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jueves, 17 de julio de 2025

_- Si VOX gobernara, deuda por las nubes y pensiones de miseria

_- El partido de extrema derecha español ha publicado su programa económico cargado de propuestas ultraliberales cuya falta de fundamento y efectos nocivos ya se han puesto de relieve en muchas ocasiones. Comentaré ahora sólo una de ellas que tendría consecuencias especialmente catastróficas si se llevara cabo: sustituir al actual sistema de pensiones públicas basado en el reparto (es decir, las personas empleadas actualmente financian con parte de sus sueldos la pensión de las ahora jubiladas) por uno basado en la capitalización (cada persona ahorra, se invierte ese ahorro en mercados financieros y al final de la vida activa se recupera lo ahorrado como pensión).

Voy a empezar la crítica por el final. La primera vez que se puso en marcha un cambio de esa naturaleza fue en Chile con la dictadura de Pinochet. Significativamente, el cambio hacia la capitalización se impuso a toda la población trabajadora, menos a los militares y a la policía, cuyas pensiones todavía siguen garantizadas por un sistema de reparto. ¿Por qué fue así, si la capitalización es tan ventajosa?

Las razones están claras. El sistema de reparto es mucho más seguro, más económico y mucho más equitativo. Estas son, expuestas muy breve y claramente.

– El sistema de capitalización tiene aún más riesgos que el de reparto. La financiación de este último puede verse afectada por el envejecimiento y, como sucede ahora, por la baja productividad o gran desigualdad que reduce la masa salarial. Pero se puede financiar, además, por vía de impuestos generales. Sin embargo, el sistema de capitalización puede fallar cuando hay crisis económicas, inflación o mala gestión de sus administradores, circunstancias que son cada vez más frecuentes en el capitalismo de nuestros días. Las personas que optaran por fondos afectados por esas situaciones, perderían sus pensiones o sólo recibirían unas de muy pequeña cuantía.

– El cambio de un sistema a otro es tremendamente costoso por una sencilla razón: durante mucho tiempo, quizá treinta años o más, habría que seguir pagando las pensiones de reparto sin que se estuviran recaudando cotizaciones sociales. Esto costaría tanto que hasta los más fervientes defensores de la capitalización han desistido de proponerlo para llevarlo a la práctica en España. Algunos cálculos estiman que podría costar el equivalente a nuestro PIB actual (1,6 billones de euros) en varias décadas, o quizá más, dependiendo de la velocidad del cambio y de las reformas complementarias que se hicieran. La deuda española y el gasto añadido por intereses se dispararían. En realidad, son inasumibles.

– La mayor parte de los españoles no tendrían pensión al jubilarse o solo tendrían una mucho más reducida que la proporcionada por el sistema actual.

Para disponer de dinero suficiente para la pensión por el método de capitalización hay que ir ahorrando a lo largo de la vida. ¿Y quién puede ahorrar lo suficiente? No es fácil estimarlo, pero veamos un ejemplo.

Una persona de 35 años que hoy día ganase 2.250 euros al mes (prácticamente el sueldo medio en España) tendrían que ahorrar 510 euros mensuales y dedicarlos a un fondo de pensiones para tener una pensión equivalente al 80% de su sueldo desde que tuviera 67 años hasta los 87, sin interrupción. Es decir, un 22,6% de su sueldo. Para obtener una pensión equivalente al 60% de su sueldo actual, este porcentaje debería ser del 17%.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística y otras investigaciones, entre el 45 y el 50% de la población española no llega a fin de mes, o tiene grandes dificultades para conseguirlo. Por tanto, de ningún modo podría ahorrar esa cantidad. Teniendo en cuenta que el nivel medio de ahorro de las familias españolas no supera el 15% de su renta, se puede estimar que no más del 25%, como mucho, de nuestra población estaría en condiciones de financiarse un fondo de ahorro privado que le garantice una pensión mínimamente digna. Esa es también la razón por la que las propuestas de recurrir a la capitalización como sistema complementario están condenadas al fracaso porque la mayoría de la población no tiene renta disponible suficiente para ahorrar semejantes cantidades.

Se puede argumentar que podría dedicarse a financiar el ahorro la totalidad de las cotizaciones sociales, pero eso significa que tendrían que añadirse fondos adicionales para cubrir otras prestaciones que cubre la Seguridad Social, si es que se quisieran mantener.

El sistema de capitalización no es rentable.

En su programa económico, VOX propone que exista un «fondo de pensión público con criterios de rentabilidad privada» y esto es otro de los engaños habituales de quienes defienden este sistema.

El ahorro a través de los fondos privados sólo es rentable para sus administradores y grandes patrimonios y nunca con toda seguridad.

Una investigación independiente ha mostrado que sólo 99 fondos de los 393 con 15 años de historia en 2023 (25,2%) habían tenido una rentabilidad superior a los bonos del Estado, 57 (14,5%) a la del IBEX, y 9 la tuvieron negativa. Para ser más rentables deben invertir en productos inseguros y eso no sólo convierte sus patrimonios en más arriesgados y expuestos a quiebras, sino también en motores de inseguridad y volatilidad que extienden por todo el sistema económico, cuando actúan como canalizadores de la inversión especulativa. Esto último provoca las crisis financieras que destruyen sus patrimonios y producen pérdidas cuantiosas a los ahorradores. A poco que caigan las bolsas o haya crisis, lo que suele ocurrir cada vez con más frecuencia, la rentabilidad de estos fondos se desvanece.

Además, hay otros factores que reducen la rentabilidad de los planes de capitalización: las comisiones que suelen ser altas; los costes de convertir la cantidad ahorrada a una renta vitalicia, en lugar de recuperarla de un golpe; y los impuestos (dejando a un lado, lo injusto que resulta que este tipo de fondos tengas ayudas fiscales).

– La capitalización cubre más costosa o difícilmente, o simplemente no cubre, otros riesgos que sí cubren los sistemas de reparto, como la viudedad, la orfandad y la invalidez.

– El envejecimiento afecta a la solvencia de un sistema de reparto, ciertamente. Pero también al de capitalización: si llega un momento en que las personas jubiladas son muchas, debe haber mucho más ahorro para convertir en líquidos sus activos ahorrados. Pero, si hay menos empleadas que estén ahorrando habría una dificultad semejante para hacer líquidos, en forma de pensión, los fondos acumulados.

La propuesta de privatizar la financiación de las pensiones mediante métodos de capitalización sólo trae consigo menos pensiones, pensiones más bajas para quien pueda financiárselas, riesgo financiero y de crisis económicas y costes extraordinarios para los gobiernos, todo lo cual se traduce en empobrecimiento y aumento de la deuda.

Lo anterior está perfectamente documentado y se sabe a la perfección, pero estamos hablando de un negocio gigantesco para el sector financiero. Este es quien apoya y financia el gran fraude que consiste en hacer creer que el sistema de pensiones públicas basado en el reparto es insostenible a causa del envejecimiento de la población, porque depende sólo de la relación entre el número de cotizantes y de pensionistas. Haciéndolo creer, pueden justificar su privatización para utilizar en su beneficio el gran volumen de dinero que mueven las pensiones.

Si bien es es obvio que el envejecimiento de la población influye en la sostenibilidad, es fácil demostrar y está ampliamente comprobado que depende principalmente del incremento de la productividad, del volumen de masa salarial y de cómo se reparte el valor de lo producido. Y, además, si no fuese suficiente con ello, las pensiones públicas siempre se pueden financiar por impuestos generales, lo cual significa que su sostenibilidad depende de una decisión política y no de circunstancias financieras.

Lo que pone en peligro la sostenibilidad del sistema de pensiones públicas basado en el reparto no es que que haya cada vez más pensionistas en relación con los cotizantes, sino el crecimiento exagerado de las finanzas en perjuicio de la actividad económica real de producción de bienes y servicios, lo que reduce la productividad, y aumenta la precarización del empleo y la desigualdad que disminuyen la masa salarial. Y, además, la negativa de los grandes capitales y patrimonios a sufragar los gastos generales en función de su capacidad de pago y su rechazo de los principios más elementales de equidad y solidaridad.

Los partidos políticos que desean que la totalidad de las personas dispongan de ingresos dignos al dejar de trabajar apoyan el sistema de reparto acompañado de un sistema fiscal justo y progresivo y políticas que combaten el privilegio de las finanzas y la desigualdad. Los que defienden los intereses de la banca y del sistema financiero, defienden con engaños su privatización y los métodos de capitalización porque ponen por delante el beneficio financiero y les da igual que la gente deje de cobrar pensiones o que cobre cantidades miserables.

Como dije al principio, se sabe perfectamente que es así, y por eso el mejor y más seguro sistema de reparto se mantuvo para militares y policías en la dictadura de Pinochet, y todavía está vigente para ellos.

En Estados Unidos han votado a Trump millones de personas que ahora han sido deportadas, van a serlo, están perseguidas, o van a perder su atención sanitaria. En España, cientos de miles de personas con salarios y condiciones de trabajo miserables votarán a un partido como VOX que propone reducir salarios y que acabaría con sus pensiones si gobernase. Al menos, hay que reconocer que la extrema derecha tiene mérito a la hora de engañar a la gente.

domingo, 30 de julio de 2023

"Igual la excepción ibérica era eso": por qué la extrema derecha pierde apoyo en España mientras gana posiciones en Europa


Vox perdió 19 escaños y más de 600.000 votos en estas elecciones.
Vox perdió 19 escaños y más de 600.000 votos en estas elecciones. 

 Almudena de Cabo Role, BBC News Mundo

El resultado electoral de los comicios generales de este domingo en España supuso un freno al avance de la ultraderecha en el país con una clara caída del apoyo a Vox, rompiendo así una racha de éxitos de la extrema derecha en Europa.

Vox perdió 19 escaños y más de 600.000 votos en estas elecciones, en las que el conservador Partido Popular (PP) fue el más votado.

El partido de ultraderecha español bajó de los 52 diputados obtenidos en 2019 hasta los 33, dejando patente que la fórmula de presentarse como un partido antinmigración, negacionista del cambio climático y de la violencia de género, y contrario a colectivos como el LGBTI no gustó a muchos votantes.

Los pactos de gobierno a nivel local y regional también pasaron factura al partido liderado por Santiago Abascal. Los ciudadanos vieron cómo en algunos lugares donde gobierna Vox en coalición con el conservador Partido Popular (PP) se prohibían banderas LGBTI, se censuraban obras de teatro, se cerraban carriles bici y se eliminaban consejerías de Igualdad, entre otras medidas, y se hicieron una idea de cómo sería un gobierno a nivel nacional.

Así, parece que los votantes conservadores y los contrarios al gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez que querían un cambio se decantaron por un voto útil por el PP. Por otro lado, el electorado de izquierdas que dudaba si votar decidió a hacerlo ante la perspectiva de un gobierno de coalición de PP con Vox.

La ultraderecha estaba sobrerrepresentada
Con poco más de tres millones de votos, que suponen un 12,39% del total, Vox sigue siendo a pesar de la caída de apoyo el tercer partido más votado en España, ligeramente por delante de la recientemente creada coalición de izquierdas Sumar, que obtuvo 31 escaños con un 12,31% de los votos.

Mientras muchos medios hablan de fracaso de la extrema derecha en España, politólogos consultados por BBC Mundo explican que Vox simplemente ha vuelto a tener el apoyo que realmente lo representa.

“La situación que se da ahora mismo con Vox se ve como algo excepcional, pero creo que lo excepcional era la situación de la que veníamos. Los 52 escaños que tenía Vox en el Parlamento eran resultado de las elecciones de noviembre de 2019, que fueron una repetición electoral”, explica Rosa Navarrete, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad del Sarre (Alemania), sobre unas elecciones que tuvieron que repetirse ante la imposibilidad de Pedro Sánchez de formar gobierno entonces.

Los pactos de gobierno a nivel autonómico pasaron factura al partido liderado por Santiago Abascal.

“No se trata de un descalabro. Ser tercera fuerza política siendo un partido de extrema derecha es algo significativo. Pero sí que es verdad que tenían expectativas muy altas”, reconoce a BBC Mundo.

De la misma manera lo ve Cristina Monge, politóloga y profesora de la Universidad de Zaragoza. “Yo más que pensar que la ultraderecha se ha desplomado, lo que creo es que en 2019 estaba sobrerrepresentada”.

“Aquel fue un momento de repetición electoral, la gente estaba muy enfadada porque habían sido incapaces de formar gobierno y había que volver a votar. Además, Cataluña estaba en un momento muy convulso, con las calles ardiendo, y esto colocó a Vox como tercera fuerza, con 52 diputados”, le recuerda a BBC Mundo.

“Eso no le quita gravedad al asunto de que sigan siendo una fuerza muy relevante y que efectivamente ocupan un espacio. Lo que pasa es que la dimensión es absolutamente distinta”, agrega sobre un partido al que muchos sondeos daban una mayor fuerza y la posibilidad de entrar en el gobierno de la mano de PP.

“Yo creo que este es su techo. Un 13-14% de los votos. No creo que vaya a ir mucho más allá a no ser que ocurriera alguna crisis”, analiza por su parte Óscar Martínez Tapia, profesor de la Universidad IE, en España, en conversación con BBC Mundo.

“En 2019 hubo un efecto rechazo de Cataluña, pero una vez pasada la resaca de Cataluña hay mucho votante moderado que vuelve al PP. No se queda en Vox”, recuerda sobre el referéndum de independencia de Cataluña organizado en 2017 que desató una grave crisis política en el país.

Descontento con las medidas tomadas a nivel regional
En las semanas y meses previos a la votación del domingo, el PP y Vox proporcionaron ejemplos de la vida real de cómo gobiernan en coalición a nivel local y regional. A muchos votantes no les gustó lo que vieron, señalan los politólogos.

A esto se sumó su discurso negacionista de la violencia de género, que centró parte de la campaña electoral.

Como resultado, el PP no ganó tantos escaños en el Parlamento como se esperaba y Vox perdió un tercio de sus apoyos en las urnas, dejando al bloque de derecha sin mayoría para formar gobierno.

Sánchez y su aliado de izquierda, Sumar, también se quedaron cortos, pero aún podrían gobernar con el apoyo de los partidos vascos y catalanes.

“Hay un cierto desgaste por lo que Vox ha hecho una vez ha llegado al poder. Aquí hay dos comunidades autónomas donde este desgaste se ve mucho. La primera es Castilla y León, donde se ha cuestionado mucho su gestión de la tuberculosis bovina, y la segunda es Murcia, donde Vox ha pedido más de lo que a mucha gente le ha parecido razonable”, reflexiona la politóloga Berta Barbet.

“Hay una segunda parte del castigo que seguramente sale de un voto útil para echar a Sánchez que implica que el voto de derecha se ha coordinado alrededor de la figura de Alberto Núñez Feijóo (líder del PP)”, apunta a BBC Mundo. “Vox no ha sabido desmarcarse lo suficiente del PP. No ha sabido decirles a sus votantes qué le hace distinto del PP”.

Esto ha llevado al PP a obtener 136 escaños, que suponen 47 más en el Congreso de los obtenidos en 2019, con un 33,05% de los votos, por delante de los 122 obtenidos por el PSOE (2 más que en 2019).

“Parte del éxito del PP es que ha sido visto como el partido útil para aquellos que querían una alternativa al gobierno de Pedro Sánchez, a lo que hay que sumar que PP y Vox hicieron campaña por separado y básicamente no se distinguían”, coincide Navarrete. “Un votante de derechas solo apreciaba algunas diferencias en cuanto a feminismo e inmigración”.

“Además, el problema que tiene la extrema derecha es que una vez que tocan gobierno empiezan a verse sus costuras y eso es lo que ha pasado también con Vox”, declara.

Alberto Núñez Feijóo lidera el PP, que capitalizó la mayoría de los votos de la derecha.

“Excepcionalidad ibérica”
La caída de Vox frenó el avance de la extrema derecha en Europa, donde los ultraconservadores lideran los gobiernos de Italia, Polonia, Hungría o República Checa y tienen un peso enorme en Finlandia (con carteras del gobierno muy importantes) y Suecia (como apoyo parlamentario al actual Ejecutivo conservador).

“Lo que podemos decir es que la extrema derecha, en su mejor momento en casi toda Europa, en España pierde votos y escaños”, escribió en Twitter el famoso periodista y presentador español Jordi Évole.

“Igual era eso la excepción ibérica”, comentó, aludiendo así a la medida que pusieron en marcha España y Portugal hace unos meses para limitar el precio del gas y rebajar el de la factura de la luz. “Hoy, más que nunca, viva España”, agregó usando la arenga habitual de Santiago Abascal en un tuit que se viralizó en cuestión de minutos.

La extrema derecha europea ha prosperado durante mucho tiempo avivando el rechazo a la inmigración y al islam. Ahora también se alimenta del resentimiento de algunos votantes que creen que los gobiernos les piden demasiados sacrificios en la batalla contra el cambio climático, como sucede en Alemania, donde los sondeos sitúan incluso a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como segunda fuerza por delante de los socialdemócratas. Pero este mensaje no termina de funcionar en España.

“La memoria de la dictadura todavía pasa un poco de factura”, explica Óscar Martínez Tapia. “Además, en España somos orgullosamente líderes en derechos de las minorías trans, LGTB... en el feminismo también hemos dado pasos importantes y negar todo esto de repente, aunque la gente esté muy enfadada, creo que le ha pasado factura a Vox, a lo que se suma que ha llevado a cabo una campaña muy dura”.

En su opinión, las posturas negacionistas al estilo estadounidense en cuestiones como el cambio climático son algo que “no termina de llegar al electorado español”.

Los analistas en Europa habían descrito estas elecciones como un barómetro de la actitud cambiante de los europeos hacia la extrema derecha, como quedó patente en el discurso de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en un mitin de Vox en Valencia.

Señalando a los gobiernos de Italia, Finlandia, Suecia, Polonia y República Checa, Meloni argumentó que había llegado el momento de los “patriotas”. Sin embargo, este apoyo de Meloni no jugó a favor de Vox.

“Creo que al intentar internacionalizarse perdieron esa parte genuina española ibérica que llevan tan por bandera. Recibieron a Meloni y parece que el proceso de internacionalización les equiparó con los malos de Europa”, explica Martínez Tapias.

La caída de Vox representa un freno al avance de la extrema derecha en Europa.

Qué puede aprender Europa de España
Si hay algo que se puede extraer de la caída de apoyo de Vox en España es, según Navarrete, la importancia de centrarse en aplicar políticas que “tengan un impacto real en la vida de la gente” en contraposición a las ideas simbólicas que mueven normalmente a la ultraderecha, cuyo programa económico suele ser “bastante débil”.

“Creo que cuando los partidos mayoritarios se centran en las políticas más materiales, en las políticas que afectan realmente a la vida de las personas y no caen en discusiones sobre lo simbólico, tienen alguna oportunidad frente a la extrema derecha”, analiza.

Al mismo tiempo, señala que es importante que los partidos conservadores no adopten parte del discurso de la extrema derecha, y recuerda un artículo académico que salió hace poco que decía que “el éxito de la extrema derecha está relacionado con partidos conservadores comprando parte del discurso usado por la extrema derecha”, algo que no funciona ya que “la gente en esa situación suele comprar al original”.

Mientras, Martínez Tapias va más allá y cree que en el resto de Europa tomarán buena nota de lo sucedido en España. “Van a intentar clonar a Pedro Sánchez. Su olfato político es increíble”.

“Por supuesto que en Europa están mirando a España y hay mucha gente ahora mismo resoplando diciendo 'menos mal que no ha caído otra ficha de dominó', porque España seguramente sujete a Portugal”, afirma.

En su opinión, España seguramente generará dudas en el gobierno de Meloni, aunque en el caso de Alemania reconoce que será más complicado porque se juntan condiciones que califica “como la tormenta perfecta: unos ecologistas muy fuertes, dando muy malas noticias y unos números en Alemania del este de desempleo y de inflación muy altos, que atraen ese voto de descontento y de anti clase política”.


domingo, 20 de marzo de 2022

Lo que Vox dice en las instituciones y nunca se había oído.

El partido de Abascal llega a un Gobierno tras haber ensayado en el Congreso un combate contra todo y contra todos, PP incluido

Vox entrará en un Gobierno y, además de un programa, instalará allí un discurso. Su plataforma institucional hasta ahora ha sido el Congreso, donde ha convertido en cotidianos mensajes que nunca se habían oído sobre inmigración, violencia contra las mujeres, cambio climático, Europa o la ONU. Vox no solo combate a la izquierda, también a un conjunto mayor que llama “consenso progre”. Una de las voces más afiladas de la formación, Rocío de Meer, enumeraba así en noviembre los integrantes de ese conglomerado: “Desde el PP hasta Podemos, desde los antifas hasta los directivos de las grandes multinacionales, desde las big tech a Open Arms, desde las redacciones de los medios de comunicación a sueldo del Gobierno y de la oposición a los sindicatos chupópteros y a la patronal”. Estas son algunas de las palabras que Vox ha dejado en el Congreso.

Las instituciones internacionales. Santiago Abascal (21-10-2020): “Los españoles no van a estar solos porque en toda Europa hay un despertar que gana terreno en defensa de su soberanía y su identidad occidental, que reclama el Estado-nación como unidad irremplazable y espacio supremo de la democracia y que rechaza un mega-Estado federal que se parece demasiado a la República Popular China, a la Unión Soviética o incluso a la Europa soñada por Hitler”.

Magdalena Nevado (26-11-2020), sobre la agenda de desarrollo sostenible de la ONU: “Esta planificada destrucción de nuestra soberanía, de nuestra economía y del orden social, moral y político que es la Agenda 2030 (…). Quieren quitar a los españoles la capacidad de decidir el destino de su nación, entregando el poder a las agencias de la ONU, a las grandes multinacionales y a sus ONG”.

De Meer (3-2-2021): “Ustedes son los lacayos de unas élites inmorales que lo que quieren es la destrucción de las naciones. Es más necesario que nunca escoger entre globalismo o patria”.

El cambio climático. Francisco José Contreras (8-3-2021): “Somos el único grupo político que no comparte el dogma de la emergencia climática (...). No es una amenaza para la supervivencia de la humanidad, es uno de los problemas que tiene planteados la humanidad, y no es de lejos el más importante (…). Si la temperatura sube 2,6 grados a lo largo del siglo XXI, no tiene por qué ser desastroso”.

La inmigración. Contreras (15-2-2022), en réplica a Isabel Díaz Ayuso, quien había dicho que los integrantes de una banda latina “son tan españoles como Abascal”: “Supongo que querría decir que tienen el DNI español. Para nosotros, ser español es mucho más que tener un papel (…). La nación no es papel timbrado, es una comunidad moral, es una empresa histórica y por tanto, no puede estar abierta a cualquiera”.

De Meer, el mismo día: “Nuestros recursos públicos tienen que ir primero a los españoles que los necesitan, no a esta gran masa de acogida de inmigrantes (…). No somos racistas ni xenófobos, queremos preservar la España que recibimos de nuestros padres”.

Igualdad y derechos sociales. Carla Toscano (23-2-2021), sobre las leyes contra la violencia de género: “(…) un PP cobarde y servil que ha comprado todos sus delirios ideológicos y son cómplices de la ignominia de la violencia de género. (…) Su ley criminaliza al hombre por el hecho de serlo, difunde el mensaje de que es un ser violento por naturaleza (…). Perseguiremos sin tregua las denuncias falsas para que se acabe esta sangría de hombres inocentes”.

María Ruiz Solás (14-9-2021), sobre el movimiento LGTBI: “No les importan las personas LGTBI, lo que les interesa es un lobby que les proporciona votos a cambio de prebendas, que ni siquiera representa a todas las personas LGTBI (...). Cada día son más los homosexuales que saben que no necesitan otra bandera que no sea la que nos protege y nos acoge amorosamente a todos los españoles sin distinción, la bandera de España”.

Lourdes Méndez Monasterio (23-6-2021): “El ámbito de la filiación natural es la relación heterosexual (...). Lo que se debe fomentar desde el Estado es la familia formada por un hombre y una mujer. Otras uniones merecen respeto, pero no cumplen una función social”.

La misma diputada, sobre la eutanasia (10-12-20): “Su objetivo final es eliminar aquellas vidas que ustedes deciden que carecen de valor y que no son dignas de ser vividas, las que no se consideran útiles (…). El Estado les lanza el mensaje de que no deben vivir, de que no es bueno que existan y todo el sistema les presionará para que pidan morir”.

Y sobre las mujeres que deciden abortar (3-2-22): “En su mayoría van engañadas, presionadas, en un estado emocional que les impide discernir”.

La educación. Joaquín Robles (19-11-2020), sobre la nueva ley educativa: “No incluyen una verdadera educación sexual, centrada en la explicación científica por profesionales acreditados de cómo prevenir enfermedades de transmisión o cómo tener una conducta responsable, sino una exaltación confusa de la libertad sexual (…). Jalean en las escuelas una sexualidad irresponsable y pretenden arrebatar la inocencia de nuestros hijos”.

Antonio Salvà (9-3-2021): “La erradicación del castellano en la enseñanza no es debida exclusivamente a la acción de partidos políticos nacionalistas (...). En Galicia, con el PP de la mano del señor Feijóo, se aplica una política lingüística casi idéntica a la de Cataluña, dejándola trillada para una política independentista”.

La cultura. Ángel López Maraver (20-5-2020), sobre el decreto de ayudas urgentes al sector: “Solo cuida a sus subvencionados que hacen propaganda ideológica en las televisiones, en las redes sociales y en el cine con bodrios infumables (…). Si este Gobierno quiere un ejemplo claro de lo que es cultura, ahí tienen, entre otros, el arte de la tauromaquia”.

La democracia. Robles (14-12-2020): “El concepto de grupos separatistas debería cambiarse por el de grupos sediciosos, al modo que a un cáncer que amenaza la existencia de un cuerpo orgánico no lo llamamos órgano, sino tumor, un tumor que debe ser extirpado para preservar la salud y la integridad”.

Macarena Olona (15-9-21): “Se ha trasladado a la ciudadanía un sentimiento cada vez más generalizado: estamos gobernados por delincuentes”.

Iván Espinosa de los Monteros (21-10-21): “Llegaron al poder de una manera muy poco democrática y asaltaron el poder con una mentira (…). No les da vergüenza hoy estar aquí conformando el Gobierno menos democrático de la historia”.

https://elpais.com/espana/2022-03-13/lo-que-vox-dice-en-las-instituciones-y-nunca-se-habia-oido.html#?rel=lom

sábado, 12 de febrero de 2022

¿Y si Vox destruye al PP?

A Vox le basta con sustraerle al PP el suficiente número de votos como para que resulte evidente que el PP no va a poder formar Gobierno. A partir de ese momento el PP iniciará su proceso de descomposición.

— CRÓNICA | Cómo adelantar elecciones sobrado de la vida para acabar luego de los nervios


La extrema derecha acaba imponiendo primero su discurso y después se impone electoralmente. Esto es lo que ha ocurrido en España en el espacio de lo que está a la derecha del PSOE desde el comienzo de la Transición.

En la fase inicial de la Transición parecía imposible que la extrema derecha representada por AP pudiera acabar imponiéndose a UCD. En las elecciones que se celebraron entre 1977 y 1980 la hegemonía de UCD en el espacio a la derecha del PSOE era rotunda. Estamos hablando de una diferencia de 167-168 escaños de UCD frente a 16-10 de AP en las elecciones generales de 1977 y 1979. De una diferencia del 30.63% de UCD en las elecciones municipales de 1979 frente al 2.99 de AP. De una diferencia en las elecciones vascas de 1980 de 8.52% y 6 escaños a favor de UCD, frente a 4.77% y 2 escaños a favor de AP. Y de una diferencia en las elecciones catalanas de 18 escaños de UCD por 0 escaños de AP.

Aunque las elecciones vascas y catalanas se celebraron después de que hubiera tenido lugar el referéndum de ratificación de la iniciativa autonómica del 28 F en Andalucía, en ellas no se notó todavía el impacto del resultado de dicho referéndum. Si lo haría en las elecciones gallegas de 1981, en las que AP obtiene 26 escaños y UCD 26, y en las andaluzas de mayo de 1982 en las que AP obtiene 17 y UCD 15. En las elecciones generales del 28 de octubre de 1982 AP obtendrá 107 escaños y UCD 11. La extrema derecha desplazaba definitivamente al partido de centro en el espacio político a la derecha del PSOE. Acabaría haciéndolo desaparecer, una vez transformado AP en el PP a partir de las elecciones de 1993. Un partido de extrema derecha en sus orígenes se quedaba con el monopolio de toda la representación de la derecha española.

¿Podemos estar asistiendo a un fenómeno parecido? Una vez que Vox está consiguiendo arrastrar al PP a su terreno ideológico, ¿no es razonable pensar que acabará siendo el principal partido de la derecha española también electoralmente? El PP necesita que la sociedad española lo reconozca como un partido de gobierno de España. Vox todavía no lo necesita. A Vox le basta con sustraerle al PP el suficiente número de votos como para que resulte evidente que el PP no va a poder formar Gobierno. A partir de ese momento el PP iniciará su proceso de descomposición. En el inmediato futuro y todavía más mirando un poco más lejos, el PP solo puede sobrevivir si la sociedad española lo reconoce como partido de Gobierno, aunque no lo sea en ese momento. En el momento en el que esa expectativa desaparezca, el PP habrá perdido su razón de ser.

En mi opinión, esto es lo más importante que está en juego en las dos elecciones que se van a celebrar en este 2022: las castellano leonesas este próximo domingo y las andaluzas a finales de la primavera o en el otoño. Si el PP acaba dependiendo de Vox en ambas comunidades, sus posibilidades de convertirse en partido de gobierno en las próximas elecciones generales habrán desparecido casi por completo.

No es un problema de si Casado puede seguir siendo presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno. Es un problema de las siglas PP. Es el desmoronamiento de la formación política lo que puede estar en juego en estas dos convocatorias electorales. El inicio de un proceso paulatino que desemboca en un derrumbe catastrófico.

De momento está claro que el PP ha abandonado por completo el discurso de Pablo Casado en el debate de la moción de censura que presentó Santiago Abascal. De situar al PP en un terreno completamente distinto del de Vox y anunciar que no tenían nada que ver el uno con el otro, Pablo Casado está teniendo que comerse las palabras que pronunció ese día y volver al espacio ideológico perimetrado por Vox. Este movimiento de ida y vuelta casi sin solución de continuidad se convierte en un camino sin retorno. Quedándose quieto en su sitio Santiago Abascal ha arrastrado al PP a donde quería llevarlo.

Este domingo veremos hacia dónde apunta la representación política de la derecha española.

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miércoles, 16 de junio de 2021

_- ¿Para qué sirve bajar impuestos a los ricos, como proponen el PP y Vox?

_- Las políticas neoliberales de los últimos cuarenta años han tenido un mantra repetido constantemente: conviene reducir los impuestos lo más posible sin tener miedo de que eso repercuta principalmente en beneficio de las rentas más elevadas. Aseguran que así aumentará el consumo, el ahorro y gracias a ello la inversión, el empleo y el crecimiento económico. Es decir, se producirá un efecto de «derrame» o «goteo» desde las rentas más altas que terminará beneficiando a toda la sociedad.

Los políticos neoliberales (no necesariamente ubicados en los partidos de la derecha) se saben bien el argumento, lo reiteran siempre que pueden y lo han llevado a la práctica allí donde han gobernado.

La presidenta Ayuso lo ha dicho muy claramente en diversas ocasiones: «Tenemos que ser atractivos y eso se hace sin maltratar con impuestos. Dándole un trato desigual a muchas personas que probablemente tienen un mayor poder adquisitivo pero crean más puestos de trabajo (aquí).

Sin embargo, esta tesis neoliberal ni tiene fundamento teórico ni funciona en la realidad.

Para que una bajada de impuestos aumente el consumo de los hogares debe darse un requisito esencial: la bajada debe concentrarse en las rentas más bajas que son las que se destinan en mayor medida a la compra de bienes y servicios. Si benefician principalmente a las más elevadas lo que ocurre es que aumenta el ahorro, Y lo que sabemos que ha ocurrido en los últimos años y con las reformas que proponen el Partido Popular y Vox es justo lo contrario, han salido siempre beneficiadas las rentas más elevadas.

El socialista Juan Lobato se lo mostró claramente en un debate a Iván Espinosa de los Monteros cuando este defendía como una medida «a favor de los trabajadores» la disminución de medio punto del IRPF para todos los niveles de renta en la Comunidad de Madrid (aquí). El socialista le mostró que, de esa manera, el 30% de los madrileños que tienen menos de 12,.000 euros de renta no tendrían ni un euro de beneficio, el 40% que gana menos de 30.000 tendría un beneficio de 5 euros mensuales, el 23% que gana menos de 60.000 se beneficiaría con 11 euros al mes y el 7% más rico, eso sí, podría tener un ahorro fiscal de hasta 4.500 euros (aquí). Por su parte, los técnicos del Ministerio de Hacienda estiman que el 9,3% de los madrileños que declara en el tramo más alto tendrían 20 veces más ahorro que el 30% que están en el tramo más bajo (aquí).

El segundo requisito que debiera darse para que una bajada de impuestos a los ricos como la que proponen PP y Vox genere más inversión es que esta dependa del mayor ahorro que se genera (supuestamente) rebajando la fiscalidad de las rentas más altas. Un supuesto verdaderamente irreal. La inversión depende de los beneficios esperados y, si acaso, de alguna otra variable como el coste del crédito necesario para financiarlo. Por tanto, lo más probable que ocurra después de bajar los impuestos preferentemente a los ricos es que el consumo de los hogares no baje y que se reduzca el gasto y la inversión públicos, de modo que las ventas se reducirán y los beneficios esperados serán menores. Y ni siquiera se puede creer que el aumento del ahorro se traduzca en mejores posibilidades para la inversión que crea más actividad productiva y más empleo porque es bien sabido que el sistema financiero ofrece hoy día las mejores alternativas de colocación de los fondos ahorrados en la inversión puramente especulativa.

No obstante, la mejor prueba de que bajar impuestos a los ricos no produce los efectos benéficos que dicen los neoliberales es comprobar lo que sucede en la realidad y los datos son abrumadores. En general, es fácil comprobar que los países en donde hay más renta per cápita y menos tasas de paro no son precisamente los que tienen tasas impositivas más bajas sino todo lo contrario. O, también, que ha habido tasas más elevadas de crecimiento económico en las etapas con fiscalidad más elevada. Y sobre el efecto en particular de los impuestos más bajos para las rentas más altas la evidencia empírica es igualmente clara. El último gran análisis sobre este asunto lo publicaron en diciembre David Hope y Julian Limberg, investigadores de la London School of Economics and Political Science. En él analizan las consecuencias económicas de los principales recortes fiscales para los ricos que se han producido en los últimos 50 años en 18 países de la OCDE y sus conclusiones son claras. Estos recortes se han traducido, en promedio, en un aumento de 0,8 puntos porcentuales en la parte superior del 1% de la renta nacional antes de impuestos pero ni el PIB real per cápita, ni la tasa de desempleo se han visto afectados por esos recortes. Sus efectos, dicen, «son estadísticamente indistinguibles de cero» (aquí).

En un libro de Emmanuel Saez y Gabriel Zucman publicado hace poco en España (El triunfo de la injusticia: Cómo los ricos evaden impuestos y cómo hacerles pagar) también se demuestra que «por primera vez en los últimos cien años, la clase trabajadora paga hoy tasas impositivas más altas que los multimillonarios» sin que eso haya venido acompañado de más inversión, más empleo y más actividad económica, sino todo lo contrario. Y también lo demuestra el Fondo Monetario Internacional que no parece que sea sospechoso de radicalismo: «aumentar la participación en los ingresos de los pobres y la clase media en realidad aumenta el crecimiento, mientras que una participación creciente en los ingresos del 20% más rico da como resultado un menor crecimiento, es decir, cuando los ricos se hacen más ricos, los beneficios no se difunden» (aquí).

En fin, las evidencias empíricas que muestran que lo que dicen los liberales como Aznar, Ayuso o los dirigentes de Vox es una pura mentira son abrumadoras. Lo único que consiguen con sus reformas fiscales es dar más renta a los más ricos sin mejorar la inversión, el empleo o la actividad económica.

Es lógico que quienes están al servicio de los ricos, o lo sean ellos mismos, digan esas mentiras para salvaguardar sus intereses. Lo impresionante, sin embargo, es que se las crean quienes podrían hacer cuentas fácilmente y comprobar que con esas reformas fiscales no se ven beneficiados; que, en contra de lo que les dicen, a cambio de ellas no hay más empleos, ni mejores salarios y que los servicios públicos son cada vez peores porque cuesta más trabajo financiarlos suficientemente. Resulta impresionante, pero a mí, la verdad, no me sorprende: a quienes veo en las calles tratando de convencer a la población de sus propuestas es a las derechas. Se han aprendido el mantra y lo repiten por cada esquina mientras que las izquierdas están en no sé bien qué otra cosa.

Últimamente, al finalizar mis charlas hago algo que vi hacer primero a mi querido amigo y maestro Vicenç Navarro: preguntar a los allí presentes si compran o leen habitualmente nuestros libros y escritos. Lo normal es que no sean más de 8 o 10 de cada 100 quienes dicen hacerlo. Por eso me resulta impresionante pero no me sorprende que quienes apenas tienen donde caerse muertos voten a las derechas que los engañan para quedarse con su dinero. Los progresistas que se supone deberían saberse bien los argumentos para convencer a sus compatriotas no se los saben y, si se los saben, no se van a la calle a convencerlos, como si creyeran que la gente simpatizará con sus propuestas por ciencia infusa. Eso, en el mejor de los casos, porque algunos se han creído el mantra y lo que pregonan es que bajar impuestos es de izquierdas.

martes, 20 de octubre de 2020

_- Respondiendo a Vox sobre el mito del «Oro de Moscú»

_- El 14 de septiembre de 1936 dio comienzo la evacuación de las reservas de oro y plata así como de billetes de curso legal de las cámaras acorazadas del Banco de España para su traslado a los polvorines de La Algameca en el puerto de Cartagena. De aquí la mayor parte del metal amarillo se transportó un mes más tarde en cuatro mercantes soviéticos a Odesa. Es la base del mítico “oro de Moscú”, una de las excusas, si no la más importante, que blandió la dictadura franquista para “explicar” la desastrosa situación de la que no salió la economía española durante los años cuarenta (añadió la segunda guerra mundial y, para colmo, el no menos mitificado “cerco internacional”).También sirvió para arrojar al más tenebroso pozo de la historia al régimen republicano y a sus dirigentes, primero y ante todo, a los comunistas y socialistas. De los primeros ya no se habla mucho. De los segundos no se cesa.

En este año de desgracia pandémica VOX ha encontrado, por consiguiente, al principal “culpable”. Véase el twit que ha enviado a este blog un amable lector:

Si en el lapso de un día o dos ese twit se reprodujo 153.000 veces servidor no aspira a que unos cuantos posts que se ríe a carcajadas tengan tamaña difusión. Diré, en principio, que aducir que milicianos socialistas, en plan de gánsteres armados de ametralladoras Thomson, hicieran un atraco al venerable establecimiento de la plaza de la Cibeles madrileña es un poco exagerado. Que se llevaran “más de 500 toneladas” no lo es menos.

También diré que, salvo por VOX y su aparato mediático, pocas son las voces que se han levantado para recordar y maldecir tal supuesta efemérides del 14 de septiembre. A mí ni se me había ocurrido pensar en la fecha, pero no puedo permanecer en silencio (“quien calla otorga”) ante la desfachatez de ese partido y de cierta prensa que se ha hecho eco de sus estupideces.

La realidad es muy diferente del supuesto “latrocinio”. La evacuación del oro respondió a una necesidad perentoria. Después de la caída de Irún y de Talavera de la Reina las tropas sublevadas habían conseguido dos cosas: la primera, cerrar la frontera con Francia; la segunda, acercarse peligrosamente a Madrid. Esto había ocurrido en poco más de mes y medio desde que estalló la planeada revuelta contra la República con, ¿debemos subrayarlo una vez más?, la ayuda de dos reconocidos supergánsteres internacionales como fueron Mussolini (que ya venía ayudando a los conspiradores desde 1932) y de Hitler (que se decidió a la semana de producido el golpe).

La idea de poner a salvo las reservas había aflorado en el mes de agosto con los anarcosindicalistas como principales proponentes. Sus proyectos los rechazó el Gobierno Giral y la CNT/FAI no se atrevió, lógicamente, a hacerlo por su cuenta y riesgo.

Los historiadores de VOX no han dicho nada, que se sepa, acerca del “oro de París”. Tampoco lo dijo la dictadura que probablemente desean blanquear. Pero el hecho, que descubrió servidor en 1974/75 y publicó al año siguiente (el libro fue inmediatamente secuestrado), es que a los pocos días del golpe, el 21 de julio, el Gobierno Giral empezó a preparar la expedición y venta al Banco de Francia de pequeñas cantidades de oro para obtener divisas papel (francos, libras esterlinas, dólares norteamericanos). Se necesitaban para adquirir armamento en el extranjero. (Los sublevados no tuvieron problemas: fascistas y nazis, cogiditos de la mano, suministraron a crédito y los primeros aviones italianos contratados el 1º de julio de 1936 los pagó Juan March, siempre generoso).

Tampoco se les ha ocurrido a los propagandistas de VOX decir una palabra que los sublevados se enteraron inmediatamente de lo que pasaba con el mítico ORO. Hasta el despreciable general Cabanellas, jefecillo de la autodeclarada Junta de Defensa Nacional, puso el grito primero en el cielo escribiendo al gobernador del Banco central del país vecino el 3 de agosto oponiéndose de manera insolente a todas las operaciones que ordenara el Gobierno español (la JDN se consideraba ya como tal, aupada en hombros por el fervor popular, pero también por las bayonetas y un terror ciego). El 8 escribió también al ministro de Asuntos Exteriores francés (Yvan Delbos, antirepublicano de pro) y más tarde a través de la prensa francesa y por último ante el Banco de Pagos Internacionales de Basilea.

Para encontrar las cartas hay que leer, al menos, algún libro, pero si van al portal del BOE (que seguro conocen) y buscan en la serie histórica los boletines de la JDN el decreto de la misma de 14 de agosto comprobarán que los sublevados estaban bien enterados de lo que pasaba. Se declaró como “delito de traición el cometido con las exportaciones de oro del Banco de España”. Luego hubo otro del 25 que, prepotentemente, declaraba nulas las operaciones resultantes. A finales de setiembre, conocida ya la salida de Madrid, Cabanellas tuvo el tupé de apelar nada menos que a la Sociedad de Naciones. Al gobierno republicano (regalo esta perla a VOX para su futura propaganda) lo calificaba el general de la blanca barca como “el Soviet de Madrid” y cabeza de una “banda internacional”. ¿No es bonito? El lector ve que no es necesario acudir, de entrada, a Franco.

Naturalmente, ni en agosto ni en septiembre de 1936 ningún país civilizado, ayudara a la República o no, iba a considerar “legítima” a una banda de salteadores de uniforme que se arrogaban hablar en nombre del pueblo español, además de representantes de la Nación. Fascistas, nazis y salazaristas terminarían haciéndolo, pero todavía habría de pasar algún tiempo. No se les adelantaron ni siguieron muchos: solo un par de pequeñas repúblicas centroamericanas dirigidas, ¡cómo no!, por militares.

Pregunta a VOX: si los milicianos socialistas arramplaron con el 72 por ciento de las reservas metálicas del Banco de España, ¿adónde fue el 28 por ciento restante? ¿Lo rescató acaso el “Caudillo” a lo largo de sus cuarenta años de “magistratura”? ¿Se volatilizó en una atmósfera corrosiva que deshacía el metal amarillo como si fuera un disolvente venusiano? Misterio.

Pues no. No ocurrió nada de eso. Fue siempre una moda de los historiadores franquistas confundir al personal (quiero decir a sus lectores) la no recuperación del oro vendido al Banco de Francia con el oro remanente que quedó en el país vecino, a consecuencia de la devaluación del franco, del depósito que en sucursal del Banco emisor francés en Mont-de-Marsan la República hizo en 1931. Ese remanente pertenecía a España pero los tribunales franceses, siempre respetuosos con el honor de Marianne, hicieron todo lo posible por no retornarlo a los republicanos hasta que, ¡oh, milagro!, se reconoció a Franco en febrero de 1939 y poco más tarde se devolvió a este. Confundir churras con merinas es un artilugio muy querido de ciertos historiadores pero el oro de Mont-de-Marsan nunca fue el “oro de París”.

La salida del oro de Madrid fue una medida de prudencia. También salió de la capital el Gobierno republicano a principios de noviembre (algunos hablaron en la época de huida). Sin oro, no era posible mantener la resistencia. España apenas tenía divisas. Había acumulado oro amonedado (no como algunos autores norteamericanos o franceses dicen del tiempo de los aztecas) y sobre todo en lingotes y es cierto que, en términos de reservas metálicas, las españolas eran las cuartas del mundo (después de USA, Francia y Reino Unido, aunque excluyendo de la comparación las soviéticas). Así que el dilema era evidente (aunque tal vez no haya calado en los dirigentes de VOX): si caían en poder de los sublevados, adiós, bye-bye, a toda posibilidad de resistencia; si no caían, pero Madrid quedaba aislada o con comunicaciones cortadas, ¿cómo iban a utilizarse desde la Plaza de la Cibeles? Es muy verosímil que, de haber permanecido en la capital, Franco hubiese mostrado algo más de interés por tomarla a sangre fuego y no se hubiese demorado.

¿No saben los historiadores de dentro de VOX, si es que hay alguno, lo que hicieron varios países de cara al posterior conflicto europeo? Recordémoslo a ellos y también a los lectores. Por ejemplo, los franceses, que se suponía disponían del mejor ejército de la época (no era el caso del español), empezaron en noviembre de 1939 (a los dos meses de estallar el conflicto) a enviar oro a Nueva York, Fort-de-France (capital de La Martinique) y Kayes (en la colonia que hoy es Mali). Los belgas enviaron las suyas a Francia (y cayeron en poder de los alemanes, ¡quelle douleur!, por lo cual les fueron restituidas después de la guerra gracias al oro depositado en Nueva York). Los expertos mencionarán otros ejemplos. Hay para toda una panoplia de gustos.

En definitiva, el Gobierno republicano fue prudente. Tuvo la autorización del presidente de la República merced a un decreto reservado (de la víspera) del presidente Azaña. En esto también se seguían precedentes. Las ventas de oro se legalizaron a posteriori, pero con la vista puesta en otras siguientes, por otro decreto de igual característica del 30 de agosto, es decir, bajo el Gobierno Giral. “En evitación de posibles alarmas en el interior y recelos en el exterior, interesa quede en suspenso su publicación hasta que el Gobierno lo considere oportuno”. Normal.

¿Piensan los propagandistas a sueldo de VOX que tales operaciones deberían haberse voceado por los mercadillos y pasado por las Cortes? Si es así serían un tanto ignorantes. Incluso el tan amado Caudillo se parapetó detrás de un artilugio fenomenal, su voluntad fue ley, trasunto aprovechado del Führerprinzipnazi para, entre otros resplandecientes actos, hacer legal sus apropiaciones de dineros que no le pertenecían ¿Han dicho algo al respecto? No me consta. Lo cual es sorprendente porque tal principio duró tanto como él en vida.

A mitad de septiembre las milicias socialistas (más comunistas, anarquistas, republicanas, etc) se dedicaban preferentemente a luchar como podían para contener a los sublevados. ¿Iban a hacerse cargo del traslado? En realidad todo apunta a que los del PSOE estuvieron en lugar secundario. El acondicionamiento de las cajas necesarias para el traslado se hizo por cuenta del Gobierno y con la vigilancia de números de los Carabineros (que dependían del Ministerio de Hacienda y se habían mostrado leales) mientras se entregaban a la labor los empleados correspondientes y, en particular, los miembros del sindicato de Banca y Bolsa. Hay varios testimonios al respecto. ¿No los conocen los expertos de VOX?

Finalmente, ¿qué tiene que ver esto con la “memoria histórica”? Nada. Lo que hay es historia. Documentada. Analizada. Expuesta al público (con toda modestia por un servidor en repetidas ocasiones pero ya desde 1976). Y sobre los 140 años de historia, en lo que se refiere a latrocinios, encomiendo encarecidamente a los panfletarios voxistas que empiecen a refutar, documentalmente, la extensa experiencia de depredación de las élites españolas durante la Restauración y la dictadura primorriverista, como ha efectuado hace pocos meses Paul Preston en su último libro.

Mientras los trileros de VOX recargan pilas invito a los lectores que tengan la amabilidad de echar un vistazo a una antología de los ilustrados comentarios de quienes se han dejado embaucar por tan significado partido.

Aquí va una muestra:

https://twitter.com/hashtag/OroDeMosc%C3%BA?src=hashtag_click 

Ángel Viñas Historiador, economista, diplomático. Es catedrático emérito de la UCM. 

martes, 21 de abril de 2020

_- Su suerte es nuestra suerte

_- Acabo de oír en televisión las emocionantes palabras del jefe de la oposición portuguesa Rui Rio, manifestando un apoyo cerrado e incondicional al gobierno de su país: “Señor primer ministro, cuente con la colaboración del PSD. Ayudaremos todo lo que nosotros podamos. Le deseo coraje, nervios de acero y mucha suerte. Porque su suerte es nuestra suerte”. Me he sentido orgulloso de la oposición que tiene la sociedad del país hermano. Porque es imprescindible la unidad para salir de esta crisis.

Y me he preguntado por los partidos de oposición de mi país. Con pena. Con rabia. Tanto el PP como Vox están mostrando una actitud desleal y miserable. (Ciudadanos parece haber aprendido las importantes lecciones que le ha dado la historia). Estoy avergonzado de la oposición que tenemos. “La peor crisis gestionada por el peor presidente de la historia de España”, dice el PP. “Que dimita este gobierno ilegítimo”, dice Vox. ¿Eso es ayuda? ¿Eso es lealtad? ¿Eso es unidad? ¿Eso es patriotismo? “Proponen firmar unos nuevos Pactos de la Moncloa porque quieren mantener a Pedro Sánchez en el poder”, dice el PP. Ante la propuesta de esos pactos de reconstrucción, Vox dice no acudirá a la cita y que llevará al gobierno a los tribunales por si hubiera existido “dejación de responsabilidades, imprudencia grave o, en su caso, delitos dolosos”, tal y como anunciaba este lunes, en rueda de prensa, el falangista eurodiputado y portavoz del partido, Jorge Buxadé. ¿Eso es colaboración? ¿Eso es solidaridad? ¿Eso es arrimar el hombro?

Se dice que las catástrofes unen a los pueblos. Pues eso no pasa en el nuestro. Si se puede destruir al gobierno que tiene que salvarnos del desastre, mejor. Si se puede cuestionar lo que hace, mejor que mejor. Y para ello, vale todo. Desde el insulto agresivo al bulo más falaz. “Su suerte es nuestra desgracia y su desgracia es nuestra suerte”, viene a decir la oposición.

Cómo no reconocer que el gobierno ha cometido errores. Cómo no aceptar que podría haber hecho las cosas antes o de otro modo, que podría haber informado más y mejor, que podría haber contado más con la oposición, que debería haber repartido material de protección con más celeridad y eficacia… Pero no se puede ignorar que la incertidumbre es total y que estamos inmersos en una crisis única, impredecible y devastadora.

No es negativa la crítica que ayuda, que estimula, que corrige, que orienta, que hace mejorar. Pero esta operación de acoso y derribo, esta descalificación irracional, persistente y mentirosa es repugnante e inadmisible.

He leído un excelente artículo de mi compatriota leonés Julio Llamazares, publicado en El País el día 3 de abril. Está cargado de una lúcida ironía.

“Lo que uno no se explica es que, viviendo en un país con más de 46 millones de expertos en pandemias, hayamos llegado a esta situación. En un país en el que todo el mundo sabía lo que se nos avecinaba con días y hasta semanas de antelación, no se comprende que nadie advirtiera a las autoridades sanitarias para que tomaran las medidas oportunas para protegernos. Que la autoridades sanitarias no tengan ni idea de virus no nos justifica al resto (carpinteros, fontaneros, escritores, periodistas, abogados, ingenieros de caminos…) no haberlas tomado por nuestra cuenta.

Tampoco se comprende bien que, sabiendo como sabemos lo que hay que hacer a cada momento, no solo ante una pandemia sino ante cualquier problema, elijamos siempre para que lo hagan por nosotros a los más ineptos.

Da igual cuál sea el gobierno; siempre es el más incapaz, el más impresentable y el más torpe. La oposición, en cambio, siempre está más preparada; lo que no se comprende bien es por qué no la elegimos para gobernar. Debe de ser que la población vota siempre lo contrario de lo que querría…”.

He visto horrorizado la sesión parlamentaria en la que se ha aprobado la prórroga del estado de alarma. Las intervenciones de la oposición (me refiero, sobre todo, al PP y a Vox) han sido nauseabundas. ¿No se dan cuenta de que ahora hay que remar en la misma dirección? ¿No piensan que es la hora de arrimar el hombro y no de poner zancadillas? ¿No se dan cuenta de que su posición es un escándalo para el mundo?

¿Cómo puede Vox votar en contra del estado de alarma? De 54 votos en contra, 52 pertenecen a Vox. ¿Qué quieren? ¿Qué salgamos todos a la calle? Ellos, que tanto y tan virulentamente atacan, ¿no habrían decretado el estado de alarma? ¿O es que lo único que les anima es decir no a cualquier propuesta del gobierno? Acaba de decir una portavoz de Vox que el gobierno, como es partidario de la eutanasia, la está aplicando a los ancianos de una forma feroz. Increíble acusación. Una afirmación que no muestra cómo es aquel al que acusan sino cómo es quien la formula.

Estoy harto de ver tantos bulos, tantos chistes, tanta mala baba contra el gobierno de mi país que, con sus errores, evitables unos e inevitables otros, está intentado sacarnos de esta crisis: Sánchez dimisión, dicen unos, cárcel para los ministros y el presidente del gobierno, dicen otros. ¡Cuánto odio, cuánto sectarismo en las actitudes y en las opiniones! ¡En estos momentos en los que tenemos el agua al cuello! Pero, ¿qué país es este?, ¿qué patria es la mía?

Si el presidente del gobierno español hubiese dicho sobre el coronavirus lo que afirmó el primer ministro británico Boris Johnson (o Bolsonaro, o Trump, o López Obrador o tantos otros…) la oposición le habría crucificado o habría tenido que exiliarse.

Cuando se dice que solo podemos salir de la crisis estando unidos, cuando se pide lealtad hacia las demás fuerzas políticas, cuando se dice que hay que remar en la misma dirección, la oposición suscribe todas esas frases, pero debe entender que la dirección la tiene que marcar la derecha. Hay un pequeño inconveniente: que la ciudadanía no dijo eso. La ciudadanía dijo en las urnas quién tenía que marcar la dirección. ¿Lo entenderán algún día? ¿Estaremos todavía a tiempo?

Para la oposición, el gobierno no hace nada bien y, si alguna cosa hace bien, la hace tarde. Y si la hace bien y a tiempo, la hace para su mayor gloria y no en beneficio de los ciudadanos y ciudadanas “A usted solo le interesa el poder, a nosotros los españoles”, dice Pablo Casado con un cinismo insoportable. Por eso el PP no se presentará a las próximas elecciones ya que no quiere el poder. Y por eso Sánchez toma decisiones y hace todo lo que hace para los africanos o para los chicos. Los españoles no le importan un bledo. Qué barbaridad. Estoy profundamente escandalizado del comportamiento de la oposición.

Se dice que, cuando esto acabe, habrá que pedir cuentas de cómo se han hecho las cosas. Claro que si. De cómo actuó el gobierno. Pero también habrá que pedir cuentas por la actitud que ha tenido la oposición. Para la oposición el juicio empezó el primer día. Y nunca cesa. Es la hora de la unidad, es la hora de la acción, no del juicio.

He dicho en otras ocasiones y lugares que no me gusta el nombre “la oposición”. Me gusta más “la alternativa”. Porque, cuando se habla de oposición, se puede pensar que el deber es oponerse, sea a lo que sea. Y no. Porque no hay que oponerse a lo que se hace bien. Si se hablase de alternativa, se tendría que hacer hincapié en cómo se habría hecho en el pasado o cómo se haría en el futuro (de forma distinta y mejor que la de quien gobierna). Y los electores sabrán, en la próxima ocasión, por quién deben decantarse.

https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/04/18/su-suerte-es-nuestra-suerte/

Coronavirus: por qué Portugal tiene un número de fallecidos 32 veces menor que su vecino España (y el inusual papel de su clase política)

domingo, 19 de abril de 2020

Pedro el sepulturero o a quien insulta Vox

Cada día está más claro que tenemos un partido en el Congreso que desprecia expresa y públicamente el principio de soberanía del pueblo español.

El día que Macarena Olona llamó sepulturero a Pedro Sánchez durante el pleno del Congreso que debatía la prórroga del estado de alarma, me derrumbé. Aquel insulto me hizo sentir vergüenza, impotencia y cierta humillación. Al principio no entendí mis sentimientos, dado que no soy precisamente una cheerleader de la gestión de Sánchez en esta crisis. Sin embargo, confieso que nunca antes me había sentido tan cerca de ningún presidente del Gobierno de mi país como ese día. Pensé entonces que mi disgusto podía deberse a las circunstancias extremas que nos rodean, pero según avanzan los días y los insultos, comprendo que la razón no era emocional sino estrictamente política. La señora Macarena Olona nos insultó a todos cuando habló de “Pedro el sepulturero”. Me llamó sepulturera a mí. Y también a todos y cada uno de los españoles. Y lo hizo con una bandera de España en la boca en pleno Congreso de los Diputados y en la peor crisis que ha vivido este país en los últimos cuarenta años.

“Sepulturero”, “Pedro el sepulturero”.
Este insulto de Vox, uno de tantos, no expresaba un desacuerdo con el Gobierno ni siquiera una hostilidad personal hacia Pedro Sánchez. El día que Olona escupió esa palabra en el Congreso —y aquí el lugar es importante—, no hizo otra cosa que expresar el profundo desprecio que siente Vox por los representantes de la soberanía nacional. Olona no pretendía manifestar su oposición intelectual respecto de la gestión de la crisis, ni siquiera su antipatía genuina hacia Sánchez. Vox va un paso más allá en sus insultos porque no respeta a los representantes elegidos por el pueblo español ni termina de aceptar que es en nosotros, en todos los ciudadanos, donde reside la soberanía. Por eso no puede ocultar su profundo desprecio hacia el presidente del Gobierno. Si por ellos fuera, los líderes serían elegidos por aclamación y de ahí nace su íntima necesidad de humillar, no criticar ni corregir, al actual presidente. No es casual que para despreciar a Sánchez, Olona eligiera ensalzar una vez más a Franco. “Se empeñó en desenterrar a un muerto y hoy entierra a miles”, dijo. Y lo dijo porque ese muerto no era uno cualquiera, sino un caudillo capaz de llegar al poder mediante un golpe de Estado, mientras que “Pedro el sepulturero” jamás rozará esta altura política. No olviden que Sánchez ha sido elegido por el principio de soberanía del pueblo español que sostiene nuestra Constitución y que Vox desprecia.

No digo que Vox se lleve mal con la democracia como procedimiento administrativo, pero el hecho es que es un partido caudillista y que si bien ha conseguido entrar en el juego democrático y superar sus filtros, es manifiestamente incapaz de no expresar cada vez más claro y más alto su profundo desprecio por la idea misma de soberanía del pueblo español. ¿Cómo expresa este desprecio? Con insultos y humillaciones contra Pedro Sánchez en tanto que producto de nuestra soberanía. Para que me entiendan, los votantes de Vox destetan a Pablo Iglesias de manera genuina, lo mismo que los votantes de Podemos detestan a Santiago Abascal. En ambos casos se trata de un desagrado personal incluso íntimo, no de un desprecio institucional. En cambio, Vox desprecia a Pedro Sánchez como producto de la soberanía del pueblo español ergo Vox me desprecia también a mí (y a todos los españoles) cuando dice que Pedro Sánchez es un sepulturero.

Otro ejemplo.
Si mañana me encuentro por la calle con un antiguo profesor de mi facultad y le digo a gritos que es un deshecho intelectual y que ha plagiado su tesis, estaré expresando un desacuerdo personal o una opinión con mayor o menor acierto. Pero si insulto a ese mismo profesor mientras da clase en la Universidad y le acuso públicamente de plagio en sus investigaciones, entonces estaré insultando también a la Universidad que lo cobija. Y si además me pongo una bandera de la Universidad en la boca antes de escupir sobre ella, entonces estaré cometiendo un acto de rebelión.

“Negligencia criminal”, “ocultar imágenes de los muertos”, “eutanasia feroz”, “gobierno social-comunista”, “Pedro el sepulturero”... Los insultos de Vox han sido tan graves que el PSOE ha denunciado al partido ante la Fiscalía por delitos de injurias, calumnias y odio. Entre ellos se cuenta, por ejemplo, el montaje que hicieron sobre una foto de la Gran Vía vacía para presentarla repleta de ataúdes con la bandera de España. Una falsificación que no contaba siquiera con el consentimiento del autor de la imagen, que exigió su retirada. Sin embargo, todos estos insultos no son un mero asunto delictivo sino sedicioso. Y como tal se deben afrontar, dentro de toda su gravedad y con todos los mecanismos legales al servicio de los ciudadanos, de nuestras instituciones y de nuestro país.

El discurso de odio de Vox se ha consentido porque se ha entendido como una expresión de su oposición hacia la izquierda. Sin embargo, cada día está más claro que tenemos un partido en el Congreso que desprecia expresa y públicamente el principio de soberanía del pueblo español. Es decir, tenemos un partido anticonstitucional en el Congreso. Ojalá el virus no oculte esta otra desgracia. Pues ya hemos aprendido que es decisivo tomar medidas antes que de que se extienda el brote.

https://elpais.com/elpais/2020/04/17/opinion/1587132318_857749.html

sábado, 29 de febrero de 2020

El voto a vox, quiénes y por qué les votan.

...Con ese voto, añade Rodríguez-Pose, están diciendo: “Si yo no tengo futuro, tú tampoco lo vas a tener”.

En su opinión, el “populismo” en Europa propone una “trinidad” con la que atrae a estos lugares que no importan: “Un discurso antiélite, un discurso antiinmigrantes y un discurso antieuropeo”. Los tres vectores generan un pensamiento binario: la idea del “nosotros frente a ellos”, fácil de comprender, en lugar de abordar los verdaderos retos que plantean la globalización, las migraciones, las economías de plataforma, la precarización del empleo, la tecnologización… “Estamos dejando problemas muy complejos que requieren un gran nivel de coordinación en manos de profetas que venden soluciones muy simples”. Y alerta de que este descontento generalizado y en especial “con la política y la democracia” es “el cóctel perfecto para que líderes de corte mesiánico se aprovechen, lleguen al poder y transformen la sociedad”. 

Datos contra los bulos
Desde su origen, Vox difunde numerosas afirmaciones que no se sustentan con datos y hechos probados. A continuación, algún ejemplo.

1. Inmigración
Ningún migrante recibe dinero por el hecho de llegar a España. Sí reciben atención humanitaria básica, regulada en el Real Decreto 441/2007. Tampoco optan a ayudas antes que un español. Estas se conceden por criterios objetivos en función de la renta y el grado de vulnerabilidad, con independencia del origen. Toda persona con residencia legal puede optar a las prestaciones de la Seguridad Social, según la Ley de Extranjería y siguiendo el principio de no discriminación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que España asume en la Constitución.

2. Seguridad.
España era en 2017 el tercer país más seguro de Europa, según Eurostat. Entre 2008 y 2018 la tasa de criminalidad se ha reducido de 51,9 a 44,1 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, según el Ministerio del Interior. En ese periodo el porcentaje de extranjeros en España ha pasado del 11,3% al 10,1%, según el INE.

3. Cambio climático.
Existe consenso científico sobre la causa antropogénica del calentamiento global. Los estudios más fiables los elabora el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, organismo científico auspiciado por la ONU.

4. Violencia de género.
El convenio de Estambul, ratificado por España, la ONU y la legislación española reconocen la existencia de una violencia específica contra las mujeres, y por tanto distinta de la doméstica. Las condenas por denuncias falsas en casos de violencia de género rondan el 0,01% del total, según la Fiscalía General del Estado. Según el CGPJ, un 70% de las sentencias sobre violencia de género acabaron en condena en 2018; el 75% de los condenados por delitos sexuales en 2017 eran españoles.

https://elpais.com/elpais/eps.html

miércoles, 27 de noviembre de 2019

_- CORRUPCION URBANÍSTICA. El Ayuntamiento de Madrid se resiste a investigar el caso de Monasterio: “No somos la Stasi”. Urbanismo ha abierto expedientes de las ocho obras irregulares publicadas, pero no hay fecha para los resultados. La líder de Vox borra todos sus proyectos de la web de su estudio.

_- El Ayuntamiento de Madrid no va a abrir una investigación de las obras de Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros, realizadas en los últimos años con el estudio de arquitectura y la promotora inmobiliaria de ambos, pese a la publicación de ocho casos de irregularidades, según explicó ayer el delegado de Desarrollo Urbano de la capital, Mariano Fuentes, de Ciudadanos. “Si lo que pretenden es que nos convirtamos en la Stasi [la antigua policía secreta de Alemania del Este] no lo van a conseguir (…) En ningún caso vamos a iniciar una causa general contra ningún ciudadano, a no ser que por mandato judicial o por comprobación de disciplina urbanística de una ilegalidad manifiesta, así se aconseje u ordene”, dijo en una comparecencia solicitada por el PSOE en la comisión del área. Por el momento, el Ayuntamiento está aún en esa fase inicial de verificación. Cuarenta días después de la publicación del primer caso en EL PAÍS, Fuentes confirmó que se han abierto expedientes de todas las obras bajo sospecha publicadas en las distintas juntas de distrito donde han tenido lugar: “Estamos trabajando en ello”. Pero afirma desconocer cuándo se conocerán los resultados.

Monasterio, líder de Vox en Madrid, y su marido Espinosa de los Monteros, portavoz de la formación en el Congreso, vendieron lofts en suelo industrial entre 2003 y 2008 y la mayoría fueron construidos sin licencia, tal como ha ido revelando este periódico. Además, ella ejerció como arquitecta sin tener el título, que solo obtuvo en 2009. Han aparecido tres documentos de distintas obras donde aparece como tal antes de esa fecha. Fuentes eludió en todo momento pronunciarse sobre las irregularidades, tan solo se extendió sobre el caso del chalé del matrimonio, en el barrio de Chamartín. No cuenta con licencia de ocupación ni de actividad para el estudio de arquitectura de Monasterio, ubicado en el inmueble. El ayuntamiento ordenó precintar y clausurar el edificio en septiembre, pero luego le concedió una prórroga de un año para legalizarlo. El delegado justificó que no puede "echar a una familia con menores". Mercedes González, del PSOE, le exigió que ejecute la orden de clausura por sentencia firme e investigue por qué se ha incumplido la ley durante años.

La oposición se mostró muy dura. González repasó todos los casos conocidos hasta ahora y exigió saber cuántos expedientes, cuántas inspecciones y cuántas iniciativas de disciplina urbanística se han llevado a cabo en cada episodio bajo sospecha. “Ha llegado el momento de retratarse”, le advirtió en referencia al mutismo que han mantenido hasta ahora PP y Ciudadanos, que dependen de Vox para mantener su mayoría tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid. González reveló que el mismo día en que su partido registró la petición de comparecencia desapareció toda la información de la página web del estudio de la dirigente de Vox, Rocío Monasterio Asociados.

José Manuel Calvo, de Más Madrid, denunció un “presunto triple fraude” de Monasterio, profesional, administrativo y penal, por ejercer sin título, por construir sin licencia y “por una posible responsabilidad penal, probablemente prescrita, por poner en riesgo la seguridad de los trabajadores y las personas”. “Todo esto es absolutamente inaceptable en un cargo público”, concluyó. También pidió a PP y Ciudadanos “no actuar con complacencia ante este caso”. De paso recordó que el líder en Madrid de este último partido, Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad, también fue una de las víctimas de los lofts ilegales de Monasterio.

La concejal del PSOE recordó que la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, de Ciudadanos, declaró el pasado 26 de octubre: "Estamos investigando este caso como la totalidad de los casos, como es nuestro trabajo. Reunimos todos los expedientes, porque están muy dispersos para analizarlos, como haríamos con cualquier vecino. Una vez que tengamos toda la información se decide si se abre un procedimiento o no". Casi un mes después, aún no hay respuesta del Ayuntamiento.

La representante de Vox, Arantxa Cabello, defendió a sus compañeros de partido y veía una "obsesión" de la oposición con el caso. Enmarcó el conflicto sobre la residencia de Monasterio y Espinosa de los Monteros en el "derecho a la discrepancia" de los ciudadanos. Además de no contar con las licencias necesarias, en junio el dirigente de Vox fue condenado a indemnizar con más de 60.000 euros a un acreedor por no pagar parte del importe de las obras en ese mismo chalé. En todo caso aseguró que los dos dirigentes "acatarán las decisiones obligaciones judiciales y administrativas que les correspondan".

domingo, 21 de julio de 2019

_- Vox se fundó con un millón de euros del exilio iraní. EL PAÍS accede a las donaciones secretas del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán. El dinero acabó en una caja común del partido ultraderechista que sirvió para abonar salarios, fianzas y alquileres desde 2013.

_- El exilio iraní no financió solo la campaña electoral europea de Vox de 2014, sino que costeó también el día a día del partido ultra desde su creación hasta la llegada de esos comicios. Gastos como la fianza y el alquiler de la céntrica sede de la formación en la calle Diego de León de Madrid, los salarios de la plantilla, el sueldo del líder, Santiago Abascal —que en 2014 ocupaba el cargo de secretario general—, muebles y ordenadores corrieron a cargo del caudal económico extranjero. Vox ingresó las transferencias internacionales de los seguidores del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI) en una caja común que sufragó gastos corrientes desde el primer día, según la hoja de cálculo secreta de las donaciones a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

FOTO: EFE

El CNRI —un grupo que tuvo un brazo armado que figuró hasta 2012 en la lista de organizaciones terroristas de EE UU— apoyó a Vox desde su génesis. El partido recibió la primera transferencia de los opositores iraníes (1.156,22 euros) el mismo día que se inscribió en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior: 17 de diciembre de 2013. “Los fondos de los exiliados iraníes no solo sirvieron para pagar la campaña europea de 2014, sino también para poner en marcha Vox”, admite el primer presidente y fundador de la formación, Alejo Vidal-Quadras.

Los simpatizantes de la organización iraní enviaron 971.890,56 euros a la cuenta de Vox entre diciembre de 2013 y abril de 2014. “Santiago Abascal estuvo al tanto de todo, le expliqué mi relación con el CNRI y le dije que nos financiarían. Le pareció bien. Estaba encantado. No puso ninguna pega”, relata Vidal-Quadras. Vox ha declinado responder a este periódico.

La fuerza ultra recibió la primera transferencia del grupo iraní el día que se inscribió en el registro de partidos

Durante casi cinco meses, seguidores del CNRI de una quincena de países —entre ellos Alemania, Italia, Suiza, EE UU y Canadá— regaron la cuenta del partido. La aportación mínima fue de 60 euros. La máxima, de 35.560,32 y llegó en febrero de 2014 de un potentado constructor iraní radicado en EE UU. El hijo de este donante contribuyó también a la causa con 21.522,35 euros, según los movimientos bancarios.

El millón de euros iraní aterrizó en la cuenta del partido a través de 35 recaudadores. Una figura que encarnaron opositores al régimen de Teherán diseminados por el mundo. Su misión: recoger fondos para Vox en sus países. Solo uno de estos cobradores ordenó seis transferencias a la cuenta de la fuerza ultra por valor de 14.800 euros entre enero y febrero de 2014.

Los recaudadores canalizaron centenares de donaciones de personas anónimas cuyas identidades no figuran ni en la cuenta bancaria abierta por Vox en una entidad catalana ni en la contabilidad interna del partido.

Un potentado constructor iraní residente en EE UU y su hijo donaron 57.000 euros a Vox

Vox recibió en sus cinco primeros meses de vida 141 transferencias de fondos procedentes de un millar de iraníes, según las mismas fuentes. Ninguna de estas aportaciones superó el límite de 100.000 euros anuales fijado por la Ley de Financiación de Partidos de 2012. A la cuenta específica abierta por Vox para recibir el dinero de los opositores solo llegaron dos donativos de personas ajenas al movimiento de resistencia iraní. Y sus aportaciones no rebasaron los 2.000 euros. El grifo financiero de los disidentes se cortó antes del inicio de la campaña europea de mayo de 2014.

El análisis del Excel confidencial de Vox confirma que la relación entre los ultras y el grupo opositor a Teherán se inició durante la gestación del partido. El fundador y primer presidente de la formación, Alejo Vidal-Quadras, pidió entonces auxilio económico a los responsables de la organización iraní tras anunciar sus planes de abandonar el PP y embarcarse en la nueva aventura política, según reconoce el que fuera también vicepresidente del Parlamento Europeo entre 2004 y 2014.

Vidal-Quadras confirma así que el CNRI organizó la colecta mundial para respaldar la creación de Vox. Y puntualiza: "Los donativos no vinieron de la organización, sino de simpatizantes del CNRI. De una comunidad en el exilio muy variopinta". La Ley de Financiación de Partidos Políticos prohíbe las donaciones de partidos u organizaciones extranjeras.

La organización iraní recurrió a 35 recaudadores de una quincena de países para recolectar fondos

La conexión entre este político y la entidad iraní se remonta a la etapa del dirigente conservador como eurodiputado (1999-2014). Tras aterrizar en Bruselas, Vidal-Quadras recibió a una delegación de los opositores al régimen islámico. E inició una relación que cristalizó después en la participación del parlamentario en más de 14 ediciones del encuentro anual que el CNRI celebra en París. Una cita que concentró el pasado año a 4.000 personas y por la que han desfilado los expresidentes del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar o la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Documento notarial para Abascal Vidal-Quadras abandonó Vox en 2015 tras no hacerse con el escaño en el Parlamento Europeo al obtener solo el 1,56 % de los votos (244.929). Antes de marcharse, entregó al partido un documento notarial con las transferencias del CNRI y los gastos de la formación, según fuentes conocedoras de la contabilidad de Vox. El grupo opositor cortó el caudal de fondos a la formación ultra después de que Vidal-Quadras dejara el partido.

El dinero iraní de Vox ha originado malestar en el seno de la formación. Este periódico desveló la pasada semana que el CNRI costeó con 800.000 euros el 80% de la campaña europea de 2014. Una convocatoria donde concurrieron Abascal y el actual vicesecretario de Relaciones Internacionales, Iván Espinosa de los Monteros.

Abascal aseguró tras conocer la noticia que los donativos fueron legales porque su partido entregó la lista al Tribunal de Cuentas. Una afirmación que el organismo fiscalizador niega.

Las nuevas revelaciones elevan los fondos extranjeros de Vox al millón de euros. Y confirman que el caudal iraní resultó clave para alumbrar la fundación del primer partido ultra que ha desembarcado con fuerza en el tablero político español.

investigacion@elpais

jueves, 24 de enero de 2019

_- Miles de mujeres contra Vox: “Nos tendrán enfrente si tocan nuestros derechos” Las movilizaciones en más de un centenar de localidades muestran el rechazo a las propuestas de la extrema derecha para Andalucía con la vista puesta en el próximo 8 de Marzo

_- Con un ojo puesto en la entrada de Vox en el Parlamento andaluz y otro en la próxima movilización del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, miles de personas (mayoritariamente mujeres) han salido este martes a la calle en un centenar de localidades de España convocadas por más de 140 colectivos feministas. Ni un paso atrás en igualdad, decía el lema principal de las protestas, que arrancaron a media mañana frente al Parlamento andaluz en Sevilla y se han replicado de norte a sur y de este a oeste por la tarde.

En Sevilla, la concentración se ha celebrado en la plaza Nueva, junto al Ayuntamiento, y ha reunido a unas 3.000 personas, según fuentes de la subdelegación del Gobierno. La convocatoria ha sido más numerosa que la celebrada el pasado abril en contra de la sentencia de La Manada. "En igualdad, ni un paso atrás", "No pasarán" o "No son muertes, son asesinatos" han sido algunos de los lemas que han coreado los asistentes.

Además de carteles reivindicativos, los manifestantes han portado banderas moradas, arcoíris y republicanas. Varios asistentes han paseado un carro de bebé con una vagina gigante, parecido al polémico coño insumiso. "No les van a robar el futuro a mis nietas, me niego", ha asegurado la sevillana Teresa López mientras portaba un cartel en el que se leía "Igualdad, ni menos ni más". "Son nuestros derechos, nos han costado mucho y no vamos a permitir que hagan con ellos lo que les apetezca. Nos van a tener enfrente si los tocan", ha añadido Remedios Gil.

En Madrid, el lema con el que comenzó la concentración contra las propuestas ultraderechistas de Vox ha sido "Madrid será la tumba del fascismo". Frente al edificio de Correos, en la Puerta del Sol, varios de los colectivos feministas que firmaron la convocatoria nacional para este 15 de enero sostenían una gran pancarta bicolor. "Nuestros derechos no se negocian", rezaba la parte morada del gran cartel. "Igualdad real ya", se leía en la parte blanca. Detrás de ella, la multitud pedía que "los machistas" estuvieran "fuera de las instituciones". Miles de personas de todas las edades, mayoritariamente mujeres, han hilado un lema tras otro.

"Vox, escucha, mujeres en la lucha" es un coro que ha unido a las miles de personas que llenan Sol en este #15E que también ha cantado hasta la saciedad #NoNegociamosYoVoy y #NiUnPasoAtrás pic.twitter.com/prKz22LeTk
— Isabel Valdés (@minisashas) 15 de enero de 2019

Sara Díaz, del colectivo Nosotras Mismas, una de las organizaciones convocantes, ha explicado que esta movilización del feminismo es "necesaria". "Hay que denunciar lo que esconden las propuestas de Vox, que niegan la violencia de género, cuestionan los instrumentos legales para combatirla y rechazan los derechos de igualdad". Ha asegurado que, de forma extendida, lo que más preocupa es que "partidos con posibilidad de gobernar como PP y Ciudadanos asuman este discurso".

Los cantos pasaban de ese "Ni un paso atrás" a "Las calles, la noche, también son nuestras", de "Abajo el patriarcado, que va a caer" a "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste" o "Nosotras parimos, nosotras decidimos". En esta ocasión, apunta la veterana feminista Henar Sastre, "más que nunca, porque hay una movilización en más de 100 ciudades y es transversal. La lucha es de todas y todos para defender lo conseguido con mucho esfuerzo". Dice que es lo que tiene el feminismo, "que es una llama que prende y es imparable, sobre todo cuando están en juego los derechos y la libertad". Sastre, que forma parte de la organización del 8M, apuntó que este próximo marzo la convocatoria va a "desbordar" y que están "preparadas para todo".

En Valencia, centenares de personas también se han concentrado en la plaza del Ayuntamiento para protestar contra las propuestas de Vox. “Contra los fascistas, lucha feminista”, “Ni un paso atrás”, han coreado las mujeres, informa Ignacio Zafra. El manifiesto ha defendido el mantenimiento de las leyes aprobadas contra los asesinatos machistas y ha denunciado la estrategia de sembrar dudas sobre las denuncias de las mujeres víctimas de violencia de género. “Me hubiera gustado que viniera más gente, pero al final se ha animado la cosa. Es muy importante aguantar con todo lo que está pasando”, comentaba Leonor García, una de las asistentes.

Centenares de personas han acudido a la concentración feminista de Málaga, en la plaza de la Constitución, informa Nacho Sánchez. Por la mañana, ocho autobuses se han desplazado desde la ciudad malagueña hasta el Parlamento andaluz, en Sevilla, para participar en la concentración convocada allí. Numerosas organizaciones de mujeres se han sumado como reacción a “las declaraciones y los postulados políticos de Vox”, según Meli Galarza, presidenta de la Asociación para la Defensa de la Imagen Pública de las Mujeres, la más antigua de Málaga con más de 25 años de lucha feminista. “Nuestra vida no está hoy asegurada en el Estado español”, ha añadido Galarza. En la concentración se ha desplegado una gran pancarta con los nombres de las mujeres víctimas de la violencia machista desde 2003.

En #Málaga se ha desplegado una enorme pancarta con los nombres de todas las víctimas de la violencia machista desde 2003. La concentración se ha convertido ya en una manifestación que recorre las calles del centro. Síguelo en @el_pais: https://t.co/8YMGHEqsYy pic.twitter.com/x6RiOeIIp3

— Nacho Sánchez (@nacholaisla) 15 de enero de 2019

Alrededor de 10.000 personas según la policía local se han manifestado en Granada. La manifestación, muy arropada por hombres también, ha arrancado en la puerta de la sede de la Junta de Andalucía. "Quiero tu respeto, no tus piropos" o "Nuestros derechos no se negocian, ni un paso atrás en la igualdad" han sido algunos de los lemas que se han coreado en la manifestación, informa Javier Arroyo. Gloria Osuna, profesora, feminista y durante mucho tiempo responsable del plan de igualdad de su centro educativo, era una de las manifestantes. Gloria ha recordado: "Parece evidente que vamos hacia atrás. Hemos dado por conquistados derechos que ahora, de pronto, se encuentran en peligro. El feminismo es algo que hay que defender y conquistar cada día. Otros derechos, sin embargo, una vez conquistados, ya está. El feminismo no". Osuna prevé una primavera "caliente" con más convocatorias como esta.

En una plaza de San Juan de Dios de Cádiz llena de miles de personas, Vanesa Ríos desplegó su pancarta, hecha para la ocasión: “Los fascistas tenéis ‘toa’ la cara de un choco podrío”. A su alrededor, una carcajada general ante la guasa con la que esta joven gaditana ha querido ironizar para mostrar su oposición al avance de la ultraderecha en Andalucía. “Estaba súper cabreada y me tuve que contener para no poner una bordería. Mi solidaridad con los chocos, no quería insultarles, por eso he puesto lo de ‘choco podrido”, bromea Ríos. La gaditana ha querido demostrar con su lema que “en Cádiz no hay miedo”, informa Jesús A. Cañas.

“Queremos igualdad. Ni un paso atrás”, gritan en la plaza de San Juan de Dios en Cádiz. Mujeres y hombres jóvenes y mayores llenan la zona. https://t.co/aI9NmO7Vby pic.twitter.com/ayg4oMt3RQ

— Jesús A. Cañas (@jesusccarrillo) 15 de enero de 2019

Al igual que Ríos, mujeres y hombres de todas las edades encontraron su motivación para animarse a participar en la concentración de Cádiz. Entre 1.500 y 3.000 personas, según distintas estimaciones, se animaron a continuar por las principales calles comerciales de la ciudad con cánticos y lemas diversos, como el tanguillo surgido durante el Sitio de Cádiz de los franceses (a principios del siglo XIX): “Con las bombas que tiran los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones”. Lola Núñez, una gaditana que rebasa los 50 años, añadía sus motivos: “Estoy en contra de todas las violencias, pero te matan por ser mujer, te violan por ser mujer. No es lo mismo”.

“Los derechos no se negocian” fue la consigna más repetida en las pancartas que alzaban las más de 1.000 personas, según la Guardia Urbana, que llenaron la plaza de Sant Jaume en Barcelona durante una hora. La bandera de Andalucía ondeaba entre gritos de “Vox escucha, mujeres en lucha”. El emblema verdiblanco lo agitaba Cristina Hidalgo, una cordobesa de 26 años que denunciaba las políticas del líder de Vox, Santiago Abascal. “Tradicionalmente la mujer andaluza siempre ha soportado el estigma de la opresión, y si ahora se imponen las política de Vox vamos a ser menos que un trapo”.

“Nos matan por las calles, nos violan. Ponemos denuncias y no nos escuchan. No es posible que haya países en los que no se pueda abortar”, ha comentado indignada Laura Morelli, de 20 años. “Me encanta que haya hombres”, ha añadido su amiga Mar Soriano de 21 años, “pero solo una mujer puede sentir lo que es estar rodeada de otras mujeres, te sientes segura”, informa Gregorio Casanova.

Galicia también se ha movilizado "contra el fascismo" y "en apoyo del feminismo andaluz". A las ocho de la tarde horas han arrancado las concentraciones en las principales ciudades, como Vigo, A Coruña o Santiago, pero también en localidades de tamaño medio como Ribeira (A Coruña), Sarria (Lugo) o Viana do Bolo (Ourense). "Nos jugamos mucho con la ultraderecha, pero no solo las mujeres. También hay peligro de que se cancelen derechos de los LGTB y de los inmigrantes", ha incidido Beatriz Carpintero, contable de 46 años, una de las alrededor de 1.000 personas que se han concentrado en pleno centro de A Coruña. Carpintero ha celebrado que "se han unido muchos hombres", informa Sonia Vizoso.

Las encargadas de leer el manifiesto en A Coruña han expresado su "más profunda repulsa a estas visiones fundamentalistas y reaccionarias en las que priman la irracionalidad y el sin sentido": "No queremos volver a un modelo social del pasado que está superado por las nuevas generaciones de mujeres".

sábado, 19 de enero de 2019

_- Un serio retroceso en materia de igualdad. El pacto firmado por el PP y Vox en Andalucía es opuesto a las políticas progresistas tanto en definición como contenido y medidas. No tiene nada que ver con la defensa de las “familias”, en plural.

_- Si atendemos a los puntos 16, 17 y 18 del pacto firmado por el PP y Vox en Andalucía, podríamos pensar que quizá la derecha le habría tomado la delantera a la izquierda en la priorización de las políticas de familia e infancia y en la inclusión, en la agenda política, de las medidas centradas en la reducción del coste de tener hijos. Sin embargo, esta primera posible impresión es falsa.

Existe un tipo de evaluación de políticas públicas que se denomina “evaluación de coherencia” y que se refiere al significado atribuido a la realidad que se pretende analizar. En el caso del pacto entre el PP y Vox, una evaluación de coherencia nos llevaría a concluir que, cuando la derecha española habla de conciliación, de familia y de embarazos no deseados, está dotándoles de un significado que se aleja mucho de la definición, contenido y medidas que tienen en mente las políticas progresistas.

Según Eurostat, en España se gasta el 1,3% del PIB en la protección de familias e infancia, mientras que en la UE-28 la media alcanza el 2,4% del PIB. Sin embargo, la bondad de las políticas sociales no la establece únicamente su porcentaje sobre el PIB. Como bien nos enseñó el sociólogo danés Gøsta Esping-Andersen, existen otras variables más cualitativas que permiten dotar de mayor o menor valor al gasto social porque analizan su impacto en la sociedad y en las personas. Una de ellas es la desmercantilización; el grado en que el Estado y sus políticas públicas permiten que el individuo no dependa del mercado para cubrir sus necesidades básicas, aquellas que le garantizan una vida digna. Otra variable, asumida por Esping-Andersen, pero aportada por investigadoras feministas como Ann Shola Orloff, es la desfamilización, que atiende a todo el bienestar social no remunerado que se genera en los hogares y que, mayoritariamente, llevan a cabo las mujeres. Un buen modelo de bienestar social también pasa, por tanto, por garantizar labores de atención y de cuidado más allá de la familia, que permitan a las mujeres poder conciliar su vida personal, laboral y familiar y ejercer sus derechos en igualdad de condiciones.

El neoliberalismo y el neoconservadurismo no abogan por la extensión del modelo de bienestar social y tampoco creen en la necesidad de que el Estado de bienestar garantice la desmercantilización y la desfamilización. Sus postulados se centran en la defensa de los valores tradicionales del capitalismo: familia, empleo y patria. La idea de familia neoconservadora o neoliberal, que propone la recuperación de los valores tradicionales, no tiene nada que ver con la idea de “familias” en plural de las políticas socialdemócratas o progresistas. En el primer caso, persiste la división sexual del trabajo, una definición del papel social de las mujeres muy centrado en la maternidad y el cuidado, muy vinculado al ámbito privado, doméstico, a la familia. Una familia en la que las mujeres asumen el papel de cuidadoras y permiten que el Estado no necesite invertir en políticas de igualdad entre mujeres y hombres.

Cuando PP y Vox dicen: “16. Fomentar medidas de conciliación entre la vida laboral y familiar, como fórmula esencial para la mejora de la calidad de vida de las familias”, olvidan dos conceptos clave en la ecuación: conciliación también “personal” y, sobre todo, conciliación “corresponsable”. Al feminismo le ha costado años de lucha y reivindicación conseguir que en los planes de igualdad institucionales y en las políticas sociales, familiares y de empleo se incluyera la corresponsabilidad al hablar de conciliación. Si no trabajamos y construimos un modelo social y económico en el que la conciliación sea corresponsable, estaremos favoreciendo la perpetuación de la feminización de la conciliación que tiene importantes efectos perversos sobre la igualdad entre mujeres y hombres, agravando los sesgos de género en las tareas de cuidado, agrandando la brecha salarial de género y generando feminización de la pobreza.

Cuando el PP y Vox dicen: “18. Crear una Consejería de Familia”, se están olvidando del plural: “Familias”. Atendiendo al pacto pareciera que lo que más les preocupa es incrementar la natalidad, pero se olvidan de que para lograr un resultado efectivo deben partir de un correcto diagnóstico de las causas. La interpretación de las actuales tasas de natalidad, fecundidad y reemplazo generacional no puede obviar que una de las principales causas está en el mantenimiento de la desigualdad estructural entre mujeres y hombres, en el cambio del papel social desempeñado por las mujeres y en el cambio de valores; la maternidad hoy no es la única vía de autorrealización personal de las mujeres. Un pacto que pretende sustituir las políticas de igualdad entre mujeres y hombres, por políticas de familia sin perspectiva de género, supone un grave y ciego retroceso en la adaptación de las políticas sociales a la situación real de las mujeres. Las politólogas Alba Alonso y Natalia Paleo, en reconocidos artículos científicos, ya establecieron una clara y verificable relación entre Gobiernos conservadores y retrocesos en las políticas de igualdad cuando estas son sustituidas por políticas de familia. En estos casos, la agenda de igualdad se reorienta y pasa a ocupar una posición central la promoción de la maternidad. Estas autoras demuestran que la presencia de los partidos conservadores en el poder tiene impacto en términos de pérdida de recursos y en términos de desarrollo de una agenda política focalizada en las mujeres como madres y cuidadoras. Ha ocurrido ya y volverá a ocurrir; el pacto entre el PP y Vox nos permite prever que sus políticas supondrán un recorte en las medidas de igualdad y pondrán en riesgo los avances de los últimos años, diluyendo el carácter estructural de la desigualdad entre mujeres y hombres y tratando de responder a necesidades cortoplacistas en lugar de dar respuesta a necesidades estratégicas.

No puedo terminar esta reflexión sin atender al punto 20 del acuerdo ya que es, sin duda, un claro ejemplo del retroceso en materia de igualdad y un cuestionamiento de las medidas legislativas cuya consecución ha costado años de reivindicación y de lucha social por parte del movimiento feminista. 

Cuando el PP y Vox acuerdan: “20. Poner en marcha un sistema de atención a mujeres con embarazos no deseados que les proporcione información, asistencia y alternativas socioeconómicas”, están planteando la medida de forma aislada, con entidad propia y sin enmarcarla en una política integral, lo que supone la introducción de criterios morales que prejuzgan a las mujeres que quieren interrumpir sus embarazos no deseados, sojuzgándolas y limitando su ejercicio de libertad de elección. Cuando en el acuerdo se habla de proporcionar “alternativas socioeconómicas” se dan muestras de un claro desconocimiento de las raíces del problema y de las diversas razones que hay detrás de la decisión de interrumpir un embarazo.

En suma, cuando el PP y Vox pactan y acuerdan crear una Consejería de Familia están dándole un portazo en las narices a las políticas de igualdad y a la transversalidad de género en el diseño de las políticas públicas. Están favoreciendo una definición tradicional de familia y retrocediendo en las medidas que favorecen la promoción de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, ya que unas políticas sociales, familiares, de empleo y conciliación sin perspectiva de género son ciegas al impacto perverso que tienen en el incremento de la desigualdad entre mujeres y hombres.

María Silvestre es directora del Deustobarómetro. Universidad de Deusto.

https://elpais.com/elpais/2019/01/15/opinion/1547567578_462546.html?rel=str_articulo#1547639745105