Escribir no es difícil, lo difícil es no escribir. L. Tolstói (1828-1910). Saber no es suficiente tenemos que aplicarlo. Querer no basta tenemos que hacerlo. Goethe (1749-1832). No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad. Beethoven (1770-1827). Ni lamentar ni detestar, sino comprender. Spinoza (1632-1677). La única soledad es la ignorancia. Shakespeare (1582-1616). Nada tan vil como ser altivo con el humilde. Séneca (4 a. C. - 65 d. C.).
¿Cuándo fue la última vez que te subiste a un ascensor? Yo hace más de un año. No quiero subirme en uno. Temo quedarme atascada, no poder salir nunca, no ser rescatada.
A Scott le pasa algo similar con los puentes.
“Desde hace 10 años tengo pánico a los puentes. Me abrumo y entro en pánico. Cuando veo uno, no puedo aguantarlo. Mi mujer lo entiende, pero hay lugares donde directamente no puedo ir. No puedo manejar encima de uno”.
Esto, sin duda limita la vida de Scott.
Aunque sé que los puentes han servido para que la gente pase de un lugar a otro de modo seguro durante siglos, quién soy yo para criticar las fobias de otros. Me atemorizan mucho los espacios pequeños, incluyendo ascensores.
¿Esto es miedo o es fobia?
No tengo tan clara la distinción, así que le pregunto al profesor Paul Salkovskis, experto en fobias y director del Centro Oxford de Salud Psicológica, en Reino Unido.
“Una de las características más importantes de las fobias no es solo que generan susto, sino que la gente trata de evitar aquello que las causa, evitan ir a sitios donde pueden aparecer”, me cuenta.
“La evitación es el gran problema, más que el miedo, porque interfiere en la vida de las personas”.
Salkovskis explica que la fobia se distinguiría del miedo cuando ya se aplica una evitación activa de aquello que nos causa temor.
Hay cosas más fáciles de evitar que otras si les tienes miedo, como por ejemplo las arañas o las serpientes.
Pero, ¿cómo hacer si se tiene miedo a subir a un ascensor? La cosa se complica.
De dónde vienen las fobias
No sabemos exactamente de dónde vienen las fobias, pero sí su posible fecha de origen.
“Casi todas las fobias del estilo miedo a las arañas o a las serpientes empiezan alrededor de los 4 años. Las fobias sociales, como la agorafobia (no poder salir de la casa), entre los 12 y los 18”, apunta Salkovskis.
Las primeras tienen un sentido evolutivo y pueden ser una cuestión de supervivencia.
Cuando eres adulto sabes que una picadura de araña en tu mano puede que duela, pero salvo casos extraños, no te matará. Sin embargo, con 4 años hay probabilidad de que el niño piense que la araña puede matarlo y opte por la protección que puede brindar el miedo.
También pueden adquirirse por observación. Si un niño ve a su padre o su madre reaccionar con miedo ante una araña, es probable que desarrolle esta fobia porque creerá que es una amenaza real.
Hay un tercer modo de adquirir miedos y fobias y es a través de la cultura.
Así lo cuenta el doctor Andras Zsido, profesor asistente en la Universidad de Pécs, en Hungría, y estudioso de las fobias en todo el mundo.
Zsido ha visto cómo, por ejemplo, en una isla de Portugal tienen miedo a un tipo específico de lagartos debido a las historias populares que se cuentan a los niños desde muy pequeños.
“Tienen unas características visuales, de forma, cómo se mueven, que es normal que asusten. Pero la cultura lo refuerza”, apunta.
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Caroline tiene medio a subirse en ascensores y los evita desde hace un año.
¿Por qué aparece el miedo?
Pregunto a Scott cuáles son los sentimientos que aparecen cuando se enfrenta a su mayor miedo: conducir sobre un puente.
“Tengo miedo de caerme, de irme hacia uno de los lados, de perder el control, de que haya un accidente. Sé que las posibilidades de que eso ocurra son pequeñas, pero igual me aterra”.
¿Qué es lo que ocurre para que esos pensamientos se creen en el cerebro de Scott y de cualquiera que tenga una fobia? ¿Cómo surge ese miedo?
“Hay varias cosas que pueden hacer que aparezca el miedo. Una es sensorial. Ves, escuchas, estás sintiendo y experimentando cosas que vienen del resto de sentidos y esto puede estimular el circuito del miedo", explica la profesora Ekaterina Likhtik, profesora asociada en Ciencias Biológicas en el Hunter College, en la Universidad Municipal de Nueva York (CUNY).
"Pero también puede ser algo interno, algo que piensas y activa este circuito”, añade.
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Scott, otro de los protagonistas de este artículo, tiene fobia a los puentes y, si maneja (conduce), no pasa sobre ellos.
Cuando es sensorial, algo que percibes, la información entrará a través del tronco encefálico hacia la corteza o córtex sensitivo, una capa que cubre el cerebro y cuyas partes están especializadas para obtener distinta información sensorial.
De allí va hasta lo que se conoce como el centro del miedo en el cerebro: la amígdala.
Aunque también nos explica Likhtik, puede llegar a la amígdala directamente a través del tálamo, una parte de la región subcortical, debajo de córtex, que recibe esta información incluso antes.
El tálamo se conoce como el centro de transmisión del cerebro y recibe esta información, la analiza y la manda a la amígdala.
La amígdala es una parte del cerebro que tiene la forma de una almendra de unos 2 o 3 centímetros.
Cuando recibe la información, la procesa y la manda a las regiones inferiores del tronco encefálico. De allí, la información viaja a la médula espinal y hacia los músculos.
Y esto, a su vez, generará las posibles respuestas que hay ante el miedo: congelarse, luchar o huir.
Después, esto va a todos lados. Se envía información a los receptores involucrados en la respiración o en el ritmo del corazón y estos se activan.
En resumen, cuando ves o hueles algo, tu amígdala responde rápidamente y manda una respuesta automática a tus músculos para que reaccionen congelándose, huyendo o luchando.
Una reacción excesiva
Que esto ocurra si ves un oso cruzando por la mitad de la calle, es útil y tiene sentido.
Sin embargo, no parece lógico que el miedo se active al ver un puente o, como en mi caso, un ascensor.
Pero el miedo, en cualquier caso, existe.
Así, la respuesta ante algo que es realmente amenazante y a algo que es irracional es la misma.
“Como lo que nos sucede es un miedo real, se activa la amígdala y las respuestas del miedo en función de los datos disponibles”, explica Ekaterina Likhtik.
Likhtik añade que los que tienen una fobia hacen una intensa asociación entre la información sensorial que reciben y la especulación de lo que podría suceder a partir de esa información: ·
"Hay una sobrestimación de la probabilidad de que algo malo suceda y esto impulsa la actividad de la amígdala”.
Se produce algo que complica y agranda todo: la ansiedad.
“Esto que pasa con la ansiedad parece confirmar que algo terrible está sucediendo, que estás perdiendo el control", concluye la académica.
Sea por motivos evolutivos, por observación o cultura, si a la fobia se le suma una respuesta con ansiedad, esto se puede convertir en debilitante.
Ilustración de un cerebro con la amígdala en el centro.
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La amígdala es la pequeña almendra dentro del cerebro que es responsable de las respuestas del miedo.
Cómo frenar esto
Me pregunto si hay algo que puede frenar este impulso, controlarlo.
La profesora Likhtik me explica que hay buenas evidencias de que la respiración profunda puede servir.
También la terapia cognitivo-conductual, que se basa en mirar alrededor y ver otras señales disponibles y modificar conductas.
También me habla de la terapia de extinción, donde quien sufre la fobia se expone a cosas similares a lo que genera el miedo y descubre poco a poco cómo lidiar con eso.
Yo trato de frenarlo en terapia con Paul Salkovskis.
Él me pide que recuerde la primera memoria que tengo de estar atrapada en un ascensor. Solo hablar de ello me pone ansiosa.
Salkovskis me propone modificar poco a poco esa memoria. Pensar en la gente que hay en el ascensor, la luz que hay.
Al final, se trata de controlar la ansiedad. O intentarlo.
Normalmente, nada más entrar, me entraría ansiedad, mi ritmo cardíaco aumenta, sudo, mi respiración se agita… Huyo y lo evito.
Y es justo lo contrario de lo que hay que hacer, me explica Salkovskis.
“Tienes el shock inicial que aparece ante la fobia, aparece la ansiedad y, si lo trabajas, puedes ver que este shock, la respiración agitada, el ritmo cardíaco acelerado no se debe a que algo va a pasar, sino a la ansiedad. Y luego ves que esto pasa y que el ritmo cardíaco y todo vuelve a bajar”, me explica Salkovskis.
“La próxima vez que estes en una situación así, pasará de nuevo, aparecerá la ansiedad. Así que la gente suele asociar una situación de fobia con ansiedad y con la peor reacción posible y salir de ella, huir, evitarla, es un el alivio mayor. Pero es justo lo que no debes hacer si quieres dejar de tenerle miedo”, señala.
Una niña juega junto con otra persona disfrazada de dinosaurio.
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Enfrentar las fobias puede hacer que las superemos.
Cuando por fin subí en ascensor
Salkovskis me invita a quedar con él en un ascensor. Mi miedo mayor.
Lo que hacemos es verlo por fuera, por dentro, analizamos cómo es, presionamos botones, cómo entra la gente. Hasta que llega el reto verdadero: subirme.
Es incómodo, me da miedo. Empieza a darme ansiedad, pero puedo lidiar con ello.
La clave es aprender a manejar la ansiedad y tomar de nuevo el control.
“Lo primero sería saber qué pasa, entender que no pasará nada de lo que temes. Después de eso, viene enfrentar aquello a lo que se tiene miedo”, me dice.
Un día, por fin, me sentí preparada para poder entrar en el ascensor tranquilamente.
“Lo estoy haciendo”, dije. “No siento que tenga que salir corriendo”.
Qué alivio.
Si tienes un miedo que se ha convertido en fobia, la buena noticia es que hay tratamientos disponibles para esto, puedes aplicar el respirar profundamente y, si tienes acceso a ella, la terapia puede ayudar.
Yo ahora puedo usar los ascensores y, de hecho, el final de esta crónica está hecho desde uno.
“El anarquismo es la más alta progresión del pensamiento humano. Es una consecuencia lógica de las diversas fases que, a través del tiempo, han tenido las ideas pasadas por el cedazo del pensamiento”.
“Cumplamos nuestra parte del pacto, es necesario finalizar la huelga y volver a nuestros trabajos; confiar en el trabajo que han hecho los comités y si las autoridades no cumplen su parte del pacto, liberando a los presos, iremos nosotros mismos (al castillo/prisión) de Montjuïc (Barelona) a liberarlos”; y añadía Salvador Seguí Rubinat (1887-1923), conocido como El noi del sucre: “La unión de los trabajadores y la organización sindical son el único medio para la transformación social”.
Este discurso del dirigente anarquista, en la época secretario general de la CNT de Cataluña, se inserta en el contexto de la huelga general de La Canadiense, en 1919, que concluyó logrando la jornada laboral (por ley) de ocho horas.
Con estas palabras comienza, además, el tráiler del documental Salvador Seguí. Historia de un anarcosindicalista, proyectado el pasado 30 de noviembre en el Centre Cultural Octubre de Valencia, durante las XXV Jornades Llibertàries de CGT-València (Somiant mons, construint alternatives); la Fundación Seguí está difundiendo actualmente el documental, al cumplirse el centenario del asesinato de El noi del sucre por pistoleros de la patronal (del llamado sindicato libre).
En las jornadas se presentó también la exposición sobre L’univers de Salvador Seguí, a cargo de la fundación y la CGT; la muestra tiene como comisarios a Cristina Escrivà y Rafael Maestre, y como asesor histórico a Emili Cortavitarte.
Gran orador, sindicalista revolucionario y con talento para aplicar “el sentido del posibilismo en las tácticas sindicales”, la exposición destaca la siguiente reflexión de Seguí: “El anarquismo es la más alta progresión del pensamiento humano. Es una consecuencia lógica de las diversas fases que, a través del tiempo, han tenido las ideas pasadas por el cedazo del pensamiento”.
Los organizadores dedican uno de los paneles a la huelga de La Canadiense, que se prolongó durante dos meses en Barcelona y logró paralizar la ciudad; concluyó con un mitin en la plaza de toros de Barcelona, ante 20.000 personas, el 19 de marzo de 1919; en el acto Salvador Seguí aconsejó la vuelta al trabajo y, en caso de que -en 72 horas- no fueran puestos en libertad los arrestados, se declararía la huelga general indefinida.
Dada su relevancia histórica, los expositores profundizan en los detalles de la citada huelga, que tuvo como centro -en un principio- la factoría de capital inglés y canadiense Riegos y Fuerzas del Ebro (filial de Tractions Light and Power); respaldada por el proletariado de la capital catalana y el área metropolitana, en la huelga tuvo un papel destacado el Sindicato Único del Agua, Gas y Electricidad de la CNT.
A medida que pasaban los días, “siguieron uniéndose los obreros de las restantes compañías productoras y distribuidoras de energía, hasta parar toda la industria eléctrica barcelonesa, sumándose el resto de los trabajadores de las empresas catalanas”; en síntesis, informan los carteles, durante 44 días paró el 70% de la industria en la provincia de Barcelona.
Otro eje de El universo de Salvador Seguí es su asesinato, que tuvo lugar el 10 de marzo de 1923 en el barrio barcelonés del Raval, cuando El noi del sucre tenía 35 años; como consecuencia del atentado que financiaron los empresarios, murió también su compañero, de 27 años, vidriero, Francesc Comas Pagés (peronas); dos días después, las autoridades enterraron de manera clandestina los restos de Seguí, en el cementerio de Montjuïc.
En la comitiva fúnebre por el crimen de Comas Pages participaron 200.000 personas; durante el cortejo, que transcurrió entre el Hospital Clínico y el cementerio de Sants, se despidió asimismo al noi.
La exposición incluye una cronología con información biográfica de Seguí; en 1900, con 13 años, comenzó a laborar como aprendiz del que sería su oficio, pintor; dos años después fue objeto de la primera detención, cuando participaba en un piquete durante una huelga del metal (entre 1907 y 1908 estuvo también detenido “por los hechos del Teatro Condal de Barcelona”).
Se apuntan hechos como la dirección del semanario La Tramontana (1913), en el que asimismo publicaba textos el militante anarquista Anselmo Lorenzo; los años siguientes fueron de una actividad notable: participa en la “huelga del hambre” de Barcelona y en su mitin (1914); es además el año en el que la CNT sale de la clandestinidad; en 1915 es designado presidente de la Federación del Ramo de la Construcción, y se desplaza por Cataluña pronunciando mítines y conferencias.
La cronología marca 1916 como otro de los años relevantes: Salvador Seguí firma la alianza revolucionaria con la UGT en nombre de la organización anarcosindicalista (en diciembre tiene lugar una huelga general de 24 horas, y en el verano de 1917 la huelga general revolucionaria de CNT y UGT); ese año El noi del sucre se exilia a París.
El recorrido de la muestra continúa en 1918: “En el Congreso de Sants es elegido secretario de la Confederación Regional del Trabajo (CRT) de Cataluña; se recomienda la afiliación a la CNT”; en el Congreso participaron 156 delegados, que representaban a 153 asociaciones y cerca de 75.000 afiliados.
Los años 20 del pasado siglo tienen, entre otros hechos relevantes, la aplicación de la denominada Ley de Fugas de la que son víctimas (por asesinato) los reclusos anarquistas; y, hasta abril de 1922, el noi sufre el destierro en el Castillo de la Mola en Maó (Menorca).
En resumen, Salvador Seguí tuvo “una significativa participación en la mayoría de los hitos de la historia del anarcosindicalismo: creación de Solidaridad Obrera y de la CNT, huelga de la construcción de 1915, huelgas generales de 1916 y 1917, Congreso de Sants de 1918, huelga de La Canadiense, Congreso de la Comedia de 1919 o Conferencia Sindical de Zaragoza de 1922”, destaca el historiador y presidente de la fundación, Emili Cortavitarte.
El visitante de la exposición puede, además, adquirir información sobre la importancia de la prensa obrera (“sin delegados; sin intermediarios; sin representantes”).
En el caso de Salvador Seguí comenzó escribiendo, con 15 años, en el periódico El Pintor, órgano de la Sociedad de Pintores; colaboró en Solidaridad Obrera, portavoz de la CNT (1917); y –en 1922- formó parte de Cultura y Acción, de Zaragoza. Una parte no menor de sus discursos se publicaron en los periódicos de la época.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
-Gaspard Monge, matemático francés amigo de Napoleón, fue el creador del sistema diédrico para la representación plana de objetos tridimensionales.
Nuestro comentarista histórico Francisco Montesinos, que por un problema técnico había quedado marginado de la sección de comentarios durante un tiempo, vuelve con una demostración del teorema de Napoleón, del que hablábamos la semana pasada:
“Sea ABC un triángulo cualquiera, D, E, F los terceros vértices de los triángulos equiláteros construidos respectivamente sobre cada lado y M, N, P sus centros respectivos. Como M = A + D + B/3, N = B + E + C/3 y P = A + C + F/3 es fácil ver con algo de paciencia que (P – M)e^i(pi/3) = N – M, lo cual demuestra el teorema. Para demostrar la segunda parte basta observar que M + N + P = A + B + C y dividir por 3 ambos términos, lo cual es consecuencia inmediata de que también E + F + D = A + B + C. Yo me he situado en un plano afín, que como se sabe es un espacio de puntos del plano asociado a un espacio vectorial. Aunque la belleza de la demostración geométrica del teorema es inigualable, esta que propongo creo que no le va muy a la zaga por su alcance dentro de su simplicidad”.
El teorema de Napoleón
El sistema Monge
Adelaida López señaló oportunamente que entre los matemáticos con los que se relacionaba Napoleón no se puede dejar de mencionar a Gaspard Monge, uno de los padres de la geometría descriptiva y creador del sistema diédrico (también conocido, en su honor, como sistema Monge), que desarrolló en su influyente libro Géometrie descriptive, publicado en 1799. Monge también es conocido, sobre todo entre los economistas, por sus importantes contribuciones a la resolución de problemas de optimización (pero ese es otro artículo).
El sistema diédrico, fundamental en el dibujo técnico, consiste en representar un objeto tridimensional mediante sus proyecciones ortogonales sobre planos que se cortan perpendicularmente. Normalmente, se muestran el alzado o vista fontal, la planta o vista cenital y el perfil o vista lateral, aunque a veces basta con dos vistas (los temibles “monos” de los exámenes de ingeniería). Invito a mis sagaces lectoras/es a reconstruir mentalmente (o con lápiz y papel) los objetos cuyas proyecciones ortogonales se muestran a continuación (las líneas de puntos representan aristas ocultas).
El sistema diédrico.
CARLO FRABETTI El sistema diédrico.
Y, para nota, un “mono oral” (la sencilla descripción hace innecesario el dibujo) tomado de un examen de hace sesenta años de la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid:
El alzado (vista frontal) de un objeto es un círculo, y su planta (vista cenital) es un cuadrado de lado igual al diámetro del círculo con sus dos diagonales. ¿Qué objeto es?
La retirada de Napoleón
Es bien sabido que una partida de ajedrez es la esquematización de una batalla; pero en el caso del final artístico de la semana pasada, el autor va un paso más allá, pues representa una contienda real. El rey negro es Napoleón. La casilla b1 es Moscú. La diagonal h1-a8 es el río Berézina. La casilla h8 es París. Los caballos blancos representan la caballería cosaca. La dama en h1 es el mariscal Mijaíl Ilariónovich Goleníshchev-Kutúzov. El rey blanco es el zar Alejandro I. Y hay un mate en 14 jugadas que se corresponden con las 14 jornadas de la retirada de Napoleón hasta llegar a París:
Las blancas pueden dar mate en menos jugadas (¿cómo?), pero de este modo solo utilizan la caballería y rinden homenaje a la memorable victoria rusa de 1812 en 14 jornadas.
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Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus
El 19 de noviembre uno de los políticos más extremistas de toda Argentina ganó las elecciones presidenciales. El hombre es un auténtico bicho raro, y sin embargo consiguió ganarse a la mayoría de sus compatriotas. ¿Cómo se ha llegado a esto y cuáles son las consecuencias?
Idiota
El nuevo presidente, Javier Milei, fue elegido con un programa de extrema derecha. Sus fans le llaman cariñosamente «el león». Su símbolo es una motosierra. La llevó a sus reuniones y prometió recortar el gasto público hasta los huesos.
Su plan es abolir la mayoría de las instituciones estatales, incluidos los ministerios de Sanidad, Educación, Ciencia, Tecnología, Transporte, Obras Públicas, Cultura y la mayoría de los demás ministerios.
Todos los servicios sociales deberán privatizarse. Quiere recortes drásticos en las pensiones y que desaparezcan la sanidad y la educación públicas. Todo será gestionado por empresas con ánimo de lucro. Según él, sólo ellas pueden resolver los problemas de la sociedad.
Javier Milei está llevando muy lejos su fundamentalismo extremo del libre mercado: por ejemplo, quiere crear un mercado de bebés. El aborto pasa a ser ilegal, pero las mujeres embarazadas que no quieran quedarse con su hijo pueden venderlo en el mercado libre a personas que quieran adoptar niños. Además del mercado de bebés, también quiere crear un mercado de órganos humanos.
A pesar de su imagen libertaria, las políticas que propone son extremadamente autoritarias. Milei elige la dictadura fascista en Argentina (1976-1983) y niega los asesinatos masivos, torturas y desapariciones de decenas de miles de activistas de izquierdas durante ese periodo. La vicepresidenta Victoria Villarruel es una descarada admiradora del dictador Jorge Rafael Videla. Será ministra de Defensa y Seguridad.
Milei prometió militarizar el país. La policía podrá detener y encarcelar más fácilmente a los ciudadanos en las prisiones, las cuales también quiere privatizar. Creará un sistema nacional de vigilancia, una base de datos para rastrear a los ciudadanos e instalará cámaras de vigilancia con reconocimiento facial en todo el país.
También hay una ruptura total con el pasado en la política exterior. En primer lugar, quiere acabar con la soberanía monetaria de su país aboliendo el peso e introduciendo el dólar como moneda oficial.
«El peluca», como también se le llama por su peculiar peinado, ha prometido cortar las relaciones diplomáticas con China y con el vecino Brasil. Detalle interesante: ambos países son los mayores socios comerciales de Argentina, juntos representan el 35% del comercio exterior.
Los principales nuevos aliados de Argentina son ahora Estados Unidos e Israel. En los mítines, Milei ondeaba la bandera israelí y se ha comprometido a apoyar al régimen de Israel mientras éste comete multitud de crímenes de guerra contra el pueblo palestino.
La victoria de Milei tendrá importantes implicaciones geopolíticas, ya que Argentina planeaba unirse a los BRICS. El nuevo Presidente ha declarado que su país no sólo no se adherirá, sino que además desea sabotear esta organización «comunista».
En la misma línea, quiere socavar los intentos latinoamericanos de integración regional y poner su país enteramente a disposición de Estados Unidos. Al menos para el establishment estadounidense, la victoria de Milei es un regalo del cielo.
En muchos sentidos, Milei es incluso más extremista que Trump. Es partidario de la llamada ideología anarcocapitalista del ultraderechista estadounidense Murray Rothbard. Rothbard fue aliado del Ku Klux Klan [1] y de otros supremacistas blancos.
Quizá sea mejor comparar a Milei con Augusto Pinochet, el general que instauró una dictadura militar en Chile tras un golpe de Estado patrocinado por la CIA en 1973.
Aparte de sus opiniones extremistas, mucha gente en Argentina lo considera trastornado e inestable mentalmente. Por ejemplo, Milei declara que puede hablar con su perro muerto desde el más allá. Dice que Conan, como lo llamó -por Conan el Bárbaro- influyó en cuanto a su política económica.
Pagó 50.000 dólares para clonar a su perro muerto. A cada perro clonado le puso el nombre de un economista de libre mercado de extrema derecha
Declaraciones
¿Cómo se explica que el 56% de los argentinos haya votado a este loco?
Un primer factor es la pésima situación socioeconómica de gran parte de la población. El país atraviesa dificultades económicas, en parte debido a la elevada carga de la deuda. Muchos empleos son informales e inseguros. Los salarios han caído en picado y a veces están por debajo del umbral de pobreza. Además, la inflación disparada está erosionando gravemente el poder adquisitivo. Al mismo tiempo, los ricos ven aumentar sus fortunas.
Sus principales víctimas son los jóvenes, que representan el 27% del electorado. Más que otros grupos de población, se ven afectados por la pobreza y la exclusión social. A esto se añade la cuarentena durante la pandemia. El 69% de los menores de 24 años votaron a Milei. Entre los mayores de 45 años, sólo el 40%.
Un segundo factor es el papel de los medios de comunicación. Éstos, como en todo el mundo capitalista, están en manos de grandes magnates. Dadas sus opiniones económicas, vieron en Javier Milei un candidato interesante. Hasta hace poco era un don nadie de la política, pero gracias a una intensa ofensiva mediática, los grandes medios de comunicación lo catapultaron en poco tiempo a la fama.
Por ejemplo, fue entrevistado 235 veces en el año 2018. Ninguna otra figura de la política se acercó siquiera a estas cifras. Lo mismo ocurrió en los años siguientes. Era, como dice Atilio Borón «una construcción mediática pulcramente planificada».
Los medios de comunicación dominantes le presentaron con éxito como alguien fresco, nuevo y joven, a pesar de tener 53 años.
Un tercer factor es la debilidad del bloque peronista de centro-izquierda [2], en el poder desde 2019 liderado por el presidente Alberto Fernández. Este peronista sí intentó seguir un rumbo social. Pero en un país con un Estado débil e ineficaz, eso fue insuficiente para hacer frente con éxito a la devastación causada por años de degradación social y económica.
Este partido tampoco ha sabido librar una batalla de las ideas. El resultado es el triunfo de la «antipolítica» en la que la clase política y el Estado son vistos como agentes corruptos o depredadores mientras se oculta el papel de las grandes empresas y las clases dominantes como agentes de explotación colectiva.
No se luchó contra la exaltación del hiperindividualismo y el abandono o incluso el rechazo de las estrategias de acción colectiva. Eso facilita que un populista como Milei se anote un tanto.
El candidato presidencial perdedor de los peronistas fue Sergio Massa. Representaba al ala derecha de la coalición peronista. La izquierdista y mucho más popular Christina Fernández de Kirchner no pudo participar en las elecciones debido a un golpe judicial en su contra. En Argentina, el sistema judicial está controlado por oligarcas de derechas. Es extremadamente corrupto.
Al final la votación se decantó entre un ultraliberal de extrema derecha, Milei, y un neoliberal de centro derecha, Massa, asociado a las mismas políticas neoliberales que llevaron a Argentina a su actual crisis económica.
Dado que no hay alternativa real, mucha gente ha optado por el cambio, aunque tenga que venir de un loco. Por lo menos es un loco que tiene ideas nuevas. Mejor eso que las desastrosas políticas neoliberales que llevan tanto tiempo aplicándose y que están causando tanta miseria.
Profundizar
Las fuerzas de izquierda en Argentina tienen ciertamente puntos débiles y sin duda han cometido errores en el pasado. Pero para rastrear las causas reales y fundamentales tenemos que profundizar más.
Como muchos países del Sur Global, Argentina exporta principalmente materias primas y productos agrícolas como maíz, trigo, soja, carne de vacuno, oro, etc. Se trata de productos intensivos en mano de obra y con escaso valor añadido. Las importaciones consisten principalmente en tecnología y bienes de capital de alto valor añadido, como ordenadores, automóviles, equipos médicos, maquinaria de alta tecnología, etc.
Este modelo de comercio es muy desventajoso porque se obtiene poco por lo que se exporta y se tiene que pagar mucho por lo que se importa. Es la clásica estructura (neo)colonial en la que están atrapados tantos países del Sur global.
En el pasado, los peronistas han intentado romper ese esquema. Querían producir ellos mismos más productos acabados y entre otras cosas aplicaron políticas proteccionistas con ese fin. Pero eso no era del agrado de las élites. En Argentina la producción agrícola está en gran parte en manos de oligarcas conservadores (grandes terratenientes) y, además de su control sobre los medios de comunicación y el poder judicial (véase más arriba), tienen una influencia considerable sobre el sistema político.
Esos oligarcas se han opuesto sistemáticamente a los programas nacionales de los líderes progresistas para industrializar el país. Bajo su impulso se instauró una dictadura militar en 1976, a la que siguieron varios regímenes de derechas alternados con gobiernos peronistas. Estos regímenes de derechas acabaron con la estrategia de industrialización de los peronistas. Desindustrializaron el país e impusieron políticas económicas neoliberales.
Cada vez que los peronistas llegaban al poder, intentaban desplegar al máximo su estrategia de industrialización, pero eso era insuficiente para resolver el problema estructural en el que Argentina y tantos otros países están atrapados.
Debido a su escasa industrialización y a un patrón comercial adverso, Argentina necesita constantemente más dinero para financiar sus importaciones y se endeuda cada vez más de forma crónica. Esta gran carga de la deuda también hace que el país dependa completamente del capital extranjero y le hace perder su soberanía económica. Entonces ya no es el gobierno elegido, sino los mercados internacionales de capitales y los inversores extranjeros quienes marcan las líneas maestras de la política económica.
Y, por supuesto, esa política no está orientada a las necesidades de los argentinos, sino a las de los «prestamistas» del Norte. Otro efecto de esta situación es que se produce una devaluación sistemática de la propia moneda, lo que a su vez alimenta la inflación.
Las políticas neoliberales antisociales de los últimos 40 años, junto con la inflación usurera, proporcionan un caldo de cultivo ideal para el extremismo de derechas. Los electores frustrados se dejan engañar fácilmente por un demagogo, aunque tenga las ideas más extremas y excéntricas.
En esencia, Javier Milei es el producto de un sistema económico neocolonial con políticas neoliberales por encima.
La sopa
Al igual que en Washington, la victoria de Milei fue recibida con vítores por los mercados financieros. Pero es muy dudoso que pueda poner en práctica muchos de sus excéntricos planes. Muchos de sus planes, como la dolarización de la economía, ya se han intentado en el pasado, sin éxito.
Además, se trata de un presidente sin experiencia que no tiene mayoría en el Parlamento y que tendrá que gobernar en un país con fuertes sindicatos y un historial de protestas masivas.
Así, la sopa no se tomará tan caliente como se sirve. Sin embargo, la elección de Milei no es un hecho trivial. Argentina es el tercer país más importante de América Latina. El avance de la extrema derecha tendrá importantes consecuencias no sólo para la región, sino para todo el mundo.
La elección de este chiflado de extrema derecha es una llamada de atención para nosotros. Orban, Trump, Johnson, Bolsonaro, Meloni y quizás pronto Wilders en Holanda y Le Pen en Francia. No crean que en otros países sea imposible.
Referencias:
Atilio Boron analiza el triunfo de Milei: “fue una construcción mediática prolijamente planificada”
Cómo el extremista Javier Milei se convirtió en presidente de Argentina: una historia de deuda, crisis e imperio (vidéo en inglés)
Notas:
[1] El Ku Klux Klan (KKK) es una organización blanca clandestina de Estados Unidos, conocida y tristemente célebre por su violencia racista. Sus miembros se dedicaron al terror contra los negros, otras personas de color y los luchadores por los derechos constitucionales. También eran antisemitas, homófobos, antiislámicos, anticatólicos y anticomunistas, y se volvían contra los nuevos inmigrantes.
[2] Juan Perón (1895-1974) fue un presidente popular. Se casó con la aún más popular Eva Duarte, más conocida como Evita. Desplegó una política de reformas sociales y económicas. Económicamente, intentó romper con el típico modelo colonial y neocolonial en el que los países del Sur exportaban principalmente materias primas baratas e importaban productos acabados caros. Asignó un papel importante al Estado.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y Rebelión como fuente de la traducción.
¿Cómo puede ser Buenos Aires la más barata de América Latina?
Una pequeña fortuna. Eso es lo que pueden costar los alimentos, las bebidas alcohólicas o la ropa en Singapur, la ciudad más cara del mundo para vivir según el semanario británico The Economist, que cada año elabora el ranking en función de lo que puede comprar un dólar en cada una de las ciudades que analiza.
Cuanto más fuerte sea una moneda local, más arriba se colocan las ciudades del país en la lista, y viceversa.
Esto significa que a mayor fortaleza de la moneda, más cara la ciudad. Y a más debilidad de la divisa, más barato aparece el país en la tabla.
Pero en Singapur lo que de verdad tiene una cifra de lujo extremo es el costo de un certificado necesario para comprar un auto: el más barato superó la cifra de los US$106.000 a principios de octubre.
La ciudad-estado introdujo el sistema de certificado de derecho (COE) en 1990 como medida anticongestión.
Los posibles propietarios de automóviles deben tener un COE antes de poder elegir su vehículo y la validez del título expira a los 10 años.
Los derechos se venden en subastas cada dos semanas y el gobierno controla la cantidad de certificados a la venta, que depende del número de autos que se retiran de las carreteras.
A pesar de ser relativamente pequeño, Singapur suele clasificarse como uno de los países con mayor número de millonarios del mundo y por eso rara vez se apea del primer puesto: ha sido clasificado como el lugar más caro para vivir en nueve de los últimos 11 años.
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Los rascacielos de Singapur de noche.
En Singapur viven muchos multimillonarios.
El país asiático empata en el ranking de este año con Zúrich. Ambas son consideradas como capitales financieras.
La ciudad más grande de Suiza es siempre cara, sobre todo en alimentos, artículos para el hogar y entretenimiento. Zúrich llegó primero en 2020 y rara vez sale del top ten de la clasificación.
“Su ascenso a la cima del índice se debe principalmente a que el franco suizo se ha apreciado más del 10% frente al dólar durante el año pasado. La ciudad de referencia de la encuesta es Nueva York, por lo que si la moneda de un país se fortalece, sus ciudades generalmente ascenderán en la clasificación”, explica el semanario.
Esta debilidad del dólar provocó que las ciudades estadounidenses cayeran este año en el ranking. Sin ir muy lejos, Nueva York, la ciudad más cara el año pasado junto con Singapur, cayó al tercer lugar. En ese puesto empata con otra ciudad suiza, Ginebra.
Para The Economist Intelligence Unit, la crisis mundial del costo de vida que comenzó en 2022 sigue presente en este 2023, pese a que los precios de la energía y los problemas de la cadena de suministro se suavizaron.
Luces con la bandera de Estados Unidos
Pero la inflación sigue siendo alta en todo el mundo: los precios de 200 productos y servicios que rastrea aumentaron una media del 7,4% durante el año pasado. Esto es ligeramente inferior al 8,1% de 2022, pero sigue muy por encima del promedio del 2,9% de los cinco años anteriores.
Las ciudades más baratas
La ciudad más barata de la clasificación sigue siendo Damasco, la capital de Siria, a pesar de que su cesta de precios aumentó un 321% interanual en términos de moneda local.
La retirada de los subsidios gubernamentales y la devaluación de la moneda hizo que los costos de importación se dispararan.
También cerca del final de la clasificación se encuentran Teherán (Irán) y Trípoli (Libia). La tasa de inflación de Teherán es alta, casi el 49%, mientras que los precios en Trípoli aumentaron poco más del 5% el año pasado.
The Economist afirmó que las tres ciudades son particularmente baratas en comestibles, así como en otros artículos para el hogar y cuidado personal.
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Mercado de abastos en Ciudad de Mexico
Una fuerte inversión interna ha propulsado los precios en México.
¿Y qué pasa con Latinoamérica?
En el estudio de este año coincide que las 3 ciudades que más puestos escalaron están en América Latina. Fueron Santiago de Querétaro y Aguascalientes, en México, y la capital de Costa Rica, San José.
Aunque la encuesta de este año cubre 173 de las principales ciudades del mundo, el promedio global se ha calculado excluyendo Kyiv (Ucrania) y Caracas (Venezuela), que continúa enfrentando un ciclo de hiperinflación.
En la región de América Latina, Ciudad de México se sitúa como la más cara.
“En 2023, el peso demostró ser una de las monedas más fuertes de los mercados emergentes, gracias a los aumentos de las tasas de interés y la fuerte inversión interna", dice el semanario económico.
"Los bancos centrales de gran parte de América Latina estuvieron entre los primeros en seguir los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos para respaldar sus monedas. Como resultado, el peso mexicano y el colón costarricense se fortalecieron”, explica The Economist.
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Una tabla de precios de la carne en Buenos Aires
La inflación en Argentina acabará el año en el 180% anual según los expertos.
Buenos Aires, la más barata en América Latina
Y pese a que las autoridades estiman que la inflación en Argentina acabará el año en el 180% anual, Buenos Aires es la ciudad más barata de la región de América Latina y el Caribe.
La razón principal es la devaluación sufrida por el peso.
Alguien que tiene dólares hoy en la capital argentina puede conseguir muchos más pesos al cambio que hace un año.
“Argentina ya se encuentra hoy en esa situación: tiene una senda fiscal insostenible, un tipo de cambio sobrevalorado y una balanza de pagos muy vulnerable. La inflación ha aumentado rápidamente, mientras que el peso argentino oficial se ha debilitado más lentamente”, dice Mali Chivakul, economista de mercados emergentes en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
“Como resultado, el tipo de cambio real se ha apreciado bruscamente desde 2022. El ARS oficial se gestiona con diversas herramientas de control de capitales. La estimación del FMI de la sobrevaloración del tipo de cambio real se sitúa entre el 15% y el 20%. Y el mercado paralelo ofrece un tipo de cambio no oficial hasta un 150% más débil que el oficial”, añade el experto.
Por eso, pese a que la población de la capital sufre intensamente un ciclo de inflación, su comparación con el dólar la hace tan asequible.
Daniel Ramón es un señor alto y flaco, de 55 años, que tiene en la frente, sobre la ceja izquierda, una cicatriz casi imperceptible que parece un ojo cerrado. Si pasas muchas horas con él, ese ojo te acaba obsesionando. Crees que se abre cuando le das la espalda, que se abre y te estudia y te evalúa como si fueras una bacteria, un virus, una levadura. Este señor te cuenta lo suyo sonriendo, con un entusiasmo aminorado por el pudor, mientras sus brazos van de delante hacia detrás, o de abajo arriba, un poco con los movimientos mecánicos de una biela, como los manejaría un adolescente en un examen oral, pongamos que de química. Él se examina a sí mismo todo el día con un ojo interior que no se cierra nunca. Quizá la vigilancia permanente de ese ojo es la responsable de un currículo de vértigo que empieza con una licenciatura en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde se doctoró y ejerció de catedrático de Tecnología de los Alimentos; continúa en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y sigue fluyendo hasta la actualidad, donde se desempeña como consejero delgado de una empresa cuyo nombre –Biópolis– parece sacado de Blade Runner.
Lo cierto es que Biópolis lleva a cabo actividades que la mayoría de la gente juzgaría como de ciencia-ficción cuando son ya de puro costumbrismo científico. Lo hacen todo ahí mismo, a la vuelta de la esquina, como el que dice. No en EE UU, no en Suiza, Dinamarca o Japón, nada de eso, a dos patadas de cualquier sitio de nuestra geografía, en Valencia, en el Parque Científico de su Universidad, para ser más precisos, donde Biópolis ha arrendado un edificio de dos plantas más sótano, en el que Daniel Ramón y su equipo conviven a diario con miles de millones de bacterias, de levaduras, y con un gusano maravilloso, el Elegans, que es simple y complejo a la vez y por las mismas razones, como un buen poema. El Elegans fue descubierto para la ciencia por Sydney Brenner, premio Nobel de Medicina en 2002. En su cuerpo se puede estudiar, como en la imagen del espejo, nuestro alzhéimer, nuestra obesidad, nuestro envejecimiento, nuestra diabetes… Mide un milímetro, es transparente y hermafrodita y no sufre con el estrés al que lo someten en el laboratorio porque carece de cerebro o lo tiene desperdigado a lo largo del cuerpo (unas neuronas por aAdemás de compartir el 40% de nuestros genes con el Elegans, nuestras rutas metabólicas son las mismas. Una ruta metabólica es el itinerario químico por el que un producto equis inicial se convierte en un producto equis final (la que transforma el azúcar en alcohol, por ejemplo). Llamamos “ruta metabólica conservada” a la que procede de épocas remotas. El Elegans y nosotros compartimos, desde la noche de los tiempos, las que intervienen en la asimilación de nutrientes esenciales como la glucosa.
Todo esto era para decir que Daniel Ramón se dedica a la biotecnología.
–¿Y qué es la biotecnología? –digo yo.
–El uso de organismos vivos con fines industriales –dice él.
Como las palabras vida e industria, colocadas así, tan cerca la una de la otra, producen cierta desazón en el oyente, añade:
Este pequeño gusano fue descubierto por Sydney Brenner, nobel de medicina
–Fleming, eso es un perfecto ejemplo de biotecnología. Coges un bicho, un hongo en ese caso, que es un organismo vivo, lo haces crecer en un fermentador y produce una sustancia que purificas, que vendes en la farmacia y que se llama penicilina. Eso es un ejemplo de biotecnología. La insulina, que ahora se produce en una bacteria transgénica, otro. Es biotecnología también la enzima con la que se lavan los pantalones que conocemos como “lavados a la piedra”, y que no se lavan con una piedra, sino que se tratan con una enzima que se llama lacasa y que los decolora.
Daniel Ramón tiene un temperamento práctico. Necesita dar una utilidad a los descubrimientos científicos. En el primer informe que hizo para el CSIC, cuando en 1997 le tocó coordinar el área de ciencia y tecnología de los alimentos, dijo que había algo que no le cuadraba, ya que no había relación alguna entre la excelencia científica que habían alcanzado y la capacidad para transferirla al sector industrial. No eran capaces de comercializar sus hallazgos. Y eso, como había comprobado en su estancia de posdoctorado en Holanda, no sucedía en el entorno europeo.
–No llegábamos a la industria –dice– porque no teníamos una entrada directa al cliente y porque cuando podíamos llegar no éramos capaces de producir lo que les vendíamos. Yo trabajé mucho tiempo en levaduras para vino durante mi época del CSIC. Cuando íbamos a las bodegas, les contaba que teníamos una levadura que daba aroma afrutado, y me decían: “Dame un kilo para hacer una fermentación de prueba”. Y no lo tenía, no lo tenía, no lo teníamos porque carecíamos de una instalación de fermentación. Ahí empezó lo que desembocaría en la creación de Biópolis, cuya originalidad consiste en que el centro de investigación y el de producción se hallan en el mismo lugar.
Tras diversas vicisitudes, cuya pormenorización daría material para crear un género novelístico nuevo (el científico-empresarial), Daniel Ramón se vio al frente de una compañía cuyo accionariado estaba compuesto por el CSIC, Natraceutical, Central Lechera y un fondo de inversión llamado TALDE.
–Nos disponíamos a vender bacterias y levaduras, pero no teníamos nada. Ahora, viéndolo desde lejos, nos damos cuenta de nuestra ingenuidad. Después de dos meses de patear empresas, el gerente me dijo: “Mira, este no puede ser nuestro negocio. Y si tiene que ser este, bajamos la persiana y ya está. ¿Tú qué sabes hacer?”. Cuando le confesé que lo único que sabía era investigar, me dijo: “¿Y por qué no vendemos eso?, ¿por qué no vendemos que sabemos investigar? ¿Qué asuntos te parecen interesantes?”.
–A mí me parecían interesantes la alimentación y la salud, además de la utilización de microorganismos para revalorizar residuos, aunque eran cosas en las que no tenía mucha experiencia. El gerente me dijo: “Vamos a vender eso”. Me pareció una locura, pero la verdad es que a los tres meses teníamos tres clientes.
–¿Quién fue el primero?
–Ordesa, una compañía catalana muy fuerte en alimentación infantil. La directora científica de Ordesa, Montse Rivero, es una mujer increíble, a la que conocía de antes porque nos habíamos visto en algún congreso. Cuando llegamos, el primer día, ella había convocado a su departamento de I+D, unas seis o siete personas. Se produjo una especie de diálogo para besugos. Nosotros les dijimos que sabíamos investigar y les debimos inspirar tal ternura que Montse nos dijo: “Mira, tenemos tres asuntos que nos pueden interesar. Volved a Valencia, pensadlos y dentro de 15 días decidme si se os ocurre algo sobre alguno de ellos”. Respecto a uno de ellos se nos ocurrió algo que podría ser muy interesante: un probiótico frente a rotavirus.
–¿Qué es un probiótico, qué es un rotavirus?
–Un probiótico es una bacteria extraída del tracto digestivo que tiene un efecto positivo sobre nuestra salud. Si tú pesas 70 kilos, un kilo de tus 70 son las bacterias que viven en el tracto digestivo. Las hay muy malas, patógenas, pero las hay muy buenas. Estas, las buenas, lo que hacen es regular el equilibrio intestinal. Lo que teníamos que hacer era aislar una bacteria que tuviera un efecto inhibitorio del crecimiento del rotavirus, que es el virus que produce diarreas infantiles en niños de corta edad.
–¿Y era complicado aislar esa bacteria?
–Esas bacterias se extraen de las heces de niños de hasta tres meses que están bajo lactancia materna y son sanos. En esas heces hay millones de bacterias. Lo complicado es aislar la que es capaz de inhibir el virus. Tienes que buscar aquella específica que lo hace y empezar el estudio. Había que ver por qué actuaba in vitro y luego experimentar con un animal al que se le hubiera infectado de rotavirus. Si funcionaba, se llevaría a ensayos clínicos con niños.
El ‘Elegans’ tiene 18.700 genes, frente a los 23.000 de los humanos”
–¿Y funcionó?
–Funcionó. Aislamos la bacteria, la cultivamos, la liofilizamos…
–¿Qué es liofilizar?
–Es un modo especial de deshidratación.
–¿Y luego?
–La redujimos a unos polvitos que son los que se añaden a las leches maternizadas o a los cereales.
–¿Pero la bacteria no muere al secarla?
–No, entra en una especie de hibernación y se activa al entrar en contacto de nuevo con un medio húmedo.
–Y eso es un probiótico.
–Sí.
–¿Tiene fecha de caducidad?
–Dos años.
–Por cierto, ¿qué es una bacteria?
–Un organismo vivo de una sola célula que mide muy poco, micras, y que tiene la capacidad de reproducirse y crecer.
–¿No es un animal?
–No.
–¿No es un vegetal?
–Tampoco. Hay un reino distinto, el de los procariotas.
–En definitiva, que triunfasteis con ese primer proyecto.
–Sí, volvimos, les dijimos lo que teníamos y ahora ya está comercializado. A los 15 días surgió el segundo proyecto con una empresa del mundo farmacéutico. No te lo puedo contar porque es confidencial y es un trabajo de I+D interno de ellos.
–Crecíais rápido.
–A los dos años estábamos ya en beneficios. Los socios empezaron a ver que aquello tenía sentido. Todo lo habíamos hecho en un laboratorio de 40 metros cuadrados, cerca de aquí, donde el CSIC nos había cedido un terreno. Así fue el arranque. A partir de ahí se abre otra fase que duró dos años más en la que nos metieron algo más de dinero y nos compraron un fermentador de 20 litros.
–¿Qué es un fermentador?
–Es el recipiente en el que se crean las condiciones necesarias para que las bacterias se reproduzcan. Introducimos en él un caldo de cultivo del que se alimentan. Ese caldo se va espesando a medida que crece la biomasa. Al final forma una especie de puré. Los hay desde los 20 litros hasta los de 1.500 o 3.000, que son los que tenemos abajo, en la planta de producción. Pero todos son necesarios para el proceso de escalado.
–¿Y qué es el escalado?
–El proceso por el que vamos optimizando el crecimiento de un microorganismo, desde el laboratorio hasta la planta de producción. Cuando encontramos en el laboratorio un microorganismo que hace algo interesante, solo sabemos hacerlo crecer en una escala muy pequeña, en matrices de 100 o 200 mililitros. Para producirlo industrialmente, vamos optimizando poco a poco su crecimiento. Primero aprendemos a reproducirlo en fermentadores pequeños, de un litro. Cuando crece ahí de forma óptima, pasamos a uno de 20 litros, donde de nuevo hay que retocar algunos de los parámetros de crecimiento.
–¿Por ejemplo?
–Variar un poco los tiempos o la acidez del medio.
–En resumen, que vais dando saltos, y mejorando en calidad y cantidad la biomasa, hasta que llegáis a la producción industrial.
–Eso es.
–Decías que os compraron un fermentador de 20 litros.
–Y nos lanzaron el reto para ver hasta dónde éramos capaces de llegar. Empezamos a generar más clientes, unos doce más o menos, la mitad de la industria agroalimentaria y la mitad del sector químico-farmacéutico. También empezamos a tener clientes fuera de España y a establecer relaciones con el centro de I+D de Danone, que es el centro mundial de I+D.
A medida que Daniel Ramón entra en detalles, la novela científico-empresarial se llena de tramas secundarias. De repente hacen falta más fermentadoras, y más grandes. Se hace imprescindible también un secuenciador de ADN, lo que implica cambiar de instalaciones, contratar personal… Y todo ello sin parar de trabajar, de investigar, de producir. Ahí aparece en la conversación una bacteria que fabrica, a partir de ciertos residuos, un plástico orgánico con las mismas características que los sintéticos, pero capaz de biodegradarse.
–Sobre esta bacteria –dice– ya había desarrollos descritos, de hecho lo que hicimos fue licenciar una patente del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC y ponernos a trabajar sobre ella para dar el salto a la industria. Luego nos metimos en un proyecto de alimentación para la tercera edad. Buscamos el probiótico frente a la celiaquía porque, al contrario de lo que mucha gente piensa, la mayoría de los diagnosticados son gente mayor que era celiaca y no lo sabía. A partir de los sesenta, se va perdiendo parte de esa microbiota de la que hablábamos antes, ese kilo de bacterias que viven en el tracto intestinal. Se pierden selectivamente y suelen ser bacterias con mucha capacidad antiinflamatoria. Y también queríamos trabajar con el Elegans, ese gusano que ahora es uno de los activos más importantes de Biópolis porque fuimos los primeros en ofertarlo como modelo de evaluación. Y fue rompedor. De hecho, acaba de aparecer una segunda compañía en Cambridge, pero no somos más que dos ofertándolo, lo que ha provocado que muchas compañías grandes se hayan interesado por el tema y hayan venido.
Placa multipocillo para ensayos enzimáticos. / VANESSA MONTERO
–¿Qué es lo que hace tan particular a este gusano?
–Tiene 18.700 genes frente a los 23.000 nuestros, así que no estamos tan alejados. Y compartimos el 40% de esos genes. Lo utilizamos para estudiar la obesidad, el envejecimiento, el alzhéimer… Te voy a poner un ejemplo: el cacao guarda una relación con la salud que viene de la época de Moctezuma, lo llamaban el oro de los dioses porque los aztecas pensaban que tenía propiedades saludables. De hecho, tiene muchas y sabemos que están ligadas a un tipo de moléculas que llamamos polifenoles. De cada kilo de polvo de cacao, un 3% son estos polifenoles. Nos preguntamos cuánto costaría hacer con este producto un ensayo de efecto antioxidante en un ratón o una rata. Costaba seis meses y unos 40.000 euros. Era caro. Ahí nació la discusión sobre la búsqueda de modelos más sencillos. Y el gusano era perfecto. Se le puede hacer reproducirse en plaquitas de cultivo, es sencillísimo de manipular, no es patógeno, no requiere ninguna autorización especial… Vive 21 días y pone huevos. Durante los cinco primeros, el huevo eclosiona y el gusanito empieza a crecer hasta alcanzar un milímetro. Ahí es donde le damos a comer o no los polifenoles del cacao. Y lo que vemos es que los que comen este ingrediente están más activos durante su vejez que los que no. Como te decía, seis meses y 40.000 euros con un ratón; con un Elegans tienes los resultados en cinco días y sin apenas coste. En cuanto a los polifenoles del cacao, está claro que son un ingrediente excepcional para las personas de la tercera edad.
–¿Cuánta gente trabaja ahora en Biópolis?
–Cuarenta y nueve, y empezamos tres. Nuestro problema es que tenemos que trabajar con las empresas y las empresas quieren las cosas en tiempo y en dinero. No quieren una publicación, sino que se resuelva el problema. Si el hallazgo es patentable, se patenta y luego a lo mejor lo publican. Es el cambio a una mentalidad totalmente distinta a la de la investigación por la investigación. Por eso decidimos apostar por gente joven y acabar de formarla en la compañía a todos los niveles. Apostamos por recién licenciados o con la tesis acabada o que tuvieran uno o dos posdoctorales, pero que estuviera dispuesta al cambio. La edad media es de treinta y pocos, el 70% mujeres y el 30% hombres, lo que ha dado lugar al nacimiento de 21 niños desde la creación de Biópolis. Y tenemos otros tres en camino.
Marta Tortajada tiene 34 años y es ingeniera química, responsable del departamento de biotecnología microbiana, que consiste en la aplicación de microorganismos a la industria química y farmacéutica.
–Trabajamos –dice– para empresas que quieren un producto. Utilizamos los microorganismos como si fueran pequeñas fábricas. La idea es conseguir una bacteria o una levadura capaz de fabricar el compuesto que busca nuestro cliente.
Nos encontramos en uno de los laboratorios de Biópolis, adonde Tortajada me ha conducido para que vea el plástico biodegradable producido por la bacteria de la que hemos hablado con Daniel. Tomo un trozo de ese plástico en la mano y resulta que tiene un tacto seductor, te lo imaginas perfectamente para la confección de un impermeable tras el que los contornos del cuerpo se perciban como a través de la mampara de una ducha. Luego me enseña la fotografía de una de las bacterias responsables. Y no es que haya fabricado el plástico, es que se ha convertido, casi literalmente, en plástico. El 90% de ella es plástico ya que, sometida a una situación de estrés, lo ha acumulado en su organismo para hacer frente a tiempos de escasez; el 10% restante es ella, su cuerpo, que ha devenido así en un mero excipiente. No habría más que sacudirla un poco para liberar ese bioplástico que se degrada fácilmente en el aire o en el mar, por lo que la gestión de su residuo no supone ningún problema.
Precipitación de ADN en un tubo de ensayo. / VANESSA MONTERO–
¿Es competitivo este plástico?
–Todavía no, aunque estamos cerca. Los derivados del petróleo cuestan uno o dos euros por kilo; estos están rondando los tres o cuatro. Pero en escalado están casi a la par. De momento se está utilizando para productos de un solo uso como el envasado de cubertería.
–¿Y cuál es la materia prima? ¿A partir de qué fabrica la bacteria este plástico?
–La idea es que lo haga a partir de residuos industriales.
–¿Sería un modo de reciclar la basura?
–Claro.
–¿Y de dónde habéis sacado la bacteria?
–Muchas son aisladas de suelos ricos en el sustrato que nos interesa porque ya se han adaptado a él. Imagina, por ejemplo, que queremos utilizar un lactosuero, que es un subproducto de la producción de quesos. Iríamos a la fábrica y la aislaríamos de donde está ese lactosuero.
–En resumen, aisláis una bacteria, creáis una colonia y hacéis que esa colonia se reproduzca a millones en el caldo de cultivo que introducís en los fermentadores…
–Sí, el aspecto es como de un cocido, están en un líquido muy denso, como un puré.
–¿Qué basuras son susceptibles de convertirse en plástico?
–Muchas. Las bacterias, como seres vivos que son, necesitan hidratos de carbono y proteínas, que son los componentes de la fuente de la vida. En la industria de la leche y el queso hay mucha lactosa residual que se puede utilizar. La industria cervecera produce también mucho bagazo rico en azúcar. En las industrias agrarias hay restos de paja, tronco o ramas que contienen celulosa. Todo se puede degradar y con ello obtenemos comida para que crezcan las bacterias.
–Supongamos que una fábrica de quesos ha producido una cantidad equis de residuos que tienen en la basura…
–Y normalmente están pagando para que se los lleven porque no se pueden tirar a la red. Idealmente, igual que las fábricas tienen depuradoras, podrían tener una instalación anexa con un tanque como los que tenemos aquí y la bacteria se alimentaría de ese residuo, que sería el caldo de cultivo.Sntander
–¿Contiene el plástico en el interior de su cuerpo porque al metabolizar el residuo lo ha convertido en plástico?
–Eso es.
Marta abre una de las neveras del laboratorio y saca un bote de residuos. El aspecto es el de una basura cualquiera del cubo de restos orgánicos de una casa cualquiera. Pero no huele mal porque está fría.
–Esta es la materia prima tal cual –dice–, este es alimento de las bacterias. La acondicionaríamos un poco y quedaría con un aspecto similar, pero algo más denso.
–Y sobre él soltaríais una colonia de bacterias. ¿Cómo les provocáis el estrés para que produzcan más?
–Haciendo que les falte algo en el medio de cultivo. Por ejemplo, pueden tener mucha comida, pero que les falte un poco de oxígeno o nitrógeno. Ante esa escasez se disparan mecanismos para acumular comida. Esa comida es el plástico que ellas mismas han producido.
Lo que acabamos de ver es un ejemplo del trabajo del departamento de Marta para la industria química. También trabajan para la farmacéutica, en la búsqueda de principios activos que curen una u otra enfermedad.
–Pero no te puedo dar ejemplos concretos –dice–, porque tenemos premisas muy estrictas de confidencialidad. Muy rara vez nos dejan hablar del producto final, casi nunca del proceso y muchas veces ni siquiera dar el nombre de la empresa.
Me asomé al microscopio y lo vi: allí estaba el gusano del que tanto y tan bien había oído hablar. Ahí estábamos los dos, él con sus 18.700 genes, y yo con mis 23.000, no tan alejados el uno del otro, en efecto, sobre todo si teníamos en cuenta que compartíamos casi la mitad. Pensé que Dios jugaba a los dados con los genes: los metía en un cubilete, los agitaba y salía un Elegans. Volvía a meterlos y a agitarlos y salía un tipo como yo. El Elegans, mi semejante, mi hermano, se deslizaba sobre la superficie plana de una porción de gelatina, de nombre agar, en la que estaban contenidos todos los nutrientes que necesitaba para completar su ciclo, y quizá el mío. La gelatina se encontraba a su vez en una de las llamadas plaquitas de cultivo, que son unos recipientes redondos, de plástico, con las paredes muy bajas. A la luz del microscopio, el agar había adquirido un color dorado, de modo que daba la impresión de que el nematodo, que así es como se dice formalmente gusano, se deslizaba sobre un medallón de oro blando sobre el que iba dejando la huella de su cuerpo. Y no es gratuito que lo llamen Elegans, pues sus movimientos son de una distinción notable. No sé cuántos había en la plaquita de cultivo a la que yo me había asomado, no muchos, quizá veinte o treinta, cada uno alejado de los otros, porque no son gregarios, y cada uno dedicado a la escritura de un texto, pues sus ondulaciones dibujaban sobre la gelatina de oro las palabras de un alfabeto muy parecido al nuestro, aunque con un número exagerado de vocales. Tales surcos resultan muy útiles para estudiar su grado de movilidad, que disminuye a medida que envejece. Una curiosidad triste, por cierto, o alegre, no lo sé: al envejecer, se agrupan...
"No se escribe para ser escritor, ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido esas habilidades básicas". J. J. Millás.
"Nada curo llorando y nada empeoraré si gozo de la alegría" (Arquílaco).
Tome color. El año pasado, los investigadores alemanes hallaron que sólo echando un vistazo a los tonos de verde pueden impulsar la creatividad y la motivación. No es difícil adivinar por qué: asociamos colores verdes con vegetación, alimentos - tonos que prometen alimento. Esto podría explicar en parte por qué las vistas de paisajes desde la ventana, en programas de investigación, puede acelerar la recuperación del paciente en los hospitales, ayuda al aprendizaje en las aulas y estimula la productividad en el lugar de trabajo.
Esta lluvia amiga... A la tierra la volvió jardín, dicen que el campo se cubrió de verde, el color más bello, el color de la esperanza. Y la isla de mi corazón en pocos días es tempestad que ya viró a bonanza. (De la canción Regreso, de Cesarea Evora).
Joan Manuel Serrat. Aquellas pequeñas cosas,...Uno se cree/que las mató /el tiempo y la ausencia. /Pero su tren/ vendió boleto/ de ida y vuelta./ Son aquellas pequeñas cosas,/que nos dejó un tiempo de rosas/en un rincón,/en un papel/ o en un cajón./Como un ladrón/te acechan detrás/de la puerta./Te tienen tan/a su merced/como hojas muertas/que el viento arrastra/ allá o aquí,/que te sonríen tristes y...
Violeta Parra.
Gracias a la vida (Thanks to the life)
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco, ...
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro al fruto del cerebro humano
Cuando miro al bueno tan lejos del malo
cuando miro al fondo de tus ojos claros.
...
Volver a los 17.
Volver a los diecisiete después de vivir un siglo ...
"Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica". Albert Einstein (1879-1955)
Libros
50 Cosas que hay que saber sobre Física, 2009. Joanne Baker
50 Cosas que hay que saber sobre Matemáticas, 2009. Tony Crilly
50 cosas que hay que saber sobre psicología, 2008 Adrian Furnham
A Física en Banda Desenhada. 2005. Larry Gonick e Art Huffman
Al servicio del Reich. La física en tiempos de Hitler. Philip Ball. 2014
Ángel González
Antología, Federico García Lorca
As Pequenas Memórias, José Saramago
Belén Gopegui, El lado frío de la almohada
Blas de Otero
Campos de Castilla, Antonio Machado
Canto General, Pablo Neruda
Cantos Iberos, Gabriel Celaya
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez
De Arquímedes a Einstein. 2007. Manuel Lozano Leyva
Einstein et la relativité, Jean Eisenstaedt
El enigma cuántico. Encuentros entre la física y la conciencis. B. Rosenblum y F. Kuttner. Tusquets, 2010.
El factor humano, John Carlin
El libro de las matemáticas. 250 hitos de la historia de las matemáticas, 2011. Clifford A. Pickover. Ilus Books.
El olvido de la razón, Juan José Sebreli
El PCE y el PSOE en (la) transición, Juan A. Andrade Blanco, 2012. Siglo XXI.
El Prisma y el péndulo, Robert Crease
El Quijote, Miguel de Cervantes
El romancero gitano, Federico G.Lorca
Emma. 2001. Howard Zinn.
Eric J. Hobsbawm, Política para una izquierda racional
Eternidades, Juan Ramón Jiménez
Evaluación de la lengua escrita y dependencia de lo literal. 2009. Maite Ruíz Flores
Feynman, Richard P. El carácter de la ley Física
Geometría para turistas. 2009. Claudi Alsina
Giles Macdonogh. Después del Reich. Crimen y castigo en la posguerra alemana. 2011. Galaxia Gutenberg
Hacemos ciencia en la escuela. 2009. Grao
Imperialismo Humanitario. 2008. Jean Bricmont
Imposturas intelectuales, A. Sokal y J. Bricmont
José Hierro
Kosovo. La coartada humanitaria. Isaac Rosa y otros
L`Etat démantelé. 2010. L. Bonelli et W. Pelletier. La Découverte.
La Alemania nazi, Enzo Collotti
La CIA y la guerra fría cultural. Frances Stonor Saunders. Edt. Debate. 2001
La cocina de Menorca, Josep Borrás
La disciplina en la conciencia: Las Brigadas Internacionales, Mirta Núñez
La educación Lenta, 2009. Joan Domenech Francesch
La poesía española de 1935 a 1975. II de la poesía existencial a la poesía social 1944-50
La resistencia Alemana contra Hitler 1933-1945. 2005. Barbara Koehn
Las Ciencias en la escuela, M. Catalá, R. Cubero y otros
Las leyes del caos. Ilya Prigogine. Critica. Drakontos bolsillo, 2008
LEONARDO DA VINCI Walter Isaacson. 2018
Los caminos cuánticos. Feynman. J. Navarro Faus. Nivola, 2007
Los versos del capitán, Pablo Neruda
Marinero en Tierra, Rafael Alberti
Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura. 2009. Alan Sokal
Momentos estelares de la ciencia, 2008. Isaac Asimov
Odas y Sonetos, John Keats (ed. bilingüe)
Odifreddi, Piergiorgio. 2007. Juegos Matemáticos Ocultos en la Literatura. Octaedro.
Pablo Neruda. Antología General, 2010. Real Academia Española
Paroles, Jacques Prévert
Poesía, Miguel Hernández
Poeta en Nueva York, Federico G. Lorca
Qué significa todo eso. Reflexiones de un científico ciudadano. Richard P. Feynman. Crítica. Drakontos, 2010
Science 101 Physics. 2007. Barry Parker.
Sed sabios, convertíos en profetas, G. Charpak y R. Omnès
Seis piezas fáciles, 2008. Richard P. Feynman
Soberanos e intervenidos, Joan E. Garcés. Siglo XXI Editores, 2000. (original del 96)
Sobre la guerra. La paz como imperativo moral, 2008. Howarrd Zinn
Walter Benjamin. 2010. Revista Anthropos
Weinberg Steven, 2010. El sueño de una teoría final. Drakontos