viernes, 6 de diciembre de 2013

Nelson Mandela ha fallecido a la edad de 95 años. Descanse en paz.

Invictus. Este Poema, según Mandela, le ayudó en su duro cautiverio de 27 años.

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.

En las feroces garras de las circunstancias
Ni he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

Texto original inglés
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.


"Invictus" es un poema breve del poeta inglés William Ernest Henley (1849–1903). Escrito en 1875, fue publicado por primera vez en 1888 en el "Libro de Poemas" del mismo.
Invictus también es una película de 2009 dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, basada en el libro "El Factor Humano" de John Carlin. Trata sobre Nelson Mandela y su uso de la Copa de Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. El título tiene su origen en el hecho histórico que Mandela tuvo el poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento. En la película, Mandela le escribe el poema al capitán de la selección surafricana, Francois Pienaar antes del comienzo del campeonato, si bien en la realidad Mandela le dio un extracto de un discurso de Theodore Roosevelt, "The Man in the Arena".

"The Man in the Arena" es el título del discurso que Theodore Roosevelt dio en La Sorbona en París, Francia, el 23 de abril de 1910. Posteriormente fue reimpreso en su libro Citizenship in a Republic.
El fragmento más notable y famoso del discurso es este:

No es el crítico quien cuenta; ni aquellos que señalan como el hombre fuerte se tambalea, o en qué ocasiones el autor de los hechos podría haberlo hecho mejor. El reconocimiento pertenece realmente al hombre que está en la arena, con el rostro desfigurado por el polvo, sudor y sangre; al que se esfuerza valientemente, yerra y da un traspié tras otro pues no hay esfuerzo sin error o fallo; a aquel que realmente se empeña en lograr su cometido; quien conoce grandes entusiasmos, grandes devociones; quien se consagra a una causa digna; quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso; y que en el peor de los casos, si fracasa, al menos caerá con la frente bien en alto, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías (tibias) y tímidas que no conocen ni la victoria ni el fracaso.

Nelson Mandela dio una copia de este discurso a Francois Pienaar, capitán del equipo de rugby de Sudáfrica, antes del inicio de la Copa de Mundo de Rugby de 1995, aunque en la película Invictus que narra ese hecho, Mandela entrega una copia del poema Invictus de William Ernest Henley.

Referencia del original: http://www.theodore-roosevelt.com/trsorbonnespeech.html

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Invictus_(poema)

Página sobre Mandela, http://archives.nelsonmandela.org/home
más aquí,

En el NYT





(foto de Mandela tomada de internet mediante Google)

jueves, 5 de diciembre de 2013

Qué hacer cuando se está equivocado

Por: Paul Krugman | 04 de diciembre de 2013

Como el experto Barry Ritholz nos recordaba recientemente en una entrada de su blog en Internet, acabamos de pasar el tercer aniversario de la publicación de la carta sobre devaluación e inflación en la que los gurús de la economía advertían a la Reserva Federal de que las políticas de relajación cuantitativa tendrían consecuencias nefastas. Estaban completamente equivocados.

Rebajas
Al releer ahora la carta hay que preguntarse qué clase de modelo económico tenía en mente el grupo. Los autores afirmaban que “las proyectadas compras de activos comportan un riesgo de depreciación de la moneda y de inflación, y no creemos que logren el objetivo de la Reserva Federal de promover el empleo”. Por tanto, serían inflacionistas sin ser expansionistas. ¿Cómo se supone que funciona esto? En su exposición, Ritholz esgrimía el error de estas personas como una razón para no escucharlas, y, desde luego, es una señal de alarma. Sin embargo, mi posición es que no solo se trata de averiguar si la gente se ha equivocado, sino también preguntarse cómo ha reaccionado cuando los acontecimientos no han seguido el rumbo que ellos habían predicho.
Después de todo, si escribes sobre temas de actualidad y nunca te equivocas es que no te estás arriesgando bastante. Pasan cosas, y a veces no son las cosas que pensabas que pasarían.
¿Qué hacer entonces? ¿Pretender que nunca dijiste lo que dijiste? ¿Arremeter contra tus detractores y hacerte la víctima? ¿O intentar descubrir en qué te equivocaste y por qué, y revisar tus ideas en consecuencia?

A lo largo de los años me he equivocado muchas veces, en general sobre cuestiones menores, pero a veces sobre otras importantes. Antes de 1998 no creía que la trampa de la liquidez fuese un problema serio. El ejemplo de Japón hizo pensar que me equivocaba, y al final llegué a la conclusión de que de hecho era un grave problema. En 2003 pensaba que Estados Unidos era posiblemente vulnerable a una pérdida de confianza al estilo de la crisis asiática. Cuando nada de eso ocurrió, me replanteé mis modelos, me di cuenta de que el endeudamiento en moneda extranjera era crucial y cambié mi punto de vista.
El caso del euro fue algo diferente: yo era muy pesimista sobre la estrategia de austeridad y de devaluación interna, que creía que tendría un coste terrible. Y tenía toda la razón. También supuse que se demostraría que ese coste era políticamente insostenible, y que conduciría a una crisis del propio euro. Al menos hasta ahora, me he equivocado. Mi modelo económico funcionaba bien, pero mi modelo político implícito, no. De acuerdo, así son las cosas.

¿Alguno de los firmantes de la carta de 2010 ha admitido haberse equivocado y explicado por qué se equivocaron? Me refiero a “alguno” de ellos. Que yo sepa, no...
Original publicado en The New York Times y tomado de blog de El País.
Más aquí http://economia.elpais.com/economia/2013/04/05/actualidad/1365173385_909052.html
Y aquí: http://economia.elpais.com/economia/2013/11/15/actualidad/1384534757_793738.html

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Cómo sobreponerse a los golpes de la vida

Las personas resilientes ven los problemas como misterios a los que hay que dar salida.
Abandone el victimismo, le dejará fuera de juego.


Cada vez que en alguna presentación de equipos pongo el vídeo de Rocky, cuando habla con su hijo y le dice durante el discurso: “Hay que soportar sin dejar de avanzar; si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que quieres. Pero tendrás que soportar los golpes de la vida”, me emociono.

Frente a los problemas, más o menos graves, parecidas circunstancias socioeconómicas, familiares y laborales, hay personas que se hunden y que contemplan la vida como un lugar en el que ya no hay capacidad de reacción, o personas que piensan que la vida vale la pena, que ahí fuera quedan oportunidades para todos, y que a mal tiempo, buena cara.

La resiliencia se define como la capacidad de soportar los golpes y los avatares de la vida y sobreponerse a las circunstancias. La persona resiliente sufre, siente y padece, pero no se recrea en estas emociones, no se recrea en el dolor. Sino que lo interpreta como parte del proceso, o del bache. El dolor y las circunstancias difíciles forman parte de la vida, son parte del juego.

¿Alguna vez se ha preguntado si tiene resiliencia? ¿Es capaz de olvidar el pasado, sobreponerse y mirar hacia delante?

Imagine la existencia como un juego; un juego en el que parte de las reglas las escribe usted, pero otra parte vienen determinadas. La definición que haga de cada piedra determina la forma como se enfrenta o huye de ella. Si vemos la vida como ese lugar en el que tiene que aprender a vencer obstáculos, luchar como un guerrero fuerte contra los dragones, un tablero con pruebas de lógica y estrategia en las que debe pensar para resolver las situaciones, seguro que será más atractivo que si define las piedras como mala suerte, desgracias, o como algo dado en lo que no puede intervenir. Esta visión le hace ser víctima y no protagonista.

La vida es un juego en el que tienes que ganar;
entendido este concepto como la capacidad de ir solventando obstáculos, aprendiendo de los errores y de sus victorias, siendo feliz y disfrutando de los detalles. Y también significa no dejar que el pasado le condicione, de tal forma que siempre pueda estar en la casilla de salida. Siempre hay oportunidades, pero se deben tener los ojos bien abiertos para poder verlas. Su atención es como un faro que alumbra en la oscuridad. Deje de enfocar a lo que no funciona, esto no le va a ayudar a avanzar.

¿Por qué hay personas con resiliencia y otras no? ¿Podemos entrenarnos para convertirnos en alguien resiliente, o tiene que aceptar su victimismo y derrotismo como modo de vida? Es importante tener presente:

Aceptar la parte injusta de la vida.
Todos vivimos alguna vez una situación que no nos merecemos. ¿Qué hacer? La decisión inteligente es centrar la atención en cómo puede actuar para sumar. Refunfuñar, quejarse sin sentido, dedicarse a hurgar en la herida no le devolverá la justicia. Abandone el victimismo, le hace débil y le deja fuera de juego.

Valorar sus recursos y capacidades.
Se percibirá como alguien valioso si le da valor a lo que funciona, si en su memoria están más presentes los éxitos que los fracasos. Tener un autoconcepto positivo da confianza y autoestima. Es importante fomentar esto en los niños, para que sean adultos resilientes. Reconozca y potencie sus fortalezas.

Cómo observa su potencial.
A pesar de que el juego de la vida le haya ganado una partida, quedan muchas por delante. Debe contemplarse como alguien con capacidad para volver a superarse. ¿Por qué? Porque tiene capacidad de aprendizaje. Los fracasos nos dicen cómo no hacer algo, pero no dicen que no sea capaz de volver a intentarlo. Analice el error para aprender de él. Y luego haga borrón y cuenta nueva. Es el momento de empezar otra vez.

Solución de problemas.
Las personas resilientes ven los problemas como misterios a los que hay que dar salida. No son problemas que bloquean sus vidas. Son enigmas, juegos y pruebas. Imagine que es otra persona, con una manera distinta de observar el mundo… más positiva, más atrevida, más creativa. Intente buscar propuestas desde ese punto de vista.

Diga adiós al victimismo.
Las personas resilientes no se lamentan de su pasado, ni del que ellos provocaron, ni del que fueron víctimas. Su pasado les sirve para analizar y tomar decisiones, pero no para sufrir. Su atención está puesta en hoy, en qué puedo hacer ahora para ser más fuerte, más feliz y para alcanzar mi objetivo. Se trata de evitar que la vida decida por usted. Deje de mirar por el retrovisor.

Implicarse con responsabilidad.
A principio de los años setenta, Kobasa y Maddi definieron la personalidad resistente. Y una de sus virtudes era la responsabilidad con lo que depende de uno mismo. Busque atribuir sus éxitos y sus fracasos a variables internas suyas. Así sabrá qué tiene que repetir la próxima vez que se enfrente a un reto y qué tiene que cambiar para mejorar ante futuros problemas.

Comprométase.
El compromiso es una de las características de los resilientes. Depende de su escala de valores, del respeto que tenga a su palabra. Pero también está vinculado a su implicación, a cómo se involucra en sus obligaciones y en sus placeres. Tener compromiso significa decir que va a hacer algo y hacerlo; tener palabra con uno mismo y con los demás. Si tiene dudas de no ser capaz de llevar a cabo lo que está diciendo, es mejor pecar de prudente que de bocazas.

Ponga un ritmo diferente en su vida.
Si se dedica a pasar por la vida a toda velocidad, no será consciente de qué le está pasando, de qué puede disfrutar ni de vivir en el presente. Querrá todo el rato buscar la felicidad en el futuro, llegar a ese lugar en el que cree que será feliz. Pero la felicidad está aquí, hoy, con usted y con todo su entorno. Tiene que aprender a relacionarse de forma diferente, de manera que le favorezca, que sea capaz de contemplar y degustar lo que ve, oye, siente, huele y toca. El presente es el lugar en el que tiene margen de maniobra, no lo desprecie ni lo ningunee.

Observe la vida de forma positiva.
Confíe en que la vida le deparará momentos felices e involúcrese para conseguirlo. Puede dirigir su cerebro, su mente, sus pensamientos, y orientarlo como un radar para buscar los aspectos positivos. Su manera de pensar determina en gran parte cómo se siente y las cosas que hace.

Buscadores de tesoros.
La vida es un continuo desafío, un lugar en el que aparecen oportunidades. Si se aferra a la idea de que hay un tren y que si no se sube al vagón preferente perderá la oportunidad, se está condicionando. La vida está llena de trenes, de todos los tipos y de todas las clases; si no pasa hoy, será mañana. En alguno tiene que subirse, pero no hay solo uno que si se le pasa, pierda la oportunidad. La vida ha dejado de tener ese carácter de “para toda la vida”. Ahora se acepta el cambio, tanto en la vida personal como en la profesional.
...
Enfrentarse en lugar de huir.
Los resilientes postergan menos. ¿A qué le conduce postergar? A nada positivo. Solo a que retrase la obligación, se sienta mal consigo mismo y le aumente el nivel de pereza y ansiedad para resolver lo que tiene pendiente. Los obstáculos se analizan, se solucionan, se saltan, pero no se evitan. Evitar no es la solución, ....

Recuerde: la vida no le deja en el camino si usted no se lo permite.

Para conectarnos

Frase: “La totalidad está presente incluso en las piezas rotas” (Aldous Huxley)

Película: ‘Patch Adams’, comedia-drama protagonizada por Robin Williams y dirigida por Tom Shadyac. Basada en una historia real

Stephen Crane: “El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino”

Viktor Frankl: “El hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no ha caído”
Fuente: El País

martes, 3 de diciembre de 2013

España mejora ligeramente en PISA pero sigue por debajo de la media de la OCDE

Los alumnos obtienen 484 puntos en matemáticas, lo que les deja en el puesto 33 de 65 países

El informe PISA 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que mide cómo manejan los chicos de 15 años de 65 países y regiones (se incluyen, por ejemplo, Shanghái y Hong Kong por separado) sus conocimientos en matemáticas, lectura y ciencias, vuelve a dejar a España por debajo de la media de los países desarrollados. Los alumnos españoles han tenido en matemáticas (destreza en la que se centra esta vez el examen) de media 484 puntos (en 2009, fueron 483), frente a los 494 de la media de la OCDE y a los 489 de la UE. Esto le coloca en el puesto 33 de los países participantes. Entre todos ellos, destacan los alumnos asiáticos y, por encima de los demás, Shanghái, con 613 puntos. Le siguen Singapur (573), Hong Kong (561), Taipéi (560) y Corea del Sur (554). Finlandia, el paradigma en las últimas ediciones de la excelencia educativa, ha caído hasta el puesto número 12, con 519 puntos.

Esta vez, el más famoso de los informes internacionales, constantemente utilizado como imagen de la mala situación de la educación en España, apunta algunas señales de mejora. En lectura, obtiene 488 (en 2009 fue 481) frente a una media OCDE de 496. Y en ciencias 496 (en 2009 fue 488) mientras la media OCDE es 501.

Pero, volviendo al área principal de la evaluación de 2012, las matemáticas, la evolución refleja muy poca variación con respecto a la media en 2003, cuando esta prueba internacional que se celebra cada tres años también se centró en esa competencia, España tuvo entonces 485, mientras que la media de la OCDE fue de 500. "PISA define competencia matemática como la capacidad de los individuos para formular, emplear e interpretar las matemáticas en diferentes contextos. O, en otras palabras, pretende describir las capacidades de los individuos para razonar matemáticamente y utilizar conceptos, procedimientos, datos y herramientas matemáticas para explicar y predecir fenómenos", explica el blog del Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación.

Por comunidades, de las 14 que aumentado la muestra de examinados para tener datos propios (Canarias, Castilla-La Mancha y Comunidad Valencia han preferido no hacerlo), la mitad están por debajo de la media de la OCDE en matemáticas: Cataluña (493), Cantabria (491), Galicia (489), Baleares (475), Andalucía (472), Murcia (462) y Extremadura (461). La otra mitad, claro, por encima: Aragón (496), Asturias (500), La Rioja (503), Madrid (504), País Vasco (505), Castilla y León (509) y, prácticamente al nivel de Finlandia y Canadá, Navarra (517).

Entre los especialistas y los políticos suele haber dos lecturas muy distintas de este informe: los que aseguran que los resultados españoles en PISA son un desastre o, por lo menos, que muestran un sistema instalado en la mediocridad e incapaz de mejorar, y los que aseguran que, teniendo en cuenta que los resultados estadísticos tienen una desviación típica de 100 puntos sobre una media de 500, el país está dentro de la gran masa de países, quizá claramente por debajo de países como Finlandia o Corea del Sur, pero muy cerca de Francia o Estados Unidos... Fuente El País.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Entrevista a Andrea Baranés, presidente de la Fundación Cultural Responsabilidad Ética “La banca ética demuestra que se puede trabajar sin especulación”

Soraya González Guerrero
Diagonal

Andrea Baranés es presidente de Fundación Cultural Responsabilidad Ética, representante de la banca ética italiana y aliada de Fiare

Banca Popolare Etica es una cooperativa de crédito que opera en Italia ofreciendo los servicios de un banco convencional, con la salvedad de que no busca el lucro, funciona de forma democrática y colaborativa, y se ha construido desde los movimientos sociales. En el territorio español es agente exclusivo de Fiare (Fundación para lnversión y el Ahorro Responsable), con quien está en un proceso de fusión. La Fundación Cultural Responsabilidad Ética, que preside Andrea Baranés, fue promovida por Banca Popolare, se creó hace diez años para desarrollar campañas contra los excesos de las finanzas especulativas.

Banca Popolare tiene más de 30.000 socios en toda Italia. ¿Cómo participan? Hay unas 70 asambleas locales de socios que eligen a sus representantes. En la banca ética, para dar cada préstamo se hace una investigación donde, además de lo económico, se evalúa si la entidad respeta los principios sociales, los derechos humanos y medioambientales. Esta investigación la hacen directamente los socios en cada territorio. En banca ética cuentan las personas, no el dinero. Son los socios los que hacen la publicidad de la banca, los que se organizan en su territorio para hablar... La mayoría de los trabajadores son también socios. Esa participación es la que garantiza que se mantenga el espíritu inicial de compromisos políticos.

Para acceder a los préstamos hay que tener un plan de sostenibilidad económica. ¿Esto no deja fuera a muchos proyectos sociales? Claro, pero esa investigación social y ambiental que hacen los socios es para ver, más que nada, que tienes una red, una confianza. Es increíble, pero los bancos en Italia tienen un índice de morosidad del 7% (siete de cada cien euros prestados no se devuelven). Y en banca ética, que da prestamos a proyectos que convencionalmente se consideran más arriesgados, el índice de morosidad es del 1,4%.

Aquí, COOP57 se encuentra con que no hay tanta gente que pide préstamos como la que pone ahorros. Hace algunos años teníamos el mismo problema. Ahora, con la crisis, no. Hay muchas cooperativas sociales que piden dinero y estamos en equilibrio. El problema que podríamos tener es que el capital social no se aumente al mismo ritmo de los préstamos. Muchos bancos italianos sobreviven sólo porque tomaron el dinero del BCE y compraron bonos del Estado, que dan el 6%. Así es fácil hacer el balance. En banca ética tenemos cien millones de euros de ahorro y otros cien de préstamos, llegamos a un balance perfectamente sólido sin recurrir a la especulación.

Fiare y BPE están en proceso de fusión. Pretendéis ampliar la oferta de servicios bancarios en el territorio español, ¿será posible?
Estamos en proceso de fusión desde 2004. Banca Ética ha sido requerida para apoyar el nacimiento de nuevos bancos éticos en el ámbito europeo. En España, nuestro instituto ha firmado un contrato de agencia con Fiare y en los próximos años proveerá la consultoría y la formación necesaria para la creación de un instituto de crédito al servicio de las organizaciones del tercer sector del País Vasco. El proyecto se desarrolla de forma muy similar a Italia: teníamos una cooperativa de banca ética para cooperativas y asociaciones a las que no les gustaba la banca tradicional que quisieron hacer un banco diferente, transparente, participado. La idea básica es hacerlo desde abajo. Y hacerlo entre Italia y España es fundamental para demostrar que la banca ética se puede hacer a nivel europeo y que, si no quiero que mi dinero vaya a la energía nuclear o a las armas, tengo una alternativa.

¿El reto no es tanto, o no sólo, crear unas finanzas éticas alternativas como transformar las finanzas? Se puede trabajar directamente en la práctica y al mismo tiempo exigir transparencia. La utopía para algunos es que dentro de 30, 50 años no se hable de banca ética porque todos los bancos serán así. De momento demostramos que se puede trabajar sin especulación, con transparencia, sin paraísos fiscales, sin guerras financieras. Y que, además, se trabaja mejor que en los otros bancos.

Además, la banca ética no ha tenido que ser rescatada...
El Banco Central Europeo dio billones de euros al 1% de interés a los bancos europeos. Los bancos italianos tomaron más de 200 millones. Y hoy en Italia, como en España, tenemos una economía en plena recesión. En cambio, en banca ética tenemos 800 millones de euros de ahorro y 800 millones de préstamos. Ponemos en contacto a ahorradores con proyectos sociales que necesitan préstamos. La finanzas éticas son las únicas que ahora hacen lo que las finanzas deberían hacer, mientras que el 99% de la banca de Wall Street es sólo dinero que sigue a otro dinero.

¿Podría la banca ética conectar su ahorro con las necesidades de financiación de servicios públicos, aunque fuese a nivel municipal?
Es muy difícil, sobre todo por la dimensión. Hace dos años hubo una increíble victoria en un referéndum contra la privatización del agua. Se decidió que el agua debía ser pública y participada, con una gestión completamente diferente, y algunos ayuntamientos acudieron a la banca ética a ver si les podía ayudar. Pero la banca ética es muy pequeña y ya tenemos problemas para financiar todos los préstamos de comercio de agricultura ecológica. Podría darse algún caso particular donde la banca ética pudiese intervenir en un servicio particular. Pero no nos olvidemos de que se trata de una banca privada, y no debe ser un banco privado, sea ético o no, el que asegure los servicios públicos.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/20590-la-banca-etica-demuestra-se-puede-trabajar-sin-especulacion.html

domingo, 1 de diciembre de 2013

El hombre que vivió 12 años entre lobos


La primera vez que Marcos Rodríguez Pantoja se sentó frente a un plato de sopa no supo qué hacer. Lo miró detenidamente, ahuecó la palma de su mano y la introdujo en él. El contacto con el líquido hirviendo le hizo pegar un salto y el plato acabó hecho trizas en el suelo.

Corría el año 1965 y él tenía 19 años, pero hacía más de una década que no se sentaba frente a un ser humano que le ofrecía algo para comer.

Venía de pasar 12 años solo en medio de la sierra, con lobos, cabras, serpientes y otros animales como única compañía.

"Los animales eran mi familia, mis amigos, todo" Cuando era pequeño –"yo tendría unos 6 o 7 años", recuerda- su padre, que se había vuelto a casar, lo vendió a un cabrero que se lo llevó a Sierra Morena, un lugar agreste y de difícil acceso en el sur de España, para ayudar a un viejo pastor a cuidar su rebaño.

Al poco tiempo el pastor murió y Marcos se quedó solo. Más asustado de la gente -después de años de maltratos y palizas que le propinaba su madrastra- que de la soledad del monte, Marcos nunca intentó regresar, hasta que lo encontró la Guardia Civil en el 65 y se lo llevó por la fuerza a Fuencaliente, un pequeño pueblo a los pies de Sierra Morena.

Aunque ya han pasado casi 50 años, Marcos todavía recuerda vívidamente su paso por la sierra y el impacto que le produjo el regreso.

En el monte
"Al principio yo lo pasé muy mal. No sabía qué comer, le tenía miedo a los animales y al viejo. Pero después nos hicimos amigos y con los bichos también. Y así fue como empecé a sentirme muy bien. ¡Me sentía estupendamente!, le dice Marcos a BBC Mundo.

"Para mí aquello era la gloria porque ya no me pegaban palizas", añade.

Lo poco que le enseñó el pastor antes de morir fue suficiente para que no pasase hambre. Aprendió a cazar conejos y perdices con trampas hechas de palillos y hojas, y a despellejar a los animales para aprovechar su carne y su piel.

"Para comer me guiaba por los bichos. Lo que comían ellos lo comía yo", cuenta. "Los jabalíes comían unas patatas que estaban enterradas. Las encuentran porque las huelen. Cuando iban a desenterrarlas yo les tiraba una piedra, ellos se escapaban y entonces yo me robaba las patatas".

Librado a su suerte, Marcos estableció un vínculo especial con los animales.

"Un día me metí en una lobera a jugar con unos cachorritos que vivían allí y me quedé dormido. Cuando desperté, la loba estaba cortando carne de ciervo para los cachorros. Yo traté de quitarle un pedazo, porque también tenía hambre y me pegó un zarpazo", dice imitando el gesto de la loba.

"Cuando terminó de alimentar a sus cachorros, me miró y me tiró un trozo de carne. No quería tocarlo porque pensé que me iría a atacar, pero me lo fue acercando con el hocico. Lo cogí, lo comí y ella se me acercó. Pensé que me iba a morder, pero sacó la lengua y me empezó a lamer. Después de eso, ya era uno más de la familia. Íbamos a todos lados juntos", recuerda.

Marcos cuenta además que tenía una serpiente como compañera. "Vivía conmigo en la cueva de una mina abandonada. La crié de pequeñita. Le había puesto unas ramitas para hacerle un nido y le daba leche de las cabras. Me seguía a todos lados y me protegía", asegura Marcos.

¿Pero nunca te sentías solo?, le pregunto.
"Nooooo", dice enfático. "Me sentía un hombre feliz porque tenía todo lo que quería, yo no conocía otra cosa. Yo me sentía solo cuando no sentía a los bichos, porque por la noche siempre hay un bicho que canta”, me cuenta y, acto seguido, se pone a imitar el sonido del ciervo, el zorro, el búho y otros animales que le hacían compañía.

Cuando contestaban, "yo me iba a dormir tranquilo porque sabía que no me habían dejado solo".

Así, los sonidos y los gruñidos fueron ganándole espacio a las palabras hasta que dejó de hablar.
Seguir leyendo aquí en la BBC

sábado, 30 de noviembre de 2013

Coma con el cerebro. Michael Pollan, el experto de referencia de los Obama, tiene motivos para convercerle de que lo único que se necesita para tener contento al estómago es usar la cabeza

Poca gente ha hecho más por la comida que el académico y escritor estadounidense Michael Pollan. El autor de Food rules parte del sentido común y propone que para comer bien solo se necesitan un par de dedos de frente.

Estos son los consejos de este superventas cuyo nuevo libro está a punto de ser editado en España.

1. No coma nada que no se pudra
La comida de verdad o está viva o lleva poco tiempo muerta. En todo caso, el margen que la separa de ser basura es pequeño. Todo lo que no cumpla este requisito es porque ha sido procesado hasta la inmortalidad con tantos agentes químicos que no atrae ni hongos ni bacterias.

2. Compre en las paredes de los supermercados, no en los pasillos
La comida fresca –los productos agrícolas, carne, pescado, lácteos– se pone en las paredes porque así es más fácil reponerla. Y la procesada acaba en los pasillos. Cuanto más se aleje de ellos, mejor.

3. Evite las cosas que su abuela no entendería como comida
¿Celulosa? ¿Diglicéridos etoxilados? ¿Quién le ha dicho que esas cosas se pueden meter en la boca? Si no reconoce un ingrediente es probable que se trate de un componente químico. No hay pruebas de que estos sean un peligro para la salud, pero piénselo: la raza humana no lleva mucho tiempo comiéndolos. No se la juegue.

4. Coma solo animales que hayan comido bien
La evolución ha diseñado fantásticos rumiantes, capaces de convertir hierba en grasas saludables (mucho omega tres y poco omega seis). La industria alimentaria los ha cogido y los ha cebado de pienso energético para que crezcan más y peor.

5. Cuanto más blanco sea el pan, más joven morirá usted
Ingerida tal cual, la harina es como un chupito de glucosa: no tiene las virtudes de otros granos (fibra, vitamina B y grasas saludables) y arrasa el organismo. Es como el tabaco: cuanto antes la deje, más vivirá.

6. Coma plantas, sobre todo si tienen hojas
Hay cientos de miles de estudios que prueban que una dieta rica en fruta y verdura reduce las posibilidades de morir de alguna enfermedad occidental como el cáncer. En los países en los que se come medio kilo diario de fruta y verdura (suele coincidir que son los que más obedecen las tradiciones: no es mala idea pensar en la comida como un japonés), las tasas de cáncer son la mitad que en un país como Estados Unidos. Usted mismo.

7. No compre comida que se llame igual en todo el mundo
Hay traducción al francés para canónigos, pero no para Big Mac ni Pringles. ¿Coincidencia?
Fuente: El País, Icon

Miles de personas marchan en Madrid contra la ‘ley Wert’

La Plataforma Estatal por la Escuela Pública recorre el centro de la ciudad tras la aprobación de la LOMCE en el Congreso

Miles de personas han salido hoy a las calles de Madrid para oponerse, una vez más, a los recortes y a la llamada ley Wert de reforma educativa. Organizada por la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, la marcha ha comenzado a las 12.00 en la Plaza de España y ha subido por la Gran Vía hasta la calle de Alcalá, ante la sede del Ministerio de Educación. La manifestación pretende mostrar su rechazo a la política educativa del Gobierno, que ha facilitado un recorte en los presupuestos escolares de más de 6.400 millones de euros desde 2010, y a la reforma educativa, la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), más conocida como ley Wert, aprobada el jueves en el Congreso con el único apoyo parlamentario del PP; votó en contra el resto de partidos excepto UPN, que se abstuvo.

La marcha, a la que han acudido personas desde todas las comunidades autónomas, no es el final de las movilizaciones a pesar de que la ley ya está aprobada, según han destacado los organizadores de la protesta, entre otros, el responsable de la federación de asociaciones de padres CEAPA, Jesús María Sánchez. "Hoy no se acaba nada. Vamos a seguir acudiendo a los tribunales, a la UE y vamos a presentar un escrito al Defensor del Pueblo", de tal manera que la puesta en marcha de la ley se va a convertir en "un calvario judicial", ha añadido el responsable de la Federación de Enseñanza de CC OO, Francisco García. Mientras el Sindicato de Estudiantes reclamaba a los sindicatos compañeros de plataforma (CC OO, FETE-UGT y STES) la convocatoria de una huelga general educativa de 72 horas (ya ha habido dos paros contra la ley Wert en los últimos meses) y lanzaba contra ellos algunos reproches, García ha llamado a la unidad de la protesta.
Las clave de la LOMCE
Fuente: El País.
http://elpais.com/sociedad/2013/05/08/actualidad/1368031468_320468.html

viernes, 29 de noviembre de 2013

Problemas con la autoestima. Buscar siempre la aprobación externa puede resultar un arma de dos filos

La clave es aumentar el valor personal ante uno mismo, pero no delante de nadie

De pequeños, pocos reciben una educación enfocada al bienestar emocional, y después, de mayores, al carecer de una referencia interna, las personas buscan en los demás un sucedáneo de autoestima que acaba creando más problemas de los que trata de solucionar. Se han escrito muchos libros sobre el tema, se imparten cursos y se llenan consultas de personas que desean mejorar su autoconcepto… pero muchos olvidan que la valía es fruto de la autopercepción y no de lo que digan los demás.

Nuestra cultura occidental ha inventado la necesidad de ser “especial”, para alguien o en algo. Y nosotros hemos comprado ese deseo. ¿Qué ha ocurrido? Quién más, quién menos, construye una idea de sí mismo en positivo o en negativo. Es decir, hay personas que se sienten “mejores” –por encima de los demás– (se aman) y otras que se sienten “peores” –por debajo de los otros– (y se odian).

No sé de dónde salió la idea de que debemos buscar la aprobación externa, el cuento de que, en el caso de obtenerla, podemos sentirnos felices, y en el caso de no obtenerla, hemos de sentirnos desgraciados. El reconocimiento externo es un arma de dos filos: por un lado, puede subir la moral, pero también puede dejar por los suelos el estado de ánimo. Demasiado riesgo, máxime cuando la aprobación o la censura se suele hacer con ligereza.

Alguien dijo: “Dale un premio a un escritor y ya no escribirá nada más de valor”. No siempre es así, por fortuna, pero es verdad que el escritor después de recibir un galardón soporta un estrés adicional, ya que se ve obligado a no defraudar las expectativas de sus lectores y estar a la altura del reconocimiento recibido.

Cuando una persona se convierte en buscadora compulsiva de la aprobación externa, entra en su propia trampa y en un ciclo sin fin. Se condena a sí misma, sin saberlo, a ir de cumplido en cumplido, a recabar la aprobación ajena, a necesitar incluso el halago. Ya no es libre, depende de que otros alimenten su necesidad de ser aprobada. Es como un adicto emocional que padece el síndrome de abstinencia. Se podía decir que esa persona pierde el tiempo y la paz mental buscando la felicidad en el lugar equivocado.

Es obvio que no hay nada malo respecto a contar con el beneplácito ajeno. El problema es cuando se necesita y, sobre todo, cuando se confunde el verdadero valor personal con la complacencia externa. Son dos cosas muy diferentes, y cuando se entiende esta gran diferencia, las personas se centran en su valor y no en buscar ser valoradas.

Reforzar la autoestima significa aumentar el valor personal ante uno mismo, pero no delante de nadie. Cualquier palabra que empiece con auto (autoestima, autoconcepto, autoimagen…) tiene que ver con uno mismo y no con los demás. Aun estando claro, parece que se olvida. Llega un momento en la vida en el que tenemos que centrarnos en aclarar la relación con la persona más importante, que no es otro que uno mismo. Si esa relación es sana e intensa, seremos felices; si es insana, seremos infelices.

Tampoco hay que confundir la valoración propia con la arrogancia, que es precisamente la defensa de las personas que tienen poca. Hay dos clases de autoestima falsa: la evaluación que hacen de sí mismos aquellos que se creen mejores que los demás y la que hacen los que se sienten peores que los demás. Ambas percepciones son una visión desajustada del valor intrínseco que cada persona tiene por el simple hecho de ser un ser humano.

No hay diferencia, salvo en el signo en las expresiones: “soy el mejor” y “soy el peor”. Ambas expresiones demuestran un desconocimiento del valor real del ser humano, y confunden la comparación externa con la autoevaluación interna. En el fondo reflejan el mismo problema, pero con dos sistemas de compensación diferentes: uno a más y el otro a menos. Fue S. Freud quien decía que esta compensación en realidad es una deformación para poder soportar una autoestima lesionada.

Elevar la autoestima depende de tomar la decisión de que somos valiosos al margen de los resultados que obtengamos, y de recordar siempre esta decisión. No necesitamos pruebas ni resultados. Se trata de una decisión interior que se apoya en uno mismo y no en los demás. La mejor manera de influir en cómo nos perciben los demás es mejorar la forma en que nos vemos a nosotros mismos. Sin duda, eso generará de alguna manera un impacto porque cuando las personas se quieren más, el mundo las quiere más.

Una pequeña diferencia, en más o en menos, del nivel de autoestima de una persona va a marcar una discrepancia dramática en lo que conseguirá de la vida, tanto a nivel personal como profesional. Así, nuestro rendimiento nunca será mayor que la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Una persona con autoestima saludable es: sabia sin ser pedante, asertiva sin ser agresiva, poderosa sin necesitar la fuerza, ambiciosa sin ser codiciosa, profunda y no banal, humilde sin ser servil, valiosa sin ser orgullosa. Y lo más importante: deja de compararse con los demás, ya sea en positivo o negativo.

El secreto es prescindir de autojuzgarse. Es mucho más interesante establecer una relación de amor con el planeta en lugar de mirar de puertas adentro para evaluar si somos dignos o no de amor. Lo que lo cambiaría todo es dejar de autoevaluarse y perseguir conectarse con el resto del mundo.

Del mismo modo que la forma de librarse de los defectos es aumentar las cualidades –ya que aquellos se diluyen en estas–, la mejor forma de no tener que conseguir una buena nota es prescindir de ponerse una, cualquiera que sea.

Imaginemos un mundo donde amarse no fuese una ardua tarea. En ese mundo ideal no se perdería el tiempo y la energía en reparar lo que en realidad no necesita reparación, sino una nueva percepción. En ese nuevo conocimiento de uno mismo, la avería de la autoestima simplemente no sería posible porque el concepto sería irrelevante. En ese mundo ideal, todas las personas se conocerían bien, a nivel esencial, se aceptarían y se respetarían a sí mismas. En esa utopía no se vendería ningún libro o servicio sobre cómo mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Leyendo las biografías de Vicente Ferrer o la madre Teresa de Calcuta, uno se da cuenta de que estas personas no tenían este problema. Simplemente estaban más centrados en los demás que en ellos mismos. Y al hacerlo se evitaban un montón de complicaciones, incluida la de necesitar la aprobación ajena. Seguramente esas personas se levantaban cada día centrados en cómo iban a ayudar a quien lo necesitase y les ofrecían todo su apoyo. No creo que se mirasen al espejo para ver si estaban guapos o feos, o que se perdieran en divagaciones mentales sobre qué diría la prensa de ellos o si eran adecuados o no. Actuaban desde el amor, y en ese contexto la autoestima es innecesaria...

Si crees totalmente en ti mismo, no habrá
nada que esté fuera de tus posibilidades”
Wayne Dyer

La religión de todas las personas
debería ser la de creer en sí mismos”
Jiddu Krishnamurti

Las consecuencias

“El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta de forma decisiva a todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo, hasta nuestro proceder como padres y las posibilidades que tenemos de progresar en la vida. Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. Por tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso. También es la clave para comprendernos y comprender a los demás. De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio”.
Cómo mejorar su autoestima, de Nathaniel Branden

LIBROS
‘La asertividad’
Olga Castanyer

‘La autoestima’
Luis Rojas Marcos

‘Los seis pilares de la autoestima’
Nathaniel Branden

PELÍCULAS
‘Billy Elliot, quiero bailar’
Stephen Daldry
‘Quiero ser como Beckham’
Gurinder Chadha
‘El diario de Bridget Jones’
Sharon Maguire

Fuente: El País: http://elpais.com/elpais/2013/11/22/eps/1385134376_855460.html



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jueves, 28 de noviembre de 2013

Zapatero revela que fue presionado tres veces para pedir un rescate

El expresidente relata en su libro 'El dilema', cómo respondió a las presiones de Merkel y el FMI para que España pidiera ayuda


José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno entre marzo de 2004 y noviembre de 2011, resistió a todas las presiones internacionales que se desencadenaron sobre España a partir de 2010 para que pidiera el rescate ante las enormes dificultades financieras que sufrió el país a partir de aquel momento. Al menos eso cuenta el ex jefe del Ejecutivo en su libro El Dilema: 600 días de vértigo, en el que relata las distintas etapas de gestión de la peor crisis económica en la historia de España y cómo distintos dirigentes internacionales, desde el entonces director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, hasta la canciller alemana, Ángela Merkell, le sugirieron que España debería pedir ayuda financiera internacional.

Zapatero relata la inquietud que le produjo el encuentro con la canciller alemana que tuvo lugar con motivo de la reunión del G-20 celebrado en 2011 en Cannes. “Merkel me saludó cordialmente y me planteó, casi sin preámbulos, una propuesta sobre la que no habíamos tenido ningún indicio, ni en la decisiva cumbre del Eurogrupo de pocos días antes (26 de octubre) ni en los contactos previos a la cita de Cannes [...] Merkel me planteó si estaba dispuesto a pedir una línea de ayuda preventiva de 50.000 millones de euros al FMI; añadió que a Italia le correspondería otro valor de 85.000 millones de euros. Mi respuesta fue directa y clara: no. Le dije que desde agosto habíamos ganado confianza en los mercados, que nuestras entidades financieras ya habían comprometido la recapitalización acordada en el Eurogrupo el 26 de octubre[..]. Angela Merkel es correcta y directa en el trato personal. También lo fue, en aquella conversación del día 3 de noviembre”, recuerda ahora Zapatero. “Tras decirle porque España no iba a aceptar el rescate le recordé a Merkel que mi país estaba en plena campaña electoral. Además le añadí que la cuestión central seguía siendo Grecia y la percepción que existía sobre un posible abandono del país heleno de la moneda común”...

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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Se estrena en España la película Camille Claudel 1915. Cómo destruir a una persona

Acaba de estrenarse en España la película Camille Claudel 1915, del director francés Bruno Dumont. Es un film tremendo porque refleja una historia brutal, uno de los destinos de mujer más trágicos que jamás he conocido: la vida de Camille Claudel (1864-1943), maravillosa escultora, hermana del escritor Paul Claudel, amante de Auguste Rodin. Una artista destruida por los prejuicios de la época. Para peor, tras el suplicio de su vida el sexismo la condenó a esa segunda muerte que es el olvido. Escribí un capítulo sobre ella hace casi veinte años en mi libro Historias de mujeres, y entonces anoté que la Enciclopedia Británica le daba foto y dos columnas de texto a Paul Claudel, pero a Camille, que estaba justo encima, sólo le concedía la siguiente línea: “(C. 1883-1898), amante y modelo de Rodin”. Y lo más indignante y alucinante era que las fechas sólo abarcaban el tiempo que Camille compartió con Auguste, como si, fuera de la cama del famoso escultor, ella ni siquiera hubiera existido.

Las nuevas tecnologías han corregido en parte esta barbaridad. Hoy podemos googlear el nombre de Camille y encontrar numerosas entradas y, lo que es mucho más importante para una artista, fotos de todas sus obras. Qué feliz se sentiría Camille de saber que hoy sus trabajos pueden verse con sólo pulsar una tecla… Antes de la llegada de Internet, sus hermosas esculturas estaban desperdigadas y perdidas en colecciones o museos remotos. Por lo menos hoy tenemos las fotografías.

Hija de un registrador de la propiedad y de una terrateniente ultraconservadora que terminó siendo su mayor verdugo, Camille era bellísima, audaz, precoz, genial. A los doce años esculpía y modelaba tan bien que llamó la atención de los artistas locales. Ya entonces su obra se parecía un poco a la de Rodin, aunque la niña no le conociera; es decir que, pese a lo que sostenía la Británica, Camille era Camille antes de conocer a Auguste. El registrador de la propiedad, librepensador, mandó a la hija a París a estudiar arte; Camille llegó a la ciudad consciente de su talento y dispuesta a comerse el mundo. Y enseguida todo empezó a torcerse. A los 19 años se hizo amante de su maestro Rodin, que tenía 44 y estaba casado, de manera que siempre la mantuvo en el humillante puesto de la amancebada. Naturalmente, esa caída en el pecado supuso su ruptura total con la familia. Rodin la utilizó durante diez años de modelo y de ayudante, dos trabajos que eran normalmente remunerados pero que él no le pagó jamás. Se ha hablado mucho de la influencia de Auguste (qué nombre tan simbólico, tan aplastante) sobre Camille, pero muy poco de la de Camille sobre Rodin: en los diez años que estuvo con ella, realizó sus mejores obras, y tras separarse hizo poco más que volver sobre los viejos temas, que quizá surgieran, al menos en parte, de las ideas de la muchacha.

En cualquier caso, el tiempo pasaba y Camille no conseguía que nadie tomara en cuenta su trabajo. Era considerada un mero apéndice de Rodin y su invisibilidad terminó siendo tan asfixiante que la escultora se separó de él para intentar sacar adelante su propia obra. Fue la lucha final, desesperada e inútil. Camille se moría literalmente de hambre; no tenía dinero para los caros materiales de las esculturas ni para pagar modelos. Día tras día su fracaso se fue haciendo más y más evidente, y al final Camille se rompió. Sufrió una crisis nerviosa, depresión, delirios persecutorios con Rodin, a quien culpaba, no sin buena parte de razón, de su desgracia.

El 2 de marzo de 1913 murió el padre de Camille, y el 10 de marzo, enviados por la cruel madre, dos enfermeros irrumpieron en casa de Camille y la internaron en un psiquiátrico. Fue enviada a Montdevergues, un manicomio de siniestra reputación muy lejos de París. Y allí permanecerá rodeada de enfermos psíquicos muy deteriorados, en un lugar helador y sin nada que hacer más que vegetar. Su madre jamás fue a verla; su hermano Paul sí, muy de cuando en cuando, pero tampoco intentó ayudarla. Durante años, Camille imploró que la sacaran de allí; luego, cuando menos que la mudaran de psiquiátrico. Sus médicos escribieron a la familia diciendo que Camille estaba lo suficientemente bien como para irse, pero todo fue en vano: la pobre Camille pasó 30 años en ese infierno, del que sólo se liberó al morir. Esta maravillosa película recoge unos días de 1915 en Montdevergues, mientras Camille aguarda la visita de su hermano y aún tiene esperanzas. Qué desolación, qué desamparo; qué magnífica está Juliette Binoche como Camille; qué hipócrita e indecente resulta Paul Claudel. Y qué aterrador pensar en el destino de tantas mujeres que, como Camille, fueron encerradas de por vida en estos manicomios demoledores como castigo a su deseo de ser libres.
Fuente: Rosa Montero, El País. www.rosa-montero.com
Trailer Aquí.

La escuela, en el laberinto tecnológico

La revolución del aprendizaje que dibujaba Isaac Asimov se queda pequeña. Las nuevas tecnologías ofrecen herramientas, una gran oportunidad para los malos estudiantes y un reto para profesores y padres. Cada alumno aprende a su ritmo y en el lugar que quiera.


...Cuando el escritor Isaac Asimov hablaba en la televisión en 1988 sobre la revolución educativa que significaría que todo el mundo estuviera conectado en su casa, desde sus ordenadores personales, a unas bibliotecas infinitas, el entrevistador parecía perplejo al intentar vislumbrar lo que hoy es una realidad cotidiana. Algo parecido nos puede ocurrir ahora al intentar asomarnos a lo que las tecnologías acabarán haciendo con el mundo de la educación en 10, 20, 30 años…

Los expertos se asoman a futuros de enseñanza personalizada, donde cada alumno aprende a su ritmo, en cualquier parte, en vez de tener que adaptarse a la media de una clase; donde sus necesidades pasan a ser el centro y el profesor acompaña el aprendizaje, a veces individual, a veces en colaboración con el resto; con una tecnología casi invisible, sin cables; donde las posibilidades de formación y de acceso al conocimiento se multiplican, se democratizan y pueden llegar hasta los rincones más desfavorecidos gracias a revoluciones como los cursos abiertos masivos en línea (MOOC, sus siglas en inglés).

También ven peligros, claro, y Adell menciona la presión de una industria emergente para extender este o aquel avance y habla del “lado oscuro de las tecnologías educativas”, de aquellas dirigidas al control de alumnos y profesores. “Si no nos andamos con cuidado, quien dictará la pedagogía serán las empresas de tecnología y las editoriales”, asegura.

Los aparatos y las aplicaciones se multiplican a velocidad de vértigo, de la mano de la investigación y de ese floreciente negocio: la industria del e-learning (contenidos, plataformas, portales de aprendizaje) movió en 2012 más de 66.400 millones de euros en todo el mundo, y la expectativa de crecimiento es del 23% hasta 2017, según un estudio del pasado enero del banco de inversión IBIS Capital. Hay todo tipo de iniciativas, y organismos internacionales e instituciones lanzan programas, aunque a veces van y vienen a merced del interés político y los presupuestos. La Comisión Europea presentó el pasado septiembre la iniciativa Opening Up Education, que usará parte de los presupuestos europeos para educación y los fondos estructurales para garantizar equipamientos, creación de contenidos abiertos o formación de profesores.

Cada vez resulta más evidente que al modelo tradicional de educación se le están saltando las costuras, que las formas de enseñar y aprender ya no caben en planteamientos cerrados en el espacio (las aulas), en el tiempo (tantos cursos, igual a tal título) y en los objetivos (un papel que asegura que su portador sabe lo básico para desenvolverse en la vida, otro que dice que eres un experto en economía…). Pero las décadas pasan –hace ya 25 años de aquella entrevista de Asimov– y los avances para muchos son frustrantes o muy insuficientes.

“Si estás buscando una escuela en la que se hayan implantado las tecnologías y haya sido un completo éxito, me temo que lo vas a tener muy difícil”, responde Fernando Trujillo, profesor de la Universidad de Granada experto en la introducción de las tecnología de información y la comunicación (TIC) en las aulas. “Los cambios en educación son lentos, y me temo que con los ordenadores le hemos pedido a la escuela que haga magia. Pero hay miles de profesores haciendo cosas increíbles, con proyectos de realidad aumentada [combinación de imágenes de elementos reales y virtuales], de robótica, de transmedia [poemarios colectivos grabados entre varios centros como el de Poesía eres tú]…”. Destaca iniciativas de docentes, a veces sin apoyo institucional, como EABE en Andalucía, Aulablog en Madrid, Novadors en Valencia o Espiral en Cataluña, y habla de centros que lo están haciendo muy bien en contextos muy difíciles, como el instituto público Antonio Domínguez Ortiz, de Sevilla.

Patricia Giménez es la directora de este centro. En el barrio se ha corrido la voz de que el PCPI de Informática está muy bien y las solicitudes se han multiplicado con el curso ya en marcha. Un PCPI es un programa alternativo a la ESO para chavales con muy pocas posibilidades de sacarse el título obligatorio y en él siguen avanzando en lengua o matemáticas mientras aprenden lo básico de un oficio; en este caso, de auxiliar de informática. El barrio es el Polígono Sur de Sevilla, conocido popularmente como las Tres Mil Viviendas, una zona muy humilde, especialmente castigada por la pobreza, las desigualdades y la droga.

En el PCPI se han embarcado este curso en un proyecto con el que los alumnos crearán su propia microempresa de mantenimiento de ordenadores; ya han empezado a reciclar piezas viejas para construirlos y repararlos. La iniciativa, Joven Empresa Europea, gira en torno a la web; de ella tendrán que sacar las bases, las instrucciones, mandar las solicitudes, colgar los avances…

A pesar de las dificultades –una conexión a Internet muchas veces extremadamente lenta, algunos ordenadores portátiles que se entregan a los chavales y jamás vuelven a pasar por las aulas–, en el instituto están muy volcados con las tecnologías. Han repartido entre los cursos y las asignaturas lo que deberían aprender los alumnos para adquirir eso que en la Unión Europea han llamado la competencia digital. Por ejemplo, en primero de la ESO tienen que “mejorar el uso responsable de las redes sociales” o “familiarizarse con las herramientas de Office” como el Excel o el Word; en cuarto, aprender a crear blogs o a usar los avances para su orientación académica y profesional…

Cuando se habla de tecnologías en la educación hay que distinguir dos objetivos: enseñar a los estudiantes a manejar bien unas herramientas imprescindibles para desenvolverse en la vida y el uso de las tecnologías para mejorar la educación, es decir, que los profesores enseñen mejor y los alumnos aprendan más.

Sobre el primero, casi nadie discute, pues está superada la idea de que “los nativos digitales” poco tienen que aprender de los adultos. El reciente estudio Siete mitos sobre niños y tecnología, de Lydia Plowman, de la Universidad de Edimburgo, y Joanna McPake, de la de Strathclyde, en Glasgow, tras observar durante un año a niños de tres y cuatro, concluye: “Mientras que la facilidad de algunos con la tecnología puede ser sorprendente, muchos otros no son nativos digitales. Pueden sentirse un poco abrumados, al menos inicialmente. Esto es evidente con los ordenadores, diseñados como tecnología para adultos en el lugar de trabajo”.

Por otro lado, puede parecer claro que las TIC ayudan a personalizar el aprendizaje; que parece mejor enseñar anatomía con imágenes en movimiento, reales y en tres dimensiones, que con una fotografía. Pero lo cierto, coinciden el profesor de la Universidade Aberta de Portugal Antonio Teixeira y el director del eLearn Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Albert Sangrà, es que resulta muy difícil medir la mejora y no hay estudios concluyentes al respecto. Sangrà cita una escuela holandesa donde ya solo se usan tabletas, pero el método es el mismo que hace 100 años, el Montessori. “Donde había regletas hoy hay tabletas, ¿quiere decir que el método es hoy mejor? Creo que no, simplemente han adaptado las herramientas. Y haciendo lo mismo, normalmente consigues lo mismo. La tecnología está retando a los profesores a cambiar sus métodos y ahí es donde puede traer el gran beneficio”.

Desde el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la investigadora Jen Groff añade que no solo hay que cambiar el cómo se enseña, sino también el qué. Groff es cofundadora del Centro para el Rediseño Curricular, asociado con la OCDE y el informe PISA y Gobiernos como el de Finlandia y Singapur. “Hay que repensar los contenidos por muchas razones, no solo porque hoy vivimos en un mundo digital. Cualquier defensor de la tecnología educativa le dirá: determine usted qué experiencias de aprendizaje desea proporcionar y, a continuación, busque las herramientas que le ayudarán a activarlas”.

El siguiente paso, dice Trujillo, es ir de las iniciativas de profesores a una “visión de centro, en conjunto”, porque no se trata de llevar la tecnología a la clase y que cada uno intente aprovecharla como pueda, sino de que los profesores y los equipos directivos busquen juntos las herramientas más adecuadas. “Que un día puede ser una salida al campo; otro, traer un pescador a clase para que hable de su oficio, y otro, una videoconferencia con niños de un colegio de Wisconsin”.

La directora del instituto de las Tres Mil Viviendas y el profesor encargado de las tecnologías, Antonio Estrada, comentan que muchos de sus alumnos no tienen Internet en casa y que se les puede ver por las tardes (a ellos y otras gentes del barrio) pegados a la valla para engancharse al wifi del instituto. “Aquí todo se descontextualiza, a veces parece que te dicen: ‘Yo te doy los ordenadores y tú verás…”.

Las pizarras digitales, coinciden Giménez y Estrada, son quizá uno de los mejores avances: los profesores ya se han adaptado y las usan con naturalidad: las proyecciones, los libros digitales, todo un mundo de recursos en Internet… “Es llamativo, ágil y rápido”, resumen. El problema es que se interrumpió el proyecto de digitalización de las aulas en segundo de la ESO y ahora van terminando de completar como pueden las instalaciones con los ahorros del centro y el premio que recibieron recientemente de la Fundación SM por su lucha contra el abandono escolar.

El contexto de crisis económica y recortes (más de 6.400 millones de euros desde 2010) ayuda poco al proceso de cambio, no solo por la falta de recursos, sino porque también crea un clima de hartazgo y confrontación. A ello se suma un proyecto de ley, la LOMCE, que nace con gran parte de la comunidad educativa en contra. Recoge, no obstante, el impulso a las nuevas tecnologías. El ministro José Ignacio Wert confesó en una reciente entrevista que le hubiera gustado ir más lejos en este apartado. Sobre la falta de recursos, respondió: “Ahora mismo, la tendencia que en EE UU se está imponiendo en cuanto al uso de las TIC es el bring your own device [trae tu propio cacharro]”. Esa tendencia existe, pero quizá es un tema peliagudo si se plantea en el Antonio Domínguez Ortiz de Sevilla o si se piensa, como dice Trujillo, “que la conectividad [a Internet] sigue siendo un problema”.

Un problema que ha sufrido, junto al aumento de alumnos por clase “hasta 33” en el Santamarca, un instituto público de una zona de clase media de Madrid, en su iniciativa de introducción de las tabletas en las aulas. El proyecto IDEA, de la Fundación Albéniz, está en 12 centros de cinco comunidades autónomas; en el Santamarca empezaron el año pasado en una clase y hoy está en cuatro aulas de la ESO. Las familias han de comprar las tabletas, e IDEA pone el soporte tecnológico donde las editoriales vuelcan sus productos (los padres también tienen que pagarlos, pero cuestan menos que en papel), con acceso a un banco de contenidos y en el que se centralizan todo tipo de herramientas de comunicación entre alumnos, docentes y familias, y de gestión (de asistencia, control de notas, etcétera).

El proyecto va bien, dicen la tutora de una de las clases, Mar Merino, y la directora, Ana Rodríguez. Pero señalan dificultades, y no solo de infraestructura. Por ejemplo, una alumna imprimió en papel todos los contenidos de la tableta porque su madre le dijo que si no, no se lo iba a aprender. Hay que enseñar a los chavales, dice Merino, técnicas de estudio aplicadas a los nuevos métodos, pero también hay que explicar los cambios a las familias.

Porque cuando un adulto piensa en la escuela, tiende a recordar cómo le enseñaron a él. “Se da la paradoja de padres que a lo mejor dirigen empresas punteras y están diciendo que la tecnología lo tiene que cambiar todo, después exigen al maestro que dé clase a su hijo de la misma manera que le enseñaron a él”, dice Albert Sangrà. Por eso, añade Teixeira, es tan importante que en la formación de los docentes estos usen las nuevas herramientas.

“Aquí estamos hablando de la tecnología como plataforma de pruebas”, dice el profesor de la Politécnica de Cataluña (UPC) Eduard Alarcón. Él fue uno de los encargados de repensar la titulación de Ingeniería de Telecomunicaciones. Cuando vieron que sus titulados quizá flojeaban en competencias más genéricas, como el diseño, se incorporaron a una iniciativa internacional, nacida en el MIT y en tres universidades suecas, llamada CDIO. “Está basado en la resolución de problemas en sistemas complejos y en la interdisciplinaridad”, explica. Así, tal vez en un proceso parecido al de aquel chaval de Sevilla que veía a través de unas fotos que las “matemáticas son más que números en una pizarra”, los alumnos de teleco conectan y aplican desde el primer año en distintos proyectos las fórmulas, las estructuras, los circuitos…

En tercero, el proyecto se lleva a cabo en equipos de 18 alumnos. Uno de ellos está construyendo un nanosatélite en el NanoSat Lab de la UPC, un moderno laboratorio. “El primer día les dices que van a hacer un satélite y no les cuentas mucho más. Luego, en 10 horas les ofreces el marco general, y después se les da autonomía”, explica Alarcón.

De Barcelona a Madrid. Unos chavales juegan al fútbol en una pista de un parque de Villaverde. Uno de ellos se dirige a un tipo con perilla de treinta y tantos: “Señor, señor, ¿puede poner unas bulerías?”. “Bueno, pero dime un título”. “No sé”. “¿Camarón?”. “Vale”. El hombre pulsa las teclas de su teléfono móvil y empieza a sonar Volando voy en unos altavoces colgados en una farola. El señor del móvil se llama Carlos Flores y trabaja en la Asociación Semilla, que pelea por la integración social de los muchos jóvenes que corren serio riesgo de exclusión en el humilde barrio.

Flores es un ingeniero informático que se encarga de dos proyectos de educación no formal a través de las tecnologías. La idea es aprender de forma colaborativa, jugando, tocando y haciendo y conectando disciplinas, de una forma parecida a la que proponen en la Politécnica de Cataluña. Uno de los talleres es para chicos y chicas de 6 a 16 años con problemas en la escuela –porque van retrasados o, simplemente, porque no van–, y el otro, a jóvenes de 16 a 25 que ya han abandonado.
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martes, 26 de noviembre de 2013

Las eléctricas cortaron la luz de 1,4 millones de viviendas en 2012. La subida de la factura y la caída del poder adquisitivo dispara los impagos

Las desconexiones de suministro se han duplicado desde 2006
Tregua eléctrica contra el frío
Alrededor de 1,4 millones de viviendas sufrieron un corte de luz por impago el año pasado en España, más del doble que antes de la crisis: en 2006 se registraron 600.000. El sector es reacio a ofrecer cifras globales, por lo que no se puede establecer una cantidad exacta, pero si se bucea en las memorias de Iberdrola y Endesa, las dos grandes compañías que acaparan el 80% del suministro y las únicas que tienen publicado el dato, se puede obtener una aproximación significativa. En 2012,  Iberdrola suspendió el suministro un total de 588.120 veces y Endesa lo hizo en 524.814 ocasiones (engloba Portugal, pero según la propia eléctrica en ese país tiene muy poco mercado y el porcentaje es irrelevante). Entre ambas realizaron 1.112.934 desconexiones, lo que supone una tasa en torno al 5% del total de sus clientes domésticos —unos 20 millones, según la Comisión Nacional de la Energía (CNE)—. Si extrapolamos este porcentaje a los otros seis millones que tienen contratado el servicio con otras operadoras, habría que sumar otras 300.000 desconexiones.

En total, en 2012 se produjeron alrededor de 1,4 millones de cortes de luz por falta de pago. Es raro que a una misma familia le ocurra dos veces en un mismo año, aseguran en Endesa, por lo que puede afirmarse que la mayoría de esos cortes se produjeron en viviendas distintas, aunque hay que tener en cuenta que en algunos casos se trata de segundas residencias y que también pueden estar incluidas pequeñas empresas con consumo doméstico.

Desde 2007 la factura eléctrica ha aumentado un 60% y la renta media de los hogares se ha reducido un 8,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La consecuencia es que las familias tienen cada vez más dificultades para pagar el recibo —un 9,2% lo hacen con retraso—, lo que se traduce en más cortes de suministro. Nunca antes la cifra había sido tan alta. El único dato anterior a la crisis corresponde a 2006, cuando la cifra total de desconexiones trascendió al ser incluida en un informe enviado por la CNE a la Comisión Europea: entonces se registraron unas 600.000, menos de la mitad que en 2012. De ahí hay que saltar hasta 2010, el primer año del que se conocen datos de Iberdrola y Endesa, para poder establecer otra comparación: entre ambas sumaron 933.760, casi 180.000 menos que las que acumularon el año pasado.

La escalada preocupa y ha puesto sobre la mesa el creciente problema de la pobreza energética,  pero de momento el Gobierno no ha adoptado medidas para atajarla. La semana pasada el PP rechazó cinco enmiendas al proyecto de reforma del sector eléctrico que proponían prohibir los cortes a las familias vulnerables durante el invierno, tal como ocurre desde hace varios años en Reino Unido y más recientemente en Francia. Solo la Junta de Andalucía ha dado un paso adelante, al anunciar que está preparando decreto para garantizar el servicio  a personas en riesgo de exclusión...
 Fuente: El País.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Dos versiones distintas de lo que es España

Vicenç Navarro
El Plural

En España ha habido siempre dos concepciones de España. Una que monopoliza el concepto de nación, “patria indivisible de todos los españoles” y que, centrada en Madrid, su capital, excluye y niega que haya otras naciones, a las cuales considera en la práctica como regiones de España. Tiene una visión radial de España, y es heredera de la España de siempre, la España imperial que conquistó América Latina e impuso su cultura, lengua y civilización. Originalmente, tenía una concepción racista, lo cual se reflejó en el hecho de que durante muchos años se definiera el Día Nacional, el 12 de octubre, como el Día de la Raza, celebrando así la conquista de América Latina.

Los máximos herederos de esta versión de España han sido el Ejército y la Iglesia española, aunque una versión más moderada está ampliamente extendida en los establishments políticos y mediáticos españoles, basados en Madrid. Esta visión, profundamente nacionalista y excluyente, fue la que ganó la Guerra Civil, y era la de los que se llamaron a sí mismos “los nacionales”, que consideraban que defendían a la Patria española contra “los rojos” y contra “los separatistas”, definiendo como tales a aquellos que no eran nacionalistas españolistas (ver mi artículo El nacionalismo españolista en www.vnavarro.org). La mayoría de las derechas en España han promovido siempre este nacionalismo españolista, aunque sectores de las izquierdas también han hecho suya una versión ligeramente modificada de esta España. Es esta España la que aparece en la Constitución, que la define como una nación única, patria indivisible de los españoles, asignando al Ejército (es decir, a la fuerza física) la misión de imponer esta concepción de España.

Pero ha habido en la historia de España otra visión de España, la España con raíces republicanas que se creía constituida por varias naciones, con una visión no radial sino policéntrica y poliédrica, en la que distintos pueblos y naciones pudieran convivir fraternalmente sin exclusiones, y con el respeto a la diversidad, acentuando la riqueza de dicha diversidad. Esta visión veía a España como una España plurinacional y policéntrica. Como ocurre en varios países federales y confederales en los que he vivido, las administraciones del Estado central pueden estar en otras capitales distintas a las del centro (en EEUU, la Seguridad Social no tiene la sede en Washington, sino en Baltimore. Y el Centro Federal de Investigación y Vigilancia Sanitaria en Atlanta. Y así un largo etcétera). Hay una larga historia de esta otra versión, más arraigada en las izquierdas, por cierto, que en las derechas, y, como es de esperar, más desarrollada en la periferia que en el centro.

En Catalunya, históricamente todas las tradiciones de izquierda, desde la anarcosindicalista a la socialista y comunista, han tenido esta otra visión de España, en la que la pertenencia de Catalunya a esta España estaría corroborada por la voluntad democrática de su pueblo. Históricamente, todas las mayores fuerzas de izquierda catalanas han defendido la autodeterminación de Catalunya (sorprenderá a muchos lectores que las izquierdas en España también habían apoyado este derecho durante la clandestinidad). En su versión más reciente, el Presidente de la Generalitat de Catalunya Pasqual Maragall fue la figura más visible de esta visión de España, y fue su intento, fallido, el de convencer al socialismo español de aceptar la posibilidad de establecer esta otra versión de España. Sus dificultades fueron enormes, pues casi nadie, en realidad nadie en el socialismo español, quería hablar de esta otra versión, lo cual no deja de ser sorprendente porque, tal como acabo de resaltar, el PSOE, durante su clandestinidad, había aceptado esta versión poliédrica, plurinacional, de España. Y lo mismo había ocurrido con el Partido Comunista español.

El hecho de que abandonaran dicha versión de España se debió primordialmente a las presiones de la Monarquía, heredera de la Dictadura, y del Ejército (el heredero del Ejército golpista del 36). La Transición, lejos de ser modélica, fue muy inmodélica, pues se hizo en términos de un desequilibrio enorme de fuerzas, ya que las fuerzas ultraconservadoras que habían controlado el Estado durante la dictadura tenían un enorme dominio de tal Estado y de la mayoría de medios de información. Las izquierdas, que habían liderado las fuerzas democráticas, sin embargo, acababan de salir de la clandestinidad. La Transición no fue, por lo tanto, resultado de un proceso equilibrado, sino de un proceso dominado por las fuerzas ultraconservadoras y supervisado por la Monarquía y por el Ejército. De ahí que la Constitución fuera resultado de ese desequilibrio.

Es lógico que en estas circunstancias las fuerzas conservadoras impusieran su versión de España, la nacionalista españolista. Repito, pues, que la España de la Constitución es la España de una sola nación (por mucho que hable de nacionalidades), patria indivisible de todos los españoles, negando el carácter plurinacional del Estado español. Asignaba al Ejército la responsabilidad de garantizar esta unidad y esta visión nacional y nacionalista del Estado español. La constante referencia a la Constitución como la pared que no se puede saltar, frenando todo proceso de cambio de aquella visión de España, y la constante cantinela de que “no está en la Constitución” o “la Constitución no lo permite”, son la excusa para la perpetuación de este nacionalismo. Y cada vez que se pronuncia, está la imagen del Ejército, que no permitiría otra España.

Es más que paradójico y sumamente incoherente que este argumento lo utilicen también voces de izquierda. Esta alianza pseudopatriótica ente los herederos de los vencedores y estas voces de izquierda (excluyendo como españoles a los miles que lucharon por otra España) es un escarnio a los que lucharon contra la Dictadura para establecer una España republicana, que la había derrotado para impedir la aparición de esta otra versión de España. En realidad, este bloque supuestamente superpatriota es un bloque que defiende intereses particulares bien visibles y reconocibles. Tienen su centro en el establishment madrileño, uno de los mayores beneficiarios de aquel nacionalismo españolista que tiene una concepción radial del Estado. Hoy, ir en tren de Barcelona a Madrid lleva poco más de dos horas. Ir de Barcelona a Bilbao, la misma distancia, lleva algo más de seis horas. Naturalmente que el establishment españolista, basado en Madrid, no ve ninguna explotación en este hecho (y me estoy refiriendo críticamente al establishment españolista basado en Madrid y no a la excelente población madrileña a la que tengo en mayor estima y aprecio).

El hartazgo con el nacionalismo españolista
El comportamiento de la derecha postfranquista, hoy en el gobierno central, con la ayuda de las voces del nacionalismo excluyente de izquierdas (que cepillaron el Estatuto para que estuviera conforme con la Constitución supervisada por el Ejército) ha ha creado un hartazgo tal en Catalunya que solo una minoría de la población está a favor de mantener la situación tal como está. Y un 82% desea tener voz para decidir cuál es la articulación institucional deseada entre Catalunya y el resto de España. Y es obvio que la intransigencia del establishment político-mediático españolista está radicalizando a la población. Hay muchísima gente que se siente tanto española como catalana, y que hoy está concluyendo que no quiere ser parte de este Estado español que no acepta ninguna otra versión de España que la que existe hoy. Y de ahí surge el enorme crecimiento del movimiento independentista. El establishment españolista basado en Madrid es una fábrica de independentistas. Es interesante ver el miedo de dicho establishment a que haya un referéndum en Catalunya para conocer lo que la población catalana desea. La gran mayoría de gente en Catalunya desea que se realice tal referéndum. ¿Por qué el gobierno central y el PSOE tienen tanto miedo a ese referéndum? Supongo que debe ser porque asumen que ganaría la independencia. Personalmente, no creo que el resultado fuera este. Pero lo que sí sé es que si saliera independencia, sería resultado del enorme hartazgo, bien merecido, del enorme domino del nacionalismo españolista en el Estado español. No es en Catalunya, sino en el resto de España, donde hay que buscar las causas del crecimiento del independentismo. Esto es también obvio. Pero, predeciblemente, esto es demasiado complejo para que el establishment político-mediático españolista lo entienda.
Vicenç Navarro. Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra.

sábado, 23 de noviembre de 2013

El asco. El Hambre. La pobreza.

El escritor reflexiona sobre el hambre tras años de trabajo
Es "el menos cacareado de los grandes problemas del planeta"

Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre: sentimos hambre dos, tres veces al día. No hay nada más frecuente, más constante, más presente en nuestras vidas que el hambre –y, al mismo tiempo, para la mayoría de nosotros, nada más lejos que el hambre verdadero.

Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre: sentimos hambre dos, tres veces al día. Pero entre ese hambre repetido, cotidiano, repetida y cotidianamente saciado que vivimos, y el hambre desesperante de quienes no pueden con él, hay un mundo de diferencias y desigualdades. El hambre ha sido, desde siempre, la razón de cambios sociales, progresos técnicos, revoluciones, contrarrevoluciones. Nada ha influido más en la historia de la humanidad. Ninguna enfermedad, ninguna guerra ha matado más gente. Ninguna plaga sigue siendo tan letal y, al mismo tiempo, tan evitable como el hambre.
* * *
Llevo más de dos años trabajando en un libro sobre el hambre: viajando por África, Asia, América para contar el menos importante, el menos cacareado de los grandes problemas del planeta: que hay casi novecientos millones de personas que no comen suficiente. Para contar sus logros, sus problemas, sus horizontes cortos, su desesperación: sus vidas. Para escucharlos y pensar. Lo bueno es que no le importa a casi nadie. Aprendemos a vivir con ese peso, practicamos, practicamos; nos sale cada vez mejor. Desidia sin esfuerzo, ombligos relucientes.

Hace unos años, Ban Ki Moon, secretario general de las Naciones Unidas, puso en circulación una cifra que quedó repetida y arrumbada: cada menos de cuatro segundos una persona se muere de hambre, desnutrición y sus enfermedades. Diecisiete cada minuto, cada día 25.000, más de nueve millones cada año: un Holocausto y medio cada año.

¿Entonces qué? ¿Apagar todo e irnos? ¿Sumirnos en esa oscuridad, declarar guerras? ¿Declarar culpables a los que comen más que una ración razonable, a los que tiran lo que tantos necesitan? ¿Declararnos culpables? ¿Entregarnos? Suena hasta lógico. ¿Y después?

* * *
Cuando deben enunciar las causas del hambre, los gobiernos y los grandes expertos y los organismos internacionales y las fundaciones millonarias suelen repetir cinco o seis mantras:

1. Que hay desastres naturales –inundaciones, tormentas, plagas. Y sobre todo la sequía: “La sequía es la mayor causa individual de falta de alimentos”, dice un folleto del Programa Mundial de Alimentos.

2. Que el medio ambiente está sobreexplotado por prácticas agrarias abusivas, exceso de cosechas y de fertilización, deforestación, erosión, salinización y desertificación.

3. Que el cambio climático está “exacerbando condiciones naturales que ya eran adversas” y va a empeorar los problemas en las próximas décadas.

4. Que los conflictos de origen humano –guerras, grandes desplazamientos– se han duplicado en los últimos veinte años y que provocan crisis alimentarias graves, por la imposibilidad de cultivar y pastorear en ese contexto o, más directamente, porque alguno de los bandos usa la destrucción de cultivos, rebaños y mercados como un arma.

5. Que la infraestructura agraria no alcanza: que faltan máquinas, semillas, riego, almacenes, carreteras. Y que muchos gobiernos prefieren ocuparse de las ciudades porque es donde hay poder, dinero, votos.

6. (Los más osados hablan incluso de la especulación financiera que disparó los precios de los alimentos y de la ineficiencia y corrupción de los gobiernos de esos pobres países pobres.)

Y después hay algo que llaman “trampa de la pobreza”. Textos del PMA la describen someros: “En los países en vías de desarrollo, con frecuencia los campesinos no pueden comprar las semillas para plantar lo que daría de comer a sus familias. Los artesanos no pueden pagar las herramientas que necesitan para sus oficios. Otros no tienen tierra o agua o educación para sentar las bases de un futuro seguro. Los que están golpeados por la pobreza no tienen suficiente dinero para producir comida para ellos y sus familias. Así, tienden a ser más débiles y no pueden producir suficiente para comprar más comida. En síntesis: los pobres tienen hambre y su hambre los atrapa en la pobreza”.

En este relato –en estos relatos oficiales– solo el hambre tiene causas. La pobreza solo tiene efectos.

* * *
Todos los organismos, estudiosos, gobiernos que se interesan por el asunto están de acuerdo en un hecho: hoy la Tierra produce comida más que suficiente para alimentar a todos sus habitantes –y cinco mil millones más.

Y mientras tanto el mundo sigue ahí, tan bruto, tan grosero, tan feo como de costumbre. A veces pienso que todo esto es, antes que nada, un problema estético. Repugna a cualquiera de las formas de la percepción la grosería de personas poseyendo, desperdiciando sin vergüenza lo que otras necesitan a los gritos. Ya no es cuestión de justicia o de ética; es pura estética. La humanidad debería tener por lo que hizo con sí misma esa desazón que tiene el creador cuando da el paso atrás, mira su obra, y ve una porquería. La conozco.

Llevo años escribiendo un libro sobre la fealdad más extrema que puedo concebir. Un libro sobre el asco –que deberíamos tener por lo que hicimos y que, al no tenerlo, deberíamos tener por no tenerlo.
Callado, el asco se acumula, se amontona.
Como el hambre.
Fuente: MARTÍN CAPARRÓS El País.

Cinco armas contra la desnutrición
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