viernes, 2 de agosto de 2013

Mentiras y medios en el acccidente del tren de Santiago

Errores y mentiras en los medios sobre el accidente de tren en Santiago
 imagen 1evening sun ANTONIO MAESTRE | 28/07/2013 | 46 El 15 de abril de 1912,

la mañana después del hundimiento del Titanic, el Baltimore Evening Sun publicó un reportaje en portada que titulaba “A salvo todos los pasajeros del Titanic”. La realidad fue que murieron en el naufragio más de 1.500 personas.

A la hora de cubrir tragedias, la prensa ha cometido numerosos errores de este tipo a lo largo de la historia. Y los seguirá cometiendo. En ocasiones, el medio reconoce el error. En otras, no; y pasan a convertirse en informaciones falsas. Algunas, intencionadamente.

La tragedia del accidente de tren en Santiago de Compostela del pasado 24 de julio ha dejado en evidencia una cobertura de los hechos cuanto menos cuestionable, por parte de algunos medios. Analizamos el caso más llamativo, el del periódico ABC.

La construcción del relato del “maquinista culpable”

El código deontológico de la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) incluye en su punto 5 lo siguiente:

“El periodista debe asumir el principio de que toda persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario y evitar al máximo las posibles consecuencias dañosas derivadas del cumplimiento de sus deberes informativos. Tales criterios son especialmente exigibles cuando la información verse sobre temas sometidos al conocimiento de los Tribunales de Justicia”.

Si bien es cierto que el respeto a la presunción de inocencia es un problema muy habitual de los medios de comunicación, en el caso que nos ocupa, el incumplimiento de este mandato ha sido especialmente grosero.

Múltiples medios, intentando preservar impoluta la imagen de la Alta Velocidad Española (AVE) como joya de la Corona de la depauperada Marca España, vieron la posibilidad de volcar toda la responsabilidad sobre el maquinista. Es importante señalar que esto se produce en un momento en el que un consorcio de 11 empresas, entre las que se encuentran ADIF y RENFE, opta a un contrato de 12.000 millones de euros en Brasil para la construcción de una línea de Alta Velocidad entre Rio de Janeiro y Sao Paulo. La concesión del contrato se falla el 19 de septiembre.

El fallo humano del maquinista, que circulaba a 190 kilómetros por hora cuando la velocidad de paso por A Grandeira era de 80, es posible. E, incluso, pudiera ser que sí, que fuera el único responsable de la tragedia, al margen del resto de posibles fallos y problemas. Pero lo cierto es que no está probado, que el maquinista no ha declarado ante el juez, que las cajas negras todavía no han mostrado su contenido a los investigadores, que los peritos e ingenieros no han dado un informe sobre las verdaderas causas del accidente.

Nada de esto ha importado en los últimos días para que ciertos medios hayan condenado al maquinista frente a la opinión pública, no sólo con datos verificados, sino incluso con manipulaciones, falsedades y, lo que es más grave, mentiras.

ABC y la foto de Facebook

El diario ABC publicó una noticia el día siguiente del accidente con una foto de la cuenta de Facebook del maquinista, en la que se veía el velocímetro de un tren que circulaba a 200 kilómetros por hora. Fue, sin duda, el punto clave en el que el relato del “maquinista culpable” alcanzó su cúspide.

El rotativo hacía así noticia de un hecho de dudoso carácter informativo, con la intención de hacer responsable al maquinista del accidente. Un tren circulando a 200 km/h es algo muy normal. A los maquinistas de alta velocidad se les paga por conducir a esas velocidades. De hecho, en el tramo previo al accidente, según marca la hoja de ruta, el tren debe circular a 220 km/h. Por eso se llama “Alta Velocidad”. El diario ignoró además un comentario de la misma foto el maquinista que señalaba que no podía ir a más velocidad porque si no le multaban.

Falseo de un entrecomillado
Lo más grave de esta noticia fue la manipulación del entrecomillado en el titular:

“Qué gozada hacer saltar el radar a la Guardia Civil. Menuda multa para RENFE”.

En realidad, el maquinista había escrito en una conversación en su cuenta de Facebook lo siguiente:

“QUE GOZADA SERIA IR EN PARALELO CON LA GUARDIA CIVIL Y PASARLES HACIENDO SALTAR EL RADAR JEJE MENUDA MULTA PARA RENFE JEJE”. Un entrecomillado debe recoger literalmente lo dicho por el maquinista y no se puede hacer ninguna modificación que cambie el significado y la intención del declarante. El hecho de cambiar el tiempo verbal del condicional al presente es sintomático de la intencionalidad que se buscaba en el titular. Convertir algo que jamás se produjo en un hecho. Insinuar la culpabilidad del maquinista por un hecho pasado independiente y sin relación con la tragedia.

El periodista David Randall, en su manual sobre periodismo El periodista Universal, dice al respecto de las citas entrecomilladas:

“Dos pequeñas marcas en los extremos opuestos de una serie de palabras indican que lo que hay entre ellas es una reproducción literal de lo que se dijo. No una versión editada, una exposición pasada a limpio o resumida. Tampoco lo que alguien quiso decir, o habría dicho si hubiera sido suficientemente culto como para emplear frases gramaticales correctas. Se trata de una reproducción exacta, palabra por palabra y sílaba por sílaba, de lo dicho”.

El Manual de estilo de El País recoge:
“Las comillas deben emplearse sólo para encerrar frases reproducidas textualmente”.

El de La Voz de Galicia:
“En los textos se usarán comillas para indicar que lo que comprenden es una cita textual”.

En el caso de ABC, no se puede concluir que se tratase de un error. La periodista que redactó la noticia defendió su trabajo: “No hay nada manipulado. Está el literal de la captura de una red pública”. Algo que a la luz de los hechos es claramente falso.

Muchos otros medios recogieron la dudosa noticia de la foto del Facebook del maquinista, pero no falsearon sus declaraciones.

Además, ABC no sólo recogió la cita falseada de Facebook. Horas después, la portada de la edición en papel del mismo periódico -a pesar de haberlo podido corregir- incluyó el mismo titular entrecomillado falso haciendo al maquinista culpable de la tragedia.

La detención ordenada por el juez
Otro de los casos de errores manifiestos en la información sobre el maquinista del Alvia accidentado se dio en el momento de su detención.

A las 21:52 horas del 25 de julio, ABC titulaba en su página web: “El juez ordena la detención del maquinista del convoy siniestrado en Galicia”. El texto incidía en la orden que el juez instructor había dado para que se detuviese al maquinista. El texto estaba publicado casi una hora después de que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSTG) hubiese mandado un comunicado que posteriormente fue publicado en la web del Poder Judicial, en el que negaba taxativamente que el juez hubiese ordenado detención alguna.

Extraña mucho que ABC no tuviese el comunicado del TSJG que negaba la detención del maquinista por parte del juez. El hecho es que, después, el titular y el cuerpo de la noticia fueron modificados, incluyendo, entonces sí, que la detención fue realizada por la Policía, no por el juez.

Pudiera parecer un error menor, si no tenemos en cuenta que el cuerpo de policía forma parte del Ministerio del Interior y el juez instructor no, circunstancia de unas connotaciones políticas nada desdeñables.

Las causas de un accidente de este tipo son vitales para la construcción del relato y la historia que ayude al lector a comprender un hecho de este tipo, tanto las inmediatas y particulares, como las generales. El problema es que conocer las causas de un evento de este calado suele llevar mucho tiempo, un tiempo que los medios de comunicación no respetan. En su manual de periodismo, David Randall incide en que no hay que tener prisas en asignar culpas.

Lamentablemente, ABC tiene experiencia en la asignación de culpas prematuras. El 28 de noviembre de 2009, en su portada de la edición de papel, llevaba la foto de Diego P.V. acompañado del siguiente texto: “La mirada del asesino de una niña de tres años. Tenerife llora la muerte de Aitana, que no superó las quemaduras y los golpes propinados por el novio de su madre”.

Diego fue puesto en libertad a los pocos días y la autopsia reveló que su muerte se debió a una caída accidental desde un columpio. El diario ABC destrozó la vida de un joven por no respetar la presunción de inocencia. Algunos creyeron que aquella portada cambiaría el modo en que algunos medios y periodistas realizan su trabajo. El tiempo ha demostrado que la ignominia es perenne.

Marius Roman says:
29/07/2013 at 09:09
Si, de acuerdo, los medios de comunicación españoles no hacen su trabajo bien, por decir algo suave. Pero el maquinista es culpable. Es hermoso el mundo este que nos hemos montado en el que al final nadie se hace responsable de nada. Si el tren entro en la curva a esa velocidad es por culpa del maquinista, si no habría pedido ayuda o habría pruebas de ello. De hecho el mismo lo admite.
Es el mundo real: alguien tiene que hacerse responsable de las cosas.
Reply
Victor says:
29/07/2013 at 10:50 EL MAQUINISTA NO ES CULPABLE 100%!!! INFORMATE BIEN!! NO SE PUEDE DEJAR LA RESPONSABILIDAD DE UN TREN DE ALTA VELOCIDAD EN UNA SOLA PERSONA!! LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD NO EXISTIAN EN 4 KM ANTES DE LA CURVA!! LO ACABA DE RECONOCER EL SINDICATO FERROVIARIO EN TV HACE UN RATO!!

Reply
Valeria says:
29/07/2013 at 08:54
Sensacionalismos y mentiras aparte, el papel de la prensa en el tratamiento de la tragedia tiene un reverso claro en el tratamiento de la noticia.
Ha juzgado al maquinista absolviéndolo, ha dado explicaciones sobre esa absolución que ponen en cuestión la existencia de los códigos penales, opiniones como pobrecillo bastante tiene él,en algunas noticias se ha omitido la referencia al exceso de velocidad.
Cualquier periodista informba sobre la alta velocidad, los sistemas de frenado y sobre cuestiones técnicas sin tener ni la menor idea al respecto.
Cuando se aludía a que la caja negra no estaba aún abierta,se argumentaba en contra pero no a favor. Efectivamente, no estaba abierta pero ni para ellos, ni para tí. Quiero decir que todx su parafernalia técnica sobraba. El exceso de velocidad parece ser un despiste en este accidente, pero no lo fue por ejemplo en el caso de Ortega Cano y otros muchos, como el reciente indulto del gobierno a un conductor de Valencia… La demagogia y la falta de rigor periodístico son preocupantes.
Claro que la prensa ha hecho un juicio, ha fallado la absolución del maquinista, claro que sí.
Me gustaría saber si todxs estos habrían escrito lo mismo si hubieran sido padres, madres, etc de las víctimas.
Porque esa es otra, ni siquiera habéis podido esperar a que se abriera la caja negra por respeto a las víctimas.
El periodismo español está en crisis profunda. No se puede dar opinión por información y esto es todo.
Por cierto, soy de izquierdas y mucho.
Defiendo la libertad, la igualdad y la solidaridad. Y la verdad por encima de todo.

Reply
Toni Cañabate says:
29/07/2013 at 10:55 Caramba Valeria, debemos leer la prensa de diferentes países.
El artículo que yo he citado más abajo no lo escribe “Cualquier periodista” informando a su criterio, sino que se basa en fuentes con cierta experiencia en el tema: “Adif reconoce…”, “Esta información fue confirmada el sábado por un portavoz oficial de Adif …”, “Ingenieros de caminos que han participado en la construcción de varias líneas de alta velocidad y en la adaptación de algunas convencionales confirmaron, …”, “Estas fuentes indicaron que no existe en toda la red española otro tramo…”, “Los ingenieros citados han asegurado que…”

Por otra parte, no tengo ni idea cómo reaccionaría yo en este tema si tuviese la desgracia de que un familiar mío hubiese fallecido en el tren, seguramente como la mayoría. Seguramente los periodistas que escriben en la prensa también están hechos de la misma materia o el juez, el fiscal o los abogados de la defensa. Muy comprensible por cierto.

Pero sería muy peligroso que encargásemos los artículos de prensa o nombrásemos jueces, fiscales y abogados de la defensa a las víctimas de cualquier accidente del que se derivasen responsabilidades. Muy objetivos seguro que no serían. En el ámbito jurídico, ese detalle, o implicaciones más leves, descalificaría automáticamente a la persona para ejercer de juez, fiscal o abogado.

Imagina por un momento que te llamas Diego P.V., tienes una novia separada con una hijita y la niña muere tras una caída accidental en el columpio del parque. Entonces, ABC publica esa portada que has visto con tu foto y nombran forense a la abuela paterna de la niña y juez al padre al que además no le caías muy bien porque, según él, fuiste la razón de su ruptura con su esposa y su alejamiento de su hijita y ahora encima la has asesinado. ¿Eso es lo que estás proponiendo? Vaya con la gente de izquierdas y mucho.

Reply
Antonio says:
29/07/2013 at 08:48
Magnífico artículo. Sólo hay una cosa en la que difiero: no me parece buena idea reproducir la portada de ABC con “la mirada del asesino”, es tan impactante que aún en un contexto que la justifica como ejemplo de mal periodismo parece convincente. Máxime si hay gente que no termina de leer este artículo. Al final lo que queda es esa foto y ese titular acusando a un inocente. Un saludo.

Reply
Jaume says:
29/07/2013 at 08:42 Me parce que nadie ha hecho alusión a la portada de “La Vanguardia”. Debajo de la foto en que un policía y un voluntario acompañan a una víctima, se puede leer: “He descarrilat, què hi farem!” Un maquinista confessa per telèfon el que va passar; ell i el seu company, il·lesos

Supongo que en la versión castellana: “He descarrilado, qué le vamos a hacer” Un maqunista confiesa por teléfono lo que ocurrió; él y su compañero, ilesos.

Gracias por el artículo

Reply
Ruben Villar says:
29/07/2013 at 02:58
Quizas no tengan ningun titulo de periodistas los vecinos que auxiliaron a el Maquinista el cual expreso su culpa del descarrilamiento publicamente, quizas su testimonio no es valido, quizas no tengan ningun curso de gallego aprobado, quizas no sean validas sus declaraciones y si las de todos los demas. Pero por que tanta defensa del Maquinista, el mismo se declaro culpable es que es tan dificil entender eso. nadie lo esta acusando, se le esta dando valor a sus palabras.

Reply
Toni Cañabate says:
29/07/2013 at 10:34
Rubén, nadie está defendiendo al maquinista. Se está defendiendo 1) la presunción de inocencia como principio jurídico básico para el maquinista y para cualquiera y 2) que la prensa se atenga a unos mínimos códigos éticos e informe y no avance juicios que corresponden al juez.
Yo puedo entender perfectamente que la gente de a pie se haga su opinión, e incluso se forme su juicio sin las pruebas adecuadas, pero no me parece nada bien que la prensa haga eso encima con técnicas demagógicas y poco éticas y que, por otra parte, no diga ni mu de las más que probables responsabilidades de algunos cargos de ADIF que no me extrañaría que fuesen amigos o familiares del ministro o secretario de estado de turno en el momento de su nombramiento.

Reply
Toni Cañabate says:
29/07/2013 at 02:29
Estar tan seguro de que el maquinista es culpable es ignorar las posibilidades, que las hay, de que el maquinista no pudiese frenar el tren por algún motivo que está por investigar aun. Evidentemente que hay también muchas posibilidades de que le maquinista sea culpable, pero no hay aun, ni mucho menos, la certeza. Por tanto de bien nacido es otorgarle el derecho a la presunción de inocencia. Recordemos que el maquinista iba a bordo del tren y por su profesión y experiencia debía ser muy consciente de que a 190 el tren descarrilaría en ese tramo. Quienes dan tan por cierto que el maquinista es culpable deberían pensar un ratito si no es un poco raro que una persona que sabe perfectamente que va a descarrilar dejaría que el tren descarrilase a 190 viajando él a bordo. Que algunos tengan tan claro que el maquinista es culpable y no hagan esa mínima reflexión es una prueba del poder de manipulación que tienen los medio y que tiene su fundamento en la falta de raciocinio crítico de buena parte de la población que parece tener las neuronas en modo standby.
Por otra parte, me llama mucho la atención que ningún medio haya apuntado a las más que posibles responsabilidades de algún directivo de ADIF. Alguien tiene que ser responsable de la seguridad en la red y debe tomar decisiones. En este artículo http://www.eldiario.es/sociedad/Alvia-Adif-Renfe-Asfa-Digital_0_158184435.html destacan que “En toda la red no hay otro punto que obligue a bajar la velocidad de 200 a 80 km/h en cuatro kilómetros con la única ayuda del Asfa Analógico que data de los años 60” y que la instalación de un sistema más moderno que hubiese reducido drásticamente la posibilidad de accidente tiene un coste de 12.000 €. Una minucia comparado con 79 vidas y más de 100 heridos de diversa gravedad.
Infinitamente menos que el coste de más de una estación de AVE que casi nadie utiliza y que casualmente ha beneficiado a los intereses inmobiliarios de algún familiar de alguna expresidenta de CCAA. Un maquinista puede desmayarse o sufrir algún percance que lo inutilice para gobernar un tren con más de 200 pasajeros a velocidades de vértigo. El o los responsables de la seguridad de la red ferroviaria en ADIF están obligados a identificar estos riesgos y a tomar las decisiones oportunas para minimizarlos, máxime cuando en este caso concurren un tramo especialmente peligroso y un coste muy bajo para el sistema de prevención. Si no lo hacen, en mi opinión, son presuntamente culpables de negligencia que, en este caso en concreto, se traduce en homicidio negligente múltiple que puede conllevar pena de varios años de cárcel. Lo dicho, me llama mucho la atención que el juez no haya notificado a estas personas que tiene que quedar para aclarar unas cositas y que la prensa no haya señalado este hecho.

Reply
Susana S. says:
29/07/2013 at 02:21
Periodista corporativista, di el nombre de tu colega, la que quiere cargarse al maquinista, se llama Cruz Morcillo, Morcillo, espero que pronto vaya al paro y nadie la llame, la muy z…

Reply
Victor says:
29/07/2013 at 01:37
Lo que ocurre aqui es lo siguiente: en un video explicativo sobre los sistemas de seguridad de la Alta Velocidad he visto que explicaban que sea cual sea la velocidad de un tren, se DEBERIA haber activado un sistema automatico de FRENADO del tren que tendria que haber funcionado perfectamente. Es decir, que la Alta Velocidad tiene mecanismos para detener el tren ante la fatidica curva sea cual sea la velocidad anterior. QUE PASA? Que lo que ha fallado es el MANTENIMIENTO DE LAS INFRAESTRUCTURAS!! POR FALTA DE DINERO TAL VEZ?? Lo que pasa es que ahora se inventaran una falsa comision de investigacion con los tipicos enchufados de adif, renfe, el ministerio de fomento o la madre que los pario y nos haran creer que la culpa ha sido del maquinista y no de los responsables de las infraestructuras de seguridad de las vias. COMO SIEMPRE! COMO EN EL ACCIDENTE DE METRO DE VALENCIA!!! CERO RESPONSABLES!!

Reply
Isaías says:
29/07/2013 at 01:28
Independientemente de las acusaciones y todo el bulo que le rodea, un maquinista al igual que un conductor de autobús, un médico, o un piloto de avión, son profesionales que tienen en sus manos la vida de muchas personas, y muchos de ellos no son conscientes, o no realizan su trabajo tan profesionalmente como deberían, y luego pasan cosas similares a éstas. Normalmente muchos de los funcionarios se acomodan en sus trabajos creyendo que por haber aprobado unas oposiciones lo tienen todo hecho, sino mirad a vuestro alrededor.
Para mí, el maquinista es culpable de homicidio imprudente, aunque tenemos que dar por hecho que el mantenimiento de las infraestructuras es lamentable.

Reply
Victor says:
29/07/2013 at 10:53
lamentable no, es patetico e insuficiente como han reconocido el sindicato de ferroviarios. Simplemente NO habia dispositivo de frenado del tren en 4 km antes de la curva. Basta ya de culpabilizar a una persona y prestemos mas atencion en todo lo que hay detras!! intereses politicos, falta de mantenimiento en infraestructuras porque cuestan dinero… etc

Reply
Navarrés says:
29/07/2013 at 01:16
Es cierto que alardeaba el maquinista de la velocidad, como también es cierto que se alardea de la velocidad del AVE, hasta en el telediario, es su razón de ser, la velocidad.

Reply
Hugo says:
29/07/2013 at 00:47
Veo que aqui hay opiniones de todo tipo y eso es bueno para abrir un debate. Ahora bien, yo solo voy hacer una pregunta ya que todos juzgamos. EL primero que me la responda antes que los datos de las cajas negras y de la declaracion del maquinista podre decir que es un ser supremo, ahi va ¿EL TREN DESCARRILO A 190 POR QUE EL MAQUINISTA ALARDEABA DE VELOCIDAD O POR QUE SE DIO CUENTA DE ALGO IBA MAL Y NO CONSIGUIÓ FRENARLO? Solo eso. POR FAVOR SERIEDAD CON EL TEMA.

Reply
Victor says:
29/07/2013 at 10:55
Bravo!! por fin alguien inteligente!! efectivamente, el maquinista no pudo frenar porque el tren lo deberia haber frenado un sistema de frenado de emergencia que deberia haber estado en el tramo de 4 km antes de la curva. PERO NO EXISTIA. Asi que dejemos de ser como borregos en masa a culpar directamente al maquinista…

Reply
Roscow says:
29/07/2013 at 00:33
Vamos a ver, para empezar NO HA SIDO UN AVE, ha sido un Alvia.
Segundo, el tren en esa zona no funciona solo, ni es automático ni nada similar, no se conduce solo, es decir hay alguien que lo conduce, un ser llamado maquinista, que iba mucho más rápido de lo que debería e hizo descarrilar el tren. Si os informáis de cómo funcionaba el tren en sitios especializados y no de periodicuchos sensacionalistas sabríais que pasó. El sistema que utiliza en ese tramo funciona de manera que alerta al piloto, si el piloto no pudiera darle al botón de “hombre vivo” el tren se para, es decir el piloto confirmó el sistema ASFA.
Tercero hay un vídeo de el tren, con un simple cálculo matemático, cualquiera puede adivinar que iba +0- a 190km/h.
Es como pretender echar la culpa a un constructor de carretera con limite a 50, porque un tío en autobús iba a 200 y se estrelló.
Dejar de demonizar por que sí.
Por otro lado el sensacionalismo de la prensa con este tema y con cualquiera prejuzgando da asco. Pero esta vez lo único que salvaría al maquinista de la quema serian una serie muy, muy, incompresible de fallos de seguridad, en los cuales él no pudiera hacer nada. Vamos como si al autobús le explotase una rueda, se le rompiera el volante, se quedara sin frenos y un pájaro se estrellara contra el cristal todo a la vez.

Reply
Victor says:
29/07/2013 at 10:57
Bravo!! por fin alguien coherente! FALTA DE MANTENIMIENTO DE SISTEMAS DE SEGURIDAD!!

Reply
Angelus says:
28/07/2013 at 23:48
El primer error periodístico es llamarle “de alta velocidad” (hasta 350km/h) a un tren que no es AVE (menos de 200 Km/h). El segundo error periodístico es llamarle “de alta velocidad” a un tramo de la vía que no es de alta velocidad. La línea de alta velocidad acaba antes del túnel por donde salió antes de la curva, ya que comienza el acceso a centro urbano (igual que pasa en Atocha). El tercer error periodístico es no esperar a la declaración del maquinista ante el juez, haciendo de especuladores informativos. El cuarto error periodístico es no esperar a saber qué a registrado la caja negra del tren, haciendo de especuladores informativos. El quinto error periodístico es no esperar al estudio de los restos del tren siniestrado, haciendo de especuladores informativos. Y no sigo…
Vivimos en la generación Twitter, donde hay que saber las causas y el/los culpable/s al segundo. Dónde ha quedado la paciencia.

Reply
Nonito says:
28/07/2013 at 23:43
En ESPAÑA estos medios y los políticos a los que defienden, tienen chupado inocular mierda y falsedad en la gente. España está llena de fascistas y obreros que votan al PP con un nivel intelectual patético.

Reply
frabato says:
28/07/2013 at 23:15
Osea que si un conductor se duerme, desmaya, o le da por ir excesivamente rápido, las consecuencias serán las mismas que si lo hacía un conductor hace 100 años? 15 millones de euros x km, para hacerlo igual o peor que hace 100 años? Si (como es obvio) estas infraestucturas estan hechas con el culo, que no habrán costado realmente ni 1 mill. x km, donde están los 14 mill. restantes x km? Ah, claro es verdad, los sobres de Rajoy y la Cospedal, y compañía.
Sí, la culpa es del conductor “solo”, claro. Pero ahora sabemos que NO hay ninguna medida de seguridad, si un conductor se duerme, desmaya, o se le cruzan los cables. Si la causa es el conductor, y nada más se cambia: volverá a pasar.
También tiene gracia que según el gobierno, lo que allí pasó fue un terremoto. Luego al sr Feijó, que no le dio la gana de abrir las unidades y quirofanos cerrados del hospital al lado del accidente.
Solo si quieren masacrar a su población, como hace el gobierno español, y los regionales, del pp, sólo si eso quieren, solo así contratarán en Brasil la alta velocidad española. Porqué, como nosotros, iban a querer pagar 12.000 millones de euros, por un sistema ferroviaro, como el primero que hubo hace 100 años? La reducción de inversiones en mantenimiento en un 70% de RENFE, eso puede ser una causa también? Con lo del Prestige y ahora esto, se nota que a los gallegos les va el sado, con la barbaridades que hacen al ir a votar. Por eso yo digo, por mucho que no gusto: Ni culpa del conductor, ni del gobierno, de LOS VOTANTES. Sarna con gusto no pica. No fueron unos “hilitos” o noseque? Pues ala, gallegos, ara no os quejéis, por un “terremoto” de nada.

Conclusión: puede que el conductor fuera demasiado rápido, pero está claro que ABC se lleva parte del dinero que era para los sistemas de seguridad de las vías, que luego no están ahi o no funcionan, aunque SI se cobran a los contribuyentes. ¿Por que, sinó, ABC omite la noticia: los sistemas de seguridad, eran los mismos que había en el primer trayecto de tren de la historia? Me pregunto cual es la parte que se lleva ABC, dentro de esta mafia. (cosa obvia, al silenciarlo)

Reply
Hardrada says:
28/07/2013 at 21:20
Lo que me parece mas grave y peligroso de todo, es que la mayoria de gente, dejando a un lado los periodicos y medios de comunicacion que tambien lo hacen, es que la gente esta condenando al maquinista pero con saña, es decir, no estan condenandole por imprudencia si no por homicidio. La gente parece arder en deseos de ver una voluntad, una intencion por parte del maquinista de estrellar el tren y eso me asusta un poco.

Reply
Pedro says:
28/07/2013 at 23:51
“Homicidio imprudente”… Una “imprudencia” que tenga como resultado una muerte es un “homicidio”. Un “homicidio” NO es lo mismo que un “asesinato”. El “asesinato” es la acción voluntaria de matar, mientras que el “homicidio” es una acción u omisión que sin intención tiene como resultado la muerte de otra persona. El “homicidio” (por eso de dar info completa) puede ser voluntario o involuntario. Es voluntario si la acción que desencadena la muerte una persona ha sido voluntaria (como por ejemplo ir a 200 por la autopista), e involuntaria si la propia acción desencadenante ha sido involuntaria (alguien se apoya en una maceta inestable que cae desde un tercero y mata a alguien). Ambos son homicidio, y probablemente el conductor sea acusado de homicidio en tanto que su comportamiento, bien por ir a una velocidad indebida por evitar el retraso (voluntario), bien por despiste (involuntario), ha desencadenado muertes. Un saludo.

Reply
Anónimo says:
28/07/2013 at 20:31
Venga ya, me estas diciendo que por quitar un ”jeje” en el titular de un periódico, ¿¿se cambia el significado de lo que dice??
No sé qué ha pasado, lo único que sé es que han muerto 80 personas y que el maquinista alardeaba por internet sobre la velocidad a la que iba… No sé cómo te tomarás tú eso, pero yo me lo tomo mal.
Además en televisión explicaron por qué no saltó el sistema de seguridad que hace parar el tren y otras posibles causas, cierto es que la investigación no ha finalizado, pero está claro que el maquinista ha sido un inconsciente. Las pruebas ya dirán lo que pasó, mientras tanto, en vez de escribir (y, sobre todo, en vez de escribir mal)acerca de lo que unos dicen sin saber, espérate tú a saber también.

Reply
Osiris says:
28/07/2013 at 20:56
El maquinista sacó una foto en 2012 (no esta semana) en la que conducía un AVE a la velocidad que DEBE IR e hizo comentarios inocentes que SÓLO SON de mal gusto con la óptica de ahora. Pero NO son de ahora.

Reply
Hardrada says:
28/07/2013 at 21:07
Vamos a ver como se abren los ojos de un ciego:
1- Titular del periodico: “Qué gozada hacer saltar el radar a la Guardia Civil. Menuda multa para RENFE”.
2- texto del facebook: “QUE GOZADA SERIA IR EN PARALELO CON LA GUARDIA CIVIL Y PASARLES HACIENDO SALTAR EL RADAR JEJE MENUDA MULTA PARA RENFE JEJE”.

No se a ti pero yo veo algo mas que un “jejeje” de diferencia. Igual la lectura comprensiva no es lo tuyo, pero al menos respeta a los que si poseen ese talento.

Respecto a alardear de velocidad, creo que un señor que trabaja conduciendo un vehículo al que se le permite alcanzar grandes velocidades puede alardear de ello dado que no esta haciendo nada raro o es que deberíamos meter en la cárcel a un piloto de avión, o uno de formula 1 si tiene un accidente?
Por último no parece muy lógico que un señor que trabaje con ese tipo de vehículos decida tomar una curva de 80 km/h a 190 km/h estando el dentro a menos que sea subnormal profundo, más que nada porque no hay que ser catedrático de física para saber el resultado de semejante acción.

Si careces de lectura comprensiva y además careces de los conocimientos de física de un chimpancé lobotomizado, adelante, sigue con ese tipo de argumentos mientras no haya pruebas de ningún tipo.

Reply
Laura3886 says:
29/07/2013 at 02:03
Completamente de acuerdo contigo Hardrada, y con tu permiso matizo, por si algún lumbreras sigue sin entender la hironía del comentario de facebook: si pasas por delante de un radar de la guardia civil a gran velocidad (pero permitida para este transporte en concreto) salta, chis, plas….. y he ahí la gracia del chiste. Punto, nada que ver con lo ocurrido ahora. Y no me repito, por que ya ha dicho Hardrada lo que yo también opino.

Reply
Selene says:
28/07/2013 at 23:38
Tu sigue creyendo todo lo que te ponen en la televisión. Así va el país…

Reply
pepe says:
29/07/2013 at 08:48
pues claro que un entrecomillado cambia el sentido de una frase todo el mundo sabe que el ABC es un periódico bien mandado y genuflexo; que ha destrozado la verdad en muchas ocasiones sin importarle las consecuencias. Su razón de ser es resucitar a Franco.

Reply
anto says:
28/07/2013 at 20:15
Al rato, ya estaba en otros medios…

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/25/espana/1374751101.html

http://www.publico.es/459629/el-maquinista-presumio-en-facebook-de-circular-a-200-kilometros-por-hora-en-2012

http://www.que.es/ultimas-noticias/sucesos/201307251616-maquinista-jacta-facebook-kilometros-hora-cont.html

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/maquinista-exhibia-facebook-velocidad-2532530

Reply
Lu says:
28/07/2013 at 19:57
Si fueran sólo algunos medios… pero es que fueron todos. Yo me paseé por distintas ediciones digitales y es que no había ninguno que no condenara al maquinista. Vamos, en El País se limpiaron el culo son su manual de estilo. Ahora, coincido que el peor de todos fue el ABC, sin duda alguna.

Reply
Carlos Belizón says:
28/07/2013 at 18:10
Deberías completar el artículo con la falta de ética periodística de La Razón publicando la vivienda del maquinista del tren.
http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/3129828/la-razon-en-casa-del-conductor-no-me-diga#.UfVB8I30F8F

Reply
Antonio says:
28/07/2013 at 17:55
En TVE pude ver dos ejemplos claros de manipulación en un informativo de la tarde:
1 – El presidente de Renfe, afirmando que todos los sistemas funcionaron sin fallo, cuando eso es algo que solo podrá afirmar la comisión de investigación, que ni siquiera se ha formado aún.
2 – Bajo la secuencia de imágenes del momento del accidente, aparece un subtítulo diciendo que el maquinista tomó la curva a 190Km/h. Obviamente no fue el maquinista, sino el tren, el que tomó la curva probablemente a velocidad excesiva. Las causas de esto es lo que deberá investigar la comisión. Esos subtítulos inculpan injustamente al maquinista.

Reply
Carbonero says:
28/07/2013 at 18:59
Claro, claro, el tren iba a 190km/h pero el maquinista iba más despacio,... O quizá era el tren el que gobernaba al maquinista y no al revés,... como lo de piedra-papel-tijera-maquinista-tren, donde piedra aplasta tijera y tren desautoriza a maquinista. Desde luego.

Reply
Hardrada says:
28/07/2013 at 21:14
Gracias Sara.
(por si acaso no lo entiendes no es una enhorabuena precisamente)

Reply
Noel says:
28/07/2013 at 17:50
Lo del facebook está claro que es asqueroso por parte del ABC (y no digamos ya de otros medios que justo es no hacerles ni mención).
Lo que no comprendo es la avalancha de defensas a este hombre cuando ha confesado que iba a 190 km/h en un tramo de 80 km/h diciendo que ojalá no hubiera muertes porque caerían en su conciencia.
Y aparte de eso ya se pueden buscar más motivos secundarios, pero este hombre es el responsable directo por negligencia de la muerte de 80 personas (que por supuesto lo decidirá un juez, y no yo) pero no es un pobrecito que haya tenderle el brazo como muchos estáis haciendo.

Reply
Héctor says:
28/07/2013 at 18:57
Al parecer existen testimonios que afirman que el maquinista dice eso (que iba a 190), pero desde luego él aún no lo ha dicho en el único lugar donde corresponde decirlo y tiene valor: declarando ante el juez.

Y en todo caso, que fuese a 190 no significa que intencionalmente fuese a 190. Quizás fallaron frenos, alarmas, sistemas,… lo que fuese. Él podría haber dicho que iba a 190 pero también puede significar que no fue capaz de frenar a tiempo. De hecho sí se aprecia en el vídeo que frenó el tren, pero tarde. ¿Por qué no lo hizo a tiempo? Eso tendrá que explicarlo y después sacar conclusiones. Precipitarte a considerarle responsable como tú haces sobra.

Además cuando se supone que afirmó eso lo hizo estando en shock y habiendo sufrido traumatismos. No me parece que cualquier cosa que se diga en ese estado y no sea confirmada posteriormente pueda tomarse como prueba de nada.

No solo no ha declarado, es que aún no se ha abierto la caja negra, que indicará si realmente iba a 190 o no, cuándo intentó frenar, etc. Lo que no se entiende es que tú quieras condenarle ya cuando aún no se ha accedido a la más elemental prueba.

Respecto a lo de su conciencia, es algo que puede decir cualquiera incluso aunque no se considere responsable del accidente.

Por último, tu comentario es contradictorio: afirmas que tendrá que ser el juez quien decida si el maquinista es o no responsable, pero al mismo tiempo tú ya emites una sentencia.

Yo suelo tender a mi brazo a todos los perseguidos por Torquemadas que corren peligro de ser quemados en hogueras cuando la investigación sobre su presunta culpabilidad está aún en pañales. ¿Tú prefieres ser uno de esos Torquemadas? Pues tú mismo.

Reply
Carbonero says:
28/07/2013 at 22:42
Eso mismo le pasó a Ortega Cano

Reply
Héctor says:
29/07/2013 at 08:29
Lo que los Torquemadas estáis haciendo es lo que le pasó a Dolores Vázquez.
¿Ahora qué? ¿Tú citas a Ortega Cano con la esperanza de que ese caso inconexo te sirva como prueba de cargo contra el maquinista? Pues yo cito otro caso de linchamiento público y mediático en el que la acusada terminó siendo completamente inocente. ¿Eso me da la razón?

Reply
Miguel Rodríguez says:
28/07/2013 at 14:34
Mi más sincera enhorabuena a Antonio Maestre por este pedazo de artículo. Esto es lo que se conoce por periodismo.

Reply
León rojo says:
28/07/2013 at 14:31
Muy buen artículo, Antonio.
Solo un detalle puramente editorial. Hay un enlace que da error, al menos a mí. Me refiero al vínculo sobre la noticia del reaccionario y amarillo “ABC”, el de “una noticia”.
Saludos.

Reply
Alberto López Marín says:
28/07/2013 at 14:02
Magnífico y necesario contenido, aunque duela leerlo.

Reply
ant49 says:
28/07/2013 at 13:34
Excelente artículo, del mismo modo que ABC hace este tipo de barbaridades, por eso mismo y no sólo nombrando al periódico deberías poner el nombre de él o la periodista que ha hecho el artículo y que se sepa que tal sr ó sra del periódico ABC ha hecho ese reportaje manipulador y dañido

Reply
Héctor says:
28/07/2013 at 13:48
Quien firma eso (me niego a usar ‘periodista’) se llama Cruz Morcillo, y tanta responsabilidad como ella (o más) tiene quien dirige el periódico, Bieito Rubido.

Fuente: La marea. http://www.lamarea.com/2013/07/28/errores-y-mentiras-en-los-medios-sobre-el-accidente-de-tren-en-santiago/

jueves, 1 de agosto de 2013

La oposición pide a Rajoy que dimita o asuma responsabilidades. PSOE, IU, UPyD, BNG y Esquerra exigen al presidente que se vaya. Duran, el más tibio, dice "que no es momento de dimisiones"


Rajoy a Rubalcaba: “Ni voy a dimitir ni voy a convocar elecciones generales”

Tras la intervención de Rubalcaba, toda la oposición en bloque ha considerado insuficientes las explicaciones ofrecidas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, esta mañana en un pleno extraordinario para responder por el caso Bárcenas. Pero la crítica ha ido de la más tibia del portavoz de CiU, Duran Lleida, a la más bronca de los grupos minoritarios.

Fuente: El País.

miércoles, 31 de julio de 2013

¿Cómo sobrevivir a fenómenos extremos?

Las posibilidades son remotas, pero puede pasar. Una persona es capaz de sobrevivir a la caída de un edificio de 15 pisos o a la intensidad de un rayo.

Lo primero le pasó al inglés Tom Stilwel, quien en junio se cayó de un balcón de un piso 15 en Auckland, Australia. Lo segundo le sucedió un mes después en Nuevo México, Estados Unidos, a la embarazada Kendra Villanueva, quien luego dio a luz a un bebé sano.

Son eventos poco comunes que ocasionan en el cuerpo heridas similares a las que pueden causar incidentes más frecuentes, como accidentes en diferentes medios de transporte, explosiones o terremotos.

Los científicos explican que si a una persona le cae un rayo, la descarga eléctrica que recibe pasa por el corazón y lo para, lo que con mucha frecuencia genera una muerte instantánea. Si no es el caso, puede dejar lesiones internas graves, además de quemaduras que van desde el punto de entrada hasta el punto de salida del rayo.

En el caso de una caída desde un sitio muy elevado o de un terremoto, las lesiones suelen estar relacionadas con la ruptura de huesos o falta de circulación sanguínea.

Por ejemplo, personas atrapadas bajo los escombros que dejó un movimiento telúrico con frecuencia tienen problemas en el sistema circulatorio. El peso de las estructuras los aplasta y, por esa razón, puede producirse un coágulo en las arterias, lo que en el peor de los casos lleva a la amputación de la extremidad afectada.

Las lesiones pueden variar dependiendo del tipo de accidente que haya sufrido el individuo, pero la reacción del organismo suele ser la misma.

Activación del instinto

Cuando el cuerpo está sometido a una situación de estrés como cualquiera de las descritas antes, se "enciende" el sistema nervioso simpático. A través de una serie de mecanismos biológicos y fisiológicos –como el aumento en las pulsaciones o la respiración superficial-, el organismo se activa para tratar de preservar el funcionamiento de órganos vitales como el corazón y el cerebro.

"Es un instinto de supervivencia y de preservación que, dependiendo de la gravedad de las heridas, tiene éxito", le explicó a BBC Mundo Juan González Armengol, médico especializado en emergencias y presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias.

La liberación de hormonas en una situación de tensión, bien sea psicológica o física, es fundamental para el organismo porque lo prepara para lidiar con esa circunstancia, le dijo a BBC Mundo Octavio Ávila, médico y subdirector de la Cruz Roja de México.

"La primera hormona que se libera es la adrenalina que, entre otras cosas, fortalece los músculos, lo que ayuda a que la sensación de dolor disminuya. Hay casos en los que una persona puede correr pese a tener una fractura en la pierna".

Ávila también afirmó que los procesos metabólicos de respuesta al trauma se suceden en cadena en el cuerpo.

"En líneas muy generales podría decirse que la primera etapa es hormonal, ciertas glándulas secretan sustancias como el cortisol o las hormonas tiroideas. La segunda etapa es celular, allí se activan los glóbulos blancos y los leucocitos, entre otros. En este escenario, las sustancias proinflamatorias y las contrainflamatorias también juegan un papel importante. Del balance que logren depende mucho la evolución del paciente".

Diferencia entre la vida y la muerte
Herido en una ambulancia

Mientras más pronto se atienda al herido, más posibilidades tiene de recuperarse.

Ambos especialistas coincidieron en que la cantidad visible de sangre no suele ser un indicativo de la gravedad de las heridas. Alguien puede llegar a la sala de emergencia de un hospital absolutamente cubierto de sangre, pero resulta que lo que tiene es superficial. Por el contrario, otra persona llega caminando, aparentemente bien, y el bazo podría estar a punto de romperse. Un ejemplo de este último caso podría ser el de una persona que se cae del balcón de un edificio.

En este sentido es importante estar preparado ante la posibilidad de que se presenten complicaciones. De esta manera se disminuye el riesgo de muerte y el desarrollo de lesiones posteriores.

"En caso de politraumatismos severos se debe seguir el protocolo Apoyo Vital Avanzado en Traumas (ATLS, por sus siglas en inglés)", señaló el médico español.

Este programa de atención traumatológica, utilizado en varios países, está compuesto por cinco pasos que deben repetirse constantemente:

El primero es revisar si hay alguna obstrucción que le impida al paciente respirar. El segundo es auscultar el tórax para determinar si hay heridas internas que puedan dificultar la respiración.

A continuación se analiza la circulación para prevenir hemorragias.
Luego se descartan problemas neurológicos.
Y finalmente se debe mantener al herido sin ropa, pero con cobijas para evitar que sufra de hipotermia.

La "hora de oro"

Cuando una persona sufre un accidente, se liberan hormonas que ayudan a sobrellevar las lesiones.

Para González Amengol, las circunstancias que generaron las lesiones son fundamentales en la posibilidad de supervivencia que tiene alguien que haya sufrido un accidente muy grave.

En un accidente de automóvil, por ejemplo, influye si la colisión fue por atrás o por un lado o si alguien perdió la vida.

Ávila añadió que la posibilidad de que el paciente evolucione está condicionada por muchos factores. "Algunos de ellos son la condición de salud del paciente previa al accidente - una persona con diabetes o alguna enfermedad degenerativa tiene un cuadro más complicado- la resistencia de los órganos y la gravedad del trauma".

Otro elemento fundamental para el subdirector de la Cruz Roja en México es que el paciente sea trasladado a una unidad especializada en trauma, si termina en una maternidad o un centro de alguna otra especialidad, las posibilidades de estabilizarlo pueden ser menores.

La rapidez con la que se produzca este traslado también tiene un peso muy importante en la posibilidad de recuperación que tiene alguien con heridas internas graves.

"Hay una 'hora de oro' justo después de que se produce un accidente, y está demostrado que si se actúa en ese momento, el paciente podría salvarse, cuanto antes se le atienda, más posibilidades tiene de vivir. Claro, en situaciones extremas como alguna ruptura cardíaca o de aorta, o un golpe con pérdida de masa encefálica, es muy probable que el paciente muera en un lapso de más o menos 15 minutos", explicó González Amengol.
Karenina Velandia. BBC Mundo

Lucha política contra la pobreza y la exclusión

El coordinador estatal de la Red de Solidaridad Popular, Ismael González, presenta la iniciativa en Valencia 

 Enric Llopis.

Con el precedente, entre otros, del Socorro Rojo en la España de los años 30 y los Panteras Negras de los Estados Unidos, ha comenzado a andar la Red de Solidaridad Popular (RSP), una iniciativa que poco a poco se extiende por las ciudades del estado español para combatir, con criterios de lucha política, autoorganización y sin incurrir en la caridad, los devastadores efectos de la crisis sobre un número creciente de ciudadanos. La red se presentó el pasado viernes en la sede de EUPV-IU en Valencia, con la participación del coordinador estatal, Ismael González.

La génesis de la red se asienta en varios principios. En primer lugar, resume González, la necesidad de pasar “de la resistencia a la autodefensa”. También, “el apoyo mutuo y la construcción de poder popular”. Porque, añade, “no es cierto que nos hallemos ante una crisis; es mucho más: el capital está cambiando el modelo de estado; el último ejemplo, la legislación de reforma de la Administración Local, que merma las competencias de los ayuntamientos para la prestación de servicios sociales”. Por otro lado, se trata de asumir la realidad objetiva con hechos y números: privatización de la sanidad y la educación, una tasa de paro del 27% (57% de desempleo juvenil), 1,8 millones de hogares donde no entran ingresos; y la reforma laboral y de las pensiones, entre otras medidas.

En ese contexto de “emergencia social” nace la Red de Solidaridad Popular, “con el fin de ofrecer desde la izquierda transformadora, alternativas a la gente que sufre la crisis”, apunta Ismael González, quien también advierte que éste es uno de los puntos en que la izquierda encuentra más problemas (presentar alternativas inmediatas y tangibles). De este modo, la red aparece como “un instrumento de resistencia y lucha política frente a las políticas neoliberales que condenan a las clases populares a la pobreza y la exclusión”, explica. Y reivindica la autoorganización (“las decisiones las ha de tomar la gente”) -siguiendo, entre otros ejemplos, el modelo de las Plataformas de Afectados por las Hipotecas (PAH)- pues “el estado ya no garantiza las necesidades básicas de los ciudadanos”.

Ideada en un principio por militantes del PCE e IU, la Red de Solidaridad Popular apuesta por un cambio en las mentalidades. “Mucha gente que se creía clase media, y se negaba a que la consideraran clase obrera, ahora han pasado directamente a ser pobres y excluidos”, explica el coordinador estatal de la RSP. Por eso, añade, “en los nuevos espacios que estamos creando hemos de mantener relaciones de igualdad y fraternidad; porque en nosotros también impera el egoísmo y el individualismo capitalista”. En otras palabras, se trata de “hacer del socialismo una praxis del presente y en las relaciones del día a día, en la vida cotidiana”.

La red tiene como objetivo impulsar programas de solidaridad que cubran “lo que ya no hace el estado” (en el manifiesto de presentación se advierte del riesgo de “la reaparición del fascismo y la xenofobia como consecuencia de estas necesidades que el estado ha dejado de cubrir”); para ello, se parte del análisis de la realidad específica de cada lugar: qué servicios públicos han sido liquidados o demediados; qué movimientos sociales están ya trabajando en la zona, por ejemplo, en dispensarios de alimentos, grupos de consumo o huertos urbanos. La idea, insiste Ismael González, es implementar formas de economía social y solidaria en convergencia con las organizaciones que operan en el terreno.

En un ambiente de precariedad extrema y zozobra para un número creciente de familias, hay algunos puntos esenciales para la RSP. El apoyo a la educación pública en colaboración con las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) y los colegios. Es ésta una necesidad perentoria ante los recortes en las becas de comedor, a las ayudas para las compras de libros y material escolar o ante un escenario de malnutrición infantil. “Es necesario que permanezcan abiertos en verano los comedores escolares y es algo que no se está planteando”, apunta González. Otra labor de “emergencia social” consiste -ante el desguace de la sanidad pública, universal y gratuita- en contar con acompañantes para personas migrantes y excluidas que no tengan acceso a la tarjeta sanitaria. O en la defensa contra la represión (a la RSP se ha incorporado recientemente la red de abogados que ofrece asesoramiento jurídico gratuito).

¿Cómo se organiza la red a escala estatal? Se han constituido en una primera fase tres grupos de trabajo: “comunicación”; “política” y “extensión organizativa”. Pero en cada lugar se adopta la forma que resulta más útil. Así, en Cantabria se ha realizado una división en dos áreas, “trabajo” y “pensamiento”. En la RSP de Fuenlabrada, por el contrario, se han puesto en marcha comisiones en materia de “apoyo”, “seguridad” y realización de “entrevistas y encuestas”. Pero, con independencia de la casuística, la RSP estatal propone como ejes la existencia de un grupo motor que asuma los principios políticos de la red, realice el diagnóstico y contacte con los movimientos sociales. E insiste en una cuestión básica: salir a la calle y fomentar la vinculación de la gente, la implicación directa, para que la lucha política no derive en asistencialismo.

Así las cosas, la RSP se halla en fase primaria (las primeras experiencias llevan funcionando unos seis meses). Está inscrita como asociación y dispone de unos estatutos en regla. Funciona, en términos prácticos, en ámbitos locales y de modo asambleario. El 19 de octubre está previsto en Madrid un encuentro estatal con el fin de intercambiar experiencias y mejorar la coordinación de las redes locales. “Es ésta una necesidad ante el crecimiento rápido que experimenta la RSP”, explica Ismael González. “Veremos entonces si podemos dar el paso a la organización de campañas estatales”, agrega.

Las prácticas concretas apuntan, por el momento, a la expansión del movimiento. En Cantabria llegó a recogerse una tonelada de alimentos para familias precarizadas; en Fuenlabrada, numerosas familias se implicaron en un dispensario social de vituallas; con este punto de partida, la gente hacía saber sus oficios y habilidades para constituir grupos de trabajo y vincularse a los mismos. En Rivas Vaciamadrid, se llevó a término la recogida y reparto de material escolar en colaboración con los colegios y las AMPA. En Cartagena se centraron los esfuerzos en el acopio y reparto de alimentos (trabajaron conjuntamente el 15-M, la PAH y la red). En cuanto a las iniciativas desarrolladas en Aragón, destaca el acceso a tierras para el cultivo, Bancos del Tiempo y “barras solidarias”.

Uno de los impulsores de la RSP en Valencia, Toni Parrilla, ha destacado en el acto de presentación de la red, que la sede se ubicará en la zona norte de la capital valenciana. Es allí donde se localizan barrios periféricos y obreros como Orriols, Torrefiel y Benicalap, donde las tasas de paro superan en algunos casos el 40%, y el déficit de equipamientos básicos ha sido denunciado reiteradamente por los vecinos. Además, en estas tres barriadas ya opera una de las asociaciones de desempleados existentes en Valencia.

Los pilares de la iniciativa son, por el momento, la soberanía alimentaria (se proyecta un dispensario de alimentos y el cultivo de tierras cedidas solidariamente por la Asamblea de Parados de Montcada); la educación (entre agosto y septiembre se tiene previsto crear un banco de libros y material escolar); en materia sanitaria, se continuará denunciando el cierre del antiguo Hospital de la Fe, que suministraba atención médica a la zona norte de la ciudad; también se ha contactado con psicólogos con el fin de que pueda facilitarse ayuda a personas que no puedan costearse un tratamiento. Además, ha detallado Parrilla, la red valenciana ha conversado con asambleas antirrepresivas y tiene la intención de abrir una cuenta solidaria para la colaboración económica.

¿Qué entendemos por una auditoría ciudadana de la deuda?

No debemos, no pagamos

Carlos Arribas Ugarte, Manuela López Andújar, Antonia Molina Habas et al. Diario Información

Se dice que no hay dinero. Todas las políticas de recortes (especialmente las de sanidad, educación, salarios y pensiones) se justifican por la necesidad de controlar el déficit y pagar una deuda, en continuo crecimiento, que permita tranquilizar a los mercados. Sin embargo, esta justificación es sencillamente falsa.

Sabemos que lo que se está haciendo es pagar con dinero público deudas privadas, la estafa fallida de la burbuja inmobiliaria de los bancos y demás entidades financieras. Es el poder de estos agentes lo que domina la vida social y política. Las últimas pruebas del control de las finanzas y de los mercados sobre la vida pública son, por una parte, la entrega de más dinero con una disminución de la tasa de interés del 0,75 al 0,5% por parte del Banco Central Europeo a dichas entidades, una política que sólo sirve para cubrir sus pérdidas y facilitar que continúen acumulando y especulando. Por otra, el rechazo de la reforma de la injusta ley hipotecaria. Se trata en definitiva de un gran robo a la ciudadanía, un robo organizado por la banca, las entidades financieras y las multinacionales utilizando para ello la Administración central del Estado y las instituciones internacionales (Comisión Europea, Banco Central y Fondo Monetario Internacional). Frente a estas políticas, los gobiernos autonómicos y municipales, así como los patronales y los sindicatos mayoritarios o las han avalado o no han sido un freno.

La alternativa que propone la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda y el 15M es la paralización del pago de la deuda pública y el inicio de un proceso de control ciudadano de las cuentas públicas, independiente de las instituciones, que determine la parte que no ha de pagarse por considerarse ilegítima. Ésta es la única política responsable. El Ayuntamiento de Alicante, a diferencia del de Alcoi y Muro, se opuso a la aprobación de una moción, y voces diversas se alzaron en contra de su realización, poniéndose en entredicho el significado de la auditoría ciudadana.

La auditoría es un instrumento de control ciudadano que permite entender el origen de la deuda pública. Su importancia radica tanto en conseguir una salida de la crisis a favor de la gente trabajadora como en el proceso democrático y de empoderamiento de la ciudadanía en el que se basa. La auditoria se centra en la identificación de la deuda ilegítima. Numerosas deudas son ilegítimas porque han sido contraídas violando el derecho y/o porque no han beneficiado a la población. Aquí incluimos, por ejemplo, las deudas resultantes de una política fiscal regresiva o el rescate financiero de bancos y grandes empresas con fondos públicos.

Algunos partidos se han mostrado a favor de la auditoria pero su planteamiento resulta pobre. Pobre en tres sentidos: en el concepto mismo de deuda ilegítima que utilizan, en el tipo de proceso que proponen, de donde se excluye a la ciudadanía como el agente principal, y en la falta de un pronunciamiento allí donde gobiernan que muestre la rebeldía necesaria contra el gobierno central y contra las instituciones europeas para declarar la moratoria del pago. Por otra parte, las instituciones no pueden llevar a cabo este proceso, pues históricamente, junto a los agentes sociales a ellas vinculados, siempre se han opuesto a cualquier cambio social significativo, solo logrado mediante la movilización ciudadana.

Además, el alto nivel de clientelismo y corrupción oculta, invalida la participación en un primer nivel de análisis y decisión de la auditoría, de aquellas instituciones o agentes sociales cuya vida o supervivencia dependa de la Administración y de las entidades financieras. Tampoco la simple reactivación de los órganos de participación ciudadana existentes y ninguneados por las administraciones sería una medida eficaz.

Por ello, y por el grado de deliberación colectiva y de desobediencia imprescindible para llevarla a cabo, la auditoría tiene que ser realizada de forma directa por técnicos y por una ciudadanía que sean independientes de las instituciones. Agentes principales serían el tejido asociativo y aquellos movimientos sociales activamente implicados en la lucha contra las políticas de austeridad y de contrarreforma laboral, las mareas, colectivos de gente trabajadora, consumidores, usuarios, así como otros colectivos habitualmente excluidos de los procesos de decisión.

Existen procedimientos de deliberación y decisión ciudadana diseñados para facilitar la participación real del conjunto de la ciudadanía activa, como los procesos de participación popular aplicados en Elx 2008, el 15M o Porto Alegre, que podrían servir para desarrollar la auditoría.

En el proceso de auditoría ciudadana el análisis de la deuda del Estado es el tema central, pues las políticas de austeridad y de privatizaciones que tienen lugar en otros ámbitos territoriales dependen de las políticas aplicadas por la Administración central. Paralelamente, se deben realizar auditorías sectoriales (sanidad, educación, medio ambiente, de género, compañías eléctricas) y en los niveles autonómico y local.

Estos procesos requieren trabajar en colaboración con el resto de movimientos para unir recursos y esfuerzos. Cada movimiento ciudadano, cada lucha sectorial, cada comité de trabajadores, cada sección sindical, cada asamblea local, constituye una fuente de información sobre los procesos de endeudamiento, de recortes y de privatización de las diferentes instituciones públicas. Además, entendemos que las propuestas de auditoría de la deuda pública que presentan diferentes partidos políticos en las instituciones, en caso de llevarse a cabo, deben sacar a la luz información habitualmente oculta y permitir su acceso a la población para facilitar el proceso de auditoría ciudadana.

La Auditoría ciudadana constituye un eje central para caminar hacia un nuevo modelo social y económico, para unificar las luchas contra el paro, los recortes y las privatizaciones, para evitar la extensión de actitudes populistas. En definitiva para recobrar el control sobre nuestras vidas.

Carlos Arribas Ugarte, Manuela López Andújar, Antonia Molina Habas, Llanos Frías López, Fernando Patón Villarroya y Manuel Girón en representación de la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute del País Valencià (Alacant)
Fuente: http://www.diarioinformacion.com/op...

martes, 30 de julio de 2013

La magia de llegar a la tabla del 12

No se trata de aprender a memorizar, sino de disfrutar de la profusión de patrones que se revelan cuando aprendemos a multiplicar, asegura el escritor y matemático Rob Eastaway.

Hubo una época, hace varias décadas, en la que muchos niños del mundo tenían una razón obvia para aprenderse la tabla del 12. Todos los países que usaban las medidas imperiales británicas calculaban en pies y pulgadas y pagaban en chelines y peniques.

Multiplicar por 12 era una experiencia cotidiana.

Pero eso es historia antigua, aunque los huevos aún se venden en docenas, y mucha gente -incluidos los estadounidenses- todavía midan en pulgadas.

Nada de eso justifica pasar horas repitiendo esas tablas extra.

Y sin embargo, sigue habiendo una razón para aprenderse "la del doce". Algo que tiene más que ver con el descubrimiento de patrones y con tener confianza al manejar números.

Apenas los niños se empiezan a sentir cómodos multiplicando números más grandes que 10, comienzan a entender las multiplicaciones largas.

Saberse las tablas del 11 y del 12 puede introducir patrones intrigantes de los que podrían perderse si paran en la del 10.

Lo divertido del 11
Mucho de la tabla de multiplicar por 11 es fácil de aprender: 2 x 11 es 22, 8 veces 11 es 88. Y cuando uno pasa de 12, hay patrones simpáticos para descubrir.

Calculadora
Con saber las tablas hasta el 10 o con una calculadora puede ser suficiente pero ¿nos perdemos de algo?

¿Quiere multiplicar 11 x 23? Simplemente tome los dos dígitos -2 y 3-, súmelos (da 5) y ponga ese número en la mitad: 253. ¡Tadaaaa!

¿Qué tal 36 x 11? De nuevo, separe el 3 del 6 y ponga su suma en la mitad: 396. Maravilloso.

¡Pero cuidado! Si los dos dígitos suman más de 9, este genial truco no funciona tan bien.

58 x 11... pues 5 + 8 = 13, pero la respuesta no es 5138. Ese "1" del 13 realmente representa a un 10, por lo que tiene que ser añadido al 5 para que dé la respuesta correcta: 638.

Hay otro patrón que empieza con 11 x 11.

Multiplique esos dos número y le da 121.

¿Y 111 x 111? La respuesta es 12321.

¿Puede adivinar cuánto es 1111 x 1111? 1234321.

El 12
Multiplicar por 12, por su lado, es más simple cuando uno se da cuenta de que es lo mismo que multiplicar un número por 10 y añadir el doble del primer número.

Entonces, 12 x 12 es 10 x 12 (=120), y luego se le añade 2 x 12 (=24), lo que da 120 + 24 = 144.

Esa regla no se limita a la tabla de multiplicar, que se suspendería en 12 x 12.

12 x 61 es lo mismo que 10 x 61 (=610) más 2 x 61 (=122) y si puede sumar 610 + 122 en su mente, tendrá la respuesta correcta: 732.

¿Es necesario memorizar la respuesta de 12 x 12? Realmente no. Mientras se acuerde de la estrategia para hacer los cálculos, llegará a la respuesta con casi la misma rapidez.

Pero claro, al hacerlo a menudo, se queda en la memoria, lo que agiliza el proceso en esos momentos en los que necesita un resultado pronto.

¿Seguir hasta 20?
¿Por qué parar en la tabla del 12? Se podría seguir con la del 13, 14... hasta la del 20, como se hace en algunos países.

Lo que pasa es que si uno entiende las tablas de multiplicar básicas hasta el 10, tiene las herramientas necesarias para llegar al resultado de, digamos, 19 x 14.

Y si uno pasa demasiado tiempo memorizando las respuestas a esas preguntas, no va a tener tiempo para entender cómo funcionan los números.

De lo que realmente se tratan las matemáticas es de entender patrones y resolver problemas.

Rob Eastaway es coautor del libro "Mateméticas para mamás y papás".
Fuente: BBC.

lunes, 29 de julio de 2013

(Des) Contando calorías ¿Cuánta energía se consume subiendo escaleras? ¿Y haciendo la compra? Existe vida más allá del running.

¿Cuánta energía se consume subiendo escaleras? ¿Y haciendo la compra? Existe vida más allá del running, y, por eso, en este especial reunimos los mejores entrenamientos y consejos para ponerse firme sin sufrir (ni gastar) demasiado.

01. ‘Stair climbing’, ¿ascensores? No, gracias

En los gimnasios arrasan los Stairmasters, unos aparatos que emulan los movimientos que se realizan subiendo y bajando escaleras. Pues bien: se logran los mismos resultados utilizando las de casa. Unos 65.000 atletas se dedican a subir peldaños en 25 países del mundo. «Este entrenamiento es muy eficaz para fortalecer y remodelar los muslos, los glúteos y el abdomen», comenta el experto Juan Carlos Pacheco. Más ventajas: es gratis, puede realizarla cualquier persona, independientemente de su condición física, y no tortura las articulaciones. «Dependiendo de la amplitud de los pasos y de cómo se pose el pie en el escalón, se pueden potenciar unos beneficios u otros», dice el experto. Por cada minuto, se consumen 10 calorías. Si la actividad se realiza corriendo, el gasto se duplica. Más datos: trepando escalones se consume 9,6 veces más energía que sentado. stairclimbing.com

02. Fuerte como un marine

- Para agendas apretadas. El CrossFit, una técnica de entrenamiento importada desde EE UU, se considera una de las más duras (la practican los marines). Es muy exigente, pero también muy efectiva. Se basa en ejercicios intensos en los que se combinan las pesas, la comba, los abdominales, las flexiones y el aeróbic en series de 15 minutos con 150 repeticiones por cada ejercicio. Está pensada para deportistas con una buena base física, de ahí que sean muchos los atletas de élite que la utilicen como complemento. Afortunadamente, se puede adaptar al nivel de cada uno. Los entrenamientos son cortos (20 minutos bastan) y ponen el cuerpo como una piedra.

- Un pique muy sano. El CrossFit empezó como un fenómeno online, hay muchos vídeos en YouTube que muestran cómo se practica. Pero para evitar lesiones, es mejor que un experto dirija y controle el ritmo. De hecho, en los gimnasios, los alumnos se cronometran y apuntan sus tiempos. Con este sistema, se crea una competición sana que motiva. Más ventajas: esta modalidad quema hasta 1.500 calorías en 60 minutos. Lo ideal es iniciarse en un centro especializado. Más información sobre tarifas y establecimientos: www.mundocrossfit.com. Desde 15 € la clase.

03. Zumba: danza quemagrasas

- Fenómeno mundial. Más de 14 millones de personas en 185 países practican esta modalidad de aeróbic. La mayoría (el 98%) son mujeres. Y ya son cerca de 150.000 los gimnasios que no han podido resistirse a incluir clases de zumba en sus horarios de actividades colectivas.

- Con mucho ritmo. Los pasos de salsa, merengue, cumbia, samba y hip-hop se mezclan en coreografías enérgicas, que incluyen ritmos rápidos y lentos, capaces de esculpir, reafirmar, fortalecer y ponerse en forma sin que el cuerpo maldiga el esfuerzo. E incluso, divirtiéndose. Las clases se adaptan al ritmo de cada participante y, según la intensidad, se pueden quemar desde 500 hasta 1.000 calorías por sesión. Los precios varían en función de la modalidad; desde 25 € la clase de 45 minutos. Un buen centro para empezar es el Reebok Sports Club Madrid (Reebokclub.com).

04. ‘Running’, todo un clásico

Al aire libre. Solo 127 personas se apuntaron en 1970 a la primera maratón de Nueva York. En 2011, fueron más de 47.000. Correr está de moda: no hacen falta máquinas y sale gratis. «Mejora la resistencia cardiovascular», afirma Gabriel Ruiz, entrenador de Community Training. Las calorías quemadas dependen de los factores personales (condición física, peso…) y propios de la carrera, pero como baremo se puede establecer que en 30 minutos se gastan 250 calorías. El consumo continúa entre 24 y 36 horas después. «Cuanto más deprisa se corra, más calorías se gastan», precisa Ruiz.

05. TRX, gimnasio en la maleta

- Entrenar volando. Unas cintas regulables con dos asas en los extremos son el secreto de esta técnica que permite tonificar el cuerpo usando nuestro propio peso. Se pueden utilizar en interior o en exterior y se fijan en cualquier parte: a un árbol, una puerta, una barra… Son perfectas para viajar. Dependiendo de los movimientos, se trabaja la tonificación, la fuerza o la resistencia (o todos a la vez).

- Los michelines, a raya. El Ejército estadounidense ideó este sistema para entrenar cuando no disponían de espacio. En media hora de TRX se pueden eliminar hasta 400 calorías. Para aprender a usarlo es necesario una clase de iniciación (desde 30 € la clase; kit de cintas y bolsa 240 €). Más información en www.trxspain.es

06. ABE, jugar en el cielo.

La fiebre de las plataformas de disipación de aire ha llegado a España. Esta especie de colchón permite realizar ejercicios aeróbicos y cansarse menos. La razón: el impacto articular se minimiza. Además, se usan maracas, pelotas y otras herramientas que amenizan la práctica. Es perfecto para personas con sobrepeso y mayores. ¿Y cuánto adelgaza? Una mujer de 70 kilos consume entre un 15 y un 20 por ciento más de calorías por minuto en la plataforma ABE que sobre el suelo. En 45 minutos se pueden descontar hasta 340 calorías. La clase de iniciación cuesta 47 euros. Más información: www.sistemaabe.es

07. Un combate sin peleas.

El marcial mix, también conocido como body combat, aúna en una sola sesión los movimientos de varias disciplinas marciales y es una de las fórmulas más demandadas. La razón: pone en forma, desestresa, ejercita la concentración, la coordinación y la resistencia. Lo mejor de este tipo de ejercicio: los movimientos se acompañan de una serie de coreografías. Se eliminan alrededor de 700 calorías por sesión de 60 minutos e incluye nociones de defensa personal. El precio varía según el centro en el que se practique. Información sobre tarifas y clases en www.aefabts.com
Fuente S de El País de la moda. Aquí.
(En la foto Amber Heard la novia explosiva de Johnny Depp)

El estado español regala 36.000 millones de € a los bancos. Mientras el paro alcanza cotas inadmisibles, tanto general como juvenil. ¿No es esto un crimen, una estafa, un robo? y mientras los directivos de banca españoles ganan los sueldos mayores del mundo. ¿Hasta cuando? Esto no es una democracia, el gobierno no hace lo que quiere el pueblo que iría a rebajar el paro y encarcelaría a los estafadores,...

Agencias

El estatal Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) admitió este viernes que los bancos y cajas que recibieron dinero público no devolverán las millonarias ayudas , una cifra que en total supera los recortes presupuestarios en sanidad y educación impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy.

En el mes de octubre del año pasado el presidente Mariano Rajoy anunció un préstamo del Estado a bancos quebrados. En aquel entonces se habló de la cantidad de 40.000 millones de euros. Rajoy aseguró en el Parlamento que el Estado nunca renunciaría a este dinero y que los bancos y cajas tendrían que devolverlo ‘de todas todas’. Nueve meses después el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ha hecho públicas sus cuentas y asume que, de los 52.000 millones de euros que finalmente dieron a las entidades financieras, 36.000 los da ‘por perdidos’, es decir, que no los recuperará.

Con esta decisión, los bancos ya no están obligados a devolver el dinero al Estado. De esta manera, el Gobierno ha regalado a estas entitadades una cantidad que supera la de los recortes en educación y sanidad.

Los bancos y cajas que han visto como se eliminaba su deuda en nueve meses son Bankia, Novagalicia (NCG), CatalunyaCaixa, Banc de València, Caja España Ceiss y BMN.

El Mayor rescate de la historia, en El País.

La valentía de buscar la verdad. La traición a Helen Thomas

Barbara Lubin y Danny Muller. CounterPunch

Cuando la noticia se esparció por Washington este fin de semana de la muerte de la inquebrantable y pionera periodista Helen Thomas, seguramente un suspiro colectivo de alivio atravesaba los pasillos de Washington.

Noticias, artículos y obituarios obligatoriamente mencionan su retiro a causa de los comentarios políticos sobre Palestina e Israel. Todos ellos celebrarán, y deberían hacerlo, su carrera de pionera como periodista y autora. Y ahora que ha muerto, se ha vuelto políticamente correcto volver a abrazarla, porque ahora Helen está a salvo. No va a hacer más las incómodas preguntas que hicieron que los políticos se retuerzan mintiendo, que le devolvieron una mirada atónita de ella, siempre sorprendidos por la libertad de la prensa en acción en una mujer que no reconocía su actuación.

Pero en los últimos años de Helen había poca admiración por su carrera y su valor, tanto como sus antiguos amigos, compañeros de trabajo y muchos en Washington se subieron resueltamente al carro de las condenas por sus comentarios y luego sacados de contexto. Tal vez lo más espantoso fue que el presidente Obama se tomó el tiempo de espiar a la mitad del mundo y bombardear la otra mitad para declarar que la renuncia de Helen Thomas fue "la decisión correcta".

En un mundo donde se celebran los improperios orales de políticos famosos como George Bush, Dick Cheney y Rahm Emmanuel, ¿podemos pretender que los comentarios de Helen fueran tan chocantes u ofensivos como para merecer una jubilación forzosa? En un mundo donde escuchamos las tonterías diarias de presidentes que promueven guerras de locura con mentiras y caras enhiestas, ¿cómo permitimos que caiga sobre ella esa lluvia ácida?

Helen Thomas hizo más para desafiar a la guerra desde la última fila de la prensa de la Casa Blanca, (lugar al que fue relegada durante tres años después de criticar en 2004 a George Bush) que cualquier periodista empotrado hizo desde la primera línea junto a los militares en Irak. Ella se sostenía por una integridad periodística que no fue bienvenida en un complejo cuasi totalitario de medios parlamentarios corporativos. En el comienzo de su carrera, fue despedida por hacer huelga junto a sus colegas en el Washington Daily News. Enfrentó décadas de abuso porque era obstinada, no había lugar para el retroceso, y además era una mujer. En años posteriores, fue chocante ver cómo George Bush y Barack Obama se dirigían a ella, la discriminaban desde su investidura presidencial, como si ella fuera una niña a quien se tolera, desechable embuchando una sonrisa, una molestia menor que no conocía su lugar, una reliquia que sólo tenían que complacer por un minuto, después del cual podría volver a la Gran Mentira.

Helen Thomas fue emboscada por ser anti sionista y como escribió Ralph Nader, "la evisceración fue lanzada por dos halcones pro-Israel, Ari Fleischer y Lanny Davis. Fleischer fue el secretario de prensa de George W. Bush que perdió los estribos ante el cuestionamiento de Helen Thomas acerca de los horrores de los crímenes de guerra y las torturas ilegales de la dupla Bush-Cheney. Su trabajo no era responder a esta mujer arrogante, sino desviar, evitar y encubrir a sus jefes. Davis fue el defensor designado cuando Clinton se metió en el agua caliente. Como periodista Paul Jay se destaco y ahora integra un grupo de presión de Washington cuyos clientes incluyen a la cruel junta corporativa que derrocó al presidente electo de Honduras. "Si uno siguió la carrera de Helen Thomas, sobre todo en la última década, ella había alterado repetidamente el statu quo cuando cuestionaba las muertes de civiles en las guerras de Estados Unidos, la alianza impía con Israel, su no declarado arsenal nuclear, y la forma en que escondemos el rostro de la guerra. Los poderosos querían su silencio y utilizaron un fragmento de 30 segundos de vídeos para tratar de borrar 7 décadas de integridad y servicio público.

Helen Thomas por Robert Shetterly.

Así que te puedes imaginar lo honrado que estábamos cuando en el otoño de 2010, por fin fuimos invitados a reunirnos con Helen. Amigos mutuos nos pusieron en contacto y nos dio la bienvenida para visitarla en su casa. Nos recibió amablemente y habló durante horas acerca de una increíble variedad de temas. Su mente era increíblemente aguda, embebida de la lectura de gran cantidad de diarios y de numerosos libros que están ordenadamente apilados, sobre temas de actualidad, marcados y a los que hace referencia a lo largo de nuestra conversación. Increíblemente abierta a cualquier pregunta, (¿Cual fue el mejor presidente? "Hubiera sido Lyndon Johnson, si no fuera por la guerra de Vietnam. Su guerra contra la pobreza fue un logro increíble. Pero la guerra de Vietnam lo perseguía.") Helen fue la consumada periodista, incluso desde su propia sala de estar, que nos acribillaba tanto con preguntas y que, sin vacilar opinaba sobre todo. Ella hablo sin problemas desde su infancia en Detroit hasta su viaje a China en el Air Force One con Richard Nixon, viendo siempre la interconexión del pasado y cómo influye en el presente. Cuando se le preguntó acerca de nuestro trabajo en el Medio Oriente, dudamos en un principio de responder plenamente sobre lo que fuimos testigos durante la ocupación israelí y la guerra de Irak. Ella parecía muy consternada por las experiencias de los niños en esos lugares, y estaba visiblemente preocupada por lo que sabía. Helen era tan claramente empática con el sufrimiento de los niños, los que viven en campos de refugiados, los encarcelados, los que sufren, que parecía injusto cargarla con más relatos de testigos después de todo lo que habíamos compartido. Pero su curiosidad y sus preguntas no eran demasiado para nosotros, y como siempre, Helen formulaba las preguntas que quería.

Unas noches más tarde, a continuación de algunos té de manzana y martinis en una cena completa, Helen continuó su andanada de preguntas. Estaba muy interesada en el trabajo de la organización en la que trabajamos, Alianza de Niños de Oriente Medio, y se comprometió a hablar en San Francisco en un acto de beneficio para la ayuda humanitaria para los niños de Palestina. Por desgracia, la salud física de Helen pronto se deterioró aún más, impidiéndole hacer el vuelo de 3000 millas. Pero el tiempo que pasamos con Helen Thomas se quedó con nosotros, y éramos conscientes de que no podría llegar a hablar en un evento, y queríamos verla apreciada por las miles de personas que sabíamos que la respetaban, la querían y estábamos horrorizado por la forma en que había sido tratada y forzada al exilio, incluso por parte de algunos amigos cercanos y seguidores MECA.

Dos años más tarde, inmediatamente después de la "Operación Pilar de Defensa" de 8 días de bombardeo sobre Gaza por parte de Israel donde 158 palestinos fueron asesinados, 30 de ellos niños, cruzamos el paso de Erez de Israel en la ciudad de Gaza. Una semana después de haber llegado, estábamos fuera en las horas tempranas de la mañana conversando con periodistas y otros voluntarios internacionales. El tema de la primavera árabe y el papel de los medios de comunicación social son temas candentes de la discusión. Una periodista palestina joven, que había terminado recientemente sus estudios en Londres, regresó a Gaza a principios de mes para cubrir los temas de derechos humanos para un portal de noticias en inglés, y nos dijo que quería ser la próxima Helen Thomas.

Otro periodista le respondió diciendo: "Oh, ¿te refieres a causa de sus comentarios sobre Palestina."

"No, no es por eso. Hay dos cosas que van a cambiar el mundo ", dijo," los medios de comunicación y las mujeres: y yo tengo ambas."

Este es el legado Helen Thomas. Esta es la prueba de que las preguntas incómodas seguirán su curso. Eso es lo que Helen quería. Rendición de cuentas de los poderosos, una prensa audaz en busca de la verdad.

Es por eso que pensamos que el 04 de agosto debe declararse el Helen Thomas Day, una fecha de nacimiento que comparte con Barack Obama. Sin embargo, el 4 de agosto debe ser una celebración sólo para Helen Thomas, y no para Barack Obama, ya que los hombres débiles que lanzan guerras lejanas deben ser relegados a los cubos de basura de la historia, y deben ser honradas las mujeres valientes que desafían imperios y viven una vida sin temores.

Firma nuestra petición para pedir a la Casa Blanca que declare el 4 de agosto "Helen Thomas Day"

Barbara Lubin es una veterana activista por la paz, la justicia, los discapacitados y los derechos humano. Es la fundadora y directora ejecutiva de la Alianza de los niños de Medio Oriente (MECA), una organización sin ánimo de lucro que, desde 1988, ha estado trabajando por los derechos y el bienestar de los niños en el Medio Oriente.

Danny Muller ha trabajado con la Alianza Infantil del Medio Oriente, junto con Voices in the Wilderness desde que la sanción de las restricciones económicas a Irak en la década de 1990. Ha trabajado con MECA en Irak y Palestina. És un activista contra el impuesto de guerra y abolicionista de la guerra.

Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/07/23/the-betrayal-of-helen-thomas/

Las clases magistrales de Cortázar en Berkeley

Un nuevo libro reúne las lecciones de literatura que el autor de Rayuela dictó en Berkeley, en 1980. Su pensamiento y la intimidad de sus elecciones artísticas, en un adelanto exclusivo

Primera clase. Los caminos de un escritor

Quisiera que quede bien claro que, aunque propongo primero los cuentos y en segundo lugar las novelas, esto no significa para mí una discriminación o un juicio de valor: soy autor y lector de cuentos y novelas con la misma dedicación y el mismo entusiasmo. Ustedes saben que son cosas muy diferentes, que trataremos de precisar mejor en algunos aspectos, pero el hecho de que haya propuesto que nos ocupemos primero de los cuentos es porque como tema son de un acceso más fácil; se dejan atrapar mejor, rodear mejor que una novela por razones obvias sobre las cuales no vale la pena que insista.

Tienen que saber que estos cursos los estoy improvisando muy poco antes de que ustedes vengan aquí: no soy sistemático, no soy ni un crítico ni un teórico, de modo que a medida que se me van planteando los problemas de trabajo, busco soluciones. Para empezar a hablar del cuento como género y de mis cuentos como una continuación, estuve pensando en estos días que para que entremos con más provecho en el cuento latinoamericano sería tal vez útil una breve reseña de lo que en alguna charla ya muy vieja llamé una vez "Los caminos de un escritor"; es decir, la forma en que me fui moviendo dentro de la actividad literaria a lo largo de. desgraciadamente treinta años. El escritor no conoce esos caminos mientras los está franqueando -puesto que vive en un presente como todos nosotros- pero pasado el tiempo llega un día en que de golpe, frente a muchos libros que ha publicado y muchas críticas que ha recibido, tiene la suficiente perspectiva y el suficiente espacio crítico para verse a sí mismo con alguna lucidez. Hace algunos años me planteé el problema de cuál había sido finalmente mi camino dentro de la literatura (decir "literatura" y "vida" para mí es siempre lo mismo, pero en este caso nos estamos concentrando en la literatura). Puede ser útil que reseñe hoy brevemente ese camino o caminos de un escritor porque luego se verá que señalan algunas constantes, algunas tendencias que están marcando de una manera significativa y definitoria la literatura latinoamericana importante de nuestro tiempo.

Les pido que no se asusten por las tres palabras que voy a emplear a continuación porque en el fondo, una vez que se da a entender por qué se las está utilizando, son muy simples. Creo que a lo largo de mi camino de escritor he pasado por tres etapas bastante bien definidas: una primera etapa que llamaría estética (ésa es la primera palabra), una segunda etapa que llamaría metafísica y una tercera etapa, que llega hasta el día de hoy, que podría llamar histórica. En lo que voy a decir a continuación sobre esos tres momentos de mi trabajo de escritor va a surgir por qué utilizo estas palabras, que son para entendernos y que no hay que tomar con la gravedad que utiliza un filósofo cuando habla por ejemplo de metafísica.

Pertenezco a una generación de argentinos surgida casi en su totalidad de la clase media en Buenos Aires, la capital del país; una clase social que por estudios, orígenes y preferencias personales se entregó muy joven a una actividad literaria concentrada sobre todo en la literatura misma. Me acuerdo bien de las conversaciones con mis camaradas de estudios y con los que siguieron siendo amigos una vez que los terminé y todos comenzamos a escribir y algunos poco a poco también a publicar. Me acuerdo de mí mismo y de mis amigos, jóvenes argentinos (porteños, como les decimos a los de Buenos Aires) profundamente estetizantes, concentrados en la literatura por sus valores de tipo estético, poético, y por sus resonancias espirituales de todo tipo. No usábamos esas palabras y no sabíamos lo que eran, pero ahora me doy perfecta cuenta de que viví mis primeros años de lector y de escritor en una fase que tengo derecho a calificar de "estética", donde lo literario era fundamentalmente leer los mejores libros a los cuales tuviéramos acceso y escribir con los ojos fijos en algunos casos en modelos ilustres y en otros en un ideal de perfección estilística profundamente refinada. Era una época en la que los jóvenes de mi edad no nos dábamos cuenta hasta qué punto estábamos al margen y ausentes de una historia particularmente dramática que se estaba cumpliendo en torno de nosotros, porque esa historia también la captábamos desde un punto de vista de lejanía, con distanciamiento espiritual.

Viví en Buenos Aires, desde lejos por supuesto, el transcurso de la guerra civil en que el pueblo de España luchó y se defendió contra el avance del franquismo que finalmente habría de aplastarlo. Viví la segunda guerra mundial, entre el año 39 y el año 45, también en Buenos Aires. ¿Cómo vivimos mis amigos y yo esas guerras? En el primer caso éramos profundos partidarios de la República española, profundamente antifranquistas; en el segundo, estábamos plenamente con los aliados y absolutamente en contra del nazismo. Pero en qué se traducían esas tomas de posición: en la lectura de los periódicos, en estar muy bien informados sobre lo que sucedía en los frentes de batalla; se convertían en charlas de café en las que defendíamos nuestros puntos de vista contra eventuales antagonistas, eventuales adversarios. A ese pequeño grupo del que formaba parte pero que a su vez era parte de muchos otros grupos, nunca se nos ocurrió que la guerra de España nos concernía directamente como argentinos y como individuos; nunca se nos ocurrió que la segunda guerra mundial nos concernía también aunque la Argentina fuera un país neutral. Nunca nos dimos cuenta de que la misión de un escritor que además es un hombre tenía que ir mucho más allá que el mero comentario o la mera simpatía por uno de los grupos combatientes. Esto, que supone una autocrítica muy cruel que soy capaz de hacerme a mí y a todos los de mi clase, determinó en gran medida la primera producción literaria de esa época: vivíamos en un mundo en el que la aparición de una novela o un libro de cuentos significativo de un autor europeo o argentino tenía una importancia capital para nosotros, un mundo en el que había que dar todo lo que se tuviera, todos los recursos y todos los conocimientos para tratar de alcanzar un nivel literario lo más alto posible. Era un planteo estético, una solución estética; la actividad literaria valía para nosotros por la literatura misma, por sus productos y de ninguna manera como uno de los muchos elementos que constituyen el contorno, como hubiera dicho Ortega y Gasset "la circunstancia", en que se mueve un ser humano, sea o no escritor.

De todas maneras, aun en ese momento en que mi participación y mi sentimiento histórico prácticamente no existían, algo me dijo muy tempranamente que la literatura -incluso la de tipo fantástico más imaginativa- no estaba únicamente en las lecturas, en las bibliotecas y en las charlas de café. Desde muy joven sentí en Buenos Aires el contacto con las cosas, con las calles, con todo lo que hace de una ciudad una especie de escenario continuo, variante y maravilloso para un escritor. Si por un lado las obras que en ese momento publicaba alguien como Jorge Luis Borges significaban para mí y para mis amigos una especie de cielo de la literatura, de máxima posibilidad en ese momento dentro de nuestra lengua, al mismo tiempo me había despertado ya muy temprano a otros escritores de los cuales citaré solamente uno, un novelista que se llamó Roberto Arlt y que desde luego es mucho menos conocido que Jorge Luis Borges porque murió muy joven y escribió una obra de difícil traducción y muy cerrada en el contorno de Buenos Aires. Al mismo tiempo que mi mundo estetizante me llevaba a la admiración por escritores como Borges, sabía abrir los ojos al lenguaje popular, al lunfardo de la calle que circula en los cuentos y las novelas de Roberto Arlt. Es por eso que, cuando hablo de etapas en mi camino, no hay que entenderlas nunca de una manera excesivamente compartimentada: me estaba moviendo en esa época en un mundo estético y estetizante pero creo que ya tenía en las manos o en la imaginación elementos que venían de otros lados y que todavía necesitarían tiempo para dar sus frutos. Eso lo sentí en mí mismo poco a poco, cuando empecé a vivir en Europa.

Siempre he escrito sin saber demasiado por qué lo hago, movido un poco por el azar, por una serie de casualidades: las cosas me llegan como un pájaro que puede pasar por la ventana. En Europa continué escribiendo cuentos de tipo estetizante y muy imaginativos, prácticamente todos de tema fantástico. Sin darme cuenta, empecé a tratar temas que se separaron de ese primer momento de mi trabajo. En esos años escribí un cuento muy largo, quizá el más largo que he escrito, "El perseguidor", que en sí mismo no tiene nada de fantástico pero en cambio tiene algo que se convertía en importante para mí: una presencia humana, un personaje de carne y hueso, un músico de jazz que sufre, sueña, lucha por expresarse y sucumbe aplastado por una fatalidad que lo persiguió toda su vida. (Los que lo han leído saben que estoy hablando de Charlie Parker, que en el cuento se llama Johnny Carter.) Cuando terminé ese cuento y fui su primer lector, advertí que de alguna manera había salido de una órbita y estaba tratando de entrar en otra. Ahora el personaje se convertía en el centro de mi interés mientras que en los cuentos que había escrito en Buenos Aires los personajes estaban al servicio de lo fantástico como figuras para que lo fantástico pudiera irrumpir; aunque pudiera tener simpatía o cariño por determinados personajes de esos cuentos, era muy relativo: lo que verdaderamente me importaba era el mecanismo del cuento, sus elementos finalmente estéticos, su combinatoria literaria con todo lo que puede tener de hermoso, de maravilloso y de positivo. En la gran soledad en que vivía en París de golpe fue como estar empezando a descubrir a mi prójimo en la figura de Johnny Carter, ese músico negro perseguido por la desgracia cuyos balbuceos, monólogos y tentativas inventaba a lo largo de ese cuento.

Ese primer contacto con mi prójimo -creo que tengo derecho a utilizar el término-, ese primer puente tendido directamente de un hombre a otro, de un hombre a un conjunto de personajes, me llevó en esos años a interesarme cada vez más por los mecanismos psicológicos que se pueden dar en los cuentos y en las novelas, por explorar y avanzar en ese territorio -que es el más fascinante de la literatura al fin y al cabo- en que se combina la inteligencia con la sensibilidad de un ser humano y determina su conducta, todos sus juegos en la vida, todas sus relaciones y sus interrelaciones, sus dramas de vida, de amor, de muerte, su destino; su historia, en una palabra. Cada vez más deseoso de ahondar en ese campo de la psicología de los personajes que estaba imaginando, surgieron en mí una serie de preguntas que se tradujeron en dos novelas, porque los cuentos no son nunca o casi nunca problemáticos: para los problemas están las novelas, que los plantean y muchas veces intentan soluciones. La novela es ese gran combate que libra el escritor consigo mismo porque hay en ella todo un mundo, todo un universo en que se debaten juegos capitales del destino humano, y si uso el término destino humano es porque en ese momento me di cuenta de que yo no había nacido para escribir novelas psicológicas o cuentos psicológicos como los hay y por cierto tan buenos. El solo hecho de manejar elementos en la vida de algunos personajes no me satisfacía lo suficiente. Ya en "El perseguidor", con toda su torpeza y su ignorancia, Johnny Carter se plantea problemas que podríamos llamar "últimos". Él no entiende la vida y tampoco entiende la muerte, no entiende por qué es un músico, quisiera saber por qué toca como toca, por qué le suceden las cosas que le suceden. Por ese camino entré en eso que con un poco de pedantería he calificado de etapa metafísica, es decir, una autoindagación lenta, difícil y muy primaria -porque yo no soy un filósofo ni estoy dotado para la filosofía- sobre el hombre, no como simple ser viviente y actuante sino como ser humano, como ser en el sentido filosófico, como destino, como camino dentro de un itinerario misterioso.

Esta etapa que llamo metafísica a falta de mejor nombre se fue cumpliendo sobre todo a lo largo de dos novelas. La primera, que se llama Los premios, es una especie de divertimento; la segunda quiso ser algo más que un divertimento y se llama Rayuela. En la primera intenté presentar, controlar, dirigir un grupo importante y variado de personajes. Tenía una preocupación técnica, porque un escritor de cuentos -como lectores de cuentos, ustedes lo saben bien- maneja un grupo de personajes lo más reducido posible por razones técnicas: no se puede escribir un cuento de ocho páginas en donde entren siete personas ya que llegamos al final de las ocho páginas sin saber nada de ninguna de las siete, y obligadamente hay una concentración de personajes como hay también una concentración de muchas otras cosas. La novela en cambio es realmente el juego abierto, y en Los premios me pregunté si dentro de un libro de las dimensiones habituales de una novela sería capaz de presentar y tener un poco las riendas mentales y sentimentales de un número de personajes que al final, cuando los conté, resultaron ser dieciocho. ¡Ya es algo! Fue, si ustedes quieren, un ejercicio de estilo, una manera de demostrarme a mí mismo si podía o no pasar a la novela como género. Bueno, me aprobé; con una nota no muy alta pero me aprobé en ese examen. Pensé que la novela tenía los suficientes elementos como para darle atracción y sentido, y allí, en muy pequeña escala todavía, ejercité esa nueva sed que se había posesionado de mí, esa sed de no quedarme solamente en la psicología exterior de la gente y de los personajes de los libros sino ir a una indagación más profunda del hombre como ser humano, como ente, como destino. En Los premios eso se esboza apenas en algunas reflexiones de uno o dos personajes.

A lo largo de unos cuantos años escribí Rayuela y en esa novela puse directamente todo lo que en ese momento podía poner en ese campo de búsqueda e interrogación. El personaje central es un hombre como cualquiera de todos nosotros, realmente un hombre muy común, no mediocre pero sin nada que lo destaque especialmente; sin embargo, ese hombre tiene -como ya había tenido Johnny Carter en "El perseguidor"- una especie de angustia permanente que lo obliga a interrogarse sobre algo más que su vida cotidiana y sus problemas cotidianos. Horacio Oliveira, el personaje de Rayuela, es un hombre que está asistiendo a la historia que lo rodea, a los fenómenos cotidianos de luchas políticas, guerras, injusticias, opresiones y quisiera llegar a conocer lo que llama a veces "la clave central", el centro que ya no sólo es histórico sino también filosófico, metafísico, y que ha llevado al ser humano por el camino de la historia que está atravesando, del cual nosotros somos el último y presente eslabón. Horacio Oliveira no tiene ninguna cultura filosófica -como su padre- y simplemente se hace las preguntas que nacen de lo más hondo de la angustia. Se pregunta muchas veces cómo es posible que el hombre como género, como especie, como conjunto de civilizaciones, haya llegado a los tiempos actuales siguiendo un camino que no le garantiza en absoluto el alcance definitivo de la paz, la justicia y la felicidad, por un camino lleno de azares, injusticias y catástrofes en que el hombre es el lobo del hombre, en que unos hombres atacan y destrozan a otros, en que justicia e injusticia se manejan muchas veces como cartas de póquer. Horacio Oliveira es el hombre preocupado por elementos ontológicos que tocan al ser profundo del hombre: ¿Por qué ese ser preparado teóricamente para crear sociedades positivas por su inteligencia, su capacidad, por todo lo que tiene de positivo, no lo consigue finalmente o lo consigue a medias, o avanza y luego retrocede? (Hay un momento en que la civilización progresa y luego cae bruscamente, y basta con hojear el Libro de la Historia para asistir a la decadencia y a la ruina de civilizaciones que fueron maravillosas en la Antigüedad.) Horacio Oliveira no se conforma con estar metido en un mundo que le ha sido dado prefabricado y condicionado; pone en tela de juicio cualquier cosa, no acepta las respuestas habitualmente dadas, las respuestas de la sociedad x o de la sociedad z, de la ideología a o de la ideología b.

Esa etapa histórica suponía romper el individualismo y el egoísmo que hay siempre en las investigaciones del tipo que hace Oliveira, ya que él se preocupa de pensar cuál es su propio destino en tanto destino del hombre pero todo se concentra en su propia persona, en su felicidad y su infelicidad. Había un paso que franquear: el de ver al prójimo no sólo como el individuo o los individuos que uno conoce sino también verlo como sociedades enteras, pueblos, civilizaciones, conjuntos humanos. Debo decir que llegué a esa etapa por caminos curiosos, extraños y a la vez un poco predestinados. Había seguido de cerca con mucho más interés que en mi juventud todo lo que sucedía en el campo de la política internacional en aquella época: estaba en Francia cuando la guerra de liberación de Argelia y viví muy de cerca ese drama que era al mismo tiempo y por causas opuestas un drama para los argelinos y para los franceses. Luego, entre el año 59 y el 61, me interesó toda esa extraña gesta de un grupo de gente metida en las colinas de la isla de Cuba que estaban luchando para echar abajo un régimen dictatorial. (No tenía aún nombres precisos: a esa gente se los llamaba "los barbudos" y Batista era un nombre de dictador en un continente que ha tenido y tiene tantos.) Poco a poco, eso tomó para mí un sentido especial. Testimonios que recibí y textos que leí me llevaron a interesarme profundamente por ese proceso, y cuando la Revolución cubana triunfó a fines de 1959, sentí el deseo de ir. Pude ir -al principio no se podía- menos de dos años después. Fui a Cuba por primera vez en 1961 como miembro del jurado de la Casa de las Américas que se acababa de fundar. Fui a aportar la contribución del único tipo que podía dar, de tipo intelectual, y estuve allí dos meses viendo, viviendo, escuchando, aprobando y desaprobando según las circunstancias. Cuando volví a Francia traía conmigo una experiencia que me había sido totalmente ajena: durante casi dos meses no estuve metido con grupos de amigos o con cenáculos literarios; estuve mezclándome cotidianamente con un pueblo que en ese momento se debatía frente a las peores dificultades, al que le faltaba todo, que se veía preso en un bloqueo despiadado y sin embargo luchaba por llevar adelante esa autodefinición que se había dado a sí mismo por la vía de la revolución. Cuando volví a París eso hizo un lento pero seguro camino. Habían sido invitaciones de pasaporte para mí y nada más, señas de identidad y nada más. En ese momento, por una especie de brusca revelación -y la palabra no es exagerada-, sentí que no sólo era argentino: era latinoamericano, y ese fenómeno de tentativa de liberación y de conquista de una soberanía a la que acababa de asistir era el catalizador, lo que me había revelado y demostrado que no solamente yo era un latinoamericano que estaba viviendo eso de cerca sino que además me mostraba una obligación, un deber. Me di cuenta de que ser un escritor latinoamericano significaba fundamentalmente que había que ser un latinoamericano escritor: había que invertir los términos y la condición de latinoamericano, con todo lo que comportaba de responsabilidad y deber, había que ponerla también en el trabajo literario. Creo entonces que puedo utilizar el nombre de etapa histórica, o sea de ingreso en la historia, para describir este último jalón en mi camino de escritor.

Si han podido leer algunos libros míos que abarquen esos períodos, verán muy claramente reflejado lo que he tratado de explicar de una manera un poco primaria y autobiográfica, verán cómo se pasa del culto de la literatura por la literatura misma al culto de la literatura como indagación del destino humano y luego a la literatura como una de las muchas formas de participar en los procesos históricos que a cada uno de nosotros nos concierne en su país. Si les he contado esto -e insisto en que he hecho un poco de autobiografía, cosa que siempre me avergüenza- es porque creo que ese camino que seguí es extrapolable en gran medida al conjunto de la actual literatura latinoamericana que podemos considerar significativa. En el curso de las últimas tres décadas la literatura de tipo cerradamente individual que naturalmente se mantiene y se mantendrá y que da productos indudablemente hermosos e indiscutibles, esa literatura por el arte y la literatura misma ha cedido terreno frente a una nueva generación de escritores mucho más implicados en los procesos de combate, de lucha, de discusión, de crisis de su propio pueblo y de los pueblos en conjunto. La literatura que constituía una actividad fundamentalmente elitista y que se autoconsideraba privilegiada (todavía lo hacen muchos en muchos casos) fue cediendo terreno a una literatura que en sus mejores exponentes nunca ha bajado la puntería ni ha tratado de volverse popular o populachera llenándose con todo el contenido que nace de los procesos del pueblo de donde pertenece el autor. Estoy hablando de la literatura más alta de la que podemos hablar en estos momentos, la de Asturias, Vargas Llosa, García Márquez, cuyos libros han salido plenamente de ese criterio de trabajo solitario por el placer mismo del trabajo para intentar una búsqueda en profundidad en el destino, en la realidad, en la suerte de cada uno de sus pueblos. Por eso me parece que lo que me sucedió en el terreno individual y privado es un proceso que en conjunto se ha ido dando de la misma manera yendo de lo más (cómo decirlo, no me gusta la palabra elitista, pero en fin...), de lo más privilegiado, lo más refinado como actividad literaria, a una literatura que guardando todas sus calidades y todas sus fuerzas se dirige actualmente a un público de lectores que va mucho más allá que los lectores de la primera generación que eran sus propios grupos de clase, sus propias élites, aquellos que conocían los códigos y las claves y podían entrar en el secreto de esa literatura casi siempre admirable pero también casi siempre exquisita.

[...]

Conviene hacer una cosa bastante elemental al principio que es preguntarse qué es un cuento, porque sucede que todos los leemos (es un género que creo que se vuelve cada día más popular; en algunos países lo ha sido siempre y en otros va ganando camino después de haber sido rechazado por motivos bastantes misteriosos que los críticos buscan deslindar) pero en definitiva es muy difícil intentar una definición de cuento. Hay cosas que se niegan a la definición; creo, y en este sentido me gusta extremar ciertos caminos mentales, que en el fondo nada se puede definir. El diccionario tiene una definición para cada cosa; cuando son cosas muy concretas, la definición es tal vez aceptable, pero muchas veces a lo que tomamos por definición yo lo llamaría una aproximación. La inteligencia se maneja con aproximaciones y establece relaciones y todo funciona muy bien, pero frente a ciertas cosas la definición se vuelve verdaderamente muy difícil. Es el caso muy conocido de la poesía. ¿Quién ha podido definir la poesía hasta hoy? Nadie. Hay dos mil definiciones que vienen desde los griegos que ya se preocupaban por el problema, y Aristóteles tiene nada menos que toda una Poética para eso, pero no hay una definición de la poesía que a mí me convenza y sobre todo que convenza a un poeta. En el fondo el único que tiene razón es ese humorista español -creo- que dijo que la poesía es eso que se queda afuera cuando hemos terminado de definir la poesía: se escapa y no está dentro de la definición. Con el cuento no pasa exactamente lo mismo pero tampoco es un género fácilmente definible. Lo mejor es acercarnos muy rápida e imperfectamente desde un punto de vista cronológico.

La narrativa del cuento, tal como se lo imaginó en otros tiempos y tal y como lo leemos y lo escribimos en la actualidad, es tan antigua como la humanidad. Supongo que en las cavernas las madres y los padres les contaban cuentos a los niños (cuentos de bisontes, probablemente). El cuento oral se da en todos los folclores. África es un continente maravilloso para los cuentos orales, los antropólogos no se cansan de reunir enormes volúmenes con miles y miles, algunos de una fantasía y una invención extraordinarias que se transmiten de padres a hijos. La Antigüedad conoce el cuento como género literario y la Edad Media le da una categoría estética y literaria bien definida, a veces en forma de apólogos destinados a ilustrar elementos religiosos, otras veces morales. Las fábulas, por ejemplo, nos vienen desde los griegos y son un mecanismo de pequeño cuento, un relato que se basta a sí mismo, algo que sucede entre dos o tres animales, que empieza, tiene su fin y su reflexión moralista. El cuento tal como lo entendemos ahora no aparece de hecho hasta el siglo XIX. Hay a lo largo de la historia elementos de cuentística verdaderamente maravillosos. Piensen ustedes en Las mil y una noches, una antología de cuentos, la mayoría de ellos anónimos, que un escriba persa recogió y les dio calidad estética; ahí hay cuentos con mecanismos sumamente complejos, muy modernos en ese sentido. En la Edad Media española hay un clásico, El Conde Lucanor del Infante Juan Manuel, que contiene algunos de antología. En el siglo XVIII se escriben cuentos en general sumamente largos, que divagan un poco en un territorio más de novela que de cuento; pienso por ejemplo en los de Voltaire: Zadig, Cándido, ¿son cuentos o pequeñas novelas? Suceden muchas cosas, hay un desarrollo que casi se podría dividir en capítulos y finalmente son novelitas más que cuentos largos. Cuando nos metemos en el siglo XIX el cuento adquiere de golpe su carta de ciudadanía, más o menos paralelamente en el mundo anglosajón y en el francés. En el mundo anglosajón surgen en la segunda mitad del siglo XIX escritores para quienes el cuento es un instrumento literario de primera línea que atacan y llevan a cabo con un rigor extraordinario. En Francia bastaría citar a Mérimée, a Villiers de l'Isle-Adam y tal vez por encima de todos ellos a Maupassant, para ver cómo el cuento se ha convertido en un género moderno. En nuestro siglo entra ya con todos los elementos, las condiciones y las exigencias por parte del escritor y del lector. Vivimos hoy en una época en la que no aceptamos que "nos hagan el cuento", como dirían los argentinos: aceptamos que nos den buenos cuentos, que es una cosa muy diferente.

Si a través de este paseo a vuelo de pájaro andamos buscando una aproximación, si no una definición del cuento, lo que vamos viendo es en general una especie de reducción: el cuento es una cosa muy vaga, muy esfumada, que abarca elementos de un desarrollo no siempre muy ceñido que a lo largo del siglo XIX y ahora en nuestro siglo adopta sus características que podemos considerar definitivas (en la medida en que puede haber algo definitivo en literatura, porque el cuento tiene una elasticidad equiparable a la de la novela en cierto sentido y, en manos de nuevos cuentistas que pueden estar trabajando en este mismo momento, puede dar un viraje y mostrarse desde otro ángulo y con otras posibilidades. Mientras eso no suceda, tenemos delante de nosotros una cantidad enorme de cuentistas mundiales y, en el caso que nos interesa especialmente, una cantidad muy grande y muy importante de cuentistas latinoamericanos).

¿Cuáles son las características en general del cuento, ya que decimos que no vamos a poder definirlo exactamente? Si hacemos el enfoque primario -o sea el fondo del cuento, su razón de ser, el tema, y la forma-, por lo que se refiere al tema la variedad del cuento moderno es infinita: puede ocuparse de temas absolutamente realistas, psicológicos, históricos, costumbristas, sociales... Su campo es perfectamente apto para hacer frente a cualquiera de estos temas, y pensando en el camino de la imaginación pura, se abre con toda libertad para la ficción total en los cuentos que llamamos fantásticos, los cuentos de lo sobrenatural donde la imaginación modifica las leyes naturales, las transforma y presenta el mundo de otra manera y bajo otra luz. La gama es inmensa incluso si nos situamos únicamente en el sector del cuento realista típico, clásico: por un lado podemos tener un cuento de D. H. Lawrence o de Katherine Mansfield, con sus delicadas aproximaciones psicológicas al destino de sus personajes; por otro lado podemos tener un cuento del uruguayo Juan Carlos Onetti que puede describir un momento perfectamente real -diría incluso realista- de una vida y que, siendo en el fondo una temática equivalente a la de Lawrence o a la de Katherine Mansfield, es totalmente distinto. Se abre así el abanico de su riqueza de posibilidades. Ya se dan cuenta ustedes de que por la temática no vamos a poder atrapar al cuento por la cola, porque cualquier cosa entra en el cuento: no hay temas buenos ni malos en el cuento. (No hay temas buenos ni malos en ninguna parte de la literatura, todo depende de quién y cómo lo trata. Alguien decía que se puede escribir sobre una piedra y hacer una cosa fascinante siempre que el que escriba se llame Kafka.)

Desde el punto de vista temático es difícil encontrar criterios para acercarnos a la noción de cuento, en cambio creo que vamos a estar más cerca porque ya se refiere un poco a nuestro trabajo futuro si buscamos por el lado de lo que se llama en general forma, aunque a mí me gustaría usar la palabra estructura, que no uso en el sentido del estructuralismo, o sea de ese sistema de crítica y de indagación con el cual tanto se trabaja en estos días y del cual yo no conozco nada. Hablo de estructura como podríamos decir la estructura de esta mesa o de esta taza; es una palabra que me parece un poco más rica y más amplia que la palabra forma porque estructura tiene además algo de intencional: la forma puede ser algo dado por la naturaleza y una estructura supone una inteligencia y una voluntad que organizan algo para articularlo y darle una estructura.

Por el lado de la estructura podemos acercarnos un poco más al cuento porque, si me permiten una comparación no demasiado brillante pero sumamente útil, podríamos establecer dos pares comparativos: por un lado tenemos la novela y por otro, el cuento. Grosso modo sabemos muy bien que la novela es un juego literario abierto que puede desarrollarse al infinito y que según las necesidades de la trama y la voluntad del escritor en un momento dado se termina, no tiene un límite preciso. Una novela puede ser muy corta o casi infinita, algunas novelas terminan y uno se queda con la impresión de que el autor podría haber continuado, y algunos continúan porque años después escriben una segunda parte. La novela es lo que Umberto Eco llama la "obra abierta": es realmente un juego abierto que deja entrar todo, lo admite, lo está llamando, está reclamando el juego abierto, los grandes espacios de la escritura y de la temática. El cuento es todo lo contrario: un orden cerrado. Para que nos deje la sensación de haber leído un cuento que va a quedar en nuestra memoria, que valía la pena leer, ese cuento será siempre uno que se cierra sobre sí mismo de una manera fatal.

Alguna vez he comparado el cuento con la noción de la esfera, la forma geométrica más perfecta en el sentido de que está totalmente cerrada en sí misma y cada uno de los infinitos puntos de su superficie son equidistantes del invisible punto central. Esa maravilla de perfección que es la esfera como figura geométrica es una imagen que me viene también cuando pienso en un cuento que me parece perfectamente logrado. Una novela no me dará jamás la idea de una esfera; me puede dar la idea de un poliedro, de una enorme estructura. En cambio el cuento tiende por autodefinición a la esfericidad, a cerrarse, y es aquí donde podemos hacer una doble comparación pensando también en el cine y en la fotografía: el cine sería la novela y la fotografía, el cuento. Una película es como una novela, un orden abierto, un juego donde la acción y la trama podrían o no prolongarse; el director de la película podría multiplicar incidentes sin malograrla, incluso acaso mejorándola; en cambio, la fotografía me hace pensar siempre en el cuento. Alguna vez hablando con fotógrafos profesionales he sentido hasta qué punto esa imagen es válida porque el gran fotógrafo es el hombre que hace esas fotografías que nunca olvidaremos -fotos de Stieglitz, por ejemplo, o de Cartier-Bresson- en que el encuadre tiene algo de fatal: ese hombre sacó esa fotografía colocando dentro de los cuatro lados de la foto un contenido perfectamente equilibrado, perfectamente arquitectado, perfectamente suficiente, que se basta a sí mismo pero que además -y eso es la maravilla del cuento y de la fotografía- proyecta una especie de aura fuera de sí misma y deja la inquietud de imaginar lo que había más allá, a la izquierda o a la derecha. Para mí las fotografías más reveladoras son aquellas en que por ejemplo hay dos personajes, el fondo de una casa y luego quizá a la izquierda, donde termina la foto, la sombra de un pie o de una pierna. Esa sombra corresponde a alguien que no está en la foto y al mismo tiempo la foto está haciendo una indicación llena de sugestiones, apelando a nuestra imaginación para decirnos: "¿Qué había allí después?". Hay una atmósfera que partiendo de la fotografía se proyecta fuera de ella y creo que es eso lo que les da la gran fuerza a esas fotos que no son siempre técnicamente muy buenas ni más memorables que otras; las hay muy espectaculares que no tienen esa aureola, esa aura de misterio. Como el cuento, son al mismo tiempo un extraño orden cerrado que está lanzando indicaciones que nuestra imaginación de espectadores o de lectores puede recoger y convertir en un enriquecimiento de la foto.

Ahora, por el hecho de que el cuento tiene la obligación interna, arquitectónica, de no quedar abierto sino de cerrarse como la esfera y guardar al mismo tiempo una especie de vibración que proyecta cosas fuera de él, ese elemento que vamos a llamar fotográfico nace de otras características que me parecen indispensables para el logro de un cuento memorable o perdurable. Es muy difícil definir esos elementos. Podría hablar, y lo he hecho ya alguna vez, de intensidad y de tensión. Son elementos que parecen caracterizar el trabajo del buen cuentista y hacen que haya cuentos absolutamente inolvidables como los mejores de Edgar Allan Poe. "El tonel de amontillado", por ejemplo, es una pequeña historia de apariencia común, un cuento que tiene menos de cuatro páginas en el que no hay ningún preámbulo, ningún rodeo. En la primera frase estamos metidos en el drama de una venganza que se va a cumplir fatalmente, con una tensión y una intensidad simultáneas porque se siente el lenguaje de Poe tendido como un arco: cada palabra, cada frase ha sido minuciosamente cuidada para que nada sobre, para que solamente quede lo esencial, y al mismo tiempo hay una intensidad de otra naturaleza: está tocando zonas profundas de nuestra psiquis, no solamente nuestra inteligencia sino también nuestro subconsciente, nuestro inconsciente, nuestra libido, todo lo que ahora se da en llamar "subliminal", los resortes más profundos de nuestra personalidad.

Clases de literatura. Berkeley, 1980.

Carles Álvarez Garriga (ed.)
Julio cortázar Alfaguara 

Fuente: 

domingo, 28 de julio de 2013

El hombre que podría haber acortado la Guerra de Vietnam. Malcolm Gladwell Escritor, especial para la BBC











Konrad Kellen era un analista de Defensa desconocido que podría haber alterado el curso de la Guerra de Vietnam... si le hubieran escuchado.

Escuchar bien es una habilidad y exige un talento especial.

La habilidad de oír lo que alguien está diciendo sin pasarlo por el tamiz de nuestros prejuicios es una habilidad instintiva similar a tener memoria fotográfica.

He observado que la gente que tiene ese talento nos hace sentir incómodos: algo en nosotros quiere escuchar una versión pasada por el filtro de las parcialidades de otro.

Hay muchos ejemplos de ese fenómeno, pero me quiero concentrar en la historia de Konrad Kellen, un verdadero gran oyente.

Durante la Guerra de Vietnam, escuchó algo que debería haber cambiado el curso de la historia. Sólo que no sucedió.

Y hoy en día, nadie sabe realmente quién fue Kellen, lo que es una lástima pues su estatua debería estar en medio del Monumento a los Veteranos de Vietnam en Washington.

Quién era
-Nació en Alemania en 1913
-Huyó de la Alemania nazi a Nueva York a los 20 años
-Trabajó para la unidad de Inteligencia del ejército de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial y fue galardonado con la Legión al Mérito
-Como analista de políticas de la Corporación Rand en California, junto a sus colegas, en 1969 escribió una carta abierta al gobierno estadounidense recomendando el retiro de las tropas de Vietnam ese un año.
-Murió a los 93 años en 2007. Al final, se levantaba en la mitad de la noche aterrado, convencido de que los nazis estaban camino a su casa para atraparlo.

Kellen era alto, buen mozo y carismático. Amaba los Ferraris. Podía citar de memoria largas secciones de la obra del historiador griego Tucídides. Uno de sus primos era el gran economista Albert O. Hirshman. Otro era Albert Einstein.
Nació en 1913. Su apellido completo era Katzenellenbogen, una de las grandes familias judías de Europa. Vivían espléndidamente cerca del zoológico Tiergarten de Berlín. Su padre era un prominente industrialista y su madrastra fue pintada por Pierre-Auguste Renoir, quien era amigo de la familia.

Vivió una de esas vidas extraordinarias del siglo XX.
Cuando era joven, se fue de Berlín y se instaló en París, donde se hizo amigo del artista plástico y de letras Jean Cocteau. En un barco, el América, el mafioso neoyorquino Dutch Schultz le ofreció trabajo. Cuando llegó a Estados Unidos, conoció al autor Thomas Mann y fue su secretario privado. Luego, se alistó en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.

Cuando la guerra terminó, una joven se le acercó en un café en París y le preguntó que si le hacia un favor: "Mi padre es un artista y necesita que alguien lleve sus obras a Estados Unidos". Él dijo que sí. La mujer era la hija del pintor Marc Chagall.

Su némesis
Tras la guerra, el ejército lo mandó de vuelta a Berlín en donde su tarea era entrevistar a soldados alemanes para entender por qué siguieron luchando por Adolf Hitler mucho después de que claramente la guerra estaba perdida.

Luego trabajó para la Radio Free Europe (Radio Europa Libre). Nuevamente, su trabajo era escuchar: entrevistar desertores del otro lado de la Cortina de Hierro, para averiguar cómo era la vida bajo el gobierno soviético.

Y, finalmente, a principios de los años 60, se incorporó a la Corporación Rand, un prestigioso centro de expertos en California creado por el Pentágono después de la guerra para hacer análisis de defensa de alto nivel. Fue ahí donde enfrentó el mayor reto de su carrera: el Proyecto para la Motivación y Moral de Vietnam.

Lo había iniciado Leon Goure, quien también era un inmigrante. Sus padres eran mencheviques. Escaparon de la Unión Soviética durante una de las purgas de José Stalin. Goure era brillante, carismático, increíblemente encantador, absolutamente despiadado, y era el enemigo número uno de Kellen.

El análisis
El proyecto nació del gran problema que el Pentágono tenía cuando empezó la Guerra de Vietnam.
La Fuerza Aérea de EE.UU. estaba bombardeando Vietnam del Norte pues quería impedir que los comunistas apoyaran a los insurgentes del sur, liderados por el Frente Nacional de Liberación de Vietnam (FNL) o Viet Cong.

La idea era doblegar la voluntad de los norvietnamitas. Pero el Pentágono no sabía nada sobre ellos, ni de su cultura, historia o lenguaje.

¿Cómo saber si estás doblegando a un país si no sabes nada sobre esa nación? La misión de Goure era descubrir qué estaban pensando los norvietnamitas.

Se fue a Saigón y se instaló en una antigua villa francesa en la Rue Pasteur en la parte vieja de la ciudad. Contrató unos entrevistadores vietnamitas y los mandó al campo.

Les encomendó encontrar guerrilleros capturados para entrevistarlos. Durante los siguientes años, acumuló 61.000 páginas de transcripciones, que fueron traducidas al inglés, resumidas y analizadas.

Con esos análisis, Goure condujo sesiones informativas con todos los altos mandos del ejército estadounidense. Y cada vez que lo hacía, decía lo mismo:
Los guerrilleros están totalmente desmoralizados. Están a punto de rendirse. Si se les presiona un poco más, si se les bombardea un poco más, tirarán la toalla y se irán corriendo de vuelta a Hanoi.
Es difícil sobrestimar cuánta credibilidad tenía Goure en esos años: era el único que entendía la forma de pensar del enemigo.

Cuando llegaban dignatarios a Saigón, su primera parada era la villa en Rue Pasteur, donde Goure ofrecía cócteles y elementos para comprender a ese enemigo extraño y misterioso. Lo recogían en helicóptero y lo llevaban a portaaviones frente a la costa de Vietnam a instruir a oficiales militares traídos desde Washington.

Se decía que el presidente Lyndon Johnson andaba con una copia de los escritos de Goure en su bolsillo de atrás. Lo que Goure decía era la justificación para la política estadounidense en Vietnam.

El peor enemigo
Cobró millones de vidas. A EE.UU. lo impulsaba la preocupación de que se expandiera el comunismo

EE.UU. y Vietnam del Sur fracasaron en su esfuerzo por impedir la unificación liderada por los comunistas

Todo el mundo creía lo que Goure decía, con una excepción: Konrad Kellen. Él había leído las mismas entrevistas y llegado a la conclusión diametralmente opuesta.

Años más tarde explicaba que su reconsideración empezó con una entrevista memorable con un capitán veterano del Viet Cong.

Le habían preguntado al principio de la entrevista si pensaba que el Viet Cong podía ganar la guerra, y había dicho que no. Pero más tarde le preguntaron si pensaba que Estados Unidos podía ganar la guerra, y había dicho que no.

La segunda respuesta cambia profundamente el significado de la primera: él no pensaba en términos de ganar o perder, y esa es una premisa muy distinta: un enemigo al que le es indiferente ganar o perder es el más peligroso de todos.

Esa sensación
Ahora, ¿por qué Kellen notó eso y Goure no? Porque Goure no tenía ese talento.

Goure había filtrado la información a través de sus propios prejuicios, los que prevalecían en 1965: EE.UU. era el país más poderoso de la historia de la humanidad; Vietnam era una mota de polvo que no había siquiera iniciado la Revolución Industrial.

Sólo en la primera campaña de bombardeo de la guerra, la operación Rolling Thunder, EE.UU. dejó caer tantas bombas en esa mota de polvo como la Real Fuerza Aérea británica sobre Alemania en toda la Segunda Guerra Mundial.

Al ver los números, Goure no pudo creer que alguien pudiera resistir tal asalto. Así que leyó la primera respuesta de esa entrevista y dejó de escuchar.

Kellen era diferente. Tenía ese talento. Cuando Hitler subió al poder en Alemania, él tenía 20 años e inmediatamente empacó sus maletas y se fue para no volver hasta que terminó la guerra. Si le preguntaban por qué partió cuando lo hizo, siempre contestaba: "Tenía un pálpito".

Hitler dejó muy claro cuál era su actitud hacia los judíos en esos años, pero la mayoría de la gente no lo escuchó.

El arte de escuchar
Escuchar es difícil pues cuanto más se escucha, más inquietante se vuelve el mundo. Es mucho más fácil taparse los oídos y no escuchar del todo.

Kellen previno que Goure estaba equivocado, que el Viet Cong no se iba a dar por vencido y que la guerrilla no estaba desmoralizada. No era, advirtió, una batalla que EE.UU. podía ganar, ni hoy, ni mañana, ni pasado mañana.

No pasó nada
Goure ofrecía cócteles y atendía a dignatarios mientras que Kellen escribía informes largos y detallados que eran pasados por alto y luego olvidados.
La guerra continuó y las cosas cada vez se ponían peores.
En 1968 un colega suyo fue a ver a Henry Kissinger, entonces el nuevo arquitecto de la Guerra de Vietnam, y lo urgió a reunirse con Kellen.

Kissinger nunca lo hizo. Quizás si lo hubiera hecho, la historia sería distinta.
Esa es la gran ironía de ser un gran oyente: cuanto mejor oyente eres, menos gente quiere escucharte.

Fuente: BBC