Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles "un esfuerzo más". Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos "vivíamos por encima de nuestras posibilidades".
Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo. Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito.
Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido "por encima de nuestras posibilidades". Ahora me piden "un esfuerzo más". Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad públicas, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody's, Fitch ni Standard & Poor's pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan.
Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos.
FRANCISCO PASTOR GUZMÁN - Castellón - El País, 17/01/2012
jueves, 19 de enero de 2012
Efectos de la crisis en Gran Bretaña. Medio millón de chicos pobres
Un estudio señala que el ingreso promedio de las familias británicas con niños, que disminuyó en un 4,2 por ciento en 2010/2011, seguirá cayendo en picada. Sobre todo para familias con tres o más niños, menores de cinco años.
El drástico plan de ajuste de la coalición Conservadora-Liberal Demócrata tiene un resultado claro y cuantificable. Según el estudio conjunto de dos prestigiosas fundaciones británicas, el Family and Parenting Institute (FPI) y el Fiscal Studies Institute (FSI), la reducción de beneficios sociales y el aumento del IVA, entre otras medidas, arrojará a medio millón de menores a la pobreza absoluta. La OCDE (Organización de la Cooperación y el Desarrollo) tiene otra manera de decirlo: el Reino Unido es la sociedad más desigual de las naciones ricas.
El estudio del FPI y el FSI señala que el ingreso promedio de las familias británicas con niños, que disminuyó en un 4,2 por ciento en 2010/2011, seguirá cayendo en picada. En 2015, último año de gobierno de la coalición, este tipo de familias experimentará un recorte en sus ingresos de unos dos mil dólares anuales. El impacto es particularmente marcado para familias con tres o más niños, menores de cinco años y para los que reciban ayuda para pagar alquileres privados. “Los recortes van a impactar mucho más a las familias con niños que a los jubilados y el resto de los trabajadores”, señaló Katherine Rake del FPI.
Los recortes sancionados por la coalición en octubre de 2010 y profundizados desde entonces para “lidiar con el déficit fiscal” y “dar tranquilidad y previsibilidad de cara a los mercados financieros” incluyen un congelamiento salarial para los empleados estatales y el cierre masivo de servicios sociales, entre ellos los clubes juveniles, cuya ausencia se hizo sentir en los disturbios que asolaron Inglaterra en agosto pasado. El impacto es especialmente devastador para las familias más pobres. La ley de Pobreza Infantil de 2010 define la pobreza absoluta como un 60 por ciento de ingresos por debajo del promedio nacional. En base a esta medida, el FPI y el FSI calculan que medio millón de niños caerán debajo de esta línea: unos 300 mil menores de cinco años.
En un comunicado, el gobierno reconoció las dificultades que están viviendo muchas familias, pero señaló que estaban tomando medidas correspondientes. “Hay medidas para ayudar a estas familias, como el congelamiento de los impuestos al alquiler estatal o la introducción del impuesto universal”, señala el comunicado. Según el FPI, la mayoría de estas medidas son apenas un parche que beneficia a algunos sectores o que recién tomarán lugar en 2018 como el impuesto universal. Peor aún, como el resto de los ajustes en la Unión Europea (UE), el británico comete el peor de los pecados: infligir un sufrimiento en vano. Lejos de disminuir, el déficit está creciendo. A fines de 2011, la deuda total británica se incrementó a casi un billón de libras o 62,8 por ciento del Producto Bruto Interno. “Como resultado de su política, el gobierno ha tenido que endeudarse más de 158 mil millones de libras que lo calculado”, señala Rachel Reeves, portavoz de temas fiscales de la oposición laborista.
Un informe del Centre for Economic and Business Research (CEBR) señala que el Reino Unido entrará en recesión este año y que habrá 3 millones de desempleados el año próximo. Como con la famosa frase de Shakespeare, el draconiano ajuste británico parece un “cuento contado por un idiota”: la exigencia de austeridad está condenando no sólo al Reino Unido sino a los países de la Eurozona al escaso crecimiento económico y a un mayor déficit fiscal. “Los países imponen la austeridad que les exigen los mercados financieros, que luego los castigan y critican porque la economía no crece como resultado de la austeridad”, señalaba este lunes Jenni Russell, comentarista del conservador vespertino Evening Standard.
En los últimos cuatro años, el nivel de vida de los británicos cayó en un 28 por ciento, la peor disminución sostenida desde la posguerra. Como es de esperar, esto no está sucediendo de manera igualitaria. Según la OCDE, el Reino Unido tiene el nivel de desigualdad más alto entre los países considerados ricos que forman parte de la organización. El 10 por ciento con más ingresos gana hoy 12 veces más que el 10 por ciento con menos ingresos: en 1985, la proporción era ocho a uno. La medición se vuelve más abismal cuando se mira a los superricos. El 1 por ciento de mayores ingresos pasó de llevarse un 7,1 por ciento de la torta en 1970 a un 14,3 por ciento en 2005.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-185692-2012-01-18.html
Marcelo Justo. Página 12.
El drástico plan de ajuste de la coalición Conservadora-Liberal Demócrata tiene un resultado claro y cuantificable. Según el estudio conjunto de dos prestigiosas fundaciones británicas, el Family and Parenting Institute (FPI) y el Fiscal Studies Institute (FSI), la reducción de beneficios sociales y el aumento del IVA, entre otras medidas, arrojará a medio millón de menores a la pobreza absoluta. La OCDE (Organización de la Cooperación y el Desarrollo) tiene otra manera de decirlo: el Reino Unido es la sociedad más desigual de las naciones ricas.
El estudio del FPI y el FSI señala que el ingreso promedio de las familias británicas con niños, que disminuyó en un 4,2 por ciento en 2010/2011, seguirá cayendo en picada. En 2015, último año de gobierno de la coalición, este tipo de familias experimentará un recorte en sus ingresos de unos dos mil dólares anuales. El impacto es particularmente marcado para familias con tres o más niños, menores de cinco años y para los que reciban ayuda para pagar alquileres privados. “Los recortes van a impactar mucho más a las familias con niños que a los jubilados y el resto de los trabajadores”, señaló Katherine Rake del FPI.
Los recortes sancionados por la coalición en octubre de 2010 y profundizados desde entonces para “lidiar con el déficit fiscal” y “dar tranquilidad y previsibilidad de cara a los mercados financieros” incluyen un congelamiento salarial para los empleados estatales y el cierre masivo de servicios sociales, entre ellos los clubes juveniles, cuya ausencia se hizo sentir en los disturbios que asolaron Inglaterra en agosto pasado. El impacto es especialmente devastador para las familias más pobres. La ley de Pobreza Infantil de 2010 define la pobreza absoluta como un 60 por ciento de ingresos por debajo del promedio nacional. En base a esta medida, el FPI y el FSI calculan que medio millón de niños caerán debajo de esta línea: unos 300 mil menores de cinco años.
En un comunicado, el gobierno reconoció las dificultades que están viviendo muchas familias, pero señaló que estaban tomando medidas correspondientes. “Hay medidas para ayudar a estas familias, como el congelamiento de los impuestos al alquiler estatal o la introducción del impuesto universal”, señala el comunicado. Según el FPI, la mayoría de estas medidas son apenas un parche que beneficia a algunos sectores o que recién tomarán lugar en 2018 como el impuesto universal. Peor aún, como el resto de los ajustes en la Unión Europea (UE), el británico comete el peor de los pecados: infligir un sufrimiento en vano. Lejos de disminuir, el déficit está creciendo. A fines de 2011, la deuda total británica se incrementó a casi un billón de libras o 62,8 por ciento del Producto Bruto Interno. “Como resultado de su política, el gobierno ha tenido que endeudarse más de 158 mil millones de libras que lo calculado”, señala Rachel Reeves, portavoz de temas fiscales de la oposición laborista.
Un informe del Centre for Economic and Business Research (CEBR) señala que el Reino Unido entrará en recesión este año y que habrá 3 millones de desempleados el año próximo. Como con la famosa frase de Shakespeare, el draconiano ajuste británico parece un “cuento contado por un idiota”: la exigencia de austeridad está condenando no sólo al Reino Unido sino a los países de la Eurozona al escaso crecimiento económico y a un mayor déficit fiscal. “Los países imponen la austeridad que les exigen los mercados financieros, que luego los castigan y critican porque la economía no crece como resultado de la austeridad”, señalaba este lunes Jenni Russell, comentarista del conservador vespertino Evening Standard.
En los últimos cuatro años, el nivel de vida de los británicos cayó en un 28 por ciento, la peor disminución sostenida desde la posguerra. Como es de esperar, esto no está sucediendo de manera igualitaria. Según la OCDE, el Reino Unido tiene el nivel de desigualdad más alto entre los países considerados ricos que forman parte de la organización. El 10 por ciento con más ingresos gana hoy 12 veces más que el 10 por ciento con menos ingresos: en 1985, la proporción era ocho a uno. La medición se vuelve más abismal cuando se mira a los superricos. El 1 por ciento de mayores ingresos pasó de llevarse un 7,1 por ciento de la torta en 1970 a un 14,3 por ciento en 2005.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-185692-2012-01-18.html
Marcelo Justo. Página 12.
miércoles, 18 de enero de 2012
Carta de Jean-Luc Mélenchon y Oskar Lafontaine a los trabajadores europeos
Durante años han estado dando cada vez más poder al sector financiero con un balance catastrófico: han sacrificado el medio ambiente, el paro se ha multiplicado, los trabajadores están cada vez más explotados y empobrecidos, los bancos han secuestrado a la economía real.
Ahora, con la excusa de la crisis que ellos mismos han provocado, los gobiernos europeos quieren proseguir y empeorar las políticas de austeridad. Presionados por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, han decidido redactar un nuevo tratado que robaría definitivamente a los pueblos europeos el derecho a decidir libremente su presupuesto y supondría la imposición de la austeridad. No entra dentro de sus planes consultar a los pueblos europeos su opinión sobre un texto tan fundamental. Se trata de una huida hacia delante, hacia la Europa de la austeridad. Europa no puede construirse sin los pueblos ni contra los pueblos. Por ello, exigimos la convocatoria de un referéndum sobre este tratado en nuestros países.
Sarkozy y Merkel quieren aplicar en toda Europa la desastrosa Agenda 2010 que ha degradado tan cruelmente la situación de los trabajadores alemanes. Su objetivo consiste en incrementar la competencia entre los trabajadores europeos para armonizar a la baja los derechos que habían convertido a Europa en la región más avanzada socialmente. Esta estrategia enfrenta de forma deliberada a los pueblos europeos. Sarkozy y Merkel no han dudado en echar más leña al fuego del nacionalismo y la xenofobia, a pesar del riesgo que esto conlleva de reabrir nuevas heridas. Los amigos de Merkel hablan de obligar a los griegos a vender sus islas. Sarkozy califica de caramelos envenenados a los nuevos miembros de la Zona Euro. Estas provocaciones buscan un chivo expiatorio para desviar la atención de los trabajadores, para que no culpen de la crisis a sus verdaderos responsables: los bancos, el sector financiero y los gobernantes que han cedido su poder a los mercados. Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores para que se resistan con todas sus fuerzas a este retroceso de la civilización europea.
Os pedimos que no caigáis en la trampa que amenaza la paz en Europa. Mantenernos todos juntos, y en concreto conservar la amistad entre el pueblo alemán y el francés, es una condición indispensable para salvaguardar la paz en toda Europa.
Pero, ¿cómo garantizar la paz en Europa ? La paz no se declara por decreto: se construye mediante la cooperación entre los pueblos, al servicio de todas las personas. La paz no es compatible con el arrogante dominio de dos jefes de gobierno europeos sobre todos los demás. La paz tiene que basarse en una política al servicio del interés general europeo. Ha llegado la hora de gobernar para satisfacer las necesidades y las aspiraciones de la mayoría de la población, los trabajadores europeos: reparto de la riqueza, defensa y ampliación del derecho a la jubilación, recuperación de los servicios públicos, erradicación de la precariedad, lucha implacable contra la pobreza y las desigualdades, transición ecológica...
Trabajadores europeos: ¡no os resignéis! El sector financiero no puede enfrentarse a los pueblos que luchan. La verdadera riqueza es fruto del trabajo humano. Si se movilizan, los trabajadores europeos pueden acabar con las orgías financieras y comenzar a construir por fin un mundo más justo y humano.
Traducido por Elvira Hdez.
Fuente: http://www.humanite-en-espanol.com/spip.php?article1023
Ahora, con la excusa de la crisis que ellos mismos han provocado, los gobiernos europeos quieren proseguir y empeorar las políticas de austeridad. Presionados por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, han decidido redactar un nuevo tratado que robaría definitivamente a los pueblos europeos el derecho a decidir libremente su presupuesto y supondría la imposición de la austeridad. No entra dentro de sus planes consultar a los pueblos europeos su opinión sobre un texto tan fundamental. Se trata de una huida hacia delante, hacia la Europa de la austeridad. Europa no puede construirse sin los pueblos ni contra los pueblos. Por ello, exigimos la convocatoria de un referéndum sobre este tratado en nuestros países.
Sarkozy y Merkel quieren aplicar en toda Europa la desastrosa Agenda 2010 que ha degradado tan cruelmente la situación de los trabajadores alemanes. Su objetivo consiste en incrementar la competencia entre los trabajadores europeos para armonizar a la baja los derechos que habían convertido a Europa en la región más avanzada socialmente. Esta estrategia enfrenta de forma deliberada a los pueblos europeos. Sarkozy y Merkel no han dudado en echar más leña al fuego del nacionalismo y la xenofobia, a pesar del riesgo que esto conlleva de reabrir nuevas heridas. Los amigos de Merkel hablan de obligar a los griegos a vender sus islas. Sarkozy califica de caramelos envenenados a los nuevos miembros de la Zona Euro. Estas provocaciones buscan un chivo expiatorio para desviar la atención de los trabajadores, para que no culpen de la crisis a sus verdaderos responsables: los bancos, el sector financiero y los gobernantes que han cedido su poder a los mercados. Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores para que se resistan con todas sus fuerzas a este retroceso de la civilización europea.
Os pedimos que no caigáis en la trampa que amenaza la paz en Europa. Mantenernos todos juntos, y en concreto conservar la amistad entre el pueblo alemán y el francés, es una condición indispensable para salvaguardar la paz en toda Europa.
Pero, ¿cómo garantizar la paz en Europa ? La paz no se declara por decreto: se construye mediante la cooperación entre los pueblos, al servicio de todas las personas. La paz no es compatible con el arrogante dominio de dos jefes de gobierno europeos sobre todos los demás. La paz tiene que basarse en una política al servicio del interés general europeo. Ha llegado la hora de gobernar para satisfacer las necesidades y las aspiraciones de la mayoría de la población, los trabajadores europeos: reparto de la riqueza, defensa y ampliación del derecho a la jubilación, recuperación de los servicios públicos, erradicación de la precariedad, lucha implacable contra la pobreza y las desigualdades, transición ecológica...
Trabajadores europeos: ¡no os resignéis! El sector financiero no puede enfrentarse a los pueblos que luchan. La verdadera riqueza es fruto del trabajo humano. Si se movilizan, los trabajadores europeos pueden acabar con las orgías financieras y comenzar a construir por fin un mundo más justo y humano.
Traducido por Elvira Hdez.
Fuente: http://www.humanite-en-espanol.com/spip.php?article1023
Alemania, examinada críticamente por filólogos y expertos. Se está repitiendo la ridiculización de las personas buenas, lo que ya practicaba el jefe de la propaganda nazi Joseph Goebbels en los años treinta.
La trivialización de los asesinatos nazis de emigrantes, el "buenismo" y la "democracia acorde con el mercado" de Merkel, examinadas críticamente por filólogos y expertos
La Sociedad de la Lengua Alemana (GfdS), veterana organización financiada por el ministerio de cultura y dedicada al cuidado y la investigación del idioma, divulgó ayer su "palabra del año 2011". El rito, con más de treinta años de historia, elige críticamente una palabra o concepto considerado característico del año transcurrido. Este año el concepto seleccionado ha sido el término "Döner-Morde", o "asesinatos del döner-kebab", referido a esa popular especialidad turca que en Alemania se vende en forma de bocadillo de carne asada.
Durante muchos años esos "asesinatos del kebab" designaron, o más bien trivializaron, la cadena de nueve asesinatos en serie contra emigrantes turcos, frecuentemente empleados de puestos callejeros como los que expenden kebab, entre 2000 y 2007. En 2011 se desveló que aquella serie, atribuida a ajustes de cuentas entre emigrantes, fue obra de un grupo terrorista neonazi que también mató a una policía, cometió muchos atracos y puso dos bombas, que ocasionaron 23 heridos en barrios de gran concentración de emigrantes.
El veredicto de la GfdS resalta el "tenor racista de la expresión" que se impuso por completo en el lenguaje hasta que se descubrió como, "una cadena de asesinatos terroristas que había sido etiquetada como estereotipo folclórico", con lo que las víctimas "fueron discriminadas por su origen emigrante".
Otras palabras que llamaron la atención de la mencionada sociedad como características en el lenguaje del año, fueron el término "Gutmensch", literalmente "buen hombre", es decir el sujeto de lo que en su acepción sustantivada se traduce en castellano como "buenismo", un concepto acuñado por el jefe de la propaganda nazi Joseph Goebbels en los años treinta, que fue desempolvado por el discurso "neocon" en Estados Unidos y Europa, donde es de uso corriente.
El jurado, en el que figura el ex secretario general de la CDU de Angela Merkel, Heiner Geissler, considera que ese término, "ataca el ideal ético de la buena persona de una forma mezquina" con el fin de, "difamar rutinariamente a quienes piensan diferente sin examinar sus argumentos, menospreciándolos como ingenuos".
Otras palabras que han sido examinadas este año fueron "Stresstest" ("prueba de esfuerzo"), la fraudulenta prueba que pretendió medir el estado de salud de las entidades bancarias, y también "Merkozy", aplicada a la igualmente frágil y engañosa alianza entre el presidente francés, Nikolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, en el manejo de la eurocrisis. Un concepto de Merkel, el de "democracia conforme con el mercado", también ha llamado la atención del jurado como ejemplo de, "relativización muy inadecuada del principio según el cual la democracia es una norma absoluta incompatible con cualquier conformidad".
El año pasado el término seleccionado fue "Wutbürger" ("ciudadano irritado") inspirado en la protesta de los vecinos de Stuttgart contra una faraónica nueva estación ferroviaria, que contribuyó a hacer caer un gobierno pero no el proyecto en sí.
En 2009 la palabra seleccionada fue "Abwrackprämie", el "subsidio de desguace", una de las medidas del gobierno para capear la caída de ventas de coches, mediante el subsidio a quien se deshiciera de su coche antiguo para hacerse con uno nuevo. También se mencionó la expresión "kriegsänhliche Zustände", algo así como "situación semejante a la de una guerra", acuñada por un ministro de defensa para describir la guerra de Afganistán, después de que la muerte de más de un centenar de civiles afganos en una sola acción militar desencadenada por el ejército alemán complicara el discurso oficial según el cual, la mencionada guerra es algo parecido a una campaña internacional de ayuda humanitaria.
Rafael Poch, La Vanguardia.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20120118/54245025335/alemania-examinada-criticamente-filologos-expertos.html
La Sociedad de la Lengua Alemana (GfdS), veterana organización financiada por el ministerio de cultura y dedicada al cuidado y la investigación del idioma, divulgó ayer su "palabra del año 2011". El rito, con más de treinta años de historia, elige críticamente una palabra o concepto considerado característico del año transcurrido. Este año el concepto seleccionado ha sido el término "Döner-Morde", o "asesinatos del döner-kebab", referido a esa popular especialidad turca que en Alemania se vende en forma de bocadillo de carne asada.
Durante muchos años esos "asesinatos del kebab" designaron, o más bien trivializaron, la cadena de nueve asesinatos en serie contra emigrantes turcos, frecuentemente empleados de puestos callejeros como los que expenden kebab, entre 2000 y 2007. En 2011 se desveló que aquella serie, atribuida a ajustes de cuentas entre emigrantes, fue obra de un grupo terrorista neonazi que también mató a una policía, cometió muchos atracos y puso dos bombas, que ocasionaron 23 heridos en barrios de gran concentración de emigrantes.
El veredicto de la GfdS resalta el "tenor racista de la expresión" que se impuso por completo en el lenguaje hasta que se descubrió como, "una cadena de asesinatos terroristas que había sido etiquetada como estereotipo folclórico", con lo que las víctimas "fueron discriminadas por su origen emigrante".
Otras palabras que llamaron la atención de la mencionada sociedad como características en el lenguaje del año, fueron el término "Gutmensch", literalmente "buen hombre", es decir el sujeto de lo que en su acepción sustantivada se traduce en castellano como "buenismo", un concepto acuñado por el jefe de la propaganda nazi Joseph Goebbels en los años treinta, que fue desempolvado por el discurso "neocon" en Estados Unidos y Europa, donde es de uso corriente.
El jurado, en el que figura el ex secretario general de la CDU de Angela Merkel, Heiner Geissler, considera que ese término, "ataca el ideal ético de la buena persona de una forma mezquina" con el fin de, "difamar rutinariamente a quienes piensan diferente sin examinar sus argumentos, menospreciándolos como ingenuos".
Otras palabras que han sido examinadas este año fueron "Stresstest" ("prueba de esfuerzo"), la fraudulenta prueba que pretendió medir el estado de salud de las entidades bancarias, y también "Merkozy", aplicada a la igualmente frágil y engañosa alianza entre el presidente francés, Nikolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, en el manejo de la eurocrisis. Un concepto de Merkel, el de "democracia conforme con el mercado", también ha llamado la atención del jurado como ejemplo de, "relativización muy inadecuada del principio según el cual la democracia es una norma absoluta incompatible con cualquier conformidad".
El año pasado el término seleccionado fue "Wutbürger" ("ciudadano irritado") inspirado en la protesta de los vecinos de Stuttgart contra una faraónica nueva estación ferroviaria, que contribuyó a hacer caer un gobierno pero no el proyecto en sí.
En 2009 la palabra seleccionada fue "Abwrackprämie", el "subsidio de desguace", una de las medidas del gobierno para capear la caída de ventas de coches, mediante el subsidio a quien se deshiciera de su coche antiguo para hacerse con uno nuevo. También se mencionó la expresión "kriegsänhliche Zustände", algo así como "situación semejante a la de una guerra", acuñada por un ministro de defensa para describir la guerra de Afganistán, después de que la muerte de más de un centenar de civiles afganos en una sola acción militar desencadenada por el ejército alemán complicara el discurso oficial según el cual, la mencionada guerra es algo parecido a una campaña internacional de ayuda humanitaria.
Rafael Poch, La Vanguardia.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20120118/54245025335/alemania-examinada-criticamente-filologos-expertos.html
martes, 17 de enero de 2012
Indignados en EE.UU. conmemoran el nacimiento de Martin Luther King
El movimiento Ocupar Wall Street (OWS) realiza hoy en todo el país vigilias para conmemorar el nacimiento de Martin Luther King, cuyo sueño de igualdad racial y económica es enarbolada también por los llamados indignados.
En su portal web, integrantes de OWS llamaron a sus seguidores a reunirse e iluminar viviendas, centros de trabajo, plazas y lugares públicos este domingo a fin de compartir un mensaje de promoción de un mundo más equitativo.
Indicaron que en otras naciones se realizarán acciones similares a las previstas en Nueva York, Nueva Orleáns, y otras urbes estadounidenses, para recordar el aniversario 83 del natalicio del luchador social.
Nos uniremos para dar fuerza a un gran sueño global, que todos hemos soñado durante miles de años.
Cantaremos porque las canciones por la libertad son el alma de este movimiento; juntos haremos que el sueño de King sea realidad, indicaron en un comunicado.
En días recientes, los indignados volvieron a acaparar la atención mediática después que unos 300 integrantes de OWS en Nueva York retornaron al Parque Zuccotti, en el sur de Manhattan, el sitio donde iniciaron las protestas de los pacifistas. Prensa Latina, Fuente, http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=468225&Itemid=1
En su portal web, integrantes de OWS llamaron a sus seguidores a reunirse e iluminar viviendas, centros de trabajo, plazas y lugares públicos este domingo a fin de compartir un mensaje de promoción de un mundo más equitativo.
Indicaron que en otras naciones se realizarán acciones similares a las previstas en Nueva York, Nueva Orleáns, y otras urbes estadounidenses, para recordar el aniversario 83 del natalicio del luchador social.
Nos uniremos para dar fuerza a un gran sueño global, que todos hemos soñado durante miles de años.
Cantaremos porque las canciones por la libertad son el alma de este movimiento; juntos haremos que el sueño de King sea realidad, indicaron en un comunicado.
En días recientes, los indignados volvieron a acaparar la atención mediática después que unos 300 integrantes de OWS en Nueva York retornaron al Parque Zuccotti, en el sur de Manhattan, el sitio donde iniciaron las protestas de los pacifistas. Prensa Latina, Fuente, http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=468225&Itemid=1
Nadie entiende la deuda
En 2011, como en 2010, Estados Unidos experimentaba una recuperación técnica, pero seguía sufriendo un desempleo desastrosamente alto. Y a lo largo de la mayor parte de 2011, como en 2010, casi todas las conversaciones en Washington giraban en torno a otra cosa: el problema supuestamente urgente de reducir el déficit público.
Los países con Gobiernos estables y responsables han sido capaces de vivir con niveles de deuda elevados Este enfoque inapropiado dice mucho sobre nuestra cultura política, en concreto sobre lo desconectado que está el Congreso del sufrimiento de los estadounidenses de a pie. Pero también revela algo más: cuando la gente en Washington habla de déficits y deuda, la inmensa mayoría no tiene ni idea de lo que está hablando, y la gente que más habla es la que menos entiende.
Lo más evidente es quizá que los "expertos" económicos en los que confía gran parte del Congreso han estado totalmente equivocados una y otra vez sobre los efectos a corto plazo de los déficits públicos. La gente que obtiene sus análisis económicos de instituciones como la Fundación Heritage lleva esperando desde que el presidente Obama asumió el cargo a que el déficit público disparase los tipos de interés. El día menos pensado.
Y mientras ha estado esperando, esos tipos han descendido hasta mínimos históricos. Se podría pensar que esto llevaría a los políticos a cuestionar su elección de expertos (es decir, se podría pensar eso si no supiéramos nada sobre la política posmoderna no basada en hechos).
Pero Washington no se confunde solo en lo que respecta al corto plazo; también está confundido acerca del largo plazo. Porque aunque la deuda pueda ser un problema, la forma en que nuestros políticos y lumbreras piensan en la deuda es incorrecta y exagera el tamaño del problema.
Los que se preocupan por el déficit retratan un futuro en el que nos vemos empobrecidos por la necesidad de devolver el dinero que hemos tomado prestado. Ven a EE UU como una familia que pidió una hipoteca demasiado alta y que se ve en apuros para pagar las cuotas mensuales. Sin embargo, esta es una analogía realmente mala por lo menos en dos sentidos.
En primer lugar, las familias tienen que devolver su deuda. Los Gobiernos, no; todo lo que tienen que hacer es asegurarse de que la deuda aumenta más lentamente que su base imponible. La deuda de la II Guerra Mundial nunca se devolvió; sencillamente, se fue volviendo cada vez más irrelevante, a medida que la economía estadounidense crecía, y con ella, la renta sometida a tributación.
En segundo lugar, y esto es lo que nadie parece entender, una familia excesivamente endeudada debe dinero a otra persona; la deuda estadounidense es, en gran medida, dinero que nos debemos a nosotros mismos.
Esto era claramente cierto en el caso de la deuda en que incurrimos para ganar la Segunda Guerra Mundial. Los contribuyentes asumieron la responsabilidad de una deuda que era significativamente más elevada, como porcentaje del PIB, que la deuda actual; pero los titulares de esa deuda también eran los contribuyentes, como la gente que compraba bonos de ahorro. De modo que la deuda no hizo más pobre a los Estados Unidos de la posguerra. En concreto, la deuda no impidió que la generación de la posguerra experimentara el mayor aumento de la renta y el nivel de vida en la historia de nuestra nación.
Pero esta vez es diferente, ¿no? No tanto como creen.
Es verdad que ahora los extranjeros poseen grandes intereses en EE UU, entre ellos una buena cantidad de deuda pública. Pero cada dólar de participaciones extranjeras en Estados Unidos se ve igualado por 89 céntimos de participaciones estadounidenses en el extranjero. Y como los extranjeros tienden a hacer sus inversiones en Estados Unidos en activos seguros y de baja rentabilidad, EE UU gana en la práctica más por sus activos en el extranjero de lo que paga a los inversores extranjeros. Si se han hecho la idea de que es un país profundamente endeudado con los chinos, les han informado mal. Y tampoco estamos avanzando rápidamente en esa dirección.
Claro que el hecho de que la deuda federal no implique ni mucho menos que el futuro de Estados Unidos esté hipotecado no quiere decir que la deuda no sea perjudicial. Para pagar los intereses hay que recaudar impuestos, y no hay que ser un ideólogo de derechas para reconocer que los impuestos suponen algún coste para la economía, aunque solo sea porque apartan los recursos de las actividades productivas y los desvían hacia la elusión y la evasión de impuestos. Pero estos costes son mucho menos trágicos de lo que la analogía de la familia excesivamente endeudada podría dar a entender.
Y esa es la razón por la que los países con Gobiernos estables y responsables -o sea, Gobiernos que están dispuestos a elevar moderadamente los impuestos cuando la situación lo exige- han sido por regla general capaces de vivir con niveles de deuda mucho más elevados de lo que la opinión convencional nos induciría a pensar. Gran Bretaña, en concreto, ha tenido una deuda superior al 100% del PIB durante 81 de los últimos 170 años. Cuando Keynes escribía sobre la necesidad de gastar para salir de una depresión, Gran Bretaña estaba más endeudada que cualquier país desarrollado hoy en día, con la excepción de Japón.
Naturalmente, EE UU, con su movimiento conservador furibundamente antiimpuestos, podría no tener un Gobierno que sea responsable en ese sentido. Pero en ese caso, la culpa no es de la deuda, sino nuestra.
De modo que, sí, la deuda es importante. Pero en estos momentos hay cosas más importantes. Necesitamos más, no menos, gasto público para sacarnos de la trampa del desempleo. Y la terca y desinformada obsesión con la deuda se interpone en el camino.
Paul Krugman. Sin Permiso
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008.
Fuente, http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4655
Los países con Gobiernos estables y responsables han sido capaces de vivir con niveles de deuda elevados Este enfoque inapropiado dice mucho sobre nuestra cultura política, en concreto sobre lo desconectado que está el Congreso del sufrimiento de los estadounidenses de a pie. Pero también revela algo más: cuando la gente en Washington habla de déficits y deuda, la inmensa mayoría no tiene ni idea de lo que está hablando, y la gente que más habla es la que menos entiende.
Lo más evidente es quizá que los "expertos" económicos en los que confía gran parte del Congreso han estado totalmente equivocados una y otra vez sobre los efectos a corto plazo de los déficits públicos. La gente que obtiene sus análisis económicos de instituciones como la Fundación Heritage lleva esperando desde que el presidente Obama asumió el cargo a que el déficit público disparase los tipos de interés. El día menos pensado.
Y mientras ha estado esperando, esos tipos han descendido hasta mínimos históricos. Se podría pensar que esto llevaría a los políticos a cuestionar su elección de expertos (es decir, se podría pensar eso si no supiéramos nada sobre la política posmoderna no basada en hechos).
Pero Washington no se confunde solo en lo que respecta al corto plazo; también está confundido acerca del largo plazo. Porque aunque la deuda pueda ser un problema, la forma en que nuestros políticos y lumbreras piensan en la deuda es incorrecta y exagera el tamaño del problema.
Los que se preocupan por el déficit retratan un futuro en el que nos vemos empobrecidos por la necesidad de devolver el dinero que hemos tomado prestado. Ven a EE UU como una familia que pidió una hipoteca demasiado alta y que se ve en apuros para pagar las cuotas mensuales. Sin embargo, esta es una analogía realmente mala por lo menos en dos sentidos.
En primer lugar, las familias tienen que devolver su deuda. Los Gobiernos, no; todo lo que tienen que hacer es asegurarse de que la deuda aumenta más lentamente que su base imponible. La deuda de la II Guerra Mundial nunca se devolvió; sencillamente, se fue volviendo cada vez más irrelevante, a medida que la economía estadounidense crecía, y con ella, la renta sometida a tributación.
En segundo lugar, y esto es lo que nadie parece entender, una familia excesivamente endeudada debe dinero a otra persona; la deuda estadounidense es, en gran medida, dinero que nos debemos a nosotros mismos.
Esto era claramente cierto en el caso de la deuda en que incurrimos para ganar la Segunda Guerra Mundial. Los contribuyentes asumieron la responsabilidad de una deuda que era significativamente más elevada, como porcentaje del PIB, que la deuda actual; pero los titulares de esa deuda también eran los contribuyentes, como la gente que compraba bonos de ahorro. De modo que la deuda no hizo más pobre a los Estados Unidos de la posguerra. En concreto, la deuda no impidió que la generación de la posguerra experimentara el mayor aumento de la renta y el nivel de vida en la historia de nuestra nación.
Pero esta vez es diferente, ¿no? No tanto como creen.
Es verdad que ahora los extranjeros poseen grandes intereses en EE UU, entre ellos una buena cantidad de deuda pública. Pero cada dólar de participaciones extranjeras en Estados Unidos se ve igualado por 89 céntimos de participaciones estadounidenses en el extranjero. Y como los extranjeros tienden a hacer sus inversiones en Estados Unidos en activos seguros y de baja rentabilidad, EE UU gana en la práctica más por sus activos en el extranjero de lo que paga a los inversores extranjeros. Si se han hecho la idea de que es un país profundamente endeudado con los chinos, les han informado mal. Y tampoco estamos avanzando rápidamente en esa dirección.
Claro que el hecho de que la deuda federal no implique ni mucho menos que el futuro de Estados Unidos esté hipotecado no quiere decir que la deuda no sea perjudicial. Para pagar los intereses hay que recaudar impuestos, y no hay que ser un ideólogo de derechas para reconocer que los impuestos suponen algún coste para la economía, aunque solo sea porque apartan los recursos de las actividades productivas y los desvían hacia la elusión y la evasión de impuestos. Pero estos costes son mucho menos trágicos de lo que la analogía de la familia excesivamente endeudada podría dar a entender.
Y esa es la razón por la que los países con Gobiernos estables y responsables -o sea, Gobiernos que están dispuestos a elevar moderadamente los impuestos cuando la situación lo exige- han sido por regla general capaces de vivir con niveles de deuda mucho más elevados de lo que la opinión convencional nos induciría a pensar. Gran Bretaña, en concreto, ha tenido una deuda superior al 100% del PIB durante 81 de los últimos 170 años. Cuando Keynes escribía sobre la necesidad de gastar para salir de una depresión, Gran Bretaña estaba más endeudada que cualquier país desarrollado hoy en día, con la excepción de Japón.
Naturalmente, EE UU, con su movimiento conservador furibundamente antiimpuestos, podría no tener un Gobierno que sea responsable en ese sentido. Pero en ese caso, la culpa no es de la deuda, sino nuestra.
De modo que, sí, la deuda es importante. Pero en estos momentos hay cosas más importantes. Necesitamos más, no menos, gasto público para sacarnos de la trampa del desempleo. Y la terca y desinformada obsesión con la deuda se interpone en el camino.
Paul Krugman. Sin Permiso
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008.
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lunes, 16 de enero de 2012
Entrevista a Eduard Rodríguez Farré sobre las declaraciones de Boi Ruiz, consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña.
“Desde principios del siglo XX la salud es un bien público que atañe a la sociedad en su conjunto; en absoluto es un bien estrictamente privado”
Eduard Rodríguez Farré es Doctor en medicina, farmacólogo y radiobiólogo, y profesor de fisiología y farmacología en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (CSIC). Actualmente es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERSP) del IDCIII. Autor de numerosas publicaciones internacionales sobre toxicidad de contaminantes ambientales, energía nuclear y salud en revistas científicas de primer nivel, es miembro del Comité Científico de la UE sobre nuevos riesgos para la salud.
Su próxima publicación lleva por título Ciencia en el ágora, El Viejo Topo, Mataró (Barcelona) [en prensa].
Me gustaría preguntarte sobre las declaraciones del consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña a la Agencia EFE (octubre de 2011), criticadas incluso por Amnistía Internacional, y de la filosofía que a ellas subyace. Permíteme empezar por una de sus afirmaciones centrales: "La salud es un bien privado que depende de uno mismo y no del Estado". ¿La salud es un bien privado que depende exclusivamente de cada ciudadano?
Desde principios del siglo XX -con diversos precedentes en otros momentos históricos- se considera que la salud es un bien público que incumbe a la sociedad en su conjunto; en absoluto es un bien estrictamente privado. Conviene recordar que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad, sino -de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosas instancias y organismos similares- un estado fisiológico, psicológico y social adecuado al correcto desarrollo de las personas. De ahí deriva el concepto de Salud Pública que engloba todos los determinantes implicados en la salud.
Algunos ejemplos de esos determinantes
Las condiciones de vida, la salubridad del medio, el control de infecciones, la calidad de los alimentos, la vacunación, la higiene, la potabilidad del agua, la erradicación de la malaria, del tifus, de las fiebres de malta y muchas otras enfermedades, las reglamentaciones laborales, la creación de una red pública de atención primaria y hospitalaria (que en España ha llegado a ser de alta calidad), etc., etc., etc. Muchos, muchísimos más podrían citarse.
Determinantes, respecto a los cuales un individuo aislado, por si mismo, poco puede hacer.
Prácticamente nada. Estamos hablando de condiciones sociales y ambientales. Ello no quiere decir, claro está, que las formas de vida de cada sujeto no tengan influencia en su estado de salud.
Pero si me permites hay personas con vidas poco saludables que gozan de buena salud y otras en cambio de vidas más “adecuadas” que enferman más fácilmente
Aunque el criterio de “vida saludable” no deja de tener unos componentes que dependen o son funcionales a cada cultura, conviene insistir en el ya muy antiguo concepto de que el enfermar es la resultante de muchos factores. Entre ellos, la constitución biológica de cada individuo. De esta forma, para algunos individuos su “vida disipada” tiene efectos sobre su salud muy diferentes a los que ocasiona en otras personas. Esto que señalo es claramente observable, por ejemplo, entre los fumadores. Algunos, a los 90 años, se encuentran bastante bien de salud y otros, en cambio, a los 50 padecen cáncer de pulmón. Ahora bien, lo que es indiscutible desde la perspectiva de la salud pública -¡este punto es muy importante!- es que el conjunto de fumadores de una determinada población padece con mayor frecuencia una serie de patologías que los no fumadores y, además, también fallecen antes. Es el concepto poblacional frente al estrictamente individual.
¿La salud no depende en ninguna medida del Estado como afirmó el consejero de Salud en estas declaraciones?
Depende obviamente del tipo de Estado. Si nos remontamos al feudalismo, a las monarquías medievales, a los Estados capitalistas puros, la respuesta es que no, que la salud no depende de esos Estados. ¡Que cada individuo se las apañe como pueda y, si no puede, pues peor para él! Ahora bien, si consideramos los Estados llamados del bienestar, el Estado organiza —en mayor o menor medida— la atención sanitaria y la salud pública con el dinero que cotizan los contribuyentes. También ha ocurrido –y ocurre- en países de tradición socialista.
No olvidemos, por otra parte, que la investigación en medicina y salud es posible gracias a recursos públicos dirigidos a estos fines. Sin esta investigación, muchos éxitos que se han conseguido –y que benefician a todos, a toda la ciudadanía sin exclusiones de ningún tipo- no se hubieran alcanzado. Este es otro punto más de la importancia de lo público.
Distingues entre atención sanitaria y salud pública. De esta ya has hablado antes; cuando hablas de atención sanitaria, ¿a que te estás refiriendo concretamente?
Atención sanitaria es el conjunto de centros a los que el ciudadano puede acudir cuando tiene un problema de salud (CAPS, hospitales, etc)
Desde el punto de vista del señor Boi Ruiz, el usuario –ese es el término elegido por el consejero de Salud, no por el consejero de Comercio ni de Industria- “debe tener la responsabilidad moral de que cuando no trata bien a su salud la tenemos que pagar entre todos". ¿Qué crees que intenta decir el conseller con una afirmación de este tipo? ¿Qué puede significar tener la responsabilidad moral de tratar bien nuestra salud?
¿Responsabilidad moral? ¿Qué quiere decir con eso? Mezclar moral con salud, ¿eso cómo se come?
Tal vez de la forma siguiente: si tú llevas una vida, digamos, imprudente, es muy probable que enfermes. Con ello te verás obligado a usar la atención sanitaria pública, a gastar recursos que entre todos hemos financiado. De esta forma tú eres responsable moralmente, por tus elecciones vitales, del gasto que la sociedad se ve obligada a realizar por tu mala e irresponsable cabeza.
Si me pongo en una perspectiva economicista, que no es la mía desde luego, te diría que un fumador paga en impuestos (el coste de cada cajetilla los lleva incorporados en impresionante cantidad), a lo largo de su vida, una enorme cifra que se ingresa en las arcas del Estado…
Constato que no eres fumador.
Puedes hacerlo si quieres, pero tanto daría que lo fuera para lo que estoy argumentando. Como decía: los impuestos pagados por el individuo fumador, a partir de cierta edad, compensan bastante los costos del tratamiento de sus afecciones. Lo mismo puede aplicarse a las personas que ingieren bebidas alcohólicas.
Pero desde una óptica social y de salud bien considerada, no podemos imaginar que todos los ciudadanos —que no usuarios o consumidores— deban seguir unas normas de vida estrictamente normalizadas según unos criterios dictados por los responsables políticos de salud y que sean, además, de obligado cumplimiento para poder ser atendidos, si es el caso, por el sistema sanitario. Orwell y su 1984 empieza a ser superado en control social. ¡Qué sociedad puede tener in mente el Sr Boi Ruiz cuando efectúa una afirmación de estas características!
Por otra parte, según el consejero catalán, no hay un derecho a la salud. Te recuerdo innecesariamente, ya lo sé, los apartados del artículo 43 de la Constitución española
¿La de la II República?
No, la de 1978. Los apartados: “1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud. 2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto. 3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio”. El artículo está en el capítulo III –“De los principios rectores de la política social y económica”-, no en la sección II del texto constitucional –“De los derechos y deberes de los ciudadanos”-, pero parece clara la referencia a las competencias de los poderes públicos. ¿Los ciudadanos españoles no tienen derecho a una asistencia sanitaria pública y de calidad?
Estos derechos a las que haces referencia están también recogidos en el Estatuto de Cataluña. Quizá el Sr. Boi Ruiz no lo haya leído. Se mire como se quiera mirar, la constitución española y las normas estatuarias amparan el derecho a la salud de todos los ciudadanos. Tal vez el consejero haya pretendido hacer alguna declaración no constitucional dentro de su esquema de privatización del sistema de salud.
Déjame insistir sobre este nudo. Si no he entendido mal, a veces no es fácil, la razón alegada por el señor Boi Ruiz para justificar que la salud no es un derecho es la siguiente: la salud “depende del código genético que tenga la persona, de sus antecedentes familiares y de sus hábitos". ¿De eso depende la salud de los ciudadanos? ¿Nuestra salud cuelga exclusivamente de esos nudos?
Los trastornos genéticos constituyen una ínfima parte de la morbilidad observada (alrededor del 1%)… Morbilidad… ¿Puedes precisar el concepto?
Se entiende por morbilidad la cantidad de personas que enferman en un espacio y tiempo determinados, de ahí que se hable en ocasiones de la tasa de morbilidad. Es un dato de gran importancia para poder comprender la evolución, los avances o retrocesos, de una determinada enfermedad, al igual que las razones de su irrupción y las posibles soluciones.
Continúa si te parece. Hablábamos de trastornos genéticos.
Existen predisposiciones genéticas a determinadas patologías, pero ello representa sólo un porcentaje determinado para su manifestación, la cual depende de numerosos factores en relación con el medio y las condiciones de vida. Esto quiere decir que no es inexorable la manifestación del trastorno por la carga genética. Se puede concluir por lo que estamos hablando que el Sr. Boi Ruiz —al menos según sus declaraciones a la agencia EFE— no está muy al día de los conceptos actuales sobre la salud y el enfermar.
Te lo he oído a ti y a Joan Benach más de una vez: la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste desde hace décadas en la estrecha relación que existe entre el estado de salud de una población y el sistema de salud que la atiende. Para la OMS, “el derecho a la salud obliga a los Estados a generar las condiciones en las cuales todos los ciudadanos puedan vivir lo más saludablemente posible”. ¿Está errada la OMS cuando habla de derecho a la salud en contraposición a las declaraciones que comentamos del consejero de salud?
No, no lo está, en absoluto. Lo que señalas refleja con precisión los conceptos actuales a que antes aludía sobre los determinantes de salud y de enfermar que, por lo que parece, no son las categorías que usa todo un consejero de salud.
Por lo demás, aunque fuera el caso, aunque la salud dependiese del código genético, de los antecedentes familiares y de los hábitos de cada uno de nosotros, ¿se infiere de ello que las instituciones públicas tienen que jugar un papel secundario, acaso marginal, en temas de salud?
Tampoco, en absoluto. De lo primero, de esa suposición que formulas y que no debemos admitir, no se infiere lo segundo. El criterio del Sr. Ruiz es estrictamente político, neoliberal, no tiene ninguna base científica. Los conocimientos científicos no justifican sus consideraciones, de ninguna de las maneras.
Por otra parte, el conseller señaló en sus declaraciones que en toda Cataluña hay unas 1.300 citas diarias de pacientes que no asisten a la consulta. Desconozco la validez de la cifra, ni qué citas están incluidas en ese número, pero ¿te parece especialmente significativa? Según el conseller -o según alguno de sus asesores- cada año se pierden unas 330 mil visitas de médicos especialistas, un derroche de recursos, en su opinión, “que tiene un coste anual de más de 10 millones de euros". ¿Qué te dice tu ojo clínico de esas cifras?
Desconozco yo también la bondad de estas cifras, que desde luego habría que estudiar y, si son correctas, intentar corregir. Pero ello no justifica, aunque él pretenda hacernos creer lo contrario, penalizar la atención a la inmensa mayoría de pacientes y, menos aún, adoptar medidas privatizadoras. Diga lo que diga el Sr. Ruiz la ciudadanía —que no usuarios— en su conjunto no es un grupo de seres irresponsables que gastan los recursos públicos sin miramientos. Todo eso es humo, una máscara que quiere encubrir una determinada política cuya orientación ya hemos comentado.
En esas mismas declaraciones, el señor Boi Ruiz sostuvo también que el sistema tiene unos recursos inferiores a los que se necesitarían. Ello comporta, en su opinión, una política de racionalización. ¿Por qué el sistema tiene unos recursos inferiores a los que se necesitarían? ¿Es inevitable la situación, es acaso alguna ley desconocida de la evolución social?
No es inevitable ni es ninguna ley social desconocida. Nada de eso. Por un lado, los recursos asignados al sistema de salud son inferiores —en términos de porcentaje del PIB— a los requeridos si los analizamos comparativamente, si pensamos en lo que ocurre en otros países de nuestro entorno incluso en estos momentos.
Por otra parte, una racionalización del gasto —que no implica en absoluto una privatización—, sin mermar la asistencia, no es algo a lo que los defensores de la sanidad pública nos opongamos. Al contrario, se llevan años insistiendo en ello, en especial en el uso excesivo de tecnologías y medicaciones no justificadas.
Déjame insistir en esto último. Esta política de racionalización a la que alude el consejero de Salud, ¿justifica en tu opinión la política sanitaria que está realizando “el gobierno de los mejores” de Mas y Mas-Colell, los recortes de casi 1.000 millones de euros, el 10% del presupuesto, que han obligado a cerrar, entre otros servicios públicos, ambulatorios y servicios hospitalarios?
No. La política que defienden no tiene nada que ver con la racionalización a la que aludía anteriormente, nada. Racionalizar, ser o actuar responsablemente, con prudencia, con justicia, es cosa muy distinta. Y permíteme una pregunta, ¿por qué hay que recortar inexorablemente en sanidad cuando apenas se hace nada contra el fraude fiscal de las grandes fortunas, de las grandes empresas, y se aprueban por otra parte mega-ayudas a la banca, leyes de sucesiones que favorecen a sectores muy privilegiados? Puestos a racionalizar, ¿no habría que racionalizar estas políticas? ¿De qué racionalización se está hablando realmente?
El lector ya está en condiciones de responder a la pregunta que formulas en mi opinión. Por otra parte, el Sr. Boi Ruiz se ha quejado también que se está usando la sanidad para hacer política: no se hace política sanitaria sino política con la sanidad. Suenan a antiguas, a muy antiguas estas consideraciones, y parece como si él no hiciera precisamente política con la salud. ¿Crees que las protestas ciudadanas y de los trabajadores sanitarios se ubican en esa casilla: “hacer política”?
Esto, si me apuras, es casi inadmisible, una infame forma de maleducar a la opinión pública. Es lucha político-cultural en estado puro abonada por alguien que acusa a los demás de hacer política.
¡Pues claro que es hacer política! ¿Cómo si no? Todo o casi todo es política, todo tiene que ver con la forma en que pensamos que es mejor organizar las necesidades y el espacio públicos. ¿Los médicos, los enfermeros, los trabajadores sanitarios hacen política cuando protestan por sus planes de recortes y privatizaciones? Pues claro, ¿qué pueden hacer si no? Responden políticamente a las agresiones políticas de su consejería. ¿No pretenderá el señor Boi Ruiz que nos traguemos el cuento de que los demás hacen o hacemos política y él, en cambio, sólo hace lo que es más razonable, sin partidismo alguno, para atender el bien público, una entidad por cierto en la que no acaba de creer en demasía dada su obvia y no ocultada cosmovisión neoliberal?
El conseller de salud es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona –en 2008, con una tesis sobre gestión sanitaria, no de investigación médica- y diplomado en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Alta Dirección y Administración de Barcelona. Acumula mucha experiencia en estos ámbitos. De hecho, no sé si aún lo sigue siendo, es el presidente de la Unión Catalana de Hospitales, entidad de la cual fue director general, de la Fundación Unión y también ha sido director de la consultora del sector salud Know-How Advisers. Este currículo de gestor y de ejecutivo la empresa privada, ¿puede influir en su política sanitaria? Más claramente, ¿crees que Ruiz García es un defensor de la sanidad pública?
No lo creo, lo pienso. El Sr. Boi Ruiz es, sin lugar a dudas, un defensor de la sanidad privada. Basta con atenerse a sus declaraciones por no hablar de sus decisiones y acciones. Es evidente. Ahora bien, quien lo nombró como consejero sabía bien a quien elegía. Su política no es una política personal, no es “la política del señor Boi Suárez”, es la política del presidente de la Generalidad y del gobierno que él preside en su conjunto.
Creo que tú mismo me has comentado que una de sus primeras decisiones fue la supresión de la dirección general de salud pública. ¿Es el caso?
Es el caso. ¡Qué puede importar la sanidad pública… cuando se promueve la privada! Esa es la razón de la supresión de esa dirección general. Es de libro, de manual de introducción básica.
Carlos Jiménez Villarejo, persona sensata y prudente donde las haya, ha escrito recientemente: “La durísima política contra la sanidad pública del Gobierno de CiU está vaciando el contenido, que creíamos intangible, del Estado social, lesionando derechos fundamentales de la persona, el de la asistencia sanitaria, y tratando a los pacientes y a los profesionales sanitarios como si de una mercancía se tratara en una economía de mercado a la que se subordinan los derechos de las personas”. ¿Ha exagerado esta vez el ex fiscal anticorrupción? Según su punto de vista, el Gobierno de CiU ataca frontalmente el desiderátum del preámbulo constitucional -"asegurar a todos una digna calidad de vida"- y vulnera de forma reiterada los derechos a la salud proclamados en los artículos 43 de la Constitución –antes hacíamos referencia a ellos- y el 23 del Estatuto. En su opinión, los derechos sociales pueden y deben entenderse como irreversibles. En tal medida, “cualquier actuación, por acción u omisión, de los poderes públicos que limite gravemente su satisfacción está afectando al derecho básico a la dignidad humana”. Por ello, añade el ex fiscal, “el incumplimiento de los poderes públicos de su deber de prestación en la sanidad puede entenderse como una forma de discriminación, conducta constitucionalmente prohibida. Exigencias manifiestamente incumplidas por el Gobierno de Cataluña”. ¿Crees tu también que estamos en este punto?
Sin lugar a dudas. No podría estar mejor expresado. No tengo nada que añadir que mejore lo argumentado y denunciado por Carlos Jiménez Villarejo, una persona que merece mi máxima consideración.
Brevemente si no te importa. Tomo pie en artículos de Andreu Mayayo y Jorge Calero. Si la salud depende de cada uno y no del Estado, ¿qué hace un hombre como Boi Ruiz en un lugar como el que desempeña?
Pues aplicar las políticas de CiU y de su presidente. No hay aquí ninguna inconsistencia.
Calero habla no de recortes sino de desmantelamiento programado de la sanidad pública. Quien siga pensando que el sector público siga protegiendo la salud ya puede olvidarse; estamos ante el recetario neoliberal en estado puro: todo en manos del mercado regido por intereses privados; los pacientes que se busquen la vida. ¿Podemos estar ya ahí?
Se va a ello aceleradamente. ¿Cuántos ciudadanos estamos dispuestos a oponernos?
La última. El consejero de economía, el señor Mas-Colell, un antiguo cuadro del PSUC en su etapa universitaria, inauguró el curso académico del Círculo de Economía haciendo un llamamiento a los empresarios a que ocuparan el espacio que los recortes están dejando en el espacio público. Ni más ni menos. El Sr. Boi Ruiz, en la misma línea, como no podía ser menos, ha hecho también un llamamiento para la contratación de seguros en las mutuas privadas. La patronal Cecot…
No tengo el disgusto de conocerles.
Es una patronal multisectorial que, como ellos mismos anuncian, “promueven y defienden los intereses de las empresas catalanas”. Esta patronal, decía, ha sabido corresponder al consejero: le ha concedido el galardón “Mejores prácticas de la Administración Pública”
¡Mejores prácticas de la Administración Pública! ¡Qué barbaridad!
Es un premio que el Sr. Boi Ruiz ha recogido de manos del presidente Artur Mas. ¿Todo cuadra, el círculo se cierra?
Me parece evidente. Están aplicando su programa, su duro programa neoliberal, mientras los sectores sociales que tan bien representan jalean sus oídos y llenan sus vanidades, a pesar de que durante la campaña electoral para las elecciones autonómicas catalanas de noviembre de 2010 no hicieron referencias directas ni a recortes ni a privatizaciones. ¿Cuándo tardará la ciudadanía en darse cuenta? (SLA, El viejo Topo)
Eduard Rodríguez Farré es Doctor en medicina, farmacólogo y radiobiólogo, y profesor de fisiología y farmacología en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (CSIC). Actualmente es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERSP) del IDCIII. Autor de numerosas publicaciones internacionales sobre toxicidad de contaminantes ambientales, energía nuclear y salud en revistas científicas de primer nivel, es miembro del Comité Científico de la UE sobre nuevos riesgos para la salud.
Su próxima publicación lleva por título Ciencia en el ágora, El Viejo Topo, Mataró (Barcelona) [en prensa].
Me gustaría preguntarte sobre las declaraciones del consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña a la Agencia EFE (octubre de 2011), criticadas incluso por Amnistía Internacional, y de la filosofía que a ellas subyace. Permíteme empezar por una de sus afirmaciones centrales: "La salud es un bien privado que depende de uno mismo y no del Estado". ¿La salud es un bien privado que depende exclusivamente de cada ciudadano?
Desde principios del siglo XX -con diversos precedentes en otros momentos históricos- se considera que la salud es un bien público que incumbe a la sociedad en su conjunto; en absoluto es un bien estrictamente privado. Conviene recordar que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad, sino -de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosas instancias y organismos similares- un estado fisiológico, psicológico y social adecuado al correcto desarrollo de las personas. De ahí deriva el concepto de Salud Pública que engloba todos los determinantes implicados en la salud.
Algunos ejemplos de esos determinantes
Las condiciones de vida, la salubridad del medio, el control de infecciones, la calidad de los alimentos, la vacunación, la higiene, la potabilidad del agua, la erradicación de la malaria, del tifus, de las fiebres de malta y muchas otras enfermedades, las reglamentaciones laborales, la creación de una red pública de atención primaria y hospitalaria (que en España ha llegado a ser de alta calidad), etc., etc., etc. Muchos, muchísimos más podrían citarse.
Determinantes, respecto a los cuales un individuo aislado, por si mismo, poco puede hacer.
Prácticamente nada. Estamos hablando de condiciones sociales y ambientales. Ello no quiere decir, claro está, que las formas de vida de cada sujeto no tengan influencia en su estado de salud.
Pero si me permites hay personas con vidas poco saludables que gozan de buena salud y otras en cambio de vidas más “adecuadas” que enferman más fácilmente
Aunque el criterio de “vida saludable” no deja de tener unos componentes que dependen o son funcionales a cada cultura, conviene insistir en el ya muy antiguo concepto de que el enfermar es la resultante de muchos factores. Entre ellos, la constitución biológica de cada individuo. De esta forma, para algunos individuos su “vida disipada” tiene efectos sobre su salud muy diferentes a los que ocasiona en otras personas. Esto que señalo es claramente observable, por ejemplo, entre los fumadores. Algunos, a los 90 años, se encuentran bastante bien de salud y otros, en cambio, a los 50 padecen cáncer de pulmón. Ahora bien, lo que es indiscutible desde la perspectiva de la salud pública -¡este punto es muy importante!- es que el conjunto de fumadores de una determinada población padece con mayor frecuencia una serie de patologías que los no fumadores y, además, también fallecen antes. Es el concepto poblacional frente al estrictamente individual.
¿La salud no depende en ninguna medida del Estado como afirmó el consejero de Salud en estas declaraciones?
Depende obviamente del tipo de Estado. Si nos remontamos al feudalismo, a las monarquías medievales, a los Estados capitalistas puros, la respuesta es que no, que la salud no depende de esos Estados. ¡Que cada individuo se las apañe como pueda y, si no puede, pues peor para él! Ahora bien, si consideramos los Estados llamados del bienestar, el Estado organiza —en mayor o menor medida— la atención sanitaria y la salud pública con el dinero que cotizan los contribuyentes. También ha ocurrido –y ocurre- en países de tradición socialista.
No olvidemos, por otra parte, que la investigación en medicina y salud es posible gracias a recursos públicos dirigidos a estos fines. Sin esta investigación, muchos éxitos que se han conseguido –y que benefician a todos, a toda la ciudadanía sin exclusiones de ningún tipo- no se hubieran alcanzado. Este es otro punto más de la importancia de lo público.
Distingues entre atención sanitaria y salud pública. De esta ya has hablado antes; cuando hablas de atención sanitaria, ¿a que te estás refiriendo concretamente?
Atención sanitaria es el conjunto de centros a los que el ciudadano puede acudir cuando tiene un problema de salud (CAPS, hospitales, etc)
Desde el punto de vista del señor Boi Ruiz, el usuario –ese es el término elegido por el consejero de Salud, no por el consejero de Comercio ni de Industria- “debe tener la responsabilidad moral de que cuando no trata bien a su salud la tenemos que pagar entre todos". ¿Qué crees que intenta decir el conseller con una afirmación de este tipo? ¿Qué puede significar tener la responsabilidad moral de tratar bien nuestra salud?
¿Responsabilidad moral? ¿Qué quiere decir con eso? Mezclar moral con salud, ¿eso cómo se come?
Tal vez de la forma siguiente: si tú llevas una vida, digamos, imprudente, es muy probable que enfermes. Con ello te verás obligado a usar la atención sanitaria pública, a gastar recursos que entre todos hemos financiado. De esta forma tú eres responsable moralmente, por tus elecciones vitales, del gasto que la sociedad se ve obligada a realizar por tu mala e irresponsable cabeza.
Si me pongo en una perspectiva economicista, que no es la mía desde luego, te diría que un fumador paga en impuestos (el coste de cada cajetilla los lleva incorporados en impresionante cantidad), a lo largo de su vida, una enorme cifra que se ingresa en las arcas del Estado…
Constato que no eres fumador.
Puedes hacerlo si quieres, pero tanto daría que lo fuera para lo que estoy argumentando. Como decía: los impuestos pagados por el individuo fumador, a partir de cierta edad, compensan bastante los costos del tratamiento de sus afecciones. Lo mismo puede aplicarse a las personas que ingieren bebidas alcohólicas.
Pero desde una óptica social y de salud bien considerada, no podemos imaginar que todos los ciudadanos —que no usuarios o consumidores— deban seguir unas normas de vida estrictamente normalizadas según unos criterios dictados por los responsables políticos de salud y que sean, además, de obligado cumplimiento para poder ser atendidos, si es el caso, por el sistema sanitario. Orwell y su 1984 empieza a ser superado en control social. ¡Qué sociedad puede tener in mente el Sr Boi Ruiz cuando efectúa una afirmación de estas características!
Por otra parte, según el consejero catalán, no hay un derecho a la salud. Te recuerdo innecesariamente, ya lo sé, los apartados del artículo 43 de la Constitución española
¿La de la II República?
No, la de 1978. Los apartados: “1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud. 2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto. 3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio”. El artículo está en el capítulo III –“De los principios rectores de la política social y económica”-, no en la sección II del texto constitucional –“De los derechos y deberes de los ciudadanos”-, pero parece clara la referencia a las competencias de los poderes públicos. ¿Los ciudadanos españoles no tienen derecho a una asistencia sanitaria pública y de calidad?
Estos derechos a las que haces referencia están también recogidos en el Estatuto de Cataluña. Quizá el Sr. Boi Ruiz no lo haya leído. Se mire como se quiera mirar, la constitución española y las normas estatuarias amparan el derecho a la salud de todos los ciudadanos. Tal vez el consejero haya pretendido hacer alguna declaración no constitucional dentro de su esquema de privatización del sistema de salud.
Déjame insistir sobre este nudo. Si no he entendido mal, a veces no es fácil, la razón alegada por el señor Boi Ruiz para justificar que la salud no es un derecho es la siguiente: la salud “depende del código genético que tenga la persona, de sus antecedentes familiares y de sus hábitos". ¿De eso depende la salud de los ciudadanos? ¿Nuestra salud cuelga exclusivamente de esos nudos?
Los trastornos genéticos constituyen una ínfima parte de la morbilidad observada (alrededor del 1%)… Morbilidad… ¿Puedes precisar el concepto?
Se entiende por morbilidad la cantidad de personas que enferman en un espacio y tiempo determinados, de ahí que se hable en ocasiones de la tasa de morbilidad. Es un dato de gran importancia para poder comprender la evolución, los avances o retrocesos, de una determinada enfermedad, al igual que las razones de su irrupción y las posibles soluciones.
Continúa si te parece. Hablábamos de trastornos genéticos.
Existen predisposiciones genéticas a determinadas patologías, pero ello representa sólo un porcentaje determinado para su manifestación, la cual depende de numerosos factores en relación con el medio y las condiciones de vida. Esto quiere decir que no es inexorable la manifestación del trastorno por la carga genética. Se puede concluir por lo que estamos hablando que el Sr. Boi Ruiz —al menos según sus declaraciones a la agencia EFE— no está muy al día de los conceptos actuales sobre la salud y el enfermar.
Te lo he oído a ti y a Joan Benach más de una vez: la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste desde hace décadas en la estrecha relación que existe entre el estado de salud de una población y el sistema de salud que la atiende. Para la OMS, “el derecho a la salud obliga a los Estados a generar las condiciones en las cuales todos los ciudadanos puedan vivir lo más saludablemente posible”. ¿Está errada la OMS cuando habla de derecho a la salud en contraposición a las declaraciones que comentamos del consejero de salud?
No, no lo está, en absoluto. Lo que señalas refleja con precisión los conceptos actuales a que antes aludía sobre los determinantes de salud y de enfermar que, por lo que parece, no son las categorías que usa todo un consejero de salud.
Por lo demás, aunque fuera el caso, aunque la salud dependiese del código genético, de los antecedentes familiares y de los hábitos de cada uno de nosotros, ¿se infiere de ello que las instituciones públicas tienen que jugar un papel secundario, acaso marginal, en temas de salud?
Tampoco, en absoluto. De lo primero, de esa suposición que formulas y que no debemos admitir, no se infiere lo segundo. El criterio del Sr. Ruiz es estrictamente político, neoliberal, no tiene ninguna base científica. Los conocimientos científicos no justifican sus consideraciones, de ninguna de las maneras.
Por otra parte, el conseller señaló en sus declaraciones que en toda Cataluña hay unas 1.300 citas diarias de pacientes que no asisten a la consulta. Desconozco la validez de la cifra, ni qué citas están incluidas en ese número, pero ¿te parece especialmente significativa? Según el conseller -o según alguno de sus asesores- cada año se pierden unas 330 mil visitas de médicos especialistas, un derroche de recursos, en su opinión, “que tiene un coste anual de más de 10 millones de euros". ¿Qué te dice tu ojo clínico de esas cifras?
Desconozco yo también la bondad de estas cifras, que desde luego habría que estudiar y, si son correctas, intentar corregir. Pero ello no justifica, aunque él pretenda hacernos creer lo contrario, penalizar la atención a la inmensa mayoría de pacientes y, menos aún, adoptar medidas privatizadoras. Diga lo que diga el Sr. Ruiz la ciudadanía —que no usuarios— en su conjunto no es un grupo de seres irresponsables que gastan los recursos públicos sin miramientos. Todo eso es humo, una máscara que quiere encubrir una determinada política cuya orientación ya hemos comentado.
En esas mismas declaraciones, el señor Boi Ruiz sostuvo también que el sistema tiene unos recursos inferiores a los que se necesitarían. Ello comporta, en su opinión, una política de racionalización. ¿Por qué el sistema tiene unos recursos inferiores a los que se necesitarían? ¿Es inevitable la situación, es acaso alguna ley desconocida de la evolución social?
No es inevitable ni es ninguna ley social desconocida. Nada de eso. Por un lado, los recursos asignados al sistema de salud son inferiores —en términos de porcentaje del PIB— a los requeridos si los analizamos comparativamente, si pensamos en lo que ocurre en otros países de nuestro entorno incluso en estos momentos.
Por otra parte, una racionalización del gasto —que no implica en absoluto una privatización—, sin mermar la asistencia, no es algo a lo que los defensores de la sanidad pública nos opongamos. Al contrario, se llevan años insistiendo en ello, en especial en el uso excesivo de tecnologías y medicaciones no justificadas.
Déjame insistir en esto último. Esta política de racionalización a la que alude el consejero de Salud, ¿justifica en tu opinión la política sanitaria que está realizando “el gobierno de los mejores” de Mas y Mas-Colell, los recortes de casi 1.000 millones de euros, el 10% del presupuesto, que han obligado a cerrar, entre otros servicios públicos, ambulatorios y servicios hospitalarios?
No. La política que defienden no tiene nada que ver con la racionalización a la que aludía anteriormente, nada. Racionalizar, ser o actuar responsablemente, con prudencia, con justicia, es cosa muy distinta. Y permíteme una pregunta, ¿por qué hay que recortar inexorablemente en sanidad cuando apenas se hace nada contra el fraude fiscal de las grandes fortunas, de las grandes empresas, y se aprueban por otra parte mega-ayudas a la banca, leyes de sucesiones que favorecen a sectores muy privilegiados? Puestos a racionalizar, ¿no habría que racionalizar estas políticas? ¿De qué racionalización se está hablando realmente?
El lector ya está en condiciones de responder a la pregunta que formulas en mi opinión. Por otra parte, el Sr. Boi Ruiz se ha quejado también que se está usando la sanidad para hacer política: no se hace política sanitaria sino política con la sanidad. Suenan a antiguas, a muy antiguas estas consideraciones, y parece como si él no hiciera precisamente política con la salud. ¿Crees que las protestas ciudadanas y de los trabajadores sanitarios se ubican en esa casilla: “hacer política”?
Esto, si me apuras, es casi inadmisible, una infame forma de maleducar a la opinión pública. Es lucha político-cultural en estado puro abonada por alguien que acusa a los demás de hacer política.
¡Pues claro que es hacer política! ¿Cómo si no? Todo o casi todo es política, todo tiene que ver con la forma en que pensamos que es mejor organizar las necesidades y el espacio públicos. ¿Los médicos, los enfermeros, los trabajadores sanitarios hacen política cuando protestan por sus planes de recortes y privatizaciones? Pues claro, ¿qué pueden hacer si no? Responden políticamente a las agresiones políticas de su consejería. ¿No pretenderá el señor Boi Ruiz que nos traguemos el cuento de que los demás hacen o hacemos política y él, en cambio, sólo hace lo que es más razonable, sin partidismo alguno, para atender el bien público, una entidad por cierto en la que no acaba de creer en demasía dada su obvia y no ocultada cosmovisión neoliberal?
El conseller de salud es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona –en 2008, con una tesis sobre gestión sanitaria, no de investigación médica- y diplomado en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Alta Dirección y Administración de Barcelona. Acumula mucha experiencia en estos ámbitos. De hecho, no sé si aún lo sigue siendo, es el presidente de la Unión Catalana de Hospitales, entidad de la cual fue director general, de la Fundación Unión y también ha sido director de la consultora del sector salud Know-How Advisers. Este currículo de gestor y de ejecutivo la empresa privada, ¿puede influir en su política sanitaria? Más claramente, ¿crees que Ruiz García es un defensor de la sanidad pública?
No lo creo, lo pienso. El Sr. Boi Ruiz es, sin lugar a dudas, un defensor de la sanidad privada. Basta con atenerse a sus declaraciones por no hablar de sus decisiones y acciones. Es evidente. Ahora bien, quien lo nombró como consejero sabía bien a quien elegía. Su política no es una política personal, no es “la política del señor Boi Suárez”, es la política del presidente de la Generalidad y del gobierno que él preside en su conjunto.
Creo que tú mismo me has comentado que una de sus primeras decisiones fue la supresión de la dirección general de salud pública. ¿Es el caso?
Es el caso. ¡Qué puede importar la sanidad pública… cuando se promueve la privada! Esa es la razón de la supresión de esa dirección general. Es de libro, de manual de introducción básica.
Carlos Jiménez Villarejo, persona sensata y prudente donde las haya, ha escrito recientemente: “La durísima política contra la sanidad pública del Gobierno de CiU está vaciando el contenido, que creíamos intangible, del Estado social, lesionando derechos fundamentales de la persona, el de la asistencia sanitaria, y tratando a los pacientes y a los profesionales sanitarios como si de una mercancía se tratara en una economía de mercado a la que se subordinan los derechos de las personas”. ¿Ha exagerado esta vez el ex fiscal anticorrupción? Según su punto de vista, el Gobierno de CiU ataca frontalmente el desiderátum del preámbulo constitucional -"asegurar a todos una digna calidad de vida"- y vulnera de forma reiterada los derechos a la salud proclamados en los artículos 43 de la Constitución –antes hacíamos referencia a ellos- y el 23 del Estatuto. En su opinión, los derechos sociales pueden y deben entenderse como irreversibles. En tal medida, “cualquier actuación, por acción u omisión, de los poderes públicos que limite gravemente su satisfacción está afectando al derecho básico a la dignidad humana”. Por ello, añade el ex fiscal, “el incumplimiento de los poderes públicos de su deber de prestación en la sanidad puede entenderse como una forma de discriminación, conducta constitucionalmente prohibida. Exigencias manifiestamente incumplidas por el Gobierno de Cataluña”. ¿Crees tu también que estamos en este punto?
Sin lugar a dudas. No podría estar mejor expresado. No tengo nada que añadir que mejore lo argumentado y denunciado por Carlos Jiménez Villarejo, una persona que merece mi máxima consideración.
Brevemente si no te importa. Tomo pie en artículos de Andreu Mayayo y Jorge Calero. Si la salud depende de cada uno y no del Estado, ¿qué hace un hombre como Boi Ruiz en un lugar como el que desempeña?
Pues aplicar las políticas de CiU y de su presidente. No hay aquí ninguna inconsistencia.
Calero habla no de recortes sino de desmantelamiento programado de la sanidad pública. Quien siga pensando que el sector público siga protegiendo la salud ya puede olvidarse; estamos ante el recetario neoliberal en estado puro: todo en manos del mercado regido por intereses privados; los pacientes que se busquen la vida. ¿Podemos estar ya ahí?
Se va a ello aceleradamente. ¿Cuántos ciudadanos estamos dispuestos a oponernos?
La última. El consejero de economía, el señor Mas-Colell, un antiguo cuadro del PSUC en su etapa universitaria, inauguró el curso académico del Círculo de Economía haciendo un llamamiento a los empresarios a que ocuparan el espacio que los recortes están dejando en el espacio público. Ni más ni menos. El Sr. Boi Ruiz, en la misma línea, como no podía ser menos, ha hecho también un llamamiento para la contratación de seguros en las mutuas privadas. La patronal Cecot…
No tengo el disgusto de conocerles.
Es una patronal multisectorial que, como ellos mismos anuncian, “promueven y defienden los intereses de las empresas catalanas”. Esta patronal, decía, ha sabido corresponder al consejero: le ha concedido el galardón “Mejores prácticas de la Administración Pública”
¡Mejores prácticas de la Administración Pública! ¡Qué barbaridad!
Es un premio que el Sr. Boi Ruiz ha recogido de manos del presidente Artur Mas. ¿Todo cuadra, el círculo se cierra?
Me parece evidente. Están aplicando su programa, su duro programa neoliberal, mientras los sectores sociales que tan bien representan jalean sus oídos y llenan sus vanidades, a pesar de que durante la campaña electoral para las elecciones autonómicas catalanas de noviembre de 2010 no hicieron referencias directas ni a recortes ni a privatizaciones. ¿Cuándo tardará la ciudadanía en darse cuenta? (SLA, El viejo Topo)
domingo, 15 de enero de 2012
Aniversario del asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht
Hace 93 años, la noche del 15 de enero de 1919, en Berlín, fue detenida Rosa Luxemburgo: una mujer indefensa con cabellos grises, demacrada y exhausta. Una mujer mayor, que aparentaba mucho más de los 48 años que tenía.
Uno de los soldados que la rodeaban, le obligó a seguir a empujones, y la multitud burlona y llena de odio que se agolpaba en el vestíbulo del Hotel Eden le saludó con insultos. Ella alzó su frente ante la multitud y miró a los soldados y a los huéspedes del hotel que se mofaban de ella con sus ojos negros y orgullosos. Y aquellos hombres en sus uniformes desiguales, soldados de la nueva unidad de las tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada desdeñosa y casi compasiva de Rosa Luxemburgo, “la rosa roja”, “la judía”.
Le insultaron: “Rosita, ahí viene la vieja puta”. Ellos odiaban todo lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea del socialismo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918. En los días previos los soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín. Ahora ellos eran los amos. Y Rosa les había desafiado en su último artículo:
“'¡El Orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘Orden’ está construido en arena. Mañana la revolución se “alzará ella misma con un estruendo” y anunciará con una fanfarria, para vuestro terror: ¡YO FUI, YO SOY, YO SERÉ!”
La empujaron y golpearon. Rosa se levantó. Para entonces casi habían alcanzado la puerta trasera del hotel. Fuera esperaba un coche lleno de soldados, quienes, según le habían comunicado, la conducirían a la prisión. Pero uno de los soldados se fue hacia ella levantando su arma y le golpeó en la cabeza con la culata. Ella cayó al suelo. El soldado le propinó un segundo golpe en la sien. El hombre se llamaba Runge. El rostro de Rosa Luxemburgo chorreaba sangre. Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo. Poco antes él había derribado a Karl Liebknecht con la culata de su fusil. También a él le habían arrastrado por el vestíbulo del Hotel Eden.
Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. La llevaron al vehículo. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás. Hacía poco que el coche había arrancado cuando le dispararon un tiro a quemarropa. Se pudo escuchar en el hotel.
La noche del 15 de enero de 1919 los hombres del cuerpo de asalto asesinaron a Rosa Luxemburgo. Arrojaron su cadáver desde un puente (Lichtenstein) al canal Landwehr kanal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a todos los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta. Mientras se buscaba su cadáver, un Bertold Brecht de 21 años escribía:
La Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde se encuentra es desconocido.
Porque ella a los pobres la verdad ha dicho.
Los ricos del mundo la han extinguido.
Pocos meses después, el 31 de mayo, se encontró el cuerpo de una mujer junto a una esclusa del canal. Se podía reconocer los guantes de Rosa Luxemburgo, parte de su vestido, un pendiente de oro. Pero la cara era irreconocible, ya que el cuerpo hacía tiempo que estaba podrido. Fue identificada y se le enterró el 13 de junio.
En el año 1962, 43 años después de su muerte, el Gobierno Federal alemán declaró que su asesinato había sido una “ejecución acorde con la ley marcial”. Hace sólo doce años que una investigación oficial concluyó que las tropas de asalto, que habían recibido órdenes y dinero de los gobernantes socialdemócratas, fueron los autores materiales de su muerte y la de Karl Liebknecht.
Rosa Luxemburgo fue asesinada por las tropas de asalto al servicio de la socialdemocracia. Junto a ella murió su camarada Karl Liebknecht. Había nacido el 5 de marzo de 1871. Mucha gente sigue la tradición de la Alemania oriental de asistir a la manifestación para recordarla, su respeto lo demuestran depositando claveles rojos en el monumento dedicado a la «Rosa Roja» y a los socialistas y comunistas que trabajaron por un mundo mejor.
”Qué extraordinario es el tiempo que vivimos”, escribía Rosa Luxemburgo en 1906. “Extraordinario tiempo que propone problemas enormes y espolea el pensamiento, que suscita la crítica, la ironía y la profundidad, que estimula las pasiones y, ante todo, un tiempo fructífero, preñado”. Rosa Luxemburgo vivió y murió en un tiempo de transición, como el nuestro, en el que un mundo viejo se hundía y otro surgía de los escombros de la guerra.
Sus compañeros intentaron construir el socialismo, sus asesinos y enemigos ayudaron a Adolf Hitler a subir al poder. Hoy, cuando el capitalismo demuestra una vez más que la guerra no es un accidente, sino una parte irrenunciable de su estrategia. Cuando los partidos y organizaciones “tradicionales” se ven en la obligación de cuestionar sus formas de actuar ante el abandono de las masas. Cuando la izquierda transformadora aboga exclusivamente por el parlamentarismo como vía para el cambio social. Cuando nos encontramos ante una enorme crisis del modelo de democracia representativa y los argumentos políticos se reducen al “voto útil”.
Hoy, decimos, Rosa Luxemburgo se convierte en referente indispensable en los grandes debates de la izquierda. No es sino su voz la que se escucha bajo el lema, aparentemente novedoso: “Otro mundo es posible”. Ella lo formuló con un poco más de urgencia: “Socialismo o barbarie”. Su pensamiento, su compromiso y su desbordante humanidad nos sirven de referencia en nuestra lucha para que este nuevo siglo no sea también el de la barbarie.” (David Arrabalí en MO).
Una visión hoy de la idea por la que luchaba Rosa Luxemburgo. Congreso celebrado en la Universidad Complutense de Madrid
Más aquí.
http://www.lavanguardia.com/internacional/20150812/54434830717/canal-engullo-revolucion.html
Uno de los soldados que la rodeaban, le obligó a seguir a empujones, y la multitud burlona y llena de odio que se agolpaba en el vestíbulo del Hotel Eden le saludó con insultos. Ella alzó su frente ante la multitud y miró a los soldados y a los huéspedes del hotel que se mofaban de ella con sus ojos negros y orgullosos. Y aquellos hombres en sus uniformes desiguales, soldados de la nueva unidad de las tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada desdeñosa y casi compasiva de Rosa Luxemburgo, “la rosa roja”, “la judía”.
Le insultaron: “Rosita, ahí viene la vieja puta”. Ellos odiaban todo lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea del socialismo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918. En los días previos los soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín. Ahora ellos eran los amos. Y Rosa les había desafiado en su último artículo:
“'¡El Orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘Orden’ está construido en arena. Mañana la revolución se “alzará ella misma con un estruendo” y anunciará con una fanfarria, para vuestro terror: ¡YO FUI, YO SOY, YO SERÉ!”
La empujaron y golpearon. Rosa se levantó. Para entonces casi habían alcanzado la puerta trasera del hotel. Fuera esperaba un coche lleno de soldados, quienes, según le habían comunicado, la conducirían a la prisión. Pero uno de los soldados se fue hacia ella levantando su arma y le golpeó en la cabeza con la culata. Ella cayó al suelo. El soldado le propinó un segundo golpe en la sien. El hombre se llamaba Runge. El rostro de Rosa Luxemburgo chorreaba sangre. Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo. Poco antes él había derribado a Karl Liebknecht con la culata de su fusil. También a él le habían arrastrado por el vestíbulo del Hotel Eden.
Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. La llevaron al vehículo. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás. Hacía poco que el coche había arrancado cuando le dispararon un tiro a quemarropa. Se pudo escuchar en el hotel.
La noche del 15 de enero de 1919 los hombres del cuerpo de asalto asesinaron a Rosa Luxemburgo. Arrojaron su cadáver desde un puente (Lichtenstein) al canal Landwehr kanal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a todos los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta. Mientras se buscaba su cadáver, un Bertold Brecht de 21 años escribía:
La Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde se encuentra es desconocido.
Porque ella a los pobres la verdad ha dicho.
Los ricos del mundo la han extinguido.
Pocos meses después, el 31 de mayo, se encontró el cuerpo de una mujer junto a una esclusa del canal. Se podía reconocer los guantes de Rosa Luxemburgo, parte de su vestido, un pendiente de oro. Pero la cara era irreconocible, ya que el cuerpo hacía tiempo que estaba podrido. Fue identificada y se le enterró el 13 de junio.
En el año 1962, 43 años después de su muerte, el Gobierno Federal alemán declaró que su asesinato había sido una “ejecución acorde con la ley marcial”. Hace sólo doce años que una investigación oficial concluyó que las tropas de asalto, que habían recibido órdenes y dinero de los gobernantes socialdemócratas, fueron los autores materiales de su muerte y la de Karl Liebknecht.
Rosa Luxemburgo fue asesinada por las tropas de asalto al servicio de la socialdemocracia. Junto a ella murió su camarada Karl Liebknecht. Había nacido el 5 de marzo de 1871. Mucha gente sigue la tradición de la Alemania oriental de asistir a la manifestación para recordarla, su respeto lo demuestran depositando claveles rojos en el monumento dedicado a la «Rosa Roja» y a los socialistas y comunistas que trabajaron por un mundo mejor.
”Qué extraordinario es el tiempo que vivimos”, escribía Rosa Luxemburgo en 1906. “Extraordinario tiempo que propone problemas enormes y espolea el pensamiento, que suscita la crítica, la ironía y la profundidad, que estimula las pasiones y, ante todo, un tiempo fructífero, preñado”. Rosa Luxemburgo vivió y murió en un tiempo de transición, como el nuestro, en el que un mundo viejo se hundía y otro surgía de los escombros de la guerra.
Sus compañeros intentaron construir el socialismo, sus asesinos y enemigos ayudaron a Adolf Hitler a subir al poder. Hoy, cuando el capitalismo demuestra una vez más que la guerra no es un accidente, sino una parte irrenunciable de su estrategia. Cuando los partidos y organizaciones “tradicionales” se ven en la obligación de cuestionar sus formas de actuar ante el abandono de las masas. Cuando la izquierda transformadora aboga exclusivamente por el parlamentarismo como vía para el cambio social. Cuando nos encontramos ante una enorme crisis del modelo de democracia representativa y los argumentos políticos se reducen al “voto útil”.
Hoy, decimos, Rosa Luxemburgo se convierte en referente indispensable en los grandes debates de la izquierda. No es sino su voz la que se escucha bajo el lema, aparentemente novedoso: “Otro mundo es posible”. Ella lo formuló con un poco más de urgencia: “Socialismo o barbarie”. Su pensamiento, su compromiso y su desbordante humanidad nos sirven de referencia en nuestra lucha para que este nuevo siglo no sea también el de la barbarie.” (David Arrabalí en MO).
Una visión hoy de la idea por la que luchaba Rosa Luxemburgo. Congreso celebrado en la Universidad Complutense de Madrid
Más aquí.
http://www.lavanguardia.com/internacional/20150812/54434830717/canal-engullo-revolucion.html
sábado, 14 de enero de 2012
Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres. The Girl with the Dragon Tattoo
La recomiendo, está bien construida y bien interpretada. Es la nueva versión americana de la ya estrenada con anterioridad película europea. Es un remake.
2h 38min - Drama - Doblada castellano
Película: Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres (2011).
En el laberinto de la historia de “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres” hallamos asesinatos, corrupción, secretos familiares y los demonios internos de dos inesperados socios en búsqueda de la verdad sobre un misterio oculto durante 40 años. Mikael Blomkvist (Daniel Craig) es un periodista financiero dispuesto a restaurar su honor tras ser declarado culpable por difamación.
Entrevista al actor Daniel Craig “Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” (2009),“Millennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de aire”(2010) Historia secreta de Stieg Larsson.
Aquí el trailer de la anterior película europea basada en la misma novela.
2h 38min - Drama - Doblada castellano
Película: Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres (2011).
Título original: The girl with the dragon tattoo.
Dirección: David Fincher.
Países: USA, Suecia, Reino Unido y Alemania.
Año: 2011.
Duración: 158 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Daniel Craig (Mikael Blomkvist), Rooney Mara (Lisbeth Salander), Stellan Skarsgård (Martin Vanger), Robin Wright (Erika Berger), Christopher Plummer (Henrik Vanger), Steven Berkoff (Frode), Joely Richardson (Anita Vanger), Yorick Van Wageningen (Bjurman).
Guion: Steven Zaillian; basado en la novela de Stieg Larsson.
Producción: Ceán Chaffin, Scott Rudin, Søren Stærmose y Ole Søndberg.
Música: Trent Reznor y Atticus Ross.
Fotografía: Jeff Cronenweth.
Montaje: Kirk Baxter y Angus Wall.
Diseño de producción: Donald Graham Burt.
Vestuario: Trish Summerville.
Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en USA: 20 Diciembre 2011.
Estreno en España: 13 Enero 2012.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.
En el laberinto de la historia de “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres” hallamos asesinatos, corrupción, secretos familiares y los demonios internos de dos inesperados socios en búsqueda de la verdad sobre un misterio oculto durante 40 años. Mikael Blomkvist (Daniel Craig) es un periodista financiero dispuesto a restaurar su honor tras ser declarado culpable por difamación.
Contactado por uno de los empresarios más ricos de Suecia, Henrik Vanger (Christopher Plummer), para esclarecer la desaparición muchos años atrás de su querida sobrina Harriet —asesinada, según cree Vanger, por uno de los miembros de su familia— el periodista llega a una isla remota de la congelada costa sueca sin saber lo que allí le espera. Simultáneamente, Lisbeth Salander (Rooney Mara), una inusual pero ingeniosa investigadora, es contratada para averiguar los antecedentes de Blomkvist, una tarea que en última instancia la lleva a unirse a Mikael en su investigación sobre el asesinato de Harriet Vanger.
Aunque Lisbeth se protege de un mundo que la ha traicionado una y otra vez, sus habilidades como hacker y su capacidad de concentración y determinación inquebrantable, la hacen imprescindible. Mientras Mikael se enfrenta cara a cara con los herméticos Vanger, Lisbeth trabaja en la sombra.
Ambos comienzan a trazar una cadena de homicidios desde el pasado hasta el presente, forjando un frágil hilo de confianza, aun siendo arrastrados hacia una de las corrientes más salvajes del crimen contemporáneo.
David Fincher: «La violencia en una película no debe ser algo superficial»
Entrevista al actor Daniel Craig “Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” (2009),“Millennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de aire”(2010) Historia secreta de Stieg Larsson.
Aquí el trailer de la anterior película europea basada en la misma novela.
martes, 10 de enero de 2012
Los costes olvidados de la guerra
El fin de la guerra de Irak ha ocasionado algunas reflexiones sobre la magnitud de la destrucción que han causado allí. Como es nuestra costumbre, la discusión se centró en los costes para los Estados Unidos en sangre y dinero, las falsas premisas de la guerra y los continuos desafíos de la inestabilidad en la región. Lo qué pasó con los iraquíes fue ignorado. Y en Libia, la reciente investigación de muertes de civiles durante bombardeos de la OTAN fue la primera contabilidad de lo que muchos creían que eran una guerra en gran medida sin víctimas.
Rara vez se duda de que las guerras causan grandes daños, pero nuestro punto de vista de las guerras de Estados Unidos ha estado ciego a un aspecto específico de la destrucción: el coste humano de personas que viven en las zonas de guerra.
Nos deberíamos silenciar las voces de las víctimas y despreciar sus quejas sobre las incursiones de medianoche, las búsquedas casa por casa, los puestos de control, los ataques de aviones no tripulados, las bombas que caen sobre las bodas en vez de Al Qaeda.
El general Tommy R. Franks dijo la famosa frase durante los primeros días de la guerra en Afganistán, "No hacemos recuento de cuerpos". Pero, ¿duda alguien de cuanto podemos aprender del conteo de los cuerpos ya que nos dice mucho acerca de la guerra y los que nos cuesta?.
Más de 10 años después que comenzara la guerra en Afganistán, sólo tenemos la esquemática noción de cuántas personas han muerto como consecuencia del conflicto. La oficina de Naciones Unidas en Kabul reúne algunas cifras de las morgues y de otras fuentes, pero son incompletas. Lo mismo ha ocurrido en Irak, a pesar de una serie de esfuerzos independientes que se han hecho allí para dar cuenta de los muertos.
Pero esas cifras, que llegar a cientos de miles de personas, aumentan escasamente la atención de los Estadounidenses, tanto líderes políticos y militares, como el público en general, mostrando poco interés en las victimas no estadounidenses.
La negación, después de todo, es políticamente conveniente. No tener en cuenta las cifras de mortalidad, los refugiados, los pobres, los hospitales demolidos y sistemas de agua potable y las escuelas, es negar, en efecto, de alguna forma que la guerra ha ocurrido.
El ejército estadounidense no puede permitirse el lujo de ser tan arrogante acerca de la dinámica de la guerra. Las consecuencias de la forma en que se lucha en las guerras revela mucho acerca de cómo y por qué otras personas luchan.
En Irak, por ejemplo, las causas de la resistencia sunita, fueron atribuidos a menudo a la pérdida del estatus social, el papel de la violencia estadounidense contra civiles a principios del conflicto fue discutido en raras ocasiones. Sin embargo, muchos de los iraquíes capturados dijeron que estaban defendiendo a sus comunidades mediante la resistencia a las fuerzas de ocupación. Maltratar, detener o matar a supuestos combatientes enemigos - como las fuerzas de coalición hicieron en innumerables operaciones - ha llevado a algunos iraquíes a empuñar el fusil, la IED y los suicidas con bombas. Cuanta más violencia hay por parte de los ocupantes, más feroz es su reacción.
El general David H. Petraeus lo reconoció y trató de reformar las prácticas del Ejército. En un manual de campo del que es coautor en 2006, explicó que cuando "las fuerzas no proporcionan seguridad o ponen en peligro la seguridad de los civiles, la población está dispuesta a buscar garantías de seguridad en los insurgentes, las milicias y otros grupos armados. Esta situación puede alimentar el apoyo a la insurgencia. "
En varias encuestas de opinión, los iraquíes identifican a las fuerzas estadounidenses como la principal causa de la violencia que aqueja a su país. Y a pesar de la violencia de la guerra, la ocupación fue la causa inmediata de la resistencia iraquí, tenemos pocas evaluaciones para entender su alcance. WikiLeaks publicó documentos militares en octubre de 2010, que incluye las cuentas de las muertes iraquíes, pero estos informes son incompletos y sesgados, a veces, y sólo reflejan aquellos de los que las tropas fueron testigos. Informes de los medios de prensa están igualmente limitados. Y nuestros líderes políticos y militares apenas tienen en cuenta estos números de todos modos.
Viven en un mundo más cercano a la fantasía y mucho menos cerca del caos que tiene lugar en la guerra, ajenos a lo que realmente agobia a la población civil. En 2006, dos encuestas de hogares por separado, realizadas por el Ministerio iraquí de Salud y por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, se encontraron entre 400.000 y 650.000 "muertes en exceso" en Irak como resultado de la guerra. En ese momento, sin embargo, el general al mando en Irak dio la cifra de 50.000 y el presidente Bush había afirmado a finales de 2005 que era sólo de 30.000.
Si nuestros líderes no están dispuestos a comprender la importancia de la muerte y los trastornos sociales, y el significado de este caos para la población local, entonces los esfuerzos de guerra de Estados Unidos es probable que terminen mal y las relaciones con los aliados se convertirán en tensiones, como ha ocurrido con el presidente Hamid Karzai en Afganistán.
Las reiteradas denuncias de Karzai sobre las acciones de la OTAN que causan víctimas civiles son a menudo descartadas en Occidente como una postura política, pero su persistencia en este tema indica lo profundamente que resuena en los afganos. A pesar de que los ignoremos, los musulmanes de todo el mundo toman nota.
Haciendo caso omiso de las cantidades de bajas civiles y del daño que causan y lo tomán como un defecto moral, así como un error estratégico. Tenemos que adoptar métodos fiables para medir la destrucción que nuestras guerras causan - una "epistemología de la guerra", como otro general, William Tecumseh Sherman, lo llamó - para romper la amnesia colectiva que nos ha entrado.
Si nosotros no exigimos una explicación completa de los costes de la guerra, fallas futuras serán aún más probable - y justificadas.
John Tirman, el director ejecutivo del Centro de Estudios Internacionales del MIT, es el autor de "La muerte de otras personas: La suerte de los civiles en las guerras de Estados Unidos" del NYT.
Rara vez se duda de que las guerras causan grandes daños, pero nuestro punto de vista de las guerras de Estados Unidos ha estado ciego a un aspecto específico de la destrucción: el coste humano de personas que viven en las zonas de guerra.
Nos deberíamos silenciar las voces de las víctimas y despreciar sus quejas sobre las incursiones de medianoche, las búsquedas casa por casa, los puestos de control, los ataques de aviones no tripulados, las bombas que caen sobre las bodas en vez de Al Qaeda.
El general Tommy R. Franks dijo la famosa frase durante los primeros días de la guerra en Afganistán, "No hacemos recuento de cuerpos". Pero, ¿duda alguien de cuanto podemos aprender del conteo de los cuerpos ya que nos dice mucho acerca de la guerra y los que nos cuesta?.
Más de 10 años después que comenzara la guerra en Afganistán, sólo tenemos la esquemática noción de cuántas personas han muerto como consecuencia del conflicto. La oficina de Naciones Unidas en Kabul reúne algunas cifras de las morgues y de otras fuentes, pero son incompletas. Lo mismo ha ocurrido en Irak, a pesar de una serie de esfuerzos independientes que se han hecho allí para dar cuenta de los muertos.
Pero esas cifras, que llegar a cientos de miles de personas, aumentan escasamente la atención de los Estadounidenses, tanto líderes políticos y militares, como el público en general, mostrando poco interés en las victimas no estadounidenses.
La negación, después de todo, es políticamente conveniente. No tener en cuenta las cifras de mortalidad, los refugiados, los pobres, los hospitales demolidos y sistemas de agua potable y las escuelas, es negar, en efecto, de alguna forma que la guerra ha ocurrido.
El ejército estadounidense no puede permitirse el lujo de ser tan arrogante acerca de la dinámica de la guerra. Las consecuencias de la forma en que se lucha en las guerras revela mucho acerca de cómo y por qué otras personas luchan.
En Irak, por ejemplo, las causas de la resistencia sunita, fueron atribuidos a menudo a la pérdida del estatus social, el papel de la violencia estadounidense contra civiles a principios del conflicto fue discutido en raras ocasiones. Sin embargo, muchos de los iraquíes capturados dijeron que estaban defendiendo a sus comunidades mediante la resistencia a las fuerzas de ocupación. Maltratar, detener o matar a supuestos combatientes enemigos - como las fuerzas de coalición hicieron en innumerables operaciones - ha llevado a algunos iraquíes a empuñar el fusil, la IED y los suicidas con bombas. Cuanta más violencia hay por parte de los ocupantes, más feroz es su reacción.
El general David H. Petraeus lo reconoció y trató de reformar las prácticas del Ejército. En un manual de campo del que es coautor en 2006, explicó que cuando "las fuerzas no proporcionan seguridad o ponen en peligro la seguridad de los civiles, la población está dispuesta a buscar garantías de seguridad en los insurgentes, las milicias y otros grupos armados. Esta situación puede alimentar el apoyo a la insurgencia. "
En varias encuestas de opinión, los iraquíes identifican a las fuerzas estadounidenses como la principal causa de la violencia que aqueja a su país. Y a pesar de la violencia de la guerra, la ocupación fue la causa inmediata de la resistencia iraquí, tenemos pocas evaluaciones para entender su alcance. WikiLeaks publicó documentos militares en octubre de 2010, que incluye las cuentas de las muertes iraquíes, pero estos informes son incompletos y sesgados, a veces, y sólo reflejan aquellos de los que las tropas fueron testigos. Informes de los medios de prensa están igualmente limitados. Y nuestros líderes políticos y militares apenas tienen en cuenta estos números de todos modos.
Viven en un mundo más cercano a la fantasía y mucho menos cerca del caos que tiene lugar en la guerra, ajenos a lo que realmente agobia a la población civil. En 2006, dos encuestas de hogares por separado, realizadas por el Ministerio iraquí de Salud y por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, se encontraron entre 400.000 y 650.000 "muertes en exceso" en Irak como resultado de la guerra. En ese momento, sin embargo, el general al mando en Irak dio la cifra de 50.000 y el presidente Bush había afirmado a finales de 2005 que era sólo de 30.000.
Si nuestros líderes no están dispuestos a comprender la importancia de la muerte y los trastornos sociales, y el significado de este caos para la población local, entonces los esfuerzos de guerra de Estados Unidos es probable que terminen mal y las relaciones con los aliados se convertirán en tensiones, como ha ocurrido con el presidente Hamid Karzai en Afganistán.
Las reiteradas denuncias de Karzai sobre las acciones de la OTAN que causan víctimas civiles son a menudo descartadas en Occidente como una postura política, pero su persistencia en este tema indica lo profundamente que resuena en los afganos. A pesar de que los ignoremos, los musulmanes de todo el mundo toman nota.
Haciendo caso omiso de las cantidades de bajas civiles y del daño que causan y lo tomán como un defecto moral, así como un error estratégico. Tenemos que adoptar métodos fiables para medir la destrucción que nuestras guerras causan - una "epistemología de la guerra", como otro general, William Tecumseh Sherman, lo llamó - para romper la amnesia colectiva que nos ha entrado.
Si nosotros no exigimos una explicación completa de los costes de la guerra, fallas futuras serán aún más probable - y justificadas.
John Tirman, el director ejecutivo del Centro de Estudios Internacionales del MIT, es el autor de "La muerte de otras personas: La suerte de los civiles en las guerras de Estados Unidos" del NYT.
domingo, 8 de enero de 2012
Poder en los números.
CAMBRIDGE, Mass. - Su doctorado (Ph.D.) lo obtuvo en las matemáticas puras, en un subcampo tan esotérico y especializado que, incluso si consigue un gran resultado, puede ser apreciado por sólo una docena de personas en todo el mundo. Sin embargo, dejó ese mundo atrás y, sin entrenamiento formal, entró en otro: el mundo de la biología molecular, la medicina y la genómica.
Como director fundador del Instituto Broad de Harvard y el MIT, donde dirige un imperio de Biología y recauda dinero de los multimillonarios. También es profesor de biología de primer año (un curso que nunca tuvo) en el MIT, asesora al presidente Obama en ciencia y dirige un laboratorio.
Eric Lander - como su amigo, el profesor David Botstein de Princeton, dijo - sabe cómo detectar y aprovechar las oportunidades cuando se plantean. Y él tiene otra cualidad, dice, su amigo de secundaria, Paul Zeitz: valentía en combinación con optimismo.
"Él era súper inteligente, pero ¿y qué?", Dijo el doctor Zeitz, ahora profesor de matemáticas en la Universidad de San Francisco. "El intelectual puro es como alguien que puede disponer en el banco de mil libras. Pero qué, si usted no sabe qué hacer con ellas?"
Eric Lander, añadió, sabía qué hacer. Y sabía cómo llevar a cabo ideas poderosas sobre el progreso en la medicina que viene - grandes equipos interdisciplinares colaborando en lugar de una sola madriguera de investigadores en sus laboratorios.
Entonces, ¿cómo terminó en el Instituto Broad, que va desde el más solitario de los científicos a forjar nuevos tipos de colaboraciones en un campo que nunca estudió formalmente?¿Qué clase de persona puede hacer ese viaje?
La historia del Dr. Lander puede ser contada como una narrativa lineal de golpes de suerte y oportunidades perfectas. Pero él no se adhiere a ese tipo de pensamiento mágico. Para él, la biografía es algo así como un dulce: "Vive tu vida de forma prospectiva y cuenta su historia retrospectivamente, por lo que parece que todo está convergiendo".
Sin embargo, dado que la limita a la recreación de una historia personal, la historia del Dr. Lander es, por lo menos, inusual.
Un destacado club de matemáticas
Ahora con 54 años, Eric Steven Lander creció en Planes, un barrio de clase trabajadora en Brooklyn, criado por su madre - su padre murió de esclerosis múltiple, cuando Eric tenía 11 años.
"Nadie en el barrio era científico," dijo el Dr. Lander. "Muy pocos habían ido a la universidad."
Su vida cambió cuando hizo un examen de admisión y fue aceptado en la elitista Escuela Secundaria Stuyvesant en Manhattan. Se unió al equipo de matemáticas y le encantó - el espíritu de cuerpo, la competencia con otras escuelas, el aspecto social de estar en el equipo-. "Encontré a otros niños, en el noveno grado, que también amaban las matemáticas y nos encantó la diversión", dijo.
Era tan bueno que fue elegido para el equipo de Estados Unidos en la Olimpiada de Matemáticas de 1974. Para prepararse, el equipo pasó un curso de verano en la Universidad de Rutgers en New Brunswick, NJ.
Esta fue la primera vez que Estados Unidos había entrado a participar en la competición, y los entrenadores tenían miedo de que el equipo se viera diezmado por los participantes de los países comunistas. (De hecho, la Unión Soviética obtuvo el primer puesto, pero los estadounidenses lograron el segundo lugar, justo por delante de Hungría, que era conocida por su talento matemático.)
El Dr. Zeitz fue compañero de cuarto del Dr. Lander de ese verano. El recuerda a los dos que eran los únicos compañeros de equipo que no provenían de familias acomodadas de las cercanías, y que no tenían padres. Pero Eric se destacó por otras razones.
"Era extrovertido", recordó el Dr. Zeitz. "Él fue, en comparación con el resto de nosotros, sin duda más ambicioso. Estaba entusiasmado con todo. Y tenía un carisma real. "Los miembros del equipo decidieron que el Dr. Lander era el único de entre ellos del que se podía imaginar que un día sería un senador de Estados Unidos.
En un primer momento, sin embargo, parecía como si el joven matemático siguiera un camino académico tradicional. Se fue a Princeton, con especialización en matemáticas, y también se entregó a la pasión por la escritura. Tomó un curso de narrativa de no ficción con el autor John McPhee y escribió para el periódico del campus.
Se graduó como mejor alumno a los 20 años, ganó una beca Rhodes, fue a Oxford y obtuvo un doctorado en matemáticas allí, en un tiempo récord de dos años. Sin embargo, estaba inquieto por la idea de pasar el resto de su vida como matemático.
"Comencé a apreciar que la carrera de matemáticas era bastante monacal", dijo el Dr. Lander. "A pesar de que la matemática era hermosa y me encantaba, yo no era un monje muy bueno." Ansiaba un entorno más social, más interacciones.
"Encontré un viejo profesor mío y me dijo: ¿Qué puedes hacer para que le des algún uso a tus talentos?", concluyó en Harvard Business School, estudiando economía de la empresa.
Nunca había estudiado el tema, confiesa, pero aprendió sobre la marcha. "Yo lo aprendí más rápido que los estudiantes", dijo el Dr. Lander.
Sin embargo, a los 23, él estaba algo inquieto, deseando algo más difícil. Economía de la empresa, recordó, "no era lo suficientemente profundo."
Habló con su hermano, Arturo, un neurobiólogo, que le envió modelos matemáticos de cómo el cerebelo trabajaba. Los modelos "parecían cursi", dijo el Dr. Lander, "pero el cerebro era interesante."
Su apetito por la biología había despertado, comenzó a girar en torno a un laboratorio de genética sobre moscas de la fruta en Harvard. Unos años más tarde, habló en la escuela de negocios para que le dieran un permiso de ausencia.
Le dijo a la Universidad de Harvard que iría al MIT, probablemente para aprender acerca de la inteligencia artificial. En cambio, terminó empleando su tiempo en un gusano del laboratorio Robert Horvitz de genética. Y fue la chispa que cambió su vida.
Dando el salto
Eso fue en 1983, y mientras que el Dr. Lander andaba por el laboratorio de gusanos, del Dr. Botstein, a la vez un profesor en el MIT, fue creciendo cada vez más frustrado. Había pasado cinco años infructuosos en busca de alguien que conociera las matemáticas para asumir un proyecto que incluía características tales como alta presión arterial que se asociaban con múltiples genes. Para estas enfermedades, las técnicas antiguas para encontrar rasgos causada por un solo gen no funcionaban.
"Yo, dijo Botstein literalmente, me fui en busca de alguien que pudiera ayudar" . Por último, en una conferencia, otro biólogo, dijo, "Hay un compañero, Lander, de la Harvard Business School, que quería hacer algo con la biología."
Dr. Botstein cazó al Dr. Lander en un seminario en el MIT, y resultó. Los dos conectaron inmediatamente. "Fuimos a una pizarra," dijo el Dr. Lander, "y comenzamos a discutir."
En una semana, el Dr. Lander había resuelto el problema. Entonces, los dos investigadores inventaron un algoritmo de computadora para analizar los mapas de los genes en cuestión de minutos en lugar de meses. Pronto, el Dr. Lander se había sumergido en los problemas de mapeo de genes de enfermedades humanas.
Había largas discusiones con el Dr. Botstein sobre el futuro de la genómica humana. Era una época, dijo el Dr. Botstein, "que se hablaba de la secuenciación del genoma humano y se estaba empezando a conseguir la secuencia." El Dr. Lander quería saber si había alguna utilidad para un matemático en la biología, y el Dr. Botstein, que conocía los retos del futuro, le aseguró que había.
"Él tenía una opinión lo suficientemente alta de sí mismo", dijo Botstein. "Pensaba que si alguien podía hacerlo, él podía. Se arriesgó y abandonó su trabajo en Harvard. Estaba claro que la enseñanza de la economía ya no sería su carrera".
David Baltimore, premio Nobel y director de lo que era entonces el Instituto Whitehead para Investigación Biomédica del MIT, fue alcanzado por la pasión del Dr. Lander y sus habilidades. Lo que permitió al Dr. Lander convertirse en un hombre de allí y profesor asistente en 1986.
Ese mismo año, el Dr. Lander fue a una reunión en el Laboratorio de Cold Spring Harbor en Long Island, donde los científicos más destacados llevaron a cabo el primer debate público sobre la idea de mapeo del genoma humano. El Dr. Lander levantó la mano y se unió a la discusión, impresionando tanto a los demás que lo invitaron a su círculo.
"Es muy fácil ser un experto en un campo nuevo donde no hay expertos", dijo el Dr. Lander. "Todo lo que tienes que hacer es levantar la mano."
Mientras tanto, el Dr. Botstein y el Dr. Baltimore escribieron a la Fundación MacArthur recomendando al Dr. Lander como un "genio" para recibir subvención. La recibió en 1987. Tenía 30 años.
"Yo traté de ayudarle a través de los años en la realización de sus sueños.", Dijo el doctor Baltimore. "Y ha sido un gran éxito hacer que eso suceda."
Pronto, el Dr. Lander se había convertido en una figura central en el esfuerzo para secuenciar el genoma humano, lo que llevó el mayor de los tres centros que hizo la mayor parte de la obra. Combinó sus matemáticas y la biología y la química que había aprendido en los laboratorios de pasar el rato. Y agregó ideas sobre la organización industrial, aprendido en sus días de la escuela de negocios, para optimizar el esfuerzo y los costos de control.
Lo que más amaba de la obra era la comunidad que él había formado, el esfuerzo del equipo que había estado buscando.
Incluso antes de que el Proyecto Genoma Humano terminara, el Dr. Lander estaba pensando en cómo mantener lo que él veía como una maravillosa colaboración entre los científicos en marcha. Había alrededor de 65, por su cuenta, la colaboración entre jóvenes científicos en Cambridge y Boston, todas fuera de los canales habituales.
"Algo mágico había sucedido", dijo el Dr. Lander. "Las personas se estaban reuniendo y tomando en consideración problemas verdaderamente audaces."
Puede haber tenido algo que ver con la personalidad del Dr. Lander, Gus Cervini, un administrador del Hospital Brigham and Women de Boston, que trabajó para él durante cuatro años, lo llamaban "el sol".
"Él tiene una sorprendente influencia o poder sobre la gente", dijo Cervini. "Tenía la habilidad de hacer que la gente pensase realmente en grande. Cuando el sol brilla sobre ti, te sientes como si se pudiera hacer todo."
Persistencia premiada
Que el poder puede haber ayudado a que el Dr. Lander se acercara a los presidentes de la Universidad de Harvard y el MIT y propusiera la creación de un instituto permanente para continuar el proceso de colaboración que los grupos de científicos habían estado improvisando. En un primer momento, se encontró con resistencia, pero él insistió.
Luego, el Dr. Baltimore le presentó a los filántropos Eli y Edythe Broad, que habían hecho su fortuna en bienes raíces. Los Broads (las rimas con el nombre de código), visitaron el laboratorio del Dr. Lander la mañana de un sábado en octubre de 2002. Unos meses más tarde, se comprometieron a invertir $ 10 millones al año durante una década, por lo que el Dr. Lander podría comenzar lo que él consideraba como un experimento con una nueva clase de instituto de investigación.
El Broad Institute se convirtió en un esfuerzo conjunto entre la Universidad de Harvard y el MIT, dirigido por el Dr. Lander, que alienta a los científicos a colaborar para resolver los grandes problemas de la biología, la genética y la genómica.
En el plazo de 18 meses, los Broads han duplicado su regalo, a $ 200 millones. En el año 2008, contribuyeron con otros $ 400 millones como dotación para la permanencia del instituto. En la actualidad el instituto tiene alrededor de 1.800 científicos que colaboran en las dos universidades y hospitales de la Universidad de Harvard.
Sus objetivos suenan audaces:
"Montar una imagen completa de los componentes moleculares de la vida. Definir los circuitos biológicos que subyacen a la respuesta celular. Descubrir las bases moleculares de las principales enfermedades hereditarias. Descubrir todas las mutaciones que subyacen a los diferentes tipos de cáncer. Descubrir las bases moleculares de las principales enfermedades infecciosas. Transformar el proceso de descubrimiento en procesos terapéuticos y su desarrollo".
"La mitad del lugar se dedica a la búsqueda de la base de la enfermedad y la otra mitad se dedica a tratar de transformar y acelerar el desarrollo de terapias", dijo el Dr. Lander. "Es diferente de lo que se encuentra en muchos ambientes universitarios donde se tienen muchos laboratorios, y cada uno de ellos hace su propio trabajo".
El Broad es un experimento, dijo el Dr. Lander, que consiste en una institución y la forma de hacer investigación científica. "Esto es, en cierto sentido, un espacio protegido para ver si funciona", dijo el Dr. Lander.
La vida familiar y social del Dr. Lander
El instituto es la pasión del Dr. Lander, pero no la única. Sus días comienzan y terminan en un gimnasio en el segundo piso de su casa, donde tiene una elíptica. Él lo utiliza para dos sesiones de 40 minutos, una por la mañana y otra por la noche, ver vídeos Netflix y quema - de acuerdo con la máquina - 1.000 calorías al día. Él cuenta que perdió 42 libras el pasado verano sin tener que cambiar su dieta.
Ellos compraron el lugar, una escuela reconvertida, cuando su esposa, Lori Lander, quien es una artista, señaló que había una cancha de baloncesto en la planta superior - que podría ser una especie de lugar de reunión de vecinos, por lo que los Landers siempre saben a dónde fueron sus tres hijos.
Después de su entrenamiento de la mañana, a veces va a la panadería local, donde se puede trabajar tranquilamente. Llega a las orientaciones generales entre 8 y 10: En el otoño, es profesor de introducción a la biología a una clase 700 MIT, los lunes, miércoles y viernes por la mañana. A menudo se reúne con los estudiantes graduados y posdoctorados por la tarde para discutir su trabajo.
Entonces él tiene sus funciones administrativas y sus reuniones con los filántropos, tratando de recaudar más dinero. También dedica un 20 por ciento de su tiempo a otro papel, como co-presidente del Consejo del Presidente Obama de Asesores de Ciencia y Tecnología, que se ocupa de temas como las vacunas contra la gripe, la tecnología de la información de la salud, la educación, la ciencia o la política energética.
Por la noche, alrededor de las 6:30 o 7, cena con su familia. Su esposa cocina - al Dr. Lander le encanta cocinar, pero dice que simplemente no tiene tiempo.
También lee - ficción, no ficción, artículos del NYT - pero no tiene paciencia con la escritura que sea pobre (mala). "Yo soy muy ecléctico en mis lecturas, pero tienen que estar muy bien escritas", dijo. "Eso es una gran barrera".
Los fines de semana él y su esposa tratan de ir a Nueva York para ver teatro, otra de sus pasiones.
Y se maravilla de cómo su vida ha resultado. "Siento que soy tan increíblemente afortunado de haber terminado aquí", dijo. "Yo no podría haber previsto esto. ¿Qué pasaría si no hubiera conocido a David Botstein? ¿Qué pasaría si yo no hubiera ido a una reunión donde se discutió el genoma humano? No tengo ni idea. Esto todo es tan al azar como se ve. “Es una carrera muy extraña".
Leer todo (02 de enero 2012. Eric Lander. Por Gina Kolata) en el NYT.
Como director fundador del Instituto Broad de Harvard y el MIT, donde dirige un imperio de Biología y recauda dinero de los multimillonarios. También es profesor de biología de primer año (un curso que nunca tuvo) en el MIT, asesora al presidente Obama en ciencia y dirige un laboratorio.
Eric Lander - como su amigo, el profesor David Botstein de Princeton, dijo - sabe cómo detectar y aprovechar las oportunidades cuando se plantean. Y él tiene otra cualidad, dice, su amigo de secundaria, Paul Zeitz: valentía en combinación con optimismo.
"Él era súper inteligente, pero ¿y qué?", Dijo el doctor Zeitz, ahora profesor de matemáticas en la Universidad de San Francisco. "El intelectual puro es como alguien que puede disponer en el banco de mil libras. Pero qué, si usted no sabe qué hacer con ellas?"
Eric Lander, añadió, sabía qué hacer. Y sabía cómo llevar a cabo ideas poderosas sobre el progreso en la medicina que viene - grandes equipos interdisciplinares colaborando en lugar de una sola madriguera de investigadores en sus laboratorios.
Entonces, ¿cómo terminó en el Instituto Broad, que va desde el más solitario de los científicos a forjar nuevos tipos de colaboraciones en un campo que nunca estudió formalmente?¿Qué clase de persona puede hacer ese viaje?
La historia del Dr. Lander puede ser contada como una narrativa lineal de golpes de suerte y oportunidades perfectas. Pero él no se adhiere a ese tipo de pensamiento mágico. Para él, la biografía es algo así como un dulce: "Vive tu vida de forma prospectiva y cuenta su historia retrospectivamente, por lo que parece que todo está convergiendo".
Sin embargo, dado que la limita a la recreación de una historia personal, la historia del Dr. Lander es, por lo menos, inusual.
Un destacado club de matemáticas
Ahora con 54 años, Eric Steven Lander creció en Planes, un barrio de clase trabajadora en Brooklyn, criado por su madre - su padre murió de esclerosis múltiple, cuando Eric tenía 11 años.
"Nadie en el barrio era científico," dijo el Dr. Lander. "Muy pocos habían ido a la universidad."
Su vida cambió cuando hizo un examen de admisión y fue aceptado en la elitista Escuela Secundaria Stuyvesant en Manhattan. Se unió al equipo de matemáticas y le encantó - el espíritu de cuerpo, la competencia con otras escuelas, el aspecto social de estar en el equipo-. "Encontré a otros niños, en el noveno grado, que también amaban las matemáticas y nos encantó la diversión", dijo.
Era tan bueno que fue elegido para el equipo de Estados Unidos en la Olimpiada de Matemáticas de 1974. Para prepararse, el equipo pasó un curso de verano en la Universidad de Rutgers en New Brunswick, NJ.
Esta fue la primera vez que Estados Unidos había entrado a participar en la competición, y los entrenadores tenían miedo de que el equipo se viera diezmado por los participantes de los países comunistas. (De hecho, la Unión Soviética obtuvo el primer puesto, pero los estadounidenses lograron el segundo lugar, justo por delante de Hungría, que era conocida por su talento matemático.)
El Dr. Zeitz fue compañero de cuarto del Dr. Lander de ese verano. El recuerda a los dos que eran los únicos compañeros de equipo que no provenían de familias acomodadas de las cercanías, y que no tenían padres. Pero Eric se destacó por otras razones.
"Era extrovertido", recordó el Dr. Zeitz. "Él fue, en comparación con el resto de nosotros, sin duda más ambicioso. Estaba entusiasmado con todo. Y tenía un carisma real. "Los miembros del equipo decidieron que el Dr. Lander era el único de entre ellos del que se podía imaginar que un día sería un senador de Estados Unidos.
En un primer momento, sin embargo, parecía como si el joven matemático siguiera un camino académico tradicional. Se fue a Princeton, con especialización en matemáticas, y también se entregó a la pasión por la escritura. Tomó un curso de narrativa de no ficción con el autor John McPhee y escribió para el periódico del campus.
Se graduó como mejor alumno a los 20 años, ganó una beca Rhodes, fue a Oxford y obtuvo un doctorado en matemáticas allí, en un tiempo récord de dos años. Sin embargo, estaba inquieto por la idea de pasar el resto de su vida como matemático.
"Comencé a apreciar que la carrera de matemáticas era bastante monacal", dijo el Dr. Lander. "A pesar de que la matemática era hermosa y me encantaba, yo no era un monje muy bueno." Ansiaba un entorno más social, más interacciones.
"Encontré un viejo profesor mío y me dijo: ¿Qué puedes hacer para que le des algún uso a tus talentos?", concluyó en Harvard Business School, estudiando economía de la empresa.
Nunca había estudiado el tema, confiesa, pero aprendió sobre la marcha. "Yo lo aprendí más rápido que los estudiantes", dijo el Dr. Lander.
Sin embargo, a los 23, él estaba algo inquieto, deseando algo más difícil. Economía de la empresa, recordó, "no era lo suficientemente profundo."
Habló con su hermano, Arturo, un neurobiólogo, que le envió modelos matemáticos de cómo el cerebelo trabajaba. Los modelos "parecían cursi", dijo el Dr. Lander, "pero el cerebro era interesante."
Su apetito por la biología había despertado, comenzó a girar en torno a un laboratorio de genética sobre moscas de la fruta en Harvard. Unos años más tarde, habló en la escuela de negocios para que le dieran un permiso de ausencia.
Le dijo a la Universidad de Harvard que iría al MIT, probablemente para aprender acerca de la inteligencia artificial. En cambio, terminó empleando su tiempo en un gusano del laboratorio Robert Horvitz de genética. Y fue la chispa que cambió su vida.
Dando el salto
Eso fue en 1983, y mientras que el Dr. Lander andaba por el laboratorio de gusanos, del Dr. Botstein, a la vez un profesor en el MIT, fue creciendo cada vez más frustrado. Había pasado cinco años infructuosos en busca de alguien que conociera las matemáticas para asumir un proyecto que incluía características tales como alta presión arterial que se asociaban con múltiples genes. Para estas enfermedades, las técnicas antiguas para encontrar rasgos causada por un solo gen no funcionaban.
"Yo, dijo Botstein literalmente, me fui en busca de alguien que pudiera ayudar" . Por último, en una conferencia, otro biólogo, dijo, "Hay un compañero, Lander, de la Harvard Business School, que quería hacer algo con la biología."
Dr. Botstein cazó al Dr. Lander en un seminario en el MIT, y resultó. Los dos conectaron inmediatamente. "Fuimos a una pizarra," dijo el Dr. Lander, "y comenzamos a discutir."
En una semana, el Dr. Lander había resuelto el problema. Entonces, los dos investigadores inventaron un algoritmo de computadora para analizar los mapas de los genes en cuestión de minutos en lugar de meses. Pronto, el Dr. Lander se había sumergido en los problemas de mapeo de genes de enfermedades humanas.
Había largas discusiones con el Dr. Botstein sobre el futuro de la genómica humana. Era una época, dijo el Dr. Botstein, "que se hablaba de la secuenciación del genoma humano y se estaba empezando a conseguir la secuencia." El Dr. Lander quería saber si había alguna utilidad para un matemático en la biología, y el Dr. Botstein, que conocía los retos del futuro, le aseguró que había.
"Él tenía una opinión lo suficientemente alta de sí mismo", dijo Botstein. "Pensaba que si alguien podía hacerlo, él podía. Se arriesgó y abandonó su trabajo en Harvard. Estaba claro que la enseñanza de la economía ya no sería su carrera".
David Baltimore, premio Nobel y director de lo que era entonces el Instituto Whitehead para Investigación Biomédica del MIT, fue alcanzado por la pasión del Dr. Lander y sus habilidades. Lo que permitió al Dr. Lander convertirse en un hombre de allí y profesor asistente en 1986.
Ese mismo año, el Dr. Lander fue a una reunión en el Laboratorio de Cold Spring Harbor en Long Island, donde los científicos más destacados llevaron a cabo el primer debate público sobre la idea de mapeo del genoma humano. El Dr. Lander levantó la mano y se unió a la discusión, impresionando tanto a los demás que lo invitaron a su círculo.
"Es muy fácil ser un experto en un campo nuevo donde no hay expertos", dijo el Dr. Lander. "Todo lo que tienes que hacer es levantar la mano."
Mientras tanto, el Dr. Botstein y el Dr. Baltimore escribieron a la Fundación MacArthur recomendando al Dr. Lander como un "genio" para recibir subvención. La recibió en 1987. Tenía 30 años.
"Yo traté de ayudarle a través de los años en la realización de sus sueños.", Dijo el doctor Baltimore. "Y ha sido un gran éxito hacer que eso suceda."
Pronto, el Dr. Lander se había convertido en una figura central en el esfuerzo para secuenciar el genoma humano, lo que llevó el mayor de los tres centros que hizo la mayor parte de la obra. Combinó sus matemáticas y la biología y la química que había aprendido en los laboratorios de pasar el rato. Y agregó ideas sobre la organización industrial, aprendido en sus días de la escuela de negocios, para optimizar el esfuerzo y los costos de control.
Lo que más amaba de la obra era la comunidad que él había formado, el esfuerzo del equipo que había estado buscando.
Incluso antes de que el Proyecto Genoma Humano terminara, el Dr. Lander estaba pensando en cómo mantener lo que él veía como una maravillosa colaboración entre los científicos en marcha. Había alrededor de 65, por su cuenta, la colaboración entre jóvenes científicos en Cambridge y Boston, todas fuera de los canales habituales.
"Algo mágico había sucedido", dijo el Dr. Lander. "Las personas se estaban reuniendo y tomando en consideración problemas verdaderamente audaces."
Puede haber tenido algo que ver con la personalidad del Dr. Lander, Gus Cervini, un administrador del Hospital Brigham and Women de Boston, que trabajó para él durante cuatro años, lo llamaban "el sol".
"Él tiene una sorprendente influencia o poder sobre la gente", dijo Cervini. "Tenía la habilidad de hacer que la gente pensase realmente en grande. Cuando el sol brilla sobre ti, te sientes como si se pudiera hacer todo."
Persistencia premiada
Que el poder puede haber ayudado a que el Dr. Lander se acercara a los presidentes de la Universidad de Harvard y el MIT y propusiera la creación de un instituto permanente para continuar el proceso de colaboración que los grupos de científicos habían estado improvisando. En un primer momento, se encontró con resistencia, pero él insistió.
Luego, el Dr. Baltimore le presentó a los filántropos Eli y Edythe Broad, que habían hecho su fortuna en bienes raíces. Los Broads (las rimas con el nombre de código), visitaron el laboratorio del Dr. Lander la mañana de un sábado en octubre de 2002. Unos meses más tarde, se comprometieron a invertir $ 10 millones al año durante una década, por lo que el Dr. Lander podría comenzar lo que él consideraba como un experimento con una nueva clase de instituto de investigación.
El Broad Institute se convirtió en un esfuerzo conjunto entre la Universidad de Harvard y el MIT, dirigido por el Dr. Lander, que alienta a los científicos a colaborar para resolver los grandes problemas de la biología, la genética y la genómica.
En el plazo de 18 meses, los Broads han duplicado su regalo, a $ 200 millones. En el año 2008, contribuyeron con otros $ 400 millones como dotación para la permanencia del instituto. En la actualidad el instituto tiene alrededor de 1.800 científicos que colaboran en las dos universidades y hospitales de la Universidad de Harvard.
Sus objetivos suenan audaces:
"Montar una imagen completa de los componentes moleculares de la vida. Definir los circuitos biológicos que subyacen a la respuesta celular. Descubrir las bases moleculares de las principales enfermedades hereditarias. Descubrir todas las mutaciones que subyacen a los diferentes tipos de cáncer. Descubrir las bases moleculares de las principales enfermedades infecciosas. Transformar el proceso de descubrimiento en procesos terapéuticos y su desarrollo".
"La mitad del lugar se dedica a la búsqueda de la base de la enfermedad y la otra mitad se dedica a tratar de transformar y acelerar el desarrollo de terapias", dijo el Dr. Lander. "Es diferente de lo que se encuentra en muchos ambientes universitarios donde se tienen muchos laboratorios, y cada uno de ellos hace su propio trabajo".
El Broad es un experimento, dijo el Dr. Lander, que consiste en una institución y la forma de hacer investigación científica. "Esto es, en cierto sentido, un espacio protegido para ver si funciona", dijo el Dr. Lander.
La vida familiar y social del Dr. Lander
El instituto es la pasión del Dr. Lander, pero no la única. Sus días comienzan y terminan en un gimnasio en el segundo piso de su casa, donde tiene una elíptica. Él lo utiliza para dos sesiones de 40 minutos, una por la mañana y otra por la noche, ver vídeos Netflix y quema - de acuerdo con la máquina - 1.000 calorías al día. Él cuenta que perdió 42 libras el pasado verano sin tener que cambiar su dieta.
Ellos compraron el lugar, una escuela reconvertida, cuando su esposa, Lori Lander, quien es una artista, señaló que había una cancha de baloncesto en la planta superior - que podría ser una especie de lugar de reunión de vecinos, por lo que los Landers siempre saben a dónde fueron sus tres hijos.
Después de su entrenamiento de la mañana, a veces va a la panadería local, donde se puede trabajar tranquilamente. Llega a las orientaciones generales entre 8 y 10: En el otoño, es profesor de introducción a la biología a una clase 700 MIT, los lunes, miércoles y viernes por la mañana. A menudo se reúne con los estudiantes graduados y posdoctorados por la tarde para discutir su trabajo.
Entonces él tiene sus funciones administrativas y sus reuniones con los filántropos, tratando de recaudar más dinero. También dedica un 20 por ciento de su tiempo a otro papel, como co-presidente del Consejo del Presidente Obama de Asesores de Ciencia y Tecnología, que se ocupa de temas como las vacunas contra la gripe, la tecnología de la información de la salud, la educación, la ciencia o la política energética.
Por la noche, alrededor de las 6:30 o 7, cena con su familia. Su esposa cocina - al Dr. Lander le encanta cocinar, pero dice que simplemente no tiene tiempo.
También lee - ficción, no ficción, artículos del NYT - pero no tiene paciencia con la escritura que sea pobre (mala). "Yo soy muy ecléctico en mis lecturas, pero tienen que estar muy bien escritas", dijo. "Eso es una gran barrera".
Los fines de semana él y su esposa tratan de ir a Nueva York para ver teatro, otra de sus pasiones.
Y se maravilla de cómo su vida ha resultado. "Siento que soy tan increíblemente afortunado de haber terminado aquí", dijo. "Yo no podría haber previsto esto. ¿Qué pasaría si no hubiera conocido a David Botstein? ¿Qué pasaría si yo no hubiera ido a una reunión donde se discutió el genoma humano? No tengo ni idea. Esto todo es tan al azar como se ve. “Es una carrera muy extraña".
Leer todo (02 de enero 2012. Eric Lander. Por Gina Kolata) en el NYT.
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Para entender la crisis, una buena, sencilla y completa explicación.
Alberto Garzón Espinosa, es un economista y diputado desde el 20N por IU. En su blog nos ilustra de forma amena y muy exacta de la crisis económica actual. He aquí una de sus entradas:
"Aunque la noción de crisis se ha convertido en un lugar común, pues todo el mundo quiere salir de la crisis, es dominante aún la confusión general acerca de lo que es realmente una crisis económica. Y por más que se publican libros y libros sobre las diferentes crisis que se están dando (crisis financiera, crisis económica, crisis de la deuda, crisis ecológica, etc.) la incertidumbre se mantiene. No es tampoco extraño, pues las distintas escuelas de pensamiento -a la que nos adscribimos cada uno de los economistas- ofrecen diferentes interpretaciones de lo que está pasando y, por consiguiente, también de lo que habría que hacer para acabar con la crisis.
Mi intención es ofrecer aquí un mínimo pero solvente marco de análisis que permita clarificar el significado último de lo que es una crisis, sin entrar a valorar cuál es mi propia interpretación, con el objetivo de ayudar al lector a situar la situación actual."… Continuar leyendo
"Aunque la noción de crisis se ha convertido en un lugar común, pues todo el mundo quiere salir de la crisis, es dominante aún la confusión general acerca de lo que es realmente una crisis económica. Y por más que se publican libros y libros sobre las diferentes crisis que se están dando (crisis financiera, crisis económica, crisis de la deuda, crisis ecológica, etc.) la incertidumbre se mantiene. No es tampoco extraño, pues las distintas escuelas de pensamiento -a la que nos adscribimos cada uno de los economistas- ofrecen diferentes interpretaciones de lo que está pasando y, por consiguiente, también de lo que habría que hacer para acabar con la crisis.
Mi intención es ofrecer aquí un mínimo pero solvente marco de análisis que permita clarificar el significado último de lo que es una crisis, sin entrar a valorar cuál es mi propia interpretación, con el objetivo de ayudar al lector a situar la situación actual."… Continuar leyendo
viernes, 6 de enero de 2012
Juan José Millás asegura que "el escritor honesto siempre escribe a ciegas". El autor de "Dos mujeres en Praga" descubre las costuras de la creación literaria en la UIMP. Los beneficios de la brevedad
¿Se puede aprender a escribir?
Esa vieja pregunta ha vuelto una vez más a llevarse al laboratorio de la experiencia en el taller que Juan José Millás dirige en el Palacio de la Magdalena, de Santander.
El autor de El jardín vacío, El desorden de tu nombre o La soledad era esto, entre otros títulos, columnista habitual de EL PAÍS y explorador de las relaciones entre literatura y vida en su programa de la cadena Ser (que luego traslada de forma sintética a Babelia), ha abandonado durante una semana su gabinete de escritor para entrar en contacto con un grupo de personas que quiere aventurarse en los caminos de la creación literaria. "Lo primero que hay que hacer en este taller es desaprender", comentó Millás en la rueda de prensa que ofreció ayer. "Desembarazarse de las ideas recibidas, de los clichés y tópicos, de esa noción tan resbaladiza de lo bonito", añadió.
No hay normas en el oficio de escribir.
"De lo que se trata es de aprender a agudizar el olfato", dijo Millás. La propia literatura es un misterio que no siempre es fácil de conquistar. En ese sentido, el escritor recordó un minúsculo texto del que se había servido hace un tiempo para escribir una columna. Se trataba de un papel arrugado encontrado a uno de los marineros que se hundieron en el Kursk, el submarino ruso que se fue a pique en agosto de 2000. "El agua nos llega ahora por los tobillos. Nos queda aire para unas pocas horas. Se acaba de apagar la luz. Escribo a ciegas". Ésas eran, más o menos, las últimas líneas de aquel breve relato que impactó a Millás por su eficacia literaria. "Un escritor honesto siempre escribe a ciegas", comentó después.
Tradición y subjetividad
Y si se escribe a ciegas, ¿qué sentido tiene un taller de creación literaria? La sesión de la mañana de ayer empezó puntual en el aula Santo Mauro. Enseguida, uno de los participantes leyó un breve relato que respondía a una consigna propuesta por el director: escribir sobre la cama de los padres. Luego todo el mundo se puso a hablar. ¿Por qué me gusta? ¿Por qué no me gusta? ¿Debería haberme gustado? "Hay que empezar por lo más sencillo, el gusto propio, y poco a poco ir conformando unos criterios de objetividad", explicaba Millás. Descubrir, por ejemplo, qué pertenece en el texto a la tradición recibida y qué a la subjetividad del que lo escribe. Si el relato está lleno de tópicos o si revela una mirada propia. Analizar la coherencia de los elementos que lo componen.
La textura de una página. A esa idea se remite con frecuencia Millás mientras se comentan los relatos escritos por los que participan en el taller. "Es necesario adquirir una distancia frente a la impresión inicial que nos produce un texto. Hay que levantar el vuelo para poder observar lo que se ha escrito a distancia de pájaro. Es entonces cuando se aprecia la textura de la página, y se puede valorar si la relación de los distintos elementos que la componen son adecuados o inadecuados", explica.
El trago de leer sus textos en público no lo llevan mal los que participan en este singular laboratorio. La consigna es que los autores no pueden justificarse. Hablan los demás. Y no se cortan un pelo. Cada cual tiene que argumentar sus opiniones. Hay relatos que recurren a palabras y a frases que ya se han ido desgastando por su uso. Y chirrían. La búsqueda de "lo literario" es un arma arrojadiza. "Hay que tener en cuenta", dice Millás, "que el lenguaje quiere manifestarse y que se sirve de nuestras manos para hacerlo. Pero lo que importa es encontrar la propia voz, no dejar que sea el lenguaje el que nos hable".
Contó Millás que en la tarde del primer día ni siquiera pararon para descansar porque la cuestión que trataban los tenía a todos atrapados. Lo que importa es aprender de los errores. De vez en cuando, el escritor da un poco de "teórica". "En un cuento es fundamental la estructura. Es un conjunto de elementos que dependen unos de otros. Si quitas uno, los demás lo padecen de inmediato. De lo que se trata es de ser conscientes de las costuras de un texto. De cómo casan sus distintas piezas. Si lo hacen de una forma burda o coherente". La primera obligación que Millás ha impuesto a los que participan en el taller es drástica: ser antiliterarios. Y lo justifica: "La idea que se tiene de lo literario suele ser nefasta".
Las cosas que nos rodean
Durante la mañana, y tal como van saliendo las cosas, Millás sugiere otra estratagema. Escribir de las cosas desde su periferia. "Los objetos que nos rodean dicen a menudo más de nosotros que nosotros mismos". Un poco después, y tras la discusión de otro de los relatos leídos, se llega a la conclusión de que sólo funciona si se le quita el primer folio y medio. La fórmula es empezar por lo práctico, y apoyarlo con un poco de teoría. Millás desarrolló ayer el concepto del punto de vista. O lo que es lo mismo: la distinción entre escritor y narrador. En los próximos días abordará otros asuntos. Contingencia y necesidad. Realidad y ficción. Reportaje periodístico y cuento. Y habrá otras propuestas prácticas: escribir un relato sobre el miedo, otro que tenga como protagonista un objeto y el último, un reportaje sobre el curso.
El caso es que si no se aprende a escribir, por lo menos se aprende a leer, decía uno de los participantes. "Con la escritura pasa como cuando uno naufraga", comentaba Millás. "Sólo sabe que está al comienzo de algo. Tiene el olfato y es de lo único que puede servirse para ponerse a nadar". El desafío es llegar a alguna parte.
Los beneficios de la brevedad
"Hace un tiempo, las columnas que escribo en el periódico tenía que dictarlas a una secretaria", contó ayer Millás en su taller del Palacio de la Magdalena. 'Normalmente me ajustaba, pero un día me sobraban cuatro líneas, así que tuve que cortar. Me quedé inquieto, por lo que volví a leer el texto que acababa de masacrar y descubrí que había mejorado. Se me ocurrió, entonces, hacer un ejercicio. Cortar otras cuatro líneas. Lo hice, y el texto mejoró todavía más. Así que liquidé otras cuatro. La columna menguada funcionaba mejor. Corté otras cuatro líneas y otras cuatro... Hasta darme cuenta de que aquella columna era de verdad buena cuando no tenía ninguna'. El humor de Millás está presente en el taller de Millás. Y uno de los asuntos que surgió ayer fue el de la eficacia de la brevedad. 'Cuando llegas a casa y abres el cajón de herramientas del escritor, siempre que coges un sustantivo lleva pegado al lado un adjetivo. Lo importante es darse cuenta. Y quitarlo de allí, cortarlo, pisotearlo. Intentar, en la medida de lo posible, que ese adjetivo no vuelva al cajón'. No es un mal paso para empezar.
De otro de los desafíos de los que habló Millás fue de 'encontrar el tono'. "A veces no sabes lo que pasa con una novela, y es que no has dado con el punto de vista adecuado. Puede ocurrir, como me ocurrió en Visión del ahogado, que estés presentando a unos personajes como hermanos cuando en realidad son un matrimonio sin hijos".
Juan José Millás reivindica el valor de la escritura como forma de cambiar el mundo
El escritor Juan José Millás reivindicó ayer en San Sebastián el valor de la palabra escrita como medio para modificar la realidad. "La lectura y la buena relación con la escritura", dijo el autor valenciano, "pueden cambiar el mundo". Millás inauguró unas jornadas sobre el proceso de creación literaria que organiza Donostia Kultura como clausura de los talleres que se desarrollan en las casas de cultura de San Sebastián a lo largo de todo el año.
El escritor impartió un taller sobre el cuento
MARIBEL MARÍN San Sebastián 10 JUN 1998
Juan José Millás, premio Nadal de 1990 por su novela La soledad era esto, llegó a la capital guipuzcoana con el ánimo de enseñar, pero también de aprender de la reunión que mantuvo con los cerca de 70 alumnos de los talleres durante cuatro horas. Y es que el escritor está convencido de que para convertir estos cónclaves en reuniones fructíferas es imprescindible situarse en una perspectiva de ingenuidad. "El profesor que se presenta ante una clase pensando que él es el depositario del saber, convencido de que va a verter ese saber en los alumnos como quien vierte el agua de una jarra en un vaso, no tiene la posibilidad de aprender nada. Y quien no aprende nada", dijo desde la modestia, "no está capacitado para enseñar". Esta afirmación nace fruto de la experiencia del escritor en actividades como la de ayer. "En encuentros como éste he aprendido que no existen reglas externas y que siempre hay alguien capaz de mirar algo de un modo que todavía nadie ha visto".
Por eso, el escritor valenciano, autor de obras como Cerbero son las sombras, El desorden de tu nombre, Volver a casa o Tonto, muerto, bastardo e invisible, quiere ser cada día más ingenuo y conservar esta capacidad intacta a lo largo de los años, porque supone, a su juicio, "una de las pocas conquistas morales que uno puede realizar". "Más ingenuo que ayer" "Mi planteamiento radica", dijo antes de la reunión literaria, "en ver si hoy consigo ser más ingenuo que ayer, pero menos que mañana, porque eso me permitirá ver al rey desnudo cuando va desnudo [en referencia al cuento de Andersen] y no como dice el Ministerio de Interior o de Cultura cómo debo ver al rey".
El escritor abogó por promocionar una lectura, pero sobre todo desde una visión crítica. No en vano considera la palabra como un medio inmejorable para modificar la realidad. "La lectura y la buena relación con la escritura", destacó, "pueden cambiar el mundo. De hecho, todos somos hijos y herederos de los modelos amorosos de relación sentimental que ha creado la literatura a lo largo de los siglos". Millás profundizó en la relación del mundo con la escritura e invitó a sus interlocutores a plantearse la hipótesis de la desaparición de mitos literarios como El Quijote, Anna Karenina o Madame Bovary. Y se respondió él mismo: "Seríamos completamente distintos, porque nuestros modelos de comportamiento proceden en gran parte de la literatura". Su firme convicción de la importancia de la palabra le llevó a resaltar el valor de las bibliotecas "que están recuperando el sentido que nunca debieron perder". Millás recordó que durante algunos años estos centros se han erigido en espacios para acoger sólo a estudiantes de instituto. Sin embargo, desde su experiencia, el escritor aprecia una recuperación de su sentido inicial.
"Hoy se alzan cada vez más en centros de referencia. La gente no sólo estudia o va a buscar o a devolver un libro; se van creando también grupos de intereses que trabajan sobre la palabra y crean por ejemplo sus propias revistas". Precisamente Millás trabajó ayer sobre los cuentos escritos por los alumnos de los talleres durante todo el año en bibliotecas o casas de cultura. Participó desde una posición "militante", porque "éstas son las cosas que merece la pena apoyar".
Juan José Millás explica los tránsitos entre lo real y lo irreal en su literatura
MARTA NIETO 03/06/2000
El escritor recoge el Premio de la Crítica en la Feria del Libro bilbaína
"La escritura es una prótesis con la que yo llego a dónde no llego con el cuerpo. Aunque a veces uno tiene la sensación de que el verdadero cuerpo es la escritura y uno no es más que la prótesis". Así se expresaba ayer Juan José Millás (Valencia, 1946), quien acudió a Bilbao a recoger el Premio de la Crítica y a presentar su último libro, Cuerpo y prótesis, una recopilación de artículos y reportajes. El escritor aprovechó para intentar explicar cómo es su tránsito entre lo real y lo irreal.
En un acto rápido y cálido en la carpa situada junto a las casetas de la Feria, Millás quiso hablar un poco de la frontera entre "lo que creemos real y lo que pensamos imaginario". "La intención que late en muchas de mis novelas es pasar la raya entre lo real y lo irreal", aseguró. Antes se había dado una vuelta por el certamen, donde varias personas le reconocieron y acudieron a que les firmase alguna de sus obras. "Éste lo acabo de comprar, todavía tiene el precio, pero me he leído todas", se excusaba una admiradora."Tuve muchas dudas con esta novela", dijo Millás refiriéndose al libro por el que le entregaron el Premio de la Crítica: No mires debajo de la cama (Editorial Alfaguara). "Fue el editor quien me animó a publicarla. Me parecía una novela muy rara". El autor la justificó afirmando:
"Todos estamos más determinados por lo que hemos imaginado que por lo que nos ha ocurrido". Una verdad que a Millás le parece irrebatible: "Esto es así", sentenció. Y luego explicó a la concurrencia: "En nuestra infancia fue mucho más real el monstruo de debajo de la cama que el profesor de matemáticas, que era un monstruo. La gente hoy sigue matándose por algo tan irreal como Dios".
En un torrente imparable de elocuencia, de entradas y salidas del mundo imaginario al real, Millás fluyó de la novela a Cuerpo y prótesis (El País-Aguilar). "Es una selección de artículos y reportajes que no están pegados a una actualidad que los haría incomprensibles ahora. Yo los he bautizado como articuentos, un género que me gusta practicar cada día más".
El crítico literario José Fernández de la Sota, presente ayer en el acto, señaló que "Millás es uno de los grandes prosistas en castellano, un estilista magnífico y, por el mismo precio, un humorista, en el sentido en el que lo era Franz Kafka".
Con ese fino sentido del humor, el escritor habló ayer de la palabra "cuerpo". "Desde que el hombre es hombre no ha cesado de intentar construir su doble. Por eso tuvo tanto éxito la película Blade runner, porque por fin se conseguía una réplica. No hay nada más parecido a un cuerpo que una frase. El adverbio, por ejemplo, es su hígado, que nivela sustancias que ayudan a la digestión del verbo". Y la escritura, ésa que Millás no sabe si surge a través de él o utiliza su cuerpo como instrumento.
Esa vieja pregunta ha vuelto una vez más a llevarse al laboratorio de la experiencia en el taller que Juan José Millás dirige en el Palacio de la Magdalena, de Santander.
El autor de El jardín vacío, El desorden de tu nombre o La soledad era esto, entre otros títulos, columnista habitual de EL PAÍS y explorador de las relaciones entre literatura y vida en su programa de la cadena Ser (que luego traslada de forma sintética a Babelia), ha abandonado durante una semana su gabinete de escritor para entrar en contacto con un grupo de personas que quiere aventurarse en los caminos de la creación literaria. "Lo primero que hay que hacer en este taller es desaprender", comentó Millás en la rueda de prensa que ofreció ayer. "Desembarazarse de las ideas recibidas, de los clichés y tópicos, de esa noción tan resbaladiza de lo bonito", añadió.
No hay normas en el oficio de escribir.
"De lo que se trata es de aprender a agudizar el olfato", dijo Millás. La propia literatura es un misterio que no siempre es fácil de conquistar. En ese sentido, el escritor recordó un minúsculo texto del que se había servido hace un tiempo para escribir una columna. Se trataba de un papel arrugado encontrado a uno de los marineros que se hundieron en el Kursk, el submarino ruso que se fue a pique en agosto de 2000. "El agua nos llega ahora por los tobillos. Nos queda aire para unas pocas horas. Se acaba de apagar la luz. Escribo a ciegas". Ésas eran, más o menos, las últimas líneas de aquel breve relato que impactó a Millás por su eficacia literaria. "Un escritor honesto siempre escribe a ciegas", comentó después.
Tradición y subjetividad
Y si se escribe a ciegas, ¿qué sentido tiene un taller de creación literaria? La sesión de la mañana de ayer empezó puntual en el aula Santo Mauro. Enseguida, uno de los participantes leyó un breve relato que respondía a una consigna propuesta por el director: escribir sobre la cama de los padres. Luego todo el mundo se puso a hablar. ¿Por qué me gusta? ¿Por qué no me gusta? ¿Debería haberme gustado? "Hay que empezar por lo más sencillo, el gusto propio, y poco a poco ir conformando unos criterios de objetividad", explicaba Millás. Descubrir, por ejemplo, qué pertenece en el texto a la tradición recibida y qué a la subjetividad del que lo escribe. Si el relato está lleno de tópicos o si revela una mirada propia. Analizar la coherencia de los elementos que lo componen.
La textura de una página. A esa idea se remite con frecuencia Millás mientras se comentan los relatos escritos por los que participan en el taller. "Es necesario adquirir una distancia frente a la impresión inicial que nos produce un texto. Hay que levantar el vuelo para poder observar lo que se ha escrito a distancia de pájaro. Es entonces cuando se aprecia la textura de la página, y se puede valorar si la relación de los distintos elementos que la componen son adecuados o inadecuados", explica.
El trago de leer sus textos en público no lo llevan mal los que participan en este singular laboratorio. La consigna es que los autores no pueden justificarse. Hablan los demás. Y no se cortan un pelo. Cada cual tiene que argumentar sus opiniones. Hay relatos que recurren a palabras y a frases que ya se han ido desgastando por su uso. Y chirrían. La búsqueda de "lo literario" es un arma arrojadiza. "Hay que tener en cuenta", dice Millás, "que el lenguaje quiere manifestarse y que se sirve de nuestras manos para hacerlo. Pero lo que importa es encontrar la propia voz, no dejar que sea el lenguaje el que nos hable".
Contó Millás que en la tarde del primer día ni siquiera pararon para descansar porque la cuestión que trataban los tenía a todos atrapados. Lo que importa es aprender de los errores. De vez en cuando, el escritor da un poco de "teórica". "En un cuento es fundamental la estructura. Es un conjunto de elementos que dependen unos de otros. Si quitas uno, los demás lo padecen de inmediato. De lo que se trata es de ser conscientes de las costuras de un texto. De cómo casan sus distintas piezas. Si lo hacen de una forma burda o coherente". La primera obligación que Millás ha impuesto a los que participan en el taller es drástica: ser antiliterarios. Y lo justifica: "La idea que se tiene de lo literario suele ser nefasta".
Las cosas que nos rodean
Durante la mañana, y tal como van saliendo las cosas, Millás sugiere otra estratagema. Escribir de las cosas desde su periferia. "Los objetos que nos rodean dicen a menudo más de nosotros que nosotros mismos". Un poco después, y tras la discusión de otro de los relatos leídos, se llega a la conclusión de que sólo funciona si se le quita el primer folio y medio. La fórmula es empezar por lo práctico, y apoyarlo con un poco de teoría. Millás desarrolló ayer el concepto del punto de vista. O lo que es lo mismo: la distinción entre escritor y narrador. En los próximos días abordará otros asuntos. Contingencia y necesidad. Realidad y ficción. Reportaje periodístico y cuento. Y habrá otras propuestas prácticas: escribir un relato sobre el miedo, otro que tenga como protagonista un objeto y el último, un reportaje sobre el curso.
El caso es que si no se aprende a escribir, por lo menos se aprende a leer, decía uno de los participantes. "Con la escritura pasa como cuando uno naufraga", comentaba Millás. "Sólo sabe que está al comienzo de algo. Tiene el olfato y es de lo único que puede servirse para ponerse a nadar". El desafío es llegar a alguna parte.
Los beneficios de la brevedad
"Hace un tiempo, las columnas que escribo en el periódico tenía que dictarlas a una secretaria", contó ayer Millás en su taller del Palacio de la Magdalena. 'Normalmente me ajustaba, pero un día me sobraban cuatro líneas, así que tuve que cortar. Me quedé inquieto, por lo que volví a leer el texto que acababa de masacrar y descubrí que había mejorado. Se me ocurrió, entonces, hacer un ejercicio. Cortar otras cuatro líneas. Lo hice, y el texto mejoró todavía más. Así que liquidé otras cuatro. La columna menguada funcionaba mejor. Corté otras cuatro líneas y otras cuatro... Hasta darme cuenta de que aquella columna era de verdad buena cuando no tenía ninguna'. El humor de Millás está presente en el taller de Millás. Y uno de los asuntos que surgió ayer fue el de la eficacia de la brevedad. 'Cuando llegas a casa y abres el cajón de herramientas del escritor, siempre que coges un sustantivo lleva pegado al lado un adjetivo. Lo importante es darse cuenta. Y quitarlo de allí, cortarlo, pisotearlo. Intentar, en la medida de lo posible, que ese adjetivo no vuelva al cajón'. No es un mal paso para empezar.
De otro de los desafíos de los que habló Millás fue de 'encontrar el tono'. "A veces no sabes lo que pasa con una novela, y es que no has dado con el punto de vista adecuado. Puede ocurrir, como me ocurrió en Visión del ahogado, que estés presentando a unos personajes como hermanos cuando en realidad son un matrimonio sin hijos".
Juan José Millás reivindica el valor de la escritura como forma de cambiar el mundo
El escritor Juan José Millás reivindicó ayer en San Sebastián el valor de la palabra escrita como medio para modificar la realidad. "La lectura y la buena relación con la escritura", dijo el autor valenciano, "pueden cambiar el mundo". Millás inauguró unas jornadas sobre el proceso de creación literaria que organiza Donostia Kultura como clausura de los talleres que se desarrollan en las casas de cultura de San Sebastián a lo largo de todo el año.
El escritor impartió un taller sobre el cuento
MARIBEL MARÍN San Sebastián 10 JUN 1998
Juan José Millás, premio Nadal de 1990 por su novela La soledad era esto, llegó a la capital guipuzcoana con el ánimo de enseñar, pero también de aprender de la reunión que mantuvo con los cerca de 70 alumnos de los talleres durante cuatro horas. Y es que el escritor está convencido de que para convertir estos cónclaves en reuniones fructíferas es imprescindible situarse en una perspectiva de ingenuidad. "El profesor que se presenta ante una clase pensando que él es el depositario del saber, convencido de que va a verter ese saber en los alumnos como quien vierte el agua de una jarra en un vaso, no tiene la posibilidad de aprender nada. Y quien no aprende nada", dijo desde la modestia, "no está capacitado para enseñar". Esta afirmación nace fruto de la experiencia del escritor en actividades como la de ayer. "En encuentros como éste he aprendido que no existen reglas externas y que siempre hay alguien capaz de mirar algo de un modo que todavía nadie ha visto".
Por eso, el escritor valenciano, autor de obras como Cerbero son las sombras, El desorden de tu nombre, Volver a casa o Tonto, muerto, bastardo e invisible, quiere ser cada día más ingenuo y conservar esta capacidad intacta a lo largo de los años, porque supone, a su juicio, "una de las pocas conquistas morales que uno puede realizar". "Más ingenuo que ayer" "Mi planteamiento radica", dijo antes de la reunión literaria, "en ver si hoy consigo ser más ingenuo que ayer, pero menos que mañana, porque eso me permitirá ver al rey desnudo cuando va desnudo [en referencia al cuento de Andersen] y no como dice el Ministerio de Interior o de Cultura cómo debo ver al rey".
El escritor abogó por promocionar una lectura, pero sobre todo desde una visión crítica. No en vano considera la palabra como un medio inmejorable para modificar la realidad. "La lectura y la buena relación con la escritura", destacó, "pueden cambiar el mundo. De hecho, todos somos hijos y herederos de los modelos amorosos de relación sentimental que ha creado la literatura a lo largo de los siglos". Millás profundizó en la relación del mundo con la escritura e invitó a sus interlocutores a plantearse la hipótesis de la desaparición de mitos literarios como El Quijote, Anna Karenina o Madame Bovary. Y se respondió él mismo: "Seríamos completamente distintos, porque nuestros modelos de comportamiento proceden en gran parte de la literatura". Su firme convicción de la importancia de la palabra le llevó a resaltar el valor de las bibliotecas "que están recuperando el sentido que nunca debieron perder". Millás recordó que durante algunos años estos centros se han erigido en espacios para acoger sólo a estudiantes de instituto. Sin embargo, desde su experiencia, el escritor aprecia una recuperación de su sentido inicial.
"Hoy se alzan cada vez más en centros de referencia. La gente no sólo estudia o va a buscar o a devolver un libro; se van creando también grupos de intereses que trabajan sobre la palabra y crean por ejemplo sus propias revistas". Precisamente Millás trabajó ayer sobre los cuentos escritos por los alumnos de los talleres durante todo el año en bibliotecas o casas de cultura. Participó desde una posición "militante", porque "éstas son las cosas que merece la pena apoyar".
Juan José Millás explica los tránsitos entre lo real y lo irreal en su literatura
MARTA NIETO 03/06/2000
El escritor recoge el Premio de la Crítica en la Feria del Libro bilbaína
"La escritura es una prótesis con la que yo llego a dónde no llego con el cuerpo. Aunque a veces uno tiene la sensación de que el verdadero cuerpo es la escritura y uno no es más que la prótesis". Así se expresaba ayer Juan José Millás (Valencia, 1946), quien acudió a Bilbao a recoger el Premio de la Crítica y a presentar su último libro, Cuerpo y prótesis, una recopilación de artículos y reportajes. El escritor aprovechó para intentar explicar cómo es su tránsito entre lo real y lo irreal.
En un acto rápido y cálido en la carpa situada junto a las casetas de la Feria, Millás quiso hablar un poco de la frontera entre "lo que creemos real y lo que pensamos imaginario". "La intención que late en muchas de mis novelas es pasar la raya entre lo real y lo irreal", aseguró. Antes se había dado una vuelta por el certamen, donde varias personas le reconocieron y acudieron a que les firmase alguna de sus obras. "Éste lo acabo de comprar, todavía tiene el precio, pero me he leído todas", se excusaba una admiradora."Tuve muchas dudas con esta novela", dijo Millás refiriéndose al libro por el que le entregaron el Premio de la Crítica: No mires debajo de la cama (Editorial Alfaguara). "Fue el editor quien me animó a publicarla. Me parecía una novela muy rara". El autor la justificó afirmando:
"Todos estamos más determinados por lo que hemos imaginado que por lo que nos ha ocurrido". Una verdad que a Millás le parece irrebatible: "Esto es así", sentenció. Y luego explicó a la concurrencia: "En nuestra infancia fue mucho más real el monstruo de debajo de la cama que el profesor de matemáticas, que era un monstruo. La gente hoy sigue matándose por algo tan irreal como Dios".
En un torrente imparable de elocuencia, de entradas y salidas del mundo imaginario al real, Millás fluyó de la novela a Cuerpo y prótesis (El País-Aguilar). "Es una selección de artículos y reportajes que no están pegados a una actualidad que los haría incomprensibles ahora. Yo los he bautizado como articuentos, un género que me gusta practicar cada día más".
El crítico literario José Fernández de la Sota, presente ayer en el acto, señaló que "Millás es uno de los grandes prosistas en castellano, un estilista magnífico y, por el mismo precio, un humorista, en el sentido en el que lo era Franz Kafka".
Con ese fino sentido del humor, el escritor habló ayer de la palabra "cuerpo". "Desde que el hombre es hombre no ha cesado de intentar construir su doble. Por eso tuvo tanto éxito la película Blade runner, porque por fin se conseguía una réplica. No hay nada más parecido a un cuerpo que una frase. El adverbio, por ejemplo, es su hígado, que nivela sustancias que ayudan a la digestión del verbo". Y la escritura, ésa que Millás no sabe si surge a través de él o utiliza su cuerpo como instrumento.
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