lunes, 15 de agosto de 2022

_- Entrevista a Nick Estes. Los internados para menores indígenas fueron parte de un ‘horrendo proceso genocida’ perpetrado en EE.UU.

_- Fuentes: Democracy Now! - Foto: Niños indígenas que fueron forzados a asistir al internado llamado Carlisle Indian Industrial School. 

 El Departamento del Interior de Estados Unidos ha documentado la muerte de más de quinientas niñas y niños indígenas en internados administrados o subvencionados por el Gobierno federal, que funcionaron de 1819 a 1969. Se cree que el número real de muertes es mucho mayor.

La investigación, que identificó 53 sitios en antiguos internados en donde se enterraron personas, fue ordenada por la secretaria del Interior, Deb Haaland, primera titular indígena del gabinete cuyos abuelos fueron obligados a asistir a un internado a la edad de ocho años. “Resulta inapropiado decir que eran instituciones educativas o escuelas cuando, en realidad, no muchas personas terminaban los estudios y, peor aún, muchas ni siquiera sobrevivían a las terribles condiciones de vida en esos internados”, dice Nick Estes, historiador y cofundador de la organización The Red Nation. Estes dice que las instituciones fueron parte de un “proceso genocida” de “despojo y robo de tierras y recursos a los pueblos indígenas”.

AMY GOODMAN: Un nuevo estudio del Departamento del Interior de EE.UU. ha documentado las muertes de 500 menores de edad en internados para indígenas que el Gobierno federal de EE.UU. administró o subvencionó, aunque se cree que el número de muertes es en realidad mucho mayor. El reporte identificó 53 cementerios vinculados a dichos internados, que estuvieron en funcionamiento durante más de un siglo. Esta es la primera vez que el Departamento del Interior documenta parte de la horrorosa historia de los internados, conocidos por sus brutales prácticas de asimilación que obligaban a los estudiantes a cambiar su vestimenta, idioma y cultura.

La investigación fue ordenada por Deb Haaland, secretaria del Interior y miembro de la comunidad indígena Pueblo de Laguna. Sus abuelos fueron forzados a asistir a un internado a la edad de 8 años. Haaland presentó el informe.

DEB HAALAND: Durante más de un siglo, decenas de miles de menores indígenas fueron sacados de sus comunidades y forzados a asistir a internados que el Gobierno de EE.UU. administraba, específicamente el Departamento del Interior, junto con instituciones religiosas.

[…] Mis abuelos maternos tenían solo 8 años cuando fueron separados de la cultura y las comunidades de sus padres y obligados a vivir en internados hasta los 13 años. Muchos menores en su situación jamás regresaron a sus hogares.

Las políticas federales que intentaron acabar con la identidad, idioma y cultura nativos aún se manifiestan en el dolor que hoy afrontan las comunidades tribales, que padecen ciclos de violencia y abuso, desaparición de personas indígenas, muertes prematuras, pobreza y pérdida de riqueza, trastornos de salud mental y abuso de sustancias. Reconocer los impactos del sistema federal de internados para menores indígenas no puede ser solo un ajuste de cuentas histórico. También debemos trazar un camino para abordar este legado tan problemático. El hecho de que yo pueda estar aquí hoy como la primera secretaria indígena de un Gobierno es un testimonio de la fuerza y la determinación de los pueblos nativos. Estoy aquí gracias a la perseverancia de mis antepasados. Gracias a personas como mi abuela y mi madre. Y el trabajo que haremos con la Iniciativa Federal de Internados Indígenas tendrá un impacto transformador en las próximas generaciones.

AMY GOODMAN: Esa era la secretaria del Interior, Deb Haaland. Matthew War Bonnet, quien a la edad de seis años fue llevado a un internado en la Reserva Rosebud del pueblo Siux en Dakota del Sur, testificó el 12 de mayo sobre dicha experiencia ante el Subcomité para los Pueblos Indígenas de la Cámara de Representantes.

MATTHEW WAR BONNET: Mi experiencia en el internado fue muy dolorosa y traumática. Recuerdo cuando llegué por primera vez a la escuela. Los sacerdotes nos llevaron a una gran habitación que tenía seis u ocho bañeras. Un cura nos metió a todos los niños pequeños en una bañera, nos frotó con fuerza con un cepillo grande y nos dejó la piel y la espalda en carne viva. Además, nos cortaron el pelo. Luego nos pusieron a todos los niños pequeños en el mismo dormitorio. Estábamos todos juntos, del primer al cuarto grado. Por la noche se podía escuchar a todos los niños llorando.

AMY GOODMAN: Para hablar más sobre la historia de los internados para indígenas administrados o financiados por el Gobierno de EE.UU., nos acompaña desde Mineápolis Nick Estes. Estes es escritor, historiador y autor del libro “Nuestra historia es el futuro: la lucha siux contra el oleoducto Dakota Access y la larga tradición de resistencia indígena”. Es además cofundador del grupo de resistencia indígena The Red Nation y ciudadano de la Reserva Siux del Bajo Brule.

Nick, bienvenido de nuevo a Democracy Now! Hable sobre la importancia de este nuevo informe del Departamento del Interior.

NICK ESTES: Muchas gracias por invitarme, Amy.

Como se pudo escuchar en las voces de personas como la secretaria Haaland, esta es una experiencia muy emotiva para gran parte de los pueblos indígenas de este país. Y debería ser una experiencia emotiva para las personas no indígenas de este país. Este es un momento histórico. Aunque no es algo nuevo para los pueblos indígenas, puede que sean algo nuevo para quienes escuchan los testimonios de ese horrible proceso genocida.

Creo que hay una razón por la cual el traslado por la fuerza de niños de un grupo a otro es una de las definiciones de genocidio según las leyes internacionales. De eso es de lo que estamos hablando, porque el llevarse a los niños, el proceso de remover a menores indígenas de sus grupos, ha sido una estrategia para aterrorizar a las familias nativas durante siglos. Lo vimos en la remoción masiva de menores nativos de sus comunidades para llevarlos a internados, como lo muestra este nuevo informe, o para entregarlos en adopción y dejarlos bajo la tutela de familias en su mayoría blancas, lo cual ocurrió principalmente en el siglo XX.

Este es un informe histórico en ese respecto, porque documenta, creo que por primera vez, que el Gobierno federal admite su papel en este proceso genocida. Claro está que no usan ese lenguaje en el informe, pero muchos de los investigadores, la mayoría de los cuales son indígenas, que realizaron el trabajo preliminar en este primer volumen, que según tengo entendido va a ser el primero de varios volúmenes, coinciden en que lo que pasó constituyó una destrucción generalizada y sistemática no solo de nuestra cultura, sino de nuestras naciones, así como una evidente usurpación de nuestras tierras.

Y creo que es importante hablar de eso. El colonialismo de asentamiento no significa solo un ataque contra las personas nativas por odio a nuestra cultura, nuestro idioma o nuestras creencias. Este sistema de internados se creó en un momento en que el Gobierno de EE.UU., a fines del siglo XIX y principios del XX, estaba buscando consolidar su frontera occidental a través de la Ley de adjudicación general de Dawes, que ocasionó que decenas de millones de hectáreas de territorio indígena fueran puestas a disposición para el asentamiento de colonos blancos mientras se usaba a los menores nativos como rehenes. De esa forma se expresaban los reformistas de la época. Ese es el lenguaje que estaban usando. Decían: “Vamos a usar a estos niños como rehenes” para garantizar, entre comillas, “el buen comportamiento” de su gente.

AMY GOODMAN: Usted ha visitado y reportado sobre un internado para indígenas en particular, la Escuela Industrial Indígena Carlisle, en Carlisle, Pensilvania, que se estableció en 1879. ¿Puede hablar de eso como un ejemplo de lo que sucedió en todo este país?

NICK ESTES: Carlisle se convirtió realmente en el arquetipo de los internados para indígenas fuera de las reservas. Y de hecho, en la Escuela Indígena Carlisle, los primeros grupos que entraron provenían del pueblo Lakota, mi nación, específicamente de las reservas Pine Ridge y Rosebud, porque habíamos mantenido una resistencia histórica contra la Ley Dawes, y prácticamente esa era una forma de romper los lazos tribales de nuestro pueblo.

Esa primera clase que conformó el internado está descrita en las dos autobiografías que escribió Luther Standing Bear. Él pertenecía a la tribu Sioux de la Reserva Rosebud. En sus escritos hablaba de que, más que escuelas, esos lugares eran campos de prisioneros de guerra, donde no aprendieron el abecedario o idiomas o matemáticas, las cosas que uno esperaría aprender en una escuela. En cambio, aprendieron disciplina militar, porque [su fundador] era un militar: el coronel Pratt. Existía un acuerdo extraño entre el Ejército de EE.UU. y el Departamento del Interior para dirigir este internado fuera de la reserva, cuya disciplina militar se inculcó en muchos de los internados fuera de las reservas, así como también se inculcó el patriotismo estadounidense, el culto a la bandera y la obediencia religiosa.

De las primeras clases que formaron la Escuela Indígena Carlisle, según el testimonio de Luther Standing Bear, quien fue parte de la primera clase, la mitad de esos menores nunca volvieron a casa. Muchos de ellos murieron en esa escuela. Por eso me parece un poco inapropiado llamarlas instituciones educativas o incluso escuelas ya que no había mucha gente que se graduaba, eso sin hablar de quienes no sobrevivían a las precarias condiciones.

Este nuevo informe también documenta el trabajo forzoso. El trabajo no remunerado de menores indígenas se usó esencialmente para subsidiar la falta de recursos que el Gobierno federal no estaba destinando a la educación de las comunidades indígenas. Así que fue una experiencia horrible para quienes nunca salieron de allí, pero también fue una experiencia horrible para quienes sí lograron salir.

Hasta el día de hoy, a la entrada de la Escuela Indígena Carlisle, hay un cementerio con cientos de lápidas. Muchas naciones tribales, incluyendo la tribu Sioux de la Reserva Rosebud, han estado luchando para que les devuelvan a sus antepasados. Algunas han tenido éxito. Pero también es importante señalar que algunos de los niños que murieron allí pertenecían a naciones tribales que tienen protocolos acerca de no perturbar a sus antepasados cuando son sepultados bajo tierra. Así que es una situación muy delicada. No es sólo un problema del Gobierno federal, sino que también del Ejército estadounidense.

AMY GOODMAN: Quiero preguntarle…

NICK ESTES: Porque ese lugar una base militar en funcionamiento. Creo que también es importante señalar eso.

AMY GOODMAN: Nick Estes, una investigación de Preston McBride, de la Universidad de Dartmouth, ha sugerido que hasta 40.000 menores nativos estadounidenses murieron en internados administrados por el Gobierno en todo EE.UU. Pero este informe habla de 500. ¿Puede profundizar sobre esta discrepancia?

NICK ESTES: Sí. En la rueda de prensa del Departamento del Interior, tanto la secretaria Deb Haaland, como el subsecretario de Asuntos Indígenas, Bryan Newland, señalaron que este era un informe preliminar y que han identificado más de 53 tumbas marcadas o no marcadas en varios de estos internados fuera de las reservas, así como en internados dentro de reservas. Creo que es un asunto realmente delicado porque, en relación por ejemplo a la Escuela Indígena Rapid City, que está en la ciudad de Rapid City, en Dakota del Sur, los cementerios están, de hecho, dentro de la propia comunidad. Ha habido proyectos de vivienda que se habían construido sobre esos cementerios. Y muchas personas son reacias a identificar esos lugares públicamente por el historial de saqueos de tumbas en muchos de estos cementerios. Así que creo que lo que Preston está diciendo es muy cierto, esto es un recuento insuficiente, ya que es una evaluación inicial de estos cementerios específicos. Pero creo que a medida que avance esta investigación y se hagan públicos más documentos vamos a ver cómo esos números continuarán aumentando. Y es algo muy trágico.

Considero importante destacar que esta iniciativa comenzó en junio de 2021, cuando varios cientos de tumbas de menores nativos fueron encontradas en Canadá. Pero, ¿dónde están ahora los titulares sobre todas las inspecciones que muchas Naciones Originarias están realizando en estos lugares? Los números están en los miles en este momento, pero aun así no llega a ser noticia. Por lo tanto, es importante prestar atención a esto a medida que se desarrolla y escuchar de verdad a muchos de los líderes nativos, así como a los investigadores nativos que históricamente han estado trabajando en esto. Esto no es algo nuevo para nosotros. No tenemos una cifra definitiva. Todo lo que tenemos es la experiencia común del sistema de internados, ya que ha afectado a todos y cada uno de los indígenas de este país.

AMY GOODMAN: ¿Tiene algún recelo sobre el informe? Es cierto que en el informe del Departamento del Interior se dice que esperan documentar miles, tal vez decenas de miles, de muertes. Pero estamos hablando de un informe que fue publicado por el Departamento del Interior y en el que trabajó la Oficina de Asuntos Indígenas de dicha agencia, que es quien de hecho administró todo el sistema de internados. La diferencia ahora, por supuesto, es que está al mando Deb Haaland, la primera indígena en la historia en formar parte de un Gobierno de EE.UU.

NICK ESTES: Creo que es importante señalar que Deb Haaland ha estado al frente del Departamento del Interior poco más de un año. Y un año, en comparación con un siglo y medio de políticas genocidas contra los pueblos indígenas, no es mucho, si analizamos cómo se desarrolla la historia.

Del mismo modo, es importante destacar que la agencia responsable de estos crímenes de lesa humanidad es quien ahora va a impartir justicia, por así decirlo. El jueves las tribus preguntaron sobre cómo la oficina de Haaland abordará el tema de las reparaciones. El Departamento del Interior está diseñando su proceso de verdad y reconciliación con base en el modelo canadiense. Pero cabe destacar que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá solo surgió como consecuencia de una demanda colectiva en nombre de los sobrevivientes de los internados. Y yo diría que el Departamento del Interior tiene un historial muy deficiente en cuanto a asumir una responsabilidad por sus propios crímenes.

Un ejemplo es el acuerdo en el caso Cobell contra Salazar que ocurrió en 2011. La principal demandante fue la banquera Elouise Cobell, quien pertenecía a la Nación Pies Negros. Cobell realizó una auditoría forense de Estados Unidos y descubrió que el Gobierno federal había manejado irregularmente 176.000 millones de dólares de dinero individual de los indígenas y el Departamento del Interior se autoadjudicó, porque todavía se nos considera pupilos del Estado, 3.500 millones de dólares. Eso son solo unos centavos si se compara con lo que ella había contabilizado en cuanto a las indemnizaciones que se nos habían otorgado.

Entonces, no es casualidad que a la población indígena la ampare el mismo departamento que gestiona la vida silvestre y las tierras federales. Al inicio de la transmisión escuchamos que el Departamento del Interior está dando marcha atrás en su plan de licitación de tierras federales. No se trata solo de los internados para menores indígenas, porque dichos internados eran solo una parte de un proceso más amplio de despojo y de robo de tierras y recursos de los pueblos indígenas, porque el sistema de internados para menores indígenas estaba usando dinero de tratados sobre rentas vitalicias y fondos federales que estaban destinados a la educación de los indígenas para financiar este proceso genocida. Ese dinero se obtuvo a través de la venta de nuestras tierras a los colonos blancos. También se obtuvo a través del despojo de esas tierras por parte del propio Gobierno federal. Así que hay muchas partes aquí que deben rendir cuentas.

El mismo informe identifica 39.000 cajas de material impreso, propiedad del Gobierno federal. Creo que son más de nueve millones de páginas de documentos que necesitan ser revisados. Por lo tanto, asignar solo siete millones de dólares para este proceso de investigación que cubre un siglo y medio de políticas genocidas es como un grano de arena en cuanto a lo que debe suceder. Es importante señalar que la representante Sharice Davids, demócrata del estado de Kansas y además miembro de una nación indígena, introdujo un proyecto de ley que el Congreso está revisando y que probablemente destinará más fondos federales hacia un proceso de investigación que no solo examine el sistema federal de internados para menores indígenas, sino también el papel de grupos religiosos y, en específico, el papel de la Iglesia Católica en estas políticas educativas genocidas.

AMY GOODMAN: Bueno, desde luego seguiremos pendientes de este caso.

Traducido por Iván Hincapié. Editado por Igor Moreno.

Fuente al video y texto:

domingo, 14 de agosto de 2022

Entrevista a Dennis Meadows, autor de Los límites del crecimiento. “El crecimiento se va a detener, por una razón o por otra”

 




Inflación galopante. De dos cifras. Guerra. Problemas energéticos cada vez más graves. Olas de calor más potentes y tempranas. Detenciones de científicos. Matanzas en las fronteras. Retroceso en los derechos de la mujer en la –supuesta– cima del Imperio, que nos lleva 50 años atrás… Justo 50 años. ¿Tiene todo esto alguna relación?

En realidad sí.

Se cumplen 50 años de la publicación de uno de los trabajos más importantes del siglo XX, Los límites del crecimiento. Aquel informe encargado al MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) que ya en 1972 avisaba de que el planeta tenía límites y poco tiempo para enfrentar el choque contra los mismos.

Por ello, Dennis Meadows (EE.UU., 1942), uno de los dos autores principales del estudio, ha estado concediendo entrevistas para medios como Le Monde o el Suddeutsche Zeitung. Fue un honor entrevistarle para CTXT.

En el cincuentenario de la publicación del informe, uno de los escenarios –el standard– de su modelo sigue siendo muy similar y consistente con la realidad; en él adelantaban que el crecimiento se detendría por la fuerza alrededor del 2020. ¿Es esto lo que estamos experimentando ya? ¿Fue una previsión o una predicción?

Nosotros no hicimos predicciones. Ya dijimos que es imposible “predecir” con exactitud nada en lo que el comportamiento humano sea un factor, lo que hicimos fue modelar 12 escenarios consistentes con las reglas físicas y sociales. 12 futuros posibles. Uno de ellos, el standard, como sabes, mostraba que el crecimiento se iba a detener cerca del año 2020. Entonces todas las variables (producción industrial, de alimentos, etc.) tocaban techo y en unos 15 años comenzaban a declinar inexorablemente.

¿Se parece esto a lo que estamos viviendo? Yo diría que sí. El mundo está mostrando cada vez más consecuencias de un choque contra los límites.

Lo que sí tuvimos fue mucho cuidado, ya en 1972, dejando claro que después del pico de cualquier variable todo se vuelve aún más impredecible, porque entran en juego factores que no podían ser representados en nuestro modelo. Una vez llegados a este punto es obvio que vamos a ser dirigidos más por factores psicológicos, sociales y políticos que por limitaciones físicas.

Le he escuchado denominar al cambio climático como un “síntoma”, ¿de qué exactamente?

Es esencial reconocer que el cambio climático, la inflación, la escasez de alimentos, a veces son considerados problemas, pero en realidad son síntomas de un problema mayor.

Así como un dolor de cabeza persistente puede en ocasiones ser un síntoma de cáncer, muchas dificultades actuales son síntomas de niveles de consumo de materiales que han crecido más allá de los límites del planeta. Por supuesto que los síntomas son importantes. Un dolor de cabeza merece una respuesta. Sin embargo, una aspirina puede hacer que el paciente se sienta mejor temporalmente, pero no resuelve el problema de fondo. Para ello hay que tratar el crecimiento incontrolado de las células cancerosas en el cuerpo.

No se puede sostener el crecimiento, digamos, enfrentándonos a problemas uno por uno. Aunque solucionásemos el cambio climático, nos encontraríamos con el siguiente problema al empecinarnos en seguir creciendo, ya sea escasez de agua, de alimentos o de otros recursos cruciales. El crecimiento se va a detener, por una razón o por otra.

Llegados a este punto, por el retraso en la acción necesaria, ya no podemos evitar un cambio climático grave. Hagamos lo que hagamos. Aunque siempre hay grados.

El mito del progreso, de que la tecnología vendrá al rescate, es una de las ideas más paralizantes para hacer frente al problema real: el decrecimiento es inevitable, ya que esto no se trata de un problema técnico. ¿Quizá lo que necesitamos es un cambio cultural, moral y ético?

Llegados a este punto, por el retraso en la acción necesaria, ya no podemos evitar un cambio climático grave. Hagamos lo que hagamos. Aunque siempre hay grados

Sí, completamente, ese era uno de los puntos cruciales de nuestra obra hace ya medio siglo. En condiciones ideales, la tecnología puede darte más tiempo, pero no va a solucionar el problema. Te puede ampliar el margen, la oportunidad de hacer los cambios políticos y sociales que son necesarios. Pero mientras tengas un sistema que se basa en el crecimiento para solucionar cada problema, la tecnología no podrá evitar que se sobrepasen muchos límites cruciales, como ya estamos viendo.

Pese a la tremenda utilidad e importancia de su trabajo, a usted y sus compañeros les criticaron mucho. Esto sigue ocurriéndole a cualquiera que se sale del discurso dominante: la “happycracia”. ¿Existe una imposibilidad social para hablar de según qué temas porque te convierten en el catastrofista, el pesimista que amarga?

Yo era muy ingenuo en los setenta, cuando lanzamos el libro. Fui formado como científico, y tenía la impresión de que utilizando el método científico, producíamos datos incuestionables, y si se los enseñábamos a la gente, entonces esto bastaría para producir un cambio en la mirada y las acciones de las personas. Eso fue ingenuidad cuanto menos.

Hay dos maneras de enfrentar estas situaciones: en una recoges datos y entonces decides qué conclusiones son consistentes con los datos, la manera científica. En la otra, muy habitual, decides qué conclusiones son importantes, y buscas datos que cuadren y apoyen tus “conclusiones”. Esto es lo que ocurre con los negacionistas climáticos, por ejemplo.

No he tratado de ganar esos debates entre pesimistas y optimistas, con este tipo de personas. Cuando alguien viene enfadado a acusarme de lo que sea, simplemente les digo: “ojalá tengas razón”, y sigo adelante.

Existe una tendencia en los sistemas, las empresas, las personas hacia la autopreservación, fundamentándonos muchas veces en miradas cortoplacistas que no nos dejan avanzar a largo plazo, ¿cómo luchar contra estas inercias y hábitos?

Sí, la única manera de gestionar esto es ampliar el horizonte temporal y espacial. Y así ver con perspectiva los posibles costes y beneficios. Un ejemplo: la pandemia y la gestión en mi país [EE.UU.] ha sido lamentable, muy corta de miras. Si no extiendes las vacunas a todo el espacio, al resto del mundo, no son tan útiles.

¿Cómo ampliar ese marco temporal? Con las siguientes generaciones. La mayoría de la gente tiene preocupaciones legítimas, genuinas, sobre el futuro de sus hijos, sobrinos, nietos.

En España últimamente estamos teniendo buenas noticias al respecto del decrecimiento: la primera asamblea ciudadana por el clima ha elegido entre sus 172 medidas la necesidad de hacer pedagogía con el decrecimiento, varios políticos –incluyendo al ministro de Consumo– han hecho declaraciones a favor de abrir este debate ineludible, y el IPCC cada vez incluye más esta palabra en sus informes.

¿Estamos más cerca de un Tipping Point social –como suele decir Timothy Lenton–, o tendremos que esperar a que las crisis sean aún más patentes para reaccionar?

La respuesta a ambas cuestiones es sí. Estamos más cerca de un punto de vuelco social positivo, pero por otro lado, me temo que tendremos que esperar al agravamiento de las crisis para reaccionar. Y es aún peor: si nos hubieran descrito nuestra actual situación en, digamos, el año 2000, habríamos pensado que eso era ya una crisis catastrófica. Somos la rana que no salta de la olla, cocida demasiado a fuego lento. Desgraciadamente creo que esa es nuestra situación.

Según el modelo HANDY –otro modelo de dinámica de sistemas– un parámetro fundamental para causar colapsos es la desigualdad, que crece en paralelo a la falta de confianza entre semejantes, otra de las principales razones de los colapsos. El diseño de nuestro sistema económico hace que ambas aumenten cada año. Y hace imposible ajustarse a los límites, porque la élite –que suele estar alejada de la realidad y por tanto no detecta las alarmas– es la que sirve de modelo. ¿Cómo desenredar semejante lío?

La verdad no se encuentra en unas pocas ecuaciones, obviamente. Se encuentra en la historia. Y nuestra historia durante miles de años muestra que los poderosos buscan más poder, y lo tienen más fácil por su situación para encontrarlo, es un bucle de retroalimentación positivo. En dinámica de sistemas esto se llama “éxito para los ya exitosos”. Rara vez nos desviamos de ese fenómeno.

Si nos hubieran descrito nuestra actual situación en, digamos, el año 2000, habríamos pensado que eso era ya una crisis catastrófica

Nadie puede desenredar este enredo. No creo que exista ninguna acción o ley que pueda hacer eso. En unas pocas culturas, sin embargo, se han visto mecanismos evolucionados de redistribución. En el Noroeste de los Estados Unidos hay algunas tribus que tienen una costumbre llamada “Potlatch”, es una ceremonia en la que los jefes de la tribu, los más ricos, regalaban parte de sus posesiones –estoy simplificándolo, seguro–. En el budismo también hay una tradición de desapego a lo material en muchos de sus practicantes. Pero son raras excepciones. En nuestro mundo la tendencia es a acumular poder y, como dices, eso ayuda a estar desapegado de la realidad. Es entonces cuando se acaba produciendo un colapso –también del propio poder– y todo vuelve a empezar de nuevo. Es un proceso que se produce como respuesta a los límites. Y la desigualdad está creciendo en todos los países.

¿Hasta qué punto están las élites anticipando la necesidad matemática de reducir la desigualdad? ¿O solo se están preocupando por su supervivencia?

Bueno, no se puede hablar con propiedad de “élites”. Algunas élites están preocupadas y hacen todo lo que pueden para reducir la desigualdad, otras ni siquiera piensan en ello, –probablemente la mayoría–, y otras, sin duda, están trabajando para hacerla cada vez más grande. Desde luego no hay una tendencia hacia la reducción de la desigualdad. Y a veces se dice que el crecimiento ayuda a que llegue riqueza a todo el mundo, lo cual, viendo cómo han crecido simultáneamente las tasas de crecimiento y de desigualdad, es manifiestamente falso.

¿Ve hoy en día más preocupación por el colapso de la civilización en los círculos de poder, económicos y políticos? ¿O siguen con los beneficios a corto plazo como siempre?

Yo no estoy en círculos de poder así que no puedo responder a eso. Soy un profesor jubilado de 80 años. Es el 50 aniversario de Los límites del crecimiento y salvo por las entrevistas que se hacen sobre un libro que aún despierta interés, no hay tanta atención como podría parecer.

Teniendo en cuenta la miopía espacial y temporal respecto a los límites, ¿no cree que la visión moderna del mundo está obsoleta? ¿Podría sugerir algunas ideas filosóficas para una transición hacia una nueva cosmología?

Gracias por imaginar que puedo tener la capacidad de hacer tales cosas. Que la actual forma de ver el mundo está obsoleta es obvio solo con mirar las noticias. Casi nadie puede estar contento con el estado del mundo.

Sobre una nueva cosmología: hay una diversidad enorme de filosofías, prácticas espirituales, muchas de ellas consistentes con el funcionamiento del mundo. Cualquiera que vaya a funcionar tiene que reconocer la interacción y dependencia que tenemos con el mundo natural. Ya hemos comentado el extendido mito de que la tecnología nos llevará a superar cualquier obstáculo. Lo vemos con el reto climático: existe esta cosa llamada Captura y Secuestro de Carbono (CCS). A pesar del hecho irrefutable de que es más barato, rápido y fácil reducir el consumo energético, la tendencia es buscar la solución tecnológica que nos permita hacer lo que ya no podemos seguir haciendo sin causar graves daños. Es una fantasía total. Lo mejor que podemos decir del CCS es que es una idea que va a hacer a unas pocas personas ganar mucho dinero.

Estamos como en una cinta de correr que se acelera rápidamente. Ya sabes, esas cintas en las que corres pero no vas a ningún sitio. Eso es lo que estamos haciendo. A medida que vamos tomando malas decisiones, eso nos aboca a crisis que por obligación acortan nuestra perspectiva temporal, todo se vuelve reactivo mientras aceleramos. Eso a su vez ayuda a que tomemos más malas decisiones, porque estrechamos más y más nuestro horizonte temporal. Es un círculo vicioso.

Creo que vamos a ver más cambios en los próximos 20 años que los que hemos vivido en los últimos 100. No quiero que pase lo que voy a decir, pero creo que es lo más probable: habrá desastres significativos debido al caos climático y al agotamiento de los combustibles fósiles, esto devolverá a la humanidad a estados más descentralizados y desconectados. Lentamente, evolucionarán culturas que estén más preparadas para la situación. Solo así, creo, podrá aparecer una “nueva cosmología” apropiada.

¿Cree que una coalición de élites dotadas podría cambiar el curso de los acontecimientos?

¿Élites dotadas? Me suena a oxímoron.

Fuente: 

sábado, 13 de agosto de 2022

_- BALEARES. Dónde comer la auténtica cocina mallorquina ‘Tumbet’, ‘coca de trampó', ‘espinagades’, el dulce ‘gató'... De la gastronomía tradicional a las reinterpretaciones de grandes chefs, la isla mediterránea tiene muchos sabores que ofrecer

_- La sobrasada y la ensaimada.
Si por algo es conocida la comida mallorquina fuera de la isla es por sus dos símbolos más emblemáticos: la sobrasada y la ensaimada, un souvenir gastronómico vendido en cajas octogonales que muchos viajeros llevan al aeropuerto como equipaje de mano. Aunque, sin duda, hay muchos más y no son los productos que los mallorquines consumen todos los días. La gastronomía local es valorada por sus elaboraciones con aceite de oliva virgen, almendras y sal marina, muy vinculados a su tierra y raíces. Mallorca es absolutamente mediterránea y su cocina es el reflejo de las distintas culturas que han habitado en la isla, donde tradicionalmente se ha consumido mucha fruta y verdura.

Cellers.
Cuando llegó el boom turístico se popularizaron los restaurantes de comida tradicional, los llamados cellers, los cuales se han convertido en un reclamo para aquellos visitantes que desean conocer la gastronomía local más tradicional, por lo que “tanto turistas como los residentes coinciden como comensales en estos lugares”, detallan desde la Fundación Mallorca Turismo. Eran puntos de referencia también para los viajeros que se desplazaban por la isla balear a bordo de sus vehículos de tracción animal, tanto en mulas o caballos, y que hacían parada para comer, o pasar la noche, en estos establecimientos, de ahí que estén diseminados fundamentalmente por el centro de Mallorca. “Algunos se ubican también en el espacio donde se elaboraba y maduraba el vino”, añaden desde la fundación. O son nuevas aperturas.

Ca Na Toneta.
Uno de los sitios más conocidos para probar comida mallorquina en la isla es Ca Na Toneta, en la localidad de Caimari (Carrer de s’Horitzó, 21), el coqueto y conocido restaurante de la chef María Solivellas, gran defensora del recetario tradicional, a los pies de la Serra de Tramuntana. Cuando esta cocinera autodidacta empezó en el oficio, hace 20 años, no sabía por dónde empezar, por lo que decidió focalizarse en el recetario tradicional mallorquín, poco presente en aquel momento, y se paseó por toda la isla para conocer a las mujeres y sus recetas, y para entender la forma en la que se relacionaban con el alimento.


El restaurante Ca Na Toneta de la chef María Solivellas, en la localidad de Caimari, es uno de los sitios más conocidos para probar comida mallorquina en la isla.

Dieta Mediterránea.
Solivellas cuenta a El Viajero que, a través del recetario, entendió que sus antepasados comían de una manera equilibrada y saludable, la famosa dieta mediterránea que decidió poner en práctica. Su local está abierto todo el año y cambia de menú de acuerdo a las estaciones, siempre echando mano a las variedades autóctonas, que ha contribuido a recuperar como parte esencial del patrimonio alimentario de la isla. Cuando abrió el restaurante descubrió, por ejemplo, que algunos payeses seguían trabajando el trigo ancestral blat de xeixa, el cual ahora está muy presente en la gastronomía, pero en aquel momento era muy residual.

La Coca de trampó.
Una de sus creaciones conocidas es su reinterpretación de la coca de trampó, el equivalente de la pizza mallorquina que tradicionalmente se vendía únicamente en los hornos. Está preparada con una masa de pan plana y salada (la coca), y una selección de cebollas, pimientos y tomates como cobertura (el trampó). Al trabajar la masa, la cocinera sustituyó la manteca de cerdo por aceite de oliva, jugó con la cobertura y la forma, la cual preparó en forma de lengua y no rectangular. Es su plato más popular y algunos de sus ingredientes cambian según la temporada. Una de las cocas que podemos encontrar entre sus recetas es la de pulpo con cebolla.

Pescadores de gamba roja en la lonja de la ciudad de Palma.

Celler Pagés.
En el barrio de la Lonja de Palma, y desde 1956, tres generaciones de la misma familia siguen trabajando en el Celler Pagès (Carrer de Felip Bauzà, 2), otro restaurante conocido, y sencillo, donde probar comida mallorquina. Siempre apostando por el trato familiar y cercano de los restaurantes de toda la vida, en su carta ofrecen los platos más populares de la gastronomía local: frito, sopas mallorquinas, tumbet (similar a la samfaina) y dos preparaciones con sobradada: huevos al horno y sepia, recetas familiares a las que han añadido un toque más moderno.

El delicioso tumbet, el frito mallorquín.
Una de las características de la cocina tradicional es que incluye muchos platos que tienen su versión en carne y pescado, como puede ser el frito mallorquín, el delicioso tumbet, que puede estar acompañado por carne, pescado o huevos, o las tradicionales espinagades, un tipo de empanada cuyo relleno también puede variar y puede prepararse con lomo o anguila, comparten desde la Fundación Mallorca Turismo. La Feria de la Llampuga, la cual se celebra el segundo fin de semana de octubre en el muelle de pescadores del pueblo de Cala Ratjada, es uno de los eventos gastronómicos más destacados de la isla. Los pescadores capturan más de 2.000 kilos de este pescado azul para preparar diferentes tapas y platos muy variados.

Ca n’Eduardo.
Una de las propuestas gastronómicas del chef Santi Taura en su restaurante Dins, en Palma.
Si queremos comer pescado en Mallorca, generalmente la mejor idea es acercarse a la costa. Ca n’Eduardo, en el número 3 de la calle Contramuelle de la capital, es una buena dirección para comer productos del mar. Aquí preparan sus platos con productos frescos de la vecina lonja de pescado, en las cuales se subastan las capturas diarias todas las mañanas. Entre muchas otras opciones del mar, sirven gambas mallorquinas y bacalao a la mallorquina, con unas bonitas vistas a la bahía y a la catedral.

Carnes, cabrito, caracoles.
Si hablamos de carne, los escaldums con cabrito o los caracoles a la mallorquina, una comida de subsistencia elevada a la alta cocina, son otras de las propuestas de Dins, también en Palma (Plaça de Llorenç Villalonga, 4). Al frente del restaurante está Santi Taura, cocinero galardonado con una estrella Michelin en la guía 2021 y dos Soles Repsol. Los escaldums suelen prepararse con pava o pollo, pero su propuesta es una receta de casa señorial que ha combinado, usando el producto mallorquín, con técnicas de la gran cocina francesa del siglo XIX. El local está situado en el barrio de Sa Calatrava, en el corazón de las murallas del casco antiguo, compartiendo edificio con el hotel El Llorenç Parc de la Mar. Una experiencia gastronómica aquí incluye interactuar con el chef y su equipo en la barra, observando cómo preparan cada plato, o disfrutar de un ambiente más íntimo en las mesas del restaurante. A Taura le apasiona tanto su trabajo que hasta él mismo crea los platos en los que se sirve la comida, hechos a mano de forma artesanal.
 

Una selección de empanadas mallorquinas.

A través de su menú degustación Origens, el cocinero busca compartir pequeñas historias gastronómicas de la isla desde un punto de vista actual, en armonía con una selección de vinos de la isla. Solo en Mallorca se cultivan principalmente cuatro tipos de uvas distintas, hay más de 70 bodegas, más de 500 marcas de vino y dos denominaciones de origen propias: Binissalem y Pla i LLevant.

Más que la ensaimada, el gató, cacarrois, rabiols, los postres y quesos.
Los quesos, embutidos y postres mallorquines también son bien reconocidos en la cultura gastronómica. Más allá de la ensaimada, uno de los más extendidos es el bizcocho de almendras (el gató), el cual, normalmente, se acompaña con una bola de helado. Otras especialidades son el quarto (un bizcocho esponjoso), los cocarrois (empanadas) y los robiols (dulces de pasta rellenos de confitura o requesón). Uno de los lugares más conocidos para probarlos es en Can Joan de S´Aigo, cuyo local más antiguo data de 1700. En algunos pueblos también tienen sus peculiaridades: la coca de patatas de Valldemossa, el pastel de Cardenal de Lloseta o los suspiros de Manacor. Dulce tentación.

https://elpais.com/elviajero/2022-08-01/donde-comer-la-autentica-cocina-mallorquina.html

viernes, 12 de agosto de 2022

_- Entrevista a George Mavrikos, exsecretario general de la Federación Sindical Mundial (y III) «El ‘fantasma’ de la clase obrera vuelve a recorrer el mundo entero y hace que la burguesía vea aún hoy, en sus pesadillas, las luchas obreras»

_- Traducción del griego realizada por Christoforos Giakoumelos.

La tercera (y última) parte de la entrevista aborda los pilares ideológocos básicos de la FSM así como la retirada de Mavrikos a posiciones de retaguardia en el movimiento obrero.

IV. Roma, punto final

12- -Ha terminado el 18º Congreso de la FSM y dejas la responsabilidad de la Secretaría General. Los problemas de las trabajadoras y trabajadores, ¿siguen siendo los mismos o han cambiado?

Las mismas causas que han dictado las posiciones de la FSM a lo largo de estos años para elevar el nivel de vida de la clase obrera siguen aquí presentes. La explotación del hombre por el hombre está aquí; el núcleo de la explotación capitalista, es decir, la extracción de plusvalía de la clase obrera está aquí; el sudor robado de nuestros hermanos de clase sigue terminando en los bolsillos de la burguesía; las guerras e intervenciones imperialistas siguen aquí. En resumen, las raíces de todos los problemas básicos para los trabajadores/as del orbe siguen intactas.

Incluso podría decir que en gran medida los términos en que la clase obrera mundial vende su fuerza de trabajo han empeorado no solo en los llamados países «en desarrollo» sino también en los grandes centros capitalistas donde la clase obrera tradicionalmente ha disfrutado de un estándar de vida relativamente mejor. Esto sucedía ya sea como resultado de luchas de clase serias y masivas, de una reivindicación continua, o como resultado de «concesiones» de la burguesía de estos países a sus trabajadores/as frente al sistema socialista para blindar su propio poder. A partir de 1991 se observa un «deshilamiento» sistemático -como les dije antes- de grandes logros de la clase obrera, que se produjo por el declive de la corriente clasista del movimiento sindical, el retroceso de las luchas, el dominio del reformismo y las ilusiones en gran parte de la clase obrera.

Con Evo Morales Ayma en Cochabamba, Bolivia, 2014
Por lo tanto, los problemas a los que se enfrenta la clase obrera en esta fase de decadencia final del sistema capitalista son aún más complejos, y aunque el núcleo de dichos problemas permanece invariable, su forma puede cambiar. Creo que un ejemplo típico de esto es la discusión sobre la llamada cuarta revolución industrial, que de hecho es un punto central de análisis en muchas discusiones sobre el futuro del trabajo y más allá. Se habla de automatización, desuso de fuerzas productivas, sustitución total del factor humano por las máquinas, etc.

Es sabido que las fuerzas productivas y el potencial productivo que de ellas se deriva son el resultado de un proceso interminable en el que tanto los medios de producción como el trabajo humano evolucionan progresivamente, en función de la explotación y perfeccionamiento de los conocimientos existentes de la humanidad, el saber hacer, la ciencia y la tecnología. Incluso bajo el capitalismo las fuerzas productivas no dejan de evolucionar. Y el conocimiento y el saber hacer humanos, así como los medios de producción más avanzados e innovadores (por ejemplo, la inteligencia artificial, de la que tanto se habla) son todos un proceso social en constante evolución. Las «nuevas» reflexiones sobre la relación de la clase obrera y la tecnología deberían iluminar la esencia del problema que es la contradicción entre el carácter social del conocimiento, los medios y técnicas de producción por un lado, y la propiedad individual de los medios de producción por el otro.

En otras palabras, el tema era y sigue siendo que los productos resultantes de este proceso que mencionamos están en manos de una pequeña minoría de la sociedad. Y al mismo tiempo que hay posibilidades para que la clase obrera trabaje menos, se informe y participe más en la vida política y social –para vivir mejor, para decirlo simplemente– ve que sus condiciones de vida se deterioran. Por lo tanto, cuando se habla de «nuevos problemas» de la clase obrera, quizás se olvida que problemas similares preocuparon al movimiento obrero también en otros períodos históricos. Seguro que recuerda a los luditas, ese movimiento en Inglaterra durante la revolución industrial en 1810-1812, que rompían máquinas y las tiraban a la calle porque creían que los culpables de su pobreza eran ellas y no sus patronos. Entonces, es una gran apuesta para la clase obrera moderna no caer en los errores del pasado, no sucumbir a un neo-ludismo.

El mismo análisis puede arrojar luz sobre otros nuevos fenómenos que agravan la difícil situación de la clase obrera en la actualidad, como el teletrabajo que se ha generalizado en el período de la pandemia. Y aquí queda claro que las nuevas tecnologías fueron nuevamente explotadas para exprimir todavía más a la clase obrera, para una mayor extracción de plusvalía. Por otro lado, no hay que subestimar los hechos; los sindicatos clasistas tenemos el deber de analizar la realidad con nuestras herramientas revolucionarias, para responder científicamente con base en los principios de nuestra cosmovisión a los nuevos fenómenos que la vida nunca dejará de dar a luz; siempre teniendo claro que sólo la abolición de la propiedad capitalista, la «expropiación de los expropiadores» acabará de una vez por todas con la barbarie capitalista que es la causa fundamental de estos problemas.

13– La FSM se autodenomina antiimperialista. ¿Cómo influye el imperialismo en el mundo laboral?

El antiimperialismo, la postura antiimperialista del movimiento clasista es parte de su ADN. No es solo una suposición teórica, no se trata de “una buena voluntad evangélica”. Se deriva de una visión y un análisis particulares del mundo y, al mismo tiempo, compromete a las fuerzas de clase con una actitud y acción particulares sobre una serie de cuestiones. Se puede decir que la lucha antiimperialista es un criterio para separar las fuerzas clasistas consecuentes de las reformistas. La posición de clase consecuente reconoce que la guerra imperialista es la continuación de la política imperialista por la vía militar, es decir, es la otra cara de la política del capital que golpea los logros de los trabajadores/as. De hecho, creo que la experiencia de la Primera y la Segunda Guerra Mundial es rica y útil. La propia FSM, como dijimos antes, nació como fruto de la acción antiimperialista de los trabajadores/as luego de la Gran Victoria Antifascista de los Pueblos en 1945.

En efecto, hoy, cuando la agresión imperialista y las rivalidades entre poderosos bloques imperialistas por el control y explotación de mercados, recursos naturales y rutas energéticas son aún mayores, la brutalidad imperialista genera más efectos negativos para los trabajadores/as: más políticas antiobreras y antipopulares, hambre, crisis alimentaria, pobreza, moderno tráfico de esclavos. ¿No obligan todos estos factores a al menos 71 millones de personas en todo el mundo -según los datos de la ONU- a abandonar sus hogares? Entre ellos hay unos 26 millones de refugiados y cada minuto se estima que 20 personas dejan todo atrás para escapar de la guerra, la persecución, el terror.

Consideremos específicamente qué sufrimientos han causado las rivalidades imperialistas a los pueblos de varios países: las sanciones impuestas por un campo imperialista contra el otro, ¿Qué consecuencias han tenido para los pueblos de Rusia, Venezuela, Irán, Bielorrusia, la República Popular Democrática de Corea, etc.? Especialmente cada guerra abierta, cada intervención abierta provocada por los intereses imperialistas, ¿Qué situaciones generó para los pueblos y trabajadores/as de estos países? En Libia, que quedó arrasada tras la intervención de la OTAN de 2011, en Yemen con la guerra sucia que se prolonga desde hace más de 7 años, en Afganistán, Irak, Siria, Yugoslavia… Gran parte de su población, civiles, perecieron en el conflicto mientras que millones se vieron obligados a abandonar su tierra natal.

En Madrid, en el Monumento de las Brigadas Internacionales, 2018
Los imperialistas redibujan las fronteras con la sangre de los pueblos para sus propios intereses geopolíticos; aplastan países en los que encontrarán un lucrativo terreno de explotación para sus monopolios cuando llegue la hora de la “reconstrucción”; al mismo tiempo generan a enteros “ejércitos de desesperados” que se crean a partir de refugiados e inmigrantes que servirán de reservas baratas para la producción capitalista. ¿Cuántas veces no hemos visto al capitalismo desde sus primeros pasos, cuando quiere aumentar la producción, explotar a los desarraigados como mano de obra barata en condiciones miserables y peligrosas de trabajo con salarios de hambre?

Pero el futuro que los imperialistas preparan para los pueblos parece todo menos halagüeño: La “Estrategia OTAN 2030”, la “Política Exterior y de Seguridad Común de la UE”, la “Brújula Estratégica para la Seguridad y la Defensa” y la “Global Gateway de la UE”, los planes de guerra y el enfoque del interés imperialista hacia la vasta región del Indo-Pacífico, el papel de QUAD (EE.UU.-Japón-Australia-India) y AUKUS (Australia, Reino Unido, EE.UU.), son planes que deberían preocupar a los trabajadores/as de todo el mundo. Al mismo tiempo, los «puntos calientes» se están multiplicando en una serie de países, mientras que la carrera armamentista ha batido todos los récords, ¡con 2,1 billones de dólares gastados para 2021!

Precisamente por eso, ante una realidad tan compleja, la lectura correcta del imperialismo es de enorme importancia para el quehacer y el accionar del propio movimiento sindical de clase. Porque realmente, si no se entienden las raíces económicas de este fenómeno, si no se tiene en cuenta su importancia política y social, no se puede dar un solo paso en el campo de la definición de las tareas prácticas del movimiento sindical. El análisis que limita el imperialismo, por ejemplo, a la política exterior agresiva de EE.UU. o de los poderosos estados de la UE y excluye a otros estados capitalistas, elimina el criterio básico, es decir, el dominio de los monopolios, la base económica del imperialismo. Este análisis se aferra a las relaciones desiguales formadas por el desarrollo desigual del sistema, justifica no solo a la burguesía de los estados que no están en la cúspide de la pirámide imperialista, sino también el papel de los estados burgueses que expresan sus intereses, convirtiendo así al movimiento obrero en una cola de la burguesía de cada país y conduciéndolo por caminos muy peligrosos. Estas posiciones forman la base del llamado «mundo multipolar», que se basa en la lógica de los monopolios y estados capitalistas «malos» y «buenos»; su criterio es la actitud de estos hacia los EE.UU. De este modo, dichas posiciones dejan de lado la esencia de los antagonismos imperialistas y llevan a movimientos obreros enteros a ponerse del lado de uno u otro centro imperialista. En definitiva, creo que esta línea es un callejón sin salida, causa un gran daño al movimiento obrero y es necesario intensificar aún más la lucha contra estas posiciones, combatir las ilusiones que ellas generan y darse cuenta de la importancia decisiva de los monopolios que constituyen la célula de la base económica del imperialismo, de la relación economía-política.

14– También es anticapitalista. En tu opinión, ¿el capitalismo está en decadencia o vive sus mejores momentos?

Tanto a nivel teórico como práctico, esta pregunta está indisolublemente ligada a la anterior. Es la propia teoría leninista del imperialismo la que prueba científicamente que el imperialismo, como fase superior del capitalismo, es la era de la decadencia final de un sistema que ya no tiene nada que ofrecer a la humanidad. En el capitalismo monopolista se agudizan todas las contradicciones que han caracterizado a la sociedad capitalista desde su nacimiento. El monopolio capitalista, aunque engendra «inevitablemente una tendencia al estancamiento y la decadencia», conduce al mismo tiempo a la más amplia socialización de la producción y es la mejor «preparación material», el último paso antes del derrocamiento revolucionario del capitalismo. En otras palabras, el dominio de las grandes empresas por acciones en la economía capitalista funciona como precursor de la nueva sociedad, como evidencia de la maduración de las condiciones materiales para la superación del capitalismo.

Todo lo que nos rodea atestigua que el capitalismo es incapaz de superar sus contradicciones. Todavía podemos decir que aún no ha superado las consecuencias de su crisis de los años 70 y aunque se encuentra en una prolongada decadencia, se niega a morir. Ciertamente los derrocamientos contrarrevolucionarios de los años 90 le dieron una extensión, un aliento de vida, con nuevos campos de ganancias, nuevos mercados «vírgenes» que habían permanecido fuera de la esfera económica capitalista durante más de medio siglo. La crisis global y sincronizada de 2008 sacudió al capitalismo y, con ocasión de la pandemia, la economía capitalista mundial ya está entrando en un nuevo ciclo de crisis, más profundo y más agudo, como lo admiten los propios análisis burgueses.

Por eso el capitalismo muestra cada día más su rostro reaccionario y envejecido así como su incapacidad para resolver cuestiones básicas de la supervivencia del pueblo. Mire el período de la pandemia, cuando cayó la «hoja de parra» de los poderosos estados capitalistas y se demostró que el rey está desnudo; cuando vimos colapsar los sistemas de salud de EE. UU., Italia, etc., pacientes muriendo en los pasillos de los hospitales, estados «aliados» robándose ventiladores y equipos médicos entre sí… Pero también por otro lado, ¿Qué mostró a continuación el curso de las vacunaciones? Cuando por ejemplo los estados africanos no tenían vacunas y sufrían una tasa de cobertura vacunal casi nula, ¿no se habla otra vez del fracaso del capitalismo? Sabe, esto me recuerda la gran frase de Fidel Castro: «Hablan del fracaso del socialismo, pero ¿Dónde está el éxito del capitalismo en África, Asia, América Latina?»

Véase incluso el ejemplo más reciente con la preocupación hipócrita de los burgueses sobre la crisis alimentaria mundial que «descubrieron» después de la guerra OTAN-Rusia en el territorio de Ucrania. Es un hecho que Ucrania y Rusia son grandes exportadores de cereales y fertilizantes (juntos representan alrededor del 30 % de las exportaciones mundiales de trigo y el 20 % de las exportaciones de maíz, mientras que Rusia representa el 14 % de las exportaciones mundiales de fertilizantes) y, por supuesto, las operaciones de guerra en suelo ucraniano, el bloqueo de los puertos ucranianos del Mar Negro, las sanciones euroatlánticas coordinadas contra Rusia y las contramedidas rusas tienen múltiples consecuencias en el crítico sector alimentario. Pero, paralelamente, se registra un aumento continuo en el número de personas hambrientas en todos los informes internacionales. En concreto, se afirma que «el número (de personas hambrientas) ha aumentado un 80 % desde 2016, cuando alrededor de 108 millones de personas en 48 países padecían inseguridad alimentaria aguda y necesitaban ayuda urgente», mientras que «el número (de hambrientos) casi se duplicó entre 2016 y 2021 tras pasar de 94 millones a 180 millones». Así que imaginen lo absurdo de un sistema que margina tan descaradamente las necesidades de las personas: al mismo tiempo que los magnates adinerados van al espacio en sus naves espaciales privadas, al mismo tiempo que las capacidades productivas han alcanzado niveles sin precedentes, la humanidad todavía está discutiendo si hay gente que tiene hambre. El capitalismo está respirando sus últimos alientos y esto me recuerda mucho a una frase del filósofo romano Cicerón cuando decía que “cuanto más cerca está la caída de un imperio, más absurdas son sus leyes”. En nuestro caso, cuanto mayor es el absurdo del sistema…

15– ¿Cómo se lucha desde el movimiento obrero de clase frente al fascismo?

Es un hecho que en las últimas décadas volvió a surgir la necesidad de una lucha antifascista de los sindicatos. El auge de la xenofobia, el racismo, el neonazismo, nutridos y crecidos por el dinero de la UE y los EE. UU. en el terreno fértil de la crisis, la indigencia, el empobrecimiento masivo y la desmasificación de los sindicatos, volvieron a poner en agenda el tema de la lucha antifascista a través de las filas sindicales.

La historia del movimiento de la clase obrera muestra que en períodos históricos en los que el capitalismo se siente amenazado, la burguesía tiene la capacidad de ser flexible en sus tácticas, de hacer aparecer a nuevos representantes políticos que los vende como algo “fresco”; asimismo, empuja al escenario político burgués fuerzas políticas que antes vegetaban en las tinieblas. El carácter del fascismo como fuerza política burguesa está claramente demostrado por la propia experiencia histórica, que no debe olvidarse. Después de asumir el poder gubernamental en Italia y Alemania, con el generoso apoyo del capital monopolista, el fascismo procedió a un apoyo multifacético de los intereses de los capitalistas, aplastando al movimiento obrero e intentando un derrocamiento armado contrarrevolucionario de la vanguardia del movimiento obrero mundial, del poder soviético.

Por otra parte, el movimiento, tanto en mi país como en el suyo, sabe muy bien por su experiencia histórica que la existencia del fascismo cumple otra función, menos evidente pero muy importante para el sistema: los partidos socialdemócratas se aprovechan del miedo a «ultraderechistas» para asegurar el apoyo a su propia política de gestión del sistema, presentándose así como el llamado «mal menor» para las capas populares. Después de todo, hemos visto este escenario decenas de veces en muchos países.

En el tercer Congreso de PAME, 2007
No obstante, en cuanto al fondo del asunto, todas las fuerzas fascistas son parte del sistema y en todas partes promueven activa y decisivamente los ejes principales de la estrategia burguesa para el desarrollo capitalista. Más generalmente, apoyan la dictadura del capital. Promueven la cooperación de clases en nombre del interés nacional único, oscurecen la contradicción capital-trabajo y pretenden aplastar el movimiento obrero al presentar las luchas y reivindicaciones laborales como responsables del alto desempleo. A lo largo de los años de la crisis, la fraudulenta retórica «anti-plutocrática» y «patriótica» de estas organizaciones pretende desorientar y atrapar el descontento popular, dejando en paz al verdadero enemigo, la burguesía, y proyectando como culpables a los inmigrantes, a ciertos especuladores y banqueros, etc.

Por eso la lucha del movimiento obrero contra las formaciones fascistas es una condición imprescindible para el contraataque obrero del que hablamos. Con esta perspectiva, el movimiento sindical de clase debe darse cuenta de que el fascismo es sinónimo de capitalismo, «carne de su carne» y su reserva de oro. Entonces, la auténtica lucha antifascista es también una lucha anticapitalista. Brecht lo había dicho característicamente en su texto: “Las cinco dificultades para decir la verdad”:

“Por lo tanto, ¿Cómo puede un opositor al fascismo decir la verdad sobre el fascismo cuando no quiere decir nada en contra del capitalismo que lo engendra? ¿Cómo puede esta verdad ser de importancia práctica?

Aquellos que están en contra del fascismo, sin estar en contra del capitalismo, que se lamentan de la barbarie originada por la barbarie, se parecen a aquellas personas, que quieren comer su ración de ternera, pero sin que haya que degollar la ternera. Quieren comer la ternera pero no ver la sangre. Se contentarán con que el carnicero se lave las manos antes de servirles la carne. No están en contra de las relaciones de propiedad que producen la barbarie, sólo en contra de la barbarie. Levantan su voz contra la barbarie, y lo hacen en países donde la propiedad es la misma, pero donde los carniceros todavía se lavan las manos antes de servirle la carne.”

Por lo tanto, cualquier enfoque que separe al fascismo del sistema que lo engendra está condenado al fracaso y a la bancarrota. Así, la lucha sindical que pone en su punto de mira el fascismo como teoría y como práctica al servicio del capital puede salir victoriosa.

Al mismo tiempo, pido disculpas por el largo paréntesis que voy a hacer, pero quiero resaltar un punto útil sobre algo que le quita impulso a la lucha sindical antifascista: la tolerancia hacia la socialdemocracia que históricamente ha alimentado o colaboró con el fascismo en muchas ocasiones. El fascismo no sólo comparte orígenes históricos, en gran medida, con la socialdemocracia, en el sentido de que muchos de sus principales líderes en el período de entreguerras procedían de la socialdemocracia (Mussolini – ex editor del periódico «Avanti», órgano central de los socialistas italianos, Piłsudski – ex líder del Partido Socialista Polaco, Mosley – ex ministro del segundo gobierno laborista de MacDonald); además, la ideología del fascismo deriva principalmente de la línea elaborada por la socialdemocracia. La ideología de la socialdemocracia fue realmente el caldo de cultivo del fascismo en el período de entreguerras. La socialdemocracia salió de la guerra con dos características claras: Primero, el alineamiento de cada partido con su propio Estado «nacional» -es decir, imperialista- y el rechazo a todo internacionalismo, excepto al más formal. En segundo lugar, la colaboración de clases en forma de alianza con el gobierno y de consenso sindical para ayudar a construir la prosperidad capitalista como condición necesaria para la prosperidad de la clase obrera. Se verá que estos principios básicos ya se aproximan a los principios básicos del «Nacionalsocialismo».

Después de la Primera Guerra Mundial, la socialdemocracia asumió dos tareas: Primero, derrotar la revolución de la clase obrera; segundo, ayudar a reconstruir la estructura dañada del capitalismo. La primera tarea llevó a la dirección socialdemócrata a una estrecha alianza con los círculos reaccionarios, militaristas y de la Guardia Blanca y la “entrenó” para asumir la responsabilidad gubernamental de exterminar a los trabajadores militantes. La segunda tarea de la reconstrucción capitalista, una vez cerrado el período de guerra civil directa, requería una colaboración cada vez más estrecha de la socialdemocracia y los sindicatos con el capitalismo monopolista.

Al mismo tiempo, la socialdemocracia históricamente ayudó tanto al fascismo en muchos casos a subir al poder, como a los elementos reaccionarios a aplastar la acción del movimiento obrero clasista. Consideremos el papel traidor de los líderes socialdemócratas alemanes en la revolución alemana de noviembre de 1918, cuando en connivencia con los grupos armados reaccionarios masacraron a los líderes del proletariado alemán Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo y aplastaron la revolución. Por tanto, el frente contra la socialdemocracia debe ocupar un papel preponderante en nuestra acción antifascista. La conclusión de Stalin de que “no se puede acabar con el capitalismo sin acabar con la ideología socialdemócrata en el movimiento obrero” no es una casualidad.

16– En los últimos años también ha renacido la lucha de la mujer por la igualdad de género y contra el sistema patriarcal. ¿La FSM ha estado a la altura de las circunstancias?

En los últimos años, y con motivo de la campaña de la OIT por la ratificación del Convenio 190 sobre la violencia y el acoso en el trabajo, se ha encendido una intensa conversación en torno a la “igualdad de género” y “el sistema patriarcal”. Entonces, algunas personas automáticamente se preguntaron ¿Qué papel tienen que jugar los sindicatos en esto? ¿Cuál podría ser su contribución a tal lucha?

Antes que nada, déjeme decirle que para la FSM no se abrió ningún nuevo debate; la lucha de la mujer trabajadora no “renació”, simplemente porque para nosotros la lucha por la igualdad de las mujeres, por la igualdad real entre los dos sexos, nunca murió. Para nosotros en la FSM, en el movimiento sindical de clase, el papel de la mujer trabajadora es fundamental. El papel de la mujer obrera en el proceso de trabajo, en los sindicatos, en la lucha política, puede dar fuerza adicional a las luchas populares del presente y el futuro. El movimiento sindical de clase siempre ha sostenido una posición firme y ha luchado constantemente por la igualdad de derechos de las trabajadoras, por la igualdad en el trabajo y todos los aspectos de la vida; luchó para acabar con la esclavitud y el tráfico de mujeres, por el derecho de las mujeres a votar, por su derecho a participar en los sindicatos, en los partidos políticos, por su presencia en cargos de gobiernos y estados así como por la participación de la mujer en las actividades sociales y culturales. Muchos de estos derechos se han hecho realidad en los países socialistas donde la mujer trabajadora tenía el estatus que le corresponde. Estos logros de las mujeres en la entonces Unión Soviética y el resto de los estados socialistas generaron la fuerza social y la presión para avanzar en ciertas conquistas también en los estados capitalistas. En estos últimos, por ejemplo, se retrasó significativamente la concesión del sufragio universal a las mujeres adultas, no porque fuera un elemento incompatible con el funcionamiento capitalista, sino porque la supervivencia del capitalismo se basa también en la movilización-integración de fuerzas reaccionarias precapitalistas, por ejemplo de los mecanismos de manipulación de las fuerzas populares que poseen las confesiones religiosas y sus estructuras eclesiásticas.

Desafortunadamente, después de los derrocamientos contrarrevolucionarios en el período 1989-1991 y el cambio de la correlación internacional de fuerzas, muchos de los derechos y logros de mujeres y hombres les fueron arrebatados. Hoy en todos los países capitalistas, la mujer trabajadora es objeto de implacable explotación. Ella trabaja mayormente a tiempo parcial, en trabajos temporales y desprotegidos. Está siendo remunerada menos que los hombres y accede a pensiones menores. La mujer trabajadora es la primera en convertirse en desempleada. En muchos países, la violencia contra la mujer está en aumento, la prostitución y las redes de tráfico se están extendiendo, la migración económica está separando a muchas madres de sus hijos y esposos. Las mujeres trabajadoras tienen hoy un derecho cada vez más limitado de acceso a la educación, la actividad cultural y el tiempo libre.

Así que hoy, atravesando la tercera década del siglo XXI, en muchos países estamos llegando al punto de ver una degradación social increíble de las mujeres, su dependencia de los hombres, percepciones y prácticas oscurantistas, violencia multifacética contra las mujeres proveniente de miembros masculinos de la familia, etc. La reacción al fenómeno anterior por parte de corrientes y movimientos feministas teóricos, principalmente desde países europeos y de EE. UU., a menudo se acompaña de una explicación equivocada del fenómeno: se interpreta como resultado de la globalización, es decir, la importación del capital y -por tanto- la expansión de las relaciones capitalistas que tienen un efecto de disolución sobre la comunidad agrícola (como principal unidad productiva del trabajo femenino); además, según estos planteamientos, dicho efecto se acompaña de la expansión de la violencia contra la mujer y el fortalecimiento del poder masculino; un régimen que caracterizan como “patriarcado”. Esta visión idealiza la situación anterior, aunque destaca correctamente la violencia capitalista, que por supuesto no solo se practica sobre las mujeres, sino también sobre los hombres. Y así, sobre esta base, exagera el papel del movimiento feminista e incluso lo desvincula del enfoque de clase, del movimiento obrero como portador de la lucha contra el capitalismo.

Al mismo tiempo, esta visión tiene como objetivo desorientar a la clase obrera, dividirla, incitar a las trabajadoras a luchar contra los trabajadores y viceversa. Además, oscurece el hecho de que no todas las mujeres tienen los mismos problemas, ocultando a menudo la raíz de clase del problema. Cuando hablamos de la «cuestión de género» nos referimos a la explotación adicional que las mujeres sufren en la sociedad como consecuencia de su género (es decir, estamos hablando de una combinación de discriminación social y de género). Estas discriminaciones tienen repercusiones mentales, culturales y morales, dado que las mujeres están impedidas de desarrollar sus habilidades plenamente y en total igualdad. Sin embargo, el núcleo del problema es que estos efectos negativos conciernen ante todo a las mujeres de la clase obrera, del campesinado pobre, de los estratos de cuentapropistas pobres. Por otro lado, las mujeres de la burguesía encuentran los medios y las posibilidades para resolver sus problemas.

Entonces la solución y la salida está en las luchas comunes de mujeres y hombres contra el sistema social que engendra la explotación del hombre por el hombre. Después de todo, el movimiento sindical clasista tiene la tarea de luchar por los pequeños y grandes problemas hasta la liberación final de nuestra clase. Esta fue también la brújula que siguió la FSM, con especial consideración y atención por la inclusión orgánica de la mujer en las luchas del movimiento sindical de clase, no como elemento decorativo, sino como parte integrante y condición del triunfo final del clase obrera.

Como FSM luchamos contra percepciones anacrónicas, peleamos por la creación de comités de mujeres en los sindicatos de base, organizamos congresos mundiales de mujeres trabajadoras, luchamos por la representación de nuestras hermanas de clase en los órganos directivos de los sindicatos, abrimos un frente contra los conceptos burgueses y reformistas sobre el papel del movimiento de mujeres, establecimos un Comité Mundial de mujeres trabajadoras. Siempre teniendo en cuenta que en las pancartas y las banderas de la FSM estaban escritas las reivindicaciones más progresistas, las posiciones más avanzadas para la emancipación sustancial de la mujer; en las «Cartas de Derechos Sindicales» de la FSM se han plasmado los anhelos, esperanzas y reivindicaciones de las mujeres de nuestra clase.

17– Patronal nacional e internacional, gobiernos burgueses, sindicatos amarillos y colaboracionistas… ¿no son muchos enemigos a los que enfrentar?

Le daré la vuelta a la pregunta y me preguntaré: ¿No hay demasiados enemigos que tienen que enfrentar la burguesía y sus mecanismos imperialistas? Considere los 250 millones de trabajadores que salieron en huelga a las calles de India en 2020 y paralizaron a ese enorme país, con los sindicatos, miembros y cuadros de la FSM en la primera línea de sus organizadores. Piense nuevamente en los 110 millones de miembros de la FSM en todo el mundo que viven, trabajan y luchan por el futuro de nuestra clase. Piense en las grandes luchas huelguísticas en Francia, Grecia, España, Turquía y tantos otros países. Si usted estuviera en la posición de los burgueses, ¿no tendría miedo de que su reino esté amenazado por la clase que ya abolió la explotación una vez históricamente?

En Ciudad de México, México, marcha del Frente Auténtico del Campo (FAC), 2017
Entonces la verdad es que los burgueses tienen miedo y por eso están tomando sus medidas. Por eso gastan millones en mecanismos represivos, en nuevas tecnologías de represión, en ONGs que corrompen conciencias. Por eso están promoviendo todo tipo de «Fundaciones Friedrich Ebert» que actuarán como “bomberos” para la “extinción” de las luchas clasistas. Por eso reescriben y falsifican la historia, por eso dividen a la clase obrera en las formas que hemos comentado, por eso apoyan a los sindicatos amarillos, por eso invierten en la propaganda de «nueva generación» con las redes sociales y “fake news”, es decir, la intervención híbrida de los nuevos mecanismos de represión ideológica. En otras palabras, el “fantasma” de la clase obrera vuelve a recorrer el mundo entero y hace que los burgueses pierdan el sueño y vean aún hoy en sus pesadillas las luchas obreras. La esperanza para la clase obrera mundial radica en las luchas que se dan y se desarrollan en todos los rincones del planeta sin cesar.

Por eso, como movimiento sindical de clase, somos optimistas sobre el futuro. Efectivamente, los enemigos que nos combaten son muchos y aparentemente son poderosos, armados hasta los dientes, con innumerables medios y mecanismos. Pero el futuro nos pertenece, el futuro pertenece a la clase que viene a abolir de una vez por todas la explotación. Y en esto nos ayuda nuestra brújula estable, sabiendo a dónde queremos ir. Porque queremos llevar lo verdaderamente nuevo que está naciendo hoy a cada huelga pequeña o grande, a cada manifestación pequeña o grande. Queremos una sociedad donde la prosperidad, la creatividad, la productividad y la solidaridad tomen el lugar de la podredumbre de las ganancias, las guerras imperialistas y la explotación del hombre por el hombre. Queremos la sociedad donde el pueblo trabajador tenga el poder, una sociedad donde la palabra «explotación» desaparezca de los diccionarios. Y sabemos que saldremos victoriosos.

V. La FSM del siglo XXI

18– -¿Cuál es tu valoración del 18º Congreso de Roma?

La FSM ha celebrado a lo largo de su historia los Congresos Sindicales Mundiales más grandiosos.

He participado en los Congresos 13, 14, 15, 16, 17 y 18. Todos los congresos han sido congresos de posiciones de búsqueda ideológica y social. A diferencia de los congresos de la CIOSL-CSI que son congresos de pelea por las poltronas, regateo, expectativas financieras, cúpulas y reparto de poder, en nuestros congresos las confrontaciones fueron y serán siempre sobre las cuestiones teóricas de cada época y cómo nuestras opciones teóricas e ideológicas serán aplicadas a nivel práctico.

Así que el 18o Congreso estuvo dominado, con base en la teoría marxista, por el análisis del mundo contemporáneo y las tareas prácticas que de él se derivan, con el objetivo de defender a los trabajadores y fortalecer la percepción de clase en las bases sindicales.

18º Congreso de la FSM en Roma, mayo de 2022
Entonces, el principal logro del 18º Congreso es que discutimos, decidimos y votamos el importante texto “Prioridades 2022-2027”, bajo el título «Declaración de Roma». Este documento es un logro.

El otro aspecto importante de este Congreso es que, si bien fue un congreso ordinario, en realidad tuvo las características de un congreso extraordinario. Las restricciones a los vuelos internacionales, los estrictos protocolos sanitarios de todos los países y los millones de la gente sencilla que perdieron la vida en la pandemia del coronavirus, nos obligaron a limitar los delegados a 450; algunos de ellos hablaron virtualmente y muchos participaron en las votaciones por internet.

Así que entre tales y tantas limitaciones logramos celebrar un congreso militante, democrático y unitario.

El tercer elemento del 18º Congreso es que, por primera vez en muchas décadas, hemos tenido un cambio suave de liderazgo. La elección del nuevo Secretario General se llevó a cabo por votación secreta reuniendo al 92% de los votantes. Es deber de todos nosotros apoyar la línea militante y al nuevo liderazgo.

Personalmente, siento la necesidad de hacer un llamado a todos los cuadros de la FSM en todos los niveles para que apoyen los principios de la línea clasista y ayuden al nuevo Secretario General. Y en esta ocasión quiero explicar que por supuesto asumo la responsabilidad, ya que fue mi idea y decisión proponer al camarada Pambis Kyritsis como candidato a este cargo en particular. Algunos de mis queridos camaradas han formulado críticas y han dicho que el nuevo Secretario General es de un país pequeño y de un sindicato pequeño. Les he explicado y testifico ahora y públicamente que durante los últimos siete años he discutido y propuesto a personas específicamente de grandes sindicatos en Asia, África y Europa. Por sus propias razones, estos sindicatos respondieron negativamente.

Sin embargo, además de la elección de un nuevo secretario general, también tuvimos la elección de muchos nuevos cuadros, la mayoría de los cuales también son jóvenes en edad. Y además contamos nuevamente con la presencia de una mujer en el Secretariado.

Todo lo mencionado anteriormente, todo junto de forma acumulativa, demuestra que en circunstancias extraordinarias, con trabajo colectivo, laboriosidad y perseverancia, logramos las metas del 18o Congreso. El mérito de este éxito es también para los miembros, amigos y líderes de la USB Italia, quienes fueron excelentes anfitriones.

19– -¿Cuáles son los mayores retos para la nueva dirección de la FSM?

Los retos y las nuevas necesidades nunca se detienen. La guía son los documentos votados en Roma y al mismo tiempo todo lo nuevo que traen los acontecimientos y la vida.

Una constante para los sindicatos militantes son siempre las reivindicaciones y los derechos salariales, de seguridad social, pensión y trabajo de los empleados. Las guerras imperialistas y las rivalidades intra-imperialistas también son cuestiones clave; ciertamente, también lo son los problemas de la vida, el medio ambiente, la civilización y la cultura. Personalmente creo que el problema que se agravará para las próximas generaciones de trabajadores es la restricción drástica de las libertades democráticas y sindicales. Que suene fuerte la campana de alerta, que se lance una convocatoria de reagrupamiento, una invitación general a luchar por la defensa y ampliación de las libertades democráticas, el respeto a la vida privada, la personalidad y las características específicas de cada uno.

Confío en los afiliados/as y amigos/as de la FSM que pueden estar a la altura de estos retos porque hay una sensibilidad desarrollada y un interés genuino por todos los problemas contemporáneos; al mismo tiempo tenemos muy buenas elaboraciones, por ejemplo sobre el agua y los mantos acuíferos, sobre el entorno de trabajo y las necesidades modernas, en la cuestión alimentaria, las cuestiones culturales como la necesidad de devolver los bienes culturales robados a sus países de origen, como también la cuestión cultural de proteger las lenguas originarias y los dialectos particulares. Para cualquier nuevo liderazgo al hacerse cargo de una organización sindical de masas tan grande, hay tres posibilidades principales:

Primero, desarrollar y fortalecer aún más las características cualitativas y cuantitativas de la organización. Segundo, entrar en un período de estancamiento y tercero, retroceder y recular.

La FSM cuenta con militantes dignos en todos los niveles y todos trabajaremos juntos para fortalecer la FSM; por un refuerzo y fortalecimiento numérico y cuantitativo, pero a la vez cualitativo. En los últimos 20 años, además de la mejora cuantitativa, que también es necesaria, se ganaron batallas cualitativas esenciales, como este gran reagrupamiento basado en los principios de la lucha de clases, el rechazo a las teorías de la colaboración de clases, como la postura audaz y valiente dentro de las organizaciones internacionales, como la conquista de un mejor nivel de funcionamiento democrático, como el desenmascaramiento ideológico abierto del papel de la CIOSL-CSI, la CES y sus grupos burocráticos directivos, como nuestros análisis y posiciones sobre las llamadas ONG, la aristocracia obrera, los problemas sociales de corrupción dentro de los sindicatos y mucho más.

En mi opinión esta cualidad trajo masificación, orgullo y satisfacción a nuestros afiliados y cuadros. Por último, permítanme señalar un riesgo existente. Debido a que la pobreza, el desempleo, el trabajo no declarado, etc. están creciendo y entrando -con razón- en el frente de la acción diaria, se necesita vigilancia para que los sindicatos no se queden atrapados simplemente en lo cotidiano. Nuestra pelea y la lucha de clases deben tener siempre en primer plano la lucha por la emancipación de los trabajadores/as, por su liberación de la esclavitud capitalista. Muchas veces el estrés diario magnifica y absolutiza el presente y oculta por completo de los ojos de los trabajadores/as el necesario futuro. En este caso los sindicatos se convierten en cogestores del sistema y entonces los riesgos para los intereses de los trabajadores/as y para la misión de los sindicatos crecen, se engrosan.

20– -¿Cuál será el papel de Mavrikos de ahora en adelante?

Había anunciado públicamente que no volvería a ser candidato a secretario general. Expliqué esto desde el podio del 17o Congreso en Durban, Sudáfrica, frente a todos los delegados/as del Congreso. Pido la comprensión de todos aquellos compañeros/as y camaradas que recogieron firmas y lanzaron campañas para que me quede. Quienes me conocen personalmente sabían que el anuncio que había hecho en Durban era producto de realismo, reflexión y conciencia.

En mis más de 50 años de participación en las luchas sociales, he argumentado que los líderes deben irse a tiempo, destacar a nuevos líderes y no dejar que el tiempo y la edad los derroten. Siempre he apoyado esto con palabras y ahora es el momento de apoyarlo con el ejemplo personal. En mi discurso final en el 18º Congreso, expliqué este tema con más detalle.

Me había preparado psicológica, emocional y políticamente para este cambio en mi vida. Estaba listo. No me sorprendió, aunque el cambio en la forma de “operación” diaria es grande. Los hábitos de medio siglo no se revierten fácilmente.

Por supuesto, no “me iré a casa”, no voy a “irme de juerga”. Conscientemente tomo mi lugar en la “retaguardia” como un simple soldado, pero teniendo el arma al alcance de la mano. Ya he estado en conversaciones con militantes de la FSM de todos los continentes durante los últimos años y nos gustaría ayudar a los militantes más jóvenes con seminarios teóricos, ideológicos, sindicales y de formación sindical; no hacernos los profesores sino ayudar auxiliarmente como lo hace la “logística” en el ejército.

21– ¿De Roma a Esciros?

Esciros es el lugar donde nací. Donde se formó mi carácter. Allí están mis recuerdos de infancia y juventud. Allí está la tumba de todos mis antepasados, mis padres y mi esposa. Nunca olvidé a Esciros y mis raíces. Estoy apegado a su gente, a sus vidas y luchas, a sus tradiciones culturales, usos y costumbres. Traté de nunca estar ausente de los eventos y necesidades de la isla y siempre estaba en Esciros en la primera oportunidad. Sucedió que estaba viajando desde Nueva Delhi, India a Atenas y al aterrizar el avión en Atenas directamente desde el aeropuerto partí hacia la isla. E incluso hablé, di un discurso a una reunión de isleños por teléfono, mientras estaba en Sudáfrica.

Esciros, 2017
Esciros me ha devuelto mil veces el amor que tengo por ella y su gente. Me conmovió mucho cuando en uno de mis discursos como diputado del parlamento griego hablé sobre las reivindicaciones de los criadores de Esciros y los cientos de residentes que se habían reunido para ver mi discurso por televisión levantaron a mi madre en sus brazos, la abrazaban y la besaban. Tales expresiones de agradecimiento no fueron pocas.

Una de las razones por las que pronuncié mis dos últimos discursos en el Congreso de Roma en griego, fue también porque mis compatriotas de la isla me lo habían pedido y algunos amigos allí vieron virtualmente mi último discurso de despedida. De vuelta de Roma pasé dos días en la isla y en una semana me iré a quedar dos meses. Me siento extraño por quedarme allí durante 60 días. Mis visitas eran siempre de 5, 10 o 20 días como máximo. La última vez que pasé dos meses en la isla fue en 1971, ¡es decir, hace 50 años!

Mis amigos, familiares y antiguos compañeros de escuela se están preparando para organizar lo que dicen que es el balance final; me dicen que tengo que dar un informe ante ellos de lo que he hecho todos estos años. Y sé que todos son amables conmigo pero estrictos. Todos nos conocimos “en las buenas y en las malas”, como solemos decir en Grecia. Nadie puede engañar a nadie.

Mi juez más estricto en los 8 años que fui diputado fue mi madre. Dos o tres veces por semana me llamaba para quejarse de las pensiones agrícolas, de los aumentos de precios, del costo de los insumos agrícolas, de la necesidad de que el Ministerio de Salud enviara un segundo médico rural a la isla, etc. Lamentablemente, ahora que mi hijo está en Esciros como médico rural, ella ha fallecido.

El 1 de mayo de 1999 murió mi padre a la edad de 88 años. Antes de morir me pidió que no vendiera las 30 cabras que tenía. Mis hermanos y yo hemos respetado su deseo. Así que ahora tengo que cuidar también de las cabras de alguna manera. Mis familiares tienen razón en quejarse. Llevan tantos años cuidándolas, ¡ahora me tocará a mí! Incluso como ayudante…

Así que hasta el 4 de septiembre estaré en Esciros; estaré en contacto con otros compañeros para preparar algunos seminarios sindicales internacionales para la formación sindical de forma gratuita; seguiré practicando el tiro deportivo en las montañas de Esciros y en otoño quizás vuelva a solicitar una visa a los Estados Unidos. Tengo un hermano inmigrante en EEUU, no lo he visto desde hace muchos años y como nos vamos haciendo mayores me gustaría verlo.

En conclusión, estoy feliz y soy afortunado de tener la oportunidad de estar en mi tierra más a menudo. Me siento afortunado de estar vivo aunque sea por casualidad, ya que nunca podría haber regresado a mi tierra si, por ejemplo, en 2012, los pasajeros del avión que, tras una explosión, tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Teherán no hubiéramos tenido tanta suerte; o en 2003, cuando el ejército israelí me arrestó junto con otros 8 queridos camaradas y nos mantuvo parados en un arroyo con las manos en alto toda la noche, apuntándonos con láseres a la cabeza; o incluso en 2007, si no hubiéramos evitado por casualidad la explosión de una bomba paramilitar en Bogotá, Colombia, porque llegamos unos minutos tarde a un lugar de reunión con líderes del movimiento clasista colombiano, las cosas hubieran sido diferentes. Entonces por todas estas razones me siento afortunado, sobre todo porque de nuestro lado, en las luchas, algunos dieron hasta la vida; de su muerte aprendimos que el revolucionario debe estar dispuesto a sacrificar su vida en el próximo minuto por la lucha y al mismo tiempo planificar y planear las luchas del futuro como si aún le quedaran dos vidas más por vivir. 

Leer la primera parte de la entrevista a George Mavrikos: 

Leer la segunda parte de la entrevista a George Mavrikos: 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 11 de agosto de 2022

_- Entrevista a Rafael Poch de Feliu

_- ¿Quién tiene la culpa de la guerra en Ucrania?
Rusia se lleva la máxima condena por haber desencadenado la invasión en febrero, violando la integridad territorial de Ucrania con un discurso de su presidente que de hecho niega la soberanía de ese país considerado “artificial”. La oposición liberal rusa y el establishment occidental afirman que el motivo es que el régimen ruso busca consolidarse en el orden interno con lo que creía iba a ser una “corta guerra victoriosa”. Tiene sentido, pero esta versión silencia por completo los antecedentes de la invasión: más de veinticinco años ignorando los intereses de seguridad de Rusia y construyendo un esquema de seguridad europeo sin Rusia y contra Rusia. En diciembre Moscú presentó una lista de puntos para corregir eso advirtiendo de que si no se le hacía caso se tomarían “medidas militares”. Estados Unidos y la OTAN no hicieron caso y aceptaron el escenario bélico.

La responsabilidad del gobierno de Ucrania tiene que ver con su llegada al poder en 2014. Aquella mezcla de revuelta popular de un sector de la sociedad y de operación de cambio de régimen auspiciada por Estados Unidos y la Unión Europea, rompió el equilibrio entre las dos identidades nacionales que hasta entonces convivían democráticamente en el país, alternándose en su gobierno. Tomó el poder el nacionalismo ucraniano dominante en Ucrania occidental, furibundamente anti-ruso y decidido a imponer una identidad nacional contra Rusia y pro OTAN. Eso tenía consecuencias en el uso de la lengua rusa, que era la predominante en el país, y en la versión del pasado como una sucesión de desastres responsabilidad de los rusos. Ni la gran minoría rusa del país, ni otras minorías nacionales, ni la mayoría ruso-parlante del Este del país, aceptaron esa imposición, lo que dio lugar a diversos niveles de protestas contra el nuevo orden. En algunos lugares, como Járkov, se reprimieron con poca violencia, en otros con mucha violencia, por ejemplo en Odesa y Mariúpol, con grandes manifestaciones y muertos, y en otros se produjo un levantamiento armado, el caso del Donbás, al que el gobierno de Kíev respondió lanzando una “operación antiterrorista” que ha durado ocho años y ocasionado 14.000 muertos en los dos bandos, con la mayoría de las víctimas civiles en poblaciones contrarias al gobierno de Kiev. En ese clima de guerra civil, Rusia se anexionó Crimea, el territorio más disconforme y rusófilo de Ucrania. Fue la maniobra de consolación de Moscú ante el serio revés de la pérdida de Ucrania. Desde entonces la OTAN ha estado armando a Ucrania para una revancha militar contra Rusia. Sin estar Ucrania en la OTAN, la OTAN si estaba en Ucrania y entre otras cosas formó a 80.000 soldados ucranianos entre 2015 y 2020. Kíev aprobó también una nueva doctrina militar que preveía la reconquista de Crimea y en septiembre de 2021 se firmó una alianza con Estados Unidos sobre ese guion. Así que cuando Putin dice que “el ataque contra Crimea y el Donbás era solo una cuestión de tiempo”, el asunto parece tener fundamento. Son, podríamos decir, las circunstancias del crimen de Rusia en Ucrania.

La Unión Europea es responsable por haberse negado a incluir a Rusia en el acuerdo económico que propuso a Ucrania en 2013 de forma excluyente, pese a que el 40% del comercio ucraniano era con Rusia. El rechazo de aquel acuerdo desencadenó la revuelta contra el gobierno ucraniano, tan corrupto y oligárquico como el que le sucedió (por eso digo que lo de 2014 fue una “revolución fallida”), pero que solo se diferenciaba en la disciplina exterior. Azuzada por los bálticos y los polacos, estrictamente alineados con Estados Unidos, la Unión Europea ha sido incapaz de formular una política autónoma. En 2008 se invitó formalmente a Ucrania a adherirse a la OTAN cuando solo el 20% de los ucranianos deseaban tal adhesión, frente a un 35% que prefería una alianza militar con Rusia y otro 30% la neutralidad. Después de 2014 Francia y Alemania dejaron languidecer los acuerdos de Minsk para una solución pacifica de la guerra civil en el Donbás, acuerdos que Estados Unidos rechazaba, y, como consecuencia, también Kíev, que los había suscrito... Así que aunque los niveles de responsabilidad de cada uno de los participantes sean diferentes y puedan ser objeto de discusión, no veo parte inocente en este conflicto más allá de la sufrida población civil.

¿Qué consecuencias puede tener esta guerra para Rusia?
No veo desenlace positivo alguno para Rusia. Las cosas pueden ir mal o muy mal para Moscú. En la mejor de las suposiciones, si Rusia consigue imponerse militarmente en todo el sureste de Ucrania, llegando hasta Odesa y dejando a Ucrania sin acceso al mar Negro, lo que es mucho suponer, el resultado no será estable. La incorporación de más territorios a Rusia —estoy pensando en la región de Jersón— o la organización de administraciones rusófilas será contestada. Por pequeña que sea, cualquier resistencia armada obligará a esas administraciones a ejercer la represión.

Por otro lado, todo lo que Rusia buscaba; alejar las infraestructuras y fronteras de la OTAN de su territorio, desmilitarización de Ucrania, rebajar la hostilidad hacia Rusia del gobierno ucraniano y mermar la influencia de la extrema derecha en él (lo que llaman “desnazificación”), todo eso ha empeorado. Está claro que lo que quede de Ucrania será aún más hostil a Rusia que lo que había. Finlandia aporta 1.300 kilómetros más de frontera directa con la OTAN. Si todo eso es un desastre, el desprestigio sin precedentes de Rusia en Occidente y la revigorización de aquella OTAN en “muerte cerebral” (Macron dixit), aún lo es más.

Las sanciones contra Rusia no tienen precedentes para un país tan grande e importante y le harán mucho daño, pero no creo que la dobleguen. Los casos de Cuba, Corea del Norte e Irán, sugieren que las sanciones hacen daño pero no doblegan. Y lo peor es que no están enfocadas a una negociación, sino que son incondicionales. La presidenta de la Comisión Europea, la incompetente y acérrima atlantista Ursula von der Leyen, ha dicho que el objetivo de las sanciones es, “desmantelar, paso a paso, la potencia industrial de Rusia”. Occidente quiere un cambio de régimen en Rusia y lo va a obtener. No porque vaya a saltar Putin, su apoyo popular es del 70% aunque puede ser efímero, sino porque el régimen ruso se va a endurecer, reformulando definitivamente sus alianzas internacionales. Las sanciones van a cambiar la vida de la clase media rusa, cierto consenso de la juventud con el Kremlin hacia la tesis de que esta guerra es una respuesta del país a una “amenaza existencial”, la reacción a la inusitada rusofobia imperante en Europa, todo eso, transformará la vida y la mentalidad de muchos rusos en una dirección muy negativa. Ese va a ser el verdadero cambio de régimen a medio plazo. Resumiendo, Rusia ha perdido Ucrania definitivamente y, seguramente, a más largo plazo, estamos asistiendo al principio del fin de Putin.

¿Cómo puede quedar la Unión Europea después de todo esto?
Mucho más sometida a Estados Unidos en política exterior y de defensa. La UE mantenía un fluido comercio energético con Rusia, era el principal socio comercial de China y la OTAN se encontraba en “muerte cerebral”. Ahora todo eso se ha revertido gracias a la guerra. Asistimos al fin de los propósitos integradores de Rusia en Alemania, así como a lo que quedaba de la voluntad francesa de una mayor autonomía exterior y militar europea. Se consolida un eje de los vasallos de Estados Unidos en Europa, con Inglaterra, los bálticos, Polonia, etc., alternativo a los tímidos impulsos autonomistas franco-alemanes. Como resultado, una Unión Europea subalterna de la OTAN, perjudicada por sus propias sanciones contra Rusia y mucho más implicada en la presión geopolítica de Washington contra China. Por primera vez, la primera visita asiática del canciller alemán no ha sido a China, principal socio comercial de la UE, sino a Japón. Ahora, en junio, la OTAN va a incorporar definitivamente preparativos militares de guerra contra China en su “nuevo concepto estratégico” que se aprobará en la cumbre de Madrid.

¿Qué puede decir de la actitud de China?
Cuando firmaron en febrero su gran acuerdo “sin límites” con Rusia, encaminado a contener la influencia de EE. UU., los chinos no sabían que Putin preparaba una invasión de Ucrania. Ante la situación creada, Pekín ha subrayado el respeto a la soberanía e integridad de Ucrania y al mismo tiempo se opone a la “seguridad contra Rusia y a expensas de Rusia” que se ha instalado en Europa. Su viceministro de exteriores, Le Yucheng ha dicho que “la OTAN debería haber respetado su promesa de no expandirse al Este” y que “los países pequeños no deben ser usados como peones por los grandes”. En la ONU se ha abstenido y no apoya los vetos a Rusia, sin reconocer por ello los referéndums de Crimea y Donbás, por miedo a que algún día haya un referéndum parecido en Taiwán que se vuelva contra ella.

China no ha cedido a las presiones europeas de sumarse a las sanciones contra Rusia que la UE le exigió en la tensa cumbre del pasado 1 de abril. La presentadora de televisión china Liu Xin resumió así la petición de Estados Unidos y la Unión Europea: “ayúdame a luchar contra tu socio ruso para que luego pueda concentrarme mejor contra ti”. Un mes después de aquella cumbre, el presidente Xi Jinping le dijo al canciller Olaf Scholz que “la seguridad europea debe estar en manos de los europeos”, un apremio a que se emancipe de una vez.

El castigo occidental a Rusia es un espejo para China, pero China es otra cosa. Tiene una economía diez veces mayor que la rusa, pero menos autosuficiente y fuertemente integrada con el resto del mundo. Las sanciones pueden hacerle mucho más daño, pero también dañarían a quienes las impongan y a los 120 países que mantienen intensas relaciones comerciales con ella. Sería una conmoción mundial. China dispone de las mayores reservas en divisas del mundo: 3,25 billones de dólares, gran parte de ellas almacenadas en Estados Unidos y la UE. Se las pueden confiscar, como han hecho con los 300.000 millones de los rusos, pero ¿con qué consecuencias? En veinte años las reservas chinas en dólares se han reducido preventivamente del 79% al 60% del total, pero no es fácil reducir rápidamente el monto de las reservas en dólares ni construir sistemas de pagos alternativos fuera del alcance de las sanciones occidentales. Con todas estas incógnitas sin despejar, se constata la escalada militar occidental alrededor de Taiwán. Todo muy preocupante.

¿Hay posibilidades de negociación de paz a un plazo razonable en Ucrania, o la guerra va para largo?
Para ello debería haber interés y claridad militar. Rusia solo negociará cuando alcance un mínimo de objetivos en el campo de batalla, por ejemplo el control total del Donbás, del que ya no está tan lejos. Estados Unidos y la Unión Europea de momento prefieren poner los esfuerzos en sangrar a Rusia en una larga guerra de desgaste. La ayuda estadounidense de 53.000 millones a Ucrania, equivalente casi al presupuesto militar ruso, lanza una señal inequívoca al respecto. El gobierno ucraniano, que ahora mismo está siendo derrotado en toda regla en Ucrania oriental, no puede negociar sin ser acusado de traición por la ultraderecha nacionalista. O sea, de momento tenemos varios meses de guerra garantizados por delante.

Se está responsabilizando a Rusia de agravar la frágil situación alimentaria de muchos países del sur al impedir la exportación de grano ucraniano por el bloqueo militar de los puertos del mar Negro.

Rusia y Ucrania suministran el 30% de la exportación global de trigo. Ambas son también grandes exportadoras de cebada, maíz, semillas de girasol y aceite de girasol. Gran parte de esa exportación va al sur, en Asia, Oriente Medio, África del Norte y subsahariana, donde se localizan algunos de los países más pobres del mundo, que ya estaban al límite por los efectos de las subidas de precios, los estreses producidos por la pandemia y las habituales lacras; guerra, corrupción, desigualdad, mala administración… Desde la OTAN se dice que el bloqueo ruso de los puertos ucranianos es el motivo del aumento cuantitativo del hambre que pronostica el Programa Alimentario de la ONU: 47 millones más de hambrientos, pasando su número total de los 276 millones de este año a 323 millones. Pero Rusia exporta mucho más que Ucrania: el 20% del trigo, harinas y derivados, frente al 8,5% de Ucrania. Por eso, lo que no dice la OTAN, la UE y EE. UU. —y con ellos el grueso de nuestros medios de comunicación— es que en la génesis de ese peligro las sanciones occidentales contra Rusia son mucho más significativas que el bloqueo ruso de puertos ucranianos.

Las sanciones impiden la exportación del grano ruso. Los barcos no pueden acceder al puerto ruso de Novorosiisk, en la costa oriental del mar Negro, desde el que se exporta el 50% del grano ruso, porque las compañías de seguros no cubren el tráfico de esos barcos y los que llevan bandera rusa no pueden usar las infraestructuras portuarias en Occidente. Además, Rusia no puede cobrar ese comercio de grano, porque los sistemas de pago están bloqueados y los bancos internacionales cerrados para su actividad. Un segundo aspecto por el que las sanciones agravan la situación tiene que ver con los fertilizantes. Su precio se ha incrementado a causa del aumento del precio del gas con el que se producen. Rusia y Bielorrusia son el primer y el sexto productor mundial de ellos, respectivamente. Juntas representan el 20% de la producción global. Y ambas están sometidas a sanciones.

Así que no puede decirse, como afirman la UE/OTAN y EE. UU., que el responsable sea Rusia, o solo Rusia.

Es más exacto decir que las sanciones occidentales contra su adversario geopolítico en este conflicto son un factor de incremento del hambre más importante que el bloqueo de los puertos ucranianos. Pese a eso, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen —de nuevo este funesto personaje—, dijo el 24 de mayo en Davos que “Rusia está bombardeando silos en Ucrania, bloqueando barcos cargueros ucranianos llenos de trigo y girasol y acaparando su propia exportación de alimentos como una forma de chantaje. Eso es usar el hambre y el grano como recurso de poder”. La ministra de exteriores canadiense, Mélanie Joly, ha dicho que “debemos garantizar que esos cereales se envían al mundo, de lo contrario millones de personas pasarán hambre”. Si tanto les preocupa el hambre, deberían empezar por replantearse sus sanciones…

Lo que en realidad se abre paso con estas declaraciones es una campaña para romper militarmente con barcos de guerra el bloqueo ruso de la costa ucraniana, alegando “catástrofe humanitaria”. Es decir, de nuevo el conocido recurso de la “catástrofe humanitaria” para promocionar una escalada militar.

¿Cómo ve esta guerra en el marco del mundo actual?
Siempre digo que es una dramática pérdida de tiempo. Los problemas del siglo, en primer lugar el calentamiento global, no son estáticos, sino que se incrementan con el tiempo si no se afrontan. En lugar de movilizar a sus sociedades para afrontar los retos del siglo y la preservación del planeta, las elites las están movilizando para la lucha contra sus rivales geopolíticos. La consecuencia será que el incremento de la temperatura supere los dos grados este siglo, lo que anuncia grandes catástrofes Todo eso se está gestando ahora con las actuales guerras, por lo que es una dramática pérdida de tiempo.

[Fuente: Pasos a la Izquierda]

miércoles, 10 de agosto de 2022

Qué va, si es mi amigo

El día 20 de julio se celebra en algunos países el Día del Amigo. Recibo en esa fecha felicitaciones, desde Argentina especialmente, y desde otros países de América Latina. Me parece una hermosa iniciativa celebrar la amistad. Porque la amistad es, a mi juicio, una de las columnas que sostienen este mundo nuestro.

Lo cuenta Eduardo Galeano en su hermosa obra “El libro de los abrazos”. Dice que en los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana por panadería, la fábrica del buen pan para las hambres del alma y llave…

– Llave, por llave, dice Mario Benedetti.

Y cuenta que cuando vivía en Buenos Aires en tiempo del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero; cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos, las llaves que lo salvaron de la muerte.

Elmer Hubber dice que un amigo es el que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te sigue queriendo. No hay que hacer méritos para conseguir una amistad verdadera. Porque las personas desean que se las quiera en bruto, no en neto. Es decir, como son, con sus cualidades y defectos.

A un amigo se le perdona todo: que te llame a las cinco de la mañana par contarte una tontería, que no te devuelva un libro prestado hace más de cinco años, que te comprometa a hacer algo que no querías, que te pida a las doce de la noche que le ayudes a resolver una avería del coche… Quevedo dijo que valía más un buen amigo que cien parientes. Un amigo es un hermano que se elige. Por eso es tan importante tener buenos amigos (expresión que encierra una clara redundancia: decir buen amigo es como decir fuego ardiendo o hemorragia de sangre). Un mal amigo, no es un amigo.

La amistad exige lealtad. La lealtad no es servilismo. Por eso el amigo es capaz de decirte que te has equivocado. No es amigo quien oculta la verdad, quien halaga sin límite ni motivo, quien dora la píldora. El amigo no te dice lo que tienes que hacer pero te da fuerza para que puedas y quieras hacerlo. El amigo no es capaz de cometer una traición. Puedes dar la espalda y tenerla siempre cubierta cuando él se queda. El amigo es la persona que no es capaz de asestar una puñalada trapera.

La amistad supone generosidad. Surge esta de forma espontánea, sin falsas promesas, sin grandes alardes., sin búsqueda de contrapartidas. El amigo es como la sangre, que acude a la herida sin necesidad de llamarla.

La amistad se mantiene a través del tiempo.. Sin necesidad de pagar el tributo del protocolo ni de los rituales ni de lo regalos obligados. No existen las amistades de una semana.

La amistad está llena de comprensión, escribe las faltas de los amigos sobre la arena y los agradecimientos en el mármol que resiste el paso del tiempo. La amistad potencia las cualidades y aminora los defectos Como decía Jubet: Cuando mi amigo es tuerto, lo miro de perfil.

Es necesario hacer un elogio de la amistad en tiempos en que está de moda la deslealtad y la traición. (Leí hace tiempo un libro de Denis Jeambar e Yves Roucaure titulado “Elogio de la traición”, en el que defiende la tesis de que no traicionar es perecer, de que es necesaria la negación para gobernar). Para algunas personas es más importante defender los propios intereses que mantener lealmente la amistad. El pragmatismo de nuestro tiempo, el eficiencia extremada, la competitividad a cualquier precio, hace que los individuos se pregunten sobre todo si salen ganando o perdiendo con una relación de amistad. En ese mecanismo se sitúan los que desean trepar a cualquier costa, caiga quien caiga. Para este tipo de personas, los amigos sirven en la medida que pueden ser utilizados como escalones para ascender. Cuando ya no sirven, se prescinde de ellos. Si alguien les ofrece más o puede ser más rentable en las transacciones, se convierte en el nuevo destinatario de las adulaciones.

Hace unos meses se produjo en el Partido Popular un cambio de líder por motivos que ahora no voy a comentar. De un día para otro se produjo la desbandada de quienes se decían amigos del líder defenestrado hacia el que se convirtió en el nuevo jefe. Fue una gigantesca y milagrosa conversión. El silencio cubrió con un manto al que se iba y se llenó de adulaciones al que llegaba como líder indiscutible. Resultaba bochornosa la lisonja y lamentable el abandono del amigo. Como si hubiera muerto. Como si ya no existiera. Solo tres personas permanecieron fieles. Admiré y aplaudí su lealtad.

Emerson dijo: La mejor manera de tener un amigo es siéndolo. Quien no es capaz de dar amistad es difícil que la reciba. La relación es un relación de carácter simétrico.

La amistad hace llevadero el sacrificio. Un niño lleva a otro mayor que él a las espaldas, Alguien que ve la escena, le dice al pequeño:

Pesa, ¿eh?
A lo que el niño responde

¡Qué va, si es mi amigo!

Hay que cultivar la amistad: tomar un café sosegadamente, dar un largo paseo mientras se repasan los recuerdos o se formulan proyectos, compartir una larga sobremesa con esa persona que te comprende y te aprecia, a quien comprendes y aprecias, una llamada telefónica para compartir un éxito o un fracaso, un mensaje largo y sincero, un regalo inesperado, He aquí uno de los placeres más grandes de la vida. Una de esas obligaciones que se imponen a la prisa y el ajetreo.

La vida se teje con pequeñas historias de amistad: el asado en la casa de mi editor argentino, los desayunos terapéuticos en Málaga, las angustiosas horas del postoperatorio, la tarde nublada de llanto silencioso, el nombramiento de Padrino Pedagógico en la escuela del Sosneado, el comentario sábado tras sábado durante años en mi blog, la llamada de alegría angustiosa porque el niño había nacido… sin una mano, la visita a la escuela rural de San Luis con el ministro de Educación, el viaje al Valle del Jerte, el detalle de hacerte protagonista de una de sus novelas, la cena que acabó de madrugada para preparar un proyecto, la llamada de cumpleaños durante medio siglo, el justo enfado por no habernos avisado para la mudanza, la noticia terrible de un fallecimiento… La vida. La amistad.

Decía Epicuro: Cada mañana, la amistad recorre la tierra para despertar a las personas, de modo que puedan hacerse felices. Es una hermosa visión de la historia de la humanidad. La vida se teje de pequeñas anécdotas que se van trenzando con los amigos en la cotidianidad y en la emergencia. Los recuerdos se van sucediendo y nos van marcando.

Recuerdo haber leído (no sé si oído a mi admirado y querido Manuel Alcántara, experto en amistades, una historia ejemplar. Un hijo pregunta a su padre:
¿Cuántos amigos tienes?
Uno solo, hijo.
¿Uno solo? Tú has perdido la vida, yo tengo más de mil, le dice, orgulloso, enseñándole a sus seguidores en el móvil.
¿ Estás seguro de que son amigos de verdad?
Claro que sí, me lo han dicho muchas veces.
Mira, hijo, vas a realizar una prueba. Vas a matar una oveja y la metes en un saco, de modo que se vea la sangre. Vas a casa de esos amigos y les dices que has tenido una horrible debilidad y que has matado a un niño. Y les pides que te ayuden a esconder el cadáver que llevas en el saco.

Así lo hace. Va a la casa del primer y mejor amigo y le cuenta lo acordado. El amigo responde:

¡Tú eres un asesino! ¿Cómo he podido pensar que eras mi amigo? Lárgate de aquí cuanto antes. No quiero que me vean contigo. No quiero que me impliquen a mí en el asesinato. Que no te vuelva a ve por aquí. Estoy avergonzado de ti. Uno tras otro le rechazan con diferentes argumentos. Ni uno solo le ayuda. Se acuerda entonces del amigo de su padre. Va con el saco a su casa. Le dice que es hijo de su amigo. Y le explica lo mismo que ha venido diciendo en las casa de sus amigos. Y el amigo de su padre le dice:

Anda, entra rápidamente, vamos a enterrar ahora mismo el cadáver en el jardín. ¡Ah, y de esto no le digas ni media palabra a tu padre! Los amigos están ahí. De forma incondicional. Los amigos y las amigas, lo digo ahora y debería haberlo dicho desde el comienzo. Muchas veces de forma silenciosa, siempre de forma eficaz. Porque están en el silencio, en la distancia. Por eso hay que practicar la amistad. Es hermoso aquel proverbio chino: recorre frecuentemente, el camino que lleva al huerto del amigo, de los contrario crecerá la hierba y no podrás encontrarlo fácilmente.

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