viernes, 26 de mayo de 2023

"Aquí aprendo cosas que no son para niños de mi edad, pero a mí me pone feliz": el centro para niños superdotados más grande de América Latina

Una lección sobre el desarrollo de la inteligencia y los cambios en el cerebro que dieron lugar al lenguaje verbal no parece la materia más habitual para alumnos de 7 años.

Pero en esta escuela se enseña sobre este y muchos otros temas que mantienen estimulados a los niños, quienes levantan la mano sin parar para formular perspicaces preguntas y opinar sobre lo que expone su profesora que, pacientemente, va respondiendo uno a uno.

En el llamado Centro de Atención al Talento (CEDAT), localizado en Ciudad de México, todos sus alumnos tienen un denominador común: ser superdotados. O dicho de otra manera, según la explicación oficial, que cuentan con un coeficiente intelectual superior a 130 puntos.

Aquí, junto a las clases más avanzadas de ciencias, historia o idiomas, los alumnos reciben de maestros superdotados o especialistas otras materias como robótica o conocimientos sobre medicina y primeros auxilios.

Pero igualmente llamativo es ver que los niños están reunidos en las clases no por su edad (que oscilan entre 2,5 y 17 años), sino por su capacidad y desarrollo intelectual.

Esto se debe a que cada uno progresa a su ritmo, pero en promedio, estos alumnos aprenden entre un 30% y 50% más rápido que un niño promedio. Esto les permite que en un solo curso escolar pueden aprobar dos grados… o incluso más.

Aburridos en las otras escuelas
La llegada de los alumnos superdotados a este centro, cuyos responsables lo definen como el más grande de su tipo en América Latina, no siempre es sencillo.

Primero, porque muchas veces resultan difíciles de localizar. A algunos comportamientos frecuentes en estos niños -se distraen en la escuela tradicional porque están aburridos, se muestran hiperactivos…- se responde a veces con diagnósticos equivocados como trastorno por déficit de atención e incluso con fuertes medicaciones como antipsicóticos o antidepresivos.

Para hacerse una idea, se calcula que en torno a un 3% de la población es superdotada, lo que entre los menores de edad de México equivaldría a un millón de niños y adolescentes. Sin embargo, según el CEDAT, en el país no están identificados más de 11.500.

Pero una vez detectados, su llegada a un centro como este con una enseñanza especializada cambia su vida por completo, especialmente al rodearse de personas con sus mismas capacidades con los que conviven sin miedo al rechazo.

"Mi otra escuela era fácil. A mí me gustaba la astronomía pero no me platicaba con mis amigos de eso porque me daba pena. Yo así tan joven… era como ser un 'miniprofesor'", cuenta Alexis Martínez, alumno del CEDAT de 7 años.

"En cambio, aquí aprendo cosas que no son para niños de mi edad, que otros se quedarían como… '¿qué es esto?'. Pero a mí me pone feliz ver estas cosas", agrega.

Los alumnos aprenden algunos conocimientos de medicina en el centro.

Su compañera Mikella Gamborino asiente. "Las otras escuelas eran bien fáciles. Yo me siento aquí, hablo y digo 'ay, ya estoy con los míos'. Sí siento diferencia, me siento mejor y me comunico mejor".

Escuchar a Alexis y Mikella es casi hipnotizante. Una vez pasada la vergüenza inicial, muestran su locuacidad y agudeza mental hablando casi sin parar. Se interrumpen, se complementan, y saltan de un tema a otro sin darse cuenta, con enormes sonrisas contagiosas.

Él nos explica con todo lujo de detalles los entresijos y curiosidades de la tabla periódica de elementos, y nos cuenta qué le gustaría estudiar más sobre el síndrome de Edwards ("una trisomía en el cromosoma 18", explica) para ayudar a quienes ocasiona retrasos graves en el desarrollo. Ella nos sorprende presentándose en chino mandarín, uno de los varios idiomas que estudia.

Alexis es apasionado de las ciencias y conoce multitud de datos sobre la tabla de elementos.

Estereotipo de "ratón de biblioteca" Pero entre tantos temas que dejan en evidencia su mayor nivel intelectual, también hablan de otros que hacen recordar que siguen siendo niños de 7 años.

Conversan sobre anime japonés ("son caricaturas japonesas, como el Chavo del 8 aquí", aclara Alexis) y de chistes que leyeron en un libro. Ambos se emocionan cuando les permiten entrar entre gritos y alboroto a un pequeño supermercado donde se les enseña sobre ahorro y economía doméstica, y Mikella no puede aguantar la risa cuando trata de manejar con más o menos éxito un pequeño robot por control remoto.

Precisamente romper estereotipos sobre los superdotados y subrayar que continúan siendo niños es uno de los objetivos del CEDAT.

"Cuando se habla de niños genio aún pensamos en el típico nerd o ratón de biblioteca desadaptado o estático. Pero este es un prototipo que no suelen cumplir. Tampoco son tradicionalmente los niños que sacan dieces en la escuela, muchas veces porque ya no les interesa", explica Andrew Almazán, docente en el CEDAT e hijo de los directores del centro que fue fundado en 2010.

Él sabe bien de lo que habla porque detectaron que era superdotado con 4 años, cuando ya sabía leer y escribir. Recuerda cuánto se aburría en las clases, que era hiperactivo y que le gustaba mucho moverse, lo que le llevó a sufrir bullying y también le implicaba problemas de conducta y autoridad con los profesores.

Las paredes de la oficina del doctor Almazán están repletas de títulos académicos.

"A veces yo encontraba un error y los cuestionaba. Les decía que eso no estaba bien, que no era exacto. Y después tuve que aprender que no se cuestiona cuando uno tiene 5 años, que a un profesor no le gusta que le digan que está mal", recuerda divertido.

Acabó abandonando la escuela tradicional a los 9 años y ahí empezó una trayectoria académica de infarto. A los 12 empezó a estudiar Psicología y Medicina en la universidad. A sus dos licenciaturas le siguieron seis maestrías y dos doctorados en centros tan prestigiosos como Harvard en Estados Unidos o Oxford en Reino Unido.

Hoy, con solo 28 años y recién casado, continúa estudiando y realizando investigaciones sobre los menores superdotados en México desde el CEDAT.

Este centro no recibe ningún apoyo económico público sino que se financia de manera totalmente privada gracias a los pagos de matrícula y cuotas de los familiares de alumnos, quienes siempre deben tener un coeficiente mínimo de 130 para ser admitidos.

No obstante, en el centro aseguran que los honorarios se pueden personalizar a las capacidades económicas más bajas de las familias con otras modalidades, como una enseñanza de menos horas diaria o asesorías mensuales para aquellos que viven fuera de Ciudad de México.

El doctor Almazán empezó a estudiar Medicina con solo 12 años.

Más niños que niñas
En los estudios del doctor Almazán siempre sale a relucir una realidad que es también visible en los pasillos del CEDAT: la existencia de menos niñas superdotadas que niños .

Almazán afirma que hay factores genéticos que explican esta realidad, ya que para que una niña sea superdotada debe contar con dos progenitores que también lo sean. En el caso de un niño, en cambio, es suficiente con que lo sea solo uno de los padres.

Además, también apunta a que en muchos casos es más difícil encontrar a estas niñas porque "socialmente pueden ser más pasivas, obedecen más que el niño, que choca más y a quien se le acaba haciendo una prueba para ver qué le ocurre. Pero muchas de ellas se mimetizan más con el entorno con tal de ser aceptadas".

Los alumnos también cuentan con una reproducción de supermercado para aprender sobre economía doméstica.

"Por todo esto vemos que hay una discrepancia considerable todavía en cuestiones de género que intentamos cerrar. La brecha no debería ser mayor a seis niños por cuatro niñas, pero en cambio es más fuerte… de siete frente a cuatro, o incluso de ocho frente a dos", asegura el experto.

Cuando a estos niños no se les ofrece una educación adaptada a su realidad, "hay como un proceso de atrofia", compara Almanza. Las capacidades se van perdiendo por falta de uso y hace que estas personas se acaben frustrando o incluso deprimiendo.

El experto reconoce que aún quedan grandes desafíos como concientizar tanto a la sociedad como a las autoridades de que estos niños existen. "Ahora hay más conciencia de que medicarlos no es la solución, pero a veces la presión también hace pensar a algunos padres que darles un tratamiento es más fácil… Hay muchos retos, pero estamos motivados", le dice a BBC Mundo.

Los jóvenes alumnos aprenden sobre algunos misterios de la física cuántica.

Mientras, Alexis y Mikella continúan su formación en el CEDAT y sueñan con su futuro. Él aspira a ser "químico, veterinario o médico". Ella quiere ser astronauta, pero apunta a una ambición aún mayor si cabe.

"Quiero estudiar las células humanas para que muten y tengan características… ¿conoce a Flash, que va súper rápido? El cuerpo humano podría acabar teniendo esas características que vemos en televisión. Muchos van a pensar que eso no es verdad y que estoy loca, pero sí se puede lograr", dice convencida.

Antes de despedirnos, le preguntamos por una frase que les motive y Alexis recita una de Albert Einstein: "La imaginación es más importante que el conocimiento".

"Me inspira porque es como que no importa lo que sepas ahora. Lo que importa es que vas a descubrir cosas, y eso va a ser lo que te va a hacer inteligente", asegura antes de regresar a su aula.

¿Cuál es el perfil de los niños superdotados?
Hiperactividad, que disminuye al presentarse una tarea demandante o de interés.
Aprendizaje rápido.
Distraído (por la hipersensibilidad de los sentidos), aunque con la capacidad de aprendizaje sin prestar atención.
Interviene en conversaciones de adultos, puede comprenderlas y le gusta conversar con gente mayor.
Continuamente arma objetos o estructuras.
Tiende a querer imponer sus reglas.
Sensible en el área emocional.
Tiene baja tolerancia a la frustración, lo que genera una búsqueda incansable por conseguir siempre sus objetivos.


PD.: Hay muchas cuestiones discutibles en este informe. En primer lugar considerar que hay mas niños que niñas de altas capacidades, es una discriminación, injusta y falsa, además, la educación de estos niños no debe ser confiada a un centro privado donde prevalece el dinero de la familia, debe impartirse en centros públicos.y hay muchos matices que marcan diferencias de criterios y falta de fundamentos científicos. Estos niños y niñas son muy valiosos y merecen ser atendidos mucho mejor, la falta de diagnóstico y tratamiento e intervención muestra las carencias e injusticias a los que estos niños son olvidados de la atención justa y necesaria.

jueves, 25 de mayo de 2023

MATEMÁTICAS. Stanislaw Ulam, el matemático que ‘arregló' la bomba H.

El investigador polaco ideó el método de Montecarlo, que permitió mejorar el diseño que se estaba persiguiendo hasta entonces.

En 1942, Estados Unidos, en colaboración con Canadá y Reino Unido, creó el Proyecto Manhattan, con el objetivo de fabricar la bomba atómica antes que las potencias del Eje. En el diseño teórico de la bomba, que se llevó a cabo en el laboratorio secreto de Los Álamos (Nuevo México), participaron muchos científicos europeos que habían emigrado a Estados Unidos huyendo de los nazis. Entre ellos estaba Stanislaw Ulam (nacido un 13 de abril de 1909 y fallecido en 1984), un brillante matemático polaco que contribuiría decisivamente al diseño de la bomba de hidrógeno.

Ulam creció en una familia acomodada en la ciudad de Leópolis (actualmente, en Ucrania), donde se integró en una vibrante comunidad matemática. Sin embargo, la oferta de plazas en las universidades polacas era escasa, lo que, unido a su condición de judío, le llevó a emigrar a América en 1935. Cuatro años más tarde, Alemania invadía Polonia. Toda su familia moriría en el Holocausto, salvo su hermano, que le había acompañado a Estados Unidos.

Ulam intentó alistarse en la aviación americana, pero afortunadamente fue rechazado por sus problemas de visión y continuó trabajando en la universidad hasta 1943, cuando recibió la invitación del físico alemán Hans Bethe para ir a Los Álamos a trabajar en el diseño de la bomba atómica.

La energía atómica se puede obtener de dos maneras: con el proceso de fisión, que consiste en dividir átomos grandes, como el uranio o el plutonio, o con el proceso de fusión, es decir, uniendo átomos pequeños, como el hidrógeno. En ambos casos el proceso comienza con un “encendido” que provoca la división (o unión) de unos pocos átomos, seguido de una “reacción en cadena”, en la que el proceso se extiende al resto de los átomos.

El proceso de fusión es más complicado y libera mucha más energía que el de fisión. Pero el encendido del proceso de fisión se puede llevar a cabo con un explosivo tradicional, mientras que el del proceso de fusión requiere una enorme cantidad de energía, que solo se puede conseguir usando una bomba de fisión. Por tanto, para construir una bomba de fusión es necesario haber obtenido antes la bomba de fisión. Cuando estos procesos se llevan a cabo de golpe, se libera una enorme cantidad de energía y se obtiene una bomba. Se suele llamar “bomba de hidrógeno” a la bomba que emplea el proceso de fusión, reservando el término “bomba atómica” para la bomba que utiliza el proceso de fisión.

En Los Álamos, Ulam se integró en el equipo de Edward Teller, que investigaba el diseño de la bomba de hidrógeno. En julio de 1945 el Proyecto Manhattan probó con éxito la primera bomba atómica y en agosto Hiroshima y Nagasaki fueron arrasadas por las primeras armas nucleares de la historia. La guerra había terminado y la mayoría de los científicos de los Álamos volvieron a sus universidades.

Sin embargo, cuatro años después, Rusia obtuvo su primera bomba atómica y el presidente estadounidense Harry Truman dio entonces prioridad a la construcción de la bomba de hidrógeno. Teller volvió a juntar a su equipo y retomó el proyecto, que dirigía de una manera muy personalista. El trato entre Ulam y Teller fue tenso desde el principio, a lo que no ayudó que el polaco, junto con su colaborador Cornelius Everett, dedicara los seis primeros meses de su estancia a realizar unos cálculos pormenorizados sobre la viabilidad del proyecto de Teller.

Casinos y simulaciones
Para ello, usó un método, ideado por él mismo, que denominó como método de Montecarlo en honor a un tío suyo, que frecuentaba el casino. Consiste en resolver un problema a partir de un gran número de simulaciones. Por ejemplo, para hallar el área de una figura geométrica complicada (para la que no podamos aplicar las fórmulas que aprendimos en la escuela) la solución tradicional es aproximar el área con figuras sencillas, más y más grandes, contenidas en la figura geométrica. El método de Montecarlo, por otro lado, propone tomar primero un cuadrado que contenga a la figura y, después, calcular la probabilidad de que un punto aleatorio del cuadrado esté en la figura ejecutando un gran número de simulaciones. Si, por ejemplo, el cuadrado mide seis metros cuadrados y estimamos que el 33% de los puntos del cuadrado están en la figura, entonces podremos deducir que el área de la figura será aproximadamente dos metros cuadrados.

El método de Montecarlo suele ser mucho más rápido resolviendo problemas que el método tradicional. Aunque no fue el primero en concebir ese método —ya se empleó en el experimento de la aguja de Buffon del siglo XVIII— Ulam fue el primero en comprender el enorme potencial que tendría, gracias a los primeros ordenadores que estaba desarrollando su amigo, el matemático húngaro John Von Neumann. Hoy en día el método sigue usándose: es básico en ciencia e ingeniería y se usa en ámbitos tan dispares como la animación 3D o la biología evolutiva.

Estos resultados, junto con otros que obtuvo con el físico italiano Enrico Fermi, fueron fulminantes: el método de Teller no permitía ni que la reacción en cadena comenzara ni que se mantuviera. Poco después, los cálculos serían repetidos y confirmados con el ordenador MANIAC de Von Neumann. No obstante, en 1951 el mismo Ulam descubrió que, si el hidrógeno era comprimido suficientemente utilizando una bomba atómica, entonces la reacción en cadena funcionaría. Tras incorporar este cambio al diseño de Teller, que recibe el nombre de proceso de Teller-Ulam, el proyecto de la bomba de hidrógeno continuó hasta conseguir la primera explosión en el atolón de Enewetak en 1952. La potencia de esta bomba fue 400 veces mayor que las bombas atómicas que cayeron en Japón en 1945. Los rusos no conseguirían la primera explosión funcional de una bomba de hidrógeno hasta 1955, con el diseño de Sakharov.

La vida de Ulam está recogida en la interesante autobiografía Aventuras de un matemático, que fue llevada al cine en 2020. Ahí expuso su posición respecto a la investigación de armas atómicas: “Al contrario que aquellos que se oponían violentamente a la bomba […], yo nunca tuve dudas sobre los trabajos puramente teóricos. No me parecía inmoral intentar calcular los fenómenos físicos […]. Lo que pensaba es que uno no debe empezar proyectos que conduzcan a la catástrofe. Pero una vez que sabemos que tales posibilidades existen, ¿acaso no es mejor examinar si son reales o no? Un engaño aún mayor es creerse que si tú no lo haces, no se podrá hacer […]”.

Federico Cantero Morán es profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del ICMAT.

https://elpais.com/ciencia/cafe-y-teoremas/2023-04-13/stanislaw-ulam-el-matematico-que-arreglo-la-bomba-h.html

Gramsci predijo este momento de dominación sin hegemonía. Entrevista

Ugo Palheta, sociólogo francés e investigador de la Universidad de Lille, fundador de la revista Contretemps, está especializado en el estudio de la desigualdad y en los últimos años ha trabajado sobre las conexiones entre neofascismo y políticas neoliberales. Le entrevista Filippo Ortona, periodista del diario italiano il manifesto.

En 2018 publicó La possibilité du fascisme: France, la trajectoire du désastre (ed. La Découverte).

Emmanuel Macron está inmerso en una crisis sin precedentes en Francia. Paradójicamente, cuanto más se agrava la crisis, más improbable parece que dé un paso atrás en la reforma de las pensiones. ¿Cómo se explica esta contradicción?

Existe una profunda crisis de legitimidad de las políticas neoliberales, algo que tiene su origen ya hace mucho tiempo, pero que ha alcanzado su punto culminante durante el mandato de Macron. Toda su presidencia se ha visto marcada por movilizaciones muy fuertes: el movimiento contra la Loi Travail de François Hollande (para el que Macron fue ministro de Economía), los “chalecos amarillos” (“gilets jaunes”), las huelgas de 2019 contra el anterior intento de reforma de las pensiones, las refinerías, los hospitales, los movimientos antirracistas y feministas... y, hoy, este movimiento social de amplitud histórica.

El proyecto neoliberal parece haber llegado a ese momento que Gramsci caracterizó como dominación sin hegemonía: ahora se sostiene gracias a la coacción represiva, por un lado, y a la debilidad de la izquierda política y del movimiento social, por otro. Este último es lo suficientemente fuerte como para causar grandes sacudidas a cualquier intento de imponer reformas neoliberales, pero demasiado débil como para lograr su abandono efectivo, por no hablar de la disolución del Parlamento o la dimisión de Macron.

Nos encontramos en un momento intermedio en el que el poder político está debilitado por la oposición social, pero todavía lo suficientemente fuerte como para avanzar. Sin embargo, la cuestión está ahora sobre la mesa, en la agenda del movimiento: la legitimidad de la constitución de la Quinta República, su carácter autoritario y bonapartista.

El carácter autoritario de la Quinta República es uno de los temas centrales que se cuestionan. ¿Por qué Macron ha decidido llevar tan al extremo los mecanismos de la Constitución francesa?

La Constitución de la V República se toma algunas libertades en este sentido con respecto a las normas democráticas, al tratarse de un texto fundamentalmente bonapartista, que otorga un poder desenfrenado al ejecutivo. Desde su entrada en vigor en 1958, Francia no ha sido nunca una democracia liberal normal del tipo al que estamos acostumbrados en Occidente.

El otro aspecto, más general, es el momento que atraviesa el capitalismo: el matrimonio entre democracia y capitalismo era un fenómeno temporal. Este matrimonio se basaba en la unión de las libertades formales y la democracia social, en la limitación (aunque fuera mínima) de la explotación y la garantía de tasas de crecimiento para el capital: la legitimidad del sistema residía en la intersección de estos factores. Ese equilibrio entró en crisis hace décadas, y aún vivimos dentro de esta larga crisis del capitalismo. La imposición de la Constitución Europea en 2005, contra el referéndum en el que los franceses la rechazaron, o el funesto destino reservado a Syriza en 2015, son ejemplos de cómo el capital tiende ahora a emanciparse de la democracia: en primer lugar de la socialdemocracia, pero en este momento también de la democracia política, como estamos viendo en Francia.

La crisis francesa se debe a esta intersección entre la historia institucional del país y la larga crisis del capitalismo, que tiende a emanciparse de los mecanismos democráticos.

En las últimas semanas, una serie de sondeos han mostrado un crecimiento del apoyo a la extrema derecha de Marine Le Pen. ¿Cómo es posible, dada la ausencia total de Rassemblement National (Reagrupamiento Nacional - RN) en el movimiento social?

Una de las razones es que los sondeos se realizan en un momento en el que la mayoría de la gente piensa que este movimiento social tiene pocas posibilidades de ganar la batalla de las pensiones. Para que esta lucha produzca el mayor efecto posible para la izquierda en términos electorales, tendría que desembocar en una victoria. Pero hay otro aspecto: la extrema derecha ofrece hoy una continuidad "razonable" a las políticas neoliberales. En cambio, la izquierda de "ruptura radical" aparece para muchos como algo arriesgado. Una política de ruptura con el neoliberalismo en Francia podría desencadenar una contraofensiva del capital, como ocurrió en Grecia o Sudamérica, y la gente lo tiene en cuenta.

En cambio, la extrema derecha ofrece una forma de continuidad: lo que propone Le Pen no es una ruptura con el neoliberalismo, sino una versión de éste presentada como más razonable, que continuaría algunas políticas intensificando otras. Esto es cierto en materia de seguridad, donde el programa de la RN es totalmente compatible con la evolución racista de la política francesa en las últimas décadas, pero lo es especialmente en política económica. Por ejemplo, en materia de pensiones, Marine Le Pen propone hasta 43 años de cotización y la jubilación a los 60 años sólo para quienes empezaron a trabajar antes de los 20 años: básicamente, una versión algo más moderada de la reforma de Macron.

¿Qué diferencia a Macron de la extrema derecha, ya que, según usted, esta última mantiene una continuidad con el Gobierno actual?

El ámbito político del discurso de la extrema derecha francesa es el de la Nación Amenazada por los Enemigos, internos y externos. Sobre esto construye su discurso, su intento de hegemonía. Si llega al poder, continuará con las reformas neoliberales, añadiendo además una política de represión contra los movimientos sociales y los sindicatos, un modelo similar al puesto en práctica por Orbán en Hungría, una especie de ordonacionalismo. Al hacerlo, podría restaurar la legitimidad del proyecto neoliberal, bajo los auspicios de políticas cada vez más xenófobas y mediante la construcción sistemática de la figura del Enemigo Interior: ya sean los sindicatos, los movimientos sociales, los ecologistas, los inmigrantes, etc. A diferencia de Macron, la base electoral de Le Pen no la limita a ella en absoluto en este sentido: podrá llegar hasta el final en este proceso, construido sobre una mezcla de nacionalismo reaccionario y políticas neoliberales violentas, tanto en el fondo como en la forma.

Ugo Palheta profesor asociado de la Universidad de Lille y codirector de la revista “Contretemps”. 

Fuente: il manifesto global, 3 de mayo de 2023 
Traducción: Lucas Antón.

miércoles, 24 de mayo de 2023

_- Una canallada anticonstitucional

_- Desde la entrada en vigor de la Constitución no ha habido un solo caso comparable de aplicación de política penal de “reeducación y reinserción” como el protagonizado por los exmilitantes de ETA que fueron condenados en su día. La reacción del PP y Vox pone al descubierto la hipocresía de sus dirigentes.

Quiero dedicar este artículo a Luis R. Aizpeolea, Àngels Barceló, Xavier Vidal Folch y Aimar Bretos, a los que sigo desde siempre, es decir, a unos desde hace muchos años y a otros desde menos porque cada uno de ellos tiene la edad que tiene. Yo soy mayor que todos ellos.

He oído o leído los comentarios que han hecho en la Cadena Ser o en El País a propósito de la reacción producida por la inclusión en las listas electorales de Bildu de 44 candidatos condenados, siete de los cuales lo fueron por delitos con derramamiento de sangre.

Estoy de acuerdo con lo que han dicho o escrito, aunque he echado a faltar un punto que es el que quiero exponer en este artículo.

El artículo 25 de la Constitución reconoce el principio de legalidad penal en unos términos que, visto lo ocurrido, resulta imprescindible reiterar de manera expresa. Tras reconocer el principio en el 25.1, la Constitución añade en el 25.2 lo siguiente: “Las penas privativas de libertad (…) estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social”.

El constituyente de 1978 rechazó de manera rotunda, haciendo uso del imperativo “estarán orientadas”, que la condena por un acto constitutivo de delito que pueda conllevar la privación de libertad pueda convertirse en “la muerte civil” de la persona condenada. El principio de legalidad penal constitucionalmente reconocido está dirigido a lo contrario: a que la persona condenada pueda ser reeducada y se pueda reinsertar en la sociedad.

Desde la entrada en vigor de la Constitución no ha habido un solo caso comparable de aplicación de política penal orientada a la “reeducación y reinserción” como el protagonizado por los nacionalistas aberzales que militaron en ETA y que fueron condenados en su día a penas privativas de libertad. El éxito de la Constitución ha sido extraordinario. Cuantitativa y cualitativamente.

La renuncia a la lucha armada y a la práctica del terrorismo; la constitución de un partido político, Bildu, cuyos Estatutos pasaron el control del Registro de Partidos del Ministerio de Interior; la disolución de ETA, y una ejecutoria ininterrumpida de participación en el sistema político de manera inequívocamente democrática han sido el mayor homenaje que se le ha hecho a la Constitución desde su entrada en vigor.

Que personas que han luchado contra la democracia española de la forma en que ellos lo han hecho hayan reconocido expresamente que lo que hicieron fue un error, hayan pedido perdón a las víctimas por el daño causado y el dolor infligido y hayan manifestado su voluntad de actuar dentro de la Constitución de la que abominaban, que es lo que la democracia española les ha venido exigiendo desde los años ochenta del siglo pasado, es un éxito gigantesco. Desde hace doce años esa exigencia ha sido aceptada por el nacionalismo aberzale. Es la mejor prueba del éxito del imperativo de la “reeducación y reinserción” querida por el constituyente.

La inclusión de los 44 candidatos condenados por sus conductas como miembros de ETA, tras haber cumplido íntegramente las penas que les fueron impuestas y tras haber transcurrido el tiempo de inhabilitación que conllevaban, es un paso más en la aceptación de la Constitución. No es una falta de respeto a las víctimas, sino todo lo contrario.

La reacción que se ha producido por parte del PP y Vox ha sido una canallada anticonstitucional, que pone al descubierto la hipocresía de sus dirigentes, que no dejan de autocalificarse de constitucionalistas mientras incumplen de manera manifiesta la Constitución. En la renovación del Consejo General del Poder Judicial y en lo que sea.

Es posible, mejor dicho, es seguro que Bildu ha pecado de ingenuidad y no ha explicado a la opinión pública el sentido que tenía la presentación de esas candidaturas antes de formalizarlas. Pero hay que ser muy canalla para reaccionar de la forma en que lo han hecho Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal…

El nacionalismo vasco y catalán forman parte de la Constitución material de España, que no podrá ser gobernada democráticamente sin su concurso. Cuanto más tiempo tarden en reconocerlo las derechas españolas tanto peor nos irá a todos. Pero está claro que, dada la reacción producida en estos días, queda mucho camino por recorrer.

Los nazis de la OTAN

En mayo de 1945, el Institut français d’opinion publique reveló que el 57 por ciento de los franceses entendían que la Unión Soviética había sido la potencia que había derrotado a la Alemania de Hitler. Sólo el 20 por ciento consideraba que se debía a la intervención de Estados Unidos. Para 2004, los franceses pensaban exactamente lo contrario: sólo el 20 por ciento atribuían un rol relevante a los soviéticos y sus 27 millones de muertos.

El caso de los alemanes no es muy distinto. Aunque Alemania enfrentó la historia del nazismo con más coraje y más éxito que lo hicieron los estadounidenses con la esclavitud, la Confederación y la Guerra Civil, también pecó de amnesia programada con respecto al rol jugado por la Unión Soviética en su liberación.

En marzo de 1952, el malo y exaliado de Gran Bretaña y Estados Unidos, Joseph Stalin, le envió a Washington, Paris y Londres una propuesta para resolver la nueva escalada militarista. La propuesta consistía en unificar Alemania, no obligando que la parte occidental se convirtiese al comunismo sino que la Alemania comunista adoptase el sistema de democracia liberal de la Alemania capitalista. A cambio, Stalin proponía el retiro inmediato de todas las fuerzas de ocupación de la nueva Alemania unificada, el establecimiento de un ejército propio, independiente, pero neutral y libre de alianzas. El acuerdo de paz también aliviaría a una Unión Soviética degastada por la guerra y con desventaja militar.

La propuesta fracasó cuando Bonn y Washington aceptaron el regalo de la Alemania comunista pero no lo que demandaba Moscú a cambio, es decir, la neutralidad de la Alemania unificada y el enfriamiento de la escalada armamentista. El Plan A de Occidente era integrar a la Alemania occidental al sistema militar del bloque capitalista antes de cualquier otra negociación. A lo largo de ese año, Stalin envió tres propuestas más, con el mismo resultado.

En los años 80s, los archivos desclasificados mostraron que las propuestas de Stalin iban en serio, pero en 1952 se acusó a Moscú de proponer un imposible con fines propagandísticos. El más que razonable plan de paz del mayor aliado de Occidente contra los nazis pocos años antes, fracasó. El objetivo de Washington, Bonn y Londres era continuar expandiendo su maquinaria militar a cualquier precio. Todo en nombre de la democracia y la libertad.

En 1961, la OTAN nombró al general Adolf Bruno Heusinger como jefe de su poderoso Comité Militar en Washington. Heusinger había sido uno de los más cercanos oficiales de Hitler (el tercero en la línea de mando) que nunca fueron condenados por las potencias vencedoras de Occidente, sino todo lo contrario: como fue el caso de otros miles de nazis menos conocidos, fueron premiados a cambio de su pasión y conocimiento en “la lucha contra el comunismo”. El nombramiento de Heusinger se produjo cuando la Unión Soviética lo reclamó para ser juzgado por sus crímenes de guerra, sobre todo durante la invasión nazi a los países de la Europa del Este y de la misma Rusia a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.

Aparte de su nombramiento como jefe militar de la OTAN, Heusinger fue condecorado por Estados Unidos con la medalla Legion of Merit, creada por Franklin D. Roosevelt. Heusinger la colgó junto con la Cruz de Hierro y la Cruz Nazi al Mérito de Guerra, otorgadas por Hitler, entre otros ornamentos que los militares importantes se cuelgan en las fiestas de sociedad. En 1971, Johannes Steinhoff, también honrado con una Cruz de Hierro nazi, fue nombrado jefe militar de la OTAN. Ernst Ferber, condecorado con la Cruz de Hierro fue nombrado jefe de las Fuerzas Aliadas de Europa Central de la OTAN en 1973. Karl Schnell también recibió la Cruz de Hierro nazi y también sucedió al General Ferber como como jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central en 1975. Franz Joseph Schulze también recibió una Cruz de Hierro nazi y fue nombrado jefe de las Fuerzas Aliadas de Europa Central de la OTAN en 1977. Entre otros…

Nada de esto debe sorprender si consideramos que la misma idea de una OTAN había surgido en la Alemania nazi como una forma de alianza con el bloque capitalista contra los soviéticos. Alianza que, a nivel empresarial, político y económico, ya existía mucho antes de que estallara la guerra. Heinrich Himmler, uno de los principales organizadores del ahora llamado Holocausto judío, fue uno de los primeros en proponer esta idea. Reinhard Gehlen, Hans Speidel, Albert Schnez y Johannes Steinhoff, otros de los militares nazis más poderosos, protegidos y premiados por Occidente, tuvieron más suerte y fueron empleados por Washington y la CIA, todos unidos por un nuevo enemigo común (el exaliado en tiempos de guerra) y con un plan claro de alianza militar que se llamó OTAN.

Existían dos razones a la luz del día para la negativa de las potencias occidentales a la propuesta de Stalin de 1952. Como desarrollamos en otros libros, las palabras crean la realidad que creemos es independiente de las palabras. La primara razón era puramente militarista, resumida en lo que el presidente Eisenhower consideró uno de los mayores peligros para la democracia y, en 1961, llamó el “complejo industrial militar”. La segunda razón también procede de las profundidades de la historia: en solo treinta años, la Unión Soviética había realizado una de las proezas económicas y sociales más impresionantes de la historia moderna, todo a pesar de haber sido el país que más sufrió, social y económicamente, en su lucha contra el nazismo.

El objetivo era, a cualquier precio, evitar el mal ejemplo del éxito ajeno. Aunque la propaganda de “los medios libres” insistieran en lo contrario, la inteligencia de los países occidentales no veían ninguna posibilidad de alguna invasión militar soviética. Que Stalin confirmase dichos informes con una propuesta que apuntaba a reducir la tensión belicista del mundo capitalista era inaceptable.

Cuando la Unión Soviética cometió suicidio en 1991 (en condiciones mucho peores, Cuba mantuvo su sistema comunista), Rusia cayó en una crisis económica y social al mejor estilo capitalista, empeorando casi todos los indicadores sociales; una especie de regreso a la Rusia zarista, pero los poderosos medios lo vendieron como una “salida de la crisis” festejando la apertura de un gigante McDonald’s en Moscú como símbolo de libertad y de alimentación democrática.

Toda esta historia, como otros casos, fue olvidada. Según Stephane Grimaldi, director del Museo Caen Memorial: “En 1945, el gran aliado era Stalin y la Unión Soviética; su papel estaba absolutamente claro para los franceses”. Pero el efecto Guerra Fría y la masiva propaganda cultural de Hollywood, el mayor creador de mitos modernos del siglo XX, dio vuelta el juicio sobre un hecho relevante del pasado. Lo mismo hizo Hollywood con la mitificación de la guerra contra México en 1845 con películas como The Alamo. Lo mismo con el lavado moral del rol de la Confederación en la Guerra Civil. Más recientemente, lo mismo hizo con la invención de un triunfo moral (similar al del Sur durante la “reconstrucción”) en la Guerra de Vietnam con innumerables películas, aparte de libros, del apoyo de una prensa funcional y un periodismo mayoritariamente obediente.

Ahora que Rusia no es más comunista, queda clara la paranoia calvinista por mantener al resto de la humanidad bajo control moral y productivo, a cualquier precio y en nombre de la libertad y la democracia.


martes, 23 de mayo de 2023

Ya está bien de juego sucio.

La integración de la izquierda abertzale en el sistema político español se está haciendo de una manera que no tiene parangón en ningún otro país europeo. Ni siquiera en Irlanda.

Me imagino que muchos de los lectores de elDiario.es saben que Arnaldo Otegi fue condenado por la Audiencia Nacional a seis años, que la sentencia fue confirmada por el Tribunal Supremo y que el Tribunal Constitucional no le otorgó el amparo en el recurso que interpuso contra las sentencias dictadas por dichos tribunales.

Arnaldo Otegi ingresó en prisión y permaneció en ella seis años. Había interpuesto un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por falta de imparcialidad de la presidenta de la Sala de la Audiencia Nacional que lo condenó, recurso que acabó siendo estimado positivamente por el TEDH, anulando, en consecuencia, las sentencias dictadas contra él. Pero dicho recurso europeo llegó cuando Otegi ya había cumplido por completo la pena impuesta. Estuvo seis años en la cárcel sin que su presunción de inocencia hubiera sido destruida de manera constitucionalmente correcta.

En este momento la Sala de lo Penal está intentado poner en marcha una estratagema no para revisar la sentencia dictada con vulneración de un derecho fundamental tan esencial como es el derecho a un juez imparcial, que es lo que se impone tras la sentencia del TEDH, sino para repetir el juicio en la Audiencia Nacional con un tribunal distinto. Todavía está por ver si esa estratagema progresa o si, por el contrario, es frenada por la reacción frente a la misma por parte de la defensa de Otegi.

El interrogante se impone: ¿Es no sólo jurídicamente, sino también éticamente aceptable que la presidenta de la Sala de la Audiencia Nacional y los demás magistrados de dicha Sala, así como los magistrados de la Sala del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, hayan continuado ejerciendo la función jurisdiccional sin haber recibido el más mínimo reproche por una conducta injustificable, mientras que se pone en cuestión la idoneidad de Otegi para poder ser candidato en unas elecciones por haber sido miembro de ETA? ¿Han pedido perdón no ya a Otegi, sino al conjunto de la sociedad española por su conducta anticonstitucional y por el desprestigio que ha supuesto dicha conducta para el Estado de Derecho español?

E insisto, están intentando poner en marcha un nuevo proceso de manera anticonstitucional para condenar a Otegi tras haber pasado en prisión los seis años a los que fue condenado. Dejo que cada lector califique esa conducta de la manera que le parezca apropiado.

A los miembros del nacionalismo abertzale se les ha aplicado la ley penal, incluso más allá de lo que la Constitución permite. Y sin embargo, desde que se constituyó Bildu, no ha habido ni una sola conducta antijurídica posterior de los miembros de la dirección de dicho partido que haya podido ser perseguida ante los tribunales de justicia. ¿Qué ocurriría con la dirección del PP si se le aplicara la vara de medir que se le ha aplicado y se pretende seguir aplicando a los miembros de la dirección y a la militancia de Bildu?

La integración de la izquierda abertzale en el sistema político español se está haciendo de una manera que no tiene parangón en ningún otro país europeo. Ni siquiera en Irlanda. El dolor generado por el terrorismo de ETA ha sido inmenso. Pero quienes lo generaron han pagado por ello y siguen pagando. Y para poder integrarse en el sistema político y participar en los procesos electorales han tenido que cumplir previamente las penas a las que fueron condenados y haber pasado el tiempo de inhabilitación que dichas penas conllevaban. No ha habido ninguno que no haya pagado la deuda contraída con la sociedad española en su totalidad. Ninguno. ¿Se puede decir lo mismo de quienes practicaron terrorismo desde el Estado? Y también generaron mucho dolor.

Ya está bien de juego sucio.

Pienso, luego estoy soltera

Las relaciones entre hombres y mujeres están cargadas de trampas. La cultura nos ha obligado a desempeñar papeles que casi siempre han sido discriminatorios para la mujer. Así, el soltero ha sido el símbolo de la astucia inteligente. (¿Por qué Dios es soltero?, se pregunta Barreca en un libro al que luego haré referencia). Todos hemos oído hablar de los solteros de oro. Y todos conocemos el refrán “solterón y cuarentón, qué suerte tienes, cabrón”. Sin embargo, de la solterona (he aquí otro agravio manifestado en el lenguaje) se hacen bromas sarcásticas. “Esa se queda para vestir santos”. O, como se decía de la novicia que iba a profesar: “Se casa con Dios porque no hay Dios que se case con ella”.

Las bromas nos desvelan el machismo subyacente en la cultura. Cómo pesan los prejuicios: si el varón ha tenido muchas relaciones antes de casarse es considerado un don juan, si las ha tenido ella, es una casquivana. Si él tiene una infidelidad ya casado es que ha echado una cana al aire, si la infiel es ella es una ramera. Y ya se observa aquí una visión de las relaciones contempladas desde el patriarcado.

Se cuenta que en tiempos en que las solteras vivían con sonrojo el hecho de que ningún varón hubiera puesto sus ojos en ellas, una novia llegó al altar con todo el boato de la ceremonia nupcial. El sacerdote le preguntó al contrayente si quería a su novia. Contestó con entusiasmo y convencimiento que sí. Luego le preguntó a ella y, para, asombro de todos, respondió que no. Se volvió a los asistentes y explicó el por qué de esa negativa contundente: “Todos habéis sido testigos. Que nadie diga luego que no me he casado porque nadie me ha pretendido”. Es la historia inversa a aquel anuncio por palabras de una novia despechada: “Cambio traje de novia sin estrenar por pistola en buen uso”.

Hay en el imaginario conservador un patrón único y cerrado, como si solo hubiera relaciones heterosexuales. Y no es así. Hay múltiples formas de relaciones, de parejas y de familias.

Hace años leí un libro de Regina Barreca al que he hecho referencia más arriba. Se titula “Maridos perfectos…y otros cuentos”. En él analiza las relaciones entre hombres y mujeres. Unas relaciones que frecuentemente están presididas por estereotipos, dominio, celos, engaños, intereses, control, posesión… Unas relaciones que demasiadas veces están alejadas de la igualdad, el respeto, lo lógica y la justicia… El problema es que se atribuye muchas veces a la naturaleza lo que es fruto exclusivo de la cultura. La raíz de muchas desigualdades procede de la confusión de lo que es sexo (características biológicas) con lo que es género (características culturales). Qué interesante libro “No está en los genes”, de Lewontin, Rose y Kamin. Las mujeres no son de un planeta distinto, son, eso sí, de los barrios más pobres de nuestro planeta.

En una viñeta de Forges se ve a una mujer abrumada por las tareas domésticas que se dirige a su niña diciendo: “Hija, no te cases nunca con un marido”. Y es que a la mujer le ha correspondido realizar muchas tareas ingratas en ese reparto poco equitativo que ha venido marcado por los estereotipos sociales, por los intereses sexistas y por los privilegios del patriarcado.

La diferencia de edad, las tareas domésticas, los estereotipos sobre la sexualidad, el cuidado de los hijos, la conciliación laboral… condicionan las relaciones. Hay quien piensa que existe una media naranja que hay que buscar desesperadamente para estar entero o entera, hay quien no sabe que el príncipe azul destiñe, hay quien piensa que solo mejorará su autoestima si tiene muchos pretendientes, hay quien cree que todas las soluciones están en otra persona, incluso las minúsculas. Shely Winters cuenta que en cierta ocasión se alojó en una habitación de un hotel de Filadelfia “tan fría, que estuve a punto de casarme”.

La mujer ha de ser elegida (en realidad, la mujer elige al hombre que la elige a ella), no debe tomar la iniciativa en las relaciones, renuncia al trabajo para atender al hogar y a los hijos, atiende la casa además de acudir al trabajo, se deja guiar por el amor romántico que favorece la violencia de género, se angustia por el envejecimiento, debe mostrarse siempre atractiva, acepta la masculinidad hegemónica, se dedica al cuidado de sus mayores, practica la “ley del agrado “, de la que habla Amelia Valcárcel.

Las relaciones interpersonales son muy complejas. El matrimonio consiste en hacer de dos personalidades una sola. El problema es que no se dice la de quién. Esa relación complicada conduce a comentarios como el de una mujer que, al ser preguntada si su marido era religioso contentó: “Sí, sí, muchísimo. Se cree que es Dios”.

Muchas parejas se rompen (el divorcio es una de las mejores formas de reciclar a los maridos) porque la vida en pareja es difícil (jamás me siento más casado que los domingos, decía un marido hastiado de la convivencia), pero, sobre todo, porque afortunadamente la mujer tiene hoy posibilidades de defenderse por sí misma, de tener independencia económica, de romper las etiquetas que la sociedad había fabricado para ella. La directora francesa J. Bellon filmó hace años una película titulada “La mujer de Juan”. Es la historia de una mujer casada que cuando deja de serlo, ya no es lo único que era: la mujer de Juan., El trabajo era el de Juan, los amigos eran los de Juan, las vacaciones eran las de Juan, los viajes eran los de Juan… Ahora, como no está Juan, ya no es nada.

El humor sarcástico se ceba en las relaciones con la pareja. Existe una forma de tratar las relaciones que se basa en el desprecio y en la descalificación. Basta repasar el catálogo de chistes para detectar el más burdo sexismo. Decía Hanry Youngman: “¿Sabes lo que significa llegar a casa por la noche y encontrar una mujer que te da un poco de amor, un poco de afecto y un poco de ternura? Significa que te has equivocado de casa”. Por cierto, todos esos chistes pueden cambiar de protagonista sin que se modifique el significado.

Voy a hacer referencia a un hermoso e importante libro sobre estas cuestiones. Me refiero a la obra “Amarte. Pensar el amor en el siglo XXI”, escrito por mis queridas Chis Oliveira y Amada Traba.

“El amor está considerado como esencial en las mujeres precisamente porque pueden ser madres, como si fueran seres amorosos por naturaleza. Amor y sexualidad están ligados, tanto en la dimensión erótica como en la procreadora materna, porque la sexualidad es una vía para el amor y el cuidado es una ética ligada a su carácter femenino esencial como madres. Así la maternidad se constituye como una consecuencia del cautiverio, se vive como un mandato”.

Y poco más adelante: “Para la antropología feminista actual, en el modelo amoroso construido por el patriarcado las mujeres necesitan amar y ser amadas para dar sentido a sus vidas, para sentirse completas”.

La pareja es uno de los frentes en los que la justicia tiene cuestiones pendientes de gran importancia. Esta es una gran revolución ética pendiente. Está en todos los rincones del planeta y llega a los rincones más recónditos de cada corazón. En muchos hogares existen malos tratos, abusos sexuales, tiranía del afecto, trampas sórdidas, chantajes afectivos, hijos indeseados o hijos deseados por motivos espurios, hijos como campo de batalla…

La iglesia católica sigue diciendo que la grandeza de la mujeres es la maternidad cuando no dice algo parecido del hombre, sigue situando en la ámbito familiar su principal aportación a la sociedad, sigue exigiendo a la mujer unas virtudes que en el hombre apenas si tienen importancia, sigue condenando el aborto, sigue defendiendo una sola forma de matrimonio y el amor para toda la vida, sigue uniendo sexualidad y maternidad, sigue condenando la homosexualidad como enfermedad y pecado… Y ahí siguen los señores obispos, gobernando la vida amorosa y sexual de las mujeres. Hace unos años escribí en esta sección un artículo dirigido a la jerarquía eclesiástica. Se titulaba así: “Salgan de la cama de la gente”.

Los dos últimos capítulos de “Amarte” están dedicados a un tema crucial. Me refiero a la educación. El penúltimo se titula “Educamos para mal amar” y el último “Claves para bien amar”. No puedo elegir un mejor punto final que esta frase de Chis y Amada:

“Educar en el amor hoy pasa por hacer una reflexión crítica constante con el fin de comprender las relaciones amorosas y sus implicaciones para que se impregnen de dignidad y de justicia”.

lunes, 22 de mayo de 2023

HISTORIA. Decenas de cadáveres de niños delatan la crueldad de la explotación infantil durante la Revolución Industrial.

El estudio de huesos y dientes del siglo XIX hallados en Inglaterra muestra que los menores sufrieron castigos físicos, retraso en el desarrollo y malnutrición.

La historia la contó como nadie Charles Dickens en obras como Oliver Twist o Grandes Esperanzas: un niño huérfano que crece en un entorno tan hostil como el de los inicios de la Revolución Industrial en la Inglaterra del siglo XIX, espoleado por el hambre y la miseria. Ahora, un grupo de científicos ha analizado los restos de decenas de niños usando modernas técnicas forenses, confirmando la historia contada por el escritor. La mayoría de ellos crecieron y murieron desnutridos. El desarrollo de los que tenían 12 años se correspondía con el de chicos de ocho. Hay varios con lesiones óseas compatibles con los castigos físicos. La realidad era aún más dura que la narrada por el maestro del realismo social. Mientras sus personajes crecen, se hacen mayores y tienen un final relativamente feliz, muchos de este estudio publicado en la revista científica PLoS ONE no llegaron a superar la adolescencia.

Hace unos años, la construcción de un museo local junto a la iglesia de Fewston (en la comarca de Washburn, en el centro de Inglaterra) obligó a desenterrar buena parte del antiguo cementerio. Para ello contrataron a una empresa especializada en excavaciones arqueológicas. No tenían ni idea de lo que se iban a encontrar. “Mi empresa, York Osteoarchaeology, se encargó del análisis osteológico de los esqueletos, determinando la edad, el sexo y las patologías de las personas enterradas en Fewston”, cuenta la arqueóloga de la Universidad de York y coautora del estudio, Malin Holst. “Fue durante este análisis esquelético inicial cuando se hizo evidente que había muchos adolescentes, que no suelen ser muy comunes en los cementerios”, añade. En las necrópolis actuales, la mayoría de los enterramientos son de personas mayores. En el pasado, antes de los avances de la medicina moderna y la protección social, el patrón era diferente: junto a los mayores, también había muchas tumbas de recién nacidos y niños de corta edad que alguna enfermedad se llevó por delante. Pero en Fewston, 54 de los 154 cuerpos recuperados de la primera mitad del siglo XIX eran de chicos y chicas de entre siete y 20 años. Un patrón tan anómalo obligaba a profundizar en esta historia.

El sufrimiento encoge el cerebro de los niños para siempre
El estudio osteológico permitió a los científicos determinar cuánto sufrieron estos niños. La mayoría tenían una edad (determinada por la dentadura) que no se correspondía con la estimada según la longitud y estado de desarrollo de sus huesos (que se usa hoy, por ejemplo, para ponerle edad a los inmigrantes). Por ejemplo, el individuo identificado como SK 331, tendría entre 12 y 14 años según sus dientes, pero los huesos se corresponde con los de un pequeño de no más de ocho años. La niña SK 262 murió entre los 16 y 18 años, pero sus huesos, sin la característica que indica el fin del crecimiento óseo (fusión epifisaria), se corresponden con los de una pequeña de 10 años si su desarrollo hubiera sido normal. La desnutrición la confirmaron con el escaso crecimiento (hipoplasia) que encontraron en sus dientes. Esta patología del esmalte, caracterizada por un desarrollo incompleto del mismo, generalmente se produce en la niñez provocada por una escasa alimentación y acumulación de enfermedades. Este tipo de estrés a edades tempranas también afecta al desarrollo del cerebro, como han demostrado estudios con niños de los orfanatos de la Rumania del dictador Ceaucescu.

“Algunos de los niños sufrían de raquitismo y escorbuto. Podemos diagnosticar estas condiciones porque dejan huellas en los huesos”, dice la bioarqueóloga de la Universidad de Durham y primera autora del estudio, Rebecca Gowland. Una de estas huellas es la falta de vitaminas, tan esenciales en esta fase del desarrollo infantil. “Para la deficiencia de vitamina D, se trata de cierta inclinación de los huesos largos y otros cambios. Para la de vitamina C, generalmente se manifiesta en forma de lesiones porosas en ciertas partes del esqueleto”, añade.

Alimentación pobre
Para confirmar la desnutrición, los investigadores volvieron a los isótopos, pero esta vez los de carbono y nitrógeno. Las diferencias de proporción del isótopo nitrógeno-15 y del carbono-13 permiten saber el peso relativo de las proteínas de origen animal y vegetal en la dieta. Los bajos niveles de esta ratio que encontraron en casi todos los jóvenes contrastan con los mayores niveles observados en los enterrados identificados como locales. Esto indicaría que murieron después de muchos años de una alimentación pobre o nula en carnes o alimentos derivados de animales, como los lácteos.

El análisis osteológico de los niños mostró, como escriben los autores, que "sus sufrimientos y privaciones estaban escritos en sus esqueletos". Los arqueólogos de York llevaron los restos al laboratorio de bioarqueología de sus colegas de la Universidad de Durham. Entre ambos, usaron sofisticadas técnicas forenses para analizar todos los cuerpos. Muchos de los mayores enterrados y un niño de corta edad estaban identificados gracias a sus lápidas o las placas que se colocaban en los ataúdes. Pero los jóvenes estaban en tumbas sin nombre. Pudieron determinar su edad al morir gracias al desarrollo de su dentadura, pero otra cosa era saber quienes eran y de dónde venían. Una de las pocas herramientas para conocer el origen de una persona de origen desconocido es extraer las proteínas presentes en el esmalte dental y analizar la ratio de distintos elementos químicos presentes. Dos de los más fructíferos son los isótopos (variaciones de un mismo elemento según el número de neutrones) de estroncio y oxígeno.

“A medida que desarrollamos nuestros dientes, las proporciones químicas de estroncio y oxígeno dentro de ellos reflejan la geología local y el agua que bebemos”, dice Gowland. “Supimos que los esqueletos no eran locales porque los valores de isótopos de estroncio y oxígeno eran muy diferentes de los observados en los dientes de individuos que se sabía que eran oriundos de la región. En cambio, para muchos de los niños eran coincidentes con el área de Londres y alrededores”, añade.

Huérfanos trasladados
Durante los inicios de la Revolución Industrial, finales del XVIII y primera parte del XIX, hubo una gran migración desde el campo a las ciudades industriales como Leeds o Manchester. Pero también se produjo en sentido contrario, desde los barrios más pobres de Londres o Liverpool, en especial de niños, a las zonas rurales donde se asentaban muchas factorías, sobre todo industria textil. En los alrededores de Fewston, había cinco, con la más grande, West House Mill, dedicada al hilado de lino y algodón.

En los archivos del pueblo se han encontrado varios indenture, unos contratos entre los patrones de West House y niños huérfanos (o abandonados por sus padres) procedentes de hospicios de Londres. Estos documentos obligaban a los pequeños a trabajar a cambio de cama, comida y educación hasta los 21 años o, en el caso de las niñas, hasta que se casaran. Estos asilos eran lo que en el mundo anglosajón llamaban workhouse. No se trataba de orfanatos al estilo hispánico, que daban cobijo. En realidad lo hacían a cambio de trabajar. Oliver Twist empieza su historia en uno de estos workhouse.

La imagen que pinta esta investigación coincide con las memorias del reverendo Robert Collyer, hijo de huérfanos que también fueron aprendices, que trabajó entre los 8 y los 14 años en West House: “Llamaban a las 6 de la mañana y salíamos a las 8 de la noche con una hora para comer y descansar. Y si teníamos la oportunidad de sentarnos unos momentos en los que el supervisor no estaba delante para castigar nuestros pequeños hombros con su correa de cuero [...] y el resultado de todo esto fue que los niños más débiles quedaron tan lisiados que el recuerdo de sus extremidades retorcidas todavía arroja una luz bastante siniestra para mí sobre las Sagradas Escrituras”, recuerda en un fragmento recuperado por los autores de esta investigación.

“Los restos de Fewston han sido los únicos excavados en un cementerio rural en el norte de Inglaterra y, por lo tanto, son inusuales”, responde Gowland al preguntarle si la historia de estos niños es anecdótica o representativa de los inicios de la Revolución Industrial. “Pero hay muchos cementerios rurales como el Fewston. Sin embargo, rara vez se excavan porque esto solo ocurre si se va a urbanizar”, añade. Dos datos pueden enmarcar el alcance del drama: estadísticas oficiales mencionadas en el estudio cifran en 195.000 los niños de 5 a 14 años que pasaron por alguno de los hospicios parroquiales en 1803. Y en 1845, en el sector del algodón, el 45% de los trabajadores tenían menos de 18 años. En cuanto a los pequeños de Fewston, una vez que los huesos de los niños contaron a los científicos lo que habían sufrido, los volvieron a enterrar debidamente, y su historia se conserva en el Washburn Heritage Centre.

_- Juan Torres: “La independencia de los bancos centrales se ha demostrado inútil y es antidemocrática”

_- “Es un mito que el capitalismo actual sea una economía de libre mercado con competencia. Las grandes empresas capturan a los gobiernos y a los reguladores para que las protejan”, señala el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, que ha publicado un nuevo libro: 'Más difícil todavía' Análisis — Los bancos centrales solo saben provocar recesiones.

“Quienes toman las grandes decisiones económicas se están equivocando una vez más a la hora de prevenir los problemas, de reconocer su naturaleza y, como consecuencia de ello, cuando toman decisiones para tratar de resolverlos”. Juan Torres (Granada, 1954), catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, vuelve a poner el dedo en la llaga sobre las decisiones cortoplacistas de la economía más ortodoxa. En su nuevo libro 'Más difícil todavía' (Editorial Deusto), Torres explica que los orígenes de la inflación que golpea a la economía tiene más que ver con problemas mucho más profundos -el cambio climático, el desorbitado papel de las finanzas, una globalización que ya no aporta soluciones, el enorme tamaño de la deuda y la desigualdad- que no se arreglan con decisiones a corto plazo como la subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales.

Usted explica que en su libro que la inflación no es el principal problema económico, sino que hay un conjunto mayor de amenazas mucho más graves. Sin embargo, la respuesta generalizada es volver a recetas del pasado para intentar solucionar los problemas mediante una política económica restrictiva. ¿Tiene sentido este incremento tan rápido de los tipos de interés como han hecho los bancos centrales?¿A qué responde?

Responde a una visión ideológica de los bancos centrales, que la experiencia y los datos han demostrado que es errónea: no soluciona los problemas de inflación cuando ésta se produce por circunstancias estructurales y de oferta. Responde a la idea que tienen los bancos centrales de que la inflación es un fenómeno exclusivamente monetario y que lo que hay que hacer es reducir la demanda y el poder de compra. La experiencia también nos ha demostrado que la respuesta de subir los tipos de interés no ha sido buena porque la inflación subyacente no ha disminuido y han provocado un problema financiero grandísimo.

Entonces nos deberíamos plantear la autonomía de los bancos centrales o, dicho de otra manera, habría que replantear su objetivo de guardianes de la inflación.

Que haya dos autoridades, como son el Gobierno y el Banco Central, actuando con problemas que son concomitantes es un absurdo que atenta contra el sentido común. Primero, como hemos visto en los meses anteriores, el BCE ha estado tratando de restringir el gasto mientras que los gobiernos lo han ido aumentando. No hay nadie en su sano juicio que pueda entenderlo. En segundo lugar, la independencia de los bancos centrales se ha demostrado inútil para combatir los problemas para los que fueron creados. Por ejemplo, estamos viviendo la etapa más grande de la historia de inestabilidad financiera. Tampoco la independencia de los bancos centrales ha permitido que anticipen correctamente la inflación y que le den una respuesta adecuada.

Además, por definición, la independencia de los bancos centrales equivale a constituir un poder no democrático que socava la base del Estado democrático moderno. La independencia de los bancos centrales se ha demostrado inútil y es antidemocrática.

Hasta el Banco de España ha avisado de que los márgenes de las empresas están funcionando como un estímulo evidente de la inflación, es decir, ya no es cuestión de salarios. ¿Existe alguna fórmula para frenar los beneficios tan exagerados de las empresas?

Debería haber mecanismos en situaciones normales, pero ahora en tiempos complejos es más difícil. Debería haber información más transparente, más fidedigna, sobre cómo se forman los precios en los mercados. Además, debería haber autoridades que verdaderamente combatieran las restricciones de la competencia que imponen las grandes empresas con su poder de mercado. Por otro lado, se deberían desarrollar políticas fiscales que supusieran un desincentivo a la obtención de márgenes muy altos. También una negociación colectiva que permitiera un reparto más equitativo del incremento de productividad. Si todos estos elementos funcionasen sí que se puede evitar que las grandes empresas con poder de mercado contribuyan como lo están haciendo a generar inflación.

También es necesaria una nueva regulación en algunos mercados específicos, como en en el caso de la electricidad. Durante muchos meses hemos estado sufriendo una presión originaria de los precios que luego se ha ido transmitiendo al resto de sectores. Y esto responde a una regulación diseñada para mantener los privilegios del oligopolio de las eléctricas.

Cuando la inflación se concentra en productos como los alimentos, ¿se debería tener mecanismos que reordenaran los precios, aunque sea de forma temporal?

Hacer negocio con el derecho humano básico de la alimentación es una inmoralidad, aunque sea legítimo y esté justificado. Es bueno que haya iniciativa privada, como es natural, en el suministro de bienes básicos y de alimentación, pero de ahí a permitir que haya un poder de mercado excesivo que impone restricciones artificiales y subidas de precios innecesarias hay un abismo. Los poderes públicos tienen el imperativo moral de garantizar el derecho humano básico a la alimentación y a la satisfacción de las necesidades primarias. Y también que la estabilidad económica no se ponga en peligro por una presión del oligopolio en esos mercados. La intervención pública en esos casos no es que esté justificada, es que es un imperativo moral. Además, desde el punto de vista económico es una cuestión esencial puesto que se trata de subidas de precios que tienen un efecto de arrastre extraordinariamente grave para el conjunto de la economía.

Usted propone la necesidad de alcanzar pactos de rentas y de reparto de las ganancias y la productividad, pero en nuestro país, por poner un ejemplo, la CEOE ha tardado meses en sentarse en la mesa de la negociación colectiva. Lo que usted en su libro comenta como “resistencia feroz”.

Desgraciadamente, el sector empresarial en España, tan importante en la economía, es un sector empresarial acostumbrado a dar pelotazos, a vivir de las rentas y de la influencia política. La patronal CEOE está contaminada, tiene unas propuestas ideológicas primitivas y equivocadas, que le hacen muchísimo daño a la inmensa mayoría de las empresas. La CEOE no representan los intereses del conjunto de las empresas españolas, sino los intereses de empresas muy grandes que tienen poder de mercado y que viven de aprovecharse de otras empresas. Si la CEOE fuera verdaderamente la defensora de los intereses del conjunto de las empresas no permitiría que las grandes compañías del Ibex se salten la ley y tengan una deuda tan grande con sus proveedores; o estaría reclamando límites a los privilegios de la banca que impone una serie de costes innecesarios a la mayoría de las empresas. Uno de los problemas de España es que la patronal es primitiva, reaccionaria ideológicamente y esclava de las grandes empresas, que son un freno para la innovación y la productividad.

Uno de los problemas de España es que la patronal es primitiva, reaccionaria ideológicamente y esclava de las grandes empresas, que son un freno para la innovación y la productividad

Cada crisis el sistema aporta como solución la desaparición de ciertas empresas de manera que el mercado queda cada vez en menos manos (ocurrió con las cajas en la anterior crisis financiera), al final se impone la destrucción creativa como el costo normal de hacer negocios aunque provoque un sufrimiento.

Lo más contrario al capitalismo de nuestros días es la competencia en su sentido estricto y auténtico. Las grandes empresas lo que buscan es acabar con la competencia y lograr posiciones de dominio de mercado, conseguir establecer oligopolios ejerciendo su influencia política, mediática y cultural. Es un mito que el capitalismo actual sea una economía de libre mercado con competencia. Las grandes empresas capturan a los gobiernos y a los reguladores para que las protejan. Las grandes empresas no saben vivir sin la protección del Estado, sin el privilegio político, lo acabamos de ver ahora en esta crisis bancaria. Frente a esta situación la única manera de responder es que la ciudadanía se dé cuenta y que el conjunto del empresariado, que se juega su patrimonio día a día y que no disfruta de esos privilegios, reaccione.

Usted avisa de un riesgo real de colapso económico por el cambio climático, las finanzas especulativas, una deuda en crecimiento acelerado y la desigualdad, que al entrar en conjunción pueden provocar un desastre. ¿Hay solución? ¿los objetivos 2030 van en la adecuada dirección?

Multitud de organismos internacionales independientes, muchos de ellos conservadores, están diciendo lo que hay que hacer frente a estos problemas estructurales desde hace muchos años. Lo que pasa es que no hay voluntad política y predomina el interés privado. Frente al cambio climático, el fondo BlackRock cambió su estrategia de inversión para hacer políticas favorables a la lucha contra el cambio climático. Un año después, cuando aparece la posibilidad de ganar más dinero se olvidan de esos objetivos. Prima la maximización del beneficio.

Los problemas grandísimos que tenemos hoy día en nuestro planeta -el cambio climático, el desorbitado papel de las finanzas, una globalización que ya no aporta soluciones, el enorme tamaño de la deuda y la desigualdad- son el resultado de desnaturalizar la propia economía capitalista y darle una prioridad absolutamente injustificada a la búsqueda del beneficio por encima de cualquier otro objetivo.

Hace falta equilibrio y ver que es necesario avanzar para conseguir otros fines. No hay voluntad política ni capacidad suficiente para enfrentarse al poder que han acumulado las grandes organizaciones empresariales. Ya lo vimos en la última crisis bancaria, que fue el resultado de que los grandes bancos del mundo lograron que los gobiernos establecieran una regulación que provocó la crisis. Ganan más dinero así, pero recurrentemente provocan problemas. No hay dificultad en saber lo que hay que hacer, el problema es tener el poder suficiente para llevar a cabo las medidas.

No hay voluntad política ni capacidad suficiente para enfrentarse al poder que han acumulado las grandes organizaciones empresariales

Llevamos con tensiones recurrentes desde la crisis del petróleo de 1973 y parece que no hemos aprendido nada.

De la crisis del 73 nació un cambio de civilización, fue el germen de la revolución conservadora. Se aprendió, claro que se hizo, pero fueron los grandes capitales los que pusieron en marcha una estrategia que mantienen hoy para priorizar los beneficios. Pero han volcado tanto la carga hacia un lado que la economía que así no puede funcionar. Lo lamentable es que solamente las grandes empresas aprendieron lo que tenían que hacer para ganar más dinero, pero parece que no se ha aprendido demasiado en otro ámbito para tratar de imponer otras lógicas.

Con la invasión de Ucrania por parte de Rusia parece que vamos a un nuevo mundo de bloques. No parece que haya un proyecto que tenga visos de convertirse en hegemónico. ¿Cree que vamos camino de acabar con la globalización? Que se va a cumplir la premisa de la fragmentación económica y comercial del mundo en bloques?
En el plano geoestratégico se va a ir a una dinámica más multipolar. En el plano económico, el poder de Estados Unidos empieza a tener contrapesos. No creo que se vaya a producir una globalización completa, pero lo que sí está ocurriendo es que las propias empresas globalizadas han comprobado que la lógica dominante en estos años les puede proporcionar un enorme beneficio, pero a costa de tener que soportar una incertidumbre, enormes riesgos y una casi nula resiliencia ante shocks y los impactos imprevistos. Hay miles de empresas que se están replanteando la lógica de la globalización, y están definiendo una política de localización y de estrategias comerciales, quizá menos rentables, pero más seguras y más sostenibles a la larga.

Por eso creo que España puede tener una posición bastante favorable. Espero que nuestro gobierno sea capaz de hacer las cosas bien y aprovechar esta coyuntura, porque puede ser muy favorable para una economía como la nuestra.

¿En qué sentido puede ser más favorable para España?
Se está produciendo una relocalización de mucho capital, que está tratando de encontrar nuevas ubicaciones. España tiene recursos que en estos momentos son estratégicamente muy importantes y una posición internacional que puede ser muy valiosa: vamos a sufrir menos deterioro de la economía productiva que Alemania. Tenemos una buena expectativa por delante de la que podemos obtener ventaja en los próximos años. Otra cosa es que la confrontación política permanente y absolutamente carente de sentido ponga en peligro esta posición.

domingo, 21 de mayo de 2023

Qué caracteriza a los padres tóxicos (y cómo lidiar con ellos)

Hace unos años, la psicóloga argentina Camila Saraco se dio cuenta de que muchos de los pacientes que la venían a ver tenían algo en común: habían tenido "crianzas tóxicas".

Tener un padre tóxico, aclara la profesional, no significa haber padecido exclusivamente un padre abusivo.

"Hay muchas otras formas en la que los padres lastiman, a veces de forma inconsciente", dice.

Decidió entonces armar un taller: "Padres tóxicos", para ayudar a entender qué comportamientos paternos son poco sanos, cuáles son las consecuencias para los hijos y qué pueden hacer quienes tienen este tipo de progenitores.

Saraco remarca que un mal progenitor no es necesariamente una mala persona.

"Hay un montón de madres o padres que son extremadamente buenos y que, desde el cariño, sin quererlo, también son tóxicos", afirma.

En esto coincide el psicólogo mexicano Joseluis Canales, autor de varios libros, entre ellos "Padres tóxicos: legado disfuncional de una infancia", publicado en 2014.

Canales señala que a veces un progenitor es tan bueno que no tiene autoridad, algo que también es dañino para los hijos.

No obstante, dice que "es importante entender que todos los padres se equivocan, y eso no los vuelve tóxicos".

Dar amor y formar
¿Qué hace entonces que una crianza sea poco sana?

El autor resalta que los padres tienen dos funciones principales: "Dar amor a sus hijos y formarlos para la vida".

Algunos progenitores generan daño porque no logran hacer lo primero. Otros porque fallan en lo segundo.

Curiosamente, parece haber una brecha generacional entre estos dos grupos.

Los padres de los llamados Baby Boomers y de la Generación X solían tener más problemas a la hora de brindar cariño y contención emocional a sus hijos.

Saraco cuenta que varios de sus pacientes, mayores de 40 años, tienen problemas de baja autoestima y una sensación de insuficiencia que les genera conflictos de pareja, algo que ella traza a una crianza deficitaria desde lo afectivo.

En cambio, en las últimas décadas, el daño muchas veces lo causan padres amorosos que no saben poner límites y sobreprotegen a sus hijos, criando a "niños tiranos" que no saben manejar sus emociones y sufren porque se frustran ante el menor escollo.

Cómo son los padres tóxicos
Es importante aclarar que tanto hombres como mujeres pueden ser progenitores tóxicos. Y que, cuando son dos los que crían, el daño lo generan ambos.

"Si uno de los miembros de la pareja es tóxica el otro es un abusador pasivo", sostiene Canales.

Aquí te contamos algunas de las características de los padres tóxicos.

La violencia emocional puede ser tan difícil de sanar como la física, dicen los expertos.

Abusivos
Sin dudas que los padres que abusan sexualmente o son violentos con sus hijos son los que lastiman más profundamente.

Pero no hace falta que un padre abuse físicamente de un hijo para generarle un daño muy difícil de sanar, advierten los expertos.

Las agresiones verbales y emocionales también son muy nocivas, señalan.

Estas van desde descalificar a un hijo ("no te va a salir", "deja, mejor lo hago yo") hasta "insultarlo con palabras que hieren su integridad, como llamarlo 'idiota', decirle que nadie lo va a querer o que se arrepiente de haberlo tenido".

"El riesgo es que todo esto se convierte en su voz interna", advierte Canales.

Por su parte, Saraco remarca que, a veces, "es más fácil sanar una infancia con golpes que una con abuso psicológico".

"Hay padres que se ponen violentos cuando toman. En esos casos la víctima puede llegar a entender que su progenitor le pega cuando se descontrola y que el problema lo tiene él. En cambio, si crece escuchando humillación lo asimila como algo propio", explica.

Manipuladores
Otro rasgo de un progenitor tóxico es la manipulación, que Canales llama "abuso emocional".

"El eje de esta forma de abuso tiene que ver con la culpa. El adulto se hace la víctima frente al niño para chantajearlo y conseguir lo que quiere", describe.

Saraco observa que esta característica se ve más en madres tóxicas.

Algunas madres tóxicas manipulan a sus hijos para mantenerlos cerca.
"Ocurre en especial con hijas que viven con su mamá. La madre no quiere que formen pareja para que no se vaya de casa, entonces empieza con comentarios y observaciones negativas sobre la pareja, o intromisiones que buscan que se separe".
"Esto hace que la hija viva la relación con culpa".

Controladores
Esta es una característica que comparten los padres tóxicos de distintas generaciones. Pero mientras que antes los padres limitaban a sus hijos para lograr su sumisión, hoy lo hacen con la intención de protegerlos.

"Antes los padres tóxicos solían imponerse, con una puesta de límites muy agresiva, en vez de acompañar la autonomía de sus hijos", dice Saraco.

Ejemplos típicos son padres que empujaron a sus hijos a que estudien ciertas carreras o sigan ciertas tradiciones familiares.

"El efecto en el hijo es que no logran tomar decisiones. Se ve mucho en chicos que empezaron carreras, porque les generaba mucha angustia desobedecer a sus padres, y después de unos años la dejaron", cuenta la psicóloga.

Hoy la toxicidad pasa por sobreproteger a los hijos, queriendo evitarle cualquier sufrimiento o frustración.

"Sobreproteger es también un abuso, porque el niño sobreprotegido aprende que no puede enfrentar la vida por él mismo", explica Canales.

"Parte del aprendizaje de todos es a través del error. Y el error genera frustración. Hay que enseñar a tolerar la frustración, si no el hijo queda incapacitado para desarrollarse en la vida cotidiana", dice.

Negligentes
Otra característica de los padres tóxicos modernos es que "son muy permisivos y tienen miedo a ponerle límites a sus hijos", lo que los hace padres negligentes, según Canales, ya que "descuidan las necesidades físicas, emocionales, sociales y académicas de los hijos".

Mientras que el padre negligente de antaño era el ausente, o el que no prestaba atención a su hijo, hoy es el que "lo deja comer lo que quiere, faltar al colegio, no hacer la tarea y faltar el respeto a los demás", ejemplifica.

Los padres tóxicos de hoy están criando a una generación de "niños tiranos".

"Al ser negligentes les dan a los hijos un poder que un niño no puede manejar sanamente. Los hijos se vuelven los adultos en el sistema familiar", advierte.

En este tipo de crianza sufren todos, agrega el psicólogo.

"El niño crece sin poder encajar en una escuela, en una universidad, en un mundo laboral, en una sociedad en la cual no se permite hacer lo que él quiera", señala.

Los padres se sienten "presos" por los berrinches del hijo. E incluso la sociedad padece, ya que se está "criando a una generación de tiranos, que no respetan a la autoridad, no tienen capacidad de frustrarse y, al ser niños muy ensimismados, tienen muy poca empatía y capacidad de ceder ante la problemática de los demás y ver el bien común".

Cómo lidiar con los padres tóxicos
Si creciste con padres que eran permisivos y sobreprotectores, lo que tienes que hacer es "tomar la decisión de salir de esa sobreprotección", señala Saraco. No obstante, aclara que eso es algo que recién puede hacerse cuando uno es adulto.

"No se le puede pedir a un niño que salga del vínculo tóxico protector", advierte.

En cambio, tiene varios consejos prácticos para quienes tienen padres abusivos, controladores y manipuladores.

"Primero, es importante que pierdas la ilusión de que vas a poder cambiarlos". 
La psicóloga argentina Camila Saraco tiene consejos para los hijos de padres tóxicos.

"Tampoco trates de razonar con ellos, o comprender cómo ellos piensan, porque tienen otra manera de ver las cosas, y hay que evitar entrar en discusiones que no nos llevan a ningún lado", dice.

"Debes tratar de correrte de ese lugar de tratar de complacerlos y agradarles todo el tiempo, que es lo que ellos pretenden o hacen sentir al hijo".

"Y es clave que aprendas a poner límites emocionales y, si se requiere, incluso físicos", afirma.

Sin embargo, el trabajo principal es con uno mismo, afirman ambos expertos.

"Hay que tratar de fortalecer nuestra autoestima y seguridad para no ceder ante las manipulaciones, y no titubear en esos momentos cuando las frases de esos padres pueden llegar a intimidarnos o desestabilizarnos", dice Saraco.

Por su parte, Canales afirma que "lo más importantes es desaprender lo que te enseñaron que es el amor y reaprender lo que es el verdadero amor, para establecer relaciones sanas".

Recordando a Arthur J. Deikman Misticismo y psicoterapia

Dentro de poco se cumplirán diez años del fallecimiento del psiquiatra norteamericano Arthur J. Deikman, que fue mucho tiempo profesor en la Universidad de California en San Francisco y destacó por sus investigaciones sobre los estados místicos con una perspectiva que trataba de interpretarlos a la luz de la psicología occidental.

Son notables además sus estudios sobre los mecanismos mentales actuantes en los cultos y sectas que proliferaban en la sociedad norteamericana en las décadas finales del siglo XX.

En la producción de Deikman sobresale un libro de 1982 que fue editado en español por el Fondo de Cultura Económica en 1986 con el título de El yo observador. Misticismo y psicoterapia. Este trabajo aporta un enfoque pionero, al transmitir las experiencias y argumentos de quien era simultáneamente un investigador y psicoterapeuta reputado y un erudito conocedor y practicante asiduo de diversas tradiciones místicas.

Nacido en Nueva York en 1929, Deikman estudió matemáticas y física antes de decidirse por la medicina, y toda su vida manifestó también devoción por la poesía y la música. Aunque terminó siendo un profesional de la psiquiatría, sus afanes vitales reflejaron siempre una pasión humanista de amplio espectro e interés por las explicaciones profundas que a través de la ciencia y el arte es posible encontrar para el enigma de la existencia. Todas estas inquietudes afloran en su libro de 1982 sobre el yo observador, cuyos aspectos esenciales me gustaría sintetizar aquí.

La experiencia mística
La primera parte de la obra está dedicada a ofrecer una definición del misticismo que echa por tierra algunos prejuicios dominantes en Occidente. Se trata, para empezar, de una experiencia interior y netamente diferenciable de la religiosa, pues esta última atiende a elementos externos, como dioses o rituales. El objetivo que se plantea el misticismo es en principio el mismo de la psicoterapia, es decir, la eliminación del sufrimiento, pero persigue además una explicación del sentido de la existencia que no hallamos en aquélla lo que le aporta una visión más amplia.

Repasar la historia de las corrientes místicas sirve para poner de manifiesto la unidad esencial de sus planteamientos, métodos y resultados, aunque éstos se hayan desarrollado con matices y nombres diversos. Esto es para Deikman evidencia de un conocimiento sólido detrás de todas estas escuelas, identificable como un hilo continuo a través de las Upanishads hindúes, los sutras budistas, y los escritos de algunos filósofos griegos y los místicos sufíes y cristianos. Todos ellos abren la vía a una experiencia posible en la que la mente pensante se libera de una falsa visión de sí misma y el sufrimiento inherente a ella. La idea medular resulta ser una transformación de la conciencia humana a través de la cual ésta descubra un sentido profundo en su propia existencia, que siente fundida con el principio rector de todo.

La posibilidad de este conocimiento se basa en la intuición, lo que obliga a repasar el significado de este concepto. Más allá de la experiencia sensorial y el razonamiento consciente, la intuición es más bien una reminiscencia. En este sentido, las conclusiones de Platón, Spinoza, Kant o Bergson son asombrosamente parecidas a los mitos del pueblo hopi de Norteamérica, en cuanto todos ellos aluden a un saber que no es sensible ni argumentativo, sino que “se impone” con la contundencia de un lúcido recuerdo. Desacreditado después en la filosofía positivista y la psicoterapia, este concepto tiene vigor sin embargo entre los científicos, que explican a través de él muchas veces el origen de sus descubrimientos. Especialmente la física moderna ha erigido un modelo del cosmos que enfatiza una misteriosa unidad en él, al tiempo que desvela la naturaleza ilusoria de lo que comúnmente llamamos “realidad”, todo lo cual abre puertas para que la intuición ofrezca visiones novedosas.

La base teórica: el yo observador
El misticismo tiene una relación crucial con el problema del yo. El pensamiento occidental está dominado por el “yo objeto” que ejercita sus actividades mentales (pensantes, emotivas y funcionales) en cada individuo. Frente a éste, en Oriente se desarrolló el concepto del “yo observador”, un “centro transparente” que se percata de las tareas del “yo objeto” y al que es imposible dotar de un contenido. Es simplemente un ojo que mira.

Es cierto que la función observadora resulta importante en el psicoanálisis o algunas técnicas de la terapia Gestalt, pero Deikman pone de manifiesto la confusión que arrastra generalizadamente la psicología occidental respecto al asunto del yo observador. Esto tiene trascendencia, porque uno de los síntomas en muchos trastornos neuróticos y psicóticos es la disminución de la función observadora, con lo que el aumento de ésta tiene un extraordinario valor terapéutico. Sólo en la década de 1980, después de la publicación del libro de Deikman, comenzó el desarrollo de la Acceptance and Commitment Therapy, una vía de tratamiento psicológico que hace un uso del yo observador más fiel a la concepción budista.

El tipo de conocimiento que produce el yo observador no es sensible ni argumentativo, y si las turbulencias del cuerpo y la mente se reducen al máximo, su conciencia se percibe intuitivamente conectada con un principio cósmico al que cada tradición reconoce con un nombre distinto. Hay que decir además que frente al conjunto de esquemas artificiosos y valores aprendidos que dominan el yo objeto, el yo observador aporta una visión de nuestra unidad con todos los seres sintientes.

La estrategia: la meditación
Establecido el significado del yo observador y lo provechoso que puede resultar, la buena noticia es que existe una técnica secular que ha revelado una gran eficacia para ejercitarlo, que no es otra que la meditación. Desde la década de 1960 la difusión de ésta en Occidente es muy amplia y en la actualidad los estudios clínicos muestran efectos fisiológicos y psicológicos que la han convertido en un instrumento terapéutico valioso.

Pueden distinguirse dos tipos de meditación: concentración e introspección. En la primera se fija la atención en algún objeto, conjunto de palabras o sensación, mientras que en la segunda se prescinde de esto y simplemente se permanece atento, aunque indiferente, a los pensamientos o sensaciones que aparezcan espontáneamente. La experiencia de los practicantes de estas técnicas es que progresivamente desarrollan una conciencia sutil en la que todos los contenidos de la mente se perciben como fugaces y ajenos a su propia esencia.

Las diversas tradiciones tienen textos que explican con lujo de detalles el método a seguir en los ejercicios de meditación y aquí otra vez se aprecia tras la multiplicidad de nombres una unidad de perspectiva, objetivo y resultado. Las primeras estaciones del viaje somos nosotros mismos tras años de educación alienante, culto ególatra y perversión consumista, y apresados en un yo objeto con el que nos identificamos pero del que en realidad somos tristes esclavos. La estación final que nos promete el viaje es una conciencia que constata la liquidez de lo que antes era sólido y es capaz de sonreír en cualquier circunstancia, porque capta la esencia profunda en que se sustenta. Si valoramos más que nada la acción para transformar el mundo, este viaje constituye la higiene necesaria para percibir con claridad en nuestra existencia los objetivos realmente merecedores de atención.

Psicoterapia o misticismo
Deikman explora en esta obra la compleja conexión entre dos corrientes con tradiciones e intereses diversos, pero también afinidades. La psicoterapia puede beneficiarse de técnicas como la meditación para lograr la eliminación de síntomas neuróticos o psicóticos y restituir al paciente a su vida normal. Esto es importante sin duda, pero no debe hacernos olvidar que la meditación surgió hace muchos siglos con el propósito de servir como herramienta práctica de desarrollo mental dentro de escuelas de pensamiento místico y que más allá de usos concretos, éstas muestran un potencial extraordinario para reorientar todo el sentido de nuestra existencia.

La perspectiva global que se consigue a través del libro pone de manifiesto cómo las filosofías místicas que encontramos en diversas culturas coinciden en un sustrato común, y que éste es útil para depurar la conciencia e incrementar su empatía, forjando en realidad un ser humano nuevo, liberado de los aspectos más negativos y generadores de sufrimiento. Esta constatación invita a pensar seriamente cuál puede ser la aportación de estos procesos en unas circunstancias históricas concretas y cómo pueden incardinarse con otros intentos legítimos de combatir los males de la sociedad.

En este mundo regido por un sistema económico desquiciado que ha impuesto universalmente su ideología de barbarie, resulta imprescindible el análisis de las formas y mecanismos de la explotación de unos seres humanos por otros, así como el diseño de estrategias para que ésta sea abolida. Sin embargo, considerando que el capitalismo funciona gracias a los procesos mentales que ha creado en nosotros, es razonable pensar que las técnicas para lograr una visión correcta que Deikman describe en El yo observador pueden ser un complemento crucial de las acciones y movilizaciones necesarias para la transformación del mundo.

El Buda decía con razón que el gran problema es el sufrimiento, y habida cuenta de esto, no deberíamos desdeñar ninguna de las vías posibles para combatirlo. Si fuéramos capaces de integrar todas las estrategias contra él, alcanzaríamos tal vez la meta que Deikman señala en los acordes finales del libro: “La cosecha de nuestros esfuerzos será una comprensión más profunda de la vida humana y la capacidad de llevar más adelante su evolución”.

Blog del autor: http://www.jesusaller.com/. En él puede descargarse ya su último poemario: Los libros muertos.

sábado, 20 de mayo de 2023

_- El gobernador del Banco de España engaña a los españoles cuando habla de pensiones

_- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, dijo en enero de 2022 que la inflación en España se situaría a finales de ese año “por debajo del 2%”.

En realidad, en diciembre de ese año fue del 5,7%. El gobernador, o bien no tenía la más remota idea de lo que estaba pasando en la economía española o, si lo sabía y dijo otra cosa, engañó a los españoles.

Ambas posibilidades son vergonzosas. ¿Cuánto duraría en una empresa normal y corriente un directivo que se hubiera equivocado de esa forma a la hora de estimar la evolución de la variable más decisiva, la única de la que tuviera que estar pendiente y de la que dependiera el futuro inmediato del negocio?

En el caso del gobernador, su tarea fundamental es prevenir la inflación y frenarla, y a la vista está su desconocimiento, su despiste atroz, la fenomenal equivocación cometida.

¿Por qué nadie le pide cuentas? ¿Por qué no se le cesa? ¿Se dejaría que siguiera como capitán de un barco quien fuera tan incapaz de percatarse del peligro, quien tuviese una idea tan equivocada del rumbo y las condiciones en que se lleva a cabo la navegación?

Lo sorprendente ni siquiera es eso. Lo verdaderamente increíble es que Hernández de Cos siga haciendo creer a los españoles que conoce el futuro, lo que va a pasar, cuando se equivoca tan manifiestamente a la hora de percatarse de lo qué tiene delante.

Ahora, el gobernador carga contra el gobierno diciendo que la reforma propuesta en nuestro sistema de pensiones es insostenible, es decir, que no se podrá financiar en los próximos treinta o cuarenta años.

¿Se dan cuenta de la desfachatez que hay que tener para que una persona que se equivoca garrafalmente sobre la evolución en los próximos meses de la materia que es de su estricta competencia, en lo que se supone que es lo que tiene que saber, diga a las demás que sabe lo que va a suceder en las próximas décadas con asuntos que no le competen? ¿Cómo es posible que un conductor que no ve lo que tiene a un palmo de sus narices y choque constantemente con su vehículo le diga a los demás por dónde y cómo tienen que circular?

El gobernador del Banco de España no sólo se ha mostrado como manifiestamente incompetente a la hora de contemplar y resolver el problema cuya solución se le encomienda, las subidas de precios. Además, vuelve a engañar a los españoles haciéndoles creer que sabe que las pensiones públicas no se van a poder financiar en las próximas décadas.

Ni el Banco de España, ni los economistas que lo han intentado para justificar sus amenazas de insostenibilidad, han acertado nunca, es decir, ni una sola vez, en sus previsiones sobre la evolución a corto, medio o largo plazo de la población, la productividad, el empleo, el crecimiento del PIB o la distribución de la renta que son las variables de las que depende el equilibrio financiero de un sistema público de pensiones como el nuestro. Siempre que hablan lo hacen pontificando como si fuesen sabios dueños de la verdad, pero lo cierto es que todas las veces que han asegurado saber lo que iba a ocurrir en el futuro con las pensiones en España se han equivocado, exactamente lo mismo que pasó al gobernador el año pasado con la inflación.

Hernández de Cos es uno más de los economistas que, como bien ha dicho el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, llevan veinte años equivocándose en sus predicciones sobre las pensiones. No han acertado ni en uno solo de los escenarios que han diseñado en los distintos modelos que han elaborado siempre con un mismo fin: convencer a la gente de que las pensiones públicas son insostenibles y que, por tanto, hay que fomentar el ahorro privado en la banca. Justamente, quien ha financiado la elaboración de esos modelos y estudios.

El gobernador del Banco de España está engañando una vez más a los españoles haciéndoles creer que él, su institución o los economistas que vienen diciendo lo mismo, pueden saber qué ocurrirá con nuestras pensiones en las próximas décadas. Es un hecho que engaña por dos razones evidentes. La primera es que, como he dicho, para saberlo tendría que conocerse qué va a ocurrir con unas variables cuya evolución es materialmente imposible de predecir. No se ha podido conocer cuando se analiza sin prejuicios y mucho menos cuando se ha hecho partiendo de hipótesis sesgadas porque se tienen intereses inconfesables, como ocurre con los informes pagados por los bancos. Es un hecho que se puede comprobar fácilmente leyéndolos, en este último caso, o comprobando las enormes diferencias y errores de estimación que hay en las proyecciones de largo plazo realizadas incluso por los centros de investigación u oficinas estadísticas nacionales o internacionales más reconocidos.

La segunda razón que muestra que el gobernador del Banco de España engaña a los españoles es que la sostenibilidad de las pensiones públicas no depende solamente del equilibrio financiero entre el gasto y los ingresos por cotizaciones sociales. Depende también de decisiones políticas, concretamente, de que se quieran financiar con impuestos adicionales a las cotizaciones sociales, o no. Algo que igualmente es completamente impredecible.

Si hubiera una auténtica democracia en España se le exigiría responsabilidad al gobernador y las fuerzas política no comprometidas con los intereses de la banca privada, a cuyo beneficio se pronuncia Hernández de Cos, deberían pedir su cese inmediato.