lunes, 3 de septiembre de 2018

_- Cuidados & Política feminista. Mujeres cuidadoras: entre la obligación y la satisfacción.

_- “Cuidar cuesta: costes y beneficios del cuidado."

 Cuidar es en el momento actual, el verbo más necesario frente al neoliberalismo patriarcal y la globalización inequitativa. Y, sin embargo, las sociedades actuales, como muchas del pasado, fragmentan el cuidado y lo asignan como condición natural a partir de las organizaciones sociales: la de género, la de clase, la étnica, la nacional y la regional-local.

Así, son las mujeres quienes cuidan vitalmente a los otros (hombres, familias, hijas e hijos, parientes, comunidades, escolares, pacientes, personas enfermas y con necesidades especiales, al electorado, al medio ambiente y a diversos sujetos políticos y sus causas). Cuidan su desarrollo, su progreso, su bienestar, su vida y su muerte. De forma similar, mujeres y hombres campesinos cuidan la producción y la tierra y las y los obreros la producción y la industria, la burguesía cuida sus empresas y sus ganancias, el libre mercado y hasta la democracia exportada a países ignorantes.

La condición de cuidadoras gratifica a las mujeres afectiva y simbólicamente en un mundo gobernado por el dinero y la valoración económica del trabajo y por el poder político. Dinero, valor y poder son conculcados a las cuidadoras. Los poderes del cuidado, conceptualizados en conjunto como maternazgo, por estar asociados a la maternidad, no sirven a las mujeres para su desarrollo individual y moderno y tampoco pueden ser trasladados del ámbito familiar y doméstico al ámbito del poder político institucional.

La fórmula enajenante asocia a las mujeres cuidadoras otra clave política: el descuido para lograr el cuido. Es decir, el uso del tiempo principal de las mujeres, de sus mejores energías vitales, sean afectivas, eróticas, intelectuales o espirituales, y la inversión de sus bienes y recursos, cuyos principales destinatarios son los otros. Por eso, las mujeres desarrollamos una subjetividad alerta a las necesidades de los otros, de ahí la famosa solidaridad femenina y la abnegación relativa de las mujeres. Para completar el cuadro enajenante, la organización genérica hace que las mujeres estén políticamente subsumidas y subordinadas a los otros, y jerárquicamente en posición de inferioridad en relación a la supremacía de los otros sobre ellas.

Las transformaciones del siglo XX reforzaron para millones de mujeres en el mundo un sincretismo de género: cuidar a los otros a la manera tradicional y, a la vez, lograr su desarrollo individual para formar parte del mundo moderno, a través del éxito y la competencia. El resultado son millones de mujeres tradicionales-modernas a la vez. Mujeres Atrapadas en una relación inequitativa entre cuidar y desarrollarse. La cultura patriarcal que construye el sincretismo de género fomenta en las mujeres la satisfacción del deber de cuidar, convertido en deber ser ahistórico natural de las mujeres y, por tanto, deseo propio y, al mismo tiempo, la necesidad social y económica de participar en procesos educativos, laborales y políticos para sobrevivir en la sociedad patriarcal del capitalismo salvaje. Así, el deseo de las mujeres es contradictorio: lo configura tal sincretismo.

Los hombres contemporáneos no han cambiado lo suficiente como para modificar ni su relación con las mujeres, ni su posicionamiento en los espacios domésticos, laborales e institucionales. No consideran valioso cuidar porque, de acuerdo con el modelo predominante, significa descuidarse: Usar su tiempo en la relación cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con los otros. Dejar sus intereses, usar sus recursos subjetivos y bienes y dinero, en los otros y, no aceptan sobretodo dos cosas: dejar de ser el centro de su vida, ceder ese espacio a los otros y colocarse en posición subordinada frente a los otros. Todo ello porque en la organización social hegemónica cuidar es ser inferior. Algunas tendencias minoritarias se abren paso pero incluso hombres que se pronuncian por relaciones equitativas están más dispuestos a ser amables con las mujeres o sumarse al algunas de las causas políticas del feminismo, que a hacer política feminista.

El cuidado pues está en el centro de las contradicciones de género entre mujeres y hombres y, en la sociedad en la organización antagónica entre sus espacios. El cuidado como deber de género es uno de los mayores obstáculos en el camino a la igualdad por su inequidad. De ahí que, si queremos enfrentar el capitalismo salvaje y su patriarcalismo global, debemos romper con la naturalidad del cuidado por género, etnia, clase, nación o posición relativa en la globalización.

El feminismo del siglo XX ha realizado la crítica del modelo “superwoman” y ha denunciado la explotación de las mujeres a través del trabajo invisible y de la desvalorización de muchas de sus actividades, incluso del trabajo asalariado, de la relativa exclusión de la política y de la ampliación de una cultura misógina simbólica e imaginaria. Ha logrado llevar a la agenda de las necesidades sociales, la violencia contra las mujeres y ha realizado pequeñas modificaciones jurídicas y legislativas en el Estado.

Algunas corrientes contemporáneas ya no reiteran la desigualdad ni la violencia de género y, en cambio acuerdan con la igualdad entre mujeres y hombres y por un mundo equitativo.

Sin embargo, nos queda por desmontar el deber ser, el deber ser cuidadoras de las mujeres, la doble jornada y la doble vida resultante. Y eso significa realizar cambios profundas en la organización socioeconómica: en la división del trabajo, en la división de los espacios, en el monopolio masculino del dinero, los bienes económicos, y en la organización de la economía, de la sociedad y del Estado. El panorama se vuelve complejo si se traslada el análisis con perspectiva de género a las relaciones entre clases sociales y entre países, por ejemplo entre países del norte y del sur, entre los 21 y los otros, etcétera.

Se requieren a la vez, cambios profundos en las mentalidades. Es extraordinario observar cómo la mayoría de las mujeres, aún las escolarizadas y modernas, las políticas y participativas, las mujeres que generan ingresos o tienen poderes sociales diversos, aceptan como un destino, con sus modalidades, la superwomen– empresarial, indígena, migrante, trabajadora, obrera-.Con esa subjetividad de las mujeres subordinada a la organización social, a las instituciones como la familia, la iglesia y el Estado, y a los hombres, no estaremos en condiciones de desmontar la estructura sincrética de la condición de la mujer, imprescindible para eliminar las causas de la enajenación cuidadora y dar paso a las gratificaciones posibles del cuidado.

La vía imaginada por las feministas y las socialistas utópicas desde el siglo XIX y puesta en marcha parcialmente en algunas sociedades tanto capitalistas como socialistas y tanto en países del primer y del tercer mundo, ha sido la socialización de los cuidados, conceptualizada como la socialización del trabajo doméstico y de la transformación de algunas actividades domésticas, familiares y privadas en públicas. Haberlo hecho ha significado mejoría para la vida de las mujeres, liberación de tiempo para el desarrollo personal, la formación, el arte, el amor y las pasiones, la amistad, la política, el ocio, la diversión, el deporte y el autocuidado, incluso, una mejoría en la calidad de vida y en la autoestima. Es evidente el desarrollo social, cultural y político de las sociedades que así se han estructurado.

Una de las mayores pérdidas de las mujeres de los países que antes fueron socialistas y se han convertido de manera drástica al capitalismo en tiempos neoliberales ha sido la de el sustento social que significaba el Estado social para sus vidas. En la actualidad han vuelto a ser su responsabilidad un conjunto de actividades que la transformación socioeconómica ha tornado domésticas, privadas y femeninas. Y lo mismo está sucediendo aún en países capitalistas de alto y medio desarrollo en los cuales se ha adelgazado al Estado de una manera violatoria de los derechos sociales construidos con muchos esfuerzos en gran medida por los movimientos socialistas, obrero y feminista.

La alternativa feminista contemporánea que se abre paso en gran parte del mundo en el siglo XXI tiene sus ojos puestos en la crítica política de la globalización dominada por el neoliberalismo patriarcal de base capitalista depredadora. La opción que busca avanzar en el desarrollo de un nuevo paradigma histórico cuya base sea un tejido social y un modelo económico que sustente el bienestar de las mayorías, hoy excluidas, marginadas, expropiadas, explotadas y violentadas.

Pensamos que sólo una alternativa de este tipo será benéfica para la mayoría de las mujeres, sus otros próximos, sus comunidades y las regiones y los países en que viven.

Estas transformaciones de género están circunscritas e íntimamente ligadas a transformaciones equitativas de clase, étnicas y nacionales, enmarcadas en la construcción de naciones con derecho al desarrollo sustentable y en una globalización solidaria y democrática. De no articularse las transformaciones de género con estas últimas pueden observarse distorsiones significativas como las que se dan en la actualidad: mujeres dotadas de recursos y derechos de género que son ciudadanas de naciones hegemónicas, militaristas y depredadoras de otras naciones y pueblos donde habitan mujeres con las que se identifican en la construcción de sus derechos y oportunidades.

También hay hombres cuya identidad es la de ser avanzados, democráticos y progresistas que no consideran importante la emancipación de las mujeres. Estados que colocan a las mujeres entre los grupos vulnerables y no las miran como sujetos políticos. Países en los que, a través de las acciones afirmativas, por ejemplo las cuotas, todavía negociamos el grado de exclusión política de las mujeres, y se consideran democráticos. Mujeres que piensan que ya lograron todas las metas de transformación de género y no se percatan que “el género” es su categoría social y a ella pertenece la mayoría pobre y cuidadora del mundo: las mujeres.

Por eso, la otra dimensión de esta alternativa feminista es el empoderamiento de las mujeres como producto de la construcción de un nuevo paradigma histórico. El empoderamiento es el conjunto de cambios de las mujeres en pos de la eliminación de las causas de la opresión, tanto en la sociedad como, sobre todo, en sus propias vidas. Dichos cambios que abarcan desde la subjetividad y la conciencia, hasta el ingreso y la salud, la ciudadanía y los derechos humanos, generan poderes positivos, poderes personales y colectivos. Se trata de poderes vitales que permiten a las mujeres hacer uso de los bienes y recursos de la modernidad indispensables para el desarrollo personal y colectivo de género en el siglo XXI.

Todos esos poderes se originan en el acceso a oportunidades, a recursos y bienes que mejoran la calidad de vida de las mujeres, conducen al despliegue de sus libertades y se acompañan de la solidaridad social con las mujeres. La participación directa de las mujeres en la transformación de su mundo y de sus vidas es fundamental y conduce también a la construcción de un mayor poder político y cultural de las mujeres que crean vías democratizadoras para la convivencia social. El cuidado, ha dejado de ser para otros y se ha centrado en las mujeres mismas. La sociedad, en un compromiso inédito cuida a las mujeres, es decir, impulsa su desarrollo y acepta y protege su autonomía y sus libertades vitales. En ellas va incluida la libertad de elecciones vitales, de actividades, dedicación e identidad: Es el fin del cuidado como deber ser, como identidad.

En el siglo XXI ha de cambiar el sentido del cuidado. Hemos afirmado muchas veces que se trata de maternizar a la sociedad y desmaternizar a las mujeres. Pero ese cambio no significará casi nada si no se apoya en la transformación política más profunda: la eliminación de los poderes de dominio de los hombres sobre las mujeres y de la violencia de género, así como de la subordinación de las mujeres a los hombres y a las instituciones. Es decir, el empoderamiento de las mujeres es un mecanismo de equidad que debe acompañarse con la eliminación de la supremacía de género de los hombres, la construcción de la equidad social y la transformación democrática del Estado con perspectiva de género.

Para la mayor parte de las corrientes feministas contemporáneas la articulación de lo personal con lo social, lo local y lo global conforma la complejidad de nuestro esfuerzo.

La idea fuerza en torno al cuidado es la valoración de la dimensión empática y solidaria del cuidado que no conduce al descuido ni está articulado a la opresión.

De ahí la contribución de las feministas: primero, al visibilizar y valorar el aporte del cuidado de las mujeres al desarrollo y el bienestar de los otros; segundo, con la propuesta del reparto equitativo del cuidado en la comunidad, en particular entre mujeres y hombres, y entre sociedad y Estado. Y, tercero, la resignificación del contenido del cuidado como el conjunto de actividades y el uso de recursos para lograr que la vida de cada persona, de cada mujer, esté basada en la vigencia de sus derechos humanos. En primer término, el derecho a la vida en primera persona.

Foto: Marcela Lagarde (Antropóloga Feminista)

Fuente:

http://mujerdelmediterraneo.heroinas.net/2012/10/mujeres-cuidadoras-entre-la-obligacion.html?m=1

domingo, 2 de septiembre de 2018

Las “devoluciones en caliente”, una práctica ilegal extendida por el mundo.

Cuarto Poder


Con el cuerpo mojado, los músculos ateridos y el miedo todavía a flor de piel. Así son devueltos muchos migrantes que consiguen traspasar las fronteras para alcanzar otro país. La Convención de Ginebra y Estatuto de los Refugiados de la ONU, el Convenio de Derechos Humanos, la Carta Europea de Derechos Humanos y la Directiva de Asilo, entre otras normativas internacionales, impiden expresamente las “devoluciones en caliente”, es decir, expulsar a los migrantes que acaban de traspasar la frontera sin darles opción de indentificarse, pedir asistencia letrada, presentar un recurso o solicitar asilo. Es contrario al derecho internacional, pero ocurre con frecuencia en varias partes del mundo.

En España, también en contra de nuestra propia legislación, la práctica se lleva a cabo en la frontera española con Marruecos desde 1995. El Tribunal de Estrasburgo condenó el año pasado a España por la “devolución en caliente” en 2013 de dos jóvenes de Mali y Costa de Marfil. El PSOE ha estado defendiendo desde la oposición la necesidad de acabar con estas expulsiones ilegales e incluso presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la maniobra del PP para blindarlas legalmente. Ahora, una vez en el Gobierno, los socialistas han reculado y han defendido que estas dos expulsiones realizadas por la Guardia Civil fueron tan solo “una prevención de entrada” , dentro del marco legal porque los migrantes “no superaron la línea policial”, una tesis que ya defendió en su día el PP.

Ante la indignación de colectivos, ONG y defensores de Derechos Humanos por el cambio de postura del PSOE, repasamos la situación de otros países respecto a las llamadas “devoluciones en caliente”.

1. Grecia y Turquía, el tapón migratorio
En 2016 la UE y Turquía firmaron el polémico trato por el que el país recibió 6.000 millones de euros para que toda persona que llegara de manera ilegal a las islas griegas fuera enviado de vuelta a las tierras turcas. Los países miembro entendieron que Turquía era un destino seguro para los refugiados, aunque según denuncian organizaciones humanitarias el tiempo ha demostrado que la premisa era falsa y que a los Estados europeos solo les interesaba detener el flujo migratorio.

Como resultado de ese acuerdo, miles de personas siguen atrapadas en las islas griegas esperando a que tramiten sus solicitudes de asilo o los envíen a la parte continental del país. Además, organizaciones internacionales como Amnistía Internacional o el Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentaron como las autoridades turcas impidieron por el uso de la fuerza que quienes huían de Siria se acercaran a la frontera, así como “devoluciones en caliente” a este país sin importar que pudieran suponer una condena a muerte. Cuando la ruta de los Balcanes era una de las principales vías de escape de los migrantes, se registraron otras devoluciones ilegales en países como Hungría, Bulgaria o Croacia.

2. Italia, de vuelta al infierno
Italia sigue una deriva peligrosa con las “devoluciones en caliente”. Con el nuevo Gobierno italiano, atravesado por la xenofobia de la Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas, unos cien migrantes fueron devueltos el mes pasado a Libia después de ser rescatados en el Mediterráneo, algo que está considerado ilegal por el Derecho Internacional: no se puede enviar de vuelta a estas personas a países donde su vida pueda estar en peligro.

El Ejecutivo argumentó que la coordinación del operativo no corrió de la cuenta de la Guardia Costera italiana porque fue llevada a cabo por el remolcador ‘Asso 28’, que por cuenta de la petrolera italiana Eni vigila los terminales situados en Libia. La prensa italiana y las organizaciones denunciaron que el barco había recibido órdenes del Gobierno para desembarcar en la costa libia.

No es la primera vez que algo similar ocurre en el país. De hecho, Italia ya tuvo un episodio similar en 2009 que acabó siendo condenado también por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En esta ocasión 200 personas fueron rescatadas en aguas internacionales por tres naves de las autoridades italianas, que las llevaron de vuelta a Libia.

3. EEUU y México, la ruta de América del Norte
Uno de los últimos gestos de las políticas racistas y anti-inmigración del presidente estadounidense, Donald Trump, llegó el pasado mes de junio, cuando el presidente anunció en Twitter una propuesta de impulsar oficialmente las “devoluciones en caliente”: “No podemos permitir que esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entra, debemos inmediatamente, sin jueces o casos judiciales, enviarlos de vuelta por donde vinieron”, indicó el mandatario en Twitter.

Aceptar oficialmente las “devoluciones en caliente” supondría un paso más allá del procedimiento judicial instaurado desde abril con el que son recibidos los inmigrantes que llegan a EEUU, donde los migrantes adultos son detenidos por su situación legal y un magistrado decide si son expulsados o pueden permanecer en el país para solicitar asilo.

Pero el vecino de EEUU ya hace lo propio con los migrantes de los países centroamericanos. Según un informe de principios de este año de Amnistía Internacional, “México incumple sistemáticamente el principio de no devolución, pilar vinculante del derecho internacional y mexicano que prohíbe la devolución de personas a situaciones donde corran riesgo real de sufrir persecución u otras violaciones de Derechos Humanos”. Miles de hondureños, salvadoreños o guatemaltecos son expulsados una vez que traspasan la frontera, sin preguntas.

4. Australia, el paso más allá que quieren copiar Un paso más allá de las “devoluciones en caliente” se encuentra Australia, el único país del mundo que instauró el modelo de Centros de Internamientos de Extranjeros (CIE) fuera de su territorio, en concreto en Papúa Nueva Guinea, un régimen dictatorial en el que se cometen profundas violaciones de los Derechos Humanos. Esta es la propuesta que han recuperado un grupo de países en Europa como Austria, Holanda y Dinamarca, que quieren también centros similares fuera del suelo europeo.

Los barcos se derivan antes de que lleguen a aguas australianas, o incluso ya en aguas australianas, en centros situados en islas pertenecientes a Papúa. Informes de organizaciones humanitarias denunciaron el horror que se vivía en estos centros extraterritoriales (palizas, abusos sexuales, intentos de suicidio por las condiciones…). La práctica fue condenada tanto por la ONU como por los propios tribunales australianos. El Gobierno celebró entonces la estrategia de disuasión, que había logrado frenar la llegada de barcos.

Fuente:
http://www.cuartopoder.es/derechos-sociales/2018/08/15/las-devoluciones-en-caliente-una-practica-ilegal-extendida-por-el-mundo/

sábado, 1 de septiembre de 2018

Carne humana

El diario

- Los discursos del poder han recurrido siempre a deshumanizar y animalizar a aquellos sectores a los que se quiere ignorar o explotar.

- Todas las personas que quedan fuera del estrecho marco de lo aceptado, son estigmatizadas como inmundas, sucias, contaminantes y consideradas carne.

Matteo Salvini EFE

Según el diccionario, carne es la parte blanda del ser humano y de algunos animales, formada fundamentalmente por músculos del cuerpo. En una cultura antropocéntrica como la nuestra, los individuos no humanos son frecuentemente reducidos al estado de carne.

La valoración de la vida animal como simple carne supone la transformación de muchos seres vivos en una mercancía. Se cree que su vida tiene sentido solo porque es útil para los seres humanos y los mercados. Pero muchos seres humanos son considerados también carne. Carne viva con capacidad de trabajo, carne que puede ser explotada para hacer crecer la economía y engrosar las ganancias de otros que no se consideran carne ni cuerpo.

En esta fase neoliberal del capitalismo mundializado, y con los límites ecológicos sobrepasados, cada vez más personas formamos parte de esa masa de carne humana utilizada como recurso o como desecho para mantener una economía que, en vez de garantizar la satisfacción de las necesidades, tiene como finalidad maximizar las tasas de ganancia del capital y para ello devora minerales, petróleo, animales, plantas, tierra, agua, reduce personas a carne y expulsa residuos, gases contaminantes, plásticos, artefactos que ya no sirven y también carne humana.

La expresión 'carne de cañón' nació para designar a los soldados, normalmente de rango bajo, que se exponían al fuego de los enemigos sabiendo que su muerte era casi segura. Pero fue utilizada, también, como sinónimo de proletariado y como metáfora de la mano de obra barata y explotada. Marx utilizó esta expresión para referirse a las cuadrillas de trabajo y a la población obrera sobrante o fuerza de trabajo desempleada, estructuralmente necesarias en el capitalismo para garantizar el control de las condiciones laborales, que optimizan la acumulación de capital.

Los discursos del poder han recurrido siempre a deshumanizar y animalizar –en una cultura, insisto, donde lo animal es despreciado– a aquellos sectores a los que se quiere ignorar o explotar. Quitarles la cualidad humana, despreciarles y reducirlos a carne, es el paso previo para poder legitimar la explotación y, en regímenes autoritarios e inhumanos, el abandono e incluso el exterminio.

Primo Levi cuenta cómo los nazis, antes de matar judíos, gitanos, comunistas y homosexuales, les arrebataban la condición humana reduciéndoles a la pura condición de carne. La deshumanización justificaba su exterminio y la pasividad de muchas personas ante él. En nuestra sociedad tecnologizada, muchas personas siguen siendo tratadas como carne.

Las aparadoras del calzado, por ejemplo, se resisten y se organizan para no ser tratadas como tal . Llevan décadas trabajando como si no existiesen. Sin derechos, sin contratos. Ganando apenas 400 euros por 10 u 12 horas de trabajo que hacen en casa, aportando ellas la maquinaria y el coste del consumo eléctrico. Han contraído enfermedades derivadas del oficio: problemas de huesos o columna a causa de pasar horas en la misma posición, depresión por la situación en la que tradicionalmente se han encontrado u otras enfermedades derivadas del contacto con productos químicos tóxicos. Esconder el trabajo en casa sin que genere derechos es ser tratada como carne.

La plantilla de Iveco irá a la huelga en septiembre porque se está despidiendo a trabajadores por faltas de asistencia intermitentes y justificadas. Son gente enferma y personas que tienen lesiones derivadas de los ritmos excesivos del trabajo. Según los representantes sindicales, se trata de una plantilla joven y la empresa aplica los despidos sobre gente que puede tener futuras bajas. Explotar hasta la enfermedad y después despedir a quien enferma es también ser tratado como carne. El colmo de la explotación de la carne es que una empresa cárnica explote también carne humana a través de Servicarne , una falsa cooperativa en la que 1.350 falsos autónomos trabajaban en condiciones precarias y con una absoluta vulneración de sus derechos.

También son deshumanizados y reducidos a la más pura corporalidad las personas pobres. Adela Cortina acuñó el término "aporofobia" para definir el rechazo al pobre, el odio al "sin techo" y a quienes, por desposeídos, no tienen poder. Un artículo reciente , se hacía eco de un informe de la Fundación Rais en el que se concluía que un 80% de las personas sin hogar que se encuentran en la calle han sufrido acoso o agresiones de diversos tipos. Raúl o Alberto son algunas de ellas. Duermen alrededor de la Plaza Mayor de Madrid y, llevar sudaderas con la bandera de España, no les ha servido para esquivar las patadas o insultos de quienes deambulan por allí y les dicen que dan asco.

Susanne Soederberg, investigadora de la universidad canadiense de Queen, afirmaba a raíz de un estudio realizado que la población sobrante es el sector que más crece en el mundo. Todas las personas que quedan fuera del cada vez más estrecho marco de lo aceptado, son estigmatizadas como inmundas, sucias, contaminantes. Son consideradas exclusivamente carne.

Pero la situación más extrema de "sobrecorporalidad" en el momento actual, la están viviendo las personas, que previamente expulsadas de sus territorios, buscan otro lugar para vivir. El poder económico y político también trata como carne de cañón a quienes sufren en mayor medida las consecuencias del cambio climático, el despojo de los recursos y el territorio, el extractivismo; a quienes son expulsadas de sus territorios a causa de la pobreza, las guerras formales e informales que se desencadenan por el acaparamiento de tierra y recursos.

Están surgiendo liderazgos y partidos que han hecho del racismo su eje discursivo central. Amanecer Dorado, desató una ola de odio y violencia en Grecia, que logró ser temporalmente frenada en las urnas. FPÖ's de Austria, la AfD de Alemania, los Finns de Finlandia o los Sweden Democrats de Suecia, el gobierno xenófobo del húngaro Viktor Orbán o Donald Trump son algunos ejemplos de este eclosión.

En toda Europa crece el número de personas que creen que su pérdida de nivel de vida, su precariedad o las expectativas incumplidas están causadas por las personas migrantes que compiten con ellas. Éstas últimas son señaladas como culpables por los dedos de las mismas manos que precarizan a trabajadores y trabajadoras, especulan con la vivienda, el agua o la energía, aprueban tratados internacionales que arruinan territorios y sectores y hacen hasta de la comida y los cuerpos, un negocio. Todo vale con tal de escalar en las encuestas electorales. Y lo malo es que en algunos espacios, habitados por personas con incertidumbre y miedo, eso da votos. Es como si se tuviese la esperanza de poder escapar de ser tratado como carne, yendo contra la carne de otros que están peor que tú.

En fechas recientes, Matteo Salvini rechazaba que un barco en el que se hacinaban personas migrantes desembarcase en tierra italiana. Se jactaba de haber impedido que el Aquarius, repleto, decía textualmente, "de carne humana", soltase su carga "contaminante" en su país. También él tiene carne. La mostraba en las fotos, descamisado y con corbata verde , que vendió –como si fuese una burla más– para favorecer a una organización que se autodenomina "pro–vida". Sonreía en la foto con la tranquilidad de quien nunca ha abandonado un barco de personas al borde de la muerte en el mar.

Rivera también usó su propia carne como reclamo electoral . Pareciera que el cuerpo de quien ostenta, o pugna por ostentar el poder, es menos cuerpo y su carne, tan vulnerable, mortal y contingente como la del resto, es menos carne y da menos asco. En estos momentos, Rivera y Casado, a lo Salvini, rivalizan por ver quién enarbola con más fuerza la bandera del control de las fronteras, de los límites a la entrada de extranjeros pobres, del acrecentamiento de los beneficios económicos y electorales que genera tratar la migración como si fuese un problema de seguridad. Algunos medios de comunicación ofrecen datos falsos o medias verdades sobre la entrada de personas, inventan enfermedades y falsas amenazas que refuerzan la percepción de la gente. Se promete la vuelta a una España próspera y cañí que nunca existió.

Todas somos –podemos ser– trabajadoras que pierden derechos, personas que no pueden pagar la hipoteca, familias con dificultades para afrontar las matrículas de la universidad de las hijas, sujetos cuyo territorio se cede a una minera, gente que se tiene que marchar de su tierra porque deja de haber agua o posibilidades de supervivencia digna o mujeres obligadas a sostener cotidianamente la vida en un mundo que la ataca. Todas somos susceptibles de ser consideradas carne humana.

Todas somos –podemos ser– futuras refugiadas que tratan de saltar fronteras, ya sean territoriales, raciales, de género o económicas, para poder mantener vidas que merezcan la pena ser vividas. Y cuando lo seamos, a quienes defienden que lo primero son los españoles les importará bien poco lo que diga la partida de nacimiento. De Cuenca, Madrid, Granollers o Écija, si se trata de elegir entre los beneficios o las personas, la elección estará clara y seremos carne humana abandonable y culpable.

En estas circunstancias, es una locura confiar y seguir a quien señalan a otros como culpables, a quien esconde las posibilidades de medrar detrás de la persecución de los que tienen otro color de piel, no nacieron aquí, tienen menos que el resto, y no se resignan ante la desposesión y el despojo.

Es peligroso fiarse de los discursos que no hacen más propuestas que la de asegurar las fronteras y se limita a increpar, insultar y calumniar sin mesura; de quienes reclaman el poder para sí mismos haciendo promesas a todos los bandos, sin preocuparse de las contradicciones en las que se incurre. Fue la estrategia que a Hitler le fue funcional en un momento no tan diferente al que vivimos hoy y con adversarios políticos incapaces, o no dispuestos a oponer una resistencia verdadera.

Como explicaba Hannah Arendt –y nos recuerda permanentemente Santiago Alba Rico– el ser humano desnudo, sin atributos, sin nombre propio, protegido solo por los derechos humanos se convierte en carne de matadero. Pero, aunque cuando se arrincona y señala a alguien diferente, deshumanizado y solo, hace falta poco para que surja el linchamiento, en ese momento de inflexión, también puede ocurrir que brote la solidaridad, la compasión, el apoyo mutuo –una versión del amor– que iguala y rehumaniza. Para ello, es imprescindible que existan discursos y alternativas viables, reales y valientes que confronten con las promesas de la exclusión y la expulsión.

Luchar hoy es establecer lazos que permitan resistir frente a la ofensiva de quienes van a hacer lo que sea con tal de mantener sus privilegios. Tú, ellos y yo les importamos muy poco y por eso no queda ninguna opción más viable que la de cuidarnos unos a otros. El capitalismo global ha declarado la guerra a todo lo vivo. Cantaba Silvio Rodríguez que en esta contienda, la orden de fuego siempre la dan "disidentes de la cultura, la carne, la gente, el sueño y la vida que no sea virtual".

La tarea constituyente que tenemos por delante y que ya es inaplazable es la adquisición de la conciencia de que podríamos ser reducidos solo a carne útil y potencial desecho y que solo podremos superarlo poniendo las vidas, las luchas y las alternativas en común. Arrinconar a quienes disparan y reorganizar la vida para que quepamos todos, establecimiento lazos de solidaridad entre diferentes que nos igualen, adoptar una dignidad colectiva sin victimismos son pasos necesarios para superar esta situación de encrucijada sin dejarnos jirones de vida por el camino.

@yayo_herrero 

Fuente: https://www.eldiario.es/zonacritica/Carne-humana_6_805679446.html

Filosofía de la Educación en Fidel Castro Ruz (II) La hegemonía ideológico-cultural

Felipe de J. Pérez Cruz
Rebelión

 La labor educacional de Fidel Castro Ruz ratifica que la educación como aparato de construcción de hegemonía en el seno de la sociedad civil, deviene en componente de la revolución de la ideología y la cultura. Expresa la capacidad de dirección moral y cultural de la clase o el grupo dirigente que trabaja - lucha - por construir el imprescindible consenso ideológico espiritual para el logro de sus fines.

Cuando se estudia la dinámica histórica de la Revolución Cubana, puede constatarse como Fidel concedió a la educación un protagonismo especial en la lucha política, en particular en la lucha ideológica: “las ideas libraron sus batallas junto a los acontecimientos, definirá en 1975, al inaugurar el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba1.

La tarea histórica
Fidel comprendió que la solución de la contradicción principal entre la nación y la dictadura pro imperialista de Batista, tras el triunfo del 1 de enero de 1959, planteaba nuevamente en el escenario cubano, la esencialidad de la solución del problema fundamental del país: el logro de su definitiva liberación nacional frente a los mecanismos de sujeción neocolonial y expoliación económica, impuestos por los Estados Unidos en más de medio siglo de relaciones de dependencia y dominación.

Para Fidel el reto cubano no solo comprendería la liberación propiamente dicha y su constante defensa, frente a un imperio obcecado y criminal, siempre beligerante, nunca resignado a la pérdida de sus privilegios expoliadores en la Mayor de las Antillas. Sino que su más trascendente escenario sería el de llevar adelante la construcción de un genuino proyecto de desarrollo humano, de despliegue de todas las potencialidades de los cubanos y cubanas, en la concreción de una nueva sociedad, con capacidad económica, política y cultural para auto sustentarse, resolver las crecientes necesidades espirituales y materiales de sus hijos, y aportar al contexto latinoamericano y universal los valores culturales, intelectuales y productivos de su pueblo. En esta dirección histórica la Revolución con el liderazgo de Fidel comienza a transitar desde sus primeros días de victoria, en tanto se trabajó por sentar las bases de una cultura democrática, popular y socialista.

El desarrollo del movimiento de masas que dio al traste con la dictadura pro imperialista, para dar paso a la solución de las tareas históricas de la liberación nacional y el tránsito socialista, tendría que llevar en su seno, necesariamente, como imprescindible elemento desenajenador, un movimiento educacional y una genuina Revolución en la Educación y la Cultura, con capacidad para rescatar y desarrollar la tradición ideológico cultural revolucionaria de la escuela cubana, y el pensamiento de las vanguardias políticas, científicas y artísticas. La importancia y la urgencia de desatar ese movimiento fueron asumidas por Fidel. No fue casual que e l primer gran movimiento masivo de naturaleza político ideológica, que lidera tras el triunfo revolucionario de enero de 1959, fuera precisamente un movimiento educacional 2 , cuya consigna central fue la sentencia martiana que define que “ ser cultos, era la única manera de ser libre 3 .

La casualidad tampoco explica por qué los dos primeros grandes temas que abre Fidel a debate nacional y coloca como objetivos prioritarios de la educación revolucionaria, desde el mismo enero de 1959, sean los de la lucha contra la discriminación racial y de género. Los ancestrales prejuicios contra los cubanos negros y mestizos, y la cultura sexista y machista heredada, fueron temas sometidos desde entonces a una severa y sistemática crítica. Para el líder revolucionario “el primer gran problema de la Revolución es cómo se combate y cómo se vence la influencia de las viejas ideas, de las viejas tradiciones, de los viejos prejuicios y como las ideas de la revolución van ganando terreno y convirtiéndose en cuestiones de conocimiento común y de clara comprensión para todo el pueblo"4.

Más que en discursos, hechos
Fidel ve la necesidad de estructura un sistema de influencias educativas que partan de la praxis de los niños y jóvenes en sus circunstancias, en el estudio y el trabajo, para llegar al reconocimiento y construcción de su propia historia, como resultante del conocimiento de las luchas pasadas, presentes y futuras. En tal criterio precisa que la educación de la nueva generación corresponde al más amplio espacio de sociedad y a su vez a los propios niños y jóvenes, a los que otorga responsabilidad social y le da misiones específicas, complejas e importantes en las que tiene que crecer como ser humano, estudiar, trabajar y crear.

Una constante en el hacer pedagógico de Fidel estuvo en reforzar la idea de la continuidad generacional en la obra revolucionaria, la sensibilización afectivo-cognitiva de los niños y jóvenes con su pasado, presente y futuro. En el Acto de inauguración del Palacio de los Pioneros, 6 de enero de 1962 precisaba: “¡Para que los niños sean felices se ha luchado, para que los niños sean felices han tenido que dar su vida muchos patriotas, desde Martí, Maceo y todos los que han muerto!”5. El 20 de julio de 1975, inaugura el Campamento de Pioneros “ José Martí ” de Tarará, en La Habana, y señala: “Y cuando decimos José Martí, a su nombre están unidos todos los que lucharon en las distintas épocas por la libertad, por el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo”6.

El estudio de los hechos que jalonan la historia revolucionaria confirma que la práctica política entendida como práctica pedagógica, resulta decisiva en el hacer fidelista. Esa práctica para el cambio cualitativo en la conciencia de las masas, transita por una intensa relación en el que el educador por excelencia es el propio proceso revolucionario. Para Fidel “toda revolución es un extraordinario proceso de educación. Por eso, Revolución y educación son una misma cosa”, anunciaba Fidel al intervenir el 9 de abril de 1961 en el ciclo de conferencias de la Universidad Popular “Educación y Revolución” 7 .

El hecho de ser Fidel el líder del proceso revolucionario en su conjunto, favoreció la simultaneidad, interacción y multilateralidad del esfuerzo educacional con el conjunto de las acciones revolucionarias a escala social, con la planificación y desarrollo de los programas de transformaciones, y produjo resultados de impacto trascendental.

Preparar al hombre y la mujer para la vida
El combate por la hegemonía ideológico cultural parte del principio martiano de preparar al hombre desde, durante y para la vida, de hacerlo resumen del tiempo histórico que le ha correspondido vivir, de ser parte integrante, activa y transformadora de su sociedad. Con el propósito de alcanzar este propósito Fidel desarrolló una pedagogía problémica del estudio y el trabajo. En criterio de Fidel “el trabajo no debe ser una actividad profesional,...no debe ser una medio de vida, sino que el trabajo debe ser parte de la formación,..., de la educación del joven… ha de ser el trabajo el gran pedagogo de la juventud...”8.

La concepción de la combinación del estudio con el trabajo se abre a un amplio concepto de educación para la vida”. Continúa con un énfasis particular en la educación formal, en los hábitos de convivencia y cortesía. Junto a la importancia de desarrollar un espíritu de caballerosidad en el hombre, Fidel resaltaba la importancia de desarrollar un espíritu de urbanidad en todos los niños, varones y hembras, el saber comportarse correctamente en cada lugar. En Fidel lo justicia social y la dignificación humana poseía además una dimensión estética: “son realmente tan hermosos los hábitos de solidaridad y de respeto, que nuestra sociedad revolucionaria no debe jamás renunciar a ellos”9, afirmaba.

La visión de formación integral de las nuevas generaciones se continúa con la incorporación de la educación física, el deporte y la educación artística. Estas áreas de la educación se conciben como parte sustantiva del propósito de lograr una mujer y un hombre con una cultura general integral.

A iniciativa de Fidel Cuba a partir del curso 1964-1965 generalizó la educación física desde el primer grado de la enseñanza primaria10.Para dar respuesta al trabajo artístico- cultural masivo de la sociedad Fidel impulsó la formación de Instructores de Artes a partir de abril de 1961. Tras los deteriores de la base material de estudios en el período especial, desarrolló a partir del 2000 un nuevo programa de formación de instructores de arte. En la actual concepción se aspira que la escuela llegue a convertirse en la institución cultural más importante de la comunidad, que los resultados de su labor se reflejan en el seno de la familia y su trabajo se proyecte más allá de la institución cultural y se vincule con el resto de las instituciones culturales y sociales de la comunidad.11

El 15 de enero de 1959 Fidel expresó: " El futuro de nuestro país tendrá que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento" 12 . Y tal afirmación se ha desarrollado como paradigma de la Revolución Cubana. La incorporación a los programas docentes de los conocimientos y tecnologías de avanzada, fue preocupación constante de Fidel 13 . Si hoy el país dispone de un pujante sistema de ciencia, tecnología e innovación, con capacidad de respuesta para hallar soluciones certeras a las disímiles problemáticas que plantea la producción y la ingeniería social socialista, ello se debe al aporte decisivo que ha tenido la estrategia educacional fidelista.

Fidel, como líder de la Revolución, fundador del Estado socialista y del nuevo Partido comunista de todos los revolucionarios cubanos, fue el educador por excelencia de la vanguardia y del pueblo. Las concepciones fidelistas hechas conciencia colectiva, devenidas en retos a la práctica y teoría pedagógica adelantaron los propios acontecimientos, sirvieron de modelo y acicate, de referencial de criticidad y pivote de desarrollo. Desde Fidel y con Fidel se pensó se hizo y se acertó en Revolución Educacional y teoría pedagógica, en Fidel se hallaban las inconformidades y los puntos de criticidad propositiva frente a los errores e insuficiencias de la obra revolucionaria. De ahí la certera concepción del profesor Rolando Buenavilla Recio sobre la condición de Fidel como educador social14.

En plena dialéctica histórico concreta, puede afirmarse que las concepciones revolucionarias fidelistas han trascendido a las masas a partir de su labor educativa15. En tal perspectiva Paulo Freire definió a Fidel –también a Ernesto Che Guevara y Amilcar Cabral- como pedagogo de la Revolución16.

Notas:

1 Fidel Castro Ruz: Informe del Comité Central al Primer Congreso del Partido, Editado por el Departamento de Orientación Revolucionaria, La Habana, 1975, p 34.

2 Ver del autor: Las coordenadas de la alfabetización, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2000, p 71.

3 José Martí Pérez; Obras Completas, Editora Nacional de Cuba, la Habana, 1965, tomo 8, p.290.

4 Fidel Castro Ruz: Discurso en la inauguración del seminternado de primaria “Juan Manuel Márquez, Ediciones COR, No. 5, La Habana, 1968.

5 Fidel Castro Ruz: Acto de inauguración del Palacio de los Pioneros, 6 de enero de 1962

6 Fidel Castro Ruz: Inauguración del Campamento de Pioneros “ José Martí ” de Tarará, en La Habana, 20 de julio de 1975

7 Fidel Castro: Obra revolucionaria, No 30, La Habana, 1961, p 22

8 Fidel Castro Ruz: Fidel habla a la juventud, Selección: 1960-1998. Casa Editora Abril- Editora Política. La Habana, 1998, p 12

9 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central conmemorativo del XV Aniversario de la Unión de Pioneros de Cuba y XIV Aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, celebrado en el teatro "Lázaro Peña", el 3 de abril de 1976 10 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto clausura del curso de Educación Física a los maestros de enseñanza primaria, en el Estadio Latinoamericano, La Habana, el 4 de septiembre de 1964 .

11 Ver: Paula M. Sánchez Ortega: La educación artística en Cuba; antecedentes y actualidad, Atenas, Matanzas, Vol. 4 Nro. 22 (2013) https://atenas.reduniv.edu.cu/index.php/atenas/article/view/51/75 12 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto celebrado por la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias, el 15 de enero de 1960.

13 La Universidad Cubana cuenta con 80 centros dedicados a tiempo completo a la investigación, generación y transferencia de tecnología de punta. Vinculados a estas y otras instituciones de investigación está el 69 por ciento de las y los profesores universitarios. En general todos los docentes de la educación superior, tienen contemplado en su fondo de tiempo el trabajo de investigación científica. En total más de 250 mil docentes del Ministerio de Educación (MINED) y el Ministerio de Educación Superior (MES), están incorporados desde sus aulas a la actividad científica. El 42 por ciento de ellos la efectúa en forma extracurricular.

14 Rolando Buenavilla y otros: Concepción teórico metodológica para el estudio de Fidel Castro Ruz como educador social, Pedagogía 2017, Sello Editor Educación Cubana, La Habana, 2017.

15 Olga Fernández: “Integridad y dialéctica del pensamiento de Fidel”, en La mujer en la Revolución y la Revolución en la mujer. Coloquio sobre el pensamiento y al obra de Fidel Editorial de la Mujer, La Habana, 1996, p 27.

16 Paulo Freire, Esther Pérez y Fernando Martínez: Diálogos con Paulo Freire, Colección de Educación Popular, Editorial Caminos, La Habana 1997, p 20.

In memoriam Josep Fontana (1931-2018)

Viento Sur



Hay figuras que parecen eternas, con un legado tan vivo que uno las cree inmortales. Abridoras de nuevos caminos, puentes entre generaciones, se convierten clásicos en vida. Por eso, la noticia del fallecimiento del historiador Josep Fontana nos golpea especialmente, dejando huérfanos a todos los que creemos en una historia crítica y alternativa como la que él práctico y nos dejó como herencia a través de su ingente obra. Por desgracia, en el Estado español no contamos con demasiadas personalidades de esta talla, y vemos con desolación como nos abandonan referentes críticos, como Antoni Domenech recientemente fallecido.

Introductor en el Estado español de la historiografía marxista, en un maridaje fecundo con la tradición de los Annales, supo aunar las lecciones de E. P. Thompson con las de Marc Bloch, combatiendo por la Historia cuando muchos la dieron por muerta. En ese sentido, no podemos olvidar a uno de los padres intelectuales de Fontana, el historiador marxista francés Pierre Vilar, quien alumbró la historia de Catalunya y el Estado español con un nuevo enfoque a partir de una aplicación creativa y nada mecánica de las líneas metodológicas esbozadas por Marx y Engels y reforzadas por la Historia desde abajo de los Annales.

Podemos arriesgarnos a afirmar que la vivencia en su infancia de la Guerra Civil y la represión franquista marcó su biografía intelectual y política: “En 1939, aprendí, a los 7 años de edad, que me iba a tocar vivir en una España que, como resultado del triunfo de una insurrección contra la inteligencia, combatía la libertad cultural y se defendía del peligro de los libros censurándolos y destruyéndolos.“

Su evolución como historiador viene marcada por un compromiso con la verdad y contra la manipulación interesada, ofreciendo siempre una visión lúcida que busca desentrañar las apariencias y los esquemas prefijados, sobre todo en el campo en el que brilló con luz propia, el estudio de la crisis del Antiguo Régimen y la formación del capitalismo en el Estado español y Catalunya. Desveló la formación de un bloque social y político marcado por rupturas pero también por continuidades, con el predominio de una burguesía rentista fuertemente centralista, con particularidades pero también con tendencias comunes a la conformación de las formaciones sociales contemporáneas en Europa. Destacan en este ámbito obras como “La quiebra de la monarquía absoluta 1814-1820” o la más reciente “La crisis del Antiguo Régimen (1808-1832)”.

Fontana fue un historiador consciente de la importancia de la reflexión teórica sobre su disciplina, sobre el necesario proceso de cuestionamiento estratégico de las tareas del historiador, el cómo pero también el por qué. En este ámbito no podemos olvidar la deuda enorme que muchos tenemos con su obra “Historia, análisis del pasado y proyecto social”, que nos abrió los ojos a una historia social de la historiografía, a las estructuras de poder y a los diversos intereses económicos y sociales que se ocultan detrás de determinados enfoques y escuelas.

Cuando la caída del muro parecía barrer de un plumazo la opción de escribir una historia diferente a la trazada bajo los interese de los grupos sociales dominantes, Fontana reaccionó rearmando la tradición histórica marxista con su “La Historia después del Fin de la Historia”, en la que destroza al historiador liberal de moda, Francis Fukuyama y sus pretensiones de declarar la inviabilidad de cualquier proyecto alternativo al capitalismo, separando el derrumbe de los regímenes estalinistas del Este de la tan proclamada caducidad del pensamiento marxista. Reacciona también a la consideración caricaturesca del marxismo como doctrina revelada y apuesta por una historia crítica que ponga en el presente el centro de sus preocupaciones.

Al hablar de Fontana estamos hablando por tanto, de un historiador partisano, militante y comprometido con la tradición de los oprimidos, que se mancha de compromiso político en las filas del PSUC, lejos de neutralidades abstractas. Su militancia antifranquista supone su expulsión de la universidad en 1966, en tiempos en los que el compromiso académico y social no eran realidades separadas. Rojo y catalanista, batalló hasta el final por el proyecto socialista y por la libertades y derechos democráticos de Catalunya. En base a esta coherencia criticó la Transición española por lo que tuvo de transacción hacia las herencias del franquismo, en una época en que la heterodoxia con respecto al relato dominante podía acarrear el ostracismo intelectual y político.

Una figura tan grande como la de Fontana, con toda su solidez intelectual, no puede dejar de tener aristas, como por ejemplo, su desprecio indulgente hacia el movimiento estudiantil en mayo del 68, “los niños esos que se creían que se estaban cargando el mundo para construir uno nuevo”. También se puede señalar la condescendencia benévola con la que trata la actuación del bloque soviético en la Guerra Fría en su monumental y por otra parte muy bien documentada “Por el Bien del Imperio”. Una interpretación quizás en exceso esquemática, que atribuye todas las culpas a la política ofensiva de las potencias imperialistas sin un análisis riguroso de las contradicciones de los regímenes del socialismo real, y deudora en parte del campismo en el que desarrolló su actividad política en los 60 y 70.

En sus últimos años de vida, coincidiendo con el desarrollo del Procès, pondrá el foco de atención en Catalunya y la formación de la identidad nacional catalana, una obra valiente pero que esconde cierto esencialismo al establecer un hilo de continuidad identitaria entre la Catalunya medieval y la actual.

Sin embargo, estos matices no relativizan su estatura intelectual, al contrario, la engrandecen, y nos devuelven la imagen real y no mitificada de uno de los mayores referentes de la historiografía en el Estado español. A pesar de la enfermedad que padecía, estuvo hasta el último momento al pie del cañón en la batalla por construir una historia de los vencidos, una historia sin finales fijados de antemano, una herramienta crítica que ayude a transformar el mundo de base.

Xaquiín Pastoriza es profesor de Historia, militante de Anticapitalistas Galiza y miembro del Consejo Asesor de Viento


 Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article14127

Josep Fontana, maestro en el pensar históricamente

Cuarto Poder


Se nos ha ido uno de los grandes de verdad. Maestro en el pensar históricamente, profundo estudioso, trabajador infatigable, pulcro y metódico ya sea en la preparación de sus clases y conferencias como en la redacción de sus numerosos libros, artículos, prólogos y epílogos; cuidadoso en la selección y recomendación de autores foráneos para darlos a conocer, muchas veces traducidos por él mismo, a lectores y estudiosos de habla hispana. Todo eso y mucho más ha sido Josep Fontana.

Mucho más, sí, pues estas cualidades de su trabajo intelectual han ido siempre acompañadas de un permanente compromiso con los humildes, con la clase obrera y sus luchas, de su militancia comunista en los años más duros de la dictadura franquista, junto a otros intelectuales, como Manuel Sacristán, lo que les valió a ambos su expulsión de la universidad en 1966, a raíz de su participación en la fundación del SDEUB en Barcelona.

Josep Fontana, nacido en la Barcelona del emblemático año de 1931, al referirse a su decisión de dedicarse al estudio de la Historia siempre ha puesto énfasis en el papel que desempeñaron sus maestros intelectuales. Ferran Soldevila (1894-1971) y Jaume Vicens Vives (1910-1960) le hicieron ver que la Historia no era eso que le habían intentado inculcar durante el bachillerato. Fontana asistía a los cursos clandestinos sobre Lengua, Literatura e Historia que Ferran Soldevila, al regreso del exilio, impartía en el comedor de su domicilio. Y fue alumno de Jaume Vicens Vives en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona. Además de estos dos insignes historiadores, y sin olvidar la influencia que en su formación de historiador tuvieron otros grandes maestros como Ramón Carande (1887-1986), Eric Hobsbawm (1917-2012) o E. P. Thompson (1924-1993), su tercer gran maestro fue Pierre Vilar (1906–2003), a quien conoció a través de Vicens Vives. A los tres les rindió cumplido tributo en una interesante y entrañable conferencia impartida en la Universidad de Girona en el 2009, recogida en el volumen L’Ofici d’historiador, reeditado de forma ampliada este 2018. Sin duda, el magisterio de Pierre Vilar, sus trabajos sobre Cataluña y la España Moderna, su modo de pensar la historia, fueron decisivos en la formación de Fontana y de muchos de nosotros.

Cuando yo tuve que exiliarme un tiempo en París a principios de los 70, pude asistir a los cursos de Pierre Vilar en la École Pratique des Hauts Études gracias a una gestión directa de Josep Fontana con el historiador francés, quien me inscribió en sus clases con el nombre que figuraba en mi pasaporte falso de entonces. Para mí, como para tantos otros, ambos han sido maestros y referentes intelectuales y morales en el campo de la investigación historiográfica, lo mismo que Manuel Sacristán y Paco Fernández Buey, con quienes he compartido trinchera en otros campos del conocimiento y de la actividad transformadora.

Hará falta tiempo para aquilatar adecuadamente todo el valor del legado de Josep Fontana. En primer lugar, porque nos ha dejado una obra muy amplia: una treintena de libros, desde la Revolució de 1820 a Catalunya, editado en 1961, hasta la antes citada reedición ampliada de L’Ofici d’historiador este mismo año; más de cuarenta capítulos y colaboraciones en obras colectivas; y un abundante número de prólogos, introducciones, epílogos y artículos en revistas de historia –participando en la fundación de Recerques (1970) y L’Avenç (1976) – y de pensamiento, en prensa y en publicaciones periódicas -algunas clandestinas, como Nous Horitzons, en la que utilizaba el seudónimo de Ferran Costa- además de sus numerosas y cuidadas traducciones. A su dilatada trayectoria de investigador y docente hay que sumar también la de editor y consejero editorial. En este campo, su amistad y colaboración con el historiador y editor Gonzalo Pontón, fundador de las editoriales Crítica (1976) y Pasado & Presente (2011), ha dado como fruto la publicación de alrededor de un millar de libros de historia.

En segundo lugar, por la amplitud temática y el rigor de su obra historiográfica: desde sus primeras monografías sobre diversos aspectos de la crisis del Antiguo Régimen, la revolución liberal y la segunda restauración española en los siglos XVIII y XIX, hasta sus síntesis interpretativas de la historia mundial del siglo XX contenidas en los volúmenes Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1975 (2001) y El siglo de la Revolución. Una historia del mundo desde 1914 (2017), que constituyen una potente panorámica explicativa de la historia mundial contemporánea, con abundante aparato crítico, equiparables ambas a los justamente celebrados trabajos de Eric Hobsbawm. Si a estos estudios les sumamos sus trabajos y reflexiones metodológicas sobre el oficio de historiador y la enseñanza de la historia, sus recientes contribuciones a los estudios de la historia moderna y contemporánea de Cataluña, presentada en el volumen La formació d’una identitat. Una historia de Catalunya (2014, enriquecido con nuevas aportaciones en la edición de 2016), y sus trabajos de revisión y crítica histórica de ese “invento” pomposamente llamado por historiadores y políticos del sistema la Transición Española, tendremos un panorama de la dimensión de su obra histórica.

En tercer lugar porque la difusión de su obra en múltiples idiomas ha permitido que su influencia como historiador y pensador trascendiera nuestras fronteras. Por poner un ejemplo: su libro Europa ante el espejo (1994) ha sido traducido, que yo sepa, al euskera, inglés, francés, alemán, portugués, checo, rumano, turco, japonés, ruso y chino. Josep Fontana forma parte destacada de la robusta corriente de historiadores marxistas que han contribuido a renovar la historiografía mundial y a dar sentido crítico y uso social a su oficio de historiadores vinculados a la cultura de las clases populares, a contracorriente de las versiones de la historia escritas por mandarines y letratenientes al servicio de los de arriba.

Pero su legado como historiador no se limita a su obra escrita. Josep Fontana ha sido un excelente y muy reconocido maestro formador de varias generaciones de historiadores. Estudiantes de las Facultades de Ciencias Económica y Empresariales de la Universidad de Barcelona, de la Universidad Autónoma de Barcelona desde su creación en 1968, en la que coordinó el departamento interfacultativo de Historia, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Valencia, en la que tomó posesión de la cátedra de Historia Económica en 1974, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB (1976-1991), del Departamento de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra desde su fundación, en la que ejerció como catedrático de Historia e Instituciones Económicas y del Instituto Universitario de Historia Jaume Vicens Vives de la UPF, que fundó en 1991 y dirigió hasta el 2002, han podido disfrutar de los conocimientos, el rigor y la capacidad didáctica del maestro.

La trayectoria de Josep Fontana no ha sido solo la de un gran historiador, sino también la de un ciudadano ejemplar en su compromiso de lucha contra las desigualdades, por una democracia digna de ese nombre y por la transformación socialista de la sociedad. Y en este ámbito también contamos con múltiples contribuciones, desde las realizadas, muchas de ellas anónimamente, en el período de la lucha antifranquista y de su militancia en el PSUC desde 1957 hasta inicios de los 80, hasta las más recientes vinculadas con su pertenencia al Consejo Editorial de la revista digital Sin Permiso , fundada en 2006 por Antoni Domènech (1952-2017). Muestra también de su compromiso activo ha sido su participación en la lista de Barcelona en Comú encabezada por Ada Colau en las elecciones municipales de mayo de 2015, cerrando la lista junto a Maria Salvo, histórica luchadora antifranquista nacida en Sabadell en 1920 y única superviviente del colectivo Dones del 36.

Tiempo habrá para desgranar con detalle las múltiples y fecundas aportaciones de Josep Fontana en cada uno de los campos aquí apenas reseñados. Pero la relevancia de su labor de renovación del pensamiento historiográfico, sus reflexiones sobre la enseñanza de la historia y de los usos públicos de la historia y su marxismo crítico, vivo, libre de dogmatismos y escolasticismos, son ya de reconocimiento general. Su nombre ocupará un lugar destacado en la construcción de un pensamiento histórico, político y social al servicio de la larga lucha contra la explotación económica, la opresión política y la dominación cultural. Para que la comprensión histórica del pasado sea una herramienta útil en la transformación del presente, hacia un futuro de emancipación económica y social. Es decir, para pensar históricamente.

Los que tuvimos el privilegio de conocerlo y aprender tanto de él tenemos hoy el compromiso de difundir el legado intelectual y humano de este gran maestro de vida que ha sido Josep Fontana.

Víctor Ríos es Historiador Investigador del Centro de Estudios Sociales de la UPF

Fuente: https://www.cuartopoder.es/cultura/2018/08/29/josep-fontana-muere-maestro-pensar-historicamente/

viernes, 31 de agosto de 2018

_- ¿Son rentables las FAS?

_- Manuel Millera Rebelión

“El libro negro del Ejército español” se titula la última publicación del exteniente del ejército de Tierra, Luis Gonzalo Segura (LGS), y editado por Akal. Ya había sacado antes otros títulos, como “Un paso al frente” (2014) y “Código rojo” (2015) que le valieron arrestos, desprecios, castigos, y finalmente la expulsión. Como dice, es el libro que nadie más quiso escribir. Totalmente recomendable, casi obligatorio y muy significativo que no sea noticia en casi ningún medio. A pesar de la verdad que muestra, no ha sido denunciado por nadie, por ello es muy singular; cuenta a su manera, la historia oculta del Desastroso Ejército español, que ha dado en los últimos 2 siglos más de 50 golpes de estado.

Se suele discutir a menudo, la rentabilidad de la Seguridad Social (S.S.) para meternos en la cabeza, de manera machacona el NO... ¿Por qué nadie discute si son rentables las FAS, Fuerzas Armadas Españolas? ¿Existe complicidad del mundo del periodismo, empresarial, político o bancario? El ejemplo más significativo de puertas giratorias es el Señor de la Guerra, Pedro Morenés, que facturaba a su empresa Instalaza, desde su puesto de ministro Defensa, cantidades de hasta 115 millones, pero es tan sólo un eslabón de una terrible realidad. Puertas que vienen de la época de Franco, “cuando pagaba los servicios prestados a unos hombres que convenía tener contentos y tranquilos”

Una buena metáfora de las FAS es el desfile. Lo que mejor saben hacer (marcar el paso) es algo intrascendente, carísimo, obligatorio, no hay que pensar, y quien se sale de la norma, la paga. La disciplina y la adulación, los valores más repetidos en las FAS, son una trampa mortal, como una bomba con retardo, al ocultar la verdadera cara castrense: un mundo impenetrable, que juega con vidas humanas, para enriquecerse. Es sabido que los gastos militares se “reparten” y camuflan hábilmente entre varios ministerios de una manera que es casi imposible seguirles el rastro, del mismo modo que el dinero se desliza entre paraísos fiscales.

No solo es carísimo de por sí el ejército. Existe, según el autor, una corrupción generalizada, algunxs dirán: “casos aislados”... ¿les suena la frase?... Mudanzas, comida, ropa, adquisiciones, combustible, formación, huérfanxs... aparte de las armas, claro. Cualquier elemento es susceptible de generar ingresos extras; si usted ha hecho la mili, sabe que un simple sargento o brigada puede trampear las cuentas de la cantina. Un teniente realizaba en un solo año, unas 500 mudanzas falsas, por un coste medio de unos 3.500 €uros. En los 5-6 años que una sóla empresa realizó los traslados, se generó un montante de unos 10 millones de euros... En 1995, desaparecieron...¡4 millones de litros de gasoil!... en el barco Marqués de la Ensenada. En 1997 se planificaron compras por valor de 30.000 millones de €uros, para un armamento mayoritariamente innecesario y deficitario.

26.05.2003: accidente del Yak-42 causa la muerte de 62 militares españoles, más otros 12 ucranianos y 1 bielorruso. En 30 años, entre 1949 y 1978, fallecieron 227 pilotos, no por guerra, sino por siniestralidad interna y negligencia. Más de 400 en los últimos 80 años, pero no importa, la indemnización de un militar raso cuesta tan sólo 23.000 €uros. Aviones que no vuelan, paracaidistas lanzados al vacío con una caja de herramientas, armas que no funcionan y explotan al usuario, carros de combate Pizarro que no disparan, submarinos S-80 de bonito color que no flotan... los chistes de Gila se quedan cortos ante la ineficiencia de nuestras FAS. El Tribunal de Cuentas detectó en 2016, de una muestra de 55 contratos adjudicados, por valor de 296 millones de €uros, que en ninguno de ellos existía justificación del importe asignado.

El portaaviones Príncipe de Asturias no llegó a entrar nunca en combate; desde su botadura en 1982 hasta su desmantelamiento en 2013, costó unos 1.800 m €uros al contribuyente entre la compra, mantenimiento, sueldos y otros gastos. El submarino S-80 tenía un exceso de peso de 75 toneladas y 4 unidades nos costaron 2.100 m € para Navantia. Abengoa, Santa Bárbara, Indra, EADS CASA, ITP, Aorenova, Tecnovit, Electroop, Amper, empresas beneficiadas. Pero gracias a amenazas reales o inventadas, a seguir en la OTAN, creada para combatir al comunismo soviético, al juego de velar por nuestra seguridad y al miedo creado por el sistema, la ciudadanía acepta indirectamente, el enorme coste de las FAS, aunque es lo menos rentable del costo público.

En definitiva, “no deberíamos haber adquirido sistemas de armas que no vamos a utilizar, para escenarios de confrontación que no existen, con un dinero que no tenemos, y lo que es más grave, que en muchos casos no funcionan”. El trasvase de dinero entre la empresa privada y el estado es una cantidad inmoral, cuando se dan infinidad de recortes en necesidades básicas de la ciudadanía. Más de 32.000 millones destinados al gasto militar y al control social en 2018, el 2,75% del PIB en España, aunque en el presupuesto oficial figuren tan sólo unos 9.256 millones. LGS eleva esta cifra a los 40.000 millones. La cantidad dobla aproximadamente a la que se detrae cada año de los fondos de la S. Social. Propongo un plan a 10–20 años que sustituya un gasto por el otro.

La implicación de los bancos españoles en la industria de armas es tan extensa e importante, que el disparate de esta compra les ha reportado unos beneficios obvios y magníficos, con las repercusiones que ello tiene en los fondos privados de pensiones y otros valores en bolsa. Si las armas, la guerra y el miedo se imponen, la cultura y el pensamiento desaparecen. No vuelvan a decirnos que la S. Social no es rentable, resulta muy insultante. Léanlo este verano. En Salou, en Zarauz, en su casa del pueblo o de la Rotxa. A pesar de la modorra estival, les abrirá unos ojos como platos...

Manuel Millera es arquitecto

 https://www.rebelion.org/noticia.php?id=245821

_- El crimen histórico contra la sanidad pública

_- Ruth Toledano
eldiario.es


 A quienes han crecido con los gobiernos del PP, partido impulsor de la privatización de la sanidad, se les ha arrebatado esa seguridad que, pasara lo que pasara, dábamos por hecha ante lo más importante: la salud

Crecí en la idea de que vivía en un país tocado por la fortuna de su sanidad pública. Era una idea generalizada, una convicción que, en última instancia, dotaba a la gente de una gran tranquilidad. Podías tener cualquier revés en esta vida -familiar, económico, laboral-, las cosas podían ponerse muy feas. Pero sabías que en cualquier momento, si lo necesitabas, ahí estaba la Seguridad Social para ayudarte. Era una realidad incuestionada según la cual podías ser rica o pobre, viejo o joven, haber nacido en el kilómetro cero o en el lugar más remoto, tener la piel más blanca o más negra, tener trabajo o no tenerlo, tener estudios o carecer de ellos, ser propietaria de una casa o vivir en situación de calle; en cualquier caso, si te fallaba lo más importante (la salud, se decía), estaba a tu disposición todo el aparato sanitario.

Ese aparato contaba con el mejor personal de todo tipo y con los mejores profesionales de la medicina y la enfermería. Crecí en la idea de que, si bien las familias acomodadas eran tradicionalmente cuna de médicos, si bien los barrios pudientes alojaban las consultas privadas de unos especialistas cuyo renombre se heredaba de generación en generación, era en la sanidad pública donde estaban los mejores de entre los mejores, los más estudiosos y formados, los que para despuntar no habían invertido dinero y apellidos sino que habían hecho brillar su talento y agotado su esfuerzo personal. Un aparato que era a su vez espacio de emancipación económica para las mujeres: el sistema patriarcal y el recalcitrante machismo patrio les habían permitido el acceso a una parte del trabajo en ese sector, aunque sufrieran un evidente techo de cristal y fueran pocas las que tuvieran la oportunidad de superarlo y convertirse en doctoras.

Crecí en la idea de que el sistema sanitario público español contaba, además, con los mayores medios materiales y con los recursos técnicos más avanzados (los mejores aparatos, se decía). Todo el mundo tenía claro, y de ese modo se verbalizaba, que a las comodidades de hotel de una clínica privada solo recurrían quienes podían permitírselas cuando sufrían una dolencia o intervención menor, pero que si te pasaba algo serio o delicado, nada como la Seguridad Social. Lo cierto era que a nadie en España le faltaba una consulta médica, una prueba diagnóstica, una operación quirúrgica, un ingreso hospitalario. Mientras, de los Estados Unidos llegaban casos espeluznantes de personas que habían llegado a morir sin asistencia a las puertas de un hospital por carecer de un seguro médico, historias de familias que no podían afrontar el coste de un tratamiento o que se veían obligadas a vender todas sus pertenencias (hasta la casa, se decía) para tratar de salvar la vida de su bebé. Crecí en la idea de que aquí vivíamos libres de esa crueldad.

No eran falacias de ningún régimen interesado. A pesar de que faltaban coberturas y tratamientos (desde la odontología a las enfermedades raras), es decir, de que muchas personas quedaban o podían llegar a quedar excluidas de su protección, la sanidad pública española se encontraba en el Top Ten del ranking del sector. Así lo señalaba, entre otros, la prestigiosa revista médica The Lancet, que realiza un estudio anual a través del cual evalúa el sistema sanitario en 195 Estados del mundo. El ranking de 2018 está encabezado por Islandia y Noruega. Siguen Holanda, Luxemburgo, Australia, Finlandia y Suiza. Y cierran el Top Ten Suecia, Italia y Andorra. España ha pasado del puesto número 8, que ocupaba hace un año, al puesto 19, junto a Nueva Zelanda, Dinamarca, Alemania y Francia. Puede pensarse que no es una mala posición pero lo cierto es que la valoración internacional de la sanidad española ha descendido notablemente y queda patente que su calidad ya no es incontestable.

Los resultados que ha publicado The Lancet en 2018 corresponden a evaluaciones realizadas en 2016, es decir, en plena era Rajoy. A quienes han crecido con los gobiernos del PP, partido impulsor de la privatización de la sanidad, se les ha arrebatado esa seguridad que, pasara lo que pasara, dábamos por hecha ante lo más importante: la salud. Quienes han crecido con los gobiernos del neoliberalismo pepero, que ha recortado recursos a los hospitales públicos y encima ha arruinado con ello las arcas, que ha hecho con nuestros derechos conseguidos un criminal negocio (muchos de aquellos apellidos de las consultas y clínicas privadas están relacionados con las empresas que han querido hacer del derecho un pastel), nunca sabrán que en España hubo un sistema sanitario ejemplar, y que les pertenecía. Es un robo y una desgracia histórica que solo con conciencia se podrá reparar. 

Fuente:
http://www.eldiario.es/zonacritica/sanidad-publica_6_802879716.html

jueves, 30 de agosto de 2018

Semiótica y ética de los juguetes. El tesoro (mancillado) de la juventud.


Rebelión/Instituto de Cultura y Comunicación UNLa

Tal como ocurre con todos los “tesoros”, naturales o humamos, el tesoro de la infancia ha sido “mancillado” por el capitalismo con una guerra comercial inclemente en la que, a sabiendas o no, “la familia” ha sido cómplice voluntarioso. Juguetes, música, canciones, disfraces… todo una arsenal que derrocha mal gusto, ridiculez, cursilería a destajo. Catarata de ofensivas para envolver, con “ternura” de mercachifles, los valores ideológicos de la clase dominante simbolizados en mercancías “divertidas” para niñas y niños. A la vista (complaciente) de todos. Queda fuera de este análisis, por ahora, el rol de los “juguetes didácticos”, que todos lo son, pero de manera distinta. Nos debemos una semiótica crítica especializada en juguetes para niños y niñas. Ninguno de los dispositivos inventados para “divertir” a los menores carece de “sentido” ni en su diseño ni en su uso según los contextos donde se los publicita y comercializa. Hasta hoy poco se hace, y poco se sabe, sobre las “precauciones”, materiales y psicológicas, que se toman los gobiernos y los fabricantes, a la hora de poner en manos de niñas y niños uno o varios juguetes de mercado. Hasta hace poco los plásticos usados para los juguetes no tenían regulación y en cada país se hace lo que a los fabricantes les da la gana, normalmente ignorando los efectos tóxicos de algunos productos. Pero de los efectos psicológicos, ideológicos y culturales ninguna, o muy pobre, es la defensa de niños y niñas.

Para entender al juguete como un objeto cargado de sentido, hay que sistematizar su papel en las relaciones sociales y sus tendencias en relación con los roles destinados a niñas y niños y, además, hay que desactivar los fundamentos ideológicos promovidos por los vendedores. Un perfil indispensable radica en el repertorio específico de la relación entre semiótica y psicomotricidad. A qué proyecto de sociedad atiende cada juguete, su proyecto significante y los sentidos socio-simbólicos desplegados en juegos y juguetes.

Cada juguete, en su contexto, es una red simbólica reforzada con su “alter ego” publicitario en los empaques y en los medios de difusión abierta. Catarata de estereotipos explicados con dispositivos, en textos o en imagen, para la significación no importa si parecen juguetes neutros o andróginos. Los “alter ego” gráficos y literarios en la publicidad de los juguetes son un manual didáctico para el el consumo de estereotipos culturales impregnados de consideraciones perceptuales y cromáticas, plenos de significación. Los empaques sustentan parte de la construcción social del juguete y su proyecto como símbolo de identidad en estereotipos.

Las sociedades necesitan una tipología de los juguetes que le impone el mercado. Cuáles y cómo son los juguetes que los padres pagan para sus hijas e hijos, contar con información sobre la “industria juguetera”, nacional y trasnacional, que ayude al análisis semiótico de los juguetes, las dimensiones del sentido producido y su objetivación en sintaxis para las posibles relaciones de los juguetes como objetos e ideas (relación de significaciones) y su relación con los usuarios, consumidores o interpretes. Los pueblos necesitan métodos para el análisis crítico del paquete ideológico contenido en en cada juguete.

Semiótica de sus colores y de la forma, de los empaques, de los diseños geométricos u orgánicos, convertidos en estereotipos de tonos pastel: rosa, azul, verde... Semiótica de la tipografía, de la composición, del equilibrio, de la cantidad y del tamaño de los elementos que se asocian con roles para la familia, la mujer, el hombre… Semiótica de los sentimientos de los diferentes signos atribuidos a los del juguetes en un esquema de contenidos de control ideológico incubado en los “medios de comunicación”. El paroxismo se ilustra en la película” “Toy Story”.

Predomina, en la semiosis de los juguetes, un esquema completo del ideal colonizado impuesto como representación de nuestra sociedad -y de toda sociedad- bajo un sistema repetido en los diversos productos que, estrictamente hablando, son la mentalidad belicista arrasando toda otra identidad bajo su imperio. Así se trate de juguetes aparentemente pacifistas. Hay que observar detenidamente la moraleja de que todo lo extraño es una una amenaza que pretende remplazar el orden mundial del capital. Los juguetes representan un recurso sublimador frecuente en, por ejemplo, las series de televisión y el esquema de un sin número relatos para la familia, como el esquema de la creación del “enemigo” que debe ser combatido y donde los juguetes son metáfora del esquema de la marginación que forma parte del contexto individualista para generar conductas consumistas, impulsos emocionales y sentimentales cuidadosamente canalizados y llevados al modo de producción de sentido. Como juguetes de los juguetes.

Los juguetes no se producen respetando los valores culturales ni las necesidades imaginativas de las diversidades culturales. Son propaganda trasmutada en cada juguete. Sea de “acción” o sea muñeca estereotipo de femineidad y belleza estándar. Es parte del esquema ideológico, económico y simbólico de la clase dominante y no existe un solo programa de televisión, noticiario… que no use, con mil disfraces, los elementos de esa guerra. Por eso urge una Semiótica emancipadora como herramienta para la crítica profunda, inteligible y práctica. Para transfórmalo todo.

En la historia reciente de los juguetes se verifica un patrón de dependencia semántica que, mayormente, se impone a sus usuarios sin su “consentimiento” consciente. Es el mismo patrón que proviene y se “refleja” en los valores y en los objetos de la sociedad que somete a los seres humanos al poder del capital y que suele expresarse como individualismo y consumismo. América Latina ha jugado un papel periférico en producción de juguetes, no sólo en el concepto sino también en la realización. Para ejercer una transformación objetiva de los juguetes hay que emancipar, incluso, a la producción de las teorías sobre lo lúdico igualmente sojuzgadas, en no pocos casos, por la dominación mediática, el imperialismo publicitario, el imperialismo cultural y todo el modelo de dependencia neocolonial que se mueve entre los juguetes, no pocas veces, invisible. Y juega con nosotros.

Rodin, un escultor genial con corazón de barro

Jacques Doillon firma Rodin, un biopic sobre el escultor, donde narra la intensa relación que mantuvo con la artista Camille Claudel y donde revela su carácter machista, iracundo, egoísta e interesado. Los protagonistas son Vincent Lindon e Izïa Higelin.

Imagen de la película 'Rodin' “Trabajamos sobre lo íntimo como nadie, como artistas hacemos obras maestras, pero como seres humanos somos miserables”. La escultora Camille Claudel echa en cara a Rodin, con toda la furia que lleva dentro, su egoísmo y la mezquindad emocional que muestra hacia ella. La relación apasionada, creativa y personal, de esta pareja es una de las más conocidas de la historia del arte y ahora el cineasta Jacques Doillon vuelve sobre ella en la película ‘Rodin’.

Con Vincent Lindon e Izïa Higelin en los papeles principales, la película tiene un propósito evidente de retratar al artista bautizado como el padre de la escultura moderna , sin embargo, es el personaje de Camille Claudel el que gana la partida. “Tengo mucho aprecio por Camille Claudel pero siempre me pareció muy curioso que haya dos películas sobre ella en Francia y ninguna sobre Rodin”, dijo Doillon en una entrevista concedida en Colombia, poco antes de participar en el Festival de Cannes, sin apreciar que su propia película concede mucho más alma y despierta más interés por Claudel que por Rodin.

Creador total

Uno de los trabajos a los que se refiere el director es ‘Camille Claudel, 1915’, un experimento de Bruno Dumont de 2013 con la actriz Juliette Binoche, que se centraba en los días de la artista encerrada, desesperada, en un manicomio francés. El otro título es ‘La pasión de Camille Claudel’, de Bruno Nuytten (1988), en el que Isabelle Adjani daba vida a la escultora y revelaba con su interpretación el carácter libre e independiente, poderoso, de la artista. Gérard Depardieu encarnaba a Rodin.

Dos miradas hacia la mujer que Jacques Doillon no desprecia totalmente ahora, pero de la que se aparta para seguir los pasos, mucho menos seductores, del éxito del escultor. Un hombre que el propio director retrata en su película como un creador total, obsesionado con su trabajo, inflexible en sus decisiones artísticas, tímido, sin embargo, en el exterior, donde otros –Monet, Degas, Rilke…- luchaban más que él por conseguir la consideración hacia sus obras. La grandeza creativa de Rodin contrasta, en este filme, con su ruindad emocional .

El gran escultor era irascible, a veces grosero, interesado, autoritario. Seducía a todas las mujeres que podía, desdeñando el dolor que ello producía en Rose, la mujer con la que convivió toda su vida, madre de su hijo y con la que se casó poco antes de morir, y en Camille Claudel.

“Te amo con furor"

Admirador de la obra de la escultora, que primero fue su discípula y terminó siendo su maestra, Rodin le pidió incluso que hiciera algunos estudios, especialmente de manos y pies, de algunas de sus esculturas. “Te amo con furor”, le dice en la película, donde poco a poco el hombre se va desvelando como un genial artista y un machista colosal.

Incondicional de las piezas de Claudel, la película no esconde, sin embargo, la forma en que Auguste Rodin la utilizó en sus deseos personales y en su propia creación. El amor que ella sentía por él le impedía romper del todo la relación.

Camille Claudel pidió a su amante que firmara un contrato-compromiso en el que, entre otras cosas, prometía llevarla a Italia y después casarse con ella. Cuando comprendió que aquello no iba a ocurrir nunca y debilitada por la humillación profesional que sufrió como mujer y siempre a la sombra de Rodin, le abandonó.

“Eres un bicho, Camille"

“Eres un bicho, Camille. Y ¿sabes por qué? Porque no te reconocen en lo que vales y no lo soportas. Y a mí sí. Es injusto, pero daña mucho nuestra relación”. Auguste Rodin se muestra en ese momento, después de haber convencido a la mujer de que aborte –“nuestros hijos nacen de la arcilla y de la piedra”- como un ser absolutamente despreciable al que no le importan todos los obstáculos que ella intenta superar en el circuito artístico francés.

“Es impensable que una mujer esculpa un desnudo, mientras que a ti te dejaron en paz con tu ‘Beso’”, le dice refiriéndose a una de las obras más celebradas del escultor. Así fue, mientras Auguste Rodin iba ganando prestigio con sus trabajos, Camille Claudel quedaba relegada, cada vez vendía menos esculturas –“es tan humillante que solo me pidan el busto que hice de ti”- y muchos llegaron a acusarla de plagiar al artista.

La última humillación

La realidad es otra. El estilo de Camille Claudel y Auguste Rodin se acercaban antes incluso de que ambos se conocieran. Además, mientras ella trabajó en el estudio del escultor, se dejó cautivar por otras influencias, como el Renacimiento florentino, la escultura barroca francesa y las obras de Donatello. Y aunque hubo un momento en que las creaciones de los dos artistas no podían apenas distinguirse, Claudel siguió su propio camino y fue alejándose de Rodin.

Su libertad creativa es sobre todo evidente en los temas que eligió para sus esculturas, mientras él se entregaba a la grandiosidad de la mitología y la literatura , ella atendía a lo cotidiano, mucho más sencillo.

Auguste Rodin fue, merecidamente, un escultor reconocido y alabado en vida, un artista audaz que esculpió desnudos y concedió una nueva vida a la escultura, lejos de las reglas academicistas de la época.

Camille Claudel cosechó escasos éxitos y fue señalada como ‘plagiadora e inmoral’. Tras abandonar a Rodin, vivió muchos años al borde de la miseria y finalmente fue ingresada en dos psiquiátricos, donde estuvo encerrada 30 años y donde murió.

Fue enterrada en una tumba sin nombre de pacientes olvidados por sus familias. La última humillación.

 @begonapina 

Fuente:
https://www.publico.es/culturas/estrenos-rodin-escultor-genial-corazon-barro.html

Fontana

La vieja idea aquella de los anarquistas, que decían que enseñándole a los ricos qué bueno sería el mundo si fuera mucho más justo se dejarían convencer, no suele funcionar

En 2004 se presentó en Pontevedra el historiador Josep Fontana i Lázaro, fallecido ayer.  Lo trajo otro historiador, Xosé Fortes Bouzán, uno de los fundadores de la Unión Militar Democrática (UMD), esa asociación que se le montó a Franco delante de sus narices, o sea, en el Ejército. Fontana vino a dar un curso magistral invitado por la Menéndez Pelayo que abarcaba, aproximadamente, el mundo desde 1945. Siempre fue un hombre de ambiciones y su mérito es que, cuando no pudo satisfacerlas, lo hizo habiéndolo intentado con método y elegancia. Aquel día de septiembre nos encerramos media mañana en un aula universitaria. A mitad de la entrevista, cuando llevábamos dos horas, me dijo algo así como que si no tenía suficiente, pero yo no había ido como periodista, sino como intruso, o sea, como siempre; ser periodista a los 25 años era poder hablar con la gente que yo quisiera de los asuntos que yo propusiese, y eso había incluido a Santiago Carrillo contándome su encuentro con Stalin o a Isabel Allende hablándome de los últimos momentos de su padre en La Moneda. Así, con decenas y decenas de mujeres y hombres a los que luego, si la charla había merecido la pena, yo les gratificaba con una página en Diario de Pontevedra.

En el caso de Fontana fueron dos. Con tal cantidad de texto y tan poca foto que me sorprende que Antón Galocha, mi director, trabajase aquel día. Las ha recuperado Ramón Rozas, las tengo delante y son, digamos, impresionantes. El entrevistador azuza al entrevistado, cita las revoluciones francesa y rusa, anima a justificar la violencia, llora la desaparición de la URSS. Fontana, un poco apabullado, dijo: “No se puede llamar fría a una guerra que ha causado millones de muertos”. De Irak avisó de que los norteamericanos lo único que iban a tolerar era la victoria, “que es una cosa que no tiene el menor sentido ni la menor utilidad”.

Ha corrido tanto el mundo que la entrevista parece de 1985. Uno de los éxitos de Fontana fue subirse a ese mundo y asumir su velocidad. Claro que 14 años dan para mucho, hasta para que el foco se mueva solo: “Los Estados deberían dejarse de exhibir banderas y tocar trompetas”, dijo. Habló de la victoria y de la derrota, y de la necesidad de los países por prolongar guerras que saben que no van a ganar por la mera imposibilidad de presentarse como derrotados. Y dijo esto, ya en piedra: “La vieja idea aquella de los anarquistas, que decían que enseñándoles a los ricos qué bueno sería el mundo si todo fuera mucho más justo se dejarían convencer, no suele funcionar. Y entonces ocurre que el que tiene un privilegio cuesta mucho que lo abandone”.


https://elpais.com/elpais/2018/08/28/opinion/1535450393_702321.html


Muere a los 86 años el historiador Josep Fontana


miércoles, 29 de agosto de 2018

Un fallo en el pensamiento que une a creacionistas y conspiranoicos Investigadores señalan aspectos comunes entre quienes creen que Dios lo creó todo tal cuál es hoy y los que afirman que los grandes sucesos siempre tienen conspiradores detrás

Dice Steven Pinker en Los ángeles que llevamos dentro que la humanidad dio un gran salto adelante cuando decidió aceptar que gran parte de las desgracias no tenían detrás la voluntad de un Dios enojado con nuestro comportamiento o el maleficio de una bruja. La frase en inglés “shit happens” (son cosas que pasan) es uno de los fundamentos de la civilización. El pensamiento científico desterró en ciertos ámbitos la idea de que “todo sucede por una razón” o que algo “tenía que pasar”. Sin embargo, son frases que se suelen escuchar con cierta frecuencia.

En un artículo reciente publicado en la revista Current Biology, un grupo de investigadores liderado por Sebastian Dieguez, de la Universidad de Friburgo (Suiza), ha tratado de entender qué hay detrás de este tipo de fallos del pensamiento y ha encontrado una relación entre dos creencias aparentemente separadas: el creacionismo y las teorías de la conspiración.

“Ambos sistemas de creencias comparten un sesgo cognitivo muy poderoso que conocemos como pensamiento teleológico”, apunta Dieguez. “Es una forma de enfrentarse a asuntos complejos pero que son fáciles de entender si disponemos de una causa lejana y última que hizo todo tal como está ahora”, continúa. “En el caso del creacionismo, esa causa última es Dios, que lo creó todo tal y como lo conocemos”, añade.

Esa manera de pensar dificultó la aparición de la teoría de la evolución, porque era una forma menos intuitiva de entender el mundo. “La forma de pensar que dice que los árboles tienen hojas para darnos sombra o o que el sol sale para calentarnos, parece ser algo muy intuitivo y es la manera en que funciona el cerebro de manera espontánea, viendo que las cosas sirven para algo”, indica Dieguez. “Los niños pequeños, en su mayoría, piensan así, sean hijos de una familia religiosa o no. Y tampoco es una manera de pensar completamente estúpida, porque decir que los osos blancos son blancos para esconderse en la nieve tiene sentido. Esa manera parece la más fácil de asumir para el ser humano, pero el progreso científico y especialmente la teoría de la evolución de Darwin nos ha dado otra forma de ver la realidad”, remacha.

En trabajos anteriores que tratan de entender estas formas de pensar, Dieguez había mostrado que el conspiracionismo no se explica porque se crea que nada ocurre por accidente. Los conspiracionistas consideran que el mundo es complejo y que existen factores aleatorios en su funcionamiento, pero aún así creen que lo que sucede en el mundo tiene una o varias mentes activas detrás que hacen que suceda con una intención. El investigador de la Universidad de Friburgo vio similitudes entre esta forma de pensar y el creacionismo y trató de observar si ambas estaban relacionadas con el pensamiento teleológico y tenían relación entre ellas. “El conspiracionismo es una manera de pensar que no implica a un dios creador pero sí a un grupo de personas identificadas, pero muy nebulosa, muy extraña, escondida, que lo clarifica todo”, recuerda Dieguez. “Todo lo que se ve sea un atentado o un desastre natural, parece muy complicado, pero es fácil de entender si una causa lejana y última es la explicación de todo que lo hizo tal como está”, concluye.

Después de estudiar a varios grupos de personas en Suiza y Francia a partir de cuestionarios, observaron que existía una asociación entre creer en el creacionismo y en las teorías de la conspiración. Al señalar esta relación, los autores quieren destacar los fallos en este tipo de teorías para que la gente los pueda detectar. “El conspiracionismo es un tipo de creacionismo que se refiere al mundo social y saberlo puede ayudar a enfrentarse a algunos de los problemas más extendidos dentro de nuestra era de la posverdad”.

“El creacionismo es una especie de teoría de la conspiración porque para creértelo debes creer también que los científicos o biólogos no solo se equivocan sino que tienen un plan para desacreditar la religión y los textos sagrados. Es una conspiración contra dios”, asegura Dieguez. “Por otra parte, las teorías de la conspiración son una forma de creacionismo sociológico. En cuanto ves algo que es espectacular como un atentado terrorista o un desastre natural, buscas una explicación muy clara y una función. Eso se ha visto con el puente en Génova. En Twitter y Facebook hay gente diciendo que es muy extraño que pase ahora cuando hay determinados problemas en la política en Italia o Francia y que se utiliza para distraer la atención de la gente de otros problemas. Alguien se arregló para que eso ocurra de manera totalmente perfecta y escondida para algo, aunque no está claro quién lo hizo ni para qué”, concluye.

https://elpais.com/elpais/2018/08/27/ciencia/1535387566_706330.html