sábado, 11 de mayo de 2024

La famosa carta de Einstein en la que dice que Dios es producto de la "debilidad humana" se subastó por US$2,9 millones

La carta de Einstein

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

Pie de foto,La carta, de dos páginas y escrita en alemán, está fechada 3 de enero de 1954.

Una de las cartas más famosas de Albert Einstein se vendió en US$2,9 millones, arrasando el precio previsto en la subasta que se celebró en Christie's este martes, en Nueva York.

Antes de que cayera el martillo, la misiva firmada que el físico envió desde Princeton, Estados Unidos, al filósofo judío alemán Eric Gutkind tenía un precio estimado en entre 1 y 1,5 millones de dólares.

El lote estaba compuesto además por el libro de Gutkind "Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión", que el autor envió a Einstein, el sobre original y una foto del filósofo.

Con la célebre "Carta de Dios", Einstein fusiona sus pensamientos sobre la religión, su identidad judía y su propia búsqueda del sentido de la vida, al tiempo que refuta los argumentos que Gutkind desarrolla en la obra.


La carta, de dos páginas y escrita en alemán, está fechada 3 de enero de 1954. Einstein tenía entonces 75 años y moriría en Estados Unidos un año después.

Dios y la Biblia

Aunque la carta empieza de forma muy diplomática, no deja lugar a dudas sobre la crítica que hace al libro. "La palabra Dios no es para mí más que la expresión y el producto de la debilidad humana", escribía el físico de su puño y letra.

Con un lenguaje llano y sin florituras, Einstein califica la religión judía de "encarnación supersticiosa" como lo son todas las religiones y la Biblia "una colección de leyendas "venerables pero bastante primitivas".

Albert Einstein

Albert Einstein

FUENTE DE LA IMAGEN,CENTRAL PRESS

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El pensamiento de Einstein sobre la religión estuvo muy influenciado por la obra del filósofo Baruch Spinoza. "Ninguna interpretación, sin importar cuán sutil sea, cambiará mi punto de vista sobre esto".

"Y el pueblo judío al que pertenezco gustosamente, y en cuya forma de pensar me siento profundamente anclado, no tiene para mí ningún tipo de dignidad diferente a la del resto pueblos. Según mi experiencia, en realidad no son mejores que otros grupos humanos", decía el científico.

De acuerdo en lo esencial

"Escoger la vida" fue el tercer libro de Gutkind. En él presentaba la Biblia como un llamado a la lucha, y al judaísmo e Israel como entes incorruptibles. Y aunque Einstein critica abiertamente esto, en su carta señala las cosas que ambos sí tenían en común.

"Ahora que he expresado de forma abierta nuestras diferencias en lo que respecta a las convicciones intelectuales, todavía tengo claro que estamos muy cerca en lo esencial, es decir, en nuestras evaluaciones del comportamiento humano", escribe Einstein.

"Creo que nos entenderíamos muy bien si conversáramos sobre cosas concretas", concluye.

Aunque provenía de una familia judía, el pensamiento de Einstein hacia la religión se moldearía para siempre durante su estadía en Zurich, cuando los libros del filósofo Baruch Spinoza cayeron en sus manos.

El dios de Spinoza era un dios amorfo e impersonal responsable del orden del universo y la impresionante belleza de la naturaleza. Esta línea de pensamiento, que incluye un fuerte sentido del determinismo, resonó profundamente en el científico.

Subasta de la "Carta de Dios"
Subasta de la "Carta de Dios"

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

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La "Carta de Dios" logró venderse en el doble de los US$1,5 millones anticipados.

La "vida feliz"

No es la primera vez que una carta de Einstein es subastada.

El año pasado, una nota escrita a una estudiante de química italiana que había rehusado reunirse con él alcanzó US$6.100.

Se vendió junto con otra serie de cartas de Einstein, incluyendo una nota de 1928 que alcanzó US$103.000, en la que planteaba sus ideas para la tercera etapa de su teoría de la relatividad.

En 2017, una nota en la que ofrecía consejos sobre cómo vivir feliz se vendió en US$1,56 millones, en Jerusalén.

Consiste de una sola frase que lee: "Una vida calmada y humilde traerá más felicidad que la búsqueda del éxito y la constante inquietud que viene con eso".

II Guerra Mundial: la heroicidad del pueblo soviético

Fuentes: Rebelión
El 9 de mayo de 1945 soldados soviéticos izaban en el Reichstag alemán la bandera de la Unión Soviética como colofón a la derrota del fascismo hitleriano en Europa.




Desde el 22 de junio de 1941 la Alemania nazi lanzó la invasión contra la URSS y hasta el día final de la guerra murieron 27 millones de soviéticos, otros 20 millones resultaron heridos y dos millones desaparecidos.

Fueron enormes las pérdidas materiales; la destrucción total de 80 000 ciudades y poblados; cientos de miles de kilómetros de carreteras, vías férreas, puentes e instalaciones económicas.

Por esa épica resistencia dentro y más allá de sus territorios que duró casi cuatro años, el mundo reconoce que la hoy extinta Unión Soviética fue el principal actor que salvó a Europa y al mundo del fascismo alemán.

Cuando este 9 de mayo se realice otro desfile militar por la tradicional Plaza Roja de Moscú, los pueblos y países del planeta felicitarán al heroico pueblo soviético por haber librado a la Humanidad del monstruoso nazismo.

En los últimos años Estados Unidos, Reino Unido y otras naciones europeas han tratado de tergiversar esa historia al intentar darle el papel principal en esa conflagración a Occidente pero la historia no se puede negar con propaganda mal intencionada. De difundir la verdadera historia se han encargado numerosos estudiosos del orbe, así como los actuales dirigentes de Rusia y en especial el presidente Vladimir Putin.

La II Guerra Mundial se inició el 1ro de septiembre de 1939 cuando Alemania invadió Polonia, en la primavera de 1940 invadió Europa occidental y para 1941 controlaba enormes recursos de casi todo el viejo continente.

Con la integración de 190 divisiones con más de cinco millones de soldados; 400 200 tanques, cerca de 50 000 cañones y piezas de artillería y casi 5 000 aviones, el 22 de junio de 1941 Hitler lanzó la operación “Barba Roja” para adueñarse de toda la Unión Soviética.

Hitler había calculado que con los golpes de sus ejércitos por el sur, el centro y el norte, en dirección a las ciudades de Kiev, Moscú y Leningrado la operación solo duraría alrededor de 10 semanas y provocarían la rendición de los soviéticos antes de que comenzara el fuerte invierno.

Tamaña equivocación. En los primeros tres meses los hitlerianos obtuvieron éxitos operativos al ocupar extensos territorios, incluidos Bielorrusia y la mayoría de Ucrania, cercaron Leningrado y llegaron a las cercanías de Moscú.

Pero la victoria del Ejército Rojo en la batalla de Moscú que duró del 30 de septiembre de 1941 al 20 de abril de 1942 destruyó el mito de la invencibilidad alemana y los planes de guerra relámpago, al tiempo que fortaleció el espíritu de lucha de los soviéticos y de los otros pueblos y países que enfrentaban al fascismo.

Hechos épicos sucedieron como el cerco y la batalla de Leningrado que duró del 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944 (29 meses o sea 872 días) durante los cuales los alemanes bombardearon constantemente la ciudad y la bloquearon para que no pudiera abastecerse. La derrota y retirada de los alemanes tras la operación soviética de Leningrado-Novgorod dejaron más de un millón de muertos, muchos de ellos civiles debido al hambre padecida.

La batalla de Stalingrado (actual Volgogrado) se cuenta entre las más violentas entre el Ejército Rojo y la Wehrmacht (Fuerzas Armadas) de la Alemania nazi que tuvo lugar entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943. Las bajas estimadas se elevaron a más de dos millones de personas entre soldados de ambos bandos y civiles soviéticos. Se le considera la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad.

Fueron muchas las batallas del Ejército Rojo y su pueblo contra las hordas nazis que no pueden quedar en el olvido como la de Kursk. La batalla de Kursk fue un gran enfrentamiento armado que se libró entre julio y agosto de 1943 en la región homónima de la Unión Soviética durante la cual se enfrentaron el mayor numero de tanques y blindados de toda la guerra. O la heroicidad de los 28 hombres del general Iván Panfilov (solo sobrevivieron 6) que antes de morir en las cercanías de Moscú, destruyeron 18 tanques de los 54 que integraban la 11 división Panzer del ejército nazi.

Este 9 de mayo, en la Plaza Roja de Moscú volvieron a desfilar las tropas rusas en memoria de aquellos que cayeron por la liberación de la Patria y como recordatorio para que las fuerzas fascistas no vuelvan a resurgir.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

viernes, 10 de mayo de 2024

Ken Loach vuelve con una última película. Entrevista

A sus 87 años, Ed Rampell de Jacobin se reunió con el legendario director Ken Loach para hablar de su última película, El viejo roble (The Old Oak), de la influencia de la Nueva Ola Checa en sus películas y de por qué el cine de Hollywood es antitético a la experiencia de la clase trabajadora.

Desde que en 1966 la obra televisiva de la BBC Cathy Come Home desencadenara cambios en las leyes inglesas sobre los sin techo, Ken Loach, hijo de un electricista, ha hecho películas sobre personajes normales y corrientes. En ellas se enfrenta a sistemas capitalistas injustos y crueles -desde la clase obrera británica a la guerra de la Contra en Nicaragua, pasando por las rebeliones irlandesas, la campaña de organización sindical "Justicia para los conserjes" de Los Ángeles o las acciones encubiertas en Belfast-, además de documentales como En conversación con Jeremy Corbyn, líder izquierdista del Partido Laborista, de 2016.

El viejo roble es la última película del incondicional socialista sobre los problemas de la gente corriente. Tras una larga y distinguida carrera en la dramatización y documentación de los desdichados de la tierra, El viejo roble es también el último largometraje de Loach, que cumplirá ochenta y ocho años el próximo mes de junio. Loach ha sido galardonado con dos Palmas de Oro en el Festival de Cannes, tres Premios César y tres Premios BAFTA, pero en 1977 rechazó la medalla de Oficial de la Orden del Imperio Británico. El historiador del cine David Thomson escribe: "Por su dedicación y seriedad, es una figura ejemplar". Ken Loach fue entrevistado a través de Zoom en West Country, Inglaterra.

ED RAMPELL: Háblenos de El viejo roble y de lo que le llevó a dirigir esa historia.

KEN LOACH: Habíamos hecho dos películas en el noreste [de Inglaterra]. Una [I, Daniel Blake, 2016] sobre la forma en que a las personas vulnerables se les niega la ayuda económica a la que tienen derecho por parte de un Estado que ve la pobreza como una forma de disciplinar a la clase trabajadora. La segunda película [Sorry We Missed You, 2019] trataba sobre la inseguridad laboral, la economía gig. No tienes seguridad laboral, te ven como un contratista independiente, cuando en realidad eres un empleado - pero no tienes los derechos de un empleado, de hecho, no tienes ningún derecho en el trabajo. Se trataba de las consecuencias de esta situación para la vida familiar.

Lo especial de la zona es que está muy definida, tiene un carácter muy fuerte, una cultura obrera muy fuerte. Se basa en las antiguas industrias, como la construcción naval, el acero y la minería del carbón. Y todas han desaparecido; todas han cerrado. Los pueblos son ejemplos visuales muy claros de lo que ocurre: las consecuencias del neoliberalismo. Nada debe interponerse en el camino de las empresas privadas para obtener el mayor beneficio posible. Así que no puedes tolerar sindicatos fuertes, por ejemplo. No puedes tolerar organizaciones fuertes. No se puede tolerar la resistencia de los trabajadores y sus demandas de mejores salarios, porque eso se interpone en el camino de los beneficios, de la competencia.

Hemos tenido gobiernos neoliberales desde los años 80. Ambos partidos son ahora partidos neoliberales, tanto el Partido Conservador como lo que se supone que es el Partido Laborista, que de hecho es también un partido de derechas. Es un poco como los republicanos y los demócratas. Se turnan para aplicar básicamente las mismas políticas económicas. Ves las mismas consecuencias.

El pozo, las casas que lo rodean, la iglesia, el bienestar de los mineros, el bar, la escuela, el médico, y luego el campo... cuando el pozo se cierra, todo se cierra con él, aparte de la gente que todavía queda, y que está abandonada. Queríamos contar esa historia, pero necesitábamos un catalizador que la revelara. Y Paul [Laverty] escuchó la historia de la llegada de refugiados sirios de la guerra de Siria. Los enviaron allí porque no estaban a la vista. La prensa de derechas no se estaría quejando de ellos todo el tiempo; están fuera de la vista, nadie va allí... no tienen ninguna razón para hacerlo. Llegan, han sufrido el trauma de la guerra, no tienen más que una maleta y lo que llevan puesto. La población local tiene muy poco. ¿Pueden convivir las dos comunidades?

Muchos de ellos están amargados y enfadados por lo que le ha pasado a su pueblo, que era una comunidad próspera y fuerte. Ahora está vacío. Junto a eso está la vieja tradición de los mineros, que es la solidaridad, el internacionalismo. Cuando hubo la gran huelga [de 1984], fueron a otros países y gente de otros países vino a los suyos, y les alojaron. Una gran hospitalidad. ¿Qué ha sido de eso? ¿Sigue viva esa tradición? ¿O está dominada por la amargura, la ira y el resentimiento? ¿Cuál de esas dos tendencias ganará? Y los sirios, no hablan el idioma, no tienen nada. Entonces, ¿pueden vivir juntos? ¿O al final ganará el resentimiento?

[Hollywood] es una cultura tan diferente, una forma tan diferente de ver el cine. Es difícil pensar que, como forma de acercarse al medio, hay algo intrínsecamente hostil en expresar la cultura de la clase trabajadora. Hollywood trata de crear gente famosa en las películas, el star system. Se trata de crear fama, gente a la que admirar y adorar. Eso va en contra de la credibilidad, porque estás viendo una gran actuación, pero tienes en mente las actuaciones anteriores de la estrella. Así que, obviamente, se han hecho grandes películas, aparentemente sobre situaciones de la clase trabajadora. Pero la esencia del cine de Hollywood es antitética a la experiencia real de la clase trabajadora.

ED RAMPELL: En cuanto al reparto de El viejo roble, usted ha dicho que "los sirios de la película deberían ser los que se han establecido en la zona". Casi todos los sirios de El viejo roble son actores no profesionales. También lo son algunos de los lugareños ingleses. ¿Qué inspiró este enfoque?

KEN LOACH: Proviene principalmente de estar con la gente: Observar a la gente, participar en las mismas organizaciones, reuniones, campañas, preocuparse por las mismas cosas, estar a su lado y estar en los piquetes. Escucharles, sobre todo escucharles. Y recordar la historia de tu propia familia. Mi padre procedía de una gran familia minera. Aunque trabajaba en una fábrica, todos los miembros de su familia eran mineros. De ahí viene. Tienes que sentirte parte de esa cultura, o muy cerca de ella. El cine puede llevarte a otro ámbito social. No somos antropólogos que van a examinar otra especie. En realidad formamos parte de ella, dentro de lo que cabe. Me siento muy cercano a ella.

En cuanto al cine, los neorrealistas italianos lo que hicieron fue decir que las historias de la clase trabajadora son temas legítimos para las películas. Dijeron que está bien ir al cine y esperar ver historias de la clase obrera. Eso es muy importante.

Pero las películas que más me impactaron fueron las de la Nueva Ola checa de Miloš Forman, Jiří Menzel y otros directores por el estilo. Se deleitaban con la comedia humana, las conexiones, las relaciones, la interacción y simplemente el disfrute de la compañía de la gente. Dieron un enorme disfrute a las películas. Ese sentido de la cámara como observador. La forma en que estaban rodadas, cómo usaban las luces, simplemente su cálida humanidad era muy especial. Así que estas películas son con las que estoy más conectado.

ED RAMPELL: Usted aborda uno de los grandes temas candentes en Estados Unidos y Europa en estos momentos: los refugiados y los inmigrantes, que es el núcleo de El viejo roble.

KEN LOACH: Los inmigrantes no tenían ningún control sobre su destino. Simplemente se les decía aquí es donde vais a vivir, aquí es donde os vais a quedar, y se les daban casas. Y les dieron casas en esa zona porque las casas son baratas. La gente se ha ido, no hay trabajo. Así que se les puso en un lugar donde no había trabajo, muy poca infraestructura, las escuelas se redujeron, las escuelas ya estaban bajo presión. Los médicos estaban bajo presión porque algunos consultorios habían cerrado. Además, a los inmigrantes que no hablaban inglés se les exigían requisitos adicionales y muy poco apoyo. A las autoridades locales se les avisó con muy poca antelación porque no hubo muchas consultas.

El otro problema es que cuando la gente no tiene nada, como los habitantes de esos pueblos, se enfada, se siente alienada, nadie se preocupa por nosotros, y de ese enfado surge la búsqueda de un chivo expiatorio, alguien a quien culpar. Es entonces cuando puede surgir el racismo. Porque aquí hay gente a la que culpar. Nuestros hijos no reciben una educación adecuada: es culpa de esos niños. No podemos entrar en el médico - es culpa de ellos, no los queremos aquí. Y entonces eso puede convertirse en racismo. Ese es el terreno fértil en el que puede crecer el racismo. Comienza con una queja justificada. No tenemos nada, no tenemos nada que compartir. Es un error que se les haya puesto aquí cuando las cosas están tan mal sin ninguna ayuda extra. Una queja justificada que se convierte en racismo.

ED RAMPELL: El Viejo Roble conduce a un gran final. ¿Ve el desfile, la marcha de los mineros, como la alternativa a ese racismo, a esa división?

KEN LOACH: Pues sí. Se trata de un desfile real que tiene lugar en esa zona [Durham]. Es la mayor manifestación del país del poder de la clase obrera. Hay doscientas mil personas, diferentes sindicatos de todo el país. Es un despliegue masivo de poder organizado de la clase obrera - ignorado por los medios de comunicación. Nunca se informa de ello, por supuesto. Pero es un gran acontecimiento [anual].

Es una pequeña coda al final de la película. El verdadero final de la película es la comprensión de T. J. de que todo el trabajo que hicieron para reunir a la gente no fue en vano, aunque ya no tengan la trastienda [del pub], o no por el momento, donde puedan comer juntos. Encontrarán otra manera. Pero la conexión que se estableció no se desperdició.

ED RAMPELL: ¿Qué significa en inglés la escritura árabe de la parte inferior de la pancarta?

KEN LOACH: Es lo mismo que las palabras en inglés de la parte superior de la pancarta: "Solidaridad" y "Resistencia".

ED RAMPELL: En la era posterior a [Margaret] Thatcher, hubo una tendencia de películas británicas que eran lo contrario del tipo de solidaridad que usted ensalza en películas como El viejo roble. Algunos ejemplos son Brassed Off (1996), The Fully Monty (1997), Billy Elliot (2000), Kinky Boots (2005) y, posiblemente, Little Voice (1998) y Calendar Girls (2003).

Estas películas planteaban la idea de que, para hacer frente a los cambios en la economía británica, en lugar de oponer resistencia militante y organizarse o participar en luchas colectivas, los trabajadores tenían que confiar en desarrollar nuevos talentos para salir adelante en la sociedad británica. ¿Qué opina de esta moda cinematográfica post-Thatcher?

KEN LOACH: Yo no criticaría otras películas. Ya es bastante difícil hacer una película sin que nadie la critique. Pero creo que el peligro es que pueden volverse sentimentales. En cierto modo, The Fully Monty trata de la humillación. Son hombres cualificados de clase trabajadora y verse reducido a quitarse la ropa por dinero es humillante. Por supuesto, hay mucha comedia y la comedia puede anegar la humillación. Pero la esencia es cómo se humilla a nuestros dignos y cualificados trabajadores. Esa es la historia que nos llegó. Por supuesto, todo el mundo disfruta con una buena carcajada, y el peligro es que las carcajadas anulen la humillación forzada por la que han pasado.

Lo importante, que la gente suele pasar por alto, es que la clase trabajadora es fuerte. Los trabajadores pueden apagar el interruptor y todo se para. No hay transporte, no hay producción, nada va a las tiendas, nada se vende, nada se distribuye. Toda la economía puede detenerse. La clase obrera tiene ese poder. Los explotadores no tienen ese poder. Sólo viven de los beneficios que extraen de los demás. A menos que seas político no ves eso; sólo ves la superficie. Pero la realidad es que si tiene que haber un cambio, vendrá de la clase trabajadora. No vendrá de los banqueros, de los superricos, de los paraísos fiscales, vendrá de la clase trabajadora. Porque ellos tienen la necesidad del cambio. Y en segundo lugar, tienen el poder de cambiar. Hasta que consigamos organizar eso, entonces vamos a perder. Pero tenemos el poder. Eso es lo que mucha gente pasa por alto.

ED RAMPELL: ¿Cómo describiría sus propias convicciones políticas?

KEN LOACH: El momento crítico para mí fue la década de 1960. Fue cuando empecé a pensar en el cine y a hacer películas sobre temas sociales. Un grupo de nosotros empezamos a pensar: ¿cuál es el denominador común de todas estas condiciones? ¿La falta de vivienda, la pobreza, la falta de opciones? ¿Por qué la gente vive con tan poco cuando la riqueza es tan abundante? En aquel momento, empezó todo un movimiento de Nueva Izquierda y uno de los lemas clave era: "Ni Washington ni Moscú". En otras palabras, nos oponemos tanto al capitalismo de Occidente como al estalinismo de Oriente. Obviamente, la historia de lo que ocurrió en Rusia fue muy importante, y la lucha con [Joseph] Stalin y [León] Trotsky fue importante, y los movimientos que surgieron a partir de ahí, los movimientos antiestalinistas.

Si surgió un principio rector, fue el conflicto de clases esencial en el corazón de todas nuestras sociedades, que es la lucha entre los que venden su trabajo y los que se benefician de él. Ese conflicto es irreconciliable. Tienen intereses directamente opuestos. Una vez que se ve eso, todo queda muy claro. Margaret Thatcher lo entendió mejor que nadie. Para que el capitalismo tenga éxito, la clase obrera tiene que pagar el precio. Debilitar a los sindicatos, recortar los salarios, cerrar las fábricas, desempleo masivo, hacer que la gente compita por los puestos de trabajo porque eso los hace más disciplinados, leyes antisindicales, derrotar a los huelguistas en las disputas. Y curiosamente, fueron el Partido Laborista y los líderes sindicales quienes se confabularon en eso porque son socialdemócratas y también creen en el capitalismo.

Para mí, un análisis político que comience con ese conflicto de clases esencial es el mapa y la brújula de la política. Muy sencillo, pero muy claro.

ED RAMPELL: ¿Cree que la alternativa es alguna forma de democracia socialista?

KEN LOACH: Pues sí. Y entonces las dos palabras serán indistinguibles. Pero, en primer lugar, hay que organizarse, tener una dirección con principios, una dirección hábil que entienda no sólo los principios, sino también las tácticas, y que pueda guiar el camino a través del pantano de sectarismo de la izquierda -ya sabes, todos los egos, las vanidades, los aspirantes a líderes- y unir a las organizaciones de la clase obrera. Es una tarea ingente, ingente, ingente, pero uno esperaría que el objeto de las circunstancias exigiera que surgiera un liderazgo. El problema es, ¿dónde está?

ED RAMPELL: Lleva treinta años colaborando con Paul Laverty, el guionista de El viejo roble. ¿Cómo es esa colaboración?

KEN LOACH: Debo decir, en primer lugar, que los personajes son de Paul, el guionista. Somos realmente una asociación de iguales. Paul empieza con una hoja en blanco. Los personajes y las historias son suyos, así que no debo atribuirme el mérito del trabajo de otro. Es brillante, un gran amigo y camarada; hemos trabajado juntos durante treinta años. El director se lleva toda la atención y a menudo se olvida a los guionistas. Tengo que reconocer el mérito de Paul, es un gran amigo y un guionista brillante.

ED RAMPELL: Se dice que El viejo roble es su último largometraje. ¿Qué va a hacer ahora? ¿Qué es lo próximo para Ken Loach?

KEN LOACH: Pues no lo sé. La vida está muy llena. Hay muchas reuniones, campañas... es un placer conocerte, a la gente le gusta hablar. Eso es bueno. Hay muchas cosas en marcha, puedo llenar mi agenda tres veces. He tenido mucha suerte. Con el paso de los años, cada vez puedes hacer menos cosas. Y también un partido de cricket y de fútbol, de vez en cuando, como espectador.

Ken Loach es un cineasta socialista. Entre sus obras figuran "Kes" y "Yo, Daniel Blake".

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jueves, 9 de mayo de 2024

En memoria de la victoria aliada sobre la Alemania nazi, la toma de Berlín.

Fuentes: Rebelión


Hace 79 años, el 8 de mayo, finalizó la Segunda Guerra Mundial. Múltiples fueron las causas y graves sus consecuencias, algunas de ellas todavía permanecen. Destrucción, sufrimiento y muerte; el 9 de Mayo se celebra el Día de Europa. 
 Tras el suicidio de Adolf Hitler, que no pudo soportar que los soviéticos estuvieran a escasos metros del Bunker, la rendición alemana estaba cantada. El Acta de rendición militar se firmó en el Cuartel General de Eisenhower, Comandante Supremo Aliado en Europa, el 7 de mayo. La rendición incondicional se produjo el 8 a las 22,43 (hora de Europa), ante el Mariscal del Ejército Rojo Gueorgui Zhúkov, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial en el continente europeo. El 9 de mayo de 1945 se produjo la derrota de la Alemania nazi por la Unión Soviética y los Aliados.

En la madrugada del 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó y Berlín fue tomada por las tropas soviéticas. La guerra en el Pacifico terminó en agosto, poco después de que los Estados Unidos lanzaran las bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Murieron en el acto ciento veinte mil personas. Como consecuencia de todo, EEUU y la URSS surgieron como las superpotencias que iban a dominar el mundo. La guerra fría, el inicio de la era atómica, la descolonización, y la creación de organismos internacionales como la ONU o las Comisiones Europeas, fueron otras de sus consecuencias. Para España representó el aislamiento internacional, la represión política en el interior y la depresión económica.

El antiguo Tercer Reich fue dividido. Prusia Oriental fue repartida entre Polonia y la URSS, mientras que las regiones germanas de Pomerania y Silesia, fueron transferidas a Polonia según lo pactado por Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia en los Acuerdos de Potsdam. El resto de Alemania, excluyendo Berlín, quedaba dividido en cuatro zonas militares de ocupación. En 1949, las tres zonas ocupadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se convirtieron en la Alemania Occidental (República Federal de Alemania), y ese mismo año, la zona de ocupación soviética, Alemania Oriental se convirtió en la República Democrática Alemana.

La ciudad de Berlín, había quedado dividida en cuatro zonas, permaneciendo bajo ocupación militar, hasta el 12 de septiembre de 1990, por el Tratado sobre el Acuerdo Final Con Respecto a Alemania, firmado por las cuatro potencias y los dos gobiernos alemanes. Fue el tratado final de paz y la restauración de la plena soberanía alemana, tras acordarse el fin de la ocupación extranjera. La reunificación alemana se produjo el 3 de octubre y el país reunificado obtuvo la soberanía el 15 de marzo de 1991.

Han pasado setenta y nueve años y algunas de sus consecuencias todavía se dejan sentir o están presentes en el desarrollo de las relaciones internacionales. La Segunda Guerra Mundial ha quedado marcada como uno de los conflictos más destructivos en la historia del mundo, aunque parece que se olvidan sus consecuencias. Desde entonces el mundo no ha dejado de guerrear. Parece que la guerra es el sino de la humanidad. Estamos viendo a personas tras alambres de espino y no es Auschwitz ni Mauthausen, es Europa hoy, que impide que los que huyen de las guerras lleguen a su territorio. Tienen que terminarse estas sistuaciones por decencia y dignidad.

En la Cumbre de Milán de 1985 los Jefes de Estado y de Gobierno decidieron celebrar el 9 de mayo como el Día de Europa: La paz mundial sólo puede salvaguardarse mediante esfuerzos creadores proporcionados a los peligros que la amenazan, decía Robert Schuman, Ministro francés de Asuntos Exteriores, el 9 de mayo de 1950, en la llamada Declaración de Schuman. Se establecían los cimientos de una federación europea indispensable para el mantenimiento de la paz. Una institución europea supranacional, se encargaría de administrar las materias primas –el carbón y el acero–, que en aquella época eran la base de toda potencia militar y columna vertebral de la guerra. Europa acababa de salir de la Segunda Guerra Mundial, aquel espantoso conflicto bélico, que había dejado tras de sí ruinas humanas, materiales y morales.

El Consejo de Ministros de España acordó instaurar el 5 de mayo como «Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos y a todas las víctimas del nazismo de España». De los más de 7.500 españoles, la mayoría republicanos exiliados, 5.117 fallecieron en los campos de concentración nazis. Con la instauración de este día, el Gobierno pretendía honra la memoria de estos españoles y reconoce que representan una parte fundamental de nuestra historia democrática por su ejemplo insuperable de sacrificio y lucha por la democracia y la libertad.

Todas las fuerzas bajo el mando alemán, recibieron la orden de cesar las operaciones activas a las 23:01 horas –hora de Europa Central–, el 8 de mayo de 1945. El Jefe del Estado Mayor del Alto Mando de las fuerzas armadas alemanas, el general Alfred Jodl, firmaba el acta de rendición incondicional, que ponía fin a la Guerra y al predominio del nazismo en Europa. Quedaba odio y rencor. Tendrían que pasar setenta y nueve años para ver como esa ideología criminal vuelven a tomar auge en la Europa unida.

Naciones Unidas declaró que los días 8 y 9 de mayo, son una ocasión propicia para el recuerdo y la reconciliación y rendir homenaje a todas las víctimas de la Guerra Mundial, exhortando a los Estados Miembros a hacer todo lo posible para resolver las controversias por medios pacíficos, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y sin poner en peligro la paz y la seguridad mundial. Todo fue en vano. Se desató la guerra fría y los conflictos entre naciones siguieron resolviéndose por medios violentos; y las guerras son tan cotidianas, que poco sorprenden y pocas conciencias agitan.

En 1950, cinco años después de finalizar la Guerra Mundial, las naciones europeas todavía luchaban para superar sus estragos. España estaba gobernada por el fascismo ganador de la guerra del 36, por lo que los estragos siguieron hasta pasados algunos años después de la muerte del dictador. Los gobiernos europeos llegaron a la conclusión de que, poniendo en común la producción de carbón y acero. La fusión de los intereses económicos contribuiría a aumentar el nivel de vida y constituiría el primer paso hacia una Europa unida. A España, por su régimen fascista, no se le admitió formar parte de los conciertos europeos y el Estado de Bienestar no llegó a tiempo. Cuando pudimos intuirlo, las políticas neoliberales europeas hicieron que se rebajaran las expectativas.
 
La Guerra en España (1936-1939), sirvió de campo de pruebas para Alemania e Italia. Hitler, tras denunciar las cláusulas sobre desarme impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, organizó un nuevo ejército y puso a prueba el nuevo armamento y las nuevas tácticas guerreras. Hitler y Mussolini, entregaron (vendieron) material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano. Las otras potencias, encabezadas por Francia y apoyada por Reino Unido, se abstuvieron de intervenir, desarrollando su política de «No intervención», porque la guerra de España venía a complicar el juego estratégico que se desencadenaba en Europa. El nazismo y el fascismo, quedaron derrotados en Europa, pero en España, todavía los estuvimos sufriendo durante mucho tiempo. Ahora han vuelto a adquirir protagonismo.

La UE lleva a cabo una política que poco se parece a los sueños que tuvieron los fundadores de la idea y es necesario un cambio. Los mitos de la vieja Europa, ya no sirven, es necesario un nuevo impulso que de la voz a la ciudadanía contra el aparato burocrático y neoliberal que copa las instituciones. La UE reduce derechos laborales y políticas sociales, para competir a la baja en un mercado globalizado, mientras recrudece su agresiva política comercial exterior. Poniendo como excusa la seguridad y la lucha contra el terrorismo, se recortan derechos y libertades, los que supuestamente los terroristas quieren destruir. Europa se presentaba como un marco natural de desarrollo político y económico y una referencia para profundizar en la democracia incipiente, para responder a los retos y necesidades por la defensa de los Derechos Humanos, el respeto a la Tierra y a la dignidad de las personas por encima de intereses políticos y económicos. Pero no han soplado los vientos hacia esas latitudes. A Europa le sangran las fronteras y le brotan las alambradas. La Unión Europea es responsable de muchos de los males y calamidades que sufren los refugiados levantando muros, instalando centros de internamiento masivo y recortando derechos y libertades a nativos y migrantes. En estos momentos sigue apoyando la política del estado genocida de Israel.

Cuando la austeridad se convierte en la única opción político-económica de unas instituciones alejadas de los intereses de la ciudadanía, la UE se vuelve un problema para las mayorías sociales, por lo que construir una Europa diferente se vuelve urgente. Fue un proyecto levantado sobre sólidos principios de democracia, solidaridad y defensa de los Derechos Humanos. Todo hay que recuperarlo.

Hoy, el fascismo y el nazismo, estas ideologías criminales vuelven a tomar auge en Europa. En España las derechas reaccionarias ocupan parte de las instituciones. No permitamos que el 9 de junio, ganen las elecciones europeas y sean mayoría en el Parlamento Europeo ni en ninguna otra institución.

_- Un superviviente japonés de la bomba atómica: “Hace 20 años era impensable una película como ‘Oppenheimer’ en EE UU”.

_- El estreno en Japón de la premiada película de Christopher Nolan sobre el desarrollo del arma nuclear logra un récord de taquilla tras una campaña publicitaria encabezada por un testigo de la explosión de Nagasaki

La película Oppenheimer ha logrado un récord de taquilla en su estreno en Japón el pasado fin de semana gracias, en parte, a una campaña publicitaria que reunió a 23 personalidades nacionales, entre ellos un célebre superviviente de la bomba atómica de Nagasaki y activista antinuclear. El doctor Masao Tomonaga, que sobrevivió a la explosión en su casa de Nagasaki cuando tenía dos años, asegura en conversación telefónica con EL PAÍS que valora positivamente la película de Christopher Nolan porque “aunque los diálogos no lo especifiquen, su mensaje antinuclear subyace a lo largo de toda la obra”.

“Hace veinte años era imposible que en Estados Unidos se hiciera una película así”, añade Masao Tomonaga, hoy investigador especializado en enfermedades de la sangre y conocido por haber identificado un tipo especial de leucemia llamado síndrome mielodisplásico en los supervivientes que tenían menos de diez años en el momento del bombardeo. “Oppenheimer da una visión correcta del choque de poderes que tiene lugar durante el desarrollo de armas de destrucción masiva”, continúa. La vio por primera vez el año pasado en Chicago, donde se encontraba con un grupo de supervivientes dando conferencias sobre el peligro de las armas nucleares en colegios y universidades estadounidenses.

En Japón la volvió a ver como invitado a las proyecciones previas al estreno programadas por la distribuidora en Hiroshima y Nagasaki, las dos ciudades atacadas por Estados Unidos con bombas atómicas al final de la Segunda Guerra, en 1945, cuyo desarrollo se cuenta en la película. La promoción de la cinta en Japón incluyó también conferencias, anuncios a página entera en los diarios con comentarios de jóvenes espectadores y un sitio web con opiniones de actores como Ken Watanabe (El último samurái) y cineastas como Takashi Yamazaki (Godzilla Minus One).

Robert Oppenheimer y su esposa, Katherine, se encuentran con ciudadanos japoneses durante su visita al país nipón en 1960.Robert Oppenheimer y su esposa, Katherine, se encuentran con ciudadanos japoneses durante su visita al país nipón en 1960.

Watanabe, que trabajó con Nolan y Cillian Murphy en Batman Begins (2005), elogia el trabajo de estos actores en Oppenheimer y explica que al ser Japón el único país atacado por las bombas atómicas se sentó a verla “preocupado”. El actor japonés considera que Nolan logró entrar en la mente de un hombre “caótico pero sincero”, creador de una bomba que “aún hoy podría terminar con este mundo”.

Yamazaki, que con Godzilla Minus One ganó este año el Oscar a los efectos especiales, sostuvo un diálogo online con Nolan en el que sugiere “una respuesta cinematográfica a Oppenheimer hecha en Japón”. “Nadie mejor que tú para dirigirla”, le dice Nolan a Yamazaki en un vídeo promocional que hasta la primera semana de abril superaba las 100.000 vistas en YouTube. Godzilla, el monstruo protagonista de una de las franquicias más longevas de la historia del cine mundial, fue creado en 1954 como metáfora del poder incontrolable de la energía atómica y del peligro de las armas nucleares. Las más de treinta secuelas del hoy clásico del cine de monstruos se caracterizan por sus espectaculares secuencias de destrucción masiva.

Las explosiones
En el filme dirigido por Yamazaki aparece una explosión causada por el aliento radiactivo del monstruo que recrea con gran realismo la devastación de las dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas, las primeras, y hasta ahora las únicas, lanzadas contra población civil. La ausencia de secuencias similares en Oppenheimer fue recibida con opiniones dispares por los espectadores japoneses.

Masaru Suzuki, un empleado de 35 años que vio la película en un cine del céntrico barrio de Shibuya, opina que mostrar las consecuencias de la bomba en Japón “no era necesario” y que “se deben respetar las decisiones creativas del director”. Por su parte, la socióloga japonesa Luli van der Does, profesora de la Universidad de Hiroshima, considera que “no mostrar las consecuencias humanas de la bomba reduce el miedo visceral a la explosión y hace más factible la idea de una futura guerra nuclear”.

La biografía del llamado padre de la bomba atómica, el físico Robert Oppenheimer, se estrenó en muchos países al tiempo que Barbie. La coincidencia originó el hashtag #Barbenheimer, con el que se etiquetaron una serie de polémicos memes que aunaban los dos ataques nucleares contra Japón con el universo fucsia de la muñeca de Mattel. Académicos e intelectuales condenaron los mensajes y asociaciones de víctimas de las bombas atómicas en Japón pidieron a la distribuidora norteamericana de Barbie una disculpa pública por apoyar un meme satírico de la explosión con la frase: “Será un verano que nunca olvidarás”.

En su debut nipón la obra de Nolan recaudó 2,5 millones de dólares, el máximo entre los estrenos de Hollywood en lo que va del año, por encima de Aquaman y el reino perdido (1,6 millones de dólares) y Dune: parte 2 (1.3 millones de dólares), según fuentes del sector. El estreno ha tenido lugar ocho meses después del lanzamiento mundial, el 20 de julio de 2023, fecha considerada demasiado próxima a las ceremonias anuales que cada 6 y 9 de agosto, en Hiroshima y Nagasaki, honran a las víctimas de las explosiones atómicas y actualizan el número de fallecidos por las secuelas de la radiación.

En Japón, el holocausto nuclear es un tema recurrente en numerosas obras literarias, películas, historias de manga y anime que tienen como denominador común el escenario de una ciudad calcinada por una descomunal explosión. Muchos niños japoneses conocen los horrores de la guerra nuclear cuando sus colegios organizan visitas a los museos conmemorativos de Hiroshima y Nagasaki, donde pueden apreciar restos de las explosiones atómicas, grabaciones de testimonios de los supervivientes y muchas fotografías.

El Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima anunció esta semana que en los últimos 12 meses las visitas subieron a casi dos millones, un incremento interanual de más de 850.000 personas, la mayoría extranjeros y escolares japoneses. El aumento fue atribuido al interés por la ciudad que despertó la celebración allí de la cumbre del G7 en mayo de 2023.

Supervivientes irradiados
El total de muertes como consecuencia de las bombas atómicas, actualizado en los últimos aniversarios, fue de 339.227 personas en Hiroshima, y de 195.607 personas en Nagasaki. Aún siguen vivos unos 127.000 supervivientes irradiados (llamados en japonés hibakusha), con una edad promedio de 83 años.

Muchos de los miembros de este colectivo, que con sus testimonios y las cicatrices en sus cuerpos irradiados defendían el artículo 9 de la Constitución japonesa (que renuncia a participar en conflictos bélicos internacionales), residen hoy en hogares para la tercera edad, alejados de cualquier activismo. Su desaparición paulatina de los foros de opinión ha coincidido con el renacer de una política de rearme que, justificada con el expansionismo chino en el Este de Asia, fomenta el gasto en armamento inconcebibles hasta 2012, cuando el entonces primer ministro Shinzo Abe inició su llamado “pacifismo proactivo”.

En la pasada cumbre del G7, el actual primer ministro japonés, Fumio Kishida, propuso un documento llamado Visión de Hiroshima, que insta a la transparencia respecto a los arsenales nucleares y destaca la importancia de la educación y la divulgación sobre el desarme y la no proliferación en la sociedad civil, en especial entre los jóvenes.

Tres mitos persistentes en educación que hacen perder tiempo y dinero a estudiantes, familias y profesorado.

La memoria no es un músculo, la lateralidad cruzada no empeora el rendimiento académico, y la dislexia no es un trastorno visual, en contra de lo que todavía cree mucha gente.

En educación, como en otros ámbitos de la vida, abundan los mitos. No tienen base científica y, aunque algunos podrían considerarse inocuos, normalmente tienen consecuencias negativas, aunque solo sea porque absorben tiempo, esfuerzo, y con frecuencia dinero que estudiantes, familias y docentes podrían dedicar a fines más útiles. ¿Es la memoria un músculo que pueda entrenarse? ¿Tiene impacto la lateralidad cruzada en el rendimiento educativo? ¿Es la dislexia un problema visual? Héctor Ruiz Martín, director del International Science Teaching Foundation, y Marta Ferrero, vicedecana de Investigación en la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, son expertos en psicología cognitiva del aprendizaje, se han especializado en analizar este tipo de mitos y explican por qué la respuesta en los tres casos es que no.

La memoria
“Resulta muy intuitivo pensar que la memoria es una habilidad que podemos ejercitar de forma general y que, haciéndolo, va a ser más fuerte para recordar cualquier otra cosa. Pero por desgracia la memoria no funciona así”, afirma Ruiz, autor, entre otros libros, de Edumitos (2023). “Creerlo tiene repercusiones en educación, porque muchas veces se proponen actividades casi con la única justificación de que ayudarán a ejercitar la memoria. Por ejemplo, aprenderse de memoria un poema, o contenidos que uno no cree que sean muy útiles, pero que por lo menos, se suele decir, ayudarán a mejorar la memoria. Y ese objetivo no se va a cumplir. Está muy bien, culturalmente, saberse un poema o poder recitárselo a alguien, pero si lo haces con la idea de ejercitar la memoria, no va a tener ese efecto”.

La memoria no es como un músculo, dice Ruiz. “Si quieres usar esa analogía, tendrías que pensar en ella más bien como si fueran miles de millones de músculos. Y cuando aprendes sobre algo, lo que haces es ejercitar solo el músculo relacionado con ese tema, con esa información”. La memoria es en realidad una red de significados, añade. “Y aprendemos conectando lo que ya sabemos con lo que estamos aprendiendo. De modo que todo aquello que podemos relacionar con nuestros conocimientos previos nos resulta más fácil de recordar, y lo que no, no”.

Se han realizado muchos estudios al respecto. Algunos son considerados clásicos, como el publicado en 1980 por Anders Ericsson, en el que se entrenó a un estudiante corriente para recordar números. En lugar de los siete u ocho dígitos que como mucho normalmente pueden recordarse, el alumno llegó ser capaz de memorizar 79. Lo hizo apoyándose en una técnica consistente en aprenderse un montón de números, como teléfonos, códigos postales o marcas de atletismo a los que podía darles un sentido. “Cuando le daban números al azar, él no recordaba 79 números, sino siete u ocho combinaciones de esos números. Pero cuando en vez de números probaron a darle letras, comprobaron que seguía teniendo una memoria como la de cualquier otro”. Un ejemplo más cercano es el de los campeones de los mundiales de memorización que se organizan cada año: “Si te fijas, el que gana la prueba de memorizar naipes es distinto al que gana la de números, la de letras, o la de caras…” En cada prueba hay un campeón, porque han entrenado específicamente para ella.

La lateralidad cruzada
La lateralidad es la preferencia espontánea de una persona en el uso de los órganos situados en el lado derecho o izquierdo del cuerpo, como las manos o los pies. Y se habla de lateralidad cruzada cuando esta se produce de forma alterna. Por ejemplo, cuando la mano dominante es la derecha, y el pie dominante, el izquierdo. Antes de especializarse en psicopedagogía y psicología del aprendizaje, Marta Ferrero trabajó como maestra. “Poco antes de dejar las aulas para volver a la investigación, estaba de orientadora en un centro de infantil y primaria. Y aquel último año me llegaban muchos informes de niños con dificultades de aprendizaje que señalaban la lateralidad cruzada como causa, por ejemplo, de problemas lectores. De repente parecía que la lateralidad cruzada era la causante de un montón de problemas”.

Ferrero pasó después una etapa en la London School of Economics, y una de las primeras investigaciones que realizó allí se centró en la posible relación entre lateralidad cruzada y dificultades académicas. Realizó un metaanálisis, analizando los datos cuantitativos de todos los estudios que se habían publicado al respecto desde el año 1900. “El resultado fue que la lateralidad cruzada no tiene ningún impacto, ni en el rendimiento académico ni en la inteligencia”. Aquel trabajo fue muy citado, y no ha habido más revisiones sistemáticas de la literatura, por lo que podría decirse que sigue vigente. Pero una búsqueda en internet permite comprobar que en España se ofrecen numerosos tratamientos para “consolidar” la lateralidad de los niños, bajo la premisa de que así eliminarán o reducirán sus dificultades de aprendizaje. Algunas intervenciones, explica Ferrero, consisten en forzar a los niños a usar la mano derecha o en taparles el ojo izquierdo. Y hay sesiones que cuestan hasta 350 euros.

“Si un niño o niña tiene dificultades lectoras, tendremos que diseñar intervenciones centradas en la lectura. Y lo mismo en matemáticas u otras áreas, en vez de perder tiempo y recursos en restablecer la dominancia cerebral”. Además del coste de oportunidad, Ferrero advierte de que dichos programas pueden generar desafección de los chavales hacia la educación. “Porque lo normal es que cuando pase el efecto placebo, si llega a haberlo, siga con su dificultad de aprendizaje”.

La dislexia
Entre el 5% y el 10% de la población tiene dislexia, y entender bien en qué consiste es fundamental para ayudarles. Pero a pesar de los avances de las últimas décadas, entre muchas personas persiste la idea equivocada de que se trata de un trastorno perceptivo de tipo visual. “Es decir, que el problema del alumnado con dislexia es que ven las letras cambiadas de orden o del revés, cuando en realidad es un problema fonológico”, dice Héctor Ruiz. Como en otros mitos educativos, el error tiene su origen en las ideas de los pioneros de la investigación en dislexia, cuya primera intuición, a principios del siglo XX, fue que era un problema visual. Una hipótesis que el avance de la ciencia, sobre todo a partir de los años sesenta y setenta, fue descartando.

En realidad, explica Ruiz, la dislexia es un problema de procesamiento de los sonidos del habla. “Nuestro sistema de escritura es alfabético. Se basa en asociar a unos símbolos escritos, las letras, a los sonidos más básicos del habla, los fonemas. Y lo que les pasa a las personas con dislexia es que les cuesta horrores identificar, aislar y manipular esos fonemas. Si te fijas, cuando hablamos lo hacemos todo seguido, e ir identificando cómo se separan las palabras es un reto contraintuitivo. Porque no es natural que necesitemos darnos cuenta de que la lengua oral está formada por un conjunto finito de sonidos que se van repitiendo y combinando, que son los que luego, para escribir, asociamos a las letras”.

Tomarlo como un problema visual lleva a muchos chavales a perder el tiempo en terapias visuales, en lugar de invertirlo en prácticas fonológicas, “trabajar con los fonemas, identificarlos, comparar dos palabras que empiezan por el mismo fonema para identificar esa característica…”. Es el mismo error que todavía lleva a parte de la población a identificar la dislexia con el hecho de escribir letras al revés. “Eso es algo que hacen, en realidad, casi todos los niños cuando están aprendiendo a leer y escribir, y las letras todavía les resultan poco familiares. De hecho, el problema que tenemos con las letras como la b y la d y la p y la q, que son imágenes especulares, es que nuestro sistema perceptivo, nuestra memoria, no distingue de manera natural entre dos objetos simplemente por la perspectiva en que los estás viendo. Es lo mismo que te permite, cuando ves un perro en una posición en que nunca lo habías visto, identificarlo igualmente como un perro: un perro no es un animal que está mirando siempre a la derecha. Son errores normales, que hacen la mayoría de los niños, y entre los disléxicos no son más frecuentes”.

miércoles, 8 de mayo de 2024

Cambiando actitudes

Ante la llegada de un nuevo curso, hacemos listas de objetivos como ir al gimnasio, comer mejor o aprender un idioma. Sin embargo, hay propósitos más profundos que, si logramos incorporarlos a nuestro software mental, nos ayudarán a cumplir cualquier meta que nos fijemos.

Vamos a hablar de algunas actitudes y hábitos que configuran nuestra realidad diaria, y de si son los más adecuados para alcanzar lo que deseamos. Concretamente nos centraremos en desactivar cinco vicios mentales que sobrecargan nuestra vida y que entorpecen la realización personal.

Dispersión

“El cazador que acecha dos conejos, no atrapa ninguno” proverbio zen

¿Cuántas veces nos hemos sentido agotados antes de empezar una tarea importante? Imaginemos un hombre que, al regresar del trabajo, realiza a distancia la carrera de sus sueños. Se ha reservado ese tiempo en casa y está motivado, pero no logra avanzar y antes de una hora apaga el ordenador totalmente agotado. ¿Qué sucede?

Libros para una actitud positiva

‘No te ahogues en un vaso de agua’, de Richard Carlson (DeBolsillo). Uno de los manuales más útiles y prácticos que se han escrito para relativizar problemas y afrontar el día a día con una actitud positiva.

Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida’, de Dale Carnegie (Elipse). Sesenta años después de la muerte del autor, sigue siendo un referente por su lúcida simplicidad y la forma directa y expeditiva de abordar lo que no funciona. Habría que analizar cómo está estudiando. Es muy posible que, mientras intenta sumergirse en la materia, tenga abierto el Whatsapp, el correo electrónico, el Twitter, Facebook o todo a la vez. O bien que durante el curso online intente controlar lo que sucede en la casa, sean sus hijos, su esposa o las tareas que va atendiendo al mismo tiempo.

Entrar y salir de una tarea resulta más agotador que la actividad misma. Cada vez que este hombre abandona la lectura de un artículo de historia, por ejemplo, necesita un esfuerzo extra para luego volver a entrar. Resultado: fatiga y bajo rendimiento, lo cual deriva en desmotivación y quizás abandono.

La solución es hacer una sola cosa a la vez, desactivando todo lo demás. Un buen propósito para empezar el curso con más eficacia.

Procrastinación

“Vuelva usted mañana”, Mariano José de Larra

Nuestra vida está llena de planes que se posponen una y otra vez hasta que, cuando ya es demasiado tarde, nos lamentamos por lo que desearíamos haber hecho.

El mal hábito de aplazar se denomina técnicamente abulia o procrastinación. Esta actitud cotidiana es un verdadero lastre para los planes personales, pero lo peor de todo es el precio psicológico que pagamos por ello. Según el profesor William J. Knaus, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, “la gente pospone tareas con la esperanza de encontrarla ‘realizada’ al día siguiente como por arte de magia; todo ello viene acompañado normalmente por sentimientos de culpa, autoengaño y desesperanza”.

Según este mismo autor, el hábito de procrastinar esconde estas dos minas personales:

La creencia de que somos incapaces de llevar a cabo lo que nos hemos propuesto. Es decir: miedo al fracaso.

Exceso de perfeccionismo, lo cual hace que nos exijamos numerosas condiciones previas, a menudo absurdas, para empezar. Pero son sólo excusas.

Trucos

Tres reglas para mantener a raya las preocupaciones. En su libro Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida, Dale Carnegie ofrece tres reglas fundamentales para controlar este agente cotidiano de ansiedad y sufrimiento:

Regla 1: viva solamente el día de hoy. No viva en el ayer ni el mañana. Compartimentos estancos al día.
Regla 2: haga frente a los problemas.
a. Pregúntese a sí mismo: ¿qué es lo peor que puede suceder?
b. Prepárese para aceptar lo peor.
c. Trate de mejorar la situación partiendo de lo peor.
Regla 3: recuerde el precio exorbitante que puede pagar con su vida y salud por las preocupaciones.

Contra la inercia paralizante de posponer, un remedio eficaz es ser tan estrictos y cumplidores con nuestra misión como lo somos en nuestro empleo.

Preocupaciones y miedos

“Hoy es el mañana por el que ayer te preocupabas”, autor desconocido

Tenemos dos lugares donde vivir nuestra existencia: desde los hechos del presente, fluyendo con lo que nos sucede en este momento y lugar, o bien desde la ansiedad por lo que podría suceder.

Las pre-ocupaciones no sólo nos impiden ocuparnos de las cosas verdaderamente importantes, sino que agotan nuestra energía mental y promueven un estado de ánimo negativo que a su vez cansa a los que tratan con nosotros. Por si fuera poco, esta clase de miedos sobre situaciones hipotéticas son inútiles. Se ha medido estadísticamente que la mayoría de cosas que nos preocupan nunca llegan a suceder.

Contra esta lacra para las cosas útiles y positivas que podríamos realizar, el psicoterapeuta Richard Carlson proponía tomar, entre otras, las siguientes medidas: 
Proponernos no sufrir por pequeñeces. 
Tomar conciencia del efecto bola de nieve de nuestros pensamientos. 

Repetirnos el lema: “La vida no es una emergencia”. Aprender a vivir con la incertidumbre del mañana.

Si incorporamos a nuestro día a día estos propósitos, lograremos reprogramar nuestra mente para una vida activa y a la vez serena.

Estrés y ansiedad

“El campo de la conciencia es diminuto. Sólo acepta un problema a la vez”, Antoine de Saint-Exupéry

Prima hermana de la emoción que acabamos de ver, el estrés es la respuesta emocional y fisiológica a las situaciones de alta exigencia a las que nos somete la vida cotidiana.

Al ver nuestra mesa a rebosar de trabajo, al recibir un correo con una reclamación o al echar una ojeada a nuestra agenda del día, de repente nuestra respiración se acelera y el corazón late más rápido. Nuestro cuerpo se ha puesto en estado de alerta para afrontar algo que no sabemos si superará nuestras fuerzas.

Daniel Goleman, el gran divulgador de la inteligencia emocional, analiza así este fenómeno:

“Desde un punto de vista evolutivo, la ansiedad tal vez resultara útil cuando cumplía con la función de predisponernos a afrontar algún tipo de peligro, pero en la vida moderna suele manifestarse de forma desproporcionada e inoportuna. En tal caso, la angustia no constituye tanto una respuesta de activación ante un peligro real como una reacción ante una situación cotidiana o que no es más que el producto de nuestra imaginación. En este sentido, los ataques repetidos de ansiedad constituyen un indicador de un elevado nivel de estrés (…) que contribuyen a incrementar los problemas médicos”.

No es casual que Goleman utilice la palabra imaginación al referirse a las situaciones de estrés, ya que cada persona interpreta de manera diferente lo que está viviendo y reacciona en consecuencia.

El psicólogo de Berkeley Richard Lazarus afirma que “si dos personas pueden vivir una misma situación potencialmente estresante de formas distintas es porque en ellas hay diferencias individuales como la percepción, el aprendizaje o la memoria que afectan su forma de enfrentarse a dicha situación, por lo que la variable importante del estrés no es tanto externa como interna”.

Tomarse los acontecimientos con calma, relativizar las urgencias y hacer una cosa detrás de otra son formas efectivas de reprogramar nuestra mente para que no caiga en las redes de un estrés excesivo.

Pesimismo

“El 31 de diciembre, el optimista espera la medianoche para recibir el año nuevo, mientras que el pesimista lo hace para asegurarse de que el viejo se acaba” Bill Vaughan

Pronosticar en negativo antes que las cosas sucedan es el quinto ladrón de energía mental. Como bien han explicado los psicólogos a partir de la llamada “profecía de autocumplimiento”, cada vez que trazamos un oráculo pesimista, de forma inconsciente nuestra mente se pone a trabajar para que eso suceda y poder decir al final: “¿Lo ves? Tenía razón”.

Algunas iniciativas que podemos tomar para promover el optimismo en nuestra vida diaria: 
  • Centrarnos en las soluciones, no en los problemas. 
  • Rodearnos de amistades agradables y nutritivas. 
  • Practicar la gratitud hacia las cosas que salen bien y las personas que nos facilitan la vida. 
  • Establecer pequeñas metas para cada gran objetivo. 
  • Vivir, en lo posible, sin endeudarnos. 
  • Retomar el contacto con la naturaleza. 
  • No analizar tanto. 
  • Destacar lo bueno y relativizar lo malo. 

Contrariamente a lo que muchas personas creen, el optimismo también se aprende y se puede practicar.

Se acerca un nuevo curso. Si reducimos el protagonismo de estos cinco hábitos negativos, nuestros mejores planes estarán mucho más cerca de cumplirse.

No sabíamos que era la última vez . Mi hija y yo miramos juntas un libro, posamos para una fotografía y luego ella se fue. Para siempre.

An illustration of a woman kneeling on a beach holding a conch shell to her ear.

El pasado mes de diciembre, un par de semanas antes de Navidad, dejé mi botella de agua en el gimnasio. Mientras conducíamos a casa, mi esposo dijo: "¿Quieres volver?". "No, dije yo. "Lo conseguiré mañana". Pero estaba enojado con Eric por no darse la vuelta. Un minuto después, estaba llorando.

“Voy a volver”, dijo.

"Dije ¡No!". Porque mi ansiedad no era por la botella de agua. Se trataba del hecho de que nuestra hija había muerto y algunos días simplemente no podía soportar más pérdidas.

Antes, al salir del gimnasio, habíamos visto a una joven de extremidades largas y cabello desordenado que parecía tener unos 20 años, como lo había sido nuestra hija, Kiki.
"Esa chica me recuerda a Kiki", dijo Eric.
 
La había visto en el gimnasio, me di cuenta de cómo estaba tratando de hacer funcionar una cinta de correr rota antes de que levantara las manos y pusiera una cara frustrada pero linda, como si se riera para sí misma. Algo que Kiki habría hecho.

Y luego, en el estacionamiento del gimnasio, un recuerdo de mi antigua vida: la sensación de recoger a mi hija en algún lugar, verla caminar hacia el auto, anticipar el momento en que entraría: el olor de su cabello, el sonido de su voz. Entonces pude tocarla, poner mi mano en su brazo, sentir su suave suéter. Habría cosas que contar, de qué reírse. Un lugar a donde ir, juntos.

Yo era madre de un joven de 25 años. Tenía un joven que me amaba, me pertenecía, me conectaba con el mundo de los jóvenes. No es que no conozca a otros jóvenes, pero el mío ya no está, perdido repentinamente por un shock anafiláctico debido a una reacción alérgica.

Mi joven, la que extendía su mano para impedirme cruzar en semáforo en rojo cuando caminábamos por la ciudad. La que tiene mi nombre tatuado en un corazón en la parte interior de su codo. El que me trajo despachos desde la tierra de los jóvenes, un lugar por el que siento una curiosidad infinita pero que no puedo visitar por mi cuenta.

Llamé al gimnasio desde el coche. La mujer que atendió fue amable y servicial, me puso en espera mientras iba a buscar mi biberón al baño, donde pensé que lo había dejado. Cuando regresó y dijo que no estaba allí, parecía molesta. Y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba junto a la puerta del vestíbulo. Pero ella ya no estaba interesada en ayudar y colgué sintiéndome cansado.

Más tarde, en casa, vi una foto en mi teléfono del 12 de diciembre de 2022, exactamente un año antes, de Kiki tirada en el sofá en sudadera, con el pelo recogido en una cola de caballo, sonriéndome. Una caja de cartón con adornos en el suelo junto a ella, nuestro mantel con los elfos y los bastones de caramelo sobre el reposabrazos junto a su cabeza. Nos habíamos reído de que la Navidad es un trabajo duro, de toda esa decoración y de que necesitábamos comer, descansar, hacer cuadrados de nueces y ver algunos episodios antiguos de “Wife Swap”.

Eric estaba ausente. Ella había venido a pasar la noche a nuestra casa en Keene, N.H., desde la suya en Northampton, Massachusetts, para montar el árbol conmigo. Y ahora esto era todo lo que tenía: una foto de ella en el sofá y otra del árbol terminado.

Muchas veces no sabemos cuándo será la última vez. Debe haber habido una última vez que jugué tenis con mi padre, un último viaje al cine con mi madre, antes de que los perdiera a ambos por demencia. Una última cena con mi amiga Julie antes de su diagnóstico de cáncer lo cambió todo, nuestras hijas aún pequeñas, nosotros cuatro reiéndonos alrededor de la mesa cuando pensábamos que teníamos tanto tiempo.

Entonces no estaba prestando atención; No pensé que fuera necesario.

La última vez que estuve con Kiki fue el día después de Navidad, cuando ella se estaba preparando para regresar a casa. Había puesto un libro de arte en la mesa de café para que lo miráramos juntos, uno que había comprado meses antes, sabiendo que a ella le encantaría. Teníamos el mismo gusto y podíamos amar las cosas del mismo modo; No tuve eso con nadie más.

“Veamos esto ahora”, dije, “antes de que te vayas”.

Nos sentamos en el sofá con el libro entre nosotros, pasando las páginas y hablando de cada imagen, riéndonos como lo haces cuando sabes que la otra persona ve algo exactamente de la misma manera, ve por qué es divertido y triste al mismo tiempo.

Sentí ecos de las miles de veces que habíamos hecho esto desde que ella era un bebé. Durante todos los años de crecimiento, con una pila de libros de la biblioteca en la mesa de café, leyendo y hablando. Y luego, cuando creció, todavía mirábamos libros juntas: fotografías, arte, recetas. Tantas horas uno al lado del otro, nuestros cuerpos tocándose.

Hay una última foto de ese fin de semana. Le dije: "Tomemos más fotografías esta vez, porque siempre me olvido de tomar fotografías hasta que es demasiado tarde". Lo cual era cierto. Se estaría acabando y no querría retrasarla.

Ese día ella no tenía prisa y le dije: "Espera, tomemos una foto de ti y de mí".

En la última imagen, estamos en la cocina, abrazados y un rayo de luz del techo atraviesa la imagen. Mi amigo señaló que en realidad es una foto de nosotros tres, porque Eric está detrás de la cámara y nuestras sonrisas son para él. Nos reímos de algo que dijo. Fue un buen día.

Ahora él y yo estamos luchando. Por fuera, probablemente parezca que lo estamos haciendo bien. No es que nadie esté mirando, porque estos días estamos de viaje. En diciembre estábamos lejos de casa, acampando en nuestra casa rodante. en Gulf Shores, Alabama, donde nadie nos conocía. Lo habíamos planeado así. En un camping no es una Navidad tradicional, así que quizás no dolería tanto.

Eric y yo ahora somos muy cuidadosos el uno con el otro. Sentimos la fragilidad del otro, cómo estamos al borde de la destrucción. Pero no podemos desmoronarnos al mismo tiempo, o no habrá nada que nos detenga. Entonces nos turnamos.

Todos esos años deseando que él se diera cuenta más, que me preguntara sobre mí y ahora eso es lo que hacemos, cuidarnos el uno al otro. Nuestros días se componen de pequeñas bondades; me trae café a la cama, me pregunta sobre mis sueños, le pone un timbre nuevo a mi bicicleta. A veces estamos jugando al Scrabble y él nota mi expresión, me pregunta si estoy triste y qué estoy pensando antes de darme cuenta de que estoy pensando en ella.

Ya no lloramos en público, o no con frecuencia. Pero diciembre es un campo minado. Me encuentro enojándome y enojándome, llorando por nada. Aunque no es nada. Es una cosa. Lo irreparable.

¿Entonces qué hago? Salgo a la playa, dejo que el viento me aclare la cabeza para poder hablar con Kiki. Camino al borde del Golfo de México. A la arena de aquí la llaman arena de azúcar; Es casi de un blanco puro y, si lo miras a través de un microscopio, verás granos individuales de cuarzo lechoso desgastados formando óvalos. La arena en polvo es tan fina que chirría con cada paso cuando tus talones desnudos se hunden.

Me encanta ese sonido chirriante. Ha hecho mucho más frío aquí de lo que esperaba y también hay viento, pero eso significa que la playa está casi vacía, excepto por un pescador que viene todos los días. Una gran garza azul está siempre a su lado como un perro. El pájaro espera peces gratis, pero me gusta imaginar que el hombre y el pájaro tienen una relación.

Si Kiki los viera, diría que sí, claro que son amigos, y esa garza es como Ojos de Insecto, una de nuestras gallinas amarillas gordas, una de las más listas, que venía corriendo cuando veía a Kiki. saltaba en el aire para quitarle una patata frita de la mano y se sentaba a descansar en su regazo.

Al pasar, le digo a Kiki: "Viste esa garza, ¿no?"

Ahora hablo en voz alta para que pueda oírme por encima del rugido de las olas y el viento. Le digo que la escucharé por si quiere enviarme un mensaje. Me recuerdo a mí mismo que debo prestar atención. Un mensaje puede ser un pájaro, una brisa o una concha. Un mensaje puede ser cualquier cosa.

martes, 7 de mayo de 2024

La ONU y las leyes de concordia

Las “Leyes de Concordia” suponen, por el momento, la culminación de la estrategia de Vox de relegitimación del franquismo. Son la expresión del éxito de Vox en su operación de restaurar de manera dignificada la memoria del régimen del general Franco y de hacerla prevalecer sobre la memoria democrática.

Recuerdo que la primera vez que le preguntaron en una entrevista a Iñaki Gabilondo por Vox su respuesta fue inmediata y muy precisa. Recordó que tenía 33 años cuando murió Franco y que, en consecuencia, nadie tenía que decirle lo que era el franquismo porque reconocía el franquismo en cuanto lo veía. Eso era Vox para él: puro franquismo. Me consta que no ha cambiado de opinión.

La opinión de Iñaki Gabilondo es la que se ha reproducido en el informe de la ONU sobre la derogación de las leyes autonómicas de memoria democrática en Aragón, Castilla y León y Comunidad Valenciana y su sustitución por unas denominadas “Leyes de Concordia”, que pretenden restaurar la interpretación de Alianza Popular respecto de la guerra civil y la dictadura del general Franco. Lo que el PP, mientras ha podido mantener la representación de la derecha española en régimen de monopolio, había difuminado, se está haciendo de manera expresa e incluso agresiva cuando ha tenido la necesidad de contar con Vox bien como socio de un Gobierno de coalición o como socio de investidura. Allí donde Vox ha sido determinante para que el PP pudiera formar Gobierno, ha exigido y conseguido que se ponga en práctica una política de relegitimación del franquismo. Lo hizo en primer lugar en Andalucía, sin exigir formar parte del Gobierno, a pesar de que sus escaños eran imprescindibles. Y lo ha vuelto a hacer, exigiendo entrar en el Gobierno en todas las demás comunidades autónomas en que sus escaños se lo permitían.

Las “Leyes de Concordia” suponen, por el momento, la culminación de la estrategia de Vox de relegitimación del franquismo. Son la expresión del éxito de Vox en su operación de restaurar de manera dignificada la memoria del régimen del general Franco y de hacerla prevalecer sobre la memoria democrática. La guerra civil y el régimen del general Franco no supusieron el fin de la democracia, sino abrir un paréntesis que permitiera con su cierre la transición a una auténtica democracia frente a la experiencia republicana. Con lo que se viene a decir que el golpe de Estado del general Franco fue formalmente antidemocrático, pero materialmente no lo fue. Fue la premisa indispensable para que pudiéramos acabar teniendo democracia en España. El general Franco no destruyó la democracia, sino que posibilitó la Restauración de la Monarquía y, con ello, la “Transición” a la democracia. De esto es de lo que van las “Leyes de Concordia”.

Por eso, los gobiernos de Aragón, Castilla y León y Comunidad Valenciana han reaccionado tan agresivamente contra el dictamen de la ONU contras su “Leyes de Concordia”. No son sus leyes las que tergiversan la historia y hacen invisibles los crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles y no susceptibles de ser amnistiados, sino que es la ONU la que miente, con la ayuda de un Gobierno español ilegítimo presidido por Pedro Sánchez. No fue Franco el gobernante ilegítimo, sino Pedro Sánchez. De esto es de lo que la ONU parece no haberse enterado todavía, según la derecha española.

Me temo que esta estrategia, que ya no es de Vox exclusivamente, sino de toda la derecha española, no va a dejar de estar presente en el futuro. Con intensidad variable según vayan siendo los resultados de las elecciones europeas y de la elección a la presidencia de los Estados Unidos. En el supuesto de que la extrema derecha consiga formar parte de la mayoría que configure la composición de la Comisión Europea y en el de que Donald Trump vuelva a ser presidente de los Estados Unidos, no se puede descartar que haya una “Ley de Concordia” estatal que sustituya a la Ley de memoria democrática. España se juega más que los demás países europeos en los procesos electorales de esta segunda mitad de 2024. En el de Estados Unidos no tenemos nada que hacer. En el de las elecciones al Parlamento Europeo, sí.


Javier pérez Royo,

5 ejercicios para una mejor vida sexual. Cualquier actividad física puede mejorar tu salud sexual. Pero algunos ejercicios son especialmente beneficiosos.

An illustration of different people doing various cardio exercises. A heart rate graphic intersects the image and vignettes.
Credit...Sara Andreasson
En lo que respecta a tus músculos, el sexo es sólo otro ejercicio más. Y como la mayoría de los entrenamientos, cuanto más en forma estés, más divertido podrás ser.

Sí, puedes entrenar para el sexo.

"Es importante recordar que el sexo es movimiento y es ejercicio", dijo Debby Herbenick, directora del Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana. Si quieres tener relaciones sexuales satisfactorias, dijo, probablemente te beneficiará mover tu cuerpo fuera del dormitorio.

Si está satisfecho con su vida sexual, un hábito de ejercicio físico regular puede ayudar a garantizar que su cuerpo siga funcionando correctamente. Si siente que su vida sexual podría ser más satisfactoria, el ejercicio puede ayudar con la disfunción eréctil, el dolor durante la penetración y el bajo deseo sexual, entre otros problemas.

La actividad física regular también puede ayudarle a ser más consciente de sí mismo. “Aprendes a escuchar a tu cuerpo”, dijo el Dr. Herbenick, “y luego puedes trasladar esa sabiduría a tu vida sexual”.

Si bien prácticamente cualquier rutina de ejercicios puede mejorar el sexo con el tiempo, algunos tipos específicos de movimiento pueden ser especialmente útiles para la función y el disfrute sexual, según sus necesidades y capacidad física. A continuación te presentamos cinco ejercicios que recomiendan los expertos en salud sexual y fitness.

Trabaja en ráfagas de cardio de alta intensidad.
Su salud cardiovascular impacta directamente su salud sexual, y no sólo porque el sexo a veces puede ser vigoroso y aeróbico, dijo el Dr. Herbenick.

El sistema cardiovascular impulsa dos sistemas corporales que son importantes para el sexo: las erecciones y la lubricación vaginal. Sin un flujo sanguíneo adecuado, es probable que uno tenga problemas para lograr o mantener cualquiera de las dos cosas, afirmó. Las investigaciones también sugieren que, para algunas personas, el ejercicio aeróbico en sí mismo puede estimular la excitación.

Si aún no hace ejercicio aeróbico, comience estableciendo una base cardiovascular sólida mediante una actividad regular de intensidad moderada, dijo Darlene Marshall, entrenadora personal en el norte del estado de Nueva York que ha ayudado a sus clientes a entrenar para tener mejores relaciones sexuales.

Luego, una vez que puedas caminar o trotar cómodamente a un ritmo "conversacional" durante unos 20 minutos, agrega intervalos de esfuerzo de alta intensidad, dijo, para entrenar para las ráfagas de esfuerzo que el sexo puede requerir. Dependiendo de su nivel de condición física, correr o andar en bicicleta, subir escaleras a paso ligero o entrenar en intervalos de alta intensidad son buenas opciones.

"El objetivo es ayudar a su cuerpo a evitar sentirse abrumado, cardiovascularmente, durante las relaciones sexuales", dijo la Sra. Marshall.

Haz los ejercicios de Kegel correctamente.
La salud de su suelo pélvico, la hamaca de músculos que se encuentra en la base de la pelvis, puede marcar la diferencia entre una experiencia sexual gratificante y una mediocre o incluso dolorosa, para mujeres y hombres, dijo Janelle Howell, especialista en suelo pélvico. en Chicago. Entre el 10 y el 20 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos informan de dolor durante las relaciones sexuales.

Cuando los músculos del suelo pélvico están débiles o tensos, es posible que no experimentes un orgasmo tan potente. Los músculos tensos del suelo pélvico también pueden hacer que las relaciones sexuales con penetración sean dolorosas. Los músculos sanos del suelo pélvico necesitan fuerza y flexibilidad para poder contraerse y liberarse por completo cuando se les ordene.

Los ejercicios de Kegel, que imitan el esfuerzo de retener y liberar orina o gases, pueden ser una forma eficaz de fortalecer los músculos del suelo pélvico, dijo el Dr. Howell. La clave es asegurarse de que después de cada contracción se relajen completamente los músculos, algo que muchas personas no hacen correctamente.

Para las mujeres, el Dr. Howell sugiere imaginar un ascensor subiendo lentamente y luego bajando lentamente hasta la planta baja, para garantizar que los músculos se relajen por completo. Para los hombres, contraiga los músculos del suelo pélvico, manténgalo así durante tres segundos y luego relájese completamente durante tres segundos.

Si tiene el suelo pélvico tenso, los expertos recomiendan saltarse los ejercicios de Kegel y centrarse en la respiración diafragmática, que puede ayudar a relajar y alargar los músculos. (Un fisioterapeuta del suelo pélvico puede ofrecer una evaluación completa).

Calienta tus caderas.
La mayoría de las personas pasan horas al día sentadas, lo que puede provocar tensión en los músculos, fascias y ligamentos de la cadera. Cuando sus caderas están apretadas, puede experimentar dolor de espalda y pélvico durante las relaciones sexuales.

“Escucho mucho que las personas sólo pueden hacer una posición”, porque están rígidas o les duelen otras posiciones, dijo el Dr. Howell.

Mejorar la movilidad de la cadera puede ayudar a que toda la parte inferior del cuerpo se mueva de manera más fluida y cómoda, y puede mejorar el dolor pélvico durante las relaciones sexuales, dijo.

Como primer paso, la Sra. Marshall recomienda liberar algunas de las áreas constreñidas colocando una pelota de tenis contra los glúteos y girándola, luego moviéndola hacia las caderas y los isquiotibiales, masajeando cada área hasta que sienta que el músculo se libera. Esto se puede hacer sentado o contra una pared.

A partir de ahí, estire las caderas, los flexores de la cadera, los glúteos, los músculos de la espalda y los isquiotibiales haciendo un estiramiento en forma de cuatro, un estiramiento 90/90, una postura de gato vaca o bebé feliz, dijo el Dr. Howell, o "cualquier movimiento que acerque su pecho". hacia tus rodillas”.

Finalmente, los ejercicios dinámicos como las sentadillas profundas y los puentes de glúteos movilizan las caderas y desarrollan fuerza. Y si desea aumentar la intensidad, las sentadillas con peso, las prensas de piernas y los balanceos con pesas rusas pueden aumentar la potencia de los glúteos y los isquiotibiales.

"Me encantan los columpios con pesas rusas para el entrenamiento sexual", dijo Marshall, porque implican "un movimiento rítmico de flexión y extensión de las caderas".

Concéntrate en todo tu núcleo.
Cuanta más fuerza tengas en tu núcleo, más podrás moverte con facilidad durante las relaciones sexuales. La mayoría de los nervios y músculos implicados en las relaciones sexuales están integrados en el núcleo, y unos músculos centrales fuertes también pueden ayudar a reducir el dolor de espalda y cadera antes, durante y después de las relaciones sexuales.

"Fortalecer el núcleo realmente puede ayudar con la resistencia durante las relaciones sexuales, ayudándote a sentirte fuerte y sólido en tu cuerpo", dijo Rachel Zar, terapeuta sexual en Chicago.

Para trabajar todo el cilindro de músculos que forman el núcleo, el Dr. Howell recomienda hacer planchas a diario. “Puedes empezar poco a poco”, dijo. "Digamos que solo puedes sostenerlo durante cinco a 10 segundos; eso te ayudará a involucrar todos tus músculos centrales al mismo tiempo".

¿Otra ventaja de trabajar los músculos centrales? La Dra. Herbenick y su equipo descubrieron que, para algunas personas, contraer y relajar los músculos centrales les ayudaba a excitarse. Considere los juegos previos de sus tablas.

Practica cinco minutos de yoga diario.
El yoga puede ayudar a mejorar la movilidad de la cadera y desarrollar la fuerza central. Y practicar la respiración diafragmática lenta, profunda es especialmente valioso para el sexo, dijo el Dr. Herbenick, porque ayuda a relajar tanto el sistema nervioso parasimpático del cuerpo como el suelo pélvico.

“Es posible que descubras que la penetración vaginal es más cómoda. Es posible que descubra que las erecciones se producen más fácilmente”, dijo. "El estrés es enemigo de las erecciones".

Si no se siente con ganas de moverse en las posiciones de yoga, es valioso practicar solo el trabajo de respiración, señaló el Dr. Howell. "Incluso simplemente recostarse en la estera de yoga, poner las manos sobre el vientre y simplemente respirar dentro de él puede realmente comenzar a calmar ese sistema nervioso", dijo, "lo que luego puede generar más placer en su vida sexual".

Danielle Friedman es periodista en Nueva York y autora de “Let's Get Physical: How Women Discovered Ejercicio and Reshape the World”. Más sobre Danielle Friedman