martes, 30 de septiembre de 2025

Entrevista a Ignacio Ramonet «Venezuela sigue siendo el gran laboratorio político de nuestra época»

Ignacio Ramonet, periodista y ensayista, analista internacional, fue durante mucho tiempo director de «Le Monde diplomatique». En su libro «La era del conspiracionismo» analizó los mecanismos del «trumpismo» que hoy vemos extenderse a otras latitudes, desde América Latina hasta Europa. Con él hemos hablado de la crisis política de la Unión Europea y de las renovadas tensiones entre Estados Unidos y los países socialistas latinoamericanos.

Vivimos un momento de profundas y dramáticas transformaciones, que afectan todos los planos de un modelo —el capitalista dominante— en crisis sistémica, pero con la clara intención de hacer que toda la humanidad viva su agonía. Desde su punto de vista —el de un analista político refinado y de larga trayectoria—, ¿cómo interpreta esta crisis?

No estamos frente a una crisis puntual del capitalismo, sino ante su crisis civilizatoria. El sistema, en su versión neoliberal y financiarizada, ha alcanzado un punto en el que ya no consigue reproducirse sin destruir sus propias bases: el trabajo, la naturaleza, los vínculos sociales, incluso la idea de comunidad política. El capital transforma el colapso en estrategia, convierte la precariedad en norma y administra la catástrofe como si fuera un estado natural de las cosas. Su agonía es larga y violenta, y pretende arrastrar consigo a toda la humanidad. Lo que se anuncia no es solo el agotamiento de un modelo económico, sino el fin de una racionalidad histórica: la que identificaba progreso con acumulación infinita.

¿Y qué contrapesos identifica en lo que para muchos es el surgimiento de un mundo multicéntrico y multipolar, del cual, sin embargo, no se desprende una visión prospectiva clara como sí ocurría en el siglo pasado, cuando una buena parte del mundo creía en la esperanza del comunismo?

El mundo multipolar es ya un dato de la realidad, pero no es todavía un horizonte. Multipolaridad significa diversificación de centros de poder, debilitamiento de la hegemonía absoluta de Estados Unidos, emergencia de actores como China, India o Rusia. Pero eso no equivale a emancipación. En el siglo XX, incluso en medio de guerras y contradicciones, la esperanza comunista ofrecía un relato de futuro, una brújula colectiva. Hoy el multipolarismo aparece más como una negociación entre potencias que como un proyecto de humanidad. Dicho esto, en los márgenes, en los movimientos sociales del Sur global, en las resistencias feministas, indígenas y ecologistas, se insinúa otra lógica: la de una vida que no se mida por el beneficio, sino por el cuidado. Ahí reside, todavía en germen, una perspectiva esperanzadora.

Hablemos de la crisis de Europa, comenzando por la del sistema político francés, ahora inmerso en una nueva y probable caída del gobierno. ¿Cuál es su análisis de las fuerzas en juego y las posibles soluciones?

Francia encarna, de forma especialmente nítida, la crisis política europea. La V República, diseñada para garantizar estabilidad, se ha convertido en un régimen bloqueado, sin capacidad de producir legitimidad. Macron gobierna con arrogancia tecnocrática, pero también con vacío de proyecto: no habla para la sociedad, sino para los mercados y para Bruselas. Esa desconexión explica la rabia social, la fragmentación de la izquierda y el ascenso de la extrema derecha. Europa vive en Francia su propio espejo roto: instituciones que ya no representan, pueblos que no se sienten escuchados, sociedades que buscan salidas en la protesta o en el voto de castigo. La solución real exigiría una refundación democrática desde abajo, pero ese horizonte no logra todavía organizarse políticamente.

Francia es la fuerza motriz del rearme europeo, el país que lleva adelante el mayor número de proyectos financiados por el Fondo Europeo de Defensa (FED), y la Italia de Giorgia Meloni va por el mismo camino, Alemania se rearma, y los países bálticos no se quedan atrás. ¿La Unión Europea puede ser solo la del complejo militar-industrial, eternamente subalterna a Estados Unidos? ¿Y qué consecuencias puede tener en el marco de los conflictos actuales?

El rearme europeo es el síntoma más evidente de la subordinación del continente a los intereses estratégicos de Estados Unidos. Francia, Alemania, Italia o los países bálticos no se rearman para defender un proyecto propio, sino para reforzar el complejo militar-industrial bajo tutela de la OTAN. Europa invierte en armas lo que niega a la cohesión social, a la educación o a la transición ecológica. Ese desequilibrio revela una elección histórica: ser campo de confrontación y no actor de paz. Con ello, Europa no solo se militariza, sino que también se vuelve irrelevante como proyecto civilizatorio. Al abdicar de una política exterior autónoma, renuncia a su posibilidad de ofrecer al mundo otra racionalidad que no sea la de la guerra.

La crisis de las democracias occidentales está mostrando dos fenómenos en crecimiento: la desafección del electorado (principalmente el de izquierda) y el aumento de partidos xenófobos y de extrema derecha, aparentemente los menos propensos a usar las «maneras fuertes» en el plano geopolítico. ¿Cómo se llegó a este cortocircuito y cómo se sale de una trampa semejante?

El cortocircuito de las democracias occidentales tiene raíces profundas. Durante décadas, la socialdemocracia y buena parte de la izquierda aceptaron el neoliberalismo como marco inevitable. En ese momento se consumó la traición: millones de trabajadores, de jóvenes, de sectores populares se sintieron despojados de una representación real. La extrema derecha se instaló entonces como el único discurso de ruptura, ofreciendo identidades cerradas, soberanías ficticias y seguridades ilusorias. Es un relato pobre y excluyente, pero conecta con el dolor social de quienes han visto arrasados sus derechos. La salida no puede consistir en imitar ese relato, sino en reconstruir un horizonte emancipador: redistribución radical de la riqueza, democracia participativa, internacionalismo, justicia social y ecológica. En otras palabras, devolver a la política la capacidad de nombrar el futuro.

Mientras se deshilacha la posibilidad de una alternativa anticapitalista, o de democracia avanzada (lo que se llamó «el renacimiento latinoamericano» después de la victoria de Chávez en las presidenciales en Venezuela), se vislumbra la amenaza de una nueva internacional fascista, con modulaciones variadas. ¿El «modelo» europeo se está imponiendo también en América Latina?

El ciclo progresista latinoamericano, que algunos llamaron “renacimiento” tras la victoria de Chávez en 1998, abrió un horizonte inesperado en medio del dominio neoliberal: la posibilidad de una democracia avanzada, popular, inclusiva, con soberanía y justicia social. Sin embargo, ese impulso inicial encontró rápidamente límites y resistencias: el sabotaje económico, los golpes blandos, la guerra mediática y también las contradicciones internas de los propios procesos. En ese vacío vuelve a emerger un peligro que creíamos desterrado: una internacional fascista con múltiples rostros —religioso, neoliberal, militarista—, que opera en red y con fuerte inspiración europea. América Latina, que tantas veces fue laboratorio de emancipación, corre el riesgo de serlo también de nuevas formas de autoritarismo. La batalla actual es por impedir que esa racionalidad excluyente se imponga como norma, y por recuperar la audacia de imaginar un proyecto histórico propio.

¿Qué análisis hace del «laboratorio Venezuela» a la luz de los nuevos ataques imperialistas a la revolución bolivariana, pero también desde el punto de vista de las fuerzas de la transformación? ¿Cómo se inserta este «experimento» en la historia del marxismo?

Venezuela sigue siendo el gran laboratorio político de nuestra época. Allí se intenta algo que el sistema global no tolera: combinar democracia participativa, soberanía nacional y redistribución social bajo un horizonte socialista. Por eso las agresiones no cesan: bloqueo, sanciones, asfixia económica, campañas de deslegitimación. Pero también allí se han visto las formas más creativas de resistencia popular: las comunas, la autogestión, la idea de poder desde abajo. En la historia del marxismo, la experiencia bolivariana representa un intento de actualización: no repetir dogmas, sino injertar la tradición emancipadora en las realidades latinoamericanas, con Bolívar, con Chávez, con los pueblos originarios y con la memoria insurgente del continente. Es un proceso inacabado y lleno de tensiones, pero es también una prueba de que el marxismo no está muerto: muta, se reencarna, busca nuevas síntesis.

Los aparatos ideológicos de control son cada vez más sofisticados. A la guerra de IV y V generación, se acompaña la guerra cognitiva, como vemos con el genocidio en Palestina —el genocidio más televisado y al mismo tiempo el más ocultado—, pero también con la agresión a Venezuela. Y sin embargo, también vemos que, con la llegada de Trump, el ataque a los sectores populares y a las visiones que los han querido representar en el siglo pasado (el socialismo y el comunismo) es directo y frontal. ¿Cómo debemos interpretar todo esto? Vivimos en una época en la que la dominación ya no se ejerce solo con armas y ejércitos, sino con narrativas y dispositivos de control mental.

La guerra de cuarta y quinta generación, la llamada “guerra cognitiva”, consiste en modelar percepciones, fabricar consensos, naturalizar injusticias. Palestina es el caso más brutal: un genocidio transmitido en directo y, al mismo tiempo, ocultado bajo capas de manipulación mediática. Lo mismo ocurre con Venezuela y con cada proceso que desafíe el orden imperial. El trumpismo, y fenómenos afines en otras latitudes, no hacen sino desnudar esta lógica: el ataque frontal a los sectores populares y a las memorias de emancipación (el socialismo, el comunismo, las luchas obreras, feministas o anticoloniales). Lo que se busca es extirpar la idea misma de alternativa. Nuestra tarea es precisamente la contraria: preservar la memoria, sostener las resistencias y mantener viva la imaginación política de otro mundo posible.

A 100 años del nacimiento de Fanon, de Malcolm X y de Lumumba, ¿el Sur global, Palestina y África en particular (pienso especialmente en el Sahel) todavía necesitan su mensaje? ¿Tiene razón el socialismo bolivariano al apostar por la posibilidad de construir hoy al hombre y la mujer nuevos sin destruir lo que lo impide? ¿O hay que volver al machete?

A un siglo del nacimiento de Franz Fanon, Malcolm X y Lumumba, su mensaje sigue siendo imprescindible. Fanon nos enseñó que la colonización no solo ocupa territorios, sino también conciencias, y que la liberación debe ser material y psicológica al mismo tiempo. Malcolm encarnó la dignidad radical frente al racismo estructural. Lumumba simbolizó la soberanía africana en un mundo partido en bloques. Hoy, en Palestina, en África y en el Sur global, esas lecciones son vitales: sin emancipación cultural, no hay emancipación política. El socialismo bolivariano, al hablar del “hombre y la mujer nuevos”, retoma esa tradición: la de transformar al ser humano en el proceso mismo de la lucha, no después. No se trata de “volver al machete” como pura violencia, sino de reconocer que ningún proyecto emancipador puede florecer sin desmontar los dispositivos de opresión que lo asfixian. El desafío sigue siendo el mismo: liberar al ser humano en su totalidad. 

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lunes, 29 de septiembre de 2025

Los tres platos de Lara Siscar

Soy Lara Siscar, periodista y escritora. Actualmente presento informativos en TVE, escribo columnas sobre asuntos varios para Papel y artículos de libros escritos por mujeres en ZendaLibros. El pasado octubre Plaza & Janés publicó mi primera novela «La vigilante del Louvre».

Antes de eso he trabajado para productoras (muchas) y cadenas de televisión (algunas) como ayudante de producción, redactora, reportera y presentadora. Aunque lo que quería ser de pequeña era científica y bailarina. Dejé la licenciatura de farmacia en segundo y el ballet clásico a los 14 pero sigo en el camino. O al menos eso creo.

Además de licenciada en Comunicación Audiovisual por la Ramón Llull de Barcelona, soy posgrado en Crítica de cine y música pop por la URL, posgrado en Dirección de marketing por la UOC y Máster en producción y edición de contenidos en la era digital por la Universitat de València. Cambiaría todo lo que hice por haber empezado a publicar antes. Y por tener un programa de libros. Quién sabe.

Estos son mis tres sitios preferidos para comer en Valencia:

1.- Dandy Horse (C/ Antonio Suárez, 34. Mestalla) Este local es una mezcla maravillosa entre taller de bicis, bar-cafetería y restaurante. Una cosa muy loca que se ha montado una familia con mucho arte en el que sirven comida de distintos lugares del mundo, sobre todo de procedencia mexicana, y elaboran una limonada rosa que es ejemplo de lo sorprendente y mestizo del sitio. Me llevó mi amiga Yolanda, que vive arriba. Ahora siempre que voy a Valencia quedamos allí.

2.- Nozomi Sushi Bar (C/ Pere III El Gran,11. Russafa)

En el Nozomi probaron mis padres la comida japonesa por primera vez. Hacía tiempo que les despertaba la curiosidad pero no se atrevían a ir solos así que… me los llevé a este local en el que fantaseamos estar en Tokio. Fui recordando con ellos mi único viaje a Japón (hasta la fecha, volveré) mientras nos reíamos de su habilidad para sostener la comida en vilo. Son buenos con los palillos, muy buenos.

3.- Restaurante Azahar (Paseo de Neptuno, 10. Cabanyal-Canyamelar)

Siempre que me preguntan en Madrid por un restaurante de arroces les envío al Azahar. Además del gusto de pasear por la playa de las Arenas y el puerto, los compañeros saben apreciar lo raro de poder pedir un ‘arròs roig’ de categoría y con una buena relación calidad-precio. Que a veces esto último parece que se nos olvida.

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Lara Siscar sustituye a Ana Blanco y se convierte en la nueva presentadora  de Informe Semanal | Televisión
 Los Bocadillos del Mercado (I): 

Mercat Cabanyal 

Foto: Eva M. Rosúa.

 Dentro del bullebulle de un mercado, hay una especie de bares: los que forman parte de él, los que están dentro de la ballena. Bares con intensa actividad, y alto nivel de eficiencia. El cliente reposa el suspiro justo para retomar fuerzas. Y si de bocadillos hablamos ¿cuáles les distinguen?

Algo se aprende rápido de los bares dentro de los mercados: todos suelen tener el mismo nombre, poco original, como para no perderse. 

El Bar Mercado dentro del Mercat del Cabanyal, no es una excepción, pero su bocata estrella sí que lo es: pepito de ternera con mantequilla. Me los sirven en un pan bueno, aunque no es de pepito al uso. La carne fina, tiernísima, el toque de mantequilla adecuado. Delicia. Antes he podido observar como tuestan el pan en la plancha con un plato encima para aplastarlo (trucos del oficio).

Los revueltos son otras de las especialidades de este bar esquinero, con huevo, o bien salteados como el jugoso de patatas, bacon y queso cheddar o el de morcilla con queso de cabra. En Bar Mercado, si quieres llevar tu propia carne o pescado también te la preparan. Y tienen un pollo «cabreado» con picante, unas croquetas caseras, y todo lo que te pueda apetecer para que Fina (y el resto del diligente personal del otro lado de la barra) te lo prepare en un plisplás, no sin antes advertirte, cariñosa y enérgica, que guardes el móvil, que llega la comida. Porque hace falta avivar los cinco sentidos cuando estás en un mercado.

Mercat del Cabanyal. C/ Ernest Anastasio. Cabanyal-Canyamelar.

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domingo, 28 de septiembre de 2025

Cartas al director

"Cuando eres mamá de un niño con discapacidad, solo quieres que cuando crezca sea autónomo y tenga una vida tranquila. No hay más. Pero ahora que ha comenzado el cole. se une un deseo con bastante fuerza: que no le hagan daño. Yo ya he asumido que no lo puedo evitar y que, desgraciadamente, va a pasar. Ya ha pasado. La sociedad ya nos trata injustamente a las familias, nos juzga, nos aisla y pone toda la carga sobre nuestros hombros sin contemplaciones. Si ya ocurre esto con nosotros, qué no va a pasar con él. Un niño que a medida que crece, su entorno va siendo cada vez menos permisivo. Ya no dicen "déjalo que es muy pequeño". Así que solo deseo que él, mi tesoro, tenga la fuerza suficiente para resistir a este mundo tan cruel, individualista y capacitista. Que no tenga que agachar nunca la cabeza ni avergonzarse de quién es. Que lo dejen en paz 
ROCIO GONZÁLEZ MARTINEZ. GRANADA.
EL PAIS

Insulto machista en el Congreso

Los asistentes a la jornada negacionista organizada por Vox en el Congreso guardan un minuto de silencio por "todas las víctimas".
El Congreso de los Diputados acogió el jueves unas jornadas organizadas por Vox tituladas Ideología de género y denuncias falsas España / Argentina. El acto fue autorizado por la Mesa del Congreso con el apoyo del PSOE y del PP y el rechazo de Sumar. Los altavoces de la Sala Ernest Lluch amplificaron la negación de la violencia machista y la afirmación de que los hombres son víctimas de denuncias falsas de las mujeres, que se benefician de manera fraudulenta de las leyes que las protegen. La burda manipulación empezaba por el propio título. Según los datos de la Fiscalía de 2024, cuando se registraron casi 200.000 denuncias, en los últimos 15 años la media de condenas por denuncia falsa es del 0,0082%. El partido que desprecia esta realidad tiene 33 diputados y ha llegado a gobernar en cinco comunidades en coalición con el PP.

No parece ocioso detenerse aquí y recordar que el feminismo, sea cual sea su corriente, propugna un derecho fundamental: la igualdad de hombres y mujeres, recogida en la Declaración Universal de Derechos Humanos y a cuyo cumplimiento obliga la Constitución.

El panel de organizadores no dejaba dudas del contenido: una asociación que niega que exista la violencia machista y que ya había equiparado el feminismo con el nazismo en un acto en el Congreso patrocinado por Vox en marzo. La Cámara baja dio cobijo al evento de una ideología que niega esta igualdad y además divulga desin­formación sobre una realidad que ha dejado en España 1.300 mujeres asesinadas desde que hay registros, en 2003. Una de cada tres mujeres en el mundo, 736 millones, ha sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja al menos una vez en la vida. Además, difundir sospechas sobre la credibilidad de las víctimas de la violencia de género las reafirma en su miedo a no ser creídas, y constituye un ejercicio de violencia añadida y una revictimización. Todo, desde una sede institucional.

Llueve sobre mojado. En diciembre, el Senado acogió una cumbre internacional antiabortista. La Mesa lo autorizó, aunque el PSOE alegó que había sido engañado por el PP. En aquel acto se condenó el aborto incluso en caso de violación y se defendieron las terapias de conversión para homosexuales. En la jornada ultra del jueves, las formas acompañaron al fondo, con chistes sobre gais y lesbianas, sobre la identidad trans o sobre los delitos de odio. Lo escenificado durante cuatro horas fue pura provocación.

Nada de lo que se dijo es nuevo: es el discurso habitual de Vox en todo lo relacionado con cualquier forma de igualdad. Y el acto responde a la bien conocida estrategia de la ultraderecha: entrar en las instituciones y erosionarlas desde dentro, retorciendo sus normas: en este caso, la libertad de expresión y los usos parlamentarios.

Vox es el tercer grupo más numeroso del Congreso y tiene derecho a usar sus instalaciones para actos de partido. Este tipo de peticiones se autorizan con carácter general sin entrar en el contenido. Son actos en el Congreso, no del Congreso. Pero esas normas de cortesía parlamentaria están hechas por y para partidos que no desprecian a la mitad de la población. Va siendo hora de reconocer que Vox se sitúa fuera de los amplísimos márgenes de lo que la institucionalidad española considera juego político aceptable. El escenario del Congreso, aunque no sea en sesión oficial, da carta de naturaleza democrática a lo que en él se dice. En este caso, la negación de la igualdad y de la violencia. Respetar los derechos humanos no parece un límite demasiado estricto para aprobar este tipo de actos.

sábado, 27 de septiembre de 2025

_- Lectura. Más cultos, más sanos y ¿mejores? Lo que dice la ciencia sobre los grandes lectores

Una mujer leyendo en la playa de La Concha, San Sebastián
Distintos estudios han intentado, sin éxito, analizar si la lectura puede aumentar nuestra empatía. La evidencia es más clara en cuanto a su poder para potenciar la cultura y la salud mental.

Esta semana María Pombo desató una acalorada discusión literaria. La influencer madrileña publicó un vídeo en sus redes sociales en el que se vanagloriaba de tener una biblioteca tan bonita como vacía.Hay que empezar a superar que hay gente que no le gusta leer. Y encima no sois mejores porque os guste”, dijo. Y se lio. Comentarios enfurecidos glosaron su publicación, se escribieron noticias en todos los medios y encendidos debates analizaron las bondades de la lectura en miles de grupos de WhatsApp. Sus palabras tocaron una tecla porque denunciaban una supuesta superioridad moral del lector, pero también por plantear una especie de dicotomía entre libros y redes sociales. Por señalar los motivos por los que leemos o decimos hacerlo. Entre las críticas más repetidas, aquellas que lamentaban que se están perdiendo los hábitos de lectura. Pero, ¿qué es lo que dicen los datos?

Un estudio publicado la semana pasada en la revista iScience asegura que la lectura se ha desplomado un 40% en los últimos 20 años. La lectura lleva disminuyendo desde la década de 1940, pero los investigadores calificaron de “sorprendente” la magnitud de este último descalabro, superior al 3% anual. Especialmente porque el estudio definía la lectura de forma amplia, incluyendo libros, revistas y periódicos en formato impreso, electrónico o audio. Jill Sonke, coautora del estudio y profesora de Política Cultural en la Universidad de Stanford, sugiere algunas posibles explicaciones, en conversación telefónica. “Puede que se deba al aumento del uso de las redes sociales y otras tecnologías, o al mayor tiempo dedicado al trabajo debido a la presión económica”, explica. En resumen: el móvil y el trabajo mataron al libro. Y esto es un mal negocio, avisa Sonke, pues leer “puede mejorar la salud y el bienestar”, algo que difícilmente se puede conseguir pasando la tarde en la oficina o escroleando TikTok.

Llegados a este punto hay que aclarar dos detalles sobre el estudio. El primero es que los datos son de Estados Unidos, así que hay que ser muy precavido a la hora de extrapolar las conclusiones a otros países, avisa la autora. En España, la encuesta que hizo 40dB el año pasado para EL PAÍS decía que el 35% de la gente leía todos los días. Es más del doble que la cifra que da el estudio estadounidense: un magro 16%. Pero el segundo detalle que hay que destacar tampoco es menor. En la mayoría de análisis sobre lectura se pregunta directamente a los encuestados si leen libros, y estos tienden a dar una versión edulcorada de sí mismos. Todos (menos quizá María Pombo) leemos más en nuestra cabeza que en nuestra vida. El análisis de la doctora Sonke es especialmente fiable porque se basó en datos de la Encuesta Americana sobre el Uso del Tiempo, que cada año, durante 20, pidió a 236.000 estadounidenses que describieran en detalle en qué habían invertido su tiempo el día anterior. “De este modo, se reduce el sesgo de recuerdo”, señala Sonke.

Este verano se empezó a hablar mucho del lector performativo, un hombre que va a todas partes con un libro que no lee solo para hacer ver que sí lo hace. Puede que sea un cliché o cultura de internet, pero está claro que el fenómeno responde a una idea muy extendida: leer mola, está de moda, da cierto caché cultural. Se podría decir que no nos gusta tanto leer como haber leído. Pero es complicado averiguar quién lee de verdad y quién dice hacerlo.

Michel Desmurget, doctor en Neurociencia del MIT y director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia, asegura haber encontrado una forma de averiguarlo. Compara los porcentajes de lectores asiduos de un país con sus notas de comprensión lectora en informes como el de PISA (para escolares) o PIAAC (para adultos). Y cree que la diferencia es muy grande: no es que en España seamos grandes lectores, sino grandes farsantes. “Los resultados de España son como los de los países de la OCDE”, explicaba hace poco en una entrevista. “Si se tuviese un 64% o un 65% de lectores asiduos, no tendríamos un 75% de lectores con un nivel poco más que básico”. Según datos del último informe PIAAC presentado a finales de 2024, el nivel en comprensión lectora de los universitarios españoles se ha hundido en la última década. Si en 2012 alcanzó los 282 puntos, en 2023 descendió hasta los 271,9, más de 10 puntos. Un adulto español lee peor que un alumno de bachillerato de Finlandia (288), Suecia (283) u Holanda (274).

Un hombre lee en un parque en San Sebastián.Un hombre lee en un parque en San Sebastián.
 
Massimo Salgaro, filólogo germano que lleva años estudiando los efectos cognitivos y emocionales de la lectura literaria, es más prudente en sus conclusiones. Cree que con el tema de la lectura nos enfrentamos a un recurrente pánico moral. “La actitud subyacente es tan antigua como la humanidad misma”, explica en un intercambio de mensajes. “Platón condenó la introducción de la escritura; en el siglo XIX, existía el temor a la adicción a las novelas, que distraería, sobre todo, a las jóvenes de las tareas domésticas; en la década de 1950, se desató en Estados Unidos una cruzada contra los cómics“. Hoy la lectura ya no es ese nuevo invento que amenaza nuestra cultura, sino el valor a preservar frente a la novedad que supone internet. Pero siendo objetivo, dice Salgaro, es complicado hacer un balance a largo plazo. “Faltan datos fiables y comparables en la investigación sobre la lectura”, sentencia. “Y esto se debe, entre otras cosas, al hecho de que en el pasado, la ciencia y la sociedad estaban menos interesadas en esta actividad”.

Leer como hábito saludable
Esto hace que nos preguntemos por qué ha aumentado la preocupación por los hábitos de lectura. ¿Son los libros un vehículo cultural más prestigioso que otros o de verdad leer pueden tener algún efecto positivo en la salud? “No solemos pensar en la lectura como un hábito saludable, pero lo es”, señala Sonke. “Igual que hacemos ejercicio o cuidamos nuestra alimentación, leer puede ayudarnos a mejorar nuestra salud”.

La evidencia de esta afirmación es limitada, pero prometedora. Una revisión de cinco estudios publicada en 2023 en la revista PLOS One llegó a la conclusión de que leer ficción puede influir positivamente en el estado de ánimo y el bienestar, resaltando que los beneficios emergen sobre todo cuando hay reflexión y discusión. En ese sentido, los clubs de lectura se convertirían en una receta perfecta, al combinar esta reflexión con conexiones sociales.

Otro estudio, publicado un año más tarde en esa misma revista, constató cómo la lectura redujo la ansiedad, mejoró la calidad del sueño y la satisfacción vital en un grupo de 2.800 estudiantes. Pero el efecto más beneficioso podría ser su elección frente a otras formas de ocio, especialmente las digitales, que han demostrado de forma robusta tener efectos perjudiciales en la salud mental.

Leer no es algo natural: el cerebro tiene que hacer cierto esfuerzo para transformar unos trazos en letras, estas en palabras, darles un significado y combinarlas hasta crear una trama compleja y emocional. Leer, en el fondo, es fijarse en unos extraños símbolos hasta alucinar. Durante este proceso se activan las áreas del cerebro relacionadas con la visión, la comprensión semántica y la simulación sensorial. Salgaro lo explica de una forma más poética. “Según Umberto Eco, los textos literarios son mecanismos perezosos, lo que significa que la lectura requiere la participación activa del lector. Un texto literario contiene muchos elementos no verbalizados, los llamados espacios en blanco, que el lector debe llenar con su imaginación. Mediante esta actividad creativa, cada lector da vida a los personajes, imaginando sus rostros, voces, colores y atmósferas de una manera única, según sus propias experiencias y sensibilidades”. Esto hace que leer Cumbres Borrascosas sea algo completamente diferente a ver su adaptación cinematográfica, por mucho que ambas cuenten la misma historia. No es que la película sea peor que el libro, es que es peor que nuestra interpretación personal del libro; no está a la altura de nuestra imaginación.

Hay quien dice que leer ficción también podría hacernos más empáticos. A pesar de ser un acto solitario por definición, un buen libro nos pone en la piel de un personaje del que conocemos hasta sus pensamientos más íntimos. El metaanalisis más completo sobre esta materia se publicó el año pasado, y no llegó a conclusiones muy claras. “Las pruebas, tal y como están, no contribuyen mucho a justificar la convincente intuición de que los ejercicios imaginativos, sofisticados y creativos del lenguaje nos convierten en agentes morales más sensibles”, concluía. El estudio señalaba que no se puede generalizar con los libros. Ciertamente, podemos sospechar que no tiene el mismo efecto leer Madame Bovary que ojear Llados: Del Hostal Al Bugatti. A nivel de empatía no será lo mismo pasar la tarde repasando el Mein Kampf o inmerso en El diario de Ana Frank. No hay ningún estudio que lo señale, pero es algo que todo el mundo ha podido comprobar en su vida: hay gente muy leída y muy egoísta, igual que hay gente empática que no ha cogido un libro en su vida.

Hay menos dudas a la hora de concluir que leer, en general, nos hace más cultos. Distintos estudios de contenido han demostrado que hay más riqueza lingüística en un libro ilustrado para niños que en todos los corpus orales corrientes: conversaciones entre adultos, películas, programas de televisión… Esto significa que la exposición a la palabra escrita es la única manera de desarrollar un lenguaje avanzado, básico para construir pensamientos complejos. “El término primer plano se refiere a las elecciones estilísticas originales de un escritor, es decir, las desviaciones del lenguaje estándar: las figuras retóricas o las estructuras poéticas”, explica Salgaro. “El primer plano hace que las palabras sean nuevas e interesantes, sorprendiendo al lector con elecciones lingüísticas inusuales. Para un lector experimentado y motivado, esta complejidad suele ser un valor añadido; para un lector menos experimentado, puede representar un obstáculo para disfrutar del texto”.

La lectura ofrece muchos beneficios, pero no se debería reducir a una actividad productiva de la que extraer activos o conocimientos. Una de las cosas que pasan cuando estás leyendo un libro durante horas es que estás centrado en una historia durante horas. No buscas llegar al final para obtener nada, solo disfrutas del proceso sabiendo que este puede llevar días o semanas. Y eso, en el mundo acelerado y dopamínico en el que vivimos, es una rareza. Decía Carl Sagan que los libros nos permiten viajar en el tiempo y aprovechar la sabiduría de nuestros antepasados. Conectar de una forma íntima con gente que no hemos conocido jamás, de las que nos separan siglos, kilómetros y culturas. Y es cierto, los libros nos permiten conectar con otros, pero quizá lo más importante es que nos hacen conectar con nosotros mismos. 

viernes, 26 de septiembre de 2025

El mensaje galáctico

Carl Sagan, en una imagen de la Agencia Espacial Norteamericana.

En unas placas agregadas a las sondas espaciales 'Pioneer' se indica nuestra posición en el universo, así como nuestro aspecto físico

El astrofísico Carl Sagan creía en Dios a la manera científica, es decir, como el conjunto de leyes físicas que dominan el universo. Por ello, rezar a la ley de la gravedad, o al cuadrado orbital de los planetas, siempre le resultó un disparate. Tanto como ponerse a rezar a la mecánica celeste, por mucho que su nombre resulte evocador.

A muchas personas, su serie Cosmos nos ha ayudado a comprender la explosión primigenia que aceleró la vida en el universo. La serie la dieron por televisión durante el verano de 1982, cuando todavía el color no había llegado a las pantallas de muchas casas y sólo había dos canales. Con la citada serie, Carl Sagan se convertiría en un miembro más de nuestras familias, al igual que ya lo eran el comandante Cousteau y el malogrado Félix Rodríguez de la Fuente.

Además de hacerlo por televisión, Carl Sagan también divulgó sus estudios -o rezos- en forma de libro. Destacamos títulos como Los Dragones del Edén (Planeta), donde Sagan reconstruye la evolución del ser humano a partir del desarrollo de la inteligencia, o ese otro libro compuesto por tres figuras científicas como lo fueron Paul Broca, neurólogo francés del siglo XIX, Robert Goddard, pionero en la ingeniería de cohetes, y Albert Einstein. El libro se titula El cerebro de Broca (Planeta). Entre unas cosas y otras, Sagan tuvo tiempo para escribir una novela titulada Contacto (recientemente reeditada por Nova). Se trata de un emocionante relato cuyo tema principal es la existencia de vida en otros mundos. Ellie Arroway, su protagonista, es un guiño a Jill Tarter, científica estadounidense que fue directora del SETI, instituto dedicado a la búsqueda de inteligencia extraterrestre.

'Contacto' nos cuenta la historia de una mujer que lucha por hacerse un sitio en el ámbito científico; mundo donde domina la misoginia. Por otro lado, nos lleva a comprender que no estamos solos en el universo Por un lado, la novela nos cuenta la historia de una mujer que lucha por hacerse un sitio en el ámbito científico; mundo donde domina la misoginia. Por otro lado, nos lleva a comprender que no estamos solos en el universo.

Hay que señalar que la vida en otros planetas era un tema frecuente en los estudios de Sagan. Tanto fue así que, llegado el momento, se las ingenió para lograr lo más parecido al mensaje de una botella lanzado al espacio interestelar. Para ello, diseñó unas planchas metálicas junto a su esposa, la artista Linda Salzman, y su amigo, el astrónomo Frank Drake.

Tales planchas fueron agregadas a las sondas espaciales Pioneer 10 y Pioneer 11, que serían lanzadas a principios de los años setenta con el fin de transmitir imágenes desde Júpiter y Saturno. Cada una de las planchas había sido grabada con figuras descifrables para cualquier ser con suficientes conocimientos científicos. En ellas se indicaba nuestra posición en el universo, así como nuestro aspecto físico.

El informe de ambas sondas espaciales ha quedado como a continuación sigue:

Esperemos que alguna cultura extraterrestre se encuentre con las placas en las sondas espaciales y las descifre La sonda Pioneer 10 fue lanzada el 2 de marzo de 1972, llegando hasta Júpiter en diciembre de 1973. En junio de 1983 atravesó la órbita de Neptuno y a principios del 2003 se perdió su señal, mientras que la sonda espacial Pioneer 11 fue lanzada el 5 de abril de 1973, alcanzando Saturno el primero de septiembre de 1979, detectando anillos adicionales en el planeta gigante. A finales de 1995 daría por finalizada su misión.

Esperemos que alguna cultura extraterrestre se encuentre con las placas y las descifre. De ser así, tendríamos que dar las gracias a Carl Sagan por mostrar al universo que comunicarse con Dios sólo es posible haciéndolo en su mismo lenguaje científico.

El hacha de piedra es una sección donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad científica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.

jueves, 25 de septiembre de 2025

_- Alimentación. Un gran estudio confirma la relación entre seguir una dieta respetuosa con el planeta y una menor mortalidad

Dietas
Una mayor presencia de proteínas vegetales estaría asociada con mejor salud y menos efectos contaminantes

Lo que es bueno para tu cuerpo es bueno para el planeta. Un metaanálisis publicado este viernes en la revista Science Advances ha relacionado el llevar una dieta planetaria saludable (PHD por sus siglas en inglés) con un menor riesgo de mortalidad por cáncer y enfermedades cardiovasculares. También reduciría el riesgo de sufrir cáncer colorrectal, cáncer de pulmón, enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y diabetes. El análisis se hizo utilizando dos cohortes con más de 150.000 personas y un metaanálisis de 37 trabajos previos con más de tres millones de voluntarios, lo que lo convierte en uno de los más amplios jamás publicados en este campo.

En ciencia las certezas son escasas. Casi todos los estudios terminan con una coletilla recurrente: “Pero se necesita más investigación para confirmarlo”. Es lo que sucedía con la PHD, un tipo de dieta con poca presencia animal muy similar a la mediterránea. Un análisis de simulación de las directrices dietéticas de 85 países, realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, comprobó que la PHD superaba a las dietas recomendadas en todos estos lugares, tanto en beneficios para la salud como en reducción de gases invernadero. Un estudio sobre la población china demostró que el cumplimiento de la PHD se asociaba con un menor riesgo de mortalidad e investigaciones realizadas en los Países Bajos corroboraron estos hallazgos. Los estudios eran consistentes, aunque había algún resultado contradictorio. Como casi siempre, se necesitaba más investigación para confirmarlo. Es lo que viene a hacer este estudio.

“El trabajo es de gran calidad, porque combina dos de las mayores cohortes disponibles —NHANES en EE. UU. y UK Biobank en Reino Unido— con un metaanálisis de más de tres millones de participantes. Esto aporta una solidez poco frecuente en nutrición”, explica José María Ordovás, director de Nutrición y Genómica en la Universidad Tufts de Boston. En declaraciones al portal científico SMC, Ordovás apunta como posible limitación que “son estudios observacionales (no prueban causalidad) y que las poblaciones analizadas no representan todos los contextos sociales o culturales”.

A diferencia de otras dietas, que tienen un origen cultural, la PHD se creó en 2019, cuando un panel internacional de 37 expertos de 16 países —agrupados en la comisión EAT/Lancet— elaboraron un modelo de dieta que combinara la salud para el ser humano y el respeto por el planeta. Se pretendía frenar el insostenible modelo de consumo que el ser humano empezó a desarrollar a partir de la II Guerra Mundial. Fue entonces, con la cría intensiva y la ganadería industrial, cuando la carne empezó a ganar peso en nuestra dieta, al igual que los derivados lácteos y los productos ultraprocesados. Todos estos cambios afectaron al medio ambiente y a la salud de millones de personas, aunque de forma desigual. En los países en vías de desarrollo, la presencia animal es todavía reducida, mientras que en el mundo occidental, su presencia en los platos ha sufrido un aumento exponencial.

La comisión de Lancet planteó una dieta ideal basada en 2.500 kilocalorías diarias. Solo 30 de ellas deberían proceder de carnes distintas de las aves, lo que equivaldría, por ejemplo, a consumir una sola pieza (y pequeña) de ternera a la semana. La mayoría de las proteínas se obtendrían de legumbres, frutos secos, pollo y pescado. Puede que estas recomendaciones no suenen del todo ajenas en España.

Mercedes Sotos-Prieto, epidemióloga nutricional en la Universidad Autónoma de Madrid, realizó el pasado mes de febrero un estudio en el que comparaba la PHD con la dieta mediterránea, con una cohorte de pacientes en España durante 14 años. En este tiempo, una gran adherencia a cualquiera de estas dos dietas se asoció de manera similar con una menor mortalidad por todas las causas y mostró un impacto ambiental igualmente bajo.

“Ambas [dietas] comparten características similares en cuanto a estar basadas en un consumo de alimentos vegetales e integrales”, explica la experta en declaraciones a SMC. Por eso, considera que en los países mediterráneos, donde esta forma de comer ya forma parte de la cultura, ”la transición hacia este patrón podría ser más sencilla y/o complementaria (...) uno podría elegir un patrón u otro en función de sus preferencias".

El presente estudio también ofrece un retrato robot de los seguidores de esta dieta, algo en lo que coinciden la base de datos estadounidense y la inglesa: tendían a ser mayores, predominantemente mujeres; tenían un índice de masa corporal más bajo y niveles más altos de educación e ingresos. Otra característica más sorprendente es que comían más. La PHD es una dieta saludable en la que adelgazas sin pasar hambre. Esto difiere de lo visto en otros patrones alimentarios saludables, como en la dieta mediterránea, en la que una mayor adherencia se asocia a menudo con una menor ingesta de calorías. La diferencia es evidente, pero como dice el estudio “se necesita más investigación para confirmarlo”.


miércoles, 24 de septiembre de 2025

_- Pisto de temporada. Un pisto para aprovechar el mejor momento del calabacín y la berenjena. Ratatouille

Pisto
Tiempo: 60 minutos 

No es la receta canónica manchega, pero está buenísima y sirve para aprovechar la temporada de varias hortalizas 

Dificultad: 

Sofreír perfectamente las hortalizas, sin que se quemen, pero dejándolas bien tiernas. 

 Ingredientes 
Para 4 personas 
1 cebolla gorda 
2 pimientos verdes 
1 pimiento rojo carnoso 
1 calabacín bien gordo 
1 berenjena 
2 dientes de ajo 
1 pellizco de pimentón dulce 
800 g de tomate triturado 
1 buen chorro de vino blanco 
Aceite de oliva para el sofrito 
Sal al gusto 

Instrucciones 
1. Cortar la cebolla en daditos y los pimientos, despepitados, en tiras. 
Cortar la berenjena y el calabacín en dados, sin pelar. 
2. Laminar los dientes de ajo pelados. 
3. Cubrir con aceite de oliva el fondo de una sartén o cazuela amplia y sofreír la cebolla hasta que esté transparente. 
4. Añadir los pimientos en tiras y sofreír suavemente hasta que cambien de color; no tienen que tostarse. 
5. Agregar la berenjena y el calabacín, remover bien para que se impregnen del aceite y sofreír hasta que ambos estén blanditos (si se tiene freidora de aire, se puede asar la berenjena y el calabacín con un chorro de aceite y sal, mientras se acaba el sofrito del pimiento). 
6. Cuando todas las hortalizas estén melosas, sofreír el ajo hasta que pierda el sabor a crudo, agregar el pimentón y darles unas vueltas con el conjunto. 
7. Verter el tomate triturado y el vino; reducir a fuego lento hasta que el tomate espese al gusto de cada cual. 
Sazonar con sal al gusto y listo.

martes, 23 de septiembre de 2025

María San Miguel, actriz y dramaturga: “No entiendo cómo una democracia puede sostenerse con muertos bajo su tierra”

María San Miguel en Valladolid, el 22 de agosto de 2025.
La directora estrena ‘Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva’, en la que entra de lleno en la cuestión de la memoria histórica

María San Miguel (Valladolid, 1985) creció con la historia que contaba su abuela Arsenia que, con 14 años, tuvo que ir a recoger el cuerpo de su padre fusilado por las tropas franquistas. De las exhumaciones de los restos de las víctimas enterradas en las carreteras, entre ellos los de su tatarabuela, nació su interés por la memoria y los temas como dramaturga. Licenciada en periodismo y creadora de una trilogía teatral sobre el conflicto vasco con su compañía Proyecto 43-2, San Miguel llega al Teatro del Barrio de Madrid, el próximo 7 de septiembre, con su montaje Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva, en el que partiendo de los silencios en torno al poeta Federico García Lorca, asesinado hace ahora 89 años, entra de lleno en la cuestión de la memoria histórica. El proyecto, un encargo de la Diputación de Granada que se estrenó en el patio de la casa de Lorca en Valderrubio (Granada), tiene también formato podcast de cinco capítulos, para el que ha utilizado todo el material documental reunido.

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Pregunta. Con 17 años asistió a la exhumación de los restos de su tatarabuela. ¿Cómo vivió ese momento?
Respuesta. La historia de mi abuela Arsenia la conocía porque ella misma la contaba. Lo que no sabía es que a su propia abuela también la habían fusilado. Recuerdo ir con mis padres a un pinar, cerca de un pueblo de Valladolid y sentir una emoción tremenda al ver como apartaban la tierra y encontraban sus huesos. Fue algo muy impactante. Fue un momento clave, porque ahí nace mi interés por la memoria y por los temas para tratar como dramaturga.

P. ¿Cómo se vive el hecho de ser familiar de un desaparecido en una fosa común?
R. Lo vivo con incomprensión. Me pregunto cómo es posible vivir con normalidad en un país teniendo a tantos miles de desaparecidos y desaparecidas. No entiendo como una democracia puede sostenerse con muertos bajo su tierra.

Hacer teatro independiente en nuestro país es agotador. He vivido decepciones personales y profesionales muy grandes

P. ¿Y cómo ha influido su experiencia personal en su teatro?
R. Desde los 17 años he querido hablar de esto en un escenario, pero no se ha dado la ocasión hasta que la Diputación de Granada me invitó a acercarme al silencio que hay en Valderrubio en torno a Federico García Lorca. Estaba a punto de abandonar el teatro. Todos los fantasmas que viven bajo tierra me vinieron a salvar de ese momento que estaba viviendo, unido a que Federico está en la raíz de mi formación teatral y en mi manera de entender el teatro.

P. ¿Por qué quería dejar el teatro?
R. En los últimos años me han pasado muchas cosas, algunas personales, como la muerte de mi padre. Hacer teatro independiente en nuestro país es agotador. He vivido decepciones personales y profesionales muy grandes.

P. ¿Cómo cuáles?
R. No quiero abundar más en ello. Quizás algún día tomando un vino.

P. Se acaban de cumplir 89 años del asesinato de Lorca. ¿Hay todavía un manto de silencio sobre ello?
R. Hay silencio sobre el contexto y lo que realmente sucedió en este país con el golpe militar que fue un genocidio pensado. Este proyecto es una investigación del silencio en torno a su desaparición. Se sabe que fue asesinado, pero Lorca, como 114.000 personas más, es un desaparecido forzoso.

P. ¿A qué cree que se debe?
R. Al absoluto terror con el que los golpistas y luego la dictadura generó en la población y a toda la propaganda para extender el terror y el silencio. Para mí hay una pedagogía de la crueldad cuando asistes a una exhumación. Cuerpos arrojados de cualquier manera con lesiones en el cuerpo y tiros en la nuca.

Los hijos de las personas desaparecidas están muriendo. El duelo colectivo como país no se ha cerrado. Es un trauma que se hereda

P. ¿Ha sido Lorca un personaje instrumentalizado?
R. Hay cierto sector de la ultraderecha decidido a instrumentalizarlo, señalando que, por ejemplo, le gustaban los toros, pero sin contar por qué fue asesinado. Por otro lado, la izquierda siempre ha sido cobarde en reivindicar a nuestros muertos que, por otra parte, son de todos, seas de la ideología que seas.

P. La obra habla del profundo miedo y la represión que siguió al asesinato del poeta. ¿Cómo se traslada ese miedo al mundo de hoy?
R. Hay todavía mucho silencio. Yo he crecido con esa sensación en el discurso público de que no se podía hablar de determinados temas porque se removían ideas y temas como la guerra civil, que, por otra parte, se ha tratado muy poco tanto en el teatro como en el cine.

P. Después de tantos meses de inmersión en el universo de Lorca. ¿Qué sensaciones le deja?
R. La de ser una privilegiada. Uno de los mejores regalos de mi carrera ha sido el de trabajar con el equipo científico de la Universidad de Granada que trabaja en el barranco de Víznar. He descubierto a personas cuyo motor de vida es la pasión y el compromiso por Granada y los pueblos lorquianos.

P. Habla de Federico y no de Lorca. ¿Qué es para usted Federico?
R. Me refiero como Federico para traerlo a la tierra como representante de tantos miles de hombres y mujeres que siguen enterrados en cunetas y carreteras. Leo a Federico desde que aprendí a leer. Me ha marcado mucho no solo su obra, sino su visión política y teatral, su militancia política y sus ideas por llevar la cultura a todos los rincones de España con su compañía La Barraca.

P. La obra da pie a hablar de otras historias, de otras víctimas de la dictadura franquista. ¿Siguen olvidadas?
R. Sí, sobre todo siguen enterradas, literalmente, cosa que es gravísimo en una democracia.

P. Su trayectoria como dramaturga está centrada en la realidad. ¿Qué teatro busca?
R. El que tenga sentido hacer en este mundo que vivimos. En este espectáculo he pensado mucho cómo escribir y que contar para seguir despertando emociones y preguntas. Es muy complejo en un mundo de tantas imágenes, pero con tanta desesperanza, como el genocidio en Palestina, las políticas de Trump o el ascenso de la ultraderecha. Mi teatro piensa en los huecos, en las narrativas disidentes, en las historias que no tienen voz.

La Ley de Memoria Histórica está siendo devaluada en muchos ayuntamientos y comunidades gobernados por la derecha y la ultraderecha

P. La Ley de Memoria Histórica data del año 2007, con Zapatero como presidente del Gobierno. ¿Cree que llegó tarde?
R. Tardísimo. No puedo entender como en los gobiernos de Felipe González, con la mayoría absoluta de 1982 no empezaron a desenterrar a los muertos. Quizás ahora viendo en lo que se ha convertido Felipe González lo entiendo un poco más. Los hijos de las personas desaparecidas están muriendo. El duelo colectivo como país no se ha cerrado. Es un trauma que se hereda.

P. Esta ley está siendo devaluada en muchos ayuntamientos y comunidades gobernados por la derecha y la ultraderecha. ¿Qué siente ante ello?
R. Impotencia, dolor y muchísima rabia.

P. ¿Confía en que algún día se encuentren los restos de Federico García Lorca?
R. Lo que me gustaría realmente es que no dependiera de quien gobierna este país para exhumar a todas las víctimas, incluido Federico.

lunes, 22 de septiembre de 2025

_- Noches de verano en Mallorca

Mallorca
Lugares recónditos, cultura ‘wellness’, diseño y artesanía local toman el pulso a un mapa hotelero más vibrante y lujoso que nunca en la isla balear

Reconocible por una anatomía muy diversa que define lo que es el Mediterráneo, entre pueblos de piedra, la agreste Tramuntana y playas de arena fina y aguas claras, Mallorca tiene ese don inescrutable de convertir cada lugar, por muy recóndito que sea, en una postal. La tierra que una vez entrelazó las crónicas de George Sand con los acordes de Chopin es una caja de parajes sorprendentes, una carta que la hotelería más exclusiva ha sabido jugar a su favor para asentar propuestas que unen bienestar con diseño y artesanía local.

La primera parada de este mapa hotelero nos lleva al corazón de la isla balear, a una antigua possesió del siglo XIII en la sierra de Tramuntana. En esta finca, cuyo origen se remonta a una alquería árabe, se erige Son Bunyola Hotel & Villas, propiedad del empresario británico Richard Branson y perteneciente a la colección Virgin Limited Edition. Un hospedaje en el que el destino acapara tanto protagonismo como su histórica planta con una gran torre medieval, una antigua almazara que ocupa ahora el restaurante Sa Tafona, en el que despachan recetas ancestrales, o el huerto que abastece de verduras y legumbres de temporada a la cocina con acento mallorquín de la chef Brenda Lisotti. Con vistas privilegiadas a la península de Sa Fora dada, su vasta extensión de más de 300 hectáreas invita a embarcarse en todo tipo de experiencias entre mar y montaña, además de relajarse en el único spa de las islas bajo la tutela de la marca francesa Olivier Claire.

Sin salir de esta reserva natural protegida por la Unesco que conocieron literatos como Agatha Christie o Robert Graves, The Lodge es ese refugio en el que pernoctar en la naturaleza sin escatimar en comodidades. Edificada entre almendros, algarrobos y olivos centenarios, la histórica arquitectura de sus cimientos que preside una gran tafona enaltece el mayor campo de lavanda de todas las Baleares, que desde esta temporada sirve también de escenario para las cenas de los sábados. Música en directo y una puesta de sol que compiten con el aroma malva acompañan a la propuesta de la mallorquina Margalida Moya, chef del restaurante Singular del hotel, basada en cocina de fuego y producto de cercanía. Esa recompensa tan ansiada tras una jornada de caminatas, rutas en bici o caballo, clases de yoga, salidas en kayak o incluso de espeleología diseñadas por el complejo entre montañas y la escarpada costa.

Vista del Son Bunyola Hotel & Villas, en Mallorca.
 

Vista del Son Bunyola Hotel & Villas, en Mallorca.

A unos 30 kilómetros atravesando la isla se encuentra el tesoro escondido de Finca Serena, en la localidad de Montuïri. Perteneciente también a la cadena Único Hotels, que lidera el hotelier barcelonés Pau Guardans, comparte además con The Lodge un interiorismo minimalista inspirado en la propia Mallorca. Ese llamado lujo silencioso que la serie Succession exportó al mundo hace años parece ceñirse a la estética sin elementos superfluos que compuso la interiorista Pilar García-Nieto en este hospedaje solo para adultos.

Un acogedor escondite que prima la privacidad de sus clientes frente a la casa centenaria principal y otras edificaciones repartidas por la finca, con un jardín nutrido de árboles frutales que miran al Pla de Mallorca y sus propios viñedos, además de un premiado espacio de wellness en el que mimar cuerpo y mente.

 
Ensaimadas del desayuno en el hotel Son Antem.

Ensaimadas del desayuno en el hotel Son Antem. Miguel Merino (MSTUDIO)

No muy lejos de los campos de lavanda aguarda otra joya de la Tramuntana, Ca’n Beneït. En pleno valle de Binibona, conocido por sus casas de piedra, este alojamiento de tan solo 10 habitaciones ocupa los antiguos establos y talleres de la parcela, donde el silencio solo se rompe con el susurro del viento o el repique de las campanas. Hace siglos, cuando sus piedras centenarias ya ocupaban otra almazara en la que aún se elabora aceite de oliva virgen, sirvió de hogar para viajeros errantes. Ahora, en forma de suites y una villa privada con piscina independiente, consigue captar esa calma mallorquina que tanto se anhela al llegar a la isla, ya sea con rituales relajantes en su spa, catas de vino, paseos por el jardín perfumado de plantas aromáticas o su carta de temporada en el restaurante Mirabona.

Los lugareños protegen el sureste de Mallorca como un preciado secreto, aún desconocido por el turismo masificado. La Reserva Rotana, construido sobre otra finca histórica del siglo XVII, es uno de los reclamos de la llamada Toscana mallorquina. Aquí los atascos interminables dan paso a una morada con el encanto local de la piedra seca y las vigas de madera. Fundada en 1997 por Juan Ramón Theler y su esposa, la princesa Loretta zu Sayn-Wittgenstein, funcionó durante décadas como un refugio de la jet set europea. Este 2025 vuelve a brillar con el mismo esplendor bajo un proyecto de interiorismo que combina la comodidad de un hotel de 5 estrellas con una estimulante agenda, para que sus huéspedes disfruten de su retiro sin salir del complejo. Además de los dos restaurantes con sabor local que regenta Christian Denz, chef alemán con más de 25 años de experiencia, ofrece actividades para toda la familia entre su campo de golf, pistas de tenis, los viñedos que le confieren ese carácter toscano y un centro de bienestar; un lugar también para disfrutar de un pícnic improvisado o de los animales que habitan en libertad, como burros, cabras o tortugas.
 
Una de las 'suites' de The Lodge, en Mallorca.

Una de las 'suites' de The Lodge, en Mallorca. Cabes

Rumbo al sur, los entusiastas del golf podrán resarcirse en Hacienda Son Antem, situado en Llucmajor, el municipio más grande de Mallorca. Perteneciente a la cadena ACHM de Marriott, cuenta también con dos campos dedicados a este deporte, pistas de tenis, vóley-playa y zona de wellness con aguas termales.

Ya en la costa, dentro de la emblemática fortaleza Cap Rocat que vigilaba la bahía de Palma, el hotel del mismo nombre es un referente del interiorismo mallorquín. Proyectado por el estudio local Antonio Obrador, que preservó la singularidad arquitectónica del complejo, su imponente entrada se mimetiza con el entorno natural que lo sustenta. Un puente entre historia y modernidad galardonado por los premios Europa Nostra, que alberga un spa a 12 metros de profundidad que ilumina los rayos de sol a través de su cristalera.

En la línea costera hacia el parque natural de Mondragó, cerca del yacimiento arqueológico de Closos de Can Gaià, el diseño de autor es también la gran baza del hotel Ponent Beach, perteneciente a la cadena Barceló. Este tranquilo y funcional alojamiento a pie de playa, con acceso exclusivo a la cala Ferrera, ha sido renovado recientemente por el interiorista Lorenzo Castillo con tres suites inspiradas en el turquesa del mar y los tonos vibrantes que se divisan desde la ventana junto al taller mallorquín Teixits Vicens. El mobiliario y las telas de las estancias son un reflejo de la artesanía local que practica esta empresa familiar desde 1854 bajo la técnica de teñido ikat, además de otros objetos decorativos que transmiten la luz única del Mediterráneo. Un homenaje, revela el propio Castillo, “a Mallorca, a su belleza natural y serenidad”.

Plato de la carta del Hotel Son Bunyola Villas en Mallorca.
 



Plato de la carta del Hotel Son Bunyola Villas en Mallorca.

A menudo cuesta competir con sus aguas cristalinas y recónditos acantilados, pero la ciudad de Palma se merece siempre una estancia en el periplo balear. El hotel Victoria Gran Meliá (avenida de Joan Miró, 21), pionero en el lujo urbano de la isla desde que abrió sus puertas en los años veinte como Villa Victoria, ha estrenado nuevo rostro esta primavera tras una meticulosa renovación. Lugar de referencia para artistas y personalidades entre las décadas de los años cincuenta y setenta, nació como extensión del Gran Hotel de Palma, que fue testigo de las noches más sofisticadas de esta época y un reflejo del estilo de vida palmesano. El estudio de arquitectura ASAH, que lideran Álvaro Sans y su hija Adriana, ha devuelto el brillo de entonces al edificio bajo un prisma contemporáneo, que incluye el nuevo Victoria Grand Café con desayunos relajados y cenas, además de una renovada terraza en la que socializar al atardecer.

El revuelo final lo pone la cadena Four Seasons, que acaba de completar su ambicioso proyecto en el icónico Formentor a cargo de Estudio Lamela, el mismo que hizo realidad su coloso madrileño. En medio de 40 hectáreas de bosques y exóticos jardines, esta villa privada garantizará la desconexión a sus huéspedes entre suites con piscinas independientes y spots gastronómicos como un chiringuito pop up, una heladería artesanal o el restaurante de estilo nikkei Shima. ¿El escenario de la próxima temporada de The White Lotus? Quién sabe…

Direcciones

Son Bunyola: virginlimitededition.com

The Lodge: thelodgemallorca.com

Finca Serena: fincaserenamallorca.com

Ca'n Beneït: fincabeneit.com

La Reserva Rotana: reservarotana.com

Son Atem: marriott.com

Cap Rocat: caprocat.com

Ponent Beach: barcelo.com

Victoria Gran Meliá: melia.com

Four Seasons Resort Mallorca en Formentor: fourseasons.com