El próximo domingo promete ser un día cargado de noticias. Más de 500 millones de europeos tendrán un nuevo Parlamento en el que los populistas de derechas habrán avanzado posiciones. Ucrania celebrará unas elecciones vitales para evitar la guerra civil. Ante tanto acontecimiento, una votación local convocada al mismo tiempo pasará inadvertida. Pero de su resultado dependerá el urbanismo de una parte importante de Berlín y, en cierta medida, el modelo de ciudad por el que opta la capital alemana.
El referéndum convocado a iniciativa popular gira en torno al parque de Tempelhof. La cuestión es si mantenerlo tal y como está o aceptar el plan del Ayuntamiento para urbanizar la zona que rodea a la inmensa explanada que antes funcionaba como aeropuerto y en la que ahora solo hay una zona verde surcada por dos pistas de aterrizaje. Los impulsores de la iniciativa Tempelhof 100% campo argumentan que las 4.700 viviendas, las oficinas para 7.000 trabajadores, la gran biblioteca y los espacios deportivos que quiere levantar el alcalde, el socialdemócrata Klaus Wowereit, arruinarán el espíritu del lugar y acabarán con un pulmón necesario para la ciudad.
Lee más, Fuente, El País.
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