José Saramago se vio con la muerte en la Navidad de 2007. Casi un año después, en Lisboa, me contaba ese encuentro con mucha serenidad, incluso con una cierta compasión por aquel personaje que había venido para llevárselo: "Que no me hablen de la muerte porque ya la conozco. De alguna forma ya la conozco". Y me explicó que la muerte se alimenta de palabras, les devora el tuétano, y el rastro que deja es un silencio mudo. La parte de su cuerpo que resistió fue el lenguaje, que lo mantenía vivo, en vilo, con una excitación germinal: "Me oía a mí mismo, y el humor con el que yo me comunicaba me sorprendía, me emocionaba".
Así que el lenguaje, la boca irónica de la literatura, lo levantó del suelo. Y ese plus, ese tiempo "de más", fue una conquista del humor de las palabras y un regalo para José, para quienes más le querían, y para nosotros. Algo había de parábola en lo sucedido. Samuel Beckett habló de "la muerte de las palabras". Las palabras que ya no quieren decir. La obra de Saramago tiene desde el inicio la condición de rescate. Él viajó al núcleo del silencio y se encontró con las "voces bajas" de la historia que todavía tenían mucho por decir. Como diría Vladimir, en Esperando a Godot: "Estar muertas no es bastante para ellas".
Me explicó que la muerte se alimenta de palabras, les devora el tuétano. No fue un escritor precoz. Tal vez porque dedicó tiempo a escuchar.
Poco antes de aquel episodio hospitalario, había coincidido con Saramago en la inauguración del Parque de la Memoria en Buenos Aires, a orillas del río de la Plata. Al recordarle, es allí donde lo veo. Su imagen más punzante. Amenazaba tormenta, con esa conciencia que a veces tiene la naturaleza de los dramas humanos. Él describió muchas veces esa implicación anímica del paisaje. Así, en el relato Desquite: "En la distancia la atmósfera temblaba".
En aquel memorial, cada nombre está escrito en el lomo de un libro de piedra. Saramago leía con el tacto de los ojos, como en braille, los nombres de los desaparecidos, muchos de ellos arrojados desde aviones militares al río. Allí estaba el hombre que había escrito Todos los nombres. Y aquella mirada noble expresaba la derrota de la humanidad. Decía como en el verso de Novoneyra: "Todo lo que le ha pasado al ser humano me ha pasado a mí".
En todo caso, él estaba allí, donde la atmósfera temblaba.
Los buenos sentimientos no garantizan una buena literatura. Eso era algo que Saramago tenía claro. Pero tal vez ayudan en la ortografía. Fue uno de los pocos triunfos que él experimentó de niño. Lo cuenta con alegría en Las pequeñas memorias. El que una maestra ensalzara su buena letra, ese primer trato con la palabra escrita. Como es sabido, no fue un autor precoz. Tal vez porque dedicó mucho tiempo a escuchar. Conocía sonidos que ya pocos distinguen. Hasta que tuvo "habitación propia", vivió en espacios muy pequeños, hacinados, donde no cabían los fantasmas, ni siquiera los navideños. Pero él oía por la noche a la costurera trabajar incansable detrás de las paredes. La costurera que se había quedado prisionera con su máquina por coser los domingos. Aquella máquina era la termita. Pero José aprendió a escuchar con la imaginación. La máquina de coser y la termita eran tan reales la una como la otra. Las palabras eran hilos que se ovillaban en la memoria. Un día tiró de un hilo suelto, lo liberó poco a poco, con la blandura caliente del lodo vivo, y descubrió que su cuerpo era un río: "Nadan peces en mi sangre y oscilan entre dos aguas / como las llamadas imprecisas de la memoria"."Las palabras sueñan que las nombramos", dice Carlos Oroza en un poema. Había muchos hilos sueltos, muchas palabras, muchas memorias proscritas esperando por José Saramago. No es casual que su primera gran obra se titulase Levantado do chão (Alzado del suelo). Todo el saber acumulado, la esmerada ortografía, el don de ver más de las paredes, la escucha de la imaginación, la memoria amasada con fermento, aquella melancolía que era sinónimo de libertad y deseo, la diligencia periodística, todo se concitó para levantar las voces del suelo, para sostener en vilo el lenguaje. Y entonces el escritor, ni viejo ni joven, se apresuró a escribir como si oyese el mandato del surrealista René Char en Común presencia: "Apresúrate a transmitir lo que te corresponde de maravilla, de rebelión, de generosidad".
Maravilla, rebelión, generosidad. Esas tres palabras ganan juntas y accionan toda la energía del efecto Saramago. Es algo que se percibe nada más abrir Memorial del convento. ¿Qué ocurre? La atmósfera tiembla. Es ese tipo de obra que sabemos extraordinaria, pero que no sabemos cómo se ha escrito. El poema de René Char vuelve a pensar en José Saramago: "Has sido creado para momentos poco comunes". El Memorial, una novela sin concesiones, lo hizo popular. En cada obra que siguió, apostaba siempre la cabeza. En el prólogo que escribió para las memorias de Marcos Ana (Decidme cómo es un árbol), el luchador español encarcelado desde 1939 hasta 1961, José Saramago habla de la necesidad de derrotar el cinismo, la indiferencia y la cobardía. Como persona, Saramago no fue ni cínico, ni indiferente ni cobarde. Hay una cita de La sagrada familia que le gustaba en especial, y que le permitía saborear en público el nombre fastidioso de Karl Marx: "Si el hombre es formado por las circunstancias, entonces es necesario formar las circunstancias humanamente". Pero además, para el escritor, el no ser cobarde, el no serlo mientras escribe, es una exigencia. Y José Saramago fue un escritor muy valiente. Algunas de sus novelas, que arrancan de alegorías, parecían empeños imposibles. Pero al final siempre consigue que hable la boca de la literatura, de la humanidad.
En el mismo libro donde aparece ese trazo fulgurante de la atmósfera que tiembla, Casi un objeto, hay otro relato situado en el contexto de una dictadura donde se rebelan los utensilios, las máquinas, las puertas, los buzones, los ascensores. Hay un paro de relojes. Una humorística disidencia que relata la suspensión de las conciencias. Y en otro cuento, Centauro, vivimos angustiados la última carrera del hombre-caballo, la crónica homérica de la interminable guerra entre deseo y muerte. En el Desquite, donde tiembla la atmósfera, un joven aldeano se desnuda y atraviesa un río para vivir su primer encuentro amoroso, después de asistir espantado a la castración de un cerdo. La imaginación no se desentiende de lo que llamamos realidad, pero la hace fermentar. Saramago consigue que la realidad se sorprenda de sí misma.
Hay momentos en su obra en que marchan juntos vivos y muertos. En la historia, hay empeños comunes. Como en Rulfo, tienen mucho que contarse. De repente, Saramago se olvida del lector y se dirige a una de las personas que más quiso, a su abuela Josefa, la mujer de Jerónimo: "Tú estabas, abuela, sentada en la puerta de tu casa, abierta ante la noche estrellada e inmensa, ante el cielo del que nada sabías y por donde nunca viajarías, ante el silencio de los campos y de los árboles encantados, y dijiste, con la serenidad de tus noventa años y el fuego de una adolescencia nunca perdida: 'El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir'. Así mismo. Yo estaba allí".
Sí. Él estaba allí, donde tenía que estar, cuando la atmósfera temblaba. Manuel Rivas.
Leer todo aquí.
Aunque mi opinión coincide con la expuesta, hay quien no opina así, lo pueden ver aquí.
Más http://elpais.com/diario/2010/06/20/cultura/1276984802_850215.html
martes, 27 de marzo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
Una denuncia penal contra los responsables de la Sanidad
En el marco de la actual crisis económica, las Administraciones públicas de todos los niveles (estatal, autonómico, provincial y local) están llevando a cabo ajustes en los presupuestos de ingresos y gastos en un contexto de deterioro de la situación económica personal y familiar de la ciudadanía con un incremento desbocado de la cifra de personas desempleadas. Las subidas de impuestos directos e indirectos y el resto de medidas de ajuste presupuestario están ampliando la brecha de la desigualdad, y están deteriorando los pilares del Estado Social consagrados en la Constitución. Educación, Sanidad y Servicios Sociales están siendo tres de los sectores públicos en los que el deterioro está teniendo mayor repercusión, en un proceso de descapitalización mediante la rebaja de sus presupuestos, y de privatización mediante la profundización en modelos como los conciertos y otras fórmulas. Las restricciones de acceso son especialmente graves en estos tres sectores por su carácter de necesarios elementos vertebradores de la Democracia. El proceso de descapitalización del sector público sanitario está teniendo como consecuencia un grave deterioro en el pleno y universal disfrute por los ciudadanos de su derecho constitucional a la protección de la salud y al acceso efectivo a la asistencia sanitaria.
El peligro en que hoy se encuentra el derecho constitucional de protección de la salud es especialmente notorio en Catalunya. Bajo el paraguas de las “medidas anticrisis” hay indicios claros de privatización del sector sanitario público con el objetivo, no de mejorar el acceso a la asistencia sanitaria de la población (o en su defecto, que no se deteriore), sino de favorecer al sector sanitario privado en el que son y han sido directivos los actuales Altos Cargos con competencias sanitarias en Catalunya. Los ciudadanos que han formulado la denuncia ante la Fiscalía Superior de Catalunya expresan muy bien el deterioro del sector sanitario público que no es explicable únicamente como una consecuencia de la crisis económica sino que se le está provocando un daño adicional con la pretensión de favorecer al sector sanitario privado. Las actuaciones del Departament de Salut que se exponen en la denuncia, sus efectos en la realidad social, las declaraciones de los responsables políticos en la toma de decisiones y el perfil de las personas a las que se ha encomendado este giro en la política sanitaria catalana, afectadas algunas de ellas por serias cuestiones de incompatibilidad, no sólo son una muestra del profundo deterioro del sistema público sanitario, sino también de una intencionalidad privatizadora. La línea de intereses que se describen, favorecedora de los privados en detrimento del interés general, está aumentando la desigualdad social al menospreciar el derecho a la salud, como derecho universal, de los grupos sociales más desfavorecidos que sufren con más virulencia los daños producidos por la crisis económica. Y esta colusión de intereses públicos y privados ha mostrado ya su cara más evidente con casos como el del hospital de “La Seu” y las actuaciones que están siendo investigadas sobre la gestión de los recursos para atender a las Listas de Espera públicas y privadas en Hospitales públicos y concertados.
La denuncia presentada basa su argumentación jurídica en el artículo 542 del Código Penal, que tipifica como delito la actuación de los autoridad y funcionarios público “que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las Leyes”, además de otros delitos que pudieran resultar de la investigación que se practique, en especial de los delitos que pudieran constituir otro u otros de omisión del deber de socorro por denegación de asistencia sanitaria u abandono de servicios sanitarios. Es un delito situado entre los que lesionan las “garantías constitucionales”. Desde un presupuesto fundamental, el derecho a la protección de la salud es un derecho fundamental de conformidad con las Declaraciones Internacionales de Derechos Humanos. Es un delito donde la lesión consiste en restringir o privar de derechos, con independencia del daño personal que pueda causarse... Leer denuncia completa. Carlos Jiménez Villarejo. Exfiscal Anticorrupción. Leer todo el artículo aquí.
El peligro en que hoy se encuentra el derecho constitucional de protección de la salud es especialmente notorio en Catalunya. Bajo el paraguas de las “medidas anticrisis” hay indicios claros de privatización del sector sanitario público con el objetivo, no de mejorar el acceso a la asistencia sanitaria de la población (o en su defecto, que no se deteriore), sino de favorecer al sector sanitario privado en el que son y han sido directivos los actuales Altos Cargos con competencias sanitarias en Catalunya. Los ciudadanos que han formulado la denuncia ante la Fiscalía Superior de Catalunya expresan muy bien el deterioro del sector sanitario público que no es explicable únicamente como una consecuencia de la crisis económica sino que se le está provocando un daño adicional con la pretensión de favorecer al sector sanitario privado. Las actuaciones del Departament de Salut que se exponen en la denuncia, sus efectos en la realidad social, las declaraciones de los responsables políticos en la toma de decisiones y el perfil de las personas a las que se ha encomendado este giro en la política sanitaria catalana, afectadas algunas de ellas por serias cuestiones de incompatibilidad, no sólo son una muestra del profundo deterioro del sistema público sanitario, sino también de una intencionalidad privatizadora. La línea de intereses que se describen, favorecedora de los privados en detrimento del interés general, está aumentando la desigualdad social al menospreciar el derecho a la salud, como derecho universal, de los grupos sociales más desfavorecidos que sufren con más virulencia los daños producidos por la crisis económica. Y esta colusión de intereses públicos y privados ha mostrado ya su cara más evidente con casos como el del hospital de “La Seu” y las actuaciones que están siendo investigadas sobre la gestión de los recursos para atender a las Listas de Espera públicas y privadas en Hospitales públicos y concertados.
La denuncia presentada basa su argumentación jurídica en el artículo 542 del Código Penal, que tipifica como delito la actuación de los autoridad y funcionarios público “que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las Leyes”, además de otros delitos que pudieran resultar de la investigación que se practique, en especial de los delitos que pudieran constituir otro u otros de omisión del deber de socorro por denegación de asistencia sanitaria u abandono de servicios sanitarios. Es un delito situado entre los que lesionan las “garantías constitucionales”. Desde un presupuesto fundamental, el derecho a la protección de la salud es un derecho fundamental de conformidad con las Declaraciones Internacionales de Derechos Humanos. Es un delito donde la lesión consiste en restringir o privar de derechos, con independencia del daño personal que pueda causarse... Leer denuncia completa. Carlos Jiménez Villarejo. Exfiscal Anticorrupción. Leer todo el artículo aquí.
domingo, 25 de marzo de 2012
Héroes improbables. Leemos ciertas historias por la curiosidad de saber cómo han actuado otros
Aunque las exhibiciones glandulares de masculinidad siguen teniendo algún prestigio entre nosotros, lo cierto es que a los héroes raramente se les distingue a simple vista, y en modo alguno son sobre todo varones. John le Carré escribió que hay que pensar como un héroe para portarse simplemente con decencia en la vida cotidiana, y casi todos nosotros creemos que hace falta un impulso de rebeldía y una vocación de disidencia para atreverse a no secundar la injusticia. Pero lo mismo que muchas grandes canalladas las cometen personas dedicadas con celo al cumplimiento del deber, también hay actos de heroísmo y de resistencia que se llevan a cabo sin aspavientos y gente de orden que en un momento dado elige decir no, llevar la contraria, aceptar el escarnio e incluso la persecución.
En un libro titulado Beautiful souls, del periodista neoyorquino Eyal Press, he sabido de algunas de esas personas, ninguna de ellas en principio dotada de rasgos épicos: un capitán de policía suizo, un serbio aficionado a la cerveza y las retransmisiones deportivas, un soldado israelí, una exbroker de origen salvadoreño que vive en Houston. Todos ellos eligieron en algún momento de sus vidas negarse a obedecer ciertas órdenes o atreverse a romper ciertas reglas con la plena seguridad de que se buscarían probablemente la ruina y con toda seguridad el rechazo de la mayor parte de aquellos con los que convivían y a quienes respetaban. Ninguno actuó forzado por las circunstancias ni por un interés personal. Cada uno de ellos, a cambio de pagar un precio muy alto, actuó con justicia y salvó o mejoró las vidas de otros. Ninguno ha obtenido la menor recompensa.
El capitán de policía suizo fue un funcionario modelo hasta finales de 1938. Trabajaba en la ciudad de Saint Gallen, cerca de la frontera con Austria. Era un hombre religioso sin exageración y cantaba en el coro de su iglesia. Llevaba el uniforme impecable y unas gafas sujetas con una cadenita detrás de las orejas. Era conservador, aunque carecía de fuertes inclinaciones políticas. En noviembre de 1938, después de la Kristallnacht, la noche de cristales rotos y sinagogas incendiadas, comercios asaltados, gente apaleada y humillada en las ciudades de Alemania y de Austria, se acrecentaron las oleadas de judíos fugitivos que intentaban cruzar la frontera. Suiza, como en mayor o menor grado todos los países, se negaba a acogerlos. Ciertos crímenes se cometen mejor revistiéndolos de una neutra mecánica administrativa. Suiza continuaba siendo un gran país de acogida, pero los emigrantes “no arios” no serían aceptados si su fecha de solicitud era posterior al 19 de agosto de 1938. En los alrededores de Saint Gallen, la policía empezó a notar que un número inusual de emigrantes tenían en sus pasaportes una fecha de entrada anterior a ese día. Cientos de ellos habían encontrado refugio en Suiza cuando el capitán de policía Paul Grüninger fue arrestado por sus superiores, expulsado del cuerpo y calumniado. No encontró nunca más un trabajo aceptable. Siguió cantando en el coro de la iglesia y dando paseos solitarios por las afueras de su pueblo. Murió en 1972 y solo un poco antes alguien se acordó de él y le hizo una entrevista en la televisión. Dijo que volvería de nuevo a hacer lo que hizo. Y que actuó por compasión y por lealtad a los ideales de tolerancia y acogida de la Federación Suiza.
ANTONIO MUÑOZ MOLINA 24 MAR 2012. Leer todo aquí.
En un libro titulado Beautiful souls, del periodista neoyorquino Eyal Press, he sabido de algunas de esas personas, ninguna de ellas en principio dotada de rasgos épicos: un capitán de policía suizo, un serbio aficionado a la cerveza y las retransmisiones deportivas, un soldado israelí, una exbroker de origen salvadoreño que vive en Houston. Todos ellos eligieron en algún momento de sus vidas negarse a obedecer ciertas órdenes o atreverse a romper ciertas reglas con la plena seguridad de que se buscarían probablemente la ruina y con toda seguridad el rechazo de la mayor parte de aquellos con los que convivían y a quienes respetaban. Ninguno actuó forzado por las circunstancias ni por un interés personal. Cada uno de ellos, a cambio de pagar un precio muy alto, actuó con justicia y salvó o mejoró las vidas de otros. Ninguno ha obtenido la menor recompensa.
El capitán de policía suizo fue un funcionario modelo hasta finales de 1938. Trabajaba en la ciudad de Saint Gallen, cerca de la frontera con Austria. Era un hombre religioso sin exageración y cantaba en el coro de su iglesia. Llevaba el uniforme impecable y unas gafas sujetas con una cadenita detrás de las orejas. Era conservador, aunque carecía de fuertes inclinaciones políticas. En noviembre de 1938, después de la Kristallnacht, la noche de cristales rotos y sinagogas incendiadas, comercios asaltados, gente apaleada y humillada en las ciudades de Alemania y de Austria, se acrecentaron las oleadas de judíos fugitivos que intentaban cruzar la frontera. Suiza, como en mayor o menor grado todos los países, se negaba a acogerlos. Ciertos crímenes se cometen mejor revistiéndolos de una neutra mecánica administrativa. Suiza continuaba siendo un gran país de acogida, pero los emigrantes “no arios” no serían aceptados si su fecha de solicitud era posterior al 19 de agosto de 1938. En los alrededores de Saint Gallen, la policía empezó a notar que un número inusual de emigrantes tenían en sus pasaportes una fecha de entrada anterior a ese día. Cientos de ellos habían encontrado refugio en Suiza cuando el capitán de policía Paul Grüninger fue arrestado por sus superiores, expulsado del cuerpo y calumniado. No encontró nunca más un trabajo aceptable. Siguió cantando en el coro de la iglesia y dando paseos solitarios por las afueras de su pueblo. Murió en 1972 y solo un poco antes alguien se acordó de él y le hizo una entrevista en la televisión. Dijo que volvería de nuevo a hacer lo que hizo. Y que actuó por compasión y por lealtad a los ideales de tolerancia y acogida de la Federación Suiza.
ANTONIO MUÑOZ MOLINA 24 MAR 2012. Leer todo aquí.
sábado, 24 de marzo de 2012
Yo me acuso. (Nos queda la ironía)
Sí, lo confieso, soy un empleado público. Antes de relatar todas las fechorías que gentes como yo hemos cometido, y que nos han llevado a la actual situación de emergencia nacional, quiero pedir perdón. En primer lugar, a la clase política, por su honradez, valentía, dedicación y espíritu de sacrificio. Al Gobierno, por su altura de miras, su precisión en el diagnóstico y su firmeza en la gestión del bien común y los intereses generales. A sus señorías, por su justa justicia, su independencia y su recta rectitud. A la banca, por su generosidad y altruismo. Y, finalmente, a las gentes de bien, que confiaron en nosotros y a quienes tan groseramente hemos engañado y mentido.
Me acuso, y me declaro culpable, de la barrumbada de cientos de millones de euros repartidos entre los amiguetes para obras sin sentido: puertos sin barcos, aeropuertos sin pasajeros, ciudades de la cultura sin cultura, formación sin objetivos y sin contenido... Me acuso, igualmente, de crear todo tipo de chiringuitos para colocar a familiares, primos, vecinos y demás parentela. Me acuso de los cientos de asistencias técnicas que he sorteado para temas tan enjundiosos como “La salchicha castellana pasado, presente y futuro”, “¿Hay vida en Marte?”… En fin, podría seguir y seguir pero ya conocen ustedes la realidad.
No pido ni perdón, ni comprensión, ni compasión; yo, Funcionario Español, soy el causante de las crisis financiera, económica y política que nos asola, y así lo reconozco; dejo en sus manos el castigo. Muchas gracias y buen juicio.— F. Javier Santos. El País, Santiago de Compostela.
Me acuso, y me declaro culpable, de la barrumbada de cientos de millones de euros repartidos entre los amiguetes para obras sin sentido: puertos sin barcos, aeropuertos sin pasajeros, ciudades de la cultura sin cultura, formación sin objetivos y sin contenido... Me acuso, igualmente, de crear todo tipo de chiringuitos para colocar a familiares, primos, vecinos y demás parentela. Me acuso de los cientos de asistencias técnicas que he sorteado para temas tan enjundiosos como “La salchicha castellana pasado, presente y futuro”, “¿Hay vida en Marte?”… En fin, podría seguir y seguir pero ya conocen ustedes la realidad.
No pido ni perdón, ni comprensión, ni compasión; yo, Funcionario Español, soy el causante de las crisis financiera, económica y política que nos asola, y así lo reconozco; dejo en sus manos el castigo. Muchas gracias y buen juicio.— F. Javier Santos. El País, Santiago de Compostela.
El Decálogo
Cada vez que leo el que publicó El Calendario del Obrero en 1909, me suena al mejor herrero golpeando con el martillo en el yunque
Lástima de artículo. Ya estaba en su sitio, pero alguien ha venido y lo han sustituido por una esquela, y las esquelas tienen absoluta preferencia. Se pagan al contado. “¡Los muertos, en cash!, dice el administrador, con sonrisa pícara y repicando en la mesa con los nudillos. Era una crítica a la apropiación del primer centenario de la Constitución de 1812. A la pobre Pepa, toda la vida exiliada, desdeñada, ridiculizada porque se atrevía a hablar de “felicidad” para el pueblo, y ahora la sacan de momia en una “fiesta de fajines, bastones y levitas”, en plena reacción, que decía el artículo republicano. Soy aprendiz de tipógrafo y un día me gustaría ser como Juan José Morato, que empezó también en esta profesión y ahora compone, por decirlo así, sus propias letras. Y la gente las devora. Al escritor obrero, hijo de lavandera y zapatero, se lo disputan los grandes periódicos. Las crónicas sobre la Asturias minera, publicadas en El Heraldo de Madrid, son de nota, para coleccionar...
lo que llevo en el bolsillo de la chaqueta es el Decálogo que publicó en El Calendario del Obrero, en 1909. Cada vez que lo leo me suena al mejor herrero golpeando con el martillo en el yunque:
1. Instruirse y combatir la ignorancia.
2. Acortar las horas de trabajo.
3. Elevar los salarios.
4. Tener independencia y odiar la vileza.
5. Ser viril y destruir la tiranía.
6. Establecer la fraternidad y despreciar el egoísmo.
7. Conquistar derechos y abolir injusticias.
8. Humanizar el trabajo.
9. Llevar cariño y alegría al hogar. Y
10. Fundar un mundo mejor.
Hasta aquí los mandamientos.
Hay rumores de que el 29 hay una huelga. A ver si el próximo centenario, en el 2012, hemos acabado por lo menos con la ignorancia y la vileza.
Ver todo el artículo de Manuel Rivas, en El País.
Lástima de artículo. Ya estaba en su sitio, pero alguien ha venido y lo han sustituido por una esquela, y las esquelas tienen absoluta preferencia. Se pagan al contado. “¡Los muertos, en cash!, dice el administrador, con sonrisa pícara y repicando en la mesa con los nudillos. Era una crítica a la apropiación del primer centenario de la Constitución de 1812. A la pobre Pepa, toda la vida exiliada, desdeñada, ridiculizada porque se atrevía a hablar de “felicidad” para el pueblo, y ahora la sacan de momia en una “fiesta de fajines, bastones y levitas”, en plena reacción, que decía el artículo republicano. Soy aprendiz de tipógrafo y un día me gustaría ser como Juan José Morato, que empezó también en esta profesión y ahora compone, por decirlo así, sus propias letras. Y la gente las devora. Al escritor obrero, hijo de lavandera y zapatero, se lo disputan los grandes periódicos. Las crónicas sobre la Asturias minera, publicadas en El Heraldo de Madrid, son de nota, para coleccionar...
lo que llevo en el bolsillo de la chaqueta es el Decálogo que publicó en El Calendario del Obrero, en 1909. Cada vez que lo leo me suena al mejor herrero golpeando con el martillo en el yunque:
1. Instruirse y combatir la ignorancia.
2. Acortar las horas de trabajo.
3. Elevar los salarios.
4. Tener independencia y odiar la vileza.
5. Ser viril y destruir la tiranía.
6. Establecer la fraternidad y despreciar el egoísmo.
7. Conquistar derechos y abolir injusticias.
8. Humanizar el trabajo.
9. Llevar cariño y alegría al hogar. Y
10. Fundar un mundo mejor.
Hasta aquí los mandamientos.
Hay rumores de que el 29 hay una huelga. A ver si el próximo centenario, en el 2012, hemos acabado por lo menos con la ignorancia y la vileza.
Ver todo el artículo de Manuel Rivas, en El País.
viernes, 23 de marzo de 2012
Belén Gopegui intevino en el "CSOA La Madroña" de Oviedo "La izquierda debe tener un medio militante"
La escritora Belen Gopegui se acercó hasta la CSOA La Madreña de Oviedo para charlar sobre los medios de comunicación y la desinformación. Para centrar la charla comenzó leyendo algunos fragmentos de varios artículos y comentando algunas frases importantes. Citó a Lenin: «La conciencia viene de fuera», tanto la revolucionaria como la otra, y señaló que la pregunta importante es por qué valen las cosas en lugar de cuánto valen, como ya nos indicaba Marx. Señaló que los medios funcionan para certificar lo falso y lo explicó a través de un texto de Agamben citado por Domenico Losurdo al hablar sobre el genocidio de Timisoara como detonante del fin de la dictadura de Ceausescu en Rumanía. En aquella ocasión se mostraron las morgues llenas con cadáveres desenterrados y torturados con el fin de simular ante las cámaras el genocidio que debía legitimar el nuevo régimen.
«Lo que todo el mundo veía en directo en sus televisores como una verdad absoluta era la más absoluta no verdad. Y, aunque la falsificación resultara evidente, el sistema mundial de los medios de comunicación la autentificaba, para que quedase claro que lo verdadero no era más que un instante del movimiento necesario de lo falso».
Gopegui nos propone que desarrollemos la lucha contra los grandes medios de comunicación y realicemos una vigilancia crítica contra esa industria de la certificación porque los medios comerciales nos dan una verdad y nos dicen que no existe otra. A los medios alternativos corresponde la tarea de mantener una lucha totalmente desequilibrada para contarnos la realidad. Pero, ¿qué potencia real de difusión tienen para poder ser un medio eficaz en contraposición con los otros?
Hay muchos manifiestos sobre Internet, en defensa de una red libre, pero hay muy pocos que se preocupen de que sean públicos los caminos de Internet, garantizar que las infraestructuras que soportan Internet no están en manos privadas es el primer paso para poder tener una red libre. El lenguaje es de todos, de la misma forma, Gopegui defiende que las infraestructuras de comunicación sean públicas, añade que defender una red libre es también abogar por una democratización de la economía, porque la distribución de la riqueza se debe hacer con la misma lógica. Leer más aquí.
«Lo que todo el mundo veía en directo en sus televisores como una verdad absoluta era la más absoluta no verdad. Y, aunque la falsificación resultara evidente, el sistema mundial de los medios de comunicación la autentificaba, para que quedase claro que lo verdadero no era más que un instante del movimiento necesario de lo falso».
Gopegui nos propone que desarrollemos la lucha contra los grandes medios de comunicación y realicemos una vigilancia crítica contra esa industria de la certificación porque los medios comerciales nos dan una verdad y nos dicen que no existe otra. A los medios alternativos corresponde la tarea de mantener una lucha totalmente desequilibrada para contarnos la realidad. Pero, ¿qué potencia real de difusión tienen para poder ser un medio eficaz en contraposición con los otros?
Hay muchos manifiestos sobre Internet, en defensa de una red libre, pero hay muy pocos que se preocupen de que sean públicos los caminos de Internet, garantizar que las infraestructuras que soportan Internet no están en manos privadas es el primer paso para poder tener una red libre. El lenguaje es de todos, de la misma forma, Gopegui defiende que las infraestructuras de comunicación sean públicas, añade que defender una red libre es también abogar por una democratización de la economía, porque la distribución de la riqueza se debe hacer con la misma lógica. Leer más aquí.
sábado, 17 de marzo de 2012
“Portugal tiene que morder o le morderán” Pilar del Río, la viuda de Saramago ultima la apertura de una fundación en Lisboa
Ocupada con la próxima inauguración —antes de que termine la primavera— de la sede de la Fundación José Saramago, al pie de la Alfama, en el corazón de Lisboa, la periodista y traductora Pilar del Río, viuda del escritor, anda con prisas y reuniones y convocatorias cada vez más de última hora. Pero se toma su tiempo para elegir con cuidado un precioso restaurante del Barrio Alto lisboeta que en una mesa de un rincón luce una plaquita dorada clavada en 1980: “Mesa preferida de José Saramago”.
Restaurante Farta Brutos. Travessa da Espera 20, Lisboa 1200-176, Portugal. Tlf. 213.426.756
Dos pataniscas de bacalao con arroz de grelos: 32 €.
Dos cervezas y dos copas de vino: 16 €.
Dos cafés: 3,30 €. Total 51,30 €.
Al premio Nobel le gustaba el sitio —pequeño, acogedor, tranquilo— por dos razones: “Por el ambiente normal y por la comida tradicional portuguesa”, aclara. En las paredes cuelgan cientos de fotografías de visitantes ilustres, de políticos españoles y portugueses, de escritores, intelectuales y actores y, entre ellas, muchas de Saramago, siempre sentado a su mesa preferida.
El propietario la agasaja en cuanto la ve entrar. Ella sabe qué pedir desde el primer momento y aconseja al periodista con tal convicción que es imposible sustraerse. Pilar del Río, de 62 años, habla mucho mientras come y ríe y explica y cuenta. Comenta que la casa que ella y Saramago, fallecido en junio de 2010, compartieron en vida en Lanzarote va a cumplir el domingo 18 de marzo un año abierta al público. “Quise y quiero que la casa de José se llenara de vida, que la gente entre y mueva el aire donde, por otro lado, todo está tal y como estaba cuando José vivía. Tal vez en la fundación de Lisboa que se va a abrir próximamente vaya a estar el espíritu de Saramago, pero allí, en Lanzarote, en su casa, está el espíritu de José”. Y añade, mientras deja de lado el exquisito arroz con grelos (la elección era acertada, claro): “Con el tiempo, será una suerte de Isla Negra nuestra”, refiriéndose a la famosa casa del universal poeta chileno Pablo Neruda.
El amable dueño del restaurante se acerca un par de veces para preguntar si todo va bien y después, tras retirar los platos, acarrea un carrito de ruedas con los excelentes postres de la casa... ver todo el artículo, aquí en El País. El restaurante, si lo buscas en Google, salen comentarios que no lo recomiendan por la relación precios/calidad.
Según el NYT de 25 de mayo de 2012 estos son los restaurantes recomendados:
-Belcanto, Largo de São Carlos, 10; (351-21) 342-0607; joseavillez.pt; Lunch or dinner for two with wine, 150 to 200 euros (about $187 to $250 at $1.26 to the euro), not including tip.
-Cantinho do Avillez, Rua Duques de Bragança, 7; (351-21) 199-2369; joseavillez.pt. Dinner for two with wine, 80 to 100 euros, not including tip.
-Cervejaria da Esquina, Rua Correia Teles, 56; (351-21) 387-4644; cervejariadaesquina.com. Dinner for two with wine, 90 to 115 euros, not including tip.
-1300 Taberna, Rua Rodrigues Faria, 103; (351-21) 364-9170; 1300taberna.com. Lunch or dinner for two with wine, 80 to 100 euros, not including tip.
Restaurante Farta Brutos. Travessa da Espera 20, Lisboa 1200-176, Portugal. Tlf. 213.426.756
Dos pataniscas de bacalao con arroz de grelos: 32 €.
Dos cervezas y dos copas de vino: 16 €.
Dos cafés: 3,30 €. Total 51,30 €.
Al premio Nobel le gustaba el sitio —pequeño, acogedor, tranquilo— por dos razones: “Por el ambiente normal y por la comida tradicional portuguesa”, aclara. En las paredes cuelgan cientos de fotografías de visitantes ilustres, de políticos españoles y portugueses, de escritores, intelectuales y actores y, entre ellas, muchas de Saramago, siempre sentado a su mesa preferida.
El propietario la agasaja en cuanto la ve entrar. Ella sabe qué pedir desde el primer momento y aconseja al periodista con tal convicción que es imposible sustraerse. Pilar del Río, de 62 años, habla mucho mientras come y ríe y explica y cuenta. Comenta que la casa que ella y Saramago, fallecido en junio de 2010, compartieron en vida en Lanzarote va a cumplir el domingo 18 de marzo un año abierta al público. “Quise y quiero que la casa de José se llenara de vida, que la gente entre y mueva el aire donde, por otro lado, todo está tal y como estaba cuando José vivía. Tal vez en la fundación de Lisboa que se va a abrir próximamente vaya a estar el espíritu de Saramago, pero allí, en Lanzarote, en su casa, está el espíritu de José”. Y añade, mientras deja de lado el exquisito arroz con grelos (la elección era acertada, claro): “Con el tiempo, será una suerte de Isla Negra nuestra”, refiriéndose a la famosa casa del universal poeta chileno Pablo Neruda.
El amable dueño del restaurante se acerca un par de veces para preguntar si todo va bien y después, tras retirar los platos, acarrea un carrito de ruedas con los excelentes postres de la casa... ver todo el artículo, aquí en El País. El restaurante, si lo buscas en Google, salen comentarios que no lo recomiendan por la relación precios/calidad.
Según el NYT de 25 de mayo de 2012 estos son los restaurantes recomendados:
-Belcanto, Largo de São Carlos, 10; (351-21) 342-0607; joseavillez.pt; Lunch or dinner for two with wine, 150 to 200 euros (about $187 to $250 at $1.26 to the euro), not including tip.
-Cantinho do Avillez, Rua Duques de Bragança, 7; (351-21) 199-2369; joseavillez.pt. Dinner for two with wine, 80 to 100 euros, not including tip.
-Cervejaria da Esquina, Rua Correia Teles, 56; (351-21) 387-4644; cervejariadaesquina.com. Dinner for two with wine, 90 to 115 euros, not including tip.
-1300 Taberna, Rua Rodrigues Faria, 103; (351-21) 364-9170; 1300taberna.com. Lunch or dinner for two with wine, 80 to 100 euros, not including tip.
El Supremo confiesa su impotencia
La sentencia del Tribunal Supremo español absolviendo a Baltasar Garzón es una buena noticia solo en tanto que no contribuye a empeorar la situación en la que este se encuentra. Sin embargo, una lectura atenta de la misma causa una profunda decepción al constatarse la falta de creatividad y voluntad justiciera de tan alto tribunal.
Los magistrados reconocen la legitimidad de las exigencias de las víctimas del franquismo. Las víctimas —dice la sentencia— tienen el "derecho a saber" lo ocurrido con sus familiares, y su búsqueda de efectivo amparo se justifica. Por mayoría, los magistrados deciden que Garzón no hizo sino responder razonablemente a tal demanda, aunque utilizando un enfoque doctrinal que el Supremo no comparte y califica, por tanto, de "error". El tribunal se muestra al día en relación a tendencias modernas y se hace parte de una creciente jurisprudencia en torno al "derecho a la verdad" (también denominado, en otros países, "derecho a saber" o "derecho al duelo"). Lamentablemente, opta por una interpretación empobrecida de este derecho y lo limita a una "verdad histórica": un ejercicio académico abierto a interpretación y debate, que corresponde a los historiadores, no a los jueces.
El trabajo de los tribunales de justicia, dice el Supremo, se limita a esclarecer la "verdad judicial", entendida como la determinación de la responsabilidad penal del encausado, y nada más. Para defender sus derechos, las víctimas deben conformarse con el marco legal doméstico que la evolución política de España hizo posible y no con el marco legal internacional que el mismo tribunal reconoce como resultado del progreso de la civilización.
Tan conservadora postura es inexplicable en un país en el que —precisamente como efecto de un marco legal insuficiente o negador de derechos— no se tiene siquiera una cifra oficial de muertos y desaparecidos. Inexplicable es también que el Supremo arrincone como "verdad histórica" el pedido concreto de los familiares de los represaliados. Ellos han dicho con transparencia que no buscan un libro de historia para sus anaqueles: buscan restos humanos ilegalmente ocultados, para llorarlos. Es el reclamo de Antígona al rey Creonte, quien no permitía el entierro digno del combatiente derrotado; es un mero signo de civilización que acompaña a la humanidad desde que esta es tal.
Para el Supremo, sin embargo, la identificación legal de los desaparecidos, esto es, la recuperación de su identidad como ciudadanos españoles, es asunto sobre el que la justicia no tiene competencia. El tribunal se niega siquiera a considerar la opción de "juicios de la verdad" para esclarecer los hechos, tal como ocurriese en Argentina durante los años de vigencia de las leyes de amnistía, y lo hace apelando a razones meramente doctrinarias: tal modelo no encaja con la concepción del derecho penal de los magistrados.
Quizá este proceso se recuerde en el futuro, no por la sentencia absolutoria, sino por haber sido la primera vez en que las víctimas tuvieron la oportunidad de declarar y ser reconocidas como tales frente a un tribunal de su propio país. Pero es penoso constatar que el tribunal recibe esas voces solo a título de inventario; remite a las víctimas a tentar suerte en las contingencias de la política parlamentaria y les da una condescendiente lección de derecho penal.
Triste situación para un Tribunal Supremo: declararse impotente para amparar un principio básico de la civilización y —como consecuencia— reducir el esfuerzo de Garzón de servir a la justicia a un mero error interpretativo; una chapuza de estudiante confundido. El magistrado discrepante, José Manuel Maza Martín —que hubiera condenado a Garzón— incluso se indigna de haber tenido que escuchar a las víctimas: le parece una prueba "ociosa", una vergüenza "que se haya podido plantear siquiera la duda" de que los jueces creyeran en la validez de sus derechos. Pero, igual que la mayoría, su forma de reconocer tal derecho es negarlo.
Supongo que si las víctimas tuvieran una segunda oportunidad de aparecer ante el tribunal repetirían, con Antígona, que los decretos del poder no pueden tener "tanta fuerza como para permitirle al hombre ignorar las leyes no escritas, inmutables, de los dioses; pues su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre". En tanto España siga ignorando sus obligaciones, en tanto se obstine en ser un Creonte impotente para corregir su propia injusticia, tendrá que seguir escuchando esas palabras.
Eduardo González es el director del programa de Verdad y Memoria del Centro Internacional para la Justicia Transicional, .El País
Los magistrados reconocen la legitimidad de las exigencias de las víctimas del franquismo. Las víctimas —dice la sentencia— tienen el "derecho a saber" lo ocurrido con sus familiares, y su búsqueda de efectivo amparo se justifica. Por mayoría, los magistrados deciden que Garzón no hizo sino responder razonablemente a tal demanda, aunque utilizando un enfoque doctrinal que el Supremo no comparte y califica, por tanto, de "error". El tribunal se muestra al día en relación a tendencias modernas y se hace parte de una creciente jurisprudencia en torno al "derecho a la verdad" (también denominado, en otros países, "derecho a saber" o "derecho al duelo"). Lamentablemente, opta por una interpretación empobrecida de este derecho y lo limita a una "verdad histórica": un ejercicio académico abierto a interpretación y debate, que corresponde a los historiadores, no a los jueces.
El trabajo de los tribunales de justicia, dice el Supremo, se limita a esclarecer la "verdad judicial", entendida como la determinación de la responsabilidad penal del encausado, y nada más. Para defender sus derechos, las víctimas deben conformarse con el marco legal doméstico que la evolución política de España hizo posible y no con el marco legal internacional que el mismo tribunal reconoce como resultado del progreso de la civilización.
Tan conservadora postura es inexplicable en un país en el que —precisamente como efecto de un marco legal insuficiente o negador de derechos— no se tiene siquiera una cifra oficial de muertos y desaparecidos. Inexplicable es también que el Supremo arrincone como "verdad histórica" el pedido concreto de los familiares de los represaliados. Ellos han dicho con transparencia que no buscan un libro de historia para sus anaqueles: buscan restos humanos ilegalmente ocultados, para llorarlos. Es el reclamo de Antígona al rey Creonte, quien no permitía el entierro digno del combatiente derrotado; es un mero signo de civilización que acompaña a la humanidad desde que esta es tal.
Para el Supremo, sin embargo, la identificación legal de los desaparecidos, esto es, la recuperación de su identidad como ciudadanos españoles, es asunto sobre el que la justicia no tiene competencia. El tribunal se niega siquiera a considerar la opción de "juicios de la verdad" para esclarecer los hechos, tal como ocurriese en Argentina durante los años de vigencia de las leyes de amnistía, y lo hace apelando a razones meramente doctrinarias: tal modelo no encaja con la concepción del derecho penal de los magistrados.
Quizá este proceso se recuerde en el futuro, no por la sentencia absolutoria, sino por haber sido la primera vez en que las víctimas tuvieron la oportunidad de declarar y ser reconocidas como tales frente a un tribunal de su propio país. Pero es penoso constatar que el tribunal recibe esas voces solo a título de inventario; remite a las víctimas a tentar suerte en las contingencias de la política parlamentaria y les da una condescendiente lección de derecho penal.
Triste situación para un Tribunal Supremo: declararse impotente para amparar un principio básico de la civilización y —como consecuencia— reducir el esfuerzo de Garzón de servir a la justicia a un mero error interpretativo; una chapuza de estudiante confundido. El magistrado discrepante, José Manuel Maza Martín —que hubiera condenado a Garzón— incluso se indigna de haber tenido que escuchar a las víctimas: le parece una prueba "ociosa", una vergüenza "que se haya podido plantear siquiera la duda" de que los jueces creyeran en la validez de sus derechos. Pero, igual que la mayoría, su forma de reconocer tal derecho es negarlo.
Supongo que si las víctimas tuvieran una segunda oportunidad de aparecer ante el tribunal repetirían, con Antígona, que los decretos del poder no pueden tener "tanta fuerza como para permitirle al hombre ignorar las leyes no escritas, inmutables, de los dioses; pues su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre". En tanto España siga ignorando sus obligaciones, en tanto se obstine en ser un Creonte impotente para corregir su propia injusticia, tendrá que seguir escuchando esas palabras.
Eduardo González es el director del programa de Verdad y Memoria del Centro Internacional para la Justicia Transicional, .El País
¿A qué se debe la polarización social?
Un tema que está acaparando gran atención en los centros políticos y mediáticos de Estados Unidos es el notable crecimiento de las desigualdades de renta y riqueza que ha ocurrido desde los años ochenta, y que se ha acentuado todavía más durante estos años de crisis. Es importante resaltar que el debate no es sobre si se han incrementado las desigualdades, sino sobre las causas de este crecimiento. Nadie cuestiona que haya existido este aumento. El debate se centra, pues, en las causas y consecuencias del crecimiento de estas desigualdades. Las posturas conservadoras y liberales, bien reflejadas en los escritos de intelectuales como James Q. Wilson, colaborador del “Washington Post”, Charles Murray, Director del “American Enterprise Institute”, y el columnista David Brooks, del “New York Times”, cuestionan que tal crecimiento de las desigualdades se deba a las políticas públicas iniciadas por el presidente Reagan (aunque algunos autores consideran que tales políticas se iniciaron en los últimos años del mandato del presidente Carter) y continuadas por los presidentes Bush, padre e hijo, y también, por cierto, por el presidente Clinton. Estas políticas incluían una reducción de la carga fiscal de las rentas superiores (aunque el presidente Clinton las aumentó al inicio de su mandato), una desregulación de los mercados financieros (particularmente acentuada durante el gobierno Clinton, con la eliminación de la Ley Glass-Steagall) y una reducción del gasto público, incluyendo el gasto público social, entre otras medidas que se han acentuado en estos años de crisis.
James Q. Wilson ha cuestionado esta tesis en varios artículos, acentuando que el crecimiento de las desigualdades se debe primordialmente al hecho de que hay un sector, el de la población con elevada educación, que está recibiendo mayores ingresos, resultado de la mayor rentabilidad que la educación tiene ahora en comparación con décadas anteriores. Este factor, junto con la entrada de la mujer al mercado de trabajo, explica –según Wilson- este incremento de las desigualdades. Si a ello se le suma que las mujeres que tienen más educación se casan con hombres también con elevada educación, el resultado es que la concentración de las rentas se está acentuando y, con ello, las desigualdades se están disparando. Los datos que James Q. Wilson aporta (mostrando que las personas con educación universitaria han visto crecer sus ingresos más rápidamente -un 20%- en los últimos treinta años que las personas con sólo educación primaria) parecen confirmar sus tesis. En realidad, los ingresos de estos últimos han disminuido un 31% durante el mismo periodo.
Estos datos parecerían explicar por qué las desigualdades han ido creciendo. Pero el error de Wilson es concluir que la principal causa del crecimiento de las desigualdades en EEUU se deba precisamente a estos factores. El diferencial de educación puede explicar el crecimiento de las desigualdades entre personas que tienen educación universitaria y las que apenas tienen educación (digamos entre el 30% de la población que tiene mayores salarios, y el 10% de la población de renta inferior). Pero, como señala el economista Lawrence Mitchell, del “Economic Policy Institute”, de Washington, las mayores desigualdades no ocurren entre el 30% de la población con mayores recursos y el 10% con menores recursos, sino que existe entre el 1% de la población que es más rica, y todos los demás. El eslogan de los indignados de EEUU (“el 1% controla el país”) tiene unas bases empíricas reales. El 1% que tiene los salarios más altos (los dirigentes de las grandes entidades financieras y empresariales) ha visto crecer su salario un 131% desde 1979 a 2010 (y el 0,10% un 278%), mientras que los salarios para el restante 99% de la población asalariada ha crecido sólo un 15% durante el mismo periodo. Estos ratios no se explican como consecuencia de los distintos niveles de educación. En realidad, las elites financieras y empresariales que constituyen este 1% (en realidad, el porcentaje es incluso menor, el 0,1%) no tienen los salarios e ingresos que tienen debido a una mayor educación universitaria, sino gracias al sistema de control y poder que la sociedad facilita para que los logren. Y el hecho de que hayan visto incrementar sus ingresos durante estos últimos años no se debe a que hayan incrementado su educación o a que la rentabilidad de ésta haya aumentado, sino a que las relaciones de poder dentro de la sociedad han evolucionado facilitando esta concentración de poder dentro de la sociedad y dentro de cada empresa. Y las políticas liberales han sido determinantes en facilitar esta concentración de las rentas.
¿Quién se beneficia del crecimiento de la economía y de la productividad?
Un tanto semejante ocurre con la distribución de las riquezas. Desde 1980 (cuando la época neoliberal se inició) hasta 2009, la práctica totalidad del aumento de la riqueza fue a parar al 20% de la población que tenía mayor riqueza. El 40% de este crecimiento fue al 1% más rico, y otro 41,5% al próximo 4% más rico después del 1% anterior. En otras palabras, el 5% recibió casi el 82% de todo el crecimiento de la riqueza. Mientras, el 60% recibió menos en 2009 que en 1983, es decir, que la clase trabajadora y amplios sectores de las clases medias se beneficiaron muy poco del crecimiento económico al cual contribuyeron (durante este periodo, el output de bienes y servicios por hora trabajada aumentó un 119%).
Frente a este crecimiento de las rentas, tan acentuado en la cúspide, las propuestas conservadoras y liberales basadas en que la solución pasa por una mayor educación en los sectores más pobres de la sociedad (o, ironiza Lawrence Mitchell, que se casen con gente más rica) es dramáticamente insuficiente.
La abrumadora evidencia de la enorme concentración de las rentas y de las riquezas tiene también sus defensores, siendo el más conocido Charles Murray que, en su libro “Coming Apart: The State of White America 1960-2010”, definido por el columnista conservador del “The New York Times”, David Brooks, como el libro más importante del año, defiende las aportaciones que tal élite aporta al país, aún cuando cree que el mayor problema que existe es su extraordinario aislamiento. Esta élite vive en un Estados Unidos muy separado del resto, y esto limita su conocimiento de cómo vive el 99% restante y, muy en particular –según él-, del 30% de la población que goza de menor renta. Este sector, según Murray, está en profunda crisis, precisamente por carecer de los valores que posibilitaron a las élites alcanzar la cúspide donde se encuentran. Murray reafirma así la tesis expuesta en su libro The Bell Curve escrito en 1994 junto con Richard J. Herrnstein, que atribuía la pobreza a los valores poco empresariales, enfatizando los aspectos culturales como los determinantes de su pobreza. Esta explicación responsabiliza a los pobres por su propia pobreza.
La situación en España
Este debate que está ocurriendo en EEUU es relevante para España, donde tal discusión no ha centrado todavía el debate político. Un problema grave en nuestro país es la falta de información creíble sobre la distribución de las rentas y de las riquezas. Las cifras oficiales, de las cuales saca la OCDE el último informe sobre las desigualdades, son de escasa ayuda y credibilidad. Por ejemplo, indica que el nivel promedio de ingresos de la gente más rica de España (el 10% de renta superior) es de 38.000 euros al año, concluyendo que los ricos en España ingresan once veces más renta que los que tienen menos renta (el 10% de renta inferior). Pero cualquier observación de cómo y dónde viven y veranean los ricos puede fácilmente deducir que su nivel de vida no se mantendría con 38.000 euros al año. Es obvio que tales cifras no son creíbles. Pero el problema es incluso mayor, pues, como en EEUU, la mayor desigualdad no se da entre el nivel promedio de renta y los pobres, sino entre los súper ricos (el 1%) y todos los demás. El Estado no parece conocer cuánto ingresan estos súper ricos. Las mayores fuentes de riqueza en España proceden del capital financiero, que ha crecido desmesuradamente en España (y en EEUU también), debido, en gran parte, a la especulación que ha sido estimulada y favorecida, por cierto, por el Estado español y sus supuestos órganos reguladores. Pero el tema de las desigualdades no ha llegado todavía al debate político y mediático. Siempre estamos algo retrasados. Ya llegará, y pronto.
Vincenç Navarro.
James Q. Wilson ha cuestionado esta tesis en varios artículos, acentuando que el crecimiento de las desigualdades se debe primordialmente al hecho de que hay un sector, el de la población con elevada educación, que está recibiendo mayores ingresos, resultado de la mayor rentabilidad que la educación tiene ahora en comparación con décadas anteriores. Este factor, junto con la entrada de la mujer al mercado de trabajo, explica –según Wilson- este incremento de las desigualdades. Si a ello se le suma que las mujeres que tienen más educación se casan con hombres también con elevada educación, el resultado es que la concentración de las rentas se está acentuando y, con ello, las desigualdades se están disparando. Los datos que James Q. Wilson aporta (mostrando que las personas con educación universitaria han visto crecer sus ingresos más rápidamente -un 20%- en los últimos treinta años que las personas con sólo educación primaria) parecen confirmar sus tesis. En realidad, los ingresos de estos últimos han disminuido un 31% durante el mismo periodo.
Estos datos parecerían explicar por qué las desigualdades han ido creciendo. Pero el error de Wilson es concluir que la principal causa del crecimiento de las desigualdades en EEUU se deba precisamente a estos factores. El diferencial de educación puede explicar el crecimiento de las desigualdades entre personas que tienen educación universitaria y las que apenas tienen educación (digamos entre el 30% de la población que tiene mayores salarios, y el 10% de la población de renta inferior). Pero, como señala el economista Lawrence Mitchell, del “Economic Policy Institute”, de Washington, las mayores desigualdades no ocurren entre el 30% de la población con mayores recursos y el 10% con menores recursos, sino que existe entre el 1% de la población que es más rica, y todos los demás. El eslogan de los indignados de EEUU (“el 1% controla el país”) tiene unas bases empíricas reales. El 1% que tiene los salarios más altos (los dirigentes de las grandes entidades financieras y empresariales) ha visto crecer su salario un 131% desde 1979 a 2010 (y el 0,10% un 278%), mientras que los salarios para el restante 99% de la población asalariada ha crecido sólo un 15% durante el mismo periodo. Estos ratios no se explican como consecuencia de los distintos niveles de educación. En realidad, las elites financieras y empresariales que constituyen este 1% (en realidad, el porcentaje es incluso menor, el 0,1%) no tienen los salarios e ingresos que tienen debido a una mayor educación universitaria, sino gracias al sistema de control y poder que la sociedad facilita para que los logren. Y el hecho de que hayan visto incrementar sus ingresos durante estos últimos años no se debe a que hayan incrementado su educación o a que la rentabilidad de ésta haya aumentado, sino a que las relaciones de poder dentro de la sociedad han evolucionado facilitando esta concentración de poder dentro de la sociedad y dentro de cada empresa. Y las políticas liberales han sido determinantes en facilitar esta concentración de las rentas.
¿Quién se beneficia del crecimiento de la economía y de la productividad?
Un tanto semejante ocurre con la distribución de las riquezas. Desde 1980 (cuando la época neoliberal se inició) hasta 2009, la práctica totalidad del aumento de la riqueza fue a parar al 20% de la población que tenía mayor riqueza. El 40% de este crecimiento fue al 1% más rico, y otro 41,5% al próximo 4% más rico después del 1% anterior. En otras palabras, el 5% recibió casi el 82% de todo el crecimiento de la riqueza. Mientras, el 60% recibió menos en 2009 que en 1983, es decir, que la clase trabajadora y amplios sectores de las clases medias se beneficiaron muy poco del crecimiento económico al cual contribuyeron (durante este periodo, el output de bienes y servicios por hora trabajada aumentó un 119%).
Frente a este crecimiento de las rentas, tan acentuado en la cúspide, las propuestas conservadoras y liberales basadas en que la solución pasa por una mayor educación en los sectores más pobres de la sociedad (o, ironiza Lawrence Mitchell, que se casen con gente más rica) es dramáticamente insuficiente.
La abrumadora evidencia de la enorme concentración de las rentas y de las riquezas tiene también sus defensores, siendo el más conocido Charles Murray que, en su libro “Coming Apart: The State of White America 1960-2010”, definido por el columnista conservador del “The New York Times”, David Brooks, como el libro más importante del año, defiende las aportaciones que tal élite aporta al país, aún cuando cree que el mayor problema que existe es su extraordinario aislamiento. Esta élite vive en un Estados Unidos muy separado del resto, y esto limita su conocimiento de cómo vive el 99% restante y, muy en particular –según él-, del 30% de la población que goza de menor renta. Este sector, según Murray, está en profunda crisis, precisamente por carecer de los valores que posibilitaron a las élites alcanzar la cúspide donde se encuentran. Murray reafirma así la tesis expuesta en su libro The Bell Curve escrito en 1994 junto con Richard J. Herrnstein, que atribuía la pobreza a los valores poco empresariales, enfatizando los aspectos culturales como los determinantes de su pobreza. Esta explicación responsabiliza a los pobres por su propia pobreza.
La situación en España
Este debate que está ocurriendo en EEUU es relevante para España, donde tal discusión no ha centrado todavía el debate político. Un problema grave en nuestro país es la falta de información creíble sobre la distribución de las rentas y de las riquezas. Las cifras oficiales, de las cuales saca la OCDE el último informe sobre las desigualdades, son de escasa ayuda y credibilidad. Por ejemplo, indica que el nivel promedio de ingresos de la gente más rica de España (el 10% de renta superior) es de 38.000 euros al año, concluyendo que los ricos en España ingresan once veces más renta que los que tienen menos renta (el 10% de renta inferior). Pero cualquier observación de cómo y dónde viven y veranean los ricos puede fácilmente deducir que su nivel de vida no se mantendría con 38.000 euros al año. Es obvio que tales cifras no son creíbles. Pero el problema es incluso mayor, pues, como en EEUU, la mayor desigualdad no se da entre el nivel promedio de renta y los pobres, sino entre los súper ricos (el 1%) y todos los demás. El Estado no parece conocer cuánto ingresan estos súper ricos. Las mayores fuentes de riqueza en España proceden del capital financiero, que ha crecido desmesuradamente en España (y en EEUU también), debido, en gran parte, a la especulación que ha sido estimulada y favorecida, por cierto, por el Estado español y sus supuestos órganos reguladores. Pero el tema de las desigualdades no ha llegado todavía al debate político y mediático. Siempre estamos algo retrasados. Ya llegará, y pronto.
Vincenç Navarro.
La urgencia del multilateralismo democrático
Hay que refundar las instituciones de gobernanza global y evitar que en ellas haya derecho de veto
En este mismo periódico, (El País) el 29 de febrero, un editorial se titulaba así: Siria, sin solución. El régimen de El Asad acentúa la represión ante una comunidad internacional impotente. Ante la complejidad del conflicto —problemas intrarreligiosos incluidos— y la inoperancia de los "occidentales" la Liga Árabe y la ONU han designado al ex secretario general Kofi Annan como enviado especial a Siria. Pero la eficacia de esta excelente designación queda limitada por carecer de la indispensable unanimidad, ya que Rusia y China no confían en el potencial resultado de desbancar a El Asad en favor de un variopinto Ejército Libre.
Sí, lo más inmediato es abordar eficazmente la cruenta situación siria. Sería necesario, como ya he indicado en algunas ocasiones, convocar una reunión extraordinaria y urgente de la Asamblea General de las Naciones Unidas para designar unánimemente a un representante como único interlocutor para detener, con la autoridad que le conferiría ser portavoz del mundo entero, la inmensa sangría y adoptar las medidas subsiguientes para la normalización de la situación, con un sistema de auténticas libertades públicas.
El multilateralismo es especialmente apremiante, porque la globalización ha favorecido exclusivamente al 20% de la humanidad, a los que vivimos en el barrio próspero de la aldea global. El 80% restante, en un gradiente progresivo de precariedades, vive en condiciones tan desfavorables que —no me canso de repetirlo, porque constituye un auténtico problema de conciencia— más de 60.000 personas mueren diariamente de hambre, en un genocidio de desamparo y olvido. El G-6, G-7, G-8, … los grupos plutocráticos que el neoliberalismo puso en práctica en los años 80, al tiempo que marginaba al sistema de Naciones Unidas, han resultado, como era de esperar, un fracaso cuyo impacto todavía desconocemos en su totalidad.
En 1998, se inició el G-20 para hacer frente a la crisis asiática, reduciéndose a un foro de ministros de economía. Reformado, aparece de la mano del presidente George Bush en noviembre de 2008, ya elegido el Presidente Barack Obama, para remediar el naufragio de grandes instituciones financieras de los Estados Unidos. Lo que ha quedado claro desde entonces es que el G-20 carece no solo de representatividad —únicamente agrupa a países ricos— sino que ha resultado completamente incompetente en la regulación de las finanzas y en la eliminación de los paraísos fiscales, ambas acciones prometidas solemnemente cuando se solicitaban colosales cifras de rescate para los bancos en zozobra. El FMI, el Foro de Estabilidad Financiera, el Comité de Seguridad Bancaria de Basilea… rinden cuentas al G-20, según se decidió en la Cumbre de Pittsburgh. Carente de un secretariado permanente y de las estructuras necesarias y sometido, de hecho, al servicio de los países más poderosos, el G-20 no ha podido superar con éxito los grandes desafíos que enfrentaba...
Está claro que la situación actual requiere una rápida clarificación conceptual y estructural. Sería ahora oportuno proclamar una Declaración Universal de la Democracia, único contexto en el que podrían ponerse plenamente en práctica los Derechos Humanos
Solo de esta manera podrán realizarse las grandes transiciones pendientes: de una economía de especulación, deslocalización y guerra a una economía de desarrollo global sostenible. De una cultura de imposición, dominio y violencia, a una cultura de encuentro, diálogo, conciliación, alianza y paz. Federico Mayor Zaragoza es presidente de la Fundación Cultura de Paz, en El País.
En este mismo periódico, (El País) el 29 de febrero, un editorial se titulaba así: Siria, sin solución. El régimen de El Asad acentúa la represión ante una comunidad internacional impotente. Ante la complejidad del conflicto —problemas intrarreligiosos incluidos— y la inoperancia de los "occidentales" la Liga Árabe y la ONU han designado al ex secretario general Kofi Annan como enviado especial a Siria. Pero la eficacia de esta excelente designación queda limitada por carecer de la indispensable unanimidad, ya que Rusia y China no confían en el potencial resultado de desbancar a El Asad en favor de un variopinto Ejército Libre.
Sí, lo más inmediato es abordar eficazmente la cruenta situación siria. Sería necesario, como ya he indicado en algunas ocasiones, convocar una reunión extraordinaria y urgente de la Asamblea General de las Naciones Unidas para designar unánimemente a un representante como único interlocutor para detener, con la autoridad que le conferiría ser portavoz del mundo entero, la inmensa sangría y adoptar las medidas subsiguientes para la normalización de la situación, con un sistema de auténticas libertades públicas.
Y lo mismo para cuestiones de similar naturaleza y emergencia, tales como Somalia, Irán, Libia…
De forma similar, todas las instituciones multilaterales eliminarían —como la unanimidad en el caso de la Unión Europea— las prácticas antidemocráticas.
De forma similar, todas las instituciones multilaterales eliminarían —como la unanimidad en el caso de la Unión Europea— las prácticas antidemocráticas.
El multilateralismo es especialmente apremiante, porque la globalización ha favorecido exclusivamente al 20% de la humanidad, a los que vivimos en el barrio próspero de la aldea global. El 80% restante, en un gradiente progresivo de precariedades, vive en condiciones tan desfavorables que —no me canso de repetirlo, porque constituye un auténtico problema de conciencia— más de 60.000 personas mueren diariamente de hambre, en un genocidio de desamparo y olvido. El G-6, G-7, G-8, … los grupos plutocráticos que el neoliberalismo puso en práctica en los años 80, al tiempo que marginaba al sistema de Naciones Unidas, han resultado, como era de esperar, un fracaso cuyo impacto todavía desconocemos en su totalidad.
En 1998, se inició el G-20 para hacer frente a la crisis asiática, reduciéndose a un foro de ministros de economía. Reformado, aparece de la mano del presidente George Bush en noviembre de 2008, ya elegido el Presidente Barack Obama, para remediar el naufragio de grandes instituciones financieras de los Estados Unidos. Lo que ha quedado claro desde entonces es que el G-20 carece no solo de representatividad —únicamente agrupa a países ricos— sino que ha resultado completamente incompetente en la regulación de las finanzas y en la eliminación de los paraísos fiscales, ambas acciones prometidas solemnemente cuando se solicitaban colosales cifras de rescate para los bancos en zozobra. El FMI, el Foro de Estabilidad Financiera, el Comité de Seguridad Bancaria de Basilea… rinden cuentas al G-20, según se decidió en la Cumbre de Pittsburgh. Carente de un secretariado permanente y de las estructuras necesarias y sometido, de hecho, al servicio de los países más poderosos, el G-20 no ha podido superar con éxito los grandes desafíos que enfrentaba...
Está claro que la situación actual requiere una rápida clarificación conceptual y estructural. Sería ahora oportuno proclamar una Declaración Universal de la Democracia, único contexto en el que podrían ponerse plenamente en práctica los Derechos Humanos
Solo de esta manera podrán realizarse las grandes transiciones pendientes: de una economía de especulación, deslocalización y guerra a una economía de desarrollo global sostenible. De una cultura de imposición, dominio y violencia, a una cultura de encuentro, diálogo, conciliación, alianza y paz. Federico Mayor Zaragoza es presidente de la Fundación Cultura de Paz, en El País.
Israel Getzler, historiador que creyó en un marxismo democrático
Su carrera implicó un interesante debate personal bajo la sombra de Lenin, una batalla que perdió.
Para el historiador Israel Getzler, muerto a comienzos de año a los 91 años, que Rusia se introdujera en un callejón sin salida de carácter totalitario de la mano de Lenin y los comunistas no fue algo inevitable. Él contemplaba el año 1917 como una época en la que la sociedad rusa tuvo una oportunidad creíble de construir una democracia. Su carrera implicó un interesante debate personal bajo la sombra de Lenin. Getzler tomó como punto de partida para su tesis la biografía de Yuri Marlov, que publicó de 1967. Marlov era un marxista pacifista, un socialista democrático que perdió la batalla contra Lenin durante la Revolución de Octubre. Aun admirando a Marlov profundamente, Getzler no tuvo reparos en airear sus muchos errores tácticos y estratégicos. Rechazaba contemplar la historia como mera interacción de fuerzas impersonales e insistía en que la toma de decisiones individual y colectiva contaban. En libros posteriores sobre otros episodios revolucionarios, insistió en que la vía democrática que se desechó fue al principio una alternativa realista.
Nacido en Berlín, en el seno de una familia de judíos polacos inmigrantes, Getzler creció en medio del miedo ante el ascenso de los nazis al poder y se unió a Hatzair, un movimiento juvenil sionista y socialista. Los nazis lo deportaron a él y a su familia a Polonia en 1938. Con el estallido de la II Guerra Mundial, las autoridades soviéticas enviaron a los Getzler a Siberia. Tras la derrota del Tercer Reich, salió de la URSS y se instaló en Australia, donde dio clases en la Universidad de Adelaida, aunque se trasladó al Reino Unido para contrastar sus ideas sobre la revolución rusa con lumberas como E. H. Carr, Leonard Schapiro e Isaiah Berlin.
Sionista crítico
En 1971, el compromiso con el sionismo de Getzler lo llevó a Israel, donde se convirtió en profesor de la Universidad Hebrea. Era un sueño acariciado durante toda la vida, pero deploraba el modo en el que Israel discriminaba a los palestinos. Se manifestó contra los asentamientos hasta bien cumplidos los ochenta años, además de ser un ferviente simpatizante del movimiento Paz Ahora. Crítico con lo que consideraba un dominio absoluto del poder religioso en la sociedad israelí, Getzler se hizo enterrar en el cementerio alternativo de un kibutz. © Guardian News & Media 2012.
Para el historiador Israel Getzler, muerto a comienzos de año a los 91 años, que Rusia se introdujera en un callejón sin salida de carácter totalitario de la mano de Lenin y los comunistas no fue algo inevitable. Él contemplaba el año 1917 como una época en la que la sociedad rusa tuvo una oportunidad creíble de construir una democracia. Su carrera implicó un interesante debate personal bajo la sombra de Lenin. Getzler tomó como punto de partida para su tesis la biografía de Yuri Marlov, que publicó de 1967. Marlov era un marxista pacifista, un socialista democrático que perdió la batalla contra Lenin durante la Revolución de Octubre. Aun admirando a Marlov profundamente, Getzler no tuvo reparos en airear sus muchos errores tácticos y estratégicos. Rechazaba contemplar la historia como mera interacción de fuerzas impersonales e insistía en que la toma de decisiones individual y colectiva contaban. En libros posteriores sobre otros episodios revolucionarios, insistió en que la vía democrática que se desechó fue al principio una alternativa realista.
Nacido en Berlín, en el seno de una familia de judíos polacos inmigrantes, Getzler creció en medio del miedo ante el ascenso de los nazis al poder y se unió a Hatzair, un movimiento juvenil sionista y socialista. Los nazis lo deportaron a él y a su familia a Polonia en 1938. Con el estallido de la II Guerra Mundial, las autoridades soviéticas enviaron a los Getzler a Siberia. Tras la derrota del Tercer Reich, salió de la URSS y se instaló en Australia, donde dio clases en la Universidad de Adelaida, aunque se trasladó al Reino Unido para contrastar sus ideas sobre la revolución rusa con lumberas como E. H. Carr, Leonard Schapiro e Isaiah Berlin.
Sionista crítico
En 1971, el compromiso con el sionismo de Getzler lo llevó a Israel, donde se convirtió en profesor de la Universidad Hebrea. Era un sueño acariciado durante toda la vida, pero deploraba el modo en el que Israel discriminaba a los palestinos. Se manifestó contra los asentamientos hasta bien cumplidos los ochenta años, además de ser un ferviente simpatizante del movimiento Paz Ahora. Crítico con lo que consideraba un dominio absoluto del poder religioso en la sociedad israelí, Getzler se hizo enterrar en el cementerio alternativo de un kibutz. © Guardian News & Media 2012.
¿Quién paga la crisis? y Afirmaciones Inquietantes.
Recortes en sanidad, educación, eliminación de becas-comedor, incremento de tasas universitarias, eliminación de políticas sociales, rebajas en los sueldos de los trabajadores públicos, economia en recesión, más paro...
A una gran parte de la población se le pide un gran esfuerzo y crece la proporción de ciudadanos que están en situación de pobreza. Para el año 2012, el Gobierno anuncia nuevos recortes, 35.000 millones de euros después de la última negociación con Europa, que parece claro a quién volverán a afectar.
Por otra parte hace poco se ha publicado la última lista Forbes de los más ricos del mundo, donde encontramos 16 españoles con patrimonios superiores a los mil millones de dólares: Amancio Ortega (Inditex) con 37.000 millones, Isaak Andik (Mango) 4.800 millones, Juan Roig (Mercadona) 4.700 millones... En resumen, un total entre estas 16 fortunas de 70.000 millones de dólares, es decir unos 53.000 millones de euros. Pero en España se eliminó el impuesto del patrimonio y no existe un impuesto sobre las grandes fortunas.
Creo que todo el mundo puede sacar sus propias conclusiones, yo sinceramente pienso que no es solamente que sea injusto, es que es obsceno.— Jaume Rovira.
Afirmaciones inquietantes
Ciertas afirmaciones hechas por la señora Cospedal son inquietantes. Afirma desde su magisterio que “...si hicieran una encuesta entre las personas que están en el paro, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a un empleo”. Pues sí, y si hicieran una encuesta entre las personas que están en el corredor de la muerte, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a la libertad.
Pero lo peor de su afirmación, no es lo poco que aporta, sino lo mucho que dice de sus métodos: porque valerse de la necesidad de 5.300.000 parados para configurar un mercado laboral a la medida de ciertos señores de traje, puro y chófer es, como siempre que meten ustedes mano, volver al feudalismo: los tiempos en los que unos señores disponen de las vidas de todos sus súbditos.
Además, en España no son sólo “más horas” las que hay que trabajar, sino más personas. Casi el 25% de la población activa del país, uno de cada cuarto españoles en edad de trabajar, está en paro. Y 5,3 millones de parados son más de 5,3 millones de personas porque, como a ustedes tanto les gusta decir, “lo importante es la familia”.
Dejen ustedes jubilarse a las personas cuando aún lo son íntegramente y pueden disfrutar con dignidad un retiro merecido, redúzcanos usted unas horitas a los que somos trabajadores casi jornaleros (y redúzcanos el sueldo en proporción, si quiere. Será mejor que otra reducción porquesí), y verá usted como le salen 5.300.000 personas —y sus respectivas familias—, y se ofrecen para hacerle esas horitas de más que hay que trabajar en España.— Raffael Cabrerizo Keil. Ibiza. En cartas al director de El País.
A una gran parte de la población se le pide un gran esfuerzo y crece la proporción de ciudadanos que están en situación de pobreza. Para el año 2012, el Gobierno anuncia nuevos recortes, 35.000 millones de euros después de la última negociación con Europa, que parece claro a quién volverán a afectar.
Por otra parte hace poco se ha publicado la última lista Forbes de los más ricos del mundo, donde encontramos 16 españoles con patrimonios superiores a los mil millones de dólares: Amancio Ortega (Inditex) con 37.000 millones, Isaak Andik (Mango) 4.800 millones, Juan Roig (Mercadona) 4.700 millones... En resumen, un total entre estas 16 fortunas de 70.000 millones de dólares, es decir unos 53.000 millones de euros. Pero en España se eliminó el impuesto del patrimonio y no existe un impuesto sobre las grandes fortunas.
Creo que todo el mundo puede sacar sus propias conclusiones, yo sinceramente pienso que no es solamente que sea injusto, es que es obsceno.— Jaume Rovira.
Afirmaciones inquietantes
Ciertas afirmaciones hechas por la señora Cospedal son inquietantes. Afirma desde su magisterio que “...si hicieran una encuesta entre las personas que están en el paro, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a un empleo”. Pues sí, y si hicieran una encuesta entre las personas que están en el corredor de la muerte, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a la libertad.
Pero lo peor de su afirmación, no es lo poco que aporta, sino lo mucho que dice de sus métodos: porque valerse de la necesidad de 5.300.000 parados para configurar un mercado laboral a la medida de ciertos señores de traje, puro y chófer es, como siempre que meten ustedes mano, volver al feudalismo: los tiempos en los que unos señores disponen de las vidas de todos sus súbditos.
Además, en España no son sólo “más horas” las que hay que trabajar, sino más personas. Casi el 25% de la población activa del país, uno de cada cuarto españoles en edad de trabajar, está en paro. Y 5,3 millones de parados son más de 5,3 millones de personas porque, como a ustedes tanto les gusta decir, “lo importante es la familia”.
Dejen ustedes jubilarse a las personas cuando aún lo son íntegramente y pueden disfrutar con dignidad un retiro merecido, redúzcanos usted unas horitas a los que somos trabajadores casi jornaleros (y redúzcanos el sueldo en proporción, si quiere. Será mejor que otra reducción porquesí), y verá usted como le salen 5.300.000 personas —y sus respectivas familias—, y se ofrecen para hacerle esas horitas de más que hay que trabajar en España.— Raffael Cabrerizo Keil. Ibiza. En cartas al director de El País.
Tapeo por Madrid
La oferta de restaurantes de Madrid se ha disparado casi hasta el infinito. Con 18 estrellas Michelin repartidas por la Comunidad, la sofisticación y el exotismo han llegado a cotas impensables hace unos años, incluso a pesar de las turbulencias económicas (“porque es que yo ni noto la crisis en mi restaurante”, asegura más de un cocinero participante en este reportaje). El viento sopla a favor de los superchefs y las mixturas pero, por encima de todas las innovaciones de Adrià, al hablar de gastronomía española la figura más recurrente sigue siendo la de las tapas, esas chapas que piden tantos turistas en las tascas de la ciudad sin saber a menudo a qué se refieren: si a un plato o a una forma de comerlos.
Después de unos años de cierto desprestigio, el género tradicional se reivindica, abierto a las aportaciones de la última generación de cocineros-alquimistas. Los establecimientos encuentran en esta fórmula barata una solución para mantener la clientela, y prueba del intento de convertirla en un referente es que los concursos para elegir la más rica del barrio van dejando espacio a las competiciones técnicas, en las que el refinamiento llega a aturdir.
Para apoyar la vigencia gastronómica del género, 10 chefs reputados nos recomiendan su favorita en la ciudad. Tanto los tradicionales entresijos como el refinamiento gourmet tienen cabida en esta lista.
1. Callos con huevo frito (taberna Viavélez). Tapear no solo implica comer, también tiene un componente de socialización. Y socializar por los bares todo el mundo sabe que da para escenas inesperadas, como la de encontrar al samurái Ricardo Sanz, chef experto en comida oriental, mojando callos en un huevo frito. Tan experto es en lo oriental que está al frente del restaurante Kabuki Wellington, uno de los abonados madrileños a las estrellas Michelin. Y tan aficionado es a los callos, que considera los de la taberna Viavélez (avenida del General Perón, 10), su tapa favorita de la ciudad. “Es tremendo: coger el callo y mojarlo en el huevo; la patata y mojarla en el huevo. ¿Pillas el concepto?”, ríe. Su amigo Paco Ron, responsable de la taberna, sirve los callos y los acompaña con una copa de champaña. Sanz propone comerlos con palillos, para que la foto deje claro que lo cortés no quita lo valiente, y le ofrece a Ron hacer lo mismo. El cocinero asturiano mira los palillos y se carcajea; luego se escabulle a la cocina.
2. Croquetas de jamón (Vi Cool). “Yo soy de la croqueta de jamón”, asegura Paco Roncero, jefe de cocina del Casino de Madrid. Luego amenaza: “La pido y, si no me gusta, me voy”. Según Roncero, cuando la croqueta es un mazacote, está mal frita o le falta sabor, se trata de un indicio infalible de que no se puede esperar nada bueno del resto de la carta. “A una croqueta lo único que hay que ponerle es cariño, y eso es la base de todo lo demás”, remata. En su opinión, las más amorosas de la ciudad son las de Sergi Arola en su nuevo establecimiento en Madrid, el Vi Cool (calle de las Huertas, 12).
3. Tortilla de patatas (La Ardosa). Llegado de Nueva Orleans hace más de una década, el chef Matthew Scott promociona en Madrid la gastronomía de su tierra en el restaurante Gumbo: comida cajun y criolla. Con esa carta de presentación, no sorprende saber que le gusta la cocina tradicional. “Las innovaciones también mucho, pero creo que el sustrato es importante”, aclara. Elige la tortilla de patatas de las bodegas de La Ardosa (calle de Colón, 13). “Es que ya no se encuentran muchas así”, dice, y la señala con admiración. Piensa que el panorama de la tapa está saliendo de un impasse complicado. “Por normas sanitarias se dejaron de hacer cosas muy ricas pero no seguras del todo por culpa de los boquerones, el huevo… y al mismo tiempo se presentaban muchas otras modernas, complicadas, que no terminaban de estar conseguidas. Ahora se está empezando a recuperar cosas deliciosas”, explica.
4. Huevo escalfado con aceite de trufa y parmentier de patata (Decomeraparte). El chef de la empresa Hamburguesa Nostra, Juan Pozuelo, elige salir de los circuitos consolidados. Para recomendar una tapa apuesta por un establecimiento de Guzmán el Bueno: el espacio gourmet Decomeraparte (Almansa, 93). “Lo magnífico de este sitio es que está aquí, apartado del centro”, dice señalando a través de la cristalera una tranquila calle. “Para conocerlo tienes que ser del barrio o tener ganas de investigar”. Dentro de la carta que presenta el cocinero José Manuel Lázaro, Pozuelo no duda: quiere el huevo escalfado con aceite de trufa y parmentier de patata. “Es perfecto, porque te permite la combinación tan rica de patata y huevo, pero sin toda la grasa del frito”.
5. Entresijos (Gallinejas Embajadores). En La Tasquita de Enfrente, del chef Juanjo López, apuestan por la cocina de mercado y productos frescos y de temporada. La elección de López no desentona con el espíritu clásico de su establecimiento. “Aquí las tapas por excelencia son los callos, los entresijos y las gallinejas”, asegura. No ve muy prometedor el panorama de esta clase de platos. “Se van perdiendo y nos quedamos con su versión más pobre, como los bocadillos, que ya no hay forma de encontrar uno que bueno”, se lamenta. Si tiene que recomendar unos entresijos, le gusta una freiduría de la calle de Embajadores: Gallinejas Embajadores (Embajadores, 84).
6. Bacalao (Casa Revuelta). El chef Ramon Freixa llega a Casa Revuelta (calle de Latoneros, 3) y lo primero que quiere hacer es felicitar a la cocinera. “Tiene usted una cocina limpísima. Yo soy muy observador con eso, y la suya es excepcional”. Al chef catalán, con dos estrellas en Madrid, no es la única razón por la que le gusta el local. “El bacalao que sirven es de 10, me fascina el crujiente que tiene”, asegura. Su preferencia se sustenta en que cada vez le parece más complicado encontrar tapas tradicionales de calidad. La cocinera intenta explicarlo con una leve crítica a las nuevas tendencias gastronómicas, pero Freixa puntualiza: “Que yo soy de la nueva cocina, ¿eh?”. No hay problema: entre modernos y clásicos se firma enseguida la paz delante de un buen bacalao.
7. Croquetas (El Quinto Vino). Después de dudar de si opta también por la tortilla de La Ardosa, Diego Guerrero, el chef del Club Allard, reciente ganador de una segunda estrella Michelin, apuesta por “uno de los top de la ruta de croquetas”: El Quinto Vino (calle de Hernani, 48). A la ventaja de ser una croqueta de excelente calidad, el chef le añade la de venderse por unidades en lugar de por raciones. No es fácil elegir en Madrid, se excusa Guerrero ante los probables heridos por no haber sido su predilecto: “Hay tantas cosas buenas que hay que andarse con cuidado para que nadie se pique”.
8. Ostras fritas (Sacha). “Porque son mágicas”. Sergi Arola, propietario del Gastro y del Vi Cool en Madrid, no escatima adjetivos para justificar su predilección por las ostras fritas del restaurante Sacha (calle de Juan Hurtado de Mendoza, 11). El chef catalán afirma que le encantan las ostras de cualquiera de las formas, pero que las de Sacha tienen algo especial, un tipo de fritura que potencia el sabor y “lo convierte en algo único, en una explosión de sabor”.
9. Patatas al ali-oli con huevas de arenques (Estado Puro). El chef propietario del Dassa Bassa, Darío Barrio, opta por elegir restaurante en lugar de tapa. Se queda con el Estado Puro (plaza de Cánovas del Castillo, 4), establecimiento especializado en tapas de Paco Roncero. ¿Por qué? “Cuando conoces a los amigos, vas y ni miras la carta: sabes que te dan de comer bien”. La elección queda, pues, en manos del jefe de cocina del restaurante. Alfonso Castellano, boxeador además de cocinero, responde a la cortesía presentando tres opciones: manitas con espaguetis de sepia, ensaladilla y patatas al ali oli con huevas de arenque. Esta vez sí, Barrio elige: las patatas. Empieza con ellas, pero después de las patatas parece menester probar la ensaladilla, y las manitas. Al final los tres platos quedan vacíos. “Hay que ir donde sepas que te cocinan con afecto”, concluye Barrio.
10. Toda la barra (Cañadio). Un cocinero joven al que los gourmets auguran una buena proyección, Alfonso Sánchez, defiende las posibilidades que ofrece la tapa como carta de presentación del chef y su local. En el Brookei, donde desempeña labores de jefe de cocina, no tienen barra para servirlas, pero preparan una para explotar la popularidad de la fórmula. Allí planea colocar sus croquetas de sepia, con fervorosos defensores en la ciudad. En su opinión, el secreto de una tapa es que consiga llamar la atención. “Por ejemplo, con las mismas aceitunas. Coges unas buenas, gordal, las rellenas con queso y piquillo y las calientas. Solo con eso ya están deliciosas”, explica. Un lugar cuya variedad le inspira a la hora de cocinar es la barra del restaurante Cañadio (Conde Peñalver, 86).
Llamar la atención y dotar de prestigio al local y al autor. Sánchez enuncia muy claramente qué es lo que se espera de una tapa de autor. Para lanzar Madrid ante el mercado exterior como capital de la tapa los hosteleros de la capital crearon el año pasado un premio llamado La Tapa de Madrid. La ganadora fue la llamada Planeta Marte, del chef Miguel Espinosa (National Geographic Café), consistente en un buñuelo relleno de huevo, jamón, hongos y salsa de piquillo, y todo ensamblado en una estructura de mondadientes que reproduce una órbita planetaria sustentada por un chupito de vino reducido. Poco que ver con la sencillez de la tortilla de La Ardosa, pero bueno es todo lo que quepa en el plato. Por muy pequeño que sea.
Después de unos años de cierto desprestigio, el género tradicional se reivindica, abierto a las aportaciones de la última generación de cocineros-alquimistas. Los establecimientos encuentran en esta fórmula barata una solución para mantener la clientela, y prueba del intento de convertirla en un referente es que los concursos para elegir la más rica del barrio van dejando espacio a las competiciones técnicas, en las que el refinamiento llega a aturdir.
Para apoyar la vigencia gastronómica del género, 10 chefs reputados nos recomiendan su favorita en la ciudad. Tanto los tradicionales entresijos como el refinamiento gourmet tienen cabida en esta lista.
1. Callos con huevo frito (taberna Viavélez). Tapear no solo implica comer, también tiene un componente de socialización. Y socializar por los bares todo el mundo sabe que da para escenas inesperadas, como la de encontrar al samurái Ricardo Sanz, chef experto en comida oriental, mojando callos en un huevo frito. Tan experto es en lo oriental que está al frente del restaurante Kabuki Wellington, uno de los abonados madrileños a las estrellas Michelin. Y tan aficionado es a los callos, que considera los de la taberna Viavélez (avenida del General Perón, 10), su tapa favorita de la ciudad. “Es tremendo: coger el callo y mojarlo en el huevo; la patata y mojarla en el huevo. ¿Pillas el concepto?”, ríe. Su amigo Paco Ron, responsable de la taberna, sirve los callos y los acompaña con una copa de champaña. Sanz propone comerlos con palillos, para que la foto deje claro que lo cortés no quita lo valiente, y le ofrece a Ron hacer lo mismo. El cocinero asturiano mira los palillos y se carcajea; luego se escabulle a la cocina.
2. Croquetas de jamón (Vi Cool). “Yo soy de la croqueta de jamón”, asegura Paco Roncero, jefe de cocina del Casino de Madrid. Luego amenaza: “La pido y, si no me gusta, me voy”. Según Roncero, cuando la croqueta es un mazacote, está mal frita o le falta sabor, se trata de un indicio infalible de que no se puede esperar nada bueno del resto de la carta. “A una croqueta lo único que hay que ponerle es cariño, y eso es la base de todo lo demás”, remata. En su opinión, las más amorosas de la ciudad son las de Sergi Arola en su nuevo establecimiento en Madrid, el Vi Cool (calle de las Huertas, 12).
3. Tortilla de patatas (La Ardosa). Llegado de Nueva Orleans hace más de una década, el chef Matthew Scott promociona en Madrid la gastronomía de su tierra en el restaurante Gumbo: comida cajun y criolla. Con esa carta de presentación, no sorprende saber que le gusta la cocina tradicional. “Las innovaciones también mucho, pero creo que el sustrato es importante”, aclara. Elige la tortilla de patatas de las bodegas de La Ardosa (calle de Colón, 13). “Es que ya no se encuentran muchas así”, dice, y la señala con admiración. Piensa que el panorama de la tapa está saliendo de un impasse complicado. “Por normas sanitarias se dejaron de hacer cosas muy ricas pero no seguras del todo por culpa de los boquerones, el huevo… y al mismo tiempo se presentaban muchas otras modernas, complicadas, que no terminaban de estar conseguidas. Ahora se está empezando a recuperar cosas deliciosas”, explica.
4. Huevo escalfado con aceite de trufa y parmentier de patata (Decomeraparte). El chef de la empresa Hamburguesa Nostra, Juan Pozuelo, elige salir de los circuitos consolidados. Para recomendar una tapa apuesta por un establecimiento de Guzmán el Bueno: el espacio gourmet Decomeraparte (Almansa, 93). “Lo magnífico de este sitio es que está aquí, apartado del centro”, dice señalando a través de la cristalera una tranquila calle. “Para conocerlo tienes que ser del barrio o tener ganas de investigar”. Dentro de la carta que presenta el cocinero José Manuel Lázaro, Pozuelo no duda: quiere el huevo escalfado con aceite de trufa y parmentier de patata. “Es perfecto, porque te permite la combinación tan rica de patata y huevo, pero sin toda la grasa del frito”.
5. Entresijos (Gallinejas Embajadores). En La Tasquita de Enfrente, del chef Juanjo López, apuestan por la cocina de mercado y productos frescos y de temporada. La elección de López no desentona con el espíritu clásico de su establecimiento. “Aquí las tapas por excelencia son los callos, los entresijos y las gallinejas”, asegura. No ve muy prometedor el panorama de esta clase de platos. “Se van perdiendo y nos quedamos con su versión más pobre, como los bocadillos, que ya no hay forma de encontrar uno que bueno”, se lamenta. Si tiene que recomendar unos entresijos, le gusta una freiduría de la calle de Embajadores: Gallinejas Embajadores (Embajadores, 84).
6. Bacalao (Casa Revuelta). El chef Ramon Freixa llega a Casa Revuelta (calle de Latoneros, 3) y lo primero que quiere hacer es felicitar a la cocinera. “Tiene usted una cocina limpísima. Yo soy muy observador con eso, y la suya es excepcional”. Al chef catalán, con dos estrellas en Madrid, no es la única razón por la que le gusta el local. “El bacalao que sirven es de 10, me fascina el crujiente que tiene”, asegura. Su preferencia se sustenta en que cada vez le parece más complicado encontrar tapas tradicionales de calidad. La cocinera intenta explicarlo con una leve crítica a las nuevas tendencias gastronómicas, pero Freixa puntualiza: “Que yo soy de la nueva cocina, ¿eh?”. No hay problema: entre modernos y clásicos se firma enseguida la paz delante de un buen bacalao.
7. Croquetas (El Quinto Vino). Después de dudar de si opta también por la tortilla de La Ardosa, Diego Guerrero, el chef del Club Allard, reciente ganador de una segunda estrella Michelin, apuesta por “uno de los top de la ruta de croquetas”: El Quinto Vino (calle de Hernani, 48). A la ventaja de ser una croqueta de excelente calidad, el chef le añade la de venderse por unidades en lugar de por raciones. No es fácil elegir en Madrid, se excusa Guerrero ante los probables heridos por no haber sido su predilecto: “Hay tantas cosas buenas que hay que andarse con cuidado para que nadie se pique”.
8. Ostras fritas (Sacha). “Porque son mágicas”. Sergi Arola, propietario del Gastro y del Vi Cool en Madrid, no escatima adjetivos para justificar su predilección por las ostras fritas del restaurante Sacha (calle de Juan Hurtado de Mendoza, 11). El chef catalán afirma que le encantan las ostras de cualquiera de las formas, pero que las de Sacha tienen algo especial, un tipo de fritura que potencia el sabor y “lo convierte en algo único, en una explosión de sabor”.
9. Patatas al ali-oli con huevas de arenques (Estado Puro). El chef propietario del Dassa Bassa, Darío Barrio, opta por elegir restaurante en lugar de tapa. Se queda con el Estado Puro (plaza de Cánovas del Castillo, 4), establecimiento especializado en tapas de Paco Roncero. ¿Por qué? “Cuando conoces a los amigos, vas y ni miras la carta: sabes que te dan de comer bien”. La elección queda, pues, en manos del jefe de cocina del restaurante. Alfonso Castellano, boxeador además de cocinero, responde a la cortesía presentando tres opciones: manitas con espaguetis de sepia, ensaladilla y patatas al ali oli con huevas de arenque. Esta vez sí, Barrio elige: las patatas. Empieza con ellas, pero después de las patatas parece menester probar la ensaladilla, y las manitas. Al final los tres platos quedan vacíos. “Hay que ir donde sepas que te cocinan con afecto”, concluye Barrio.
10. Toda la barra (Cañadio). Un cocinero joven al que los gourmets auguran una buena proyección, Alfonso Sánchez, defiende las posibilidades que ofrece la tapa como carta de presentación del chef y su local. En el Brookei, donde desempeña labores de jefe de cocina, no tienen barra para servirlas, pero preparan una para explotar la popularidad de la fórmula. Allí planea colocar sus croquetas de sepia, con fervorosos defensores en la ciudad. En su opinión, el secreto de una tapa es que consiga llamar la atención. “Por ejemplo, con las mismas aceitunas. Coges unas buenas, gordal, las rellenas con queso y piquillo y las calientas. Solo con eso ya están deliciosas”, explica. Un lugar cuya variedad le inspira a la hora de cocinar es la barra del restaurante Cañadio (Conde Peñalver, 86).
Llamar la atención y dotar de prestigio al local y al autor. Sánchez enuncia muy claramente qué es lo que se espera de una tapa de autor. Para lanzar Madrid ante el mercado exterior como capital de la tapa los hosteleros de la capital crearon el año pasado un premio llamado La Tapa de Madrid. La ganadora fue la llamada Planeta Marte, del chef Miguel Espinosa (National Geographic Café), consistente en un buñuelo relleno de huevo, jamón, hongos y salsa de piquillo, y todo ensamblado en una estructura de mondadientes que reproduce una órbita planetaria sustentada por un chupito de vino reducido. Poco que ver con la sencillez de la tortilla de La Ardosa, pero bueno es todo lo que quepa en el plato. Por muy pequeño que sea.
Multinacionales a la caza del comedor escolar
Grandes empresas se ofrecen a comprar la deuda de la Generalitat
Sociedades familiares soportan impagos por becas de comedor de 100.000 y 500.000 euros
Según se mire, la crisis puede ser una oportunidad o un desastre. Mientra las empresas familiares que suministran los menús diarios en los colegios públicos soportan deudas que oscilan entre los 100.000 y 500.000 euros por el retraso de la Generalitat en pagar las ayudas y becas de comedor escolar desde octubre de 2011, multinacionales del sector se ofrecen a “comprar la deuda” a cambio de quedarse con la contrata en los colegios.
Las multinacionales del servicio de comidas han adelantado la campaña del próximo curso y desde finales de febrero están visitando a directores para que cambien de empresa y se liberen de la carga económica de la deuda. Si la Generalitat no paga las becas y los gastos de funcionamiento del comedor, son los centros escolares los que se hacen cargo de adelantar el dinero a las empresas proveedoras con lo que recaudan de los niños no becados. También se dirigen a los propietarios de las empresas familiares más afectadas para comprarles la deuda.
“No nos compran la empresa, nos pagan la deuda, nos retiran del mercado y se quedan con nuestros colegios”, describe una empresa afectada que no ha cobrado nada del Consell entre octubre de 2011 y marzo de 2012 y que se refugia en el anonimato.
El comedor escolar es un servicio que utilizan 1650.000 niños durante 146 días al año en 923 centros escolares públicos. La Consejería de Educación financia 1,45 euros de gastos de funcionamiento del servicio de todos los usuarios; es decir, 31 millones de euros. En paralelo, Educación subvenciona becas por valor de 4,25 euros al día a 75.000 niños, tal y como está estipulado en la resolución de 3 de junio de 2011. Esto supone un gasto social de 46.5 millones de euros más...
La Asociación de Empresas de Restauración Colectiva (Aercor) ha insistido en varias reuniones con la Dirección General y las tres Direcciones Territoriales de Educación del riesgo de dejar fuera de este mercado a las pequeñas y medianas empresas que trabajan con proveedores de alimentación locales y pagan todos sus impuestos y el de Actividades Económicas (IAE) en la Comunidad Valenciana, explican los empresarios.
Camps intentó la privatización
De modificarse el actual sistema de concurso público, como lo intentó el anterior gobierno de Francisco Camps para dejar en manos de una decena de multinacionales el negocio, se verían afectados más de 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
“La consejería quiere ir hacia una modalidad donde sea ella la que elija de a las empresas. Hasta ahora son los centros escolares, los que escogen de entre varias propuestas y seleccionan tres a escoger”,
Leer toda la noticia en El País.
Sociedades familiares soportan impagos por becas de comedor de 100.000 y 500.000 euros
Según se mire, la crisis puede ser una oportunidad o un desastre. Mientra las empresas familiares que suministran los menús diarios en los colegios públicos soportan deudas que oscilan entre los 100.000 y 500.000 euros por el retraso de la Generalitat en pagar las ayudas y becas de comedor escolar desde octubre de 2011, multinacionales del sector se ofrecen a “comprar la deuda” a cambio de quedarse con la contrata en los colegios.
Las multinacionales del servicio de comidas han adelantado la campaña del próximo curso y desde finales de febrero están visitando a directores para que cambien de empresa y se liberen de la carga económica de la deuda. Si la Generalitat no paga las becas y los gastos de funcionamiento del comedor, son los centros escolares los que se hacen cargo de adelantar el dinero a las empresas proveedoras con lo que recaudan de los niños no becados. También se dirigen a los propietarios de las empresas familiares más afectadas para comprarles la deuda.
“No nos compran la empresa, nos pagan la deuda, nos retiran del mercado y se quedan con nuestros colegios”, describe una empresa afectada que no ha cobrado nada del Consell entre octubre de 2011 y marzo de 2012 y que se refugia en el anonimato.
El comedor escolar es un servicio que utilizan 1650.000 niños durante 146 días al año en 923 centros escolares públicos. La Consejería de Educación financia 1,45 euros de gastos de funcionamiento del servicio de todos los usuarios; es decir, 31 millones de euros. En paralelo, Educación subvenciona becas por valor de 4,25 euros al día a 75.000 niños, tal y como está estipulado en la resolución de 3 de junio de 2011. Esto supone un gasto social de 46.5 millones de euros más...
La Asociación de Empresas de Restauración Colectiva (Aercor) ha insistido en varias reuniones con la Dirección General y las tres Direcciones Territoriales de Educación del riesgo de dejar fuera de este mercado a las pequeñas y medianas empresas que trabajan con proveedores de alimentación locales y pagan todos sus impuestos y el de Actividades Económicas (IAE) en la Comunidad Valenciana, explican los empresarios.
Camps intentó la privatización
De modificarse el actual sistema de concurso público, como lo intentó el anterior gobierno de Francisco Camps para dejar en manos de una decena de multinacionales el negocio, se verían afectados más de 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
“La consejería quiere ir hacia una modalidad donde sea ella la que elija de a las empresas. Hasta ahora son los centros escolares, los que escogen de entre varias propuestas y seleccionan tres a escoger”,
Leer toda la noticia en El País.
viernes, 16 de marzo de 2012
El investigador investigado inventó seis estudios en su currículo académico
El científico del CSIC Jesús Ángel Lemus se atribuyó seis estudios inexistentes
El CSIC sospecha que un científico falso firmó en seis de sus estudios
El currículo de Jesús Ángel Lemus Loarte que hasta ayer aparecía en la página web del Museo Nacional de Ciencias Naturales, organismo público dependiente del CSIC, incluye una serie de estudios científicos inexistentes. Son publicaciones con nombres del tipo "Distocia y cesárea paradorsal en un caimán de anteojos", pero cuando uno acude al número de la revista Journal of wildlife and zoo medicine en el que debería aparecer lo que se encuentra es “Infección por Mycobacterium asiaticum en un tití de manos doradas (Sanguinus midas)”, realizado por investigadores de la Universidad de Florida.
Andrés Montesinos, veterinario y dueño de la clínica Los Sauces de Madrid, sí se dio cuenta de que los datos no cuadraban. Todo comenzó cuando hace unos dos años le llamó un colega: “Me pidió si tenía un artículo interesante que había firmado Lemus en el Journal of wildlife diseases. Le dije que no me sonaba. Fui a la estantería y en el número que debía estar no había nada. Supe que era inventado”. Montesinos es un veterinario experto en animales exóticos y por eso guarda en su despacho una buena colección de estas publicaciones, muy especializadas. Recalca que Lemus no ha trabajado en su centro.
Según el currículo, en 2006 Lemus, que trabaja en el CSIC con una beca de investigación, supuestamente publicó en el número 24 de la revista Journal of avian medicine and surgery el estudio “Estado de salud de paseriformes invernantes en libertad en un hábitat de montaña”. El problema es que el número 24 de esa revista es de 2010.
La lista, con publicaciones entre 2006 y 2009, es considerable. Allí aparece que publicó en Veterinary record en 2006 “Infección por Butiaxella agrestis en el turón europeo (Mustela putorius)”. Sin embargo, en la página 521 del número 159 de la revista (en la que debería estar) aparece “Produccion de ovejas enanas prolíficas a través de transferencia de embriones en ovejas de raza grande no prolíficas”, de investigadores de Rajasthan (India)...
El CSIC sospecha que un científico falso firmó en seis de sus estudios
El currículo de Jesús Ángel Lemus Loarte que hasta ayer aparecía en la página web del Museo Nacional de Ciencias Naturales, organismo público dependiente del CSIC, incluye una serie de estudios científicos inexistentes. Son publicaciones con nombres del tipo "Distocia y cesárea paradorsal en un caimán de anteojos", pero cuando uno acude al número de la revista Journal of wildlife and zoo medicine en el que debería aparecer lo que se encuentra es “Infección por Mycobacterium asiaticum en un tití de manos doradas (Sanguinus midas)”, realizado por investigadores de la Universidad de Florida.
Andrés Montesinos, veterinario y dueño de la clínica Los Sauces de Madrid, sí se dio cuenta de que los datos no cuadraban. Todo comenzó cuando hace unos dos años le llamó un colega: “Me pidió si tenía un artículo interesante que había firmado Lemus en el Journal of wildlife diseases. Le dije que no me sonaba. Fui a la estantería y en el número que debía estar no había nada. Supe que era inventado”. Montesinos es un veterinario experto en animales exóticos y por eso guarda en su despacho una buena colección de estas publicaciones, muy especializadas. Recalca que Lemus no ha trabajado en su centro.
Según el currículo, en 2006 Lemus, que trabaja en el CSIC con una beca de investigación, supuestamente publicó en el número 24 de la revista Journal of avian medicine and surgery el estudio “Estado de salud de paseriformes invernantes en libertad en un hábitat de montaña”. El problema es que el número 24 de esa revista es de 2010.
La lista, con publicaciones entre 2006 y 2009, es considerable. Allí aparece que publicó en Veterinary record en 2006 “Infección por Butiaxella agrestis en el turón europeo (Mustela putorius)”. Sin embargo, en la página 521 del número 159 de la revista (en la que debería estar) aparece “Produccion de ovejas enanas prolíficas a través de transferencia de embriones en ovejas de raza grande no prolíficas”, de investigadores de Rajasthan (India)...
jueves, 15 de marzo de 2012
Dimite un director de Goldman Sachs por su "bancarrota moral"
Greg Smith dirigía el negocio de derivados de renta variable del banco en la City londinense y trabajaba en la compañía desde hace 12 años
Ha tardado cuatro años en ver que el banco de inversiones para el que trabajaba ha sido uno de los causantes de la peor crisis económica mundial desde la Gran Depresión. Pero en cualquier caso, el gesto le honra. Greg Smith presentó esta mañana su dimisión como director ejecutivo de Goldman Sachs en Londres despidiéndose con una carta en la que acusa a sus trabajadores de "bancarrota moral". Lo que no explica es si se lleva consigo algún tipo de indemnización.
Smith, que llevaba 12 años en la entidad, en la que comenzó a trabajar como becario, dirigía el negocio de derivados de renta variable en Europa. En su misiva, publicada este miércoles en The New York Times, lamenta haber participado en reuniones "en las que no se pierde un minuto en buscar cómo podemos ayudar a nuestros clientes. Se trata solo de encontrar la forma en que nosotros les saquemos el mayor dinero posible".
"Puede que algunas personas se sorprendan por lo que voy a decir, pero la cultura siempre fue un elemento fundamental del éxito de Goldman Sachs. Se trataba de trabajo en equipo, integridad, espíritu de humildad y de hacer siempre lo mejor para nuestros clientes. La cultura fue el ingrediente secreto que convirtió esta empresa en grande y lo que nos permitió dar confianza a nuestros clientes durante 143 años", dijo.
"No se trataba solo de dinero -prosigue Smith- tenía que ver con el orgullo y los valores de la organización. Pero me entristece decir que ahora miro alrededor y ya no veo un resquicio de esa cultura". Y Smith no tiene dudas de cómo el banco de inversiones ha perdido esos valores: "Cuando los libros de historia hablen de Goldman Sachs reflejaran que la compañía ha perdido su cultura bajo el mando del actual director ejecutivo, Lloyd C. Blankfein, y el presidente, Gary D. Cohn".
El exdirector, hace además un pronóstico: "Creo realmente que la pérdida de fibra moral de la empresa representa la mayor amenaza para su supervivencia a largo plazo".
"No puedo mirar a los ojos a los estudiantes"
Smith no era un cualquiera en el mundo Goldman Sachs y de ahí que sea una de las 10 personas -sobre 30.000 empleados- que aparece en los vídeos promocionales del banco destinados a las universidades económicas de todo el mundo.
El exdirector participaba activamente en las campañas de contratación y formación de nuevos empleados seleccionando a los futuros becarios y asegura que esta es una de las cosas que le llevaron a tomar su decisión. "Me di cuenta de que no puedo seguir mirando a los ojos a los estudiantes y decirles que este es un gran sitio para trabajar", dijo.
Básicamente -insiste Smith- porque solo "si consigues el máximo beneficio para la empresa, serás ascendido a un puesto influyente". El problema es cómo conseguir esto. Según él, el banco basaba su éxito en el liderazgo, "liderazgo que se centraba en las ideas, por ejemplo, hacer las cosas correctas".
Aunque hoy, lo correcto no lleva al éxito en Goldman Sachs, sino todo lo contrario. En la carta dice que hay tres posibilidades para convertirse en un líder: convencer a los clientes de que inviertan en los activos de los que el propio Goldman Sachs "quiere deshacerse porque ya no son rentables"; "cazar a los clientes" y venderles los productos que más beneficios puedan dar a la compañía; y por último estar en un puesto en el que "tu único trabajo es vender cualquier producto opaco con tres letras", en clara referencia a los bonos de deuda sobreana y los CDS (credit default swaps).
Los clientes "marioneta"
Smith se lamenta de cómo algunos trabajadores de Goldman Sachs hablan "cruelmente de arrancarle todo el dinero a sus clientes". "En los últimos 12 meses he visto a varios directores referirse a sus propios clientes como "marionetas" muchas veces en correos internos", asegura.
Y vuelve a la carga contra los actuales dirigentes diciendo que "hoy en día, la pregunta más recurrente que me hacen nuestros analistas más jóvenes es cuánto dinero hemos sacado al cliente. Me molesta cada vez que lo oigo porque es el claro reflejo de que lo que están viendo en sus jefes. Si piensas cómo serán las cosas de aquí a diez años, no hace falta ser un científico para entender que los analistas que se sientan sin hacer un ruido en su rincón y escuchan hablar de "marionetas", "sacarles los ojos" y "cobrar" no se van a convertir en ciudadanos modelo".
Para terminar, da un consejo al banco: "Espero que esto sirva para llamar la atención de la directiva. Hagan de los clientes su foco principal otra vez. Sin ellos no van a hacer dinero. Y de hecho no existirían. Desháganse de la gente en bancarrota moral sin tener en cuenta cuántos beneficios consiguen para la compañía". Público http://www.publico.es/dinero/425842/dimite-un-director-de-goldman-sachs-por-su-bancarrota-moral
Ha tardado cuatro años en ver que el banco de inversiones para el que trabajaba ha sido uno de los causantes de la peor crisis económica mundial desde la Gran Depresión. Pero en cualquier caso, el gesto le honra. Greg Smith presentó esta mañana su dimisión como director ejecutivo de Goldman Sachs en Londres despidiéndose con una carta en la que acusa a sus trabajadores de "bancarrota moral". Lo que no explica es si se lleva consigo algún tipo de indemnización.
Smith, que llevaba 12 años en la entidad, en la que comenzó a trabajar como becario, dirigía el negocio de derivados de renta variable en Europa. En su misiva, publicada este miércoles en The New York Times, lamenta haber participado en reuniones "en las que no se pierde un minuto en buscar cómo podemos ayudar a nuestros clientes. Se trata solo de encontrar la forma en que nosotros les saquemos el mayor dinero posible".
"Puede que algunas personas se sorprendan por lo que voy a decir, pero la cultura siempre fue un elemento fundamental del éxito de Goldman Sachs. Se trataba de trabajo en equipo, integridad, espíritu de humildad y de hacer siempre lo mejor para nuestros clientes. La cultura fue el ingrediente secreto que convirtió esta empresa en grande y lo que nos permitió dar confianza a nuestros clientes durante 143 años", dijo.
"No se trataba solo de dinero -prosigue Smith- tenía que ver con el orgullo y los valores de la organización. Pero me entristece decir que ahora miro alrededor y ya no veo un resquicio de esa cultura". Y Smith no tiene dudas de cómo el banco de inversiones ha perdido esos valores: "Cuando los libros de historia hablen de Goldman Sachs reflejaran que la compañía ha perdido su cultura bajo el mando del actual director ejecutivo, Lloyd C. Blankfein, y el presidente, Gary D. Cohn".
El exdirector, hace además un pronóstico: "Creo realmente que la pérdida de fibra moral de la empresa representa la mayor amenaza para su supervivencia a largo plazo".
"No puedo mirar a los ojos a los estudiantes"
Smith no era un cualquiera en el mundo Goldman Sachs y de ahí que sea una de las 10 personas -sobre 30.000 empleados- que aparece en los vídeos promocionales del banco destinados a las universidades económicas de todo el mundo.
El exdirector participaba activamente en las campañas de contratación y formación de nuevos empleados seleccionando a los futuros becarios y asegura que esta es una de las cosas que le llevaron a tomar su decisión. "Me di cuenta de que no puedo seguir mirando a los ojos a los estudiantes y decirles que este es un gran sitio para trabajar", dijo.
Básicamente -insiste Smith- porque solo "si consigues el máximo beneficio para la empresa, serás ascendido a un puesto influyente". El problema es cómo conseguir esto. Según él, el banco basaba su éxito en el liderazgo, "liderazgo que se centraba en las ideas, por ejemplo, hacer las cosas correctas".
Aunque hoy, lo correcto no lleva al éxito en Goldman Sachs, sino todo lo contrario. En la carta dice que hay tres posibilidades para convertirse en un líder: convencer a los clientes de que inviertan en los activos de los que el propio Goldman Sachs "quiere deshacerse porque ya no son rentables"; "cazar a los clientes" y venderles los productos que más beneficios puedan dar a la compañía; y por último estar en un puesto en el que "tu único trabajo es vender cualquier producto opaco con tres letras", en clara referencia a los bonos de deuda sobreana y los CDS (credit default swaps).
Los clientes "marioneta"
Smith se lamenta de cómo algunos trabajadores de Goldman Sachs hablan "cruelmente de arrancarle todo el dinero a sus clientes". "En los últimos 12 meses he visto a varios directores referirse a sus propios clientes como "marionetas" muchas veces en correos internos", asegura.
Y vuelve a la carga contra los actuales dirigentes diciendo que "hoy en día, la pregunta más recurrente que me hacen nuestros analistas más jóvenes es cuánto dinero hemos sacado al cliente. Me molesta cada vez que lo oigo porque es el claro reflejo de que lo que están viendo en sus jefes. Si piensas cómo serán las cosas de aquí a diez años, no hace falta ser un científico para entender que los analistas que se sientan sin hacer un ruido en su rincón y escuchan hablar de "marionetas", "sacarles los ojos" y "cobrar" no se van a convertir en ciudadanos modelo".
Para terminar, da un consejo al banco: "Espero que esto sirva para llamar la atención de la directiva. Hagan de los clientes su foco principal otra vez. Sin ellos no van a hacer dinero. Y de hecho no existirían. Desháganse de la gente en bancarrota moral sin tener en cuenta cuántos beneficios consiguen para la compañía". Público http://www.publico.es/dinero/425842/dimite-un-director-de-goldman-sachs-por-su-bancarrota-moral
Las veleidades de Islandia
A quienes pensaron que ya habían presenciado suficiente locura financiera por parte de este pequeño país-isla les espera una gran sorpresa: la chifladura no ha hecho más que empezar. Islandia parece estar considerando adoptar el dólar canadiense como moneda oficial. Resulta difícil saber por dónde empezar a ridiculizar tal consideración. Si tuvieran algo de sentido común, los islandeses estarían dando gracias cada día al dios de las pequeñas divisas por el hecho de que su país tenga propia moneda y de que no formara parte de la eurozona en el momento de implosión del sistema financiero.
racias a tener su propia divisa, Islandia pudo llevar a cabo los ajustes necesarios frente a la crisis permitiendo que el valor de su moneda disminuyera en relación con las de sus socios comerciales. Esto encareció las importaciones reduciendo considerablemente su volumen. La corona islandesa, con un valor decreciente, abarató las exportaciones y las condujo a un aumento de volumen repentino. El efecto de este cambio en los precios relativos fue que el déficit de mercado masivo de Islandia, el cual se disparó a más del 28 por ciento del PIB en 2008, proyectara volverse un superávit de más del 3,0 por ciento del PIB este año. Este increíble giro ha restablecido el crecimiento económico en 2011 y comenzado a disminuir la tasa de desempleo del país.
La tasa de desempleo del 6,7 por ciento registrada en el cuarto trimestre del 2011 supone un nivel alto en relación con los estándares de Islandia, pero pinta muy bien en comparación con las de los países en crisis vinculados al euro. La tasa de desempleo más recientemente registrada en Portugal fue del 13,6 por ciento, en Irlanda del 14,5 por ciento, en Grecia del 19,2 por ciento y en España del 22,9 por ciento.
Estos países sufrieron la desgracia de estar en el euro por tres motivos. En primer lugar, estaban sujetos a la permanente obsesión del Banco Central Europeo (BCE) con la inflación. Mientras que gran parte de la carga de la deuda del ciudadano islandés medio fue paliada con dos años de una inflación del 12 por ciento (2008 y 2009), los deudores de los países en crisis de la eurozona han tenido que sufrir la celebración del BCE por perpetuar una inflación baja.
En segundo lugar, al no poder devaluar su moneda, los países de la eurozona no pudieron confiar en un aumento en las exportaciones netas con el fin de proporcionar el mismo estímulo al crecimiento que Islandia. Finalmente, ser parte de la zona euro significaba que el BCE, junto con sus aliados el FMI y la Comisión Europea, podían exigir recortes presupuestarios e incrementos en los impuestos incluso a mitad de una recesión aguda, decelerando aún más las economías de los países en crisis.
Los desequilibrios creados por los excesos financieros de Islandia en la última década empequeñecen cualquier cosa vista en países afectados de la eurozona. El déficit de su cuenta corriente explotó a un increíble 26 por ciento del PIB en 2006. Esto bastó para llamar la atención del FMI, una organización a la que normalmente no molestan las exuberancias irracionales de los mercados privados. Si Islandia no gozara de la libertad de utilizar la devaluación de su moneda como parte fundamental de su proceso de ajuste, podría estar ahora contemplando una década o más de estancamiento y de alto desempleo.
Sin embargo, en vez de celebrar su buena suerte, los líderes islandeses parecen estar resueltos a forzar al país a entrar en el mismo tipo de corsé que sus menos afortunados vecinos. Si Islandia se uniera a cualquier gran bloque monetario, perdería inmediatamente la flexibilidad que le ha protegido en su recuperación de la crisis. Por este motivo, debería ir con extremo cuidado con los términos bajo los que renuncia al control de su moneda.
Aun así, la elección de Islandia es especialmente bizarra. Siendo uno de los grandes exportadores de petróleo, la moneda de Canadá tiene tendencia a seguir los cambios del precio del crudo. Esto significa que cuando el precio del petróleo sea alto, la moneda canadiense y la islandesa aumentarán de valor. Habrá entonces un efecto directo en el aumento de los bienes y servicios islandeses relativos a los precios de otros países.
Ello hará a Islandia menos competitiva en la economía mundial. Acabará entonces adquiriendo importaciones baratas del extranjero en vez de producir bienes y servicios domésticos y sus exportaciones, por ejemplo el turismo, disminuirán al decidir el resto que Islandia es demasiado cara.
Canadá también tiene este problema. En los últimos meses ha habido varios ejemplos en los que grandes fabricantes anunciaron su decisión de trasladarse a los Estados Unidos para beneficiarse de los costes relativamente bajos. La diferencia entre Canadá e Islandia en esta historia es que Canadá disfrutará de ingresos gracias al petróleo que le ayudarán a mejorar el desplazamiento resultante de un aumento en el valor de su moneda. Islandia tiene pocas probabilidades de poder participar de la riqueza del petróleo canadiense de la misma forma.
La última vez que los líderes de Islandia se infectaron de ideas absurdas sobre la economía contrataron a Frederick Mishkin, un prominente economista estadounidense que decía que todo iba bien aun a sabiendas de que el sistema financiero estaba apunto de implosionar. Esperemos que los agentes públicos tomen un rumbo más serio esta vez.
Dean Baker. Counterpunch. Dean Baker es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es también autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy y False Profits: Recoverying From the Bubble Economy.
Traducción para www.sinpermiso.info: Vicente Abella Aranda
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4789
racias a tener su propia divisa, Islandia pudo llevar a cabo los ajustes necesarios frente a la crisis permitiendo que el valor de su moneda disminuyera en relación con las de sus socios comerciales. Esto encareció las importaciones reduciendo considerablemente su volumen. La corona islandesa, con un valor decreciente, abarató las exportaciones y las condujo a un aumento de volumen repentino. El efecto de este cambio en los precios relativos fue que el déficit de mercado masivo de Islandia, el cual se disparó a más del 28 por ciento del PIB en 2008, proyectara volverse un superávit de más del 3,0 por ciento del PIB este año. Este increíble giro ha restablecido el crecimiento económico en 2011 y comenzado a disminuir la tasa de desempleo del país.
La tasa de desempleo del 6,7 por ciento registrada en el cuarto trimestre del 2011 supone un nivel alto en relación con los estándares de Islandia, pero pinta muy bien en comparación con las de los países en crisis vinculados al euro. La tasa de desempleo más recientemente registrada en Portugal fue del 13,6 por ciento, en Irlanda del 14,5 por ciento, en Grecia del 19,2 por ciento y en España del 22,9 por ciento.
Estos países sufrieron la desgracia de estar en el euro por tres motivos. En primer lugar, estaban sujetos a la permanente obsesión del Banco Central Europeo (BCE) con la inflación. Mientras que gran parte de la carga de la deuda del ciudadano islandés medio fue paliada con dos años de una inflación del 12 por ciento (2008 y 2009), los deudores de los países en crisis de la eurozona han tenido que sufrir la celebración del BCE por perpetuar una inflación baja.
En segundo lugar, al no poder devaluar su moneda, los países de la eurozona no pudieron confiar en un aumento en las exportaciones netas con el fin de proporcionar el mismo estímulo al crecimiento que Islandia. Finalmente, ser parte de la zona euro significaba que el BCE, junto con sus aliados el FMI y la Comisión Europea, podían exigir recortes presupuestarios e incrementos en los impuestos incluso a mitad de una recesión aguda, decelerando aún más las economías de los países en crisis.
Los desequilibrios creados por los excesos financieros de Islandia en la última década empequeñecen cualquier cosa vista en países afectados de la eurozona. El déficit de su cuenta corriente explotó a un increíble 26 por ciento del PIB en 2006. Esto bastó para llamar la atención del FMI, una organización a la que normalmente no molestan las exuberancias irracionales de los mercados privados. Si Islandia no gozara de la libertad de utilizar la devaluación de su moneda como parte fundamental de su proceso de ajuste, podría estar ahora contemplando una década o más de estancamiento y de alto desempleo.
Sin embargo, en vez de celebrar su buena suerte, los líderes islandeses parecen estar resueltos a forzar al país a entrar en el mismo tipo de corsé que sus menos afortunados vecinos. Si Islandia se uniera a cualquier gran bloque monetario, perdería inmediatamente la flexibilidad que le ha protegido en su recuperación de la crisis. Por este motivo, debería ir con extremo cuidado con los términos bajo los que renuncia al control de su moneda.
Aun así, la elección de Islandia es especialmente bizarra. Siendo uno de los grandes exportadores de petróleo, la moneda de Canadá tiene tendencia a seguir los cambios del precio del crudo. Esto significa que cuando el precio del petróleo sea alto, la moneda canadiense y la islandesa aumentarán de valor. Habrá entonces un efecto directo en el aumento de los bienes y servicios islandeses relativos a los precios de otros países.
Ello hará a Islandia menos competitiva en la economía mundial. Acabará entonces adquiriendo importaciones baratas del extranjero en vez de producir bienes y servicios domésticos y sus exportaciones, por ejemplo el turismo, disminuirán al decidir el resto que Islandia es demasiado cara.
Canadá también tiene este problema. En los últimos meses ha habido varios ejemplos en los que grandes fabricantes anunciaron su decisión de trasladarse a los Estados Unidos para beneficiarse de los costes relativamente bajos. La diferencia entre Canadá e Islandia en esta historia es que Canadá disfrutará de ingresos gracias al petróleo que le ayudarán a mejorar el desplazamiento resultante de un aumento en el valor de su moneda. Islandia tiene pocas probabilidades de poder participar de la riqueza del petróleo canadiense de la misma forma.
La última vez que los líderes de Islandia se infectaron de ideas absurdas sobre la economía contrataron a Frederick Mishkin, un prominente economista estadounidense que decía que todo iba bien aun a sabiendas de que el sistema financiero estaba apunto de implosionar. Esperemos que los agentes públicos tomen un rumbo más serio esta vez.
Dean Baker. Counterpunch. Dean Baker es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es también autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy y False Profits: Recoverying From the Bubble Economy.
Traducción para www.sinpermiso.info: Vicente Abella Aranda
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4789
Mentiras como verdades
Es una vieja táctica que muchas veces funciona, lo vimos con lo de las armas de destrucción masiva que tenía Sadam Husein. Se trata de repetir insistentemente una mentira, para que parezca una verdad.
Desde el Gobierno y los sectores interesados llueven declaraciones sobre la necesidad de la reforma laboral para crear empleo. Dicen que si el empresario no los ha creado hasta ahora, a pesar de su buena disposición, es por la rigidez de la ley hasta ahora vigente.
Error, o más bien mentira malintencionada.
La reforma laboral no es más que abaratamiento del despido y sumisión de salario y condiciones laborales a la voluntad de los empresarios. Y el empresario no es ese ser altruista que nos pintan. Es alguien que quiere ganar dinero, cuanto más mejor. Por tanto, intentará reducir sus costes laborales y si su negocio puede sacarlo con cuatro trabajadores, no lo hará con ocho y si puede pagarles menos, también lo hará. Es decir, la mano de obra para el empresario es algo inevitable que se interpone entre él y sus beneficios.— Miguel A. González. En El País.
Desde el Gobierno y los sectores interesados llueven declaraciones sobre la necesidad de la reforma laboral para crear empleo. Dicen que si el empresario no los ha creado hasta ahora, a pesar de su buena disposición, es por la rigidez de la ley hasta ahora vigente.
Error, o más bien mentira malintencionada.
La reforma laboral no es más que abaratamiento del despido y sumisión de salario y condiciones laborales a la voluntad de los empresarios. Y el empresario no es ese ser altruista que nos pintan. Es alguien que quiere ganar dinero, cuanto más mejor. Por tanto, intentará reducir sus costes laborales y si su negocio puede sacarlo con cuatro trabajadores, no lo hará con ocho y si puede pagarles menos, también lo hará. Es decir, la mano de obra para el empresario es algo inevitable que se interpone entre él y sus beneficios.— Miguel A. González. En El País.
martes, 13 de marzo de 2012
Fallece la escritora Teresa Pàmies
La escritora catalana Teresa Pàmies, nacida en Balaguer (Noguera) en 1919, ha muerto este martes a los 93 años en la ciudad de Granada, según han informado fuentes de la Institució de les Lletres Catalanes (ILLC). Con su muerte se produce la desaparición de uno de los últimos representantes de la generación de escritores del exilio y de intelectuales comprometidos con la democracia, las libertades y los derechos de la mujer.
Pàmies, con 17 años, fue dirigente de las juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña (1937) y una de las fundadores de la Aliança Nacional de la Dona Jove (1937-1939), organización femenina de masas para ayudar a los combatientes en la Guerra Civil. Casada con Gregorio López Raimundo, que fue secretario general del PSUC, era madre del también escritor Sergi Pàmies y vivió en el exilio en Francia, más tarde en Cuba y la República Dominicana, y finalmente en México, donde fijó su residencia. Ingresó en la Universidad Femenina, donde estudió periodismo. En 1947 dejó México para ir a Belgrado, donde trabajó en la radio, labor que continuó en Radio Praga, donde fue redactora de las emisiones en castellano y catalán. Desde el exilio también colaboró en las revistas Serra d'Or y Oriflama. En 1971 volvió a Cataluña y se dedicó de lleno a la literatura. Obtuvo el premio Joan Estelrich con su novela Quam érem capitans.
Pàmies publicó novelas, dietarios, narrativa y reportajes. Comenzó mecanografiando los artículos que le dictaba su padre. Entre sus obras, una veintena de libros escritos la mayoría en catalán, siempre con un fondo autobiográfico, como testigo vivo de la Guerra Civil española y del exilio catalán, destacan Testament a Praga (1971), Quan érem capitans (1974), Va ploure tot el dia (1974), Gent del meu exili (1975), Una española llamada Dolores Ibárruri, escrita en castellano y publicada en México en 1975) y Jardí enfonsat (1992), entre otras.
En 1984 recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, la medalla de oro al mérito artístico del Ayuntamiento de Barcelona en el año 2000 y el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes en el año 2001 el premio de Honor de las Letras Catalanas.
Su última obra la escribió en 2008, Informe al difunt, un libro homenaje a su marido Gregorio que había muerto en 2007. Leer toda la nota aquí.
Pàmies, con 17 años, fue dirigente de las juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña (1937) y una de las fundadores de la Aliança Nacional de la Dona Jove (1937-1939), organización femenina de masas para ayudar a los combatientes en la Guerra Civil. Casada con Gregorio López Raimundo, que fue secretario general del PSUC, era madre del también escritor Sergi Pàmies y vivió en el exilio en Francia, más tarde en Cuba y la República Dominicana, y finalmente en México, donde fijó su residencia. Ingresó en la Universidad Femenina, donde estudió periodismo. En 1947 dejó México para ir a Belgrado, donde trabajó en la radio, labor que continuó en Radio Praga, donde fue redactora de las emisiones en castellano y catalán. Desde el exilio también colaboró en las revistas Serra d'Or y Oriflama. En 1971 volvió a Cataluña y se dedicó de lleno a la literatura. Obtuvo el premio Joan Estelrich con su novela Quam érem capitans.
Pàmies publicó novelas, dietarios, narrativa y reportajes. Comenzó mecanografiando los artículos que le dictaba su padre. Entre sus obras, una veintena de libros escritos la mayoría en catalán, siempre con un fondo autobiográfico, como testigo vivo de la Guerra Civil española y del exilio catalán, destacan Testament a Praga (1971), Quan érem capitans (1974), Va ploure tot el dia (1974), Gent del meu exili (1975), Una española llamada Dolores Ibárruri, escrita en castellano y publicada en México en 1975) y Jardí enfonsat (1992), entre otras.
En 1984 recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, la medalla de oro al mérito artístico del Ayuntamiento de Barcelona en el año 2000 y el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes en el año 2001 el premio de Honor de las Letras Catalanas.
Su última obra la escribió en 2008, Informe al difunt, un libro homenaje a su marido Gregorio que había muerto en 2007. Leer toda la nota aquí.
El Gobierno indulta a un ex alto cargo de Unió y a un empresario con antecedentes
El 'número dos' del Departamento de Trabajo con Jordi Pujol fue condenado a cuatro años y medio
La Generalitat pagó 46.158 euros a una empresa por informes inútiles y copiados
Uno de los beneficiarios fue condenado por hechos similares con otro organismo de la Generalitat.
El Gobierno de PP ha indultado a un ex alto cargo de la Generalitat de la época de Jordi Pujol y a un empresario, ambos militantes de Unió Democràtica, que habían sido condenados por prevaricación y malversación de fondos públicos. En 2009 la Audiencia de Barcelona impuso cuatro años y medio de cárcel a Josep Maria Servitje, ex secretario general del Departamento de Trabajo de la Generalitat y otros dos años y a tres meses a Víctor Manuel Lorenzo Acuña, ambos militantes de Unió Democràtica. El Gobierno ha reducido ahora esas penas a sendas multas de 3.650 euros. Los dos decretos de indulto están fechado el 17 de febrero y han sido publicados hoy en el Boletín Oficial del Estado... Leer todo el artículo de El País aquí.
La Generalitat pagó 46.158 euros a una empresa por informes inútiles y copiados
Uno de los beneficiarios fue condenado por hechos similares con otro organismo de la Generalitat.
El Gobierno de PP ha indultado a un ex alto cargo de la Generalitat de la época de Jordi Pujol y a un empresario, ambos militantes de Unió Democràtica, que habían sido condenados por prevaricación y malversación de fondos públicos. En 2009 la Audiencia de Barcelona impuso cuatro años y medio de cárcel a Josep Maria Servitje, ex secretario general del Departamento de Trabajo de la Generalitat y otros dos años y a tres meses a Víctor Manuel Lorenzo Acuña, ambos militantes de Unió Democràtica. El Gobierno ha reducido ahora esas penas a sendas multas de 3.650 euros. Los dos decretos de indulto están fechado el 17 de febrero y han sido publicados hoy en el Boletín Oficial del Estado... Leer todo el artículo de El País aquí.
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