Desde que existimos, los humanos nos hemos sentido especiales. Durante milenios mantuvimos la ilusión de que éramos el centro de la creación, de que la Tierra se encontraba en el centro del universo, de que nuestra naturaleza no tenía nada que ver con el resto de los animales. Casi siempre, nos separamos incluso del resto de los de nuestra especie, llegando a inventar dioses omnipotentes que habían elegido nuestro pueblo entre todos los de la Tierra. Los científicos, sin embargo, aguaron la fiesta. Los astrónomos nos colocaron en los suburbios de una galaxia entre millones y los biólogos nos enseñaron lo mucho que nos parecemos a los otros animales.
El hecho es que, pese a la cura de humildad de los últimos tiempos, los humanos somos unos animales diferentes, capaces de colonizar en pocos milenios todos los rincones del planeta y con un talento inédito en bichos de nuestro tamaño para crecer y multiplicarnos. Esta semana, en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, se reunieron los principales investigadores del mundo sobre cognición y cultura en el contexto evolutivo. Puesto de una manera más simple, científicos que indagan sobre qué nos hace humanos.
Michael Tomasello (1950, Bartow, Florida, EE UU) es uno de estos investigadores. Codirector del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, ha trabajando con chimpancés, nuestros parientes animales vivos más cercanos, y bebés, en busca de algunos rasgos que hacen especiales a los sapiens y ha llegado a la conclusión de que es nuestra capacidad para cooperar y conectar nuestras mentes lo que nos separa de otros animales. Algo que, en último término, nos permite confiar en el valor de un dinero impreso en papel a miles de kilómetros de nuestra casa o compartir valores.
Pregunta. Dice que una de las particularidades que nos hace humanos es nuestra capacidad para cooperar poniendo juntas nuestras cabezas. ¿Cuándo sucedió y por qué?
Respuesta. Nuestra hipótesis es que, hace alrededor de medio millón de años, hubo una gran explosión de poblaciones de monos que les estaban robando la comida a los humanos. En esa situación, tuvieron que encontrar otras formas de conseguir comida y acabaron colaborando para conseguir alimentos, como los antílopes, fuera del alcance de los monos. En esa situación, si no podías colaborar, no podías sobrevivir, así que había presión para colaborar.
Ese es el paso uno. Después se acaban formando grupos en los que todos los individuos dependen del resto. Así aparece la división del trabajo: tú haces una actividad y yo hago otra, y ahora dependemos mutuamente, especialmente cuando hay competición con otros grupos o guerras. A partir de ahí necesario que unamos nuestras cabezas para sobrevivir. Este proceso comienza hace medio millón de años y avanza hasta la aparición de la cultura hace 150.000 años.
P. ¿Somo altruistas o egoístas por naturaleza?
R. A veces somos generosos y a veces egoístas, dependiendo de la situación. Pero hemos visto que cuando se colabora, la gente tiende a repartir con justicia lo que se obtiene. Cuanto más podamos construir situaciones en las que la gente colabore, y hagan cosas juntos de forma interdependiente, se facilitará un tratamiento más justo para todo el mundo. Incluso si es gente a la que no conoces, si trabajas con ellos sientes que lo adecuado es compartir con igualdad. Esto se puede ver en las relaciones europeas después de la Segunda Guerra Mundial. Algunas herramientas como el euro han hecho interdependientes a diferentes naciones y eso lleva a que se traten entre ellas con mayor justicia.
P. Muchas de las personas con más éxito de la sociedad son muy buenas organizando a los demás para que cooperen en su propio beneficio, pero no se preocupan demasiado por tratarlos con justicia
R. Eso puede suceder, sí, pero creo que otra forma de pensar sobre ello es fijarte en como tratan a sus amigos y su familia. Incluso gente que es muy competitiva en otros contextos, como en los negocios o donde sea, son muy generosos en su entorno de amigos y familia. Lo que pasa es que estas personas juzgan de manera distinta qué condiciones aplican a las personas que pertenecen a su grupo y a las que no.
P. ¿Por qué hay gente encantadora con su familia o incluso con la gente de su país, pero despiadada con los que están fuera de ese círculo?
R. Puedes considerarlo un hecho desafortunado, pero nuestra capacidad de cooperar, evolucionó dentro del grupo. Hace 100.000 años éramos interdependientes con nuestro grupo cultural, pero luchábamos con otros grupos, y no confiábamos en otros grupos, no podíamos entender su idioma... Es uno de los hallazgos más sólidos de la psicología, las diferencias de trato a los miembros del grupo y a los que no lo son. Favorecemos a los de nuestro grupo y desconfiamos de los de fuera. Esto es parte de nuestra herencia evolutiva, puede que no nos guste, pero lo es, y no tienes que ir muy lejos para encontrar pruebas de que es así. Si es algo que quieres cambiar, es posible que no puedas cambiar la biología, pero podemos crear instituciones sociales que reúnan a gente de distintas culturas en entornos colaborativos.
Las normas sociales pueden cambiar muy rápido. Yo crecí en el sur de EE UU, en lo que básicamente era una situación de apartheid, donde los afroamericanos tenían peores casas o peores escuelas. Todo el mundo vivía con ello, pero de repente, los negros empezaron a protestar y a decir que no iban a aceptar más esa situación. Los blancos que no habían sido racistas, pero sí complacientes, aceptando la situación como si fuese normal, vieron que no estaba bien. Y las normas sociales cambiaron muy rápido. Por supuesto aún hay vestigios de racismo, pero no puedes utilizar determinadas palabras en público, no puedes discriminar a la hora de ofrecer oportunidades de alojamiento o trabajos... Creo que incluso en casos en los que tenemos un sesgo evolutivo, trabajando en otra dirección se pueden cambiar las normas sociales relativamente rápido.
P. ¿Ha cambiado la forma de relacionarse con los otros desde la aparición de la agricultura y de la civilización?
R. Sí. Lo que sucede es que antes de la agricultura solo existían grupos de cazadores recolectores. Eran bastante igualitarios, no había muchas posesiones privadas, se compartía todo. Con la agricultura, y Marx fue el gran analista de esta situación, se produce una acumulación de recursos que no existía antes. En un grupo de cazadores recolectores, una de las razones por las que todo el mundo comparte es porque no puedes guardar, no hay frigoríficos. Cuando hay un animal muerto te lo tienes que comer en 48 horas o se echará a perder. Cuando llega la agricultura, puedes acumular grano y lo tienes que proteger con armas. En el análisis de Marx se dice que si tengo mucho grano, ese grano va a estar ahí durante un largo periodo de tiempo, y tú que no tienes grano, lo único que tienes es tu trabajo, así que digo, bueno, abrillanta mis zapatos y te daré algo de grano. Se construyen estas relaciones de poder sobre el hecho de que algunas personas controlan los recursos que aparecen con la agricultura y se complica la situación.
P. ¿Cómo podemos mejorar la cooperación después de esos cambios?
R. Nuestras capacidades de cooperación evolucionaron para una vida en pequeños grupos. Con la agricultura, mucha gente llegó a por comida a las ciudades y se crearon entornos multiculturales. Adaptarse a la nueva situación es duro. Podría decir que todos los conflictos serios en el mundo se dan entre gente que dice: nosotros frente a ellos. Muchos de los grandes problemas en el mundo hoy son fruto del colonialismo, en el que los europeos dibujaron círculos en los que introdujeron a gente dentro de un mismo país que tenían un gran historial de odio mutuo.
P. ¿Les preguntan los políticos sobre cómo resolver este tipo de conflictos?
R. No hacemos eso en mi instituto, pero si hemos averiguado cosas que pueden ayudar. Sabemos que si trabajamos juntos para producir los recursos, tenemos la tendencia a repartirlos con justicia. Esto es algo que incluso los niños de tres años lo tienen muy integrado.
Que biológicamente seamos de una forma no significa que no podamos cambiar, solo que tenemos que trabajar duro para cambiarlo y que es necesario cambiar normas sociales y percepciones. Si vas a construir una sociedad mejor, tienes que tener en cuenta que hay mucha gente que no confía en los extranjeros o los de fuera del grupo, y no puedes descartar sin más ese hecho. Es un fenómeno real y lo tienes que tener en cuenta, poniendo un esfuerzo extra para que la gente se conozca mejor, que trabajen juntos...
Yo crecí en los sesenta en EE UU, y había muchas comunas de jipis y era una gran idea. Yo no participé en ellas durante mucho tiempo, pero las conocí de cerca. La mayor parte de ellas fracasaron, y esto se puede aplicar al comunismo en general, porque tenían una visión demasiado optimista de la naturaleza humana, sobre la posibilidad de que todos trabajemos duro y compartamos nuestros recursos. Cuando el tipo de al lado no hace nada y tiene lo mismo que nosotros, nos molesta. Es un hecho sobre la naturaleza humana que muchas comunas no tuvieron en cuenta: que hay que hacer algo sobre los aprovechados. Ellos tienen que sufrir alguna desventaja o la gente no seguirá trabajando. Hay diferencias individuales, también tenemos santos y los santos no piensan así, pero la gente normal sí, y lo vemos desde un momento muy temprano de la infancia, así que cualquier planificación social que hagamos tiene que tomar eso en cuenta. Mejorar la sociedad implica no obviar los aspectos negativos de nuestra biología.
http://elpais.com/elpais/2015/10/20/ciencia/1445363532_639418.html
lunes, 26 de octubre de 2015
domingo, 25 de octubre de 2015
Sanders, ¿es un progresista o un radical?
Mike Davis
Sin Permiso
Inmediatamente después del debate presidencial demócrata de anoche [13 de octubre], Van Jones adelantó dos astutas observaciones: "ganó la clase", como lo hizo también el movimiento “Las Vidas Negras Importan” (Black Lives Matter). En el primer caso, por supuesto, fue gracias a la campaña de Sanders (aunque en realidad fue el ex senador de Virginia Jim Webb quien comenzó la revolución discursiva del debate al comenzar refiriéndose a "la gente trabajadora" en lugar de la "clase media"), mientras que en el segundo caso se trata de un homenaje a los miles que han seguido tan tenazmente en las calles y han interrumpido tan groseramente el mercadeo político habitual.
La pasión airada y la insubordinación juntas pueden tener éxito como si se tratase de la ira del Antiguo Testamento en el caso de nuestro hombre de Vermont. Por primera vez desde la elección de Ronald Reagan, el desplazamiento continuo hacia la derecha de los Republicanos no se ha reflejado en un desplazamiento equivalente y paralelo de los Demócratas para ocupar el espacio vacío.
Sanders - ¿podemos de verdad tener esperanza? - ha trazado una línea en la arena sobre la desigualdad económica, que las personas menores de treinta parecen apoyar abrumadoramente, y que aún pueden restar muchos votantes negros y latinos a las huestes de Hillary.
Y nadie desde Upton Sinclair ha explicado lo que es el "socialismo democrático" de una forma tan de sentido común y convincente: recuperar lo que le "corresponde en justicia" a la clase obrera de la renta nacional. Del mismo modo, su cruzada por una educación pública superior gratuita es una "reivindicación de transición" radical con más eco entre los jóvenes y los adultos jóvenes que cualquier otra propuesta que se haya presentado.
Pero las limitaciones del Sanderismo también son evidentes. La desigualdad económica no se atenúa gracias a las subvenciones públicas a los programas de igualdad de oportunidades en materia económica, una mayor igualdad de oportunidades para los negocios de propiedad familiar, o impuestos más altos. Para los socialistas la cuestión central es siempre la propiedad privada de los grandes medios de producción y la democratización del poder económico.
Aunque Sanders quisiera acabar con los bancos más grandes, no por ello defiende que sean de propiedad pública o que operen como empresas de servicios públicos. Lo mismo sucede con las empresas farmacéuticas. Esta incapacidad para plantear la cuestión de la propiedad fue también el talón de Aquiles del movimiento Occupy, del que Sanders se ha convertido en su candidato nacional.
Si se quiere trazar la genealogía del "1% frente al 99%", hay que remontarse no solo a William Jennings Bryan y el Partido del Pueblo (People’s Party), sino especialmente a los Republicanos Progresistas que apoyaron la breve ofensiva del New Deal contra el poder de las grandes empresas, como el gran George Norris de Nebraska.
Eugene Debs - ver alguno de sus discursos - habló de la desigualdad siempre en el contexto de la propiedad y la toma de decisiones, de expropiar el poder de los plutócratas, no simplemente de subirles los impuestos. Sanders, al igual que los progresistas, quiere romper los monopolios y apoyar a las pequeñas empresas, no democratizarlos y convertirlos en propiedad pública. (Los sindicatos, por cierto, no fueron mencionados ni una sola vez en toda la noche.)
Por lo que se refiere a los asuntos internacionales, Sanders fue francamente una decepción total, como lo demostró su apoyo repetido a "intervenir en Siria sólo como parte de una coalición con los estados árabes." ¿Qué significa eso? Arabia Saudi, las monarquías del Golfo, el régimen militar asesino en Egipto. . . ¿de quién sino está hablando?
Tuvo una oportunidad de oro para apoyar a los kurdos y denunciar la masacre en Turquía, pero al parecer eso queda fuera de los límites de una campaña centrada casi exclusivamente en la justicia económica en Estados Unidos. Del mismo modo, evitó deliberadamente disentir de las provocativas declaraciones de Clinton y Webb sobre la necesidad de hacer frente a Rusia y China.
Sanders es un gran populista económico, pero no un anti-imperialista. Sin embargo, en mi opinión, por ello mismo es más imperativo participar en la campaña de Sanders y criticarla desde dentro, como simpatizantes.
Mike Davis: profesor del Departamento de Pensamiento Creativo en la Universidad de California, Riverside, es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO. Traducidos recientemente al castellano: su libro sobre la amenaza de la gripe aviar (El monstruo llama a nuestra puerta, trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006), su libro sobre las Ciudades muertas (trad. Dina Khorasane, Marta Malo de Molina, Tatiana de la O y Mónica Cifuentes Zaro, Editorial Traficantes de sueños, Madrid, 2007) y su libro Los holocaustos de la era victoriana tardía (trad. Aitana Guia i Conca e Ivano Stocco, Ed. Universitat de València, Valencia, 2007). Sus libros más recientes son: In Praise of Barbarians: Essays against Empire (Haymarket Books, 2008) y Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007; traducción castellana de Jordi Mundó en la editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2009).
Traducción: G. Buster
Fuente original del artículo en inglés:
https://www.jacobinmag.com/2015/10/hillary-clinton-bernie-democratic-presidential-debate/
Fuente del artículo en castellano: http://www.sinpermiso.info/textos/ee-uu-sanders-es-un-progresista-o-un-radical
Sin Permiso
Inmediatamente después del debate presidencial demócrata de anoche [13 de octubre], Van Jones adelantó dos astutas observaciones: "ganó la clase", como lo hizo también el movimiento “Las Vidas Negras Importan” (Black Lives Matter). En el primer caso, por supuesto, fue gracias a la campaña de Sanders (aunque en realidad fue el ex senador de Virginia Jim Webb quien comenzó la revolución discursiva del debate al comenzar refiriéndose a "la gente trabajadora" en lugar de la "clase media"), mientras que en el segundo caso se trata de un homenaje a los miles que han seguido tan tenazmente en las calles y han interrumpido tan groseramente el mercadeo político habitual.
La pasión airada y la insubordinación juntas pueden tener éxito como si se tratase de la ira del Antiguo Testamento en el caso de nuestro hombre de Vermont. Por primera vez desde la elección de Ronald Reagan, el desplazamiento continuo hacia la derecha de los Republicanos no se ha reflejado en un desplazamiento equivalente y paralelo de los Demócratas para ocupar el espacio vacío.
Sanders - ¿podemos de verdad tener esperanza? - ha trazado una línea en la arena sobre la desigualdad económica, que las personas menores de treinta parecen apoyar abrumadoramente, y que aún pueden restar muchos votantes negros y latinos a las huestes de Hillary.
Y nadie desde Upton Sinclair ha explicado lo que es el "socialismo democrático" de una forma tan de sentido común y convincente: recuperar lo que le "corresponde en justicia" a la clase obrera de la renta nacional. Del mismo modo, su cruzada por una educación pública superior gratuita es una "reivindicación de transición" radical con más eco entre los jóvenes y los adultos jóvenes que cualquier otra propuesta que se haya presentado.
Pero las limitaciones del Sanderismo también son evidentes. La desigualdad económica no se atenúa gracias a las subvenciones públicas a los programas de igualdad de oportunidades en materia económica, una mayor igualdad de oportunidades para los negocios de propiedad familiar, o impuestos más altos. Para los socialistas la cuestión central es siempre la propiedad privada de los grandes medios de producción y la democratización del poder económico.
Aunque Sanders quisiera acabar con los bancos más grandes, no por ello defiende que sean de propiedad pública o que operen como empresas de servicios públicos. Lo mismo sucede con las empresas farmacéuticas. Esta incapacidad para plantear la cuestión de la propiedad fue también el talón de Aquiles del movimiento Occupy, del que Sanders se ha convertido en su candidato nacional.
Si se quiere trazar la genealogía del "1% frente al 99%", hay que remontarse no solo a William Jennings Bryan y el Partido del Pueblo (People’s Party), sino especialmente a los Republicanos Progresistas que apoyaron la breve ofensiva del New Deal contra el poder de las grandes empresas, como el gran George Norris de Nebraska.
Eugene Debs - ver alguno de sus discursos - habló de la desigualdad siempre en el contexto de la propiedad y la toma de decisiones, de expropiar el poder de los plutócratas, no simplemente de subirles los impuestos. Sanders, al igual que los progresistas, quiere romper los monopolios y apoyar a las pequeñas empresas, no democratizarlos y convertirlos en propiedad pública. (Los sindicatos, por cierto, no fueron mencionados ni una sola vez en toda la noche.)
Por lo que se refiere a los asuntos internacionales, Sanders fue francamente una decepción total, como lo demostró su apoyo repetido a "intervenir en Siria sólo como parte de una coalición con los estados árabes." ¿Qué significa eso? Arabia Saudi, las monarquías del Golfo, el régimen militar asesino en Egipto. . . ¿de quién sino está hablando?
Tuvo una oportunidad de oro para apoyar a los kurdos y denunciar la masacre en Turquía, pero al parecer eso queda fuera de los límites de una campaña centrada casi exclusivamente en la justicia económica en Estados Unidos. Del mismo modo, evitó deliberadamente disentir de las provocativas declaraciones de Clinton y Webb sobre la necesidad de hacer frente a Rusia y China.
Sanders es un gran populista económico, pero no un anti-imperialista. Sin embargo, en mi opinión, por ello mismo es más imperativo participar en la campaña de Sanders y criticarla desde dentro, como simpatizantes.
Mike Davis: profesor del Departamento de Pensamiento Creativo en la Universidad de California, Riverside, es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO. Traducidos recientemente al castellano: su libro sobre la amenaza de la gripe aviar (El monstruo llama a nuestra puerta, trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006), su libro sobre las Ciudades muertas (trad. Dina Khorasane, Marta Malo de Molina, Tatiana de la O y Mónica Cifuentes Zaro, Editorial Traficantes de sueños, Madrid, 2007) y su libro Los holocaustos de la era victoriana tardía (trad. Aitana Guia i Conca e Ivano Stocco, Ed. Universitat de València, Valencia, 2007). Sus libros más recientes son: In Praise of Barbarians: Essays against Empire (Haymarket Books, 2008) y Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007; traducción castellana de Jordi Mundó en la editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2009).
Traducción: G. Buster
Fuente original del artículo en inglés:
https://www.jacobinmag.com/2015/10/hillary-clinton-bernie-democratic-presidential-debate/
Fuente del artículo en castellano: http://www.sinpermiso.info/textos/ee-uu-sanders-es-un-progresista-o-un-radical
sábado, 24 de octubre de 2015
El presidente de Portugal intenta impedir un gobierno de izquierdas
Cavaco Silva encarga la formación de gobierno al conservador primer ministro Passos Coelho a pesar de que los socialistas dicen tener un pacto con el Bloque de Izquierda y los comunistas que tiene mayoría parlamentaria.
El presidente de Portugal Aníbal Cavaco Silva ha encargado la formación del gobierno al conservador Pedro Passos Coelho, que tuvo la lista más votada, en vez de decantarse por el socialista António Costa que había anunciado que tenía un acuerdo con el Bloque de Izquierda (Bloco de Esquerda, BE) y los ecocomunistas de la CDU.
En las elecciones parlamentarias del pasado 4 de octubre, la lista común de los dos partidos de centroderecha, el PDS del actual primer ministro Passos Coelho y el CDS de su vice Paulo Portas, fue el ganador con más del 38% de los votos, pero se quedó corto de la mayoría absoluta de escaños. Mientras, el Partido Socialista (PS) suma junto con los diputados del BE y de la CDU una mayoría holgada.
Cavaco Silva alegó razones de Estado para defender su decisión de optar por los conservadores, por la posible reacción negativa de los mercados. “Es mi deber hacer todo para impedir que se transmitan señales equivocadas a las instituciones financieras, a los inversores y a los mercados, poniendo en entredicho la confianza y la credibilidad exterior del país que tanto ha costado conquistar, con gran esfuerzo”, dijo el presidente de la República portuguesa en un mensaje televisado a la nación el jueves por la noche.
El jefe del Estado añadió que era “incomprensible que las fuerzas europeístas no hayan llegado a un acuerdo”, en referencia a un pacto entre conservadores y socialistas para facilitar un gobierno de minoría.
A Passos Coelho le corresponde pues formar un nuevo ejecutivo y presentar un programa de gobierno que debería ser posteriormente ratificado por el Parlamento. Será la primera prueba del algodón, porque las fuerzas de centroizquierda podrían tumbarlo. La siguiente ocasión será la abrobación de los presupuestos para el 2016 que ya llevan mucho retraso, lo cual ha sido criticado por Bruselas. Costa asegura que tiene atado un acuerdo con el Bloque y los comunistas, aunque todavía parece que no hay nada firmado, según medios lusos.
Leer también: No siempre manda el que gana
Fuente: http://www.lamarea.com/2015/10/23/el-presidente-de-portugal-intenta-impedir-un-gobierno-de-izquierdas/
El presidente de Portugal Aníbal Cavaco Silva ha encargado la formación del gobierno al conservador Pedro Passos Coelho, que tuvo la lista más votada, en vez de decantarse por el socialista António Costa que había anunciado que tenía un acuerdo con el Bloque de Izquierda (Bloco de Esquerda, BE) y los ecocomunistas de la CDU.
En las elecciones parlamentarias del pasado 4 de octubre, la lista común de los dos partidos de centroderecha, el PDS del actual primer ministro Passos Coelho y el CDS de su vice Paulo Portas, fue el ganador con más del 38% de los votos, pero se quedó corto de la mayoría absoluta de escaños. Mientras, el Partido Socialista (PS) suma junto con los diputados del BE y de la CDU una mayoría holgada.
Cavaco Silva alegó razones de Estado para defender su decisión de optar por los conservadores, por la posible reacción negativa de los mercados. “Es mi deber hacer todo para impedir que se transmitan señales equivocadas a las instituciones financieras, a los inversores y a los mercados, poniendo en entredicho la confianza y la credibilidad exterior del país que tanto ha costado conquistar, con gran esfuerzo”, dijo el presidente de la República portuguesa en un mensaje televisado a la nación el jueves por la noche.
El jefe del Estado añadió que era “incomprensible que las fuerzas europeístas no hayan llegado a un acuerdo”, en referencia a un pacto entre conservadores y socialistas para facilitar un gobierno de minoría.
A Passos Coelho le corresponde pues formar un nuevo ejecutivo y presentar un programa de gobierno que debería ser posteriormente ratificado por el Parlamento. Será la primera prueba del algodón, porque las fuerzas de centroizquierda podrían tumbarlo. La siguiente ocasión será la abrobación de los presupuestos para el 2016 que ya llevan mucho retraso, lo cual ha sido criticado por Bruselas. Costa asegura que tiene atado un acuerdo con el Bloque y los comunistas, aunque todavía parece que no hay nada firmado, según medios lusos.
Leer también: No siempre manda el que gana
Fuente: http://www.lamarea.com/2015/10/23/el-presidente-de-portugal-intenta-impedir-un-gobierno-de-izquierdas/
viernes, 23 de octubre de 2015
La pobreza golpea duro en el Sur de Europa desde el inicio de la crisis. La pobreza y exclusión social afectó a uno de cada cuatro europeos en 2014
Casi 1.000 millones de personas salieron de la extrema pobreza en el mundo en los últimos 20 años. Pero la magia del capitalismo va por barrios: la emergencia de las clases medias en Asia contrasta con los 122 millones de europeos que viven hoy en riesgo de pobreza o exclusión social. La crisis del euro hace estragos. Especialmente en el Sur: Grecia y España presentan los peores números desde 2008, según Eurostat.
La Gran Recesión no ha germinado literariamente en obras como Oliver Twist o Los Miserables —aunque ahí está el Crematorio de Rafael Chirbes—, que retrataron la miseria del proletariado industrial, ni hay en Europa un reverendo Malthus, una suerte de Nostradamus fallido (por el momento) que pronóstico un apocalipsis económico si la población seguía creciendo mucho más que los recursos. Pero las cifras cuentan historias, y los números de la crisis europea tienden hacia zonas umbrías: en 2014, 122 millones de personas —el equivalente a toda la población de Alemania y España— estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en Europa. En otras palabras: uno de cada cuatro europeos lo pasa realmente mal, por mucho que la recuperación estadística haya comenzado. Las cicatrices de la crisis son especialmente visibles en la ribera del Mediterráneo: los mayores incrementos de los niveles de población con riesgo de pobreza corresponden a Grecia (que ha pasado del 28% al 36% desde 2008) y España (del 24,5% al 29,2%), seguidas de Chipre, Malta, Hungría e Italia.
La geografía de la pobreza, sin embargo, es engañosa. El país más favorecido desde el punto de vista de los riesgos de exclusión social no es Alemania, que está viviendo una crisis estupenda. La pobreza es siempre relativa —salvo para quienes la padecen—, pero donde más ha mejorado es en el bloque del Este: Polonia, Rumanía y Eslovaquia presentan las mayores tasas de reducción de la población en riesgo.
La definición exacta de esa estadística es embrollada. Eurostat, la agencia estadística de la Unión, calcula el porcentaje de gente cuyos ingresos (después de transferencias sociales, impuestos y demás) se sitúan por debajo del 60% de la mediana nacional. Ese indicador no ofrece una medida de riqueza o pobreza absoluta, sino en comparación con el resto de residentes nacionales; depende, además, de numerosos factores.
¿Cuesta creer que 13,4 millones de españoles están en riesgo de pobreza o exclusión social? ¿Que esa cifra haya crecido en dos millones de personas desde 2008? ¿Que los incrementos sean aún más galopantes en Grecia, donde han pasado de tres a casi cuatro de millones en esa situación desesperada sobre una población de 11 millones? Esos cálculos no siempre reflejan con fidelidad lo que al lector se le viene a la cabeza cuando se habla de pobreza: Eurostat pone el umbral de ingresos en 16.719 euros anuales en hogares con dos adultos y dos niños en España (y casi 8.000 euros para un adulto que viva solo). “Esas cifras no siempre son objetivables”, apuntaba ayer Jagdish Bhagwati, de Columbia, uno de los mayores expertos del mundo en la materia. “Es evidente que la crisis del euro, especialmente dura en la periferia de Europa por cómo se ha gestionado, tiene un claro reflejo en las estadísticas”, añadía Erik S. Reinert, experto en pobreza y profesor en Tallin.
24,4% de la población
Más de cinco millones de europeos se han sumado desde 2008 a ese ejército que ahora asciende a 122 millones de personas con riesgo de pobreza o exclusión social; el 24,4% de la población. El detalle de las cifras de Grecia es sobrecogedor. El de las de España no le va a la zaga: de 11,1 a 13,3 millones de personas en riesgo (casi tantos como alemanes, con una población que casi duplica la española); el 7,1% —cifra que multiplica por dos la de 2008— en niveles de extrema pobreza, aunque ahí España está lejos de Grecia, Hungría, Rumanía o Bulgaria, con un cuarto de su población incapaz de pagar sus facturas, de poner la calefacción o de irse una semana de vacaciones.
Los expertos no coinciden a la hora de medir qué parte de esas cifras se debe a errores de política económica. Reinert critica con dureza “el extraño fenómeno de la austeridad, con el capitalismo declarándole la guerra a sus propios consumidores por ceguera ideológica”. Para Bhagwati, “habría que preguntarse cuánta pobreza habría sin esos recortes que hizo la eurozona durante la crisis”. “Al menos en Grecia, el resultado podría ser aún peor sin el apoyo financiero que vino de la mano de esos ajustes”, apostilla.
http://economia.elpais.com/economia/2015/10/16/actualidad/1444997502_865517.html
La Gran Recesión no ha germinado literariamente en obras como Oliver Twist o Los Miserables —aunque ahí está el Crematorio de Rafael Chirbes—, que retrataron la miseria del proletariado industrial, ni hay en Europa un reverendo Malthus, una suerte de Nostradamus fallido (por el momento) que pronóstico un apocalipsis económico si la población seguía creciendo mucho más que los recursos. Pero las cifras cuentan historias, y los números de la crisis europea tienden hacia zonas umbrías: en 2014, 122 millones de personas —el equivalente a toda la población de Alemania y España— estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en Europa. En otras palabras: uno de cada cuatro europeos lo pasa realmente mal, por mucho que la recuperación estadística haya comenzado. Las cicatrices de la crisis son especialmente visibles en la ribera del Mediterráneo: los mayores incrementos de los niveles de población con riesgo de pobreza corresponden a Grecia (que ha pasado del 28% al 36% desde 2008) y España (del 24,5% al 29,2%), seguidas de Chipre, Malta, Hungría e Italia.
La geografía de la pobreza, sin embargo, es engañosa. El país más favorecido desde el punto de vista de los riesgos de exclusión social no es Alemania, que está viviendo una crisis estupenda. La pobreza es siempre relativa —salvo para quienes la padecen—, pero donde más ha mejorado es en el bloque del Este: Polonia, Rumanía y Eslovaquia presentan las mayores tasas de reducción de la población en riesgo.
La definición exacta de esa estadística es embrollada. Eurostat, la agencia estadística de la Unión, calcula el porcentaje de gente cuyos ingresos (después de transferencias sociales, impuestos y demás) se sitúan por debajo del 60% de la mediana nacional. Ese indicador no ofrece una medida de riqueza o pobreza absoluta, sino en comparación con el resto de residentes nacionales; depende, además, de numerosos factores.
¿Cuesta creer que 13,4 millones de españoles están en riesgo de pobreza o exclusión social? ¿Que esa cifra haya crecido en dos millones de personas desde 2008? ¿Que los incrementos sean aún más galopantes en Grecia, donde han pasado de tres a casi cuatro de millones en esa situación desesperada sobre una población de 11 millones? Esos cálculos no siempre reflejan con fidelidad lo que al lector se le viene a la cabeza cuando se habla de pobreza: Eurostat pone el umbral de ingresos en 16.719 euros anuales en hogares con dos adultos y dos niños en España (y casi 8.000 euros para un adulto que viva solo). “Esas cifras no siempre son objetivables”, apuntaba ayer Jagdish Bhagwati, de Columbia, uno de los mayores expertos del mundo en la materia. “Es evidente que la crisis del euro, especialmente dura en la periferia de Europa por cómo se ha gestionado, tiene un claro reflejo en las estadísticas”, añadía Erik S. Reinert, experto en pobreza y profesor en Tallin.
24,4% de la población
Más de cinco millones de europeos se han sumado desde 2008 a ese ejército que ahora asciende a 122 millones de personas con riesgo de pobreza o exclusión social; el 24,4% de la población. El detalle de las cifras de Grecia es sobrecogedor. El de las de España no le va a la zaga: de 11,1 a 13,3 millones de personas en riesgo (casi tantos como alemanes, con una población que casi duplica la española); el 7,1% —cifra que multiplica por dos la de 2008— en niveles de extrema pobreza, aunque ahí España está lejos de Grecia, Hungría, Rumanía o Bulgaria, con un cuarto de su población incapaz de pagar sus facturas, de poner la calefacción o de irse una semana de vacaciones.
Los expertos no coinciden a la hora de medir qué parte de esas cifras se debe a errores de política económica. Reinert critica con dureza “el extraño fenómeno de la austeridad, con el capitalismo declarándole la guerra a sus propios consumidores por ceguera ideológica”. Para Bhagwati, “habría que preguntarse cuánta pobreza habría sin esos recortes que hizo la eurozona durante la crisis”. “Al menos en Grecia, el resultado podría ser aún peor sin el apoyo financiero que vino de la mano de esos ajustes”, apostilla.
http://economia.elpais.com/economia/2015/10/16/actualidad/1444997502_865517.html
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- “Nunca ha habido tanta desigualdad”
La izquierda de Portugal forja un Gobierno para combatir la austeridad. El mensaje del hipotético tripartito es claro: combatir las políticas de austeridad europeas
Cuando el veterano político conservador Cavaco Silva, de 76 años, tome su decisión, ésta tendrá una consecuencia de doble filo: si otorga el mandato a su correligionario Passos Coelho, la mayoría izquierdista del Parlamento tumbará su programa. De las preferencias de Cavaco no cabe duda, ya que el presidente se inclinó dos días después de las elecciones por la opción de la coalición conservadora PSD-CDS-PP —aunque sin nombrarla— para garantizar “las obligaciones internacionales de Portugal tanto en la OTAN como en Europa y la zona euro”.
Son precisamente las exigencias en materia económica de los comunistas y del Bloco de Esquerda (BE) las que más dudas suscitan, por cuanto podrían desbaratar los objetivos de déficit del país. El líder del Partido Socialista (PS), António Costa, ha reiterado que si gobierna no vulnerará el equilibrio presupuestario.
El jefe del Partido Comunista (PC) portugués, Jerónimo de Sousa, confirmó este miércoles su apoyo estable a un Gobierno liderado por Costa. Un apoyo parlamentario tan estable como firmes sean las mejoras sociales promovidas por ese hipotético Ejecutivo. Pero un solo paso atrás, y el PC y el Bloco retirarán su apoyo a Costa.
Para llegar a un acuerdo con PC y Bloco capaz de formar una mayoría absoluta, los tres partidos han renunciado a buena parte de su programa. PC y Bloco han abandonado los grandes principios (salir de la OTAN, salir del euro, perdón del 50% de la deuda o nacionalizar la banca), pero han conseguido que el PS acepte la letra pequeña (medidas sociales).
Cumplir los compromisos
En el caso del PS de António Costa, ha ocurrido lo contrario y ha renunciado a los detalles mientras que se mantiene el fundamento: cumplir los compromisos europeos, es decir, mantener el presupuesto del Estado con un déficit por debajo del 3%, algo que la coalición en el Gobierno no consiguió nunca.
Sobre una hoja de Excel trabajan las comisiones técnicas de uno y otro partido, sumando de aquí y restando de allá. De momento, casi todo lo que ha trascendido va en contra de conseguir ese objetivo de déficit inferior al 3%. El eslogan que aúna a la llamada troika buena es “pasar página a la austeridad”.
La troika buena está de acuerdo en que suba el salario mínimo. El actual Gobierno lo situó en 505 euros en septiembre de 2014, tras cuatro años de congelación. PC y Bloco desean que al final de la legislatura llegue a 600 euros. Si la subida es a 550 en 2016, el gasto del Estado subirá unos 100 millones de euros.
También quieren bajar el IVA. En el caso del PS, es sobre la restauración (del 23% al 13%), lo que supondría una pérdida de recaudación de unos 400 millones de euros. El Bloco prefiere rebajar el IVA del recibo de la electricidad (del 23% al 6%).
PS, PC y Bloco están de acuerdo en devolver el sueldo recortado a los funcionarios. La discrepancia era de ritmo. La coalición de centroderecha prometía reponer un 25% por año; el PS, el 50%; y PC y BE, todo de una vez. El acuerdo alcanzado por la troika buena es una reposición del 25% por trimestre. Eso significa que el Estado pagará 600 millones de euros más a sus funcionarios y otros 250 millones por reposición de pensiones.
La factura de los acuerdos que se conocen —a falta de saberse las contrapartidas— supera los 2.000 millones de euros, lo que elevaría en varios puntos el objetivo del déficit del 3%. Dadas las pocas noticias sobre la recaudación, todo parece indicar que el presupuesto extra se obtendrá mediante el aumento de impuestos a empresas y en los tramos superiores de la declaración de la renta.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/21/actualidad/1445454460_322740.html
Parálisis política
Presupuesto no presentado. El 15 de octubre acabó el plazo que exige Bruselas. Ha sido el primer país que ha incumplido esta norma. Passos Coelho se niega a entregar un presupuesto de 2016. Dice que es tarea del futuro Gobierno.
Retraso del nuevo Gobierno. La imposibilidad de que Passos Coelho forme Gobierno continuista puede retrasar el nuevo Ejecutivo hasta diciembre.
Pactos a tres. El pacto entre PS y las otras fuerzas de izquierdas no es unitario, sino que el PS lo formalizará por separado con PC y el Bloco.
Un presidente casi en funciones. Aníbal Cavaco Silva termina su mandato a final de año. En este tiempo no puede disolver parlamentos y debe administrar una situación que heredará el próximo presidente.
El PC portugués confirma su apoyo a Costa para formar Gobierno
El acuerdo contempla subir el salario mínimo de 505 a 600 euros y eliminar los recortes en pensiones y salarios de funcionarios
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/21/actualidad/1445420786_704359.html?rel=cx_articulo#cxrecs_s
Experiencias con monedas locales
Informe de experiencias de monedas sociales para políticas locales
4 ejemplos de cómo pueden las monedas sociales mejorar los gobiernos locales
Genoveva López Morales
El Salmón Contracorriente
El Norte de Europa cuenta con una amplia experiencia en la implementación de monedas locales. La democratización de los servicios sociales, el apoyo a la pequeña y mediana empresa, la lucha contra la exclusión social y el respeto al medio ambiente son cuatro de los ejes a los que la implementación y el desarrollo de monedas sociales está ayudando a fortalecer. Estas son algunas de las experiencias.
Los Gobiernos Locales son un actor fundamental en la vida social, económica y política de las comunidades de toda Europa. Alrededor del 60% de las decisiones que se toman a nivel Europeo tienen un impacto directo en los municipios, provincias y regiones y en torno a un 70% - 80% de las inversiones públicas en Europa son realizadas por las autoridades Locales y Regionales. Estas dos cifras por sí solas son la prueba de la creciente importancia de los Gobiernos Regionales y Locales a nivel europeo, tanto en la economía mundial como en la vida ciudadana.
Los Gobiernos Locales son un actor fundamental en la vida social, económica y política de las comunidades de toda Europa. Alrededor del 60% de las decisiones que se toman a nivel Europeo tienen un impacto directo en los municipios, provincias y regiones y en torno a un 70% - 80% de las inversiones públicas en Europa son realizadas por las autoridades Locales y Regionales. Estas dos cifras por sí solas son la prueba de la creciente importancia de los Gobiernos Regionales y Locales a nivel europeo, tanto en la economía mundial como en la vida ciudadana.
Ejemplos como el Makkie en Holanda, el SoNantes en Francia o el SpiceTime Credit en el Reino Unido o el E-Portemonnee son ejemplos de éxito que nos ayudan a hacernos una idea de cómo las monedas sociales pueden contribuir a dar soluciones a las distintas necesidades de los territorios. "Monedas comunitarias. Oportunidades y retos para los Gobiernos locales" es un informe publicado por el Ayuntamiento de Amsterdam, en él se explica cómo las monedas sociales pueden ayudar a:
La democratización de servicios sociales y la mejora en la asistencia en los mismos
El apoyo a las PYMES
La reducción de la exclusión social y las desigualdades
La reducción del impacto medioambiental y la promoción de conductas más responsables con el medio ambiente
La democratización de los servicios sociales
En años recientes las monedas han sido reconocidas como instrumentos de política pública por parte de los Gobiernos Locales. En la provisión de servicios públicos, las transacciones económicas son cada vez más preponderantes y la ciudadanía cada vez más se relaciona con estos servicios como consumidores que como ciudadanos activos, independientemente de que los servicios sean de ocio, educación o salud. Las monedas comunitarias especialmente diseñadas para esto pueden mudar las dinámicas de estas relaciones cada vez más monetizadas, dotándolas de nuevo de su sentido social.
Introducida en el año 2012 en la zona de Makassarsquare, en la región de Indische Buurt en Holanda, el Makkie es a la vez una moneda basada en tiempo y un sistema de fidelización. Recientemente extendida a una zona más amplia, la moneda está representada por billetes físicos, donde un Makkie equivale a una hora de servicio a la comunidad o de trabajo voluntario. Los Makkies pueden ser canjeados por productos, servicios, actividades de ocio o descuento en las tiendas locales.
El Makkie tiene como finalidad empoderar a los ciudadanos y ciudadanas para tomar parte activa en su comunidad y mejorar el bienestar de los residentes. Las actividades son concebidas y apoyadas por asociaciones de vecinos, instituciones de prestaciones sociales, organizaciones de profesionales y el Gobierno Local en respuesta a las necesidades manifestadas por los vecinos y vecinas e identificadas en investigaciones previas.
El apoyo a las pymes
Un sistema diversificado y orientado a las necesidades de las economías locales y regionales es esencial para una economía nacional sana. Las áreas comerciales que abarcan una rica mezcla de comercios locales, crean economías más resilientes a los cambios externos y más gratificantes, tanto para los residentes como para los visitantes. Cada vez más, estos comercios están satisfaciendo las necesidades de los consumidores relacionadas con las compras online, creando lo que se ha denominado "zonas comerciales virtuales" de comercios independientes, que contrarrestan a las grandes empresas de venta online como pueden ser Amazon o los grandes supermercados.
El SoNantes fue lanzada en abril de 2015, veinticuatro municipios de la región de Nantes se incluyeron en la moneda, pensada como un sistema comercial de crédito mutuo. El esquema es un sistema de tarjeta digital que permite a las PYMES (B2B - comercio a comercio) y a los ciudadanos (B2C- comercio a cliente) intercambiar bienes y servicios.
La moneda tiene como objetivo fortalecer la economía local (regional), implicando tanto a las PYMES como a los ciudadanos individuales. Más específicamente, el SoNantes apoya la economía local mediante el desarrollo del comercio local de bienes y servicios, contribuye a intercambios que sirven a la economía real, fomenta la solidaridad y contribuye al desarrollo sostenible mediante el fortalecimiento de circuitos cortos de comercialización y venta.
La reducción de la exclusión social
La exclusión de ciertos grupos de la vida social debilita las relaciones comunitarias. Las monedas diseñadas especialmente para este fin pueden ser utilizadas para dinamizar el tejido social y asegurar que todos los grupos de personas tengan las mismas posibilidades de implicarse a nivel comunitario.
"La cosa más interesante de los créditos de tiempo Spice es la gran diversidad de opciones que ofrecen. Se pueden utilizar en escuelas, en servicios sociales, fortaleciendo las relaciones comunitarias y fomentando las capacidades de la gente. Pueden funcionar en organizaciones grandes y pequeñas. Permiten realmente mejorar nuestras intervenciones". Claire Mattison, Ayuntamiento de Lancashire.
Spice, está apoyando a doce Autoridades Locales en Inglaterra para conducir y gestionar programas de puntos basado en Tiempo. Los puntos basados en Tiempo se utilizan para la provisión de servicios públicos básicos así como forma de apoyo al voluntariado y al sector comunitario en las localidades de implementación. Por ejemplo, en Haringey en Londres, la Autoridad Local está liderando un esquema de puntos basado en Tiempo que está integrado en los programas de prevención del abuso de alcohol y abuso de sustancias. Los ciudadanos que están en programas de recuperación se les da puntos basados en Tiempo si llevan a cabo voluntariado en proyectos de servicio a la comunidad, por ejemplo una clase de arte para otros usuarios. Los usuarios usan sus puntos para acceder a actividades sociales, de ocio, culturales y otros talleres incluidos en el esquema de intercambio de horas.
Tanto el ganar puntos como el gastarlos mejora la provisión del servicio así como la confianza de los usuarios, su salud, su bienestar y mejora su proceso de recuperación.
El fomento de conductas respetuosas con el medio ambiente
Rediseñar el dinero con objetivos ecológicos en mente, puede direccionar comportamientos y cambios en los patrones de consumo que ahorren energía, reduzcan los desperdicios o promuevan la producción de comida ecológica. Una moneda puede, por ejemplo, funcionar como un sistema de ahorro y recompensa donde los puntos ganados a través de actividades sostenibles medioambientalmente, como por ejemplo cambiar a un proveedor de energía renovable o llevar la basura doméstica al centro de reciclaje, acciones que pueden ser intercambiadas por diversos servicios públicos o por productos sostenibles. Otras monedas pueden movilizar inversiones en energías renovables, ya sea a nivel de hogar, de empresa o estado.
E-Portemonnee (monedero virtual) fue lanzada en el 2005 en la zona de Limburgo, Bélgica. Es un sistema electrónico de ahorro y gratificación. Los ciudadanos pueden ganar puntos realizando actividades ambientales sostenibles como el reciclaje. Pueden gastar sus puntos en productos sostenibles como por ejemplo bombillas de bajo consumo o servicios como la piscina municipal o el transporte público.
E-portemonnee es una herramienta desarrollada por Limburg.net. Limburg.net es la organización de recogida de basuras de la provincia de Limburgo que da servicio a los 44 municipios de la misma. Cada municipio puede elegir usar el e-Portemonnee como herramienta para sus políticas locales. Hay diez municipios que han implementado el E-portemonnee en sus comunidades. El deseo de Limburg.net es que haya más municipios participando activamente y que empiecen a utilizar el E-portemonnee como un instrumento de política ambiental.
Aquí, el informe completo: Gobiernos locales y monedas sociales from Julio Gisbert Quero
Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Monedas-sociales-y-gobiernos
4 ejemplos de cómo pueden las monedas sociales mejorar los gobiernos locales
Genoveva López Morales
El Salmón Contracorriente
El Norte de Europa cuenta con una amplia experiencia en la implementación de monedas locales. La democratización de los servicios sociales, el apoyo a la pequeña y mediana empresa, la lucha contra la exclusión social y el respeto al medio ambiente son cuatro de los ejes a los que la implementación y el desarrollo de monedas sociales está ayudando a fortalecer. Estas son algunas de las experiencias.
Los Gobiernos Locales son un actor fundamental en la vida social, económica y política de las comunidades de toda Europa. Alrededor del 60% de las decisiones que se toman a nivel Europeo tienen un impacto directo en los municipios, provincias y regiones y en torno a un 70% - 80% de las inversiones públicas en Europa son realizadas por las autoridades Locales y Regionales. Estas dos cifras por sí solas son la prueba de la creciente importancia de los Gobiernos Regionales y Locales a nivel europeo, tanto en la economía mundial como en la vida ciudadana.
Los Gobiernos Locales son un actor fundamental en la vida social, económica y política de las comunidades de toda Europa. Alrededor del 60% de las decisiones que se toman a nivel Europeo tienen un impacto directo en los municipios, provincias y regiones y en torno a un 70% - 80% de las inversiones públicas en Europa son realizadas por las autoridades Locales y Regionales. Estas dos cifras por sí solas son la prueba de la creciente importancia de los Gobiernos Regionales y Locales a nivel europeo, tanto en la economía mundial como en la vida ciudadana.
Ejemplos como el Makkie en Holanda, el SoNantes en Francia o el SpiceTime Credit en el Reino Unido o el E-Portemonnee son ejemplos de éxito que nos ayudan a hacernos una idea de cómo las monedas sociales pueden contribuir a dar soluciones a las distintas necesidades de los territorios. "Monedas comunitarias. Oportunidades y retos para los Gobiernos locales" es un informe publicado por el Ayuntamiento de Amsterdam, en él se explica cómo las monedas sociales pueden ayudar a:
La democratización de servicios sociales y la mejora en la asistencia en los mismos
El apoyo a las PYMES
La reducción de la exclusión social y las desigualdades
La reducción del impacto medioambiental y la promoción de conductas más responsables con el medio ambiente
La democratización de los servicios sociales
En años recientes las monedas han sido reconocidas como instrumentos de política pública por parte de los Gobiernos Locales. En la provisión de servicios públicos, las transacciones económicas son cada vez más preponderantes y la ciudadanía cada vez más se relaciona con estos servicios como consumidores que como ciudadanos activos, independientemente de que los servicios sean de ocio, educación o salud. Las monedas comunitarias especialmente diseñadas para esto pueden mudar las dinámicas de estas relaciones cada vez más monetizadas, dotándolas de nuevo de su sentido social.
Introducida en el año 2012 en la zona de Makassarsquare, en la región de Indische Buurt en Holanda, el Makkie es a la vez una moneda basada en tiempo y un sistema de fidelización. Recientemente extendida a una zona más amplia, la moneda está representada por billetes físicos, donde un Makkie equivale a una hora de servicio a la comunidad o de trabajo voluntario. Los Makkies pueden ser canjeados por productos, servicios, actividades de ocio o descuento en las tiendas locales.
El Makkie tiene como finalidad empoderar a los ciudadanos y ciudadanas para tomar parte activa en su comunidad y mejorar el bienestar de los residentes. Las actividades son concebidas y apoyadas por asociaciones de vecinos, instituciones de prestaciones sociales, organizaciones de profesionales y el Gobierno Local en respuesta a las necesidades manifestadas por los vecinos y vecinas e identificadas en investigaciones previas.
El apoyo a las pymes
Un sistema diversificado y orientado a las necesidades de las economías locales y regionales es esencial para una economía nacional sana. Las áreas comerciales que abarcan una rica mezcla de comercios locales, crean economías más resilientes a los cambios externos y más gratificantes, tanto para los residentes como para los visitantes. Cada vez más, estos comercios están satisfaciendo las necesidades de los consumidores relacionadas con las compras online, creando lo que se ha denominado "zonas comerciales virtuales" de comercios independientes, que contrarrestan a las grandes empresas de venta online como pueden ser Amazon o los grandes supermercados.
El SoNantes fue lanzada en abril de 2015, veinticuatro municipios de la región de Nantes se incluyeron en la moneda, pensada como un sistema comercial de crédito mutuo. El esquema es un sistema de tarjeta digital que permite a las PYMES (B2B - comercio a comercio) y a los ciudadanos (B2C- comercio a cliente) intercambiar bienes y servicios.
La moneda tiene como objetivo fortalecer la economía local (regional), implicando tanto a las PYMES como a los ciudadanos individuales. Más específicamente, el SoNantes apoya la economía local mediante el desarrollo del comercio local de bienes y servicios, contribuye a intercambios que sirven a la economía real, fomenta la solidaridad y contribuye al desarrollo sostenible mediante el fortalecimiento de circuitos cortos de comercialización y venta.
La reducción de la exclusión social
La exclusión de ciertos grupos de la vida social debilita las relaciones comunitarias. Las monedas diseñadas especialmente para este fin pueden ser utilizadas para dinamizar el tejido social y asegurar que todos los grupos de personas tengan las mismas posibilidades de implicarse a nivel comunitario.
"La cosa más interesante de los créditos de tiempo Spice es la gran diversidad de opciones que ofrecen. Se pueden utilizar en escuelas, en servicios sociales, fortaleciendo las relaciones comunitarias y fomentando las capacidades de la gente. Pueden funcionar en organizaciones grandes y pequeñas. Permiten realmente mejorar nuestras intervenciones". Claire Mattison, Ayuntamiento de Lancashire.
Spice, está apoyando a doce Autoridades Locales en Inglaterra para conducir y gestionar programas de puntos basado en Tiempo. Los puntos basados en Tiempo se utilizan para la provisión de servicios públicos básicos así como forma de apoyo al voluntariado y al sector comunitario en las localidades de implementación. Por ejemplo, en Haringey en Londres, la Autoridad Local está liderando un esquema de puntos basado en Tiempo que está integrado en los programas de prevención del abuso de alcohol y abuso de sustancias. Los ciudadanos que están en programas de recuperación se les da puntos basados en Tiempo si llevan a cabo voluntariado en proyectos de servicio a la comunidad, por ejemplo una clase de arte para otros usuarios. Los usuarios usan sus puntos para acceder a actividades sociales, de ocio, culturales y otros talleres incluidos en el esquema de intercambio de horas.
Tanto el ganar puntos como el gastarlos mejora la provisión del servicio así como la confianza de los usuarios, su salud, su bienestar y mejora su proceso de recuperación.
El fomento de conductas respetuosas con el medio ambiente
Rediseñar el dinero con objetivos ecológicos en mente, puede direccionar comportamientos y cambios en los patrones de consumo que ahorren energía, reduzcan los desperdicios o promuevan la producción de comida ecológica. Una moneda puede, por ejemplo, funcionar como un sistema de ahorro y recompensa donde los puntos ganados a través de actividades sostenibles medioambientalmente, como por ejemplo cambiar a un proveedor de energía renovable o llevar la basura doméstica al centro de reciclaje, acciones que pueden ser intercambiadas por diversos servicios públicos o por productos sostenibles. Otras monedas pueden movilizar inversiones en energías renovables, ya sea a nivel de hogar, de empresa o estado.
E-Portemonnee (monedero virtual) fue lanzada en el 2005 en la zona de Limburgo, Bélgica. Es un sistema electrónico de ahorro y gratificación. Los ciudadanos pueden ganar puntos realizando actividades ambientales sostenibles como el reciclaje. Pueden gastar sus puntos en productos sostenibles como por ejemplo bombillas de bajo consumo o servicios como la piscina municipal o el transporte público.
E-portemonnee es una herramienta desarrollada por Limburg.net. Limburg.net es la organización de recogida de basuras de la provincia de Limburgo que da servicio a los 44 municipios de la misma. Cada municipio puede elegir usar el e-Portemonnee como herramienta para sus políticas locales. Hay diez municipios que han implementado el E-portemonnee en sus comunidades. El deseo de Limburg.net es que haya más municipios participando activamente y que empiecen a utilizar el E-portemonnee como un instrumento de política ambiental.
Aquí, el informe completo: Gobiernos locales y monedas sociales from Julio Gisbert Quero
Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Monedas-sociales-y-gobiernos
jueves, 22 de octubre de 2015
Doble rasero ¿Recuerdan las campañas contra Cuba del fundador de Reporteros sin Fronteras, hoy alcalde neofascista?
Lo veíamos en televisión. El creador de la ONG Reporteros sin Fronteras, Robert Ménard, aparecía visitando familias sirias refugiadas en la localidad francesa de Béziers, donde es alcalde... por el Frente Nacional de extrema derecha. Y no lo hacía para llevarles ayuda, sino para amenazarles con usar la fuerza si no se marchaban (1). Es curioso que ningún medio recuerde ahora que este neofascista encabezó, durante años, las campañas contra el Gobierno de Cuba porque en la Isla –nos decía- no se permiten los medios de comunicación “independientes” –es decir, propiedad de empresas privadas- (2).
Leemos que un alud de tierra causó la muerte de centenares de personas –la cifra exacta quizá nunca se llegue a saber- en la capital de Guatemala (3). El diario español “El País” nos dice que “solo en las áreas marginales de la capital existen 586 asentamientos (...) de alto riesgo”, y que “la pobreza extrema (que afecta a) más del 60% de sus habitantes los obliga a improvisar míseras chabolas en las laderas de los barrancos”. La culpable es, por tanto, la “pobreza extrema”. Pero ¿y el sistema económico neoliberal que la genera? ¿Se imaginan que esto ocurriera en La Habana, en el peor de sus barrios? (4) ¿No sería prueba –entonces sí- del “fracaso del sistema”?
Leemos en los diarios del grupo español Vocento que “la reportera Hana Mahameed, de la cadena Al-Mayadeen, fue alcanzada por la explosión de una granada aturdidora mientras cubría los choques entre manifestantes y policías israelíes” (5). Y que “continuó con su crónica tras ser herida”. Pero ¿por qué no mencionan quién la disparó, es decir, el ejército de Israel? ¿Y por qué no cuentan que la periodista cubría la persecución de un joven palestino, que fue ejecutado a sangre fría por los militares? (6) Y sobre todo, ¿por qué no nos dicen qué es Al Mayadeen, un canal que planta cara a la visión informativa occidental sobre Palestina, Siria o Irán? (7)
Hace unos días, el líder indígena colombiano José Feliciano Valencia era condenado a 18 años de prisión, pero las protestas de las organizaciones sociales apenas llegaron a los medios internacionales (8). Su delito: la retención durante 14 horas de un militar infiltrado en una marcha indígena. Por contra, la condena de 13 años al opositor venezolano Leopoldo López, por su responsabilidad en 43 muertes, ha impuesto en la opinión pública internacional la idea de que Venezuela es “una dictadura” (9). La razón es obvia: al contrario que José Feliciano Valencia, Leopoldo López es blanco, de familia rica, educado en EEUU y defiende a las transnacionales (10). ¿Alguien dijo que la lucha de clases no tiene relación alguna con la información que recibimos?
Notas:
(1) http://www.clarin.com/mundo/alcalde-ultraderechista-caza-refugiados-Francia_0_1439856191.html
(2) http://www.elmundo.es/elmundo/2003/04/24/internacional/1051201035.html
(3) http://elpais.com/elpais/2015/10/04/actualidad/1443994533_620043.html
(4) http://www.cubainformacion.tv/index.php/cultura/62187-silvio-en-los-65-barrios-jodidosa-de-cuba-en-los-que-he-actuado-aun-no-he-visto-a-un-solo-nino-sin-escuela-zapatos-o-asistencia-medica-isera-esto-titulara
(5) http://www.elcorreo.com/bizkaia/culturas/tv/201510/06/continua-cronica-tras-herida-20151005203945.html
(6) http://www.granma.cu/mundo/2015-10-04/tropas-israelies-hieren-a-periodista-de-al-mayadeen
(7) http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/06/30/entrevista-al-presidente-de-al-mayadeen-ghassan-ben-jeddou-sobre-proyecto-poder/#.VhOq3240Z8E
(8) http://www.noticiascaracol.com/colombia/el-cti-capturo-en-cauca-al-lider-indigena-feliciano-valencia
(9) http://www.semana.com/mundo/articulo/venezuela-leopoldo-lopez-condenado-13-anos-de-prision/442003-3
(10) http://www.telesurtv.net/news/Leopoldo-Lopez-Agente-de-la-CIA-el-golpe-guarimbas-Uribe-y-el-fascismo-20140218-0053.html
Leemos que un alud de tierra causó la muerte de centenares de personas –la cifra exacta quizá nunca se llegue a saber- en la capital de Guatemala (3). El diario español “El País” nos dice que “solo en las áreas marginales de la capital existen 586 asentamientos (...) de alto riesgo”, y que “la pobreza extrema (que afecta a) más del 60% de sus habitantes los obliga a improvisar míseras chabolas en las laderas de los barrancos”. La culpable es, por tanto, la “pobreza extrema”. Pero ¿y el sistema económico neoliberal que la genera? ¿Se imaginan que esto ocurriera en La Habana, en el peor de sus barrios? (4) ¿No sería prueba –entonces sí- del “fracaso del sistema”?
Leemos en los diarios del grupo español Vocento que “la reportera Hana Mahameed, de la cadena Al-Mayadeen, fue alcanzada por la explosión de una granada aturdidora mientras cubría los choques entre manifestantes y policías israelíes” (5). Y que “continuó con su crónica tras ser herida”. Pero ¿por qué no mencionan quién la disparó, es decir, el ejército de Israel? ¿Y por qué no cuentan que la periodista cubría la persecución de un joven palestino, que fue ejecutado a sangre fría por los militares? (6) Y sobre todo, ¿por qué no nos dicen qué es Al Mayadeen, un canal que planta cara a la visión informativa occidental sobre Palestina, Siria o Irán? (7)
Hace unos días, el líder indígena colombiano José Feliciano Valencia era condenado a 18 años de prisión, pero las protestas de las organizaciones sociales apenas llegaron a los medios internacionales (8). Su delito: la retención durante 14 horas de un militar infiltrado en una marcha indígena. Por contra, la condena de 13 años al opositor venezolano Leopoldo López, por su responsabilidad en 43 muertes, ha impuesto en la opinión pública internacional la idea de que Venezuela es “una dictadura” (9). La razón es obvia: al contrario que José Feliciano Valencia, Leopoldo López es blanco, de familia rica, educado en EEUU y defiende a las transnacionales (10). ¿Alguien dijo que la lucha de clases no tiene relación alguna con la información que recibimos?
Notas:
(1) http://www.clarin.com/mundo/alcalde-ultraderechista-caza-refugiados-Francia_0_1439856191.html
(2) http://www.elmundo.es/elmundo/2003/04/24/internacional/1051201035.html
(3) http://elpais.com/elpais/2015/10/04/actualidad/1443994533_620043.html
(4) http://www.cubainformacion.tv/index.php/cultura/62187-silvio-en-los-65-barrios-jodidosa-de-cuba-en-los-que-he-actuado-aun-no-he-visto-a-un-solo-nino-sin-escuela-zapatos-o-asistencia-medica-isera-esto-titulara
(5) http://www.elcorreo.com/bizkaia/culturas/tv/201510/06/continua-cronica-tras-herida-20151005203945.html
(6) http://www.granma.cu/mundo/2015-10-04/tropas-israelies-hieren-a-periodista-de-al-mayadeen
(7) http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/06/30/entrevista-al-presidente-de-al-mayadeen-ghassan-ben-jeddou-sobre-proyecto-poder/#.VhOq3240Z8E
(8) http://www.noticiascaracol.com/colombia/el-cti-capturo-en-cauca-al-lider-indigena-feliciano-valencia
(9) http://www.semana.com/mundo/articulo/venezuela-leopoldo-lopez-condenado-13-anos-de-prision/442003-3
(10) http://www.telesurtv.net/news/Leopoldo-Lopez-Agente-de-la-CIA-el-golpe-guarimbas-Uribe-y-el-fascismo-20140218-0053.html
martes, 20 de octubre de 2015
6 motivos (científicos) por los que es bueno leer
Leer es divertido y fácil. Los libros educan, dan tema de conversación, proporcionan compañía y son baratos, incluso gratis, si recurres a una biblioteca o al proyecto Gutenberg. Pero, además de todo eso, leer es bueno para tu cerebro. Te hace más listo, te relaja, incluso te ayuda a ser mejor persona. En serio. Pero eso no son motivos para leer. Sólo son efectos secundarios. Aquí van seis de ellos.
1. Una escuela de empatía. La lectura es tecnología para acceder a otros puntos de vista, como escribe Steven Pinker en, Los ángeles que llevamos dentro. Leer nos permite acceder a “mundos que sólo pueden ser vistos a través de los ojos de un extranjero, de un explorador o de un historiador”, lo que puede llevarnos a que una norma que no nos cuestionamos (“así es como se hace”) pase a ser una observación explícita (“así es como nosotros lo hacemos”), susceptible de replantearse (“¿no podríamos hacerlo de otra forma?”).
proyecto Gutenberg
Esto es especialmente válido para la ficción, que nos permite acceder a la forma en la que piensan y sienten personas muy diferentes. En opinión de Giovani Frazzetto, autor de Cómo sentimos, leer la historia de diferentes personas nos ayuda a comprender los sentimientos y pensamientos ajenos, sin que sea tan importante que esas personas sean reales o imaginarias.
Tal y como publicaba el New York Times, citando varios estudios, “hay un solapamiento sustancial en las redes del cerebro que se usan para entender historias y las redes usadas para interactuar con otros individuos, en particular, las interacciones en las que intentamos entender los pensamientos y sentimientos de los demás”. Y añade: “Los individuos que leen ficción a menudo parecen mejores a la hora de entender a otra gente, empatizar con ellos y ver el mundo desde su perspectiva”.
“Transferir la experiencia de leer ficción en situaciones del mundo real es un salto natural, según explica en The Guardian David Comer Kidd, coautor de un estudio que también relaciona lectura y empatía: “Usamos los mismos procesos psicológicos para entender la ficción y las situaciones reales. La ficción no es sólo un simulador de experiencias sociales, sino que es una experiencia social”.
2. Gimnasia cerebral. La lectura mantiene el cerebro en forma; de hecho, toda actividad mental estimulante, como el ajedrez o los crucigramas, ayuda a que nuestra mente aguante con salud durante décadas. Leer incluso podría ayudar a prevenir el alzheimer.
Durante la lectura hay “un incremento sustancial e inesperado en el flujo sanguíneo en el cerebro, más allá de las áreas responsables de la ‘función ejecutiva’, las normalmente asociadas con prestar atención a una tarea”, explica Natalie Phillips, responsable de una investigación de resonancia magnéticas a gente que estaba leyendo. “Prestar atención a textos literarios requiere la coordinación de múltiples funciones cognitivas complejas”. Eso sí, se trata de lectura atenta y reposada. Este tipo de lectura facilita el pensamiento analítico y crítico, tal y como recuerda Mayanne Wolf, y también nos ayuda a concentrarnos y a centrarnos en un tema y no en veinte a la vez.
3. Es muy positivo que la gimnasia comience lo antes posible. Según la neurocientífica Susan Greenfield, la lectura ayuda a ampliar la capacidad de atención de los niños, ya que “las historias tienen un comienzo, un desarrollo y un final", es decir, "una estructura que empuja a nuestros cerebros a pensar de forma secuencial, y a enlazar causa, efecto y significado".
Comenzar a leer de niños (y hacerlo mucho) ayuda a desarrollar la comprensión lectora, a ampliar el vocabulario y está relacionado con un mayor conocimiento tanto académico como práctico en los siguientes años, según varios estudios de Anne E. Cunningham, de la Universidad de Berkeley, y Keith Stanovich, de la Universidad de Toronto.
Otro estudio del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati (Ohio) apunta que los niños de entre 3 y 5 años a quienes se lee cuentos también muestran mayor actividad cerebral en las imágenes de resonancia magnética. No sólo en las áreas que dan significado al lenguaje sino también en las que son importantes para la visualización, probablemente porque se imaginan la historia. El responsable del estudio recomienda leer cuentos a los niños con regularidad y además conversar con ellos sobre las historias.
Es positivo que esta actividad se mantenga también durante la adolescencia, ya que es una etapa en la que necesitamos una experiencia rica en emociones: las reacciones emocionales son más intensas y tenemos más capacidad de aprendizaje que de niños o de adultos. Además, la literatura ayuda a forjar nuestra identidad, ya que altera nuestras conexiones mentales y crea nuevas ideas y formas de pensar.
4. Relaja. Uno de los efectos positivos que tiene agarrar un libro y no soltarlo durante un buen rato es que es un buen ejercicio de relajación. De hecho, y según un estudio de la universidad de Sussex, leer relaja más que escuchar música, dar un paseo, tomarse una taza de té o los videojuegos.
Así, es normal que la lectura nos ayude a dormir. Siempre que no usemos un dispositivo retroiluminado, como una tablet.
5. No hay diferencia con los libros electrónicos. Casi. Los e-books son exactamente igual que los físicos. Excepto por el pequeño detalle de que no son físicos. Parece algo obvio y que no tiene importancia, ya que lo que leemos son las palabras y no el papel, pero tiene sus implicaciones, especialmente a la hora de estudiar: leer en un e-book es como leer de una página infinita y nos resulta más difícil recordar lo que hemos leído si no tenemos referentes como la posición del texto en la página o si estaba en la página izquierda o derecha, por ejemplo. Cuantas más asociaciones de este tipo podamos hacer, más fácil resultará memorizar un texto, tal y como recoge Time. Y por eso agradecemos que el lector de libros electrónicos nos dé toda la información que pueda, como el número de página o incluso el porcentaje leído. Nos ayuda a orientarnos.
Aparte de este detalle, no hay por qué tenerle manía al libro electrónico: sólo tardamos siete días en adaptarnos a su uso, tardamos siete días en adaptarnos a su uso, como a cualquier otra tecnología.
6. Leer es sexy. Esta frase no es sólo una excusa para publicar fotos de gente guapa fotos de gente guapa que tiene un libro entre las manos casi por casualidad. Tiene base científica: por un lado, leer aumenta la inteligencia, como explica en The Guardian Dan Hurley, autor de Smarter: The New Science of Building Brain. Leer incrementa nuestra capacidad de comprensión, de solucionar problemas y de detectar patrones. También mejora la inteligencia emocional (incluyendo la ya mencionada empatía). Por otro lado, la inteligencia es un atributo que deseamos en nuestras parejas. Según el psicólogo evolutivo Geoffrey Miller, autor de un estudio al respecto: “Rasgos como el lenguaje, el humor y la inteligencia han evolucionado en ambos sexos porque son sexualmente atractivos”.
En conclusión, leer es sexualmente atractivo. No sé qué más queréis.
http://verne.elpais.com/verne/2015/05/05/articulo/1430838359_183888.html
Bibliotecas online, libros gratuitos para consultar y descargar
Disponer de una buena y amplia biblioteca siempre ha sido el sueño de cualquier docente. Hoy en día podemos decir que Internet se ha convertido en esa biblioteca soñada. Son numerosos los sitios webs que nos ofrecen millones de libros y documentos gratis con opción a poderlos descargar fácil y legalmente en nuestro ordenador o libro electrónico.
El proyecto Gutenberg fue uno de los pioneros, pero tras él surgieron otros sitios web, muchos de ellos en español, con los que obtener obras interesantes con tan solo hacer un par de clicks.
La Biblioteca Miguel de Cervantes, Librodot, Bibliotecas virtuales, Biblioteca digital mundial, Ciberoteca, o La Biblio son algunas de las más conocidas y frecuentadas por los lectores de lengua española. Wikisource, Europeana, Google Books e incluso Amazon, también son fuentes de las que obtener libros electrónicos gratuitos y en múltiples idiomas, si bien algunas requieren registrarse.
Es interesante recordar que a veces nos veremos en la necesidad de convertir el formato de los archivos bajados en otros compatibles con nuestros dispositivos. El programa Calibre es uno de los más completos, pero también se puede utilizar un conversor de formato online como book.online-convert.com/es que creará un nuevo archivo listo para ser utilizado.
http://www.profesoresenlanube.com/2015/01/bibliotecas-online-libros-gratuitos.html
1. Una escuela de empatía. La lectura es tecnología para acceder a otros puntos de vista, como escribe Steven Pinker en, Los ángeles que llevamos dentro. Leer nos permite acceder a “mundos que sólo pueden ser vistos a través de los ojos de un extranjero, de un explorador o de un historiador”, lo que puede llevarnos a que una norma que no nos cuestionamos (“así es como se hace”) pase a ser una observación explícita (“así es como nosotros lo hacemos”), susceptible de replantearse (“¿no podríamos hacerlo de otra forma?”).
proyecto Gutenberg
Esto es especialmente válido para la ficción, que nos permite acceder a la forma en la que piensan y sienten personas muy diferentes. En opinión de Giovani Frazzetto, autor de Cómo sentimos, leer la historia de diferentes personas nos ayuda a comprender los sentimientos y pensamientos ajenos, sin que sea tan importante que esas personas sean reales o imaginarias.
Tal y como publicaba el New York Times, citando varios estudios, “hay un solapamiento sustancial en las redes del cerebro que se usan para entender historias y las redes usadas para interactuar con otros individuos, en particular, las interacciones en las que intentamos entender los pensamientos y sentimientos de los demás”. Y añade: “Los individuos que leen ficción a menudo parecen mejores a la hora de entender a otra gente, empatizar con ellos y ver el mundo desde su perspectiva”.
“Transferir la experiencia de leer ficción en situaciones del mundo real es un salto natural, según explica en The Guardian David Comer Kidd, coautor de un estudio que también relaciona lectura y empatía: “Usamos los mismos procesos psicológicos para entender la ficción y las situaciones reales. La ficción no es sólo un simulador de experiencias sociales, sino que es una experiencia social”.
2. Gimnasia cerebral. La lectura mantiene el cerebro en forma; de hecho, toda actividad mental estimulante, como el ajedrez o los crucigramas, ayuda a que nuestra mente aguante con salud durante décadas. Leer incluso podría ayudar a prevenir el alzheimer.
Durante la lectura hay “un incremento sustancial e inesperado en el flujo sanguíneo en el cerebro, más allá de las áreas responsables de la ‘función ejecutiva’, las normalmente asociadas con prestar atención a una tarea”, explica Natalie Phillips, responsable de una investigación de resonancia magnéticas a gente que estaba leyendo. “Prestar atención a textos literarios requiere la coordinación de múltiples funciones cognitivas complejas”. Eso sí, se trata de lectura atenta y reposada. Este tipo de lectura facilita el pensamiento analítico y crítico, tal y como recuerda Mayanne Wolf, y también nos ayuda a concentrarnos y a centrarnos en un tema y no en veinte a la vez.
3. Es muy positivo que la gimnasia comience lo antes posible. Según la neurocientífica Susan Greenfield, la lectura ayuda a ampliar la capacidad de atención de los niños, ya que “las historias tienen un comienzo, un desarrollo y un final", es decir, "una estructura que empuja a nuestros cerebros a pensar de forma secuencial, y a enlazar causa, efecto y significado".
Comenzar a leer de niños (y hacerlo mucho) ayuda a desarrollar la comprensión lectora, a ampliar el vocabulario y está relacionado con un mayor conocimiento tanto académico como práctico en los siguientes años, según varios estudios de Anne E. Cunningham, de la Universidad de Berkeley, y Keith Stanovich, de la Universidad de Toronto.
Otro estudio del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati (Ohio) apunta que los niños de entre 3 y 5 años a quienes se lee cuentos también muestran mayor actividad cerebral en las imágenes de resonancia magnética. No sólo en las áreas que dan significado al lenguaje sino también en las que son importantes para la visualización, probablemente porque se imaginan la historia. El responsable del estudio recomienda leer cuentos a los niños con regularidad y además conversar con ellos sobre las historias.
Es positivo que esta actividad se mantenga también durante la adolescencia, ya que es una etapa en la que necesitamos una experiencia rica en emociones: las reacciones emocionales son más intensas y tenemos más capacidad de aprendizaje que de niños o de adultos. Además, la literatura ayuda a forjar nuestra identidad, ya que altera nuestras conexiones mentales y crea nuevas ideas y formas de pensar.
4. Relaja. Uno de los efectos positivos que tiene agarrar un libro y no soltarlo durante un buen rato es que es un buen ejercicio de relajación. De hecho, y según un estudio de la universidad de Sussex, leer relaja más que escuchar música, dar un paseo, tomarse una taza de té o los videojuegos.
Así, es normal que la lectura nos ayude a dormir. Siempre que no usemos un dispositivo retroiluminado, como una tablet.
5. No hay diferencia con los libros electrónicos. Casi. Los e-books son exactamente igual que los físicos. Excepto por el pequeño detalle de que no son físicos. Parece algo obvio y que no tiene importancia, ya que lo que leemos son las palabras y no el papel, pero tiene sus implicaciones, especialmente a la hora de estudiar: leer en un e-book es como leer de una página infinita y nos resulta más difícil recordar lo que hemos leído si no tenemos referentes como la posición del texto en la página o si estaba en la página izquierda o derecha, por ejemplo. Cuantas más asociaciones de este tipo podamos hacer, más fácil resultará memorizar un texto, tal y como recoge Time. Y por eso agradecemos que el lector de libros electrónicos nos dé toda la información que pueda, como el número de página o incluso el porcentaje leído. Nos ayuda a orientarnos.
Aparte de este detalle, no hay por qué tenerle manía al libro electrónico: sólo tardamos siete días en adaptarnos a su uso, tardamos siete días en adaptarnos a su uso, como a cualquier otra tecnología.
6. Leer es sexy. Esta frase no es sólo una excusa para publicar fotos de gente guapa fotos de gente guapa que tiene un libro entre las manos casi por casualidad. Tiene base científica: por un lado, leer aumenta la inteligencia, como explica en The Guardian Dan Hurley, autor de Smarter: The New Science of Building Brain. Leer incrementa nuestra capacidad de comprensión, de solucionar problemas y de detectar patrones. También mejora la inteligencia emocional (incluyendo la ya mencionada empatía). Por otro lado, la inteligencia es un atributo que deseamos en nuestras parejas. Según el psicólogo evolutivo Geoffrey Miller, autor de un estudio al respecto: “Rasgos como el lenguaje, el humor y la inteligencia han evolucionado en ambos sexos porque son sexualmente atractivos”.
En conclusión, leer es sexualmente atractivo. No sé qué más queréis.
http://verne.elpais.com/verne/2015/05/05/articulo/1430838359_183888.html
Bibliotecas online, libros gratuitos para consultar y descargar
Disponer de una buena y amplia biblioteca siempre ha sido el sueño de cualquier docente. Hoy en día podemos decir que Internet se ha convertido en esa biblioteca soñada. Son numerosos los sitios webs que nos ofrecen millones de libros y documentos gratis con opción a poderlos descargar fácil y legalmente en nuestro ordenador o libro electrónico.
El proyecto Gutenberg fue uno de los pioneros, pero tras él surgieron otros sitios web, muchos de ellos en español, con los que obtener obras interesantes con tan solo hacer un par de clicks.
La Biblioteca Miguel de Cervantes, Librodot, Bibliotecas virtuales, Biblioteca digital mundial, Ciberoteca, o La Biblio son algunas de las más conocidas y frecuentadas por los lectores de lengua española. Wikisource, Europeana, Google Books e incluso Amazon, también son fuentes de las que obtener libros electrónicos gratuitos y en múltiples idiomas, si bien algunas requieren registrarse.
Es interesante recordar que a veces nos veremos en la necesidad de convertir el formato de los archivos bajados en otros compatibles con nuestros dispositivos. El programa Calibre es uno de los más completos, pero también se puede utilizar un conversor de formato online como book.online-convert.com/es que creará un nuevo archivo listo para ser utilizado.
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lunes, 19 de octubre de 2015
El lamentable vicio de robar el trabajo ajeno. Una escritora española, en una novela premiada, y la ministra de Defensa alemana, en su tesis doctoral, han sido acusadas de plagio.
Martin Heidingsfelder es el caballero alemán que se ha empeñado en descubrir a todo aquel que se haya aprovechado del trabajo ajeno para triunfar en el mundo académico y conquistar con sus títulos puestos de relumbrón. Acaba de acusar a la actual ministra de Defensa de su país, Ursula von der Leyen, de copiar ideas y citas de otras personas en la tesis que la convirtió en 1991 en doctora en Medicina por la Universidad de Hannover. Antes había denunciado los plagios que introdujeron en sus tesis doctorales otras figuras de relevancia social, como Veronica Sass —la hija del excandidato a canciller Edmund Stoiber—, o la exministra de Educación Annette Schavan. Su trabajo de sabueso fue en esos casos tan fino que ambas terminaron renunciando a sus títulos. También pilló apropiaciones indebidas en las tesis del Franz Walter Steinmeier, el ministro de Exteriores, y de Norbert Lammert, presidente del Bundestag, pero sus denuncias, según cuenta, no llegaron “en una época apropiada”.
El concepto “corta y pega” se ha impuesto en la época de las nuevas tecnologías. Nada resulta hoy más fácil que husmear en los inmensos cajones disponibles en el universo digital, tomar prestado lo que haga falta y ponerlo en otro sitio; eso sí, como si fuera cosa propia. Copian los alumnos, los profesores, los políticos, los periodistas: copia, en fin, quien necesita pasar por más listo de lo que es.
Sea cual fuere el método utilizado para “inspirarse” en sus tesis doctorales —el “corta y pega” o los servicios de un escribano, el llamado negro por estos pagos—, en Alemania los ojos de Martin Heidingsfelder no dejan pasar una. En España, en cambio, no han existido muchos escándalos de semejante calibre en asuntos académicos: no se sabe si porque aquí se impone la decencia o porque, en el fondo, a nadie le importa un rábano que las altas autoridades presuman de sus saberes.
Donde sí ha habido plagios sonados ha sido en el mundo de la literatura. Amén de otros nombres célebres, el caso más llamativo es el del Premio Nobel Camilo José Cela: se le acusa de que La cruz de San Andrés tiene muchos parecidos con una novela de Carmen Formoso, Carmen, Carmela, Carmiña. La causa sigue abierta.
Ahora le ha tocado el turno a Reyes Monforte, que ganó con Una pasión rusa el último Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio. Cuenta ahí la relación de Serguéi Prokófiev con la cantante Lina Codina. Valentina Chemberdjí, que publicó un libro sobre esta mujer que terminó en el gulag, y un nieto del compositor han encontrado notables coincidencias entre aquel texto y la novela premiada. Habrá que ver dónde para la cosa y qué hay de cierto en las denuncias. El caso es que nadie inventa de la nada y que, ya sea en una tesis doctoral o en una novela, siempre hay deudas con trabajos anteriores. Si no se reconocen, y se hacen explícitos, siempre habrá minuciosos investigadores, como Martin Heidingsfelder, que descubran el embrollo.
http://elpais.com/elpais/2015/10/01/opinion/1443726897_752313.html
El concepto “corta y pega” se ha impuesto en la época de las nuevas tecnologías. Nada resulta hoy más fácil que husmear en los inmensos cajones disponibles en el universo digital, tomar prestado lo que haga falta y ponerlo en otro sitio; eso sí, como si fuera cosa propia. Copian los alumnos, los profesores, los políticos, los periodistas: copia, en fin, quien necesita pasar por más listo de lo que es.
Sea cual fuere el método utilizado para “inspirarse” en sus tesis doctorales —el “corta y pega” o los servicios de un escribano, el llamado negro por estos pagos—, en Alemania los ojos de Martin Heidingsfelder no dejan pasar una. En España, en cambio, no han existido muchos escándalos de semejante calibre en asuntos académicos: no se sabe si porque aquí se impone la decencia o porque, en el fondo, a nadie le importa un rábano que las altas autoridades presuman de sus saberes.
Donde sí ha habido plagios sonados ha sido en el mundo de la literatura. Amén de otros nombres célebres, el caso más llamativo es el del Premio Nobel Camilo José Cela: se le acusa de que La cruz de San Andrés tiene muchos parecidos con una novela de Carmen Formoso, Carmen, Carmela, Carmiña. La causa sigue abierta.
Ahora le ha tocado el turno a Reyes Monforte, que ganó con Una pasión rusa el último Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio. Cuenta ahí la relación de Serguéi Prokófiev con la cantante Lina Codina. Valentina Chemberdjí, que publicó un libro sobre esta mujer que terminó en el gulag, y un nieto del compositor han encontrado notables coincidencias entre aquel texto y la novela premiada. Habrá que ver dónde para la cosa y qué hay de cierto en las denuncias. El caso es que nadie inventa de la nada y que, ya sea en una tesis doctoral o en una novela, siempre hay deudas con trabajos anteriores. Si no se reconocen, y se hacen explícitos, siempre habrá minuciosos investigadores, como Martin Heidingsfelder, que descubran el embrollo.
http://elpais.com/elpais/2015/10/01/opinion/1443726897_752313.html
domingo, 18 de octubre de 2015
“Mis compatriotas saben que Estados Unidos no es transparente”. Oliver Stone da una clase magistral sobre sus motivaciones en la política y en el cine
Con los años, Oliver Stone (Nueva York, 1946) ha dulcificado sus formas pero no su lengua. Si el viernes, en su intenso fin de semana mediterráneo, dijo en Mallorca que “el señor Aznar fue el perrito faldero de Bush”, esta noche, en Sitges, no dejó de apuntar el “pasado sangriento e imperialista” de su país. En el certamen, donde recibió el Gran Premio Honorífico, insistió en hablar de su libro La historia silenciada de Estados Unidos (La Esfera de los libros), la versión literaria de la serie documental de televisión La historia no contada de Estados Unidos, ambos realizados junto al profesor de la American University Peter Kuznick. “Eso sí que era una historia de miedo, mi mejor trabajo en el documental y en el terror”.
Dado el marco en donde impartía la clase magistral, el cineasta empezó hablando de su pasión por el cine japonés y el coreano de terror extremo y por su implicación en la producción de alguna película asiática, antes de centrarse en sus temas habituales, como Alejandro Magno, película de la que ha realizado tres montajes, y que es su favorita. “En su estreno no pude entregar la película que quise. En 2014, edité en DVD y Blu-ray el montaje definitivo de tres horas y cuarenta minutos, un tiempo necesario para hablar de un personaje complejo y original”.
Stone ahondó mucho más en los elementos necesarios para escribir un buen guion y dirigir una gran película. “No hay una fórmula que pueda recomendarte. Pero necesitas una visión, mucha imaginación y algo que te inspire. En mi caso, mucha de esa inspiración nace del asesinato de John Fitzgerald Kennedy porque marcó mi infancia y cambió radicalmente el rumbo de Estados Unidos. El guion de El precio del poder, por ejemplo, se basa en mi intención por investigar en la avaricia y el poder en EE UU. En Salvajes me interesaba hablar de la negociación más que del narcotráfico”. Y a continuación reconoció lo que realmente le mueve: “El desafío. Cuando alguien me dice no, yo me crezco”.
Un discurso parecido defendió cuando indagó en sus filmes sobre personajes históricos. “Yo no hago biopics, sino que intento definir los momentos que han motivado sus vidas: Nixon iba de las inseguridades de un presidente espantado de sus propios demonios interiores, procedentes de su infancia… Bueno, al menos Nixon poseía tenía tres dimensiones, porque George W. Bush es plano. Por las mañanas, este se mira al espejo y le encanta lo que ve, sin ir más lejos. Y eso también es fascinante”. Preguntado por JFK, Stone reconoció que fue un éxito enorme. “Entusiasmó. Con ella se cambiaron leyes, yo mismo intervine en el Congreso. Cambió la sociedad y dejó como legado que hoy mis compatriotas saben que América no es transparente”.
En cuanto al recorrido que la serie de televisión y el libro trazan sobre el imperialismo estadounidense, Stone explicó por ejemplo cómo, tras apoyar a Filipinas en 1898 contra España, Estados Unidos conquistó el país. “Y fue una guerra mucho más sangrienta que contra España, fue el Vietnam de la época”. Tampoco ahorró calificativos despreciativos contra Eisenhower y su visita a la España de Franco: “Ike era un ignorante y no sabía nada de la Guerra Civil española ni del régimen franquista”.
Ahora, Stone está rematando Snowden, su visión cinematográfica de la vida de Edward Snowden, exanalista de la CIA. “He vuelto a trabajar con material delicado. ¿Que si tengo miedo? Alguna vez sí he pensado en que me podían hacer algo las agencias gubernamentales. Hay días en los que te sientes nervioso, desde luego”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/11/actualidad/1444591152_822021.html
Dado el marco en donde impartía la clase magistral, el cineasta empezó hablando de su pasión por el cine japonés y el coreano de terror extremo y por su implicación en la producción de alguna película asiática, antes de centrarse en sus temas habituales, como Alejandro Magno, película de la que ha realizado tres montajes, y que es su favorita. “En su estreno no pude entregar la película que quise. En 2014, edité en DVD y Blu-ray el montaje definitivo de tres horas y cuarenta minutos, un tiempo necesario para hablar de un personaje complejo y original”.
Stone ahondó mucho más en los elementos necesarios para escribir un buen guion y dirigir una gran película. “No hay una fórmula que pueda recomendarte. Pero necesitas una visión, mucha imaginación y algo que te inspire. En mi caso, mucha de esa inspiración nace del asesinato de John Fitzgerald Kennedy porque marcó mi infancia y cambió radicalmente el rumbo de Estados Unidos. El guion de El precio del poder, por ejemplo, se basa en mi intención por investigar en la avaricia y el poder en EE UU. En Salvajes me interesaba hablar de la negociación más que del narcotráfico”. Y a continuación reconoció lo que realmente le mueve: “El desafío. Cuando alguien me dice no, yo me crezco”.
Un discurso parecido defendió cuando indagó en sus filmes sobre personajes históricos. “Yo no hago biopics, sino que intento definir los momentos que han motivado sus vidas: Nixon iba de las inseguridades de un presidente espantado de sus propios demonios interiores, procedentes de su infancia… Bueno, al menos Nixon poseía tenía tres dimensiones, porque George W. Bush es plano. Por las mañanas, este se mira al espejo y le encanta lo que ve, sin ir más lejos. Y eso también es fascinante”. Preguntado por JFK, Stone reconoció que fue un éxito enorme. “Entusiasmó. Con ella se cambiaron leyes, yo mismo intervine en el Congreso. Cambió la sociedad y dejó como legado que hoy mis compatriotas saben que América no es transparente”.
En cuanto al recorrido que la serie de televisión y el libro trazan sobre el imperialismo estadounidense, Stone explicó por ejemplo cómo, tras apoyar a Filipinas en 1898 contra España, Estados Unidos conquistó el país. “Y fue una guerra mucho más sangrienta que contra España, fue el Vietnam de la época”. Tampoco ahorró calificativos despreciativos contra Eisenhower y su visita a la España de Franco: “Ike era un ignorante y no sabía nada de la Guerra Civil española ni del régimen franquista”.
Ahora, Stone está rematando Snowden, su visión cinematográfica de la vida de Edward Snowden, exanalista de la CIA. “He vuelto a trabajar con material delicado. ¿Que si tengo miedo? Alguna vez sí he pensado en que me podían hacer algo las agencias gubernamentales. Hay días en los que te sientes nervioso, desde luego”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/11/actualidad/1444591152_822021.html
sábado, 17 de octubre de 2015
Las lecciones del Holocausto. Un nuevo y provocador ensayo, 'Tierra negra', reexamina la barbarie de la II Guerra Mundial y establece paralelismos con la actual amenaza climática
Describir a Hitler como un antisemita o un racista antieslavo es subestimar el potencial de las ideas nazis: no eran prejuicios extremistas por casualidad, sino más bien emanaciones de una cosmovisión coherente que contenía el potencial para cambiar el mundo. Su refundición de la política y la ciencia le permitía plantear los problemas políticos como si fuesen científicos y los científicos, como políticos. De ese modo se situaba en el centro del círculo e interpretaba todos los datos en función de su proyecto de un mundo perfecto de derramamiento de sangre racial que sólo se veía corrompido por la influencia humanizadora de los judíos. Mediante la presentación de los judíos como un defecto ecológico responsable de la discordia en el planeta, Hitler canalizó las tensiones inevitables de la globalización. La única ecología sensata consistía en eliminar a un enemigo político; la única política sensata consistía en purificar la Tierra.
Si Hitler no hubiese iniciado la guerra mundial que lo empujó a su propio suicidio, habría vivido para ver el día en el que el problema de Europa no fuese la escasez de alimentos, sino los excedentes. La ciencia ha proporcionado alimentos con tanta rapidez y en tanta abundancia que las ideas hitlerianas sobre la lucha perdieron buena parte de su resonancia.
En 1989, unos cien años después del nacimiento de Hitler, los precios mundiales de los alimentos eran la mitad que en 1939 —cuando él inició la II Guerra Mundial—, a pesar del enorme incremento de la población mundial y, por lo tanto, de la demanda.
La idea del auxilio nos parece cercana; la ideología del asesinato, lejana. El pánico ecológico, la destrucción del Estado, el racismo colonial y el antisemitismo global pueden resultar exóticos. La mayoría de las personas en Europa y Norteamérica viven en Estados funcionales donde se dan por descontados los elementos básicos de soberanía que preservaron las vidas de los judíos y de otras personas durante la guerra: la política exterior, la ciudadanía y la burocracia. Después de dos generaciones, la revolución verde [término que refleja el importante incremento de la productividad agrícola entre 1940 y 1970] ha eliminado el miedo al hambre de las emociones de los votantes y de los discursos de los políticos. Expresar abiertamente ideas antisemitas es un tabú en gran parte de Occidente. Alejados del nacionalsocialismo por el tiempo y la fortuna, nos es fácil rechazar las ideas nazis sin contemplar cómo funcionaron. Nuestra mala memoria nos convence de que somos diferentes de los nazis al ocultar los aspectos en que somos iguales.
Después de que la lucha de Hitler por el Lebensraum [espacio vital] fracasara con la derrota final alemana en 1945, la revolución verde satisfizo la demanda en Europa y en gran parte del mundo, proporcionando no sólo los alimentos necesarios para la mera supervivencia física, sino una sensación de seguridad y unas expectativas de plenitud. Sin embargo, ninguna solución científica es eterna; la decisión política de apoyar a la ciencia permite ganar tiempo, pero no garantiza que las decisiones futuras sean las buenas. Es posible que nos estemos aproximando a otro momento decisivo, de algún modo similar al que los alemanes afrontaron en los años treinta.
Es posible volver a ver a los judíos como una amenaza; también a los musulmanes y a los homosexuales. Puede que la revolución verde, quizás el adelanto que más distingue a nuestro mundo del de Hitler, se esté acercando a su techo. Esto se debe no tanto a que haya demasiadas personas en la Tierra como a que un número cada vez mayor de sus habitantes exigen provisiones de alimentos cada vez mayores y con más garantías. La producción mundial de cereales por cápita alcanzó su nivel máximo en la década de 1980. En 2003, China, el país más poblado del mundo, se convirtió en importador neto de cereales. En el siglo XXI, las reservas mundiales de cereales jamás han sobrepasado unos cuantos meses de suministro. Durante el caluroso verano y las sequías de 2008, los incendios en los campos de cultivo obligaron a los principales proveedores de alimentos a interrumpir totalmente las exportaciones, y se produjeron motines populares en Bolivia, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Haití, Indonesia, Mauritania, Mozambique, Senegal, Uzbekistán y Yemen. En 2010, los precios de los productos agrícolas se volvieron a disparar, lo que ocasionó protestas, revueltas, limpiezas étnicas y la revolución en Oriente Próximo.
Aunque no es probable que en el mundo se agoten los alimentos por completo, sí es posible que las sociedades más ricas vuelvan a preocuparse por las provisiones futuras. Sus élites podrían verse de nuevo frente a decisiones sobre cómo definir la relación entre la política y la ciencia. Como Hitler demostró, la fusión de las dos abre una vía a una ideología que puede parecer explicar y resolver la sensación de pánico.
En un contexto de masacres similar al Holocausto, puede que los líderes de un país desarrollado se dejasen llevar o indujesen el pánico ante una escasez futura y actuasen de forma preventiva, señalando a un grupo humano como fuente del problema ecológico y destruyendo otros Estados deliberada o accidentalmente. No hace falta ningún argumento convincente para que se considere una cuestión de vida o muerte, tal y como muestra el ejemplo nazi, tan sólo una convicción momentánea de que una acción drástica es necesaria para conservar un estilo de vida.
Parece razonable preocuparse por el hecho de que el segundo significado del término Lebensraum, que concibe el territorio de otras personas como hábitat, siga latente. En gran parte del planeta, el sentido predominante del tiempo se parece cada vez más, en algunos aspectos, al catastrofismo de la época de Hitler. Durante la segunda mitad del siglo XX —las décadas de la revolución verde—, el futuro se dibujaba como un regalo que pronto recibiríamos. Las dos ideologías enfrentadas, el capitalismo y el comunismo, prometían una recompensa próxima y aceptaban el futuro como su terreno de competición. En los planes de las agencias gubernamentales, en los argumentos de las novelas y en los dibujos de los niños se preveía un futuro halagüeño, pero esta sensibilidad parece haber desaparecido. En la cultura de élite, el futuro ahora se aferra a nosotros y viene cargado de complicaciones y crisis, repleto de dilemas y decepciones. En los medios de comunicación vernáculos —cine, videojuegos y novelas gráficas— el futuro se presenta como poscatastrófico: la naturaleza se venga de forma que la política convencional resulta irrelevante y reduce la sociedad a la lucha y la búsqueda de auxilio, la superficie terrestre se vuelve indómita; los humanos, salvajes, y cualquier cosa puede ocurrir.
El planeta está cambiando de tal forma que las descripciones hitlerianas de vida, espacio y tiempo podrían parecer más verosímiles. El aumento de cuatro grados previsto este siglo para las temperaturas medias globales podría transformar la vida humana en gran parte del planeta. El cambio climático es impredecible, lo que exacerba el problema. Las tendencias actuales pueden inducir a error, ya que habría que tener en cuenta los efectos provocados a su vez por estos cambios: si los casquetes glaciares se desmoronan, el calor del sol será absorbido por el agua del mar en vez de reflejado hacia el espacio; si la tundra siberiana se derrite, brotará metano de la Tierra, lo que retendrá el calor en la atmósfera; si la cuenca del Amazonas se ve despojada de su jungla, se producirá una emisión masiva de dióxido de carbono.
Cuando parece que se han roto las reglas normales y que se han pulverizado las expectativas, se puede bruñir la sospecha de que alguien (los judíos, por ejemplo) ha desviado de algún modo la naturaleza de su propio cauce. Un problema de escala verdaderamente planetaria, como lo es el cambio climático, requiere obviamente soluciones globales; una aparente solución es definir un enemigo global. El Holocausto se diferenció de otros episodios de asesinatos masivos y limpieza étnica en que la estrategia alemana tenía como objetivo el asesinato de todos los niños, las mujeres y los hombres judíos. La única razón por la que esto era concebible es porque los judíos eran considerados los creadores e instigadores de un orden planetario corrupto. Es posible volver a ver a los judíos como una amenaza universal, tal y como efectivamente son vistos por formaciones políticas cada vez más importantes de Europa, Rusia y Oriente Próximo; lo mismo podría ocurrir con los musulmanes, los homosexuales u otros grupos.
El cambio climático como problema local puede provocar conflictos locales; el cambio climático como crisis global podría plantear la exigencia de víctimas globales. En las dos últimas décadas, el continente africano ha proporcionado algunos indicios sobre cómo serán estos conflictos locales y pistas sobre cómo podrían convertirse en globales. Se trata de un continente de Estados débiles. En condiciones de hundimiento del Estado, las sequías pueden provocar cientos de miles de muertes a causa del hambre, como sucedió en Somalia en 2010.
El cambio climático también puede aumentar la probabilidad de que los africanos encuentren razones ideológicas para matar a otros africanos en épocas de aparente escasez. En el futuro, África podría convertirse también en el escenario de una competición global por la obtención de alimentos, quizás acompañada de justificaciones ideológicas globales.
África formaba parte del pasado colonial alemán cuando Hitler llegó al poder. La conquista de este continente fue la última etapa de la primera globalización de la época en que führer era un niño. Fue en el África subsahariana donde los alemanes y otros europeos volvieron a aprender sus lecciones sobre la raza. Ruanda es un artefacto resultante de la contienda y posterior desbandada de Europa en África en general y en el África alemana oriental en particular. La división de su población en los clanes de los hutus y los tutsis representaba el típico método europeo de gobierno: favorecer a un grupo con el fin de gobernar al otro. No tenía ni mayor ni menor sentido que la idea de que los polacos y los ucranianos pertenecían a una raza distinta que los alemanes, o de que se debía reclutar a los eslavos de los campos de concentración para que colaborasen en la matanza de los judíos. Los africanos de hoy día pueden aplicar, y de hecho aplican, divisiones y fantasías raciales entre sí, igual que hicieron los europeos con los africanos en las décadas de 1880 y 1890, y los europeos con los propios europeos en las décadas de 1930 y 1940.
La masacre en Ruanda sirve como ejemplo de respuesta política a una crisis ecológica a escala nacional. Al agotamiento de la tierra cultivable a final de los ochenta le siguió un descenso de las cosechas en 1993. El Gobierno reconoció que la superpoblación era un problema y comenzó a buscar la forma de exportar su propia población a países vecinos. Se enfrentaba a un rival político asociado con los tutsis cuyos planes de invasión conllevaban la redistribución de valiosas granjas. La medida gubernamental de animar a los hutus a matar a los tutsis en 1994 fue todo un éxito en las zonas con escasez de tierras: la gente que quería tierras denunciaba a sus vecinos. Los perpetradores afirmaban actuar movidos por el deseo de apropiarse de tierras y por el miedo a que otros lo hicieran antes que ellos. Durante la campaña de asesinatos, los hutus no dudaron en matar tutsis, pero cuando ya no quedaban más tutsis, los hutus comenzaron a matar a otros hutus, y a quedarse con sus tierras. En vista de que los tutsis habían sido favorecidos por las potencias coloniales, los hutus que los asesinaron pudieron camuflar su actuación bajo el mito de la liberación colonial. Entre abril y julio de 1994, fueron asesinadas al menos medio millón de personas.
El hambre en Somalia y la masacre en Ruanda son muestras atroces de las posibles consecuencias que el cambio climático puede generar en África. La primera ejemplifica la muerte provocada directamente por el clima, y la segunda, el conflicto racial resultante de la interacción del clima y la creatividad política. Puede que el futuro albergue la tercera y más temible posibilidad: una interacción entre la escasez local y una potencia colonial capaz de extraer alimentos y a la vez exportar ideología global. A pesar de los esfuerzos de los propios africanos por obtener acceso a terrenos cultivables y agua potable, su continente se presenta como la solución a los problemas de seguridad alimentaria de los asiáticos. La combinación de unos derechos de propiedad débiles, unos regímenes corruptos y el hecho de poseer la mitad de los terrenos aún sin cultivar del planeta ha situado a África en el centro de los planes asiáticos de seguridad alimentaria: los Emiratos Árabes y Corea del Sur han intentado hacerse con el control de grandes franjas de Sudán; a estos países se les han unido Japón, Qatar y Arabia Saudí en los esfuerzos constantes por comprar o arrendar terrenos agrícolas; y una empresa de Corea del Sur ha intentado arrendar la mitad de Madagascar.
Tener conciencia de la historia permite reconocer las trampas ideológicas y genera escepticismo sobre las exigencias de acción inmediata porque de repente todo haya cambiado.
En el caso del cambio climático, sabemos lo que puede hacer el Estado para domesticar el pánico y aliarse con el tiempo, sabemos que es más fácil y menos costoso obtener alimento de las plantas que de los animales, sabemos que las mejoras en la productividad agrícola siguen adelante y que es posible desalinizar el agua del mar, sabemos que la eficiencia energética es la forma más sencilla de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sabemos que los gobiernos pueden asignar un precio a la contaminación por dióxido de carbono y pueden comprometerse unos con otros para reducir las futuras emisiones y para revisar mutuamente dichos compromisos; también sabemos que los Gobiernos pueden estimular el desarrollo de las tecnologías energéticas apropiadas: las energías solar y eólica son cada vez más baratas, la energía de fusión, de fisión avanzada, la mareomotriz y los biocombustibles no alimentarios ofrecen una esperanza real de una nueva economía energética. A largo plazo, necesitaremos técnicas para capturar y almacenar el dióxido de carbono de la atmósfera. Todo esto no es sólo concebible, sino factible.
Los Estados deberían invertir en la ciencia para poder contemplar el futuro con serenidad. El estudio del pasado apunta a por qué éste sería un camino acertado. El tiempo respalda el pensamiento, el pensamiento respalda el tiempo; la estructura respalda la pluralidad, y la pluralidad, la estructura.
Timothy Snyder es profesor de Historia en la Universidad de Yale y autor de Tierra negra. El Holocausto como historia y advertencia (que publicará esta semana Galaxia Gutenberg), del cual este ensayo está extraído y adaptado.
Traducción de Irene Oliva Luque.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/08/actualidad/1444335461_565106.html
Si Hitler no hubiese iniciado la guerra mundial que lo empujó a su propio suicidio, habría vivido para ver el día en el que el problema de Europa no fuese la escasez de alimentos, sino los excedentes. La ciencia ha proporcionado alimentos con tanta rapidez y en tanta abundancia que las ideas hitlerianas sobre la lucha perdieron buena parte de su resonancia.
En 1989, unos cien años después del nacimiento de Hitler, los precios mundiales de los alimentos eran la mitad que en 1939 —cuando él inició la II Guerra Mundial—, a pesar del enorme incremento de la población mundial y, por lo tanto, de la demanda.
La idea del auxilio nos parece cercana; la ideología del asesinato, lejana. El pánico ecológico, la destrucción del Estado, el racismo colonial y el antisemitismo global pueden resultar exóticos. La mayoría de las personas en Europa y Norteamérica viven en Estados funcionales donde se dan por descontados los elementos básicos de soberanía que preservaron las vidas de los judíos y de otras personas durante la guerra: la política exterior, la ciudadanía y la burocracia. Después de dos generaciones, la revolución verde [término que refleja el importante incremento de la productividad agrícola entre 1940 y 1970] ha eliminado el miedo al hambre de las emociones de los votantes y de los discursos de los políticos. Expresar abiertamente ideas antisemitas es un tabú en gran parte de Occidente. Alejados del nacionalsocialismo por el tiempo y la fortuna, nos es fácil rechazar las ideas nazis sin contemplar cómo funcionaron. Nuestra mala memoria nos convence de que somos diferentes de los nazis al ocultar los aspectos en que somos iguales.
Después de que la lucha de Hitler por el Lebensraum [espacio vital] fracasara con la derrota final alemana en 1945, la revolución verde satisfizo la demanda en Europa y en gran parte del mundo, proporcionando no sólo los alimentos necesarios para la mera supervivencia física, sino una sensación de seguridad y unas expectativas de plenitud. Sin embargo, ninguna solución científica es eterna; la decisión política de apoyar a la ciencia permite ganar tiempo, pero no garantiza que las decisiones futuras sean las buenas. Es posible que nos estemos aproximando a otro momento decisivo, de algún modo similar al que los alemanes afrontaron en los años treinta.
Es posible volver a ver a los judíos como una amenaza; también a los musulmanes y a los homosexuales. Puede que la revolución verde, quizás el adelanto que más distingue a nuestro mundo del de Hitler, se esté acercando a su techo. Esto se debe no tanto a que haya demasiadas personas en la Tierra como a que un número cada vez mayor de sus habitantes exigen provisiones de alimentos cada vez mayores y con más garantías. La producción mundial de cereales por cápita alcanzó su nivel máximo en la década de 1980. En 2003, China, el país más poblado del mundo, se convirtió en importador neto de cereales. En el siglo XXI, las reservas mundiales de cereales jamás han sobrepasado unos cuantos meses de suministro. Durante el caluroso verano y las sequías de 2008, los incendios en los campos de cultivo obligaron a los principales proveedores de alimentos a interrumpir totalmente las exportaciones, y se produjeron motines populares en Bolivia, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Haití, Indonesia, Mauritania, Mozambique, Senegal, Uzbekistán y Yemen. En 2010, los precios de los productos agrícolas se volvieron a disparar, lo que ocasionó protestas, revueltas, limpiezas étnicas y la revolución en Oriente Próximo.
Aunque no es probable que en el mundo se agoten los alimentos por completo, sí es posible que las sociedades más ricas vuelvan a preocuparse por las provisiones futuras. Sus élites podrían verse de nuevo frente a decisiones sobre cómo definir la relación entre la política y la ciencia. Como Hitler demostró, la fusión de las dos abre una vía a una ideología que puede parecer explicar y resolver la sensación de pánico.
En un contexto de masacres similar al Holocausto, puede que los líderes de un país desarrollado se dejasen llevar o indujesen el pánico ante una escasez futura y actuasen de forma preventiva, señalando a un grupo humano como fuente del problema ecológico y destruyendo otros Estados deliberada o accidentalmente. No hace falta ningún argumento convincente para que se considere una cuestión de vida o muerte, tal y como muestra el ejemplo nazi, tan sólo una convicción momentánea de que una acción drástica es necesaria para conservar un estilo de vida.
Parece razonable preocuparse por el hecho de que el segundo significado del término Lebensraum, que concibe el territorio de otras personas como hábitat, siga latente. En gran parte del planeta, el sentido predominante del tiempo se parece cada vez más, en algunos aspectos, al catastrofismo de la época de Hitler. Durante la segunda mitad del siglo XX —las décadas de la revolución verde—, el futuro se dibujaba como un regalo que pronto recibiríamos. Las dos ideologías enfrentadas, el capitalismo y el comunismo, prometían una recompensa próxima y aceptaban el futuro como su terreno de competición. En los planes de las agencias gubernamentales, en los argumentos de las novelas y en los dibujos de los niños se preveía un futuro halagüeño, pero esta sensibilidad parece haber desaparecido. En la cultura de élite, el futuro ahora se aferra a nosotros y viene cargado de complicaciones y crisis, repleto de dilemas y decepciones. En los medios de comunicación vernáculos —cine, videojuegos y novelas gráficas— el futuro se presenta como poscatastrófico: la naturaleza se venga de forma que la política convencional resulta irrelevante y reduce la sociedad a la lucha y la búsqueda de auxilio, la superficie terrestre se vuelve indómita; los humanos, salvajes, y cualquier cosa puede ocurrir.
El planeta está cambiando de tal forma que las descripciones hitlerianas de vida, espacio y tiempo podrían parecer más verosímiles. El aumento de cuatro grados previsto este siglo para las temperaturas medias globales podría transformar la vida humana en gran parte del planeta. El cambio climático es impredecible, lo que exacerba el problema. Las tendencias actuales pueden inducir a error, ya que habría que tener en cuenta los efectos provocados a su vez por estos cambios: si los casquetes glaciares se desmoronan, el calor del sol será absorbido por el agua del mar en vez de reflejado hacia el espacio; si la tundra siberiana se derrite, brotará metano de la Tierra, lo que retendrá el calor en la atmósfera; si la cuenca del Amazonas se ve despojada de su jungla, se producirá una emisión masiva de dióxido de carbono.
Cuando parece que se han roto las reglas normales y que se han pulverizado las expectativas, se puede bruñir la sospecha de que alguien (los judíos, por ejemplo) ha desviado de algún modo la naturaleza de su propio cauce. Un problema de escala verdaderamente planetaria, como lo es el cambio climático, requiere obviamente soluciones globales; una aparente solución es definir un enemigo global. El Holocausto se diferenció de otros episodios de asesinatos masivos y limpieza étnica en que la estrategia alemana tenía como objetivo el asesinato de todos los niños, las mujeres y los hombres judíos. La única razón por la que esto era concebible es porque los judíos eran considerados los creadores e instigadores de un orden planetario corrupto. Es posible volver a ver a los judíos como una amenaza universal, tal y como efectivamente son vistos por formaciones políticas cada vez más importantes de Europa, Rusia y Oriente Próximo; lo mismo podría ocurrir con los musulmanes, los homosexuales u otros grupos.
El cambio climático como problema local puede provocar conflictos locales; el cambio climático como crisis global podría plantear la exigencia de víctimas globales. En las dos últimas décadas, el continente africano ha proporcionado algunos indicios sobre cómo serán estos conflictos locales y pistas sobre cómo podrían convertirse en globales. Se trata de un continente de Estados débiles. En condiciones de hundimiento del Estado, las sequías pueden provocar cientos de miles de muertes a causa del hambre, como sucedió en Somalia en 2010.
El cambio climático también puede aumentar la probabilidad de que los africanos encuentren razones ideológicas para matar a otros africanos en épocas de aparente escasez. En el futuro, África podría convertirse también en el escenario de una competición global por la obtención de alimentos, quizás acompañada de justificaciones ideológicas globales.
África formaba parte del pasado colonial alemán cuando Hitler llegó al poder. La conquista de este continente fue la última etapa de la primera globalización de la época en que führer era un niño. Fue en el África subsahariana donde los alemanes y otros europeos volvieron a aprender sus lecciones sobre la raza. Ruanda es un artefacto resultante de la contienda y posterior desbandada de Europa en África en general y en el África alemana oriental en particular. La división de su población en los clanes de los hutus y los tutsis representaba el típico método europeo de gobierno: favorecer a un grupo con el fin de gobernar al otro. No tenía ni mayor ni menor sentido que la idea de que los polacos y los ucranianos pertenecían a una raza distinta que los alemanes, o de que se debía reclutar a los eslavos de los campos de concentración para que colaborasen en la matanza de los judíos. Los africanos de hoy día pueden aplicar, y de hecho aplican, divisiones y fantasías raciales entre sí, igual que hicieron los europeos con los africanos en las décadas de 1880 y 1890, y los europeos con los propios europeos en las décadas de 1930 y 1940.
La masacre en Ruanda sirve como ejemplo de respuesta política a una crisis ecológica a escala nacional. Al agotamiento de la tierra cultivable a final de los ochenta le siguió un descenso de las cosechas en 1993. El Gobierno reconoció que la superpoblación era un problema y comenzó a buscar la forma de exportar su propia población a países vecinos. Se enfrentaba a un rival político asociado con los tutsis cuyos planes de invasión conllevaban la redistribución de valiosas granjas. La medida gubernamental de animar a los hutus a matar a los tutsis en 1994 fue todo un éxito en las zonas con escasez de tierras: la gente que quería tierras denunciaba a sus vecinos. Los perpetradores afirmaban actuar movidos por el deseo de apropiarse de tierras y por el miedo a que otros lo hicieran antes que ellos. Durante la campaña de asesinatos, los hutus no dudaron en matar tutsis, pero cuando ya no quedaban más tutsis, los hutus comenzaron a matar a otros hutus, y a quedarse con sus tierras. En vista de que los tutsis habían sido favorecidos por las potencias coloniales, los hutus que los asesinaron pudieron camuflar su actuación bajo el mito de la liberación colonial. Entre abril y julio de 1994, fueron asesinadas al menos medio millón de personas.
El hambre en Somalia y la masacre en Ruanda son muestras atroces de las posibles consecuencias que el cambio climático puede generar en África. La primera ejemplifica la muerte provocada directamente por el clima, y la segunda, el conflicto racial resultante de la interacción del clima y la creatividad política. Puede que el futuro albergue la tercera y más temible posibilidad: una interacción entre la escasez local y una potencia colonial capaz de extraer alimentos y a la vez exportar ideología global. A pesar de los esfuerzos de los propios africanos por obtener acceso a terrenos cultivables y agua potable, su continente se presenta como la solución a los problemas de seguridad alimentaria de los asiáticos. La combinación de unos derechos de propiedad débiles, unos regímenes corruptos y el hecho de poseer la mitad de los terrenos aún sin cultivar del planeta ha situado a África en el centro de los planes asiáticos de seguridad alimentaria: los Emiratos Árabes y Corea del Sur han intentado hacerse con el control de grandes franjas de Sudán; a estos países se les han unido Japón, Qatar y Arabia Saudí en los esfuerzos constantes por comprar o arrendar terrenos agrícolas; y una empresa de Corea del Sur ha intentado arrendar la mitad de Madagascar.
Tener conciencia de la historia permite reconocer las trampas ideológicas y genera escepticismo sobre las exigencias de acción inmediata porque de repente todo haya cambiado.
En el caso del cambio climático, sabemos lo que puede hacer el Estado para domesticar el pánico y aliarse con el tiempo, sabemos que es más fácil y menos costoso obtener alimento de las plantas que de los animales, sabemos que las mejoras en la productividad agrícola siguen adelante y que es posible desalinizar el agua del mar, sabemos que la eficiencia energética es la forma más sencilla de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sabemos que los gobiernos pueden asignar un precio a la contaminación por dióxido de carbono y pueden comprometerse unos con otros para reducir las futuras emisiones y para revisar mutuamente dichos compromisos; también sabemos que los Gobiernos pueden estimular el desarrollo de las tecnologías energéticas apropiadas: las energías solar y eólica son cada vez más baratas, la energía de fusión, de fisión avanzada, la mareomotriz y los biocombustibles no alimentarios ofrecen una esperanza real de una nueva economía energética. A largo plazo, necesitaremos técnicas para capturar y almacenar el dióxido de carbono de la atmósfera. Todo esto no es sólo concebible, sino factible.
Los Estados deberían invertir en la ciencia para poder contemplar el futuro con serenidad. El estudio del pasado apunta a por qué éste sería un camino acertado. El tiempo respalda el pensamiento, el pensamiento respalda el tiempo; la estructura respalda la pluralidad, y la pluralidad, la estructura.
Timothy Snyder es profesor de Historia en la Universidad de Yale y autor de Tierra negra. El Holocausto como historia y advertencia (que publicará esta semana Galaxia Gutenberg), del cual este ensayo está extraído y adaptado.
Traducción de Irene Oliva Luque.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/08/actualidad/1444335461_565106.html
viernes, 16 de octubre de 2015
Un legajo del Archivo de Indias cambia la Historia de California. Una historiadora descubre documentos que prueban por primera vez que Juan Rodríguez Cabrillo, el primer europeo de la costa Oeste, era español y no portugués
Cualquier escolar de California conoce la historia: Juan Rodríguez Cabrillo fue el primer europeo en poner un pie en la costa Oeste de EE UU. Lo hizo el 28 de septiembre de 1542 en lo que hoy es un parque municipal de la ciudad californiana, más de dos siglos antes que el ahora santo mallorquín Junípero Serra. De Cabrillo solo se podía decir que fue el primer europeo, en general, en pisar California. Aunque dirigía una expedición española, no existía documentación concluyente sobre su origen. Los relatos de su aventura utilizan indistintamente el nombre español o una versión portuguesa: Joao Rodrigues Cabrilho. Ambas valían. Hasta ahora.
La historiadora canadiense Wendy Kramer lleva tres décadas especializada en los primeros tiempos de la conquista española de América y ha escrito especialmente el sistema de encomienda en Guatemala. Lleva cuatro años transcribiendo unos Libros del Cabildo de Guatemala que estaban sin catalogar en la Hispanic Society de Nueva York y que cubren los gobiernos de 1530 a 1553. Son papeles de gobierno llenos de nombres, fechas, contratos y actas de reuniones. El objetivo de su trabajo es hacer una relación de todos los primeros conquistadores de Guatemala.
“Iba por la letra ce y llegué a Gabriel de Cabrera”, cuenta Kramer por teléfono desde Toronto. “Era el procurador del Cabildo de Guatemala en los años 30” del siglo XVI. La historiadora sabía que De Cabrera fue encargado por los encomenderos para llevar a España el primer cargamento de oro de Guatemala y, de paso, pedir a Carlos V una rebaja de impuestos. Kramer decidió profundizar en aquel viaje y lanzó una búsqueda sobre De Cabrera en los archivos más conocidos. Lo que sigue es uno de esos ejemplos de que la Historia es materia viva.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/28/actualidad/1443475753_257004.html?rel=lom
La historiadora canadiense Wendy Kramer lleva tres décadas especializada en los primeros tiempos de la conquista española de América y ha escrito especialmente el sistema de encomienda en Guatemala. Lleva cuatro años transcribiendo unos Libros del Cabildo de Guatemala que estaban sin catalogar en la Hispanic Society de Nueva York y que cubren los gobiernos de 1530 a 1553. Son papeles de gobierno llenos de nombres, fechas, contratos y actas de reuniones. El objetivo de su trabajo es hacer una relación de todos los primeros conquistadores de Guatemala.
“Iba por la letra ce y llegué a Gabriel de Cabrera”, cuenta Kramer por teléfono desde Toronto. “Era el procurador del Cabildo de Guatemala en los años 30” del siglo XVI. La historiadora sabía que De Cabrera fue encargado por los encomenderos para llevar a España el primer cargamento de oro de Guatemala y, de paso, pedir a Carlos V una rebaja de impuestos. Kramer decidió profundizar en aquel viaje y lanzó una búsqueda sobre De Cabrera en los archivos más conocidos. Lo que sigue es uno de esos ejemplos de que la Historia es materia viva.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/28/actualidad/1443475753_257004.html?rel=lom
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