A la vez que se votaba Presidente en EE.UU., se votaban otras muchas propuestas, desde subidas de impuestos como la expuesta, a aprobación de matrimonios gays.
De todos los resultados electorales en los estados de todo el país, pocos pueden superar la sensación tan chocante de los votantes de California (1) con la aprobación de los aumentos temporales de impuestos para recaudar $ 6 mil millones al año a fin de mejorar el estado de las escuelas públicas y los agujeros del sistema universitario. Así es: en estos tiempos difíciles hubo votantes que acordaron someterse a esas subidas de impuestos a pesar del mantra simplista de los políticos conservadores de "no más impuestos".
La medida electoral, la llamada Proposición de ley 30, fue una apuesta audaz del gobernador Jerry Brown. A causa de ello fue ridiculizado a fondo por una oposición bien financiada, dirigida por grupos conservadores contra los impuestos, con donantes no revelados. Al vencer la votación se aumenta el impuesto estatal sobre las ventas en una cuarta parte del 1 por ciento durante cuatro años y esos impuestos aumentarán los ingresos durante siete años en lo que supondrá más de 250.000 dólares al año.
La crisis presupuestaria, que ya dura muchos años, en California ha dado como resultado el aumento de tamaño de las clases en las escuelas, la reducción en el tiempo de instrucción y los despidos de miles de maestros de todo el estado.
Mientras tanto, los estudiantes de las universidades públicas del estado y los Colleges se han enfrentado a aumentos de las matrículas, menos recursos de los campus y la disminución de nuevas plazas para la inscripción. Las autoridades dicen que la aprobación de la propuesta electoral significará que el sistema público de escuelas no tendrá que reducir la duración del año escolar y los Colleges no tendrán que aumentar los precios de las matrículas. También permitirá a los Colleges comunitarios -públicos- restaurar miles de clases y aumentar sus plazas en 20.000 estudiantes.
El caso de California, donde la revuelta contra el aumento de impuestos sobre la propiedad fiscal en 1978 dirigido por Howard Jarvis (la número 13), se convirtió en material del folklore político, un capítulo nuevo e impredecible puede haber sido abierto. Esta semana, los votantes también dieron a los demócratas, encabezados por el gobernador Brown, una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Parlamento del Estado. Esto significa que van a tener "súper mayoría" y con ella el control y la capacidad de recaudar impuestos y aprobar otras medidas sin necesidad de la colaboración en su aprobación por los republicanos.
El Sr. Brown, consciente de que el control absoluto de un solo partido puede dar lugar a problemas, de forma rápida prometió que no habría nuevos dispendios ni se "gastaría mucho". Mantener la promesa requerirá vigilancia de los votantes. Será interesante ver si con la aprobación por mayoría popular del aumento de los impuestos para la educación, California iniciará otro movimiento nacional.
Fuente, noticia en el NYT Californians "Say Yes to Taxes", 8 de noviembre de 2012.
(1)El estado de California, el más rico de los EE.UU., estaba en bancarrota debido a que sus ingresos eran menores que sus gastos, y ello les llevó a una situación de bloqueo. Al no tener mayoría cualificada ninguno de los dos partidos, necesario por ley para poder cambiar las normas sobre impuestos, no se podía avanzar, ya que los republicanos proponían recortes en gastos sociales y los demócratas subidas de impuestos y no llegaban a acuerdos. Por otra parte en 1978 se había votado una ley -la Jarvis- para bloquear toda posible subida de impuestos sobre propiedades -lo que evidentemente beneficiaba a los propietarios, a los más pudientes.
Con esta última votación se ha entrado en una nueva situación. La mayoría de ciudadanos está de acuerdo en pagar más impuestos, en contra de la tendencia general, hasta ahora dominante, para mejorar la educación pública. La situación es compleja, aquí no se refleja toda la realidad, por ejemplo, hace unos años el sistema de prisiones costaba la mitad que el sistema educativo, ahora es al contrario. California se gasta en prisiones y correccionales el doble que en educación. Ha aumentado por seis el número de encarcelados o vigilados y no dejan de aumentar, siendo su número de los mayores del mundo en proporción por habitantes. ¿Podría tener relación ambas cifras? A menos educación, más pobreza y delitos y más ciudadanos en prisiones, en un círculo infernal que va en aumento y, sobre todo, entre las minorías étnicas como los afroamericanos.
Foto del autor, playa de la Barrosa, Chiclana, Cádiz. agosto de 2012.
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