jueves, 24 de febrero de 2011

¡Cuánta ironía!

Tienen guasa las últimas arengas lanzadas en un mitin por el inefable Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación del PP. Serían hasta graciosas y dignas de cualquier monólogo cómico si no vinieran de quien vienen, lo que resulta tremendamente irónico.
Resulta que ha comparado la situación en que se encuentra España con la que han venido sufriendo en Egipto durante los últimos 30 años, afirmando que la crisis de valores, la crisis económica y la crisis política y social que asuela el país debería empujar a los españoles a cambiar las cosas porque según afirma, quien quiere puede. Quiero pensar que se refiere al lugar donde los ciudadanos pueden ejercer ese derecho, cada cuatro años en el caso de España, que son las urnas.
Habría que recordarle al señor González Pons que nuestro país también se vio atrapado en las manos de un dictador durante cerca de 40 años. Años en los que España vivió en permanente conflicto social y de valores, debido a la falta de libertad, donde la crisis económica solo podía paliarse con las ayudas de Estados Unidos por sus servicios prestados en la lucha contra el comunismo.
La ironía de sus declaraciones radica en que cuando todo esto sucedía en España, la gran mayoría de sus compañeros de partido y sus familiares llevaban una plácida existencia en connivencia con el dictador, y que aquellos que querían cambiar las cosas no tenían siquiera la oportunidad de organizarse para intentar cambiarlas. ¡Cuánta ironía! LUIS DEL CASTILLO-Umbrete, Sevilla. El País, 19/02/2011.

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