PROFESORES, MAESTRAS E INVESTIGADORES DE TODO EL MUNDO ESCRIBEN CARTA DIRIGIDA A LA DIRECTORA GENERAL DE UNESCO EN PROTESTA POR GIRO ECONOMICISTA DE ESTE ORGANISMO INTERNACIONAL
A continuación publicamos la carta que 225 educadores, académicos e investigadores del sector de educación de una treintena de países de los cinco continentes le dirigieran a la Dra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO en la cual expresan
1. Una abierta preocupación por el giro economicista que han tenido eventos recientes de UNESCO, especialmente el Foro mundial de educación realizado en Incheon, Korea;
2. El riesgo que contiene para la perspectiva humanista e integral de la educación, el renovado protagonismo de los llamados "aliados" o "socios mayores" expresados en instancias financieras y económicas globales quienes se consideran habilitados para dirigir la agenda educativa planetaria;
3. La preocupación respecto al escaso protagonismo que siguen teniendo los idiomas castellano y portugués en los eventos mundiales;
4. La poca participación de maestros, maestras , profesores e investigadores educativos en los encuentros educativos mundiales organizados por UNESCO como el Foro Mundial de Educación;:
5. La necesidad de trabajar de manera renovada para garantizar el derecho humano a la educación para todos y todas, la educación pública, gratuita y de calidad para todos y todas, así como la recuperación de una mirada de la educación guiada por las ciencias pedagógicas y no por la lógicas del mercado.
La carta es un llamado dramático a luchar contra el APAGÒN PEDAGOGICO GLOBAL. La carta circulará durante estos meses y junto con las adhesiones que se sumen se entregara en el marco de la Conferencia General de la UNESCO a realizarse en Noviembre de este año.
A continuación la carta y sus firma:
A Coruña, Almería, Arizona, Armería, Atenas, Auckland, Baja California, Barcelona, Barinas, Barquisimeto, Belo Horizonte, Berkeley, Bloomington, Bogotá, Boston, Braga, Brisbane, Buenos Aires, Cádiz, California, Callaghan, Cambridge, Campinas, Carabobo, Caracas, Castellón de la Plana, Chicago, Concepción, Córdoba, Cundinamarca, Dartmouth, DF. México, Durban, El Salvador, Estado do Rio Grande do Sul, Évora, Gothenburg, Granada, Hamilton, Huelva, Ibagué, Iguazú, Illinois, Indiana, Johannesburgo, Kennesaw, Kerala, La Habana, La Paz, La Valeta, Leicester, León, Liège, Lima, Lisboa, Londres, Los Ángeles, Luanda, Madison, Madrid, Málaga, Managua, Manaus, Manchester, Maputo, Maracaibo, Maracay, Massachusetts, Mérida, Minas Gerais, Murcia, Nottingham, Nueva Delhi, Oviedo, Oxaca, Palma de Mallorca, Pamplona, Panamá, Paraná, París, Porto,Portalegre, Puerto Elizabeth, Puerto Príncipe, Praia, Quito,Rennes,Río de Janeiro, Río Piedras, Roma, Rubio, San José, San Juan, San Salvador, Santiago de Compostela, Santiago, Sao Paulo, Seattle, Sevilla, Sinaloa, Tallinn, Tenerife, Texas, Tolima, Toulouse, Umeå, Valencia-España, Valencia-Venezuela, Valladolid, Valparaiso, Vancouver, Veracruz, Vigo, Washington, Wisconsin-Madison, Xalapa, Zulia, Julio de 2015.
Dra. Irina Bokova
Directora General de UNESCO
Su despacho.-
Con el debido respeto y consideración;
La educación como derecho humano fundamental y como garantía de sociedades justas, equitativas e incluyentes constituye una de las más hermosas esperanzas de los pueblos del mundo. Cada vez que un niño, niña, adolescente o adulto se incorpora a la educación, estamos trabajando para un mundo democrático, justo, inclusivo, solidario, en paz y ecológicamente viable.
Quienes suscribimos esta misiva (profesoras, profesores, intelectuales, investigadoras e investigadores educativos), lo hacemos a título personal, desde distintos lugares y nacionalidades. Ante todo, queremos apoyar y manifestar nuestro compromiso con la aspiración global expresada en Incheón, Korea, en mayo de este año, de alcanzar en el 2030 una Educación Para Todos y Todas, sin exclusión de ningún signo.
Directora General es un hecho que alrededor del Foro Mundial de Educación en Incheon se reunieron importantes organizaciones académicas, de la sociedad civil y de algunos movimientos sociales, las cuales debatieron y generaron una relevante declaración, pero su protagonismo al interior del propio Foro Mundial de Educación se vio eclipsado por los organismos económicos globales.
Con preocupación evidenciamos en el desarrollo de esta cita mundial [1] elementos, prácticas y discursos que allí se hicieron presentes, que en sí mismos conspiran contra el logro de las metas post 2015. Ese es el motivo de esta carta.
Señora Directora General, compartimos la preocupación de que la educación sea cada vez mejor y contribuya a construir aprendizajes significativos para toda la vida que le resulten valiosos y útiles a la ciudadanía y a sus sociedades, así como que la UNESCO es el espacio mundial privilegiado para hablar, pensar, debatir y definir al respecto.
Sin embargo, consideramos necesario destacar que el discurso de la calidad educativa viene siendo utilizado por parte de los organismos económicos internacionales, como el “Caballo de Troya” en el cual se introducen las contrarreformas educativas que reducen el papel de los sistemas educativos al desarrollo de un pequeño grupo de aprendizajes y a una competición sin sentido entre las instituciones escolares por posicionarse en rankings.
De igual manera, dados los criterios selectivos en las materias que se evalúan se jerarquizan peligrosa y sesgadamente determinados aprendizajes, primando en la práctica lo que se viene denominando como un "Back to Basics".
Las fuertes presiones de determinados organismos economicistas y financieros transnacionales, promotores de políticas y economías neoliberales, están contribuyendo a un notable abandono de concepciones educativas destinadas al desarrollo integral y la felicidad de la ciudadanía. Con ello se dificulta una educación promotora del desarrollo científico, humanístico, social y artístico para una vida libre, justa, solidaria y feliz.
Muchas de las miradas sobre la educación, distintas a las que pretenden hegemonizar los organismos económicos globales, prácticamente estuvieron ausentes en la cita de Incheón.
En Incheon no estaban todos los que debieron estar y, por lo tanto, se ignora el carácter plural que debieran tener eventos como el de Korea, cuyos propósitos son construir un auténtico consenso mundial educativo. Tal carencia impacta en el propio papel de la UNESCO como organismo internacional destinado a construir consensos políticos y sociales sobre la educación.
Reconocemos que en Incheon, Korea, podían expresar su voz los representantes de los gobiernos, la denominada sociedad civil y de los movimientos sociales, pero en intervenciones que no superaban los 3 minutos. Aunque debemos ser conscientes de la muy escasa representación de este último sector, dadas la muchísimas dificultades para obtener recursos económicos para viajar a este tipo de eventos. En contraste hubo largas intervenciones de representantes y voceros de la perspectiva del mercado en la educación.
Las pocas voces alternativas aceptadas por ustedes –como la poderosa Internacional de la Educación y la noble Campaña Mundial por el derecho a la educación- apenas pudieron exponer su mirada en defensa de los colectivos docentes, de las asociaciones estudiantiles y organizaciones comunitarias y cívicas como actores y coautores principales implicados en cualquier política de mejora de la educación.
Qué hermoso habría resultado que en el Foro Mundial sobre la Educación, tuvieran una voz viva y sin mediaciones, docentes, intelectuales e investigadoras e investigadores de los cinco continentes, representando la diversidad de miradas y experiencias en desarrollo de los sistemas educativos, lo cual no ocurrió.
Qué esperanzador para la educación mundial habría resultado visibilizar en Incheon a los millones de profesionales de la educación, educadores y educadoras que en todo el mundo resisten a la más rampante ofensiva neoliberal de los últimos tiempos contra la educación. Ofensiva que se expresa en tendencias como: la evaluación docente punitiva, la simplificación mercantil de una modalidad de calidad educativa medible cuantitativamente con pruebas estandarizadas elaboradas o motivadas por instancias económicas globales; así como políticas de salarios y condiciones de trabajo inapropiadas en muchos lugares del planeta. Todo ello evidencia la precaria valoración del rol magisterial como constructor de sociedades democráticas, pacíficas, equitativas, solidarias y comprometidas con la salvaguarda de la vida en el planeta.
Entendemos que el Foro de Incheon era un espacio de encuentro de los ministerios de educación del planeta. Pero habría sido más rico y positivo que otras organizaciones representativas de quienes investigan y trabajan en las aulas de todo el mundo -desde la relación teoría y praxis educativa- debatieran sobre las posibilidades y potencialidades de la educación para todos de cara al 2030, mucho más allá de porcentajes de matrícula, cobertura escolar, monto del PIB y de los presupuestos gubernamentales para invertir en educación.
Por el contrario, el mercado, la productividad laboral y el desarrollo tecnológico emergieron como grandes condicionantes para el fortalecimiento de los sistemas educativos; aspectos que de manera alguna garantizan una educación de calidad para todos y para todas. Al respecto consideramos que las maestras y maestros, representaciones del estudiantado, de las familias, los movimientos sociales, así como organizaciones dedicadas a la investigación educativa deben ser considerados socios mayores de estos eventos en el futuro, con una presencia muy activa, determinante y superior a la de los organismos económicos internacionales.
Dra. Irina Bokova, con preocupación evidenciamos en buena parte de los discursos desarrollados en los paneles centrales del Foro de Incheon una preeminencia de las miradas economicistas y reduccionistas de la educación, en detrimento de la mirada pedagógica que contempla al ser humano en todas sus dimensiones, no exclusivamente las relacionadas con las necesidades de la economía neoliberal. Palabras como mercado, economía, desarrollo industrial eclipsaron los discursos y claves pedagógicas cuyos argumentos promueven reformas e innovaciones educativas destinadas a empoderar a las generaciones más jóvenes.
A partir de las ideas expuestas, es urgente e impostergable que la UNESCO retome el papel orientador de la educación desde los campos de conocimiento que le son propios: las ciencias de la educación. Sólo así podrá hablarse de una buena asociación para la agenda 2015-2030, en la cual organismos como el Banco Mundial, la OCDE, el FMI y el BID, no determinen el rumbo de los sistemas educativos.
A partir de la crisis financiera de la UNESCO derivada de la negativa de EEUU a honrar sus compromisos, bajo el pretexto de la supuesta inconveniencia de la incorporación de Palestina como Estado miembro de la UNESCO, nos preocupa que la relación con órganos económicos globales haya puesto en riesgo la otrora emblemática autonomía de la UNESCO. Este fenómeno se expresa en el vaciamiento de espacios institucionales de la propia UNESCO u otros semejantes que se consideren coherentes con los fines con los que fue creada la organización que usted preside.
Dra. Bokova, un Foro Mundial de Educación como el de Incheon, Korea, debe ser el escenario en el cual se visibilicen y encuentren distintas miradas sobre el seguimiento y evaluación de los sistemas educativos en general y de los aprendizajes en particular. Lamentamos que la mirada predominante del Foro haya sido la de la OCDE y sus pruebas PISA. Reduccionismo que va en detrimento de las perspectivas cualitativas o de otras experiencias como, por ejemplo, las desarrolladas por el Asia Center, las Mediciones Independientes de Aprendizajes (MIA) creadas por el CIESAS en México, el diseño de los seis ámbitos de la calidad o modelo de Cubo creada en Venezuela, para solo citar algunas. El propio trabajo del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), al tener una limitada presencia en los debates y discursos del Foro de Incheon, se percibió subsidiario de la perspectiva de PISA. No se ofreció voz a quienes expresan la resistencia argumentada de muchas y muchos profesionales de la educación, docentes y estudiantes a valorar desde la complejidad del hecho educativo el impacto de estos sistemas de evaluación.
La valoración de la interculturalidad y la pluralidad de enfoques sobre la educación son inherentes al espíritu, filosofía y perspectiva que llevó a la creación de la UNESCO. Tales premisas –a nuestro juicio- se vieron escasamente desarrolladas en el Foro Mundial de Educación recientemente culminado.
No consideramos impertinente, ni osado plantear y aspirar a que al lado de Andreas Schleicher pudieran haber estado presentes, exponiendo sus puntos de vista –por ejemplo- informantes sobre las evaluaciones ciudadanas de Suman Bhattacharjea de la India, la mirada de la educación popular expresada por el Instituto Internacional Paulo Freire de Brasil, el pensamiento educativo Latinoamericano expresado en CLACSO o, la recién constituida Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.
Maestras, maestros y profesorado en general de todo el orbe vemos y venimos planteando con preocupación la postergación de la mirada educativa integral por parte de instancias internacionales cuya naturaleza y función en la gobernanza mundial es otra. Se debieran potenciar modelos y filosofías educativas desde una comprensión holística de la educación que asuma la fuerza de la relación dialéctica entre lo global y lo local en los sistemas educativos y en la propia labor de aula.
Vemos con enorme preocupación que políticas destinadas a impulsar una globalización económica neoliberal y políticas de mercado de homogeneización cultural se coloquen como piedras angulares de la actividad educativa. Visualizamos una peligrosa tendencia a que se genere un Apagón Pedagógico Global (APG) como resultado de la fragmentación de la pedagogía como totalidad interpretativa del hecho educativo. Cuestión que viene ocurriendo como producto de la imposición de modas didácticas, evaluativas, gerenciales, y de un fuerte y sesgado control de los currículos obligatorios, con el fin de conformar un homo economicus y un homo consumens.
En el presente, se pretende reducir el conocimiento profesional, el capital profesional del profesorado, exclusivamente a una medición de aprendizajes, y se percibe que las nuevas voces expertas son las de los especialistas que diseñan y orientan sistemas de evaluación positivista con finalidades que estimamos son ajenas a una educación verdaderamente integral.
Poco pareciera importar que la formación y lugar de trabajo de estos nuevos expertos sean organizaciones transnacionales, empresas y fundaciones asociadas al sector financiero, en lugar de universidades e instituciones educativas.
Se agrega a todo lo anterior, el hecho relevante que de nuevo los idiomas castellano y portugués, que hablan aproximadamente 820 millones de ciudadanos y ciudadanas del mundo, se descarten como idiomas de trabajo regular en eventos como el Foro Mundial de Educación. Pensamos que tal circunstancia lleva a una desterritorialización de los organismos de la UNESCO ubicados en países donde se habla fundamentalmente el castellano y el portugués, cuyos funcionarios se ven forzados a hablar en inglés o francés en Foros Mundiales, desconociendo la identidad idiomática de regiones tan importantes en términos poblacionales, culturales y educativos.
Nuestra sugerencia consiste en incentivar que se revierta esta situación y se reconozca la validez de idiomas que identifican a más de la décima parte de la población mundial.
Señora Bokova, estamos seguros de que usted tomará estas observaciones de carácter sustantivo como un esfuerzo por ayudar a concretar la convergencia de agendas educativas y una ratificación de nuestra esperanza en que la UNESCO se convierta en un auténtico foro multicultural, plurilingüistico y esencialmente educativo.
La UNESCO debe posibilitar el encuentro de las miradas de los responsables de gestión de los ministerios de educación de los países miembros, pero también de millones de educadoras y educadores del mundo que día a día desde las universidades, institutos y escuelas hacen posible avanzar en el logro de la educación para todos y todas como un derecho humano fundamental.
En este sentido, consideramos que las voces del profesorado, de las y los estudiantes y de otros especialistas en educación del mundo que resisten a la mercantilización de la educación y a la pretensión de una robotización desde las instituciones educativas de la inmensa mayoría de los seres humanos, son insustituibles en los Foros Educativos Mundiales.
Invitamos a usted y a la UNESCO a trabajar juntos en ello.
Saludos
Aboites, Hugo; Rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. México.
Abreu, Cesaltina Cadete Bastos de; Professora e Directora do Departamento de Sociologia na Faculdade de Ciências Sociais da Universidade Agostinho Neto. Luanda. Angola
Adell Segura, Jordi; Profesor e investigador en el Departamento de Educación de la Universitat Jaume I (UJI) y Director del Centro de Educación y Nuevas Tecnologías (CENT). Castellón de la Plana. España.
Alba Pastor, Carmen; Profesora e investigadora titular, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España.
Álvarez Méndez, Juan Manuel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España.
Álvarez, Marco; Coordinador General de las Escuelas libres de Chile. Chile.
Álvarez, Víctor; ExMinistro de Industrias Básicas de Venezuela. Investigador del Centro internacional Miranda (CIM). Venezuela.
Alves, Nilda; Professora da UERJ/Universidade do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Amiguinho, Abílio José Maroto; Professor Coordenador na Escola Superior de Educação do Instituto Politécnico de Portalegre. Portalegre. Portugal.
Amorim, Antônio Carlos; Professor da UNICAMP/Universidade Estadual de Campinas. Campinas. Brasil.
Andreotti, Vanessa de Oliveira; Canada ResearchChair in Race, Inequality, and Global Change. Department of Educational Studies. The University of British Columbia. Vancouver. Canada.
Anguita Martínez , Rocío; Profesora e investigadora titular de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Valladolid, Valladolid. España.
Angulo Rasco, Félix; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Cádiz. Cádiz. España.
Antunes, Ângela; Docente de amplia trayectoria en la educación popular y convencional. Directora Pedagógico del Instituto Paulo Freire. Brasil.
Apple Michael W.; John BascomProfessor of Curriculum and Instruction and EducationalPolicyStudies. University of Wisconsin, Madison. EEUU.
Aquerreta, Esperanza; Profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Venezuela.
Area Moreira, Manuel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de La Laguna. La Laguna, Tenerife. España.
Arévalo, Julio; Profesor jubilado de la UNAN, ejerce docencia en universidades privadas. Nicaragua.
Armando Santiago, José; Docente e investigador de la Universidad de los Andes (ULA). Venezuela.
Arnove, Robert F.; Chancellor'sProfessorEmeritus Indiana University, Bloomington, in EEUU.
Ascorra, Paula; Profesora de Psicología en la Escuela de Psicología. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Valparaíso. Chile.
Au, Wayne; Professor at School of EducationalStudies. University of Washington. Bothell, EEUU.
Autio, Tero. Professor of Curriculum Theory. School of Doctoral Studies. Institute of Education. Tallinn University. Tallinn. Estonia.
Ávila Dávila, Marta María; Maestra jubilada e investigadora educativa. Venezuela.
Ayers, William; Profesor jubilado, investigador y teórico sobre la educación, la paz en el mundo y los derechos de los afrodescendientes negros. Promotor de Escuelas Libres. Chicago, EEUU.
Ballarín Domingo,Pilar; Catedrática de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Granada. Granada. España.
Barbeitos, Arlindo do Carmo Pires; Professor do Departamento de Sociologia da Faculdade de CiênciasSociais da UniversidadeAgostinho Neto. Luanda. Angola.
Bartolomé, Lilia I.; Professor, AppliedLinguistics. Director, Massachusetts LanguageAcademy (MLA). College of Liberal Arts. University of Massachusetts, Boston. EEUU.
Bassey, Michael; EmeritusProfessor of Education. NottinghamTrentUniversity. Nottingham. UnitedKingdom.
Beach, Dennis; ProfessorDepartment of Education and SpecialEducationUniversity of Gothenburg. Sweden.
Beluche, Olmedo; Sociólogo y educador. Docente de la Universidad de Panamá. Panamá.
Biardeau, Javier; Profesor e Investigador de la Universidad Central de Venezuela. Venezuela.
Bigott, Luis; Docente e investigador, Vicerrector Académico de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Venezuela.
Bolívar Botia, Antonio; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Granada. Granada. España.
Bond, Patrick; University of KwaZulu-Natal Centre for Civil SocietyDurban, South Africa.
Bonilla-Molina, Luis; Coordinador Internacional de la Red Global/Glocal por la calidad educativa, Coordinador del programa educativo de TV para internet “La otra mirada”. Venezuela.
Borón, Atilio; Profesor de la Universidad de Buenos Aires. Argentina.
Bracho, América; Docente jubilada e investigadora en educación. Luchadora social por la educación pública, gratuita y democrática. Venezuela.
Bracho, Carlos Alberto; Docente universitario e Investigador del Centro de Estudios Sociales y Culturales (CESIC) de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Venezuela.
Bravo Nico , José Carlos; Professor doDepartamento de Pedagogia e Educação. Universidade de Évora. Director da Escola Comunitária de São Miguel de Machede. Évora. Portugal.
Buen Abad , Fernando; Docente e Investigador en la Universidad de Filosofía. México.
Cabero Almenara, Julio; Catedrático de Universidad. Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Sevilla. Sevilla. España.
Calderón, Jaime Rogelio; catedrático Mexicano, autor de publicaciones e investigaciones sobre educación en general y educación comparada en particular. México
Canaan, Joyce; Professor of Sociology Birmingham City University Birmingham. United Kingdom.
Cañizales, Keyla; Investigadora y Docente de la Universidad Centroocidental
Lisandro Alvarado. Barquisimeto, Venezuela.
Capote , Maritza; Pedagoga jubilada. Miembro de la Sociedad Venezolana de educación Comparada. Venezuela.
Caraballo , Nelson; Docente e Investigador de la Escuela de Humanidades y Educación en la Universidad De Oriente (UDO). Venezuela.
Carbonell Sebarroja , Jaume; Profesor e investigador de Sociología de la Educación en la Facultad de Educación de la Universidad de Vic. Barcelona. Fundador y exdirector de la revista "Cuadernos de Pedagogía". España.
Carosio, Alba; Investigadora especializada en temas de género. Profesora de la Universidad Central de Venezuela. Venezuela.
Carrano, Paulo; Professor da UFF/Universidade Federal Fluminense. Niterói. Brasil.
Casa-Nova, Maria José; Professora do Instituto de Educação e coordenadora do Núcleo de Educação para os Direitos Humanos. Universidade do Minho Braga. Portugal.
Casas, Aldo; Antropólogo. Integra el Consejo de redacción de "Herramienta. Revista de debate y crítica”. Argentina.
Castellanos, Maria Egilda; Docente jubilada. Investigadora. Rectora Fundadora de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Venezuela.
Castillo Silva, Flavio de Jesús; Docente del ITVO y coordinador de AELAC (Asociación de Educadores de América Latina y el Caribe). Oaxaca. México.
Chalmers, Camille; Docente e Investigador. Muy vinculado a la educación para la inclusión social, Haití.
Clemente Linuesa, María; Catedrática de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Salamanca. Salamanca. España.
Coelho, Virgílio, Professor de Antropologia. Departamento de Antropologia da Faculdade de Ciências Sociais da Universidade Agostinho Neto. Luanda. Angola.
Cordova, Marlene Yadira; Docente Universitaria. Ex Ministra de Educación Universitaria de Venezuela. Venezuela.
Cornejo Chávez, Rodrigo; Profesor en la Universidad de Chile. Director del Observatorio Chileno de Políticas Educativas OPECH. Integrante de la Red de Estudios del Trabajo Docente. Miembro del Grupo de Trabajo sobre Políticas Educativas y Derecho a la Educación del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO. Chile.
Darder, Antonia; LeaveyPresidentialEndowedChair in Ethics and Moral Leadership, School of Education. Loyola Marymount University, Los Angeles, EEUU.
De Alba, Alicia; Profesora e investigadora titular del Instituto de investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). México DF. México.
De Cassia Frangela, Rita; Professora da UERJ/Universidade do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Delboni, Tania María Delgado; Professora da UFES/Universidade Federal do Espírito Santo. Vitória. Brasil.
Devine, Pat; Economista e Investigador Social sobre el Ecosistema, la Geografía Humana y la Psicología Ambiental. Universidad de Manchester. Reino Unido.
Díaz - Barriga, Ángel; Profesor e investigador titular del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). México DF. México.
Díaz Acosta, Leticia; Coordinadora Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe (AELAC), Sinaloa, México.
Díaz Piña, Jorge; Profesor e Investigador de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR) Venezuela.
Díaz Pomar, Pierre Édison ; Filósofo y profesor de la FCHA (Facultad de Ciencias Humanas y Artes). Universidad del Tolima. Tolima. Colombia.
Diniz Pereira, JúlioEmílio; Professor e investigador da Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG), Belo Horizonte, Brasil.
Dohrn, Bernardine; Profesora jubilada. Especialista en derecho penal y justicia de menores, derecho de la mujer, legislación contra la tortura, la pena extrema, el derecho a la educación y sobre exclusión escolar. EEUU.
Duarte, Vera Juíza; Presidente da Comissão Nacional para por Sireitos Humanos e a Cidadania de Cabo Verde. Escritora. Ex-Ministra de Educação e do Ensino Superior. Palmarejo. Praia. Cabo Verde.
Dutt, Chandra; Director of The Centre of Science and Technologiyfor Rural Develop (COSTFORD). Kerala. India.
Escudero Muñoz, Juan Manuel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Murcia. Murcia. España.
Estremera , Rubén; Docente e Investigador. Profesor de la Universidad de Puerto Rico, núcleo Río Piedras. Puerto Rico.
Evaristo , Macaé; Secretária de Estado de Educação de Minas Gerais. Brasil.
Fernández Sierra, Juan; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Almería. Almería. España.
Ferrada, Donatila; Profesora e Investigadora de la Facultad de Educación. Universidad Católica de la Santísima Concepción, Concepción. Chile.
Ferrando Ruiz , Aleardo; Maestro de Educación Secundaria. Secretario de Organización de ANCIJE . Perú.
Ferreira Peixoto, Leonardo; Professor da UEAm/Universidade do Estado do Amazonas. Tabatinga. Brasil.
Fetzner, Andréa; Professora da UNIRIO/Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Figueroa Agreda, Marianicer; Psicóloga y Docente universitaria. Activista del movimiento por la difusión libre y el acceso abierto al Conocimiento, Venezuela. Investigadora del Centro Internacional Miranda. Venezuela.
Figueroa, Hugo; Investigador educativo y asesor curricular de la Universidad del Salvador, El Salvador.
Fischman, Gustavo E; Professor in the Mary Lou FultonTeachers College, Arizona State University. Tempe. EEUU.
Forero Coronel, Jorge Alexander; Investigador en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. Venezuela.
Formosinho, João; Professor Catedrático do Instituto de Educação da Universidade do Minho e Presidente do Conselho Científico-Pedagógico da Formação Contínua de Professores. Universidade do Minho. Braga. Portugal.
Frigotto, Gaudêncio; Professor e investigadordaFaculdade de Educação da UERJ (Universidade do Estado do Rio de Janeiro), Brasil.
Gadotti, Moacir; Docente e Investigador. Presidente Honorario del Instituto Paulo Freire. Brasil.
Galindez, Omar ; Coordinador Académico del Instituto de Altos Estudios Pedro Gual. Venezuela.
Gamboa, Carlos Arturo; Escritor. Profesor del Instituto de Educación a Distancia (IDEAD) de la Universidad del Tolima y Director del Grupo de investigacón Argonautas. Tolima. Colombia.
Gantiva Silva, Jorge Octavio; Docente e investigador de la Universidad de Ibague, Colombia.
García, Angélica; Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional de México. Departamento de Sociología de la Educación. México.
Gaudichaud, Franck; Maître de conférences en études latino-américaines. UFR de Langues. Université Grenoble-Alpes. France
Gaspard, Jean-Luc ; Maître de conférences en psychologie. UFR Sciences Humaines et Sociales. Université Rennes II. Rennes. France
Geraldi, Corinta; Professora da UNICAMP/Universidade Estadual de Campinas. Campinas. Brasil.
Geraldi, Wanderley; Professor da UNICAMP/Universidade Estadual de Campinas. Campinas. Brasil.
Ghosh, Jayati; Professor of Economics, JawaharlalNehruUniversity, New Delhi. India.
Gimeno Sacristán, José; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Valencia. Valencia. España
Giroux , Henry; Professor of English and Cultural Studies, McMaster University. EEUU.
Gómez, Margarita; Educadora popular e impulsora de la educación emancipadora y el uso educativo, apropiado y crítico de las TIC. Brasil.
Gontran, Wilfried ; Psychanalyste, formateur, superviseur. Chargéd'Enseignement en Psychologie. Université Toulouse Jean-Jaurès. Toulouse. Francia.
González , Gustavo; Pedagogo jubilado. Presidente de la Sociedad de Estudios Comparados del ALBA. Venezuela.
González, Oswaldo Antonio; Red de Gestión Comparada con Enfoque Internacional, México.
González, Pedro; Docente e Investigador. Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
Ezequiel Zamora. Barinas. Venezuela.
Gouvêa,Guaracira; Professora da UNIRIO/Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Grech, Shaun; Director of The Critical Institute. Malta. Editor-in-chief of the international journal, Disability and the Global South (DGS).
Griffiths, Tom G.; Presidente de la Oceania Comparative and International Education Society (OCIES), Presidente de la National Tertiary Education Union (NTEU, Newcastle Branch) Trabaja en la Escuela de Educación de la University of Newcastle. Australia.
Grosfoguel, Ramon; Professor. University of California at Berkeley. Berkeley. EEUU.
Guimarães Nogueira, Francis Mary; Grupo de pesquisa em políticas sociais- (gpps) - unioeste- universidade estadual do oeste do Paraná. Brasil.
Hamilton, David; Professor of Pedagogik, Department of Education. Umeå University. Umeå. Sweeden.
Harnecker, Marta; Periodista e investigadora de los movimientos sociales y transformaciones de los sistemas políticos. Vancouver, Canadá.
Hermoso , Víctor Manuel; Profesor jubilado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) de Venezuela.
Hernández Román , Rose Mary; Docente e investigadora en la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG). Venezuela.
Hill , Dave; Research Professor of Education at Anglia Ruskin University, Chelmsford, England. Editor of the Journalfor Critical Education Policy Studies (JCEPS). United Kingdom.
Hurtado Rayugsen, Omar ; Ex Vicerrector Académico de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Docente universitario jubilado e investigador. Venezuela.
Hurtado , Carlos; Docente y comunicador social. Pertenece al Centro de Educación Popular “Casa Tomada” de Leones, Córdoba. Argentina.
Hypolito, Álvaro Moreira; Professor e investigador, Faculdade de Educação, Universidade Federal de Pelotas (UFOEL), Estado do Rio Grande do Sul, Editor da Revista Currículo sem Fronteiras. Brasil.
Ibace ta , Claudio Muñoz; Coordinador Académica. Especialidad RM. Departamento de Educación Diferencial. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Santiago, Chile.
Iguiñiz Echeverría, Manuel; Docente e investigador. Profesor en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Lima.
Imbernón Muñoz , Francesc; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Barcelona, Barcelona. España.
Imen , Pablo; Docente e Investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Director de IDELCOOP, Sec. de Investigaciones del CCC Floreal Gorini. Asesor de sindicatos docentes. Argentina
Inzunza
Higueras, Jorge; Dr. en Educación, Maestro en Turtle Creek ElementarySchool, Delavan, Wisconsin, EEUU.
Jaramillo , Nathalia¸ Professor of Interdisciplinary Studies Kennesaw State University, EEUU.
Jover , Guadalupe; Profesora de Educación Secundaria. Madrid. España. Cofundadora de la plataforma cívica Yo estudié en la Pública. España.
Kajibanga, Víctor Mário Chicua; Professor e Decano da Faculdade de Ciências Sociais da Universidade Agostinho Neto. Luanda. Angola
Kumar, Ravi ; Associate Professor Department of Sociology, South Asian University, New Delhi. India.
Kushner , Saville; Professor of Public Evaluation. Faculty of Education. University of Auckland. New Zealand.
Lacueva , Aurora; Docente e Investigadora. Escuela de Educación, Universidad Central de Venezuela. Venezuela.
Landazábal , Fernando; Pedagogo, Universidad de Cundinamarca. Colombia.
Lebowitz , Mike; Profesor universitario jubilado. Investigador sobre los procesos de gestión democrática del trabajo y otros temas. Vancouver, Canadá.
Lesnik-Oberstein, Karín; Professor of Critical Theory, University of Reading. Reading. United Kingdom.
Libreros, Daniel; Docente e Investigador. Profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Colombia.
Linaza Iglesias, José Luis; Catedrático de universidad, Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Madrid. Madrid. España.
Legard, Bob; Professor PhD FASSA FAcSS. School of Education. TheUniversity of Queensland. Brisbane, Australia.
López Melero, Miguel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Málaga. Málaga. España.
López Sánchez , Roberto; Profesor titular de la Universidad del Zulia. Investigador sobre movimientos sociales y transformaciones políticas. Venezuela.
Lowy , Michel; Investigador del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia. Francia.
Lusk, Mark; Social worker. Professor at the College of Education. TheUniversity of Texas at El Paso. USA.
Macedo , Donaldo; Distinguished Professor of Liberal Arts and Education at University of Massachusetts, Boston. USA.
Machado, Margarida Maria; Professora da Universidade Federal de Goiás; Goiânia. Presidenta da ANPED (Associação Nacional de Pós-graduação e Pesquisa em Educação). Brasil.
Macrine , Sheila L.; Chair of theDepartment of Teaching and Learning en University of Massachusetts, Dartmouth, EEUU.
Maia de Oliveira , Irlane; Professora e investigadora da Universidade Federal do Amazonas, Manaus, Brasil.
Marín , Fernando; Pedagogo, Universidad del Quindío. Colombia.
Márquez , Gustavo; Ex Ministro de Integración y Comercio de Venezuela. Investigador y Docente Universitario. Venezuela.
Marrero Acosta, Javier; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de La Laguna, La Laguna, Tenerife, España.
Martín Rodríguez, Eustaquio; Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación, UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), Madrid, España.
Martínez Bonafé, Jaume; Profesor e investigador en la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Valencia. Valencia, España.
Martínez Rivillas , Alexander; Filósofo y Profesor del Departamento de Desarrollo Agrario. Facultad de Ingeniería Agronómica. Universidad del Tolima. Tolima. Colombia.
Martínez Rodríguez, Juan Bautista; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Granada. Granada, España.
Masón , Rosa María; Profesora del Instituto Pedagógico José Varona, Cuba.
Matamoros, Zuleika ; Docente de Educación Básica. Luchadora social y del magisterio. Venezuela.
McCarthy, Cameron R.; Professor and Research of Education and African American Studies. Center for Global Studies. University of Illinois at Urbana-Champaign. EEUU.
Mclaren , Peter; College of Educational Studies, Chapman University, California. EEUU.
Medina Rubio , Arístides; Docente universitario y Director Fundador de la Revista Tierra Firme especializada en Historia con más de 100 números publicados. Venezuela.
Montero Mesa , Lourdes; Catedrática de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Santiago de Compostela. Santiago de Compostela, España.
Moraes de Oliveira, Rosa; Professora e investigadora do departamento de Teorias e Práticas Pedagógicas. Universidade Federal de São Carlos. São Paulo, Brasil.
Moreira, Maria Alfredo Lopes; Professora e investigadora. Instituto de Educação, Universidade do Minho. Braga. Portugal.
Moreno Doña, Alberto; Profesor y Coordinador Bachillerato Humanidades y Ciencias Sociales. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Austral de Chile. Valdivia. Chile.
Morgade, Graciela ; Educadora. Decana de Filosofía y Letras de la UBA. Buenos Aires. Argentina.
Oliveira , Inês Barbosa de; professora e investigadora da Faculdade de Educação da UERJ (Universidade do Estado do Rio de Janeiro). Rio de Janeiro, e Presidente da Associação Brasileira de Currículo (ABdC). Brasil.
Oliveira, Lia Raquel Moreira; Professora e Investigadora. Instituto de Educação, Universidade do Minho. Braga. Portugal.
Ortiz Casallas , Elsa; Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad del Tolima. Tolima. Colombia.
Padilha , Paulo Roberto; Director Pedagógico del Instituto Paulo Freire - Brasil.
Paraskeva , João M.; Professor and Chair of the Department of Education Leadership and Program Director of the EdD PhD in Education Leadership and Policy Studies. University of Massachusetts, Dartmouth, USA.
Parker, Ian; Professor of Management, School of Management. University of Leicester. Leicester. United Kingdom.
Parrilla Latas, Ángeles; Catedrática de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Vigo. Campus de Pontevedra, España.
Pazos Jiménez , José Luis; Presidente de la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos; vocal autonómico de Madrid en la Junta Directiva. Consejero del Consejo Escolar del Estado. Madrid. España.
Peñalver, Luis ; Pedagogo Jubilado e investigador en formación docente. Venezuela.
Pereira, Fátima; Professora e investigadora de la Faculdade de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade do Porto. Porto. Portugal.
Peres , Américo Nunes; Professor e Investigador na Escola de Ciências Humanas e Sociais. Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD). Vila Real. Portugal.
Peters, Michael A; Professor, Wilf Malcolm Institute of Educational Research (WMIER), Faculty of Education. University of Waikato, New Zealand.
Petrizzo Páez , María Ángela; Investigadora y docente del Colegio Universitario Hotel Escuela de los Andes Venezolanos (CUHELAV). Activista de los movimientos por el Software Libre y por la difusión libre y el acceso abierto al Conocimiento. Mérida. Venezuela.
Pillay, Shervani K.; Professor. Faculty of Education. Nelson Mandela Metropolitan University. Port Elizabeth. South Africa.
Pineau , Pablo; Director del Departamento de Ciencias de la Educación - FIlosofía y Letras- UBA. Argentina.
Pozuelos Estrada, Francisco José; Profesor e investigador en la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Huelva. Huelva, España.
Prado Estrada, Miguel; Coordinador AELAC (Asociación de Educadores de América Latina y el Caribe). Estado de Nayarit. México.
Puelles Benítez, Manuel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Madrid, España.
Quiroz Miranda, Sergio; Director General del instituto McLaren de Pedagogía Critica, Ensenada, Baja California, México.
Raúl Mejía , Marco; Docente, educador popular e Investigador. Consultor de la Presidencia de la República y Ministerio de Educación Nacional para el programa Escuela y Comunidad . Coordinador del Equipo Técnico Nacional del Programa Ondas de Colciencias. Miembro de la Expedición Pedagógica Nacional y del proyecto Planeta Paz, Colombia.
Reay, Diane; Professor of Education. Faculty of Education. University of Cambridge. Cambridge. United Kingdom.
Redón Pantoja, Silvia; Profesora e investigadora de educación en la Faciultad de Filosofía y Educación. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Valparaíso, Chile.
Reinoso Ratjes,Rubén; Docente Universitario, Coordinador Nacional del Centro de Estudios Sociales y Culturales (CESIC) de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Venezuela.
Reis, Graça; Professora do CAp/UFRJ/Colégio de Aplicação da Universidade Federal do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Rizvi,Fazal; Professor at Melbourne Graduate School of Education. The University of Melbourne, Australia.
Rodríguez Mieres , Erick; Docente universitario en la Universidad Central de Venezuela, comunicador social y conductor de programas de TV. Venezuela.
Romero, Ángel; Estudiante de la carrera de Educación en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Venezuela.
Rossatto, Cesar Augusto; Professor at the College of Education. The University of Texas at El Paso. USA.
Rubiano, Elisabel; Docente e Investigadora del Departamento de Pedagogía Infantil y Diversidad de la Universidad de Carabobo (UC). Venezuela.
Sacavino, Susana; Coordenadora executiva da ONG Novamerica. Directora da revista Novamérica, e membro do grupo de investigación GECEC do Departamento de Educación da Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro. Río de Janeiro. Brasil.
Sader, Emir; Professor de Politicas Publicas de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro (UERJ). Brasil.
Salazar, María Isola; Pedagoga, Universidad Distrital. Colombia.
Saltmann, Kenneth J.; Professor in the Department of Educational Leadership. University of Massachusetts, Dartmouth, USA.
San Fabián Maroto, José Luis; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Oviedo. Oviedo, España.
San Martín Alonso, Ángel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Valencia. Valencia, España.
Sanches Sampaio, Carmen; Professora da UNIRIO/Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Sanoja, Mario; Antropólogo e investigador. Profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Venezuela.
Santos Guerra, Miguel Ángel; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Málaga. Málaga, España.
Santos, Boaventura de Sousa; Centro de Estudos Sociais, Colégio de S. Jerónimo, Portugal. University of Wisconsin-Madison, EEUU.
Saurraute, María Magdalena; Docente e Investigadora del Programa de Estímulo al Investigador y el Innovador (PEII). Coordinadora del Centro Nacional de Investigaciones Educativas (CNIE). Venezuela
Saviani, Dermeval; Professor de História da Educação na Faculdade de Educação da UNICAMP (Universidade Estatal de Campinas). Membro fundador da ANPED (Associação Nacional de Pós-Graduação e Pesquisa em Educação). Brasil.
Schostak, John; Professor of Education in the Education and Social Research Institute. Manchester Metropolitan University. Manchester. United Kingdom.
Serpa Granados, Guillermo; Profesor de la Universidad Nacional de Educación, La Cantuta. Lima. Perú.
Skordoulis , Kostas; Professor. Epistemology of Science School of Education University of Athens, Grecia.
Sojo, Mirna; Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe. Investigadora. Venezuela.
Subirats Martori, Marina; Catedrática de universidad de Sociología. Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Barcelona. España.
Süssekind, MariaLuiza; Professora da UNIRIO/Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro. Brasil.
Thisted, Sofía; Secretaría Académica de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Tomé, Amparo; Catedrática de universidad de Sociología de la educación. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España.
Torres Santomé, Jurjo; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de A Coruña. A Coruña. España.
Torres, Rosa María; Activista en defensa de la educación pública, Directiva de la iniciativa La otra mirada educativa, Ecuador.
Toussaint, Eric; Investigador, Coordonne le Comité pour l'Annulation de la Dette du Tiers Monde, CADTM. Maître de conférence à l'Université de Liège. Bélgica.
Tovar, Ramón; Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. Promotor del enfoque geohistórico en la enseñanza de la Geografía. Venezuela.
Tünnermann Bernheim, Carlos; Abogado y Educador. Investigador y especialista en Educación Superior. Managua, Nicaragua.
Urbina Benavides, América Ramona; Docente e investigadora en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR). Venezuela.
Valesan Camba, Salete Sirlei; Directora de FLACSO Brasil, miembro del Consejo Directivo de Aldeas SOS Brasil, miembro del Consejo Internacional do Fórum Mundial da Educación, Miembro del Consejo Internacional del Fórum Social Mundial, Brasil.
Valverde, Llorenç; Catedrático del Departament de Matemàtiques i Informàtica, Universitat de les Illes Balears. Palma de Mallorca, España.
Van de Velde, Herman; Profesor de la UNAN- Managua. Coordinador Internacional de ABACO en Red. Nicaragua.
Vargas, Yraida Profesora jubilada de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Venezuela.
Vasapollo, Luciano; Delegato del Rettore de la Universitá di Roma Sapienza per Rapporti Internazionali e Paesi Caraibici. Professore di Metodi di Analisi Economica. Italia.
Vega León, José Eduardo; Estudiante de la carrera de Sociología de la Educación en la Universidad Pedagógica Nacional. México.
Velázquez Licea, Eulalio; Docente Universitario, Coordinador de la Asociación de Educadores de América Latina y el Caribe (AELAC), México.
Vieira, Jarbas Santos; Professor e investigador, Faculdade de Educação, Universidade Federal de Pelotas (UFOEL), Estado do Rio Grande do Sul, Brasil.
Vila-Viñas, David; Investigador Instituto de Altos Estudios Nacionales. FLOK Society. Ecuador-España.
Villalba, Federico; Docente Universitario en la UPEL e investigador. Venezuela.
Viñao Frago, Antonio; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Murcia, Murcia, España
Walsh, Catherine; Profesora principal y coordinadora del Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos. Universidad Andina Simón Bolívar. Ecuador.
Yapu, Mario; Investigador y Director académico y de investigación de la Universidad para la Investigación Estratégica en Bolivia (U-PIEB), La Paz. Bolivia.
Zeichner, Ken; Boeing Professor of TeacherEducation. University of Washington. Seattle. USA.
Zufiaurre Goicoechea, Benjamín; Catedrático de universidad, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Pública de Navarra, Pamplona. España.
[1] Incheon, Korea denominada “Foro Mundial sobre la Educación 2015. Educación de calidad, equitativa e inclusiva así como un aprendizaje durante toda la vida para todos en 2030. Transformar vidas mediante la educación”.
lunes, 20 de julio de 2015
"La UNESCO debe escuchar las voces del profesorado y estudiantes del mundo que resisten a la mercantilización de la educación". Carta de profesores, maestras e investigadores de todo el mundo.
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Kureishi: “Nuestra religión verdadera es el fundamentalismo financiero” “He pasado más tiempo hablando de mis libros que escribiéndolos”, dice Hanif Kureishi. No lo dice como una queja, sino porque, afirma, forma parte de su “trabajo” Con su aire de estrella del pop en zapatillas, pasó por Madrid esta primavera. Su último libro, protagonizado por un furioso narrador de origen indio, se titula ‘La última palabra’
El escritor británico Hanif Kureishi. / BARBARA ZANON
“He pasado más tiempo hablando de mis libros que escribiéndolos”, dice Hanif Kureishi mientras trasiega agua con gas en el bar de un hotel madrileño. No lo dice como una queja, sino porque, afirma, forma parte de su “trabajo”. Hombre de opiniones contundentes, en la conversación encuentra un hueco para preguntar por la salud de los periódicos en España o la opinión de los aficionados madrileños sobre Cristiano Ronaldo, al que adora desde los tiempos del portugués en el Manchester United, su equipo. O, para ser más exactos, su religión. Como en todas las entrevistas de los últimos tiempos, también en esta termina apareciendo Podemos. Con su aire de estrella del pop en zapatillas, pasó por Madrid esta primavera durante La Noche de los Libros. El último suyo, protagonizado por un furioso narrador de origen indio, se titula La última palabra (editorial Anagrama).
Cada tiempo tiene sus grandes temas, y el tema del nuestro es el regreso de la religión como política, dice el protagonista de su último libro. ¿Está de acuerdo? Sí y no. Yo creo que hay dos: uno es el islam; el otro, la supremacía del neoliberalismo. En España lo saben bien, y en Portugal, y en Grecia. De hecho, en todo Occidente. Cómo vive la gente, dónde duerme, cómo sueña incluso, está marcado por el neoliberalismo. En Reino Unido fuimos pioneros en los ochenta con el thatcherismo. Ahora lo vivimos en todo su esplendor.
¿Y cuál es el papel de la religión? Algunos están más preocupados por el islam que por nuestra religión verdadera, que ya digo que es el neoliberalismo, el fundamentalismo financiero. Otra cosa es el terrorismo, y otra, la inmigración, que es uno de los efectos del neoliberalismo. Necesitamos buenas ideas sobre esas dos cosas, no tópicos. Hasta el racismo ha cambiado.
¿Es distinto ahora que en su infancia? Ahora el racismo está mucho más organizado. Está más en el mainstream. Entonces era un fenómeno callejero, ahora Marine Le Pen puede llegar a presidenta de Francia. En el fondo, el racismo se basa en una idea mítica de lo que es un inmigrante. Antes nacía del desprecio hacia el Tercer Mundo, hacia la gente de color. Ahora es fruto de la desesperación de gente que ve que su mundo, sus derechos, su trabajo, su seguridad están siendo destruidos, pero no por la inmigración, sino por el sistema. El capitalismo es una revolución, la más rápida y exitosa que hayamos conocido nunca.
¿Se acabó el multiculturalismo? Es que nunca ha existido. Hemos tenido y tenemos una sociedad monocultural. Solo hay un sistema, ya digo: el neoliberalismo. Yo no veo otro. Lo que hay es una sociedad multirracial hecha de escoceses, ingleses, irlandeses, paquistaníes y lo que sea, pero dentro del mismo sistema. No parece haber alternativa. Bueno, ustedes tienen ese nuevo partido, ¿Podemos? Veremos si tienen otras soluciones. En fin, no es que el multiculturalismo haya triunfado o fracasado, es que todavía no ha empezado.
¿No hay alternativa? Tiene que haberla. Hay muchas formas de capitalismo. Por ejemplo, el sistema en el que yo crecí, basado en los derechos sociales, en un Estado de bienestar fuerte. También teníamos partidos de izquierda… Ya no queda nada. La idea incluso de Estado de bienestar ha quedado arrasada. Vivimos en la precariedad. Mis hijos tienen muchas menos oportunidades de las que yo tuve. Tengo que pagar sus estudios y, además, esos estudios no les van a garantizar un trabajo.
¿En qué momento cambió todo? Con Thatcher, ya digo. Decía ser una patriota. Quería tanto a Inglaterra que destruyó el sistema público de vivienda, los sindicatos… Reagan lo hizo en Estados Unidos. ¿Resultado? Ahora vivimos en un fundamentalismo financiero. Todo se mide en dinero. En Londres ya no quedan más que dos clases sociales: los ricos y sus sirvientes. Ya casi no hay clase media, no se pueden permitir vivir en la ciudad. Lo curioso es que se trata de una ideología que la gente no ve. Promete mucho –fama, éxito, trabajo incluso–, pero no es más que publicidad. ¿Qué hacemos en cuanto tenemos algo de dinero? Ir de compras.
¿Toda la culpa es del sistema? Ir de compras no es obligatorio. Es cierto, pero los que tenían que luchar por los derechos de los débiles se pasaron al otro bando. Tony Blair fue un thatcherista. Ella misma dijo que su mayor éxito había sido Tony Blair. Estaba orgullosa de él.
¿La clase trabajadora se ha vuelto conservadora? Murdoch tuvo mucha influencia, desplazó a todos los medios de comunicación hacia la derecha. Vivimos un tiempo interesante, pero no tengo mucha esperanza: la precariedad, la vuelta de la religión…
¿Cuál era el papel de la religión en su vida cuando era joven? Mi padre y sus hermanos hacían chistes. Veían a la gente religiosa como tú puedes ver a un cura. Sabían que eran hipócritas o tontos. Formaban parte del paisaje. Mis tíos eran de clase media, intelectuales, digamos. Pensaban que la religión estaba muerta y que aquella gente era un chiste. Por eso fue un shock, sobre todo en Pakistán, el regreso del islam. Mi familia no daba crédito porque era gente de la izquierda anticlerical. Ahora mis primos, con los que me crié, se han vuelto muy religiosos, van a la mezquita.
¿Por qué ellos y no usted? Porque en el Tercer Mundo había un agujero ideológico. Bueno, no sé si en todo el Tercer Mundo; en Pakistán, seguro. Nunca iban a ser comunistas, así que necesitaban una ideología que les diera una identidad: eran antiamericanos, antiimperialistas. Fue una ideología que funcionaba en las mezquitas y en la calle porque ya eran musulmanes como usted pueda ser católico, socialmente. Solo hubo que politizarlos. Lo vieron como una solución. Estaban hartos de los británicos primero y de los americanos después, de los occidentales. Se ve a los radicales, pero la mayoría de los musulmanes lo que quieren es libertad, educación, trabajo. Lo que pasa es que no tienen una voz, una representación, no hay un partido laico. Tampoco Occidente ha apoyado a esos partidos, así que no hay otras ideas ni forma de permitir que surjan. El islam lo ha ocupado todo. En el fondo, la mayoría de la gente no es creyente, pasa como en los antiguos países comunistas: tienes que rezar, seguir esas costumbres, decir esto, callar lo otro. La gente lleva una doble vida. De puertas afuera, va cubierta y reza. De puertas adentro, hacen fiestas y toman drogas, y piensan: que les den a los del Gobierno.
¿Va con frecuencia a Pakistán? Fui el año pasado. Hubo un Pakistán que pudo ser próspero, pero todo está destruido. Ahora todo el mundo lleva pistolas. Es como las películas del Oeste. Las mujeres van siempre cubiertas, tienen miedo. Se ha destruido el espacio público.
Otro tema que se plantea en su nuevo libro es la vuelta de la figura del padre después de acabar con ella en los años sesenta. Me refería a la idea de autoridad, de obediencia. Es así. Sobre todo en el islam, tienes que obedecer, no hay sentido de la duda o espacio para otras ideas. Es como ver la Fox todo el rato. Pero no es solo autoridad, es sumisión. Eso da a la gente cierto idealismo porque les promete el paraíso. Lo único que tienes que hacer es obedecer, renunciar a la libertad de pensar.
¿Cómo es usted como padre? Soy permisivo y a la vez estricto. Mis hijos pueden hacer lo que quieran, pero tienen que estudiar. No me importa si van a fiestas, tienen relaciones sexuales o se drogan, pero tienen que estudiar y comportarse con educación. Es algo implícito, no hay una regla escrita. Ellos han visto que yo he trabajado duro para ser escritor. Cuesta ser un escritor de éxito, sobre todo si vienes de donde yo vengo. Eso lo saben. Mis dos hijos mayores se van a licenciar ahora en Filosofía. Son gemelos, de 21 años. El otro tiene 17, está terminando la secundaria.
¿Tienen cosas en común con usted? Trato de mantener una relación entre todas las generaciones de mi familia. A todos nos interesa la literatura, la política, esas cosas. Es un vínculo. Es algo así como el Kureishi way of life. Y, por supuesto, tienen que ser del Manchester United.
Incluso viviendo en Londres. Que fuesen del Arsenal sería un pequeño drama. Por suerte, odian al Chelsea [risas]. Cuando hay partido, vemos la tele con las bufandas del Manchester. Es obligatorio. Soy permisivo, pero no tanto.
¿Han leído sus libros? No.
¿Ni han visto sus películas? No creo. Toman distancia.
¿Usted las ha vuelto a ver? Ni loco. Hace poco hicieron en Londres un pase de Mi hermosa lavandería porque se cumplen 25 años del estreno, o 30, ya ni me acuerdo. Estaba todo el mundo, los actores, el equipo, todos. Stephen Frears y yo nos fuimos al bar. Ni se me ocurre volver a verla. No quiero pasarme el rato viéndole los defectos. Prefiero mirar hacia delante.
¿Leyó usted las novelas de su padre? Sí, cuando estaba escribiendo Mi oído en su corazón. Son interesantes porque hablan de cómo era crecer en el Imperio Británico. En Bombay los soldados estaban presentes todo el rato. Les tenían miedo. Cuando llegó la II Guerra Mundial se tuvieron que poner del lado de los británicos contra Hitler. No podían ser a la vez anti y probritánicos. Es muy interesante porque en algún momento todos somos minoría para alguien.
¿Escribió El buda de los suburbios porque sentía que nadie había hablado de ese mundo? Yo había leído mucha literatura inglesa –H. G. Wells, Graham Greene–; también tenía mucha influencia americana: el primer Philip Roth –el de El lamento de Portnoy–, tal vez de Bellow. De Salinger sobre todo. Había leído mucho sobre gente de barrio en Estados Unidos y quería escribir sobre un chaval de barrio, pero en Reino Unido, gente que escuchaba música pop y se drogaba. Y sobre la inmigración. Nunca había leído nada sobre la inmigración en Londres. Bueno, un par de cosas, y alguna buena, pero todas tristes, del tipo “cómo el racismo me arruinó la vida”. El buda de los suburbios es un libro alegre, optimista. Me divertí mucho escribiéndolo. Tuve que inventarme un tono, pero en eso consiste ser escritor, en inventarte una voz en la que quepa todo lo que piensas.
¿Hay ahora un mundo del que nadie esté hablando? Tal vez. Me gustaría leer la novela de un joven español o italiano sobre la crisis, sobre cómo es sentir que no tienes futuro, que la generación de tus padres la cagó, sobre cómo grandes naciones europeas han terminado dirigidas por las instituciones financieras internacionales. O la historia de esos inmigrantes que huyen de África.
En muchas ocasiones van a un país cuya lengua no hablan. No es el caso de los protagonistas de sus libros. Supongo que habrá que esperar. Es cierto. Yo nunca me sentí en un idioma extranjero. Ya en India, mi familia hablaba inglés. El idioma fue una suerte. Si escribes en francés es más difícil que te traduzcan o triunfar en Estados Unidos. Mi hermosa lavandería fue un éxito allí. Y eso que en algunos sitios la pasaron con subtítulos. El éxito de la película me ayudó mucho.
¿Preferiría el Oscar de Hollywood o el Nobel de Literatura? Qué pregunta. Para mí, escribir un guion, una novela o un ensayo es todo lo mismo: escribir, contar una historia. Cuando un director me pide un guion, trato de darle la mejor historia que puedo. Ahora, de hecho, estoy buscando una para el cine y no se me ocurre nada. La verdad es que nunca sabes si se te volverá a ocurrir algo interesante.
El protagonista de La última palabra detesta a Forster y a Orwell, pero adora a Jean Rhys. ¿Comparte sus gustos? El odio, no; el amor, sí. Me encanta Jean Rhys, su fuerza, su melancolía, su crudeza al mismo tiempo; la vida en la calle, en los bares, esos amores fugaces y desgarradores, la precariedad de su vida.
Muy actual. Sí, se podría hacer una buena película con sus historias, ahora que lo pienso. Nunca sabes de dónde te va a venir una idea.
De hecho, cuando parecía que era usted el cronista callejero de los inmigrantes, la fetua contra su amigo Salman Rushdie le llevó a escribir El álbum negro y Mi hijo el fanático. ¿No tuvo miedo? La fetua me hizo pensar en el islam, el radicalismo, la integración, todo eso. No tuve miedo porque nunca blasfemé. No soy tan tonto.
¿Rushdie lo fue? No, no, él escribió un buen libro. No como las caricaturas, que sí eran una tontería.
¿Las danesas? No, las de Charlie Hebdo. Ni siquiera eran graciosas. Salman las defendió, y es cierto que uno tiene que defenderlas, pero nunca me parecieron ni graciosas ni inteligentes. Pero yo defiendo su derecho a dibujar lo que quieran. Blasfemar es un derecho, algo muy importante. Yo nunca lo usaría, pero lo defendería siempre. Odio el autoritarismo religioso que te dice lo que puedes hacer o decir, pero los dibujos de Charlie Hebdo no me gustaron. No por motivos morales, sino estéticos: eran muy feos. Y nada inteligentes, como digo. Una provocación facilona. Pero, insisto, defendería en cualquier sitio su derecho a dibujarlos. Eso no me da miedo.
¿Tampoco teme a Naipaul? El escritor que sale en La última palabra se parece a él. Nunca dije que lo fuera o que no lo fuera. Siempre he escrito sobre jóvenes, pero también mis personajes envejecen, ¿no? Ese era un personaje sobre el que me divirtió escribir: un hombre fastidioso, descreído, vanidoso, un loco. Lo iba escribiendo como salía, sin pensar. Me lo pasé muy bien.
¿Ha leído su biografía? Tiene cosas en común con su novela. No leo mucho. Leo sobre todo periódicos, poesía, filosofía para ver si puedo echar una mano a mis hijos. Y como soy profesor de escritura, tengo que leer lo que escriben mis alumnos.
Alguna vez ha dicho que escribir es fácil si sabes cómo.
¿Se puede aprender a escribir?
¿Se puede enseñar?
Escribir es todo un trabajo. Tener éxito, no digamos. Antes hablábamos de Jean Rhys. Piensa en ella y en su fracaso durante años. Contó maravillosamente su trocito de mundo: las calles, los cafés, el alcohol, el amor, el sexo… Tiene una visión personal del mundo, una visión muy fuerte. Eso es lo que necesitas para escribir, y eso lo tienes o no lo tienes. Mucha gente no lo tiene por mucho que haya leído o por muy inteligente que sea. Escribir tiene que ver con eso: una visión del mundo. Puede ser pequeña, pero debe ser personal, única. Y profunda. Y que interese a los demás, claro. Es como un truco de magia. Eso no se puede enseñar.
Usted ha escrito y dirigido. ¿Cómo se traslada esa visión tan personal del mundo a una película? Es muy difícil. Tú vas con tu visión del mundo y tienes que convencer a un director que tiene que convencer a un productor que tiene que convencer a un banquero. Tienes que saber manejar a toda esa gente manteniendo tu visión del mundo. Hay directores que solo tienen la capacidad de gestión, pero no la visión. Tienes que ser una persona excepcional: Hitchcock, o Scorsese, o Woody Allen, o David Lynch.
¿Cómo fue su experiencia en el cine? Me gusta ese mundo, los actores, los rodajes, pero no quiero ser director, quiero ser escritor. Es más fácil. Y, para mí, más divertido.
Siempre habla de divertirse. ¿Cuál fue el libro más duro de escribir? Intimidad. Tenía que ser a la vez directo y distante. Tenía que escribir sobre mi propia experiencia, sobre lo que me estaba pasando, mi separación, pero tenía que ser un libro. Fue duro. Tenía que escribir cosas que odiaba tener que escribir, cosas que normalmente piensas, pero no dices. El amor, el fin del amor. Sabía que mucha gente iba a odiarlo, pero estoy orgulloso de haberlo escrito. No he vuelto a leerlo.
Hace poco vendió sus manuscritos a la Biblioteca Británica. ¿No releyó sus diarios antes de entregarlos? No. Había cientos de cuadernos. Siempre llevo uno encima, como una cámara fotográfica: están llenos de ideas instantáneas que hay que atrapar. En alguno está la primera frase de El buda de los suburbios, tal cual: “Me llamo Karim Amir y soy inglés de los pies a la cabeza, casi”. Se me ocurrió un día y pensé que ahí había algo. En otro están los días en que Salman me iba contando que estaba escribiendo una nueva novela. Era, precisamente, Los versos satánicos. Pero no voy a releer todo eso. Necesitaría otra vida para revisar lo que he escrito en esta. Ni loco. Se estaban pudriendo en mi casa y pensé: que se pudran en la Biblioteca Británica.
http://elpais.com/elpais/2015/06/05/eps/1433503401_687025.html
“He pasado más tiempo hablando de mis libros que escribiéndolos”, dice Hanif Kureishi mientras trasiega agua con gas en el bar de un hotel madrileño. No lo dice como una queja, sino porque, afirma, forma parte de su “trabajo”. Hombre de opiniones contundentes, en la conversación encuentra un hueco para preguntar por la salud de los periódicos en España o la opinión de los aficionados madrileños sobre Cristiano Ronaldo, al que adora desde los tiempos del portugués en el Manchester United, su equipo. O, para ser más exactos, su religión. Como en todas las entrevistas de los últimos tiempos, también en esta termina apareciendo Podemos. Con su aire de estrella del pop en zapatillas, pasó por Madrid esta primavera durante La Noche de los Libros. El último suyo, protagonizado por un furioso narrador de origen indio, se titula La última palabra (editorial Anagrama).
Cada tiempo tiene sus grandes temas, y el tema del nuestro es el regreso de la religión como política, dice el protagonista de su último libro. ¿Está de acuerdo? Sí y no. Yo creo que hay dos: uno es el islam; el otro, la supremacía del neoliberalismo. En España lo saben bien, y en Portugal, y en Grecia. De hecho, en todo Occidente. Cómo vive la gente, dónde duerme, cómo sueña incluso, está marcado por el neoliberalismo. En Reino Unido fuimos pioneros en los ochenta con el thatcherismo. Ahora lo vivimos en todo su esplendor.
¿Y cuál es el papel de la religión? Algunos están más preocupados por el islam que por nuestra religión verdadera, que ya digo que es el neoliberalismo, el fundamentalismo financiero. Otra cosa es el terrorismo, y otra, la inmigración, que es uno de los efectos del neoliberalismo. Necesitamos buenas ideas sobre esas dos cosas, no tópicos. Hasta el racismo ha cambiado.
¿Es distinto ahora que en su infancia? Ahora el racismo está mucho más organizado. Está más en el mainstream. Entonces era un fenómeno callejero, ahora Marine Le Pen puede llegar a presidenta de Francia. En el fondo, el racismo se basa en una idea mítica de lo que es un inmigrante. Antes nacía del desprecio hacia el Tercer Mundo, hacia la gente de color. Ahora es fruto de la desesperación de gente que ve que su mundo, sus derechos, su trabajo, su seguridad están siendo destruidos, pero no por la inmigración, sino por el sistema. El capitalismo es una revolución, la más rápida y exitosa que hayamos conocido nunca.
¿Se acabó el multiculturalismo? Es que nunca ha existido. Hemos tenido y tenemos una sociedad monocultural. Solo hay un sistema, ya digo: el neoliberalismo. Yo no veo otro. Lo que hay es una sociedad multirracial hecha de escoceses, ingleses, irlandeses, paquistaníes y lo que sea, pero dentro del mismo sistema. No parece haber alternativa. Bueno, ustedes tienen ese nuevo partido, ¿Podemos? Veremos si tienen otras soluciones. En fin, no es que el multiculturalismo haya triunfado o fracasado, es que todavía no ha empezado.
¿No hay alternativa? Tiene que haberla. Hay muchas formas de capitalismo. Por ejemplo, el sistema en el que yo crecí, basado en los derechos sociales, en un Estado de bienestar fuerte. También teníamos partidos de izquierda… Ya no queda nada. La idea incluso de Estado de bienestar ha quedado arrasada. Vivimos en la precariedad. Mis hijos tienen muchas menos oportunidades de las que yo tuve. Tengo que pagar sus estudios y, además, esos estudios no les van a garantizar un trabajo.
¿En qué momento cambió todo? Con Thatcher, ya digo. Decía ser una patriota. Quería tanto a Inglaterra que destruyó el sistema público de vivienda, los sindicatos… Reagan lo hizo en Estados Unidos. ¿Resultado? Ahora vivimos en un fundamentalismo financiero. Todo se mide en dinero. En Londres ya no quedan más que dos clases sociales: los ricos y sus sirvientes. Ya casi no hay clase media, no se pueden permitir vivir en la ciudad. Lo curioso es que se trata de una ideología que la gente no ve. Promete mucho –fama, éxito, trabajo incluso–, pero no es más que publicidad. ¿Qué hacemos en cuanto tenemos algo de dinero? Ir de compras.
¿Toda la culpa es del sistema? Ir de compras no es obligatorio. Es cierto, pero los que tenían que luchar por los derechos de los débiles se pasaron al otro bando. Tony Blair fue un thatcherista. Ella misma dijo que su mayor éxito había sido Tony Blair. Estaba orgullosa de él.
¿La clase trabajadora se ha vuelto conservadora? Murdoch tuvo mucha influencia, desplazó a todos los medios de comunicación hacia la derecha. Vivimos un tiempo interesante, pero no tengo mucha esperanza: la precariedad, la vuelta de la religión…
¿Cuál era el papel de la religión en su vida cuando era joven? Mi padre y sus hermanos hacían chistes. Veían a la gente religiosa como tú puedes ver a un cura. Sabían que eran hipócritas o tontos. Formaban parte del paisaje. Mis tíos eran de clase media, intelectuales, digamos. Pensaban que la religión estaba muerta y que aquella gente era un chiste. Por eso fue un shock, sobre todo en Pakistán, el regreso del islam. Mi familia no daba crédito porque era gente de la izquierda anticlerical. Ahora mis primos, con los que me crié, se han vuelto muy religiosos, van a la mezquita.
¿Por qué ellos y no usted? Porque en el Tercer Mundo había un agujero ideológico. Bueno, no sé si en todo el Tercer Mundo; en Pakistán, seguro. Nunca iban a ser comunistas, así que necesitaban una ideología que les diera una identidad: eran antiamericanos, antiimperialistas. Fue una ideología que funcionaba en las mezquitas y en la calle porque ya eran musulmanes como usted pueda ser católico, socialmente. Solo hubo que politizarlos. Lo vieron como una solución. Estaban hartos de los británicos primero y de los americanos después, de los occidentales. Se ve a los radicales, pero la mayoría de los musulmanes lo que quieren es libertad, educación, trabajo. Lo que pasa es que no tienen una voz, una representación, no hay un partido laico. Tampoco Occidente ha apoyado a esos partidos, así que no hay otras ideas ni forma de permitir que surjan. El islam lo ha ocupado todo. En el fondo, la mayoría de la gente no es creyente, pasa como en los antiguos países comunistas: tienes que rezar, seguir esas costumbres, decir esto, callar lo otro. La gente lleva una doble vida. De puertas afuera, va cubierta y reza. De puertas adentro, hacen fiestas y toman drogas, y piensan: que les den a los del Gobierno.
¿Va con frecuencia a Pakistán? Fui el año pasado. Hubo un Pakistán que pudo ser próspero, pero todo está destruido. Ahora todo el mundo lleva pistolas. Es como las películas del Oeste. Las mujeres van siempre cubiertas, tienen miedo. Se ha destruido el espacio público.
Otro tema que se plantea en su nuevo libro es la vuelta de la figura del padre después de acabar con ella en los años sesenta. Me refería a la idea de autoridad, de obediencia. Es así. Sobre todo en el islam, tienes que obedecer, no hay sentido de la duda o espacio para otras ideas. Es como ver la Fox todo el rato. Pero no es solo autoridad, es sumisión. Eso da a la gente cierto idealismo porque les promete el paraíso. Lo único que tienes que hacer es obedecer, renunciar a la libertad de pensar.
¿Cómo es usted como padre? Soy permisivo y a la vez estricto. Mis hijos pueden hacer lo que quieran, pero tienen que estudiar. No me importa si van a fiestas, tienen relaciones sexuales o se drogan, pero tienen que estudiar y comportarse con educación. Es algo implícito, no hay una regla escrita. Ellos han visto que yo he trabajado duro para ser escritor. Cuesta ser un escritor de éxito, sobre todo si vienes de donde yo vengo. Eso lo saben. Mis dos hijos mayores se van a licenciar ahora en Filosofía. Son gemelos, de 21 años. El otro tiene 17, está terminando la secundaria.
¿Tienen cosas en común con usted? Trato de mantener una relación entre todas las generaciones de mi familia. A todos nos interesa la literatura, la política, esas cosas. Es un vínculo. Es algo así como el Kureishi way of life. Y, por supuesto, tienen que ser del Manchester United.
Incluso viviendo en Londres. Que fuesen del Arsenal sería un pequeño drama. Por suerte, odian al Chelsea [risas]. Cuando hay partido, vemos la tele con las bufandas del Manchester. Es obligatorio. Soy permisivo, pero no tanto.
¿Han leído sus libros? No.
¿Ni han visto sus películas? No creo. Toman distancia.
¿Usted las ha vuelto a ver? Ni loco. Hace poco hicieron en Londres un pase de Mi hermosa lavandería porque se cumplen 25 años del estreno, o 30, ya ni me acuerdo. Estaba todo el mundo, los actores, el equipo, todos. Stephen Frears y yo nos fuimos al bar. Ni se me ocurre volver a verla. No quiero pasarme el rato viéndole los defectos. Prefiero mirar hacia delante.
¿Leyó usted las novelas de su padre? Sí, cuando estaba escribiendo Mi oído en su corazón. Son interesantes porque hablan de cómo era crecer en el Imperio Británico. En Bombay los soldados estaban presentes todo el rato. Les tenían miedo. Cuando llegó la II Guerra Mundial se tuvieron que poner del lado de los británicos contra Hitler. No podían ser a la vez anti y probritánicos. Es muy interesante porque en algún momento todos somos minoría para alguien.
¿Escribió El buda de los suburbios porque sentía que nadie había hablado de ese mundo? Yo había leído mucha literatura inglesa –H. G. Wells, Graham Greene–; también tenía mucha influencia americana: el primer Philip Roth –el de El lamento de Portnoy–, tal vez de Bellow. De Salinger sobre todo. Había leído mucho sobre gente de barrio en Estados Unidos y quería escribir sobre un chaval de barrio, pero en Reino Unido, gente que escuchaba música pop y se drogaba. Y sobre la inmigración. Nunca había leído nada sobre la inmigración en Londres. Bueno, un par de cosas, y alguna buena, pero todas tristes, del tipo “cómo el racismo me arruinó la vida”. El buda de los suburbios es un libro alegre, optimista. Me divertí mucho escribiéndolo. Tuve que inventarme un tono, pero en eso consiste ser escritor, en inventarte una voz en la que quepa todo lo que piensas.
¿Hay ahora un mundo del que nadie esté hablando? Tal vez. Me gustaría leer la novela de un joven español o italiano sobre la crisis, sobre cómo es sentir que no tienes futuro, que la generación de tus padres la cagó, sobre cómo grandes naciones europeas han terminado dirigidas por las instituciones financieras internacionales. O la historia de esos inmigrantes que huyen de África.
En muchas ocasiones van a un país cuya lengua no hablan. No es el caso de los protagonistas de sus libros. Supongo que habrá que esperar. Es cierto. Yo nunca me sentí en un idioma extranjero. Ya en India, mi familia hablaba inglés. El idioma fue una suerte. Si escribes en francés es más difícil que te traduzcan o triunfar en Estados Unidos. Mi hermosa lavandería fue un éxito allí. Y eso que en algunos sitios la pasaron con subtítulos. El éxito de la película me ayudó mucho.
¿Preferiría el Oscar de Hollywood o el Nobel de Literatura? Qué pregunta. Para mí, escribir un guion, una novela o un ensayo es todo lo mismo: escribir, contar una historia. Cuando un director me pide un guion, trato de darle la mejor historia que puedo. Ahora, de hecho, estoy buscando una para el cine y no se me ocurre nada. La verdad es que nunca sabes si se te volverá a ocurrir algo interesante.
El protagonista de La última palabra detesta a Forster y a Orwell, pero adora a Jean Rhys. ¿Comparte sus gustos? El odio, no; el amor, sí. Me encanta Jean Rhys, su fuerza, su melancolía, su crudeza al mismo tiempo; la vida en la calle, en los bares, esos amores fugaces y desgarradores, la precariedad de su vida.
Muy actual. Sí, se podría hacer una buena película con sus historias, ahora que lo pienso. Nunca sabes de dónde te va a venir una idea.
De hecho, cuando parecía que era usted el cronista callejero de los inmigrantes, la fetua contra su amigo Salman Rushdie le llevó a escribir El álbum negro y Mi hijo el fanático. ¿No tuvo miedo? La fetua me hizo pensar en el islam, el radicalismo, la integración, todo eso. No tuve miedo porque nunca blasfemé. No soy tan tonto.
¿Rushdie lo fue? No, no, él escribió un buen libro. No como las caricaturas, que sí eran una tontería.
¿Las danesas? No, las de Charlie Hebdo. Ni siquiera eran graciosas. Salman las defendió, y es cierto que uno tiene que defenderlas, pero nunca me parecieron ni graciosas ni inteligentes. Pero yo defiendo su derecho a dibujar lo que quieran. Blasfemar es un derecho, algo muy importante. Yo nunca lo usaría, pero lo defendería siempre. Odio el autoritarismo religioso que te dice lo que puedes hacer o decir, pero los dibujos de Charlie Hebdo no me gustaron. No por motivos morales, sino estéticos: eran muy feos. Y nada inteligentes, como digo. Una provocación facilona. Pero, insisto, defendería en cualquier sitio su derecho a dibujarlos. Eso no me da miedo.
¿Tampoco teme a Naipaul? El escritor que sale en La última palabra se parece a él. Nunca dije que lo fuera o que no lo fuera. Siempre he escrito sobre jóvenes, pero también mis personajes envejecen, ¿no? Ese era un personaje sobre el que me divirtió escribir: un hombre fastidioso, descreído, vanidoso, un loco. Lo iba escribiendo como salía, sin pensar. Me lo pasé muy bien.
¿Ha leído su biografía? Tiene cosas en común con su novela. No leo mucho. Leo sobre todo periódicos, poesía, filosofía para ver si puedo echar una mano a mis hijos. Y como soy profesor de escritura, tengo que leer lo que escriben mis alumnos.
Alguna vez ha dicho que escribir es fácil si sabes cómo.
¿Se puede aprender a escribir?
¿Se puede enseñar?
Escribir es todo un trabajo. Tener éxito, no digamos. Antes hablábamos de Jean Rhys. Piensa en ella y en su fracaso durante años. Contó maravillosamente su trocito de mundo: las calles, los cafés, el alcohol, el amor, el sexo… Tiene una visión personal del mundo, una visión muy fuerte. Eso es lo que necesitas para escribir, y eso lo tienes o no lo tienes. Mucha gente no lo tiene por mucho que haya leído o por muy inteligente que sea. Escribir tiene que ver con eso: una visión del mundo. Puede ser pequeña, pero debe ser personal, única. Y profunda. Y que interese a los demás, claro. Es como un truco de magia. Eso no se puede enseñar.
Usted ha escrito y dirigido. ¿Cómo se traslada esa visión tan personal del mundo a una película? Es muy difícil. Tú vas con tu visión del mundo y tienes que convencer a un director que tiene que convencer a un productor que tiene que convencer a un banquero. Tienes que saber manejar a toda esa gente manteniendo tu visión del mundo. Hay directores que solo tienen la capacidad de gestión, pero no la visión. Tienes que ser una persona excepcional: Hitchcock, o Scorsese, o Woody Allen, o David Lynch.
¿Cómo fue su experiencia en el cine? Me gusta ese mundo, los actores, los rodajes, pero no quiero ser director, quiero ser escritor. Es más fácil. Y, para mí, más divertido.
Siempre habla de divertirse. ¿Cuál fue el libro más duro de escribir? Intimidad. Tenía que ser a la vez directo y distante. Tenía que escribir sobre mi propia experiencia, sobre lo que me estaba pasando, mi separación, pero tenía que ser un libro. Fue duro. Tenía que escribir cosas que odiaba tener que escribir, cosas que normalmente piensas, pero no dices. El amor, el fin del amor. Sabía que mucha gente iba a odiarlo, pero estoy orgulloso de haberlo escrito. No he vuelto a leerlo.
Hace poco vendió sus manuscritos a la Biblioteca Británica. ¿No releyó sus diarios antes de entregarlos? No. Había cientos de cuadernos. Siempre llevo uno encima, como una cámara fotográfica: están llenos de ideas instantáneas que hay que atrapar. En alguno está la primera frase de El buda de los suburbios, tal cual: “Me llamo Karim Amir y soy inglés de los pies a la cabeza, casi”. Se me ocurrió un día y pensé que ahí había algo. En otro están los días en que Salman me iba contando que estaba escribiendo una nueva novela. Era, precisamente, Los versos satánicos. Pero no voy a releer todo eso. Necesitaría otra vida para revisar lo que he escrito en esta. Ni loco. Se estaban pudriendo en mi casa y pensé: que se pudran en la Biblioteca Británica.
http://elpais.com/elpais/2015/06/05/eps/1433503401_687025.html
domingo, 19 de julio de 2015
Thomas Sankara, el expresidente de Alto Volta (Hoy Burkina Faso) que fue asesinado. Discurso pronunciado ante la OEA en Addis Abbeba,
"Un frente unido contra la deuda" discurso de Thomas Sankara en Addis Abbeba.
El 29 de julio de 1987
http://www.informationclearinghouse.info/article42335.htm
Señor presidente:
Hemos escuchado y aplaudido a la primera ministra de Noruega cuando intervino aquí mismo. Dijo, ella que es europea, que toda la deuda no puede ser reembolsada. Yo quisiera simplemente completar y decir que la deuda no puede ser reembolsada. La deuda no puede ser reembolsada porque, en primer lugar, si no pagamos, los prestamistas no se van a morir. Estemos seguros de esto. En cambio, si pagamos, somos nosotros los que vamos a morir. Estemos seguros igualmente de ello. Los que nos han conducido al endeudamiento han jugado como en un casino. Mientras ellos ganaban no había debate. Ahora que pierden en el juego, nos exigen el reembolso. Y se habla de crisis. No, señor presidente, ellos jugaron, ellos perdieron, es la regla del juego. Y la vida continúa. [Aplausos]
Nosotros no podemos reembolsar la deuda porque no tenemos nada que pagar. No podemos reembolsar la deuda porque no somos responsables de ella. No podemos pagar la deuda porque, al contrario, nos deben lo que las mayores riquezas nunca podrán pagar, esto es, la deuda de sangre. Es nuestra la sangre que ha sido derramada.
Se habla del Plan Marshall, que rehizo la Europa económica. Pero no se habla del Plan Africano que ha permitido a Europa hacer frente a las hordas hitlerianas cuando sus economías estaban amenazadas, su estabilidad estaba amenazada. ¿Quién ha salvado a Europa? Fue África. Se habla poco de esto. Se habla tan poco que no podemos, nosotros, ser cómplices de ese silencio ingrato. Si los otros no pueden cantar nuestros elogios, nosotros tenemos al menos el deber de decir que nuestros padres fueron valientes y que nuestros ex combatientes salvaron Europa y finalmente permitieron al mundo desembarazarse del nazismo.
La deuda es también la consecuencia de los enfrentamientos. Cuando hoy nos hablan de crisis económica, se olvidan de decirnos que la crisis no llegó de forma súbita. La crisis existe de siempre y se irá agravando cada vez que las masas populares sean más conscientes de sus derechos frente a sus explotadores.
Actualmente hay crisis porque las masas rechazan que las riquezas se concentren en las manos de unos pocos. Hay crisis porque unos pocos depositan en los bancos en el exterior, unas sumas colosales que serían suficientes para desarrollar África. Hay crisis porque frente a estas riquezas individuales que se pueden nombrar, las masas populares se niegan a vivir en los ghetos y los barrios bajos. Hay crisis porque por doquier los pueblos se niegan a ser Soweto frente a Johannesburgo. Hay lucha y la exacerbación de esta lucha produce inquietud a los que retienen el poder financiero.
Nos piden ahora que seamos cómplices de la búsqueda de un equilibrio. Equilibrio a favor de los que tienen el poder financiero. Equilibrio en detrimento de nuestras masas populares. ¡No! Nosotros no podemos ser cómplices. ¡No! Nosotros no podemos acompañar a los que chupan la sangre de nuestros pueblos y viven del sudor de nuestros pueblos. Nosotros no podemos acompañarlos en sus maniobras asesinas.
Señor presidente:
Oímos que hablan de clubs —Club de Roma, Club de París, Club de cualquier lado—. Oímos que hablan del Grupo de los Cinco, de los Siete, del Grupo de los Diez, tal vez del Grupo de los Cien. ¿Qué más puedo decir? Es normal que nosotros tengamos también nuestro club y nuestro grupo. Hagamos que desde hoy Addis Abeba sea igualmente la sede, el centro de donde partirá el soplo nuevo del Club de Addis Abeba. Tenemos el deber de crear hoy el Frente Unido de Addis Abeba contra la deuda. Sólo de este modo podremos decir hoy que negándonos a pagar no venimos con intenciones belicosas sino, al contrario, en una actitud fraternal para decir lo que es.
Además, las masas populares de Europa no se oponen a las masas populares de África. Los que quieren explotar a África son los mismos que explotan a Europa. Tenemos un enemigo común. Por ello, nuestro Club de Addis Abeba tendrá que decir igualmente a unos y a otros que la deuda no se pagará. Cuando nosotros decimos que la deuda no se ha de pagar no significa que estamos contra la moral, la dignidad, el respeto a la palabra. Nosotros consideramos que no tenemos la misma moral que los otros. Entre el rico y el pobre no hay la misma moral. La Biblia, el Corán, no pueden servir de la misma manera a quien explota al pueblo y al que es explotado. Tendrá que haber dos ediciones de la Biblia y dos ediciones del Corán. [Aplausos]
Nosotros no podemos aceptar su moral. No podemos aceptar que nos hablen de dignidad. No podemos aceptar que nos hablen del mérito de los que pagan y de la pérdida de confianza en los que no pagarán. Al contrario, nosotros debemos decir que hoy es normal que se prefiera reconocer que los ladrones más grandes son los más ricos. Un pobre, cuando roba no comete más que un hurto, apenas un pecadillo para sobrevivir y por necesidad. Los ricos, son ellos los que roban al fisco, a las aduanas. Son ellos los que explotan al pueblo.
Señor presidente:
Mi propuesta no tiende sólo a provocar o a hacer un espectáculo. Quiero decir lo que cada uno de nosotros piensa y desea. ¿Quién, aquí, no desea que la deuda sea simple y llanamente anulada? El que no lo desee puede retirarse, tomar su avión y dirigirse directamente al Banco Mundial a pagar. [Aplausos]
No querría que se tomara la declaración de Burkina Faso como si proviniera de parte de jóvenes inmaduros, sin experiencia. Pero tampoco querría que se piense que sólo los revolucionarios pueden hablar de este modo. Querría que se admita que es simplemente objetividad y obligación. Puedo citar los ejemplos de aquellos que han dicho que no se pague la deuda, tanto revolucionarios como no revolucionarios, tanto jóvenes como viejos. Citaré, por ejemplo a Fidel Castro. Ya dijo que no hay que pagar. Aunque no tiene mi edad, es un revolucionario. También François Mitterrand ha dicho que los países africanos no pueden pagar, que los países pobres no pueden pagar.
Citaré a la primera ministra de Noruega. No sé su edad y no quisiera preguntársela. [Risas y aplausos] Así mismo querría citar al presidente Félix Houphouët-Boygny. No tiene mi edad. Sin embargo ha declarado oficial y públicamente que, al menos en lo que concierne a su país, no se podrá pagar la deuda. Y eso que Costa de Marfil esta clasificada como uno de los países más desahogados del África francófona. Por eso, por otra parte, es normal que pague aquí una contribución mayor. [Aplausos]
Señor presidente:
No se trata por lo tanto de una provocación. Yo querría que con sensatez nos propusieran soluciones. Querría que nuestra conferencia adoptara la necesidad de decir con claridad que no podemos pagar la deuda. No con un espíritu belicoso, belicista. Esto es para evitar que nos hagamos asesinar aisladamente. Si Burkina Faso, solo, se negara a pagar la deuda, ¡yo no estaré presente en la próxima conferencia! En cambio, con el apoyo de todos, que mucho necesito, [Aplausos] con el apoyo de todos podríamos evitar pagar. Y evitando el pago podríamos dedicar nuestros magros recursos a nuestro desarrollo.
Querría terminar diciendo que podemos tranquilizar a los países, a los que decimos que no vamos a pagar la deuda, advirtiéndoles que lo que ahorremos no se irá en gastos de prestigio. No queremos más de eso. Lo que se ahorre irá al desarrollo. En particular, evitaremos endeudarnos para armarnos, porque un país africano que compre armas no puede hacerlo más que contra otro país africano. ¿Qué país africano puede armarse para protegerse de la bomba nuclear? Ningún país es capaz de hacerlo. Desde los más equipados a los menos equipados. Cada vez que un país africano compra un arma, es contra un africano. No contra un europeo. No contra un país asiático. En consecuencia, en el impulso de la resolución sobre la cuestión de la deuda debemos también encontrar una solución al problema del armamento. Yo soy militar y llevo un arma. Pero, señor presidente, querría que nos desarmemos. Porque yo llevo el único arma que poseo. Otros han ocultado las armas que tienen. [Risas y aplausos] Entonces, queridos hermanos, con el apoyo de todos, podremos hacer la paz entre nosotros. Igualmente podremos utilizar las inmensas potencialidades de África para desarrollarla, porque nuestro suelo y nuestro subsuelo son ricos.
Tenemos lo suficiente y tenemos un mercado inmenso, muy vasto, de norte a sur, de este a oeste. Tenemos la suficiente capacidad intelectual para crear o al menos tomar la ciencia y la tecnología allí donde podamos encontrarlas. Señor presidente: Actuemos de manera que pongamos a punto este Frente Unido de Addis Abeba contra la deuda. De manera que sea a partir de Addis Abeba que decidamos limitar la carrera armamentista entre países débiles y pobres. Los garrotes y los machetes que compramos son inútiles.
Actuemos de modo que el mercado africano sea un mercado de los africanos. Producir en África, transformar en África y consumir en África. Produzcamos lo que necesitamos y consumamos lo que producimos en lugar de importarlo. Burkina Faso vino a exponer aquí la cotonada, producida en Burkina Faso, tejida en Burkina Faso, cosida en Burkina Faso para vestir a los burkinabés. Mi delegación y yo mismo somos vestidos por nuestros tejedores, nuestros campesinos. No hay ni un solo hilo que provenga de Europa o de América. [Aplausos] No organizo un desfile de moda sino simplemente quiero decir que debemos aceptar vivir como africanos. Es la única manera de vivir libre y de vivir con dignidad.
Gracias, señor presidente.
¡Patria o muerte, venceremos! [Largos aplausos]
Thomas Sankara fue asesinado el 15 de octubre de 2007.
Fuente: Tomás Sankara, «Oser inventer l’avenir», la parole de Sankara, presentado por David Gakunzi, Pathfinder/L’Harmattan, París, 1999.
http://thomassankara.net/spip.php?article134
Lumumba y Almilca Cabral
El 29 de julio de 1987
http://www.informationclearinghouse.info/article42335.htm
Señor presidente:
Hemos escuchado y aplaudido a la primera ministra de Noruega cuando intervino aquí mismo. Dijo, ella que es europea, que toda la deuda no puede ser reembolsada. Yo quisiera simplemente completar y decir que la deuda no puede ser reembolsada. La deuda no puede ser reembolsada porque, en primer lugar, si no pagamos, los prestamistas no se van a morir. Estemos seguros de esto. En cambio, si pagamos, somos nosotros los que vamos a morir. Estemos seguros igualmente de ello. Los que nos han conducido al endeudamiento han jugado como en un casino. Mientras ellos ganaban no había debate. Ahora que pierden en el juego, nos exigen el reembolso. Y se habla de crisis. No, señor presidente, ellos jugaron, ellos perdieron, es la regla del juego. Y la vida continúa. [Aplausos]
Nosotros no podemos reembolsar la deuda porque no tenemos nada que pagar. No podemos reembolsar la deuda porque no somos responsables de ella. No podemos pagar la deuda porque, al contrario, nos deben lo que las mayores riquezas nunca podrán pagar, esto es, la deuda de sangre. Es nuestra la sangre que ha sido derramada.
Se habla del Plan Marshall, que rehizo la Europa económica. Pero no se habla del Plan Africano que ha permitido a Europa hacer frente a las hordas hitlerianas cuando sus economías estaban amenazadas, su estabilidad estaba amenazada. ¿Quién ha salvado a Europa? Fue África. Se habla poco de esto. Se habla tan poco que no podemos, nosotros, ser cómplices de ese silencio ingrato. Si los otros no pueden cantar nuestros elogios, nosotros tenemos al menos el deber de decir que nuestros padres fueron valientes y que nuestros ex combatientes salvaron Europa y finalmente permitieron al mundo desembarazarse del nazismo.
La deuda es también la consecuencia de los enfrentamientos. Cuando hoy nos hablan de crisis económica, se olvidan de decirnos que la crisis no llegó de forma súbita. La crisis existe de siempre y se irá agravando cada vez que las masas populares sean más conscientes de sus derechos frente a sus explotadores.
Actualmente hay crisis porque las masas rechazan que las riquezas se concentren en las manos de unos pocos. Hay crisis porque unos pocos depositan en los bancos en el exterior, unas sumas colosales que serían suficientes para desarrollar África. Hay crisis porque frente a estas riquezas individuales que se pueden nombrar, las masas populares se niegan a vivir en los ghetos y los barrios bajos. Hay crisis porque por doquier los pueblos se niegan a ser Soweto frente a Johannesburgo. Hay lucha y la exacerbación de esta lucha produce inquietud a los que retienen el poder financiero.
Nos piden ahora que seamos cómplices de la búsqueda de un equilibrio. Equilibrio a favor de los que tienen el poder financiero. Equilibrio en detrimento de nuestras masas populares. ¡No! Nosotros no podemos ser cómplices. ¡No! Nosotros no podemos acompañar a los que chupan la sangre de nuestros pueblos y viven del sudor de nuestros pueblos. Nosotros no podemos acompañarlos en sus maniobras asesinas.
Señor presidente:
Oímos que hablan de clubs —Club de Roma, Club de París, Club de cualquier lado—. Oímos que hablan del Grupo de los Cinco, de los Siete, del Grupo de los Diez, tal vez del Grupo de los Cien. ¿Qué más puedo decir? Es normal que nosotros tengamos también nuestro club y nuestro grupo. Hagamos que desde hoy Addis Abeba sea igualmente la sede, el centro de donde partirá el soplo nuevo del Club de Addis Abeba. Tenemos el deber de crear hoy el Frente Unido de Addis Abeba contra la deuda. Sólo de este modo podremos decir hoy que negándonos a pagar no venimos con intenciones belicosas sino, al contrario, en una actitud fraternal para decir lo que es.
Además, las masas populares de Europa no se oponen a las masas populares de África. Los que quieren explotar a África son los mismos que explotan a Europa. Tenemos un enemigo común. Por ello, nuestro Club de Addis Abeba tendrá que decir igualmente a unos y a otros que la deuda no se pagará. Cuando nosotros decimos que la deuda no se ha de pagar no significa que estamos contra la moral, la dignidad, el respeto a la palabra. Nosotros consideramos que no tenemos la misma moral que los otros. Entre el rico y el pobre no hay la misma moral. La Biblia, el Corán, no pueden servir de la misma manera a quien explota al pueblo y al que es explotado. Tendrá que haber dos ediciones de la Biblia y dos ediciones del Corán. [Aplausos]
Nosotros no podemos aceptar su moral. No podemos aceptar que nos hablen de dignidad. No podemos aceptar que nos hablen del mérito de los que pagan y de la pérdida de confianza en los que no pagarán. Al contrario, nosotros debemos decir que hoy es normal que se prefiera reconocer que los ladrones más grandes son los más ricos. Un pobre, cuando roba no comete más que un hurto, apenas un pecadillo para sobrevivir y por necesidad. Los ricos, son ellos los que roban al fisco, a las aduanas. Son ellos los que explotan al pueblo.
Señor presidente:
Mi propuesta no tiende sólo a provocar o a hacer un espectáculo. Quiero decir lo que cada uno de nosotros piensa y desea. ¿Quién, aquí, no desea que la deuda sea simple y llanamente anulada? El que no lo desee puede retirarse, tomar su avión y dirigirse directamente al Banco Mundial a pagar. [Aplausos]
No querría que se tomara la declaración de Burkina Faso como si proviniera de parte de jóvenes inmaduros, sin experiencia. Pero tampoco querría que se piense que sólo los revolucionarios pueden hablar de este modo. Querría que se admita que es simplemente objetividad y obligación. Puedo citar los ejemplos de aquellos que han dicho que no se pague la deuda, tanto revolucionarios como no revolucionarios, tanto jóvenes como viejos. Citaré, por ejemplo a Fidel Castro. Ya dijo que no hay que pagar. Aunque no tiene mi edad, es un revolucionario. También François Mitterrand ha dicho que los países africanos no pueden pagar, que los países pobres no pueden pagar.
Citaré a la primera ministra de Noruega. No sé su edad y no quisiera preguntársela. [Risas y aplausos] Así mismo querría citar al presidente Félix Houphouët-Boygny. No tiene mi edad. Sin embargo ha declarado oficial y públicamente que, al menos en lo que concierne a su país, no se podrá pagar la deuda. Y eso que Costa de Marfil esta clasificada como uno de los países más desahogados del África francófona. Por eso, por otra parte, es normal que pague aquí una contribución mayor. [Aplausos]
Señor presidente:
No se trata por lo tanto de una provocación. Yo querría que con sensatez nos propusieran soluciones. Querría que nuestra conferencia adoptara la necesidad de decir con claridad que no podemos pagar la deuda. No con un espíritu belicoso, belicista. Esto es para evitar que nos hagamos asesinar aisladamente. Si Burkina Faso, solo, se negara a pagar la deuda, ¡yo no estaré presente en la próxima conferencia! En cambio, con el apoyo de todos, que mucho necesito, [Aplausos] con el apoyo de todos podríamos evitar pagar. Y evitando el pago podríamos dedicar nuestros magros recursos a nuestro desarrollo.
Querría terminar diciendo que podemos tranquilizar a los países, a los que decimos que no vamos a pagar la deuda, advirtiéndoles que lo que ahorremos no se irá en gastos de prestigio. No queremos más de eso. Lo que se ahorre irá al desarrollo. En particular, evitaremos endeudarnos para armarnos, porque un país africano que compre armas no puede hacerlo más que contra otro país africano. ¿Qué país africano puede armarse para protegerse de la bomba nuclear? Ningún país es capaz de hacerlo. Desde los más equipados a los menos equipados. Cada vez que un país africano compra un arma, es contra un africano. No contra un europeo. No contra un país asiático. En consecuencia, en el impulso de la resolución sobre la cuestión de la deuda debemos también encontrar una solución al problema del armamento. Yo soy militar y llevo un arma. Pero, señor presidente, querría que nos desarmemos. Porque yo llevo el único arma que poseo. Otros han ocultado las armas que tienen. [Risas y aplausos] Entonces, queridos hermanos, con el apoyo de todos, podremos hacer la paz entre nosotros. Igualmente podremos utilizar las inmensas potencialidades de África para desarrollarla, porque nuestro suelo y nuestro subsuelo son ricos.
Tenemos lo suficiente y tenemos un mercado inmenso, muy vasto, de norte a sur, de este a oeste. Tenemos la suficiente capacidad intelectual para crear o al menos tomar la ciencia y la tecnología allí donde podamos encontrarlas. Señor presidente: Actuemos de manera que pongamos a punto este Frente Unido de Addis Abeba contra la deuda. De manera que sea a partir de Addis Abeba que decidamos limitar la carrera armamentista entre países débiles y pobres. Los garrotes y los machetes que compramos son inútiles.
Actuemos de modo que el mercado africano sea un mercado de los africanos. Producir en África, transformar en África y consumir en África. Produzcamos lo que necesitamos y consumamos lo que producimos en lugar de importarlo. Burkina Faso vino a exponer aquí la cotonada, producida en Burkina Faso, tejida en Burkina Faso, cosida en Burkina Faso para vestir a los burkinabés. Mi delegación y yo mismo somos vestidos por nuestros tejedores, nuestros campesinos. No hay ni un solo hilo que provenga de Europa o de América. [Aplausos] No organizo un desfile de moda sino simplemente quiero decir que debemos aceptar vivir como africanos. Es la única manera de vivir libre y de vivir con dignidad.
Gracias, señor presidente.
¡Patria o muerte, venceremos! [Largos aplausos]
Thomas Sankara fue asesinado el 15 de octubre de 2007.
Fuente: Tomás Sankara, «Oser inventer l’avenir», la parole de Sankara, presentado por David Gakunzi, Pathfinder/L’Harmattan, París, 1999.
http://thomassankara.net/spip.php?article134
Lumumba y Almilca Cabral
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sábado, 18 de julio de 2015
Desafíos para el nuevo municipalismo
La Ley 27/ 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local va en la dirección de vaciar competencialmente a las entidades locales.
El municipalismo como forma de gobierno ligada a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos hunde sus raíces en la España del siglo XIX. En un trabajo de 2014 del Observatorio Metropolitano titulado La apuesta municipalista, se repasan los antecedentes de esta idea de gestión municipal vinculada a la democracia directa, y a tradiciones políticas como el federalismo democrático de corte republicano o el anarquismo (con la aportación de intelectuales como Pi i Margall o Fernando Garrido). La apuesta municipalista (por retomar la expresión del Observatorio) que han encarnado las nuevas candidaturas de unidad popular entronca en gran medida con esta corriente subterránea.
Recientemente, el profesor Juan Torres López señalaba que una de las rémoras más grandes de la “izquierda radical” a la hora de lograr confianza y apoyo social es "su falta de experiencia en la gestión de los asuntos ordinarios de la gente normal y corriente". Esta afirmación, más allá de que se esté de acuerdo o no con ella, viene a llamar la atención sobre un hecho relevante: la necesidad de repensar las instituciones y la gestión cotidiana de los ayuntamientos desde los nuevos gobiernos locales.
Con este objetivo, la Universidad de Valencia acaba de publicar una interesante obra colectiva destinada a repensar el gobierno municipal para los nuevos tiempos, dotando a los nuevos actores institucionales de herramientas para el diseño e implementación de las políticas públicas. La obra se titula Democracia desde abajo. Nueva agenda para el gobierno local, y está dirigida por Joan Romero y Andrés Boix. El libro está concebido como una hoja de ruta para los ayuntamientos surgidos en el País Valenciano tras las elecciones del 24 de mayo (aunque propone reflexiones útiles para el conjunto de España), y aborda tanto cuestiones de carácter general como políticas sectoriales en materias como el territorio, servicios sociales, cultura o medio ambiente. Como señala Romero, la agenda neoliberal para las ciudades y los municipios se impone a partir de la segunda mitad de los años 90, desempeñando las administraciones locales un papel fundamental. Esta agenda, orientada hacia una apuesta decidida por la producción inmobiliaria como motor de la actividad económica, se vio favorecida por un contexto internacional de abundante liquidez, y por unas instituciones que actuaron como vectores de mercantilización del territorio.
Sin embargo, dicha agenda se ha venido abajo estrepitosamente con la crisis de 2008, transformando la política municipal. Los más de 8.000 ayuntamientos se enfrentan a una difícil situación, siendo las instituciones que más han sufrido la crisis económica. Según datos del Ministerio de Hacienda, en el periodo comprendido entre 2010 y 2012 las entidades locales redujeron en más de un 63% su inversión total. Asimismo, en el periodo 2009- 2012, redujeron su gasto en más de 13.000 millones de euros. Este hecho se traduce irremediablemente en más desempleo y más pobreza producto del austericidio que vivimos desde el inicio de la crisis financiera global.
Una de las consecuencias más conocidas de estas políticas de austeridad es la voluntad recentralizadora de los estados de la periferia europea, en el marco de las políticas impuestas por Berlín y Bruselas. En el caso de España, este proceso se ha concretado en la Ley 27/ 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), que coloca el déficit cero como elemento rector de la política local. Tristemente, la nueva norma va más allá, pues arrebata a los ayuntamientos algunos servicios sociales en favor de las comunidades autónomas. En definitiva, como señala Boix, dicha ley va en la dirección de vaciar competencialmente a las entidades locales.
Frente a este proyecto recentralizador, los nuevos gobiernos de transformación que se han instalado en los ayuntamientos se encuentran ante una tensión evidente: por una parte, las expectativas generadas y la situación de emergencia de muchas familias pueden sobrecargarlos de demandas. Por otra, la voluntad recentralizadora y las trabas del Gobierno central pueden sustraerles los instrumentos necesarios para satisfacer dichas demandas. Frente a la mayor demanda de participación de la sociedad española, el gobierno central vacía competencialmente las instituciones que pueden satisfacerla. Se trata de una tensión que solo podrá resolverse en la gestión cotidiana, y de la que dependerá en gran medida el arraigo que alcancen los nuevos gobiernos en la sociedad española.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/27328-desafios-para-nuevo-municipalismo.html
Edgar Bellver Franco y Joan O. Monzonís. Diagonal
El municipalismo como forma de gobierno ligada a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos hunde sus raíces en la España del siglo XIX. En un trabajo de 2014 del Observatorio Metropolitano titulado La apuesta municipalista, se repasan los antecedentes de esta idea de gestión municipal vinculada a la democracia directa, y a tradiciones políticas como el federalismo democrático de corte republicano o el anarquismo (con la aportación de intelectuales como Pi i Margall o Fernando Garrido). La apuesta municipalista (por retomar la expresión del Observatorio) que han encarnado las nuevas candidaturas de unidad popular entronca en gran medida con esta corriente subterránea.
Recientemente, el profesor Juan Torres López señalaba que una de las rémoras más grandes de la “izquierda radical” a la hora de lograr confianza y apoyo social es "su falta de experiencia en la gestión de los asuntos ordinarios de la gente normal y corriente". Esta afirmación, más allá de que se esté de acuerdo o no con ella, viene a llamar la atención sobre un hecho relevante: la necesidad de repensar las instituciones y la gestión cotidiana de los ayuntamientos desde los nuevos gobiernos locales.
Con este objetivo, la Universidad de Valencia acaba de publicar una interesante obra colectiva destinada a repensar el gobierno municipal para los nuevos tiempos, dotando a los nuevos actores institucionales de herramientas para el diseño e implementación de las políticas públicas. La obra se titula Democracia desde abajo. Nueva agenda para el gobierno local, y está dirigida por Joan Romero y Andrés Boix. El libro está concebido como una hoja de ruta para los ayuntamientos surgidos en el País Valenciano tras las elecciones del 24 de mayo (aunque propone reflexiones útiles para el conjunto de España), y aborda tanto cuestiones de carácter general como políticas sectoriales en materias como el territorio, servicios sociales, cultura o medio ambiente. Como señala Romero, la agenda neoliberal para las ciudades y los municipios se impone a partir de la segunda mitad de los años 90, desempeñando las administraciones locales un papel fundamental. Esta agenda, orientada hacia una apuesta decidida por la producción inmobiliaria como motor de la actividad económica, se vio favorecida por un contexto internacional de abundante liquidez, y por unas instituciones que actuaron como vectores de mercantilización del territorio.
Sin embargo, dicha agenda se ha venido abajo estrepitosamente con la crisis de 2008, transformando la política municipal. Los más de 8.000 ayuntamientos se enfrentan a una difícil situación, siendo las instituciones que más han sufrido la crisis económica. Según datos del Ministerio de Hacienda, en el periodo comprendido entre 2010 y 2012 las entidades locales redujeron en más de un 63% su inversión total. Asimismo, en el periodo 2009- 2012, redujeron su gasto en más de 13.000 millones de euros. Este hecho se traduce irremediablemente en más desempleo y más pobreza producto del austericidio que vivimos desde el inicio de la crisis financiera global.
Una de las consecuencias más conocidas de estas políticas de austeridad es la voluntad recentralizadora de los estados de la periferia europea, en el marco de las políticas impuestas por Berlín y Bruselas. En el caso de España, este proceso se ha concretado en la Ley 27/ 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), que coloca el déficit cero como elemento rector de la política local. Tristemente, la nueva norma va más allá, pues arrebata a los ayuntamientos algunos servicios sociales en favor de las comunidades autónomas. En definitiva, como señala Boix, dicha ley va en la dirección de vaciar competencialmente a las entidades locales.
Frente a este proyecto recentralizador, los nuevos gobiernos de transformación que se han instalado en los ayuntamientos se encuentran ante una tensión evidente: por una parte, las expectativas generadas y la situación de emergencia de muchas familias pueden sobrecargarlos de demandas. Por otra, la voluntad recentralizadora y las trabas del Gobierno central pueden sustraerles los instrumentos necesarios para satisfacer dichas demandas. Frente a la mayor demanda de participación de la sociedad española, el gobierno central vacía competencialmente las instituciones que pueden satisfacerla. Se trata de una tensión que solo podrá resolverse en la gestión cotidiana, y de la que dependerá en gran medida el arraigo que alcancen los nuevos gobiernos en la sociedad española.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/27328-desafios-para-nuevo-municipalismo.html
Edgar Bellver Franco y Joan O. Monzonís. Diagonal
Admiración. Hacía mucho tiempo que no me sorprendían tanto unas declaraciones de nadie
Vivimos tiempos huérfanos de admiración. Los líderes políticos, que lo saben mejor que nadie, recurren a escenografías insólitas, como Sánchez, o a viejos lemas admirables, como Rivera, para tratar de encender una chispa que alumbre siquiera un instante. La admiración parece hoy reservada para simples ciudadanos que intentan aportar un poco de honestidad, de serenidad o de cordura al panorama nacional, presentándose o no a unas elecciones. Por eso, quiero reflejar aquí mi admiración por el comunicado de Irene Villa acerca de los desdichados tuits difundidos por Guillermo Zapata. Nunca lo habría creído de mí misma pero así ha sido, y así lo reconozco. Irene Villa habría tenido muy fácil cualquier otro camino, habría encontrado cientos de voces que jalearan una declaración de honor maltrecho, de ofensa irreparable, de venganza imprescindible, miles de personas la estaban esperando para levantarla como una bandera del sacrosanto combate entre la España inmortal y los luciferinos radicales, pero ella ha escogido el camino de la ecuanimidad, de la cordura y, me atrevo a suponer, de la sinceridad. Ha dicho, igual que ciertos anónimos portavoces de la Audiencia Nacional que sin embargo no han dado la cara, que le parece una barbaridad que se juzgue a alguien por un chiste de una especie que ni la molesta ni la molestará. El problema, ha añadido, no es mío, sino de la gente capaz de hacer esa clase de chistes. Hacía mucho tiempo que no me sorprendían tanto unas declaraciones de nadie. Y más allá del escándalo, otro más, que supone que algunos jueces desautoricen en secreto la actuación de la fiscalía y de su propio tribunal en un caso cargado de repercusiones políticas, su actitud me parece admirable. Y lo digo.
ALMUDENA GRANDES 29 JUN 2015 -
ALMUDENA GRANDES 29 JUN 2015 -
viernes, 17 de julio de 2015
Inverosímil. En resumen: ¿lo de Tsipras ha sido un accidente o un ajuste de cuentas?
Un coche negro entra como un rayo en la plaza de Sintagma, aminora la velocidad, se abre una puerta y un fardo es arrojado fuera. Cuando el automóvil desaparece, la gente se acerca al bulto, que resulta ser un hombre con la cara hinchada a golpes y la nariz rota. Los párpados abultan como pelotas de tenis y los labios parecen una masa informe de carne picada entre la que brillan fragmentos de lo que debió de ser la dentadura. No es difícil suponer, por el silbido que a modo de respiración escapa del agujero donde estaba la boca, que tiene tres o cuatro costillas clavadas en los pulmones. El resto de su cuerpo no está mejor: una de las piernas aparece extrañamente retorcida y le falta un zapato. Es Alexis Tsipras, el mensajero que los griegos enviaron a Europa para renegociar su deuda. He aquí nuestra respuesta, parecen responder los acreedores.
Debe de haber en todo este asunto aspectos que se nos escapan.
Si razonamos desde lo que sabemos, o creemos saber, los hechos resultan completamente inverosímiles. Veamos: la UE propone a Grecia una solución imposible. Tsipras convoca un referéndum y vuelve a Bruselas con un mensaje claro de su pueblo. A los dos días, inexplicablemente, firma un acuerdo peor que el que aconsejó la convocatoria de la consulta y regresa a casa humillado, escupido, zarandeado y con muestras de desvarío mental. Al mismo tiempo, nos enteramos de que quienes venían prestando a Grecia el dinero que ahora le reclaman y que consintieron su ingreso en el euro sabían que se trataba de un país sin Hacienda, sin Tesoro, sin catastro y sin instituciones públicas en general, además de corrupto. ¿Por qué hacíamos negocios con él? En resumen: ¿lo de Tsipras ha sido un accidente o un ajuste de cuentas?
Juan José Millás, El País.
Debe de haber en todo este asunto aspectos que se nos escapan.
Si razonamos desde lo que sabemos, o creemos saber, los hechos resultan completamente inverosímiles. Veamos: la UE propone a Grecia una solución imposible. Tsipras convoca un referéndum y vuelve a Bruselas con un mensaje claro de su pueblo. A los dos días, inexplicablemente, firma un acuerdo peor que el que aconsejó la convocatoria de la consulta y regresa a casa humillado, escupido, zarandeado y con muestras de desvarío mental. Al mismo tiempo, nos enteramos de que quienes venían prestando a Grecia el dinero que ahora le reclaman y que consintieron su ingreso en el euro sabían que se trataba de un país sin Hacienda, sin Tesoro, sin catastro y sin instituciones públicas en general, además de corrupto. ¿Por qué hacíamos negocios con él? En resumen: ¿lo de Tsipras ha sido un accidente o un ajuste de cuentas?
Juan José Millás, El País.
Euroclaridad. La canallada a la que asistimos nos hace un poco más lúcidos. La crisis de la UE no ha hecho más que empezar.
Rafael Poch
La Vanguardia
Se trataba de castigar un desafío. Un desafío a la estupidez económica y sobre todo al principio de autoridad. Ahogar una quijotesca manifestación de dignidad para evitar el ejemplo. “No duden que la respuesta al referéndum será implacable”, “Prepárense para el circo mediático que se avecina”, escribimos el martes. Con “Grexit” o sin él, es lo que ha ocurrido. Pero, ¿a qué precio?
Merkel ha salvado la cara ante el mayoritario sector de su opinión pública que cree en la leyenda de que la crisis es resultado del exceso de gasto social y de la mala administración de gobiernos manirrotos. Esta leyenda ofreció a “los griegos” como nuevos judíos. Con ella la Quinta Alemania tejió un mito para canalizar el enfado social y evitar una puesta en cuestión del sistema euro y del casino en general.
Con ese “los griegos”, el nacionalismo alemán se ha retratado como lo que siempre fue: un asunto étnico y supremacista que alimenta la imposición y el dominio. Hoy muchos europeos regresan a la vieja idea de que es imposible una relación igualitaria con Alemania.
En la sala de tortura de Grecia, Francia representaba el papel de “policía bueno”. Funcionarios franceses ayudaron al gobierno griego a redactar los términos de su gangsteril capitulación. Hollande ha ejercido de “collabo“, pero se alineó con fuerzas extraeuropeas, el FMI y el gobierno de Estados Unidos, para moderar a Merkel y su siniestro ministro. El Presidente ya ha comenzado la campaña de su reelección (2017) y apostó por la oposición al Grexit, una manera diferente de participar en el castigo. Sin embargo, esa diferencia y su recurso a los de fuera agrietan el mito del “eje franco-alemán”. Con Grecia, Alemania quería disciplinar de paso a Francia (e Italia), mientras que ésta quería poner en evidencia a Alemania. La bestia neoliberal, en sus dos alas, socialdemócrata y conservadora, está más dividida.
El Politburó de Bruselas, su régimen de soberanía limitada, su ideología (el estalinismo de mercado) y su comportamiento antidemocrático, se han hecho más obvios para más y más ciudadanos europeos. Los medios de comunicación aún menos creíbles. La canallada a la que hemos asistido nos hace, en definitiva, un poco más lúcidos. Un poco más de claridad sobre la Europa realmente existente y el malestar que siente cualquier persona decente en ella. La crisis de la UE no ha hecho más que empezar.
Fuente original: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch
La Vanguardia
Se trataba de castigar un desafío. Un desafío a la estupidez económica y sobre todo al principio de autoridad. Ahogar una quijotesca manifestación de dignidad para evitar el ejemplo. “No duden que la respuesta al referéndum será implacable”, “Prepárense para el circo mediático que se avecina”, escribimos el martes. Con “Grexit” o sin él, es lo que ha ocurrido. Pero, ¿a qué precio?
Merkel ha salvado la cara ante el mayoritario sector de su opinión pública que cree en la leyenda de que la crisis es resultado del exceso de gasto social y de la mala administración de gobiernos manirrotos. Esta leyenda ofreció a “los griegos” como nuevos judíos. Con ella la Quinta Alemania tejió un mito para canalizar el enfado social y evitar una puesta en cuestión del sistema euro y del casino en general.
Con ese “los griegos”, el nacionalismo alemán se ha retratado como lo que siempre fue: un asunto étnico y supremacista que alimenta la imposición y el dominio. Hoy muchos europeos regresan a la vieja idea de que es imposible una relación igualitaria con Alemania.
En la sala de tortura de Grecia, Francia representaba el papel de “policía bueno”. Funcionarios franceses ayudaron al gobierno griego a redactar los términos de su gangsteril capitulación. Hollande ha ejercido de “collabo“, pero se alineó con fuerzas extraeuropeas, el FMI y el gobierno de Estados Unidos, para moderar a Merkel y su siniestro ministro. El Presidente ya ha comenzado la campaña de su reelección (2017) y apostó por la oposición al Grexit, una manera diferente de participar en el castigo. Sin embargo, esa diferencia y su recurso a los de fuera agrietan el mito del “eje franco-alemán”. Con Grecia, Alemania quería disciplinar de paso a Francia (e Italia), mientras que ésta quería poner en evidencia a Alemania. La bestia neoliberal, en sus dos alas, socialdemócrata y conservadora, está más dividida.
El Politburó de Bruselas, su régimen de soberanía limitada, su ideología (el estalinismo de mercado) y su comportamiento antidemocrático, se han hecho más obvios para más y más ciudadanos europeos. Los medios de comunicación aún menos creíbles. La canallada a la que hemos asistido nos hace, en definitiva, un poco más lúcidos. Un poco más de claridad sobre la Europa realmente existente y el malestar que siente cualquier persona decente en ella. La crisis de la UE no ha hecho más que empezar.
Fuente original: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch
Un Tratado de Versalles para Grecia. Las humillantes condiciones que Alemania y sus socios buscan imponerle al país helénico.
El Eurogrupo amenaza con expulsar a los griegos si no impulsan más reformas impositivas, flexibilizan el mercado laboral, liberalizan el comercio y ponen activos a disposición de sus acreedores.
El sábado por la tarde, mientras los ministros de Finanzas del Eurogrupo estaban reunidos en Bruselas, el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung difundió en su edición digital un supuesto documento interno del gobierno de Angela Merkel que causó conmoción. El texto decía que el ajuste votado por el Parlamento griego un día antes era insuficiente como para acordar un nuevo programa de rescate. A raíz de ello, se le proponían dos opciones a las autoridades griegas: a) mejorar “rápida y significativamente” su propuesta con apoyo del Parlamento, incluyendo el compromiso de transferir activos hasta 50.000 millones de euros a un fondo en Luxemburgo para luego ser privatizados y así pagar parte de la deuda; o b) salir de la Eurozona al menos durante cinco años y recién en ese escenario explorar la posibilidad de avanzar con una reestructuración de los pasivos. Con algunos matices, esas propuestas se reiteraron ayer en el borrador que elaboraron los ministros del Eurogrupo y al cierre de esta edición los presidentes de la zona euro buscaban imponérselo al primer ministro Alexis Tsipras a modo de rendición incondicional. Las similitudes entre el paper alemán, pensado para una colonia más que para un país soberano, y el borrador elaborado por el plenario de los ministros dejó en claro, tal vez como nunca antes, que en la actualidad la Eurozona aparece reducida a lo que deciden Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
El viernes, cuando los mercados subían luego de que Grecia aprobara un nuevo plan de ajuste, Yanis Varoufakis, titular de la cartera de Finanzas griega hasta hace apenas una semana, anticipó en The Guardian la movida alemana. “Basándome en meses de negociación, mi convicción es que el ministro de Finanzas alemán quiere que Grecia sea empujada fuera de la moneda única para infligir el temor a Dios en los franceses y que acepten su modelo de una zona euro disciplinada”, sostuvo. “Schäuble está convencido de que tal como están las cosas, él necesita un Grexit (la salida de Grecia del euro) para limpiar el aire, de una manera u otra”, agregó en el mismo artículo, titulado “Alemania no escatimará en el dolor griego tiene interés en rompernos”. Anoche, este economista que supo ponerle los nervios de punta a sus colegas del Eurogrupo reiteró en su blog el mismo argumento y fue un poco más allá: “Esto no es una teoría. ¿Cómo sé que el Grexit es una parte importante del plan del Dr Schäuble para Europa? ¡Porque él me lo dijo!”, aseguró el economista en un anticipo de un artículo que publicará esta semana en el semanario alemán Die Zeit.
El borrador de cuatro páginas que ayer consensuaron los ministros del Eurogrupo lleva la marca registrada de Schäuble e incorpora condiciones humillantes para Grecia, casi como si hubiera perdido una guerra, en lo que constituyó una clara respuesta al desafío que supuso el referéndum convocado por Syriza, donde el 61 por ciento de los griegos se manifestaron en contra del ajuste.
El gobierno de Tsipras había solicitado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no participe de la negociación. Sin embargo, lo primero que se aclara en el documento es que el FMI seguirá teniendo un papel central. Incluso se remarca la intención manifestada por Grecia para que el organismo multilateral sea parte de la financiación y monitoreo de un eventual programa, solo para mostrar como el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, tuvo que agachar la cabeza y conceder.
El paper especifica luego que “dada la necesidad de reconstruir la confianza con Grecia” es necesario que el país helénico apruebe antes del 15 de julio una serie de medidas entre las que se incluyen nuevas reformas en el IVA, ampliación de la base impositiva, cambios en el sistema jubilatorio para hacerlo autosustentable, introducción de mecanismos que contemplen la posibilidad de aplicar recortes automáticos del gasto apenas se detecten desviaciones con respecto a los objetivos de superávit, modificaciones en el código civil de procedimientos para agilizar la Justicia, garantías para el funcionamiento independiente de la oficina griega de estadísticas ELSTAT, liberalización de mercados, implementación de una nueva reforma laboral y profundización del programa de privatizaciones.
En el caso de las privatizaciones, el paper consensuado por los ministros contempla transferir activos griegos valuados hasta 50.000 millones de euros a un fondo externo e independiente ya existente, como la Institución para el Crecimiento en Luxemburgo. En el texto se aclara que la intención es privatizar esos activos para ayudar a reducir la deuda griega. “Dicho fondo sería administrado por las autoridades griegas, bajo la supervisión de las instituciones europeas pertinentes”, aclara el documento. Página/12 publicó el pasado 3 de julio un detalle del plan de privatizaciones griego donde destacó que el Fondo de Desarrollo de los Activos de la República Helénica (Hradf, según sus siglas en inglés), creado en 2011 para recaudar 50 mil millones de euros con la venta de activos públicos en cuatro años, había conseguido apenas un 10 por ciento de lo previsto. Debido a esa situación es que el Eurogrupo ahora busca transferir los activos a una institución externa con la intención de acelerar el proceso de privatizaciones.
En el documento también se señala que “hay serias preocupaciones sobre la sustentabilidad de la deuda griega” y asombrosamente se atribuye esa situación a “la flexibilización de las políticas durante los últimos doce meses”. En el texto se remarca también que los Estados miembros de la zona euro tomaron en los últimos años una serie de medidas para aliviar la deuda griega, aunque afirman estar dispuestos “a considerar posibles medidas adicionales para suavizar los servicios de la deuda de Grecia aún más”. No obstante, en el documento se deja claro que “los recortes nominales sobre la deuda no pueden ser llevados adelante”. Por si todo lo reseñado no bastara, el documento aclara al final que si no se pudiera llegar a un acuerdo “Grecia tendría que negociar rápidamente una salida de la zona euro por un tiempo, con la posibilidad de reestructurar su deuda”, tal como lo pensó Schäuble.
Anoche los europeos, con Alemania a la cabeza, buscaban que Tsipras cediese en todo para evitar la consumación del Grexit. El primer ministro griego flexibilizó notablemente su posición porque quiere evitar el trauma que supondría para su país la salida del euro. Sin embargo, exigencias como la transferencia de activos al exterior para su posterior privatización resultan tan humillantes que se resistía a acatarlas, pese a la insistencia de los alemanes. El gobierno de Merkel parece dispuesto a recrear ciertas condiciones que hacen recordar al Tratado de Versalles que le impusieron a Alemania luego de perder la Primera Guerra Mundial. Las consecuencias que trajo aquel tratado de 1919 debería ser un incentivo suficiente para aflojar un poco la soga del cuello, pero por ahora lo único que hacen es seguir apretando.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-276994-2015-07-13.html
Fernando Krakowiak. Página 12
El sábado por la tarde, mientras los ministros de Finanzas del Eurogrupo estaban reunidos en Bruselas, el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung difundió en su edición digital un supuesto documento interno del gobierno de Angela Merkel que causó conmoción. El texto decía que el ajuste votado por el Parlamento griego un día antes era insuficiente como para acordar un nuevo programa de rescate. A raíz de ello, se le proponían dos opciones a las autoridades griegas: a) mejorar “rápida y significativamente” su propuesta con apoyo del Parlamento, incluyendo el compromiso de transferir activos hasta 50.000 millones de euros a un fondo en Luxemburgo para luego ser privatizados y así pagar parte de la deuda; o b) salir de la Eurozona al menos durante cinco años y recién en ese escenario explorar la posibilidad de avanzar con una reestructuración de los pasivos. Con algunos matices, esas propuestas se reiteraron ayer en el borrador que elaboraron los ministros del Eurogrupo y al cierre de esta edición los presidentes de la zona euro buscaban imponérselo al primer ministro Alexis Tsipras a modo de rendición incondicional. Las similitudes entre el paper alemán, pensado para una colonia más que para un país soberano, y el borrador elaborado por el plenario de los ministros dejó en claro, tal vez como nunca antes, que en la actualidad la Eurozona aparece reducida a lo que deciden Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
El viernes, cuando los mercados subían luego de que Grecia aprobara un nuevo plan de ajuste, Yanis Varoufakis, titular de la cartera de Finanzas griega hasta hace apenas una semana, anticipó en The Guardian la movida alemana. “Basándome en meses de negociación, mi convicción es que el ministro de Finanzas alemán quiere que Grecia sea empujada fuera de la moneda única para infligir el temor a Dios en los franceses y que acepten su modelo de una zona euro disciplinada”, sostuvo. “Schäuble está convencido de que tal como están las cosas, él necesita un Grexit (la salida de Grecia del euro) para limpiar el aire, de una manera u otra”, agregó en el mismo artículo, titulado “Alemania no escatimará en el dolor griego tiene interés en rompernos”. Anoche, este economista que supo ponerle los nervios de punta a sus colegas del Eurogrupo reiteró en su blog el mismo argumento y fue un poco más allá: “Esto no es una teoría. ¿Cómo sé que el Grexit es una parte importante del plan del Dr Schäuble para Europa? ¡Porque él me lo dijo!”, aseguró el economista en un anticipo de un artículo que publicará esta semana en el semanario alemán Die Zeit.
El borrador de cuatro páginas que ayer consensuaron los ministros del Eurogrupo lleva la marca registrada de Schäuble e incorpora condiciones humillantes para Grecia, casi como si hubiera perdido una guerra, en lo que constituyó una clara respuesta al desafío que supuso el referéndum convocado por Syriza, donde el 61 por ciento de los griegos se manifestaron en contra del ajuste.
El gobierno de Tsipras había solicitado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no participe de la negociación. Sin embargo, lo primero que se aclara en el documento es que el FMI seguirá teniendo un papel central. Incluso se remarca la intención manifestada por Grecia para que el organismo multilateral sea parte de la financiación y monitoreo de un eventual programa, solo para mostrar como el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, tuvo que agachar la cabeza y conceder.
El paper especifica luego que “dada la necesidad de reconstruir la confianza con Grecia” es necesario que el país helénico apruebe antes del 15 de julio una serie de medidas entre las que se incluyen nuevas reformas en el IVA, ampliación de la base impositiva, cambios en el sistema jubilatorio para hacerlo autosustentable, introducción de mecanismos que contemplen la posibilidad de aplicar recortes automáticos del gasto apenas se detecten desviaciones con respecto a los objetivos de superávit, modificaciones en el código civil de procedimientos para agilizar la Justicia, garantías para el funcionamiento independiente de la oficina griega de estadísticas ELSTAT, liberalización de mercados, implementación de una nueva reforma laboral y profundización del programa de privatizaciones.
En el caso de las privatizaciones, el paper consensuado por los ministros contempla transferir activos griegos valuados hasta 50.000 millones de euros a un fondo externo e independiente ya existente, como la Institución para el Crecimiento en Luxemburgo. En el texto se aclara que la intención es privatizar esos activos para ayudar a reducir la deuda griega. “Dicho fondo sería administrado por las autoridades griegas, bajo la supervisión de las instituciones europeas pertinentes”, aclara el documento. Página/12 publicó el pasado 3 de julio un detalle del plan de privatizaciones griego donde destacó que el Fondo de Desarrollo de los Activos de la República Helénica (Hradf, según sus siglas en inglés), creado en 2011 para recaudar 50 mil millones de euros con la venta de activos públicos en cuatro años, había conseguido apenas un 10 por ciento de lo previsto. Debido a esa situación es que el Eurogrupo ahora busca transferir los activos a una institución externa con la intención de acelerar el proceso de privatizaciones.
En el documento también se señala que “hay serias preocupaciones sobre la sustentabilidad de la deuda griega” y asombrosamente se atribuye esa situación a “la flexibilización de las políticas durante los últimos doce meses”. En el texto se remarca también que los Estados miembros de la zona euro tomaron en los últimos años una serie de medidas para aliviar la deuda griega, aunque afirman estar dispuestos “a considerar posibles medidas adicionales para suavizar los servicios de la deuda de Grecia aún más”. No obstante, en el documento se deja claro que “los recortes nominales sobre la deuda no pueden ser llevados adelante”. Por si todo lo reseñado no bastara, el documento aclara al final que si no se pudiera llegar a un acuerdo “Grecia tendría que negociar rápidamente una salida de la zona euro por un tiempo, con la posibilidad de reestructurar su deuda”, tal como lo pensó Schäuble.
Anoche los europeos, con Alemania a la cabeza, buscaban que Tsipras cediese en todo para evitar la consumación del Grexit. El primer ministro griego flexibilizó notablemente su posición porque quiere evitar el trauma que supondría para su país la salida del euro. Sin embargo, exigencias como la transferencia de activos al exterior para su posterior privatización resultan tan humillantes que se resistía a acatarlas, pese a la insistencia de los alemanes. El gobierno de Merkel parece dispuesto a recrear ciertas condiciones que hacen recordar al Tratado de Versalles que le impusieron a Alemania luego de perder la Primera Guerra Mundial. Las consecuencias que trajo aquel tratado de 1919 debería ser un incentivo suficiente para aflojar un poco la soga del cuello, pero por ahora lo único que hacen es seguir apretando.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-276994-2015-07-13.html
Fernando Krakowiak. Página 12
_- Blood Pressure, the Mystery Number
_- Almost half a century after rigorous studies showed medicines that lower blood pressure prevent heart attacks, strokes and deaths, researchers still do not know just how low blood pressure should go.
More than 58 million Americans take these drugs, but this fundamental question remains unresolved. “We all know treating hypertension is good, but we don’t know how aggressive we should be,” said Dr. Michael Lauer, the director of the Division of Cardiovascular Sciences at the National Heart, Lung and Blood Institute.
The institute is seeking definitive answers as part of its mission to drive down deaths from cardiovascular disease, continuing the decades-long plunge in mortality rates from this leading killer.
On the summer solstice, the sun's warm rays bathe the Northern hemisphere longer than any other day of the year. This happens because the tilt of the Earth’s axis is at a point where it makes its deepest bow to the star.Introducing Summer of Science The results of a large and rigorous study, called Sprint, are expected in 2017. Researchers are following 9,000 middle-age and older adults with high blood pressure. Half were randomly assigned to get their systolic pressure — the top number that measures pressure when the heart contracts — to below 120 while the others were to get to below 140. The study will measure not just heart attacks, strokes and kidney disease, but also effects on the brain. Do people think better and avoid dementia with lower pressure?
MENDING HEARTS
Articles in this series will explore new approaches to treating heart disease.
PART 1
A Sea Change in Treating Heart Attacks
PART 2
Building a Better Valve
PART 3
Putting Stents to the Test
PART 4
Blood Pressure, the Mystery Number
A Possibly Lifesaving Guide to Heart Attacks
In the meantime, doctors are making decisions in a fog of uncertainty.
What about a patient like Glenn Lorenzen, 67, whose systolic pressure was a frightening 220 in October? On a chilly day in December at the cardiovascular clinic at the Boston Veterans Affairs hospital, he had received the good news that drugs and weight loss had lowered his reading to 124. Should he be happy? Should he aim to be below 120? Or should he ease up on the medications a bit and let his pressure drift toward 140 or even 150?
One school of thought says blood pressure rises with age to push more blood into the brain. Another says high blood pressure damages the brain, perhaps causing silent ministrokes.
“We don’t know which is right,” said David Reboussin, a biostatistician at Wake Forest University who is a principal investigator for the new federal study.
The trend in geriatrics is to let pressure drift up, although not above 150, said Dr. Alfred Cheung, a study investigator who is a nephrologist and professor of medicine at the University of Utah.
“It’s not based on hard data,” he said.
The lack of evidence is at the heart of a dispute that is partly an artifact of the way thinking on blood pressure evolved.
When drugs to lower blood pressure came on the market in the 1950s, many doctors did not know if they should prescribe them. They thought systolic pressure should be 100 plus a person’s age. The conventional wisdom was that blood vessels stiffen with age, so higher pressure helped push blood through them.
That view was discredited in 1967 when a rigorous study comparing the drugs with a placebo ended early because those taking the medicines had so many fewer strokes and heart attacks. The drugs became mainstays in medicine, credited with saving millions of lives.
Many early clinical trials did not even address systolic pressure, the focus today. Instead, they looked at diastolic pressure, the lower number, representing pressure on blood vessels when the heart relaxes between beats.
“The general thinking — incorrectly — was that as you get older, the systolic naturally goes up” to supply the brain with blood, said Dr. William C. Cushman, the chief of preventive medicine at the V.A. Medical Center in Memphis.
It was only in 1991 that the first study on systolic pressure was published. It and subsequent research concluded that the treatment goal should be a level below 150 in order to prevent heart attacks, heart failure and strokes. Almost no studies examined the outcomes at lower goals.
So doctors and guideline makers have a conundrum, Dr. Cushman said. “The epidemiology is consistent that having a systolic pressure of 120 or even below 120 is associated with reduced cardiovascular mortality. But that doesn’t necessarily mean that treating with medications to reach that level will give you that benefit.” The concern is that drugs always have more effects than the one they are being used for. So a blood pressure lowered with drugs is not necessarily the same as one that is naturally lower.
Guidelines from experts are all over the map. A panel appointed by the National Heart, Lung and Blood Institute suggests a systolic pressure below 150 for those older than 60. The American Heart Association and other groups say it should be under 140.
European guidelines call for a systolic pressure less than 150 except for older adults, but they also take into account a person’s risk of heart disease when deciding how low that number should go. And epidemiological studies that follow large groups of people over time have found that people whose systolic pressure is naturally 120 or lower have the lowest risk of heart attacks and strokes.
The guidelines from the Heart, Lung and Blood Institute panel constituted one of the most ambitious efforts to build a consensus for blood pressure levels. The mission was to use data from rigorous studies rather than expert opinion, the older standard.
Previous guidelines by a similar committee convened by the National Institutes of Health had set a goal of systolic pressure below 140. The new guideline called for a pressure below 150 for people age 60 and older. “That is where the benefit was seen,” in clinical trials, said Dr. Suzanne Oparil, the director of the vascular biology and hypertension program at the University of Alabama in Birmingham and chairwoman of that committee.
Dr. J. Michael Gaziano, a Harvard professor of medicine, criticizes the system for grading blood pressure improvements. Credit Kayana Szymczak for The New York Times
But when the committee’s report was published in December 2013, it immediately came under fire and five out of the 12 committee members published their own report, advocating blood pressure below 140.
“A minority group on the guidelines panel felt it was insane to raise the target to 150 in the segment of the population at highest risk from hypertension,” said Dr. Jackson T. Wright, Jr. of Case Western Reserve University, who was among the dissenters.
And it’s not just the question of the right goal for systolic pressure. Blood pressure and cholesterol levels are now treated very differently. Cholesterol guidelines take into account a patient’s overall risk of a heart attack. But with blood pressure, at least for United States guidelines, the only thing that matters is blood pressure levels and not other factors like family history or cholesterol levels.
That was how the studies were designed, though, Dr. Cushman said. Cholesterol trials took other risks into account. Blood pressure trials looked at only blood pressure. But clearly some people are at lower risk than others even though they have the same blood pressure. Yet all are treated the same. Should that change?
That sort of inconsistency leaves many physicians in a quandary. Mr. Lorenzen’s doctor at the Boston V.A., Dr. J. Michael Gaziano, a Harvard professor of medicine, considers a patient’s overall risk and is an evangelist for losing weight and exercising to boost the effects of blood pressure drugs. He lives that way himself, following a Mediterranean diet low on meat and engaging in running and cross-country skiing.
“You’re the thinnest person I know,” Mr. Lorenzen told Dr. Gaziano on the recent visit.
Mr. Lorenzen, who has had two heart attacks, is still heavy, but he is one of Dr. Gaziano’s star pupils. He has lost 60 pounds and exercises most days. When his pressure used to be 200 and above, he said he felt glum and his head hurt “like a wicked sunburn.” Although high blood pressure is often called the silent killer, when pressures go very high, people may feel effects from increased pressure in the brain, Dr. Gaziano said.
“Your blood pressure is headed in a good direction, better than I would have expected,” Dr. Gaziano told him. “The medicine alone wouldn’t do it. I have a feeling your exercise and weight reduction have played a significant role.”
“I get an A,” Mr. Lorenzen said proudly.
Fuente: NYT. http://www.nytimes.com/2015/06/23/health/blood-pressure-the-mystery-number.html?em_pos=small&emc=edit_hh_20150623&nl=health&nlid=31217582&ref=headline&_r=0
(Atención la traducción al ser automática deja mucho que desear y exige ser "creativo" en su comprensión)
Casi medio siglo después de que rigurosos estudios que mostraron a medicamentos que disminuían la presión arterial con el fin de prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebro vasculares y muertes, los investigadores todavía no saben qué nivel de presión es la que debe tener la presión arterial.
Más de 58 millones de estadounidenses toman estos medicamentos, pero esta pregunta fundamental sigue sin resolverse. "Todos sabemos tratar la hipertensión y sabemos que es bueno, pero no sabemos qué nivel de deberíamos tener", dijo el Dr. Michael Lauer, director de la División de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
El instituto está buscando respuestas definitivas como parte de su misión de reducir las muertes por enfermedades cardiovasculares, continuando el proceso de décadas en las tasas de mortalidad de esta causa de muerte.
En el solsticio de verano, los cálidos rayos del sol bañan el hemisferio norte más tiempo que cualquier otro día del año. Esto sucede debido a la inclinación del eje de la Tierra está en un punto en el que hace su arco más profundo a la star.Introducing Verano de la Ciencia Los resultados de un estudio amplio y riguroso, llamada Sprint, se espera que en 2017. Los investigadores están siguiendo 9000 media edad y adultos mayores con hipertensión arterial. La mitad fueron asignados al azar para conseguir su presión sistólica - el número más alto que mide la presión cuando el corazón se contrae - a por debajo de 120, mientras que los otros eran para llegar a continuación 140. El estudio medirá no sólo los ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal, sino también efectos sobre el cerebro. ¿La gente piensa mejor y evitar la demencia con la presión más baja?
Mending Hearts
Artículos de esta serie explorarán nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades del corazón.
PARTE 1
Un cambio radical en el tratamiento de ataques al corazón
PARTE 2
La construcción de una válvula de Mejor
PARTE 3
Poner stents a la prueba
PARTE 4
La presión arterial, el Número de Misterio
Una guía Posiblemente Salvamento y Socorrismo de ataques al corazón
Mientras tanto, los médicos están tomando decisiones en una niebla de incertidumbre.
¿Qué pasa con un paciente como Glenn Lorenzen, de 67 años, cuya presión sistólica era un aterrador 220 en octubre? En un día frío en diciembre en la clínica cardiovascular en el hospital de Asuntos de Veteranos de Boston, que había recibido la buena noticia de que las drogas y la pérdida de peso había bajado su lectura a 124. ¿Debería ser feliz? Debería apuntar a estar por debajo de 120? ¿O debería aliviar hasta en los medicamentos un poco y dejar que su presión de la deriva hacia el 140 o incluso 150?
Una escuela de pensamiento dice la presión arterial aumenta con la edad para impulsar más sangre en el cerebro. Otro dice la presión arterial alta daña el cerebro, tal vez causando miniderrames silenciosos.
"No sabemos que es correcto", dijo David Reboussin, un experto en bioestadística en la Wake Forest University, que es un investigador principal del nuevo estudio federal.
La tendencia en geriatría es dejar que la presión de la deriva hacia arriba, aunque no por encima de 150, dijo el Dr. Alfred Cheung, un investigador del estudio que es un nefrólogo y profesor de medicina en la Universidad de Utah.
"No se basa en datos duros", dijo.
La falta de pruebas está en el centro de una controversia que es en parte un artefacto de la forma de pensar sobre la presión arterial evolucionado.
Cuando los medicamentos para bajar la presión arterial aparecieron en el mercado en la década de 1950, muchos médicos no sabían si debían prescribirlos. Pensaron presión sistólica debe ser 100 más la edad de una persona. La sabiduría convencional es que los vasos sanguíneos se endurecen con la edad, por lo que una mayor presión ayudó a impulsar la sangre a través de ellos.
Ese punto de vista fue desacreditado en 1967, cuando un estudio riguroso comparó los fármacos con un placebo terminado antes de tiempo porque los que tomaban las medicinas tenían bastantes menos accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Las drogas se convirtieron en pilares de la medicina, acreditados con el ahorro de millones de vidas.
Muchos ensayos clínicos iniciales ni siquiera abordaron la presión sistólica, el foco en la actualidad. En cambio, se veían a la presión diastólica, el número más bajo, lo que representa la presión en los vasos sanguíneos cuando el corazón se relaja entre latidos.
"El pensamiento general - erróneo - era que a medida que envejece, la sistólica naturalmente sube" para suministrar sangre al cerebro, dijo el doctor William C. Cushman, el jefe de medicina preventiva de la VA Medical Center en Memphis.
No fue sino hasta 1991 que se publicó el primer estudio sobre la presión sistólica. Él y la investigación posterior concluyó que el objetivo del tratamiento debe ser un nivel por debajo de 150 con el fin de prevenir los ataques al corazón, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Casi sin estudios relacionaron los resultados a los objetivos más bajos.
Así que los médicos y los responsables de las guías tienen un enigma, dijo el doctor Cushman. "La epidemiología es coherente ya que si se tiene una presión sistólica de 120 o incluso por debajo de 120 se asocia con una mortalidad cardiovascular reducida. Pero eso no significa necesariamente que el tratamiento con medicamentos para llegar a ese nivel le dará ese beneficio. "La preocupación es que las drogas siempre tienen más efectos que lo que se están utilizando para. Así que el lograr una presión sanguínea más baja con fármacos no tiene necesariamente el mismo resultado que una persona que tiene la presión naturalmente inferior.
Directrices de expertos están por todo el mapa. Un panel designado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre sugiere una presión sistólica por debajo de 150 para los mayores de 60. La Asociación Americana del Corazón y otros grupos dicen que debe estar bajo 140.
Directrices europeas exigen una presión sistólica de menos de 150, excepto para los adultos mayores, sino que también tienen en cuenta el riesgo de enfermedades del corazón de una persona al momento de decidir lo baja que debe ser ese número. Y los estudios epidemiológicos que siguen a grandes grupos de personas a través del tiempo han encontrado que las personas cuya presión sistólica es de forma natural 120 o inferior tienen el menor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Las directrices desde el panel del instituto del Corazón, los Pulmones y la Sangre constituyeron uno de los esfuerzos más ambiciosos para construir un consenso para los niveles de presión arterial. La misión consistía en utilizar los datos de estudios rigurosos, más que la opinión de expertos, el estándar más empleado.
Directrices anteriores por un comité similares convocado por los Institutos Nacionales de Salud habían fijado la meta de la presión sistólica por debajo de 140. La nueva directriz pidió una presión por debajo de 150 para las personas de 60 años o mayores. "Ahí es donde se ve el beneficio", en los ensayos clínicos, dijo la doctora Suzanne Oparil, el director de la biología vascular y el programa de la hipertensión en la Universidad de Alabama en Birmingham y presidenta de dicha comisión.
Dr. J. Michael Gaziano, profesor de medicina de Harvard, critica el sistema de clasificación de las mejoras de la presión arterial. Acreditó Kayana Szymczak para The New York Times
Pero cuando el informe del comité se publicó en diciembre de 2013, de inmediato fue atacado y cinco de los 12 miembros del comité publicaron su propio informe, abogando por la presión arterial por debajo de 140.
"Un grupo minoritario en el panel de directrices sentía que era una locura elevar el objetivo a 150 en el segmento de la población con mayor riesgo de hipertensión," dijo el Dr. Jackson T. Wright, Jr., de la Universidad Case Western Reserve, que estaba entre los disidentes.
Y no es sólo la cuestión de la meta correcta para la presión sistólica. Los niveles de presión arterial y el colesterol son tratados de manera muy diferente. Directrices de colesterol tienen en cuenta el riesgo global de un paciente de un ataque al corazón. Pero con la presión arterial, por lo menos para las pautas de los Estados Unidos, la única cosa que importa es los niveles de presión arterial y no otros factores como los niveles de historia familiar o de colesterol.
Así fue como se diseñaron los estudios, sin embargo, dijo el Dr. Cushman. Ensayos de colesterol tomaron otros riesgos en cuenta. Ensayos de presión de sangre miraron sólo la presión arterial. Pero está claro que algunas personas tienen un riesgo menor que otros aunque tengan la misma presión arterial. Sin embargo, todos son tratados igual. En caso de que cambie?
Ese tipo de inconsistencia deja a muchos médicos en un dilema. Médico del Sr. Lorenzen en el Boston VA, el Dr. J. Michael Gaziano, profesor de medicina de Harvard, considera que riesgo general tiene un paciente y es un predicador para que pierdan peso y hagan ejercicio con el fin de aumentar los efectos de los medicamentos sobre la presión arterial. Él lo practica de esa manera consigo mismo, siguiendo una dieta mediterránea baja en carne y participa en esquí de fondo.
"Eres una persona más delgada lo sé," dijo el Sr. Lorenzen Dr. Gaziano sobre la reciente visita.
Sr. Lorenzen, que ha tenido dos ataques al corazón, sigue siendo alta, pero es uno de los alumnos estrellas del Dr. GAZIANO. Ha perdido 60 libras y hace ejercicios la mayoría de los días. Cuando su presión solía ser 200 o más, dijo que se sentía triste y le dolía la cabeza ", como una quemadura de sol impío." A pesar de que a la presión arterial alta a menudo se le llama el asesino silencioso, cuando las presiones están muy alta, las personas pueden sentir los efectos de aumento de la presión en el cerebro, dijo el doctor Gaziano.
"Su presión arterial va en una buena dirección, mejor de lo que hubiera esperado," le dijo el Dr. Gaziano. "El medicamento solo no lo haría. Tengo la sensación de que su reducción de peso y el ejercicio han desempeñado un papel importante ".
"Tengo una A," dijo el Sr. Lorenzen orgulloso.
More than 58 million Americans take these drugs, but this fundamental question remains unresolved. “We all know treating hypertension is good, but we don’t know how aggressive we should be,” said Dr. Michael Lauer, the director of the Division of Cardiovascular Sciences at the National Heart, Lung and Blood Institute.
The institute is seeking definitive answers as part of its mission to drive down deaths from cardiovascular disease, continuing the decades-long plunge in mortality rates from this leading killer.
On the summer solstice, the sun's warm rays bathe the Northern hemisphere longer than any other day of the year. This happens because the tilt of the Earth’s axis is at a point where it makes its deepest bow to the star.Introducing Summer of Science The results of a large and rigorous study, called Sprint, are expected in 2017. Researchers are following 9,000 middle-age and older adults with high blood pressure. Half were randomly assigned to get their systolic pressure — the top number that measures pressure when the heart contracts — to below 120 while the others were to get to below 140. The study will measure not just heart attacks, strokes and kidney disease, but also effects on the brain. Do people think better and avoid dementia with lower pressure?
MENDING HEARTS
Articles in this series will explore new approaches to treating heart disease.
PART 1
A Sea Change in Treating Heart Attacks
PART 2
Building a Better Valve
PART 3
Putting Stents to the Test
PART 4
Blood Pressure, the Mystery Number
A Possibly Lifesaving Guide to Heart Attacks
In the meantime, doctors are making decisions in a fog of uncertainty.
What about a patient like Glenn Lorenzen, 67, whose systolic pressure was a frightening 220 in October? On a chilly day in December at the cardiovascular clinic at the Boston Veterans Affairs hospital, he had received the good news that drugs and weight loss had lowered his reading to 124. Should he be happy? Should he aim to be below 120? Or should he ease up on the medications a bit and let his pressure drift toward 140 or even 150?
One school of thought says blood pressure rises with age to push more blood into the brain. Another says high blood pressure damages the brain, perhaps causing silent ministrokes.
“We don’t know which is right,” said David Reboussin, a biostatistician at Wake Forest University who is a principal investigator for the new federal study.
The trend in geriatrics is to let pressure drift up, although not above 150, said Dr. Alfred Cheung, a study investigator who is a nephrologist and professor of medicine at the University of Utah.
“It’s not based on hard data,” he said.
The lack of evidence is at the heart of a dispute that is partly an artifact of the way thinking on blood pressure evolved.
When drugs to lower blood pressure came on the market in the 1950s, many doctors did not know if they should prescribe them. They thought systolic pressure should be 100 plus a person’s age. The conventional wisdom was that blood vessels stiffen with age, so higher pressure helped push blood through them.
That view was discredited in 1967 when a rigorous study comparing the drugs with a placebo ended early because those taking the medicines had so many fewer strokes and heart attacks. The drugs became mainstays in medicine, credited with saving millions of lives.
Many early clinical trials did not even address systolic pressure, the focus today. Instead, they looked at diastolic pressure, the lower number, representing pressure on blood vessels when the heart relaxes between beats.
“The general thinking — incorrectly — was that as you get older, the systolic naturally goes up” to supply the brain with blood, said Dr. William C. Cushman, the chief of preventive medicine at the V.A. Medical Center in Memphis.
It was only in 1991 that the first study on systolic pressure was published. It and subsequent research concluded that the treatment goal should be a level below 150 in order to prevent heart attacks, heart failure and strokes. Almost no studies examined the outcomes at lower goals.
So doctors and guideline makers have a conundrum, Dr. Cushman said. “The epidemiology is consistent that having a systolic pressure of 120 or even below 120 is associated with reduced cardiovascular mortality. But that doesn’t necessarily mean that treating with medications to reach that level will give you that benefit.” The concern is that drugs always have more effects than the one they are being used for. So a blood pressure lowered with drugs is not necessarily the same as one that is naturally lower.
Guidelines from experts are all over the map. A panel appointed by the National Heart, Lung and Blood Institute suggests a systolic pressure below 150 for those older than 60. The American Heart Association and other groups say it should be under 140.
European guidelines call for a systolic pressure less than 150 except for older adults, but they also take into account a person’s risk of heart disease when deciding how low that number should go. And epidemiological studies that follow large groups of people over time have found that people whose systolic pressure is naturally 120 or lower have the lowest risk of heart attacks and strokes.
The guidelines from the Heart, Lung and Blood Institute panel constituted one of the most ambitious efforts to build a consensus for blood pressure levels. The mission was to use data from rigorous studies rather than expert opinion, the older standard.
Previous guidelines by a similar committee convened by the National Institutes of Health had set a goal of systolic pressure below 140. The new guideline called for a pressure below 150 for people age 60 and older. “That is where the benefit was seen,” in clinical trials, said Dr. Suzanne Oparil, the director of the vascular biology and hypertension program at the University of Alabama in Birmingham and chairwoman of that committee.
Dr. J. Michael Gaziano, a Harvard professor of medicine, criticizes the system for grading blood pressure improvements. Credit Kayana Szymczak for The New York Times
But when the committee’s report was published in December 2013, it immediately came under fire and five out of the 12 committee members published their own report, advocating blood pressure below 140.
“A minority group on the guidelines panel felt it was insane to raise the target to 150 in the segment of the population at highest risk from hypertension,” said Dr. Jackson T. Wright, Jr. of Case Western Reserve University, who was among the dissenters.
And it’s not just the question of the right goal for systolic pressure. Blood pressure and cholesterol levels are now treated very differently. Cholesterol guidelines take into account a patient’s overall risk of a heart attack. But with blood pressure, at least for United States guidelines, the only thing that matters is blood pressure levels and not other factors like family history or cholesterol levels.
That was how the studies were designed, though, Dr. Cushman said. Cholesterol trials took other risks into account. Blood pressure trials looked at only blood pressure. But clearly some people are at lower risk than others even though they have the same blood pressure. Yet all are treated the same. Should that change?
That sort of inconsistency leaves many physicians in a quandary. Mr. Lorenzen’s doctor at the Boston V.A., Dr. J. Michael Gaziano, a Harvard professor of medicine, considers a patient’s overall risk and is an evangelist for losing weight and exercising to boost the effects of blood pressure drugs. He lives that way himself, following a Mediterranean diet low on meat and engaging in running and cross-country skiing.
“You’re the thinnest person I know,” Mr. Lorenzen told Dr. Gaziano on the recent visit.
Mr. Lorenzen, who has had two heart attacks, is still heavy, but he is one of Dr. Gaziano’s star pupils. He has lost 60 pounds and exercises most days. When his pressure used to be 200 and above, he said he felt glum and his head hurt “like a wicked sunburn.” Although high blood pressure is often called the silent killer, when pressures go very high, people may feel effects from increased pressure in the brain, Dr. Gaziano said.
“Your blood pressure is headed in a good direction, better than I would have expected,” Dr. Gaziano told him. “The medicine alone wouldn’t do it. I have a feeling your exercise and weight reduction have played a significant role.”
“I get an A,” Mr. Lorenzen said proudly.
Fuente: NYT. http://www.nytimes.com/2015/06/23/health/blood-pressure-the-mystery-number.html?em_pos=small&emc=edit_hh_20150623&nl=health&nlid=31217582&ref=headline&_r=0
(Atención la traducción al ser automática deja mucho que desear y exige ser "creativo" en su comprensión)
Casi medio siglo después de que rigurosos estudios que mostraron a medicamentos que disminuían la presión arterial con el fin de prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebro vasculares y muertes, los investigadores todavía no saben qué nivel de presión es la que debe tener la presión arterial.
Más de 58 millones de estadounidenses toman estos medicamentos, pero esta pregunta fundamental sigue sin resolverse. "Todos sabemos tratar la hipertensión y sabemos que es bueno, pero no sabemos qué nivel de deberíamos tener", dijo el Dr. Michael Lauer, director de la División de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
El instituto está buscando respuestas definitivas como parte de su misión de reducir las muertes por enfermedades cardiovasculares, continuando el proceso de décadas en las tasas de mortalidad de esta causa de muerte.
En el solsticio de verano, los cálidos rayos del sol bañan el hemisferio norte más tiempo que cualquier otro día del año. Esto sucede debido a la inclinación del eje de la Tierra está en un punto en el que hace su arco más profundo a la star.Introducing Verano de la Ciencia Los resultados de un estudio amplio y riguroso, llamada Sprint, se espera que en 2017. Los investigadores están siguiendo 9000 media edad y adultos mayores con hipertensión arterial. La mitad fueron asignados al azar para conseguir su presión sistólica - el número más alto que mide la presión cuando el corazón se contrae - a por debajo de 120, mientras que los otros eran para llegar a continuación 140. El estudio medirá no sólo los ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal, sino también efectos sobre el cerebro. ¿La gente piensa mejor y evitar la demencia con la presión más baja?
Mending Hearts
Artículos de esta serie explorarán nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades del corazón.
PARTE 1
Un cambio radical en el tratamiento de ataques al corazón
PARTE 2
La construcción de una válvula de Mejor
PARTE 3
Poner stents a la prueba
PARTE 4
La presión arterial, el Número de Misterio
Una guía Posiblemente Salvamento y Socorrismo de ataques al corazón
Mientras tanto, los médicos están tomando decisiones en una niebla de incertidumbre.
¿Qué pasa con un paciente como Glenn Lorenzen, de 67 años, cuya presión sistólica era un aterrador 220 en octubre? En un día frío en diciembre en la clínica cardiovascular en el hospital de Asuntos de Veteranos de Boston, que había recibido la buena noticia de que las drogas y la pérdida de peso había bajado su lectura a 124. ¿Debería ser feliz? Debería apuntar a estar por debajo de 120? ¿O debería aliviar hasta en los medicamentos un poco y dejar que su presión de la deriva hacia el 140 o incluso 150?
Una escuela de pensamiento dice la presión arterial aumenta con la edad para impulsar más sangre en el cerebro. Otro dice la presión arterial alta daña el cerebro, tal vez causando miniderrames silenciosos.
"No sabemos que es correcto", dijo David Reboussin, un experto en bioestadística en la Wake Forest University, que es un investigador principal del nuevo estudio federal.
La tendencia en geriatría es dejar que la presión de la deriva hacia arriba, aunque no por encima de 150, dijo el Dr. Alfred Cheung, un investigador del estudio que es un nefrólogo y profesor de medicina en la Universidad de Utah.
"No se basa en datos duros", dijo.
La falta de pruebas está en el centro de una controversia que es en parte un artefacto de la forma de pensar sobre la presión arterial evolucionado.
Cuando los medicamentos para bajar la presión arterial aparecieron en el mercado en la década de 1950, muchos médicos no sabían si debían prescribirlos. Pensaron presión sistólica debe ser 100 más la edad de una persona. La sabiduría convencional es que los vasos sanguíneos se endurecen con la edad, por lo que una mayor presión ayudó a impulsar la sangre a través de ellos.
Ese punto de vista fue desacreditado en 1967, cuando un estudio riguroso comparó los fármacos con un placebo terminado antes de tiempo porque los que tomaban las medicinas tenían bastantes menos accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Las drogas se convirtieron en pilares de la medicina, acreditados con el ahorro de millones de vidas.
Muchos ensayos clínicos iniciales ni siquiera abordaron la presión sistólica, el foco en la actualidad. En cambio, se veían a la presión diastólica, el número más bajo, lo que representa la presión en los vasos sanguíneos cuando el corazón se relaja entre latidos.
"El pensamiento general - erróneo - era que a medida que envejece, la sistólica naturalmente sube" para suministrar sangre al cerebro, dijo el doctor William C. Cushman, el jefe de medicina preventiva de la VA Medical Center en Memphis.
No fue sino hasta 1991 que se publicó el primer estudio sobre la presión sistólica. Él y la investigación posterior concluyó que el objetivo del tratamiento debe ser un nivel por debajo de 150 con el fin de prevenir los ataques al corazón, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Casi sin estudios relacionaron los resultados a los objetivos más bajos.
Así que los médicos y los responsables de las guías tienen un enigma, dijo el doctor Cushman. "La epidemiología es coherente ya que si se tiene una presión sistólica de 120 o incluso por debajo de 120 se asocia con una mortalidad cardiovascular reducida. Pero eso no significa necesariamente que el tratamiento con medicamentos para llegar a ese nivel le dará ese beneficio. "La preocupación es que las drogas siempre tienen más efectos que lo que se están utilizando para. Así que el lograr una presión sanguínea más baja con fármacos no tiene necesariamente el mismo resultado que una persona que tiene la presión naturalmente inferior.
Directrices de expertos están por todo el mapa. Un panel designado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre sugiere una presión sistólica por debajo de 150 para los mayores de 60. La Asociación Americana del Corazón y otros grupos dicen que debe estar bajo 140.
Directrices europeas exigen una presión sistólica de menos de 150, excepto para los adultos mayores, sino que también tienen en cuenta el riesgo de enfermedades del corazón de una persona al momento de decidir lo baja que debe ser ese número. Y los estudios epidemiológicos que siguen a grandes grupos de personas a través del tiempo han encontrado que las personas cuya presión sistólica es de forma natural 120 o inferior tienen el menor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Las directrices desde el panel del instituto del Corazón, los Pulmones y la Sangre constituyeron uno de los esfuerzos más ambiciosos para construir un consenso para los niveles de presión arterial. La misión consistía en utilizar los datos de estudios rigurosos, más que la opinión de expertos, el estándar más empleado.
Directrices anteriores por un comité similares convocado por los Institutos Nacionales de Salud habían fijado la meta de la presión sistólica por debajo de 140. La nueva directriz pidió una presión por debajo de 150 para las personas de 60 años o mayores. "Ahí es donde se ve el beneficio", en los ensayos clínicos, dijo la doctora Suzanne Oparil, el director de la biología vascular y el programa de la hipertensión en la Universidad de Alabama en Birmingham y presidenta de dicha comisión.
Dr. J. Michael Gaziano, profesor de medicina de Harvard, critica el sistema de clasificación de las mejoras de la presión arterial. Acreditó Kayana Szymczak para The New York Times
Pero cuando el informe del comité se publicó en diciembre de 2013, de inmediato fue atacado y cinco de los 12 miembros del comité publicaron su propio informe, abogando por la presión arterial por debajo de 140.
"Un grupo minoritario en el panel de directrices sentía que era una locura elevar el objetivo a 150 en el segmento de la población con mayor riesgo de hipertensión," dijo el Dr. Jackson T. Wright, Jr., de la Universidad Case Western Reserve, que estaba entre los disidentes.
Y no es sólo la cuestión de la meta correcta para la presión sistólica. Los niveles de presión arterial y el colesterol son tratados de manera muy diferente. Directrices de colesterol tienen en cuenta el riesgo global de un paciente de un ataque al corazón. Pero con la presión arterial, por lo menos para las pautas de los Estados Unidos, la única cosa que importa es los niveles de presión arterial y no otros factores como los niveles de historia familiar o de colesterol.
Así fue como se diseñaron los estudios, sin embargo, dijo el Dr. Cushman. Ensayos de colesterol tomaron otros riesgos en cuenta. Ensayos de presión de sangre miraron sólo la presión arterial. Pero está claro que algunas personas tienen un riesgo menor que otros aunque tengan la misma presión arterial. Sin embargo, todos son tratados igual. En caso de que cambie?
Ese tipo de inconsistencia deja a muchos médicos en un dilema. Médico del Sr. Lorenzen en el Boston VA, el Dr. J. Michael Gaziano, profesor de medicina de Harvard, considera que riesgo general tiene un paciente y es un predicador para que pierdan peso y hagan ejercicio con el fin de aumentar los efectos de los medicamentos sobre la presión arterial. Él lo practica de esa manera consigo mismo, siguiendo una dieta mediterránea baja en carne y participa en esquí de fondo.
"Eres una persona más delgada lo sé," dijo el Sr. Lorenzen Dr. Gaziano sobre la reciente visita.
Sr. Lorenzen, que ha tenido dos ataques al corazón, sigue siendo alta, pero es uno de los alumnos estrellas del Dr. GAZIANO. Ha perdido 60 libras y hace ejercicios la mayoría de los días. Cuando su presión solía ser 200 o más, dijo que se sentía triste y le dolía la cabeza ", como una quemadura de sol impío." A pesar de que a la presión arterial alta a menudo se le llama el asesino silencioso, cuando las presiones están muy alta, las personas pueden sentir los efectos de aumento de la presión en el cerebro, dijo el doctor Gaziano.
"Su presión arterial va en una buena dirección, mejor de lo que hubiera esperado," le dijo el Dr. Gaziano. "El medicamento solo no lo haría. Tengo la sensación de que su reducción de peso y el ejercicio han desempeñado un papel importante ".
"Tengo una A," dijo el Sr. Lorenzen orgulloso.
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