domingo, 7 de mayo de 2023

Ceremonia de coronación


Dame Emma Thompson llegando antes de la ceremonia de coronación

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

La actriz Emma Thompson, quien fue nombrada "dama" por la reina Isabel II, estuvo presente en la ceremonia de coronación

Las mejores fotos. https://www.bbc.com/mundo/noticias-65508633

_- DIETAS ¿Cuáles son las mejores y peores dietas para el corazón? Estas son las recomendaciones de los expertos.

_- Un estudio de la Asociación Americana del Corazón elige la alimentación mediterránea y la vegetariana, y advierte contra la ‘paleodieta’ y la cetogénica.

Por poco sofisticado que parezca en la era de la tecnología, vivir más y mejor tiene mucho que ver con mantener hábitos saludables. Entre ellos, la alimentación es clave, pues una mala dieta “está estrechamente relacionada con un elevado riesgo de morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares”. Así lo señalaba en 2021 la última actualización de la guía dietética de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés). Esta organización, referente en salud cardiovascular, incidía entonces en promover patrones dietéticos considerados beneficiosos —como consumir más verduras y alimentos integrales, y menos carne, ultraprocesados, azúcar y sal—, más que en señalar como buenos o malos ciertos alimentos o nutrientes.

Pero, ¿qué tipo de dieta está más alineada con esas recomendaciones? ¿Es más cardiosaludable la vegana o la mediterránea? ¿Y lo son tendencias de moda, como la Atkins o la paleodieta? Para salir de dudas y promover las más adecuadas, un grupo de investigadores vinculados a la AHA acaba de determinar diez patrones dietéticos habituales en Estados Unidos y los ha clasificado según su concordancia con las recomendaciones de 2021. A la hora de establecer este ranking, que publicó esta semana la revista Circulation, la primera barrera que han enfrentado es reconocer esas dietas, lo que resulta complejo “tanto para los consumidores como para los profesionales de la salud”, admiten sus autores.

“En los últimos años ha proliferado el número de patrones dietéticos diferentes y populares, y la cantidad de desinformación al respecto en las redes sociales ha alcanzado niveles críticos”, afirma en un comunicado de la AHA Christopher D. Gardner, presidente del comité de redacción de esta nueva declaración científica y catedrático de medicina de la Universidad de Stanford, en California. “A la incomprensión de los consumidores contribuye también la multiplicación de libros y blogs populares sobre dietas, así como la escasa comprensión por parte de los médicos de lo que implican los patrones dietéticos y de la base empírica para promover la salud cardiometabólica”, añade la publicación.

Asumiendo esas posibles confusiones y la variabilidad individual a la hora de entender cada dieta, los investigadores han establecido cuatro niveles de concordancia con la guía de la AHA, de mayor a menor. En el nivel 1 del podio, el más alineado con las recomendaciones cardiosaludables, incluyen como mejor clasificada la dieta DASH (siglas en inglés de “Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión”), seguida de la mediterránea, la pescetariana (una dieta vegetariana que incorpora pescados y mariscos como única fuente de carne animal) y la vegetariana (incluyendo la que admite huevos, lácteos o ambos). “Estos cuatro patrones son ricos en verduras, frutas, cereales integrales y fuentes vegetales”, señalan los autores.

“Es importante entender el origen de estos patrones”, explica a EL PAÍS Estefanía Toledo, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra. La dieta DASH fue diseñada por los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses (NIH) a partir de las características alimentarias que podían contribuir a prevenir la hipertensión. Es similar a la mediterránea, pero enfatiza reducir la ingesta de sodio (sal) y consumir lácteos bajos en grasa. Por otro lado, las dietas de estilo mediterráneo, desarrolladas a lo largo de los siglos en torno a la cuenca del Mare Nostrum, hacen más hincapié en usar aceites vegetales, en particular el de oliva virgen extra. Además, incluyen el consumo moderado de alcohol, en vez de recomendar evitarlo o limitarlo, lo que ha reducido la puntuación que le otorgan los investigadores de la AHA.

“El alcohol aumenta el riesgo del cáncer de mama, pero para la enfermedad cardiovascular hay estudios que sugieren que su efecto sigue un patrón en J”, indica Toledo, que también es investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN). Es decir, que mientras beberlo con moderación (hasta dos copas de vino diarias en varones y una en mujeres) podría disminuir el riesgo cardiovascular, este aumenta rápido al aumentar su consumo, puntualiza Toledo. Además, “no solo es importante la cantidad de alcohol, sino también el tipo de bebida y la manera en que se consume”, añade la experta. El consumo enmarcado en la dieta mediterránea, relata, consiste en tomar una copa de vino, preferiblemente tinto —rico en polifenoles— y acompañando a las comidas en un contexto de socialización. “Esto hace que la respuesta metabólica a ese alcohol sea diferente a su ingesta con el estómago vacío. En este caso, se produciría un pico en plasma más rápido y alto, como ocurre en el botellón”, remacha. En conjunto, “la ventaja que tiene el patrón de dieta mediterránea es que la población lo sigue porque es el tradicional e implica un estilo de vida”, aduce Toledo.

Por su parte, los patrones pescetariano y ovo, lacto u ovolactovegetariano son variedades vegetarianas diferenciadas por el grado en que restringen los alimentos de origen animal. Como para el resto de dietas evaluadas, los autores del análisis de la AHA han considerado su “versión óptima”, ya que “es posible seguir cualquier patrón dietético con restricción animal y consumir alimentos poco saludables”, como cereales refinados, dulces y alimentos ricos en grasas saturadas.

“Conocer que entre los cuatro patrones de dieta mejor valorados está la dieta mediterránea afianza los conocimientos previos y la robusta evidencia científica sobre los beneficios cardiosaludables que posee”, ha declarado a Science Media Centre España Mercedes Sotos-Prieto, epidemióloga nutricional en el Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y el Instituto IMDEA Alimentación. Pero de poco sirve recomendar hábitos alimentarios de oro si el contexto o las circunstancias personales no permiten cumplirlos. No obstante, según Gardner, “los patrones dietéticos del primer nivel pueden adaptarse para respetar las prácticas culturales, las preferencias alimentarias y los presupuestos, a fin de que las personas puedan comer de esta manera a largo plazo”.

Con medalla de plata, en un eslabón de concordancia con los consejos de la AHA inferior al anterior, se encuentran las dietas veganas (que excluyen todo alimento de origen animal) y las bajas en grasas (que limitan su ingesta a menos del 30% de las calorías totales, frente al hasta 35% de las recomendaciones habituales). “Aunque los patrones del nivel 2 pueden favorecer una salud cardiovascular óptima, se debe prestar especial atención a garantizar que los veganos sean ricos en fuentes de proteínas vegetales saludables, en especial cuando se come en restaurantes, y a que los bajos en grasas incorporen fuentes saludables de grasas insaturadas”, explican los autores del estudio. También advierten que sería peor el remedio que la enfermedad si se sustituyen estas grasas por hidratos de carbono refinados y azúcares añadidos, que incrementan el riesgo cardiometabólico.

Estos investigadores recalcan que las dietas incluidas en los niveles 1 y 2, además de más cardiosaludables, “tienen un menor impacto medioambiental y son más favorables para la salud planetaria debido a la reducción de la ingesta de carne”. Lo mismo persiguen las últimas recomendaciones dietéticas saludables y sostenibles de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), publicadas el diciembre pasado. Este organismo del Ministerio de Consumo llamaba así a priorizar los alimentos vegetales, “en línea con el patrón de dieta mediterránea, que a su vez contribuye a reducir el impacto medioambiental del sistema alimentario”.

El interés por perseguir que la alimentación humana saludable sea al tiempo sostenible ha cobrado fuerza en los últimos años ante la previsión de que para 2050 la Tierra de cobijo a casi 10.000 millones de personas. En este sentido, un destacado grupo de expertos internacionales declaraba en 2019 en The Lancet que “las dietas poco saludables suponen un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad que las relaciones sexuales de riesgo y el consumo de alcohol, drogas y tabaco juntos”. Dado que gran parte de la población mundial está mal alimentada y que muchos sistemas y procesos medioambientales están sobreexplotados por la producción de alimentos, “urge una transformación global del sistema alimentario,” clamaban los científicos.

El valor de las grasas beneficiosas
Más abajo en la escala, los patrones dietéticos incluidos en el nivel 3 por los expertos de la AHA comprenden las dietas muy bajas en grasas (en las que este macronutriente aporta menos del 10% de las calorías totales, como ocurre a veces en la vegana) o las bajas en carbohidratos (limitados al 30-40% de la ingesta calórica total, frente al 45-65% recomendado de forma habitual). Los autores justifican otorgarles solo un bronce porque evitar los frutos secos y los aceites vegetales que promueven estas dietas no concuerda con recomendaciones de la AHA como, por ejemplo, incluir grasas beneficiosas. Del mismo modo, “los patrones bajos en carbohidratos son problemáticos por limitar los cereales saludables, las legumbres y algunas frutas enteras”, recalcan. Sin embargo, “una dieta baja en carbohidratos bien diseñada puede ayudar a evitar fuentes de carbohidratos poco saludables, como los azúcares añadidos y los cereales refinados”, aclaran los expertos.

La AHA sitúa fuera del podio y en las profundidades del nivel 4 a “patrones muy preocupantes”, como la paleodieta (que excluye los cereales integrales y refinados, las legumbres, los aceites y los lácteos) o las dietas muy bajas en calorías (en inglés, very-low-calorie diet o VLCD). Estas últimas limitan la ingesta de carbohidratos a menos del 10% de las calorías diarias e incluyen la Atkins y la ‘keto’ o cetogénica, utilizadas a menudo para adelgazar. “Estos patrones promueven la restricción de grupos de alimentos considerados esenciales de una dieta cardiosaludable (legumbres, cereales integrales) y permiten fuentes de grasas saturadas que se desaconsejan enérgicamente (de carnes, tanto para la dieta paleo como para la VLCD y de lácteos para la VLCD)”, advierten los científicos. Además, aunque pueden obtener beneficios a corto plazo y que se pierda mucho peso, “son imposibles de sostener a largo plazo”, agrega Sotos-Prieto.

“Para todos los patrones dietéticos identificados, hay formas más y menos saludables de seguirlos, y la desinformación nutricional, el énfasis equivocado o la simplificación excesiva pueden llevar a la adopción de patrones no deseados”, subrayan los investigadores. Por ello, “es fundamental que los profesionales de la salud pregunten a los pacientes o consumidores cómo aplican un determinado patrón para identificar malentendidos y oportunidades de modificación”. Como reitera Toledo, “no existen alimentos milagro. El aceite de oliva es bueno, pero la idea no es echar un chorro a una hamburguesa. Consumir un determinado patrón de dieta da un balance en su conjunto, hay que lograr que todo el patrón vaya en una dirección”.

La AHA no ha evaluado dietas planteadas para cortos espacios de tiempo, otras prácticas de moda —como el ayuno intermitente— o dietas diseñadas para afecciones no cardiovasculares, como la celiaquía o las alergias e intolerancias alimentarias. Como dato destacable, la recomendación de este organismo en la que coincide el amplio abanico de dietas que sí valoran es la de “minimizar la ingesta de alimentos y bebidas con azúcares añadidos”.

Pero los investigadores, que recuerdan la “mala calidad general de la dieta entre los adultos estadounidenses”, no se han limitado a clasificar las dietas populares, sino que, además, ponen en contexto los factores sociales o culturales que favorecen o dificultan elegir las más sanas, generando inequidades en salud. Entre los primeros, la costumbre de las comunidades latinas de comer en familia como medio de apoyo social y oportunidad para compartir hábitos saludables que se puedan mantener de por vida; entre las perniciosas, desafíos estructurales, como el racismo o la marginación social.

Tampoco son ajenos a que comer sano depende en buena medida del código postal de residencia —los determinantes sociales de la salud, como reiteran los expertos en salud pública— y solicitan mejorar la educación nutricional y políticas a nivel local, nacional y mundial para “configurar sociedades más equitativas y saludables”. Los expertos también reclaman “priorizar los recursos para investigar otros patrones dietéticos culturales (por ejemplo, asiáticos, africanos y latinoamericanos), en lugar de seguir investigando patrones muy restrictivos que no se ajustan a la guía dietética de 2021″.

Según esas recomendaciones, un patrón dietético sano incluye las siguientes características: ajustar la ingesta y el gasto de energía para mantener un peso corporal saludable; comer frutas y verduras variadas; consumir cereales integrales, en lugar de refinados; elegir fuentes saludables de proteínas, sobre todo de origen vegetal (legumbres y frutos secos); consumir pescado y marisco con regularidad; sustituir los productos lácteos enteros por desnatados o bajos en grasa; para quienes comen carne, elegir cortes magros y no procesados; utilizar aceites vegetales líquidos (como el de oliva) en lugar de aceites tropicales (coco, palma y palmiste) y grasas animales (manteca de cerdo y mantequilla) o grasas parcialmente hidrogenadas; elegir alimentos mínimamente procesados en lugar de ultraprocesados; minimizar el consumo de alimentos y bebidas con azúcar añadido; elegir y preparar alimentos con poca o ninguna sal añadida; limitar el alcohol, si ya lo consume, y no empezar si aun no lo hace; y seguir estas orientaciones con independencia del lugar donde se preparen o consuman los alimentos.

sábado, 6 de mayo de 2023

ENSEÑANZA PRIVADA. El Defensor del Pueblo de Navarra pide investigar si dos colegios del Opus “inflan las notas” del Bachillerato.

Una madre denunció que las calificaciones que obtiene el alumnado no se corresponde con las que luego obtienen en la Selectividad.

El Defensor del Pueblo de Navarra, Patxi Vera, ha pedido al departamento de Educación que vigile si algunos centros inflan la nota del alumnado de Bachillerato para facilitarles el acceso a la universidad. La llamada de atención, adelantada por Cadena Ser Navarra, surge de una queja presentada el pasado junio por una madre que denunció que las calificaciones medias que obtiene el alumnado de algunos centros no se corresponden con el que obtienen luego en la Evaluación de Acceso a la Universidad (EVAU). El Defensor lo ha constatado analizando las notas de los últimos seis cursos y ha señalado en concreto a Miravalles-El Redín e Irabia-Izaga, los centros relacionados con el Opus Dei, cuyo estudiantado ha obtenido las mejores notas medias de Navarra, sin que ello se haya plasmado luego en los resultados obtenidos en la prueba de acceso a la universidad. “A la vista de los datos recabados”, afirma el Defensor, “existen resultados que cabe calificar, cuando menos, de llamativos y que, siquiera indiciariamente, podrían apuntar a una sobrevaloración de las calificaciones de las notas por parte de algunos centros.” De ahí que haya recomendado a Educación que supervise “lo actuado por los colegios a los que se ha hecho referencia”. Ninguno de los centros ha querido emitir declaración al respecto, al ser consultados por EL PAÍS.

La queja se registró ante el Defensor el 30 de junio de 2022. En su escrito, la autora asevera que, en el ranking de calificaciones, “en los últimos 5 años figuran los mismos centros en las primeras posiciones, centros privados-concertados, con una nota media que cada año es más alta. ¿Es posible tener una nota media de bachiller, de todos los alumnos, de 9,07? (…) Como se puede observar, entre la nota media de bachiller y de EVAU de estos centros hay una diferencia considerable, lo que me lleva a pensar que las notas de bachiller están infladas”. La cuestión no es baladí, puesto que la calificación media de acceso a la universidad se obtiene con el 60% de la obtenida en bachiller y el 40% del resultado en Selectividad.
El Defensor solicitó tanto a Educación como a la Universidad Pública de Navarra las calificaciones obtenidas por el alumnado navarro tanto en la etapa de Bachillerato como en la EVAU durante los últimos cinco cursos académicos: desde el curso 2016/2017 hasta el curso 2021/2022, ambos incluidos. Tras el análisis de la información, ha señalado directamente a los dos centros antes mencionados.

Diferencias poco razonables
El Defensor asevera en su escrito que el colegio Miravalles-El Redín, en los seis cursos examinados, cuenta con las calificaciones más elevadas en Bachillerato de toda la comunidad foral. Las notas medias oscilan entre el 8,22 del primer año analizado y el 8,84 que obtuvo de media el alumnado en el curso 2020-21. La institución apunta que no hay una correlación “razonable” entre estas medias tan elevadas ―entre el 8 y el 9― y los resultados obtenidos en la EVAU. Es más, detalla el Defensor, aunque Miravalles-El Redín fue el que mejores calificaciones dispensó durante los seis cursos analizados, solo fue el mejor en la EVAU en una ocasión, en 2016/2017. En el resto, se queda en cuarta posición ―en el ranking de todos los institutos navarros― en 2017/2018, tercera en 2018/2019, decimoctava en 2019/2020, decimoséptima en 2020/2021 y décima en 2021/2022.

Por otro lado, el estudiantado de bachillerato del centro Irabia-Izaga es el segundo centro que mejores notas medias ha sacado, por detrás del anterior, en los seis cursos analizados por el Defensor. Desde el 7,75 del curso 2016/2017 hasta el 8,45 obtenido en 2020-21 o el 8,36 del curso pasado. No obstante, el alumnado no brilla igual en Selectividad, puesto que obtuvieron las siguientes posiciones: “Trigésima tercera posición en 2016/2017, vigésima tercera posición en 2017/2018, vigésima posición en 2018/2019, decimocuarta posición en 2019/2020, novena posición en 2020/2021, y séptima posición en 2021/2022″.

De acuerdo con la resolución del Defensor, “no parece razonable que todos y cada uno de los años, sin excepción, la nota de bachiller sea la más elevada de todos los centros, y que, llegada la EVAU, ese resultado no tenga el mismo reflejo”. Es más, subraya, es llamativo que no exista una “correlación, si no absoluta o exacta, sí al menos sustancialmente similar”. Sobre todo, teniendo en cuenta que se están analizando los resultados de seis cursos consecutivos, “un periodo de tiempo relevante”.

El Defensor incluye otro criterio más en su análisis, el de la desviación media de los colegios entre las notas de bachiller y la de la EVAU que, reconoce, en términos generales, son más bajas en el conjunto de centros. Si la desviación media del resto de centros es de 0,583, en el caso de Miravalles-El Redín e Irabia-Izaga, “esta desviación asciende a 1,325 puntos y a 1,183 puntos, respectivamente, por lo que se está ante diferencias entre el doble y el triple de la desviación promedio”.

Siguen segregando por sexo
El Departamento de Educación todavía no ha respondido a la recomendación del Defensor. Está previsto que haga declaraciones en las próximas horas y que responda de forma oficial a la entidad en el plazo máximo de dos meses que le concede la ley. Cabe señalar que, el próximo curso, Educación va a dejar de financiar la etapa de Bachillerato en estos dos centros vinculados con el Opus Dei porque han incumplido el concierto y han seguido segregando al alumnado por sexo.

La autora de la queja también demandó en su escrito que, a partir de ahora, sea el departamento el que establezca los mismos exámenes de evaluación y recuperación para todos los centros. Un requerimiento que ya le fue denegado por Educación, que argumentó que estos cuentan con autonomía pedagógica, por lo que pueden determinar por sí mismos qué instrumentos de evaluación utilizar. Sí existe una base común, el Decreto Foral 25/2015, que establece el currículo ―contenidos, criterios de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables―, que es de obligado cumplimiento y aplicación para los colegios.

Sin embargo, el Defensor considera que los indicios de sobrecalificación pueden traducirse en el incumplimiento de los principios de igualdad, mérito y capacidad que rigen el acceso a la universidad. De ahí que, sostiene, el margen de autonomía de los centros y del profesorado “no es incompatible con la posibilidad de establecer un control sobre el mismo, en la medida en que se aprecien indicios de que las reglas y principios establecidos en las leyes educativas pueden verse comprometidos”.

viernes, 5 de mayo de 2023

Afirmaciones positivas: los beneficios de hablarse a uno mismo para ser más feliz

Una mujer con los brazos estirados hacia el cielo

A pesar de ser una fuente de malas noticias, internet también está inundado de maneras de tratar de contrarrestar esa negatividad.

Una rápida búsqueda de contenido "inspiracional" nos lleva a encontrar una gran cantidad de charlas, entrevistas y frases dirigidas a encontrarles el sentido a los momentos difíciles.

Una lista de estas últimas típicamente incluye cosas como "La imaginación es más importante que el conocimiento", atribuida a Albert Einstein, o la letra de la canción de Nicki Minaj (que se traduce como) "Todo el mundo muere, pero no todos viven".

Especialistas de autoayuda, presentadores de programas de entrevistas, influencers de Instagram, y hasta ex primeras damas de EE.UU. suelen ser autores de afirmaciones positivas.

Una de esas listas publicada en el sitio web Oprah Daily (de la conocida presentadora de TV) durante los días más oscuros de la pandemia, destacaba una cita de la escritora Maya Angelou, que nos recuerda que "Nada puede apagar la llama que brilla dentro de ti".

Angelou escribió cautivadoramente sobre sus experiencias con el racismo y el trauma. Así que sus palabras pueden resonar en nosotros aún ahora, dondequiera que estemos en el mundo.

Escuchar o leer este tipo de breves frases memorables nos puede ayudar a lograr una mentalidad más positiva.

Ya se trate de un llamado a la acción o un recordatorio de los valores que más apreciamos, las afirmaciones pueden actuar como un contrapeso a lo que los psicólogos llaman rumiación (patrones repetitivos de pensamientos negativos). Lo hacen guiándonos a enfocarnos a lo que importa en nuestras vidas.

Cómo acceder a las sensaciones positivas
Date el placer de ser parte de una comunidad conectada e inspirada.

Las emociones positivas pueden ser extremadamente poderosas. Investigaciones indican que cuando estamos preparados para sentir alegría, curiosidad, gratitud y otros tipos de sensaciones positivas, tenemos lo que los psicólogos denominan "repertorios más amplios de pensamiento-acción".

Eso quiere decir que podemos imaginar nuevas posibilidades y poner a prueba cosas nuevas. Nos volvemos más creativos y mejores para resolver problemas.

En 2011, el psicólogo estadounidense Martin Seligman configuró lo que llamó el modelo PERMA de bienestar. PERMA son las siglas en inglés de los cinco elementos principales del modelo: emoción positiva, compromiso, relaciones, significado y logro.

Este modelo es una herramienta útil para entender las diferentes maneras en que podemos activar formas más positivas de pensamiento.

Estas cubren toda una gama, desde experimentar una emoción positiva hasta quedar completamente absorto en una tarea desafiante, crear una conexión más amorosa con alguien, tratar de comprender una situación difícil, o simplemente tachar de una lista las labores completadas.

Oraciones seculares
Las emociones positivas nos vuelven más creativos y mejores para resolver desafíos.

Las afirmaciones positivas tiene el potencial de afectar los variados elementos de nuestro bienestar. Nos pueden fortalecer cuando logramos identificarnos con el contenido de un mensaje, cuando tiene una moraleja y cuando es memorable.

Unas nos pueden dar pie a tener esperanza y concentrarnos en el aquí y el ahora. Un dicho común en los círculos de los que buscan recuperarse en la organización Alcohólicos Anónimos es "un día a la vez".

Otras nos instan a involucrarnos completamente en una tarea importante: "Tienes mayor probabilidades de modificar una emoción a través de la actividad que de volverte activo a través de una emoción", decía el psicólogo estadounidense Jerome Bruner.

Ciertas pueden enfocarse en el desarrollo de relaciones positivas: "Las personas realmente fuertes levantan a otras. La personas que realmente son poderosas unen a las otras", dijo la ex primera dama de EE.UU. Michelle Obama.

De esta manera, las afirmaciones positivas funcionan como una versión secular de la oración religiosa o espiritual. Investigaciones demuestran que cuando se dicen en voz alta, las oraciones pueden levantar el espíritu, ser reconfortantes y crear una actitud de esperanza. De igual manera, recitarse o cantarse una cita o canción profunda a uno mismo puede generar un gran empoderamiento.

Lee o canta en voz alta los mensajes positivos y las moralejas.

Las afirmaciones se suelen usar para ayudarnos a darles un sentido a las desilusiones y complicaciones y mantenernos en la lucha para alcanzar nuestros objetivos, como un discurso motivacional para nosotros mismos.

Según los investigadores, las personas que se alientan verbalmente a sí mismas tienen más probabilidades de funcionar mejor, de estar más satisfechas con su trabajo, y de querer mantenerse en sus puestos. Este proceso puede ser vital para el aguante de los atletas de los deportes de resistencia.

Pequeños destellos de alegría
A fin de cuentas, es un estado mental de intencionalidad el que puede ayudarnos a manejar los desafíos que enfrentamos con estos aspectos positivos que reconocemos. Ya sea que estemos luchando por la justicia social, o simplemente tratando de arreglárnoslas para sobrevivir, frecuentemente hay pequeños destellos de alegría que se pueden encontrar en los momentos más sencillos de la vida. Como Aretha Franklin cantaba:

Debes propagar la alegría al máximo
Baja esa pesadumbre al mínimo
Ten fe, de lo contrario el pandemonio
Puede entrar en la escena
Aretha Franklin, conocida como "la reina del soul" cantaba: "Debes propagar la alegría al máximo".

Así que busca citas y canciones que te inspiren. Guárdalas en un lugar de fácil acceso, como la pared de tu dormitorio o una libreta que guardes en tu bolso. Y sácalas cada vez que estés pasando por un momento difícil o cuando necesites motivación para pensar en el panorama general, en el propósito de tu vida.

Compártelas con otros, ya sea por las redes sociales o en persona. Date el placer de ser parte de una comunidad conectada e inspirada.

Y lánzate a leerlas en voz alta. Te sorprenderá cómo te hará sentir con más energía y esperanza. Es emocionante saber que pronunciar palabras de esperanza y aliento puede ayudarte a ti -y aquellos que te rodean- en el trayecto de tu vida.

*Glenn Williams es catedrático principal en Psicología de la Unviersidad Nottingham Trent, Inglaterra. Su artículo fue publicado en The Conversation, cuya versión en inglés puedes leer aquí.

jueves, 4 de mayo de 2023

Quiénes eran las "Trümmerfrau" y por qué fueron fundamentales para Alemania después de su derrota en la II Guerra Mundial


Mujeres trabajando.

"Las mujeres de los escombros" fueron importantes en los primeros pasos de la reconstrucción de Alemania tras la segunda Guerra Mundial.


Tras su rendición en mayo de 1945 y el fin de la II Guerra Mundial, Alemania era un país reducido a la ruina.
Y con pocas manos para su reconstrucción.
Debido a los potentes bombardeos aliados, que habían comenzado en 1942, ciudades como Dresden, Berlín, Hamburgo o Colonia eran montañas de escombros.
Se estima que cerca de ocho millones de viviendas habían sido arrasadas por las bombas, y eso sin contar toda la infraestructura destruida, como puentes, carreteras, vías de ferrocarril, alcantarillado o los suministros de gas y de electricidad.

Y aunque había un empeño generalizado por reconstruir el país, tanto del lado oriental como del occidental, no había mucha mano de obra disponible: 15 millones de hombres habían muerto en el conflicto o habían sido capturados por las tropas enemigas.
"Había escombros por todas partes, y armas y municiones que los soldados habían dejado atrás", le cuenta a la BBC Helga Cent-Velden.

Cent-Velden fue una entre los miles de mujeres que se encargaron de limpiar, recoger los escombros y ayudar en la reconstrucción de una destruida -y en ese momento, dividida- Alemania.
Su trabajo consistió en ayudar a remover, de acuerdo a las estimaciones hechas en ese entonces, 500 millones de metros cúbicos de escombros -que servirían para construir, por ejemplo, 150 pirámides de Giza- de las principales ciudades del país.

En distintas partes de Alemania se han levantado esculturas en homenaje a las "Trümmerfrau"
Estas mujeres, conocidas como "Trümmerfrau" (las mujeres de los escombros), se convirtieron en uno de los símbolos de la reconstrucción alemana tras los estragos de la guerra.
En muchas ciudades alemanas hay monumentos dedicados a ellas como agradecimiento por su labor.
"Estas mujeres son el símbolo del renacimiento. Salieron a las calles de Alemania para que en su país se pudiera vivir de nuevo. Eso las convierte en una especie de mito", le dijo a BBC Mundo la historiadora Jane Freeland, de la Universidad Queen Mary de Londres.

"Especialmente porque los escombros que estaban recogiendo se produjeron por bombas que habían destruido los espacios donde ellas vivían. Estaban limpiando los destrozos de una guerra que habían perdido".

Cómo el ave Fénix
Durante el conflicto bélico, la Alemania nazi había sido bombardeada constantemente por los escuadrones aliados.
Mientras duraron los combates, la mayoría de los escombros eran recogidos por quienes estaban encerrados en los campos de concentración.
Sin embargo, una vez terminada la guerra y ya con el control del territorio alemán por parte de las potencias aliadas, el proceso de remoción de escombros pasó a ser labor de quienes se habían quedado en el país.
Una de ellas era Cent-Velden, residente de Dresden -en el noreste de Alemania y una de las ciudades más afectadas por los bombardeos aliados-, quien fue convocada por el Consejo de Control Aliado para el proceso de limpieza.

Los testimonios señalan que las mujeres debían trabajar sin maquinaria adecuada para un trabajo tan pesado.
"Nos dividieron en dos grupos. Lo único que veíamos era destrucción y ruinas. Nuestra labor consistía en recoger los escombros y, si no había nada peligroso en ellos, tirarlos dentro de los cráteres que habían dejado las bombas", relata Cent-Velden.
"Y si encontrábamos algo peligroso como una granada, entonces nos pedían que las pusiéramos en un lago que estaba cerca. Y eso hicimos durante varios días", recuerda.
La mujer también señala que, mientras pasaban los días, se dio cuenta de que el proceso iba a ser mucho más largo que la simple limpieza de escombros: había que reconstruir desde cero.
"Un día me llevaron a un edificio ubicado en la calle Potsdamer. Era un edificio que había colapsado, pero una parte se conservaba en pie. La mujer que estaba conmigo me dijo que teníamos que limpiar para que pudieran remodelarlo", relata Cent-Velden.
"Pero no había nada allí para remodelar: no había techo, no había ventanas. Nos tomó nueve meses quitar los escombros solo de ese lugar", señala.

Las columnas (Kolonnen, en alemán) de las Trümmerfrau se extendieron por las zonas controladas tanto por la Unión Soviética como por las que estaban bajo dominio estadounidense, británico y francés.
Cuenta Cent-Velden que el trabajo fue hecho, sobre todo al principio, sin la ayuda de maquinaria pesada. "Agradecí el día que me dieron unos guantes", dice.
Varios historiadores resaltan que el pago por mover escombros pesados casi sin maquinaria no estaba a la altura de lo esperado.
"Principalmente fuimos las mujeres las que nos abrimos paso con palas entre los escombros del centro de Aquisgrán que quedó totalmente destruido, solo por un plato de sopa de los estadounidenses", le dijo a un diario local Elisabeth Stock, una de las "Trümmerfrau".
Las mujeres trabajaron en las principales ciudades alemanas tras el fin de la II Guerra Mundial.
Pero su labor quedó reflejada de distintos modos.
"Esos escombros fueron los que sirvieron después no solo para tapar los cráteres dejados por las bombas sino para construir ferrocarriles y edificios", señala Freeland.

Al poco tiempo, el Consejo de Control Aliado contrató servicios profesionales de remoción de escombros, que continuaron teniendo en cuenta a las mujeres que habían estado en la primera etapa.
"Fue un proceso impresionante. Ya en las décadas de 1950 y 1960, mientras en Londres u otras ciudades europeas todavía se podían apreciar los vestigios de las bombas, e incluso se hicieron series de televisión en los 60 sobre esos lugares, en Alemania Occidental la reconstrucción estaba casi terminada", señala Freeland.
Para la historiadora, el trabajo que hicieron estas mujeres fue el pilar que permitió la reconstrucción de un país que ahora es la principal potencia económica de Europa.
"Ellas simbolizan esa idea de 'ave Fénix' que hizo posible que Alemania se recuperara, renaciera y se convirtiera de nuevo en un país como ellas querían, en el que se podía vivir", agregó la académica.

Desmitificando el mito
La leyenda de las "Trümmerfrau" caló en la sociedad alemana. Se levantaron monumentos en su honor, se les dieron condecoraciones y durante años se escribieron libros sobre cómo las mujeres, ante la falta de hombres, habían limpiado y comenzado el camino de la reconstrucción de Alemania.
Sin embargo, en los últimos años algunos académicos han señalado que, a pesar de que su trabajo fue valioso, no tuvo la dimensión que sugieren muchos textos históricos.
Muchos de los escombros fueron utilizados en otras obras de infraestructura.
"En Berlín participaron unas 60.000 mujeres en la recolección de los escombros, que es apenas una parte del total de mujeres que vivían en Berlín en ese momento", señala la historiadora Leonie Treber, en su libro "El mito de las Trümmerfrau".
De acuerdo Treber, no se trata de desdibujar su "carácter heroico", sino de ser fiel a lo que ocurrió en aquellos años.
"Aunque es verdad que muchos hombres habían muerto y otros estaban presos, lo cierto es que en Alemania muchos hombres también formaron parte de esa reconstrucción. El Consejo Aliado contrató a empresas manejadas por hombres para hacer ese trabajo", destacó.

Otro punto que aclara la autora en su libro es que, a diferencia de lo que han señalado académicos y políticos que han rendido homenaje a las Trümmerfrau señalando que "lo hicieron de forma voluntaria", hubo un mandato que les exigía presentarse a realizar estas labores en las principales ciudades del país.
"El papel de la mujer en la reconstrucción de Alemania tras la guerra fue heroico, y hubo muchos ejemplos de mujeres empoderadas, trabajadoras y fuertes, pero lo cierto es que fueron una minoría", asegura Treber.

Cambio masivo de nombres de calles en Ucrania ¿Monumentos a los nazis con dinero de Estados Unidos y de Europa?

Traducido de inglés para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Hace 80 años, en 1943, la capital de Ucrania, Kiev, fue liberada de la ocupación nazi por tropas del Ejército Rojo dirigidas por el general Nikolai Vatutin. Poco después de la liberación, el general Vatutin murió como consecuencia de una herida causada por colaboracionistas nazis de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN, por sus siglas en ucraniano). En 1944 recibió sepultura en uno de los parques centrales del Kiev que liberó y sobre su tumba se levantó un monumento con la inscripción: “Al general Vatutin, del pueblo ucraniano”.

Este general era considerado un héroe por méritos propios; sobre su tumba siempre había flores colocadas por los habitantes de la capital. Y estos días, en el 80º aniversario de la liberación de Kiev, el monumento ha sido demolido por las autoridades de Kiev profanando así su tumba.

A lo largo de todo el país se está llevando a cabo la destrucción de monumentos a los soldados del Ejército Rojo que liberaron Ucrania del fascismo. En algunos lugares se desmantelan (como en Chernivtsi, Rivne y otras ciudades); en otros simplemente se vuelan por los aires, como ocurrió en Nikolaev. A esto se añade el derribo de otros monumentos: al poeta Alexander Pushkin, a los escritores Nikolai Ostrovsky y Máximo Gorki, al piloto de pruebas Valery Chkalov y muchos más.

Complementa este borrado de la historia el cambio de nombre de toda una serie de ciudades, calles y plazas. Desde 2014, tras el golpe de Estado del Euromaidan, más de 1.000 localidades y de 50.000 calles cambiaron de nombre en Ucrania.

Solo en Kiev y durante el último año, 237 calles, avenidas, plazas y bulevares recibieron un nuevo nombre, según informan con orgullo las autoridades municipales, encabezadas por su alcalde Vitaly Klitschko. El mismo gobierno local que durante nueve años no ha sido capaz de construir –en una ciudad de 3 millones de habitantes con constantes atascos de tráfico– ni una sola estación de Metro, ni un solo intercambiador de transporte, ni un solo centro médico, ni un solo campus universitario, ni planta procesadora de residuos…

¿De dónde procede un deseo tan insistente de cambiar el nombre de todo y de todos? ¿Será que de repente toda la población está descontenta con los nombres de sus ciudades y calles, donde ellos mismos, sus padres y a veces sus abuelos han nacido y crecido? Nada de eso. No hubo referendos, ni votaciones de los residentes sobre estas cuestiones, nadie les pidió su opinión.

Por el contrario, en los pocos casos en que se realizaron encuestas, estas mostraron casi siempre el desacuerdo con el cambio de nombre. Por ejemplo, en el caso del centro regional de Kirovograd, llamado así hace casi 90 años en honor del famoso estadista soviético Sergei Kirov, la mayoría absoluta de la población de la ciudad, el 82%, rechazó hace unos años la decisión de cambiar el nombre de la ciudad a «Kropyvnytsky» y solo el 14% la apoyó.

Pero ni en este ni en todos los demás casos, ni para cambiar los nombres ni para demoler los monumentos, las autoridades han tenido en cuenta la opinión de los ciudadanos. Entonces, ¿por qué ocurre todo esto? La respuesta a esta pregunta será más evidente si se observa de cerca qué nombres y monumentos están sustituyendo a los de antes.

La avenida del general Vatutin, liberador de Kiev del nazismo mencionado al principio de este artículo, pasó a llamarse avenida de Roman Shukhevych, un nazi ucraniano que, en el momento del ataque de la Alemania nazi a la Unión Soviética en 1941, formaba parte del batallón Nachtigal, una subdivisión de la Abwehr (inteligencia militar de la Wehrmacht), formada por colaboradores nazis ucranianos.

La Avenida de Moscú en Kiev pasó a llamarse Avenida de Stepan Bandera –otro colaborador nazi ucraniano, líder de la OUN–, que durante la Segunda Guerra Mundial se hizo tristemente famoso no solo por cooperar con los nazis alemanes, sino por el genocidio de la población polaca y judía. Bandera tiene monumentos en muchas ciudades ucranianas.

El bulevar Druzhby Narodov de Kiev pasó a llamarse bulevar Mykola Mikhnovsky, uno de los creadores de la ideología del nacionalismo ucraniano, autor del lema chovinista: «¡Ucrania para los ucranianos!».

Y la calle que lleva el nombre del mariscal ucraniano Malinovsky, uno de los líderes del Ejército Rojo durante la guerra contra el nazismo, fue rebautizada como la calle de los Héroes del Regimiento Azov –una unidad militar moderna de Ucrania, cuyo emblema es el «wolfsangel» (un símbolo heráldico alemán inspirado en la forma de una antigua trampa para lobos), el emblema nazi utilizado por las unidades de las SS. Para quien no lo sepa o lo haya olvidado, incluso el Congreso de Estados Unidos consideró al Batallón Azov como grupo neonazi y terrorista.

Por cierto, más o menos al mismo tiempo que se demolía el monumento al general Vatutin en Kiev, la Décima Brigada de Asalto de Montaña de las Fuerzas Armadas de Ucrania recibió oficialmente el nombre de Edelweiss. Durante la Segunda Guerra Mundial, este era el nombre de la Primera División de Infantería de Montaña de las fuerzas armadas de la Alemania nazi, que participó en la deportación de judíos, la ejecución de prisioneros de guerra, en operaciones punitivas contra los partisanos de Yugoslavia, Italia, Checoslovaquia y Grecia. Las insignias de calavera, que prácticamente no difieren de los emblemas de la división de las SS «Cabeza Muerta» y otras unidades nazis, son exhibidas abiertamente no sólo por muchos militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania, sino también por su Comandante Supremo.

El actual gobierno de Ucrania está destruyendo por completo todo lo que de alguna manera se relacione con Rusia, de la que la mayor parte de Ucrania formó parte durante cientos de años (aunque se trate de monumentos y calles en honor a escritores de fama mundial, como León Tolstoi), y con el periodo soviético de 70 años de la historia de Ucrania, además de con el socialismo y la ideología de izquierdas en general. Por ejemplo, se ha cambiado el nombre de calles que llevaban los nombres de Karl Marx y Friedrich Engels, se han demolido monumentos dedicados a ellos y se prohíben los símbolos socialistas y comunistas, desde la bandera roja hasta la interpretación de la «Internacional». Asimismo, todos los partidos de izquierda están prohibidos, incluida la Unión de Fuerzas de Izquierda–Por un Nuevo Socialismo, que este autor preside.

El socialismo y el comunismo están prohibidos, los activistas de izquierda son perseguidos y encarcelados, y el neonazismo se ha convertido en un elemento de la política estatal y en la ideología dominante.

Por si fuera poco, toda esta guerra iniciada por las autoridades ucranianas contra los nombres, los monumentos y la ideología de izquierdas requiere mucho dinero. El coste de una sola placa con un nuevo nombre de calle para colocar en una esquina, según las propias autoridades de Kiev, es de al menos 1.000 hryvnia (unos 25 euros) y eso debe multiplicarse por docenas (y a veces cientos) de placas en la misma calle. Y luego por decenas de miles de calles rebautizadas. Permítanme recordarles también las más de 1.000 ciudades y pueblos rebautizados.

Y el coste de las nuevas placas es sólo una pequeña parte del coste del cambio de nombre. Hay muchos más componentes. Todas las instituciones y empresas tienen que modificar los documentos, encargar nuevos sellos y timbres, actualizar las señales de entrada, etcétera. Necesitamos nuevas señales y carteles en las carreteras, en las entradas de la localidad y en las rutas por toda Ucrania. Es necesario dotar a muchas instituciones de nuevos mapas y atlas, no sólo ubicados en la ciudad rebautizada, sino en todo el país.

Cuando, por ejemplo, se realizó el cambio de nombre de la ciudad de Zhdanov a Mariupol, un solo cambio costó unos 24 millones de euros. La oleada total de cambio de nombre y demolición de monumentos en todo el país, según las estimaciones más conservadoras, ¡cuesta más de 1.000 millones de euros!

Y esto en el país más empobrecido de Europa que, además, está en guerra.
En un país que tiene absoluta necesidad de ayuda financiera del exterior y en el que este año más del 60% de los ingresos del presupuesto estatal proceden de países extranjeros, principalmente de los países de la Unión Europea y de Estados Unidos.

De este modo, el dinero de los contribuyentes europeos y estadounidenses se gasta ahora, entre otras cosas, en el cambio masivo de nombre de calles de Ucrania en honor de los nazis y neonazis. No creo que la mayoría de los ciudadanos de los países donantes estén de acuerdo con esto. Pero parece que a ellos, como a la mayoría de los ciudadanos de Ucrania, nadie va a preguntarles su opinión.

Maxim Goldarb es presidente de la Unión de Fuerzas de Izquierda de Ucrania-Por un Nuevo Socialismo

miércoles, 3 de mayo de 2023

SALUD MENTAL ¿Se puede desprender una persona de los recuerdos traumáticos? El pasado es inamovible, pero los recuerdos dolorosos se pueden reintegrar en la vida, de una forma ya digerida, para no sufrir y que condicionen el presente

El pasado es inamovible, pero los recuerdos dolorosos se pueden reintegrar en la vida, de una forma ya digerida, para no sufrir y que condicionen el presente

Los recuerdos conforman la identidad de una persona, su hilo autobiográfico. Es la memoria la que nos permite relacionar el presente con el pasado y proyectar hacia el futuro nuestros pensamientos y expectativas. Por ello, en la adaptación del ser humano a la vida cotidiana y en la toma de decisiones resulta imprescindible la perspectiva de sus experiencias pasadas.

A su vez, el olvido es una acción mental involuntaria que consiste en dejar de recordar información previamente aprendida o experiencias vividas debido al desvanecimiento de la huella mnésica con el paso del tiempo y a la interferencia de otros recuerdos que se van adquiriendo más recientemente. Es más, muchas personas tienen una especial capacidad para olvidar los sucesos desagradables y recordar selectivamente los positivos, lo que constituye un mecanismo adaptativo de tipo supervivencial.

Mara Dierssen, neurobióloga: “Olvidamos porque nuestros recuerdos compiten entre ellos” | Ciencia Los recuerdos asociados a una emoción intensa, sea esta positiva o negativa, logran una mayor consolidación en la memoria. Así, la mayoría de la gente se acuerda vívidamente de ciertas experiencias intensas pasadas que han estado cargadas de valor emocional. Una persona adulta recuerda con emoción y detalle el primer encuentro con su pareja, por mucho tiempo que haya transcurrido, y no tiene dificultades tampoco para evocar dónde o con quién estaba, por ejemplo, cuando se anunciaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas en Nueva York. De hecho, se siente una fuerte emoción cuando una persona trae a la memoria desde el baúl de sus recuerdos acontecimientos que en cierto modo le han marcado de por vida.

Sin embargo, la memoria es bastante dependiente del estado de ánimo actual. La vida no es lo que se vive, sino lo que se recuerda de lo que se vive (memoria selectiva). Así, la relación existente entre la afectividad y la memoria permite explicar por qué los recuerdos pasados alegres o tristes pueden producir alegría o tristeza en el presente, pero también por qué la alegría o tristeza actuales pueden deformar la percepción de los recuerdos habidos.

Los recuerdos asociados a una emoción intensa, positiva o negativa, logran mayor consolidación. Sin embargo, la memoria depende bastante del estado de ánimo del momento.

Las adversidades de la vida cotidiana no generan recuerdos perturbadores porque las personas cuentan habitualmente con recursos psicológicos, familiares y sociales para hacerles frente. Por el contrario, los sucesos traumáticos (abusos en la infancia, agresiones sexuales, violencia en la pareja) producidos por personas cercanas a la víctima suelen generar humillación, desvalimiento y una quiebra de la sensación de seguridad. El resultado de haber sido violentada la persona en su intimidad supone una interferencia negativa en la adaptación social y laboral a la vida cotidiana y, lo que es peor, una pérdida de la confianza en los seres humanos.

Un hecho traumático supone un desequilibrio en la homeostasis biológica del organismo, un desbordamiento de los recursos de afrontamiento de la persona y un reto a los procesos cognitivos, entre ellos la memoria de lo ocurrido. Estos acontecimientos pueden generar en la víctima recuerdos vívidos de los que no se puede desprender con el paso del tiempo y alterar incluso su capacidad de amar y de relacionarse con los demás.

Las imágenes de lo ocurrido, por su significación emocional, quedan grabadas a fuego en la memoria del sujeto. Así, estos recuerdos perturbadores se reproducen involuntaria y repetitivamente en forma de dolorosas vivencias actuales (no de meros recuerdos pasados), como si estuviesen ocurriendo ahora mismo. Se trata de pesadillas y pensamientos invasivos que escapan al control del sujeto meses y aun años después de haber ocurrido el suceso.

Un suceso traumático (abusos en la infancia, agresiones sexuales, violencia en la pareja) genera humillación y supone un desequilibrio en la homeostasis biológica del organismo Es decir, el pasado traumático puede ejercer, de forma parasitaria, una acción tiránica sobre el campo de la consciencia actual de la víctima, impidiéndole reanudar una vida cotidiana normalizada y disfrutar con el presente. A veces incluso se puede crear una especie de red de miedo en la memoria de la persona, que puede ir acompañada de una anestesia emocional, como si la persona tuviera las lágrimas congeladas detrás de los ojos, pero sin poder hacerlas brotar.

Estos pensamientos e imágenes vívidos y repetitivos no son incompatibles con la presencia en la misma persona de recuerdos borrosos, fragmentarios o inconexos inaccesibles en un intento no consciente de protección del dolor sufrido. Es decir, hay personas que en unas ocasiones recuerdan lo que quieren olvidar y en otras olvidan lo que quieren recordar.

La mayor o menor intensidad de los recuerdos traumáticos no depende solo de un automatismo psicológico que escape al control de la persona. Hay quienes viven anclados en un pasado nostálgico idealizado, que se hacen preguntas sin respuesta (“¿por qué me ha pasado esto a mí?”), que intentan volver a lo que ya no existe o que realimentan emociones negativas (resentimiento, vergüenza o incluso culpa). Cerrar una historia en falso supone que nunca va a desaparecer.

El pasado traumático puede ejercer, de forma parasitaria, una acción tiránica sobre el presente de la víctima, impidiéndole una vida cotidiana normal Pero es posible salir de ese bucle de sufrimiento. Hay personas que centran su atención en disfrutar del presente, sin olvidar las desgracias ocurridas, y se proyectan hacia el futuro, apoyadas en emociones positivas, como la esperanza en el porvenir, la alegría del disfrute con sus hijos o el perdón al ofensor. Implicarse en nuevas experiencias y en proyectos ilusionantes facilita el olvido de los recuerdos dolorosos porque el paso del tiempo y las nuevas experiencias contribuyen a debilitar las antiguas.

No se trata de un olvido pasivo o amnésico, sino de un olvido activo, que olvida los agravios, pero no los hechos, que no alienta la revancha, sino que entierra aquella situación desde el reconocimiento expreso de su existencia. Por eso, una cosa es recordar y otra muy distinta estar atrapado en el túnel del tiempo y vivir en el rencor de la amargura.

Compartir los recuerdos traumáticos con los seres queridos (en los casos necesarios con el terapeuta) contribuye a poner nombre y procesar emocionalmente lo que una persona ha vivido. No es lo mismo revivir que recordar. No se trata de borrar, sino de sobrescribir una nueva forma de rememorar esas emociones negativas y de convertir un pasado traumático en un pasado biográfico. De este modo, las vivencias traumáticas se reintegran, ya digeridas, en la biografía de una persona en forma de recuerdos dolorosos, pero no determinantes de la vida actual y futura.

En definitiva, las vivencias objetivas del pasado son inmodificables, pero la percepción de esas vivencias puede cambiarse y ello puede transformar el curso de la vida presente. Y es así como las personas dejan de ser náufragos, zarandeados por los fantasmas del pasado, para reasumir el control de su vida y convertirse en navegantes de su futuro.

https://elpais.com/salud-y-bienestar/2023-04-27/se-puede-desprender-una-persona-de-los-recuerdos-traumaticos.html#?rel=lom

martes, 2 de mayo de 2023

NEUROCIENCIA. Anil Seth, neurocientífico: “La noción de alma quizá ya no es útil”.

El investigador habla sobre la batalla para conocer la consciencia sin necesidad de elementos misteriosos y cómo eso nos puede ayudar a vivir.

Anil Seth (Oxford, 50 años) habla de la consciencia como una alucinación controlada. El mundo que percibimos, que nos parece tan real y difícil de imaginar de otro modo, surge de una especie de negociación entre la forma en que nos llega a través de los sentidos y lo que nosotros esperamos de él. De esa experiencia reconstruida, en la que también influyen las de las personas que nos rodean y la sociedad en la que vivimos, surge nuestra consciencia y nuestro yo. En su último libro, La creación del yo (Sexto Piso), Seth, neurocientífico cognitivo de la Universidad de Sussex (Reino Unido), nos guía a través de su amplia experiencia como estudioso de la consciencia en una de las búsquedas científicas más apasionantes del presente y que lo seguirá siendo durante las próximas décadas. En un hotel de Madrid, ciudad que ha visitado para presentar su libro, asegura que, contra lo que algunos expertos plantean, es probable que este reto que hoy parece imposible sea pronto abarcable, como antes lo fueron otras cimas aparentemente inasequibles al conocimiento humano.

Pregunta. En el siglo XIX se pensaba que la vida no podría explicarse en términos materiales, que era necesaria una especie de chispa de la vida, algo misterioso y casi mágico. Después llegaron los genes, el ADN, otras herramientas para tratar de entenderla. ¿Se conseguirá dar ese paso con la consciencia?
Respuesta. Tendremos que esperar y ver, pero ya hay cambios. La noción de alma quizá ya no es útil. Conceptos como el libre albedrío ya están sucumbiendo y perdiendo ese halo de misterio. El libre albedrío no es una fuerza sobrenatural que cambia el curso de sucesos del universo. Es un tipo de experiencia particular de los organismos relacionada con acciones que viene de dentro. No hay nada misterioso, aunque no todo el mundo está de acuerdo.

Stanislas Dehaene, neurocientífico: “Las pantallas empeoran la educación de los niños porque tienen atrapados a sus padres” Poco a poco, esta idea de que la consciencia es algo misterioso y diferente que no encaja en la idea de un universo hecho de átomos y quarks, de neuronas, hueso y carne puede desaparecer. Para mí ya lo está haciendo, pero aún no se ha ido del todo porque no tenemos aún completa la respuesta alternativa. El progreso en ciencia a veces se produce cuando cambian las preguntas que hacemos, no por responder a las preguntas que habíamos hecho. La gente no encontró la chispa de la vida, pero porque dejó de buscarla, porque ya no era la pregunta adecuada.

P. La ciencia ha sido muy buena respondiendo preguntas sobre el universo material, pero a veces parece que tanto saber no ha satisfecho muchas necesidades existenciales. ¿Puede pasar algo distinto con la ciencia de la consciencia, nos puede ayudar en la búsqueda de sentido?
R. Ese quizá no sea el trabajo de la ciencia, pero es parte de la responsabilidad de los científicos comprenderlo. Algunos grandes misterios para la ciencia también tienen una vis existencial. El descubrimiento de la inmensidad del universo es desafiante desde el punto de vista existencial. Cuando resulta que no estamos en el centro del universo, sino entre miles de millones de estrellas, puedes asustarte o puede darte fuerza. De la misma manera, comprender que la vida es un fenómeno natural y que hay una continuidad con otros animales puede darnos una sensación de conexión con la naturaleza o parecernos una amenaza porque ya no somos especiales. Para mí, ahí está la diferencia. Somos especiales, tenemos cultura, ciencia, civilización, pero también somos parte de la naturaleza. Así que para mí, entender que la consciencia no es algo dado por un ser sobrenatural que nos aparta del resto de la naturaleza, sino que es parte de la naturaleza, es existencialmente tranquilizador.

Pero hay una diferencia con otros misterios de los que hablamos. El universo está muy lejos, la mecánica cuántica es muy pequeña, pero la consciencia es algo muy personal, combina este misterio desafiante científica y filosóficamente con una característica central de nuestra vida individual. Es relevante porque nos ayuda a gestionar preguntas lejanas, como nuestro lugar en el universo, con cuestiones más cercanas, como el modo en que gestiono mis emociones. ¿Qué significa ser yo? ¿Cómo encuentro significado a mi vida? Creo que la neurociencia de la consciencia puede ayudarnos en esto.

P. ¿Le ha ayudado en su vida personal el conocimiento adquirido durante sus años de investigación sobre la consciencia?
R. Una vez, viviendo en EE UU, me pusieron una multa de tráfico porque giré a la izquierda en una carretera en la que estaba prohibido. Era un giro que hacía todo el tiempo cuando iba a surfear y, un día, pusieron una señal de prohibido girar a la izquierda y no la vi. En vez de pagar la multa, escribí una carta diciendo que no había visto la señal porque hay un fenómeno en la investigación de la consciencia que se llama ceguera al cambio, que dice que si no esperas algo, aunque esté en tu campo de visión, no lo vas a ver. Llevé este argumento hasta el tribunal.

P. ¿Y qué tal fue?
R. Mal. Pero más en serio, durante mi vida he tenido episodios de depresión y en algunos casos, para salir, me ayudó comprender que el yo es un proceso de percepción, que la forma en que las cosas me parecían en aquel momento no eran necesariamente así en realidad, y que las emociones que sentía no eran reacciones inevitables a las circunstancias en las que me encontraba, sino construcciones de mi cerebro. Y que todo podía ser diferente.

Una de las ideas centrales del libro es la naturaleza de la percepción del mundo y de uno mismo, y uno de los temas principales es que la percepción no es un registro directo de lo que está ahí. Es siempre una interpretación. Es una construcción activa, aunque no lo parezca. No vemos las cosas como son, las vemos como somos. Y reconocer eso ayuda a gestionar situaciones difíciles.

P. En el libro habla sobre nuestra percepción de la realidad como una alucinación controlada. ¿Conocer esos fenómenos nos podría ayudar a manejar hasta cierto punto esa alucinación?
R. La idea la plantea el científico alemán Hermann von Helmholtz, que describió la percepción como una inferencia inconsciente. La inferencia es este proceso en el que el cerebro combina sus predicciones y creencias sobre lo que sucede con la información sensorial que recibe para crear una aproximación a la realidad. Lo que experimentamos es una alucinación controlada con información sensorial. Para la mayoría de nosotros, la mayor parte del tiempo, todo esto es inconsciente. No puedes ver un color de un modo diferente. Pero creo que podemos cambiar la forma de percibir las cosas. Hemos hecho experimentos en los que demostramos que se puede entrenar a la gente incluso para que vea un color de forma diferente. Y con el tiempo suficiente podemos cambiar nuestras reacciones a las cosas que percibimos inconscientemente en el mundo. Creo que en nosotros hay una capacidad para moldear activamente cómo experimentamos el mundo.

P. Hay situaciones o sustancias, como las drogas psicodélicas que cambian radicalmente esa percepción de la realidad, pero supongo que la cultura también tiene una importancia enorme. Hay culturas en las que nuestra separación, la de las sociedades occidentales, entre el individuo y el grupo en el que vive es mucho más difusa.
R. Existe la idea de la consciencia colectiva, de que la muchedumbre se vuelve consciente, pero no creo que sea correcta. Lo que sí es cierto sobre los humanos es que nuestra experiencia del mundo y en particular la experiencia misma está muy influida por nuestro entorno social. Así que estar en una multitud puede hacer que sientas la experiencia más distribuida y menos confinada a tu cuerpo individual.

Esto es fascinante porque subraya que el yo no es un miniyo dentro de mi cabeza. Es también una especie de percepción. Parte de esa percepción tiene que ver con el cuerpo, por supuesto, pero parte de esa experiencia del yo tiene que ver con otras mentes, con cómo mi cerebro percibe tu cerebro percibiéndome. Y ahí entran las diferencias culturales. Un ejemplo es que en algunas sociedades tradicionales de Sudamérica donde se toma ayahuasca, solo la toma el chamán y no la gente que asiste a la ceremonia. Esta perspectiva es muy distinta de la que tenemos en occidente sobre la utilidad de estas cosas.

P. Pese a que valoramos tanto nuestra consciencia y nuestro yo, se han creado un montón de sustancias para escapar de ellos y se utilizan continuamente. ¿Por qué cree que sucede?
R. Creo que podría ser porque no evolucionamos para ser felices. La evolución ha moldeado nuestros cerebros para sobrevivir en entornos que eran muy diferentes de los que ocupamos ahora. Hay mucho sufrimiento, de muchos tipos en muchos lugares. Ahí está el uso dual de la tecnología biológica de la consciencia. Quizá nos puede dar placer y significado, pero también sufrimiento y dolor. Puede ser racional evitar el dolor, pero en último término no lo es porque no funciona a largo plazo. Pero el deseo de alterar nuestros estados conscientes es, creo, racional.

El filósofo Thomas Metzinger habla mucho de esto, de otros estados de consciencia que, moralmente, sería correcto habitar, y que hay otros estados que son ética y moralmente incorrectos y deberíamos evitar. Vale la pena pensar en que cuando lleguemos a una etapa de la sociedad en la que somos más capaces de controlar nuestra consciencia de una forma más precisa, se podrá recrear la experiencia consciente que se desee. Aún no estamos ahí, pero no es algo imposible, cuando se unan los implantes cerebrales y la realidad virtual. Cuando se pueda modular nuestra consciencia surgirán muchas preguntas morales y éticas sobre lo que es correcto o incorrecto, pero eso son temas que van más allá de la ciencia, son culturales, sociológicos y políticos.

P. En el libro habla de su experiencia con la anestesia general, que es un estado en el que desaparece la consciencia, algo que no sucede ni cuando dormimos, y cita al escritor Julian Barnes cuando dice que tras la muerte, cuando llega el final de la conciencia, no hay nada de lo que asustarse. ¿Está de acuerdo? ¿Esa experiencia con la anestesia le da tranquilidad ante la muerte?
R. No sabemos cómo vamos a reaccionar ante la muerte hasta que la tengamos encima. Pero cuando vuelves de la anestesia parece que no ha pasado el tiempo, podrían ser 5 minutos o 50. Es extraño, porque tú no estabas y el mundo ha seguido ahí con otra gente a la que le han seguido pasando cosas. Tenemos una curiosa asimetría sobre la inexistencia. Pocos nos preocupamos sobre el periodo de la historia anterior a nuestro nacimiento, cuando tampoco existíamos, pero nos preocupa mucho no existir en el futuro. En cualquier caso es irracional, porque no estaremos ahí para experimentar ese miedo a perderse cosas. Queremos que les vaya bien a nuestros hijos y todo eso, pero no estaremos allí, y cuando no estás ahí, no hay alegría, pero tampoco sufrimiento ni dolor. No hay nada. Y esa nada puede ser a la vez terrorífica existencialmente, pero también tranquilizadora y creo que nos puede hacer valorar más ese precioso y breve espacio de tiempo que tenemos para estar vivos.

El combate que soldados alemanes y estadounidenses libraron codo a codo contra tropas de las Waffen-SS.

La batalla del castillo de Itter es uno de los episodios más increíbles de la Segunda Guerra Mundial, descrita por Stephen Harding en un libro extraordinario, pide a gritos un Spielberg para llevarla a la pantalla

Que tropas del ejército regular alemán, la Wehrmacht, combatieran contra el cuerpo de combate de las SS, las Waffen-SS, era algo que pensaba que sólo había ocurrido en alguna película o novela. De hecho, que soldados alemanes lucharan en el campo de batalla contra otros soldados alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (y no fuera por equivocación, i. e.: el pelotón del sargento Steiner diezmado por fuego amigo en La Cruz de Hierro) únicamente lo había visto en un tebeo de Hazañas bélicas en el que hacia el final de la contienda un regimiento de la Wehrmacht se enfrentaba a tropas fanatizadas de su país para impedir que masacraran a efectivos de un regimiento británico con el que, descubrían al ver que llevaban las mismas insignias, habían estado hermanados y servido juntos durante las guerras napoleónicas, lo que crea muchos lazos…

Podría añadir la escena de arranque de Ha llegado el águila, en la que los paracaidistas del coronel Steiner (sin parentesco que se sepa con el sargento más allá de lo bien que nos caen James Coburn y Michal Caine; no nos cae bien en cambio el general de las SS Félix Steiner) casi llegan a las manos, bueno, las Schmeissers MP-40, con una unidad de las SS al tratar de salvar, infructuosamente, a una niña judía. Hay casos por supuesto de militares alemanes peleando con sus armas contra militares alemanes, desde Doce del patíbulo y El desafío de las águilas a Malditos bastardos, pasando por Tobruk, pero se trata en esos casos de comandos Aliados disfrazados. En alguna novela de Sven Hassel, vemos cómo Porta, Hermanito y sus camaradas del frente liquidan a algunos nazis. Y Von Stauffenberg, claro, mató a varios de sus propios colegas oficiales en el atentado contra Hitler del 20 de julio en la Guarida del Lobo y luego se lio a tiros en el Benderblock en Berlín al fracasar la operación Valkiria. Pero no hablamos de verdadero combate en el campo de batalla.

En realidad, tras el libro que desmontó el mito de una Wehrmacht de manos limpias contrapuesta a unas SS tintas de sangre, Los crímenes de la Wehrmacht (Crítica, 2010), sabemos perfectamente que Wehrmacht y SS iban bastante al unísono. Por eso me ha impresionado tanto descubrir la historia de la Batalla por el Castillo de Itter. En esa batalla, en los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial, el 5 de mayo de 1945, con Hitler ya muerto y la rendición de Alemania a la vuelta de la esquina, soldados de EE UU, efectivos de la Wehrmacht y prisioneros de guerra franceses combatieron codo con codo contra tropas de la 17ª división SS de Granaderos Panzer Gotz von Berlichingen -el potente nombre venía de un caballero imperial franconio que portaba una mano artificial de hierro, de ahí el emblema de la unidad; también le dijo al obispo de Bamberg que ya podía besarle el culo (primera mención atestiguada históricamente de la expresión), pero esa es otra historia-. El episodio del castillo es bien conocido, por lo visto, de muchos aficionados a la Segunda Guerra Mundial (hasta hay un juego de mesa y reconstrucciones virtuales), pero he de reconocer que yo, que leí a Cornelius Ryan antes que a Enid Blyton y ya sabía decir “Sturmbannführer” cuando hice la Primera Comunión, no tenía ni idea.

Ha sido ahora al caer en mis manos el espléndido The last battle, de Stephen Harding (Hachette Books, 2020), obra de referencia sobre el asunto, que me he enterado de ese extraño capítulo de la segunda contienda. Acabé el otro día el libro tras devorar sus doscientas sensacionales páginas en una sentada y todavía estoy que no me lo creo. ¡Qué historión! Baste con decir que el amigo Andrew Roberts en su crítica del libro se preguntaba, con razón, cómo Steven Spielberg podía haberse perdido semejante historia, que tiene algunos puntos en común —el ataque de tropas de las Waffen-SS a un pequeño grupo de combatientes que defiende en inferioridad una posición—. “Parte El desafío de las águilas, parte Los cañones de Navarone, esta historia es tan excitante y tan descabellada como ellas, aunque a diferencia de esas icónicas películas de guerra, cada palabra de The last battle es verdad”, señala Roberts. Y yo no lo diré mejor.

La historia de la batalla del castillo de Itter es alucinante, y mientras vas pasando las páginas de la minuciosa reconstrucción de Harding los acontecimientos que se suceden son más asombrosos aún. Viniendo como venía de un castillo de la Segunda Guerra Mundial, el de Colditz, por el libro de Ben Macintyre (Crítica, 2023), me sorprendió encontrarme con otro, el de Itter, que también sirvió de prisión y fue escenario de aventuras aún más emocionantes. El castillo de Itter, está en Austria, en el Tirol, en una colina cerca del pueblo del mismo nombre. Con una historia muy interesante que se remonta al siglo X y en la que figuran cacerías de brujas, las estancias de Liszt, Wagner y Tchaikovsky y su transformación en hotel en los años veinte con aire de castillo de cuento de hadas, el Schloss Itter —que tras la Segunda Guerra Mundial fue alquilado en parte por Niki Lauda y actualmente está en manos privadas— fue expropiado por las SS, que eso sí que es un fondo buitre, y convertido en campo de prisioneros en 1943. Se lo destinó a prisioneros especiales: si en Colditz eran grandes expertos en fugas, Itter fue para famosos y en el momento que nos ocupa retenía a un puñado de presos VIP franceses (muchos de ellos a la greña por quítame allá un colaboracionismo), como Édouard Daladier, Paul Reynaud, Jean Borotra, los generales Maurice Gamelin y Maxime Weygand, Michel Clemenceau (hijo del político) y Marie-Agnès Cailliau, née De Gaulle, hermana mayor del general de la Francia Libre.

Dependiente del campo de Dachau, el castillo contaba con una guarnición de miembros de la SS-Totenkopfverbände bajo el mando del capitán de las SS Sebastian Wimmer, un bruto con experiencia en Majdanek, que ya es currículo. Sus misión era mantener a los franceses como rehenes y posible moneda de cambio y matarlos en cuanto recibiera órdenes de hacerlo. Cuando las tropas de EE UU llegaron a la zona, preocupados por los rumores del refugio alpino en que se habrían concentrado los nazis más irreductibles y con las ganas que puede imaginarse de los soldados de convertirse en las últimas bajas de la guerra a punto de acabar, les llegaron noticias de los prisioneros franceses del castillo y de que su suerte pendía de un hilo.

La situación en el área de Itter era compleja, con unidades die-hard de las Waffen-SS pululando cabreadas (es lo que tiene cuando has llegado casi al Cáucaso y acabas defendiendo el Tirol, y además tu Führer se ha suicidado), fogueadas tropas de montaña (Gebirsjäger), soldados de la Wehrmacht dispuestos a luchar lo justito, Juventudes Hitlerianas, Volksturm, miembros de la resistencia antinazi austriaca (¡los había!) armados por la OSS y civiles prestos a izar la bandera blanca, además de un par de tanques Tiger. Ese batiburrillo y las incertidumbres del momento explican el lío que se montó en torno al castillo de Itter y en el que tuvieron un papel decisivo el mayor de la Wehrmacht Josef Sepp Gangl, un héroe de guerra, premiado con la Cruz de Hierro de Primera Clase y la Cruz Alemana en oro pero proclive a acabar con la guerra y evitar más sufrimiento; el capitán de las Waffen-SS Kurt-Siegfried Schrader, también un combatiente experimentado que había luchado en Leningrado, Caen y el puente de Remagen, y también desafecto ya al III Reich, y el teniente tanquista de Nebraska John Carey Lee, ex jugador de fútbol americano, bebedor empedernido y otro fogueado militar que llegaba al corazón de Krautland tras cruzar media Europa peleando a bordo de su Sherman bautizado Besotten Jenny. Los tres se convirtieron en extraños e improbables camaradas de armas.

Mientras la situación en el castillo se desmadraba, Wimmer huía con los guardias SS, tomaba el mando Schrader, partidario de rendir la fortaleza; los franceses se hacían con armas, y efectivos de las Waffen-SS convergían sobre Itter con muy malas perspectivas para los prisioneros, se produjeron distintos intentos para contactar con las fuerzas de EE UU y pedir ayuda a fin de salvar a los VIPS galos. Finalmente, tras idas y venidas para parlamentar en bicicleta y Kübelwagen, peligrosas pero también dignas de Qué hiciste en la guerra, papi, se congregaron para defender el castillo y a los franceses Gangl con 14 oficiales y soldados de la Wehrmacht bajo sus órdenes, Lee con una decena de GI y su tanque, el SS desafecto Schrader y los propios prisioneros (que sin duda pensaban en Zinderneuf). Para no confundir propios con extraños, los alemanes aliados y valga la palabra —Lee usaba el término tame Krauts, Krauts domados— se colocaron un trozo de tela negra anudado en el brazo izquierdo. Harding describe la increíble escena de la vigilia de la batalla con los dos oficiales del III Reich condecorados y el audaz carrista estadounidense planificando juntos la defensa del castillo medieval tirolés, y de verdad que parece cosa de Alistair MacLean.

El asedio del castillo comenzó con ráfagas de ametralladoras MG-42 disparadas desde los bosques colindantes, a las que respondió el cañón del Sherman, posicionado bloqueando la entrada de la fortaleza, un poco como el Fury de Brad Pitt. Mientras, otras fuerzas estadounidenses avanzaban hacia el castillo en plan Séptimo de Caballería, en una galopada mecanizada que incluía a dos periodistas que no querían perderse tamaña historia. La ayuda era imprescindible, pues las fuerzas atacantes de las Waffen-SS, un centenar y medio de efectivos en sus uniformes de camuflaje característicos (parte de la 17ª SS Panzer) disponían de un mortífero cañón de 88 milímetros —un letal cazacarros—, uno de 75mm, y otro de 20 mm, la inmisericorde arma picadora de carne que aparece en la batalla de Ramelle al final de Salvar al soldado Ryan. Durante las horas cruciales del asedio, el Sherman fue alcanzado y destruido por un proyectil (la tripulación se salvó), y el valiente Gangl cayó muerto alcanzado en la cabeza por la bala de un francotirador mientras corría para apartar de la línea de fuego a Reynaud.

Entretanto, el más increíble mensajero había sido enviado desde el castillo para contactar con los refuerzos, explicarles la situación y guiarlos. Se trataba del francés Borotra, conocido campeón de tenis además de político y que era, lógicamente, el más en forma de los prisioneros, además de haber tratado de escapar varias veces y conocer los alrededores. Tras atravesar audazmente las filas de los Waffen-SS, Borotra fue a dar con la persona más improbable posible y que lo reconoció inmediatamente: el corresponsal de guerra franco canadiense René Levesque, futuro primer ministro del Québec, que iba con las fuerzas de socorro. El rescate, consistente en una columna de tanques, semiorugas con tropas y jeeps, arribó al castillo en un momento crítico, cuando los defensores se estaban quedando sin municiones. El primero, en verlos fue uno de los alemanes de la fortaleza que al ver los Shermans gritó, de manera alarmante para sus compañeros estadounidenses: “¡Panzer!”. Ante la llegada masiva del enemigo, en plan Wild West, los Waffen-SS se esfumaron en los bosques.

El final de la batalla del castillo de Itter fue anticlimático: los franceses VIP fueron enviados a Francia, los defensores estadounidenses se reintegraron a sus unidades y los alemanes que habían luchado a su lado fueron enviados a campos de prisioneros. El día 7 de mayo Alemania firmaba su rendición incondicional. Lee recibió la Cruz de Servicio Distinguido, la segunda condecoración más alta de EE UU tras la Medalla de Honor, “por su liderazgo y extraordinario heroísmo en acción”. Por su parte, el fallecido Gangl fue reconocido como un héroe nacional austriaco por su alianza con el movimiento de resistencia anti-nazi y su participación en la defensa del castillo. Una calle de la localidad vecina de Wörgl lleva hoy su nombre. Wimmer, el malvado oficial de las SS que escapó de la fortaleza eludió el castigo, pero se suicidó en 1952. El Waffen-SS amigo, Schrader, tras pasar un breve internamiento fue liberado y en 1953 entró como funcionario en el Ministerio del Interior del estado de Westfalia. El castillo de Itter se puede contemplar desde fuera en la actualidad, pero no visitar.

En cuanto a mí, espero volver a descubrir en mi vida algo tan excitante como la batalla del castillo de Itter, o al menos, que hagan la película…

lunes, 1 de mayo de 2023

Manifiesto del 1 de Mayo: Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios

En este 1o de Mayo CCOO y UGT quieren poner de relieve las conquistas sociales y laborales que a través del diálogo social hemos conseguido. Conquistas que suponen ganar derechos y mejorar la vida de las personas trabajadoras. Además, queremos manifestar nuestro compromiso para seguir trabajando para lograr más y mejores derechos.

En esta fecha queremos mostrar también nuestra solidaridad internacional, y nuestro compromiso con la paz y por ello denunciamos la persistencia del conflicto bélico originado por la invasión ilegítima de Rusia sobre Ucrania en febrero de 2022. Esta invasión, que los sindicatos rechazamos categóricamente, significa, en primer lugar, un terrible drama humano. Supone también una nueva fuente de tensiones geopolíticas a escala global, que ha incidido de una manera decisiva en el incremento de los precios, como consecuencia de las subidas del suministro energético, los alimentos y las materias primas en el ámbito de la Unión Europea. La subida de tipos de interés por el Banco Central Europeo, el debilitamiento de la demanda, la desestabilización de la cadena global de suministros, o subida de los precios de la vivienda y el alquiler contribuyen a proyectar una incertidumbre sobre el comportamiento de la actividad económica y la renta disponible de millones de hogares en España.

EL EXCESO DE BENEFICIOS EMPRESARIALES CAUSA DEL AUMENTO DE LA INFLACIÓN

Pero la crisis de la inflación no solo ha estado propiciada por los efectos exteriores. En una parte muy importante la subida de los precios viene determinada por el exceso de beneficios empresariales. Las empresas han repercutido el coste de las subidas de los productos energéticos, en el precio final de los bienes y servicios, especialmente en los productos alimenticios y de primera necesidad, para mantener sus márgenes de beneficios, generando que los efectos de esta crisis estén recayendo sobre las mayorías sociales, las trabajadoras y los trabajadores, y afectando de forma grave a los segmentos más vulnerables de la población.

LAS PERSONAS EN EL CENTRO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

La respuesta pública para hacer frente a la subida de los precios ha sido importante, pero aun así, está mostrando importante limitaciones para hacer frente al deterioro de las rentas reales de millones de personas y, por tanto, es necesario evaluarlas medidas implementadas y los efectos reales de las mismas, para reforzarlas y dotarlas de eficacia, pues no siempre han tenido las consecuencias deseadas. Como ejemplo, las bajadas del IVA y su limitado o inexistente efecto sobre la contención de precios, o las dificultades para que las políticas de protección social más novedosas lleguen de manera eficiente a las personas destinatarias y quienes más lo necesitan.

LA SUBIDA DE LAS PENSIONES, EL SMI y LAS PRESTACIONES POR DESEMPLEO

Los acuerdos alcanzados entre el gobierno y los sindicatos UGT y CCOO sobre pensiones y salario mínimo suponen la protección de las rentas de aproximadamente 13 millones de personas. Se ha mantenido el poder adquisitivo de más de 10 millones de personas pensionistas con un incremento del 8,5%, unida a la subida del 8% del SMI para este año, que acumula ya una subida del 47% durante la legislatura y afecta en torno a los 2 millones de personas trabajadoras. Situar el SMI en 15.120 euros anuales, supone instalarlo en el objetivo de la Carta Social Europea, es decir, en el 60% del salario medio del país. Igualmente se han incrementado las prestaciones por desempleo tanto contributivas como asistenciales. Este conjunto de medidas ha contribuido de forma decidida a luchar contra la pobreza y la desigualdad social, y ha reducido la brecha salarial de género.

DESARROLLAR Y FORTALECER LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA Y EL V AENC

La inflación, aunque se modere, va a seguir siendo alta. La subyacente o estructural se prevé que sea superior a la general, lo que denota la importancia decisiva que está teniendo la imputación de costes por parte de las empresas, a los precios al consumo. Por tanto, para los sindicatos la apuesta por los incrementos salariales es la reivindicación central en la negociación colectiva. Necesitamos salarios decentes que crezcan en parámetros equivalentes a la inflación, garantizando el poder de compra. Para ello, la cláusula de garantía salarial es imprescindible.

Son miles los convenios que hay que negociar en 2023 y vamos a tratar de hacerlo bajo el paraguas del V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Un acuerdo en el ámbito bipartito que debe de servir, no solo para orientar los incrementos salariales, sino también para desarrollar los contenidos de la reforma laboral del 2021 y abordar los impactos y los retos que suponen las transiciones y tomar medidas que garanticen un desarrollo justo de las mismas, prevenir los impactos en el empleo y apostar por un nuevo modelo económi- co más sostenible.

CCOO y UGT vamos a negociar con el objetivo de conseguir el acuerdo, pero a la vez hemos lanzado la negociación de los convenios colectivos, con la implicación directa de las personas afectadas y con la necesaria combinación del binomio negociación- movilización. La negociación no se puede demorar sine die. La actitud dilatoria de la CEOE no es tolerable. Si no se alcanza un acuerdo, se estará enterrando una herramienta que ha sido muy útil para desarrollar los procesos de negociación colectiva en un país como España, con múltiples unidades negociales. El cortoplacismo y la avaricia patronal pueden finiquitar un instrumento singular en nuestro país y con pocas referencias similares en el contexto europeo.

SALARIO O CONFLICTO

La campaña Salario o conflicto desarrollada durante 2022 dio buenos resultados y debe de seguir adelante. En aquellos sectores donde hay organización sindical, cultura negocial, vínculo de la clase trabajadora al convenio, y se fomenta la participación directa de las trabajadoras y los trabajadores en los procesos de negociación y, llegado el caso, de movilización, los convenios colectivos han sido mejores. Han mantenido el poder adquisitivo y han sentado las bases para seguir avanzando en la mejora de las condiciones laborales, revitalizando a su vez el papel de la negociación colectiva. Tenemos un reto por delante y vamos a por él. Si la clase empresarial no se sienta en las mesas de negociación con propuestas realistas, que recuperen el poder de compra de los salarios, se incrementará el conflicto y serán los únicos responsables.

EL EMPLEO, OBJETIVO SINDICAL

La reforma laboral acordada a finales de 2021, está contribuyendo de manera palpable a la mejora de los derechos de las personas trabajadoras. De una forma relevante en materia de empleo, tanto en creación de empleo -superando los 20 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social- como en la calidad del mismo, poniendo freno a la temporalidad abusiva que venía siendo la seña de identidad de nuestro mercado de trabajo. En solo un año de vigencia de la reforma laboral la temporalidad se ha reducido un 7’5% (según datos de la EPA han pasado del 25,4 al 17,9%), la contratación indefinida ha pasado de una media mensual en torno al 10 % a situarse en torno al 46,8%. Se mejora el empleo de las personas más afectadas por la precariedad, como son los jóvenes y las mujeres. La reforma laboral está dando sus frutos y hay que seguir trabajando en esta línea, para ello es necesario aumentar de forma importante las plantillas de la Inspección de Trabajo para situarla en los niveles de los ratios europeos; igualmente es preciso reforzar los servicios públicos de empleo y las políticas activas para hacer frente al problema del paro que, aunque se ha reducido en los últimos años, seguimos teniendo casi tres millones de personas que no encuentran un empleo y ese sigue siendo el principal problema del país.

CONSTRUIMOS UN FUTURO CON PENSIONES GARANTIZADAS

Los acuerdos de reforma de la Seguridad Social vienen a garantizar la revalorización de las pensiones en base a la inflación media, derogando la reforma del PP que, de facto, limitaba los incrementos de las pensiones al 0.25%. De haberse mantenido hubiera sido letal en 2022 y 2023 por las altas tasas de inflación. Pero las reformas pactadas también garantizan el futuro de las pensiones a través de la aportación de ingresos que refuerzan su suficiencia y sostenibilidad. Abordamos el doble reto de la evolución demográfica y la incorporación a la jubilación de la generación del baby boom. Y lo hacemos otorgando más protección y generando más certezas a las personas pensionistas, actuales y futuras. Sin perder nada del carácter contributivo del sistema, reforzamos su vertiente redistributiva, reduciendo la brecha de género y reforzando legalmente el papel del Estado como garante financiero del sistema.

Estos acuerdos, junto con la reforma laboral, suponen recuperar y mejorar los derechos que el Partido Popular, con sus políticas de austeridad, eliminó tanto para las personas activas como para quienes son pensionistas.

EL COSTE DEL DESPIDO EN ESPAÑA

Los dos sindicatos, UGT y CCOO, hemos puesto respectivas demandas contra el Reino de España ante el Comité de Derechos Sociales del Consejo de Europa por el precio del despido. La firma por parte de España en 2021 de la Carta Social Europea, que es de obligado cumplimiento, obliga a proteger el empleo. En nuestro país aún es demasiado fácil y barato despedir. Tenemos que avanzar hacia un precio del despido disuasorio, justo y adecuado a las circunstancias sociales, vitales y de rempleabilidad de las personas afectadas. Esperamos que antes de fin de año salga la sentencia, pero ya hay algunos juzgados que empiezan a contemplar este nuevo despido.

ANTE EL NUEVO CICLO ELECTORAL. NO ES LO MISMO QUIEN GOBIERNE

Estamos en un año electoral con elecciones municipales y autonómicas en mayo, y generales a partir de noviembre. Finaliza un periodo del primer gobierno de coalición y progresista en España desde la II República, con unos resultados muy positivos en materia laboral y social. Se ha fortalecido el diálogo y la concertación social como forma de afrontar los cambios que se producen en el mercado de trabajo y, con ello, las relaciones laborales y las políticas sociales. Seis acuerdos sociales en defensa del empleo para hacer frente a la situación inédita que originó la COVID-19, las subidas del SMI, laboralización de los riders, la ley del teletrabajo, la nueva regulación de las relaciones laborales para quienes prestan servicios en el ámbito del hogar familiar, con el reconocimiento del derecho a las prestaciones por desempleo; el desarrollo reglamentario de los planes de igualdad entre mujeres y hombres y el registro salarial en las empresas, medidas necesarias para acabar con las desigualdades en el mercado de trabajo y con la brecha salarial; resaltando las dos grandes reforma: la reforma laboral y la reforma de la Seguridad Social y las medidas sociales y económicas tomadas para afrontar las crisis vividas Seguir construyendo en esa dirección, depende mucho del resultado de estos procesos electorales. Las personas trabajadoras nos jugamos el seguir avanzando en la mejora de la calidad de vida y de nuestros derechos laborales y sociales, o poner en riesgo todo lo conseguido hasta ahora. 

Desde CCOO y UGT apostamos por seguir fortaleciendo las políticas sociales, los servicios públicos, la mejora de la sanidad y la enseñanza pública; por el derecho a una vivienda digna , cumpliendo con el mandato constitucional; por las políticas de cuidados y de dependencia como un derecho de ciudadanía; por el empleo de calidad y por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres; para seguir avanzando en los derechos de todos los colectivos, LGTBI, personas migrantes o con discapacidad, por vivir la diversidad y la pluralidad sin ninguna discriminación ni social ni laboral; por la solidaridad y la lucha contra la desigualdad y la pobreza. Instamos a la ciudadanía a participar masivamente en los procesos electorales y a apoyar las propuestas electorales de progreso, que apuesten por la profundización democrática, el refuerzo de los servicios públicos, la fiscalidad suficiente y progresiva, la igualdad como condición de ejercicio de la libertad, los salarios dignos y el empleo de calidad. El riesgo reaccionario está más presente en la sociedad española que nunca desde la transición a la democracia y nuestro país no puede retroceder.

Tenemos que continuar avanzando en derechos, libertades y dignidad para que las mayorías sociales vivamos mejor.

SUBIR SALARIOS, BAJAR PRECIOS, REPARTIR BENEFICIOS

¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

CCOO y UGT

https://www.sinpermiso.info/textos/manifiesto-del-1-de-mayo-subir-salarios-bajar-precios-repartir-beneficios