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sábado, 13 de enero de 2018

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, 2001, y profesor de la U. de Columbia, NY: "No podemos confiar en el sector financiero, si no lo regulamos, engañarán, se aprovecharán de la gente".

"Podemos tiene un entendimiento de por qué las cosas han salido mal y un compromiso para tratar de mejorarlas, a diferencia de lo que se llama el populismo de derechas, que utiliza el descontento para crear regímenes autoritarios o para enriquecerse"

"Cuando la gente está peor de lo que estaba hace diez años, decirle que están recuperados es un disparate"

Los directivos: "Tienen que ser responsables financieramente. Si te portas mal, tus bonificaciones se recortan. Esto podría implicar, además, penas de cárcel"

Trump: "¿Qué hará falta para que sus partidarios se convenzan de que se han enamorado de alguien que no es la persona que creen que es?"

"Puede que sea necesario dejar el euro para salvar a Europa"


Entrevista al premio Nobel de economía publicada en '2034: El reto de imaginar el futuro', número 17 de la revista de eldiario.es.

Joseph Stiglitz (Gary, Indiana, 1943) abandonó su carrera en física para dedicarse a la economía. Su tesis ya trataba sobre la desigualdad y, tras toda una carrera dedicada a la economía (un Nobel incluido en 2001), la brecha entre pobres y ricos todavía no parece ofrecerle tregua. Fue consejero de Bill Clinton durante su presidencia y economista jefe del Banco Mundial hasta el año 2000. Tras años predicando contra los excesos del Fondo Monetario Internacional y la desregularización del sector financiero, como una Casandra de la ciencia económica en un mundo dominado por las tesis neoliberales, la crisis financiera le dio buena parte de razón. Desde su despacho en la Universidad de Columbia, recibe a eldiario.es para hablar de los nuevos movimientos de oposición a la globalización, la regularización de Silicon Valley, el futuro del euro, la irrupción de Trump, la lucha contra el cambio climático y un sector financiero al que, según advierte, debemos seguir vigilando de cerca.

Hace 15 años escribió ‘El malestar de la globalización’. Hoy estamos presenciando nuevas olas de descontento: desde el Brexit hasta la victoria de Donald Trump pasando por el auge de los populismos nacionalistas en Europa.

¿Se ha convertido el statu quo económico en una fuente de resultados políticos inesperados cada vez más frecuentes?
La razón por la que los problemas del malestar con la globalización se han extendido del Sur hacia al Norte es que los acuerdos comerciales se realizaron realmente en función de los intereses corporativos, así que acabas teniendo perdedores tanto en el Norte como en el Sur. ¿Y quiénes fueron los ganadores? Las corporaciones. Ganaron porque bajaron los sueldos en el Norte y consiguieron sueldos más baratos en el Sur. Lograron todas la ganancias y, al debilitar el poder negociador de los trabajadores, les robaron dinero, ya sea en el Norte o en el Sur.

¿Cómo espera que sus críticas a la globalización evolucionen en el futuro? ¿Cuáles serán las nuevas fuentes del malestar?
Ya está incluso afectando a algunas corporaciones, porque algunas ganan y otras pierden. Pero en este caso tengo menos simpatía. Mi nuevo libro, que va a salir ahora, se llama ‘El malestar de la globalización revisitado, con el subtítulo: Antiglobalización en la era de Trump’, se centra en cómo estamos viendo los viejos descontentos en los países en desarrollo más los nuevos descontentos en los países desarrollados.

¿Me puede adelantar algo?
Básicamente, el rompecabezas es: ¿cómo es posible que la globalización sea mala para los países en vías de desarrollo y mala también para los países desarrollados? Y la respuesta es: porque la definieron las corporaciones para ellas mismas. Trump dice que los acuerdos comerciales como Nafta son los peores de todos los tiempos y que desfavorecen a Estados Unidos.

¿Cómo pueden perjudicar a Estados Unidos y también a los países en vías de desarrollo? Y: ¿Es posible que perjudiquen a Estados Unidos cuando fue Estados Unidos quien los dictó?
Mi respuesta es no, no es posible. Conseguimos lo que queríamos, pero era lo que las corporaciones querían, no lo que los trabajadores estadounidenses querían. Y Trump no lo arreglará porque representa a la plutocracia, a las corporaciones ricas. No está interesado en los trabajadores excepto para obtener votos. Si estuviera interesado en su bienestar, no habría propuesto un programa de seguro de salud que dejaría a 20 millones de personas sin seguro médico. No estaría proponiendo una reforma tributaria que daría todo el dinero a los más ricos. No está interesado en los trabajadores, excepto en la medida en que puede persuadirlos para que voten por él y darle más dinero.

Los movimientos de oposición son de naturaleza ideológica muy diversa, pero algunas voces los consideran el mismo tipo de respuesta contra las élites.

¿Es correcto equiparar a Podemos con Trump?
Son totalmente diferentes. El problema es que Trump está explotando este malestar. Y creo que Podemos tiene un entendimiento bastante sofisticado de por qué las cosas han salido mal y un compromiso para tratar de mejorarlas, a diferencia de lo que a menudo se llama el populismo de derechas, que utiliza el descontento para crear regímenes autoritarios o para enriquecerse. Está muy claro que Trump realmente no está preocupado por los estadounidenses comunes. Lo que ha hecho bien es persuadirlos de que se preocupa por ellos, de una forma deshonesta. Pero fue a esos lugares tan pobres, Kentucky y demás, a los que Hillary ni siquiera fue, y dijo: ‘Me preocupo por vosotros’. Pero era todo una farsa, porque ahora va y dice: ‘Voy a quitaros el seguro sanitario y voy a hacer que estéis peor’. Así que la pregunta ahora es: ¿se despertarán los estadounidenses o responderán al mensaje emocional, incluso cuando [Trump] les está robando? Y muchos demócratas están empezando a preocuparse porque, por malo que sea para esta gente, lo quieren (risas). Puede mentir, y no les molesta. ¿Qué hará falta para que sus partidarios se convenzan de que se han enamorado de alguien que no es la persona que creen que es?
Ha criticado que los acuerdos comerciales internacionales se firmen con estándares democráticos tan bajos y con tan poca transparencia.

¿Cuál sería una mejor manera de articularlos en el futuro?
Una mejor manera de llegar a acuerdos es obviamente que haya una mayor participación en la toma de decisiones: que trabajadores, ecologistas y otras personas con intereses en la sociedad participen en la negociación, en fijar los términos de referencia. Las disputas inversionista-Estado [cláusulas que permiten a compañías privadas pedir compensaciones si un país regula en contra de sus intereses] ilustran esto. Hay que tener principios claros y decir: 'mira, no tienes derecho a demandar por una regulación, eso depende del país. Solo puedes demandar por discriminación’.

¿Cómo podemos asegurar un futuro en el que los intereses económicos privados no pongan en compromiso la democracia?
Creo que la plena liberalización del mercado de capitales es particularmente peligrosa, especialmente para los países en vías de desarrollo, porque el capital entrando y saliendo a corto plazo es lo que más compromete a la democracia. En el caso de un país como Brasil, cuando a Wall Street no le gusta un candidato sacan su dinero, el tipo de cambio baja, la gente entra en pánico... puede tener un efecto muy grande el papel de los mercados financieros en la política. Para mí eso es al menos una pieza importante. En Estados Unidos el principal tema son las contribuciones a las campañas. El dinero está influyendo muy directamente en nuestra política.

¿Cuánto puede crecer la brecha entre los pobres y los ricos sin que haya conflictos sociales?
Tenemos la sensación de que cuando hay más desigualdad, puede haber más conflicto, pero también sabemos que las cosas son más complicadas. Hay personas que dicen que, de hecho, el conflicto no se produce cuando las cosas están mal de verdad, sino cuando están mejorando, pero no mejoran lo suficientemente deprisa; cuando se le da a la gente la sensación de que las cosas podrían ir mejor, sus aspiraciones cambian, pero se decepcionan. Eso puede dar lugar a problemas. Muchos de estos estudios se hicieron en el pasado y hoy es muy diferente. La gente puede ver lo que está pasando en el resto del mundo mucho más fácilmente y su sentido de lo que es posible es diferente. Ahora todo el mundo ve y se pregunta: ‘¿por qué están viviendo mejor que yo?’

El mensaje que estamos recibiendo en Europa o en España es que la economía se ha recuperado, aunque las mejoras pueden ser imperceptibles en el día a día de las personas normales.

¿Cómo podrá defenderse la ciudadanía de un gobierno que le dice que está bien cuando en realidad no lo está?
Creo que es muy peligroso que los políticos digan cosas que son inconsistentes con la percepción de la gente, porque eso conduce a la desconfianza en el gobierno y en las élites. Obama dijo que nos habíamos recuperado en 2009, en 2010, en 2011, cuando el 91% de todas las ganancias fueron al 1% [más rico] y el 99% no se recuperó. El efecto que eso tuvo fue un aumento de la desconfianza en el gobierno. Y contribuyó, creo yo, al triunfo de Trump. Dio la sensación de que el gobierno estaba mintiendo, porque la gente sabía que no estaba mejor y aún así se estaba diciendo que la recesión había terminado. Es extraordinariamente peligroso que los líderes políticos tergiversen lo que está sucediendo en las vidas de individuos ordinarios. En el caso de lo que está sucediendo en España y en Europa la pregunta es: ¿Estás en el punto en el que estabas? Y la respuesta es no. Cuando el desempleo de los jóvenes es del 40%, claramente hay grandes grupos de la población que no lo están pasando bien. Cuando la gente está peor de lo que estaba hace diez años, decirle que están recuperados es un disparate.

La tecnología, la robotización, biotecnología... todos estos campos contienen una promesa de desarrollo económico y progreso democrático.

¿Cómo se distribuirá esta nueva riqueza en el futuro?
Siempre existe este tema de cómo distribuir los beneficios de la globalización, de los avances tecnológicos. El principio general dice que, si la sociedad es más rica, todo el mundo podría estar mejor. Pero depende de la naturaleza del cambio tecnológico. Si es lo que llamamos innovación de ahorro de trabajo, entonces se reduce la demanda de mano de obra y los trabajadores pueden estar peor. Creo que es imperativo en este contexto que tengamos políticas gubernamentales activas involucradas en la redistribución y que nos aseguremos de que, a medida que nos hacemos más ricos, los beneficios se comparten, al menos en parte, entre todos los grupos de la sociedad.

Mientras hablamos, hay industrias que se están transformando de forma irreversible en Silicon Valley.

¿Estamos prestando suficiente atención a este nuevo centro de poder?
Mucho de lo que está pasando tiene que ver con cambios en industria de la publicidad o en una nueva industria de redes sociales. ¿Es tan importante? Es interesante, pero eso no es tan fundamental como otros aspectos de cómo vivimos. Hay que tener cuidado de no comprarle el bombo publicitario a Silicon Valley. Han exagerado su disrupción. Han transformado los taxis, pero parte de lo que están haciendo es arbitraje regulatorio [práctica mediante la cual las empresas capitalizan las lagunas legales para eludir regulación desfavorable]. Airbnb ha transformado el mercado de los hoteles, pero probablemente es porque evita pagar impuestos. Si lo regulamos adecuadamente, con impuestos, no creo que vaya a ser tan rompedor. Las ventajas de Airbnb serían más pequeñas una vez pagaran impuestos y estuvieran regulados. La gente probablemente preferiría ir a un hotel regular que a un Airbnb, aunque todavía sería una industria activa. Esas son dos industrias relativamente pequeñas hasta ahora. A largo plazo habrá grandes problemas con la inteligencia artificial y cómo la manejamos. Se trata de un problema mayor que se remonta a la cuestión de las innovaciones de ahorro de mano de obra, que reducen la demanda y, por lo tanto, bajan los salarios. Si nuestra economía es más rica, podemos imponer impuestos que hagan que estemos todos mejor. Estos son temas más políticos que económicos. La pregunta es: ¿cómo podemos asegurarnos de que los frutos de estos avances se compartan equitativamente? En la lógica de Trump, la lucha contra el cambio climático es incompatible con un buen desempeño económico.

¿Cuál es el argumento económico para reducir las emisiones de carbono?
Trump no sabe nada de economía, siempre ha hecho dinero con prácticas comerciales turbias, es el prototipo de la búsqueda de renta, de una persona que gana dinero aprovechándose de otras. No es un creador de riqueza, es un destructor de riqueza. No tiene autoridad para hablar de nada. Abordar el cambio climático crearía una economía más fuerte. Por ejemplo, Trump habla de la industria del carbón, pero se están creando más trabajos en los paneles solares que en el carbón. De hecho, hay más instaladores de paneles solares que mineros de carbón. Trump vive en el pasado. No sé si no piensa muy profundamente, si mira las estadísticas, si realmente ha pensado en ello, pero realmente creo que podemos tener una economía más fuerte tratando más efectivamente con el cambio climático.

Los flujos de inmigración podrían ser la solución a las amenazas demográficas que enfrentan los países occidentales: tasas bajas de fecundidad, envejecimiento de la población, preferencias en el empleo. ¿Cómo podría esta narrativa ganar fuerza en el momento antiinmigrante de Trump en EEUU y el de los refugiados en la UE?

En Occidente y el Norte tenemos que ver como nuestra responsabilidad parte de la migración. Hemos sido el principal contribuyente al calentamiento global y el calentamiento global está contribuyendo a la desertificación en el Sahel y creando una gran cantidad de refugiados económicos que, combinado con nuestros subsidios al algodón, están deprimiendo el nivel de su vida y dañándolos. Hemos tenido un efecto muy negativo en muchas poblaciones, así que tenemos la responsabilidad moral de ayudarles a resolver el problema que contribuimos a crear. Desde la perspectiva estadounidense, somos una sociedad que fue creada por los inmigrantes. Me parece intolerable decir que los inmigrantes son un problema, estamos donde estamos por los inmigrantes. La retórica anti-inmigrante es muy peculiar, porque Trump no estaría aquí si su familia no hubiera emigrado. Las únicas personas que tienen legitimidad para quejarse son los indios americanos a quienes los inmigrantes dañaron, y a quienes se les robó su tierra. Pero eso no es de lo que Trump está hablando.

¿Qué medidas cree que podrían ser lo suficientemente disuasivas para evitar que los bancos y el sector financiero vuelvan a causar el daño que ya hemos vivido?
Primero, debemos saber que no podemos confiar en ellos, que engañarán, que se aprovecharán de la gente. La idea de que pueden autorregularse es absurda, es un oxímoron. Tiene que haber regulaciones. Y tenemos que supervisarlos con mucho cuidado.
Segundo, no es lo mismo responsabilizar a los individuos que a las corporaciones. Los bancos tuvieron que pagar decenas de miles de millones de dólares, pero los directores ejecutivos se marcharon con su dinero en efectivo. Y no son las corporaciones las que hacen las cosas, son los individuos. Nuestro nivel de rendición de cuentas se ha reducido.
Tercero, [los CEOs] necesitan ser responsables financieramente. Si te portas mal, tus bonificaciones se recortan y tu salario debe ser provisional. Si te portas mal, pagas. Esto podría implicar más que responsabilidad financiera, prisión también. Son crímenes de cuello blanco: estaban robando dinero a otras personas de una forma u otra y no hemos hecho lo suficiente. Llegamos muy lejos en la eliminación de la responsabilidad individual y tenemos que traerla de vuelta.

El neoliberalismo o el "fundamentalismo del libre mercado", como usted le ha llamado, ha dominado las instituciones económicas internacionales desde hace décadas, pero ha fallado a los ciudadanos y ha costado a la sociedad mucho dolor. Como ideología económica, sin embargo, sigue siendo dominante.

¿Por qué el neoliberalismo sigue siendo dominante y hasta cuándo?
Es una ideología que sirve a ciertos intereses que son muy influyentes. Tienes a personas de la comunidad financiera articulando una visión de la economía, tal y como la ven. Una parte de ella es ignorante, otra es interesada y otra está cegada por un problema de percepción: a ellos les va bien con el neoliberalismo y, por lo tanto, a todo el mundo le va bien. Creo que están empezando a entender que no es tan genial. Estoy esperanzado de que muchas personas del 1% están genuinamente preocupadas, están diciendo: ‘El sistema está roto, y tenemos que arreglarlo’. Mi verdadera preocupación es cómo la gente llega a entender qué no está funcionando bien. Está la historia de Trump, incipiente, una especie de populismo neoliberal: plutócratas tratando de aprovechar los fracasos para poder hacer aún más dinero. Cuentan una historia sobre los extranjeros, sobre haber sido robados... y ha engañado a un gran número de estadounidenses. Y lo mismo en Europa: Le Pen en Francia o muchas personas en España que creen que la austeridad ha funcionado y que la economía se está recuperando. Pero tengo que ser optimista: la democracia funcionará, la mayoría de la gente entenderá que este tipo de populismo trumpista no funciona, que la austeridad no está funcionando y tendrán una mente más abierta hacia políticas que puedan funcionar.

¿También en la Eurozona?
En el caso de Europa hay un aspecto que lo dificulta y es que las manos de los países europeos que son parte del euro están atadas por él. Y el resultado es que te encuentras a los partidos de centroizquierda proeuropeos defendiendo el euro. Pero domina Alemania y su austeridad. Esto ha debilitado al centroizquierda, que sería la fuente de crítica natural a este tipo de populismo neoliberal. Es un gran problema para Europa.

Usted ha defendido que la salida del euro podría tener sentido para algunos países, a modo de “divorcio amigable”.

Podrían irse, pero creo que sería mejor si consiguieran que Europa se reformara. Por ahora, Alemania ha demostrado una reticencia notable a hacer reformas, pero tal vez diga: ‘Si seguimos esta dirección, vamos a desmoronarnos, vamos a estancarnos, vamos a tener movimientos populistas trumpistas, es demasiado peligroso para el futuro’. Se trata de un juicio político sobre si Alemania podrá ser persuadida por el peligro real de la prolongación de su política.

¿Por qué estamos tan apegados al Euro?
Entiendo el caso de Grecia y también el de España. Son países que estaban en la periferia, que tuvieron gobiernos fascistas, así que quieren estar atados al proyecto europeo y han malinterpretado el euro: en vez de verlo como un medio para un fin, lo han visto como un fin en sí mismo. Yo diría: puede que sea necesario dejar el euro para salvar Europa. Han confundido estos trozos de papel con la identidad europea. Y no termino de entender por qué.

http://www.eldiario.es/sociedad/Joseph-Stiglitz-financiero-regulamos-aprovecharan_0_723728182.html

sábado, 22 de octubre de 2016

Hoy se cumplen 45 años del Premio Nobel al poeta comunista Neruda, un laurel de gloria para el pueblo


A primeras horas de la mañana del jueves 21 de octubre de 1971 decenas de periodistas se aglomeraron ante la puerta de la Embajada de Chile en Francia, ubicada en el número 2 de la avenida de La Motte-Picquet. Una noticia procedente de Estocolmo, anhelada durante largos años por Pablo Neruda y retrasada por las maniobras de la CIA en el marco de la guerra fría cultural, (más aquí) empezaba a dar la vuelta al mundo: la Academia Sueca había concedido el Premio Nobel de Literatura al creador de Canto general.

Acompañado por Matilde Urrutia y Louis Aragon, Neruda ofreció unas primeras declaraciones a la prensa, que interrumpió para conversar con el Presidente Allende por teléfono. “Quisiera que este Premio beneficie la lucha por la libertad en América Latina, la riqueza de la cultura latinoamericana y el desarrollo del potencial creador de nuestro continente”, comentó a los periodistas. Fue el tercer escritor latinoamericano y el sexto en lengua española que logró un galardón que entonces estaba dotado con cuatrocientas cincuenta mil coronas suecas, unos noventa mil dólares. Una parte la donaría a su Partido para la compra de la nueva imprenta de la sociedad Horizonte.

Aquella misma tarde, Augusto Olivares, director de Televisión Nacional, logró conversar por teléfono con Neruda, quien le manifestó: “Estoy como aplastado… pero aplastado por una felicidad que me desborda”. “Este premio se lo dedico a todos los chilenos. Ojalá que se sientan tan orgullosos como yo”.

En Chile, el Premio Nobel fue acogido como un gran logro nacional. A la una de la tarde, el Presidente Allende leyó una declaración ante los medios de comunicación en la que destacó: “Este galardón, que incorpora a la inmortalidad a un hombre nuestro, es la victoria de Chile y de su pueblo, y, además, de América Latina”. “Por la poesía de Neruda pasa Chile entero, con sus ríos, montañas, nieves eternas y tórridos desiertos…”. Destacó su condición de embajador en Francia del Gobierno de la Unidad Popular y de militante comunista. “Fue mi compañero de muchas giras, en el norte, centro y sur de Chile, y siempre recordaré con emoción cómo el pueblo, que oía nuestros discursos políticos, escuchaba con emoción, en un silencio expectante, la lectura que hacía Pablo de sus versos”.

Desde Arica a Magallanes, fue festejada la noticia procedente de la nieve de Estocolmo. El cardenal Raúl Silva Henríquez, el presidente de la Corte Suprema, los rectores universitarios, el presidente de la Central Única de Trabajadores y dirigentes de todas las tendencias políticas celebraron la noticia. “La buena nueva emocionó y conmovió a Chile, que sintió con orgullo nacional el alborozo por la suprema distinción literaria otorgada a un hombre suyo que ha sabido expresar con belleza y verdad el sentimiento más íntimo de su humanidad, la odisea de sus trabajadores, los antiguos sueños y las nuevas esperanzas de los pueblos de América Latina”, señaló con legítimo orgullo la declaración difundida por el Partido Comunista. El Premio Nobel era “un laurel de gloria sobre la frente de toda nuestra Patria”.

En el mundo de la cultura la reacción también fue unánime. El científico Alejandro Lipschutz proclamó que solo por haber escrito Alturas de Macchu Picchu ya merecía tal honor. “El más grande poeta de la hora contemporánea ha recibido un premio que merecía desde hace treinta años (…) ha sido reconocido el talento americano y universal de poeta que ha cantado todos los temas de la tierra y del hombre”, afirmó, por su parte, Volodia Teitelboim. En Parral, las autoridades municipales ordenaron que se engalanara la ciudad con la bandera nacional y visitaron el museo local, instalado en la que fue casa natal del poeta. En la Población “Pablo Neruda” de Conchalí, la emoción embargó a sus modestos habitantes, que también enviaron un telegrama al poeta.

La prensa internacional acogió de manera favorable la noticia. El 22 de octubre, The New York Times le dedicó una página y uno de los artículos portaba un título que debió llenarle de orgullo por la mención a uno de sus poetas predilectos: “Un Walt Whitman latinoamericano”. Por su parte, el diario comunista francés L’Humanité destacó: “Es, sin duda, el más universal de todos los poetas”.

El sábado 23 de octubre, Pablo Neruda dirigió, a través de las cámaras de Televisión Nacional, un mensaje de agradecimiento a su país. En primer lugar, al Presidente Salvador Allende y a su esposa, Hortensia Bussi, también al Cardenal Silva Henríquez y a los mineros, a los campesinos, incluso a los carteros… “por los centenares y centenares de telegramas que he recibido”. Su mensaje finalizó con un fervoroso llamamiento al compromiso del pueblo chileno con la Unidad Popular.

Aquel mismo día, TVN grabó en su residencia oficial una conversación con Gabriel García Márquez. “Quiero mandarle al pueblo chileno una felicitación por la merecidísima distinción que se ha hecho a un poeta que, para mí, es el más grande poeta del siglo XX, en todos los idiomas”, dijo el novelista colombiano, quien obtendría el Nobel en 1982.

Mario Amorós es autor de la biografía Neruda. El príncipe de los poetas (Ediciones B, 2015).

sábado, 2 de abril de 2016

ADOLFO PEREZ ESQUIVEL | PREMIO NOBEL DE LA PAZ. “No se puede bastardear ni manipular los derechos humanos”. "Ahora que tiene el premio Nobel, que intente ser coherente y trabaje por la paz", dice sobre Obama.

Al momento de anunciarse la visita de Barack Obama a la Argentina, todos los ojos apuntaron a uno de sus colegas: Adolfo Pérez Esquivel (Buenos Aires, 1931) también recibió un Premio Nobel a la Paz. El activista argentino comprometido con la no violencia y la teología de la liberación fue reconocido en 1980, en plena dictadura, por su compromiso con la defensa de la Democracia y los Derechos Humanos frente a los regímenes militares en América Latina.

Pérez Esquivel recogió el guante y le envió una carta al presidente de los Estados Unidos, para que reconsiderara la fecha de su visita a la Argentina, que coincide con el 40º aniversario del golpe de Estado que instauró la dictadura. “Es importante que sepas que los días 24 de marzo ningún presidente ni personalidad puede representar al pueblo argentino, que en toda su diversidad siempre se representa a sí mismo a través de sus consignas y su movilización pacífica en todas las calles y plazas del país” y “no puedes desconocer que tu país tiene muchas deudas pendientes con el nuestro y con muchos otros”, son algunas de las frases de la contundente texto que se publicó en diversos medios del país. Pérez Esquivel creía que había logrado con su carta que Obama no estuviera en Buenos Aires el 24, pero finalmente sí estará. El presidente de Estados Unidos, que ha llegado este miércoles a Argentina tras su histórico viaje a Cuba, rendirá homenaje este jueves por la mañana a las víctimas, aunque no visitará la ESMA, el lugar más simbólico, porque los grupos de derechos humanos rechazaban que lo hiciera.

Pregunta: ¿Cuál fue el objetivo de la carta a Obama?
Respuesta: El objetivo era advertirle que no venga el 24 a Buenos Aires por los antecedentes del gobierno de Estados Unidos con América Latina, porque ese país tiene participación en nuestros golpes de Estado. La decisión de ir a Bariloche [el 24 a mediodía] es una respuesta muy clara a la carta. Obama fue prudente de no interferir en un momento de la memoria y evitar disturbios que podrían dañar su visita porque el pueblo no ve conveniente que vaya a la ESMA (el espacio de la memoria creado en la vieja escuela de la Armada). Sería bueno para su visita el reconocimiento público del intervencionismo de Estados Unidos. Hay muchísima información, como las bases militares norteamericanas en muchos países de Latinoamérica.

P. ¿Qué cree que sucederá con el Gobierno de Macri y el proceso de Memoria que inició Argentina?
R. Macri no puede desconocer lo que es la voluntad del pueblo porque tendría dificultades. Me preocupa la gobernabilidad de Argentina porque hay cosas que no vemos bien, por ejemplo, bajar las retenciones a las empresas mineras y a los productores del campo porque eso no coincide con pedir crédito para el pago a los buitres. Hay otros caminos para resolver los problemas económicos del país.

P. ¿Considera que mejorado el diálogo en Argentina?
R. No. Aunque es lógico que de todas maneras vamos a tener que abrir una instancia de diálogo. Lo hemos hecho en la provincia y ahora tendremos que repetirlo en la nación. Me irrita que Macri solo refiere a los derechos humanos cuando habla de Venezuela pero no dice nada de lo que ocurre aquí. No se puede bastardear ni manipular los derechos humanos.

P. ¿Usted nota algún cambio en la política en este asunto del nuevo gobierno?
R. Tuvimos una reunión con el secretario de DDHH, Claudio Avruj. Ellos dicen que van a seguir acompañando la cuestión de los juicios. Les pedimos que el banco genético [para identificar a hijos de desaparecidos] no quede reducido a la época de la dictadura, sino que se abra a todos aquellos que lo necesitan, también que se preserven los espacios de memoria.

P. ¿Cómo analiza al protocolo de seguridad que permite reprimir las manifestaciones?
R. El protocolo de seguridad hay que revisarlo. No pueden reprimir con balas de goma a menores de edad como fue el caso de la murga [en la villa 1-11-14]. No puede ser que en lugar de buscar una solución a través del diálogo sean actitudes represivas porque este es un retroceso que además viola el derecho del pueblo a manifestarse.

P. Y las declaraciones del ministro de Cultura de Buenos Aires, Darío Lopérfido, poniendo en duda que hubiera 30.000 desaparecidos?
R. Los 30.000 desaparecidos son un número estimativo. Lopérfido quiere hacer de esto una cuestión de cantidad y no habla de un hecho gravísimo. Si hubiese un solo desaparecido tendríamos que haber trabajado igual y él no puede desmerecer eso. Tal vez nos quedamos cortos, porque entre los muertos, los desaparecidos y la gente en el exilio hay mucho daño hecho a un pueblo. Lo que dice Lopérfido se descalifica en sí mismo.

P. ¿Como ve estos 40 años en la lucha por los derechos humanos en Argentina?
R. Fue difícil y es difícil hasta el día de hoy, porque muchos tratan de apropiarse de los derechos humanos con intereses políticos. Si bien el kirchnerismo habló mucho del tema en épocas de la dictadura, nunca hablo de los derechos humanos de hoy. La pobreza, la megaminería, los agrotóxicos. De eso no se habló absolutamente nada y se provocaron situaciones muy conflictivas con los pueblos originarios. Los gobiernos privilegian al capital financiero sobre la vida de los pueblos y es ahí donde nosotros tenemos que denunciar. Se habla únicamente de lo que pasó con las personas, pero hay complicidad de grandes empresas con el golpe y de algunos sectores de la Iglesia Católica. Los militares por sí solos no dan un golpe de Estado. Esto es lo que se está tratando de abrir porque la única forma es preservar la memoria colectiva del pueblo.

P. ¿Existe un abuso del poder policial en Argentina?
R. Sí. Y trabajamos para cambiar esto. Es necesario reformular la formación de la policía judicial y supervisar el rol de la policía. No puede ser que el país tenga 6.835 casos de tortura entre 2014 y 2015 en 50 institutos penitenciarios. La policía sigue con los mismos mecanismos de la dictadura y de fuerzas de prevención se transformaron en fuerzas de represión. Todo lo quieren resolver por medio de la tortura y eso es nefasto.

P. ¿Cómo se tradujeron en la modernidad los golpes de estado en América Latina?
R. Ahora se utilizan los golpes blandos, a través de los poderes económicos y a través del poder judicial. Esto lo hicieron contra Fernando Lugo en Paraguay, en Honduras contra Manuel Zelaya y en Brasil, ahora, están contra Dilma y Lula. Los desprestigian para que la gente no les crea y no los voten. Es la política que se utiliza al día de hoy. Cuando logran consenso, derrocan a los gobiernos sin necesidad de las Fuerzas Armadas.

P. Obama y usted tienen un Premio Nobel, ¿Se siente parecido al presidente de Estados Unidos?
R. Yo le dije a Obama que me extrañó que le hayan dado el premio Nobel pero que ahora que lo tiene intente ser coherente y trabaje por la paz.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/22/argentina/1458682757_119259.html

domingo, 14 de diciembre de 2014

STEFAN HELL | PREMIO NOBEL DE QUÍMICA 2014: “Nuestro Estado del bienestar y nuestra calidad de vida están basados en los descubrimientos científicos”. El premio Nobel de Química 2014 dice que la historia de la Humanidad es, "en un sentido amplio", la historia de los hallazgos científicos

La historia de la Humanidad es, "en un sentido amplio", la historia de los descubrimientos científicos, según el Premio Nobel de Química 2014 Stefan Hell, para quien "algunos acontecimientos históricos están sobrestimados" si se comparan con los logros de la ciencia. Hell logró este año el Nobel de Química junto a los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerne por el desarrollo de la microscopía fluorescente de altísima resolución, sentando así las bases de la nanoscopía, que permite ver cosas hasta ahora inalcanzables. Rumano de nacimiento, pero de nacionalidad alemana, Hell calificó de "error serio" el recorte de los presupuestos para investigación en tiempos de crisis y recordó que, "al final, nuestra calidad de vida está profundamente enraizada en los descubrimientos científicos", dijo, en una entrevista.

Europa estuvo "durante muchos años en primera línea de la ciencia, lo que fue importante para el mundo y, sin lugar a dudas, bueno para Europa", explicó el investigador del Instituto Max Planck, en Alemania. "Nunca debemos olvidar", dijo, "que nuestro Estado del bienestar, nuestra forma de vivir y nuestra calidad de vida están basados, en última instancia, en los descubrimientos científicos y eso es algo que no siempre se aprecia".
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/12/08/ciencia/1418063781_807253.html

domingo, 9 de marzo de 2014

Gabriel García Márquez. Colombia celebra el 87 cumpleaños del escritor con un mes de actividades en torno a su obra

Gabriel García Márquez cumplió ayer 87 años. Los primeros en celebrarlo con él han sido sus amigos y seguidores mexicanos, país donde vive desde 1961. El Nobel colombiano, nacido el 6 de marzo de 1927 ha salido a la puerta de su vivienda en México DF para atender a seguidores, vecinos y periodistas que acudían a felicitarle por su cumpleaños, igual que hizo el año pasado en la misma fecha. De ellos recibió ramos de flores y un pastel y con ellos ha canturreado Las mañanitas (canción típica de cumpleaños) en aparente buen estado de salud.

Pero su país de origen no se queda atrás en las celebraciones. El autor de Cien años de soledad será homenajeado durante todo el mes de marzo con actividades culturales que se llevarán a cabo en 29 ciudades del país, como informó ayer el Banco de la República, organizador de la celebración que acogerán sus sedes.
Fuente, El País. http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/07/actualidad/1394181694_304182.html

martes, 19 de noviembre de 2013

Muere a los 94 años la Premio Nobel de Literatura Doris Lessing

BBC Mundo Redacción
Lessing se hizo famosa por sus novelas "El cuaderno dorado", de 1962, y "Canta la hierba", de 1950.
La escritora británica Doris Lessing, premio Nobel de Literatura en 2007, murió a los 94 años.

En un comunicado, su editora Haper Collins informó que "ella murió en la paz de su casa de Londres en la madrugada de este domingo".

Lessing se convirtió en la mujer con más edad en ganar el Nobel de Literatura cuando lo recibió en 2007, a los 88 años.
Jonathan Clowes, agente y amigo cercano dijo que "Doris fue una gran escritora con un fascinante y original pensamiento".
La Academia Sueca, en tanto, elogió su obra, en especial su novela más conocida, "El cuaderno dorado", publicada en 1962.

"El movimiento feminista consideró ese libro como un trabajo pionero, que además pertenece al puñado de obras que conformaron la mirada que se tenía en el siglo XX de las relaciones entre hombres y mujeres", expresó la institución detrás del premio literario.

Una niñez 'miserable'
Doris May Tayler, como era su nombre de pila, nació en Kermanshah en 1919, en lo que ahora es el oeste de Irán, cuando su padre era empleado del Banco Imperial de Persia.
En 1925 la familia se mudó al sur de Rodesia, actualmente Zimbabue, para administrar una granja dedicada a la siembra de maíz, pero no tuvo mucho éxito.
Su infancia estuvo dominada por la presencia de su madre, quien determinó que su hija debía acomodarse a una serie de rigurosas normas.
La única manera que la futura escritora podía escapar de lo que ella misma consideraba una "existencia miserable" fue la sabana africana, que exploró al lado de su hermano Harry.

Años después ella comentaría que una niñez infeliz produce como resultado buenos escritores de ficción.
"Por supuesto, yo no lo pensaba en términos de convertirme en una escritora. Yo solo pensaba cómo podía escapar de allí, todo el tiempo", dijo en una entrevista.

Con su madre y hermano en Salisbury
Adiós al colegio
Sus padres la enviaron a un colegio solo de jovencitas, en la capital, Salisbury. Pero ella lo abandonó a los 13 años, dando por concluida su educación formal.
Mientras tanto, Lessing alimentaba su imaginación con decenas de libros que llegaban desde Inglaterra, descubriendo a Charles Dickens y a Kipling, mientras inventaba cuentos infantiles para su hermano.
Pero no solo eran los grandes personajes de las novelas los que la influenciaban en su camino literario, sino también las amargas memorias de su padre sobre la Primera Guerra Mundial, la cual lo dejó medio paralizado.
"Estamos hechos por la guerra", escribió, "volteados y deformados por la guerra, pero parece que lo olvidamos".
Doris dejó su casa a los 15 años y tomó un trabajo como niñera. Allí, su patrona le daba libros sobre política y sociología para leer.
En 1937, la joven se mudó a Salisbury donde conoció y se casó con Frank Wisdom. Tuvieron dos hijos, pero el matrimonio falló y ella dejó la casa donde vivía con Wisdom.

Ciencia ficción
En Salisbury, Lessing se involucró con un club de lectura comunista, al cual pertenecía y dirigía Gottfried Lessing.
La nueva pareja se casó, aunque, una vez más, la unión no duró mucho tiempo.
Doris Lessing, entonces, se desilusionó tanto del comunismo como de África y decidió irse a vivir a Londres. Allí publicó su primera novela: "Canta la hierba", en 1950.
La historia de un granjero blanco y su amorío con un sirviente africano se convirtió en un best seller y descubrió un nuevo territorio en la descripción de una relación interracial.
Pero su más reconocida y, a la vez, más controvertida obra fue "El cuaderno dorado", publicada en 1962.
El texto trata de las diferentes áreas de la personalidad de las mujeres, sus pasiones y sus odios. Fue, de lejos, su historia más larga y compleja en la que alguna vez trabajó.
El libro convirtió a Lessing en un ícono del movimiento feminista que crecía rápidamente en aquellos días. Pero ella se resistió a ser parte de eso.
"Lo que ellas realmente quieren que diga es 'Hermanas, yo estoy con ustedes, hombro a hombro, en su lucha por alcanzar el amanecer dorado donde el hombre no es una bestia'. ¿Pero realmente ellas quieren que la gente diga cosas tan simples acerca del hombre y la mujer?", se preguntó la escritora.

La veterana del Premio Nobel

A finales de los años 70, Lessing abandonó los temas sociales y los cambió por ciencia ficción en la serie de cinco libros "Canopus en Argus", la cual considera ella su mejor trabajo.
En los libros ella describe una visión de futuro donde la tiranía y las catástrofes naturales son la norma.
El crítico Paul Schlueter anota que Lessing "se toma bastante en serio el trabajo de describir la decadencia y la muerte como algo verdaderamente apocalíptico".
Ella también escribió novelas brillantes, como la autobiográfica serie "Hijos de la violencia" y "Reunión para descender al infierno" (1971), un examen surrealista de las enfermedades mentales.
Más recientemente, Lessing redactó novelas como "La buena terrorista" (1985), una sátira de romance y política. También se destaca "El quinto hijo" (1988), acerca de los estragos que causa en una familia un niño antisocial y violento.
En octubre de 2007, la británica se convirtió en la persona de más edad en ganar un premio Nobel de Literatura y una de las 11 mujeres a las que hasta ahora les ha sido otorgado el galardón en 106 años de historia.
La Academia Sueca, al momento de otorgarle el Nobel, describió a Lessing como esa "narradora épica de la experiencia femenina que con escepticismo, ardor y un poder visionario ha examinado con minuciosidad a una civilización dividida".
Antes de morir, dijo en una frase casi una definición de su vida: "Somos libres. Y podemos decir lo que pensamos. Tenemos suerte. Somos privilegiados, entonces, ¿por qué no hacerlo?"
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