Por fuera, parecía que Adam Alter se deslizaba suavemente por la vida.
A los 28 años, había obtenido un doctorado en psicología de Princeton y poco después consiguió un puesto como profesor en vías de titularidad en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
Pero se sentía atascado. Prepararse para enseñar mientras realizaba investigaciones al mismo tiempo se volvió abrumador, especialmente después de cinco intensos años de estudios de posgrado. Y aunque a menudo estaba rodeado de gente en la ciudad de Nueva York, extrañaba tener una red cercana de amigos.
Dijo que era como estar atrapado en una cinta transportadora. “Estaba haciéndome una carrera”, dijo, “pero no estaba seguro de si esas eran las maneras en las que quería tener éxito”.
Alter, quien ahora ha sido profesor durante 15 años, ha dedicado gran parte de su carrera a investigar la idea de sentirse estancado. En 2020, encuestó a cientos de personas sobre el tema, y cada participante dijo sentirse paralizado en al menos un área: intentos creativos fracasados, carreras estancadas, relaciones insatisfactorias, incapacidad para ahorrar dinero, la lista continuaba.
Por qué nos estancamos
Caer en una rutina o sentirse estancado de vez en cuando es una experiencia universal, dijo Alter, cuyo último libro, Anatomy of a Breakthrough, ofrece 100 maneras de salir del atasco.
¿Por qué? Al abordar cualquier meta a largo plazo, inevitablemente llegarás a un punto de estancamiento, dijo. Y debido a que algunos objetivos no tienen puntos finales claros, puede ser difícil sentir que estás avanzando.
Otros puntos de estancamiento pueden tener su origen en grandes cambios de la vida como enfermedades, tener un bebé, mudarse o ser despedido. Alter descubrió que las personas tienden a ser especialmente autorreflexivas al acercarse a una nueva década, por ejemplo a los 29 o 39 años, y que estos momentos de cambio pueden sentirse abrumadores cuando la vida no va según lo planeado.
Cómo salir del atasco
Haz una ‘auditoría de fricción’: La auditoría de fricción es una forma en que las organizaciones eliminan áreas de ineficiencia. Los individuos pueden aplicar los mismos principios a sus propias vidas identificando las cosas que les crean obstáculos y añaden complicaciones o estrés, dijo Alter.
Para comenzar, intenta preguntarte: ¿estoy repitiendo ciertos patrones que no son útiles? ¿Hay cosas que hago regularmente que no disfruto? El siguiente paso es recortar o suavizar cada punto de fricción. Digamos que odias tu traslado al trabajo, pero sientes que no puedes cambiarlo. Alter sugirió preguntarse: “¿qué parte lo hace más desagradable?” ¿Qué cambios específicos puedes hacer para abordar el problema? ¿Ayudará escuchar un buen pódcast o audiolibro? Si conduces, ¿puedes iniciar un grupo con otros compañeros a quienes llevar al trabajo? ¿Hay alguna manera de trabajar desde casa con más frecuencia?
Reformula los pensamientos negativos: Tal vez sueles “catastrofizar”, o pensar que lo peor va a suceder. O tal vez eres demasiado duro contigo mismo y tienes un caso de “deberías”, como en: “Debería haber hecho más en el trabajo”, incluso cuando has logrado bastante. Pensamientos persistentes como estos pueden crear estrés e interferir con tus metas, dijo Judy Ho, neuropsicóloga clínica y profesora asociada en la Universidad de Pepperdine.
Intenta reformular tu pensamiento, recomendó Ho. Por ejemplo, en lugar de “Voy a fracasar en este proyecto”, puedes pensar, “Haré lo mejor que pueda, y si tengo dificultades pediré ayuda”. Finalmente, dijo, apunta a evaluar tus pensamientos objetivamente: “Estoy teniendo este pensamiento. ¿Cuál es la evidencia a favor? ¿Y cuál es la evidencia en contra?”.
Intenta ‘proyectar el futuro’: “Imagina una vida futura donde ya no estés estancado”, recomendó Sarah Sarkis, psicóloga clínica y coach ejecutiva en Boston. ¿Cómo se ve? ¿Cómo te sientes?
Luego piensa en los pasos específicos que te ayudarían a trabajar hacia esa visión. Escribe esos pasos, idealmente a mano. Esto nos ayuda a comprometernos con ellos, dijo Sarkis. Y no esperes hasta sentirte “listo”, agregó. Haz al menos un paso cada día si puedes, pero sé amable contigo mismo si no puedes. Si te saltas un día o dos, simplemente comienza de nuevo mañana. “Pinta el futuro que estás buscando”, dijo Sarkis. “Traza un plan para llegar allí”.
Comparte tu meta: Contarle a otras personas sobre tus planes también puede ser útil. Adam Cheyer, el cocreador de Siri y vicepresidente de Experiencia de IA en Airbnb, ha dicho que esto fue crucial para su éxito. “La sola fuerza de poner las palabras en el mundo ahora te hace creer, te hace comprometerte”, le dijo a una audiencia en la Universidad de California, Berkeley. Un beneficio añadido es que las personas pueden querer ayudarte. “De alguna manera, el universo te ayudará a alcanzar esta meta”, dijo. “Ha sido una herramienta enorme, enorme para mí”.
Haz algo significativo: Dedicar tiempo a actividades que estén alineadas con tus valores “te empuja hacia adelante si te sientes estancado en dimensiones de tu vida que no tengan ninguna relación”, dijo Alter. Cuando se sentía desmotivado al principio de su carrera docente, se encontró con un póster en su gimnasio: un grupo buscaba voluntarios para ayudar a recaudar fondos para la Sociedad de Leucemia y Linfoma corriendo en la Maratón de la Ciudad de Nueva York. Era casi como el destino, dijo; uno de sus amigos había muerto de leucemia años antes. Mientras entrenaba, terminó haciendo varios amigos. “Me sentí como una persona más productiva y eso me dio confianza para abordar otras áreas de mi vida”, dijo. “Cuando nos sentimos estancados, necesitamos significado más que nunca”.
Christina Caron es reportera del Times y cubre temas de salud mental. Más de Christina Caron
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