jueves, 6 de abril de 2023

"Fue casi una aniquilación": la Masacre de Bear River, uno de los peores ataques contra nativos en la historia de EE.UU.

Cuando los antepasados de Brad Parry observaron los caballos bajar por la colina, evocaron la primera vez que vieron una locomotora en funcionamiento.

A la distancia, en una mañana gélida, advirtieron el vapor que producía la respiración de los soldados y sus caballos.

Aunque había tensión con el ejército, los líderes de la tribu no pensaron que esa movilización sería una amenaza para su pueblo.

Les dijeron a las mujeres y a los mayores que se encontraban en los tipis que no se levantaran y que volvieran a dormir, como lo estaban haciendo los niños.

Pero pronto descubrieron que no venían con intenciones de dialogar y rápidamente comenzaron a urgirlos a escapar.

Lo que siguió es uno de los capítulos más desgarradores en la historia de los indígenas en Estados Unidos.

Ocurrió el 29 de enero de 1863 y se conoce como la Masacre de Bear River.

"Agarraban a los niños pequeños por las piernas como si fueran una liebre y les golpeaban la cabeza contra la tierra", contó Elva Schramm, descendiente de uno de los caciques.

"Fue espantoso, tenían el objetivo de matar y eso duró cuatro horas", dice Parry.

Algunas estimaciones apuntan a que más de 300 nativos murieron, 90 eran mujeres y niños.

En el oeste
Parry, quien es vicepresidente del Consejo tribal del grupo del noroeste de la Nación Shoshone (Northwestern Band of the Shoshone Nation) compartió con BBC Mundo lo que, gracias a la tradición oral, trascendió de ese día.

Aunque hubo registros militares, su abuela, Mae Timbimboo Parry, fue clave para conocer la perspectiva de los shoshones.

Mae Timbimboo Parry insistió en que la historia registrara lo sucedido no como una "batalla", sino como una "masacre".

"Ella fue la primera que recogió esas historias, las escribió y luego las compartió ampliamente", le dice a BBC Mundo Molly Cannon, profesora en la Universidad Estatal de Utah y directora del Museo de Antropología de esa institución.

La tragedia ocurrió en lo que hoy es Idaho, en el oeste del país, cerca del Bear River, río Bear (río del oso).

"Es triste que la mayor masacre de nativos americanos en la historia de Estados Unidos no se conozca realmente", dijo Darren Parry, expresidente del grupo del noroeste de la Nación Shoshone, en un documental del Servicio Público de Radiodifusión de ese país: Remembering Bear River: Tragedy for Idaho's Shoshone Tribe (Recordando Bear River: Tragedia para la tribu Shoshone de Idaho).

En "silencio"
Inicialmente, lo ocurrido se describió como una "batalla" entre el ejército y guerreros shoshones.

Pero Mae -destaca Cannon- hizo que eso se replanteara.

Yeager Timbimboon, el abuelo de Mae, era un adolescente cuando ocurrió la masacre.

"Esta idea de que fue una batalla persistió durante mucho tiempo en nuestra historia y en la mente de los estadounidenses, pero creo que la narrativa se está desmoronando lentamente en gran parte por el trabajo de los grupos tribales", dice la antropóloga.

Para Brad, se trató de una historia que se mantuvo en "silencio" por más de cien años.

Muchas personas que vivían cerca de esa zona prefirieron no acercarse, otras "no quisieron escribir sobre una matanza de mujeres, niños y ancianos".

Por otra parte, ocurrió durante la Guerra Civil y la mayoría de los periodistas estaban cubriendo los acontecimientos de ese conflicto en el este del país.

Además, dice, "no sabíamos escribir, solo podíamos contar lo que había pasado".

Sin embargo, eso cambió con su abuela, quien fue "una estudiante excepcional".

"Tuvo una educación extremadamente buena, escribía y hablaba muy bien y cuando se graduó en la escuela secundaria, su abuelo todavía estaba vivo. Entonces, comenzó a escribir lo que él le contó".

Ese testimonio, junto a los de otros que también sobrevivieron, nutrieron el registro histórico de los shoshones sobre lo sucedido.

"No fue hasta las décadas de 1980 y 1990 cuando mi abuela comenzó a insistir en cambiar el nombre de 'Batalla de Bear River' por 'Masacre de Bear River'. Se enfrentó al ejército de Estados Unidos, fue al Congreso, se reunió con todas esas personas para conseguir un reconocimiento verdadero de los hechos".

Tensión
Ese acontecimiento no se puede ver como un hecho aislado.

En el siglo XIX, los shoshones y otras tribus sufrieron la invasión de sus tierras por parte de colonos y grupos de mormones, además de tener escaramuzas con buscadores de oro.

Ilustración de Sacagawea, miembro de la tribu de los shoshones que ayudó a Meriwether Lewis y William Clark en su expedición por el oeste de EE.UU. entre 1804 y 1806.

La masacre fue "la culminación de casi dos décadas de sucesos que brotaron de la interacción entre indios y blancos".

Así lo señala la editorial de la Universidad de Utah en la presentación del libro The Shoshoni Frontier and the Bear River Massacre (La frontera shoshone y la Masacre de Bear River), del historiador Brigham Madsen.

"Las tierras natales de los shoshones abarcaban una gran extensión de territorio y fueron atravesadas por las principales rutas de viaje en el occidente, lo que forzó a encuentros entre indios y blancos".

"Inicialmente fueron amigables y complacientes con los viajeros blancos en la década de 1840, (pero) a fines de la década de 1850 el resentimiento se disparó entre los indios cuando fueron asesinados y sus reservas de alimentos fueron consumidas por los emigrantes y sus ganados".

Michael Andersen escribió Bear River Massacre and the Ethical Implications for Large Scale Combat Operations (La Masacre de Bear River y las implicaciones éticas para las operaciones de combate a gran escala), un ensayo publicado por el Centro Simons para el Liderazgo Ético y la Cooperación Interinstitucional, una organización que se dedica, entre varias áreas, a investigar temas de seguridad de Estados Unidos.

El autor señala que aunque se suele considerar a los siux y los apache como "las tribus más violentas en ese periodo de la historia estadounidense, de hecho, los shoshones fueron responsables de más ataques a colonos y viajeros, en comparación con otras tribus".

El 6 de enero de 1863, la tensión aumentó cuando unos viajeros que transitaban por el Valle Cache reportó que uno de sus miembros había sido asesinado y que su ganado había sido robado.

Uno de ellos ofreció, ante las autoridades, una declaración jurada que llevó a que un juez emitiera una orden de arresto contra tres líderes shoshones.

Se pidió la asistencia del coronel irlandés Patrick Connor, quien dirigió la expedición militar al Valle Cache.

Ahí, cerca del río Bear, un pueblo de shoshones se había asentado.

Encuentro
"Todos los años, durante el invierno, íbamos allí y nos reuníamos con otras naciones shoshones que venían de otras partes", cuenta Brad.

En esa zona, que llaman "casa de los pulmones", sus antepasados encontraban recursos y fuentes termales con propiedades curativas.

"Era un lugar espiritual sagrado, pero también jugábamos, hacíamos carreras y se daban premios, muchas veces conocías a tu cónyuge, había matrimonios. Era como un gran encuentro familiar".

"En enero, comenzaba lo que llamamos la danza cálida, destinada a ayudar a la Madre Tierra y al gran espíritu a traer la primavera".

Las familias de los otros grupos shoshones se empezaron a devolver a sus territorios.

"Nuestro pequeño grupo, el del noroeste, se quedaba allí porque éramos los anfitriones".

"Justo antes del 29 de enero, se enviaron a nuestros jóvenes y hombres más fuertes a conseguir comida, a cazar ciervos o alces para pasar el resto del invierno".

Quedaron "muy pocos guerreros" en el campamento y cuando el jefe Sagwitch vio descender a los soldados en caballos, habló con los otros líderes de la tribu.

"Les dijo: 'Vamos a ver qué quieren, si necesitan arrestar a alguien, seguiremos las reglas'. Por lo general, entre líderes trataban de negociar una salida".

Para Brad era evidente que no querían combatir: "tenían a las mujeres, a los niños y a los ancianos en los tipis".

De acuerdo con Andersen, Sagwitch dio órdenes de "no disparar contra el ejército", pues pensaba que solo estaban interesados en los arrestos y "luego se irían".

La agonía
La antropóloga Cannon hace notar que era bien conocido entre los colonos europeos y el ejército que en ese asentamiento estarían "todos los miembros" de ese pueblo shoshone y no únicamente "guerreros".

Unos 300 soldados fueron dirigidos por Connor.

"Cabalgaron hacia el campamento" -cuenta Brad- "mientras nosotros teníamos nuestra primera línea de defensa".

Y el enfrentamiento se desató.

Cuando los shoshones se quedaron sin municiones, "la contienda había terminado y comenzó la masacre de hombres, mujeres y niños", escribió Andersen, quien recogió testimonios en su ensayo:

"Varias indias fueron asesinadas porque no se sometieron silenciosamente a ser violadas, y otras indias fueron violadas en la agonía de la muerte", contó un mormón de esa zona.

Brad indica que testigos vieron a soldados "agarrar a niños pequeños por las trenzas y darles vueltas hasta romperles el cuello".

Los líderes y los hombres de la tribu trataron de mantener a los soldados en el sur, "para que nuestra gente pudiera escapar por el norte, pero el coronel se dio cuenta y desplegó sus tropas por el norte, sobre una colina, y comenzaron a disparar balas, por lo que toda la gente tuvo que correr hacia el sur".

Me habla de Anzie Chee, una mujer que, pese a estar herida, logró escapar.

Saltó con su bebé a una parte del río que no estaba congelada y se escondió en una de las riberas. Allí, se percató que había más mujeres.

"Pero su bebé comenzó a llorar…

Lo tuvo que soltar. El bebé se ahogó para poder salvar a todas esas otras personas".

Pasarse por muertos
Sagwitch resultó herido y estuvo flotando en el río hasta que "un amigo blanco lo ayudó" y sobrevivió.

Su hijo, Yeager Timbimboo (el abuelo de Mae) tenía unos 14 años.

Junto a su abuela, se quedó acostado en el suelo gélido y pretendieron estar muertos.

"No abras los ojos, no mires para arriba", le susurró su abuela. Pero el niño no tardó en desobedecer.

"Un soldado se dio cuenta, se le acercó y le puso una pistola en la cabeza, pero no disparó. Subió el arma y lo volvió a apuntar. Se rió y se fue", cuenta Brad.

Yeager creció con esos recuerdos y, como otros sobrevivientes, no quería que desaparecieran.

"Cada invierno, se reunían y contaban la historia de la masacre. Tomaban una hoja de un árbol, la doblaban y le abrían agujeros con un clavo: 'Así quedaron nuestros tipis', decían". Otros fueron quemados.

Después de que los soldados se fueron, "los miembros de la comunidad blanca en el condado de Franklin corrieron hacia los indios para ayudarlos".

"Muchos de ellos recibieron muy buena atención en el pueblo. Se sacaron balas, se vendaron heridas, se adoptaron niños".

Las cifras
Veinticinco soldados fallecieron, pero precisar cuántos shoshones murieron aún es difícil.

Los soldados contaron 224 cuerpos, pero dejaron claro que no era el total.

Un inmigrante danés llamado Hans Jasperson indicó en su autobiografía de 1911 que, tras recorrer el campamento, contó 493 shoshones muertos.

"Me di la vuelta, volví a contar y me dio la misma cantidad", escribió, según el periódico Salt Lake Tribune.

Brad dice que miembros de la comunidad cercana que auxilió a las víctimas contabilizaron 368 muertos.

"Nosotros estimamos que murieron entre 350 y 500 personas".

"Nuestro grupo (los shoshones del noroeste) tenía probablemente alrededor de 650 integrantes. Nos dejaron con unas 125 personas".

"Nuestra tribu aún no ha superado los 600 miembros desde entonces. Creo que en este momento somos alrededor de 578 o 580. Esto es lo más alto que hemos estado en mucho, mucho tiempo".

"Aún no hemos recuperado nuestros números anteriores a la masacre. Fue casi una aniquilación completa, nos diezmó tanto que nos tomó 160 años volver a la misma población".

Antes de irse, los soldados se apropiaron de los caballos, "saquearon el campamento, se robaron la carne, los granos, nos dejaron sin nada".

Y, territorialmente, esos shoshones sentían que no tenían a donde ir.

Deshumanizados
Al reflexionar sobre la matanza de nativos en Estados Unidos en el siglo XIX, el historiador militar Jonathan Deiss le dijo a la periodista Dana Hedgpeth, de The Washington Post, que en esa época "la gente consideraba que los indios no eran realmente humanos, así que era fácil justificar matarlos o maltratarlos".

Brad escuchó sobre la masacre de voz de su abuela, Mae. No quiere que se olvide lo ocurrido.

A la luz de esa percepción deshumanizante de los indígenas, señala Cannon, "las masacres no parecían masacres, eran acciones militares, parte de un proceso de ocupación y expansión".

De hecho, a su regreso, el coronel Connor fue elogiado por sus superiores y promovido a General de Brigada.

Un año después, se le pidió asesoría sobre cómo lidiar con un campamento de las tribus arapajó y cheyenes en Colorado.

"El coronel Chivington usó un enfoque similar: un ataque en invierno, temprano en la mañana, y masacró a 130 hombres, mujeres y niños", señaló Andersen.

Han pasado 160 años desde la Masacre de Bear River y, como cada año, los shoshones recuerdan ese invierno en el que su tierra se cubrió de rojo.

Para ellos, los espíritus de quienes murieron siguen ahí.

miércoles, 5 de abril de 2023

_- El "holocausto olvidado" perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial

_- "¿Por qué querían matarnos? ¿Por qué nos mataron?".

Esas son las preguntas que se hace Hinta Gheorghe, un sobreviviente delholocausto del pueblo romaní de 83 años.

Con 2 años, fue llevado a un campo en Transnistria, un territorio entre los ríos Dniéster y Bug, administrado por Rumania entre 1941 y 1944.

"No tengo muchos recuerdos del viaje en sí, pero me marcó para siempre", le dijo Gheorghe a la BBC a través de su sobrina nieta, Izabela Tiberiade.

Aproximadamente 11 millones de personas fueron asesinadas por los nazis. Cinco millones de los fallecidos no eran judíos.

Los historiadores estiman que entre 250.000 y 500.000 gitanos fueron asesinados durante el Holocausto. Pero estas víctimas permanecen casi olvidadas.

Los nazis creían que los alemanes eran arios y por lo tanto la "raza superior".

Algunas personas eran indeseables según los estándares nazis, ya fuera por sus orígenes genéticos o culturales, o por su estado de salud.

Izabela Tiberiade dice que su tío abuelo está demasiado traumatizado como para contar todas las historias de horror que escuchó.

En estas categorías eran puestos los judíos, los gitanos, los polacos y otros eslavos, así como personas con discapacidades físicas o mentales.

Otras víctimas incluyeron testigos de Jehová, homosexuales, clérigos disidentes, comunistas, socialistas, 'asociales' (un término usado por los nazis para categorizar a un grupo de personas que no se ajustaban a sus normas sociales) y otros enemigos políticos.

Campos de la muerte
"Mi madre perdió varios hijos durante el viaje en esos trenes para ganado. Y creo que una parte de ella permaneció allí para siempre, incluso después de muchos años, cuando todo era solo un recuerdo", cuenta Gheorghe.

"Comprendimos lo que estaba pasando en el campo incluso antes de que llegáramos allí. Muchos murieron en el camino. Había demasiada gente en pequeños trenes, diseñados para el transporte de ganado".

La llamada "Oficina Central para la Lucha contra el Estorbo Gitano" fue creada en junio de 1936 por los nazis. Ubicada en Múnich, se encargó de "evaluar los hallazgos de una investigación racial-biológica" sobre los sinti y los romaníes.

Para el año 1938, los sinti y los romaníes ya estaban siendo deportados a campos de concentración.

Al igual que los judíos, fueron privados de sus derechos civiles. A los niños se les prohibió asistir a las escuelas públicas y a los adultos les resultó cada vez más difícil mantener o asegurar un empleo.

Los romaníes, un pueblo nómada que se cree que procedía del noroeste de la India, estaban formados por varias tribus o naciones.

Más de 21.000 gitanos fueron asesinados en Auschwitz-Birkenau.

La mayoría de los romaníes que se habían asentado en Alemania pertenecían a la nación sinti. Habían sido perseguidos durante siglos. El régimen nazi continuó la persecución al considerarlos asociales y racialmente inferiores a los alemanes.

"Nadie se preocupaba por nosotros pero, al mismo tiempo, nos odiaban tanto", recuerda Gheorghe.

El campamento gitano en Auschwitz
En 1943, se asignó un gran área del complejo de campos de Auschwitz-Birkenau para albergar a los romaníes deportados.

Se estima que el número de prisioneros era de alrededor de 23.000. Muchos se convirtieron en víctimas de experimentos médicos. Otros murieron de agotamiento o fueron asesinados en las cámaras de gas.

El campo se disolvió en agosto de 1944, pero la mayoría de sus prisioneros fueron asesinados o trasladados a otros campos. Al final, al menos 21.000 hombres, mujeres y niños murieron ahí.

Recién a partir de 2015 se conmemora oficialmente en Europa el genocidio gitano.

Cuando Hinta Gheorghe y los sobrevivientes de su familia regresaron del campo de exterminio después de tres extenuantes años, encontraron que sus hogares en Rumanía habían sido destruidos u ocupados por otras personas.

"Nos deshumanizaron. Y lo peor es que todavía nos despojan de nuestra historia. Muchos niños hoy en día no tienen ni idea de lo que pasó, solo escuchan canciones de abuelas viejas que recuerdan y lloran mientras cantan".

"Nuestras canciones transmiten el sufrimiento, las condiciones insoportables en el campo, que fueron devastadoras. La suciedad, el hambre, el frío, los refugios inhóspitos [...] el hacinamiento que crea enfermedades lentas y dolorosas".

Prejuicios arraigados
Barbara Warnock, curadora de la Biblioteca del Holocausto Wiener ubicada en Londres, dice que la exclusión social existente y la discriminación hecha política oficial dentro de la sociedad alemana hicieron mucho más fácil que los nazis atacaran a la comunidad romaní.

"Al principio fue una especie de continuación de las medidas y actitudes perjudiciales ya existentes. Los nazis se basaban en la legislación existente. Los romaníes eran un grupo bastante marginado dentro de Alemania", dice Warnock.

También señala que hay una falta de registros oficiales sobre los romaníes durante la Segunda Guerra Mundial.

Muchos gitanos fueron asesinados en campos de concentración donde fueron alojados por separado, como en el campo de Belzec.

"Hay mucha incertidumbre sobre los números. Algunos fueron asesinados en campos de exterminio, muchos murieron en ejecuciones masivas, particularmente en territorios soviéticos. El ejército alemán fue seguido por los Einsatzgruppen (escuadrones de la muerte paramilitares de la Alemania nazi) y los colaboradores locales participaron en la cacería masiva".

Inmediatamente después de la guerra, muchos de los principales jefes nazis fueron capturados y juzgados por tribunales militares y en los Juicios de Núremberg.

En estos casos, nadie fue acusado de matar a un gitano. Los nazis solían afirmar que "los romaníes que arrestaban eran criminales".

Miedos renovados
Para Gheorghe, la discriminación que él y su comunidad enfrentaron en el país como "extranjeros" no se limitó al régimen nazi.

Después de la caída del comunismo soviético, Gheorghe se fue de Rumania a Alemania.

Pero pocos meses después de su llegada, se vio envuelto en un brutal ataque xenófobo en 1992, conocido como los disturbios de Rostock-Lichtenhagen, en agosto de aquel año.

La generación joven de romaníes como Izabela Tiberiade está interesada en mantener vivos los recuerdos del Holocausto para cambiar la narrativa sobre su comunidad.

Fue la peor violencia derechista en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial. Los extremistas atacaron a los inmigrantes arrojando piedras y cócteles molotov contra un bloque de apartamentos donde vivían solicitantes de asilo.

"Qué triste que el sucesor del pueblo que trajo tanto sufrimiento haya llevado a cabo los mismos actos. Nuestros hijos merecen algo mejor que el odio y la ira", señala Gheorghe.

Nueva generación
Los descendientes de las víctimas olvidadas del Holocausto también se interesaron más en el sufrimiento de sus antepasados.

La sobrina nieta de Hinta Gheorghe, Izabela Tiberiade, ni siquiera había nacido cuando su familia enfrentó nuevos ataques inspirados en la ideología neonazi.

En la escuela estudió sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, pero se omitieron los sufrimientos de los gitanos, señala.

Izabela Tiberiade dice que pensó que el racismo contra los gitanos era cosa del pasado hasta que ella misma enfrentó el odio.

Fue en casa, en Rumania, donde supo más. Decidida a buscar justicia, decidió estudiar Derechos Humanos y Derecho Internacional. "Solían contar historias que nuestras nuevas generaciones no podían comprender", le dice Tiberiade a la BBC.

"Descubrí que mis abuelos, tíos y muchos otros compartieron la misma experiencia. Fueron deportados a campos de exterminio, solo porque eran romaníes".

"Las nuevas generaciones no tienen acceso a la información, hay falta de representación y los jóvenes rara vez se conectan con su pasado y sus raíces. Algunos incluso consideran que ser gitano es malo", lamenta.

Ahora Tiberiade trabaja para una organización de jóvenes romaníes, Dikh he na bsiter (que se traduce como "Mira y no olvides"), cuyo objetivo es conmemorar y concienciar sobre lo que le sucedió a la comunidad romaní durante el Holocausto.

La joven quiere que los romaníes de las nuevas generaciones y otros aprendan más sobre el Holocausto. Espera que esto "haga que otros vean a su comunidad con mucha más empatía".

Izabela Tiberiade cree que si se concienciara a más personas sobre las víctimas olvidadas del Holocausto, habría más empatía hacia los gitanos.

También hay esfuerzos internacionales.

En 2015, un informe de Naciones Unidas pidió un compromiso político firme y tangible para luchar contra los prejuicios y la discriminación que siguen vulnerando los derechos del pueblo gitano.

El Parlamento Europeo también aprobó observar el Día Europeo de Conmemoración del Holocausto Romaní en 2015. Se conmemora el 2 de agosto. Los romaníes también son recordados junto con otras víctimas durante el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto.

"No podemos cambiar mucho de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, determinación y mucho esfuerzo. Necesitamos aceptación y tolerancia", dice Tiberiade.

"Necesitamos celebrar nuestra cultura, historia e idioma juntos. Necesitamos dejar de hablar unos de otros. Y hablar entre nosotros".

Desde Craiova, la localidad en Rumania donde Gheorghe vive ahora, el sobreviviente del Holocausto dice que tiene un deseo: "Quiero que todos los jóvenes romaníes asistan a la escuela y aprendan y logren todo lo que nosotros nunca tuvimos oportunidad de hacer".

La asombrosa historia de la científica que por un derrame cerebral que la paralizó temporalmente hizo un gran descubrimiento



Jill Bolte Taylor

Un derrame cerebral cambió para siempre la vida de la neurocientífica estadounidense Jill Bolte Taylor.

Tenía 37 años cuando una mañana de 1996 sintió que algo no andaba bien. Un vaso sanguíneo estalló en su cerebro y en pocas horas perdió la capacidad de caminar, hablar, leer, escribir o recordar.

"Esencialmente me convertí en un bebé en el cuerpo de una mujer", dice en diálogo con BBC Mundo.

Le tomó ocho años recuperarse. "Lo más difícil fue volver a leer".

Pese a las dificultades del camino, cuenta que si pudiera volver atrás en el tiempo no haría nada para evitar su derrame cerebral. "Lo tendría otra vez, absolutamente".

Elegida como una de las "100 personas más influyentes del mundo" por la revista Time, Bolte es autora de dos libros.

El primero, My Stroke of Insight (publicado en español como "Un ataque de lucidez"), fue traducido a más de 20 idiomas, y el segundo, Whole Brain Living, también ha sido un éxito editorial.

En este último libro, la neurocientífica propone que cada hemisferio del cerebro tiene una parte emocional y una parte racional.

Libro
FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Entonces, explica Bolte, esos cuatro módulos (dos en el hemisferio derecho y dos en el hemisferio izquierdo) operan como si se tratara de cuatro personajes que conforman lo que somos.

Lo increíble es que cuando estos cuatro personajes trabajan juntos y se equilibran entre sí como un cerebro completo, vivimos mejor.

"Todos estamos cableados en el cerebro para tener una profunda paz interior", dice la científica.

"¿Qué pasaría si no viviéramos en modo automático?, ¿qué tal si pudiéramos elegir qué partes de nuestro cerebro queremos utilizar en un momento dado y convertirnos en verdaderos maestros de nuestro propio cerebro?".

"Para mí esa es la evolución de la humanidad".

Actualmente Bolte vive la mitad del año en Bloomington -donde, entre otras cosas, trabaja como profesora adjunta de Anatomía, Biología Celular y Fisiología en la Universidad de Indiana- y la otra mitad del año en un bote en un lago de Kentucky.

Es portavoz del Centro de Recursos de Tejido Cerebral de Harvard (Harvard Brain Bank), pertenece a la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales y tiene su Fundación Jill Bolte Taylor BRAINS, dedicada a entregar servicios educativos.

La clave para "una buena vida" según la Universidad de Harvard: qué dice el estudio más largo sobre la felicidad jamás realizado A continuación presentamos un extracto editado de la charla Ted Talk que Jill Bolte Taylor ofreció en California, Estados Unidos, donde explica cómo el derrame cerebral cambió su vida y cómo llegó a hacer un gran descubrimiento a partir de esa experiencia.

Crecí para estudiar el cerebro porque tengo un hermano que fue diagnosticado con esquizofrenia.

Como hermana y científica, me preguntaba ¿qué pasa con el cerebro de mi hermano y su esquizofrenia que no puede conectar sus sueños a una realidad común y compartida, y en su lugar se convierten en delirios?

Así que dediqué mi carrera a la investigación de las enfermedades mentales graves. Y me mudé de mi estado natal de Indiana a Boston, a trabajar en el laboratorio de la doctora Francine Benes, en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Harvard.

Jill Bolte Taylor FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR En el laboratorio nos hacíamos la pregunta: ¿cuáles son las diferencias biológicas entre los cerebros de las personas diagnosticadas con trastornos mentales y aquellas sin ese diagnóstico?

Básicamente, estábamos mapeando los microcircuitos del cerebro. En esa época, tenía una vida con mucho significado porque hacía este tipo de investigación durante el día y luego, por las tardes y los fines de semana, viajaba como defensora de NAMI, la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales.

Pero la mañana del 10 de diciembre de 1996 me desperté y descubrí que yo tenía un trastorno cerebral.

Un vaso sanguíneo estalló en la mitad izquierda de mi cerebro y en el transcurso de cuatro horas vi cómo mi cerebro se deterioraba por completo y perdía su capacidad para procesar información.

En la mañana de la hemorragia no podía caminar, hablar, leer, escribir o recordar nada de mi vida. Esencialmente me convertí en un bebé en el cuerpo de una mujer.

ilustración cerebro FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES "He traído para ustedes un cerebro humano real" Si alguna vez has visto un cerebro humano, es obvio que los dos hemisferios están completamente separados el uno del otro. Y he traído para ustedes un cerebro humano real.

Entonces, este es un cerebro humano real. Esta es la parte frontal del cerebro, la parte posterior del cerebro con una médula espinal colgando, y así es como se colocaría dentro de mi cabeza.

Jill Bolte Taylor en una conferencia. FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Nuestro hemisferio derecho tiene que ver con este momento presente. Se trata de aquí y ahora. Nuestro hemisferio derecho piensa en imágenes y aprende cinestésicamente a través del movimiento de nuestros cuerpos.

La información en forma de corrientes de energía entra simultáneamente a través de todos nuestros sistemas sensoriales.

Mi hemisferio izquierdo es un lugar muy diferente. Nuestro hemisferio izquierdo piensa lineal y metódicamente. Nuestro hemisferio izquierdo tiene que ver con el pasado y con el futuro.

"Mis manos parecían garras primitivas" Y esta fue la parte de mi cerebro que perdí la mañana de mi derrame cerebral. En la mañana del derrame cerebral, me desperté con un dolor punzante detrás de mi ojo izquierdo. Y era un tipo de dolor, dolor hiriente, que sientes cuando muerdes un helado.

Y simplemente me agarró y luego me soltó. Era muy inusual para mí experimentar algún tipo de dolor, así que pensé: "ok, simplemente comenzaré con mi rutina normal".

Jill Bolte Taylor y su madre tras la operación. FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Pie de foto,

Jill Bolte Taylor y su madre tras la operación.

Así que me levanté y me subí a mi planeador cardíaco, que es una máquina de ejercicios para todo el cuerpo. Y estoy empujando esta cosa, y me doy cuenta de que mis manos parecían garras primitivas sujetando la barra.

Pensé "eso es muy peculiar" y miré mi cuerpo y pensé, "vaya, soy una cosa rara".

Y fue como si mi conciencia se hubiera alejado de mi percepción normal de la realidad -donde soy la persona en la máquina que tiene la experiencia- a un espacio esotérico donde soy testigo de que tengo esta experiencia.

Y todo era muy peculiar y mi dolor de cabeza estaba empeorando, así que salgo de la máquina y estoy caminando por el piso de mi sala de estar, y me doy cuenta de que todo dentro de mi cuerpo se ha ralentizado mucho.

Y cada paso es muy rígido y muy deliberado. No hay fluidez en mi ritmo, y hay una constricción en mi área de percepción, así que solo estoy enfocada en los sistemas internos.

"¿Qué tengo, qué está pasando?"
Estoy parada en mi baño preparándome para entrar en la ducha y podía escuchar el diálogo dentro de mi cuerpo. Escuché una vocecita que decía: "está bien, tus músculos, tienes que contraerlos, tienes que relajarlos".

Y perdí el equilibrio y estoy apoyada contra la pared. Y me miro el brazo y me doy cuenta de que ya no puedo definir los límites de mi cuerpo. No puedo definir dónde empiezo y dónde termino, porque los átomos y las moléculas de mi brazo se mezclaron con los átomos y las moléculas de la pared.

cerebro de Bolte cuando tenía el derrame cerebral

FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Pie de foto,

Así se veía el cerebro de la neurocientífica antes de la cirujía.

Y todo lo que podía detectar era esta energía. Energía. Y me pregunto: "¿qué tengo, qué está pasando?" Y en ese momento, mi parloteo cerebral, el parloteo cerebral de mi hemisferio izquierdo quedó totalmente en silencio. Como si alguien hubiera tomado un control remoto y presionado el botón de silencio y… silencio total.

Y al principio me sorprendió encontrarme dentro de una mente silenciosa. Pero luego me cautivó de inmediato la magnificencia de la energía que me rodeaba.

Y como ya no podía identificar los límites de mi cuerpo, me sentía enorme y expansiva. Me sentí una con toda la energía, y era hermoso.

Entonces, de repente, mi hemisferio izquierdo vuelve a estar en línea y me dice: "¡Oye! tenemos un problema, tenemos un problema, tenemos que buscar ayuda".

Entonces pienso: "está bien, está bien, tengo un problema", pero luego volví de inmediato a la conciencia y me refiero cariñosamente a este espacio como La La Land. Pero era hermoso allí.

Imagina cómo sería estar totalmente desconectado de tu charla cerebral que te une al mundo exterior.

Así que aquí estoy en este espacio, y cualquier estrés relacionado con mi trabajo desapareció. Y me sentí más ligera en mi cuerpo. Imagina: todas las relaciones en el mundo externo y los muchos factores estresantes relacionados con cualquiera de ellas, desaparecieron. Tuve una sensación de paz.

"Tenemos que conseguir ayuda"
¡Imagina cómo se sentiría perder 37 años de equipaje emocional! Sentí euforia. La euforia era hermosa, y luego mi hemisferio izquierdo se conecta y dice "¡Oye!, tienes que prestar atención, tenemos que conseguir ayuda".

Y yo pensaba: "Tengo que conseguir ayuda, tengo que concentrarme". Así que salgo de la ducha y me visto mecánicamente y camino por mi apartamento y pienso: "tengo que ir a trabajar, tengo que ir a trabajar, ¿puedo conducir?, ¿puedo conducir?".

Jill Bolte Taylor

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Y en ese momento mi brazo derecho quedó totalmente paralizado. Y me di cuenta: "¡Oh, Dios mío! ¡Estoy teniendo un derrame cerebral! ¡Estoy teniendo un derrame cerebral!".

Y lo siguiente que me dice mi cerebro es: "¡Guau, esto es genial, esto es genial! ¿Cuántos neurocientíficos tienen la oportunidad de estudiar su propio cerebro de adentro hacia afuera?".

Y luego se me pasa por la cabeza: "pero yo soy una mujer muy ocupada. ¡No tengo tiempo para un derrame cerebral!". Así que luego pienso, "está bien, no puedo evitar que suceda el derrame cerebral, así que haré esto durante una o dos semanas, y luego volveré a mi rutina, está bien".

Así que tenía que pedir ayuda, tenía que llamar al trabajo, pero no podía recordar el número del trabajo. Entonces recordé que en el estudio de mi casa tenía una tarjeta de presentación con mi número.

"Solo podía ver pixeles"
Entonces, entro y saco una pila de siete centímetros de tarjetas de presentación. Estoy mirando la parte superior de la tarjeta y aunque podía ver claramente en mi mente cómo era mi tarjeta de negocios, no podía reconocer si era mi tarjeta o no, porque todo lo que podía ver eran pixeles.

Y los pixeles de las palabras se mezclaron con los pixeles del fondo y los pixeles de los símbolos, y simplemente no los podía reconocer. Tenía que esperar por lo que denomino como una ola de claridad.

ilustración cerebro
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES En ese momento, logré volver a unirme a la realidad normal y pude darme cuenta de que esa no era la tarjeta. Me tomó 45 minutos bajar tres centímetros dentro de esa pila de tarjetas.

Mientras tanto, en esos últimos 45 minutos la hemorragia en mi hemisferio izquierdo aumentó. No entiendo de números, no entiendo de teléfono, pero es el único plan que tengo.

Así que tomo el teléfono y pongo la tarjeta de presentación aquí y hago coincidir la forma de los garabatos de la tarjeta con la forma de los garabatos del teclado del teléfono.

Pero luego regresé a La La Land. No recordaba cuándo volví, ni si ya había marcado esos números.

"Whoo woo wooo woo woo"
Así que tuve que empuñar mi brazo paralizado como un muñón, y cubrir los números a medida que avanzaba y los empujaba, para que cuando volviera a la realidad normal pudiera decir, "sí, ya marqué ese número".

Jill Bolte Taylor FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Pie de foto,

Bolte dedica parte de su tiempo al arte.

Eventualmente, se marca el número completo, y estoy escuchando el teléfono, y mi colega levanta el teléfono y me dice: "Whoo woo wooo woo woo". Y pienso para mis adentros: "¡Oh, Dios mío, suena como un golden retriever!".

Y le digo, con claridad mental, le digo: "¡esta es Jill! ¡necesito ayuda!". Y lo que sale de mi voz es, "Whoo woo wooo woo woo". Entonces pienso, "Oh, Dios mío, sueno como un golden retriever".

Entonces, no sabía que no podía hablar o entender el lenguaje hasta que lo intenté.

"Me despedí de mi vida"
Así que él reconoce que necesito ayuda y me consigue ayuda. Y un poco más tarde, estoy viajando en una ambulancia desde un hospital en Boston hasta el Mass General Hospital. Y me acurruco como una pequeña bola fetal.

Y al igual que un globo con la última gota de aire, sentí que mi energía se elevaba y sentí que mi espíritu se rendía.

ilustración cerebro FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Y en ese momento supe que ya no era la coreógrafa de mi vida. O los médicos rescataban mi cuerpo y me daban una segunda oportunidad de vida, o este era quizás mi momento de transición.

Cuando me desperté en la tarde, me sorprendió descubrir que todavía estaba viva.

Cuando sentí que mi espíritu se rendía, me despedí de mi vida, ymi mente quedó suspendida entre dos planos de realidad muy opuestos.

La estimulación que entraba a través de mis sistemas sensoriales se sentía como puro dolor. La luz quemó mi cerebro como un reguero de pólvora y los sonidos eran tan fuertes y caóticos que no podía distinguir una voz del ruido de fondo y solo quería escapar.

Como no podía identificar la posición de mi cuerpo en el espacio, me sentía enorme y expansiva, como un genio recién liberado de su botella.

Euforia silenciosa
Y mi espíritu voló libre como una gran ballena deslizándose por el mar de la euforia silenciosa. Armónico. Recuerdo haber pensado que no había forma de que pudiera volver a exprimir la enormidad de mí misma dentro de este pequeño cuerpo.

Pero me di cuenta: "¡todavía estoy viva! Todavía estoy viva y he encontrado el Nirvana. Y si he encontrado el Nirvana y todavía estoy viva, entonces todos los que estén vivos pueden encontrar el Nirvana".

Trabajo de arte de Bolte. FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Pie de foto,

Bolte dedica parte de su tiempo a hacer vitrales.

Me imaginé un mundo lleno de personas hermosas, pacíficas, compasivas y amorosas que sabían que podían venir a este espacio en cualquier momento.

Y que podrían elegir deliberadamente dar un paso a la derecha de sus hemisferios izquierdos y encontrar esta paz.

Y luego me di cuenta del tremendo regalo que podía ser esta experiencia y cómo esta revelación del derrame cerebral podía mostrarnos cómo vivimos nuestras vidas. Y eso me motivó a recuperarme.

El poder del hemisferio derecho
Dos semanas y media después de la hemorragia, entraron los cirujanos y me quitaron un coágulo de sangre del tamaño de una pelota de golf que estaba presionando mis centros lingüísticos. Estaba con mi mamá, que es un verdadero ángel en mi vida.

Me tomó ocho años recuperarme por completo. Entonces, ¿quiénes somos?. Somos el poder de la fuerza vital del universo, con habilidad manual y dos mentes cognitivas.

Casa-bote donde la científica vive la mitad del año. FUENTE DE LA IMAGEN,JILL BOLTE TAYLOR Pie de foto,

En este bote, llamado "Ondas cerebrales", vive Bolte la mitad del año.

Y tenemos el poder de elegir, momento a momento, quién y cómo queremos ser en el mundo. Justo aquí y justo ahora, puedo entrar en la conciencia de mi hemisferio derecho.

Yo soy el poder de la fuerza vital del universo y el poder de la fuerza vital de los 50 billones de hermosos genios moleculares que componen mi forma. Soy uno con todo lo que es.

O puedo optar por entrar en la conciencia de mi hemisferio izquierdo donde me convierto en un solo individuo, sólido, separado del flujo, separado de ti. Soy la doctora Jill Bolte Taylor, intelectual, neuroanatomista.

Estos son el "nosotros" dentro de mí.

¿Cuál escogerías?, ¿cuál eliges?, ¿y cuándo? Creo que cuanto más tiempo pasemos eligiendo hacer andar el circuito de paz interna profunda de nuestros hemisferios derechos, más paz proyectaremos en el mundo y más pacífico será nuestro planeta.

Y pensé que esta era una idea que valía la pena difundir.

martes, 4 de abril de 2023

Cómo puedes aprender el arte de la seducción (y por qué importa más allá del amor)


Venus de Velázquez

El arte de la seducción se puede aprender.

Casanova, el donjuán por excelencia del siglo XVIII, acumuló tantas mujeres conquistadas como trucos para conseguirlas.

"Pero Casanova vivió hace más de 300 años, y la gente de hoy está perdiendo el arte de seducir", afirma a BBC Mundo el doctor Raj Persaud, psiquiatra inglés y autor del libro "Simplemente irresistible: la psicología de la seducción".

El significado de seducir y ser seductor, de hecho, se ha reducido, según el doctor, a la inmediatez de llevarse a alguien a la cama o a creer que George Clooney o Angelina Jolie son irresistibles solo por su apariencia física.

O peor, se piensa que ser seductor es algo con lo que se nace o no y algunas personas asumen que están destinadas a no ser seductoras.

En este sentido, Tempest Rose, bailarina de cabaret en Reino Unido, describió en un video de BBC Ideas que en sus shows una de las cosas que quiere es que la audiencia sienta cuando se vaya que "no existe una sola regla sobre ser atractivo o sexy".

"Cada uno de nosotros usa su propio poder individual", dice.

Las redes sociales y las apps de citas como Tinder, opina Persaud, también han convertido la seducción "en desplazar una foto a la izquierda o derecha (no me gusta o me gusta, respectivamente) y en tener conversaciones triviales donde apenas se conoce a la otra persona".

Qué es realmente seducir
"Con respecto a la seducción hay dos ideas fundamentales. La primera, que se puede aprender a seducir. La segunda, que es una habilidad muy importante no solo para conquistar a alguien, sino también para lograr cualquier objetivo en la vida, ya sea un aumento de sueldo, conseguir un trabajo en una entrevista o mantener una amistad", expone Persaud.

"La seducción no es un delito": la polémica carta firmada por Catherine Deneuve y un centenar de artistas francesas contra el "puritanismo" del movimiento #MeToo

Para conseguirlo, el doctor recurre a una verdad universal: todos tenemos "necesidades insatisfechas".

La clave del éxito, dice, sería encontrar cuáles son las del otro u otra y basar nuestro juego de seducción en responder a las mismas a través de una conversación dirigida con ese objetivo.

La clave de la seducción, según el psiquiatra Raj Persaud, está en averiguar y luego satisfacer las necesidades insatisfechas de la personas.

¿Pero por qué si parece tan fácil se aplica tan poco?

Un ejercicio mental muy sencillo ayuda a entenderlo.

"Si yo te pregunto: ¿cuáles crees que son las necesidades insatisfechas de tu jefe, cuáles dirías que son?", cuestiona Persaud.

La respuesta automática a la pregunta es intuirlas. Es una reacción instintiva o natural pero que nos aleja del punto en cuestión.

"Desde mi experiencia, las personas ni se molestan en pensar un poco, todo lo que hacen es asumir que conocen lo que las personas necesitan en lugar de ir, ser curioso y preguntar".

La mayoría de veces acudimos a los jefes con mucho que demandar pero poco que ofrecer.

"El problema, también, es que cada vez que acudimos a nuestros jefes es para resolver nuestros problemas en vez de intentar solucionar los de ellos", sigue el psiquiatra con el ejemplo.

Persaud basa la idea de la seducción en que la vida es una transacción en la que para recibir lo que queremos, primero debemos dar algo a cambio. Señala cómo solemos demandar mucho más de lo que ofrecemos y que no se puede ser seductor sin tener nada que ofrecer.

"Si queremos un aumento de salario o una promoción, al jefe hay que darle algo que nadie más ofrezca en la empresa", dice.

"El principal problema es que nadie se preocupa por las necesidades de los jefes y, entonces, ni las conocen ni luego tienen los recursos para satisfacerlas. Se puede seducir al mundo si se propone, pero hay que poner un poco de esfuerzo en ello", continúa Persaud, de 56 años.

Pero los límites de la seducción van más allá del intercambio de persona a persona.

Seducción política
Donald Trump encontró "necesidades insatisfechas" en parte del electorado.

En 2016, Donald Trump venció en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos cuando muchos lo daban por improbable por prometer cosas como por ejemplo la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre su país y México.

Trump había encontrado algo que ponía ansioso a parte del electorado, sobre todo el de la clase media blanca: perder el trabajo.

"El éxito de los políticos que muchos llaman populistas se debe a que detectan qué pone a la gente ansiosa (sus necesidades insatisfechas) y luego proponen una solución simple para ello", dice Persaud.

"Triunfan porque sus rivales, a veces mejor preparados, no están de acuerdo con esto y se empecinan en solucionar grandes problemas. Ahí se pierden. Lo que mueve al electorado son sus miedos y sentimientos. Las ideas simples, aunque pese, son más seductoras", concluye Persaud.

El niño que aprendió a leer por sí mismo a los 2 años y al que acaban de aceptar en la asociación de superdotados Mensa

Un niño que aprendió a leer por sí mismo cuando tenía 2 años ha sido aceptado como el miembro más joven de la asociación internacional de superdotados Mensa en Reino Unido.

Teddy, de 4 años y residente en la localidad inglesa de Portishead, puede contar hasta 100 en seis idiomas diferentes al inglés, incluido el mandarín.

Mensa acepta personas que obtienen una puntuación de 98 o superior en una prueba de inteligencia.

La madre de Teddy, Beth Hobbs, dijo que su hijo aprendió a leer a los 26 meses "viendo la televisión infantil y copiando los sonidos de las letras".

Teddy fue aceptado en Mensa a los 3 años.

"Comenzó a trazar las letras y cuando lo enviamos de regreso a la guardería después del cierre por el Covid les dijimos a los profesores que pensábamos que había aprendido a leer por sí mismo", dijo.

"Recibimos una llamada telefónica de la guardería, que había enviado a un maestro de preescolar para verificarlo y que dijo '¡sí, puede leer!'"

Fue esto último lo que asombró particularmente a los padres de Teddy.

"Estaba jugando en su tableta, haciendo estos sonidos que simplemente no reconocí, y le pregunté que qué era, y dijo: 'Mami, estoy contando en mandarín'", explicó la madre.

Teddy sabe contar en seis idiomas.

Teddy fue aceptado como miembro de Mensa cuando tenía 3 años, lo que lo convierte en el miembro actual más joven de la organización en Reino Unido.

Pero sus padres dijeron que quieren que tenga una infancia normal.

"Está comenzando a darse cuenta de que sus amigos aún no pueden leer y no sabe por qué, pero es muy importante para nosotros mantenerlo con los pies en la tierra", dijo su madre.

"Si puede hacer estas cosas, entonces está bien, pero él lo ve como 'sí, puedo leer, pero mi amigo puede correr más rápido que yo', por lo que todos tenemos nuestros talentos individuales". 

El propio Fondo Monetario Internacional demuestra que sus políticas no funcionan, pero las sigue imponiendo

Publicado en Público.es el 21 de abril de 2023

Hace un par de semanas el Fondo Monetario Internacional publicó en su último Monitor Fiscal un análisis de la situación económica en el que recomendaba volver a las políticas de austeridad para hacer frente a los rebrotes inflacionarios. Concretamente, decía que «los esfuerzos de las autoridades monetarias para que la inflación vuelva al nivel fijado como meta deben complementarse con una política fiscal más restrictiva».

A nadie pudo sorprender esa recomendación porque es la que viene defendiendo desde hace años, haga frío o haga calor, sea cual sea la situación en la que se encuentren las economías. Es la política llamada de austeridad que, una vez que ser aplica, lleva consigo recortes de gasto principalmente social y privatizaciones generalizadas.

Muchos economistas han puesto de relieve, también desde hace décadas, que ese tipo de política es inadecuada para estabilizar a las economías porque lo que provoca, en realidad, es un empeoramiento de la situación. Es una política que llamamos procíclica porque, en lugar de corregir el ciclo cuando hay baja actividad, lo que hace es agravar aún más su caída. Su efecto es como el de quitarle fuelle al motor cuando el problema es que éste ya lo estaba perdiendo y apenas tiene.

También se ha demostrado que las políticas de austeridad no son útiles para reducir la deuda, como asegura el Fondo Monetario Internacional cuando las recomienda con ese fin. La realidad es que la aumentan, precisamente porque llevan consigo una disminución de los ingresos que obliga a que hogares, empresas y gobiernos se tengan que endeudar todavía más.

Las consecuencias negativas de las políticas de austeridad que propone e impone el Fondo Monetario Internacional son, pues, bien conocidas, pero este organismo, como los políticos y economistas que las defienden, son literalmente inmunes a los argumentos en contra y a la evidencia empírica. Las mantienen como si actuaran con una especie de piñón fijo intelectual.

Lo sorprendente, sin embargo, ha ocurrido hace unos días, cuando es el propio Fondo Monetario Internacional quien publica una investigación en la que se demuestra que esas políticas restrictivas que defiende no funcionan.

En el capítulo 3 del último número de Perspectivas de la economía mundial del FMI se presentan los resultados de una investigación realizada en 33 economías emergentes y 21 desarrolladas entre 1980 y 2019.

Sus autores reconocen que «en promedio, las consolidaciones tienen efectos insignificantes en los índices de deuda», no sólo porque no suelen ir acompañadas de otras medidas que serían necesarias sino porque «tienden a desacelerar el crecimiento del PIB».

También reconocen que, por el contrario, «la expansión fiscal se traduce en reducciones de la deuda» en diferentes casos y circunstancias, precisamente, porque esa expansión aumenta el crecimiento del PIB y los ingresos. Y también concluyen que es el aumento de la actividad, de la oferta y la demanda y no su restricción, la «responsable de aproximadamente un tercio de la reducción de la deuda observada durante ese período».

Los autores reconocen que la austeridad fiscal puede ser útil para reducir la deuda, si acaso, cuando las economías se encuentran en fase de crecimiento, pero no cuando están en recesión.

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional no tiene en cuenta ni siquiera las evidencias puestas de relieve por sus propias investigaciones.

Como mencioné al comienzo de este artículo, vuelve a recomendar la política de austeridad con carácter general y, en el reciente caso de Sri Lanka, el Fondo Monetario Internacional llega aún más lejos. No sólo no ha matizado sus propuestas de consolidación fiscal en medio de una auténtica depresión económica, sino que las ha reforzado. Hasta el punto de que el jefe de la misión del Fondo en ese país, Peter Breuer, ha reconocido que se disponen a llevar a cabo un ajuste «muy brutal».

No hay una prueba más evidente de que las políticas que propone e impone el Fondo Monetario Internacional no tienen base científica ni respaldo empírico. Son fruto de sesgos cognitivos e ideológicos, de contar solamente con la información que coincide con sus propias expectativas e ignorar la que es incompatible con ellas, de usar modelos inadecuados que limitan el conocimiento de la realidad y de ignorar o interpretar erróneamente muchos de los datos disponibles.

Esta última no es una conclusión mía. He reproducido literalmente algunos de los errores que detectó la auditoría independiente que se hizo de la actuación del Fondo Monetario Internacional en la crisis que comenzó en 2007-2008. Parece evidente que siguen dándose, a pesar de que sea ya el propio organismo quien los detecta.

¿Se trata tan solo de un error? ¿Es solamente incompetencia de los miles de economistas magníficamente preparados y bien pagados que trabajan en el FMI?

Me temo que no, porque lo cierto es que esos «errores» tienen consecuencias igualmente claras que delatan su auténtica naturaleza: desmantelan los servicios públicos, desprotegen a la población de por sí más empobrecida, disminuyen sus ingresos y la obligan a endeudarse en mayor medida. Mientras que, al mismo tiempo, ponen en manos de los grandes capitales y de los bancos la principal riqueza de los países, a los que convierte en simples negocios de donde extraen rentas sin límites.

Al menos, hemos de agradecer al Fondo Monetario Internacional que sea ese mismo organismo quien se encargue de mostrar sin disimulo que sus políticas son un fraude intelectual, un colosal engaño al exclusivo servicio de los grandes poderes económicos y financieros.

lunes, 3 de abril de 2023

_- Vientres de alquiler. La legislación española prohíbe esta práctica y la considera una forma de violencia contra las mujeres

_- La noticia de que la actriz y presentadora Ana Obregón, de 68 años, había decidido ser madre de nuevo por el procedimiento de un vientre de alquiler en Estados Unidos ha reabierto el debate en la política y en la sociedad sobre esta práctica prohibida en España, pero legal en otros países. El fracaso en 2019 del intento de Ciudadanos para legalizarla fue el último episodio. La ley de reproducción asistida de 2006 establece que cualquier contrato de esa naturaleza será nulo, y la reciente reforma de la ley del aborto califica expresamente la contratación de un vientre de alquiler como una forma de violencia contra las mujeres, en consonancia con organismos multilaterales. Pero la posibilidad de recurrir a ese método en países donde está legalizado plantea una incongruencia entre la regulación legal vigente y su efectivo cumplimiento. Desde que una instrucción de la Dirección General de Registros y del Notariado permitió, en aras del interés del menor, que pudieran registrarse en España los niños nacidos en otro país, son muchas las parejas, y los hombres y mujeres que han recurrido a un vientre de alquiler para sortear la prohibición.

 Al calor del impacto mediático del caso Obregón, la dirección del PP se precipitó a plantear primero la conveniencia de estudiar una posible regulación de la gestión subrogada altruista, es decir, sin compensación económica, para rectificar después ante la división interna suscitada. Pero las razones para mantener la prohibición son plenamente vigentes. La experiencia de los pocos países que la han regulado indica claramente que los problemas éticos que plantea no se resuelven con una regulación más o menos restrictiva. La cuestión es que su legalización comporta siempre una mercantilización del proceso reproductivo y una explotación inaceptable del cuerpo de la mujer. Los casos de gestación subrogada altruista son testimoniales y en cambio, se genera un comercio de bebés a la carta y un gran negocio de intermediación. En la inmensa mayoría de los casos las gestantes son mujeres pobres que encuentran en la cesión de su capacidad reproductiva una fuente de ingresos. Cuando la vulnerabilidad económica es el factor determinante, no se puede hablar de libertad ni de autonomía de las mujeres para decidir sobre su cuerpo. En el momento en que media una transacción económica, el proceso se corrompe por un mecanismo de explotación social que es prácticamente inevitable.

Las técnicas de reproducción asistida permiten superar los límites naturales de la fertilidad y, tal como se aplican en Estados Unidos, lo hacen sin plantearse una edad límite o las condiciones en que se debe permitir el acceso a esta práctica para garantizar la protección del bebé. Por motivos altruistas puede ser humanamente comprensible en algún caso, e incluso cabe estipular circunstancias muy excepcionales para hacerlo, como propone el nuevo Código de Deontología Médica aprobado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y presentado el jueves, pero no debe poner en riesgo la seguridad y el bienestar del menor. Esa es la razón por la que en los procesos de adopción se analizan la motivación y la idoneidad de los aspirantes, y se exige que la diferencia de edad entre el niño y los padres adoptivos no supere los 45 años. En el caso de los vientres de alquiler se ha caminado a una banalización de la técnica, con cada vez más casos de modelos, famosos o ricos sin más que recurren a un vientre de alquiler por conveniencia profesional o para preservar su cuerpo de los efectos de un embarazo. La maternidad o la paternidad pueden ser un deseo legítimo, pero no prevalecen sobre el derecho del niño concebido ni sobre los derechos humanos de las mujeres.

Entrevista a Noam Chomsky, filósofo y lingüista «Los intentos de poner la educación superior al servicio del sector privado toman formas casi cómicas»

 


A lo largo de la mayor parte del periodo moderno, desde la época conocida como la Ilustración, la educación fue ampliamente considerada como el activo más importante para la construcción de una sociedad decente.

Sin embargo, este valor parece haber caído en desgracia en el período contemporáneo, tal vez como un reflejo del dominio de la ideología neoliberal, creando en el proceso un contexto en el que la educación se ha reducido cada vez más al logro de habilidades profesionales y especializadas que atienden a las necesidades del mundo empresarial.

¿Cuál es el papel real de la educación y su vínculo con la democracia, con las relaciones humanas dignas y con una sociedad digna? ¿Qué define a una sociedad culta y decente? El lingüista, crítico social y activista de renombre mundial Noam Chomsky comparte sus puntos de vista sobre la educación y la cultura en esta entrevista exclusiva para Truthout.

Al menos desde la Ilustración, la educación ha sido vista como una de las pocas oportunidades para que la humanidad levante el velo de la ignorancia y cree un mundo mejor. ¿Cuáles son las conexiones reales entre la democracia y la educación? ¿O esos vínculos se basan principalmente en un mito, como argumentó Neil Postman en The End of Education?

No creo que haya una respuesta simple. El estado actual de la educación tiene elementos tanto positivos como negativos, en este sentido. Un público educado es sin duda un requisito previo para el funcionamiento de una democracia, donde “educado” significa no solo informado, sino capacitado para investigar libre y productivamente, el fin principal de la educación. Hacia ese objetivo a veces se avanza, otras veces se ponen obstáculos, en la práctica real, y cambiar el equilibrio en la dirección correcta es una tarea importante, una tarea de importancia inusual en los Estados Unidos, en parte debido a su poder único, en parte debido a las formas en lo que se diferencia de otras sociedades desarrolladas.

Es importante recordar que, aunque el país más rico del mundo durante mucho tiempo, hasta la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. era una especie de páramo cultural. Si uno quería estudiar ciencias avanzadas o matemáticas, o convertirse en escritor y artista, a menudo se sentía atraído por Europa.

Gran parte de lo que prevalece en el mundo actual es una educación impulsada por el mercado, que en realidad está destruyendo los valores públicos y socavando la cultura de la democracia con su énfasis en la competencia, la privatización y la obtención de ganancias. Como tal, ¿qué modelo de educación cree que es la mejor promesa para un mundo mejor y en paz?

En los primeros días del sistema educativo moderno, a veces se contraponían dos modelos. La educación podría concebirse como un recipiente en el que se vierte agua, un recipiente muy agujereado, como todos sabemos. O podría pensarse como un hilo, trazado por el instructor, a lo largo del cual los estudiantes avanzan a su manera, desarrollando sus capacidades para “indagar y crear”. Este es el modelo defendido por Wilhelm von Humboldt, el fundador del sistema universitario moderno.

Creo que las filosofías educativas de John Dewey, Paulo Freire y otros defensores de la pedagogía crítica y progresista pueden considerarse desarrollos adicionales de la concepción humboldtiana, que a menudo se implementa como algo natural en las universidades, porque es esencial para la enseñanza avanzada y la investigación, sobre todo en las ciencias. Un famoso físico del MIT era conocido por decirle a sus alumnos de primer año que no importa lo que estudien, importa lo que descubran.

Las mismas ideas se han desarrollado con bastante imaginación hasta el nivel de jardín de infancia, y son muy apropiadas en todo el sistema educativo y, por supuesto, no solo en las ciencias. Personalmente, tuve la suerte de haber estado en una escuela experimental deweyana hasta los 12 años, una experiencia muy gratificante, muy diferente de la escuela secundaria académica a la que asistí, que tendía hacia el modelo del agua en un recipiente, igual que los programas de “enseñar para el examen” que están más extendidos ahora mismo. Los alternativos son el tipo de modelos que se deben seguir si se quiere tener alguna esperanza de que una población verdaderamente educada, en todas las dimensiones del término, pueda enfrentar las cuestiones muy críticas que están ahora mismo en la agenda.

Lamentablemente, las tendencias educativas impulsadas por el mercado que usted menciona son muy reales y dañinas. Deberían, creo, ser consideradas como parte del ataque neoliberal general contra el público. El modelo empresarial busca la “eficiencia”, lo que significa imponer la “flexibilidad laboral” y lo que Alan Greenspan calificó de “creciente inseguridad de los trabajadores” cuando elogiaba la gran economía que dirigía (antes de que colapsara). Eso se traduce en medidas tales como socavar los compromisos a largo plazo con el profesorado y depender de mano de obra temporal barata y fácilmente explotable (adjuntos, estudiantes de posgrado). Las consecuencias son perjudiciales para la fuerza laboral, los estudiantes, la investigación y la indagación, de hecho, todos los objetivos que la educación superior debe tratar de lograr.

A veces, tales intentos de empujar el sistema de educación superior hacia el servicio al sector privado toman formas que son casi cómicas. En el estado de Wisconsin, por ejemplo, el gobernador Scott Walker y otros reaccionarios han estado intentando socavar lo que alguna vez fue la gran Universidad de Wisconsin, transformándola en una institución que satisfaga las necesidades de la comunidad empresarial del estado, al mismo tiempo que recorta el presupuesto y genera una mayor dependencia del personal temporal (“flexibilidad”). En un momento dado, el gobierno estatal incluso quiso cambiar la misión tradicional de la universidad, eliminando el compromiso de “buscar la verdad”, una pérdida de tiempo para una institución que produce personas útiles para las empresas de Wisconsin. Eso fue tan escandaloso que llegó a los periódicos, y tuvieron que afirmar que fue un error administrativo y retirarlo.

Sin embargo, es ilustrativo de lo que está sucediendo, no solo en los Estados Unidos sino también en muchos otros lugares. Al comentar sobre estos desarrollos en el Reino Unido, Stefan Collini concluyó de manera muy plausible que el gobierno Tory está intentando convertir universidades de primera clase en instituciones comerciales de tercera clase. Así, por ejemplo, el Departamento de Clásicos de Oxford tendrá que demostrar que puede venderse en el mercado. Si no hay demanda en el mercado, ¿por qué la gente debería estudiar e investigar la literatura griega clásica? Esa es la máxima vulgarización a la que hemos llegado, que puede resultar de imponer los principios capitalistas de estado de las clases empresariales a toda la sociedad.

¿Qué se necesita hacer para proporcionar un sistema de educación superior gratuita en los Estados Unidos y, por extensión, desviar fondos del complejo militar-industrial y del complejo penitenciario-industrial hacia la educación? ¿Requeriría esto una crisis de identidad nacional por parte de una nación históricamente expansionista, intervencionista y racista?

No siento que el problema sea tan profundo. Estados Unidos no fue menos expansionista, intervencionista y racista en años anteriores, pero sin embargo estuvo a la vanguardia del desarrollo de la educación pública masiva. Y aunque los motivos eran a veces cínicos (convertir a los agricultores independientes en engranajes de la industria de producción en masa, algo que lamentaban amargamente), hubo muchos aspectos positivos en estos desarrollos. En años más recientes, la educación superior era prácticamente gratuita. Después de la Segunda Guerra Mundial, el proyecto de ley GI proporcionó matrícula e incluso subsidios a millones de personas que probablemente nunca habrían ido a la universidad, lo que fue muy beneficioso para ellos y contribuyó al gran período de crecimiento de la posguerra. Incluso las universidades privadas tenían tarifas muy bajas para los estándares contemporáneos. Y el país entonces era mucho más pobre de lo que es hoy. En otros lugares, la educación superior es gratuita o casi gratuita. En países ricos como Alemania (el país más respetado del mundo según las encuestas) y Finlandia (que constantemente ocupa un lugar destacado en el rendimiento) y países mucho más pobres como México, que tiene un sistema de educación superior de alta calidad. La educación superior gratuita podría instituirse sin mayores dificultades económicas o culturales, al parecer. Lo mismo ocurre con un sistema de salud pública racional como el de países comparables.

Durante la era industrial, muchas personas de clase trabajadora en todo el mundo capitalista se sumergieron en el estudio de la política, la historia y la economía política a través de un proceso de educación informal como parte de su esfuerzo por comprender y cambiar el mundo a través de la lucha de clases. Hoy en día, la situación se ve muy diferente, con gran parte de la población de la clase trabajadora abrazando el consumismo vacío y la indiferencia política, o peor aún, apoyando con bastante frecuencia a partidos políticos y candidatos que de hecho son partidarios acérrimos del capitalismo corporativo y financiero y promueven un movimiento contra la agenda de la clase obrera. ¿Cómo explicamos este cambio radical en la conciencia de la clase trabajadora?

El cambio es tan claro como lamentable. Con bastante frecuencia, estos esfuerzos se basaron en sindicatos y otras organizaciones de la clase trabajadora, con participación de intelectuales en partidos de izquierda, todas víctimas de la represión y la propaganda de la Guerra Fría y del amargo conflicto de clases librado por las clases empresariales contra la organización obrera y popular, que aumentó particularmente durante el período neoliberal.

Vale la pena recordar los primeros años de la revolución industrial. La cultura obrera de la época estaba viva y floreciente. Hay un gran libro sobre el tema de Jonathan Rose, llamado The Intellectual Life of the British Working Class. Es un estudio monumental de los hábitos de lectura de la clase trabajadora de la época. Contrasta “la búsqueda apasionada del conocimiento por parte de los autodidactas proletarios” con el “filisteísmo generalizado de la aristocracia británica”. Más o menos lo mismo sucedía en las nuevas ciudades de clase trabajadora de los Estados Unidos, como el este de Massachusetts, donde un herrero irlandés podía contratar a un niño para que le leyera los clásicos mientras trabajaba. Las chicas de la fábrica estaban leyendo la mejor literatura contemporánea del momento, lo que estudiamos como clásicos. Condenaron al sistema industrial por privarlos de su libertad y cultura. Esto continuó durante mucho tiempo.

Soy lo bastante viejo para recordar la atmósfera de la década de 1930. Una gran parte de mi familia provenía de la clase trabajadora desempleada. Muchos apenas habían ido a la escuela. Pero participaban de la alta cultura de la época. Hablarían de las últimas obras de teatro, conciertos del Cuarteto de Cuerdas de Budapest, diferentes variedades de psicoanálisis y todos los movimientos políticos imaginables. También había un sistema de educación obrera muy activo en el que estaban directamente involucrados destacados científicos y matemáticos. Mucho de esto se ha perdido… pero se puede recuperar, no se ha perdido para siempre.

domingo, 2 de abril de 2023

Navegar por las Matemáticas.

La docencia, la narrativa y el juego son tres caminos diferentes que pueden entrelazarse para aprender una materia que nació de la mano de la Filosofía

Las Matemáticas nacieron de la mano de la Filosofía, unidas en el intento de explicar las cosas, con la lógica, con la reflexión, con el análisis.

Sin embargo, a lo largo del tiempo, con el volumen de conocimiento generado se han se han ido separando utilizando la especialización como coartada. No solo se han convertido en disciplinas autónomas, sino que aparecen aisladas de otras compañeras en el arte de pensar.

Nosotros solo pretendemos recuperar ese principio y unirnos a otros divulgadores que, sin renunciar al progreso imprescindible de la materia, vuelven la mirada hacia el origen de las Matemáticas. Y nos gusta hacerlo subrayando dos componentes fundamentales de esta materia: la interdisciplinariedad y la abstracción. La primera porque refuerza las relaciones (la vida son relaciones), la segunda porque refuerza su universalidad (no ser de nadie es ser de todos).

Para ello hemos utilizamos tres caminos diferentes: la docencia, la narrativa y el juego. Son tres miradas diversas, con muchos afluentes y límites difusos, pero están mezcladas, claro, ninguna puede prescindir de las otras. Y apuntan a un mismo objetivo, ampliar la perspectiva del conocimiento.

La Docencia
Cuando decimos que en la puerta de cualquier escuela, sea la escuela que sea, debería figurar este rótulo “Agítese antes de usar”, estamos poniendo en primer plano la enseñanza de las relaciones, de las conexiones entre las asignaturas, del mestizaje, del valor de las explicaciones que están en otra rama.

Es importante que cada disciplina tenga su espacio, que el aprendiente se empape de su esencia. Y sin duda este mensaje ha calado con exclusividad en nuestro sistema de enseñanza. Sin embargo, han desparecido la permeabilidad y el flujo de conocimientos entre asignaturas. “El médico que solo sabe medicina, ni siquiera medicina sabe”, dijo José Letamendi, y esa idea es extrapolable a muchas disciplinas, reforzando así los vínculos imprescindibles para el conocimiento que, con frecuencia, la especialización no toma en consideración. Cuando además nos encontramos ante una materia básica como las Matemáticas esta idea todavía cobra más fuerza.

Así iniciamos el proyecto El Urbanismo de las Matemáticas como fusión entre nuestras “especialidades” (Urbanismo y Matemáticas) enseñadas tradicionalmente como parcelas aisladas. Este proyecto docente es una iniciativa paraguas que desarrolla esa idea de mezcla y de conexiones. De este modo, aparecen propuestas como El SudokUrbano, Las teselaciones y el pavimento urbano, Las Matemáticas y el Espacio Público, Fallas y Matemáticas, La ciudad de los grafos o el Mau Mau (Matemáticas, Arquitectura y Urbanismo), todos ellos instrumentos docentes metidos con calzador en los programas oficiales.

Con esa pancarta hemos acudido a congresos, jornadas de divulgación, seminarios y hemos realizado publicaciones subrayando que cada materia no es una especialidad, sino una globalidad.

Aunque sin ir más lejos, el propio lenguaje es un instrumento muy útil (y muy transversal) cuando descubrimos que las palabras funcionan como puentes de enlace entre la vida especializada y la universalizada. Fonemas como densidad, escala, centro de gravedad, explican conceptos que van más allá de cualquier asignatura y las unen. La elevada densidad de una ciudad, la de un fluido y la de una conversación comparten un significado global: mucho dentro de poco.

Sin perder el rigor y la esencia de cada disciplina, se pueden construir puentes con otras. Por eso creemos que el desarrollo de una materia, sea la que sea, siempre ha de tener las puertas abiertas y las persianas subidas para que puedan entrar los aprendizajes de otras. Que las aulas no sean jaulas sino trampolines. Pero siempre, insistimos, sin perder rigor, sino ganando comprensión.

La Narrativa
Cuando decimos “voy a contar una historia”, siempre aparece la expectativa y aquello que llamamos “prestar atención”. Hermosa y mágica frase. Y es que las historias suelen ser sucesos para intercalar cuentas y cuentos en las clases de Matemáticas, esos que ilustran la transversalidad de la que hablamos.

Por eso decimos que nos gustan las Matemáticas basadas en hechos reales, en cosas que suceden, que nos cuentan, que contamos, y llevan implícitas aventuras geométricas, o de números, o de operaciones sin quirófanos. Historias con incógnitas, con conclusiones, con soluciones, con funciones que funcionan y límites que limitan.

Como cuando le preguntan a aquella joven, dentro de un relato, qué se llevaría a una isla desierta, y ella responde sin dudarlo: una regla de tres. Porque está pensando en su polifuncionalidad cotidiana, en algo que está presente en nuestras vidas casi sin darnos cuenta. O aquel niño que descubre algo tan simple como la propiedad conmutativa y concluye que si 2 x 3 y 3 x 2 son lo mismo, solo necesita saber la mitad de las tablas de multiplicar. O cuando nos damos cuenta de que las familias de números, tan reales y tan imaginarios, son como nuestras propias familias.

“Es un tipo con la mente cuadriculada”, nos cuentan, y sabemos lo que significa aunque nos declaremos analfabetos en geometría.

Contar historias es un truco docente, sin duda, pero supone difundir, empapar las Matemáticas de vida y la vida de Matemáticas, para entender las unas y la otra. Ese es el objetivo de otro de nuestros proyectos, AJUST3 de CU3NTOS, nuestro libro publicado a finales de 2022.

El Juego
La verdad es que hablamos de docencia, de narrativa, de juego, y las tres cosas se unen sin poderlo remediar (ni tampoco queremos remediarlo). El juego es la conclusión porque hilvana el conocimiento con la diversión.

No nos gustan palabras como “pasatiempos” (los tiempos pasan sin necesidad de ayuda alguna) o “rompecabezas” (no hay nada que romper, mejor construir), sin embargo, con el juego nos gusta buscar esa pieza que cierra el conjunto, como si fuera una incógnita descubierta. Esa pieza que completa, que es la solución lógica, que invita al aplauso como si hubiéramos resuelto una ecuación. Es cuando el esfuerzo que implica el juego se transforma en diversión y aprendizaje. Magia en estado puro.

La geometría, los números, el cálculo, las sucesiones son todas ellas una materia prima fundamental para el conocimiento y para desarrollar habilidades recubiertas con una pátina de lo lúdico.

Por eso iniciamos otro proyecto, Juegos al cuadrado, en colaboración Mariló López, directora del aula taller-museo de las Matemáticas π-ensa, de la Universidad Politécnica de Madrid. Juegos al cuadrado son unas cajas de juegos reunidos matemáticos para superponer, para añadir, para buscar equivalencias, para construir figuras. Unas cajas que pueden viajar a los centros docentes y expandirse en las mesas despertando la curiosidad, el descubrimiento, la diversión. Pensando en el desafío sin competitividad, en la colaboración más que en la batalla.

Otra vez se mezcla todo. El juego tiene narrativa, tiene historias dentro, y aterriza en el aula para fomentar el aprendizaje.

Insistimos, todo ello sin perder rigor, sin dulcificar una materia que no necesita azúcar y que es mejor descubrir la que ya tiene. Solo se trata de echar aceite en la maquinaria para volver a unir las Matemáticas con sus viejas compañeras de origen. Érase una vez, diríamos, unas amigas de siempre que hace tiempo que no se ven. Y se descubren, y recuerdan sus momentos compartidos, y sonríen, y recomponen sus lazos.

Imaginamos que es entonces cuando las Matemáticas ahuyentan nuestros recelos, recuperan su protagonismo amigo y alcanzan ese valor cotidiano imprescindible que nos ayudan a comprender nuestra propia vida.

Rafael Rivera es arquitecto y urbanista, y Macarena Trujillo es ingeniera agrónoma, doctora en Matemáticas y profesora del departamento de Matemática Aplicada de la de la Universidad Politécnica de Valencia. Ambos publicaron a finales de 2022 el libro AJUST3 de CU3NTOS, matemáticas contadas desde otros ángulos (Npq Editores).

https://elpais.com/educacion/2023-01-21/navegar-por-la-matematicas.html

sábado, 1 de abril de 2023

GASTRONOMÍA. Los guardianes de la ensaladilla rusa, la tapa popular que subió a los altares ‘gourmet’

De origen confuso en el siglo XIX, se convirtió en la segunda mitad del siglo pasado en la tapa paradigmática de los bares españoles. Barata, sencilla y apetecible, su atractivo no ha dejado de ir en aumento y hasta pisa el terreno de la alta gastronomía.

Huevo cocido, patata, zanahoria, agua. Elementos fundamentales de la ensaladilla rusa, en suspensión.GERAY MENA

En un mediodía de septiembre en el barrio de los Remedios de Sevilla, Antonio Casado —presidente de una importante organización— degusta una ración de ensaladilla del restaurante Mariscos Emilio. Es uno de los tres sitios de la ciudad que a su juicio mejor preparan este plato. Está recién hecha, con la patata cocida esa misma mañana. Mayonesa abundante, suave. Unas gambas óptimas que le dan un punto lujoso. La ensaladilla está puesta “al desprecio”, un precioso término que usa Casado. Dice que el camarero de toda la vida la coge a ojo con un cucharón y la sirve de un giro seco de muñeca, con decisión. No es en absoluto una falta de consideración hacia el cliente. Al contrario, es un gesto técnico que muestra su saber hacer. Le parece aborrecible que se sirva con un sacabolas de helado; esa búsqueda de la circularidad remilgada cuando la ensaladilla es en esencia mezcolanza informe. No es el único mal que acecha a esta tapa tradicional por cuya pureza vela el Observatorio de la Ensaladilla Rusa, ODER,   integrado por Casado… y dos amigos suyos.

Lo montaron hace seis años porque sintieron que la vanguardia mal entendida estaba empezando a hacer estragos en su plato favorito. La cultura de la gastronomía crecía en España con brillantez, pero también con consecuencias disparatadas en la noble cocina ordinaria. “Con el nuevo siglo la ensaladilla entra en peligro”, dice. “El cocinero se vuelve casi un intelectual que trae diseño, nuevos ingredientes, y se quiere imitar esto hasta en recetas que no requieren a un Picasso de la cocina, basta un camarero que tenga la práctica de hacerla cada día”. Entonces, ellos se levantan en armas. Él y sus amigos Javi Padilla y Pepelu Martínez. Profesionales de la comunicación, abren su web y sus redes (@ensaladillaoder, Twitter e Instagram), hacen su declaración de principios —”ODER nace para preservar los valores intrínsecos del manjar y para protegerlo de las continuas agresiones que recibe en forma de gastrobromas, cocina de autor y otras monsergas”— y crean el Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad, GOES, dirigido a amonestar por internet a toda ensaladilla anómala que le reporten sus seguidores, que ya andan por los 13.000. Estos navy seals, por supuesto, solo son ellos tres: Antonio, Javi, Pepelu.

Ensaladilla rusa de Restaurante Rafa. El huevo cocido lo rallan y su mayonesa, muy suave, coge un bonito color amarillo pálido.

Ensaladilla rusa de Restaurante Rafa. El huevo cocido lo rallan y su mayonesa, muy suave, coge un bonito color amarillo pálido. GERAY MENA

Poco después de que surgiese esta cofradía sevillana en la que la ensaladilla es el Gran Poder, el congreso San Sebastián Gastronomika celebraba su primer Campeonato Nacional de Ensaladilla Rusa. Era 2018. Lo ganaba la de Carles Abellán, de Tapas 24 (Barcelona). Su toque especial era la mayonesa, que hacía con cuatro aceites: de girasol, un poquito de oliva y algo del atún y las anchoas en conserva que llevaba su receta. Los tres siguientes se los dieron a tres locales de la provincia de Málaga, Candado Golf, Chinchín Puerto y Tragatá. El de 2022 lo ganó en octubre Pedro Antonio Noriega, de Castru El Gaiteru (Llanes, Asturias), por una ensaladilla que tira de mayonesa industrial Hellmann’s y a la vez le mete un vinagre de Jerez de 12 años. Además, sus patatas son asadas —no cocidas, como mandan los cánones— y lleva ventresca, pimientos del piquillo y aceitunas. Fue elegida por un jurado cualificado y debe de ser una ensaladilla para aplaudir con las orejas. Pero esto no ablanda el criterio rigorista de ODER. Consultado días después del dictamen, Casado responde por WhatsApp conciso, contundente: 

1. “Lo de las aceitunas ya es tragedia”. 
2. “Las patatas asadas para las parrilladas argentinas”. 
3. “La mayonesa industrial la admitimos en hostelería”. 

Para ellos, la receta perfecta tiene patata, zanahoria, atún o melva, huevo duro, pimiento morrón, guisantes (opcionales) y mayonesa. 

Su interminable lista de ingredientes prohibidos la encabezan precisamente las aceitunas e incluye por ejemplo encurtidos, palitos de cangrejo, cebolla fresca, huevas de salmón, remolacha, maíz, lechuga, anguila ahumada (diablos), tomate crudo, pulpo, rábanos, yuca, pétalos de flores (dos veces diablos) o bien (por todos los santos) salchichas.

Antonio Casado, presidente de ODER.Antonio Casado, presidente de ODER.

Antonio Casado, presidente de ODER. LAURA LEÓN 

Simone Ortega, con su clásico 1080 recetas de cocina, siempre es un referente de sentido común. Escribió que la ensaladilla rusa se hace con patatas, zanahorias y guisantes o judías verdes cortadas en trozos pequeños. “Esto es lo más clásico. También resulta muy sabroso añadir a estas verduras trocitos de manzana (tipo reineta), nueces en trozos, apio blanco cortado en trocitos, etcétera”. Optamos por no exponer lo del apio y la reineta de esta venerable divulgadora al juicio oderiano, que de todos modos tiene más de humor que de severidad. “Somos rancios pero no tanto, nos gusta la guasa”, matiza Casado en el luminoso comedor de Emilio.

Gastronomika es San Sebastián y San Sebastián es una capital de la cocina avanzada. La experimentación sí es lo suyo y para ellos no hay receta inmutable. “Todo lo que ahora es tradición en su día fue innovación”, resume Benjamín Lana, miembro técnico del certamen.
 
Patata, zanahoria, huevo cocido, guisante y perejil

Patata, zanahoria, huevo cocido, guisante y perejil GERAY MENA

Lo que no se sabe es qué fue en su día la ensaladilla rusa. Tiene una genealogía brumosa. Aparece mencionada por primera vez, como russian salad, en el recetario The Modern Cook (1845) de Charles Elmé Francatelli, que cocinó primero para los licenciosos aristócratas londinenses de Crockford’s Club y llegó a jefe de cocina de la reina Victoria. En España se cita la ensaladilla en La cocina moderna (Manuel Garciarena y Mariano Muñoz, 1857). En los sesenta y setenta del XIX, en Moscú el cocinero belga Lucien Olivier cautiva a la crema del zarismo con un popurrí delirante de cosas caras —aparte de patata cocida le echaba carne de urogallo, cangrejo, lengua de ternera, caviar…— que pasa a ser conocido como ensalada Olivier. Dice Rosa Tovar, historiadora de la cultura gastronómica, que en España no se convirtió en un plato popular hasta después de la Segunda Guerra Mundial: “Mi padre contaba que había llegado a los bares corrientes por influencia de la gente que se fue a Rusia con la División Azul”. Sería una ensaladilla de receta elemental, nada que ver con la elitista versión decimonónica. “A lo largo de la historia, en la cocina siempre ha habido dos niveles, el del plato elegante y el de su interpretación popular”, explica Tovar.

A través del franquismo —que quiso rebautizarla ensaladilla nacional—, durante la Transición, década tras década de democracia liberal, la ensaladilla rusa ha acompañado la historia cotidiana de la España contemporánea. Barata, agradable, la tapa reina. Hoy que hasta se le dedica un campeonato nacional parece que incluso gana jerarquía culinaria. Tiene todo el sentido que, a la vez que el gusto se diversifique y se transforme, haya una revalorización de los básicos. Está ocurriendo también con los torreznos. Pero sin el alcance de la ensaladilla. Esta está en todas partes. “Siempre ha tenido mucho tirón, pero nunca la he visto tan en boga como ahora, que parece que se puede testar la calidad de un bar por la de su ensaladilla”, dice Lana. 

Una de las más de 300 ensaladillas de España que recomienda ODER en su web es la del Raíces Galegas, un bar de Santiago de Compostela. En el Raíces pedirás un refresco o una cerveza, oirás “oreja, empanada o ensaladilla”, dirás oreja o empanada o ensaladilla y acertarás. Pero el caso es que su ensaladilla es estupenda. Simple: patata, zanahoria, guisantes, atún, mayonesa Choví, “non ten secreto”, dice su responsable, Óscar Blanco, que no sabe muy bien por qué este plato ha tenido tantísimo éxito, “podías decir que es porque es muy fresca para el verano, pero en invierno hace frío y te la comen igual; a lo mejor es porque a los bares nos es fácil hacerla y la llevamos muchos años metiendo con calzador”, ironiza Blanco.
Ensaladilla rusa de Restaurante Rafa (Madrid), que dispuso su plato ya elaborado y lo mostró en proceso para los juegos fotográficos
de este reportaje.Ensaladilla rusa de Restaurante Rafa (Madrid), que dispuso su plato ya elaborado y lo mostró en proceso para los juegos fotográficos de este reportaje.

La del Restaurante Rafa, un clásico de Madrid que abrió en 1958 como taberna y devino en templo de la cocina tradicional, especialidad en marisco, es otro tipo de ensaladilla.
También sencilla pero más delicada. La patata la cuecen la noche anterior para que enfríe durante la madrugada a temperatura ambiente. El resto lo cuecen la misma mañana en que hacen la ensaladilla. La mayonesa tiene un bonito color amarillo pálido. El huevo va rallado. Todo se amalgama tan bien, tan suave, le da tanto gusto a la boca que ni miras a las portentosas cigalas exhibidas en la barra ni a la fila de joselitos que cuelgan tan ibéricamente. A Rafa cada vez más llega gente pidiendo expresamente la ensaladilla. “Nos ha sorprendido la importancia que se le está dando en los últimos años. De repente se ha puesto a la ensaladilla rusa en un pedestal”, dice Miguel Ángel Andrés, copropietario del restaurante con su primo Rafael. Desde hace un tiempo la ofrecen también con ventresca, aunque tanto su ensaladilla como su ventresca son tan buenas por separado que merecen trato autónomo y soberano.

Los productos gourmet de mar no son necesarios para una ensaladilla impecable. Tampoco molestan. En Becerrita, un restaurante de Sevilla donde se ha cocinado buena parte de la política andaluza, le ponen unos langostinos gordos, frescos y sabrosos que elevan el sabor intensamente. La patata la cuecen en el agua del marisco para que su sabor esté todavía más presente. Su jefe de cocina, Jesuli Bejarano, lleva 35 años en el restaurante, haciendo cada día la misma ensaladilla y despachándola toda en la misma jornada. “La salida es fundamental”, dice, nada se aprovecha para el día siguiente.

Catando la joya de Becerrita, Antonio Casado recuerda que su pasión por la ensaladilla rusa le empezó de niño, que lo llevó a exponer su salud en sitios baratísimos —”me jugué la vida…”—, que su curiosidad por explorar algo tan aparentemente homogéneo como esta tapa lo condujo a probarla incluso en un bufé chino.
El cocinero jefe del local el Becerrita, Jesuli Bejarano.

El cocinero jefe del local el Becerrita, Jesuli Bejarano. LAURA LEÓN

Completa el recorrido sevillano con el Donald. Bar, restaurante, cafetería, el típico donde aún se cantan las tapas, comandado por un líder carismático, Mariano García o Mariano el del Donald. Lo más maravilloso de este lugar taurino y con solera no es su ensaladilla —­buenísima—, sino que su primer dueño fue demandado por Disney por llamarle a su bar Pato Donald. A los seis meses de abrir le llegó una carta de la compañía diciéndole que lo cambiaba o a lo primero que se arriesgaba era a una multa de 700.000 pesetas, bastante dinero de aquella época. “Le quitó el Pato y le dejó el Donald”, resume Mariano; “pero tú dime en 1973 cómo se enteraron de que un tipo en la calle de Canalejas de Sevilla le había puesto a su cafetería Pato Donald…”.

La ensaladilla rusa del Donald es el paradigma de la tradicional. Simple a más no poder, con un encanto elemental. Mariano no quiere inventos con un plato que siempre le ha funcionado como un tiro. “Claro que la cosa de la comida de las estrellas Michelin está bien, pero a la gente también le gusta esto. Ni yo soy moderno ni el Donald es moderno”, dice el dueño. Uno de sus camareros, porte a la antigua, camisa blanca, pantalón negro, bigote de señor, gesto parco, sirve las raciones de ensaladilla ejecutando a la perfección el movimiento al desprecio. Intangibles que no tienen precio, como escuchar las historias de Mariano de cuando le servía el catering a El Loco de la Colina, se lo sirvió en la cárcel y en un cementerio, o de las gentes que han pasado por allí. “Una vez vino Bob Dylan”.

Hubiera sido un buen final que Dylan hubiese tomado ensaladilla en el Donald. Pero se pidió un solomillo, patatas fritas y varias coca-colas. Qué sabrá él.
Mariano el del Donald.

Mariano el del Donald. LAURA LEÓN