Pero algunas personas prefieren abandonar sus relaciones antes que tener esas conversaciones, dijo Jeffrey Chernin, terapeuta matrimonial y familiar y autor de Achieving Intimacy: How to Have a Loving Relationship That Lasts, sobre todo si las cosas en el dormitorio no van especialmente bien.
“Una de las cosas que suelo decir a las parejas que tienen problemas es: ‘Ojalá hubiera otra forma de superar esto’”, comentó. “Pero la única forma que conozco de tener una vida sexual mejor, o de reanudarla, es hablarlo”.
Chernin reconoció lo estresantes que pueden ser esas conversaciones, que a veces se convierten en acusaciones, menosprecios o evasivas. Dicho esto, estas sugerencias pueden ayudar.
Acepta la incomodidad
Es habitual que a la pareja le cueste hablar de intimidad y deseo. Los estudios sugieren que, incluso en las relaciones duraderas, la gente solo sabe un 60 por ciento de lo que le gusta sexualmente a su pareja, y solo un 25 por ciento de lo que no le gusta.
Cyndi Darnell, terapeuta sexual y de relaciones en la ciudad de Nueva York, dijo que sus pacientes le dicen con frecuencia que hablar de sexo es “incómodo” —lo que es particularmente cierto “si has pasado meses o años evitándolo”, dijo.
“Nos han engañado haciéndonos creer que el sexo es algo natural”, añadió. “Pero si fuera fácil y natural, a la gente no le costaría tanto”.
Mencionó a una pareja con la que trabajó, ambos de unos 50 años, que hacía años que no tenían relaciones sexuales. Cada vez que hablaban de ello, se peleaban. Así que buscaron ayuda externa para superar la vergüenza y el enfado.
En la terapia, se dieron cuenta de que solo se habían centrado en la penetración, pero el marido en realidad anhelaba intimidad y ternura. Y una vez que la esposa se dio cuenta de que su marido no iba a “abalanzarse sobre ella” cada vez que se acurrucara con él, pudieron ser más sensuales el uno con el otro, y hablar de lo que les gusta hacer y por qué, dijo Darnell. Pero hizo falta un espíritu de voluntad, curiosidad y aceptación.
Muerte al ‘Tenemos que hablar’
Es posible atenuar el temor que suele acompañar a estas conversaciones, si se abordan con sensibilidad. “Cuando un interlocutor dice: ‘Tenemos que hablar’”, explicó Chernin, “la otra persona se siente como: ‘Voy a ir al despacho del director’”.
En lugar de eso, intenta:
Céntrate en resolver los problemas juntos
Eso significa decir algo como: “Por un lado, sé lo difícil que es para nosotros hablar de esto”, dijo Chernin. “Por otro lado, creo que es importante para nuestro matrimonio o para nuestra relación poder tener algunas discusiones sobre nuestra vida sexual”.
Luego pregunta: “¿Qué podemos hacer al respecto?”.
Prepara las preguntas con antelación
Luego pregunta: “¿Qué podemos hacer al respecto?”.
Prepara las preguntas con antelación
Un guion ofrece estructura, dijo Darnell. Y sugirió preguntas como: “Nuestra relación es muy importante para mí y me gustaría que el sexo volviera a formar parte de ella. Tengo curiosidad por saber si a ti también te gustaría”.
Aporta algo positivo
Maggie Bennett-Brown, investigadora del Instituto Kinsey y profesora adjunta de la Universidad Tecnológica de Texas, afirmó que “no tiene por qué ser explícito”. Tal vez solo con que le digas a tu pareja que te gusta cuando te abraza o planeas una noche romántica en la ciudad.
Si ha pasado tiempo desde que tuvieron intimidad, puede ayudar el hecho de recordar, y eso puede dar paso a una pregunta más profunda. “Si la gente nunca ha tenido una conversación sobre: ‘¿Qué te gusta?’, es un buen primer paso”, dijo Bennett-Brown.
Cuidado con el momento oportuno
Ten cuidado al iniciar una conversación sobre sexo mientras estás en la cama, dice Chernin, sobre todo si estás siendo crítico. (Aunque a algunas parejas les puede resultar más fácil hablar de sexo cuando están disfrutando del afterglow postsexo, dijo).
“Piensa en la conversación como una serie de discusiones”, dijo Chernin. “De ese modo, no te presionas demasiado a ti mismo ni a tu pareja”.
Detecta cuándo se debe hablar con un profesional
Si en una pareja, una parte no está dispuesta a hablar —o si la conversación se siente dolorosa, no solo incómoda, afirmó Darnell— un terapeuta sexual o consejero de parejas podría ayudar a mediar.
Darnell no le restó importancia a lo arriesgadas que pueden ser estas conversaciones. Pero añadió que el sexo no siempre es un componente necesario de una relación romántica satisfactoria.
“Una de las preguntas que suelo hacer a las parejas para las que el sexo es un tema delicado y difícil es: ¿Es necesario que esta relación sea sexual?”, comentó. En una oportunidad trabajó con una pareja de entre 30 y 40 años que se dio cuenta de que les gustaba coquetear, pero no querían ir más allá. “Permitirse no tener relaciones sexuales en esta fase de su relación fue un gran alivio”, recordó.
“El sexo es mucho más que lo que hacemos cuando no tenemos pantalones”, afirmó.
Catherine Pearson es una reportera del Times que escribe acerca de familias y relaciones.
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