viernes, 4 de febrero de 2011

Adoptar hábitos de vida saludables evitaría el 40% de los cánceres

El Día Internacional contra la enfermedad pone el énfasis en la prevención de tumores potencialmente evitables como los de pulmón o piel

No fumar, protegerse del sol, comer de forma equilibrada o realizar ejercicio físico regularmente son hábitos saludables que podrían evitar hasta el 40% de los cánceres. Es lo que asegura la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) que hoy, Día Internacional contra el Cáncer, pone el acento en la importancia de la prevención de una enfermedad que cada año causa la muerte de 7,6 millones de personas en el mundo, el equivalente a toda la población de Suiza, como recuerda la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). En España, 104.000 personas mueren anualmente como consecuencia de la enfermedad y son 162.000 los casos nuevos que se registran cada año, según la AECC. Adoptando estilos de vida sanos, se podrían evitar más de 41.000 fallecimientos y el 40% de los nuevos diagnósticos, esto es, 64.800.

Un día para cambiar el resto de TU VIDA es precisamente el lema de la campaña de prevención de la AECC con motivo del Día contra el Cáncer. La asociación explica que el tabaco provoca entre el 80 y el 90% de las muertes por cáncer de pulmón y aproximadamente el 30% de las producidas a causa de los tumores de cavidad oral, laringe, esófago, páncreas, estómago, vejiga y riñón. Si se apagara definitivamente el cigarrillo, el cáncer de pulmón sería una enfermedad rara, dice la AECC. La asociación recuerda que la obesidad es responsable del incremento del riesgo de cáncer colorrectal, esófago, riñón, mama y endometrio. Asimismo, la radiación ultravioleta está relacionada con el incremento del cáncer de piel mientras el consumo de alcohol eleva el riesgo de tumores en el estómago y el hígado.

La cantante gallega Luz Casal regresa hoy a los escenarios con un concierto benéfico en el Madrid Arena cuya recaudación irá destinada íntegramente a la AECC y a la Fundación GEICAM, dedicada a la investigación sobre la enfermedad. Será el regreso de la artista después de que el año pasado tuviera que abandonar las tablas por una recaída por el cáncer de mama que padece. "Es mi vuelta a la normalidad en mi vida", ha explicado la artista, después de asegurar que, durante todo este proceso, ha tratado de equilibrar los días "sin vida" con otros llenos de "ánimo y fortaleza". Casal ha defendido que lo que hay que hacer es luchar para que la sociedad "tenga menos miedo a la palabra". "Basta de decir eso de una larga enfermedad, hay que decir cáncer", ha apuntado.

Precisamente, oncólogos, pacientes y periodistas hicieron un llamamiento el pasado miércoles para que la palabra cáncer no sea utilizada como sinónimo de "negatividad" y "destrucción". Llamemos a las cosas por su nombre. No es una larga y penosa enfermedad, es cáncer, es el lema lanzado con el que pretenden luchar contra la "estigmatización" de la enfermedad. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS) y las organizaciones de pacientes oncológicos han propuesto la eliminación de la cuarta acepción de la palabra cáncer en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, como la "proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos".

Vergüenza

Transición. Hermosa palabra. Cuántos crímenes se cometen en tu nombre.
Ahora mismo se perpetra uno en Tahrir Square y sus alrededores: es decir, en todo Egipto. Tahrir ha sido el corazón de la protesta y sus criaturas resisten bravamente, pero todos sabemos que los esbirros de Mubarak -algunos los llaman partidarios: cómo no lo van a ser- vencerán. Nos tienen a nosotros detrás. A Estados Unidos y su novia de toda la vida, Israel, y a este carcamal medio paralizado y enmudecido que llamamos Unión Europea.

El sapo tirano ha escupido sobre todos nosotros y nos ha inmovilizado. No le ha hecho falta saliva. En el fondo, todos sabemos cuál es su arma suprema, de qué se sirve para tener a Obama y a sus siervos en el bolsillo: islamismo. Uhhhhhhh, que vienen los islamistas.

Nunca lo sabremos. Nunca les damos la oportunidad, a esos pueblos, de decidir por sí mismos. Y si se la damos, tampoco les permitimos decepcionarse y rectificar en las urnas, como hacemos nosotros. Sucedió en Argelia, y vino un baño de sangre.

Era fundamental que Egipto resultara un ejemplo. El pueblo lo deseaba y se sentía orgulloso, tras la estela de Túnez pero en grandioso. No podían comunicarse entre sí, el sátrapa ordenó aislarles de Internet, del teléfono móvil. Pero ellos se veían, se sentían, se sabían. Han presenciado demasiadas veces esta épica, protagonizada por otros, para ignorar que hacían historia.

Pues bien, ya lo sabéis. Ejemplarmente, Egipto va a ser sometido a los deseos de los queridos amigos de Occidente y su palanganero local. Habrá más islamistas que nunca, nos odiarán más que antes.

Y nosotros continuaremos impávidos, como esas palmeras de plástico que Mubarak hizo poner en El Cairo para camuflar las antenas de los celulares luego enmudecidos. Inmóviles, sin que ningún viento nos sacuda. Aborrecibles.

(Maruja Torres, en El País, 3-2-2011).

jueves, 3 de febrero de 2011

Las revoluciones todavía se ganan en la calle

“Esperamos que esto ayudará de alguna manera a la gente de Egipto a seguir conectados en este tiempo tan difícil.” -Comunicado de Google sobre el servicio ‘speak-to-tweet’-
Preguntaba ayer un periódico en una encuesta a los lectores de su edición digital si creían que Internet y las redes sociales han jugado un papel fundamental en las revueltas de Túnez y Egipto. Un 87% respondía afirmativamente. Y no me extraña, pues todas las informaciones y análisis insisten en la importancia de estas formas de comunicación a la hora de explicar los estallidos populares.
Ahora bien: me gustaría saber qué responderían los egipcios a esa misma encuesta, si ellos consideran fundamental Facebook o Twitter para echar a Mubarak. No qué responderían los egipcios que tienen acceso a Internet (menos del 20% de la población), sino los cientos de miles que se la están jugando en las calle estos días.
Lo de la ciberrevolución es ya en un tópico de nuestro tiempo, pero dudo que lo de Egipto se explique en esa clave. La decisión del gobierno de Mubarak de cortar Internet no me parece, como pretenden algunos, una prueba de su importancia –también cortó las carreteras, y nadie habla de revolución automovilística-, sino más bien una muestra de la vulnerabilidad de estas formas de comunicación, que pueden ser apagadas por quien controla los operadores.
De hecho, el bloqueo de Internet ha devuelto el protagonismo al teléfono de toda la vida y hasta al vetusto fax para comunicar con el exterior. Los propios Google y Twitter han habilitado un servicio que funciona mediante una convencional llamada de teléfono. Y días atrás la oposición distribuía octavillas recomendando no usar las redes sociales para convocar, por ser fácilmente vigilables y manipulables por las autoridades, lo que demuestra una vez más que, cuando más libres nos sentimos on-line, más controlados estamos.
No dudo que Internet ayuda, facilita las comunicaciones y rompe bloqueos informativos. Pero lo que estamos comprobando estos días es lo contrario: que las revoluciones se siguen ganando en la calle, en manifestaciones, y con muertos nada virtuales (147 en Túnez, tal vez más en Egipto). Una lección para nosotros, que confiamos en que todo cambiará con un clic, y de salir a la calle nos olvidamos. Isaac Rosa en Público.

TUNISIE, ÉGYPTE, MAROC. Ces « dictatures amies »

Túnez, Egipto, Marruecos. Esas "dictaduras amigas"
¿Una dictadura en Túnez? ¿En Egipto una dictadura? Viendo a los medios relamerse con la palabra «dictadura» aplicada al Túnez de Ben Alí y al Egipto de Moubarak, los franceses han debido de preguntarse si han entendido o han leído bien. ¿No habían insistido durante decenios esos mismos medios y esos mismos periodistas en que esos dos “países amigos” eran “Estados moderados”? ¿La horrible palabra “dictadura” no estaba exclusivamente reservada en el mundo árabe musulmán (después de la destrucción de la “espantosa tiranía” de Saddam Hussein en Irak) solo al régimen Iraní? ¿Cómo? ¿Había entonces otras dictaduras en la región? Y ¿nos lo habrían ocultado los medios de nuestra ejemplar democracia? He aquí, en todo caso, un primer abrir de ojos que debemos al rebelde pueblo tunecino. Su prodigiosa victoria ha liberado a los europeos de la “retórica hipócrita y de ocultamiento” en vigor en nuestras cancillerías y en nuestros medios. Obligados a quitarse la careta, simulan descubrir lo que sabíamos desde hace rato (1), que las “dictaduras amigas” no son más que eso: regímenes de opresión. Sobre el asunto, los medios no han hecho otra cosa que seguir la “línea oficial”: cerrar los ojos o mirar hacia otro lado confirmando la idea de que la prensa no es libre salvo en relación con los débiles y la gente aislada. ¿Acaso Nicolás Sarkozy no ha tenido el aplomo de asegurar que en Túnez “había una desesperanza, un sufrimiento, un sentimiento de ahogo que hay que reconocer que no habíamos apreciado en su justa medida”, con respecto al sistema mafioso del clan Ben Alí-Trabelsi?
“No habíamos apreciado en su justa medida…” En 23 años… A pesar de contar allí con servicios diplomáticos más prolíficos que los de cualquier otro país… A pesar de la colaboración en todos los sectores de la seguridad (policía, gendarmería, inteligencia…) (2). A pesar de las estancias regulares de altos responsables políticos y mediáticos que establecían allí desacomplejadamente sus lugares de veraneo… Pese a la existencia en Francia de dirigentes exiliados de la oposición tunecina, mantenidos como apestados al margen por las autoridades francesas y de acceso prohibido durante decenios a los grandes medios… Democracia ruinosa..
En realidad esos regímenes autoritarios han sido (y siguen siendo) complacientemente protegidos por las democracias europeas, despreciando sus propios valores, con el pretexto de que constituyen baluartes contra el islamismo radical (3). El mismo cínico argumento usado por Occidente durante la Guerra Fría, para apoyar dictaduras militares en Europa (España, Portugal, Grecia, Turquía) y en América Latina pretendiendo impedir la llegada del comunismo al poder.
¡Qué formidable lección dan las sociedades árabes revolucionarias a los que en Europa los describían con términos maniqueos, es decir, como masas dóciles sometidas a sátrapas orientales corruptos o como muchedumbres histéricas poseídas por el fanatismo religioso! Y he aquí que de repente surgen, en las pantallas de nuestros ordenadores o de nuestros televisores (cf.: el admirable trabajo de Al-Jazeera) preocupadas por el progreso social, nada obsesionadas por la cuestión religiosa, sedientas de libertad, soprepasadas por la corrupción, detestando las desigualdades y reclamando democracia para todos, sin exclusiones.
Lejos de las caricaturas binarias, estos pueblos no constituyen en modo alguno una especie de “excepción árabe” sino que se asemejan en sus aspiraciones políticas al resto de las ilustradas sociedades urbanas modernas. Un tercio de los tunecinos y casi un cuarto de los egipcios navegan regularmente por Internet. Como afirma Moulay Hicham El Alaoui: “Los nuevos movimientos ya no están marcados por los viejos antagonismos como antiimperialismo, anticolonialismo, o antisecularisno. Las manifestaciones de Túnez y El Cairo han estado desprovistas de todo simbolismo religioso. Constituyen una ruptura generacional que refuta la tesis del excepcionalismo árabe. Además son las nuevas metodologías de la comunicación de Internet las que animan estos movimientos. Ellos proponen una nueva versión de la sociedad civil en la que el rechazo al autoritarismo va de la mano con el rechazo a la corrupción (4)”.
Especialmente gracias a las redes sociales digitales, las sociedades tanto de Túnez como de Egipto se movilizaron con gran rapidez y pudieron desestabilizar el poder en tiempo récord. Aún antes de que los movimientos hayan tenido la oportunidad de “madurar” y de favorecer la emergencia de nuevos dirigentes dentro de ellos. Es una de las raras ocasiones en las que sin líderes, sin organización dirigente y sin programa, la simple dinámica de la exasperación de las masas ha bastado para conseguir el triunfo de la revolución. Se trata de un momento frágil y sin duda las potencias ya estarán trabajando, especialmente en Egipto, para que “todo cambie sin que cambie nada” según el viejo adagio de El Gatopardo. Esos pueblos que conquistaron su libertad deben recordar la advertencia de Balzac, “Se matará a la prensa como se mata a un pueblo, otorgándole la libertad”(5). En las “democracias vigiladas” es mucho más fácil domesticar legítimamente a un pueblo que en las antiguas dictaduras. Pero esto no justifica su mantenimiento. Ni debe empañar el ardor de derrocar una tiranía.
El hundimiento de la dictadura tunecina ha sido tan veloz que los demás pueblos magrebíes y árabes han llegado a la conclusión de que esas autocracias –las más viejas del mundo- estaban en realidad profundamente corroídas y no eran por lo tanto más que “tigres de papel”. Esta demostración se ha verificado también en Egipto.
De allí este impresionante levantamiento de los pueblos árabes, que lleva a pensar inevitablemente en el gran florecimiento de las revoluciones europeas de 1848, en Jordania, en Yemen, en Argelia, en Siria, en Arabia Saudí, en Sudán y también en Marruecos.
En este último país, una monarquía absoluta, en el que el resultado de las “elecciones” (siempre trucado) siempre lo decide el soberano, que designa según su voluntad a los llamados ministros “de la soberanía”, unas cuantas decenas de familias próximas al trono continúan acaparando la mayoría de las riquezas (6). Los cables difundidos por Wikileaks han revelado que la corrupción llega a niveles de indecencia descomunales, mayores que los del Túnez de Ben Alí, y que las redes mafiosas tenían todas como único origen el Palacio. Un país en el que la práctica de la tortura está generalizada y el amordazamiento de la prensa es permanente... Ignacio Ramonet. Aquì todo el artículo en español.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Egipto y los países islámicos.


Parece que vientos democráticos soplan en la mayoría de países árabes. Nuestro deseo es que triunfe lo nuevo y los árabes dispongan de sus riquezas y disfruten de justicia y democracia.

Ahí está el viejo topo
Ahí está, otra vez. Cuando menos se la esperaba. Cuando nadie quería ya nombrarla. Pacífica, tranquila, pero dura, determinada y resuelta. Dispuesta a poner la historia de nuevo del revés. A sorprender a los conservadores y a los cínicos. Resurrecta cuando todos la daban por muerta. Llevada en volandas por esos árabes hasta ahora callados y sometidos, humillados y victimizados. Ondeando con el nuevo orgullo de esos ciudadanos emancipados tanto del tirano como de su viejo resentimiento de vencidos.

Ahí está, horadando los cimientos. Destruyendo viejas alianzas indignas y obsoletas, lamentables ideas recibidas, prejuicios contra la dignidad de los pueblos. Dinamita de los intereses y del dinero. Taladro de una geopolítica que ni las fechas gloriosas de 1989 pudieron destruir. Terror de jeques y reyes petroleros. Espanto de cristianos sionistas y neocons. Ruina de espías y policías. Desconcierto de diplomáticos realistas y pragmáticos.

Ahí está otra vez, cuando nadie ya osaba nombrarla. Cuando yacía ya olvidada ante la fascinación de los viejos y eficaces mandarines, los más conservadores entre los conservadores, los más autoritarios entre los autoritarios. Ahí está, ondeada por esos jóvenes árabes, hombres y mujeres sorprendentes, inesperados, maravillosos portadores de historia y de esperanza. Ignorada y olvidada por Europa. Lejos de Europa, de su Europa. Lejos también de Bakunin y Marx, pero no de Ghandi y Mandela.

Ahí la tenemos de nuevo, obstinada, tenaz, nuestra vieja amiga. Mientras los últimos añorantes susurraban su nombre camuflado, la disrupción decían, ella, la vieille taupe, escarbaba y escarbaba para hacer caer a dos tiranos ya. Con la promesa de seguir y seguir, hasta derribarlos a todos, hasta dejar que ondee un día, bien pronto, esa bandera, la libertad de los árabes, desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico.

jueves, 27 de enero de 2011

Aprueban en Estrasburgo el informe sobre tráfico de órganos en Kosovo

La Asamblea General del Consejo de Europa aprobó ayer (25 de enero) el informe presentado por el suizo Dick Marty sobre el tráfico de órganos humanos de presos serbios que se produjo durante la guerra de Kosovo de finales de la década de 1990 y en los años siguientes.
La Asamblea General del Consejo de Europa, compuesta por representantes de 47 estados europeos, aprobó ayer por una importante mayoría una resolución favorable al informe elaborado por el parlamentario suizo Dick Marty en relación al tráfico de órganos ocurrido en Kosovo y Albania durante la guerra de Kosovo a final de los años noventa y los primeros años después de la postguerra.
En el informe se señala directamente a varios de los colaboradores cercanos del primer ministro de Kosovo Hashim Thaçi como los responsables de la red criminal. En la época de los hechos las personas señaladas formaban parte de la guerrilla independentista albanokosovar UÇK y estaban bajo ordenes de Thaci.
Según el informe de Marty. utilizaron su posición para montar una red que se dedicaba a obtener órganos vitales de serbios, prisioneros de guerra y secuestrados, con el fin de venderlos después en el mercado negro internacional.
La moción fue aprobada en la asamblea por 169 votos a favor, ocho en contra y catorce abstenciones. En el debate previo y posterior votación no pudo participar ningún delegado kosovar, ya que sólo los representantes de los estados miembros tienen derecho a voz y voto.
Kosovo no es miembro por el no reconocimiento de una serie de estados europeos como Grecia, Rusia o el Estado español.
A instancias de la delegación kosovar presente en la asamblea como «visitantes» los parlamentarios albaneses intentaron introducir varias modificaciones en el texto, como el requerimiento a que Marty presentara sus pruebas ante la misión policial europea en Kosovo (Eulex) y la Justicia kosovar, pero todas fueron denegadas por sucesivas votaciones en la asamblea.
El parlamentario suizo no es el primero que habla de tráfico de órganos en Kosovo ya que en 2008 la ex fiscal general del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, la también suiza Carla del Ponte, ya trató este tema en su libro «La caza», aunque sí que Marty es el que ha llegado más lejos en sus investigaciones sobre esta polémica cuestión.
Dick Marty en sus intervenciones ante la asamblea y la rueda de prensa posterior agradeció el apoyo recibido y los elogios a su trabajo, calificado por muchos parlamentarios como excelente y de muy difícil realización, pero ante todo señaló que su informe está dedicado a las madres y familiares de desaparecidos que encontró en Belgrado y Pristina y que le pidieron que encontrara la verdad sobre sus seres queridos.
Sobre las críticas que ha recibido, señaló que en 2005 cuando lideró la investigación europea sobre los vuelos ilegales de la CIA muchos también lo criticaron y que recientemente los informes hechos públicos por Wikileaks le han dado la razón.
La OTAN define a Thaçi como criminal
El primer ministro kosovar, Hashim Thaçi, es «uno de los principales responsables» del crimen organizado en Kosovo, considera la OTAN en un informe secreto cuyos extractos fueron publicados ayer por el diario británico «The Guardian»..
Según este informe de la Fuerza de la OTAN de Kosovo (KFOR), citado por el diario, Hashim Thaçi es una de las tres figuras más importantes del crimen organizado en Kosovo, junto a otro dirigente que mantiene lazos con la mafia albanesa.
Se trata de Xhavit Haliti, hasta hace poco encargado de la logístico del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK) y que «maneja las riendas por detrás de Thaçi». Se ha embarcado en el crimen organizado a gran escala, incluyendo la prostitución, el tráfico de armas y de drogas, tras hacerse con fondos destinados a financiar la guerra en Kosovo en la década de 1990, añade el informe.
Hashim Thaçi también fue acusado en el informe del Consejo de Europa que se aprobó ayer en Estrasburgo en relación al tráfico de órganos humanos de prisioneros que habían combatido a los independentistas kosovares hacia Albania.

lunes, 24 de enero de 2011

El listo del Banco de España

Leo en El Público la carta abierta que Ignacio Escolar (una de la cincuenta personas mas influyentes de España según el periódico El Mundo) dirige a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, y no puedo menos que estar de total acuerdo.

El desgobernado gobernador se ha pasado la vida con la misma cantinela: recorte del gasto público, retraso de la edad de jubilación y moderación salarial. No se le conocen ni otras letras ni otras músicas. Y ahora nos enteramos que el Estado le ha tenido que prestar 12.000 millones de euros a las cajas de ahorros a través del fondo de rescate para paliar una negligencia del Banco que preside MAFO (Miguel Ángel etc.…) que no hizo su función de prevenir, alertar y atajar el estallido de la burbuja inmobiliaria. Y esto último no lo decimos ni Escolar ni yo, sino la mismísima Comisión Europea. ¿Recorte del gasto público?

Y eso que los españoles le pagamos al señor Ordóñez 165.000 euros al año para que haga su trabajo, que el solo entiende como aparecer en cada foro posible para dar sus tres y reiterativas recetas mágicas.Como consecuencia del desaguisado anterior el conjunto de las cajas de ahorro del país van a acometer un ERE colectivo que va a … ¡¡¡prejubilar!!! a 15.000 empleados desde no los 65 ni los 67 años por los que clama Ordóñez, sino desde los 55 años.

No se puede ser más inconsecuente, ni ineficaz a tan alto salario. Y es una desgracia común que tenemos en España. La de tener unos gobernantes y gobernadores muy por debajo de los gobernados. ¡Dios que buen vasallo, si tuviera buen señor! Se escribe en el Cantar del Mío Cid.

A veces uno tiene la impresión que son el mismo. Que no hay diferencia entre MAFO y Aznar, entre Zapatero y Mariano Rubio. Que son un mismo ectoplasma que nos ataca con diferentes caras y supuestas ideologías.

La marea los ha arrastrados a nuestras playas y tenemos que soportar sus cantinelas, su música celestial y la insoportable levedad de su ser.

No podemos consentir que esta gente nos venda la gloria y el castigo, al mismo tiempo. Como decía Carlos Cano de sus oportunistas aprendices del baile de sevillanas, “Que le den, que le den, que le vayan dando.”

Tomado del blog http://lucasleonsimon.wordpress.com/

1.000 Mil Babelia. Emilio Lledó. Pensar hoy.

Pensar hoy
El complejo mundo en el que vivimos nos exige, cada vez más, responder a una pregunta: ¿qué debo hacer? No basta con acumular conocimientos, ni siquiera con interpretarlos. Hay que pensar.

Por lo que me dicen, a principios del nuevo siglo, hay que pensar en él; en lo que nos traerá, en lo que nos quitará. Al intentar una respuesta a tan interesante pretensión, surge una primera dificultad. ¿Pensar lo que va a ser una época que se presenta, según se predica, como sociedad tecnológica, sociedad de la información, y otros retumbantes pronósticos? La respuesta podría dejarse a los profetas, augureros, pitonisos, magos, oscurividentes, clérigos o hechiceros de distintas sectas, que vaticinan sin cesar sobre nuestro futuro y hasta nos acosan con sus vaticinios. Pero, a lo mejor, eso no es pensar aunque tales personajes utilizan el lenguaje -el instrumento esencial de la comunicación humana- para crear formas de comunidad, identificaciones y diferencias, casi siempre con muy concretas y nada mágicas intenciones.

Habría que saber primero lo que significa ese verbo "pensar", esa palabra. No es un sustantivo: algo hasta cierto punto firme, estable, duradero, como la mesa, la silla o incluso manejable como la pluma con la que escribo; o como mi amigo, o esa pareja que pasea ante mi balcón. Hay, sin embargo, una diferencia entre la pluma, la mesa y, sobre todo, mi amigo, o esa pareja que pasa ante mi balcón. La diferencia, así a primera vista, es que esos seres, esas personas, son también "sustantivos", seres reales, que caminan, que respiran y sobre todo -por eso son personas- que tienen dentro de sí algo más etéreo, más inasible, que fluye por las neuronas y que sustantivamos llamándole pensamiento, aunque no lo veamos, aunque no lo podamos tomar en nuestras manos, ni siquiera cuando lo expresamos ni, casi, cuando lo escribimos.

Un objeto delicado, misterioso, porque está lleno de grumos mentales, de opiniones que se van formando y que, muchas veces, no podemos controlar, ni siquiera saber cómo han venido, por qué las tenemos. Desconocemos incluso si son verdaderamente nuestras o nos las han puesto en el cerebro, nos las han impuesto para cultivar nuestra ignorancia; para degenerarnos, desquiciarnos, hacernos agresivos e irracionales.

Un objeto delicado y por ello peligroso. Está expuesto a mil ataques en los que podemos perder lo que somos y el sentido de dónde estamos. Pero, al mismo tiempo, ese incesante fluir de nuestras ideas, del producto de esa luz interior que nos hace conscientes y dice quiénes somos, qué clase de ser somos, es lo más importante, lo más intenso, lo más hermoso de la vida humana.

Pensar, dicen los expertos, es establecer relaciones lógicas, racionales, entre cosas, sucesos, intuiciones, y hacer que esas relaciones tengan coherencia y sentido. Pero pensar debe ser también algo más sencillo, incluso más primitivo, más inmediato: tener proyectos, deseos, opiniones, afectos, sensibilidad, pasiones.

En la vida social, el pensamiento resultado de esas iluminaciones -porque pensar es dar luz, alumbrar-, de esas proyecciones y apetencias del sujeto, convierte a los seres humanos en reflejos conscientes, donde aparece un territorio mucho más amplio que el que comprende esa coherencia que llamamos "lógica".

Pensar debe ser también una forma mental que analiza lo que ven nuestros ojos, lo que oímos, lo que experimentamos en el curso, en el "discurrir", de cada vida. Creo que en todos los tiempos el proceso del pensamiento fue siempre el mismo. Porque como dijo el filósofo en la primera línea de un libro ya famoso: "Todos los hombres tienden por naturaleza a ver, a entender, a idear". Pensar el siglo XXI es en el fondo, como proceso de conocimiento, lo mismo que en el siglo XVIII, o en el XII, y no digamos en el siglo V antes de nuestra era, cuando uno de aquellos geniales personajes que inventaron la racionalidad, la justicia, la felicidad, dijo que no le importaba tanto saber lo que era el bien, la ética, sino que fuéramos buenos, decentes; que supiéramos elegir entre el bien y el mal, entre el necesario pero tantas veces miserable bien personal y el bien de la comunidad a la que pertenecemos, que es el mundo entero, la vida entera. Inventaron, se miraron en el espejo de esas palabras porque supusieron decirlas y porque su mente, a pesar de posibles contradicciones, era libre y luchaba por esa libertad.

Pero, por supuesto, hay que pensar el nuevo siglo. Y pensar, como digo, fue siempre ejercer esa posibilidad de interpretar y, sobre todo, de poder y querer entender. Otro texto famoso de la filosofía, en un libro que hablaba de antropología, de lo que son o deben ser los seres humanos, se preguntaba: "¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me cabe esperar?". Las preguntas tan próximas, tan elementales, señalaban el amplio horizonte de toda la historia, y es en esa historia entera donde siempre, bajo múltiples formas, han resonado. Preguntas de toda la vida y que el tiempo no desgasta jamás.

Pero es verdad que, como cantaba la vieja zarzuela, "hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad". Adelantan o atrasan... Leer todo el artículo

  aquí en "El País", EMILIO LLEDÓ 22/01/2011.

Steve Jobs, el líder de la mítica manzana; baja por enfermedad.

Steve Jobs, el hombre que revolucionó el ordenador personal con los Mac, el cine de animación con Pixar, la música con el iPod, los móviles con el iPhone, y pretende cambiar los medios de comunicación con el iPad, se retira forzado por una grave enfermedad


Desde el lugar desconocido donde cuida de su maltrecha salud, Steve Jobs, co-fundador de Apple en 1976, habrá visto con alivio cómo ha soportado la empresa el terremoto de su partida y su sustitución temporal por su lugarteniente Tim Cook. Las cosas, de momento, van viento en popa para Apple, que en abril pasado superó a su eterno rival, Microsoft, y se colocó como la segunda compañía del mundo por capitalización bursátil, con un valor de 232.000 millones de euros, solo por detrás del gigante petrolero Exxon. Y todo gracias a Jobs. Expulsado de la que era su casa en 1985 y repescado en 1997, en poco más de diez años ha conseguido el milagro: colocar a Apple en la cima y hacer de ella una de las empresas punteras del mundo en innovación. Un logro más de esta especie de rey Midas moderno que solo cobra un dólar simbólico al año, y ha convertido en oro casi todo lo que ha tocado.

Jobs tiene el don de anticiparse a los deseos de los consumidores. Lo ha conseguido con los ordenadores iMac, con el iPod, con el iPhone, con el iPad, productos que han conformado la fisonomía de nuestro mundo. La gente, cree, no está en condiciones de saber cuál será el siguiente producto estrella. Por eso le gusta la frase de Henry Ford, el hombre que hizo del automóvil un producto de consumo masivo: "Si les hubiera preguntado a mis clientes lo que querían, me habrían dicho: un caballo más rápido".



Budista, vegetariano -aunque come también pescado-, con fama de autoritario e intratable, casado y padre de cuatro hijos - a la mayor, fruto de una relación juvenil tardó meses en reconocerla-, Jobs ha estado marcado desde el principio por un destino especial. Nacido en San Francisco, en febrero de 1955, sus padres, dos jóvenes licenciados de la Universidad de Wisconsin, decidieron darle en adopción. Su madre, según contaría el propio Jobs muchos años después, había localizado a un matrimonio de abogados de buena posición para entregarles a la criatura, pero a última hora lo rechazaron porque querían una niña. Se abrió pasó entonces una solución de urgencia, la de los Jobs, los segundos en la lista de aspirantes al bebé, un matrimonio de Mountain View, una pequeña ciudad en el área de la bahía de San Francisco (California). No puede decirse que fuera la mejor manera de llegar al mundo, pero el pequeño Steve Paul Jobs tardó en enterarse de estos detalles.

 En algún momento de su vida, sin embargo, el asunto debió de obsesionarle lo suficiente como para contratar a un detective privado para que localizara a su madre biológica. Resultó ser Joanne Simpson, especialista en terapia del lenguaje que finalmente se había casado con el padre de Steve, Abdulfattah Jandali, sirio de religión musulmana, poco después de entregarle a él en adopción. La pareja duró apenas cuatro años, tiempo en el que nació una hija, Monna Simpson, una escritora famosa en Estados Unidos. Todo un culebrón que contribuyó seguramente a construir la personalidad hermética y exigente del jefe de Apple. (LOLA GALÁN 23/01/2011 en El País) Leer más aquí. Más aquí en el NYT. Y aquí en "El País" de los Negocios

domingo, 23 de enero de 2011

POEMA

Los 10 compositores más famosos


Left, 1. Johann Sebastian Bach (1685-1750). From top left, 2. Ludwig van Beethoven (1770-1827), 3. Wolfgang Amadeus Mozart (1756 — 91). 4. Franz Peter Schubert (1797-1828). From middle left, 5. Claude Achille Debussy (1862 — 1918), 6. Igor Stravinsky (1882 — 1971), 7. Johannes Brahms (1833 — 97). From bottom left, 8. Giuseppe Verdi (1813 — 1901), 9. Richard Wagner (1813 — 83), 10. Bela Bartok (1881 — 1945). (NYT)

sábado, 22 de enero de 2011

El compromiso político de Picasso

Un objetivo del establishment artístico de EEUU (que es profundamente conservador) es despolitizar el arte, marginando o desdeñando el arte comprometido en el proyecto de cambio de la sociedad. Un ejemplo de ello es el artículo que el crítico John Richardson acaba de escribir en The New York Review of Books (la revista intelectual más prestigiosa de EEUU) sobre Picasso y su compromiso político (25-11-10), a raíz de la exposición de las pinturas de Picasso sobre el tema Libertad y Paz –que se está exponiendo en Viena y se presentará después en Copenhague–.
Tal artículo intenta despolitizar cualquier expresión artística, intento que es, por cierto, profundamente político.

Siempre recordaré la primera vez que vi el original del Guernica de Picasso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) en los años setenta. No había en la descripción del cuadro ninguna referencia a la Guerra Civil española. El grado de gimnasia intelectual que los críticos de arte del establishment artístico conservador estadounidense tienen que hacer para evitar el contexto político que configura la obra de arte presentada es enorme. Hablar del Guernica sin hablar del bombardeo de aquella ciudad por la aviación nazi alemana es toda una proeza, limitándose a presentar el cuadro como una imagen en contra del horror, sin más.

En este objetivo de despolitizar el arte, se enfatiza la vivencia existencial del artista sin ninguna reflexión sobre el contexto político que la configura. Ello explica que John Richardson llegue a atribuir las variaciones en el arte de Picasso, primordialmente, a los cambios de amantes y la influencia que éstas tuvieron –según Richardson– en el pintor. Es cierto que cita que Picasso fue miembro del Partido Comunista desde el año 1944 y que nunca dejó de serlo, pero trivializa este hecho como si fuera una mera anécdota sin importancia. En realidad, dice que los vaivenes políticos de Picasso (le atribuye erróneamente ser monárquico antes de la Guerra Civil) eran tan constantes como los cambios de amantes. Picasso, en realidad, fue un artista profundamente comprometido con la causa republicana en España. Su compromiso fue constante durante y después de la Guerra Civil y colaboró con las fuerzas antifascistas que lucharon por el restablecimiento de la democracia en España.

La biografía enormemente insuficiente y sesgada que ha preparado El Prado reconoce tímidamente este compromiso del pintor, definiéndolo erróneamente como un liberal. Picasso nunca fue un liberal, por mucho que ahora esta definición esté de moda. En realidad, el Partido Liberal fue un partido que apoyó el golpe militar.

Durante la Guerra Civil, Picasso se puso a disposición del Gobierno republicano. Nombrado en su ausencia (dos meses después de que se iniciara la sublevación militar) director de El Prado, le afectó profundamente que la Legión Cóndor, la aviación nazi alemana, pudiera bombardear ese museo, lo cual determinó que se desplazaran gran número de cuadros a Valencia y más tarde a Ginebra. Picasso contribuyó con cantidades significativas aportadas de su bolsillo para pagar el coste del transporte (75 camiones), una de las medidas más exitosas de transporte de obras de arte durante la guerra. Sólo dos cuadros resultaron dañados: uno de ellos de Goya. Algunos de los guardas de los camiones fueron detenidos por los franceses y entregados a los nazis, quienes les llevaron a Mauthausen.

Durante la dictadura, Picasso ayudó activamente a la resistencia antifascista. El grado de ignorancia de John Richardson sobre este hecho es enorme. Por ejemplo, llega a indicar que Picasso estuvo en contacto con círculos próximos al dictador, citando sus contactos con el torero Dominguín, al que asume cercano a los círculos fascistas. En realidad, Dominguín colaboró con la resistencia antifascista siendo un hombre de ideas antifascistas.

Una última nota. Picasso ha sido uno de los pintores que más coherencia han mostrado en su vida. Es el caso opuesto a Dalí que, para congraciarse con la dictadura, insultaba públicamente a Picasso, llegando a enviar telegramas de felicitación al dictador cuando éste firmaba penas de muerte para los miembros de la resistencia detenidos (y fusilados) por la dictadura. Pocas veces ha alcanzado un artista, o un ser humano, el nivel de vileza de Dalí. No era de extrañar que, cuando se estableció la democracia, Dalí se fuese durante una temporada a Francia, temeroso de que la población lo linchara.

 Hoy el establishment conservador español y catalán adora y promueve a Dalí, e ignora a Picasso. El comportamiento oportunista y vil de Dalí, sin embargo, contrastó con la integridad de Picasso, que desde el principio hasta el final mostró su horror por la guerra, por el nazismo y por el fascismo, y por todos sus semejantes que todavía persisten. Y ahí quedan su Guernica, La violación de las Sabinas, Masacre en Corea y muchos otros cuadros, piezas que continúan siendo relevantes, como lo demostró el hecho de que, durante la Guerra de Irak, el secretariado de las Naciones Unidas ordenara sacar una reproducción del Guernica de la sala de prensa de Naciones Unidas donde se daban las conferencias de prensa sobre la invasión de Irak.

Querer presentar a Picasso como apolítico y carente de compromiso es una mezquindad y una ofensa a su memoria y a la de miles y miles de artistas que defendieron los valores de la justicia pagando un enorme coste por ello. Para Picasso, tal coste fue –como para cualquier exiliado– no vivir en el país al cual dedicó parte de su vida: España. Hay un deber pendiente de España y de El Prado hacia Picasso. Debería hacerse una exposición de las pinturas del artista que mostraran su amor a su país y su compromiso con la democracia en España.
(Vincenç Navarro. Público)

How to Make Your iPhone Gently Weep. Cómo hacer de tu iPhone, u otro celular, un emocionante y útil instrumento.

...The iPhone next month has left a lot of Android users wondering whether they, too, should jump on the Apple bandwagon.
If you’re musically inclined, the answer is probably yes, because apps for musicians are in much shorter supply on Android than on Apple devices. Just look at what’s available to players of the country’s most popular instrument, the guitar.
On Android, you can pick through some passable tuners and scale guides. On Apple, you have apps that can breathe new life into the instrument.
For about $50, and an inexpensive hardware connector, versions of apps like AmpliTube, AmpKit and iShred Live give guitarists a mobile recording studio with nearly every traditional sound effect. And you can test more limited versions of these apps for far less money.
For hobbyists who don’t own an array of amps and effects pedals, but who would like to experiment with sound, the apps are great fun. For professionals, the apps come in handy when generating and recording new ideas while away from the studio.
Of the three, I found AmpKit+, the full version of the app, the easiest, most versatile and the best value, especially on an iPad. The app costs $20; the limited version is free.
Like the limited version of other guitar apps, iShred Live is free, with more guitar effects available à la carte within the app. The full version of AmpliTube costs $20, and a limited version is free, but unlike the others, you must buy separate versions for the iPhone and iPad.
You can try iShred Live with just an iPhone headset. The microphone picks up the guitar’s sound and plays back your song with a sound effect.
That’s especially handy for acoustic guitarists who usually can’t plug their instrument into anything. But for those with electric guitars or acoustic-electric hybrids, the best results with these apps come when you connect the guitar to the iPhone, using hardware like Griffin Technology’s GuitarConnect ($30 at GriffinTechnology.com) and IK Multimedia’s iRig ($40, at IKmultimedia.com ).
AmpKit+ and AmpliTube offer a wide range of sound effects, including standards like distortion, wah and delay.
Each app has important features lacking in the other, but in general, if you want to record multitrack songs from within the app, AmpliTube is the better call, while AmpKit+ offers a nimbler environment for experimenting.
AmpKit, the free version, includes two effects pedals, one amp, two speaker cabinets and two microphones. AmpKit+ includes 13 amps, 18 effects pedals, 13 cabinets and eight microphones.
The app is nicely intuitive in most ways, but flawed in one major respect. I needed to tweak the AmpKit+ settings before the effects worked as well as they did on the other apps. Among other things, the sound effects were clipped short, and feedback was occasionally a problem. Todo el artículo aquí en el NYT.

Browse all the mobile app coverage that has appeared in The New York Times by category, and see what Times writers have on their phones and tablets.

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Top 10 Must-Have Apps for the iPhone, and Some Runners-Up A fistful of iPhone apps that will save you time, make your life easier and make you smile. November 11, 2010 technologyNews
Top 10 Android Apps The best part about this list is that most of the apps are free.
The 10 Best BlackBerry Apps Mobile apps that no BlackBerry user should be without
10 Apps That Make Magic on Your iPad Apps that work wonders by making life easier and more fun.

viernes, 21 de enero de 2011

Rebelión en el buque escuela alemán

La muerte de una recluta que cayó desde un mástil después de ser obligada por los oficiales a subir sin protección fue el detonante de una rebelión.

La fragata está fondeada en el sur de Argentina.

El buque escuela de la Armada alemana, la fragata Gorch Fock, se encuentra fondeado en el puerto austral de Ushuaia, en Argentina, a la espera de la llegada de un grupo de investigadores del Ministerio de Defensa alemán que deben determinar si realmente se produjo un motín protagonizado por los cadetes, o por parte de ellos, y si esa pretendida rebelión a bordo se produjo como consecuencia de la muerte de una joven recluta que fue obligada por los oficiales subir a uno de los mástiles, de 40 metros, sin protección y que cayó sobre la cubierta.
Según las informaciones difundidas por al prensa argentina los hechos ocurrieron durante la travesía y en cuanto tocó el primer puerto, en Brasil, todos los cadetes fueron repatriados en avión mientras que la fragata, con sus oficiales y tripulación habitual, siguió viaje hasta Ushuaia donde se le ordenó esperar al equipo de investigación.
El caso se hizo público a raíz de una investigación abierta simultáneamente en el Bundestag, Parlamento federal de Alemania. Aunque no existe versión oficial de los hechos, algunos medios aseguran que los cadetes, sometidos a prácticas humillantes y peligrosas, se negaron a seguir realizando ejercicios en los palos sin colocarse la protección necesaria e iniciaron un motín en toda regla.
Investigación de otros incidentes
En Alemania, el ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg, ha calificado la supuesta rebelión, así como otros incidentes en el seno del Bundeswehr (Ejército federal) como "casos aislados". Además de los sucesos de la fragata, se está investigando la muerte por un disparo accidental de un compañero de un soldado alemán en Afganistán y la violación del secreto postal sufrida también por soldados destinados en ese país.
Según Guttemberg, se trataría "con toda probabilidad" de comportamientos individuales erróneos, y que sería un gran error culpar de actos individuales a todo el Ejército. Asegura que hasta este lunes no fue informado sobre el supuesto motín a bordo del Gorch Fock, pese a que la muerte de la cadete se produjo el pasado noviembre. Los socialdemócratas de la oposición al Gobierno de Ángela Merkel han pedido que Guttenberg comparezca en el Parlamento acerca de lo ocurrido el próximo miércoles.
Denuncias de humillaciones
Los acontecimientos del buque escuela se desencadenaron cuando en su viaje hacia Latinoamérica se produjo un accidente: una joven recluta de 25 años, Sarah S., cae del palo mayor en el curso de una prueba y muere al instante. Cuando la fragata llegó al puerto de San Salvador de Bahía en Brasil, los mandos suspendieron el curso y mandaron a todos los reclutas de vuelta a Alemania en avión. El barco, con su tripulación siguió su trayecto hacia Buenos Aires primero y luego hacia Cabo de Hornos. En seguida la prensa alemana señala la rareza: en 52 años de historia del buque hubo accidentes mortales pero nunca una interrupción del curso de este tipo.
La razón no se conoció hasta ahora, más de un mes después de la muerte de Sarah, y que pudo haber desencadenado el motín a bordo.
Según documentos de una investigación desvelados por la prensa alemana, lo reclutas se rebelaron contra los mandos, cansados de prácticas vejatorias y continuas humillaciones infligidas por sus superiores. El capitán del barco, Norbert Schatz, intentó la mediación y encargó a dos marineros a que hablaran con los "rebeldes", pero la negociación fracasó.
En los documentos, los reclutas describen prácticas humillantes, vejaciones y hasta acoso sexual por parte de los mandos: "Sube al palo sin protección o te mandamos a casa y puedes decir adiós a tu carrera", o "acuérdense que en la nave es como en la cárcel, en las duchas cuidado con el trasero", son algunas de las órdenes y amenazas relatadas por los testigos.
En este clima de terror, la joven Sarah ha muerto. En las mismas circunstancias, hace tres años, murió también Jenny, una mujer de apenas 18 años.
"Son acusaciones muy graves, haremos todo lo humanamente posible para aclarar estos sucesos", ha confirmado el capitán de fragata Alexander von Heimann. El presidente de la Asociación del Ejército, Ullrich Kirsch, por su parte, ha pedido hoy que se evite hablar de motín antes de que concluyan las investigaciones del equipo especial de la Marina.
"A veces el final de las cosas no tiene nada que ver con el principio", ha dicho Kirsch, quien subraya que, "aquellos que hayan cumplido con su servicio serán protegidos, mientras que quienes hayan demostrado mala conducta, deberán rendir cuentas".

Reader Idea | Trees and Transcendentalists


(By KATHERINE SCHULTEN, NYT)

lunes, 17 de enero de 2011

Para salir de la crisis hay que acabar antes con el crimen financiero

Un informe del Foro Económico Mundial advierte de que el mundo no podrá aguantar otra crisis financiera. El Banco Mundial señala que la crisis de la deuda europea amenaza al crecimiento mundial. El Fondo Monetario Internacional es pesimista sobre sus previsiones y teme que vuelvan a darse episodios de recesión, y los economistas más críticos o Premios Nobel como Stiglitz o Krugman advierten de que todo puede volver a ponerse peor en el año que acaba de comenzar.
Es lógico que predominen esas opiniones. Hasta el momento, a la economía no se le ha dado un verdadero tratamiento sintomático orientado a atacar las causas de los males que padece. A lo sumo, se le han suministrado algunos placebos o sucedáneos: muchas buenas palabras, algunas normas de regulación más estricta que no se han puesto en marcha y que, como ha ocurrido con la europea que dice estar orientada a poner en orden los mercados de CDS más peligrosos, lo único que hacen es facilitar que los bancos, las grandes fortunas y los especuladores vuelvan a ganar cada vez más dinero.
Esta última norma europea aparentemente dedicada a reglamentar la inversión en los llamados hedge funds y por lo tanto, según dicen, destinada a limitar el riesgo sistémico que representan para la economía, muestra quizá mejor que ninguna otra el cinismo de quienes tienen el mundo en sus manos. Dicen que van a reforzar la capacidad de supervisión de las diferentes autoridades financieras nacionales europeas y que, para eso, será cada una de ellas la que se encargue de vigilar la entrada de esos fondos en sus respectivos territorios y de establecer si cumplen los estándares necesarios para que puedan operar en Europa (de darle, digámoslo a lo claro, como el “pasaporte” para poder operar en Europa).
¡Qué buenas palabras! Sólo que detrás de ellas se esconde un objetivo engañoso: de esa manera será más fácil que haya alguna autoridad que sea más generosa a la hora de aplicar los criterios de entrada o autorización de actividad, y como al mismo tiempo se ha establecido que si cualquiera de esas autoridades aprueba la presencia de un fondo, éste tendrá ya “pasaporte” para operar en toda la Unión, resulta que de esta forma lo que se facilita es que los fondos de inversión más peligrosos y más generadores de turbulencias podrán operar con más facilidad en toda Europa, y no bajo un control más severo, como se dice.
Y ahora viene lo bueno: casi el 80% de los hedge funds está radicado en la City de Londres que es, además, la plaza más tolerante a la hora de permitirles actuar, de modo que lo que ocurrirá no será que disminuya el riesgo sistémico sino todo lo contrario.
Y eso, además, se verá agravado porque en la norma apenas se avanza hacia lo que es fundamental, es decir, el modo en que esos fondos trasladan el riesgo al sistema financiero: por medio del apalancamiento, es decir, de los préstamos que solicitan a las entidades financieras. Ni se limita la cantidad en que pueden apalancarse (que es mucha porque precisamente actúan con muy poco capital propio), ni se obliga a la autoridades a intervenir si hay problemas por esa causa.
También se ha dicho que esta norma europea sirve para luchar contra los paraísos fiscales porque con ella se prohibirá que puedan operar en Europa los fondos que estén situados en ellos, es decir, en países que no garanticen un intercambio activo de información fiscal. Pero también eso es mentira. La norma impide que ese fondo opere en Europa, ¡pero no que cualquier entidad europea compre inversiones del fondo! Y, como en este caso, quienes invirtieran en esos hedge funds no tendrían entonces que informar a las autoridades europeas (aunque sean entidades europeas). Resulta entonces que la información sobre el riesgo que haya asumido no saldrá a la luz.
En fin, la norma es una buena prueba de que las que, ya de por sí escasas, se están presentando como reformas del sistema son en realidad más de lo mismo y que, por lo tanto, la verdad es que hay una completa falta de voluntad a la hora de imponer medidas de auténtico control de los movimientos especulativos, de las operaciones de alto riesgo que son las que están constituyendo auténticos actos de extorsión a los gobiernos... (Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa, leer más aquí Altereconomía)

Portugal, lo que está en juego

Después de décadas de "ayuda al desarrollo" por parte del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), un sexto de la población mundial vive con menos de 77 céntimos (de euro) al día. Lo que va a ocurrir en Portugal (siguiendo a lo que ocurrió en Grecia e Irlanda y ocurrirá en España, y tal vez no quede ahí) pasó ya en muchos países en desarrollo. La intervención del FMI tuvo siempre el mismo objetivo: canalizar el máximo posible de los empeños del país para el pago de la deuda. La "solución a la crisis" bien puede ser la eclosión de la más grave crisis social de los últimos ochenta años.
Portugal es un pequeño barco en un mar agitado. Se necesitan buenos timoneles, pero si el mar anda excesivamente agitado no hay barco que resista, incluso en un país que siglos atrás fue al descubrimiento del mundo a bordo de cáscaras de nuez. La diferencia entre entonces y ahora es que Adamastor era un capricho de la naturaleza; después de la tormenta volvía cierta bonanza, y sólo eso tornaba "realista" aquel grito de confianza nacionalista del: "Aquí, al timón,/ soy más que yo…"
Hoy, el Adamastor es un sistema financiero global controlado por un puñado de grandes inversores institucionales e instituciones satélites (banco Mundial, FMI, agencias privadas de calificación de riesgo) que tienen el poder de distribuir las borrascas para la gran mayoría de la población del mundo y la bonanza para ellos mismos. Sólo eso explica que los 500 individuos más ricos del mundo tengan una riqueza igual a la de los 40 países más pobres del mundo, con una población de 416 millones de habitantes. Después de décadas de "ayuda al desarrollo" por parte del BM y del FMI, un sexto de la población mundial vive con menos de 77 céntimos de euro diarios. Lo que va a ocurrir en Portugal (siguiendo a lo que ocurrió en Grecia e Irlanda y a lo que ocurrirá en España, sin que tal vez se queda aquí la cosa) pasó ya en muchos países en desarrollo. Algunos se resistieron las "ayudas" debido a la fuerza de líderes políticos nacionalistas (caso de la India), otros se revelaron presionados por las protestas sociales (Argentina) y forzaron la reestructuración de la deuda. Siendo diversas las causas de los problemas que enfrentaron distintos países, la intervención del FMI tuvo siempre el mismo objetivo: canalizar el máximo posible de los empeños del país hacia el pago de la deuda. En nuestro contexto, lo que llamamos "nerviosismo de los mercados" es un conjunto de especuladores financieros, algunos con fuertes lazos con los bancos europeos, dominados por el vértigo de ganar ríos de dinero apostando a la bancarrota de nuestro país y ganando tanto más cuanto más probable sea ese desenlace trágico.
¿Y si Portugal no pudiese pagar? Bien, ése es un problema de medio plazo (puede ser de semanas o de meses). Después se verá, pero una cosa es cierta: "las justas expectativas de los acreedores no pueden ser defraudadas". Lejos de calmarse, este "nerviosismo" es alimentado por la agencias de riesgo: bajan la nota del país para forzar al gobierno a tomar ciertas medidas restrictivas (siempre contra el bienestar de las poblaciones); las medidas se toman, pero como hacen más difícil la recuperación económica del país (lo que permitiría pagar la deuda) la nota vuelve a bajar. Y así sucesivamente hasta la "solución de la crisis", que bien puede ser la eclosión de la más grave crisis social de los últimos ochenta años.
Cualquier ciudadano con perspicacia natural preguntará ¿cómo es posible tanta irracionalidad? ¿Vivimos en democracia? ¿Las diversas declaraciones de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos son letra muerta? ¿Habremos cometido errores tan graves que la expiación no se contenta con los anillos y exige los dedos, o hasta incluso las manos? Nadie tiene una respuesta clara para estas cuestiones, pero un reputado economista (Premio Nobel de Economía en 2001), que conoce bien al anunciado visitante, FMI, escribió al respecto lo siguiente:
"…las medidas impuestas por el FMI fallaron más veces de las que tuvieron éxito… Después de la crisis asiática de 1997, las políticas del FMI agravaron la crisis en Indonesia y Tailandia. En muchos países, llevaron al hambre ya la confrontación social; e incluso cuando los resultados no fueron tan sombríos y consiguieron promover algún crecimiento después de algún tiempo, frecuentemente los beneficios fueron desproporcionadamente para los de arriba, dejando a los de abajo más pobres que antes. Lo que me espantó fue que estas políticas no fuesen cuestionadas por quien tomaba las decisiones… Subyacente a los problemas del FMI y de otras instituciones económicas internacionales está el problema de gobernanza: ¿quien decide lo que hacen?" (Joseph Stiglitz, Globalization and its Discontents, 2002).
¿Habrá alternativa? Dejo este tema para la próxima crónica. (Boaventura de Sousa Santos. Sin Permiso)(Boaventura de Sousa Santos es un reconocido científico social portugués.)

Discurso de recepción y "no-recepción" del Premio Dulce Chacón a cargo de Martina, protagonista del libro galardonado Deseo de ser punk

(chorus)
puff, the magic dragon lived by the sea
and frolicked in the autumn mist in a land called honah lee
Little jackie paper loved that rascal puff,
and brought him strings and sealing wax and other fancy stuff. oh!
(chorus, twice)

Together they would travel on a boat with billowed sail
jackie kept a lookout perched on puff's gigantic tail,
noble kings and princes would bow whene'er they came,
pirate ships would lower their flag when puff roared out his name. oh!
(chorus)

A dragon lives forever but not so little boys
painted wings and giant rings make way for other toys.
one grey night it happened, jackie paper came no more
and puff that mighty dragon, he ceased his fearless roar.
His head was bent in sorrow, green scales fell like rain,
puff no longer went to play along the cherry lane.
without his life-long friend, puff could not be brave,
so puff that mighty dragon sadly slipped into his cave. oh!
(chorus, softly) (chorus, loudly)

Buenas tardes y muchas gracias por acogerme. Voy a leerles una carta que la narradora y protagonista de Deseo de ser punk me ha hecho llegar.

Hola, soy Martina.
Me dice la autora que soy yo quien debe hablaros, que el premio se lo han dado a la novela así que, en realidad, es para mí. He estado mirando en internet para ver de qué va todo esto, y me he emocionado. Es un premio para honrar la memoria de Dulce Chacón. Yo también quise honrar a un muerto con mi historia. Los muertos no son sólo ellos, quiero decir, su nombre y apellidos, su carnet de identidad. Yo me los imagino como un sistema. Colocas a la persona en el centro y vas sacando bifurcaciones: en una pones las cosas que hizo, las consecuencias que tuvieron y a dónde le llevaron, en otra rama, las cosas que le pasaron, en otra, no sé, lo que le gustaba. Vas abriendo ramas nuevas: las más sólidas, las que más van a quedar, son las que tratan de lo que le era importante para esa persona. Sus combates. Un sistema de combates, no sólo con los grandes enemigos; la ternura a veces también es un combate, y el respeto. Dulce Chacón combatió por "los que se vieron obligados a guardar silencio" y yo admiro su sistema de combates. Sé que hay quien dice que la literatura no es para combatir, sino sólo para disfrutar. Pero a lo mejor ahora nos hace falta combatir.

Yo, como seguramente ustedes, también le tengo miedo a las grandes palabras, a las mayúsculas. Y cuando vi que en las bases de este premio se hablaba de "defender los grandes valores humanos", me alarmé un poco. Pero como resulta que la tormenta se nos viene encima, más nos vale tener a mano unos cuantos grandes valores, y algunos pequeños, en lugar de valores baratos y vendidos. Así que no le tengo miedo a decir que es un honor que hayan elegido mi historia y que ojalá suene a veces como un punk rocker escandinavo, encallado en penínsulas cerca de ningún sitio, que intenta seguir tocando con fuerza y dignidad.

Tampoco tengo miedo de recordar que soy una mujer. Porque ya sé, parece que hay que hacer como si tal cosa, decir: yo estoy aquí por lo que he escrito, y lo demás no importa, es tan irrelevante que yo y mi autora seamos una mujer como que mi apellido empiece por H o el color de mis ojos. Pero no es igual y hasta da rabia tener que recordarlo. Voy a leerles un poema del autor del blog Throw' em to the lions!!!, que aparece en mi historia, quien a su manera está conmigo ahora pues sin él no habría podido escribirla. Se titula Deseos:

Autopolítica en resistencia, y dice:

Donde hay alguien que lucha, ser marxista.
Donde no hay nadie que luche, ser anarquista.
Donde hay una nación oprimida, propia o ajena, nacionalista e internacionalista (y nada nos es ajeno), ser patriota.
Donde hay uno o varios dioses que dan luz a la justicia y la comunidad, ser creyente.
Las mujeres hemos sido una nación oprimida, todavía lo somos. Unas más y otras menos, claro, pero también cuando las colonias luchaban por liberarse de la metrópoli se encontraron con que luego, además, necesitaban hacer una revolución dentro del territorio liberado. De manera que no da igual que las mujeres luchemos, y no da igual que yo esté aquí y que sea una mujer, una de siete pero todavía hay que dar, no a ustedes sino a otras personas, ya me entienden, explicaciones.

Ahora viene algo complicado que voy a decirles, aunque a quienes conozcan mi historia les parecerá lógico. Yo no puedo quedarme con la parte metálica de este premio. Y en la palabra yo incluyo también a Belén Gopegui, la autora que les está leyendo mi carta. Supongo que cuando eres una adolescente y has escrito algunas cosas, lo que no puedes es no intentar intentar algo. Sí, he repetido "intentar" porque al final creo que me ha tocado una generación que ve el futuro rayado y muchas veces ya no intentamos estudiar para tener un trabajo o gastar poca agua para que no se agote, intentamos intentarlo, intentamos creernos que tenemos una salida, intentamos hacerla. Yo me encuentro con este premio y sé que vais a entender cuando os diga que quiero que sea para la Casa de la Juventud del Ayuntamiento, quizá para habilitar dentro un local pequeño autogestionado por los jóvenes del que pudieran tener la llave. O si algo así ya existe, para lo que ellos y ellas consideren, instrumentos, una radio comunitaria, presupuesto para hermanarse con jóvenes de lugares donde la vida es más difícil, conexiones o esas cuatro paredes donde estar acompañándose. Así la memoria de Dulce Chacón a través del personaje de un libro llegará a un sitio en donde a lo mejor alguien convierte su pena en electricidad o planea, piensa en común, busca con otras personas acciones e ideas para que un día salgamos de este tiempo turbio.

Los premios son un mecanismo de ida y vuelta, el nombre de quien lo da queda unido al nombre de quien lo recibe y al revés. Mi nombre va a quedar unido no sólo a Dulce Chacón y al Ayuntamiento, también a la Asociación de Escritores de Extremadura y al Seminario Humanístico del Zafra. A todos quiero dar las gracias, y en especial al seminario, porque seguramente existo debido a que, fruto de vuestra tarea, una escritora se encontró con grupos de adolescentes, se vio en la necesidad de hablarles y comprendió que no había sabido escribirles una historia. Y decidió probar.

El libro que habéis premiado habla mucho de música, ahora quiero despedirme recordando un trozo de una canción. No es rock ni punk, es una canción infantil, si se piensa bien no hace tanto que tuvimos siete, nueve años. Se llama Puff the magic dragon, seguro que os suena. Cuenta la historia de un dragón que se hace amigo de un niño, luego el niño crece y se olvida del dragón. "Los dragones", dice la letra, "viven para siempre, pero no los niños y niñas". Eso de los dragones también nos pasa a los personajes. Yo voy a estar siempre cuando me busquéis y nunca voy a dejar de ser esta adolescente que cree que las cosas se pueden arreglar y que hay que intentarlo. Luego se crece y se rompen del todo. Y cuando hay muchas rotas a lo mejor ya no tienes fuerza o simplemente te han atrapado tantas amenazas y tristezas que no puedes tomar algunas decisiones. Pero yo sigo aquí, como el dragón, y hoy le he dado a la autora un poco de mi libertad y de mi adolescencia. Porque ¿sabéis?, la gente no para de preguntarle si cree que las historias, las novelas, sirven para algo, si pueden cambiar algo, si influyen. Ahora es como si ella me pidiera que contestase yo. Sí que influyen.
Muchas gracias.
(Belén Gopeguí)

sábado, 15 de enero de 2011

¿Por qué atacan tanto a los sindicatos?

Uno de los grandes objetivos de las políticas neoliberales ha sido y sigue siendo debilitar a los sindicatos y han tratado de conseguirlo de muchas formas.

Tratan de convencer a los trabajadores de que conseguirán obtener más beneficios si negocian por su cuenta las condiciones de trabajo. Una estupidez evidente pero que logra calar muchas veces cuando al mismo tiempo y por todos lados se difunden ideas y valores individualistas y el rechazo a la cooperación y a la solidaridad para hacer creer a las personas que su futuro depende solo de lo que ellas hagan y no de su relación con todas las demás.

Suelen decir también que los sindicatos solo luchan por los intereses de sus afiliados pero la realidad es que todas las conquistas sociales que se han ido alcanzando a lo largo de la historia se han logrado gracias a la presión sindical y que de ellas se han beneficiado no solo los afiliados sino siempre la totalidad de los trabajadores.

A menudo difaman a los líderes sindicales. Y así hemos llegado a ver que los medios de comunicación que suelen ser propiedad de la gran empresa dedican ríos de tinta a tratar de denunciar que un sindicalista tienen un piso de 120 metros cuadrados o dos coches sin que digan nada presidentes de la patronal o de empresarios que son simples estafadores y sin mencionar que, en realidad, la inmensa mayoría de los afiliados y dirigentes de los sindicatos viven mucho más que modestamente.

Los críticos de los sindicatos les acusan de que son ellos los culpables de la baja productividad o de que las empresas no sean competitivas por su culpa, sin mencionar que es el esfuerzo diario de millones de trabajadores, y entre ellos los que están afiliados, es lo que hace que las empresas produzcan, salgan adelante y proporcionen beneficios a sus propietarios.

Se acusa a los sindicatos de gastar mucho dinero público pero cuando se dice eso no se compara lo que llega a quienes organizan y defienden a los trabajadores con lo que reciben directa e indirectamente instituciones como las iglesia católica, las patronales, los partidos políticos, las grandes empresas y las grandes fortunas y corporaciones. Y los mismos que denigran a los sindicatos porque según ellos derrochan el dinero son los que nunca piden que se tire de la manta de la economía sumergida, del fraude fiscal o que se prohíban de una vez los paraísos fiscales y los grandes privilegios de los grandes capitales y patrimonios. Y, sobre todo, no se dignan reconocer el hecho evidente de que si no fuese por ese dinero que reciben los sindicatos a los trabajadores les costaría mucho más defender sus derechos y vivirían en peores condiciones.

No voy a decir que todo lo que hacen los sindicatos está bien. Como en todas las organizaciones humanas hay oportunistas, burócratas y supongo que docenas de personas deshonestas y vendidas al enemigo. Pero me niego a aceptar que haya más que en otros lugares y, sobre todo, no estoy dispuesto a juzgarlos como si hicieran más daño que otras personas, instituciones u organizaciones que son responsables del padecimiento y la muerte de cientos de millones de personas, de las crisis que nos asolan y de los crímenes que pasan por ser grandes pelotazos financieros, como se nos quiere hacer creer.

Puede ser que haya sindicatos en donde una parte mayor o menor de sus dirigentes hayan sido en algún momento vencidos por las ideas neoliberales pero ni siquiera así admite comparación el daño que hayan podido producir con el que diariamente hacen quienes trabajan para el capital.

Los sindicatos son, simplemente, trabajadores normales y corrientes que se organizan. No conozco a muchos millonarios que se hayan afiliado en organizaciones sindicales para hacer carrera allí. Y su fuerza, la eficacia de su actuación y el éxito de su lucha depende de que no sean unos pocos sino muchos y dispuestos a no dejar pasar ni una brizna de corrupción ni cobardía.

Se puede admitir, porque es verdad, que los principales sindicatos españoles han perdido una gran parte de autonomía en los últimos años y que eso se ha traducido en un mayor sometimiento al poder económico y político. Pero es una falacia creer que eso se debe solo a la simple voluntad o a la "maldad" de los propios sindicalistas. Muchos de ellos habrán podido creer, yo creo que erróneamente, que la vía de la financiación pública era la que les llevaba a disponer de mayor fuerza y capacidad de acción. Pero ni siquiera eso es culpa exclsuivamente suya. Si hubiese muchos más miles de afiliados, si las clases trabajadoras no fuesen tan conservadoras y no hubieran asumido con tanta decisión los valores neoliberales, si en lugar de criticar desde fuera hubiese muchos miles más de afiliados presentes en sus asambleas, quizá los sindicatos no habrían terminado por ser tan dependientes y su trabajo a veces tan insatisfactorio y frustrante. Y es por ello que, si es que eso es un problema fundamental, tiene una solución que no puede ser la de abandonarlos a su suerte, como pregonan las derechas y muchos izquierdistas, sino la de estar con ellos, apoyarlos y unirse a su lucha para hacer que ésta sea de verdad la que convenga a todos los trabajadores.

Porque, con independencia de las preferencias ideológicas y de los prejuicios, las consecuencias de que haya sindicatos más o menos fuertes están bastantes claras. Allí donde los sindicatos son más débiles, allí donde hay menos afiliación sindical, allí donde su capacidad de negociación es menor, allí es donde viven peor los trabajadores, y no solo ellos, sino también las clases medias y los pequeños y medianos empresarios. Y, al mismo, tiempo, allí donde los poderosos quieren tener expedito su poder para ganar dinero y abusar de los trabajadores lo primero que hacen es acabar con los sindicatos y con los sindicalistas, matándolos si hace falta, como ha ocurrido y ocurre en tantos lugares del mundo.

Así lo subrayaba hace un tiempo el Premio Nobel de Economía Paul Krugman. En una conferencia ante la Labor and Employment Relations Association (LERA) de Estados Unidos decía que la menor afiliación sindical suponía que ese país había "perdido algo fundamental para mantener una sociedad decente".

El Premio Nobel señalaba que la menor afiliación y las mayores dificultades para que los trabajadores se unieran a los sindicatos y así pudieran negociar mejor sus condiciones de trabajo eran una de las causas que provocaban el gran incremento de la desigualdad. Incluso mencionó investigaciones que habían puesto de relieve que un tercio de la diferencia en la desigualdad entre Estados Unidos y Canadá se debía a la caída en la afiliación en el primero de esos países. Y lo que quizá resultaba más relevante. Según Krugman, la sindicación actúa como una especie de "paraguas" que no solo beneficia, como dije más arriba, a los afiliados, sino a toda la sociedad trabajadora: "Para tener una sociedad de clase media se necesita un movimiento sindical fuerte", dijo Krugman.

Por eso, se puede decir que lo que buscan quienes se están dedicando en España a debilitar a las organizaciones sindicales, a denigrar y calumniar a sus dirigentes y al conjunto de los sindicalistas y trabajadores y trabajadoras que se afilian a ellos, por muchos errores que hayan podido cometer, no es otra cosa que tratar de crear mejores condiciones para disfrutar de sus privilegios. No buscan una sociedad mejor, ni más austera, ni más libre, ni más productiva, ni siquiera más favorables para el empresariado (porque cuanto más bajos sean los salarios menos ganarán las empresas y cuanto peores condiciones de trabajo haya, menos productivas serán). Solo buscan tener las manos más libres y menos gente enfrente que esté dispuesta a impedir que sigan siendo privilegiados a costa de los demás.

Algunos datos pueden dar idea de a dónde lleva el debilitamiento de los sindicatos y la negociación de las condiciones de trabajo al margen de ellos.

En Estados Unidos, en 1980 un 24% de los trabajadores estaban representados por los sindicatos y en 2009, solo el 12,3% del total y el 7,6% de los del sector privado.

Pues bien, según las cifras del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, en 2009 la distribución de la renta había llegado a ser la más desigual de los últimos treinta años y los salarios alcanzaban su menor nivel sobre el total de las rentas en ese periodo. Según el Bureau of Labor Statistics, en marzo de 2009 el salario de los trabajadores no afiliados era un 20% menor que el de los afiliados, éstos disfrutaban de derechos en salud, vacaciones y otros conceptos que los primeros no tenían; el 78% de los afiliados tenía seguro médico frente a solo el 51% de los no afiliados y el 77% de los primeros tenía planes de pensiones frente a solo el 21% de estos últimos (Dave Johnson America Is Strong When Our Unions Are Strong).

Está claro, pues, lo que ocurriría en España si logran acabar con la negociación colectiva y reducir a los sindicatos a su mínima expresión. Y también por qué tratan de destruir a los sindicatos, por qué quieren que los trabajadores y trabajadoras nos alejemos de ellos y qué es lo que van a ganar si lo consiguen. Así que seremos sencillamente tontos si en lugar de apoyar, por supuesto todo lo críticamente que haga falta, a las organizaciones sindicales nos dejamos llevar por las cantinelas que lanzan quienes quieren que desaparezcan.