jueves, 24 de abril de 2025

5 novelas fundamentales de la obra de Mario Vargas Llosa

Varios libros de Mario Vargas Llosa traducidos a portugués.

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Novelas, cuentos, ensayos, piezas de teatro e infinidad de artículos periodísticos. La carrera prolífica del escritor Mario Vargas Llosa, fallecido a los 89 años en Lima, duró casi 7 décadas y le valió, entre otros, el Premio Nobel de Literatura en 2010 y el premio Príncipe de Asturias.

Vargas Llosa era además integrante de la Academia Francesa, uno de los mayores honores culturales e intelectuales en Francia. Sus miembros son conocidos como les immortels (los inmortales), y solo hay 40 asientos, numerados y vitalicios.

Entre sus miembros destacados han estado Voltaire, Montesquieu, Victor Hugo y Alejandro Dumas.

El gobierno peruano decretó "Duelo Nacional el día 14 de abril" y anunció banderas a media asta en locales estatales con motivo del deceso, indicó un Decreto Supremo divulgado a medianoche.

Su disciplina y compromiso lo llevaron a producir una obra de asombrosa abundancia: 20 novelas, un libro de cuentos, 10 obras de teatro, 14 libros de ensayo, dos de crónicas y uno de memorias.

1. La ciudad y los perros (1963)
Con su primera novela, el autor peruano irrumpió en el panorama literario internacional de manera impactante, marcando también el inicio del llamado "Boom Latinoamericano", un movimiento literario que revolucionó la narrativa del siglo XX en lengua española.

A este grupo pertenecen también los mexicanos Carlos Fuentes, Juan Rulfo y Vicente Leñero, el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar y el uruguayo Juan Carlos Onetti, entre otros.

Vargas Llosa firmando un ejemplar de su libro a una seguidora.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Vargas Llosa tuvo claro desde muy joven que quería ser escritor. La historia, inspirada en sus vivencias personales, transcurre en el Colegio Militar Leoncio Prado, ubicado en Lima. Un internado de formación castrense donde jóvenes adolescentes se preparan para una posible carrera militar.

El colegio, sin embargo, representa cómo era a ojos de Vargas Llosa la sociedad peruana de la época: autoritaria, violenta, machista y profundamente desigual.

Al momento de su publicación, Perú atravesaba un periodo de fuertes tensiones políticas y sociales tras la dictadura del general Manuel A. Odría (1948–1956), por lo que la publicación de la novela fue polémica hasta el punto de que el ejército peruano quiso censurarla.

A Vargas Llosa le traería fama internacional y repudio local.

2. Conversación en La Catedral (1969)
Como figura clave de la literatura latinoamericana, su segunda novela de ficción tampoco defraudaría. Ambiciosa y compleja, "Conversación en La Catedral" fue considerada por muchos críticos como una de sus obras maestras.

El libro se caracteriza por los cambios constantes de narrador, de tiempos verbales y de escenas, lo que obliga al lector a reconstruir por si mismo los hechos.

El 3 de octubre de 1968, el general Juan Velasco Alvarado lideró un golpe militar que derrocó a Fernando Belaúnde Terry, elegido en las urnas en 1963. En ese contexto y solo un año después se publicaría este libro.

El escritor peruano en la presentación de uno de sus libros. Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

El filósofo Jean Paul Sartre fue uno de sus primeros modelos. La historia gira en torno a Santiago Zavala, conocido como "Zavalita", un joven periodista que acaba desilusionado, trabajando como redactor en un periódico sensacionalista y viviendo una vida gris.

Un día, se encuentra casualmente con un antiguo chofer de su padre, y juntos se sientan a conversar en un bar llamado precisamente "La Catedral". La conversación y los recuerdos de ambos sirven como eje central de la novela.

3. La tía Julia y el escribidor (1977)
En un caso de rebeldía tribal, Vargas Llosa contrajo matrimonio en 1955, cuando aún contaba con 19 años, con su tía materna, la boliviana Julia Urquidi, 11 años mayor que él y divorciada. El escándalo en la familia fue enorme, no solo por la edad, sino por el parentesco.

De su relación con ella y su trabajo en Radio Panamericana saldría una de sus novelas más exitosas y graciosas: "La tía Julia y el escribidor".

Un simpatizante deja un mensaje en una nota frente a la casa del escritor peruano-español ganador del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en Lima, Perú, el 13 de abril de 2025Fuente de la imagen,John Reyes Mejia/EPA-EFE/REX/Shutterstock Pie de foto,

Vargas Llosa murió en su residencia en Lima, donde muchos seguidores dejaron notas. De nuevo, era una novela que contaba sus experiencias vitales, pero a diferencia de las anteriores obras, más densas y centradas en temas políticos, esta tiene un tono más ligero, casi humorístico y autobiográfico. Sí se mantiene la crítica al conservadurismo y clasismo de la sociedad peruana.

Cuando Vargas Llosa publicó "La tía Julia y el escribidor", ya era un autor consagrado en América Latina y Europa.

Julia Urquidi publicaría luego una suerte de respuesta en su libro de memorias "Lo que Varguitas no dijo".

4. La guerra del fin del mundo (1981)
Los críticos dicen que con este libro Vargas Llosa alcanzó la madurez literaria. Se nota, añade la crítica literaria, en la épica y las disertaciones filosóficas latentes en toda la narración.

Con "La guerra del fin del mundo" el escritor vira hacia la novela histórica de ficción.

Los acontecimientos que inspiran la historia son reales y ocurrieron en Brasil a fines del siglo XIX: la llamada Guerra de Canudos (1896–1897) fue una sangrienta rebelión religiosa que tuvo lugar en 1897 en Canudos, Brasil, y encabezada por el mesiánico Antonio Conselheiro.

Mario Vargas Llosa en la presentación de la obra "Cervantes".Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, la ciudad blanca en el sur de Perú. Vargas Llosa toma este hecho real como base para una novela en la que múltiples personajes cruzan sus caminos: periodistas, soldados, bandidos, intelectuales, prostitutas, campesinos y políticos. El lector asiste no solo a una guerra física, sino también a una colisión ideológica entre modernidad y tradición, razón y fe.

Lo que empezó como un guión para una película que nunca se filmó terminaría convirtiéndose en una de sus obras más ambiciosas.

Más adelante regresaría a la novela histórica con "El paraíso en la otra esquina" (2003) y "El sueño del celta" (2010).

5. La fiesta del chivo (2000)
En 2000, cuando nadie lo esperaba, volvió a publicar una novela total con "La fiesta del chivo", que rivalizaría con sus grandes logros en la escritura, como "Conversación en la catedral" o "La guerra del fin del mundo".

Era el regreso del Vargas Llosa que se metía en el fragor de los grandes acontecimientos políticos y de la violencia. Y también el regreso a un tema muy atractivo para los escritores latinoamericanos: el caudillo devenido en dictador.

En esta ocasión, el foco se sitúa en la República Dominicana y la figura del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernó con mano de hierro entre 1930 y 1961. Cómo haría antes, Vargas Llosa escribió esta novela tras una profunda investigación documental y entrevistas.

La trama gira en torno a Urania Cabral, hija de un antiguo funcionario trujillista, que regresa a Santo Domingo después de décadas en el exilio. Su viaje es el hilo conductor emocional y sirve para explorar el trauma personal y colectivo de una sociedad marcada por el silencio y la complicidad.

La novela denuncia cómo muchos sectores sociales –élite, iglesia, militares, empresarios– fueron cómplices del régimen, y cómo el miedo disolvió la responsabilidad individual.

Su literatura "estuvo marcada por la pasión por la literatura y el compromiso con la exploración de la condición humana a través de sus historias", dijo La Casa de las Américas en su nota de despedida al genial escritor.

*Con información de Juan Carlos Pérez Salazar.


miércoles, 23 de abril de 2025

Mario Vargas Llosa y los otros 5 Nobel de Literatura de América Latina

6 latinoamericanos ganadores del Nobel: Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias.

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La literatura es el área en la que más latinoamericanos han sido distinguidos con premios Nobel, con un total de seis galardones.

Mario Vargas Llosa fue parte del selecto grupo de seis plumas cuyo trabajo fue reconocido por la Academia Sueca.

Junto a ellos, cuatro españoles completan un cuadro de 10 escritores cuyos trabajos en castellano han merecido el reconocimiento, desde que se otorgó por primera vez en 1901.

BBC Mundo recuerda a los otros cinco grandes escritores latinoamericanos que compartieron el honor del Nobel con el escritor peruano.

Gabriela Mistral (Chile, 1889-1957)

La poeta chilena Gabriela Mistral fue la primera figura latinoamericana -y hasta el momento, la única mujer de la región- en recibir el premio Nobel de Literatura (1945).

Hija de una familia humilde, empezó a trabajar como maestra de provincia. A pesar de no haber tenido hijos, uno de sus mayores intereses fue la niñez y la educación.

Gabriela Mistral

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Por su incansable trabajo en este campo llegó a ser conocida como "la maestra de América".

En su poesía abundan los elementos del mundo rural en una época en que otros escritores se dedicaban a escribir sobre las grandes ciudades.

"Represento la reacción contra la forma purista del idioma metropolitano", dijo en una ocasión.

También promovió la unión cultural de América Latina.

Entre sus principales obras están "Los sonetos de la muerte" (1914), "Desolación" (1922), "Ternura" (1924) y "Tala" (1938).

Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974)

Miguel Ángel Asturias ganó el premio Nobel de Literatura en 1967, el mismo año en que García Márquez publicó "Cien años de soledad".

En su juventud, viajó a París para estudiar antropología y allí se dedicó a profundizar sus conocimientos sobre la cultura maya.

Miguel Ángel Asturias

Miguel Ángel Asturias

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Asturias ganó el premio el año en que García Márquez publicó "Cien años de soledad". 

En Francia, entró en contacto con la vanguardia y los surrealistas. Además, allí trabajó en una traducción al español del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas.

Junto con escritores Arturo Uslar Pietri y Alejo Carpentier, Asturias se apropió del término "realismo mágico", originalmente usado por un crítico de pintura alemán, y lo reinterpretó para comenzar a denominar un tipo de literatura latinoamericana.

Una de sus obras más estudiadas es su novela "Hombres de maíz". En ella narra la tensión entre los mundos indígenas y ladino.

En el centro de este conflicto está el que posiblemente sea su personaje literario más célebre, Gaspar Illóm.

Otra de sus obras más aclamadas es "El señor presidente", que cuenta los abusos del poder en una dictadura latinoamericana.

Asturias llegó a tener una controversia con García Márquez acerca de la originalidad o plagio en "Cien años de soledad" que lo desprestigió ante los ojos de narradores del llamado boom latinoamericano.

Pablo Neruda (Chile, 1904-1973)

Pablo Neruda es el segundo escritor chileno en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1971.

Pablo Neruda

Pablo Neruda

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Neruda fue una figura paradigmática de las letras y la izquierda latinoamericanas. 

Es uno de los poetas latinoamericanos más influyentes del siglo XX, no sólo en América Latina, sino también en el ámbito global.

Poeta, diplomático y activista político, Neruda fue una figura paradigmática de las letras y la izquierda latinoamericanas.

Su poesía, enraizada en su Chile natal, toca poderosas temáticas universales.

Su nombre de pila era Ricardo Neftalí Reyes Basoalto pero tomó su pseudónimo en honor al poeta checo Jan Neruda.

En 1923, publicó su primer libro de poemas, "Crepusculario". Un año más tarde lanzó una colección de poemas marcada por el erotismo y la melancolía que logra enorme popularidad entre un gran público, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada".

Entre sus obras más estudiadas por la crítica están "Residencia en la tierra" y "Canto General".

Gabriel García Márquez (1927 - 2014)

El laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez está considerado como uno de los autores en español más importantes de todos los tiempos.

Su obra "Cien años de soledad" -su creación más célebre- fue traducida en más de 40 idiomas y su publicación fue un hito que marcó el llamado boom de la literatura latinoamericana.

Gabriel García Márquez 

Gabriel García Márquez

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Gabriel García Márquez fue galardonado con el Nobel de Literatura en 1982. 

Nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, un pueblo de la región Caribe colombiana, era hijo de un telegrafista y vivió sus primeros años con sus abuelos.

Estudió en una universidad jesuita, donde cursó la carrera de Derecho, pero pronto dejó sus estudios para trabajar de periodista.

En 1965 concibió la idea de escribir "Cien años de soledad". Dedicó al libro un total de ocho horas diarias durante 18 meses. La primera edición de la novela en español, se publicó en 1967.

García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982.

El reconocimiento fue una decisión unánime de los 18 jueces de la Academia de Letras de Suecia, "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente".

Otras de sus obras importantes incluyen "El general en su laberinto", "El amor en los tiempos del cólera", "El coronel no tiene quien le escriba" y "Crónica de una muerte anunciada".

Octavio Paz (México, 1914-1998)

Octavio Paz

Octavio Paz

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Pie de foto,La Academia le concedió el premio Nobel de Literatura en 1990.

Octavio Paz es uno de los poetas y ensayistas mexicanos más reconocidos y controvertidos de América Latina.

Nació en un suburbio de la capital de México en 1914, en momentos en que se luchaba la Revolución Mexicana.

Aunque asistió a la universidad nunca obtuvo ningún título. Sin embargo, llegó a ser todo un erudito autodidacta.

En sus comienzos, la poesía de Octavio Paz se orientó hacia la justicia social y el sentimiento de antifascista.

En esa poesía que escribió en su juventud se observa cierta influencia de Rubén Darío, Xavier Villaurrutia y el llamado grupo de los Contemporáneos.

Después de una prolongada estadía en París, en la que entró en contacto con los surrealistas, se alejó de la temática social y se enfocó más en aspectos metafísicos.

Sus ensayos abordan temas muy diversos, entre ellos Claude Lévi-Strauss, el erotismo, la mitología, la Malinche, la figura del Pachuco y Sor Juana Inés de la Cruz.

La Academia le concedió el premio Nobel de Literatura en 1990.


martes, 22 de abril de 2025

5 ‘trucos’ con evidencia para vivir más y sin gastar una fortuna.

Ilustración de un gimnasio en el garaje de casa con un paisaje imaginado enmarcado por aparatos de ejercicio.
Credit...Kate Dehler
Los investigadores advierten que no necesitas una suscripción al gimnasio de 40.000 dólares ni un escáner de cuerpo completo para vivir una vida más larga y saludable.  Clínicas privadas de 20.000 dólares que ofrecen secuenciación del genoma y escáneres de cuerpo completo. Gimnasios con cuotas anuales de 40.000 dólares. Intercambios de plasma sanguíneo por 10.000 dólares o más cada uno. Entrenamiento individual del sueño y dispositivos de 300 dólares. 

Buscar la “longevidad” se ha convertido en un pasatiempo caro, por no hablar de que consume mucho tiempo. Pero no tiene por qué serlo: los expertos dicen que muchas de las prácticas con más probabilidades de alargar tu vida son también las más baratas.

Las opciones sencillas de estilo de vida, como comer bien y hacer ejercicio con regularidad, son con mucho “las tácticas de longevidad más eficaces y bien respaldadas”, y “nada se les acerca”, dijo John Tower, profesor de Ciencias Biológicas de la Facultad de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California.

Los montones de suplementos que recomiendan influentes, los tratamientos con oxígeno y las terapias con células madre para la longevidad son “experimentales en el mejor de los casos”, añadió Joseph Coughlin, director del AgeLab del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Si quieres vivir más y más sano, es mejor que hagas “lo que la ciencia y la historia han confirmado”.

He aquí algunas de las sugerencias de los expertos.

Haz ejercicio. No importa dónde
Los gimnasios de alta gama pueden tener entrenadores personales y sofisticadas mediciones biométricas para controlar tu frecuencia cardiaca y tus niveles de oxígeno en sangre. Pero es el ejercicio en sí mismo el que ha demostrado prolongar tu salud y tu esperanza de vida, y puedes obtener los mismos beneficios físicos haciendo ejercicio por tu cuenta, dijo Roger Fielding, científico jefe del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana y Envejecimiento del USDA en la Universidad de Tufts. Tanto el ejercicio cardiovascular como el entrenamiento de fuerza están relacionados con una menor mortalidad porque reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El simple hecho de caminar 30 minutos al día por tu barrio puede reducir significativamente el riesgo; también hacer ejercicios de mayor intensidad o entrenamiento de resistencia con mancuernas en casa, dijo.

La Asociación Americana del Corazón recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada (como caminar) o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso (como correr o nadar) para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Pero “cualquier nivel de actividad física” es mejor que ninguno, dijo Fielding.

Una dieta sana supera a los suplementos
La gente prueba todo tipo de estrategias alimentarias para alargar su vida: restricción calórica, ayuno, dietas cetogénicas y suplementos de vitaminas o con “paquetes” de proteínas, por nombrar algunas. Se ha demostrado que algunas de esas prácticas —como la restricción calórica y el ayuno intermitente— ayudan a los ratones a vivir más tiempo, pero los investigadores aún no saben si tienen el mismo efecto en los humanos. Y la mayoría de los suplementos que venden o promocionan los influentes de la lucha contra el envejecimiento no han sido suficientemente estudiados en cuanto a su seguridad o longevidad, ni están estrechamente regulados.

Es mejor que comas alimentos integrales no procesados, dijo Anne-Julie Tessier, dietista y profesora adjunta de nutrición de la Universidad de Montreal. Los estudios demuestran que las dietas basadas en cereales integrales, frutas y verduras, proteínas magras y otros alimentos no procesados —como la dieta mediterránea o DASH— pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y, por tanto, prolongar la esperanza de vida.

Comer sano puede ser caro, reconoció Tessier. Para reducir costos, recomendó cambiar las frutas y verduras frescas y las proteínas magras por otras congeladas, que pueden ser “igual de nutritivas”.

Intenta dormir siete horas seguidas
La investigación ha demostrado que un sueño constante y de calidad se asocia a una vida más larga. Y aunque abordar los problemas del sueño deficiente puede ser frustrante, “no hay pruebas sólidas” de que los rastreadores del sueño o las costosas clínicas privadas del sueño, que a veces incluyen pruebas genómicas y escáneres del sueño, puedan ayudarte a conseguirlo sin ningún otro cambio importante en tu estilo de vida, dijo Brienne Miner, profesora adjunta de la Facultad de Medicina de Yale, especializada en envejecimiento y sueño. Los rastreadores del sueño pueden incluso inducir ansiedad por dormir, una obsesión inútil por mejorar el sueño que, paradójicamente, puede empeorarlo.

Los estudios sugieren que alrededor de siete horas de sueño ininterrumpido cada noche parece ser el punto óptimo para evitar riesgos para la salud, porque esa cantidad da a tu cuerpo el tiempo adecuado para regular las hormonas y los niveles de azúcar en sangre y para permitir que tu cerebro elimine toxinas. Dormir mucho más o mucho menos que eso es un factor de riesgo de mortalidad prematura, dijo Miner.

Para conseguir unas buenas siete horas de sueño, la clave está en mantener un horario constante de sueño y vigilia, hacer ejercicio y socializar con regularidad, y evitar el alcohol, dijo.

Si necesitas ayuda para dormir mejor, algunos productos y servicios menos caros pueden beneficiarte más que los laboratorios privados del sueño, dijo Girardin Jean-Louis, director del Centro de Ciencias Traslacionales del Sueño y Circadianas de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. Sugirió cosas como antifaces para dormir, máquinas de ruido blanco o terapia cognitivo-conductual, específica para el insomnio.

Entrena tu cerebro para que sea más optimista
Tu mentalidad y tus sentimientos contribuyen en gran medida a vivir más: los científicos saben que la depresión y la soledad aumentan el riesgo de mortalidad. Para mejorar la salud mental, algunos entusiastas del antienvejecimiento consideran cosas como la terapia con ketamina o los retiros psicodélicos.

Entrenar tu cerebro para que sea más positivo es una opción eficaz y más fácil. Las nuevas investigaciones proponen que el optimismo puede alargar tu esperanza de vida, y tú mismo puedes cultivarlo con ejercicios diarios de escritura o terapia conversacional, dijo Laura Kubzansky, profesora de ciencias sociales y del comportamiento en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, quien es coautora de la investigación.

Si llevar un diario o hacer terapia no es lo tuyo, rodearte de amigos y familiares también puede favorecer la longevidad al mejorar tu estado de ánimo y disminuir el estrés, lo que a su vez puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, dijo Judith Carroll, profesora asociada de psiquiatría y ciencias bioconductuales de la Universidad de California en Los Ángeles. Pero no toda socialización es beneficiosa, sobre todo si es con quien te hace sentir juzgado o ansioso. La conexión social “tiene que ser nutritiva y de apoyo”, dijo.

Para comprobar si funciona, observa cómo te sientes
Algunos influentes de la longevidad pregonan las pruebas de “edad biológica”, que, por unos cien dólares o más, pueden estimar la salud de tus células y cómo envejecen con el tiempo a partir de una muestra de sangre o saliva. Actualmente, existen numerosas pruebas en el mercado, pero los expertos dicen que son medidas imprecisas que normalmente solo reflejan las modificaciones químicas de tu ADN, y que cada prueba calcula la edad biológica de forma ligeramente distinta.

De momento, estas pruebas no son lo bastante sofisticadas como para decirte de forma concluyente tu edad biológica, dijo William Mair, profesor de metabolismo molecular de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard. Es igualmente útil que te preguntes si los cambios de estilo de vida que estás haciendo te hacen sentir más joven, más sano y más atento, sobre todo porque tu objetivo debe ser vivir mejor, no simplemente más tiempo, dijo.

Al igual que los demás expertos, Mair instó a la paciencia y la prudencia en la búsqueda de una vida más larga. “Si está disponible en línea ahora mismo, la gente no espera. Pero mi argumento sería que deberían hacerlo”, dijo, y añadió: “¿Gastaría yo mucho dinero” en productos no probados y poco investigados para retrasar el envejecimiento, en lugar de adoptar hábitos más saludables? “Probablemente no”.


lunes, 21 de abril de 2025

_- Memento mori

_- He pronunciado la conferencia de clausura del Primer Congreso Internacional sobre Pedagogía de la muerte que se ha celebrado en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid los días 2, 3 y 4 de este mes de abril. Organizaban el Congreso los profesores Agustín de la Herrán y Pablo Rodríguez que llevan muchos años investigando sobre esta importante cuestión. Fruto de esas investigaciones es el libro, entre otros, “La muerte y su didáctica. Manual para la Educación Infantil, Primaria y Secundaria”, de Agustín de la Herrán Gascón y Mar Cortina Selva. Se trata de una propuesta laica, compleja e innovadora plasmada en múltiples recursos metodológicos. Con las ponencias del Congreso la editorial inglesa Routledge editará un libro que he tenido el honor de prologar.

Como es habitual en este tipo de eventos, el Congreso acogió conferencias plenarias, mesas redondas y numerosas comunicaciones simultáneas, en inglés y castellano, con la correspondiente traducción simultánea al inglés o al español a texto y proyectada en la pantalla (programa IA Akkadu.ai).

. Es una locura estar obsesionados y angustiados por la muerte, pero realizar una negación de ella y vivir como si no existiera es una locura mayor, dice Carlos Cobos en su interesante libro “Los tópicos de la muerte”.

Comencé mi conferencia plateando los problemas que genera el lenguaje en cualquier discurso pedagógico. Porque el lenguaje es como una escalera por la que subimos a la comunicación y a la liberación pero por la que también bajamos a la comprensión y a la liberación. El problema no es que no nos entendamos sino creer que nos entendemos cuando decimos con las mismas palabras cosas muy diferentes e incluso contrarias. El hijo de unos amigos (diez añitos de edad), en una comida familiar en la que hablaban de la muerte del abuelo de uno de sus amigos, dijo muy serio:

Desde luego, si me muero, yo no aguanto.

¿Qué idea tiene este niño sobre la muerte? Piensa que morirse es meterse en un ataúd, quedarse inmóvil y, pasado un rato, volver a jugar al fútbol. No piensa que la muerte es un fenómeno ineluctable, definitivo, individual, impredecible, único, universal y gratuito (la muerte es gratis, aunque la paguemos con la propia vida, dice Elfriede Jelinek, premio Nobel de literatura austríaca). La muerte es un proceso natural y universal que ocurre en todos los seres vivos. Basta haber nacido para tener que morir.

Hablé también de la importancia del contexto. No es igual la vivencia de la muerte en México, que en nuestro país. No es igual en tiempos normales que en tiempos de pandemia. No es igual en un pueblo que en una ciudad. Nací en un pueblecito leonés llamado Grajal de Campos. Oía tocar las campanas “a muerto”. Y en su lenguaje decían si el fallecido era un niño, una mujer, o un varón. Al día siguiente todo el pueblo acudía al funeral y acompañaba al cadáver hasta el cementerio para dar el pésame a la familia del fallecido. Yo, que era monaguillo, vi muchos cadáveres en mi infancia. Hay personas en la ciudad que no tienen presencia de la muerte en muchos años. Alguna vez, quizás, ven pasar un coche fúnebre en la caravana de vehículos que atraviesa una calle.

El progreso de la medicina y el cuidado de la salud han hecho que se retrase en años la esperanza de vida. Además, la muerte se produce hoy con más frecuencia en el Hospital que en la casa. Todo ello hace que la muerte se haya convertido en un tabú. No se habla, no se piensa, no se tiene en cuenta que somos seres mortales. La muerte está fuera de las conversaciones, de las preocupaciones. Vivimos como si fuéramos inmortales. Y también está fuera de la escuela. Nada hay que decir sobre la muerte, nada hay que reflexionar sobre ella ni sobre el luto que debemos pasar cuando muere un familiar o una mascota especialmente querida. Como si la preparación y la superación de ese fenómeno se pudiese realizar de forma automática.

Propuse algunas estrategias para afrontar con naturalidad y sin dramatismo la muerte propia y la de aquellas personas que nos importan. Entre otras:

Es preciso vencer el miedo a la muerte. Del aforismo timor mortis conturbat me (el temor a la muerte me turba) hay que pasar al que dice timor mortis, morte pejor (el temor a la muerte es peor que la muerte misma). Decía Machado: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, las muerte no es y cuando la muerte es, ya no somos”.

Conviene vivir teniendo en cuenta que somos seres mortales. Es un error vivir cono si nunca fuéramos a morir. No tiene mucho sentido ser la persona más rica del cementerio. Alguien ha dicho que si al morir dejamos una gran herencia es que no hemos hecho bien la cuentas. Es aconsejable vivir con la filosofía del carpe diem. Esta filosofía encaja perfectamente con la condición de nuestra finitud. Puesto que no somos eternos aprovechemos el tiempo de forma inteligente, es decir seamos felices y buenas personas.

Es importante hacer un proyecto de vida con sentido. Y en él tenemos que incorporar a los otros. Un lema que encarna lo que estoy diciendo sería: ”El mundo es mejor ahora porque yo he estado en él”.

Creo que es muy saludable vivir el fenómeno de la muerte con humor. Todo el mundo conoce historias que desdramatizan la presencia de la muerte. Unas anteriores a la muerte, otras relacionadas con el momento del desenlace y algunas con lo que suponemos que vendrá después. Pondré un ejemplo de cada una de estas tres fases. He tomado la `primera del libro “Heidegger y un hipopótamo van al cielo. La vida, la muerte y el más allá estudiados con filosofía y mucho humor” (Octaedro), de los filósofos estadounidenses Thomas Mc Cachcart y Daniel Klein.

Antes de la muerte: un grupo de excombatientes se encuentran en un cementerio para rendir homenaje a sus compañeros fallecidos. Uno le dice a orto que tiene una edad muy elevada: ¿Crees, que dada la edad que tienes y las condiciones en que te encuentras, merece la pena que vayas a casa?

Durante el desenlace: se cuenta que un bético de toda la vida en el trance supremo de la muerte confiesa a sus hijos que quiere hacerse sevillista. La sorpresa y la conmoción de la familia no puede ser mayor, Cuando le piden explicaciones, dice: es que me alegra saber que muera un sevillista.

Después de la muerte: un viudo acude al periódico local para publicar una esquela sobre la muerte de su esposa; le pregunta el director qué texto quiere publicar. Él dice que el más breve posible: Marta muerta. El director le explica que, si lo hace por ahorrar, dos palabras valen igual que cinco. Eso le permite añadir algo más sobre su esposa. Después de unos segundos le dice al director cuáles son esos esas cinco palabras: Marta muerta. Vendo Seat Panda.

Es una buena práctica visitar algún cementerio. Ver las lápidas, pasear entre las tumbas, leer los epitafios. Conozco un profesor de filosofía que lleva a sus alumnos todos los años a un cementerio para realizar posteriormente una reflexión sobre la experiencia. Pienso que es interesante escribir sobre las experiencias relacionadas con la muerte. Dedico el capítulo 7 de mi libro “Las emociones de la profesión docente” a reflexionar sobre las emociones que me han brindado quienes se fueron mientras recorríamos juntos el camino de la enseñanza.

Hay que ayudar a superar el duelo que nuestros alumnos y alumnas viven cuando muere un familiar, un amigo o una mascota. Las tradicionales fases del duelo (negación-rabia-negociación-depresión-aceptación) no siempre se atraviesan de la misma manera, en la misma secuencia o con la misma intensidad. Hay formas patológicas de vivir el duelo.

Tenemos que conocer el contenido de la ley de eutanasia. La vida está en nuestras manos. No pertenece a la Iglesia ni al Estado ni a la familia. Corresponde a cada ser humano decidir qué hacer con ella.

Entre las recomendaciones bibliográficas que hice al terminar la conferencia mencioné el libro del médico peruano Elder Huerta titulado “El buen morir. Breve guía para entender y afrontar la muerte”, escrito en 2024 y editado por Planeta. Dice el autor que aprender a morir es una parte de la sabiduría de la vida.


P.D.: En la película Forrest Gump el actor le pregunta a su madre, ¿mamá qué es la muerte? Y la madre le contesta. La vida es un viaje que comienza cuando se nace y termina cuando se muere. La muerte es el final del viaje de la vida.

domingo, 20 de abril de 2025

¿Cuál es el cociente intelectual de Elon Musk?

Por Amanda Hess

Esta cuestionable medida de la inteligencia se está utilizando libremente en el discurso para justificar el poder de Silicon Valley y crear un nuevo sistema de clasificación humana.

Durante meses, un juego de adivinanzas en internet ha girado en torno a la cuestión de dónde se sitúa la inteligencia de Elon Musk en la curva de la campana. El presidente Donald Trump ha calificado a Musk de “individuo con un coeficiente intelectual seriamente alto”. El que fuera biógrafo de Musk, Seth Abramson, escribió en X que él “situaría su CI entre 100 y 110”, y dijo que no había “ninguna prueba en su biografía de que fuera superior”. El comentarista económico Noah Smith estimó el cociente intelectual de Musk en más de 130, una cifra deducida a partir de su calificación en el SAT. Una captura de pantalla que circula muestra que Fox News ha fijado la cifra en 155, citando a Sociosite, un sitio web basura. El encuestador Nate Silver supuso que Musk es “probablemente incluso un ‘genio’”, y teorizó que puede que no siempre lo parezca porque, como dijo en X, “los cocientes intelectuales altos sirven como multiplicador de fuerza tanto para los rasgos positivos como para los negativos”. Cuando especulamos sobre el CI de Musk, ¿de qué estamos hablando realmente?

No de su puntuación en un test de inteligencia; si alguna vez se ha sometido a un test de este tipo, sus resultados no se han hecho públicos. Su “cociente intelectual” se extrapola a partir de su éxito, su riqueza, su biografía y su presentación personal. Asignarle una cifra elevada sirve para explicar su vertiginoso ascenso en la industria tecnológica y, ahora, en el gobierno. Ese razonamiento da vueltas y vueltas. Tiene dinero y poder, por lo que debe ser inteligente; tiene mucho dinero y poder, por lo que debe ser muy inteligente.

Cuando Trump posó con Musk ante la Casa Blanca en marzo, con un concesionario improvisado de Tesla montado en el césped, el presidente imploró a los estadounidenses que compraran los coches y aseguró la relación entre la inteligencia de Musk y su éxito. “Tenemos que cuidar de nuestra gente con alto cociente intelectual”, dijo, “porque no tenemos demasiados”.

Durante más de un siglo, los psicólogos han debatido hasta qué punto un test de CI es capaz de medir el intelecto inherente de una persona (y si tal cosa existe siquiera). Ahora, el “CI” se ha desvinculado del propio test y se utiliza en el discurso para dar un brillo científico a la consolidación de una nueva élite política.

El “CI” es el término elegido por quien no solo se cree listo, sino que se cree más listo que los demás. Los estadounidenses llevan mucho tiempo obsesionados con el CI y las clasificaciones humanas que facilita, pero rara vez se manifiesta esa fijación de forma tan clara, tan incesante y a niveles tan altos. Para algunas de nuestras personas más poderosas, el CI ha llegado a ser la medida totalizadora de una persona, y una justificación del poder que reclaman.

Trump ha pasado gran parte de su segundo mandato clasificando a los seres humanos en “individuos de bajo CI” (Kamala Harris, el diputado Al Green) e “individuos de alto CI” (los impulsores de las criptomonedas, Musk, el hijo de 4 años de Musk).

Pero la fascinación del público por el CI es más amplia. (Robert F. Kennedy Jr. se ha opuesto a la fluoración del agua del grifo, alegando que provoca una disminución del cociente intelectual). El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk busca aspirantes con un “CI superalto”. El vicepresidente JD Vance ha insultado al ex diplomático británico Rory Stewart en X, escribiendo que “tiene un CI de 110 y cree que tiene un CI de 130”. En febrero, un alto funcionario del gobierno de Trump pidió a los empleados de la Oficina del Programa CHIPS que facilitaran sus puntuaciones del SAT o su CI.

El interés por exprimir el cociente intelectual mediante entrenamiento y suplementos tiende un puente entre la manosfera y el internet para padres. Andrew Tate, un autoproclamado “misógino” e ídolo de la masculinidad en línea que se enfrenta a cargos de tráfico de personas en el Reino Unido y Rumanía, afirma tener un CI superior a 140 y predica en un pódcast sobre cómo “recablear tu cerebro para un éxito implacable”. Nucleus, una start-up de pruebas genéticas respaldada por el cofundador de Reddit Alexis Ohanian y el capitalista de riesgo Peter Thiel, causó revuelo el año pasado con una prueba que supuestamente calcula una “puntuación de inteligencia basada en tu ADN”. Como señaló recientemente el escritor Max Read, algunos usuarios de X han empezado a preguntarse, aparentemente en serio, cómo experimentan el mundo las personas con “bajo coeficiente intelectual”, como si fueran fundamentalmente menos humanas.

Tales fijaciones son una larga tradición estadounidense, y están volviendo a alcanzar su punto álgido ahora en un momento clave de la historia: en la consumación entre el capitalismo de Silicon Valley y el poder político de derecha.

Un sistema de clasificación humana
Las pruebas de inteligencia no surgirían hasta el siglo XX, y la abreviatura “CI” en 1922, pero una primera métrica de la inteligencia fue establecida por Francis Galton en su libro de 1869, Hereditary Genius. Galton, primo de Charles Darwin, fue uno de los principales defensores del darwinismo social, un esfuerzo pseudocientífico por organizar la sociedad humana en torno a la promoción de la “supervivencia del más apto”.

Galton fundó tanto la ideología de la eugenesia como el campo de la psicometría, es decir, la aplicación de medidas objetivas al estudio de la psicología humana. En su libro, intentó realizar un análisis estadístico de la inteligencia humana y argumentó que era un rasgo hereditario. Dijo que los hombres “naturalmente capaces” son casi idénticos a quienes “alcanzan la eminencia”, y trazó densas conexiones genéticas entre varios jueces, estadistas y artistas ingleses ilustres. El nepotismo se convirtió en prueba de superioridad inherente.

Luego llegó el test de inteligencia, que formalizó la naturaleza científica de la investigación, o al menos su sensación científica. En 1905, el psicólogo francés Alfred Binet, junto con el psiquiatra Théodore Simon, desarrolló la primera escala de inteligencia para identificar a los escolares que necesitaban una instrucción correctiva. En 1916, el eugenista estadounidense Lewis Terman adaptó el test para crear la escala Stanford-Binet, que lleva el nombre de la universidad que lo empleó.

Los tests iniciales de Terman, organizados por edades, tenían sesgos culturales manifiestos: a los niños de 7 años se les pedía que describieran una ilustración de una niña neerlandesa llorando con zapatos de madera; a los niños de 14 años se les pedía que enumeraran tres diferencias entre un presidente y un rey; a los adultos se les pedía que interpretaran las lecciones implícitas de las fábulas. Aunque el “CI” sugiere que la inteligencia humana es una cualidad genética singular y fija, como la estatura, lo que el test determina con mayor fiabilidad es el rendimiento de una persona en un test de inteligencia.

Los resultados “siempre han producido una especie de fotografía de la estructura de clases existente, en la que los grupos económicos y étnicos mejor situados resultan ser más inteligentes y los peor situados, menos”, escribe el periodista Nicholas Lemann. La versión actual del test pretende medir el razonamiento fluido, el razonamiento cuantitativo, el procesamiento visual-espacial, la memoria de trabajo y el conocimiento acumulado, quizá no por casualidad, las mismas formas de inteligencia que se valoran en la industria tecnológica.

En su historia de 2023 Palo Alto, Malcolm Harris escribe sobre Stanford como una institución construida sobre el pensamiento eugenésico. Antes de que Leland Stanford fundara la Universidad de Stanford, estableció lo que denominó el “Sistema de Palo Alto” para clasificar, entrenar y criar caballos de carreras superiores a un intenso ritmo de producción, un sistema que a veces provocaba la rotura de los tendones de los potros más débiles, pero que tenía la ventaja de eliminar a los caballos inferiores antes de invertir demasiado en su desarrollo. Una vez que Stanford aplicó este sistema de castigo a los logros humanos, sembró en Silicon Valley —y en los Estados Unidos a los que fue dando forma— una obsesión de un siglo de duración por la puntuación de la inteligencia.

El test de Binet-Simon tenía un objetivo integrador: los niños discapacitados de Francia corrían el riesgo de ser trasladados a centros psiquiátricos; al clasificar a todos los alumnos en la misma escala de inteligencia, se podía mantener a esos niños en las escuelas y recomendarles una educación adaptativa.

Pero la escala Stanford-Binet se generalizó en un test de inteligencia que podía utilizarse para medir y clasificar a todos los seres humanos, y asignarles una puntuación relativa a una norma de 100. Pronto Terman inscribió a su propio hijo Frederick en un estudio sobre niños “genios” y vendió sus hallazgos al ejército estadounidense.

Fue Estados Unidos el pionero en el uso del CI con fines punitivos, utilizando las puntuaciones bajas para denegar la entrada en el país a determinados inmigrantes, esterilizar por la fuerza a personas discapacitadas y empujar a soldados de bajo rango a la línea de fuego mientras se elevaba a puestos de oficiales a los que obtenían puntuaciones altas.

Aunque los crímenes de la Alemania nazi comprometieron la popularidad mundial de la eugenesia y fomentaron la desautorización de la palabra, las victorias británica y estadounidense en la II Guerra Mundial también sirvieron para refrendar el uso de los tests de inteligencia en la organización de la guerra y, de forma más general, en la identificación de las élites.

En 1958, el sociólogo británico Michael Young utilizó el término “meritocracia” para describir una sociedad emergente organizada en torno al “mérito” como nueva justificación del poder jerárquico, que definió como una combinación de puntuaciones de CI y esfuerzo. Su obra satírica, The Rise of the Meritocracy, fue escrita desde la perspectiva de un futuro sociólogo (también llamado Michael Young) que deseaba preservar la meritocracia frente a sus críticos.

Pero el verdadero Young era más escéptico. “Si la cultura general animara a los ricos y poderosos a creer que merecen plenamente todo lo que tienen, qué arrogantes podrían llegar a ser”, escribió, “qué despiadados a la hora de perseguir su propio beneficio”.

Young sugirió que la idea meritocrática era tentadora para los padres a quienes se les habían negado los placeres del éxito, pero que, sin embargo, podían invertir en la posibilidad de que sus hijos, o los hijos de sus hijos, fueran juzgados lo bastante inteligentes y trabajadores como para reclamarlos. Cuanto más frustrados estaban con los resultados de sus propias vidas, más maníacos se volvían por asegurar las oportunidades de sus hijos.

Cuando la inteligencia es una mercancía
Veo ecos de las ideas de Young en el internet para padres, que se apodera de su entusiasmo por los suplementos que supuestamente fortalecen el cerebro y los consejos granulares para el desarrollo infantil. En cuanto di a luz a mi primer hijo, me inundaron las redes sociales con consejos para padres y marcas de juguetes inspirados en Montessori. Puntuaban sus argumentos de venta con emoticones de cerebritos rosas, como si quisieran sugerir que sus productos podían infundirse en el mismo órgano.

Los videos de Baby Einstein de la década de 1990, en los que las marionetas y los juguetes se ambientaban con música clásica, parecen totalmente descerebrados en comparación. Es concebible que cualquier actividad de la vida —destete, alimentación, masaje— pueda aprovecharse ahora para optimizar el cerebro de los niños pequeños, asegurando a los padres inteligentes que, con suficiente esfuerzo, sus hijos pueden convertirse en pequeños genios.

Young describió a los padres de mediados de siglo que intentaban evitar la “movilidad descendente” obsesionándose con amplificar el cociente intelectual de sus hijos. Tiene sentido que los milénials —una generación estadounidense para la que la movilidad económica descendente es probable— se adhieran al proyecto con especial celo.

Mientras los padres se afanan por acaparar los últimos restos de ventaja meritocrática, el propio discurso en torno a la inteligencia se está adaptando a los juegos de poder bruto de la élite de Silicon Valley. La nueva y burlona invocación del CI anuncia, quizás, que la meritocracia ha llegado a un punto de ruptura. El esfuerzo sincero y directo está fuera de lugar. También lo está el test de CI. El número de una puntuación de CI imaginaria no se refiere a nada, pero es un indicador adecuado de la confluencia del poder político y tecnológico, el lugar donde la postura política se encuentra con la producción capitalista.

Trump hizo eco del Sistema de Palo Alto (y de los programas eugenésicos que engendró) en un mitin de victoria en enero, en el que declaró que el hijo de 4 años de Musk es muy inteligente, no porque tenga una visión particular del desarrollo infantil temprano, sino porque sabe quién es el padre del niño. “Si creen en la teoría del caballo de carreras, él tiene un hijo simpático e inteligente”, dijo Trump.

Al mismo tiempo, el resurgimiento del insulto “retrasado” sirve de contundente apoyo a la obsesión por los genios. El término fue en su día un diagnóstico médico extraído de las escalas de inteligencia, antes de transformarse en peyorativo y convertirse finalmente en algo inaceptable en los años ochenta. Pero ahora puede oírse de nuevo en el discurso de ciertos capitalistas de riesgo, agentes políticos, conductores de pódcast y comediantes por igual. En su uso actual, el insulto se burla de las personas discapacitadas, marca a los oponentes políticos como intrínsecamente inferiores y señala el ascenso de una nueva élite a la que no se aplican las antiguas normas de urbanidad.

Hay una sensación de totalidad en el CI, el número que determina todos los demás. Su particular destilación de la inteligencia —un conjunto de capacidades de procesamiento, memoria y alfabetización— solo ha adquirido mayor relevancia a medida que el capitalismo estadounidense se ha transformado en una economía de la información, en la que la producción se centra cada vez más en la manipulación de códigos y datos en lugar de palancas y arados.

También halaga al oligarca de la tecnología, quien ahora se encuentra en una posición de gran influencia política. Sin embargo, no se contenta con reclamar simplemente el estatus de nerd enclenque. Un CI alto funciona como un sistema de clasificación humana de uso general, que implica invencibilidad, prosperidad y virilidad. Figuras como Musk, Thiel y Sam Altman han invertido en empresas de biotecnología y gambitos de longevidad que pretenden convertir el conocimiento en formas físicas sobrehumanas, convirtiendo a los hombres inteligentes en hombres fortachones y produciendo herederos genéticamente optimizados.

Resulta apropiado que el producto que Silicon Valley pretende vender ahora por encima de todos los demás se llame inteligencia artificial: una visión del intelecto refinado en pura mercancía, que puede privatizarse y venderse.

Los promotores de la IA están ansiosos por anunciar el momento (inminente, nos aseguran) en que la inteligencia artificial igualará o superará las capacidades humanas. Todo este concurso de élite para medir la inteligencia prepara el terreno para que el líder tecnológico de “alto cociente intelectual” se haga con la propiedad del concepto de inteligencia en sí mismo y, en última instancia, someta a todas las personas a su control. Como Musk publicó recientemente en X, la plataforma de la que es propietario: “Cada vez parece más que la humanidad es un cargador de arranque biológico para la superinteligencia digital”.


sábado, 19 de abril de 2025

_- Qué es la colina, el nutriente que es vital para nuestro cerebro (y en qué alimentos se encuentra)

Ilustración de un cerebro y un huevo


_- Este compuesto se ha relacionado con un mejor rendimiento cognitivo y una reducción de la ansiedad, pero ¿consumes suficiente? 

 Puede que no hayas oído hablar de la colina, pero los estudios demuestran que es crucial para nuestra salud en diversas etapas de la vida.

La colina no es una vitamina ni un mineral; es un compuesto orgánico vital para el funcionamiento saludable del sistema nervioso humano.

Ahora hay evidencia emergente de que consumir más colina puede tener una amplia gama de efectos poderosos, desde mejorar el rendimiento cognitivo hasta proteger contra trastornos del desarrollo neurológico, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la dislexia.

Este nutriente también parece desempeñar un papel importante en el desarrollo neurológico humano. De acuerdo a un estudio, los bebés cuyas madres tomaron suplementos de colina durante el embarazo dieron a luz a niños con mayor velocidad de procesamiento de la información, un indicador de un funcionamiento cognitivo saludable.

Los científicos afirman que la colina es un nutriente maravilloso, pero que se ha pasado por alto en gran medida. ¿De dónde proviene la colina? ¿Consumes suficiente?

Un nutriente crucial

Cada célula de nuestro cuerpo contiene colina, afirma Xinyin Jiang, profesora de ciencias de la salud y la nutrición en el Brooklyn College de Nueva York, EE. UU.

La colina es un nutriente esencial, lo que significa que la necesitamos para nuestra salud, pero nuestro cuerpo no produce suficiente por sí solo. En cambio, necesitamos obtener parte de ella a través de la dieta.

En ese sentido la colina es similar a los ácidos grasos omega 3, aunque en realidad está estrechamente relacionada con las vitaminas del complejo B, afirma Emma Derbyshire, fundadora y directora ejecutiva de la consultora Nutritional Insight.

La colina se encuentra principalmente en alimentos de origen animal, como la carne de res, los huevos, el pescado, el pollo y la leche, pero también en los cacahuetes o maníes, habas rojas, champiñones y verduras crucíferas (que incluyen todos los tipos de coles, repollos y rábanos) como el brócoli, la coliflor y el nabo; aunque los alimentos de origen animal tienden a contener más colina que los vegetales.

Necesitamos colina para numerosas funciones corporales, incluida la función hepática. No tener suficiente puede causar diversos problemas.

"La colina ayuda a transportar la grasa fuera del hígado, y cuando una persona tiene deficiencia de ella, puede desarrollar hígado graso", dice Jiang.

porotos de soja

porotos de soja

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La soja puede proporcionar una rica fuente vegetal de colina, con 120 mg por cada 100 g.

La colina también ayuda al cuerpo a sintetizar fosfolípidos, el componente principal de las membranas celulares. Una deficiencia de este nutriente puede afectar la expresión de genes involucrados en el proceso de multiplicación celular. Durante el desarrollo fetal la deficiencia de colina puede ser particularmente perjudicial, ya que inhibe la proliferación celular en el cerebro.

El papel de la colina en el cerebro es crucial; de hecho, es principalmente un "nutriente cerebral", según Derbyshire.

La colina es necesaria para que nuestro cuerpo produzca el neurotransmisor acetilcolina, una sustancia química que transporta mensajes del cerebro al cuerpo a través de las células nerviosas.

La acetilcolina desempeña un papel fundamental en las células nerviosas del cerebro, esenciales para la memoria, el pensamiento y el aprendizaje. En un estudio con casi 1.400 personas de entre 36 y 83 años, los investigadores descubrieron que quienes consumían más colina tendían a tener mejor memoria, y que su consumo durante la mediana edad podría ayudar a proteger el cerebro.

La colina se incluye comúnmente como ingrediente en suplementos que se toman como "nootrópicos", un grupo diverso de sustancias que, según algunos, pueden mejorar el aprendizaje y la memoria.

Por otro lado, la deficiencia de colina también se ha asociado con trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y el Parkinson.

Otra forma en que la colina puede afectar al cerebro está relacionada con la salud mental. Un estudio descubrió que una mayor ingesta de colina se asociaba con menores niveles de ansiedad. En otro estudio, un mayor consumo de colina se relacionó con un menor riesgo de depresión.

Persona con la mitad de un huevo hervido en la mano

Persona con la mitad de un huevo hervido en la mano

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Las personas que comen huevos tienden a tener aproximadamente el doble de ingesta de colina que quienes no los consumen, según un estudio.

Una ingesta adecuada de colina también puede conllevar otros beneficios.

Los científicos constataron en estudios con ratones que la colina puede ayudar a reducir los niveles de homocisteína, un aminoácido que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.

Los niveles altos de homocisteína también pueden estar relacionados con la osteoporosis, y se descubrió que las personas con una mayor ingesta de colina en la dieta tienden a tener una mayor densidad ósea, un indicador de huesos fuertes y sanos con un menor riesgo de fracturas.

"La colina puede tener un efecto potencial contra la pérdida ósea", afirma Øyen Jannike, investigadora del Instituto de Investigación Marina de Noruega, quien ha estudiado la relación entre la colina y la salud ósea.

Esto puede deberse en parte a la homocisteína, añade, pero también a que la colina es un componente esencial en nuestras membranas celulares.

Los primeros 1.000 días

Está comprobado que los dos primeros años de vida de un niño son cruciales para su desarrollo, y que la dieta de la madre durante el embarazo y la lactancia influye de forma fundamental en este.

Los estudios demuestran que la colina es fundamental para el desarrollo del bebé en el útero. De hecho, los bebés nacen con tres veces más colina que sus madres, lo que, según Derbyshire, demuestra su importancia en esta etapa de la vida.

Varios estudios han descubierto que el aporte de colina en el útero se correlaciona con el desarrollo cognitivo del bebé, y sus beneficios pueden continuar durante años a medida que el niño se desarrolla.

En un estudio, las mujeres embarazadas que tuvieron la mayor ingesta de colina durante el segundo trimestre del embarazo (de la semana 13 a la 28) tuvieron hijos con puntuaciones más altas en una prueba de memoria a corto y largo plazo a los siete años.

Algunas investigaciones incluso sugieren que una ingesta insuficiente de colina durante el embarazo podría estar relacionada con el TDAH en los niños.

Niña de cerca de 10 meses

Niña de cerca de 10 meses

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Los bebés nacen con tres veces más colina que sus madres, lo que "demuestra su importancia en esta etapa de la vida". 

¿Consumimos suficiente colina?

En Europa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) estableció recomendaciones para la ingesta de colina: 400 mg para adultos, 480 mg y 520 mg para embarazadas y lactantes, respectivamente.

En EE. UU., el Instituto de Medicina estableció por primera vez recomendaciones adecuadas para la ingesta de colina en 1998: 550 mg al día para hombres y 425 mg al día para mujeres, o 450 mg durante el embarazo y 550 mg durante la lactancia.

Un huevo contiene alrededor de 150 mg de colina, mientras que una pechuga de pollo contiene alrededor de 72 mg y un puñado de cacahuetes contiene alrededor de 24 mg.

En 2017, la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) también recomendó que los suplementos vitamínicos prenatales contengan cantidades de colina determinadas según la evidencia de estudios científicos.

"Estamos observando muchos más casos de TDAH y dislexia en las escuelas y algunos son genéticos, pero también es posible que en el útero los bebés no estén recibiendo nutrientes esenciales", afirma Derbyshire.

"Estos cambios muy sutiles en el desarrollo neurológico están ocurriendo y tienen efectos más adelante. Actualmente estamos lidiando con la consecuencia de eso en las escuelas".

Jiang estudió la relación entre el aporte de colina durante el embarazo y la lactancia, y el desarrollo cerebral. "En estudios con animales cuando la madre tiene más colina, el desarrollo cognitivo de sus hijos es mejor", afirma. "Estamos empezando a encontrar resultados similares en estudios con humanos, aunque no exactamente iguales".

Alimentando al cerebro

En 2020, una revisión de 38 estudios en animales y 16 en humanos concluyó que la suplementación con colina favorece el desarrollo cerebral. Sin embargo, actualmente solo los estudios en animales muestran una fuerte relación entre la colina y una mejor función cognitiva.

El artículo no define la cantidad ideal de suplementación, pero indica que la mayoría de los estudios en humanos utilizan suplementos que aportan hasta 930 mg de colina al día (una cantidad equivalente a la colina presente en aproximadamente seis huevos de gallina), sin que se hayan reportado efectos adversos.

También puede haber personas que requieran más colina de la recomendada, afirma Øyen, como por ejemplo, mujeres posmenopáusicas que tienen niveles más bajos de estrógeno, y personas con enfermedad del hígado graso.

También sabemos, señala Derbyshire, que, debido a las diferencias genéticas entre personas, algunas pueden tener mayores necesidades de colina.

Agricultor en un tractor en una plantación de cacahuetes o maníes 

Agricultor en un tractor en una plantación de cacahuetes o maníes

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Los cacahuetes o maníes contienen altos niveles de colina, con 61-66 mg por cada 100 g de mantequilla de cacahuete. Cuando consumimos alimentos que contienen colina, esta se absorbe muy fácilmente en la sangre, afirma Jiang, lo que debería contribuir en parte a garantizar que consumamos suficiente colina.

Sin embargo, varios estudios demuestran que muchos de nosotros no consumimos la cantidad suficiente. Un estudio reveló que solo el 11 % de los adultos estadounidenses consume la cantidad diaria recomendada.

Los huevos son una de las fuentes dietéticas más potentes de colina y existe la preocupación de que quienes optan por una dieta vegana puedan no estar obteniendo suficiente de este nutriente, aunque hay muchas fuentes vegetales y los suplementos de colina son ampliamente disponibles en los países desarrollados.

Un estudio reveló que las personas que comen huevos tienen casi el doble de la ingesta habitual de colina en comparación con quienes no los consumen, lo que llevó a los investigadores a concluir que consumir la cantidad diaria adecuada de colina era "extremadamente difícil" sin comer huevos ni tomar un suplemento.

Sin embargo, la recomendación de la EFSA de 400 mg de colina al día es alcanzable para la mayoría de las personas si se planifica la dieta cuidadosamente, afirma Jiang. Algunas fuentes veganas de colina incluyen el tofu (28 mg de colina por 100 g), la mantequilla de cacahuete (61-66 mg por 100 g) y la soja (120 mg por 100 g).

Cualquier persona preocupada por no obtener suficiente colina puede tomar un suplemento diario, afirma Øyen. Mientras tanto es necesario realizar más investigaciones en animales y humanos para comprender mejor los mecanismos que subyacen a algunos de los beneficios de la colina para la salud, añade.

Sin embargo, "los médicos son cada vez más conscientes de la colina", afirma Derbyshire. Aunque a menudo parece pasarse un poco por alto, la experta en nutrición tiene la esperanza de que la colina pronto empiece a cobrar protagonismo.