miércoles, 3 de abril de 2024

Jensen Huang, el migrante taiwanés que pasó de lavar platos a fundar Nvidia, el gigante tecnológico de los microchips que vale más que Google y Amazon

Jensen Huang

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En el nombre de Nvidia, la compañía fundada por Jensen Huang en 1993, se mezclan tres elementos reveladores: NV, por next vision (la visión de lo que viene); VID, una referencia a video -pues la empresa empezó apostando al desarrollo de tarjetas gráficas para computadoras-; pero también la palabra invidia, que se usa en latín para referirse -ya lo adivinaron- a la envidia. 

Y, a juzgar por los asombrosos resultados que ha tenido esa compañía tecnológica durante el último año, es probable que efectivamente ese sea el sentimiento que tanto la empresa como su fundador han despertado en sus competidores.

Entre marzo de 2023 y marzo de 2024, el valor de las acciones de Nvidia pasó de US$264 a US$886, llevando su valoración total por encima de los US$2 billones y convirtiéndola en la tercera empresa cotizada en bolsa más valiosa del mundo, superando a Alphabet (Google), Amazon y Meta; y solo por detrás de Microsoft y Apple.

La rápida multiplicación del valor de Nvidia se explica por el furor despertado en torno a la inteligencia artificial y el hecho de que esta compañía es la proveedora de más del 70% de los chips que hacen posible esta tecnología.

Pero estos, a su vez, no existirían si no fuera por la visión de Huang, quien apostó por este mercado cuando aún no existía y, de esa forma, contribuyó a hacerlo realidad.

Hoy, como ha dicho recientemente la revista Wired, Huang es considerado "el hombre de la hora, del año y quizá de la década"; mientras que Jim Cramer, analista de inversiones de la cadena estadounidense CNBC, ha afirmado que el fundador de Nvidia supera como visionario a Elon Musk.

La historia de Huang, sin embargo, no ha estado exenta de dificultades, riesgos y mucho trabajo, incluyendo muchas horas invertidas lavando retretes y sirviendo mesas como camarero.

Un niño inmigrante en un reformatorio
Microchips de NvidiaFUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Los microchips de Nvidia están teniendo un papel protagónico en la revolución en IA.

Nacido en Taipei en 1963, Huang pasó parte de su infancia en Taiwán y Tailandia, hasta que sus padres decidieron enviarlo junto a su hermano a Estados Unidos.

Los chicos -que no hablaban inglés- fueron acogidos por unos tíos, también recientemente inmigrados, que los enviaron a estudiar al Oneida Baptist Institute de Kentucky, que para entonces era más parecido a un reformatorio que a una escuela regular.

De acuerdo con un boletín publicado por esa escuela en 2016, a ambos hermanos se les permitió vivir, comer y trabajar en esa institución -que entonces solamente ofrecía clases de bachillerato-, mientras asistían a clases en la Escuela Primaria Oneida.

El trabajo asignado al pequeño Jensen era lavar los baños.

"Los chicos eran realmente duros. Todos tenían navajas de bolsillo y cuando había peleas, no era algo bonito. Los chicos resultaban heridos", comentó el empresario en una entrevista con la emisora NPR en 2012.

Pese a las dificultades, Huang siempre ha sostenido que fue una gran experiencia y que disfrutó de su tiempo allí.

De hecho, en 2016, él y su esposa, Lori, donaron US$2 millones para la construcción de un edificio con aulas y dormitorios para chicas en ese centro educativo.

Jensen Huang FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Encontrando la suerte

Pocos años más tarde, los chicos se mudaron a Oregón para reunirse con sus padres cuando estos emigraron a Estados Unidos.

Huang asistió a la Universidad Estatal de Oregón para estudiar ingeniería eléctrica.

Él cuenta que fue allí donde abrió los ojos ante "la magia detrás" de las computadoras y también fue allí donde la "suerte" le llevó a conocer a su esposa, Lori, quien era su compañera de prácticas de laboratorio.

Ella era una de las tres chicas que pertenecían a un curso con 80 estudiantes.

En una charla que ofreció a estudiantes de esa universidad en 2013, Huang destacó cómo también había conocido de forma azarosa a los dos confundadores de Nvidia, Chris Malachowsky y Curtis Priem.

"En gran medida estoy diciendo que la casualidad es muy importante para el éxito", dijo.

Los tres cofundadores de Nvidia dieron con la idea de crear la compañía durante un desayuno en un local de la cadena de comida rápida Denny's en San José (California).

Allí se colocó una placa que recuerda ese hecho, luego de que en 2023 esa empresa tecnológica lograra cotizarse por primera vez por US$1 billón.

Huang tiene una larga relación con Denny's, pues fue en un local de esa cadena en Portland donde obtuvo a los 15 años su primer empleo lavando platos, limpiando mesas y sirviendo como camarero.

"Excelente elección laboral. Recomiendo encarecidamente a todos que comiencen su primer trabajo en el negocio de restaurantes, les enseña humildad y a trabajar duro", ha dicho Huang, quien suele presumir de lo bueno que era en esas tareas.

"Mi primer trabajo antes de ser CEO fue lavar platos y lo hice muy bien", señaló recientemente en una charla en la Stanford Graduate School of Business.

El empresario ha asegurado que trabajar en Denny's le ayudó a superar su extrema timidez.

"Me horrorizaba la posibilidad de tener que hablar con la gente", le contó a The New York Times.

Apostando por lo desconocido
Jensen Huang FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Los chips de Nvidia son usados por muchas otras grandes tecnológicas para desarrollar sus programas de IA.

Huang se licenció como ingeniero en 1984. "Un año perfecto para graduarse", según ha dicho, debido a que fue el mismo año en el comenzó la era de las computadoras personales con la salida al mercado de las primeras Mac.

Luego cursó una maestría en ingeniería eléctrica en la Universidad de Stanford, que le tomó ocho años en completar.

En paralelo, estuvo trabajando en distintos roles en compañías tecnológicas como Advanced Micro Deviced (AMD) y LSI Logic, que abandonó poco antes de fundar Nvidia.

Según contó en la charla que ofreció en 2013 en la Universidad Estatal de Oregón, antes de crear esa empresa, los tres fundadores se hicieron tres preguntas: ¿es este trabajo algo que "realmente nos encantaría" hacer? ¿Vale la pena realizar este trabajo? ¿Y es este trabajo algo "realmente difícil" de realizar?

"Hoy me hago esas mismas tres preguntas todo el tiempo. Porque no deberías hacer nada que no ames. Y sólo debes trabajar en las cosas de tu vida que importan", planteó.

Parte de su filosofía de trabajo se basa en apostar por hacer estas cosas importantes incluso cuando no existe un mercado claro establecido.

"Encontramos inspiración no en el tamaño del mercado, sino en la importancia del trabajo, porque la importancia del trabajo es un indicador temprano del mercado futuro", dijo en la Stanford Graduate School of Business.

Allí también recomendó regresar constantemente a los principios básicos pues -aseguró- eso es algo que crea muchas oportunidades.

Jensen Huang viendo un videojuego en una pantalla. FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES Pie de foto,

Nvidia logró sus primeros éxitos en el mercado gracias al desarrollo de chips gráficos que revolucionaron el mundo de los videojuegos.

Aplicando ideas de este estilo, Huang ha creado una empresa con una estructura bastante horizontal en la que no solamente hay más de 40 personas que le reportan directamente, sino en la que además él incentiva la comunicación transversal, así como de abajo hacia arriba.

Es una manera, según ha explicado, de facilitar el flujo de ideas e información, pero también de mantenerse al día con las mejores ideas de su equipo.

"Liderar a la gente para que logre grandes cosas, inspirar, empoderar y apoyar a otros, esas son las razones por las que existe un equipo gerencial, para servir a todos los demás que trabajan en la empresa", apuntó en su charla en Stanford.

Y, a juzgar por los resultados de Nvidia, se trata de una filosofía que funciona.

Eso, por supuesto, no ha evitado que la empresa haya pasado por momentos duros.

El primero de ellos se presentó muy pronto cuando, luego de haber buscado durante sus dos primeros años soluciones tecnológicas para sortear el alto precio de la memoria DRAM, el precio de la misma cayó 90%.

Esto hizo que fuera inútil el esfuerzo invertido y abrió las puertas para que decenas de otras empresas se lanzaran a competir en la carrera por el desarrollo de los mejores chips gráficos.

Nvidia logró reconducir sus esfuerzos y en 1999 lanzó la Unidad de Proceso Gráfico (GPU, por sus siglas en inglés), un tipo de microprocesador que redefinió los juegos por computadora.

A partir de allí, la empresa siguió trabajando en el desarrollo de la computación acelerada por GPU, un modelo de computación que se vale del uso masivo de procesadores gráficos paralelos y que permite acelerar el trabajo de programas que requieren gran poder computacional, como el análisis de datos, las simulaciones, las visualizaciones y la inteligencia artificial.

La apuesta por esta última ha disparado el precio de las acciones de Nvidia y, con ellas, la fortuna personal de Huang que alcanza los US$79 mil millones, lo que -de acuerdo con la revista Forbes- lo convierte en el 18º hombre más rico del mundo.

Y puede ir a más gracias a la posición de cuasi monopolio que tiene Nvidia con la producción de estos superchips, cuya demanda se prevé que no haga más que crecer en el futuro próximo.

Como ha señalado un analista de Wall Street citado por la revista The New Yorker: "Hay una guerra en marcha en el campo de la inteligencia artificial y Nvidia es el único vendedor de armas".

La suerte de Jensen Huang, al parecer, puede seguir mejorando. https://www.bbc.com/mundo/articles/c03r1red14yo


martes, 2 de abril de 2024

Aznar y Putin

La reacción de Putin al atentado de Moscú es similar a la de Aznar ante el 11M. La democracia española aún no ha terminado de pagar la hipoteca de las “mentiras de Estado” y teorías conspirativas que se iniciaron por parte de la derecha.

El azar ha querido que el atentado terrorista en el Crocus City Hall de Moscú haya coincidido con el vigésimo aniversario de los atentados del 11M en Madrid.

Dicha coincidencia nos está permitiendo comprobar que la reacción ante dichos atentados por parte de José María Aznar y Vladímir Putin ha sido similar, por no decir que prácticamente idéntica. Ambos fueron informados, y por la misma fuente, los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, de la autoría islámica del atentado y ambos decidieron desviar el protagonismo del mismo hacia ETA, en un caso, y hacia Ucrania, en el otro. En el caso de José María Aznar fue el propio presidente de los Estados Unidos el que le informó del origen del atentado. TVE se atrevió a censurar la entrevista del presidente Bush. A nadie puede extrañar que Le Monde calificara de “Mentira de Estado” la conducta del presidente del Gobierno de España. De la misma manera que está siendo calificada en estos días la del presidente de Rusia.

Afortunadamente, España no es Rusia, ni siquiera gobernada por mayoría absoluta por Aznar, y la posibilidad que tuvo la sociedad española de defenderse frente a la conducta miserable de su presidente no es comparable a la que tiene la sociedad rusa frente a una conducta igual de miserable. Putin va a poder seguir mintiendo, como lo continúa haciendo Aznar, que sigue negándose a aceptar la autoría de los atentados del 11M, de la misma manera que Donald Trump se niega a aceptar que perdió las elecciones en 2020. En 2004 nadie sabía quiénes eran Donald Trump o Jail Bolsonaro. José María Aznar fue un precursor de tales personajes. La diferencia, desgraciada para los rusos y afortunada para los españoles, es que en Rusia nadie va a poder responderle a su líder, mientras que en España se le pudo desenmascarar de manera inmediata por el cuerpo electoral el 14M y de manera pausada pero irresistible mediante una investigación policial y judicial, que culminaría en una sentencia dictada con todas las garantías constitucionales.

Si respecto de la autoría del atentado del 11M se han despejado todas las dudas de manera objetiva y razonable, no ocurre lo mismo respecto de la conducta del presidente del Gobierno en esos días. El diario La Reppublica informó que hubo un intento por parte del presidente del Gobierno de anular la convocatoria electoral del 14M con el argumento de que no se podía acudir a las urnas en unas circunstancias tan dramáticas como las originadas por el atentado terrorista. El diario italiano no rectificó dicha información, que suponía una acusación gravísima para el presidente del Gobierno español. Yo recibí una llamada de El País preguntándome si se podía constitucionalmente tomar esa decisión, porque se rumoreaba que ya estaba redactado el decreto para suspender las elecciones y retrasarlas a un momento ulterior sin determinar. La negativa de la Casa Real a contemplar siquiera dicha posibilidad sería lo que habría abortado la operación. No recuerdo que en España hubiera algún medio de comunicación que diera información sobre esa operación. Pero, ¿se intentó?

Cómo puede la reacción de Vladímir Putin degradar adicionalmente al sistema político ruso es algo que iremos viendo. Lo que sí sabemos con certeza es el impacto que la “Mentira de Estado” ha tenido en el sistema político español. Como ha recordado Iñaki Gabilondo, “la radicalización de hoy se deriva de la conspiranoia sobre el 11M”. A las amenazas de Miguel Ángel Rodriguez o a la incitación a la violencia física de Federico Jiménez Losantos contra los periodistas de elDiario.es y El País por la información sobre los presuntos delitos fiscales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso no se habría llegado sin la ejecutoria de ellos o de Pedro J. Ramírez tras el 11M.

Y todavía queda camino por recorrer. Todavía no ha terminado de pagar la democracia española la hipoteca de las “mentiras de estado”, “teorías conspirativas” y “amenazas de naturaleza diversa” que se iniciaron por parte de la derecha española tras el 11M.

España, guarida de nazis. El ensayo ‘Bajo el manto del Caudillo’ presenta la España de Franco como el país europeo donde se ocultaron más altos cargos y colaboracionistas del Tercer Reich

París ya había sido liberada. La caída de Berlín parecía inminente. La guerra mundial acababa. Y cientos de nazis se refugiaron en España: país amigo, régimen hermano. No solo vinieron nazis de base, sino altos cargos del Tercer Reich, de la Italia de Mussolini, de otros regímenes fascistas como el Estado Independiente de Croacia o colaboracionistas de la Francia de Vichy. Los derrotados atravesaron a pie o en coche los Pirineos. También llegaron en pequeños barcos o aviones. Y permanecieron en secreto, ocultos en la España de los cuarenta.

Tenían la protección del régimen de Franco. Con nombres falsos. Hospedados en los balnearios de Sobrón (Álava), Urberuaga de Ubilla y Molinar de Carranza (Bizkaia), Jaraba (Zaragoza) o Caldas de Malavella (Girona). Alojados en el Palace (Madrid), en casas de El Viso (también en la capital) o en Marbella (Málaga). Intentaban evitar su deportación. Esquivaban a los espías extranjeros que venían a capturarlos o, directamente, a liquidarlos. Así los retrata Bajo el manto del Caudillo (Alianza), un ensayo escrito por el historiador José Luis Rodríguez Jiménez después de décadas de estudio y que constituye la mayor investigación hecha hasta ahora sobre un tema secreto y purgado de los archivos españoles.

MÁS INFORMACIÓN
 Los trabajadores españoles en la Alemania nazi

Un caso: Reinhard Spitzy. Capitán alemán de las SS. Espía militar del Abwehr (servicio de inteligencia) nazi. Sabía que lo buscaban en España y se escondió bien. Se acogió a lugar sagrado. Se metió en casa del cura de Oreña (Cantabria), luego en la colegiata de Santillana del Mar haciendo vida de monje, y así hasta acabar siendo conocido como “el hermano Ricardo de Irlanda” en el monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña, en Castrillo del Val, donde pasaría más de un año. Cuenta el autor que para poder cumplir su plan de fuga a Argentina, Spitzy vendió los planos de construcción de un cohete antiaéreo al Ejército español a través del general falangista Juan Yagüe. Así recibió protección y documentación española falsa, para él y su familia, y en 1948 partieron hacia Argentina, el gran remanso de paz nazi en América.

Otro caso, con final bien distinto. Era junio de 1945. Policías franceses con identidad falsa penetraron en España en busca de Michel Szkolnikov, que vivía en la colonia madrileña de El Viso con su pareja berlinesa, Elfrieda Tietz, alias Hélène Samson. Ambos se había lucrado en la Francia ocupada traficando en el mercado negro para los alemanes. El plan era capturarlo, llevarlo a Francia e interrogarlo allí. Pero se les fueron las manos a los agentes de la Francia democrática. “A causa de la paliza que le propinaron para reducirle, Szkolnikov falleció en el coche, a solo unos 30 kilómetros de la capital. Los agentes franceses decidieron quemar el cadáver y desaparecer, pero serían detenidos poco después por la policía española”, cuenta el autor, profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad Rey Juan Carlos.

El libro es un recorrido por esas vidas secretas marcadas por la derrota europea del nazismo y el fascismo y el temor individual a los juicios y las posibles ejecuciones. Cazadores cazados. Es, también, una mirada a una realidad incómoda para el régimen de Franco. Primero, porque los aliados sabían que España se había convertido en el país europeo que acogía el mayor número de nazis, fascistas, ultraderechistas y colaboracionistas con el Tercer Reich desde la segunda mitad de 1944. Y esa presencia era motivo de tensión con los aliados en mitad del aislamiento internacional de España.

Sin embargo, el desembarco también se convirtió en una oportunidad para la dictadura franquista, que ayudó a nazis y colaboracionistas agazapados en España. Y no lo hizo solo por sintonía ideológica. Había intereses. Según explica a EL PAÍS el autor del libro, dos grandes razones influyeron en su protección. De entrada, “dados sus conocimientos sobre la colaboración España-Alemania, no convenía que fueran interrogados por personal de los aliados”. Y después, estos fugitivos alemanes y franceses habían desempeñado funciones de gestión económica, espionaje y policía política en primera línea y podían seguir aportando su experiencia en estas tareas. Eran, pues, un talento reciclable para la España de Franco. Espías potenciales.

Un ejemplo: el Alto Estado Mayor reclutó a varios espías alemanes que habían actuado en España y en el Marruecos español durante la II Guerra Mundial. El ensayo recorre los brumosos pasos de alguien que utilizó muchos nombres ―como Wilhelm Friedrich Heinrich Knipa, José Luis Gurruchaga Iturria o Friedrich-Ludwig Von Freienfels― para investigar a miembros del exilio republicano que hacían labores de oposición pacífica y violenta al franquismo.

Rodríguez Jiménez, que se doctoró con una tesis dedicada a la extrema derecha española desde el tardofranquismo a la consolidación de la democracia (1967-1982), pone de relieve un aspecto. No solo era la cantidad, sino la calidad. A la madriguera franquista llegaron nazis de alto rango como el jefe del Gobierno de la Francia de Vichy, el filonazi Pierre Laval. A este lo entregó Franco a las nuevas autoridades francesas, presionado y para congraciarse, y luego lo fusilaron. Después ya no hubo entregas tan dóciles. Lección aprendida.

También estaban en España sus ministros colaboracionistas Abel Bonnard, de Educación, y Maurice Gabolde, de Justicia. O Louis Darquier de Pellepoix, periodista antisemita y político ultra que dirigió el Comisariado General de Asuntos Judíos del Gobierno de Vichy y colaboró con la Gestapo en la deportación de judíos franceses a los campos de exterminio. En España tuvo una nueva identidad: Juan Esteve, profesor de Francés en la Escuela del Alto Estado Mayor del Ejército y en la Escuela Central de Idiomas, y traductor en el Ministerio de Exteriores.

Inadvertido en la sierra madrileña vivía Karl Bömelburg, jefe de la Gestapo en Francia. Lo habían dado por muerto, pero seguía en España hasta que su amigo Ramón Serrano Suñer lo acompañó al aeropuerto de Barajas rumbo a Suiza. También se escondía en España el principal colaboracionista belga con el Tercer Reich, Léon Degrelle, un político radical y narcisista de vida rocambolesca que sirve de hilo conductor a este ensayo que recorre unas vidas que pasaron de la hegemonía totalitaria a la clandestinidad.

Así lo fue para el jefe de las Juventudes Hitlerianas, Bernhard Feuerriegel. Él entró en España en julio de 1944. Asistido por la red de encubrimiento que coordinaba en Madrid Clara Stauffer, consiguió una nueva identidad. Ya era Bernardo Fernández, natural de Tarragona y de profesión perito mecánico. Así se recluyó en Madrid, en casa de una señora de confianza. Se enamoró de su hija. Se casó con ella. Y acabó trabajando como profesor de música en aquella España permisiva con los nazis huidos.

En el caso de Josef Hans Lazar, agregado de prensa de la Embajada alemana en España, gracias a sus amistades pudo fingir un ataque de apendicitis que le valió una larga estancia en la clínica Ruber. Después, según la hipótesis que maneja el autor, fue acogido en un convento de monjas irlandesas en Salamanca. Mucho menos discreto fue Meino Von Eitzen, espía nazi del Abwehr y jinete de prestigio, que se estableció en Vigo con la tapadera de ser el gerente de la empresa Depósito Español de Carbones SA y llenó sus cuadras de caballos.

Sí que hubo un efecto político telúrico, casi indetectable, entre tanto nazi oculto en la España de posguerra. “Degrelle y otros nazis —explica el autor— fueron impulsores en España de las teorías negacionistas sobre el Holocausto, con el propósito de blanquear el pasado nazi y el suyo propio para intentar hacer las ideas nazis más aceptables para las nuevas generaciones”.

En las altas esferas, sin embargo, no pasó de ahí. Dice José Luis Rodríguez Jiménez que “la influencia de los refugiados nazis y fascistas en España fue nula porque el régimen de Franco se había visto obligado a iniciar un proceso de desfascistización con la derrota de Hitler y Mussolini”. Ya estaban regresando del frente los últimos contingentes españoles en la División Azul. Ya el saludo fascista iba a dejar de ser oficial y obligatorio unos meses después. España se reinventaba. Nacía un síperono fascista llamado franquismo.

6 cosas que puedes hacer para mejorar tu estado de ánimo y que no involucran ni comer saludable ni hacer ejercicio

Si bien hacer ejercicio y mantener una dieta saludable son estrategias reconocidas que ayudan a mejorar el estado de ánimo, no son las únicas herramientas que nos permiten alcanzar este resultado.

El periodista de la BBC –y médico - Michael Mosley comparte en su programa de BBC Radio 4 Just One Thing muchas otras cosas que podemos hacer para aprender a vivir más contentos.

Estas son algunas de sus recomendaciones para mejorar el ánimo.

1. Escribe
 
Mujer a punto de escribir

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Poner tus pensamientos en papel es una buena práctica.

Si tienes muchas cosas en la cabeza, te sorprenderá saber que escribirlas podría ayudarte a superarlas.

Con sólo reservar 15 minutos para lo que se conoce como "escritura expresiva", puedes reducir los pensamientos negativos y el estrés, mejorar tu estado de ánimo, tu sueño, tu sistema inmunológico e incluso tu memoria, y podrías comenzar a sentir los beneficios en tan solo una semana.

El profesor James Pennebaker, un psicólogo social que ha llevado a cabo varios estudios sobre este tema, dice: "Una de las razones por las que esto puede ser tan poderoso es que cuando escribes, sacas de tu mente estas experiencias perturbadoras y eres capaz de conectarte mejor con otras personas".

2. Aléjate de tu teléfono

Joven con un celular en la cama

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En vez de llevarte el teléfono contigo a la cama, prueba a dejarlo en otra habitación.

Probablemente sepas que el uso excesivo del teléfono móvil puede ser perjudicial para tu salud mental, tu sueño y tu productividad.

Por supuesto que es difícil dejar de depender de este dispositivo, porque a menudo necesitamos muchas de las funciones que ofrece.

La buena noticia es que no es necesario dejar de usarlo de golpe para cambiar las cosas.

Un estudio realizado en Alemania demostró que las personas que redujeron el uso del teléfono en tan solo una hora al día se sintieron menos ansiosas y más satisfechas con la vida.

Si vas a intentar limitar la dependencia de tu teléfono, las investigaciones sugieren que mantenerlo en una habitación separada por un tiempo es lo que te dará mejores resultados.

3. Compra unas plantas para tu casa
 
Joven con plantas

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Las plantas nos dan una sensación de bienestar.

Las plantas de interior no sólo ayudan a que una habitación se vea bonita, especialmente una sin vistas, sino que también mejoran la calidad del aire y pueden mejorar el bienestar, la memoria y la productividad.

La evidencia anecdótica sugiere que las plantas pueden ayudar a las personas a respirar más profundamente y, por lo tanto, a sentirse más cómodas y tranquilas.

En un estudio en el que se quitaron las plantas de una oficina, los empleados informaron sufrir más estrés, ser menos eficientes y prestar menos atención.

Mientras tanto, otro estudio encontró que cuando los empleados podían ver las plantas desde su escritorio, obtenían mejores resultados (en un 19%) en una prueba específica de concentración.

4 . Canta

Pareja en la cocina

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En la cocina, en el auto, en la ducha, ¡canta!

Puede que disfrutes cantando en la ducha o tal vez con la radio en el auto, pero ¿sabías que al hacerlo también estás liberando una amplia gama de sustancias químicas que contribuyen a los sentimientos de felicidad?

Los ejemplos incluyen β-endorfina, dopamina, serotonina y oxitocina; y también endocannabinoides, unos compuestos químicos que tienen acciones similares a las del componente activo de la planta de cannabis.

En consecuencia, cantar puede tener una amplia gama de efectos psicológicos importantes, que ayudan a desarrollar la confianza en uno mismo, reducir la soledad e impactan positivamente en los niveles de ansiedad.

5. Aprende una nueva habilidad

Padre e hijo tejiendo, con un perrito en el regazo

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Aprender algo nuevo nos distrae de nuestras preocupaciones.

Puede parecer contrario a la intuición agregar más cosas a tu lista de tareas pendientes cuando estás estresado.

Sin embargo, hay evidencia de que aprender algo nuevo puede ser una de las formas más efectivas de reducir el estrés y calmar tu cuerpo.

Cuando te concentras en la tarea que tienes entre manos, puedes entrar en lo que se conoce como estado de flow o estado de flujo, o la zona, en el que estás completamente inmerso en el momento.

Esto calma la parte frontal de tu cerebro, lo que generalmente te ayuda a analizar y cuestionar tu propio comportamiento para que juzgues menos tus acciones.

6. Cuenta tus bendiciones

Mujer agradecida

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Elige tres cosas en el día por las que estés agradecido.

Esto puede parecer anticuado, pero hay una ciencia sólida detrás de la afirmación de que adquirir el hábito de expresar gratitud no sólo te hará sentir mejor, sino que también puede reconfigurar tu cerebro.

En un estudio en el que se pidió a las personas que cultivaran sentimientos de agradecimiento, los investigadores observaron una mayor activación en la corteza prefrontal, el área del cerebro asociada con la toma de decisiones y la recompensa social.

Para experimentar el beneficio y comenzar a cambiar tu proceso de pensamiento de negativo a positivo, intenta simplemente pensar en tres cosas por las que estés agradecido en un día, ya sea una gratitud en general o interacciones positivas con los demás.

lunes, 1 de abril de 2024

Hay que subir los impuestos a los más ricos.Joseph El Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz defiende en su nuevo libro, 'Capitalismo progresista', que las injusticias que no se corrigen se heredan

JOSEPH E. STIGLITZ
12 ENE 2020 -

Hay una dimensión de la justicia a la que los políticos dedican a menudo cuatro palabras, pero poco más que eso: el bienestar de las generaciones futuras. La reforma tributaria de 2017 [en EE UU] generará enormes déficits fiscales y aumentará la deuda del Gobierno. Irónicamente, los republicanos en el Congreso argumentaban contra una deuda excesiva —que sería una carga para las futuras generaciones, decían— hasta que tuvieron la oportunidad de enriquecer a las corporaciones y los multimillonarios. Hay tres aspectos de la justicia intergeneracional a los que se ha conferido escasa relevancia y que una agenda progresista debe corregir.

Primero, lo que verdaderamente supone una carga para las generaciones futuras es la falta de inversión, tanto pública como privada (...). Si no brindamos a nuestros jóvenes la educación adecuada, a la larga serán incapaces de alcanzar todo su potencial. Y si no invertimos en infraestructura y tecnología, el mundo que heredarán no será capaz de sostener los niveles de vida que nosotros hemos disfrutado.

Segundo, nuestro planeta es insustituible. Si las cosas no funcionan bien aquí, no hay ningún otro sitio al que podamos ir. Aun así, estamos expoliando nuestro mundo, y aún más peligrosamente con el cambio climático en ciernes. El daño aumenta cada año, de un modo que ahora resulta predecible. Incluso la forma en que el Gobierno reflexiona acerca del medio ambiente y toma decisiones al respecto resulta injusta para nuestros niños. Recordemos lo dicho (...): siempre que el Gobierno considera una regulación, debe hacer un análisis de los costes y los beneficios. Parte de este análisis implica comparar, digamos, el coste de una regulación medioambiental hoy con los beneficios que tendrá hoy y en un futuro. Si restringimos, por ejemplo, las contaminantes centrales eléctricas a base de carbón, los costes pueden aumentar hoy, pero los beneficios de una mejor salud y de reducir el cambio climático se extenderán a lo largo de los años. El factor clave para realizar estos análisis de los costes y los beneficios es: ¿cómo comparamos un dólar de beneficios futuros con un dólar de costes actuales? Con los procedimientos de la Administración de Trump, un dólar (“real”) equivaldrá en cincuenta años, cuando nuestros hijos estén en la flor de la vida, a solo tres centavos. En esencia, la Administración se limita a estafar al futuro. A menos que el beneficio de una regulación ambiental sea para nuestros hijos más de treinta veces mayor que el coste hoy, la Administración cree que no debería adoptarse. Con este cálculo, que apenas tiene en cuenta a nuestros hijos, no debe sorprendernos que no haya interés alguno en hacer algo respecto al cambio climático.

Tercero, por varias razones, grandes proporciones de gente joven no cuentan con las oportunidades que, digamos, tuve yo mismo cuando empecé. Millones de ellos cargan ya con la pesada deuda estudiantil, que obstaculiza su habilidad de elegir con libertad —están constantemente pensando en los pagos que deben— o hasta de crear una familia o comprar una casa. Entretanto, los precios de la vivienda, relativos a los ingresos, han subido por los efectos del dinero fácil, una normativa tributaria pobremente diseñada y la desregulación financiera. Nuestra generación disfrutó de las ganancias del capital. La siguiente tiene que idear la forma de conseguir una vivienda asequible. Esta brecha en el bienestar intergeneracional es de las cuestiones más problemáticas a las que nos enfrentamos. Los padres que hicieron fortuna en el sector de los bienes inmobiliarios pueden compartir esa riqueza con sus hijos, quienes pueden a su vez traspasarla a los suyos. Pero los que no poseen ningún bien inmobiliario tienen poco o nada que legar a sus hijos y nietos, y eso deja a sus herederos expuestos. Así, las desigualdades en esta generación pueden verse amplificadas en la siguiente. Los cambios en la política tributaria (…) y los programas de crédito hipotecario y estudiantil (…) brindan una salida.

Tributación
Un sistema tributario progresivo, justo y eficaz debería ser parte importante de una sociedad dinámica y justa. Hemos descrito las actividades relevantes que el Gobierno tiene que asumir, como la enseñanza pública, la salud, la investigación y el desarrollo de infraestructuras; la gestión de un buen sistema judicial y la garantía de una mínima Seguridad Social.

Para todo esto se necesitan recursos, es decir, impuestos. Lo justo es que sean quienes tienen mayor capacidad de pago—y que suelen obtener más de nuestra economía— quienes tributen más. Pero (…) quienes se sitúan en la cima de la pirámide pagan una tasa impositiva menor que aquellos con ingresos más bajos. De esta y otras formas, las cosas solo han empeorado en las últimas tres décadas: la reforma tributaria de 2017, y su aumento de los impuestos a una mayoría de las capas medias para financiar los recortes impositivos a las corporaciones y los multimillonarios, se ha convertido quizá en la peor legislación tributaria aplicada hasta ahora.

Simplemente exigir a las corporaciones e individuos acaudalados que paguen los impuestos que deben —un cambio modesto en nuestro actual sistema de carácter regresivo— podría por sí solo generar un par de trillones de dólares en un lapso de diez años. Esto implica no solo subir los impuestos, sino eliminar la panoplia de vacíos legales que los grupos de presión a favor de intereses específicos han ayudado a incorporar a nuestro código tributario. En vez de fijar impuestos a los bienes inmuebles con tasas preferenciales (como hizo la ley de 2017), las rentas del suelo deberían tributar a una tipo más alto. Cuando se cobra impuestos a los trabajadores puede ocurrir que no se esfuercen igual en su labor; cuando se cobra impuestos al capital puede ocurrir que vaya a parar a otro lugar o que la gente no ahorre tanto. No es así en el caso de la tierra, que está ahí, se le cobren impuestos o no. De hecho, el gran economista del siglo xix, Henry George, aseguraba que las rentas del suelo deberían tributar un ciento por ciento. Los impuestos sobre las rentas pueden generar una economía más productiva. Ahora bien, una vasta porción de los ahorros va a la tierra en lugar de a activos productivos (inversiones en investigación, fábricas y equipamiento). Fijar impuestos a las ganancias de capital por la tierra y las rentas incentivaría un mayor ahorro, que podría destinarse a capital productivo.

Hay otros impuestos que pueden potenciar de manera simultánea el rendimiento económico y aumentar las rentas. Por ejemplo, uno sobre las emisiones de carbono les recordaría a los hogares y las empresas que debemos reducir nuestras propias emisiones. En ausencia de tales impuestos, los individuos no tienen en cuenta el coste social de sus actividades emisoras de carbono. Incentivarían a la vez las inversiones y la innovación para reducir tales emisiones y podrían desempeñar un papel fundamental en alcanzar las metas tan importantes fijadas en las cumbres internacionales de París (2015) y Copenhague (2009) para limitar el calentamiento global. Sin un impuesto de esa índole, será difícil que se consigan esos objetivos, lo cual tiene un coste enorme: ya en 2017, el mundo experimentó una cifra récord de pérdidas por desastres naturales relacionados con el clima, tales como los 245.000 millones de dólares en pérdidas a causa de los huracanes Harvey, Irma y María, una expresión clara de la creciente variabilidad climática asociada al calentamiento global.

Este extracto es un adelanto editorial de ‘Capitalismo progresista: la respuesta a la era del malestar’, que la editorial Taurus publica el próximo 16 de enero. Joseph E. Stiglitz (Indiana, 1943) es catedrático de la Universidad de Columbia (EE UU), fue asesor del Gobierno de Bill Clinton y obtuvo en 2001 el Premio Nobel de Economía.

https://elpais.com/elpais/2020/01/10/ideas/1578646387_428635.html

_- MEMORIA DEMOCRÁTICA. La cruzada del PP y Vox contra la Memoria Democrática está basada en premisas falsas, mentiras e imprecisiones.

_- La palabra “concordia”, con la que titulan sus normas sustitutorias, figura en todos los textos que pretenden derogar

El PP y Vox continúan su particular cruzada contra la legislación en materia de memoria para sustituirla por llamadas “leyes de concordia” allá donde gobiernan juntos. Ambos grupos han registrado en Castilla y León y la Comunidad Valenciana textos muy similares basados en premisas falsas y reincidiendo en los mismos errores. La ofensiva de la alianza de la derecha y la extrema derecha, que se comprometió en sus pactos de coalición autonómicos a derribar el aparato legislativo regional de apoyo a los represaliados, no afecta a la vigencia y aplicación de la ley estatal, pero supone un retroceso en la aplicación de los principios de derecho internacional de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición para las víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos. Mientras el Gobierno central desarrolla, con retraso, la Ley de Memoria Democrática (2022), que prevé, entre otras medidas, la retirada de vestigios franquistas, Vox retira placas de homenaje a represaliados del franquismo, como ha ocurrido en Burriana (Castellón).

Estas son las falsas premisas de las llamadas leyes de concordia de PP y Vox:

1. “División partidista”. 
Tanto el PP como Vox sostienen, como principal argumento contra las leyes de memoria, que solo atienden a las víctimas de un bando, el republicano. “Las nuevas generaciones”, afirma un párrafo calcado en el texto de Castilla y León y el de la Comunidad Valenciana, “han recibido en muchas ocasiones una visión sesgada” de la Guerra Civil para “alimentar una división partidista en la sociedad”. La nueva norma castellana y leonesa establece en su artículo 11 que adoptarán “las medidas necesarias” para localizar, exhumar e identificar los restos de víctimas “con independencia de la ideología, creencia, afiliación o preferencia política”. Vox celebró este martes en X que había logrado “acabar con el sectarismo de la izquierda en Castilla y León aprobando una ley de concordia que reconoce la persecución religiosa antes y durante la Guerra Civil”. Pero, la normativa anterior, de 2018, ya establecía el compromiso de atender a “todos los que, de una u otra forma, padecieron las consecuencias de la Guerra Civil y la dictadura franquista y sufrieron violencia por su ideología, sexo, orientación sexual, o religión, así como a sus familias, con el fin de crecer en el pluralismo, afianzar la reconciliación, y promover la concordia, la justicia, y la defensa pacífica de las ideas”.

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Del mismo modo, la ley valenciana que PP y Vox quieren derogar, aprobada en noviembre de 2017, ampara, “de conformidad con la Resolución 60/147 aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas” en 2005, a “todas las personas que hayan sufrido daños (...) como consecuencia de acciones u omisiones que violen las normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos”. No especifica bandos, ni ideología. Tampoco lo hace la ley estatal. Es decir, si represaliados a manos del bando republicano hubiesen pedido amparo a estas administraciones, la normativa vigente ya las amparaba. Pero esas víctimas ya fueron reparadas durante la dictadura porque Franco encargó, entre otras medidas, un protocolo de exhumaciones para darles entierro digno. La palabra “concordia”, con la que PP y Vox titulan sus proposiciones de ley, está presente en todos los textos legislativos de memoria que pretenden derogar.

2. La alusión a ETA. 
La proposición de ley de concordia del PP y Vox para la Comunidad Valenciana afirma en su exposición de motivos: “Vamos a aprovechar para reconocer a todas las víctimas de la violencia política y social que ha vivido nuestro país, también las del terrorismo”. Los representantes del grupo parlamentario popular y de la extrema derecha que firman la proposición son conscientes de que ya existe una ley que ampara a este colectivo, por lo que el texto, de siete páginas, aclara que la nueva normativa “no elimina ni uno solo de los derechos que ya están reconocidos por la ley 1/2004 de 24 de mayo de ayuda a las víctimas del terrorismo, que sigue vigente”.

3. Maniobras para evitar la expresión “golpe de Estado”. 
“La Guerra Civil llevó hasta el paroxismo las dinámicas de enfrentamiento de años anteriores. Por toda España se extendieron los asesinatos masivos, las represalias socioeconómicas, los atropellos de derechos fundamentales y los desplazamientos forzosos de población”. Este párrafo, que figura idéntico en la proposición de ley para Castilla y León y en la valenciana, muestra los esfuerzos semánticos de PP y Vox para evitar referirse como tal al golpe de Estado del 18 de julio de 1936 contra el Gobierno legítimo republicano. La propuesta de ley castellana y leonesa evita la palabra “dictadura” y la valenciana la cita en su exposición de motivos de esta forma: “España ha vivido profundas crisis, pero sobre todo, una convulsa Segunda República, una Guerra Civil, una dictadura y el azote del terrorismo etarra e islámico”.

4. La legitimidad de “todos los regímenes”. 
Los pactos de gobierno entre la derecha y la extrema derecha incluían una cláusula para favorecer lo que llamaban “la libertad de memoria”. Las proposiciones de ley ya presentadas inciden en esa idea. El texto que firman populares y Vox en la Comunidad Valenciana establece que “una dirección eminentemente técnica” garantizará la autonomía de la voluntad de las familias “sin reabrir las cuestiones de la legitimidad de los regímenes, que forman todos, sin excepción, parte de nuestra historia patria”, al tiempo que asegura que la legislación de memoria aprobada por gobiernos de izquierdas decretaba “la intromisión del Estado en la esfera de la conciencia de los españoles” para “moldear su memoria individual, impedir la libertad de opinión, limitar la libertad de cátedra y penalizar el trabajo de los historiadores si este no se ajusta a la interpretación sectaria e interesada de los acontecimientos históricos”.

En la tribuna del Congreso, el líder de Vox ha llegado a decir que el de Pedro Sánchez es “el peor Gobierno en 80 años”: literalmente, con Franco se vivía mejor. La proposición de ley de Concordia valenciana defiende ese tipo de afirmaciones, al tiempo que establece la necesidad de defender los valores constitucionales, al igual que hace el texto de Castilla y León: “La Administración educativa de la Junta incluirá en el currículum educativo la formación en la defensa de los derechos humanos, los derechos y obligaciones contenidos en la Constitución y el Estatuto de Autonomía y los valores superiores del ordenamiento jurídico”.<

La legislación a la que PP y Vox se oponen tampoco persigue, como sostienen ambos partidos, a los historiadores con otra visión de los acontecimientos históricos. Ni siquiera a los que no son historiadores y han publicado numerosos libros manipulando los hechos ya acreditados por los que sí son profesionales de la historiografía. Esa normativa sí recoge la necesidad de que la represión franquista se estudie en la escuela, algo que para la derecha y la extrema derecha es “adoctrinamiento”, y sanciones para quienes hagan apología de la Guerra Civil y la dictadura causando humillación o daño a las víctimas, de un modo similar a lo estipulado en la apología del terrorismo. 

Sobre la cuestionada formación del personal docente.

La mayoría de los indicadores nos sitúan en el mejor momento de la historia en términos de preparación del colectivo docente.

Entendemos que las listas de espera en sanidad no obedecen a la mejor o peor formación del personal sanitario como el fraude fiscal no es atribuible a la formación de los inspectores e inspectoras de hacienda. En ambos casos, se asume que existen causas estructurales que superan a los propios funcionarios, su voluntad de servicio público y su dedicación. Sin embargo, cuando se trata de educación este paralelismo no resulta tan obvio para muchos, seguramente porque se depositan en la escuela las esperanzas de superación de todos los grandes males de la sociedad.

Analizar la evolución de la formación del profesorado en las últimas décadas permite conocer hasta qué punto están justificadas las críticas al magisterio español. La mayoría de los indicadores (nota de acceso a los estudios universitarios en educación, nivel académico máximo alcanzado por el colectivo docente, años durante los que se han formado…) nos sitúan en el mejor momento de la historia en términos de formación del colectivo docente. En términos de demanda, las notas de acceso al grado de magisterio, especialmente como doble grado, han aumentado por encima de otras carreras consideradas tradicionalmente más prestigiosas como Arquitectura o Derecho. En el caso de maestros y maestras, no solo se ha equiparado la duración a los demás grados, sino que en la última década y debido a la restricción de plazas de reposición de funcionarios, raro es el caso de nuevos aspirantes en el sector público que no cuenten con una segunda carrera y/o máster. Respecto a los docentes de enseñanza secundaria son de los pocos cuerpos que requieren del grado máster para acceder al mismo. En lo relativo a la formación continua, los profesionales de la educación son los que más formación continua realizan de acuerdo con el INE, duplicando la media del conjunto de la población activa.

Entonces, cabe preguntarnos por qué si los indicadores parecen revelar mejoras significativas, existe un cuestionamiento tan fuerte de la formación y por ende de la profesión docente. Uno de los motivos se relaciona con la retórica más o menos explícita de algunas noticias y titulares sensacionalistas. Un determinado estilo periodístico que permite canalizar la frustración y encontrar un chivo expiatorio para los grandes retos que enfrentamos como sociedad. La estrategia suele ser recurrente. Existe un problema para el que no tenemos respuesta, no sabemos cómo afrontarlo o no queremos como sociedad asumir los costes de una política estructural. Después se le atribuye toda la responsabilidad a la educación, como vía para resolverlo. Como lógicamente esta no llega por sí misma, se concluye que los docentes no están suficientemente formados para hacer frente a ese problema. El ciberacoso, la prevención de adicciones, la inteligencia artificial, la relación de los jóvenes con la tecnología o las desigualdades sociales son solo algunos ejemplos de una lista que no para de crecer. Desde esta perspectiva es fácil trazar una línea invisible entre el problema y la falta de formación, compromiso o motivación de los docentes por resolverlo. Este planteamiento encaja muy bien en el imaginario colectivo, pero supone una concatenación de reduccionismos.

En primer lugar, cuando se asume que la solución a una problemática debe ser educativa se obvia que la educación es una de las estrategias, pero no puede ser la única. El considerar que la educación es la única vía y que todo puede resolverse sólo desde la educación, lleva a que se generen expectativas crecientes y exponenciales sobre la escuela. Posteriormente no se ven cumplidas, con la consecuente pérdida de reconocimiento de la institución al creerla insuficiente para resolver aquello que la propia sociedad, con todas sus herramientas, no ha podido enfrentar. En segundo término, el planteamiento supone asumir que la educación es solo escolar. Es decir, que los responsables de la educación son únicamente los docentes. En este sentido, la educación apela no solo a las familias e instituciones educativas, sino a toda la sociedad en su conjunto incluida la industria, las administraciones de todos los niveles, etc. Por último, centrándonos en la parte escolar, poner el foco en la formación docente supone, en cierta medida, obviar los factores contextuales y materiales en los que se produce el hecho educativo. Es decir, los medios.

La formación continua en un mundo cambiante es imprescindible, de igual modo que la formación inicial es mejorable. Es evidente que a medida que cambian la sociedad y sus demandas, tendremos que hacerlo los profesionales. Esta afirmación no es de aplicación exclusiva a los docentes sino a cualquier profesión y en especial a los funcionarios públicos por la responsabilidad que en ellos se deposita.

Sin embargo, el señalamiento a los docentes en este sentido se ha vuelto un lugar común. Convertir la formación del profesorado en una solución repetida sin concreción y sin comprender sus limitaciones entraña grandes riesgos. En primer lugar, contribuye a la pérdida de prestigio y confianza en la escuela como institución en un contexto de gran cuestionamiento. En segundo término, asumir que los docentes se tienen que formar en todo, continuamente, y que aun así siempre será insuficiente, equivale a decir que no se tienen que formar en nada. Es decir, genera una sensación de hastío y de insuficiencia, pues contribuye a que la formación sea solo un fin y deje de ser un medio, lo que genera sentimiento de no llegar nunca a hacer nada útil (“sé mucho pero no sé qué hacer con ello”). Relacionado con lo anterior, el enfoque y tratamiento que se da a estas noticias genera lógicamente un fuerte sentimiento de rechazo y corporativismo. Convertir la formación docente en un tópico recurrente, puede llevar a que se vuelva irrelevante y que no podamos hablar de las necesidades formativas reales. Finalmente, la reiteración en este mensaje genera una suerte ansiedad en las administraciones educativas, que se ven abocadas a promover una formación continua, intensiva y sin diagnósticos, perdiendo el foco de lo realmente importante, pues los medios (la formación docente) se convierten en un fin en sí mismo.

Existe margen de mejora y somos firmes defensores de la formación y actualización continua, para lo que se requiere estrategia, recursos y reconocimiento. En todo este proceso se omite con frecuencia el papel que juegan en la formación las administraciones educativas. Más allá de la formación continua que desarrollan los docentes para su crecimiento profesional y personal, existen acciones vinculadas a la acreditación de sexenios. Esta está diseñada y/o autorizada por las comunidades autónomas lo que les concede un gran poder estratégico que no siempre se explota por la dispersión en la oferta. Existe un gran potencial vinculado a la articulación de la formación en relación con los objetivos del sistema y la realidad educativa.

Por otra parte, cabe preguntarse por las condiciones materiales en que se realiza la formación. Un ejemplo claro son las competencias lingüísticas y digitales. Los avances que se han producido en el conocimiento y acreditación de las lenguas extranjeras y el uso de herramientas digitales por parte de los docentes han sido enormes en las últimas décadas. Sin embargo, las administraciones han apoyado esta transformación de manera tímida, siendo mayoritariamente los propios trabajadores quienes han pagado y ocupado horas fuera del horario laboral en lograr y acreditar esta formación. En este sentido, el aumento de exigencias formativas ha ido acompañado de una devaluación de las condiciones materiales en que tiene lugar la formación. Los recursos deben enfocarse en facilitar la formación dentro del horario laboral y sufragada por la administración, permisos retribuidos para desarrollar acciones puntuales, participación en congresos, licencias por estudios, etc. Como parte de esta apuesta se debe fomentar también la investigación a tiempo parcial, facilitar la docencia universitaria como profesorado asociado (real) y la transferencia valorando por ejemplo la participación en proyectos de investigación.

Hoy en día buena parte del profesorado realiza estudios de máster, segundas carreras o doctorados movidos por su desarrollo personal a pesar de que no exista prácticamente ningún estímulo para ello. El reconocimiento de estas acciones no solo las promovería, sino que además permitiría dirigir y concentrar los esfuerzos colectivos de manera estratégica. En un momento en el que el profesorado no se siente valorado, la crítica poco argumentada entraña grandes riesgos. Por ello, es fundamental huir de la desconfianza y valorar los enormes progresos realizados, sabiendo que la mejora de las competencias profesionales vendrá de la mano de la estimulación, incentivos y apoyo.

Daniel Turienzo es maestro de Educación Infantil en la red educativa en el exterior, y Paula Sánchez es maestra de Educación Primaria en escuela pública de Madrid 

domingo, 31 de marzo de 2024

Hace ahora 4 años...

Hace ahora cuatro años se declaraba en España, como en casi todo el mundo, el estado de alerta y se cerraba una gran parte de la actividad económica por la expansión de un coronavirus que comenzaba a provocar docenas de miles de muertos.

Hace ahora cuatro años, la oposición de derechas decía que en España gobernaba “el peor gobierno de la historia democrática”.

Hace ahora cuatro años, desde el primer momento de la pandemia, el Partido Popular calificó al gobierno progresista de “negligente”, lo acusó de “hundir a España” por su gestión y aventuró que Pedro Sánchez dejaría a España en la ruina cuando abandonara el gobierno.

Hace ahora cuatro años, el entonces secretario general del PP, Pablo Casado, acusaba al Gobierno de improvisar e ir detrás de los acontecimientos y, al final de 2020, de provocar una crisis económica marcada por sietes letras D: “depresión, déficit, deuda, desempleo, despilfarro, desigualdad, y disparando los impuestos a todos los españoles”.

Hace ahora cuatro años, los ideólogos al servicio de la derecha azuzaban esa ofensiva y el economista Daniel Lacalle decía:

– “Va a ser muy difícil que se recupere al menos un 40% del Producto Interior Bruto de España a los niveles previos de la crisis.”

– “El crecimiento será cero o de hasta el 2% en 2021”.

– “El déficit público puede alcanzar el 20%”

– “España va a aumentar el desempleo mucho más que en otros países”.

– “A este paso, el paro llegará al 35% y 900.000 empresas no llegarán a 2021″.

Ahora, cuatro años después de todo eso, sabemos lo que de verdad ocurrió y que esos augurios no tenían otro fundamento que el de tratar de acabar con el gobierno legítimo de España destruyendo de cualquier modo al adversario político:

– El PIB previo a la pandemia se recuperó en 2022.

– En 2021, el PIB español ya creció el 6,4%. Ahora, nuestra economía es la que más crece de la Unión Europea.

– Nuestro déficit público fue del 10,12% en 2021 y, cuando se publiquen los datos oficiales, sabremos que el de 2023 habrá sido de alrededor del 4%. La deuda pública que subió al 120% en 2020 para salvar la economía ya ha bajado casi 13 puntos desde entonces.

– En 2020 no se perdieron 900.000 empresas en España, sino unas 200.000 y la actividad de 323.000 autónomos, aunque sólo en la primera mitad de 2021 ya había aumentado un 51% la creación de otras nuevas. En junio de 2023 ya se había recuperado el número que había antes de la pandemia.

– La tasa de paro más alta por la pandemia fue del 16,2 y no ha dejado de bajar hasta el 11,7 de final del año pasado, 3,6 puntos más baja que la de Rajoy cuando dejó el gobierno o la de hace cuatro años.

– España crea más empleo que Alemania, Francia e Italia juntas. Ahora hay 1,6 millones más de empleos que hace cuatro años y 2,4 millones más que cuando Rajoy dejó de gobernar

– El Comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, declaraba ayer mismo que «España está en mejor forma que el resto de la UE».

¿Todo lo que ha hecho el gobierno de Pedro Sánchez en materia económica en estos cuatro años tan difíciles está bien? ¿Todas las medidas que ha adoptado han mejorado la vida de las empresas y el bienestar de todas las personas? Por supuesto que no, y yo mismo he criticado muchas de ellas. Pero hay algo que es obvio e indiscutible: la derecha se ha equivocado en todas y cada una de las predicciones catastróficas que ha hecho sobre la evolución de la economía dirigida por el gobierno de Pedro Sánchez. En todas.

Es más, lo que habría que preguntarse es si los resultados económicos que hemos obtenido, mucho mejores que los que hasta la persona más optimista podía esperar hace ahora cuatro años, no habrían sido incluso mucho más favorables para todos los españoles si el Partido Popular y Vox hubieran actuado de otra forma. Si no hubieran generado tanta desconfianza y hubieran aceptado con lealtad y patriotismo los resultados electorales, entendiendo que los españoles nos necesitamos todos unos a otros para salir adelante y, sobre todo, que no es sólo la derecha quien tiene derecho a gobernar en nuestro país y a imponer sus preferencias o los intereses que defiende al resto de los españoles. Aunque, por lo que se puede ver día a día, eso es como pedir peras al olmo.



Juan Torres López 20 de marzo de 2024,

_- Cuáles son los beneficios de renunciar a ser excepcional y aceptar ser común y corriente

_- Cuando Andrew Greene llegó a la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, una de las 8 más prestigiosas de Estados Unidos, sintió una profunda expectativa de sobresalir.

Conocida por su excelencia, sus ex alumnos abultan las listas de los grandes triunfadores en todos los campos.

“La ambición es algo que normalmente está arraigado en muchas personas en esas universidades de nivel superior”, dice Andrew.

"Cornell es un lugar que amo absolutamente, pero decir que no es competitivo también sería una verdad a medias".

Y esta expectativa de excelencia no se limitaba a lo académico.

Andrew sintió que la presión por ser perfecto también impregnaba a muchos de los clubes y sociedades de Cornell.

Anhelaba unirse a una de las grandes tradiciones musicales de las universidades estadounidenses: la música a capella, aquella que se hace sin instrumentos, utilizando solamente la voz humana.

En ese aspecto, como en muchos otros, Cornell es tan excepcional que inspiró en parte la exitosa película "Pitch Perfect" ("Notas perfectas" en México, "Ritmo perfecto" y "Tono Perfecto" en el resto de Hispanoamérica y "Dando La Nota" en España).

Pero aunque le entusiasmaba la música, eso no se traducía en talento.

“La escena a capella en Cornell es competitiva”, afirma.

“Sabía que nunca iba a formar parte de ninguno de estos grupos a capella, así que comencé a jugar con la idea de crear uno distinto”.

Andrew Greene

Andrew Greene
Pie de foto,
Andrew Greene era de los que cantaba bien pero se le oía un poco mal.

Y se le ocurrió el nombre perfecto: Mediocre Melodies o Melodías Mediocres, en español.

Cuando se lo mencionó a sus amigos, hubo un gran interés.

Fundó el club y se presentaron 30 personas.

Decidieron que convencerían a la gente de que apoyaran a su mediocre grupo contándole que donarían todas sus ganancias a organizaciones benéficas locales, y adoptaron el lema “malos cantantes por una buena causa”.

Pero el proyecto encontró resistencia.

Cuando se reunió con alguien influyente en el mundo a capella, ella se burló de la idea, y le dijo que no ganarían suficiente dinero ni para cubrir gastos, mucho menos para hacer donaciones.

“Regresé y le dije al grupo: 'Estamos jodidos'”, recuerda Andrew.

No obstante, esos cantantes no tan buenos llegaría a tener un gran impacto, no por esforzarse por alcanzar la perfección, sino por aceptar ser del promedio.

Su ejemplo recordó que el perfeccionismo tiene sus riesgos, que hay beneficios potenciales en no sobresalir y que sentirse cómodo siendo común y corriente puede ser una fuente de felicidad.

Qué tiene de malo no ser tan bueno

Anna Kendrick 

Anna Kendrick en la premiere de Pitch Perfect

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Anna Kendrick, una de las protagonistas de "Pitch Perfect" (2012), una adaptación libre del libro homónimo de Mickey Rapkin, exalumno de la Universidad de Cornell,

“¿Por qué tenemos que ser excepcionales para salir adelante?”, pregunta el doctor Thomas Curran, autor de "La trampa de perfección: abrazando el poder de lo suficientemente bueno" y profesor del London School of Economics (LSE).

"¿Por qué ser alguien 'promedio', se ha convertido en una mala palabra?", insiste.

Curran ha estudiado una gran cantidad de datos sobre estudiantes universitarios y el perfeccionismo desde 1989 y ha encontrado un aumento del 40% en lo que se llama perfeccionismo prescrito socialmente.

"El perfeccionismo prescrito socialmente nos hace estar muy atentos a cómo nos desempeñamos en relación con otras personas", explica.

Generalmente no vemos el perfeccionismo como un defecto, más bien creemos que lo necesitamos para tener éxito.

"En realidad, cuando miras los datos" -afirma- "descubres que el perfeccionismo no tiene absolutamente ninguna correlación con el éxito".

De hecho, puede tener varias desventajas: “evitar, reprimir, procrastinar”.

Podemos tener tanto miedo de parecer menos que perfectos que no lo intentamos.

El perfeccionismo no es "el secreto del éxito con el que a menudo lo confundimos", declara Curran.

Y no sólo nos hace ineficientes.

“El perfeccionismo prescrito socialmente puede tener impactos profundos en nuestra salud mental”, afirma el experto.

Las investigaciones han demostrado que el perfeccionismo está relacionado con mayores niveles de depresión, ansiedad y agotamiento.

Esfuerzo constante

Hay que aventurarse a hacer muchas cosas, así no queden tan bien.

Esa resistencia a ser promedio, que Andrew enfrentó cuando creó su grupo a capella, también se ve en todo el mundo empresarial.

Los empleadores suelen afirmar que no aceptarán “nada menos que la perfección” de su equipo, o que “sólo los mejores servirán”.

Suena bien en el papel, pero ignora el hecho de que mejorar en algunas cosas implica cometer errores, y si estamos tan concentrados en la perfección nuestra mente se arriesga a perder la capacidad de diversión y creatividad.

"Si estás obsesionado con la búsqueda de lo que percibes como la perfección, eso tiene un gran inconveniente", dice la doctora Leonaura Rhodes, una mentora personal que originalmente se formó en neurociencia.

Los perfeccionistas obtienen una gran cantidad de dopamina cuando se desempeñan bien, pero obtener esos picos de dopamina de una fuente hace que sea muy difícil obtenerla de otras, explica.

Tu cerebro solo liberará dopamina cuando alcances un nivel excepcional, por lo que si quieres esa sustancia química que te hace sentir bien, debes seguir mejorando ese nivel.

"Le roba a la gente la capacidad de estar presente, ser feliz y sentirse en paz", asegura. "Se vuelve simplemente un esfuerzo constante".

Andrew Greene cantando con Mediocre Melodies

Andrew Greene cantando con Mediocre Melodies
Pie de foto,
Andrew Greene no se dio por vencido... cantó con Mediocre Melodies y triunfó.

En contraste, cuando intentas cosas nuevas y no esperas ser bueno en ellas, la novedad puede tener una influencia positiva en la salud del cerebro.

"Cuando aprendemos algo nuevo, nuestro cerebro tiene esta increíble capacidad de formar conexiones neuronales y esto se llama neuroplasticidad", explica Rhodes.

Si sólo hacemos las mismas cosas todos los días, tendremos muy poca neuroplasticidad, y eso no es bueno para nosotros, especialmente a medida que envejecemos.

Dedicar tiempo a aprender cosas nuevas y hacer cosas en las que no serás el mejor es una gran inversión en la salud de tu cerebro en el futuro.

Alegría

Curran propone como estrategia para abordar el perfeccionismo la "aceptación radical".

"La aceptación radical es realmente aceptar que existen límites a las cosas que podemos controlar", explica.

Utiliza la analogía de un velero. En los días que hace viento, puedes viajar durante horas. En otros, simplemente te quedas ahí flotando. Y en algunos, zarpas en una dirección pero te desvías del rumbo.

Como dice el viejo refrán, lo que importa no es el destino, sino el viaje.

“El viaje significa esforzarnos; el viaje significa ser valiente, ser vulnerable, y eso está bien”, afirma.

Andrew Greene fue valiente. No desistió en su intento de montar un grupo a capella mediocre cuando encontró oposición.

Motivado, organizó un primer concierto para demostrarle a los escépticos que estaban equivocados.

Más de 300 personas acudieron a escucharlo, y cuando el grupo cantó su primera canción, “Fat Bottom Girls” de Queen, fue recibido con un entusiasta aplauso.

Mediocre Melodies se convirtió rápidamente en una institución en Cornell.

Maggie Meister es la primera mujer presidenta del grupo.

Para ella, aceptar ser mediocre en su canto ha sido transformador: “Nadie trata de esforzarse por alcanzar esa perfección y es un ambiente muy edificante en el que siento que puedo ser mi verdadero yo”.

Centrarse no en la perfección sino en la camaradería y la diversión le ha permitido a los miembros del grupo expresarse libremente.

No están limitados por el perfeccionismo prescrito socialmente: simplemente quienen alegría.

Al fin y al cabo, la tragedia en la vida no es fracasar, la tragedia es no vivir.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c982vdqxq2qo

sábado, 30 de marzo de 2024

Londres se rinde al reino de Ife

Un centenar de esculturas nigerianas deslumbran en el British Museum
La crítica británica ha saludado con entusiasmo la llegada al Museo Británico de la exposición El reino de Ife, una muestra de más de 100 piezas, principalmente esculturas de terracota y, sobre todo, de bronce y otros metales, realizadas entre los siglos XII y XV en ese antiguo reino yoruba situado en lo que hoy es territorio de Nigeria. Expuesta de la mano de la Fundación Marcelino Botín, primero en Santander y luego en Madrid, la muestra, que se podrá ver en Londres desde hoy hasta el 6 de junio, viajará a Nueva York, Virginia e Indianápolis en colaboración con el Museo de Arte Africano de Nueva York.

"Es una exhibición excepcional incluso para los altos estándares establecidos en los últimos años por el Museo Británico", escribe en The Guardian el crítico de arte Jonathan Jones. Richard Dorment, del Daily Telegraph, muestra un entusiasmo comparable: "La calidad de las estatuas de cuerpo entero, cabezas, objetos rituales y vasijas prestados por la Comisión Nacional para los Museos y Monumentos de Nigeria es asombrosa. ¿Qué puedo decir? Exposiciones como ésta sólo llegan una vez en la vida".

Seguir en El País (WALTER OPPENHEIMER - Londres, 04/03/2010)