Los alumnos de la Harvard Business School estudian gestión con obras como "Antígona" o ‘Muerte de un viajante’
A veces los reyes leen historias de reyes. A veces, historias de locos. Hace dos semanas, con motivo de la muerte del filólogo catalán Martín de Riquer, algunas necrológicas recordaron que en 1960, durante un semestre, enseñó literatura a don Juan Carlos, por entonces un príncipe de 22 años. Dicen que Riquer, sabio y maestro de sabios, estaba especialmente orgulloso de dos cosas: de haber animado al futuro rey a leer el Quijote y de haber conservado un examen —escrito en tinta verde, para más señas— en el que su ilustre alumno comparaba las obras de Alfonso X el Sabio y Jaime I el Conquistador. De ello se deduce que uno de los protagonistas de las crónicas del siglo XX se acercó, siquiera parcialmente, a la General Estoria del primero y El Llibre dels fets del segundo tanto como a las andanzas políticas de Sancho Panza.
El brillante papel de Sancho como gobernador de la ínsula Barataria debería estudiarse en las facultades de ciencia política si es que no se estudia ya. Joseph Badaracco, profesor en la Harvard Business School, suele usar en sus clases textos literarios como Muerte de un viajante, de Arthur Miller, o Antígona, de Sófocles. Según explicó en una entrevista, se puede aprender tanto sobre liderazgo leyendo Julio César como leyendo cualquier libro de economía: “Las lecciones que contiene son igual de valiosas y no menos prácticas”.
En un encuentro del Foro Económico Mundial celebrado hace tres años, no en Davos, sino en la ciudad china de Tianjin, Adi Ignatius, redactor jefe de la revista de la propia escuela de negocios de Harvard, moderó un coloquio sobre los libros clásicos y contemporáneos que leen o deberían leer los líderes asiáticos, circunstancia que Ignatius aprovechó para recordar que entre los 20 libros favoritos de Bill Clinton está —junto a Historia viva, las memorias de Hillary, su esposa— la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
Por su parte, Barack Obama ha citado alguna vez entre las obras literarias que más le han influido las tragedias de Shakespeare y Equipo de rivales, el libro de Doris Kearns Goodwin en el que se basó Steven Spielberg para rodar su Lincoln. Por no hablar de la expectación que se creó en torno a Libertad, la última novela de Jonathan Franzen, cuando se supo que el presidente estadounidense había pedido que le consiguieran un ejemplar por adelantado para leerlo en Martha's Vineyard durante las vacaciones de verano de 2010. Un año antes, durante la Cumbre de las Américas celebrada en Trinidad y Tobago, el presidente venezolano Hugo Chávez regaló a su homólogo del norte una traducción al inglés de Las venas abiertas de América Latina, un hito del antiimperialismo firmado por el uruguayo Eduardo Galeano. Ni que decir tiene que los pedidos se dispararon en Amazon.
Lo cierto es que las recomendaciones presidenciales son una inestimable baza de la promoción editorial. Antes de que, en marzo de 1996, José María Aznar levantara cierto revuelo en el Congreso de los Diputados al dejarse ver leyendo durante una votación Habitaciones separadas, un libro de poemas de Luis García Montero, militante de Izquierda Unida, su antecesor en el cargo, Felipe González, había subrayado por dos veces la utilidad política de la literatura. Y de paso, la utilidad publicitaria de la política. Así, en los años ochenta las ventas de Memorias de Adriano se revolucionaron cuando González citó como uno de sus libros de cabecera la novela de Marguerite Yourcenar. El segundo hito político-literario de González tuvo lugar cuando, en 1999, fuera ya de La Moncloa, afirmó que había aprendido más sobre el conflicto yugoslavo leyendo Un puente sobre el Drina —una novela publicada en 1945 por el Nobel bosnio Ivo Andric— que con todos los informes secretos que había tenido que leer como mediador de la Unión Europea en la guerra de los Balcanes.
La contraposición entre la lectura de informes y la de literatura es un clásico en la vida de los políticos. A finales del verano de 2007 el presidente Rodríguez Zapatero declaró en EL PAÍS que durante las vacaciones había alternado los 500 folios de un resumen de sus tres años y medio de Gobierno con la lectura de autores como Manuel Longares, Albert Sánchez Piñol, Mijaíl Bulgákov, Amos Oz y, por supuesto, Antonio Gamoneda, su poeta favorito.
Al otro lado de eso que llaman espectro político las cosas no son muy distintas. Manuel Pimentel, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales con el PP entre 1999 y 2000, recuerda ahora cómo intentaba que los árboles no le impidiesen ver el bosque: “Entre lecturas técnicas del ámbito social y laboral, que son importantísimas porque te ayudan a entender temas sobre los que tienes que decidir, buscaba libros que me dieran una perspectiva general y me explicasen por dónde iban las corrientes sociológicas, sobre todo en Estados Unidos, que eran las más influyentes”. Así, junto a ensayos sobre nuevas tecnologías —“entonces todo estaba empezando”—, el exministro recuerda la lectura de El choque de civilizaciones, publicado por el politólogo estadounidense Samuel Huntington en 1996 y popularizado globalmente a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, con Pimentel ya fuera del Gobierno.
“Entender” y “perspectiva” son dos palabras que se repiten en el discurso de Pimentel, hoy propietario de la editorial Almuzara. A ellas les suma una tercera —“supervivencia”— la cineasta Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura entre 2009 y 2011. El día que la nombraron, recuerda, estaba leyendo la novela Shosha, de Isaac Bashevis Singer, uno de sus autores preferidos. Retomarla le costó un mundo: “Entré en el ministerio y me era imposible concentrarme en ella, me resultaba todo muy ajeno, lejano. Sin embargo, renunciar a mi lectura de persona normal era demasiada renuncia, me parecía que por salud mental debía ser capaz de leer ficción”. Meses después pudo volver a ella y terminarla. En su caso, la ficción y la poesía formaban a veces parte del trabajo. Por ejemplo, las escritas por Juan Marsé, José Emilio Pacheco y Ana María Matute, “los tres Cervantes que me tocaron”. Los leyó o releyó, explica, “para preparar los discursos de la ceremonia de entrega”.
Para dar cuenta de otras ceremonias, las del poder y la cultura, escribió Jorge Semprún sus memorias ministeriales, Federico Sánchez se despide de ustedes, una brillante y descarnada crónica de sus días en el Gobierno de Felipe González entre 1988 y 1991. Por supuesto, esas páginas fueron lectura obligada para González-Sinde. “Me lancé sobre las memorias de Semprún en su etapa de ministro y sobre el libro que la actriz Jane Alexander había escrito después de su paso por el National Endowment for The Arts con el presidente Clinton”, recuerda. Y matiza: “Ninguno de los dos me sirvió para lo que buscaba: un manual de supervivencia en la Administración y la política para una persona de la cultura”. Más útiles le fueron Anatomía de un instante, la novela de Cercas sobre el 23-F —“que devoré”— o los ensayos del sociólogo polaco Zygmunt Bauman, un exégeta de la disolución de las viejas certezas en tiempos de modernidad líquida a quien siempre recurre “en momentos comprometidos en busca de explicaciones para entender el mundo”.
Sinde sustituyó en el cargo al escritor César Antonio Molina y, además, de cartera, los dos compartieron lectura: por supuesto, Semprún. Molina lo había leído desde muy joven y lo conocía personalmente desde hacía tiempo. “Para prepararme para el desenlace final me valió mucho Federico Sánchez se despide de ustedes. Un ministro de Cultura no puede dejar de leerlo para saber la gratitud que le espera”, dice ahora con cierta ironía.
Ni Sinde ni Molina son políticos profesionales, de ahí que la pregunta sobre qué debe leer un gobernante “para entender el mundo” derive fácilmente en “para entender el mundo de la política”, es decir, el poder. Así, este último, hoy director de la Casa del Lector de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, cuenta cómo durante sus días de ministro (de 2007 a 2009) proyectó un libro que tratase de los conflictos entre los intelectuales y el poder político. “Para eso”, relata, “emprendí una lectura concienzuda de autores que ya conocía pero que entonces —mis años en el Ministerio de Cultura— revisé desde mi situación tan peculiar: Cicerón, Séneca, Spinoza, Bacon, Servet, Rousseau, Jovellanos, Blanco White, Campomanes, Lista y demás ilustrados, Larra, Azaña, pasando por Pasternak o Milosz”. Producto de esas lecturas y de su propia experiencia es un libro de título diáfano, Cultura y poder, que ya ha entregado a la editorial Destino. Será la cara ensayística de una moneda cuya cara narrativa tardaremos en leer: “Siguiendo el ejemplo de Azaña”, César Antonio Molina llevó un diario del que en el futuro saldrá otro libro. En futuro: “Hoy todavía lo considero impublicable”.
Puede que algún día un gobernante lea esos libros todavía inéditos para saber qué le espera. Entre tanto, ahí sigue Marguerite Yourcenar, que en la novela que causó furor ministerial hace 30 años, pone en boca del emperador Adriano una frase digna tanto de Sancho Panza como de presidir la sala del Consejo de Ministros: “Lo esencial es que el hombre llegado al poder pruebe luego que merecía ejercerlo”. Aunque sea leyendo, entre informe e informe, literatura.
Libros que explican el mundo
¿Qué libros debería leer un político (o un peatón, es decir, un ciudadano medio) para entender el mundo actual? Cuatro expertos responden a esa pregunta:
» Economía.
Luis Perdices de Blas, catedrático de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad Complutense, recomienda dos títulos que, dice, puede leer un lector culto sin ser economista. El primero es Por qué fracasan los países, de Daron Acemoglu y James A. Robinson, “imprescindible” porque trata del “marco institucional adecuado —Estado, derecho de propiedad, seguridad en los contractos, etcétera—” para que se produzca el crecimiento económico. “Además, expone las teorías que no funcionan para explicar el atraso económico. No hay una receta para el crecimiento, pero el libro argumenta bien lo que no ha funcionado”. El segundo es Keynes vs. Hayek, de Nicholas Wapshott, en el que, añade Perdices, se expone con claridad el debate entre intervención pública y libertad económica: “Keynes y Hayek vivieron y sufrieron la crisis de 1929, que tiene algunos rasgos parecidos a la actual. Los economistas empleamos las teorías de Keynes o Hayek —con algunos matices y actualizaciones— en nuestras argumentaciones”.
» Historia. Isabel Burdiel, catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia y premio Nacional en 2011 por su biografía de la reina Isabel II elige un solo título: Postguerra, del desaparecido Tony Judt, un titánico recorrido (1.200 páginas) por la historia de Europa desde 1945 en el que el rigor no impide la claridad. “Ahora que se impone el modelo asiático”, dice Burdiel, “el libro de Judt es una perfecta explicación de lo que perdemos: el pacto social y político posterior a la II Guerra Mundial”.
» Geopolítica.
Profesora de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid y premio Nacional de Traducción el año pasado, Luz Gómez García propone dos títulos para entender un mundo que no se acaba en Occidente. Empieza con un clásico publicado en 1978, Orientalismo, de Edward Said, que “cuestiona la configuración de un Oriente a la medida de los intereses occidentales, en particular en lo referente al mundo árabe”. Con Said, explica, “se abrió la puerta a la descolonización del conocimiento. El término orientalista ya es parte de la cultura contemporánea lo mismo que kafkiano”. Su otra recomendación es un libro traducido en España hace solo unos meses: Las naciones oscuras. Una historia del Tercer Mundo, de Vijay Prashad: “Cuenta la historia de un mundo que no pudo ser: en medio de la guerra fría, las naciones que buscaron vías de desarrollo independientes vieron cómo las hegemonías capitalista o comunista bloqueaban cualquier posibilidad de futuro alternativo”.
» Filosofía y literatura.
La recomendación de Jordi Llovet, catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Barcelona, es múltiple, pero contundente: “Hoy cualquier político debería leer a los chinos, sus pensamientos, su poesía, todo, porque son los que van a mandar mañana. Y luego, Del espíritu de las leyes, de Montesquieu (para que entiendan la importancia de la separación de poderes), el Tratado sobre la tolerancia de Voltaire (para que sepan respetar al vecino) y Los papeles póstumos del Club Pickwick, la novela de Dickens (para que tengan sentido del humor)”.
» Internet.
Para comprender los pros y contras del ciberespacio, el especialista en cultura digital José Antonio Millán recomienda dos ensayos recientes: Sociofobia. El cambio político en la era de la utopía digital, de César Rendueles (“Twitter no ayudará a hacer la revolución: el ciberfetichismo nos mantendrá distraídos en vez de en acción”), y Big data. La revolución de los datos masivos, de los autores Viktor Mayer-Schönberger y Kenneth Cukier (“Lo que estamos diciendo sobre nosotros en la Red, y cómo lo van a usar”).
Fuente: El País.
jueves, 3 de octubre de 2013
La Gran Bretaña más gris de la era Thatcher. Chris Killip pone rostro a las víctimas obreras de la desindustrialización en una exposición de 107 obras en el Reina Sofía
Las imágenes de la exposición
La política de tierra quemada que Margaret Thatcher perpetró en el Reino unido entre 1979 y 1990 trasformó el paisaje de las zonas industriales hasta límites insospechados. Allá donde había una fábrica,una mina o un astillero solo queda un césped que recuerda a los campos de golf. Son ruinas que poco dicen de los hombres y mujeres que allí trabajaron y vivieron hasta quedarse en el paro y perder todo lo que tenían. Sus rostros es precisamente lo que más interesa a Chris Killip (Isla de Man, 1946), uno de los fotógrafos documentalistas más importantes del momento, junto a Martin Parr, Tom Wood o Paul Graham. La memoria humana de esos años, protagoniza la exposición Work que Chris Killip inaugura hoy en el Reina Sofía, en Madrid, del 2 de octubre al 24 de febrero, con un centenar largo de obras, en blanco y negro, que ya han sido expuestas en Museo Folkwang de Essen (Alemania) y en la que el artista quiere narrar la vida real en el Norte Inglaterra entre 1968 y 2004.
Una hora antes de la presentación de la exposición Chris Killip, ahora profesor en Harvard (EEUU), pasea entre sus retratos reconociendo uno a uno a los protagonistas, como si el tiempo no hubiera pasado. Tranquilo y dicharachero parece que se hubiera vestido (camisa añil y chaqueta beige sobre pantalón negro con llamativos calcetines rojos) para restar dramatismo al blanco y negro de sus fotografías. Admirador de Bill Brandt, pionero en retratar la s desigualdades sociales de los británicos y las condiciones de vida de los mineros del norte de Inglaterra, Killip recuerda que se inició en el mundo de la fotografía con solo 18 años, en el campo de la publicidad. “Trabajaba de ayudante y tenía que pedir a quienes fotografiaba que sonrieran a la cámara. Era un trabajo mercenario que abandoné para siempre después de un viaje a Nueva York en el que en el MoMA pude ver la obra de Brandt, Walker Evans o August Sander”.
A su vuelta decidió utilizar la cámara como herramienta política y comprometerse con los cambios de su entorno social. Comenzó haciendo retratos de gente común y conocidos suyos, como unos jovencísimo Martin Amis y Iam Dury. Pero la primera serie de esta etapa la realiza en su tierra de origen, la isla de Man, un territorio autónomo dependiente del Reino Unido en el que su familia tenía un pub. “Nací en el pub y desde pequeño me asomaba para ver cantar a los clientes. Es curioso ver como la música transforma a las personas. Nos habíamos visto desde siempre, pero no sabíamos nada los unos de los otros. Yo mismo descubrí que mi madre tocaba el piano y fumaba un día que volví a casa antes de tiempo del colegio porque me había puesto enfermo. Para conocer hay que volver una y otra vez a los mismos lugares. Y, de repente, ves. Les digo a mis alumnos que lo importante para ver es saber mirar”.
Ute Eskildsen, comisaria de la exposición, explica que las fotografías de Killip documentan la tipografía de las áreas que retrata y narra la confrontación de los habitantes con las durísimas consecuencias de una política económica que dio la espalda a los intereses de la clase obrera británica. “Su trabajo”, añade Eskildsen se distingue por su empatía en una zona que sufre la revolución desindustrial y se enfrenta a la evolución de los empleos industriales tradicionales hacia el nuevo mundo de la alta tecnología”.
La cámara de Killip se fija en todos aquellos que se quedaron en la cuneta de manera que el fotógrafo toma partido y se convierte en un excluido más. “La diferencia respecto a Evans o Brand”, advierte la comisaria “es que ellos retratan el drama de los obreros desde la distancia. Killip comparte su sufrimiento".
Desde la isla de Man, la exposición se traslada a Huddersfield, en cuyas fábricas textiles se produce la primera aproximación de Killip a la Inglaterra industrial y después su trabajo se centra en el norte de Inglaterra, donde el carbón, las acerías y astilleros habían sido la forma de vida de varias generaciones. Sobre la serie Nordeste, realizada entre 1975 y 1988, cuenta que llegó a Newcastle en 1975 con una beca de dos años, pero se quedó durante dieciséis. “La clase trabajadora de esa zona descendía de campesinos que en el XIX habías sido desplazados por la mecanización o por los inmigrantes de la gran hambruna irlandesa. Era gente como la mía de la isla de Man, nunca habían conocido la revolución industrial. Mi trabajo es una crónica de la revolución desindustrial de esos pueblos”. Añade que nunca sospechó que todo aquello fuera a ser desmantelado. “No existen las fábricas, ni las minas, ni la mayor parte de las personas. Los restos de aquella vida han desaparecido y quiero que, cuando menos, permanezcan en la memoria”.
João Fernandes, subdirector del Reina Sofía opina que en todas estas imágenes hay algo oculto. “Se puede ver la vida de la gente, la de los excluidos, la de quienes solo tienen su trabajo. La exposición es un valioso documento sobre el cambio perpetrado por el Thacherismo. La vida de la gente que recoge restos de carbón arrojado al mar o las protestas de los mineros ilustran sobre unos años en los que se actuó sin disimulos contra la clase trabajadora”.
Fuente: El País.
La política de tierra quemada que Margaret Thatcher perpetró en el Reino unido entre 1979 y 1990 trasformó el paisaje de las zonas industriales hasta límites insospechados. Allá donde había una fábrica,una mina o un astillero solo queda un césped que recuerda a los campos de golf. Son ruinas que poco dicen de los hombres y mujeres que allí trabajaron y vivieron hasta quedarse en el paro y perder todo lo que tenían. Sus rostros es precisamente lo que más interesa a Chris Killip (Isla de Man, 1946), uno de los fotógrafos documentalistas más importantes del momento, junto a Martin Parr, Tom Wood o Paul Graham. La memoria humana de esos años, protagoniza la exposición Work que Chris Killip inaugura hoy en el Reina Sofía, en Madrid, del 2 de octubre al 24 de febrero, con un centenar largo de obras, en blanco y negro, que ya han sido expuestas en Museo Folkwang de Essen (Alemania) y en la que el artista quiere narrar la vida real en el Norte Inglaterra entre 1968 y 2004.
Una hora antes de la presentación de la exposición Chris Killip, ahora profesor en Harvard (EEUU), pasea entre sus retratos reconociendo uno a uno a los protagonistas, como si el tiempo no hubiera pasado. Tranquilo y dicharachero parece que se hubiera vestido (camisa añil y chaqueta beige sobre pantalón negro con llamativos calcetines rojos) para restar dramatismo al blanco y negro de sus fotografías. Admirador de Bill Brandt, pionero en retratar la s desigualdades sociales de los británicos y las condiciones de vida de los mineros del norte de Inglaterra, Killip recuerda que se inició en el mundo de la fotografía con solo 18 años, en el campo de la publicidad. “Trabajaba de ayudante y tenía que pedir a quienes fotografiaba que sonrieran a la cámara. Era un trabajo mercenario que abandoné para siempre después de un viaje a Nueva York en el que en el MoMA pude ver la obra de Brandt, Walker Evans o August Sander”.
A su vuelta decidió utilizar la cámara como herramienta política y comprometerse con los cambios de su entorno social. Comenzó haciendo retratos de gente común y conocidos suyos, como unos jovencísimo Martin Amis y Iam Dury. Pero la primera serie de esta etapa la realiza en su tierra de origen, la isla de Man, un territorio autónomo dependiente del Reino Unido en el que su familia tenía un pub. “Nací en el pub y desde pequeño me asomaba para ver cantar a los clientes. Es curioso ver como la música transforma a las personas. Nos habíamos visto desde siempre, pero no sabíamos nada los unos de los otros. Yo mismo descubrí que mi madre tocaba el piano y fumaba un día que volví a casa antes de tiempo del colegio porque me había puesto enfermo. Para conocer hay que volver una y otra vez a los mismos lugares. Y, de repente, ves. Les digo a mis alumnos que lo importante para ver es saber mirar”.
Ute Eskildsen, comisaria de la exposición, explica que las fotografías de Killip documentan la tipografía de las áreas que retrata y narra la confrontación de los habitantes con las durísimas consecuencias de una política económica que dio la espalda a los intereses de la clase obrera británica. “Su trabajo”, añade Eskildsen se distingue por su empatía en una zona que sufre la revolución desindustrial y se enfrenta a la evolución de los empleos industriales tradicionales hacia el nuevo mundo de la alta tecnología”.
La cámara de Killip se fija en todos aquellos que se quedaron en la cuneta de manera que el fotógrafo toma partido y se convierte en un excluido más. “La diferencia respecto a Evans o Brand”, advierte la comisaria “es que ellos retratan el drama de los obreros desde la distancia. Killip comparte su sufrimiento".
Desde la isla de Man, la exposición se traslada a Huddersfield, en cuyas fábricas textiles se produce la primera aproximación de Killip a la Inglaterra industrial y después su trabajo se centra en el norte de Inglaterra, donde el carbón, las acerías y astilleros habían sido la forma de vida de varias generaciones. Sobre la serie Nordeste, realizada entre 1975 y 1988, cuenta que llegó a Newcastle en 1975 con una beca de dos años, pero se quedó durante dieciséis. “La clase trabajadora de esa zona descendía de campesinos que en el XIX habías sido desplazados por la mecanización o por los inmigrantes de la gran hambruna irlandesa. Era gente como la mía de la isla de Man, nunca habían conocido la revolución industrial. Mi trabajo es una crónica de la revolución desindustrial de esos pueblos”. Añade que nunca sospechó que todo aquello fuera a ser desmantelado. “No existen las fábricas, ni las minas, ni la mayor parte de las personas. Los restos de aquella vida han desaparecido y quiero que, cuando menos, permanezcan en la memoria”.
João Fernandes, subdirector del Reina Sofía opina que en todas estas imágenes hay algo oculto. “Se puede ver la vida de la gente, la de los excluidos, la de quienes solo tienen su trabajo. La exposición es un valioso documento sobre el cambio perpetrado por el Thacherismo. La vida de la gente que recoge restos de carbón arrojado al mar o las protestas de los mineros ilustran sobre unos años en los que se actuó sin disimulos contra la clase trabajadora”.
Fuente: El País.
miércoles, 2 de octubre de 2013
¿Nadie llorará por los sindicatos? O cuando nos demos cuenta de lo que están haciendo con ellos y queramos reaccionar, ¿será demasiado tarde?
Isacc Rosa. Eldiario.es
Entre los derrumbes que nos rodean, está pasando desapercibido uno cuyas consecuencias aún no adivinamos: el desplome del modelo sindical que ha sido mayoritario durante casi cuatro décadas en España. El crepúsculo de CCOO y UGT parece a estas alturas tan imparable como irremediable: asfixiados económicamente por el cierre de sus fuentes de financiación, y faltos de cada vez más apoyo, su futuro no puede ser más negro. Pero no se oyen muchas voces que lo lamenten. ¿Nadie llorará por los sindicatos?
Sí, ya sé que CCOO y UGT no son los únicos sindicatos. Que los hayamos percibido así durante tanto tiempo es también parte del problema. Pero sin ignorar que hay otras organizaciones de trabajadores, y que algunas de ellas ofrecen un sindicalismo radicalmente diferente, me temo que el derrumbe de los dos grandes dejará un extenso terreno de ruinas y una polvareda que también cubrirá a esos otros sindicatos en mayor o menor medida.
Aunque muchos trabajadores hace tiempo que ya no cuentan con los sindicatos mayoritarios, y sé que hay quien bailará sobre su tumba, todavía hay quien los considera un activo en la protesta, y por eso días atrás me llegaba repetida una pregunta: “¿dónde están los sindicatos, qué hacen, por qué no se les oye?” Por ejemplo, con el último hachazo a las pensiones, ante el que CCOO y UGT no se han mostrado todo lo contundentes que la ocasión merece.
Sobre ambos sindicatos se ha formado una tormenta perfecta, que está descargando con furia sobre ellos. Una mezcla de errores propios y ajenos, estrategia equivocada, dependencias asfixiantes y falta de reacción cuando todavía estaban a tiempo, les ha convertido en presa fácil de quienes hace tiempo querían cobrarse su cabeza. El resultado, ya digo: la tormenta perfecta.
Es cierto que desde hace años hay una campaña de desprestigio contra ellos, recurriendo a métodos sucios si hace falta. Es cierto que la derecha política y mediática aceptó los sindicatos mientras le garantizaban la paz social, hasta que dejaron de serles útiles. Es cierto que el ataque a los trabajadores pasa también por arrasar toda forma de lucha colectiva, por descafeinada que sea. Y es verdad que los seis millones de parados y las dos reformas laborales últimas han destruido las bases de este sindicalismo, hundiendo la afiliación y dinamitando la negociación colectiva que les daba poder.
Pero también es cierto que estos sindicatos se lo han puesto muy fácil a sus enterradores. A nadie más que a ellos puede culparse de una vocación institucional que les ha llevado a fundirse con el sistema político que hoy se derrumba arrastrándolos en su caída (por ejemplo, en las antiguas cajas de ahorro). Solo ellos tienen la culpa de haber abandonado la calle y preferido los despachos del diálogo social, al que han seguido sentados cuando ya no había nada que dialogar, sentados ante el tablero y las fichas mientras la partida ya se jugaba en otra parte. Son ellos quienes han temido sumarse a movilizaciones más audaces, quienes han dudado cuando hacía falta ser contundentes, quienes no han sabido relacionarse con las nuevas formas de protesta ciudadana.
Son CCOO y UGT quienes han entregado su autonomía económica a un sistema de subvenciones y programas de financiación pública, que hacía posible su asfixia con solo cerrar el grifo, y que hoy los deja a merced de quien concede unos recursos que pueden mantenerlos un poco más con vida. Son también ellos quienes están despidiendo a sus propios trabajadores mediante ERE y aplicando incluso la reforma laboral que criticaban; o quienes no han sabido explicar su participación en la trama andaluza de los ERE o el caso actual de las facturas en Andalucía, aumentando la confusión en sus bases y el desprestigio entre los ciudadanos.
Sí, lo sé: en estos sindicatos, en CCOO y UGT, hay también gente muy valiosa, honesta, luchadora. No hace falta que me convenzan: conozco a muchos de ellos. Y también sé que, pese a su debilidad, todavía tienen fuerza en algunos sectores y empresas, donde no se puede plantear una acción colectiva sin contar con ellos. Pero nada de eso basta hoy, ante la tormenta perfecta que puede acabar ahogando por completo el modelo sindical mayoritario tal como lo conocíamos.
Como decía al principio, me pregunto quién llorará por estos sindicatos. Me pregunto quién siente hoy su ausencia, quién teme su desaparición. Y contesto: yo. Por mucho que me separe de ellos, por mucho que los sepa corresponsables de su propio hundimiento, lamentaré su pérdida. Por motivos históricos, porque ambos tienen detrás una historia de esperanzas colectivas y sacrificios individuales que no merece un final así. Pero sobre todo porque no tenemos un recambio. Todavía no tenemos con qué llenar un hueco tan grande. Y no están los tiempos para abandonar ni una sola trinchera, por vulnerable que nos parezca esta.
No, yo no bailaré sobre su tumba, mientras los cuervos ríen alrededor.
Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/sindicatos_CCOO_UGT_declive_6_180991915.html
Entre los derrumbes que nos rodean, está pasando desapercibido uno cuyas consecuencias aún no adivinamos: el desplome del modelo sindical que ha sido mayoritario durante casi cuatro décadas en España. El crepúsculo de CCOO y UGT parece a estas alturas tan imparable como irremediable: asfixiados económicamente por el cierre de sus fuentes de financiación, y faltos de cada vez más apoyo, su futuro no puede ser más negro. Pero no se oyen muchas voces que lo lamenten. ¿Nadie llorará por los sindicatos?
Sí, ya sé que CCOO y UGT no son los únicos sindicatos. Que los hayamos percibido así durante tanto tiempo es también parte del problema. Pero sin ignorar que hay otras organizaciones de trabajadores, y que algunas de ellas ofrecen un sindicalismo radicalmente diferente, me temo que el derrumbe de los dos grandes dejará un extenso terreno de ruinas y una polvareda que también cubrirá a esos otros sindicatos en mayor o menor medida.
Aunque muchos trabajadores hace tiempo que ya no cuentan con los sindicatos mayoritarios, y sé que hay quien bailará sobre su tumba, todavía hay quien los considera un activo en la protesta, y por eso días atrás me llegaba repetida una pregunta: “¿dónde están los sindicatos, qué hacen, por qué no se les oye?” Por ejemplo, con el último hachazo a las pensiones, ante el que CCOO y UGT no se han mostrado todo lo contundentes que la ocasión merece.
Sobre ambos sindicatos se ha formado una tormenta perfecta, que está descargando con furia sobre ellos. Una mezcla de errores propios y ajenos, estrategia equivocada, dependencias asfixiantes y falta de reacción cuando todavía estaban a tiempo, les ha convertido en presa fácil de quienes hace tiempo querían cobrarse su cabeza. El resultado, ya digo: la tormenta perfecta.
Es cierto que desde hace años hay una campaña de desprestigio contra ellos, recurriendo a métodos sucios si hace falta. Es cierto que la derecha política y mediática aceptó los sindicatos mientras le garantizaban la paz social, hasta que dejaron de serles útiles. Es cierto que el ataque a los trabajadores pasa también por arrasar toda forma de lucha colectiva, por descafeinada que sea. Y es verdad que los seis millones de parados y las dos reformas laborales últimas han destruido las bases de este sindicalismo, hundiendo la afiliación y dinamitando la negociación colectiva que les daba poder.
Pero también es cierto que estos sindicatos se lo han puesto muy fácil a sus enterradores. A nadie más que a ellos puede culparse de una vocación institucional que les ha llevado a fundirse con el sistema político que hoy se derrumba arrastrándolos en su caída (por ejemplo, en las antiguas cajas de ahorro). Solo ellos tienen la culpa de haber abandonado la calle y preferido los despachos del diálogo social, al que han seguido sentados cuando ya no había nada que dialogar, sentados ante el tablero y las fichas mientras la partida ya se jugaba en otra parte. Son ellos quienes han temido sumarse a movilizaciones más audaces, quienes han dudado cuando hacía falta ser contundentes, quienes no han sabido relacionarse con las nuevas formas de protesta ciudadana.
Son CCOO y UGT quienes han entregado su autonomía económica a un sistema de subvenciones y programas de financiación pública, que hacía posible su asfixia con solo cerrar el grifo, y que hoy los deja a merced de quien concede unos recursos que pueden mantenerlos un poco más con vida. Son también ellos quienes están despidiendo a sus propios trabajadores mediante ERE y aplicando incluso la reforma laboral que criticaban; o quienes no han sabido explicar su participación en la trama andaluza de los ERE o el caso actual de las facturas en Andalucía, aumentando la confusión en sus bases y el desprestigio entre los ciudadanos.
Sí, lo sé: en estos sindicatos, en CCOO y UGT, hay también gente muy valiosa, honesta, luchadora. No hace falta que me convenzan: conozco a muchos de ellos. Y también sé que, pese a su debilidad, todavía tienen fuerza en algunos sectores y empresas, donde no se puede plantear una acción colectiva sin contar con ellos. Pero nada de eso basta hoy, ante la tormenta perfecta que puede acabar ahogando por completo el modelo sindical mayoritario tal como lo conocíamos.
Como decía al principio, me pregunto quién llorará por estos sindicatos. Me pregunto quién siente hoy su ausencia, quién teme su desaparición. Y contesto: yo. Por mucho que me separe de ellos, por mucho que los sepa corresponsables de su propio hundimiento, lamentaré su pérdida. Por motivos históricos, porque ambos tienen detrás una historia de esperanzas colectivas y sacrificios individuales que no merece un final así. Pero sobre todo porque no tenemos un recambio. Todavía no tenemos con qué llenar un hueco tan grande. Y no están los tiempos para abandonar ni una sola trinchera, por vulnerable que nos parezca esta.
No, yo no bailaré sobre su tumba, mientras los cuervos ríen alrededor.
Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/sindicatos_CCOO_UGT_declive_6_180991915.html
Dime cómo es tu jefe y te diré si asciendes. El modelo de gestión de los superiores jerárquicos a menudo marca la evolución de la carrera de sus subordinados
Ser blando y paternalista puede ser tan nocivo como ser muy autoritario
Los jefes no gustan. No caen bien. Buenos, malos o regulares, lo cierto es que todos los sufrimos y acaparan la mayor parte de nuestras quejas cotidianas en el trabajo. No digamos en plena crisis, con los despidos a la orden del día. De hecho, “en las organizaciones se suele entrar por un buen proyecto y salir por un mal jefe”, indica el presidente de la firma de cazatalentos Odgers Berndtson, José Medina. Y es que muchos de ellos, en lugar de poner una escalera al ascenso de su equipo, lo que hacen es ponerle la zancadilla.
“El jefe es esencial en el desarrollo profesional de sus colaboradores. En particular, el primer o primeros superiores jerárquicos, son los que marcan el itinerario profesional del trabajador”, sostiene José Ramón Pin, profesor de dirección de personas en las organizaciones del IESE. Por eso resulta tan relevante su modelo de gestión del personal.
Existe mucha literatura sobre liderazgo. Los americanos son expertos en esta disciplina del management. Y aunque todavía está por descubrir el jefe perfecto, sí se han clasificado sistemáticamente los estilos de dirección que practican, determinantes para el progreso de la carrera de cualquier empleado, según coinciden directivos y subordinados consultados.
Pero, realmente, ¿cómo afectan los jefes en el desarrollo de nuestra profesión?, ¿quiénes son los que la hacen prosperar y quiénes los que la paralizan? La catalogación de los tipos de líderes más habituales de Daniel Goleman, psicólogo estadounidense convertido en gurú tras la publicación de su libro Inteligencia emocional, es una de las más extendidas. En el best-seller Líder resonante y disonante habla de seis clases de dirigentes: autoritario, visionario, afiliativo, democrático, limitativo y coach o entrenador. Veamos cómo impacta el método de gestión de cada uno de ellos en los equipos que capitanea. En los trabajadores.
El mandón. El estilo autoritario ya no está tan extendido como antiguamente, aunque con la crisis económica da más coletazos de los que debiera. Es el peor de todos los modelos que existen porque el ordeno y mando solo deriva en sumisión y pasividad de los empleados. Para ningún experto hay duda.
“El trabajador no va a aprender nada. No crecerá en su carrera profesional porque en un clima autoritario no se desarrolla nadie en el equipo. Ni siquiera el jefe. Por eso lo mejor es cambiar cuanto antes”, recomienda José Medina. “El dirigente coercitivo no se implica en el desarrollo de sus colaboradores y hace que las rotaciones en su equipo sean habituales. Es un estilo trasnochado, impropio de una sociedad avanzada”, abunda Antonio Pamos, consejero delegado de Grupo Facthum, consultora de recursos humanos.
Sin embargo, todavía se sufren sus efectos. De los cinco superiores que ha tenido un empleado de una gran entidad bancaria que pide anonimato, dos han marcado su trayectoria de 25 años. Uno en positivo y otro en negativo. “El primero me dejaba hacer, me enseñaba cuando lo necesitaba y mostraba los resultados de mi trabajo a los superiores, lo que sirvió para aumentar mi confianza y motivarme a mejorar”, dice recordando al antiguo coach que le llevó al ascenso. El segundo hizo todo lo contrario, “apuntándose como propios los méritos de todo el equipo, al que escondía únicamente para destacar él ante los superiores, con los que era un pelota”, continúa. El típico líder autoritario que consiguió que este profesional financiero pidiese un nuevo destino en su entidad que le llevó después a cambiar no solo de departamento y de país sino de función. Un salto que le condujo a su posición actual, mejor pagada y menos satisfactoria, explica, en manos de un jefe limitativo. Su horizonte: la jubilación anticipada.
» El timonel. Es el líder limitativo. Para el que las personas son un mero instrumento para su propio logro. Solo se miden los objetivos, cueste lo que cueste porque este jefe no pide a nadie lo que no se pide a sí mismo. Esa es la proclama de “don perfecto”, no quiere problemas ni quiere ideas. Según Medina, este tipo de directivo es un autoritario encubierto, cuyo equipo no se va a desarrollar ni a la de tres. El único que lo hará será él mismo.
“Cuando tienes un jefe al que solo le importa cumplir los objetivos del departamento para luego apuntárselos él ante la dirección lo que ocurre es que se frena la progresión de las personas, que caen en la desmotivación y la falta de dedicación. Él no crea equipo. Impide que cualquiera adquiera nuevas capacidades, además de paralizar cualquier cambio de departamento. Solo busca su propia promoción y para ello se adjudica todo el presupuesto de formación del equipo. Entonces ves el futuro muy negro”, explica un técnico de calidad de una multinacional que prefiere no dar su nombre. Dice que va con desgana a trabajar, que ha caído en la desidia y que lo único que quiere es cambiar de jefe, de departamento, de país... También ha tenido otros superiores que le han ayudado a trazar su carrera y ascender en sus 26 años en la empresa, explica sin complejos. Pero tenían otro estilo de liderazgo, en el que la iniciativa era un claro valor del empleado.
El timonel crea mucha rotación en su equipo, como el autoritario. Son dos estilos que solo retienen a la gente que está bien pagada, mantiene Ignacio Gil-Casares, socio director de la empresa de headhunter Spencer Stuart.
» El brillante. El jefe visionario es otra cuestión; encontrarlo resulta mucho menos habitual que los demás, pues al fin y al cabo se trata de estrellas como Steve Jobs o Bill Gates, cuya personalidad impregna a la marca y cuya fama llega a superarla. Según Gil-Casares, este líder sabe convencer de su visión al equipo, de su estrategia de futuro, que va mucho más allá de lo inmediato, aunque generalmente está acompañada de aciertos en el corto plazo. Este modelo de líder suele rodearse de los mejores profesionales para que puedan cubrir sus flancos débiles.
Aunque, en opinión del presidente de Odgers Berndtson, este jefe no se preocupa demasiado por la carrera del subordinado, sí le prepara para mirar hacia al futuro. “Cada cambio del trabajador será un peldaño hacia arriba, consistente y con sentido dentro de la profesión”, agrega.
El director general de Mitsubishi, Pedro Ruiz, tiene claro que los únicos jefes que dejan huella son los visionarios, aunque sean egoístas y generalmente impulsivos. “Te hacen plantearte el negocio y tu carrera profesional. Te enseñan a pensar fuera de los cauces tradicionales, a innovar. Y, pese a que no tengan mucho tiempo para prestarte atención, esa apertura de mente que adquieres con su influencia, te lleva a dar un salto cualitativo en tu trayectoria”, afirma al recordar a uno de sus primeros jefes.
» El maestro. El líder desarrollador del equipo por excelencia es el coach o entrenador, según coinciden todos los expertos consultados. Es el tipo de dirigente que llevó a Pedro Ruiz a dar el salto a la dirección general, explica, “le interesan las personas, potenciar las cualidades que tienen y desarrollar las que no tienen. Es el que te ayuda a mejorar”, agrega.
“El jefe desarrollador te impulsa a ser tú mismo, a descubrir lo que quieres y a ser el conductor, no el copiloto, de tu carrera. Con él tendrás responsabilidad y visión a corto y medio plazo de lo que te interesa para tu progresión”, sostiene José Medina, quien advierte de que uno de los peligros que entraña para el equipo este tipo de jefe es que el trabajador se centre tanto en su carrera que se olvide los resultados a conseguir en el negocio.
“Este líder fija objetivos, pero deja margen de maniobra o iniciativa al empleado para conseguirlos. Te obliga a asumir responsabilidades y elimina el paternalismo, que es tan perjudicial en el management. El coach es muy hábil para detectar a quién puede encargar las tareas complejas y, aunque en principio es duro, eso hace que te pongas alerta, aumente tu dedicación y estés motivado gracias a la autonomía que te da. Es con este estilo de liderazgo con el que más he prosperado en mi carrera”, indica Ángel Benguigui, director general de Econocom, firma de servicios tecnológicos. Benguigui dice que ha tenido mucha suerte con sus superiores, han sido visionarios, coach y participativos, los modelos que mejor impacto generan en sus equipos; consciente de que el tipo de jefe es determinante en la trayectoria profesional de cualquier empleado.
» El majete. Se le llama participativo o democrático porque pide la opinión de sus colaboradores y luego decide. Promueve la iniciativa y, en ocasiones, se le acusa de resultar blando porque anima más que corrige. “Es el estilo de liderazgo que más se ha desarrollado en los últimos tiempos y el que más me gusta. Al jefe participativo le preocupan las personas y sabe comunicar a su gente lo que quiere conseguir, cómo pretende llevarlo a cabo con cada miembro del equipo y qué es lo que va a ganar cada uno. Es un modelo que funciona porque hace responsable a la gente de su trabajo, al tiempo que la exige”, explica Ignacio Gil-Casares.
“Con la crisis —añade— ha habido que tomar decisiones muy drásticas en las empresas. Recortes, despidos… En este contexto, la comunicación de los directivos con sus equipos ha sido vital para mantener el clima laboral”.
Lidia es el nombre figurado de una administrativa que lleva siete años trabajando para una subcontrata de Gas Natural. Sus dos jefes han sido participativos y, aunque le ha costado, gracias a su empeño e iniciativa, ha logrado ganarse su confianza y demostrar su valía. “Y así mis superiores me han ayudado a ascender en dos ocasiones”, explica.
Y es que este tipo de gestión suele ir acompañado de promociones de sus colaboradores, coincide Pedro Ruiz. “Porque enseña a trabajar en equipo, a desarrollar participación y a orientarse hacia los objetivos. En definitiva, crea equipo”, abunda Benguigui.
» El blando. Afiliativo o paternalista, según los expertos, con este modelo de jefe que procura las buenas relaciones personales en el equipo, el peligro es que el departamento se confunda con un club de vacaciones, indica José Medina, olvide el compromiso, la consecución de resultados y el ascenso se vuelva más difícil para cada uno de sus miembros. “Los directivos afiliativos tiran la productividad por la ventana”, sostiene Pilar Jericó, socia directora general de la empresa de recursos humanos Be-Up.
“Junto al autoritario, me parece el peor de los jefes que existen, pese a su abundancia en España”, señala el director general de Econocom, para quien este directivo blando tiene una visión de la empresa que no se corresponde con la realidad, la traslada con mentirijillas a sus colaboradores y hace que finalmente su equipo “se estrelle con la realidad”.
“Apenas tiene ventajas este estilo de dirección para sus colaboradores. Suele estar muy vinculado con las pyme y sus dueños. Los amos, de los que puedes aprender algo, pero poco”, aprecia Pedro Ruiz. A su juicio, es el modelo más seguido en las pequeñas empresas y en las familiares, en tanto que en las multinacionales el liderazgo más desarrollado actualmente es el participativo, que a través de la seducción y el convencimiento logra sacar el mayor partido de los trabajadores.
“El directivo español, cuando está formado en una escuela de negocios, tiende a ser participativo. Es más parecido al norteamericano que al centroeuropeo, es más flexible que estos últimos y con más imaginación y creatividad que los primeros. La crisis ha influido aumentando la urgencia de las decisiones, eso conduce hacia un estilo autoritario. Las decisiones de reducción de plantilla, los ERE, han introducido mayor frialdad entre los jefes de las empresas y sus colaboradores”, explica José Ramón Pin. Para el profesor, los buenos directivos son aquellos que cuentan con un estilo preponderante de gestión, y otros alternativos en función de las circunstancias de la empresa.
Pilar Jericó detecta mucho más miedo actualmente en los jefes, lo que implica que ya no son tantos los que ayudan a desarrollar las habilidades de los equipos como en época de bonanza. En su opinión, los mejores dirigentes son aquellos que mezclan los estilos visionario, participativo y desarrollador. Algo en lo que coinciden Ruiz y Benguigui, al tiempo que aprecian que con la crisis los directivos no eficientes no se han podido parapetar en las compañías como en los momentos en que la economía era pujante. “La recesión ha destapado las carencias de muchos líderes. Y, a falta de resultados y apoyo de sus colaboradores, los paternalistas y autoritarios, han sido sustituidos en el organigrama empresarial por otros más responsables, con una capacidad enorme de trabajo y compromiso. Han quedado los más resistentes”, zanja el director general de Econocom.
Líderes multiplicadores
Las nuevas tendencias de liderazgo que se impulsan desde Estados Unidos han sacado a la luz un moderno estilo de dirección, que es el que practican los denominados líderes multiplicadores, explica Pilar Jericó, socia directora de Be-Up.
Se trata de directivos inteligentes, según indica Liz Wiseman, presidenta de la firma de recursos humanos The Wiseman Group, en un reciente artículo publicado en la Harvard Business Review, que consiguen que su equipo pulverice los resultados de cualquier otro utilizando al máximo sus capacidades en vez de apagándolas, como hacen otros dirigentes que solo centran su gestión del personal en impulsar sus propias ideas.
Wiseman ha elaborado un estudio del que se desprende que los jefes analizados utilizan de media solo el 66% de la inteligencia que tienen alrededor, mientras que los líderes multiplicadores usan el 95% de las habilidades de sus colaboradores. El 34% de sus capacidades se pierden, lo que no solo implica que las empresas paguen un dólar para obtener 66 céntimos de resultados, sino que al tener a las personas infrautilizadas, lo que ocurre es que estas se frustran y dejan de trabajar duro, minando la moral de todo el equipo, al que infectan con su desmotivación.
Jericó señala que los líderes multiplicadores poseen cuatro características principales:
1.“Piden con absoluta claridad lo que necesitan a sus colaboradores.
2. Hacen sentir importantes a todos los miembros de su equipo.
3. Consiguen que empleen su talento al máximo y les da ejemplo, un valor que con la crisis está demodé.
4. Son dirigentes seguidos por el equipo que mezclan los estilos del líder visionario, el participativo y el desarrollador”.
Fuente: El País.
martes, 1 de octubre de 2013
CAFÉ CON... JORIS LUYENDIJK » “No se puede privatizar el periodismo ético”
El excorresponsal y escritor holandés plantea el mecenazgo de la información
Ni caso al zumo. Raro es que el vaso no haya volado con los aspavientos con los que acompaña su reflexión, meditada, sin improvisación, de cosecha propia. Joris Luyendijk (Ámsterdam, 1971), periodista y escritor, anda como Pedro por su casa en el mundillo del símil. Compara y compara hasta su conclusión. Aquí va una: para Luyendijk, los medios deberían atraer a su público como lo hacen Greenpeace o los partidos políticos en EE UU. Según imagina él, “si quieres salvar a las ballenas, paga 100 euros; si quieres que salga elegido Obama, dame 100 dólares”. Y si quieres mejor información, apoquina por ello.
Elige sentarse junto a su interlocutor. Prueba a meterse en una charla de tú a tú, con los ojos bien abiertos, en lugar de responder y responder… Vuelve al ejemplo de Greenpeace: “Mi idea es que la información no es un producto, es un bien, es educación”, afirma el hoy columnista del diario británico The Guardian. “Si no se pueden privatizar unos juzgados”, señala Luyendijk, “tampoco el periodismo ético”. Pero pide un cambio de paradigma: “Hasta ahora, los periódicos han trabajado en el mundo de McDonald’s, es decir, no te damos una hamburguesa si no pagas por ella”.
El holandés, invitado a la apertura del Hay Festival de Segovia, atento este año a la crisis del periodismo, tiene una alternativa: “¿Podría yo atraer a gente que quiere mejorar la opinión pública?”, se pregunta. Piensa que sí y pronto lo probará en su país natal. El ejemplo que coge es el siguiente: imaginemos que los profesores españoles no están contentos con la información sobre educación; imaginemos que un grupo de periodistas quiere mejorarla con un presupuesto de 100.000 euros para un año (entrevistas, soportes, salarios…). ¿Y ahora qué? “Ahora necesitaría 1.000 personas”, prosigue Luyendijk, “capaces de darme 100 euros cada una”. “Si las hay, este es mi número de cuenta”. Y si no, la información seguirá siendo accesible y gratuita como antaño, pero ya sin ese esfuerzo periodístico enfocado; sin esa acción made in Greenpeace dirigida a un objetivo.
Pero el plan puede tener fisuras y ante esto, Luyendijk, descamisado, grande y casi encajado en la silla, se para. Se toma cuatro segundos y resuelve lo siguiente: ¿Y si el tema es relevante solo para el periodista? “Tendríamos una suerte de Congreso de donantes que financien aquello de lo que quieren saber más y un Senado de gente propia que diga ‘aunque usted no crea que esto es interesante, nosotros sí lo pensamos”.
Es una idea, tan original como el blog que cuelga en The Guardian, donde da voz bajo condición de anonimato a algunos de los protagonistas de la crisis financiera. Es su actual obsesión, después de años de periodismo de batalla entre El Cairo, Beirut, Ramala, Bagdad… De esa vivencia, la de un reportero paracaidista en la zona más caliente del planeta, nació con un tono muy crítico hacia los medios el libro Hello everybody (Península). “La gente ve a alguien en Siria y cree que lo sabe todo”, explica el periodista holandés, “y yo he sido esa persona y no sabía nada; esa es una gran historia”.
Tan grande como la del caballero que mata al dragón para rescatar a la princesa. Un relato que le gusta para hablar del buen periodismo. “Es una historia que funcionó muy bien en el cristianismo durante 2.000 años”, dice, “pero no hemos contado la perspectiva del dragón o de la princesa; la arquitectura del cerebro humano necesita un protagonista”.
Fuente: El País.
Ni caso al zumo. Raro es que el vaso no haya volado con los aspavientos con los que acompaña su reflexión, meditada, sin improvisación, de cosecha propia. Joris Luyendijk (Ámsterdam, 1971), periodista y escritor, anda como Pedro por su casa en el mundillo del símil. Compara y compara hasta su conclusión. Aquí va una: para Luyendijk, los medios deberían atraer a su público como lo hacen Greenpeace o los partidos políticos en EE UU. Según imagina él, “si quieres salvar a las ballenas, paga 100 euros; si quieres que salga elegido Obama, dame 100 dólares”. Y si quieres mejor información, apoquina por ello.
Elige sentarse junto a su interlocutor. Prueba a meterse en una charla de tú a tú, con los ojos bien abiertos, en lugar de responder y responder… Vuelve al ejemplo de Greenpeace: “Mi idea es que la información no es un producto, es un bien, es educación”, afirma el hoy columnista del diario británico The Guardian. “Si no se pueden privatizar unos juzgados”, señala Luyendijk, “tampoco el periodismo ético”. Pero pide un cambio de paradigma: “Hasta ahora, los periódicos han trabajado en el mundo de McDonald’s, es decir, no te damos una hamburguesa si no pagas por ella”.
El holandés, invitado a la apertura del Hay Festival de Segovia, atento este año a la crisis del periodismo, tiene una alternativa: “¿Podría yo atraer a gente que quiere mejorar la opinión pública?”, se pregunta. Piensa que sí y pronto lo probará en su país natal. El ejemplo que coge es el siguiente: imaginemos que los profesores españoles no están contentos con la información sobre educación; imaginemos que un grupo de periodistas quiere mejorarla con un presupuesto de 100.000 euros para un año (entrevistas, soportes, salarios…). ¿Y ahora qué? “Ahora necesitaría 1.000 personas”, prosigue Luyendijk, “capaces de darme 100 euros cada una”. “Si las hay, este es mi número de cuenta”. Y si no, la información seguirá siendo accesible y gratuita como antaño, pero ya sin ese esfuerzo periodístico enfocado; sin esa acción made in Greenpeace dirigida a un objetivo.
Pero el plan puede tener fisuras y ante esto, Luyendijk, descamisado, grande y casi encajado en la silla, se para. Se toma cuatro segundos y resuelve lo siguiente: ¿Y si el tema es relevante solo para el periodista? “Tendríamos una suerte de Congreso de donantes que financien aquello de lo que quieren saber más y un Senado de gente propia que diga ‘aunque usted no crea que esto es interesante, nosotros sí lo pensamos”.
Es una idea, tan original como el blog que cuelga en The Guardian, donde da voz bajo condición de anonimato a algunos de los protagonistas de la crisis financiera. Es su actual obsesión, después de años de periodismo de batalla entre El Cairo, Beirut, Ramala, Bagdad… De esa vivencia, la de un reportero paracaidista en la zona más caliente del planeta, nació con un tono muy crítico hacia los medios el libro Hello everybody (Península). “La gente ve a alguien en Siria y cree que lo sabe todo”, explica el periodista holandés, “y yo he sido esa persona y no sabía nada; esa es una gran historia”.
Tan grande como la del caballero que mata al dragón para rescatar a la princesa. Un relato que le gusta para hablar del buen periodismo. “Es una historia que funcionó muy bien en el cristianismo durante 2.000 años”, dice, “pero no hemos contado la perspectiva del dragón o de la princesa; la arquitectura del cerebro humano necesita un protagonista”.
Fuente: El País.
Más de 800 millones de personas pasan hambre en el mundo. La cifra es una mejora respecto a los 868 millones que carecían de alimentos hace dos años
El presidente de la FAO: "Con un último esfuerzo [...] podemos llegar a los Objetivos del Milenio"
El crecimiento de los países en desarrollo y la inversión en agricultura, claves en el avance
15,7 millones de personas pasan hambre en los países desarrollados
Cerca de 842 millones de personas —el 12% de la población mundial— sufrieron hambre crónica entre 2011 y 2013 al carecer de alimentos suficientes para llevar una vida activa y saludable, según un informe publicado hoy por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La cifra supone un avance respecto a los 868 millones de personas que carecían de alimentos entre 2010 y 2012. "Con un último esfuerzo en el próximo par de años, todavía podemos llegar a la meta de los Objetivos del Milenio", ha expresado el director del organismo, José Graziano da Silva.
El informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI) presentado en Roma se elabora anualmente por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Según se extrae, la gran mayoría de personas que pasan hambre viven en países en desarrollo, pero unos 15,7 millones lo hacen en los desarrollados. "El constante crecimiento económico en los países en desarrollo ha mejorado los ingresos y el acceso a los alimentos", se indica.
La mejora en la disponibilidad de la comida se debe a un repunte reciente en el crecimiento de la productividad agrícola, apoyado por el aumento de la inversión pública y el renovado interés de los inversores privados en la agricultura. "Las políticas destinadas a mejorar la productividad agrícola y aumentar la disponibilidad de alimentos [...] pueden lograr la reducción del hambre, aun cuando la pobreza está muy extendida", dice el informe.
Además, en algunos países, como Bangladés y Tayikistán, las remesas de los inmigrantes desempeñan un papel destacado en la reducción de la pobreza y contribuyen a impulsar las inversiones productivas de los pequeños agricultores.
A pesar de los progresos realizados en todo el mundo, persisten diferencias en la reducción del hambre. El África subsahariana ha obtenido solo progresos modestos en los últimos años y sigue siendo "la región con la prevalencia más alta de subalimentación" y se calcula que uno de cada cuatro africanos (el 24,8%) sufre hambre, se señala.
Tampoco se observaron avances recientes en Asia occidental, mientras que el sur de Asia y el norte de África conocieron un lento progreso, se advierte. En la mayoría de los países de Asia Oriental, Sudeste asiático y América Latina se produjeron reducciones más importantes en el número de hambrientos y la prevalencia de la subalimentación.
Desde 1990 a 1992, el número total de personas subalimentadas en los países en desarrollo se ha reducido en un 17%, de 995,5 a 826,6 millones, según el informe. Aunque de forma desigual, en el documento se destaca que las regiones en desarrollo en su conjunto han hecho progresos significativos para alcanzar el objetivo de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre para 2015.
Esta meta se acordó internacionalmente dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Si la disminución media anual desde 1990 continúa al mismo ritmo hasta 2015, la prevalencia de la subalimentación alcanzará un nivel cercano a la meta de los ODM sobre el hambre.
Un objetivo más ambicioso establecido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996, el de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre para el año 2015, no podrá cumplirse a nivel global, a pesar de que 22 países lo lograron ya a finales de 2012.
En el informe se subraya que el crecimiento económico es la clave para el progreso en la reducción del hambre, pero no puede llevar a más y mejores empleos e ingresos para todos, a menos que las políticas se dirijan específicamente a los pobres, especialmente en las zonas rurales.
"En los países pobres, la reducción del hambre y de la pobreza solo se logrará con un crecimiento que no solo sea sostenido, sino que también sea ampliamente compartido", según el SOFI. El informe sobre el hambre de la ONU no solo mide el hambre crónica, sino que presenta un nuevo conjunto de indicadores para todos los países para captar las múltiples dimensiones de la inseguridad alimentaria.
En algunos países, por ejemplo, la prevalencia del hambre puede ser baja, mientras que al mismo tiempo las tasas de subalimentación pueden ser muy altas, como lo demuestra la proporción de niños con retraso del crecimiento o con falta de peso, cuya salud y desarrollo futuro se ponen en riesgo. Estas distinciones son importantes para mejorar la eficacia de las medidas para reducir el hambre y la inseguridad alimentaria en todas sus dimensiones.
Las conclusiones y recomendaciones del SOFI 2013 serán debatidas por representantes de los Gobiernos, la sociedad civil y el sector privado en una reunión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial que tendrá lugar del 7 al 11 de octubre en la sede de la FAO en Roma.
El informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI) presentado en Roma se elabora anualmente por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Según se extrae, la gran mayoría de personas que pasan hambre viven en países en desarrollo, pero unos 15,7 millones lo hacen en los desarrollados. "El constante crecimiento económico en los países en desarrollo ha mejorado los ingresos y el acceso a los alimentos", se indica.
La mejora en la disponibilidad de la comida se debe a un repunte reciente en el crecimiento de la productividad agrícola, apoyado por el aumento de la inversión pública y el renovado interés de los inversores privados en la agricultura. "Las políticas destinadas a mejorar la productividad agrícola y aumentar la disponibilidad de alimentos [...] pueden lograr la reducción del hambre, aun cuando la pobreza está muy extendida", dice el informe.
Además, en algunos países, como Bangladés y Tayikistán, las remesas de los inmigrantes desempeñan un papel destacado en la reducción de la pobreza y contribuyen a impulsar las inversiones productivas de los pequeños agricultores.
A pesar de los progresos realizados en todo el mundo, persisten diferencias en la reducción del hambre. El África subsahariana ha obtenido solo progresos modestos en los últimos años y sigue siendo "la región con la prevalencia más alta de subalimentación" y se calcula que uno de cada cuatro africanos (el 24,8%) sufre hambre, se señala.
Tampoco se observaron avances recientes en Asia occidental, mientras que el sur de Asia y el norte de África conocieron un lento progreso, se advierte. En la mayoría de los países de Asia Oriental, Sudeste asiático y América Latina se produjeron reducciones más importantes en el número de hambrientos y la prevalencia de la subalimentación.
Desde 1990 a 1992, el número total de personas subalimentadas en los países en desarrollo se ha reducido en un 17%, de 995,5 a 826,6 millones, según el informe. Aunque de forma desigual, en el documento se destaca que las regiones en desarrollo en su conjunto han hecho progresos significativos para alcanzar el objetivo de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre para 2015.
Esta meta se acordó internacionalmente dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Si la disminución media anual desde 1990 continúa al mismo ritmo hasta 2015, la prevalencia de la subalimentación alcanzará un nivel cercano a la meta de los ODM sobre el hambre.
Un objetivo más ambicioso establecido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996, el de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre para el año 2015, no podrá cumplirse a nivel global, a pesar de que 22 países lo lograron ya a finales de 2012.
En el informe se subraya que el crecimiento económico es la clave para el progreso en la reducción del hambre, pero no puede llevar a más y mejores empleos e ingresos para todos, a menos que las políticas se dirijan específicamente a los pobres, especialmente en las zonas rurales.
"En los países pobres, la reducción del hambre y de la pobreza solo se logrará con un crecimiento que no solo sea sostenido, sino que también sea ampliamente compartido", según el SOFI. El informe sobre el hambre de la ONU no solo mide el hambre crónica, sino que presenta un nuevo conjunto de indicadores para todos los países para captar las múltiples dimensiones de la inseguridad alimentaria.
En algunos países, por ejemplo, la prevalencia del hambre puede ser baja, mientras que al mismo tiempo las tasas de subalimentación pueden ser muy altas, como lo demuestra la proporción de niños con retraso del crecimiento o con falta de peso, cuya salud y desarrollo futuro se ponen en riesgo. Estas distinciones son importantes para mejorar la eficacia de las medidas para reducir el hambre y la inseguridad alimentaria en todas sus dimensiones.
Las conclusiones y recomendaciones del SOFI 2013 serán debatidas por representantes de los Gobiernos, la sociedad civil y el sector privado en una reunión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial que tendrá lugar del 7 al 11 de octubre en la sede de la FAO en Roma.
Empleo sacará del fondo de reserva otros 6.148 millones para pagar las pensiones. Las estrecheces que está sufriendo el sistema obliga a echar mano de nuevo de la hucha
En julio ya tuvo que extraer 4.500 millones de este fondo para abonar la paga extra
Desde que el PP ha tomado posesión ha empleado 23.631 millones del Fondo, la llamada hucha de las pensiones; y hasta 2016, los números rojos de la Seguridad Social sumarán 36.500 millones. Y a este presente negro económico, hay que sumar un sombrío horizonte demográfico. "En 2050, tres de cada 10 españoles serán mayores de 65 años".
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha anunciado este martes que en los próximos tres meses se van a sacar del Fondo de Reserva, la conocida como hucha de las pensiones, 6.148 millones de euros para hacer frente al pago de pensiones ante las estrecheces financieras que está sufriendo el sistema. En julio ya tuvo que usar 4.500 millones de esta hucha para abonar la paga extra de verano.
Báñez ha hecho este anuncio en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados, donde ha explicado la reforma de pensiones que propone para introducir el factor de sostenibilidad (adecuar las pensiones a la esperanza de vida) y un nuevo índice de revalorización. Lo que plantea Empleo es que, si hay crisis económica, las pensiones suban el 0,25%, como está previsto que suceda en 2014, mientras que si la situación es de bonanza se revaloricen el 0,25% más el IPC.
El Gobierno ya recurrió en 2012 a 11.683 millones de euros de los fondos de la Seguridad Social (4.680 millones de euros del Fondo de Prevención y Rehabilitación y 7.003 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social). Era la primera vez que un Gobierno hacía uso del fondo de reserva.
Fuente: El País.
NOTA: Con los 4.500 millones ya sacados del Fondo de Reserva, más los 6.148 millones de ahora, van ya 10.648 millones. Así, manteniendo esta tendencia y no se ve ninguna intención de modificarla, pronto no habrá para pagar las pensiones. Si a esta realidad le sumamos el aumento del déficit que ya está en el 100% y cuyos intereses se llevan los bancos, ¿A dónde nos dirigimos? No creo que sea difícil preverlo, de aquí la urgencia y necesidad de otra política... y hay alternativas.
Entrevista con Miguel Pajares autor de "Cautivas" "La magnitud que en España tiene la prostitución puede relacionarse con la magnitud del crimen organizado, el dinero negro y la economía sumergida”
Corina Tulbure
Rebelión
Acabas de publicar la novela Cautivas, una ficción sobre la trata de mujeres basada en hechos reales y has leído el testimonio de muchas víctimas. ¿Cuáles son las principales causas que empujan a las mujeres hacia las redes de explotación sexual?
Los motivos son variados, pero la pobreza es una causa muy importante. En los años ‘90, la pobreza en los países del antiguo bloque comunista alcanzó enormes dimensiones, y, en esa situación, muchas jóvenes se dejaban engañar fácilmente con promesas de paraísos. Además, el crimen organizado alcanzó también mucha importancia. La combinación de ambas cosas derivó en la expansión explosiva de la trata de mujeres. Las víctimas de trata proceden también de otros países, como algunos países asiáticos o centroafricanos; en ellos también se conjuran la pobreza y el crimen organizado.
¿Hay mujeres que caen en la redes de trata por no tener los papeles?
Puede haberlas, pero creo que lo que más se detecta es la existencia de mujeres que han sido traídas por redes de trata y que, una vez aquí, viven sin documentación. Es decir, la irregularidad es posterior al sometimiento.
¿Cuáles son los problemas de una víctima a la hora de denunciar?
Este es un aspecto clave para las organizaciones que luchan contra la trata de mujeres. La mayoría de las víctimas no denuncian por miedo. Ellas creen que si denuncian se enfrentan a la posibilidad de que su familia sufra represalias en el lugar de origen. Por otra parte, el Estado (español, en nuestro caso) no ha puesto los medios necesarios para facilitar esas denuncias: no tenemos un sistema de testigos protegidos muy bien establecido. El único avance que se produjo hace unos años fue la introducción en la legislación de un artículo que dice que si la mujer denuncia, y tal denuncia sirve para encausar a los tratantes, se le concederá el permiso de residencia. Pero yo creo que esto es muy insuficiente: a las víctimas de trata se les debería abrir mucho más las puertas de la obtención de la residencia y del asilo.
Muchas de las mujeres que salen de los pisos en los que estaban secuestradas o de un CIE no tienen un domicilio, ¿no vuelven a caer en las redes?
Puede ser, pero también pueden ser detectadas por alguna entidad y derivadas a las ONG que atienden este tipo de situaciones. Hay organizaciones dedicadas a luchar contra la trata y a atender a las víctimas que tienen pisos en los que las pueden acoger. Tu comentario sobre las mujeres que salen de los CIE también merece una reflexión: ¿Cómo es posible que una víctima de explotación sexual sea encerrada en un Centro de Internamiento para Extranjeros? Ésta es una buena pregunta para reflexionar. Muestra que para la policía es más importante que ella no tenga papeles de residencia que el hecho de que sea una víctima de trata sexual. Es del todo inaceptable.
Tu libro empieza con la frase “escaparse de las redes de explotación sexual es sólo el principio…”. Una vez a salvo de las redes, ¿cuáles son las mayores dificultades de las mujeres? ¿Volverán a ser las mismas?
Permíteme que primero te aclare que esa frase que aparece bajo el título en la portada del libro a lo que hace referencia es a la trama criminal que se narra en la novela, por tanto, no tiene nada que ver con lo que me has preguntado. Sin embargo, tu pregunta es muy importante: ¿cuáles son las dificultades de una mujer que ha sido liberada de una situación de esclavitud sexual? Son muchas y su recuperación puede ser muy lenta; necesita atención psicológica y apoyo material. Por suerte, esto lo hacen algunas organizaciones, pero muchas de las víctimas que no son detectadas, pueden vivir después arrastrando graves problemas psíquicos y de adaptación a su medio social.
Existe una real inserción en la sociedad, ¿o se pasa de la explotación a la precariedad?
En muchos casos es así, sobre todo, cuando son mujeres extranjeras que después de liberadas siguen viviendo en el país al que las trajeron. Algunas consiguen el permiso de residencia, pero otras no. En cualquier caso, la precariedad es lo que espera a la mayoría de ellas.
¿Existe un sistema legal de protección de las víctimas, una vez se encuentren fuera de las redes de trata?
En España, durante 2011 y 2012 estuvo vigente el Plan Integral de Lucha contra la Trata y se plantearon algunos mecanismos de protección. Pero ese plan no se ha renovado después, y tales mecanismos son hoy en día muy insuficientes. No podemos decir que haya un buen sistema legal de protección de las víctimas, y lo cierto es que las organizaciones que trabajan en este campo están exigiendo que se apruebe una Ley Integral de lucha contra la trata. Esta exigencia, coincide, por otra parte, con lo requerido por la directiva europea de lucha contra la trata. España está incumpliendo esa directiva porque no ha hecho su transposición a nuestras leyes, y el plazo de transposición acabó el 6 de abril de 2013.
Según la Asociación para la Prevención y Reinserción de la Mujer Prostituida, España es el primer país en Europa en cuanto a la magnitud del fenómeno de la prostitución. ¿A qué se debe esta estadística?
La verdad es que yo no he estudiado el fenómeno de la prostitución en sí, lo que he estudiado es la prostitución forzada, es decir, la trata de mujeres. De todas formas, la magnitud que en España tiene la prostitución puede tener algo que ver con la también enorme magnitud del crimen organizado, el dinero negro y la economía sumergida. Supongo que mucho de ese dinero se ha invertido en prostíbulos, pero lo cierto es que no tengo datos.
A la vista de esta estadística, ¿por qué no existe una legislación de lucha contra la trata? A quien más favorece este silencio legislativo, dado que en los medios se habla de mafias de procedencia extranjera, pero las mafias están aquí porque existe gente autóctona que colabora.
Esa es la pregunta que se hacen las organizaciones que trabajan en la lucha contra la trata y, como te dije, están exigiendo una Ley Integral. Pero desde el poder no se le da mucha importancia a este fenómeno y quizá la sociedad tampoco. Puede ser que el hecho de que la mayoría de las mujeres que sufren este crimen sean extranjeras es lo que hace que la sociedad mire hacia otro lado. Por otra parte, es cierto que las mafias que se enriquecen con este crimen están compuestas por gentes de variada procedencia, y a veces se ha detectado que había policías y políticos colaborando con las organizaciones criminales.
¿Qué te parecen las medidas legislativas de otros países, como Suecia por ejemplo, que persigue a los clientes?
Esta pregunta hace referencia estrictamente al tema de la prostitución. Lo que en Suecia se penaliza no es la prostitución forzada sino la prostitución en sí. Y, como te he comentado, no es un tema sobre el que yo haya querido definirme en mi novela. Sabrás que hay una polémica muy fuerte, incluso dentro del feminismo, entre las organizaciones que hacen una clara distinción entre la prostitución voluntaria y la forzada, y las que consideran que toda prostitución ha de ser erradicada, abolida.
Miguel Pajares es autor de varios libros sobre el fenómeno de la inmigración y es presidente de CEAR Cataluña. Acaba de publicar la novela Cautivas en la Plataforma editorial, novela que narra la vida de mujeres inmigrantes victimas de trata.
Acabas de publicar la novela Cautivas, una ficción sobre la trata de mujeres basada en hechos reales y has leído el testimonio de muchas víctimas. ¿Cuáles son las principales causas que empujan a las mujeres hacia las redes de explotación sexual?
Los motivos son variados, pero la pobreza es una causa muy importante. En los años ‘90, la pobreza en los países del antiguo bloque comunista alcanzó enormes dimensiones, y, en esa situación, muchas jóvenes se dejaban engañar fácilmente con promesas de paraísos. Además, el crimen organizado alcanzó también mucha importancia. La combinación de ambas cosas derivó en la expansión explosiva de la trata de mujeres. Las víctimas de trata proceden también de otros países, como algunos países asiáticos o centroafricanos; en ellos también se conjuran la pobreza y el crimen organizado.
¿Hay mujeres que caen en la redes de trata por no tener los papeles?
Puede haberlas, pero creo que lo que más se detecta es la existencia de mujeres que han sido traídas por redes de trata y que, una vez aquí, viven sin documentación. Es decir, la irregularidad es posterior al sometimiento.
¿Cuáles son los problemas de una víctima a la hora de denunciar?
Este es un aspecto clave para las organizaciones que luchan contra la trata de mujeres. La mayoría de las víctimas no denuncian por miedo. Ellas creen que si denuncian se enfrentan a la posibilidad de que su familia sufra represalias en el lugar de origen. Por otra parte, el Estado (español, en nuestro caso) no ha puesto los medios necesarios para facilitar esas denuncias: no tenemos un sistema de testigos protegidos muy bien establecido. El único avance que se produjo hace unos años fue la introducción en la legislación de un artículo que dice que si la mujer denuncia, y tal denuncia sirve para encausar a los tratantes, se le concederá el permiso de residencia. Pero yo creo que esto es muy insuficiente: a las víctimas de trata se les debería abrir mucho más las puertas de la obtención de la residencia y del asilo.
Muchas de las mujeres que salen de los pisos en los que estaban secuestradas o de un CIE no tienen un domicilio, ¿no vuelven a caer en las redes?
Puede ser, pero también pueden ser detectadas por alguna entidad y derivadas a las ONG que atienden este tipo de situaciones. Hay organizaciones dedicadas a luchar contra la trata y a atender a las víctimas que tienen pisos en los que las pueden acoger. Tu comentario sobre las mujeres que salen de los CIE también merece una reflexión: ¿Cómo es posible que una víctima de explotación sexual sea encerrada en un Centro de Internamiento para Extranjeros? Ésta es una buena pregunta para reflexionar. Muestra que para la policía es más importante que ella no tenga papeles de residencia que el hecho de que sea una víctima de trata sexual. Es del todo inaceptable.
Tu libro empieza con la frase “escaparse de las redes de explotación sexual es sólo el principio…”. Una vez a salvo de las redes, ¿cuáles son las mayores dificultades de las mujeres? ¿Volverán a ser las mismas?
Permíteme que primero te aclare que esa frase que aparece bajo el título en la portada del libro a lo que hace referencia es a la trama criminal que se narra en la novela, por tanto, no tiene nada que ver con lo que me has preguntado. Sin embargo, tu pregunta es muy importante: ¿cuáles son las dificultades de una mujer que ha sido liberada de una situación de esclavitud sexual? Son muchas y su recuperación puede ser muy lenta; necesita atención psicológica y apoyo material. Por suerte, esto lo hacen algunas organizaciones, pero muchas de las víctimas que no son detectadas, pueden vivir después arrastrando graves problemas psíquicos y de adaptación a su medio social.
Existe una real inserción en la sociedad, ¿o se pasa de la explotación a la precariedad?
En muchos casos es así, sobre todo, cuando son mujeres extranjeras que después de liberadas siguen viviendo en el país al que las trajeron. Algunas consiguen el permiso de residencia, pero otras no. En cualquier caso, la precariedad es lo que espera a la mayoría de ellas.
¿Existe un sistema legal de protección de las víctimas, una vez se encuentren fuera de las redes de trata?
En España, durante 2011 y 2012 estuvo vigente el Plan Integral de Lucha contra la Trata y se plantearon algunos mecanismos de protección. Pero ese plan no se ha renovado después, y tales mecanismos son hoy en día muy insuficientes. No podemos decir que haya un buen sistema legal de protección de las víctimas, y lo cierto es que las organizaciones que trabajan en este campo están exigiendo que se apruebe una Ley Integral de lucha contra la trata. Esta exigencia, coincide, por otra parte, con lo requerido por la directiva europea de lucha contra la trata. España está incumpliendo esa directiva porque no ha hecho su transposición a nuestras leyes, y el plazo de transposición acabó el 6 de abril de 2013.
Según la Asociación para la Prevención y Reinserción de la Mujer Prostituida, España es el primer país en Europa en cuanto a la magnitud del fenómeno de la prostitución. ¿A qué se debe esta estadística?
La verdad es que yo no he estudiado el fenómeno de la prostitución en sí, lo que he estudiado es la prostitución forzada, es decir, la trata de mujeres. De todas formas, la magnitud que en España tiene la prostitución puede tener algo que ver con la también enorme magnitud del crimen organizado, el dinero negro y la economía sumergida. Supongo que mucho de ese dinero se ha invertido en prostíbulos, pero lo cierto es que no tengo datos.
A la vista de esta estadística, ¿por qué no existe una legislación de lucha contra la trata? A quien más favorece este silencio legislativo, dado que en los medios se habla de mafias de procedencia extranjera, pero las mafias están aquí porque existe gente autóctona que colabora.
Esa es la pregunta que se hacen las organizaciones que trabajan en la lucha contra la trata y, como te dije, están exigiendo una Ley Integral. Pero desde el poder no se le da mucha importancia a este fenómeno y quizá la sociedad tampoco. Puede ser que el hecho de que la mayoría de las mujeres que sufren este crimen sean extranjeras es lo que hace que la sociedad mire hacia otro lado. Por otra parte, es cierto que las mafias que se enriquecen con este crimen están compuestas por gentes de variada procedencia, y a veces se ha detectado que había policías y políticos colaborando con las organizaciones criminales.
¿Qué te parecen las medidas legislativas de otros países, como Suecia por ejemplo, que persigue a los clientes?
Esta pregunta hace referencia estrictamente al tema de la prostitución. Lo que en Suecia se penaliza no es la prostitución forzada sino la prostitución en sí. Y, como te he comentado, no es un tema sobre el que yo haya querido definirme en mi novela. Sabrás que hay una polémica muy fuerte, incluso dentro del feminismo, entre las organizaciones que hacen una clara distinción entre la prostitución voluntaria y la forzada, y las que consideran que toda prostitución ha de ser erradicada, abolida.
Miguel Pajares es autor de varios libros sobre el fenómeno de la inmigración y es presidente de CEAR Cataluña. Acaba de publicar la novela Cautivas en la Plataforma editorial, novela que narra la vida de mujeres inmigrantes victimas de trata.
Sobrevivientes de trata cuestionan que la ONU proponga legalizar la prostitución
Lucy Westcott
IPS
El largo debate sobre cómo regular el trabajo sexual llegó a un punto de ruptura entre la ONU y organizaciones que combaten la trata de personas. Estas creen que el foro mundial debe revisar su posición, reflejada en dos informes que promueven la despenalización de todos los aspectos de la prostitución.
“Cuando vimos los reportes nos preocupamos”, dijo Lauren Hersh, directora de la oficina neoyorquina de Igualdad Ya, que lidera la campaña pública lanzada la penúltima semana de septiembre.
“Es atroz que haya agencias de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que reclamen mantener los burdeles”, declaró a IPS.
La coalición, integrada por 98 organizaciones, pide a la entidad multilateral que revise los informes, publicados el año pasado, para que reflejen las experiencias de sobrevivientes de la prostitución y para incluir una gama más amplia de puntos de vista sobre el impacto de legalizar la industria del sexo.
Los reportes en cuestión son dos. Uno de ellos, “Sex Work and the Law in Asia and the Pacific” (El trabajo sexual y la ley en Asia Pacífico), fue respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida). El segundo, “El VIH y la ley: Riesgos, derechos y salud”, fue publicado por la Comisión Global sobre VIH y Derecho del PNUD.
Ambos se centran en reducir el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y la enfermedad que causa, el sida, protegiendo simultáneamente los derechos de quienes trabajan en la prostitución.
Las sobrevivientes de trata sexual dicen que es imperativo abordar la demanda que mantiene vivo el negocio de la prostitución, y que eso no está adecuadamente abordado en los informes.
Ante un pedido de declaraciones, un portavoz del PNUD señaló que los reportes examinan los problemas del trabajo sexual a través de los lentes específicos de la epidemia del VIH, y que condenan fuertemente el tráfico sexual.
“El PNUD defiende y promueve el respeto de los derechos humanos para todos, especialmente los más excluidos y marginados. El informe ‘Sex Work and the Law…’ distingue claramente entre trabajo sexual adulto consensuado y trata humana con fines de explotación sexual”, dijo el portavoz.
Fuentes del UNFPA y de Onusida dijeron a IPS que la declaración del PNUD refleja de modo preciso la posición de sus agencias.
Los estudios también proponen la despenalización de la industria sexual como una forma de promover la capacidad de las personas que se prostituyen de negociar el uso de condones. Pero Igualdad Ya señala que el apremio económico es el que ejerce presión para mantener relaciones sexuales sin preservativo, pues a menudo los clientes ofrecen más dinero para que así sea.
Si las mujeres son esclavizadas o controladas por un proxeneta, tienen menos capacidad de insistir en el uso de profilácticos.
En un comunicado, el PNUD señaló que la penalización del trabajo sexual aumenta la vulnerabilidad ante el VIH y limita el acceso a los preservativos y a los servicios de salud sexual.
Pero Hersh cree que “a menudo son los proxenetas y los clientes quienes dictan el uso de condones, porque las mujeres pueden obtener más dinero no usándolos”.
Hersh enfatizó que la coalición no intenta perjudicar los esfuerzos de la campaña contra el VIH/sida. Igualdad Ya lleva casi un año llegando a la ONU a través de canales internos, inclusive mediante el envío de una carta firmada por más de 80 organizaciones a Michel Sidibé, el director ejecutivo de Onusida.
La prostitución es legal en muchos países, entre ellos Suiza. Hace poco se instalaron en Zurich “cabinas sexuales” para promover la seguridad de las prostitutas. Pero la situación sigue siendo dura para hombres y mujeres en estados que legalizan o despenalizan la prostitución, según Igualdad Ya.
“Uno de los principales problemas es que los informes no incluyeron consultas a nuestros socios en el terreno, particularmente a organizaciones lideradas por sobrevivientes”, dijo Hersh a IPS.
Stella Marr, directora ejecutiva y cofundadora de la organización internacional Sex Trafficking Survivors United, es una sobreviviente de la explotación sexual. Fue cooptada a los 20 años y ejerció la prostitución durante una década.
“Si no abordamos la demanda, siempre habrá tráfico”, dijo Marr a IPS. Los informes de la ONU la “entristecen”, agregó.
Marr cree que la mejor solución es el modelo nórdico, que penaliza la compra de sexo pero despenaliza la práctica de la prostitución.
Ella abandonó la prostitución cuando un cliente le ofreció ayuda y un lugar seguro para vivir durante dos años. No conoce a nadie más a quien le haya ocurrido algo así.
“El hecho de que yo haya salido no significa que fui fuerte. Fui afortunada”, dijo Marr.
Las voces de las sobrevivientes de la industria del sexo no se escuchan tan fuerte como las de quienes siguen en la actividad, por la vergüenza que las persigue, dijo Rachel Moran, integrante y fundadora de Survivors of Prostitution-Abuse Calling for Enlightenment (SPACE) International, que fue prostituida entre los 15 y los 22 años.
Otra faceta de los informes que Igualdad Ya quiere abordar es la definición de “trata” que da la ONU. En el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, del foro mundial, los estados miembro acordaron una definición amplia, que refleja una variedad de experiencias vividas por sobrevivientes de la explotación sexual.
Los informes de la ONU de 2012 recomiendan acotar y reelaborar la definición, lo que podría significar que muchas personas que fueron sometidas ya no sean consideradas víctimas y que los traficantes no sean responsabilizados.
“Entiendo que es difícil… Hay que tener una manera de ayudar a la gente a salir de esa vida”, dijo Marr.
“Necesitan ser reconocidas como víctimas de trata… No creemos que nadie lo elija”, añadió.
Con todo, Igualdad Ya es optimista en relación a próximos documentos, y pone como ejemplo un estudio de Asia-Pacífico, recientemente lanzado por el PNUD, el UNFPA y ONU Mujeres, según el cual la compra de sexo en la región está fuertemente asociada a las violaciones y a la violencia sexual generalizada contra las mujeres.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2013/09/sobrevivientes-del-trafico-sexual-cuestionan-a-la-onu/
El largo debate sobre cómo regular el trabajo sexual llegó a un punto de ruptura entre la ONU y organizaciones que combaten la trata de personas. Estas creen que el foro mundial debe revisar su posición, reflejada en dos informes que promueven la despenalización de todos los aspectos de la prostitución.
“Cuando vimos los reportes nos preocupamos”, dijo Lauren Hersh, directora de la oficina neoyorquina de Igualdad Ya, que lidera la campaña pública lanzada la penúltima semana de septiembre.
“Es atroz que haya agencias de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que reclamen mantener los burdeles”, declaró a IPS.
La coalición, integrada por 98 organizaciones, pide a la entidad multilateral que revise los informes, publicados el año pasado, para que reflejen las experiencias de sobrevivientes de la prostitución y para incluir una gama más amplia de puntos de vista sobre el impacto de legalizar la industria del sexo.
Los reportes en cuestión son dos. Uno de ellos, “Sex Work and the Law in Asia and the Pacific” (El trabajo sexual y la ley en Asia Pacífico), fue respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida). El segundo, “El VIH y la ley: Riesgos, derechos y salud”, fue publicado por la Comisión Global sobre VIH y Derecho del PNUD.
Ambos se centran en reducir el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y la enfermedad que causa, el sida, protegiendo simultáneamente los derechos de quienes trabajan en la prostitución.
Las sobrevivientes de trata sexual dicen que es imperativo abordar la demanda que mantiene vivo el negocio de la prostitución, y que eso no está adecuadamente abordado en los informes.
Ante un pedido de declaraciones, un portavoz del PNUD señaló que los reportes examinan los problemas del trabajo sexual a través de los lentes específicos de la epidemia del VIH, y que condenan fuertemente el tráfico sexual.
“El PNUD defiende y promueve el respeto de los derechos humanos para todos, especialmente los más excluidos y marginados. El informe ‘Sex Work and the Law…’ distingue claramente entre trabajo sexual adulto consensuado y trata humana con fines de explotación sexual”, dijo el portavoz.
Fuentes del UNFPA y de Onusida dijeron a IPS que la declaración del PNUD refleja de modo preciso la posición de sus agencias.
Los estudios también proponen la despenalización de la industria sexual como una forma de promover la capacidad de las personas que se prostituyen de negociar el uso de condones. Pero Igualdad Ya señala que el apremio económico es el que ejerce presión para mantener relaciones sexuales sin preservativo, pues a menudo los clientes ofrecen más dinero para que así sea.
Si las mujeres son esclavizadas o controladas por un proxeneta, tienen menos capacidad de insistir en el uso de profilácticos.
En un comunicado, el PNUD señaló que la penalización del trabajo sexual aumenta la vulnerabilidad ante el VIH y limita el acceso a los preservativos y a los servicios de salud sexual.
Pero Hersh cree que “a menudo son los proxenetas y los clientes quienes dictan el uso de condones, porque las mujeres pueden obtener más dinero no usándolos”.
Hersh enfatizó que la coalición no intenta perjudicar los esfuerzos de la campaña contra el VIH/sida. Igualdad Ya lleva casi un año llegando a la ONU a través de canales internos, inclusive mediante el envío de una carta firmada por más de 80 organizaciones a Michel Sidibé, el director ejecutivo de Onusida.
La prostitución es legal en muchos países, entre ellos Suiza. Hace poco se instalaron en Zurich “cabinas sexuales” para promover la seguridad de las prostitutas. Pero la situación sigue siendo dura para hombres y mujeres en estados que legalizan o despenalizan la prostitución, según Igualdad Ya.
“Uno de los principales problemas es que los informes no incluyeron consultas a nuestros socios en el terreno, particularmente a organizaciones lideradas por sobrevivientes”, dijo Hersh a IPS.
Stella Marr, directora ejecutiva y cofundadora de la organización internacional Sex Trafficking Survivors United, es una sobreviviente de la explotación sexual. Fue cooptada a los 20 años y ejerció la prostitución durante una década.
“Si no abordamos la demanda, siempre habrá tráfico”, dijo Marr a IPS. Los informes de la ONU la “entristecen”, agregó.
Marr cree que la mejor solución es el modelo nórdico, que penaliza la compra de sexo pero despenaliza la práctica de la prostitución.
Ella abandonó la prostitución cuando un cliente le ofreció ayuda y un lugar seguro para vivir durante dos años. No conoce a nadie más a quien le haya ocurrido algo así.
“El hecho de que yo haya salido no significa que fui fuerte. Fui afortunada”, dijo Marr.
Las voces de las sobrevivientes de la industria del sexo no se escuchan tan fuerte como las de quienes siguen en la actividad, por la vergüenza que las persigue, dijo Rachel Moran, integrante y fundadora de Survivors of Prostitution-Abuse Calling for Enlightenment (SPACE) International, que fue prostituida entre los 15 y los 22 años.
Otra faceta de los informes que Igualdad Ya quiere abordar es la definición de “trata” que da la ONU. En el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, del foro mundial, los estados miembro acordaron una definición amplia, que refleja una variedad de experiencias vividas por sobrevivientes de la explotación sexual.
Los informes de la ONU de 2012 recomiendan acotar y reelaborar la definición, lo que podría significar que muchas personas que fueron sometidas ya no sean consideradas víctimas y que los traficantes no sean responsabilizados.
“Entiendo que es difícil… Hay que tener una manera de ayudar a la gente a salir de esa vida”, dijo Marr.
“Necesitan ser reconocidas como víctimas de trata… No creemos que nadie lo elija”, añadió.
Con todo, Igualdad Ya es optimista en relación a próximos documentos, y pone como ejemplo un estudio de Asia-Pacífico, recientemente lanzado por el PNUD, el UNFPA y ONU Mujeres, según el cual la compra de sexo en la región está fuertemente asociada a las violaciones y a la violencia sexual generalizada contra las mujeres.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2013/09/sobrevivientes-del-trafico-sexual-cuestionan-a-la-onu/
La siesta después del almuerzo ayuda a los niños en su aprendizaje
Una siesta de una hora después del almuerzo podría estimular la actividad cerebral de los niños y ayudarlos en sus procesos de aprendizaje, señaló un estudio realizado en Estados Unidos.
Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst, que estudiaron 40 niños, indicaron que pareciera que una siesta ayuda a los niños de entre 3 y 5 años a recordar mucho mejor las lecciones preescolares.
Los hallazgos fueron publicados en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de las Ciencias).
El beneficio de la siesta se extiende a la tarde, después de la siesta, y al día siguiente.
De acuerdo con los autores del estudio, los resultados sugieren que las siestas son clave en la consolidación de la memoria y en el aprendizaje temprano.
Cuando a los niños se les permitió tomar una siesta después del almuerzo, sus desempeños en tareas de ubicación visual y espacial mejoraron significativamente durante la tarde y al día siguiente en comparación con los niños que no pudieron tomarse la siesta.
Tras la siesta, los niños recordaron 10% más información que lo que evocaron cuando se quedaron despiertos.
Un monitorio cercano de otros 14 niños -que ingresaron al laboratorio del sueño de los investigadores- reveló el proceso cerebral durante el sueño.
Cuando los niños se tomaron la siesta, experimentaron una creciente actividad en regiones del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la asimilación de nueva información.
Rebecca Spencer, quien dirigió el estudio, indicó: "Esencialmente somos los primeros en reportar evidencia de que las siestas son importantes para niños en edad preescolar".
Fuente: BBC.
Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst, que estudiaron 40 niños, indicaron que pareciera que una siesta ayuda a los niños de entre 3 y 5 años a recordar mucho mejor las lecciones preescolares.
Los hallazgos fueron publicados en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de las Ciencias).
El beneficio de la siesta se extiende a la tarde, después de la siesta, y al día siguiente.
De acuerdo con los autores del estudio, los resultados sugieren que las siestas son clave en la consolidación de la memoria y en el aprendizaje temprano.
Cuando a los niños se les permitió tomar una siesta después del almuerzo, sus desempeños en tareas de ubicación visual y espacial mejoraron significativamente durante la tarde y al día siguiente en comparación con los niños que no pudieron tomarse la siesta.
Tras la siesta, los niños recordaron 10% más información que lo que evocaron cuando se quedaron despiertos.

Cuando los niños se tomaron la siesta, experimentaron una creciente actividad en regiones del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la asimilación de nueva información.
Rebecca Spencer, quien dirigió el estudio, indicó: "Esencialmente somos los primeros en reportar evidencia de que las siestas son importantes para niños en edad preescolar".
Fuente: BBC.
lunes, 30 de septiembre de 2013
Pretty Woman - El grave problema de la prostitución
ODETE SANTOS
Y si hay cuestiones que nos hacen decir que el mundo está al revés, uno de ellas es, sin duda, "la prostitución".
Con la ayuda de la industria del cine de color rosa a través de la película Pretty Woman (1) , incluso se nos lleva a pensar que la prostitución es algo hermoso, romántico ... ¡Viva la libertad de las mujeres para ejercer la prostitución!, ya que con el tiempo se convierte en una nueva Cenicienta hecha en la globalización neoliberal.
En nombre de la libertad
De hecho, los proxenetas, los ahora considerados empresarios o "emprendedores", vocabulario aprendido rápidamente de los neoliberales y a hablar del derecho de las mujeres a vender su cuerpo poniéndolo al servicio del placer de los hombres.
Pero el cuerpo humano no está en venta, no pueden ser objeto de comercio. El cuerpo humano en los diferentes estadios de su constitución y desarrollo no puede ser patentado y luego ser sometidos a cualquier tipo de negocio.
De hecho, en un asunto relacionado con los derechos humanos de las mujeres, es necesario que no dejamos introducir este nuevo giro del idioma supuestamente a favor de las mujeres y sus derechos.
Nos dicen que, además, de la prostitución forzada, será una opción voluntaria para las mujeres mayores que han decidido libremente poner en el comercio legal su cuerpo y tienen el derecho de hacer lo que su cuerpo necesita.
Lamenta que las mujeres como Elisabeth Badinter (filósofa francesas) han abrazado la idea que es tan errónea como afirmar que la prostitución es la profesión más antigua del mundo.
Tomando casos verdaderamente excepcionales como el retratado en la película Belle de Jour, de Buñuel (2), la prostitución, dicha voluntaria, siempre existe el uso de cualquier mujer vulnerable. Por lo tanto, a pesar del hecho de que el documento final de la Conferencia de Beijing expresamente condenan la prostitución forzada, la verdad es que la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo Adicional en Materia de Trata de Mujeres y Niños, firmada en Palermo en el año 2000 no adopta ese plazo y no se refiere explícitamente a aplicar a la trata de mujeres consentimiento para eludir así la responsabilidad penal de los autores, y apunta a la tipificación del delito y la existencia de cualquier tipo de vulnerabilidad.
Dicho sea de paso, ya firmada la Convención de Nueva York el 21 de marzo de 1950, a raíz de una serie de convenios de la Liga de las Naciones, que nacían para castigar o desenmascarar la inducida por los efectos de la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento y quienes explotan la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento.
La mayoría de las partes de acuerdo en que los signatarios de la Convención fueron a castigar a cualquier persona que realizaba, dirigía o con conocimiento para financiar una casa de prostitución o contribuir a dicha financiación, o los que consciente en tomar, total o parcialmente, una propiedad u otro lugar con el propósito de la prostitución ajena.
La mayoría fueron a que ratifiquen la Convención para castigar cualquier intento de tráfico o la totalidad de preparación o actuación de la misma y abolir todas las prácticas legales, reglamentarias y administrativas que se requiere para inscribirse en registros especiales tiene especial o documentos conforme a excepcionales condiciones de supervisión o de la notificación, las personas que se entregan o asumen caer en la prostitución.
¿Las trabajadoras del sexo?
Era posible llegar a las convenciones siguientes con campañas abolicionistas que propugnaban la despenalización de la prostitución y el castigo de los que tomaron ventaja de la prostitución ajena (proxenetas). También era posible llegar allí debido a que dos años antes había sido adoptada la Declaración de los Derechos Humanos. En la marea de garantías para los seres humanos, la solución obvia es la de suprimir el proxenetismo considerando a las prostitutas explotadas.
Hoy, sin embargo, los tiempos son diferentes. Estamos en tiempo de perdida de los derechos y las amenazas graves a la dignidad humana.
No es de extrañar por eso que hoy estamos en plena campaña para que la prostitución está regulada.
Se habla hoy de las víctimas de la prostitución como si se tratara de "trabajadores sexuales" y los proxenetas como empresarios y hombres de negocios.
Pero las actividades sexuales no pueden ser considerados como un trabajo.
El trabajo originalmente hizo posible la transformación de un cerebro de mono en el cerebro humano.
El trabajo explica el paso al ser humano vertical, decisivo para el paso del mono al hombre.
El trabajo es lo que hizo posible el desarrollo de la sociedad.
"Y ya nos encontramos diferencia características entre el grupo de los monos y la sociedad humana? El trabajo".
(...) "El desarrollo del trabajo necesariamente contribuyó a fortalecer los lazos entre los miembros de la sociedad, se multiplican los casos de asistencia mutua, la cooperación y el bien común cada vez más claro en la conciencia individual de la utilidad de esta cooperación." (3)
Ahora, no se reconocerá ninguna de estas características de la actividad ejercida por las víctimas de la prostitución.
Lo que reconoce y explica esta nueva forma de ver la prostitución es la mercantilización de las relaciones sociales, es el resultado de neoliberalismo.
Como afirma Richard Poulin, profesor de sociología en la Universidad de Ottava, el triunfo del neoliberalismo en los años 80 permitió acelerar la mercantilización de las relaciones sociales que se tradujo en un aumento considerable de las industrias del sexo y el refuerzo de su legitimidad.
Y llegar al mismo descaro del Sur de donde parte la idea de la prostitución como estrategias para el desarrollo de los países.
E incluso para el pago de la deuda de los Estados de Asia y África, el Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial insta a los Estados a desarrollar estas industrias de "diversión", sacrificando así a las mujeres.
La prostitución es violencia
La situación es muy preocupante. Debido a la prostitución florece alrededor la delincuencia organizada, la trata de seres humanos, los crímenes muy violentos como asesinatos en serie, la corrupción.
La OIT estima en 2,45 millones de personas las que son objeto de trata con fines de explotación sexual.
En los Países Bajos, el 80% de las trabajadoras sexuales son de origen extranjero, el 70% de los cuales son indocumentados.
Es conocido por el ejemplo holandés, la regulación de la prostitución no detiene la prostitución ilegal y aumenta la propia prostitución infantil.
La alcaldía de Amsterdam finalmente decidió cerrar su barrio rojo, ya que, según Karina Schaapman, ex prostituta y actual concejal municipal, la situación se volvió incontrolable.
Paraíso para los traficantes de personas, las zonas de prostitución en los Países Bajos ha influido, finalmente, en el aumento de la prostitución infantil.
De acuerdo con organizaciones de derechos del niño con sede en Amsterdam, los niños que se prostituían pasaron de 4.000 en 1996 a 15.000 en 2001.
El calvario de las mujeres explotadas sexualmente es evidente en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el proceso contra Rusia y Chipre, el 7 de enero de 2010.
Era una mujer joven rusa que no quiso seguir trabajando en un cabaret en Chipre, después de salir de este cabaret, para el que había sido contratado como "artista", fue entregada por la policía al propietario de este cabaret y encontró la muerte en circunstancias sin investigar adecuadamente por la policía chipriota, precipitándose al suelo cayendo de una planta 5.
La prostitución es de hecho una actividad de alto riesgo.
Y ahí nos encontramos incluso los asesinatos en serie, algunos de los cuales se hizo famoso por matar mujeres, incluso trabajando en burdeles, dónde se afirma que tienen más seguridad y eso se alega para perseguirlas en las calles y propugnar la legalización de los burdeles.
En los Países Bajos fueron asesinadas 50 mujeres entre 1992 y 2004 dentro de los prostíbulos existentes.
No se entiende bien la decisión, en 2010 de Himel, Juez de la Corte Suprema de Ontario para invalidar algunas de las disposiciones legales relativas a la prostitución con el argumento de que violaba la Carta Canadiense de Derechos y Libertades. El juez sostuvo que la prohibición de los prostíbulos y el sistema de comunicación utilizado por las prostitutas, y los paseos, buscaron la seguridad y poner en peligro la vida de las prostitutas
Pero lo que realmente pone en peligro la vida de las mujeres y las niñas son los proxenetas que utilizan contra ellas la violencia extrema para mantenerlas totalmente sumisas.
Por cierto, dos de los tres autores del caso decidido por el juez Himel eran proxenetas.
Víctimas
Afirmar que "La prostitución es la profesión más antigua del mundo", es falso. No hay ningún hecho histórico que permita tal afirmación.
Y no se puede considera una profesión hacer de esclavos en los tiempos modernos. Seguramente hay otras maneras de asegurar los derechos. En primer lugar el difícil camino de la libertad condicional. Pero también la búsqueda de otras respuestas, que hay en Canadá, donde los derechos sociales están vinculados a la ciudadanía y el lugar de residencia y no el trabajo.
No es legalizando la expresión más violenta del patriarcado (pero tal vez, quién sabe, como castigan a los clientes en Suecia) que vamos a lograr la igualdad, el fin de la discriminación, en suma, lo que en Suecia se llama "Mujeres de Paz".
Notas.
( 1) Título de una película muy romántica sobre una prostituta, protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts
( 2 ) Belle de Jour es una mujer de la nobleza que se prostituye sólo por buscar el placer por una formación incorrecta de su sexualidad.
( 3 ) El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, extraído de La Dialéctica de la Naturaleza y Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Engels, 1876.
ODETE SANTOS
Y si hay cuestiones que nos hacen decir que el mundo está al revés, uno de ellas es, sin duda, "la prostitución".
Con la ayuda de la industria del cine de color rosa a través de la película Pretty Woman (1) , incluso se nos lleva a pensar que la prostitución es algo hermoso, romántico ... ¡Viva la libertad de las mujeres para ejercer la prostitución!, ya que con el tiempo se convierte en una nueva Cenicienta hecha en la globalización neoliberal.
En nombre de la libertad
De hecho, los proxenetas, los ahora considerados empresarios o "emprendedores", vocabulario aprendido rápidamente de los neoliberales y a hablar del derecho de las mujeres a vender su cuerpo poniéndolo al servicio del placer de los hombres.
Pero el cuerpo humano no está en venta, no pueden ser objeto de comercio. El cuerpo humano en los diferentes estadios de su constitución y desarrollo no puede ser patentado y luego ser sometidos a cualquier tipo de negocio.
De hecho, en un asunto relacionado con los derechos humanos de las mujeres, es necesario que no dejamos introducir este nuevo giro del idioma supuestamente a favor de las mujeres y sus derechos.
Nos dicen que, además, de la prostitución forzada, será una opción voluntaria para las mujeres mayores que han decidido libremente poner en el comercio legal su cuerpo y tienen el derecho de hacer lo que su cuerpo necesita.
Lamenta que las mujeres como Elisabeth Badinter (filósofa francesas) han abrazado la idea que es tan errónea como afirmar que la prostitución es la profesión más antigua del mundo.
Tomando casos verdaderamente excepcionales como el retratado en la película Belle de Jour, de Buñuel (2), la prostitución, dicha voluntaria, siempre existe el uso de cualquier mujer vulnerable. Por lo tanto, a pesar del hecho de que el documento final de la Conferencia de Beijing expresamente condenan la prostitución forzada, la verdad es que la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo Adicional en Materia de Trata de Mujeres y Niños, firmada en Palermo en el año 2000 no adopta ese plazo y no se refiere explícitamente a aplicar a la trata de mujeres consentimiento para eludir así la responsabilidad penal de los autores, y apunta a la tipificación del delito y la existencia de cualquier tipo de vulnerabilidad.
Dicho sea de paso, ya firmada la Convención de Nueva York el 21 de marzo de 1950, a raíz de una serie de convenios de la Liga de las Naciones, que nacían para castigar o desenmascarar la inducida por los efectos de la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento y quienes explotan la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento.
La mayoría de las partes de acuerdo en que los signatarios de la Convención fueron a castigar a cualquier persona que realizaba, dirigía o con conocimiento para financiar una casa de prostitución o contribuir a dicha financiación, o los que consciente en tomar, total o parcialmente, una propiedad u otro lugar con el propósito de la prostitución ajena.
La mayoría fueron a que ratifiquen la Convención para castigar cualquier intento de tráfico o la totalidad de preparación o actuación de la misma y abolir todas las prácticas legales, reglamentarias y administrativas que se requiere para inscribirse en registros especiales tiene especial o documentos conforme a excepcionales condiciones de supervisión o de la notificación, las personas que se entregan o asumen caer en la prostitución.
¿Las trabajadoras del sexo?
Era posible llegar a las convenciones siguientes con campañas abolicionistas que propugnaban la despenalización de la prostitución y el castigo de los que tomaron ventaja de la prostitución ajena (proxenetas). También era posible llegar allí debido a que dos años antes había sido adoptada la Declaración de los Derechos Humanos. En la marea de garantías para los seres humanos, la solución obvia es la de suprimir el proxenetismo considerando a las prostitutas explotadas.
Hoy, sin embargo, los tiempos son diferentes. Estamos en tiempo de perdida de los derechos y las amenazas graves a la dignidad humana.
No es de extrañar por eso que hoy estamos en plena campaña para que la prostitución está regulada.
Se habla hoy de las víctimas de la prostitución como si se tratara de "trabajadores sexuales" y los proxenetas como empresarios y hombres de negocios.
Pero las actividades sexuales no pueden ser considerados como un trabajo.
El trabajo originalmente hizo posible la transformación de un cerebro de mono en el cerebro humano.
El trabajo explica el paso al ser humano vertical, decisivo para el paso del mono al hombre.
El trabajo es lo que hizo posible el desarrollo de la sociedad.
"Y ya nos encontramos diferencia características entre el grupo de los monos y la sociedad humana? El trabajo".
(...) "El desarrollo del trabajo necesariamente contribuyó a fortalecer los lazos entre los miembros de la sociedad, se multiplican los casos de asistencia mutua, la cooperación y el bien común cada vez más claro en la conciencia individual de la utilidad de esta cooperación." (3)
Ahora, no se reconocerá ninguna de estas características de la actividad ejercida por las víctimas de la prostitución.
Lo que reconoce y explica esta nueva forma de ver la prostitución es la mercantilización de las relaciones sociales, es el resultado de neoliberalismo.
Como afirma Richard Poulin, profesor de sociología en la Universidad de Ottava, el triunfo del neoliberalismo en los años 80 permitió acelerar la mercantilización de las relaciones sociales que se tradujo en un aumento considerable de las industrias del sexo y el refuerzo de su legitimidad.
Y llegar al mismo descaro del Sur de donde parte la idea de la prostitución como estrategias para el desarrollo de los países.
E incluso para el pago de la deuda de los Estados de Asia y África, el Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial insta a los Estados a desarrollar estas industrias de "diversión", sacrificando así a las mujeres.
La prostitución es violencia
La situación es muy preocupante. Debido a la prostitución florece alrededor la delincuencia organizada, la trata de seres humanos, los crímenes muy violentos como asesinatos en serie, la corrupción.
La OIT estima en 2,45 millones de personas las que son objeto de trata con fines de explotación sexual.
En los Países Bajos, el 80% de las trabajadoras sexuales son de origen extranjero, el 70% de los cuales son indocumentados.
Es conocido por el ejemplo holandés, la regulación de la prostitución no detiene la prostitución ilegal y aumenta la propia prostitución infantil.
La alcaldía de Amsterdam finalmente decidió cerrar su barrio rojo, ya que, según Karina Schaapman, ex prostituta y actual concejal municipal, la situación se volvió incontrolable.
Paraíso para los traficantes de personas, las zonas de prostitución en los Países Bajos ha influido, finalmente, en el aumento de la prostitución infantil.
De acuerdo con organizaciones de derechos del niño con sede en Amsterdam, los niños que se prostituían pasaron de 4.000 en 1996 a 15.000 en 2001.
El calvario de las mujeres explotadas sexualmente es evidente en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el proceso contra Rusia y Chipre, el 7 de enero de 2010.
Era una mujer joven rusa que no quiso seguir trabajando en un cabaret en Chipre, después de salir de este cabaret, para el que había sido contratado como "artista", fue entregada por la policía al propietario de este cabaret y encontró la muerte en circunstancias sin investigar adecuadamente por la policía chipriota, precipitándose al suelo cayendo de una planta 5.
La prostitución es de hecho una actividad de alto riesgo.
Y ahí nos encontramos incluso los asesinatos en serie, algunos de los cuales se hizo famoso por matar mujeres, incluso trabajando en burdeles, dónde se afirma que tienen más seguridad y eso se alega para perseguirlas en las calles y propugnar la legalización de los burdeles.
En los Países Bajos fueron asesinadas 50 mujeres entre 1992 y 2004 dentro de los prostíbulos existentes.
No se entiende bien la decisión, en 2010 de Himel, Juez de la Corte Suprema de Ontario para invalidar algunas de las disposiciones legales relativas a la prostitución con el argumento de que violaba la Carta Canadiense de Derechos y Libertades. El juez sostuvo que la prohibición de los prostíbulos y el sistema de comunicación utilizado por las prostitutas, y los paseos, buscaron la seguridad y poner en peligro la vida de las prostitutas
Pero lo que realmente pone en peligro la vida de las mujeres y las niñas son los proxenetas que utilizan contra ellas la violencia extrema para mantenerlas totalmente sumisas.
Por cierto, dos de los tres autores del caso decidido por el juez Himel eran proxenetas.
Víctimas
Afirmar que "La prostitución es la profesión más antigua del mundo", es falso. No hay ningún hecho histórico que permita tal afirmación.
Y no se puede considera una profesión hacer de esclavos en los tiempos modernos. Seguramente hay otras maneras de asegurar los derechos. En primer lugar el difícil camino de la libertad condicional. Pero también la búsqueda de otras respuestas, que hay en Canadá, donde los derechos sociales están vinculados a la ciudadanía y el lugar de residencia y no el trabajo.
No es legalizando la expresión más violenta del patriarcado (pero tal vez, quién sabe, como castigan a los clientes en Suecia) que vamos a lograr la igualdad, el fin de la discriminación, en suma, lo que en Suecia se llama "Mujeres de Paz".
Notas.
( 1) Título de una película muy romántica sobre una prostituta, protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts
( 2 ) Belle de Jour es una mujer de la nobleza que se prostituye sólo por buscar el placer por una formación incorrecta de su sexualidad.
( 3 ) El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, extraído de La Dialéctica de la Naturaleza y Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Engels, 1876.
ODETE SANTOS
Entra en el Sáhara por primera vez una delegación española sin permiso previo. El PP y el PSOE se descolgaron del grupo que viajó a El Aaiún. Les acompaña la activista saharaui Aminatú Haidar
Compromís, Joan Josep Baldoví, en conversación telefónica. “El problema es que los activistas saharauis no quieren venir hasta aquí a visitarnos porque temen a los policías que están dentro y fuera del hotel. Así que no tendremos más remedio que salir a su encuentro”, ha avisado.
La delegación está integrada por Jokin Bizdarratz (PNV), Jon Iñarritu (Amaiur) y Joan Josep Baldovi (Compromís) y encabezada por Joan Josep Nuet, de IU-La Izquierda Plural. Ningún diputado del PP, del PSOE ni de CiU se sumó a ella pese a que participan en el Intergrupo Parlamentario de Amistad con el Sáhara Occidental.
En un primer momento dos diputadas populares se apuntaron al viaje, pero después se dieron de baja. La visita a El Aaiún fue aprobada por el intergrupo parlamentario en respuesta a una petición que formuló la activista Aminatú Haidar. La reunión con el colectivo saharaui de defensa de los derechos humanos, que preside Haidar, figura en la agenda de la delegación española. Los parlamentarios tienen previsto, además, entrevistarse con la asociación saharaui de víctimas de violaciones de derechos humanos, que encabeza el activista Brahim Dahan, y con los responsables de la Minurso, el contingente de la ONU desplegado en la antigua colonia. “Queremos vernos con todas las partes”, explicó Nuet, “y por eso solicitamos también cita con el wali [gobernador] de El Aaiún, Khalil Dkhil, pero este nos pidió que tramitáramos la entrevista con él a través del Ministerio del Interior en Rabat”. No lo hicieron.
El cambio de actitud de Rabat —que, por primera vez, autoriza una visita no pactada de antemano con los ministerios de Exteriores e Interior marroquíes— hace presagiar que en los próximos meses otras muchas delegaciones parlamentarias europeas, nacionales y autonómicas van a intentar a su vez visitar ese territorio hasta ahora vetado.
A lo largo de este mes la diplomacia marroquí ha sufrido dos reveses con relación al conflicto del Sáhara. La Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo aprobó, el 24 de septiembre, un informe sobre los derechos humanos en ese territorio y en el Sahel en el que pide para el “pueblo saharaui (…) la libertad de expresión y el derecho a manifestarse de forma pacífica”.
También “condena” la expulsión por Rabat, en marzo pasado, de cuatro diputados de la Eurocámara que querían visitar el Sáhara, entre ellos el español Willy Meyer.
La semana anterior el Departamento de Estado remitió al Congreso de Estados Unidos otro informe crítico sobre las iniciativas del Gobierno de Marruecos con relación a los derechos humanos en el Sáhara.
Fuente: El País.
La delegación está integrada por Jokin Bizdarratz (PNV), Jon Iñarritu (Amaiur) y Joan Josep Baldovi (Compromís) y encabezada por Joan Josep Nuet, de IU-La Izquierda Plural. Ningún diputado del PP, del PSOE ni de CiU se sumó a ella pese a que participan en el Intergrupo Parlamentario de Amistad con el Sáhara Occidental.
En un primer momento dos diputadas populares se apuntaron al viaje, pero después se dieron de baja. La visita a El Aaiún fue aprobada por el intergrupo parlamentario en respuesta a una petición que formuló la activista Aminatú Haidar. La reunión con el colectivo saharaui de defensa de los derechos humanos, que preside Haidar, figura en la agenda de la delegación española. Los parlamentarios tienen previsto, además, entrevistarse con la asociación saharaui de víctimas de violaciones de derechos humanos, que encabeza el activista Brahim Dahan, y con los responsables de la Minurso, el contingente de la ONU desplegado en la antigua colonia. “Queremos vernos con todas las partes”, explicó Nuet, “y por eso solicitamos también cita con el wali [gobernador] de El Aaiún, Khalil Dkhil, pero este nos pidió que tramitáramos la entrevista con él a través del Ministerio del Interior en Rabat”. No lo hicieron.
El cambio de actitud de Rabat —que, por primera vez, autoriza una visita no pactada de antemano con los ministerios de Exteriores e Interior marroquíes— hace presagiar que en los próximos meses otras muchas delegaciones parlamentarias europeas, nacionales y autonómicas van a intentar a su vez visitar ese territorio hasta ahora vetado.
A lo largo de este mes la diplomacia marroquí ha sufrido dos reveses con relación al conflicto del Sáhara. La Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo aprobó, el 24 de septiembre, un informe sobre los derechos humanos en ese territorio y en el Sahel en el que pide para el “pueblo saharaui (…) la libertad de expresión y el derecho a manifestarse de forma pacífica”.
También “condena” la expulsión por Rabat, en marzo pasado, de cuatro diputados de la Eurocámara que querían visitar el Sáhara, entre ellos el español Willy Meyer.
La semana anterior el Departamento de Estado remitió al Congreso de Estados Unidos otro informe crítico sobre las iniciativas del Gobierno de Marruecos con relación a los derechos humanos en el Sáhara.
Fuente: El País.
Cómo perdonar al asesino de un ser querido
Naveena Kottoor BBC
El momento en que un asesino sale de la cárcel puede ser traumático para la familia de la víctima. Sin embargo, para el estadounidense Bill Pelke la liberación de la asesina de su abuela este año fue diferente. No sólo la ha perdonado, sino que quiere ayudarla a empezar una nueva vida. ¿Cómo son las personas capaces de perdonar un crimen como ese?
Caía la tarde en mayo, 1985. Bill Pelke estaba en casa de su novia cuando recibió una llamada telefónica de su cuñado.
"Habían apuñalado a Nana hasta matarla", recuerda Pelke ante los micrófonos de la BBC.
"La casa había sido saqueada. Mi padre encontró el cuerpo".
Su abuela, Ruth Pelke, una maestra de la Biblia de 78 años de edad, había sido asesinada en su casa por cuatro adolescentes.
Al día siguiente Pelke estaba en la peluquería, preparándose para el funeral, cuando se enteró de que las arrestaron.
"Me sorprendió que cuatro niñas tan jóvenes pudieran estar involucradas", dice. "Tenía hijos de la misma edad".
Tres de las chicas recibieron largas penas de prisión, de 25 a 60 años. Una de ellas, Paula Cooper, considerada como la líder del grupo, fue condenada a muerte el 11 de julio de 1986.
Pelke asistió al juicio y la condena de Paula Cooper, y en ese momento le pareció que la pena de muerte era una sentencia adecuada.
Sin embargo, 18 meses después de la muerte de su abuela, empezó a reconsiderarlo.
"Profundo alivio" Bill Pelke
"La ejecución no es la solución", es el lema de Bill Pelke.
"Me imaginaba a Nana masacrada en el suelo del comedor, ese comedor en el que mi familia solía reunirse en Pascua, Acción de Gracias y Navidad... no soportaba pensar en eso", recuerda.
Pero Pelke comenzó a preguntarse qué impacto iba a tener en la familia de la adolescente la pena de muerte, particularmente en el abuelo de Cooper, que asistió al juicio y a quien Pelke había visto estallar en llanto cuando la sentencia fue dictada.
"Mi abuela no habría querido que este anciano presenciara la muerte de su nieta", asegura. "Todos en el noroeste de Indiana querían que Paula Cooper muriera. A mi Nana le habría horrorizado tanta ira".
Pelke estaba cada vez más convencido de que su abuela -una cristiana devota- habría sentido amor y compasión por Cooper y hubiera querido que alguien de la familia sintiera lo mismo.
"Cuando me dejé conmover por la compasión y el perdón, dejé de imaginarme a Nana muerta, la recordaba viva. Algo formidable había sucedido dentro de mí".
Pelke dice que su decisión de perdonar le hizo sentir "profundamente aliviado".
Perdón por perdonar
La familia Pelke
Sin embargo, para algunos miembros de su familia fue difícil aceptar su decisión, particularmente para el padre de Pelke, quien había encontrado el cuerpo sin vida de su madre y había testificado en la corte.
"No le gustó para nada", dice. "Tuvimos una relación tensa durante años, pero después mi padre me perdonó por perdonar a Paula Cooper".
Pelke decidió reunirse con Cooper en la cárcel, pero pasaron ocho años antes de que las autoridades se lo permitieran: el día de Acción de Gracias de 1994.
"Entré y le di un abrazo", relata Pelke. Luego miró a Cooper a los ojos y le dijo que la había perdonado.
A pesar de que se escribieron cartas semanales y de que la visitó 15 veces en la prisión, Pelke nunca le ha preguntado a Cooper sobre el crimen.
"Sé que no hay respuesta buena", declara.
"¿Cómo pudiste hacerme esto?"
Juntar a los autores de un crimen con las víctimas puede traer beneficios para ambas partes, le dice a la BBC Howard Zehr, profesor de Justicia Restaurativa de la Universidad Menonita del Este en Harrisonburg, Virginia, que ha facilitado cientos de este tipo de reuniones.
Además de que el delincuente ve el impacto en las personas que fueron afectadas, las reuniones a menudo reducen el trauma y las víctimas de la violencia severa reportan regularmente un alto nivel de satisfacción, revela.
"Las víctimas están a menudo atrapadas en su experiencia", explica Zehr. "Las reuniones les permitan obtener respuestas y dejar lo ocurrido atrás".
Uno de los encuentros más memorables para Zehr fue cuando un hombre que había cometido 14 agresiones sexuales a mujeres menores de 18 años, conoció a su última víctima.
"Ella lo confrontó con la pregunta: '¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Me robaste la infancia!'", recuerda Zehr.
"El pederasta dijo que por primera vez comprendió qué había hecho. La mujer no lo perdonó, pero esa experiencia dejó de ser la dominante en su vida".
No obstante, Zehr insta encarecidamente a las víctimas que quieran reunirse con el delincuente a buscar el apoyo de un facilitador, que puede actuar como un "guardián".
"El éxito depende del nivel de preparación de ambos lados, y a veces puede tardar hasta un año", advierte.
"Como facilitador, hablo con ambas partes antes de la reunión, trato de que sean conscientes de la dinámica del trauma, así como de la posibilidad de que su expectativa no se cumpla. El autor puede no ser capaz de responder a las preguntas".
"El mundo al revés"
Familia White
Cathy White estaba embarazada cuando la secuestraron, la violaron y la mataron.
Veintisiete años después de la muerte brutal de su hija, la tejana Linda White todavía tiene interrogantes sobre el día en que fue asesinada.
En noviembre de 1986, Cathy White, una madre de 26 años de edad que estaba embarazada de su segundo hijo, fue secuestrada, violada y asesinada por dos chicos adolescentes.
Como Pelke, White finalmente encontró y perdonó a uno de los asesinos de su hija, pero el proceso tomó mucho más tiempo: casi 15 años.
"Para un padre, la pérdida de un hijo se siente como la cosa más injusta. Es el mundo al revés. El mundo ya no era tan agradable y me sentía impotente", le dice a la BBC.
Se unió a grupos de apoyo a las víctimas, pero encontró escaso consuelo en ellos.
"Nadie superaba nada -explica-. Seguían enojados y yo no quería seguir llena de amargura, no quería estar de duelo por el resto de mi vida".
White, quien tenía otros dos hijos, quedó a cargo de la hija de su hija asesinada, su nieta de cinco años de edad, a quien llevaba a terapia por la muerte de su madre.
Fue esa experiencia que la llevó a estudiar psicología, y más tarde a convertirse en una terapeuta de duelo.
Lo que sucedió y cómo
Linda White
Linda White tardó 15 años en perdonar al asesino de su hija.
Al ayudar a otras personas a lidiar con la pérdida y el dolor, White empezó a recuperar algo de control en su vida. En enero de 1997, decidió empezar a enseñar en la cárcel, una experiencia valiosa que la "curó", dice.
"Creo que la gente es más que lo peor que ha hecho".
Su experiencia de trabajo con los delincuentes en la cárcel dio lugar a una decisión aún más radical: reunirse con uno de los asesinos de su hija, Gary Brown.
"Nunca había visto ni una foto de él", cuenta.
Quería ver si era capaz de sentir compasión por él.
"Quería que la persona en la que yo me había convertido se reuniera con la persona en la que él se había convertido".
White y Ami, su nieta que para entonces tenía 18 años de edad, se reunieron con Brown en la cárcel en 2001 y conversaron durante todo el día.
"Me quedé asombrada por lo joven y vulnerable que parecía. Fue muy emocional", dice.
Para White uno de los momentos más difíciles fue escuchar el relato de lo que le sucedió a su hija antes de morir.
"Gary nos dijo exactamente lo que sucedió, cómo sucedió, la progresión de lo ocurrido. Fue difícil de escuchar, pero yo estaba preparada para ello".
Brown también le contó a White y su nieta que las últimas palabras de Cathy antes de que él la matara a tiros fueron: "Te perdono, y Dios también lo hará".
"Me quedé impresionada al oírlo", dice White.
"Estoy muy feliz de que esté libre"
Paula Cooper
Pelke quiere ayudarle en su nueva vida.
White se ha mantenido en contacto con Brown, que ahora está fuera de la cárcel y en libertad condicional. Planean usar su experiencia para guiar a "niños y adolescentes que van por el camino equivocado".
Además hay cosas que todavía quiere preguntarle a Brown acerca de esa noche en la que su hija fue asesinada.
"Todavía me pregunto cómo la noche descendió en la violencia. ¿Por qué la violaron? Los chicos no tenían un historial de violencia anterior", señala. "Cuando esté preparada para hacerlo quiero preguntárselo cara a cara".
A pesar de que le queden dudas pendientes, White piensa que haber conocido a Brown la ha mantenido cuerda.
"Si uno deja que el dolor se apodere de la vida, es como si el delito ocurriera una y otra vez. Uno termina enojado y amargado. Es como si la única relación que le queda con su ser querido es a través de la amargura", dice White.
"A veces la gente siente que el paso hacia la resolución de su dolor -o la curación de cualquier manera- es una deslealtad a la persona que fue asesinada, pero no lo es".
Al igual que Linda White, Bill Pelke quiere seguir en contacto con Paula Cooper, que fue liberada en junio, después de que su sentencia de muerte fuera anulada y su condena reducida gracias a su buen comportamiento en prisión.
Mientras estaba en la cárcel, Pelke hizo campaña para que la liberaran.
"Estoy muy feliz de que esté libre", dice.
Pelke sabe que hay un montón de gente que no lo entiende. Pero para él la decisión de perdonar le cambió la vida, y nunca se ha arrepentido.
"Si te aferras a la ira y el deseo de venganza, con el tiempo se convierte en un cáncer y te destruye", opina. "Hice lo correcto". Fuente: BBC
El momento en que un asesino sale de la cárcel puede ser traumático para la familia de la víctima. Sin embargo, para el estadounidense Bill Pelke la liberación de la asesina de su abuela este año fue diferente. No sólo la ha perdonado, sino que quiere ayudarla a empezar una nueva vida. ¿Cómo son las personas capaces de perdonar un crimen como ese?
Caía la tarde en mayo, 1985. Bill Pelke estaba en casa de su novia cuando recibió una llamada telefónica de su cuñado.
"Habían apuñalado a Nana hasta matarla", recuerda Pelke ante los micrófonos de la BBC.
"La casa había sido saqueada. Mi padre encontró el cuerpo".
Su abuela, Ruth Pelke, una maestra de la Biblia de 78 años de edad, había sido asesinada en su casa por cuatro adolescentes.
Al día siguiente Pelke estaba en la peluquería, preparándose para el funeral, cuando se enteró de que las arrestaron.
"Me sorprendió que cuatro niñas tan jóvenes pudieran estar involucradas", dice. "Tenía hijos de la misma edad".
Tres de las chicas recibieron largas penas de prisión, de 25 a 60 años. Una de ellas, Paula Cooper, considerada como la líder del grupo, fue condenada a muerte el 11 de julio de 1986.
Pelke asistió al juicio y la condena de Paula Cooper, y en ese momento le pareció que la pena de muerte era una sentencia adecuada.
Sin embargo, 18 meses después de la muerte de su abuela, empezó a reconsiderarlo.
"Profundo alivio" Bill Pelke
"La ejecución no es la solución", es el lema de Bill Pelke.
"Me imaginaba a Nana masacrada en el suelo del comedor, ese comedor en el que mi familia solía reunirse en Pascua, Acción de Gracias y Navidad... no soportaba pensar en eso", recuerda.
Pero Pelke comenzó a preguntarse qué impacto iba a tener en la familia de la adolescente la pena de muerte, particularmente en el abuelo de Cooper, que asistió al juicio y a quien Pelke había visto estallar en llanto cuando la sentencia fue dictada.
"Mi abuela no habría querido que este anciano presenciara la muerte de su nieta", asegura. "Todos en el noroeste de Indiana querían que Paula Cooper muriera. A mi Nana le habría horrorizado tanta ira".
Pelke estaba cada vez más convencido de que su abuela -una cristiana devota- habría sentido amor y compasión por Cooper y hubiera querido que alguien de la familia sintiera lo mismo.
"Cuando me dejé conmover por la compasión y el perdón, dejé de imaginarme a Nana muerta, la recordaba viva. Algo formidable había sucedido dentro de mí".
Pelke dice que su decisión de perdonar le hizo sentir "profundamente aliviado".
Perdón por perdonar
La familia Pelke
Sin embargo, para algunos miembros de su familia fue difícil aceptar su decisión, particularmente para el padre de Pelke, quien había encontrado el cuerpo sin vida de su madre y había testificado en la corte.
"No le gustó para nada", dice. "Tuvimos una relación tensa durante años, pero después mi padre me perdonó por perdonar a Paula Cooper".
Pelke decidió reunirse con Cooper en la cárcel, pero pasaron ocho años antes de que las autoridades se lo permitieran: el día de Acción de Gracias de 1994.
"Entré y le di un abrazo", relata Pelke. Luego miró a Cooper a los ojos y le dijo que la había perdonado.
A pesar de que se escribieron cartas semanales y de que la visitó 15 veces en la prisión, Pelke nunca le ha preguntado a Cooper sobre el crimen.
"Sé que no hay respuesta buena", declara.
"¿Cómo pudiste hacerme esto?"
Juntar a los autores de un crimen con las víctimas puede traer beneficios para ambas partes, le dice a la BBC Howard Zehr, profesor de Justicia Restaurativa de la Universidad Menonita del Este en Harrisonburg, Virginia, que ha facilitado cientos de este tipo de reuniones.
Además de que el delincuente ve el impacto en las personas que fueron afectadas, las reuniones a menudo reducen el trauma y las víctimas de la violencia severa reportan regularmente un alto nivel de satisfacción, revela.
"Las víctimas están a menudo atrapadas en su experiencia", explica Zehr. "Las reuniones les permitan obtener respuestas y dejar lo ocurrido atrás".
Uno de los encuentros más memorables para Zehr fue cuando un hombre que había cometido 14 agresiones sexuales a mujeres menores de 18 años, conoció a su última víctima.
"Ella lo confrontó con la pregunta: '¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Me robaste la infancia!'", recuerda Zehr.
"El pederasta dijo que por primera vez comprendió qué había hecho. La mujer no lo perdonó, pero esa experiencia dejó de ser la dominante en su vida".
No obstante, Zehr insta encarecidamente a las víctimas que quieran reunirse con el delincuente a buscar el apoyo de un facilitador, que puede actuar como un "guardián".
"El éxito depende del nivel de preparación de ambos lados, y a veces puede tardar hasta un año", advierte.
"Como facilitador, hablo con ambas partes antes de la reunión, trato de que sean conscientes de la dinámica del trauma, así como de la posibilidad de que su expectativa no se cumpla. El autor puede no ser capaz de responder a las preguntas".
"El mundo al revés"
Familia White
Cathy White estaba embarazada cuando la secuestraron, la violaron y la mataron.
Veintisiete años después de la muerte brutal de su hija, la tejana Linda White todavía tiene interrogantes sobre el día en que fue asesinada.
En noviembre de 1986, Cathy White, una madre de 26 años de edad que estaba embarazada de su segundo hijo, fue secuestrada, violada y asesinada por dos chicos adolescentes.
Como Pelke, White finalmente encontró y perdonó a uno de los asesinos de su hija, pero el proceso tomó mucho más tiempo: casi 15 años.
"Para un padre, la pérdida de un hijo se siente como la cosa más injusta. Es el mundo al revés. El mundo ya no era tan agradable y me sentía impotente", le dice a la BBC.
Se unió a grupos de apoyo a las víctimas, pero encontró escaso consuelo en ellos.
"Nadie superaba nada -explica-. Seguían enojados y yo no quería seguir llena de amargura, no quería estar de duelo por el resto de mi vida".
White, quien tenía otros dos hijos, quedó a cargo de la hija de su hija asesinada, su nieta de cinco años de edad, a quien llevaba a terapia por la muerte de su madre.
Fue esa experiencia que la llevó a estudiar psicología, y más tarde a convertirse en una terapeuta de duelo.
Lo que sucedió y cómo
Linda White
Linda White tardó 15 años en perdonar al asesino de su hija.
Al ayudar a otras personas a lidiar con la pérdida y el dolor, White empezó a recuperar algo de control en su vida. En enero de 1997, decidió empezar a enseñar en la cárcel, una experiencia valiosa que la "curó", dice.
"Creo que la gente es más que lo peor que ha hecho".
Su experiencia de trabajo con los delincuentes en la cárcel dio lugar a una decisión aún más radical: reunirse con uno de los asesinos de su hija, Gary Brown.
"Nunca había visto ni una foto de él", cuenta.
Quería ver si era capaz de sentir compasión por él.
"Quería que la persona en la que yo me había convertido se reuniera con la persona en la que él se había convertido".
White y Ami, su nieta que para entonces tenía 18 años de edad, se reunieron con Brown en la cárcel en 2001 y conversaron durante todo el día.
"Me quedé asombrada por lo joven y vulnerable que parecía. Fue muy emocional", dice.
Para White uno de los momentos más difíciles fue escuchar el relato de lo que le sucedió a su hija antes de morir.
"Gary nos dijo exactamente lo que sucedió, cómo sucedió, la progresión de lo ocurrido. Fue difícil de escuchar, pero yo estaba preparada para ello".
Brown también le contó a White y su nieta que las últimas palabras de Cathy antes de que él la matara a tiros fueron: "Te perdono, y Dios también lo hará".
"Me quedé impresionada al oírlo", dice White.
"Estoy muy feliz de que esté libre"
Paula Cooper
Pelke quiere ayudarle en su nueva vida.
White se ha mantenido en contacto con Brown, que ahora está fuera de la cárcel y en libertad condicional. Planean usar su experiencia para guiar a "niños y adolescentes que van por el camino equivocado".
Además hay cosas que todavía quiere preguntarle a Brown acerca de esa noche en la que su hija fue asesinada.
"Todavía me pregunto cómo la noche descendió en la violencia. ¿Por qué la violaron? Los chicos no tenían un historial de violencia anterior", señala. "Cuando esté preparada para hacerlo quiero preguntárselo cara a cara".
A pesar de que le queden dudas pendientes, White piensa que haber conocido a Brown la ha mantenido cuerda.
"Si uno deja que el dolor se apodere de la vida, es como si el delito ocurriera una y otra vez. Uno termina enojado y amargado. Es como si la única relación que le queda con su ser querido es a través de la amargura", dice White.
"A veces la gente siente que el paso hacia la resolución de su dolor -o la curación de cualquier manera- es una deslealtad a la persona que fue asesinada, pero no lo es".
Al igual que Linda White, Bill Pelke quiere seguir en contacto con Paula Cooper, que fue liberada en junio, después de que su sentencia de muerte fuera anulada y su condena reducida gracias a su buen comportamiento en prisión.
Mientras estaba en la cárcel, Pelke hizo campaña para que la liberaran.
"Estoy muy feliz de que esté libre", dice.
Pelke sabe que hay un montón de gente que no lo entiende. Pero para él la decisión de perdonar le cambió la vida, y nunca se ha arrepentido.
"Si te aferras a la ira y el deseo de venganza, con el tiempo se convierte en un cáncer y te destruye", opina. "Hice lo correcto". Fuente: BBC
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