticias

Ver series o películas es algo que hacemos para relajarnos, entonces, por qué -le preguntamos a la doctora Magavi- los expertos como ella lo incluyen en la lista de posibles factores que provocan cansancio mental.

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas.

"Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, que incluso si están en nuestro subconsciente, nos pueden afectar.

"Entonces, cuando miras muchos de estos programas de televisión, incluso si no sientes que estás pensando abiertamente en ello, esos sentimientos estarán bajo la superficie.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta".

Magavi agregó que algo similar puede ocurrir tras ver o leer las noticias, "pues te llevan a pensar en lo que está sucediendo en el mundo".

Y aclaró que no estaba diciendo que era malo ver televisión o leer periódicos.

El antídoto
"Lo que recomiendo para combatir ese cansancio es, después de leer o ver algo, procesarlo, ya sea a través del journaling o escritura expresiva (escribir tus pensamientos y sentimientos para entenderlos más claramente), o hablando con un amigo o familiar.

"Eso permite que salgan las emociones, para no interiorizarlas y para que no consuman tu energía".

Pero no siempre se tiene el tiempo para cuidarse tanto... ¿hay algún método más expedito?

"Es bueno simplemente hacer un chequeo mental contigo mismo: qué emoción me evocó este artículo o este programa de televisión.

"Eso puede ser muy rápido y fácil de hacer.

"Por ejemplo, si acabas de ver 'El rey león' y te sientes triste porque el padre muere, eso puede hacer que te preocupes por la muerte de las personas que amas. Pero al hacer tu chequeo mental recordarás que todos están haciendo todo lo posible para mantenerse saludables.

"Algo tan corto como eso puede ayudarte a no internalizar esas emociones y dejarte bombardear por ellas".

La excepción
Leer historias en libros, sin embargo, puede tener el efecto contrario.

"No sólo no tienes la luz azul de la pantalla, que causa fatiga ocular y dolores de cabeza, sino que al leer usas tu propia imaginación, así que muchas personas encuentran que la lectura, incluso si es muy emocional, es muy terapéutica y los tranquiliza".

2. Los deportes

Efectivamente, otra de esas cosas que entretienen, que nos sacan del día a día, puede ser otro desagüe de energía.

"Los fanáticos ávidos pueden estar muy absortos en el deporte, y sentir las derrotas y victorias como propias, sintiéndose o demasiado tristes y desmoralizados o eufóricos.

"Cualquier extremo, cualquier emoción fuerte suele ser extenuante: en la felicidad intensa se pueden agotar muchos de los circuitos en el cerebro; la tristeza profunda, puede estar relacionada con la ansiedad, que sobrecarga la amígdala en el cerebro y te hace sentir muy cansado".

El antídoto
"Lo importante es estar consciente de lo que estás sintiendo.

"Si estás muy emocionado, pregúntate: ¿necesito tomar un descanso, un refrigerio, una ducha rápida... qué debo hacer para calmarme en el momento?

"Respira profundo, haz estiramientos y camina un poco".

3. Los planes

Planear es una manera de controlar la realidad, de organizar la vida, de derrotar el caos, de tomar el timón.

Pero, nuevamente, algo que instintivamente meteríamos en el paquete de cosas que alivian el estrés, en realidad puede provocarlo.

En este caso, se vuelve a aplicar aquello de que (casi) todo en exceso es malo.

La planificación es muy útil... hasta cierto punto

Estar constantemente expuesto a un calendario lleno de obligaciones puede causar un aumento en la ansiedad y afectar negativamente la memoria y la velocidad de procesamiento.

"Algunas personas pasan tantas horas haciendo horarios y listas que no son capaces de vivir conscientemente y disfrutar de su vida. Siempre están preocupados porque se atrasaron en esto, no pudieron ponerse al día con lo otro, y realmente no sienten autocompasión y gratitud hacia ellos mismos por lo que lograron ese día.

"Eso puede causar muchos sentimientos de tristeza, desmoralización o fatiga."En algunas personas eso termina en los sueños.

"Tengo pacientes adultos que sueñan que van a llegar tarde a la escuela, que no terminaron la tarea... tienen muchos sueños que los llevan de regreso a la niñez, donde sienten que están constantemente atrasados, y eso hace que no se sientan bien en la mañana".

Antídoto
"Siempre recomiendo dedicar de 5 a 10 minutos solo a pensar cuáles son los objetivos principales para el día y luego, al final del día, incluso si no se alcanzaron, no dedicar demasiado tiempo a pensar en esos sino en los que sí se cumplieron, en por qué son importantes".

La psiquiatra también recomienda no hacer planes con mucha antelación, "porque la vida siempre está evolucionando y es importante ser flexible".

"Cuando las personas planifican a largo plazo, simplemente anticipan que todo en su mundo extraño funcionará como un reloj para alcanzar esa meta a tiempo.

"Pero si algo cambia en su familia, en sus amigos, en su trabajo y no pueden alcanzar esa meta, se sienten completamente abrumados".

Un truco es planificar lo obligatorio -reuniones, citas, celebraciones familiares-, y dejar el resto del tiempo tan libre como sea posible.

"Cualquier extremo, cualquier emoción fuerte suele ser extenuante: en la felicidad intensa se pueden agotar muchos de los circuitos en el cerebro; la tristeza profunda, puede estar relacionada con la ansiedad, que sobrecarga la amígdala en el cerebro y te hace sentir muy cansado".
El antídoto