martes, 19 de marzo de 2024

El Primer Folio: el libro publicado hace 400 años que hizo famoso a William Shakespeare y salvó del olvido a obras como "Macbeth" y "Julio César"

El Primer Folio abierto en la página titular

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  • AuthoEn un cuarto reservado para lectura de la Biblioteca Británica, en Londres, estoy esperando apreciar de cerca el ejemplar de un libro publicado hace 400 años que solo antes he visto expuesto a través de una gruesa vitrina.
En un cuarto reservado para lectura de la Biblioteca Británica, en Londres, estoy esperando apreciar de cerca el ejemplar de un libro publicado hace 400 años que solo antes he visto expuesto a través de una gruesa vitrina.

El director del acervo impreso de la biblioteca, Adrian Edwards, entra empujando un carrito metálico, abre una compuerta bajo llave, saca de su funda un grueso volumen de más de 30cm de alto y 20cm de ancho, lo recuesta en un atril sobre la mesa y lo abre a su página titular:

Mr. William Shakespeares Comedies, Histories & Tragedies (Las comedias, historias y tragedias de don William Shakespeare), la primera edición de la obra completa del dramaturgo más famoso del mundo, publicada en noviembre de 1623.

Más allá de la emoción de ver en minucioso detalle sus páginas amarillentas con el paso del tiempo y el relieve del grabado de la icónica imagen del bardo, es difícil exagerar la importancia y significado de este libro histórico conocido hoy como el Primer Folio.

“El significado principal es que contiene 36 obras de Shakespeare, 18 de las cuales nunca habían sido impresas antes y no sobrevive ningún manuscrito de estas obras”, dice Adrian Edwards pasando delicadamente las páginas.

“No existen copias de archivo de los Actores del Rey [el nombre de la compañía de Shakespeare bajo auspicio real], nada, solo los textos que están en el Primer Folio”, añade.
 
Adrian Edwards,  director del acervo impreso de la Biblioteca Británica con una copia del Primer Folio
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Adrian Edwards, director del acervo impreso de la Biblioteca Británica con una copia del Primer Folio Pie de foto,

La Biblioteca Británica cuenta con cinco copias del Primer Folio y Adrian Edwards es director de esa colección.

Sin este libro se hubieran perdido clásicos como Macbeth, Julio César, Antonio y Cleopatra, Noche de reyes, La fierecilla domada y La tempestad, entre otros.

Además de garantizar la supervivencia de su obra y cimentar su valor literario, el Primer Folio también fue crucial en establecer la figura y grandeza de Shakespeare y de difundirlas por el mundo.

Las copias existentes han sido cuidadosamente estudiadas por expertos, revelando detalles sobre las prácticas teatrales de la época, las técnicas de impresión y el mercado de los libros de principios del siglo XVII. También han dado pistas y generado polémica sobre la identidad del dramaturgo.

El propio libro ha creado su propia historia, acumulando las huellas, marcas y anotaciones de sus diferentes dueños a lo largo de los siglos, aumentando exponencialmente su valor con el traspaso de mano en mano entre bibliófilos, filántropos, instituciones y museos. El más reciente ejemplar fue vendido en subasta por casi US$10 millones.

Lista de obras que se hubieran perdido sin el Primer Folio
Lista de obras que se hubieran perdido sin el Primer Folio
 Un proyecto riesgoso y complejo

Siete años después de la muerte de Shakespeare, dos colegas de su compañía actoral, John Heminges y Henry Condell, se asignaron la tarea de reunir todos los manuscritos del autor, negociar los derechos de publicación y editar en un gran tomo las obras completas.

Era una empresa inusual para la época, como me contó Emma Smith, profesora de Estudios de Shakespeare de Hertford College, Oxford, y autora de varios libros sobre el tema.

“Debido a que el teatro era una forma de entretenimiento popular, no había mucho interés en leer los libretos”, explica.

“Es como ahora que estamos en una era de narrativa dramática en televisión, pero no tenemos una cultura de producir los libretos de [series como] ‘Sucesión’ o ‘Juego de Tronos’, lo mismo ocurría con el teatro entonces”.

Solo el contemporáneo de Shakespeare Ben Jonson había publicado con anterioridad un volumen de obras de teatro completas, las suyas propias, que incluía sus poemas también.

Pero la iniciativa de Heminges y Condell era un proyecto enorme, complejo, costoso y arriesgado.

Grabado de una imprenta del siglo XVII 

Grabado de una imprenta del siglo XVII

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El trabajo de impresión en el siglo XVII era arduo y lento. Había que armar las planchas tipográficas letra por letra.

En primer lugar estaba la tarea de recopilar los textos fidedignos de las obras, seguramente de los archivos de la compañía actoral. No obstante, algunas obras también circulaban individualmente en versiones alteradas en pequeños libros o cuartillas, en panfletos y en copias pirateadas.

Pero en la página introductoria Heminges y Condell aseguran que su folio sigue “las copias verdaderas y originales”.

Luego había que negociar los derechos. No existía la propiedad intelectual como tal, las obras pertenecían a la compañía teatral para montarlas en el escenario, pero su publicación estaba regida por un ente conocido como la Compañía de Impresores.

“Los impresores tenían un sistema de registro mediante el cual sus miembros podían ingresar ciertos títulos en una gran bitácora y los derechos de muchos de estos se aseguraban así”, dice la profesora Emma Smith.

“Lo que tuvieron que hacer [Heminges y Condell] era convencer a quienes hubieran comprado esos derechos a que se los vendieran”.

Una prueba de esa dificultad podría encontrarse en el hecho que la pieza Troilo y Crécida, incluida en el Primer Folio, no aparece descrita en el índice de obras, seguramente porque sus derechos fueron negociados a última hora, después de que la página de índice ya estuviera impresa.

El alto costo del papel en esa época hacía prohibitivo la reimpresión de dicha página. También implicaba que el texto de las 36 obras tenía que caber apretado en el menor número de páginas posibles, que llegó a ser de aproximadamente 900.

Teniendo en cuenta que la tipografía tenía que ser compuesta letra por letra se puede uno imaginar el largo trabajo de impresión.

¿Una empresa comercial o un acto fraternal?

Un monumento en Londres, con el busto de Shakespeare que conmemora a John Heminges y Henry Condell

Un monumento en Londres, con el busto de Shakespeare que conmemora a John Heminges y Henry Condell

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Este monumento en Londres conmemora la labor de John Heminges y Henry Condell para producir el Primer Folio.

No se sabe, entonces, por qué los dos actores colegas de Shakespeare decidieron embarcarse en esta empresa, ni cuál era su objetivo final.

Está el ángulo comercial, por supuesto. Presumiblemente, los editores colocaron de primera la obra La tempestad, que no había sido publicada antes, igual que Cimbelino, que está al final de la colección, para que de cualquier lado que un cliente potencial abriera el libro se encontrara con algo nuevo, algo que no había sido impreso antes y así estimular la necesidad de comprarlo.

Para algunos expertos, el hecho que Shakespeare haya mencionado a Heminges y Condell en su testamento de 1616 y dejado dinero para comprar anillos en su memoria implica de alguna manera que los había comisionado para producir su legado literario, señala la profesora Smith.

“Pudo tratarse de un acto fraternal hacia su amigo y colega. Otra, que quisieran presentar la compañía Actores del Rey a una audiencia más amplia. Tal vez a una audiencia más sofisticada tanto con un teatro escenificado como impreso”, dice la académica.

Un ejemplar del Primer Folio que se encuentra en el castillo de Windsor, abierto en la página titular de La tempestad
Un ejemplar del Primer Folio que se encuentra en el castillo de Windsor, abierto en la página titular de La tempestad

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La tempestad, nunca antes impresa, encabeza el orden de obras en el Primer Folio.

Adrian Edwards, de la Biblioteca Británica, plantea la posibilidad que la influencia de Shakespeare estaba declinando frente a nuevos dramaturgos y esta publicación pretendía rehabilitarlo ante las nuevas generaciones.

“Su obras no se estaban presentando con la frecuencia de antes. El teatro era algo que se presentaba un par de veces y luego se olvidaba. Tal vez un grande y costo volumen era parte de la propaganda para establecer a Shakespeare como una importante figura cultural”, especula Edwards.

El libro, que con la opción de una pasta en cuero de cabra se vendía a 20 chelines, unos US$200 de hoy día, no fue lo que se llamaría un best seller, pero con el tiempo fue adquiriendo clientela, hasta el punto de que salieron tres ediciones más en el siglo XVII; de ahí que a la primera edición se la conozca como el Primer Folio.

El tamaño y peso del Primer Folio aseguró su permanencia, indica Emma Smith. “No es un libro que se pierda fácilmente y en los períodos históricos cuando el teatro se ha interrumpido ha sido la misma presencia física de este ejemplar de Shakespeare lo que ha permitido que su obra ingrese otra vez al repertorio”.

Cuatro tomos correspondientes al Primer, Segundo, Tercer y Cuarto Folio.
Cuatro tomos correspondientes al Primer, Segundo, Tercer y Cuarto Folio

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Las cuatro ediciones de las obras de Shakespeare publicadas en el siglo XVII se conocen respectivamente como Primer, Segundo, Tercer y Cuarto Folio.

El polémico retrato de Shakespeare

Otro aspecto que ha contribuido a la trascendencia de este volumen es el retrato que lo acompaña, algo muy poco usual para un libro de la época.

En la página titular, que lee “Las comedias, historias y tragedias de don William Shakespeare”, hay un gran grabado con la imagen del autor que se ha vuelto icónica y nos ha permitido visualizarlo a él y relacionarlo con su obra.

“Pienso que lo que el Primer Folio sugiere es que, al leer las obras, estamos leyendo la mente de un individuo y, naturalmente, una mente interesante”, resalta la profesora Smith.

El ilustrador y artista Martin Droeshout fue quien creó el grabado, pero los expertos han detectado cambios en el retrato en diferentes ejemplares. Hay por lo menos tres versiones del grabado y la copia del folio que Adrian Edwards me muestra en la Biblioteca Británica es la original.

“Sólo sobreviven cuatro copias [del folio] en todo el mundo con esta versión del retrato”, me muestra. “La sospecha es que, después de unas impresiones [Droeshout] no estaba satisfecho y empezó a hacerle cambios. Le añadió bastante sombra alrededor del cuello y después decidió agrandar el tamaño del bigote de Shakespeare”.

Grabado de Shakespeare que aparece en el Primer Folio.

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Grabado de Shakespeare que aparece en el Primer Folio

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La imagen por la que la mayoría del mundo reconoce a Shakespeare.


Por el alto costo del papel, esas pruebas preliminares no se desecharon y fueron incluidas en los primeros ejemplares del folio. Esos cambios en el grabado de Shakespeare han contribuido a generar todo tipo de teorías que cuestionan la real autoría de las obras.

Una es la “teoría oxofordiana” que dice que el Shakespeare de Stratford upon Avon que nos da la historia era analfabeto, un actor de segunda sin preparación alguna que en realidad fue testaferro del aristócrata contemporáneo Henry De Vere.

No obstante, la profesora Emma Smith apunta a una triangulación de pruebas que deja pocas dudas de quién es el verdadero autor.

“Diría que hay bastante evidencia contemporánea que vincula a Shakespeare el actor, Shakespeare el dramaturgo y el Shakespeare que vive y muere en Stratford upon Avon”, asegura.

“Así que no hay espacio para la idea de que él fuera la marioneta de algún noble que no era capaz de admitir la autoría de las obras”.

Emma Smith, profesora de Estudios de Shakespeare del Hertford College, Oxford, con una copia del Primer Folio de la Biblioteca Estatal de Nueva Gales del Sur, Sídney, Australia.

Emma Smith, profesora de Estudios de Shakespeare del Hertford College, Oxford, con una copia del Primer Folio de la Biblioteca Estatal de Nueva Gales del Sur, Sídney, Australia

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La profesora Emma Smith ha estudiado varios ejemplares del Primer Folio. Aquí está con la copia de la Biblioteca Estatal de Nueva Gales del Sur, Sídney, Australia.

Un talismán

Se estima que la tirada del Primer Folio en 1623 fue de unos 750 ejemplares, de los cuales han sobrevivido unos 325 debidamente autenticados por expertos. Estas copias se encuentran distribuidas por todo el mundo, en bibliotecas, instituciones, museos y colecciones privadas.

Curiosamente, ninguna copia es igual a la otra. Además de los cambios mencionados al retrato de Shakespeare, durante el proceso de impresión se descubrieron errores de tipografía que se fueron corrigiendo sobre la marcha, produciendo libros con una mezcla de páginas de errores y correcciones.

“Todos estos libros son diferentes en varias formas y fueron diferentes desde el mismo principio”, indica Emma Smith.

“Probablemente han sido alterados más bajo la presión de sus diferentes dueños que los han reencuadernado, remendado, o ‘mejorado’ a su manera”.

A algunos les han cambiado el orden de las obras, a otros arrancado páginas y reemplazado estas con copias facsimilares. Varios están anotados por sus dueños con comentarios, tachones, interpretaciones, poemas adicionales y firmas. También hay dibujos, garabatos, marcas de una copa, manchas de té, comida y otras huellas.

Página de la copia del Primer Folio en la colección real con anotaciones de un dueño anterior.

Página de la copia del Primer Folio en la colección real con anotaciones de un dueño anterior

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Un antiguo dueño de esta copia del Primer Folio en la colección real británica anotó con su puño y letra algunos de los personajes destacados en el índice de obras.

“Nos ofrecen una conexión con el pasado”, dice la profesora Smith. “Si ves que alguien ha subrayado una frase en particular eso deja entrever una visión del mundo de alguien más, la mente de otra persona y eso puede ser muy conmovedor”.

La procedencia de estos ejemplares sobrevivientes y cómo se han distribuido a través del mundo se ha vuelto un aspecto importante de las investigaciones shakesperianas, añade la académica de Oxford.

En la biblioteca Morgan de Nueva York, por ejemplo, hay un ejemplar que se sabe que estuvo en una escuela de Alemania a mediados del siglo XVIII, lo que apunta a que hubo una recepción extraordinaria de Shakespeare entre los poetas y estudiosos alemanes mucho antes de que el dramaturgo volviera a ser popular en el mundo angloparlante en ese siglo.

Además de haber preservado para la posteridad 36 obras de Shakespeare y de revelar aspectos sociales, culturales y económicos de su época, algo extraordinario ha pasado con el Primer Folio que le ha dado su propia identidad más allá de su contenido y que lo ha vuelto tan cotizado que la última copia se subastó en US$9.978.000 en 2020.

“En parte se ha convertido en un talismán para todo tipo de cosas asociadas con Shakespeare”, concluye la profesora Emma Smith. “Pero en parte pienso que se ha convertido en un libro que es valioso por su propia historia y sus propios 400 años de existencia”.


https://www.bbc.com/mundo/articles/crgp87lkkk3o

100 Easy Dinners for Right Now Daily life is overwhelming. These quick, weeknight-friendly dishes aren’t. 100 cenas fáciles para ahora. La vida diaria es abrumadora. Estos platos rápidos y aptos para la noche entre semana no lo son.

Daily life, you are madness. You are alarm clocks and train times and reps at the gym. You are calendars cross-referenced, plans arranged, nut-free lunches assembled. You are laundry dropped into the machine and dry cleaning fetched. Figuring out dinner is often a chore, but in the middle of a hectic day, it can be a trial. I write a New York Times Cooking newsletter called Five Weeknight Dishes, with five recipes for busy people who still want something good to eat. (Sign up for it here.) And so, I’ve picked 100 dinner recipes that I think you should try this year, ideas that make it easy to eat deliciously. All 100 recipes are straightforward, and many need only 30 minutes to make. None take more than an hour, and if they do take that long, most of the time is hands-off. I kept kids in mind when I picked these recipes, but the truth is that no matter where you are in life, it’s best not to have to fuss over dinner. I hope you find dishes here to love, and that you put them on repeat all year long. La Vida diaria, es una locura. Despertadores y horarios de entrenamiento y repeticiones en el gimnasio. Es calendarios cruzados, planes organizados, almuerzos sin frutos secos reunidos. Le colocan la ropa en la máquina y le traen la tintorería. Pensar en la cena suele ser una tarea ardua, pero en medio de un día agitado, puede ser una prueba. Escribo un boletín de cocina del New York Times llamado Five Weeknight Dishes, con cinco recetas para personas ocupadas que todavía quieren algo bueno para comer. (Regístrese aquí). Por eso, seleccioné 100 recetas para la cena que creo que debería probar este año, ideas que hacen que sea fácil comer deliciosamente. Las 100 recetas son sencillas y muchas solo necesitan 30 minutos para prepararse. Ninguno tarda más de una hora, y si tardan tanto, la mayor parte del tiempo no intervienen. Tuve en mente a los niños cuando elegí estas recetas, pero la verdad es que no importa en qué etapa de la vida te encuentres, es mejor no tener que preocuparte durante la cena. Espero que encuentres aquí platos que te gusten y que los repitas durante todo el año. CHICKEN | PASTA | RICE | FISH BEEF | VEGGIES | EGGS & DAIRY ❖ Chicken POLLO | PASTA | ARROZ | PESCADO CARNE DE VACUNO | VERDURAS | HUEVOS Y LÁCTEOS ❖ Pollo

An overhead image of a cast-iron skillet filled with chicken thighs in a red sauce with cheese and basil.
Melissa Clark’s skillet chicken tastes like pizza.Credit...Christopher Testani for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews.
An overhead image of a cast-iron skillet filled with chicken thighs in a red sauce with cheese and basil.
Skillet Chicken With Tomatoes, Pancetta and Mozzarella. The nickname for this recipe is “pizza chicken,” and, if you weren’t already planning to make it, then maybe now you will. White Chicken Chili. Think dinner on one of those chilly late-September nights. This easy dish is done in under an hour if you use store-bought rotisserie chicken. Ginger-Scallion Chicken. Few dishes say “weeknight” louder than stir-fry, a dynamic dinner that cooks in a flash. Pan-Seared Ranch Chicken. Ranch is America’s favorite dressing, creamy, peppery and impossible to resist. The version here, made with Greek yogurt, doubles as tangy marinade and sauce. Sheet-Pan Gochujang Chicken and Roasted Vegetables. This is roast chicken and vegetables gone electric, and a superb way to use gochujang, the red-pepper paste. The comments on this recipe are ecstatic. Image An overhead image of a sheet pan topped with pieces of chicken, glazed sweet potato wedges and sliced radishes. Gochujang adds flavor to this sheet-pan chicken dish from Yewande Komolafe.Credit...Christopher Testani for The New York Times. Food Stylist: Chris Lanier. Prop Stylist: Carla Gonzalez-Hart. Grilled Za’atar Chicken With Garlic Yogurt and Cilantro. Make this excellent recipe in the oven if grilling isn’t your thing. Mussakhan (Roast Chicken With Sumac and Red Onions). Cut the cooking time here without diminishing the dish’s lemony, richly spiced flavor by using boneless chicken thighs, not bone-in. Chicken Fajitas. It’s hard not to love freshly made fajitas. This is a shortcut recipe that doesn’t taste like one. Miso-Honey Chicken and Asparagus. These boneless chicken thighs broil instead of bake, which cuts the cooking time to about 10 minutes. That miso-honey marinade is good enough to sip from a spoon. Image Two white bowls filled with rice, asparagus and chicken thighs are photographed from overhead. Yossy Arefi’s miso-honey chicken and asparagus comes together quickly under the broiler.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Sheet-Pan Scallion Chicken With Bok Choy. Who knew that a mixture of Dijon mustard, miso, ginger and garlic made an irresistible coating for chicken? Kay Chun did. Here’s the work of a brilliant recipe writer. Easy Kung Pao Chicken. You can make this beloved dish in 15 minutes flat. Garlicky Chicken With Lemon-Anchovy Sauce. There was a time when I made this dish several times a month. I still love that combination of capers, lemon, anchovy and lots of garlic. Arroz Chaufa (Fried Rice With Chicken and Bell Pepper). This is Chifa cuisine — Chinese-Peruvian cooking — and a top-notch stir-fry. Lemony White Bean Soup With Turkey and Greens. The best use of ground turkey that I know. Image Two white bowls filled with white beans and greens in a red broth are photographed form overhead. Melissa Clark’s lemony white bean soup.Credit...Con Poulos for The New York Times. Food Stylist: Jerrie-Joy Redman-Lloyd. Sticky Coconut Chicken and Rice. In this one-pot meal, chicken and rice cook together in a coconut-milk bath. Baked Mustard-Herb Chicken Legs. This is the chicken recipe you need to make everyone happy. Swap in mayo for the mustard if you like. Tajín Grilled Chicken. The chile-lime jolt of Tajín is sublime sprinkled on mango and watermelon; as a rim on a margarita, it’s unsurpassed. It’s also an excellent spice mix for chicken (and seafood, too). Chicken Katsu. Schnitzel, Milanese, katsu — all are breaded, pan-fried cutlets, and very lovable at that. Katsu is a Japanese staple, served with tonkatsu sauce. Pollo Sartén Con Tomate, Pancetta Y Mozzarella. El apodo de esta receta es "pizza de pollo" y, si aún no estabas planeando prepararla, tal vez ahora lo hagas. Chile De Pollo Blanco. Piense en una cena en una de esas noches frías de finales de septiembre. Este plato fácil se prepara en menos de una hora si usa pollo asado comprado en la tienda. Pollo Con Jengibre Y Cebolleta. Pocos platos dicen más "entre semana" que el salteado, una cena dinámica que se cocina en un instante. Pollo ranchero a la plancha. Ranch es el aderezo favorito de Estados Unidos, cremoso, picante e imposible de resistir. La versión aquí, hecha con yogur griego, también sirve como adobo y salsa picante. Pollo Gochujang en sartén y verduras asadas. Se trata de pollo asado y verduras eléctricas, y una excelente forma de utilizar gochujang, la pasta de pimiento rojo. Los comentarios sobre esta receta son eufóricos. Imagen Una imagen aérea de una sartén cubierta con trozos de pollo, gajos de batata glaseados y rábanos en rodajas. Gochujang agrega sabor a este plato de pollo en sartén de Yewande Komolafe. Credito...Christopher Testani para The New York Times. Estilista gastronómico: Chris Lanier. Estilista de utilería: Carla González-Hart. Pollo Za’atar A La Parrilla Con Yogurt De Ajo Y Cilantro. Haz esta excelente receta en el horno si no te gusta asar a la parrilla. Mussakhan (pollo asado con zumaque y cebolla morada). Reduzca el tiempo de cocción aquí sin disminuir el sabor a limón y ricamente especiado del plato usando muslos de pollo deshuesados, no con hueso. Fajitas de pollo. Es difícil no amar las fajitas recién hechas. Esta es una receta abreviada que no sabe a tal. Pollo Miso-Miel y Espárragos. Estos muslos de pollo deshuesados se asan a la parrilla en lugar de hornearlos, lo que reduce el tiempo de cocción a unos 10 minutos. Esa marinada de miso y miel es lo suficientemente buena como para tomarla con una cuchara. Imagen Desde arriba se fotografían dos cuencos blancos llenos de arroz, espárragos y muslos de pollo. El pollo con miso y miel y los espárragos de Yossy Arefi se preparan rápidamente debajo del asador. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Pollo Con Cebolleta En Sartén Y Bok Choy. ¿Quién diría que una mezcla de mostaza de Dijon, miso, jengibre y ajo formaba una cobertura irresistible para el pollo? Kay Chun lo hizo. Aquí está el trabajo de un brillante escritor de recetas. Pollo Kung Pao fácil. Puedes preparar este querido plato en 15 minutos. Pollo Al Ajo Con Salsa De Anchoas Y Limón. Hubo un tiempo en que hacía este plato varias veces al mes. Todavía me encanta esa combinación de alcaparras, limón, anchoa y mucho ajo. Arroz Chaufa (Arroz Frito Con Pollo Y Pimiento). Esto es cocina Chifa (cocina chino-peruana) y un salteado de primera. Sopa de frijoles blancos al limón con pavo y verduras. El mejor uso del pavo molido que conozco. Imagen Desde arriba se fotografían dos tazones blancos llenos de frijoles blancos y verduras en un caldo rojo. La sopa de frijoles blancos con limón de Melissa Clark. Credito...Con Poulos para The New York Times. Estilista gastronómico: Jerrie-Joy Redman-Lloyd. Pollo pegajoso con coco y arroz. En esta comida en una sola olla, el pollo y el arroz se cocinan juntos en un baño de leche de coco. Muslos de pollo al horno con mostaza y hierbas. Esta es la receta de pollo que necesitas para hacer felices a todos. Cambie la mayonesa por mostaza si lo desea. Pollo a la parrilla al tajín. El toque de chile y lima del Tajín es sublime espolvoreado sobre mango y sandía; como borde de una margarita, es insuperable. También es una excelente mezcla de especias para pollo (y también mariscos). Pollo Katsu. Schnitzel, milanesa, katsu: todas son chuletas empanizadas y fritas y, además, muy adorables. El katsu es un alimento básico japonés que se sirve con salsa tonkatsu. Pasta, Noodles, Rice and Other Grains Pasta, Fideos, Arroz y Otros Granos Gochujang Buttered Noodles. This thrilling mash-up of staple Korean noodle dishes is made with gochujang and a large pot of buttered spaghetti. (Watch Eric Kim make this, and other noodle dishes.) One-Pot Pasta With Ricotta and Lemon. Everyone should have an accommodating pasta or noodle recipe. This one is a great example. You can toss in veggies, whether they’re fresh or from the freezer. Add white beans or chickpeas. Toss in handfuls of herbs. Or serve it plain for kids who like their pleasures simple. (Watch how to make this.) Crisp Gnocchi With Sausage and Peas. Here’s a weeknight power chord: gnocchi, which is shelf-stable and delectably chewy; sausage, a flavor grenade of seasonings and fat; and frozen peas, for some easy and sweet pops of green. Image A cast-iron pan filled with gnocchi, peas, sausage and herbs is photographed from overhead. Ali Slagle’s crisp gnocchi comes together in less than 30 minutes.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Pasta With Andouille Sausage, Beans and Greens. This hearty and endearing pasta has a distinctly Cajun vibe. Chile Crisp Fettuccine Alfredo With Spinach. A tablespoon of chile crisp turns stodgy Alfredo sauce into something exciting. Pasta With Sausage, Squash and Sage Brown Butter. This recipe is inspired by a dish at the seminal Brooklyn restaurant Frankies Spuntino, where it’s supposedly often ordered on dates. Make it for someone you love. San Francisco-Style Vietnamese American Garlic Noodles. A garlicky paean to the combo of soy sauce, oyster sauce, fish sauce and butter. Sardine Pasta Puttanesca. Will you please make this the year you try sardines? (If you haven’t already, that is. Sardine lovers need no persuading.) Tinned sardines are easy to find, sustainable and outstanding in pasta dishes like this one. Image An overhead image of a white bowl filled with sardine- and olive-topped noodles. Sohla El-Waylly’s take on puttanesca sauce relies on sardines.Credit...Kerri Brewer for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Crispy Gnocchi With Burst Tomatoes and Mozzarella. Honestly just a really fun recipe that’s impossible to stop eating. Taiwanese Meefun. This vegetarian version of the noodle stir-fry tastes good, whether it’s hot or at room temperature. Pasta e Ceci (Italian Pasta and Chickpea Stew). There are a lot of ways to make this beloved Roman dish; this one takes only 30 minutes. Blistered Broccoli Pasta With Walnuts, Pecorino and Mint. The broccoli here is seared, but it still retains some snap. It mingles nicely with the chewy pasta, soft herbs and hard crunch of the walnuts. Image A stainless-steel skillet holds rotini and broccoli, next to a single cheese-topped serving. Dawn Perry’s blistered broccoli pasta.Credit...Andrew Purcell for The New York Times. Food Stylist: Carrie Purcell. Somen Noodles With Poached Egg, Bok Choy and Mushrooms. The dinner equivalent of putting on your favorite sweater. Honey-Glazed Mushrooms With Udon. You had me at “honey-glazed mushrooms.” Cold Noodle Salad With Spicy Peanut Sauce. Kids tend to love peanut noodles. This version is delicious as is, though you can dial down the heat if needed. Rice and Grains Image Two aqua-blue plates of golden rice that has been tossed with carrots and peas and dolloped with cream are photographed overhead. This pulao from Priya Krishna is flexible and full of flavor.Credit...Armando Rafael for The New York Times. Food Stylist: Cyd Raftus McDowell. Vegetable Pulao. Cardamom, cinnamon, cumin and turmeric flavor this cozy, simple-to-cook dinner. Kimchi Fried Rice. There’s butter in this fried rice, which makes for particularly luscious results. I love this recipe. Baked Risotto With Greens and Peas. A hands-off approach to risotto, that typically very hands-on project. Image A Dutch oven filled with rice, greens and peas is photographed from overhead. Feel free to swap in other green vegetables in this baked risotto from Kay Chun.Credit...Yossy Arefi for The New York Times (Photography and Styling) Farro With Roasted Squash, Feta and Mint. You could regard this as a salad, but I prefer to think of it as a gigantic weeknight grain bowl. Butternut Squash Congee With Chile Oil. I love this idea of letting cubes of butternut squash nearly melt into congee, a simple rice porridge that goes by different names across cuisines. Quick Jambalaya. A clever shortcut to the Louisiana classic. Shrimp Fried Rice. As with so many fried rice dishes, this one is a kid-pleaser. Best not to skip the yum yum sauce. (Watch Eric Kim make this.) ❖ Fish and Shrimp Image Two servings of white beans and shrimp in a lemony yellow stew are photographed from overhead. Sue Li’s lemony shrimp and bean stew is an easy and elegant weeknight meal.Credit...Christopher Testani for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Baked Salmon and Dill Rice. A pleasingly green one-pot meal that draws inspiration from Iranian cuisine. I’m for any recipe that calls for whole bunches of herbs. Coconut-Miso Salmon Curry. Your new default salmon? Spicy Tuna Salad With Crispy Rice. Inspired by the spicy tuna at sushi bars, this recipe delivers a stimulating mix of textures. Lemony Shrimp and Bean Stew. Weeknight cooking doesn’t usually read as fancy, but this dish does. I’d eat it with bread, but pasta is another good option. Baked Cod With Buttery Cracker Topping. “Buttery cracker” is code for Ritz crackers. The crumbs are delicious piled on cod in this very New England recipe. Image Baked cod, crusted with buttery crackers, rests partly eaten on a blue plate next to a lemon wedge. Sarah DiGregorio’s baked cod is a take on a New England restaurant staple.Credit...Sang An for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Sheet-Pan Shrimp With Tomatoes, Feta and Oregano. This is 10-minute cooking with flavors that harmonize. Salmon With Garlic Butter and Tomato Pasta. This charmer conjures the ’90s, in a good way. Coconut Fish and Tomato Bake. The gingered coconut sauce in this amazing recipe turns to velvet in the oven. Shrimp Scampi With Orzo. Maybe you think of scampi as restaurant food? This buttery, garlicky classic is made for your kitchen and well matched with orzo. Shrimp Tacos. Beachy, breezy shrimp tacos would be a welcome break from homework and viola practice. Image Three open-faced shrimp tacos topped with red cabbage sit on a light-green platter. Yewande Komolafe’s shrimp tacos are easily adaptable.Credit...Kelly Marshall for The New York Times. Food Stylist: Roscoe Betsill. Prop Stylist: Paige Hicks. Miso-Glazed Fish. This couldn’t be easier or more foolproof. Hot-Sauce Shrimp. A stunningly simple move: Toss shrimp in a bowl with hot sauce and butter. I keep shrimp in the freezer to make it. Salmon Croquettes. These fish cakes make use of an underrated pantry staple: tinned salmon. But you can use freshly cooked or leftover salmon if you like. Serve with tartar sauce, hot sauce or both. Coconut Curry Fish. This staple dish leans on Jamaican curry powder for its powerful flavor and hue. Sheet-Pan Fish Tikka With Spinach. The star of this smart recipe is vibrant tikka marinade, which flavors both fish and greens. Image Golden cubes of fish tossed with herbs lay on a blue platter next to a bowl of rice. Zainab Shah’s sheet-pan fish tikka.Credit...Bryan Gardner for The New York Times. Food Stylist: Barrett Washburne. Sheet-Pan Salmon and Broccoli With Sesame and Ginger. Healthy and nearly effortless weeknight cooking. Sheet-Pan Cod and Scallions With Cucumber Yogurt. Everything is better with yogurt sauce, especially when cucumbers figure in. Mahi ba Somagh (Sumac Roasted Fish). This citrusy recipe is simply great. You can use fillets if you’re intimidated by the thought of cooking butterflied fish — though can I persuade you to try that, too? Snapper Escovitch. A bright and bracing dinner: snapper in a blanket of vinegared bell peppers. Image Snapper fillets are coated with vinegared bell peppers on a white platter. Use fillets or a whole snapper in this escovitch from Millie Peartree.Credit...Dane Tashima for The New York Times. Food Stylist: Barrett Washburne. Sheet-Pan Chile Crisp Salmon and Asparagus. You don’t need to cube the salmon for this hot-honeyed recipe, but the bite-size pieces are fun to eat and begging to be added to a grain bowl. Zibdiyit Gambari (Spicy Shrimp and Tomato Stew). This recipe calls for cumin, garlic, jalapeño and dill, for an easy-to-make stew with galvanizing flavor. Fideos con mantequilla Gochujang. Esta emocionante combinación de platos básicos de fideos coreanos está hecha con gochujang y una olla grande de espaguetis con mantequilla. (Mira a Eric Kim preparar este y otros platos de fideos). Pasta en una olla con ricotta y limón. Todo el mundo debería tener una receta de pasta o fideos que le quede bien. Éste es un gran ejemplo. Puede agregar verduras, ya sean frescas o del congelador. Agrega frijoles blancos o garbanzos. Agregue puñados de hierbas. O sírvalo solo para los niños a quienes les gustan los placeres simples. (Mira cómo hacer esto). Ñoquis Crujientes Con Salchicha Y Guisantes. Aquí hay un acorde energético entre semana: ñoquis, que no se conservan en almacenamiento y son deliciosamente masticables; la salchicha, una granada de sabor de condimentos y grasas; y guisantes congelados, para darle un toque verde fácil y dulce. Imagen Desde arriba se fotografía una sartén de hierro fundido llena de ñoquis, guisantes, salchichas y hierbas. Los crujientes ñoquis de Ali Slagle se preparan en menos de 30 minutos. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Pasta Con Salchicha Andouille, Frijoles Y Verduras. Esta pasta abundante y entrañable tiene un aire claramente cajún. Chile Fettuccine Alfredo Crujiente Con Espinacas. Una cucharada de chile crujiente convierte la pesada salsa Alfredo en algo emocionante. Pasta Con Salchicha, Calabaza Y Mantequilla Marrón Salvia. Esta receta está inspirada en un plato del restaurante Frankies Spuntino de Brooklyn, donde supuestamente se pide a menudo en fechas. Hazlo para alguien que amas. Fideos de ajo vietnamitas americanos al estilo de San Francisco. Un himno con ajo a la combinación de salsa de soja, salsa de ostras, salsa de pescado y mantequilla. Pasta Puttanesca con Sardinas. ¿Podrías hacer esto el año en que pruebes las sardinas? (Si aún no lo ha hecho, claro. Los amantes de las sardinas no necesitan ser persuadidos). Las sardinas enlatadas son fáciles de encontrar, sostenibles y excelentes en platos de pasta como este. Imagen Una imagen aérea de un plato blanco lleno de fideos con sardinas y aceitunas. La versión de Sohla El-Waylly de la salsa puttanesca se basa en las sardinas. Crédito... Kerri Brewer para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Ñoquis Crujientes Con Tomates Reventados y Mozzarella. Honestamente, es una receta realmente divertida que es imposible dejar de comer. Meefun taiwanés. Esta versión vegetariana del salteado de fideos sabe bien, ya sea caliente o a temperatura ambiente. Pasta e Ceci (estofado italiano de pasta y garbanzos). Hay muchas formas de preparar este querido plato romano; éste toma sólo 30 minutos. Pasta ampollada de brócoli con nueces, queso pecorino y menta. El brócoli aquí está chamuscado, pero aún conserva algo de sabor. Se mezcla muy bien con la pasta masticable, las hierbas suaves y el crujiente duro de las nueces. Imagen Una sartén de acero inoxidable contiene rotini y brócoli, junto a una porción individual cubierta de queso. Pasta con brócoli con ampollas de Dawn Perry. Crédito...Andrew Purcell para The New York Times. Estilista de alimentos: Carrie Purcell. Fideos Somen con huevo escalfado, bok choy y champiñones. El equivalente para la cena de ponerse tu suéter favorito. Champiñones Glaseados Con Miel Y Udon. Me tenías en "champiñones glaseados con miel". Ensalada Fría De Fideos Con Salsa Picante De Maní. A los niños les encantan los fideos con maní. Esta versión es deliciosa tal cual, aunque puedes bajar el fuego si es necesario. Arroz y Granos Imagen Desde arriba se fotografían dos platos azul agua de arroz dorado mezclado con zanahorias y guisantes y cubierto con crema. Este pulao de Priya Krishna es flexible y lleno de sabor. Credito...Armando Rafael para The New York Times. Estilista gastronómico: Cyd Raftus McDowell. Pulao vegetal. Cardamomo, canela, comino y cúrcuma dan sabor a esta cena acogedora y fácil de preparar. Arroz Frito Con Kimchi. Hay mantequilla en este arroz frito, lo que produce resultados particularmente deliciosos. Me encanta esta receta. Risotto al horno con verduras y guisantes. Un enfoque no intervencionista para el risotto, ese proyecto típicamente muy práctico. Imagen Desde arriba se fotografía una olla llena de arroz, verduras y guisantes. Siéntase libre de intercambiar otros vegetales verdes en este risotto horneado de Kay Chun. Credito...Yossy Arefi para The New York Times (Fotografía y estilo) Farro Con Calabaza Asada, Feta Y Menta. Podrías considerar esto como una ensalada, pero prefiero pensar en ello como un tazón gigantesco de cereales entre semana. Congee de calabaza con aceite de chile. Me encanta esta idea de dejar que los cubos de calabaza casi se derritan y se conviertan en sopa de arroz, una simple papilla de arroz que recibe diferentes nombres según las cocinas. Jambalaya rápido. Un atajo inteligente al clásico de Luisiana. Arroz frito con camarones. Como ocurre con tantos platos de arroz frito, este agrada a los niños. Lo mejor es no saltarse la salsa yum yum. (Mira a Eric Kim hacer esto). ❖ Pescado y Camarones Imagen Desde arriba se fotografían dos porciones de frijoles blancos y camarones en un guiso de color amarillo limón. El guiso de frijoles y camarones al limón de Sue Li es una comida fácil y elegante entre semana. Credito...Christopher Testani para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Arroz con salmón al horno y eneldo. Una deliciosa comida verde en una olla que se inspira en la cocina iraní. estoy para cualquier receta que requiere manojos enteros de hierbas. Curry de salmón y coco y miso. ¿Tu nuevo salmón predeterminado? Ensalada Picante De Atún Con Arroz Crujiente. Inspirada en el atún picante de los bares de sushi, esta receta ofrece una estimulante mezcla de texturas. Guiso de frijoles y camarones al limón. La cocina entre semana no suele parecer tan elegante, pero este plato sí lo es. Yo lo comería con pan, pero la pasta es otra buena opción. Bacalao Al Horno Con Cobertura De Galleta Mantecosa. "Galleta de mantequilla" es el código para las galletas Ritz. Las migas quedan deliciosas apiladas sobre bacalao en esta receta tan de Nueva Inglaterra. Imagen El bacalao al horno, cubierto con galletas saladas de mantequilla, descansa parcialmente comido en un plato azul junto a una rodajita de limón. El bacalao al horno de Sarah DiGregorio es una versión de un alimento básico de un restaurante de Nueva Inglaterra. Credito...Sang An para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Camarones En Sartén Con Tomates, Feta Y Orégano. Se trata de una cocción de 10 minutos con sabores que armonizan. Salmón Con Mantequilla De Ajo Y Pasta De Tomate. Este encantador evoca los años 90, en el buen sentido. Horneado De Pescado Con Coco Y Tomate. La salsa de coco con jengibre de esta increíble receta se vuelve aterciopelada en el horno. Langostinos Al Ajillo Con Orzo. ¿Quizás piensas en las gambas como comida de restaurante? Este clásico mantecoso y con sabor a ajo está hecho para tu cocina y combina bien con orzo. Tacos de camarones. Los tacos de camarones, frescos y playeros, serían un bienvenido descanso de la tarea y la práctica de la viola. Imagen Tres tacos de camarones abiertos cubiertos con repollo rojo se encuentran en una fuente de color verde claro. Los tacos de camarones de Yewande Komolafe se adaptan fácilmente. Credito...Kelly Marshall para The New York Times. Estilista gastronómico: Roscoe Betsill. Estilista de utilería: Paige Hicks. Pescado glaseado con miso. Esto no podría ser más fácil ni más infalible. Camarones En Salsa Picante. Un movimiento increíblemente simple: mezcle los camarones en un tazón con salsa picante y mantequilla. Guardo camarones en el congelador para hacerlo. Croquetas De Salmón. Estos pasteles de pescado utilizan un alimento básico subestimado: el salmón en lata. Pero puedes usar salmón recién cocido o sobrantes si lo deseas. Sirva con salsa tártara, salsa picante o ambas. Pescado al curry con coco. Este plato básico se basa en curry jamaicano en polvo por su potente sabor y tono. Pescado Tikka En Sartén Con Espinacas. La estrella de esta inteligente receta es la vibrante marinada tikka, que da sabor tanto al pescado como a las verduras. Imagen Cubos dorados de pescado mezclados con hierbas yacían en una fuente azul junto a un plato de arroz. Tikka de pescado en sartén de Zainab Shah. Crédito...Bryan Gardner para The New York Times. Estilista de alimentos: Barrett Washburne. Salmón En Sartén Y Brócoli Con Sésamo Y Jengibre. Cocina saludable y casi sin esfuerzo entre semana. Bacalao En Sartén Y Cebolletas Con Yogur De Pepino. Todo queda mejor con salsa de yogur, sobre todo cuando figuran los pepinos. Mahi ba Somagh (pescado asado con zumaque). Esta receta cítrica es simplemente genial. Puedes usar filetes si te intimida la idea de cocinar pescado en mariposa, pero ¿puedo convencerte de que pruebes eso también? Pargo Escovitch. Una cena brillante y tonificante: pargo en un manto de pimientos morrones en vinagre. Imagen Los filetes de pargo se recubren con pimientos morrones en vinagre en un plato blanco. Utilice filetes o un pargo entero en este escovitch de Millie Peartree. Credito...Dane Tashima para The New York Times. Estilista de alimentos: Barrett Washburne. Salmón Crujiente Con Chile Sheet-Pan y Espárragos. No es necesario cortar el salmón en cubitos para esta receta con miel picante, pero los trozos pequeños son divertidos de comer y piden a gritos que los agregues a un tazón de cereales. Zibdiyit Gambari (estofado picante de camarones y tomate). Esta receta lleva comino, ajo, jalapeño y eneldo, para obtener un guiso fácil de preparar con un sabor estimulante. Beef and Pork Image Meatballs. Never ever make a single batch of meatballs! Double, triple or even quadruple so you have extra to freeze. You’ll want them. (Here are turkey meatballs, if you’d prefer that to beef.) Sheet-Pan Sausages and Brussels Sprouts With Honey Mustard. Bookmark for the first chilly night of the year. Carne Asada. The best steak tacos start here. Save time by using ground spices, instead of prepping everything for your own spice blend. (Watch Pati Jinich make this.) Image A partly sliced piece of beef sits on a cutting board next to taco fixings. Pati Jinich’s carne asada.Credit...Johnny Miller for The New York Times. Food Stylist: Sue Li. Beef Short Rib Rice Bowls. This recipe siphons Korean barbecue flavors into an easy rice bowl. Crispy Chickpeas With Beef. So simple, it’s almost crazy. Sheet-Pan Sausage With Peppers and Tomatoes. Sausage is a brilliant weeknight ingredient: It arrives preseasoned, and the fat flavors everything around it, like a tangle of roasted sweet peppers and tomatoes. Image Roasted sausages are tossed among tomatoes and peppers on a rimmed sheet pan. Ali Slagle’s sheet-pan sausage with peppers and tomatoes.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Vivian Lui. Grilled Steak With Sauce Rof. This sauce is so good, you’ll want to use the leftovers on everything you cook for the rest of the week. Pork Chops in Lemon-Caper Sauce. If you love the bright zing of lemon and capers, these smothered pork chops are for you. Black Pepper Beef and Cabbage Stir-Fry. Deemed a “perfect weeknight dinner” in the comments, this dish champions the punchy heat of black peppercorns. Image A light-blue bowl holds stir-fried beef, on a bed of rice, topped with scallion and sesame seeds. Sue Li’s black pepper beef and cabbage stir-fry is built primarily from pantry staples.Credit...Andrew Purcell for The New York Times. Food Stylist: Barrett Washburne. Pork Chops With Jammy-Mustard Glaze. This is an easy way to make dinner feel special. Pork Meatballs With Ginger and Fish Sauce. More meatballs, this time flavored with ginger, garlic and fish sauce. I like these over rice with a lime squeeze. Party Board. This recipe is a party, and I love a party. Think of it as a charcuterie board, but made with whatever you have and whatever you want. ❖ Vegetables, Beans and Tofu Image Cubes of glazed tofu, cashews and snap peas sit on a bed of rice. Yewande Komolafe’s crispy tofu with cashews and blistered snap peas.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Crispy Tofu With Cashews and Blistered Snap Peas. Yewande Komolafe has a genius for cooking with tofu. If you’ve never tried her tofu recipes, start here. (Watch Yewande make this.) Silken Tofu With Spicy Soy Dressing. This New York Times Cooking staff favorite is best in warm weather, but shines anytime. Mushroom and Eggplant Yassa. This satisfying stew with caramelized onions, chile, ginger and garlic is a vegetarian version of a Senegalese staple. Braised White Beans and Greens With Parmesan. Cooking trends come and go, but beans are forever. Red Curry Lentils With Sweet Potatoes and Spinach. People swear by this recipe, which is inspired by dal and packed with nourishing ingredients. This reheats well if you make it ahead. Image A golden lentil curry is topped with toasted coconut and herbs. Lidey Heuck’s red curry lentils work well with rice or toasted flatbread.Credit...Linda Xiao for The New York Times. Food Stylist: Monica Pierini. Vegetable Pajeon (Korean Scallion Pancakes With Vegetables). Make these crisp-rimmed pancakes with whatever vegetables you have on hand, even leftovers. Soy-Braised Tofu With Bok Choy. This recipe is a weeknight staple at my house, a speedy and savory braise that can take any vegetable you throw at it. Sabich Bowls. The signature elements of sabich, the Israeli sandwich made with eggplant, hummus, tahini sauce and boiled egg, are just as good funneled into bowl form. Chickpeas step in for the traditional hummus. Bean and Cheese Burritos. For any tweens in your life who recently turned vegetarian, and for anyone else in your home who loves the salty smush of refried beans. Image A halved burrito sits on an aqua-colored plate next to a platter of more whole burritos and toppings. Kay Chun’s bean and cheese burritos.Credit...Linda Xiao for The New York Times. Food Stylist; Hadas Smirnoff. Prop Stylist: Megan Hedgpeth. Sweet and Sour Eggplant With Garlic Chips. Eggplant can turn to sludge if it’s not treated right. You won’t have that problem here. Folami’s BBQ Tofu. A very effective way to make crowd-pleasing tofu: Bathe it in barbecue sauce. Black Bean Chili With Mushrooms. This vegetarian recipe draws its depth from a combination of fresh and dried mushrooms. Coconut-Ginger Black Beans. These satiny beans make for a delicious dinner with rice and greens. Image Three white bowls full of brothy black beans and topped with crumbled plantain chips are photographed from overhead. Ali Slagle’s vegan coconut-ginger black beans.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Kaddu (Sweet and Sour Butternut Squash). This vivid squash dish works wonders as a side, but I’m happy eating it on its own with rice and with a dollop of yogurt. (Watch Priya Krishna make this.) Green Curry Glazed Tofu. Jarred Thai green curry paste is the smart pantry shortcut in this veggie-packed recipe. Spiced Seared Eggplant With Pearl Couscous. Eggplant melds beautifully with tomato, cinnamon, cumin and cayenne. Tortizzas. Tortillas crossed with pizza: a fun customizable dinner for kids and the adults who cook for them. ❖ Albóndigas. ¡Nunca hagas una sola tanda de albóndigas! Duplica, triplica o incluso cuádruple para que tengas más para congelar. Los querrás. (Aquí tienes albóndigas de pavo, si las prefieres a la carne de res). Salchichas De Sartén Y Coles De Bruselas Con Mostaza Y Miel. Marcador para la primera noche fría del año. Carne asada. Los mejores tacos de carne empiezan aquí. Ahorre tiempo usando especias molidas, en lugar de preparar todo para su propia mezcla de especias. (Mira a Pati Jinich hacer esto). Imagen Un trozo de carne parcialmente cortado se encuentra sobre una tabla de cortar junto a las guarniciones para tacos. Carne asada de Pati Jinich. Credito...Johnny Miller para The New York Times. Estilista gastronómica: Sue Li. Tazones de arroz con costillas de res. Esta receta fusiona los sabores de la barbacoa coreana en un sencillo plato de arroz. Garbanzos Crujientes Con Ternera. Tan simple que es casi una locura. Salchicha En Sartén Con Pimientos Y Tomates. La salchicha es un ingrediente brillante entre semana: llega precondimentada y la grasa le da sabor a todo lo que la rodea, como una maraña de pimientos dulces y tomates asados. Imagen Las salchichas asadas se mezclan con tomates y pimientos en una bandeja para hornear con borde. Salchicha en sartén de Ali Slagle con pimientos y tomates. Crédito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómica: Vivian Lui. Filete A La Parrilla Con Salsa Rof. Esta salsa es tan buena que querrás usar las sobras en todo lo que cocines durante el resto de la semana. Chuletas de Cerdo en Salsa de Limón y Alcaparras. Si te encanta el toque brillante del limón y las alcaparras, estas chuletas de cerdo asadas son para ti. Salteado de repollo y ternera a la pimienta negra. Considerado una “cena perfecta entre semana” en los comentarios, este plato defiende el picante picante de los granos de pimienta negra. Imagen Un tazón azul claro contiene carne de res salteada, sobre una cama de arroz, cubierta con cebolleta y semillas de sésamo. El salteado de repollo y carne con pimienta negra de Sue Li se elabora principalmente con alimentos básicos de la despensa. Crédito...Andrew Purcell para The New York Times. Estilista de alimentos: Barrett Washburne. Chuletas De Cerdo Con Glaseado De Mermelada Y Mostaza. Esta es una manera fácil de hacer que la cena se sienta especial. Albóndigas De Cerdo Con Salsa De Pescado Y Jengibre. Más albóndigas, esta vez aromatizadas con jengibre, ajo y salsa de pescado. Me gustan estos sobre arroz con un chorrito de lima. Junta del Partido. Esta receta es una fiesta y a mí me encanta la fiesta. Piénsalo como una tabla de embutidos, pero hecha con lo que tengas y lo que quieras. ❖ Verduras, Frijoles y Tofu Imagen Sobre una cama de arroz se colocan cubos de tofu glaseado, anacardos y guisantes. Tofu crujiente de Yewande Komolafe con anacardos y guisantes tiernos. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Tofu crujiente con anacardos y guisantes ampollados. Yewande Komolafe tiene un genio para cocinar con tofu. Si nunca has probado sus recetas de tofu, comienza aquí. (Mira a Yewande hacer esto). Tofu sedoso con aderezo de soja picante. Este favorito del personal de cocina del New York Times es mejor en climas cálidos, pero brilla en cualquier momento. Yassa de Setas y Berenjenas. Este delicioso guiso con cebolla caramelizada, chile, jengibre y ajo es una versión vegetariana de un alimento básico senegalés. Frijoles blancos estofados y verduras con parmesano. Las tendencias culinarias van y vienen, pero los frijoles son para siempre. Lentejas Al Curry Rojo Con Batatas Y Espinacas. La gente confía en esta receta, inspirada en el dal y repleta de ingredientes nutritivos. Esto se recalienta bien si lo adelantas. Imagen Un curry de lentejas doradas se cubre con coco tostado y hierbas. Las lentejas al curry rojo de Lidey Heuck combinan bien con arroz o pan plano tostado. Credito...Linda Xiao para The New York Times. Estilista gastronómica: Mónica Pierini. Pajeon De Verduras (Panqueques Coreanos De Cebolleta Con Verduras). Prepare estos panqueques de borde crujiente con las verduras que tenga a mano, incluso las sobras. Tofu estofado con soja y bok choy. Esta receta es un alimento básico entre semana en mi casa, un estofado rápido y sabroso que puede tomar cualquier verdura que le eches. Cuencos Sabich. Los elementos característicos del sabich, el sándwich israelí hecho con berenjena, hummus, salsa tahini y huevo cocido, quedan igual de bien canalizados en forma de tazón. Los garbanzos sustituyen al hummus tradicional. Burritos de Frijoles y Queso. Para cualquier preadolescente en su vida que recientemente se haya vuelto vegetariano y para cualquier otra persona en su hogar a la que le guste la mezcla salada de los frijoles refritos. Imagen Un burrito partido por la mitad se encuentra en un plato de color agua junto a una fuente con más burritos enteros y aderezos. Burritos de frijoles y queso de Kay Chun. Credito...Linda Xiao para The New York Times. Estilista de alimentos; Hadas Smirnoff. Estilista de utilería: Megan Hedgpeth. Berenjena Agridulce Con Chips De Ajo. La berenjena puede convertirse en lodo si no se trata correctamente. No tendrás ese problema aquí. Tofu BBQ de Folami. Una forma muy eficaz de preparar tofu que agradará a todo el mundo: báñalo en salsa barbacoa. Chile De Frijoles Negros Con Champiñones. Esta receta vegetariana obtiene su profundidad de una combinación de champiñones frescos y secos. Frijoles negros con coco y jengibre. Estos frijoles satinados son una cena deliciosa con arroz y verduras. Imagen Tres tazones blancos llenos de frijoles negros caldosos y cubiertos con chips de plátano desmenuzados son fot. fotografiado desde arriba. Frijoles negros veganos con coco y jengibre de Ali Slagle. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Kaddu (calabaza agridulce). Este vistoso plato de calabaza funciona de maravilla como acompañamiento, pero a mí me gusta comerlo solo con arroz y una cucharada de yogur. (Mira a Priya Krishna hacer esto). Tofu glaseado con curry verde. La pasta de curry verde tailandés en frasco es el atajo inteligente de la despensa en esta receta repleta de verduras. Berenjenas braseadas con especias y cuscús de perlas. La berenjena combina maravillosamente con tomate, canela, comino y cayena. Tortizas. Tortillas cruzadas con pizza: una divertida cena personalizable para los niños y los adultos que cocinan para ellos. ❖

La fiebre pedagógica

Cuando se habla de las competencias que ha de tener un profesor, se hace referencia a las relacionadas con el saber, con el saber hacer, con el saber contar, con el saber sentir y con el saber ser. Las de los dos grupos primeros son objeto de atención preferente en la formación inicial. No es tan frecuente que haya preocupación por las competencias relacionadas con el saber contar, el saber sentir y el saber ser. No se hace gran cosa por la educación emocional de los docentes, por ejemplo

En la reciente obra de Luis Landero, “La última función”, se habla de una competencia que casi nunca se menciona. Me refiero a la fiebre pedagógica. Una competencia que está en el origen de la decisión de ser maestro, en las instancias de formación y en el desarrollo profesional.

Soy un seguidor entusiasta de la obra del escritor extremeño Luis Landero. Cuando veo una nueva novela suya en el escaparate de una librería, de forma irresistible, tengo que ponerme a leerla. Eso me ha sucedido hace unos días con su reciente libro titulado “La última función”.

Hace muchos años me encontré con Landero en su pueblo natal, Alburquerque. Acababa de leer su novela “El guitarrista”. Y recuerdo que le dije:

Me gusta tanto cómo escribes, cómo cuentas la historia, que me importa poco lo que estás contando. Me atrapa con tanta fuerza la forma de decir que casi se me olvida lo que dices.

Agradeció el sincero cumplido con una sonrisa y, si hoy le encontrara de nuevo, tendría que decirle lo mismo de las novelas suyas que he leído desde entonces (no sé si respeto el orden de aparición): “El balcón en invierno”, “Absolución”, “Retrato de un hombre maduro”, “El huerto de Emerson”, “La vida negociable”, “La lluvia fina”, “Una historia ridícula”… Tan cierto es lo que digo que, con alguna de sus obras, no podría repetir el argumento de la trama. Solo podría decir lo mucho que disfruté leyendo y la resistencia a que pasito a paso estuviera llegando al final.

– ¡Qué pena, ya solo me quedan cuarenta páginas, treinta páginas, vente páginas…!

Voy al título del artículo que he tomado de uno de los personajes de la historia que cuenta en “La última función”. Me refiero al maestro Ángel Cuervo, del que dice el autor:

“Enardecido por la fiebre pedagógica, se hizo maestro y ejerció durante muchos años en muchos lugares, ciudades y aldeas y de todos huyó a los pocos cursos porque en ninguno encontró un alumno, un discípulo, ni siquiera uno donde él viese la inconfundible luz del genio”.

¿Qué es la fiebre pedagógica? Me aventuraré a explorar en el concepto. Si tenemos en cuenta que la fiebre corporal es un aumento temporal de la temperatura, podría decirse que, metafóricamente, se trata de una situación enardecida, una calentura del ánimo. Si la fiebre corporal es, además, una parte de la respuesta general del sistema inmunitario del cuerpo, la fiebre pedagógica nos inmunizaría de aquellas reacciones adversas que lastran el optimismo: desafección de las familias, pasividad de los alumnos, insensibilidad de los políticos…

La fiebre está relacionada habitualmente con la estimulación del sistema inmunitario del organismo, ya que ayuda a combatir a determinados organismos que causan enfermedades. Entre las causas más comunes están: Infecciones. trastornos inflamatorios o autoinmunitarios. Eso es. La fiebre pedagógica nos fortalece ante las adversidades de la profesión. Adversidades que pueden proceder de las dimensiones organizativas de la práctica, de las actitudes de los colegas y de las limitaciones de nuestro propia actuación profesional.

Ceo que esa fiebre pedagógica de la que habla Luis Landero es una necesaria actitud del profesional. Una actitud que empieza cuando la elegimos y que se puede mantener cuando la vivimos con pasión. Pienso que el magisterio es una profesión que solo se puede vivir dignamente con pasión.

La fiebre pedagógica nos hace ser creativos, entusiastas, esforzados, emprendedores, resilientes, perseverantes, trabajadores, optimistas, apasionados… Es ese plus de ilusión que se necesita para hacer frente a situaciones complejas que se convierten en retos y desafíos.

La fiebre es molesta, nos desasosiega, nos saca del confort, nos mantiene en tensión, nos estimula y espolea. Y eso es lo que sucede con la fiebre pedagógica.

El maestro Ángel Cuervo se siente impulsado febrilmente a cultivar lo que considera un don especial que tiene un alumno, en este caso Tito Gil (Ernestito Gil), protagonista de la obra de Landero, cuya prodigiosa voz le ha de llevar a singulares cotas de éxito. El maestro es quien descubre la veta del valor (tiene “mirada sagaz”), quien ayuda a cultivarla, quien guía, tutoriza y sostiene a sus alumnos…

“¿Qué habría sido de Mozart si un padre o un maestro no hubieran visto en él desde el principio el resplandor de la grandeza (que a veces, por cierto, solo emite débiles, casi imperceptibles señales, nada fáciles de captar) y hubieran abonado el entorno para que aquella semilla creciera saludable y robusta? Y cuántas otras no se habrían agostado al faltarles el sustento de alguien que las cuidase hasta que pudieran valerse por sí solas! Sí, él sabría percibir al talentoso, al elegido, entre la rutina de los días y la grisura de la multitud. Esa sería su cualidad: la mirada capaz de penetrar en los secretos mejor guardados de las almas. Y entonces se convertiría en su guía, en su tutor, y su nombre aparecería junto a él, si no en un álbum de cromos, sí al menos en los libros de historia. Así de humilde y así de ambicioso era su empeño”, dice Landero.

La gloria del maestro se esconde bajo los clamores del éxito del discípulo. Su tarea consiste en descubrir los destellos del genio y cultivarlos de forma inteligente para que se desarrollen con plenitud.

“Y de pronto llegó Tito a la escuela. Algo de su viejo ideal renació en él. He aquí que el destino ponía al fin en sus manos, ya en el crepúsculo de sus días, la oportunidad de cumplir su viejo afán y darle algún sentido a su vana existencia. Quizá fue un gesto de desesperación, de orgullo, de despecho, pero el caso es que reconoció en Tito los signos de la grandeza, la semilla del genio. Aquella voz y el talento natural que tenía para usarla y acompañarla con los ademanes y gestos idóneos, ya fueran serios o jocosos, sin tener la menor noticia de lo que era el teatro anunciaban al actor de renombre, o al orador llamado a sugestionar y mover a las masas con solo la alquimia de su voz”.

Una vez descubierto el filón de la genialidad, el maestro Ángel Cuervo se encarga de la guía y la tutela de su discípulo. Y actúa de forma exigente y rigurosa. “Lo tomó bajo su magisterio”, dice de forma lapidaria Luis Landero.

“Le hizo aprender de memoria poemas, monólogos dramáticos y piezas oratorias, que Tito retenía con gran facilidad, y no solamente se los hacía recitar en clase sino que, convertido en su representante lo llevaba a actuar en los espectáculos más o menos culturales que se celebraban en nuestro pueblo y en otros vecinos, como si fueren de gira, y con ocho años dio en solitario su primer concierto de rapsoda”.

Quien se dedica a la tarea de la enseñanza ha de tener esa fiebre pedagógica que impulsa a una acción comprometida y desafiante, que cultiva el optimismo, que da fuerza en las adversidades, que impulsa la esperanza y potencia el amor. La fiebre pedagógica espolea a quien la padece, estimula, ilusiona, da fuerza, aviva la creatividad, impulsa a buscar nuevos recursos, facilita la perseverancia, multiplica las fuerzas, aviva la fe en los resultados y hace disfrutar del éxito de los alumnos y de las alumnas. “Ángel Cuervo, dice el autor extremeño, estuvo durante años aguardando los éxitos de su tutelado y murió poco después con el convencimiento de que su vida no había sido del todo vana”.

Hay circunstancias que hacen desaparecer la fiebre pedagógica como si se tratase de un mal que nos aqueja. Su desaparición evita las molestias de la fiebre, nos instala en la comodidad y el conformismo. La rutina que es el cáncer de las instituciones, el cansancio, la pérdida de la ilusión, los fracasos reiterados, los jefes tóxicos, la desidia, la desilusión, el fatalismo son las secuelas de esa pérdida.

Me duele ver a jóvenes recién salidos de las Facultades de Educación que ya han perdido o que nunca han tenido esa fiebre pedagógica que les haría disfrutar de la tarea y les haría entusiastas y dinámicos emprendedores. Me duele verlos ya quemados sin que hayan visto siquiera el humo.

https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2024/03/02/la-fiebre-pedagogica/