Mostrando entradas con la etiqueta El amor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El amor. Mostrar todas las entradas

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Antoni Bolinches, psicólogo y sexólogo: “La pareja es la mejor escuela de aprendizaje vital que existe”

El filósofo, psicólogo clínico, sexólogo y experto en relaciones de pareja expone su método para sufrir menos y mejor en su último libro, ‘Psicoterapia para el mal de amores’, donde los fracasos sentimentales se convierten en oportunidades para crecer y facilitar la llegada del amor armónico.

El amor sigue siendo la asignatura más difícil en ese curso que todos tenemos pendiente que es la educación sentimental. El amor y el sujeto amoroso, la pareja, han provocado a lo largo de la historia tanta dicha como sufrimiento, tanta inspiración como desánimo, tantas expectativas como desilusiones. Tantas películas con final feliz como canciones tristes. Sufrir por amor se perfila entonces como ese mal inevitable que, tarde o temprano, se presenta a cualquiera que haya querido pasar por el mundo con su corazón a pleno rendimiento. Esta idea admitida por la sabiduría popular es la que quiere desmentir, en parte, Antoni Bolinches en su último libro, Psicoterapia para el mal de amores (Urano, 2024).

Este filósofo, psicólogo clínico y sexólogo nacido en Barcelona en 1947, creador de la Terapia Vital, expone en su última obra su matemática de los sentimientos, que explica la mecánica de una relación de pareja, y propone convertir el sufrimiento amoroso en una escuela de aprendizaje vital que nos capacitará para sufrir cada vez menos y disfrutar cada vez más de las relaciones de pareja.

Bolinches, que ha tocado el tema del amor en anteriores libros como El arte de enamorar (1998) y Amor al segundo intento (2006), y que lleva a sus espaldas años como terapeuta individual y de pareja, infunde un rayo de optimismo en torno a esa relación tan compleja que es el amor entre dos personas. Amigo de los aforismos, sentencia: “Cuando el amor nos deja, nosotros nos encontramos y cuando nosotros nos encontramos, el amor ya no nos deja”.

PREGUNTA. En su libro sostiene que la pareja es la mejor escuela de aprendizaje vital y mejoramiento personal que existe, porque en ella se imparte un curso de formación permanente. ¿A qué se refiere?
RESPUESTA. A que en ninguna clave de relación influyen tantos parámetros distintos. Los integrantes de una pareja son compañeros de piso, económicos, sexuales, de tareas del hogar, de vida. En esa interacción surgen roces y puntos de fricción de discrepancia de criterios; por lo tanto, ha de haber una conciliación con el otro, que empieza con una conciliación interior, porque para que yo me concilie contigo debo primero conciliarme conmigo. En ese sentido es la mejor escuela porque en ningún otro tipo de relación se dan tantas variantes, entre ellas la sexual y la antisexual, plasmada en el hecho de dormir juntos. ¡Y ya no te digo cuando uno de los dos ronca!

P. ¿Cree que la pareja está en crisis? Hay gente que incluso sostiene que está en peligro de extinción.
R. No creo que esté en peligro de extinción, sino en necesidad de regeneración. No hemos encontrado una manera mejor, o menos mala, de estructurar la sociedad que la pareja monogámica. Lo que sí cambiará es el modelo de pareja, pasaremos de la pareja única a la monogamia sucesiva. Es decir, uniones que duran unos años y se rompen, luego pasamos por un periodo de sensualidad no monógama y nuevamente volvemos a emparejarnos. En este tema yo propongo elegir mejor, gestionar mejor y aportar más. Y respecto al poliamor, mi consejo es que antes de correr hay que saber andar.

P. Un fenómeno que vemos entre los más jóvenes es que se emparejan antes que sus padres. Son relaciones poco duraderas pero se mueven de pareja en pareja, cuando generaciones anteriores solían disfrutar de la soltería en su adolescencia y temprana juventud y buscaban un compañero más tarde. ¿A qué obedece este comportamiento?
R. Es cierto, y tiene su lógica porque empiezan antes sexualmente y, si se acoplan bien, siguen como pareja. Pero son parejas sexuales, no estables, con una esperanza de vida corta. El concepto de pareja de los jóvenes no está concebido desde el compromiso, sino como una alianza sexual.

P. ¿Qué une más a la pareja, el amor o el sexo?
R. Ahora, por desgracia o por suerte, todas las parejas empiezan por la primera pata de las cuatro, que yo tipifiqué en mi anterior libro Amor al segundo intento, que es el buen acoplamiento sexual. Si esto no funciona ya no se forma la pareja aunque los caracteres sean compatibles, las escalas de valores similares o aunque haya un proyecto de vida convergente. 

Portada del libro 'Psicoterapia para el mal' de amores (Urano, 2024), el nuevo libro de Antoni Bolinches.Portada del libro 'Psicoterapia para el mal' de amores (Urano, 2024), el nuevo libro de Antoni Bolinches.

P. Mucha gente se acerca al amor, a la pareja como tabla de salvación, esperando que resuelva sus problemas, mejore su vida y le brinde felicidad. “Tú lo que necesitas es un buen novio/a”, se oye como solución definitiva. Pero, como dice en su libro, hay que estar bien para poder encontrar una buena pareja.
R. Hay una expectativa de que la pareja contribuye a nuestra estabilidad y una presión social para no estar solo a partir de cierta edad. Es cierto que las posibilidades de encontrar una buena pareja aumentan a medida que maduramos y nos sentimos mejor con nosotros mismos, pero, al mismo tiempo, la pareja es también un espacio enorme de aprendizaje que nos ayuda a conseguir esa madurez.

P. ¿Qué es lo peor que le puede pasar a la pareja? Porque pensamos que es la ruptura, pero vivir en un estado semilatente, de respiración asistida, puede ser más destructivo y dejar más secuelas.
R. Lo peor es que se instale la convivencia neurótica autodestructiva, que se alimenta de las agresiones recíprocas. Pasan dos cosas: unos hacen de la necesidad virtud, superan la dificultad y mejoran la relación y otros se instalan en una convivencia de agresiones recíprocas y se convierten en parejas neuróticas. Las personas se diferencian más por el tipo de soluciones que aportan que por el tipo de problemas que tienen.

P. ¿La infidelidad sigue siendo la principal causa de ruptura? Según comenta en el libro, una de cada tres parejas la supera, otra rompen y otra sigue pero, tras un tiempo, se da cuenta que el problema no se ha resuelto y rompe. También señala que la infidelidad femenina se sigue perdonando menos.
R. La infidelidad sigue siendo la primera causa de ruptura en parejas jóvenes. Y sí, todavía se perdona menos la de la mujer. Hay una diferencia: al hombre le importa más la infidelidad sexual de su mujer y a esta le importa más la infidelidad sentimental. Y aún hay otra diferencia en la manera de computar que gráficamente sería: cuando el hombre se entera de que la mujer está enamorada de otro, este le pregunta: “¿Pero te has ido a la cama con él?”. Y si ella dice no, pues le contesta: “Ya lo arreglaremos”. En cambio cuando la mujer descubre la infidelidad del marido, la pregunta es: “¿Te has enamorado?”. Y si este dice no, ella piensa que todavía hay arreglo.

P. Dice también en el libro que las rupturas las suele hacer quien da más amor del que recibe.
R. Sí, por defraudación de expectativa, o porque se siente traicionado, como en el caso de la infidelidad. Puedes querer pero haces una ruptura reactiva, puesto que me has puesto los cuernos te dejo. Dejas pero no quieres dejar. El que rompe porque ha sido infiel tiene sentimiento de culpa, pero el que rompe porque le han sido infiel tiene tres problemas que resolver. Primero, se le rompe el estilo de vida que lleva, sin desearlo. Segundo, su red de relaciones, la manera de gestionar los afectos y el hecho de compartir el proyecto de vida se le ha alterado sin su deseo ni preparación. Tercero, al perder al sujeto amoroso, no solo lo pierde sino que le queda una herida en su autoestima.

P. Hay también muchos malentendidos respecto a lo que hay que hacer tras una ruptura. Buscar otra pareja inmediatamente; tratar de no pensar en ello; o en demonizar al otro, en vez de hacer autocrítica. Todo lo contrario a lo que usted aconseja.
R. Cuanto más maduro eres más productivo es el sufrimiento y ese sufrimiento es el que te hará madurar más. Empieza ahí la espiral de crecimiento. Hay que estar en actitud de disposición al aprendizaje. Primero, hay que aceptar la parte de responsabilidad en lo sucedido, porque lo que pasa entre dos nunca es responsabilidad de uno solo. Segundo, tener claro que criticar al otro no te mejora a ti. Si nos preguntamos por qué nos dejan, o incluso se lo preguntamos al que lo hace, y aceptamos parte de las cosas que nos dice, no hay duda de que estaremos mejorando. Es necesario un periodo de introspección, de entre seis meses y un año, para asimilar la pérdida, ganar en seguridad y madurez y estar en mejores condiciones de gestionar una mejor elección y futura relación. Sobre todo, no hay que caer en conductas autodestructivas. Y, además, si vas al terapeuta o lees algún libro, pues mejor que mejor.

P. Habla también de que hay que sufrir. Ahora, tiene que ser un sufrimiento productivo. “Quien aprende a sufrir, aprende a madurar; y quien aprende a madurar deja de sufrir”, dice en su libro. ¿Es una asignatura difícil positivizar el sufrimiento?
R. Sí, porque, además, la pareja es el ámbito más intenso de relación y, por lo tanto, el sufrimiento será mayor. Como se suele decir popularmente, hay que pasar página, porque si no pasamos página no superamos la situación. Pero primero hay que leer la página y entenderla, y después pasarla. Y, como subrayo en el libro, a mayor seguridad menor sufrimiento. Los inseguros y con baja autoestima sufren más. Aunque también hay la idea de que si no se sufre tanto es porque no se estaba muy enamorado; esgrimida, generalmente, por los que no quieren desestabilizarse a sí mismos y prefieren pensar que el otro no tenía el mismo grado de amor, en vez de pensar que ellos no lo gestionaron tan bien. La diferencia no está en la calidad del amor sino en la bondad de cómo se gestiona el desamor.

P. En su libro habla de cuatro pasos para conseguir el amor armónico: aprender a elegir, aprender a construir, aprender a compartir y aprender a negociar. ¿Qué es lo más complicado?
R. Para aprender a elegir tenemos que pasar por elecciones erróneas. De hecho, mi teoría es que la primera elección no es una verdadera elección. Es la conjunción de dos necesidades, dos atracciones y dos situaciones. Para elegir con éxito se necesita un aprendizaje vital. Aprender a negociar es la clave de la buena convivencia porque nadie es perfecto, nadie puede aportarnos todo lo que esperamos y hay que negociar para compartir, para aportar, para gestionar, para renunciar, para comprender. De hecho, muchas parejas rompen por la descompensación en las aportaciones recíprocas. Cuando uno da mucho y el otro da muy poco.

P. ¿No cree que ser soltero a una determinada edad vuelve a ser un estigma social? La figura de la solterona vuelve con fuerza, tras años desaparecida.
R. Es la tesis de la mujer invisible, de acuerdo con los cánones de belleza asociados a la juventud. Y que muchas mujeres siguen aceptando. Si se ve a un hombre mayor solo, de 50 años, que sobre el papel se ve una persona aceptable, se tiende a pensar que está solo porque quiere. Pero ese mismo perfil en una mujer se traduce en que está sola porque no encuentra a nadie. Y es posible que no encuentre la compañía adecuada, porque la mujer ya no se conforma con relaciones pobres y porque hay un desfase entre mujeres evolucionadas y hombres desorientados. No hay suficientes hombres maduros para todas. Es triste.

P. ¿Qué le diría a esta gente que ha tirado la toalla a una determinada edad por encontrar pareja cuando le gustaría tenerla, en parte, porque los espacios para ligar se han reducido mucho a las redes sociales?
R. Las redes sociales tienen un efecto ambivalente. Por un lado optimizan, teóricamente, las posibilidades de contacto, pero frivolizan la clave de relación y, a la vez, hay mucho fingimiento. Pero es verdad que estamos en un mal momento para los buenos amores. ¿Qué propongo? El mejoramiento personal. Primero no tirar la toalla sin sudarla y segundo, sudemos en el ámbito adecuado para poder tener éxito. Y ahí, cuanto menos buscas más encuentras; pero para buscar hay que ser suficiente buena compañía para ti mismo. Entonces te conviertes en buena compañía para los demás. El arte de enamorar es el arte de mejorar.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Una tarea difícil


Ha comenzado el curso escolar y quiero, desde este pequeño rincón, enviar a los profesores y a las profesoras un mensaje de admiración, de gratitud y de afecto. La tarea que realizan, tantas veces subestimada por la sociedad, por los medios de comunicación, por algunos políticos, por muchas familias y, a veces, por ellos mismos es, a mi juicio, la más hermosa, importante y difícil que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con la mente y el corazón de los niños, de las niñas y de los jóvenes. Trataré de explicar por qué es difícil la tarea que realiza el profesor.

Vuelta a las aula en el primer día de colegio, tras las vacaciones de verano en el CEIP García Lorca Porque, inmerso en la cultura neoliberal donde prevalecen el individualismo, la competitividad, el eficientismo, la privatización de bienes y servicios, el olvido de los favorecidos, el relativismo moral, el consumo obsesivo, la hipertrofia de la imagen, la reificación del conocimiento…, el profesor se dedica a cultivar la solidaridad, el saber, el respeto, la dignidad y la compasión con los más débiles.

Porque trabaja en un contexto adverso proponiendo modelos por la vía de la argumentación que otros combaten con modelos presentados por la vía de la seducción.

Porque desarrolla una tarea que consiste en hacer amar el conocimiento en una sociedad obsesionada con el dinero, el poder, el placer y la fama.

Porque la presión social es cada día mayor, esperándose de él y exigiéndole incluso, que responda a todas las necesidades de formación: para la paz, para el consumo, para la imagen, para la seguridad vial, para la convivencia, para la era digital, para la sexualidad, para la muerte, para el medio ambiente, para los valores…Con parecida formación y por el mismo sueldo.

Porque frente a especuladores, demagogos, mercaderes y tiranos, el educador está del lado de la verdad, del amor y de la libertad.

Porque los educandos tienen distractores muy potentes en las redes, en la calle, en las discotecs, en las drogas, en el alcohol, en la delincuencia…

Porque su tarea es enormemente paradójica, ya que consiste en ayudar a que otros aprendan por sí mismos a pensar y a convivir, a que sean aprendices crónicos y autónomos. Dice Holderlin que los educadores forman a sus educandos como los océanos forman a los continentes: retirándose. Lo que le dice el educando al educador es: “ayúdame a hacerlo solo”.

Porque en la sociedad de la información, en la que todo el mundo sabe que quien tiene información tiene poder, el educador se dedica a compartir generosamente el conocimiento que posee.

Porque los educadores y educadoras trabajan en instituciones cada día más complejas en las que existe disputa ideológica, presión social, regulación asfixiante y condiciones deficientes.

Porque en educación pocas veces sucede que si A, entonces B. Lo que sucede es que si A, entonces B, quizás. Más aun si se tiene en cuenta que hay dos tipos de alumnos y de alumnas en el sistema educativo: los inclasificables y los de difícil clasificación.

Porque cada curso va sumando un año al docente mientras sus alumnos y alumnas se mantienen en la misma edad que siempre han tenido, debiendo superar desajustes generacionales retadores.

Porque cada año, después de aprender a querer a sus alumnos y a ser querido por ellos, debe separarse de todos para empezar de nuevo el proceso de la conquista afectiva de otro grupo diferente.

Porque los conocimientos se multiplican vertiginosamente y el profesor tiene el deber de estar al día e, incluso, en el día de mañana.

Porque, a veces, tiene que tratar de enseñar a quienes de ninguna manera desean aprender ni dejar, a cualquier precio, que otros aprendan.

Porque, en la era digital, tiene que tener en cuenta que el conocimiento está fragmentado y disperso en múltiples sitios. Y, además, obliga a detectar las adulteraciones que producen los intereses económicos, políticos y religiosos.

Porque algunas familias entienden que el deber del educador o la educadora es hacer toda la tarea que ellas no pueden, o no saben, o no quieren hacer en las casas.

Porque algunos padres y madres han perdido el rumbo y se han convertido en jueces, policías, espías o verdugos de los educadores.

Porque es muy fácil equivocarse al decidir qué es el bien de los demás, si no se cuenta los interesados, como demuestra esta historia.

Se cuenta que una señora argentina va a comprar dos pasajes de primera clase para un viaje de Buenos Aires a Madrid. En el transcurso de la conversación el empleado de la agencia se dio cuenta de que el acompañante de la señora era un mono. La compañía se opuso a que viajase en el avión un mono y no aceptó el argumento de la mujer de que si ella pagaba podía decidir con quién viajar, a dónde y cómo. Aun así la señora, que tenía mucha influencia, consiguió gracias a la recomendación de un directivo de la compañía, que se aceptase que el mono pudiera viajar en una caja especial cubierta con una lona, en la zona de azafatas del avión, en lugar de hacerlo en la bodega del avión con los equipajes facturados.

De mala gana la mujer aceptó, de modo que llegó al avión con una jaula cubierta por una lona que llevaba el nombre bordado de Federico. Ella misma se ocupó de que quedara bien instalada y se despidió del mono tocando la lona y diciendo:

– Pronto estaremos en tu tierra, Federico, tal y como le prometí a mi marido Joaquín.

A mitad del largo viaje una azafata tuvo la ocurrencia de dar un plátano y agua al mono y, al levantar la lona, se dio cuenta de que el animal estaba muerto, tendido en el suelo de la jaula. Rápidamente avisó a los compañeros quienes, consternados, sabiendo las elevadas influencias de la señora, llamaron a la base para explicar el suceso y pedir instrucciones. Se les dice que es preciso que la señora no se dé cuenta de nada, ya que sus puestos de trabajo peligrarían.

– Tenemos una idea, –les dicen– haced una foto del mono y enviadla por fax al aeropuerto de Barajas y nosotros daremos instrucciones para reemplazar al simio por otro idéntico tan pronto como aterricéis.

El personal lo hizo al pie de la letra. Al llegar a Madrid tuvo lugar la sustitución. Compararon la foto del mono con el sustituto y después de algunos retoques dejaron al simio dentro de la jaula y se llevaron el cadáver de Federico. Al bajar del avión la señora reclamó impaciente la jaula al sobrecargo.

– Aquí tiene el mono, señora.

Ay, Federico, finalmente estamos en tu tierra…, dice la mujer levantando la lona. Y añade, estupefacta:

Pero…¡si éste no es Federico!

¿Cómo que no es Federico? ¿No ve, señora, que es su mono?

De ninguna manera, éste no es mi mono.

Señora, todos los monos son iguales. ¿Cómo sabe que no es Federico? Lo que metió en la jaula en Buenos Aires es lo que ha llegado a Madrid.

Muy sencillo, porque Federico… estaba muerto y lo traía para enterrarlo en su tierra como le prometí a mi marido.

¿Qué había sucedido? Habían decidido por la señora qué era su bien. Interpretaron equivocadamente que ella desearía tener un mono vivo en lugar de tener a su mono Federico.

Escribe Manuel Rivas: “Mucha gente todavía considera que los maestros de hoy viven como marqueses y que se quejan de vicio, quizá por la idea de que trabajar para el Estado es una especie de bicoca perfecta. Pero si a mí me dan a escoger entre una expedición “Al filo de lo imposible” y un jardín de infancia, lo tengo claro. Me voy al Everest por el lado más duro. Ser enseñante no solamente requiere una cualificación académica. Un buen profesor o maestro tiene que tener el carisma del Presidente del Gobierno, lo que ciertamente está a su alcance; la autoridad de un conserje, lo que ya resulta más difícil y las habilidades combinadas de un psicólogo, un payaso, un disc jockey, un pinche de cocina, un puericultor, un maestro budista y un comandante de la Kfor. Conozco a una profesora que sólo desarmó a sus alumnos cuando demostró tener unos conocimientos futbolísticos inusuales, lo que le permitió abordar con éxito la evolución de las especies”.

Mi admiración, mi afecto y mi gratitud a los profesionales de la educación que, cada día, humildemente, dedican su vida a esta tarea que, además de difícil, es hermosa e importante.

El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra. 

domingo, 15 de noviembre de 2020

5 factores que predicen el éxito de las relaciones de pareja (y por qué el amor no es uno de ellos)

La percecpción de compromiso del otro es el principal predictor de una relación exitosa.

Puede que el corazón tenga razones que la razón no entiende, pero eso no les ha impedido a los científicos seguir tratando de encontrar el secreto de la felicidad en las relaciones de pareja.

Y gracias a la ayuda de la inteligencia artificial un equipo internacional de 85 investigadores cree haber identificado los principales factores detrás de una relación satisfactoria.

El estudio -el más extenso de su tipo a la fecha- utilizó algoritmos de aprendizaje automático para analizar los casos de casi 12.000 parejas contenidos en 43 bases de datos de 29 laboratorios diferentes.

"Básicamente analizamos toda la información que pudimos encontrar sobre el tema", le dijo a BBC Mundo Paul W. Eastwick, profesor de psicología de la Universidad de California (EE.UU.) y uno de los coordinadores de la investigación.

Y una de sus principales conclusiones es que las características individualesno son tan determinantes a la hora de predecir el éxito de una relación como los juicios que uno se hace sobre esta.

De hecho, según el estudio, no hay nada más importante para la bienandanza de una relación que la convicción de que el otro integrante de la pareja está comprometido con la misma.

Otro predictor importante es el nivel de intimidad: en palabras de Eastwick, "esa sensación de que tu pareja te entiende y que realmente entiende quién eres".

Y entre las cinco principales "predictores específicos a la relación" también están el nivel de gratitud o reconocimiento, la propia satisfacción sexual y la percepción de satisfacción con la relación que tenga el otro miembro de la pareja.

"Los propios juicios de las personas sobre la relación en sí, como cuán satisfechos y comprometidos sentían que estaban sus parejas, o cuán agradecidos se sentían hacia ellos, explicaron aproximadamente el 45% de su satisfacción", es el resumen de los principales hallazgos del estudio publicado en la edición de agosto de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, PNAS.

En contraste, las diferencias individuales solamente dieron cuenta del 21% de la satisfacción en las relaciones analizadas.

Factor distal
"Los predictores individuales tienen que ver con lo que uno piensa sobre sí mismo y, en principio, son independientes a cualquier relación; por ejemplo, eso que acostumbramos llamar personalidad o las ideas abstractas que uno puede tener sobre cómo le gustaría que fuera su pareja romántica", explica Eastwick.

"En contraste, los predictores específicos a la relación son constructos que requieren que pensemos en una persona en particular, usualmente nuestra pareja: esta es una persona en la que puedo confiar, alguien a quien quiero, alguien que me aprecia… Y tienen dos o tres veces más impacto a la hora de predecir qué tan satisfecho se está con la relación que las diferencias individuales", le dijo a BBC Mundo.

Esto no significa que las diferencias individuales -que incluyen entre sus principales predictores satisfacción con la vida, negatividad, depresión y problemas de apego- no juegan un rol en la felicidad de una pareja.

Pero, como explica Eastwick, lo hacen sobre todo mediando la propia experiencia y condicionando el juicio que uno se puede hacer de la relación, que es lo que termina importando.

"Por ejemplo, si soy un misántropo entonces lo más probables es que no confíe en la gente y por lo tanto no pueda ser feliz en mi relación", ilustra el profesor de la Universidad de California en Davis.

Pero para el éxito de la relación el factor clave no es tanto la misantropía, que sería un factor distal, como la confianza, un predictor importante que, como el amor, no alcanzó en el "top 5" pero sí en el "top 10" en términos de importancia.

¿Fue esa relativamente baja clasificación una sorpresa para los investigadores?

"Al amor de hecho le fue muy bien, lo que pasa es que es algo tan parecido a la satisfacción, a lo que estábamos tratando de predecir, que en muchos casos no lo incluimos siquiera como candidato", explica Eastwick.

"En otras palabras, no es que no importe, es que es esencialmente lo que estábamos buscando", le dice a BBC Mundo.

Y el psicólogo también insiste en que el hecho de que el estudio hable de "predictores" no significa que se sientan capaces de predecir el futuro.

"No somos adivinos", dice. "Pero los aspectos de las relaciones que destacamos son cosas en las que uno puede trabajar y mejorar y así mejorar su relación en el presente", concluye.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Kristen o Nerón. El amor, según la nueva película de Woody Allen 'Café Society', siempre te deja insatisfecho.


Los actores Jesse Eisenberg y Kristen Stewart en un fotograma de la película 'Café Society'.
El amor, según la nueva película de  Woody Allen, Café Society, siempre te deja insatisfecho. Kristen Stewart divide su corazón entre  Jesse Eisenberg —ese chico soñador con ganas de comerse el mundo— y Steve Carell —ese señor maduro que ya se lo comió—. La cuestión no es solo amorosa: es existencial. Con el primero, la Kristen idealista desprecia los oropeles de Hollywood y aspira a una vida diferente. Con el segundo, en cambio, se convierte en una señorona fascinada con los cotilleos de la industria. Decidir a quién amas es decidir quién eres.


Este año, Ciudadanos ha escenificado su triángulo amoroso político ¿El PSOE o el PP? ¿O vivir con uno soñando con el otro? Una parte de sí misma quedará siempre desterrada en la bancada opuesta, mirándola con el ceño fruncido e ignorándola por los pasillos, a pesar de todo lo que han vivido juntos. Como Kristen... ¿O no?

No. En realidad, Ciudadanos besa por supervivencia: si hay investidura, se queda con la llave de la mayoría. Si surge un pacto alternativo, siempre se puede apuntar. Y si se repiten elecciones, se presentará como el partido del acuerdo entre tanto intransigente. Un año en campaña le ha robado la inocencia. Ahora ama para destruir lo que ama.

En estos días, la ciudad alemana de Tréveris alberga la espectacular exposición Nerón: emperador, artista y tirano, que cuenta una historia romántica encantadora: la madre de NerónAgripina, no aprobaba a la novia de su niño. Sentía celos, porque ella misma había sido amante de su hijo. Para resolver el triángulo, Nerón la mandó asesinar. No sabemos si se la cargó por madre pesada o por exnovia incómoda. En todo caso, la mató por amor.

Hijo y a la vez pareja de los viejos partidos, Ciudadanos parece amar como Kristen Stewart. Pero lo hace como Nerón.


http://elpais.com/elpais/2016/08/30/estilo/1472569922_667458.html

jueves, 9 de diciembre de 2010

El primer buscador para textos de WikiLeaks


CABLESEARCH is an attempt for an user friendly search engine of already published documents from Wikileaks.
It is aimed at reporters and an initiative of the soon to be launched European Centre of Computer Assisted Research endorsed by VVOJ.
This search interface is based on 1208 cables. When searching, you can prepend the modifier "-" to signal words you don't want to appear in a document. Or use quotation marks for more then one word or intitle: for searching in titles. To see the newest additions to the index, click here.
Gracias a la iniciativa del Centro Europeo de Investigación, los cibernautas cuentan con el primer motor de búsquedas para WikiLeaks llamado ‘Cablesearch’, el cual permitirá el fácil acceso a los documentos hasta ahora publicados por la organización.

Esta herramienta, realizada con la finalidad de que periodistas y otros interesados obtengan con rapidez y de forma organizada los documentos, permite localizar palabras concretas en los 983 informes que están disponibles e incluso eliminar términos en la búsqueda de resultados.

Asimismo, da una oportunidad a los internautas de buscar en los titulares o en la totalidad de los textos.

Lo destacable, sin embargo, es que Cablesearch no está vinculado a WikiLeaks, de modo que las personas sí pueden realizar donaciones a través de PayPal o MasterCard; servicios que ya fueron vetados para la organización de Julian Assange por las propias compañías.

Pero eso no es todo, ya que de acuerdo a ABC el buscador también dispone de una sección de noticias, en donde se pueden encontrar las últimas informaciones de diversos medios de comunicación relacionadas con WikiLeaks.

¿Te gustaría buscar algunos textos en Cablesearch? Sólo debes visitar esta página web y escribir los términos de tu interés.

William Blake

“Auguries of innocence” (Augurios de inocencia) …

Ver un mundo en un
grano de arena
Y un cielo en una
flor silvestre,
Tener el infinito en la palma de la mano
Y la eternidad en una hora.

La rosa enferma

Estás enferma, ¡oh rosa!
El gusano invisible,
que vuela, por la noche,
en el aullar del viento,
tu lecho descubrió
de alegría escarlata,
y su amor sombrío y secreto
consume tu vida.
(Versión de Màrie Montand)

Eternidad

Quien a sí encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vive en el alba de la eternidad.
(Versión de Màrie Montand)

Una imagen divina

La crueldad tiene corazón humano
y la envidia humano rostro;
el terror reviste divina forma humana
y el secreto lleva ropas humanas.

Las ropas humanas son de hierro forjado,
la forma humana es fragua llameante,
el rostro humano es caldera sellada
y el corazón humano, su gola hambrienta.
(Versión de Antonio Restrepo)


El amor, soneto de Lope de Vega


“Desmayarse, atreverse, estar furioso, /

áspero, tierno, liberal, esquivo, /
alentado, mortal, difunto, vivo, /
leal, traidor, cobarde y animoso.

No hallar, fuera del bien, centro y reposo; /

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, /
enojado, valiente, fugitivo, /
satisfecho, ofendido, receloso.

“Huir el rostro al claro desengaño, /

beber veneno por licor suave, /
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe, /

dar la vida y el alma a un desengaño: /
esto es amor. Quien lo probó lo sabe.”

Francisco de Quevedo a Lope de Vega

Las fuerzas, Peregrino celebrado,
afrentará del tiempo y del olvido
el libro que, por tuyo, ha merecido
ser del uno y del otro respetado.

Con lazos de oro y yedra acompañado,
el laurel con tu frente está corrido
de ver que tus escritos han podido
hacer cortos los premios que te ha dado.

La envidia su verdugo y su tormento
hace del nombre que cantando cobras,
y con tu gloria su martirio crece.

Mas yo disculpo tal atrevimiento,
si con lo que ella muerde de tus obras
la boca, lengua y dientes enriquece.