lunes, 9 de octubre de 2023

Katalin Karikó, la investigadora húngara que fue ignorada y degradada, y acabó ganando el Nobel de Medicina

Katalin Karikó

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Katalin Karikó es la decimotercera mujer en ganar el premio Nobel de Medicina.


Pasó gran parte de su carrera buscando el apoyo de la comunidad científica a sus investigaciones.

Pero debió enfrentarse al exilio, primero, y luego a la indiferencia de muchos de sus colegas, que la degradaron en su trabajo e, incluso, la jubilaron antes de tiempo.

Sin embargo, esta semana fue reconocida con el premio más prestigioso a nivel mundial: el Nobel de Medicina.

El galardón -compartido con el inmunólogo Drew Weissman- premia sus estudios sobre el ARN mensajero que fueron clave para el desarrollo de las vacunas contra la pandemia de covid-19.

Aquí te contamos su historia.

Interés temprano por la ciencia (y las plantas)
 
Katalin Karikó nació en Hungría en enero de 1955, cuando el país estaba bajo la influencia soviética.

La investigadora creció en Kisújszállás, un pequeño pueblo de 10 mil habitantes, donde su padre trabajaba como carnicero y su madre como contadora.

En una conversación con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, ella recordó que vivía en una casa “muy sencilla” y que no tenía acceso a bienes tan básicos como agua corriente, electricidad o un refrigerador.

“No me di cuenta de cuántas cosas no teníamos porque los otros vecinos tampoco las tenían”, dijo.

Además, comentó que le ayudaba a su padre en la carnicería haciendo embutidos.

Desde temprana edad manifestó su interés por la ciencia y la naturaleza. Lo que más le gustaba eran las plantas.

En 1978, a los 23 años, después de graduarse con un doctorado en la Universidad de Szeged, se integró al Centro de Investigaciones Biológicas (BRC) de Szeged, donde se dedicó a investigar los lípidos.

Un mural en Budapest, capital de Hungría, con el rostro de la científica.

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Un mural en Budapest, capital de Hungría, con el rostro de la científica.



Pero un día se topó con un químico, llamado Jenö Tomasz, que tenía un laboratorio de ARN.

Desde ese momento, su vida cambió y todos sus esfuerzos se volcaron en este ácido ribonucleico y en cómo podía proporcionar efectos antivirales.

No obstante, los métodos que alcanzó a descubrir no eran posibles de aplicar para uso médico, y entonces se quedó sin apoyo ni financiamiento.

“Intenté solicitar empleo en Londres, Madrid y Montpellier. Pero no pude”, explicó en la conversación publicada por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

El inicio de su carrera en Estados Unidos

Así, en 1985 decidió partir a Estados Unidos junto a su marido y una hija de apenas 2 años, sin un pasaje de vuelta.

Kariko vendió su auto familiar de marca Lada y escondió el dinero en el oso de peluche de su hija pues Hungría no permitía salir del país con divisas.

Ya instalada en Estados Unidos, ocupó un puesto como investigadora posdoctoral en la Universidad de Temple, en Filadelfia, donde participó en un ensayo clínico en el que se trató a pacientes con VIH.

Cuatro años más tarde, en 1989, se trasladó a la Universidad de Pensilvania donde, junto al cardiólogo estadounidense Elliot Barnathan, demostró que el ARNm, una vez insertado en las células, podía utilizarse para dirigir la producción de nuevas proteínas.

Pero la comunidad científica aún no le tomaba el peso a estos descubrimientos. Además, el ARN era criticado pues podía provocar reacciones inflamatorias.

"La mayoría de la gente se rió de nosotros", dijo Barnathan en The New York Times.

A mediados de la década de 1990, Barnathan dejó la universidad y Katalin Kariko se quedó sin laboratorio.

El ácido ribonucleico mensajero, conocido como ARNm, es una molécula que aparece cuando se copia un tramo de ADN y transporta esta información a la parte de las células donde se fabricarán las proteínas que componen nuestro cuerpo.

La universidad de Pensilvania no renovó su contrato y la bioquímica fue degradada a un nivel inferior dentro del centro de estudios.

"Era candidata a un ascenso y luego simplemente me degradaron y esperaron que saliera por la puerta", comentó en una entrevista con la agencia de noticias AFP en 2020.

Pero la científica se quedó y aceptó el puesto porque necesitaba el contrato de trabajo para permanecer en Estados Unidos y porque debía pagarle los estudios a su hija.

Su encuentro con Drew Weissman

Tras ese punto bajo en su carrera, un encuentro fortuito con el inmunólogo Drew Weissman -también ganador del Nobel- vino a cambiar su suerte.

Luego de conocerlo en el cuarto de la fotocopiadora de la universidad, en 1997, ambos acordaron comenzar a investigar juntos.

Weissman era experto en células dendríticas, que capturan moléculas de microbios y se las presentan a otras células del sistema inmunitario para establecer una mejor defensa. En ese momento, trabajaba en una vacuna contra el VIH.

Ambos investigadores estaban interesados en la posibilidad de utilizar ARNm para estimular al cuerpo a desarrollar inmunidad contra patógenos virales.

Karikó, entonces, le ofreció crear ARNm para sus experimentos.

“Esto no era sorprendente. Le ofrecí lo mismo a muchos científicos en el campus y probablemente haya congeladores en todo Penn (Universidad de Pensilvania) con mi ARNm. Pero Drew probó mi ARNm y quedó muy feliz”, dijo la bioquímica en una conversación reproducida por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Drew Weissman y Katalin Karikó.

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Drew Weissman y Katalin Karikó, ambos ganadores del premio Nobel de Medicina.


Los primeros años de trabajo no fueron fáciles. Los resultados no fueron prometedores pues no lograban evitar una respuesta inflamatoria.

"Iba a reuniones y presentaba en qué estaba trabajando, y la gente me miraba y decía: 'Bueno, eso es muy lindo, pero ¿por qué no haces algo que valga la pena con tu tiempo? El ARNm nunca funcionará'. Pero Katie (Katalin Kariko) y yo seguimos presionando", recordó Weissman en el programa Newshour de la BBC.

Pero luego hubo un cambio: Katalin Karikó realizó experimentos con un tipo diferente de molécula de ARN, el ARN de transferencia (ARNt), y no observó los mismos efectos inmunogénicos.

En 2005, los científicos ganadores del premio Nobel demostraron que se podía “engañar” al sistema inmune creando un ARN mensajero sintético en el laboratorio, que contiene una copia de parte del código genético viral.

Este ARNm haría que nuestras células fabriquen la proteína característica del virus y esto alertaría a nuestro sistema inmunitario.

Sus resultados fueron publicados en la revista Immunity, esperando ser ampliamente reconocidos.

Pero no fue así. El descubrimiento pasó inadvertido para la mayoría de los científicos, quienes no reconocieron el valor terapéutico de esta modificación.

Llegada a BioNTech

Hace 10 años, Katalin Karikó tuvo que retirarse de la universidad de Pensilvania.

“Me echaron y me obligaron a jubilarme”, dijo en una entrevista con Adam Smith, director científico del premio Nobel.

Entonces, a sus 58 años, se incorporó a BioNTech, una empresa de biotecnología alemana.

Para eso, se tuvo que mudar a Alemania sola y dejar a su marido. Este fue uno de los momentos más difíciles de su carrera, según afirmó en el periódico suizo Aargauer Zeitung.

“Durante la primera semana me dormí todas las noches llorando y pensé que había cometido un gran error. Pero después de esa semana, estuve tan ocupada que simplemente me quedé dormida y no tuve tiempo de llorar más”, dijo.

Katalin Karikó y su hija Susan

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La científica junto a su hija, Zsuzsanna Francia, quien ha sido campeona olímpica de remo.


La bioquímica se dedicó a estudiar cómo las proteínas de ARNm podían ayudar a enfrentar el cáncer y la insuficiencia cardíaca.

Pero al cabo de un tiempo, el mundo se daría cuenta del verdadero potencial del ARN mensajero cuando la pandemia de covid-19 irrumpió fuertemente en 2020.

Y fue justamente BioNTech la compañía que fabricó exitosas vacunas utilizando esta increíble tecnología.

Nunca dudó…

Katalin Karikó ha dicho que ella nunca dudó en que el ARNm funcionaría.

Y con esa idea en mente, luchó siempre para que el mundo entendiera la real potencia de sus estudios.

Tras la pandemia, Karikó se convirtió en la estrella de la comunidad científica.

“Siempre deseé vivir lo suficiente para ver que algo en lo que he trabajado fuera aprobado”, le dijo a The Guardian en 2020.

Ahora, se sabe que la tecnología ARNm no sólo sirve para las vacunas contra la covid-19 sino que su impacto es muchísimo más amplio, llegando incluso a la posibilidad de crear una vacuna contra el cáncer, una enfermedad que mata a 10 millones de personas al año.

Cuando a Katalin Karikó le dijeron que se había ganado el premio Nobel, ella pensó inicialmente que alguien estaba bromeando.

Pero luego recordó a su madre, quien murió en 2018.

“Ella siempre escuchaba el anuncio del Premio Nobel porque me decía: ‘Oh, la semana que viene lo anunciarán, tal vez lo consigas’”, comentó en la entrevista con Adam Smith.

“Yo me reía, ni siquiera era profesora, no tenía equipo, y le dije a mi mamá: ‘no escuches’. Y ella me dijo: ‘Pero trabajas muy duro’. Y yo le dije que todos los científicos trabajan muy duro”.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c2j941r8ny3o

domingo, 8 de octubre de 2023

TORTILLAS. La mejor tortilla de patatas de España se come en el restaurante Cañadío, de Santander. Según el último concurso nacional de 2023.

El segundo y tercer puesto de la decimosexta edición del campeonato nacional de este plato, celebrado este domingo en Alicante, han sido para O Cabo (A Coruña) y Tizona (Logroño).


El cocinero Pedro Román, del restaurante Cañadío, en Santander, durante su participación en el XVI Campeonato de tortilla de patatas de España, celebrado este domingo en Alicante, en una imagen proporcionada por la organización.
El cocinero Pedro Román, del restaurante Cañadío, en Santander, durante su participación en el XVI Campeonato de tortilla de patatas de España, celebrado este domingo en Alicante, en una imagen proporcionada por la organización.


Ganaron hace dos años y han vuelto a alzarse con el título de mejor tortilla de patatas de España 2023. El grupo Cañadío, de Santander, es el ganador de la decimosexta edición de este campeonato nacional, celebrado este domingo dentro del marco de Alicante Gastronómica, en el que han participado 15 cocineros procedentes de ocho comunidades autónomas —Galicia, La Rioja, Cantabria, País Vasco, Madrid, Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana—. El vencedor de esta edición, el cocinero Pedro José Román, lleva 16 años haciendo tortillas dentro del grupo cántabro, fundado en 1981 por el empresario Paco Quirós, con Cañadío a la cabeza, en Santander, del que tiene una sucursal en Madrid, ciudad en la que también cuenta con los siguientes restaurantes: La Maruca, La Primera, La Bien Aparecida y el Café Santander. “Es un sueño volver a ganar este certamen porque el nivel de los participantes era muy alto”, aseguraba Román, nada más saberse ganador.

El secreto de su receta, explicaba al otro lado del teléfono, en conversación con EL PAÍS, “se encuentra en trabajar bien el mejor género”. Los huevos camperos proceden de la granja gallega Campomayor, ubicada en Palas de Rei (Lugo), las patatas son de la variedad monalisa y el aceite es de oliva arbequina. Al plato le añade cebolla y sal. “Lo importante es que todo tenga un equilibrio, que sea melosa, con la patata dorada y cremosa, jugosa, pero no líquida, y que la cebolla quede pochada, dorada, pero no caramelizada”. Una vez conseguida esta mezcla, añade, se apaga el fuego y con la sartén caliente se le da vuelta y vuelta, “de manera que, por ambos lados, quede un velo fino y se mantenga intacta la crema de patata y huevo del interior”.

Esta misma fórmula, explica Román, se aplica en todos los restaurantes del grupo, “de manera que en cualquier local se pueda tomar la misma tortilla, y que se reconozca que es la tortilla de la casa”. Sabe lo que significa el galardón. “Cuando ganamos hace dos años aumentamos considerablemente el volumen de ventas, aunque ahora no sé si seremos capaces de incrementarlo más”. En la temporada de verano, reconoce que hacen unas 40 tortillas al día, y ahora entre semana preparan alrededor de 25, y los fines de semana entre 35 y 50 unidades.

La tortilla de Cañadío, elaborada con huevos gallegos, patatas de la variedad monalisa, cebolla y aceite de oliva arbequina, en una imagen proporcionada por la organización del campeonato. La tortilla de Cañadío, elaborada con huevos gallegos, patatas de la variedad monalisa, cebolla y aceite de oliva arbequina, en una imagen proporcionada por la organización del campeonato.

El segundo y tercer puesto han sido para el restaurante O Cabo (A Coruña), regentado por Isabel Gesto y Ramón Rodríguez, y para el vencedor de la anterior edición, Carlos Olabuenaga, del restaurante Tizona (Logroño), respectivamente. Precisamente, este último acudió, en esta ocasión, como si fuera la primera vez. “De hecho, he cambiado la receta con respecto a la que hice el año pasado. Excepto el aceite que es de un Quel, un pueblo de La Rioja, el resto de los ingredientes son todos de Galicia”, explica al otro lado del teléfono. Utiliza los huevos de las gallinas de Mos —una de las razas más antiguas de la península ibérica—, en Lugo, las patatas son de la variedad kennebec, de un pequeño agricultor de Betanzos, “están recién cogidas, espectaculares”, y la cebolla chata es de Miño (A Coruña).

“El año pasado, cuando gané, hice una receta de seis pinchos, con cinco huevos y siete yemas, y en esta ocasión, he hecho una tortilla de ocho pinchos con 14 huevos y cuatro yemas. En la de ahora destaca por encima de todo el huevo. La patata le da un sabor único y la cebolla, de la que he puesto 90 gramos, está confitada, que no caramelizada”, detalla Olabuenaga. Asegura que el premio no le cambiará la costumbre de hacer ocho tortillas por la mañana y otras tantas cada tarde. “Mi objetivo no es vender más, sino hacer una tortilla artesana, con un producto excelente, y no facturar y facturar. Quiero seguir siendo un artesano de la tortilla”, cuenta, feliz, de compartir podio con sus compañeros.

El cocinero Carlos Olabuenaga, del restaurante Tizona, en Logroño, presenta la tortilla que elaboró con 18 huevos, en una imagen proporcionada por la organización del concurso. El cocinero Carlos Olabuenaga, del restaurante Tizona, en Logroño, presenta la tortilla que elaboró con 18 huevos, en una imagen proporcionada por la organización del concurso.

El segundo puesto lo ocupa el restaurante O Cabo, en A Coruña, que despacha, dependiendo del día, entre 60 y 90 tortillas. “Se ha convertido en el plato estrella del local, aunque hacemos más cosas, la gente viene buscando la tortilla”, señala el cocinero y propietario, Ramón Rodríguez. Su secreto es sencillo, añade: “Mucho cariño, una patata gallega de la variedad kennebec, huevos de corral de Coren, aceite y nada más, porque la nuestra no lleva cebolla. Sin llegar a ser líquida del todo, queda jugosa”.

En la imagen, Ramón Rodríguez, del restaurante O Cabo, prepara la tortilla con la que quedó en segundo puesto en el campeonato, en una imagen proporcionada por la organización. En la imagen, Ramón Rodríguez, del restaurante O Cabo, prepara la tortilla con la que quedó en segundo puesto en el campeonato, en una imagen proporcionada por la organización.

Los demás participantes, seleccionados tras un proceso previo, fueron: Alexander Londoño (A Raxeira de Pote, A Coruña), Pepa Miranda (Bar y Restaurante Casa Miranda, Betanzos), Iñaki Lazkano (Bar Sorginzulo, Bilbao), Alejandro Oliveira (Bar y Restaurante La Falda, Madrid), Carmen Carro y Santi Pedraza (Restaurante Taberna Pedraza, Madrid), Jennifer Pacheco (Pan y Tortilla, Ponferrada) Ane Uli y Humberto Segura (Antonio Bar, San Sebastián), Óscar Guantes (Malasaña, Valladolid), Raúl Rubio (Txiki Bar y Tortillería, Vitoria-Gasteiz), Jorge Fernández Marín (Sevebrau Tavern, Villanueva de La Serena), Carmen Canals (La Latería Gastrobar, Elche) y Javier Izquierdo (Mesón El Viso, Gumiel del Mercado).

El jurado de esta edición, presidido por el creador del concurso, el excrítico gastronómico Rafael García Santos, ha estado compuesto por los cocineros, Carme Ruscalleda (Moments Mandarin Oriental, Barcelona), Kiko Moya (L’Escaleta, Cocentaina, Alicante), Alberto Ferruz (BonAmb, Xàbia, Alicante) y Fran Martínez (Maralba, Albacete), además del pastelero Paco Torreblanca, el elaborador de jamones y productos de chacinería José Gómez, de la firma Joselito, y la periodista de RNE Pepa Fernández.

Otto Lilienthal. Advances in Heavier-Than-Air-Flight. Avances en vuelos más pesados que el aire.

El pionero de la aviación Otto Lilienthal diseñó y construyó varios planeadores novedosos sin motor con los que pudo demostrar el concepto de vuelo más pesado que el aire. Después de su serie de experimentos muy publicitados, los ingenieros pudieron aprovechar sus hallazgos y métodos de investigación en un curso hacia el desarrollo del primer avión tripulado del mundo.
 
Nacido en Anklam, Pomerania, Alemania, el 23 de mayo de 1848, Lilienthal mostró un gran interés por el estudio de las aves cuando era niño y adolescente. En 1870 se graduó en ingeniería mecánica en la Real Academia Técnica de Berlín, hoy conocida como Universidad de Berlín. Al graduarse, se ofreció como voluntario para el servicio militar durante la Guerra Franco-Prusiana, que completó en 1871.

Mientras estudiaba en Berlín, Lilienthal inició sus primeros experimentos con el vuelo humano. Con su hermano Gustav, construyó su primer planeador de madera en 1867. Este modelo no tuvo éxito, pero continuó construyendo vehículos alados y perseveró en su estudio de la estructura de las alas de las aves y la aerodinámica del vuelo de las aves.

Lilienthal trabajó en Berlín como ingeniero de 1871 a 1883 mientras dedicaba su tiempo personal a la investigación de la aviación. Él y su hermano se convirtieron en miembros de la Sociedad Aeronáutica de Gran Bretaña en 1873, y Lilienthal dio su primera conferencia pública sobre la teoría del vuelo de las aves ese mismo año. Continuó realizando experimentos con alas artificiales y la forma en que respondían a la fuerza del aire y el viento. Mientras tanto, también comenzó a inventar y patentar dispositivos en diversos campos, incluida una máquina minera y bloques de construcción para niños. Obtendría unas 25 patentes a lo largo de su carrera, cuatro de las cuales estaban relacionadas con la aviación.

En 1883, Lilienthal abrió su propia fábrica en Berlín para fabricar calderas y máquinas de vapor. Allí inventó un diseño de motor pequeño más seguro basado en un sistema de calderas tubulares. Este invento le ayudaría a tener los medios económicos para poder dedicar más tiempo a la aviación. Publicó un libro sobre el vuelo de las aves en 1889, titulado “El vuelo de las aves como base de la aviación”, que sigue siendo un clásico en este campo hasta el día de hoy. El libro detalla varios tipos y estructuras de alas de aves, así como la aerodinámica del vuelo de las aves. También presenta las ideas de Lilienthal para aplicar sus hallazgos al vuelo humano. Su enfoque científico ayudó a sentar las bases para futuros estudios de la aviación y para el establecimiento del campo en general. Muchos científicos y entusiastas de la aviación de todo el mundo lo visitaron y consultaron durante las dos últimas décadas de su vida.

Lilienthal reanudó la construcción de modelos de planeadores en 1891. El modelo Derwitzer Glider que estrenó ese año empleaba varillas de sauce y tela de algodón. Pudo deslizarse 80 pies usando esta nave, lo que le obligó a cambiar el peso de su cuerpo para controlar su dirección.

Construyó una nave más sofisticada en 1892 que le permitió deslizarse 270 pies, seguida de un modelo con el que pudo deslizarse 1150 pies. Se le concedió una patente por este diseño de “aparato de vuelo convertible”. En 1893, construyó un modelo que usaba alas batiendo de manera similar a cómo volaría un pájaro. Ni este modelo ni su sucesor fueron efectivos.

En 1894, Lilienthal creó su diseño de mayor éxito, el Normal-Segelapparat o "Aparato de vuelo estándar". Recreó el oficio para personas en países de todo el mundo, incluidos Inglaterra, Irlanda, Rusia, Francia, Argentina y Estados Unidos.

Lilienthal había realizado más de 2.000 vuelos en planeador hasta su muerte en 1896 y había construido dieciocho modelos. Murió en un accidente de planeo que tuvo lugar el 9 de agosto de 1896. Según se informa, sus últimas palabras fueron: "Hay que hacer sacrificios".

sábado, 7 de octubre de 2023

5 de los mejores países para vivir, según los extranjeros (y 2 están en América Latina)

Mexico, 

El primer puesto de la lista de este año es para México, que ha estado entre los cinco primeros desde 2014. Navegar por los matices de una nueva cultura, buscar los lugares favoritos de los lugareños o hacer nuevos amigos: vivir en el extranjero conlleva tanto alegrías como retos. Pero dependiendo del estilo de vida que se busque, algunos lugares hacen la vida del expatriado más fácil que otros.

Internations, una de las mayores redes de expatriados del mundo, ha elaborado su informe anual Expat Insider, que clasifica los mejores países en función de evaluaciones de 56 aspectos, como el coste de la vida, la vivienda y la disponibilidad de Internet de alta velocidad.

Más de 12.000 expatriados de 171 nacionalidades y residentes en 172 países o territorios respondieron a un cuestionario, que dio como resultado una ecléctica y a veces sorprendente lista que abarca todo el planeta.

Hablamos con residentes de algunos de los países mejor clasificados para saber qué aspectos de la vida ayudan a los expatriados a sentirse como en casa y les permiten construir una nueva vida allí.

Turistas en Playa del Carmen FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

México goza de todos los paisajes, la calidez y el servicio de su gente.

México A la cabeza de la lista de este año se encuentra México, que ha estado entre los cinco primeros desde 2014.

El país ocupa el primer puesto en el índice de facilidad para conseguir alojamiento y en la subcategoría de amabilidad local, lo que también se traduce en puntuaciones altas a la hora de encontrar nuevos amigos.

De hecho, 75% de los expatriados entrevistados afirmó que era fácil hacer amigos locales en el país, frente a sólo 43% a escala mundial.

"Son de las personas más amistosas que he conocido", aseguró el holandés Aemilius Dost, que vive en México desde hace año y medio y escribe en su blog sobre la experiencia. "Disfruto mucho de las interacciones que tengo cuando compro fruta y verdura fresca en el mercado local. La sencillez del estilo de vida es fácil de adoptar".

Puede resultar difícil navegar por la burocracia mexicana, pero es fácil conservar el visado de residencia si se cumplen los requisitos. No es necesario haber permanecido en el país durante un periodo determinado para mantener el visado.

Aunque el inglés se habla en las zonas más turísticas, a los expatriados les resultará más fácil aprender español antes de llegar. Incluso si no se es un experto en el momento de la mudanza, un poco de práctica puede ayudar mucho: "Poco a poco, su conocimiento del español empezará a crecer", dice Julien Casanova, fundador de Oaxaca Travel Tips, que lleva cinco años viviendo en México y es originario de EE UU.

Los expatriados también expresan un profundo aprecio por la cultura y la historia de México, lo que se refleja en su máxima puntuación en la subcategoría "cultura y acogida".

"La estrecha relación con la familia y la tradición está presente en toda la cultura mexicana", afirma Casanova, "y por eso me encanta vivir en la ciudad de Oaxaca. Es una ciudad increíblemente festiva con profundas raíces en su pasado prehispánico."

Y en México no faltan ciudades que los expatriados puedan considerar su nuevo hogar. "México tiene todos los paisajes, todos los climas, toda la gastronomía y la cultura. Y lo mejor de todo, la calidez y el servicio de la gente, el buen humor constante, el ambiente de fiesta permanente vayas donde vayas. Todo", dijo Elizabeth Lemos, una uruguaya que vive en México desde 2022 y actúa como embajadora internacional (organizando encuentros locales para expatriados). "En México puedes encontrar tu lugar en el mundo".

Puerta de Serranos, era una de las doce entradas a la antigua ciudad de Valencia FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Ciudades como Valencia y Málaga tienen más de 300 días de sol al año y una temperatura media de 18ºC.

España 
España lleva desde 2014 entre los diez primeros países del índice de calidad de vida de la encuesta, gracias a su cultura y vida nocturna, sus oportunidades de ocio y tiempo libre y su clima moderado.

"Aunque el sur y el norte del país son muy diferentes, las temperaturas son en general suaves y agradables", afirma Patricia Palacios, cofundadora de España Guide. Es española, pero ha vivido y trabajado en Alemania, EE.UU y Argentina.

Palacios asegura que el clima es una de las principales ventajas de vivir en el país. "Por ejemplo, ciudades como Valencia y Málaga tienen más de 300 días de sol al año y una temperatura media de 18ºC".

Ella también aprecia las opciones gastronómicas que ofrece el clima mediterráneo, el paisaje y la arquitectura, influidos por tantas culturas a lo largo de los años.

El coste de la vida sigue siendo más bajo en España que en otros países europeos, lo que puede ser una bendición o una maldición dependiendo de tu estatus profesional, ya que los salarios locales tienden a ser más bajos.

"Definitivamente sería mejor si pudieras trabajar a distancia y obtener mayores ingresos en el extranjero para poder tener un mejor nivel de vida", aconseja Palacios. Y aunque el país cuenta con un alabado programa de visados para nómadas digitales, también afirma que ser trabajador independiente puede acarrear quebraderos de cabeza burocráticos y un "impuesto para autónomos" que se suma a los impuestos normales.

Según Palacios, los lugareños suelen ser relajados, amables y acogedores, sobre todo con los que intentan aprender el idioma. "Son muy pacientes con los extranjeros que tienen un conocimiento limitado del español, lo que puede ser muy importante cuando se empieza en un país nuevo", afirma.

Según la encuesta de Internations, 80% de los expatriados se siente como en casa en el país, lo que representa 8% más que la media mundial.

Dicho esto, recomienda a quienes se trasladen a España que tomen clases de español. "Sólo si hablas el idioma podrás sacar el máximo partido a tu nueva vida en España", afirma. "También es una forma de mostrar respeto y aprecio por la cultura local".

Vista de Ciudad de Panamá FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Los expatriados califican a Panamá como uno de los cinco países donde es más fácil obtener un visado.

Panamá Este país centroamericano ocupa el tercer puesto del índice gracias a sus altas puntuaciones en las categorías de facilidad para encontrar alojamiento, facilidad para hacer amigos y cultura y bienvenida.

Al igual que España, el país ha adoptado un visado para nómadas digitales, con una de las tasas más bajas del mundo; de hecho, los expatriados califican el país como uno de los cinco en los que es más fácil obtener un visado.

El clima y las condiciones meteorológicas también contribuyen a la buena posición del país: ocupa el puesto 11 en este subíndice.

"Panamá tiene un clima increíble, según mis preferencias personales: 24-29°C todo el año, y una buena mezcla de lluvia y sol", afirma la expatriada estadounidense Sarah Bajc, propietaria del hotel local Camaroncito EcoResort & Beach.

El país también está geográficamente más cerca de Estados Unidos, lo que le facilita recibir llamadas y visitar a familiares y amigos después de 10 años viviendo en Asia.

Baréin Vista de la ciudad de Manama FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Manama es la ciudad más grande de Bahréin y su capital nacional.

Baréin, el único país de Oriente Medio entre los 10 primeros, ocupó el noveno puesto y fue el país que más mejoró en la lista de 2022 a 2023, subiendo 19 puestos.

Baréin también fue el país que más subió en el índice de finanzas personales, ya que casi la mitad de los expatriados entrevistados valoraron el coste de la vida de forma más favorable que en 2022 y declararon estar muy satisfechos con su situación financiera.

El país también obtuvo buenas puntuaciones en varios tipos de índices, ocupando el primer puesto en la categoría Expat Essentials, que incluye temas como la administración (como abrir una cuenta bancaria), la vivienda, el acceso digital y el idioma.

También es uno de los lugares más fáciles para obtener un visado y tratar con las autoridades locales, y 78% de los encuestados afirmó que es fácil vivir aquí sin hablar árabe.

Los residentes también aseguran que el aprecio por la vida en el país y sus ventajas crece con el tiempo.

"Durante las reuniones y eventos de expatriados, es inevitable que otros expatriados hablen con entusiasmo de lo hermoso que es el país y de lo bien acogidos que se sienten por amigos y colegas de Baréin", afirma la embajadora internacional Sharmila Vadi, originaria de la India y residente en Manama, la capital de Baréin, desde hace 23 años.

"Casi todo el mundo con el que hables coincidirá en lo cálidos y culturalmente acogedores que son el país y su gente".

Vadi menciona un entorno de trabajo acogedor, pero lo suficientemente competitivo como para fomentar el desarrollo profesional. "La brillante combinación de la mano de obra bien formada de Baréin, que trabaja codo con codo con expatriados cualificados, crea un entorno de trabajo muy estimulante que propicia el intercambio de conocimientos, lo que conduce a un fantástico crecimiento profesional para todos", asegura.

Señala que muchos expatriados han alcanzado el éxito profesional y han acabado quedándose más tiempo del previsto al inicio, incluso comprando propiedades.

Vadi también ha visto aumentar la oferta de ocio en los últimos años, sobre todo en los meses previos al Gran Premio de Baréin (la prueba de Fórmula 1 que se celebra en marzo), cuando tienen lugar conciertos de estrellas internacionales, exposiciones de arte y otras actividades creativas.

El Festival de Primavera de la Cultura, que se celebra cada año, reúne talentos y exposiciones de todo el mundo (como poesía turca y el Festival de Cine de Japón), al tiempo que pone de relieve la riqueza cultural y los lugares históricos del propio país.

"Siempre hay mucho que esperar en términos de entretenimiento, lo que nos permite disfrutar de un buen equilibrio entre trabajo y vida privada", dice Vadi. "Esto hace que a veces sea emocionante y a veces lo suficientemente tranquilo como para que vivir aquí sea una experiencia bastante agradable".

Malasia La estatua del Dios Murugan en Malasia FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Malasia tiene una sorprendente variedad de paisajes, culturas, ciudades y cocinas.

En el cuarto puesto del índice general, Malasia ascendió este año en el subíndice de calidad de vida, y los residentes situaron al país en el tercer puesto en cuanto a disponibilidad de oportunidades para viajar.

El país del Sudeste Asiático también obtuvo buenas puntuaciones en amabilidad local y finanzas personales.

Malasia, que comprende dos regiones (Malasia Peninsular y Malasia Oriental, en la isla de Borneo), es una base excelente para quienes deseen viajar con frecuencia.

"La posibilidad de llegar a todo el Sudeste Asiático en un vuelo de dos horas convierte al país en el centro de la región, permitiendo un fácil acceso a los mercados regionales", afirma Shawn Bhushan, residente y embajador internacional, que nació ahí pero también ha vivido en Singapur, Londres, Hong Kong y Miami.

Además disfruta explorando el propio país, cuya inmensidad "permite descubrir la gastronomía, viajar a ciudades antiguas, lugares patrimonio de la UNESCO, islas, historia, geografía y religiones".

Bhushan considera que el coste de la vida en Malasia es bastante manejable, y que los ingresos y los gastos generales son fáciles de equilibrar.

El inglés está muy extendido y la lengua local se escribe en alfabeto romanizado, lo que facilita su lectura a los angloparlantes [y a todos los que hablan algunos de los más de 60 idiomas que usan ese tipo de alfabeto, incluyendo el español].

Tras trabajar como profesora y vivir dos años en Malasia, Sarah Bajc añade que allí se respeta mucho la educación: "La cultura malaya valora la educación y mis alumnos (y sus padres) me trataban con mucho cariño y respeto", recuerda.

Bajc dice que ha hecho muchos amigos en la comunidad malaya tradicional, así como en las comunidades india y china, pero señala que hay una diferencia entre la amistad social y la aceptación genuina que los expatriados pueden encontrar difícil a largo plazo.

Dicho esto, los expatriados afirman que al principio es fácil relacionarse con la población local. "En muchos ambientes se respira un aire de tranquilidad social en el que se puede entablar una conversación y la gente responde con humildad y sinceridad", afirma Bhushan.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c1djnee43jlo

_- Los archivos del infierno: nuevas miradas al Holocausto.

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Holocausto Nazi
Etiqueta de tela con el número de identificación de un prisionero en un campo de concentración nazi.
Clasificados durante décadas, algunos de los secretos mejor guardados del Tercer Reich salen ahora a la luz.

Una experiencia tan terrible como el Holocausto debe servir para recordar, pero también para comprender. Este deseo que el sociólogo Zygmunt Bauman expuso en varios de sus ensayos parece haberse cumplido en los últimos años. Clasificados y silenciados durante décadas, algunos de sus secretos mejor guardados salen ahora a la luz. Y lo hacen desde la síntesis, la investigación y la alta divulgación, para llegar a un público cada vez más amplio y diverso.

Aunque siga siendo inexplicable, la comprensión de la solución final ha cambiado. Hace tiempo que un episodio atroz, un suceso innombrable, acelerado en la indiferencia y el abandono de la sociedad de entreguerras, no se entiende únicamente por el ascenso del nazismo. La violencia, su propia lógica interna, emerge como el verdadero lenguaje que hay que descifrar para entender la primera de las instituciones totalitarias. El castigo, el trabajo forzado y el exterminio convivieron en el universo concentracionario alemán, basado en un modelo anterior sobre el que se impuso la jerarquía racial nazi. Con el estallido de la guerra todo cambió, pero la comprensión del funcionamiento de un sistema, de una red, ha permitido arrojar una tenue luz sobre esta negra página de la humanidad. Aquellos lugares destinados exclusivamente a segar vidas también albergaron esperanza, ayuda y amistad. Gestos sencillos y cotidianos permitieron a muchos recordar que todavía eran personas, luchar para sobrevivir. Sus recuerdos afloran aún y siguen conmoviendo la conciencia occidental.

La fusión de los fenómenos políticos, tecnológicos y económicos que puso en marcha el Tercer Reich en su camino hacia la guerra total ha sido uno de los motores de esta renovación. Grandes especialistas como Christopher Browning, Peter Hayes y Raul Hilberg han logrado combinar estas tres ramas en German Railroads, Jewish Souls: The Reichsbahn, Bureaucracy, and the Final Solution (Bergham Books, 2019), un monumental estudio desde el corazón organizativo del infierno que integra los testimonios de víctimas y verdugos. Su aparición, de hecho, animó a familiares de supervivientes a interponer una demanda colectiva en Estados Unidos, denunciando la responsabilidad de los ferrocarriles franceses en la deportación. Gracias a ello, la historiadora Sara Federman pudo acceder a los registros de la oficina burocrática de Eichmann que analiza en Last Train to Auschwitz (Wisconsin University Press, 2022). Solo en el verano de 1942, embarcaron en Drancy, a las afueras de París, 4.000 niños judíos en los mismos trenes que volvían de hacer el trayecto hacia Polonia con sus padres. Tras localizar a sus familias, logró ponerles rostro y devolverles la voz a muchos de ellos.

La capacidad probatoria de los documentos incautados, usada desde los juicios de Núremberg, ha dado paso a un minucioso trabajo arqueológico y antropológico

La capacidad probatoria de los documentos incautados, usada desde los juicios de Núremberg, ha dado paso a un minucioso trabajo arqueológico y antropológico. La fotografía ha sido fundamental para recorrer el lado más oscuro de la memoria europea. Conmocionada por la imagen, Wendy Lower se embarcó en una ardua labor de identificación de una familia retratada en el mismo momento de su ejecución. La fosa (Confluencias, 2022) ha reabierto el debate de la colaboración de otros países en el exterminio judío, antes incluso de que se pusiera en marcha la solución final.

A partir de septiembre de 1941, tras su primer fracaso en el frente del este, la Alemania nazi iniciaría un viraje que culminaría en la reorganización de los campos y la puesta en marcha del Holocausto. Todo se decidió en la célebre reunión de Wannsee, llevada de nuevo al cine con éxito en La conferencia (2022), película que muestra cuál fue la implicación exacta de todos los ministerios y aparatos gubernamentales en la puesta en marcha y desarrollo del exterminio judío.

El decreto Noche y Niebla, autorizando la desaparición de todo sospechoso, fue el siguiente peldaño hacia el Holocausto. Tan solo quedaba situarlo en un nudo logístico

La conexión entre el antisemitismo oficial y la opinión pública ya había sido dirigida en las campañas pioneras de propaganda del Partido Nazi antes de la guerra. Un proceso, ramificado y extendido por toda Europa, que fue descrito minuciosamente por George Mosse en Hacia la solución final: una historia del racismo europeo (La Esfera, 2023) en el que se embarcaron las grandes empresas y el mundo financiero alemán, tal y como demuestra el periodista David de Jong en Dinero y poder en el Tercer Reich: la historia oculta de las dinastías más ricas de Alemania (Principal de los Libros, 2022)

La guerra marcaría otro hito, con la limpieza de la retaguardia, la “cuestión gitana”, la “eliminación directa” de los prisioneros soviéticos y la “detención” de los extranjeros.  Tan solo quedaba situarlo en un nudo logístico: Auschwitz, transformado oficialmente en un centro de exterminio en mayo de 1942. Para facilitar la operación, las SS transformaron una granja de Birkenau en una cámara de gas. Lo llamaron el Búnker número 1. El asesinato de Heydrich, director de la Oficina Central de Seguridad (RSHA), el 4 de junio en Praga, permitió a Himmler extenderlo de manera ilimitada. El cierre de los campos de trabajo y la destrucción de los guetos que aún quedaban en pie, como el de Varsovia, iniciaron la llegada masiva de personas a una industria de destrucción que ya no sufriría apenas modificaciones.

Primo Levi fue uno de los supervivientes que más escribieron sobre la necesidad de comprender aquella estructura del horror. Durante su estancia en el läger, mostró siempre una incesante curiosidad por todo lo que le rodeaba. Formaba parte, como él mismo reconoció, de una estrategia de supervivencia en el campo que silenció tras su liberación. Quedó enterrada así la identidad del albañil piamontés que le ayudó y le dio de comer durante meses; Lorenzo Perrone, un trabajador libre que vivía fuera del campo, que tampoco pudo volver a una vida normal, incapaz de olvidar todo lo que había visto al otro lado de la alambrada. Su historia ha sido rescatada ahora por Carlo Greppi en El hombre que salvó a Primo Levi (Crítica, 2023).

¿Qué implicaba ser mujer en los campos? A esta pregunta contesta Daniela Padoan mediante el testimonio directo de tres supervivientes. La presencia femenina en los campos no fue testimonial, como ya documentara la escritora Montserrat Roig a finales de los años setenta en Els catalans als camps nazis (Península, 2017). Entre ellas estaba Neus Catalá, quien describió en sus memorias el funcionamiento de Ravensbrück. Pero ¿qué implicaba ser mujer en los campos? A esta pregunta contesta Daniela Padoan mediante el testimonio directo de tres supervivientes: Liliana Segre, Goti Bauer y Giuliana Tedeschi, en Como una rana en invierno. Tres mujeres en Auschwitz (Altamarea, 2019).

La renovación temática ha llegado también al mundo de la divulgación con auténticos best sellers en los últimos años en Inglaterra y Estados Unidos. La mayoría sigue la línea de La lista de Schindler o El niño con el pijama de rayas, pero beben de este cambio histórico e incorporan testimonios escritos y documentos de los propios supervivientes del Holocausto. Buena muestra de ellos son Auschwitz: última parada, versión novelada del diario del médico judío holandés Eddy de Wind (Espasa, 2020); K.O. Auschwitz (Corner, 2022), una historia real de los prisioneros forzados a boxear para sobrevivir; Yo, Dita Kraus (Martínez Roca, 2022), basada en las memorias de la que fuera bibliotecaria en Auschwitz hasta su traslado a Bergen-Belsen, y, por concluir una larga lista, El tatuador (Booket, 2020), con la reconstrucción de una de las figuras esenciales en la vida cotidiana de los campos, que ocuparía un espacio central en el recorrido literario iniciado por Jorge Semprún tras sobrevivir a Buchenwald.

Gutmaro Gómez Bravo es historiador y coautor del libro ‘Esclavos del Tercer Reich. Los españoles en el campo de Mauthausen’ (Cátedra, 2022).


Portada de 'Hacia la solución final. Una historia del racismo europeo', de George L. Mosse
Una historia del racismo europeo'.
Hacia la solución final
George L. Mosse
Traducción de Hugo Cañete
La Esfera de los Libros, 2023
384 páginas. 22,90 euros


Portada de 'El hombre que salvó a Primo Levi', de Carlo Greppi 
El hombre que salvó a Primo Levi
Carlo Greppi
Traducción de Lara Cortés Fernández
Crítica, 2023
400 páginas. 20,90 euros


Portada de 'La fosa', de Wendy Lower
La fosa
Wendy Lower
Traducción de Elena Magro Sánchez
Confluencias, 2022
306 páginas. 21,90 euros



Portada de 'K.O. Auschwitz', de José Ignacio Pérez 
K.O. Auschwitz
José Ignacio Pérez
Córner, 2022
328 páginas. 18,90 euros

viernes, 6 de octubre de 2023

OÍDO COCINA. Arotzenia, el restaurante vasco cofinanciado por sus vecinos que planta cara a la industria agroalimentaria.

En este local ponen a prueba un modelo económico alternativo en la restauración, con un precio justo para sus productores, casi todos asentados a ambos lados de la frontera vasca.

Arotzenia Restaurante Vasco
Platos del restaurante Arotzenia, proporcionadas por el establecimiento.LOUIS TRIOL

¿Qué es un restaurante? La respuesta aparente a esta pregunta persigue al cocinero francés Antoine Chépy, desencantado de la ostentación de los restaurantes de la lujosa costa vasca en los que comenzó su carrera. “¿A quién alimento con estos menús a 100 euros?”, rememora Chépy en el salón de su restaurante, Arotzenia, en la localidad francesa de Urruña. Lo abrió en 2021 junto a su pareja, la brasileña Bianca Muller, exabogada en una multinacional de São Paulo, y con el respaldo del Albergue Asociativo Etxeberria, que creó para promover una cocina tradicional y sana que provenga de los productores del territorio. La asociación engloba ya a unas 800 personas, sobre todo vecinos. “Hay gente que descubre nuestro proyecto y quiere adherirse, pero no queremos que la asociación sea una burbuja. Los socios tienen que haber pasado por este lugar”, explica Chépy.

El local, dentro de una tradicional casona vasca entre Hendaya y San Juan de Luz, no tiene nada de excepcional. Pasando por delante, incluso si uno se para a probar sus gustosos puerros con vinagreta de huevo (8,50 euros), su potaje de patatas y puerros (7 euros) o su piperrada (11 euros), resulta difícil saber qué revolución se esconde tras la carta de Arotzenia. “No tenemos banderas ni dogmas. La gente viene y si pregunta le explicamos, pero no pedimos nada, ni que nadie se convierta. Es mucho más subversivo: los 20 euros que te vas a gastar irán directamente a los productores. Es una acción directa”, explica Chépy. Pero volvamos a su pregunta inicial, ¿qué es un restaurante?

El primer restaurante, situado en París, probablemente en la rue du Louvre, fue obra de un tal Boulanger que en 1765 inscribió en su negocio una frase sacada del Evangelio: “Venite ad me, omite qui stomacho laboratis, et ego restaurabo vos”, “Venid a mi casa, hombres que tenéis el estómago débil, y yo os restauraré”. El ‘restauran’, comida a la que se le otorgaban propiedades digestivas casi curativas, entró en 1835 en la Academia Francesa con la acepción que le damos ahora. Pero para Chépy la gastronomía se ha convertido en un parque de atracciones y el capitalismo ha arrasado con un concepto que ahora vive del espectáculo y, como casi todos los negocios, para pagar alquileres desorbitados. Esa fue su constatación tras 12 años trabajando en la alta gastronomía, restaurantes premiados con estrellas Michelin como el Hôtel du Palais de Biarritz, pero en los que, en su opinión, la calidad se pone en el savoir faire, no en los productos.

“Lo que aprovisiona hoy los restaurantes es la cadena industrial agroalimentaria. Hay excepciones: ahora se lleva subir fotos a Instagram con tu amigo el agricultor, con quien trabajas un producto o dos. Mi intención es hacer lo contrario: una cadena agroalimentaria campesina y del territorio”, explica Chépy, cuya idea ha recibido el respaldo de clientes como Anne, vecina enamorada de su cocina, que le prestó 10.000 euros sin intereses para lanzar este proyecto, dentro de un antiguo albergue familiar cerrado en 2019. Chépy y Muller han reembolsado ya la casi totalidad de esta ayuda.

En Arotzenia, los beneficios que da el restaurante se reinvierten en la mejora del local. Los adherentes, que pagan una cotización de entre 10 y 15 euros al año, contribuyen con su dinero a la compra de material, como una nueva nevera, pero también a la celebración de conciertos y acciones que buscan crear lazos entre vecinos y preservar una cocina tradicional en un ambiente popular. Es la tercera pata de este laboratorio culinario: restablecer el vínculo con los agricultores, promover una alimentación sana y local y mantener los vínculos sociales. Esto eran, también, los antiguos restaurantes.

Esta aventura le ha valido protagonizar el libro De la terre à l’assiette (De la tierra al plato), del periodista francés Quentin Guillon. Con el Arotzenia como estrella principal, Guillon intenta explicar cuáles son las amenazas que pesan sobre la seguridad alimentaria en Francia, un país donde la autonomía alimentaria de las 100 principales áreas urbanas se reduce al 2%, es decir, el 98% de los alimentos consumidos son importados de otras regiones o del extranjero, según un estudio publicado en 2017 por la consultora Utopias. Las originales experiencias de personas como Chépy y Muller y la red que han construido en torno a ellos, con productores independientes como Château Tour Blanc, uno de los primeros viñedos de las Landas en trabajar una agricultura biológica en 2001, muestran que implantar modelos de alimentación alternativos, en apariencia idealistas, es posible.

El sueño de Chépy llega tan alto como para reflexionar sobre una seguridad social de los alimentos: restaurantes de comida saludable en los que pagues en función de tus ingresos. Una idea lejana aún, pero que este cocinero evoca con sus pares y otros participantes de las reuniones sobre seguridad alimentaria que organiza el consistorio de Urruña. “El objetivo es que nuestros agricultores y nuestras parcelas alimenten de aquí a septiembre de 2024 los comedores de nuestros niños y ancianos”, dice la adjunta del ayuntamiento, Marie-Christine Elizondo, en el libro de Guillon. Con ciudades vecinas como Hendaya y Biriatou, los municipios tratan de encontrar una forma más eficiente de producir el millar de comidas que ofrecen guarderías, escuelas y residencias.

El producto dicta el menú
En Arotzenia, el producto dicta el menú. Chépy y Muller compran lo que hay, todo de temporada y procedente de un área aproximada de 200 kilómetros. Los platos se venden a un “precio justo”, que para ellos no equivale a barato. “El precio justo es el que permite a todos los eslabones de la cadena tener una remuneración justa”, dicen. El comensal —prefiere no llamarlos clientes— paga entre 20 y 30 euros por una comida saludable: potaje de verdura, sopa de pescado, ensaladas originales, caviar de berenjenas, verduras rellenas… El plato más accesible ronda los 6 euros y el más caro los 22. La copa de vino, de viñedos independientes y ecológicos, entre 3 y 4 euros. “Lo que me preocupa es el valor nutritivo de mis platos”, asegura el cocinero.

Chépy trabaja casi sin intermediarios y compra él mismo sus productos. A lo largo de una comida señala el origen de cada uno de los productos sobre la mesa, en su mayoría vascos. Las anchoas vienen de Cantabria. El queso es de las ovejas que cría su hermano en la misma zona. En una esquina de la habitación hay sacos de arroz y judías que le traen dos veces al año desde Navarra. Tan sólo se permite alguna excepción, las especias, el café y algún vino, de Borgoña.

Junto a ellos trabajan dos jóvenes, interesados en el desarrollo sostenible y la hostelería. El salario más bajo es de 1.000 euros, el más alto, el de Chépy, de 1.500 euros, y de vez en cuando otro cocinero pasa con ellos unos días para aprender de su sistema. Esta semana ha sido el turno a Emmanuel Shiavone, fundador del restaurante asociativo Casa Consolat, en Marsella.

Hace tan solo unos meses que Chépy empezó a cobrar, cuando el crecimiento del restaurante lo permitió. Hacen un único turno —este verano lo han pasado a las tardes—, y abrirán otro servicio si consiguen tener más comensales para contratar a un segundo equipo. “En tres años podré decirte si hemos conseguido el segundo objetivo de nuestro experimento: un modelo económico que funcione, con una tesorería al día”. En Arotzenia los pasos se dan poco a poco, con la ilusión de afianzarse como un lugar de referencia en el País Vasco y servir tal vez de inspiración a otros inconformistas.

Arotzenia
Dirección: 47 Rue Jean Fourcade, 64122 Urrugne, Francia.
Teléfono: +33 7 57 77 17 94
Horario: julio y agosto, abierto por las noches. De septiembre a junio abre a mediodía.
Precio medio: entre 20 y 30 euros.

Las mentiras de Feijóo en su discurso de investidura y los datos que no quiso explicar.

Ignacio Escolar. El Diario.

Un repaso documentado a las mentiras, inexactitudes, falsedades y datos omitidos por el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, en su primer discurso en el Congreso.


— Feijóo asume en el Congreso que no tiene apoyos para ser presidente: “Me debo a quienes clamaron 'igualdad' en Madrid”

Feijóo: “Tengo al alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden”.

Falso. Feijóo no puede ser presidente por otra razón: porque ni cuenta con los escaños necesarios para ganar la investidura ni puede hacer nada para conseguirlos. Tampoco los tendría si aceptara las peticiones de Junts, porque perdería los votos de Vox, que le resultan imprescindibles para gobernar.

Feijóo no es presidente porque no puede ofrecer un proyecto político que aúne una mayoría suficiente en el Parlamento. ¿O es que acaso el líder del PP cree que Santiago Abascal hubiera aceptado una amnistía para Carles Puigdemont?

Feijóo: “La honestidad con uno mismo y la responsabilidad con los demás son un valor, aunque haya quien los subestime. Tome nota, señor Sánchez”.

Feijóo intenta vender el fracaso de su investidura como un sacrificio moral, a sabiendas de que no es verdad. El problema no está en los inflexibles principios éticos del Partido Popular, que en anteriores episodios ya demostró lo rápido que aprendía a hablar catalán en la intimidad. Es más sencillo: con su alianza generalizada con Vox, el PP se ha cerrado las puertas de casi todos los demás partidos. Y esa coalición de la derecha con la extrema derecha no puede gobernar España porque no la representa, como demuestra el Parlamento actual.

Feijóo: “Tengo principios, límites y palabra”.

El problema no es de principios, que han sido muy cambiantes en este último mes. Un día Junts era “golpista”, y al siguiente “un partido cuya tradición y legalidad no están en duda”. Un día había que lograr “el encaje territorial de Catalunya”, al otro no. Un día “Junts no es su rival ideológico”, hoy parece que sí.

También hemos visto, en los acuerdos firmados con la extrema derecha, que el PP no tiene límites a la hora de pactar. El drama de Feijóo es que tiene que elegir aliados y ninguna opción le alcanza para llegar a La Moncloa. Así que escoge a Vox, que al menos le permite otros gobiernos, y pasa a la oposición, intentando vender este fracaso como un ejemplo de dignidad.

Feijóo: “Junts no puede decidir por todos los españoles, menos aún después de todo lo que ha exigido”.

Feijóo intenta singularizar el fiasco de su investidura en el ‘no’ de Junts, pero simplemente no es verdad. El PP tampoco ha sido capaz de lograr el apoyo del PNV –otro partido conservador– por su alianza con la extrema derecha. No por los rectos principios de Feijóo.

Feijóo: “Debemos asumir el cierre total de las puertas giratorias entre el Poder Ejecutivo y el Judicial”.

Dato: el último presidente del CGPJ que nombró el Partido Popular, Carlos Lesmes, había sido antes director general de Justicia con Aznar.

Entre los diputados del PP que aplaudieron este discurso de Feijóo está Fernando de Rosa: el hombre fuerte en temas de Justicia del equipo de Feijóo, que lleva toda la vida saltando de la política al juzgado, y vuelta otra vez. De Rosa ha sido diputado, senador y consejero de Justicia, siempre por el PP. Y también presidente de la Audiencia Provincial de Valencia, o presidente en funciones del CGPJ, también con el apoyo del PP. ¿Puerta giratoria? Feijóo le puede preguntar a él.

Feijóo: “No quiero controlar la Justicia. Yo no”.

Como explicaba hace no tanto el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó: “Controlaremos la sala Segunda (del Tribunal Supremo) desde detrás”. O como decía el exministro Jorge Fernández Díaz: “Esto la Fiscalía te lo afina, hacemos una gestión”.

Feijoo: “España vive un deterioro institucional sin precedentes y con riesgo de agravarse todavía más”.

Y tanto. Hace ya cinco años que el PP bloquea la renovación del Poder Judicial, lo que ha generado una crisis institucional sin precedentes en la Justicia. Escuchando el discurso de Feijóo –que se niega a cumplir la Constitución si antes no cambia una ley que redactó Gallardón– es evidente que se agravará mucho más.

Feijóo: “La igualdad empieza en la Educación, solo existe si hay igualdad de oportunidades desde el principio”.

Dato. La escuela que más segrega en toda Europa, solo por detrás de la de Turquía, es la de la Comunidad de Madrid, donde gobierna el PP desde hace más de un cuarto de siglo.

Feijóo: “Quiero garantizar que la Guardia Civil no salga de Navarra”.

Falso. La Guardia Civil no va a salir de Navarra o de ninguna otra comunidad, como tampoco ha salido de Euskadi o de Catalunya. De lo que hablamos es de las competencias de Tráfico, una transferencia que cedió a Catalunya José María Aznar en los pactos del Majestic con Jordi Pujol en 1996. Poco después, en el año 2000, fue de nuevo Aznar quien prometió que las competencias de Tráfico también llegarían a Navarra.

Feijóo puede preguntar por este tema a Sergio Sayas, hoy diputado del PP y antes uno de los tránsfugas de UPN que casi hunde la reforma laboral. Sayas votó a favor de una ley para transferir la competencia de la gestión de tráfico a la Policía Foral de Navarra. Entonces no debía de ser una terrible traición que fuera esa policía autonómica, en vez de la Guardia Civil, quien pusiera las multas por exceso de velocidad.

Feijóo: “España sigue liderando el paro de Europa”.

Como pasaba también con el Gobierno de Rajoy. La clave es la evolución. España ha superado por primera vez en su historia los 21 millones de trabajadores –casi dos millones más desde que gobierna Pedro Sánchez– y el paro registrado está en su nivel más bajo desde la burbuja inmobiliaria de 2008.

Feijóo: “Yo sería incapaz de gobernar si el líder de la oposición tuviera más escaños que yo”.

Puede preguntar por esta experiencia a Isabel Diaz Ayuso, a Alfonso Fernández Mañueco, a Juanma Moreno, a Fernando López Miras, a José Luis Martínez-Almeida, a María Guardiola… Buena parte de los principales líderes del PP llegaron al poder sin ser la lista más votada.

Feijóo: “Haber ganado las elecciones es la primera razón por la que hoy estoy aquí”.

También “ganó las elecciones” Óscar Puente, que fue el candidato más votado en las municipales de Valladolid y desnudó a Feijóo con un solo argumento: “De ganador a ganador, ¿por qué tiene usted más derecho a ser presidente que yo alcalde?”

Feijóo: “Hay quien reniega de la transición. Yo vengo a reivindicarla y a reclamar su vigencia. Es lo mejor que hemos hecho. Porque lo hicimos juntos”.

Cabe preguntarse con qué primera persona del plural se apunta estos méritos Feijóo. Porque aquella Alianza Popular de la que deriva el PP estuvo en el lugar equivocado en todos los momentos importantes de la Transición. Solo la mitad de los diputados de AP votaron a favor de la Constitución. Tampoco apoyaron la amnistía de 1977: optaron por la abstención. Y cuando se legalizó el Partido Comunista, Manuel Fraga calificó la decisión de “verdadero golpe de Estado”, “grave error político” y “farsa jurídica”.

Por mucho que quieran reescribir la historia, el Partido Popular es heredero de los sectores más reaccionarios que querían continuar con el franquismo, no de los reformistas de uno u otro signo que lideraron la transición hacia la democracia.

Feijóo: “España debe afrontar reformas y, para que sean sólidas, solo cabe un camino a la vista del resultado electoral. Es el que hizo posible los Pactos de La Moncloa. O el Pacto de Toledo. O el Pacto Antiterrorismo”.

Los datos. Alianza Popular tampoco quiso firmar los pactos de La Moncloa: solo apoyaron el acuerdo económico, pero no el político. Es otro ejemplo de cómo la derecha que hoy representa el PP estuvo siempre en el lado equivocado de esa historia de la que hoy se quieren apropiar.

El pacto antiterrorista fue una propuesta de Zapatero cuando estaba en la oposición. Consistía en sacar de la confrontación electoral “las políticas para acabar con el terrorismo” y dejar esas decisiones al Gobierno. Algo que se cumplió sin problemas cuando gobernaba el PP, pero que dejó de ser válido cuando Zapatero empezó a gobernar y Rajoy le acusó de “traicionar a los muertos”.

En cuanto al Pacto de Toledo, nació por una propuesta de CiU –la coalición en la que militaba Puigdemont– y arrancó cuando gobernaba el PSOE de Felipe González, en 1995. Tampoco fue una iniciativa del PP, que en distintas ocasiones –la última fue el año pasado con la revalorización de las pensiones– se ha desmarcado de lo pactado allí.

Al menos Feijóo no ha reivindicado el pacto antitransfuguismo, que también el PP rompió.

Feijóo: “La democracia empezó en 1978 y, por tanto, nuestra memoria democrática también. Es lamentable que haya que recordarlo”.

Falso. La democracia española empezó mucho antes, el 14 de abril de 1931. Fue interrumpida por un golpe de Estado al que siguió una guerra y una sangrienta dictadura. Es lamentable que la memoria democrática del PP sea tan corta.

Feijóo: “Mi compromiso es inequívoco: recuperar el consenso en la política exterior de España (...) el compromiso atlántico, que nadie debe cuestionar”.

Dato: en el referéndum de la OTAN, Alianza Popular hizo campaña por la abstención.

Feijóo: “No habrá imposiciones ni adoctrinamiento en las aulas. La política está para garantizar las enseñanzas a las que tienen derecho los alumnos”.

No hay adoctrinamiento más evidente en la escuela española que la asignatura de religión. Enseñar a los niños educación sexual no es adoctrinamiento: es salud. Por mucho que ofenda a una parte de la derecha.

Feijóo: “No apoyo que la estrategia energética y ambiental se reduzca a limitar el crecimiento y a imponer un determinado modo de vida. (...) Es decir, transición ecológica sí. Dictadura activista en ningún caso”.

Equiparar las medidas contra el cambio climático con una “dictadura” hermana a Feijóo con el discurso negacionista que habitualmente usa Vox. El propio Santiago Abascal le agradeció este gesto después.

Feijóo: “Las ocupaciones de inmuebles no paran de incrementarse. Y no se puede ser indolentes ante esto”.

Falso. Las últimas estadísticas públicas dicen justo lo contrario. En el primer trimestre de 2023 se redujeron un 11% respecto al año anterior.

Feijóo: “Con ustedes el incremento del salario mínimo está por debajo del incremento de los precios y con nosotros el incremento del salario mínimo supera el incremento de los precios”.

Falso. Desde junio de 2018 hasta agosto de 2023 los precios aumentaron un 16,3%, mientras que el salario mínimo interprofesional (SMI) se ha incrementado en casi un 50%. La presidencia de Pedro Sánchez –primero en solitario, después en coalición– ha sido el periodo de la historia en el que más ha subido el SMI en España desde que existe este indicador, tanto en términos absolutos como descontando la inflación.

Feijóo: “En la última legislatura los españoles han tenido que soportar 42 subidas fiscales. 42.656 millones de euros más en impuestos que en 2019, pero con un nivel de PIB similar”.

Falso. No ha habido 42 subidas de impuestos. Ni siquiera la mitad. Y la inmensa mayoría de los ciudadanos han tenido más rebajas de impuestos –el IVA de la energía o la alimentación se redujo– que subidas durante la legislatura anterior. Los únicos que hoy pagan más impuestos son las grandes fortunas con un patrimonio de más de 10 millones de euros, las grandes empresas financieras, energéticas o tecnológicas, los fabricantes de bebidas azucaradas, las rentas por encima de los 300.000 euros anuales o quienes ingresan más de 200.000 euros por rentas del capital.

Feijóo confunde subidas de impuestos con subidas en la recaudación. Y es cierto que el Estado recauda hoy mucho más que en 2019, con un supuesto nivel de PIB similar –también recaudan más las comunidades autónomas, como la que gobernaba Feijóo–. Pero eso demuestra otra cosa: que el PIB real era mayor, como el propio INE hace muy poco reconoció.

Feijóo: “Mi propuesta es garantizar siempre y en cualquier circunstancia la revaloración de las pensiones. Ni congelar ni reducir. Y blindar su suficiencia hoy y en el futuro”.

Dato. El PP que hoy reivindica la revalorización de la pensiones con el IPC votó en contra de la ley que hizo tal cosa posible. También se opuso a la eliminación de la reforma de Rajoy, con la que las pensiones habrían subido solo un 0,25%, incluso en los años de más inflación.

Feijóo: “¿Qué bien se hace creando un nuevo impuesto a los plásticos antes que nuestros socios europeos, y que encarece aún más los alimentos en plena escalada de precios si luego se utiliza lo recaudado para pagarle el cine o los viajes a las rentas altas?”.

Falso. El impuesto al plástico está teniendo un impacto irrelevante en la subida en el precio de los alimentos. Por ponerlo en números: es un gravamen de 0,45 euros por cada kilo de plástico no reciclado, que busca obligar a los grandes comercios y distribuidoras a cambiar esos envases por otros más sostenibles. Por ejemplo, una botella de aceite tiene un contenido en plástico de unos 25 gramos. Es decir, paga un impuesto de apenas un céntimo (y solo si es plástico no reciclado).

En cuanto a las ayudas al cine o al transporte para mayores de 65 años, es verdad que son ayudas universales, donde solo hay que demostrar la edad. Se hace así para que nadie quede atrás por una cuestión de burocracia y papeleo.Y que no sufra Feijóo por los millonarios: son más de jet privado que de tren.

Feijóo: “Necesitamos seguridad jurídica. Es así como vamos a conseguir mucho más para la economía y para el empleo, no sembrando la incertidumbre y promoviendo el desprestigio contra quien tenga la pretensión de invertir en nuestro país”.

Dato. La decisión que más pleitos perdidos ha traído a España de tribunales internacionales, por vulnerar la seguridad jurídica de distintos inversores, fue el recorte retroactivo en las primas para las energías renovables que aprobó el gobierno de Rajoy. Ya hay condenas por valor de mil millones de euros, y nos pueden caer dos mil millones más. Solo en abogados, España ha gastado 40 millones ya.

Feijoo: “Mejorar la equidad de las cargas tributarias, sobre todo buscando el alivio de las familias con menos recursos y clases bajas y medias”.

La realidad allá donde gobierna el PP es justo la contraria. Las rebajas fiscales del partido de Feijóo entregan un premio gordo a las rentas más altas y una pequeña pedrea a las clases medias y bajas. Un ejemplo reciente, el de Extremadura. Una de las primeras reformas del gobierno de María Guardiola con Vox ha sido suprimir el impuesto de patrimonio y el de grandes tenedores de viviendas. Eliminar estos impuestos beneficia a los 1.248 contribuyentes más ricos de esta comunidad, el 1% más privilegiado. Luego no queda dinero para los comedores escolares.

Feijóo: “No comparto que la Constitución pueda ser burlada mediante subterfugios. Y mucho menos acepto que la Carta Magna sea directamente contravenida con decisiones que eliminen de un plumazo la igualdad de todos los españoles”.

Dato. La última amnistía que se aprobó en España fue la amnistía fiscal de Rajoy. Eliminó de un plumazo la igualdad de todos los españoles, equiparando a los que defraudan al fisco con los que no. Fue anulada parcialmente por una sentencia unánime del Tribunal Constitucional. No se recuerda en boca de Feijóo la más leve crítica a esta ley inconstitucional que aprobó el Partido Popular.

Feijóo: “Tengo un deber que no voy a eludir (...) Me debo a quienes clamaron igualdad este domingo en las calles de Madrid. Me debo a la mayoría de los españoles”.

El principal deber constitucional que Feijóo no debería eludir, tan pronto como el Parlamento confirme que no cuenta con los apoyos suficientes para ser presidente, es el de reconocer su derrota y dejar de poner en duda la legitimidad de quien realmente cuenta con los votos para gobernar. Pocas cosas hay más antidemocráticas que cuestionar el mandato de las urnas cuando no te benefician a ti.

 Cómo frenar las mentiras

En la campaña del 23J ha quedado clara la tremenda importancia que tiene la prensa libre, que depende de sus lectores y no le debe nada a nadie más. La inmensa mayoría de los grandes medios son propiedad de bancos, de fondos y grandes grupos de comunicación. La gran mayoría de ellos han blanqueado a los ultras y están bajo el control de la agenda que marca la derecha.