miércoles, 20 de junio de 2012

Resumen del curso en ciencias, tecnología y sanidad en el NYT

Vídeo sobre ciencias, estudio de animales marinos luminiscentes y su relación con la contaminación http://nyti.ms/KTCJXR


Across The Universe, por Rufus Wainwright. La canción es de The Beatles. Aquí la cantan ellos con Ravi Sahankar.

 

lunes, 18 de junio de 2012

Las siete grandes mentiras sobre el rescate español

Luis de Guindos: “Es un apoyo financiero que no tiene nada que ver con un rescate”. “No hay ni el más mínimo rescate al respecto”.
Falso. El dinero sale de los fondos europeos de rescate y se presta al Estado, no directamente a los bancos, como pretendía España. Aunque las condiciones sean algo diferentes al de los demás países rescatados, la realidad es que España se ha convertido en el cuarto país de Europa en recurrir a estas ayudas, tras Grecia, Irlanda y Portugal. Así lo ve toda Europa y la prensa internacional.

Mariano Rajoy: “Lo que hay es una línea de crédito”.
Falso. No son los bancos quienes piden el dinero prestado a Europa, se comprometen a devolverlo y pagan los intereses. Es España, a través de una entidad pública: el FROB. La mayoría de los bancos no recibirán préstamos desde el FROB –no los podrían devolver–, sino inyecciones de capital.

Mariano Rajoy: “No afecta al déficit público”.
Falso. Todo el dinero que pida prestado al FROB irá a la deuda pública y sus intereses, al déficit. Si se alcanzan los 100.000 millones y el tipo de interés, como se dice, es del 3%, supondrá 3.000 millones de euros más en el déficit anual: por comparar, es dos veces lo que ahorró Zapatero congelando las pensiones en 2010.

Mariano Rajoy: “El que ha presionado he sido yo. A mí nadie me ha presionado”. 
Falso. Europa –especialmente Alemania y los países del norte– ha presionado a España para que acepte esta opción. Dentro del desastre, el procedimiento de rescate no es especialmente malo: había opciones mucho peores. Pero tampoco es el modelo soñado por el Gobierno español, que habría preferido una intervención del BCE o un rescate directo a los bancos sin que el Estado tuviese que avalar la operación. 

Luis De Guindos: “Ayudará a las familias y a las empresas”. “Servirá para que vuelva a fluir el crédito, para que crezca la economía y se cree empleo”.
Falso. El dinero público inyectado a los bancos irá a provisiones de pérdidas, no al crédito. De hecho, a corto plazo lo más probable es que el crédito se restrinja aún más porque todas las entidades financieras –las buenas, las malas y las regulares– tendrán que aumentar aún más sus provisiones, por lo que no podrán prestar.
Cristóbal Montoro: “No van a venir los hombres de negro”.
Falso. La temida troika –el FMI, el BCE y la Comisión Europea– también va a aterrizar en España. Serán ellos quienes decidan la reestructuración del sector financiero y también quienes vigilen “de cerca y regulamente” el cumplimento de los compromisos españoles contra el déficit.
Luis de Guindos: “Las condiciones se les van a imponer a los bancos”.
Falso. España va a tener que firmar un ‘memorandum of understanding’: un tratado, como el de Grecia, Irlanda y Portugal. Y en el propio comunicado del Eurogrupo queda claro que la ayuda al sector financiero está condicionada al cumplimiento de los compromisos anteriores de España en la lucha contra el déficit. No hay condiciones explícitas, pero sí las hay implícitas. En breve veremos nuevos recortes y subidas de impuestos, por mucho que el Gobierno hoy los niegue con la misma contundencia con la que antes negó el rescate.
De Ignacio Escolar Escolar.net

domingo, 17 de junio de 2012

¿Qué hará Alemania si hoy en Grecia la dignidad triunfa sobre el miedo en las urnas? La Ley Weidmann

¿Qué hará Alemania si hoy en Grecia la dignidad triunfa sobre el miedo en las urnas? La respuesta es obvia: aplicará la “Ley Weidmann”. Pero, ¿por qué dignidad? ¿Acaso votar a la izquierda de Syriza es “digno”, mientras que hacerlo por la derecha de Nea Demokratía es miedo? El asunto no tiene nada que ver con izquierda y derecha, sino con algo anterior y más básico: con principios, con coherencia y lógica política. Con lo que se entiende por “soberanía nacional”.

Es un pulso entre dignidad y miedo porque fue la casta de Pasok y Nea Demokratía la que gobernó alternativamente el pastel griego de los últimos treinta años. Ahora que tal pastel, una mezcla de clientelismo, corruptela y neoliberalismo perfectamente integrada en la política y en los negocios de Berlín y Bruselas, ha estallado, lo lógico es castigar a esa casta y auditar sus deudas. Es una cuestión de dignidad nacional. Sin embargo, ¿cómo hacerlo si tal castigo supone ser castigado a su vez con el inmediato cierre del crédito europeo y la perspectiva de una expulsión del euro? Esa es la reflexión que conduce al voto del miedo con el que los irlandeses han sancionado una enormidad llamada “pacto fiscal”. Así pues, ¿vencerá la dignidad al miedo? Si eso ocurre, no lo duden, el gobierno alemán aplicará la “Ley Weidmann”.

Jens Weidmann es el presidente del Bundesbank, del que el Banco Central Europeo (BCE), con sede en Francfort, es sucursal. Entre unos y otros regulan el humor de los mercados por la vía de inyectar o no dinero. Son, por así decirlo, los dueños de la prima de riesgo. Weidmann, ex consejero económico y financiero de Angela Merkel, es el que dijo que pagar por la deuda intereses del 6% y el 7% “no es ningún drama” y que incluso puede resultar hasta saludable.

“El BCE no está dispuesto a ocasionarles grandes pérdidas a los especuladores con compras masivas de bonos y considera que la presión de los mercados de bonos sobre los gobiernos es positiva”, explica el diario económico neoliberal alemán Handelsblatt. La lentitud del BCE por actuar cuando los países están con el agua al cuello no es atribuible a la ignorancia, explica, sino a una “intención”. “La presión de los mercados de bonos propiciada políticamente es lo que induce a los parlamentos díscolos a aceptar” lo inaceptable. Felipe González ilustró la situación hablando de carreras de galgos: cuando parece que el galgo va a alcanzar a la liebre mecánica, alguien le da un impulso y la distancia, con el bono alemán, vuelve a aumentar. La “Ley Weidmann” tiene que ver con esto. Si alguien cuestiona ese rescate de los bancos internacionales expuestos en Grecia que se llama “rescate de Grecia”, será castigado. España también.

En un gesto de gallardía, Mariano Rajoy se atrevió el 2 de marzo a invocar la soberanía nacional al anunciar unilateralmente la reducción del objetivo de déficit español. “Intolerable, es la apariencia de rebelión lo que cuenta, los mercados castigan eso inmediatamente”, dijo en privado un miembro del directorio del BCE. A los pocos días la liebre se disparaba y el interés del bono español sufría. La situación se ha repetido en junio.

“España no será rescatada, no puede serlo, es demasiado grande para un rescate”, “los hombres de negro no vendrán”, dijo el presidente del gobierno y su ministro de Hacienda, que en las Cortes pronunció un digno, “ya está bien, ¡hombre!”. Pero la Ley Weidmann es inexorable: tras haber pasado por el tubo de las “reformas estructurales”, España, “debe hacer más esfuerzos en esa línea, debe mejorar su competitividad junto con la reforma del sector bancario”, declaró Weidmann al Handelsblatt el domingo pasado. Días después la prima de riesgo batía récords. “El euro está en peligro”, decía la carta de Rajoy al BCE, pero “¿donde está escrito que no se puede vivir con intereses del 6%”, Weidmann dixit...

...Creen, sinceramente, que con todo ello contribuyen a la “construcción europea”, pero en realidad esta insensata insolidaridad autoritaria es un derribo en toda regla.
Rafael Poch. La Vanguardia.
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/berlin/?p=287

sábado, 16 de junio de 2012

Interesante, clarificador y divertido vídeo sobre la tasa Tobin y el control de las transacciones financieras, de ATTAC.

Demandamos que se establezca un impuesto a las transacciones financieras (ITF) que permita reducir la especulación y recabar unos ingresos que ayuden a combatir los recortes de gastos sociales, financiar la lucha contra la pobreza y ayudar a la reducción del cambio climático. Únete a la petición del ITF aquí.

Las musarañas

¿Había alguna recóndita ironía al presentar el rescate financiero como una auténtica victoria sobre los tozudos teutones? Estos días ha vuelto la sombra del Señor de los Hilillos, aquel sobrenombre que cayó sobre Mariano Rajoy durante la catástrofe ecológica del Prestige y por la desafortunada frase en la que comparaba las fugas de fuel con “hilillos de plastilina”. Nunca acerté a saber si había o no un oscuro punto de ironía en semejante descripción. Y lo mismo sucede ahora. ¿Había alguna recóndita ironía al presentar el rescate financiero como una auténtica victoria sobre los tozudos teutones? A estas alturas está claro que lo mejor de Rajoy son sus silencios, pero cuando se pica y aplica en el debate, tiene algunos destellos que se atribuyen a esa forma gallega de ironía que es la retranca. John Rutheford, en el libro The power of the smile, cuenta un ejemplo de retranca: cuando caen chuzos, cuando arroya, la gente dice “parece que va a llover”. Él, catedrático en Oxford, lo intentó experimentar con un colega para poner a prueba la ironía británica. “Parece que va a llover”, le dijo un día de aguacero. Y el otro lo miró con preocupación: “¿Sabes, John? Ha estado lloviendo con bastante fuerza toda la mañana”. Me gustaría que el presidente del Gobierno español saludase en la próxima cumbre con un flemático: “¿Qué? ¡Parece que va a llover!”. Pero me temo que no. Que la ironía se ha esfumado también con la crisis. En su círculo de confianza, Rajoy se había ganado fama de astucia, la cualidad del zorro. Sus propagandistas en la prensa adicta lo jalean como al toro de Osborne en el rapto de Europa. Y son también de admirar las tertulianas embelesadas que glosan los comentarios marianos como sabios proverbios de un maestro zen. Pero en la prensa extranjera el calificativo más suave es el de “incompetente”, se le trata de “Pinocho” y se mofan de su “victoriosa payasada”. Es decir, ni zorro ni toro. Un hombre fuera de juego, cazando musarañas. MANUEL RIVAS, El País, 16 JUN 2012.

viernes, 15 de junio de 2012

El rescate traerá más recortes y no sirve para salir de la crisis

Desde que la crisis se inició en 2007, la población española ha estado sometida a toda una serie de políticas públicas que han significado un gran recorte de sus derechos laborales y sociales, que han afectado de una manera muy notable al bienestar social y a la calidad de vida de las clases populares. Hemos visto durante estos años de crisis la congelación y pérdida de la capacidad adquisitiva de las pensiones, el retraso de la edad de jubilación, la reducción del gasto público en las transferencias y servicios del Estado del bienestar (con recortes muy acentuados de la sanidad pública, de la educación pública, de los fondos y servicios a las personas con dependencia, de las escuelas de infancia -erróneamente definidas como guarderías-, de los fondos para la prevención de la pobreza y de la exclusión social, de los servicios sociales, de las viviendas sociales, del nivel de cobertura de los seguros de desempleo y de las ayudas a la integración de los inmigrantes). Y hemos sufrido las reformas del mercado laboral, que se han llevado a cabo con el objetivo de reducir los salarios y la capacidad de negociación de los trabajadores. Y a todas esas medidas se han añadido la reducción del empleo público y de los salarios a tales empleados públicos. Pues bien, hoy día sabemos a ciencia cierta que todas estas intervenciones han empobrecido todavía más al conjunto de la clases trabajadoras y que, lejos de haber hecho germinar los “brotes verdes” que las justificaron, han llevado a nuestra economía a una situación mucho peor y más cercana a la depresión.
 El rescate no es una ayuda, es una imposición para realizar más recortes Tales recortes se han justificado siempre como imprescindibles para reducir el déficit del Estado y el tamaño de su deuda pública, algo necesario, según se ha dicho siempre, para ganar la confianza de los mercados financieros y de esta manera poder conseguir dinero prestado para pagar los gastos del Estado. Tanto el gobierno de Zapatero primero y ahora el de Rajoy han insistido constantemente en realizar esos recortes por encima de todo por el miedo a que no pudiéramos recuperar la famosa confianza de los mercados financieros y entonces fuésemos intervenidos por la llamada Troika, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero ahora resulta que a pesar de que se han llevado a cabo todos esos recortes, a pesar de que se han ejecutado una tras otra las imposiciones de los mercados, expresadas a cada momento muy claramente por esa Troika, España ha sido intervenida por esas tres instituciones Digan lo que digan, lo cierto es que todos estos enormes sacrificios y recortes han sido en balde y cuando se ha producido su fracaso estrepitoso en forma de rescate, la respuesta del gobierno y del establishment político y mediático es la de negar que haya sido tal y que vaya a llevar consigo una intervención de nuestra economía.
 El artículo de Guillermo de la Dehesa Precisiones sobre el rescate bancario, (El País 09.06.12), en el que trata de disimular la verdadera naturaleza del rescate, y las manifestaciones del Ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa en la que lo anunciaba como un triunfo, son representativos de esta postura. Según esas manifestaciones, a las que hay que añadir la del propio presidente Rajoy afirmando que lo ocurrido es algo que “ha conquistado” España, los 100.000 millones de euros no son un rescate, sino una ayuda a la banca que tiene por objetivo reestructurar el sector bancario y sin implicaciones macroeconómicas. Unas interpretaciones que caen por su propio peso cuando se lee el documento del Eurogrupo donde se manifiesta textualmente: “El Eurogrupo considera que España ya ha implementado importantes reformas fiscales y del mercado de trabajo y medidas para reforzar el activo de los bancos españoles. El Eurogrupo confía en que España cumplirá sus compromisos en virtud del procedimiento de déficit recesivo y con respecto a las reformas estructurales, con el fin de corregir los desequilibrios macroeconómicos en el marco de la Unión Europea. Los progresos en estas áreas serán revisados de cerca y con regularidad, también paralelamente con la ayuda financiera” (el subrayado es nuestro). ¿Puede decirse de manera más clara que se trata de una intervención en toda regla? El texto del acuerdo del Eurogrupo señala sin lugar a duda alguna que paralelamente a la supervisión financiera se hará la de las políticas fiscales y macroeconómicas.
Y el significado y el objetico con el que se llevará cabo esta supervisión también aparece bien claro en los últimos documentos del FMI y en las declaraciones de sus responsables que constantemente insisten en que habrá que llevar a cabo más reformas del mercado laboral -para conseguir más bajadas salariales-, más reducción de las pensiones, y una reducción más acentuada del déficit, centrándose en el Estado del Bienestar que en España está gestionado por las comunidades autónomas. Lo que ahora se busca con la excusa de eliminación del déficit de las éstas última no es otra cosa, en la práctica, que nuevos mayores recortes de las transferencias y servicios del Estado del Bienestar que gestionan, principalmente, en materia educativa, sanitaria y de cuidados a las personas...
En definitiva, hay que denunciar el intento de ocultar la verdadera naturaleza del rescate, que está bien clara en el comunicado del Eurogrupo y en los informes del FMI: - quieren rescatar a los banqueros despreciando y por encima del bienestar de la inmensa mayoría de las personas. - se ha acordado ya, y se va a producir materialmente cuando se selle la letra pequeña del acuerdo, un auténtico golpe de Estado, porque a partir de ese momento España ya no estará implícitamente intervenida, como hasta ahora, sino expresa y visiblemente por funcionarios extranjeros que impondrán las líneas de gobierno a las que se habrán de ajustar las políticas económicas: nuevos recortes, privatizaciones y reformas institucionales encaminadas a desarmar de derechos políticos y mecanismos de representación a la ciudadanía. Y se puede adelantar que nada de eso servirá para recuperar la actividad económica: - volverá a perderse empleo y cerrarán nuevas empresas. - nada garantiza que vuelva a generarse crédito para la economía. - no bajará la prima de riesgo y ni siquiera el montante de nuestra deuda, sino todo lo contrario, cabe esperar que siga subiendo porque nada se ha hecho para frenar el impacto de la especulación generalizada en los mercados.
 El rescate es un auténtico desastre para nuestra economía y para nuestra sociedad. Es una verdadera perversión política que el presidente del gobierno se alegre de que se haya producido y que el propio Rey Juan Carlos lo haya felicitado por haberlo reclamado a Europa. Los ciudadanos deben informarse bien, explicar con claridad a quienes tengan a su lado lo que de verdad ha ocurrido y exigir respuestas políticas que den la vuelta a la situación para poner en marcha medidas alternativas, que las hay sobradamente, como venimos poniendo de manifiesto en nuestros escritos y libros.
 Vicenç Navarro y Juan Torres López. Fuente: Público.es http://blogs.publico.es/dominiopublico/5287/el-rescate-traera-mas-recortes-y-no-sirve-para-salir-de-la-crisis/

jueves, 14 de junio de 2012

Un chiste español

Se abre el telón y aparecen, en un mismo escenario: el ex presidente de Bankia firmando su propia indemnización; dirigentes de la Caja Castilla La Mancha, de la CAM y de Banco de Valencia revisando extractos bancarios para comprobar si han cobrado sus respectivos finiquitos; consejeros de ex Cajas de Ahorro hoy convertidas en banco añadiendo ceros a la derecha de diversas cantidades; concejales de urbanismo estrechando manos de promotores mientras con la otra mano se guardan un abultado sobre en el bolsillo; los mismos concejales y otros cuantos más aprobando en plenos municipales nuevos barrios para duplicar o triplicar la población local, urbanizaciones sobre la arena de las playas, campos de golf en zonas resecas, palacios de congresos, auditorios y puentes colgantes de renombrados arquitectos; concejales tránsfugas cambiando de sillón y de voto; presidentes de Diputación inaugurando aeropuertos sin aviones, autovías sin tráfico y museos sin contenido; presidentes y consejeros autonómicos firmando falsos ERE, fraccionando contratos para no sacarlos a concurso, entregando hospitales públicos a empresas constructoras, haciéndose trajes a medida, hablando por teléfono con amiguitos del alma, poniendo primeras piedras de parques temáticos, velódromos, ciudades de las artes, ciudades de la justicia, ciudades de la luz, ciudades de la ciencia, ciudades de la hostia; dirigentes tan defensores de la familia que contratan a la propia hasta varios grados de consanguinidad; directores generales cargando copas, putas y coca al presupuesto; consejos de ministros firmando indultos a banqueros y aprobando amnistías fiscales; bancos perdonando deudas a partidos; gobernantes incrementando su patrimonio a ritmo exponencial; tesoreros firmando contratos fantasma para financiar el partido; empresarios ofreciendo sobornos para conseguir contratos públicos; concejales exigiendo sobornos a empresarios para otorgarles contratos públicos; diputados votando en bloque para impedir comisiones de investigación y comparecencias; empresas privatizadas y entregadas a compañeros de pupitre; palcos futbolísticos donde se cierran negocios; un presidente de la patronal quebrando empresas, dejando agujeros millonarios y a cientos de trabajadores en la calle; grandes fortunas haciendo la declaración de la renta y saliéndole a devolver; aviones con destino a paraísos fiscales que despegan con dificultad por lo cargadas que llevan las bodegas; noventa y nueve mariachis cantando corridos en la junta general de una Sicav; obispos marcando la X en la casilla de la declaración de la renta; obispos disfrutando vacaciones eternas en el paraíso fiscal español; un presidente del Tribunal Supremo cenando de lujo con su amigo en Marbella; el yerno del rey, la hija del rey, el rey; Don Vito saliendo de la cárcel; Jaume Matas usando la escobilla…

¿Cómo se llama la película?
¿Crisis? Frío, frío. ¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades? Frío, mucho frío, helado. ¿Burbuja? Frío, frío, seguimos lejos. ¿Estafa? Templado, templado. ¿Robo? Calentito, calentito. ¿Corrupción? Caliente, muy caliente. ¿Corrupción masiva? Cada vez más caliente, a punto de quemarte. ¿Corrupción sistémica? Cuidado, cuidado, que te quemas…
Se cierra el telón. Aplausos y risas.
(Se ruega no traduzcan este chiste al alemán, no sea que lo lean en Berlín y acaben mandándonos a tomar por…)
por Isaac Rosa, 13 de junio de 2012

miércoles, 13 de junio de 2012

Hasta ahora, nada es normal

La primera consecuencia política del rescate debería ser la creación de una comisión parlamentaria encargada de seguir las vicisitudes del crédito.
El anuncio de la solicitud de un rescate bancario en España con fondos de la Unión Europea ha puesto de manifiesto una alarmante falta de pulso político. La increíble manera en la que ha actuado el presidente del Gobierno, la atonía de su propio partido, que debería estar sobresaltado por la pésima gestión de la crisis, y la incierta actitud del principal partido de la oposición, el PSOE, atrapado por su inmediato pasado, han desvelado una falta de latido democrático que resulta inquietante.
 La primera consecuencia política de la puesta en marcha del rescate y de la entrada en vigor de la línea de crédito para los bancos debería haber sido la creación inmediata de una comisión parlamentaria encargada de seguir, con todo rigor, las vicisitudes de esos créditos y de recibir con puntualidad toda la información que se vaya produciendo sobre las operaciones en marcha. No basta con la subcomisión encargada de seguir el funcionamiento del FROB, que ya existe y que lleva una vida más bien mortecina, porque el tema desborda claramente ese pequeño escenario... más en EL País, Soledad Gallego. Las frases de Rajoy. La crisis del euro, más información en El País.

martes, 12 de junio de 2012

La Virgen del Rocío y el exceso de científicos

Llevo días leyendo muchas cosas en torno a lo que está pasando, no sólo aquí en NeG sino en muchos otros sitios, y la verdad, he de confesar que estaba bastante preocupado. ¿Cómo he podido ser tan tonto? ¡Pero si estamos salvados! Pero no por el gobierno, claro: La ministra de trabajo, Fátima Báñez, reconoce que quién nos va a salvar de la crisis va a ser… la Virgen del Rocío (noticia aquí o aquí, por ejemplo). Esta es de las cosas que a uno le tranquilizan por completo. Ahora sí que estamos en buenas manos. Pero cuidado, que ésta no es la única buena noticia del día. Si el saberme protegido por la intervención celestial (eso pese a que Esperanza Aguirre me va a bajar el sueldo otra vez) fuera poco, resulta que según la secretaria de estado de investigación, desarrollo e innovación, Carmen Vela, ¡la crisis es buena para la ciencia española! Según ella misma escribe hoy en Nature (noticia en español aquí, por ejemplo, o aquí) la crisis nos da una oportunidad de adelgazar el sistema de ciencia e innovación español, quedándonos sólo con los científicos buenos y eliminando a los que sobran. Además, los buenos serán los que sepan pedir y obtener dinero de la Unión Europea, que al fin al cabo, ¿de qué se trata la ciencia? Pues de que el dinero que damos a los programas marco de la UE venga de vuelta, claro.

En fin, que con estas cosas estoy que no quepo en mí de gozo. El caso es que con esto de colaborar en NeG le estoy cogiendo el gusto a lo de los números. Lo de la Virgen del Rocío lo veo un poco complicado de contrastar cuantitativamente, pero lo de que hay que adelgazar el sistema de ciencia español me parece más accesible. Con ayuda de mi colega Yamir Moreno, traigo aquí algunos números y unas rápidas reflexiones. Los números están en esta tabla (datos del Banco Mundial aquí sobre inversión y aquí sobre número de investigadores):



Y las reflexiones son éstas:
Excepto un país, todos los demás tienen más investigadores por millón de habitantes que España. De nuevo, excepto un país, todos invierten en I+D mas que España.

Uno podría decir, bueno, esto es porque invierten en proporción al numero de investigadores que tienen. No, de nuevo, solo un país tiene una tasa mas pequeña que España.

Si comparamos, por ejemplo, España con Alemania, vemos que la tasa (por mil) es de 0.47 (españa) por 0.74 (alemania). Para llegar a la misma tasa, es obvio que hay dos caminos: o aumentamos la inversión en I+D (numerador), o decimos que tenemos muchos investigadores (para bajar el denominador). Y por tanto, finalmente, concluímos que la Sra. Vela tiene razón: si disminuimos el número de investigadores más que el recorte de fondos, mejoraremos nuestros números. Si es que no hay cómo hacer números para darse cuenta de que una propuesta como esta es lo mejor de lo mejor.

Así que adelgacemos nuestro sistema de ciencia, y encomendémonos a la Virgen del Rocío, y no nos podrá ir mejor... de ANXO SÁNCHEZ on 07/06/2012

lunes, 11 de junio de 2012

Brindis por Adrienne Rich

El si de cada no

Los grandes medios aún tenían sus consignas. No las explicitaban pero alguna decía así: que no admirásemos, que adorásemos el triunfo de quienes ellos reconocen aunque sin preguntar ¿qué hicieron para triunfar, se llevaron a alguien por delante, a quién sirve su triunfo, querríamos que otras personas se les parecieran?

Que no admiremos, que ambicionemos un reconocimiento semejante olvidando la cuestión del para qué usaron lo alcanzado.

Y hoy ha muerto Adrienne Rich, pues aunque murió hace dos meses, el 27 de marzo, parece que muriera hoy mismo en el papel. Has muerto, sin embargo los periódicos impresos españoles no lo dijeron, ni los telediarios. Estabas en internet, como en voz baja una tristeza iba por las redes llevando la noticia. Construimos lugares para tu vida y tu muerte porque haces falta, porque entre tantas voces reconocidas y premiadas a las que no podemos admirar, aprendimos contigo que “de la misma forma que se puede construir mal una metáfora, la historia puede conducir también a deformaciones cuando olvida actos de resistencia y de rebelión, cuando destruye modelos transformadores o cuando sentimentaliza las relaciones de poder”.

Traigo aquí estas palabras de una de tus traductoras, María Soledad Sánchez Gómez: “Adrienne representó en mi vida el impacto incuestionable de un ser humano lúcido y extraordinariamente honesto que me ayudó a ordenar mi pensamiento crítico y, por qué no decirlo también, mi vida personal”.

Traigo versos traducidos por Myriam Díaz Diocaretz:
“Absortas en las galanterías, escuchamos/
las exageradas alabanzas a nuestras mediocridades,/
la indolencia se interpreta como abnegación,/
el descuido en el pensar se denomina intuición,/
se perdona cada traspié,/
nuestro crimen/
sólo consiste en hacer sombra,/
o en romper el molde/
sin vacilar”.

La admiración no aleja ni tampoco impide argumentar, discrepar o compartir. Con la admiración no olvidamos a quienes no tuvieron la palabra pública y son tanto o más necesarias y necesarios que aquélla cuya voz nos concierne hoy que viene la batalla y vendrán golpes. Hoy, cuando de nuevo imaginamos que la vida podría ser espaciosa y sin miedo, redes de apoyo mutuo, suprimir la libertad de explotar para que todas las demás existan, hoy vienen tus versos y abren camino:

“Nadie duerme en este cuarto sin/
el sueño de un lenguaje común”.

Belén Gopegui. Diagonal.

Fuente:
http://www.diagonalperiodico.net/Brindis-por-Adrienne-Rich.html

domingo, 10 de junio de 2012

Rescate: Se consuma el engaño

Primero los gobiernos les crearon las condiciones para que financiaran una burbuja de crédito sin precedentes y con la que han ganado docenas de miles de millones de euros. Dictaron leyes de suelo para que los promotores les pidieran préstamos que financiaran construcciones en todas las esquinas de España, que irían quedándose vacías y sin vender cada vez en mayor número. Aumentaron las facilidades fiscales para promover las ventas y desincentivaron el alquiler y el consumo colectivo de servicios de ocio o residencia.
 Solo de 2000 a 2007, los bancos multiplicaron el crédito total destinado a la actividad productiva por 3,1, el dirigido a la industria por 1,8, el de la construcción por 3,6 y por 9 el dirigido a la actividad inmobiliaria. Y eso que cada vez disponían de menos depósitos para generarlo: en 2000 la banca española recibía 1,43 euros en depósitos por cada euro que concedía a crédito, mientras que en 2007 solo 0,76 euros.
 No contentos con los beneficios que les daba el negocio inmobiliario que condenaba al monocultivo a la economía nacional, impusieron políticas de bajos ingresos y recortes salariales para que las familias y pequeños empresarios vivieran en el filo de la navaja y tuvieran que endeudarse hasta las cejas.
 Pero no contentos con obtener beneficios normales, los bancos utilizaron a sus tasadores para aumentar artificialmente los activos sobre los cuales iban a dar créditos, para así generar más deuda y cobrar comisiones más suculentas y recurrieron a todo tipo de prácticas comerciales predatorias para fomentar el consumo: manejaban a su antojo los índices de referencia, incluían la abusiva cláusula que autoriza al banco a vender el piso en subasta notarial si se produce el impago de la deuda, reclamaban importes elevadísimos por cuentas que creían canceladas, cobraban comisiones leoninas (más que en cualquier otro lugar de Europa) por cualquier cosa, giraban una y otra vez un recibo inatendido por el cliente generando múltiples gastos de reclamación por una misma deuda, embargaban saldos en cuentas corrientes sin respetar lo establecido en la ley... hasta cuatro folios me ocupa el listado de malas prácticas que han recopilado las asociaciones de usuarios, es imposible consignarlas todas aquí. Y eso, por no hablar de las estafas estrella, que han podido suponer un auténtico robo de entre 12.000 y 15.000 millones de euros, si no más, mediante las participaciones preferentes, las cláusulas suelo, etc.
 Mientras sucedía todo esto, las autoridades dejaron hacer, consintieron las tropelías bancarias y permitieron que se inflase la burbuja sin cesar, haciendo oídos sordos a todas las advertencias. El actual Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, decía en 2003: "no existe una 'burbuja inmobiliaria' (...) el concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de la oposición que habla insensatamente de la economía de ladrillo y olvida que la construcción es un sector fundamental para la economía del país y en el que trabajan cerca de un millón de personas" (El Mundo 2 de octubre de 2003).
Y el más tarde Ministro de Economía, Pedro Solbes, afirmaría que quienes auguraban el riesgo de recesión por esa causa "no saben nada de economía" (El País, 11 de febrero de 2008). Los dirigentes de uno y otro partido negaban lo que hiciera falta, por muy evidente que fuese para el resto de los españoles, con tal de dejar que los banqueros y los grandes empresarios de la construcción literalmente se forraran a costa de todos los españoles.
 El gobernador del Banco de España que había colocado el PP, Caruana, se pasaba por el arco del triunfo la denuncia de sus inspectores que en 2006 le señalaban formalmente que no se hacía nada frente a un endeudamiento creciente y muy peligroso de la banca española. Pero eso sí, no había declaración suya o más tarde de su sucesor, el socialista Férnandez, en la que no reclamasen moderación salarial y recortes de gasto social. Pero gracias a todo ello, los bancos españoles se convirtieron en los más rentables del universo, justo, eso sí, en la misma medida en que situaban a nuestra economía entre las más vulnerables. 

Cuando estalló la burbuja y ya no se iba a poder disimular lo que había pasado, el inmenso negocio que los bancos habían hecho a costa de la deuda, todos consintieron en disimular. Permitieron que los bancos declarasen en balance los activos dañados a precios de adquisición siendo cómplices así de un engaño descomunal que hirió de muerte la credibilidad de nuestra economía porque, por mucho que Zapatero dijese en septiembre de 2008 -como le dictaban Botín y compañía- que el sistema financiero español era "el más sólido del mundo", los inversores y prestamistas internacionales sabían lo que de verdad había hecho la banca española.
 Los dos grandes partidos, a los que se suman los de los nacionalistas de derechas de Cataluña y el País Vasco, colocaron en las cajas de ahorros a sus amigos y militantes y crearon una red de oligarquías provinciales que alentó la especulación, extendió la corrupción y que comenzó a llevar al desastre a la gran mayoría de las entidades, al convertirlas en clones de los bancos privados, sin tener capacidad real ni naturaleza legal para serlo.
 Y para facilitar la recuperación de los bancos mas grandes y dejarles a ellos todo el mercado consensuaron la ley de cajas que las llevaba a su bancarización forzada, para provocar cuanto antes su caída y el reforzamiento por esa vía de los bancos más grandes... Leer todo aquí en Público, por Juan Torres.

Islandia. Un ejemplo de que no es verdad lo que nos cuentan. Las cosas se pueden hacer de otra manera.

La secuencia de esta crisis comenzó en septiembre de 2008, cuando se nacionalizaron los principales bancos del país; y como consecuencia de ello comenzó el hostigamiento de algunos países, su moneda (la corona islandesa) se desplomó, la Bolsa suspendió toda actividad y el país cayó en bancarrota. En 2009, las protestas sociales lograron la convocatoria a elecciones anticipadas, provocando además la dimisión del primer ministro y de todo su gobierno en bloque. Aunque continuaba la pésima situación económica, mediante una ley se propuso la devolución de la deuda a Gran Bretaña y Holanda mediante el pago de 3500 millones de euros (un tercio del PBI), monto que sería abonado por las familias islandesas durante 15 años con una tasa de interés del 5,5 por ciento anual. En 2010, el pueblo islandés salió a la calle para pedir un plebiscito por esa ley, y el resultado fue un arrasador 93 por ciento de los votos para la opción del no pago de la deuda. Mientras, el gobierno nombró una comisión de investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades políticas de la crisis. Comenzaron las detenciones de decenas de banqueros y altos ejecutivos y consejeros de las entidades financieras. Interpol dictó una orden de detención, y algunos banqueros implicados abandonaron el país. En ese contexto de crisis se eligió una Asamblea para redactar una nueva Constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis.
Islandia ha atravesado una situación difícil y aún no se ha recuperado totalmente, pero ya no padece ataques a su deuda pública, ni a su moneda, ni a su sector público. Hoy, su economía se va recomponiendo lentamente al crecer un 3 por ciento en 2011 con un desempleo del 7 por ciento, y la perspectiva de aumento del Producto para 2012 es del 2,7 por ciento en una zona económica dominada por la recesión. Pese a esa gestión de la crisis, la mayoría de los islandeses todavía padece los costos de esa debacle, porque se han recortado derechos de su Estado del Bienestar, que era uno de los más avanzados del mundo. Islandia ha conseguido recortar su déficit público (del 13 por ciento en 2008 al 8 por ciento en 2010) y todo ello a costa de medidas nada gratas para la población: han subido considerablemente los impuestos a las personas físicas, los salarios han disminuido un promedio del 12 por ciento y han bajado los gastos sociales.
Más allá de las medidas económicas concretas, Islandia es un caso que demuestra que las cosas se pueden hacer de otra manera que no sea la socialización de los quebrantos de los bancos o la implementación de la receta ortodoxa que proponen los economistas del establishment. Por esos motivos no se habla de Islandia... Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-195992-2012-06-09.html (foto de una plaza de Lisboa)

"What we are asking is financial support, and this has absolutely nothing to do with a full bailout," Luis de Guindos, the Spanish economy minister, said.

"Lo que estamos pidiendo es apoyo financiero, y esto no tiene absolutamente nada que ver con un rescate total", dijo Luis de Guindos, el ministro de Economía español. (NYT) Un esquema del proceso y situación económica de la zona euro en el NYT. Spain to Accept Rescue From Europe for Its Ailing Banks
 Responding to increasingly urgent calls from across Europe and the United States, Spain on Saturday agreed to accept a bailout for its cash-starved banks as European finance ministers offered an aid package of up to $125 billion. European leaders hope the promise of such a large package, made in an emergency conference call with Spain, will quell rising financial turmoil ahead of elections in Greece that they fear could further shake world markets. The decision made Spain the fourth and largest European country to agree to accept emergency assistance as part of the continuing debt crisis. The aid offered by countries that use the euro was nearly three times the $46 billion in extra capital the International Monetary Fund said was the minimum that the wobbly Spanish banking sector needed to guard against a deepening of the country’s economic crisis. The announcement of a deal came amid growing fears that instability in Spain could drag down an already sputtering world economy. The decision was the culmination of weeks of a contentious back-and-forth between Spain and its would-be creditors in which it was hard to tell how much of Spain’s resistance to financial help was tactical maneuvering for a better deal and how much a refusal to admit the depth of the banking sector’s troubles. The escalating tension prompted President Obama to push Friday, in unusually explicit terms, for quick European action... Leer más en el NYT. (By RAPHAEL MINDER, NICHOLAS KULISH and PAUL GEITNER MADRID)

sábado, 9 de junio de 2012

España acepta un rescate de hasta 100.000 millones para la banca. Guindos confirma que la ayuda y las condiciones se restringirán al sector financiero. Los fondos europeos se traspasarán al FROB en condiciones "muy favorables"

Ya está. Ha caído la pieza más grande desde que los mercados comenzaron la cacería contra Europa. Primero fue Grecia en mayo de 2010. Le siguieron Irlanda y Portugal. Tras negarlo en incontables ocasiones –la última hace diez días, en boca del propio presidente Mariano Rajoy-, España ha acordado hoy con sus socios europeos una inyección de fondos de hasta 100.000 millones para evitar que quiebre una parte importante de su sector financiero. "El Gobierno español reclama su intención de pedir capitalización europea", ha anunciado esta tarde el ministro de Economía, Luis de Guindos. (De El País)

Del "España va bien" al rescate financiero.
De la época dorada del ladrillo a la ayuda decretada por el Eurogrupo a la banca española. ÁNGELES AFUERA | DOCUMENTOS "SER"
En el New York Time (NYT) de hoy, 10-06-2012, aparece que el rescate de la banca española costará ciento veinticinco mil millones (125.000) de dólares. "Spain to Accept Rescue From Europe for Its Ailing Banks".
La letra pequeña del rescate aquí.
Lo que España necesita, Nuevo libro de V. Navarro, J. Torres y A. Garzón ya disponible en pdf.

Discurso fraudulento

El PP ganó las elecciones con un relato que no se corresponde en absoluto con su acción de Gobierno

Que no es lo mismo ser presidente del Gobierno que ser presidente de un partido es algo que Mariano Rajoy debería haber aprendido desde su investidura el 23 de diciembre del año pasado. Pero no parece que haya sido así. La estrategia de dejar que el paso del tiempo permita encontrar solución a los problemas sin tener que tomar una decisión para resolverlos puede dar resultados en la dirección del partido. Ahí está el caso de Francisco Camps como ejemplo. Pero no parece que pueda dar resultados en la dirección del Estado...

Debería haberlo aprendido. El paso del tiempo no solo no resuelve, sino que agrava el problema. La decisión de posponer la presentación de los Presupuestos Generales del Estado a la fecha de celebración de las elecciones andaluzas, con la finalidad de asegurar de esa manera que Javier Arenas pudiera convertirse en presidente de la Junta de Andalucía, además de no conseguir ese objetivo, supuso una pérdida de prestigio del Gobierno de España en la instancia en que más importa tener prestigio en este momento, en la Unión Europea. ¿Puede alguien sorprenderse de que, después de haber actuado de esa manera, la Comisión Europea rechazara la pretensión del Gobierno de España de ampliar el déficit para este año del 5,4% al 5,8%? Dejar pasar el tiempo pasa factura. De manera tangible e intangible...

Nadie puede respetar a un Gobierno que se niega a investigar una quiebra de la magnitud de la de Bankia y de las que van a venir a continuación. 

...No sé si dejar pasar tiempo acabará siendo positivo para Rato, Blesa, Olivas y demás gestores del PP de las distintas cajas que se fusionaron en Bankia, así como para los gestores de esta última, pero seguro que no lo es para el país y para su Gobierno, cuya credibilidad desciende de manera vertiginosa con esta manera de proceder. Nadie puede respetar a un Gobierno que se niega a investigar una quiebra de la magnitud de la de Bankia y de las que van a venir a continuación. Dentro del país, como ha escrito en estos últimos días Josep Ramoneda, supone una ruptura del contrato social en el que descansa la legitimidad de la acción política. Fuera únicamente puede generar desprecio no solamente hacia el Gobierno, sino, lo que es más grave, hacia el propio país. Subordinar el ejercicio de las funciones que tienen atribuidas las Cortes Generales al interés del partido del Gobierno no puede conducir nada más que a un mayor desprestigio institucional y a una mayor desconfianza en la acción del Estado. Los ciudadanos el pasado 20-N avalaron con su voto el discurso de Mariano Rajoy de que se había perdido mucho tiempo por el Gobierno anterior en hacer frente a la crisis económica. Se prometió que con el nuevo Gobierno no ocurriría lo mismo y que se recuperaría el tiempo perdido. Lo ocurrido en estos más de cinco meses y medio nos indica que no está siendo así. Las elecciones fueron ganadas por el PP con un discurso que no se corresponde en absoluto con lo que está siendo la acción de Gobierno. Ha habido un componente fraudulento muy elevado en la estrategia que llevó a Mariano Rajoy a la presidencia del Gobierno. Cada día resulta más visible.

Ver más aquí en El País, 8 de junio, Javier Pérez Royo

jueves, 7 de junio de 2012

Discurso del Profesor Navarro en los actos de graduación de licenciatura de los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, el 25 mayo 2012.

La necesidad de una segunda transición

Queridas Autoridades académicas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona y queridos estudiantes de esta facultad que os graduáis hoy en esta Universidad, de la cual me gradué yo hace medio siglo. Os habla entonces una persona de la generación de los años cincuenta y principios de los años sesenta que habla y da la bienvenida a unos nuevos licenciados que espero compartan un proyecto en el que muchas generaciones anteriores hemos estado envueltos. Pero, antes de hablar de este proyecto, permitidme acentuar qué es un honor para mí que me hayáis elegido como vuestro padrino. Según me han dicho, ser padrino me otorga el deber de aconsejaros en la labor que tendréis que realizar a partir de ahora, cuando la población, a través de su Estado, os ha dado la licencia para que la sirváis, poniendo el conocimiento que esta Universidad os ha dado a su disposición. La vocación de servicio es un elemento definitorio de vuestra profesión.

 Un instrumento central de vuestro trabajo es la Ley, así como la colección de intervenciones públicas y privadas, a través de las cuales el Estado ejerce sus funciones normativas y reguladoras. Algunos graduados de esta facultad seréis legisladores, otros seréis administradores del bien público, otros seréis jueces, otros seréis fiscales, otros seréis miembros de tribunales que afectarán de manera muy directa el bienestar y calidad de vida de la población. De ahí vuestra enorme responsabilidad.
Pero hoy os invito a que reflexionéis sobre qué es la Ley, incluyendo en nuestro país el sistema judicial, y si está o no sirviendo a la población. Y veréis que las respuestas a estas preguntas no son muy halagüeñas.

De todas las ramas del Estado, el sistema jurídico es de los que tienen menos prestigio y respeto entre la población que, por cierto, lo financia. Permitidme que subraye esto. Sin infravalorar el sacrificio de vuestros familiares, y muy en particular de vuestros padres y madres –a los cuales quiero saludar y felicitar en este momento feliz de sus vidas- es importante subrayar que es la población la que, a través de los impuestos, os ha financiado estos estudios. Y es también la que financia el sistema judicial. Pues bien, es entre esta población la que, según las últimas encuestas, el sistema judicial es de los servicios menos valorados por la población. Y no sólo por su enorme lentitud –el caso claro de corrupción de Millet en el Palau de la Música es eterno y bochornoso- sino por su sesgo, casi siempre favorable a las estructuras de poder, a costa del ciudadano normal y corriente, que es la que financia el sistema jurídico.

Creo que la evidencia científica avala la tesis de que las leyes, sistemáticamente favorecen más a las estructuras del poder que a las clases populares. Y la gente lo sabe. De ahí su escepticismo hacia la Ley y hacia sus gestores. Y de ahí su escasa valoración. La población es consciente de este sesgo profundamente conservador de la Ley. Ejemplos de este sesgo conservador hay muchos. Si un conductor, por negligencia, atropella y mata a un peatón, es más que probable que termine en la cárcel. Si un empresario, por negligencia, es responsable de la muerte de uno o incluso varios obreros, les aseguro que no irá a la cárcel. A lo sumo recibirá una multa. El caso más reciente es el escándalo de la industrial del amianto. El mundo empresarial era consciente del impacto fatal de tal producto. Consecuencia de su producción, miles de trabajadores han muerto y continúan muriendo. Y ni uno de los empresarios ha ido a prisión. La gente lo sabe, y de ahí su escasa valoración del sistema judicial. Y se podría decir que, por desgracia, esta situación ocurre en muchos países. Pero es particularmente acentuada en el nuestro.

 El descrédito del sistema judicial
¿Por qué? Aquí tenemos que hablar claro. La transición de la dictadura a la democracia se hizo en nuestro país en términos muy favorables a las fuerzas conservadoras que controlaban el aparado del Estado. El mantenimiento de la Monarquía era un síntoma de ello. Y las fuerzas democráticas lideradas por las izquierdas apenas salían de la cárcel o habían vuelto del exilio. No era una relación equilibrada, y ello tuvo muchas consecuencias. Una es lo profundamente conservadoras que son las estructuras de este Estado, incluyendo el sistema jurídico y su cúpula, desde el Tribunal Supremo al Tribunal Constitucional. Hay múltiples indicadores de ello. Desde la negación por parte del Tribunal Constitucional del carácter plurinacional del Estado español al hecho auténticamente bochornoso de que el Tribunal Supremo lleve a los tribunales al único juez en España que se ha atrevido a juzgar los crímenes de aquel régimen dictatorial que dejó en su rastro más de 120.000 asesinados cuyos cuerpos todavía permanecen en lugares desconocidos. El bochorno de esta situación es enorme. Cuando ocurrió esto, el mayor programa de humor de EEUU, Saturday Night Live, hizo un sketch de humor señalando que de la misma manera que Bolivia, un país que no tiene mar, tiene, en cambio un Ministerio de Marina, España tiene un Ministerio de Justicia. El Tribunal Supremo desacreditó enormemente al Estado español, mostrando hasta qué punto ha estado en manos profundamente conservadoras. Hoy en Europa, la existencia de tal Tribunal Supremo es un bochorno. Es impensable que en la mayoría de países democráticos europeos se llevara a los tribunales a un juez que quisiera juzgar los crímenes del nazismo o del fascismo.

 Esta situación, para cualquier persona con sensibilidad democrática, es intolerable. De ahí que vosotros tenéis que ayudar a cambiar esta situación. Es una tarea inmensa la de democratizar España, la de democratizar incluso el sistema jurídico, como parte de la democratización del Estado. Tenéis que ayudar a hacer la Segunda Transición pasando de la democracia muy incompleta que tenemos a una democracia mucho más completa que la ciudadanía se merece. Hay que establecer un sistema judicial al servicio de la población, y muy en especial de las clases populares. Hay que democratizar la ley y la gestión de la ley.

 Pedir democracia hoy es subversivo
 Ahora bien, en España exigir democracia hoy es casi subversivo. Se están aplicando políticas como las de austeridad y de recortes, que no han sido aprobadas por un mandato popular, pues no estaban en los programas electorales de ningún partido. Y muchas de ellas son incluso contrarias a la Constitución. Estos recortes, por cierto, están creando una enorme crisis económica además de social, pues disminuyen la demanda y generan la recesión, en camino de transformarse en depresión.
 En esta lucha me permito aconsejaros que cuestionéis la “sabiduría convencional”. ¿Por qué –debéis preguntaros- el derecho de propiedad del capital es sagrado, mientras el derecho al trabajo y a la vivienda es agua de borrajas? ¿Por qué no se conserva el derecho a la vivienda y en cambio se considera sagrada la propiedad? ¿Por qué se protege tanto a la Banca y tan poco al inquilino desahuciado?

 Y aunque os parezca que la oposición a la democratización del Estado es enorme, sabed que si la causa que defendáis es justa, al final venceréis. Recordad que en esta lucha por la democracia sois continuadores de la lucha de otras generaciones, la de mis padres que perdieron la guerra defendiendo la República y un gobierno democrático, y que fueron brutalmente represaliados por ello, la de los años cincuenta que iniciamos la resistencia pacífica contra la dictadura, la de los años sesenta y setenta, liderada por el mundo obrero que consiguió terminar con aquella dictadura. Y no os olvidéis nunca que, aun cuando el dictador murió en la cama, la dictadura murió en la calle. La agitación social logró tal fin.

 Pero la lucha por la democracia continuó durante el periodo democrático. Y aquí quiero saludar a los movimientos sociales, a los sindicatos y a los partidos políticos discriminados por una ley electoral que les penaliza, y quiero saludar también al movimiento 15-M, que es un aire fresco en este cambio. Sumaros a ellos porque la situación actual, donde los derechos sociales, políticos y laborales están siendo reducidos, vosotros, trabajadores intelectuales que gestionaréis la Ley, tenéis la oportunidad de que el derecho -que es hoy parte del problema- sea parte de la solución. Y ello se hará siempre que apoyéis a los más vulnerables frente a los más poderosos. Defender a los trabajadores, defender a los consumidores, defender a los usuarios de los servicios públicos y privados, defender a la gente normal y corriente que cada vez tiene menos voz.

 Hoy la juventud, vosotros, tenéis enormes retos. El 50% de los jóvenes no encuentran trabajo y derechos elementales como la sanidad, los están eliminando. Una persona joven de más de 26 años ya no tiene cobertura sanitaria garantizada por ley. Estamos volviendo a situaciones que creíamos habíamos ya dejado atrás.

 De ahí que la lucha, y no hay otra manera de decirlo, la lucha por la democracia, por los derechos sociales y por los derechos laborales, por el bienestar del país, son la misma lucha.

Y termino ya, sólo para señalar que en los años cincuenta y sesenta, las facultades de la Universidad de Barcelona que más activas eran en la resistencia antifascista eran la de Medicina y la de Derecho. Os invito a que continuéis la lucha de vuestros antepasados, los estudiantes de derecho de entonces. El país ahora os necesita más que nunca, cuando nuestros derechos están amenazados. Seguro que lo haréis.

Un fuerte abrazo a cada uno de vosotros.

¡Salud! Vicenç Navarro. El Plural.

martes, 5 de junio de 2012

Los españoles no tienen duda: la principal culpa por la situación de Bankia es de su consejo

Los españoles no tienen duda alguna: la principal culpa por la situación a la que ha llegado Bankia (antes Caja Madrid) corresponde a su consejo de administración. Y evalúan la intensidad de esa culpa con un 8,7 (en una escala en la que el máximo teórico —inalcanzable en la práctica— es el 10). Después, en menor medida, aparecen inculpados los últimos dos presidentes de la entidad: Rodrigo Rato (cuya responsabilidad es puntuada con un 8,4) y Miguel Blesa (a quien se carga con un 8,2). No queda muy lejos el propio Banco de España: su culpa in vigilando es tasada por la ciudadanía en un 7,9. Finalmente, y ya más atrás, quedan el PP (7,2) y el PSOE (6,7). Los votantes populares y socialistas coinciden en esencia al evaluar el grado de responsabilidad en este tema del PSOE (6,6 y 6,1, respectivamente), pero difieren fuertemente en cuanto al grado de culpa atribuible al PP, partido gobernante desde antes de la crisis en la comunidad donde la caja tiene su sede principal: 5,9 de responsabilidad según los votantes populares, 7,8 según los socialistas. En todo caso, y de forma casi unánime, los españoles creen que tanto la gestión de los integrantes del consejo de Bankia como la de sus dos últimos presidentes debe ser objeto de investigación judicial. Por otro lado, en proporción de dos a uno (y sin que al respecto haya diferencias llamativas entre votantes de PP y PSOE, los únicos dos partidos para los que, dado el reducido tamaño muestral de este sondeo, contamos con datos con una mínima significación estadística) nuestra ciudadanía se declara partidaria de que el Estado deje quebrar a las entidades que, por su mala gestión, incurran en ese riesgo (garantizando, eso sí, los fondos de los depositantes).

Y por último: los españoles tienden a pensar que una Grecia fuera del euro supondría algo peor incluso para Europa que para la propia Grecia. Y, en proporción de tres a uno, no dudan sobre lo negativo que para nuestro país sería, tanto a corto como a largo plazo, quedar fuera de la moneda común europea. Si hay algo, en todo este conjunto de datos, que pueda llamar la atención es, sencillamente, la enorme serenidad y sensatez que transmiten. La misma, por cierto, con que hasta ahora nuestra ciudadanía está sabiendo hacer frente a una crisis cuyo final no se avizora, para la que nadie parece contar con recetas fiables, y para la que no existe, ni aquí ni fuera, un liderazgo claro. Los españoles -y la ingente cantidad de datos de opinión obtenidos en estos últimos meses lo prueban de forma exhaustiva- no han perdido, en las actuales circunstancias, ni los nervios, ni los modales, ni las virtudes cívicas básicas. Reconocen, con admirable y común sensatez, por encima de sus afinidades ideológicas, donde están las culpas y a quién hay que asignarlas; reclaman explicaciones; y, todo lo más, solicitan algo tan irreprochablemente legítimo y democrático como que las instituciones correspondientes tomen cartas en el asunto. ¿Cómo no admirar tamaño ejemplo de cordura ciudadana en medio de tanto tacticismo, miopía y desconcierto por parte de quienes deberían, en estos tiempos turbios y turbulentos, ejercer ese liderazgo social, moral y político que tan clamorosamente brilla por su ausencia? ¿Cómo no compartir, para el caso de nuestra ciudadanía, el anónimo lamento referido al buen Ruy Díaz: “Dios, qué buen vasallo, si oviesse buen señor”.
JOSÉ JUAN TOHARIA, El País, 2 JUN 2012. José Juan Toharia es presidente de la empresa Metroscopia.

lunes, 4 de junio de 2012

Un libro recoge inéditas escuchas secretas a los prisioneros alemanes. Revelan una sorprendente brutalidad gratuita.

Así mataban los soldados de Hitler

“Me lo cargaba todo: autobuses en las calles, trenes de civiles. Teníamos órdenes de machacar las ciudades. Yo disparaba contra todos y cada uno de los ciclistas”. Así se despachaba el suboficial Fischer, piloto derribado de un caza Messerschmitt 109 en mayo de 1942 en una conversación con un colega en un centro de internamiento de prisioneros británico sin saber que estaba siendo oído por sus captores. “Hicimos algo muy bonito con el Heinkel 112”, explicaba otro aviador a un camarada en las mismas circunstancias y en tono jocoso. “Le instalamos un cañón delante. Luego volábamos sobre las calles a baja altura y cuando nos cruzábamos con coches encendíamos las luces y ellos se pensaban que tenían delante otro coche. Y entonces hacíamos fuego con el cañón”. “Reventamos un transporte de niños”, comenta creyéndose en la intimidad el marinero Solm, tripulante de un submarino. “Un transporte infantil… para nosotros fue todo un placer”. “En Italia, a cada lugar al que llegábamos, el teniente escogía al azar 20 hombres”, narra el cabo Sommer del regimiento blindado de granaderos número 29. “Todos para el mercado, se acercaba uno con tres ametralladoras –rrr…¡rum!- y todos tiesos. Así es como se hacía”. Sommer y su interlocutor, Bender, del comando de intervención número 20 de la Marina (una unidad especial de nadadores de combate con fama de duros), ríen a gusto…

Son algunos de los muchos testimonios terribles recogidos por los aliados en el marco de un programa de escuchas secretas sin precedentes que arrojó un material escalofriante sobre la forma de luchar y sobre todo de matar del Ejército alemán en la II Guerra Mundial. Ese conjunto de documentación inédito en buena parte ha sido diseccionado y estudiado ahora por dos investigadores alemanes, Sönke Neitzel, catedrático de historia moderna, y Harald Welter, psicólogo, ambos miembros del instituto de ciencias culturales de Essen, que han recogido su trabajo en el libro Soldaten (2011), recién publicado en España bajo el título
Soldados del Tercer Reich, testimonios de lucha, muerte y crimen (Crítica, 2012).

Reventamos un transporte infantil, para nosotros fue un placer
Durante la II Guerra Mundial, Gran Bretaña y EE UU retuvieron a cerca de un millón de prisioneros alemanes (en las filas de la Wehrmacht combatieron 17 millones de soldados). De ellos varios millares fueron llevados a campos especiales preparados al efecto y sometidos a pormenorizadas escuchas. Cabe imaginar que a algunos de los oyentes les habrá costado mantener la frialdad profesional cuando oían por ejemplo explicar cómo el sargento primero berlinés Müller, tirador de precisión, se cargaba sistemáticamente en Francia a las mujeres que se acercaban con ramos de flores a los soldados liberadores aliados.

El Centro de Interrogación Detallada de los Servicios Combinados (CSDIC) británico levantó 16.960 actas de lo escuchado a escondidas a los soldados alemanes que suman cerca de 50.000 páginas, mientras que los estadounidenses también extrajeron mucho material de 3.298 prisioneros cuidadosamente seleccionados de la Wehrmacht y las Waffen-SS y recluidos en Fort Hunt, Virginia. La diversidad de los espiados es completa, con todos los currículos militares imaginables, desde soldados ordinarios, de tropa corriente, hasta generales. Los miembros de las unidades de combate y particularmente de los submarinos y de la Luftwaffe están especialmente representados.

Los prisioneros hablaban con total libertad entre ellos sin tener ni idea de que estaban siendo escuchados. Para animarlos, se introducía entre los cautivos a agentes, exiliados y prisioneros dispuestos a colaborar. Pero los mejores resultados se consiguieron colocando juntos a prisioneros de rangos similares y de la misma arma. Se pirraban los tíos por contarse unos a otros sus experiencias, sus vivencias de combate y los detalles técnicos de sus útiles de guerra, ya fueran aeroplanos, tanques, submarinos o morteros.

Neitzel se topó con los expedientes en el Archivo Nacional británico
Con las escuchas, los aliados pudieron formarse una idea muy exacta del estado, la moral y la táctica de todos los ámbitos del Ejército alemán así como de detalles técnicos de su armamento. Lo que no imaginaban los servicios secretos es que más de medio siglo después, los historiadores y psicólogos iban a encontrar un filón dorado –o más bien gris pánzer- en esa documentación. Neitzel se topó con los antiguos expedientes en el Archivo Nacional británico. “Había actas y más actas”, dice en el prólogo de su libro. “Quedé absorbido por la lectura de las conversaciones y me sentí transportado de inmediato al mundo interior de la guerra”. Lo que más le sorprendió, dice, “fue la franqueza con la que hablaban de luchar, matar y morir”.

Autores como Joanna Bourke (An intimate history of killing, 1999) o Samuel Hynes (The soldier’s tale, 1997) ya nos habían mostrado qué fácil y hasta placentero puede ser matar para el soldado. Y Wolfram Wette había revelado la culpabilidad homicida y criminal del Ejército regular alemán destripando el mito de una Wehrmacht limpia en contraposición a unas SS que se habrían encargado de las tareas sucias y de perpetrar los asesinatos en la II Guerra mundial (La Wehrmacht, Crítica, 2006). Pero Neitzel y Welter van más allá en su forma de exponer y analizar el impulso violento de los soldados del III Reich.

Probablemente lo más perturbador de las escuchas es constatar que para matar no hacía falta estar especialmente adoctrinado ideológicamente ni embrutecido por la experiencia bélica. En los testimonios se oye a los militares explayarse sobre acciones terriblemente violentas de una gratuidad absoluta, llevadas a cabo en situaciones en las que no estaban sometidos a ningún estrés y cuando no llevaban suficiente tiempo luchando como para haberse librado de la capa de civilización que supuestamente impide cometer actos así. Son ya extremadamente violentos de entrada, sin necesidad de ninguna introducción en la barbarie. Tipos que ni siquiera son especialmente nazis. Es como para perder la fe en el ser humano. “El acto de matar a otros y la violencia extrema pertenecen a la vida cotidiana del narrador y de sus interlocutores”, señala Welter. “No son nada extraordinario y hablan sobre ello durante horas al igual que hablan de aviones, bombas, ciudades, paisajes y mujeres”.

El libro aprovecha el material para diseccionar el ejército alemán
“Para mí, lanzar bombas se ha convertido en una necesidad”, dice un teniente de la Luftwaffe en una de las escuchas. “Emociona de lo lindo, es un sentimiento fantástico. Es tan bonito como cargarse a alguien a tiros”. En otra conversación, un aviador comparte el placer de cazar soldados solitarios desde su aparato “y también gente común”, que “corría como loca en zigzag”. El piloto llevaba solo cuatro días de campaña de Polonia y ya sentía gusto al matar por el simple hecho de hacerlo, con indiferencia de a quién alcanzaba. “Violencia autotélica”, la denominan Neitzel y Welter, matar por matar. Experimentar la sensación de ejercer ese último poder total, y sin castigo. “Esa clase de violencia no requiere de causa ni motivo”.

“Macho, ¡no sabes lo que me llegué a reír”, dice otro aviador que hacía saltar casas por los aires. Y otro: “Abatimos cuatro aviones de pasajeros”. “¿Íban armados?”. “Nones”. El teniente Hans Hartigs, del escuadrón de cazas 26, sobre un vuelo en el sur de Inglaterra: “Nos cargamos a mujeres y niños de cochecitos”. “Los dejamos a todos tiesos, secos. Hombres, mujeres, niños, los sacamos de la cama a todos”, cuenta el cabo paracaidista Büsing de sus acciones en Francia tras la invasión de los aliados. A veces se esgrimen motivos de una irrelevancia atroz: “A un francés le pegué un tiro por detrás. Iba en bicicleta”. “¿Te quería capturar?”. “Ni por asomo. Era que yo quería la bicicleta”.

Es un universal de la guerra el no necesitar motivos para matar
Soldados del Tercer Reich aprovecha el material de las escuchas para realizar una disección extraordinaria del Ejército alemán –desde el sistema de condecoraciones al trato a los prisioneros, la violencia sexual o las Waffen-SS, sin olvidar la participación de las unidades militares regulares en el genocidio judío o la diferencia de moral entre las diferentes armas-. La fe en Hitler –al que los soldados caracterizan con rasgos similares a los de una estrella del pop actual (!), la falta en general de conciencia entre las tropas de que se estuviera llevando a cabo una guerra racial como machacaba la propaganda, la importancia en cambio del grupo y la camaradería, el respeto que se daba a conceptos como el valor, la dureza y la disciplina y ¡al trabajo bien hecho!, o el juicio que se hace en las conversaciones de mandos como Rommel (“valiente, intrépido” pero “sin escrúpulos”), son algunas de las materias que examinan los autores.

Neitzel y Welter, que aportan ejemplos de militares de otras contiendas y sostienen que es un universal de la guerra que el soldado no necesita motivos para matar (“los motivos son indiferentes”, “mata porque es su función”), citan en el capítulo final el elocuente testimonio de un soldado alemán Willy Peter Reese, que cayó en la II Guerra Mundial. “El hecho de que fuéramos soldados bastaba para justificar los crímenes y las depravaciones y bastaba como base de una existencia en el infierno”.

PD.: Estas descripciones son uno más de los ejemplos concretos en que pueden conducir las guerras, los hombres hacen caso omiso de los valores humanitarios y justifican con el pretexto de "la guerra" cualquier crimen y barbaridad.

Es evidente que lo más importante es impedir la guerra y mantener la paz y el diálogo entre los países. A ello se oponen todos los que se benefician de las ventas de armas, el robo y el apoderarse de las riquezas de los países sin importarles los daños, crímenes, muertes y sufrimientos que causen con sus conductas. El hecho de mantener su impunidad alimenta sus comportamientos. La paz con la verdad, la justicia y la reparación necesitan defensores bien informados y tribunales universales, independientes y justos que actúen con rapidez y ejemplaridad.

domingo, 3 de junio de 2012

¿Por qué no amaina la crisis? La crisis sigue porque en Europa no hay quien tenga el poder para contenerla

¿Por qué sigue agudizándose y extendiéndose la crisis económica europea? ¿Ignorancia? ¿Demasiado poder concentrado en pocas manos? ¿O será, quizás, todo lo contrario: que los que deben tomar las decisiones necesarias no tienen el poder para hacerlo?
Creo que es una diabólica combinación de estos tres factores. Ignorancia. Está claro que ni entre los Gobiernos ni entre los expertos hay acuerdo acerca de qué hacer. El debate entre los defensores de la austeridad y quienes proponen gastar más para estimular el crecimiento de la economía domina los titulares. A medida que la crisis arrecia, este debate se transforma en un torneo de frases hechas y afirmaciones superficiales. Después de todo, la austeridad no suele ser una opción entre varias. Los pobres no viven austeramente porque, después de pensárselo bien, decidieran que prefieren ser frugales y no manirrotos. Así, para muchos países —y familias— la austeridad es una feroz e ineludible realidad. Por otro lado, imponerle más austeridad a quienes ya no pueden vivir con lo poco que tienen tampoco es una opción válida. En todo caso, el debate sigue y la seguridad con la cual los más renombrados economistas ofrecen sus recomendaciones contrasta con la validez de sus pronósticos e interpretaciones antes y durante la crisis. Andrew Lo, un economista del MIT, acaba de publicar en el prestigioso Journal of Economic Literature una reseña de los 21 libros que más resonancia han tenido en los debates sobre la crisis. Su conclusión: “De este amplio y contradictorio conjunto de interpretaciones no emerge una narrativa única; la gran variedad de conclusiones… enfatiza la desesperada necesidad que tienen los economistas profesionales de ponerse de acuerdo sobre una base de datos común de la cual puedan construir inferencias y narrativas más precisas”.

En otras palabras, si los mejores economistas ni siquiera se pueden poner de acuerdo sobre cuáles son los hechos y datos relevantes para explicar la crisis, no debe sorprendernos que tampoco estén de acuerdo acerca de qué hacer para salir de ella. Pero no se dan por aludidos. Esta crisis ha revelado que la arrogancia intelectual es uno de los riesgos ocupacionales de practicar la economía como profesión.

Mucho poder en pocas manos. Por otro lado, también es obvio que la crisis no es solo económica y que las contradicciones y desacuerdos entre los expertos no bastan para explicar lo que está sucediendo. La política tiene mucho que ver con lo que está pasando, y hablar de política es hablar de poder. Hay protagonistas de este drama que, aunque no tienen el poder para solucionar la crisis, tienen el poder de vetar las iniciativas ajenas que no les convienen y así truncar el juego. La canciller alemana, Angela Merkel, por ejemplo, es uno de estos protagonistas con enorme poder de veto. Alemania podría estimular más su economía y apoyar otras medidas que ayuden al resto de Europa a salir de la crisis. La venta en los mercados mundiales de un bono único emitido por Europa es un buen ejemplo de iniciativas válidas que hasta ahora han sido frenadas por Alemania. Estos eurobonos tendrían la garantía colectiva de todo el continente, lo que disminuiría su prima de riesgo y los pagos que deben hacer los países más atribulados por la crisis —y que más dependen del crédito del extranjero—. Pero en estos tiempos el poder no solo se concentra en algunos países y líderes. Los financieros que tienen la capacidad de mover grandes volúmenes de capital de un país a otro también son protagonistas importantes del drama europeo. Si bien no pueden imponer políticas, sí pueden vetar decisiones o limitar las opciones de los Gobiernos.

Poco poder en muchas manos. Por otro lado, un paradójico y contradictorio aspecto del poder en estos tiempos es su escasez, precariedad y transitoriedad. Aún los más poderosos se encuentran con inmensas limitaciones para ejercer el poder. Y además lo pierden con inusitada frecuencia, siendo reemplazados por rivales, colegas o sorprendentes contendientes que aparecen súbitamente. Angela Merkel no puede hacer todo lo que le gustaría y sus opciones son restringidas por una miríada de micropoderes que, si bien no tienen la fuerza de imponer sus deseos, sí tienen cómo limitar a los más poderosos. Ni siquiera los líderes de las finanzas pueden hoy dormir tranquilos suponiendo que sus cargos e instituciones están a salvo de la turbulencia en la que vivimos. En el mundo de hoy, el poder está muy fragmentado y la crisis europea es la evidencia más clara de esta tendencia. Incluso quienes más poder tienen solo pueden influir sobre su evolución de manera tenue e indirecta. La crisis sigue porque en Europa no hay quien tenga el poder para contenerla. Por ahora. MOISÉS NAÍM en El País, 2 JUN 2012